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RESUMEN: En su Crí-
tica a la razón mítica,
Franz Hinkelammert plantea
que la civilización moderno-
occidental recibe como legado
del mundo premoderno ele-
mentos míticos y los incorpora
en su propio imaginario, con
una apariencia completamente
transformada. Esa transforma-
ción es llamada habitualmen-
te “secularización”, aunque
detrás de este término se
conserven intactos los conte-
H
nidos míticos primordiales en
inkelammert parte de
la conciencia “secular” tardo-
moderna. una concepción de
la historia como un
ABSTRACT: In his Crítica decurso en el cual la huma-
a la razón mítica, Franz Hinke- nidad se ve permanentemente
lammert states that the Mod- enfrentada a instituciones,
ern Western civilization inher- objetivaciones y leyes, creadas
its from pre-modernity several por ella misma, pero que una
mythical elements, which are vez establecidas son resistidas,
assimilated under a completely
pues se convierten en poderes
transformed appearance. This
que someten. Si bien el orden
transformation is often called
es necesario, el ser humano as-
“secularisation”. However,
under this concept the primor- pira a la libertad, y esa aspi-
dial mythical contents remain ración lo lleva a rebelarse
intact in the “secular” late- contra los aspectos arbi-
modern consciousness. trarios que todo orden
H
emos señalado ya que la ramente normal, propio del modo
necesidad de introducir de ser del hombre, es evidente que
formas abstractas de media- conduce a situaciones problemá-
ción en las relaciones humanas, que ticas e incluso críticas. Así sucede
luego se tornan represivas y amena- cuando el intento de suplir la fini-
zan la vida, es el resultado de una tud humana por la construcción de
tendencia que, si bien se radicaliza mecanismos abstractos se exacerba
y alcanza toda su amplitud en la –tal como sucede en la sociedad
Modernidad, es inherente a la con- capitalista–, y alcanza un punto en
dición humana. En efecto, dada su el cual el hombre pierde el control
finitud, para poder desplegar todas sobre ellos y es amenazado por
sus potencialidades, esta condición ellos. Este problema –que Marx des-
requiere del desarrollo de dispositi- cubrió al analizar el funcionamiento
vos abstractos. Ellos cumplen una de la mercancía y al que llamó
doble función: por una parte, nos “fetichismo”3– se ha incrementado
permiten pensar en términos de hoy hasta llegar a una situación
universalidad y ampliar el ámbito extrema, donde el sometimiento
limitado y restringido de la expe- absoluto de lo humano a los meca-
riencia directa, disparando así el nismos “autorregulados” del sistema
proceso de humanización; por otra, abstracto (mercado total) llega ser
expresan el deseo imposible de elu- celebrado como forma plena del
dir la muerte como traza imborrable ejercicio de la “libertad”.
de nuestra condición.
¿Por qué “el sueño de la razón
Aunque la creación de tales produce monstruos”? ¿Por qué los
dispositivos es un fenómeno ente- productos abstractos de la actividad
E
n su Crítica de la razón utópi- considerado como un momento
ca, Hinkelammert identificó el necesario en un camino que con-
núcleo de ese comportamiento duce por aproximación a la meta de
irracional de la Modernidad con plenitud real6.
el ejercicio acrítico de la razón La crítica de la razón mítica de
utópica. Siguiendo a Kant, el autor Hinkelammert completa la reflexión
reconoció en la proyección de uto- iniciada con la Crítica anterior, ilu-
pías una dimensión inevitable del minando el marco mítico-categorial
pensamiento, que permite pensar en el cual se han desenvuelto todas
lo imposible y despejar, a partir de las utopías de la Modernidad, y
allí, el espacio de realización de su relación de continuidad con el
lo posible; pero, al mismo tiempo, mundo pre-moderno.
llamó la atención sobre el carácter
trascendental y no empírico de esas Un punto de vista privilegiado
idealizaciones de la razón. Esto sig- para este análisis es el que propor-
nifica que debemos evitar caer en ciona el mito de Prometeo. Siendo
la ilusión de concebir los proyectos en su origen, un mito griego, en el
utópicos de plenitud en términos Renacimiento Prometeo se trans-
de sociedades empíricas perfectas, forma en el mito prototípico de la
pensados como efectivamente rea- Modernidad, en el sentido de que
lizables. Los sucesivos regímenes abre un espacio imaginario dentro
totalitarios del siglo XX dan cuenta del cual germinan y se desarrollan
del sentido de esta advertencia: las utopías modernas, desde la de
cuando se olvida el carácter impo- Moro hasta las actuales.
