Sunteți pe pagina 1din 703

GUÍA

DE JURISPRUDENCIAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


PARA EL ABOGADO LITIGANTE

12 AÑOS DE JURISPRUDENCIAS SELECCIONADAS


DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL ORDENADAS
POR MATERIAS (1996-2007)

DERECHO ADMINISTRATIVO
DERECHO AGRARIO
DERECHO ARBITRAL
DERECHO CIVIL
DERECHO COMERCIAL
DERECHO CONSTITUCIONAL
DERECHO DE EJECUCIÓN PENAL
DERECHO DE LA COMPETENCIA
DERECHO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL
DERECHO DEL CONSUMIDOR
DERECHO ELECTORAL
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
DERECHO LABORAL PRIVADO
DERECHO LABORAL PÚBLICO
DERECHO MINERO
DERECHO MUNICIPAL Y REGIONAL
DERECHO PENAL
DERECHO PREVISIONAL
DERECHO PROCESAL
DERECHO PROCESAL CIVIL
DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
DERECHO PROCESAL PENAL
DERECHO TRIBUTARIO
4
4
DERECHO
GUÍA ADMINISTRATIVO .
DE JURISPRUDENCIAS
DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PARA EL ABOGADO LITIGANTE

3
4
DERECHOADMINISTRATIVO .

5
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

GUÍA DE JURISPRUDENCIAS DEL


TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PARA
EL ABOGADO LITIGANTE

PRIMERA EDICIÓN
ENERO 2008
PRIMERA REIMPRESIÓN
ABRIL 2008
1,000 ejemplares

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822

© Gaceta Jurídica S.A.

HECHO EL DEPÓSITO LEGAL EN LA


BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ
2008-04924

LEY Nº 26905 / D.S. Nº 017-98-ED


ISBN: 978-603-4002-57-9

REGISTRO DE PROYECTO EDITORIAL


31501220800255

DIAGRAMACIÓN DE CARÁTULA
Martha Hidalgo Rivero
DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
Karinna Aguilar Zegarra

GACETA JURÍDICA S.A. DIRECTOR


ANGAMOS OESTE 526 - MIRAFLORES Federico G. Mesinas Montero
LIMA 18 - PERÚ COORDINADOR
CENTRAL TELEFÓNICA: (01)710-8900 Juan Carlos Esquivel Oviedo
FAX: 241-2323 COLABORADORES
E-mail: ventas@gacetajuridica.com.pe Gustavo Francisco Quispe Chávez
Luis Cárdenas Rodríguez
Imprenta Editorial El Búho E.I.R.L. Mariela Rodríguez Jiménez
San Alberto 201 - Surquillo Carlos Raúl Beraún Mac Long
Lima 34 - Perú

6
DERECHOADMINISTRATIVO .

PRESENTACIÓN

La presente edición reúne en un solo volumen una selección de más de


3,500 extractos de sentencias y resoluciones emitidas por el Tribunal Consti-
tucional, relacionadas con las diferentes materias del Derecho. Esta publica-
ción de Gaceta Jurídica es un nuevo esfuerzo compilatorio sistematizado de
los más relevantes pronunciamientos en torno a las diferentes ramas del
Derecho.
Una publicación de esta naturaleza se explica por la importancia que han
cobrado en los últimos años los pronunciamientos del Tribunal Constitucional,
los cuales han contribuido con la interpretación, aplicación y sustentación de
las instituciones jurídicas, así como de las normas sustantivas de nuestro or-
denamiento jurídico.
Esta obra también se justifica en la necesidad de evitar que los pronun-
ciamientos se mantengan dispersos y ajenos a los operadores jurídicos, para
quienes contar con esta información se vuelve de suma importancia para su
ejercicio profesional, pues mediante esta publicación podrán conocer la mane-
ra cómo el Tribunal Constitucional viene interpretando las instituciones jurí-
dicas relacionadas con la diversas materias del Derecho.
La jurisprudencia que en cantidad significativa se ofrece en forma de
extractos y ordenada alfabéticamente ha sido revisada, seleccionada y clasifi-
cada sistemáticamente, tomándose en cuenta el valor interpretativo y su fun-
ción complementaria de aplicación de la ley.
Por todo lo señalado, esperamos que esta obra sea de la mayor utilidad y
provecho para todos nuestros suscriptores, así como a quienes están vincula-
dos al ejercicio del Derecho en sus distintos ámbitos.

JUAN CARLOS ESQUIVEL OVIEDO


Jefe del Área de Jurisprudencia de Gaceta Jurídica

7
8
DERECHOADMINISTRATIVO .

GUÍA DEL LECTOR

A efectos del adecuado empleo de la presente obra, debe tenerse en cuenta lo siguiente:

1. Esta obra contiene extractos literales de las sentencias del Tribunal Consti-
tucional, los que han sido clasificados en más de veinte materias del Dere-
cho, con los cuales se encuentren vinculados.
2. A efectos de una mayor claridad, a los extractos de las sentencias se les ha
agregado textos entre corchetes, para que se comprenda cabalmente su
sentido o significado y cuya autoría corresponde exclusivamente a Gaceta
Jurídica S. A.
3. Los extractos pertenecen a las sentencias emitidas por el Tribunal Consti-
tucional entre los años 1996 a 2007 (se han empleado sentencias publica-
das en la página web del Tribunal Constitucional hasta el 3 de diciembre de
2007). Sin embargo, se ha limitado la inclusión de extractos de sentencias
emitidas en el periodo en el que las funciones del Tribunal Constitucional
resultaron cuestionables, dada la destitución de tres de sus magistrados
(31/05/1997 al 17/11/2000). En este caso, solo se han empleado sentencias
que hubieren resultado de mucha relevancia, dado el tema abordado y/o la
vigencia del criterio fijado.
4. La selección y clasificación de los extractos han sido realizadas exclusiva-
mente por Gaceta Jurídica S. A., sin perjuicio de que a dicho efecto se ha
tomado en cuenta la información del Tribunal Constitucional, propalada a
través de su página web u otros medios informativos. En tal sentido, dicha
selección y clasificación no compromete u obliga en modo alguno al Tribu-
nal Constitucional.
5. Los extractos de sentencias van acompañados de los siguientes valores
agregados:
Sumillas. A modo de título, acompañado de un número de identificación.
La primera parte del título indica a una figura jurídica o tema incluido en el
dispositivo constitucional. La segunda parte (luego del punto) se refiere a
los subtemas, esto es, a lo que se dice sobre la figura o tema concreto.
6. Con relación a cada sumilla, se han acompañado él o los extractos seleccio-
nados que se refieran a las figuras o temas allí mencionados.

9
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

El orden de las sumillas (y, por ende, de los extractos) responde, en primer
lugar, al orden de aparición de las figuras o temas (primera parte de la
sumilla) en el dispositivo constitucional. Luego, los extractos referidos a
cada tema o figura han sido ordenados conforme a los subtemas (segunda
parte de la sumilla), desde lo más general a lo más específico.
7. Cuando se ha ubicado más de un pronunciamiento idéntico del Tribunal
Constitucional sobre un mismo tema, se ha incluido el que consta en prece-
dente vinculante y, en su defecto, el de fecha más reciente; salvo cuando el
Tribunal ha sustentado su fallo en una sentencia anterior, expresamente
citada, caso en el cual se ha incluido el extracto de la sentencia originaria.
Se ha incluido más de un extracto por sumilla dada la relevancia del tema
o la pluralidad de pronunciamiento
8. Los extractos de sentencias van acompañados de los siguientes datos de
identificación, de modo abreviado:
Exp. N°…….-..-… Indica el número de expediente del cual se ha obtenido
el extracto de sentencia del Tribunal Constitucional.
(00/00/00). Indica la fecha (día, mes y año) de emisión que aparece en la
sentencia.
P. Indica que la sentencia ha sido emitida por el Pleno del Tribunal Consti-
tucional.
S1. Indica que la sentencia ha sido emitida por la Sala Nº 1 del Tribunal
Constitucional.
S2. Indica que la sentencia ha sido emitida por la Sala Nº 2 del Tribunal
Constitucional.
Res. Indica que el extracto ha sido obtenido de una resolución del Tribunal
Constitucional que no es sentencia o resolución que pone fin al proceso.
FJ. Indica el número de fundamento jurídico del cual se ha obtenido el
extracto de sentencia.
Párr
Párr.. Indica el número de párrafo del que se ha obtenido el extracto, en
caso la sentencia no presente fundamentos jurídicos numerados.
PV
PV.. Indica que el extracto constituye precedente vinculante (de observan-
cia obligatoria) conforme al Código Procesal Constitucional.

10
DERECHOADMINISTRATIVO .

GUÍA DE JURISPRUDENCIAS DEL


TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
PARA EL ABOGADO LITIGANTE

11
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

12
DERECHOADMINISTRATIVO .

DERECHO
ADMINISTRATIVO

ACCESO A LA CULTURA

001 Acceso a la cultura. Carácter limitado y relación con otros derechos


En el caso del derecho de acceso a la cultura, el artículo 2, inciso 8), de la Constitución reconoce
que: “Toda persona tiene derecho (...) a la libertad de creación intelectual, artística, técnica y cien-
tífica, así como a la propiedad sobre dichas creaciones y a su producto. El Estado propicia el acceso
a la cultura y fomenta su desarrollo y difusión”. El acceso a la cultura se relaciona con varios
aspectos, siendo uno de ellos la obligación de los poderes públicos de promoverla y tutelarla. Sin
embargo, dicho derecho es limitado y se relaciona con otros, como el derecho de propiedad sobre las
creaciones intelectual, artística, técnica y científica. En consecuencia, la afectación, o no, al ejerci-
cio de este derecho debe ser analizada tomando en cuenta el derecho de propiedad de las creaciones
intelectual y artística, en el que se incluye la música (Exp. Nº 01492-2005-AA, 21/04/05, S1, FJ. 3)

ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA

002 Derecho de acceso a la información pública. Bien jurídico protegido por la disposición
constitucional
Una formulación jurídica de este tipo [artículo 2, inciso 5 de la Constitución] nos deriva a la existen-
cia de información que, por pertenecer a una entidad pública, adquiere también el carácter de
pública. Es decir, el bien jurídico que esta norma protege es el acceso a la información pública (...).
Solo teniendo acceso a [la] información [pública], la persona podrá tomar decisiones correctas en su
vida diaria y llegar a controlar la actuación de aquellos entes que merecen el escrutinio popular, ya
sea porque conocen o manejan información económica, política o administrativa del Estado (Exp. Nº
3619-2005-HD, 21/07/05, P, FJs. 6 y 11)
[L]a información sobre la manera como se maneja la res pública termina convirtiéndose en un
auténtico bien público o colectivo, que ha de estar al alcance de cualquier individuo, no solo con el
fin de posibilitar la plena eficacia de los principios de publicidad y transparencia de la Administra-
ción Pública, en los que se funda el régimen republicano, sino también para efectuar del mejor
modo el control institucional sobre los representantes de la sociedad; y también, desde luego, para
ejercer el control sobre aquellos particulares que se encuentran en la capacidad de poder inducir o
determinar las conductas de otros particulares o, lo que es más grave, en una sociedad como la que
nos toca vivir, su misma subordinación (Exp. Nº 2579-2003-HD, 06/04/04, S1, FJ. 5)

003 Derecho de acceso a la información pública. Caso de información detentada por enti-
dad privada
A pesar de [la] aparente reducción del ámbito de protección del derecho fundamental [de acceso a la
información pública] (parecería que solo se aplica a entidades pertenecientes a los gobiernos nacional,
regionales o locales), este se ve complementado con la necesidad del Estado, tal como lo prevé el

13
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

artículo 44 de la Norma Fundamental, de garantizar todo derecho de la persona y de promover su


bienestar general, fundamentado en la justicia y el desarrollo integral de la nación, y que, por lo
tanto, amplía su extensión permitiendo que en cualquier supuesto que esté en juego un derecho
fundamental, la persona pueda acceder a la información que se considere necesaria para el ejercicio
real de tal derecho.
Solo entendiendo de esta manera la información pública, se podrá dar fiel cumplimiento a lo que la
Constitución busca proteger: todo tipo de dato o informe que constituya parte de las funciones
esenciales del Estado, pero que por alguna circunstancia habilitante se encuentre en manos de él
mismo o de entidades particulares. Solo teniendo acceso a esta información, la persona podrá tomar
decisiones correctas en su vida diaria y llegar a controlar la actuación de aquellos entes que mere-
cen el escrutinio popular, ya sea porque conocen o manejan información económica, política o admi-
nistrativa del Estado (Exp. Nº 3619-2005-HD, 21/07/05, P, FJ. 11)
[E]s necesario determinar, en el caso concreto, cuál es el tipo de información que maneja la persona
jurídica de régimen privado para que se llegue a definir si corresponde que la población pueda tener
o no acceso a la información que ella maneja.
Un buen ejemplo de las entidades privadas que merecen entregar información pública es el de las
universidades, pues es en ellas donde el derecho de los educandos superiores puede notarse de una
manera palmaria y directa, más aún si tienen un régimen especial de funcionamiento (Exp. Nº
3619-2005-HD, 21/07/05, P, FJ. 12)

004 Derecho de acceso a la información pública. Como derecho relacional


[N]o solo se garantiza [la] esfera subjetiva, sino también se posibilita que puedan ejercerse otros
derechos fundamentales, como la libertad de investigación científica, la libertad de opinión o expre-
sión, etc., que requieren de aquel, pues, en ciertas ocasiones, el derecho de acceso a la información
pública se presenta también como un presupuesto o medio para el ejercicio de otros derechos
fundamentales. En este sentido, el derecho de acceso a la información pública, además de ser un
derecho subjetivo, es también un derecho relacional (Exp. Nº 1219-2003-HD, 21/01/04, S1, FJ. 4)

005 Derecho de acceso a la información pública. Como libertad preferida


[A]l igual que lo afirmado respecto de las libertades de información y expresión, a juicio del Tribu-
nal, cuando el ejercicio del derecho de acceso a la información pública contribuye a la formación de
una opinión pública, libre e informada, este tiene la condición de libertad preferida (Exp. Nº 1797-
2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 11)
Esta condición del derecho de acceso a la información no quiere decir que al interior de la Constitu-
ción exista un orden jerárquico entre los derechos fundamentales que ella reconoce, en la cúspide
del cual se encuentre o pueda encontrarse el derecho de acceso a la información u otros derechos
que cuentan igualmente con idéntica condición. Y, en ese sentido, que una colisión de este con otros
derechos fundamentales se resuelva en abstracto, haciendo prevalecer al que tiene la condición de
libertad preferida. Evidentemente ello no es así. Todos los derechos constitucionales tienen, formal-
mente, la misma jerarquía, por ser derechos constitucionales. De ahí que ante una colisión entre
ellos, la solución del problema no consiste en hacer prevalecer unos sobre otros, sino en resolverlos
mediante la técnica de la ponderación y el principio de concordancia práctica (Exp. Nº 1797-2002-
HD, 29/01/03, S1, FJ. 11)

006 Derecho de acceso a la información pública. Componente esencial del régimen demo-
crático
[E]l derecho de acceso a la información pública es consustancial a un régimen democrático. En
efecto, el derecho en referencia no solo constituye una concretización del principio de dignidad de
la persona humana (artículo 1 de la Constitución), sino también un componente esencial de las
exigencias propias de una sociedad democrática, ya que su ejercicio posibilita la formación libre y
racional de la opinión pública. La democracia, se ha dicho y con razón, es por definición el “gobierno
del público en público” (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 11)

14
DERECHOADMINISTRATIVO .

007 Derecho de acceso a la información pública. Concepto de información pública


[Respecto a] la información pública, se podrá dar fiel cumplimiento a lo que la Constitución busca
proteger: todo tipo de dato o informe que constituya parte de las funciones esenciales del Estado,
pero que por alguna circunstancia habilitante se encuentre en manos de él mismo o de entidades
particulares (Exp. Nº 3619-2005-HD, 21/07/05, P, FJ. 11)
Lo realmente trascendental, a efectos de que pueda considerarse como “información pública”, no es
su financiación [tal como lo estipula la norma reglamentaria de la Ley de transparencia y acceso a la
información pública], sino la posesión y el uso que le imponen los órganos públicos en la adopción
de decisiones administrativas, salvo, claro está, que la información haya sido declarada por ley
como sujeta a reserva (Exp. Nº 2579-2003-HD, 06/04/04, S1, FJ. 12)

008 Derecho de acceso a la información pública. Contenido constitucionalmente protegido


[E]l contenido constitucionalmente garantizado por el derecho de acceso a la información pública no
solo comprende la mera posibilidad de acceder a la información solicitada y, correlativamente, la
obligación de dispensarla de parte de los organismos públicos. Si tal fuese solo su contenido prote-
gido constitucionalmente, se correría el riesgo de que este derecho y los fines que con su reconoci-
miento se persiguen, resultaran burlados cuando, p.ej. los organismos públicos entregasen cual-
quier tipo de información, independientemente de su veracidad o no. A criterio del Tribunal, no solo
se afecta el derecho de acceso a la información cuando se niega su suministro, sin existir razones
constitucionalmente legítimas para ello, sino también cuando la información que se proporciona es
fragmentaria, desactualizada, incompleta, imprecisa, falsa, no oportuna o errada. De ahí que si en
su faz positiva el derecho de acceso a la información impone a los órganos de la Administración
Pública el deber de informar, en su faz negativa, exige que la información que se proporcione no sea
falsa, incompleta, fragmentaria, indiciaria o confusa.
Y es que si mediante el derecho en referencia se garantiza el acceso, conocimiento y control de la
información pública, a fin de favorecer la mayor y mejor participación de los ciudadanos en los
asuntos públicos, así como la transparencia de la actuación y gestión de las entidades gubernamen-
tales, entonces, un mínimo de exigencia que imponen que esos fines se puedan cumplir, es que la
información sea veraz, actual y clara (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 16)

009 Derecho de acceso a la información pública. Contenido esencial


[E]l derecho fundamental de acceso a la información, cuyo contenido esencial reside en el reconoci-
miento de la facultad de toda persona de solicitar y recibir información de cualquier entidad pública,
lo cual incluye lógicamente también a las Fuerzas Armadas, no existiendo, en tal sentido, entidad
del Estado o entidad con personería jurídica de derecho público que resulte excluida de la obligación
de proveer la información solicitada (Exp. Nº 0950-2000-HD, 13/12/00, P, FJ. 5)

010 Derecho de acceso a la información pública. Dimensión colectiva


[E]l derecho de acceso a la información tiene una dimensión colectiva, ya que garantiza el derecho
de todas las personas de recibir la información necesaria y oportuna, a fin de que pueda formarse
una opinión pública, libre e informada, presupuesto de una sociedad auténticamente democrática.
Desde este punto de vista, la información sobre la manera como se maneja la res pública termina
convirtiéndose en un auténtico bien público o colectivo, que ha de estar al alcance de cualquier
individuo, no solo con el fin de posibilitar la plena eficacia de los principios de publicidad y transpa-
rencia de la Administración Pública, en los que se funda el régimen republicano, sino también como
un medio de control institucional sobre los representantes de la sociedad; y también, desde luego,
para instar el control sobre aquellos particulares que se encuentran en la capacidad de poder inducir
o determinar las conductas de otros particulares o, lo que es más grave en una sociedad como la que
nos toca vivir, su misma subordinación (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 11)
En su perspectiva colectiva, este derecho [al acceso a la información pública] desde su perspectiva
representa una garantía para todas las personas de recibir la información necesaria y oportuna, a fin

15
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

de que pueda formarse una opinión pública, libre e informada. Por ello, conforme a nuestra jurispru-
dencia, hemos subrayado que el reconocimiento al acceso a la información pública es consustancial
a un régimen democrático (Exp. Nº 0959-2004-HD, 19/11/04, S1, FJ. 11)
[El derecho a al acceso a la información pública] tiene también una dimensión colectiva, vinculada
a las exigencias mínimas que se desprenden del principio democrático, mediante el cual se garanti-
za el derecho de todas las personas de recibir la información necesaria y oportuna que posibilite la
formación libre y racional de la opinión pública, presupuesto de una sociedad democrática, basada
en el pluralismo (Exp. Nº 1219-2003-HD, 21/01/04, S1, FJ. 5)

011 Derecho de acceso a la información pública. Dimensión individual


[E]l acceso a la información desde su perspectiva de derecho individual se presenta como un presu-
puesto o medio para el ejercicio de otras libertades fundamentales, como puede ser la libertad de
investigación, de opinión o de expresión, entre otras (Exp. Nº 0959-2004-HD, 19/11/04, S1, FJ. 10)
Por un lado, [el acceso a la información pública] se trata de un derecho subjetivo de carácter indivi-
dual en virtud del cual se garantiza que nadie sea arbitrariamente impedido de acceder a la informa-
ción que guarden, mantengan o elaboren las diversas instancias y organismos que pertenezcan al
Estado, sin más limitaciones que las que se han previsto como constitucionalmente legítimas (Exp.
Nº 1219-2003-HD, 21/01/04, S1, FJ. 4)

012 Derecho de acceso a la información pública. Dimensión negativa


[E]n su faz negativa [el derecho de acceso a la información pública], exige que la información que se
proporcione no sea falsa, incompleta, fragmentaria, indiciaria o confusa (Exp. Nº 1797-2002-HD,
29/01/03, S1, FJ. 16)

013 Derecho de acceso a la información pública. Dimensión positiva


[E]n su faz positiva el derecho de acceso a la información impone a los órganos de la Administración
Pública el deber de informar (...) mediante el derecho en referencia se garantiza el acceso, conoci-
miento y control de la información pública, a fin de favorecer la mayor y mejor participación de los
ciudadanos en los asuntos públicos, así como la transparencia de la actuación y gestión de las
entidades gubernamentales, entonces, un mínimo de exigencia que imponen que esos fines se
puedan cumplir, es que la información sea veraz, actual y clara (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03,
S1, FJ. 16)

014 Derecho de acceso a la información pública. Doble dimensión


El derecho de acceso a la información pública evidentemente se encuentra estrechamente vincula-
do a uno de los contenidos protegidos por la libertad de información. Y al igual de lo que sucede con
esta última, debe indicarse que el derecho de acceso a la información pública tiene una doble dimen-
sión. Por un lado, se trata de un derecho individual, en el sentido de que garantiza que nadie sea
arbitrariamente impedido de acceder a la información que guarden, mantengan o elaboren las diver-
sas instancias y organismos que pertenezcan al Estado, sin más limitaciones que aquellas que se han
previsto como constitucionalmente legítimas. A través de este derecho se posibilita que los indivi-
duos, aisladamente considerados, puedan trazar, de manera libre, su proyecto de vida, pero también el
pleno ejercicio y disfrute de otros derechos fundamentales. Desde esta perspectiva, en su dimensión
individual, el derecho de acceso a la información se presenta como un presupuesto o medio para el
ejercicio de otras libertades fundamentales, como puede ser la libertad de investigación, de opinión o
de expresión, por mencionar alguna (...) (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 11)

015 Derecho de acceso a la información pública. Obligación de brindar información veraz


Es innegable que el concepto de verdad tiene, desde sus orígenes de la reflexión pública, una corres-
pondencia con aquel apotegma que señala que “verdadero es el discurso que dice las cosas como son,
falso el que las dice como no son”. Este principio es asumido plenamente en el derecho de acceso a la

16
DERECHOADMINISTRATIVO .

información pública, pues la Administración se encuentra en la obligación de brindar información


veraz, sin alterar ni ocultar la realidad de los hechos (Exp. Nº 0959-2004-HD, 19/11/04, S1, FJ. 9)

016 Derecho de acceso a la información pública. Necesidad de expresión de causa


La Constitución Política del Perú, en su artículo 2, inciso 5, reconoce el derecho de toda persona de
solicitar, sin expresión de causa, la información que requiera y a recibirla de cualquier entidad
pública, en un plazo razonable, y con el costo que suponga dicho pedido, con la única excepción de
aquella que afecte a la intimidad personal y la que expresamente se excluya por ley o por razones de
seguridad nacional. Lo establecido en el referido artículo representa una realidad de doble perspec-
tiva, pues no solo constituye el reconocimiento de un derecho fundamental, sino el deber del Estado
de dar a conocer a la ciudadanía sus decisiones y acciones de manera completa y transparente. En
esa medida, el secreto o lo oculto frente a la información de interés público resulta una medida de
carácter extraordinario y excepcional para casos concretos derivados del mandato constitucional
(Exp. Nº 0959-2004-HD, 19/11/04, S1, FJ. 4)
[Respecto a] la ausencia de expresión de causa o justificación de la razón por la que se solicita la
información, este carácter descarta la necesidad de justificar la petición en la pretensión de ejercer
otro derecho constitucional (v. gr. la libertad científica o la libertad de información) o en la existen-
cia de un interés en la información solicitada, de modo tal que cualquier exigencia de esa naturaleza
es simplemente inconstitucional (Exp. Nº 0950-2000-HD, 13/12/00, P, FJ. 5)

017 Derecho de acceso a la información pública. Necesidad de garantía de reserva para


exceptuar acceso a la información
Aunque [no se afirme] que determinadas informaciones proporcionadas a la administración por los
particulares no tengan, bajo ciertos supuestos, un carácter estrictamente privado (como sucede con
la reserva tributaria o el secreto bancario, por ejemplo), no quiere ello decir que toda información
derivada de un particular resulte, per se, protegida de toda forma de acceso. Exceptuados los casos
relativos a la defensa nacional y a la intimidad (...), queda claro que, conforme lo establece el
artículo 2 de la Constitución del Estado, lo que la ley excluye de un eventual seguimiento informa-
tivo solo puede encontrarse referido a informaciones razonablemente susceptibles de protección
por la garantía de reserva. Dentro de dicho contexto, no es razonable, y así lo considera este Tribu-
nal, que los planos proporcionados por determinadas entidades a fin de cumplir con los requisitos
que la administración impone, sean considerados documentos susceptibles de reserva. Como ya se
dijo, una vez incorporados estos al ámbito administrativo a consecuencia de un procedimiento de
ese tipo, asumen el carácter de información pública que puede encontrarse a disposición de quie-
nes, cumpliendo los requisitos de ley, así lo soliciten (Exp. Nº 0644-2004-HD, 17/10/05, S2, FJ. 5)
[N]o es constitucionalmente tolerable que una declaración de confidencialidad se legitime por el
solo hecho de ampararse en la ley (Exp. Nº 2579-2003-HD, 06/04/04, S1, FJ. 14)

018 Derecho de acceso a la información pública. Necesidad de justificar negación del ac-
ceso a información
[La]presunción de inconstitucionalidad se traduce en exigir del Estado y sus órganos la obligación
de probar que existe un bien, principio o valor constitucionalmente relevante que justifique que se
mantenga en reserva, secreto o confidencialidad la información pública solicitada y, a su vez, que
solo si se mantiene tal reserva se puede servir efectivamente al interés constitucional que la justi-
fica. De manera que si el Estado no justifica la existencia del apremiante interés público para negar
el acceso a la información, la presunción que recae sobre la norma o acto debe efectivizarse y
confirmarse su inconstitucionalidad; y, consecuentemente, la carga de la prueba sobre la necesidad
de mantener en reserva el acceso a la información ha de estar, exclusivamente, en manos del Estado
(Exp. Nº 2579-2003-HD, 06/04/04, S1, FJ. 13)

019 Derecho de acceso a la información pública. Principios de publicidad y transparencia


[L]a información sobre la manera como se maneja la res pública, termina convirtiéndose en un

17
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

auténtico bien de dominio público o colectivo, que tiene que estar al alcance de cualquier individuo, a
fin de que los principios de publicidad y transparencia, en los cuales se sustenta el régimen republica-
no de gobierno, puedan alcanzar toda su efectividad (Exp. Nº 1219-2003-HD, 21/01/04, S1, FJ. 5)
[L]a generalización de la negativa a entregar la información requerida [es] la que se presenta como
incompatible con el derecho de acceso a la información; pero también con los principios de publici-
dad y transparencia que informan toda la información que posea el Estado (Exp. Nº 1219-2003-HD,
21/01/04, S1, FJ. 14)

020 Derecho de acceso a la información pública. Tránsito histórico desde la libertad de in-
formación
El artículo 2, inciso 4, de la Constitución reconoce como uno de los derechos comunicativos que
merecen protección elemental, a la información (presentada como libertad de información). Dentro
de ella, históricamente se ha presentado que el principal componente de su ejercicio es el ámbito
positivo-activo, léase la posibilidad de difundir las noticias. Sin embargo, también se llegó a recono-
cer la existencia de un ámbito negativo-pasivo, relacionado con la capacidad de las personas de
recibir informaciones (como puede ser leer un periódico o ver televisión).
No obstante, esta configuración liberal del derecho a la información se ha visto trastocada con la
evolución de la respuesta constitucional ante las necesidades crecientes de las comunidades en la
actualidad. Por eso, se ha llegado a incluir dentro de un genérico derecho a la información un
ámbito negativo-activo. Y ¿qué llega a significar este? Se refiere a la capacidad de la persona de
poder acceder a la información [consagrada en el artículo 2 inciso 5 de la Constitución] que la
considere necesaria en tanto es parte básica de su desarrollo personal y de su calidad de ciudadano
(Exp. Nº 3619-2005-HD, 21/07/05, P, FJ. 10)

021 Excepciones al acceso a la información pública. Derecho a la intimidad


[E]l derecho a la intimidad no importa, per se, un derecho a mantener en el fuero íntimo toda
información que atañe a la vida privada, pues sabido es que existen determinados aspectos referi-
dos a la intimidad personal que pueden mantenerse en archivos de datos, por razones de orden
público (v. gr. historias clínicas). De allí la necesidad de que la propia Carta Fundamental establezca
que el acceso a dichas bases de datos constituyan una excepción al derecho fundamental a la infor-
mación, previsto en el primer párrafo del inciso 5 del artículo 2 de la Constitución.
A su vez, debe tenerse presente que respecto al derecho fundamental a la intimidad, también cabe
la distinción entre aquella esfera protegida que no soporta limitación de ningún orden (contenido
esencial del derecho), de aquella otra que permite restricciones o limitaciones, en tanto estas sean
respetuosas de los principios de razonabilidad y proporcionalidad (contenido “no esencial”) (Exp. Nº
0004-2004-AI y acumulados, 21/09/04, P, FJ. 36)
[D]eterminadas manifestaciones del derecho a la intimidad no importan conservar en conocimiento
privativo del titular la información a ella relativa, sino tan solo la subsistencia de un ámbito objetivo
de reserva que, sirviendo aun a los fines de la intimidad en tanto derecho subjetivo constitucional,
permitan mantener esa información reservada en la entidad estatal que corresponda, a fin de que
sea útil a valores supremos en el orden constitucional, dentro de márgenes de razonabilidad y
proporcionalidad (Exp. Nº 0004-2004-AI y acumulados, 21/09/04, P, FJ. 38)

022 Excepciones al acceso a la información pública. Razones de seguridad nacional


[E]l solo hecho de que una norma o un acto administrativo (…) atribuya o reconozca la condición de
seguridad nacional a una información determinada, no es razón suficiente, en términos constitucio-
nales, para denegar el acceso a la misma; por el contrario, es siempre indispensable examinar si la
información calificada de reservada reviste realmente o no tal carácter, acudiendo para tal efecto al
principio constitucional de razonabilidad (Exp. Nº 0950-2000-HD, 13/12/00, P, FJ. 6)
[L]a medida adoptada que restringe o limita algún derecho fundamental (…) [debe tener] como
finalidad o propósito la protección de un bien jurídico constitucional o un derecho fundamental,
exigiendo que esa relación de medio-fin sea directa y no aparente o indirecta.

18
DERECHOADMINISTRATIVO .

[L]a proscripción del acceso al conocimiento de (...) dispositivos reglamentarios (...) constituye la
medida o decisión restrictiva o limitativa del derecho fundamental de acceso a la información;
[pero]dicha proscripción pretende proteger un bien jurídico constitucional como es el de la seguri-
dad nacional (Exp. Nº 0950-2000-HD, 13/12/00, P, FJ. 7)

ACCIÓN CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA

023 Acción contencioso-administrativa. Ejecución coactiva antes del pronunciamiento


judicial
[L]as demandas contencioso-administrativas o de revisión judicial del procedimiento no serían efec-
tivas si la Administración ejecutó coactivamente el cumplimiento de una obligación antes de cono-
cer el pronunciamiento en sede judicial sobre la actuación de la Administración Pública o sobre la
legalidad y el cumplimiento de las normas previstas para la iniciación y el trámite del procedimien-
to de ejecución coactiva (Exp. Nº 00015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ. 19)

024 Acción contencioso-administrativa. Finalidad


[S]e puede recurrir al Poder Judicial mediante la acción contencioso-administrativa la que tiene por
finalidad que este revise la adecuación al sistema jurídico de las decisiones administrativas que
versen sobre derechos subjetivos de las personas, constituyendo así una garantía de constituciona-
lidad y legalidad de la administración pública frente a los administrados; así lo establece el artículo
148 de la Constitución Política del Estado (Exp. Nº 0008-96-I, 23/04/97, P, FJ. 37)

025 Acción contencioso-administrativa. Régimen laboral público


Con relación a los trabajadores sujetos al régimen laboral público, se debe considerar que el Estado
es el único empleador en las diversas entidades de la Administración Pública. Por ello, el artículo 4
literal 6) de la Ley Nº 27584, que regula el proceso contencioso-administrativo, dispone que las
actuaciones administrativas sobre el personal dependiente al servicio de la administración pública
son impugnables a través del proceso contencioso-administrativo. Consecuentemente, (…) la vía
normal para resolver las pretensiones individuales por conflictos jurídicos derivados de la aplica-
ción de la legislación laboral pública es el proceso contencioso- administrativo, dado que permite la
reposición del trabajador despedido y prevé la concesión de medidas cautelares (…).
En efecto, si en virtud de la legislación laboral pública (Decreto Legislativo Nº 276, Ley Nº 24041 y
regímenes especiales de servidores públicos sujetos a la carrera administrativa) y del proceso con-
tencioso-administrativo es posible la reposición, entonces las consecuencias que se deriven de los
despidos de los servidores públicos o del personal que sin tener tal condición labora para el sector
público (Ley Nº 24041), deberán dilucidarse en la vía contenciosa administrativa por ser la idónea,
adecuada e igualmente satisfactoria, en relación al proceso de amparo, para resolver las controver-
sias laborales públicas (…).
Lo mismo sucederá con las pretensiones por conflictos jurídicos individuales respecto a las actua-
ciones administrativas sobre el personal dependiente al servicio de la administración pública y que
se derivan de derechos reconocidos por la ley, tales como nombramientos, impugnación de adjudi-
cación de plazas, desplazamientos, reasignaciones o rotaciones, cuestionamientos relativos a remu-
neraciones, bonificaciones, subsidios y gratificaciones, permisos, licencias, ascensos, promociones,
impugnación de procesos administrativos disciplinarios, sanciones administrativas, ceses por lími-
te de edad, excedencia, reincorporaciones, rehabilitaciones, compensación por tiempo de servicios
y cuestionamiento de la actuación de la administración con motivo de la Ley Nº 27803, entre otros
(Exp. Nº 0206-2005-PA, 28/11/05, P, FJs. 21, 22 y 23)

026 Acción contencioso-administrativa. Responsabilidad administrativa


[N]o es competencia de la justicia constitucional determinar la existencia de responsabilidad penal,
pues ello supondría subrogarse en una función que corresponde a la justicia penal ordinaria (…); y

19
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

que dicho criterio debe aplicarse, mutatis mutandis, a la actividad administrativa respecto a la
determinación de responsabilidades por la supuesta comisión de faltas que, como en el caso, corres-
ponde evaluarse en el procedimiento contencioso tributario o en el contencioso-administrativo
(Exp. N° 8605-2005-AA/TC, 14/11/05, P, FJ.33)

027 Resoluciones administrativas. Impugnación


[C]uando la Constitución dispone, en su artículo 148, que las resoluciones administrativas que
causan estado son impugnables mediante la acción contencioso-administrativa, la norma suprema
no hace distinción entre resoluciones administrativas del gobierno central, de los gobiernos regio-
nales y de los gobiernos locales. Dicha norma se refiere al conjunto de la Administración Pública. De
otro lado, el hecho de que los actos administrativos sean revisables por el Poder Judicial no afecta
la validez de las decisiones de la administración municipal. Por tanto, conforme al artículo 148 de la
Constitución, las resoluciones administrativas derivadas de los actos de la administración y los
procedimientos administrativos, dentro de los cuales está el procedimiento coactivo, son suscepti-
bles de revisión judicial (Exp. Nº 00026-2004-AI, 28/09/04, P, FJ. 4)

ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

028 Actuación de la Administración Pública. Sujeción a la Constitución


La administración pública obtiene todas sus competencias, así como los límites de su actuación,
dentro del marco normativo establecido en la Constitución Política peruana, por lo que se prevé que
la actuación de la misma se desarrolle dentro del marco normativo establecido en la misma, así
como en las normas de superior jerarquía que contienen los preceptos sobre los cuales se asienta el
Estado social de derecho (Exp. N° 1711-2005-PHC/TC, 11/09/06, S1, FJ. 17)

029 Actuación de la Administración Pública. Urgencia en la atención


[T]odo funcionario y autoridad se halla obligado a actuar teniendo en consideración el nivel de
urgente atención que requieren determinados derechos, principalmente los fundamentales, que
pueden resultar afectados por el cumplimiento de ciertas regulaciones incompatibles con las nor-
mas superiores (Exp. N° 1711-2005-PHC/TC, 11/09/06, S1, FJ. 19)

AUTODETERMINACIÓN INFORMATIVA

030 Autodeterminación informativa. Ampliación del ámbito de protección


[E]l Hábeas Data [como instrumento que tutela el derecho consagrado en el inciso 6 del artículo 2
de la Constitución] constituye un proceso al que cualquier justiciable pueda recurrir con el objeto de
acceder a los registros de información almacenados en centros informáticos o computarizados,
cualquiera sea su naturaleza, a fin de rectificar, actualizar, excluir determinado conjunto de datos
personales, o impedir que se propague información que pueda ser lesiva al derecho constitucional a
la intimidad (Exp. Nº 0666-1996-HD, 02/04/98, P, FJ. 2.b)

031 Derecho a la autodeterminación informativa. Como derecho relacional


Por su propia naturaleza, el derecho a la autodeterminación informativa, siendo un derecho subje-
tivo tiene la característica de ser, prima facie y de modo general, un derecho de naturaleza relacio-
nal, pues las exigencias que demandan su respeto, se encuentran muchas veces vinculadas a la
protección de otros derechos constitucionales (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 3)

032 Derecho a la autodeterminación informativa. Distinción del derecho a la intimidad


[A]unque su objeto sea la protección de la intimidad, el derecho a la autodeterminación informativa
no puede identificarse con el derecho a la intimidad, personal o familiar, reconocido, a su vez, por el

20
DERECHOADMINISTRATIVO .

inciso 7) del mismo artículo 2 de la Constitución. Ello se debe a que mientras que este protege el
derecho a la vida privada, esto es, el poder jurídico de rechazar intromisiones ilegítimas en la vida
íntima o familiar de las personas, aquel garantiza la facultad de todo individuo de poder preservarla
controlando el registro, uso y revelación de los datos que les conciernen (Exp. Nº 1797-2002-HD,
29/01/03, S1, FJ. 3)

033 Derecho a la autodeterminación informativa. Objeto


El derecho reconocido en el inciso 6) del artículo 2 de la Constitución es denominado por la doctrina
derecho a la autodeterminación informativa y tiene por objeto proteger la intimidad, personal o
familiar, la imagen y la identidad frente al peligro que representa el uso y la eventual manipulación
de los datos a través de los ordenadores electrónicos (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 3)

034 Derecho a la autodeterminación informativa. Relación con el derecho a la identidad


personal
[T]ambién se diferencia [el derecho a la autodeterminación informativa] del derecho a la identidad
personal, esto es, del derecho a que la proyección social de la propia personalidad no sufra interferencias
o distorsiones a causa de la atribución de ideas, opiniones, o comportamientos diferentes de aquellos
que el individuo manifiesta en su vida en sociedad (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 3)

035 Derecho a la autodeterminación informativa. Relación con el derecho a la imagen


Tampoco el derecho a la autodeterminación informativa debe confundirse con el derecho a la ima-
gen, reconocido en el inciso 7) del artículo 2 de la Constitución, que protege, básicamente la imagen
del ser humano, derivada de la dignidad de la que se encuentra investido; mientras que el derecho
a la autodeterminación informativa, en este extremo, garantiza que el individuo sea capaz de dispo-
ner y controlar el tipo de datos que sobre él se hayan registrado, a efectos de preservar su imagen
derivada de su inserción en la vida en sociedad (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 3)

036 Derecho a la autodeterminación informativa. Rectificación de datos como manifestación


[En relación con e]l derecho a la autodeterminación informativa, una de [sus] manifestaciones
consiste en la facultad de toda persona de solicitar la rectificación de aquella información inexacta
referente a ella, que esté contenida en bancos de datos o registros (Exp. Nº 0700-2003-HC, 10/04/
03, Res., FJ. 2)

CONCESIONES

037 Concesión de bienes de uso público. Cobro de regalías mineras


[D]ebe entenderse que la regalía minera se exige por el uso o aprovechamiento de un bien que,
siendo propiedad de la nación, es concedido al titular de la actividad minera para que pueda obtener
el dominio sobre los productos de este bien; por ello, mal podría alegarse una afectación a la propie-
dad cuando se exige el pago por algo que no es de propiedad innata de los particulares, sino que es
más bien concedido, y cuando justamente dicho pago se sustenta en tal concesión (Exp. Nº 0048-
2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 87)

038 Concesión de bienes de uso público. Derecho de vigencia


La contraprestación por este acto administrativo [de otorgamiento de la concesión] es el denomina-
do pago del derecho de vigencia del título que contiene el derecho otorgado en virtud de la conce-
sión (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 103)

039 Concesión de bienes de uso público. Definición de Concesión administrativa


En una economía social de mercado, la concesión es una técnica reconocida en el Derecho Administra-
tivo, mediante la cual se atribuyen derechos a privados para el ejercicio de una actividad económica,

21
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

por ejemplo sobre los recursos naturales renovables y no renovables, como potestad soberana del
Estado para regular su aprovechamiento (...) es decir, se trata de un acto administrativo de carácter
favorable o ampliatorio para la esfera jurídica del destinatario, e implica la entrega, solo en aprove-
chamiento temporal, de los bienes de dominio público, estableciéndose una relación jurídica públi-
ca subordinada al interés público, y no de carácter sinalagmático. Por ello, es la declaración o
autonomía de la voluntad estatal la que establece la concesión para un particular (Exp. Nº 0048-
2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 102)
La concesión administrativa tiene su origen en una facultad discrecional de la Administración, que
se exterioriza mediante un acto de autoridad, por el cual se decide transferir unilateralmente a los
particulares que cumplan las condiciones legales y reglamentarias de la concesión determinadas
por el Estado, el desarrollo de determinada actividad económica que tiene un carácter predominan-
temente público (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 103)

040 Concesión de bienes de uso público. Intervención estatal


[S]i la Administración decide dar en concesión la explotación de recursos naturales no renovables a
un número limitado de administrados para que la indicada actividad se cumpla a través del título de
concesión, no supone que queda anulada su injerencia ni que renuncie a sus competencias propias
y exclusivas de carácter indelegable.
Por el contrario, deberá obrar por vía de limitación o de imposición de deberes o cargas para que
dicha actividad pueda desenvolverse en el sentido que al interés público convenga, como es la
protección del medio ambiente.
Es decir, la acción estatal no se agota en el acto mismo de concesión, sino que se desenvuelve con
especiales formas a lo largo de todo el periodo fijado para el desarrollo de la actividad. El Estado no
cede su ius imperium, sino que a través de la Administración realizará una intervención legítima
sobre los derechos de quienes se muestran dispuestos y aptos para la explotación efectiva del
recurso, con la finalidad precisamente de asegurarla (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 103)

041 Concesión de bienes de uso público. Principios en la concesión de recursos naturales


El bien común y el interés general son principios componentes de la función social de la propiedad.
Cuando se lleva a cabo la concesión de recursos naturales, tales principios deben adquirir su con-
creta manifestación en el aprovechamiento sostenible del patrimonio nacional, en la protección del
medio ambiente, de la vida y de la salud de la población, y, desde luego, en la búsqueda de equidad
en la distribución de la riqueza (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 85)

CONTRATACIONES Y ADQUISICIONES DEL ESTADO

042 Contrataciones y adquisiciones públicas. Control posterior en contrataciones del


Estado
[R]esulta necesario un rígido sistema de control y fiscalización, tanto a nivel de la propia entidad
[pública] adquirente [en el sistema de contrataciones y adquisiciones del Estado](control previo),
como en el máximo órgano de control, a cargo de la Contraloría General de la República (control
posterior). En cualquier caso, ambos tienen como principal propósito garantizar el principio de
oportunidad, pues una fiscalización tardía haría incluso inoperativa una posible sanción penal por el
cómputo de los plazos de prescripción (Exp. Nº 0020-2003-AI, 17/05/04, P, FJ. 15)

043 Contrataciones y adquisiciones públicas. Garantía constitucional sobre la contra-


tación pública
La función constitucional de esta disposición [contenida en el artículo 76 de la Constitución] es
determinar y, a su vez, garantizar que las contrataciones estatales se efectúen necesariamente
mediante un procedimiento peculiar que asegure que los bienes, servicios u obras se obtengan de

22
DERECHOADMINISTRATIVO .

manera oportuna, con la mejor oferta económica y técnica, y respetando principios tales como la
transparencia en las operaciones, la imparcialidad, la libre competencia y el trato justo e igualitario
a los potenciales proveedores. En conclusión, su objeto es lograr el mayor grado de eficiencia en las
adquisiciones o enajenaciones efectuadas por el Estado, sustentado en el activo rol de principios
antes señalados para evitar la corrupción y malversación de fondos públicos (Exp. Nº 0020-2003-
AI, 17/05/04, P, FJ. 12)

044 Contrataciones y adquisiciones públicas. Garantías de eficiencia


[L]a eficiencia en el manejo de recursos no solo será exigible en la adjudicación a la mejor oferta
técnica y económica, sino también en el diseño del propio programa anual de adquisiciones que
cada Entidad efectúe respecto a sus necesidades.
[D]eben agregarse otras garantías como la intervención de la Contraloría General a través de ade-
cuados mecanismos de fiscalización; asimismo, conforme se advierte de la Ley de Contrataciones y
Adquisiciones del Estado, existen mecanismos de sanción a los proveedores, contratistas o postores
a través del Consucode, cuando incumplan sus obligaciones con el Estado y la Ley (Exp. Nº 0020-
2003-AI, 17/05/04, P, FJ. 13)

045 Contrataciones y adquisiciones públicas. Garantía de finalidades de eficiencia y trans-


parencia mediante procesos de selección
[L]a finalidad de eficiencia y transparencia en las adquisiciones puede conseguirse de mejor modo
mediante procesos de selección como los establecidos por el TUO de la Ley de Contrataciones y
Adquisiciones del Estado, pues la serie de etapas que presenta (convocatoria, apertura de propues-
tas técnicas y económicas, y adjudicación de la buena pro, las cuales son supervisadas por un comité
especial encargado de llevar a cabo el proceso y sobre el cual descansa la responsabilidad del mis-
mo), garantizan, en cierto modo, la imparcialidad frente a los postores y la mejor decisión a favor
del uso de recursos públicos (Exp. Nº 0020-2003-AI, 17/05/04, P, FJ. 14)

046 Contrataciones y adquisiciones públicas. Mecanismos excepcionales de contratación


[S]i bien es cierto que la Ley de Contrataciones del Estado representa la norma de desarrollo cons-
titucional que recoge los principios señalados en el artículo 76 de la Constitución, también lo es que
el contexto socioeconómico puede determinar la necesidad de establecer mecanismos excepciona-
les de adquisición, conforme lo señala la propia Constitución, y cuya única condición exigible será
que estén regulados por ley y que respeten los principios constitucionales que rigen toda adquisición
pública. Es claro, entonces, que ningún mecanismo de adquisición será válido si no respeta los princi-
pios de eficiencia, transparencia y trato igualitario (Exp. Nº 0020-2003-AI, 17/05/04, P, FJ. 19)
[L]a Constitución sí permite mecanismos alternos, siempre y cuando estén previstos por ley, respe-
ten los principios que subyacen en el artículo 76 de la Constitución, y representen la consecución de
mayores ventajas para el Estado y la sociedad en general. En ningún caso el mecanismo alterno y de
excepción estará exento de fiscalización previa o posterior, ni tampoco de la determinación de even-
tuales responsabilidades a que hubiera lugar (Exp. Nº 0020-2003-AI, 17/05/04, P, FJ. 21)

047 Contrataciones y adquisiciones públicas. Necesidad de legislación especial


La contratación estatal tiene un cariz singular que lo diferencia de cualquier acuerdo de voluntades
entre particulares, ya que al estar comprometidos recursos y finalidades públicas, resulta necesaria
una especial regulación que permita una adecuada transparencia en las operaciones (Exp. Nº 0020-
2003-AI, 17/05/04, P, FJ. 11)

048 Contrataciones y adquisiciones públicas. Necesidad de sistema de control y fiscali-


zación
[P]ara el resguardo de recursos públicos, no solo basta un procedimiento especial de adquisición,
sino que, además, resulta necesario un rígido sistema de control y fiscalización, tanto a nivel de la
propia entidad adquirente (control previo), como en el máximo órgano de control, a cargo de la

23
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Contraloría General de la República (control posterior). En cualquier caso, ambos tienen como prin-
cipal propósito garantizar el principio de oportunidad, pues una fiscalización tardía haría incluso
inoperativa una posible sanción penal por el cómputo de los plazos de prescripción (Exp. Nº 0020-
2003-AI, 17/05/04, P, FJ. 15)

049 Contrataciones y adquisiciones públicas. Principio de transparencia


[E]l principio de transparencia estará garantizado cuando haya publicidad en la convocatoria, en el
adecuado control de calidad en los productos a adquirir, en los resultados de la evaluación de
propuestas, y en el manejo de los recursos destinados a la compra en general (Exp. Nº 0020-2003-
AI, 17/05/04, P, FJ. 13)

050 Contrataciones y adquisiciones públicas. Reserva de ley


[E]n la disposición subanálisis [artículo 76 de la Constitución] existe una reserva de ley para deter-
minar los procedimientos, las excepciones y responsabilidades en las obras, adquisición de bienes y
contratación de servicios. Ese el caso de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, que
constituye una norma de desarrollo constitucional, y en la que se establecen los casos en los cuales
el Estado está exceptuado de efectuar adquisiciones bajo los procesos de selección en ella señalados
(artículos 19 y 20 de la Ley), así como las responsabilidades solidarias para el caso de los miembros
del comité especial encargado de llevar a cabo el proceso de selección (Exp. Nº 0020-2003-AI, 17/
05/04, P, FJ. 17)

051 Contrataciones y adquisiciones públicas. Trato igualitario


[H]abrá trato igualitario cuando bajo ninguna circunstancia se advierta preferencia o tendencia
destinada a beneficiar a algún postor determinado (Exp. Nº 0020-2003-AI, 17/05/04, P, FJ. 13)

DERECHO DE PETICIÓN

052 Deber de respuesta de la petición. Características


[La] respuesta oficial [por parte de la administración], de conformidad con lo previsto en el inciso
20) del artículo 2 de la Constitución, deberá necesariamente hacerse por escrito y en el plazo que la
ley establezca (...).
Sobre la materia debe insistirse en que es preciso que la contestación oficial sea motivada; por
ende, no es admisible jurídicamente la mera puesta en conocimiento al peticionante de la decisión
adoptada por el funcionario público correspondiente.
En consecuencia, la acción oficial de no contestar una petición o hacerlo inmotivadamente trae
como consecuencia su invalidez por violación, por omisión de un deber jurídico claro e inexcusable
(Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.2.4)
[L]a autoridad tiene la obligación de realizar todos aquellos actos que sean necesarios para evaluar
materialmente el contenido de la petición y expresar el pronunciamiento correspondiente, el mismo
que contendrá los motivos por los que se acuerda acceder o no a lo peticionado, debiendo comunicar
lo resuelto al interesado o interesados (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 2.2.4)

053 Deber de respuesta de la petición. Contenido


[La] obligación de la autoridad competente de dar al interesado una respuesta también por escrito,
en el plazo legal y bajo responsabilidad, confiere al derecho de petición mayor solidez y eficacia, e
implica, entre otros, los siguientes aspectos: a) admitir el escrito en el cual se expresa la petición; b)
exteriorizar el hecho de la recepción de la petición; c) dar el curso correspondiente a la petición; d)
resolver la petición, motivándola de modo congruente con lo peticionado, y e) comunicar al peticio-
nante lo resuelto (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 2.2.4)

24
DERECHOADMINISTRATIVO .

054 Deber de respuesta de la petición. Contenido de la respuesta y la notificación de los


actos realizados
[N]o debe confundirse el contenido del pronunciamiento de la autoridad con la notificación al peti-
cionante de las acciones desarrolladas por aquella en atención a lo solicitado, pues el contenido del
pronunciamiento –a expresarse por medio de la forma jurídica administrativa adecuada– se refiere
a la decisión de la Administración que favorece o no lo peticionado; y la notificación se refiere más
bien a una formalidad ineludible para la autoridad, utilizada para poner en conocimiento del peti-
cionante el resultado de su petición (Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.2.4)

055 Derecho de petición. Aspectos del contenido esencial


[E]l contenido esencial del derecho de petición –artículo 2, inciso 20), de la Constitución– está
conformado por dos aspectos, el primero de los cuales se relaciona con la libertad reconocida a
cualquier persona para formular pedidos por escrito a la autoridad competente; y el segundo, vincu-
lado inevitablemente al anterior, se refiere a la obligación de dicha autoridad de dar una respuesta
al peticionante por escrito y en un plazo razonable (Exp. Nº 0343-2004-AA, 20/01/05, S1, FJ. 3)

056 Derecho de petición. Clases


[E]l derecho de petición puede ser de dos clases: a) el derecho de petición simple, el cual se mani-
fiesta como un instrumento de participación ciudadana, y que incluye a la petición cívica, informa-
tiva y consultiva, y b) el derecho de petición calificado, que se manifiesta como adopción de un acto
o decisión concreta y precisa por parte de la autoridad recurrida. Tales son los casos de la petición
gracial y subjetiva (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 6)

057 Derecho de petición. Como mecanismo principal o residual


De este modo, en determinados ámbitos, (...) el derecho en mención se constituirá en un medio
ordinario para su efectiva realización; pero, en aquel ámbito en el cual existan mecanismos o recur-
sos establecidos por una normativa específica para el ejercicio o tutela de un derecho subjetivo,
tales como la acción penal privada o la acción civil ante órgano jurisdiccional, entre otros, se cons-
tituirá en un medio residual, que podrá cubrir ámbitos no tomados en consideración (Exp. Nº 1042-
2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.2.2.)

058 Derecho de petición. Contenido


[P]uede afirmarse que el derecho de petición implica un conjunto de obligaciones u mandatos. Entre
ellos cabe mencionar los siguientes:
a) Facilitar los medios para que el ciudadano pueda ejercitar el derecho de petición sin trabas
absurdas o innecesarias.
b) Abstenerse de cualquier forma o modo de sancionamiento al peticionante, por el solo hecho de
haber ejercido dicho derecho.
c) Admitir y tramitar el petitorio.
d) Resolver en el plazo señalado por la ley de la materia la petición planteada, ofreciendo la corres-
pondiente fundamentación de la determinación.
e) Comunicar al peticionante la decisión adoptada (Exp. Nº 1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 2.2.4)
[E]l derecho de petición, como cláusula general, comprende:
La facultad (derecho) de presentar escritos de solicitud ante la administración como peticiones
individuales o colectivas. Estos escritos pueden contener: a) solicitudes concretas a favor del solici-
tante; b) solicitudes a favor de terceros o de un colectivo; c) reclamaciones, por ejemplo, por la
deficiencia de los servicios públicos; d) solicitudes de información; e) consultas; o, f) solicitudes de
gracia. Todas estas manifestaciones del derecho de petición tienen en común el hecho de que se
desarrollan al margen de un procedimiento instaurado ya sea de oficio o a instancia del administra-
do, constituyéndose, si se quiere, como un derecho incondicional y espontáneo que surge de la
simple dimensión ciudadana del sujeto que se vincula de este modo con el poder público a través de
un documento escrito.

25
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

La facultad (derecho) de contradecir las decisiones de la administración. Esta es una dimensión que
difiere de las manifestaciones anteriores, en tanto estamos ante el supuesto de un acto previo de
parte de la administración, iniciado de oficio o a instancia de parte. El legislador nacional ha inclui-
do esta dimensión del derecho de petición aun a contracorriente de la doctrina, que siempre ha
diferenciado el derecho de queja o el derecho al recurso administrativo del derecho de petición. En
consecuencia, en el derecho nacional, el derecho de contradicción como un derecho genérico ejerci-
table contra los actos de la administración, puede concretarse a través de los recursos administra-
tivos cuando la legislación así lo establezca, o a través del propio proceso contencioso-administra-
tivo ante el Poder Judicial.
Tratándose del ejercicio de un derecho subjetivo, el derecho de petición impone, al propio tiempo,
una serie de obligaciones a los poderes públicos. Esta obligación de la autoridad competente de dar
al interesado una respuesta también por escrito, en el plazo legal y bajo responsabilidad, confiere al
derecho de petición mayor solidez y eficacia, e implica, entre otros, los siguientes aspectos: a)
admitir el escrito en el cual se expresa la petición, sin poner ninguna condición al trámite; b)
exteriorizar el hecho de la recepción de la petición, extendiendo un cargo de ingreso del escrito; c)
dar el curso correspondiente a la petición; d) resolver la petición, motivándola de modo congruente
con lo peticionado, y e) comunicar al peticionante lo resuelto (Exp. Nº 3741-2004-AA/TC, 14/11/
2005, P, FJ. 31)

059 Derecho de petición. Deber de respuesta de la administración


[E]l derecho de petición implica que la autoridad competente debe dar respuesta por escrito a una
petición formulada también por escrito (Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.2.4)

060 Derecho de petición. Definición


[Desde siempre] el derecho de petición ha sido configurado como una facultad constitucional que se
ejerce individual o colectivamente y que no se encuentra vinculada con la existencia en sí de un
derecho subjetivo o de un interés legítimo que necesariamente origina la petición.
(...) [D]icho derecho se agota con su solo ejercicio, estando la autoridad estatal competente obligada
únicamente a acusar recibo y dar respuesta de las solicitudes (Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02,
S2, FJ. 2.2.1)
El derecho de petición se constituye así en un instrumento o mecanismo que permite a los ciudadanos
relacionarse con los poderes públicos y, como tal, deviene en un instituto característico y esencial del
Estado democrático de derecho. Así, todo cuerpo político que se precie de ser democrático, deberá
establecer la posibilidad de la participación y decisión de los ciudadanos en la cosa pública, así como
la defensa de sus intereses o la sustentación de sus expectativas, ya sean estos particulares o colecti-
vos en su relación con la Administración Pública (Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.2.2.)

061 Derecho de petición. Naturaleza mixta como derecho civil y político


[Es] un derecho de naturaleza mixta, toda vez que la petición puede ser de naturaleza pública o
privada, según sea utilizada en el caso de la defensa de los derechos o intereses del peticionario o
para la presentación de puntos de vista de interés general.
Por ende, en atención al primer caso, la referida atribución puede ser considerada dentro del con-
junto de los derechos civiles que pertenecen al ser humano en sí mismo; y, respecto al segundo
caso, pertenece al plexo de los derechos políticos que le corresponden a una persona en su condición
de ciudadano; de ahí que aparezca como manifestación de la comunicación, participación y control
en relación con el poder político (Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.2.2)

062 Derecho de petición. Petición cívica


[La petición cívica e]s aquella que se encuentra referida a la representación de un grupo indetermi-
nado de personas o de la colectividad en su conjunto, la cual tiene por objeto la protección y promo-
ción del bien común y el interés público (...) (Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.2.1.c)

26
DERECHOADMINISTRATIVO .

063 Derecho de petición. Petición consultiva


[La petición consultiva e]s aquella que se encuentra referida a la obtención de un asesoramiento
oficial en relación con una materia administrativa concreta, puntual y específica (...) (Exp. Nº 1042-
2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.2.1.e)

064 Derecho de petición. Petición gracial


[La petición gracial e]s aquella que se encuentra referida a la obtención de una decisión administra-
tiva a consecuencia de la discrecionalidad y libre apreciación de un ente administrativo.
Esta modalidad es stricto sensu la que originó el establecimiento del derecho de petición, en razón
de que la petición no se sustenta en ningún título jurídico específico, sino que se atiene a la espe-
ranza o expectativa de alcanzar una gracia administrativa. A lo sumo, expone como fundamento
para la obtención de un beneficio, tratamiento favorable o liberación de un perjuicio no contempla-
do jurídicamente, la aplicación de la regla de merecimiento (Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02, S2,
FJ. 2.2.1.a)

065 Derecho de petición. Petición informativa


[La petición informativa e]s aquella que se encuentra referida a la obtención de documentación
oficial contenida en los bancos informativos o registros manuales de la institución requerida (...)
(Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02,S2, FJ. 2.2.1.d)

066 Derecho de petición. Petición subjetiva


[La petición subjetiva e]s aquella que se encuentra referida a la solicitud individual o colectiva que
tiene por objeto el reconocimiento administrativo de un derecho administrativo; es decir, conlleva
a la admisión de la existencia de una facultad o atribución para obrar o abstenerse de obrar y para
que el administrado peticionante haga exigible a terceros un determinado tipo de prestación o
comportamiento (Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.2.1.b)

067 Derecho de petición. Sujetos activo y pasivo


[C]ualquier persona natural o jurídica, nacional o extranjera puede actuar como sujeto activo en el
ejercicio de dicho derecho.
Por consiguiente, los extranjeros, residualmente, pueden participar como electores y hasta candida-
tos en comicios vecinales, tal y conforme lo permite nuestro ordenamiento.
En lo referente al sujeto pasivo del derecho de petición, es evidente que este puede ser cualquier
órgano u organismo estatal. En suma, el peticionante puede dirigirse a toda aquella autoridad
pública que él entiende competente para satisfacer su pretensión (Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/
02, S2, FJ. 2.2.3)

068 Derecho de recurrir. Diferencia con el derecho a una doble instancia administrativa
[E]l derecho de recurrir una decisión de la administración no debe confundirse con el derecho al
recurso o con el derecho a una doble instancia administrativa, que, como ya tiene dicho este
Colegiado, no logra configurarse como un derecho constitucional del administrado, puesto que no
es posible imponer a la administración, siempre y en todos los casos, el establecimiento de una
doble instancia como un derecho fundamental. El derecho de recurrir las decisiones de la adminis-
tración comporta la posibilidad material de poderlas enervar, bien en el propio procedimiento admi-
nistrativo, cuando la ley haya habilitado un mecanismo bien en todo caso, de manera amplia y con
todas las garantías, ante el Poder Judicial, mediante el proceso contencioso administrativo o, inclu-
so, a través del propio recurso de amparo cuando se trate de la afectación de derechos fundamenta-
les (Exp. Nº 3741-2004-AA/TC, 14/11/2005, P, FJ. 23)

27
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

GASTO PÚBLICO

069 Restricciones en el gasto público. Principio de no afectación


[El principio de no afectación, p]revisto en el artículo 79 de la Constitución, (...) señala como regla
general que los recursos del Estado deben formar una única argamasa económica, tornando indis-
tingible el origen de su procedencia a fin de que sean utilizados para cubrir la totalidad de los
gastos. La verificación práctica de dicho principio comporta el impedimento de que determinados
ingresos fiscales sean empleados para cubrir gastos específicos (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04,
P, FJ. 9.11)

PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

070 Presunción de inocencia. Aplicación en el procedimiento administrativo sancionador


[A]l disponerse (...) que sea el propio investigado administrativamente quien demuestre su inocen-
cia, se ha quebrantado el principio constitucional de presunción de inocencia que también rige el
procedimiento administrativo sancionador, sustituyéndolo por una regla de culpabilidad que resul-
ta contraria a la Constitución (Exp. Nº 2192-2004-AA, 11/10/04, S1, FJ. 13)

PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

071 Control difuso por la administración pública. Sustento Constitucional


[E]s preciso dejar a un lado la errónea tesis conforme a la cual la Administración Pública se encuen-
tra vinculada a la ley o a las normas expedidas por las entidades de gobierno, sin poder cuestionar
su constitucionalidad. El artículo 38 de la Constitución es meridianamente claro al señalar que
todos los peruanos (la Administración incluida desde luego) tienen el deber de respetarla y defen-
derla.
En tal sentido, en los supuestos de manifiesta inconstitucionalidad de normas legales o reglamen-
tarias, la Administración no solo tiene la facultad sino el deber de desconocer la supuesta obligato-
riedad de la norma infraconstitucional viciada, dando lugar a la aplicación directa de la Constitución
(Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 156)

072 Debido proceso. Aplicación al proceso administrativo disciplinario del derecho a ser
juzgado en un plazo razonable
[La observancia al debido proceso] es aplicable a todo proceso en general, por lo que constituye
también un principio y un derecho del proceso administrativo disciplinario, tal como lo ratifica el
Código Procesal Civil. El derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas forma parte del derecho al
debido proceso, reconocido por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (inciso 3,
literal c del artículo 14) y por la Convención Americana de Derechos Humanos, la cual prescribe en
el inciso 1) del artículo 8 que: “Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable (…)” (Exp. Nº 3778-2004-AA, 25/01/05, S2, FJ. 20)

073 Debido proceso. Aplicación al procedimiento administrativo sancionador


[Al destacarse] la necesidad de extender los alcances del derecho al debido proceso al ámbito del
procedimiento administrativo, tal extensión debe considerarse en relación con los procedimientos,
prima facie, de carácter sancionador, y no con los procedimientos de investigación (...). Y ello es así,
pues las investigaciones que realiza el Ministerio Público no tienen el propósito de sancionar a los
sujetos a ella, sino solo de determinar si existen indicios suficientes de la comisión de un delito que
ameriten la formalización de una denuncia penal ante el juez penal competente (Exp. Nº 2928-
2002-HC, 30/01/03, S1, FJ. 2)

28
DERECHOADMINISTRATIVO .

[E]l derecho al debido proceso también se titulariza en el seno de un procedimiento disciplinario


realizado ante una persona jurídica de derecho privado (Exp. Nº 3312-2004-AA, 17/12/04, S1, FJ. 4)

074 Debido proceso. Criterios de razonabilidad de duración del procedimiento adminis-


trativo
[E]s preciso determinar si el exceso en el plazo constituye una afectación al derecho fundamental al
debido proceso y, de ser así, si dicha afectación tiene como consecuencia la nulidad del proceso
administrativo disciplinario, teniendo en cuenta que en dicho proceso se respetaron las demás
garantías procesales integrantes del debido proceso (...). Se postula que el criterio a seguir sea el
del plazo razonable exigible por los ciudadanos y que el carácter razonable de la duración de un
proceso se debe apreciar según las circunstancias de cada caso y teniendo en cuenta: a) la comple-
jidad del asunto; b) el comportamiento del recurrente; c) la forma en que el asunto ha sido llevado
por las autoridades administrativas (es decir, lo que ordinariamente se demora en resolver determi-
nado tipo de procesos), y d) las consecuencias que la demora produce en las partes (Exp. Nº 3778-
2004-AA, 25/01/05, S2, FJ. 21)

075 Debido proceso. Debido procedimiento administrativo


[E]l derecho al debido proceso, consagrado en el artículo 139, inciso 3, de la Constitución (...) es una
garantía que, si bien tiene su ámbito natural en sede judicial, también es aplicable en el ámbito de
los procedimientos administrativos, que tiene su formulación legislativa en el artículo IV, numeral
1.2., del Título Preliminar de la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General (Exp.
Nº 0091-2005-AA, 18/02/05, S1, FJ. 9)
[E]l debido proceso y los derechos que conforman su contenido esencial están garantizados no solo
en el seno de un proceso judicial, sino también en el ámbito del procedimiento administrativo (Exp.
Nº 8605-2005-AA, 14/11/05, P, FJ. 13)
No solo los principios materiales del derecho sancionador del Estado son aplicables al ámbito del
derecho administrativo sancionador y disciplinario. También lo son las garantías adjetivas que en
aquel se deben de respetar. En efecto (...) el derecho reconocido en el inciso 3) del artículo 139 de la
Constitución no solo tiene una dimensión, por así decirlo, “judicial”, sino que se extiende también
a sede “administrativa” (Exp. Nº 2050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 12)

076 Debido proceso. Debido procedimiento administrativo público y privado


El debido procedimiento administrativo supone, en toda circunstancia, el respeto –por parte de la
administración pública o privada– de todos los principios y derechos normalmente protegidos en el
ámbito de la jurisdicción común o especializada, a los cuales se refiere el artículo 139 de la Consti-
tución (Exp. Nº 8605-2005-AA, 14/11/05, P, FJ. 13)

077 Debido proceso. Dimensión sustantiva del debido proceso administrativo


[La] dimensión sustantiva del debido proceso administrativo se satisface, no tanto porque la deci-
sión sancionatoria se haya expedido con respeto de los derechos constitucionales de orden procesal,
sino (…) [porque] cuando la sanción impuesta a una persona no se encuentra debidamente funda-
mentada, sea irrazonable o excesiva, de cara a las supuestas faltas que se hubieran podido cometer
(Exp. Nº 2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 26)

078 Debido proceso. Extensión a las personas jurídicas


[A]tendiendo a la naturaleza no estrictamente personalísima del derecho al debido procedimiento
administrativo, se reconoce su extensión a las personas jurídicas (…).
Este fundamento encuentra su sustento constitucional en el sentido de reconocer a las personas
jurídicas, independientemente de su naturaleza pública o privada, que puedan ser titulares de
algunos derechos fundamentales, y que en esa medida puedan solicitar su tutela mediante los
procesos constitucionales, entre ellos, el amparo (Exp. Nº 2939-2004-AA, 13/01/05, S1, FJ. 6)

29
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[S]e debe hacer extensivo dicho reconocimiento de la titularidad del derecho fundamental [al debi-
do procedimiento] para el caso de las personas jurídicas de derecho público, pues una interpretación
contraria concluiría con la incoherencia de, por un lado, habilitar el ejercicio de facultades a las
municipalidades consagradas en la Constitución y, por otro, negar las garantías necesarias para que
las mismas se ejerzan y, sobre todo, puedan ser susceptibles de protección (Exp. Nº 2939-2004-AA,
13/01/05, S1, FJ. 6)

079 Debido proceso. Titularidad en los procedimientos administrativos


[N]o en todos los procedimientos administrativos se titulariza el derecho al debido proceso; por ello,
estima que su observancia no puede plantearse en términos abstractos, sino en función de la natu-
raleza del procedimiento que se trata, teniendo en cuenta el grado de afectación que su resultado –
el acto administrativo– ocasione en los derechos e intereses del particular o administrado.
Al respecto, debe descartarse su titularidad en aquellos casos en que la doctrina administrativista
denomina “procedimientos internos” o, en general, en los que el administrado no participa, ni en
aquellos donde no exista manera de que el acto le ocasione directamente un perjuicio en la esfera
subjetiva. Por ende, al no mediar la participación de un particular ni existir la posibilidad de que se
afecte a un interés legítimo, la expedición de un acto administrativo por un órgano incompetente,
con violación de la ley y, en general, cualquier otro vicio que la invalide, no constituye lesión del
derecho al debido proceso administrativo (Exp. Nº 1994-2004-AA, 15/06/05, S1, FJ. 9)
[El] reconocimiento, y la necesidad de que este se tutele [el procedimiento administrativo], no se
extiende a cualquier clase de procedimiento. Así sucede, por ejemplo, con los denominados proce-
dimientos administrativos internos, en cuyo seno se forma la voluntad de los órganos de la Admi-
nistración en materias relacionadas con su gestión ordinaria (v. gr. la necesidad de comprar deter-
minados bienes, etc.). Como indica el artículo IV, fracción 1.2 (...) de la Ley del Procedimiento
Administrativo General, “la institución del debido procedimiento administrativo se rige por los
principios del derecho administrativo” (Exp. Nº 1690-2005-AA, 21/04/05, S1, FJ. 8)

080 Debido procedimiento. Noción


El debido procedimiento en sede administrativa supone una garantía genérica que resguarda los
derechos del administrado durante la actuación del poder de sanción de la administración. Implica,
por ello, el sometimiento de la actuación administrativa a reglas previamente establecidas, las
cuales no pueden significar restricciones a las posibilidades de defensa del administrado y menos
aún condicionamientos para que tales prerrogativas puedan ser ejercitadas en la práctica (Exp. Nº
3741-2004-AA/TC, 14/11/2005, P, FJ. 21)

081 Debido proceso administrativo. Observancia por la administración


El debido proceso administrativo no es simplemente un conjunto de principios o reglas articuladas
referencialmente a efectos de que la Administración pueda utilizarlas o prescindir de ellas cuando lo
considere conveniente. De su objetividad y su respeto depende la canalización del procedimiento
administrativo en una forma que resulte compatible con la justicia como valor y la garantía para el
administrado de que es adecuada o correctamente procesado (Exp. Nº 3075-2006-PA/TC, 20/09/
2006, P, FJ. 6, PV)

082 Derecho a impugnar. Ámbito de aplicación


[E]l debido procedimiento administrativo comprende, entre otros aspectos, el derecho a impugnar
las decisiones de la administración, bien mediante los mecanismos que provea el propio procedi-
miento administrativo o, llegado el caso, a través de la vía judicial, bien mediante el contencioso-
administrativo o el propio proceso de amparo. En este último supuesto, el derecho de impugnar las
decisiones de la administración confluye con el derecho de acceso a la jurisdicción cuando no exis-
tan vías propias dentro del propio procedimiento administrativo, o cuando estas se hayan agotado
y causado estado en la decisión final de la administración (Exp. Nº 3741-2004-AA/TC, 14/11/2005,
P, FJ. 19)

30
DERECHOADMINISTRATIVO .

083 Derecho a la pluralidad de instancias. Diferente aplicación en proceso judicial y pro-


cedimiento administrativo
[E]l derecho a la pluralidad de instancias no es un contenido esencial del derecho al “debido proceso
administrativo” –pues no toda resolución es susceptible de ser impugnada en dicha sede–; pero sí lo
es del derecho al debido proceso “judicial”, pues la garantía que ofrece el Estado constitucional de
derecho es que las reclamaciones de los particulares contra los actos expedidos por los órganos
públicos, sean resueltas por un juez independiente, imparcial y competente, sede esta en la que,
además, se debe posibilitar que lo resuelto en un primer momento pueda ser ulteriormente revisa-
do, cuando menos, por un órgano judicial superior (Exp. Nº 0010-2001-AI/TC, 26/08/03, P, FJ. 3)
[S]i el establecimiento del recurso de revisión no se deriva tanto de que con él se garantice el
derecho a la pluralidad de instancias en sede administrativa (que, como se ha dicho, no es extrapo-
lable al caso del procedimiento administrativo), la obligación de tener que interponerse necesaria-
mente, solo puede justificarse cuando con él se persigue alcanzar fines constitucionalmente legíti-
mos, que, además, han sido previstos en un acto legislativo que goce de las características de
generalidad y de igualdad en el tratamiento del ejercicio de los derechos fundamentales (Exp. Nº
0010-2001-AI/TC, 26/08/03, P, FJ. 15)
[N]o siempre y en todos los casos, es posible extrapolar acríticamente las garantías del debido
proceso judicial al derecho al debido procedimiento administrativo. Así, por ejemplo, si en sede
judicial uno de los contenidos del derecho en referencia lo constituye el de la necesidad de respetar-
se el juez natural o pluralidad de instancias, en el caso del procedimiento administrativo, en princi-
pio, que el acto haya sido expedido por un órgano incompetente genera un vicio de incompetencia,
pero no la violación del derecho constitucional. Y, en el caso de que no se pueda acudir a una
instancia administrativa superior por haber sido expedido el acto por la última instancia en esa
sede, ello desde luego no supone, en modo alguno, que se haya lesionado el derecho a la pluralidad
de instancias (Exp. Nº 2209-2002-AA/TC, 12/05/03, P, FJ. 12)

084 Motivación de resoluciones administrativas. Como derecho del administrado


En la medida que una sanción administrativa supone la afectación de derechos, su motivación no
solo constituye una obligación legal impuesta a la Administración, sino también un derecho del
administrado, a efectos de que este pueda hacer valer los recursos de impugnación que la legisla-
ción prevea, cuestionando o respondiendo las imputaciones que deben aparecer con claridad y
precisión en el acto administrativo sancionador. De otro lado, tratándose de un acto de esta natura-
leza, la motivación permite a la Administración poner en evidencia que su actuación no es arbitraria
sino que está sustentada en la aplicación racional y razonable del derecho y su sistema de fuentes
(Exp. Nº 2192-2004-AA, 11/10/04, S1, FJ. 11)

085 Motivación de resoluciones administrativas. Como principio constitucional implícito


La motivación de las decisiones administrativas no tiene referente constitucional directo. No obs-
tante, se trata de un principio constitucional implícito en la organización del Estado Democrático
que se define en los artículos 3 y 43 de la Constitución, como un tipo de Estado contrario a la idea
del poder absoluto o arbitrario. En el Estado Constitucional Democrático, el poder público está
sometido al Derecho, lo que supone, entre otras cosas, que la actuación de la Administración deberá
dar cuenta de esta sujeción a fin de despejar cualquier sospecha de arbitrariedad. Para lograr este
objetivo, las decisiones de la Administración deben contener una adecuada motivación, tanto de los
hechos como de la interpretación de las normas o el razonamiento realizado por el funcionario o
colegiado, de ser el caso (Exp. Nº 11-10-04, S1, 2192-2004-AA, FJ. 8)

086 Motivación de resoluciones administrativas. Forma


[L]a motivación [de la resolución de la Administración] puede generarse previamente a la decisión
–mediante los informes o dictámenes correspondientes– o concurrentemente con la resolución, esto
es, puede elaborarse simultáneamente con la decisión. En cualquier caso, siempre deberá quedar
consignada en la resolución. La Administración puede cumplir la exigencia de la motivación a

31
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

través de la incorporación expresa, de modo escueto o extenso, de sus propias razones en los consi-
derandos de la resolución, como también a través de la aceptación íntegra y exclusiva de lo estable-
cido en los dictámenes o informes previos emitidos por sus instancias consultivas, en cuyo caso los
hará suyos con mención expresa en el texto de la resolución, identificándolos adecuadamente por
número, fecha y órgano emisor (Exp. Nº 4289-2004-AA/TC, 17/02/05, S1, FJ. 10)

087 Motivación de resoluciones administrativas. Supuestos de exoneración


[N]o todo acto administrativo expedido al amparo de una potestad discrecional, siempre y en todos
los casos, debe estar motivado. Así sucede, por ejemplo, con la elección o designación de los funcio-
narios públicos cuya validez, como es obvio, no depende de que sean motivadas. En idéntica situa-
ción se encuentran actualmente las ratificaciones judiciales que (...) fue prevista [ en al Constitu-
ción de 1993] como un mecanismo que, únicamente, expresara el voto de confianza de la mayoría o
de la totalidad de los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura acerca de la manera cómo
se había ejercido la función jurisdiccional (Exp. Nº 1941-2002-AA, 27/01/03, S1, FJ. 20)

088 Pago por derecho para impugnar una decisión de la administración. Es inconstitucional
Todo cobro que se haya establecido al interior de un procedimiento administrativo, como condición
o requisito previo a la impugnación de un acto de la propia administración pública, es contrario a los
derechos constitucionales al debido proceso, de petición y de acceso a la tutela jurisdiccional y, por
tanto, las normas que lo autorizan son nulas y no pueden exigirse a partir de la publicación de la
presente sentencia (Exp. Nº 3741-2004-AA/TC, 14/11/2005, P, FJ. 49, PV)

089 Principio de legalidad. Aplicación en el ámbito administrativo


[E]l principio de legalidad en el Estado constitucional no significa simple y llanamente la ejecución
y el cumplimiento de lo que establece una ley, sino también, y principalmente, su compatibilidad
con el orden objetivo de principios y valores constitucionales; examen que la administración públi-
ca debe realizar aplicando criterios de razonabilidad, racionalidad y proporcionalidad. Esta forma de
concebir el principio de legalidad se concretiza, por ejemplo, en el artículo III del Título Preliminar
de la Ley del Procedimiento Administrativo General, cuando señala que la actuación de la adminis-
tración pública tiene como finalidad la protección del interés general, pero ello sólo es posible de ser
realizado «(...) garantizando los derechos e intereses de los administrados y con sujeción al ordena-
miento constitucional y jurídico en general» (énfasis agregado).De lo contrario, la aplicación de una
ley inconstitucional por parte de la administración pública implica vaciar de contenido el principio
de supremacía de la Constitución, así como el de su fuerza normativa, pues se estaría otorgando
primacía al principio de legalidad en detrimento de la supremacía jurídica de la Constitución, esta-
blecido en los artículos 38, 51 y 201 de la Constitución; lo cual subvierte los fundamentos mismos
del Estado constitucional y democrático (Exp. Nº 3741-2004-AA/TC, 14/11/2005, P, FJs. 15 y 16)

090 Principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal. Aplicación al procedimiento


administrativo disciplinario
[L]a prohibición constitucional de no ser procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo
de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infrac-
ción punible, así como la prohibición de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las normas
que restrinjan derechos, reconocidos en el literal “d” del inciso 24) del artículo 2 y en el inciso 9) del
artículo 139 de la Constitución, respectivamente; no constituyen garantías procesales constitucio-
nalmente reconocidas que puedan resultar aplicables únicamente en el ámbito de los procesos de
naturaleza penal, sino que, por extensión, constituyen también garantías que deben observarse en
el ámbito de un procedimiento administrativo disciplinario y, en general, de todo procedimiento de
orden administrativo –público o privado– que se pueda articular contra una persona (Exp. Nº 0274-
1999-AA/TC, 10/08/99, P, FJ. 3)

32
DERECHOADMINISTRATIVO .

091 Procedimiento administrativo. Aplicación de las manifestaciones de la tutela jurisdic-


cional efectiva y del debido proceso
[L]as manifestaciones de la tutela jurisdiccional efectiva y del debido proceso, son extensibles al
procedimiento administrativo siempre que así se derive de la naturaleza de aquellas y de los fines
constitucionales que cada una persigue. En tal sentido, así como los derechos fundamentales a la
tutela jurisdiccional efectiva y al debido proceso no suponen el respeto inexorable a cada una de las
reglas procedimentales fijadas en el ordenamiento procesal de configuración legal, sino sólo de
aquellas derivadas del contenido constitucionalmente protegido de sus respectivas manifestacio-
nes, lo propio ocurre con el debido procedimiento administrativo (Exp. Nº 2730-2006-PA/TC , 29/
03/2006, P, FJ. 33)

092 Tutela jurisdiccional efectiva. Ejecución de resolución judicial que contiene el pago de
una suma de dinero
No es posible admitir como alegato que, si lo que se ordena mediante una sentencia judicial es la
realización de uno o más actos administrativos previos a la asignación de un monto que se ha
dejado de pagar, cuando correspondía hacerlo, y debido a que en la medida que en la sentencia no se
ha ordenado el pago de una suma líquida, tal obligación no es atendible en la etapa de ejecución. Es
como pretender que para el cumplimiento de las obligaciones de la administración, haya que pasar
previamente por el Poder judicial, en una suerte de intermediación jurisdiccional permanente (Exp.
Nº 4080-2004-AC, 28/01/05, S2, FJ. 17)

33
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO
AGRARIO

RÉGIMEN AGRARIO

001 Régimen agrario. Desarrollo agrario alternativo


El desarrollo alternativo incluye una amplia gama de actividades económicas sociales que buscan el
desarrollo de las comunidades del país y sus integrantes generando oportunidades de progreso y
bienestar dentro de las dinámicas de una economía lícita y permanente. Las actividades económicas
priorizadas se vinculan con la producción agrícola, pecuaria, agroindustrial y forestal, que son
preponderantes en las zonas productoras de coca así como la producción acuícola que está alcan-
zando importancia en algunas áreas de la selva alta. Dentro de estas actividades se destacan la
agroforestería, reforestación y ecología y servicios comunales piscicultura, cultivos sostenibles de
crianza de animales menores y ganadería entre otras actividades (Exp. Nº 0020-2005-AI y acumu-
lados, 27/09/05, P, FJ. 143)

002 Régimen agrario. Desarrollo agrario alternativo a cultivo de productos ilícitos


[U]na medida complementaria como el desarrollo alternativo, a cargo de DEVIDA [Comisión Nacio-
nal para el Desarrollo y Vida sin Drogas] hasta el momento tampoco ha obtenido los resultados
constitucionalmente exigibles de incorporar a los cocaleros a las políticas agrarias alternativas, en
el marco del desarrollo agrario y de la lucha contra el narcotráfico, postulados en los artículos 88 y
8 de la Constitución, respectivamente (Exp. Nº 0020-2005-AI y acumulados, 27/09/05, P, FJ. 137)
[E]s obligación de DEVIDA (...) [promover] la erradicación de cultivos ilícitos, mediante el diseño de
políticas de desarrollo alternativo, implementando y consolidando procesos competitivos y sosteni-
bles de desarrollo rural que aseguren el bienestar de la población, el ejercicio de la democracia y la
integración de las zonas de economía campesina afectadas por los cultivos ilícitos a la dinámica del
desarrollo regional y nacional; de manera, que los cultivos de hoja de coca puedan ser reemplazados
por productos agrarios y/o acuícolas de similar o mayor rentabilidad social. Lo cual es propio del
desarrollo integral (artículos 44 y 188 de la Constitución) y, en particular, del desarrollo agrario,
cuyo apoyo preferente, es exigido por el artículo 88 de la Norma Fundamental (Exp. Nº 0020-2005-
AI y acumulados, 27/09/05, P, FJ. 145)

003 Régimen agrario. Improcedencia del cuestionamiento constitucional de adjudicacio-


nes del PETT
[L]la vía de la acción de amparo no es la idónea para [cuestionar la adjudicación de tierras efectuada
por Proyecto Especial de Titulación de Tierras y Catastro Rural - PETT], pues carece de etapa proba-
toria necesaria para resolver un proceso como el que nos ocupa (Exp. Nº 3491-2003-AA/TC, 23/04/
04, Res., FJ. 3)
[Si] el derecho de propiedad que [se] invoca es cuestionado mediante (…) Resolución Ministerial
(…) expedida por el Ministro de Agricultura, que declaró la caducidad del derecho de propiedad que
[se] alega (…) la presente acción de garantía [versa] sobre hechos controvertibles, [por lo que] la

34
DERECHOAGRARIO .

acción de amparo no es la vía idónea para dilucidar la presente controversia (Exp. Nº 601-1999-AA/
TC, 24/01/01, P, FJ.2)

004 Régimen agrario. Indemnización por expropiación parcial producto de la reforma agraria
[E]l fragmento del artículo 1 del Decreto de Urgencia Nº 088-2000, que hace alusión al término
“propietarios”, no puede ser interpretado en el sentido de que se incluye en el reconocimiento de
deudas agrarias a quienes nunca fueron objeto de expropiación; antes bien, se refiere a aquellas
personas que fueron objeto de una “expropiación parcial”, es decir, a quienes si bien todavía osten-
tan título de propiedad sobre parte de la tierra que les pertenecía durante la Reforma Agraria,
strictu sensu, son también “ex propietarios” de la parte de la tierra que les fue parcialmente expro-
piada y, por ello, son también acreedores de una indemnización justipreciada (Exp. Nº 00009-2004-
AI, 02/08/04, P, FJ. 6)

005 Régimen agrario. Necesidad de reajuste y pago de deuda de la reforma agraria


[L]os artículos 1 y 2, y la Primera Disposición Final de la Ley Nº 26597, resultaban inconstituciona-
les porque, al revivir normas inconstitucionales tales como el TUC del Decreto Ley Nº 17716 –Ley
de Reforma Agraria–, desconocían el derecho a que las deudas surgidas como consecuencia de los
procedimientos expropiatorios llevados a cabo durante la Reforma Agraria, sean pagadas previo
reajuste y actualización de la obligación (Exp. Nº 00009-2004-AI, 02/08/04, P, FJ. 10)

006 Régimen agrario. Procedimiento para la acreditación y pago de la deuda de la re-


forma agraria
[E]l procedimiento regulado por el Decreto de Urgencia Nº 088-2000 para la acreditación y pago de
las deudas pendientes como consecuencia de los procedimientos de expropiación durante el proceso
de Reforma Agraria, debe ser interpretado como una opción que puede escoger libremente el acree-
dor frente a la posibilidad de acudir al Poder Judicial para el cumplimiento del pago de la deuda
actualizada, más los intereses que correspondan conforme a ley, y cuyas sentencias deberán ejecu-
tarse con arreglo al artículo 42 de la Ley Nº 27584, modificado por la Ley Nº 27684 (Exp. Nº 00009-
2004-AI, 02/08/04, P, FJ. 17)

007 Régimen agrario. Protección del tercero registral frente a reversión de tierras al Estado
[E]l tercero registral es aquel que apoya su derecho en la inscripción ante Registros Públicos de
forma válida, de modo que, reuniendo [el adjudicatario de las tierras](…) las condiciones señaladas
[si en el contrato de otorgamiento de terrenos eriazos se estableció –en forma condicional– que si
este no era destinado a usos agrarios en un plazo de dos años, se produciría la caducidad del derecho
de propiedad sobre el mismo, con la consecuente rescisión o resolución del contrato, y su reversión
al dominio del Estado, situación que no constaba expresamente en la partida registral correspon-
diente], su derecho de propiedad se encuentra protegido en tanto no exista una resolución judicial
firme que favorezca al Estado y que ordene la cancelación de su asiento registral o algún nuevo
procedimiento de reversión de terrenos al Estado en su contra (Exp. Nº 2267-2003-AA/TC, 07/04/04,
S2, FJ. 5)

35
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO
AMBIENTAL

AMAZONÍA

001 Desarrollo sostenible de la Amazonía. Adaptación de la legislación por variación de


circunstancias
[Las] circunstancias de hecho, coetáneas al otorgamiento de las concesiones por el Estado a particu-
lares sobre recursos naturales de la Nación, pueden variar en el tiempo, de modo tal que lo conce-
dido razonable y convenientemente entonces, puede no serlo ahora.
Así ha ocurrido con la extradicción (sic) del cedro y la caoba en nuestra Amazonía, ya que nuevas y
distintas circunstancias han obligado al Congreso a actualizar las normas sobre su extracción a la
realidad y circunstancias del tiempo presente, para prevenir y evitar una rápida y peligrosa depre-
dación que, de continuar, extinguiría en el futuro el valioso recurso natural maderero para todos los
ciudadanos.
Es pues, en protección del interés general, tanto social como económico, y en protección al derecho
al trabajo, a la libre empresa y a la iniciativa privada de las generaciones futuras, que la Sétima
Disposición Complementaria y Transitoria de la Ley Nº 23708 prohíbe temporalmente la extracción
de las especies madereras citadas, con la espectactiva (sic) que –cumplido el plazo de veda– la
Nación recupere el equilibrio ambiental de los bosques madereros y puedan los ciudadanos seguir
usufructuándolos (Exp. Nº 0006-2000-AI, 11/04/02, P, FJ. 5 y 6)

CONSERVACIÓN

002 Conservación ambiental. Áreas naturales protegidas


Las áreas naturales protegidas son los espacios continentales y/o marinos del territorio nacional
que se encuentran reconocidos, establecidos y protegidos legalmente por el Estado. Dicha condición
surge por su importancia para la conservación de la diversidad biológica y demás valores asociados
con el interés cultural, paisajístico y científico, amén de su contribución al desarrollo sostenible del
país. La declaración de área natural protegida implica su constitución como patrimonio de la nación
y que sea objeto de dominio público, lo que genera que la propiedad no puede ser transferida a
particulares (Exp. Nº 0769-2002 y otro, 30/01/03, S2, FJ. 4)

003 Conservación ambiental. Obligaciones del Estado


El artículo 68 de la Constitución establece que el Estado está obligado a promover la conservación
de la diversidad biológica y de las áreas naturales protegidas. Tal obligación implica que los actos
que puedan representar un nivel de riesgo para las áreas naturales protegidas, requieran, para
efectos de su aprobación, una participación conjunta de los distintos organismos estatales que
tienen por función la conservación y protección de dichas áreas, de modo tal que, mediante labores
preventivas, dicho riesgo quede reducido al mínimo (Exp. Nº 0021-2003-AI, 24/06/04, P, FJ. 11)

004 Conservación ambiental. Objeto de la declaración de área natural protegida


[L]a declaración de área natural [protegida] tiene por propósitos:
a) Asegurar la continuidad de los procesos ecológicos y evolutivos dentro de áreas suficientemente

36
DERECHOAMBIENTAL .

extensas y representativas de cada una de las unidades ecológicas del país; mantener muestras
de los distintos tipos de comunidad natural, paisajes y formas fisiográficas, en especial de
aquellos que representen la diversidad única y distintiva del país; evitar la extinción de espe-
cies de flora y fauna, en especial aquellas de distribución restringida o amenazadas, así como
impedir la pérdida de la diversidad genética; mantener y manejar los recursos de la flora silves-
tre, de modo que aseguren una producción estable sostenible; manejar los recursos de la fauna,
incluidos los recursos hidrobiológicos, para la producción de alimentos y como base de activida-
des económicas, incluyendo las recreativas y deportivas.
b) Mantener la base de recursos, incluyendo los genéticos, que permita desarrollar opciones para
mejorar los sistemas productivos, encontrar adaptaciones frente a eventuales cambios climáti-
cos perniciosos y servir de sustento para investigaciones científicas, tecnológicas e industria-
les; e igualmente en lo relativo a las condiciones funcionales de las cuencas hidrográficas, de
modo que se asegure la captación, flujo y calidad de las aguas, y se controle la erosión y sedi-
mentación; proporcionar medios y oportunidades para actividades educativas, así como para el
desarrollo de la investigación científicas; proporcionar oportunidades para el monitoreo del
estado del ambiente, oportunidades para la recreación y el esparcimiento al aire libre, así como
para un desarrollo turístico basado en las características naturales y culturales del país; mante-
ner el entorno natural de los recursos culturales, arqueológicos e históricos ubicados en su
interior; restaurar ecosistemas deteriorados.
c) Proteger, cuidar o mejorar sitios de reproducción o de refugio, rutas de migración, fuentes de
agua o de alimento en épocas críticas, sitios frágiles, monumentos y sitios históricos en coordi-
nación con las autoridades competentes; conservar formaciones geológicas y geomorfológicas,
y asegurar la continuidad de los servicios ambientales que prestan (Exp. Nº 0769-2002 y otro,
30/01/03, S2, FJ. 4)

CONTAMINACIÓN ACÚSTICA

005 Contaminación acústica. Ruido


El ruido que se produce en la zona de restricción origina una contaminación acústica de considera-
ble magnitud y se origina, por lo menos, en tres factores. Los elevados ruidos procedentes de la
música de los establecimientos, pubs, discotecas y de otros. Por otra parte, el desplazamiento de los
concurrentes a los establecimientos de la zona de la restricción y la evacuación de los mismos hasta
altas horas de la noche o de la madrugada ocasionan ruidos provenientes tanto de las conversacio-
nes de aquellos como también del tráfico de vehículos en la zona de restricción que traslada a los
concurrentes (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/2007, P, FJ. 35)

DERECHO AL MEDIO AMBIENTE

006 Derecho a un medio ambiente equilibrado y adecuado. Estándares mínimos en las


zonas urbanas
[E]l derecho de gozar de un ambiente sano y equilibrado para el desarrollo de la persona supone
también el derecho de los individuos que viven en zonas urbanas a que estas reúnan estándares
mínimos que posibiliten su desarrollo; ello implica para el Estado una labor de planificación, de tal
forma que se asegure a sus pobladores, entre otras cosas, un mínimo de áreas verdes. (…) [Así la]
precisión de estándares mínimos de áreas verdes en los centros urbanos supone una labor técnica
de desarrollo infraconstitucional, siendo que cualquier modificación de los estándares mínimos
requiere, necesariamente, de una justificación técnica sustentada, no en razones de oportunidad
sino de calidad de vida de la población de la zona. En este sentido, corresponde recordar que la
planificación urbana supone una labor de interés público en favor de una comunidad determinada
(Exp. Nº 03448-2005-PA/TC, 01/07/2005, P, FJs. 5 y 6)

37
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

007 Derecho al medio ambiente. Garantiza vivir en un entorno acústicamente sano


Este derecho comprende, entre otros aspectos, la garantía de un entorno acústicamente sano (Exp.
Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/2007, P, FJ. 54)

008 Derecho a un medio ambiente equilibrado y adecuado. Noción


[E]l derecho a un medio ambiente sano y equilibrado para el desarrollo de la persona supone la
exigencia de condiciones mínimas que el Estado debe asegurar a los individuos a fin de permitir su
desarrollo, siendo que el Estado no solo está obligado jurídicamente a establecer estas condicio-
nes mínimas de modo técnico, sino, adicionalmente, a respetarlas y a asegurar el respeto de los
demás agentes sociales. Para ello, el Estado determina una serie de actividades reguladoras im-
poniendo estándares mínimos, pero, además, se compromete a desplegar una serie de actos ten-
dentes a asegurar esos estándares mínimos y, como resulta evidente, a no vulnerar los mismos ni
permitir su vulneración como resultado de la actividad de terceros (Exp. Nº 03448-2005-PA/TC,
01/07/2005, P, FJ. 4)

MEDIO AMBIENTE

009 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Aprovechamiento razona-


ble y sostenible de recursos naturales
[D]e una interpretación sistemática del artículo 2, inciso 22) y de los artículos 66 y 67 de la Cons-
titución, se concluye que una manifestación concreta del derecho de toda persona a disfrutar de un
entorno ambiental idóneo para el desarrollo de su existencia, es el reconocimiento de que los recur-
sos naturales –especialmente los no renovables– en tanto patrimonio de la Nación, deben ser objeto
de un aprovechamiento razonable y sostenible, y los beneficios resultantes de tal aprovechamiento
deben ser a favor de la colectividad en general, correspondiendo al Estado el deber de promover las
políticas adecuadas a tal efecto (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 33)

010 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Bases naturales de la vida


como contenido
A partir de la referencia a un medio ambiente “equilibrado”, el Tribunal Constitucional considera
que es posible inferir que dentro de su contenido protegido se encuentra el conjunto de bases
naturales de la vida y su calidad, lo que comprende, a su vez, sus componentes bióticos, como la
flora y la fauna; los componentes abióticos, como el agua, el aire o el subsuelo; los ecosistemas e,
incluso, la ecósfera, esto es, la suma de todos los ecosistemas, que son las comunidades de especies
que forman una red de interacciones de orden biológico, físico y químico. A todo ello, habría que
sumar los elementos sociales y culturales aportantes del grupo humano que lo habite (Exp. Nº
0018-2001-AI, 06/11/02, P, FJ. 7)
Tales elementos no deben entenderse desde una perspectiva fragmentaria o atomizada, vale decir,
en referencia a cada uno de ellos considerados individualmente, sino en armonía sistemática y
preservada de grandes cambios (Exp. Nº 0018-2001-AI, 06/11/02, P, FJ. 7)

011 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Contenido


[El derecho a gozar de un medio ambiente equilibrado y adecuado] comporta la facultad de las
personas de poder disfrutar de un medio ambiente en el que sus elementos se desarrollan e interre-
lacionan de manera natural y armónica (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 17)
En el Estado democrático de derecho de nuestro tiempo ya no solo se trata de garantizar la existen-
cia de la persona o cualquiera de los demás derechos que en su condición de ser humano le son
reconocidos, sino también de protegerla de los ataques al medio ambiente en el que esa existencia
se desenvuelve, a fin de permitir que su vida se desarrolle en condiciones ambientales acepta-
bles, pues, como se afirma en el artículo 13 de la Declaración americana sobre los derechos de los

38
DERECHOAMBIENTAL .

pueblos indígenas, el “derecho a un medio ambiente seguro, sano, [es] condición necesaria para el
goce del derecho a la vida y el bienestar colectivo” (Exp. Nº 3510-2003-AA, 13/04/05, P, FJ. 2.b)
[E]n el caso del derecho a un ambiente equilibrado y adecuado, la determinación de ese contenido
[constitucionalmente protegido] es más problemática, pues la expresión “medio ambiente” a la que
implícitamente se hace referencia, como lo reconoce la doctrina y jurisprudencia comparada, tiene
un contenido difícilmente delimitable, debido a que este concepto está compuesto de muchos ele-
mentos, distintos los unos de los otros (Exp. Nº 0964-2002-AA, 17/03/03/03, S1, FJ. 8)
[L]a Constitución vigente proporciona algunas orientaciones a partir de las cuales es posible con-
cretizarlo. En efecto, el citado derecho no se limita a señalar que es un atributo subjetivo del ser
humano el vivir en un medio ambiente (lo que desde luego no significaría gran cosa, pues todos
vivimos en uno), sino que ese ambiente debe ser “equilibrado y adecuado para el desarrollo de la
vida”. Lo que supone que, desde una perspectiva constitucional, se tenga que considerar el medio
ambiente, bajo las características anotadas, como un componente esencial para el pleno disfrute de
otros derechos igualmente fundamentales reconocidos por la Norma Suprema y los tratados inter-
nacionales en materia de derechos humanos (Exp. Nº 0018-2001-AI, 06/11/02, P, FJ. 7)
Nuestra Constitución apunta a que la persona pueda disfrutar de un entorno en simétrica produc-
ción, proporción y armonía acondicionada al correcto desarrollo de la existencia y convivencia (Exp.
Nº 0018-2001-AI, 06/11/02, P, FJ. 6)

012 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Deber de preservación


[E]l derecho en análisis se concretiza en el derecho a que el medio ambiente se preserve. El derecho
a la preservación de un medio ambiente sano y equilibrado entraña obligaciones ineludibles, para
los poderes públicos, de mantener los bienes ambientales en las condiciones adecuadas para su
disfrute. A juicio de este Tribunal, tal obligación alcanza también a los particulares, y con mayor
razón a aquellos cuyas actividades económicas inciden, directa o indirectamente, en el medio am-
biente (Exp. Nº 3510-2003-AA, 13/04/05, P, FJ. 2.d)

013 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Doble titularidad


Dicho derecho [a gozar de un medio ambiente equilibrado y adecuado], en principio, establece un
derecho subjetivo de raigambre fundamental, cuyo titular es el ser humano considerado en sí mis-
mo, con independencia de su nacionalidad o, acaso, por razón de la ciudadanía.
Sin embargo, [el derecho al medio ambiente equilibrado y adecuado] no es solo un derecho subjetivo,
sino que se trata también de un derecho o interés con caracteres difusos, en el sentido de que es un
derecho que lo titularizan todas y cada una de las personas (Exp. Nº 0018-2001-AI, 06/11/02, P, FJ. 6)
En cuanto al interés difuso, cualquier persona natural está autorizada para iniciar las acciones
judiciales que se hayan previsto en el ordenamiento con el objeto de dispensarle tutela, por lo que,
para tales casos, no se requiere que exista una afectación directa al individuo que promueve la
acción judicial (Exp. Nº 0964-2002-AA, 17-03-03, S1, FJ. 8)

014 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Faz reaccional y prestacional


El derecho al ambiente equilibrado y adecuado participa tanto de las propiedades de los derechos
reaccionales como de los derechos prestacionales. En su faz reaccional, este se traduce en la obliga-
ción del Estado de abstenerse de realizar cualquier tipo de actos que afecten al medio ambiente
equilibrado y adecuado para el desarrollo de la vida humana (Exp. Nº 3510-2003-AA, 13/04/05, P,
FJ. 2.c)
En su dimensión prestacional, impone al Estado tareas u obligaciones destinadas a conservar el
ambiente equilibrado, las cuales se traducen, a su vez, en un haz de posibilidades. Desde luego, no
solo supone tareas de conservación, sino también de prevención que se afecte a ese ambiente
equilibrado. [P]or la propia naturaleza del derecho, dentro de las tareas de prestación que el Estado
está llamado a desarrollar, especial relevancia tiene la tarea de prevención y, desde luego, la reali-
zación de acciones destinadas a ese fin. Y es que si el Estado no puede garantizar a los seres

39
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

humanos que su existencia se desarrolle en un medio ambiente sano, estos sí pueden exigir del
Estado que adopte todas las medidas necesarias de prevención que lo hagan posible. En ese sentido,
este Tribunal estima que la protección del medio ambiente sano y adecuado no solo es una cuestión
de reparación frente a daños ocasionados, sino, y de manera especialmente relevante, de preven-
ción de que ellos sucedan (Exp. Nº 3510-2003-AA, 13/04/05, P, FJ. 2.c)
El derecho a la preservación de un medio ambiente sano y equilibrado entraña obligaciones inelu-
dibles, para los poderes públicos, de mantener los bienes ambientales en las condiciones adecuadas
para su disfrute. A juicio de este Tribunal, tal obligación alcanza también a los particulares, y con
mayor razón a aquellos cuyas actividades económicas inciden, directa o indirectamente, en el medio
ambiente (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 17)
[El derecho a gozar de ambiente equilibrado y adecuado] se traduce en la obligación del Estado, pero
también de los propios particulares, de mantener las condiciones naturales del ambiente a fin de
que el ser humano viva en condiciones ambientalmente dignas (…), [así como también a] pro-
tegerla de los ataques al medio ambiente en el que esa existencia se desenvuelve, a fin de permitir
que su vida se desarrolle en condiciones ambientales aceptables (Exp. Nº 0964-2002-AA, 17/03/03,
S1, FJ. 9)

015 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Orientación al desarrollo


de la persona
[E]l derecho a gozar de un medio ambiente equilibrado y adecuado comporta la facultad de las
personas de poder disfrutar de un medio ambiente en el que sus elementos se desarrollan e interre-
lacionan de manera natural y armónica; y, en el caso de que el hombre intervenga, no debe suponer
una alteración sustantiva de la interrelación que existe entre los elementos del medio ambiente.
Esto supone, por tanto, el disfrute no de cualquier entorno, sino únicamente del adecuado para el
desarrollo de la persona y de su dignidad (artículo 1 de la Constitución). De lo contrario, su goce se
vería frustrado y el derecho quedaría, así, carente de contenido (Exp. Nº 3510-2003-AA, 13/04/05,
P, FJ. 2.d)
[E]l inciso 22) del artículo 2 de la Constitución, implica que la protección comprende el sistema
complejo y dinámico de todos sus componentes, en un estado de estabilidad y simetría de sus
ecosistemas, que haga posible precisamente el adecuado desarrollo de la vida de los seres humanos
(Exp. Nº 0018-2001-AI, 06/11/02, P, FJ. 7)

016 Medio ambiente. Definición


El medio ambiente es el mundo exterior que rodea a todos los seres vivientes y que determina y
condiciona su existencia. Es el ámbito en que se desarrolla la vida y en cuya creación no ha interve-
nido la acción humana. En puridad, medio ambiente alude al compendio de elementos naturales –
vivientes e inanimados– sociales y culturales existentes en un lugar y tiempo determinados, que
influyen o condicionan la vida humana y la de los demás seres vivientes (plantas, animales y micro-
organismos) (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 27)
[E]l medio ambiente, entendido sistemáticamente como el conjunto de fenómenos naturales en que
existen y se desarrollan los organismos humanos, encuentra en el comportamiento humano una
forma de acción y de creación que condiciona el presente y el futuro de la comunidad humana (Exp.
Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 30)

017 Medio ambiente. Formas de afectación


Desde una perspectiva práctica, un ambiente puede ser afectado por alguna de estas cuatro activi-
dades:
a) Actividades molestas: Son las que generan incomodidad por los ruidos o vibraciones, así como
por emanaciones de humos, gases, olores, nieblas o partículas en suspensión y otras sustancias.
b) Actividades insalubres: Se generan cuando se vierten productos al ambiente que pueden resul-
tar perjudiciales para la salud humana.

40
DERECHOAMBIENTAL .

c) Actividades nocivas: Se generan cuando se vierten productos al ambiente que afectan y ocasio-
nan daños a la riqueza agrícola, forestal, pecuaria o piscícola.
d) Actividades peligrosas: Son las que ocasionan riesgos graves a las personas o sus bienes debido
a explosiones, combustiones o radiaciones (Exp. Nº 0018-2001-AI, 06/11/02, P, FJ. 6)

POLÍTICA NACIONAL DEL AMBIENTE

018 Política nacional del ambiente. Perspectiva social del uso sostenible de los recursos na-
turales
Lo “social” (...) [opera] como una fórmula de promoción del uso sostenible de los recursos naturales
para garantizar un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida (Exp. Nº 0048-2004-AI,
01/04/05, P, FJ. 16)

019 Política nacional del ambiente. Responsabilidad de la sociedad


La particular naturaleza del compromiso que implica la preservación de un medio ambiente equili-
brado y adecuado para el desarrollo de la vida, supone, necesariamente, la participación de diversos
sectores del poder público, además de la canalización de la participación de la propia ciudadanía. Tal
es el sentido que subyace en el lineamiento de la política ambiental previsto en el artículo 1 del
Código del Medio Ambiente (Decreto Legislativo Nº 613), según el cual es imperativo: “(...) tomar
en cuenta que el ambiente no solo constituye un sector de la realidad nacional, sino un todo integral
de los sectores y actividades humanas. En tal sentido, las cuestiones y problemas ambientales
deben ser considerados y asumidos globalmente y al más alto nivel como cuestiones y problemas de
política general, no pudiendo ninguna autoridad eximirse de tomar en consideración o de prestar su
concurso a la conservación del medio ambiente y los recursos naturales” (Exp. Nº 0002-2003-CC,
30/11/04, P, FJ. 3)

020 Política nacional del ambiente. Responsabilidad del Estado


El artículo 67 de la Constitución establece la obligación perentoria del Estado de instituir la política
nacional del ambiente. Ello implica un conjunto de acciones que el Estado se compromete a desarro-
llar o promover, con el fin de preservar y conservar el ambiente frente a las actividades humanas
que pudieran afectarlo.
Esta política nacional –entendida como el conjunto de directivas para la acción orgánica del Estado a
favor de la defensa y conservación del ambiente– debe permitir el desarrollo integral de todas las gene-
raciones de peruanos que tienen el derecho de gozar de un ambiente adecuado para el bienestar de su
existencia. Esta responsabilidad estatal guarda relación con lo dispuesto en el artículo 2, inciso 22) de
la Constitución, que reconoce el derecho fundamental de toda persona “a gozar de un ambiente
equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida” (Exp. Nº 5719-2005-AA, 21/09/05, S1, FJ. 31)

021 Política nacional del ambiente. Uso sostenible de recursos


[La] política [nacional del medio ambiente] debe promover el uso sostenible de los recursos natura-
les; ergo, debe auspiciar el goce de sus beneficios resguardando el equilibrio dinámico entre el
desarrollo socioeconómico de la Nación y la protección y conservación de un disfrute permanente
(Exp. Nº 5719-2005-AA, 21/09/05, S1, FJ. 31)
El uso sostenible obliga a la tarea de rehabilitar aquellas zonas que hubieren resultado afectadas
por actividades humanas destructoras del ambiente y, específicamente, de sus recursos naturales.
Por ende, el Estado se encuentra obligado a promover y aceptar únicamente la utilización de tecno-
logías que garanticen la continuidad y calidad de dichos recursos, evitando que su uso no sostenido
los extinga o deprede.
Es dentro de ese contexto que el Estado se encuentra obligado a auspiciar la conservación de la
diversidad biológica y de las áreas naturales objeto de protección (Exp. Nº 5719-2005-AA, 21/09/05,
S1, FJ. 32)

41
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

022 Política nacional del ambiente. Uso sostenible de recursos hidrobiológicos


[D]el propio Texto Constitucional [artículos 67 y 68] se desprende la facultad del Estado –a través
de sus órganos competentes– de formular mecanismos o políticas destinadas a promover la libertad
de empresa y la iniciativa privada en el sector pesquero, en cuanto a la explotación de recursos
hidrobiológicos se refiere, pero de manera sostenible, a fin de velar por la conservación de los
recursos marinos (Exp. Nº 5719-2005-AA, 21/09/05, S1, FJ. 12)

023 Política nacional del ambiente. Uso sostenible de recursos ictiológicos


[E]l Estado se encuentra facultado para establecer políticas tendientes a fomentar el uso sostenible
de nuestros recursos ictiológicos –dentro del régimen general y especial de pesca– a fin de promo-
ver su explotación de manera racional, sin afectar la diversidad biológica existente en nuestro
litoral, implementando mecanismos de control y vigilancia de las actividades extractivas dentro de
las zonas restringidas para la pesca industrial (Exp. Nº 05719-2005-AA, 21/09/05, S1, FJ. 13)

PRINCIPIOS

024 Principio de compensación. Contenido


[E]l principio de compensación (...) implica la creación de mecanismos de reparación por la explota-
ción de los recursos no renovables (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 18)

025 Principio de conservación. Contenido


[En virtud del principio de conservación] se busca mantener en estado óptimo los bienes ambienta-
les (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 18)

026 Principio de conservación. Política nacional del ambiente


El artículo 67 de la Constitución establece la obligación perentoria del Estado de instituir la política
nacional del ambiente. Ello implica un conjunto de acciones que el Estado se compromete a desarro-
llar o promover, con el fin de preservar y conservar el ambiente frente a las actividades humanas
que pudieran afectarlo (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 31)

027 Principio de desarrollo sostenible. Alcances de la intervención del hombre


[E]n el caso en que el hombre intervenga, no debe suponer una alteración sustantiva de la interre-
lación que existe entre los elementos del medio ambiente [principio de desarrollo sostenible]. Esto
supone, por lo tanto, el disfrute no de cualquier entorno, sino únicamente del adecuado para el
desarrollo de la persona y de su dignidad (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 17)

028 Principio de desarrollo sostenible. Necesidad de responsabilidad social


[E]l desarrollo sostenible o sustentable requiere de la responsabilidad social: ello implica la genera-
ción de actitudes y comportamientos de los agentes económicos y el establecimiento de políticas de
promoción y el desarrollo de actividades que, en función del aprovechamiento o uso de los bienes
ambientales, procuren el bien común y el bienestar general (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 22)
[L]a responsabilidad social debe implicar el mantenimiento de un enfoque preventivo que favorezca
su conservación; el fomento de iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental; el
fomento de inversiones en pro de las comunidades afincadas en el área de explotación; la búsqueda
del desarrollo y la difusión de tecnologías compatibles con la conservación del ambiente, entre otras
(Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 26)

029 Principio de desarrollo sostenible. Noción


[El] principio de desarrollo sostenible o sustentable, constituye una pauta basilar para que la ges-
tión humana sea capaz de generar una mayor calidad y condiciones de vida en beneficio de la

42
DERECHOAMBIENTAL .

población actual, pero manteniendo la potencialidad del ambiente para satisfacer las necesidades y
las aspiraciones de vida de las generaciones futuras. Por ende, propugna que la utilización de los
bienes ambientales para el consumo no se “financien” incurriendo en “deudas” sociales para el
porvenir (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 19)
En la medida que la protección del medio ambiente constituye una preocupación principal de las
actuales sociedades, se impone la necesidad de implementar fórmulas que permitan la conciliación
del paradigma del desarrollo con la necesaria conservación de los recursos y elementos ambientales
que se interrelacionan con el entorno natural y urbano. Se busca con ello preterir formas de desa-
rrollo irrazonable, que en sí mismo es destructivo y no sostenible para el beneficio de las generacio-
nes presentes y futuras (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 38)

030 Principio de desarrollo sostenible. Responsabilidad estatal y política nacional del


medio ambiente
Esta política nacional –entendida como el conjunto de directivas para la acción orgánica del Estado
a favor de la defensa y conservación del ambiente– debe permitir el desarrollo integral de todas las
generaciones de peruanos que tienen el derecho de gozar de un ambiente adecuado para el bienes-
tar de su existencia. Esta responsabilidad estatal guarda relación con lo dispuesto en el artículo 2,
inciso 22) de la Constitución, que reconoce el derecho fundamental de toda persona “a gozar de un
ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida” (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 31)
Dicha política [nacional del medio ambiente] debe promover el uso sostenible de los recursos natu-
rales; ergo, debe auspiciar el goce de sus beneficios resguardando el equilibrio dinámico entre el
desarrollo socioeconómico de la Nación y la protección y conservación de un disfrute permanente
(Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 31)
[El] Estado puede afectar el cabal goce y ejercicio de este derecho como consecuencia de decisiones
normativas o prácticas administrativas que, por acción u omisión, en vez de fomentar la conserva-
ción del medio ambiente, contribuyen a su deterioro o reducción, y que, en lugar de auspiciar la
prevención contra el daño ambiental, descuida y desatiende dicha obligación (Exp. Nº 0018-2001-
AI, 06/11/02, P, FJ. 6)

031 Principio de desarrollo sostenible. Responsabilidad social de la empresa


[L]a relación de las empresas con las preocupaciones sociales y medioambientales a través de sus
actividades comerciales, que ser socialmente responsable no significa solamente cumplir plena-
mente las obligaciones jurídicas, sino también ir más allá del cumplimiento invirtiendo en el entorno
local y contribuyendo al desarrollo de las comunidades en que se inserta, sobre todo de las comunida-
des locales [principio de desarrollo sostenible] (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 24)
En el marco del Estado Social y Democrático de Derecho, de la Economía Social de Mercado y del
Desarrollo Sostenible, la responsabilidad social se constituye en una conducta exigible a las empre-
sas, de forma ineludible (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 25)

032 Principio de mejora. Contenido


[E]l principio de mejora (...) busca maximizar los beneficios de los bienes ambientales en pro del
disfrute humano (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 18)

033 Principio de prevención. Contenido


[E]l principio de prevención (...) supone resguardar los bienes ambientales de cualquier peligro que
pueda afectar su existencia (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 18)
[E]l papel del Estado no solo supone tareas de conservación, sino también de prevención. En efecto,
por la propia naturaleza del derecho, dentro de las tareas de prestación que el Estado está llamado
a desarrollar, especial relevancia tiene la tarea de prevención y, desde luego, la realización de
acciones destinadas a ese fin. Y es que si el Estado no puede garantizar a los seres humanos que su

43
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

existencia se desarrolle en un medio ambiente sano, estos sí pueden exigir del Estado que adopte
todas las medidas necesarias de prevención que la hagan posible. En ese sentido, este Colegiado
estima que la protección del medio ambiente no es solo una cuestión de reparación frente a daños
ocasionados, sino, y de manera especialmente relevante, de prevención para evitar que aquellos no
sucedan (Exp. Nº 0018-2001-AI, 06/11/02, P, FJ. 9)

034 Principio de restauración. Contenido


[E]l principio de restauración, [está] referido al saneamiento y recuperación de los bienes ambienta-
les deteriorados (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 18)

035 Principio precautorio. Contenido


[E]l principio precautorio (...) comporta adoptar medidas de cautela y reserva cuando exista incer-
tidumbre científica e indicios de amenaza sobre la real dimensión de los efectos de las actividades
humanas sobre el ambiente (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 18)

RECURSOS NATURALES

036 Espectro radioeléctrico. Autorización es igual a concesión


[L]a autorización a favor de las empresas radiodifusores debe ser entendida como una forma de
aprovechamiento válido de los recursos naturales del Estado, en el caso concreto del espectro radio-
eléctrico. Justamente este punto es utilizado por la parte demandada para fundamentar la validez
de la norma impugnada, pues (…) siendo el espectro radioeléctrico patrimonio de la Nación, tal
como lo ha establecido el Tribunal Constitucional, su explotación no puede ser separada del interés
nacional por ser una universalidad patrimonial reconocida para los peruanos de todas las generacio-
nes. Además, debe destacarse que el dominio estatal sobre el espectro radioeléctrico es eminente,
por lo que el Estado tiene la capacidad de legislar en torno a su mejor aprovechamiento, de confor-
midad con lo dispuesto por la Constitución Política cuando establece en su artículo 70 que el dere-
cho de propiedad ‘se ejerce en armonía con el bien común y dentro de los límites de la ley’. (...)
desde el punto de vista constitucional, que la LRT se refiera a la actividad de los medios radiodifu-
sores como una forma de autorización por parte del Estado, pues ésta habrá de entenderse como
una concesión (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/2007, P, FJ. 17)

037 Recursos naturales. Aprovechamiento razonable y sostenible y en beneficio de la co-


lectividad del patrimonio de la Nación
[D]e una interpretación sistemática del artículo 2, inciso 22) y de los artículos 66 y 67 de la Cons-
titución, se concluye que una manifestación concreta del derecho de toda persona a disfrutar de un
entorno ambiental idóneo para el desarrollo de su existencia, es el reconocimiento de que los recur-
sos naturales –especialmente los no renovables– en tanto patrimonio de la Nación, deben ser objeto
de un aprovechamiento razonable y sostenible, y los beneficios resultantes de tal aprovechamiento
deben ser a favor de la colectividad en general, correspondiendo al Estado el deber de promover las
políticas adecuadas a tal efecto (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 33)

038 Recursos naturales. Como patrimonio de la Nación


El artículo 66 de la Constitución señala que los recursos naturales, in totum, son patrimonio de la
Nación. Ello implica que su explotación no puede ser separada del interés nacional, por ser una
universalidad patrimonial reconocida para los peruanos de todas las generaciones. Los beneficios
derivados de su utilización deben alcanzar a la Nación en su conjunto; por ende, se proscribe su
exclusivo y particular goce.
En ese sentido, los recursos naturales –como expresión de la heredad nacional– reposan jurídica-
mente en el dominio del Estado. El Estado, como la expresión jurídico-política de la nación, es
soberano en su aprovechamiento. Es bajo su imperio que se establece su uso y goce.

44
DERECHOAMBIENTAL .

El dominio estatal sobre dichos recursos es eminente, es decir, el cuerpo político tiene la capacidad
jurisdiccional para legislar, administrar y resolver las controversias que se susciten en torno a su
mejor aprovechamiento (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 29)

039 Recursos naturales. Condiciones para explotación


a) [T]odo aprovechamiento particular de recursos naturales debe retribuirse económicamente.
b) [L]a retribución que establezca el Estado debe fundamentarse en criterios económicos, sociales
y ambientales.
c) [L]a categoría retribución económica puede incluir todo concepto que deba aportarse al Estado
por el recurso natural.
d) [D]entro de los conceptos entendidos como retribución económica, pueden considerarse, por un
lado, a las contraprestaciones y, por otro, al derecho de otorgamiento o derecho de vigencia del
título que contiene el derecho.
e) [D]ichas retribuciones económicas son establecidas por leyes especiales (Exp. Nº 0048-2004-
AI, 01/04/05, P, FJ. 46)

040 Recursos naturales. Definición


Los recursos naturales pueden definirse como el conjunto de elementos que brinda la naturaleza
para satisfacer las necesidades humanas, en particular, y las biológicas, en general. Representan
aquella parte de la naturaleza que tiene alguna utilidad actual o potencial para el hombre. En otras
palabras, son los elementos naturales que el ser humano aprovecha para satisfacer sus necesidades
materiales o espirituales; vale decir, que gozan de aptitud para generar algún tipo de provecho y
bienestar (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 28)

041 Recursos naturales. Definición de recursos renovables


[Los recursos renovables s]on aquellos que, a pesar de ser utilizados, pueden regenerarse y, por
ende, no perecen para su posterior aprovechamiento. Es el caso del suelo, el agua, las plantas y los
animales. En tal sentido, devienen en duraderos y obtienen permanencia de utilidad. Los procesos
de autoregeneración y autodepuración se denominan resilencia, y solo tienen lugar cuando el ser
humano no excede la capacidad de carga en su aprovechamiento. Por tal motivo, un recurso será
renovable en la medida que su utilización o aprovechamiento no se realice de manera desmesurada
e irracional. Solo así se podrá alcanzar el aprovechamiento sostenible del bien ambiental (Exp. Nº
0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 28.a)

042 Recursos naturales. Obligaciones del Estado


[E]l papel del Estado implica la defensa del bien común y del interés público, la explotación y el uso
racional y sostenible de los recursos naturales que como tales pertenecen a la Nación, y el desarrollo
de acciones orientadas a propiciar la equidad social. Por ende, tiene la obligación de acentuar la
búsqueda del equilibrio entre la libertad económica, la eficiencia económica, la equidad social y las
condiciones dignas de vida material y espiritual para las actuales y venideras generaciones (Exp. Nº
0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 13)

043 Recursos naturales. Patrimonio natural material


[El] patrimonio natural material, comprende formaciones físicas, biológicas y geológicas excepcio-
nales, hábitat de especies animales y vegetales amenazadas, y zonas que tengan valor científico, de
conservación o estético (...), así, entre estos bienes se encuentran fenómenos naturales extraordi-
narios o áreas de una belleza natural y una importancia estética excepcionales, aquellos que contie-
nen el hábitat natural más representativo para la conservación in situ de la diversidad biológica,
incluyendo los que alberguen especies amenazadas que posean un valor universal excepcional (Exp.
Nº 0020-2005-AI y otros, 27/09/05, P, FJ. 102)

45
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

044 Recursos naturales. Recursos no renovables


[Los recursos no renovables s]on aquellos que, al ser utilizados, se agotan irremediablemente. Es el
caso de los minerales, el petróleo, el carbón, el gas natural, etc. Su utilización o provecho comporta
inexorablemente la extinción de su fuente productiva, habida cuenta de su incapacidad de alcanzar
autoregeneración o autodepuración (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 28.b)

045 Recursos naturales. Retribución económica por explotación


[T]al como lo dispone el artículo 66 de la Constitución, la condición para exigir a los particulares el
pago de una retribución económica por la concesión de los recursos naturales, se encuentra fijada
en una ley orgánica (en este caso la Ley Nº 26821). No obstante, la regulación específica de cada
una de las modalidades como pueda materializarse dicha retribución, corresponde ser desarrollada
por leyes especiales. Y no podría ser de otro modo, pues, si como quedó dicho, las leyes orgánicas
tienen naturaleza excepcional y su contenido es eminentemente restringido, sería constitucional-
mente inaceptable extender la materia reservada a la regulación y reglamentación de los muy
diversos modos como tal retribución económica pueda hacerse efectiva. Justamente, es por ley
especial como se regula la regalía minera (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 47)

046 Recursos naturales. Soberanía del Estado en aprovechamiento


[L]os recursos naturales –como expresión de la heredad nacional– reposan jurídicamente en el
dominio del Estado. El Estado, como la expresión jurídico-política de la nación, es soberano en su
aprovechamiento. Es bajo su imperio que se establece su uso y goce.
El dominio estatal sobre dichos recursos es eminente, es decir, el cuerpo político tiene la capacidad
jurisdiccional para legislar, administrar y resolver las controversias que se susciten en torno a su
mejor aprovechamiento (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 29)

46
DERECHO ARBITRAL .

DERECHO
ARBITRAL

JURISDICCIÓN ARBITRAL

001 Jurisdicción arbitral. Control constitucional


Si bien es cierto que la autonomía de la voluntad deriva de la Constitución, no puede discutirse la
facultad de controlarla por razones del orden público constitucional, máxime si la propia jurisdic-
ción arbitral integra este (Exp. Nº 6167-2005, 08/07/05, P, FJ. 17, PV.)

002 Jurisdicción arbitral. Doble dimensión


[E]l proceso arbitral tiene una doble dimensión pues, aunque es fundamentalmente subjetivo ya
que su fin es proteger los intereses de las partes, también tiene una dimensión objetiva, definida
por el respeto a la supremacía normativa de la Constitución, dispuesta por el artículo 51 de la Carta
Magna; ambas dimensiones, (subjetiva y objetiva) son interdependientes y es necesario modularlas
en la norma legal y/o jurisprudencia (Exp. Nº 6167-2005, 08/07/05, P, FJ. 11, PV.)

003 Jurisdicción arbitral. Fundamento


La facultad de los árbitros para resolver un conflicto de intereses no se fundamenta en la autonomía
de la voluntad de las partes del conflicto, prevista en el artículo 2 inciso 24 literal a de la Constitu-
ción, sino que tiene su origen y, en consecuencia, su límite, en el artículo 139 de la propia Consti-
tución (Exp. Nº 6167-2005, 08/07/05, P, FJ. 11, PV.)

004 Jurisdicción arbitral. Independencia y control posterior


[L]a jurisdicción del arbitraje y su plena y absoluta competencia para conocer y resolver las contro-
versias sometidas al fuero arbitral, sobre materias de carácter disponible, con independencia juris-
diccional y, por tanto, sin intervención de ninguna autoridad, administrativa o judicial ordinaria. El
control judicial, conforme a la ley, debe ser ejercido ex post, es decir, a posteriori (Exp. Nº 6167-
2005, 08/07/05, P, FJ. 14, PV.)

005 Jurisdicción arbitral. Naturaleza excepcional


[E]l artículo 139, inciso 1 de nuestro ordenamiento constitucional consagra la naturaleza excepcio-
nal de la jurisdicción arbitral, lo que determina que, en el actual contexto, el justiciable tenga la
facultad de recurrir ante el órgano jurisdiccional del Estado para demandar justicia, pero también
ante una jurisdicción privada (Exp. Nº 6167-2005, 08/07/05, P, FJ. 7)

006 Jurisdicción arbitral. Principio de competencia sobre la Competencia (Kompetenz-


Kompetenz)
[En materia arbitral se observa l]a plena vigencia del principio de la “kompetenz-kompetenz” [compe-
tencia sobre las competencias] que faculta a los árbitros a decidir acerca de las materias de su compe-
tencia, [y] que garantiza la competencia de los árbitros para conocer y resolver, en todo momento,
las cuestiones controvertidas que se promuevan durante el proceso arbitral, incluida las pretensio-
nes vinculadas a la validez y eficacia del convenio (Exp. Nº 6167-2005, 08/07/05, P, FJ. 13, PV.)

