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RESUMEN
RATIO
LEY Nº 3492, de 7 de febrero de 2009. Constitución Política del Estado. Art(56.I y II,
109, 110)
En revisión la Resolución 09/011 de 16 de junio de 2011, cursante de fs. 117 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Denice Parada de Montero contra
Peter y Nancy Rau Altiery y Leonardo Castro Velásquez.
Conjuntamente con su esposo Rubén Darío Montero Pérez, es propietaria de una parcela
periurbana denominada “PUERTO MADERO”, que se desprendió de la parcela denominada
“Marlen”, ubicada en Puerto Suarez, zona Sudeste, con una superficie de 34,0000 ha., adquirida
mediante escritura pública “448/97” de 24 de octubre de 1997, debidamente registrada en
Derechos Reales (DD.RR.), bajo partida computarizada 010307402 de 27 del mismo mes y año,
matricula computarizada 7.14.1.01.0003608, asiento A-1.
Es así, que como propietarios por más de diez años de dicho inmueble, enmallaron
completamente su perímetro, construyeron una vivienda en su parte norte y sembraron árboles
frutales y ornamentales, poniendo desde el 2002 como cuidador del mismo, a Lorenzo Mercado
Núñez, quien dejó la propiedad el 14 de mayo de 2011, en razón de las continuas amenazas
por parte de la familia Rau Altiery, bajo el argumento de que dichos predios eran parte de la
propiedad “Santa Lourdes”, que les correspondía supuestamente por derecho hereditario; por
lo que, avasallaron violentamente su propiedad, ingresando a sus predios, para posteriormente
impedir el ingreso de la ahora accionante a su parcela, pretendiendo adueñarse de lo ajeno con
la complicidad de Leonardo Castro Velásquez, quien con el fundamento de haber comprado
parte de la propiedad, llevó maquinaria pesada y efectuó mejoras en la misma, realizando
movimientos de tierras y cambios perjudiciales a los intereses de la hoy accionante, teniendo
como constancia de éstos hechos, el acta circunstanciada de inspección ocular realizada en
presencia de Notario de Fe Pública y fotografías tomadas en presencia testigos oculares, por lo
que, a efectos de defender sus derechos, presentó la presente acción tutelar, al no existir un
recurso ordinario que proteja de forma inmediata y efectiva los mismos, al encontrarse
despojada de su propiedad.
I.1.3. Petitorio
Audiencia pública celebrada el 16 de junio de 2011, según consta en el acta cursante de fs. 112
a 116 vta., en la que se produjeron los siguientes actuados:
La codemandada, Nancy Rau Altiery señaló, que como legítima heredera poseía un derecho
legítimo, habiéndose emitido “título” (sic) sobre las 178 ha., por Jaime Paz Zamora, en cambio,
el de la propiedad “Marlen”, se emitió en un gobierno de facto, apropiándose la hoy accionante
de sus tierras y sobreponiéndose a las mismas, habiéndole señalado su abogado que los
papeles de éstos no eran legales.
Leonardo Castro Velásquez -codemandado- señaló, que siempre quiso comprar las tierras que
le mostró Nancy Rau Altiery y que el abogado le indicó que la documentación de la accionante
“era trucha” (sic), por lo que, podía ingresar al terreno, al que introdujo cuarenta volquetas de
tierra y tractor oruga para poder rellenarlo, habiendo comprado “parte de esas tierras de sus
propietarios que son los Rau” (sic).
I.2.3. Resolución
El Juez de Partido y de Sentencia Penal de Puerto Suarez, provincia Germán Busch del Distrito
Judicial -ahora departamento- de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, pronunció la
Resolución 09/011 de 16 de junio de 2011, cursante de fs. 117 vta., que concedió la tutela
solicitada, ordenando a los hoy demandados, desocupar los predios de la accionante en el
término de cuarenta y ocho horas, previniendo que en caso de desobediencia se libraría
mandamiento de desapoderamiento con el auxilio de la fuerza pública, sin perjuicio de remitir
antecedentes al Ministerio Público, en base a los siguientes fundamentos: a) Se produjo la
invasión de los predios de forma violenta; b) El inmueble tenía mejoras considerables que no
fueron realizadas por los demandados, las cuales precisan protección inmediata, quienes
admitieron tácitamente haberse introducido en lo ajeno; c) La propiedad privada es un derecho
protegido por la Ley Fundamental; d) Los demandados no demostraron la vigencia de los títulos
a través de certificado alodial; y, e) Los conflictos de derechos, deben ser resueltos por los
órganos jurisdiccionales, no así por “justicia directa” (sic).
