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Realidad, represión del libre desarrollo; Idealización, la

escuela perfecta.

“La escuela debe ser un lugar al que vamos por gusto, un lugar donde adquirimos
conocimientos, pero a la vez nos inculcan valores para crecer como personas, con
un libre desarrollo del pensamiento y la personalidad, pero, qué pensar de un
recinto, el cual, una cárcel seria su ejemplo más cercano?”

John Jader Núñez Casanova

Tal vez se cuestionen porque me he tomado el atrevimiento de comparar las


escuelas con cárceles, pues bien, esta afirmación tiene sus argumentos bien
arraigados, y creo que nadie está en mejores condiciones de hablar acerca del rol
de la escuela, y la manera como la mayoría de los estudiantes la ven, que un
mismo estudiante, así que bien; ingresar a una escuela de por si es una decisión
que no tomamos por nuestra cuenta, ya que al momento de hacerlo, no tenemos
la suficiente madurez para decidir qué debemos hacer y que no, pero ese no es el
punto, el punto está en el momento de llegar a la escuela, un lugar donde
encontramos miles de personas tan diferentes, pero tan parecidas al mismo
tiempo; y por qué esta contradicción al decir que son diferentes y parecidas al
mismo tiempo? Pues bien, esto se debe al uso del uniforme, la estructuración de
normas disciplinarias, y la estigmatización de los comportamientos y actitudes de
los estudiantes, no es que esté en contra de la uniformación de los estudiantes, ni
mucho menos quiero que esta tendencia sea abolida, pues bien es sabido que al
uniformar todos los estudiantes pertenecientes a una institución tenemos ciertas
ventajas, como lo son distinguirnos entre los demás colegios, gracias a los colores
y escudos, prevenir mayores gastos a los padres de familia y prevenir el ingreso
de personas particulares a la institución, pero bien, como bien dice el dicho, el
habito no hace al monje, lo que pretendo cuestionar no es el uniforme si no la
manera represiva en la que los estudiantes se ven obligados a portar este, por que
digo represiva? No soy un revolucionario que va en contra de las normas
institucionales, ni mucho menos, pero si en toda mi vida escolar me cuestione, de
qué manera influye en mi proceso de aprendizaje el hecho que tenga la camisa
por fuera o por dentro? En que me veo afectado cognitivamente si porto zapatos
de otro color? Acaso me hace mejor estudiante lustrar mis zapatos, o portar el
uniforme de manera “correcta”? Para mí no existe ninguna relación entre buen
porte del uniforme y desempeño académico, pero aquí vamos; antes mencione
represión, tal vez sea una palabra bastante fuerte, pero me pregunto, no es
represión que un estudiante se vea obligado a portar el uniforme de manera
“correcta” porque si no se abrirán procesos disciplinarios en su contra y esto
terminara afectando su academia? No es represión, que los maestros,
coordinadores y directivos estén constantemente amenazando con notas a los
estudiantes que hacen “mal uso” del uniforme? Son preguntas abiertas, que tal
vez nunca nadie se tome el atrevimiento de contestar, pero si es de vital
importancia cuestionarse.

A estas instancias de la lectura deberán estar pensando: acaso debemos dejar


que los estudiantes porten el uniforme como se les dé la gana? Acaso debemos
dejar que estos actúen dentro de la institución sin ninguna limitación? Eso Jamás!
Lo que pretendo, es que el uso del uniforme no sea tan estigmatizado, que no
exista diferencia entre quienes pueden lucir el uniforme de manera perfecta, y
quienes no lo pueden hacer, o tal vez no se sientan bien haciéndolo, que las
conductas, comportamientos, creencias, ideologías y posiciones de los
estudiantes no sean reprimidas, y estos se vean obligados a actuar de otra
manera, como no lo son, como nunca lo han hecho, que el estudiante sea libre de
lucir como quiere, como se siente cómodo, pues esto también hace parte del libre
desarrollo de la personalidad, que el uniforme sea respetado y valorado, pero a su
vez que no tenga más valor o importancia dentro de la institución, que los propios
conocimientos de los educandos, que las conductas de los estudiantes tengan
límites, pero límites que respeten el libre desarrollo de cada uno, límites que
permitan que el estudiante se sienta cómodo dentro del plantel educativo.