47
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

007 Jurisdicción arbitral. Vinculación con los preceptos constitucionales


[La función jurisdiccional supone] un ejercicio de la potestad de administrar justicia, y en tal medi-
da, (...) los jueces (y por extensión, también los árbitros) quedan vinculados a los preceptos y
principios constitucionales conforme a la interpretación de los mismos que resulte de las resolucio-
nes del Tribunal Constitucional; sin perjuicio del precedente vinculante con efectos normativos del
artículo VII del título preliminar del Código Procesal Constitucional. (...) [L]a naturaleza de jurisdic-
ción independiente del arbitraje, no significa que establezca el ejercicio de sus atribuciones con
inobservancia de los principios constitucionales que informan la actividad de todo órgano que ad-
ministra justicia, tales como el de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional, así
como los principios y derechos de la función jurisdiccional. En particular, en tanto jurisdicción, no
se encuentra exceptuada de observar directamente todas aquellas garantías que componen el dere-
cho al debido proceso. [L]a jurisdicción arbitral, (...), no se agota con las cláusulas contractuales ni
con lo establecido por la Ley General de Arbitraje, sino que se convierte en sede jurisdiccional
constitucionalmente consagrada, con plenos derechos de autonomía y obligada a respetar los dere-
chos fundamentales. El reconocimiento de la jurisdicción arbitral comporta la aplicación a los tribu-
nales arbitrales de las normas constitucionales y, en particular, de las prescripciones del artículo
139 de la Constitución, relacionadas a los principios y derechos de la función jurisdiccional (Exp. Nº
6167-2005, 08/07/05, P, FJs. 8, 9, 11 y 12)

008 Principio de no interferencia en materia arbitral. Noción


El reconocimiento de la jurisdicción arbitral comporta la aplicación a los tribunales arbitrales de las
normas constitucionales y, en particular, de las prescripciones del artículo 139 de la de Constitu-
ción, relacionadas a los principios y derechos de la función jurisdiccional. Por ello, el Tribunal
considera y reitera la protección de la jurisdicción arbitral, en el ámbito de sus competencias, por el
principio de “no interferencia” referido en el inciso 2) del artículo constitucional antes citado, que
prevé que ninguna autoridad puede avocarse a causas pendientes ante el órgano jurisdiccional, ni
interferir en el ejercicio de sus funciones. Los tribunales arbitrales, por consiguiente, dentro del
ámbito de su competencia, se encuentran facultados para desestimar cualquier intervención y/o
injerencia de terceros –incluida autoridades administrativas y/o judiciales– destinada a avocarse a
materias sometidas a arbitraje, en mérito a la existencia de un acuerdo arbitral y la decisión volun-
taria de las partes (Exp. Nº 6167-2005-PHC/TC, 28/02/06, P, FJ. 12)

48
DERECHOCIVILL

DERECHO
CIVIL

ABUSO DEL DERECHO

001 Abuso del derecho. Como cláusula orientadora para dotar de contenido a otros
derechos
[D]ifícil resulta (…) constatar la (…) amenaza de afectación de derechos, invocando el cuarto párra-
fo del artículo 103 de la Constitución: “la Constitución no ampara el abuso del derecho, (…) [pues
e]n tales casos, se alega afectación en base a principios normativos que, si bien son vinculantes,
presentan grados de generalidad que los convierten más bien en cláusulas orientadoras para dotar
de contenido a derechos, antes que derechos per se, capaces de ser vulnerados o amenazados (Exp.
Nº 5379-2005-AA/TC, 12/09/05, P. FJ. 5)

002 Abuso del derecho. Como fundamento de la vinculación de los derechos fundamenta-
les a los privados y en los acuerdos contractuales
[L]os derechos [fundamentales] también vinculan a los privados, de modo que, en las relaciones que
entre ellos se puedan establecer, estos están en el deber de no desconocerlos. Por cierto, no se trata
de una afirmación voluntarista de este Tribunal, sino de una exigencia que se deriva de la propia
Norma Suprema, en cuyo artículo 103 enfáticamente ha señalado que constitucionalmente es inad-
misible el abuso del derecho.
[E]s claro que los acuerdos contractuales, incluso los suscritos en ejercicio de la autonomía privada
y la libertad contractual de los individuos, no pueden contravenir otros derechos fundamentales,
puesto que, por un lado, el ejercicio de la libertad contractual no puede considerarse como un
derecho absoluto y, de otro, pues todos los derechos fundamentales, en su conjunto, constituyen,
como tantas veces se ha dicho aquí, ni más ni menos, el orden material de valores en los cuales se
sustenta todo el ordenamiento jurídico peruano (Exp. Nº 0858-2003-AA/TC, 24/03/04, S1, FJ. 22)

003 Abuso del derecho. Como límite a la libertad personal


[C]omo todo derecho fundamental, la libertad personal no es un derecho absoluto, pues su ejercicio
se encuentra regulado y puede ser restringido mediante ley. Enunciado constitucional, del cual se
infiere que no existen derechos absolutos e irrestrictos, pues la norma suprema no ampara el abuso
del derecho (Exp. Nº 2096-2004-HC/TC , 27/12/2004, S1, FJ. 2)

004 Abuso del derecho. Configuración en el ejercicio de derechos subjetivos


El mandato contenido en el artículo 103 de la Constitución (…) se configura en el campo del ejerci-
cio de los derechos subjetivos, una de cuyas características es que [es] de aplicación ante el ejercicio
de los derechos subjetivos, siendo más propio hablar del abuso en el ejercicio de los derechos, antes
que del abuso del derecho (Exp. Nº 005-2002-AI/TC y acumulados, 10/03/03, P, FJ. 6)

49
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

005 Abuso del derecho. Configuración en el ejercicio inconveniente de la defensa como


abogado
[L]a práctica profesional de la defensa (…) por principio, no amerita una utilización arbitraria de los
medios procesales que el sistema jurídico provee, sino más bien comporta la necesidad de patroci-
nar convenientemente a los defendidos. Así, no es posible que los miembros de un estudio jurídico
primero manifiesten a sus clientes que pueden realizar un acto porque no lo asumen como delito,
cuando sí lo es; luego defenderlos en el proceso penal que se investiga por la comisión de tal acto;
y, posteriormente, conducirlos hasta un proceso constitucional como modo de infundir esperanzas –
muchas veces infundadas– a quienes confiaron en ellos.
La Norma Fundamental es muy clara cuando prescribe, en su artículo 103, que no se puede amparar
el abuso del derecho. La actuación inapropiada de un abogado defensor, más que beneficiar a sus
defendidos, puede terminar impidiéndoles un adecuado patrocinio y protección jurídica, cuestión
que, indudablemente, merece ser evaluada a la luz de la deontología forense en el país (Exp. Nº
6712-2005-HC/TC, 17/10/05, P, FJ. 66)

006 Abuso del derecho. Configuración en la negación de retiro de dinero por falta de cons-
tancia de sufragio en el DNI
[Existe] arbitrariedad [de una institución financiera] al no haber permitido el retiro del dinero
depositado (…) toda vez que si bien no contaba su Documento Nacional de Identidad (DNI) con la
constancia de sufragio respectiva o la correspondiente dispensa, quedaba a salvo el valor identifica-
torio de dicho documento (…).
En consecuencia, el abuso de derecho que implica la negativa del banco (...) de pagar (…) [vulnera]
los derechos constitucionales (…) consagrados en el artículo 70 y el último párrafo del artículo 103
de la Constitución Política vigente (Exp. Nº 0999-2001-AA/TC, 22/08/02, P, FJs. 3 y 4)

007 Abuso del derecho. Configuración en resoluciones arbitrales


[E]l último párrafo del artículo 103 de la Constitución establece que esta no ampara el abuso del
derecho, por lo que el ejercicio de poder jurisdiccional ordinario, y con mayor razón el excepcional,
será legítimo si es ejercido en salvaguarda del cumplimiento de los preceptos y principios constitu-
cionales (...).
Por los fundamentos precedentes (...) es un hecho incontrovertible que existe la posibilidad de
cuestionar, por la vía del proceso constitucional, una resolución arbitral. Esta, por tanto, debe ser
considerada como la única opción válida constitucionalmente, habida cuenta de que bajo determi-
nados supuestos procede el proceso constitucional contra resoluciones provenientes tanto del Po-
der Judicial como de un Tribunal Militar (artículo 4 del Código Procesal Constitucional). En esa
medida, no existe respaldo constitucional que impida recurrir al proceso constitucional frente a la
jurisdicción arbitral (Exp. Nº 6167-2005-PHC/TC, 28/02/06, P, FJs. 22 y 23)

008 Abuso del derecho. Principio de proscripción del abuso del derecho de los consumidores
El principio de proscripción del abuso del derecho [de los consumidores] (…) plantea que el Estado
combata toda forma de actividad comercial derivada de prácticas y modalidades contractuales per-
versas que afectan el legítimo interés de los consumidores y usuarios (Exp. Nº 3315-2004-AA/TC,
17/01/05, P, FJ. 9)

ASOCIACIÓN

009 Asociación. Aplicación de los derechos de defensa y de pluralidad de instancias a un


procedimiento sancionador
[L]as asociaciones (...) no están dispensadas de observar el estricto respeto del derecho fundamen-
tal al debido proceso, sea en sus manifestaciones de derecho de defensa, doble instancia, motiva-
ción resolutoria u otro atributo fundamental, debiéndolo incorporar a la naturaleza especial del

50
DERECHOCIVILL

proceso particular que hubiesen establecido, a efectos de garantizar un adecuado ejercicio de la


facultad sancionadora que poseen (Exp. Nº 4241-2004-AA, 10/03/05, S1, F.J. 5
[T]ampoco se le brindaron las garantías constitucionales del caso al demandante [o asociado], máxi-
me (...) si una sanción tan grave como la expulsión no se pone a revisión y/o consideración del
máximo órgano de la institución demandada, como es la Junta General, a pesar de haberlo solicita-
do el demandante en su oportunidad (Exp. Nº 1414-2003-AA, 08/07/03, S2, F.J. 3)

010 Asociación. Aplicación del debido proceso a los procesos disciplinarios de personas ju-
rídicas privadas
[S]i bien el Estatuto de la Asociación no ha establecido un procedimiento disciplinario sancionador,
sin embargo (...) queda claro que el debido proceso –y los derechos que lo conforman, p. e. el
derecho de defensa– rigen la actividad institucional de cualquier persona jurídica, máxime si ha
previsto la posibilidad de imponer una sanción tan grave como la expulsión –inciso c) del artículo
20 del Estatuto–, razón por la cual los emplazados, si consideraron que el actor cometió alguna
falta, debieron comunicarle por escrito los cargos imputados, acompañando el correspondiente sus-
tento probatorio, y otorgarle un plazo prudencial a efectos de que –mediante la expresión de los
descargos correspondientes– pueda ejercer cabalmente su legítimo derecho de defensa (Exp. Nº
1612-2003-AA, 23/09/03, S2, FJ. 5)

011 Asociación. Condiciones para no admisión de miembros


La doctrina y el derecho positivo establecen que, bajo determinadas condiciones de razonabilidad y
de no discriminación, puede considerarse como legal que no se acepte la incorporación de una
persona al seno de una asociación (...).
Es evidente que dicha prerrogativa tiene alcances residuales, por cuanto las razones de no admisión
jamás podrán ampararse en el desconocimiento del principio de dignidad de las personas, así como
tampoco en condiciones no explicitadas en los objetivos de la asociación (Exp. Nº 1027-2004-AA,
20/05/04, S2, FJ. 2.a)

012 Asociación. Derecho de defensa de los sujetos a procedimiento


El derecho de defensa debe ser garantizado, de modo que, en caso de imputarse alguna falta, esta y
su sustento probatorio deberán ser comunicados oportunamente y por escrito al supuesto autor, a
efectos de que ejerza cabalmente su derecho de defensa. Asimismo, se le deberá otorgar un plazo
prudencial para formular su descargo (Exp. Nº 1027-2004-AA, 20/05/04, S2, FJ. 3)

013 Asociación. Facultad para realizar actividades económicas


[L]a [proscripción] de una finalidad lucrativa no impide que la asociación pueda realizar actividades
económicas; ello en la medida en que, posteriormente, no se produzcan actos de reparto directo o
indirecto entre los miembros de la asociación. En consecuencia, dicho principio no riñe con políticas
de obtención de ingresos económicos destinados a la consecución del fin asociativo (Exp. Nº 1027-
2004-AA, 20/05/04, S2, FJ. 3)

014 Asociación. Finalidad pública y derecho a la seguridad social


[A]un cuando, en efecto, es el derecho privado el que, en principio, rige la vida institucional de la
entidad, el interés público que denota su finalidad, hace de ella una de tipo especial, vinculada de
modo intrínseco al derecho universal y progresivo de toda persona a la seguridad social, reconocido
en el artículo 10 de la Constitución y, por ende, de ningún modo ajena al deber del Estado de
garantizar el libre acceso a las prestaciones de salud y pensiones, establecido en su artículo 11 (Exp.
Nº 0011-2001-AI, 10/06/02, P, FJ. 2)

015 Asociación. Legalidad y taxatividad de las faltas y las sanciones


El argumento empleado por [una asociación], según el cual la sanción adoptada (...) respondió al

51
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Estatuto (...), no es válido (...) [si el] estatuto señala solo dos causales de expulsión (Exp. Nº 0083-
2000-A, 29/11/01, P, FJ. 3)

016 Asociación. Posibilidad de suspensión de miembros


[E]n el caso de la tipificación de las faltas en los Estatutos de una asociación, dado los diversos fines
que cada una de ellas pueda tener, (...) en general, (...) forma parte del contenido constitucional-
mente protegido del derecho de asociación que estas puedan contemplar la posibilidad de suspen-
der a sus asociados temporalmente, si alguno de ellos se encuentran involucrados en la comisión de
actos que el pactum societatis ha considerado como no “acorde con los principios que inspiran sus
fines” (Exp. Nº 3360-2004-AA, 30/11/05, S2, FJ. 11)

017 Asociación. Prerrogativa de separación


[L]a doctrina y el derecho positivo establecen que en observancia del debido proceso y el principio
de legalidad, cabe la posibilidad de apartar de la asociación a uno de sus miembros (Exp. Nº 1027-
2004-AA, 20/05/04, S2, FJ. 2.b)

018 Asociación. Prerrogativa de suspensión de socio enjuiciado penalmente


[L]a posibilidad de suspender temporalmente en la condición de socio, hasta entre tanto no se
resuelva la situación jurídica del enjuiciado penalmente, constituye una medida moderada que se
encuentra garantizada por la libertad de asociación, si es que entre los fines de la persona jurídica
se encuentra la exigencia de que sus asociados no practiquen “actos reñidos con la moral y las
buenas costumbres” (Exp. Nº 3360-2004-AA, 30/11/05, S2, FJ. 12)

019 Asociación. Respeto a la jurisdicción predeterminada


[Si está establecido que los] casos no previstos por el estatuto serán resueltos en sesión de junta
general; [entonces], al no obrar en autos el acta de sesión del referido organismo, y haber sido
decretada la exclusión por acuerdo del Consejo Directivo, órgano que asimismo aplicó una causal no
prevista por su ordenamiento (...) no puede reputarse como legítima la facultad que el Consejo
Directivo se ha arrogado, por cuanto ello contraviene manifiestamente el debido proceso, y, particu-
larmente, el derecho a la jurisdicción predeterminada por la ley (Exp. Nº 0484-2000-AA, 29/11/01,
P, FJs. 3 y 4)

020 Asociación. Respeto al debido proceso


[Es] una verdad de perogrullo decir que el debido proceso se aplica también a las relaciones inter
privatos, pues, que las asociaciones sean personas jurídicas de Derecho Privado, no quiere decir que
no estén sujetas a los principios, valores y disposiciones constitucionales; por el contrario, como
cualquier ciudadano o institución (pública o privada), tienen la obligación de respetarlas, más aún
cuando se ejerce la potestad disciplinaria sancionadora.
En tal sentido, las asociaciones no están dispensadas de observar el estricto respeto del derecho
fundamental al debido proceso, sea en sus manifestaciones de derecho de defensa, doble instancia,
motivación resolutoria u otro atributo fundamental, debiéndolo incorporar a la naturaleza especial
del proceso particular que hubiesen establecido, a efectos de garantizar un adecuado ejercicio de la
facultad sancionadora que poseen (Exp. Nº 4241-2004-AA, 10/03/2005, S1, FJ. 5)
[Q]ueda claro que las garantías del debido proceso (...) resultan aplicables al interior de la actividad
institucional de cualquier persona jurídica, máxime si se ha contemplado la posibilidad de imponer
una sanción tan grave como la expulsión (Exp. Nº 1414-2003-AA, 08/07/03, S2, FJ. 4)

021 Asociación. Respeto a los principios non bis in ídem y doble instancia
[No] se (...) brindaron las garantías constitucionales del caso [a un asociado] (...) cuando se le
sanciona dos veces por los mismos hechos y, más aún, si una sanción tan grave como la expulsión
no se pone a revisión y/o consideración del máximo órgano de la institución demandada, como es la
Junta General (...) (Exp. Nº 1414-2003-AA, 08/07/03, S2, FJ. 3)

52
DERECHOCIVILL

022 Derecho a no asociarse. Restricciones


[S]olo podrán establecerse restricciones al derecho a no asociarse en interés de la seguridad nacio-
nal o del orden público, para proteger la salud o la moral pública o para la protección de los derechos
y libertades de terceros. Es decir, se trata de un derecho que solo podrá ser limitado de modo
excepcional, debiendo interpretarse tales excepciones de modo restrictivo (Exp. Nº 3507-2005-PA/
TC, 14/07/2006, P, FJ. 1)

023 Derecho de asociación. Alcances


Se trata, en segundo lugar, de un derecho que no sólo implica la libertad de integración (libertad de
asociarse en sentido estricto) sino que, por correlato, también supone la facultad de no aceptar
compulsivamente dicha situación (libertad de no asociarse) o, simplemente, de renunciar en cual-
quier momento a la misma, pese a haberla aceptado en algún momento o circunstancia (libertad de
desvincularse asociativamente). Como veremos más adelante, es este último aspecto el que resulta
esencial a efectos de dilucidar sobre el asunto aquí controvertido (Exp. Nº 4938-2006-PA/TC, 19/
07/06, S1, FJ. 7)

024 Derecho de asociación. Autoorganización como parte de su contenido


[D]entro de [el] mismo derecho de asociación o, dicho de otro modo, dentro de su contenido consti-
tucionalmente protegido también se encuentra la facultad de que la asociación creada se dote de su
propia organización, la cual se materializa a través del estatuto. Tal estatuto representa el pactum
associationis de la institución creada por el acto asociativo y, como tal, vincula a todos los socios
que pertenezcan a la institución social (Exp. Nº 3312-2004-AA, 17/12/04, S1, FJ. 11)
[El principio de autoorganización] permite encauzar el cumplimiento de los fines y demás activida-
des derivadas de la constitución y funcionamiento de una asociación de la manera más conveniente
a los intereses de las personas adscritas a ella.
En ese sentido, el estatuto de la asociación debe contener los objetivos a alcanzarse conjuntamente,
los mecanismos de ingreso y egreso, la distribución de cargos y responsabilidades, las medidas de
sanción, etc (Exp. Nº 1027-2004-AA, 20/05/04, S2, FJ. 2.b)
[D]entro de ese mismo derecho de asociación o, dicho de otro modo, dentro de su contenido consti-
tucionalmente protegido, también se encuentra la facultad de que la asociación creada se dote de su
propia organización, la cual se materializa a través del estatuto. Tal estatuto representa el pactum
associationis de la institución creada por el acto asociativo y, como tal, vincula a todos los socios
que pertenezcan a la institución social.
(...)
[D]entro de esa facultad de autoorganización del instituto creado por el acto asociativo, se encuen-
tra el poder disciplinario sobre sus miembros, ya sea contemplando las faltas o estableciendo proce-
dimientos en cuyo seno se dilucide la responsabilidad de los asociados (Exp. Nº 3312-2004-AA, 17/
12/04, S1, FJ. 11)

025 Derecho de asociación. Características


Entre las principales características del derecho de asociación se tiene a las tres siguientes
a) Existencia del derecho de asociación como un atributo de las personas naturales o jurídicas a
asociarse libremente, sin autorización previa y con arreglo a la ley, con el objeto de participar en
la vida política, económica, social y cultural de la Nación.
b) El reconocimiento de la garantía institucional de la asociación, como forma de organización
jurídica (...). [I]mplica una acción de juntamiento con carácter estable a plazo determinado o
indeterminado, según la naturaleza y finalidad del acto asociativo.
c) Operatividad institucional conforme a la propia organización del ente creado por el acto asocia-
tivo; la cual, si bien se establece conforme a la voluntad de los asociados, debe sujetarse al
marco de la Constitución y las leyes, las que, respetando el contenido esencial de tal derecho, lo

53
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

desarrollan y regulan. La organización debe establecerse en el estatuto de la asociación y debe


constar por escritura pública, salvo disposición distinta de la ley (Exp. Nº 1027-2004-AA, 20/
05/04, S2, FJ. 6)

026 Derecho de asociación. Concepto


[S]e impone, como una segunda cuestión preliminar, dilucidar sobre los alcances del derecho cons-
titucional de asociación. Sobre este particular, juzga este Colegiado que el citado atributo puede ser
concebido como aquel derecho por el cual toda persona puede integrarse con otras, libremente y de
modo permanente, en función de determinados objetivos o finalidades, las mismas que, aunque
pueden ser de diversa orientación, tienen como necesario correlato su conformidad con la ley (Exp.
Nº 4938-2006-PA/TC, 19/07/06, S1, FJ. 5)

027 Derecho de asociación. Como derecho fundamental y garantía institucional


El inciso 13) del artículo 2 de la Constitución reconoce, concretamente, por un lado, el derecho de
asociación, como atributo de todas las personas, naturales o jurídicas, a asociarse libremente, sin
autorización previa y con arreglo a la ley, con el objeto de participar en la vida política, económica,
social y cultural de la Nación, conforme se especifica en el inciso 17) del mismo artículo de la Carta.
Y, de otro lado, configura la garantía institucional de la Asociación, como forma de organización
jurídica, constituida como consecuencia del ejercicio del derecho de asociación, limitado en los fines
que se propone, los que no serán de lucro. Se trata pues, de una organización protegida por la
Constitución, que, a diferencia de los órganos constitucionales, cuya regulación se hace en el propio
texto constitucional, y su desarrollo se deja al ámbito de la ley orgánica, en esta la configuración
constitucional concreta de ella se ha dejado al legislador ordinario, al que no se fija más límite que
el respeto del núcleo esencial de la institución que la Constitución garantiza (Exp. Nº 0004-1996-I,
03/01/97, P, FJ. 3.1.a)

028 Derecho de asociación. Contenido esencial


El contenido esencial del derecho de asociación está constituido por: a) el derecho de asociarse,
entendiendo por tal la libertad de la persona para constituir asociaciones, así como la posibilidad de
pertenecer libremente a aquellas ya constituidas, desarrollando las actividades necesarias en orden
al logro de los fines propios de las mismas; b) el derecho de no asociarse, esto es, el derecho de que
nadie sea obligado a formar parte de una asociación o a dejar de pertenecer a ella, y c) la facultad de
auto organización, es decir, la posibilidad de que la asociación se dote de su propia organización
(Exp. Nº 4241-2004-AA, 10/03/05, S1, FJ. 5)

029 Derecho de asociación. Definición


[El derecho de asociación] se explica en la medida en que gran parte de los planes de vida del ser
humano depende, para su cristalización, de la cooperación e interacción con otros; y ello porque su
naturaleza gregaria lo lleva a agruparse con otros a fin conseguir los objetivos que, de hacerlo solo,
no podría llegar a conseguirlos (Exp. Nº 4241-2004-AA, 10/03/05, S1, FJ. 5)
El derecho de asociación, previsto en el inciso 13) del artículo 2 de la Constitución Política del Perú,
consiste en la libertad que tienen las personas para reunirse entre ellas con un objetivo en común;
comprende no solo el derecho de asociarse, sino también el derecho de establecer la organización
propia del ente constituido, y la delimitación de sus finalidades con sujeción a la Constitución y las
leyes (Exp. Nº 3161-2004-AA, 20/01/05, S2, FJ. 7)
[El derecho de asociación] se concibe como un medio necesario para que la autonomía de las perso-
nas pueda expandirse hacia formas de convivencia solidaria y fructífera.
Dicha facultad se erige como una manifestación de la libertad personal dentro de la vida coexisten-
cial, a efectos de que las personas se unan para realizar una meta común.
Gran parte de los planes de vida de los seres humanos depende, para su cristalización, de la coope-
ración e interacción con otros (Exp. Nº 1027-2004-AA, 20/05/04, S2, FJ. 1)

54
DERECHOCIVILL

[A]sí como la persona humana tiene el derecho de desarrollar libremente su actividad individual
para alcanzar los medios que se ha propuesto, tiene también el atributo de unirse con algunos o
muchos de sus semejantes para satisfacer los intereses comunes de carácter político, económico,
religioso, gremial, deportivo o de cualquier otra índole que determinen sus conductas en mutua
interferencia subjetiva (Exp. Nº 1027-2004-AA, 20/05/04, S2, FJ. 2)

030 Derecho de asociación. En los instrumentos internacionales


Como es fácil advertir, la respuesta que dispensan los instrumentos internacionales a la temática
que rodea a los fines del derecho de asociación es absolutamente concluyente en todos los casos. En
ninguno de ellos se condiciona el ejercicio de dicho atributo fundamental a unos presuntos fines de
carácter no lucrativo. Las únicas restricciones que pueden considerarse son, como lo dicen las
propias normas, las que se deriven de las exigencias impuestas por un Estado democrático, la
seguridad nacional, el orden público, la salud y moral públicas y los derechos y libertades funda-
mentales (Exp. Nº 4938-2006-PA/TC, 19/07/06, S1, FJ. 16)

031 Derecho de asociación. Excepción a la libertad de incorporación


En vía de excepción al principio genérico de autonomía personal, es posible que el Estado establezca
formas de asociación compulsiva.
(...)
Esta obligación surge de la necesidad de alcanzar específica y concretamente fines públicos de
relevancia constitucional. En este contexto, las asociaciones de tipo corporativo y las creadas por
mandato constitucional o legal, deben inspirarse en el desarrollo de algún valor, principio o fin de
importancia relevante para la comunidad política (Exp. Nº 1027-2004-AA, 20/05/04, S2, FJ. 4)

032 Derecho de asociación. Facultad para constituir asociaciones


La persona, en consuno con algunos o muchos de sus semejantes, tiene el derecho de crear, estable-
cer o instituir una persona jurídica, para el cumplimiento de un fin de interés común.
Dicha facultad es asimilable a las personas jurídicas, las cuales, a su vez, pueden en consenso
formar otra de la naturaleza anteriormente descrita (Exp. Nº 1027-2004-AA, 20/05/04, S2, FJ. 7.a)

033 Derecho de asociación. Finalidad de participar en la vida de la nación


[Se entiende al] derecho de asociación como un atributo de las personas naturales o jurídicas a
asociarse libremente, sin autorización previa y con arreglo a la ley, con el objeto de participar en
la vida política, económica, social y cultural de la Nación (Exp. Nº 1027-2004-AA, 20/05/04, S2,
FJ. 6.a)

034 Derecho de asociación. Fines indistintos


[P]or lo que respecta al propósito por el cual se estructura, el derecho de asociación no se condiciona
a objetivo o variable particular alguna. Aunque desde luego alguna doctrina haya creído encontrar
una identificación entre el derecho de asociación reconocido por la Constitución (inciso 13 del
Artículo 2) y la asociación reconocida por el Código Civil (Artículo 80), es conveniente especificar
que, para efectos constitucionales, las finalidades de dicho atributo no sólo se concretan en los
consabidos fines no lucrativos, sino en toda clase de objetivos (Exp. Nº 4938-2006-PA/TC, 19/07/
06, S1, FJ. 10)

035 Derecho de asociación. Libertad de incorporación


La persona, en el ejercicio de su autodeterminación, puede optar positivamente por incorporarse a
una asociación ya constituida; e, inversamente, por negarse a inscribirse en ella (Exp. Nº 1027-
2004-AA, 20/05/04, S2, FJ. 7.b)

55
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

036 Derecho de asociación. Libertad para desafiliarse


La persona, en el ejercicio de su potestad autodeteminativa, puede renunciar y, en consecuencia,
negarse a continuar como miembro de una asociación (Exp. Nº 1027-2004-AA, 20/05/04, S2, FJ. 7.c)

037 Derecho de asociación. No requiere autorización administrativa


[E]l derecho de asociación no requiere ningún tipo de autorización administrativa a efectos de
configurarse como tal. Que, en todo caso, presuponga para los fines de su formalización el cumpli-
miento de determinados y específicos requisitos, no se debe interpretar como que la autoridad sea
quien prima facie autoriza su funcionamiento, sino únicamente en el sentido de que ella supervisa
su correcto desempeño de acuerdo a ley. Sin perjuicio de lo que más adelante se verá, es pertinente
puntualizar que no es lo mismo ejercer el derecho de asociación (para lo cual, y como dijo, no se
requiere autorización) que desplegar determinado tipo de actividades (lo que, en ciertos casos, sí
supone autorización de por medio) (Exp. Nº 4938-2006-PA/TC, 19/07/06, S1, FJ. 8)

038 Derecho de asociación. No se analoga con asociación jus privatista


[L]a temática de los fines del derecho de asociación no es en realidad un asunto tan gravitante si se
toma en cuenta la existencia de controles de sujeción a la legalidad o la existencia de límites razo-
nables para cada tipo o variante de actividad asociativa. Pretender analogar el régimen del derecho
de asociación a la concepción ius privatista de “asociación” significa desconocer diversos aspectos
no sólo doctrinales sino también históricos, pues ninguna de nuestras Constituciones precedentes
(ni la de 1856, donde por primera vez se reconoció dicho atributo, ni en las posteriores de 1860,
1867, 1920, 1933 y, sobre todo, la de 1979) han exigido como presupuesto del derecho de asocia-
ción que este tenga fines no lucrativos (Exp. Nº 4938-2006-PA/TC, 19/07/06, S1, FJ. 12)

039 Derecho de asociación. Objetivos genéricos


Por consiguiente, la única lectura que desde la Constitución es posible realizar respecto del derecho
de asociación, obliga, pues, a considerar el carácter genérico en sus objetivos, existiendo como
único y razonable condicionamiento la sujeción en el ejercicio de dicho atributo a lo que determine
la ley, la que, por su parte y como ya se adelantó, puede establecer requisitos, determinar reglas de
actuación o, incluso, limitar las propias finalidades de modo que se armonicen con el resto de
derechos fundamentales y bienes jurídicos de relevancia, mas de ninguna manera proscribir ipso
facto actividades o roles a menos que con la existencia de las mismas se desnaturalizara los propios
objetivos constitucionales (Exp. Nº 4938-2006-PA/TC, 19/07/06, S1, FJ. 17)

040 Derecho de asociación. Organizaciones protegidas


[A]sí como existen organizaciones jurídicas cuyos fines no justifican sino un casi absoluto absten-
cionismo estatal (en estos casos, la intervención del Estado solo estaría admitida ante la afectación
del orden legal o los derechos de terceros), existen otras cuyos fines de carácter público o social
traen consigo una labor más cercana del Estado, sea a través de su participación directa, sea a
través de su permanente supervisión. El derecho de asociación, tal como está concebido en el inciso
13) del artículo 2 de la Constitución, solo protege a las primeras (Exp. Nº 0011-2001-AI, 10/06/02,
P, FJ. 5)

041 Derecho de asociación. Principio de autonomía de la voluntad


[El principio de autonomía de la voluntad es la] pauta basilar plantea que la noción y pertenencia o
no pertenencia a una asociación se sustentan en la determinación personal (Exp. Nº 1027-2004-
AA, 20/05/04, S2, FJ. 2.a)

042 Derecho de asociación. Principio de fin altruista


[El principio de fin altruista] enuncia que los objetivos que permitan aunar voluntades en una
misma dirección se caracterizan por el desapego a la obtención de ventajas o beneficios económicos.
En ese sentido, la finalidad asociativa no puede sustentarse en la expectativa de obtención de

56
DERECHOCIVILL

ganancias, rentas, dividendos o cualquier otra forma de acrecentamiento patrimonial de sus inte-
grantes.
Para tal efecto, se acredita la presunción de utilidad en torno al objetivo que nuclea la organización
asociativa (Exp. Nº 1027-2004-AA, 20/05/04, S2, FJ. 2.c)

043 Derecho de asociación. Proscripción de autorización previa


[C]uando la norma establece que el derecho puede ser ejercido “sin autorización previa”, no solo
pretende instaurar una garantía individual, sino también una de índole social, pues se entiende que
el caso de las organizaciones cuyo funcionamiento, dado el especial interés público que reviste su
objeto, requiera del previo consentimiento del Estado, se encuentran fuera de la protección de la
disposición in comento. Desde luego, corresponderá en cada caso determinar la razonabilidad y
proporcionalidad al establecerse la necesidad de la previa autorización, a efectos de que esta no se
convierta en una herramienta estatal para escapar de la protección que la Constitución brinda al
derecho de asociación (Exp. Nº 0011-2001-AI, 10/06/02, P, FJ. 4)

044 Derecho de asociación. Renuncia de asociado


No es, pues, como parece entenderlo la demandada, que las obligaciones tengan que prolongarse
hasta el momento en que la asociación acepte la renuncia del demandante, sino desde el instante en
que libre y voluntariamente se formaliza la renuncia del asociado. La demandada, en otras palabras,
no puede anteponer su propia demora en la tramitación de una solicitud de renuncia, como pretexto
para seguir beneficiándose indebidamente. Si, pese a ello, lo ha hecho, es su obligación devolver lo
indebidamente retenido, tanto más cuanto que, como ya se ha precisado, la propia condición del
demandante no es producto de un acto voluntario (Exp. Nº 4938-2006-PA/TC, 19/07/06, S1, FJ. 19)

045 Derecho de asociación. Respeto de derechos fundamentales


[A]unque la organización corporativa emplazada tiene plenas facultades para organizarse de
acuerdo con sus propios reglamentos y normas internas, de ninguna manera puede pretender
legitimar conductas o prácticas reñidas con los derechos fundamentales de las personas, ni
siquiera por el hecho de encontrarse vinculada de alguna forma a una institución sustentada en
principios de jerarquía y disciplina como la Policía Nacional del Perú (Exp. Nº 4938-2006-PA/TC,
19/07/06, S1, FJ. 19)

046 Derecho de asociación. Titularidad y ejercicio


[Q]ueda claro que el derecho en mención es, en primer término, una facultad que, aunque puede
invocarse por cualquier persona a título individual, sólo se concretiza en tanto aquella se integra
juntamente con otras personas que, al igual que la interesada, aspiran a ejercer dicha libertad. Su
titularidad, en otros términos, es individual; su ejercicio efectivo, fundamentalmente colectivo (Exp.
Nº 4938-2006-PA/TC, 19/07/06, S1, FJ. 6)

047 Presunción de inocencia. Aplicación en el ámbito de las asociaciones


La libertad de asociación, simplemente, no garantiza que una sanción se pueda imponer invirtién-
dose el ámbito protegido del principio de inocencia. El ámbito garantizado por la libertad de asocia-
ción no se entremezcla con el contenido constitucionalmente protegido del derecho a la presunción
de inocencia, por la sencilla razón de que cada uno de ellos tiene una esfera constitucionalmente
protegida en la que no existen superposiciones (Exp. Nº 3312-2004-AA, 17/12/04, S1, FJ. 12)

COMUNIDADES CAMPESINAS Y NATIVAS

048 Comunidades campesinas y nativas. Patrimonio cultural inmaterial


[E]l patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado
constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la

57
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad, y contribuyen-


do así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.
El patrimonio cultural inmaterial (...) se manifiesta en las 1) tradiciones y expresiones orales, in-
cluido el idioma como vínculo del patrimonio cultural inmaterial; 2) artes del espec-táculo, 3) usos
sociales, rituales y actos festivos, 4) conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el uni-
verso, y 5) técnicas artesanales tradicionales (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 1)

049 Comunidades campesinas y nativas. Protección de sus conocimientos tradicionales


[E]l Estado, por mandato constitucional, deb[e] (...) respetar la propiedad de las comunidades cam-
pesinas y nativas sobre sus conocimientos colectivos (Exp. Nº 0020-2005-AI y acumulados, 27/09/
05, P, FJ. 106)
[Los] conocimientos tradicionales constituyen un cuerpo dinámico de conocimientos organizados
que puede enriquecerse con descubrimientos en cada generación, y que deben recibir la protección
y los incentivos adecuados que eviten su desaparición, lo cual está estrechamente relacionado con
el desarrollo de una política nacional de protección del valor de dichos conocimientos, el mismo que
es de carácter cultural principalmente, pero también económico, dado su aporte a la investigación
y el desarrollo de nuevos productos que gozan de derecho de patente (Exp. Nº 0020-2005-AI y
acumulados, 27/09/05, P, FJ. 107)

050 Comunidades campesinas y nativas. Reconocimiento de su personalidad jurídica


[L]a Constitución reconoce la existencia legal de las comunidades campesinas y nativas, así como su
personería jurídica (artículo 88 de la Constitución); además, impone al Estado la obligación de
respetar su identidad cultural (artículo 89 de la Constitución). Pero también debe reconocer la
existencia de poblaciones afroperuanas y de otras tradicionalmente arraigadas en el Perú (Exp. Nº
0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 1)

051 Comunidades campesinas y nativas. Régimen laboral especial


Las comunidades campesinas tienen autonomía funcional y organizacional reconocida por la propia
Constitución, y el trabajo que realizan se encuentra sujeto a sus propias reglas, las mismas que
difieren del régimen laboral de la actividad privada, que constituye el ámbito de aplicación del
Decreto Legislativo Nº 728. Por otro lado, el artículo 22 de la Ley Nº 24656 –Ley General de Comu-
nidades Campesinas– precisa que “El trabajo que los comuneros aportan con su libre consentimien-
to, en beneficio de la Comunidad, se considera como la unión de esfuerzos dirigidos al logro del
desarrollo integral de la misma. Por tanto, no genera necesariamente retribución salarial y no es
objeto de un contrato de trabajo. Se efectuará voluntariamente a cambio de los beneficios que
señale el Estatuto” (Exp. Nº 0598-2004-AA, 15/07/04, S1, FJ. 2)

052 Comunidades campesinas y nativas. Utilización de la hoja de coca


[L]as potencialidades del patrimonio cultural inmaterial, como en el caso de la planta de la hoja de
coca, trascienden del ámbito de lo cultural, adquiriendo especial relevancia, y obligando al legisla-
dor a hacer una lectura integral de esta institución atendiendo a sus consecuencias socioecómicas,
haciendo efectivas tales normas internacionales que garantizan los intereses de la Nación peruana
a participar en los beneficios de la explotación comercial, pero fundamentalmente los derechos de
las comunidades campesinas y nativas (artículo 89 de la Constitución) de recibir una compensación
por la contribución de sus conocimientos tradicionales sobre la hoja de coca en la generación de
riqueza (Exp. Nº 0020-2005-AI y acumulados, 27/09/05, P, FJ. 108)

CONTRATOS

053 Autonomía de la voluntad. Concepto


La autonomía de la voluntad se refiere a la capacidad residual que permite a las personas regular

58
DERECHOCIVILL

sus intereses y relaciones coexistenciales de conformidad con su propia voluntad. Es la expresión de


la volición, tendente a la creación de una norma jurídica con interés particular (Exp. Nº 0047-2004-
AI, 24/04/06, P, FJ. 44)

054 Autonomía de la voluntad. Contenido


[E]l principio de la autonomía de la voluntad (...) tiene un doble contenido: a) la libertad de contra-
tar –consagrada en los artículos 2, inciso 14), y 62 de la Constitución Política del Perú– llamada
también libertad de conclusión, que es la facultad de decidir cómo, cuándo y con quién se contrata;
y 2) la libertad contractual, también conocida como libertad de configuración interna, que es la de
determinar el contenido del contrato (Exp. Nº 2185-2002-AA, 04/08/04, S2, FJ. 2)

055 Autonomía de la voluntad. Fuente del Derecho


[L]a autonomía de la voluntad como fuente de derecho tiene su fundamento en las siguientes dispo-
siciones constitucionales (...) inciso 14 del artículo 2 de la Constitución. (…), artículo 62 de la
Constitución. (...) [y] el inciso 2 del artículo 28 de la Constitución
(...) Como puede inferirse, las disposiciones constitucionales citadas confirman la tesis de que el
contrato también es una fuente de derecho que tiene reconocimiento constitucional (Exp. Nº 0047-
2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 44)

056 Contrato ley. Ámbito de intangibilidad del contrato


[E]n abstracto, no existe una limitación para que el Estado, mediante el contrato-ley, solo extienda
las garantías que se derivan de su suscripción al ámbito tributario o jurídico. Puede perfectamente
extenderse, dentro de los límites que la Constitución y la ley fijen, a todas las cláusulas contractua-
les, en aquellos casos en los que el contrato-ley constituya un contrato administrativo, precisamen-
te con el objeto de que, con posterioridad a su suscripción, el Estado no invoque la existencia de una
cláusula exhorbitante y se desvincule de los términos contractuales pactados (Exp. Nº 0005-2003-
AI, 03/10/03, P, FJ. 34)
[E]n lo que se refiere únicamente a los contratos-leyes, (...) “no puede ser modificada legislativa-
mente” como lo prescribe la última parte del artículo 62 de la Constitución. Dicho de otro modo;
aunque el legislador pueda modificar el régimen legal de suscripción de un contrato-ley, tal modifi-
cación no alcanza a quienes, con anterioridad a ella, hubieran suscrito dicho contrato-ley.
De esta forma, el artículo 62 de la Constitución, al igual que en la Primera Disposición Final de la
Ley Fundamental, establece una nueva excepción a la regla general contenida en el artículo 109 de la
Constitución, según la cual “La ley es obligatoria desde el día siguiente de su publicación en el diario
oficial...”. De allí que (...) [se] considere superfluo, desde el punto de vista constitucional, que pese a
no existir una ley o norma con rango de ley que establezca la posibilidad de aplicar ultraactivamente
la legislación a cuyo amparo se suscribió un contrato-ley, este contenido se haya formulado en el
artículo 24 del Decreto Supremo Nº 162-92-EF (Exp. Nº 0005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 35)

057 Contrato ley. Ámbito de intangibilidad del estatuto jurídico fijado


[N]o solo gozan de inmodificabilidad las cláusulas que compongan el contrato-ley, cuando así se
acuerde, sino también el estatuto jurídico particular fijado para su suscripción. Es decir, tanto la
legislación a cuyo amparo se suscribe el contrato-ley, como las cláusulas de este último.
Ello es producto de una interpretación sistemática de los dos párrafos del artículo 62 de la Consti-
tución. Por un lado, de conformidad con la primera parte de dicho precepto constitucional, y no solo
respecto a los términos contractuales que contenga el contrato-ley, sino, en general, para todo
término contractual, estos “no pueden ser modificados por leyes u otras disposiciones de cualquier
clase” (Exp. Nº 0005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 35)

058 Contrato ley. Concepto


[E]l contrato-ley es un convenio que pueden suscribir los contratantes con el Estado, en los casos y

59
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

sobre las materias que mediante ley se autorice. Por medio de él, el Estado puede crear garantías y
otorgar seguridades, otorgándoles a ambas el carácter de intangibles. Es decir, mediante tales con-
tratos-ley, el Estado, en ejercicio de su ius imperium, crea garantías y otorga seguridades y, al
suscribir el contrato-ley, se somete plenamente al régimen jurídico previsto en el contrato y a las
disposiciones legales a cuyo amparo se suscribió este (Exp. Nº 0005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 33)

059 Contrato ley. Finalidad


Por su propia naturaleza, a través del contrato-ley, el Estado busca atraer inversiones privadas (de
capital) a fin de que promuevan aquellas actividades que el Estado considera que vienen siendo
insuficientemente desarrolladas, de acuerdo con los planes y objetivos que se pueda haber trazado
en el diseño de la política económica del Estado. Tienen como contenido propiciar un marco de
seguridad a los inversionistas no solo en asuntos privados de la administración, sino, también, en la
prestación de actividades de derecho público (Exp. Nº 0005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 34)

060 Contrato ley. Interpretación constitucional


Una interpretación (...) [del contrato ley en relación al interés público] se aviene con el telos de la
inserción del contrato-ley a nivel constitucional. En efecto (...), la aparición y consagración norma-
tiva del contrato-ley está vinculada con la promoción de las inversiones privadas en las economías
nacionales, dentro de un esquema en el que se ofrezca a los inversionistas seguridades, entonces,
no es constitucionalmente adecuado que se realice una interpretación de los alcances de la institu-
ción que, antes de optimizarla, le reste operatividad (Exp. Nº 0005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 34)

061 Contrato ley. Relación entre contrato ley e interés público


[A] tenor del segundo párrafo del artículo 62 de la Constitución, así como del mismo artículo 1357
del Código Civil, tanto la autorización para la suscripción u otorgamiento de un contrato-ley, como
la inclusión de determinadas relaciones jurídico-patrimoniales en aquel, deben fundarse en un
interés público específico, lo que significa que el otorgamiento de un contrato-ley no puede consi-
derarse como un acto de pura libertad contractual ni meramente discrecional, tanto para el legisla-
dor como para los órganos de la administración pública (Exp. Nº 0005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 34)

062 Libertad de contratar. Como contenido del principio de autonomía de la voluntad


[La voluntad] se sustenta en el principio de la autonomía de la voluntad, que tiene un doble conte-
nido: a) la libertad de contratar –consagrada en los artículos 2, inciso 14), y 62 de la Constitución
Política del Perú– llamada también libertad de conclusión, que es la facultad de decidir cómo, cuán-
do y con quién se contrata; y 2) la libertad contractual, también conocida como libertad de configu-
ración interna, que es la de determinar el contenido del contrato (Exp. Nº 2185-2002-AA, 04/08/04,
S2, FJ. 2)

063 Libertad de contratar. Determinación de la legalidad de las cláusulas contractuales


[L]a revisión del contenido de un contrato (...) no corresponde que (...) sea determinad[a] en sede
constitucional, sino en la vía ordinaria, en la que, en aplicación de la legislación sustantiva pertinente
se determine la legalidad de las cláusulas pactadas (Exp. Nº 0558-2003-AA, 19/04/04, S2, FJ. 4)

064 Libertad de contratar. Derechos fundamentales como límites implícitos


[L]os acuerdos contractuales, incluso los suscritos en ejercicio de la autonomía privada y la libertad
contractual de los individuos, no pueden contravenir otros derechos fundamentales, puesto que,
por un lado, el ejercicio de la libertad contractual no puede considerarse como un derecho absoluto
y, de otro, pues todos los derechos fundamentales, en su conjunto, constituyen, como tantas veces
se ha dicho aquí, ni más ni menos, el orden material de valores en los cuales se sustenta todo el
ordenamiento jurídico peruano (Exp. Nº 0858-2003-AA, 24/03/04, S1, FJ. 22)

60
DERECHOCIVILL

065 Libertad de contratar. Fin lícito como límite explícito


[S]i bien el artículo 62 de la Constitución establece que la libertad de contratar garantiza que las
partes puedan pactar según las normas vigentes al momento del contrato y que los términos con-
tractuales no pueden ser modificados por leyes u otras disposiciones de cualquier clase, dicha dis-
posición necesariamente debe interpretarse en concordancia con su artículo 2, inciso 14), que reco-
noce el derecho a la contratación con fines lícitos, siempre que no se contravengan leyes de orden
público. Por consiguiente, y a despecho de lo que pueda suponer una conclusión apresurada, es
necesaria una lectura sistemática de la Constitución que, acorde con lo citado, permita considerar
que el derecho a la contratación no es ilimitado, sino que se encuentra evidentemente condicionado
en sus alcances, incluso, no solo por límites explícitos, sino también implícitos (Exp. Nº 2670-2002-
AA, 30/01/04, S2, FJ. 3)

066 Libertad de contratar. Intangibilidad de términos contractuales


[D]e una interpretación sistemática de los dos párrafos del artículo 62 de la Constitución se estable-
ce una regla de carácter general, y es que no solo los términos contractuales contenidos en un
contrato-ley, sino que, en general, todo término contractual, no puede ser modificado por leyes u
otras disposiciones de cualquier clase (Exp. Nº 0003-2004-AI, 23/09/04, P, FJ. 13)

067 Libertad de contratar. Límites explícitos


[Los] límites explícitos a la contratación, conforme a la norma pertinente, son la licitud como objetivo de
todo contrato y el respeto a las normas de orden público (Exp. Nº 2670-2002-AA, 30/01/04, S2, FJ. 3)

068 Libertad de contratar. Límites implícitos


Límites implícitos (...) [son] las restricciones del derecho de contratación frente a lo que pueda
suponer el alcance de otros derechos fundamentales y la correlativa exigencia de no poder pactar-
se contra ellos. Asumir que un acuerdo de voluntades, por más respetable que parezca, puede
operar sin ningún referente valorativo, significaría no precisamente reconocer un derecho fun-
damental, sino un mecanismo de eventual desnaturalización de los derechos (Exp. Nº 2670-2002-AA,
30/01/04, S2, FJ. 3)

069 Libertad de contratación. Concepto y contenido


[E]l derecho a la libre contratación previsto por el artículo 2.14° de la Constitución, se concibe como
el acuerdo o convención de voluntades entre dos o más personas naturales y/o jurídicas para crear,
regular, modificar o extinguir una relación jurídica de carácter patrimonial. Dicho vínculo –fruto de
la concertación de voluntades– debe versar sobre bienes o intereses que poseen apreciación econó-
mica, tener fines lícitos y no contravenir las leyes de orden público.
Tal derecho garantiza, prima facie :
• Autodeterminación para decidir la celebración de un contrato, así como la potestad de elegir al
co-celebrante.
• Autodeterminación para decidir, de común acuerdo, la materia objeto de regulación contractual.
A lo expuesto debe agregarse que la libertad contractual constituye un derecho relacional, pues,
con su ejercicio, se ejecutan también otros derechos tales como la libertad al comercio, la libertad al
trabajo, etc. (Exp. Nº 0001-2005-PI/TC, 06/06/2005, P, FJ. 47)
Consagrado en el inciso 14) del artículo 2 de la Constitución, el derecho a la libre contratación se
concibe como el acuerdo o convención de voluntades entre dos o más personas naturales y/o jurídi-
cas para crear, regular, modificar o extinguir una relación jurídica de carácter patrimonial. Dicho
vínculo –fruto de la concertación de voluntades– debe versar sobre bienes o intereses que posean
apreciación económica, tengan fines lícitos y no contravengan las leyes de orden público (Exp. Nº
7320-2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 47)

61
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

070 Libertad de contratación. Derechos fundamentales como límite


Los acuerdos contractuales, incluso los suscritos en ejercicio de la autonomía privada y la libertad
contractual de los individuos, no pueden contravenir otros derechos fundamentales, puesto que,
por un lado, el ejercicio de la libertad contractual no puede considerarse como un derecho absoluto
y, de otro, pues todos los derechos fundamentales, en su conjunto, constituyen, (...), el orden mate-
rial de valores en los cuales se sustenta todo el ordenamiento jurídico peruano (Exp. Nº 0858-2003-
AA, 24/03/04, S1, FJ. 22)

071 Libertad de contratación. Exclusión del medio de pago como parte de su contenido
Estos elementos [la autodeterminación para decidir la celebración de un contrato, la potestad para
elegir al cocelebrante y para decidir, de común acuerdo, la materia objeto de regulación contractual]
constituirían en abstracto el contenido mínimo o esencial de la libertad contractual. Desde esta
perspectiva, no formaría parte de dicho contenido el medio de pago a través del cual la obligación
contenida en el contrato deba cumplirse, de modo que tocará ahora determinar si tal limitación
resulta justificada para alcanzar un fin constitucionalmente relevante (Exp. Nº 0004-2004-AI y
acumulados, 21/09/04, P, FJ. 8)

072 Libertad de contratación. Interpretación concordada de la intangibilidad de los tér-


minos contractuales
[S]i bien el artículo 62 de la Constitución establece que la libertad de contratar garantiza que las
partes puedan pactar según las normas vigentes al momento del contrato y que los términos con-
tractuales no pueden ser modificados por leyes u otras disposiciones de cualquier clase, dicha dis-
posición necesariamente debe interpretarse en concordancia con su artículo 2, inciso 14), que reco-
noce el derecho a la contratación con fines lícitos, siempre que no se contravengan leyes de orden
público (Exp. Nº 2670-2002-AA, 30/01/02, S2, FJ. 3.d)

073 Libertad de contratación. Libertad de contratar y libertad contractual


Tal derecho [a la libre contratación] garantiza, prima facie:
• Autodeterminación para decidir la celebración de un contrato, así como la potestad de elegir al
cocelebrante.
• Autodeterminación para decidir, de común acuerdo, la materia objeto de regulación contractual
(Exp. Nº 7320-2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 47)

074 Libertad de contratación. Límites


[E]s necesaria una lectura sistemática de la Constitución que, acorde con lo citado, permita conside-
rar que el derecho a la contratación no es ilimitado, sino que se encuentra evidentemente condicio-
nado en sus alcances, incluso, no solo por límites explícitos, sino también implícitos (Exp. Nº 2670-
2002-AA, 30/01/04, S2, FJ. 3.d)

075 Libertad de contratación. Límites explícitos e ímplicitos


[C]onforme a la norma pertinente [artículo 2, inciso 14) de la Constitución, los límites explícitos],
son la licitud como objetivo de todo contrato y el respeto a las normas de orden público. Límites
implícitos, en cambio, serían las restricciones del derecho de contratación frente a lo que pueda
suponer el alcance de otros derechos fundamentales y la correlativa exigencia de no poder pactar-
se contra ellos. Asumir que un acuerdo de voluntades, por más respetable que parezca, puede
operar sin ningún referente valorativo, significaría no precisamente reconocer un derecho funda-
mental, sino un mecanismo de eventual desnaturalización de los derechos (Exp. Nº 2670-2002-AA,
30/01/04, S2, FJ. 3.e)

62
DERECHOCIVILL

DERECHOS DE LAS PERSONAS

076 Derecho al bienestar. Actos de crueldad contra animales


[E]l Estado tiene el deber de asegurar que las personas no actúen con violencia frente a otras personas,
ni con crueldad contra los animales, lo cual tiene un fundamento jurídico y ético. Desde la perspectiva
jurídica, cabe señalar que dicho deber, se basa, en primer lugar, en el derecho fundamental al bienestar
y a la tranquilidad de las personas (artículo 2, inciso 1 de la Constitución) que sí se sienten afectadas en
sus sentimientos al presenciar ya sea directamente o al tomar noticia de la existencia de la realización de
tratos crueles contra los animales (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 26)

077 Derecho a la buena reputación. Dignidad como fundamento


[E]l fundamento último del reconocimiento del derecho a la buena reputación es el principio de
dignidad de la persona, del cual el derecho en referencia no es sino una de las muchas maneras
como aquella se concretiza. El derecho a la buena reputación, en efecto, es en esencia un derecho
que se deriva de la personalidad y en principio se trata de un derecho personalísimo. Por ello, su
reconocimiento (y la posibilidad de tutela jurisdiccional) está directamente vinculado con el ser
humano (Exp. Nº 0905-2001-AA, 14/08/02, P, FJ. 6)

078 Derecho a la buena reputación. Titularidad en personas jurídicas


[A]unque la buena reputación se refiera, en principio, a los seres humanos, este no es un derecho
que ellos con carácter exclusivo puedan titularizar, sino también las personas jurídicas de derecho
privado, pues, de otro modo, el desconocimiento hacia estos últimos podría ocasionar que se deje en
una situación de indefensión constitucional ataques contra la “imagen” que tienen frente a los
demás o ante el descrédito ante terceros de toda organización creada por los individuos. En conse-
cuencia, (...) las personas jurídicas de derecho privado también son titulares del derecho a la buena
reputación y, por tanto, pueden promover su protección a través del proceso de amparo (Exp. Nº
0905-2001-AA, 14/08/02, P, FJ. 7)

079 Derecho a la vida. Condiciones de vida digna y saludable


Debe tenerse presente que la vida no es un concepto circunscrito a la idea restrictiva de peligro de
muerte, sino que se consolida como un concepto más amplio que la simple y limitada posibilidad de
existir o no, extendiéndose al objetivo de garantizar también una existencia en condiciones dignas.
Por esta razón, es indispensable la consideración de la vida en dignidad que, en este caso, se mani-
fiesta como vida saludable (Exp. Nº 1429-2002-HC, 19/11/02, P, FJ. 14)
El Estado social y democrático de derecho no tiende a proteger la vida bajo cualquier tipo de condi-
ciones; por el contrario, el Estado debe proveer las condiciones necesarias para que el derecho a la
vida de las personas se realice con un mínimo de condiciones que la tornen digna. En otras palabras,
se protege la vida, pero con dignidad. En esas circunstancias, se impone principalmente a los pode-
res públicos la promoción de esas condiciones; de ahí que la vida ya no es posible de ser entendida
tan solo como un límite frente a los poderes públicos, sino también del poder privado (Exp. Nº
3330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 53)

080 Derecho a la vida. Como presupuesto para el disfrute de otros derechos


Nuestra Constitución Política de 1993 ha determinado que la defensa de la persona humana y el
respeto a su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado; la persona está consagrada
como un valor superior, y el Estado está obligado a protegerla. El cumplimiento de este valor supre-
mo supone la vigencia irrestricta del derecho a la vida, pues este derecho constituye su proyección;
resulta el de mayor connotación y se erige en el presupuesto ontológico para el goce de los demás
derechos, ya que el ejercicio de cualquier derecho, prerrogativa, facultad o poder no tiene sentido o
deviene inútil ante la inexistencia de vida física de un titular al cual puedan serle reconocidos (Exp.
Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 27)

63
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

081 Derecho a la vida. Relación con la libertad y la seguridad personal


Los derechos a la vida, a la libertad y a la seguridad personal, constituyen el sustento y fundamento
de todos los derechos humanos; por tal razón, su vigencia debe respetarse irrestrictamente, sin que
sea moralmente aceptable estipular excepciones o justificar su condicionamiento o limitación. El
respeto de ellos y de las garantías para su libre y pleno ejercicio, es una responsabilidad que compe-
te al Estado. En el caso que en el sistema jurídico no se tenga norma explícita que los garantice, se
debe adoptar, con arreglo a los procedimientos constitucionales y a las disposiciones de la Conven-
ción Americana, las medidas legislativas o de otro carácter que sean necesarias para hacerlos efec-
tivos (Exp. Nº 2488-2005-HC, 18/03/04, P, FJ. 10)

082 Derecho a la vida. Relación con el derecho a la pensión y a la seguridad social


La seguridad social y el derecho a la pensión son elementos esenciales que configuran el mínimo
existencial necesario para garantizar una vida no solo plena en su faz formal o existencial, sino
también en su dimensión sustancial o material; o, en otras palabras, para garantizar una vida digna
(Exp. Nº 0050-2004-AI/TC, 03/06/2005, P, FJ. 46)
Este derecho [a la pensión] es una concreción del derecho a la vida, en su sentido material, en
atención al principio de indivisibilidad de los derechos fundamentales y al telos constitucional
orientado a la protección de la dignidad de la persona humana (...). De esta forma, nuestro texto
constitucional consagra la promoción de una digna calidad de vida entre sus ciudadanos como un
auténtico deber jurídico, lo que comporta al mismo tiempo una definida opción en favor de un
modelo cualitativo de Estado que encuentre en la persona humana su presupuesto ontológico, de
expreso rechazo a una forma de mero desarrollo social y económico cuantitativo (Exp. Nº 0050-
2004-AI/TC, 03/06/2005, P, FJ. 76)

083 Honor. Afectación del honor interno


La injuria, a diferencia de la calumnia y la difamación, incide solo sobre el honor interno, que es
muy subjetivo, pues depende de la escala de valores particular del individuo y de la comparación
que sobre su propia conducta y su escala de valores, el mismo individuo realiza, sin que interese, a
estos efectos, la apreciación externa de terceros (Exp. Nº 0018-1996-I, 29/04/97, P, FJ. 2)

084 Honor. Configuración


El honor no es pues ni “interno” ni “externo”, como ha sugerido cierta doctrina para expresar las
formas en que puede ser padecida su agresión, frente a uno mismo o frente a los demás. Se mancilla
el honor cuando se humilla y se degrada en la condición de ser humano a una persona lanzándole
ofensas o agrediéndola directamente o haciéndolo ante el público y de cualquier forma. La diferen-
cia es, en todo caso, que en el segundo supuesto, en el caso de la agresión a la reputación social, el
honor está comprometido doblemente, como una ofensa hacia uno mismo, y como un desprestigio
frente a los demás, desmereciendo la condición de ser social por excelencia que es toda persona. El
honor corresponde, así, a toda persona por el solo hecho de serlo y se manifiesta, sobre la base del
principio de igualdad, contrario a las concepciones aristocráticas, plutocráticas o meritocráticas. La
valoración diferente del honor que alguien pretenda fundar en el linaje, la posición social y econó-
mica o incluso en los méritos, resulta irrelevante en el marco de la concepción pluralista del Estado
Social y Democrático de Derecho y desde la función que cumplen los derechos fundamentales. Si
bien es verdad que, desde una perspectiva de la responsabilidad civil, pueden identificarse particu-
laridades para establecer los montos de reparación en función de determinadas características per-
sonales, profesionales o circunstanciales inclusive, ello no debe llevarnos necesariamente a vislum-
brar una distinta calificación del honor de las personas individuales desde la perspectiva de sus
derechos fundamentales. El derecho al honor, tal como lo configura la Constitución, corresponde a
todos por igual y ha de tener, por consiguiente, un contenido general compatible con los demás
principios y valores que la propia Constitución también reconoce y da objetividad (Exp. 4099-2005-
AA/TC, 20/07/2005, P, FJ. 8)

64
DERECHOCIVILL

085 Honor. Determinación de su lesión


El que determinada actitud o comportamiento de un particular o de un poder público cause reaccio-
nes de indignación, impotencia, frustración o desasosiego en determinada persona, no puede eva-
luarse como violación del honor puesto que las reacciones de cada persona dependen de factores
diversos, la mayoría de ellos vinculados a situaciones subjetivas o emocionales de cada persona. El
honor que se presume ha sido vulnerado debe ser analizado en cada caso concreto, y en función de
los estándares valorativos disponibles en el momento a efectos de establecer el contexto en que tal
agresión se ha producido, los actores del caso (agraviado y el agresor), y la conducta específica a la
que se le imputa el acto violatorio (Exp. 4099-2005-AA/TC, 20/07/2005, P, FJ. 9)

086 Honor. Interno y externo


[E]l honor interno de cada persona, es decir la apreciación que de sus propios valores y virtudes
tiene, debe diferenciarse del honor externo, que es la percepción que tienen los demás respecto a
los valores y virtudes de esa persona (Exp. Nº 0018-1996-I, 29/04/97, P, FJ. 2)

087 Honor. Vinculación con dignidad y objeto


El derecho al honor forma parte del elenco de derechos fundamentales protegidos por el inciso 7)
del artículo 2 de la Constitución, y está estrechamente vinculado con la dignidad de la persona; su
objeto es proteger a su titular contra el escarnecimiento o la humillación, ante sí o ante los demás,
e incluso frente al ejercicio arbitrario de las libertades de expresión o información, puesto que la
información que se comunique, en ningún caso puede resultar injuriosa o despectiva (Exp. Nº 0446-
2002-AA, 19/12/03, S1, FJ. 2)

088 Honor y buena reputación. Finalidad de la obligación de rectificación


La obligación de rectificar informaciones inexactas o agraviantes al honor o a la buena reputación
difundidas por cualquier medio de comunicación social, tiene por finalidad, a la par de contribuir
con una correcta formación de la opinión pública libre, el de corregir informaciones sobre hechos
inexactos que hayan sido propalados mediante el ejercicio de la libertad de información, esto es,
informaciones cuyo carácter material permita determinar que se trata de informaciones no vera-
ces, o que hayan sido formuladas como consecuencia de no observarse una conducta razonable-
mente diligente para agenciarse de los hechos noticiosos que podrían ser objeto de información
(Exp. Nº 0929-1998-AA, 29/09/99, P, FJ. 5.a)

089 Honor y buena reputación. Opiniones excluidas del contenido del derecho de rectifi-
cación
[E]l contenido y el ámbito del derecho de rectificación no comprende la posibilidad de que en ejer-
cicio de dicho derecho subjetivo se pueda pretender corregir, enmendar, suprimir o simplemente
rectificar juicios de valor u opiniones que a través del medio de comunicación social se hubieran
trasmitido, conforme lo enuncia el artículo 6 de la Ley Nº 26847, pues por su propia naturaleza
abstracta y subjetiva, estas no pueden ser objeto de una demostración acerca de su exactitud, lo que
no exime ni justifica, por supuesto, que so pretexto de ello se utilicen frases o palabras objetiva-
mente injuriosas o insultantes (Exp. Nº 0929-1998-AA, 29/09/99, P, FJ. 5.b)

090 Derecho al honor y buena reputación. Objeto


El derecho al honor y a la buena reputación forma parte del elenco de derechos fundamentales
protegidos por el inciso 7) del artículo 2 de la Constitución, y está estrechamente vinculado con la
dignidad de la persona, derecho consagrado en el artículo 1 de la Carta Magna; su objeto es proteger
a su titular contra el escarnecimiento o la humillación, ante si o ante los demás, e incluso frente al
ejercicio arbitrario de las libertades de expresión o información, puesto que la información que se
comunique, en ningún caso puede resultar injuriosa o despectiva (Exp. Nº 2790-2002-AA, 30/01/
03, S1, FJ. 3)

65
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

091 Honor y buena reputación. Vulneración por la Administración Pública


[Uno] de los derechos fundamentales protegidos por la Declaración Universal de Derechos Huma-
nos, y reconocido por nuestra Norma Suprema, es el derecho al honor y a la buena reputación que
tiene todo ser humano, derecho que también se ve afectado con el mal uso de la facultad discrecio-
nal de la Administración de pasar al retiro por renovación a oficiales de la Policía Nacional y Fuerzas
Armadas mediante resoluciones no motivadas y arbitrarias, exponiéndose el honor del administra-
do, pues las causas de su cese quedarán sujetas a la interpretación individual y subjetiva de cada
individuo (Exp. Nº 0090-2004-AA, 05/07/04, P, FJ. 44)

092 Identidad personal. Concepto


[E]l derecho a la identidad personal, esto es, [e]l derecho a que la proyección social de la propia
personalidad no sufra interferencias o distorsiones a causa de la atribución de ideas, opiniones, o
comportamientos diferentes de aquellos que el individuo manifiesta en su vida en sociedad (Exp. Nº
1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 3)

093 Imagen. Noción


[F]orma parte del mencionado inciso [7 del artículo 2 de la Constitución] el derecho a la imagen, que
protege, básicamente, la imagen del ser humano, ínsita en la dignidad de la que se encuentra
investido, garantizando el ámbito de libertad de una persona respecto de sus atributos más caracte-
rísticos, propios e inmediatos, como son la imagen física, la voz o el nombre; cualidades definito-
rias, inherentes e irreductibles de toda persona (Exp. Nº 0446-2002-AA, 19/12/03, S1, FJ. 3)

094 Integridad personal. Actos de disposición del propio cuerpo


La indemnidad corporal está sujeta, como regla general, al principio de irrenunciabilidad; vale
decir, que la Constitución no avala ni permite las limitaciones físicas voluntarias, salvo casos excep-
cionales. En ese sentido, la persona tiene la responsabilidad de mantener incólume su integridad y,
por consiguiente, de no atentar contra su propia estructura corpórea.
Los actos de disposición del cuerpo solo son admisibles cuando surge una exigencia ante un estado
de necesidad, una razón médica o motivos de humanitarismo (pérdida de un miembro u órgano para
salvar el resto de la estructura corpórea, una gangrena o la donación de un órgano para preservar
una vida ajena).
Al respecto, el artículo 6 del Código Civil –precepto que complementa el mandato constitucional–
prohíbe los actos de disposición del propio cuerpo cuando ocasionan una disminución permanente
del mismo o, en todo caso, cuando sean contrarios al orden público o a las buenas costumbres.
En virtud de ello, la persona solo puede disponer de aquellas partes de su cuerpo que, al ser despo-
jadas o separadas, no ocasionen una disminución permanente de su integridad física. Por ende, cabe
la posibilidad de que la persona pueda ceder todas aquellas partes, sustancias o tejidos que se
regeneren, siempre que ello no atente gravemente contra su salud o ponga en peligro su vida; tales
los casos del corte del cabello, la donación de sangre, etc (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res.,
FJ. 2.1)

095 Integridad personal. Amparo del rito de sepultura


[D]ado que el derecho a la integridad personal comprende el libre desarrollo del proyecto de vida en
sociedad, de acuerdo a las costumbres que le asisten a las personas, así como el ejercicio de deter-
minadas conductas que las identifican como parte de dicha comunidad, el rito de darle sepultura a
un cadáver está amparado por dicho derecho fundamental.
La práctica de los ritos, como el de dar sepultura digna al familiar fallecido, forma parte de la
libertad de culto, de modo que el impedimento de dicha práctica afecta irremediablemente la inte-
gridad moral de los familiares (Exp. Nº 0256-2003-HC, 21/04/05, S2, FJ. 19)

66
DERECHOCIVILL

096 Integridad personal. Concepto


En puridad se trata [el derecho a la integridad] de un atributo indesligablemente vinculado con la
dignidad de la persona, y con los derechos a la vida, a la salud, a la seguridad personal y al libre
desarrollo y bienestar.
El reconocimiento de su importancia es tal, que obligó al legislador constituyente no solo a estable-
cer su protección a través de lo dispuesto en el referido precepto, sino también, adicionalmente, a
ratificarlo tuitivamente a través de lo dispuesto en el apartado h) del numeral 23 del artículo 2 de
la Constitución (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2)

097 Integridad personal. Contenido esencial


El respeto al contenido esencial del derecho a la integridad personal, tanto en lo que respecta al
ámbito físico como en lo que atañe al ámbito espiritual y psíquico de la persona, transita entre
aquellos atributos que constituyen la esencia mínima imperturbable en la esfera subjetiva del indi-
viduo. Inclusive en aquellos casos en que pueda resultar justificable el uso de medidas de fuerza,
estas deben tener lugar en circunstancias verdaderamente excepcionales, y nunca en grado tal que
conlleven el propósito de humillar al individuo o resquebrajar su resistencia física o moral, dado
que esta afectación puede desembocar incluso en la negación de su condición de persona, supuesto
inconcebible en un Estado Constitucional de Derecho (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 215)

98 Integridad personal. Desaparición forzada de personas


La desaparición forzada de personas es un delito pluriofensivo, por cuanto afecta la libertad física,
el debido proceso, el derecho a la integridad personal, el reconocimiento de la personalidad jurídica
y, como ya se ha señalado, el derecho a la tutela judicial efectiva. La vigencia de estos derechos es
absoluta, por lo que su protección se encuentra regulada en el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos y el Derecho Internacional Humanitario (Exp. Nº 4677-2005-HC, 12/08/05, P, FJ. 26)
[L]a desaparición forzada de personas supone generar una cruel sensación de incertidumbre tanto
para la persona desaparecida como para sus familiares, los mismos que pasan a ser víctimas direc-
tas de este grave hecho. Por ello, el Derecho Internacional reconoce a la desaparición forzada como
una de las modalidades más graves de violaciones de los derechos humanos (Exp. Nº 4677-2005-
HC, 12/08/05, P, FJ. 27)

99 Integridad personal. Indemnidad de la persona en cuerpo y espíritu


El derecho a la integridad personal reconoce el atributo a no ser sometido o a no autoinflingirse
medidas o tratamientos susceptibles de anular, modificar o lacerar la voluntad, las ideas, pensa-
mientos, sentimientos o el uso pleno de las facultades corpóreas.
El reconocimiento de la indemnidad humana, in totum, se expresa, como regla general, en la no
privación de ninguna parte de su ser. Por ende, proscribe toda conducta que infrinja un trato que
menoscabe el cuerpo o el espíritu del hombre (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2)

100 Integridad personal. Integridad física


La integridad física presupone el derecho a conservar la estructura orgánica del ser humano; y, por
ende, a preservar la forma, disposición y funcionamiento de los órganos del cuerpo humano y, en
general, la salud del cuerpo.
La afectación de la integridad física se produce cuando se generan incapacidades, deformaciones,
mutilaciones, perturbaciones o alteraciones funcionales, enfermedades corpóreas, etc (Exp. Nº 2333-
2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2.1)

101 Integridad personal. Integridad moral


El derecho a la integridad moral defiende los fundamentos del obrar de una persona en el plano de
la existencia y coexistencia social.

67
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Dichos fundamentos manifiestan el conjunto de obligaciones elementales y primarias que el ser


humano se fija por mandato de su propia conciencia, y los condicionamientos que ella recibe a
través de la educación y cultura de su entorno.
(...)
En efecto, la integridad moral se liga inescindiblemente al atributo de desarrollar la personalidad y
el proyecto de vida en comunidad conforme a la convicción personal (religión, política, cultura,
etc.).
Debe aclararse que la integridad moral no implica la idea de algo extraño o superior a la persona
para reconocer su existencia y defender su intangibilidad, ya que se funda en el libre albedrío.
Empero, es obvio que estos fundamentos, en caso del obrar, no deben colisionar con el orden públi-
co (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2.2)

102 Integridad personal. Integridad psíquica


El derecho a la integridad psíquica se expresa en la preservación de las habilidades motrices, emo-
cionales e intelectuales. Por consiguiente, asegura el respeto de los componentes psicológicos y
discursivos de una persona, tales como su forma de ser, su personalidad, su carácter, así como su
temperamento y lucidez para conocer y enjuiciar el mundo interior y exterior del ser humano.
En ese sentido, se considera como un atentado contra este derecho la utilización de procedimientos
médicos como el llamado “suero de la verdad”, que supone la aplicación de soluciones líquidas para
explorar, sin expresión de voluntad, el campo del subconsciente. Asimismo, se encuentran proscri-
tos los denominados “lavados de cerebro” o las hipnosis realizadas por vía compulsiva o no avala-
das por el libre albedrío.
En la jurisprudencia son recurrentes los actos de afectación psíquica en el ámbito educativo como
consecuencia de ciertas medidas correctivas a los educandos (ofensa verbal, prohibiciones de ingre-
so y salida del recinto escolar, etc.); así como aquellos que aparecen en el ámbito familiar (manipu-
laciones para el goce del régimen de visitas, retardo no justificado de las prestaciones alimentarias,
etc.) (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2.3)

103 Integridad personal. Relación con derecho a la salud


[E]l derecho a la integridad personal tiene implicación con el derecho a la salud, en la medida que
esta última tiene como objeto el normal desenvolvimiento de las funciones biológicas y psicológicas
del ser humano; deviniendo, así, en una condición indispensable para el desarrollo existencial y en
un medio fundamental para alcanzar el bienestar individual y colectivo (Exp. Nº 2333-2004-HC,
12/08/04, Res., FJ. 2)

104 Integridad personal. Relación con derecho a la seguridad personal


Igualmente, el derecho a la integridad personal se entronca con el derecho a la seguridad personal,
puesto que supone la convicción y certeza del respeto de uno mismo por parte de los demás, en
tanto se ejercita un derecho y se cumple con los deberes jurídicos. En efecto, la seguridad personal
representa la garantía que el poder público ofrece frente a las posibles amenazas por parte de
terceros de lesionar la indemnidad de la persona o desvanecer la sensación de tranquilidad y sosie-
go psíquico y moral que debe acompañar la vida coexistencial (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04,
Res., FJ. 2)

105 Intimidad. Contenido esencial


[D]ebe tenerse presente que respecto al derecho fundamental a la intimidad, también cabe la distin-
ción entre aquella esfera protegida que no soporta limitación de ningún orden (contenido esencial
del derecho), de aquella otra que permite restricciones o limitaciones, en tanto estas sean respetuo-
sas de los principios de razonabilidad y proporcionalidad (contenido “no esencial”) (Exp. Nº 0004-
2004-AI, 21/09/04, P, FJ. 34)

68
DERECHOCIVILL

106 Intimidad. Definición


[Respecto a la intimidad personal], la persona puede realizar los actos que crea convenientes para
dedicarlos al recogimiento, por ser una zona ajena a los demás en que tiene uno derecho a impedir
intrusiones y donde queda vedada toda invasión alteradora del derecho individual a la reserva, la
soledad o el aislamiento, para permitir el libre ejercicio de la personalidad moral que tiene el hom-
bre al margen y antes de lo social (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 39)

107 Intimidad. Limitación por el orden público


[E]l derecho a la intimidad no importa, per se, un derecho a mantener en el fuero íntimo toda
información que atañe a la vida privada, pues sabido es que existen determinados aspectos referi-
dos a la intimidad personal que pueden mantenerse en archivos de datos, por razones de orden
público (v. gr. historias clínicas). De allí la necesidad de que la propia Carta Fundamental establezca
que el acceso a dichas bases de datos constituyan una excepción al derecho fundamental a la infor-
mación, previsto en el primer párrafo del inciso 5 del artículo 2 de la Constitución (Exp. Nº 0004-
2004-AI, 21/09/04, P, FJ. 34)

108 Intimidad. Reserva de información en entidades estatales


[D]eterminadas manifestaciones del derecho a la intimidad no importan conservar en conocimiento
privativo del titular la información a ella relativa, sino tan solo la subsistencia de un ámbito objeti-
vo de reserva que, sirviendo aun a los fines de la intimidad en tanto derecho subjetivo constitucio-
nal, permitan mantener esa información reservada en la entidad estatal que corresponda, a fin de
que sea útil a valores supremos en el orden constitucional, dentro de márgenes de razonabilidad y
proporcionalidad (Exp. Nº 0004-2004-AI, 21/09/04, P, FJ. 38)

109 Inviolabilidad del domicilio. Carácter objetivo del domicilio


[El domicilio tiene] un carácter objetivo, toda vez que asegura diversos espacios de vida más allá del
privado, es decir, más allá del lugar en el que el ser humano desarrolla su vida personal y familiar
(Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 347).

110 Inviolabilidad del domicilio. Carácter subjetivo del domicilio


[E]l domicilio tiene un carácter subjetivo, en tanto la persona desarrolla su vida en una esfera de
intimidad personal y familiar (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 347).

111 Inviolabilidad del domicilio. Cierre de local comercial


[Si se] dispuso la clausura temporal del inmueble (...) por no contar con autorización de apertura,
debe tenerse presente que esta medida no implica de manera alguna violación del derecho a la
inviolabilidad del domicilio consagrado en el artículo 2, inciso 9), de la Constitución Política del
Perú, puesto que el inmueble que ocupa (...) ha sido alquilado como local comercial (Exp. Nº 00957-
2002-HC, 20/06/02, P, FJ. 2)

112 Inviolabilidad del domicilio. Concepción amplia del domicilio


[E]l concepto de “domicilio” no puede ser restringido al espacio físico donde los titulares del dere-
cho constituyen su residencia habitual, en los términos del artículo 33 del Código Civil; antes bien,
debe extenderse a todo lugar o espacio en el que la persona pueda desarrollar su vida privada y, por
tanto, vedados al libre acceso de terceros (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 350).

113 Inviolabilidad del domicilio. Definición de domicilio


El domicilio es el espacio físico donde las personas desarrollan su vida privada (Exp. Nº 003-2005-
PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 345).

69
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

114 Inviolabilidad del domicilio. Derecho a la inviolabilidad del domicilio como garantía
El derecho a la inviolabilidad de domicilio garantiza a toda persona a no ser objeto de intervencio-
nes, ilegales y arbitrarias, por parte de particulares o por el Estado, dentro de su domicilio (Exp.
Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 345).

115 Inviolabilidad del domicilio. Extensión a las habitaciones de hotel


[L]a inviolabilidad de domicilio (artículo 2, inciso 9 de la Constitución) [es un] derecho que protege
también las actividades realizadas por una persona en la habitación un hotel (Exp. Nº 6712-2005-
HC, 17/10/05, P, FJ. 43)

116 Inviolabilidad del domicilio. Intervención en el derecho a la inviolabilidad del domici-


lio
[E]l derecho a la inviolabilidad del domicilio repele intervenciones no consentidas sobre el
espacio físico donde se desarrolla la vida privada y familiar de una persona. Sin embargo, como
sucede con todo derecho fundamental, el de inviolabilidad del domicilio tampoco es un derecho
absoluto y, en ese sentido, no siempre que se produzca una injerencia en el espacio físico por él
garantizado, sin que se cuente con el consentimiento de su titular, se generará automáticamen-
te una lesión del derecho. Sin embargo, de conformidad con el inciso 9) del artículo 2 de la
Constitución, una injerencia sobre el domicilio que no cuente con el consentimiento de su titular
no se considerará arbitraria si es que se sustenta en un mandato judicial (Exp. Nº 003-2005-PI/TC,
09/08/2006, P, FJ. 351).

117 Inviolabilidad del domicilio. Lesión por el inspector de trabajo


La lesión del derecho a la inviolabilidad del domicilio se habría producido, obviamente, si el inspec-
tor de trabajo hubiera ingresado y registrado el domicilio de la demandante sin el permiso de esta,
lo cual no [no ocurre si se] solicitó que la diligencia se realizara en presencia de su abogado, razón
por la cual la inspección no se llevó a cabo, y, por ende, el derecho invocado no se vulneró (Exp. Nº
01113-2003-AA, 12/06/03, S1, FJ. 2)

118 Inviolabilidad del domicilio. Libre acceso al domicilio


Aparece manifiesta la restricción al ingreso al domicilio que tienen los accionantes, al no permitír-
seles circular libremente por el único lugar o vía por donde pueden ingresar a su vivienda a fin de
disfrutar de ella. Por otra parte, aun cuando de los actuados [aparezca] que existe discusión respec-
to a la condición regular que como inquilinos tendrían los accionantes, mientras ello no se dilucide
judicialmente los presuntos propietarios no pueden arrogarse el derecho de perturbar la facultad de
libre desplazamiento por la vía común que permite el ingreso a sus domicilios (Exp. Nº 1727-2002-
HC, 08/08/03, P, FJ. 3)

119 Inviolabilidad del domicilio. Mandato judicial de intervención al derecho a la inviola-


bilidad del domicilio
[D]e conformidad con el inciso 9) del artículo 2 de la Constitución, cualquier intervención en el
ámbito del derecho a la inviolabilidad del domicilio ha de respetar, en términos generales, el prin-
cipio de reserva de jurisdicción. Según este, no basta con que en la ley se establezcan los supuestos
en los que se puede autorizar el ingreso no consentido al domicilio, sino que es preciso, además, que
se cuente con una orden judicial que así lo disponga. Dicha orden judicial, además de tener que
estar estrictamente motivada, ha de contemplar necesariamente si los motivos por los cuales se
solicita su adopción se encuentran previstos en la ley, si tienen una finalidad constitucionalmente
legítima y si su ejecución es necesaria e indispensable para cumplir dicha finalidad (Exp. Nº 003-
2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 352).

70
DERECHOCIVILL

120 Inviolabilidad del domicilio. Relación con el derecho al libre tránsito


[T]anto el ingreso como la salida de una propiedad estrictamente privada o su tránsito dentro de
ella, no involucra restricción de traslado de un lugar público a otro, siendo que dicho desplazamien-
to está destinado a uso particular, supuesto que se encuentra amparado por la inviolabilidad del
domicilio (Exp. Nº 05516-2005-HC, 29/08/05, S2, FJ. 2)

121 Inviolabilidad del domicilio. Restricciones


[N]o es un derecho absoluto, como no lo es ninguno de los derechos fundamentales, pudiendo ceder
ante los supuestos descritos en la misma ley, siempre que el recorte que aquél haya de experimen-
tar sea: justificado en una resolución judicial debidamente motivada o, necesario para lograr un fin
constitucionalmente legítimo, proporcionado para alcanzarlo y respetuoso del contenido esencial
del derecho (Exp. Nº 7455-2005-PHC/TC, 09/07/07, S.2, FJ. 5)

122 Secreto e inviolabilidad de las comunicaciones. Contenido


El amplio derecho fundamental a la vida privada permite garantizar que la comunicación entre
particulares, sea mediante llamada telefónica, correo –clásico o electrónico– o nota entre particula-
res, no pueda ser objeto de conocimiento de terceros o de la interrupción de su curso (Exp. Nº 0774-
2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 24)
El concepto de “secreto” e “inviolabilidad” de las comunicaciones y documentos privados, (...)
comprende a la comunicación misma, sea cual fuere su contenido y pertenezca o no el objeto de la
comunicación al ámbito de lo personal, lo íntimo o lo reservado. De manera que se conculca el
derecho tanto cuando se produce una interceptación de las comunicaciones, es decir, cuando se
aprehende la comunicación dirigida a terceros, como cuando se accede al conocimiento de lo co-
municado, sin encontrarse autorizado para ello (Exp. Nº 2863-2002-AA, 29/01/03, S1, FJ. 3)
[D]entro de la garantía del secreto e inviolabilidad de las comunicaciones, se encuentran compren-
didos también los recibos por los servicios públicos. De manera que es inconstitucional, prima facie,
que estos se intercepten y, sin contarse con la autorización de su destinatario, se acceda a su
contenido (Exp. Nº 2863-2002-AA, 29/01/03, S1, FJ. 4)

123 Secreto e inviolabilidad de las comunicaciones. Definición y efectos


Tal derecho [al secreto y a la inviolabilidad de las comunicaciones] se encuentra reconocido en el
inciso 10) del artículo 2 de la Constitución, e impide que las comunicaciones y documentos privados
sean interceptados o acceda a su conocimiento quien no esté autorizado para ello. Asimismo, el
derecho a la inviolabilidad de las comunicaciones y documentos privados tiene eficacia erga omnes,
es decir, garantiza su no penetración y conocimiento por terceros, sean estos órganos públicos o
particulares, ajenos al proceso de comunicación (Exp. Nº 2863-2002-AA, 29/01/03, S1, FJ. 3)
Con relación al secreto alegado [y a la inviolabilidad de las comunicaciones], es importante señalar
que la protección a las comunicaciones interpersonales se encuentra plenamente reconocido en el
artículo 2, inciso 10), de la Constitución. A través de esta norma se busca salvaguardar que todo
tipo de comunicación entre las personas sea objeto exclusivamente de los intervinientes en el
mismo (Exp. Nº 0774-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 24)

124 Secreto e inviolabilidad de las comunicaciones. Fines de la intervención de las comu-


nicaciones en el caso de liberados por beneficios penitenciarios
[La intervención en las comunicaciones en el caso de los liberados por beneficios penitenciarios]
persigue alcanzar fines constitucionalmente legítimos. En primer lugar, el control y fiscalización de
la concesión de los beneficios penitenciarios, dentro de las funciones que el Estado está en la obliga-
ción de preservar, conforme al artículo 139.22 de la Ley Fundamental. En segundo lugar, la preven-
ción y persecución del delito de terrorismo, que forma parte del deber primordial del Estado de garan-
tizar la plena vigencia de los derechos y protegerla frente a las amenazas contra su seguridad, confor-
me al artículo 44 de la Constitución Política del Estado (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 369).

71
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

125 Secreto e inviolabilidad de las comunicaciones. Intervención de las comunicaciones


en el caso de liberados por beneficios penitenciarios
En cuanto a la naturaleza de las infracciones que pueden dar lugar a intervención de las comunica-
ciones de los liberados por beneficios penitenciarios, (…) esta es la sospecha de que en un lugar
público o locales abiertos al público, se estén desarrollando actividades vinculadas con el terroris-
mo u organizaciones o grupos terroristas o que actúan en servicio o colaboración con ellos (Exp. Nº
003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 369).

126 Secreto e inviolabilidad de las comunicaciones. Intervención en el derecho al secreto


y a la inviolabilidad de las comunicaciones
[E]l derecho a la inviolabilidad y secreto de las comunicaciones [no] es absoluto. El inciso 10) del
artículo 2 de la Ley Fundamental tiene previsto que la interceptación o intervención de las comuni-
caciones prima facie garantizadas, puede ser dispuesta mediante mandato judicial, con las garan-
tías previstas en la ley. Los alcances de la reserva de ley que contempla el artículo 2.10 de la
Constitución, sin embargo, no deben entenderse como que solamente las causas por las cuales
puede ordenarse una interceptación o intervención en las comunicaciones, se encuentren expresa-
mente señaladas en la ley. También es preciso que allí se regulen las garantías que permitan cir-
cunscribir el poder discrecional del juez al momento de autorizar la intervención (Exp. Nº 003-
2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 362).

127 Secreto e inviolabilidad de las comunicaciones. Límites


[C]ualquier derecho fundamental posee límites, los mismos que pueden ser explícitos o implícitos.
En el caso del (...) supuesto de la vida privada [secreto e inviolabilidad de comunicaciones], la
Constitución ha creído conveniente circunscribir su reconocimiento en el mismo artículo 2, inciso
10), estableciendo con claridad cuáles son las excepciones en las que se suspende esta garantía
(Exp. Nº 0774-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 25)

DERECHOS REALES

128 Expropiación. Definición


La expropiación consiste en una potestad que se concretiza en un acto de derecho público por el
cual el Estado priva coactivamente a un particular, o a un grupo de ellos, de la titularidad de un
determinado bien. Para ello, es preciso que el Poder Legislativo lo declare, mediante ley, y sobre la
base de la existencia de una causa real y apremiante de seguridad nacional o necesidad pública
(Exp. Nº 0031-2004-AI, 23/09/04, P, FJ. 5)

129 Expropiación. Indemnización como derecho


[T]oda persona tiene derecho a recibir a una indemnización justipreciada que incluya la compensa-
ción por el eventual perjuicio, como consecuencia de haber sido privada de su propiedad en un
procedimiento expropiatorio (Exp. Nº 0009-2004-AI, 02/08/04, P, FJ. 16)

130 Expropiación. Requisito del pago previo


[L]a privación de la propiedad, como consecuencia del ejercicio de la potestad expropiatoria del
Estado, no constituye un supuesto de limitación del derecho, sino de sacrificio del mismo. La dife-
rencia es muy importante, ya que, a diferencia de lo que es propio de un supuesto de limitación o
regulación del derecho de propiedad, que no es indemnizable, el efecto inmediato del ejercicio de la
potestad expropiatoria es afectar el núcleo dominical (sic) de la propiedad, por lo que, de conformi-
dad con el artículo 70 de la Constitución, su eficacia está condicionada al pago previo, en efectivo,
de la indemnización correspondiente (Exp. Nº 0031-2004-AI, 23/09/04, P, FJ. 3)

72
DERECHOCIVILL

131 Expropiación. Requisitos de la potestad expropiatoria


Según el artículo 70 de la Constitución, el ejercicio de la potestad expropiatoria:
a) Debe obedecer a exigencias de “seguridad nacional” o “necesidad pública”;
b) Está sujeto a una reserva de ley absoluta, es decir, debe declararse mediante una ley expedida
por el Congreso de la República;
c) Supone la obligación del Estado de pagar, en efectivo, la indemnización justipreciada que com-
pense el precio del bien materia de expropiación (Exp. Nº 0031-2004-AI, 23/09/04, P, FJ. 6)

132 Límite a propiedad de extranjeros. Excepción por necesidad pública


[S]i bien la primera parte del segundo párrafo del artículo 71 de la Constitución Política del Estado
prevé que, “[...] dentro de cincuenta kilómetros de las fronteras, los extranjeros no pueden adqui-
rir ni poseer, por título alguno, minas, tierras, bosques, aguas, combustibles ni fuentes de ener-
gía, directa ni indirectamente, individualmente ni en sociedad, bajo pena de perder, en beneficio
del Estado, el derecho así adquirido”; también es verdad que, a continuación, la misma disposi-
ción constitucional señala que “Se exceptúa el caso de necesidad pública expresamente declara-
da por decreto supremo aprobado por el Consejo de Ministros conforme a ley” (Exp. Nº 1297-
1999-21/08/02, P, FJ. 5)

133 Límite a propiedad de extranjeros. Necesidad pública de transferencia de kilómetro


cuadrado en Tiwinza
La transferencia en propiedad privada y a título gratuito al Gobierno de la República de Ecuador de
un terreno de un (1) kilómetro cuadrado, ubicado dentro del área denominada Tiwinza, situada
dentro de los cincuenta kilómetros de la frontera del país, en el distrito de El Cenepa, provincia de
Condorcanqui y departamento de Amazonas, fue declarada de necesidad pública, en cumplimiento
del denominado “Punto de vista vinculante” emitido por los Jefes de Estado de los Países Garantes
del Protocolo de Río de Janeiro de 1942, haciendo presente que esta transferencia, al regirse por el
Código Civil peruano, no conlleva limitación a la soberanía del Estado Peruano y, por ende, rige la
Constitución y las leyes de la República del Perú en dicho terreno (Exp. Nº 1297-1999-21/08/02, P,
FJ. 5)

134 Propiedad. Como atributo subjetivo y como institución objetiva


[D]esde la perspectiva constitucional, el derecho fundamental a la propiedad, como los demás dere-
chos, posee un doble carácter: de derecho subjetivo y, a su vez, de institución objetiva valorativa. Es
decir, en nuestra Constitución se reconoce a la propiedad no solo como un derecho subjetivo o
individual, sino también como una institución objetiva portadora de valores y funciones (Exp. Nº
0030-2004-AI, 02/12/05, P, FJ. 11)
Dado su doble carácter, el derecho fundamental a la propiedad no es un derecho absoluto, sino que
tiene limitaciones que se traducen en obligaciones y deberes a cargo del propietario, previstas
legalmente (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 96)

135 Propiedad. Como derecho y garantía institucional


Nuestra Constitución reconoce a la propiedad no solo como un derecho subjetivo, conforme a los
incisos 8) y 16) del artículo 2 de la Constitución, sino como una garantía institucional, a tenor del
artículo 70, según el cual el Estado garantiza la inviolabilidad de la propiedad, la cual debe ser
ejercida en armonía con el bien común y dentro de los límites que establece la ley (Exp. Nº 00048-
2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 76)

136 Propiedad. Concepto y contenido


[El derecho de propiedad] es concebido como el poder jurídico que permite a una persona usar,
disfrutar, disponer y reivindicar un bien. Así, la persona propietaria podrá servirse directamente de
su bien, percibir sus frutos y productos, y darle destino o condición conveniente a sus intereses,

73
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

siempre que ejerza tales actividades en armonía con el bien común y dentro de los límites estable-
cidos por la ley; e incluso podrá recuperarlo si alguien se ha apoderado de él sin derecho alguno
(Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 26.c)

137 Propiedad. Contenido como derecho subjetivo y como garantía institucional


[D]icho atributo fundamental [de la propiedad] está constituido esencialmente (...) por los elemen-
tos que la integran en su rol tanto de instituto sobre el que el Estado interviene bajo determinados
supuestos, como de derecho individual de libre autodeterminación. Con lo primero se garantiza que
el poder estatal o corporativo no invada los ámbitos de la propiedad fuera de lo permisiblemente
aceptado por la Norma Fundamental. Con lo segundo, que la propiedad pueda responder a los
supuestos mínimos de uso, usufructo y disposición (Exp. Nº 3773-2004-AA, 25/01/05, S2, FJ. 3)
[E]l derecho constitucional a la propiedad tiene una incuestionable connotación económica, y así lo
ha entendido nuestra Carta Fundamental cuando no solo reconoce a la propiedad dentro de la
enumeración de su artículo 2, que agrupa a los principales derechos fundamentales, sino que en su
artículo 70 establece que “El derecho de propiedad es inviolable. El Estado lo garantiza (...). A nadie
puede privarse de su propiedad sino, exclusivamente, por causa de seguridad nacional o necesidad
pública (...)”. De este modo, el derecho a la propiedad no solo adquiere la categoría constitucional
de derecho fundamental, sino que su defensa y promoción se constituyen en garantía institucional
para el desarrollo económico (Exp. Nº 0016-2002-AI, 30/04/03, P, FJ. 5)

138 Propiedad. Constitucionalidad del formulario registral de inscripción


La inscripción registral del derecho de propiedad dota de una incuestionable seguridad jurídica al
ejercicio de ese derecho. Sin embargo, ha sido cuidadoso en señalar que la garantía que reviste el
título inscrito será meramente aparente si no se crean las condiciones razonables y suficientes para
que el procedimiento previo a la inscripción esté provisto también de la suficiente seguridad jurídi-
ca, pues de lo que se trata es de que el registro sea fiel reflejo de la realidad jurídica extrarregistral.
Con esta premisa, y acudiendo al test de proporcionalidad, el Tribunal ha concluido que la medida
de permitir el acceso de los sectores de bajos recursos al registro de propiedad, mediante la reduc-
ción de los costos de transacción que supone la utilización del formulario registral legalizado por
notario, en lugar de la escritura pública, es proporcional y razonable, pues, no obstante que ello
genera un grado de sustracción en la garantía que la seguridad jurídica dispensa, el principio no se
ve afectado en su contenido esencial, siendo todavía plenamente reconocible su funcionalidad den-
tro del ordenamiento jurídico (Exp. Nº 0001-2003-AI, 04/07/03, P, FJ. 4)

139 Propiedad. Dentro del sistema constitucional personalista


En el sistema constitucional personalista, caso de nuestra Constitución, la propiedad privada no es
ni puede ser en modo alguno absoluta, debido a que, al igual que los restantes derechos y libertades
que dignifican al ser humano, la propiedad se encuentra sujeta a las limitaciones impuestas por el
interés general, las que, sin embargo, nunca podrían sustituir a la persona humana como titular de
la libertad, así como tampoco imponer trabas intensas a su ejercicio que desconozcan la indemnidad
de dicho derecho” (Exp. Nº 0008-2003-AI/TC, 11/11/2003, P, FJ. 26)

140 Propiedad. Dimensiones subjetiva y objetiva


[D]esde la perspectiva constitucional, el derecho fundamental a la propiedad, como los demás
derechos, posee un doble carácter: de derecho subjetivo y, a su vez, de institución objetiva valora-
tiva. Es decir, en nuestra Constitución se reconoce a la propiedad no solo como un derecho subjetivo
o individual, sino también como una institución objetiva portadora de valores y funciones (Exp. Nº
0030-2004-AI, 02/12/05, P, FJ. 11)
[La] función social explica la doble dimensión del derecho de propiedad y determina que, además
del compromiso del Estado de proteger la propiedad privada y las actuaciones legítimas que de ella
se deriven, pueda exigir también un conjunto de deberes y obligaciones concernientes a su ejerci-
cio, en atención a los intereses colectivos de la Nación (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 79)

74
DERECHOCIVILL

141 Propiedad. Distinción de la pensión


[L]a pensión, si bien forma parte del patrimonio de la persona que goza de ese derecho, no se puede
desprender, sin más, su asimilación con la propiedad, pues entre ellas existen diferencias notables
que se manifiestan en su naturaleza jurídica, en los actos que pueden realizarse, en el modo de
transferencia y en su titularidad (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/2005, P, FJ. 97)

142 Propiedad. Ejercicio en armonía con el bien común y dentro de los límites de ley
Entendido el derecho fundamental a la propiedad [desde la perspectiva iusprivatista] parece atri-
buir a su titular un poder absoluto, lo cual no se condice con los postulados esenciales de los
derechos fundamentales que reconoce un Estado social y democrático de Derecho como el nuestro.
Por ello, el derecho a la propiedad debe ser interpretado no solo a partir del artículo 2, incisos 8 y 16,
sino también a la luz del artículo 70 de la Constitución, el cual establece que este se ejerce en armonía
con el bien común y dentro de los límites de ley (Exp. Nº 0030-2004-AI, 02/12/05, P, FJ. 11)

143 Propiedad. Enfoque desde el Derecho Privado


La propiedad, como derecho fundamental, se encuentra prevista en el artículo 2, incisos 8 [propiedad
intelectual] y 16 de la Constitución. Dicho derecho, desde una perspectiva iusprivatista, se concibe
como el poder jurídico que permite a una persona usar, disfrutar, disponer y reivindicar un bien. Así,
el propietario puede servirse directamente del bien, percibir sus frutos y productos, y darle destino o
condición conveniente a sus intereses patrimoniales (Exp. Nº 0030-2004-AI, 02/12/05, P, FJ. 11)

144 Propiedad. Exclusión de atributos legales del contenido constitucional


[S]i bien el derecho de propiedad tiene reconocimiento y protección constitucional de conformidad
con lo establecido en nuestra Constitución Política del Estado, no todos los aspectos de dicho atri-
buto fundamental pueden considerarse de relevancia constitucional. Es esto último lo que sucede
precisamente con la posesión que, no obstante configurarse como uno de los elementos que integra
la propiedad, no pertenece al núcleo duro o contenido esencial de la misma, careciendo por tanto de
protección en sede constitucional, limitándose su reconocimiento y eventual tutela a los supuestos
y mecanismos que la ley, a través de los procesos ordinarios, establece (Exp. Nº 3773-2004-AA, 25/
01/05, S2, FJ. 2)

145 Propiedad. Función social


Cuando nuestra Constitución garantiza la inviolabilidad de la propiedad privada y señala que debe
ser ejercida en armonía con el bien común y dentro de los límites legales, no hace más que
referirse a la función social que el propio derecho de propiedad contiene en su contenido esencial
(Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 78)
[E]l contenido esencial del derecho de propiedad no puede determinarse únicamente bajo la óptica
de los intereses particulares (...) sino que debe tomarse en cuenta, necesariamente, el derecho de
propiedad en su dimensión de función social. No hay duda que las acciones que el Estado lleve a
cabo respecto a los bienes que, siendo patrimonio de la Nación, son concedidos en dominio privado,
se encuentran legitimadas cuando se justifican en la obligación de atender el bien común, que es la
función social de la propiedad en sí misma (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 80)
[C]uando el artículo 70 de la Constitución establece que el derecho de propiedad se ejerce en
armonía con el bien común y dentro de los límites que establece la ley, presupone, de un lado, que
el ejercicio del derecho de propiedad de los particulares se desenvuelva de manera acorde con la
función social que es parte del contenido esencial del derecho; y, por otro, que las actuaciones e
intervenciones del Estado se sustenten en el interés general para el logro del bien común (Exp. Nº
0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 84)
[E]l derecho fundamental a la propiedad [desde la perspectiva ius privatista] parece atribuir a su
titular un poder absoluto, lo cual no se condice con los postulados esenciales de los derechos funda-
mentales que reconoce un Estado social y democrático de Derecho como el nuestro. Por ello, el

75
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

derecho a la propiedad debe ser interpretado no solo a partir del artículo 2, incisos 8 y 16, sino
también a la luz del artículo 70 de la Constitución, el cual establece que este se ejerce en armonía
con el bien común y dentro de los límites de ley (Exp. Nº 0030-2004-AI, 02/12/05, P, FJ. 11)
La propiedad no solo supone el derecho del propietario de generar con la explotación del bien, su
propio beneficio individual. Tampoco se restringe a aceptar la existencia de límites externos que
impidan al titular de los bienes utilizarlos en perjuicio de terceros. Acorde con la Constitución, es
fundamental que el propietario reconozca en su propiedad la funcionalidad social que le es consus-
tancial. Así, en la propiedad no solo reside un derecho, sino también un deber: la obligación de
explotar el bien conforme a la naturaleza que le es intrínseca, pues solo de esa manera estará
garantizado el bien común. Ello requerirá la utilización de los bienes conforme a su destino natural
en la economía (Exp. Nº 0008-2003-AI/TC, 11/11/2003, P, FJ. 26)

146 Propiedad. Inscripción en registros como garantía institucional


[P]ara el pleno desarrollo del derecho de propiedad en los términos que nuestra Constitución lo
reconoce y promueve, no es suficiente saberse titular del mismo por una cuestión de simple convic-
ción, sino que es imprescindible poder oponer la titularidad de dicho derecho frente a terceros y
tener la oportunidad de generar, a partir de la seguridad jurídica que la oponibilidad otorga, las
consecuencias económicas que a ella le son consubstanciales. Es decir, es necesario que el Estado
cree las garantías que permitan institucionalizar el derecho. Es la inscripción del derecho de propie-
dad en un registro público el medio a través del cual el derecho trasciende su condición de tal y se
convierte en una garantía institucional para la creación de riqueza y, por ende, para el desarrollo
económico de las sociedades, tanto a nivel individual como a nivel colectivo (Exp. Nº 0016-2002-
AI, 30/04/03, P, FJ. 5)
Es evidente que aquellos individuos que cuentan con un título de propiedad registrado poseen una
especial ventaja frente a aquellos que no cuentan con la inscripción. Tal ventaja se traduce, espe-
cialmente, en facultades de índole económica. Los que ostentan un título inscrito cuentan con un
derecho de propiedad oponible erga omnes, razón por la cual será más difícil despojarlos injusta-
mente de su propiedad, con el desmedro económico que ello acarrearía, y tienen mayores posibili-
dades de convertirse en sujetos de crédito, por mencionar solo algunas de las referidas ventajas.
Existiendo, pues, marcadas distancias entre un título registrado y uno que no lo está, y, por ende,
entre los que ostentan un derecho de propiedad con las prerrogativas que la Constitución aspira y
aquellos que no, y considerando que parte importante de las razones por las que se suscitan tales
distancias se debe a que no todos tienen el poder adquisitivo para acceder al registro, entonces es
deber del Estado instaurar las condiciones para despejar los obstáculos que generan tal desigualdad
de oportunidades (Exp. Nº 0016-2002-AI, 30/04/03, P, FJ. 12)

147 Propiedad. Limitaciones a su ejercicio


El ejercicio del derecho a la propiedad no es absoluto, e importa limitaciones legales que tienen por
finalidad armonizar:
- El derecho de propiedad individual con el ejercicio del mismo por parte de los demás individuos.
- El derecho de propiedad individual con el ejercicio de las restantes libertades individuales.
- El derecho de propiedad individual con el orden público y el bien común (Exp. Nº 0008-2003-
AI, 11/11/03, P, FJ. 26.c)
El derecho de propiedad se encuentra reconocido por el artículo 2, inciso 16 de la Constitución,
según el cual: “Toda persona tiene derecho: 16) A la propiedad (...)”; así como por su artículo 70, a
tenor del cual: “El derecho de propiedad es inviolable. El Estado lo garantiza”.
Como cualquier derecho fundamental, el de propiedad no es un derecho absoluto, pues se encuen-
tra limitado por disposiciones constitucionales expresas o por delimitaciones tácitas (Exp. Nº 0031-
2004-AI, 23/09/04, P, FJ. 2)

76
DERECHOCIVILL

148 Propiedad. Necesidad de oponibilidad


Para el pleno desarrollo del derecho de propiedad en los términos que nuestra Constitución le
reconoce y promueve, no es suficiente saberse titular del mismo por una cuestión de simple convic-
ción, sino que es imprescindible poder oponer su titularidad frente a terceros y generar, a partir de
la seguridad jurídica que la oponibilidad otorga, las consecuencias económicas que a ella le son
consustanciales. Es decir, es necesario que el Estado cree las garantías que permitan institucionali-
zar el derecho (...).
La concepción de la propiedad privada como una garantía institucional, no implica el desconoci-
miento de las garantías que, a su vez, deben ser instauradas a efectos de reconocer al propietario las
facultades de oponibilidad del derecho. Y es que, al igual que la gran mayoría de derechos funda-
mentales, la propiedad no mantiene más la condición de derecho absoluto (Exp. Nº 0008-2003-AI/
TC, 11/11/2003, P, FJ. 26)

149 Propiedad. Objeto en el Derecho Civil


[En el Derecho Civil] el objeto de la propiedad son las cosas u objetos materiales susceptibles de
valoración, para el derecho constitucional la propiedad no queda ‘enclaustrada’ en el marco del
dominio y de los derechos reales, sino que abarca y se extiende a la pluralidad in totum de los bienes
materiales e inmateriales que integran el patrimonio de una persona y que, por ende, son suscepti-
bles de apreciación económica (Exp. Nº 0008-2003-AI/TC, 11/11/2003, P, FJ. 26)

150 Propiedad. Obligaciones del Estado y de particulares


[Las limitaciones del derecho a la propiedad obligan] por un lado, a que el Estado regule su goce y
ejercicio a través del establecimiento de límites establecidos por ley; y, por otro, impone al titular
del derecho el deber de armonizar su ejercicio con el interés colectivo. La función social es, pues,
consustancial al derecho de propiedad y su goce no puede ser realizado al margen del bien común,
el cual constituye, en nuestro ordenamiento constitucional, un principio y un valor constitucional
(Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 96)

151 Propiedad. Variedad de estatutos y carácter unitario


[V]ista la existencia de una variada e ilimitada gama de bienes sobre los que puede configurarse la
propiedad (urbanos, rurales, muebles inmuebles, materiales, inmateriales, públicos, privados, etc.),
puede hablarse de diversos estatutos de la misma, los que, no obstante asumir matices particulares
para cada caso, no significan que la propiedad deje de ser una sola y que, por tanto, no pueda
predicarse respecto de la misma elementos de común configuración (Exp. Nº 3773-2004-AA, 25/
01/05, S2, FJ. 3)

152 Restricciones por seguridad nacional. Adquisición, posesión, explotación y transfe-


rencia de bienes
[El artículo 72 de la Constitución] establece que la Ley puede, solo por razones de seguridad nacio-
nal, establecer temporalmente restricciones y prohibiciones específicas para la adquisición, pose-
sión, explotación y transferencia de determinados bienes.
En puridad, los alcances de dicho precepto configuran de manera i[nn]ominada una situación de
anormalidad de naturaleza económica y financiera que pone en peligro la seguridad nacional, o
cuando se acredita la existencia de una situación en la cual, a efectos de lograr el control de la
pluralidad de influencias que atenten contra los fines de preservación, desarrollo y continuidad de
la Nación peruana, se adoptan en el campo económico determinadas medidas para ayudar a superar
dicha grave situación (Exp. Nº 0018-2003-AA, 26/04/04, P, FJ. 2)
[M]ediante este precepto constitucional [del artículo 72] se autoriza que el legislador, en casos de
seguridad nacional, con carácter temporal, pueda establecer restricciones y prohibiciones específi-
cas para la adquisición, posesión, explotación y transferencia de determinados bienes. Pero de él no
se desprende una prohibición general a que el legislador establezca límites al derecho de propiedad

77
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

o a la explotación de los bienes, como se deduce de su interpretación con el artículo 70 de la Constitución


y la necesidad de armonizar su ejercicio con el bien común (Exp. Nº 0009-2001-AI, 29/01/02, P, FJ. 3)

FAMILIA

153 Derechos y deberes de los padres. Circunstancias de uso de la esterilización quirúrgica


[L]a esterilización quirúrgica, [es el] procedimiento que (...) puede resultar aceptable en otras cir-
cunstancias, como, por ejemplo, las de orden médico o terapéutico, en cuyo caso las responsabilida-
des correspondientes –así como las atenuantes y las eximentes de antijuridicidad– quedarían suje-
tas a los preceptos generales y especiales, de nuestro ordenamiento jurídico (Exp. Nº 00014-1996-
I, 28/04/97, P, FJ. s/n, párr. único)

154 Derechos y deberes de los padres. Derecho de las familias a elegir métodos de planifi-
cación familiar
[L]o que la modificación introducida por la Ley Nº 26530 ha hecho, al eliminar, del primitivo artícu-
lo VI del Decreto Legislativo Nº 346, la prohibición del método de la esterilización, es enfatizar la
prohibición radical del aborto, dejando a criterio de la pareja el derecho de decidir, con entera
libertad, respecto de la utilización de los demás métodos anticonceptivos que, en cada circunstan-
cia, puedan ser considerados en el catálogo de los de planificación familiar, es decir, como medios
destinados a programar el número de nacimientos y la forma de espaciarlos (Exp. Nº 00014-1996-
I, 28/04/97, P, FJ. s/n, párr. único)

155 Derechos y deberes de los padres. Métodos excluidos de la planificación familiar


[L]os métodos que, como el de la esterilización quirúrgica, impiden la programación y el espacia-
miento de los nacimientos, puesto que los hacen imposibles, no pueden considerarse como com-
prendidos en el elenco de los de “planificación familiar”, dado que se trata de procedimientos que
privan –en muchos casos de modo irreversible– de la capacidad de procrear, y, por tanto, de la de
programar y/o espaciar los nacimientos.
(...)
[D]ado el estado actual de los conocimientos y de la tecnología médica, la esterilización quirúrgica
–por lo general irreversible– no parece ser un método [de planificación familiar], habida cuenta del
sentido y tenor de la legislación nacional (...) de planificación familiar (Exp. Nº 00014-1996-I, 28/
04/97, P, FJ. s/n, párr. único)

156 Derechos y deberes de los padres. Pensión de sobrevivencia


[L]a posibilidad de que el monto o parte del monto de la pensión del causante se materialice en una
pensión de sobrevivencia, debe encontrarse condicionada a la dependencia económica en la que se
encontraba el o los sobrevivientes con relación a dicho monto (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumula-
dos, 03/06/05, P, FJ. 143)
[Es] derecho del padre (...) tener la certeza de que, incluso después de su muerte, su pensión podrá
coadyuvar en la educación, alimento y seguridad de sus hijos (artículo 6 de la Constitución) (Exp. Nº
0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 150)
Dado que, en el común de los casos, la viuda es, a su vez, madre de los hijos sobrevivientes, tiene
el deber de destinar parte de su pensión a velar por el sustento de sus hijos (artículo 6 de la
Constitución) (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 151)
La permisión de que los hijos que siguen estudio básico o superior puedan mantener una pensión de
orfandad incluso luego de haber cumplido la mayoría de edad, se fundamenta en (...):
- [E]l derecho y el deber de los padres de mantener a sus hijos (artículo 6 de la Constitución)
(Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 153)

78
DERECHOCIVILL

157 Derechos y deberes de los padres. Planificación familiar como política nacional de
población
[S]i ha de entenderse el concepto de planificación familiar en el marco de referencia de la propia ley
que la regula, vale decir, de la Ley de Política Nacional de Población (Decreto Legislativo Nº 346)
(...) habrá que entenderlo como un programa familiar; libremente acordado por la pareja, que tiene
por objeto, “(...) la libre determinación del número de sus hijos” (artículo IV, inciso 2), y “(...)
asegurar la decisión libre, informada y responsable de las personas y las parejas sobre el número y
espaciamiento de los nacimientos (...)” (artículo 2 del Título I de la misma) (Exp. Nº 00014-1996-
I, 28/04/97, P, FJ. s/n, párr. único)

158 Derechos y deberes de los padres. Validez de descuentos por alimentos


[Si una persona] tiene una serie de descuentos judiciales establecidos por obligaciones alimentarias,
en los que se dispone el pago de porcentajes del sueldo del recurrente a favor de los alimentistas y
otros descuentos efectuados a solicitud personal y que han sido autorizados por él (…) [en consecuen-
cia,] los descuentos que [efectuados], al ser órdenes judiciales emitidas a consecuencia de un proceso
regular en materia de alimentos, son válidos (Exp. Nº 2665-2002-AA, 10/05/04, S1, FJ. 1 y 2)

159 Derechos y deberes de los padres e hijos. Presunciones de dependencia económica


Tal condición [la dependencia económica que justifica la pensión de sobrevivencia] puede conside-
rarse cumplida sobre la base de ciertas presunciones. Así, esta queda satisfecha en el caso de los
hijos menores de edad del fallecido o los mayores de edad que siguen estudios básicos o superiores,
pues, en dicha situación, la dependencia con relación a la pensión que correspondía al causante
resulta evidente. Debe entenderse incluso que dicha presunción es iure et de iure, (...) conforme
reza el artículo 6 de la Constitución (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 143)

160 Familia y matrimonio. Institutos jurídicos constitucionalmente protegidos


[C]uando [el] precepto fundamental establece que el “Estado protege a la familia y promueve el
matrimonio”, reconociéndolos como “institutos naturales y fundamentales de la sociedad”, con ello
simplemente se ha limitado a garantizar constitucionalmente ambos institutos [como son la familia
y el matrimonio] con una protección especial, la derivada de su consagración en el propio texto
constitucional.
Más que de unos derechos fundamentales a la familia y al matrimonio, en realidad, se trata de dos
institutos jurídicos constitucionalmente garantizados (Exp. Nº 2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 13)

161 Matrimonio. Decisión de contraerlo y libre desarrollo de la personalidad


Uno de [los] ámbitos de libertad en los que no cabe la injerencia estatal, porque cuentan con la
protección constitucional que les dispensa el formar parte del contenido del derecho al libre desa-
rrollo de la personalidad, ciertamente es el ius connubii. Con su ejercicio, se realiza el matrimonio
como institución constitucionalmente garantizada y, con él [aunque no únicamente], a su vez, tam-
bién uno de los institutos naturales y fundamentales de la sociedad, como lo es la familia. Por
consiguiente, toda persona, en forma autónoma e independiente, puede determinar cuándo y con
quién contraer matrimonio. Particularmente, en la decisión de contraer matrimonio no se puede
aceptar la voluntad –para autorizar o negar– de nadie que no sea la pareja de interesados en su
celebración (Exp. Nº 2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 14)

162 Matrimonio. Inexistencia de derecho constitucional a contraer matrimonio


[D]el artículo 4 de la Norma Fundamental no es posible derivar un derecho constitucional al matri-
monio (...). [L]os derechos que con [la] celebración [del matrimonio] se pudieran generar (...) se
encuentran garantizados en la legislación ordinaria y, particularmente, en el Código Civil. De
manera que, desde una perspectiva constitucional, no cabe el equiparamiento del matrimonio
como institución con el derecho de contraer matrimonio, aunque entre ambos existan evidentes
relaciones (Exp. Nº 2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 13)

79
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[E]l derecho de contraer libremente matrimonio, si bien no tiene la autonomía propia de un derecho
constitucional específico, como lo tienen la libertad contractual, de empresa, tránsito, religión o
cualquier otra que se reconozca en la Norma Fundamental, sí se encuentra en el ámbito de protec-
ción del derecho al libre desarrollo de la persona, reconocido en el artículo 2, inciso 1), de la Cons-
titución (Exp. Nº 2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 14)

163 Matrimonio. Protección constitucional a su contenido esencial


[L]a protección constitucional que sobre el matrimonio pudiera recaer se traduce en la invalidación
de una eventual supresión o afectación de su contenido esencial. En efecto, ni siquiera el amplio
margen de configuración del matrimonio que la Constitución le otorga al legislador, le permite a
este disponer del instituto mismo. Su labor, en ese sentido, no puede equipararse a lo propio del
Poder Constituyente, sino realizarse dentro de los márgenes limitados de un poder constituido (Exp.
Nº 2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 13)

164 Protección a los niños y adolescentes. Fundamento


El fundamento constitucional de la protección del niño y del adolescente que la Constitución les
otorga radica en la especial situación en que ellos se encuentran; es decir, en plena etapa de forma-
ción integral en tanto personas. En tal sentido, el Estado, además de proveer las condiciones nece-
sarias para su libre desarrollo, debe también velar por su seguridad y bienestar (Exp. Nº 3330-
2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 35)
[D]entro del orden de prelaciones y jerarquías existente al interior de una Constitución, es decidida-
mente un hecho incontrovertible, que mayor importancia reviste para un Estado y su colectividad,
el proteger a la infancia y más aún, si se encuentra en situación de abandono, que promover la
seguridad como valor aislado, pues independientemente de que tal dispositivo reposa directamente
sus fundamentos en el artículo 1 de la Norma Fundamental y es, por consiguiente, rigurosamente
tributario del principio “Dignidad de la Persona”, a la larga, del cumplimiento de un dispositivo,
depende, en los hechos, la eficacia y vigencia del otro. No es posible, que un Estado proclame la
Seguridad Ciudadana como valor preciado de hoy cuando alimenta las condiciones de su propia
alteración a futuro. Si una colectividad permite, de espaldas a su propia realidad, que la desprotec-
ción a la niñez se solvente con actitudes de indiferencia crónica, lo único que engendra son las
condiciones, para que la seguridad que hoy proclama como bandera, no vaya más allá de su propia
existencia, como si el futuro de sus descendientes, paradójicamente la seguridad de ellos, no le
interesara en lo absoluto (Exp. Nº 0298-1996-AA, 13/04/98, P, FJ. 12)

165 Unión de hecho. Aplicación constitucional del régimen de sociedad de gananciales


[D]ebe quedar claramente establecido que no es indispensable que exista un matrimonio civil para
que la unión de hecho pueda hallarse bajo el régimen de sociedad de gananciales, sino que las
uniones de hecho, como tales, se hallan bajo dicho régimen, y no simplemente por voluntad de la
ley, sino por virtud del propio mandato constitucional; “en consecuencia”, según la Constitución, la
unión de hecho de un varón y una mujer origina una comunidad de bienes sujeta al régimen de
sociedad de gananciales (Exp. Nº 0498-1999-AA, 14/04/00, P, FJ. 2)

RESPONSABILIDAD CIVIL

166 Daño. Clases


El daño que origina una responsabilidad civil puede ser definido bajo la fórmula del daño jurídica-
mente indemnizable, entendido como toda lesión a un interés jurídicamente protegido, bien se
trate de un derecho patrimonial o extrapatrimonial. En tal sentido, los daños pueden ser patrimo-
niales o extrapatrimoniales. Serán daños patrimoniales las lesiones a derechos patrimoniales, y
daños extrapatrimoniales las lesiones a los derechos de dicha naturaleza, como el caso específico de
los sentimientos considerados socialmente dignos o legítimos y por ende merecedores de la tutela
legal, cuya lesión origina un supuesto de daño moral. Del mismo modo, las lesiones a la integridad

80
DERECHOCIVILL

física de las personas, a su integridad psicológica y a sus proyectos de vida, originan supuestos de
daños extrapatrimoniales por tratarse de intereses jurídicamente protegidos, reconocidos como
derechos extrapatrimoniales (Exp. Nº 0001-2005-PI/TC, 06/06/2005 P, FJ. 18)

167 Mercado de seguros. Exigencia de capital mínimo no restringe la libre iniciativa priva-
da y a la libertad de empresa
[L]a restricción a la libre iniciativa privada y a la libertad de empresa, por el hecho de que se exija
un capital mínimo para el ingreso al mercado de seguros, no resulta inconstitucional, toda vez que
su objetivo es afianzar, dentro de nuestro sistema económico, el mercado de las empresas asegura-
doras, las que ofrecen productos –que en el caso del SOAT, el legislador ha considerado su contra-
tación como obligatoria– cuya finalidad persigue salvaguardar fines y valores constitucionales su-
periores, como la vida, la integridad personal y la salud, reconocidos en los artículos 2.1 y 7, respec-
tivamente, de la Norma Fundamental (Exp. Nº 0001-2005-PI/TC, 06/06/2005 P, FJ. 49)

168 Responsabilidad civil. Como principio jurídico esencial


Es un principio jurídico esencial aquel que pretende que quien ha sido perjudicado sin culpa con un
acto ilícito no tiene que asumir las consecuencias negativas de dicho acto. Este postulado se des-
prende del principio de responsabilidad civil que establece que todo aquel que causa un daño a otro
está obligado a indemnizarlo, previsto en los artículos 210, 212 y 1985 del CC (Exp. Nº 1776-2004-
AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 50)

169 Responsabilidad civil. Criterios


En nuestra legislación se han recogido dos criterios en materia de responsabilidad civil (subje-
tiva y objetiva) aplicables a nivel contractual y extracontractual, a fin de procurar el resarci-
miento de la víctima del daño causado por la conducta lesiva. (…) Así, en materia de responsa-
bilidad civil contractual, el criterio subjetivo de responsabilidad (culpa) se encuentra regulado
en el artículo 1321º del Código Civil, ligado a la inejecución de las obligaciones por dolo, culpa
inexcusable o culpa leve; mientras que en materia de responsabilidad civil extracontractual, se
encuentra regulado en el artículo 1969º del mismo cuerpo legal, conforme al cual, todo daño
producido por dolo o culpa resulta pasible de indemnización. Es así que en cada caso, el juzga-
dor analiza –dentro de cada criterio– los elementos de la responsabilidad civil a fin de estable-
cer el monto indemnizatorio correspondiente. (…) De otro lado, el criterio objetivo de respon-
sabilidad (artículo 1970º del Código Civil) resulta aplicable a supuestos de responsabilidad
extracontractual sobre la base del riesgo creado, que se constituye como el factor objetivo de
atribución de responsabilidad, mediante el cual “(...) basta acreditar el daño causado, la rela-
ción de causalidad y que se ha tratado de un daño producido mediante un bien o actividad que
supone un riesgo adicional al ordinario y común y que por ello mismo merecen la calificación de
riesgosos”. (…) En los últimos años es evidente el incremento de vehículos de transporte públi-
co y privado, con el consiguiente crecimiento desmedido del parque automotor, lo cual implica
muchos riesgos para la vida, la integridad y la salud de los usuarios, acrecentándose la posibi-
lidad de sufrir daños. Por tales razones es que resultó conveniente favorecer la situación de las
víctimas, estableciéndose un supuesto de responsabilidad civil extracontractual basado en la
noción de riesgo creado consagrada en el numeral 1970 del Código Civil (Exp. Nº 0001-2005-
PI/TC, 06/06/2005 P, FJs. 19, 20, 21 y 22)

170 Responsabilidad civil. Noción de riesgo creado


La noción de riesgo creado alude a la idea de que todos los bienes que se utilizan en la vida moderna
para la satisfacción de las necesidades suponen un riesgo común u ordinario; empero, también hay
actividades que suponen un riesgo adicional, como es el caso de los vehículos automotores, para lo
cual no es necesario examinar la culpabilidad del autor, pues bastará con acreditarse el daño causa-
do, la relación de causalidad y que se ha tratado de un daño producido mediante un bien o actividad
riesgosa (Exp. Nº 0001-2005-PI/TC, 06/06/2005 P, FJ. 18)

81
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

171 Responsabilidad civil. Regimenes


La disciplina de la responsabilidad civil está referida al aspecto fundamental de indemnizar los
daños ocasionados en la vida de relación a los particulares, bien se trate de daños producidos como
consecuencia del incumplimiento de una obligación voluntaria, principalmente contractual, o bien
se trate de daños que sean el resultado de una conducta, sin que exista entre los sujetos ningún
vínculo de orden obligacional. Cuando el daño es consecuencia del incumplimiento de una obliga-
ción voluntaria, se habla en términos doctrinarios de responsabilidad civil contractual, y dentro de
la terminología del Código Civil Peruano de responsabilidad derivada de la inejecución de obligacio-
nes. Por el contrario, cuando el daño se produce sin que exista ninguna relación jurídica previa
entre las partes, o incluso existiendo ella, el daño es consecuencia, no del incumplimiento de una
obligación voluntaria, sino simplemente del deber jurídico genérico de no causar daño a otro, nos
encontramos en el ámbito de la denominada “responsabilidad civil extracontractual” (Exp. Nº 0001-
2005-PI/TC, 06/06/2005 P, FJ. 17)

172 Responsabilidad civil derivada de los accidentes de tránsito. Responsabilidad objetiva


[E]l artículo 29 de la Ley Nº 27181, que establece que la responsabilidad civil derivada de los
accidentes de tránsito causados por vehículos automotores es objetiva, conforme al Código Civil, no
resulta inconstitucional toda vez que, por un lado, la Constitución no ha reservado a favor de las
municipalidades la facultad de establecer un sistema de responsabilidad civil por accidentes de
tránsito; y, por otro, en nuestro ordenamiento jurídico subsisten dos criterios de responsabilidad
civil –objetivo y subjetivo– bajo los cuales se genera el resarcimiento de los daños ocasionados,
siendo incluso que de no haberse efectuado dicha mención en el cuestionado artículo 29º, y por el
sólo hecho de encontrarnos frente al uso de un bien riesgoso (vehículos automotores), opera en
forma automática el criterio de responsabilidad objetiva consagrado en el artículo 1970 del Código
Civil frente al perjudicado, a fin de lograr el resarcimiento correspondiente de acuerdo al daño
causado. (…) En efecto, (…) en situaciones en que ocurre un accidente de tránsito que causa un
daño a la vida, la integridad o la salud de la persona resulta, por decir lo menos, conveniente
indemnizarla, lo cual está plenamente justificado cuando un sujeto causa un daño de tal naturaleza.
Si algo de constitucional se encuentra en el artículo 1970º del Código Civil es, precisamente, la
reparación del daño, en la medida que con dicha protección se otorga dispensa a los derechos a la
vida e integridad y a la salud, reconocidos por los artículos 2.1 y 7, respectivamente, de la Norma
Fundamental. De esta forma, sin duda, es posible cumplir con el objetivo primordial de la responsa-
bilidad civil, cual es, auxiliar o beneficiar a la víctima a través de la reparación del daño que hubiere
sufrido (Exp. Nº 0001-2005-PI/TC, 06/06/2005 P, FJs. 25 y 26)

173 Seguro obligatorio de accidentes de tránsito. Finalidad


Sobre el seguro obligatorio de accidentes de tránsito, [se puede afirmar] que el considerable aumen-
to del parque de automóviles y el aumento de la densidad de la circulación viaria, han convertido el
uso y la circulación de los vehículos de motor en un verdadero peligro social (estado de riesgo) para
los automovilistas y para quienes sin serlo son sus frecuentes víctimas, peligro que ha inducido en
casi todos los países (...) a imponer individualmente a todo titular o conductor de un automóvil la
obligación de estipular un seguro que cubra, en forma total o parcial, los daños que su circulación
pueda generar a los terceros, de los que sus conductores sean jurídicamente responsables. El seguro
obligatorio de automóviles así introducido, beneficia a las víctimas, al asegurarles una indemniza-
ción, aunque el conductor responsable sea insolvente o no sea hallado; beneficia al conductor res-
ponsable, pues elimina el gravamen que sobre un patrimonio representa la obligación de indemni-
zar a la víctima; y, en definitiva, crea una situación colectiva de cobertura que beneficia a todos. [En
ese sentido,] [e]l Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) tiene pues, por objeto, ase-
gurar el pago de un monto dinerario ante los supuestos de lesiones o muerte ocasionadas por tales
accidentes, tanto así, que el numeral 14 del Decreto Supremo Nº 049-2000-MTC que lo regula
dispone que el pago de los gastos e indemnizaciones del seguro se hará sin investigación ni pronun-
ciamiento previo de autoridad alguna, bastando la sola demostración del accidente y de las conse-
cuencias de muerte o lesiones que éste originó a la víctima, independientemente de la responsabi-
lidad del conductor, propietario del vehículo o prestador del servicio, causa del accidente o de la

82
DERECHOCIVILL

forma de pago o cancelación de la prima, lo cual deberá constar expresamente en el contrato de la


póliza de seguro (Exp. Nº 0001-2005-PI/TC, 06/06/2005 P, FJs. 30 y 31)

174 Sistema de seguros obligatorios. Finalidad


En nuestro ordenamiento se ha venido regulando diversas fórmulas relativas a la responsabilidad
civil extracontractual cuyo propósito ha sido disminuir las consecuencias de los daños ocasionados
en supuestos expresamente determinados en una norma legal, evitando, de un lado, un perjuicio
superior al ocasionado, al otorgarse un determinado monto dinerario como forma de resarcimiento
inmediato (lo que no significa el agotamiento de la responsabilidad civil de quien lo causa), mien-
tras se recurre al proceso judicial correspondiente –siempre que el resarcimiento otorgado resulte
insuficiente frente al daño causado– a fin de obtener un pronunciamiento jurisdiccional que deter-
mine la responsabilidad del causante del daño y la correspondiente indemnización. De otro lado,
promueve una cultura de previsión frente a situaciones que generan daños a derechos de carácter
extrapatrimonial. A este tipo de previsiones se denomina Sistemas de Seguros Obligatorios, los
cuales se crean generalmente para cubrir daños resultantes de actividades que son consideradas
riesgosas, como por ejemplo el uso de vehículos automotores, o la exposición a condiciones riesgo-
sas para la vida o la integridad personal, entre otras, pero que la sociedad considera permisibles.
(…) Los sistemas de seguros obligatorios se orientan a asegurar que la víctima perciba la indemni-
zación que le corresponde por los daños ocasionados, por lo que cumple una finalidad de carácter
social (Exp. Nº 0001-2005-PI/TC, 06/06/2005 P, FJs. 28 y 29)

175 Sistema de seguros obligatorios. Noción


El seguro obligatorio puede ser entendido, sea como un régimen general que cubre todo tipo de
accidentes personales, sea como un régimen que comprende riesgos específicos. En muchos países
existen seguros específicos de acuerdo al tipo de riesgos. Así por ejemplo, en el ámbito laboral, los
seguros obligatorios por accidentes de trabajo o por responsabilidad profesional; en el campo del
transporte, los seguros obligatorios para el transporte público de pasajeros; en el campo de activi-
dades recreativas y deportivas, los seguros obligatorios en carreras de automóviles, competencias
deportivas, entre otros. (…) Un seguro obligatorio bastante generalizado en el mundo es el seguro
obligatorio de accidentes de tránsito, respecto del cual nos ocuparemos posteriormente, y que en el
Perú se funda en la responsabilidad objetiva, esto es, que no considera al responsable o la culpa; lo
esencial es que hay una víctima a la que hay que ayudar a través de la reparación del daño sufrido
(Exp. Nº 0001-2005-PI/TC, 06/06/2005 P, FJs. 30 y 31)

SUCESIONES

176 Derecho a la herencia. Intransmisibilidad de la pensión


La pensión no es susceptible de ser transmitida por la sola autonomía de la voluntad del causante,
como si se tratase de una herencia, pues se encuentra sujeta a determinados requisitos establecidos
en la ley y que, solo una vez que hubiesen sido satisfechos, podría generar su goce a este o sus
beneficiarios (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/2005, P, FJ. 97)

83
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO
COMERCIAL

AHORRO

001 Ahorro. Como derecho constitucional y garantía institucional


Dicho precepto constitucional [artículo 87] establece: “El Estado fomenta y garantiza el ahorro. La
ley establece las obligaciones y los límites de las empresas que reciben ahorros del público, así
como el modo y los alcances de dicha garantía”. A (…) través de dicha cláusula de la Norma Supre-
ma, se ha reconocido el ahorro en cuanto derecho constitucional y como garantía institucional (Exp.
Nº 0004-2004-AI, 21/09/04, P, FJ. 2)

002 Ahorro. Como derecho subjetivo constitucional


[E]l artículo 87 de la Constitución reconoce al ahorro como un derecho subjetivo constitucional, en
la medida que el Estado se encuentra, de un lado, prohibido de apropiarse arbitrariamente de él, y
de otro, obligado a fomentarlo y garantizarlo (Exp. Nº 0004-2004-AI, 21/09/04, P, FJ. 50)
En cuanto derecho subjetivo constitucional tiene, prima facie, una estructura semejante a lo que
sucede con cualquier derecho de carácter reaccional: garantiza que el Estado no se apropie arbitra-
riamente del ahorro de los privados. Sin embargo, también participa de una faz positiva, por cuanto
garantiza que el Estado realice todas aquellas medidas necesarias y acordes con los deberes de
fomento y garantía del ahorro. Si en su vertiente de derecho reaccional, el derecho de ahorro tiene
directamente como sujeto obligado al Estado, en forma indirecta, el mismo derecho constitucional
tiene también por sujeto pasivo u obligado a las “empresas que reciben ahorros del público” (Exp.
Nº 0004-2004-AI, 21/09/04, P, FJ. 2)

003 Ahorro. Como garantía institucional


[El artículo 87 de la Constitución reconoce al ahorro] como una garantía institucional que auspicia
la protección del ahorrista en el sistema financiero (Exp. Nº 0004-2004-AI, 21/09/04, P, FJ. 50)
[C]omo garantía institucional, esto es, en cuanto instituto constitucionalmente garantizado, impide
que el Estado pueda legislativamente suprimirla o vaciarla de contenido. Tal garantía no solo tiene
una vertiente negativa, en el sentido de prohibir su supresión o vaciamiento de contenido, sino
también una vertiente positiva, pues, como expresa la primera parte del artículo 87 de la Constitu-
ción, impone al Estado el deber de fomentarla y garantizarla (Exp. Nº 0004-2004-AI, 21/09/04, P,
FJ. 2)

004 Ahorro. Necesidad de estabilidad monetaria y del sistema financiero


[P]ara efectos de una debida protección del ahorrista, resulta fundamental la estabilidad del sistema
bancario o financiero, dependiente, a su vez, de la estabilidad de la moneda. Y analizadas las cosas
desde la perspectiva inversa, es también claro que es poco lo que se podría hacer para garantizar la

84
DERECHO COMERCIAL .

estabilidad monetaria con un sistema bancario y financiero indebidamente supervisado (Exp. Nº


00005-2005-CC, 18/11/05, P, FJ. 38)

005 Ahorro. Obligación de protección, garantía y fomento del Estado


La protección y fomento del ahorro supone un amplio margen de maniobrabilidad de parte del
Estado. Sin embargo, en este caso, los límites a las políticas públicas se expresan, de un lado, en no
suprimir o vaciar de contenido a la institución del ahorro (deber de garantizar), y, de otro, en cuidar
en grado extremo que tales políticas públicas no supongan un entorpecimiento u obstaculización
irrazonable o desproporcionada de su práctica (deber de fomento) (Exp. Nº 0004-2004-AI, 21/09/
04, P, FJ. 49)
Como el ahorro está constituido por un conjunto de imposiciones de dinero que realizan las perso-
nas naturales y jurídicas en las empresas del sistema financiero, el factor de real relevancia para
determinar el cumplimiento del Estado de su obligación de garantizar y fomentar el ahorro, sería el
análisis de la ley que, por mandato directo del propio artículo 87 de la Carta Fundamental, tiene
reservada la regulación de las obligaciones y los límites de las empresas que reciben los ahorros del
público, así como de la labor que cumple la Superintendencia de Banca y Seguros en el control de las
empresas bancarias, conforme a las prescripciones previstas en dicha ley. Así, el cumplimiento de la
labor estatal de fomento y garantía del ahorro no puede apreciarse a partir de una medida aislada
como la imposición de un tributo sobre la transferencia de los montos contenidos en una cuenta de
ahorro, sino a la luz del conjunto de medidas y regulaciones asumidas por el aparato estatal y
orientadas a garantizar la cabal eficacia del artículo 87 de la Constitución (Exp. Nº 0004-2004-AI,
21/09/04, P, FJ. 51)

BANCO CENTRAL DE RESERVA

006 Banco Central de Reserva. Carácter vinculante de sus opiniones previas


[L]as opiniones previas del BCR, allí donde las leyes orgánicas las exigen, configuran una compe-
tencia de dicha entidad con sustento constitucional directo (Exp. Nº 0005-2005-CC/TC, 18/11/
2005, P, FJ. 44)

007 Banco Central de Reserva. Estabilidad monetaria como competencia compartida con
la Superintendencia de Banca y Seguros
A la luz de lo establecido en el artículo 84 de la Constitución, la función reguladora en materia
financiera es ejercida por el BCR. No obstante, es importante resaltar que, en dicha tarea, debe
contar con la cooperación y coordinación de la SBS, al constituir órganos constitucionales con fun-
ciones relacionadas con la moneda y la Banca, que (...) se relacionan de manera intrínseca. Es a
través de la participación de ambas entidades que se garantiza la estabilidad económica financiera
y el orden público económico, por lo que nuestro modelo financiero supone –bajo criterios de coope-
ración entre poderes y órganos públicos– una labor racional e integrada de ambos entes, siendo que
sus competencias requieren articularse permanentemente con un importante grado de coordina-
ción, sin perjuicio de la autonomía que constitucionalmente les ha sido reconocida (artículos 84 y
87) (Exp. Nº 00005-2005-CC, 18/11/05, P, FJ. 39)

008 Banco Central de Reserva. Función


La soberanía monetaria del Estado y la estabilidad del sistema monetario son resguardadas por el
[Banco Central de Reserva], a partir del ejercicio de diversas competencias, entre las que se encuen-
tran regular la moneda y el crédito en el sistema financiero (artículos 83 y 84 de la Constitución)
(Exp. Nº 00005-2005-CC, 18/11/05, P, FJ. 36)

85
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

009 Banco Central de Reserva. Función reguladora en materia financiera requiere colabo-
ración de la SBS
[L]a función reguladora en materia financiera es ejercida por el BCR. No obstante, es importante
resaltar que, en dicha tarea, debe contar con la cooperación y coordinación de la SBS, al constituir
órganos constitucionales con funciones relacionadas con la moneda y la Banca, que (…) se relacio-
nan de manera intrínseca. Es a través de la participación de ambas entidades que se garantiza la
estabilidad económica financiera y el orden público económico, por lo que nuestro modelo financie-
ro supone –bajo criterios de cooperación entre poderes y órganos públicos– una labor racional e
integrada de ambos entes, siendo que sus competencias requieren articularse permanentemente
con un importante grado de coordinación, sin perjuicio de la autonomía que constitucionalmente
les ha sido reconocida (artículos 84 y 87). Por ello, sin perjuicio de las exclusivas competencias
previstas en la regulación orgánica del BCR y de la SBS, se proyecta desde la propia Constitución la
obligación de que se respete un núcleo funcional de coordinación entre ambas entidades. Ello queda
evidenciado, por ejemplo, en la repetida exigencia prevista en diversas normas de la LOSBS, de
requerir la opinión previa del BCR antes de autorizar o denegar determinadas solicitudes formula-
das por entidades del sistema bancario y financiero a la SBS (Exp. Nº 0005-2005-CC/TC, 18/11/
2005, P, FJ. 39 y 40)

010 Banco Central de Reserva. Opinión previa a la transformación de sucursal de empresa


extranjera
[E]l deber previsto en la [Ley Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros], de recabar
opiniones del BCR en determinadas oportunidades, tiene sustento directo en el núcleo funcional de
coordinación entre ambas entidades derivado de la incidencia mutua entre las funciones que la
Constitución ha conferido a cada una de ellas, es decir, de la incidencia mutua entre la estabilidad
del sistema financiero y bancario, y la estabilidad del sistema monetario (Exp. Nº 00005-2005-CC,
18/11/05, P, FJ. 43)
[L]a razón por la que (...) [se] considera imprescindible solicitar previamente la opinión previa del
BCR en los supuestos de transformación de una sucursal de una empresa financiera extranjera, en
una empresa constituida en el Perú, no reside en lo que teóricamente esta transformación pueda
representar, sino en lo que en la práctica pueda generar. Y es que una cosa es lo que una empresa del
sistema financiero anuncie que pretende hacer y otra lo que en los hechos su solicitud concreta
implique.
Cierto es que desde un punto de vista teórico, en principio, una simple transformación societaria no
da lugar a una variación en las operaciones que pueda incidir sobre la estabilidad monetaria, pero es
preciso que ello sea corroborado por un estudio y una posterior opinión técnica de todas las enti-
dades constitucionalmente competentes; en este caso, no solo la SBS, sino también el BCR (Exp.
Nº 00005-2005-CC, 18/11/05, P, FJ. 54)
[E]n interpretación conforme a la Constitución del artículo 21 de la LOSBS, es competencia del BCR
emitir opinión previa, en los supuestos en que empresas del sistema financiero del exterior soliciten
la transformación de sus oficinas en el país ya autorizadas y en operación, en empresas con perso-
nería jurídica propia (Exp. Nº 00005-2005-CC, 18/11/05, P, FJ. 56)

011 Directorio del Banco Central de Reserva. Cuestionamiento de actos de la SBS


[E]l Directorio del BCR conviene en autorizar la presentación de la demanda en contra de la SBS. De
esta forma (...) no existe duda respecto de la voluntad de la institución, formalizada por su propio
Directorio, de cuestionar jurisdiccionalmente determinados actos llevados a cabo por la SBS (Exp.
Nº 00005-2005-CC, 18/11/05, P, FJ. 12)

012 Directorio del Banco Central de Reserva. No necesidad de motivar nombramiento de di-
rectores
[N]o todo acto administrativo expedido al amparo de una potestad discrecional, siempre y en todos

86
DERECHO COMERCIAL .

los casos, debe estar motivado. Así sucede, por ejemplo, con la elección o designación de los funcio-
narios públicos (Defensores del Pueblo, miembros del Tribunal Constitucional, Presidente y Direc-
tores del Banco Central de Reserva, Contralor de la República y otros) cuya validez, como es obvio,
no depende de que esté motivada (Exp. Nº 02456-2005-AA, 19/0/05, S2, FJ. 13)

SECRETO BANCARIO

013 Secreto bancario: Elemento fuera del contenido esencial


[E]xisten, cuando menos, tres motivos que permiten sostener que el secreto bancario, en tanto se
refiere al ámbito de privacidad económica del individuo, no forma parte del contenido esencial del
derecho a la intimidad personal: a) la referencia al contenido esencial del derecho a la intimidad
personal, reconocido por el artículo 2°7 de la Constitución, hace alusión a aquel ámbito protegido
del derecho cuya revelación pública implica un grado de excesiva e irreparable aflicción psicológica
en el individuo, lo que difícilmente puede predicarse en torno al componente económico del dere-
cho; b) incluir la privacidad económica en el contenido esencial del derecho a la intimidad, implica-
ría la imposición de obstáculos irrazonables en la persecución de los delitos económicos; c) el propio
constituyente, al regular el derecho al secreto bancario en un apartado específico de la Constitución
(segundo párrafo del artículo 2°5), ha reconocido expresamente la posibilidad de limitar el derecho
(Exp. Nº 0004-2004-AI, 21/09/04, P, FJ. 37)

014 Secreto bancario: Justificación


El derecho fundamental a la intimidad, como manifestación del derecho a la vida privada sin inter-
ferencias ilegítimas, tiene su concreción de carácter económico en el secreto bancario y la reserva
tributaria.
[M]ediante el secreto bancario y la reserva tributaria, se busca preservar un aspecto de la vida
privada de los ciudadanos, en sociedades donde las cifras pueden configurar, de algún modo, una
especie de “biografía económica” del individuo, perfilándolo y poniendo en riesgo no solo su dere-
cho a la intimidad en sí mismo configurado, sino también otros bienes de igual trascendencia, como
su seguridad o su integridad (Exp. Nº 0004-2004-AI y acumulados, 21/09/04, P, FJs. 34 y 35)
[C]uando menos, tres motivos (…) permiten sostener que el secreto bancario, en tanto se refiere al
ámbito de privacidad económica del individuo, no forma parte del contenido esencial del derecho a
la intimidad personal: a) la referencia al contenido esencial del derecho a la intimidad personal,
reconocido por el artículo 2.7 de la Constitución, hace alusión a aquel ámbito protegido del derecho
cuya revelación pública implica un grado de excesiva e irreparable aflicción psicológica en el indivi-
duo, lo que difícilmente puede predicarse en torno al componente económico del derecho; b) incluir
la privacidad económica en el contenido esencial del derecho a la intimidad, implicaría la imposi-
ción de obstáculos irrazonables en la persecución de los delitos económicos; c) el propio constitu-
yente, al regular el derecho al secreto bancario en un apartado específico de la Constitución (segun-
do párrafo del artículo 2 inciso 5), ha reconocido expresamente la posibilidad de limitar el derecho
(Exp. Nº 0004-2004-AI y acumulados, 21/09/04, P, FJ. 37)
[L]as afectaciones del secreto bancario que están proscritas constitucionalmente serán solo aque-
llas que conlleven, en sí mismas, el propósito de quebrar la esfera íntima del individuo, mas no
aquellas que, manteniendo el margen funcional del elemento de reserva que le es consustancial,
sirvan a fines constitucionalmente legítimos, tales como el seguimiento de la actividad impositiva
por parte de la Administración Tributaria, en aras de fiscalizar y garantizar el principio de solidari-
dad contributiva que le es inherente (Exp. Nº 0004-2004-AI y acumulados, 21/09/04, P, FJ. 39)

015 Secreto bancario: Parte del derecho a la intimidad


[E]l secreto bancario forma parte del contenido constitucionalmente protegido del derecho a la
intimidad, y su titular es siempre el individuo o la persona jurídica de derecho privado que realiza

87
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

tales operaciones bancarias o financieras. En la medida en que tales operaciones bancarias y finan-
cieras forman parte de la vida privada, su conocimiento y acceso solo pueden levantarse “a pedido
del juez, del Fiscal de la Nación o de una Comisión Investigadora del Congreso con arreglo a ley y
siempre que se refiera al caso investigado” (Exp. Nº 1219-2003-HD, 21/01/04, S1, FJ. 9)
[M]ediante el secreto bancario se garantiza la intimidad en materia financiera, es decir, que las
operaciones realizadas por los clientes de una empresa financiera o bancaria sean manejadas con
discreción y confidencialidad (Exp. Nº 1219-2003-HD, 21/01/04, S1, FJ. 9)
[B]usca asegurar la reserva o confidencialidad –términos ambos que aquí se utilizan como sinóni-
mos– de una esfera de la vida privada de los individuos o de las personas jurídicas de derecho
privado. En concreto, la necesaria confidencialidad de las operaciones bancarias de cualquiera de
los sujetos descritos que pudieran realizar con cualquier ente, público o privado, perteneciente al
sistema bancario o financiero (Exp. Nº 1219-2003-HD, 21/01/04, S1, FJ. 9)
[El] derecho a la intimidad financiera y bancaria impone obligaciones de diversa clase a quienes
tienen acceso, por la naturaleza de la función y servicio que prestan, a ese tipo de información. En
primer lugar, a los entes financieros y bancarios, con quienes los particulares, en una relación de
confianza, establecen determinada clase de negocios jurídicos. En segundo lugar, a la misma Super-
intendencia de Banca y Seguros, que, como organismo supervisor del servicio público en referencia,
tiene acceso a determinada información, a la que, de otro modo, no podría acceder (Exp. Nº 1219-
2003-HD, 21/01/04, S1, FJ. 10)

SISTEMA MONETARIO

016 Sistema monetario. Competencia del gobierno nacional


Si bien constitucionalmente no se ha establecido expresamente las competencias que les corres-
ponde al gobierno nacional dentro del proceso de descentralización, hay algunas que pueden vis-
lumbrarse a partir de las funciones de los poderes, o por determinación explícita del constituyente,
como puede ser el caso de la moneda (Exp. Nº 0002-2005-PI, 18/02/05, P, FJ. 66)

017 Sistema monetario. Funciones del Banco Central de Reserva


La soberanía monetaria del Estado y la estabilidad del sistema monetario son resguardados por el
BCR, a partir del ejercicio de diversas competencias, entre las que se encuentran regular la moneda
y el crédito en el sistema financiero (artículo 83 y 84 de la Constitución) (Exp. Nº 00005-2005-CC,
18/11/05, P, FJ. 36)

SUPERINTENDENCIA DE BANCA Y SEGUROS

018 Superintendencia de Banca y Seguros. Control del sistema financiero


[E]l artículo 87 de la Carta Fundamental dispone que la [Superintendencia de Banca y Seguros]
tiene por función ejercer el control de las empresas bancarias y de seguros y de todas aquellas
otras empresas que reciben ahorro y/o depósitos del público. Así pues, la finalidad de la SBS, tal
como viene configurada por el artículo 345 de su Ley Orgánica, consiste en proteger los intereses
del público en el ámbito de los sistemas financiero y de seguros (Exp. Nº 00005-2005-CC, 18/11/05,
P, FJ. 37)
[C]onsiderando que la política crediticia es un importante instrumento de conducción económica, el
Estado debe ejercer su papel de regulación y vigilancia del sistema bancario, de modo que se torna
imperativo que se revise la normatividad atinente a la creación y constitución de los bancos y sus
actividades (Exp. Nº 1238-2004-AA, 16/11/04, P, FJ. 15)

88
DERECHO COMERCIAL .

019 Superintendencia de Banca y Seguros. Coordinación de funciones con el Banco Cen-


tral de Reserva
[S]in perjuicio de las exclusivas competencias previstas en la regulación orgánica del [Banco Cen-
tral de Reserva] y de la [Superintendencia de Banca y Seguros], se proyecta desde la propia Consti-
tución la obligación de que se respete un núcleo funcional de coordinación entre ambas entidades
(Exp. Nº 00005-2005-CC, 18/11/05, P, FJ. 40)
[E]l deber previsto en la Ley Orgánica de la [Superintendencia de Banca y Seguros], de recabar
opiniones del [Banco Central de Reserva] en determinadas oportunidades, tiene sustento directo en
el núcleo funcional de coordinación entre ambas entidades derivado de la incidencia mutua entre
las funciones que la Constitución ha conferido a cada una de ellas, es decir, de la incidencia mutua
entre la estabilidad del sistema financiero y bancario, y la estabilidad del sistema monetario.
Ello cobra sentido en tanto de la adecuada toma de decisiones de la SBS depende en buen grado
la posibilidad del BCR de asegurar el equilibrio monetario (Exp. Nº 00005-2005-CC, 18/11/05, P,
FJ. 43)

89
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO
CONSTITUCIONAL

ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

001 Academia de la Magistratura. Como medio para garantizar idoneidad de la magis-


tratura
[A]l haber la Constitución instituido la Academia de la Magistratura, ello supone la adopción de un
medio para garantizar la idoneidad de la magistratura, apareciendo así esta como un principio
implícito de la Constitución. Pero, además, el carácter implícito de este principio en el ordenamien-
to constitucional, se deriva de que él es inherente al derecho a la tutela jurisdiccional (artículo 139,
inciso 3, Const.) y a la potestad de administrar justicia encomendada al Poder Judicial (artículo 138,
1er párrafo). En efecto, el derecho a la tutela jurisdiccional no solo significa el acceso a la protección
jurisdiccional, sino además a una calidad óptima de esta, condición que, entre otros aspectos, pre-
supone, como elemento fundamental, la idoneidad de la magistratura.
Según lo anterior, tendríamos que el objetivo sería la conformación de un estado de cosas: la instau-
ración de una judicatura con formación adecuada y especializada; la finalidad estaría constituida
por la idoneidad judicial en cuanto fin constitucional a cuya prosecución se justifica el estado de
cosas pretendido en el objetivo del trato diferenciado (Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 53)

002 Academia de la Magistratura. Cursos de capacitación y perfeccionamiento para jue-


ces y fiscales
Nada (…) impide o limita que la Academia de la Magistratura pueda y deba realizar cursos de
capacitación y perfeccionamiento destinados a los jueces y fiscales, tanto o más exigentes que los
que se realizan para habilitar a un profesional del derecho para su selección y posterior nombra-
miento por el Consejo Nacional de la Magistratura, o acaso que pueda considerarse como un factor
a tomarse en cuenta a la hora de determinarse la ratificación o no en el cargo de juez o fiscal,
además de otros criterios que seguramente pudiera fijar dicho órgano constitucional (Exp. Nº 00003-
2001-AI y acumulados, 13/07/01, P, FJ. 4)

003 Academia de la Magistratura. Formación para profesionales del derecho que no son
jueces o fiscales
[D]lado que el artículo 151 de la Constitución atribuye que la formación y capacitación se realizará
respecto a jueces y fiscales (y tal condición solo la tienen los profesionales del derecho que tengan
la condición de titulares, provisionales o suplentes), los cursos de la Academia solo podrían impar-
tirse a los que lo ejercen, no siendo extensivo el cumplimiento de este requisito para los profesiona-
les del derecho ajenos a la realización de dichas funciones.
Como consecuencia de ello, sería inconstitucional que el legislador intentase extender la obligación
de aprobar los estudios impartidos por la Academia de la Magistratura a los profesionales del dere-
cho que no tuviesen la condición de jueces o fiscales.

