Sunteți pe pagina 1din 3

BAJO LA MOTAÑA VERDE.

Bajo la montaña verde y a sus aguas discutía un par de gemelos decidiendo sobre la vida
de un corderillo que moría pronto, en sus pies y solo con un paño de sangre que sostenía la herida
empezaron la discusión.

--- La noche se puso triste David, sabrás que las noches tristes son ratos de consolación para los
muertos, sentados se quedan allí donde quedaron sus vidas, parando la vista por algún familiar o
brisa que les alimente cuando, como ahora, empiece una ligera llovizna. Este es un buen lugar
para matar a este cabrillo no crees…

--- ¿En verdad crees eso?—respondió Cerón--- Cuando nuestra madre murió, aquella mañana de
otoño, ¿pensaste eso en su muerte? Creo sinceramente hermano mío que si esperamos un
milagro con este retoño de cordero, no llegaremos muy lejos, pero tampoco pienso que por la
belleza de la muerte debamos asesinar a alguien que podría aspirar a más allá, la belleza es morir
supongo, porque irónicamente nos permite vivir a intensidad el momento, pero ¿tú piensas que la
gota de rocío ha decidido caer por su cuenta desde lo más alto? como este animal que cayó desde
donde estás tú ahora… La gota cae porque su condición en la nube le da para ese momento donde
debe caer, más ella preferirá mirar desde lejos a nosotros, contemplarnos que estamparse a estas
rocas, como una gelatina fría y líquida.

--- Cerón—replico mientras bajaba de la punta de la roca donde había caído el cordero, que
continuaba húmedo sobre el suelo, con las patas desbaratadas como si una mesa hubiese sido
arrollada-- Me gusta la virtud que das a las cosas. Pero el destino está decidido cuando el
individuo prefiere actuar a su voluntad sopeso de las condiciones, este corderillo al no pararse ha
decidido morir, y digo que qué mejor lugar que morir en este espacio, donde por la belleza hasta
morir será menos. Si el cordero muere es responsable de su muerte, y es responsable con la
naturaleza y los gusanos que son muchos.

--- Nadie quiere la muerte pero todas la amamos por el marketing. A este cordero debemos dejar
que las condiciones exteriores consigan que levantarse le pase, y que ese levantarse sea el milagro
que el tiempo lo dirá. Las condiciones naturales le permiten a este sobrellevar su futuro sino
hubiese sufrido este contratiempo. Aunque de verdad me parece que puede más morir, porqué no
le das el chance de vivir lo que la naturaleza le dé. Lo que proclamas es un saber largo y ancho
pero no tomas en cuenta que fue la roca quien, al producirse el temblor, hizo que este animal
cayera. No lo ves, no es él, sino la roca el que hace que este animal esté allí. No vive ni muere, solo
el tiempo lo dirá, déjalo que respire, levantará, dios lo quiera.

---Hay David, cuanta confianza le tienes a la piedra. Si el animal no estuviera allí tranquilo hubiese
caído. Hay las posibilidades que el animal viva, en cualquier mundo posible lejos de este. No ves
que él decidió pararse allí, él podía haber tomado el camino siguiéndonos en esta noche, pero
decidió quedarse. Se dio, tuvo la opción de elegir, y ahora será responsable de su elección. Sabes
que no me gusta ver morir, tú sabes que cuando nuestra madre murió yo estuve llorándole tres
días mientras tu venía del Tibet.
--- Pero nadie decide morir ni ser feliz porque sí Cerón! La condición material se expresa así y esa
determina en algún sentido la vida de la cabrita.

La noche empezaba a madurar. La lluvia caía y estaban los tres, el cordero sobre el suelo que no
daba signos de mejora ni empeoramiento, y los dos hermanos ocupando dos piedras alrededor del
cabrito, arriba la nube era negro y poco se veía.

--- Pero la individualidad está determinada también! No pienses que la cabra es un animal sin
deseos ni pulsiones como un bote vacio que solo se deja ir a la marea—Cerón se levantó y empezó
a caminar, recordaba los ataques de ira que solían darle a menudo. David estaba sobre su piedra
recostado a la sombra de un par de helechos que poco cubrían su cabeza, que todo seco no estaba
pues la noche ya se lleno de agua,.

--- Cerón es una estupidez lo que dices! La cabra desconoce como tú lo que podía pasar si hiciera
esto. No le des consideraciones a la cabra de las que no merece…

--- Ellos tienen la necesidad de ser lo que quieren ser, dejarles que su libre albedrío les conlleve a
una decisión. Y debe ser responsable David, responsable… no quiero la muerte pero veo que esto
no da para más.

--- Yo estoy a favor de la naturaleza como tú! Pero si te levantas y haces berrinches como siempre,
no llegamos a nada más complejo--- replicó David recostándose más por el frío, pero con el calor
de un argumento planteado.

--- ¡Deja de decirme lo que tengo que hacer! En verdad lo digo. Déjame tomar mis propias
decisiones. Y tu toma las tuyas…

--- Pero no puedes tomar las decisiones sin un mundo atrás tuyo. No sea infantil…

--- Y tú un fantoche de tres pelos de calvicie. Hay un mundo atrás tuyo pero vos te mueves en él
pedazo de bálsamo de bacalao, vos eres el tipo que decides hacer el bien o el mal…!

El suelo se movió de nuevo. Otra réplica nacía desde adentro de la tierra, David se movió
de su roca para no morir porque la tierra le caía desde encima casi como una lluvia, se apresuró en
salir. Cerón se dedicó a rezar, rezaba como una madre podría mientras pedía a los suyos en el cielo
una protección divina. A Cerón le alcanzó un árbol, mientras que ha David, minutos después,
murió por resbalarse en la piedra húmeda e irse los 8 metros que dividían la quebrada de
Baltimore con la montaña de Goete, lejos del río donde escampaban. Una pisada termino con su
vida y la de su hermano, que casi muerto colgaba de su espalda.

Como sabrán la discusión no terminó. El cabrito aún no muere más ni vive menos, con sus patas
dañadas continua pendiente bajo la montaña verde de Goete y sus aguas mansas del río.

S-ar putea să vă placă și