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Definición
La fiebre amarilla, también denominada “Vómito negro” o “Plaga americana”,
es una enfermedad vírica típica de países tropicales. Su transmisión es debida
a la picadura de ciertos mosquitos infectados (géneros Aedes, Haemagogus,
Sabethes) y, normalmente, desencadena grandes epidemias.
El virus de la fiebre amarilla corresponde a la familia Flaviviridae y al género
Flavivirus. Su particular denominación de amarilla se relaciona a los signos de
ictericia presentes en el paciente, esto es la coloración amarillenta surgida en
piel y mucosas (por el aumento de bilirrubina).
Situación epidemiológica
La fiebre amarilla causa una importante morbilidad y letalidad en numerosas
zonas, destacando las regiones del África, Centroamérica, Sudamérica y el
Caribe. Los últimos brotes urbanos en América se registraron en Brasil, en
1942. Desde entonces, sólo hay fiebre amarilla selvática en las Américas.
La fiebre amarilla selvática se presenta usualmente en la parte septentrional de
América del Sur, principalmente en zonas boscosas cercanas a los ríos.
Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela son los países en mayor
estado de vulnerabilidad.
En África, la zona endémica afectada comprende la porción entre los 15° de
latitud Norte y 10° de latitud Sur, zona extendida desde el desierto del Sahara
hasta el Norte de Angola, la República democrática del Congo y la República
Unida de Tanzania.
Según la OMS, en la actualidad se presenta un notable incremento en el
número de casos, sobre todo en América Latina. Brasil y el Perú, estados
históricamente vulnerables, han presentado mayor incidencia en los últimos
tiempos. Así, sugiere esto una importante preocupación.
Cadena infecciosa
La fiebre amarilla presenta dos ciclos de transmisión:
- Ciclo selvático: intervienen mosquitos Aedes o Haemagogus, primates y
humanos. Los mosquitos infectan a los primates (principales afectados) y
pueden transmitir el virus a individuos del entorno (nativos, turistas, etc.)
- Ciclo urbano: intervienen seres humanos y mosquitos, principalmente
Aedes aegypti. Los mosquitos, previamente infectados por el contacto con
primates, infectan a un individuo en territorio selvático. El mencionado viaja
a zonas urbanas y sirve de huésped. Propicia el contagio, por medio de los
mosquitos de la zona, del virus.
Sintomatología
Las manifestaciones clínicas de la fiebre amarilla son muy variables. Van
desde formas asintomáticas (menos frecuentes), formas leves con
sintomatología inespecífica, hasta la fiebre hemorrágica clásica.
La evolución de la enfermedad pasa por tres períodos característicos:
Infección, remisión e intoxicación:
- Infección: aparece 3 a 6 días después de la picadura del mosquito,
corresponde al inicio de los síntomas. El comienzo es abrupto, y el
paciente presenta fiebre mayor de 39 grados, escalofríos, cefalea,
náuseas, mareos, malestar general y dolor muscular, congestión facial y
bradicardia relativa (disociación entre pulso y temperatura que se
conoce como Signo de Faget). Este período es corto, con una duración
de 3 a 6 días. Durante tal periodo el paciente se encuentra virémico, por
lo que puede servir de fuente de infección de mosquitos que,
potencialmente, inicien un nuevo ciclo. De ahí se desprende la
necesidad que los pacientes sean protegidos de las picaduras.
Tratamiento