sible de las utopías, éstas pierden La transformación sufrida por
su signo contestatario y su función Prometeo es relevante, pues en su
reguladora de la praxis, y terminan formulación original griega –para-
sirviendo a la sacralización del statu digmáticamente representada en la
quo. El sistema vigente pasa a ser tragedia de Esquilo7– el personaje
L
a aguda y enigmática apre- a la ganancia el centro de la vida.
ciación de Benjamin contiene Las prácticas utilitarias que le son
una crítica directa a la inter- habituales (operaciones financieras,
pretación clásica de Weber, pero al maniobras bursátiles, compra y
mismo tiempo es la radicalización venta de mercancías, etcétera) son
de las tesis fundamentales de La éti- el equivalente de las prácticas del
ca protestante y el espíritu del capi- culto propias de otras religiones; en
talismo, que, en la pluma del filóso- ellas se expresa la adoración a las
fo marxista, resultan despojadas de divinidades que ocupan el altar del
aquel temple de neutralidad valo- capital: el dinero, la mercancía, la
rativa, típicamente weberiano, para ganancia, la riqueza. Nuevos ídolos
adoptar el carácter de una “fulmi- que reemplazan el culto a los san-
nante requisitoria anticapitalista”12. tos, tal como lo sugiere una enig-
En lugar de pensar al cristianismo mática frase de Benjamin: “Com-
como un elemento que empuja el paración entre las imágenes de los
surgimiento del capitalismo, Benja- santos de las distintas religiones, por
min señala que aquél es la esencia un lado, y los billetes de los distin-
profunda de éste. El capitalismo es tos Estados, por el otro” (169).
esencialmente un fenómeno reli-
gioso, que se desarrolla de modo La centralidad de ese aspecto
parasitario a partir del cristianismo cultual es tan fuerte en la espirituali-
hasta desplazarlo completamente. dad capitalista, que Benjamin consi-
dera que no ha dejado lugar para el
Tres son los rasgos fundamenta- desarrollo de una teología, en tanto
les que Benjamin le atribuye inicial- espacio simbólico de construcción
mente a la religiosidad capitalista, de sentido. En torno de esta última
aunque antes de cerrar su texto afirmación, Hinkelammert produce
incorpora un cuarto. Todos están
una singular reflexión, cuya consi-
íntimamente relacionados entre sí.
deración nos obliga a producir una
En primer lugar, el capitalismo digresión en el análisis del texto
hace del culto al dinero, al éxito y benjaminiano.
E
l Cristianismo asume una tradi- ría todos los movimientos emanci-
ción judía anterior y la univer- patorios de los siglos XIX y XX.
saliza como válida para todos
No hay ruptura radical, por
los seres humanos19. En torno de
tanto, entre Cristianismo y Moder-
esta idea se recanaliza la herencia
nidad. Visto desde la perspectiva de
greco-romana hacia una dirección
la historia posterior, el Cristianismo
nueva, toda ella improntada por la
contenía, paradójicamente, un im-
instalación del hombre en el centro
pulso a la secularización, pues su
del universo y de la historia. El Re-
horizonte germinal de universalidad
nacimiento es el momento estelar
llevaba a romper los moldes limita-
en que se condensa como cosmo-
dos de una fe particular. Portador
visión este descenso del mundo de
los dioses a la tierra y, correlativa- de una tendencia que contradecía
mente, la asunción, por parte de los su carácter religioso, el cristianismo
hombres, de un destino divino. A estaba orientado a cristalizar en un
partir de entonces están dadas las humanismo de alcance ecuménico,
condiciones de posibilidad para el entendiendo por tal la humanidad
desarrollo de la Modernidad, como en su conjunto, incluidos los ateos
forma de racionalidad en la que el (puesto que Dios no se hizo cristia-
hombre descubriría en sí mismo la no, sino hombre sin más).
dimensión de lo divino, dimensión Dos son los mecanismos fun-
esta que no sino la afirmación de damentales que descubre Hinkela-
la dignidad humana en un sentido mmert en el proceso que conduce
universal. desde al Cristianismo a la Moderni-
Pablo de Tarso había dicho: “En dad y en cada uno de los momentos
Cristo no hay ni judío ni griego, ni de ese desarrollo: transformación e
hombre ni mujer, ni amo ni escla- inversión. Por una parte, transfor-
vo”. En esa frase estaba contenida mación de un acontecimiento axial,
ya, en una forma elemental y dentro que se desarrolla hasta reformularse
de un envase religioso, el recono- en un marco categorial nuevo,
cimiento de la igualdad humana rompe su inicial envoltorio religio-
como exigencia ética, que impulsa- so, eclosiona en el Renacimiento y
5. Conclusión