Por mandato de las normas previstas en el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Jueces y Tribunales de garantías hasta
el 31 de diciembre de 2011, modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código
Procesal Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se
procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1.De fs. 2 a 4, cursa instrumento público “448/97” de 24 de octubre de 1997, realizado ante la
Notaria de Fe Pública, Claudia Heredia de Suarez, sobre la transferencia efectuada por Osvaldo
Ramón Pereyra Rivero y Mary Deisy Vaca Diez de Pereyra a favor de la -ahora accionante-
Denice Parada de Montero, de una parcela rústica denominada “Marlen”, con 34 ha. de
superficie, ubicada en la comprensión del cantón Puerto Suarez de la provincia German Busch
-antes Chiquitos-.
II.2.Consta certificación emitida el 9 de diciembre de 1997 por el INRA, que refiere que en dicha
entidad cursa el expediente “ANULADO” signado con el número 46605 “A” de la propiedad
denominada “MARLEN”, ubicada en el cantón Puerto Suarez, provincia Chiquitos del
departamento de Santa Cruz, asimismo, indica que en obrados no cursa ningún fallo o
disposición que revoque dicha nulidad (fs. 80).
II.4.A fs. 11, se tiene matricula computarizada 7.14.1.01.0003608 vigente, sobre el fundo rústico
denominado “Marlen”, con una superficie de 34.0000 ha., a nombre de Denice Parada de
Montero y Rubén Darío Montero Pérez, por compraventa conforme a escritura pública 449 de
24 de octubre de 1997, Notaria de Fe Pública, Claudia Heredia de Suarez.
II.6.De fs. 24 a 27, se tiene acta notarial circunstanciada de inspección ocular efectuada el 21
de mayo de 2011, por el Notario de Fe Pública 2 de Puerto Suarez, provincia Germán Busch,
Juan José Ramírez Weise, indicando que se realizó una inspección in situ, en la propiedad de
Denice Parada de Montero, habiendo señalado el abogado de la accionante que algunas
personas habían avasallado el lugar y despojado del mismo a su propietaria, por lo que, se tomó
fotografías que constatan lo visto, refiriendo que la vivienda ubicada en el inmueble se
encontraba ocupada por personas ajenas a la propietaria, que en el portón de ingreso se
encontraba un letrero que decía “Propiedad Privada Santa Lourdes de la Familia Rau Altieri”
(sic), asimismo, un tractor oruga trabajando el terreno ubicado al lado de la vía férrea, contratado
por el nuevo propietario de esa parte del predio.
Al respecto la SCP 0949/2012 de 22 de agosto, señaló que: “La acción de amparo constitucional
prevista por el art. 128 y ss. de la CPE, esta instituida como una acción tutelar, medio de defensa
y de trámite especial y sumarísimo, que tiene por objeto restablecer y restituir el goce efectivo
de derechos fundamentales y garantías constitucionales de las personas con carácter
preventivo y correctivo, protegiéndolos de amenazas, restricciones o supresiones ilegales,
arbitrarias, decisión, acción u omisión provenientes no sólo de servidoras y servidores públicos
sino también de personas particulares o colectivas que contravengan el orden constitucional.
III.2.La acción de amparo constitucional ante las medidas de hecho, en relación con el derecho
de propiedad
Tanto el art. 56 de la CPE, como el art. 105 del CC, reconocen y garantizan el derecho a la
propiedad privada, con la única condicionante que cumpla una función social y no sea perjudicial
al interés colectivo. Se entiende por derecho a la propiedad la facultad del ser humano -personal
y comunitariamente considerado- para disponer de determinados bienes, usarlos, gozarlos y
enajenarlos conforme a su libre albedrío, dentro de las limitaciones que el ordenamiento jurídico
establezca.