90
DERECHO CONSTITUCIONAL .

Sin embargo, si se "forma" a quien tiene la condición de juez o fiscal (y no antes), la segunda parte
de la misma disposición del artículo 151, esto es, que la formación y capacitación se realiza para los
efectos de su selección quedaría desprovista de significado alguno, pues si ya se es juez o fiscal no
cabe declarar su aptitud para ser seleccionado.
Una norma constitucional no puede ser interpretada de manera tal que sea incongruente, pues la
Constitución es una unidad en la que cada una de sus cláusulas cobran sentido tomando en cuenta
su conjunto, y en consecuencia, el intérprete supremo de la Constitución no puede privilegiar un
criterio interpretativo en ese sentido (Exp. Nº 00003-2001-AI y acumulados, 13/07/01, P, FJ. 3.b.)

004 Academia de la Magistratura. Función de formación


Corresponde a la Academia de la Magistratura la formación de los jueces y fiscales, esto es, la
educación o el adiestramiento para el ejercicio de la judicatura o de las labores propias del Ministe-
rio Público. Desde esta perspectiva, la formación que la Academia de la Magistratura impartiría,
tendría como destinatarios a los profesionales del derecho que, o bien no tuvieran el título de jueces
o fiscales, o teniéndolo, su ejercicio se efectúe de cualquier modo, menos en la condición de titular.
Sobre los jueces o fiscales titulares no cabría la "formación", que por definición, significa "adquirir
más o menos... una aptitud o habilidad", sino, en todo caso contribuir a su "capacitación" para un
mejor ejercicio de las importantes y delicadas labores para las cuales se les ha nombrado; y, en su
oportunidad, para intentar el ascenso (Exp. Nº 00003-2001-AI y acumulados, 13/07/01, P, FJ. 3.a.)

BIENES DEL ESTADO

005 Bienes del Estado. Clasificación


[L]os bienes del Estado se dividen en bienes de dominio privado y bienes de dominio público; sobre
los primeros el Estado ejerce su propiedad como cualquier persona de derecho privado; sobre los
segundos ejerce administración de carácter tuitivo y público.
El artículo 73 de la Constitución Política del Estado establece, que los bienes de dominio público son
inalienables e imprescriptibles, deduciéndose de ello, que no gozan de aquellas inmunidades los
bienes que conforman el patrimonio privado del Estado (Exp. Nº 0006-1996-AI, 30/01/97, P, FJ. 1)

006 Bienes de dominio privado del Estado. Embargabilidad


Los bienes que no están afectos al servicio público, al uso público o al interés nacional, incluyendo
los depósitos de dinero, constituyen, prima facie, bienes de domino privado y, como tal, son embar-
gables (Exp. Nº 00015-2001-AI y otros, 29/01/04, P, FJ.29)

007 Bienes de dominio privado del Estado. Embargabilidad de depósitos bancarios del
Estado
[D]eterminar, en abstracto, qué depósitos de dinero del Estado existentes en el Sistema Financiero
Nacional constituyen bienes de dominio público no es un asunto que, con generalidad, pueda preci-
sar este Tribunal Constitucional en un proceso como el de inconstitucionalidad de las leyes. En
cambio, lo que puede afirmarse es que no todos esos depósitos se encuentran afectos al servicio
público.
En efecto y como se mencionará luego, existen determinadas cuentas en el Sistema Financiero
Nacional que no solo no tienen la calidad de bien de dominio público, sino que se encuentran
específicamente destinadas al cumplimiento de pago de las obligaciones estatales que surjan a
consecuencia de la expedición de sentencias judiciales.
[S]olo tienen la condición de bienes inembargables, los que son de dominio público, es decir, los
depósitos de dinero que resultan indispensables para el cumplimiento de los fines esenciales de los

91
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

órganos del Estado o porque contribuyen con su funcionamiento (Exp. Nº 00015-2001-AI y otros,
29/01/04, P, FJs. 30 y 31)

008 Bienes de dominio público. Determinación del judicial carácter público del bien
[L]a procedencia del embargo sobre bienes del Estado, sean estos muebles o inmuebles, no debe
tener más límite que el hecho de tratarse, o tener la condición, de bienes de dominio público, por lo
que corresponde al juez, bajo responsabilidad, determinar, en cada caso concreto, qué bienes cum-
plen o no las condiciones de un bien de dominio privado y, por ende, son embargables (Exp. Nº
00015-2001-AI y otros, 29/01/04, P, FJ. 25)

009 Bienes de dominio público. Inalienabilidad e imprescriptibilidad


[El] artículo 73 de la Constitución, en modo alguno, señala que los bienes de dominio público sean
intangibles, esto es, que no puedan tocarse. Tampoco garantiza, tratándose de bienes públicos
como los parques metropolitanos, la extensión que estos puedan tener. En puridad, dicha norma se
limita a señalar que tienen la condición de "inalienables", es decir, que no pueden ser enajenados, y
que, además, son imprescriptibles, i.e., que no es posible derivar de la posesión prolongada en el
tiempo derecho de propiedad alguno (Exp. Nº 0018-2001-AI, 06/11/02, P, FJ. 4)

010 Bienes de dominio público. Límites a la reserva de bienes de dominio público


[L]a reserva de determinados bienes al dominio público atendiendo a su carácter esencial –normal-
mente escasos y no renovables, como son los minerales–, cumple la función de ordenar y racionali-
zar su explotación y utilización; mas ello no justifica una reserva en términos absolutos, y que tenga
tal entidad y naturaleza que pueda desvirtuar la libertad de empresa y demás libertades económicas
consagradas en el artículo 59 de la Constitución (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 107)

011 Bienes de dominio público. Naturaleza pública del bien


Una interpretación en [el] sentido, [de que sea solamente la incorporación en una ley la que otorgue
el carácter de público o no a los bienes del Estado] es decir, que no repare en la naturaleza jurídica
del bien del Estado, podría llevar a autorizar al legislador a excluir de entre esos bienes embargables
a determinados bienes distintos de los denominados de dominio público, lo que sería evidentemen-
te inconstitucional (Exp. Nº 00015-2001-AI y otros, 29/01/04, P, FJ. 20)
[N]o debe entenderse que es la sola exclusión de un determinado bien estatal de la ley futura lo que
lo hace inembargable, sino, antes bien, su condición de bien de dominio público, lo que la ley se
encargará de precisar (Exp. Nº 00015-2001-AI y otros, 29/01/04, P, FJ. 21)

012 Bienes de dominio público. Propiedad "especial" sobre los recursos naturales
Los recursos naturales renovables y no renovables, al ser bienes que integran el dominio público
cuyo titular es la Nación –no son objeto de un derecho real de propiedad en el sentido civilista del
mismo– configuran lo que se denomina una "propiedad especial". Esta se caracteriza por estar
sometida a una normativa específica de Derecho Público, que consagra su indisponibilidad, dada su
naturaleza de inalienable e imprescriptible, a tenor del artículo 73 de la Constitución Política del
Perú, quedando, en consecuencia, excluida del régimen jurídico sobre la propiedad civil (Exp. Nº
0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 98)
El Estado no ostenta una situación subjetiva de propietario de los recursos naturales que le otorgue
una serie de potestades exclusivas sobre dichos bienes en concepto de dueño, pues tales facultades
se inspiran en una concepción patrimonialista del dominio privado. Al respecto, el Tribunal Consti-
tucional Español, en la STC 227/1988, de fecha 29 de noviembre, (Fundamento 14) con criterio
esclarecedor formula lo siguiente: "(...) en efecto, la incorporación de un bien al dominio público
supone no tanto una forma específica de apropiación por parte de los poderes públicos, sino una
técnica dirigida primordialmente a excluir el bien afectado del tráfico jurídico privado, protegiéndo-
lo de esta exclusión mediante una serie de reglas exorbitantes de las que son comunes en dicho
tráfico iure privato" (Exp. Nº 0048-2004-PI, 01/04/05, P, FJ. 99 y 100)

92
DERECHO CONSTITUCIONAL .

El estatuto subjetivo constitucional del Estado –como personificación jurídica de la Administración–


frente a los bienes dominiales será el de un deber de garantía, protección y aprovechamiento del
patrimonio de la Nación, consistente en asegurar la afectación íntegra de dichos bienes para promo-
ver el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de
la Nación, de conformidad con el artículo 44 de la Constitución (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05,
P, FJ. 101)

COLEGIOS PROFESIONALES

013 Colegios profesionales. Afectación de autonomía de derechos de colegio profesional


[Si el dispositivo cuestionado] priva a los [profesionales] no inscritos en el registro allí creado (…)
del derecho de prestar servicios (…) a las respectivas entidades estatales, [se desconocen] los co-
rrespondientes derechos [de] los Colegios [profesionales] e, indirectamente, y por esa misma cir-
cunstancia, las facultades de autonomía que a dichos Colegios otorga la Constitución; sin perjuicio
de generar, como inmediata consecuencia de ello, una discriminación que ciertamente no se compa-
dece con la regla de la libre competencia, consagrada en el artículo 61 del mismo cuerpo normativo.
[Si] la (…) clasificación excluyente [allí estipulada] está encomendada (...) a una Comisión en la que
no se ha dado participación alguna a los Colegios (…), [ello] no concuerda con la autonomía y
personalidad que el artículo 20 de la Constitución otorga a dichos organismos (Exp. Nº 003-97-I,
31/07/01, P, FJ. 4)

014 Colegios profesionales. Afectación de autonomía por pedido de información del In-
decopi
[La solicitud de] información sobre los alcances de la Papeleta de Habilitación al Colegio de Aboga-
dos de Lima, constituye un pedido formal de información de la entidad demandada [Indecopi], en
legítimo ejercicio de las facultades y prerrogativas conferidas al amparo de lo dispuesto por el inciso
a), del artículo 2 del Decreto Legislativo Nº 807, y, por tanto, no puede considerarse como una
presunta agresión o amenaza a la autonomía institucional cedida a los colegios profesionales, con-
tenida en el artículo 20 de la Constitución Política del Estado (Exp. N° 887-2000-AA-TC, 23/07/
2002, P. FJ.1)

015 Colegios profesionales. Conformación de organismos representativos


[C]uando el artículo 20 de la Constitución Política del Estado reconoce que "Los Colegios Profesio-
nales son instituciones autónomas con personalidad de derecho público (…)", no está imponiendo
de manera restrictiva que los Colegios Profesionales no puedan conformar instituciones u organis-
mos representativos entre ellos mismos ni que respecto de tales instituciones u organismos no
pueda predicarse la existencia de determinadas facultades como la invocada autonomía (Exp. Nº
456-98-AA, 05/08/98, P, FJ. 3)

016 Colegios profesionales. Legalidad de la asociación compulsiva


En vía de excepción al principio genérico de autonomía personal, es posible que el Estado establezca
formas de asociación compulsiva.
Al respecto, Sagüés [Elementos de Derecho Constitucional. Tomo II. Buenos Aires: Astrea, 2003,
pág. 499] refiere que "en un régimen de derecho privado no es exigible la asociación compulsiva,
pero sí es posible respecto de entidades de derecho público. El ingreso a la entidad no es, por tanto,
un acto voluntario, sino una suerte de carga pública o servicio personal".
Esta obligación surge de la necesidad de alcanzar específica y concretamente fines públicos de
relevancia constitucional. En este contexto, las asociaciones de tipo corporativo y las creadas por
mandato constitucional o legal, deben inspirarse en el desarrollo de algún valor, principio o fin de
importancia relevante para la comunidad política.

93
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

(…) El artículo 20 de la Constitución establece que "los Colegios profesionales son instituciones
autónomas con personalidad de derecho público. La ley señala los casos en que la colegiación es
obligatoria" (Exp. Nº 1027-2004-AA, 20/05/04, S2, FJs. 4 y 5)

CONSEJO NACIONAL DE LA MAGISTRATURA

017 Consejo Nacional de la Magistratura. Atribuciones con relación a la jurisdicción militar


[E]l Consejo Nacional de la Magistratura es el órgano encargado, conforme a sus atribuciones cons-
titucionales, de establecer los requisitos y condiciones que deben reunir quienes postulen a la
jurisdicción especializada en lo militar, garantizando, en todo caso, que se disponga de profesiona-
les que posean una óptima formación jurídico-militar (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 43)

018 Consejo Nacional de la Magistratura. Exclusividad para destituir magistrados


[L]a facultad de destituir [magistrados] es función exclusivamente otorgada por el artículo 150 de la
Constitución al Consejo Nacional de la Magistratura (Exp. Nº 0001-96-I, 29/10/96, P, FJ. 2.b)

019 Consejo Nacional de la Magistratura. Motivación de resoluciones


[En relación] a la facultad sancionadora del CNM, es la propia Constitución la que establece que la
resolución que impone la sanción debe estar debidamente motivada. Al respecto, el Tribunal Cons-
titucional considera que la debida motivación de las resoluciones que imponen sanciones no cons-
tituye sólo una exigencia de las resoluciones judiciales, sino que se extiende a todas aquellas reso-
luciones –al margen de si son judiciales o no– que tienen por objeto el pronunciamiento sobre el
ejercicio de una función; es imperativo, entonces, que las resoluciones sancionatorias contengan de
una motivación adecuada a Derecho, como una manifestación del principio de tutela jurisdiccional
e interdicción de la arbitrariedad. Evidentemente, la exigencia constitucional de motivación de las
resoluciones sancionatorias del CNM se cumple cuando dicho órgano fundamenta cumplidamente
su decisión de imponer una sanción; lo cual excluye aquellos argumentos subjetivos o que carecen
de una relación directa e inmediata con la materia que es objeto de resolución y con la imposición de
la sanción misma. En cuanto al segundo presupuesto de legitimidad constitucional, esto es, la
previa audiencia del interesado, constituye también una manifestación del derecho a un debido
proceso (Exp. Nº 5156-2006-PA/TC, 21/09/2006, P, FJs. 10 y 11)

020 Concejo Nacional de la Magistratura. No puede afectar derechos de magistrados no


ratificados
El Tribunal Constitucional, de acuerdo con lo establecido por el artículo VII del Título Preliminar del
Código Procesal Constitucional, tiene la facultad jurídica para establecer, a través de sus sentencias
que adquieren la autoridad de cosa juzgada, un precedente vinculante, cuando se estime una de-
manda por violación o amenaza de violación de un derecho fundamental, a consecuencia de la
aplicación directa de una disposición de la propia Constitución por parte del Consejo Nacional de la
Magistratura, no obstante ser manifiestamente incongruente con ella misma o con la interpretación
que de ella haya realizado el Tribunal Constitucional (artículo VI del Título Preliminar del Código
Procesal Constitucional) y que resulte, por ende, vulneratoria de los valores y principios constitu-
cionales, así como de los derechos fundamentales de los magistrados no ratificados que deseen
postular nuevamente a la magistratura (Exp. Nº 1313-2006-PA/TC, 08/01/2006, P, FJ. 25, PV)

021 Consejo Nacional de la Magistratura. No puede impedir el derecho de los magistrados


no ratificados a postular al Poder Judicial
El Consejo Nacional de la Magistratura debe tener presente que, el Tribunal Constitucional, en
tanto supremo intérprete de la Constitución, ha integrado el artículo 154.2, con el numeral 2.2,
ambos de la Constitución, en el sentido de que no se puede impedir en modo alguno el derecho de
los magistrados no ratificados de postular nuevamente al Poder Judicial o al Ministerio Público,

94
DERECHO CONSTITUCIONAL .

pues el hecho de no haber sido ratificado no debe ser un impedimento para reingresar a la carrera
judicial (Exp. Nº 1313-2006-PA/TC, 08/01/2006, P, FJ. 25, PV)

022 Consejo Nacional de la Magistratura. Potestad sancionadora


[E]l artículo 99 de la Constitución reconoce la facultad de acusar a los funcionarios comprendidos en
dicha disposición, entre ellos a los vocales supremos, por infracción de la Constitución y por todo
delito que cometan en el ejercicio de sus funciones. En concordancia con este precepto constitucio-
nal, se entiende que la facultad de sanción reconocida al Pleno del Congreso de la República, de
conformidad con el artículo 100º de la Constitución, está relacionada con la determinación de res-
ponsabilidades de naturaleza política que se derivan de la infracción de la ley suprema o por la
comisión de un delito de función. No es éste el ámbito en el cual la Constitución le ha reconocido al
CNM la potestad de sancionar con destitución a los vocales supremos. Si se tiene en cuenta que el
Congreso de la República tiene competencia para destituir a los vocales supremos por infracción de
la Constitución y por todo delito que cometan en el ejercicio de la función, es obvio que estos
presupuestos no son los que habilitan al CNM para sancionar a los vocales supremos. Por el contra-
rio, el ámbito dentro del cual el CNM puede aplicar la sanción de destitución a los vocales supremos
es en el disciplinario (artículo 154º inciso 3 de la Constitución). (…) En tal sentido, (…) el CNM
[asume una] (…) competencia legítima para abrir proceso disciplinario (…), [si la conducta del
denunciado] no se deriva de una actuación política, sino más bien del ejercicio, en tanto vocal
supremo, de su función jurisdiccional o de Derecho; motivo por el cual es el CNM, y no el Congreso
de la República, el órgano competente para llevar a cabo el proceso disciplinario (…). Queda, por
tanto, delimitado el ámbito dentro del cual tanto el Congreso de la República como el CNM pueden
ejercer su facultad constitucional para imponer sanciones que la propia Constitución les reconoce.
De ahí que, en el caso concreto, se debe reconocer al CNM la legitimidad constitucional para ejercer
su potestad sancionadora, dentro de los límites que se derivan de la Constitución, claro está (Exp.
Nº 5156-2006-PA/TC, 21/09/2006, P, FJs. 23, 24 y 26)

023 Consejo Nacional de la Magistratura. Separación por inconducta


[S]eparar por inconducta en el desempeño de la función de administrar justicia equivale a destituir
(…) (Exp. Nº 0001-96-I, 29/10/96, P, FJ. 3)

024 Destitución de magistrados. Afectación de atribuciones constitucionales del Consejo


Nacional de la Magistratura por el régimen disciplinario de la jurisdicción militar
En el caso de las instancias inferiores de la jurisdicción militar, no existe prohibición constitucional
para que el Legislador pueda crear un régimen disciplinario especial, debiendo tomarse en conside-
ración, en todos los casos, que el artículo 154, inciso 3 de la Constitución establece como una de las
funciones del Consejo Nacional de la Magistratura la aplicación de la sanción de destitución a los
Vocales de la Corte Suprema y Fiscales Supremos, así como a los jueces y fiscales de todas las
instancias, por lo que la regulación del régimen disciplinario de las instancias de la jurisdicción
militar debe asemejarse, en lo posible, al régimen estatuido para el caso del Poder Judicial (Exp. Nº
00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 93)

025 Destitución de magistrados. Atribución ejercitada en forma paralela


[D]icha etapa previa [de investigación preliminar de un delito] no limita al Consejo Nacional de la
Magistratura respecto a los alcances en el ejercicio de sus atribuciones referidas a la evaluación de
jueces y fiscales sometidos a procesos disciplinarios, en virtud de la independencia que le atribuye
el artículo 150, y las funciones previstas por el inciso 3) del artículo 154 de la Constitución Política
del Perú (Exp. Nº 03459-2004-AA, 12/01/05, S1, FJ. 2)

026 Elección de miembros del Consejo Nacional de la Magistratura. Intervención de fisca-


les supremos provisionales que no cubrían plaza vacante
[Si] la elección del Consejero Suplente del [Consejo Nacional de la Magistratura], en representación
del Ministerio Público, se ha realizado con intervención de fiscales supremos provisionales que no

95
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

cubrían plaza vacante, (...) se ha transgredido lo dispuesto en el artículo 155, inciso 2 de la Consti-
tución Política del Perú (Exp. Nº 00767-2003-AA, 145/03, S1, FJ. 6)

027 Miembros del Consejo Nacional de la Magistratura. Independencia funcional y juris-


diccional
[Existe] equivalencia funcional entre los miembros del Poder Judicial, Ministerio Público y miem-
bros del Consejo Nacional de la Magistratura, consagrad[a] en los artículos 158 y 156 de la Consti-
tución, que consagra su independencia funcional y jurisdiccional según corresponda, indispensable
en el sistema de impartición de justicia, pilar de nuestro modelo democrático (Exp. Nº 00022-2004-
AI, 12/08/05, P, FJ. 22)

028 Nombramiento de magistrados. Atribución del Consejo Nacional de la Magistratura


para jueces y fiscales del país
[L]os artículos 150 y 154 inciso 1, de la Constitución estipulan que el Consejo Nacional de la
Magistratura "se encarga de la selección y el nombramiento de los jueces y fiscales", y de "nombrar,
previo concurso público de méritos y evaluación personal, a los jueces y fiscales de todos los niveles
(...)". (...) Los cuestionados extremos de los artículos [de la norma impugnada], desnaturalizan las
atribuciones del Consejo Nacional de la Magistratura, toda vez que (...) en el caso de la elección de
los integrantes de la Sala Suprema Penal Militar Policial, el Consejo solo podrá realizar el concurso
"público" con los integrantes de una entidad como el denominado Cuerpo Judicial Penal Militar
Policial (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 42)
[E]l que se obligue al Consejo Nacional de la Magistratura a realizar un concurso "público" solo con
los integrantes del Cuerpo Judicial Penal Militar Policial, generando una situación que limita las
funciones del mencionado órgano constitucional y, además, limita desproporcionada e irrazonable-
mente el ejercicio de derechos fundamentales (como el de igualdad en el acceso a los cargos públi-
cos o la libertad de trabajo) de quienes, teniendo una formación jurídico militar idónea para desem-
peñar la función jurisdiccional en materia penal militar, no son miembros del denominado Cuerpo
Judicial Penal Militar. Es importante destacar que el Consejo Nacional de la Magistratura es el
órgano encargado, conforme a sus atribuciones constitucionales, de establecer los requisitos y con-
diciones que deben reunir quienes postulen a la jurisdicción especializada en lo militar, garantizan-
do, en todo caso, que se disponga de profesionales que posean una óptima formación jurídico-
militar, sin perjuicio de que, más adelante se examinen con mayor profundidad, las disposiciones
relacionadas con las competencias del Consejo (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 43)

029 Nombramiento de magistrados. Carácter no discriminatorio de exigencia de califica-


ciones
La exigencia de ciertas calificaciones para ocupar a un cargo público –de jueces y fiscales– por sí
misma no constituye una afectación del inciso 2) del artículo 2 de la Constitución [derecho a la
igualdad ante la ley], pues dicho precepto debe interpretarse, tratándose del acceso al trabajo, y
fundamentalmente del acceso a un cargo público (...). Desde esta perspectiva, debe señalarse que si
bien la imposición de tal condición coloca en una mejor posición a los que lo han seguido, tal
tratamiento no carece de base objetiva, puesto que no obedece a ninguna de las circunstancias del
artículo 2 de la Carta Magna (Exp. Nº 0003-2001-AI y acumulados, 13/07/01, P, FJ. 6)

030 Nombramiento de magistrados. Naturaleza temporal de los concursos públicos


[L]as convocatorias a concurso público constituyen procesos de calificación y selección de personal,
cuya naturaleza es temporal, finalizando con el nombramiento de aquellos que resulten elegidos. A
mayor abundamiento, todo postulante se somete al proceso de evaluación en igualdad de condicio-
nes, y lo hace en cada una de las sucesivas convocatorias, las cuales no se amplían de manera
abierta a todos los procesos convocados, sino solo al que se haya postulado (Exp. Nº 3574-2005-AA,
12/01/05, Res., FJ. 5)

96
DERECHO CONSTITUCIONAL .

031 No ratificación de magistrados. No es sanción


La no ratificación no implica una sanción, por lo que la posibilidad de aplicar la prohibición de
reingresar a la carrera judicial es incongruente con relación a la propia naturaleza de la institución,
ya que, como se ha expuesto, esta no constituye una sanción, sino, en todo caso, una potestad en
manos del Consejo Nacional de la Magistratura a efectos de verificar, justificadamente, la actuación
de los magistrados en torno al ejercicio de la función jurisdiccional confiada por siete años (Exp. Nº
1313-2006-PA/TC, 08/01/2006, P, FJ. 6, PV)

032 Proceso de ratificación de magistrados. Análisis objetivo del magistrado sujeto a eva-
luación
Dejando atrás el carácter subjetivo que ha llegado a estar consignado como forma de actuación, lo
que se requiere, a partir de ahora, es una decisión con un alto componente objetivo. El consejero ya
no puede determinar, a su libre albedrío, qué juez o fiscal no continúa en el cargo, sino que, para
hacerlo, deberá basarse en los parámetros [objetivos] de evaluación (...).
[L]os datos objetivos que ahora se exigen [según el nuevo reglamento aprobado por el CNM] a los
consejeros imprimen al proceso de evaluación de magistrados un mejor margen para la motivación
de sus resoluciones, lo que guarda coherencia con el respeto de los derechos fundamentales de los
sometidos a la ratificación. El avance normativo sobre la materia es digno de resaltar (...) (Exp. Nº
03361-2004-AA, 12/08/05, P, FJs. 19 y 20, PVs.)
[L]a apreciación de los consejeros ya no exclusivamente subjetiva, el control de la tutela procesal
efectiva debe sustentarse en la parte objetiva (...).
Por lo tanto, (...) se debe considerar como parte de la tutela procesal efectiva el acceso a la informa-
ción del procedimiento, y a la independencia del examinador (Exp. Nº 03361-2004-AA, 12/08/05, P,
FJ. 25)

033 Proceso de ratificación de magistrados. Como mecanismo de control de la función ju-


risdiccional
Los jueces y fiscales, no hay que olvidarlo, son ante todo funcionarios públicos; en consecuencia, las
garantías de independencia y permanencia en el cargo no pueden imponerse para mantener una
magistratura ineficiente, irresponsable o corrupta. Es razonable suponer que en este universo am-
plio de personas, no todas mantengan en el tiempo un ejercicio impecable. La función jurisdiccional
tiene, además, una serie de otras variables que no están presentes en el control de otras funciones
públicas. En consecuencia, la institución de la ratificación no es incompatible con el modelo de
Estado Democrático donde se respeta la división de poderes.
El ejercicio de la función pública requiere para su óptimo desempeño de un mecanismo que permita
al funcionario un mínimo control por parte de los entes instituidos con tal propósito. En el caso de
la magistratura, este poder de control de la actividad funcional del magistrado es el CNM, que la
ejerce en los procesos disciplinarios, pero también de manera regular en los procesos de ratifica-
ción. De este modo, el Estado comparte responsabilidades y roles entre distintos entes a efectos de
lograr un justo balance entre los poderes y atribuciones comprometidas (Exp. Nº 03361-2004-AA,
12/08/05, P, FJ. 16.b)

034 Proceso de ratificación de magistrados. Como mecanismo que fomenta la participa-


ción ciudadana en la gestión del servicio de justicia
Al ser un proceso público, la ratificación de magistrados se presenta también como una oportunidad
para que la ciudadanía pueda reivindicar al buen juez o pueda acusar directamente, y con las prue-
bas debidas, al juez incapaz, deshonesto o corrupto. La crítica ciudadana a la función pública es un
elemento fundamental en el fortalecimiento de las instituciones de la democracia participativa. Un
modelo abierto a la participación del pueblo como es el Estado social y democrático, no puede
desperdiciar un momento como este para que la magistratura dé cuenta pública de sus funciones
cada siete años. Eso sí, el sistema debe permitir que el magistrado responsable, capaz y honesto,

97
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

espere sin temor ni incertidumbre de lo que pueda ocurrir con su destino funcionarial luego del
proceso de ratificación. La sociedad peruana, que ha vivido en los últimos años con las puertas del
poder público poco permeables a la crítica pública, necesita abrir espacios de diálogo entre el ciuda-
dano y la función pública (Exp. Nº 03361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 16.d)

035 Proceso de ratificación de magistrados. Como mecanismo que fortalece la indepen-


dencia funcional
[L]a ratificación de jueces y fiscales que realiza el CNM [Consejo Nacional de la Magistratura] –en la
que se evalúa el rendimiento jurisdiccional, la capacitación y la conducta funcional de cada magis-
trado–, constitucionalmente admitida y desarrollada por su ley orgánica, debe encontrar su límite
en los atributos de otras instituciones. En consecuencia, se torna necesario una lectura de las
prerrogativas constitucionales del CNM a la luz de los fines que tienen las funciones que le han sido
encomendadas. El resultado debe ser una fórmula ponderada que permita que sus facultades, apa-
rentemente discrecionales, logren articularse con mecanismos de control de su accionar que no
desnaturalicen la esencia de la institución; esto es, que garanticen, como bien preponderante, la
independencia de la judicatura (Exp. Nº 03361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 9)
[E]s fácil persuadirse de que la ratificación ejercida dentro del marco de la Constitución, puede
servir en el Estado Democrático para que la magistratura dé cuenta periódica del ejercicio de su
independencia con responsabilidad cada siete años. Que dicha potestad haya sido entregada a un
órgano como el CNM [Consejo Nacional de la Magistratura], genera desde luego una garantía de que
en tales proceso es menos probable la influencia política o los móviles subjetivos que puedan poner
en riesgo la garantía institucional de la independencia, a condición de que tales atribuciones sean
ejercidas, desde luego, con las mínimas garantías a las que de inmediato nos referiremos. De este
modo, antes que colisionar con el principio de independencia o el de permanencia en el cargo, el
instituto de la ratificación puede servir precisamente para fortalecer la independencia funcional del
magistrado, que tiene en el proceso de ratificación la oportunidad para dar cuenta, cada cierto
tiempo, de su ejercicio en el del poder que por delegación ostenta como magistrado (Exp. Nº 03361-
2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 16.a)

036 Proceso de ratificación de magistrados. Como mecanismo que incentiva la competen-


cia en la carrera judicial
Ejercida con respeto a los derechos y garantías constitucionales, la ratificación puede ser también
un mecanismo eficiente de gestión del personal jurisdiccional. Los estudios sobre la materia mues-
tran la importancia de que en toda corporación existan mecanismos de renovación y de retroalimen-
tación de los valores y principios que se exigen para el cumplimiento de las metas de la organización
y que estos mecanismos sean constantes. Es claro que la organización judicial y fiscal es una corpo-
ración donde el recurso humano es fundamental; en esta dimensión es donde actúan los mecanis-
mos de selección permanente de tal modo que, antes que depuración, la ratificación puede enten-
derse también como un mecanismo para la optimización del recurso humano teniendo como una
meta clara contar siempre con los mejores elementos para cumplir con éxito los fines últimos de la
organización de la justicia a la que, como funcionarios públicos, sirven los jueces y fiscales. Esto
permite, por otro lado, la creación de una cultura de la sana competencia dentro de la organización
judicial, que a través de este tipo de procesos puede hacer públicos los perfiles de la magistratura
que requiere el Estado social y democrático de derecho, generando señales claras sobre el modelo
de juez o fiscal, así como sobre las competencias que se requieren para permanecer en el cargo.
Desde luego, ello no es posible, por ejemplo, en un esquema donde no se publicitan ni los procesos
ni las decisiones de quienes ejercen dicha función (Exp. Nº 03361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 16.c)

037 Proceso de ratificación de magistrados. Criterios de evaluación


[H]ay varios puntos a destacar (...) a partir del nuevo parámetro brindado por el nuevo Reglamento
de Evaluación y Ratificación de Jueces del Poder Judicial y Fiscales del Ministerio Público, aprobado
mediante la Resolución del CNM Nº 1019-2005-CNM –básicamente artículos 20 y 21–, lo cual
comporta a un mérito mucho más estricto de quien se somete a evaluación por parte de la Comisión

98
DERECHO CONSTITUCIONAL .

[Permanente de Evaluación y Ratificación]:


- Calificación de los méritos y la documentación de sustento, contrastados con la información de
las instituciones u organismos que las han emitido.
- Apreciación del rendimiento en la calidad de las resoluciones y de las publicaciones, pudiendo
asesorarse con profesores universitarios. Se tomará en cuenta la comprensión del problema
jurídico y la claridad de su exposición; la solidez de la argumentación para sustentar la tesis que
se acepta y refutar la que se rechaza; y el adecuado análisis de los medios probatorios, o la
justificación de la omisión.
- Análisis del avance académico y profesional del evaluado, así como de su conducta.
- Examen optativo del crecimiento patrimonial de los evaluados, para lo cual se puede contar con
el asesoramiento de especialistas.
- Estudio de diez resoluciones (sentencias, autos que ponen fin al proceso, autos en medidas
cautelares o dictámenes) que el evaluado considere importantes, y que demuestre, el desempe-
ño de sus funciones en los últimos siete años.
- Realización de un examen psicométrico y psicológico del evaluado, con asesoramiento de profe-
sionales especialistas. El pedido lo realiza el Pleno a solicitud de la Comisión.
Solamente utilizando dichos criterios el CNM logrará realizar una evaluación conforme a la Consti-
tución, respetuosa de la independencia del PJ y del MP, y plenamente razonada; y, a su vez, critica-
ble judicialmente cuando no se haya respetado el derecho a la tutela procesal efectiva en el proce-
dimiento desarrollado (Exp. Nº 03361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 18, PV.)

038 Proceso de ratificación de magistrados. Criterios de decisión


Es correcto que el consejero vote por la ratificación o no de un magistrado con un alto grado de valor
intrínseco, pero su decisión debe sustentarse en la apreciación obtenida en la entrevista realizada;
en los datos proporcionados por el mismo evaluado; y en los informes recolectados de instituciones
como las oficinas de control interno, la Academia de la Magistratura y otras entidades públicas,
así como la proveniente de la participación ciudadana (Exp. Nº 03361-2004-AA, 12/08/05,
P, FJ. 18, PV.)

039 Proceso de ratificación de magistrados. Examinador independiente


El funcionamiento adecuado de todo órgano calificador y examinador es otro elemento esencial para
prevenir el abuso de poder por parte del Estado, y por ende, para proteger los derechos de la
persona. En efecto, el corolario fundamental de su existencia es la posibilidad de acudir ante los
órganos con el fin de asegurar la efectividad de los derechos. Es más, para que un órgano con
capacidad vigilante pueda servir de manera efectiva como órgano de control –garantía y protec-
ción de los derechos– no solo se requiere su existencia formal sino, además, su independencia e
imparcialidad, pues, como bien se ha señalado para el caso judicial, debe procurarse, según lo
expresa el artículo 139, inciso 2), de la Constitución, la independencia en el ejercicio de la fun-
ción jurisdiccional.
Esta exigencia aplicada a los consejeros debe ser considerada como un requisito de idoneidad para
participar en la evaluación de un magistrado. Los miembros del Consejo no deben tener una posi-
ción predeterminada respecto a los magistrados, a fin de que en su ámbito de actuación según
conciencia, deban ser lo más neutrales posible (Exp. Nº 03361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 31, PV.)

040 Proceso de ratificación de magistrados. Fundamento de la motivación de la resolución


La motivación servirá básicamente por dos razones: para la eficacia del control jurisdiccional ex
post y para lograr el convencimiento del juez respecto a la corrección y justicia de la decisión del
CNM [Consejo Nacional de la Magistratura] sobre sus derechos como ciudadano. Por tanto, la reso-
lución congruente, sustentada en la motivación, descubre su pedestal en su articulación con el
criterio de razonabilidad, a fin de regular adecuadamente el "margen de apreciación" que tiene el
consejero para resolver de manera final, pese a la sensatez y la flexibilidad que se le ha impuesto en
el ejercicio de sus funciones (Exp. Nº 03361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 39)

99
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[U]na interpretación literal del artículo 154, inciso 2), de la Constitución, no impide la motivación
resolutoria. Que explícitamente se haya requerido la fundamentación en las sanciones disciplina-
rias a imponer [artículo 154, inciso 3)], no implica –en ningún supuesto– que para la ratificación no
pueda exigirse también este derecho-regla como garantía de los magistrados. Se plantea, entonces,
una interpretación del precitado dispositivo, conforme a la Constitución, utilizando los principios
de unidad constitucional y eficacia práctica e integradora, solo con el fin de reconocer la eficacia de
la tutela procesal efectiva en la ratificación de jueces y fiscales.
[S]i bien se presenta como claro e interesante que exista una discrecionalidad en la actividad de los
consejeros (como la tiene cualquier juzgador), ello no puede servir como base para la vulneración de
los derechos de los jueces y fiscales; antes bien, sus resoluciones deben estar sometidas a criterios
jurídicos que reflejen los valores, principios y derechos que la Constitución reconoce (Exp. Nº 03361-
2004-AA, 12/08/05, P, FJs. 40 y 41, PVs.)

041 Proceso de ratificación de magistrados. Incongruencia de la prohibición de reingreso


de los magistrados no ratificados
Podría sostenerse que la no ratificación judicial es un acto de consecuencias aún más graves que la
destitución por medidas disciplinarias, ya que, a diferencia de esta última, el inciso 2) del artículo
154 de la Constitución dispone, literalmente, que "los no ratificados no pueden reingresar al Poder
Judicial ni al Ministerio Público". Al respecto, la Constitución señala, en el inciso 2) del artículo
154, que los jueces no ratificados no pueden reingresar al Poder Judicial o al Ministerio Público, a
diferencia del tratamiento que da a los que fueron destituidos por medida disciplinaria, para quie-
nes no rige tal prohibición de reingreso a la carrera judicial.
La no ratificación, sin embargo, no implica una sanción, por lo que la posibilidad de aplicar la
prohibición de reingresar a la carrera judicial, en principio, es incongruente, no solo con relación a
la naturaleza de la institución de la ratificación, sino también con el ordinal "d", inciso 24), del
artículo 2 de la Constitución, según el cual "nadie será procesado ni condenado por acto u omisión
que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívo-
ca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley". Es incongruente, pues,
con la institución de la ratificación ya que (...) esta no constituye una sanción, sino un voto de
confianza en torno al ejercicio de la función confiada por siete años. También lo es con el ordinal "d"
del inciso 24) del artículo 2 de la Constitución, pues la prohibición de reingresar a la carrera judicial
se equipara a una sanción cuya imposición, sin embargo, no es consecuencia de haberse cometido
una falta.
Tal es la interpretación que se debe dar a aquella disposición constitucional ("Los no ratificados no
pueden reingresar al Poder Judicial ni al Ministerio Público"), pues, de otra forma, se podría caer en
el absurdo de que una decisión que expresa un simple retiro de confianza en la forma como se ha
desempeñado la función jurisdiccional y que, además, no tiene por qué ser motivada, sin embargo,
termine constituyendo una sanción con unos efectos incluso más drásticos que los que se puede
imponer por medida disciplinaria (Exp. Nº 01524-2004-AA, 10/08/04, S2, FJs. 14, 15 y 16)

042 Proceso de ratificación de magistrados. Relación entre no ratificación y debido proceso


[La no ratificación] no comporta la idea de una sanción sino solo el retiro de la confianza en el
ejercicio del cargo. Lo que significa que, forzosamente, se tenga que modular la aplicación –y titu-
laridad– de todas las garantías que comprende el derecho al debido proceso, y reducirse esta solo a
la posibilidad de la audiencia (Exp. Nº 01941-2002, 27/01/03, S1, FJ. 13)

043 Proceso de ratificación de magistrados. Sustentación de la decisión


[E]l consejero está en el deber de tomar una decisión sobre la base de los documentos e informes
presentados. Es decir, debe sustentar su decisión en los medios que considera pertinentes. De lo
expuesto, se desprende lo siguiente:
- Antes de emitirse el voto, debe existir discusión para cada caso concreto.

100
DERECHO CONSTITUCIONAL .

- Cuando realicen sus votos, los consejeros deben enumerar todos los datos que a su entender
sustentan su posición, pero no tienen la obligación de explicar cuál es el razonamiento utilizado
para llegar a tal determinación del voto.
- Esta fundamentación no es exigible a cada consejero, más si al órgano que está decidiendo la
ratificación de un magistrado.
Este es el sentido que debe otorgar a la motivación para el caso de la ratificación, en la cual debe
tenerse en cuenta tanto la razonabilidad y proporcionalidad resolutiva (Exp. Nº 03361-2004-AA,
12/08/05, P, FJ. 43, PV.)

044 Ratificación de magistrados. Acceso a la información en los procesos de ratificación


[Si bien] las decisiones de no ratificación y de ratificación no están sujetas a motivación, en modo
alguno ello implica que los elementos sobre la base de los cuales se expidió la decisión de conciencia
(como los documentos contenidos en los respectivos expedientes administrativos), no puedan ser
conocidos por los interesados o, acaso, que su acceso pueda serles negado.
[Se trata de un] derecho para todos los magistrados sujetos al proceso de ratificación, y (...) [tam-
bién un] ineludible deber de entregar toda la información disponible sobre la materia, por parte del
Consejo Nacional de la Magistratura, dentro de los parámetros señalados por la Constitución y las
leyes. El incumplimiento de dicha obligación acarrea la violación de derecho fundamental; por
tanto, es punible administrativa, judicial y políticamente (Exp. Nº 01941-2002-AA, 27/01/03, S1,
FJ. 20)

045 Resoluciones del Consejo Nacional de la Magistratura. Revisabilidad de decisiones


Sobre la base del artículo 142 de la Constitución, en el enunciado normativo del artículo 5, inciso 2,
del [Código Procesal Constitucional], (…) se puede observar que la improcedencia del amparo está
referida a las resoluciones definitivas del [Consejo Nacional de la Magistratura]. Es decir, pueden
existir resoluciones que no tengan el carácter de definitivas. Sin embargo, solamente han de ser
recurridas, a través de un proceso constitucional, las que sí lo tengan, en la medida en que carezcan
de motivación o hubieran sido dictadas sin audiencia del interesado (Exp. Nº 03361-2004-AA, 12/
08/05, P, FJ. 44)
[C]uando el artículo 142 de la Constitución establece que no son revisables en sede judicial las
resoluciones del CNM [Consejo Nacional de la Magistratura] en materia de evaluación y ratificación
de Jueces, el presupuesto de validez de dicho dispositivo reposa en la idea de que las funciones que
le han sido conferidas a dicho organismo sean ejercidas bajo los límites y alcances que la Constitu-
ción le otorga, y no bajo otros distintos, que puedan convertirlo en un ente que opera fuera o al
margen de la misma norma que le sirve de sustento. En el fondo, no se trata de otra cosa que de los
llamados poderes constituidos, que son aquellos que operan con plena autonomía dentro de sus
funciones, pero sin que tal característica los convierta en entes autárquicos que desconozcan o
hasta contravengan lo que la misma Carta les impone. El CNM, como cualquier órgano del Estado,
no es ilimitado en sus funciones, pues resulta indiscutible que estas no dejan en ningún momento
de sujetarse a los lineamientos establecidos en la Norma Fundamental. Por consiguiente, sus reso-
luciones no serán revisables en sede judicial en tanto no contravengan la Carta, lo que supone,
contrario sensu, que si son ejercidas de una forma tal que desvirtúan el cuadro de valores materia-
les o los derechos fundamentales que la Constitución reconoce, no existe ni puede existir ninguna
razón que invalide o deslegitime el control jurisdiccional efectivo. En dicho contexto, este Tribunal
no solo puede, sino que debe evaluar el tema de fondo, para determinar si se han vulnerado o no los
derechos reclamados, sin que, por contrapartida, pueda alegarse ninguna función exclusiva o excluyen-
te, o ningún campo de pretendida invulnerabilidad (Exp. Nº 00131-2004-AA, 23/04/04, S1, FJ. 1.b)

101
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[L]a limitación contenida en el artículo 142 de la Constitución [respecto a la irrevisabilidad de las


resoluciones del CNM] no puede entenderse como exención de inmunidad frente al ejercicio de una
competencia ejercida de manera inconstitucional (Exp. Nº 01941-2002-AA, 27/01/03, S1, FJ. 7)

CONSTITUCIÓN

046 Aplicación progresiva de disposiciones de la Constitución. Recaudación presupuestal


como medio para lograr objetivos estatales
[A]un cuando el presupuesto de la República se sustenta en el principio de legalidad, y que es
inadmisible la ejecución de gastos no aprobados en la Ley de Presupuesto Anual, ello no resulta un
alegato con fuerza suficiente frente a la amenaza o vulneración de derechos, pues es el caso que, sin
involucrar mayores recursos de los ya presupuestados, los mismos puedan destinarse priorizando la
atención de situaciones concretas de mayor gravedad o emergencia (...).
Por consiguiente, (...) la recaudación presupuestal no puede ser entendida literalmente como un
objetivo en sí mismo, ya que se olvidaría su condición de medio para conseguir el logro de objetivos
estatales, cuyos fines son lograr una máxima atención en la protección de los derechos de los
ciudadanos (Exp. Nº 02016-2004-AA, 05/10/04, S1, FJ. 34)

047 Control difuso. Inaplicabilidad de norma


[E]l proceso de amparo posee una dimensión objetiva y subjetiva. En el presente caso, es de parti-
cular relevancia la dimensión objetiva debido a que, al margen de que aun cuando el proceso admi-
nistrativo se realice nuevamente y eventualmente Indecopi llegara a la misma conclusión –la in-
fracción de la recurrente por la comunicación de obras sin autorización y su sanción–, la constata-
ción de que un procedimiento se ha efectuado sustentándose en una norma incompatible con la
Constitución, impone categóricamente el ejercicio del poder-deber de control de inaplicabilidad
para así cumplir con el fin de garantizar la primacía de la Constitución (artículo II del Código
Procesal Constitucional) (Exp. N° 06135-2006-PA/TC, 19/10/07, S1, FJ. 12)

048 Control difuso. Obligación de los tribunales administrativos


[E]n mérito al deber de protección de los derechos fundamentales que tiene todo el poder público y,
en este caso, en particular, los Tribunales Administrativos, ellos deben ejercer el poder-deber de
control difuso de constitucionalidad cuando en la resolución de un procedimiento administrativo
resulta relevante la aplicación de una norma y ella es incompatible con derechos fundamentales o
con principios constitucionales que los garantizan (v.gr. legalidad, reserva de ley, entre otros). En
tal sentido, la omisión del control de constitucionalidad en sede administrativa, como en el supues-
to antes mencionado, representa, a su vez, la omisión del deber de protección de los derechos
fundamentales. En consecuencia, dado que los Tribunales Administrativos y órganos colegiados
están vinculados por el deber de protección, ellos han de ejercer el control difuso cuando el caso lo
demande (Exp. N° 06135-2006-PA/TC, 19/10/07, S1, FJ. 16)

049 Defensa de la Constitución. Principio de proporcionalidad


El principio de proporcionalidad es un principio general del derecho expresamente positivizado,
cuya satisfacción ha de analizarse en cualquier ámbito del derecho. En efecto, en nuestro ordena-
miento jurídico, este se halla constitucionalizado en el último párrafo del artículo 200 de la Consti-
tución. En su condición de principio, su ámbito de proyección no se circunscribe solo al análisis del
acto restrictivo de un derecho bajo un estado de excepción, pues como lo dispone dicha disposición
constitucional, ella sirve para analizar cualquier acto restrictivo de un atributo subjetivo de la
persona, independientemente de que aquel se haya declarado o no (Exp. Nº 00010-2002-AI, 03/01/
03, P, FJ. 195)

102
DERECHO CONSTITUCIONAL .

050 Defensa de la Constitución. Consagración de las garantías constitucionales


La Constitución de 1993 ha establecido en el Título V, denominado "Garantías Constitucionales", un
conjunto de disposiciones que regulan, entre otras previsiones, los procesos constitucionales de
hábeas corpus, amparo y hábeas data. De este modo, nuestra Norma Fundamental ha consagrado
un conjunto de garantías específicas para la protección de los derechos fundamentales, constitu-
yendo una tutela especializada (a cargo de jueces constitucionales) distinta a aquella tutela común
(a cargo de jueces ordinarios).
De este modo, los "derechos fundamentales" y las "garantías para su protección" se han constituido
como institutos que no pueden entenderse de modo aislado, pues tales derechos solo podrían "rea-
lizarse" en la medida que cuenten con mecanismos "rápidos", "adecuados" y "eficaces" para su pro-
tección. Los derechos y sus mecanismos procesales de tutela se constituyen así en el presupuesto
indispensable para un adecuado funcionamiento del sistema democrático (Exp. Nº 05374-2005-AA,
17/10/05, P, FJ. 2)

051 Defensa de la Constitución. Garantía institucional como protección de institutos cons-


titucionales
[L]a garantía institucional permite proteger a determinadas instituciones a las que se considera
componentes esenciales del ordenamiento jurídico y cuya preservación es indispensable para ase-
gurar la efectiva vigencia de los principios constitucionales. [E]sta aparece como una "(...) fijación
constitucional dotada –reconociblemente– de una eficacia reforzada (...) con una función fundamen-
tal y propia de ordenación de la comunidad constituida (...)" (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P,
FJ. 100)
[U]na garantía institucional, esto es, un instituto constitucionalmente protegido que, por su pro-
pia naturaleza, impide que el legislador pueda desconocerla, vaciarla de contenido o suprimirla;
protege a la institución de los excesos que pudieran cometerse en el ejercicio de la función legis-
lativa, y persigue asegurar que, en su tratamiento jurídico, sus rasgos básicos o su identidad no
sean trastocados de forma que la conviertan en impracticable o irreconocible (Exp. 0016-2003-AI,
10/11/03, FJ. 4)
El concepto de garantía institucional ha servido de instrumento para constitucionalizar determina-
das instituciones que son parte del núcleo esencial que conforma todo ordenamiento jurídico (Exp.
Nº 0008-2006-PI/TC, 25/07/2007, P, FJ. 3.2)

052 Defensa de la Constitución. Respeto del contenido esencial de los derechos funda-
mentales
Aunque la Constitución de 1993 no tenga una cláusula semejante a la que existe en los ordena-
mientos de España o Alemania, por mandato de las cuales se exige al legislador que respete el
contenido esencial de los derechos, es claro que se trata de un límite implícito, derivado de la
naturaleza constituida de la función legislativa, que, desde luego, en modo alguno, puede equipa-
rarse a la que supuso el reconocimiento del derecho, esto es, a la del Poder Constituyente (Exp. Nº
014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 94)

053 Disposiciones finales y transitorias. Noción y efectos


Mediante las (...) [disposiciones finales], la Constitución de 1993 regula la situación específica de
determinadas materias constitucionales, como los regímenes pensionarios del Decreto Ley Nº 20530;
la función interpretativa de los tratados sobre derechos humanos en la determinación del conteni-
do, alcances y límites de los derechos y libertades fundamentales; la misma prioridad del dictado de
aquello que se denomina leyes de desarrollo constitucional, por citar algunas que, por técnica cons-
tituyente, se consideró no apropiado regular en el texto mismo de la Constitución. De ahí que una
de sus características, que, como veremos inmediatamente, no la poseen las Disposiciones Transi-
torias, es que se trata de disposiciones con efectos de carácter "general" y "permanente", esto es, no
circunscritos a un ámbito temporal de eficacia (Exp. Nº 00005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 21)

103
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

054 Disposiciones finales y transitorias. Fuerza vinculante


La Constitución, en efecto, no es solo "una" norma, sino, en realidad, un "ordenamiento", que está
integrado por el Preámbulo, sus disposiciones con numeración romana y arábica, así como por la
Declaración sobre la Antártida que ella contiene. Toda ella comprende e integra el documento
escrito denominado "Constitución Política de la República del Perú" y, desde luego, toda ella posee
fuerza normativa, aunque el grado de aplicabilidad de cada uno de sus dispositivos difiera según el
modo como estén estructurados (...).
[Y]a se trate de una Disposición Final o de una Disposición Transitoria, (...) no (...) cabe la menor
duda de que estas constituyen auténticas disposiciones constitucionales, que tienen fuerza vincu-
lante y, por ello, integran el parámetro de control en cualesquiera de los procesos constitucionales
(Exp. Nº 00005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 21)

055 Disposiciones transitorias. Objeto


[C]on las Disposiciones Transitorias se regula el régimen temporal al cual se sujetará la regulación
de determinadas materias desarrolladas en el corpus constitucional. Por lo general, se trata de
disposiciones que poseen una eficacia circunscrita a una dimensión temporal, que, desde luego, no
incide sobre su fuerza jurídico-formal. Es decir, son disposiciones que, por su propia naturaleza,
habrán de cesar en su eficacia no bien los supuestos que temporalmente ellas regulan se agoten,
como sucede, en la actualidad, con la Sexta Disposición, que limitó temporalmente el mandato
de los alcaldes y regidores elegidos en el proceso electoral de 1993, o la Decimotercera Dispo-
sición, que facultaba al Poder Ejecutivo, entre tanto no se constituyeran las regiones, a deter-
minar la jurisdicción de los Consejos Transitorios de Administración Regional (Exp. Nº 00005-
2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 21)

056 Interpretación en la jurisdicción ordinaria. Proscripción de interpretación literal de


disposición constitucional
[R]esulta objetable el raciocinio utilizado en sede judicial (…) pues se ha renunciado al deber de
merituar, desde la perspectiva de cualquier juzgador constitucional, si la regla contenida en el
artículo 142 de la Constitución admite una exclusiva y excluyente lectura. Las razones que susten-
tan esta afirmación son (…):
El hecho de que una norma constitucional pueda ser analizada a partir de su contenido textual, no
significa que la función del operador del Derecho se agote con un encasillamiento elemental o
particularizado, en el que se ignoren o minimicen los contenidos de otros dispositivos constitucio-
nales, tanto más cuando resulta claro que aquellos resultan siendo no un simple complemento sino,
en muchos casos, una obligada fuente de referencia, por su relación o implicancia con el dispositivo
examinado. Lo cierto es que las consideraciones sobre un determinado dispositivo constitucional
solo pueden darse cuando se desprenden de una interpretación integral de la Constitución, y no de
una parte, o de un sector de ella, como parecen entenderlo, en forma por demás errónea, los jueces
de la jurisdicción ordinaria (Exp. Nº 00131-2004-AA, 23/04/04, S1, FJ. 1.a)

CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA Y PRESUPUESTO DEL ESTADO

057 Contraloría General de la República. Control anterior en caso apartamiento temporal


o definitivo del cargo
[C]ualquier acción de personal que implique apartamiento temporal o definitivo del cargo, incluidos
los casos de vacaciones, suspensiones, licencias, etc., debe hacerse conocer previamente a su ejecu-
ción a la Contraloría General de la República dentro de los 10 días de adoptada la decisión (Exp. Nº
0172-2001-AA, 20/08/02, P, FJ. 4)

104
DERECHO CONSTITUCIONAL .

058 Cuenta General de la República. Acción contralora del legislativo


[La] acción contralora [del legislativo] se presenta de manera dual: precautoriamente, mediante la
autorización del gasto vía la aprobación de la Ley Anual de Presupuesto, y ulteriormente, mediante
el examen de la Cuenta General de la República (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 8.1)

059 Cuenta General de la República. Como materia indelegable


[N]o pueden delegarse materias que son indelegables a la Comisión Permanente, como son las
relativas a (...) [la] Ley de la Cuenta General de la República (Exp. Nº 0008-1996-AI, 23/04/97, P,
FJ. 2)

060 Deuda pública. Creación de registro de la deuda pública interna


La deuda pública externa, en franco incremento, es más o menos de conocimiento del país a través
de la información que, periódica y oficialmente, proporciona el Banco Central de Reserva del Perú.
El pago de esa deuda se programa en el Presupuesto de la República. Sin embargo, no hay ningún
registro de la deuda interna, ni se conoce a cuánto asciende la devengada y exigible, ni la que pueda
tener tal naturaleza en el futuro inmediato o mediato.
(...) [R]esulta imperativo e inexcusable que se abra un registro de tal deuda, en el que conste el
origen, la preferencia legal para la amortización y el pago, así como todos los otros datos que
permitan conocer con claridad las obligaciones asumidas por el Tesoro Público.
Este Colegiado recomienda (...) la creación de un registro de la deuda pública interna, así como de
los plazos y condiciones para su amortización paulatina y su cancelación, dentro de las posibilidades
fiscales; y sin desmedro de los servicios básicos que debe cumplir el Estado en cuanto a salud,
educación, vivienda, saneamiento y seguridad (Exp. Nº 0015-2001-AI y acumulados, 29/01/04, P,
FJ. 67)

061 Deuda pública. Pliego presupuestal común para deudas provenientes de resolucio-
nes judiciales
[L]os fondos para cubrir las deudas estatales surgidas de resoluciones judiciales, no solamente
pueden provenir del Pliego Presupuestal en donde se generó la deuda, sino también de partidas
presupuestales comunes a todos los pliegos (Exp. Nº 0015-2001-AI y acumulados, 29/01/04, P,
FJ. 17)
[A]l haberse sustituido el artículo 42 de la Ley Nº 27584 por las disposiciones del artículo 1 de la
Ley Nº 27684, que declara que "las sentencias en calidad de cosa juzgada que ordenen el pago de
suma de dinero, serán atendidas única y exclusivamente por el Pliego Presupuestario en donde se
generó la deuda (…)", se limita irrazonablemente la fuente de donde pueden surgir los montos para
cubrir las deudas estatales que provengan de sentencias judiciales. En efecto, al establecerse que
"única y exclusivamente" dichos montos provendrán del Pliego Presupuestario en el que tuvo origen
la deuda, se niega la posibilidad de afectar la existencia de partidas presupuestarias especiales
comunes a todos los pliegos para cubrir las respectivas obligaciones (Exp. Nº 0015-2001-AI y acu-
mulados, 29/01/04, P, FJ. 40)

062 Presupuesto del Sector Público. Autonomía presupuestaria del Poder Legislativo
[E]n lo que respecta al principio de separación de poderes, también presente en la elaboración de la
Ley de Presupuesto, el artículo 94 de la Constitución dispone que el Congreso de la República
gobierna su economía y sanciona su presupuesto. Por tanto, además de la preeminencia que tiene el
Congreso de la República en el proceso de elaboración de la Ley Presupuestaria, por cuanto es el
órgano que lo aprueba, la Constitución también le reconoce autonomía presupuestaria. Es decir, de
los tres Poderes del Estado, en rigor, el único que goza de autonomía presupuestaria es el Congreso
de la República, porque incluso el Poder Ejecutivo está sujeto a la decisión del Legislativo (Exp. Nº
0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 28)

105
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

063 Presupuesto del Sector Público. Canon


En nuestro ordenamiento jurídico, el canon ha sido previsto constitucionalmente en el artículo 77,
como el reconocimiento del derecho que le asiste a los gobiernos locales y regionales para recibir
una porción de lo recaudado en beneficio de su comunidad; debiendo calcularse, sobre la base de la
totalidad de ingresos y rentas provenientes de la explotación de recursos naturales de sus circuns-
cripciones (Exp. Nº 0048-2004-PI, 01/04/05, P, FJ. 51)
[El canon] no se trata de un pago, sino de una compensación del Estado a los Gobiernos Regionales
y Locales respecto a la distribución de ingresos ya recaudados. En nuestro país coexisten 6 tipos de
canon, a saber: minero, petrolero, pesquero, forestal, gasífero y de hidrocarburos. En el caso del
canon minero, la compensación será la distribución de los ingresos recaudados a las zonas donde se
explotan los recursos minerales, garantizándose la participación directa de la población local en el
beneficio del reparto. Medida que se justifica porque dicha población será la que recibirá el mayor
impacto cuando estos recursos se agoten (Exp. Nº 0048-2004-PI, 01/04/05, P, FJ. 52)
[E]l canon, es la participación de la renta económica ya recaudada dispuesta por el Estado a favor de
los gobiernos regionales y locales de las zonas de explotación de recursos (Exp. Nº 0048-2004-PI,
01/04/05, P, FJ. 53)

064 Presupuesto del Sector Público. Características de la ley anual de presupuesto


[D]ebe considerarse que entre las principales características que presenta la Ley General de Presu-
puesto, se cuentan las siguientes:
a) Es un acto de previsión y ordenamiento, destinado a regular la función administrativa y finan-
ciera del Estado.
b) Es un acto de autorización de ejecución del gasto público, concedida por el Congreso mediante
ley expresa y especial.
c) Tiene un plazo legal determinado y expiratorio para la autorización de ejecución del gasto
público (un año).
d) La existencia esencial de ejecución del gasto público, bajo responsabilidad funcional. Para tal
efecto, existen medidas de control para el correcto uso de la autorización concedida.
e) La programación y ejecución es concordante con los criterios de eficiencia de las necesidades
sociales básicas y de descentralización (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 10)

065 Presupuesto del Sector Público. Colaboración de poderes en la elaboración de la Ley


anual de presupuesto
[A]mparado en la colaboración de poderes es que se desarrolla el proceso de elaboración y aproba-
ción de la Ley de Presupuesto, [se comprueba] que, por un lado, la iniciativa legal corresponde al
Poder Ejecutivo y al Ministro de Economía y Finanzas la sustentación ante el Pleno del pliego de
ingresos del presupuesto; y, por otro, que corresponde al Congreso de la República su aprobación
(Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 26)

066 Presupuesto del Sector Público. Como acto parlamentario de autorización


[La decisión parlamentaria s]erá autoritativa cuando fija el alcance de las competencias del Ejecuti-
vo en materia económico-administrativa de acuerdo a tres factores: El temporal (anualidad), el
cualitativo (especificidad y finalidad de la materia presupuestal) y el cuantitativo (monto máximo a
gastar) (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 8.4)

067 Presupuesto del Sector Público. Como acto parlamentario de previsión


[La decisión parlamentaria s]erá previsional cuando se enumeran los ingresos fiscales del Estado y
se valoran comparativamente con los gastos fiscales a realizarse dentro del periodo presupuestal
(Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 8.4)

106
DERECHO CONSTITUCIONAL .

068 Presupuesto del Sector Público. Fines de la actividad presupuestal


[L]os fines de la actividad presupuestal pueden resumirse en los cuatro siguientes:
a) Facilitar el conocimiento y control político-parlamentario del programa económico del Ejecutivo.
b) Coadyuvar a la ejecución eficiente y a la fiscalización administrativo-financiera por parte de la
Contraloría General de la República.
c) Prever los posibles efectos económicos y sociales de los programas de ingresos y gastos fiscales
durante un ejercicio presupuestal.
d) Interpretar, a través de los programas de obras, servicios y cometidos, el sentido de la noción
bien común (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 7)

069 Presupuesto del Sector Público. Ley anual de presupuesto


La Ley Anual de Presupuesto es el instrumento legal mediante el cual el sector público periódica-
mente programa sus actividades y proyectos en atención a sus metas y objetivos. En ese sentido, tal
como lo establece el artículo 77 de la Constitución, la administración económica y financiera del
Estado se rige por la Ley de Presupuesto que anualmente aprueba el Congreso de la República. En
contraposición a las prácticas de las monarquías absolutistas en donde existía la política de perpe-
tuidad de las contribuciones, pues se tenía garantizada la obtención de fondos sin tener que renovar
las convocatorias a los entes de naturaleza parlamentaria de la época, la adopción estatalista de las
ideas liberales en el siglo XIX origina la imposición de un régimen de temporalidad de los fondos y
la previa aprobación democrática del gasto (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 5)

070 Presupuesto del Sector Público. Participación del poder ejecutivo en la elaboración
de la Ley anual de presupuesto
[E]l Poder Ejecutivo concentra importantes competencias relacionadas con la elaboración de la Ley
de Presupuesto, que incluso pueden llegar al nivel del Congreso de la República, pues, por mandato
del artículo 80 de la Constitución, puede convertirse en legislador presupuestal. En tal sentido,
estos dos Poderes del Estado son actores privilegiados para determinar el presupuesto del sector
público, pero no son los únicos (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 30)

071 Presupuesto del Sector Público. Participación del Poder Judicial en la elaboración de
la Ley anual de presupuesto
[Los] mandatos constitucionales [derivados del artículo 139 de la Constitución] determinan que el
Poder Judicial también participe en el proceso de elaboración de la Ley de Presupuesto. Para estos
efectos, la Constitución establece, en el artículo 145, que el Poder Judicial presente su proyecto de
presupuesto al Poder Ejecutivo y lo sustente ante el Congreso de la República y, conforme al artículo
80 de la misma norma, que sea el Presidente de la Corte Suprema quien sustente el pliego corres-
pondiente al Poder Judicial (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 35)
[E]stas (...) normas constitucionales [artículos 79 y 94] permiten que el Congreso de la República
pueda, eventualmente, aumentar su presupuesto, y no por ello podemos afirmar que se vulnera el
principio de unidad presupuestal o la exclusividad del Ejecutivo en la elaboración y presentación del
proyecto general de presupuesto, ya que el Poder Ejecutivo y el Congreso de la República tendrán
que financiar el eventual exceso en su presupuesto con sujeción a los límites que impone la propia
Constitución. Lo mismo puede afirmarse con relación al Poder Judicial, porque en última instancia
lo que plantea la Constitución, respecto al tema presupuestario, es que los Poderes del Estado
concierten una equitativa asignación de los recursos públicos a través de todo el proceso presu-
puestario, tanto en la etapa de formulación del proyecto general –que deberá presentar el Ejecuti-
vo– como en el momento de discusión y posterior aprobación por parte del Congreso de la República
(Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 37)
[S]i bien la Constitución reconoce la exclusividad del Poder Ejecutivo en la iniciativa legal para
presentar el proyecto de ley de presupuesto, es decir solo él es el habilitado para iniciar el procedi-
miento legislativo que culminará con la aprobación del proyecto de ley, esto no quiere decir que no

107
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

exista una previa coordinación y negociación, propia de un sistema democrático, a los efectos de
determinar los montos y las asignaciones presupuestarias que corresponden a los diferentes orga-
nismos estatales (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 39)
[L]a política general del gobierno y la formulación del presupuesto están limitadas por los paráme-
tros que fija la propia Constitución (...). En tal sentido, debe quedar establecido que el Poder Judi-
cial, como Poder del Estado, no está sujeto a una determinada política general de un gobierno
determinado, sino a las obligaciones que la Constitución le asigna directamente. Por ello, corres-
ponde al Poder Judicial, en cuanto a sus funciones y con base en la independencia que le es consus-
tancial, fijar autónomamente sus objetivos institucionales que, obviamente, tienen un componente
presupuestario. La garantía de la independencia del Poder Judicial también se manifiesta a través
del rol que debe cumplir en el proceso presupuestario puesto que, de no ser así, se corre el riesgo
de su sometimiento al gobierno que le toque dirigir el Poder Ejecutivo (Exp. Nº 0004-2004-CC,
31/12/04, P, FJ. 40)
[C]uando el artículo 145 de la Constitución dispone que el Poder Judicial presenta su proyecto de
presupuesto al Poder Ejecutivo y lo sustenta ante el Congreso, la Constitución está habilitando al
Poder Judicial para que participe en el proceso presupuestario presentando su proyecto de presu-
puesto al Poder Ejecutivo sin que este último lo modifique, para su integración al proyecto general
de presupuesto y posterior sustentación ante el Congreso de la República, puesto que, dada su
condición de Poder del Estado y atendiendo a las funciones que debe cumplir y al lugar que ocupa en
la configuración de nuestro sistema democrático, le corresponde, al igual que el Poder Ejecutivo,
sustentar directamente su presupuesto ante el Congreso de la República para su aprobación o
modificación, dentro de los límites que la propia Constitución impone, ya que esta competencia es
garantía de su independencia; de no ser así, tal garantía se convertiría en ilusoria (Exp. Nº 0004-
2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 41)
El cumplimiento de las normas constitucionales delimitan los parámetros y los principios constitu-
cionales prespuestarios con los cuales se debe elaborar el proyecto y la Ley de Presupuesto también
vinculan al Poder Judicial, el cual, con base en el principio de colaboración de poderes, deberá
formular su proyecto en coordinación con el Poder Ejecutivo, a fin de determinar los montos fijados
a partir de los límites y principios impuestos por la Constitución, y garantizando la competencia que
le reconoce el artículo 145 de la Constitución (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 43)

072 Presupuesto del Sector Público. Participación del poder legislativo en la elaboración
de la Ley anual de presupuesto
[S]i bien el principio de colaboración de poderes está presente en el proceso de elaboración de la Ley
de Presupuesto, la Constitución otorga preeminencia al Congreso de la República en esta materia.
En efecto (...) conforme al artículo 45 de la Constitución, el poder emana del pueblo y, conforme al
principio representativo consagrado en el artículo 43 de la misma norma, concordante con el artícu-
lo 77 y a los incisos 1) y 4) del artículo 102 de la Constitución, corresponde al Congreso de la
República, aprobar el Presupuesto de la República, salvo el caso previsto en el segundo párrafo del
artículo 80 de la Constitución. En consecuencia, es el Poder Legislativo, en representación del
pueblo, quien tiene la última decisión, pues le corresponde determinar cómo se distribuyen los
montos y la asignación de las partidas que, en definitiva, son los recursos del pueblo (Exp. Nº 0004-
2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 27)

073 Presupuesto del Sector Público. Perspectiva administrativa


El presupuesto es concurrentemente, ab initio, un instrumento contable de previsión y, ex post, un
texto confrontativo que establece un balance de resultados de la gestión gubernamental durante un
determinado lapso (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 8.3)

074 Presupuesto del Sector Público. Perspectiva económica


El presupuesto es un instrumento insoslayable para la aplicación de la política económica. En efec-
to, (...) su existencia prevé y guía la conducta de los agentes económicos (Exp. Nº 0004-2004-CC,
31/12/04, P, FJ. 8.2)

108
DERECHO CONSTITUCIONAL .

075 Presupuesto del Sector Público. Perspectiva jurídica


El presupuesto emana de un acto legislativo que otorga eficacia y valor jurídico a la política econó-
mica. El presupuesto surge de la acción parlamentaria en una ley con trámite diferenciado, debido
a su naturaleza especial y a la importancia que tiene per se; además de tener una vigencia limitada
y predeterminada con una función específica y constitucionalmente diferida. Dado su carácter jurí-
dico, se presenta como la condición legal necesaria para que el Ejecutivo ejerza algunas de sus
competencias.
En suma, el presupuesto se configura como una ley en su cabal sentido, ya que, a pesar de provenir
de una iniciativa ajena al Parlamento, este, después de la correspondiente discusión, puede modifi-
car total o parcialmente el proyecto presentado por el Ejecutivo.
Restringiendo la temática presupuestal a lo político y jurídico, cabe señalar que la decisión parla-
mentaria es simultáneamente de previsión y autorización (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ.
8.4)

076 Presupuesto del Sector Público. Perspectiva política


El presupuesto es un instrumento clave en el desenvolvimiento de las funciones de gobierno y
control. En el ámbito gubernativo expresa la decisión legislativa relativa al financiamiento de la
orientación de la política económica y la aprobación del programa detallado de la ejecución o reali-
zación de obras, servicios y cometidos (actividades) estatales (...).
En el ámbito contralor expresa una autorización legislativa limitativa del Ejecutivo que facilita la
fiscalización del Legislativo y de la Contraloría General de la República, relativa a la ejecución de la
política económica y, particularmente, de la habilitación de las competencias para la realización de
los gastos e inversiones públicas.
Dicha acción contralora se presenta de manera dual: precautoriamente, mediante la autorización
del gasto vía la aprobación de la Ley Anual de Presupuesto, y ulteriormente, mediante el examen de
la Cuenta General de la República (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 8.1)

077 Presupuesto del Sector Público. Principio de anticipación


[El principio de anticipación, p]revisto en los artículos 78 y 80 de la Constitución, que presupone la
obligación de que la Ley de Presupuesto sea aprobada con anterioridad a su ejecución, y que, para
ello, el Estado programe financiera y administrativamente sus actividades y proyectos, en atención
a determinadas y preestablecidas metas y proyectos (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 9.7)

078 Presupuesto del Sector Público. Principio de anualidad


[El principio de anualidad, p]revisto en el artículo 77 de la Constitución, y por el cual la ejecución
presupuestal debe realizarse dentro de un plazo preciso, determinado y extinguible de un año
calendario; es decir, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre. (...) Dicho plazo se justifica porque las
situaciones financieras son variables en el tiempo (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 9.8)

079 Presupuesto del Sector Público. Principio de competencia


[El principio de competencia, p]revisto en los artículos 78, 79, 80, 160 y 162 de la Constitución, y
en la Tercera Disposición Final de la Ley Nº 28301, (...) delimita la esfera de actuación y funciones
de las instituciones del Estado en el inicio del proceso que culmina con la promulgación de la Ley de
Presupuesto (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 9.2)

080 Presupuesto del Sector Público. Principio de equilibrio financiero


[El principio de equilibrio financiero, p]revisto en el artículo 78 de la Constitución, que establece
que el presupuesto debe contener todos los ingresos y gastos del Estado debidamente balanceados,
a efectos de evitar que el déficit fiscal genere un proceso perturbador de la normal marcha económi-
ca del país (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 9.4)

109
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

081 Presupuesto del Sector Público. Principio de estructuración


[El principio de estructuración, p]revisto en el artículo 77 de la Constitución, que establece que la
configuración de la Ley del Presupuesto se sujeta a dos ámbitos: el gobierno central y las instancias
descentralizadas que comprenden el universo de órganos y organismos dotados de autonomía (Ban-
co Central de Reserva, Tribunal Constitucional, etc.) (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 9.10)

082 Presupuesto del Sector Público. Principio de exactitud


[El principio de exactitud, p]revisto en el artículo 77 de la Constitución, y que impone consignar la
totalidad de los recursos y gastos fiscales en atención al verdadero y real rendimiento de las fuentes
de percepción de renta estatal, constituyéndose en la descripción cabal de las funciones y servicios
que efectuará el órgano ejecutivo en su condición de responsable de la administración (Exp. Nº
0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 9.6)

083 Presupuesto del Sector Público. Principio de justicia presupuestaria


[El principio de justicia presupuestaria, c]ontemplado en los artículos 16 y 77 de la Constitución,
que establece que la aprobación o autorización para la captación de ingresos y la ejecución de
gastos supone un compromiso con la consagración de valores comunitarios y la construcción del
bien común. De allí que los fines estatales previstos en el texto fundamental de la República se
constituyan en la razón de ser y en el sentido de la actividad presupuestal (Exp. Nº 0004-2004-CC,
31/12/04, P, FJ. 9.3)

084 Presupuesto del Sector Público. Principio de legalidad presupuestaria


[El principio de legalidad presupuestaria p]revisto en el artículo 78 de la Constitución, que estable-
ce una reserva de ley respecto al instrumento normativo viabilizador de su vigencia; ello implica
que solo mediante un dispositivo de dicho rango se puede aprobar o autorizar la captación de los
ingresos fiscales y efectuar los gastos de la misma naturaleza. Por consiguiente, sin la previa exis-
tencia de una Ley de Presupuesto, es jurídicamente imposible proceder a la ejecución presupuestal.
Este principio dispone, adicionalmente, que la elaboración y aprobación del presupuesto está condi-
cionado a requisitos de forma y tiempo que no pueden ser inobservados (Exp. Nº 0004-2004-CC,
31/12/04, P, FJ. 9.1)

085 Presupuesto del Sector Público. Principio de no afectación


[El principio de no afectación, p]revisto en el artículo 79 de la Constitución, que señala como regla
general que los recursos del Estado deben formar una única argamasa económica, tornando indis-
tingible el origen de su procedencia a fin de que sean utilizados para cubrir la totalidad de los
gastos. La verificación práctica de dicho principio comporta el impedimento de que determinados
ingresos fiscales sean empleados para cubrir gastos específicos.
(...) Por excepción, dicho principio puede ser inaplicado cuando exista una solicitud del Poder Ejecu-
tivo, a fin de que el Congreso apruebe un tributo con un fin predeterminado (Exp. Nº 0004-2004-
CC, 31/12/04, P, FJ. 9.11)

086 Presupuesto del Sector Público. Principio de programación


[El principio de programación, p]revisto en el artículo 77 de la Constitución, que señala la obligato-
riedad de la determinación de las metas previstas del gasto público para el desarrollo nacional.
Dicho principio supone la necesidad de exponer las políticas de acción gubernamental que deberán
ejecutar las entidades públicas en cada ejercicio presupuestal. La programación presupuestal con-
lleva un proceso permanente de raciocinio, proyección y previsión, que permite el establecimiento
de determinadas metas gubernamentales que obligan necesariamente a la asignación de recursos
económicos (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 9.9)

110
DERECHO CONSTITUCIONAL .

087 Presupuesto del Sector Público. Principio de unidad


[El principio de unidad, p]revisto en el artículo 77 de la Constitución, que establece que el presu-
puesto debe incluir la totalidad de los recursos y gastos considerados para un ejercicio presupuestal
dentro de un solo y único texto normativo.
(...) [D]icho principio descansa en dos razones fundamentales: la financiera y la política. La primera
consiste en percibir el presupuesto como una regla de orden y claridad que traduzca un genuino y
auténtico estado de la situación financiera del país; y, por ende, que refleje la realidad de la obten-
ción de los recursos públicos y su aplicación o gasto. De allí que se proscriba la multiplicación de los
presupuestos y las cuentas singulares, ya que impediría tener una visión global más clara de los
ingresos y gastos públicos. La razón política consiste en señalar que la unidad acrecienta la eficien-
cia y la eficacia para el control que sobre el parlamento ejerce la Contraloría General de la República
(Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 9.5)

088 Presupuesto del Sector Público. Procedimiento de aprobación de la Ley anual de pre-
supuesto
[E]l procedimiento legislativo de aprobación de la Ley de Presupuesto está sujeto al siguiente trámite:
La remisión del proyecto de Ley de Presupuesto por el Presidente de la República al Congreso,
dentro de un plazo que vence el 30 de agosto de cada año, y que debe estar efectivamente equi-
librado, conforme lo dispone el artículo 78 de la Constitución (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04,
P, FJ. 24.1)
La elaboración del dictamen de la Comisión de Presupuesto del Congreso de la República que,
previo análisis en sesiones públicas, es presentado al Pleno para su debate en el plazo previsto en el
artículo 81-c de su Reglamento (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 24.2)
La sustentación por el Ministro de Economía y Finanzas, ante el Pleno del Congreso, del pliego de
ingresos y, por cada ministro, de los respectivos pliegos de egresos, así como por el Presidente de la
Corte Suprema, el Fiscal de la Nación y el Presidente del Jurado Nacional de Elecciones, según el
artículo 80 de la misma Carta; y por los otros titulares de pliegos en la forma prevista por otras
disposiciones constitucionales y legales; en debate que se inicia el 15 de noviembre (Exp. Nº 0004-
2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 24.3)
La remisión de la autógrafa de la Ley de Presupuesto al Poder Ejecutivo hasta el 30 de noviembre,
de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 80 de la propia Constitución (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/
12/04, P, FJ. 24.4)
[E]n el supuesto de que la autógrafa de la Ley de Presupuesto no sea remitida al Poder Ejecutivo
hasta el 30 de noviembre, entra en vigencia el Proyecto de este, que es promulgado por decreto
legislativo, según lo dispone el segundo párrafo del artículo 80 de la Constitución. Asimismo, según
el citado artículo, el Ministro de Economía y Finanzas sustenta, ante el Pleno del Congreso, el pliego
de ingresos (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 29)

089 Presupuesto del Sector Público. Regalías


[L]a regalía es la contraprestación del titular de la concesión minera a los gobiernos regionales y
locales por la explotación de recursos naturales no renovables, justificada en la necesidad de la
Nación de recibir beneficios de sus propios recursos antes de que se agoten (Exp. Nº 0048-2004-PI,
01/04/05, P, FJ. 53)

090 Presupuesto del Sector Público. Relación de los principios de legalidad presupuesta-
ria y de efectividad de las sentencias
Dicho principio [de legalidad presupuestaria], que se deriva del artículo 77 de la Constitución Polí-
tica del Estado, implica que el pago de las sumas de dinero ordenado por una resolución judicial
firme, solo podrá ser cumplido con cargo a la partida presupuestal correspondiente. En los alcances

111
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

de dicho principio de legalidad presupuestaria se encuentra, por un lado, el origen del llamado
privilegio de la autotutela ejecutiva de la administración, esto es, que el cumplimiento de las sen-
tencias condenatorias contra la administración haya de estar sujeto al cumplimiento de un procedi-
miento administrativo ante el órgano estatal deudor; y, por otro, la posibilidad de diferir la ejecu-
ción forzada, por un lapso razonable, sobre los bienes del Estado de dominio privado (Exp. Nº 0015-
2001-AI, 29/01/04, P, FJ. 39)
El principio de legalidad presupuestaria debe armonizarse con el de efectividad de las sentencias
judiciales. La preservación del primero no justifica el desconocimiento o la demora irracional en el
cumplimiento de las sentencias judiciales. En consecuencia, debe darse preferencia al pago de las
deudas más antiguas y reconocerse los intereses devengados por demoras injustificadas del pago
(Exp. Nº 0015-2001-AI, 29/01/04, P, FJ. 50)
La eventual colisión entre el principio de legalidad presupuestaria y el principio de efectividad de
las sentencias judiciales debe resolverse sobre la base de los test de proporcionalidad y razonabili-
dad, ponderando a cuál de esos principios debe dársele mayor peso y sin desconocer, sin embargo,
la importancia del otro (Exp. Nº 0015-2001-AI, 29/01/04, P, FJ. 51)

091 Procedimiento de aprobación del presupuesto. Colaboración de poderes


[A]mparado en la colaboración de poderes es que se desarrolla el proceso de elaboración y aproba-
ción de la Ley de Presupuesto. (...) [P]or un lado, la iniciativa legal corresponde al Poder Ejecutivo y
al Ministro de Economía y Finanzas la sustentación ante el pleno del pliego de ingresos del presu-
puesto; y, por otro, (...) corresponde al Congreso de la República su aprobación (Exp. Nº 0004-2004-
CC, 31/12/04, P, FJ. 26)

092 Procedimiento de aprobación del presupuesto. Vigencia directa del proyecto del Po-
der Ejecutivo
[E]n el supuesto de que la autógrafa de la Ley de Presupuesto no sea remitida al Poder Ejecutivo
hasta el 30 de noviembre, entra en vigencia el Proyecto de este, que es promulgado por decreto
legislativo, según lo dispone el segundo párrafo del artículo 80 de la Constitución (Exp. Nº 0004-
2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 29)

093 Proyecto de Ley anual de presupuesto. Coordinación y negociación del Poder Ejecuti-
vo con otros organismos
[S]i bien la Constitución reconoce la exclusividad del Poder Ejecutivo en la iniciativa legal para
presentar el proyecto de ley de presupuesto, es decir solo él es el habilitado para iniciar el procedi-
miento legislativo que culminará con la aprobación del proyecto de ley, esto no quiere decir que no
exista una previa coordinación y negociación, propia de un sistema democrático, a los efectos de
determinar los montos y las asignaciones presupuestarias que corresponden a los diferentes orga-
nismos estatales (Exp. Nº 0004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 39)

094 Proyecto de Ley anual de presupuesto. Vulneración del principio de equilibrio presu-
puestario
[S]i no se tiene asegurado el financiamiento (a través de ingresos propios) de cualquier incremento
salarial, y aun así este se aprueba, las autoridades municipales estarían no solo soslayando el cum-
plimiento de las normas presupuestales (...), al adquirir obligaciones dinerarias de inexorable cum-
plimiento sin contar previamente con los recursos necesarios para ser cubiertos, sino al mismo
tiempo transgrediendo el principio de equilibrio presupuestario reconocido en el artículo 78 de la
Constitución. Es decir, se encuentra prohibido incluir en el presupuesto autorizaciones de gasto sin
el correspondiente financiamiento (Exp. Nº 1035-2001-AC, 05/08/02, P, FJ. 11)

112
DERECHO CONSTITUCIONAL .

DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN

095 Deber de honrar al Perú. Vinculación del legislador


[Se impone] al legislador el deber de (...) honrar al Perú (...) cuando en el legítimo ejercicio de sus
competencias, y en representación del pueblo peruano, considere establecer o modificar el Himno
Nacional (Exp. Nº 0044-2004-AI, 18/05/05, P, FJ. 39)

096 Deber de proteger los intereses nacionales. Vinculación de los ciudadanos


[N]o solo el Estado sino que cada uno de los peruanos tienen el deber de proteger los intereses
nacionales, tal como lo señala el artículo 38 de la Constitución (Exp. Nº 0006-2000-AI, 11/04/02,
P, FJ. 2)

097 Deber de proteger los intereses nacionales. Vinculación de los gobiernos regionales
Los gobiernos regionales, al tener un deber de cooperación leal, o de lealtad regional, en la conse-
cución de los fines estatales, no pueden dictar normas que se encuentren en contradicción con los
intereses nacionales (Exp. Nº 0020-2005-AI y acumulados, 27/09/05, P, FJ. 42)
[L]os intereses nacionales deben llegar a modular la eficacia de la autonomía regional, más aún si se
tiene en cuenta que esta está sujeta a parámetros constitucionales que le dotan de validez y eficacia
(Exp. Nº 0002-2005-AI, 18/02/05, P, FJ. 37)

098 Deberes con la Constitución. Deber de cumplimiento


[T]al como lo dispone expresamente el artículo 38 de la Constitución, es una obligación ciudadana
el respetar, cumplir y defender los principios, valores, derechos y obligaciones contenidos en dicho
texto. Por consiguiente, es inadmisible que se obre con arbitrariedad, rechazando el sometimiento
al derecho y despreciando los derechos fundamentales de la persona (Exp. Nº 1546-2002-AA, 28/
01/03, S2, FJ. 3)

099 Deberes con la Constitución. Deber de respeto por parte de los gobiernos regionales
[L]os gobiernos regionales tienen la obligación genérica de respetar la Constitución y las leyes que
por encargo de ella limitan su actuación competencial (Exp. Nº 0020-2005-AI y acumulados, 27/09/
05, P, FJ. 43)

100 Deberes con la Constitución. Proyección de la eficacia de la Constitución


De conformidad con el artículo 38 de la Constitución, "Todos los peruanos tienen el deber (...) de
respetar, cumplir (...) la Constitución (...)". Esta norma establece que la vinculatoriedad de la Cons-
titución se proyecta erga omnes, no solo al ámbito de las relaciones entre los particulares y el
Estado, sino también a aquellas establecidas entre particulares. Ello quiere decir que la fuerza
normativa de la Constitución, su fuerza activa y pasiva, así como su fuerza regulatoria de relaciones
jurídicas se proyecta también a las establecidas entre particulares, aspecto denominado como la
eficacia inter privatos o eficacia frente a terceros de los derechos fundamentales. En consecuencia,
cualquier acto proveniente de una persona natural o persona jurídica de derecho privado, que
pretenda conculcar o desconocerlos (...) resulta inexorablemente inconstitucional (Exp. Nº 1124-
2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 6)

DEFENSA NACIONAL

101 Sistema de Defensa Nacional. Ámbito interno


[D]e acuerdo a lo prescrito en el artículo 163 de la Norma Suprema, es deber del Estado garantizar
la seguridad de la Nación y la defensa nacional, de modo integral y permanente, en sus ámbitos
interno y externo. En el ámbito interno, que es el que nos ocupa, resulta primordial la tutela de la

113
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

defensa nacional, que es interés general, a la que toda persona, natural o jurídica, está obligada a
colaborar por mandato expreso contenido en el numeral acotado, más aún si el país ha atravesado
dramáticas épocas de violencia terrorista, como hoy de inseguridad ciudadana (Exp. Nº 00774-
2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 9)
Mediante la "defensa interna" se promueve y asegura el ambiente de normalidad y tranquilidad
pública que se requiere para el desarrollo de las actividades y esfuerzos concurrentes a la obtención
del bienestar general en un escenario de seguridad. Asimismo, supone la realización de acciones
preventivas y de respuesta que adopta el gobierno permanentemente en todos los campos de la
actividad nacional, para garantizar la seguridad interna del Estado. Esa seguridad puede verse
afectada por cualquier forma de amenaza o agresión que tenga lugar dentro del territorio nacional,
sea que provengan del interior, exterior, de la acción del hombre o, incluso, de la propia naturaleza.
El fin de las actividades de defensa interna es garantizar el desarrollo económico y social del país,
impedir agresiones en el interior del territorio, viabilizar el normal desarrollo de la vida y acción del
Estado, y garantizar el ejercicio pleno de los derechos y libertades fundamentales (Exp. Nº 00017-
2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 32)

102 Sistema de Defensa Nacional. Aplicación del test de razonabilidad y proporcionali-


dad en intervenciones estatales
[A]l encontrarse todos obligados a participar en la Defensa Nacional, bajo un estado de normalidad
o anormalidad constitucionales, la intervención estatal sobre cualesquiera de los derechos funda-
mentales y, en su caso, sobre los órganos constitucionales autónomos, no solo ha de tener que
encontrarse necesariamente acorde con esas garantías, derechos y principios constitucionales que
los rigen, sino también sujetas a su inexorable conformidad con el test de razonabilidad y proporcio-
nalidad (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 63)
[El artículo 163 de la Constitución] no puede interpretarse como la de una disposición derogatoria
de las demás garantías que la Constitución reconoce tanto a los órganos constitucionales autóno-
mos, como a las personas, durante un estado de emergencia (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04,
P, FJ. 62)

103 Sistema de Defensa Nacional. Asignación de recursos de regalías mineras


Las Fuerzas Armadas y Policía Nacional son instituciones que coadyuvan al desarrollo sostenible del
país, lo cual motiva la necesidad de un estímulo y un beneficio para tales instituciones, y hacia ese
punto debe estar orientada la Ley de la Regalía Minera para ser plenamente constitucional. Por
tanto, asumiendo que, como bien lo señala el artículo 171 de la Constitución, "las Fuerzas Armadas
y la Policía Nacional participan en el desarrollo económico y social del país, y en la defensa civil de
acuerdo a ley", es correcto concluir, a la luz del artículo 2 de la Ley Nº 28258, que las contrapresta-
ciones económicas que paguen los concesionarios por la explotación de los recursos minerales me-
tálicos y no metálicos, se destinen también a la Defensa Nacional, tal como se desprende del artícu-
lo 163 de la Constitución (Exp. Nº 00048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 118)

104 Sistema de Defensa Nacional. Carácter permanente e integral


[D]e conformidad con el artículo 163 de la Constitución, in fine, "Toda persona, natural o jurídica,
está obligada a participar en la Defensa Nacional", concepto este último que involucra el orden
interno, como antes se ha expuesto. Empero, debe advertirse, por un lado, que dicha obligación no
solo se circunscribe al caso de que se hubiese declarado un estado de excepción, pues la Defensa
Nacional es permanente e integral (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 62)

105 Sistema de Defensa Nacional. Diferencia entre seguridad nacional y seguridad ciu-
dadana
El concepto de Seguridad Nacional no debe confundirse con el de seguridad ciudadana. Aquella
implica un peligro grave para la integridad territorial, para el Estado de Derecho, para el orden
constitucional establecido: es la violencia contra el Estado y afecta los cimientos del sistema

114
DERECHO CONSTITUCIONAL .

democrático (...) Supone, pues, un elemento político o una ideología que se pretende imponer, y
solo puede equipararse a la seguridad ciudadana por excepción o emergencia, cuando esta es per-
turbada gravemente. La seguridad ciudadana normalmente preserva la paz, la tranquilidad y la
seguridad de los ciudadanos, sin mediar el factor político y/o el trasfondo ideológico en su vulnera-
ción. Quien delinque contra la seguridad ciudadana, no se propone derrocar o amenazar al régimen
político constitucionalmente establecido, a fin de imponer uno distinto o una distinta ideología
(Exp. Nº 00005-2001-AI, 15/11/01, P, FJ. 2)

106 Sistema de Defensa Nacional. Participación de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional
Por los ámbitos en los cuales se desarrolla la Defensa Nacional, en ella participan todos los miem-
bros de la Nación, entre ellos las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Sin embargo, esta partici-
pación de los profesionales de las armas no significa que dicho sistema se circunscriba a las decisio-
nes estatales relacionadas con prácticas militares, de tipo castrense o policial. En efecto, si la defen-
sa nacional involucra un conjunto de medidas y previsiones que adopta el Estado con el fin de
garantizar la seguridad de la Nación en todos los ámbitos, es evidente entonces que el aspecto
militar o policial no puede entenderse sino como solo una de esas áreas (Exp. Nº 00017-2003-AI,
16/03/04, P, FJ. 31)

107 Sistema de Defensa Nacional. Seguridad nacional como presupuesto del desarrollo
El Estado es la estructura que concentra el poder político delegado por el pueblo soberano para que
cumpla con determinados fines en procura del bienestar general. Es por ello que le corresponde
elaborar políticas públicas con el objetivo de lograr el desarrollo social, económico y cultural del
país, así como garantizar la plena vigencia de los derechos fundamentales. Entre ellas, una de las
más importantes es la concerniente a la seguridad, pues esta constituye no solo un presupuesto
para el desarrollo, sino también el escenario dentro del cual los derechos fundamentales pueden
ejercerse. Sin seguridad no hay desarrollo, ni ejercicio pleno de los derechos y libertades fundamen-
tales. Ambos (seguridad y desarrollo), son necesarios para alcanzar el bienestar. De ahí que el
artículo 163 de la Constitución establezca, como una de las tareas fundamentales del Estado perua-
no, la de garantizar la seguridad de la Nación, a través de un Sistema de Defensa Nacional (Exp. Nº
00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 29)

108 Sistema de Defensa Nacional. Vinculación de la seguridad nacional con la defensa na-
cional
La Constitución (...) caracteriza a la Seguridad Nacional como un bien jurídico íntimamente vincu-
lado a la Defensa Nacional, más que a la seguridad ciudadana o al llamado orden público interno
(Exp. Nº 00005-2001-AI, 15/11/01, P, FJ. 2)

109 Sistema de Defensa Nacional. Dirección del Presidente de la República


[E]l Presidente de la República tiene, entre otras atribuciones, las de velar por el orden interno y
la seguridad exterior; presidir el sistema de defensa nacional (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04,
P, FJ. 37)

DEFENSORÍA DEL PUEBLO

110 Atribuciones de la Defensoría del Pueblo. Supuestos de ejercicio de atribuciones


[Para la] Defensoría del Pueblo (...) [l]as (...) normas (...) para ser conformes a la Constitución,
requieren que los poderes públicos, en especial las administraciones policiales y militares, así como
los órganos jurisdiccionales, las interpreten adoptando criterios objetivos y razonables. De otro
modo se estaría admitiendo la posibilidad de decisiones arbitrarias lo cual está vedado en un Estado
de Derecho, donde no deben quedar zonas exentas de control. En efecto, ‘los principios de soberanía
del pueblo, del Estado democrático de derecho y de la forma republicana de gobierno’, mencionados

115
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

en el artículo 3 de la Constitución, respaldan el derecho de todo ser humano a exigir un uso razona-
ble de los poderes públicos, derecho que se refuerza con la sujeción de todo el Estado al principio de
distribución, por el que su poder siempre está limitado por la Constitución y las leyes, como procla-
ma el artículo 45 del texto constitucional (Exp. Nº 00090-2004-AA, 05/07/04, P, FJ. 17)
La Defensoría del Pueblo (...) ha afirmado que las temperaturas excesivamente bajas de la zona
donde se halla el establecimiento penal ponen en grave riesgo la salud humana. Sin embargo, esa
afirmación es válida solo para determinadas personas que no se adaptan a lugares ubicados en la
Cordillera de los Andes (Exp. Nº 01429-2002-HC, 19/11/02, P, FJ. 9)
[C]uando la Defensoría del Pueblo expresa su preocupación e invoca al Tribunal para que establezca
criterios de uniformidad, se refiere (...) [a la distribución del costo del servicio entre los contribu-
yentes], ya que la determinación de costos por un servicio prestado solo puede ser establecido a
ciencia cierta por quien presta el servicio (Exp. Nº 0041-2004-AI, 11/11/04, P, FJ. 28)

111 Defensoría del Pueblo. Inmunidad


[La inmunidad s]e trata de una garantía procesal penal de carácter político de la que son titulares
los cuerpos legislativos de un Estado a favor de sus miembros, de forma tal que estos no puedan ser
detenidos ni procesados penalmente, sin la aprobación previa del Parlamento. Su objeto es prevenir
aquellas detenciones o procesos penales que, sobre bases estrictamente políticas, pretendan per-
turbar el debido funcionamiento del Congreso o alterar su conformación (...).
[E]l constituyente ha extendido la garantía de la inmunidad parlamentaria al Defensor del Pueblo
(artículo 161) y a los miembros del Tribunal Constitucional (artículo 201) (Exp. Nº 00006-2003-AI,
01/12/03, P, FJ. 5)

112 Defensoría del Pueblo. Intervención como amicus curiae en proceso de inconstitucio-
nalidad
[E]l apersonamiento al proceso de personas o entidades en calidad de amicus curiae, se encuentra
sujeto a la previa solicitud realizada por este Colegiado, lo que no ha sucedido en el presente caso.
No obstante, considerando las tareas que el Constituyente ha reservado a la Defensoría del Pueblo
(artículo 162 de la Constitución), este Colegiado entiende prudente atender las consideraciones
planteadas por el referido órgano constitucional [intervenir en un proceso de inconstitucionalidad,
a pesar de que dicha entidad goza de legitimación activa en tales los procesos] (Exp. Nº 0020-2005-
PI y acumulado, 27/09/05, P, FJ. 11)

DERECHO A LA NACIONALIDAD

113 Adquisición y pérdida de la nacionalidad. Inconstitucionalidad de la pena de pérdida


de nacionalidad
Uno de los casos previstos en el artículo 7 del Decreto Ley Nº 25475 es el delito de apología
cometido fuera del territorio peruano (...) en la que accesoriamente a la pena privativa de libertad
se sanciona con la pérdida de la nacionalidad (...).
En nuestro medio, la pérdida de la nacionalidad funciona respecto de los ciudadanos peruanos por
nacimiento y extranjeros naturalizados. El artículo 7 del Decreto Ley Nº 25475 parece que ha
creado un nuevo tipo de pena, aumentado el catálogo de penas diseñado en el Código Penal. Así los
artículos 30 y 31 enumeran los casos de penas. La pérdida de la nacionalidad en tanto pena no se
encuentra prevista en dichos artículos.
En conclusión, la pena de pérdida de la nacionalidad es violatoria de lo previsto en la Constitución
Política y los tratados internacionales, debiendo declararse su inconstitucionalidad (Exp. Nº 00010-
2002-AI, 03/01/03, P, FJs. 215 y 216)

116
DERECHO CONSTITUCIONAL .

114 Derecho a la nacionalidad. Definición


El derecho de nacionalidad es el derecho que posee toda persona por el hecho de haber nacido
dentro del territorio de la República del Perú, denominándose peruanos de nacimiento. También son
peruanos de nacimiento los nacidos en el exterior de padre o madre peruanos, inscritos en el regis-
tro correspondiente durante su minoría de edad. Son también peruanos los que adquieren la nacio-
nalidad por naturalización o por opción, siempre que tengan residencia en el Perú.
Este derecho está reconocido por el artículo 2, inciso 21, de la Constitución Política, según el cual
toda persona tiene derecho a la nacionalidad y nadie puede ser despojado de ella. El párrafo segundo
del artículo 53 de la propia Constitución señala que la nacionalidad peruana no se pierde, salvo por
renuncia expresa ante autoridad peruana (Exp. Nº 00010-2002-AI/TC, 03/01/03, P, F.J. 213)

115 Derecho a la nacionalidad. Reconocimiento en instrumentos internacionales


En los instrumentos internacionales suscritos por el Perú también se declara el derecho a la nacio-
nalidad. Así, el artículo XIX de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre,
menciona que: "Toda persona tiene derecho a la nacionalidad que legalmente le corresponda". La
Declaración Universal de Derechos Humanos, en su artículo 15, indica: "Toda persona tiene derecho
a una nacionalidad. A nadie se le privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cam-
biar de nacionalidad". La Convención Americana sobre Derechos Humanos, a su vez, se refiere a
este tema en el numeral 3), artículo 20: "A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad"
(Exp. Nº 00010-2002-AA, 03/01/03, P, FJ. 214)

116 Derecho a la nacionalidad. Relación con la expedición de documento de identidad


[S]i bien el derecho de obtener o renovar pasaporte puede reputarse como una exteriorización del
derecho de nacionalidad, la Constitución Política ha establecido, para el caso de los extranjeros, que
este vínculo específico se adquiere mediante el procedimiento de naturalización (Exp. Nº 0102-
1997, 13/05/99, P, FJ. 3)
El DNI constituye la única cédula de identidad personal para todos los actos civiles, comerciales,
administrativos, judiciales y, en general, para todas aquellos casos en que por mandato legal deba
ser presentado (Exp. Nº 0999-2001-AA, 22/08/02, P, FJ. 3)
[E]l derecho al pasaporte no solo supone la expedición de un documento de identificación a nivel
internacional que por sus propias características permite el libre tránsito de un país a otro, sino que
su presencia representa una garantía para su titular en relación con el Estado al que pertenece y
que, como ente emisor, le otorga en cualquier caso su protección mas allá de sus fronteras (Exp.
Nº 00120-1998-HC, 04/11/98, P, FJ. 3)

117 Derecho a la nacionalidad. Sujetos


El derecho [a la] nacionalidad es el derecho que posee toda persona por el hecho de haber nacido
dentro del territorio de la República del Perú, denominándose peruanos de nacimiento. También son
peruanos de nacimiento los nacidos en el exterior de padre o madre peruanos, inscritos en el regis-
tro correspondiente durante su minoría de edad. Son también peruanos los que adquieren la nacio-
nalidad por naturalización o por opción, siempre que tengan residencia en el Perú (Exp. Nº 00010-
2002-AI/TC, 03/01/03, P, FJ. 213)

118 Derecho al pasaporte. Doble contenido


[E]l derecho al pasaporte no solo supone la expedición de un documento de identificación a nivel
internacional que por sus propias características permite el libre tránsito de un país a otro, sino que
su presencia representa una garantía para su titular en relación con el Estado al que pertenece y
que, como ente emisor, le otorga en cualquier caso su protección mas allá de sus fronteras.
Si dicho atributo no fuera entendido en tal sentido [garantía para su titular en relación con el Estado
al que pertenece], el pasaporte solo quedaría reducido a un documento de abandono del país o de

117
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

reingreso a su territorio, sin que el Estado tuviese porque responder respecto del destino legal de
sus ciudadanos cuando de identificaciones se trata (Exp. Nº 00120-1998-HC, 04/11/98, P, F.J. 3)

119 Derecho al pasaporte. Exclusión del pasaporte especial


[L]a obtención del pasaporte especial [para los oficiales generales de las Fuerzas Armadas y Policia-
les] constituye un privilegio y no un derecho (Exp. Nº 1013-1998, 10/12/99, P, F.J. 3)

120 Derecho al pasaporte. Obtención de pasaporte idóneo


Es por demás evidente que si una persona adquiere el referido documento, luego de cumplir con
todos los requisitos exigidos por la ley, lo hace bajo la presunción de que el mismo resulta idóneo en
los fines para los cuales se utiliza y que no son otros que los relativos al traslado a nivel internacio-
nal. Empero, si por el contrario, no cumple con los objetivos para los cuales este se expide, la
responsabilidad por tal hecho recae, como lógica consecuencia, sobre el Estado que lo emite y no
sobre el Estado o las autoridades que formulan observaciones a su contenido (Exp. Nº 00120-1998-
HC, 04/11/98, P, F.J. 3)
[A]parece como un hecho inobjetable entonces, que el pasaporte, además de válido en su emisión,
debe reunir ciertas condiciones técnicas de uso internacional y cuya ausencia no puede ser vista
como un hecho fortuito no imputable en lo absoluto al Estado emisor, como ha sucedido en el
presente caso (Exp. Nº 00120-1998-HC, 04/11/98, P, F.J. 3)

121 Suspensión del ejercicio de la ciudadanía. Debe existir una resolución judicial, firme y
con la calidad de cosa juzgada
[E]l artículo 33 de la Constitución (…) conlleva necesariamente –en cualquiera de los supuestos
previstos en la norma constitucional–, la existencia de una resolución judicial, firme y con la
calidad de cosa juzgada, requisito sine qua non para que los efectos derivados de ella puedan
incidir en la esfera de los derechos civiles y políticos; sin embargo, como se ha demostrado
durante el proceso, dicha sentencia es inexistente en el presente caso, por las razones repetida-
mente expuestas ut supra. Además, y a mayor abundamiento, la suspensión del ejercicio de la
ciudadanía, en cualquiera de los supuestos previstos en el precepto acotado, debe quedar expre-
samente dispuesta por el juez competente, pues dada la dimensión de su efecto no puede preten-
der derivarse o interpretarse del contenido de una sentencia; lo contrario importaría una clara afec-
tación de la garantía contenida en el artículo 139º 2 de la Constitución (Exp. Nº 2730-2006-PA/TC,
29/03/06, P, FJ. 94)

DERECHO A LA PAZ

122 Derecho a la paz. Autonomía respecto al derecho al medio ambiente


[E]l derecho a la paz y a la seguridad no es un derecho que forme parte del derecho al medio
ambiente, ni mucho menos un derecho de contenido difuso (Exp. Nº 3136-2004, 06/12/04, Res.,
FJ. 2)

123 Derecho a la paz y a la tranquilidad. Sujetos garantes del derecho


[E]l derecho a la paz y tranquilidad que tiene toda persona (...) está garantizado por la autoridad de
la Policía Nacional, la autoridad Municipal y por los propios ciudadanos; la eficacia de esa función
depende de la coordinación y estructura de programas especiales que exige las técnicas de control
en la vida moderna (Exp. Nº 0437-1997-AA, 25/09/97, P, FJ. 1)

118
DERECHO CONSTITUCIONAL .

DERECHO A LA RECTIFICACIÓN

124 Derecho a la rectificación. Contenido esencial


[L]a existencia de un contenido esencial en el derecho fundamental a la rectificación, para que de
esta forma sea conveniente y oportunamente tutelado. Básicamente este derecho incluirá dos
ámbitos: uno positivo y uno negativo. Dentro del primero, se encuentra la posibilidad de que una
persona afectada por un mensaje desatinado respecto a su persona pueda acceder libremente a un
medio de comunicación de masas a fin de que éste se rectifique en mérito a los derechos comunica-
tivos. Como parte de la esfera negativa, se entiende que es inadecuado que el medio niegue esta
posibilidad a la persona, toda vez que le asiste con el objeto de proteger su honor, y de presentar la
verdad noticiosa; tal negativa se puede producir tanto con no publicar la rectificación propuesta o,
si se realiza, por hacerse con comentarios inexactos o agraviantes adicionales (Exp. Nº 3362-2004-
AA/TC, 26/06/2006, P, FJ. 6)

125 Rectificación. Elementos configuradores


[R]especto a la rectificación constitucionalmente aceptada y la declaración respecto al caso concre-
to, es pertinente insistir en algunos aspectos no menos importantes respecto a su configuración
(…):
Con relación a su naturaleza:
El artículo 2, inciso 7), in fine de la Norma Fundamental señala los elementos que están insertos en
una rectificación: ésta debe ser gratuita, inmediata y proporcional.
Gratuidad: La Constitución señala que todo acto de rectificación debe ser completamente gratuito
para quien se ve afectado. Ahora bien, este hecho no impide que la persona realice algunos pagos en
el trámite del pedido (como puede ser la carta notarial que debe enviar), pero lo que sí no debe
abonarse al medio de comunicación es monto alguno por concepto de la publicación o emisión en sí.
Mo mento: La Constitución exige que la rectificación debe darse de manera inmediata, es decir, en
Momento:
el menor tiempo posible desde que se produjo la afectación. En el artículo 3 de la Ley Nº 26775 se
establece que los responsables deben efectuar la rectificación dentro de los siete días siguientes
después de recibida la solicitud para medios de edición o difusión diaria o en la próxima edición
que se hiciera, en los demás casos. Sabiendo que los medios de comunicación tienen distinta
naturaleza (no pueden ser iguales la radio con un periódico, y menos aún, un correo electrónico
masivo), la rectificación debe realizarse según la manera en que cada medio difunda el mensaje.
Por ello, este Colegiado se ha de preocupar en que la inmediatez de la rectificación deba ser
cumplida, pues ella es una característica esencial y constituyente en el ejercicio de este derecho
fundamental.
Forma: Lo que siempre habrá de buscarse es que la rectificación sea proporcional con aquel mensaje
que terminó violentando el derecho fundamental al honor de la persona. Tratándose de una edición
escrita, la rectificación deberá publicarse íntegramente, sin intercalaciones, en la misma página y
con características similares a la comunicación que lo haya provocado o, en su defecto, en un lugar
destacado de la misma sección. Cuando se trata de radio o televisión, la rectificación tendrá que
difundirse en el mismo horario y con características similares a la transmisión que la haya motiva-
do. Por ello, se señala en el artículo 3 in fine mencionado que, tras la solicitud de la persona
afectada, la rectificación se efectuará el mismo día de la semana y, de ser el caso, a la misma hora en
que se difundió el mensaje que la origina en los medios no escritos. Lo que en fondo se persigue con
la rectificación es que se presente un mensaje discursivo con el mismo peso periodístico que el
original, pero siempre en términos respetuosos y convenientes.
Con relación a los intervinientes: Como todo derecho fundamental, la rectificación posee un titular
y un destinatario.
Reclamante: La titularidad del derecho alcanza a cualquier persona, natural o jurídica, ofendida o
injustamente aludida por algún medio de comunicación. Es así como el derecho está reconocido a

119
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

toda ‘persona’ afectada por afirmaciones inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio, pudiendo
ejercerlo, según lo precisa el artículo 2 de la Ley Nº 26775, por la misma afectada o por su represen-
tante legal. También estará legitimada activamente para realizar la solicitud de rectificación, aque-
lla persona que, pese a que el medio se haya rectificado espontáneamente, no juzgue satisfactoria la
misma.
Obligado: La rectificación se traduce en una obligación que recae, como ya ha sido explicado, en
cualquier medio de comunicación, y que consiste en insertar o difundir gratuitamente las rectifica-
ciones que les sean dirigidas. Cuando se trata de un medio de comunicación social, el artículo 2 de
la Ley Nº 26775 señala que será responsable el director del órgano de comunicación y, a falta de
éste, quien haga sus veces. Cabe señalar que según el artículo 14.3 de la Convención Americana,
toda publicación o empresa periodística, cinematográfica, de radio o televisión tendrá una persona
responsable que no esté protegida por inmunidades ni disponga de fuero especial. En caso de que el
responsable no estuviese en un medio de comunicación social, entonces el responsable será el
propio emisor de la información.
Con relación al trámite: Este tema ha sido desarrollado a través de la citada Ley Nº 26775, básica-
mente a través de los artículos 2 y 3; pero hay aspectos que merecen ser resaltados.
Solicitud: Se debe hacer un requerimiento al director del medio de comunicación o a las personas
que se presentan como responsables, en el cual se solicite la rectificación. Según el artículo 2 de la
referida ley, la solicitud será cursada por conducto notarial u otro fehaciente. Es así como tal carta
se configura en una vía previa para la presentación de la demanda de amparo.
Tramitación: El pedido realizado puede ser realizado hasta quince días naturales posteriores a la
publicación o difusión que se propone rectificar, tal como lo señala el antes mencionado artículo 2
de la Ley Nº 26775. Este plazo está de la mano con la exigencia de inmediatez explicada (Exp. Nº
3362-2004-AA/TC, 26/06/2006, P, FJ. 20)

126 Rectificación. Finalidad


[L]a rectificación aparece como una vía para hacer valer la responsabilidad ante el ejercicio abusivo
de los derechos comunicativos en desmedro del honor de los demás. Por ello, fluye como un meca-
nismo idóneo y adecuado para que el derecho al honor, en un sistema de integración de derechos,
pueda ser protegido ante un derecho comunicativo cuando éste es ejercido de manera inconstitu-
cional, a través de datos inexactos ofrecidos y que afecten o agravien a las personas. En tal sentido,
aparece como un derecho relacional entre el honor y la información, aunque no por ello puede dejar
de ser reconocido como un pleno derecho fundamental. Asimismo, la función de la rectificación,
como garantía procesal de un derecho como es el honor, hace que la viabilidad de este último pueda
quedar asegurada ante un ataque injustificado. Por lo tanto, rectificación es, al mismo tiempo, un
derecho relacional y una garantía procesal (Exp. Nº 3362-2004-AA/TC, 26/06/2006, P, FJ. 7)

127 Rectificación. Supuestos en que debe ser solicitado


Son dos los supuestos considerados por el constituyente en que puede plantearse un pedido de
rectificación:
Información inexacta
Según el artículo 2, inciso 7), de la Norma Fundamental, cabe la rectificación por ‘afirmaciones
inexactas’; sin embargo, la Convención Americana, en su artículo 14, hace referencia a ‘informacio-
nes inexactas’. Por eso, consideramos que en este primer supuesto, independientemente del térmi-
no utilizado, la remisión directa de la rectificación se da respecto al derecho a la información. Es por
ello que la información periodística requiere un estricto control de veracidad, pues buena parte de
su legitimidad proviene de las certezas y certidumbres contenidas en ella. En el ámbito del ejercicio
de este derecho fundamental, la veracidad está más ligada con la diligencia debida de quien infor-
ma, y no con la exactitud íntegra de lo informado. De hecho, cada uno puede tener su verdad,
exponerla o aceptar la de los otros. Cabe señalar, además, que el derecho a la rectificación fluye

120
DERECHO CONSTITUCIONAL .

cuando se produce una información falsa o inexacta. Es decir, sólo se podrá dar cuando la informa-
ción publicada o difundida no corresponde en absoluto con la verdad (falsedad) o cuando se ajusta
sólo en parte a ella (inexactitud). Así, la nota será falsa o inexacta si es que no se expresó la verdad
o lo hizo a medias, con lo que incurre en una transgresión voluntaria o involuntaria a la responsa-
bilidad profesional de informar con sentido de la verdad y con tendencia a la objetividad. La verdad
o no de la información se debe medir en su propio y estricto contexto, constatando las falencias en
menor o mayor grado de la información.
(…)
Honor agraviado
El otro supuesto en que se puede ejercer el derecho a la rectificación se presenta cuando la persona
se ha sentido afectada a través de un agravio, y esto significa una violación de su derecho al honor
(así lo señala también el artículo 14.3 de la Convención Americana), a través de un medio de
comunicación de masas con independencia del derecho comunicativo ejercido. Ésta es la interpreta-
ción adecuada que puede fluir de una correcta lectura del artículo 2, inciso 7), de la Constitución. Si
bien la Norma Fundamental prefiere adscribirse a una postura fáctica del honor (reconocimiento de
honor interno y de honor externo, entendido este último como buena reputación), lo que en el fondo
está admitiendo es la existencia de un derecho único al honor, tal como lo ha hecho también el
artículo 37, inciso 8), del Código Procesal Constitucional. En este marco, se puede considerar que el
honor, sobre la base de la dignidad humana, es la capacidad de aparecer ante los demás en condicio-
nes de semejanza, lo que permite la participación en los sistemas sociales y corresponde ser esta-
blecido por la persona en su libre determinación. Esto viene a significar que para que haya rectifi-
cación debe haberse producido previamente un ataque injustificado al derecho fundamental al ho-
nor (…) (Exp. Nº 3362-2004-AA/TC, 26/06/2006, P, FJ. 7)

DERECHO A LA SALUD

128 Derecho a la salud. Afectación en razón de lesión o amenaza al derecho a la integridad


[S]iempre que el derecho a la integridad resulte lesionado o amenazado, lo estará también el dere-
cho a la salud, en alguna medida, dado que la salud resulta un estado variable, susceptible de
afectaciones múltiples, que incide en mayor o menor medida en la vida del individuo, dependiendo
de sus condiciones de adaptación (Exp. N° 1711-2005-PHC/TC, 11/09/06, S1, FJ. 7)

129 Derecho a la salud. Agua como elemento esencial


El agua constituye un elemento esencial para la salud básica y el desarrollo de toda actividad econó-
mica, por lo que resulta vital para la supervivencia de todo ser humano. Así, se ha comprobado que
los servicios deficientes de agua y saneamiento son la causa directa del deterioro de las condicio-
nes de salud, así como causa importante de enfermedades originadas en el medio ambiente (Exp.
Nº 2064-2004-AA, 04/07/05, S1, FJ. 6)

130 Derecho a la salud. Contenido


El derecho a la salud, previsto en el artículo 7 de la Constitución de 1993, comprende no solo el
derecho al cuidado de la salud personal, sino también el acceso a condiciones mínimas de salubri-
dad a fin de vivir una vida digna. Así, se afirma que el derecho a la salud abarca, por un lado, la
atención de salud oportuna y apropiada, y, por otro, los factores que determinan la buena salud,
tales como el agua potable, la nutrición, la vivienda y las condiciones ambientales y ocupacionales
saludables, entre otros (Exp. Nº 2064-2004-AA, 04/07/05, S1, FJ. 2)
El derecho a la salud comprende la facultad que tiene todo ser humano de mantener la normalidad
orgánica funcional, tanto física como mental, y de restablecerse cuando se presente una perturba-
ción en la estabilidad orgánica y funcional de su ser, lo que implica, por tanto, una acción de conser-
vación y otra de restablecimiento (Exp. Nº 2016-2004-AA, 05/10/04, S1, FJ. 27)

121
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

El artículo 7 de la Constitución, cuando hace referencia al derecho a la protección de la salud,


reconoce el derecho de la persona de alcanzar y preservar un estado de plenitud física y psíquica.
Por ende, tiene el derecho de que se le asignen medidas sanitarias y sociales relativas a la alimen-
tación, vestido, vivienda y asistencia médica, correspondiente al nivel que lo permiten los recursos
públicos y la solidaridad de la comunidad (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 30)
El derecho a la tranquilidad está relacionado con la protección del aspecto psicológico de la salud.
Este derecho cobra especial importancia en tanto que, en la sociedad de nuestros días, la contami-
nación acústica se ha convertido en uno de los factores más psicopatógenos y una fuente de deterio-
ro permanente de la calidad de vida de las personas (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 48)

131 Derecho a la salud. Como derecho de primer orden


[E]l derecho a la salud deviene en un derecho de primer orden cuya protección y tutela es una de las
obligaciones primarias que todo Estado debe implementar (Exp. N° 1711-2005-PHC/TC, 11/09/06,
S1, FJ. 9)

132 Derecho a la salud. Como derecho y condición habilitante para el ejercicio de otros
derechos
La salud tiene la característica de ser, por un lado, un derecho en sí mismo y, por el otro, condición
habilitante para el ejercicio de otros derechos (Exp. Nº 1711-2004-AA, 30/11/05, S1, FJ. 2)

133 Derecho a la salud. Como vida en dignidad (vida saludable)


[E]l derecho a la salud, (...) se consolida como un concepto más amplio que la simple y limitada
posibilidad de existir o no, extendiéndose al objetivo de garantizar también una existencia en con-
diciones dignas. Por esta razón, es indispensable la consideración de la vida en dignidad que, en
este caso, se manifiesta como vida saludable (Exp. N° 1711-2005-PHC/TC, 11/09/06, S1, FJ. 8)

134 Derecho a la salud. Contenido y obligaciones del Estado


[E]l derecho a la salud comprende la facultad que tiene todo ser humano de mantener el estado de
normalidad orgánica funcional, tanto física como mental, y de restablecerse cuando se presente una
perturbación en la estabilidad orgánica y funcional de su ser, lo que implica, por tanto, una acción
de conservación y otra de restablecimiento; acciones cuyo cumplimiento corresponde al Estado, el
cual debe garantizar una progresiva y cada vez más consolidada calidad de vida, promoviendo
mediante políticas, planes y programas su correcto funcionamiento, y generando acciones positivas
por parte de los poderes públicos o por quienes a su nombre lo representan (Exp. N° 1711-2005-
PHC/TC, 11/09/06, S1, FJ. 9)

135 Derecho a la salud. Deberes del Estado social


Dentro de los componentes del Estado social queda claro que el reconocimiento y la promoción del
derecho a la salud ocupa un papel trascendental, en tanto dicho atributo representa parte del con-
glomerado de derechos sociales que bajo la forma de obligaciones se imponen al Estado a efectos de
ser promovido en condiciones materiales y fuentes de acceso (...). [Las] acciones [de conservación y
restablecimiento de la salud son aquellas] cuyo cumplimiento corresponde al Estado, el cual debe
garantizar una progresiva y cada vez más consolidada calidad de vida, invirtiendo en la moderniza-
ción y fortalecimiento de todas las instituciones encargadas de la prestación del servicio de salud,
debiendo, para tal efecto, adoptar políticas, planes y programas en ese sentido. Los servicios de
salud, por consiguiente, cobran vital importancia en una sociedad, pues de su existencia y funciona-
miento depende no solo el logro de mejores niveles de vida para las personas que la integran, sino
que incluso en la eficiencia de su prestación se encuentran en juego la vida y la integridad de los
pacientes (Exp. Nº 3208-2004-AA, 30/05/05, S1, FJ. 6)
[S]i la salud es un derecho cuyas condiciones el Estado se encuentra obligado a promover median-
te políticas, planes y programas, o a garantizar su correcto funcionamiento, en caso de que estos
ya existan, el hecho de que el mismo Estado, o quienes a su nombre lo representan, opten por

122
DERECHO CONSTITUCIONAL .

decisiones que desconozcan de forma unilateral o irrazonable la concretización o aplicación de los


mismos, sobre todo para quienes ya gozan de prestaciones individualizadas, supone un evidente
proceder inconstitucional que en modo alguno puede quedar justificado. O la salud es un derecho
constitucional indiscutible y, como tal, generador de acciones positivas por parte de los poderes
públicos, o simplemente se trata de una opción de actuación discrecional y, como tal, prescindible
de acuerdo con la óptima disponibilidad de recursos. Entre ambas alternativas, y por lo que ya se
ha puntualizado, el Estado social solo puede ser compatible con la primera de las descritas, pues
resulta inobjetable que allí donde se ha reconocido la condición fundamental del derecho a la
salud, deben promoverse, desde el Estado, condiciones que lo garanticen de modo progresivo, y
que se le dispense protección adecuada a quienes ya gocen del mismo (Exp. Nº 3208-2004-AA,
30/05/05, S1, FJ. 7)
[C]uando el artículo 7 de la Constitución hace referencia al derecho a la protección de la salud,
reconoce el derecho de la persona de alcanzar y preservar un estado de plenitud física y psíquica.
Por ende, tiene el derecho de que se le asignen medidas sanitarias y sociales relativas a la alimen-
tación, vestido, vivienda y asistencia médica, correspondientes al nivel que permitan los recursos
públicos y la solidaridad de la comunidad, pues en una sociedad democrática y justa la responsabi-
lidad por la atención de los más necesitados no recae solamente en el Estado, sino en cada uno de
los individuos en calidad de contribuyentes sociales (Exp. Nº 3208-2004-AA, 30/05/05, S1, FJ. 8)

136 Derecho a la salud. Derecho al agua


[S]e reconoce en los ciudadanos el derecho al agua, que impone en los estados los deberes de
respetar, proteger y realizar tal derecho. El deber de respeto supone que los estados aseguren que
las actividades de sus instituciones, agencias y representantes no interfieran con el acceso de las
personas al agua; el deber de protección frente a terceros manifiesta la implementación de medidas
a fin de evitar la contaminación y que aseguren el abastecimiento, la seguridad y la accesibilidad del
agua para la población; y el deber de realizar implica implementar políticas que posibiliten progre-
sivamente el acceso de la población al agua potable segura y a instalaciones de saneamiento (Exp.
Nº 2064-2004-AA, 04/07/05, S1, FJ. 7)

137 Derecho a la salud. Noción


El derecho a la salud debe entenderse como la facultad que tiene toda persona para el disfrute de
toda una gama de facilidades, bienes, servicios y condiciones necesarios para alcanzar el más alto
nivel posible de salud. A veces las condiciones de salud de una persona varían según el grado de
libertad que vivan, o de la vivienda que habiten, del acceso a alimentación adecuada, a vestido y –
claro está– a trabajo (Exp. Nº 1711-2004-AA, 30/11/05, S1, FJ. 2)
[E]l derecho a la salud se entiende no solo como el derecho al cuidado de la salud personal, sino,
sobre todo, como el derecho a vivir en condiciones de higiene ambiental, lo que se logra propor-
cionando a los individuos educación y condiciones sanitarias básicas (Exp. Nº 2064-2004-AA,
04/07/05, S1, FJ. 2)

138 Derecho a la salud. Noción de salud


La salud puede ser entendida como el funcionamiento armónico del organismo tanto del aspecto
físico como psicológico del ser humano. Es evidente que, como tal, constituye una condición indis-
pensable para el desarrollo y medio fundamental para alcanzar el bienestar individual y colectivo
(Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 30)

139 Derecho a la salud. Obligaciones del Estado


[U]n Estado social solo puede ser compatible con una concepción del derecho a la salud como un
derecho constitucional indiscutible y, como tal, generador de acciones positivas por parte de los
poderes públicos, pues resulta inobjetable que allí donde se ha reconocido la condición fundamental
de dicho derecho, deben promoverse, desde el Estado, condiciones que lo garanticen de modo pro-
gresivo, y que se le dispense protección adecuada a quienes ya gocen del mismo (Exp. N° 1711-

123
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

2005-PHC/TC, 11/09/06, S1, FJ. 13)


[S]e desprende que existen dos tipos de obligaciones estatales [en lo referido al derecho a la salud],
claramente diferenciadas: I) Por un lado, el Estado adquiere obligaciones de ‘hacer’, es decir, afir-
mativas, cuyo propósito es asegurar a cada persona el pleno goce y ejercicio de los mismos dere-
chos, en este caso, el derecho a la integridad y a la salud, realizando todo tipo de actividades
tendentes a prevenir los daños a la salud de las personas, conservar las condiciones necesarias que
aseguren el efectivo ejercicio de este derecho, y atender, con la urgencia y eficacia que el caso lo
exija, las situaciones de afectación a la salud de toda persona; y por otro lado, II) una obligación
específica de ‘no hacer’ que reposa en los agentes estatales, quienes deben abstenerse de realizar
cualquier actuación que pudiera resultar dañosa a la salud o a la integridad de las personas (Exp.
N° 1711-2005-PHC/TC, 11/09/06, S1, FJ. 16)

140 Derecho a la salud. Perspectivas


Dicho derecho [a la salud] debe ser abordado en tres perspectivas, a saber: la salud de cada persona
en particular, dentro de un contexto familiar y comunitario (Exp. N° 2945-2003-AA 20/04/04, S1,
FJ. 30)

141 Derecho a la vida. Protección de la familia y manifestación de la seguridad social


El derecho fundamental a la salud, previsto en el artículo 7 de la Constitución, no solo incluye la
protección de la persona sino también de la familia. De otro lado, el acceso a las prestaciones de
salud (artículo 11 de la Constitución) constituye una manifestación –no única por cierto– de la
garantía institucional de la seguridad social (artículo 10 de la Constitución) (Exp. Nº 1711-2004-
AA, 30/11/05, S1, FJ. 2)

142 Derecho a la salud. Reconocimiento en instrumentos internacionales


[El derecho a la salud] ha sido reconocido en diversos documentos internacionales suscritos por el
Estado peruano. Así la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece en su artículo 25
que: "Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia,
la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y
los servicios sociales necesarios; tiene, asimismo, derecho a los seguros en caso de desempleo,
enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por
circunstancias independientes de su voluntad".
Esto se halla reafirmado a su vez en el artículo 11 de la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, que establece que: "Toda persona tiene derecho a que su salud sea preservada
por medidas sanitarias y sociales, relativas a la alimentación, el vestido, la vivienda y la asistencia
médica, correspondientes al nivel que permitan los recursos públicos y los de la comunidad".
En idéntico sentido existen normativas internacionales de carácter vinculante, tales como el artícu-
lo 10 del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (Exp. N° 1711-2005-PHC/TC, 11/09/06, S1, FJs. 10 y 11)

143 Derecho a la salud. Relación con el derecho a la vida


La salud es derecho fundamental por su relación inseparable con el derecho a la vida; y la vincula-
ción entre ambos es irresoluble, ya que la presencia de una enfermedad o patología puede conducir-
nos a la muerte o, en todo caso, desmejorar la calidad de la vida. Entonces, es evidente la necesidad
de efectuar las acciones para instrumentalizar las medidas dirigidas a cuidar la vida, lo que supone
el tratamiento destinado a atacar las manifestaciones de cualquier enfermedad para impedir su
desarrollo o morigerar sus efectos, tratando, en lo posible, de facilitar al enfermo los medios que le
permitan desenvolver su propia personalidad dentro de su medio social (Exp. N° 2016-2004-AA,
05/10/04, S1, FJ. 27)

124
DERECHO CONSTITUCIONAL .

144 Derecho a la salud. Sujetos a los que vincula y dimensiones del derecho
[E]l derecho a la salud se proyecta como la conservación y el restablecimiento de ese estado [el
estado de buena salud], lo que implica un deber de que nadie, ni el Estado ni un particular, lo afecte
o menoscabe, es decir, una proyección de la salud como un típico derecho reaccional o de absten-
ción, de incidir en su esfera, pero también, como en la mayoría de derechos constitucionales, pre-
senta una dimensión positiva que lo configura como un típico derecho "prestacional" (Exp. N° 1711-
2005-PHC/TC, 11/09/06, S1, FJ. 14)

145 Derecho a la salud. Supuesto de adquisición de carácter de derecho fundamental


Si bien en nuestro ordenamiento jurídico el derecho a la salud no se encuentra contemplado entre
los derechos fundamentales establecidos en el artículo 2 de la Constitución, sino más bien se lo
reconoce en el capítulo de los derechos económicos y sociales a que se refieren los artículos 7 y 9 de
la Constitución, (...) cuando la vulneración del derecho a la salud compromete otros derechos fun-
damentales, como el derecho a la vida, la integridad física o el libre desarrollo de la personalidad, tal
derecho adquiere carácter de derecho fundamental y, por tanto, su afectación merece protección vía
la acción de amparo (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 6)
Si bien el derecho a la salud no está contenido en el capítulo de derechos fundamentales, su inescin-
dible conexión con el derecho a la vida (artículo 2), a la integridad (artículo 2) y el principio de
dignidad (artículo 1 y 3), lo configuran como un derecho fundamental indiscutible (...).
[D]eviene en condición necesaria del propio ejercicio del derecho a la vida y, en particular, a la vida
digna. De otra parte, siempre que el derecho a la integridad resulte lesionado o amenazado, lo
estará también el derecho a la salud, en alguna medida. Sin embargo, son también posibles supues-
tos en que se afecte de manera directa y grave el mínimo vital necesario para el desempeño físico y
social en condiciones normales. La salud resulta un estado variable, susceptible de afectaciones
múltiples, que incide en mayor o menor medida en la vida del individuo, dependiendo de sus con-
diciones de adaptación. Teniendo como base esta apreciación gradual de la salud, la protección del
derecho a la salud importa la tutela de un mínimo vital, fuera del cual el deterioro orgánico impide
una vida normal o un grave deterioro de esta (Exp. Nº 1429-2002-HC, 19/11/02, P, FJ. 14)

DERECHO A LA TRANQUILIDAD

146 Derecho a la tranquilidad. Emisión de ruidos nocivos


[Estamos] frente a la prohibición [de emitir ruidos nocivos o molestos] que recae sobre las injeren-
cias arbitrarias en la vida privada de una persona y su familia que afectan a su tranquilidad y que,
en el caso de autos, por ser una demanda particular, no se enmarca necesariamente dentro de lo que
la doctrina conoce como intereses colectivos; sin embargo, resulta amparable la violación del dere-
cho a la tranquilidad del demandante, pues la invasión de que él es objeto, mediante la emisión de
ruidos nocivos o molestos no tolerables normalmente, penetran la esfera de intangibilidad de su
vida personal o familiar, vulnerando el derecho de no ser molestado que forma parte del núcleo
esencial del derecho a la tranquilidad y a la intimidad personal o familiar (Exp. Nº 0260-2001-AA,
20/08/02, P, FJ. 6)

147 Derecho a la tranquilidad. Protección a través del amparo


[El proceso de amparo] procede cuando la contaminación por ruido afecta directamente un derecho
fundamental como el derecho a la tranquilidad, y cuando, a pesar de haber recurrido al órgano
competente, en este caso la municipalidad, la inacción de la Administración o la ineficacia de las
medidas adoptadas por ella dejan al demandante en una situación de indefensión (Exp. Nº 0260-
2001-AA, 20/08/02, P, FJ. 1)

125
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

148 Derecho a la tranquilidad. Vinculación con el derecho a la salud


El derecho a la tranquilidad está relacionado con la protección del aspecto psicológico de la salud.
Este derecho cobra especial importancia en tanto que, en la sociedad de nuestros días, la contami-
nación acústica se ha convertido en uno de los factores más psicopatógenos y una fuente de deterio-
ro permanente de la calidad de vida de las personas (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 48)

DERECHO A LA VERDAD

149 Derecho a la verdad. Autonomía


[El derecho a la verdad] tiene una configuración autónoma, una textura propia, que la distingue
de los otros derechos fundamentales a los cuales se encuentra vinculado, debido tanto al objeto
protegido, como al telos que con su reconocimiento se persigue alcanzar (Exp. Nº 2488-2002-HC,
18/03/04, P, FJ. 14)
[El derecho a la verdad] ostenta rango constitucional, pues es una expresión concreta de los princi-
pios constitucionales de la dignidad humana, del Estado democrático y social de derecho y de la
forma republicana de gobierno (Exp. Nº 2488-2002-HC, 18/03/04, P, FJ. 15)
[El derecho a la verdad] se deriva directamente del principio de dignidad humana, pues el daño
ocasionado a las víctimas no solo se traduce en la lesión de bienes tan relevantes como la vida, la
libertad y la integridad personal, sino también en la ignorancia de lo que verdaderamente sucedió
con las víctimas de los actos criminales. El desconocimiento del lugar donde yacen los restos de un
ser querido, o de lo que sucedió con él, es tal vez una de las formas más perversamente sutiles, pero
no menos violenta, de afectar la conciencia y dignidad de los seres humanos (Exp. Nº 2488-2002-
HC, 18/03/04, P, FJ. 16)

150 Derecho a la verdad. Dimensión colectiva


La Nación tiene el derecho de conocer la verdad sobre los hechos o acontecimientos injustos y
dolorosos provocados por las múltiples formas de violencia estatal y no estatal. Tal derecho se
traduce en la posibilidad de conocer las circunstancias de tiempo, modo y lugar en las cuales ellos
ocurrieron, así como los motivos que impulsaron a sus autores. El derecho a la verdad es, en ese
sentido, un bien jurídico colectivo inalienable (Exp. Nº 2488-2002-HC, 18/03/04, P, FJ. 8)
Si el Estado democrático y social de derecho se caracteriza por la defensa de la persona humana y el
respeto de su dignidad, es claro que la violación del derecho a la verdad no solo es cuestión que
afecta a las víctimas y a sus familiares, sino a todo el pueblo. (...) Tenemos una exigencia común de
que se conozca cómo se actuó, pero también de que los actos criminales que se realizaron no queden
impunes. (...) [Detrás de las] demandas de acceso e investigación sobre las violaciones a los dere-
chos humanos, desde luego, no solo están las demandas de justicia con las víctimas y familiares,
sino también la exigencia al Estado y la sociedad civil para que adopten medidas necesarias a fin de
evitar que en el futuro se repitan tales hechos (Exp. Nº 2488-2002-HC, 18/03/04, P, FJ. 17)
[L]a información sobre cómo se manejó la lucha antisubversiva en el país, así como de cómo se
produjo la acción criminal de los terroristas, constituye un auténtico bien público o colectivo, y
también contribuye con la realización plena de los principios de publicidad y transparencia en los
que se funda el régimen republicano. Necesarios no solo para conocer estos luctuosos hechos, sino
también para fortalecer el control institucional y social que ha de fundamentar la sanción a quienes,
con sus actos criminales, afectaron a las víctimas y en general a la sociedad y el Estado (Exp. Nº
2488-2002-HC, 18/03/04, P, FJ. 18)

151 Derecho a la verdad. Dimensión individual


[E]l derecho a la verdad tiene una dimensión individual, cuyos titulares son las víctimas, sus fami-
lias y sus allegados. El conocimiento de las circunstancias en que se cometieron las violaciones de
los derechos humanos y, en caso de fallecimiento o desaparición, del destino que corrió la víctima

126
DERECHO CONSTITUCIONAL .

por su propia naturaleza, es de carácter imprescriptible. Las personas, directa o indirectamente


afectadas por un crimen de esa magnitud, tienen derecho a saber siempre, aunque haya transcurri-
do mucho tiempo desde la fecha en la cual se cometió el ilícito, quién fue su autor, en qué fecha y
lugar se perpetró, cómo se produjo, por qué se le ejecutó, dónde se hallan sus restos, entre otras
cosas. El derecho a la verdad no solo deriva de las obligaciones internacionales contraídas por el
Estado peruano, sino también de la propia Constitución Política, la cual, en su artículo 44, establece
la obligación estatal de cautelar todos los derechos y, especialmente, aquellos que afectan la digni-
dad del hombre, pues se trata de una circunstancia histórica que, si no es esclarecida debidamente,
puede afectar la vida misma de las instituciones (Exp. Nº 2488-2002-HC, 18/03/04, P, FJ. 9)

152 Derecho a la verdad. Obligación del Estado de investigar e informar


[E]xiste una obligación específica del Estado de investigar y de informar, que no solo consiste en
facilitar el acceso de los familiares a la documentación que se encuentra bajo control oficial, sino
también en la asunción de las tareas de investigación y corroboración de hechos denunciados. (...)
[E]l derecho de la víctima no se limita a obtener una reparación económica, sino que incluye el de
que el Estado asuma la investigación de los hechos (Exp. Nº 2488-2002-HC, 18/03/04, P, FJ. 19)

153 Derecho a la verdad. Reconocimiento como derecho fundamental


[E]l derecho a la verdad, aunque no tiene un reconocimiento expreso en nuestro texto constitucio-
nal, es un derecho plenamente protegido, derivado en primer lugar de la obligación estatal de
proteger los derechos fundamentales y de la tutela jurisdiccional (Exp. Nº 2488-2002-HC, 18/03/
04, P, FJ. 13)

154 Derecho a la verdad. Relación con el acceso a la información pública


[E]l derecho a la información pública implica también el derecho de toda persona a la verdad,
traducido en la obtención de una información fidedigna e indiscutible de parte de la Administración
(Exp. Nº 0959-2004-HC, 19/11/04, S1, FJ. 7)
[E]l derecho a la verdad, como parte del catálogo de derechos humanos reconocidos universalmen-
te, guarda plena conexión con el derecho a la información y transparencia en el manejo de la cosa
pública, en razón de que la sociedad tiene el atributo jurídico de acceder al conocimiento de los
hechos de relevancia pública; y, por ende, de que goce de certeza y exactitud. Por ello, el conoci-
miento de la verdad entronca con los postulados del Estado democrático y los derechos ciudadanos.
En tal sentido, la conducta opuesta a la verdad es la falsedad. De ahí que en la esfera pública el
ocultar la verdad puede dar lugar a diferentes grados de responsabilidad política y administrativa,
penal o civil (Exp. Nº 0959-2004-HC, 19/11/04, S1, FJ. 8)
Es innegable que el concepto de verdad tiene, desde sus orígenes de la reflexión pública, una
correspondencia con aquel apotegma que señala que "verdadero es el discurso que dice las cosas
como son, falso el que las dice como no son". Este principio es asumido plenamente en el derecho
de acceso a la información pública, pues la Administración se encuentra en la obligación de
brindar información veraz, sin alterar ni ocultar la realidad de los hechos (Exp. Nº 0959-2004-HC,
19/11/04, S1, FJ. 9)

DERECHO A LA VIDA PRIVADA

155 Derecho a la vida privada. Definición de vida privada


[L]a vida privada refleja (...) [un bien jurídico tutelado] de muy difícil comprensión, tanto así que
algunos consideran que se trata de un concepto jurídico indeterminado (...).
Son diversas las posturas para explicar el significado de la vida privada. Algunas la conciben como
aquella zona de la persona que no es pública, por lo que nadie debe tener acceso a ella. Sin embargo,
más correcto es tratar de otorgar un sentido positivo. Así, sobre la base del right to be alone
(derecho a estar en soledad), se ha estimado apropiado afirmar que es el ámbito personal en el cual

127
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

un ser humano tiene la capacidad de desarrollar y fomentar libremente su personalidad. Por ende,
se considera que está constituida por los datos, hechos o situaciones desconocidos para la comuni-
dad que, siendo verídicos, están reservados al conocimiento del sujeto mismo y de un grupo redu-
cido de personas, y cuya divulgación o conocimiento por otros trae aparejado algún daño.
(...)
[Ú]nicamente a través del reconocimiento de la vida privada la persona podrá crear una identidad
propia, a fin de volcarse a la sociedad, toda vez que aquel dato y espacio espiritual del cual goza
podrá permitírselo (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 38)

156 Derecho a la vida privada. Derecho al libre desarrollo como ámbito de libertad con-
sustancial a la estructuración de la vida privada
[S]e ha violado el derecho al libre desarrollo de la personalidad, puesto que así se hubiese satisfecho
el principio de legalidad, la exigencia de contarse con una autorización de la PNP para que uno de
sus efectivos contraiga matrimonio constituye una intolerable invasión de un ámbito de libertad
consustancial a la estructuración de la vida privada del recurrente. Este último, como todo ser
humano, es libre de decidir con quién contrae matrimonio y cuándo lo celebra, sin que para ello
requiera el visto bueno de un órgano estatal, por más que se preste servicios en dicha institución
(Exp. Nº 2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 18.b)

157 Derecho a la vida privada. Diferencia entre el interés público y la mera curiosidad o
fisgoneo
No debe confundirse interés del público con mera curiosidad. Es deleznable argumentar que cuando
muchas personas quieran saber de algo, se está ante la existencia de un interés del público, si con
tal conocimiento tan solo se persigue justificar un malsano fisgoneo.
(...)
Por tal razón, cuando una información no cumple un fin democrático y se convierte en un malsano
entrometimiento que afecta el derecho a la vida privada de un tercero, el grado de protección del
primer derecho fundamental habrá de verse distendido, sobre todo si se afecta la protección de la
dignidad de las personas, establecida en el artículo 1 de la Constitución (Exp. Nº 6712-2005-HC,
17/10/05, P, FJ. 58)

158 Derecho a la vida privada. Exclusión de jerarquización frente al derecho de infor-


mación
Si bien la relación existente entre los derechos a la vida privada y a la información es una de las más
clásicas en el Derecho, en muchos casos se ha dado una respuesta poco idónea a la teoría de los
derechos fundamentales. Así, se ha propuesto la primacía de la información en virtud de la aplica-
ción equívoca de la teoría valorativa de las preferred fredoms al sistema constitucional, postura
doctrinal que propendería a una jerarquía entre los derechos fundamentales. Pero, de otro lado,
también se manifiesta y se presencia una prevalencia de la información, basándose en el efecto
irradiante que posee respecto al resto de derechos. Pero no hay que olvidar que los derechos funda-
mentales (todos, sin excluir ninguno) están en igualdad de condiciones dentro de la Constitución
(Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 40)

159 Derecho a la vida privada. Formación de la opinión pública


Para determinar correctamente la formación de la opinión pública, se ha considerado pertinente
observarla desde un doble punto de vista. Normativamente, se protege exclusivamente el discurso
cuya importancia implica una real y efectiva participación de los ciudadanos en la vida colectiva, en
clara referencia a las materias relevantes para el proceso democrático de autogobierno. Descripti-
vamente, es el discurso que interesa a una parte del público o a todo él en el sentido de presentarse,
en el ámbito ético-político, como actitud que tiende a compartir e identificarse con las inquietudes
y necesidad ajenas, y, de forma jurídica, como un compromiso de los poderes públicos de hacer
efectiva la igualdad material (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 57)

128
DERECHO CONSTITUCIONAL .

160 Derecho a la vida privada. Juicio de adecuación


A través de la adecuación, la conclusión a la cual se arribe debe ser lo más ajustada posible a la
finalidad de la Constitución, explícita o implícitamente reconocida. En tal sentido, la acción que
realice la persona debe ser conveniente, jurídicamente hablando (la norma habrá de ser accesible y
previsible) y contar con un fin legítimo. Este juicio aplicado a la relación entre información y vida
privada permite determinar que solo existirá una solución adecuada, si es que la noticia sobre la
cual versa la información no desconoce el objetivo previsto en la Constitución en su artículo 1 (la
persona es el fin supremo de la sociedad y del Estado) y que se materializa en la vigencia del respeto
de los ámbitos de la vida privada de una persona, por más pública que esta sea.
Por tanto, ¿es permisible que el derecho a la información pueda tocar temas tan sensibles como las
relaciones sexuales de una persona, por más que haya estado en un supuesto de prostitución clan-
destina? Este Colegiado considera que no (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 42)
Independientemente del fin con el que se realiza el reportaje, lo importante en este punto es anali-
zar si con él se respetaban los valores y principios previstos en la Norma Fundamental: ni la demo-
cracia se veía favorecida con un reportaje de este tipo y menos aún la dignidad de la persona podría
ser argüida como sustento jurídico del mismo. Nada productivo para el Estado democrático y cons-
titucional de derecho se ha de conseguir con [un] vídeo sobre [prostitución clandestina], ni con la
emisión de imágenes que muestran partes íntimas (…) máxime si los medios de comunicación
social están obligados a colaborar con el Estado en la educación y formación moral y cultural de la
nación, tal como lo precisa el artículo 14, in fine, de la Constitución.
Queda claro, entonces, que la utilización del argumento de la prostitución clandestina no ayudaba
ni ahondaba en nada en el tema de la adecuación de la medida realizada (…) (Exp. Nº 6712-2005-
HC, 17/10/05, P, FJ. 43)

161 Derecho a la vida privada. Juicio de necesidad


El criterio de necesidad importa la ausencia de una solución más efectiva y adecuada de la que se
esté tomando. Lo que se busca realizar a través de este juicio es elegir, entre las medidas posibles,
la mejor que exista.
(...)
Es relevante, por tanto, para evitar afectar la vida privada de una persona, que el ejercicio del
derecho fundamental a la información se realice sin excesos. Y de otro lado, en pos de la optimiza-
ción de cada derecho en juego, buscar que la medida utilizada permita el mejor desarrollo posible
del derecho a la vida privada, tal como ha debido suceder en el presente caso (Exp. Nº 6712-2005-
HC, 17/10/05, P, FJ. 44)
[S]e deb[e] evitar la difusión de imágenes que puedan afectar algún derecho de las personas, tal
como ocurre cuando se cubre el rostro de alguien (el ejemplo más clásico de ello es cuando aparece
un menor de edad, o también cuando testifica alguien que no desea ser reconocido), ya sea tanto
con su consentimiento o sin él, cosa que tampoco ha ocurrido en el caso de la querellante. Un
discurso visual requiere, además de veracidad, ser necesario para cumplir su objetivo (Exp. Nº
6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 44)
[U]na cosa es que se llegue a informar sobre la supuesta red de prostitución existente y otra muy
distinta que se vulnere ilícitamente los derechos fundamentales de las personas, en este caso el
derecho a la vida privada. Es necesario informar, pero no traspasar los límites externos de la vida
privada. Bastaba hacer un seguimiento de la persona que se estaba investigando o mostrar el mo-
mento en que se hacía el trato. Pero no puede ser aceptable, en un Estado democrático y social de
derecho, que una cámara se introduzca subrepticiamente en la habitación de un hotel para que
luego las imágenes captadas muestren públicamente las partes íntimas del cuerpo de una persona.
Ello es inaceptable y excesivo. Con la propia transmisión del mensaje (desnudo), se ha terminado
desdiciendo y sobrepasando el motivo alegado respecto al reportaje televisivo (presumible prostitu-
ción clandestina).