Anteriormente mencionaba libre desarrollo de la personalidad, y en esto quiero ser


bien claro, cuando menciono “libre desarrollo de la personalidad” no es dejar que
el estudiante haga lo que quiera, y cuando quiera, no, esa no es la idea, el libre
desarrollo de la personalidad abarca que cada persona tiene derecho a ser
reconocido individualmente como quiere ser, sin ninguna coacción, ni control, ni
impedimento por parte de agentes externos, si bien este derecho está establecido
en la constitución política, y aun las instituciones o planteles educativos deben
crear normas dentro de su proyecto educativo institucional, para garantizar y
proteger este derecho, porque no se permite a los estudiantes desarrollarse
libremente? No es solo por el uso del uniforme, ni mucho menos, la represión, y la
coacción ante el libre desarrollo de la personalidad abarca muchos aspectos,
como lo son, los cortes de cabello, unificación de criterios de pensamiento,
estructuración de normas disciplinarias (todos deben comportarse así, y
reaccionar de esta manera ante x situación) el uso de accesorios, aparatos
tecnológicos, entre otros… estos aspectos mencionados anteriormente, tienen una
unificación dentro de todos los planteles estudiantiles, una estructuración de cómo
debe ser, como tiene que ser y cualquier estudiante que realice acciones en contra
de las normas establecidas se verá afectado, disciplinaria y académicamente,
pues será reconocido por sus conductas “antidiscilpinarias” y los maestros
empezaran a desarrollar una estigmatización ante este.

Como maestros, estudiantes, o directivos, debemos tener en cuenta que para


hacer funcionar un plantel educativo, el estudiante debe recibir el equivalente de lo
que da, el estudiante debe ser respetado, su forma de pensar también, de igual
forma la manera en que luce, y la imagen que este refleja deben generar el mismo
respeto por parte de sus docentes, por parte de los coordinadores y directivos.

Entonces cual es la idea de los argumentos planteados anteriormente?


Sencillamente pretender lograr que en los planteles educativos, no se reprima al
estudiante, se le permita desarrollarse libremente, pero respetando los límites que
existen entre el libre desarrollo y el libertinaje, que el uso del uniforme, normas
disciplinarias, accesorios, cortes de pelo, y demás aspectos que abarcan la
personalidad de un individuo sean libres al criterio de cada uno, siempre y cuando
respeten las normas institucionales; las normas de las relaciones grupales, y por
encima de todo, el objetivo primordial es lograr que en los planteles educativos
tenga más valor el conocimiento de cada educando, que la misma imagen que
este refleje, o la misma forma como este es visto dentro de la institución, pero no
el conocimiento en cantidad, el conocimiento en calidad, la manera como este
aprende y como aplica, puede saber solo un tema, a comparación con quien sabe
muchos, la diferencia radica en saber hacer uso de este, si no aplicamos lo que
aprendemos, si no hacemos practico el conocimiento, no aprenderemos, solo
comprenderemos.

La escuela debe ser idealizada como un lugar donde los estudiantes son libres,
libres de pensar, libres de investigar, de actuar y desarrollarse como se sientan a
gusto, sin dejar a un lado, la primordial función de la escuela, la cual es educar,
impartir conocimientos que puedan ser usados en un futuro y que sirvan para
formar personas capaces, capacitadas, competentes y funcionales, conocimientos
que sean estructurados, y enseñados de una manera didáctica, de tal forma que
generan expectativa en los estudiantes y estos adopten una postura positiva ante
las clases.

Al permitir que el estudiante se desarrolle libremente dentro de una institución,


estamos dando paso a que este se sienta cómodo dentro de la misma, y por ende
esto facilitara sus procesos de aprendizaje, pues bien sabemos que al momento
de aprender, no hay mejor cosa que sentirse cómodo con lo que estamos
haciendo, y sentir cierta satisfacción de la forma como lo hacemos, al motivar al
estudiante y permitirle un libre desarrollo, se lograra un efecto contrario al que
actualmente se está logrando, pues hoy en día, muchos no gustan de ir a la
escuela porque se sienten reprimidos, y sienten que no es su lugar, y por ende
esto ocasiona bajos niveles de desempeño académico; pero, si logramos convertir
la escuela en ese recinto donde el estudiante disfruta de pasar la mayor parte de
su vida cotidiana, lograremos que estos se interesen por aprender, por investigar,
serán curiosos, aprenderán, pero a la misma vez, se desarrollaran libremente,
obteniendo los mejores resultados académicos.

Así que la invitación está hecha, para docentes, administrativos, directivos y


coordinadores, a generar cambios en la estructuración de los proyectos
educativos, generar cambios en la normatividad de sus planteles educativos y
permitir a sus estudiantes que se desarrollen libremente, manejando normas que
respeten los límites del libre desarrollo, y también el desarrollo de los demás, de
esta manera estoy más que seguro, que todos los estudiantes disfrutarían el
hecho de ir a una escuela, y se sentirían más que en casa, un lugar donde son
respetados por como son, sin ninguna coacción ni represión, si el estudiante
disfruta, se interesa, si se interesa es curioso, si es curioso investiga, si investiga
comprende, si comprende aplica, y si aplica obtiene los mejores resultados
académicos, pero más importante aún, lograra aprender de manera significativa.

John Jader Núñez Casanova

Lic. En Ingles IV B

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