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Universidad Nacional de Misiones

Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales


Lic. En Bibliotecología
Seminario II
Docente: Mirta J. Miranda
Alumna: Acuña, Gabriela Noemí

Actividad 2
Informe de lectura

Tramullas, Jesús (2016). “Hannibal ad portas, o los futuros perfiles profesionales de la información”. El
profesional de la información, v. 25, n. 2, pp. 157-162. http://dx.doi.org/10.3145/epi.2016.mar.01

El perfil del profesional de la información está sufriendo una serie de transformaciones


debido a la revolución tecnológica actual que se deriva en un mundo cada vez más
dinámico y cambiante. Las empresas demandan un perfil profesional que no estamos
seguros de poder cumplir. Además, y frente a esta inseguridad, tenemos en la vereda de
enfrente un gran número de disciplinas cuyos profesionales cuentan con la capacidad de
ganar espacios que durante mucho tiempo nos supimos dueños. Frente a estas
amenazas Tramullas (2016) nos lleva a tener en cuenta una serie de puntos por los
cuales podemos dar definición a nuestro perfil profesional y de esta manera, poder formar
a estudiantes para las exigencias actuales.
El punto de partida es el de valorar al perfil profesional para poder adaptarse a las
condiciones laborales actuales. Sin embargo, existen una serie de obstáculos que
dificultan este procedimiento: al no existir un clima de estabilidad y certidumbre, no
podemos realizar predicciones a largo plazo y como consecuencia los niveles académicos
superiores no pueden satisfacer las demandas inmediatas del sector empresarial. Es
entonces que Tramullas (2016) nos ofrece como solución hacer predicciones al corto o
mediano plazo tomando como referencia investigaciones académicas y las demandas de
las empresas. (p. 158)
Otro punto a considerar es la amenaza que supone la inserción de tecnologías en la
profesión, que tiende a cambiar su identidad. Gracias a esto, ya no seremos aquellos que
facilitan el acceso a la información sino que pasaremos a ser gestores de documentos,
que se encargan de su almacenamiento y conservación confiable y etiquetado, ente otras
tareas. No obstante, Tramullas (2016) nos da un punto a favor en esta cuestión alegando
que, al tener incorporadas las tecnologías, ya no resulta considerada una amenaza y
entonces los profesionales de la información pueden concentrarse en competencias de
distinta índole. (p. 160)
Como cuestión central, el autor nos dice que el perfil profesional no es más que una
serie de competencias, que en el caso de una disciplina debemos corroborar que estén
presentes, o sumar otras de acuerdo a la época. En este apartado, Tramullas (2016)
realiza una comparación de perfiles del profesional de la información propuestos por
diversos autores, con sus respectivas habilidades. Lo que se puede evidenciar es cómo
van cambiando las diferentes habilidades conforme pasan los años: Mientras unos hablan
de la capacidad de trabajar en equipo y resolver problemas, otros hablan del papel de
intermediarios entre herramientas y usuarios o instructores en un entorno
informacionalmente enriquecido. El autor concluye que es necesario un análisis de estos
perfiles, asi como su perdurabilidad en el corto o mediano plazo. (p. 159)
Por último, el autor nos alienta al decir que, lejos de ser invisibles, tendremos las de
ganar en la sociedad del conocimiento. Pondera la participación de bibliotecarios en
equipos interdisciplinarios, programas relacionados al gobierno electrónico y en la
integración en procesos de investigación. Como teóricos perfiles de la disciplina señala al
bibliotecario de datos, bibliotecario embebido, metadatos, alfabetización informacional,
arquitecto de información, entre otros.
Todas estas son buenas noticias para los que nos formamos en esta área del saber,
pero por otro lado se trata de no bajar los brazos y estar atentos a los tiempos venideros
como un proceso continuo ya que, de lo contrario, perderemos terreno en el ejercicio
profesional.

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