129
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Por ser irrelevante analizar el fin del reportaje (ilícito administrativo manifestado), no puede consi-
derarse superado el juicio de necesidad (…), pues lo único claro del vídeo emitido es que este
terminó afectando el derecho fundamental a la vida privada de la querellante (Exp. Nº 6712-2005-
HC, 17/10/05, P, FJ. 49)

162 Derecho a la vida privada. Juicio de proporcionalidad


A través de la proporcionalidad se procura que cada solución a la cual se arribe responda a una
conveniencia constitucional o finalidad de la determinación de contenidos de cada uno de los dere-
chos que están en juego. Es decir, busca que el resultado del acto interpretativo responda al objeto
perseguido por la ponderación realizada.
En el caso de la relación entre vida privada e información, se procura que ambos derechos tengan la
mayor efectividad posible, y que uno y otro sean protegidos de una manera adecuada, máxime si ha
habido circunstancias que demuestran la desproporcionalidad del reportaje emitido.
Según este juicio, quizás hubiese bastado, para concretar el propósito del reportaje, que este mos-
trase a la persona teniendo relaciones sexuales, pero es excesivo y exagerado haber presentado
públicamente (a través de un medio de comunicación social) el cuerpo desnudo de la querellante. Es
decir, en este caso era irrelevante saber si había, o no, prostitución clandestina. La violación de la
vida privada se concretaba con la emisión de imágenes como las del vídeo (Exp. Nº 6712-2005-HC,
17/10/05, P, FJ. 50)
Quizás la proscripción de la prostitución clandestina en aras de proteger la defensa de la salud
pública, prevista en el artículo 7 de la Constitución, puede ser materia de control mediático, pero la
utilización de imágenes que exponen partes íntimas de la querellada no puede considerarse como
válida porque no aporta nada a la investigación realizada. No contribuye al desarrollo de la sociedad
peruana saber que una o dos bailarinas se hayan dedicado al meretricio. Y sí es más bien indefendi-
ble y refutable plenamente que se exponga no solo el cuerpo desnudo de una persona pública, sino
que se la muestre manteniendo relaciones sexuales, con el objeto de alegar un interés del público
en una noticia de este tipo. Interés del público no es, ni puede ser, sinónimo de fisgoneo, imperti-
nencia o curiosidad. El elemento objetivo de una noticia difundida a través de un programa de
farándula no puede ser admitido en un Estado democrático y social de derecho que desea proteger
realmente los derechos fundamentales de la persona.
De lo expuesto, por más trascendente que sea para la sociedad la investigación sobre la prostitución
clandestina en el país, no justifica de ningún modo la vulneración de la vida privada de una persona
(Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 59)

163 Derecho a la vida privada. Límite al derecho de información


[S]obre la base del principio interpretativo de la unidad de la Constitución, la vida privada de las
personas aparecerá como límite al derecho a la información, en el sentido que el ejercicio de uno
no podrá realizarse vulnerando el espacio del otro. Así, y tomando en cuenta su naturaleza de
derecho - principio de ambos, se buscará la optimización de sus contenidos (Exp. Nº 6712-2005-
HC, 17/10/05, P, FJ. 36)
La vida privada de las personas es un límite válido del derecho a la información. Por ello, correspon-
de fijar algunos contenidos básicos del primero de los derechos mencionados con el fin de controlar
jurisdiccionalmente el segundo (...).
[E]s menester observar cómo ha sido reconocida en el ordenamiento jurídico. En la Constitución,
como derecho-regla base se ha prescrito en el artículo 2, inciso 7, que toda persona tiene derecho a
la intimidad personal y familiar. Además, existen otros dispositivos que siguen refiriéndose a este
tema dentro del mismo artículo 2: el impedimento de que los servicios informáticos no suministren
informaciones que afecten la intimidad personal y familiar (inciso 6); la inviolabilidad de domicilio
(inciso 9); el secreto e inviolabilidad de comunicaciones y documentos privados (inciso 10); entre
otros (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 37)

130
DERECHO CONSTITUCIONAL .

[L]a intimidad protegía todo acto dentro de un espacio personal de la querellante, como puede ser
las relaciones sexuales que practique, con prescindencia de la motivación o la causa de dicho hecho.
Queda claro, entonces, que su derecho a la vida privada sí protegía la posibilidad de evitar que otros
se inmiscuyan y reproduzcan en un canal de televisión los actos sexuales que realizó. Sin embargo,
esto no quiere decir que, si se presenta un ilícito, la investigación periodística que se realice no
puede estar también protegida, haciendo disminuir la protección del contenido accidental del dere-
cho a la vida privada de la persona (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 39)

164 Derecho a la vida privada. Protección de personas con proyección pública


[L]as personas (…) gozan de la protección de su derecho a la vida privada, y más aún de su intimi-
dad, por más proyección pública que realicen de sus actividades. Es inaceptable, por ello, que (…) se
asevere, o se deje sentado, que porque la querellante era una persona pública, podía vulnerarse o
transgredirse su derecho a la vida privada, y exponerla gratuitamente a un fútil escrutinio de la
comunidad (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 54)

165 Derecho a la vida privada. Protección de los distintos tipos de personas con proyec-
ción pública
[E]xisten diversos tipos de personas con proyección pública, cada una de las cuales cuenta con un
nivel de protección disímil. Según el grado de influencia en la sociedad, se pueden proponer tres
grupos de acuerdo con el propósito de su actuación:
- Personas cuya presencia social es gravitante: Determinan la trayectoria de una sociedad, parti-
cipando en la vida política, económica y social del país. Ellas son las que tienen mayor exposi-
ción al escrutinio público, por cuanto solicitan el voto popular.
- Personas que gozan de gran popularidad sin influir en el curso de la sociedad: Su actividad
implica la presencia de multitudes y su vida es constantemente motivo de curiosidad por parte
de los particulares, aunque tampoco se puede negar que ellos mismos buscan publicitar sus
labores, porque viven de la fama.
- Personas que desempeñan actividades públicas, aunque su actividad no determina la marcha de
la sociedad: Sus actividades repercuten en la sociedad, pero no la promueven, como puede ser
el caso de los funcionarios públicos (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 54)

166 Derecho a la vida privada. Relación con el derecho a la intimidad


La vida privada es un derecho fundamental en primordial relación con la intimidad. El último de
ellos tiene una protección superlativa dado que configura un elemento infranqueable de la existen-
cia de una persona; la vida privada, por su parte, la engloba y también incluye un ámbito que sí
admite algunas intervenciones que habrán de ser consideradas como legítimas, vinculándose inclu-
sive con otros derechos como la inviolabilidad de domicilio, prevista en el artículo 2, inciso 9 de la
Norma Fundamental (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 38)

167 Derecho a la vida privada. Solución al conflicto con el derecho de información


[L]o que corresponde realizar es una determinación de los contenidos de cada uno de los derechos
involucrados [derechos a la vida privada y a la información]. Solo así se llegará a la delimitación
adecuada de sus contornos. Para ello, será necesario optar por el método de la ponderación, con una
utilización mixta de los criterios de razonabilidad (propios de cualquier relación entre derechos
fundamentales) y de desarrollo colectivo (exclusivo de los derechos de respeto de la persona y los
comunicativos) (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 40)

168 Derecho a la vida privada. Test de razonabilidad respecto de la incidencia del derecho
de información
La razonabilidad es un estándar de control de una acción [informativa que incide sobre la vida
privada] (...). Incluye, dentro de sí, tres juicios claramente establecidos: la adecuación, la necesidad

131
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

y la proporcionalidad, en cada uno de los cuales se debe dejar sentado si los argumentos de los
recurrentes tienen, o no, sentido (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 41)

DERECHO DE OPINIÓN

169 Derecho de opinión. Como bien jurídico tutelado de la expresión


[E]l derecho a la opinión solo es el bien jurídico tutelado de la expresión (Exp. Nº 2262-2004-HC,
17/10/05, P, FJ. 13)

170 Libertad de difusión del pensamiento. Definición


[E]l derecho a la difusión del pensamiento (...) [es] un grado superlativo en que la comunicación
puede llegar al público (Exp. Nº 2262-2004-HC, 17/10/05, P, FJ. 13)

171 Libertad de opinión. Libertad de opinión como garantía


La libertad de opinión garantiza el derecho de toda persona a tener y mantener sus ideas y convic-
ciones, y a poderlas manifestar libremente (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 230).

172 Libertad de opinión. Concreción de la dignidad en la libertad de opinión


[La libertad de opinión se representa c]omo concreción de la dignidad humana que es, en virtud de
ella nadie puede ser forzado a asumir o prestar su adhesión a un determinado ideario, provenga este
del Estado o, incluso, de los privados. Impide, de esta forma, que el Estado pueda sentirse autoriza-
do a inculcar o adoctrinar política, filosófica o moralmente y, correlativamente, que su ordenamien-
to pueda valorar positiva o negativamente las diferentes ideas y convicciones que una persona se
pueda formar. Por ello, el inciso 3) del artículo 2 de la Constitución garantiza que nadie pueda ser
perseguido por razón de sus ideas o creencias y que el legislador, dentro del amplio margen que
tiene para configurar los comportamientos prohibidos por el ordenamiento penal, y que tampoco
se criminalice la opinión, así esta sea disidente o minoritaria (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06,
P, FJ. 230).

173 Libertad de opinión. Dimensión externa de la libertad de opinión


En su dimensión externa, el ejercicio de la libertad de opinión se encuentra estrechamente relacio-
nado al ejercicio, a su vez, de la libertad de expresión. Mediante ella se garantiza que toda persona
pueda actuar o comportarse de manera acorde con su cosmovisión del hombre, la sociedad y del
mundo, o divulgarla públicamente, siempre que dicho ejercicio no afecte el orden público constitu-
cional (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 231).

174 Libertad de opinión. Dimensión interna de la libertad de opinión


[A través del] carácter interno [de la libertad de opinión] (…) se garantiza el derecho de toda
persona a adoptar libremente su concepción del hombre, la sociedad y el mundo, ya sea en términos
políticos, filosóficos o morales (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 230).

175 Libertad de opinión. Protección del ejercicio de la libertad de opinión por las minorías
En la medida que una de las formas cómo se puede poner en peligro la real vigencia de los principios
de tolerancia, pluralismo y democráticos, es a través del desconocimiento del ejercicio de la libertad
de opinión, el inciso 3) del artículo 2 de la Ley Fundamental ha prohibido tajantemente el llamado
delito de opinión. El Estado no puede criminalizar las opiniones, aún cuando estas sean de las
minorías. Por el contrario, tiene para con ellas un deber especial de protección, que no solo se
traduce en deberes positivos de protección, ante supuestos de lesión, sino también en deberes
de promoción y garantía a través de sus diversos canales institucionales (Exp. Nº 003-2005-PI/TC,
09/08/06, P, FJ. 319).

132
DERECHO CONSTITUCIONAL .

176 Libertad de opinión. Relación de la libertad de opinión con la libertad de expresión


[L]as libertades de opinión y expresión son libertades fundamentales sobre las cuales se asienta una
sociedad democrática fundada en el respeto de las minorías, así como en el principio del pluralismo,
que comporta la tolerancia con las ideas, pensamientos y convicciones de grupos minoritarios. Sin
embargo, al igual que otras libertades, tanto la dimensión externa de la libertad de opinión como el
ejercicio de la libertad de expresión, no pueden considerarse como absolutas, en el sentido que
garanticen cualquier contenido del discurso. Pueden ser limitadas cuando su ejercicio pretenda
exteriorizar pensamientos u opiniones que alaben, elogien o exalten comportamientos calificados
como ilícitos, y cuya finalidad sea la de afectar la vida humana y destruir los cimientos en los que se
asienta una sociedad democrática (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 232).

DERECHO DE REUNIÓN

177 Derecho de reunión. Definición


El derecho de reunión puede ser definido como la facultad de toda persona de congregarse junto a
otras, en un lugar determinado, temporal y pacíficamente, y sin necesidad de autorización previa
(Exp. Nº 4677-2004-AA, 07/12/05, S1, FJ. 14)

178 Derecho de reunión. Elemento finalista


Es requisito fundamental para el válido ejercicio del derecho de reunión que su finalidad sea lícita.
Dicha licitud no solo debe ser predicable del propósito último de la reunión, sino de los medios cómo
este pretende ser alcanzado. Y es que cuando el artículo 2º12 de la Constitución alude a que el
modus de la reunión se materializa "pacíficamente sin armas", hace referencia a un requisito que
atañe al contenido esencial del derecho, de manera tal que, desde el mismo instante en el que se
manifiesta algún elemento objetivo que permita apreciar la intencionalidad o concreta actividad
violenta durante la congregación, el o los individuos involucrados en el evento, dejan de encontrar-
se inmersos en el ámbito protegido del derecho, pudiendo ser reprimidos de forma inmediata,
mediante medidas razonables y proporcionales, por la autoridad pública. De esta manera, resulta
manifiesto que el mínimo daño intencionalmente provocado a los bienes o personas, no forma parte
del ejercicio válido del derecho (Exp. Nº 4677-2004-AA, 07/12/05, S1, FJ. 15.c)

179 Derecho de reunión. Eficacia inmediata y directa


El hecho de que, a diferencia de las reuniones en locales privados o abiertos al público, el artículo
2º12 de la Constitución exija un anuncio previo a la autoridad para realizar reuniones en plazas y
vías públicas, puede llevar a la errónea impresión de que para el ejercicio de este último tipo de
reuniones es imprescindible la autorización previa de algún representante gubernativo, siendo, en
consecuencia, un derecho mediatizado en su manifestación a la anticipada aquiescencia expresa de
la autoridad pública (...).
En efecto, el derecho de reunión es de eficacia inmediata y directa, de manera tal que no requiere de
ningún tipo de autorización previa para su ejercicio.
Lo que ocurre es que, en el caso específico de las reuniones convocadas en plazas o vías públicas, el
constituyente ha establecido un instrumento expreso de armonización entre su ejercicio y las even-
tuales restricciones a otros derechos que este represente, de manera tal que ordena que la autori-
dad tome noticia del evento con antelación suficiente a efectos de que tome las providencias nece-
sarias para que el derecho al libre tránsito (artículo 2º11 de la Constitución) no se vea limitado más
allá de lo estrictamente necesario, habilitando vías alternas de circulación, además de adoptar las
medidas necesarias para proteger a los manifestantes y asumir una conducta vigilante y, de ser el
caso, proporcionalmente represiva, frente a las eventuales afectaciones a la integridad personal de
terceros o de los bienes públicos o privados (Exp. Nº 4677-2004-AA, 07/12/05, S1, FJ. 15.e, PV)

133
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

180 Derecho de reunión. Elemento subjetivo


[El derecho de reunión es] de un derecho individualmente titularizado, pero solo susceptible de
ejercitarse de manera colectiva. Lo ejercita una agrupación de personas con fines o propósitos, en
esencia, comunes. La identidad básica de la intención de quienes se congregan, es decir, el factor
volitivo común de los agrupados, es el que permite distinguir la reunión constitucionalmente
protegida por el artículo 2º12 de la Constitución, de aquellas meras aglomeraciones casuales de
individuos a quienes no asiste tal identidad (Exp. Nº 4677-2004-AA, 07/12/05, S1, FJ. 15.a)

181 Derecho de reunión. Elemento real o espacial


El derecho de reunión se ejerce en un lugar de celebración concreto. Así, el artículo 2º12 de la
Constitución establece que estos lugares pueden ser locales privados, locales abiertos al público, así
como plazas o vías públicas. La selección del lugar en el que se lleve a cabo la congregación es vital
para el libre ejercicio del derecho, puesto que muchas veces este solo puede alcanzar su propósito
en atención a la proximidad física de los reunidos con aquellas personas o entidades destinatarios
de las ideas, reclamos, pedidos, loas, etc. En otras ocasiones, el lugar escogido es representativo de
la expresión o manifestación misma a la que la reunión sirve de instrumento. Resulta claro, sin
embargo, que la elección del lugar no siempre puede quedar a discreción de la voluntad del cele-
brante, pues, en ocasiones, es el lugar escogido el que determina, ante el objetivo riesgo de afecta-
ción de determinados bienes constitucionalmente protegidos, la aparición de una causa objetiva y
suficiente para restringir o prohibir la reunión (Exp. Nº 4677-2004-AA, 07/12/05, S1, FJ. 15.d)

182 Derecho de reunión. Elemento temporal


Una de las características del derecho de reunión es la manifestación temporal o efímera de su
ejercicio, incluso en los supuestos en los que tal manifestación sea periódica. Tal característica es
uno de los principales factores que permite distinguirlo del derecho de asociación, reconocido en el
artículo 2º13 de la Constitución, al que inspira un ánimo de permanencia o, cuando menos, una
determinada continuidad en el tiempo. De otra parte, a diferencia de lo que ocurre con el derecho de
reunión, el ejercicio del derecho de asociación, y el consecuente pacto asociativo, da lugar a la
aparición de una entidad jurídica, distinta de las personas que la conforman (Exp. Nº 4677-2004-
AA, 07/12/05, S1, FJ. 15.b)

183 Derecho de reunión. Objeto


[El derecho de reunión tiene] el propósito compartido de exponer y/o intercambiar libremente ideas
u opiniones, defender sus intereses o acordar acciones comunes (Exp. Nº 4677-2004-AA, 07/12/05,
S1, FJ. 14)

184 Derecho de reunión. Relación con la manifestación pública


[A]unque (...) los elementos que configuran el derecho de reunión, determinan, sin lugar a dudas,
que la libertad de expresión y la libertad de reunión, strictu sensu, gocen de un contenido constitu-
cionalmente distinto, la estrecha relación reunión-manifestación, genera una singular vinculación
entre ambos (Exp. Nº 4677-2004-AA, 07/12/05, S1, FJ. 14)

185 Derecho de reunión. Restricciones


El derecho de reunión, (...) como todo derecho fundamental, no es un derecho absoluto o ilimitado.
Así lo tiene expuesto el propio artículo 2º12 de la Constitución, cuando permite a la autoridad
prohibir su materialización "por motivos probados de seguridad o de sanidad públicas". Desde lue-
go, cuáles sean esos concretos "motivos probados" o los alcances específicos de lo que deba enten-
derse por "seguridad pública" o "sanidad pública", deberá ser evaluado a la luz de cada caso concre-
to. Empero, ello no es óbice para que este Tribunal pueda desarrollar algunas pautas sobre los
límites del derecho de reunión (Exp. Nº 4677-2004-PA, 07/12/05, S1, FJ. 16)
[A] partir de una interpretación sistemática de los preceptos internos e internacionales sobre la

134
DERECHO CONSTITUCIONAL .

materia, queda claro que los límites susceptibles de oponerse al derecho de reunión alcanzan a las
razones de orden público y al respeto de los derechos y libertades fundamentales de terceros; como,
por lo demás, viene impuesto a partir de una interpretación unitaria de la propia Carta Fundamental
(principio de unidad de la Constitución) (Exp. Nº 4677-2004-PA, 07/12/05, S1, FJ. 17)

186 Restricción al derecho de reunión. Criterios


[Las] medidas preventivas, por ejemplo, podrían tener lugar si existen objetivas pruebas (no meras
sospechas) de la tendencia violentista de las personas o dirigentes de la entidad organizadora; si
existe otra reunión programada en un lugar próximo en la misma fecha; si distintas reuniones son
convocadas reiteradamente en un mismo lugar, comprometiendo, objetivamente, su preservación y
su ornato; si la cantidad de gente convocada, con certeza, superará la capacidad del lugar o de las
vías propuestas como itinerario; entre otros (Exp. Nº 4677-2004-PA, 07/12/05, S1, FJ. 37)

187 Restricción al derecho de reunión. Inconstitucionalidad de la autorización previa


[I]ncurre también en un vicio de inconstitucionalidad al pretender que el derecho de reunión sea
sometido a un requisito de autorización previa, razón por la cual este Tribunal se encuentra facul-
tado para declarar también su inaplicación. Empero, se abstiene de hacerlo a efectos de evitar la
ausencia de una autoridad competente para conocer los avisos previos de celebración de reuniones
en plazas o vías públicas.
Sin embargo, este Colegiado ordena al Ministerio del Interior la inmediata reforma de dicha dispo-
sición, la cual, entretanto, deberá ser interpretada, de conformidad con la Constitución, esto es, en
el sentido de que es competencia de la Prefectura restringir o prohibir el derecho de reunión, solo
cuando existan causas objetivas, suficientes y fundadas que lo justifiquen (Exp. Nº 4677-2004-PA,
07/12/05, S1, FJ. 35)

188 Restricción al derecho de reunión. Juicio de proporcionalidad, necesidad y razonabili-


dad para restringir el derecho
[L]a prohibición debe ser la última ratio a la que puede apelar la autoridad administrativa para
limitar el derecho, debiendo optar, de ser posible, por medidas simplemente restrictivas, tales como
proponer la modificación del lugar, fecha, hora, duración o itinerario previsto.
Se trata, en suma, de que la prohibición o establecimiento de restricciones al ejercicio del derecho
de reunión se encuentren debidamente motivadas por la autoridad competente, caso por caso, de
manera tal que el derecho solo se vea restringido por causas válidas, objetivas y razonables (princi-
pio de razonabilidad), y, en modo alguno, más allá de lo que resulte estrictamente necesario (prin-
cipio de proporcionalidad) (Exp. Nº 4677-2004-PA, 07/12/05, S1, FJ. 18, PV)

189 Restricción al derecho de reunión. Por razón de seguridad pública


[L]a "seguridad pública" prevista en el artículo 2º12 de la Constitución como límite del derecho de
reunión, no solo queda referida a la seguridad ciudadana, sino también, en los términos de la
Convención [Americana sobre Derechos Humanos], a la seguridad nacional (Exp. Nº 4677-2004-
PA, 07/12/05, S1, FJ. 17)
Aunque no existe una aproximación conceptual precisa en cuanto a lo que para la Constitución
representa la seguridad ciudadana, sino, básicamente, un conjunto de características o elementos
que permiten integrar lo que sería su contenido, esta puede ser catalogada como un estado de
protección que brinda el Estado y en cuya consolidación colabora la sociedad, a fin de que determi-
nados derechos pertenecientes a los ciudadanos puedan ser preservados frente a situaciones de
peligro o amenaza o reparados en caso de vulneración o desconocimiento. Derechos como la vida, la
integridad, la tranquilidad, la propiedad o la libertad personal suelen ser los principales referentes
que integran el contenido de la seguridad ciudadana en atención a lo que del Estado y la colectivi-
dad se espera, siendo evidente que, por sus alcances, se trata fundamentalmente de un bien jurídico
de relevancia antes que de un atributo o libertad a título subjetivo (Exp. Nº 3482-2005-PHC, 27/06/
05, S1, FJ. 13)

135
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

190 Restricción al derecho de reunión. Por razón de sanidad pública


[E]n el ámbito de la sanidad pública [como restricción al derecho de reunión] a la que hace alusión
la Constitución, debe incorporarse la protección de la salud pública, en los concretos alcances que
vengan justificados por las circunstancias específicas de cada caso (Exp. Nº 4677-2004-PA, 07/12/
05, S1, FJ. 17)

191 Restricción al derecho de reunión. Tiempo de elecciones


[L]os límites a este derecho fundamental deberán resultar particularmente restringidos en tiempos
de elecciones, pues son épocas en las que la necesidad de la expresión e intercambio de ideas, tanto
de las agrupaciones políticas, en particular, como de la ciudadanía, en general, alcanza su punto
más elevado. Las primeras (agrupaciones políticas), actúan en procura de materializar su legítimo
derecho pasivo de elección y dar lugar a la alternancia en el poder, y la segunda (ciudadanía), con el
ánimo –imprescindible por cierto en una sociedad democrática– de apoyar a su alternativa eleccio-
naria o, en su caso, de transmitir su disconformidad, parcial o total, con la gestión del gobierno
saliente, exponiendo, de esta manera, los cambios que juzga prudentes (Exp. Nº 4677-2004-PA, 07/
12/05, S1, FJ. 19)

DERECHOS NO ENUMERADOS

192 Derecho a la objeción de conciencia. Como contenido del derecho a la libertad de con-
ciencia
[N]uestra Norma Fundamental carece de un reconocimiento explícito del derecho de objeción de
conciencia, razón por la que resulta imperioso preguntarse si la objeción de conciencia se trataría de
un derecho "constitucional" y, por ende, si es susceptible de ser protegido por la vía del amparo (...).
[N]o resulta descabellado afirmar que uno de los contenidos nuevos del derecho a la libertad de
conciencia esté constituido, a su vez, por el derecho a la objeción de conciencia, porque de qué
serviría poder autodeterminarse en la formación de las ideas si no es posible luego obrar (o dejar de
obrar) conforme a los designios de esa conciencia. (...) De allí que (...) [se]considere, sin necesidad
de acudir a la cláusula 3 de la Constitución, que el derecho a la libertad de conciencia alberga, a su
vez, el derecho a la objeción de conciencia (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 6)

193 Derechos no enumerados. Cláusula de desarrollo de nuevos derechos


[P]ara que los textos constitucionales y, en particular, aquellos nuevos derechos directamente vin-
culados con el principio de dignidad no sean desmerecidos en su condición de auténticos derechos
fundamentales como consecuencia de la existencia de nuevas necesidades o situaciones, de avances
científicos, tecnológicos, culturales o sociales, las constituciones suelen habilitar una cláusula de
"desarrollo de los derechos fundamentales", cuyo propósito no solo es prestarle el reconocimiento
como derechos de la más alta consideración, sino incluso, dotarlos de las mismas garantías de
aquellos que sí lo tienen expresamente. Ese es el propósito que cumple, por cierto, el artículo 3 de
nuestra Constitución (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 5)
[E]xisten determinados contenidos de derechos fundamentales cuya necesidad de tutela se va acep-
tando como consecuencia del desarrollo normativo, de las valoraciones sociales dominantes, de la
doctrina y, desde luego, de la propia jurisprudencia constitucional (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/
02, P, FJ. 5)

194 Derechos no enumerados. Rango constitucional


[L]a enumeración de los derechos fundamentales previstos en la Constitución, y la cláusula de los
derechos implícitos o no enumerados, da lugar a que en nuestro ordenamiento todos los derechos
fundamentales sean a su vez derechos constitucionales, en tanto es la propia Constitución la que
incorpora en el orden constitucional no solo a los derechos expresamente contemplados en su texto,

136
DERECHO CONSTITUCIONAL .

sino a todos aquellos que, de manera implícita, se deriven de los mismos principios y valores que
sirvieron de base histórica y dogmática para el reconocimiento de los derechos fundamentales (Exp.
Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 4)

195 Derechos no enumerados. Reconocimiento restringido de nuevos derechos


[E]n la medida en que sea razonablemente posible, debe encontrarse en el desarrollo de los dere-
chos constitucionales expresamente reconocidos las manifestaciones que permitan consolidar el
respeto a la dignidad del hombre, puesto que ello impediría la tendencia a recurrir constantemente
a la cláusula constitucional de los derechos "no enumerados" y, con ello, desvirtuar el propósito para
el cual fue creada. La apelación al artículo 3 de la Constitución, en ese sentido, debe quedar reser-
vada solo para aquellas especiales y novísimas situaciones que supongan la necesidad del reconoci-
miento de un derecho que requiera de una protección al más alto nivel y que, en modo alguno,
pueda considerarse que está incluido en el contenido de algún derecho constitucional ya reconocido
en forma explícita (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 5)

DERECHOS SOCIALES Y ECONÓMICOS

196 Derechos sociales. Naturaleza jurídica


Los derechos sociales son además de derechos, reglas, claros derechos principios. Por ello, postulan
la necesidad de alcanzar objetivos determinados, pero dejan abiertas las vías para lograrlos (Exp. N°
1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 16)

197 Derechos sociales. Obligación estatal de efectivizarlos


[L]a obligación [del Estado] de proveer de todas las medidas jurídicas necesarias que tornen efectivo
a los derechos sociales (...), no solo es una obligación de carácter constitucional. También se trata
de un compromiso supranacional proveniente del artículo 2.1 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, instrumento que, al amparo de la Cuarta Disposición Final y
Transitoria de la Constitución y del artículo V del TP [Título Preliminar] del CPCo [Código Procesal
Constitucional], forma parte del bloque de constitucionalidad internacional aplicable (...). Tal nor-
ma internacional establece literalmente que: "Cada uno de los Estados parte en el presente Pacto se
compromete a adoptar medidas, tanto por separado como mediante la asistencia y la cooperación
internacionales, especialmente económicas y técnicas, hasta el máximo de los recursos de que
disponga, para lograr progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive, en particular la
adopción de medidas legislativas, la plena efectividad de los derechos aquí reconocidos" (Exp. N°
1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 16)

198 Derechos sociales y económicos. Aplicación progresiva


Los derechos fundamentales económicos, sociales y culturales que, en tanto derechos subjetivos de
los particulares y obligaciones mediatas del Estado, necesitan de un proceso de ejecución de políti-
cas sociales para que el ciudadano pueda gozar de ellos o ejercitarlos de manera plena (Exp. Nº
1417-2005-AA 08/07/05, P, FJ. 13)
Si bien es cierto que la efectividad de los derechos sociales requiere un mínimo de actuación del
Estado a través del establecimiento de servicios públicos, así como de la sociedad mediante la
contribución de impuestos, ya que toda política social necesita de una ejecución presupuestal,
también lo es que estos derivan en obligaciones concretas por cumplir, por lo que los Estados deben
adoptar medidas constantes y eficaces para lograr progresivamente la plena efectividad de los mis-
mos en igualdad de condiciones para la totalidad de la población (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04,
S1, FJ. 12 )
Tanto el derecho a la seguridad social como el derecho a la protección de la salud forman parte de
aquellos derechos fundamentales sociales de preceptividad diferida, prestacionales, o también de-
nominados progresivos o programáticos, positivizados orgánicamente por primera vez en la Cons-

137
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

titución de Weimar de 1919. La ratio de dichas denominaciones estriba en que no se trata de


derechos autoaplicativos; su vigencia y exigibilidad requiere de una participación protagónica del
Estado en su desarrollo. Lejos del abstencionismo estatal que debe informar el correcto desenvolvi-
miento de los derechos que podrían denominarse de libertad, bajo la máxima "nadie está obligado a
hacer lo que la ley no manda ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe" (parágrafo a), inciso 24),
del artículo 2 de la Constitución), en el caso de los derechos sociales, la incidencia estatal no solo
resulta recomendable, sino, en determinados casos, medular y obligatoria. En este correcto en-
tendido, nuestra Constitución vincula de manera especial la actividad estatal con el progresivo
desarrollo de los derechos a la seguridad social y a la protección de la salud (Exp. Nº 0011-2002-
AI 10/06/02, P, FJs. 9 y 10)

199 Derechos sociales y económicos. Carácter no declarativo


Los derechos económicos, sociales y culturales (...) no deben aparecer como una mera declaración
de buenas intenciones, sino como un compromiso con la sociedad dotado de metas claras y realistas
(Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 38 )

200 Derechos sociales y económicos. Como deberes de solidaridad u obligación conjunta


de la sociedad, individuos y el Estado
[L]a moderna concepción de los derechos sociales supone que no solo constituyen obligaciones de
hacer del Estado, sino de toda la sociedad en su conjunto; por ello, la doctrina ha empezado a
denominarlos deberes de solidaridad (...) (Exp. Nº 2016-2004-AA/TC, 05/10/04, S1, FJ.22)
[E]l reconocimiento de los derechos sociales como deberes de solidaridad sirve a su vez para que
cada individuo dirija sus máximos esfuerzos a la obtención de aquellos bienes que representan sus
derechos sociales, superando de este modo la visión paternalista que exige que la satisfacción de
necesidades esté únicamente en manos del Estado. Para este Tribunal, conseguir bienestar y un
nivel de vida digno es un deber conjunto, tanto de la sociedad como del propio individuo y el Estado,
pero no exclusivamente de este (Exp. Nº 2016-2004-AA/TC, 05/10/04, S1, FJ. 24)
Conseguir bienestar y un nivel de vida digno es un deber conjunto, tanto de la sociedad como del
propio individuo y el Estado, pero no exclusivamente de este (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04,
S1, FJs. 23 y 25)
En una sociedad democrática y justa, la responsabilidad de la atención de los más necesitados no
recae solamente en el Estado, sino en cada uno de los individuos con calidad de contribuyentes
sociales. Es así como adquieren mayor sentido las sanciones jurídicas frente al incumplimiento de
estos deberes [los derechos sociales y económicos]; por ejemplo, las sanciones que se imponen ante
la omisión del pago de impuestos, pues justamente a través de ellos se garantiza la recaudación y
una mayor disponibilidad presupuestal para la ejecución de planes sociales (Exp. Nº 2016-2004-
AA/TC, 05/10/04, S1, FJ. 23)

201 Derechos sociales y económicos. Como facultades tuitivas para grupos en situación
de desventaja
[Los derechos sociales y económicos son] facultades tuitivas dirigidas a favorecer a aquellos grupos
humanos con características accidentales diferenciadas con relación a otros por factores culturales,
o que se encuentran en situación de desventaja por razones económico-sociales, es decir, con una
posición o ubicación depreciada en sus estándares de vida, no acordes con la dignidad humana (Exp.
Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 10)

202 Derechos sociales y económicos. Como fines sociales del Estado


El Estado peruano, definido por la Constitución de 1993 presenta las características básicas de un
Estado social y democrático de derecho, en el cual se requiere la configuración de dos aspectos
básicos: la existencia de condiciones materiales mínimas para alcanzar sus presupuestos, y la iden-
tificación del Estado con los fines de su contenido social (...).

138
DERECHO CONSTITUCIONAL .

Este mínimo vital busca garantizar la igualdad de oportunidades en todo nivel social, así como
neutralizar las situaciones discriminatorias y violatorias de la dignidad del hombre; por ello, el
logro de estas condiciones materiales mínimas de existencia debe motivar la intervención del Esta-
do y la sociedad de manera conjunta para la consecución de este fin.
Es ahí donde se hace necesaria la exigencia de los derechos sociales y económicos, también llama-
dos derechos prestacionales, como la seguridad social, salud pública, vivienda, educación y demás
servicios públicos, pues ellos representan los fines sociales del Estado a través de los cuales el
individuo puede lograr su plena autodeterminación (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJs.
8, 9 y 10)

203 Derechos sociales y económicos. Como garantías del ciudadano


Los derechos sociales deben interpretarse como verdaderas garantías del ciudadano frente al Esta-
do dentro de una visión que busca revalorar la eficacia jurídica de los mandatos constitucionales y,
por ende, la vigencia de la Constitución (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 13)

204 Derechos sociales y económicos. Contenido esencial


El reconocimiento de los derechos sociales y económicos implica (…) superar su concepción progra-
mática, perfeccionando los mandatos sociales de la Constitución, así como la obligación del Estado,
en la cual se impongan metas cuantificables para garantizar la vigencia del derecho (José Luis
Cascajo Castro. La tutela constitucional de los derechos sociales. Cuadernos y Debates Nº 5. Ma-
drid. 1998, pág. 53).
Esta nueva visión de los derechos sociales permite reconocer, en su contenido esencial, principios
como la solidaridad y el respeto a la dignidad de la persona, los que, a su vez, constituyen pilares
fundamentales del Estado social de derecho (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJs.14 y 15)

205 Derechos sociales y económicos. Deberes derivados del principio de solidaridad


El principio de solidaridad promueve el cumplimiento de un conjunto de deberes, a saber:
a) El deber de todos los integrantes de una colectividad de aportar con su actividad a la consecu-
ción del fin común. Ello tiene que ver con la necesidad de verificar una pluralidad de conductas
(cargos públicos, deberes ciudadanos, etc.) a favor del grupo social.
b) El deber del núcleo dirigencial de la colectividad política de redistribuir adecuadamente los
beneficios aportados por sus integrantes; ello sin mengua de la responsabilidad de adoptar las
medidas necesarias para alcanzar los fines sociales (Exp. Nº 2016-2004-AA/TC, 05/10/2004,
S1, FJ. 15)

206 Derechos sociales y económicos. Dignidad como premisa del Estado social
La dignidad de la persona supone el respeto del hombre como fin en sí mismo, premisa que debe
estar presente en todos los planes de acción social del Estado suministrando una base constitucio-
nal a sus políticas, pues en el Estado social el respeto a la dignidad se refiere esencialmente a lograr
una mejor calidad de vida de las personas.
En razón de ello, en sede jurisdiccional ningún análisis puede desarrollarse sin verificar el respeto
a la dignidad del hombre, tanto en la actuación del Estado como en la de los particulares (Exp.
Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ.17)

207 Derechos sociales y económicos. Eficacia plena


El reconocimiento constitucional de los derechos sociales y económicos no es suficiente para dotar-
los de eficacia plena, pues su vinculación jurídica solo queda configurada a partir de su regulación
legal, la que los convierte en judicialmente exigibles. Por ello, en la Constitución mantienen la
condición de una declaración jurídica formal, mientras que la ley los convierte en un mandato
jurídico aprobatorio de un derecho social (Exp. Nº 1417-2005-AA 08/07/05, P, FJ.14)

139
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

208 Derechos sociales y económicos. Exigencia


Se hace necesaria la exigencia de los derechos sociales y económicos, también llamados derechos
prestacionales, como la seguridad social, salud pública, vivienda, educación y demás servicios pú-
blicos, pues ellos representan los fines sociales del Estado a través de los cuales el individuo puede
lograr su plena autodeterminación.
Debe entenderse, empero, que cuando se habla de exigencia, nos referimos al derecho de requerir
que el Estado adopte las medidas adecuadas para el logro de fines sociales, pues no en todos los
casos los derechos sociales son por sí mismos jurídicamente sancionables, al ser necesario el sopor-
te presupuestal para su ejecución (...) (Exp. Nº 2016-2004-AA/TC, 05/10/04, S1, FJ.9)
Los derechos sociales, como la salud pública, no pueden ser exigidos de la misma manera en todos
los casos, pues no se trata de prestaciones específicas, en tanto dependen de la ejecución presu-
puestal para el cumplimiento de lo exigido, lo contrario supondría que cada individuo podría exigir
judicialmente al Estado un puesto de trabajo o una prestación específica de vivienda o salud en
cualquier momento. En consecuencia, la exigencia judicial de un derecho social dependerá de facto-
res tales como la gravedad y razonabilidad del caso, su vinculación o afectación de otros derechos y
la disponibilidad presupuestal del Estado, siempre y cuando puedan comprobarse acciones concre-
tas de su parte para la ejecución de políticas sociales (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ.32)
Los derechos sociales, como es el caso de la salud pública, no representan prestaciones específicas
por sí mismas, pues dependen de la disponibilidad de medios con que cuente el Estado, lo que, sin
embargo, de ninguna manera puede justificar la inacción prolongada (...) ya que ello devendría en
una omisión constitucional (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1,FJ. 49)

209 Derechos sociales y económicos. Influencia del principio de dignidad


El principio de dignidad irradia en igual magnitud a toda la gama de derechos, ya sean los denomi-
nados civiles y políticos, como los económicos, sociales y culturales, toda vez que la máxima efica-
cia en la valoración del ser humano solo puede ser lograda a través de la protección de las distintas
gamas de derechos en forma conjunta y coordinada (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 19)

210 Derechos sociales y económicos. Necesidad de satisfacción mínima inmediata


Los derechos económicos y sociales no son meras normas programáticas de eficacia mediata, como
tradicionalmente se ha señalado para diferenciarlos de los denominados derechos civiles y políticos
de eficacia inmediata, pues justamente su mínima satisfacción representa una garantía indispensa-
ble para el goce de los derechos civiles y políticos. De este modo, sin educación, salud y calidad de
vida digna en general, mal podría hablarse de libertad e igualdad social, lo que hace que tanto el
legislador como la administración de justicia deban pensar en el reconocimiento de los mismos en
forma conjunta e interdependiente (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 11)

211 Derechos sociales y económicos. Noción de solidaridad


La solidaridad implica la creación de un nexo ético y común que vincula a quienes integran una
sociedad política. Expresa una orientación normativa dirigida a la exaltación de los sentimientos
que impulsan a los hombres a prestarse ayuda mutua, haciéndoles sentir que la sociedad no es algo
externo, sino consustancial (Exp. Nº 2016-2004-AA/TC, 05/10/04, S1, FJ. 15)

212 Derechos sociales y económicos. Principio de solidaridad


Es indubitable que en cualquier forma de vida comunitaria se hace necesario que esta se instaure y
organice en relación con un fin compartido y cuyos logros, de alguna manera, alcancen a todos los
que la conforman. De ahí que al percibirse los denominados derechos sociales como fines esenciales
de toda comunidad política, se deduzca que toda persona o grupo intermedio tenga que regir sus
relaciones coexistenciales bajo el principio de solidaridad (Exp. Nº 2016-2004-AA/TC, 05/10/04,
S1, FJ. 15)

140
DERECHO CONSTITUCIONAL .

213 Derechos sociales y económicos. Principio y deberes de solidaridad


La solidaridad implica la creación de un nexo ético y común que vincula a quienes integran una
sociedad política. Expresa una orientación normativa dirigida a la exaltación de los sentimientos
que impulsan a los hombres a prestarse ayuda mutua, haciéndoles sentir que la sociedad no es algo
externo sino consustancial.
El principio de solidaridad promueve el cumplimiento de un conjunto de deberes, a saber:
a) El deber de todos los integrantes de una colectividad de aportar con su actividad a la consecu-
ción del fin común. En esa orientación se alude a la necesidad de verificar una pluralidad de
conductas (cargos públicos, deberes ciudadanos, etc.) a favor del grupo social.
b) El deber del núcleo dirigencial de la colectividad política de redistribuir adecuadamente los
beneficios aportados por sus integrantes; ello sin mengua de la responsabilidad de adoptar las
medidas necesarias para alcanzar los fines sociales (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ.16)

214 Derechos sociales y económicos. Progresividad frente a la regresión en avances efec-


tuados
[E]l concepto de progresividad no supone absoluta imposibilidad de regresión en los avances
efectuados por el Estado en materia de derechos sociales, en la medida que ello quede plena-
mente justificado considerando atención a la totalidad de los recursos que disponga el Estado,
y siempre que existan razones de interés social que así lo impongan (Exp. Nº 0001-2004-AI/TC,
27/09/04, P, FJ. 55)
[E]l concepto de progresividad constituye un concepto netamente objetivo y no subjetivo, motivo
por el cual el análisis de las eventuales regresiones que en materia de seguridad social realice el
Estado no pueden ser analizadas a la luz de un grupo de pensionistas no representativos de la
situación que afronta el Estado en dicha materia (Exp. Nº 0001-2004-AI/TC, 27/09/2004, P, FJ. 56)

DESCENTRALIZACIÓN

215 Descentralización. Autonomía a nivel del Derecho Público interno


Lo importante del actual proceso descentralizador es que la autonomía ha sido revisada para el caso
de todos los gobiernos reconocidos. Es decir, tanto el Gobierno nacional como el Regional y el Local
poseen autonomía a nivel del Derecho Público Interno, pero solo el Gobierno Nacional detenta la
soberanía a nivel del Derecho Público Internacional (Exp. Nº 00002-2005-AI, 18/02/05, P, FJ. 32)

216 Descentralización. Compatibilidad con el Estado unitario


El carácter descentralizado del Estado peruano (...) no es incompatible con la configuración de
Estado unitario, desde el momento que si bien ella supone el establecimiento de órganos de poder
territorialmente delimitados, a los cuales se les dota de autonomía política, económica y adminis-
trativa, sin embargo, su ejercicio debe realizarse dentro de lo previsto por la Constitución y las leyes
marco que regulan el reparto competencial de los gobiernos regionales y municipales (...).
Si bien el gobierno del Perú es descentralizado, su Estado es uno e indivisible (artículo 43 de la
Constitución), motivo por el cual ninguna política descentralizadora puede soportar decisiones gu-
bernativas incompatibles o asistemáticas. Por el contrario, el proceso de descentralización debe ser
concebido como el sistema más eficiente para asegurar el desarrollo integral del país (Exp. Nº
00020-2005-AI y acumulado, 27/09/05, P, FJs. 39 y 45)

217 Descentralización. Fijación de competencias nacionales y regionales


[L]a unidad estatal constituye el fundamento de la organización y marcha de la estructura del
Estado peruano. Respetando su contenido, existe una redistribución funcional y territorial. Es así

141
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

como se subordina el principio de jerarquía normativa al de competencia: se reconoce la diversidad


dentro de la discrecionalidad.
A partir de un concepto como el de unidad estatal, se prevé una suerte de cláusula residual, que en
caso de duda razonable sobre la titularidad de la competencia, esta se determina a partir de un
test de la competencia, (...) pero que se debe establecer a partir del bloque de constitucionalidad
(...). Pero el criterio básico relacionado con la unidad y las atribuciones nacionales, y su preferen-
cia, es determinar si la materia es de interés general del Estado (Exp. Nº 00002-2005-AI, 18/02/05,
P, FJ. 53)

218 Descentralización. Necesidad de respetar unidad del Estado y la subsidiariedad


Para poder entender correctamente el proceso de descentralización, y dentro de él, la regionaliza-
ción, es necesario reconocer que cualquier tipo de análisis que se realice de las autonomías que se
le reconoce con el subsecuente reparto de competencias, debe respetar de un lado, la unidad del
Estado peruano como marco que guíe el proceso, y la subsidiariedad como criterio que guíe la
disquisición funcional entre los distintos gobiernos existentes (Exp. Nº 00002-2005-AI, 18/02/05,
P, FJ. 41)

219 Descentralización. Noción de principio de subsidiariedad


[El principio de subsidiariedad] tiene por objeto garantizar una toma de decisión lo más cerca posi-
ble del ciudadano, comprobándose constantemente que la acción que debe emprenderse a escala
nacional se justifica en relación con las posibilidades que ofrece el nivel regional o local (Exp. Nº
00002-2005-AI, 18/02/05, P, FJ. 51)

220 Descentralización: Objetivo


[L]a descentralización constituye una forma de organización democrática y constituye una política
permanente del Estado, de carácter obligatorio, que tiene como objetivo fundamental el desarrollo
integral del país (artículo 188 de la Constitución) (Exp. Nº 0008-2007-PI/TC, 06/09/07, P, FJ. 12)

221 Descentralización. Principio de progresividad en la asignación de competencias y trans-


ferencia de recursos
El proceso de descentralización del poder estatal mediante el establecimiento de las regiones y sus
Gobiernos Regionales no es un acto acabado o definitivo, pues se realiza por etapas, conforme
dispone el artículo 188.º de la Constitución. En consecuencia, la asignación de competencias a los
Gobiernos Regionales, así como la de sus recursos, es un proceso abierto que la Constitución ha
querido asegurar, entre otros medios, al establecer sólo de manera enunciativa las competencias de
los Gobiernos Regionales, y dejar que esta tarea se complemente y amplíe mediante la incorpora-
ción de nuevas competencias por medio de la reserva de ley orgánica prevista en el artículo 192.10
de la Constitución o, incluso, mediante acuerdo entre el Gobierno Nacional y los Gobiernos Regio-
nales, tratándose de competencias delegadas. Por consiguiente, sobre el legislador nacional pesa un
mandato constitucional que lo obliga a no adoptar medidas regresivas que posterguen el proceso de
regionalización o dificulten irrazonablemente la asignación adecuada de competencias y transfe-
rencia de recursos del Gobierno Nacional a los Gobiernos Regionales y Locales, conforme enuncia el
artículo 188.º de la Constitución; en la medida, claro está, de que exista disponibilidad presupuestal
y de gasto público para tales efectos (Undécima Disposición Final y Transitoria de la Constitución)
(Exp. Nº 0031-2005-PI/TC, 20/03/07, P, FJ. 14)

222 Descentralización. Respeto del carácter unitario del Estado


El Estado de nuestro país es unitario, pero a la vez, con un gran compromiso hacia el futuro: su
descentralización, tal como se presenta en la Constitución: "Su gobierno es unitario, representativo
y descentralizado" [artículo 43 de la Constitución].
Por tanto, por más descentralización que exista el gobierno no puede dejar de ser unitario. La
consecuencia de una afirmación como esta es trascendente para configurar el tipo de Estado que es

142
DERECHO CONSTITUCIONAL .

el Perú. Para no dejar dudas al respecto, se ha señalado que "el territorio de la República está
integrado por regiones, departamentos, provincias y distritos, en cuyas circunscripciones se consti-
tuye y organiza el gobierno a nivel nacional, regional y local, en los términos que establece la
Constitución y la ley, preservando la unidad e integridad del Estado y de la Nación" [artículo 189 de
la Constitución] (...).
[L]a unidad estatal constituye el fundamento de la organización y marcha de la estructura del
Estado peruano. Respetando su contenido, existe una redistribución funcional y territorial. Es así
como se subordina el principio de jerarquía normativa al de competencia: la unidad prima sobre la
diversidad (...).
Cuando un tema es de importancia nacional, surge con toda su fuerza la unidad del Estado, permi-
tiendo la autonomía regional.
Sobre todo el ámbito en el que se desarrolla la descentralización es administrativo, y en cierta forma
territorial, judicial y legislativa. Pero es el Estado unidad el que mantiene la función legislativa
básica con el fin de mantener la unidad del país. Hablando en estricto del tema legislativo, este
compete al Congreso de la República, salvo en las materias que el bloque de constitucionalidad
demande para los gobiernos regionales y municipales.
Por más que la cláusula de residualidad no está expresamente reconocida en la Constitución, a
diferencia de lo que sucede en ordenamientos comparados. No obstante esta aseveración, a partir
del principio de unidad analizado, cabe señalar que las competencias regionales solo serán aquellas
que explícitamente estén consagradas en la Constitución y en las leyes de de-sarrollo de descentra-
lización, de modo que lo que no esté señalado en ellas, corresponde a la competencia exclusiva del
Gobierno Central (Exp. Nº 00002-2005-AI, 18/02/05, P, FJs. 44, 45 y 48)

223 Descentralización. Unidad e indivisibilidad del Estado como límites


[A]tendiendo al objetivo primordial del proceso descentralizador (el desarrollo integral del país) que
es posible reconocer los límites del mismo y, por ende, del carácter autonómico de las distintas
regiones.
El objetivo principal de dichos límites que, a su vez, actúa como principio informante de toda
política descentralizadora, es el reconocimiento de la unicidad e indivisibilidad del Estado.
En efecto, Estado unitario e indivisible de gobierno descentralizado no son, en absoluto, conceptos
contrapuestos. Por el contrario, es la aplicación armónica de dichos principios la que permite al
Estado cumplir con uno de sus deberes primordiales; a saber, "la promoción del desarrollo integral
y equilibrado de la Nación" (artículo 44 de la Constitución) (Exp. Nº 00012-2003-AI, 01/12/03, P,
FJ. 3)

224 Organización del territorio de la República. Aplicación del principio de competencia


en la articulación de las normas regionales y nacionales
[S]i determinadas normas regionales no son jerárquicamente subordinadas a las del gobierno cen-
tral, su articulación con estas no puede sustentarse bajo el principio de jerarquía, sino conforme al
principio de competencia, según el cual, en el ámbito competencial de las regiones, la norma regio-
nal excluye a la norma del gobierno central y, en general, a la de cualquier otro ordenamiento (v. gr.
del gobierno local). A su vez, en el ámbito de competencia del gobierno nacional, quedan excluidas
las normas regionales y locales, y así sucesivamente.
[U]na adecuada articulación de las fuentes del derecho regional, tanto con las fuentes del derecho
nacional como con las del derecho local, exige que se delimite los ámbitos para los cuales cada una
de ellas es competente. Obviamente, tal delimitación no puede realizarse sino mediante el ya refe-
rido principio de competencia (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJs. 121 y 122)

143
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

225 Organización del territorio de la República. Condiciones para la aplicación del princi-
pio de competencia
[P]ara que una antinomia entre dos normas del mismo rango sea resuelta mediante el principio de
competencia, es preciso que:
a) Se trate de un conflicto entre dos fuentes cuya fuente de producción proviene de distintos
órganos con competencia normativa;
b) Entre ambas, no exista una relación jerárquica; y,
c) Sus relaciones sean reguladas por una norma jerárquicamente superior (...).
La resolución de contradicciones normativas mediante el principio de competencia, por cierto, no se
superpone ni desplaza al principio de jerarquía normativa. Y es que la aplicación del principio de
competencia no solo presupone una antinomia entre dos fuentes del mismo rango, sino también
que ambas se encuentren subordinadas jerárquicamente a una norma superior, como la Constitu-
ción, que es la que establece, directa o indirectamente, la repartición del ámbito competencial de
cada una de ellas, así como su ámbito de vigencia espacial (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P,
FJs. 124 y 125)

226 Organización del territorio de la República. Configuración de subsistemas normati-


vos con la creación de gobiernos locales y regionales
[L]a creación de gobiernos regionales y locales, cada uno con competencias normativas propias,
comporta la introducción de tantos subsistemas normativos como gobiernos regionales y locales
puedan existir. Este derecho regional y local, sin embargo, tienen un ámbito de vigencia y aplica-
ción delimitado territorialmente a la circunscripción de cada instancia de gobierno (regional o local)
y, además, se encuentra sometido a la Constitución y a las leyes de desarrollo constitucional, parti-
cularmente a la LBD [Ley de Bases de la Descentralización] y a la LOGR [Ley Orgánica de Gobiernos
Regionales] (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 118)

227 Organización del territorio de la República. Diferencias entre los principios de compe-
tencia y de jerarquía normativa
El principio de competencia afecta directamente el acto de producción de la norma, siendo este lo
que lo diferencia del principio de jerarquía, el cual concierne directamente a la validez de la norma
(Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 62)
[D]e acuerdo con el principio de jerarquía normativa, la invalidación de una norma de menor jerar-
quía se produce cuando existe contradicción con una norma superior; de conformidad con el princi-
pio de competencia, la norma deviene en nula por el simple hecho de regular una materia que está
vedada para ser regulada por ella (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 123)

228 Organización del territorio de la República. Efecto de la reordenación de la distribu-


ción territorial
[L]a reordenación de la distribución territorial del poder tiene la propiedad de limitar la capacidad
normativa del gobierno nacional (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 119)

229 Organización del territorio de la República. Forma de Estado y test de competencia en


conflictos normativos
En el caso del ordenamiento jurídico nacional, determinado por nuestra Constitución, para la apli-
cación del criterio de competencia, cuando se trate de conflictos normativos entre el gobierno
nacional y los gobiernos regionales, es conveniente considerar la forma de Estado que configura
nuestra Constitución y el test de la competencia desarrollado por este Tribunal para el caso del Perú
(Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 65)

144
DERECHO CONSTITUCIONAL .

230 Organización del territorio de la República. Límites de la actividad legislativa del Go-
bierno Nacional, gobiernos locales y regionales
[Debe remarcarse] la necesidad de que las normas que (...) [los gobiernos regionales y locales]
puedan expedir no alteren "la unidad e integridad del Estado y de la Nación" (artículo 189 de la
Constitución); no interfieran en las funciones y atribuciones de los gobiernos locales (artículo 191
de la Constitución) y que las materias que ellas regulen deba realizarse "en armonía con las políticas
y planes nacionales y locales de desarrollo" (artículo 192 de la Constitución), ahora, en relación al
gobierno nacional, debe remarcarse que este no es enteramente libre para regular cualquier mate-
ria, sino que ha de sujetarse al reparto de competencias constitucional y legalmente establecidos,
constituyendo este reparto un límite de orden material y competencial para el ejercicio de su fun-
ción legislativa (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 119)

231 Organización del territorio de la República. Noción de competencias compartidas


[Las competencias compartidas o concurrentes son] aquellas materias divididas en determinadas
áreas de atención, repartiéndose responsabilidades entre dos o más niveles de gobierno, actividad
coherente con los principios de cooperación y de tutela y control de los organismos constitucionales
autónomos (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 134.b)

232 Organización del territorio de la República. Noción de competencias delegadas


[Las competencias delegadas son] aquellas que un nivel de gobierno delega a otro de distinto nivel,
de mutuo acuerdo y conforme al procedimiento establecido en la ley, quedando el primero obligado
a abstenerse de tomar decisiones sobre la materia o función delegada (Exp. Nº 00047-2004-AI,
24/04/06, P, FJ. 134.c)

233 Organización del territorio de la República. Noción de competencias exclusivas


[Las competencias exclusivas son] aquellas materias asignadas en exclusividad a favor de organis-
mos constitucionales, las cuales serán positivas si son susceptibles de ser delegadas, o negativas si
son privativas del órgano respectivo, es decir, no solo exclusivas sino también excluyentes (Exp. Nº
00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 134.a)

234 Organización del territorio de la República. Noción de normas de competencia


[L]as normas de competencia son aquellas que de modos diversos establecen "el ámbito de materia"
sobre el que puede ejercerse una competencia normativa y que, en consecuencia, condicionan la
validez de los actos normativos, y, derivadamente, la de las disposiciones o normas creadas por ellos
(Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 62)

235 Organización del territorio de la República. Noción del principio de competencia


El principio de competencia, como técnica de articulación del sistema de fuentes, presupone una
pluralidad de autoridades normativas capaces de expedir normas que formalmente tienen el mismo
rango, aunque, algunas veces, no tengan el mismo ámbito de vigencia y aplicabilidad territorial.
El principio de competencia consiste en asignar a determinadas clases de normas la regulación
únicamente de ciertas materias, de modo tal que la norma de que se trate es la única que puede
regularlas en concreto y, además, solo puede ocuparse de ella (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P,
FJ. 123)

236 Organización del territorio de la República. Relación entre los principios de compe-
tencia y de jerarquía normativa
El principio de jerarquía es presupuesto del principio de competencia, ya que la invalidez de una
norma que "invade" competencias surge en virtud de la violación de aquella norma superior que
anteladamente había fijado la distribución de competencias.

145
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

El principio de competencias otorga título habilitante para que un ordenamiento constitucional


delimite extensión y alcances determinados.
El principio de competencia no determina la nulidad de las normas que infringen, sino que devela la
superioridad jerárquica de aquellas normas que tienen como objeto la delimitación y reparto de
materias o funciones (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 62)

237 Organización del territorio de la república.Test de competencia y distribución de com-


petencias
La creación de Gobiernos Regionales con competencias normativas comporta la introducción de
tantos subsistemas normativos como gobiernos regionales existan al interior del ordenamiento
jurídico peruano. Pero la articulación de las fuentes en un ordenamiento de tal naturaleza no puede
efectuarse exclusivamente bajo los alcances del principio de jerarquía, sino conforme al principio de
competencia. En efecto, dado que las ordenanzas regionales son normas con rango de ley (artículo
200.4 de la Constitución), no se encuentran jerárquicamente subordinadas a las leyes nacionales
del Estado, por lo que para explicar su relación con éstas no hay que acudir al principio de jerarquía,
sino al principio de competencia, pues tienen un ámbito normativo competencial distinto (Exp. Nº
0031-2005-PI/TC, 20/03/07, P, FJ. 12)

238 Organización del territorio de la República.Test de competencia y principio de control


y tutela de Gobiernos Regionales y Locales
La exigencia que proyecta este principio consiste en que los Gobiernos Regionales y Locales están
sujetos a instancias de control y tutela por parte de órganos nacionales competentes. Tal princi-
pio, que se encuentra recogido en el artículo 199 de la Constitución, señala que los Gobiernos
Regionales y Locales son fiscalizados por sus propios órganos de control y por los organismos que
tengan tal atribución por mandato constitucional o legal, y están sujetos al control y supervisión
de la Contraloría General de la República, la que organiza un sistema de control descentralizado y
permanente; pero también a un sistema de control interno (Exp. Nº 0031-2005-PI/TC, 20/03/07, P,
FJ. 11)

239 Organización del territorio de la República. Test de competencia y principio de coope-


ración, lealtad nacional y regional
De este principio se derivan, a su vez, deberes concretos tanto para el Gobierno Nacional así como
para los Gobiernos Regionales. Así, el Gobierno Nacional debe observar el principio de lealtad
regional, lo que implica su cooperación y colaboración con los Gobiernos Regionales. Del mismo
modo, los Gobiernos Regionales deben cumplir el principio de lealtad nacional, en la medida en que
no pueden afectar, a través de sus actos normativos, fines estatales; por ello no pueden dictar
normas que se encuentren en contradicción con los intereses nacionales que se derivan de la Cons-
titución (Exp. Nº 0031-2005-PI/TC, 20/03/07, P, FJ. 11)

240 Organización del territorio de la República. Test de competencia y principio de taxati-


vidad y cláusula de residualidad
Si bien es cierto que la cláusula de residualidad no está expresamente reconocida en la Constitu-
ción, sí es posible que se entienda reconocida tácitamente en el artículo 192.10. Por tanto, las
competencias regionales sólo serán aquellas que explícitamente estén consagradas en la Constitu-
ción y en las leyes de desarrollo de descentralización, de modo que lo que no esté señalado en ellas,
será de competencia exclusiva del Gobierno Central. Los Gobiernos Regionales, por tanto, no tie-
nen más competencias que las que la Constitución y las leyes orgánicas les hayan concedido. De
ahí que se encuentren sometidos al principio de taxatividad, y que las competencias que no les
han sido conferidas expresamente correspondan al Gobierno Nacional (cláusula de residualidad)
(Exp. Nº 0031-2005-PI/TC, 20/03/07, P, FJ. 11)

146
DERECHO CONSTITUCIONAL .

241 Organización del territorio de la República. Test de competencia y principio del efecto
útil y poderes implícitos
[C]ada vez que una norma (constitucional o legal) confiere una competencia a los Gobiernos Regio-
nales, debe entenderse que ésta contiene normas implícitas de subcompetencia para reglamentar la
norma legal, sin las cuales el ejercicio de la competencia conferida a los Gobiernos Regionales
carecería de eficacia práctica o utilidad. El principio del efecto útil, así, pretende flexibilizar la
rigidez del principio de taxatividad, de modo que la predeterminación difusa en torno a los alcances
de una competencia por la ley orgánica o la Constitución no termine por entorpecer un proceso que,
en principio, se ha previsto como progresivo y ordenado conforme a criterios que permitan una
adecuada asignación de competencias (artículo 188 de la Constitución). Así, el principio de taxati-
vidad de competencias no es incompatible con el reconocimiento de que los Gobiernos Regionales
también pueden realizar aquellas competencias reglamentarias no previstas legal ni constitucional-
mente, pero que sin embargo son consustanciales al ejercicio de las previstas expresamente (pode-
res implícitos), o constituyan una directa manifestación y exteriorización de los principios que
rigen a los Gobiernos Regionales dentro de un Estado unitario y descentralizado (Exp. Nº 0031-2005-
PI/TC, 20/03/07, P, FJ. 13)

242 Régimen jurídico de la capital de la República. Alcances del tratamiento especial


[C]uando el artículo 198 de la propia Constitución establece un tratamiento diferente para determi-
nadas municipalidades –entre ellas la correspondiente a la capital de la República–, no significa que
la ley orgánica que regula la estructura, competencias y atribuciones de dichas entidades pueda
desvirtuar o contradecir las competencias establecidas por la Constitución a favor de todas las
municipalidades (Exp. Nº 00012-2001-AI, 23/05/02, P, FJ. 3)

243 Régimen jurídico de la capital de la República. Competencias especiales de la Munici-


palidad Metropolitana de Lima
[L]a Municipalidad Metropolitana de Lima tiene las mismas atribuciones que cualquiera de las
municipalidades provinciales, más las competencias y funciones metropolitanas especiales que
aparecen reguladas en la Ley Orgánica de Municipalidades (Exp. Nº 00046-2004-AI, 15/02/05, P,
FJ. 19)
[La] sui géneris condición funcional de la MML [Municipalidad Metropolitana de Lima] en la estruc-
tura orgánica descentralizada del Estado es, a su vez, reafirmada al atribuírsele un cúmulo de
competencias, denominadas "especiales", en materia de planificación, desarrollo urbano y vivienda,
promoción de desarrollo económico y social, abastecimiento de bienes y servicios básicos, industria,
comercio y turismo, población y salud, saneamiento ambiental, transportes y comunicaciones, y
seguridad ciudadana (Exp. Nº 00001-2004-CC, 30/11/04, P, FJ. 5)

244 Régimen jurídico de la capital de la República. Función de la Municipalidad Metropo-


litana de Lima
[L]a MML [Municipalidad Metropolitana de Lima] tiene por misión, a nivel regional, la organización
y conducción de la gestión pública de la provincia de Lima, de acuerdo a sus competencias exclusi-
vas, compartidas y delegadas, en el marco de las políticas nacionales y sectoriales, para contribuir
a su desarrollo integral y sostenible. De ahí que toda mención en la legislación nacional a los
gobiernos regionales deba entenderse también referida a la MML, en lo que le resulte aplicable
(Exp. Nº 00001-2004-CC, 30/11/04, P, FJ. 2)

245 Régimen jurídico de la capital de la República. Régimen especial de la Municipalidad


Metropolitana de Lima
La MML [Municipalidad Metropolitana de Lima], conforme a lo previsto por el artículo 198 de la
Constitución, goza de un régimen especial regulado en las leyes de descentralización y en la Ley Nº
27972 –Orgánica de Municipalidades (LOM)–. En efecto, el propio artículo 198 de la Constitución
establece que la MML ejerce sus competencias dentro del ámbito de la provincia de Lima, la cual no

147
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

integra ninguna región. Por su parte, el artículo 65 de la Ley Nº 27867 –Ley Orgánica de Gobiernos
Regionales– dispone que las competencias y funciones reconocidas al gobierno regional son trans-
feridas a la MML (...).
[El] binomio funcional (regional y local) asignado a la MML [Municipalidad Metropolitana de Lima]
se encuentra reconocido en el artículo 152 de la LOM, que establece que "la capital de la República
es sede de la MML, la que ejerce jurisdicción exclusiva sobre la provincia de Lima en materias
municipales y regionales". Asimismo, el artículo 65 de la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales
estipula que la MML "posee autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de su
competencia regional y municipal. En casos de discrepancias generadas por el fenómeno de conur-
bación provincial, la decisión final corresponde a la Municipalidad Metropolitana de Lima" (Exp. Nº
00001-2004-CC, 30/11/04, P, FJs. 2 y 4)

DIGNIDAD DE LA PERSONA

246 Defensa de la persona. Noción


Un Estado de derecho que proclama como valor primordial la defensa de la persona, no puede
desatenderse de mecanismos con los que efectivamente se garantice su protección adecuada. Cual-
quiera que fuese el medio en el que se desenvuelva o se desarrolle la persona, no se le puede
atropellar en sus derechos esenciales exponiéndola a riesgos o perjuicios innecesariamente ocasio-
nados por las propias personas, por las organizaciones colectivas que los conforman, o por el propio
Estado en cualquiera de sus corporaciones (Exp. Nº 1006-2002-AA, 28/01/03, S2, FJ. 2.d)

247 Dignidad de la persona. Alcances del principio de dignidad


El principio de dignidad irradia en igual magnitud a toda la gama de derechos, ya sean los deno-
minados civiles y políticos, como los económicos, sociales y culturales, toda vez que la máxima
eficacia en la valoración del ser humano solo puede ser lograda a través de la protección de las
distintos elencos de derechos, en forma conjunta y coordinada (Exp. Nº 2016-2004-AA/TC,
05/10/04, S1, FJ. 18)
Bajo este principio [dignidad], el Estado no solo actuará respetando la autonomía del individuo y los
derechos fundamentales como límites para su intervención –obligaciones de no hacer–, sino que
deberá proporcionar, a su vez, los cauces mínimos para que el propio individuo pueda lograr el
desarrollo de su personalidad y la libre elección de sus planes de vida –obligaciones de hacer– (Exp.
Nº 2016-2004-AA/TC, 05/10/04, S1, FJ. 19)

248 Dignidad de la persona. Aplicación de leyes en el tiempo sobre derechos


La adecuada protección de los derechos fundamentales no puede ser medida con relación a una
concreta teoría de aplicación de las leyes en el tiempo. Ni la aplicación inmediata de las leyes a
los hechos no cumplidos de las relaciones existentes (teoría de los hechos cumplidos) podría, en
sí misma, justificar la afectación de un derecho fundamental, ni, so pretexto de la aplicación de
la teoría de los derechos adquiridos, podría negarse la aplicación inmediata de una ley que
optimice el ejercicio del derecho, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 103 de la
Constitución.
La validez de las leyes que regulan los derechos fundamentales debe ser evaluada teniendo en
cuenta la preservación de su contenido esencial y la existencia del test de razonabilidad que justi-
fique determinadas restricciones del contenido no esencial y adicional de dichos derechos. Ello
trasciende el análisis formal y contingente de la adopción de una determinada teoría de aplicación
de leyes en el tiempo (derechos adquiridos o hechos cumplidos), y se ubica en la necesidad de una
merituación sustancial que tenga como imperativo preservar los derechos fundamentales como
verdaderas manifestaciones del principio de dignidad humana (artículo 1 de la Constitución) (Exp.
Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 121)

148
DERECHO CONSTITUCIONAL .

249 Dignidad de la persona. Autonomía


[T]ras el reconocimiento de la persona como autónoma en tanto digna, esta debe ser considerada
como un fin en sí misma y no como un medio para un fin. Por ello, se reconoce que tiene capacidad
plena para decidir sobre sus propios actos (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 27)

250 Dignidad de la persona. Base del Estado social


[L]a dignidad de la persona supone el respeto del hombre como fin en sí mismo, premisa que debe
estar presente en todas los planes de acción social del Estado suministrando una base constitucio-
nal a sus políticas, pues en el Estado social el respeto a la dignidad se refiere esencialmente a lograr
una mejor calidad de vida de las personas.
Consecuentemente, en sede jurisdiccional ningún análisis puede desarrollarse sin verificar el res-
peto a la dignidad del hombre, tanto en la actuación del Estado como en la de los particulares (Exp.
Nº 2016-2004-AA/TC, 05/10/04, S1, FJ. 16)

251 Dignidad de la persona. Como principio y derecho


[L]a dignidad de la persona humana se configura como un principio-derecho constitutivo de los
derechos fundamentales que la Constitución reconoce (Exp. Nº 0044-2004-AI, 18/05/05, P , FJ. 32)
[L]a dignidad de la persona humana se configura como un principio-derecho constitutivo de los
derechos fundamentales que la Constitución reconoce. (...) Del mismo modo, es un principio infor-
mador para la configuración de nuevos derechos de rango constitucional y es el presupuesto de
nuestro Estado Constitucional, Social y Democrático de Derecho (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05,
P, FJ. 32)

252 Dignidad de la persona. Consecuencias de la pena de cadena perpetua


La cadena perpetua, en sí misma considerada, es repulsiva con la naturaleza del ser humano. El
Estado Constitucional de Derecho no encuentra justificación para aplicarla, aun en el caso que el
penado, con un ejercicio antijurídico de su libertad, haya pretendido destruirlo o socavarlo (Exp. Nº
0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 184)

253 Dignidad de la persona. Definición


La dignidad de la persona humana es el presupuesto ontológico para la existencia y defensa de sus
derechos fundamentales. El principio genérico de respeto a la dignidad de la persona por el solo
hecho de ser tal, contenido en la Carta Fundamental, es la vocación irrestricta con la que debe
identificarse todo Estado Constitucional y Democrático de Derecho. En efecto, este es el impera-
tivo que transita en el primer artículo de nuestra Constitución (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03,
P, FJ. 213)

254 Dignidad de la persona. No distinción por razones sexuales


[Expresa el] artículo 1 de la Constitución [que] la defensa de la persona humana y el respeto de su
dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado. En ese sentido, el respeto por la persona se
convierte en el leit motiv que debe informar toda actuación estatal. Para tales efectos, la Constitu-
ción peruana no distingue a las personas por su opción y preferencias sexuales; tampoco en función
del sexo que pudieran tener. Se respeta la dignidad de la persona.
El carácter digno de la persona, en su sentido ontológico, no se pierde (...) por ser homosexual o
transexual o, en términos generales, porque se haya decidido por un modo de ser que no sea de
aceptación de la mayoría (Exp. Nº 2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 23)

255 Dignidad de la persona. Incidencia de la dignidad dentro de la política de persecución


criminal del Estado
[L]a política de persecución criminal de un Estado constitucional democrático no puede distinguir
entre un Derecho Penal de los ciudadanos y un Derecho Penal del enemigo; es decir, un Derecho

149
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Penal que distinga, en cuanto a las garantías penales y los fines de las penas aplicables, entre
ciudadanos que delinquen incidentalmente y desde su estatus en tanto tales, de aquellos otros que
delinquen en tanto se ubican extramuros del Derecho en general y son, por ello, considerados ya no
ciudadanos sino más bien enemigos. Para los primeros son aplicables los fines constitucionales de
las penas antes aludidas, mientras que para los segundos, no cabe otra alternativa más que su total
eliminación. Evidentemente, esta concepción no puede ser asumida dentro de un Estado que se
funda, por un lado, en el derecho-principio de dignidad humana y, por otro lado, en el principio
político democrático (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 16).

256 Dignidad de la persona. Interpretación de la Constitución


La Constitución es la norma jurídica suprema del Estado, tanto desde un punto de vista objetivo-
estructural (artículo 51), como desde el subjetivo-institucional (artículos 38 y 45). Consecuente-
mente, es interpretable, pero no de cualquier modo, sino asegurando su proyección y concretiza-
ción, de manera tal que los derechos fundamentales por ella reconocidos sean verdaderas manifes-
taciones del principio-derecho de dignidad humana (artículo 1 de la Constitución) (Exp. Nº 0030-
2005-PI, 02/02/2006, P, FJ. 40)

257 Dignidad de la persona. Modificación de estrofa del Himno Nacional


[L]a letra del Himno Nacional no crea, extingue o modifica situaciones jurídicas objetivas y genera-
les que eventualmente puedan vulnerar no solo el principio constitucional de la dignidad de la
persona, sino también otros derechos y libertades que la Constitución garantiza. (...) En consecuen-
cia, (...) el artículo 4 de la ley Nº 1801, que incluye la primera estrofa, no vulnera el principio
constitucional de la dignidad de la persona reconocida en los artículos 1 y 3 de la Constitución (Exp.
Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 34)

258 Dignidad de la persona. Protección de los animales


No existe ningún argumento racional que justifique el que el ser humano someta a torturas, tratos
crueles y dé muerte, innecesariamente, a los animales; más aún si dichos actos se realizan por
diversión en espectáculos públicos. Tal actitud es contraria con la ética y contra la dignidad y la
naturaleza racional y emotiva del propio ser humano, pues el respeto a los animales por parte de
toda persona halla su fundamento también en el respeto mutuo que se deben los hombres entre sí
(...) (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/2005, P, FJ. 28)

259 Dignidad de la persona. Régimen económico


Si bien la Constitución de 1993 busca garantizar el máximo respeto al ejercicio de las liber-
tades económicas de los particulares, tal objetivo no puede concebirse de manera absoluta y
aislada de la necesidad de protección de otros bienes constitucionales igualmente valiosos
basados en la dignidad humana. De ahí que el propio ejercicio de las llamadas libertades
económicas no se concibe como fin en sí mismo y ajeno al ideal del orden económico y social
justo; prueba de ello es que la propia Constitución ha determinado los límites a su ejercicio,
conforme se advierte de su artículo 59, sancionando el abuso de estas libertades en perjuicio
de la moral, la salud y las seguridades públicas; de igual modo, el artículo 60, condiciona el
ejercicio del derecho de propiedad a su armonización con el bien común (Exp. Nº 0034-2004-
PI, 15/02/2005, P, FJ. 25)
Esta se encuentra consagrada en el artículo 1 del texto constitucional, cuyo tenor es que la dignidad
de la persona humana es el valor superior dentro del ordenamiento y, como tal, presupuesto onto-
lógico de todos los derechos fundamentales, incluyendo, desde luego, aquellos de contenido econó-
mico. De este modo, no serán constitucionalmente adecuadas la explicación y solución de la proble-
mática económica desde una perspectiva alejada de la dignidad humana, pues la persona no puede
ser un medio para alcanzar una economía estable sino, por el contrario, debe ser la que auspicie la
consecución de un fin superior para el Estado y la sociedad; a saber, la consolidación de la dignidad
del hombre (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 14)

150
DERECHO CONSTITUCIONAL .

260 Dignidad de la persona. Relación con el derecho a la igualdad


[E]l derecho a la igualdad, como el conjunto de derechos consagrados en nuestra Constitución,
encuentra su fundamento último en la dignidad de la persona. Así, cuando el artículo 1, de la
Constitución establece que "La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin
supremo de la sociedad y del Estado", está reconociendo una igualdad esencial de todas las perso-
nas, por lo que exige que tanto la sociedad como el Estado deban tener como principal objetivo la
vigencia de la dignidad humana (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 115)

261 Dignidad de la persona. Relación con el derecho a la pensión


[S]e considera que el derecho fundamental a la pensión tiene como principal sustento la dignidad
humana, la cual se erige como legitimadora y limitadora del poder público. Es decir, el principio y
derecho de la dignidad del ser humano, reconocido en los artículos 1 y 3 de la Constitución, se erige
como un límite concreto y primordial frente a cualquier tipo de reforma constitucional.
De otro lado, tomando en consideración que el artículo 44 de la Constitución reconoce como un
deber fundamental del Estado
"(...) promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y
equilibrado de la Nación", se debe reconocer el compromiso del Congreso para legislar lealmente
sobre la base de la equidad pensionaria, concepto que está íntimamente relacionado con el princi-
pio-derecho antes enunciado (...) (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 38)
La seguridad social y el derecho a la pensión son elementos esenciales que configuran el mínimo
existencial necesario para garantizar una vida no solo plena en su faz formal o existencial, sino
también en su dimensión sustancial o material; o, en otras palabras, para garantizar una vida digna.
Por tal razón, una pensión constitucionalmente protegida solo será aquella que se sustente en el
principio de dignidad de la persona humana. De tal forma, pues, se infiere la existencia de un
derecho a la dignidad pensionaria (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 46)

262 Dignidad de la persona. Relación con el derecho a la vida


Nuestra Constitución Política de 1993 ha determinado que la defensa de la persona humana y el
respeto a su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado; la persona está consagrada
como un valor superior, y el Estado está obligado a protegerla. El cumplimiento de este valor supre-
mo supone la vigencia irrestricta del derecho a la vida, pues este derecho constituye su proyección;
resulta el de mayor connotación y se erige en el presupuesto ontológico para el goce de los demás
derechos, ya que el ejercicio de cualquier derecho, prerrogativa, facultad o poder no tiene sentido o
deviene inútil ante la inexistencia de vida física de un titular al cual puedan serle reconocidos (Exp.
Nº 2945-2003-AA/TC, 20/04/04, S1, FJ. 27)

263 Dignidad de la persona. Relación con la pena de cadena perpetua


En el ámbito penitenciario, la proyección del principio de dignidad comporta la obligación estatal de
realizar las medidas adecuadas y necesarias para que el infractor de determinados bienes jurídicos-
penales pueda reincorporarse a la vida comunitaria, y que ello se realice con respeto a su autonomía
individual, cualquiera sea la etapa de ejecución de la pena. Sin embargo, y aunque no se exprese,
detrás de medidas punitivas de naturaleza drástica como la cadena perpetua subyace una cosifica-
ción del penado, pues este termina considerado como un objeto de la política criminal del Estado,
sobre el cual –porque nunca tendrá la oportunidad de ser reincorporado–, tampoco habrá la necesi-
dad de realizar las medidas adecuadas para su rehabilitación (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P,
FJ. 183)

264 Dignidad de la persona. Relación con los derechos fundamentales


[S]i bien el reconocimiento positivo de los derechos fundamentales (comúnmente, en la Norma
Fundamental de un ordenamiento) es presupuesto de su exigibilidad como límite al accionar del

151
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Estado y de los propios particulares, también lo es su connotación ética y axiológica, en tanto


manifiestas concreciones positivas del principio-derecho de dignidad humana, preexistente al or-
den estatal y proyectado en él como fin supremo de la sociedad y del Estado (artículo 1 de la
Constitución) (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/2005, P, FJ. 2)
La dignidad humana (...) es el presupuesto jurídico de la existencia de todos los derechos funda-
mentales. La persona humana no puede ser concebida como un medio, sino como un fin en sí
mismo; de allí que su defensa constituya el fin supremo que debe inspirar todos los actos estatales,
en particular, y los de la sociedad, en general (...) (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05,
P, FJ. 46)

265 Dignidad de la persona. Respeto en condiciones de reclusión


En ningún caso puede ser permitido desconocer la personalidad del individuo y, por ende, su digni-
dad. Ni aun cuando el sujeto se encuentre justificadamente privado de su libertad es posible dejar
de reconocerle una serie de derechos o atribuciones que por su sola condición de ser humano le son
consubstanciales. La dignidad, así, constituye un minimum inalienable que todo ordenamiento
debe respetar, defender y promover (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 214)

EDUCACIÓN

266 Autonomía universitaria. Adecuación de los estatutos a la Constitución y tratados


El último acápite del párrafo final del (...) artículo 18 de la Carta Magna dice a la letra:
"Las universidades se rigen por sus propios estatutos en el marco de la Constitución y de las leyes".
Lo antes transcrito, significa que la mencionada autonomía universitaria será protegida, siempre y
cuando, no desnaturalice ni desconozca los preceptos constitucionales y tratados internacionales
que se han citado [artículo 14 de la Constitución Política, artículo 26 del acápite 2 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos, artículo 13 inciso 1 del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales] (Exp. Nº 0012-1996-I, 24/04/97, P, FJ. 6)

267 Autonomía universitaria. Afectación


La autonomía universitaria puede afectarse si al regularse otros aspectos relativos a su función, se
amenaza o afecta desproporcionadamente la misión que la Constitución ha otorgado a las universi-
dades (Res. Nº 0025-2006-PI/TC, 10/09/2007, P, FJ. 10)

268 Autonomía universitaria. Como garantía institucional


A tenor del cuarto párrafo del artículo 18° de la Constitución, "(c)ada universidad es autónoma en su
régimen normativo, de gobierno, académico, administrativo y económico. Las universidades se
rigen por sus propios estatutos en el marco de la Constitución y de las leyes". En ese sentido, la
autonomía universitaria aparece propiamente como una garantía institucional (...) Las universida-
des gozan de dicha garantía institucional, por su concreto papel estructurante en el sistema educa-
tivo diseñado por la Constitución (Exp. Nº 0005-2004-AI, 09/06/04, P, FJ. 11)

269 Autonomía universitaria. Definición


[La] autonomía institucional es el grado de autogobierno necesario para que sean eficaces las deci-
siones adoptadas por las instituciones de enseñanza superior con respecto a su labor académica,
normas, gestión y actividades conexas. Este autogobierno no resulta ser incompatible con los siste-
mas de fiscalización pública, especialmente en lo que respecta a la financiación estatal.
El marco de autonomía universitaria, consagrado constitucionalmente y desarrollado por el legisla-
dor, es la consecuencia de la toma de las disposiciones institucionales de manera razonable, justa y
equitativa, a través de procedimientos transparentes y participativos (Exp. Nº 0091-2005-AA,

152
DERECHO CONSTITUCIONAL .

18/02/05, S1, FJ. 8)

270 Autonomía universitaria. Finalidad de la consagración constitucional


[L]a autonomía universitaria se consagra constitucionalmente con la finalidad de salvaguardar las
condiciones a partir de las cuales las entidades universitarias tienen que cumplir, de manera
autodeterminada, con la función encomendada por la Constitución (Res. Nº 0025-2006-PI/TC,
10/09/07, P, FJ. 7)

271 Autonomía universitaria. Importancia para el sistema universitario


La importancia de la existencia de un sistema universitario ha exigido que se considere a la autono-
mía universitaria como una garantía institucional, pretendiendo garantizar con ello contenidos
objetivos de la Norma Fundamental, manteniéndolos intangibles respecto del legislador y de los
poderes públicos. No obstante, es evidente que las garantías institucionales establecidas en la
Constitución (como por ejemplo, la autonomía universitaria, artículo 18.º; la autonomía municipal,
artículo 191; o la independencia jurisdiccional, artículo 146.1) no otorgan a estos órganos un ámbi-
to de autosuficiencia que esté desconectado del resto de disposiciones constitucionales. Es por ello
que el análisis de la norma cuestionada debe realizarse tomando en cuenta otros valores constitu-
cionales de relevancia relacionado con este tema (Res. Nº 0025-2006-PI/TC, 10/09/07, P, FJ. 11)

272 Autonomía universitaria. Legislativo es el encargado de dictar las normas estructura-


les y elementales del sistema universitario
[E]l Legislativo el encargado de dictar las normas estructurales y elementales del sistema universi-
tario, complementando la labor del constituyente en la configuración de la autonomía universitaria.
La propia norma fundamental es explicita en ello al disponer que los estatutos de las universidades
se regirán siempre dentro del marco de la ley y la Constitución. Dicho de otro modo, es la ley la que
termina de dotar de contenido a la autonomía universitaria. Así, es a partir de la ley universitaria
que tal autonomía se proyecta con medidas concretas, siendo al mismo tiempo presupuesto que
estructura el funcionamiento de las universidades (Res. Nº 0025-2006-PI/TC, 10/09/07, P, FJ. 7)

273 Autonomía universitaria. No extensión a otras entidades educativas


[S]i bien (...) toda entidad educativa debe gozar de un importante ámbito de autonomía que debe ser
regulado por el legislador, para asegurar el cumplimiento de los fines que les han sido reservados
constitucionalmente, la amplitud de manifestaciones de la autonomía universitaria no es extensible
a toda entidad educativa, pues la Carta Fundamental es de una claridad meridiana al adjudicar tan
solo a las universidades dicha autonomía (Exp. Nº 0005-2004-AI, 09/06/04, P, FJ. 12)

274 Autonomía universitaria. No se puede interpretar como autoarquía


[L]a autonomía universitaria debe comprenderse a partir de la Constitución y las leyes que regulen
su funcionamiento, debiendo rechazarse interpretaciones que contemplen la autonomía universita-
ria como una autarquía. El nivel de autodeterminación debe medirse sobre la base de la Constitu-
ción, que determina que los estatutos de las universidades deben encontrarse adecuados a la Cons-
titución y a la Ley. Es decir, por mandato constitucional se faculta al legislador regular los aspectos
estructurales mínimos del sistema universitario (Res. Nº 0025-2006-PI/TC, 10/09/2007, P, FJ. 19)

275 Autonomía universitaria. Prohibición de reelección inmediata solo debe afectar a las
universidades públicas
[L]a diferenciación efectuada por el legislativo fue realizada sin tomar en cuenta aspectos que,
puestos en juego con la finalidad de la norma, traen consecuencias que determinan la arbitrariedad
de la distinción. Por consiguiente, (...), no es permisible que la prohibición de reelección inmediata
afecte de diferente manera a las universidades privadas reguladas por la Ley Nº 23733 y al resto de
las universidades privadas, puesto que ambas se encuentran tuteladas por manifestaciones de la
autonomía privada propia de las personas jurídicas de derecho privado. Por lo tanto, y visto el

153
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

interés que el Estado debe guardar para con las universidades públicas, sí resulta admisible, en
cambio que la prohibición de reelección inmediata se aplique a las universidades públicas (Res. Nº
0025-2006-PI/TC, 10/09/07, P, FJ. 38)

276 Autonomía universitaria y prohibición de reelección inmediata. Inexistencia de nexo


causal
La prohibición de la reelección inmediata, tiene una vinculación débil con resultados referidos a
tareas académicas o de crítica, inherentes a la universidad. Por lo tanto, quedan dentro del ámbito
de regulación del legislador, quien puede optar, dependiendo de la coyuntura y las exigencias de la
realidad social, optar por una u otra alternativa. Así, no existe un nexo causal necesario entre la
prohibición de reelección inmediata y las funciones esenciales de la universidad, tratándose sola-
mente de vínculo contingente. Por consiguiente, la potestad de regular ello se encuentra dentro de
la competencia natural del Legislativo.
[L]a norma responde a una coyuntura singular. Mediante la Ley se pretende revertir la situación,
dramática y compleja, por la que venían atravesando un grupo de universidades públicas, en donde
la legitimidad de sus autoridades se encontraba bajo un severo cuestionamiento, lo que ya había
provocado conflictos de relevancia social. En tal sentido, la actuación del Legislativo, se desarrolló
dentro de los parámetros que la Constitución establece.
[E]l nexo causal entre la medida implementada (prohibición de reelección inmediata) y los derechos
y bienes constitucionales estratificados como contenido esencial de la autonomía universitaria es
inexistente, por lo que no se requiere siquiera la aplicación del examen de proporcionalidad para
verificar su presunta ocurrencia obstructora o invasiva (Res. Nº 0025-2006-PI/TC, 10/09/07, P,
FJ. 24)

277 Derecho a la educación. Condiciones que garantizan gratuidad de la enseñanza


[El] artículo 17 de la Constitución (…) establece las condiciones que garantizan la gratuidad de la
enseñanza en las universidades públicas. A saber, mantener un rendimiento satisfactorio y no con-
tar con recursos económicos necesarios (Exp. Nº 0606-2004-AA, 28/06/04, S2, FJ. 13)
Cuando la Constitución prescribe como requisito mantener un rendimiento satisfactorio, este debe
ser verificado en un breve período en el que la Universidad pueda concluir que, efectivamente, hay
un rendimiento académico de ese tipo. Lo razonable será un semestre o año académico, según como
esté organizado el plan curricular de cada Universidad en particular.
Añadido inseparablemente a este requisito está el de la precariedad de los recursos económicos,
pues ambas condiciones son consustanciales para la gratuidad de la enseñanza universitaria (Exp.
Nº 0606-2004-AA, 28/06/04, S2, FJ. 14)
[L]a educación tiene como finalidad el desarrollo integral de la persona humana, y, el Estado garan-
tiza el derecho a educarse gratuitamente a los alumnos que mantengan un rendimiento satisfacto-
rio, y, no cuenten con los recursos económicos necesarios, tal como lo prescribe el artículo 17 de la
Constitución Política del Estado (Exp. Nº 0268-96-AA, 22/01/98, P, FJ. 3)

278 Derecho a la educación. Contenido esencial


[El] contenido constitucionalmente protegido [del derecho a la educación] está determinado por el
acceso a una educación adecuada (artículo 16), la libertad de enseñanza (artículo 13), la libre elec-
ción del centro docente (artículo 13), el respeto a la libertad de conciencia de los estudiantes (artí-
culo 14), el respeto a la identidad de los educandos, así como a un buen trato psicológico y físico
(artículo 15), la libertad de cátedra (artículo 18), y la libertad de creación de centros docentes y
universidades (artículos 17 y 18).
Este contenido debe realizarse en concordancia con las finalidades constitucionales que le corres-
ponden a la educación en el marco del Estado social y democrático de derecho (Exp. Nº 0091-2005-
AA, 18/02/05, S1, FJ. 6)

154
DERECHO CONSTITUCIONAL .

279 Derecho a la educación. Deber de los padres de educar a sus hijos


El deber de educar a los hijos que se ha impuesto a los padres de familia conforme al artículo 13 de
la Constitución, está en correlación con el derecho de los hijos de ser educados. No solo se trata de
un deber de los padres para con sus hijos, sino también de un derecho –el de educación– que cabe
oponer y exigir al Estado: "El educando tiene derecho a una formación que respete su identidad, así
como al buen trato psicológico y físico" (segundo párrafo del artículo 15 de la Constitución).
Si la Constitución ha establecido que los padres tienen el deber de brindar educación a sus hijos,
respecto del Estado ha declarado que este está en la obligación de proteger especialmente al niño y
al adolescente (artículo 4). Naturalmente esta protección especial implica primeramente la obliga-
ción de permitirle ingresar a un centro educativo, así como que se adopten todas las medidas
necesarias y oportunas destinadas a impedir que "nadie se vea impedido de recibir educación ade-
cuada por razón de su situación económica o de limitaciones mentales o físicas" (artículo 16).
Evidentemente, se incumple ese deber especial, por ejemplo, cuando el Estado, a través de sus
órganos y funcionarios competentes, niega a un menor la posibilidad de continuar sus estudios, sin
existir motivos razonables para ello (Exp. Nº 0052-2004-AA, 01/09/04, S1, FJ. 3)

280 Derecho a la educación. Fundamento de la libertad de conciencia en la educación reli-


giosa
El fundamento de (...) [la libertad de conciencia al impartir la educación religiosa] supone una
autonomía en sentido general que garantice que la formación en conocimientos y espíritu tenga
lugar en un ambiente libre de todo tipo de injerencias ilegítimas, particularmente de aquellas pro-
venientes del poder público, sean estas de carácter confesional, académico o ideológico (Exp. Nº
0005-2004-AI, 09/06/04, P, FJ. 8)

281 Derecho a la educación. Fundamento de la libertad de enseñanza


El fundamento de (...) [la libertad de enseñanza] supone una autonomía en sentido general que
garantice que la formación en conocimientos y espíritu tenga lugar en un ambiente libre de todo
tipo de injerencias ilegítimas, particularmente de aquellas provenientes del poder público, sean
estas de carácter confesional, académico o ideológico (Exp. Nº 0005-2004-AI, 09/06/04, P, FJ. 8)

282 Derecho a la educación. Función social y finalidad


La función social de la educación se encuentra cifrada en los artículos 13 y 14 de la Constitución, al
integrar en ella la finalidad que le es consubstancial en un Estado democrático y social de derecho;
a saber, el desarrollo integral de la persona humana, promoviendo el conocimiento, el aprendizaje,
la práctica de las humanidades, la ciencia, la técnica, las artes, la educación física y el deporte; todo
ello encauzado en el fomento de la solidaridad, la ética y el civismo, y bajo los principios y valores
que emanan de la propia Constitución y se proyectan hacia la sociedad en su conjunto.
Toda entidad educativa debe orientarse hacia la consolidación de dichos fines, los que determinan,
por un lado, las libertades en las que debe desarrollarse la difusión del conocimiento y, por otro, los
límites en el obrar de los centros educativos (Exp. Nº 0005-2004-AI, 09/06/04, P, FJ. 7)
La educación es un derecho fundamental intrínseco y un medio indispensable para la plena realiza-
ción de otros derechos fundamentales, y permite al ciudadano participar plenamente en la vida
social y política en sus comunidades. Cabe acotar que la educación desempeña un papel decisivo en
la emancipación de la mujer, la protección de los niños contra la explotación laboral, el trabajo
peligroso y la explotación sexual, la promoción de los derechos humanos y la democracia, la protec-
ción del medio ambiente y el control del crecimiento demográfico.
Es a través de este derecho que se garantiza la formación de la persona en libertad y con amplitud
de pensamiento, para gozar de una existencia humana plena, es decir, con posibilidades ciertas de
desarrollo de las cualidades personales y de participación directa en la vida social (Exp. Nº 0091-
2005-AA, 18/02/05, S1, FJ. 6)

155
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

283 Derecho a la educación. Garantías de la libertad de enseñanza


[Las] garantías de libertad [de enseñanza] aseguran que la formación del saber y el impulso de la
investigación científica se encuentren al servicio del pluralismo (artículo 17) y la tolerancia (artícu-
lo 18 de la Constitución), y no de paradigmas dogmáticos que vengan impuestos por poderes ajenos
a los fines reservados a la educación, los que coartarían la realización intelectual del ser humano e
impedirían el desarrollo de una opinión pública crítica como proyección de conocimiento en el
proceso de evolución social, económica y cultural (Exp. Nº 0005-2004-AI, 09/06/04, P, FJ. 8)

284 Derecho a la educación. Garantías para que se condigan promoción de la educación y


desarrollo integral de la persona
[U]na promoción de la educación que condiga con el desarrollo integral de la persona exigido por la
Constitución, requiere que el Estado garantice la libertad de enseñanza (artículo 13), la libertad de
conciencia (artículo 14) y la libertad de cátedra (artículo 18 de la Constitución) (Exp. Nº 0005-
2004-AI, 09/06/04, P, FJ. 8)

285 Derecho a la educación. Inconstitucionalidad de fijarlo en función de la edad


[L]a finalidad primordial del literal a del artículo 34 del Decreto Ley Nº 20530 consiste en que los
hijos que sigan estudios básico o superior, puedan mantener el ingreso que les permita afrontar sus
necesidades básicas, esto es, el ingreso que, en última instancia, les asegure, durante dicha etapa,
mantener una vida acorde con el principio-derecho de dignidad.
Sucede que la medida que el legislador ha adoptado para alcanzar ese fin no resulta idónea, pues no
se toma como referencia para el decaimiento de la pensión el momento en el que el hijo culmina sus
estudios, sino la fecha en la que cumple veintiún años. En tanto es evidente que en la gran mayoría
de casos a la edad de veintiún años aún no se han culminado los estudios superiores, la disposición
no resulta idónea para la consecución del fin que persigue, y en consecuencia, resulta desproporcio-
nada en este aspecto.
Consecuentemente, corresponde declarar la inconstitucionalidad de la frase ‘hasta que cumplan los
veintiún (21) años’ del literal a del artículo 34 del Decreto Ley Nº 20530 (...) (Exp. Nº 0050-2004-
AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 153)

286 Derecho a la educación. Promoción de la integración nacional


[L]os valores comunes y la representación de sentimientos de identidad nacional deben ser preser-
vados por el Estado a fin de cumplir el mandato constitucional de promover la integración nacional,
conforme al artículo 17 de la Constitución (Exp. Nº 0044-2004-AI, 18/05/05, P, FJ. 37)

287 Derecho a ser educado. Como derecho de los educandos


El deber de educar a los hijos que se ha impuesto a los padres de familia (...) está en correlación con
el derecho de los hijos de ser educados. No solo se trata de un deber de los padres para con sus hijos,
sino también de un derecho –el de educación– que cabe oponer y exigir al Estado: "El educando
tiene derecho a una información que respete su identidad, así como al buen trato psicológico y
físico" (segundo párrafo del artículo 15 de la Constitución) (Exp. Nº 0052-2004-AA, 01/09/04, S1,
FJ. 3)

288 Derecho de promover y conducir instituciones educativas. Delegación al legislador


de regulación legal
El artículo 15 de la Constitución reconoce que "[...] Toda persona, natural o jurídica, tiene el dere-
cho de promover y conducir instituciones educativas [...] conforme a ley", y el artículo 18 precisa
que "Las universidades son promovidas por entidades privadas o públicas. La ley fija las condiciones
para autorizar su funcionamiento". De este modo, si bien la Norma Fundamental reconoce el dere-
cho de las entidades privadas a iniciar, impulsar y dirigir universidades, delega en el Legislador la
especificación de los requisitos que se deben cumplir para emprender y desarrollar su actividad, la

156
DERECHO CONSTITUCIONAL .

que permanentemente deberá estar orientada, como exige el artículo 13, al desarrollo integral de la
persona humana y, además, al respeto de los derechos y libertades fundamentales (Exp. Nº 1387-
2003-AA, 09/07/03, S1, FJ. 2)

289 Libertad de cátedra. Condición del disfrute del derecho a la educación


Solo se puede disfrutar del derecho a la educación si va acompañado de la libertad de cátedra del
cuerpo docente, de conformidad con el primer párrafo del artículo 18 de la Constitución (Exp. Nº
0091-2005-AA, 18/02/05, S1, FJ. 8)

290 Libertad de cátedra. Contenido esencial


El contenido esencial de la libertad de cátedra, en esa medida el ámbito protegido por esta vía
constitucional, comprende la libertad del individuo para expresar libremente sus opiniones sobre la
institución o el sistema en el que trabaja, para desempeñar sus funciones sin discriminación ni
miedo a la represión del Estado o de cualquier otra institución, o de participar en organismos
académicos profesionales o representativos y de disfrutar de todos los derechos humanos reconoci-
dos internacionalmente que se apliquen a los demás habitantes del mismo territorio (...).
Los miembros de la comunidad académica son libres, individual o colectivamente, de buscar, desa-
rrollar y transmitir el conocimiento y las ideas mediante la investigación, la docencia, el estudio, el
debate, la documentación, la producción, la creación o los escritos.
Este reconocimiento constitucional se fundamenta en una realidad objetiva, como es que tanto el
cuerpo docente y los alumnos de enseñanza superior son especialmente vulnerables a las presiones
políticas y de otro tipo que ponen en peligro los contenidos académicos.
Para el disfrute de la libertad de cátedra es imprescindible la autonomía de las instituciones de
enseñanza superior (Exp. Nº 0091-2005-AA, 18/02/05, S1, FJ. 8)

291 Libertad de cátedra. Derecho subjetivo


Como derecho subjetivo (...) [la libertad de cátedra] supone la posibilidad de expresar las ideas o
convicciones que cada profesor asume como propias con relación a la materia objeto de su enseñan-
za, y la prohibición genérica con la finalidad de evitar intromisiones en el ejercicio de su labor, la
cual debe ser desarrollada conforme a sus convicciones, pero con los límites inmanentes impuestos
por las currículas aprobadas por las instancias estatales pertinentes, cumpliendo el catedrático una
función de desarrollo de dichos contenidos (Exp. Nº 0091-2005-AA, 18/02/05, S1, FJ. 8)

292 Libertad de cátedra. Fundamento


El fundamento de (...) [la libertad de cátedra] supone una autonomía en sentido general que garan-
tice que la formación en conocimientos y espíritu tenga lugar en un ambiente libre de todo tipo de
injerencias ilegítimas, particularmente de aquellas provenientes del poder público, sean estas de
carácter confesional, académico o ideológico.
(...) [De esta forma se asegura] que la formación del saber y el impulso de la investigación científica
se encuentren al servicio del pluralismo (artículo 17) y la tolerancia (artículo 18 de la Constitución),
y no de paradigmas dogmáticos que vengan impuestos por poderes ajenos a los fines reservados a
la educación, los que coartarían la realización intelectual del ser humano e impedirían el desarrollo
de una opinión pública crítica como proyección de conocimiento en el proceso de evolución social,
económica y cultural (Exp. Nº 0005-2004-AI, 09/06/04, P, FJ. 8)

293 Libertad de cátedra. Límites en su ejercicio


[C]omo todo derecho fundamental, [la libertad de cátedra] conlleva límites inmanentes en su ejer-
cicio, como el deber de respetar la libertad de cátedra de los demás, velar por la discusión ecuánime
de las opiniones contrarias y tratar a todos sin discriminación por ninguno de los motivos prohibi-
dos (Exp. Nº 0091-2005-AA, 18/02/05, S1, FJ. 8)

157
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

294 Libertad de cátedra. Principio organizativo dentro de la enseñanza


La libertad de cátedra, como principio organizativo dentro de la enseñanza –pública o privada–
supone la libre transmisión del saber en el proceso educativo. La autonomía e independencia como
parte de la libertad de cátedra, se desarrolla dentro de la investigación y la enseñanza, como liber-
tades para elegir y aplicar los métodos, procedimientos y tratamientos conducentes a la adquisi-
ción, exposición y transmisión de los conocimientos a los posibles receptores o educandos –siempre
dentro de los límites que supone el respeto de los derechos y libertades de la persona– (Exp. Nº
2724-2005-PA, 30/06/05, S1, FJ. 4)
[L]a libertad de cátedra supone reglas o métodos de carácter subjetivo de libre formulación y
elección de cada docente o catedrático, los cuales son destinados a perseguir una mejor recepción
y aprehensión de la información brindada a los educandos (Exp. Nº 2724-2005-PA, 30/06/05, S1,
FJ. 4)

295 Libertad de cátedra. Sujetos del derecho


[S]on sujetos de este derecho [libertad de cátedra] cada uno de los docentes que imparten conoci-
mientos en organizaciones educativas (Exp. Nº 2724-2005-PA, 30/06/05, S1, FJ. 4)

296 Profesorado. Adecuación a la Constitución de la ley de desarrollo constitucional


La Norma Fundamental establece que el profesorado en la enseñanza oficial es carrera pública. Sin
embargo, delega a la Ley la regulación de las formas de ingreso y permanencia de los docentes que
ingresan al profesorado, así como los derechos y deberes que le asisten. Esta ley de desarrollo
constitucional no puede ser otra que la Ley Nº 24029, Ley del Profesorado, que, si bien es de
existencia preconstitucional, el legislador actual no ha visto conveniente derogarla ni modificarla
sustancialmente en tanto considera que sus preceptos se adecuan a la actual Carta Magna. Y no
podía ser de otro modo: la vigencia de la legislación anterior a la Constitución se mantiene (como
garantía de seguridad jurídica) mientras no se oponga a la Norma Fundamental, y este parece ser el
caso de la referida ley (Exp. Nº 0485-2002-AA, 16/10/02, P, FJ. 3)

297 Régimen tributario de los centros educativos. Aplicación de contribuciones y tasas


Este régimen tributario [de los centros educativos] solo comprende la inafectación de los impues-
tos, mas no de las contribuciones o tasas, entre las cuales se encuentran los arbitrios municipales;
por lo tanto, la Constitución no ha establecido que los predios de propiedad de las universidades,
institutos superiores y demás centros educativos constituidos, conforme a la legislación en la mate-
ria, se encuentren inafectos o exonerados del pago de los arbitrios municipales (Exp. Nº 2525-
2004-AA, 26/10/04, S1, FJ. 2)
[D]e conformidad con el artículo 19 de la Constitución Política del Perú, que dispone que "(...) Las
universidades, institutos superiores y demás centros educativos constituidos conforme a la legisla-
ción en la materia gozan de inafectación de todo impuesto directo o indirecto que afecte los bienes
actividades y servicios propios de su finalidad educativa y cultural (…)", se desprende que el goce
de este beneficio no ampara la inafectación respecto a las contribuciones y tasas, dado que el ámbito
de aplicación de las relaciones jurídicas originadas por los tributos (Norma II del Título Preliminar
del Código Tributario) comprende a los impuestos, contribuciones y a la tasa, que constituye un
tributo cuya obligación tiene como hecho generador la prestación efectiva por el Estado de un
servicio público individual al contribuyente, la misma que puede materializarse en arbitrios, dere-
chos y licencias (Exp. Nº 2875-2002-AA, 29/01/03, S2, FJ. 2)

298 Régimen tributario de los centros educativos. Requisitos de la inmunidad tributaria


El referido artículo [19 de la Constitución] consagra una inmunidad tributaria, es decir, un límite
constitucional al ejercicio de la potestad tributaria a tráves de la exclusión de toda posibilidad
impositiva a las universidades, institutos superiores y demás centros educativos; la cual, se en-
cuentra condicionada a la verificación de los siguientes requisitos: a) que se encuentren constitui-
dos conforme a la legislación de la materia; b) que el impuesto –sea directo e indirecto– afecte los

158
DERECHO CONSTITUCIONAL .

bienes, actividades y servicios propios de su finalidad educativa y cultural (Exp. Nº 3444-2004-AA,


24/01/04, S2, FJ. 3)

299 Sistema educativo. Prohibición de discriminación


Si la Constitución ha establecido que los padres tienen el deber de brindar educación a sus hijos,
respecto del Estado ha declarado que este está en la obligación de proteger especialmente al niño y
al adolescente (artículo 4). Naturalmente esta protección especial implica primeramente la obliga-
ción de permitirle ingresar a un centro educativo, así como que se adopten todas las medidas
necesarias y oportunas destinadas a impedir que "nadie se vea impedido de recibir educación ade-
cuada por razón de su situación económica o de limitaciones mentales o físicas" (artículo 16).
Evidentemente, se incumple ese deber especial, por ejemplo, cuando el Estado, a través de sus
órganos y funcionarios competentes, niega a un menor la posibilidad de continuar sus estudios, sin
existir motivos razonables para ello (Exp. Nº 0052-2004-AA, 01/09/04, S1, FJ. 3)

300 Sistema educativo. Sujeción de los centros educativos al ordenamiento jurídico y de-
rechos fundamentales
[T]odo centro educativo tiene la libertad de autoorganizarse con sujeción a sus propias normas
internas, pero tal facultad no les permite aislarse del ordenamiento jurídico ni concebir a los centros
de enseñanza, así sean estos privados o particulares, como islas en las que las reglas se aplican
desde arriba sin ningún tipo de referente que no sea el propio. Los derechos fundamentales no son
máximas que esperan a la puerta de salida de un colegio para recién ser respetados; son la garantía
de que la persona mantiene ámbitos de realización en los que ni al Estado ni a los particulares les es
lícito intervenir, salvo para promoverlos (Exp. Nº 0199-2004-AA, 28/06/04, S1, FJ. 3)
[Existe] la necesidad de que quienes conducen los centros de enseñanza sepan armonizar su funcio-
namiento con los derechos de toda persona, sea que se trate de los alumnos o de los de padres de
familia (Exp. Nº 0199-2004-AA, 28/06/04, S1, FJ. 4)

301 Universidades. Autonomía universitaria como protección


Es por ello que el constituyente ha querido otorgarle una protección especial a las universidades a
fin de que puedan desempeñarse de forma tal que puedan cumplir, de la manera más óptima, con las
demandas que la sociedad exige. Tal resguardo es la autonomía universitaria. Su justificación se
encuentra en la propia labor que la Universidad requiere desarrollar para formar profesionales
comprometidos con su entorno social. Así pues, entre otras, sus labores esenciales consistirán en
observar, analizar, criticar y debatir diferentes dimensiones del devenir de la comunidad, lo que
implica colocar en la agenda pública todo tipo de materias relevantes para el desarrollo de la socie-
dad (Res. Nº 0025-2006-PI/TC, 10/09/07, P, FJ. 3)

302 Universidades. Determinación legal de requisitos de constitución y funcionamiento


[T]al como lo establece el segundo párrafo del artículo 18 de la Constitución, es la ley la llamada a
determinar los requisitos de constitución y funcionamiento de las universidades, de forma que solo
las instituciones que cumplan tales requisitos son propiamente universidades, y, por ende, solo
ellas gozan de la autonomía universitaria y de los componentes que les han sido adjudicados cons-
titucionalmente (normativo, de gobierno, académico, administrativo y económico) (Exp. Nº 0005-
2004-AI, 09/06/04, P, FJ. 12)

303 Universidades. Estado puede dar mayores o menores libertades para la creación de
universidades
[E]l Estado puede dar mayores o menores libertades para la creación de universidades, sin que ello
implique que la universidad deje de tener relevancia social, mereciendo por tanto una especial
protección. Consecuencia de ello, es que la autonomía universitaria despliega sus efectos en todas
las universidades, sin importar el régimen al que pertenezcan (Res. Nº 0025-2006-PI/TC, 10/09/07,
P, FJ. 31)

159
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

304 Universidades. Justificación de la Ley Nº 28637


La norma bajo cuestionamiento [Ley Nº 28637] ha tratado como iguales a las universidades públi-
cas y privadas que se encuentran bajo la Ley Nº 23733, diferenciándolas de las universidades
privadas reguladas bajo el Decreto Ley Nº 882. Ahora bien, no obstante tal separación, la intención
del legislador de la norma cuestionada es la de revertir los problemas sociales que generaban los
cuestionamientos de la legitimidad de ciertas autoridades universitarias, preponderantemente, de
universidades públicas.
Ello guarda lógica por cuanto es con el Tesoro Público con el que se mantiene a las universidades
públicas, justificándose con ello la preocupación del legislador. Por el contrario, para el caso de las
universidades privadas (tanto las que se encuentran bajo el régimen de la Ley Nº 23733 y el Decreto
Legislativo Nº 882) son los estudiantes quienes en gran medida –junto con otros ingresos propios–
sufragan los gastos de la universidad (Res. Nº 0025-2006-PI/TC, 10/09/07, P, FJ. 32 y 33)

305 Universidades. Obligación de entregar información pública


Un buen ejemplo de las entidades privadas que merecen entregar información pública es el de las
universidades, pues es en ellas donde el derecho de los educandos superiores puede notarse de una
manera palmaria y directa, más aún si tiene un régimen especial de funcionamiento (Exp. Nº 3619-
2005-HD, 21/07/05, P, FJ. 12)

306 Universidades. Nivel universitario del régimen de instrucción policial


La Ley Nº 23384 (Ley General de Educación), establece que el proceso de educación es permanente
y tiene por objeto el pleno desarrollo de la personalidad. Con relación a lo que señala el artículo 42,
del Régimen de Instrucción de la Ley Nº 27238 (Ley Orgánica de la PNP), la educación que ofrece la
Escuela de Oficiales es de nivel universitario, es decir, además de preparar para una determinada
especialidad, persigue los mismos fines y objetivos de la educación universitaria, que dentro del
contexto establecido por el artículo 18° de nuestra Carta Política, deben alcanzarse dentro de la más
irrestricta tolerancia; esto es, prestando las facilidades del caso a fin de que el estudiante tenga
pleno acceso a su educación y evaluación correspondiente (Exp. Nº 2181-2002-AA, 03/12/2002,
S1, FJ. 2)

307 Universidades. Rol en el Estado Social y Democrático de Derecho


La Universidad, por su condición de centro de transmisión de conocimientos y de formación de
ciudadanos profesionales, cumple con un requerimiento de la sociedad, que es el de contar con
personas capacitadas (técnica y moralmente) que colaboren en la conducción del país desde ámbi-
tos tan diversos como la economía, la política, la ciencia o la cultura. La relación entre sociedad
y centros de enseñanza superior es pues, necesaria, más aún en un contexto como el actual,
donde el conocimiento ha pasado a ser el factor de riqueza preponderante (Res. Nº 0025-2006-PI/
TC, 10/09/07, P, FJ. 2)

308 Universidades. Supuestos que pueden hacer peligrar su finalidad


[L]a función institucional de la educación universitaria se alcanza sobre la base la autodetermina-
ción de los contenidos culturales, científicos y técnicos, de modo que, coactados estos, la finalidad
de la universidad peligra. Ahora bien, los contenidos referidos tienen relación directa con el des-
pliegue del derecho fundamental a la libertad de cátedra, por lo que si alguna fórmula legal afecta
o interviene desproporcionadamente tales contenidos, tendría que ser expulsada del ordenamiento,
en salvaguarda de aquel (Res. Nº 0025-2006-PI/TC, 10/09/07, P, FJ. 9)

309 Universidades privadas. Libertad de asociación debe concordar con los fines del siste-
ma universitario
[S]obre las universidades privadas reguladas en la Ley Nº 23733 se extiende la libertad de asocia-
ción, ya que se trata de personas jurídicas de derecho privado. Tal libertad, no obstante, debe ser
proyectada en consonancia con los propios fines del sistema universitario. Ejemplo de ello es la

160
DERECHO CONSTITUCIONAL .

regulación que el artículo 27.° de la Ley Universitaria realiza, estableciendo órganos de representa-
ción de la comunidad universitaria, lo que podría significar una afectación a la autonomía universi-
taria. Sin embargo, debe comprenderse que lo referente a la elección o reelección de las autoridades
universitarias, se encuentra bajo la esfera de su autonomía privada, ya que es parte nuclear de la
autonomía privada determinar ello (Res. Nº 0025-2006-PI/TC, 10/09/2007, P, FJ. 36)

310 Universidades privadas. Situación jurídica es reforzada con la autonomía libertad de


asociación
[L]as universidades privadas ven reforzada su situación jurídica con la autonomía inherente a las
personas jurídicas de derecho privado. En el caso de las universidades privadas de la Ley Nº 23733,
específicamente con la protección dispensada en el artículo 2.° inciso 13, de la Constitución, que
señala que toda persona tiene derecho "A asociarse y a constituir fundaciones y diversas formas de
organización jurídica sin fines de lucro, sin autorización previa y con arreglo a ley. No pueden ser
disueltas por resolución administrativa" (Res. Nº 0025-2006-PI/TC, 10/09/2007, P, FJ. 34)

ESTADO

311 Capital de la República. Centralismo histórico de capitales del Perú


Que hoy el Perú sea un país extremadamente centralista no es cosa del azar. Desde siempre, ha
estado ligado a la fuerza centrípeta de una ciudad. Así, en el Incanato, Cuzco era la capital del
Imperio, y considerada el ‘ombligo del mundo’. Ya en el Virreynato, Lima, al lado del puerto del
Callao, se convertía en el centro de Sudamérica, dejándose de lado a Cusco, tal como sucede hasta
ahora (Exp. Nº 0002-2005-PI, 18/02/05, P, FJ. 22)

312 Capital de la República. Régimen especial en normas de descentralización y munici-


palidades
[L]a Capital de la República, (…) por mandato del artículo 198 de la Carta Fundamental, tiene un
régimen especial en las leyes de descentralización y en la Ley Orgánica de Municipalidades (Exp. Nº
00046-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 8)

313 Deberes del Estado. Bienestar general como tarea de la Administración Pública
[E]l Estado –a través de la Administración como gestora pública– asum[e] el deber que le impone la
Constitución en su artículo 44, consistente en "promover el bienestar general que se fundamenta
en la justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de la Nación"; para la consecución de dicho fin
debe emplear todos los medios legítimos y razonables que se encuentren a su alcance, limitando,
condicionando, regulando, fiscalizando y sancionando las actividades de los particulares hasta don-
de tenga competencias para ello, sea que estas se realicen de forma independiente o asociada (Exp.
Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 38)
El estatuto subjetivo constitucional del Estado –como personificación jurídica de la Administración–
frente a los bienes dominiales será el de un deber de garantía, protección y aprovechamiento del
patrimonio de la Nación, consistente en asegurar la afectación íntegra de dichos bienes para promo-
ver el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de
la Nación, de conformidad con el artículo 44 de la Constitución (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05,
P, FJ. 101)

314 Deberes del Estado. Deber de garantizar el bienestar general


[E]l mandato constitucional cuyo enunciado es que el Estado debe velar por el bien común, implica
que debe intervenir para corregir las inequidades sociales, a fin de que todos, y no unos pocos, sean
partícipes de los beneficios del progreso y del desarrollo económico (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05,
P, FJ. 12)

161
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[Los] principios integrantes de la denominada Constitución Económica, constituyen normas progra-


máticas, mandatos de optimización a cargo del legislador que se fundamentan, a su vez, en el deber
estatal de promocionar al bienestar general (artículo 44 de la Constitución) (Exp. Nº 00034-2004-
AI/TC, 15/02/05, P, FJ. 27)

315 Deberes del Estado. Deber de garantizar la promoción cultural


[L]a promoción de la cultura también constituye un deber primordial del Estado social y democráti-
co de Derecho, establecidos en el artículo 44 de la Constitución. De ahí que el deber que asume el
Estado, en relación con la Constitución cultural, se manifiesta en tres aspectos: en primer lugar, el
Estado debe respetar, por mandato constitucional, todas aquellas manifestaciones culturales de los
individuos o de grupos de ellos que constituyan la expresión de su derecho a la libertad de creación
intelectual, artística, técnica y científica (artículo 2, inciso 8 de la Constitución); además de respe-
tar la propiedad de las comunidades campesinas y nativas sobre sus conocimientos colectivos, de
medicina tradicional y salud, de valores genéticos y de su biodiversidad, de conformidad con los
artículos 88, 89 y 149 de la Constitución.
En segundo lugar, el Estado tiene la obligación de promover todos aquellos actos que atiendan al
interés general, a desarrollar un conjunto de conocimientos que permitan el desarrollo del juicio
crítico y de las artes, así como a la integración y fortalecimiento de las manifestaciones que contri-
buyen a la identidad cultural de la Nación.
En tercer lugar, el Estado asume también el deber de no promover aquellos actos o actividades que
pudiendo ser manifestaciones culturales o encubiertos por lo "cultural" –como las actividades o
fiestas que inciten al consumo de drogas, fomenten la violencia, realicen actos antinaturales o
crueles contra los animales, causen un grave daño al medio ambiente, lleven a cabo la caza furtiva
de especies en peligro de extinción– pongan en cuestión, por un lado, derechos fundamentales
como el derecho a la paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, así como gozar
de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida (artículo 2, inciso 22 de la Constitu-
ción) (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 4)

316 Deberes del Estado. Deber de garantizar los derechos humanos conforme a instru-
mentos internacionales
Las obligaciones del Estado en materia de derechos humanos implican el respeto y garantía de los
derechos fundamentales de las personas sometidas a su jurisdicción. Estas obligaciones han queda-
do enunciadas expresamente por el artículo 2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políti-
cos, y los artículos 1 y 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Estas normas
internacionales constituyen, por ende, pauta interpretativa mandatoria de lo dispuesto en el artícu-
lo 44. De la Constitución; vale decir, la obligación que tiene el Estado de garantizar la plena vigen-
cia de los derechos humanos (Exp. Nº 04677-2005-HC, 12/08/05, P, FJ. 13)

317 Deberes del Estado. Deber de investigar la verdad


[De]l derecho a la verdad no solo deriva de las obligaciones internacionales contra[i]das por el
Estado peruano, sino también de la propia Constitución Política, la cual, en su artículo 44, establece
la obligación estatal de cautelar todos los derechos y, especialmente, aquellos que afectan la digni-
dad del hombre, pues se trata de una circunstancia histórica que, si no es esclarecida debidamente,
puede afectar la vida misma de las instituciones (Exp. Nº 2488-2005-HC, 18/03/04, P, FJ. 9)
[E]xiste una obligación específica del Estado de investigar y de informar, que no solo consiste
en facilitar el acceso de los familiares a la documentación que se encuentra bajo control
oficial, sino también en la asunción de las tareas de investigación y corroboración de hechos
denunciados. (...) [E]l derecho de la víctima no se limita a obtener una reparación económica,
sino que incluye el de que el Estado asuma la investigación de los hechos (Exp. Nº 2488-2002-AA,
18/03/04, P, FJ. 19)

162
DERECHO CONSTITUCIONAL .

318 Deberes del Estado. Deber especial de protección de los derechos fundamentales
[E]n su versión moderna, el Estado ha sido instituido al servicio de los derechos fundamentales. El
Estado, en efecto, tiene, en relación con los derechos fundamentales, un "deber especial de protec-
ción". (...) Constitucionalmente se sustenta la dimensión objetiva de los derechos fundamentales
(...), puesto que (...) constituyen el orden material de valores en los cuales se sustenta todo el
ordenamiento constitucional (...) [S]i los derechos fundamentales cumplen una función de legitima-
ción jurídica de todo el ordenamiento constitucional, y, al mismo tiempo, tienen una pretensión de
validez, entonces tienen también la propiedad de exigir del Estado [y de sus órganos] un deber
especial de protección para con ellos.
[T]al "deber especial de protección" al cual se encuentran obligados todos los órganos del Estado, sin
excepción, se halla constitucionalizado en nuestro ordenamiento jurídico desde su primer artículo,
a tenor del cual "La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de
la sociedad y del Estado"; y, en forma por demás significativa, en el artículo 44 de la Norma Supre-
ma, según el cual "Son deberes primordiales del Estado: [...] garantizar la plena vigencia de los
derechos humanos".
En ese sentido, la constitucionalización del "deber especial de protección" comporta una exigencia
sobre todos los órganos del Estado de seguir un comportamiento dirigido a proteger, por diversas
vías, los derechos fundamentales, ya sea cuando estos hayan sido puestos en peligro por actos de
particulares, o bien cuando su lesión se derive de otros Estados. Se trata de una función que cabe
exigir que asuma el Estado, a través de sus órganos, cuando los derechos y libertades fundamenta-
les pudieran resultar lesionados en aquellas zonas del ordenamiento en los que las relaciones jurí-
dicas se entablan entre sujetos que tradicionalmente no son los destinatarios normales de esos
derechos fundamentales (Exp. Nº 0858-2003-AA, 24/03/04, S1, FJ. 6 y 7)

319 Deberes del Estado. Integrador del orden político y social y regulador de la estructura
social
La historia de la humanidad demuestra que el Estado no puede agotarse en sus funciones jurisdic-
cionales, de policía y de defensa del territorio; asimismo, que no puede limitar su actividad solo a
garantizar la seguridad interior y exterior del país. El Estado debe ser el ente integrador del orden
político y social, y el regulador de la estructura social, que asegure el ejercicio de los derechos
fundamentales de las personas (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 13.c)

320 Deberes del Estado. Necesidad de inversión social


[E]l Estado está comprometido a invertir los recursos indispensables para desarrollar las tareas
necesarias que le permitan cumplir con el encargo social de garantizar el derecho a la vida, la
libertad, la seguridad y la propiedad privada (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 26)

321 Deberes del Estado. Poder como instrumento para cumplimiento de deberes
El artículo 44 de la Constitución establece como deberes primordiales del Estado la defensa de la
soberanía nacional, garantizar la plena vigencia de los derechos humanos, la protección de la pobla-
ción ante amenazas contra su seguridad y la promoción del bienestar general fundamentado en la
justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de la nación. Para el cumplimiento de tales deberes,
el Estado se encuentra dotado de poder, el que, por su propia naturaleza, es uno solo, y cuyo
ejercicio se manifiesta a través de las distintas actividades que realiza. En un Estado constitucional
de derecho, como se precia de serlo el nuestro, la fuente de dicho poder se encuentra en el pueblo
que lo legitima, y emana de la Constitución (Exp. Nº 1363-2002-AA, 02/12/03, S1, FJ. 1)

322 Deberes del Estado. Protección de la población frente a amenazas contra su segu-
ridad
[A]sí como existe un deber del Estado de proteger los derechos fundamentales –que no son derechos
absolutos– también está en la obligación de tutelar otros bienes constitucionales, tales como la
protección de la población de las amenazas contra su seguridad (artículo 44 de la Constitución),

163
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

frente a actos que conllevan a la comisión de delitos tan graves como el de terrorismo (Exp. Nº 003-
2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 42).

