Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
07/05/2018
2
Consignas:
1) Elabora un listado con los conceptos que aporta cada autor: define brevemente
cada uno de ellos.
2) Selecciona 4 conceptos del listado y elabora con ellos un breve texto de no más
de 8 párrafos, en el que se muestre la relación entre esos conceptos y su utilidad
para la comprensión de la realidad histórica.
3) Elabora una breve conclusión del trabajo práctico, haciendo especial énfasis en
el aspecto conceptual que te aportó el texto.
3
1)
Los autores estudiados aportan algunos conceptos para la comprensión de la
historia local y regional:
Anaclet Pons y Justo Serna (2004) establecen los siguientes:
Historia local: Tiene a lo local por objeto de estudio, se caracteriza por analizar
un entorno circunscripto a un territorio conocido o próximo para el historiador,
su objeto de investigación va a representar la particularidad de lo local, pero
debe además lograr ser comparable a nivel general y/o global.
Localismo: Se centra en lo anecdótico o curioso de una localidad, genera
contenido que son solo atractivos para los nativos, lo que no permite que tengan
representatividad mayor.
Representatividad: Concepto que asigna calificación histórica a un proceso,
preguntándose por la repercusión o efectos que tuvieron. Siendo así históricos si
las mismas fueron “apreciables, por duraderas y colectivas”.
Discurso histórico: Representación, mediante fuentes, de algo que existió, pero
de lo que ahora sólo quedan vestigios y que muestra una pequeña parte de los
hechos.
Escala: Cantidad y tipo de información que se seleccionara según el objeto de
estudio y la totalidad que se aspire a representar. Una escala grande estudiará un
sistema social; una pequeña, acciones individuales.
Microanálisis: Metodología que intenta explicar las prácticas realizadas por una
comunidad, abocándose a problemáticas desarrolladas dentro de espacios
definidos desde lo local y regional que puedan, además, exponer las relaciones
que se desarrollan entre los individuos.
Microhistoria: Corriente historiográfica que se sirve del microanálisis, y se
encarga del estudio de objetos reducidos. Tiene dos concepciones, la primera
analiza relaciones sociales de dimensiones reducidas, la segunda condensa
formas culturales a grupos o sujetos.
Entorno: Es aquel espacio cercano y próximo al historiador, por lo tanto es
individual y de índole psicológica, ya que depende del observador. Sin
embargo, esta percepción está también fundada en restricciones colectivas.
Local: Es el entorno que se identifica como cercano, que representa algo propio,
característico y particular, y es delimitado por barreras perceptibles o físicas,
4
2)
Desde el surgimiento de la Historia como disciplina científica se han desarrollado
diferentes corrientes historiográficas, cada una de ellas ha centrado su atención en
distintos objetos de investigación, y lo ha hecho a través de métodos, perspectivas y
fuentes diversas: algunos estudian objetos simples y otros los más complejos; ciertas
vertientes abordan lo económico, social, o político; otras se han concentrado en los
individuos o en los colectivos, etc. (Jaramillo, 2005)
En éste sentido, la historia local “no propone un nuevo tema, un nuevo objeto, sino
una nueva mirada, un nuevo acercamiento, un nuevo abordaje analítico” (Fernandez,
2004, p39), abocándose a la investigación mediante la reducción de la escala de
observación, es decir, centrándose en lo cercano. Por ejemplo, la historia de individuos,
localidades o pequeñas comunidades. Entonces, para comprender mejor la práctica de
ésta corriente es necesario tener definidos ciertos conceptos, categorías y nociones; para
esto retomaremos algunos de los que nos brindan tanto Margarita Gascón; Justo Serna y
Anaclet Pons; y Sandra Fernández.
En primera instancia, debemos saber que aquello a lo cual entendemos por local
puede representar tanto a un individuo, a un grupo, un barrio, etc. pudiendo aludir de
esta manera a múltiples categorías espaciales Quien establecerá los límites al entorno
será el historiador, partiendo tanto de el objeto de estudio, como también “de una
colectividad con la que nos identificamos y con la que compartimos toda una serie de
cuestiones” (Pons y Serna, 2004, p.21). Sin embargo, ésta identidad no es inmutable,
sino que va transformándose, es por esto que se debe tener sumo cuidado a la hora de
definir el espacio, ya que podríamos estar imponiendo categorías presentes que no sean
correspondientes a las que se concebían en el pasado. Como afirman Pons y Serna
(2004)
Esto quiere decir, entre otras cosas, que hay y va a haber límites que hacen
inevitablemente ambigua la noción de lo local cuando la hacemos depender,
precisamente, de una determinada frontera. (p.22)
En éste sentido, existen muchas maneras de establecer una frontera, se puede partir
tanto desde límites administrativos, caracterizadas por ser políticas y territoriales, hasta
fronteras establecidas “a partir de los procesos inherentes a la constitución de
identidades sociales” (Fernandez, 2004, p.33), con ésta última postura nos identificamos
ya que, como afirma Gascón (2006), la frontera “hace referencia a una zona, un espacio,
6
Los estudios regionales, encarados desde análisis exhaustivos de los casos, no son
referentes anecdóticos de un pasado más remoto o más cercano, ni tampoco sin futo
de investigaciones parciales que no disponen de un contexto de comprensión
significativo; por el contrario ellos hacen que la historia […] subraye la potencialidad
de la representatividad del caso en la comprensión del todo, la interpretación de la
particularidad para esbozar un plano general. (p.44)
3)
En base a todo lo trabajado, podemos resaltar que la historia local será
imprescindible para estudiar la acción humana; partiendo de los actos individuales
podemos aprender sobre cuestiones generales. Por esto, es que lo local tiene valor
cognoscitivo, ya que nos ayuda a “aprender mucho acerca del tipo de humanidad en la
que está inserto el individuo”. (Pons y Serna, 2004, p.24)
Por otra parte, la definición de lo local, nos lleva a preguntarnos sobre la
construcción de identidades sociales; la manera en que percibimos lo cercano y cómo
nos apropiamos de ello, tanto individual como colectivamente. De este modo, es
importante que nuestra “meta no ha de ser solamente analizar la localidad […] sino,
sobre todo, estudiar ‘localmente’ determinados problemas” (Fernández, 2004, p.37),
concretamente los derivados de las cuestiones de construcción identitaria. Es a partir de
aquí que debemos empezar a pensar cómo lo particular puede ganar representatividad a
la hora de comprender una realidad general.
En definitiva, dentro del discurso histórico, lo local y regional aparece como
herramienta estratégica a la hora de dar cuenta sobre las relaciones que conforman la
acción humana.
8
Bibliografía:
Sánchez Jaramillo, L. (2005). LA HISTORIA COMO CIENCIA. Revista
Latinoamericana de Estudios Educativos (Colombia), pp. 54-56.
Serna, J. y Pons, A. (2004). "Más cerca, más denso. La historia local y sus
metáforas". En: Fernández, S. (Comp.) Más allá del territorio. La historia regional y
local como problema. Discusiones, balances y proyecciones, Rosario: Prohistoria
Ediciones, pp. 17-31.