1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. La Ley puede subordinar tal uso y
goce al interés social.
2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de
indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los casos y según
las formas establecidas por la ley.
Por su parte, la Declaración Universal de Derechos Humanos en su art. 17, determina: Toda
persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. Nadie podrá ser privado
arbitrariamente de su propiedad, y en el art. 5 de la Convención Internacional sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación racial adoptada por la Asamblea General de
las Naciones Unidas el 21 de diciembre de 1965, se dispone que: Los Estados Partes se
comprometen (…) a garantizar (…) El derecho a ser propietario individualmente y en asociación
con otros.
La frase en latín Ius utendi, et fruendi, et abutendi res sua, engloba los alcances del derecho de
propiedad: derecho a usar, gozar de los frutos y disponer de las cosas, definiendo los
componentes del derecho de propiedad, a saber:
a)Derecho de uso o ius utendi: Es la potestad del propietario para servirse de determinado bien,
en procura de la satisfacción de sus intereses, en tanto se cumpla con las normas legales
establecidas o no se cause lesión a los derechos de otros.
b)Derecho de goce o ius fruendi: El propietario tiene el derecho de aprovechar y disponer los
frutos o beneficios que genere el bien; por lo cual, el propietario de la cosa, también lo es de lo
que ésta produzca.
No puede justificarse en modo alguno que se asuman medidas de hecho, por lo tanto, cualquier
acción sin respaldo legal, es considerada vulneratoria del orden constitucional y normativo
vigente, consecuentemente se concluye que el derecho a la propiedad se halla protegido contra
las medidas de hecho, que afecten el uso, goce y disfrute de la propiedad, por lo cual las
denuncias en este sentido, tendrán el amparo de la jurisdicción constitucional, sin la exigencia
de acudir con carácter previo a la jurisdicción ordinaria.
(…)
Por su parte, si bien debe garantizarse para los afectados con vías de hecho una tutela
constitucional efectiva y un real acceso a la justicia constitucional, por la naturaleza de estos
actos ilegales graves, para asegurar una certeza jurídica y consolidar así la justicia material,
debe establecerse deberes o cargas probatorias para la parte peticionante de tutela; en ese
orden, para la determinación de las mismas, debe considerarse como punto de inicio que las
vías de hecho se configuran por la realización de actos y medidas al margen y en prescindencia
absoluta de los mecanismos institucionales vigentes para una administración de justicia, por
tanto, la carga probatoria a ser realizada por el peticionante de tutela, debe acreditar de manera
objetiva la existencia de actos o medidas, asumidas sin causa jurídica, es decir en prescindencia
absoluta de los mecanismos institucionales establecidos para la definición de hechos o
derechos.
En éste sentido, se tiene que la accionante demostró ser propietaria del inmueble, acreditando
su derecho propietario contra el cual no se tiene en antecedentes, proceso de nulidad de título
u otro tipo de proceso judicial que enerve legalmente ese derecho y que haya sido iniciado por
las personas demandadas, pese a los argumentos que refirieron en audiencia; con relación a la
sobreposición de terrenos del predio “Marlen” con respecto a la propiedad “Santa Lourdes”,
sobre ilegalidad y/o falsedad de documentación de la accionante, resultando al contrario de la
compulsa de antecedentes, que las personas demandadas habrían tomado efectivamente de
forma ilegal, el bien inmueble de referencia, como fue admitido por su abogado defensor en
audiencia, señalando que ingresaron al predio de la accionante, bajo el argumento de que “no
invadieron propiedad ajena” (sic) y que eran “legítimos propietarios” (sic); por lo que, se concluye
que evidentemente existieron vías de hecho, que alteraron el uso, goce y disfrute del bien
correspondiente a la ahora accionante, por lo que, corresponde en consecuencia conceder la
tutela solicitada.
POR TANTO
No interviene la Magistrada, Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi, por ser de voto disidente.
No interviene la Magistrada, Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco, por ser de voto disidente.
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
MAGISTRADO