323 Defensa judicial del Estado. Exoneración de institución pública del pago de gastos
judiciales
Respecto (...) al pago de costas y costos procesales, a tenor del artículo 413 del Código Procesal Civil
(...) una institución pública descentralizada (...) dependiente del Poder Ejecutivo; (...) se encuentra
exonerada de su pago, en concordancia con lo establecido por el artículo 47 de la Constitución (Exp.
Nº 3790-2004, 25/01/05, S1, FJ. 4)

324 Defensa judicial del Estado. Inexistencia de encargatura de procuradurías


[S]i bien el artículo 38 del Decreto Ley Nº 17537 establece que el personal de la Procuraduría
Pública –entre ellos, el Procurador Adjunto– será nombrado por resolución suprema o ministerial,
según sea el caso previo concurso, dicho nombramiento debe efectuarse con arreglo a lo dispuesto
en la norma acotada, no existiendo en la figura jurídica de la "encargatura" que se pretendió otorgar
(...), en virtud de la cual [el "encargado"] se apersonó al proceso e interpuso un recurso impugnato-
rio, por lo que dicha actuación resulta irregular (Exp. Nº 1013-2001-AA, 09/05/02, Res., FJ. 3)

325 Estado social y democrático de derecho. Carácter dual del principio democrático.
Desde esta perspectiva, la democracia ostenta una función dual: método de organización polí-
tica del Estado, es decir, método de elección y nombramiento de sus operadores, y mecanismo
para conseguir el principio de igualdad en el ámbito social. Así, el principio democrático no solo
garantiza una serie de libertades políticas, sino que transita e informa todo el ordenamiento
jurídico-político, desde el ejercicio de las libertades políticas, pasando por la libertad de elec-
ción propia del libre desarrollo de la personalidad, hasta llegar, incluso, al seno mismo del
núcleo duro de todos y cada uno de los derechos fundamentales. De modo que, aun cuando
nuestra Constitución no lo establezca expresamente, el hecho de que exista una remisión al
Estado Democrático de Derecho como una fuente de interpretación y también de identificación
de los derechos fundamentales de la persona (artículo 3 de la Constitución), hace del principio
democrático uno que trasciende su connotación primigeniamente política, para extenderse a
todo ámbito de la vida en comunidad. De esta forma, nuestra Carta Fundamental lleva implícito
el reconocimiento de una democracia económica, social y cultural (Exp. Nº 0026-2006-PI/TC,
08/03/07, P, FJ. 5)

326 Estado social y democrático de Derecho. Comparación con el Estado liberal


El Estado social y democrático de derecho, (...) no niega los valores del Estado liberal, los comparte
y los hace suyos, pero, a su vez, los redimensiona en el entendido de que el ser humano no solo
requiere contar con una serie de seguridades y protecciones alrededor de sus clásicos derechos de
tipo individual y político, sino también satisfacer diversas necesidades derivadas en lo fundamental
de la posición o estatus económico social que ocupa. En dicho contexto, se trata evidentemente de
que el Estado fomente condiciones alrededor de otro tipo de derechos, como los sociales, los econó-
micos y los culturales, atributos que, a diferencia de los tradicionales ya mencionados, no se carac-
terizan por una posición negativa o abstencionista, sino por una posición dinámica y promotora por
parte del poder (Exp. N° 1711-2005-PHC/TC, 11/09/06, S1, FJ. 3)

327 Estado social y democrático de Derecho. Consecuencias de principio democrático


El principio democrático, inherente al Estado Constitucional, alude no solo al reconocimiento de
que toda competencia, atribución o facultad de los poderes constituidos emana del pueblo (principio
político de soberanía popular) y de su voluntad plasmada en la Norma Fundamental del Estado
(principio jurídico de supremacía constitucional), sino también a la necesidad de que dicho recono-
cimiento originario se proyecte como una realidad constante en la vida social del Estado, de manera
tal que, a partir de la institucionalización de los cauces respectivos, cada persona, individual o
colectivamente considerada, goce plenamente de la capacidad de participar de manera activa "en la

164
DERECHO CONSTITUCIONAL .

vida política, económica, social y cultural de la Nación", según reconoce y exige el artículo 2º17 de
la Constitución (Exp. Nº 4677-2004-PA, 07/12/05, S1, FJ. 12)

328 Estado social y democrático de Derecho. Configuración


[L]a configuración del Estado Social y Democrático de Derecho requiere no solo de la exigencia de
condiciones materiales para alcanzar sus presupuestos –lo que exige una relación directa de las
posibilidades reales y objetivas del Estado con la activa participación de los ciudadanos en el queha-
cer estatal– sino, además, su identificación con los fines de su contenido social, a efectos de que
pueda evaluar tanto los contextos que justifiquen su accionar, como aquellos que justifiquen su
abstención, evitando convertirse en un obstáculo para el desarrollo social (Exp. Nº 7320-2005-AA,
23/02/06, P, FJ. 5)

329 Estado social y democrático de Derecho. Cultura


El Estado Social y Democrático de Derecho constituye no solo un conjunto de reglas de derecho a las
que está supeditada la actuación del poder público, sino también un conjunto de actitudes, es decir,
una cultura (Exp. Nº 3149-2004-AC, 20/01/05, S2, FJ. 10)

330 Estado social y democrático de Derecho. Democracia como supuesto político


La democracia se fundamenta (…) en la aceptación de que la persona humana y su dignidad son el
inicio y el fin del Estado (artículo 1 de la Constitución), por lo que su participación en la formación
de la voluntad político-estatal es presupuesto indispensable para garantizar el máximo respeto a la
totalidad de sus derechos constitucionales.
Consustancial a tal cometido es el reconocimiento de un gobierno representativo (artículo 45 de
la Constitución) y del principio de separación de poderes (artículo 43 de la Constitución), de
mecanismos de democracia directa (artículo 31 de la Constitución), de organizaciones políticas
(artículo 35 de la Constitución), del principio de alternancia en el poder y de tolerancia; así como
de una serie de derechos fundamentales cuya vinculación directa con la consolidación y estabili-
dad de una sociedad democrática hace de ellos, a su vez, garantías institucionales de esta. Entre
estos se encuentran los denominados derechos políticos, enumerados en los artículos 2, inciso 17
y 30 a 35 (entre ellos destaca, de modo singular, el derecho de los ciudadanos a ser elegidos y de
elegir libremente a sus representantes, de acuerdo con las condiciones y procedimientos determi-
nados por ley orgánica), los derechos a las libertades de información, opinión, expresión y difu-
sión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen (artículo 2, inciso 4), de
acceso a la información pública (artículo 2, inciso 5), de reunión (artículo 2, inciso 12) y de
asociación (artículo 2, inciso 13).
Una sociedad en la que no se encuentren plenamente garantizados estos derechos, sencillamente, o
no es una comunidad democrática, o su democracia, por incipiente y debilitada, se encuentra, por
así decirlo, "herida de muerte" (Exp. Nº 0030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 22)
El Estado social y democrático de derecho posibilita la integración del Estado y la sociedad, así como
la democratización del Estado. La democracia, por ello, constituye un elemento imprescindible del
Estado.
Desde esta perspectiva, la democracia ostenta una función dual: método de organización política
del Estado, es decir, método de elección y nombramiento de sus operadores, y mecanismo para
conseguir el principio de igualdad en el ámbito social (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 13.c)

331 Estado social y democrático de Derecho. Democracia pluralista


[L]a democracia representativa es una democracia pluralista, pues la representación encuentra en
la soberanía popular a su fuente de poder y debe ser seno de contrapesos y controles mutuos entre
las distintas fuerzas políticas. Pero no puede ser una democracia fragmentaria en la que no exista
posibilidad de generar consensos entre las mayorías y minorías parlamentarias. En otras palabras,
no cabe que so pretexto de identificar matemáticamente a la democracia representativa con la

165
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

representación "de todos", se termine olvidando que, en realidad, de lo que se trata es que sea una
representación "para todos" (Exp. Nº 0030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 16)

332 Estado social y democrático de Derecho. Democracia representativa


La democracia representativa es la que, en definitiva, permite la conjugación armónica del principio
político de soberanía popular con un cauce racional de deliberación que permita atender las distin-
tas necesidades de la población. Empero, dicha deliberación racional y, en suma, la gobernabilidad
del Estado, pueden situarse en serio riesgo si a la representación no se le confiere las garantías para
que pueda "formar voluntad". La representación indebidamente comprendida y articulada, es la
matriz potencial de un desequilibrio que, si no es adecuadamente conjurado, puede impedir que el
Estado atienda su deber primordial de "promover el bienestar general que se fundamenta en la
justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de la nación" (artículo 44 de la Constitución), y con
ello, desencadenar el colapso del sistema representativo en su conjunto, y con él, el del propio
Estado social y democrático de derecho. Tales peligros son descritos a continuación (Exp. Nº 0030-
2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 9)

333 Estado social y democrático de Derecho. Derechos sociales


[E]n un Estado democrático y social de Derecho, los derechos sociales (como el derecho a la salud)
se constituyen como una ampliación de los derechos civiles y políticos, y tienen por finalidad, al
igual que ellos, erigirse en garantías para el individuo y para la sociedad, de manera tal que se
pueda lograr el respeto de la dignidad humana, una efectiva participación ciudadana en el sistema
democrático y el desarrollo de todos los sectores que conforman la sociedad, en especial de aquellos
que carecen de las condiciones físicas, materiales o de otra índole que les impiden un efectivo
disfrute de sus derechos fundamentales (Exp. N° 1711-2005-PHC/TC, 11/09/06, S1, FJ. 5)

334 Estado social y democrático de Derecho. Economía social de mercado como supuesto
económico
La economía social de mercado es una condición importante del Estado social y democrático de
derecho. Por ello debe ser ejercida con responsabilidad social y bajo el presupuesto de los valores
constitucionales de la libertad y la justicia. A tal efecto está caracterizada, fundamentalmente, por
los tres elementos siguientes:
a) Bienestar social; lo que debe traducirse en empleos productivos, trabajo digno y reparto justo
del ingreso.
b) Mercado libre; lo que supone, por un lado, el respeto a la propiedad, a la iniciativa privada y a
una libre competencia regida, prima facie, por la oferta y la demanda en el mercado; y, por otro,
el combate a los oligopolios y monopolios.
c) Un Estado subsidiario y solidario, de manera tal que las acciones estatales directas aparezcan
como auxiliares, complementarias y temporales.
En suma, se trata de una economía que busque garantizar que la productividad individual sea, por
contrapartida, sinónimo de progreso social (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 13.a)

335 Estado social y democrático de Derecho. Evolución desde el Estado liberal


El Estado social y democrático de derecho, como alternativa política frente al Estado liberal, asume
los fundamentos de este, pero además le imprime funciones de carácter social. Pretende que los
principios que lo sustentan y justifican tengan una base y un contenido material. Y es que la liber-
tad reclama condiciones materiales mínimas para hacer factible su ejercicio. Por ejemplo, la propie-
dad privada no solo debe ser inviolable, sino que debe ejercerse en armonía con el bien común, y
dentro de los límites de la ley (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 12)
[L]a clásica polémica planteada entre los férreos postulados del Estado liberal y el Estado social hoy
debe concebirse como superada. Ninguna de las dos posturas, consideradas por separado, permiten
una cabal comprensión y protección de los derechos fundamentales. De un lado, la rígida concep-
ción individualista del hombre frente al Estado, en donde todos los factores de ligazón entre estas

166
DERECHO CONSTITUCIONAL .

dos entidades aparecían como peligrosos, pues podían significar inaceptables incidencias en la esfe-
ra subjetiva de los individuos, no es más una filosofía que maximice el rol de los derechos funda-
mentales en el constitucionalismo moderno. De otro lado, la hermética doctrina que propugna como
elemento medular el necesario sacrificio de los derechos subjetivos ante la supuesta primacía de los
principios constitucionales de connotación social como la seguridad ciudadana o el orden público,
tampoco satisface los cánones de una apropiada labor tuitiva de los derechos constitucionales. La
persona humana, como titular de derechos, no tiene por qué ser entendida de modo excluyente, o
como individuo o como miembro de una comunidad, pues ambas concepciones confluyen en ella
(Exp. Nº 0011-2002-AI, 10/06/02, P, FJ. 12)
[L]a aparición y consolidación del Estado Democrático de Derecho es fruto de un largo proceso de
afianzamiento de los principios de tolerancia y del pluralismo, que planteados inicialmente a partir
del ejercicio de la libertad religiosa, después se han fortalecido y cobrado nuevas perspectivas con
el reconocimiento y protección de una larga lista de derechos fundamentales, entre los cuales un
papel principal le ha correspondido jugar a la libertad de opinión y expresión (Exp. Nº 003-2005-PI/
TC, 09/08/06, P, FJ. 317).

336 Estado social y democrático de Derecho. Importancia del principio democrático


[E]l principio democrático no solo garantiza una serie de libertades políticas, sino que transita e
informa todo el ordenamiento jurídico-político, desde el ejercicio de las libertades políticas, pasan-
do por la libertad de elección propia del libre desarrollo de la personalidad, hasta llegar, incluso, al
seno mismo del núcleo duro de todos y cada uno de los derechos fundamentales. De modo que, aun
cuando nuestra Constitución no lo establezca expresamente, el hecho de que exista una remisión al
Estado democrático de derecho como una fuente de interpretación y también de identificación de
los derechos fundamentales de la persona (artículo 3 de la Constitución), hace del principio demo-
crático uno que trasciende su connotación primigeniamente política, para extenderse a todo ámbito
de la vida en comunidad. De esta forma, nuestra Carta Fundamental lleva implícito el reconoci-
miento de una democracia económica, social y cultural.
La vigencia de los principios democráticos asume vital importancia, dado que la satisfacción razo-
nable de las condiciones de existencia de la persona determina y condiciona la voluntad legítima de
la nación sobre el sistema estadual, consiguiéndose la estabilidad del Estado en todos sus elemen-
tos, y alcanzándose las metas propuestas en el modelo social (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P,
FJ. 13.c)

337 Estado social y democrático de Derecho. Incidencia de la voluntad política


[L]a voluntad política que da origen al Estado social y democrático de derecho se proyecta en este,
no ya como un poder supremo, sino como el contenido material del constitucionalismo concretizado
en la necesidad de respetar, garantizar y promover los derechos fundamentales de cada persona. El
pueblo, como Poder Constituyente, deposita su voluntad en la Constitución, se inserta en el Estado
social y democrático de derecho, y deja de ser tal para convertirse en un poder constituido (Exp. Nº
0030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 20)

338 Estado social y democrático de Derecho. Justicia social y dignidad humana como pre-
supuestos
En el Estado social y democrático de derecho, el fenómeno jurídico no puede ser concebido como
una regulación de características estrictamente formales, sino como una de connotaciones sociales.
El sistema jurídico derivado de esta modalidad estadual trasciende la regulación formal, y apareja la
exigencia de que sus contenidos axiológicos se plasmen en la vida cotidiana.
Dicha concepción presupone los valores de justicia social y de dignidad humana, los cuales propen-
den la realización material de la persona; esto es, el libre desenvolvimiento de la personalidad y el
despliegue más acabado de las potencialidades humanas sobre la base del principio de libertad
(Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 13.d)

167
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

339 Estado social y democrático de derecho. Materialización del principio democrático


[E]l principio democrático se materializa a través de la participación directa, individual o colectiva,
de la persona como titular de una suma de derechos de dimensión tanto subjetiva como institucio-
nal (derecho de voto, referéndum, iniciativa legislativa, remoción, o revocación de autoridades,
demanda de rendición de cuentas, expresión, reunión, etc.), así como en su participación asociada,
a través de organizaciones orientadas a canalizar el pluralismo político. Tales organizaciones son los
partidos y movimientos políticos, reconocidos en el artículo 35 de la Constitución.
Asimismo, el referido principio se materializa en la participación política indirecta de la ciudadanía;
es decir, a través de sus representantes libremente elegidos. La democracia representativa es –
como quedó dicho– el rasgo prevalente en nuestra Constitución (Exp. Nº 0030-2005-AI, 02/02/06,
P, FJ. 23)

340 Estado social y democrático de Derecho. Modelo recogido por nuestra Constitución
[E]l modelo de Estado configurado por la Constitución de 1993 presenta las características básicas
de un Estado social y democrático de derecho, deducible, principalmente, de una lectura integral de
los artículos 3 y 43 y de diversos dispositivos reconocidos a lo largo de su contenido, en los que se
deja claramente establecido el objetivo social que subyace a todo comportamiento de los agentes
políticos y económicos que lo integran (Exp. N° 1711-2005-PHC/TC, 11/09/06, S1, FJ. 3)

341 Estado social y democrático de Derecho. Noción formal y material de democracia


La democracia no solo debe entenderse en su aspecto formal, es decir, en su acepción de procesos
eleccionarios y producción normativa, sino también en su aspecto material, esto es, como el
respeto y garantía de los derechos humanos y de los contenidos democráticos (Exp. Nº 1027-2004-AA,
20/05/04, S2, FJ. 12)

342 Estado social y democrático de Derecho. Perspectiva de la persona humana


[L]as Constituciones de los Estados liberales presuponían una sociedad integrada, en abstracto, por
personas iguales y, por lo tanto, su mayor preocupación fue asegurar la libertad de las personas.
Por el contrario, el establecimiento del Estado social y democrático de Derecho parte, no de una
visión ideal, sino de una perspectiva social de la persona humana (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05,
P, FJ. 1)

343 Estado social y democrático de Derecho. Presupuesto para el funcionamiento de la


democracia
Para que una democracia funcione en un país se requiere de unos medios, no sólo con una cobertura
mayor, sino también que su objetivo esté mejor dirigido, para así superar la consecución de una
opinión pública libre y consciente (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 7)

344 Estado social y democrático de Derecho. Relación con el Estado de Derecho


[E]l Estado Social y Democrático de Derecho no obvia los principios y derechos básicos del Estado de
Derecho, tales como la libertad, la seguridad, la propiedad y la igualdad ante la ley; y pretende
conseguir su mayor efectividad, dotándolos de una base y un contenido material, a partir del su-
puesto de que individuo y sociedad no son categorías aisladas y contradictorias, sino dos términos
en implicación recíproca (Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 17)

345 Estado social y democrático de Derecho. Relación con los derechos fundamentales
[E]n el Estado social y democrático de derecho, la ratio fundamentalis no puede ser privativa de los
denominados derechos de defensa, es decir, de aquellos derechos cuya plena vigencia se encuentra,
en principio, garantizada con una conducta estatal abstencionista, sino que es compartida también
por los derechos de prestación que reclaman del Estado una intervención concreta, dinámica y
eficiente, a efectos de asegurar las condiciones mínimas para una vida acorde con el principio-
derecho de dignidad humana (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 19)

168
DERECHO CONSTITUCIONAL .

[L]a defensa de los derechos fundamentales supone a su vez la defensa de la institucionalidad del
Estado. En tal sentido, muchos derechos fundamentales trascienden tal condición, para convertirse,
a su vez, en verdaderas garantías institucionales para el funcionamiento del sistema, razón por la
que en estos casos el papel del Estado en su desarrollo alcanza niveles especialmente relevantes,
sea para reconocer que la realidad le exige un importante grado de participación en la promo-
ción del derecho, sea para aceptar un rol estrictamente abstencionista (Exp. Nº 0011-2002-AI,
10/06/02, P, FJ. 13)

346 Estado social y democrático de Derecho. Supuestos sociales


[El Estado social y democrático de derecho] trata del Estado de la integración social, dado que se
busca conciliar los intereses de la sociedad, desterrando los antagonismos clasistas del sistema
industrial (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 13.b)

347 Estado social y democrático de derecho. Tolerancia como contenido del Estado social
y democrático de derecho
[U]n Estado Democrático Constitucional como el configurado por la Constitución de 1993, tolera y
respeta la existencia de grupos minoritarios cuyas ideas sobre la vida y la mejor forma de organiza-
ción política pueda incluso no compartirse mayoritariamente (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P,
FJ. 316).

348 Estado unitario y descentralizado. Configuración


Estado unitario e indivisible de gobierno descentralizado no son, en absoluto, conceptos contra-
puestos. Por el contrario, es la aplicación armónica de dichos principios la que permite al Estado
cumplir con uno de sus deberes primordiales; a saber, "la promoción del desarrollo integral y equi-
librado de la Nación" (artículo 44 de la Constitución) (Exp. Nº 0012-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 3)
Un Estado "unitario descentralizado" es meramente un Estado unitario complejo, es decir, aquel en
el que la descentralización solamente se presenta en un ámbito administrativo, más no en un
ámbito político. En dichos Estados, las entidades descentralizadas no gozan de verdadera autono-
mía, pues si bien tienen importantes potestades reglamentarias y ejecutivas, estas, finalmente,
reducen su cometido a la ejecución de las leyes estatales.
Sin embargo, nuestra Constitución no solo ha conferido a los gobiernos descentralizados (regiones
y municipios) autonomía administrativa, sino también económica, y, lo que es más importante,
autonomía política. Esta última se traduce, de un lado, en la elección de sus órganos por sufragio
directo (artículo 191 de la Constitución), y, de otro, en la capacidad de dictar normas con rango de
ley (artículo 192º6 y 200º4 de la Constitución) (Exp. Nº 0020-2005-PI, 27/09/05, P, FJ. 38)

349 Estado unitario y descentralizado. Preservación de la unidad


El Estado de nuestro país es unitario, pero a la vez, con un gran compromiso hacia el futuro: su
descentralización, tal como se presenta en la Constitución:
"Su gobierno es unitario, representativo y descentralizado" [artículo 43 de la Constitución].
Por tanto, por más descentralización que exista el gobierno no puede dejar de ser unitario. La
consecuencia de una afirmación como esta es trascendente para configurar el tipo de Estado que es
el Perú. Para no dejar dudas al respecto, se ha señalado que "el territorio de la República está
integrado por regiones, departamentos, provincias y distritos, en cuyas circunscripciones se consti-
tuye y organiza el gobierno a nivel nacional, regional y local, en los términos que establece la
Constitución y la ley, preservando la unidad e integridad del Estado y de la Nación" [artículo 189 de
la Constitución] (Exp. Nº 0002-2005-PI, 18/02/05, P, FJ. 44)
[L]a unidad estatal constituye el fundamento de la organización y marcha de la estructura del
Estado peruano. Respetando su contenido, existe una redistribución funcional y territorial. Es así
como se subordina el principio de jerarquía normativa al de competencia: la unidad prima sobre la
diversidad.

169
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

En tal sentido, el Gobierno constitucional del Perú no puede verse soslayado por una autonomía
excesiva que quieran arrogarse las regiones (...) (Exp. Nº 0002-2005-PI, 18/02/05, P, FJ. 45)

350 Estado unitario y descentralizado. Regionalización


El Estado unitario y descentralizado regional presupone que la potestad normativa está distribuida
entre órganos nacionales y los gobiernos regionales y locales, puesto que la autonomía político-
normativa otorgada conlleva la facultad de crear Derecho, y no solo de ejecutarlo (Exp. Nº 0047-
2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 116)
[E]l Estado peruano no puede concebirse como un Estado "unitario descentralizado", es decir, como
uno en el que la descentralización tan solo refleja una proyección estamentaria o administrativa de
un único ordenamiento jurídico a ejecutar. Se trata, por el contrario, de un Estado "unitario y des-
centralizado", esto es, un Estado en el que la descentralización, al alcanzar una manifestación polí-
tico-normativa, acepta la convivencia de subsistemas normativos (nacional, regional y local) (Exp.
Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 117)

351 Estado y religión. Acuerdos celebrados con la Iglesia Católica


Tal colaboración [entre el Estado y la Iglesia Católica] se formalizó a través del Concordato con la
Santa Sede de 1980, en él se establece un régimen especial que rige las subvenciones para perso-
nas, obras y servicios de la Iglesia, amén de las exoneraciones, beneficios y franquicias tributarias;
la plena libertad para el establecimiento de centros educativos bajo administración eclesial; la
asignatura de religión como materia ordinaria en el currículo escolar, entre otros acuerdos. Asimis-
mo, establece, entre otros formas de colaboración, el compromiso de prestación religiosa para el
personal católico de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional a través de un vicario castrense, y de
servicios religiosos para los fieles de dicha confesión internados en centros hospitalarios, tutelares
y penitenciarios del Estado (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 22)

352 Estado y religión. Imposibilidad del poder político de afirmar una verdad teológica
[Q]ueda asignada la atribución personal de alcanzar como finalidad sustancial, según las propias
convicciones de conciencia –aceptando o negando la existencia de un Dios–, la plenitud espiritual
incondicionada. Por ende, se niega al poder político la facultad de afirmar una verdad teológica,
aunque este puede reconocer el papel histórico, social o cultural desempeñado por una Iglesia,
Confesión o Comunidad religiosa en favor de la institucionalización y desarrollo de dicha sociedad
política (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 22)
[A]un cuando existiesen costumbres religiosas arraigadas en nuestra colectividad, ello no significa
que el Estado, en sentido lato, esté facultado para establecer prohibiciones a conductas no compa-
tibles con los dogmas y ritos católicos; claro está, siempre que tales comportamientos no ofendan a
la moral pública ni transgredan el orden público (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 25)

353 Estado y religión. Posibilidad de sancionar a la Iglesia Católica por infracción legal
tributaria
[E]l artículo X del Acuerdo suscrito entre la Santa Sede y la República del Perú establece que la
Iglesia Católica y sus jurisdicciones y comunidades religiosas, continuarán gozando de las exonera-
ciones y beneficios tributarios que les otorgan las leyes y normas legales vigentes.
Ello importa, que si transgreden la normatividad vigente, pueden ser pasibles de sanción o multa,
pues esta última no es considerada tributo, según se establece en la Norma II del Título Preliminar
del Código Tributario aprobado por el Decreto Legislativo Nº 816 (Exp. Nº 1202-97-AA, 25/08/98,
P, FJ. 2)

354 Estado y religión. Reconocimiento a la Iglesia Católica


[N]o puede soslayarse que la religión católica ha sido y es la fe tradicional del pueblo peruano –la
cual por varias razones se articula a nuestro concepto mismo de nación– y ha determinado que el

170
DERECHO CONSTITUCIONAL .

artículo 50 de la Constitución establezca, como un reconocimiento a su raigambre institucional,


que "Dentro de un régimen de independencia y autonomía, el Estado reconoce a la Iglesia Católica
como elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú y le presta su cola-
boración" (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 23)

355 Estado y religión. Reconocimiento de otras confesiones


No obstante, el deber de colaboración estatal a favor de la Iglesia Católica como reconocimiento del
importantísimo papel que tuvo en la formación histórica, cultural y moral del país, no supone que se
permita la invasión a la esfera de otras creencias o maneras de pensar, pues de ser así no tendría
sentido que la propia Constitución proclame una libertad que luego se esforzaría en neutralizar
(Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 24)

356 Principio de separación de poderes. Configuración


[E]l principio de la división de poderes (reconocido en el tercer párrafo del artículo 43 de la Consti-
tución) no se condice más con una tesis monovalente de las funciones correspondientes a cada uno
de los poderes del Estado, según la cual, a cada uno de ellos corresponde una función específica no
susceptible de ser ejercida por los demás, bajo cargo de quebrantar el principio de independencia y
autonomía de los poderes estaduales que sirve de garantía contra la instauración del Estado abso-
luto.
En efecto, hoy se reconoce que esta garantía no supone una férrea impenetrabilidad entre los pode-
res estatales, sino un equilibrio entre los mismos, expresado en la mutua fiscalización y colabora-
ción. De ahí que el ejercicio de la función legislativa (por antonomasia, parlamentaria) por parte del
ejecutivo, no sea, per se, contraria al Estado social y democrático de derecho, siempre que sea
llevada a cabo conforme con las reglas que, para dicho efecto, contemple la propia Carta Fundamen-
tal. Así, pues, tratándose de la impugnación de normas con rango legal expedidas por el Ejecutivo,
además de la evaluación de su constitucionalidad sustancial, esto es, de su compatibilidad con los
requisitos de orden material exigidos por la Ley Fundamental, resulta de particular relevancia la
evaluación de su constitucionalidad formal; es decir, de su adecuación a los criterios de índole
procedimental establecidos en la propia Constitución (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 57)
El principio de separación de poderes, recogido en el artículo 43 de la Constitución, busca asegurar
que los poderes constituidos desarrollen sus competencias con arreglo al principio de corrección
funcional; es decir, sin interferir con las competencias de otros, pero, a su vez, entendiendo que
todos ejercen una función complementaria en la consolidación de la fuerza normativa de la Consti-
tución, como Norma Suprema del Estado (artículos 38, 45 y 51) (Exp. Nº 0030-2005-AI, 02/02/06,
P, FJ. 51)
La existencia de este sistema de equilibrio y de distribución de poderes [ejecutivo, legislativo y
judicial], con todos los matices y correcciones que impone la sociedad actual, sigue constituyendo,
en su idea central, una exigencia ineludible en todo Estado Democrático y Social de Derecho. La
separación de estas tres funciones básicas del Estado, limitándose de modo recíproco, sin entorpe-
cerse innecesariamente, constituye una garantía para los derechos constitucionalmente reconoci-
dos e, idénticamente, para limitar el poder frente al absolutismo y la dictadura (Exp. Nº 0023-2003-
AI, 09/06/04, P, FJ. 5)

357 Principio de separación de poderes. Control entre poderes y órganos del Estado
[E]n nuestra época el equilibrio no es solo entre poderes del Estado, puesto que las Constituciones
modernas han creado órganos constitucionales autónomos que antes no existían. Tal principio tam-
bién debe regir las relaciones entre los poderes del Estado y los órganos constitucionales y de estos
últimos entre sí (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 33)

358 Poder del Estado. Ejercicio y límites sujetos a reserva de ley


[E]l artículo 45 de la Constitución Política del Perú dispone que el poder estatal se ejerce con las
limitaciones y responsabilidades que en ella y en las leyes se establecen. Así, al cumplimiento de los

171
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

requisitos formales debe sumarse el acatamiento al marco legal vigente y a los principios del régi-
men tributario fijados en la Carta Fundamental (Exp. Nº 0340-2002-AA, 16/10/02, P, FJ. 4)

359 Poder del Estado. Ilegitimidad para variar la forma de gobierno y modificar el régi-
men constitucional
[Q]uien impulsó la creación de la Constitución de 1993, carecía de legitimidad de origen o legitimi-
dad por el procedimiento. (...) [E]l 5 de abril de 1992, el entonces Presidente Constitucional de la
República, contando con el apoyo de civiles y militares, perpetró un golpe de Estado e instauró una
dictadura, la cual para disfrazar su propósito de mantenerse en el poder por tiempo indefinido y
revestir de legalidad al ejercicio del poder, convocó a un Congreso Constituyente Democrático, al
que atribuyó competencia para dictar la Constitución Política del Perú de 1993.
Dicho acto, conforme a lo que establecía el artículo 81 de la Constitución de 1979, concordante con
lo previsto en el artículo 346 del Código Penal vigente, constituyó un ilícito contra los poderes del
Estado y el orden constitucional, puesto que hubo un alzamiento en armas para variar la forma de
gobierno y modificar el régimen constitucional (Exp. Nº 0014-2003-AI, 10/12/03, P, FJ. 6)

360 Poder del Estado. Principio de soberanía popular


El artículo 45 de la Constitución establece que el poder del Estado emana del pueblo, lo cual cons-
tituye la expresión política del principio de la soberanía popular, propio de todo Estado social y
democrático de derecho con el que se identifica la Nación, y a la cual este Colegiado debe remitirse
(...).
[E]n toda institución pública, quienes ejerzan el poder deben estar sometidos a la expresión popular
propia de un régimen democrático que se encuentra consagrada en el texto constitucional (Exp. Nº
0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 1)

361 Poder del Estado. Sometimiento de poderes constituidos a la Constitución


Los poderes constituidos (...) deben su origen, su fundamento y el ejercicio de sus competencias a la
obra del poder constituyente, esto es, a la Constitución.
En caso que los poderes constituidos pretendieran distorsionar el marco de las atribuciones que les
ha conferido la Constitución, estarían desconociendo la voluntad del poder creador e invadiendo
competencias que, por principio, se encuentran totalmente vedadas. Consecuentemente, que el
Poder Constituyente no pueda ser desconocido por los poderes constituidos, depende, en buena
medida, de que la Constitución haya establecido sobre aquellos un sistema de limitaciones explíci-
tas en su ejercicio y un adecuado sistema de control que asegure el cumplimiento de tales límites
(Exp. Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 61)

362 Poder del Estado. Sometimiento del Congreso a la Constitución


Si, según el artículo 45 de la Constitución, el poder se ejerce según las limitaciones que esta impo-
ne, queda claro que el Congreso, según lo estipula el artículo 102, debe "velar por respeto de la
Constitución y de las leyes". El sometimiento del Congreso a la Constitución lo obliga a proteger los
derechos y bienes en ella recogidos, en el caso que desarrolle una norma a través de una ley regular
o, aún más, cuando lo hace mediante una ley de reforma constitucional. Debido a que la autoridad
del poder de reforma tiene como soporte el texto constitucional, su contenido no puede destruir su
fundamento ni su razón de ser (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 22)

363 Poder del Estado. Sometimiento del poder tributario a la Constitución


Todo ejercicio de poder, incluido el tributario, cualquiera que sea la instancia de gobierno, debe
estar sometido a la Constitución. A eso se refiere la Carta Fundamental cuando en su artículo 45,
señala que quienes ejercen el poder del Estado lo hacen con las limitaciones y responsabilidades
que la Constitución y las leyes establecen, límites que se inspiran en la propia naturaleza del Estado
Peruano, con su carácter de República Democrática, con su gobierno representativo y organizado
según el principio de separación de poderes (Exp. Nº 0918-2002-AA, 25/03/03, S1, FJ. 16)

172
DERECHO CONSTITUCIONAL .

364 Poder del Estado. Sometimiento del Tribunal Constitucional al principio de soberanía
constitucional
[El Tribunal Constitucional] se encuentra plenamente sometido a la eficacia y fuerza normativa de
la Constitución. Este es, justamente, el principio jurídico de la soberanía constitucional.
Es más, por definición, la actividad del Tribunal Constitucional es tutelar la constitucionalidad de
los actos y las normas en un Estado social y democrático de derecho (...).
[A]l ser un órgano primordial en la configuración y vigencia del Estado social y democrático de
derecho, el Tribunal Constitucional debe propiciar en un máximo sentido que la Constitución sea
cumplida en toda su plenitud y dimensión (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 2)

365 Procuraduría Pública. Fines de las procuradurías públicas


[D]e conformidad con el artículo 47 de la Constitución, (…) las (…) procuradurías [públicas], tienen
como fin constitucionalmente asignado la defensa de los intereses del Estado. El cumplimiento de
dicha atribución impone a los poderes públicos no solo de la obligación de organizarla de modo tal
que pueda cumplir efectivamente con sus funciones, sino también la de dotarla de todas las atribu-
ciones que sean necesarias para el adecuado cumplimiento de sus fines (Exp. Nº 003-2005-PI/TC,
09/08/06, P, FJ. 205).

366 Procuraduría Pública. Ámbito de actuación de los procuradores públicos


[El artículo 47 de la Constitución] no delimita el ámbito de actuación de la procuradoría pública, es
decir, si la defensa de los intereses del Estado solo se ha de efectuar en el ámbito estrictamente
judicial o, por el contrario, si este puede también realizarse en la etapa previa (vg. en los procedi-
mientos previos a la formulación de la denuncia). Según el artículo 47 de la Ley Fundamental, la
determinación de dicho ámbito de competencia públicas se encuentra sujeta a reserva de ley (Exp.
Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 189).

367 Procuraduría Pública. Ámbito de actuación de los procuradores públicos en materia


penal
[E]l ámbito de actuación de la procuraduría pública en defensa de los intereses del Estado, no solo
opera una vez que se ha iniciado un proceso penal, sino también en el procedimiento preliminar.
Bien sea en la realización de investigaciones preliminares, bien en la formulación de la denuncia
penal, cuando ese sea el caso, y ciertamente se prolonga durante todo el proceso penal cuando se ha
constituido en parte civil, incluyendo, desde luego, las investigaciones complementarias que se
ordenen, una vez iniciado el proceso (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 195).

368 Procuraduría Pública. Ámbito de actuación de los procuradores públicos en delitos de


terrorismo
[L]as facultades y atribuciones con las que cuentan los procuradores públicos en delitos de terrorismo
son semejantes a las que, con posterioridad, se ha conferido a los procuradores públicos en general
para la defensa de los intereses del Estado (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 195).
[E]n materia de terrorismo, el artículo 2 del Decreto Legislativo 923, bajo los alcances de la reserva
de ley contemplada en el artículo 47 de la Constitución, ha previsto que corresponde a la Procura-
duría Pública Especializada para delitos de terrorismo, "(...) la defensa de los intereses del Estado en
las investigaciones preliminares y procesos judiciales por delitos de terrorismo y conexos" (Exp.
Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 195).
En definitiva, las facultades con las que se ha investido a la Procuraduría Pública especializada en
delitos de terrorismo, satisfacen el principio de reserva de ley previsto en el artículo 47 de la Ley
Fundamental (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 196).
La facultad de ofrecer pruebas y solicitar la realización de actos de investigación en el procedimien-
to de investigación preliminar (…) debe entenderse como parte de las atribuciones de la procuraduría

173
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

a cargo de los delitos de terrorismo, en el marco de la "defensa de los intereses del Estado" que
el artículo 47 de la Ley Fundamental le ha encomendado (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P,
FJ. 200).
[U]na defensa óptima de los intereses del Estado requiere que los entes afectados por los ilícitos
terroristas asistan, informativa y documentalmente, a la procuraduría cuya defensa de sus intereses
patrimoniales asume (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 205).

369 Rol económico del Estado. Deber de promover la igualdad


[E]l artículo 59 de la Constitución recoge una cláusula de garantía para las libertades de trabajo,
empresa, comercio e industria; pero, a la vez, establece un mandato, cual es, "brindar oportunida-
des de superación a aquellos sectores que sufren cualquier desigualdad, en tal sentido, promueve
las pequeñas empresas en todas sus modalidades".
[D]icha cláusula no solo determina un rol negativo para el legislador, de no interferir irrazonable-
mente en tales libertades económicas, sino que al mismo tiempo le otorga un margen de actuación
a fin de garantizar condiciones materiales de igualdad (Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 30)
[E]l artículo 59 del texto constitucional habilita la intervención estatal para cumplir con el deber de
garantizar el principio-derecho de igualdad, no solo en aquellas situaciones de sospechosa mayor
vulnerabilidad, recogidas expresamente en el artículo 2.2 de la Constitución –por motivo de origen,
raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole– sino princi-
palmente, lo habilita para establecer medidas adecuadas y necesarias que le permitan cumplir con
la promoción de la pequeña empresa en todas sus modalidades (Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/02/05,
P, FJ. 31)

370 Territorio del Estado. Libertades de comunicación como límites al ejercicio de la sobe-
ranía
[L]as libertades de comunicación internacional constituyen, por mandato de la Constitución (artícu-
lo 54), límites al ejercicio de la soberanía y jurisdicción del Estado peruano, las que, sin embargo,
pueden ser objeto de regulación por parte del Estado peruano (Exp. Nº 2689-2004-AA, 20/01/06, P,
FJ. 8)

371 Territorio del Estado. Paso inocente de nave extranjera por el mar territorial
En el mar territorial, la libertad de comunicaciones internacionales se manifiesta en la institución
denominada el paso inocente. Esta es una institución propia del mar territorial, el cual consiste en
el derecho de toda nave extranjera a desplazarse rápida, ininterrumpida y pacíficamente; es decir,
se considera que el paso es inocente si es que no es contrario a la paz, el buen orden o la seguridad
del Estado ribereño. El derecho de paso inocente concilia la soberanía del Estado ribereño y los intere-
ses de navegación de las naves de terceros Estados (Exp. Nº 2689-2004-AA, 20/01/06, P, FJ. 4)

372 Territorio del Estado. Poder limitado sobre la zona económica exclusiva
[L]a libertad de comunicaciones internacionales también se manifiesta en la libertad de navegación,
sobrevuelo y tendido de cables submarinos en el espacio marítimo que el Derecho del Mar contem-
poráneo denomina Zona Económica Exclusiva, toda vez que la soberanía del Estado ribereño no es
equiparable en este espacio marítimo a la soberanía que ejerce en el mar territorial. La soberanía en
la Zona Económica Exclusiva tiene esencialmente un carácter económico: el Estado ribereño tiene
derechos de soberanía a efectos de la exploración, explotación, conservación y administración de los
recursos naturales. Tiene además jurisdicción respecto a las islas artificiales y otras construcciones,
así como la investigación científica marina y la protección y preservación del medio ambiente (Exp.
Nº 2689-2004-AA, 20/01/06, P, FJ. 5)

174
DERECHO CONSTITUCIONAL .

FUERZAS ARMADAS Y POLICÍA NACIONAL

373 Ascensos en las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Improcedencia de la acción de


amparo
[C]on relación (...) al otorgamiento de ascenso al grado inmediato superior y el reintegro de la
asignación por concepto de combustible, (...) dichos rubros no constituyen materias que puedan
conocerse a través del proceso de amparo, pues ni constituyen contenidos de algún derecho consti-
tucional que haya sido declarado, ni el amparo tiene por objeto establecer derechos de los cuales
antes de la iniciación del proceso no se haya sido titular, pues su finalidad es simplemente de
dispensarles tutela, lo que presupone que quien cuenta con legitimación activa sea o haya sido
titular del derecho constitucional (Exp. Nº 00615-1999-AA, 26/04/00, P, FJ. 2)

374 Ascensos en las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Relación entre las vacantes para
ascenso y el pase al retiro por renovación de cuadros
Tales decisiones [resoluciones mediante las cuales se dispone el pase al retiro por renovación de
cuadros] deben sustentarse en procedimientos e indicadores objetivos, como por ejemplo, el núme-
ro de vacantes consideradas en el proceso anual de ascenso y los resultados del mismo, que implica
que las invitaciones para pase a retiro por renovación deben darse después de conocer dichos
resultados (Exp. Nº 00090-2004-AA, 05/07/04, P, FJ. 18)

375 Carácter no deliberante de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Alcances


[E]l carácter no deliberante y la objetividad y neutralidad con el cumplimiento de los fines constitu-
cionalmente asignados, impide que un militar o policía en situación de actividad pueda asumir
cargos "políticos" –salvo el caso previsto en el artículo 124 de la Constitución– o, que institucional-
mente, pueda adoptar decisiones de orden político (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 53)
[L]a facultad de solicitar el "cese" o "traslado de autoridades", "en caso de negligencia" o "impedi-
mento", transgrede el mandato constitucional de no deliberancia de las Fuerzas Armadas, puesto
que supone que el Comando Político Militar realice una valoración sobre la manera cómo se ejercita
una atribución o competencia que, en principio, no figura entre las labores propias del control del
orden interno. Igualmente es inconstitucional que el Comando Político Militar pueda solicitar el
"nombramiento" de una autoridad política o administrativa, pues ello comporta la realización de un
juicio de valor sobre la idoneidad de un sujeto que, en principio, es ajeno a las Fuerzas Armadas,
para asumir determinadas funciones políticas y administrativas, que tampoco son de su competen-
cia (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 96)

376 Derechos de los oficiales de las Fuerzas Armadas y Policiía Nacional. Vulneración del
principio de reserva judicial por retiro administrativo de grados otorgados
[Los artículos 2, inciso 2.1), 3, 4, 5, incisos 5.1) y 5.2), 6, 7, 8 y 11 de la Ley Nº 26960, v]ulneran el
principio de reserva judicial aplicable a la revisión de resoluciones administrativas que otorgan
grados al personal de la Policía, previsto en el artículo 174 de la Constitución Política, pues con el
procedimiento establecido en dichos dispositivos, la Administración se arroga diversas facultades
que se encuentran vedadas, pues si los grados u honores, remuneraciones y pensiones inherentes a
la jerarquía de oficiales –en este caso de la Policía Nacional– solo pueden retirarse por sentencia
judicial, mal pueden autorizarse, en sede administrativa, y cuando aún no se ha promovido o resuel-
to nada en la vía judicial, mecanismos o trámites de modificación de derechos como los antes
mencionados (Exp. Nº 00004-2000-AI, 09/05/01, P, FJ. 2)

377 Fuerzas Armadas. Finalidad de la administración militar


A diferencia de los órganos de la "administración militar", los órganos de la "jurisdicción militar" no
pueden orientarse, entre otros, por los principios de obediencia y subordinación. En efecto, la "ad-
ministración militar" tiene una importante misión constitucional que se ve reflejada en el artículo
165 de la Constitución que establece que las Fuerzas Armadas tienen como finalidad primordial

175
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

"garantizar la independencia, la soberanía y la integridad territorial de la República" (Exp. Nº 00004-


2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 68)

378 Fuerzas Armadas. Sistema disciplinario como requisito para el cumplimiento de los
fines de las Fuerzas Armadas
[P]ara (...) [el] cumplimiento [de los fines de las fuerzas armadas] se requiere de un indispensable
sistema disciplinario que impone la obediencia y subordinación de los efectivos militares de nivel
inferior respecto de los efectivos militares de nivel superior, de modo tal que se pueda conseguir la
máxima eficacia en la consecución de tales fines constitucionales. Precisamente el cumplimiento
eficaz de estos fines puede justificar que los efectivos militares de nivel inferior vean limitados
determinados derechos fundamentales en un caso concreto (libertades de información, opinión,
expresión y difusión del pensamiento, etc.), no pudiendo actuar autónomamente sino en función de
las órdenes legítimas que un efectivo militar de nivel superior le pueda impartir (Exp. Nº 00004-
2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 68)

379 Participación de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en el desarrollo del país.
Necesidad de estímulo y beneficio
Las Fuerzas Armadas y Policía Nacional son instituciones que coadyuvan al desarrollo sostenible del
país, lo cual motiva la necesidad de un estímulo y un beneficio para tales instituciones (Exp. Nº
00048-2004-PI, 01/04/05, P, FJ. 118)

380 Policía Nacional. Control del orden interno


La ejecución de las labores propias del "control del orden interno", en un estado de normalidad
constitucional, es de competencia de la Policía Nacional del Perú, según dispone el artículo 166 de
la Constitución (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 9)
Con el fin de garantizar, mantener y restablecer el orden interno, conforme al artículo 166 de la
Constitución Política del Perú, la Policía Nacional previene, investiga y combate la delincuencia,
desprendiéndose de ello su capacidad para efectuar los actos necesarios tendientes a obtener datos,
esclareciendo, investigando o realizando pesquisas dentro del marco legal (Exp. Nº 06090-2005-
HC, 29/08/05, S2, FJ. 4)

381 Policía Nacional. Cumplimiento de presupuestos del ordenamiento jurídico en las in-
tervenciones o actuaciones policiales
[T]oda intervención o actuación policial debe ser válidamente realizada, para lo que ha de cumplir
con los presupuestos previstos en el ordenamiento jurídico. Por el contrario, si arbitrariamente
miembros de la Policía Nacional realizan vigilancia domiciliaria injustificada o seguimiento a una
persona por motivos ajenos al esclarecimiento de un hecho delictivo o fundados en un requerimien-
to judicial, su acción estará comprendida en los supuestos proscritos por la Constitución y el orde-
namiento jurídico legal (Exp. Nº 06090-2005-HC, 29/08/05, S2, FJ. 5)

382 Policía Nacional. Dimensiones del orden interno


Fundamentalmente, el orden interno comprende tres aspectos:
a) La seguridad ciudadana (protección de la vida, integridad física y moral, patrimonio, etc.).
b) La estabilidad de la organización política (resguardo de la tranquilidad, quietud y paz pública,
respeto de la autoridad pública).
c) El resguardo de las instalaciones y servicios públicos esenciales (edificaciones públicas e insta-
laciones que cubren necesidades vitales y primarias de la comunidad, tales como el agua, la
energía eléctrica, etc.) (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 8)

176
DERECHO CONSTITUCIONAL .

383 Policía Nacional. Necesidad de personal idóneo


[E]l artículo 166 de la Constitución Política vigente establece que la Policía Nacional tiene por
finalidad fundamental garantizar, mantener y restablecer el orden interno, así como prestar aten-
ción y ayuda a las personas y a la comunidad. Para cumplir con su objeto la institución requiere
contar con personal de conducta intachable y honorable en todos los actos de su vida pública y
privada, que permita no solo garantizar, entre otros, el cumplimiento de las leyes y la prevención,
investigación y combate de la delincuencia, sino también mantener incólume el prestigio institu-
cional y personal (Exp. Nº 03425-2004-AA, 24/01/05, S2, FJ. 4)

384 Policía Nacional. Noción de orden interno


La noción de orden interno es concurrente, complementaria y subsidiaria tanto del orden público
como de la defensa nacional. Consiste en aquella situación de normalidad ciudadana que se acredita
y mantiene dentro de un Estado, cuando se desarrollan las diversas actividades individuales y
colectivas sin que se produzcan perturbaciones o conflictos (...).
Tal concepto hace referencia a la situación de tranquilidad, sosiego y paz dentro del territorio
nacional, la cual debe ser asegurada y preservada por el órgano administrador del Estado para que
se cumpla o materialice el orden público y se afirme la Defensa Nacional (Exp. Nº 00017-2003-AI,
16/03/04, P, FJs.4 y 5)

385 Policía Nacional. Orden interno como sinónimo de orden policial


El orden interno es sinónimo de orden policial, ya que a través de la actividad que este implica se
evita todo desorden, desbarajuste, trastorno, alteración, revuelo, agitación, lid pública, disturbio,
pendencia social, etc., que pudieran provocar individual o colectivamente miembros de la ciudada-
nía. Con ello se preserva la armonía necesaria para alcanzar los fines que la sociedad persigue (Exp.
Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 7)

386 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Alcances de la reserva de ley
[C]uando el artículo 168 de la Constitución refiere que la organización, funciones, especialidades,
preparación, empleo y disciplina de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú, habrán de
ser determinadas por "las leyes y los reglamentos respectivos"; con ello se enfatiza que el ámbito de
los institutos armados y el estatus jurídico de los profesionales de las armas debe ser objeto de una
regulación particular, no en el sentido de conferir privilegios y otorgar inmunidades, sino para
legislar asuntos propios de los institutos armados y policiales (Exp. Nº 02050-2002-AA, 16/04/03,
P, FJ. 4)

387 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Control constitucional de le-
yes y reglamentos
[N]o hay norma jurídica alguna que pueda encontrarse desligada de la Norma Suprema, que es la
que preside, informa y fundamenta la validez de todo el ordenamiento jurídico. Y de esa situación
no se escapan, ni podrían hacerlo, las leyes y reglamentos de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional del Perú (Exp. Nº 02050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 4)
[S]i bien el artículo 168 de la Constitución Política del Perú prevé que la organización, funciones,
especialidades, preparación, empleo y disciplina en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del
Perú, habrán de ser determinadas por "las leyes y reglamentos respectivos"; debe enfatizarse que
dichas disposiciones legales que implican una regulación particular para las instituciones castren-
ses, no pueden, al igual que cualquier norma jurídica, desligarse de la norma suprema, que es la que
preside, informa y fundamenta la validez de todo el ordenamiento jurídico (...).
[S]i bien los miembros de las Fuerzas Armadas se rigen por sus propios estatutos y reglamentos,
ello no significa de ninguna manera que tal normatividad esté desligada de la Constitución del Perú,
ni muchos menos que en ella no se respeten los derechos fundamentales reconocidos por la Carta
Política (Exp. Nº 01238-2004-AA, 16/11/04, P, FJs. 4 y 5)

177
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

388 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. No aplicación de reserva de


ley a la jurisdicción especializada en lo militar
[D]ebe descartarse el sentido interpretativo según el cual el artículo 168 de la Constitución, que
establece que "las leyes y los reglamentos respectivos determinan la organización, las funciones, las
especialidades, la preparación y el empleo; y norman la disciplina de las Fuerzas Armadas y de la
Policía Nacional", posibilitaría que la jurisdicción militar pudiese contar con un estatuto jurídico
desvinculado de los principios que rigen la función jurisdiccional, toda vez que, como es evidente,
la mencionada disposición constitucional está referida exclusivamente a la "administración" militar
y policial, mas no a la "jurisdicción" especializada en lo militar (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06,
P, FJ. 7)

389 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Protección constitucional del
personal policial
[S]i bien los miembros de la Policía Nacional del Perú se rigen por sus propios estatutos y reglamen-
tos, conforme lo establece el artículo 168 de la Constitución Política, ello no significa que estén al
margen de la protección constitucional, pues su propia Ley Orgánica, de conformidad con los prin-
cipios, valores y fines establecidos en el Texto Fundamental de la República, dispone en el numeral
9) de su artículo 36 que son derechos del personal policial "los demás reconocidos por la Constitu-
ción y las Leyes" (Exp. Nº 00090-2004-AA, 05/07/04, P, FJ. 20)

390 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Singularidad del régimen
disciplinario militar y policial
[La] necesidad de que las leyes y reglamentos de la Policía Nacional del Perú y, en general, de las
Fuerzas Armadas, no sean bloques o compartimientos aislados de la Constitución Política del Esta-
do, tampoco quiere decir que el régimen disciplinario militar (...) esté exento de un tratamiento
singular, derivado no solo de la referencia explícita a que las leyes y reglamentos respectivos nor-
men "la disciplina de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional" (artículo 168 de la Constitución),
sino, fundamentalmente, de los principios especiales a los que están sujetos tanto las Fuerzas Ar-
madas como la Policía Nacional del Perú. Y es que el mantenimiento de la disciplina en las relacio-
nes internas de subordinación y supraordenación de un órgano como la Policía Nacional, que se
encuentra estructurado jerárquicamente, impone que los derechos de sus miembros deban sujetar-
se a determinadas singularidades (Exp. Nº 02050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 5)

391 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Regulación a través de regla-
mentos
El artículo 168 de la Constitución (…) no solo alude a que mediante una ley se regulen las materias
que ella señala. También menciona a los reglamentos respectivos. Sin embargo, tal alusión a los
reglamentos no puede entenderse en el sentido de que estos tengan el mismo rango que las leyes
para diseñar el ordenamiento jurídico de las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional del Perú. (...)
[T]al capacidad para regular, mediante reglamento, lo concerniente a la organización, funciones,
especialidades, preparación, empleo y disciplina de tales institutos armados, ha de ser secum le-
gem; esto es, completando lo que en las leyes correspondientes se establezca (Exp. Nº 02050-2002-
AA, 16/04/03, P, FJ. 4)

392 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Reserva de ley


El artículo 168 de la Constitución preceptúa que "las leyes y los reglamentos respectivos determi-
nan la organización, las funciones, las especialidades, la preparación y el empleo; y norman la
disciplina de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú". Mediante dicha disposición, la
Constitución ha establecido una reserva de ley para la regulación de todo lo que concierne a la
organización, funciones, especialidades, preparación, empleo y disciplina de las Fuerzas Armadas y
de la Policía Nacional del Perú. Lo que quiere decir que la Constitución ha encomendado al legisla-
dor ordinario para que por medio de una ley ordinaria o una norma con rango de ley, que cuente
necesariamente con alguna forma de intervención parlamentaria en su gestión (v. gr. a través del

178
DERECHO CONSTITUCIONAL .

decreto legislativo) regule las materias a las que se ha hecho referencia (Exp. Nº 02050-2002-AA,
16/04/03, P, FJ. 4)

393 Subordinación al poder constitucional de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Al-
cances
Esta norma garantista [artículo 169 de la Constitución] implica que estando las Fuerzas Armadas
sometidas al poder constitucional, cualquier decisión que este último pueda adoptar no requiere la
opinión, el pronunciamiento o aprobación de aquellas. Por cierto, ello no quiere decir que dichos
institutos no puedan hacer llegar al Presidente de la República sus puntos de vista o sus opiniones
sobre determinados problemas nacionales, cuando así se les requiera, pero dicho criterio institu-
cional no obliga ni vincula al Presidente de la República o al Gobierno (Exp. Nº 00017-2003-AI,
16/03/04, P, FJ. 48)
[E]l artículo 39 de la Constitución dispone que el Presidente de la República tiene la más alta
jerarquía en el servicio de la Nación. Por su parte los artículos 137 y 118 inciso 14 de la misma
Norma Suprema establecen que el Presidente de la República es el Jefe Supremo de las Fuerzas
Armadas y de la Policía Nacional y que organiza, distribuye y dispone el empleo de las Fuerzas
Armadas y de la Policía Nacional. Entonces, si al Presidente de la República le corresponde la más
alta jerarquía en el servicio de la Nación, es claro que sus subordinados también sirven a la Nación
(Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P, FJ. 13)

394 Subordinación al poder constitucional de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Dis-
tinción de la subordinación al poder civil
Desde un punto de vista constitucional, la subordinación al "poder constitucional" no es lo mismo
que la subordinación al "poder civil". Este último no existe desde una perspectiva estrictamente
jurídico-constitucional, aun cuando tiene sustento desde un punto de vista sociológico.
El artículo 169 (...) de la Constitución es claro cuando señala que esa subordinación es respecto al
"poder constitucional" que, en este contexto, quiere indicar sometimiento al "orden público consti-
tucional" representado por la Constitución Política del Perú y el sistema material de valores que
consagra (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 50)

395 Subordinación al poder constitucional de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Fi-
nalidad
[L]a subordinación de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional al poder constitucional pretende
asegurar la sujeción de estas a la Constitución y, por mandato de ella, a la jefatura suprema del
Presidente de la República, con el fin de sustraer a los "profesionales de las armas" de las veleidades
de la vida política nacional y evitar su politización institucional, es decir, permitir que ellas puedan
servir objetivamente al cumplimiento de los fines que la Constitución les asigna, al margen de los
intereses particulares de los gobiernos de turno o los suyos propios, sean estos corporativos o
privados (...).
[C]on (...) [la] subordinación al poder constitucional, y el establecimiento de una serie de garantías
constitucionales, como la prohibición del ejercicio del derecho de petición en forma colectiva, la
Norma Suprema asegura no solo la objetividad y neutralidad con (y en) el cumplimiento de los fines
constitucionalmente asignados, sino también la "apoliticidad" de los institutos castrenses y policia-
les (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJs. 49 y 52)

396 Uso y posesión de armas de guerra. Reglamentación de fabricación, comercio, pose-


sión y uso por particulares de armas que no son de guerra
[L]a propia Constitución declara en su artículo 175, tercer párrafo, que la ley reglamenta la fabrica-
ción, el comercio, la posesión y el uso, por los particulares, de armas distintas de las de guerra. En
ese sentido, la obligación contenida en el [R]eglamento [de Servicios de Seguridad Privada de que
los contratos de prestación de los distintos servicios de seguridad se consignen por escrito, con
arreglo a la normatividad vigente y se comuniquen a la DISCAMEC con una antelación mínima de

179
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

tres (3) días a la instalación de tales servicios] no es sino una pauta sustentada en la propia norma
constitucional, y también en la Ley Nº 25054, que define la fabricación, comercio, posesión y uso,
por particulares, de armas y municiones que no son de guerra. Por consiguiente, encontrándose
limitada la posesión de armas, la autoridad competente debe disponer de la información necesaria
para cumplir funciones que le competen de acuerdo con sus atribuciones (Exp. Nº 05190-2005-AA,
26/08/05, S1, FJ. 5)

GOBIERNO USURPADOR

397 Gobierno usurpador. Aplicación ultractiva de Constitución de 1979


[S]i bien ahora se encuentra vigente la Constitución de 1993, ello no impide que contra los golpis-
tas (...) y sus funcionarios se aplique ultraactivamente el artículo 307 de la Constitución de 1979 [el
que señalaba que la Constitución no perdía su vigencia ni podía ser modificada si es que no se
seguía el procedimiento de reforma allí previsto], [si] en el momento en que se cometieron tan
luctuosos acontecimientos y hasta el 31 de diciembre de 1993, dicha Constitución se encontraba en
vigencia, y, por lo tanto, ella es perfectamente aplicable para el juzgamiento de todos aquellos que
participaron en la demolición de la institucionalidad democrática de nuestro país (Exp. Nº 0014-
2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 52)

398 Gobierno usurpador. Decretos leyes


[Respecto a los decretos leyes, s]u expedición se realiza cada vez que se ha quebrado el orden
constitucional, esto es, bajo un régimen de facto. Son normas que se introducen con violación del
ordenamiento señalado en la Constitución. Es decir, se trata de actos de gobierno que, por su propia
naturaleza, son dictados en oposición a las normas constitucionales que disciplinan el ejercicio de la
función legislativa (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 6)
Los Decretos Leyes aluden a disposiciones de naturaleza jurídica sui géneris dictadas por un poder
de facto que ha reunido para sí –contra lo establecido en el ordenamiento constitucional– las funcio-
nes parlamentarias y ejecutivas. Se trata de disposiciones surgidas de la voluntad de operadores del
órgano ejecutivo que carecen de título que los habilite para ejercer la potestad legislativa, las
mismas que, con prescindencia de las formalidades procesales establecidas en la Constitución,
regulan aspectos reservados a la ley. Son, pues, expresiones normativas de origen y formalidad
espurios, que, empero, se encuentran amparadas en la eficacia de una acción de fuerza (Exp.
Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 9)

399 Gobierno usurpador. Inaplicación de teoría de la caducidad de los decretos leyes


La teoría de la caducidad –que plantea que una vez restaurado el Estado de Derecho, dichas normas
[decretos leyes] dejan ipso facto de tener vigencia– no ha tenido aceptación en nuestro país; al
extremo de haber sido utilizada una sola vez, a través de la ley del 20 de diciembre de 1895, que
declaró inexistentes los actos gubernativos y las leyes aprobadas durante el periodo 1894-1895
(Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 12)

400 Gobierno usurpador. Teoría de la continuidad de los decretos leyes


Según la teoría de la continuidad, los Decretos Leyes perviven o mantienen su vigencia –surtiendo
todos los efectos legales– no obstante producirse la restauración del Estado de Derecho. Estos solo
perderán vigencia en caso de que el Congreso posterior a un gobierno de facto dicte leyes que los
abroguen, modifiquen o sustituyan, según el caso.
Esta teoría se sustenta en la necesidad de preservar uno de los fines básicos del derecho: la seguri-
dad jurídica. En el caso de los Decretos Leyes, dicho fin implica resguardar el desenvolvimiento de
la vida cotidiana y la de los bienes jurídicos (vida, propiedad, honor, etc.) que se encuentran ampa-
rados por ellos, sin mengua de reconocer que este amparo haya sido establecido de manera no
formal (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 13)

180
DERECHO CONSTITUCIONAL .

[D]urante el interregno del Estado de Derecho –como consecuencia de la imposición de un gobierno


de facto– surgen inevitablemente relaciones interpersonales reguladas por Decretos Leyes. No aceptar
la continuidad de la vigencia sui géneris de estos, sería abrir un largo, oscuro e inestable "paréntesis
jurídico" que dejaría en la orfandad al cúmulo de beneficios, facultades, derechos o prerrogativas
nacidos de dicha legislación, así como también quedarían privados de exigencia las cargas públicas,
deberes, responsabilidades, penalidades, etc., que el Estado hubiese establecido en su relación con
los ciudadanos. Desde ambas perspectivas –la ciudadanía y la organización estatal–, se perpetraría
un inmenso perjuicio para la vida coexistencial y la normal marcha del cuerpo político (Exp. Nº
0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 14)

401 Gobierno usurpador. Teoría de la revisión de los decretos leyes


[L]la teoría de la revisión plantea que una vez restaurado el Estado de Derecho, los Decretos Leyes
deben ser objeto de un examen de vigencia. Para tal efecto, el Congreso de la República se pronun-
cia por el mantenimiento o no en el sistema jurídico (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 16)

IDENTIDAD CULTURAL

402 Derecho a usar el propio idioma. Ausencia de intérprete en investigación preliminar


no cuestiona proceso penal
[E]s pertinente anotar que no puede pretenderse que se deje sin efecto todo un proceso penal en
razón de una presunta irregularidad [como es la falta de traductor del procesado extranjero] come-
tida en la fase de investigación preliminar. Ello es así, fundamentalmente porque el acto que se
cuestiona, si bien forma parte de la actividad probatoria, no constituye un acto de prueba, sino de
investigación. Este, a diferencia de aquel, no permite fundamentar una condena (...). La condena se
apoya en actos de prueba, los cuales se presentan básicamente en el juicio oral, acto procesal
respecto del cual el demandante no ha argüido la falta de un intérprete (Exp. Nº 08811-2005-HC,
29/11/05, S1, FJ. 2)

403 Identidad cultural. Cambio de lugar de monumento


[S]i bien existe relación entre el valor histórico y cultural del monumento (...) por lo que este
representa, y el derecho a la identidad cultural invocado (...); sin embargo, no está demostrado que
el cambio de lugar del monumento constituya amenaza o violación de este o de los demás derechos
constitucionales invocados (Exp. Nº 0872-1999-AA, 057/07/00, P, FJ. 6)

404 Identidad cultural. Contenido


[E]l derecho a la identidad cultural está contenido en el artículo 2 inciso 19) de la Constitución
Política del Estado, el mismo que establece que toda persona tiene derecho a "(...) su identidad
étnica y cultural. El Estado reconoce y protege la pluralidad étnica y cultural de la Nación (...)",
concordada tal disposición con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el que se
reconoce el derecho de las personas a tener su propia vida, y cultura, con todas sus manifestaciones,
a profesar y practicar su propia religión, a emplear su propio idioma y a cultivarlos procurando la
coexistencia de diversas culturas y el desarrollo de los pueblos en forma pacífica (Exp. Nº 0872-
1999-AA,057/07/00, P, FJ. 4)

405 Identidad étnica y cultural. Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural


El inciso 19 del artículo 2 de la Constitución, reconoce el derecho fundamental de toda persona: "A
su identidad étnica y cultural. El Estado reconoce y protege la pluralidad étnica y cultural de la
Nación". De esta forma, el Constituyente ha proyectado en la Constitución formal un elemento
esencial de la Constitución material de la Nación peruana: su multiculturalismo y plurietnicidad. Se
trata de una concreción del principio de Estado social y democrático de derecho, establecido en el
artículo 43 de la Constitución (Exp. Nº 0020-2005-AI y acumulados, 27/09/05, P, FJ. 99)

181
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

406 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Calificación de espectáculos públicos


El contenido de un espectáculo para que sea considerado como "cultural" debe estar estrechamente
vinculado con los usos y costumbres que comparte la comunidad nacional, regional o local y que
estén vigentes al momento de realizar tal calificación (artículo 2, inciso 19 de la Constitución). En
caso de existir conflicto entre los valores de las diferentes comunidades –nacional, regional o local–
, deberá considerarse aquellos usos y costumbres que se encuentren en el ámbito más cercano a los
ciudadanos que se beneficiarán con la exposición de tales actividades (Exp. Nº 0042-2004-AI,
13/04/05, P, FJ. 21.a)

407 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Comunidades campesinas y nativas


[L]a Constitución reconoce la existencia legal de las comunidades campesinas y nativas, así como su
personería jurídica (artículo 88 de la Constitución); además, impone al Estado la obligación de
respetar su identidad cultural (artículo 89 de la Constitución). Pero también debe reconocer la
existencia de poblaciones afroperuanas y de otras tradicionalmente arraigadas en el Perú (Exp.
Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 1)

408 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Dimensión emocional de la Consti-


tución
[La] perspectiva social que la Constitución otorga a la persona humana, permite (...) afirmar que la
Constitución no solo es ratio, sino también emotio. Esto quiere decir que, si bien las constituciones
democráticas han presupuesto personas racionales y dispuestas a hacer armonizar sus legítimos
intereses con los de los demás, no podemos negar esa dimensión emocional o "irracional" que es
también inherente a su naturaleza. Es precisamente en atención a esta dimensión emocional que la
Constitución reconoce las diversas manifestaciones culturales que realizan las personas ya sea
individualmente o como miembros de una comunidad más amplia y diversa culturalmente (Exp. Nº
0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 2)

409 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Modificación del Himno Nacional


[L]as normas constitucionales [de los artículos 2, 17, 21 y 89 de la Constitución] imponen al legis-
lador el deber de promover la integración nacional, honrar al Perú, proteger los intereses naciona-
les, reconocer y proteger nuestra pluralidad étnica y cultural como Nación y proteger el legado
histórico de todas las culturas de las que somos herederos, cuando en el legítimo ejercicio de sus
competencias, y en representación del pueblo peruano, considere establecer o modificar el Himno
Nacional (Exp. Nº 0044-2004-AI 18/05/05, P, FJ. 39)

410 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Obligación estatal


[E]l hecho que la Constitución de 1993 reconozca el derecho fundamental de las personas a su
identidad étnica y cultural, así como la pluralidad de las mismas, supone que el Estado social y
democrático de Derecho está en la obligación de respetar, reafirmar y promover aquellas costum-
bres y manifestaciones culturales que forman parte de esa diversidad y pluralismo cultural, pero
siempre que ellas se realicen dentro del marco de respeto a los derechos fundamentales, los princi-
pios constitucionales y los valores superiores que la Constitución incorpora, tales como la dignidad
de la persona humana (artículo 1 de la Constitución), la forma democrática de Gobierno (artículo
43) y la economía social de mercado (artículo 58) (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 2)

411 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Sociedad heterogénea


El enfoque social de la persona humana se condice con el hecho que, en el Estado peruano, los
ciudadanos pertenecen a una sociedad que es heterogénea tanto en sus costumbres como en sus
manifestaciones culturales. Por ello, la Constitución de 1993 ha reconocido a la persona humana
como miembro de un Estado multicultural y poliétnico; de ahí que no desconozca la existencia de
pueblos y culturas originarios y ancestrales del Perú (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 1)

182
DERECHO CONSTITUCIONAL .

412 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Tolerancia y respeto de la diversidad


En el principio democrático residen valores constitucionales como el pluralismo, la tolerancia y el
respeto por la costumbre, idiosincrasia y cosmovisión ajena. En tal sentido, el hecho de que por
efecto de la diversidad cultural constitucionalmente reconocida, diversos rasgos espirituales y ma-
teriales se concreticen en grupos minoritarios, no puede ser razón válida para desconocer o, peor
aún, menoscabar sus legítimas manifestaciones. Por el contrario, cuando al acto apoyado en el
principio mayoritario acompaña el avasallamiento, este pierde su valor de neutralidad, y prevalecen
lo valores contramayoritarios de la Constitución, como la igualdad (inciso 2 del artículo 2) y el
pluralismo (inciso 19 del artículo 2, artículo 43 y artículo 60) para recomponer el equilibrio consti-
tucional del que el poder tiende a desvincularse (Exp. Nº 0020-2005-AI y acumulados, 27/09/05, P,
FJ. 100)

IGUALDAD ANTE LA LEY

413 Igualdad. Concepto


[L]a cláusula de igualdad, del inciso 2) del artículo 2 de la Constitución, no contiene un mandato de
trato igual a todos, no importando las circunstancias en las que se encuentren, sino una exigencia
de trato igualitario si se encuentra en una situación análoga, y de trato desigualitario si no se está
en igualdad de condiciones. Detrás de esta última exigencia –también se ha dicho–, para que un
trato diferenciado no resulte lesivo de la cláusula de la igualdad es preciso que este se sustente en
razones objetivas y razonables, quedando proscrito, por tanto, cualquier tratamiento diferenciado
que solo se sustente en razones subjetivas, como el sexo de una persona, su raza, opción política,
religiosa, idioma, origen, opinión, condición económica o de cualquier otra índole (Exp. Nº 3360-
2004-AA, 30/11/05, S2, FJ. 14)
Es constante la línea jurisprudencial del Tribunal Constitucional según la cual, la cláusula de igual-
dad prevista en el artículo 2°2 de la Constitución, no implica el derecho a un tratamiento "unifor-
me", esto es, que no supone un principio de protección frente al trato diferenciado sino, tan solo,
frente al discriminatorio, entendido este como aquel juicio de distinción que no se sustenta en base
razonable, objetiva y concretamente verificable (Exp. Nº 0001-2004-AI, 27/09/04, P, FJ. 47)

414 Igualdad. Como derecho


La igualdad como derecho fundamental está consagrada por el artículo 2 de la Constitución de
1993, de acuerdo al cual: "(...) toda persona tiene derecho (...) a la igualdad ante la ley. Nadie debe
ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o
de cualquiera otra índole". Contrariamente a lo que pudiera desprenderse de una interpretación
literal, estamos frente a un derecho fundamental que no consiste en la facultad de las personas para
exigir un trato igual a los demás, sino a ser tratado de igual modo a quienes se encuentran en una
idéntica situación (Exp. Nº 0048-2004-PI, 01/04/05, P, FJ. 59)
[E]l derecho a la igualdad se constituye, prima facie, en aquel derecho que obliga, tanto a los
poderes públicos como a los particulares, a encontrar un actuar paritario con respecto a las personas
que se encuentran en las mismas condiciones o situaciones, así como a tratar de manera desigual a
las personas que estén en situaciones desiguales, debiendo dicho trato dispar tener un fin legítimo,
el mismo que debe ser conseguido mediante la adopción de la medida más idónea, necesaria y
proporcional (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 118)

415 Igualdad. Como principio


Como [principio la igualdad] (...) comporta que no toda desigualdad constituye necesariamente
una discriminación, pues no se proscribe todo tipo de diferencia de trato en el ejercicio de los
derechos fundamentales; la igualdad solamente será vulnerada cuando el trato desigual carezca
de una justificación objetiva y razonable. La aplicación, pues, del principio de igualdad, no
excluye el tratamiento desigual; por ello, no se vulnera dicho principio cuando se establece una

183
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

diferencia de trato, siempre que se realice sobre bases objetivas y razonables (Exp. Nº 0048-2004-
AI, 01/04/05, P, FJ. 61)
El principio de igualdad proscribe la posibilidad de que el legislador otorgue idéntico tratamiento a
dos instituciones sustancialmente distintas, sin base objetiva y razonable que justifique su decisión
(Exp. Nº 0019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 25)

416 Igualdad. Como principio y derecho


La igualdad ante la ley es un principio constitucional a la vez que un derecho subjetivo que garan-
tiza el trato igual de los iguales y el desigual de los desiguales (Exp. Nº 0649-2002-AA, 20/08/02,
P, FJ. 6)
[D]ebe advertirse que el artículo 2, inciso 2 de nuestra Constitución consagra, a su vez, el principio
de igualdad y el derecho a la igualdad. La igualdad, en tanto principio, es uno de los pilares del
orden constitucional que permite la convivencia armónica en sociedad. Por su parte, la igualdad, en
tanto derecho, implica una exigencia individualizable que cada persona puede oponer frente al
Estado para que este lo respete, proteja o tutele (Exp. Nº 0606-2004-AA, 28/06/04, S2, FJ. 9)
[L]a igualdad es un principio-derecho que instala a las personas, situadas en idéntica condición, en
un plano de equivalencia. Ello involucra una conformidad o identidad por coincidencia de naturale-
za, circunstancia, calidad, cantidad o forma, de modo tal que no se establezcan excepciones o privi-
legios que excluyan a una persona de los derechos que se conceden a otra, en paridad sincrónica o
por concurrencia de razones (Exp. Nº 3533-2003-AA, 12/10/04, S1, FJ. 4)
En cuanto principio, constituye el enunciado de un contenido material objetivo que, en tanto compo-
nente axiológico del fundamento del ordenamiento constitucional, vincula de modo general y se
proyecta sobre todo el ordenamiento jurídico. En cuanto derecho fundamental, constituye el reco-
nocimiento de un auténtico derecho subjetivo, esto es, la titularidad de la persona sobre un bien
constitucional, la igualdad, oponible a un destinatario. Se trata del reconocimiento de un derecho a
no ser discriminado por razones proscritas por la propia Constitución (origen, raza, sexo, idioma,
religión, opinión, condición económica) o por otras ("motivo" "de cualquier otra índole") que, jurídi-
camente, resulten relevantes.
En cuanto constituye un derecho fundamental, el mandato correlativo derivado de aquél, respecto
a los sujetos destinatarios de este derecho (Estado y particulares), será la prohibición de discrimina-
ción. Se trata, entonces, de la configuración de una prohibición de intervención en el mandato de
igualdad (Exp. Nº 0045-2004-PI, 29/10/2005, P, FJ. 20)

417 Igualdad. Concepto de diferenciación


El principio de igualdad no impide al operador del derecho determinar, entre las personas, distincio-
nes que expresamente obedezcan a las diferencias que las mismas circunstancias prácticas estable-
cen de manera indubitable (...).
Un texto normativo es coherente con los alcances y el sentido del principio de igualdad, cuando su
imperio regulador se expande a todas las personas en virtud de no acreditar ningún atisbo de
discriminación; y cuando, luego de satisfacer dicha prioridad, adjudica beneficios o castigos diferen-
ciadamente, a partir de rasgos distintivos relevantes. En ese mismo contexto, es igualmente acep-
table para el derecho que la pauta basilar de la igualdad esté subordinada al desarrollo pleno de
otros principios constitucionales, valorados como de superior jerarquía en específicas y concretas
circunstancias.
La existencia de una diferente regulación normativa o de un trato distinto, derivado de la interpre-
tación-aplicación de la ley, deben ser apreciadas en relación con la finalidad y los efectos de la
medida legal adoptada sobre la materia. El establecimiento de una diferenciación jurídica ha de
perseguir un resultado jurídico legítimo, a la luz de la moral y los valores del derecho.
A mayor abundamiento, la finalidad debe ser concreta, palpable y verificable en sus consecuencias
efectivas.

184
DERECHO CONSTITUCIONAL .

La diferenciación debe perseguir una intencionalidad legítima, determinada, concreta y específica,


cuyo fin sea la consecución o aseguramiento de un bien o valor constitucional, o de un bien o valor
constitucionalmente aceptable. Es decir, deberá asentarse en una justificación objetiva y razonable,
de acuerdo con certeros juicios de valor generalmente aceptados. En ese sentido, no cabe hablar
válidamente de un proceso diferenciador de trato, cuando este se basa en supuestos de hecho o en
situaciones subjetivas.
La diferenciación implica una relación efectiva entre el trato desigual que se establece, el supuesto
de hecho y la finalidad que se persigue alcanzar (Exp. Nº 0261-2003-AA, 26/03/03, S2, FJ. 3.2)

418 Igualdad. Concepto de discriminación


La discriminación es (...) el trato diferenciado que se da a una persona por determinadas cuestiones,
lo que imposibilita su acceso a oportunidades esenciales a las que otros, en su misma condición
tienen derecho (Exp. Nº 0090-2004-AA, 05/07/04, P, FJ. 43)

419 Igualdad. Diferenciación en las tarifas de transporte público


A la luz del principio de idoneidad o adecuación, debe analizarse si con el establecimiento de los
pases libres y pasajes diferenciados, se persigue un fin constitucionalmente legítimo y si, para ello,
dicha medida es idónea. (...) [N]o cabe duda que la norma persigue objetivos constitucionales legí-
timos; esto es, se busca concretar el mandato de los artículos 44 y 59 que declaran que: "(...) El
Estado promueve el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y
equilibrado de la nación (...)"; "(...)El Estado brinda oportunidades de superación a los sectores que
sufren cualquier desigualdad (...)" (Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 64)
La Constitución reconoce un resguardo especial a aquellos casos que presumiblemente generan las
mayores causas de trato discriminatorio (artículo 2.2 Constitución); en nuestro ordenamiento jurí-
dico, la revisión de la legislación en materia de transporte urbano e interurbano da cuenta de que
existe un tradicional reconocimiento a determinados sectores de la población (estudiantes, bombe-
ros y policías), que por circunstancias económicas y sociales, necesitan mayores facilidades por
parte del Estado para acceder al servicio (Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 65)

420 Igualdad. Discernimiento entre diferenciación y discriminación


[Debe hacerse] el adecuado discernimiento entre dos categorías jurídico-constitucionales, a saber,
diferenciación y discriminación. En principio, debe precisarse que la diferenciación está constitu-
cionalmente admitida, atendiendo a que no todo trato desigual es discriminatorio; es decir, se
estará frente a una diferenciación cuando el trato desigual se funde en causas objetivas y razona-
bles. Por el contrario, cuando esa desigualdad de trato no sea ni razonable ni proporcional, estare-
mos frente a una discriminación y, por tanto, frente a una desigualdad de trato constitucionalmente
intolerable (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 62)
En principio, debe precisarse que la diferenciación está constitucionalmente admitida, atendiendo a
que no todo trato desigual es discriminatorio; es decir, se estará frente a una diferenciación cuando
el trato desigual se funde en causas objetivas y razonables. Por el contrario, cuando esa desigualdad
de trato no sea ni razonable ni proporcional, estaremos frente a una discriminación y, por tanto,
frente a una desigualdad de trato constitucionalmente intolerable (Exp. Nº 0034-2004-AI, 15/02/05,
P, FJ. 56)

421 Igualdad. Discriminación positiva


[E]l Estado en algunas oportunidades promueve el trato diferenciado de un determinado grupo
social, otorgándoles ventajas, incentivos o, en general, tratamientos más favorables. Esto es lo que
en doctrina constitucional se conoce como "discriminación positiva o acción positiva –affirmative
action–". La finalidad de esta acción afirmativa no es otra que compensar jurídicamente a grupos
marginados económica, social o culturalmente; persigue, pues, que dichos grupos puedan superar
la inferioridad real en la que se encuentran con acciones concretas del Estado (Exp. Nº 0048-2004-
AI, 01/04/05, P, FJ. 63)

185
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

422 Igualdad. Doble dimensión como derecho


El derecho de igualdad, a su vez, tiene dos dimensiones: formal y material. En su dimensión formal,
impone una exigencia al legislador para que este no realice diferencias injustificadas; pero también
a la administración pública y aun a los órganos de la jurisdicción, en el sentido de que la ley no
puede aplicarse en forma desigual frente a supuestos semejantes (igualdad en la aplicación de la
ley) (Exp. Nº 0606-2004-AA, 28/06/04, S2, FJ. 10)
En su dimensión material, el derecho de igualdad supone no solo una exigencia negativa, es decir la
abstención de tratos discriminatorios; sino, además, una exigencia positiva por parte del Estado,
que se inicia con el reconocimiento de la insuficiencia de los mandatos prohibitivos de discrimina-
ción y la necesidad de equiparar situaciones, per se, desiguales. Tratar igual a los iguales y desigual
a los desiguales, pues, no se traduce en el derecho a ser objeto del mismo trato, con independencia
del contexto o la circunstancias en las que un sujeto se encuentre, sino a que se realice un trata-
miento diferenciado si es que dos sujetos no se encuentran en una situación igual. Por tanto, el
problema es determinar qué tratos diferenciados son constitucionalmente admisibles, lo que deberá
de analizarse en cada caso concreto conforme al test de razonabilidad y proporcionalidad (Exp. Nº
0606-2004-AA, 28/06/04, S2, FJ. 11)

423 Igualdad. Doble faceta


Constitucionalmente, el derecho a la igualdad tiene dos facetas: igualdad ante la ley e igualdad en
la ley. La primera de ellas quiere decir que la norma debe ser aplicable por igual a todos los que se
encuentren en la situación descrita en el supuesto de la norma; mientras que la segunda implica
que un mismo órgano no puede modificar arbitrariamente el sentido de sus decisiones en casos
sustancialmente iguales, y que cuando el órgano en cuestión considere que debe apartarse de sus
precedentes, tiene que ofrecer para ello una fundamentación suficiente y razonable (Exp. Nº 0048-
2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 60)
El principio-derecho de igualdad, a su vez, distingue dos manifestaciones relevantes: la igualdad en
la ley y la igualdad en la aplicación de la ley. La primera manifestación (igualdad en la ley) constitu-
ye un límite para el Legislador, en tanto la actividad de legislar deberá estar encaminada a respetar
la igualdad, encontrándose vedado establecer diferenciaciones basadas en criterios irrazonables y
desproporcionados. En otros términos, el actuar del legislador tiene como límite el principio de
igualdad, en tanto que dicho principio le exige que las relaciones y situaciones jurídicas determina-
das que vaya a determinar deban garantizar un trato igual y sin discriminaciones (Exp. Nº 0004-
2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 123)
Respecto de la segunda manifestación: la igualdad en la aplicación de la ley, si bien esta segunda
manifestación del principio de igualdad no será examinada en el presente caso, cabe mencionar, de
modo referencial, que se configura como límite al actuar de órganos públicos, tales como los juris-
diccionales y administrativos. Exige que estos órganos, al momento de aplicar la ley, no deban
atribuir una consecuencia jurídica a dos supuestos de hecho que sean sustancialmente iguales. En
otros términos, la ley debe ser aplicada de modo igual a todos aquellos que estén en la misma
situación, sin que el aplicador pueda establecer diferencia alguna en razón de las personas o de
circunstancias que no sean las que se encuentren presentes en la ley (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/
06, P, FJ. 124)

424 Igualdad. En la aplicación de la ley


Aunque se haya alegado la violación del derecho de igualdad ante la ley, lo cierto es que no es tal
dimensión clásica del derecho de igualdad la que aquí interesa, a efectos de dilucidar el fondo de la
controversia; es decir, el problema que ahora este Tribunal tiene que resolver no versa sobre un
tópico en el que el legislador, mediante la ley, haya introducido un tratamiento diferenciado, sin
base objetiva y razonable, que pese sobre el recurrente, sino, en realidad, su aplicación en forma
diferenciada. Esto es, una eventual violación del "derecho de igualdad en la aplicación de la ley".
El derecho de igualdad, en efecto, no solo se proyecta prohibiendo tratamientos diferenciados, sin
base objetiva y razonable, en el contenido normativo de una fuente formal del derecho, sino tam-

186
DERECHO CONSTITUCIONAL .

bién en el momento de su aplicación. Ella se ha de aplicar por igual a cuantos se encuentren en una
misma situación, quedando proscritas, por tanto, diferenciaciones basadas en condiciones persona-
les o sociales de sus destinatarios, salvo que estas se encuentren estipuladas en la misma norma.
Impone, pues, una obligación a todos los órganos públicos de no aplicar la ley de una manera
distinta a personas que se encuentren en casos o situaciones similares. Esta dimensión del derecho
a la igualdad vincula, esencialmente, a los órganos administrativos y jurisdiccionales, los que son
los llamados a aplicar las normas jurídicas (Exp. Nº 1279-2002-AA, 18/12/03, S1, FJ. 2)
Independientemente de cualquier consideración relacionada con el respeto de este derecho en el
ámbito jurisdiccional, (...) [debe considerarse que] en sede administrativa, el derecho a la igualdad
en la aplicación de la ley exige que un mismo órgano administrativo, al aplicar una misma ley, o una
disposición de una ley, no lo haga de manera diferenciada o basándose en condiciones personales o
sociales de los administrados. Se prohíbe, así, la expedición por un mismo órgano administrativo de
actos o resoluciones administrativas arbitrarias, caprichosas y subjetivas, carentes de una base
objetiva y razonable que la legitime. Dicha dimensión del derecho de igualdad jurídica se encuen-
tra, como es obvio, directamente conectado con el principio de seguridad jurídica que este Tribunal
Constitucional ha proclamado como un principio implícito de nuestro ordenamiento constitucional
(Exp. Nº 1279-2002-AA, 18/12/03, S1, FJ. 3)
Para que se genere una violación del derecho de igualdad en la aplicación de la ley, aparte de la
necesidad de que se trate de un mismo órgano administrativo que los haya expedido, es preciso que
exista una sustancial identidad entre los supuestos de hecho resueltos por el órgano administrativo
en forma contradictoria. Tal identidad de los supuestos de hecho, desde luego, no tiene por qué ser
plena. Basta que existan suficientes elementos comunes como para considerar que los supuestos de
hecho enjuiciados son jurídicamente iguales y que, por tanto, debieron merecer una misma aplica-
ción de la norma.
Asimismo, la aludida vulneración requeriría que el tertium comparationis que se ofrezca, exprese
una "línea constante" de comprensión y aplicación de la norma, de modo que el juicio de invalidez
sobre el acto o resolución administrativa sea consecuencia de que, en el caso concreto, el aparta-
miento de la "línea constante" sea expresión de un mero capricho. Ese tertium comparationis, por
cierto, puede comprender casos sustancialmente análogos resueltos con anterioridad al acto o reso-
lución administrativa que se impugne. Y, finalmente, es preciso que no exista una fundamentación
adecuada que justifique la variación del criterio interpretativo, pues es claro que el apartamiento de
la "línea constante" de interpretación y aplicación de una norma a un supuesto fáctico sustancial-
mente igual, puede legítimamente provenir de que judicialmente se haya declarado su invalidez, o
de que se haya decidido apartarse del precedente administrativo por los órganos competentes (or-
dinal 2.8 del artículo V del Título Preliminar de la Ley del Procedimiento Administrativo General)
(Exp. Nº 1279-2002-AA, 18/12/03, S1, FJ. 4)

425 Igualdad. En la ley


[D]esde la perspectiva de quien se considera afectado en su derecho a la igualdad "en la ley", no
basta alegar la existencia de una determinada circunstancia que lo asemeja a quien pretende utili-
zar como término de comparación, sino que es necesario incidir en la ausencia de un criterio razo-
nable que permita diferenciarlos en atención a la materia que es regulada por la norma; y, desde la
perspectiva de quien considera legítima una determinada diferenciación legal, no bastará incidir en
un criterio accesorio o inocuo de distinción, sino en la existencia de una diferencia objetiva y esen-
cial a la luz de la materia regulada por la norma (Exp. Nº 0001-2004-AI, 27/09/04, P, FJ. 47)
Al tratarse de una simple opción prevista en la norma, no existe posibilidad de vulneración del
derecho a la "igualdad en la ley", toda vez que tal afectación únicamente podría presentarse en los
supuestos en los que el trato diferenciado se proyecte como una imposición surgida desde la
misma ley y no en circunstancias en que, como en el presente caso, la ley se limita a regular un
procedimiento cuya utilización queda a discreción del particular (Exp. Nº 0009-2004-AI, 02/08/04,
P, FJ. 13)

187
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

426 Igualdad. En el ámbito jurisdiccional


[S]i bien resulta incuestionable que la Sala (...) tiene la facultad para variar los criterios de su propia
jurisprudencia (...) no es menos cierto que para optar por dicha alternativa se necesita (...) explicar
las razones de hecho y de derecho en que sustenta tal cambio de criterio; (...). [Entonces], la Sala
emplazada, no obstante tramitar dos procesos en forma simultánea, donde el petitorio es el mismo,
al igual que la naturaleza de las partes que en ellos participan, no ha debido adoptar fórmulas
diferenciadas, pues tal proceder lesiona el principio de igualdad, el cual queda[ría] sometido a una
discrecionalidad judicial donde los principios constitucionales no tienen ningún referente objetivo;
(...) considerada la sentencia cuestionada dentro de un contexto como el descrito, es evidente que
su emisión rompe la estructura de lo que constituye un proceso justo o debido (Exp. Nº 1975-2002-
AA, 27/01/03, S2, FJ. 3)

427 Igualdad. Juicio de razonabilidad


[L]a razonabilidad aparece como una exigencia de fundamento, de una razón o base que justifique el
tratamiento diferente. Aquí, el tratamiento diferente aparece como un medio para la prosecución de
una finalidad (Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 23)

428 Igualdad. Pasos a seguir en el test de igualdad


Con la finalidad de evaluar si una medida limitativa de derechos o principios constitucionales resul-
ta conforme con el principio-derecho de igualdad establecido en la Norma Fundamental, es necesa-
rio someter esta medida a una evaluación estructurada en distintos pasos. Dicha evaluación es
entendida (...), como un test de igualdad, el cual será desarrollado a continuación (Exp. Nº 0004-
2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 128)

429 Igualdad. Principio de igualdad en materia tributaria


[C]uando la Norma Fundamental exige al legislador el respeto al principio de igualdad al momento
de regular los tributos, lo que en buena cuenta le exige es que no pretenda alcanzar el desarrollo
equilibrado, desconociendo –en signo claro de incongruencia y arbitrariedad– el desequilibrio
económico existente entre los sujetos que se verán afectados por el tributo (Exp. Nº 0029-2004-AI,
02/08/04, P, FJ. 46)
El principio de igualdad en materia tributaria tiene estrecha relación con el principio de capacidad
contributiva, de manera tal que la carga tributaria sea directamente proporcional a la capacidad
económica de los concretos particulares que se ven afectados por el tributo. De ahí la necesidad, por
ejemplo, de que la alícuota sobre la base imponible sea establecida en un valor numérico porcentual
(Exp. Nº 0029-2004-AI, 02/08/04, P, FJ. 47)
No es (...) la pertenencia o no a un determinado régimen pensionario el factor que deba tenerse en
cuenta para determinar si la cláusula de igualdad en materia de tributos ha sido afectada por la ley
impugnada, sino, antes bien, si el principio de capacidad contributiva ha sido desconocido por el
legislador al regular el tributo cuya inconstitucionalidad se reputa (Exp. Nº 0029-2004-AI, 02/08/04,
P, FJ. 49)

430 Igualdad. Principio de razonabilidad y proporcionalidad


El principio de razonabilidad y de proporcionalidad, en cuanto par conceptual para examinar la
constitucionalidad de los supuestos de eventual discriminación, comprende los siguientes aspectos:
determinación de la finalidad del tratamiento diferenciado, examen de idoneidad y de necesidad
(Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 26)

431 Igualdad. Proscripción de discriminación sexual


[E]s inconstitucional, por afectar el principio de igualdad, que solo se haya previsto como una
conducta antijurídica –no importa ahora si en el sentido de naturaleza disciplinaria o como figura
delictiva– la práctica de un acto deshonesto contra una persona del mismo sexo, y no, por el contra-
rio, con igual razón, la práctica deshonesta contra una persona de sexo diferente. Si lo antijurídico

188
DERECHO CONSTITUCIONAL .

es la práctica de una conducta deshonesta, no existe razón objetiva ni base razonable, para que se
sancione solo las efectuadas entre personas del mismo sexo.
(...)
[También] es inconstitucional, por afectar el principio de igualdad, que se haya previsto que los
actos sexuales contra natura, realizados en sede militar, sean considerados como faltas disciplina-
rias y/o delitos (según se trate de un oficial o miembro de la tropa), y no se haya previsto en iguales
términos –en rigor, como un supuesto de falta disciplinaria–, la práctica, en general, de cualquier
relación sexual en sede militar, no destinada a esos fines (Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 87)

432 Igualdad. Razonabilidad de la medida diferenciadora


[C]on el objeto de determinar cuándo se está frente a una medida que implica un trato desigual no
válido a la luz de cláusula de la igualdad, la medida diferenciadora no solo debe sustentarse en una
base objetiva, sino, además, encontrarse conforme con el test de razonabilidad. Mediante este test
se controla si el tratamiento diferenciado está provisto de una justificación. En segundo lugar, si
entre la medida adoptada y la finalidad perseguida existe relación. Y, finalmente, determinar si se
trata de una medida adecuada y necesaria, esto es, si respeta el principio de proporcionalidad (Exp.
Nº 0649-2002-AA, 20/08/02, P, FJ. 6)

433 Igualdad. Razonabilidad desde la proporcionalidad


[M]ás allá de los diferentes significados que ha asumido la razonabilidad tanto en doctrina como en
jurisprudencia comparada, de los que puede dar muestra la jurisprudencia de este Colegiado, cabe
destacar, prima facie, que en el ámbito del juicio de igualdad una medida que establezca un trato
diferente será razonable solo cuando haya superado el juicio de proporcionalidad. Por ello, el prin-
cipio de proporcionalidad se constituye, a su vez, en un mecanismo (medio) que sirve para llegar a
una decisión razonable (fin), es decir, a una decisión ponderada y equilibrada (Exp. Nº 0004-2006-
PI, 29/03/06, P, FJ. 151)

434 Igualdad. Relación con otros derechos fundamentales


[E]l principio-derecho de igualdad se constituye en un presupuesto indispensable para el ejercicio
de los derechos fundamentales. Posee además una naturaleza relacional, es decir, que funciona en
la medida en que se encuentre relacionada con el resto de derechos, facultades y atribuciones
constitucionales y legales. Dicho carácter relacional solo opera vinculativamente para asegurar el
goce, real, efectivo y pleno del plexo de derechos que la Constitución y las leyes reconocen y garan-
tizan (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 121)
El examen sobre la vulneración del principio-derecho de igualdad, siempre va a estar relacionado
con el examen sobre la vulneración de otros derechos. Con mucha frecuencia (...) han sido frecuen-
tes los casos en los que se vulneraba el derecho a la igualdad y, a su vez, derechos como a la libertad
de empresa o al trabajo, entre otros (...) (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 122)

435 Igualdad. Vinculación negativa y positiva de los poderes públicos


El principio de igualdad en el Estado constitucional exige del legislador una vinculación negativa o
abstencionista y otra positiva o interventora. La vinculación negativa está referida a la ya consoli-
dada jurisprudencia de este Colegiado respecto de la exigencia de "tratar igual a los que son iguales"
y "distinto a los que son distintos", de forma tal que la ley, como regla general, tenga una vocación
necesaria por la generalidad y la abstracción, quedando proscrita la posibilidad de que el Estado, a
través del legislador, pueda ser generador de factores discriminatorios de cualquier índole. Sin
embargo, enfocar la interpretación del derecho a la igualdad desde una faz estrictamente liberal,
supondría reducir la protección constitucional del principio de igualdad a un contenido meramente
formal, razón por la cual es deber de este Colegiado, de los poderes públicos y de la colectividad en
general, dotar de sustancia al principio de igualdad reconocido en la Constitución. En tal sentido,
debe reconocerse también una vinculación positiva del legislador a los derechos fundamentales, de
forma tal que la ley esté llamada a revertir las condiciones de desigualdad o, lo que es lo mismo, a

189
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

reponer las condiciones de igualdad de las que la realidad social pudiera estarse desvinculando, en
desmedro de las aspiraciones constitucionales (Exp. Nº 0001-2003-AI, 04/07/03, P, FJ. 11)
Debe enfatizarse (...) que no es lo mismo el establecimiento de restricciones o prohibiciones a una
persona natural o jurídica, que prescribir aquellas en el régimen o estatuto jurídico de quien desem-
peña un cargo de relevancia en los organismos del Estado. Mientras que en el primer caso existe la
necesidad de determinar si el tratamiento diferenciado efectivamente vulnera el derecho de igual-
dad, en el segundo caso las diferencias de trato entre las diversas autoridades no pueden interpre-
tarse como actos discriminatorios, pues el Estado y sus funcionarios no se organizan con sujeción a
la regla de la autonomía de la voluntad, sino al principio de la competencia regulado en la ley. En el
Estado no todos ejercen las mismas funciones por el hecho de haber recibido el mandato popular,
sino en virtud a que el ordenamiento jurídico expresamente les ha reconocido el ejercicio de tales;
lo que no obsta para recordar que todas las autoridades y funcionarios, en su condición de personas,
gozan de derechos fundamentales (Exp. Nº 0024-2005-PI, 02/11/05, P, FJ. 27)

436 Test de Igualdad. Aplicación del juicio de proporcionalidad


[La] idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido estricto o ponderación han de aplicarse
sucesivamente. Primero, se ha de examinar la idoneidad de la intervención; si la intervención en la
igualdad –el trato diferenciado– no es idónea, entonces, será inconstitucional. Por tanto, como se
afirmó, no corresponderá examinarlo bajo el subprincipio de necesidad. Por el contrario, si el trato
diferenciado –la intervención– fuera idóneo, se procederá a su examen bajo el subprincipio de
necesidad. Si aun en este caso, el trato diferenciado superara el examen bajo este principio, corres-
ponderá someterlo a examen bajo el principio de proporcionalidad en sentido estricto o ponderación
(Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 41)

437 Test de igualdad. Determinación del nivel de intensidad de la intervención en la igual-


dad (Segundo paso).
[E]n este paso deben evaluarse los diferentes grados o intensidades de la medida legislativa que va
a intervenir en el principio-derecho de igualdad. Así:
a) Una intervención es de intensidad grave cuando la discriminación se sustenta en alguno de los
motivos proscritos por la propia Constitución (artículo 2, inciso 2: origen, raza, sexo, idioma,
religión, opinión, condición económica) y, además, tiene como consecuencia el impedimento del
ejercicio o goce de un derecho fundamental (v. gr. derecho a la participación política) o un
derecho constitucional.
b) Una intervención es de intensidad media cuando la discriminación se sustenta en alguno de los
motivos proscritos por la propia Constitución (artículo 2, inciso 2: origen, raza, sexo, idioma,
religión, opinión, condición económica) y, además, tiene como consecuencia el impedimento del
ejercicio o goce de un derecho de rango meramente legal o el de un interés legítimo.
c) Una intervención es de intensidad leve cuando la discriminación se sustenta en motivos distin-
tos a los proscritos por la propia Constitución y, además, tiene como consecuencia el impedi-
mento del ejercicio o goce de un derecho de rango meramente legal o el de un interés legítimo
(Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 132)
La relevancia de la determinación de la intensidad de la intervención en la igualdad radica en que
se trata de una variable a ser empleada en el análisis del principio de necesidad y de proporcionali-
dad en sentido estricto. En efecto, por una parte, en el análisis del subprincipio de necesidad se ha
de proceder a una comparación entre las intensidades de la intervención del medio adoptado por el
legislador y del medio hipotético para, según ello, examinar si este último es de menor intensidad
o no respecto al primero. Por otra parte, en el examen de ponderación o proporcionalidad en sentido
estricto, la intensidad de la intervención en la igualdad constituye una variable que ha de compa-
rarse con la intensidad o grado de realización u optimización del fin constitucional (Exp. Nº 00045-
2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 36)

190
DERECHO CONSTITUCIONAL .

438 Test de igualdad. Examen de idoneidad ( Cuarto paso).


Este paso [examen de idoneidad] exige que la medida legislativa que establece la diferencia de trato
deba ser congruente con el fin legítimo que se trata de proteger. En otras palabras, se evalúa si la
medida legislativa es idónea para conseguir el fin pretendido por el Legislador. Por el contrario, si se
verifica que la medida adoptada por el Legislador no guarda ninguna relación con el fin que se trata
de proteger, esta limitación resultará inconstitucional (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 140)
El principio de igualdad exige, entre otros requisitos, que exista coherencia entre las medidas adop-
tadas y el fin perseguido y, especialmente, que la delimitación concreta del grupo o categoría así
diferenciada se articule en términos adecuados a dicha finalidad (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06,
P, FJ. 141)
De acuerdo con [la idoneidad], toda injerencia en los derechos fundamentales debe ser apta o capaz
para fomentar un objetivo constitucionalmente legítimo. En otros términos, este subprincipio supo-
ne la legitimidad constitucional del objetivo y, la suficiencia de la medida utilizada (Exp. Nº 00034-
2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 63)
La idoneidad consiste en la relación de causalidad, de medio a fin, entre el medio adoptado, a través
de la intervención legislativa, y el fin propuesto por el legislador. Se trata del análisis de una
relación medio-fin. Tratándose del análisis de una intervención en la prohibición de discriminación,
el análisis consistirá en examinar si el tratamiento diferenciado adoptado por el legislador conduce
a la consecución de un fin constitucional. En caso de que el tratamiento diferenciado no sea idóneo,
será inconstitucional.
En el examen de idoneidad, el análisis del vínculo de causalidad tiene dos fases: (1) el de la relación
entre la intervención en la igualdad –medio– y el objetivo, y (2) el de la relación entre objetivo y
finalidad de la intervención (Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 38)

439 Test de igualdad. Examen de necesidad (Quinto paso).


En cuanto al ámbito del examen de necesidad, la evaluación de la eventual vulneración de la igual-
dad por parte de una disposición legal no debe realizarse del mismo modo y con el mismo rigor,
dependiendo siempre del caso concreto (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 144)
[E]xisten determinadas materias que exigen un juicio de igualdad más riguroso, que se va a plan-
tear de modo especial en la evaluación de "necesidad" de la medida legislativa cuestionada. Así, por
ejemplo, cuando se trate de leyes que diferencian por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión,
opinión, condición económica (artículo 2, inciso 2, de la Constitución) o cuando se trate de leyes
que limiten el ejercicio de un derecho fundamental, entre otros, el subprincipio de necesidad exige
que la medida adoptada por el Legislador, para ser constitucional, deba ser absolutamente indispen-
sable para la consecución del fin legítimo, pues de existir una medida alternativa que, siendo igual-
mente idónea para conseguir el mencionado fin, influya con menor intensidad en el respectivo bien
constitucional, entonces la medida legislativa cuestionada resultará inconstitucional (Exp. Nº 0004-
2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 145)
Situación distinta se aprecia respecto de materias que, a diferencia de las antes mencionadas,
exigen un juicio de igualdad flexible cuando se trate de ámbitos en los que la Constitución ha
otorgado al Parlamento una amplia libertad de configuración, por lo que en el caso de la evaluación
de la necesidad de la medida legislativa cuestionada bastaba que esta no sea manifiesta y evidente-
mente innecesaria (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 146)
[P]ara que una injerencia en los derechos fundamentales sea necesaria, no debe existir ningún otro
medio alternativo que revista, por lo menos, la misma aptitud para alcanzar el objetivo propuesto y
que sea más benigno con el derecho afectado. Se trata de una comparación de la medida adoptada
con los medios alternativos disponibles, y en la cual se analiza, por un lado, la idoneidad equivalen-
te o mayor del medio alternativo; y, por otro, su menor grado de intervención en el derecho funda-
mental (Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 63)

191
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[H]a de analizarse si existen medios alternativos al optado por el legislador que no sean gravosos o,
al menos, que lo sean en menor intensidad. Se trata del análisis de una relación medio-medio, esto
es, de una comparación entre medios; el optado por el legislador y el o los hipotéticos que hubiera
podido adoptar para alcanzar el mismo fin. Por esto, el o los medios hipotéticos alternativos han de
ser igualmente idóneos.
Ahora bien, el presupuesto de este examen es que se esté ante un medio idóneo, puesto que si el
trato diferenciado examinado no lo fuera, no habría la posibilidad conceptual de efectuar tal compa-
ración entre medios. En el examen de necesidad se compara dos medios idóneos. El optado por el
legislador –la intervención en la igualdad– y el o los hipotéticos alternativos. Por esta razón, si el
primero estuviera ausente, debido a que no habría superado el examen de idoneidad, el test de
necesidad no tendrá lugar.
El examen según el principio de necesidad importa el análisis de dos aspectos: (1) la detección de si
hay medios hipotéticos alternativos idóneos y (2) la determinación de, (2.1) si tales medios –idó-
neos– no intervienen en la prohibición de discriminación, o, (2.2) si, interviniéndolo, tal interven-
ción reviste menor intensidad. El análisis de los medios alternativos se efectúa con relación al
objetivo del trato diferenciado, no con respecto a su finalidad. El medio alternativo hipotético debe
ser idóneo para la consecución del objetivo del trato diferenciado.
En consecuencia, si del análisis resulta que (1) existe al menos un medio hipotético igualmente
idóneo que (2.1) no interviene en la prohibición de discriminación o que (2.2), interviniendo, tal
intervención es de menor intensidad que la adoptada por el legislador, entonces, la ley habrá infrin-
gido el principio-derecho de igualdad y será inconstitucional (Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P,
FJ. 39)

440 Test de igualdad. Examen de proporcionalidad en sentido estricto (Sexto paso).


En general, de acuerdo con el examen de proporcionalidad en sentido estricto, también conocido
con el nombre de ponderación, para que una intromisión en un derecho fundamental sea legítima,
el grado de realización de la finalidad legítima de tal intromisión debe ser, por lo menos, equivalen-
te al grado de afectación del derecho fundamental. En otros términos, la proporcionalidad en senti-
do estricto exige la comparación entre dos pesos o intensidades: 1) aquel que se encuentra en la
realización del fin de la medida legislativa diferenciadora; y, 2) aquel que radica en la afectación del
derecho fundamental de que se trate, de manera tal que la primera de estas deba ser, como se ha
mencionado, por lo menos, equivalente a la segunda (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 147)
En el caso del test de igualdad, este subprincipio exige que, habiéndose determinado previamente
el peso de los bienes jurídicos en pugna, las ventajas que se vayan a obtener con la medida legisla-
tiva que establece una diferenciación deban ser proporcionales con la intervención en otros bienes
constitucionales, es decir, que el trato desigual no "sacrifique" principios o derechos fundamentales
(incluido el principio-derecho de igualdad) que tengan un mayor peso que el bien constitucional que
se quiere satisfacer mediante el aludido trato (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 148)
De este modo, cuando el resultado del juicio de proporcionalidad indique que el fin constitucional
de la medida legislativa diferenciadora es, por lo menos, "equivalente" a los bienes constitucionales
con los que encuentran en conflicto, entonces se podrá sostener que tal medida, además de propor-
cional, resulta razonable (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 150)
[P]ara que una injerencia en los derechos fundamentales sea legítima, el grado de realización del
objetivo de intervención debe ser por lo menos equivalente o proporcional al grado de afectación del
derecho fundamental. Se trata, por tanto, de la comparación de dos intensidades o grados: la reali-
zación del fin de la medida examinada y la afectación del derecho fundamental (Exp. Nº 00034-
2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 63)
[E]l principio de proporcionalidad que normalmente es empleado para examinar las intervenciones
legislativas en los derechos constitucionales, ahora, es proyectado para examinar el supuesto con-
creto de una eventual contravención del derecho-principio de igualdad (Exp. Nº 00045-2004-AI,
29/10/05, P, FJ. 32)

192
DERECHO CONSTITUCIONAL .

La proporcionalidad en sentido estricto o ponderación (Abwägung), proyectada al análisis del trato


diferenciado, consistirá en una comparación entre el grado de realización u optimización del fin
constitucional y la intensidad de la intervención en la igualdad. La comparación de estas dos varia-
bles ha de efectuarse según la denominada ley de ponderación. Conforme a esta:
"Cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de la afectación de un principio, tanto mayor tiene
que ser la importancia de la satisfacción del otro".
Como se aprecia, hay dos elementos: la afectación –o no realización– de un principio y la satisfac-
ción –o realización– del otro. En el caso de la igualdad es esta el principio afectado o intervenido,
mientras que el principio, derecho o bien constitucional a cuya consecución se orienta el tratamien-
to diferenciado –la "afectación de la igualdad"– es el fin constitucional. Por esto, la ponderación en
los casos de igualdad supone una colisión entre el principio-derecho igualdad y el fin constitucional
del tratamiento diferenciado.
Proyectada la ley de ponderación al análisis de la intervención de la igualdad, la ley de ponderación
sería enunciada en los siguientes términos:
"Cuanto mayor es el grado de afectación –intervención– al principio de igualdad, tanto mayor ha de
ser el grado de optimización o realización del fin constitucional".
Se establece aquí una relación directamente proporcional según la cual: cuanto mayor es la inten-
sidad de la intervención o afectación de la igualdad, tanto mayor ha de ser el grado de realización u
optimización del fin constitucional. Si esta relación se cumple, entonces, la intervención en la
igualdad habrá superado el examen de la ponderación y no será inconstitucional; por el contrario,
en el supuesto de que la intensidad de la afectación en la igualdad sea mayor al grado de realización
del fin constitucional, entonces, la intervención en la igualdad no estará justificada y será inconsti-
tucional (Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 40)

441 Test de igualdad. Intervención en la igualdad


La intervención en la igualdad consiste en la introducción de un trato diferenciado a los destina-
tarios de la norma que, en cuanto medio, está orientada a la consecución de un fin y que, prima
facie, aparece como contraria a la prohibición de discriminación (Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05,
P, FJ. 34)

442 Test de igualdad. Juicio de proporcionalidad


[E]n el plano de la igualdad en la ley, cabe mencionar que el respectivo juicio de igualdad sobre la
actuación del legislador requiere de la verificación entre otros, del principio de proporcionalidad,
toda vez que si bien el legislador puede, en base a sus atribuciones constitucionales, establecer un
trato diferente ante situaciones que sean diferentes, debe también tomar en consideración si la
medida dictada resulta proporcional con el fin que se pretende obtener. Por ello, el principio de
proporcionalidad se constituye en uno de los elementos esenciales a evaluar en el juicio de igualdad
(Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 125)

443 Test de igualdad. Verificación de la diferenciación legislativa (Primer paso).


En este primer nivel, debe analizarse si el supuesto de hecho acusado de discriminación es igual o
diferente al supuesto de hecho que sirve de término de comparación (tertium comparationis). De
resultar igual, la medida legislativa que contiene un tratamiento diferente deviene en inconstitu-
cional por tratar diferente a dos supuestos de hecho que son similares. De resultar diferente, enton-
ces debe proseguirse con los siguientes pasos del test de igualdad, pues el hecho de que se dé un
tratamiento legislativo diferente a dos situaciones jurídicas distintas no implica que tal medida sea
[in]constitucional, pues debe aún superar los siguientes pasos del mencionado test (Exp. Nº 0004-
2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 129)
En este primer paso, el juicio de igualdad se identifica con la necesidad de determinar la semejanza
o diferencia entre las situaciones jurídicas que se comparan (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P,
FJ. 130)

193
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

444 Test de igualdad. Verificación de la existencia de un fin constitucional en la diferencia-


ción (Tercer paso).
La existencia de una diferente regulación normativa o de un trato distinto deben ser apreciadas en
relación con la finalidad constitucional de la medida legal adoptada sobre una determinada materia.
El establecimiento de una diferenciación jurídica ha de perseguir siempre un fin constitucional. Si
la medida legislativa que establece un trato diferente a supuestos de hecho diferentes no contiene
un fin constitucional, entonces tal medida resulta inconstitucional. Si contiene un fin constitucio-
nal, entonces corresponde avanzar al siguiente paso (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 133)
De presentarse un caso que ofrezca dudas en cuanto a la identificación de la legitimidad de la
finalidad del trato legislativo diferenciado, atendiendo a la mencionada presunción de constitucio-
nalidad de la ley, debe considerarse que la diferenciación contiene, prima facie, un fin constitucio-
nal (Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 137)
Si bien puede identificarse un fin constitucional en la diferenciación efectuada por el Legislador,
ello no implica que la medida adoptada no vulnere el principio-derecho de igualdad, pues hace
falta verificar si resulta proporcional, aspecto que debe verificarse en los siguientes tres pasos
(Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 138)
El fin del tratamiento diferenciado comprende dos aspectos que deben ser distinguidos: objetivo y
fin. El objetivo es el estado de cosas o situación jurídica que el legislador pretende conformar a
través del tratamiento diferenciado. La finalidad o fin viene a ser el derecho, principio o bien jurídi-
co cuya realización u optimización se logra con la conformación del objetivo. La finalidad justifica
normativamente la legitimidad del objetivo del tratamiento diferenciado (Exp. Nº 00045-2004-AI,
29/10/05, P, FJ. 37)
[N]o basta que el legislador verifique que dos situaciones jurídicas son diferentes y que por tanto les
puede aplicar un tratamiento legal diferente, sino que también debe verificar si el fin que se preten-
de obtener con la diferenciación legislativa es constitucional y si en todo caso la diferenciación
legislativa resulta proporcional con el fin que se pretende obtener, de manera que resulte razonable
(Exp. Nº 0004-2006-PI, 29/03/06, P, FJ. 126)

JERARQUÍA Y PUBLICIDAD DE LAS NORMAS

445 Constitución. División de disposiciones constitucionales en normas regla y normas


principio
La distinta eficacia de las disposiciones constitucionales, da lugar a que estas puedan ser divididas
entre "normas regla" y "normas principio". Mientras que las primeras se identifican con mandatos
concretos de carácter autoaplicativo y son, consecuentemente, judicializables, las segundas cons-
tituyen mandatos de optimización, normas abiertas de eficacia diferida, que requieren de la inter-
mediación de la fuente legal, para alcanzar plena concreción y ser susceptibles de judicialización
(Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 11)

446 Constitución. Criterios de interpretación


[L]os principales criterios de interpretación constitucional son los de unidad y concordancia prácti-
ca, el primero de los cuales exige concebir a la Constitución como un todo plenamente armónico e
internamente conherente, y el segundo, resolver toda aparente tensión entre sus disposiciones
"optimizando" su contenido normativo en conjunto, teniendo presente que, en última instancia,
todo precepto constitucional se encuentra orientado a proteger los derechos fundamentales como
manifestaciones del principio-derecho de dignidad humana (artículo 1º de la Constitución) (Exp. Nº
2730-2006-PA/TC , 29/03/2006, P, FJ. 6)

194
DERECHO CONSTITUCIONAL .

447 Constitución. Exigencia de un control jurisdiccional orientado a asegurar su plena vi-


gencia
Es inherente a la dimensión jurídica de la Constitución la capacidad de exigir, jurisdiccionalmente
su cumplimiento. Afirmar que existen actos de alguna entidad estatal cuya validez constitucional
no puede ser objeto de control, supone sostener, con el mismo énfasis, que en tales ámbitos la
Constitución ha perdido su condición de norma jurídica para volver a ser una mera carta política
referencial, incapaz de vincular al poder. En definitiva, una sociedad con una Constitución a la que
no se suma el control jurisdiccional orientado ad hoc a asegurar su plena vigencia, en realidad, no
tiene Constitución (Exp. Nº 2730-2006-PA/TC, 29/03/2006, P, FJ. 5)

448 Constitución. Interpretación


[La Constitución] es interpretable, pero no de cualquier modo, sino asegurando su proyección y
concretización, de manera tal que los derechos fundamentales por ella reconocidos sean verdaderas
manifestaciones del principio-derecho de dignidad humana (artículo 1 de la Constitución) (Exp. Nº
0030-2006-AI, 02/02/06, P, FJ. 40)
[P]retender que la Constitución no puede ser interpretada, no solo negaría su condición de norma
jurídica –en directa contravención de sus artículos 38, 45 y 51–, sino que desconocería las compe-
tencias inherentes del juez constitucional como operador del Derecho, y sería tan absurdo como
pretender que el juez ordinario se encuentre impedido de interpretar la ley antes de aplicarla (Exp.
Nº 0030-2006-AI, 02/02/06, P, FJ. 41)
[L]a particular estructura normativa de sus disposiciones que, a diferencia de la gran mayoría de las
leyes, no responden en su aplicación a la lógica subsuntiva (supuesto normativo –subsunción del
hecho– consecuencia), exige que los métodos de interpretación constitucional no se agoten en
aquellos criterios clásicos de interpretación normativa (literal, teleológico, sistemático e histórico),
sino que abarquen, entre otros elementos, una serie de principios que informan la labor hermenéu-
tica del juez constitucional (Exp. Nº 5854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 12)

449 Constitución. Interpretación constitucional


El problema de la interpretación constitucional se configura de este modo como un problema rela-
tivo a la fuerza vinculante de los contenidos de la Constitución. Dichos contenidos, es sabido, dada
la naturaleza pluralista de la sociedad democrática de la que intenta ser reflejo la Constitución, son
en muchos casos ambiguos, indeterminados, vagos, abiertos. En suma, la interpretación constitu-
cional es, en este sentido, una labor de "concretización" y también de intermediación entre el mo-
mento constituyente y el momento de aplicación de las disposiciones constitucionales. No hay
interpretación fuera del tiempo. El contexto y sus múltiples manifestaciones dan sentido y objetivi-
dad a la interpretación, que es ante todo una actividad humana que partiendo del texto de la
Constitución, debe sin embargo ser capaz de incorporar otros elementos de la vida cultural, social y
anímica del momento en que la sociedad, a través del proceso, solicita la "ejecución" de determinada
cláusula constitucional (Exp. Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07, P, FJ. 28)

450 Constitución. Interpretación de acuerdo con los intereses sociales


La Constitución, como norma viva, requiere ser actualizada para que no quede desfasada de la
realidad. Así, sin modificar el texto constitucional, su interpretación ha de efectuarse estrechamen-
te unida con los intereses sociales. Y, tal como se puede observar en el caso parlamentario, las
exigencias sociales sobre un correcto funcionamiento del órgano legislativo eran crecientes e insos-
layables, lo que exigía la búsqueda de correctivos necesarios desde el punto de vista reglamentario
(Exp. Nº 0026-2006-PI/TC, 08/03/07, P, FJ. 20)

451 Constitución. Norma jurídica


[L]a Constitución no es un mero documento político, sino también norma jurídica, lo cual implica
que el ordenamiento jurídico nace y se fundamenta en la Constitución y no en la ley. En ese sentido,
el principio de fuerza normativa de la Constitución quiere decir que los operadores del Derecho y, en

195
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

general, todos los llamados a aplicar el Derecho –incluso la administración pública–, deben conside-
rar a la Constitución como premisa y fundamento de sus decisiones (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05,
P, FJ. 8)

452 Constitución. Norma jurídico-política


La Constitución es una norma jurídico-política sui generis. El origen de dicha peculiaridad, desde
luego, no solo dimana de su posición en el ordenamiento jurídico, sino también del significado que
tiene, y de la función que está llamada a cumplir (Exp. Nº 0014-2003-AI, 10/12/03, P, FJ. 2.1)
[L]la Constitución no es una prédica moral ni una encíclica pastoral; por ello, no puede plantearse,
al menos directamente, ni la tarea de hacer felices a los seres humanos ni el de hacerlos buenos. Su
principal cometido es el de encarnar el consenso jurídico-político alcanzado y ser por ello garantía
de paz y libertad (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 25)
El tránsito del Estado Legal de Derecho al Estado Constitucional de Derecho supuso, entre otras
cosas, abandonar la tesis según la cual la Constitución no era más que una mera norma política,
esto es, una norma carente de contenido jurídico vinculante y compuesta únicamente por una serie
de disposiciones orientadoras de la labor de los poderes públicos, para consolidar la doctrina confor-
me a la cual la Constitución es también una Norma Jurídica, es decir, una norma con contenido
dispositivo capaz de vincular a todo poder (público o privado) y a la sociedad en su conjunto (Exp.
Nº 5854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 3)

453 Constitución. Parámetro de control frente a las demás normas


La Constitución es un ordenamiento que posee fuerza normativa y vinculante; por ende, la materia
constitucional será toda la contenida en ella, y "lo constitucional" derivará de su incorporación en la
Constitución. Así lo ha entendido el Tribunal Constitucional, a lo largo de su funcionamiento, en la
resolución de los diferentes casos que ha tenido oportunidad de conocer (no solo en los procesos de
inconstitucionalidad y en los procesos competenciales, sino también en los procesos constituciona-
les de protección de los derechos fundamentales), donde ha evaluado vulneraciones a la Constitu-
ción de la más diversa índole y en las cuales el único requisito para tal examen consistía en que la
controversia se fundara en una violación de algún principio, valor o disposición de la Constitución
(Exp. Nº 0168-2005-AC, 29/09/05, P, FJ. 3)

454 Constitución. Principios de la interpretación constitucional


Como actividad racional la interpretación constitucional se orienta por una serie de métodos y
estrategias que deben coadyuvar a su corrección. Sobre el particular este Colegiado ha precisado
una serie de principios que deben permitir establecer los contenidos correctos de la Constitución, a
saber: a) el principio de unidad de la Constitución en su interpretación; b) el principio de concordan-
cia práctica; c) el principio de corrección funcional; d) el principio de función integradora; e) el
principio de fuerza normativa de la Constitución; f) el principio de irreversibilidad de la tutela que
otorga la Constitución; entre otros (Exp. Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07, P, FJ. 29)

455 Constitución. Principio de concordancia práctica en la interpretación constitucional


[El principio de concordancia práctica resulta aquel e]n virtud del cual toda aparente tensión entre
las propias disposiciones constitucionales debe ser resuelta "optimizando" su interpretación, es
decir, sin "sacrificar" ninguno de los valores, derechos o principios concernidos, y teniendo presente
que, en última instancia, todo precepto constitucional, incluso aquellos pertenecientes a la denomi-
nada "Constitución orgánica" se encuentran reconducidos a la protección de los derechos funda-
mentales, como manifestaciones del principio-derecho de dignidad humana, cuya defensa y respeto
es el fin supremo de la sociedad y el Estado (artículo 1 de la Constitución) (Exp. Nº 5854-2005-AA,
08/11/05, P, FJ. 12.b)
[El] principio de concordancia práctica [señala que] la aparente tensión entre las propias disposicio-
nes constitucionales debe ser resuelta optimizando su interpretación, es decir, sin sacrificar ningu-
no de los valores, derechos o principios constitucionales, y teniendo presente que, en última

196
DERECHO CONSTITUCIONAL .

instancia, todo precepto constitucional, incluso aquellos pertenecientes a la denominada "Constitu-


ción orgánica", se encuentran reconducidos a la protección de los derechos fundamentales, como
manifestaciones del principio-derecho de dignidad humana, cuya defensa y respeto es el fin supre-
mo de la sociedad y el Estado (artículo 1º de la Constitución) (Exp. Nº 5156-2006-PA/TC, 21/09/
2006, P, FJ. 19)

456 Constitución. Principio de corrección funcional en la interpretación constitucional


Este principio [de corrección funcional] exige al juez constitucional que, al realizar su labor de
interpretación, no desvirtúe las funciones y competencias que el Constituyente ha asignado a cada
uno de los órganos constitucionales, de modo tal que el equilibrio inherente al Estado Constitucio-
nal, como presupuesto del respeto de los derechos fundamentales, se encuentre plenamente garan-
tizado (Exp. Nº 5854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 12.c)
[El] principio de corrección funcional, (…) exige al Tribunal y al juez constitucional que, al realizar
su labor de interpretación, no desvirtúen las funciones y competencias que el Constituyente ha
asignado a cada uno de los órganos constitucionales, de modo tal que el equilibrio inherente al
Estado constitucional y democrático, como presupuesto del respeto de los derechos fundamentales,
se encuentre plenamente garantizado (Exp. Nº 5156-2006-PA/TC, 21/09/06, P, FJ. 20)

457 Constitución. Principio de fuerza normativa en la interpretación constitucional


[De acuerdo al principio de fuerza normativa, l]a interpretación constitucional debe encontrarse
orientada a relevar y respetar la naturaleza de la Constitución como norma jurídica, vinculante in
toto y no solo parcialmente. Esta vinculación alcanza a todo poder público (incluyendo, desde luego,
a este Tribunal) y a la sociedad en su conjunto (Exp. Nº 5854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 12.e)

458 Constitución. Principio de función integradora en la interpretación constitucional


[De acuerdo al principio de función integradora e]l "producto" de la interpretación solo podrá ser
considerado como válido en la medida que contribuya a integrar, pacificar y ordenar las relaciones
de los poderes públicos entre sí y las de estos con la sociedad (Exp. Nº 5854-2005-AA, 08/11/05, P,
FJ. 12.d)

459 Constitución. Principio de función integradora


[El] principio de función integradora, [señala que] (…) el "producto" de la interpretación sólo podrá
ser considerado como válido en la medida que contribuya a integrar, pacificar y ordenar las relacio-
nes de los poderes públicos entre sí y las de estos con la sociedad. Finalmente, apelando al principio
de fuerza normativa de la Constitución, que está orientado a relevar y respetar la naturaleza de la
Constitución como norma jurídica, vinculante para todos los poderes públicos y privados in toto y
no sólo parcialmente (Exp. Nº 5156-2006-PA/TC, 21/09/06, P, FJ. 21)

460 Constitución. Principio de unidad en la interpretación constitucional


[L]a interpretación de la Constitución debe estar orientada a considerarla como un "todo" armónico
y sistemático, a partir del cual se organiza el sistema jurídico en su conjunto (Exp. Nº 5854-2005-
AA, 08/11/05, P, FJ. 12.a)
[El] principio de unidad de la Constitución, [señala que] (…) la interpretación de la Constitución
debe estar orientada a considerarla como un "todo" armónico y sistemático, a partir del cual se
organiza el sistema jurídico en su conjunto (Exp. Nº 5156-2006-PA/TC, 21/09/06, P, FJ. 18)

461 Constitución. Vinculación con carácter obligatorio


En el pensamiento estructuralista, dentro de la pirámide normativa, la Constitución es la norma
primordial de la cual depende la validez del orden jurídico en su conjunto. Su reconocimiento
normativo ha supuesto que no tenga únicamente un carácter declarativo sino, también, una vincu-
lación con carácter obligatorio sobre los destinatarios. Sobre ella descansa el ordenamiento jurídico;

197
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

es por ello que todas las demás normas se deben someter de manera irrestricta a la Norma Funda-
mental, además de buscar la salvaguardia superlativa de derechos fundamentales, como bien se
desea lograr a través del RAC (Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC, 27/01/2006, P, FJ. 3)

462 Constitución. Tribunal Constitucional como calificador de inconstitucionalidad


[L]a calificación de lo inconstitucional radica en última instancia en esta sede constitucional con-
centrada [Tribunal Constitucional], y que la inaplicación de una norma inconstitucional se produci-
rá cuando exista jurisprudencia y/o precedentes vinculantes constitucionales, de conformidad con
los artículos VI [control difuso] y VII [precedente vinculante] del Título Preliminar del Código Pro-
cesal Constitucional (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 13)

463 Norma jurídica. Capacidad de exigir cumplimiento como elemento de la condición


jurídica de una norma
Es inherente a la condición jurídica de una norma la capacidad de exigir su cumplimiento juris-
diccionalmente. La ausencia de este determina la negación de aquella (Exp. Nº 5854-2005-AA,
08/11/05, P, FJ. 7)

464 Norma Jurídica. Falta de vigencia no impide examinar su constitucionalidad


[L]a no vigencia de una norma no impide que se deba examinar y emitir un pronunciamiento sobre
su constitucionalidad, o no. Tal pronunciamiento procede en los siguientes supuestos: a) cuando la
norma continúe desplegando sus efectos, y, b) cuando, a pesar de no continuar surtiendo efectos, la
sentencia de inconstitucionalidad puede alcanzar a los efectos que la norma cumplió en el pasado,
esto es, si hubiese versado sobre materia penal o tributaria. Ahora bien, si ninguno de los supuestos
antes descritos se presenta en un caso, entonces, puede concluirse que el objeto de la controversia
del proceso de inconstitucionalidad ha desaparecido y, por consiguiente, se ha configurado la sus-
tracción de la controversia constitucional que exime a este Tribunal Constitucional de examinar la
constitucionalidad, o no, de una norma derogada y de emitir sentencia al respecto (Exp. Nº 0016-
2005-PI/TC, 02/11/2005, P, FJs. 6 y 7)

465 Norma jurídica. Obligatoriedad de su publicación in toto


[N]o se cumple tal exigencia [de publicación de las normas], y no se satisfacen los principios de
publicidad y seguridad jurídica, si la publicación solo se realiza respecto a las normas que aprueban
un reglamento, mientras el mismo permanece oculto (Exp. Nº 02050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 24)

466 Norma Jurídica. Suspensión de la eficacia obligatoria


Por virtud de [la suspensión], se sustrae la aplicabilidad de una norma durante un periodo, sin
afectar empero su vigencia. Es decir, la suspensión limita temporalmente la aplicación (eficacia) de
la norma suspendida, pero la vigencia de ésta permanece incólume. Su consecuencia es la suspen-
sión de "la eficacia obligatoria y, por tanto, de la aplicabilidad"de la norma. En este sentido, el
contenido normativo de una disposición que declara la suspensión de una norma es la prohibición
temporal de la aplicación de ésta. Se trata de un efecto negativo de aplicación (Exp. Nº 0016-2005-
PI/TC, 02/11/05, P, FJ. 12 )

467 Ordenamiento Jurídico. Antinomias por el tipo de conflictos que generan


[Entre los conflictos que implican antinomias tenemos:]
Conflictos bilaterales-unilaterales. Son bilaterales cuando el cumplimiento de cualquiera de las
normas en conflicto implica la violación de la otra. Tal el caso cuando se castiga y no se castiga
administrativamente una conducta.
Son unilaterales cuando el cumplimiento de una de las normas en conflicto implica la violación de
la otra, mas no al revés. Tal el caso cuando se castiga penalmente con prisión efectiva al infractor
que tiene más de veinte años, y en otra, se castiga al infractor que tiene la edad base de dieciocho
años (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 52.a.1)

198
DERECHO CONSTITUCIONAL .

Conflictos totales-parciales. Son totales cuando el cumplimiento de una de las normas supone la
violación integral y entera de la otra.
Son parciales cuando la aplicación de una de las normas implica la violación segmentada de la otra
(Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 52.a.2)
Conflictos necesarios y posibles. Son necesarios cuando el cumplimiento de una de las normas
implica irreversiblemente la violación de la otra.
Son posibles cuando el cumplimiento de una implica solo la eventualidad de la violación de la otra.
De acuerdo a esta clasificación se pueden plantear las siguientes combinaciones:
- Conflictos bilaterales, necesarios y totales.
- Conflictos bilaterales, necesarios y parciales.
- Conflictos bilaterales, parciales y necesarios respecto a una de las normas en conflicto y posi-
bles respecto a la otra.
- Conflictos bilaterales, parciales y solo posibles respecto a las dos normas en conflicto.
- Conflictos unilaterales, parciales y posibles.
En cambio, no caben los conflictos bilaterales, totales y posibles; ni tampoco los conflictos unilate-
rales, parciales y necesarios (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 52.a.3)

468 Ordenamiento Jurídico. Antinomias por su grado de relación


[Son] antinomias directas [las q]ue aluden a dos normas que expresa, inequívoca y claramente se
contradicen (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 52.b.1)
[Se presentan] antinomias indirectas [c]uando dos normas que sin tener referencia mutua entre sí
llegan a contradecirse. Dicha contradicción se produce por la diferencia o dispersidad en los patro-
nes axiológicos o teleológicos en que se sustentan, y se resuelve mediante alguno de los modos de
integración (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 52.b.2)

469 Ordenamiento Jurídico. Aseguramiento de la plenitud


La plenitud del orden jurídico se asegura mediante la utilización sucesiva y por descarte de los
cuatro procedimientos siguientes: aplicación de las reglas de enlace, aplicación de las reglas de
exclusión, aplicación de las reglas de competencia circunscrita y aplicación de los modos de integra-
ción.
a) Aplicación de las reglas de enlace.
El orden jurídico se asienta en una pluralidad de normas acopladas y empalmadas entre sí, que
permiten regular creativamente, por inducción o deducción, cualquier situación, hecho o aconteci-
miento de relevancia jurídica.
b) Aplicación de las reglas de eex
xclusión.
Cuando una norma ordena un comportamiento determinado, los demás no fijados en dicha regula-
ción se adscriben a la determinación de una consecuencia jurídica por la vía de la exclusión.
Es decir, los casos no comprendidos por la norma se rigen por la asignación de deberes o derechos
basados en la exención que esta prevé.
La regla de exención se formula bajo el principio de que "nadie está obligado a hacer lo que la ley no
manda, ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe", la cual se encuentra contemplada en el apartado
a) del inciso 24) del artículo 2 de la Constitución. Esta regla se aplica única y exclusivamente para
los ciudadanos, mas no opera para los funcionarios públicos.

199
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

c) Aplicación de la regla de competencia circunscrita.


