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Muhammad Ibn Abdallah-Mahoma (562-632): el último de los profetas, nace en la Meca, fue el

profeta y fundador del Islam como doctrina religiosa.

Revelación

Mahoma usualmente pasaba a menudo las noches meditando en una cuerva cerca de la Meca.

En el año 610 tuvo una revelación mientras meditaba tuvo una visión del Arcángel Gabriel en la
que le indicó que había sido elegido como el último de los profetas y como tal predicó la
palabra de Dios sobre la base de un estricto monoteísmo, prediciendo el Día del Juicio Final.

Estas revelaciones fueron descritas por Mahoma a sus seguidores iniciales, las que pudieron
ser compiladas gracias a los memoriones, que eran quien memorizaban las revelaciones de
Mahoma, gracias a esto se logra incluir esta revelación en el Corán.

Rechazo

Mahoma al predicar una religión monoteísta y criticar las religiones politeístas generó un
rechazo por parte de estos últimos, a consecuencia de este conflicto, Mahoma se trasladó a la
actual Medina, a este viaje se lo denomina la Hégira, es decir, el inicio, desde este
acontecimiento se inicia el calendario islámico.

En Medina, se encontró con varias comunidades judías, esperaba que estas la reconocieran
como profeta, no obstante, esto no ocurrió, por lo tanto, la dirección en la que rezan los
musulmanes fue cambiada del antiguo templo de Jerusalén a la Kaaba en la Meca.

La guerra

En un inicio, el conflicto se denota por las diferencias entre la Meca y Medina. El 15 de marzo
de 624, en un lugar llamado Badr, ambos bandos chocaron. Si bien los seguidores de Mahoma
eran numéricamente tres veces inferiores a sus enemigos (trescientos contra mil), los
musulmanes ganaron la batalla. Éste fue el primero de una serie de logros militares por parte
de los musulmanes.

Para los musulmanes, la victoria de Badr resultaba una ratificación divina de que Mahoma era
un legítimo profeta. Después de la victoria, y una vez que el clan judío de Banu Qainuqa fue
expulsado de Medina, todos los ciudadanos de este lugar adoptaron la fe musulmana y
Mahoma se estableció como el regente de facto de la ciudad.

La conquista de La Meca

En el año 630, Mahoma marchó hacia esa ciudad con un ejército de más de 10 000 hombres y
la conquistó sin encontrar resistencia.

Se cree que en un principio la estrella y la luna creciente fueron las insignias de la ciudad de
Constantinopla -actual Estambul-, y que fueron adoptadas por los otomanos cuando
conquistaron la ciudad. Durante siglos, el Imperio Otomano rigió el mundo islámico, por lo que
es lógico que la estrella y la luna creciente hayan quedado ligadas al islam.

Para el Islam, la luna creciente y la estrella simbolizan la soberanía, franqueza, nobleza,


concentración, victoria y divinidad.

Está presente en muchas banderas de países pertenecientes al mundo islámico como es el caso
de Turquía, Malasia y Paquistán.
La guerra Santa propicio que el Islam se expandiera rápidamente, llegando a ocupar la
península Ibérica en el años 711.

Por otro lado, hay quien opina que los colores: blanco, negro, verde y rojo están relacionados
con la citada religión. Además de estar presentes en banderas de varios estados árabes,
algunos de ellos cuentan con un significado especial para los musulmanes. Es el caso del
blanco, que simboliza pureza y paz, y que es el color utilizado para atender a los rezos de los
viernes.

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