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Si siempre has tenido el sueño de construir tu propia casa a tu medida o si tienes el deseo ardiente
de convertirte en un gran promotor/constructor y levantar grandes hoteles y villas de lujo de sus
cimientos, esto tienes que saberlo sí o sí. Conocer las fases de un proyecto arquitectónico es
información básica que no puede faltar en tu lista de recursos en el mundo de la arquitectura.
¿Qué necesitas? y
Como ves, es una fase previa a todo proyecto y siempre se debe pasar por ella.
Tienes que saber que, aunque hay arquitectos de todos los colores, sabores y honorarios, esto
suele ser gratuito. Al fin y al cabo se trata de una comunicación previa entre el arquitecto y el
promotor.
Pongamos un ejemplo:
1.- Tienes un dinero ahorrado y siempre has querido tener una casa adosada con dos plantas, 4
habitaciones, 3 baños, 1 salón-cocina con barra americana, 1 pequeño jardín, 1 garaje y una
preciosa cubierta inclinada de teja y que, además, no te quieres gastar más de 250.000 soles.
2.- Poco más tarde encuentras a tu arquitecto ideal, porque te lo has ganado eligiendo arquitecto,
así que le cuentas tus planes sobre la casa.*
3.- El arquitecto entonces se pone manos a la obra. Analiza los condicionantes legales y el
planeamiento urbanístico en vigor.
Esto es primordial para saber si tus sueños son factibles según la normativa y, una vez
comprobado que sí, realiza una planificación de los plazos de elaboración del proyecto, calcula su
propuesta de Honorarios, lo redacta todo y te lo presenta mediante un contrato escrito.
*Nota: Como cliente, deberás habitualmente entregar en esta fase un Plano Topográfico y/o
Geotécnico completo, así como, si fuera necesario, el Levantamiento Arquitectónico de lo
existente.
Esta es una fase creativa. El arquitecto, con tu colaboración si así lo deseas, atendiendo al
programa de necesidades de la primera fase, desarrolla un primer concepto del proyecto, de
manera elemental y más o menos esquemática.
En esta fase se pueden realizar maquetas y/o simulaciones tridimensionales básicas de las
propuestas. Para que el promotor, en caso de no estar acostumbrado a leer planos, las pueda
comprender mejor.
Lo ideal es que, para proceder a la siguiente fase, optes por una de las propuestas como “diseño
definitivo”, aunque posteriormente se podrán realizar modificaciones.
En esta fase el Arquitecto pone a punto a su equipo y desarrolla el llamado Proyecto básico (PB),
siempre atendiendo a los requisitos propuestos en fases anteriores.
El PB, como su nombre indica, es un proyecto que no profundiza más de lo necesario que para
realizar la solicitud de la licencia. Aunque debe contener, al menos, cierta información de carácter
técnico como es:
Si todo sigue su curso, en un determinado plazo que depende de cada municipio, se otorgará la
Licencia Urbanística y se procederá a la fase 3.*
Bien, ya tenemos una Licencia urbanística o se está tramitando. Ahora al arquitecto le toca seguir
trabajando y elaborar el llamado Proyecto de Ejecución.
Lo primordial para obtener un precio cerrado al máximo con un constructor es contar con un
proyecto que defina, al detalle, cada sistema constructivo y material en cada milímetro del mismo.
Esto implica también que las mediciones tengan una afinidad del 100% con los planos para que no
haya problemas en el futuro y para que el diseño sea completo. Lo cual no implica un proyecto
caro, pero la experiencia nos dice que para construir algo bien, caro o barato, hay que tener un
buen proyecto. Esto es fundamental y es realmente nuestra especialidad en AM Arquitectura.
En esta fase también escogerás al famoso Arquitecto Técnico o Aparejador, quien será
responsable ante de la Dirección de Ejecución.
En la práctica, tanto las constructoras como los estudios de arquitectura te ofrecerán este servicio
aunque, como consejo, te recomendamos que contrates a un aparejador que no esté vinculado a
ninguno de ellos.
Las razones, en otro post, donde hablo de: el mayor error que puedes cometer en la construcción
de tu casa.
Fase delicada donde las haya, en ella deberás escoger un constructor para tu obra.
El arquitecto, si así lo habéis acordado, podrá colaborar en esta fase. Ayudando en el análisis de la
capacidad técnica de los diferentes candidatos, así como en el análisis del presupuesto y plazo
para la concreción de la obra.
Después de muchos años no nos cansamos de recordar a nuestros clientes que el precio no
siempre es el factor más importante.
Más bien, la clave está en aunar un amplio conjunto de factores para los cuales no siempre el
promotor está cualificado.
En cualquier caso, puede echar un vistazo a este artículo, donde te cuento las 4 claves para elegir
empresa constructora.
Al fin, última fase, en la que se materializa todo el trabajo realizado hasta aquí. Ten en cuenta que
la certificación de que tu proyecto se cumple a rajatabla es deber de tu arquitecto y de tu
aparejador.
En esta fase, el papel del arquitecto tiene bastante amplitud. Desde la aclaración de las dudas del
constructor en la interpretación del proyecto, la facilitación de informaciones complementarias al
proyecto elaborado, hasta ayudar al propietario en la verificación de la calidad de los materiales y
de la ejecución de los trabajos.