Los funcionarios públicos con poder de decisión solo pueden hacer aquello que específica y concre-
tamente les ha sido asignado como responsabilidad funcional en el marco de una norma jurídica.
Por ende, aquello regulado fuera de este marco escapa de su ámbito de acción.
d) Aplicación de los modos de integración.
Estos modos señalan las reglas que sirven de última fuente de solución para cubrir o llenar las
lagunas normativas. Así, en defecto de la aplicación de las reglas de enlace y exclusión aparecen los
principios generales del derecho, la analogía y la equidad, como fontana técnica de terminación del
problema derivado de un defecto o deficiencia normativa.
Cabe admitir que los problemas de coherencia de un ordenamiento jurídico son consecuencia del
exceso de normas; en tanto que los problemas de cuestionamiento de su plenitud son resultantes
del defecto o la deficiencia de normas (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 67)

470 Ordenamiento jurídico. Característica de plenitud


[La plenitud del ordenamiento jurídico] significa que todo hecho de implicancia intersubjetiva se
encuentra sometido al ordenamiento jurídico, aun cuando no haya alcanzado regulación preceptiva.
Dicha expresión hace referencia a una propiedad consustancial al ordenamiento jurídico para resol-
ver cualquier conflicto que se le plantee. Se trata de aquella capacidad definitiva para encontrar
respuesta a todas las controversias, aunque no todas tengan la respuesta expresamente regulada
por una norma jurídica.
El ordenamiento es completo en el sentido de que el Estado garantiza que todo conflicto de intere-
ses que se presente tendrá una solución, aunque para ello se tenga que razonar a base de elementos
ajenos al derecho positivo.
En puridad, significa que todo ordenamiento debe considerarse hermético y completo, esto es, sin
vacíos, por lo que estos solo existen como lagunas normativas, las cuales deberán ser cubiertas.
Un ordenamiento es pleno en la medida que contiene una norma, principio, valor o modo de inte-
gración que, en buena cuenta, permite regular cualquier caso o situación de naturaleza jurídica que
se presente en la sociedad (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 66)

471 Ordenamiento jurídico. Categorías normativas


[Las categorías normativas s]on la expresión de un género normativo que ostenta una cualificación
de su contenido y una condición preferente determinada por la Constitución o por sus normas
reglamentarias.
Ellas provienen de una especie normativa; es decir, aluden a un conjunto de normas de contenido y
valor semejante o análogo (leyes, decretos, resoluciones, etc.) (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P,
FJ. 61.a)

472 Ordenamiento jurídico. Concepto de antinomia


Lo opuesto a la coherencia es la antinomia o conflicto normativo; es decir, la acreditación de situa-
ciones en las que dos o más normas que tienen similar objeto prescriben soluciones incompatibles
entre sí, de forma tal que el cumplimiento o aplicación de una de ellas implica la violación de la otra,
ya que la aplicación simultánea de ambas normas resulta imposible.
Como puede colegirse, la coherencia se afecta por la aparición de las denominadas antinomias.
Estas se generan por la existencia de dos normas que simultáneamente plantean consecuencias
jurídicas distintas para un mismo hecho, suceso o acontecimiento. Allí, se cautela la existencia de
dos o más normas afectadas por el "síndrome de incompatibilidad" entre sí (Exp. Nº 0047-2004-AI,
24/04/06, P, FJ. 51)

200
DERECHO CONSTITUCIONAL .

473 Ordenamiento jurídico. Cuarta categoría normativa


[Las normas que pertenecen a la cuarta categoría normativa son l]as resoluciones.
1er. grado:
Las resoluciones ministeriales, las resoluciones de los órganos autónomos no descentralizados (Banco
Central de Reserva, Superintendencia de Banca y Seguros, Defensoría del Pueblo, etc.).
2do. y demás grados descendentes:
Las resoluciones dictadas con sujeción al respeto del rango jerárquico intrainstitucional (Exp. Nº
0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 61.b)

474 Ordenamiento jurídico. Definición


El orden jurídico es un sistema orgánico, coherente e integrado jerárquicamente por normas de
distinto nivel que se encuentran interconectadas por su origen, es decir, que unas normas se fundan
en otras o son consecuencia de ellas.
El ordenamiento jurídico se conceptualiza como una pluralidad de normas aplicables en un espacio
y tiempo determinados, y se caracteriza por constituir una normatividad sistémica, y por su pleni-
tud hermética.
En puridad, una norma jurídica solo adquiere valor de tal, por su adscripción a un orden. Por tal
consideración, cada norma está condicionada sistémicamente por otras. Ello debido a que el orden
es la consecuencia de una previa construcción teórico-instrumental.
Al percibirse el derecho concreto aplicable, en un lugar y tiempo determinados, como un orden
regulador, se acredita la constitución de una totalidad normativa unitaria, coherente y organizadora
de la vida coexistencial. (...). Esta normatividad sistémica se rige bajo el criterio de la unidad, dado
que se encuentra constituida sobre la base de un escalonamiento jerárquico, tanto en la producción
como en la aplicación de sus determinaciones regulatorias. (...) (Exp. Nº 0005-2003-AI, 03/10/03,
P, FJ. 3)

475 Ordenamiento jurídico. Estructura escalonada determina la validez de las normas


Toda norma encuentra su fundamento de validez en otra superior, y así sucesivamente, hasta llegar
a la norma fundamental. Tal concepto de validez no solo alude a la necesidad de que una norma se
adecue formalmente a otra superior, sino también a su compatibilidad material (Exp. Nº 0005-
2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 3)

476 Ordenamiento jurídico. Fundamento de validez de todo el ordenamiento jurídico


La Constitución (...) termina convirtiéndose en el fundamento de validez de todo el ordenamiento
instituido por ella. De manera que una vez que entra en vigencia, cualquier producción normativa
de los poderes públicos e, inclusive, los actos y comportamientos de los particulares, deben guar-
darle lealtad y fidelidad. Ciertamente, no se trata solo de una adhesión y apoyo que pueda ser
medido o evaluado en el plano de la moral o la ética, sino también de una exigencia de coherencia
y conformidad de la que es posible extraer consecuencias jurídicas. La infidelidad constitucional, en
efecto, acarrea la posibilidad de declarar la invalidez de toda norma o acto, cualquiera sea su origen,
según los alcances que el mismo ordenamiento constitucional haya previsto (Exp. Nº 0014-2003-
AI, 10/12/03, P, FJ. 2.1)

477 Ordenamiento jurídico. Grados normativos


[Los grados normativos s]on los que exponen una jerarquía existente entre las normas pertenecien-
tes a una misma categoría. Tal [es] el caso de las resoluciones (en cuyo orden decreciente aparecen
las resoluciones supremas, las resoluciones ministeriales, las resoluciones viceministeriales, etc.)
(Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 61.a)

201
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

478 Ordenamiento jurídico. Pirámide jurídica


La pirámide jurídica nacional debe ser establecida en base a dos criterios rectores, a saber: [las
categorías y los grados] (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 61)

479 Ordenamiento Jurídico. Presupuestos de la antinomia


La existencia de la antinomia se acredita en función de los tres presupuestos siguientes:
- Que las normas afectadas por el síndrome de incompatibilidad pertenezcan a un mismo ordena-
miento; o que se encuentren adscritas a órdenes distintos, pero, sujetas a relaciones de coordi-
nación o subordinación (como el caso de una norma nacional y un precepto emanado del dere-
cho internacional público).
- Que las normas afectadas por el síndrome de incompatibilidad tengan el mismo ámbito de
validez (temporal, espacial, personal o material).
El ámbito temporal se refiere al lapso dentro del cual se encuentran vigentes las normas.
El ámbito espacial se refiere al territorio dentro del cual rigen las normas (local, regional, nacional
o supranacional).
El ámbito personal se refiere a los estatus, roles y situaciones jurídicas que las normas asignan a los
individuos. Tales los casos de nacionales o extranjeros; ciudadanos y pobladores del Estado; civiles
y militares; funcionarios, servidores, usuarios, consumidores, vecinos; etc.
El ámbito material se refiere a la conducta descrita como exigible al destinatario de la norma.
- Que las normas afectadas por el síndrome de incompatibilidad pertenezcan, en principio, a la
misma categoría normativa; es decir, tengan homóloga equivalencia jerárquica.
Como expresión de lo expuesto puede definirse la antinomia como aquella situación en que dos
normas pertenecientes al mismo ordenamiento y con la misma jerarquía normativa son incompati-
bles entre sí, por tener el mismo ámbito de validez (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 51)

480 Ordenamiento jurídico. Primera categoría normativa


Las [normas que pertenecen a la primera categoría normativa son las] normas constitucionales y las
normas con rango constitucional.
1er. grado : La Constitución.
2do. grado : Leyes de reforma constitucional.
3er. grado : Tratados de derechos humanos.
Al respecto, cabe señalar que el artículo 206 de la Constitución es la norma que implícitamente
establece la ubicación categorial de las denominadas leyes constitucionales. De allí su colocación
gradativamente inferior en relación a la Constitución en sí misma (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06,
P, FJ. 61.b)

481 Ordenamiento jurídico. Principio de coherencia del ordenamiento jurídico


El ordenamiento jurídico implica un conjunto de normas vigentes vistas en su ordenación formal y
en su unidad de sentido.
Dentro de todo ordenamiento se supone que hay un conjunto de conexiones entre diferentes propo-
siciones jurídicas: más aún, lo jurídico deviene en una normatividad sistémica ya que las citadas
conexiones constituyen una exigencia lógico-inmanente o lógico-natural del sentido mismo de las
instituciones jurídicas.
El ordenamiento conlleva la existencia de una normatividad sistémica, pues el derecho es una
totalidad es decir, un conjunto de normas entre las cuales existe tanto una unidad como una dispo-
sición determinada. Por ende, se le puede conceptualizar como el conjunto o unión de normas

202
DERECHO CONSTITUCIONAL .

dispuestas y ordenadas con respecto a una norma fundamental y relacionadas coherentemente


entre sí.
Esta normatividad sistémica se rige bajo el criterio de la unidad, ya que se encuentra constituida
sobre la base de un escalonamiento jerárquico, tanto en la producción como en la aplicación de sus
determinaciones coactivas (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 47)
Este principio [de coherencia del ordenamiento jurídico] deriva, a su vez, del principio de unidad del
ordenamiento. Según este, las normas que lo conforman deben integrarse armónicamente y, así,
evitar contradicciones entre las mismas. Precisamente, el imperativo de no contradicción impone
un mandato de coherencia entre las normas del ordenamiento. He aquí, el principio de coherencia.
Resulta contrario a este principio permitir la presencia de una disposición que reproduce o contiene
otra que está siendo declarada inconstitucional. Es incoherente que después de haberse constatado
la inconstitucionalidad de una norma, se permita la presencia de otra disposición que reproduce
el mismo contenido de la norma declarada inconstitucional (Exp. Nº 0045-2004-PI, 29/10/05, P,
FJ. 73)
[L]a normatividad sistémica es una totalidad armónicamente ordenada, en la que las normas que la
conforman guardan una relación de compatibilidad entre sí, lo que excluye cualquier posibilidad de
contradicción permanente.
Esta vocación por la coherencia exige la exclusión de cualquier situación en que dos normas que se
contradicen en sus consecuencias jurídicas, pertenezcan o sigan perteneciendo a un mismo ordena-
miento legal.
En consonancia con todo lo expuesto, puede señalarse que la normatividad sistémica del orden
jurídico descansa en los siguientes principios: la coherencia normativa y el principio de jerarquía de
las normas (Exp. Nº 0005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 3)

482 Ordenamiento Jurídico. Principios para la resolución de antinomias


[Los principios para la resolución de antinomias son:]
a) Principio de plazo de validez
Esta regla señala que la norma tiene vigencia permanente hasta que otro precepto de su mismo o
mayor nivel la modifique o derogue, salvo que el propio texto hubiere establecido un plazo fijo de
validez.
Excepcionalmente, puede presentarse el caso que una norma quede sin valor legal alguno, como
consecuencia de una sentencia que declara su inconstitucionalidad.
Este principio se sustenta en lo dispuesto por el artículo 103 de la Constitución y en el artículo 1 del
Título Preliminar del Código Civil, que señalan que: "La ley solo se deroga por otra ley" (Exp. Nº
0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 54.a)
b) Principio de posterioridad
Esta regla dispone que una norma anterior en el tiempo queda derogada por la expedición de otra
con fecha posterior. Ello presume que cuando dos normas del mismo nivel tienen mandatos contra-
dictorios o alternativos, primará la de ulterior vigencia en el tiempo. Dicho concepto se sustenta en
el artículo 103 de la Constitución y en el artículo 1 del Título Preliminar del Código Civil (Exp. Nº
0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 54.b)
c) Principio de especificidad
Esta regla dispone que un precepto de contenido especial prima sobre el de mero criterio general.
Ello implica que cuando dos normas de similar jerarquía establecen disposiciones contradictorias o
alternativas, pero una es aplicable a un aspecto más general de situación y la otra a un aspecto
restringido, prima esta en su campo específico.

203
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

En suma, se aplica la regla de lex posteriori generalis non derogat priori especialis (la ley posterior
general no deroga a la anterior especial).
Este criterio surge de conformidad con lo dispuesto en el inciso 8) del artículo 139 de la Constitu-
ción y en el artículo 8 del Título Preliminar del Código Civil, que dan fuerza de ley a los principios
generales del derecho en los casos de lagunas normativas (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P,
FJ. 54.c)
d) Principio de favorabilidad
Es una regla solo aplicable a materias de carácter penal, y supone aplicar la norma que más favorez-
ca al reo. Este criterio surge de lo dispuesto en el artículo 103 de la Constitución (Exp. Nº 0047-
2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 54.d)
e) Principio de envío
Esta regla es aplicable en los casos de ausencia de regulación de un hecho, por parte de una norma
que debió contemplarlo. Ante ello, se permite o faculta accionar a otro precepto que sí lo prevé.
Debe advertirse que este principio solo se cumple cuando una norma se remite expresamente a
otra, para cubrir su falta de regulación. Es el caso de las normas del Título Preliminar del Código
Civil (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 54.e)
f) Principio de subsidiariedad
Esta es una regla por la cual un hecho se encuentra transitoria o provisionalmente regulado por una
norma, hasta que se dicte o entre en vigencia otra que tendrá un plazo de vida indeterminado (Exp.
Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 54.f)
g) Principio de complementariedad
Esta regla es aplicable cuando un hecho se encuentra regido parcialmente por una norma que
requiere completarse con otra, para cubrir o llenar la regulación de manera integral. Es el caso de la
relación existente entre una ley y su reglamento (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 54.g)
h) Principio de suplementariedad
Esta regla es aplicable cuando un hecho se encuentra regulado por una norma base, que otra poste-
riormente amplía y consolida. En puridad, el segundo precepto abarcará al primero sin suprimirlo.
Tal el caso de lo establecido en el artículo 25 de la Constitución que señala que la jornada ordinaria
de trabajo fijada en ocho horas diarias o de cuarenta y ocho horas semanales, puede ser reducida por
convenio colectivo o por ley (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 54.h)
i) Principio de ultractividad eexpresa
xpresa
Esta regla es aplicable cuando el legislador determina de manera expresa que recobra vigencia una
norma que anteriormente hubiere quedado sin efecto.
En este sentido, la parte in fine del artículo 1 del Título Preliminar del Código Civil la ha recogido
con suma claridad (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 54.i)
j) Principio de competencia eex
xcluyente
Esta regla es aplicable cuando un órgano con facultades legislativas regula un ámbito material de
validez, el cual, por mandato expreso de la Constitución o una ley orgánica, comprende única y
exclusivamente a dicho ente legisferante.
Dicho principio se aplica de conformidad con lo dispuesto en el inciso 8) del artículo 139 de la
Constitución y en el artículo 8 del Título Preliminar del Código Civil (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/
06, P, FJ. 54.j)

483 Ordenamiento jurídico. Principios que aseguran la coherencia normativa


Considerando el sistema de fuentes que diseña nuestra Constitución (...) analizaremos los criterios,
en nuestro caso principios, que realizan la coherencia del sistema jurídico en el siguiente orden:

204
DERECHO CONSTITUCIONAL .

a) Principios que resuelven las antinomias


b) Principio de jerarquía
c) Principio de competencia
(Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 50)

484 Ordenamiento jurídico. Quinta categoría normativa


[Las normas que pertenecen a la quinta categoría normativa son l]os fallos jurisdiccionales y las
normas convencionales (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 61.b)

485 Ordenamiento jurídico. Segunda categoría normativa


Las [normas que pertenecen a la segunda categoría normativa son las] leyes y las normas con rango
o de ley.
Allí aparecen las leyes, los tratados, los decretos legislativos, los decretos de urgencia, el Regla-
mento del Congreso, las resoluciones legislativas, las ordenanzas regionales las ordenanzas muni-
cipales y las sentencias expedidas por el Tribunal Constitucional que declaran la inconstitucionali-
dad de una ley o norma con rango de ley.
[L]os decretos leyes se encuentran adscritos a dicha categoría (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P,
FJ. 61.b)

486 Ordenamiento jurídico. Tercera categoría normativa


[Las normas que pertenecen a la tercera categoría normativa son l]os decretos y las demás normas
de contenido reglamentario (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 61.b)

487 Ordenamiento jurídico. Tipos de normas en razón de su producción


El precepto que regula la producción normativa de un país es una norma superior; mientras que la
producida conforme a esa regulación es la norma inferior.
(...)
[Existen]:
[N]ormas productoras, en un sentido muy amplio, son aquellas que revelan la expresión y ejercicio
de un poder legislativo (originario o derivado), que promueven y condicionan la expedición de otras
normas a las cuales se les asigna una jerarquía inferior. Es el caso de la Constitución y de buena
parte de las leyes.
[N]ormas ejecutoras son aquellas que dan cumplimiento a lo dispuesto o establecido en una norma
productora. Tal el caso de las resoluciones.
[N]ormas ejecutoras-productoras son aquellas que realizan ambas tareas simultáneamente. Tal el
caso de una buena parte de las leyes y los decretos (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 60)

488 Ordenamiento jurídico. Tipos normativos


El sistema de fuentes regulado por la Constitución consagra diversos tipos normativos. Princi-
palmente, las normas con rango de ley y aquellas de rango reglamentario. Entre las primeras,
nuestro sistema jurídico consagra una serie de tipos normativos que, si bien tienen el mismo
rango jurídico, difieren en su denominación y en su modo de producción (Exp. Nº 0047-2004-
AI, 24/04/06, P, FJ. 15)

489 Ordenamiento jurídico. Unidad y coherencia sistemática


[U]na norma jurídica solo adquiere valor de tal, por su adscripción a un orden. Por tal consideración,
cada norma está condicionada sistémicamente por otras. Ello debido a que el orden es la consecuen-
cia de una previa construcción teórico-instrumental.

205
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Al percibirse el derecho concreto aplicable, en un lugar y tiempo determinados, como un orden


regulador, se acredita la constitución de una totalidad normativa unitaria, coherente y organizadora
de la vida coexistencial.
Esta normatividad sistémica se rige bajo el criterio de la unidad, dado que se encuentra constituida
sobre la base de un escalonamiento jerárquico, tanto en la producción como en la aplicación de sus
determinaciones regulatorias.
Toda norma encuentra su fundamento de validez en otra superior, y así sucesivamente, hasta llegar
a la norma fundamental. Tal concepto de validez no solo alude a la necesidad de que una norma se
adecue formalmente a otra superior, sino también a su compatibilidad material.
Esta normativa está sujeta al criterio de coherencia, pues la normatividad sistémica es una totali-
dad armónicamente ordenada, en la que las normas que la conforman guardan una relación de
compatibilidad entre sí, lo que excluye cualquier posibilidad de contradicción permanente.
Esta vocación por la coherencia exige la exclusión de cualquier situación en que dos normas que se
contradicen en sus consecuencias jurídicas, pertenezcan o sigan perteneciendo a un mismo ordena-
miento legal.
En consonancia con todo lo expuesto, puede señalarse que la normatividad sistémica del orden
jurídico descansa en los siguientes principios: la coherencia normativa y el principio de jerarquía de
las normas (Exp. Nº 0005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 3)
[La coherencia normativa] implica la existencia de la unidad sistémica del orden jurídico, lo que, por
ende, indica la existencia de una relación de armonía entre todas las normas que lo conforman.
Asimismo, presupone una característica permanente del ordenamiento que hace que este sea tal
por constituir un todo pleno y unitario.
Ella alude a la necesaria e imprescindible compenetración, compatibilidad y conexión axiológica,
ideológica, lógica, etc., entre los deberes y derechos asignados; amén de las competencias y respon-
sabilidades establecidas que derivan del plano genérico de las normas de un orden constitucional
(Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 28)

490 Principio de generalidad de las normas. Concepto


Conforme [al principio de generalidad de las normas] (...) las normas deben ser generales y no
establecer un régimen contrario al derecho a la igualdad. El concepto de generalidad alude a que el
supuesto comprendido por la norma es abstracto y los destinatarios de la misma son indetermina-
dos. Así, la abstracción del supuesto y la indeterminación de sus destinatarios configuran la gene-
ralidad de una norma. Desde tal perspectiva, una norma que satisfaga estas condiciones es general
(Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 25)

491 Principio de generalidad de las normas. Elemento fundamental del Estado de Derecho
El principio de generalidad de las normas que se infiere de lo establecido en el artículo 103º, ab
initio, de la Constitución, constituye un elemento fundamental del Estado de Derecho (Exp. Nº 007-
2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 25)

492 Principio de generalidad de las normas. No se afecta cuando la norma tiene como des-
tinatario un conjunto o sector de la población
[U]na norma general puede no obstante tener como destinatario un conjunto o sector de la pobla-
ción, con lo cual no se infringe este principio, siempre y cuando el tratamiento diferente que se haya
establecido no sea contrario al derecho a la igualdad de las personas. Para tal efecto, ha de analizar-
se la restricción del horario en aplicación del principio de proporcionalidad. Si la medida satisface
las exigencias de este principio, entonces resulta constitucional; lo contrario supondrá su inconsti-
tucionalidad (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 26)

206
DERECHO CONSTITUCIONAL .

493 Principio de supremacía de la Constitución. Abandono de la supremacía del Congreso


y de la Ley
[Asumir la supremacía de la Constitución significa] superar la concepción de una pretendida sobe-
ranía parlamentaria, que consideraba a la ley como la máxima norma jurídica del ordenamiento,
para dar paso –de la mano del principio político de soberanía popular– al principio jurídico de
supremacía constitucional, conforme al cual, una vez expresada la voluntad del Poder Constituyen-
te con la creación de la Constitución del Estado, en el orden formal y sustantivo presidido por ella no
existen soberanos, poderes absolutos o autarquías. Todo poder devino entonces en un poder cons-
tituido por la Constitución y, por consiguiente, limitado e informado, siempre y en todos los casos,
por su contenido jurídico-normativo (Exp. Nº 5854-2005-AA,08/11/05 P, FJ. 3)

494 Principio de supremacía constitucional. Alcances


La Constitución, como norma fundamental y guía primordial del ordenamiento jurídico, ordena los
poderes del Estado y establece los límites del ejercicio del poder y el ámbito de libertades y derechos
fundamentales, así como los objetivos positivos y las prestaciones que el poder debe cumplir en
beneficio de la comunidad. En virtud del principio de supremacía constitucional, se le considera
como la norma jerárquicamente superior, por encima de las demás normas que posee el ordena-
miento jurídico. Al ser lex superior, define el sistema de fuentes formales del Derecho y aparece
como la expresión de una intención fundacional, configuradora de un sistema entero que en ella
se asienta, teniendo así una pretensión de permanencia (Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC, 27/01/06,
P, FJ. 3)

495 Principio de supremacía de la Constitución. Ausencia de parámetro de control para


evaluar la Constitución
[La Constitución no] puede ser objeto de una evaluación de validez material, pues no existe una
norma superior sobre ella, que determine sus contenidos mínimos. Lo anterior, desde luego, no
significa que cualquier documento pueda ser considerado como una Constitución (Exp. Nº 0014-
2003-AI, 10/12/03, P, FJ. 4.7)

496 Principio de supremacía de la Constitución. Constitución como fuente de fuentes del


derecho
La Constitución es la norma de normas que disciplina los procesos de producción del resto de las
normas y, por tanto, la producción misma del orden normativo estatal.
El reconocimiento de la Constitución como norma jurídica vinculante y directamente aplicable cons-
tituye la premisa básica para que se erija como fuente de Derecho y como fuente de fuentes (Exp. Nº
0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 9)
[L]a Constitución, como fuente suprema:
- Crea los órganos encargados de la producción normativa.
- Otorga competencias materiales.
- Determina los procedimientos para la elaboración normativa.
- Establece los límites materiales para la elaboración normativa.
- Impone los contenidos normativos (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 11)

497 Principio de supremacía de la Constitución. Desde los puntos de vista objetivo y subjetivo
La Constitución es la norma jurídica suprema del Estado, tanto desde un punto de vista objetivo-
estructural (artículo 51), como desde el subjetivo-institucional (artículos 38 y 45) (Exp. Nº 0030-
2006-AI, 02/02/06, P, FJ. 40)
[L]a supremacía normativa de la Constitución de 1993 se encuentra recogida en sus dos vertientes:
tanto aquella objetiva, conforme a la cual la Constitución preside el ordenamiento jurídico (artículo
51), como aquella subjetiva, en cuyo mérito ningún acto de los poderes públicos (artículo 45) o de

207
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

la colectividad en general (artículo 38) puede vulnerarla válidamente (Exp. Nº 5854-2005-AA,


08/11/05, P, FJ. 6)

498 Principio de supremacía de la Constitución. Fundamento


[L]a Constitución es una norma jurídica. En efecto, si expresa la autorepresentación cultural de un
pueblo, y refleja sus aspiraciones como nación, una vez formado el Estado Constitucional de Dere-
cho, ella pasa a ocupar una posición análoga a la que ocupaba su creador. En buena cuenta, en el
Estado Constitucional de Derecho, el estatus de Poder Constituyente, es decir la representación del
pueblo políticamente soberano, lo asumirá la Constitución, que de esta forma pasará a convertirse
en la norma jurídicamente suprema (Exp. Nº 0014-2003-AI, 10/12/03, P, FJ. 2.1)

499 Principio de supremacía de la Constitución. Noción


Según el principio de supremacía de la Constitución todos los poderes constituidos están por debajo
de ella; de ahí que se pueda señalar que es lex superior y, por tanto, obliga por igual tanto a gobernan-
tes como gobernados, incluida la administración pública (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 8)

500 Principio de supremacía de la Constitución. Vinculación en la aplicación del derecho


[L]as atribuciones jurisdiccionales, sea en sede judicial ordinaria, especial o cuasijurisdiccional ad-
ministrativa, se encuentran vinculadas al principio jurídico de supremacía constitucional señalado
en el artículo 51 de la Constitución, en sus dos vertientes: Fuerza normativa positiva, aplicando las
normas legales en base a las disposiciones constitucionales; y, fuerza normativa negativa, inapli-
cando la norma administrativa y/o legal que sea extraña a la Constitución (Exp. Nº 0004-2006-AI,
29/03/06, P, FJ. 13)

501 Principios fundamentales. Soberanía popular


[La Constitución consagra un principio político] fundado en la soberanía popular, en virtud del cual
su opción es por una democracia militante, que no acepta el abuso del ejercicio de derechos en
desmedro del orden jurídico

502 Principios fundamentales. Supremacía constitucional


[La Constitución consagra un principio jurídico] fundado en la supremacía constitucional, en virtud
del cual los derechos fundamentales de quienes atenten contra el Estado Constitucional de Derecho
y el orden social pueden ser restringidos razonable y proporcionalmente (Exp. Nº 003-2005-PI/TC,
09/08/2006, P, FJ. 371).

503 Supremacía de la Constitución. Principio de jerarquía normativa del ordenamiento


jurídico
La Constitución contiene un conjunto de normas supremas porque estas irradian y esparcen los
principios, valores y contenidos a todas las demás pautas jurídicas restantes. En esa perspectiva el
principio de jerarquía deviene en el canon estructurado del ordenamiento estatal.
El principio de jerarquía implica el sometimiento de los poderes públicos a la Constitución y al resto
de normas jurídicas. (...) Así, una norma es jerárquicamente superior a otra cuando la validez de
esta depende de aquella.
(...) [E]l artículo [51 de la Constitución] afirma los principios de supremacía constitucional que
supone una normativididad supra –la Constitución– encargada de consignar la regulación normati-
va básica de la cual emana la validez de todo el ordenamiento legal de la sociedad política.
(...)La Constitución es una especie de super ley, de norma normarum, que ocupa el vértice de la
pirámide normativa (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 55)
[E]l principio de jerarquía es el único instrumento que permite garantizar la validez de las normas
jurídicas categorialmente inferiores. Ergo, la invalidez es la consecuencia necesaria de la infracción
de tal principio.

208
DERECHO CONSTITUCIONAL .

Los requisitos para que una norma pueda condicionar la validez de otra, imponiéndose jerárquica-
mente, son los siguientes:
a) Relación ordinamental
La prelación jerárquica aparece entre normas vigentes en un mismo ordenamiento constitu-
cional.
b) Conexión material
La prelación jerárquica aparece cuando existe un enlace de contenido, objeto o ámbito de actua-
ción entre una norma superior y otra categorialmente inferior.
c ) Intersección normativa.
La prelación jerárquica aparece cuando la legítima capacidad regulatoria de una norma contraría al
mandato u ordenación de contenidos de otra norma.
En efecto, para que una norma categorialmente superior cumpla su función, es vital que no pueda
ser desvirtuada por aquella cuya producción regula.
En resumen el principio de jerarquía implica la determinación por una norma de la validez de
otra, de allí que la categorialización o escalonamiento jerárquico se presente como el único modo
posible de organizar eficazmente el poder normativo del Estado (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06,
P, FJ. 59)
El artículo 51 de la Constitución, que consagra el principio de jerarquía normativa y supremacía
normativa de la Constitución, dispone que la Constitución prevalece sobre toda norma legal y la ley
sobre las normas de inferior jerarquía, y así sucesivamente. Del mismo modo, el inciso 4 del artículo
200 de la Constitución establece las normas que, en el sistema de fuentes normativas diseñado por
ella, tienen rango de ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos
del Congreso, normas regionales de carácter general y ordenanzas. A su turno, el inciso 1 del
artículo 102 de la Constitución establece que es atribución del Congreso de la República dar leyes.
Consecuentemente, de las normas citadas se colige que, en nuestro ordenamiento jurídico, el pri-
mer rango normativo corresponde a la Constitución y el segundo a la ley (Exp. Nº 0022-2004-AI,
12/08/05, P, FJ. 13)
Configurándose en este segundo nivel [ley y normas con rango de ley] una diversidad de fuentes
normativas del mismo rango pero que, conforme a la Constitución, varían en su denominación,
producción normativa y en la materia que regulan (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/&05, P, FJ. 8)

LEY

504 Aplicación de la ley. Aplicación inmediata


En cuanto a la aplicación de normas en el tiempo, la regla general es su aplicación inmediata.
Determinados hechos, relaciones o situaciones jurídicas existentes, se regulan por la norma vigente
durante su verificación. En el derecho penal material, la aplicación inmediata de las normas deter-
mina que a un hecho punible se le aplique la pena vigente al momento de su comisión. En el
derecho procesal, el acto procesal está regulado por la norma vigente al momento en que este se
realiza (Exp. Nº 1300-2002-HC, 27/08/03, P, FJ. 7)

505 Aplicación de la ley. Aplicación retroactiva y ultractiva


[L]a aplicación ultractiva o retroactiva de una norma solo es posible si el ordenamiento lo reconoce
expresamente –a un grupo determinado de personas– que mantendrán los derechos nacidos al
amparo de la ley anterior porque así lo dispuso el Constituyente –permitiendo que la norma bajo la
cual nació el derecho surta efectos, aunque en el trayecto la norma sea derogada o sustituida–; no
significando, en modo alguno, que se desconozca que por mandato constitucional las leyes son
obligatorias desde el día siguiente de su publicación en el Diario oficial, salvo disposición contraria
de la misma ley que posterga su vigencia en todo o en parte, y que el legislador peruano ha optado

209
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

ante la posibilidad de conflicto de normas en el tiempo por la teoría de los hechos cumplidos, tal y
como lo consagra el artículo III del Título Preliminar del Código Civil, que señala que la ley tiene
aplicación inmediata a las relaciones y situaciones jurídicas existentes al momento que entra en
vigencia, por lo que la nueva ley empieza a regir las consecuencias de las relaciones jurídicas
preexistentes (Exp. Nº 0008-1996-I, 23/04/97, P, FJ. 17)

506 Aplicación de la ley. Interpretación in malam partem


[S]obre la base del principio general de libertad, que el ser humano, en principio, es libre para
realizar todo aquello que no esté prohibido en virtud de una ley, ni obligado de hacer aquello que la
ley no manda. En ese sentido, si bien las limitaciones a los derechos fundamentales solo pueden
establecerse respetando el principio de legalidad, la interpretación de una limitación legalmente
impuesta, deberá además, realizarse en términos necesariamente restrictivos, encontrándose ve-
dada la interpretación analógica, in malam partem, de las normas que restrinjan derechos (Exp.
Nº 2235-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 8)

507 Aplicación de la ley. Principio de inaplicabilidad por analogía de normas que restrin-
jan derechos
[L]os alcances [del] principio de inaplicabilidad por analogía de las normas que restrinjan derechos
no han de entenderse restrictivamente como pertenecientes solo al ámbito del derecho penal y
procesal penal, sino como aplicables a todo el ordenamiento jurídico, particularmente cuando con
una medida limitativa de derechos el Estado intervenga en el seno del contenido constitucional-
mente protegido de estos (...) (Exp. Nº 2235-2004-AA/TC, 18/02/05, P, FJ. 8)

508 Aplicación de la ley. Principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficien-
cia de ley
[S]e [ha] violado el principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley,
como consecuencia de que diversos jueces se hayan inhibido de conocer el proceso (...). Una cosa es
que para resolver una determinada pretensión no exista ley aplicable, en cuyo caso los jueces,
cuando corresponda, no deben dejar de administrar justicia por ese vacío o deficiencia de la ley, y
otra, muy distinta, es que un proceso no se pueda llevar adelante, en determinado momento, por la
inhibición de algunos jueces.
Por su propia naturaleza, este principio opera cuando el juez tiene que resolver una cuestión inci-
dental o poner fin al principal, pero no por el retardo en la administración de justicia, que es otra
cosa (...) (Exp. Nº 0290-2002-HC/TC, 06/01/03, S2, FJ. 4)

509 Ley. Carácter excepcional de las leyes especiales


[S]olo por excepción es viable la creación de una regla especial, la misma que no se ampara en el
arbitrio caprichoso de quienes poseen el poder político, sino en la naturaleza o razón de los hechos,
sucesos o acontecimientos que ameriten una regulación particular o no genérica.
Es decir, una ley especial –de por sí regla excepcional en el ordenamiento jurídico nacional– se
ampara en las específicas características, propiedades, exigencias o calidades de determinados asuntos
no generales en el seno de la sociedad.
Las leyes especiales hacen referencia específica a lo particular, singular o privativo de una materia.
Su denominación se ampara en lo sui géneris de su contenido y en su apartamiento de las reglas
genéricas.
En puridad, surgen por la necesidad de establecer regulaciones jurídicas esencialmente distintas a
aquellas que contemplan las relaciones o situaciones indiferenciadas, comunes o genéricas.
Consecuencia derivada de la regla anteriormente anotada es que la ley especial prima sobre la de
carácter general (Exp. Nº 00018-2003-AI, 26/04/04, P, FJ. 2)

210
DERECHO CONSTITUCIONAL .

510 Ley. Cese de la vigencia de la norma por conclusión de su ámbito de validez temporal
y de las circunstancias condicionantes
La cesación de la vigencia de la norma en ambos supuestos (delimitación temporal definida o suje-
ción al acaecimiento de un hecho) no se debe en absoluto a una derogación, sino más bien a la
conclusión de su ámbito de validez temporal y de las circunstancias materiales –el supuesto– a las
que está condicionada. En ambos supuestos es el propio legislador el que ha delimitado la vigencia
de la norma. Puede afirmarse de ese modo que este tipo de normas llevan consigo una disposición
que podría denominarse de "autoderogación".
En consecuencia, la cesación de vigencia de estas normas no se produce como consecuencia de una
derogación, sino debido a: a) la sola superación de su límite temporal o, b), el acaecimiento del
suceso o hecho establecido por ella misma. La particularidad de estas normas es que dejan de
pertenecer al ordenamiento al producirse alguno de tales supuestos. Por ello, no cabe hablar de
derogación, pero sí de que la disposición ha dejado de pertenecer al ordenamiento jurídico. Se trata
de normas que ya no están vigentes (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 5)
[E]l cese de vigencia de una norma (...) puede obedecer al hecho de que ella misma haya previsto el
alpso de su vigencia o, en su caso, su cese como consecuencia del agotamiento de su objeto (Exp. Nº
00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 87)

511 Ley. Definición


[Las leyes] pueden definirse como las prescripciones normativas generales y escritas emanadas del
Congreso de la República, conforme a un procedimiento prefijado por la Constitución (Exp. Nº
00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 16)

512 Ley. Denominaciones de la ley ordinaria


Ahora bien, no debe confundirse el tipo de ley, en este caso ordinaria, con su denominación. En
efecto, contrariamente a lo que ocurre con la forma normativa ley y sus tipos básicos (ley ordinaria
y ley orgánica), la denominación de la ley puede ser diversa y variada, sin que por ello se afecte el
modo de producción y el órgano que la expide (...). [S]iempre dentro del tipo de ley ordinaria,
nuestra Constitución establece algunos subtipos de la ley ordinaria, con especiales características,
pero que en esencia mantienen la condición de ley ordinaria porque su modo de producción es el
establecido por la Constitución. Así, por ejemplo, el artículo 104 de la Constitución se refiere a la
ley autoritativa, (...) [también existe la] ley de organización y funciones de los ministerios a que se
refiere el artículo 121 de la Constitución (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 16)

513 Ley. Derogación de leyes y normas con rango de ley


Esa capacidad de la ley para derogar otra ley, no solo comprende a la ley en sentido formal, esto es,
a la expedida por el Congreso, sino también, en el ámbito de su competencia, a toda norma que en
el ordenamiento tenga rango de ley, como es el caso del Decreto Legislativo (Exp. Nº 00009-2003-
AI, 15/09/04, P, FJ. 5)

514 Ley. Derogación expresa


[La derogación e]s expresa cuando una ley posterior declara que la anterior cesó en su vigencia
(Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 83)

515 Ley. Derogación por ley posterior


[P]ara que una antinomia (....) pueda ser resuelta bajo el criterio de lex posterior derogat lex ante-
rior, no solo es preciso que se trate de normas que tengan la misma jerarquía en el sistema de
fuentes del derecho, sino, además, que ambas hayan sido dictadas por autoridades normativas con
competencia para regular la misma materia. Por ejemplo, que una materia haya sido regulada ini-
cialmente mediante un decreto legislativo y, posteriormente, de modo distinto por una ley parla-
mentaria.

211
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Ausente un problema de competencia normativa en la regulación de la misma materia, uno de los


principios conforme a los cuales se puede resolver tal antinomia es (...) el criterio de "ley posterior
deroga ley anterior" (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 100)

516 Ley. Derogación tácita


[la derogación e]s tácita cuando el objeto regulado por la ley vieja es incompatible con la efectuada
por la ley nueva, o cuando la materia de aquella es regulada íntegramente por la ley nueva (Exp. Nº
00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 83)

517 Ley. Diferencia entre derogación y declaración de inconstitucionalidad


[L]a derogación es una categoría del Derecho sustancialmente distinta a la inconstitucionalidad.
Mientras que la primera no necesariamente elimina los efectos (capacidad reguladora) de la ley
derogada (así, por ejemplo, los casos de leyes que, a pesar de encontrarse derogadas, surten efectos
ultractivos), la declaración de inconstitucionalidad "aniquila" todo efecto que la norma pueda cum-
plir; incluso los que pueda haber cumplido en el pasado, en caso de que haya versado sobre materia
penal o tributaria (artículo 83 del Código Procesal Constitucional) (Exp. Nº 00019-2005-AI, 21/07/05,
P, FJ. 5)

518 Ley. Expedición por la naturaleza de las cosas


[E]l término "cosa" previsto en el primer párrafo del artículo 103 de la Constitución, no puede ser
entendido en su sentido coloquial. La cosa no puede ser vista como un objeto físico, sino como todo
elemento vinculado a la juridicidad: inmanente pero real; objetivo pero intrínsecamente vinculado
a las relaciones interpersonales. "Cosa" es, pues, la materia del Derecho y, por tanto, puede aludir a
una relación jurídica, un instituto jurídico, una institución jurídica o simplemente un derecho, un
principio, un valor o un bien con relevancia jurídica.
De otro lado, la materia jurídica es poseedora de un dinamismo en orden a su trascendencia. Dicho
dinamismo surge desde su contenido o sustancia y se proyecta hacia su finalidad. La "naturaleza" de
la "cosa" está informada tanto de su contenido como de su finalidad (Exp. Nº 0001-2003-AI y otro
acumulado, 04/07/03, P, FJ. 7)
La naturaleza de la "cosa" que hace a la materia del Derecho, se encuentra inserta en una realidad
social que puede tender hacia la disfuncionalidad de la cosa, esto es, a desvirtuar su finalidad. En
estos casos, el orden constitucional debe permitir a la ley incidir en aquella realidad de hecho y
componer la funcionalidad de la naturaleza de las cosas. Así pues, cuando el artículo 103 de la Carta
Fundamental estipula que pueden expedirse leyes especiales "porque así lo exige la naturaleza de
las cosas", no hace sino reclamar la razonabilidad objetiva que debe fundamentar toda ley, incluso,
desde luego, las leyes especiales. Respetando el criterio de razonabilidad legal, el Estado queda
facultado para desvincular a la ley de su vocación por la generalidad y hacerla ingresar en una
necesaria y razonable singularidad. Necesaria, porque está llamada a recomponer un orden social
que tiende a desvirtuarse, y razonable, porque se fundamenta en un elemento objetivo, a saber, la
naturaleza de las cosas (Exp. Nº 0001-2003-AI y acumulado, 04/07/03, P, FJ. 8)
[L]a norma especial debe enfocarse en las relaciones intersubjetivas, mas no en los sujetos de
aquellas relaciones (Exp. Nº 00031-2004-AI, 23/09/04, P, FJ. 12)

519 Ley. Formas de cese de la vigencia de la norma


La cesación de vigencia de una norma en el ordenamiento jurídico puede deberse a la derogación o
a su declaración de inconstitucionalidad. Es en este sentido que la Constitución establece que "(...)
La ley se deroga solo por otra ley. También queda sin efecto por sentencia que declara su inconsti-
tucionalidad (...)".
La cesación de la vigencia de una norma (...) puede también deberse al plazo previsto por la propia
norma como también a la desaparición de las circunstancias que la motivaron e, incluso, a la pro-
ducción de cierto hecho (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 4)

212
DERECHO CONSTITUCIONAL .

520 Ley. Independencia frente a la intención del legislador


[S]i bien es cierto que la intención del legislador aporta luces para interpretar leyes oscuras o
ambiguas, también lo es que, una vez promulgada, la ley se independiza de las intenciones, tantas
veces imprecisas y hasta equívocas, de sus autores, y cobra vida autónoma (Exp. Nº 00014-1996-I,
28/04/97, P, FJ. 1)

521 Ley. Ley de cuenta general de la República


[Respecto a la Ley de Cuenta general de la República e]l artículo 81 de la Constitución establece el
procedimiento para la aprobación de este tipo de ley con características especiales (Exp. Nº 00047-
2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 16)

522 Ley. Ley de desarrollo de la Constitución


[D]ebe precisarse sobre la ley de desarrollo de la Constitución, expedida por el Congreso de la
República, y así denominada por la Octava Disposición Final y Transitoria de la Constitución, (…) no
constituye una categoría especial de la forma normativa ley, sino que comprende tanto a la ley
ordinaria como a la ley orgánica (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 16)

523 Ley. Ley de presupuesto de la República


Los artículos 78, 79 y 80 de la Constitución especifican las particularidades del modo de producción
de la Ley de Presupuesto; se trata por ello de una ley distinta a la ley ordinaria y a la ley orgánica
(Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 16)

524 Ley. Ley ordinaria y ley autoritativa


[E]l artículo 104 de la Constitución se refiere a la ley autoritativa, mediante la cual el Congreso de
la República delega al Poder Ejecutivo la facultad de legislar a través de Decretos Legislativos.
Dicha ley tiene dos elementos indispensables: la materia específica a delegar y el plazo determinado
para ejercer la delegación. A su turno, conforme a los artículos 104 y 101, inciso 4, de la Constitu-
ción, el Congreso de la República no puede delegar al Poder Ejecutivo las materias relativas a la
reforma constitucional, aprobación de tratados internacionales, leyes orgánicas, Ley de Presupues-
to y Ley de la Cuenta General de la República (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 16)

525 Ley. Ley ordinaria y ley de organización y funciones de los ministerios


[P]uede hacerse mención a la ley de organización y funciones de los ministerios a que se refiere
el artículo 121 de la Constitución, la cual es ley ordinaria (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P,
FJ. 16)

526 Ley. Ley orgánica


[La ley orgánica e]s expedida por el Congreso de la República y su modo de producción debe cumplir
los requisitos formales y materiales previstos en el artículo 106 de la Constitución (...).
Respecto a la estructura y funcionamiento de las entidades del Estado previstas por la Constitución
con reserva de ley orgánica, que comprenden aquellas con mención expresa (las contempladas por
los artículos 82, 84, 143, 150, 161 y 198 de la Constitución), y aquellas que, debido a su relevancia
constitucional, también gozan de tal calidad (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 16)

527 Ley. Noción de ley ordinaria


[La ley ordinaria e]s la expedida por el Congreso de la República (inciso 1 del artículo 102 de la
Constitución) y su modo de producción está regulado por los artículos 105, 107, 108 y 109 de la
Constitución. En rigor puede normar cualquier materia, con excepción de las reservadas a la ley
orgánica conforme al artículo 106 de la Constitución y las que sean materia exclusiva de los gobier-
nos regionales o municipales (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 16)

213
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

528 Ley. Prohibición de derogación por desuso de la ley


La cuestión relativa a si la desuetudo (o desuso) de una ley pueda culminar con su derogación es
una hipótesis de ineficacia de las normas jurídicas que en nuestro ordenamiento no tiene asidero
(Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 75)
En nuestro ordenamiento jurídico (...) no es admisible la derogación de una ley ya sea por su desuso
o, incluso, por la existencia de prácticas o costumbres contra legem.
En la exclusión de la desuetudo como criterio para determinar la vigencia o derogación de las leyes
subyace la afirmación de un principio ínsito al Estado Constitucional de Derecho: el principio de
seguridad jurídica, que es complemento esencial para el ejercicio de los derechos fundamentales,
para el desarrollo de la vida en sociedad y una garantía consustancial de la conformación de una
sociedad libre y democrática (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 76)
Con la proscripción de la desuetudo (...) la Constitución procura evitar que las relaciones del ciuda-
dano con el Estado y los particulares se quebrante por una situación de incertidumbre sobre la
vigencia de las normas al amparo de las cuales se realizan determinados actos. Se busca proteger al
individuo de una de las posibles manifestaciones en que puede tomar cuerpo la arbitrariedad, siem-
pre latente en un sistema normativo en el que no se sepa cuál es el órgano competente para deter-
minar si una norma cayó en desuso, cuándo esta se habría producido, o qué cantidad de sus desti-
natarios, que no cumplieron sus mandatos, son suficientes o necesarios para que esta se declare. El
conocimiento de las normas jurídicas, así, no solo garantiza que el ciudadano tome consciencia no
solo de lo que está permitido o prohibido, sino también del tiempo en que tal permisión o prohibi-
ción está vigente (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 77)

529 Ley. Prohibición de leyes especiales en razón de las diferencias entre las personas
[C]uando el artículo 103 de la Constitución prevé la imposibilidad de dictar leyes especiales "en
razón de las diferencias de las personas", abunda en la necesaria igualdad formal prevista en el
inciso 2) de su artículo 2, según la cual el legislador no puede ser generador de diferencias
sociales; pero en modo alguno puede ser interpretado de forma que se limite el derecho y el
deber del Estado de, mediante "acciones positivas" o "de discriminación inversa", ser promotor
de la igualdad sustancial entre los individuos (Exp. Nº 0001-2003-AI y acumulado, 04/07/03, P,
FJ. 12)
La vinculación negativa [del legislador respecto al principio de igualdad en las leyes especiales]
está referida a la ya consolidada jurisprudencia de este Colegiado respecto de la exigencia de
"tratar igual a los que son iguales" y "distinto a los que son distintos", de forma tal que la ley,
como regla general, tenga una vocación necesaria por la generalidad y la abstracción, quedando
proscrita la posibilidad de que el Estado, a través del legislador, pueda ser generador de facto-
res discriminatorios de cualquier índole. Sin embargo, enfocar la interpretación del derecho a la
igualdad desde una faz estrictamente liberal, supondría reducir la protección constitucional del
principio de igualdad a un contenido meramente formal, razón por la cual es deber de este
Colegiado, de los poderes públicos y de la colectividad en general, dotar de sustancia al princi-
pio de igualdad reconocido en la Constitución (Exp. Nº 0001-2003-AI y acumulado, 04/07/03,
P, FJ. 11)

530 Ley. Proscripción de la aplicación retroactiva


[N]uestro ordenamiento jurídico reconoce como principio general que la ley no tiene efectos retro-
activos, conforme lo proclama el artículo 103, tercer párrafo, de la Constitución Política del Perú
(Exp. Nº 2196-2002-HC, 10/12/03, P, FJ. 6)
La aplicación retroactiva de las normas se produce cuando a un hecho, relación o situación jurídica
se les aplica una norma que entró en vigencia después que estos se produjeron (Exp. Nº 1300-2002-
HC, 27/08/03, P, FJ. 8)

214
DERECHO CONSTITUCIONAL .

531 Ley. Vinculación positiva del legislador a los derechos fundamentales para revertir
condiciones de desigualdad
[D]ebe reconocerse (...) una vinculación positiva del legislador a los derechos fundamentales, de
forma tal que la ley esté llamada a revertir las condiciones de desigualdad o, lo que es lo mismo,
a reponer las condiciones de igualdad de las que la realidad social pudiera estarse desvinculando,
en desmedro de las aspiraciones constitucionales (Exp. Nº 0001-2003-AI y acumulado, 04/07/03,
P, FJ. 11)

532 Ley orgánica. Carácter excepcional


Debido a su carácter excepcional, el ámbito material reservado para las leyes orgánicas no puede
entenderse en términos amplios o extensivos, sino de manera especialmente restrictiva. La regla de
la aplicación no extensiva de las normas que establecen excepciones está prescrita, además, en el
artículo IV del Título Preliminar del Código Civil (Exp. Nº 00048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 40)

533 Ley orgánica. Como función exclusiva del Congreso


[U]no de los elementos fundamentales de la ley orgánica en el Perú, además de los establecidos en
el artículo 106 de la Constitución, es el que se funda en la reserva de ley exclusiva a favor del
Congreso de la República (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 33)
[D]e una interpretación sistemática de los artículos 104 y 101, inciso 4 de la Constitución, se
concluye que la aprobación de leyes orgánicas no puede ser delegada a la Comisión Permanente del
Congreso de la República, ni tampoco al Poder Ejecutivo mediante decretos legislativos. Esta limi-
tación, que no opera para las materias de ley ordinaria, que sí pueden ser delegadas al Poder Ejecu-
tivo para que legisle sobre ellas, se constituye en el núcleo mínimo indisponible de las competen-
cias legislativas del Congreso de la República, para el caso de normas con rango de ley, ya que la
legislación de las materias de ley orgánica no puede ser delegada al Ejecutivo (Exp. Nº 00022-2004-
AI, 12/08/05, P, FJ. 35)

534 Ley orgánica. Criterios para identificar a las entidades estatales sujetas a reserva de
ley orgánica
[L]os criterios para determinar cuáles son tales entidades deben servir tanto para las previstas
expresamente por la Constitución (artículos 82, 84, 143, 150, 161 y 198 de la Constitución), como
para las que por su relevancia constitucional y conforme a los criterios descritos a continuación
gozan de reserva de ley orgánica. Cabe precisar que, en algunos casos, más de un criterio justifica
la reserva de ley orgánica. (...) [L]os criterios son los siguientes:
• El que parte del principio de soberanía política contemplado en el artículo 45 de la Constitu-
ción, que establece que el poder del Estado emana del pueblo. De manera que las entidades del
Estado cuyas autoridades políticas provienen de elección popular gozan de reserva de ley orgá-
nica.
• El que se sustenta en el artículo 43 de la Constitución, que contempla la separación de poderes,
de manera que los Poderes del Estado gozan de reserva de ley orgánica, salvo las excepciones
que contemple la propia elección.
• El que descansa en el principio de soberanía jurídica de la Constitución consagrado en el artícu-
lo 51 de la Constitución y en el deber Estatal de garantizar la vigencia de los derechos humanos,
conforme al artículo 44 de la Constitución.
• El que precisa que, conforme al principio representativo consagrado en el artículo 43 de la
Constitución, los órganos del sistema electoral encargados de efectivizar la voluntad popular a
través de las elecciones gozan de reserva de ley orgánica.
• El de equivalencia funcional entre los miembros del Poder Judicial, Ministerio Público y Miem-
bros del Consejo Nacional de la Magistratura, consagrado en los artículos 158 y 156 de la
Constitución, que consagra su independencia funcional y jurisdiccional según corresponda,

215
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

indispensable en el sistema de impartición de justicia, pilar de nuestro modelo democrático


(Caso Poder Judicial contra el Poder Ejecutivo, Exp. Nº 0004-2004-CC).
• El que parte del principio de unidad y de la descentralización del Estado Peruano.
• El que se fundamenta en el control económico y financiero, público y privado: control presu-
puestario (artículo 82 de la Constitución), regulación de la moneda, el crédito del sistema
financiero, la administración de las reservas internacionales (artículo 84 de la Constitución), el
control de las empresas bancarias, de seguros, de administración de fondos de pensiones (artí-
culo 87 de la Constitución) (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 22)

535 Ley orgánica. Distinción de la ley ordinaria


[L]a ley orgánica no es una categoría normativa que pueda entenderse en los mismos términos que
la ley ordinaria. Y no porque su ubicación en el sistema de fuentes diseñado por la Constitución de
1993 sea distinta (pues ambas comparten el mismo rango), sino por su disímil naturaleza.
En efecto, a diferencia de la ley ordinaria, la ley orgánica es una categoría normativa cuyo uso
legislativo es excepcional, ya que, por un lado, se aparta de la común manifestación del principio
democrático en el ámbito del procedimiento legislativo (sostenido en la preponderancia de las ma-
yorías simples sobre las minorías), para imponer una democracia basada en mayorías cualificadas o
reforzadas; y, por otro, se ocupa de materias específicas y directamente reservadas por la propia
Constitución.
Así, el artículo 106 de la Constitución establece que: "Mediante leyes orgánicas se regulan la es-
tructura y el funcionamiento de las entidades del Estado previstas en la Constitución, así como
también las otras materias cuya regulación por ley orgánica está establecida por la Constitución.
(...). Para su aprobación o modificación se requiere el voto de más de la mitad del número legal de
miembros del Congreso" (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 39)

536 Ley orgánica. Entidades del Estado sujetas a reserva de ley orgánica
[D]esde la perspectiva númerus clausus, (...) partiendo del requisito material, propio del modelo de
ley orgánica que diseña la Constitución, [se] preserva el principio de unidad en la interpretación de
la Constitución. En tal sentido, debe considerarse que el artículo 106 de la Constitución prevé dos
rubros que deben regularse por ley orgánica: a) la estructura y funcionamiento de las entidades del
Estado previstas por la Constitución, las cuales comprenden aquellas con mención expresa (las
contempladas por los artículos 82, 84, 143, 150, 161 y 198 de la Constitución), y aquellas que,
debido a su relevancia constitucional, también gozan de tal calidad; ello porque la primera parte
del artículo 106 de la Constitución debe interpretarse coherentemente; y b) las otras materias
cuya regulación por ley orgánica está establecida en la Constitución (dentro de estas últimas se
tiene a las contempladas en los artículos 31, 66 y 200 de la Constitución) (Exp. Nº 00022-2004-
AI, 12/08/05, P, FJ. 19 y 20)

537 Ley orgánica. Requisitos


[El] artículo [106 de la Constitución] no establece una jerarquía distinta a la de la ley, sino que
dispone dos requisitos especiales para este tipo de leyes; uno de orden material, referido a la mate-
ria que regularán las leyes orgánicas; y otro de carácter formal, relativo al número de votos necesa-
rio para su aprobación (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 15)
Para que una ley pueda considerarse como orgánica o, en otros términos, que goza de reserva de ley
orgánica, debe cumplir conjuntamente los dos requisitos que impone la Constitución; esto es, que
regule alguna de las materias aludidas por el artículo 106 de la Constitución u otras normas cons-
titucionales, y que sea aprobada con la votación establecida por el mismo artículo. No basta que se
cumpla uno de ellos, puesto que el incumplimiento del otro acarreará su inconstitucionalidad mate-
rial o formal, según sea el caso (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 37)
La denominación de una ley como orgánica no la convierte en tal si es que no cumple con los
requisitos del artículo 106 de la Constitución. (...) Por ello, si una ley se aprueba con la votación

216
DERECHO CONSTITUCIONAL .

necesaria para una ley orgánica, pero no contiene materia que se reserva a ella, entonces dicha ley
deberá ser considerada como ley ordinaria (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 38)

538 Ley orgánica. Reserva de ley orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros, Con-
traloría General de la República y Banco Central de Reserva
[C]onforme al criterio que se fundamenta en el control económico y financiero público y privado
(artículos 82, 84 y 87 de la Constitución), la estructura y funcionamiento de la [Superintendencia
de Banca y Seguros] cuya misión principal es ejercer el control de las empresas bancarias, de segu-
ros, y de administración de fondos de pensiones, deberá ser regulado por ley orgánica. Mandato
que se confirma con la prescripción de reserva de ley orgánica para la Contraloría General de la
República y el Banco Central de Reserva (artículos 82 y 84 de la Constitución) (Exp. Nº 00022-
2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 28)

539 Ley orgánica. Reserva de ley orgánica de las entidades del sistema electoral
[A] tenor de los criterios de soberanía política (artículo 45 de la Constitución) y representación
(artículo 43 de la Constitución), están sujetos a reserva de ley orgánica la estructura y funciona-
miento de las entidades del sistema electoral (Jurado Nacional de Elecciones, Oficina Nacional de
Procesos Electorales y Registro Nacional de Identificación y Estado Civil), cuyas funciones son vita-
les para el adecuado funcionamiento del modelo democrático representativo y de las instituciones
de democracia directa reconocidas en el artículo 31 de la Constitución (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/
08/05, P, FJ. 24)

540 Ley orgánica. Reserva de ley orgánica de los gobiernos regionales y locales
[C]onforme al criterio de unidad y descentralización del Estado Peruano y considerando el mandato
constitucional recogido en el artículo 188 de la Constitución, que establece que la descentralización
es una forma de organización democrática y constituye una política permanente del Estado, de
carácter obligatorio, la estructura y funcionamiento general de los gobiernos regionales se regulará
por ley orgánica. Obligación reafirmada por el mandato del artículo 198 de la Constitución, que
establece la misma reserva para la regulación general de la estructura y funcionamiento de las
Municipalidades (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 27)

541 Ley orgánica. Reserva de ley orgánica del Ministerio Público y Consejo Nacional de la
Magistratura
[C]on base en el criterio de equivalencia funcional entre los miembros del Poder Judicial, Ministerio
Público y Miembros del Consejo Nacional de la Magistratura (artículos 158 y 156 de la Constitu-
ción), y al de independencia funcional, indispensable en el sistema de impartición de justicia, el
Ministerio Público, cuya función principal es representar a la sociedad en los procesos judiciales, así
como la de defender la legalidad y los intereses públicos, goza de reserva de ley orgánica. Obliga-
ción que se confirma con la reserva de ley orgánica prevista para el Consejo Nacional de la Magis-
tratura por el artículo 150 de la Constitución (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 26)

542 Ley orgánica. Reserva de ley orgánica del Tribunal Constitucional y Defensoría del
Pueblo
[C]onforme al criterio que consagra el principio de soberanía jurídica de la Constitución (artículo 51
de la Constitución) y al deber estatal de garantizar la vigencia de los derechos humanos (artículo 44
de la Constitución), goza de reserva de ley orgánica la regulación de la estructura y funcionamiento
del Tribunal Constitucional, órgano que tiene encomendada la tarea de control de la Constitución
(artículo 201 de la Constitución), así como la de la Defensoría del Pueblo, tal como lo establece el
artículo 161 la Constitución, y cuya función principal es defender los derechos constitucionales y
fundamentales de la persona y de la comunidad (artículo 162 de la Constitución). A mayor abunda-
miento, el artículo 200 de la Constitución establece la reserva de ley orgánica para la regulación de
las garantías constitucionales (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 25)

217
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

543 Ley orgánica. Reserva de ley orgánica en caso de poderes del Estado
[L]a estructura y funcionamiento de los Poderes del Estado gozan de reserva de ley orgánica de
acuerdo a los siguientes criterios. En el caso del Congreso de la República, prima facie, debe consi-
derarse que, conforme al artículo 94 de la Constitución, el Congreso de la República se regula por su
reglamento, que tiene fuerza de ley, constituyendo este hecho una excepción a la regla de que, en
principio, los Poderes del Estado se regulan por ley orgánica. Sin embargo, es pacífico asumir que
dicho reglamento goza de naturaleza equivalente a la ley orgánica. En el caso del Poder Judicial, el
artículo 143 de la Constitución confirma este regla con base en el principio de separación de pode-
res (artículo 43 de la Constitución). Aplicando los principios de soberanía política (artículo 45 de la
Constitución), separación de poderes (artículo 43 de la Constitución) y representación (artículo 43
de la Constitución) la estructura y funcionamiento del Poder Ejecutivo, referidas por los capítulos IV
y V del Título IV de la Constitución, deberán ser regulados por ley orgánica. No obstante, la regula-
ción particular de los órganos que comprenden al Poder Ejecutivo, como por ejemplo los Ministe-
rios, será a través de leyes de organización y funciones, que tienen el carácter de leyes ordinarias,
de acuerdo al artículo 121 de la Constitución (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 23)

544 Ley orgánica. Supuestos de reserva expresa de ley orgánica


Conforme al requisito de orden material, mediante las leyes orgánicas se regula la estructura y el
funcionamiento de las entidades del Estado previstas en la Constitución, así como las materias que
esta establece. Al respecto, además del artículo 106 de la Constitución, la Norma Suprema estable-
ce expresamente la reserva de ley orgánica en los siguientes artículos:
- Derechos fundamentales
Derecho de ser elegido y de elegir libremente a sus representantes (artículo 31 de la Constitu-
ción).
El ejercicio de las garantías constitucionales (artículo 200 de la Constitución).
- Recursos naturales
Las condiciones de utilización y otorgamiento a particulares de los recursos naturales (artículo
66 de la Constitución).
- Poderes del Estado
Órganos jurisdiccionales del Poder Judicial (artículo 143 de la Constitución).
- Órganos Constitucionales
Consejo Nacional de la Magistratura (artículo 150 de la Constitución).
La estructura de la Defensoría del Pueblo (artículo 161 de la Constitución).
Contraloría General de la República (artículo 82 de la Constitución).
Banco Central de Reserva (artículo 84 de la Constitución).
- Descentralización
Régimen municipal (artículo 198 de la Constitución) (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ.18)

545 Vigencia y obligatoriedad de la ley. Ineficacia de las leyes no publicadas


[L]os cuestionamientos que puedan surgir en torno a la publicación de una norma no deben resol-
verse en clave "validez o invalidez", sino de "eficacia o ineficacia". Una ley que no ha sido publicada,
sencillamente es ineficaz, pues no ha cobrado vigencia. Y sobre aquello que no ha cobrado vigencia,
no es posible ejercer un juicio de validez en un proceso de inconstitucionalidad, pues no será posible
expulsar del ordenamiento jurídico aquello que nunca perteneció a él (Exp. Nº 00041-2004-AIM
11/11/04, P, FJ. 18)

218
DERECHO CONSTITUCIONAL .

[N]o se cumple tal exigencia [de publicación de las normas], y no se satisfacen los principios de
publicidad y seguridad jurídica, si la publicación solo se realiza respecto a las normas que aprue-
ban un reglamento, mientras el mismo permanece oculto (Exp. Nº 02050-2002-AA, 16/04/03, P,
FJ. 24)
[E]n un Estado Constitucional de Derecho, tal como el que fundamenta la Constitución en su artícu-
lo 3, resulta absolutamente incompatible con este, la existencia de normas no publicadas y "reser-
vadas", pero, por otra parte, es preciso señalar que la publicación de la norma constituye un princi-
pio relativo a la propia validez de la misma, tal como se infiere del artículo 109 de la Constitución,
por lo que resulta incompatible con esta la existencia de dispositivos no publicados, y "reservados"
(Exp. Nº 00950-2000-HD, 13/12/00, P, FJ. 8)

546 Vigencia y obligatoriedad de la ley. Principio constitucional de la publicidad


[E]l principio constitucional de la publicidad, (…) es un principio nuclear de la configuración de
nuestro Estado como uno "Democrático de Derecho", como se afirma en el artículo 3 de la Norma
Fundamental. (...) [E]n materia de derecho público, la regla es la transparencia, y no el secreto (Exp.
Nº 02050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 24)

547 Vigencia y obligatoriedad de la ley. Publicación como requisito esencial


Si bien dicho precepto constitucional [artículo 109 de la Constitución] establece que es la "ley" la
que tiene que ser publicada, (…) en dicha frase debe entenderse, prima facie, a cualquier fuente
formal del derecho y, en especial, aquellas que tienen una vocación de impersonalidad y abstrac-
ción. (…) [L]a publicación de las normas en el diario oficial El Peruano es un requisito esencial de la
eficacia de las leyes y de toda norma jurídica, a tal extremo que, una norma no publicada, no puede
considerarse obligatoria (Exp. Nº 02050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 24)

548 Vigencia y obligatoriedad de la ley. Validez de la norma en materia constitucional


La validez en materia de justicia constitucional (…) es una categoría relacionada con el principio de
jerarquía normativa, conforme al cual la norma inferior (v. g. una norma con rango de ley) será
válida solo en la medida en que sea compatible formal y materialmente con la norma superior (v. g.
la Constitución). Constatada la invalidez de la ley, por su incompatibilidad con la Carta Fundamen-
tal, corresponderá declarar su inconstitucionalidad, cesando sus efectos a partir del día siguiente al
de la publicación de la sentencia de este Tribunal que así lo declarase (artículo 204 de la Constitu-
ción), quedando impedida su aplicación a los hechos iniciados mientras tuvo efecto, siempre que
estos no hubiesen concluido, y, en su caso, podrá permitirse la revisión de procesos fenecidos en los
que fue aplicada la norma, si es que esta versaba sobre materia penal o tributaria (artículos 36 y 40
de la Ley Nº 26435 -Orgánica del Tribunal Constitucional).
En suma, la declaración de inconstitucionalidad, a diferencia de la derogación, anula por completo
la capacidad regulativa de las normas declaradas inconstitucionales (Exp. Nº 0004-2004-AI y acu-
mulados, 21/09/04, P, FJ. 2)

549 Vigencia y obligatoriedad de la ley. Vigencia y derogación de la norma


Una norma se encuentra vigente desde el día siguiente al de su publicación, salvo disposición
contraria de la misma norma que postergue su vigencia en todo o en parte (artículo 109 de la
Constitución), y pierde vigencia con su derogación; empero, cabe señalar que las normas deroga-
das, de conformidad con la dogmática jurídica relativa a la aplicación de la ley en el tiempo, puede
tener efectos ultractivos (Exp. Nº 0004-2004-AI y acumulados, 21/09/04, P, FJ. 2)

550 Vigencia y obligatoriedad de la ley. Vinculación de la publicación con el principio de


seguridad jurídica
[L]a exigencia constitucional de que las normas sean publicadas en el diario oficial El Peruano, está
directamente vinculada con el principio de seguridad jurídica, pues solo podrán asegurarse las posi-
ciones jurídicas de los ciudadanos, su posibilidad de ejercer y defender sus derechos, y la efectiva

219
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

sujeción de estos y los poderes públicos al ordenamiento jurídico, si los destinatarios de las normas
tienen una efectiva oportunidad de conocerlas (Exp. Nº 02050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 24)

LEY DE DESARROLLO CONSTITUCIONAL

551 Ley de desarrollo constitucional. Contenido


Forman parte [del] contenido "natural" [de las leyes de desarrollo constitucional] las denominadas
leyes orgánicas, en tanto que mediante ellas se regula la estructura y funcionamiento de las entida-
des del Estado previstas en la Constitución, y de otras materias cuya regulación por ley orgánica
está establecida en la Constitución; así como las leyes ordinarias como las que demandan los artícu-
los 7 y 27 de la Constitución, por poner dos ejemplos, a las que se les ha encomendado la tarea de
precisar los alcances de determinados derechos o instituciones constitucionalmente previstas (Exp.
Nº 00005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 38)

552 Ley de desarrollo constitucional. Noción


Con la expresión "Ley de desarrollo constitucional", la Octava Disposición Final y Transitoria de la
Constitución no ha creado una categoría normativa especial entre las fuentes que tienen el rango de
la ley. Tal expresión no alude a una categoría unitaria de fuentes, sino a una diversidad de ellas, que
tienen como elemento común constituir un desarrollo de las materias previstas en diversos precep-
tos constitucionales, cuya reglamentación la Norma Suprema ha encargado al legislador (...).
Ello significa, desde luego, que la condición de "leyes de desarrollo constitucional" no se agotan en
aquellas cuyas materias se ha previsto en la Octava Disposición Final y Transitoria de la Constitu-
ción, esto es, a lo que allí se alude como leyes en materia de descentralización y las relativas a los
mecanismos y al proceso para eliminar progresivamente los monopolios legales otorgados en las
concesiones y licencias de servicios públicos; dado que sobre estas últimas, la Constitución solo ha
exigido del legislador cierto grado de diligencia ("prioridad") en su dictado (Exp. Nº 00005-2003-AI,
03/10/03, P, FJ. 38)

PODER JUDICIAL

553 Presupuesto del Poder Judicial. Garantía de independencia


[C]uando el artículo 145 de la Constitución dispone que el Poder Judicial presenta su proyecto de
presupuesto al Poder Ejecutivo y lo sustenta ante el Congreso, la Constitución está habilitando al
Poder Judicial para que participe en el proceso presupuestario presentando su proyecto de presu-
puesto al Poder Ejecutivo sin que este último lo modifique, para su integración al proyecto general
de presupuesto y posterior sustentación ante el Congreso de la República, puesto que, dada su
condición de Poder del Estado y atendiendo a las funciones que debe cumplir y al lugar que ocupa en
la configuración de nuestro sistema democrático, le corresponde, al igual que el Poder Ejecutivo,
sustentar directamente su presupuesto ante el Congreso de la República para su aprobación o
modificación, dentro de los límites que la propia Constitución impone, ya que esta competencia es
garantía de su independencia; de no ser así, tal garantía se convertiría en ilusoria (Exp. Nº 00004-
2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 41)

554 Presupuesto del Poder Judicial. Límites


[N]o solo los Poderes Legislativo y Ejecutivo están vinculados por estas limitaciones [contenidas en
los artículos 77, 78 y 79 de la Constitución Política], sino también el Poder Judicial, al momento de
formular su proyecto de presupuesto. El cumplimiento de las normas constitucionales delimitan los
parámetros y los principios constitucionales prespuestarios con los cuales se debe elaborar el pro-
yecto y la Ley de Presupuesto también vinculan al Poder Judicial, el cual, con base en el principio de
colaboración de poderes, deberá formular su proyecto en coordinación con el Poder Ejecutivo, a fin

220
DERECHO CONSTITUCIONAL .

de determinar los montos fijados a partir de los límites y principios impuestos por la Constitución,
y garantizando la competencia que le reconoce el artículo 145 de la Constitución (Exp. Nº 00004-
2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 43)

555 Presupuesto del Poder Judicial. Necesidad de propuesta acorde con la realidad de la
caja fiscal y de política judicial
[E]s responsabilidad inexcusable del Poder Judicial plantear una propuesta de asignación de recur-
sos económicos acorde con la realidad de la caja fiscal y con las posibilidades reales de una ejecución
eficiente y eficaz. Asimismo, es indispensable que dicho Poder del Estado cuente con una política
judicial que sirva de marco para la toma de decisiones por parte del Legislativo, en lo que se refiere
a la asignación de recursos presupuestales. Es necesario advertir que, a pesar de habérsele asignado
al Poder Judicial, en el pasado, importantes recursos para la reforma del sistema de administración
de justicia, a la fecha dicho proceso es percibido objetivamente por la ciudadanía como notoriamen-
te deficiente (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 44)

556 Presupuesto del Poder Judicial. Necesidad de una ley que fije mecanismos de coordi-
nación entre poderes del Estado
[P]ara el adecuado ejercicio de la competencia que el artículo 145 de la Constitución le reconoce al
Poder Judicial, es necesaria una ley mediante la cual se establezcan los mecanismos especiales de
coordinación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, en lo relativo a la elaboración del presu-
puesto de este último con respecto a lo previsto en el artículo 145 de la Constitución, concordante
con el principio de equilibrio financiero previsto en el artículo 78 del mismo cuerpo legal (Exp. Nº
00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 45)

LIBERTAD DE CONCIENCIA

557 Libertad de conciencia. Definición


El derecho a la libertad de conciencia supone el derecho de toda persona de formarse libremente la
propia conciencia, de manera tal que aquella formación se vea exenta de intromisiones de cualquier
tipo. El libre desarrollo de la personalidad del individuo implica que en el transcurrir de la vida la
persona vaya formándose en valores o principios que den lugar a la generación de un propio cúmulo
de criterios e ideas. El Estado Constitucional de Derecho resguarda que el forjamiento de la propia
conciencia no conlleve perturbación o imposición de ningún orden, ni siquiera de aquellos postula-
dos éticos o morales que cuenten con el más contundente y mayoritario apoyo social, pues justa-
mente, una condición intrínseca al ideal democrático lo constituye el garantizar el respeto de los
valores e ideas de la minoría (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 3)

558 Libertad de conciencia. Objeción de conciencia


[U]no de los contenidos nuevos del derecho a la libertad de conciencia esté constituido, a su vez, por
el derecho a la objeción de conciencia, porque de qué serviría poder autodeterminarse en la forma-
ción de las ideas si no es posible luego obrar (o dejar de obrar) conforme a los designios de esa
conciencia. No permitirle al individuo actuar conforme a los imperativos de su conciencia, implica-
ría que el derecho a la formación de esta careciera de toda vocación de trascendencia, pues sucum-
biría en la paradoja perversa de permitir el desarrollo de convicciones para luego tener que traicio-
narlas o reprimirlas con la consecuente afectación en la psiquis del individuo y por ende, en su
dignidad de ser humano (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 6)
El derecho constitucional a la objeción de conciencia (…) permite al individuo objetar el cumpli-
miento de un determinado deber jurídico, por considerar que tal cumplimiento vulneraría aquellas
convicciones personales generadas a partir del criterio de conciencia y que pueden provenir, desde
luego, de profesar determinada confesión religiosa. Así, la objeción de conciencia tiene una natura-
leza estrictamente excepcional, ya que en un Estado Social y Democrático de Derecho, que se
constituye sobre el consenso expresado libremente, la permisión de una conducta que se separa del

221
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

mandato general e igual para todos, no puede considerarse la regla, sino, antes bien, la excepción,
pues, de lo contrario, se estaría ante el inminente e inaceptable riesgo de relativizar los mandatos
jurídicos (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 7)
[E]l Estado Constitucional promueve la formación en los individuos de sus propias convicciones y la
formación de una jerarquía de valores y principios, no puede dejar de reconocerse que existen
determinadas circunstancias que pueden importar el dictado de una obligación cuya exigencia de
cumplimiento riñe con los dictados de la conciencia o de la religión que se profesa. Dichas obligacio-
nes pueden provenir, incluso, de un mandato legal o constitucional. Así, mediante el ejercicio del
derecho a la objeción de conciencia, y luego de una razonable ponderación de los intereses que
están en juego, puede eximirse al objetor del cumplimiento de tales obligaciones (Exp. Nº 0895-
2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 4)

559 Libertad de conciencia. Procedencia de la objeción de concienciancia


[L]a procedencia de la eximencia solicitada por el objetor debe ser declarada expresamente en cada
caso y no podrá considerarse que la objeción de conciencia garantiza ipso facto al objetor el derecho
de abstenerse del cumplimiento del deber. Y por ello, también, la comprobación de la alegada causa
de exención debe ser fehaciente (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 7)

560 Libertad de conciencia. Relación con la libertad de religión


Ninguna persona puede ser impedida de ejercer su opción de adorar a alguna divinidad, pues se
trata de una de las manifestaciones de la libertad de conciencia, ya que previamente parte del
reconocimiento de la existencia de una esfera reservada al individuo, en la que no cabe interferen-
cia o intromisión alguna por parte de terceros.
Entonces, la libertad religiosa se configura como una "zona reservada" y, por tal, prohibida a la
injerencia del Estado o de la sociedad (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 16)
La libertad de conciencia y la libertad de religión, si bien pueden confluir en algunos de sus postu-
lados, son dos derechos de distinto contenido.
(...)
En puridad, la libertad de conciencia está vinculada a la libertad de ideas; mientras que la libertad
de religión, a la libertad de creencias. (…) (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 3)

LIBERTAD DE INFORMACIÓN

561 Derechos comunicativos. Contenido


La Constitución ha sido muy clara en reconocer los derechos fundamentales comunicativos a través
del artículo 2º, inciso 4):
A las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra
oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni
censura ni impedimento algunos, bajo las responsabilidades de ley (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/
07/2007, P, FJ. 2)

562 Derecho a la información. Afectación de la libertad por falta de información


[N]o se es consecuente con la libertad cuando, so pretexto de ella, se presenta al individuo solo las
opciones entre las cuales deberá escoger, y no se le informa de las ventajas, y posible[s] desventajas
comparativas de un[a] y otr[a] [opción] (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 27)

222
DERECHO CONSTITUCIONAL .

MEDIOS DE COMUNICACIÓN

563 Derecho a la información. Importancia


La información es un bien indispensable en la configuración del Estado Social y Democrático de
Derecho y del mercado, toda vez que solo a partir de ella la población tendrá el conocimiento como
para aprender a discernir y tomar las decisiones más adecuadas en su vida. Se configura así como la
piedra angular de la democracia (lo mismo podría decirse respecto del mercado), según lo dispuesto
por la Corte Interamericana en la Opinión Consultiva OC-5, Sobre Colegiación Obligatoria de Perio-
distas (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 22)

564 Libertad de información. Análisis de adecuación de la acción informativa


A través de la adecuación, la conclusión a la cual se arribe debe ser lo más ajustada posible a la
finalidad de la Constitución, explícita o implícitamente reconocida. En tal sentido, la acción [infor-
mativa] que realice la persona debe ser conveniente, jurídicamente hablando (la norma habrá de ser
accesible y previsible) y contar con un fin legítimo. Este juicio aplicado a la relación entre informa-
ción y vida privada permite determinar que solo existirá una solución adecuada, si es que la
noticia sobre la cual versa la información no desconoce el objetivo previsto en la Constitución en
su artículo 1 (la persona es el fin supremo de la sociedad y del Estado) y que se materializa en la
vigencia del respeto de los ámbitos de la vida privada de una persona, por más pública que esta
sea (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 42)

565 Libertad de información. Análisis de razonabilidad de la acción informativa


La razonabilidad es un estándar de control de una acción que, como en el caso concreto, está
referido a la emisión de imágenes respecto a los actos sexuales cometidos por la querellante con
otro sujeto.
Incluye, dentro de sí, tres juicios claramente establecidos: la adecuación, la necesidad y la propor-
cionalidad, en cada uno de los cuales se debe dejar sentado si los argumentos de los recurrentes
tienen, o no, sentido (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 41)

566 Libertad de información. Aplicación de criterio de necesidad


El criterio de necesidad importa la ausencia de una solución más efectiva y adecuada de la que se
esté tomando. Lo que se busca realizar a través de este juicio es elegir, entre las medidas posibles,
la mejor que exista.
Es relevante, por tanto, para evitar afectar la vida privada de una persona [mediante una acción
informativa], que el ejercicio del derecho fundamental a la información se realice sin excesos. Y de
otro lado, en pos de la optimización de cada derecho en juego, buscar que la medida utilizada
permita el mejor desarrollo posible del derecho a la vida privada, tal como ha debido suceder en el
presente caso (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 44)

567 Libertad de información. Aplicación de criterio de proporcionalidad


A través de la proporcionalidad se procura que cada solución a la cual se arribe responda a una
conveniencia constitucional o finalidad de la determinación de contenidos de cada uno de los dere-
chos que están en juego. Es decir, busca que el resultado del acto interpretativo responda al objeto
perseguido por la ponderación realizada.
En el caso de la relación entre vida privada e información, se procura que ambos derechos tengan la
mayor efectividad posible, y que uno y otro sean protegidos de una manera adecuada (Exp. Nº
6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 50)

568 Libertad de información. Componentes


El artículo 2, inciso 4, de la Constitución reconoce como uno de los derechos comunicativos que
merecen protección elemental, a la información (presentada como libertad de información). Dentro

223
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

de ella, históricamente se ha presentado que el principal componente de su ejercicio es el ámbito


positivo-activo, léase la posibilidad de difundir las noticias. Sin embargo, también se llegó a recono-
cer la existencia de un ámbito negativo-pasivo, relacionado con la capacidad de las personas de
recibir informaciones (como puede ser leer un periódico o ver televisión).
No obstante, esta configuración liberal del derecho a la información se ha visto trastocada con la
evolución de la respuesta constitucional ante las necesidades crecientes de las comunidades en la
actualidad. Por eso, se ha llegado a incluir dentro de un genérico derecho a la información un
ámbito negativo-activo. Y ¿qué llega a significar este? Se refiere a la capacidad de la persona de
poder acceder a la información [consagrada en el artículo 2 inciso 5 de la Constitución] que la
considere necesaria en tanto es parte básica de su desarrollo personal y de su calidad de ciudadano
(Exp. Nº 3619-2005-HD, 21/07/05, P, FJ. 10)
[L]a libertad de información (...) garantiza un complejo haz de libertades, que, conforme enuncia el
artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos, comprende las libertades de bus-
car, recibir y difundir informaciones de toda índole verazmente (Exp. Nº 0905-2001-AA, 14/08/02,
P, FJ. 9)
Constitucionalmente, se ha previsto que toda persona puede emitir las noticias que considere per-
tinentes, configurándose lo que se conoce como el derecho a la información. En tal sentido, en el
artículo 2, inciso 4, se ha admitido la existencia del derecho a la libertad de información (...) (Exp.
Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 35)

569 Libertad de información. Definición


Respecto a la [libertad de] información, esta se refiere a la capacidad de emitir y recibir las noticias
veraces, completas y asequibles, en la medida en que su objeto son los hechos, los mismos que
pueden ser comprobables (Exp. Nº 2262-2004-HC, 17/10/05, P, FJ. 13)

570 Libertad de información. Delitos cometidos a través de los medios de comunicación


En el ámbito constitucional, se ha prescrito respecto al derecho a la información, como parte del
artículo 2, inciso 4, que los delitos cometidos a través de los medios de comunicación social se
encuentran tipificados en el Código Penal, sancionándose ex post la afectación a un derecho funda-
mental, y reconociéndose de manera explícita un límite externo en la vida privada (Exp. Nº 6712-
2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 36)

571 Libertad de información. Dimensiones


Las dimensiones de la libertad de información son: a) el derecho de buscar o acceder a la informa-
ción, que no solo protege el derecho subjetivo de ser informado o de acceder a las fuentes de
información, sino, al mismo tiempo, garantiza el derecho colectivo de ser informados, en forma
veraz e imparcial, protegiéndose de ese modo el proceso de formación de la opinión pública y, en
consecuencia, no solo al informante, sino también a todo el proceso de elaboración, búsqueda,
selección y confección de la información. b) la garantía de que el sujeto portador de los hechos
noticiosos pueda difundirla libremente (Exp. Nº 0905-2001-AA, 14/08/02, P, FJ. 11)
[E]l artículo 2, inciso 4, de la Constitución reconoce el derecho a la libertad de información median-
te la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social. Esta libertad
tiene una doble dimensión: por un lado, comunicar y, por otro, recibir información. (...) (Exp. Nº
0134-2003-HD, 20/09/04, S1, FJ. 2)

572 Libertad de información. Información veraz como contenido esencial del derecho
Como todo derecho fundamental, la información posee un elemento constitutivo que le da sentido
a su tutela constitucional, componente conocido como su contenido esencial (...) En el caso de la
información (...) su contenido esencial se encuentra en la veracidad de lo que se manifiesta, lo cual
no se refiere explícitamente a una verdad inobjetable e incontestable, sino más bien a una actitud
adecuada de quien informa en la búsqueda de la verdad, respetando lo que se conoce como el deber

224
DERECHO CONSTITUCIONAL .

de diligencia, y a contextualizarla de manera conveniente; es decir, se busca amparar la verosimili-


tud de la información (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 35)
[La] libertad de información garantiza el acceso, la búsqueda y la difusión de hechos noticiosos o, en
otros términos, la información veraz. Por su propia naturaleza, los juicios de valor, las opiniones, los
pensamientos o las ideas que cada persona pueda tener son de naturaleza estrictamente subjetivas
y, por tanto, no pueden ser sometidos a un test de veracidad; a diferencia de lo que sucede con los
hechos noticiosos, que, por su misma naturaleza de datos objetivos y contrastables, sí lo pueden ser
(Exp. Nº 0905-2001-AA, 14/08/02, P, FJ. 9)
[A]unque la Constitución no especifique el tipo de información que se protege, el Tribunal Consti-
tucional considera que el objeto de esta libertad no puede ser otro que la información veraz. Desde
luego que, desde una perspectiva constitucional, la veracidad de la información no es sinónimo
de exactitud en la difusión del hecho noticioso. Exige solamente que los hechos difundidos por
el comunicador se adecuen a la verdad en sus aspectos más relevantes (Exp. Nº 0905-2001-AA,
14/08/02, P, FJ. 10)

573 Libertad de información. No intromisión en ámbito privado como interés público


Lo público es una garantía de respeto a lo privado si se asume el rol del Estado, pero no debe
olvidarse que la sociedad se preocupa también del respeto de sus miembros y de evitar la invasión
de los ámbitos personales.
De esta forma, no se puede argüir como válida, por más interés del público que exista, una intromi-
sión ilegítima en el ámbito privado de las personas (...) (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 57)
No debe confundirse interés del público con mera curiosidad. Es deleznable argumentar que cuando
muchas personas quieran saber de algo, se está ante la existencia de un interés del público, si con
tal conocimiento tan solo se persigue justificar un malsano fisgoneo (...).
Por tal razón, cuando una información no cumple un fin democrático y se convierte en un malsano
entrometimiento que afecta el derecho a la vida privada de un tercero, el grado de protección del
primer derecho fundamental habrá de verse distendido, sobre todo si se afecta la protección de la
dignidad de las personas, establecida en el artículo 1 de la Constitución (Exp. Nº 6712-2005-HC,
17/10/05, P, FJ. 58)

574 Libertad de información. Límites


El ejercicio del derecho a la información no es libre ni irrestricto; por el contrario, está sujeto a
ciertos condicionamientos que deben ser respetados dentro de un Estado Democrático y Social de
Derecho. Solo así, con los límites que se deben encontrar en la propia Constitución, el derecho a
la información podrá convertirse en la piedra angular de la democracia (Exp. Nº 6712-2005-HC,
17/10/05, P, FJ. 36)

575 Libertad de información. Objeto


El objeto protegido [por la libertad de información] es la comunicación libre, tanto la de los hechos
como la de las opiniones. Por ello, tratándose de hechos difundidos, para merecer protección cons-
titucional, requieren ser veraces, lo que supone la asunción de ciertos deberes y responsabilidades
delicadísimas por quienes tienen la condición de sujetos informantes, forjadores de la opinión públi-
ca (Exp. Nº 0905-2001-AA, 14/08/02, P, FJ. 11)

576 Libertad de información. Ponderación entre la información y la vida privada


Si bien la relación existente entre los derechos a la vida privada y a la información es una de las más
clásicas en el Derecho, en muchos casos se ha dado una respuesta poco idónea a la teoría de los
derechos fundamentales. Así, se ha propuesto la primacía de la información en virtud de la aplica-
ción equívoca de la teoría valorativa de las preferred fredoms al sistema constitucional, postura
doctrinal que propendería a una jerarquía entre los derechos fundamentales. Pero, de otro lado,
también se manifiesta y se presencia una prevalencia de la información, basándose en el efecto

225
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

irradiante que posee respecto al resto de derechos. Pero no hay que olvidar que los derechos funda-
mentales (todos, sin excluir ninguno) están en igualdad de condiciones dentro de la Constitución.
Por eso, lo que corresponde realizar es una determinación de los contenidos de cada uno de los
derechos involucrados. Solo así se llegará a la delimitación adecuada de sus contornos. Para ello,
será necesario optar por el método de la ponderación, con una utilización mixta de los criterios de
razonabilidad (propios de cualquier relación entre derechos fundamentales) y de desarrollo colecti-
vo (exclusivo de los derechos de respeto de la persona y los comunicativos) (Exp. Nº 6712-2005-
HC, 17/10/05, P, FJ. 40)
En el análisis de la validez del derecho a la información o a la vida privada se tendrá como caracte-
rística esencial e imprescindible su acercamiento a una base razonable para el mejoramiento social
y personal de los miembros de la colectividad. Solo de esta forma podrá ser entendido el interés
público en una información vertida por los medios de comunicación social. Este desarrollo colectivo
se materializa en dos ámbitos: uno subjetivo (proyección pública) y otro objetivo (interés del públi-
co) (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 52)

577 Libertad de información. Proyección de la vida privada de personajes públicos


Se asume que el grado de conocimiento de la población respecto a ciertos personajes conocidos
hace que la protección de su vida privada puede verse reducida (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05,
P, FJ. 53)
[E]xisten diversos tipos de personas con proyección pública, cada una de las cuales cuenta con un
nivel de protección disímil. Según el grado de influencia en la sociedad, se pueden proponer tres
grupos de acuerdo con el propósito de su actuación:
- Personas cuya presencia social es gravitante: determinan la trayectoria de una sociedad, parti-
cipando en la vida política, económica y social del país. Ellas son las que tienen mayor exposi-
ción al escrutinio público, por cuanto solicitan el voto popular.
- Personas que gozan de gran popularidad sin influir en el curso de la sociedad: Su actividad
implica la presencia de multitudes y su vida es constantemente motivo de curiosidad por parte
de los particulares, aunque tampoco se puede negar que ellos mismos buscan publicitar sus
labores, porque viven de la fama.
- Personas que desempeñan actividades públicas, aunque su actividad no determina la marcha de
la sociedad: sus actividades repercuten en la sociedad, pero no la promueven, como puede ser
el caso de los funcionarios públicos (...) (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 54)

578 Libertad de información. Puntos de vista para determinar correctamente la forma-


ción de la opinión pública
Para determinar correctamente la formación de la opinión pública, se ha considerado pertinente
observarla desde un doble punto de vista. Normativamente, se protege exclusivamente el discurso
cuya importancia implica una real y efectiva participación de los ciudadanos en la vida colectiva, en
clara referencia a las materias relevantes para el proceso democrático de autogobierno. Descripti-
vamente, es el discurso que interesa a una parte del público o a todo él en el sentido de presentarse,
en el ámbito ético-político, como actitud que tiende a compartir e identificarse con las inquietudes
y necesidad ajenas, y, de forma jurídica, como un compromiso de los poderes públicos de hacer
efectiva la igualdad material (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 57)

579 Libertad de información. Titulares del derecho


La titularidad del derecho [libertad de información] corresponde a todas las personas y, de manera
especial, a los profesionales de la comunicación (Exp. Nº 0905-2001-AA, 14/08/02, P, FJ. 11)

580 Libertad de información. Vida privada como límite


[S]obre la base del principio interpretativo de la unidad de la Constitución, la vida privada de las
personas aparecerá como límite al derecho a la información, en el sentido que el ejercicio de uno no

226
DERECHO CONSTITUCIONAL .

podrá realizarse vulnerando el espacio del otro. Así, y tomando en cuenta su naturaleza de derecho-
principio de ambos, se buscará la optimización de sus contenidos (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05,
P, FJ. 36)
La vida privada de las personas es un límite válido del derecho a la información. Por ello, correspon-
de fijar algunos contenidos básicos del primero de los derechos mencionados con el fin de controlar
jurisdiccionalmente el segundo (...).
En primer lugar, es menester observar cómo ha sido reconocida en el ordenamiento jurídico. En la
Constitución, como derecho-regla base se ha prescrito en el artículo 2, inciso 7, que toda persona
tiene derecho a la intimidad personal y familiar. Además, existen otros dispositivos que siguen
refiriéndose a este tema dentro del mismo artículo 2: el impedimento de que los servicios informá-
ticos no suministren informaciones que afecten la intimidad personal y familiar (inciso 6); la invio-
labilidad de domicilio (inciso 9); el secreto e inviolabilidad de comunicaciones y documentos priva-
dos (inciso 10); entre otros (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 37)

581 Libertades informativas. Aplicación de limitaciones a la proscripción de la censura


previa
Pese a la restricción normativa de la Convención Americana y de la propia Constitución, un estudio
sistemático de ambas, cuyo fin sea la búsqueda de un sentido de unidad y coherencia interna,
permite aseverar que mientras estén en juego bienes jurídicos tutelados por las normas constitucio-
nales, es imprescindible, en un Estado Democrático de Derecho, que los jueces puedan analizar con
un criterio de conciencia jurídicamente amplio la posibilidad de control de un discurso que resulte
perjudicial para la sociedad, en un caso concreto (Exp. Nº 2262-2004-HC, 17/10/05, P, FJ. 18)
Atendiendo a la congruencia entre las normas constitucionales, es necesario que se fijen adecuadas
limitaciones a la proscripción de censura previa (...). En caso de que no exista tal limitación, sola-
mente se estará realizando una protección "a medias" de la justicia en el país, y ello no puede estar
permitido en un Estado Democrático de Derecho. Para que, efectivamente, esta se logre, es necesa-
rio que se evite la transmisión de discursos que comporte la vulneración de la idoneidad de la
instrucción penal (Exp. Nº 2262-2004-HC, 17/10/05, P, FJ. 24)

582 Libertades informativas. Como derechos subjetivos y garantías institucionales


[Las] libertades informativas son, al tiempo que derechos subjetivos, garantías institucionales del
sistema democrático constitucional. Además, en tanto permiten la plena realización del sistema
democrático, tienen la condición de libertades preferidas y, en particular, cuando su ejercicio permi-
te el debate sobre la cosa pública (Exp. Nº 0905-2001-AA, 14/08/02, P, FJ. 13)

583 Libertades informativas. Como elementos consustanciales al régimen democrático


[L]as libertades de información y expresión son consustanciales al régimen democrático-constitu-
cional, pues contribuyen con la formación de una opinión pública libre. En consecuencia, al mismo
tiempo de garantizarlas, el Estado está legitimado a reprimir a aquellas conductas que, con su
ejercicio, busquen destruir el propio sistema democrático, ámbito natural donde es posible el goce
y el ejercicio de todos los derechos fundamentales del ser humano (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/10/03,
P, FJ. 87)
[Las libertades de información y de expresión] no solo constituyen una concreción del principio de
dignidad del hombre y un complemento inescindible del derecho al libre desenvolvimiento de la
personalidad. También se encuentran estrechamente vinculadas al principio democrático, en razón
de que, mediante su ejercicio, se posibilita la formación, mantenimiento y garantía de una sociedad
democrática, pues se permite la formación libre y racional de la opinión pública. Desde esa perspec-
tiva, ambas libertades "tienen el carácter de derechos constitutivos por antonomasia para la demo-
cracia. Constituyen el fundamento jurídico de un proceso abierto de formación de la opinión y de la
voluntad políticas, que hace posible la participación de todos y que es imprescindible para la refe-
rencia de la democracia a la libertad" (Erns Wolfgang Böckenforde, Estudios sobre el Estado de
Derecho y la democracia, Edit. Trotta, Madrid 2000, pág. 67); o, como lo ha expresado la Corte

227
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Interamericana de Derechos Humanos, constituyen "una piedra angular en la existencia misma de


una sociedad democrática. Es indispensable para la formación de la opinión pública. Es también
conditio sine qua non para que los partidos políticos, los sindicatos, las sociedades científicas y
culturales y, en general, quienes deseen influir sobre la colectividad puedan desarrollarse plena-
mente. Es, en fin, condición para que la comunidad, a la hora de ejercer sus opciones, esté suficien-
temente informada" (OC 5/85, de 13 de noviembre de 1985, Caso La Colegiación Obligatoria de
Periodistas, párrafo 70) (Exp. Nº 0905-2001-AA, 14/08/02, P, FJ. 13)

584 Libertades informativas. Como libertades preferidas


Esta condición [de libertades preferidas] de las libertades informativas requiere que, cada vez que
con su ejercicio se contribuya con el debate sobre las cosas que interesan a todos, deban contar con
un margen de optimización más intenso, aun cuando con ello se pudiera afectar otros derechos
constitucionales. Lo anterior no implica que ambas libertades tengan que considerarse como abso-
lutas, esto es, no sujetas a límites o que sus excesos no sean sancionables. Con anterioridad, este
mismo Tribunal Constitucional ha señalado que, con carácter general, todos los derechos fun-
damentales pueden ser objeto de limitaciones o restricciones en su ejercicio. Pero, cuando
ello se haga, tales límites no pueden afectar el contenido esencial de ellos, pues la limitación
de un derecho no puede entenderse como autorización para suprimirlo (Exp. Nº 0905-2001-AA,
14/08/02, P, FJ. 14)
[Es inadmisible la] afirmación en el sentido de que en el seno de la Constitución exista un orden
jerárquico entre los derechos fundamentales, de manera que una colisión de este con otros derechos
pueda resolverse, en abstracto, haciendo prevalecer al que tiene la condición de "libertad preferida".
Todos los derechos constitucionales tienen formalmente la misma jerarquía, de modo que en su-
puestos de colisión entre ellos, la solución del problema no puede consistir en hacer prevalecer
unos sobre otros, sino en resolverlos mediante la técnica de la ponderación y el principio de concor-
dancia práctica (Exp. Nº 1219-2003-HD, 21/01/04, S1, FJ. 6)

585 Libertades informativas. Derechos contemplados en la cláusula constitucional


Si bien la Constitución señala en su artículo 2, inciso 4, la existencia de "las libertades de infor-
mación, opinión, expresión y difusión del pensamiento", en realidad, existen solamente dos dere-
chos fundamentales en juego: a la expresión y a la información, pues el derecho a la opinión solo
es el bien jurídico tutelado de la expresión; y el derecho a la difusión del pensamiento, un grado
superlativo en que la comunicación puede llegar al público (Exp. Nº 2262-2004-HC, 17/10/05, P,
FJ. 13)

586 Libertades informativas. Intervención estatal sobre una libertad preferida


[T]ratándose de una intervención legislativa sobre una libertad preferida, esta condición impone
que el control sobre las normas y actos que incidan sobre ella no solo se encuentren sujetos a un
control jurisdiccional más intenso, a la luz de los principios de razonabilidad y proporcionalidad,
sino, además, que en ese control tenga que considerarse que tales actos o normas que sobre él
inciden carecen, prima facie, de la presunción de constitucionalidad (Exp. Nº 2579-2003-HD, 06/
04/04, S1, FJ. 6)
Esta presunción de inconstitucionalidad de la ley que lo restringe se traduce en exigir del Estado y
sus órganos la obligación de probar que existe un apremiante interés público por mantener en
reserva o secreto la información pública solicitada y, a su vez, que solo manteniendo tal reserva se
puede servir efectivamente al interés constitucional que la justifica. De manera que si el Estado no
justifica la existencia del apremiante interés público para negar el acceso a la información, la pre-
sunción que recae sobre la norma o acto debe efectivizarse y, en esa medida, confirmarse su incons-
titucionalidad; pero también significa que la carga de la prueba acerca de la necesidad de mantener
en reserva el acceso a la información ha de estar, exclusivamente, en manos del Estado (Exp. Nº
1797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 11)

228
DERECHO CONSTITUCIONAL .

587 Libertades informativas. Límites a la proscripción de censura previa en la potestad de


administrar justicia
Si se considera la proscripción de la censura previa como una regla que resguarda el contenido de
un derecho-principio, como puede ser la expresión o la información, y se aprecia la norma de fun-
ción jurisdiccional (según el artículo 138 de la Constitución, el Estado tiene la "potestad de adminis-
trar justicia") también como una regla, se estaría ante un conflicto de reglas.
La resolución del conflicto pasará por la eliminación de una de ellas o por la introducción de una
excepción. Esta última debe ser la solución adecuada y se tendrá entonces una regla final, como la
que sigue: "Toda persona ejercitará sus derechos a la expresión y a la información sin previa auto-
rización, ni censura ni impedimentos algunos, salvo para garantizar el correcto ejercicio de la potes-
tad de administrar justicia" (Exp. Nº 2262-2004-HC, 17/10/05, P, FJ. 25)

588 Libertades informativas. Límites en el Derecho Comparado a la proscripción de cen-


sura previa
[E]n el Derecho Comparado se ha convenido en que la proscripción de la censura previa no incluye
la "revisión anticipada judicial" de un caso referido a los derechos al honor y al vida privada (Exp. Nº
2262-2004-HC, 17/10/05, P, FJ. 16)
[U]na buena medida de técnica legislativa en el constitucionalismo comparado es aquella que impo-
ne como límite de la censura previa la prevención de la comisión de un delito (Exp. Nº 2262-2004-
HC, 17/10/05, P, FJ. 24)

589 Libertades informativas. Límites sobre la base del respeto del secreto sumarial
Para determinar si el juez puede dictar, en el caso concreto, una medida restrictiva a un derecho
fundamental sobre la base del respeto del secreto sumarial, este debe analizar la existencia, o no, de
un riesgo claro e inminente a la independencia judicial. Así, se debe determinar si la suma del ‘coste
del valor de la pérdida social derivada de la restricción del discurso’ con el ‘valor del error judicial’
es mayor o menor a los ‘beneficios de la supresión’, a fin de consentir el control previo del discurso.
Es decir, se debe realizar un estudio sobre lo que la sociedad deja de recibir cuando se prohíbe la
emisión de un discurso, a lo que se habrá de sumar las circunstancias que pueden llevar al juez a
equivocarse en contraposición con los bienes jurídicos constitucionales que se estaría protegiendo
a través de la supresión del discurso. Este triple análisis permitirá al juzgador analizar cuándo, en
pos del secreto sumarial, es preferible poner medidas restrictivas al derecho de las personas sujetas
a un proceso penal (Exp. Nº 2262-2004-HC, 17/10/05, P, FJ. 25)

590 Libertades informativas. Libertades de información y expresión como derechos dis-


tintos
El inciso 4) del artículo 2 de la Constitución reconoce las libertades de expresión e información. Aun
cuando históricamente la libertad de información haya surgido en el seno de la libertad de expre-
sión, y a veces sea difícil diferenciar la una de la otra, el referido inciso 4) del artículo 2 de la
Constitución las ha reconocido de manera independiente, esto es, como dos derechos distintos y,
por tanto, cada uno con un objeto de protección distinto (Exp. Nº 0905-2001-AA, 14/08/02, P, FJ. 9)

591 Libertades informativas. Noción de autorización previa


La autorización previa consiste en solicitar permiso a alguna autoridad para ejercer el derecho, la
cual podría no concederlo sin mediar razón alguna (Exp. Nº 2262-2004-HC, 17/10/05, P, FJ. 15)

592 Libertades informativas. Noción de impedimento previo


El impedimento previo se refiere a la implementación de algún obstáculo o prohibición para ejercer
estos derechos [informativos] (Exp. Nº 2262-2004-HC, 17/10/05, P, FJ. 15)

229
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

593 Libertades informativas. Momento de presentación de censura previa


La censura previa propiamente dicha se presenta en la revisión de aquello que se va a informar,
opinar, expresar o difundir, con la opción del veto (Exp. Nº 2262-2004-HC, 17/10/05, P, FJ. 15)
[S]e trata de una apariencia de conflicto entre dos derechos constitucionales susceptible de ser
medido bajo aquel test [de ponderación de los derechos] (...) pues, conforme se desprende del
artículo 2, inciso 4), de la Constitución vigente, cuando, como consecuencia del ejercicio de las
libertades informativas, se trasgreden otros derechos constitucionales, como los derechos al honor
o a la buena reputación, su tutela no puede significar que, con carácter preventivo, se impida a que
un medio de comunicación social, cualquiera que sea su naturaleza, pueda propalar la información
que se considera como lesiva, pues ello supondría vaciar de contenido a la cláusula que prohíbe la
censura previa, la que proscribe el impedimento del ejercicio de tales libertades y, con ellos, la
condición de garantía institucional de las libertades informativas como sustento de un régimen
constitucional basado en el pluralismo (Exp. Nº 0905-2001-AA, 14/08/02, P, FJ. 15)

LIBERTAD DE RELIGIÓN

594 Libertad de religión. Actuación estatal


La libertad religiosa, como toda libertad constitucional, consta de dos aspectos. Uno negativo, que
implica la prohibición de injerencias por parte del Estado o de particulares en la formación y prác-
tica de las creencias o en las actividades que las manifiesten. Y otro positivo, que implica, a su vez,
que el Estado genere las condiciones mínimas para que el individuo pueda ejercer las potestades
que comporta su derecho a la libertad religiosa (Exp. Nº 0256-2003-HC, 21/04/05, S2, FJ. 15)

595 Libertad de religión. Atributos


[E]l reconocimiento y protección constitucional de la libertad religiosa comporta el establecimiento
de los cuatro atributos jurídicos siguientes:
a) Reconocimiento de la facultad de profesión de la creencia religiosa que libremente elija una
persona.
b) Reconocimiento de la facultad de abstención de profesión de toda creencia y culto religioso.
c) Reconocimiento de la facultad de poder cambiar de creencia religiosa.
d) Reconocimiento de la facultad de declarar públicamente la vinculación con una creencia religio-
sa o de abstenerse de manifestar la pertenencia a alguna. Es decir, supone el atributo de infor-
mar, o no informar, sobre tal creencia a terceros (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 18)

596 Libertad de religión. Contenido


[L]a libertad de religión comporta el derecho fundamental de todo individuo de formar parte de una
determinada confesión religiosa, de creer en el dogma y la doctrina propuesta por dicha confesión,
de manifestar pública y privadamente las consecuentes convicciones religiosas y de practicar el
culto. Como todo derecho de libertad, el derecho a la libertad religiosa tiene una vertiente negativa,
que garantiza la libertad de cada persona para decidir en conciencia que no desea tomar parte en
actos de la naturaleza antes descrita (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 3)

597 Libertad de religión. Derechos derivados


El reconocimiento de la profesión religiosa genera, por derivación, los derechos a practicar los actos
de culto y a recibir la asistencia religiosa de la propia confesión; a conmemorar las festividades y a
celebrar los ritos matrimoniales; y a recibir e impartir enseñanza e información religiosa de toda
índole de acuerdo con las propias convicciones. De acuerdo con dichas facultades se generan los
principios de inmunidad de coacción y de no discriminación (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04,
P, FJ. 19)

230
DERECHO CONSTITUCIONAL .

La libertad religiosa no solo se expresa positivamente en el derecho a creer, sino también en el


derecho a practicar. En ese contexto aparece la libertad de culto, entendida como la atribución que
tiene toda persona para ejecutar actos y participar en ceremonias representativas vinculadas con su
creencia religiosa. Así, formada la convicción religiosa, la fe trasciende el fuero interno del creyente
y se manifiesta socialmente, percibiéndose como la facultad de la concurrencia a lugares de culto y
la práctica de los ritos de veneración o adoración a "su" divinidad, e incluso como la adopción de
determinadas reglas de trato social (saludo, vestimenta, etc.). La existencia del culto religioso
apareja la posibilidad de poder erigir construcciones sacras; el empleo de fórmulas y objetos ritua-
les; la exhibición de símbolos; la observancia de las fiestas religiosas; y hasta la prerrogativa de
solicitar y recibir contribuciones de carácter voluntario (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P,
FJ. 21)
La manifestación de la libertad religiosa a través de las creencias es consustancial a la libertad
religiosa. Esta manifestación incluye tanto el proselitismo de las creencias como el culto, el cual
forma parte de la religión que se profesa. En ese sentido, la libertad religiosa subsume a la libertad
de culto, y dentro de la libertad de culto, quedan garantizadas constitucionalmente todas aque-
llas ceremonias que la expresan, como las relativas al matrimonio y los ritos. Dentro de estos
últimos, se encuentra la sepultura digna de los muertos por parte de sus familiares o seres queridos
(Exp. Nº 0256-2003-HC, 21/04/05, S2, FJ. 16)

598 Libertad de religión. Discriminación por filiación religiosa


Un aspecto importante que forma parte del contenido de este derecho [a la libertad religiosa] es la
protección contra toda discriminación que tenga por motivo el ejercicio del derecho a la libertad
religiosa. Mediante esta prohibición se garantiza también la formación de creencias y sus manifes-
taciones (Exp. Nº 0256-2003-HC, 21/04/05, S2, FJ. 16)
El principio de no discriminación establece la proscripción de un trato que excluya, restrinja o
separe, menoscabando la dignidad de la persona e impidiendo el pleno goce de los derechos funda-
mentales. Este es aplicable a la diferenciación no justificable en el ámbito laboral, educativo, etc., o
al desempeño de cargos o funciones de naturaleza pública que estén condicionados a la adhesión o
no adhesión a una filiación religiosa (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 19)

599 Libertad de religión. Ejercicio individual y colectivo


La libertad religiosa se configura como un derecho individual y colectivo, pues se predica tanto de
la persona en sí misma como de la pluralidad de ellas asociadas en una Iglesia, Confesión o Comu-
nidad religiosa. En este último caso se expresa en el derecho a establecer lugares de culto, a formar
y nombrar operadores religiosos, a divulgar y propagar la fe de la asociación religiosa, etc (Exp. Nº
3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 20)

600 Libertad de religión. Limitación por orden público


El orden público es el conjunto de valores, principios y pautas de comportamiento político, econó-
mico y cultural en sentido lato, cuyo propósito es la conservación y adecuado desenvolvimiento de
la vida coexistencial. En tal sentido, consolida la pluralidad de creencias, intereses y prácticas
comunitarias orientadas hacia un mismo fin: la realización social de los miembros de un Estado. El
orden público alude a lo básico y fundamental para la vida en comunidad, razón por la cual se
constituye en el basamento para la organización y estructuración de la sociedad.
[E]l Estado [libertad de religión] puede establecer medidas limitativas o restrictivas de la libertad
de los ciudadanos con el objeto que, en el caso específico de la defensa de valores como la paz o de
principios como la seguridad, se evite la consumación de actos que puedan producir perturbaciones
o conflictos. De allí que en resguardo del denominado orden material –elemento conformante del
orden público– el Estado procure la verificación de conductas que coadyuven al sostenimiento de la
tranquilidad pública, el sosiego ciudadano, etc (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJs. 28 y 29)

231
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

601 Libertad de religión. Límites


[C]omo sucede con cualquier derecho fundamental, tampoco el ejercicio de la libertad religiosa, en
cuyo ámbito se encuentra comprendido el de la libertad de culto, es absoluto. Está sujeto a límites.
Uno de ellos es el respeto al derecho de los demás. Este límite forma parte del contenido del derecho
en su dimensión negativa, que, como se ha recordado, prohíbe la injerencia de terceros en la propia
formación de las creencias y en sus manifestaciones. También constituye un límite la necesidad de
que su ejercicio se realice en armonía con el orden público; particularmente, con la libertad de
culto. Asimismo, se encuentra limitado por la moral y la salud públicas. Tales restricciones deben
ser evaluadas en relación con el caso concreto e interpretadas estricta y restrictivamente (Exp. Nº
0256-2003-HC, 21/04/05, S2, FJ. 17)

602 Libertad de religión. Principio de incompetencia recíproca entre Iglesia y Estado


[El] principio de incompetencia recíproca [consiste en que], de un lado, el Estado reconoce la exis-
tencia de "espacios" en la vida de las personas en los que le está vedado regular y actuar. De manera
concordante, las Iglesias aceptan como valladar ético y jurídico la intervención institucional en
asuntos propiamente estatales (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 22)

603 Libertad de religión. Principio de inmunidad de coacción


El principio de inmunidad de coacción consiste en que ninguna persona puede ser obligada a actuar
contra sus creencias religiosas; es decir, que no podrá ser obligada o compelida jurídicamente a
obrar de manera opuesta a dichas convicciones. Tal exención alcanza al ateo o al agnóstico, que en
modo alguno puede ser apremiado a participar en alguna forma de culto, o a comportarse en coin-
cidencia con los ritos y prácticas derivados de un dogma religioso, o a prestar juramentos bajo
dichas formas y convicciones. (...) (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 19)

604 Libertad de religión. Principio de no lesión de derechos de terceros


El Principio de no lesión de derechos de terceros consiste en la proscripción de conductas pernicio-
sas o de molestias efectuadas durante el ejercicio de un culto o práctica religiosa, que dañen o
menoscaben los derechos que la Constitución y las leyes reconocen a los no creyentes o creyentes
de confesiones distintas (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 21)

605 Libertad de religión. Vertiente positiva


[La L]ibertad de religión comporta el derecho fundamental de todo individuo de formar parte de una
determinada confesión religiosa, de creer en el dogma y la doctrina propuesta por dicha confesión,
de manifestar pública y privadamente las consecuentes convicciones religiosas y de practicar el
culto. Como todo derecho de libertad, el derecho a la libertad religiosa tiene una vertiente negativa,
que garantiza la libertad de cada persona para decidir en conciencia que no desea tomar parte en
actos de la naturaleza antes descrita (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 3)

606 Libertad de religión. Vertiente negativa


Como todo derecho de libertad, el derecho a la libertad religiosa tiene una vertiente negativa, que
garantiza la libertad de cada persona para decidir en conciencia que no desea tomar parte en actos
de la naturaleza antes descrita (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 3)

LIBERTAD DE TRÁNSITO

607 Libertad de tránsito. Alcances


Con [La libertad de tránsito] (…) se busca reconocer que todo nacional o extranjero con residencia
establecida, pueda circular libremente o sin restricciones por el ámbito de nuestro territorio, y que,
en tanto sujetos con capacidad de autodeterminación, tienen la libre opción de disponer cómo o por
dónde deciden desplazarse, sea que dicho desplazamiento suponga facultad de ingreso a nuestro

232
DERECHO CONSTITUCIONAL .

Estado, circulación o tránsito dentro de él, o sea que suponga simplemente salida o egreso del
país. Dicho atributo, por otra parte, se encuentra también reconocido en los artículos 12 ° y 13°
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el artículo 22° de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, constituyéndose en uno de los derechos de mayor implican-
cia en el ámbito de la libertad personal perteneciente a cada individuo (Exp. Nº 5994-2005-PHC/
TC, 29/08/05, S2, FJ. 6)
[La libertad de tránsito es un] (…) derecho fundamental [que] tutela el ejercicio del atributo de ius
movendi et ambulandi, que constituye la posibilidad de desplazarse autodeterminativamente en
función a las propias necesidades y aspiraciones personales, a lo largo y ancho del territorio, así
como a ingresar o salir de él; no obstante, puede ser condicionado y limitado por ley (Exp. Nº 7455-
2005-PHC/TC, 09/07/07, S.2, FJ. 6)

608 Derecho al libre tránsito. Áreas de uso común para el goce de la propiedad privada
[E]n ninguna circunstancia se puede privar a la demandante del derecho a transitar sobre un área
reconocida como de uso común, ya que si se detenta una propiedad es para que esta pueda cumplir
con sus diversos objetivos, entre los cuales naturalmente se encuentra el entrar o salir de la misma.
Por otra parte, aun considerando que la demandante necesite servirse de un espacio o área común,
ubicada sobre propiedad de terceros, estos tampoco pueden ejercer dicho atributo de manera in-
compatible con los derechos constitucionales pues, como lo establece el artículo 70 de la Constitu-
ción Política del Perú, si bien la propiedad es inviolable, esta debe ejercerse en armonía con el
interés común (Exp. Nº 4453-2004-HC, 09/02/05, S1, FJ. 6)

609 Libertad de tránsito. Definición


[El derecho al libre tránsito] busca reconocer que todo nacional o extranjero con residencia estable-
cida pueda circular libremente o sin restricciones por el ámbito de nuestro territorio patrio, habida
cuenta de que, en tanto sujeto con capacidad de autodeterminación, tiene la libre opción de dispo-
ner cómo o por dónde decide desplazarse, sea que dicho desplazamiento suponga facultad de ingre-
so hacia el territorio de nuestro Estado, circulación o tránsito dentro del mismo, o simplemente
salida o egreso del país. Dicho atributo, por otra parte, se encuentra también reconocido en los
artículos 12 y 13 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el artículo 22 de la
Convención Americana de Derechos Humanos, constituyendo uno de los derechos de mayor impli-
cancia en el ámbito de la libertad personal (Exp. Nº 3482-2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 5)
La facultad de un libre tránsito comporta el ejercicio del atributo de ius movendi et ambulandi. Es
decir, supone la posibilidad de desplazarse autodeterminativamente en función a las propias nece-
sidades y aspiraciones personales, a lo largo y ancho del territorio, así como a ingresar o salir de él,
cuando así se desee.
Se trata de un imprescindible derecho individual y de un elemento conformante de la libertad. Más
aún, deviene en una condición indispensable para el libre desarrollo de la persona (...) cuyo sentido
más elemental radica en la posibilidad de transitar en las vías y los espacios públicos (Exp. Nº 2876-
2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 11)

610 Libertad de tránsito. Asilo diplomático como restricción


Es la tutela que se otorga a una persona perseguida por razón de sus ideas y/o actos de carácter
político. Se ejecuta en las legaciones diplomáticas, naves, aeronaves o campamentos castrenses del
Estado asilante (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 17)

611 Libertad de tránsito. Ejercicio en ámbitos privados


Si bien la libertad de tránsito suele manifestarse en tanto el ciudadano se desplaza a través de
autopistas, avenidas, calles, veredas, plazas, o vías con similar característica, ello no significa que
dentro de espacios semiabiertos e, incluso, ámbitos de carácter particular, no puedan darse mani-
festaciones vinculadas al ejercicio de tal derecho (Exp. Nº 4453-2004-HC, 09/02/05, S1, FJ. 4)

233
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[El uso de las vías privadas de uso público] se muestra en el uso de las servidumbres de paso (Exp.
Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 14)
[D]entro de una propiedad privada, no puede existir ejercicio alguno de la libertad de tránsito, toda
vez que ella involucra la posibilidad de traslado de un lugar público a otro, pero no el desplazamien-
to que se realice dentro de zonas privadas, las mismas que habrán de encontrarse amparadas por la
inviolabilidad de domicilio. Por ende, no es razonable que se salvaguarde como parte de la libertad
de tránsito cualquier tipo de movimiento que una persona realice dentro de una espacio destinado
al uso particular, ya sea dentro de una casa, centro de trabajo o cualquier tipo de propiedad privada,
aunque con una precisión al respecto; sí cabría protección a través de la libertad de tránsito si existe
una vía privada de uso público (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 13)
Aunque queda claro que el contenido esencial del atributo en mención se encuentra asociado a la
facultad de desplazamiento o de locomoción, de todo ciudadano, en las vías públicas, no quiere ello
decir que tal libertad solo pueda manifestarse dentro de tales contextos o escenarios. En efecto,
aunque este Colegiado dejó establecido que la consabida facultad permite que todo individuo pueda
ingresar, transitar o salir del territorio nacional, sin más restricciones que las establecidas en la
misma Constitución Política del Perú (...) tal aseveración no supone que no puedan plantearse
discusiones donde aquella se encuentre circunscrita a ámbitos mucho más restringidos que los de
las vías convencionales de carácter público (Exp. Nº 4453-2004-HC, 09/02/05, S1, FJ. 3)

612 Libertad de tránsito. Desplazamiento interno forzado


El derecho al libre tránsito, a partir de su relación con la aptitud para residir en el lugar escogido
dentro del territorio, no puede incluir –es más, proscribe– cualquier forma de desplazamiento
interno forzado, situación a la cual el país no ha estado ajeno (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05,
S2, FJ. 13)

613 Libertad de tránsito. Expatriación de nacional


La expatriación de un nacional (acción de sacar a la fuerza a un natural del territorio de su propio
país) procede en los casos de comisión de atentados contra la seguridad nacional, la participación de
un grupo armado dirigido por un extranjero, la alteración de hitos fronterizos, actos desleales con el
país o la traición a la patria (casos previstos explícitamente entre los artículos 325 y 332 del Código
Penal). Sobre la materia, este Colegiado reserva pronunciamiento sobre la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de dicha modalidad punitiva (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 16)

614 Libertad de tránsito. Expulsión de extranjero


La expulsión de un extranjero (acción de hacer salir por la fuerza a un no nacional del territorio
patrio) procede como consecuencia de un acto subsecuente del cumplimiento de una condena con
pena privativa de la libertad impartida por un tribunal nacional (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05,
S2, FJ. 16)

615 Libertad de tránsito. Extradición


[La extradición a]lude a un instituto jurídico que viabiliza la remisión compulsiva de un individuo,
por parte de un Estado, a los órganos jurisdiccionales competentes de otro, a efectos de que sea
enjuiciado o cumpla con la condena señalada, según haya sido su situación de procesado o condena-
do en la comunidad política de destino (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 17)

616 Libertad de tránsito. Justificación de la aplicación de la Ley de Extranjería


La justificación [para restringir el libre tránsito en aplicación de la ley de extranjería] se sustenta en
que si bien los derechos fundamentales son reconocidos universalmente, cuando se trata de aque-
llos cuyo ámbito de ejecución trastoca principios esenciales, como la soberanía del Estado o la
protección de sus nacionales, el ordenamiento jurídico, sobre la base de una equilibrada pondera-
ción, puede hacer distingos entre quienes forman parte del mismo (del Estado) y aquellos otros que
carecen de tal vínculo. En tales circunstancias, no es que se niegue la posibilidad de poder gozar de

234
DERECHO CONSTITUCIONAL .

un derecho a quienes no nacieron en nuestro territorio o no poseen nuestra nacionalidad, sino que
resulta posible o plenamente legítimo imponer ciertas reglas de obligatorio cumplimiento a efectos
de viabilizar el goce de dichos atributos. Supuesto similar ocurre, en el ámbito de los derechos
políticos, donde el Estado se reserva el reconocimiento y la obligación de tutela de derechos funda-
mentalmente para el caso específico o preferente de los nacionales, sin que con ello se vea pertur-
bada o desconocida la regla de igualdad (Exp. Nº 3482-2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 9)

617 Libertad de tránsito. Limitaciones y restricciones


Siendo las vías de tránsito público libres en su alcance y utilidad, pueden sin embargo, y en deter-
minadas circunstancias, ser objeto de regulaciones y aun de restricciones. Cuando estas provienen
directamente del Estado, se presumen acordes con las facultades que el propio ordenamiento jurí-
dico reconoce en determinados ámbitos (como ocurre, por ejemplo, con las funciones de control de
tránsito efectuadas por los gobiernos municipales); cuando provienen de particulares, existe la
necesidad de determinar si existe alguna justificación sustentada en la presencia, o no, de determi-
nados bienes jurídicos (Exp. Nº 3482-2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 18)
Por mandato expreso de normas contenidas en el bloque de constitucionalidad, la libertad de trán-
sito se encuentra sometida a una serie de límites o restricciones en su ejercicio, con el fin de tutelar
otros bienes constitucionalmente protegidos (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 15)

618 Libertad de tránsito. Principio de razonabilidad en las restricciones


La aplicación de una medida restrictiva a un caso concreto debe ajustarse al principio de razonabi-
lidad, ser adecuada para desempeñar su función protectora, posibilitar ser el instrumento menos
perturbador de los que permitan conseguir el resultado deseado, y guardar proporción con el interés
que debe protegerse (...) (Exp. Nº 2876-2005-H, 22/06/05, S2, FJ. 15)

619 Libertad de tránsito. Rejas como medida de seguridad vecinal


Justamente en la existencia o reconocimiento del bien jurídico seguridad ciudadana, se encuentra
lo que, tal vez, constituya la más frecuente de las formas a través de la cual se ven restringidas las
vías de tránsito público. Tras la consabida necesidad de garantizar que la colectividad no se vea
perjudicada en sus derechos más elementales frente al entorno de inseguridad recurrente en los
últimos tiempos, se ha vuelto una práctica reiterada el que los vecinos o las organizaciones que los
representan opten por colocar rejas o mecanismos de seguridad en las vías de tránsito público.
Aunque queda claro que no se trata de todas las vías (no podría implementarse en avenidas de
tránsito fluido, por ejemplo) y que solo se limita a determinados perímetros (no puede tratarse de
zonas en las que el comercio es frecuente), es un hecho incuestionable que la colocación de los
citados mecanismos obliga a evaluar si el establecimiento de todos ellos responde a las mismas
justificaciones y si puede asumir toda clase de características (Exp. Nº 3482-2005-PHC, 27/06/05,
S1, FJ. 19)
Este Colegiado ha tenido la oportunidad de precisar, en ocasiones anteriores, que la instalación de
rejas como medidas de seguridad vecinal no es, per se, inconstitucional, si se parte de la necesidad
de compatibilizar o encontrar un marco de coexistencia entre la libertad de tránsito como derecho
con la seguridad ciudadana como bien jurídico. Lo inconstitucional sería, en todo caso, que el meca-
nismo implementado o la forma de utilizarlo resulte irrazonable, desproporcionado, o simplemente
lesivo de cualquiera de los derechos constitucionales que reconoce el ordenamiento (Exp. Nº 3482-
2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 20)

620 Libertad de tránsito. Restricciones durante régimen de excepción


De conformidad con lo establecido en el artículo 137 de la Constitución, el Presidente de la
República, con acuerdo del Consejo de Ministros, puede decretar, por plazo determinado, en todo
el territorio nacional, o en parte de él (con cargo de posteriormente, dar cuenta al Congreso o a la
Comisión Permanente), el Estado de Emergencia o el Estado de Sitio. En dicha eventualidad
puede restringirse el derecho relativo a la libertad de tránsito (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05,
S2, FJ. 17)

235
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

621 Libertad de tránsito. Restricciones explícitas


Las restricciones calificadas como explícitas se encuentran reconocidas de modo expreso y pueden
estar referidas tanto a supuestos de tipo ordinario, como los enunciados por el inciso 11) del artícu-
lo 2 de la Constitución (mandato judicial, aplicación de la ley de extranjería o razones de sanidad),
como a supuestos de tipo extraordinario (los previstos en los incisos 1 y 2 del artículo 137 de la
Constitución, referidos a los estados de emergencia y de sitio, respectivamente) (Exp. Nº 3482-
2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 7)
[S]i bien toda persona tiene derecho a transitar libremente, nadie tiene la capacidad para impedir
tal locomoción, salvo que se incurra en alguno de los supuestos limitativos. Según lo establece el
artículo 2 inciso 11 de la Constitución, su ejercicio está restringido por cuestiones de sanidad,
mandato judicial o aplicación de la ley de extranjería (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 15)
Siendo el derecho de tránsito o de locomoción un atributo con alcances bastante amplios, se en-
cuentra, sin embargo, por mandato expreso de la propia Constitución y conforme a los criterios
recogidos por los instrumentos internacionales antes referidos [artículos 12 y 13 del Pacto Interna-
cional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 22 de la Convención Americana de Derechos
Humanos], sometido a una serie de límites o restricciones en su ejercicio (Exp. Nº 3482-2005-PHC,
27/06/05, S1, FJ. 6)
Las restricciones calificadas como explícitas se encuentran reconocidas de modo expreso y pueden
estar referidas tanto a supuestos de tipo ordinario, como los enunciados por el inciso 11) del artícu-
lo 2° de la Constitución (mandato judicial, aplicación de la ley de extranjería o razones de sanidad),
como a supuestos de tipo extraordinario (los previstos en los incisos 1 y 2 del artículo 137° de la
Constitución, referidos a los estados de emergencia y de sitio, respectivamente (Exp. Nº 5994-
2005-PHC/TC, 29/08/05, S2, FJ. 8)

622 Libertad de tránsito. Restricciones explícitas extraordinarias


[Las restricciones explícitas extraordinarias] se relacionan con las situaciones excepcionales que la
misma norma constitucional contempla bajo la forma de estados de emergencia o de sitio y que
suelen encontrarse asociados a causas de extrema necesidad o grave alteración en la vida del Esta-
do, circunstancias en las que es posible limitar en cierta medida el ejercicio de determinados atribu-
tos personales, uno de los cuales es el derecho de tránsito o de locomoción. En dicho contexto, lo
que resulta limitable o restringible no es el ejercicio de la totalidad del derecho o los derechos de
todos los ciudadanos, sino de aquellos aspectos estrictamente indispensables para la consecución
de los objetivos de restablecimiento a los que propende el régimen excepcional, para cuyo efecto ha
de estarse a lo determinado por referentes tan importantes como la razonabilidad y la proporciona-
lidad (Exp. Nº 3482-2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 11)
Este tipo de restricción se deriva de situaciones singulares, que ameritan una intervención rápida y
concreta. Un estado de anormalidad constitucional supone la posibilidad de restringir la libertad de
tránsito de las personas (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 17)
Un cuarto supuesto explícito, aunque éste de naturaleza extraordinaria, tiene que ver con las situa-
ciones excepcionales que la misma norma constitucional contempla bajo la forma de estados de
emergencia o de sitio y que suelen encontrarse asociados a causas de extrema necesidad o grave
alteración en la vida del Estado, circunstancias en las que resulta posible limitar, en cierta medida,
el ejercicio de determinados atributos personales, uno de los cuales resulta ser el derecho de trán-
sito o de locomoción. Dentro de dicho contexto, cabe naturalmente precisar que lo que resulta
limitable o restringible no es el ejercicio de la totalidad del derecho o los derechos de todos los
ciudadanos, sino sólo aquellos aspectos estrictamente indispensables para la consecución de los
objetivos de restablecimiento a los que propende el régimen excepcional, para efectos de lo cual ha
de estarse a lo determinado por referentes tan importantes como la razonabilidad y la proporciona-
lidad (Exp. Nº 5994-2005-PHC/TC, 29/08/05, S2, FJ. 12)

236
DERECHO CONSTITUCIONAL .

623 Libertad de tránsito. Restricciones explícitas ordinarias


[Las restricciones explícitas ordinarias] se presentan cuando, en un estado de normalidad constitu-
cional, se estima necesario que deben protegerse otros derechos fundamentales o bienes jurídicos,
de modo que, en atención a un estudio de razonabilidad, pueda limitarse el derecho a la libertad de
tránsito (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 16)

624 Libertad de tránsito. Restricciones implícitas


Las restricciones implícitas [al libre tránsito], a diferencia de las explícitas, resultan mucho más
complejas en cuanto a su delimitación, aunque no, por ello, inexistentes o carentes de base consti-
tucional. Se trata, en tales supuestos, de vincular el derecho reconocido (en este caso, la libertad de
tránsito) con otros derechos o bienes constitucionalmente relevantes, a fin de poder determinar,
dentro de una técnica de ponderación, cuál de todos ellos es el que, en determinadas circunstancias,
debe prevalecer. Un caso específico de tales restricciones se da precisamente en los supuestos de
preservación de la seguridad ciudadana, en los cuales se admite que, bajo determinados parámetros
de razonabilidad y proporcionalidad, es posible limitar el derecho aquí comentado (Exp. Nº 3482-
2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 12)
[Las restricciones implícitas al libre tránsito s]e trata de aquellas situaciones en donde se hace
necesario vincular el ejercicio del derecho a la libertad de tránsito con otros derechos o bienes
constitucionalmente relevantes, a fin de poder determinar, dentro de una técnica de ponderación,
cuál de ellos es el que, bajo determinadas circunstancias, debe prevalecer (Exp. Nº 2876-2005-HC,
22/06/05, S2, FJ. 18)
Las restricciones implícitas, a diferencia de las explícitas, resultan mucho más complejas en cuanto
a su delimitación, aunque no son por ello inexistentes o carentes de base constitucional. Se trata, en
tales supuestos, de vincular el derecho reconocido (en este caso, la libertad de tránsito) con otros
derechos o bienes constitucionalmente relevantes, a fin de poder determinar, dentro de una técnica
de ponderación, cuál de todos ellos es el que, bajo determinadas circunstancias, debe prevalecer. Un
caso específico de tales restricciones opera precisamente en los supuestos de preservación de la
seguridad ciudadana, en los cuales se admite que, bajo determinados parámetros de razonabilidad
y proporcionalidad, es posible limitar el derecho aquí comentado (Exp. Nº 5994-2005-PHC/TC, 29/
08/05, S2, FJ. 13)

625 Libertad de tránsito. Restricciones para los extranjeros


[E]l Estado está facultado total o parcialmente para reglar, controlar y condicionar la entrada y
admisión de extranjeros. Igualmente, el cuerpo político goza del atributo de la expulsión, que
también es un límite a la libertad de tránsito (...) siempre que se cumplan algunas condiciones: el
Estado puede imponer a través de la ley requisitos para autorizar el ingreso y la salida del terri-
torio nacional (v. gr. presentación del pasaporte, visas, pago de tasas, certificaciones sanitarias,
entre otros); las restricciones legales están sujetas a su fundamentación en resguardo de la pre-
vención de infracciones penales de la seguridad nacional, el orden público, la salud, la moral
pública o los derechos y libertades de terceros; la expulsión de un extranjero no debe fundarse en
su mera condición de tal, sino en el hecho de haber ingresado o permanecer en el territorio
nacional con violación de la ley. Dicha disposición debe emanar de autoridad administrativa o
judicial competente, según sea la naturaleza del caso que la motiva (Exp. Nº 2876-2005-HC,
22/06/05, S2, FJ. 12)

626 Libertad de tránsito. Restricción por razones administrativas


Pueden exigirse determinados requisitos legales o administrativos para el ejercicio del derecho, los
cuales deben ser razonables a fin de no desnaturalizarlo; en el caso del transporte público, es
necesario contar con una licencia de funcionamiento para transitar por las vías que se autoricen
(Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 16)

237
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

627 Libertad de tránsito. Restriciones por razones de extranjería


[Este supuesto de restricción de libre tránsito en razón de la aplicación de la ley de extranjería] en
parte advertido desde la propia idea que el derecho de locomoción solo le corresponde a los
nacionales o extranjeros con residencia establecida, supone que quien, sin pertenecer a nuestro
Estado, pretende ingresar, transitar o salir libremente de su territorio, se expone a ser expulsado
bajo las consideraciones jurídicas que impone la Ley de Extranjería (Exp. Nº 3482-2005-PHC, 27/06/05,
S1, FJ. 9)
[Las restricciones al libre tránsito en razón de la aplicación de la ley de extranjería s]on aquellas
que, basándose en el inciso 11 del artículo 2 de la Constitución, derivan de la falta de aptitud legal
de un extranjero para ingresar al territorio nacional o para continuar residiendo dentro de él. Tales
son los casos siguientes:
- Por ingreso clandestino o fraudulento al territorio nacional.
- Por haber sido anteriormente expulsado del territorio nacional por razones jurisdiccionales de
poder de policía (reglas de migración).
- Por ser prófugo de la justicia por delitos tipificados como ilícitos comunes en la legislación
nacional.
- Por haber sido expulsado de otro país por la comisión de delitos tipificados como ilícitos comu-
nes en la legislación nacional o por infracciones a normas de extranjería homólogas a las nues-
tras.
- Por encontrarse incurso en razones de seguridad.
- Por registrar antecedentes penales o policiales por delitos tipificados como comunes en la legis-
lación nacional.
- Por carecer de recursos económicos que le permitan solventar los gastos de permanencia en
nuestro territorio.
- Por haber realizado actos contra la seguridad del Estado, el orden público interno o la defensa
nacional (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 16)
[E]l derecho de locomoción sólo le corresponde a los nacionales o extranjeros con residencia esta-
blecida, supone que la persona que sin pertenecer a nuestro Estado, pretende ingresar, transitar o
salir libremente de su territorio, se expone a ser expulsado bajo las consideraciones jurídicas que
impone la ley de extranjería. La justificación de dicho proceder se sustenta en que si bien los
derechos fundamentales son reconocidos a título universal, cuando se trata de aquellos cuyo ámbito
de ejecución trastoca principios esenciales como la soberanía del Estado o la protección de sus
nacionales, el ordenamiento jurídico, sobre la base de una equilibrada ponderación, suele hacer
distingos entre quienes forman parte del Estado y aquellos que otros que carecen de tal vínculo. En
tales circunstancias no es que se niegue la posibilidad de poder gozar de un derecho para quienes no
nacieron en nuestro territorio o no poseen la nacionalidad, sino que resulta posible o plenamente
legítimo imponer ciertas reglas de obligatorio cumplimiento a los efectos de poder viabilizar el goce
de dichos atributos (Exp. Nº 5994-2005-PHC/TC, 29/08/05, S2, FJ. 10)

628 Libertad de tránsito. Restricciones por razones de incapacidad de ejercicio


[Las limitaciones por razón de incapacidad de ejercicio s]on aquellas que se derivan de la restric-
ción para poder realizar per se el ejercicio de la facultad de libre tránsito. Al respecto, el segundo
párrafo del artículo 6 de la Constitución, concordante con los artículos 12, 74 y subsiguientes del
Código de los Niños y Adolescentes, establece que la libertad de tránsito de los menores de edad está
sujeta a las restricciones y autorizaciones establecidas en la ley (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05,
S2, FJ. 16)

238
DERECHO CONSTITUCIONAL .

629 Libertad de tránsito. Restricciones por razones jurisdiccionales


[N]inguna persona puede ser restringida en su libertad individual, salvo que exista un mandato
formal emitido por autoridad judicial. En dicho contexto, y aunque toda persona tiene la opción de
decidir el lugar al cual quiere desplazarse y el modo para llevarlo a efecto, queda claro que cuando
ella es sometida a un proceso, sus derechos, en buena medida, pueden verse afectados a instancias
de la autoridad judicial que lo dirige. Aunque tal restricción suele rodearse de un cierto margen de
discrecionalidad, tampoco puede o debe ser tomada como un exceso, ya que su procedencia, por lo
general, se encuentra sustentada en la ponderación efectuada por el juzgador de que, con el libre
tránsito de tal persona, no puede verse perjudicada o entorpecida la investigación o proceso de la
que tal juzgador tiene conocimiento. En tales circunstancias no es, pues, que el derecho se torne
restringido por un capricho del juzgador, sino por la necesidad de que el servicio de Justicia y los
derechos que ella está obligada a garantizar, no sufran menoscabo alguno y, por consiguiente,
puedan verse materializados sin desmedro de los diversos objetivos constitucionales (Exp. Nº 3482-
2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 8)
[La restricción del libre tránsito por razones jurisdiccionales] de la existencia de una orden judicial
de impedimento de salida del territorio nacional, expatriación de nacionales o la expulsión de ex-
tranjeros (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 16)
Ninguna persona puede ser restringida en su libertad individual, salvo en el caso de que exista un
mandato formal emitido por autoridad judicial. Quiere ello decir que, aunque toda persona tiene la
opción de decidir el lugar donde desea desplazarse y los mecanismos de los que se vale para tal
efecto, queda claro que cuando ésta es sometida a un proceso, sus derechos pueden verse afecta-
dos a instancias de la autoridad judicial que dirige tal proceso. Aunque tal restricción suele ro-
dearse de un cierto margen de discrecionalidad, tampoco puede o debe ser tomada como un
exceso, ya que su procedencia, por lo general, se sustenta en la ponderación efectuada por el
juzgador de que con el libre tránsito de tal persona no se perjudique o entorpezca la investigación
o proceso del que tal juzgador tiene conocimiento. En tales circunstancias no es que el derecho se
restrinja por un capricho del juzgador, sino por la necesidad de que el servicio de justicia y los
derechos que aquella está obligada a garantizar no sufran menoscabo alguno y, por consiguien-
te, puedan verse materializados sin desmedro de los diversos objetivos constitucionales (Exp.
Nº 5994-2005-PHC/TC, 29/08/05, S2, FJ. 9)

630 Libertad de tránsito. Restricciones por razones políticas discrecionales


[Las restricciones por razones políticas discrecionales] Son aquellas que se derivan de la discrecio-
nalidad política que la Constitución otorga al Congreso de la República en el caso del Presidente de
la República. En efecto, el inciso 9 del artículo 102 de la Constitución señala que es atribución del
Congreso de la República autorizar al Presidente de la República para salir del país. En ese sentido,
mediante la Ley Nº 26656 se ha establecido la modalidad y plazo para las autorizaciones sobre la
materia (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 16)

631 Libertad de tránsito. Restricciones por razones sanitarias


[P]or razones de sanidad también puede verse restringido el derecho de tránsito, esencialmente
porque, en tal caso, de lo que se trata es de garantizar que el ejercicio de dicho atributo no ponga en
peligro derechos de terceros o, incluso, derechos distintos de los derechos de la persona que intenta
el desplazamiento. Tal contingencia, de suyo, podría ocurrir en el caso de una epidemia o grave
enfermedad que pudiese detectarse en determinada zona o sector del territorio del país. En tales
circunstancias, la restricción al derecho de tránsito se vuelve casi un imperativo que el ordena-
miento, como es evidente, está obligado a reconocer y, por supuesto, a convalidar (Exp. Nº 3482-
2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 10)
[Las restricciones por razón de sanidad s]on aquellas que surgen en pro del resguardo de la plenitud
físico-psíquica de la población, la cual puede verse afectada por la existencia de pestes, epidemias
y otros eventos de similares características, limitación permitida en el propio inciso 11 del artículo
2 de la Constitución (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 16)

239
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Como resulta evidente, por razones de sanidad también puede verse restringido el derecho de
tránsito, esencialmente porque, en tal hipótesis, de lo que se trata es de garantizar que el ejercicio
de dicho atributo no ponga en peligro derechos de terceros o, incluso, derechos distintos de la
misma persona que intenta el desplazamiento. Tal contingencia podría ocurrir en el caso de una
epidemia o grave enfermedad que pudiese detectarse en determinada zona o sector del territorio
del país. En tales circunstancias la restricción del derecho de tránsito se vuelve casi un imperativo
que el ordenamiento, como es evidente, está obligado a reconocer y, por supuesto, a convalidar
(Exp. Nº 5994-2005-PHC/TC, 29/08/05, S2, FJ. 11)

632 Libertad de tránsito. Seguridad ciudadana


Aunque no existe una aproximación conceptual precisa en cuanto a lo que para la Constitución
representa la seguridad ciudadana, sino, básicamente, un conjunto de características o elementos
que permiten integrar lo que sería su contenido, esta puede ser catalogada como un estado de
protección que brinda el Estado y en cuya consolidación colabora la sociedad, a fin de que determi-
nados derechos pertenecientes a los ciudadanos puedan ser preservados frente a situaciones de
peligro o amenaza o reparados en caso de vulneración o desconocimiento. Derechos como la vida,
la integridad, la tranquilidad, la propiedad o la libertad personal suelen ser los principales refe-
rentes que integran el contenido de la seguridad ciudadana en atención a lo que del Estado y la
colectividad se espera, siendo evidente que, por sus alcances, se trata fundamentalmente de un
bien jurídico de relevancia antes que de un atributo o libertad a título subjetivo (Exp. Nº 3482-
2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 13)
De alguna forma la idea de los bienes jurídicos relevantes se encuentra, pues, asociada al interés
general, mientras que el concepto de derechos se asocia al interés subjetivo particular de quien
reclama por su defensa. Lo dicho cobra especial importancia si se parte del supuesto que la ciudada-
nía ve cotidianamente arriesgada su seguridad como resultado del entorno conflictivo y antisocial,
cuando no de la criminalidad mayoritariamente presente en las ciudades con abundante población
y tráfico económico y, frente a lo cual se hace necesaria una específica política de seguridad en favor
de la colectividad. En el Estado social de derecho, por otra parte, es incuestionable la existencia de
roles vitales en relación con la consecución de grandes objetivos. Vista la seguridad ciudadana como
uno de esos roles en los que todo Estado se compromete, no cabe discusión alguna respecto del
papel relevante que le toca cumplir y la especial posición que el ordenamiento constitucional le
suele otorgar (Exp. Nº 3482-2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 14)
La seguridad ciudadana no debe ser observada como un derecho fundamental sino como un bien
jurídico protegido, habida cuenta que hace referencia a un conjunto de acciones o medidas que
están destinadas a salvaguardar el desarrollo de la vida comunitaria dentro de un contexto de paz,
tranquilidad y orden, mediante la elaboración y ejecución de medidas vinculadas al denominado
poder de Policía. La seguridad ciudadana consolida una situación de convivencia con ‘normalidad’,
vale decir, preservando cualquier situación de peligro o amenaza para los derechos y bienes esen-
ciales para la vida comunitaria (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 18)

633 Libertad de tránsito. Seguridad nacional como restricción implícita


El Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, como parte de la ya
mencionada Observación General Nº 27, reconoce la posibilidad restricciones a zonas militares por
motivos de seguridad nacional. Asimismo, se puede recurrir a una restricción válida y necesaria de
la libertad de tránsito para la protección de la seguridad nacional y el orden público (Exp. Nº 2876-
2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 18)

634 Libertad de tránsito. Uso de las vías públicas


Exceptuados los ámbitos de lo que constituye el dominio privado, todo aquel espacio que desde el
Estado haya sido estructurado como referente para el libre desplazamiento de personas puede ser
considerado una vía de tránsito público. Dentro de tales espacios (avenidas, calles, veredas, puen-
tes, plazas, etc.), no existe, en principio, restricción o limitación a la locomoción de los individuos,
esto es, no existe la necesidad de pedir autorización alguna ni ante el Estado ni ante particular

240
DERECHO CONSTITUCIONAL .

alguno, pues se presume que la vía pública pertenece a todos y no a determinada persona o grupo
de personas en particular (Exp. Nº 3482-2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 16)
Las vías de tránsito público, (...), sirven no solo para permitir el desplazamiento peatonal, sino para
facilitar otros ámbitos de su autodeterminación o el ejercicio de una diversidad de derechos consti-
tucionales (trabajo, salud, alimentación, descanso, etc.); y como tales, se constituyen en un elemen-
to instrumental sumamente importante del cual depende la satisfacción plena o la realización de
una multiplicidad de objetivos personales (Exp. Nº 3482-2005-PHC, 27/06/05, S1, FJ. 17)

635 Vías de tránsito público. Alcance


Exceptuados los ámbitos de lo que constituye el dominio estrictamente privado, todo aquel espa-
cio que desde el Estado haya sido estructurado como referente para el libre desplazamiento de
personas, puede ser considerado una vía de tránsito público. Dentro de tales espacios (avenidas,
calles, veredas, puentes, plazas, etc.) no existe, por principio, restricción o limitación sobre la
locomoción de los individuos, esto es, no existe la necesidad de pedir autorización alguna ni ante
el Estado ni ante particular alguno, presumiéndose que su pertenencia le corresponde a todos y no
a determinada persona o grupo de personas en particular (Exp. Nº 5994-2005-PHC/TC, 29/08/05,
S2, FJ. 17)

636 Vías de tránsito público. Restricciones


Siendo las vías de tránsito público libres en su alcance y utilidad, pueden sin embargo, bajo deter-
minadas circunstancias, ser objeto de regulaciones y aún de restricciones. Cuando estas provienen
directamente del Estado, se presumen acordes con las facultades que el propio ordenamiento jurí-
dico reconoce en determinados ámbitos (como ocurre por ejemplo con las funciones de control de
tránsito efectuadas por los gobiernos municipales); cuando provienen de particulares existe la ne-
cesidad de determinar si existe alguna justificación, sustentada en la presencia o no de determina-
dos bienes jurídicos (Exp. Nº 5994-2005-PHC/TC, 29/08/05, S2, FJ. 19)

637 Vías de tránsito público. Utilidad


Las vías de tránsito público, por otra parte, sirven no sólo para permitir el desplazamiento de las
personas sino también para facilitar otros ámbitos de su autodeterminación o el ejercicio de una
diversidad de derechos constitucionales (trabajo, salud, alimentación, descanso, etc.). Como tales
se constituyen en un elemento instrumental sumamente importante del cual depende la satisfac-
ción plena o la realización de una multiplicidad de objetivos personales (Exp. Nº 5994-2005-PHC/
TC, 29/08/05, S2, FJ. 18)

LIBERTAD INFORMÁTICA

638 Libertad informática. Evolución histórica de oposición frente al derecho a la inti-


midad
Todo cambio en los derechos fundamentales debe ubicarse dentro de una tendencia evolutiva
orientada a fortalecer, ampliar y mejorar la esfera de autodeterminación y desarrollo en sociedad
del individuo. Este principio implica que los derechos fundamentales únicamente pueden refor-
marse para mejorar su situación preexistente. Sin embargo, los derechos fundamentales no son
absolutos; en su desarrollo histórico y concreto se han generado conflictos jurídicos –reveladores
de la antinomia social sobre tal cuestión–, lo que puede acarrear la necesidad del cambio de su
estatuto.
A guisa de ejemplo, véase la historia de la oposición del derecho a la libertad sobre el derecho a la
propiedad en la época esclavista, o, más modernamente, del derecho al acceso a la información
pública sobre el carácter reservado de las comunicaciones de las autoridades, o el de la intimidad
sobre la libertad informática (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 37)

241
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

LIBERTAD PERSONAL

639 Libertad personal. Afectación injustificada para satisfacer acreencia


[A]unque la satisfacción de (...) [una] acreencia de orden patrimonial resulte legítima, el medio que
se utilice para hacer efectivo su pago, bajo ningún punto de vista puede consistir en la restricción
del ejercicio efectivo de la libertad personal. No solo porque tal proceder no está contemplado en la
ley, como exige el ordinal b) del inciso 24) del artículo 2 de la Constitución; sino también porque y
con independencia de que lo pueda estar (o no), en un Estado Constitucional y Democrático de
Derecho como el nuestro, en el que se proclama que "La defensa de la persona humana y el respeto
de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado" (artículo 1 de la Constitución), los
seres humanos no pueden ser considerados como objetos para la consecución de un fin (Exp. N°
7039-2005-PHC/TC, 17/10/05, S2, FJ. 27)

640 Libertad personal. Arresto disciplinario como forma de restricción


[La] garantía de la libertad personal no se extiende a cualquier supuesto de restricción, sino
que está directamente relacionada con la "detención" de una persona, es decir, con medidas que
supongan una privación de la libertad. Evidentemente, ese no es el caso ni del denominado
arresto simple ni del denominado arresto de rigor, que más bien constituyen o implican una
restricción de la libertad. Y para ambos, no es de aplicación el ordinal "f" del inciso 24) del
artículo 2 de la Constitución, sino su ordinal "b", a tenor del cual "no se permite forma alguna
de restricción de la libertad personal, salvo en los casos previstos por la ley" (...). Ello significa
que, en la medida que el arresto simple o de rigor de los miembros de la Policía Nacional del
Perú constituyan sanciones disciplinarias y se encuentren previstas en la ley, su imposición por
un superior jerárquico no es, per se, inconstitucional (...). [Tampoco] es inconstitucional que el
legislador establezca la posibilidad de que funcionarios que carecen de facultades jurisdiccio-
nales puedan imponer las sanciones disciplinarias de arresto simple y arresto de rigor, con el
objeto de salvaguardar el principio de disciplina y jerarquía castrense (Exp. Nº 2050-2002-AA,
16/04/03, P, FJ. 7)

641 Libertad personal. Como el valor superior del ordenamiento jurídico


[L]a libertad personal no es solo un derecho fundamental reconocido, sino un valor superior del
ordenamiento jurídico, pero su ejercicio no es absoluto e ilimitado; pues se encuentra regulado y
puede ser restringido mediante ley (Exp. Nº 2496-2005-PHC, 17/05/05, S1, PV)

642 Libertad personal. Como principio


[S]obre la base del principio general de libertad, que el ser humano, en principio, es libre para
realizar todo aquello que no esté prohibido en virtud de una ley, ni obligado de hacer aquello que la
ley no manda. En ese sentido, si bien las limitaciones a los derechos fundamentales solo pueden
establecerse respetando el principio de legalidad, la interpretación de una limitación legalmente
impuesta, deberá además, realizarse en términos necesariamente restrictivos, encontrándose veda-
da la interpretación analógica, in malam partem, de las normas que restrinjan derechos (Exp. Nº
2235-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 8)

643 Libertad personal. Contenido como derecho subjetivo


El inciso 24 del artículo 2 de la Constitución reconoce el derecho fundamental a la libertad personal.
Se trata de un derecho subjetivo en virtud del cual ninguna persona puede sufrir una limitación o
restricción a su libertad física o ambulatoria, ya sea mediante detenciones, internamientos o conde-
nas arbitrarias (Exp. Nº 0019-2005-PI, 21/07/05, P, FJ. 11)
En cuanto derecho subjetivo [el derecho a la libertad personal], garantiza que no se afecte indebida-
mente la libertad física de las personas, esto es, su libertad locomotora, ya sea mediante detencio-
nes, internamientos o condenas arbitrarias. Los alcances de la garantía dispensada a esta libertad
comprende frente a cualquier supuesto de privación de la libertad locomotora, independientemente

242
DERECHO CONSTITUCIONAL .

de su origen, la autoridad o persona que la haya efectuado. Garantiza, pues, ante cualquier res-
tricción arbitraria de la libertad personal (...) (Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 2)

644 Libertad personal. Derecho fundamental y valor superior del ordenamiento


[E]l Tribunal Constitucional en reiterada jurisprudencia ha destacado que la libertad personal no
solo es un derecho fundamental reconocido, sino un valor superior del ordenamiento jurídico (Exp.
N° 5470-2005-PHC/TC, 17/07/06, S2, FJ. 7)

645 Libertad personal. Desaparición forzada


La desaparición forzada de personas es un delito pluriofensivo, por cuanto afecta la libertad física,
el debido proceso, el derecho a la integridad personal, el reconocimiento de la personalidad jurí-
dica y, como ya se ha señalado, el derecho a la tutela judicial efectiva. La vigencia de estos
derechos es absoluta, por lo que su protección se encuentra regulada en el Derecho Internacional
de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario (Exp. Nº 4677-2005-HC, 12/08/05,
P, FJ. 26)
La práctica de la desaparición forzada atenta contra diversos derechos fundamentales. Además de
violar la libertad locomotora, impide interponer los recursos legales que permitan proteger los
derechos conculcados, lesionando, así, el derecho de acudir a un tribunal a fin de que se decida, a la
brevedad, sobre la legalidad de la detención, (...). Asimismo, implica, generalmente, actos de tortu-
ra y tratos inhumanos y degradantes, por lo que también afecta el derecho a la integridad personal.
De igual manera, esta práctica criminosa supone, con frecuencia, la ejecución extrajudicial de los
detenidos, y el posterior ocultamiento de sus cadáveres. Lo primero lesiona el derecho a la vida,
mientras que lo segundo procura la impunidad del hecho (Exp. Nº 2488-2002-AA, 18/03/04, P,
FJ. 3)

646 Libertad personal. Determinación legal


[L]a libertad personal no es solo un derecho fundamental reconocido, sino un valor superior del
ordenamiento jurídico, pero su ejercicio no es absoluto e ilimitado; se encuentra regulado y puede
ser restringido mediante ley. Por ello, los límites a los derechos pueden ser impuestos por la misma
norma en que se reconocen tales derechos (Exp. Nº 5176-2005-PHC, 17/08/05, S2, FJ. 5)
Como todo derecho fundamental, el de la libertad personal tampoco es un derecho absoluto, pues
como establecen los ordinales a) y b) del inciso 24) del artículo 2 de la Constitución, aparte de ser
regulados, pueden ser restringidos o limitados mediante ley. Ningún derecho fundamental, en efec-
to, puede considerarse ilimitado en su ejercicio. Los límites que a estos se puedan establecer pue-
den ser intrínsecos o extrínsecos (Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 5)
La validez de tales límites y, en particular, de la libertad personal, depende de que se encuentren confor-
me con los principios de razonabilidad y proporcionalidad (Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 6)

647 Libertad personal. Diferencia con el ámbito protegido por la libertad de tránsito
El ámbito constitucionalmente protegido de la libertad personal es distinto del que se garantiza
mediante la libertad de tránsito o de circulación. Este último derecho [libertad de tránsito] se
encuentra reconocido en el inciso 11) del artículo 2 de la misma Ley Fundamental, y garantiza a
todo peruano a transitar libremente por todo el territorio nacional, y a entrar y salir del país, sin
más excepciones que las limitaciones constitucionalmente establecidas. En ese sentido, su objeto es
garantizar un aspecto concreto de la libertad física del ser humano, el relativo a su proyección
espacial.
En cambio, el derecho reconocido en el inciso 24) del artículo 2 de la Constitución [libertad perso-
nal] protege la dimensión personal de la libertad física. Garantiza a todos, nacionales o extranjeros,
la indemnidad frente a injerencias ilegales o arbitrarias que puedan perturbar el desarrollo de la
vida individual, familiar o social (Exp. N° 7039-2005-PHC/TC, 17/10/05, S2, FJs. 15 y 16)

243
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

648 Libertad personal. Diferencia entre restricción y privación de la libertad


[E]l inciso 24 del artículo 2 de la Constitución implícitamente diferencia lo que es un supuesto
propio de una restricción de la libertad personal, de aquel que constituye una privación de libertad.
La diferencia entre privación y restricción es importante a efectos de determinar su régimen jurídi-
co-constitucional pues, como se acotó en la STC 02050-2002-AA/TC, "(...) tal garantía de la libertad
personal (orden judicial o flagrante delito) no se extiende a cualquier supuesto de restricción, sino
que está directamente relacionada con la ‘detención’ de una persona, es decir, con medidas que
supongan una privación de la libertad. Evidentemente, ese no es el caso ni del denominado arresto
simple ni del denominado arresto de rigor, que más bien constituyen o implican una restricción de
la libertad (Exp. N° 7039-2005-PHC/TC, 17/10/05, S2, FJ. 17)

649 Libertad personal. Existencia de límites internos


El ámbito constitucionalmente protegido del derecho a la libertad personal no es ajeno a la existen-
cia de límites internos, es decir, a las restricciones de su ejercicio derivadas del propio contenido del
derecho o de sus relaciones con otros bienes constitucionalmente protegidos (Exp. N° 7039-2005-
PHC/TC, 17/10/05, S2, FJ. 17)

650 Libertad personal. Importancia de su vigencia


La plena vigencia del derecho fundamental a la libertad personal es un elemento vital para el
funcionamiento del Estado social y democrático de derecho, pues no solo es una manifestación
concreta del valor libertad implícitamente reconocido en la Constitución, sino que es presupuesto
necesario para el ejercicio de otros derechos fundamentales (Exp. Nº 0019-2005-PI, 21/07/05, P,
FJ. 11)

651 Libertad personal. Necesidad de no afectación de otros valores constitucionales


[T]oda previsión que favorezca al derecho subjetivo a la libertad personal más allá de su contenido
constitucionalmente protegido, solo resultará válida si no afecta de modo desproporcionado el cua-
dro material de valores reconocido en la Carta Fundamental; es decir, en la medida en que no vacíe
los contenidos o desvirtúe las finalidades que los otros derechos fundamentales (en sus dimensio-
nes subjetiva y objetiva) cumplen en el ordenamiento jurídico o, en general, aquella que cumplen
los bienes esenciales a los que la Constitución explícita o implícitamente concede protección, por
resultar imprescindibles para la consolidación de todo Estado social y democrático de derecho, y
para que este pueda hacer frente a toda amenaza contra los principios constitucionales en que se
sustenta (Exp. Nº 0019-2005-PI, 21/07/05, P, FJ. 27)

652 Libertad personal. Justificación del ius punendi del Estado


[D]esde una perspectiva constitucional, el establecimiento de una conducta como antijurídica, es
decir, aquella cuya comisión pueda dar lugar a una privación o restricción de la libertad personal,
solo será constitucionalmente válida si tiene como propósito la protección de bienes jurídicos cons-
titucionalmente relevantes (principio de lesividad). Como resulta evidente, solo la defensa de un
valor o un interés constitucionalmente relevante podría justificar la restricción en el ejercicio de un
derecho fundamental (Exp. Nº 0019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 35)
El Derecho Penal es la rama del ordenamiento jurídico que regula el ius puniendi, monopolio del
Estado, y que, por tal razón, por antonomasia, es capaz de limitar o restringir, en mayor o menor
medida, el derecho fundamental a la libertad personal (Exp. Nº 0019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 35)

653 Libertad personal. No desnaturalización de


[D]entro de los límites que la Constitución impone, el legislador goza de un amplio margen para
diseñar la política criminal del Estado. Entre tales límites no solo se encuentra la proscripción de
limitar la libertad personal más allá de lo estrictamente necesario y en aras de la protección de
bienes constitucionalmente relevantes, sino también la de no desvirtuar los fines del instrumento

244
DERECHO CONSTITUCIONAL .

que dicho poder punitivo utiliza para garantizar la plena vigencia de los referidos bienes, es decir,
no desnaturalizar los fines de la pena (Exp. Nº 0019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 36)

654 Libertad personal. Reserva de ley


[D]el artículo 2.2.4.a. de la Constitución, que expresamente establece que "Toda persona tiene
derecho (...) A la libertad y a la seguridad personales. En consecuencia: (...) Nadie está obligado a
hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe", este Colegiado observa
que se ha establecido una reserva de ley ordinaria –que se caracteriza por ser general y abstracta–
, y que por sus propias características vincula tanto a los poderes públicos como a los órganos
constitucionales autónomos y a todos los ciudadanos del Estado peruano (Exp. Nº 00017-2006-PI/
TC, 21/01/2007, P, FJ. 11)

655 Libertad personal. Restricción de la facultad de locomoción


[L]a facultad de locomoción o de desplazamiento espacial no se ve afectada únicamente cuando una
persona es privada arbitrariamente de su libertad física, sino que ello también se produce cuando se
presentan circunstancia tales como la restricción, la alteración o alguna forma de amenaza al ejer-
cicio del referido derecho; asimismo, cuando a pesar de existir fundamentos legales para la priva-
ción de la libertad, esta se ve agravada ilegítimamente en su forma o condición; o cuando se produ-
ce una desaparición forzada, etc (Exp. Nº 2663-2003-HC, 23/03/04, P, FJ. 5)

656 Libertad y seguridad personal. Justificación de los límites al derecho a la libertad y a


la seguridad personal
Es evidente que los comportamientos de las personas que se tipifiquen como delitos y el esta-
blecimiento de la pena que corresponda a ellos, constituirá una intervención en los derechos
fundamentales por parte del legislador, por cuanto la Constitución reconoce, por un lado, el
derecho fundamental a la libertad personal (artículo 2 inciso 24) el cual se concreta también en
que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no
prohíbe. Esto no significa, sin embargo, que las intervenciones del legislador o las restricciones
que recaigan en los derechos fundamentales sean ilimitadas o absolutamente abiertas, sino,
por el contrario, deben de ser plenamente justificadas –proporcionales– respecto a la pro-
tección de otros derechos fundamentales o de otros bienes o valores constitucionales (Exp.
Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 68).

