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Los Gneises son rocas que pueden formarse por distintos mecanismos, que se
pueden agrupar en dos: el metamorfismo de alto grado de rocas pelíticas, que da
origen a los denominados paraneises, y la deformación tectónica (por lo general
acompañada de metamorfismo) de rocas graníticas, que origina los
denominados ortoneises. Están formados mayoritariamente, al igual que los
granitos, por cuarzo, feldespato potásico, plagioclasa, mica (biotita a menudo
acompañada de moscovita), como minerales mayoritarios más comunes, que
pueden estar acompañados de muchos otros (granate, anfíbol, cordierierita), y de
los accesorios comunes en este tipo de rocas (apatito, esfena, circón, pirita).
Ambientes metamórficos
Metamorfismo hidrotermal
Metamorfismo regional
Variaciones de textura
Por ejemplo, cuando empezamos con una roca sedimentaria rica en arcillas como
la lutita, un aumento gradual de la intensidad metamórfica va acompañado de un
aumento general del tamaño del grano. Por tanto, observamos que la lutita se
transforma en pizarra de grano fino, que a su vez forma filita ¡ a través de la
recristalización continua, genera un esquisto de grano grueso
Bajo condiciones más intensas, puede desarrollarse una textura gnéisica con
capas de minerales oscuros y claros.
Ambientes de metamorfismo
La corneana (a) con biotita, clorita y cordierita es típica de las pizarras moteadas,
formadas por termometamorfismo en torno a plutones graníticos, mientras que la
corneana peridotítica (b) es una roca menos frecuente, que muestra con claridad
cómo los minerales metamórficos neoformados pueden crecer y acoplarse entre
sí.
Metamorfismo regional
METAMORFISMO DINAMICO
Pizarra grafitica
Esta roca de grano muy fino representa el grado más débil de metamorfismo (si
exceptuamos el ambiente en facies de zeo-litas). Para un estado avanzado de la
diagénesis, los minerales arcillosos son, sobre todo, la clorita y la illita, y con un
gradiente metamórfico más intenso, la illita forma cristales mayores y recristaliza
en mica de composición fengita (más rica en Si y más pobre en Al que la
moscovita, con cierto contenido en Mg y Fe).
Esta asociación mineral es bastante típica de los esquistos con grado metamòrfico
alto, cuando la temperatura ha sido suficientemente intensa para que la moscovita
reaccione con el cuarzo y forme feldespato potásico y silicato de aluminio —en
este caso, sillimanita.
En las zonas con presión baja de las facies de esquistos verdes y de anfibolitas,
los esquistos pelíticos y las corneanas contienen andalucita en lugar de distena;
el granate llega a ser raro o ausente, y la cordierita aparece a temperaturas más
bajas cuando la presión disminuye. En presiones muy bajas, las corneanas con
biotita están reemplazadas por corneanas moteadas que contienen cordierita
poiquiloblástica, mientras que la andalucita aparece posteriormente para un
gradiente más alto.
Los efectos de las altas presiones en las paragénesis de las pelitas eran mal
conocidos hasta estos últimos años ya que las pelitas, en la mayoría de las zonas
metamórficas de presión alta, proceden de ambientes sedimentarios menos
evolucionados que la mayor parte de las pelitas barrowienses. Trabajos recientes,
particularmente en los Alpes, han identificado, sin embargo, numerosos minerales
y paragénesis específicas de altas presiones. Estas paragénesis comprenden la
carfolita, el talco que coexiste con la moscovita (variedad fengita) o, a
temperaturas más altas, la distena.
Las silexitas (44-46) y los minerales de hierro (47 y 48) muestran una diversidad
todavía más destacada en composición y paragénesis que las grauwacas.
Mientras las silexitas son, por definición, ricas en sílice, algunas tienen un
contenido alto en Fe (44 y 45), mientras que otras lo presentan en Mn (46) y
contienen minerales próximos al polo del Mn de las soluciones sólidas Mn-Fe.