657 Libertad y seguridad personal. Justificación de los límites a través del subprincipio de
idoneidad
El sub]principio de idoneidad (…) exige que la ley penal, dado que interviene en el derecho a la
libertad personal y otros derechos fundamentales, tiene que ser idónea para la consecución de un
objetivo constitucionalmente legítimo; lo cual exige, de un lado, que ese objetivo sea legítimo; y, de
otro, que la idoneidad de la medida examinada tenga relación con el objetivo, es decir, que contri-
buya de algún modo con la protección de otro derecho o de otro bien jurídico relevante (Exp. Nº
003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 69).
[E]l subprincipio de necesidad impone que la intervención del legislador en los derechos funda-
mentales, a través de la legislación penal, sea necesaria; esto es, que estén ausentes otros medios
alternativos que revistan, cuando menos, la misma idoneidad para lograr el objetivo constitucio-
nalmente legítimo y que sean más benignos con el derecho afectado (Exp. Nº 003-2005-PI/TC,
09/08/06, P, FJ. 71).

658 Libertad y seguridad personal. Restricción arbitraria al derecho a la libertad personal


[E]l derecho a la libertad personal no solo prohíbe las restricciones al margen de la ley; también
proscribe las restricciones arbitrarias. Una restricción deviene en arbitraria cuando, a pesar de
haberse efectuado por un supuesto contemplado en la ley y de conformidad con el procedimiento
que ella indica, es irrazonable o desproporcionada en su configuración y/o aplicación (Exp. Nº 003-
2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 97).

245
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

659 Prohibición de restringir la libertad. Sujetos a los que vincula


La prohibición de privar del ejercicio de la libertad [personal] o, en su caso, de restringirla ilegal o
arbitrariamente, vincula tanto al Estado como a los propios particulares (Exp. N° 7039-2005-PHC/
TC, 17/10/05, S2, FJ. 19)
La incorporación de los particulares como sujetos pasivos del derecho a la libertad personal, se
deriva del hecho de que la Constitución, en cuya preceptividad se reconoce a la libertad personal
como derecho fundamental, no solo vincula a todos los poderes públicos, sino también a las relacio-
nes inter privatos, en la medida que, como este Tribunal ha enfatizado más de una vez, la Constitu-
ción es también la "Ley Fundamental de la Sociedad" (Cf. STC 0976-2001-AA/TC, STC1124-2001-
AA/TC, entre otras) (Exp. N° 7039-2005-PHC/TC, 17/10/05, S2, FJ. 20)

660 Restricciones a la libertad personal. Requisitos para que sean legalmente válidas
[U]na restricción de la libertad (...) pueda considerarse legalmente válida, (...)[cuando] cumpla con
la exigencia de estar contemplada en la ley. Esta exigencia se deriva de los alcances del ordinal b)
del inciso 24) del artículo 2 de la Constitución (...).
Así, pues, desde esta perspectiva, el derecho a la libertad personal garantiza, en su faz negativa,
que nadie pueda ser restringido en su libertad personal sino por las causas o circunstancias expre-
samente tipificadas en la ley y con estricta sujeción a los procedimientos objetivamente definidos
por ella.
(...) Adicionalmente a la necesidad de que las causas y el procedimiento para restringir la libertad
personal de una persona estén contempladas en la ley, este Tribunal recalca la exigencia constitu-
cional de que dicha restricción legalmente establecida de la libertad sea compatible con el respeto
del contenido constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales.
En efecto, parafraseando a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, este Tribunal considera
que nadie puede ser sometido a una restricción de su libertad física "(...) por causas y métodos que
–aun calificados de legales– pueda reputarse como incompatibles con el respeto de los derechos
fundamentales del individuo por ser, entre otras cosas, irrazonables, imprevisibles, o faltos de pro-
porcionalidad".
De modo que una restricción legalmente válida de la libertad física de las personas no impide que
esta pueda ser considerada como arbitraria, si es que se presenta como irrazonable o desproporcio-
nada (Exp. N° 7039-2005-PHC/TC, 17/10/05, S2, FJ. 18)

LIBERTADES ECONÓMICAS

661 Libertad de comercio. Definición


[La libertad de comercio] consiste en la facultad de elegir la organización y llevar a cabo una activi-
dad ligada al intercambio de mercaderías o servicios, para satisfacer la demanda de los consumido-
res o usuarios. Tal libertad presupone el atributo de poder participar en el tráfico de bienes lícitos,
así como dedicarse a la prestación de servicios al público no sujetos a dependencia o que impliquen
el ejercicio de una profesión liberal (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 13)
La libertad de comercio se define como la capacidad autodeterminativa para mediar entre la oferta
y la demanda de bienes o de servicios para promover, facilitar o ejecutar los cambios y obtener con
ello un beneficio económico calculado sobre las diferencias de valores.
Es decir, implica la facultad de poder elegir y obrar en la organización y desarrollo de una actividad
ligada al intercambio de mercaderías o servicios, para satisfacer la demanda de consumidores o
usuarios (Exp. Nº 0018-2003-AI, 26/04/04, P, FJ. 2)

246
DERECHO CONSTITUCIONAL .

662 Libertad de empresa. Ámbito de protección


[L]a libertad de empresa (…) protege por lo menos cuatro ámbitos bien delimitados de las libertades
económicas, que suponen al propio tiempo, los contextos en que el Estado debe garantizar su actua-
ción sin interferencias que no sean razonables constitucionalmente. Las libertades que comprende
la libertad de empresa son en este sentido; 1) Libertad para crear una empresa y acceder al mercado
en condiciones de igualdad; 2) Libertad para determinar el objeto, determinar el nombre, domicilio
y establecer el gobierno interno de la empresa; 3) libertad para competir en igualdad de condiciones
en el mercado; y finalmente 4) libertad de salida del mercado o de cambio de giro de la actividad
(Exp. Nº 1209-2006-PA/TC, 14/03/2006, P, FJ. 38)

663 Libertad de empresa. Contenido


[E]l contenido de la libertad de empresa está determinado por cuatro tipo de libertades, las cuales
terminan configurando el ámbito de irradiación de la protección de tal derecho.
- En primer lugar, la libertad de creación de empresa y de acceso al mercado significa libertad
para emprender actividades económicas, en el sentido de libre fundación de empresas y concu-
rrencia al mercado, tema que será materia de un mayor análisis infra.
- En segundo término, la libertad de organización contiene la libre elección del objeto, nombre,
domicilio, tipo de empresa o de sociedad mercantil, facultades a los administradores, políticas
de precios, créditos y seguros, contratación de personal y política publicitaria, entre otros).
- En tercer lugar, está la libertad de competencia.
- En último término, la libertad para cesar las actividades es libertad, para quien haya creado una
empresa, de disponer el cierre o cesación de las actividades de la misma cuando lo considere
más oportuno (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 13)
[El] contenido de la libertad de empresa está determinado por cuatro tipo de libertades, las cuales
configuran el ámbito de irradiación de la protección de tal derecho. i) En primer lugar, la libertad de
creación de empresa y de acceso al mercado significa libertad para emprender actividades económi-
cas, en el sentido de libre fundación de empresas y concurrencia al mercado. ii) En segundo térmi-
no, la libertad de organización contiene la libre elección del objeto, nombre, domicilio, tipo de
empresa o de sociedad mercantil, facultades a los administradores, políticas de precios, créditos y
seguros, contratación de personal y política publicitaria, entre otros). iii) En tercer lugar, está la
libertad de competencia. iv) En último término, la libertad para cesar las actividades es libertad,
para quien haya creado una empresa, de disponer el cierre o cesación de las actividades de la misma
cuando lo considere más oportuno. Por otra parte, la libertad de empresa está íntimamente relacio-
nada con las libertades de comercio y de industria. La primera consiste en la facultad de elegir la
organización y llevar a cabo una actividad ligada al intercambio de mercaderías o servicios, para
satisfacer la demanda de los consumidores o usuarios. Tal libertad presupone el atributo de poder
participar en el tráfico de bienes lícitos, así como dedicarse a la prestación de servicios al público no
sujetos a dependencia o que impliquen el ejercicio de una profesión liberal. Por su parte, la libertad de
industria se manifiesta en la facultad de elegir y obrar, según propia determinación, en el ámbito de la
actividad económica cuyo objeto es la realización de un conjunto de operaciones para la obtención y/
o transformación de uno o varios productos (Exp. Nº 0001-2005-PI/TC, 06/06/2005 P, FJ. 46)

664 Libertad de empresa. Constitución de empresas televisivas y radiales


La libertad empresarial de constituir empresas televisivas y radiales, para que sea legítima consti-
tucionalmente debe asegurar las posibilidades de comunicación de todos los intereses sociales e
informar sin manipular, y, por tanto, formar libremente la opinión pública. (...) (Exp. Nº 00013-
2007-PI/TC, 13/07/2007, P, FJ. 8)

665 Libertad de empresa. Definición


[E]l derecho a la libertad de empresa se define como la facultad de poder elegir la organización y
efectuar el desarrollo de una unidad de producción de bienes o prestación de servicios para satisfacer

247
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

la demanda de los consumidores o usuarios. La libertad de empresa tiene como marco una actua-
ción económica autodeterminativa, lo cual implica que el modelo económico social de mercado será
el fundamento de su actuación y, simultáneamente, le impondrá límites a su accionar. Consecuen-
temente, dicha libertad debe ser ejercida con sujeción a la ley –siendo sus limitaciones básicas
aquellas que derivan de la seguridad, la higiene, la moralidad o la preservación del medio ambien-
te–, y su ejercicio deberá respetar los diversos derechos de carácter socio-económico que la Consti-
tución reconoce (Exp. Nº 7320-2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 53)
La libertad de empresa se manifiesta como el derecho de las personas a elegir libremente la activi-
dad ocupacional o profesional que desee o prefiera desempeñar, disfrutando de su rendimiento
económico y satisfacción espiritual.
Ello es así, por una parte, en la medida en que la Constitución, en su artículo 59, reconoce que: "el
Estado garantiza [...] la libertad de empresa, comercio e industria".
De otro lado, porque la libertad de empresa se incardina dentro de la libertad de trabajo, el cual, a
su vez, es una manifestación del derecho fundamental al trabajo (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/05,
P, FJ. 11)

666 Libertad de empresa. Diferencia del derecho de propiedad


Sobre la base de la configuración constitucional de la libertad de empresa, es básico señalar que en
la libertad de empresa no se encuentra una relación de causa a efecto, como ocurre, (...) con el
derecho a la propiedad cuyo ejercicio se condiciona al cumplimiento de una función social, sino una
cualificación o valoración del propio ejercicio en sentido positivo o valorativo (Exp. N° 3330-2004-
AA/TC, 11/07/05, P, FJ. 11)

667 Libertad de empresa. Noción


[El derecho a] la libertad de empresa, consagrada por el artículo 59° de la Constitución, se define
como la facultad de poder elegir la organización y efectuar el desarrollo de una unidad de produc-
ción de bienes o prestación de servicios, para satisfacer la demanda de los consumidores o usuarios.
Tiene como marco una actuación económica autodeterminativa, lo cual implica que el modelo eco-
nómico social de mercado será el fundamento de su actuación y, simultáneamente, le impondrá
límites a su accionar. Consecuentemente, dicha libertad debe ser ejercida con sujeción a la ley –
siendo sus limitaciones básicas aquellas que derivan de la seguridad, la higiene, la moralidad o la
preservación del medio ambiente–, y su ejercicio deberá respetar los diversos derechos de carácter
socio-económico que la Constitución reconoce (Exp. Nº 0001-2005-PI/TC, 06/06/2005 P, FJ. 45)

668 Libertad de empresa. No es una libertad del mercado de naturaleza


[L]a libertad de empresa que se proclama en la Constitución no es una libertad del mercado "de
naturaleza", sino una libertad dentro del pacto constitucional, sometido a los acondicionamientos
de la vida cultural y social de la nación. Sólo a partir de esta constatación de la realidad normativa
del mercado es que se puede concluir (…), en [el] sentido de que, "El Estado constitucional coloca al
mercado a su servicio, como un sustrato material irrenunciable de sus fines ideales, orientados a
favor de la dignidad del hombre y de la democracia"]. En consecuencia, una concepción integral de
las cláusulas de la libertad de mercado, no puede extraerse sólo a partir de la lectura aislada del
Título III de la Constitución que se refiere al régimen económico, si no que resulta necesario un
contraste permanente de estos postulados con los valores y principios que se desprenden de la
cláusula de fundación de la sociedad constituida y contenida en el artículo 1 del Título I de la
Constitución según la cual (Exp. Nº 1209-2006-PA/TC, 14/03/2006, P, FJs. 36 y 37)

669 Libertad de empresa. No se afecta por visita de inspección laboral


[E]l hecho de una eventual visita de inspección por parte de Indecopi a efectos de verificar si se
infringe o no la ley de derechos de autor o con motivo de cualquier otra posible infracción cuya
resolución sea competencia de dicho órgano, no constituye afectación de derecho constitucional
alguno y, en particular, de la libertad de empresa o de la libertad de trabajo, salvo que ello tuviese

248
DERECHO CONSTITUCIONAL .

lugar sin motivo fundado alguno y de modo ostensiblemente frecuente, deviniendo ello en un acto
de acoso y perturbación del ejercicio de dichas libertades, antes que en el ejercicio de una compe-
tencia de control y fiscalización (Exp. N° 06135-2006-PA/TC, 19/10/07, S1, FJ. 13)

670 Libertad de industria. Definición


[L]a libertad de industria se manifiesta en la facultad de elegir y obrar, según propia determinación,
en el ámbito de la actividad económica cuyo objeto es la realización de un conjunto de operaciones
para la obtención y/o transformación de uno o varios productos (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/05,
P, FJ. 13)
La libertad de industria consiste en la facultad de elegir y obrar, según la propia determinación, en
el ámbito de la actividad económica, para realizar un conjunto de operaciones materiales destinadas
a la obtención y/o transformación de uno o varios productos naturales con el objeto inmediato de
producción y circulación de la riqueza.
En ese orden de ideas, se entiende por "producción" no solamente la creación de un bien que carecía
de existencia, sino también su transformación a través de la industria que la hace apto para satisfa-
cer alguna necesidad humana adquiriendo, en consecuencia, un valor económico (Exp. Nº 0018-
2003-AI, 26/04/04, P, FJ. 2)

671 Libertades económicas. Límites


Cuando el artículo 59 de la Constitución señala que el ejercicio de la libertad de empresa [y de las
demás libertades económicas] "no debe ser lesivo a la moral, ni a la salud, ni a la seguridad públi-
cas", no está haciendo otra cosa que precisar los límites dentro de los cuales este derecho es ejercido
de acuerdo a ley. Claro está que estos límites son enunciativos y no taxativos, pues la protección
correcta debe surgir de un principio constitucional como es la dignidad de la persona humana, el
mismo que se encuentra recogido en los artículos 1 y 3 de la Constitución.
Así, el derecho a la libertad de empresa [y las demás libertades económicas] traspasa sus límites
cuando es ejercido en contra de la moral y las buenas costumbres, o pone en riesgo la salud y la
seguridad de las personas. Consecuentemente, el ejercicio del derecho a la libertad de empresa,
para estar arreglado a derecho, ha de hacerse con sujeción a la ley y, por ello, dentro de las limita-
ciones básicas que se derivan de la seguridad, la higiene, la salud, la moralidad o la preservación del
medio ambiente (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 32)
Prima facie, la actividad de la empresa está sujeta a regulaciones constitucionales y legales a fin de
que la organización política pueda lograr los objetivos establecidos en la propia Constitución. Por
ello es que, cuando entran en conflicto determinados derechos o libertades individuales con las
prerrogativas del Estado, resulta determinante establecer el marco jurídico y político en que se
sustentan dichos derechos. Ni la propiedad ni la autonomía privada son irrestrictas per se en el
constitucionalismo contemporáneo. Lo importante es que dichos derechos se interpreten a la luz de
las cláusulas del Estado social y democrático de derecho; de lo contrario, otros bienes constituciona-
les igualmente valiosos tendrían el riesgo de diferirse. Solo de este modo puede considerarse supe-
rado el viejo y equívoco postulado del mercado per se virtuoso y el Estado per se mínimo, para ser
reemplazado por un nuevo paradigma cuyo enunciado es: "tanto mercado como sea posible y tanto
Estado como sea necesario" (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 16)
La economía social de mercado condiciona la participación de los grupos económicos en armonía
con el bien común y el respeto del interés general, estableciendo límites para que la democracia
constitucional no sea un espacio donde se impongan las posiciones de los más poderosos económi-
camente en detrimento de los bienes jurídicos protegidos constitucionalmente. En el Estado social
y democrático de derecho el crecimiento económico no puede ni debe reñirse con el derecho a la
plenitud de la vida humana; no puede superponerse al resguardo de la dignidad de la persona que
constituye la prioridad no solo del Estado, sino de la sociedad en su conjunto (Exp. Nº 0048-2004-
AI, 01/04/05, P, FJ. 15)

249
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

672 Libertades económicas. Límites en razón del medio ambiente


El crecimiento económico y el fomento de la inversión [las demás libertades económicas] son bienes
que merecen protección constitucional siempre que mantengan un equilibrio dinámico con la con-
servación de los recursos naturales, el medio ambiente y el desarrollo integral de la persona huma-
na (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 99)

673 Libertades económicas. Límites por exposición a riesgo innecesario de niños y ado-
lescentes
[N]o puede alegarse, legal ni legítimamente, el ejercicio del derecho a la libertad de empresa [y las
demás libertades económicas], cuando de dicho ejercicio se derive la exposición de niños y adoles-
centes a riesgos innecesarios e injustificados que pudieran afectar su salud, integridad, libre desa-
rrollo y su bienestar en general (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 37)

LIBRE DESARROLLO

674 Actos de esparcimiento o de diversión. Garantía y restricción


[Los actos de esparcimiento o de diversión] No se trata de conductas irrelevantes desde el punto de
vista de los derechos fundamentales, sino, de modo totalmente contrario, del ejercicio de un dere-
cho fundamental y que, como tal, exige también su garantía. Esto implica que el poder público no
debe considerarlas bajo la idea de tolerarlas, sino como ejercicio de un derecho. Pero, como todo
derecho, él no es absoluto y su ejercicio debe guardar armonía con los derechos fundamentales de
otras personas y, desde luego, con un bien de relevancia constitucional de significativa entidad
como es el orden público. Se trata, en suma, de que su ejercicio deba satisfacer el principio de
concordancia práctica (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/2007, P, FJ. 50)
Disfrute del tiempo libre. Manifestación concreta del derecho de libre desenvolvimiento de la per-
sonalidad
[E]l artículo 2, inciso 22, alude como derecho el "disfrute del tiempo libre", pero debe observarse
que éste no significa sino una concreta manifestación del derecho general al libre desenvolvi-
miento de la personalidad y, por ello, de la condición digna de la persona (Exp. Nº 007-2006-PI/TC,
22/06/2007, P, FJ. 49)

675 Libre desarrollo. Concepto


El derecho al libre desarrollo garantiza una libertad general de actuación del ser humano en rela-
ción con cada esfera de desarrollo de la personalidad. Es decir, de parcelas de libertad natural en
determinados ámbitos de la vida, cuyo ejercicio y reconocimiento se vinculan con el concepto cons-
titucional de persona como ser espiritual, dotada de autonomía y dignidad, y en su condición de
miembro de una comunidad de seres libres.
Evidentemente no se trata de amparar constitucionalmente a cualquier clase de facultades o potes-
tades que el ordenamiento pudiera haber reconocido o establecido a favor del ser humano. Por el
contrario, estas se reducen a todas aquellas que sean consustanciales a la estructuración y realiza-
ción de la vida privada y social de una persona, y que no hayan recibido un reconocimiento especial
mediante concretas disposiciones de derechos fundamentales.
Tales espacios de libertad para la estructuración de la vida personal y social constituyen ámbitos de
libertad sustraídos a cualquier intervención estatal que no sean razonables ni proporcionales para
la salvaguarda y efectividad del sistema de valores que la misma Constitución consagra (Exp. Nº
2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 14)

676 Derecho al libre desarrollo. Decisión de contraer matrimonio por policía


Se ha violado el derecho al libre desarrollo de la personalidad, puesto que así se hubiese satisfecho
el principio de legalidad, la exigencia de contarse con una autorización de la PNP para que uno de

250
DERECHO CONSTITUCIONAL .

sus efectivos contraiga matrimonio constituye una intolerable invasión de un ámbito de libertad
consustancial a la estructuración de la vida privada del recurrente. Este último, como todo ser
humano, es libre de decidir con quién contrae matrimonio y cuándo lo celebra, sin que para ello
requiera el visto bueno de un órgano estatal, por más que se preste servicios en dicha institución
(Exp. Nº 2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 18.b)

677 Derecho al libre desarrollo. Respeto del principio de legalidad


[Respecto a]l ejercicio del derecho al libre desarrollo de la personalidad, [cabe afirmar p]or un lado,
en la medida en que el mismo derecho no se encuentra sujeto a una reserva de ley y, por otro, que
las facultades protegidas por este tampoco se encuentran reconocidas de manera especial en la
Constitución, el establecimiento de cualquier clase de límites sobre aquellas potestades que en su
seno se encuentran garantizadas debe efectuarse con respeto del principio de legalidad (Exp. Nº
2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 15)

LIBRE DESENVOLVIMIENTO DE LA PERSONALIDAD

678 Libre desenvolvimiento de la personalidad. Contenido


[L]os concurrentes a los establecimientos comerciales de la zona de la Calle de las Pizzas, tales como
discotecas, pubs, karaokes, etc., en suma, los actos de esparcimiento o de mera diversión de las
personas que concurren a estos lugares constituyen conductas que se hallan bajo el ámbito de
protección del derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad. Es decir, el jolgorio, el esparci-
miento, la diversión y conductas análogas de la persona son actos de ejercicio del derecho al libre
desenvolvimiento de la personalidad y, por ello, se hallan garantizados bajo el ámbito de protección
de este derecho fundamental (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/2007, P, FJ. 49)

679 Libre desenvolvimiento de la personalidad. Derecho innominado o implícito


El libre desenvolvimiento de la personalidad constituye un derecho fundamental innominado o
implícito que se deriva o funda en el principio fundamental de dignidad de la persona (arts. 1 y 3,
Constitución). En efecto, la valoración de la persona como centro del Estado y de la sociedad, como
ser moral con capacidad de autodeterminación, implica que deba estarle también garantizado la
libre manifestación de tal capacidad a través de su libre actuación general en la sociedad (Exp. Nº
007-2006-PI/TC, 22/06/2007, P, FJ. 47)

680 Libre desenvolvimiento de la personalidad. Derecho que garantiza la libertad de ac-


tuación de la persona
El Tribunal Constitucional alemán, en el célebre caso Elfes, interpretar (sic) este clásico enunciado
de la Ley Fundamental alemana, –la Constitución de ese país– en su artículo 2.1, entendiendo que
el contenido o ámbito de protección del derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad com-
prende la "libertad de actuación humana en el sentido más amplio", la "libertad de actuación en
sentido completo". Se trata, entonces, de un "derecho autónomo que garantiza la libertad general de
actuación del hombre" y que no se confunde con la libertad de la actuación humana "para determi-
nados ámbitos de la vida" que la Constitución ha garantizado a través de específicos derechos
fundamentales, tal como sería el caso de las libertades de expresión, trabajo, asociación, etc (Exp.
Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/2007, P, FJ. 48)

681 Libre desenvolvimiento de la personalidad. No está contenido en el derecho libre de-


sarrollo y bienestar
El derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad no se halla enunciado literalmente en la
Constitución de 1993, como sí lo estuvo por la Constitución de 1979. (...)
Aun cuando el artículo 2, inciso 1, de la Constitución vigente, cuando menciona el derecho de la
persona al "libre desarrollo y bienestar" pudiera interpretarse como alusivo al libre desenvolvimiento

251
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

de la personalidad, tal interpretación no sería del todo correcta ya que desarrollo y bienestar, dotan
de un contenido o, al menos, de una orientación, en los que habría de interpretarse la libertad de
actuación. Por el contrario, el objeto de protección de la libertad de actuación es la simple y llana
conducta humana, desprovista de algún referente material que le otorgue algún sentido –desarrollo
y bienestar-. Por ello, corresponde examinar si hay otra vía a efectos de considerarlo como un
derecho conformante de nuestro ordenamiento constitucional (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/
2007, P, FJ. 45 y 46)

682 Libre desenvolvimiento de la personalidad. Restricción de horarios de apertura de los


establecimientos de diversión
[L]a restricción de los horarios de apertura de los establecimientos en la Calle de las Pizzas consti-
tuye una restricción o intervención en el derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad de
los concurrentes a dichos establecimientos, pues tal derecho les garantiza su visita a estos lugares
(Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/2007, P, FJ. 51)

MEDIOS DE COMUNICACIÓN

683 Empresas radiodifusoras: Asumen responsabilidad social y se rigen por la cláusula de


progresividad
[L]as empresas radiodifusoras, en tanto cumplen roles establecidos explícitamente en la Constitu-
ción, y a partir de su configuración como instituciones, deben asumir su responsabilidad social;
además deberán regirse por la cláusula de progresividad en la protección de las personas, es decir se
les debe exigir una no regresividad, razón por la cual en caso de que haya mejorado el nivel de su
programación no pueden retornar a los paradigmas netamente comerciales, sino que siempre deben
propender a educar y reforzar los valores éticos de la sociedad peruana. Es por eso que el artículo II
del Título Preliminar de la LRT [Ley de Radio y Televisión] ha sido claro en presentar los principios
que rigen la programación de las empresas de radiodifusión, (...). Sólo así se podrá considerar a la
empresa televisiva como un titular efectivo de los derechos fundamentales que la Constitución le
asigna. Cabe recordar también que es la propia LRT la que impone sanciones a los medios que
incumplen con las funciones que se les han asignado (artículo 74º ss.) (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC,
13/07/07, P, FJ. 19)

684 Empresas radiodifusora. Compromiso de responsabilidad social


El cumplimiento de [por parte del Estado de promover el aprovechamiento sostenible de los recur-
sos naturales] (...) se hace posible cuando las empresas radiodifusoras asumen el compromiso de lo
que se ha venido a denominar la ‘responsabilidad social’, que incluso puede llegar a ser una ‘res-
ponsabilidad constitucional’. Para el caso de los medios de comunicación social regulados por la LRT
cabe insistir en su capacidad y obligación de educar en la cultura y la moralidad públicas, tal como
lo señala el artículo 14º de la Constitución, tal como ya se vino a explicar en el fundamento anterior
(Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 19)

685 Ley de radio y televisión. Empresas a la cual se aplica


La LRT [Ley de Radio y Televisión] sólo tiene validez para las empresas de radiodifusión privadas en
señal abierta (artículo 1° de la LRT), pues no incluye en su seno las existentes en señal cerrada,
como en cable, o por internet, sino únicamente las que usan el espectro radioeléctrico, exceptuando
también a las empresas públicas de radio y televisión. (...) Una legislación de este tipo, más allá de
poderse considerar como una regulación incompleta o insuficiente, pues tampoco admite situacio-
nes como la propiedad cruzada de medios (cross ownership), se basa en la existencia de un limitado
espectro radioeléctrico, que según el artículo 11º de la LRT (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07,
P, FJ. 14 y 15)

252
DERECHO CONSTITUCIONAL .

686 Ley de Radio y Televisión. Inconstitucionalidad del segundo párrafo del artículo 24
[L]a norma impugnada [el segundo párrafo del artículo 24º de la Ley de Radio y Televisión]
debe ser reputada como inconstitucional, pero es necesario, en pos de tutelar intereses como
país soberano, y en la necesidad de demandar reciprocidad económica con otros países, bus-
car que el trato que podamos brindar a los capitales de un país extranjero sea equitativo al
que puedan recibir los nuestros cuando accedan a dicho país. (...). [C]onsideramos imperioso
a la luz del propio artículo 63º de la Constitución que se exija en el ámbito del territorio un
trato similar, con no menos derechos, al de nuestros nacionales en los países extranjeros, por eso
es el mandato expreso de la propia Norma Fundamental (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P,
FJ. 32 y 33)

687 Ley de Radio y Televisión. Lógica debe vislumbrar fortalecimiento democrático


La lógica que guía la LRT debe realmente vislumbrar el fortalecimiento democrático, máxime si la
ocassio legis de su debate y posteriormente promulgación fue siempre la admisión en el Perú de una
ética pública, luego de la experiencia nefasta del decenio pasado con relación a la corrupción de
algunos medios radiales, y especialmente televisivos, y la compra de la línea editorial de muchos de
ellos a favor del gobierno de entonces (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 9)

688 Ley de Radio y Televisión. Regulación congruente con la Constitución


[L]a regulación existente en la LRT (Ley de Radio y Televisión] debe ser plenamente congruente con
los postulados previstos en la Norma Fundamental, pues un servicio de radiodifusión debe estar
siempre enmarcado dentro de los límites admisibles y admitidos por los principios de dignidad de la
persona y de vigencia democrática del país. Por ende, siempre se considera necesaria para la radio-
televisión (...) una regulación que refuerce, por razón de la actividad como tal y no sólo por la del
sujeto que la lleve a cabo, y en garantía de los derechos e intereses concernidos, la protección de
base dispensada por el régimen general de la comunicación y la información (Exp. Nº 00013-2007-
PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 11)

689 Medios audiovisuales: Requiere participación de los ciudadanos para que cumpla el
rol asignado por la constitucional
El tema de los medios audiovisuales requiere una participación activa de todos nosotros, pues la
implicancia del rol participativo del ciudadano en el Estado, a través de los ‘bienes jurídicos de
democracia militante’, permite a la sociedad superarse, esto es, consagrará un orden fundamental
democrático caracterizado por la preservación de la apertura y libertad del proceso de creación de
opiniones y voluntades, formación de la voluntad popular que se dé desde el seno de la sociedad –
pasando por los partidos– hasta en los propios poderes del Estado. (...) En fin, la eficacia de estos
derechos dependerá del ambiente democrático en que incida y, en especial, en el modo en que la
televisión y la radio cumplan sus funciones básicas (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 7)

690 Medios de comunicación. Condiciones para el otorgamiento de autorizaciones


[No hay] impedimento para que el propio Estado defina legalmente las condiciones para el otorga-
miento de las autorizaciones correspondientes, pues tal situación tiene que ver básicamente con la
forma de servicio que se está brindando. Son distintas las condiciones para el funcionamiento de un
canal de televisión o de una radio a las existentes en un medio escrito (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC,
13/07/2007, P, FJ. 14)

691 Medios de comunicación. Control democrático


[E]l objetivo final del control democrático de los medios de comunicación es hacer real y efectivo el
libre desarrollo de la personalidad; es decir, garantizar su libre formación y su libre difusión (confor-
mación de una opinión pública libre y plural); de ahí su necesidad como algo vital para cualquier
sistema democrático (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/2007, P, FJ. 7)

253
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

692 Medios de comunicación. Derecho de constituirlo


Los medios de comunicación radiales y televisivos deben cumplir algunas exigencias previstas nor-
mativamente, a riesgo que el Estado no realice la aprobación correspondiente de su funcionamien-
to. (....) Tal aseveración se engloba en el hecho de que según la Constitución, en el (...) artículo 2,
inciso 4), (…) Los derechos de informar y opinar comprenden los de fundar medios de comunica-
ción.
Queda reconocido, entonces, el hecho de que formar un medio de comunicación social, entre los
cuales se encuentran la radio y la televisión, es plenamente amparable y protegible por la Norma
Fundamental, razón por la cual su existencia no puede ser objeto de negativa por parte de la entidad
administrativa (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 13)

693 Medios de comunicación. Comprensión institucional depende de los legisladores


Lo que sí supone la comprensión institucional de la prensa es la atribución al legislador de una
contribución muy importante en el establecimiento de su regulación. Al legislador compete, espe-
cialmente, la fijación de su organización interna democrática y la imposición de obligaciones que
garanticen la transparencia del accionariado de sus empresas, así como establecer los criterios de
su intervención en supuestos de monopolio informativo (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P,
FJ. 5)

694 Medios de comunicación. Función de una nueva forma de control social


Se le asigna a los medios de comunicación la función de una nueva forma de control social basada
en el consentimiento de un modo similar al surgimiento de la democracia (...). El papel eminente-
mente crítico y esclarecedor que debería desempeñar los medios de comunicación, se vuelve mane-
jable mediante la estructuración de esos medios para que sus mensajes no contradigan radicalmen-
te la ideología hegemónica de la sociedad. (...) De hecho, en el mundo actual, no debe quedar duda
que el discurso emitido a través de la radio y la televisión puede ser considerado como una mercan-
cía (tanto así que, tal como se verá más adelante, está en relación directa con los derechos y
libertades económicas, sobre todo con libre iniciativa privada y libertad de empresa), en tanto es
susceptible de intercambio en el mercado (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 11)

695 Medios de comunicación. Instituciones constitucionales


Ahora bien, [en cuanto] (...) a lo que son los medios de comunicación social, entre los cuales se
encuentran la radio y la televisión, materias de regulación de la ley controvertida en el presente
proceso de inconstitucionalidad, se puede señalar que estos pueden ser considerados como institu-
ciones constitucionales. Cabe recordar que las instituciones son realidades con efectiva vida social
y política que ameritan una protección jurídica determinada, por lo que son institutos delimitables
y efectivamente existentes (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 5)

696 Medios de comunicación. Verdaderas instituciones según el principio de unidad de la


Constitución
[B]ajo el principio de unidad de la Constitución y el de concordancia práctica de los derechos funda-
mentales, la interpretación correcta del artículo 2º, inciso 4) se debe hacer en correspondencia con
lo señalado por el mencionado artículo 14º y también por el artículo 6º (aseguramiento de los
programas de educación sobre paternidad y maternidad responsables), y así se puede terminar
entendiendo a los medios de comunicación social como verdaderas instituciones (Exp. Nº 00013-
2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 5)

697 Radio y televisión. Actuación debe tener como fin interés público
La actuación de la radio y de la televisión siempre tiene que estar ligada a un fin especial, cual es el
interés público de la nación, tal como su propia catalogación de servicio privado de interés público.
Por lo tanto, el límite del 40% de la inversión extranjera debe responder a esta finalidad pública. (...)
Para una determinación correcta y adecuada, habremos de recordar también que en el mundo actual

254
DERECHO CONSTITUCIONAL .

se (...) ha abierto el mercado a la radio y la televisión, creando un ordenamiento jurídico para la


autorización y la actuación de las empresas privadas. (...) De un estudio preliminar de la cuestión,
se puede observar que no existe relación alguna entre lo que se está buscando proteger y el medio
utilizado (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 27)

698 Radio y televisión. Deber de ofrecer ética pública y ética privada


De otro lado, nadie puede dudar que lo que la radio y la televisión deben ofrecer al público es una
especie de mezcla entre ética pública (si bien no es entidad estatal, su impacto sí es general) y ética
privada (por el carácter de las empresas involucradas), y quizás éste también podría ser un argu-
mento a favor de la constitucionalidad de la norma. Queda claro que estos medios han de establecer
(...) modelos de conducta o de comportamiento, estrategias de felicidad, o ideales sobre el bien y la
virtud, lo que hemos llamado contenido de planes de vida que se ofrecen a los posibles destinatarios
de los mismos (...). Sin embargo, consideramos inadecuado poder señalar que esta búsqueda de
ética se pueda lograr a través de una norma como la impugnada, que hasta puede ser una cortapisa
a ello, toda vez que someter a una empresa nacional a los capitales extranjeros la podría volver más
expedita al control de la propia inversión (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 28)

699 Radio y televisión. Empresas estratégicas


Como punto final de este análisis habrá de recordarse que algunos han propuesto que empresas de
este tipo habrán de considerarse como empresas estratégicas en el país, justamente para tutelar los
intereses nacionales. Al respecto, sólo podemos mencionar que este tipo de entidades deben estar
sujetas a un numerus clausus, máxime si lo estratégico, pues, no se refiere a una ‘función’ económi-
ca sino a una calidad jurídica. Normalmente, como característica se encuentra la barrera absoluta
de ingreso a los particulares, pero persistimos en el hecho de que lo único que se estaría prohibien-
do con el segundo párrafo del artículo 24 es el ingreso de capitales, puesto que la titularidad de la
empresa siempre recaerá en un nacional (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 29)

700 Radio y televisión. Fines primordiales


A partir del (...) artículo 14º in fine de la Norma Fundamental y el rol de promoción de los medios a
la educación y a la cultura, se puede entender que la radio y la televisión, en tanto institutos
constitucionales, deben buscar primordialmente lo siguiente:
• Que se promueva la existencia de programación nacional, pero no de cualquier tipo, sino que
ésta sea coherente con el impulso del desarrollo intelectual, moral, psíquico y físico de los
peruanos, toda vez que en el país se debe buscar el bienestar general de la población basado en
la justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de la nación (artículo 44 de la Norma Funda-
mental), además que existe el deber constitucional de protección de los intereses nacionales
(artículo 38 de la Norma Fundamental).
• Que se proteja convenientemente a los niños y adolescentes, pues la Constitución les reconoce
a ellos, a partir del artículo 4, una titularidad superreforzada de derechos fundamentales,
más aún si también se ha previsto que el único límite a la proscripción de censura previa en
el ámbito hemisférico dentro de los espectáculos públicos se refiere a la protección moral
de la infancia y la adolescencia (artículo 13.4 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos).
• Que promueva un verdadero pluralismo informativo, sobre todo si la propia Norma Fundamen-
tal en el artículo 61 in fine expresa que los medios de comunicación social, especialmente la
radio y televisión, no pueden ser objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento, directa ni
indirectamente, por parte del Estado ni de particulares.
Que la publicidad no sea engañosa, desleal o subliminal, máxime si la Constitución señala en su
artículo 65º que se ha de defender el interés de los consumidores y usuarios, exigiéndose una
adecuada información sobre los bienes y servicios que se encuentran a su disposición en el merca-
do, velándose por la salud y la seguridad de la población (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P,
FJ. 18)

255
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

701 Radio y televisión. Instituciones constitucionales


[L]a radio y la televisión también adquieren la calidad de instituciones constitucionales, por lo que
su tratamiento siempre ha de estar en coherencia y en armonía directa con los valores, principios,
bienes y derechos que la propia Norma Fundamental reconoce. (...) Y hacia ello debe propender la
LRT [Ley de Radio y Televisión], y claro está, dentro de ella, también la norma impugnada. Caso
contrario, la radio y la televisión no habrán cumplido con el rol asignado, ni la libertad de expresión
o la libertad de información estarán ubicándose dentro de su ámbito de validez (Exp. Nº 00013-
2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 6)

702 Radio y televisión. Limitación de capitales extranjeros restringe capacidad de empre-


sa de actuar correctamente
Hay otras formas en que se podría proteger a la radio y a la televisión con el objeto de tutelar la
identidad cultural y los intereses de los peruanos antes que teniendo un determinado porcentaje de
capital nacional.
Además de esta manera se estaría restringiendo ostensiblemente la capacidad de las empresas de
actuar correctamente: El establecimiento del régimen jurídico de las infraestructuras soporte de las
televisiones constituye una opción del legislador que tiene una notable relevancia en orden a la
distribución de los costes, de los riesgos que la creación de empresas de televisión supone. Los
requerimientos propios de la eficiencia parecen pues que deban ser tomados en consideración,
especialmente si atendemos a su relevancia constitucional ya que se inscriben en la libertad de
empresa (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 28)

703 Radio y televisión. Porcentaje de 60% en acciones no garantiza al inversionista nacional


[D]icho porcentaje accionario (el de 60%) no asegura en absoluto al inversionista nacional porque el
pacto social o el estatutario, después de las tratativas y negociaciones empresariales del caso,
pueden fijar, con arreglo a ley, modos distintos de dirección y de reparto de utilidades reñidas con lo
que supuestamente era la intención legislativa (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 30)

704 Radio y televisión. Presupuestos para el cumplimiento del rol asignado por la Consti-
tución
[P]ara que la televisión y la radio cumplan el rol que constitucionalmente se les ha asignado, se
requiere además de una voluntad estatal; que (…) pueda surgir de la opinión pública fácticamente
generalizada una convicción acreditada desde el punto de vista de la generalización de intereses,
que legitime las decisiones políticas (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 7)

705 Radio y televisión. Proceso de transición


En el mundo empresarial, la regulación de la radio y televisión está en un proceso de transición
desde el servicio público a una situación de mayor liberalización. Las reglas del mercado no pueden
imponerse sobre esos valores constitucionales. Todas las regulaciones proporcionadas y razonables
que tratan de preservarlos son, por tanto, admisibles. En esencia, la historia de las comunicaciones
en los países poderosos, durante las últimas décadas, revela el deseo de los gobernantes por atender
las crecientes necesidades y exigencias de los ciudadanos por una mayor y mejor información, por
una oferta cultural y recreacional variada, tratando de satisfacerla y atenderla por los mejores
medios y técnicas disponibles, a precios accesibles para las grandes mayorías; dicho en otras pala-
bras, la voluntad de establecer unas telecomunicaciones eficientes, como soporte de una vida eco-
nómica y cultural activa y creativa (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 29)

706 Radiodifusión. Servicio esencial y de interés público


La radiodifusión nacional, en tanto institución reconocida constitucionalmente, debe ser entendida
como un servicio esencial, a la vez que como un servicio privado de interés público, el mismo que
habrá de ser otorgado en base de una autorización, según los parámetros constitucionales (Exp. Nº
00013-2007-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 10)

256
DERECHO CONSTITUCIONAL .

707 Televisión y radio. Como contenido esencial


La radio y principalmente la televisión deben ofrecer una programación al mayor número de ciu-
dadanos posibles, de manera continuada e igual, y presentarse como elemento esencial para
cumplir los fines del Estado social y democrático de derecho (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07,
P, FJ. 10)

708 Televisión y radio. Doble estatus


La televisión y la radio tienen un doble estatus: uno, como derecho subjetivo, en tanto actividad
empresarial que desarrollan las personas en virtud de la libertad empresarial; y, otro, como derecho
objetivo, en tanto cumplen una función social de comunicación pública (Exp. Nº 00013-2007-PI/
TC, 13/07/2007, P, FJ. 8)

709 Televisión y radio. Instrumento que canaliza libertades constitucionales


No es solamente un servicio a los ciudadanos para mejorar su bienestar o sus condiciones de vida;
es también el instrumento por el que se canalizan libertades constitucionales como la de comunica-
ción y se hace posible la preservación de valores constitucionales como la formación de la opinión
pública libre. Al mismo tiempo que es el lugar que permite el ejercicio y consagración de dichas
libertades, es también una herramienta imprescindible para que puedan desarrollarse otros valo-
res, como la cultura común o la protección de la infancia (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/07,
P, FJ. 8)

OTRAS FUENTES DEL DERECHO

710 Costumbre. Noción y elementos


[La costumbre] alude al conjunto de prácticas políticas jurídicas espontáneas que han alcanzado uso
generalizado y conciencia de obligatoriedad en el seno de una comunidad política.
Conviene enfatizar que la costumbre constitucional tiene una significación de mayor envergadura
que las prácticas juridizadas en el resto de las disciplinas jurídicas. Ello se explica porque la organi-
zación y funcionamiento del Estado es tal complejidad que se hace imposible que pueda ser total y
exclusivamente regulada por la legislación.
(...) Los elementos que constituyen la costumbre son:
a) Elemento material. Hace referencia a la práctica reiterada y constante, es decir, alude a la
duración y reiteración de conductas en el tiempo (consuetudo inveterate).
b) Elemento espiritual. Hace referencia a la existencia de una conciencia social acerca de la obliga-
toriedad de una práctica reiterada y constante; es decir, alude a la convicción generalizada
respecto de la exigibilidad jurídica de dicha conducta (opinio iuris necesitatis) (Exp. Nº 0047-
2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 40)

711 Principios constitucionales. Noción


[L]os principios constitucionales. Sobre ellos se ha dicho que son instituciones con proyección nor-
mativa de los cuales se extraen reglas jurídicas y que han de deducirse de las reglas constituciona-
les (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 43)

712 Principios generales del Derecho. Como normas jurídicas


Los principios generales, en relación a las normas y a los valores, han adquirido gran importancia
para la interpretación jurídica, además de su indispensable aplicación para fines de integración
jurídica. En ese contexto, un sector importante de la doctrina considera que los principios generales
también pueden ser considerados como normas, aun cuando en algunos casos los principios no sean
expresos. Hay casos en que los principios adoptan expresamente la estructura jurídica de normas;

257
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

por ejemplo, cuando el principio es incorporado a la disposición o texto normativo (Exp. Nº 0047-
2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 43)

713 Principios generales del Derecho. Noción


Esta noción [principios generales del derecho] alude a la pluralidad de postulados o proporciones
con sentido y proyección normativa o deontológica que, por tales, constituyen parte de núcleo
central el sistema jurídico. Insertados de manera expresa o tácita dentro de aquel, están destinados
a asegurar la verificación preceptiva de los valores o postulados ético-políticos, así como las propor-
ciones de carácter técnico-jurídico (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 40)

PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN

714 Centro histórico. Declaración de zona rígida es medida idónea


[L]a declaración de zona rígida de los centros históricos de las ciudades es una medida que ha sido
considerada como un medio conducente o idóneo para la consecución de un centro histórico con
orden, ornato y protegido (Exp. Nº 8726-2005-PA/TC, 24/11/2005, S2, FJ. 19)

715 Centro histórico. Establecimiento puede restringir la libertad de trabajo


[L]a consecución del objetivo trazado [establecimiento del centro histórico] solo puede alcanzarse a
través de la restricción de la libertad de trabajo en las vías públicas, en particular cuando tal
interdicción tiene lugar en lo que se denomina el "centro histórico" de la ciudad. En consecuencia,
la medida enjuiciada supera el examen de necesidad (Exp. Nº 8726-2005-PA/TC, 24/11/2005, S2,
FJ. 21)

716 Centro histórico. Establecimiento se justifica con la prosecución de principios consti-


tucionales
[Si] El objetivo de la norma es (...) establecer un Centro Histórico de (...) con orden, ornato y
protegido. Tal es el estado de cosas pretendido por la ordenanza.
Ahora bien, este objetivo se justifica con la prosecución de determinados principios constituciona-
les. La conservación del orden se justifica en el principio de orden público en el sentido clásico de
orden de las calles. Por otra parte, la protección del centro histórico obedece al principio de protec-
ción del patrimonio cultural de la nación que subyace al artículo 21 de la Constitución (Exp. Nº
8726-2005-PA/TC, 24/11/2005, S2, FJ. 15 y 16)

717 Patrimonio cultural de la Nación. Alcances del derecho constitucional de los bienes
culturales
[E]l "derecho constitucional de los bienes culturales", entendido como el conjunto de normas cons-
titucionales que regulan la autorrepresentación cultural del pueblo, y que comprende ciertamente
a los bienes culturales inmuebles, no se agota con lo que señala el artículo 195 de la Constitución,
pues éste debe concordarse con el artículo 21 de la misma Norma Fundamental (Exp. Nº 0007-
2002-AI, 27/08/03, P, FJ. 10)

718 Patrimonio cultural de la Nación. Carácter no cultural de espectáculos que conlleven


sufrimiento y trato cruel contra animales
[F]rente a espectáculos –como el taurino y otros similares– que, encubiertos por lo "cultural", con-
lleven a un sufrimiento y tratamiento cruel, innecesario e injustificado, contra los animales, el
Estado no tiene el deber de promover dichos espectáculos; por el contrario, debe asumir un deber
básico que consiste en garantizar el que los animales no sean objeto de tratos crueles por parte de
los seres humanos; tendiéndose a superar aquella perspectiva que ve en los animales como simples
cosas o bienes muebles objeto de apropiación, al igual que en momentos anteriores lo fueron los

258
DERECHO CONSTITUCIONAL .

esclavos con respecto de sus amos, o las mujeres con respecto a sus padres y esposos (Exp. Nº 0042-
2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 29)
[L]os espectáculos taurinos no han sido considerados por el Legislador como manifestaciones "cultu-
rales" que deben ser "promovidas" por el Estado, de ahí que hayan sido incluidas dentro de las
actividades que deben pagar el impuesto a los espectáculos públicos no deportivos (artículo 57 de la
Ley de Tributación Municipal) (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 32)

719 Patrimonio cultural de la Nación. Competencia compartida en promoción de bienes


que constituyen patrimonio cultural
[L]a promoción de los bienes que constituyen patrimonio cultural de la Nación, es una competencia
compartida entre el Gobierno Nacional y el Gobierno Regional en cuya jurisdicción se encuentran,
pues mientras a este corresponde realizar la propuesta de declaración del bien como patrimonio
cultural, es el Gobierno Nacional el encargado de definirlo normativamente para que tenga validez
y eficacia (Exp. Nº 0020-2005-PI, 27/09/05, P, FJ. 86)

720 Patrimonio cultural de la Nación. Competencia del Gobierno Nacional en la declara-


ción de bienes como patrimonio cultural
[A]ún cuando los Gobiernos Regionales gozan de una participación expresamente reconocida en los
actos preliminares a la declaración como patrimonio cultural de un determinado bien situado en su
jurisdicción, la concreta declaración es responsabilidad de entidades del Gobierno Nacional (Exp. Nº
0020-2005-PI, 27/09/05, P, FJ. 86)

721 Patrimonio cultural de la Nación. Competencia de los Gobiernos Regionales respecto


al patrimonio cultural
[L]a Constitución (artículo 192) no reconoce expresamente a los gobiernos regionales la competen-
cia para declarar un bien como Patrimonio Cultural de la Nación; lo que no obsta para que dichos
gobiernos puedan realizar propuestas a fin de que un determinado bien sea declarado Patrimonio
Cultural de la Nación.
[D]e una interpretación sistemática de las normas reguladoras del reparto de competencias en
materia de declaración del Patrimonio Cultural de la Nación se desprende que:
a) Los gobiernos regionales no tienen competencia para declarar que un bien pueda tener la con-
dición de patrimonio cultural de la Nación. Tal declaración, cualquiera sea el lugar en el que se
encuentre el bien, corresponde al Instituto Nacional de Cultura, la Biblioteca Nacional y el
Archivo General de la Nación, dentro de los ámbitos de competencia de estos tres órganos de
carácter nacional.
b) Los gobiernos regionales sí tienen competencia, en cambio, para promover la declaración de un
bien que se encuentre en su ámbito territorial como patrimonio cultural. También la tienen en
materia de "protección" y "conservación" sobre los bienes del patrimonio cultural de la Nación
que se encuentren dentro del ámbito territorial de la Región respectiva (Exp. Nº 0020-2005-PI,
27/09/05, P, FJs. 86 y 87)
[C]omo quiera que la Constitución ha conferido al legislador orgánico la facultad de establecer el
elenco de competencias de los gobiernos regionales, y que al desarrollarse estas, mediante la LOGR
[Ley Orgánica del Gobierno Regional], no se ha previsto que estos sean competentes para declarar
a determinados bienes como Patrimonio Cultural, sea Regional o de la Nación (Exp. Nº 0020-2005-
PI, 27/09/05, P, FJ. 88)

722 Patrimonio cultural de la Nación. Competencia sobre la protección del patrimonio


cultural en la planificación urbana
[S]i los bienes culturales inmuebles forman parte del Patrimonio Cultural de la Nación, y su protec-
ción corresponde al Estado, entonces el ejercicio de la competencia de planificar el desarrollo urbano

259
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

y, en concreto, la que tiene que ver con el urbanismo, tratándose de bienes culturales inmuebles,
debe realizarse con arreglo con las condiciones y límites que sobre el particular haya establecido el
legislador nacional (…).
Lo anterior no quiere decir que el legislador nacional, bajo el pretexto de proteger el patrimonio
cultural, pueda afectar la capacidad de los gobiernos locales en materia de planificación del desarro-
llo urbano y, en concreto, en lo concerniente al urbanismo. En reiterada jurisprudencia, este Tribu-
nal ha precisado que el legislador no puede vaciar de contenido a una disposición constitucional, de
manera tal que, sin que siga el proceso de reforma constitucional, suprima en los hechos una
competencia constitucionalmente establecida a los gobiernos locales, o que, sin llegar a ese extre-
mo, haga inoperativo su desarrollo.
Todo ello quiere decir que, entre el gobierno central, a través del Instituto Nacional de Cultura, y los
gobiernos locales, existe una competencia compartida en la preservación y protección del patrimo-
nio cultural inmueble (Exp. Nº 0007-2002-AI, 27/08/03, P, FJ. 11)

723 Patrimonio cultural de la Nación. Contenido cultural de la Constitución


[Las] disposiciones constitucionales [del artículo 2 inciso 19 y del artículo 21], junto con la dignidad
humana –como premisa antropológica–, constituye la dimensión principal del contenido cultural de
nuestra Constitución, es decir, el conjunto de rasgos distintivos espirituales y materiales, intelec-
tuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social; el cual abarca, además de las
artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las
tradiciones y creencias (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 1)

724 Patrimonio cultural de la Nación. Criterios para calificación de espectáculos culturales


[A] fin de evitar que el Instituto Nacional de Cultura incurra en declaraciones arbitrarias o discrimi-
natorias e injustificadas, debe observar los siguientes parámetros constitucionales, dentro de los
cuales deberá otorgar contenido a los siguientes criterios:
1) Contenido cultural. El contenido de un espectáculo para que sea considerado como "cultural"
debe estar estrechamente vinculado con los usos y costumbres que comparte la comunidad
nacional, regional o local y que estén vigentes al momento de realizar tal calificación (artículo
2, inciso 19 de la Constitución). En caso de existir conflicto entre los valores de las diferentes
comunidades –nacional, regional o local–, deberá considerarse aquellos usos y costumbres que
se encuentren en el ámbito más cercano a los ciudadanos que se beneficiarán con la exposición
de tales actividades.
En ningún supuesto, sin embargo, el contenido de los espectáculos deberá vulnerar derechos
fundamentales como la vida (artículo 1 de la Constitución); la integridad personal y el bienestar
(artículo 2, inciso 1 de la Constitución) de las personas; o subvertir el orden constitucional, el
orden público o las buenas costumbres. Tampoco los espectáculos que comporten, directa o
indirectamente, una afectación al medio ambiente; o los que conlleven actos de crueldad y
sacrificio, innecesario, de animales.
2) Acceso popular. En la medida que la Constitución reconoce el derecho de las personas al acceso
a la cultura (artículo 2, inciso 8) y el derecho de participar en la vida cultural de la Nación
(artículo 2, inciso 17), este criterio implica que el costo de acceso al espectáculo a ser calificado
como "cultural" por el Instituto Nacional de Cultura no debe ser una barrera que limite las
posibilidades de ser costeado por la mayor cantidad de personas; esto es, el acceso masivo a
dichos espectáculos. A contrario sensu, los espectáculos cuyo acceso no tengan precios popula-
res, no deberán ser calificados como "culturales".
3) Mensaje. Aquellos espectáculos que transmitan mensajes en contra de valores superiores tales
como la dignidad de las personas, la vida, la igualdad, la solidaridad, la paz; o hagan apología de
la discriminación por razones de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición econó-
mica o de cualquiera otra índole (artículo 2, inciso 2 de la Constitución), no deben ser declara-
das "culturales". Tampoco aquellas que inciten al odio, a la violencia contra personas o anima-
les, o a la intolerancia.

260
DERECHO CONSTITUCIONAL .

4) Aporte al desarrollo cultural. Los espectáculos que precisen ser calificados de "culturales"
deben realizar un aporte concreto al desarrollo cultural y a afirmar la identidad cultural, así
como al desarrollo integral de la Nación (artículo 44 de la Constitución). Para ello, el Insti-
tuto Nacional de Cultura deberá evaluar e identificar cuál es el aporte del espectáculo,
sobre todo, en el ámbito educativo, científico o artístico (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05,
P, FJ. 21)

725 Patrimonio cultural de la Nación. Deberes del Estado frente a manifestaciones cultu-
rales
[E]l Estado social y democrático de Derecho asume, en primer lugar, el deber de respetar las mani-
festaciones culturales; en segundo lugar, de promoverlas; y, en tercer lugar, el deber de no promo-
ver aquellas manifestaciones culturales que vulneran los derechos fundamentales (Exp. Nº 0042-
2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 29)

726 Patrimonio cultural de la Nación. Deberes del Estado sobre la Constitución cultural
[E]l deber que asume el Estado, en relación con la Constitución cultural, se manifiesta en tres
aspectos: en primer lugar, el Estado debe respetar, por mandato constitucional, todas aquellas ma-
nifestaciones culturales de los individuos o de grupos de ellos que constituyan la expresión de su
derecho a la libertad de creación intelectual, artística, técnica y científica (artículo 2, inciso 8 de la
Constitución); además de respetar la propiedad de las comunidades campesinas y nativas sobre sus
conocimientos colectivos, de medicina tradicional y salud, de valores genéticos y de su biodiversi-
dad, de conformidad con los artículos 88, 89 y 149 de la Constitución.
En segundo lugar, el Estado tiene la obligación de promover todos aquellos actos que atiendan al
interés general, a desarrollar un conjunto de conocimientos que permitan el desarrollo del juicio
crítico y de las artes, así como a la integración y fortalecimiento de las manifestaciones que contri-
buyen a la identidad cultural de la Nación.
En tercer lugar, el Estado asume también el deber de no promover aquellos actos o actividades que
pudiendo ser manifestaciones culturales o encubiertos por lo "cultural" –como las actividades o
fiestas que inciten al consumo de drogas, fomenten la violencia, realicen actos antinaturales o
crueles contra los animales, causen un grave daño al medio ambiente, lleven a cabo la caza furtiva
de especies en peligro de extinción– pongan en cuestión, por un lado, derechos fundamentales
como el derecho a la paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, así como gozar
de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida (artículo 2, inciso 22 de la Constitu-
ción) (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 4)

727 Patrimonio cultural de la Nación. Elemento de autorrepresentación cultural como pue-


blo
[El artículo 21 de la Constitución] no solo debe interpretarse como un deber fundamental o una
tarea del Estado, que impone obligaciones de fomento, conservación y protección; sino, además,
como la afirmación de que dicho patrimonio cultural constituye un elemento del consenso nacional,
del reconocimiento de nuestras tradiciones y de nuestra herencia cultural, o, en definitiva, de
nuestra autorrepresentación cultural como pueblo. En ese sentido, se trata de un interés cuyo
alcance excede a los propios de los gobiernos locales, por lo que éstos no pueden reclamar para sí
tareas exclusivas o excluyentes (Exp. Nº 0007-2002-AI, 27/08/03, P, FJ. 10)

728 Patrimonio cultural de la Nación. Finalidad de la máxima protección necesaria


[N]o puede caber la menor duda de la necesidad de brindar a nuestro patrimonio cultural (material
e inmaterial) la máxima protección necesaria, a efectos de que quede garantizado no sólo su valor
histórico, sino también el valor intrínseco que, en comunión con otros factores, dota de identidad y
unidad a nuestra nación (Exp. Nº 4677-2004-AA, 07/12/05, S1, FJ. 24)

261
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

729 Patrimonio cultural de la Nación. Incompetencia de las municipalidades


[E]s el Estado quien protege dichos bienes culturales, competencia asignada porque, según la mis-
ma Constitución, tales bienes constituyen patrimonio cultural de la Nación. (...) En efecto, para todo
bien considerado como Patrimonio Cultural de la Nación, su protección es un asunto que trasciende
la circunscripción territorial dentro de la cual las municipalidades ejercen sus competencias. Y, en
ese sentido, el Tribunal no considera que la expedición de una ley, general y abstracta, orientada a
asignar competencias a un órgano estatal, como el Instituto Nacional de Cultura [para que ella
expida autorización en casos de obra pública o privada, nueva, remodelación, ampliación, modifica-
ción, reparación, refacción, acondicionamiento, puesta en valor, cercado, demolición o cualquier
otra que se relacione con todo bien cultural inmueble] sea inconstitucional (Exp. Nº 0007-2002-AI,
27/08/03, P, FJ. 11)

730 Patrimonio cultural de la Nación. Manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial


El patrimonio cultural inmaterial, por otro lado, se manifiesta en las 1) tradiciones y expresiones
orales, incluido el idioma como vínculo del patrimonio cultural inmaterial; 2) artes del espectáculo,
3) usos sociales, rituales y actos festivos, 4) conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y
el universo, y 5) técnicas artesanales tradicionales.
En efecto, cuando nuestra Ley Fundamental consagra, en primer lugar, el derecho fundamental de
las personas a su identidad étnica y cultural, y, en segundo lugar, cuando impone al Estado la
obligación de reconocer y proteger dicha identidad y pluralismo, está reconociendo que el Estado
peruano se caracteriza, precisamente, tanto por su pluralidad étnica, así como por su diversidad
cultural (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 1)

731 Patrimonio cultural de la Nación. Noción de patrimonio cultural inmaterial


[El] patrimonio cultural inmaterial son aquellos usos, representaciones, expresiones, conocimien-
tos y técnicas que las comunidades, los grupos y, en algunos casos, los individuos reconocen como
parte integrante de su patrimonio cultural.
Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado
constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la
naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad, y contribuyen-
do así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana (Exp. Nº 0042-2004-
AI, 13/04/05, P, FJ. 1)

732 Patrimonio cultural de la Nación. Política cultural constitucional


[El Estado] también debe elaborar y llevar a cabo una política cultural constitucional, a través de la
educación, los medios de comunicación social, la asignación de un presupuesto específico, por ejemplo,
que le permita realizar el deber de promover las diversas manifestaciones culturales. Ello es así en
la medida que en sociedades poliétnicas y multiculturales como es la sociedad peruana, el Estado
debe garantizar la interacción armoniosa y la voluntad de convivir con personas y grupos de iden-
tidades y costumbres culturales muy diversas. En ese sentido, el pluralismo cultural constituye un
imperativo del Estado y del sistema democrático frente a la diversidad cultural (Exp. Nº 0042-
2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 5)

733 Patrimonio cultural de la Nación. Inconstitucionalidad de prohibición de reuniones


en el Centro Histórico de Lima
[R]esulta evidente que la norma [inciso f) del artículo 132 de la Ordenanza Nº 062-MML] no supera
el test de proporcionalidad, puesto que si bien persigue un fin constitucionalmente válido (proteger
el Centro Histórico como patrimonio cultural) y utiliza un medio idóneo para ello (prohibir las
reuniones en el área que lo configura), sin embargo, al proscribir en abstracto toda reunión en el
Centro Histórico de Lima (con la salvedad hecha de los eventos tradicionales), incurre en una
medida absolutamente innecesaria, puesto que el mismo objetivo podría alcanzarse evaluando,
caso por caso, las razones objetivas, suficientes y fundadas que puedan justificar la adopción de

262
DERECHO CONSTITUCIONAL .

medidas restrictivas del ejercicio del derecho de reunión, siendo la prohibición la última ratio a la
que debe acudir la autoridad administrativa (Exp. Nº 4677-2004-AA, 07/12/05, S1, FJ. 27)

734 Patrimonio cultural de la Nación. Idiomas oficiales


El patrimonio cultural inmaterial (...) se manifiesta en las: 1) tradiciones y expresiones orales,
incluido el idioma como vínculo del patrimonio cultural inmaterial; 2) artes del espectáculo, 3) usos
sociales, rituales y actos festivos, 4) conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el uni-
verso, y 5) técnicas artesanales tradicionales.
[E]l patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado
constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la
naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad, y contribuyen-
do así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana (Exp. Nº 0042-2004-
AI, 13/04/05, P, FJ. 1)

PODER EJECUTIVO

735 Asunción del cargo presidencial. Constitución que rigió periodo presidencial iniciado
el 28 de julio de 1995
La actual Constitución (...) [rigió] la función presidencial del segundo periodo [del ex presidente
Alberto Fujimori Fujimori], iniciado el 28 de julio de 1995 (Exp. Nº 0002-1996-I, 03/01/97, P, FJ.
s/n, párr. 7)

736 Asunción del cargo presidencial. Existencia de independencia y separación de pode-


res desde instauración del gobierno transitorio
[D]esde la instauración del gobierno transitorio a cargo de don Valentín Paniagua Corazao, el 21 de
noviembre de 2000, hasta la fecha, la independencia y separación de poderes se encuentra plena-
mente garantizada; y los derechos y libertades ciudadanas están plenamente reconocidos y protegi-
dos (Exp. Nº 00014-2003-AI, 10/12/03, P, FJ. 13)

737 Atribuciones del Poder Ejecutivo. Importación y política arancelaria


[E]n la medida en que la importación, entendida como régimen jurídico mediante el cual se per-
mite el ingreso legal de mercancías provenientes del exterior para ser destinadas al uso o consu-
mo, tiene una incidencia directa en la economía no sólo de una determinada región, sino más bien
en la política arancelaria del Estado, se constituye en un ámbito en el cual el Gobierno Nacional,
y no el Gobierno Regional de Tacna, ostenta competencia (Exp. Nº 0031-2005-PI/TC, 20/03/07, P,
FJ. 29)

738 Atribuciones del Presidente de la República. Ausencia de control jurisdiccional de la


decisión política de búsqueda de la paz entre los pueblos
[L]a doctrina y la jurisprudencia comparada es casi uniforme en señalar que la circunstancia y
oportunidad de una decisión política directamente vinculada con las relaciones internacionales y la
búsqueda de la paz entre los pueblos así como su desarrollo, no están sujetos a un control jurisdic-
cional, sino a la estimación de la opinión pública; por ende, la historia y el veredicto ciudadano
expresado en las urnas, entre otros caminos, son los instrumentos por donde se viabiliza el control
de dicha cuestión política (Exp. Nº 1297-1999-AA, 21/08/02, P, FJ. 2)

739 Atribuciones del Presidente de la República. Criterios del decreto de urgencia


[E]l decreto de urgencia debe responder a los siguientes criterios:
a) Excepcionalidad: La norma debe estar orientada a revertir situaciones extraordinarias e impre-
visibles, condiciones que deben ser evaluadas en atención al caso concreto y cuya existencia,

263
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

desde luego, no depende de la "voluntad" de la norma misma, sino de datos fácticos previos a su
promulgación y objetivamente identificables.
b) Necesidad: Las circunstancias, además, deberán ser de naturaleza tal que el tiempo que deman-
de la aplicación del procedimiento parlamentario para la expedición de leyes (iniciativa, debate,
aprobación y sanción), pudiera impedir la prevención de daños o, en su caso, que los mismos
devengan en irreparables.
c) Transitoriedad: Las medidas extraordinarias aplicadas no deben mantener vigencia por un tiempo
mayor al estrictamente necesario para revertir la coyuntura adversa.
d) Generalidad: El principio de generalidad de las leyes que (...) puede admitir excepciones, alcan-
za especial relevancia en el caso de los decretos de urgencia, pues tal como lo prescribe el inciso
19) del artículo 118 de la Constitución, debe ser el "interés nacional" el que justifique la aplica-
ción de la medida concreta. Ello quiere decir que los beneficios que depare la aplicación de la
medida no pueden circunscribir sus efectos en intereses determinados, sino por el contrario,
deben alcanzar a toda la comunidad.
e) Conexidad: Debe existir una reconocible vinculación inmediata entre la medida aplicada y las
circunstancias extraordinarias existentes (...).
Las medidas extraordinarias y los beneficios que su aplicación produzcan deben surgir del conteni-
do mismo del decreto de urgencia y no de acciones diferidas en el tiempo o, menos aún, de delega-
ciones normativas, pues ello sería incongruente con una supuesta situación excepcionalmente de-
licada (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 60)

740 Atribuciones del Presidente de la República. Cumplimiento de las resoluciones judi-


ciales
El contenido constitucionalmente protegido de este derecho [a la ejecución de las sentencias y
resoluciones de los órganos jurisdiccionales] impone especiales exigencias a los sujetos pasivos del
derecho, es decir, a los que se encuentran en principio vinculados y, en particular, a quienes parti-
ciparon en calidad de partes en el proceso y, desde luego, al propio juez. Pero también lo está el
Presidente de la República, a quien, en su condición de titular del Poder Ejecutivo, conforme esta-
blece el inciso 9) del artículo 118 de la Constitución, le corresponde "Cumplir y hacer cumplir las
sentencias y resoluciones de los órganos jurisdiccionales" (Exp. Nº 0015-2001-AI y acumulados,
29/01/04, P, FJ. 12)

741 Atribuciones del Presidente de la República. Dirección de la política general del go-
bierno
[E]l Poder Ejecutivo sostiene que detenta la facultad exclusiva y excluyente en la programación
y formulación del proyecto de Ley Anual de Presupuesto del Sector Público. (...) Esta afirmación
en parte es cierta, pues, conforme al inciso 3) del artículo 118 de la Constitución, corresponde
al Presidente de la República dirigir la política general del gobierno (Exp. Nº 00004-2004-CC,
31/12/04, P, FJ. 38)

742 Atribuciones del Presidente de la República. Hacer cumplir las leyes


[U]na de sus responsabilidades específicas [del Presidente de la República] es justamente la de
cumplir y hacer cumplir la Constitución, los tratados, las leyes y demás disposiciones legales con-
forme lo establece el inciso 1) del artículo 118 de la Constitución Política del Estado (Exp. Nº 1277-
1999-AC, 13/07/00, P, FJ. 2)
La ejecutoriedad es, pues, una consecuencia del acto administrativo y su sustento constitucional
tiene origen en el numeral 1 del artículo 118 de nuestra Carta magna, que ordena al Presidente de
la República –y, por ende, al Poder Ejecutivo y a toda la Administración Pública– a "cumplir y hacer
cumplir la Constitución y los tratados, leyes y demás disposiciones legales" (Exp. Nº 00015-2005-
AI, 05/01/06, P, FJ. 45)

264
DERECHO CONSTITUCIONAL .

743 Atribuciones del Presidente de la República. Legitimidad de los decretos de urgencia


[L]a legitimidad de los decretos de urgencia debe ser determinada sobre la base de la evaluación de
criterios endógenos y exógenos a la norma, es decir, del análisis de la materia que regula y de las
circunstancias externas que justifiquen su dictado. En cuanto al primer tópico, el propio inciso 19
del artículo 118 de la Constitución establece que los decretos de urgencia deben versar sobre
"materia económica y financiera".
Este requisito, interpretado bajo el umbral del principio de separación de poderes, exige que dicha
materia sea el contenido y no el continente de la disposición, pues, en sentido estricto, pocas son las
cuestiones que, en última instancia, no sean reconducibles hacia el factor económico, quedando, en
todo caso, proscrita, por imperativo del propio parámetro de control constitucional, la materia
tributaria (párrafo tercero del artículo 74 de la Constitución). Empero, escaparía a los criterios de
razonabilidad exigir que el tenor económico sea tanto el medio como el fin de la norma, pues en el
común de los casos la adopción de medidas económicas no es sino la vía que auspicia la consecución
de metas de otra índole, fundamentalmente sociales (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 59)

744 Atribuciones del Presidente de la República. Reglamentar las leyes


El inciso 8) del artículo 118 de la Constitución alude expresamente a la facultad de "reglamentar las
leyes"; sin embargo, no reserva toda la potestad reglamentaria administrativa al primer mandata-
rio, sino tan solo aquella vinculada a los reglamentos secundum legem o de ejecución. De otro lado,
la garantía contenida en aquella disposición constitucional reserva al Presidente de la República la
aprobación y consecuente expedición del reglamento, mas no necesariamente la creación de su
contenido, pues, según puede desprenderse de lo ya establecido, el reglamento es elaborado por
grupos técnicos sobre la materia de la que se trate (Exp. Nº 0001-2003-AI y acumulados, 04/07/03,
P, FJ. 16)
[E]l Presidente de la República es el órgano constitucional encargado de producir los reglamentos,
decretos y resoluciones. Sin embargo, para ejercer esta atribución requiere de la intervención de
sus ministros, toda vez que, conforme al artículo 120 de la Constitución, son nulos los actos del
Presidente de la República que carecen de refrendación ministerial. Por tanto, la competencia para
producir reglamentos de las leyes, decretos y resoluciones corresponde al Poder Ejecutivo, que en
nuestro ordenamiento jurídico lo conforman el Presidente de la República y el Consejo de Ministros.
Por otro lado, dicha disposición constitucional establece los límites a la potestad reglamentaria del
Poder Ejecutivo, consistentes en que la fuente normativa denominada reglamento no debe trans-
gredir ni desnaturalizar las leyes que pretende reglamentar. Estos mismos límites, conforme al
mandato constitucional, delimitan la expedición de los decretos y resoluciones (Exp. Nº 00047-
2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 31)

745 Atribuciones del Presidente de la República. Velar por el orden interno y la seguridad
exterior del país
[E]l Presidente de la República tiene, entre otras atribuciones, las de velar por el orden interno y
la seguridad exterior; presidir el sistema de defensa nacional; organizar, distribuir y disponer el
empleo de las Fuerzas Armadas; y, particularmente, "adoptar las medidas necesarias para la de-
fensa de la República, de la integridad del territorio y de la soberanía del Estado" (Exp. Nº 0017-
2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 37)
La noción de orden interno es concurrente, complementaria y subsidiaria tanto del orden público
como de la defensa nacional. Consiste en aquella situación de normalidad ciudadana que se acredita
y mantiene dentro de un Estado, cuando se desarrollan las diversas actividades individuales y
colectivas sin que se produzcan perturbaciones o conflictos.
[El orden interno] hace referencia a la situación de tranquilidad, sosiego y paz dentro del territorio
nacional, la cual debe ser asegurada y preservada por el órgano administrador del Estado para que
se cumpla o materialice el orden público y se afirme la Defensa Nacional (Exp. Nº 0017-2003-AI,
16/03/04, P, FJs.4 y 5)

265
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

746 Consejo de ministros. Decretos de urgencia


En el caso de los decretos de urgencia, los requisitos formales son tanto previos como posteriores a
su promulgación. Así, el requisito ex ante está constituido por el refrendo del presidente del Conse-
jo de Ministros (inciso 3 del artículo 123 de la Constitución), mientras que el requisito ex post lo
constituye la obligación del Ejecutivo de dar cuenta al Congreso de la República, de acuerdo con lo
previsto por el inciso 19) del artículo 118 de la Constitución, en concordancia con el procedimiento
contralor a cargo del Parlamento, contemplado en la norma de desarrollo constitucional contenida
en el artículo 91 del Reglamento del Congreso (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 58)

747 Consejo de ministros. Miembros de las FF.AA. y PNP


[El] carácter no deliberante y la objetividad y neutralidad con el cumplimiento de los fines constitu-
cionalmente asignados, impide que un militar o policía en situación de actividad pueda asumir
cargos "políticos" –salvo el caso previsto en el artículo 124 de la Constitución– o, que institucional-
mente, pueda adoptar decisiones de orden político (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 53)

748 Consejo de ministros. Principio de colaboración de poderes


[L]a separación de poderes que configura nuestra Constitución no es absoluta, porque de la estruc-
tura y funciones de los Poderes del Estado regulados por la Norma Suprema, también se desprende
el principio de colaboración de poderes. Al respecto, encontramos una colaboración de poderes
cuando (...) el artículo 129 de la Constitución dispone que el Consejo de Ministros en pleno, o los
ministros por separado, pueden concurrir a las sesiones del Congreso y participar en sus debates
con las mismas prerrogativas que los parlamentarios, salvo la de votar si no son congresistas (Exp.
Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 24)

749 Consejo de ministros. Refrendación ministerial de los actos del Presidente de la Repú-
blica
[E]l Presidente de la República es el órgano constitucional encargado de producir los reglamentos,
decretos y resoluciones. Sin embargo, para ejercer esta atribución requiere de la intervención de
sus ministros, toda vez que, conforme al artículo 120 de la Constitución, son nulos los actos del
Presidente de la República que carecen de refrendación ministerial. Por tanto, la competencia para
producir reglamentos de las leyes, decretos y resoluciones corresponde al Poder Ejecutivo, que en
nuestro ordenamiento jurídico lo conforman el Presidente de la República y el Consejo de Ministros
(Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 31)

750 Consejo de ministros. Regulación por ley ordinaria


[L]a estructura y funcionamiento de los Poderes del Estado gozan de reserva de ley orgánica (...).
[L]a estructura y funcionamiento del Poder Ejecutivo, referidas por los capítulos IV y V del Título IV
de la Constitución, deberán ser regulados por ley orgánica. No obstante, la regulación particular de
los órganos que comprenden al Poder Ejecutivo, como por ejemplo los Ministerios, será a través de
leyes de organización y funciones, que tienen el carácter de leyes ordinarias, de acuerdo al artículo
121 de la Constitución (Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 23)

751 Ministros. Denuncia ante el Congreso


Al dictarse los Decretos Leyes Nº 25530 y 25735, tanto el ex Presidente (…), como los ministros
que los suscriben, han violado flagrantemente la Constitución del Estado, por lo que deben ser
denunciados ante el Congreso de la República para los fines de ley (Exp. Nº 01381-2001-AA,
15/08/02, P, FJ. 17)

752 Presidente de la República. Como la más alta jerarquía en el servicio de la Nación


[L]a Constitución dispone que el Presidente de la República tiene la más alta jerarquía en el servicio
de la Nación (Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P, FJ. 13)

266
DERECHO CONSTITUCIONAL .

753 Presidente de la República. Como expresión de la democracia representativa


La democracia representativa también se encuentra recogida en diversos artículos constituciona-
les, como (...) los artículos 110 y 111 (el Presidente de la República personifica a la Nación y es
elegido por sufragio directo) (...) entre otros (...).
[S]on notas distintivas de la democracia representativa, de un lado, que los representantes no son
meros portavoces de sus representados, sino conformantes de un órgano con capacidad autónoma e
independiente de decisión, previa deliberación; y de otro, que lo son no de simples intereses parti-
culares (policys), sino generales (politics) (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJs.6 y 7)

754 Presidente de la República. Necesidad de mayoría absoluta


[S]i bien en materia de cuerpos extensos o masificados (como ocurre con la población) el principio a
regir es indiscutiblemente el mencionado [proporcionalidad] y la toma de decisiones normalmente
se asume por la mayoría simple, (...) aun cuando existen excepciones como ocurre con el Presidente
de la República, que es elegido por mayoría absoluta conforme al artículo 111 de la Constitución
(Exp. Nº 00005-1996-I, 19/12/96, P, FJ. 5)

755 Presidente de la República. Prohibición de reelección inmediata e imposibilidad de


alteración por interpretación del Congreso
Sin cuestionar la potestad legislativa de interpretación que el Parlamento no Constituyente posee y
ejercita al dictar leyes de desarrollo constitucional, es jurídicamente inaceptable que, utilizando
este sistema, se pretenda alterar, con carácter retroactivo, reñido con el artículo 103 de la Consti-
tución, y en beneficio de una situación concreta, no solo el sentido de lo expresado en el artículo
112 de la actual Constitución, sino el de la necesaria relación existente entre este artículo de la
Carta Magna con el artículo 205 de la Constitución de 1979, cuyos efectos no pueden ser ignorados
por el Tribunal al momento de resolver (Exp. Nº 00002-1996-I, 03/01/97, P, FJ. s/n, párr. 3)

756 Presidente de la República. Prohibición de reelección inmediata e imposibilidad de


vulneración por vía diferente de la reforma constitucional
El texto del artículo 112 de la Constitución no ofrece duda alguna, en relación a lo que el Constitu-
yente de mil novecientos noventidós expresó con este dispositivo, esto es, que ningún Presidente
Constitucional desempeñe el poder político, de modo legítimo, por más de diez años consecutivos
(cinco correspondientes a la elección, y los cinco posteriores, a la reelección), no pudiéndose por vía
diferente a la reforma constitucional, cuyo procedimiento está expresamente establecido en la vi-
gente Carta Política, modificar tal precepto (Exp. Nº 00002-1996-I, 03/01/97, P, FJ. s/n, párr. 8)

757 Presidente de la República. Prohibición de reelección inmediata en las Constituciones


de 1979 y 1993
De la simple comparación de los artículos 112 de la Constitución vigente y 205 de la anterior [de
1979], se desprende que:
a) La Constitución anterior prohibía la reelección presidencial inmediata;
b) La Constitución actual la permite, por una sola vez, debiendo transcurrir un periodo para que el
Presidente reelecto pueda postular nuevamente; y
c) La actual Constitución reguló y rigió la función presidencial del Jefe de Estado durante su
primer periodo, desde el 31 de diciembre de 1993 hasta julio de 1995, y también regula y rige
la función presidencial del segundo periodo, iniciado el 28 de julio de 1995 (Exp. Nº 00002-
1996-I, 03/01/97, P, FJ. s/n, párr. 4, 5, 6 y 7)

758 Presidente de la República. Remuneración


[L]a remuneración de mayor cuantía debe corresponder al Presidente de la República, no obstante
que muchas de sus necesidades son directamente atendidas en Palacio de Gobierno (Exp. Nº 00029-
2004-AI, 02/08/04, P, FJ. 58)

267
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

759 Presidente de la República. Suspensión del ejercicio


[L]os supuestos previstos para el caso de la Presidencia de la República establecidos en el artículo
114 de la Constitución se refieren a una situación ajena a la voluntad de quien desea acceder a [un]
nuevo cargo, pues está destinada a desarrollar los casos de una incapacidad temporal o de un
sometimiento a proceso judicial (Exp. Nº 00024-2005-AI, 02/11/05, P, FJ. 31)

760 Presidente de la República. Votación congresal requerida


Tal como lo establece el artículo 117 de la Constitución, el Presidente de la República solo puede ser
acusado por el delito de traición a la patria; impedir las elecciones presidenciales, parlamentarias,
regionales o municipales; disolver el Congreso, salvo en los casos previstos en el artículo 134 de la
Constitución, o impedir su reunión o funcionamiento, o los del Jurado Nacional de Elecciones y
otros organismos del sistema electoral. Para que proceda la acusación constitucional por la supues-
ta comisión de dichos delitos, como se ha manifestado, se requerirá la votación favorable de la
mitad más uno del número de miembros del Congreso, sin participación de la Comisión Permanente
(Exp. Nº 00006-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 13)

761 Presidencia de la República. Vacancia presidencial como expresión de madurez cívica


y constitucional del pueblo
La Constitución de 1993 se dictó con el objeto de legitimar un golpe de Estado y "revestir" de
legalidad al gobernante de facto, a través de un referéndum de muy dudosa legitimidad. Ella se
expidió no tanto por deseos del dictador, sino como consecuencia de la presión de la opinión pública
y de los organismos internacionales.
Cancelado el régimen autoritario en noviembre del año 2000, en una muestra evidente de madurez
cívica y constitucional del pueblo y sus autoridades, no se ha seguido la opción de buscar una salida
informal, sino de utilizar los mecanismos que la Constitución de 1993 prevé para seguir regulando
la vida institucional del país. Como corolario de todo lo expuesto, es que se declaró la vacancia del
cargo del Presidente de la República (…) (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 40)

762 Presidente de la República. Vacancia presidencial requiere votación calificada en la


causal de permanente incapacidad moral o física
[N]o existe procedimiento ni votación calificada alguna para que el Congreso de la República pueda
declarar vacante el cargo de Primer Mandatario por la causal prevista en el inciso 2) del artículo 113
de la Constitución, esto es, por "su permanente incapacidad moral o física". Ello, desde luego, no
podría significar que el más alto cargo de la Nación pueda quedar vacante como consecuencia de
mayorías simples, pues ello sería atentatorio del principio de razonabilidad, pudiéndose presentar
supuestos absolutamente inaceptables en un Estado social y democrático de derecho, tales como el
hecho de que mientras que el Congreso necesite de la votación de más de la mitad de su número
legal de miembros para remover a los ministros (responsables políticamente y no elegidos por el
pueblo), mediante el voto de censura, sin embargo, no necesite sino una mayoría simple para remo-
ver al Presidente de la República (quien no tiene responsabilidad política y es elegido directamente
por la voluntad popular). En ese sentido, [se] exhorta al Congreso de la República a legislar un
procedimiento y la necesidad de una votación calificada para poder declarar la vacancia presidencial
por la causal prevista en el inciso 2) del artículo 113 de la Constitución, a efectos de no incurrir en
aplicaciones irrazonables de la referida disposición constitucional, para lo cual, al igual que en los
casos de juicio político, debe estipularse una votación calificada no menor a los 2/3 del número legal
de miembros del Congreso (Exp. Nº 00006-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 26)

763 Vicepresidente. Asunción de funciones por ausencia del Presidente


[E]s correcto que la Ley (...) haya sido firmada [por el] Segundo Vicepresidente de la República, [si]
en esa fecha el Presidente se encontraba fuera del país (…) [y] el primero de los vicepresidentes
renunció a su cargo (Exp. Nº 00050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 28)

268
DERECHO CONSTITUCIONAL .

764 Vicepresidente. Momento en que ejerce funciones


La figura de la Vicepresidencia está prevista en el artículo 111 de la Constitución. Y, justamente,
sobre el tema de cuándo ejerce funciones, el segundo párrafo del artículo 115 precisa que:
"Cuando el Presidente de la República sale del territorio nacional, el Primer Vicepresidente se en-
carga del despacho. En su defecto, lo hace el Segundo Vicepresidente" (Exp. Nº 0050-2004-AI y
acumulados, 03/06/05, P, FJ. 28)

PODER JUDICIAL

765 Poder Judicial. Reserva de ley orgánica


[A]demás del artículo 106 de la Constitución, la Norma Suprema establece expresamente la reserva
de ley orgánica en los siguientes artículos: (...)
• Poderes del Estado
Órganos jurisdiccionales del Poder Judicial (artículo 143 de la Constitución) (Exp. Nº 00022-2004-
AI, 12/07/05, P, FJ. 18)
[C]orresponde a ella [Ley orgánica del Poder Judicial] estructurar la organización de dicho poder del
Estado, en concordancia con lo dispuesto por la última parte del artículo 143 de la Constitución
(Exp. Nº 00004-2001-AI, 13/08/01, P, FJ. 1.b)

766 Proyecto de presupuesto del Poder Judicial. Como garantía de independencia


[C]uando el artículo 145 de la Constitución dispone que el Poder Judicial presenta su proyecto de
presupuesto al Poder Ejecutivo y lo sustenta ante el Congreso, la Constitución está habilitando al
Poder Judicial para que participe en el proceso presupuestario presentando su proyecto de presu-
puesto al Poder Ejecutivo sin que este último lo modifique, para su integración al proyecto general
de presupuesto y posterior sustentación ante el Congreso de la República, puesto que, dada su
condición de Poder del Estado y atendiendo a las funciones que debe cumplir y al lugar que ocupa en
la configuración de nuestro sistema democrático, le corresponde, al igual que el Poder Ejecutivo,
sustentar directamente su presupuesto ante el Congreso de la República para su aprobación o
modificación, dentro de los límites que la propia Constitución impone, ya que esta competencia es
garantía de su independencia; de no ser así, tal garantía se convertiría en ilusoria (Exp. Nº 00004-
2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 41)

767 Proyecto de presupuesto del Poder Judicial. Límites


[N]o solo los Poderes Legislativo y Ejecutivo están vinculados por estas limitaciones [contenidas en
los artículos 77, 78 y 79 de la Constitución Política], sino también el Poder Judicial, al momento de
formular su proyecto de presupuesto. El cumplimiento de las normas constitucionales delimitan los
parámetros y los principios constitucionales prespuestarios con los cuales se debe elaborar el pro-
yecto y la Ley de Presupuesto también vinculan al Poder Judicial, el cual, con base en el principio de
colaboración de poderes, deberá formular su proyecto en coordinación con el Poder Ejecutivo, a fin
de determinar los montos fijados a partir de los límites y principios impuestos por la Constitución,
y garantizando la competencia que le reconoce el artículo 145 de la Constitución (Exp. Nº 00004-
2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 43)

768 Proyecto de presupuesto del Poder Judicial. Necesidad de propuesta acorde con la
realidad de la caja fiscal y de política judicial
[E]s responsabilidad inexcusable del Poder Judicial plantear una propuesta de asignación de recur-
sos económicos acorde con la realidad de la caja fiscal y con las posibilidades reales de una ejecución
eficiente y eficaz. Asimismo, es indispensable que dicho Poder del Estado cuente con una política
judicial que sirva de marco para la toma de decisiones por parte del Legislativo, en lo que se refiere

269
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

a la asignación de recursos presupuestales. Es necesario advertir que, a pesar de habérsele asignado


al Poder Judicial, en el pasado, importantes recursos para la reforma del sistema de administración
de justicia, a la fecha dicho proceso es percibido objetivamente por la ciudadanía como notoriamen-
te deficiente (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 44)

769 Proyecto de presupuesto del Poder Judicial. Necesidad de una ley que fije mecanis-
mos de coordinación entre poderes del Estado
[P]ara el adecuado ejercicio de la competencia que el artículo 145 de la Constitución le reconoce al
Poder Judicial, es necesaria una ley mediante la cual se establezcan los mecanismos especiales de
coordinación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, en lo relativo a la elaboración del presu-
puesto de este último con respecto a lo previsto en el artículo 145 de la Constitución, concordante
con el principio de equilibrio financiero previsto en el artículo 78 del mismo cuerpo legal (Exp. Nº
00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 45)

770 Sala Plena de la Corte Suprema. Improcedencia de impugnación de acuerdos


[T]ratándose el acto impugnado de un [a]cuerdo expedido por un órgano no sometido a subordina-
ción jerárquica como la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de la República, no procedía la
interposición de recurso de apelación (Exp. Nº 01003-1998-AA, 06/08/02, P, FJ. 2)

PODER LEGISLATIVO

771 Antejuicio político. Advertencia de la configuración de un delito común en antejuicio


político iniciado
[S]i el Congreso advirtiera que la materia sobre la que versa la denuncia solo puede ser subsumida
en la configuración de un delito común, aun cuando en un inicio el procedimiento haya sido trami-
tado como si se tratase de una acusación constitucional, debe limitarse a levantar la prerrogativa
funcional sin formular acusación alguna, pues los casos de delitos comunes no se encuentran con-
templados en el artículo 99 de la Constitución (Exp. Nº 0006-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 6)

772 Antejuicio político. Beneficiarios


Del privilegio del antejuicio político son beneficiarios el Presidente de la República, los Congresis-
tas, los Ministros de Estado, los miembros del Tribunal Constitucional, los miembros del Consejo
Nacional de la Magistratura, los Vocales de la Corte Suprema, los Fiscales Supremos, el Defensor del
Pueblo y el Contralor General de la República (artículo 99 de la Constitución) (Exp. Nº 0006-2003-
AI, 01/12/03, P, FJ. 3)
[L]os miembros del JNE, el Jefe de la ONPE y el Jefe del RENIEC no cuentan con la prerrogativa del
antejuicio político, no obstante ser funcionarios públicos de la mayor importancia en un Estado
democrático de derecho, teniendo la obligación de "asegurar que las votaciones traduzcan la expre-
sión auténtica, libre y espontánea de los ciudadanos, y que los escrutinios sean reflejo exacto y
oportuno de la voluntad del elector expresada en las urnas por votación directa" (artículo 176 de la
Constitución). Por ello, el Tribunal Constitucional exhorta al Congreso de la República a reformar el
artículo 99 de la Constitución, incluyendo a los mencionados funcionarios del sistema electoral
entre aquellos dignatarios que gozan del privilegio de antejuicio político, o, en su caso, incluyendo
una disposición que permita ampliar el privilegio de antejuicio a aquellos funcionarios que la ley
establezca, tal como lo hiciera el artículo 183 de la Constitución de 1979 (Exp. Nº 0006-2003-AI,
01/12/03, P, FJ. 27)

773 Antejuicio político. Definición


[E]l antejuicio es una prerrogativa funcional de la que gozan determinados funcionarios, con el
propósito de que no puedan ser procesados ante la judicatura penal por los delitos cometidos en el
ejercicio de sus funciones, sin que medie un procedimiento con las debidas garantías procesales

270
DERECHO CONSTITUCIONAL .

ante el Congreso de la República y la consecuente acusación del propio Legislativo (...).


En virtud de dicho privilegio, los referidos funcionarios públicos [estipulados taxativamente en el
artículo 99 de la Constitución] tienen el derecho de no ser procesados penalmente por la jurisdic-
ción ordinaria, si no han sido sometidos previamente a un procedimiento político jurisdiccional,
debidamente regulado, ante el Congreso de la República, en el cual el cuerpo legislativo debe haber
determinado la verosimilitud de los hechos que son materia de acusación, así como su subsunción
en un(os) tipo(s) penal(es) de orden funcional, previa e inequívocamente establecido(s) en la ley
(Exp. Nº 0006-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 3)

774 Antejuicio político. Diferencia con la inmunidad parlamentaria


[E]ntre la prerrogativa funcional del antejuicio político y la inmunidad parlamentaria pueden esta-
blecerse distancias de orden formal y material. Las primeras señalan que, mientras todos los funcio-
narios que gozan de inmunidad (artículos 93, 161 y 201 de la Constitución), tienen, a su vez, la
prerrogativa de antejuicio (artículo 99), no todos los que son titulares de esta, lo son de la inmuni-
dad. Por otra parte, mientras la inmunidad parlamentaria tiene vigencia desde que se es elegido en
el cargo hasta un mes después de haber cesado (artículo 93), la prerrogativa funcional de antejuicio
permanece vigente hasta 5 años después de haber cesado en el cargo (artículo 99) (Exp. Nº 0006-
2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 6)

775 Antejuicio político. Función acusadora e investigadora del Congreso


[E]n los casos de antejuicio, las funciones del Congreso pueden ser, en cierta medida, asimiladas a
las del Ministerio Público (porque acusa), e incluso a las del juez instructor (porque previamente
investiga), pero nunca a las del juez decisor (porque nunca sanciona). Y es que la facultad de aplicar
sanciones sobre la base de argumentos jurídico-penales, es exclusiva del Poder Judicial (Exp. Nº
0006-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 3)

776 Antejuicio político. Naturaleza jurídico-penal de las acusaciones


[E]n el antejuicio solo caben formularse acusaciones por las supuestas responsabilidades jurídico-
penales (y no políticas) de los funcionarios estatales citados en el artículo 99 de la Constitución,
ante los supuestos delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones. Una vez que el Parlamento ha
sometido a investigación la denuncia (que puede provenir de su propio seno) y ha determinado la
existencia de suficientes elementos de juicio que, desde su perspectiva, configuran la comisión de
un delito en el ejercicio de las funciones, actúa como entidad acusadora, dejando sin efecto la
prerrogativa funcional del dignatario, suspendiéndolo en el ejercicio de sus funciones, y poniéndolo
a disposición de la jurisdicción penal (Exp. Nº 0006-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 3)

777 Antejuicio político. Número de votos para acusar constitucionalmente


[E]l hecho de que el artículo 99 de la Constitución no precise cuál es el número mínimo de votos
congresales necesarios para acusar constitucionalmente a los funcionarios públicos enumerados en
la disposición, no implica que la regulación legal de la institución de la acusación constitucional
pueda expedirse al margen del principio de razonabilidad, expresamente previsto en el artículo
200 de la Constitución y proyectado hacia todo el ordenamiento jurídico (Exp. Nº 0006-2003-AI,
01/12/03, P, FJ. 8)
Para (...) [determinar el número necesario de votos para realizar la acusación constitucional, se]
deberá tener en cuenta que los artículos 157 y 161 de la Constitución establecen que para la
remoción de los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura y del Defensor del Pueblo se
requiere el voto conforme de los 2/3 del número legal de miembros del Congreso. Siendo así, a
efectos de evitar incongruencias que puedan desprenderse del propio orden constitucional, es nece-
sario que el número de votos para destituir del cargo a los otros funcionarios previstos en el artículo
99 de la Constitución, o, en su caso, para inhabilitarlos hasta por 10 años para el ejercicio de la
función pública, por infracción de la Constitución, no sea menor a los 2/3 del Congreso, sin partici-
pación de la Comisión Permanente (Exp. Nº 0006-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 23)

271
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

778 Antejuicio político. Variables frente al juicio político


[S]i coexisten en nuestro ordenamiento ambos institutos, "Antejuicio [Político] Constitucional" y
"Juicio Político", pueden presentarse en la práctica hasta tres variables: a) Puede haber casos en los
que el Congreso de la República, sin estimar que hubo infracción a la Constitución empero si la
comisión de delitos por parte de funcionarios de alto rango, disponga ponerlos a disposición del
Fiscal de la Nación con el objeto de que este último formule denuncia ante la Corte Suprema, quien
a su vez resolverá sobre su juzgamiento o, en su caso, sanción, b) Puede haber casos en los que el
Congreso, sin estimar que hubo conductas de tipo penal por parte de los altos funcionarios, quienes
por tanto no se encuentran en condición de sometimiento a la vía penal, les imponga empero,
sanciones de suspensión, inhabilitación o destitución, tras haber infringido la Norma Fundamental,
y c) Puede haber casos en los que el Congreso de la República, además de sancionar aquellos
funcionarios de primer nivel, por infringir la Constitución, disponga concurrentemente y como
consecuencia de haberse determinado su responsabilidad penal, se les ponga a disposición del
Fiscal de la Nación a efectos de promover la denuncia correspondiente en la vía judicial penal (Exp.
Nº 0340-1998-AA, 10/07/98, P, FJ. 8)

779 Atribuciones del Congreso. Aprobación de tratados


[Los tratados ordinarios s]on los que específicamente versan sobre derechos humanos; soberanía,
dominio o integridad del Estado; defensa nacional u obligaciones financieras del Estado. (...) Estos
tratados deben ser necesariamente aprobados por el Congreso antes de su ratificación por el Presi-
dente de la República (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 20.b)

780 Atribuciones del Congreso. Aprobación del presupuesto


[De acuerdo al inciso] 4) del artículo 102 de la Constitución, corresponde al Congreso de la República,
aprobar el Presupuesto de la República, salvo el caso previsto en el segundo párrafo del artículo 80 de
la Constitución. En consecuencia, es el Poder Legislativo, en representación del pueblo, quien tiene la
última decisión, pues le corresponde determinar cómo se distribuyen los montos y la asignación de las
partidas que, en definitiva, son los recursos del pueblo (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 27)

781 Atribuciones del Congreso. Dación de leyes


[La] expedición [de leyes] corresponde al Congreso de la República conforme al inciso 1 del artículo
102 de la Constitución, que establece que es atribución del Congreso dar leyes. Atribución que
descansa en los principios de soberanía política, consagrado en el artículo 45 de la Constitución,
que establece que el Poder emana del pueblo, y en el principio representativo reconocido en el
artículo 43 de la Constitución (Exp. Nº 00008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 9)

782 Atribuciones del Congreso. Dación de resoluciones legislativas


[Las resoluciones legislativas son] actos parlamentarios que generalmente regulan casos de manera
particular y concreto. Representan la excepción a la característica de generalidad de la ley. Tienen
rango de ley porque el inciso 1 del artículo 102 de la Constitución y el artículo 4 del Reglamento del
Congreso le confieren implícitamente una jerarquía homóloga a la ley.
En efecto, el artículo 102, inciso 1 de la Constitución establece que son atribuciones del Congreso
de la República dar resoluciones legislativas. Conforme al artículo 72 del Reglamento del Congreso,
mediante el procedimiento legislativo, se aprueban "resoluciones legislativas" y "resoluciones legis-
lativas de aprobación de las normas reglamentarias internas del Congreso" (Exp. Nº 00047-2004-
AI, 24/04/06, P, FJ. 17)

783 Atribuciones del Congreso. Derogación de leyes y normas con rango de ley
Esa capacidad de la ley [contenida en el inciso 1) del artículo 102 de la Constitución] para derogar
otra ley, no solo comprende a la ley en sentido formal, esto es, a la expedida por el Congreso, sino
también, en el ámbito de su competencia, a toda norma que en el ordenamiento tenga rango de ley,
como es el caso del Decreto Legislativo (Exp. Nº 00009-2003-AI, 15/09/04, P, FJ. 5)

272
DERECHO CONSTITUCIONAL .

784 Atribuciones del Congreso. Ejercer el derecho de amnistía


[L]a ley considera varias razones que permiten extinguir la acción penal, en virtud de las cuales el
Estado autolimita su potestad punitiva: pueden ser causas naturales (muerte del infractor), crite-
rios de pacificación o solución de conflictos sociales que tienen como base la seguridad jurídica
(cosa juzgada o prescripción) o razones sociopolíticas o de Estado (amnistía) (Exp. Nº 01805-2005-
HC, 29/04/05, P, FJ. 9)

785 Atribuciones del Congreso. Exclusividad en aprobación de demarcaciones territoria-


les o redelimitaciones
El artículo 102 de la Constitución expresamente ha regulado, en su inciso 7), como una de las
competencias del Congreso de la República, la de aprobar la demarcación territorial que proponga el
Poder Ejecutivo, por lo que ninguna corporación municipal puede pretender ejercer dicha atribu-
ción, la que ha sido reservada de manera excluyente y exclusiva, por el legislador constituyente, al
Poder Legislativo (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. 4)
[E]l procedimiento seguido por la Municipalidad (…) al aprobar la redelimitación territorial del
distrito (…) mediante (…) Ordenanza (…), no es el señalado ni por la ley de la materia ni por su
Reglamento, lo que en el fondo patentiza que se ha tomado una decisión unilateral que, por la forma
como se ha producido, equivale a un exceso en el que no solo se termina desconociendo las compe-
tencias de las autoridades administrativas, sino las del propio Congreso, que es el que, finalmente,
habrá de hacer suya la correspondiente propuesta de redelimitación. En tales circunstancias, no
cabe interpretar la redelimitación producida como un procedimiento válido, sino como un indebido
recorte o restricción territorial opuesto a lo establecido por la Constitución y a las normas de desa-
rrollo expedidas conforme a ella (Exp. Nº 00007-2004-AI, 20/07/04, P, FJ. 5)

786 Atribuciones del Congreso. Modificación de leyes y seguridad jurídica


[E]s lícito que el legislador pueda modificar el sistema normativo. Sin embargo, debe protegerse
también la confianza de los ciudadanos frente al cambio brusco, irrazonable o arbitrario de la legis-
lación. Ciertamente, no se garantiza un régimen de derechos adquiridos –con excepción, natural-
mente, de los previstos en la Constitución– sino fundamentalmente, el derecho a que no se cambie
las reglas de juego abruptamente. En consecuencia, cuando cambia la legislación, y de por medio se
encuentra comprometido el ejercicio de determinados derechos fundamentales, todo cambio solo
podrá ser válido si es que, además, se encuentra conforme con el principio de seguridad jurídica
(Exp. Nº 00009-2001-AI, 02/08/04, P, FJ. 18)

787 Atribuciones del Congreso. Velar por el respeto de la Constitución


Si, según el artículo 45 de la Constitución, el poder se ejerce según las limitaciones que esta impo-
ne, queda claro que el Congreso, según lo estipula el artículo 102, debe: "velar por [el] respeto de la
Constitución y de las leyes", el sometimiento del Congreso a la Constitución lo obliga a proteger los
derechos y bienes en ella recogidos, en el caso que desarrolle una norma a través de una ley regular
o, aún más, cuando lo hace mediante una ley de reforma constitucional. Debido a que la autoridad
del poder de reforma tiene como soporte el texto constitucional, su contenido no puede destruir su
fundamento ni su razón de ser (Exp. Nº 00050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 22)

788 Comisión permanente del Congreso. Aprobación de resoluciones legislativas


Las resoluciones legislativas, de ambos tipos [las presentadas por el Poder Ejecutivo y las de apro-
bación de las normas reglamentarias internas del Congreso], son aprobadas por el pleno del Con-
greso, pero también lo pueden ser por la comisión permanente (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06,
P, FJ. 17)

789 Comisión permanente del Congreso. Prohibición de expedición de leyes orgánicas


[D]e una interpretación sistemática de los artículos 104 y 101, inciso 4 de la Constitución, se
concluye que la aprobación de leyes orgánicas no puede ser delegada a la Comisión Permanente del

273
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Congreso de la República, ni tampoco al Poder Ejecutivo mediante decretos legislativos. Esta limi-
tación, que no opera para las materias de ley ordinaria, que sí pueden ser delegadas al Poder Ejecu-
tivo para que legisle sobre ellas, se constituye en el núcleo mínimo indisponible de las competen-
cias legislativas del Congreso de la República, para el caso de normas con rango de ley, ya que la
legislación de las materias de ley orgánica no puede ser delegada al Ejecutivo (Exp. Nº 00022-2004-
AI, 12/08/05, P, FJ. 35)

790 Congreso de la República. Como poder constituido y función legislativa


El Congreso de la República es uno más de los poderes constituidos, (...) [y] la Constitución le ha
encargado (...) entre otras funciones, la función legislativa (Exp. Nº 002-2001-AI, 04/04/01, P. FJ. 1)

791 Congreso de la República. Principio mayoritario en la adjudicación de escaños


En el caso del principio mayoritario, la adjudicación de los escaños es dependiente de que un candi-
dato o partido haya alcanzado la mayoría absoluta o relativa de los votos. De conformidad con esta
fórmula solo se determina al vencedor a vencedores, a partir de un simple conteo de votos regido
por la regla de la mayoría (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 30)

792 Congreso de la República. Principios para lograr representatividad parlamentaria


[La] representatividad [parlamentaria] puede lograrse a través de dos principios de distintos alcan-
ces y finalidades: el principio mayoritario y el principio proporcional (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/
02/06, P, FJ. 30)

793 Congreso de la República. Principio proporcional en la adjudicación de escaños


[E]n el caso de la fórmula proporcional, la adjudicación de escaños resulta del porcentaje de votos
que obtienen los distintos partidos, procurando, proporcionalmente, la representación de diversas
fuerzas sociales y grupos políticos en el Parlamento (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 30)
[L]a inconstitucionalidad [de la "barrera electoral"] solo podría verificarse en el caso de que: a)
desvirtúe el principio de representación proporcional previsto en el artículo 187 de la Constitución,
o b) carezca de finalidad constitucionalmente válida (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 31)

794 Congreso de la República. Requisitos para ser elegido congresista


Las condiciones previstas en la propia Constitución para ocupar un escaño en el Congreso no se
agotan en aquellas previstas en los artículos 90 y 93. En efecto, considerando que la elección al
Congreso es pluripersonal –además de una de las manifestaciones vitales como se institucionaliza
la democracia representativa–, el acceso al cargo se encuentra condicionado, también, por el prin-
cipio de representación proporcional, previsto en el artículo 187 de la Constitución, y por la necesa-
ria pertenencia a un partido o movimiento político para poder participar en la contienda electoral
(artículo 35), pues –tal como se mencionó– solo por vía de la pertenencia a estas organizaciones
políticas es posible institucionalizar la fragmentaria configuración de los intereses al interior de la
sociedad (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 27.a)

795 Delegación de facultades legislativas al Poder Ejecutivo. Controles del decreto legis-
lativo
[E]l decreto legislativo (...) debe estar sometid[o] a los siguientes controles:
1. Control de contenido, a fin de verificar su compatibilidad con las expresas disposiciones de la
ley autoritativa, asumiendo que existe una presunción iuris tantum de constitucionalidad de
dichos decretos;
2. Control de apreciación, para examinar si los alcances o la intensidad del desarrollo normativo
del decreto legislativo se enmarca en los parámetros de la dirección política –tributaria– que
asume el Congreso de la República en materia legislativa; y

274
DERECHO CONSTITUCIONAL .

3. Control de evidencia, para asegurar que dicho decreto legislativo no solo no sea violatorio de la
Constitución por el fondo o por la forma, sino que también no sea incompatible o no conforme
con la misma (Exp. Nº 00042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 11)

796 Delegación de facultades legislativas al Poder Ejecutivo. Delegación de materia pro-


hibida o exceso en materia delegada al emitirse decreto legislativo
[L]a regulación a través de este tipo normativo, el decreto legislativo, está limitada directamente
por la Constitución y también por la ley autoritativa. Podía darse el caso de que el Congreso de la
República delegue una materia prohibida, con lo cual no solo será inconstitucional la ley autoritati-
va, sino también el decreto legislativo que regula la materia en cuestión. De otro lado, también
puede darse el caso de que la ley autoritativa delegue una materia permitida por la Constitución y,
sin embargo, el decreto legislativo se exceda en la materia delegada, con lo cual, en este caso
también se configurará un supuesto de inconstitucionalidad por vulneración del artículo 104 de la
Constitución (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 25)

797 Delegación de facultades legislativas al Poder Ejecutivo. Elementos de la ley autori-


tativa
[E]l artículo 104 de la Constitución se refiere a la ley autoritativa, mediante la cual el Congreso de
la República delega al Poder Ejecutivo la facultad de legislar a través de Decretos Legislativos.
Dicha ley tiene dos elementos indispensables: la materia específica a delegar y el plazo determinado
para ejerce la delegación (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 16)

798 Delegación de facultades legislativas al Poder Ejecutivo. Inconstitucionalidad de la


ley autoritativa
[Al no coincidir] (...) la materia delegada (...) con el objetivo que busca la delegación (...) [tal]
incongruencia ocasiona la irracionabilidad de la ley autoritativa y, por lo tanto, en último análisis,
su inconstitucionalidad.
Ahora bien, los decretos legislativos expedidos a partir de una ley autoritativa vigente, pero incom-
patible con la Constitución, no convalidan su constitucionalidad formal (Exp. Nº 00005-2001-AI,
15/11/01, P, FJ. 2)

799 Delegación de facultades legislativas al Poder Ejecutivo. Prohibición de delegación


de materias relativas a leyes orgánicas
El segundo párrafo del artículo 104 de la Constitución, concordante con el inciso 4) del Artículo 101
de la misma, señalan que no se puede delegar al Poder Ejecutivo facultades para que legisle en
materia de leyes orgánicas, lo cual constituye una limitación a la prerrogativa mencionada (Exp. Nº
00004-2001-AI, 13/08/01, P, FJ. 1)
En cuanto al artículo 4 del Decreto Legislativo Nº 900, (...) lo que intenta es regular otra materia
reservada a ley orgánica, puesto que el establecimiento de los alcances de la competencia de los
jueces para conocer los procesos constitucionales, debe realizarse necesariamente conforme a lo
estipulado por el artículo 200 de la Constitución, vale decir, por ley orgánica.
Queda claro, en consecuencia, que la norma impugnada ha legislado en materias sujetas a reserva
de ley orgánica, contraviniendo lo dispuesto por el artículo 104 de la Constitución (Exp. Nº 00004-
2001-AI, 13/08/01, P, FJ. 1.c)

800 Estatuto del congresista. Irresponsabilidad por opiniones


[L]os (...) congresistas tienen iniciativa en la formación de leyes, [sin embargo si no se ha] acredita-
do fehacientemente que los parlamentarios (…) hayan ejercido este derecho de manera tal que
amenacen o vulneren la libertad individual o los derechos conexos, alegados en la presente acción
(…) las declaraciones vertidas por [ellos] a título personal ante un medio de comunicación social, no
constituyen amenaza ni vulneración a la libertad individual (…), ni a derecho constitucional conexo

275
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

alguno; tanto más si (…) carecen de injerencia en las medidas adoptadas (…) y, de acuerdo a lo
establecido en el artículo 93 de la Constitución Política del Perú, los congresistas no son responsa-
bles ante autoridad y órgano jurisdiccional alguno, por las opiniones y votos que emiten en el
cumplimiento de sus funciones (Exp. Nº 0022-2004-HC, 05/03/04, S2, FJs. 3 y 4)

801 Estatuto del congresista. No sujeción a ningún poder particular


Lo primero que ha venido a señalarse con respecto a la actividad que realizan los congresistas es
que estos tienen un mandato que cumplir, en tanto representantes idóneos de la población. El
mandato representativo que ostentan no tiene el carácter de exigencia que puede surgir, por
ejemplo, en el Derecho Privado con relación al mandante respecto al mandatario, sino que tiene
una naturaleza singular: los parlamentarios se desligan de quienes los eligen, de los partidos de
los cuales son parte y de las presiones de las que pueden ser objeto (Exp. Nº 0026-2006-PI/TC,
08/03/07, P, FJ. 7)

802 Estatuto del congresista.No sujeción a grupo de presión ni a medios de comunicación social
[N]o se considera como elemento del procedimiento de reforma constitucional, la intervención de
los sectores involucrados dentro de la comisión responsable de la modificación en el Congreso. Ello
es así porque el legislador no puede someterse a ningún grupo de presión de la población ni de los
medios de comunicación social, según el artículo 93 de la Constitución (Exp. Nº 0050-2004-AI,
03/06/05, P, FJ. 29)

803 Estatuto del congresista. Presunción de constitucionalidad de sus actos


Dado que al Parlamento asiste legitimidad democrática directa como representante de la Nación
(artículo 93), el juez tiene el deber de presumir la constitucionalidad de las leyes, de modo tal que
solo pueda inaplicarla (control difuso) o dejarla sin efecto (control concentrado), cuando su incons-
titucionalidad sea manifiesta; es decir, cuando no exista posibilidad alguna de interpretarla de
conformidad con la Constitución. De esta manera, el fundamento constitucional de las senten-
cias interpretativas propiamente dichas se encuentra en los artículos 38, 45 y 51 de la Consti-
tución, que la reconocen como norma jurídica (suprema); ergo, interpretable; así como en el
principio de presunción de constitucionalidad de las leyes, derivado del artículo 93 de la Cons-
titución (Exp. Nº 0030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 53)

804 Estatuto del congresista. Representación de la Nación y no sujeción a mandato impe-


rativo
La democracia representativa también se encuentra recogida en diversos artículos constituciona-
les, como el 43 (nuestro gobierno "es representativo"), el 93 ("Los congresistas representan a la
Nación"), los artículos 110 y 111 (el Presidente de la República personifica a la Nación y es elegido
por sufragio directo), los artículos 191 y 194 (elección por sufragio directo de los gobiernos regio-
nales y locales), entre otros.
[S]i la esencia de la política parlamentaria es la deliberación, y esta no es posible bajo la forma de
mandato imperativo alguno, el mandato representativo constituye una exigencia ineludible del
sistema. Y por ello, si bien el artículo 93 de la Constitución dispone que los congresistas represen-
tan a la Nación, a renglón seguido prevé que "no están sujetos a mandato imperativo ni a interpe-
lación". De esta manera, son notas distintivas de la democracia representativa, de un lado, que los
representantes no son meros portavoces de sus representados, sino conformantes de un órgano con
capacidad autónoma e independiente de decisión, previa deliberación; y de otro, que lo son no de
simples intereses particulares (policys), sino generales (politics) (Exp. Nº 0030-2005-AI, 02/02/06,
P, FJ. 6 y 7)

805 Facultad de investigación del Congreso. Carácter referencial de las conclusiones


[L]as investigaciones efectuadas por el Congreso de la República solo tienen carácter referencial
mas no incriminatorio, pues dicho órgano representativo, de conformidad con los artículos 64,

276
DERECHO CONSTITUCIONAL .

inciso b) y 88, inciso f) y g), del Reglamento del Congreso de la República, carece de facultades de
juzgamiento penal y, como tal, sus conclusiones y recomendaciones no tienen carácter obligatorio o
vinculante respecto de lo que en su momento puedan decidir las autoridades judiciales (Exp. Nº
0979-2001-HC, 06/05/02, P, FJ. 2)
[L]a facultad de investigación del Congreso, (...) no debe, sin embargo, interferir en el procedimien-
to jurisdiccional ni surte efecto jurisdiccional alguno (Exp. Nº 0033-2000-HC, 23/04/00, P, FJ. 8)

806 Facultad de investigación del Congreso. Inexistencia de amenaza o violación de liber-


tad personal de investigado
La circunstancia de que una Comisión del Congreso investigue ciertos hechos por delegación del
Pleno, no constituye amenaza ilegítima a la libertad, pues no se aprecia arbitrariedad ni violación al
debido proceso en tal investigación (...) [tampoco] significa, de ninguna forma, amenaza que pueda
considerarse cierta e inminente contra la libertad individual del recurrente, pues ni el Congreso
puede encontrarse impedido de investigar asuntos de interés público, cuando es la propia Constitu-
ción del Estado la que lo faculta plenamente para ello, ni, por otro lado, el que las investigaciones
concluyan incriminando al actor no quiere decir que su libertad corra peligro pues en este último
supuesto será el propio Ministerio Público y el Poder Judicial quienes, en pleno ejercicio de su
autonomía y libertad de criterio, determinen la situación jurídica del investigado, no teniendo el
Congreso capacidad de decisión al respecto (Exp. Nº 2175-2002-HC, 14/10/02, P, FJ. 2.b)

807 Función legislativa. Ejercicio no puede configurar abuso del derecho


Al ejercicio soberano de la función legislativa, no se le puede oponer la institución del abuso del
derecho, puesto que el Congreso no actúa ejerciendo un derecho subjetivo, sino cumpliendo la
función legislativa que la Constitución le asigna. Sus decisiones políticas no vulneran ningún dere-
cho, porque se trata de la modificación de una liberalidad consistente en el otorgamiento de la
bonificación extraordinaria conforme a las atribuciones constitucionales del legislador (Exp. Nº
005-2002-AI/TC y acumulados, 10/03/03, P, FJ. 6)

808 Impedimento para ser elegido congresista. Renuncia de autoridades locales y regio-
nales para postular al parlamento
[L]a obligación de renunciar que tienen las autoridades regionales y locales para efectos de partici-
par en un proceso electoral, no es discriminatoria si esta se hace extensiva, o no, para el caso de los
Congresistas, ya que pueden expedirse leyes por la naturaleza de las cosas, pero no por la diferencia
entre las personas (artículo 103 de la Constitución). El Constituyente, en este caso, ha optado por
una fórmula determinada que otorga un estatuto especial a los Congresistas, por su condición de
representantes de la Nación y no de una localidad provincial o distrital, sin que tal circunstancia la
convierta en necesariamente inconstitucional (Exp. Nº 0024-2005-PI, 02/11/05, P, FJ. 28)

809 Impedimento para ser elegido congresista. Renuncia de los alcaldes y presidentes re-
gionales
¿[Q]ué es lo que está deseando el Constituyente derivado básicamente a través de dichas normas
[que modifica los artículos 91, 191 y 194 de la Constitución e imponen la renuncia de los Alcaldes
y Presidentes Regionales 6 meses antes de participar en elecciones]? (...) [G]arantizar la identidad
de oportunidades entre los candidatos, estén estos ejerciendo previamente, o no, un cargo público
(...).
[E]s claro que el impedimento de que los Alcaldes y Presidentes Regionales se mantengan en el
cargo cumplirá el fin deseado por la modificación de la Constitución. Es idónea esta medida para
que se pueda asegurar la transparencia electoral, (...) y ello solo se podrá lograr a través de la
renuncia anticipada de quienes desean participar en una justa electoral y manejan fondos públi-
cos. (...) Es más, la reforma constitucional está logrando subsanar los errores que el originario
artículo 91, inciso 1) de la Constitución establecía, y que impedía postular al Congreso de la
República a todas ‘las autoridades regionales’, sin distinción, por lo que la norma no excluía a los

277
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

consejeros regionales, máxime si las funciones asignadas a estos no conllevaba utilización de fon-
dos públicos. (...) Por lo dicho, la norma cuestionada no efectúa un tratamiento discriminatorio, sino
uno que garantiza la igualdad entre los participantes de la lid electoral.
[Dicha modificatoria constitucional] era el único camino valedero para conseguir el fin perseguido
por la norma. Solo exigiendo la renuncia anticipada de quienes desean postular a los cargos públi-
cos enunciados [como es el Presidente de la República, Vicepresidentes, Congresista de la Repúbli-
ca, Alcalde y Presidente Regional] se estará evitando que se distorsione el sistema electoral y la
posibilidad de incurrir en clientelaje o corrupción. La equiparación de las posiciones de los que
participan en un proceso electoral también se podría lograr a través de una suspensión del ejercicio
del cargo tanto del Presidente Regional como del Alcalde (...). Por ende, la mejor opción legislativa,
y la única que, a entender del Constituyente derivado, permite la equivalencia entre los recursos
que manejen los candidatos a un cargo público, es la utilizada en la reforma constitucional (...).
[La modificación constitucional] no solo no afecta otros bienes o derechos constitucionales, sino por
el contrario, (...) posibilita un verdadero ejercicio democrático de postulación de los ciudadanos a
los cargos públicos. De esta forma, obligarlos a que prescindan de las múltiples ventajas que cuen-
tan los Alcaldes y Presidentes Regionales cuando están [en] sus cargos, permitirá un mejor sistema
de elección. Ello comporta un evidente propósito de justicia; además, la nueva configuración cons-
titucional evitará que quienes se encuentren postulando a un cargo, no puedan descuidarse de las
tareas propias de las funciones que el propio pueblo les encargó a través de un sufragio universal.
(...). En fin, lo que se estará consiguiendo con las modificadas normas de los artículos 91, 191 y 194
de la Constitución es equiparar la situación de las personas que, encontrándose en una situación de
desigualdad fáctica, postulan a un cargo público (Exp. Nº 0024-2005-PI, 02/11/05, P, FJ. 29-32)

810 Incompatibilidades con la función de congresista. Principio de buena administración


[D]etrás de la disposición limitativa del derecho a ejercer libremente la profesión de [algunos fun-
cionarios públicos], se encuentra el principio constitucional de buena administración (…) [D]icho
principio quiere poner en evidencia no solo que los órganos, funcionarios y trabajadores públicos
sirven y protegen al interés general, pues "están al servicio de la Nación" (artículo 39 de la Consti-
tución), sino, además, que dicho servicio a la Nación ha de realizarse de modo transparente. Trans-
parencia que exige que el Estado prevea todos los medios organizacionales, procedimentales y
legales destinados a evitar que determinados funcionarios y trabajadores públicos, con poder de
decisión o influencia en la toma de decisiones trascendentales para la buena marcha de la adminis-
tración, puedan encontrarse restringidos en mayor medida que otros servidores públicos en el
ejercicio de determinados derechos fundamentales. Es el caso, por ejemplo, de quienes ejercen el
cargo de Congresistas, para quienes, de acuerdo con el tercer párrafo del artículo 92 de la Constitu-
ción, su cargo es incompatible con la condición de gerente, apoderado, representante, mandatario,
abogado, accionista mayoritario o miembro del Directorio de empresas que tienen con el Estado
contratos de obras, de suministro o de aprovisionamiento o que administran rentas públicas o
prestan servicios públicos (Exp. Nº 2235-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 10)

811 Información como base del principio democrático. Publicidad en la actuación de los
poderes públicos
[L]a información (...) [está] vinculada a las exigencias mínimas que se desprenden del principio
democrático, (...) [L]a publicidad en la actuación de los poderes públicos debe necesariamente en-
tenderse a modo de regla general, en tanto que el secreto o lo oculto es la excepción en los casos
constitucionalmente tolerados (Exp. Nº 1219-2003-HD, 21/01/04, S2, FJ. 5)

812 Iniciativa legislativa. Como mecanismo de democracia directa o semidirecta


[N]uestra Constitución ha consagrado también determinados mecanismos de democracia directa o
semidirecta como el referéndum, la iniciativa legislativa, la remoción y revocación de autoridades y
la demanda de rendición de cuentas (artículo 31 de la Constitución), que (...) son el complemento
idóneo para dotar de estabilidad a la democracia representativa (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06,
P, FJ. 8)

278
DERECHO CONSTITUCIONAL .

813 Iniciativa legislativa. Ejercicio constitucional por ciudadanos


[C]ualquier persona puede promover la dación de una ley. Sin embargo, esta formulación positiva
de iniciativa legal se debe ver complementada con la posibilidad –también constitucional– de que
se declare su inconstitucionalidad, y retirarla del ordenamiento jurídico (Exp. Nº 00002-2005-AI,
18/02/05, P, FJ. 15)

814 Iniciativa legislativa. Ejercicio constitucional por congresistas


[L]a iniciativa legislativa que ejercieron las congresistas (…), al amparo del primer párrafo del
artículo 107 de la Constitución que les reconoce tal facultad, y que se materializará con el proyecto
de ley (…) al no haber contemplado la creación ni el aumento de gastos públicos en la Ley del
Presupuesto, cuya iniciativa únicamente corresponde al Poder Ejecutivo, conforme lo prevén los
artículos 78 y 79 de la Constitución, y los artículos 27 y 28 de la Ley Nº 26199; ni tampoco haber
previsto créditos suplementarios, habilitaciones y transferencias de partidas, cuya iniciativa tam-
bién es una facultad del Poder Ejecutivo que se encuentra sujeta al mismo procedimiento previsto
para la aprobación de la Ley del Presupuesto, según dispone el artículo 80 de la Carta Magna; no ha
vulnerado ninguno de los preceptos de la Constitución (…) por lo que no se ha incurrido en alguno
de los vicios previstos en el inciso 2 del artículo 21 de la Ley Orgánica de este Tribunal (Exp. Nº
00004-1996-I, 03/01/97, P, FJ. 2.e)

815 Inmunidad parlamentaria. Alcances


[L]a protección contra el arresto solo comienza con la elección, es decir, desde que el Jurado Nacio-
nal de Elecciones proclama al congresista electo. En nuestro ordenamiento jurídico, antes de la
proclamación el candidato no está protegido. Ahora bien, si la protección contra el arresto o deten-
ción, que tiene fundamental incidencia en la conformación del Congreso, solo empieza con la pro-
clamación, entonces, se justifica que la inmunidad de proceso comprenda a los procesos penales
iniciados con posterioridad a la elección, independientemente de la fecha de la comisión del delito
(si el supuesto delito se cometió antes de la proclamación pero no se inició el proceso penal, enton-
ces el congresista electo quedará protegido por la inmunidad de arresto y se deberá solicitar el
levantamiento del fuero parlamentario) (Exp. Nº 0026-2006-PI/TC, 08/03/07, P, FJ. 29)

816 Inmunidad parlamentaria. Casos en los que opera


[U]n análisis lógico permite deducir que la garantía de la inmunidad parlamentaria opera solo res-
pecto de delitos comunes.
[E]n el caso de los delitos funcionales [de los congresistas], sin importar de quién haya provenido la
denuncia, y aun cuando haya sido tramitada, en un inicio, con arreglo al segundo y tercer párrafo
del artículo 16 del Reglamento, el Congreso deberá iniciar la investigación correspondiente confor-
me al artículo 89 del Reglamento, con el propósito de determinar si hay o no lugar a la formación de
la causa, y, consecuentemente, si corresponde o no levantar la prerrogativa del congresista, conce-
bida a estos efectos, ya no como la inmunidad a que hace alusión el artículo 93 de la Constitución,
sino según el contexto del privilegio de antejuicio al que alude el artículo 99 constitucional. De
igual manera, si el Congreso advirtiera que la materia sobre la que versa la denuncia solo puede ser
subsumida en la configuración de un delito común, aun cuando en un inicio el procedimiento haya
sido tramitado como si se tratase de una acusación constitucional, debe limitarse a levantar la
prerrogativa funcional sin formular acusación alguna, pues los casos de delitos comunes no se
encuentran contemplados en el artículo 99 de la Constitución (Exp. Nº 0006-2003-AI, 01/12/03, P,
FJ. 6)

817 Inmunidad parlamentaria. Cuestión política no justiciable


[N]o es inconstitucional per se la interpretación estricta que el propio Congreso hubiese realizado
en una materia que es interna y que tiene visos de ser una cuestión política no justiciable, ya que se
trata de situaciones de excepción. Consecuentemente, este Colegiado estima que, conforme al artí-
culo 93 de la Constitución, caben las dos posibilidades de protección (inmunidad de proceso amplia

279
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

y estricta), y que corresponde al Congreso de la República adoptar cualquiera de ellas conforme a la


natural evolución de las instituciones parlamentarias y al fin constitucional que se persigue (Exp.
Nº 0026-2006-PI/TC, 08/03/07, P, FJ. 27)

818 Inmunidad parlamentaria. Definición


[L]a inmunidad parlamentaria es una prerrogativa de los miembros del Poder Legislativo, consis-
tente en la imposibilidad que sean procesados o detenidos salvo flagrante delito previo levanta-
miento de la inmunidad por parte del correspondiente Poder Legislativo. De este modo, se configura
como un impedimento procesal para la apertura de la instrucción penal, cuya estricta observancia
constituye un elemento de especial importancia del procedimiento preestablecido por la ley y, desde
tal perspectiva, como atributo integrante del derecho al debido proceso (Exp. Nº 1011-2000-HC,
18/01/01, P, FJ. 1)
Los Congresistas gozan también de la inmunidad parlamentaria prevista en el último párrafo del
artículo 93 de la Constitución y cuyo procedimiento de levantamiento se encuentra regulado en el
artículo 16 del Reglamento del Congreso. Se trata de una garantía procesal penal de carácter polí-
tico de la que son titulares los cuerpos legislativos de un Estado a favor de sus miembros, de forma
tal que estos no puedan ser detenidos ni procesados penalmente, sin la aprobación previa del Par-
lamento. Su objeto es prevenir aquellas detenciones o procesos penales que, sobre bases estricta-
mente políticas, pretendan perturbar el debido funcionamiento del Congreso o alterar su conforma-
ción.
Una vez determinada la ausencia de toda motivación política en la acusación, el Congreso tiene el
deber de levantar la inmunidad al imputado.
Debe precisarse que el constituyente ha extendido la garantía de la inmunidad parlamentaria al
Defensor del Pueblo (artículo 161) y a los miembros del Tribunal Constitucional (artículo 201) (Exp.
Nº 0006-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 5)

819 Inmunidad parlamentaria. Garantía institucional


Si la finalidad de la inmunidad parlamentaria está destinada fundamentalmente a la constitución y
funcionamiento del Congreso, entonces, la inmunidad no puede considerarse como un derecho o
una prerrogativa individual de los congresistas, sino como una garantía institucional del Parlamen-
to que protege la función congresal y al propio Poder Legislativo; es decir, se trata de una prerroga-
tiva institucional (Exp. Nº 0026-2006-PI/TC, 08/03/07, P, FJ. 15)

820 Inmunidad parlamentaria. Levantamiento de inmunidad justifica distinciones


[C]omo se ha expresado, la diferenciación realizada por el Reglamento del Congreso, respecto a
parlamentarios a los que se les ha iniciado el procedimiento de levantamiento de inmunidad y a
otros a quienes no se le ha sometido a tal procedimiento es totalmente razonable y plenamente
compatible con el fortalecimiento del principio democrático en el ejercicio de la función congresal,
de conformidad con el artículo 43 de la Norma Fundamental (Exp. Nº 0026-2006-PI/TC, 08/03/07,
P, FJ. 39)

821 Inmunidad parlamentaria. Límites en caso de delito flagrante


[Si] se aprecia que la detención del Congresista beneficiario se produjo en situación de flagrancia
delictiva y que fue puesto, en el término de la distancia, a disposición del Congreso de la República,
[se actuó] conforme lo establece el artículo 93, tercer párrafo, de la Constitución Política del Estado
(Exp. Nº 0509-2001-HC, 31/05/01, Res., FJ. 2)
[E]l delito flagrante se constituye en un límite a la inmunidad parlamentaria de los congresistas
(artículo 93 de la Constitución) (Exp. Nº 0019-2005, 21/07/05, P, FJ. 39)

280
DERECHO CONSTITUCIONAL .

822 Inmunidad parlamentaria. Oportunidad de su levantamiento y plazo razonable de


duración del proceso penal
[L]a regla constitucional es clara al establecer que es indispensable la autorización del Congreso de
la República para procesar penalmente a un Congresista de la República. Sin embargo, es posible
diferenciar dentro de esta situación dos supuestos. El primero, cuando el proceso penal se pretende
iniciar con posterioridad a la elección del Congresista denunciado. En este caso, siempre será nece-
sario, para procesar al Congresista, requerir que el Congreso de la República levante la inmunidad
parlamentaria y autorice el procesamiento.
El segundo supuesto, es aquel en el que a un ciudadano se le procesa y durante ese lapso resulta
electo. En este caso, también se deberá solicitar el levantamiento de la inmunidad parlamentaria
del Congresista electo, para procesarlo, salvo el caso de que el proceso penal venga durando en
exceso (en este caso doce años y todavía se encuentra en primera instancia), y existan pendientes
de resolver pedidos de extinción de la acción penal que favorezcan al Congresista de la República.
En efecto, no habría necesidad de solicitar el levantamiento de la inmunidad si es manifiesta la
extinción de la acción penal, puesto que en este caso el proceso penal debe archivarse (Exp. Nº
5291-2005-HC, 21/10/05, P, FJs. 24 y 25)
La inmunidad protege al Congresista y permite que el Congreso de la República ejerza el normal
desarrollo de sus funciones. Es por ello que resulta razonable que, cuando se trate de casos como el
presente, en que no se cumple con el test de razonabilidad del plazo en que se desarrolla un proceso
penal, y que se encuentren pendientes de resolver pedidos de prescripción de la acción o de mani-
fiesta extinción de la misma, el Juez deberá resolverlas (así se ha verificado en el presente caso con
la excepción de prescripción), sin necesidad de iniciar el pedido de levantamiento de la inmunidad
parlamentaria.
Esta situación se justifica en que si la extinción de la acción penal es favorable al Congresista,
carece de objeto iniciar el mencionado trámite parlamentario puesto que el proceso penal debe
archivarse, y porque, además, de este modo se permite que el Congresista de la República siga
gozando de la inmunidad parlamentaria. En caso de ser denegada la extinción de la acción penal,
entonces sí será necesario solicitar el pedido de levantamiento, puesto que en tal situación debe
continuarse con su procesamiento, sea para absolverlo o para condenarlo (Exp. Nº 5291-2005-HC,
21/10/05, P, FJs. 26 y 27)

823 Inmunidad parlamentaria. Restricción justificada


[E]n lo que concierne a la supuesta limitación inconstitucional de la función congresal (artículo 92
de la Norma Fundamental), este Colegiado estima que tal restricción tiene una justificación objetiva
y razonable, debido a que quienes ejercen las funciones de fiscalización en un órgano político como
el Congreso, no deben tener cuestionamiento alguno que se encuentre pendiente de resolver, medi-
da que persigue la recuperación de la legitimidad ciudadana del Parlamento (Exp. Nº 0026-2006-PI/
TC, 08/03/07, P, FJ. 37)

824 Inmunidad parlamentaria. Rol del Congreso en su levantamiento


[A] diferencia de lo que ocurre con el privilegio del antejuicio político, en el procedimiento para el
levantamiento de la inmunidad parlamentaria, el Congreso no asume un rol acusatorio, sino estric-
tamente verificador de la ausencia de contenido político en la acusación. En estos casos, el Parla-
mento no pretende acreditar la responsabilidad penal del recurrente, sino, tan solo, descartar los
móviles políticos que pudieran encontrarse encubiertos en una denuncia de "mera apariencia penal"
(Exp. Nº 0006-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 6)

825 Inmunidad parlamentaria. Solo respecto de delitos comunes


La inmunidad parlamentaria opera tan solo respecto de delitos comunes; para los funcionales existe
la acusación constitucional, prevista en el artículo 99 de la Constitución y desarrollada en el artícu-
lo 89 del Reglamento del Congreso (Exp. Nº 0026-2006-PI/TC, 08/03/07, P, FJ. 14)

281
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

826 Juicio político. Ámbito material de la inhabilitación política


En el aspecto sustantivo [material], los efectos de la inhabilitación impiden al funcionario público
sancionado ejercer el derecho de sufragio (elegir y ser elegido), el derecho de participación y el
derecho a fundar, organizar, pertenecer o representar a una organización o partido político, movi-
miento o alianza (Exp. Nº 3760-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 20)

827 Juicio político. Ámbito temporal de la inhabilitación política


Dentro del ámbito temporal, el Congreso de la República puede inhabilitar al funcionario público
"hasta por diez años" (artículo 100 de la Constitución), lo cual implica que el Congreso tiene discre-
cionalidad, dentro de los límites que establece la Constitución y el Reglamento del Congreso, para
definir el tiempo durante el cual el funcionario quedará inhabilitado para ejercer sus derechos
políticos.
(...) [E]sta limitación en el ejercicio de toda función pública no afecta al contenido constitucional-
mente protegido de dicho derecho, porque su imposición es razonable y proporcional al daño cons-
titucional cometido. Atribución que el poder constituyente le otorga al Congreso de la República en
la Constitución Política, en tanto que él ocupa, dentro del ordenamiento constitucional, una función
de tutela de los principios y valores democráticos (Exp. Nº 3760-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 21)

828 Juicio político. Ámbitos de la inhabilitación política


[L]a inhabilitación política incide sobre estos derechos en dos ámbitos: material y temporal (Exp. Nº
3760-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 20)

829 Juicio político. Audiencia única como unidad en la tramitación


[E]ste Colegiado, estima que cuando el Reglamento del Congreso establece que se efectuará una
audiencia única, ello no quiere decir que tal audiencia no pueda tener varias sesiones. En efecto, la
idea de audiencia única se refiere a la unidad en la tramitación de diversas actuaciones probatorias;
así por ejemplo, declaraciones testimoniales, informes periciales, defensa de los denunciados, entre
otras (Exp. Nº 3593-2006-AA/TC, 04/12/06, P, FJ. 17)

830 Juicio político. Clases de sanciones políticas


Tanto del artículo 100 de la Constitución como del artículo 89 del Reglamento del Congreso se
infiere que el Congreso de la República puede imponer, luego de realizado el procedimiento de
acusación constitucional, sanciones políticas que pueden manifestarse de tres formas: 1) la sus-
pensión, 2) la inhabilitación o 3) la destitución del funcionario público (Exp. Nº 3760-2004-AA,
18/02/05, P, FJ. 15)

831 Juicio político. Como procedimiento parlamentario


[N]uestra Constitución Política vigente, a diferencia de anteriores Constituciones, no ha consagrado
única y exclusivamente la institución del llamado "Antejuicio [Político] Constitucional", como un
procedimiento destinado a determinar la procedencia de un juzgamiento penal de funcionarios de
alto rango por ante el Poder Judicial, previa habilitación del Congreso de la República, sino que a su
vez ha reconocido la existencia de un auténtico "Juicio Político", que supone la potestad de procesa-
miento y sanción de la que privativamente está investido el Congreso, en los casos específicos de
infracción de la Constitución por funcionarios de alto rango y en la que, en principio, no interviene
en lo absoluto el Poder Judicial (Exp. Nº 0340-1998-AA, 10/07/98, P, FJ. 6)

832 Juicio político. Criterios para la inhabilitación


[L]a propia Norma Fundamental ha previsto ciertos parámetros para la imposición de las sanciones.
En efecto, por ejemplo, la inhabilitación solo tendrá una duración máxima de diez años. Es claro que
bajo los criterios de razonabilidad y proporcionalidad y atendiendo a la gravedad, circunstancias y
otros factores, el Congreso de la República determinará la sanción a imponer y de ser el caso la

282
DERECHO CONSTITUCIONAL .

duración de la suspensión o inhabilitación. Por tanto, el Tribunal Constitucional no encuentra vio-


lación al principio de legalidad (Exp. Nº 3593-2006-AA/TC, 04/12/2006, P, FJ. 10)

833 Juicio político. Derecho de sufragio y no sujeción al mandato imperativo


[U]na sanción de inhabilitación derivada de un juicio político no implica per se una violación al
derecho de sufragio –de ser elegido como parlamentario–, ya que constituye, considerando la grave-
dad de la infracción constitucional, una restricción legítima a dicho derecho. Igualmente tampoco
estima este colegiado que en el caso de autos la sanción viole el principio de no sujeción al mandato
imperativo, porque si bien los Congresistas tienen dicha prerrogativa, ésta no los autoriza ni mucho
menos protege de las sanciones derivadas de cometer infracciones a la Constitución (Exp. Nº 3593-
2006-AA/TC, 04/12/2006, P, FJ. 22)

834 Juicio político. Garantías se adaptan al órgano


[S]i bien las garantías judiciales son aplicables a todos los órganos del Estado que ejerzan material-
mente funciones jurisdiccionales, también es cierto que tales garantías se aplican con las adaptacio-
nes necesarias según el tipo de órganos estatales y procedimientos de que se traten, obviamente sin
desnaturalizar la garantía (Exp. Nº 3593-2006-AA/TC, 04/12/2006, P, FJ. 14)

835 Juicio político. Imparcialidad


Como hemos señalado, las garantías judiciales, entre ellas la imparcialidad de los juzgadores, se
adaptarán a las particularidades del juicio político. En el presente caso, es evidente que el órgano
que impone la sanción es un órgano político y que sus integrantes, antes que jueces, son parlamen-
tarios. Sin embargo, cuando participan en los procedimientos de acusación constitucional y juicio
político deben respetar la garantía judicial de imparcialidad (Exp. Nº 3593-2006-AA/TC, 04/12/06,
P, FJ. 19)

836 Juicio político. Independencia de la sanción política respecto de la penal


[L]a función congresal sancionadora, prevista en el primer párrafo del artículo 100 de la Constitu-
ción, no solo puede ser ejercida en aquellos casos en los que exista una sentencia condenatoria
emanada del Poder Judicial, por los delitos funcionales en que incurran los funcionarios previstos
en su artículo 99, sino también en los casos en que se configuren responsabilidades eminente-
mente políticas, aun cuando no exista la comisión de un delito de por medio. Y es que si bien la
función punitivo-jurisdiccional es privativa del Poder Judicial (aquella que puede sancionar sobre
la base de la "razón jurídica"), la función político-punitiva (aquella que puede sancionar sobre la
base de la "razón política") no lo es. Y no podría serlo, pues justamente el principio de separación
de poderes es el que garantiza la ausencia de toda valoración política en las decisiones del Poder
Judicial (Exp. Nº 0006-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 18)

837 Juicio político. Infracción grave


[E]s evidente que, en el contexto de un Estado constitucional de Derecho, las conductas políticas
destinadas a socavar y destruir la separación, control y balance entre los poderes del Estado
(artículo 43 de la Constitución), así como la independencia funcional de los órganos jurisdicciona-
les (artículo 139 inciso 2 de la Constitución), y con ello, el sistema democrático mismo (artículo
45 de la Constitución), constituye una infracción grave a la Constitución (Exp. Nº 3593-2006-AA/
TC, 04/12/06, P, FJ. 13)

838 Juicio político. Inhabilitación política


La inhabilitación política despliega sus efectos sobre los derechos políticos que son aquellos me-
diante los cuales los ciudadanos participan en la formación y dirección de las actividades del Estado;
son, por tanto, derechos que permiten a los ciudadanos participar en la vida política y pública (Exp.
Nº 3760-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 19)

283
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

839 Juicio político. Inhabilitación política en razón del ejercicio de un cargo público
[S]i bien es cierto constituye un requisito indispensable para ser pasible de la sanción de inhabilita-
ción, prevista en el artículo 100 de la Constitución, el ser uno de los funcionarios previstos en el
artículo 99 de la Constitución, ello no implica, necesariamente, que el funcionario acusado deba
encontrarse en ejercicio de sus funciones, sino que los delitos de función y la infracción constitucio-
nal que son materia de acusación hayan tenido lugar con ocasión de haber ocupado el cargo público.
Ello es aún más evidente en el caso del Presidente de la República, pues, de acuerdo con el artículo
117 de la Constitución, el Presidente de la República solo puede ser acusado, durante su mandato,
por traición a la patria, por impedir las elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales o
municipales, por disolver el Congreso, salvo en los casos previstos en el artículo 134 de la Consti-
tución, y por impedir su reunión o funcionamiento, o los del Jurado Nacional de Elecciones y otros
organismos del sistema electoral.
Por tanto, las acusaciones que se fundamentan en la comisión de otros delitos e infracciones cons-
titucionales tendrán lugar, evidentemente, una vez que el Presidente de la República ha concluido
su mandato constitucional o cuando se declara la vacancia de la Presidencia de la República de
acuerdo con el artículo 113 de la Constitución Política (Exp. Nº 3760-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 10)

840 Juicio político. Inhabilitación política sujeta a la razonabilidad constitucional


[C]abe señalar que la inhabilitación política es una sanción política discrecional pero sujeta a crite-
rios de razonabilidad constitucional, que impone el Congreso de la República. Esto lo hace distinta,
precisamente por su naturaleza, a la inhabilitación penal (prevista en el artículo 36 del Código
Penal) y a la inhabilitación administrativa (según establece el artículo 30 de la Ley de la Carrera
Administrativa, el artículo 159 de su Reglamento y la Ley Marco del Empleo Público), las cuales son
de carácter estrictamente jurídicos (...).
[L]a inhabilitación política es una sanción política que impone el Congreso de la República a los más
altos funcionarios del Estado comprendidos en el artículo 99 de la Constitución por infracción a la
Constitución y por los delitos competidos en el ejercicio de sus funciones, los mismos que solo
comportan una restricción en el ejercicio de los derechos políticos del funcionario que sea sanciona-
do (Exp. Nº 3760-2004-AA, 18/02/05, P, FJs. 17 y 18)
[L]a facultad de imponer sanciones políticas por parte del Congreso es una facultad privativa y
discrecional de él: pero, tal discrecionalidad es posible solo dentro de los límites que se derivan de
la propia Constitución y del principio de razonabilidad y proporcionalidad (Exp. Nº 3760-2004-AA,
18/02/05, P, FJ. 24)

841 Juicio político. Motivación por remisión


[L]a Resolución Legislativa del Congreso Nº 003-2001-CR, que inhabilita a las recurrentes, es un
acto parlamentario con efectos particulares. Este tipo de fuentes normativas con rango de ley no
tienen parte considerativa sino solo resolutiva, como los textos legales, porque la fundamentación
de la sanción consta en el Informe Final de la Acusación Constitucional que se debate y aprueba en
el Pleno del Congreso de la República. Al respecto, este Colegiado ha admitido la figura de la
motivación por remisión. En el caso concreto, existiendo la debida fundamentación de la sanción en
el Informe Final de la acusación constitucional, el Tribunal Constitucional estima que no se ha
afectado el derecho fundamental al debido proceso en su manifestación de la debida motivación
(Exp. Nº 3593-2006-AA/TC, 04/12/06, P, FJ. 16)

842 Juicio político. Naturaleza


[N]uestra Constitución reconoce la existencia de un juicio político destinado a sancionar las infrac-
ciones a la Constitución. Es decir, todas aquellas violaciones a los bienes jurídicos-constitucionales
establecidos en la Constitución, que no sean materia de protección y sanción –en caso de su incum-
plimiento– por norma legal alguna. Con esto, se busca proteger la Constitución evitando la impuni-
dad de quienes la violen por medios no previstos ni sancionados en la ley. Ello es así en la medida

284
DERECHO CONSTITUCIONAL .

que el carácter normativo de la Constitución determina que las infracciones a su texto sean proscri-
tas en todos los ámbitos, y en especial en el público. Para ello, la propia Constitución ha diseñado un
mecanismo de sanción política para los más altos funcionarios de la República por infracción de la
Constitución (Exp. Nº 3593-2006-AA/TC, 04/12/2006, P, FJ. 8)

843 Juicio político. Naturaleza de la responsabilidad


Para el caso particular del juicio político tal responsabilidad no es otra que la política. Por tanto, así
como en el caso de un delito el juez penal debe hacer una tarea de subsunción de los hechos en el
tipo penal establecido en la ley, en el caso del juicio político el Congreso de la República tiene la
tarea de encuadrar los hechos y establecer su relación directa con la norma constitucional perti-
nente, a fin de configurar la infracción constitucional, según el caso (Exp. Nº 3593-2006-AA/TC,
04/12/2006, P, FJ. 9)

844 Juicio político. Variables frente al antejuicio político


[S]i coexisten en nuestro ordenamiento ambos institutos, "Antejuicio [Político] Constitucional" y
"Juicio Político", pueden presentarse en la práctica hasta tres variables: a). Puede haber casos en los
que el Congreso de la República, sin estimar que hubo infracción a la Constitución empero si la
comisión de delitos por parte de funcionarios de alto rango, disponga ponerlos a disposición del
Fiscal de la Nación con el objeto de que este último formule denuncia ante la Corte Suprema, quien
a su vez resolverá sobre su juzgamiento o, en su caso, sanción, b). Puede haber casos en los que el
Congreso, sin estimar que hubo conductas de tipo penal por parte de los altos funcionarios, quienes
por tanto no se encuentran en condición de sometimiento a la vía penal, les imponga empero,
sanciones de suspensión, inhabilitación o destitución, tras haber infringido la Norma Fundamental,
y c). Puede haber casos en los que el Congreso de la República, además de sancionar aquellos
funcionarios de primer nivel, por infringir la Constitución, disponga concurrentemente y como
consecuencia de haberse determinado su responsabilidad penal, se les ponga a disposición del
Fiscal de la Nación a efectos de promover la denuncia correspondiente en la vía judicial penal (Exp.
Nº 0340-1998-AA, 10/07/98, P, FJ. 8)

845 Mandato legislativo. Sanciones disciplinarias


[E]l artículo 95 de la Constitución tiene por objeto el control del orden y disciplina parlamentaria;
planteando para tal efecto la posibilidad de suspensión en la función congresal hasta por 120 días
de legislatura; en tanto que el artículo 100 tiene por objeto el control de la conducta constitucional
del Estado, el cumplimiento regular de los deberes funcionales y sobre la conducta punible de los
altos funcionarios de la República; estableciendo por dicho motivo la atribución a favor del Congre-
so de la República, de la suspensión del funcionario acusado constitucionalmente hasta por el lapso
de diez años.
En razón de lo expuesto la imputación del delito funcional es un elemento constituido para la
sanción de suspensión (Exp. Nº 0825-2003-AA, 10/10/03, S2, FJ. 3, FV. mag. García Toma)

846 Promulgación de las leyes. Como control político - preventivo de constitucionalidad


de las leyes
[A]un cuando en nuestro ordenamiento no se encuentra previsto un control jurisdiccional-preven-
tivo de constitucionalidad de la leyes, existe, sin embargo, de conformidad con el artículo 108 de la
Constitución, la obligación del Congreso de la República y del Poder Ejecutivo de ejercer ese control
en un nivel político-preventivo, para cuyos efectos tienen la obligación de observar los criterios
vinculantes sentados por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional; máxime en aquellos asuntos
relacionados con el diseño de la política criminal y legislativa del Estado orientada a enfrentar
aquellos hechos delictivos que, como los actos de corrupción, afectan la estabilidad, la seguridad, la
justicia y la paz ciudadanas en las que se sustenta todo Estado social y democrático de derecho (Exp.
Nº 00019-2005-PI, 21/07/05, P, FJ. 67)

285
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

847 Promulgación de las leyes. Como parte del procedimiento legislativo


La promulgación de la ley, según el artículo 108 de la Constitución, es realizada por el Presidente de
la República, dentro del plazo de quince días desde que esta es remitida por el Congreso de la
República.
Dicha promulgación forma parte del procedimiento legislativo, ya que pertenece a la fase integra-
dora de su eficacia, conjuntamente con la publicación. Quien lo hace, por ese mero hecho, no
participa en el ejercicio de la función legislativa (...) [L]a ley tiene la condición de tal una vez que ha
quedado sancionada por el propio Congreso de la República, y no porque ella haya sido promulgada
por el Presidente de la República. Sin embargo, la sola sanción de la misma no basta para que ella
rija y, por consiguiente, sea obligatoria, ya que como lo disponen los artículos 108 y 109 de la
Constitución, es necesario que esta sea promulgada y publicada (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/
02, P, FJ. 21)

848 Promulgación de las leyes. Obligatoriedad de la ley


[E]s conveniente advertir que su obligatoriedad [de la ley] no depende exactamente de su promul-
gación, sino que se deriva directamente de los artículos 51 y 109 de la Constitución, el último de los
cuales señala que "La ley es obligatoria desde el día siguiente de su publicación en el diario oficial".
En razón de lo expuesto, la obligatoriedad de la ley es únicamente consecuencia de su publicación
en el diario oficial (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 24)

849 Promulgación de las leyes. Promulgación de una Constitución


[L]a promulgación de una Constitución, por su propia naturaleza, es un asunto que solo lo puede
realizar el poder constituyente. Y cuando dicho poder ordena que la promulgación de la nueva
Constitución la realice un poder constituido, este mandato no tiene sino un valor simbólico, que no
afecta en nada a su obra (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 27)

850 Promulgación de las leyes. Supresión de firma de ex Presidente de la Constitución de


1993
[L]a supresión de la firma del ex presidente (…) Fujimori es jurídicamente viable y de ningún modo
borra los efectos, en lo simbólico que pueda tener su firma, de la promulgación de la Constitución de
1993. En primer lugar, porque ninguna ley puede borrar los hechos que sí ocurrieron, y ocurrió que
la Constitución fue promulgada por el CCD y que ella fue firmada por [el ex presidente]. En segundo
lugar, porque la justificación o causa para retirar la firma del [ex presidente], según la ley impugna-
da, es su incapacidad moral, la misma que fue declarada 6 años después que el Presidente suscribie-
ra la Constitución: su incapacidad moral –al tiempo de suscribir la Constitución– no está, pues,
declarada por ley alguna (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 28)
[L]a promulgación de la Constitución de 1993, por [el ex presidente] Fujimori, jurídicamente es
irrelevante, pues este no tenía, en diciembre de 1993, la condición formal de Presidente "Constitu-
cional" de la República. Por consiguiente, la supresión de [dicha] firma (…) en el texto de la Cons-
titución de 1993, constituye un acto jurídico lícito que no tiene el efecto de "despromulgarla" (Exp.
Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 29)

851 Proyecto de ley. Concreción en ley


[U]n proyecto de ley (...), para convertirse en ley, deberá pasar por el correspondiente procedimien-
to legislativo cuya concreción en ley es incierta (Exp. Nº 04057-2004-AA, 28/01/05, P, FJ. 8)

852 Proyecto de ley. Encargo a comisiones ad hoc de proyecto de ley


[L]a designación de una Comisión ad hoc para elaborar proyectos legislativos y los especialistas que
la puedan conformar, no es un tema vinculado con el significado constitucional del principio de
separación de funciones en el Estado Democrático de Derecho. En efecto, las comisiones ad hoc que
puedan conformarse con el objeto de preparar anteproyectos de textos legislativos, no tienen la

286
DERECHO CONSTITUCIONAL .

capacidad de aprobarlos y menos de promulgarlos. Su labor se limita a proponer un anteproyecto de


Decreto Legislativo, cuya aprobación y promulgación corresponde en última instancia al Poder
Ejecutivo (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 4).

853 Proyecto de ley. Infracción del procedimiento legislativo


[Se incurriría en una infracción constitucional de forma para la aprobación de un proyecto de ley
c]uando se produce el quebrantamiento del procedimiento legislativo previsto en la Constitución
para su aprobación. Dicho evento tendría lugar, por ejemplo, si, fuera de las excepciones previstas
en el Reglamento del Congreso de la República, un proyecto de ley es sancionado sin haber sido
aprobado previamente por la respectiva Comisión dictaminadora, tal como lo exige el artículo 105
de la Constitución (Exp. Nº 00020-2005-AI y acumulados, 27/09/05, P, FJ. 22.a)

854 Proyecto de ley. Iniciativa de las comisiones del Congreso


La autorización para que una de las Comisiones del Congreso de la República se dedique al estudio
y diseño de un proyecto de ley, cualquiera sea la materia sobre la que verse, no es un asunto vedado
por la Constitución (Exp. Nº 00014-2005-PI, 21/01/02, P, FJ. 31)

855 Proyecto de ley. Necesidad de aprobación por comisión dictaminadora


[S]egún señala el artículo 105 de la Constitución, "Ningún proyecto de ley puede sancionarse sin
haber sido previamente aprobado por la respectiva Comisión dictaminadora, salvo excepción seña-
lada en el Reglamento del Congreso de la República". Y según establecen los artículos 72 y 73 del
mismo Reglamento, la aprobación de leyes de reforma constitucional debe realizarse de conformi-
dad con el procedimiento legislativo, que incluye su estudio en Comisiones. No en cualquier clase
de comisiones, sino, como señala el artículo 77 del mismo Reglamento, en aquella que le correspon-
da en aplicación del criterio de especialización. Y lo razonable, si es que la opción adoptada ha sido
que una Comisión del Congreso realice la tarea de proponer un Proyecto de Ley de Reforma Total de
la Constitución, es que esa Comisión no sea otra que la de Constitución, Acusaciones Constitucio-
nales y Reglamento del Congreso de la República (Exp. Nº 00014-2005-PI, 21/01/02, P, FJ. 31)

856 Proyecto de ley. Proyecto de ley de reforma de la Constitución


[E]l encargo del Congreso de la República a una de sus comisiones para que proponga un mero
Proyecto de Ley de Reforma Total de la Constitución no requiere de autorización previa mediante
una ley ordinaria, dado que la elaboración de un proyecto, cualquiera sea la materia que se trate, es
un tema que incumbe al Congreso de la República y, como es obvio, su tratamiento ya se encuentra
regulado en su Reglamento, que también es una fuente que tiene rango de ley (Exp. Nº 00014-
2005-PI, 21/01/02, P, FJ. 11)

857 Reglamento del congreso. Principio de igualdad


La igualdad, además de ser un derecho fundamental, es también un principio rector de la organiza-
ción del Estado Social y Democrático de Derecho y de la actuación de los poderes públicos. Por eso,
su cumplimiento debe ser algo esencial en una norma como el Reglamento del Congreso (Exp. Nº
0026-2006-PI/TC, 08/03/07, P, FJ. 36)

858 Reglamento del Congreso. Rango de Ley


[T]al como lo establece expresamente el inciso 4) del artículo 200 de la Constitución, (...) [el Tribu-
nal Constitucional] es competente para controlar la constitucionalidad del Reglamento del Congre-
so. En efecto, toda diferencia doctrinaria que pudiera existir respecto al lugar que ocupa el Regla-
mento del Congreso en el sistema de fuentes del derecho, no tiene lugar en el ordenamiento jurídico
peruano, ya que la propia Carta Fundamental, en la disposición recién citada, ha establecido que
dicha norma tiene rango de ley. Se trata, pues, de una fuente primaria del derecho y, como tal, solo
se somete a la Constitución (Exp. Nº 0006-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 1)

287
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

859 Reglamento del Congreso. Regulación de todas las actividades congresales


[A]l aprobarse por el Congreso un proyecto de Constitución, tal aprobación (...) [no puede realizar-
se] sin observarse las reglas o las del Reglamento del Congreso, pues sucede que, en su condición
de poder constituido, toda su actividad, incluso cuando elabora simples proyectos, debe realizarse
conforme al ordenamiento jurídico (Exp. Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 119)

POLÍTICA NACIONAL DE SALUD

860 Política nacional de salud. Ejecución presupuestal como inversión social


Es importante que la ejecución presupuestal en las políticas sociales [Política nacional de salud]
deje de ser vista como un mero gasto y se piense, más bien, en inversión social en aras del cumpli-
miento de un fin comunitario. Únicamente cuando todos los ciudadanos gocen de garantías míni-
mas de bienestar, podrán realizar satisfactoriamente sus planes de vida y, por consiguiente, brindar
un mejor aporte a la sociedad en su conjunto, lográndose, de este modo, un mayor desarrollo como
país.
La Constitución de 1993, en sus artículos 7 y 9, establece que todos tienen derecho a la protección
de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad, así como el deber de contribuir a su promo-
ción y defensa, siendo responsabilidad del Estado determinar la política nacional de salud, al igual
que normar y supervisar su aplicación (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJs. 44 y 46)

861 Política nacional de salud. Ejecución presupuestal de la política sobre el VIH/SIDA


La inversión social (...) no se restringe a la atención de la persona ya infectada con VIH/SIDA,
buscando paliar los efectos de la enfermedad, de modo tal que dicho individuo continúe aportando
socialmente a través de sus capacidades, sino que se debe contar con un enfoque mayor en la etapa
de prevención de la enfermedad, mediante programas de educación sexual e información pública
sobre las consecuencias que genera la enfermedad, tanto en la persona como en la sociedad (Exp. Nº
2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 45)
Es necesario (...) recomendar acciones concretas por parte del Estado para la satisfacción de estos
derechos [sociales, como es el caso de la salud], sea a través de acciones legislativas o de ejecu-
ción de políticas (...) en la medida en que el Ministerio de Salud viene implementando acciones
concretas para la ejecución del Plan de Lucha contra el SIDA (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04,
S1, FJ. 49)

862 Política nacional de salud. Necesidad de acciones concretas del Estado


Si bien es cierto que en el caso de países en desarrollo, como el nuestro, resulta difícil exigir una
atención y ejecución inmediata de las políticas sociales [Política nacional de salud] para la totalidad
de la población, este Tribunal reitera que tal justificación es válida solo cuando se observen concre-
tas acciones del Estado para el logro de resultados; de lo contrario, esta falta de atención devendría
en situaciones de inconstitucionalidad por omisión (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 39)
[L]os derechos sociales, como es el caso de la salud pública, no representan prestaciones específicas
por sí mismas, pues dependen de la disponibilidad de medios con que cuente el Estado, lo que, sin
embargo, de ninguna manera puede justificar la inacción prolongada, como se ha subrayado en los
fundamentos anteriores, ya que ello devendría en una omisión constitucional (Exp. Nº 2945-2003-
AA, 20/04/04, S1, FJ. 49)

863 Política nacional de salud. Noción de atención integral


La atención integral de una enfermedad –conforme se ha establecido mediante ley– debe entender-
se como la provisión continua de la totalidad de requerimientos médicos (exámenes, medicinas,
etc.) para superar sus consecuencias (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 48)

288
DERECHO CONSTITUCIONAL .

864 Política nacional de salud. Política sobre el VIH/SIDA


Es innegable que en el caso de las personas diagnosticadas con VIH/SIDA y que padecen de la
enfermedad, se carece de realismo al reconocerles algún estado de libertad o autonomía personal
cuando la falta de recursos económicos –como en el caso de la recurrente– no les permite costear su
tratamiento y conllevar las implicancias de esta enfermedad con dignidad.
Únicamente mediante un tratamiento adecuado y continuo pueden reducirse las manifestaciones
no solo físicas, sino psicológicas de la enfermedad, logrando que en muchos casos el normal desen-
volvimiento de las actividades del paciente no se vea afectado en un lapso de tiempo mayor que en
aquellos casos donde la asistencia médica es casi nula. Es en este último caso donde la dignidad, la
libertad y la autonomía de la persona se ven afectadas a consecuencia del deterioro de la salud y
riesgo de vida del paciente, tornando a estos individuos en una suerte de parias sociales, lo que de
ninguna manera puede ser admitido desde el punto de vista constitucional (Exp. Nº 2945-2003-AA,
20/04/04, S1, FJ. 22)
[D]adas las dificultades para la provisión de medicinas esenciales para el tratamiento de enferme-
dades como el VIH/SIDA, es recomendable que el Estado peruano, dentro de su política de salud
concerniente a la prevención y protección contra el SIDA, y como sujeto de derechos y deberes
como país miembro de la OMC, utilice el máximo de provisiones y medidas que mediante una
interpretación flexible del tratado sobre protección a la propiedad intelectual, claro está, dentro de
los márgenes establecidos en el acuerdo del DOHA, le permita el cumplimiento de sus objetivos
trazados en su política de salud (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04, S1, FJ. 41)

865 Política nacional de salud. Respeto de la dignidad de persona como base


[T]oda política pública [como la Política nacional de salud] nace de obligaciones objetivas concretas
que tienen como finalidad primordial el resguardo de derechos tomando como base el respeto a la
dignidad de la persona, y que en el caso de la ejecución presupuestal para fines sociales, esta no
debe considerarse como un gasto sino como una inversión social (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/
04, S1, FJ. 18)

PREÁMBULO

866 Preámbulo. Fuerza normativa


La Constitución, (...) no es solo "una" norma, sino, en realidad, un "ordenamiento", que está integra-
do por el Preámbulo, sus disposiciones con numeración romana y arábica, así como por la Declara-
ción sobre la Antártida que ella contiene. Toda ella comprende e integra el documento escrito
denominado "Constitución Política de la República del Perú" y, desde luego, toda ella posee fuerza
normativa, aunque el grado de aplicabilidad de cada uno de sus dispositivos difiera según el modo
cómo estén estructurados (Exp. Nº 0005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 21)

867 Preámbulo. Invocación a Dios y a las generaciones pasadas


La Constitución (...) al reconocer que la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad
son el fin supremo de la sociedad y del Estado, capta al ser humano no solo como ser "racional", sino
también aprehende la conditio humana desde el lado emocional o "irracional". Lo cual se refleja
claramente cuando se invoca a Dios o se evoca el sacrificio de las generaciones anteriores en el
Preámbulo de nuestra Constitución (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 2)

868 Preámbulo. Noción de patria


La idea de patria tiene connotaciones cívico-sociológicas. Ellas implican una suerte de amor al
suelo, donde uno ha nacido, a un pasado común y sus tradiciones. En ese sentido, dicha noción no
se agota en el sentimiento de afecto al lugar que nos cobija, sino que trasciende hacia los hombres
que la "nutrieron" con su ejemplo y conducta. Surge como consecuencia de las experiencias de los

289
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

años formativos en la niñez y la juventud, y por la adhesión elemental al medio en donde nuestros
antepasados forjaron nuestro presente y las nuevas generaciones construyen el futuro.
(...) La patria se traduce en el culto a los mártires y héroes defensores del suelo y su destino, así
como en la exaltación y veneración cívica de las tradiciones forjadas en la interacción social.
En suma, expresa la comunión de afectos de los miembros de una nación que se reconoce y valora
a sí misma con afecto, amor y ardor cívico (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 36)

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

869 Presidente de la República como jefe supremo de las Fuerzas Armadas y la Policía
Nacional. Control constitucional de las potestades presidenciales
La (…) potestad presidencial [pase al retiro por renovación de cuadros] –y, en su caso, la del Minis-
tro de Defensa–, entendida como facultad discrecional –otorgada por el artículo 58 del Decreto
Legislativo Nº 752, en concordancia con los artículos 167 y 168 de la Constitución y aplicable
también al caso de la Policía Nacional del Perú–, no puede entenderse como una competencia cuyo
ejercicio se sustraiga del control constitucional, ni tampoco como que tal evaluación únicamente
deba realizarse en virtud de la ley y los reglamentos, pues es absolutamente obvio que esa regu-
lación legal solo podrá ser considerada como válida si es que se encuentra conforme con la Cons-
titución, y el ejercicio de tal competencia será legítima, si es que, al mismo tiempo, se realiza
respetando los derechos consagrados en la Carta Magna, entre ellos los derechos al debido proce-
so, a la igualdad ante la ley, al honor y buena reputación, al trabajo, etc (Exp. Nº 00090-20 04-
AA, 05/07/04, P, FJ. 7)

870 Presidente de la República como jefe supremo de las Fuerzas Armadas y la Policía
Nacional. Necesidad de fundamentación del pase a retiro en indicadores objetivos
[L]as resoluciones mediante las cuales se dispone el pase a retiro por renovación de cuadros a los
Oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional deben fundamentarse debidamente, con
argumentos de derecho y de hecho. Tales decisiones deben sustentarse en procedimientos e indica-
dores objetivos, como por ejemplo, el número de vacantes consideradas en el proceso anual de
ascenso y los resultados del mismo, que implica que las invitaciones para pase a retiro por renova-
ción deben darse después de conocer dichos resultados; los respectivos planes anuales de asigna-
ción de personal; la relación de oficiales que indefectiblemente han de pasar a retiro por alguna de
las causales contempladas en el artículo 55 del Decreto Legislativo Nº 752 y el artículo 50 del
Decreto Legislativo Nº 745; determinación de un mínimo de años de servicios prestados a la insti-
tución y de permanencia en el grado; así como por el estudio detallado del historial de servicios del
Oficial (Exp. Nº 00090-2004-AA, 05/07/04, P, FJ. 18)

PRINCIPIOS ECONÓMICOS

871 Economía social de mercado. Características


[La economía social de mercado] está caracterizada, fundamentalmente, por los tres elementos
siguientes:
a) Bienestar social; lo que debe traducirse en empleos productivos, trabajo digno y reparto justo
del ingreso.
b) Mercado libre; lo que supone, por un lado, el respeto a la propiedad, a la iniciativa privada y a
una libre competencia regida, prima facie, por la oferta y la demanda en el mercado; y, por otro,
el combate a los oligopolios y monopolios.
c) Un Estado subsidiario y solidario, de manera tal que las acciones estatales directas aparezcan
como auxiliares, complementarias y temporales (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 13.a)

290
DERECHO CONSTITUCIONAL .

872 Economía social de mercado. Control de la política legislativa del Estado


[La] política legislativa en materia económica es objeto de plurales formas de control, a saber:
- El control jurisdiccional, encargado de examinar la existencia de vicios de forma, de contenido
o de ocio legislativo en la elaboración de legislación o en la aplicación arbitraria de las referidas
normas.
- El control político, encargado de examinar interorgánicamente la conveniencia, utilidad, opor-
tunidad, eficiencia y eficacia de las medidas legislativas adoptadas.
- El control ciudadano, encargado de evaluar, en su condición de destinatario, los resultados de
las medidas legislativas adoptadas. Por ende, en ese contexto reelige o sustituye a las autorida-
des gubernamentales, protesta y hasta presenta iniciativas legislativas modificatorias (Exp. Nº
0018-2003-AI, 26/04/04, P, FJ. 1.e)

873 Economía social de mercado. Definición


La economía social de mercado parte de la premisa que el mejor sistema para la asignación y
distribución de los recursos es aquel que propicia la concertación libre entre oferta y demanda,
puesto que de este modo se promueve el despliegue de las iniciativas de los seres humanos, se
incentiva la competencia creadora y se impulsan las innovaciones tecnológicas. Al Estado en este
esquema le corresponde crear las condiciones para que las actividades económicas privadas se
desarrollen de manera libre y competitiva, procurándoles un marco para su desarrollo eficiente,
que redunde en mejores productos y a precios competitivos para los consumidores y usuarios
(Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 12)
[S]iendo la oferta y la demanda en un mercado sin distorsiones, el mecanismo mediante el cual se
determinan los precios y tarifas, no resulta admisible, prima facie, la intervención del Estado en
este ámbito, bajo el supuesto de proteger la libre inicativa privada y la libre empresa (Exp. Nº
00034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 13)
[L]a economía social de mercado es representativa de los valores constitucionales de la libertad y la
justicia, y, por ende, es compatible con los fundamentos axiológicos y teleológicos que inspiran a un
Estado social y democrático de derecho. En esta imperan los principios de libertad y promoción de
la igualdad material dentro de un orden democrático garantizado por el Estado (Exp. Nº 3330-2004-
AA, 11/07/05, P, FJ. 58)
[La economía social de mercado] se refiere a un tipo de organización económica regulado por un
régimen jurídico de descentralización e independencia frente al Estado, el cual está destinado a
asegurar la existencia de una pluralidad de agentes económicos en lo relativo a la libre iniciativa,
para participar en la actividad económica, y la libre competencia, para ofertar y demandar la provi-
sión y suministro de bienes y servicios al público en general (Exp. Nº 0018-2003-AI, 26/04/04, P,
FJ. 1)
La economía social de mercado es una condición importante del Estado social y democrático de
derecho. Por ello debe ser ejercida con responsabilidad social y bajo el presupuesto de los valores
constitucionales de la libertad y la justicia (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ.13.a)

874 Estado social de mercado. Definición de servicio público


Si bien nuestro ordenamiento jurídico no recoge una definición específica sobre el concepto de
servicio público, y, nuestro texto Constitucional no ha establecido un listado de actividades que
deban considerarse como tales, es innegable para este Tribunal que la voluntad del constituyente
fue observar y encomendar al Estado, una tarea de especial promoción y resguardo en estos casos;
de ahí, la importancia de que el legislador precise claramente tal calificación y el régimen jurídico
sometido en cada supuesto.
Ello en razón a que, el contenido del concepto servicio público, así como, el hecho que determinadas
actividades económicas califiquen dentro del mismo, resulta una tarea que se resuelve en cada
ordenamiento jurídico de manera particular. Su importancia radica por el hecho que de tal defini-

291
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

sión (sic), depende el régimen de obligaciones y cargas a distribuir entre el Estado y los particulares
(Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 37)

875 Economía social de mercado. Dimensión social


Lo "social", se define (...) desde tres dimensiones: como mecanismo para establecer legítimamen-
te algunas restricciones a la actividad de los privados; como una cláusula que permite optimizar
al máximo el principio de solidaridad, corrigiendo las posibles deformaciones que pueda producir
el mercado de modo casi "natural", permitiendo, de este modo, un conjunto de mecanismos que
permitan al Estado cumplir con las políticas sociales que procuren el bienestar de todos los ciuda-
danos; y, finalmente, como una fórmula de promoción del uso sostenible de los recursos naturales
para garantizar un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida (Exp. Nº 0048-2004-
AI, 01/04/05, P, FJ. 16)
[Un] Estado de (...) integración social, (...) busca conciliar los intereses de la sociedad, desterrando
los antagonismos clasistas del sistema industrial. Al respecto, García Pelayo sostiene que la unidad
entre el Estado social y la comunidad nacional hace posible otra característica de dicho tipo de
Estado, a saber, su capacidad para producir la integración de la sociedad nacional, o sea, el proceso
constante, renovado, de conversión de una pluralidad en una unidad, sin perjuicio de la capacidad
de autodeterminación de las partes (García Pelayo, Manuel, Las transformaciones del Estado con-
temporáneo, Alianza. Madrid, 1980, pág. 45) (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ.13.b)

876 Estado social de mercado. Noción de Servicio esencial


El concepto de servicio esencial (Grundvesorgung) es un elemento básico de las libertades televisi-
vas -y también radiales- en el marco constitucional, como forma básica de la ‘procura existencial’
del Estado democrático y social de derecho (Exp. Nº 00013-2007-PI/TC, 13/07/2007, P, FJ. 10)

877 Estado social de mercado. Elementos de los servicios públicos


[E]s importante tomar en cuenta que existen una serie de elementos que en conjunto permiten
caracterizar, en grandes rasgos, a un servicio como público y en atención a los cuales, resulta
razonable su protección como bien constitucional de primer orden y actividades económicas de
especial promoción para el desarrollo del país. Estos son:
a) Su naturaleza esencial para la comunidad.
b) La necesaria continuidad de su prestación en el tiempo.
c) Su naturaleza regular, es decir, que debe mantener un standar mínimo de calidad.
d) La necesidad de que su acceso se dé en condiciones de igualdad (Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/
02/05, P, FJ. 40)

878 Economía social de mercado. Funciones del Estado


[La economía social de mercado] se refiere a un tipo de organización económica regulado por un
régimen jurídico de descentralización e independencia frente al Estado, el cual está destinado a
asegurar la existencia de una pluralidad de agentes económicos en lo relativo a la libre iniciativa,
para participar en la actividad económica, y la libre competencia, para ofertar y demandar la provi-
sión y suministro de bienes y servicios al público en general.
En ese ámbito de concurrencia e intercambio autodeterminativo, en donde aparecen de un lado los
ofertantes de bienes y servicios y, de otro, los consumidores o usuarios, el Estado cumple plurales
funciones, a saber:
a) [El Estado r]econoce y efectiviza un conjunto de garantías destinadas a asegurar el goce de las
libertades económicas, los derechos laborales y el derecho a la propiedad de los agentes econó-
micos.
b) [El Estado d]efiende el interés de los consumidores y usuarios como consecuencia de las relacio-
nes asimétricas con el poder fáctico de las empresas proveedoras.

292
DERECHO CONSTITUCIONAL .

c) [El Estado i]nterviene subsidiariamente en el ámbito de la producción, circulación o distribu-


ción de bienes o en la prestación directa de los servicios, solo cuando se encuentre fehaciente-
mente acreditado que por inacción o defección de la iniciativa privada, dicha provisión o sumi-
nistro no atiende las demandas de la población.
d) [El Estado f]ormula planes y programas en materia económica, con sujeción a los principios y
valores democráticos (participación, representación y consenso con los agentes económicos).
e) [El Estado e]stablece políticas legislativas en materia económica y social destinadas a asegurar
el bienestar compartido y armónico de la población; la cual, para efectos económicos, se consti-
tuye por la suma total de los consumidores y usuarios de los bienes y servicios (Exp. Nº 0018-
2003-AI, 26/04/04, P, FJ. 2)

879 Economía social de mercado. Función político legislativa del Estado


El establecimiento de las políticas legislativas en materia económica y social implica la determina-
ción de acciones y la preceptuación de derechos y deberes destinados a la obtención del pleno
empleo, la extensión del mercado, el fomento de la inversión, la distribución equitativa del ingreso,
la prestación eficaz, eficiente y plenaria de los servicios sociales, el efectivo goce de los derechos
económicos y sociales consagrados en la Constitución y la verificación del principio de igualdad en
lo atinente a la elaboración y aplicación de la ley; y, singularmente, en lo pertinente a la consolida-
ción de la igualdad real de oportunidades.
Con la expresión "política legislativa en materia económica y social" debe entenderse integralmente
tanto al conjunto de medidas que adopta el Estado para regular jurídicamente las actividades de
producción, distribución, circulación y consumo de bienes y servicios; como a la pluralidad de
previsiones que se adopten para propender a la realización de las posibilidades y la consecución del
progreso y el bienestar general de la población. (...)
[E]l Estado hace uso de su poder legisferante y dicta medidas normativas destinadas al cumplimien-
to de los objetivos económicos nacionales, concordantes con las expectativas de vida digna de su
población (Exp. Nº 0018-2003-AI, 26/04/04, P, FJ. 1.e)

880 Economía social de mercado. Naturaleza instrumental del mercado


[E]xisten suficientes razones en el reconocimiento constitucional de cláusulas habilitantes para la
actuación estatal en materia económica, las que parten de una premisa básica: el mercado tiene una
naturaleza instrumental, cual es, estar al servicio del hombre (Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/02/05, P,
FJ. 34)

881 Estado social de mercado. Participación del Estado en los servicios públicos
Resulta relevante tomar en cuenta que hoy en día, lo fundamental en materia de servicios públicos,
no es necesariamente la titularidad estatal sino la obligación de garantizar la prestación del servi-
cio, por tratarse de actividades económicas de especial relevancia para la satisfacción de necesida-
des públicas; y en ese sentido, deviene en indistinto si la gestión la tiene un privado o la ejerce el
propio Estado (Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 41)

882 Economía social de mercado. Principios integrantes de la Constitución económica


[Los] principios integrantes de la denominada Constitución Económica, constituyen normas progra-
máticas, mandatos de optimización a cargo del legislador que se fundamentan, a su vez, en el deber
estatal de promocionar al bienestar general (artículo 44 de la Constitución). Cabe precisar, sin
embargo, que aun cuando semánticamente presentan cierto grado de indeterminación y, por consi-
guiente, amplia flexibilidad a favor del legislador; tales disposiciones no pueden asumirse como
capaces de sustentar cualquier tipo de legislación arbitraria y carente de adecuación objetiva, pues
los límites a la intervención estatal en la actividad económica de los particulares, se constituyen ahí
donde tal actuación supondría una violación del principio de vinculación a los derechos fundamen-
tales (Exp. Nº 0034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 27)

293
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[No se debe] asumir un texto constitucional neutro a cualquier modelo económico y capaz de sus-
tentar cualquier tipo intervención, sino uno que dentro de márgenes razonables de flexibilidad,
permita la libre configuración del legislador tomando en cuenta las circunstancias históricas y
económicas de cada periodo; y todo ello, dentro del hilo conductor de nuestro régimen económico,
el cual, basado en una economía social de mercado, busque el justo equilibrio entre el principio de
subsidiariedad y la solidaridad social (Exp. Nº 0034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 28)

883 Inversión. Beneficios


[La] inversión facilita la dinámica económica de un país; conlleva aportes tecnológicos, coadyuva
para fomentar una más eficiente organización empresarial y hasta traslada su know how (conoci-
mientos, procedimientos, métodos de elaboración, utilización de medios necesarios o aportes de
información secreta, etc.) (Exp. Nº 0018-2003-AI, 26/04/04, P, FJ. 2)

884 Inversión. Clases


[S]egún la realice el poder público o la iniciativa particular, la inversión puede ser pública o privada;
y, según el domicilio del inversor que aporte capital, puede ser nacional o extranjera.
Asimismo, será extranjera cuando la acción económica se efectúa dentro del territorio de un Estado
por agentes económicos con domicilio en otros países (Exp. Nº 0018-2003-AI, 26/04/04, P, FJ. 2)

885 Inversión. Definición


La inversión puede ser definida como aquella acción mediante la cual los agentes económicos –
personas e instituciones involucradas en el proceso económico por medio de fondos propios o aje-
nos– realizan la compra de activos físicos, bonos, acciones, etc., con el propósito de obtener una
serie de beneficios futuros. Es decir, significa el ingreso de dinero, insumos, equipos, etc.
La inversión supone el acrecentamiento del capital de una economía o, en otras palabras, la acumu-
lación de capital (Exp. Nº 0018-2003-AI, 26/04/04, P, FJ. 2)

886 Inversión. Igualdad de trato entre nacionales y extranjeros


[Lo que] la Ley especial [Ley Nº 27633] (...) hace es distinguir entre aquellas empresas postoras que
son proveedoras de bienes o servicios producidos o prestados en el territorio nacional, y aquellas
otras que [l]o producen o brindan fuera de él.
Por ende, la ley especial incorpora tanto al inversionista nacional como al extranjero dentro de las
reglas de diferenciación. A mayor abundamiento, la distinción no opera en función a la calidad de
inversionista, sino en lo que atañe a las empresas que producen y proveen servicios en el interior o
desde el exterior del país (Exp. Nº 0018-2003-AI, 26/04/04, P, FJ. 2)

887 Libre iniciativa privada. Contenido


[Un] principio que informa a la totalidad del modelo económico es el de la libre iniciativa privada,
prescrito en el artículo 58 de la Constitución y que se encuentra directamente conectado con lo
establecido en el inciso 17), artículo 2 del mismo texto, el cual establece el derecho fundamental de
toda persona a participar, ya sea en forma individual o asociada, en la vida económica de la Nación.
De ello se colige que toda persona natural o jurídica tiene derecho a emprender y desarrollar, con
autonomía plena, la actividad económica de su preferencia, afectando o destinando bienes de cual-
quier tipo a la producción y al intercambio económico con la finalidad de obtener un beneficio o
ganancia material (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 17)

888 Libre iniciativa privada. Función supervisora y correctiva o reguladora del Estado
[S]i bien es cierto, los individuos y las empresas gozan de un ámbito de libertad para actuar en el
mercado –recuérdese que conforme al artículo 58 de la Constitución, la iniciativa privada es libre–
, (...) ello no quiere decir que dicha libertad sea absoluta, pues también existe la certeza de que debe

294
DERECHO CONSTITUCIONAL .

existir un Estado que mantiene una función supervisora y correctiva o reguladora (Exp. Nº 7320-
2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 73)
La iniciativa privada puede desplegarse libremente en tanto no colisione los intereses generales de
la comunidad, los cuales se encuentran resguardados por una pluralidad de normas adscritas al
ordenamiento jurídico; vale decir, por la Constitución, los tratados internacionales y las leyes sobre
la materia. Empero, con el mismo énfasis debe precisarse que dicho ordenamiento protege la libre
iniciativa contra la injerencia de los poderes públicos, respecto de lo que se considera como "priva-
tivo" de la autodeterminación de los particulares (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ.18)

889 Libre iniciativa privada. Noción


[El derecho a] la libre iniciativa privada, prescrito en el artículo 58º de la Constitución y que se
encuentra directamente conectado con lo establecido en el inciso 17) del artículo 2° del mismo
texto, el cual consagra el derecho fundamental de toda persona a participar, ya sea en forma indivi-
dual o asociada, en la vida económica de la Nación. De ello se colige que toda persona natural o
jurídica tiene derecho a emprender y desarrollar, con autonomía plena, la actividad económica de su
preferencia, afectando o destinando bienes de cualquier tipo a la producción y al intercambio econó-
mico con la finalidad de obtener un beneficio o ganancia material. La iniciativa privada puede
desplegarse libremente en tanto no colisione los intereses generales de la comunidad, los cuales se
encuentran resguardados por una pluralidad de normas adscritas al ordenamiento jurídico; vale
decir, por la Constitución , los tratados internacionales y las leyes sobre la materia (Exp. Nº 0001-
2005-PI/TC, 06/06/05 P, FJ. 44)

890 Pluralismo económico. Igualdad jurídica entre los competidores


[E]l pluralismo económico (primer párrafo del artículo 60 de la Constitución), (...) se ha desarrollado
bajo el concepto de igualdad jurídica entre los competidores, y que constituye uno de los pilares del
derecho de la competencia. Este régimen de paridad al que se someten tanto las empresas públicas
como las privadas, constituye una garantía para el desenvolvimiento del tipo de mercado estableci-
do en la Constitución y la optimización de los principios y valores que fundamenten el Estado
democrático de derecho (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 25)

891 Principios económicos de la Constitución. Límites de interpretación


[A]un cuando [los principios económicos consagrados e la Constitución] semánticamente presentan
cierto grado de indeterminación y, por consiguiente, amplia flexibilidad a favor del legislador; tales
disposiciones no pueden asumirse como capaces de sustentar cualquier tipo de legislación arbitra-
ria y carente de adecuación objetiva, pues los límites a la intervención estatal en la actividad
económica de los particulares, se constituyen ahí donde tal actuación supondría una violación del
principio de vinculación a los derechos fundamentales (Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 27)

892 Principios económicos de la Constitución. Naturaleza y fundamento


[Los] principios integrantes de la denominada Constitución Económica constituyen normas progra-
máticas, mandatos de optimización a cargo del legislador que se fundamentan, a su vez, en el deber
estatal de promocionar al bienestar general (artículo 44 de la Constitución) (Exp. Nº 00034-2004-
AI, 15/02/05, P, FJ. 27)

893 Principios económicos de la Constitución. Parámetros limitativos de la libertad de con-


figuración del legislador
No se trata (...) ni de asumir un texto constitucional neutro a cualquier modelo económico y capaz
de sustentar cualquier tipo intervención, sino uno que dentro de márgenes razonables de flexibili-
dad, permita la libre configuración del legislador tomando en cuanta las circunstancias históricas y
económicas de cada periodo; y todo ello, dentro del hilo conductor de nuestro régimen económico,
el cual, basado en una economía social de mercado, busque el justo equilibrio entre el principio de
subsidiariedad y la solidaridad social (Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 28)

295
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

894 Subsidariedad de la actividad estatal. Contenido


[L]as acciones del Estado deben estar vinculadas al fomento, estimulación, coordinación, comple-
mentación, integración o sustitución, en vía supletoria, complementaria o de reemplazo, de la libre
iniciativa privada. La subsidiariedad se manifiesta como el acto accesorio o de perfeccionamiento en
materia económica, que se justifica por la inacción o defección de la iniciativa privada (Exp. Nº
0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 23)
[E]l Estado puede intervenir de manera excepcional en la vida económica de los particulares –
cuando la colectividad y los grupos sociales, a quienes corresponde, en primer término, la labor de
intervención, no están en condiciones de hacerlo–, a fin de garantizar otros bienes constitucionales
–la integridad, la seguridad y la vida [entre otros ]– que pueden ponerse en riesgo –y de hecho, así
ha sucedido– ante las imperfecciones del mercado y respecto de los cuales existe un mandato cons-
titucional directo de promoción, en tanto actividad, y de protección, en cuanto a la sociedad en
general se refiere (Exp. Nº 7320-2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 74)
[M]ientras una actividad económica pueda ser realizada por un particular, el Estado debe respetar
su libertad de actuación y determinación económica; contrariamente, –y dado que el fin último es
fomentar la competencia–, cuando la oferta privada resulte inexistente o cuando existiendo sea
insuficiente, es evidente que no solo está habilitado a intervenir reconstruyendo el mercado, sino
que tal intervención resulta imperiosa ante los riesgos que una situación como esta produciría en la
población. Este es el caso de muchos de los servicios públicos calificados por la legislación y que
responden al tipo de monopolios naturales, en cuyo caso, el Estado a través de los denominados
Organismos Reguladores, controla la calidad y condiciones del servicio, fija la tarifa y garantiza, a
su vez, generar condiciones de competencia en los segmentos donde esta sea posible (Exp. Nº 0034-
2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 39)

895 Subsidiariedad de la actividad estatal. Dimensión horizontal


[L]a subsidiariedad en el plano horizontal supone que la relación existente entre el Estado y la
ciudadanía se desarrolle en el marco del respeto a la autonomía y la libre determinación de los
individuos, reduciéndose la intervención pública a lo esencial (Exp. Nº 0034-2004-AI, 15/02/05,
P, FJ. 21)
Conforme a la [dimensión horizontal de la subsidiariedad] (...) se impide que el Estado actúe en el
ámbito que es propio de la sociedad civil, concepto que apoya la libertad de empresa y de mercado,
y que solo reserva al Estado la función de supervisor y corrector (Exp. Nº 7320-2005-AA, 23/02/06,
P, FJ. 9)

896 Subsidiariedad de la actividad estatal. Dimensión vertical


La subsidiariedad vertical se refiere a la relación existente entre un ordenamiento mayor –que
puede ser una organización nacional o central– y un ordenamiento menor –que pueden ser las
organizaciones locales o regionales–, según la cual el primero de ellos solo puede intervenir en
aquellos ámbitos que no son de competencia del ordenamiento menor. Dicha orientación guarda
estrecha relación con los servicios públicos y el desarrollo económico-social (Exp. Nº 0008-2003-
AI, 11/11/03, P, FJ. 19)

897 Subsidiariedad de la actividad estatal. Fundamento como principio


[E]l fundamento del principio de subsidiariedad parte del supuesto de que el Estado aparece
como el garante final del interés general, desde el momento en que su tarea consiste en inter-
venir en forma directa para satisfacer una necesidad real de la sociedad (Exp. Nº 7320-2005-
AA, 23/02/06, P, FJ. 10)

898 Subsidiariedad de la actividad estatal. Importancia como principio


[E]l principio de subsidiariedad se constituye en un elemento de vital importancia para el Estado
democrático de derecho, ubicándose entre la esfera de la descentralización institucional y la autono-
mía de lo social, en cuanto principio que inspira un proceso de socialización de los poderes públicos.

296
DERECHO CONSTITUCIONAL .

Consecuentemente, el principio de subsidiariedad surge en el constitucionalismo moderno como una


técnica decididamente útil para lograr la pacificación social o la resolución de los conflictos mediante
el respeto absoluto de los derechos y libertades individuales, y tiene como fin la reestructuración del
equilibrio entre lo público y lo privado según una adecuada flexibilización que acentúa la concepción
democrática del ordenamiento estatal (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 19)
[E]l principio de subsidiariedad, más que un mecanismo de defensa contra el Estado, resulta ser un
instrumento para la conciliación de conflictos; no se funda en una concepción "opositiva" de la
relación entre Estado y sociedad, sino en una visión "integradora" y "consensual" del cuerpo social,
cuyas partes, mediante vínculos de tipo subsidiario, se recomponen armónicamente en un proceso
que gradualmente desciende desde el individuo hasta el Estado a través de las formaciones sociales
intermedias (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 22)
[A]unque se postule el respeto de las libertades de los individuos y de los grupos, el principio de
subsidiariedad no pone en discusión el papel y la importancia del Estado; por el contrario, se orienta
a valorarlo, procediendo a una redefinición y a una racionalización de los roles en la dinámica de las
relaciones entre el Estado y los ciudadanos, entre lo público y lo privado.
Desde la perspectiva de una organización social inspirada en el principio de subsidiariedad, el
Estado emerge como garante final del interés general, desde el momento en que su tarea consiste
en la intervención directa para satisfacer una necesidad real de la sociedad, cuando la colectividad
y los grupos sociales, a los cuales corresponde en primer lugar la labor de intervenir, no están en
condiciones de hacerlo (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 21)
[S]i por un lado, el respeto al contenido esencial de las libertades económicas, constituye un límite
al poder estatal, también es cierto que, por otro lado, la Constitución reserva al Estado, respecto del
mercado, una función supervisora y correctiva o reguladora. Ello sin duda, es consecuencia de que,
así como existe consenso en torno a las garantías que deben ser instauradas para reservar un
ámbito amplio de la libertad para la actuación de los individuos del mercado, existe también la
certeza de que debe existir un Estado que, mantenga su función garantizadora y heterocompositiva
(Exp. Nº 0034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 24)

899 Subsidiariedad de la actividad estatal. Instrumento para la conciliación de conflictos


[L]la Carta de 1993 ha consagrado la subsidiariedad de la intervención de los poderes públicos en la
economía planteando el reconocimiento de la existencia de una función supletoria del Estado ante
las imperfecciones u omisiones de los agentes económicos en aras del bien común, resultando ser,
antes que un mecanismo de defensa contra el Estado, un instrumento para la conciliación de con-
flictos (Exp. Nº 7320-2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 11)

900 Subsidiariedad de la actividad estatal. Intervención en servicios públicos


[A]un cuando el Estado –en ejercicio de su libre configuración política–, haya concedido u autoriza-
do la gestión del servicio a los particulares, debido a objetivos de orden económico tales como lograr
una mayor eficiencia en la prestación, ello no le resta capacidad de intervención, pues la garantía de
disfrute efectivo de los servicios públicos es una obligación frente a la cual el Estado no puede verse
ajeno; de ahí que aun subsista el deber estatal de garantizarlo, regularlo y vigilarlo, dada su natu-
raleza esencial y continua para toda la población (Exp. Nº 0034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 42)

901 Subsidiariedad de la actividad estatal. Noción de interés público


Se denomina como interés público al conjunto de actividades o bienes que, por criterio de coinciden-
cia, la mayoría de los ciudadanos estima, meritúa o tasa como "algo" necesario, valioso e importante
para la coexistencia social.
En otras palabras, todo aquello que, por consenso, se comparte y considera como útil, valioso y
hasta vital para la sociedad, al extremo de obligar al Estado a titularizarlo como uno de los fines que

297
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

debe perseguir en beneficio de sus miembros. Por tal imperativo, el cuerpo político jamás podrá
tener como objetivo la consagración de intereses particulares (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P,
FJ. 33)

902 Subsidiariedad de la actividad estatal. Principio del régimen económico


[C]onforme al Principio de Subsidiariedad Económica del Estado o, lo que es lo mismo, la cláusula
de actuación subsidiaria del Estado en la economía, consagrado en el artículo 60º de la Constitu-
ción, dicho principio implica, de un lado, un límite a la actividad estatal, pues no puede participar
libremente en la actividad económica, sino que solo lo puede hacer sujeto a la subsidiariedad, que
debe ser entendida como una función supervisora y correctiva o reguladora del mercado; y, de otro,
reconoce que hay ámbitos que no pueden regularse única y exclusivamente a partir del mercado, lo
cual justifica la función de regulación y protección con que cuenta el Estado (Exp. Nº 7320-2005-
AA, 23/02/06, P, FJ. 7)

REFORMA CONSTITUCIONAL

903 Reforma constitucional. Asamblea constituyente frente al referéndum


Cuando se decide instaurar un nuevo orden constitucional con el concurso de una Asamblea Cons-
tituyente, pero se condiciona la aprobación de la nueva Constitución a que esta sea ratificada me-
diante referéndum; en realidad, en tal caso, la Asamblea Constituyente, más allá de su nombre, si
bien ejerce la función no tiene la potestas de decisión del Poder Constituyente, pues esta es mante-
nida por el Pueblo, quien tiene la capacidad soberana de aceptar o desestimar la obra de sus repre-
sentantes.
En cambio no sucede lo mismo si el Pueblo encomienda la elaboración y aprobación de un distinto
ordenamiento constitucional, en exclusiva, a la Asamblea Constituyente, pues en este caso, este
órgano ad hoc es la expresión del auténtico Poder Constituyente Originario, ya que el contenido de
su obra solo depende de sí mismo (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJs. 111 y 112)

904 Reforma constitucional. Cláusulas de intangibilidad


Las cláusulas de intangibilidad permiten identificar el ‘contenido fundamental’ de la Constitución,
así como la interpretación fiel de este ordenamiento. Su finalidad básica es fundar los ‘supuestos
ideológicos y valorativos’ en los cuales descansa el sistema constitucional. Esto es lo que nos permi-
te identificar parte de esa regla de reconocimiento, para determinar si los cambios son una muta-
ción o una reforma de la misma. Estas cláusulas se presentan como una norma garantizadora de un
principio frente a las violaciones posibles, por lo que se precisa el reforzamiento de tal núcleo
constitucional.
Pero los límites explícitos no se agotan en las cláusulas de intangibilidad, sino que a lo largo del
texto constitucional pueden estar consignados incluso en frases que se encuentran en un contexto
diferente, (los llamados límites de carácter relativo).
Lo que corresponde en el caso nacional es vincular el sentido de cada uno de los dispositivos cons-
titucionales con el ‘contenido fundamental’ de la Constitución, pues es este el que permite interpre-
tar correctamente el reconocimiento de las normas en ella contenidas (Exp. Nº 00050-2004-AI y
acumulados, 03/06/05, P, FJ. 34)

905 Reforma constitucional. Diferencias con la producción de una Constitución


[E]l modo de producción de una Constitución obedece a las pautas o reglas que el propio poder
constituyente se fije según las circunstancias, lo que no sucede con la reforma de la Constitución,
puesto que, en el caso del Perú, los artículos 32, inciso 1, y 206 de la Constitución establecen las

298
DERECHO CONSTITUCIONAL .

reglas básicas para ello. Otorgando tal facultad al Congreso de la República y al pueblo directamen-
te a través del referéndum (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 13)

906 Reforma constitucional. Fundamento de la prohibición de reforma total de la Consti-


tución
[S]i el artículo 206 de la Carta esencialmente alude a la competencia de la reforma parcial de la
Constitución, su artículo 32 constitucionaliza que la reforma pueda ser total.
[S]in embargo, la segunda parte del mismo artículo prohíbe que se pueda someter a referéndum "la
supresión o la disminución de los derechos fundamentales de la persona", "las normas de carácter
tributario y presupuestal" y "los tratados internacionales en vigor". Desde este punto de vista, la
negación de la facultad de reformar totalmente la Constitución se derivaría del hecho de que, al
menos las normas constitucionales que regulan las materias antes señaladas, no podrían ser objeto
de reforma. En consecuencia, sino pueden reformarse, no cabe la posibilidad de sustituir la Consti-
tución (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJs. 88 y 89)

907 Reforma constitucional. Importancia del establecimiento del contenido esencial del
derecho fundamental a la pensión
Si se considera el contenido esencial del derecho fundamental a la pensión como ya configurado, la
ley de reforma constitucional no afecta dicho contenido en la medida que, si bien establece condi-
ciones para el acceso a un determinado régimen pensionario, no impide el acceso a otros regímenes
de pensiones [y] asegura una pensión mínima. Es más, deja abierta la posibilidad para que sea el
propio trabajador quien opte por un régimen público o privado de pensiones (...).
En cuanto al contenido no esencial compuesto por el reajuste pensionario y el tope pensionario máxi-
mo, la ley de reforma constitucional ha establecido el marco de su configuración legal (...) lo cual no es
inconstitucional. En igual sentido, el contenido adicional integrado por las pensiones de viudez, orfan-
dad y de los ascendientes constituyen materia para la libre configuración del legislador, lo cual tampo-
co la vuelve inconstitucional (Exp. Nº 00050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 108)

908 Reforma constitucional. Límites formales


La Constitución permite al Congreso, como órgano constituido, ejercer la función constituyente
derivada, pero con la observancia de las formalidades prescritas para ello en el texto constitucional.
Tales son los límites formales de la reforma.
En nuestro país se ha previsto el procedimiento de reforma en el artículo 206 de la Constitución.
Queda claro que tal norma no podría ser modificada por el poder constituido, sino, prima facie, por
un poder constituyente instituido (Exp. Nº 00050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 26)
La existencia de límites formales (...) permite considerar que el rol cumplido por el Poder de Refor-
ma Constitucional, no es, ni puede ser, el mismo que el del Poder Constituyente, que es por defini-
ción plenipotenciario. Se trata, por consiguiente, de un órgano constituido y, como tal, potencial-
mente condicionado.
Dicha condición no solo es una garantía de que la organización constitucional democrática manten-
ga su coherencia, que pueda hablarse de supremacía constitucional, sino también que la propia
norma constitucional sea capaz de controlar sus procesos de transformación (Exp. Nº 00014-2002-
AI, 21/01/02, P, FJ. 73)

909 Reforma constitucional. Límites materiales implícitos


[E]l poder de reforma es un poder constituido, limitado, que no puede destruir la Constitución, y
que tampoco puede vulnerar su esencia sin convertirse ilegítimamente en soberano.
Esto constituye un límite implícito al poder revisor, ya que, aunque no se explique en cláusulas de
intangibilidad, el ‘contenido fundamental’ existe, y si este llegara a transgredirse, se produce el
fraude constitucional, que consiste en convertir el poder revisor en poder constituyente (...).

299
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Dentro de los límites explícitos se encuentran las cláusulas de intangibilidad, que constituyen
límites absolutos, aunque existen también límites relativos explícitos (Exp. Nº 00050-2004-AI y
acumulados, 03/06/05, P, FJs. 32 y 33)
[E]n cuanto a los límites materiales implícitos (...) [son] los más importantes (...) la dignidad del
hombre, la soberanía del pueblo, el Estado democrático de derecho, la forma republicana de
gobierno y en general, el régimen político y la forma del Estado (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06,
P, FJ. 14)
Límites materiales implícitos, son aquellos principios supremos de la Constitución contenidos en la
fórmula política del Estado y que no pueden ser modificados, aun cuando la Constitución no diga
nada sobre la posibilidad o no de su reforma, ya que una modificación que los alcance sencillamente
implicaría la "destrucción" de la Constitución. Tales son los casos de los principios referidos a la
dignidad del hombre, soberanía del pueblo, Estado democrático de derecho, forma republicana de
gobierno y, en general, régimen político y forma de Estado.
Como puede verse de lo anotado, la existencia de cláusulas pétreas exceptuadas de la reforma
constitucional no niega la posibilidad de que, por fuera de ellas, se consideren otros principios
supremos como impedidos de ser modificados (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 76.ii)

910 Reforma constitucional. Límites materiales sustentados en valores y principios fun-


damentales
Aunque toda Constitución se caracteriza por ser un cuerpo normativo integral, donde cada disposi-
ción cumple un determinado rol, ciertas cláusulas asumen una función que resulta mucho más vital
u omnicomprensiva que las del resto. Se trata de aquellos valores materiales y principios funda-
mentales que dan identidad o que constituyen la esencia del texto constitucional (la primacía de la
persona, la dignidad, la vida, la igualdad, el Estado de Derecho, la separación de poderes, etc.). Sin
ellos, la Constitución sería un texto formalmente supremo pero, en cambio, materialmente vacío de
sentido.
Los límites materiales (...) están constituidos por aquellos principios supremos del ordenamiento
constitucional que no pueden ser tocados por la obra del poder reformador de la Constitución (Exp.
Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJs. 75 y 76)

911 Reforma constitucional. Límites materiales


[E]l Congreso tampoco puede variar algunas cuestiones de fondo de la Constitución. A ellas se les
denomina ‘límites materiales’, e imposibilitan ejercer el poder constituyente derivado a los órganos
constituidos, con el fin de modificar las cláusulas que el texto fundamental ha establecido como
‘intangibles’ (Exp. Nº 00050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 32)
[C]on relación a los límites materiales del poder de reforma constitucional debemos considerar que
pueden ser expresos o implícitos. A ambos se les considera principios supremos del ordenamiento
constitucional y son intangibles para el poder reformador de la Constitución (Exp. Nº 00047-2004-
AI, 24/04/06, P, FJ. 14)
Los límites materiales se refieren a los contenidos de la Constitución. Con ellos no se indica la
presencia de condicionamientos de tipo procedimental, sino algo mucho más trascendente; esto es,
la presencia de parámetros de identidad o esencia constitucional, inmunes a toda posibilidad de
reforma (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 74.b)

912 Reforma constitucional. Límites materiales expresos


Dentro de los límites expresos, en el caso de las disposiciones de la Constitución de 1993 sobre la
reforma constitucional, no se ha previsto específicamente ninguno. El artículo 32 reconoce la potes-
tad de someter a referéndum la reforma total de la Constitución, pero, como límite expreso recono-
ce el impedimento de reducir o restringir los derechos fundamentales (Exp. Nº 00050-2004-AI y
acumulados, 03/06/05, P, FJ. 33)

300
DERECHO CONSTITUCIONAL .

Sobre los límites materiales expresos (...) el artículo 32 de la Constitución reconoce como límite
expreso el impedimento de reducir o restringir los derechos fundamentales (Exp. Nº 00047-2004-
AI, 24/04/06, P, FJ. 14)
Límites materiales expresos, llamados también cláusulas pétreas, son aquellos en los que la propia
Constitución, expresamente, determina que ciertos contenidos o principios nucleares del ordena-
miento constitucional están exceptuados de cualquier intento de reforma (Exp. Nº 00014-2002-AI,
21/01/02, P, FJ. 76.i)

913 Reforma constitucional. Normas tributarias y tratados internacionales


[N]o todas las materias señaladas en el segundo párrafo del artículo 32, por estar prohibidas de
someterse a referéndum, constituyen límites materiales de la potestad de la reforma de la Constitu-
ción. En efecto:
a) Cuando en dicho precepto constitucional se dice, por ejemplo, que no puede someterse a refe-
réndum las normas de carácter tributario, es claro que ella no comprende a cualquier clase de
norma o fuente del derecho que la regule, sino, concretamente, a las que por expresa disposi-
ción de la Constitución están llamadas a regular, por debajo de ella, la materia tributaria, esto
es, a las leyes o los decretos legislativos.
b) Algo similar, sucede con la exclusión del referéndum respecto a los tratados internacionales en
vigor. En efecto, el impedimento son los tratados en vigor; esto es aquellos que, de conformidad
con el artículo 55 de la Constitución, forman parte del derecho nacional (Exp. Nº 00014-2002-
AI, 21/01/02, P, FJ. 91)

914 Reforma constitucional. Órgano y procedimiento como variables


Los límites formales se encuentran referidos a todos y cada uno de los requisitos objetivamente
reconocidos por la Constitución para que la reforma prospere. En esta perspectiva, pueden vislum-
brarse diversas variables:
i. En primer lugar, la Constitución individualiza al órgano investido con la capacidad para ejercer
la potestad modificatoria. En el caso del Perú, como de la mayoría de países, este órgano es, en
principio, el Congreso de la República, en calidad de poder constituido.
ii. En segundo lugar, la Constitución describe cuál es el procedimiento que ha de seguir el órgano
legitimado, lo que a su vez ha de comprender el número de legislaturas empleadas, el sistema
de votación a utilizar, la habilitación o prohibición de observaciones en el proyecto, etc.
iii. En tercer lugar, es la misma norma fundamental la que se encarga de establecer si el proyecto
de reforma constitucional es sometido o no a una ratificación por parte del pueblo, que de
esta forma participa en el proceso de reforma de la norma fundamental (Exp. Nº 00014-2002-
AI, 21/01/02, P, FJ. 72.a)

915 Reforma constitucional. Procedimiento


[N]ingún poder constituido, con excepción (...) [del proceso de] reforma constitucional, tiene com-
petencia para alterar en absoluto la Constitución. Cualquier capacidad para modificar, suprimir o
adicionar una o varias disposiciones constitucionales pasa porque estos mecanismos se aprueben
según el procedimiento establecido en el artículo 206 de la Constitución (Exp. Nº 00014-2002-AI,
21/01/02, P, FJ. 4)

916 Reforma constitucional. Prohibición de reforma total de la Constitución


El artículo 206 de la Constitución no señala los alcances de la reforma constitucional [total], por lo
que tratándose de una competencia jurídica, debe entenderse que la reforma solo puede tener
alcances parciales. Ese es el sentido en el que debe entenderse la expresión ley de reforma consti-
tucional que utiliza el mismo artículo 206 de la Carta, cuando se refiere a que lo aprobado por el
Congreso o mediante referéndum, en el ejercicio de esta competencia, no puede ser observado por

301
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

el Presidente de la República.
Es decir, que se trata de una simple ley de reforma constitucional y no de la sustitución por otro
texto constitucional. Y no puede ser observada por el Presidente de la República porque este no
participa del proceso de aprobación o sanción de la competencia de la reforma constitucional, sino,
como antes se ha explicado, únicamente el Congreso de la República y/o el pueblo a través del
referéndum (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 87)

917 Reforma constitucional. Proscripción de la supresión o disminución de los derechos


fundamentales
Un punto esencial en la limitación a la reforma constitucional material es la determinación de
cuándo estamos ante un derecho fundamental (...).
De hecho, todo cambio en los derechos fundamentales debe ubicarse dentro de una tendencia
evolutiva orientada a fortalecer, ampliar y mejorar la esfera de autodeterminación y desarro-
llo en sociedad del individuo. Este principio implica que los derechos fundamentales única-
mente pueden reformarse para mejorar su situación preexistente. Sin embargo, los derechos
fundamentales no son absolutos; en su desarrollo histórico y concreto se han generado con-
flictos jurídicos –reveladores de la antinomia social sobre tal cuestión–, lo que puede acarrear
la necesidad del cambio de su estatuto (Exp. Nº 00050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P,
FJ. 37)
[E]l Congreso de la República, en el ejercicio de su función legislativa, no puede "suprimir o dismi-
nuir los derechos fundamentales", pues, en su condición de poder constituido, se encuentra vincu-
lado no solo por los derechos fundamentales reconocidos en el capítulo primero del Título I de la
Constitución, sino por todos los derechos de la persona reconocidos en dicho texto, independiente-
mente del capítulo y título cómo estos se hallen consagrados.
[D]el hecho que la "supresión y disminución de los derechos fundamentales" no puedan ser someti-
das a referéndum, esto es, que se trate de materias que incluso no puedan ser decididas por el
pueblo en cuanto poder constituido, se deriva que, en la totalidad del Texto Constitucional, las
cláusulas que reconocen los derechos fundamentales ocupan una posición muy especial, en cuanto
recogen el plexo de valores materiales de todo el sistema constitucional y que, en ese sentido,
legitiman toda la organización estatal.
[L]as cláusulas que los reconocen [a los derechos fundamentales] constituyen verdaderos
límites materiales sobre la potestad de reforma parcial de la Constitución. De esta forma, el
órgano autorizado a realizarla no podrá disponer "la disminución o supresión de los derechos
fundamentales", ni siquiera siguiendo el procedimiento señalado en el artículo 206 de la
Carta Política.
Desde luego, se trata de un límite que opera solo en sentido negativo, esto es, que impide que el
órgano de la reforma pueda suprimir o disminuir los derechos fundamentales; pero no en sentido
positivo, es decir, la licitud de la reforma constitucional, si es que ella tiene por propósito ampliar,
optimizar o reconocer nuevos derechos constitucionales (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJs.
92.c.1, 95.c.2 y 96)

918 Reforma constitucional. Proyecto de Constitución


[U]na cosa es que el Congreso de la República, en cuanto poder constituido, no pueda ejercer la
función constituyente y, por lo tanto, se encuentre impedido de aprobar per se una Constitución,
sustituyendo a la que le atribuye sus propias competencias; y otra cosa muy distinta es que, en
cuanto órgano de representación de la voluntad general, pueda proponer un "proyecto" de Cons-
titución, para que sea el Poder Constituyente quien decida, en cuanto fuente originaria del poder,
si la acepta o rechaza (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 109)

302
DERECHO CONSTITUCIONAL .

919 Reforma constitucional. Respeto al contenido esencial del derecho fundamental a la


pensión
La reforma constitucional no degrada la jerarquía normativa del derecho fundamental a la pensión,
puesto que su contenido esencial se mantiene irreductible y sujeto a las garantías de protección
procesal en la vía constitucional, propias de este derecho. No se produce una pérdida de su carácter
de derecho fundamental, ni la supresión del mismo, en la medida que el constituyente continúa
brindando la cobertura constitucional a su contenido esencial (...), reservando al legislador ordina-
rio la competencia de configurar y desarrollar el contenido no esencial y adicional del referido
derecho (...).
[P]ara ejercer un control de constitucionalidad acorde con las instituciones consagradas por la Cons-
titución, este Tribunal, en cumplimiento de su función de supremo intérprete de la Constitución,
considera necesario enfatizar que esta actividad legislativa de regulación o restricción está siempre
sometida a la limitación del contenido esencial del derecho fundamental, porque cuando este queda
sometido a restricciones que lo hacen impracticable y lo despojan de protección constitucional, se
produce un supuesto de vaciamiento, que es prohibido por nuestra Constitución, aspecto coherente
con los límites a la reforma constitucional. El texto de la Primera Disposición Final y Transitoria de
la Constitución contiene un supuesto de legitimidad por el sujeto. El legislador ordinario no deter-
mina el contenido esencial del derecho fundamental a la pensión; ello corresponderá a la voluntad
constituyente instituida en el proceso de reforma constitucional (Exp. Nº 00050-2004-AI y acumu-
lados, 03/06/05, P, FJ. 77)

920 Reforma constitucional. Reforma total como atribución del poder constituyente
En la medida que (...) el poder de reforma constitucional está revestido de ciertos criterios en su
forma de ejercicio, estos se instituyen como auténticos límites o reglas de obligatoria observancia.
El Poder de Reforma Constitucional en tal sentido, y a diferencia de lo que ocurre con el Poder
Constituyente, es un poder limitado. Mientras que el poder creador carece de referentes objetivos y
en el último de los casos, solo puede condicionarse por las valoraciones sociales dominantes (no
sería admisible un Constituyente que destruya la voluntad del pueblo), el poder creado para refor-
mar tiene en sí mismo diversas restricciones, todas ellas nacidas de la Constitución (...).
[E]l Congreso de la República, en cuanto poder constituido, per se, no puede aprobar una Constitu-
ción distinta, pues solo el Poder Constituyente está autorizado para llevar a cabo el ejercicio de una
función semejante (...).
El Congreso de la República (...) es uno de los órganos que puede efectuar la reforma parcial de la
Constitución, y tal competencia está regulada en el artículo 206 de la Carta. Evidentemente, la
competencia para reformar parcialmente la Constitución no puede entenderse como la constitucio-
nalización de un poder constituyente originario, sino como la condición de un poder constituyente
derivado y, en esa medida, como un poder constituido, sujeto por lo tanto a un régimen especial
de limitaciones (procedimentales, formales y materiales) (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P,
FJs. 71 y 108)

921 Reforma constitucional. Rigidez constitucional


[E]s indubitable que en un sistema jurídico que cuenta con una Constitución rígida, ninguna ley o
norma con rango de ley (como las leyes orgánicas) tiene la capacidad para reformar, modificar o
enmendar parte alguna de la Constitución (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 4)

922 Reforma constitucional. Tipología de los límites materiales


El carácter constitucional del Estado propicia la necesidad de contar con límites de distinta natura-
leza. El sistema de la Constitución no solo debe permitir detectar un núcleo irreformable en la
misma, sino básicamente relativizar dicho límite mediante el conocido procedimiento de pondera-
ción. De inicio se debe establecer la necesidad de contar con una cláusula de intangibilidad, para
luego revisar los preceptos protegidos.
El Congreso de la República no puede hacer uso de la reforma constitucional para variar el sistema

303
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

democrático de gobierno, para sustituir el régimen ‘representativo’, para modificar la Constitución


económica o para alterar el principio de alternancia del gobierno, a tenor de los artículos 1, 3, 43 y
58 de la Constitución.
Precisamente, para evitar que los órganos constituidos en ejercicio del poder constituyente deriva-
do que le ha sido acordado constitucionalmente, produzcan cualquier modificación de esos princi-
pios sustanciales, estos han quedado fuera del alcance del constituyente derivado. Los derechos
fundamentales son consustanciales al Estado social y democrático de derecho (Exp. Nº 00050-
2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 35)

RÉGIMEN DE EXCEPCIÓN

923 Estado de emergencia. Límites al ejercicio de poder por las Fuerzas Armadas
[L]a declaración de un estado de emergencia, como medio para contrarrestar los efectos negativos
de una situación extraordinaria, que pone en peligro la integridad y estabilidad estatal, no significa
que, durante su vigencia, el poder militar pueda subordinar al poder constitucional y, en particular,
que asuma las atribuciones y competencias que la Norma Suprema otorga a las autoridades civiles.
Es decir, no tiene como correlato la anulación de las potestades y autonomía de los órganos consti-
tucionales.
[C]uando la Constitución autoriza, excepcionalmente, que las Fuerzas Armadas puedan asumir el
control del orden interno, durante la vigencia de un estado de emergencia, no lo hace con el propó-
sito de que en las zonas declaradas como tales se establezca, por decirlo así, una suerte de gobierno
militar, en el que las autoridades civiles se encuentren subordinadas a aquel. El control del orden
interno se circunscribe a la realización de las labores que normalmente corresponden a la Policía
Nacional del Perú, esto es, restablecer la seguridad ciudadana. Es decir, se trata de una competencia
materialmente limitada.
[C]uando la Constitución autoriza a las Fuerzas Armadas para que asuman el control del orden
interno durante un estado de emergencia, no es la competencia, en sí misma considerada, la que se
modifica, sino el sujeto encargado de ejecutarla. Si en un supuesto de normalidad constitucional es
la Policía Nacional la que "tiene por finalidad fundamental garantizar, mantener y restablecer el
orden interno" [artículo 166]; en uno de anormalidad constitucional, esto es, bajo un estado de
emergencia, tales tareas (y no otras) son las que pueden confiarse a las Fuerzas Armadas, cuando
así lo hubiese dispuesto el Presidente de la República y, por lo mismo, excepcionalmente [artículo
137, inciso 2) (...)] (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJs. 69, 70 y 71)

924 Estado de emergencia. Traslado de autoridades judiciales militares


[E]n lo que se refiere al supuesto contemplado en el artículo 137, inciso 1), de la Constitución, no es
ajeno (...) que existen determinadas zonas geográficas del país que han sido declaradas en Estado de
Emergencia debido a que sufren graves perturbaciones de la paz y del orden interno, lo cual eviden-
temente exige la movilidad de las respectivas autoridades judiciales militares. Sin embargo, este
hecho no justifica la existencia de disposiciones que permitan que la totalidad de órganos de la
jurisdicción militar puedan ser objeto de traslado, reducción o supresión a petición del Poder Ejecu-
tivo.
Si bien la declaratoria de un Estado de Emergencia puede plantear que, excepcionalmente, una
autoridad judicial militar pueda trasladarse a un punto geográfico que se encuentre dentro de su
circunscripción respectiva y que tal declaratoria de emergencia implique a su vez una petición por
parte del Poder Ejecutivo a la Sala Suprema Penal Militar Policial de la Corte Suprema de Justicia de
la República, para que se realice tal traslado (solicitud que debe ser atendida con la celeridad y
urgencia del caso), ello no autoriza a que [las] disposiciones (...) permitan que "todos" los órganos de
la jurisdicción militar puedan trasladarse, reducirse o suprimirse, conforme a los requerimientos de
las Fuerzas Armadas o la Policía Nacional (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJs. 86 y 87)

304
DERECHO CONSTITUCIONAL .

925 Estado de excepción. Características


Consideramos como características del régimen de excepción las siguientes:
a) Concentración del poder, con permisión constitucional, en un solo detentador –normalmente el
jefe del Ejecutivo–, mediante la concesión de un conjunto de competencias extraordinarias, a
efectos de que la acción estatal sea tan rápida y eficaz como lo exijan las graves circunstancias
de anormalidad que afronta la comunidad política. Fruto de ello es el acrecentamiento de las
atribuciones de las Fuerzas Armadas y de la Policía.
b) Existencia o peligro inminente de una grave circunstancia de anormalidad, cuyo origen puede
ser de naturaleza político-social, o deberse a situaciones de fuerza mayor o a crisis económicas.
Tales los casos de guerra exterior, guerra civil, revueltas, motines, revoluciones, cataclismos,
maremotos, inflaciones, deflaciones, etc.
c) Imposibilidad de resolver las situaciones de anormalidad a través del uso de los procedimientos
legales ordinarios.
d) Transitoriedad del régimen de excepción. Habitualmente, su duración se encuentra prevista en
la Constitución o en las leyes derivadas de esta; o en su defecto, regirá por el tiempo necesario
para conjurar la situación de anormalidad. La prolongación indebida e inexcusable del régimen
de excepción, además de desvirtuar su razón de ser, vulnera la propia autoridad política.
e) Determinación espacial del régimen de excepción. La acción del Estado, premunido de compe-
tencias reforzadas, se focalizará en el lugar en donde se producen las situaciones de anormali-
dad. De allí que se precise que la medida tiene carácter nacional, regional, departamental o
local.
f) Restricción transitoria de determinados derechos constitucionales.
g) Aplicación, con criterio de proporcionalidad y razonabilidad, de aquellas medidas que se supone
permitirán el restablecimiento de la normalidad constitucional. Dichas medidas deben guardar
relación con las circunstancias existentes en el régimen de excepción.
h) Finalidad consistente en defender la perdurabilidad y cabal funcionamiento de la organización
político-jurídica.
i) Control jurisdiccional expresado en la verificación jurídica de la aplicación de los principios de
razonabilidad y proporcionalidad del acto restrictivo o suspensivo de los derechos fundamenta-
les de la persona, y en el cumplimiento del íter procedimental exigido por la Constitución para
establecer su decretamiento; así como en el uso del control político parlamentario para que se
cumplan los principios de rendición de cuentas y de responsabilidad política (Exp. Nº 00017-
2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 18)

926 Estado de excepción. Condiciones que avalan su legitimidad


[P]ara otorgar legitimidad a las competencias de excepción, existen dos condiciones:
a) Que su otorgamiento se produzca cuando se acredite que el orden institucional y la seguridad
del Estado se encuentran en severo peligro. En ese contexto, deben haberse presentado condi-
ciones políticas, sociales, económicas o de fuerza mayor provenientes de la naturaleza, que no
pueden ser controladas a través de los medios ordinarios con que cuenta el Estado.
b) Que la aplicación de las medidas extraordinarias tenga carácter temporal, es decir, que no se
extienda más allá del tiempo estrictamente necesario para el restablecimiento de la normalidad
constitucional y, por tanto, de la vigencia rediviva de la normalidad ordinaria del Estado (Exp.
Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 17)

927 Estado de excepción. Definición


El régimen de excepción conceptualmente hace referencia a aquellas "competencias de crisis" que la
Constitución otorga al Estado con el carácter de extraordinarias, a efectos de que pueda afrontar
hechos, sucesos o acontecimientos que, por su naturaleza, ponen en peligro el normal funcionamiento

305
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

de los poderes públicos o amenazan la continuidad de las instituciones estatales y los principios
básicos de convivencia dentro de una comunidad política (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P,
FJ. 15)

928 Estado de excepción. Elementos necesarios


Los elementos necesarios de la doctrina de la situación de normalidad se pueden resumir en las tres
siguientes:
a) La situación de anormalidad. Se trata de una circunstancia fáctica peligrosa o riesgosa que
exige una respuesta inmediata por parte del Estado. Esta situación anómala impone o demanda
una solución casi instantánea, so pena de producirse un grave daño que comprometa la estabi-
lidad o supervivencia del Estado.
b) El acto estatal necesario. Es la respuesta imprescindible, forzosa o inevitable, para enfrentar la
situación de anormalidad. En esta circunstancia, el Estado no actúa siguiendo criterios de dis-
crecionalidad, utilidad o conveniencia, sino que se moviliza en virtud de lo inevitable, imperio-
so o indefectible.
c) La legalidad excepcional. Es decir, la existencia de un marco normativo derivado de una grave
situación de anormalidad, el cual, sin embargo, vincula al acto estatal necesario con los valores
y principios mismos del Estado de Derecho.
En dicho contexto, si bien las normas que consagran los derechos fundamentales de la persona son
previstos para su goce pleno en situaciones de normalidad, en cambio durante los "tiempos de
desconcierto" pueden convertirse en instrumentos para la destrucción del propio orden constitucio-
nal que los reconoce y asegura. Por ende, en vía de excepción, legislativamente es admisible la
suspensión o limitación de algunos de ellos, sin que ello signifique llegar al extremo de consagrar
un estado de indefensión ciudadana y proscripción de la actuación del Estado con sujeción a reglas,
principios y valores que justifican su existencia y finalidad (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P,
FJ. 19)

929 Estado de excepción. Finalidad


[El estado de excepción] se traduce en competencias especiales que asume el jefe del Ejecutivo, para
poner fin, por medios jurídicos, a la situación de excepción que se ha producido, o para precaverse
de ella en caso de que sea inminente. Esto implica una regulación constitucional ad hoc destinada
a "enmarcar" la anormalidad. El efecto inmediato de lo expuesto es el surgimiento de una concentra-
ción de competencias o funciones (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 16)

930 Estado de sitio. Adopción de medidas relativas a la acción de gobierno


[L]a adopción de medidas relativas a la acción de gobierno, aun en ese ámbito de su jurisdicción
(estado de sitio), es de competencia excluyente del Presidente de la República, en su condición de
Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, o de quien haga sus veces, si es que este estuviera en la
imposibilidad material de asumirla (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 108)
[N]i siquiera las graves circunstancias que justifican la declaración de un estado de sitio son moti-
vos legítimos para que se instaure lo que, en rigor, constituiría un gobierno militar. Si el manteni-
miento del Estado, el gobierno y sus instituciones democráticas son los objetivos principales de las
Fuerzas Armadas cuando actúan defendiendo el territorio nacional, tales fines no pueden propen-
derse justamente anulándolos (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 109)

931 Estado de sitio. Justificación de competencias de las Fuerzas Armadas


[D]ado que los supuestos fácticos que ameritan que se declare la vigencia de un estado de sitio, son
distintos y más graves que los que corresponden a un estado de emergencia, es constitucionalmen-
te lícito que el legislador establezca una diferenciación en el diseño de las competencias que se
puedan otorgar a las Fuerzas Armadas, para repelerlos y contrarrestarlos (Exp. Nº 00017-2003-AI,
16/03/04, P, FJ. 105)

306
DERECHO CONSTITUCIONAL .

932 Estado de sitio. No existencia de vacatio constitutionis


[E]l que se trate de supuestos de guerra externa, guerra civil, invasión, o peligro inminente de que
se produzcan, no significa que la Constitución quede sujeta a una suerte de vacatio constitutionis.
[E]sa no es una interpretación constitucionalmente adecuada del estado de sitio y, por extensión, de
las atribuciones que, en ese contexto, se confieran a las Fuerzas Armadas (Exp. Nº 00017-2003-AI,
16/03/04, P, FJ. 106)

933 Estado de sitio. Noción de guerra exterior


"[G]uerra" se define como un conflicto armado entre dos o más naciones; es decir, es una lucha
armada entre Estados (Exp. Nº 1011-2002-HC, 20/06/02, P, FJ. 2)

RELACIONES DEL PODER EJECUTIVO CON EL PODER LEGISLATIVO

934 Disolución del Congreso por el Presidente de la República. Excepciones a la acusación


[E]l Presidente de la República (...) puede ser acusado, durante su mandato (...) por disolver el
Congreso, salvo en los casos previstos en el artículo 134 de la Constitución (Exp. Nº 3760-2004-
AA, 18/02/05, P, FJ. 10)

935 Instalación del nuevo Congreso. Uso de decretos de urgencia


[C]onforme al artículo 135 de la Constitución, [el decreto de urgencia] con rango de ley será la
[forma normativa] que el Poder Ejecutivo use para legislar en el interregno parlamentario, y de ella
dará cuenta a la Comisión Permanente para que la examine y la eleve al Congreso, una vez que este
se instale (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 27)

936 Retiro de confianza a los ministros. No supone violación de derechos constitucionales


[El retiro de la confianza] no puede interpretarse como una vulneración de sus derechos constitu-
cionales, sino como el ejercicio regular de una función reconocida con tales contornos o característi-
cas por la propia Constitución, desde que (...) se trata de una cuestión de confianza y, no del ejercicio
de una potestad entendida como sancionatoria (Exp. Nº 2948-2003-AA, 05/03/04, S1, FJ. 4)

937 Voto de censura a los Ministros. Votación requerida


[E]l Congreso necesit[a] de la votación de más de la mitad de su número legal de miembros para
remover a los ministros (responsables políticamente y no elegidos por el pueblo), mediante el voto
de censura (Exp. Nº 00006-2003-AI, 01/12/02, P, FJ. 26)

SÍMBOLOS PATRIOS

938 Símbolos patrios. Adición de estrofa original del Himno Nacional


[E]ste Colegiado adiciona la quinta estrofa original del Himno Nacional, que obra en el Museo
Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú y que los documentos históricos y biblio-
gráficos reconocen como tal, al texto que el artículo 4 de la Ley Nº 1801 identifica como Himno
Nacional, restituyéndose de este modo la integridad de la obra del mencionado autor que está
protegida por el inciso 8 del artículo 2 de la Constitución en su dimensión objetiva (Exp. Nº 0044-
2004-AI, 18/05/05, P, FJ. 21)

939 Símbolos patrios. Conservación de estrofa apócrifa en el Himno Nacional


[Se reconoce] que la primera estrofa [del Himno Nacional]es de autor anónimo y existe consenso
nacional, en que, independientemente de su contenido, corresponde a la primera canción patriótica

307
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

cantada por el pueblo de Lima a la entrada de San Martín y que incluso ya se cantaba antes de la
promulgación de la Ley Nº 1801 (Exp. Nº 0044-2004-AI, 18/05/05, P, FJ. 23)
En consecuencia, este Colegiado declara que el Congreso de la República sí tenía competencia para
incluir una primera estrofa de autor anónimo en la versión oficial del Himno Nacional que estable-
ció, siempre que se interprete jurídicamente y se haga de público conocimiento que la letra del
Himno Nacional del Perú establecido por el artículo 4 de la Ley Nº 1801 comprende la versión
original completa debida a la pluma de José de la Torre Ugarte, y que este Tribunal ha restituido, y
una primera estrofa de autor anónimo establecida e incorporada por voluntad del pueblo peruano
representado por el Congreso de la República (Exp. Nº 0044-2004-AI, 18/05/05, P, FJ. 27)

940 Símbolos patrios. Deber de preservación del Estado


[L]os valores comunes y la representación de sentimientos de identidad nacional [contenidos en los
símbolos patrios] deben ser preservados por el Estado a fin de cumplir el mandato constitucional de
promover la integración nacional, conforme al artículo 17 de la Constitución (Exp. Nº 0044-2004-
AI, 18/05/05, P, FJ. 37)

941 Símbolos patrios. Definición


La noción de símbolos patrios alude a un conjunto de figuras, objetos, divisas, obras poético-musi-
cales y blasones cívicos que coadyuvan significativamente a la identificación, integración y recono-
cimiento del sentido de patria (Exp. Nº 0044-2004-AI, 18/05/05, P, FJ. 36)

942 Símbolos patrios. Delito de ultraje a la Nación y sus símbolos representativos


[N]uestro Código Penal [expresa], en su artículo 98, que constituye delito de ultraje a la nación y sus
símbolos representativos, el vilipendiar o menospreciar públicamente de obra, palabra o por escri-
to, los signos representativos de la patria., [debido al] papel formativo que desempeña la determi-
nación, defensa y respeto a los símbolos patrios, ya que estos concretan la idea de patria como una
experiencia cotidiana y consolidan el sentimiento de identidad común mediante relaciones cogniti-
vas y afectivas (Exp. Nº 0044-2004-AI, 18/05/05, P, FJ. 36)

943 Símbolos patrios. Objeto


Dentro de una etnografía compleja y diversa como la peruana, los símbolos patrios se constituyen
en elementos que contribuyen a unificar, distinguir y ensalzar la pertenencia a un colectivo nacional
(...).
[Los símbolos patrios e]xpresan una representación material y tangible de una pluralidad de valores
y vivencias comunes de una Nación constituida como Estado. Por ende, son objeto de respeto,
enaltecimiento y veneración por parte de la comunidad que identificatoriamente simbolizan (Exp.
Nº 0044-2004-AI, 18/05/05, P, FJ. 36)

944 Símbolos patrios. Constatación de incorporación de estrofa apócrifa al Himno Nacional


[E]l artículo 4 de la Ley Nº 1801 [del 26 de febrero de 1913], que establece la letra del Himno
Nacional, no consigna la quinta estrofa de la letra original compuesta por don José de la Torre
Ugarte. Este hecho ha sido corroborado por los informes de los Ministerios de Defensa, de Educa-
ción y del experto nacional solicitados por este Tribunal Constitucional, así como por diversas obras
de autores nacionales que este Colegiado ha tenido oportunidad de estudiar con detenimiento.
Consiguientemente, existe consenso académico en que la quinta estrofa de la letra original del
Himno Nacional, compuesta por don José de La Torre Ugarte, no fue incorporada por el legislador de
1913 (Exp. Nº 0044-2004-AI, 18/05/05, P, FJ. 18)

945 Símbolos patrios. Sometimiento a mandatos constitucionales para establecer o refor-


mar el Himno Nacional
A tenor del artículo 49 de la Constitución, si bien el Congreso de la República es el órgano compe-
tente para establecer el Himno Nacional, del mismo modo la Constitución impone una serie de

308
DERECHO CONSTITUCIONAL .

mandatos que deberán ser plasmados por el legislador cuando mediante ley establezca o reforme
dicho símbolo patrio (Exp. Nº 0044-2004-AI, 18/05/05, P, FJ. 38)

TEORÍA DE DERECHOS FUNDAMENTALES

946 Derechos de configuración legal. Existencia de contenido de exigencia inmediata


[E]ste colegiado [Tribunal Constitucional] ha venido a señalar en el fundamento 12 de la sentencia
del Expediente Nº 1417-2005-AA/TC que los derechos fundamentales cuya configuración requiera
de la asistencia de la ley no carecen de un contenido per se inmediatamente exigible a los poderes
públicos (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 15)

947 Derechos fundamentales. Alcance de los tratados internacionales sobre derechos hu-
manos dentro de la Constitución
Los tratados internacionales sobre derechos humanos no sólo forman parte positiva del ordena-
miento jurídico nacional (artículo 55º de la Constitución), sino que la Cuarta Disposición Final y
Transitoria (CDFT) de la Constitución –en cuanto dispone que los derechos fundamentales recono-
cidos por ella se interpretan de conformidad con los tratados y acuerdos internacionales sobre
derechos humanos ratificados por el Perú– exige a los poderes públicos nacionales que, a partir del
ejercicio hermenéutico, incorporen en el contenido protegido de los derechos constitucionales los
ámbitos normativos de los derechos humanos reconocidos en los referidos tratados. Se trata de un
reconocimiento implícito de la identidad nuclear sustancial compartida por el constitucionalismo y
el sistema internacional de protección de los derechos humanos: la convicción jurídica del valor de
la dignidad de la persona humana, a cuya protección y servicio se reconduce, en última y definitiva
instancia, el ejercicio de todo poder (Exp. Nº 2730-2006-PA/TC , 29/03/06, P, FJ. 9)

948 Derechos fundamentales. Carácter no absoluto


Los derechos fundamentales (...) no tienen la calidad de absolutos, más aún si en nuestro constitu-
cionalismo histórico el derecho a la vida, a la propiedad, a la libertad, entre otros, tampoco la han
tenido. Por lo tanto, no obstante lo mencionado en el artículo 32 in fine de la Constitución, el
legislador es competente para variar el contenido de los derechos fundamentales, siempre y cuando
se respete las condiciones generales consagradas en la Constitución y no se quebrante su ‘conteni-
do fundamental’ (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 38)

949 Derechos fundamentales. Clases de límites


[L]os límites a los derechos pueden ser impuestos por la misma norma que reconoce el derecho; por
el ejercicio de uno o más derechos constitucionales, o por el ejercicio de uno o varios bienes jurídi-
cos constitucionales (Exp. Nº 2496-2005-HC, 17/05/05, S1, PV, FJ. 5)
Ningún derecho fundamental (...) puede considerarse ilimitado en su ejercicio. Los límites que a
estos se puedan establecer pueden ser intrínsecos o extrínsecos. Los primeros son aquellos que se
deducen de la naturaleza y configuración del derecho en cuestión. Los segundos, los límites extrín-
secos, son aquellos que se deducen del ordenamiento jurídico, cuyo fundamento se encuentra en la
necesidad de proteger o preservar otros bienes, valores o derechos constitucionales. Es así que
pueden ser restringidos o limitados mediante ley (Exp. Nº 2663-02003-HC, 23/03/04, P, FJ. 6)

950 Derechos fundamentales. Como realidad concreta


De esta forma, el Tribunal Constitucional considera necesario configurar la naturaleza de los dere-
chos fundamentales, que encerrando en sí mismos una aspiración, deben ser percibidos por los
seres humanos como una experiencia concreta de la vida cotidiana, para lo cual se deben garantizar
condiciones objetivas para su pleno goce y ejercicio (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 72)

309
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

951 Derechos fundamentales. Como abstenciones y mandatos de actuación


Los derechos fundamentales no solo demandan abstenciones o que se respete el ámbito de autono-
mía individual garantizado en su condición de derechos subjetivos, sino también verdaderos man-
datos de actuación y deberes de protección especial de los poderes públicos, al mismo tiempo que
informan y se irradian las relaciones entre particulares, actuando como verdaderos límites a la
autonomía privada (Exp. Nº 0976-2003-AA, 13/03/03, P, FJ. 5)

952 Derechos fundamentales. Contenido constitucionalmente protegido


Tal como refiere Manuel Medina Guerrero, "en cuanto integrantes del contenido constitucional-
mente protegido, cabría distinguir, de un lado, un contenido no esencial, esto es, claudicante ante
los límites proporcionados que el legislador establezca a fin de proteger otros derechos o bienes
constitucionalmente garantizados, y, de otra parte, el contenido esencial, absolutamente intangible
para el legislador; y, extramuros del contenido constitucionalmente protegido, un contenido adicio-
nal formado por aquellas facultades y derechos concretos que el legislador quiera crear impulsado
por el mandato genérico de asegurar la plena eficacia de los derechos fundamentales" (La vincula-
ción negativa del legislador a los Derechos Fundamentales. Madrid: McGraw-Hill, 1996, pág. 41)
(Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 20)

954 Derechos fundamentales. Contenido esencial


El contenido esencial de un derecho fundamental está constituido por aquel núcleo mínimo e irre-
ductible que posee todo derecho subjetivo reconocido en la Constitución, que es indisponible para
el legislador, debido a que su afectación supondría que el derecho pierda su naturaleza y entidad. En
tal sentido, se desatiende o desprotege el contenido esencial de un derecho fundamental, cuando
este queda sometido a limitaciones que lo hacen impracticable y lo despojan de la protección cons-
titucional otorgada (Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.2.4)

953 Derechos fundamentales. Contenido de los derechos de configuración legal


Los derechos fundamentales cuya configuración requiera de la asistencia de la ley no carecen de un
contenido per se inmediatamente exigible a los poderes públicos, pues una interpretación en ese
sentido sería contraria al principio de fuerza normativa de la Constitución. Lo único que ello implica
es que, en tales supuestos, la ley se convierte en un requisito sine qua non para la culminación de
la delimitación concreta del contenido directamente atribuible al derecho fundamental.
Y es que si bien algunos derechos fundamentales pueden tener un carácter jurídico abierto, ello no
significa que se traten de derechos "en blanco", es decir, expuestos a la discrecional regulación del
legislador, pues el constituyente ha planteado un grado de certeza interpretativa en su reconoci-
miento constitucional directo (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 12)

955 Derechos fundamentales. Control de constitucionalidad de los derechos enunciados


en los tratados sobre derechos humanos.
El que los tratados sobre derechos humanos detenten rango constitucional no implica sustraerlos
en cuanto objeto de control del proceso de inconstitucionalidad. El rango constitucional de una
norma no es óbice para que, de ser el caso, tales sean objeto de control a través del mencionado
proceso. Tal es el caso de las normas de reforma constitucional tal como [el Tribunal Constitucio-
nal] (…) ya ha tenido ocasión de esclarecer. La jerarquía constitucional de una Ley de Reforma
Constitucional no lo sustrae en cuanto objeto de control de constitucionalidad. Del mismo modo,
el rango constitucional de un tratado internacional, como el caso de un tratado sobre derechos
humanos, no lo sustrae del control de constitucionalidad, tanto en cuanto al fondo como respecto
a la forma. Esto es válido también para el caso de los tratados que han sido incorporados a través
del procedimiento de reforma constitucional (Art. 57, 2º párrafo) (Exp. Nº 0025-2005-PI/TC y
0026-2005-PI/TC, 05/04/2006, P, FJ. 34)

310
DERECHO CONSTITUCIONAL .

956 Derechos fundamentales. Criterios para su restricción


La aplicación de una medida restrictiva a un caso concreto debe ajustarse al principio de razonabi-
lidad, ser adecuada para desempeñar su función protectora, posibilitar ser el instrumento menos
perturbador de los que permitan conseguir el resultado deseado, y guardar proporción con el interés
que debe protegerse (Exp. Nº 2876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 15)
Los derechos constitucionales, como lo eran en el Estado legal de derecho, no valen en el ámbito de
las leyes, sino a la inversa: las leyes valen en el ámbito de los derechos fundamentales (...); de
manera que si a través de una ley se limita el ejercicio de un derecho fundamental, tal restricción
necesariamente debe sustentarse en un fin constitucionalmente valioso, además de presentarse
como una medida estrictamente necesaria y adecuada para conseguir lo que se persigue alcanzar
(Exp. Nº 2579-2003-HD, 06/04/04, S1, FJ. 14)

957 Derechos fundamentales. Deber especial de protección de los poderes públicos


Los poderes públicos, en general, tienen un deber especial de protección de los derechos fundamen-
tales de la persona. Tal deber de protección exige la actuación positiva de aquéllos. Tratándose de
órganos administrativos, tal función comprende todas aquellas actuaciones positivas que la Consti-
tución o las leyes le atribuyen para la protección de los derechos fundamentales, tanto frente a
actos del propio Estado como respecto a los provenientes de particulares. En consecuencia, si un
órgano administrativo omite el cumplimiento de la actuación positiva destinada a la protección de
derechos fundamentales de la persona frente a actos del propio Estado o de particulares, habrá
incurrido en la omisión de su deber de protección de derechos fundamentales y, en consecuencia,
los habrá afectado. Como se aprecia, la lesión de derechos fundamentales del órgano administrativo
tiene lugar aquí no como consecuencia de una acción, sino por la "omisión" de una actuación posi-
tiva (Exp. Nº 5637-2006-PA/TC, 12/04/07, S2, FJ. 11)

958 Derechos fundamentales. Definición


El concepto de derechos fundamentales comprende "tanto los presupuestos éticos como los compo-
nentes jurídicos, significando la relevancia moral de una idea que compromete la dignidad humana
y sus objetivos de autonomía moral, y también la relevancia jurídica que convierte a los derechos en
norma básica material del Ordenamiento, y es instrumento necesario para que el individuo desarro-
lle en la sociedad todas sus potencialidades. Los derechos fundamentales expresan tanto una mora-
lidad básica como una juridicidad básica" (Peces-Barba, Gregorio. Curso de Derechos Fundamenta-
les. Teoría General. Madrid: Universidad Carlos III de Madrid. Boletín Oficial del Estado, 1999, pág.
37) (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 2)
Podemos partir por definir los derechos fundamentales como bienes susceptibles de protección que
permiten a la persona la posibilidad de desarrollar sus potencialidades en la sociedad. Esta noción
tiene como contenido vinculante presupuestos éticos y componentes jurídicos que se desenvuelven
en clave histórica (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 72)
[Los] derechos fundamentales reconocidos en nuestra Constitución constituyen componentes es-
tructurales básicos del conjunto del orden jurídico objetivo, puesto que son la expresión jurídica de
un sistema de valores que por decisión del constituyente informan todo el conjunto de la organiza-
ción política y jurídica. En ese orden de ideas, permiten la consagración práctica del postulado
previsto en el artículo 1 del referido texto que concibe a la persona humana como "el fin supremo de
la sociedad y del Estado". De este modo, la garantía de su vigencia dentro de nuestra comunidad
política no puede limitarse solamente a la posibilidad del ejercicio de pretensiones por parte de los
diversos individuos, sino que también debe ser asumida por el Estado como una responsabilidad
teleológica (Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.2)

959 Derechos fundamentales. Derechos de configuración legal


[E]xisten determinados derechos fundamentales cuyo contenido constitucional directamente pro-
tegido, requiere ser delimitado por la ley, sea porque así lo ha previsto la propia Carta Fundamen-
tal (vg. el artículo 27 de la Constitución en relación con el derecho a la estabilidad laboral. Cfr. STC

311
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Nº 0976-2001-AA, fundamento 11 y ss.) o en razón de su propia naturaleza (vg. los derechos


sociales, económicos y culturales). En estos casos, nos encontramos ante las denominadas leyes de
configuración de Derechos Fundamentales (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 11)

960 Derechos fundamentales. Desarrollo legislativo


[T]odo desarrollo legislativo de los derechos constitucionales presupone para su validez el que se
respete su contenido esencial, es decir, que no se desnaturalice el derecho objeto de desarrollo (Exp.
Nº 1124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 12)

961 Derechos fundamentales. Determinación del contenido constitucionalmente prote-


gido
[T]odo ámbito constitucionalmente protegido de un derecho fundamental se reconduce en mayor o
menor grado a su contenido esencial, pues todo límite al derecho fundamental solo resulta válido en
la medida de que el contenido esencial se mantenga incólume. (...) [E]l contenido esencial de un
derecho fundamental es la concreción de las esenciales manifestaciones de los principios y valores
que lo informan, su determinación requiere un análisis sistemático de este conjunto de bienes
constitucionales, en el que adquiere participación medular el principio-derecho de dignidad huma-
na, al que se reconducen, en última instancia, todos los derechos fundamentales de la persona (Exp.
Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 21)
[L]a exactitud de aquello que constituye o no el contenido protegido por parte de un derecho
fundamental, y, más específicamente, el contenido esencial de dicho derecho, solo puede ser deter-
minado a la luz de cada caso concreto, no menos cierto es que existen determinadas premisas
generales que pueden coadyuvar en su ubicación (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 22)

962 Derechos fundamentales. Dimensión jurídica y axiológica


[S]i bien el reconocimiento positivo de los derechos fundamentales (comúnmente, en la Norma
Fundamental de un ordenamiento) es presupuesto de su exigibilidad como límite al accionar del
Estado y de los propios particulares, también lo es su connotación ética y axiológica, en tanto
manifiesta concreciones positivas del principio-derecho de dignidad humana, preexistente al orden
estatal y proyectado en él como fin supremo de la sociedad y del Estado (artículo 1 de la Constitu-
ción) (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 2)

963 Derechos fundamentales. Dimensión objetiva


[L]os derechos fundamentales no solo tienen una vertiente subjetiva, sino también una dimensión
objetiva, pues representan los valores materiales de todo el sistema jurídico nacional y, en esa
condición, informan a la legislación, administración y jurisdicción. En esa medida, el Tribunal con-
sidera que el amparo no solo puede entenderse como un proceso en cuyo seno se diluciden proble-
mas que atañen únicamente a las partes que en él participen, sino como una acción de garantía en
la cual subyace un orden público, representado por los derechos constitucionales cuya defensa, en
el ámbito de su competencia, la Norma Suprema ha encomendado al Tribunal Constitucional (Exp.
Nº 2050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 25)
[Los derechos fundamentales] también cumplen una función objetiva, por cuanto representan
el sistema material de valores de nuestro ordenamiento constitucional (Exp. Nº 1091-2002-
HC, 12/08/02, P, FJ. 4)

964 Derechos fundamentales. Dimensión subjetiva


En su dimensión subjetiva, los derechos fundamentales no solo protegen a las personas de las
intervenciones injustificadas y arbitrarias del Estado y de terceros, sino que también facultan al
ciudadano para exigir al Estado determinadas prestaciones concretas a su favor o defensa; es decir,
este debe realizar todos los actos que sean necesarios a fin de garantizar la realización y efica-
cia plena de los Derechos Fundamentales. El carácter objetivo de dichos derechos radica en que
ellos son elementos constitutivos y legitimadores de todo el ordenamiento jurídico, en tanto

312
DERECHO CONSTITUCIONAL .

que comportan valores materiales o instituciones sobre los cuales se estructura (o debe estructu-
rarse) la sociedad democrática y el Estado constitucional (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 9)

965 Derechos fundamentales. Disposiciones de derecho fundamental


Las disposiciones de derecho fundamental son los enunciados lingüísticos de la Constitución que
reconocen los derechos fundamentales de la persona (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 24)

966 Derechos fundamentales. Doble carácter


La realización del Estado constitucional y democrático de derecho solo es posible a partir del reco-
nocimiento y protección de los derechos fundamentales de las personas. Es que estos derechos
poseen un doble carácter: son, por un lado, derechos subjetivos; pero, por otro lado, también insti-
tuciones objetivas valorativas, lo cual merece toda la salvaguarda posible (Exp. Nº 3330-2004-AA,
11/07/05, P, F .J. 9)

967 Derechos fundamentales. Eficacia directa


Los derechos fundamentales tienen eficacia directa en las relaciones inter privatos cuando esos
derechos subjetivos vinculan y, por tanto, deben ser respetados, en cualesquiera de las relaciones
que entre dos particulares se pueda presentar, por lo que ante la posibilidad de que estos resulten
vulnerados, el afectado puede promover su reclamación a través de cualquiera de los procesos
constitucionales de la libertad (Exp. Nº 0976-2003-AA, 13/03/03, P, FJ. 6)

968 Derechos fundamentales. Eficacia entre particulares


La Constitución es la norma de máxima supremacía en el ordenamiento jurídico y, como tal, vincula
al Estado y la sociedad en general. De conformidad con el artículo 38 de la Constitución, "Todos los
peruanos tienen el deber (...) de respetar, cumplir (...) la Constitución (...)". Esta norma establece
que la vinculatoriedad de la Constitución se proyecta erga omnes, no solo al ámbito de las relacio-
nes entre los particulares y el Estado, sino también a aquellas establecidas entre particulares. Ello
quiere decir que la fuerza normativa de la Constitución, su fuerza activa y pasiva, así como su
fuerza regulatoria de relaciones jurídicas se proyecta también a las establecidas entre particulares,
aspecto denominado como la eficacia inter privatos o eficacia frente a terceros de los Derechos
Fundamentales. En consecuencia, cualquier acto proveniente de una persona natural o persona
jurídica de derecho privado, que pretenda conculcar o desconocerlos, como el caso del acto cues-
tionado en el presente proceso, resulta inexorablemente inconstitucional (Exp. Nº 1124-2001-
AA, 11/07/02, P, FJ. 6)
[E]s menester determinar si la exclusión de la asociada ha respetado los derechos invocados, no
obstante que se trata de un caso enmarcado en el ámbito privado, pues conforme al artículo 38 de
la Constitución, "Todos los peruanos tienen el deber (...) de respetar, cumplir y defender la Cons-
titución", norma que impone el deber de respetar los derechos de todos, sea que desarrollen sus
actividades en la esfera privada o pública (Exp. Nº 1848-2004-AA, 26/08/04, S1, FJ. 2)

969 Derechos fundamentales. Eficacia indirecta


[S]e dice que los derechos fundamentales solo tienen eficacia indirecta cuando no tienen la capaci-
dad de regular directamente las relaciones inter privatos, sino que tal eficacia se materializa media-
tamente a través de su recepción por la ley y la protección de los jueces de la jurisdicción ordinaria,
quienes están llamados a aplicar las leyes y reglamentos de conformidad con la Constitución y, en
especial, con el contenido constitucionalmente protegido de los Derechos Fundamentales. Tal teo-
ría de la eficacia de los derechos fundamentales matiza la incidencia de estos en el ámbito del
derecho privado, filtrándolos a través de las normas propias de cada sector del ordenamiento (civil,
laboral, etc.).
Desde esta perspectiva, un problema entre privados en materia de derechos fundamentales no es
resoluble, en principio, mediante los procesos de la justicia constitucional de la libertad, sino a

313
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

través de los que existen en el ámbito de la jurisdicción ordinaria (Exp. Nº 0976-2003-AA, 13/03/03,
P, FJ. 7)

970 Derechos fundamentales. Eficacia horizontal


[E]sta eficacia horizontal de los derechos fundamentales en las relaciones entre privados se deriva
del concepto de Constitución como Ley Fundamental de la Sociedad, que en nuestro ordenamiento
se encuentra plasmado a través del artículo 1 de la Constitución de 1993, que pone énfasis en
señalar que "La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la
sociedad y del Estado".
Se trata, además, de una consecuencia que se deriva, en todos sus alcances, del propio artículo 38
de la Constitución, según el cual "Todos los peruanos tienen el deber (...) de respetar, cumplir (...) la
Constitución (...)". Con dicho precepto constitucional se establece que la vinculatoriedad de la Cons-
titución se proyecta erga omnes, no solo al ámbito de las relaciones entre los particulares con el
Estado, sino también a aquellas establecidas entre particulares. De manera que la fuerza normativa
de la Constitución, su fuerza activa y pasiva, así como su fuerza reguladora de las relaciones jurídi-
cas, se proyecta también a las establecidas entre particulares, por lo que cualquier acto proveniente
de una persona natural o persona jurídica de derecho privado, que pretenda conculcarlos o descono-
cerlos, deviene inexorablemente en inconstitucional (Exp. Nº 0976-2003-AA, 13/03/03, P, FJ. 5)

971 Derechos fundamentales. Eficacia vertical y horizontal


Los derechos fundamentales, como instituciones reconocidas por la Constitución, vinculan la
actuación de los poderes públicos, orientan las políticas públicas y en general la labor del Estado
–eficacia vertical–, e irradian las relaciones inter privatos –eficacia horizontal– (Exp. Nº 0050-
2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 72)
La eficacia horizontal y vertical de los derechos fundamentales obliga que, tanto en el ámbito
estatal como en el privado, la interpretación pro homine autorice el desarrollo verdadero de la
persona, amén de las circunstancias que pueden afectar su libre determinación, de conformidad con
el artículo 1 de la Constitución (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 20)
[E]n el marco del Estado constitucional, el respeto de los derechos fundamentales constituye un
imperativo que el Estado debe garantizar frente a las eventuales afectaciones que pueden provenir,
tanto del propio Estado –eficacia vertical– como de los particulares –eficacia horizontal–; más aún
cuando, a partir del doble carácter de los derechos fundamentales, su violación comporta la afecta-
ción no sólo de un derecho subjetivo individual –dimensión subjetiva–, sino también el orden
objetivo de valores que la Constitución incorpora –dimensión objetiva– (Exp. Nº 3741-2004-AA/
TC, 14/11/2005, P, FJ. 10)

972 Derechos fundamentales. Estructura


Si bien es cierto que la exactitud de aquello que constituye o no el contenido protegido por parte de
un derecho fundamental, y, más específicamente, el contenido esencial de dicho derecho, solo pue-
de ser determinado a la luz de cada caso concreto, no menos cierto es que existen determinadas
premisas generales que pueden coadyuvar en su ubicación. Para ello, es preciso tener presente la
estructura de todo derecho fundamental (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 22)
De esta forma cabe distinguir entre las disposiciones de derecho fundamental, las normas de
derecho fundamental y las posiciones de derecho fundamental (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05,
P, FJ. 23)

973 Derechos fundamentales. Fuerza expansiva


Los derechos constitucionales albergan contenidos axiológicos que, por su propia naturaleza, pue-
den y deben desarrollarse, proyectando su vis expansiva a través de remozadas y, otrora, inusitadas
manifestaciones (Exp. Nº 1124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 8)

314
DERECHO CONSTITUCIONAL .

974 Derechos fundamentales. Garantías de protección ordinaria y específica


[E]n la jurisdicción constitucional comparada es pacífico asumir que el primer nivel de protección
de los derechos fundamentales le corresponde a los jueces del Poder Judicial a través de los proce-
sos judiciales ordinarios. Conforme al artículo 138 de la Constitución, los jueces administran justi-
cia con arreglo a la Constitución y las leyes, puesto que ellos también garantizan una adecuada
protección de los derechos y libertades reconocidos por la Constitución. Sostener lo contrario signi-
ficaría [a]firmar que solo el amparo es el único medio para salvaguardar los derechos constitucio-
nales, a pesar de que a través de otros procesos judiciales también es posible obtener el mismo
resultado. De igual modo, debe tenerse presente que todos los jueces se encuentran vinculados
por la Constitución y los tratados internacionales de derechos humanos; más aún, la Constitu-
ción los habilita a efectuar el control difuso conforme a su artículo 138 (Exp. Nº 0206-2005-AA,
28/11/2005, P, FJ. 5)
[N]uestra Norma Fundamental ha consagrado un conjunto de garantías específicas para la protec-
ción de los derechos fundamentales, constituyendo una tutela especializada (a cargo de jueces
constitucionales) distinta a aquella tutela común (a cargo de jueces ordinarios).
De este modo, los "derechos fundamentales" y las "garantías para su protección" se han constituido
como institutos que no pueden entenderse de modo aislado, pues tales derechos solo podrían "rea-
lizarse" en la medida que cuenten con mecanismos "rápidos", "adecuados" y "eficaces" para su pro-
tección. Los derechos y sus mecanismos procesales de tutela se constituyen así en el presupuesto
indispensable para un adecuado funcionamiento del sistema democrático (Exp. Nº 5374-2005-AA,
17/10/05, P, FJ. 2)

975 Derechos fundamentales. Garantía del respeto al contenido esencial


[L]os niveles de protección que han revestido constitucionalmente los derechos fundamentales no
se agotan con las "garantías normativas" [reserva de ley y legalidad]. Aunque la Constitución de
1993 no contenga una cláusula semejante a la existente en la Ley Fundamental de Bonn de 1949 o
en la Constitución española de 1978, en virtud de la cual se establezca que en la limitación de los
derechos el legislador deberá respetar su contenido esencial, lo cierto es que en nuestro ordena-
miento tal limitación de los derechos se deriva de la distinción de planos en los que actúa el Poder
Constituyente y el legislador ordinario (Exp. Nº 2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 16)

976 Derechos fundamentales. Idoneidad de la medida limitadora


El principio de idoneidad comporta que toda injerencia en los derechos fundamentales debe ser
idónea para fomentar un objetivo constitucionalmente legítimo, es decir, que exista una relación de
medio a fin entre la medida limitativa y el objetivo constitucionalmente legítimo que se persigue
alcanzar con aquel (Exp. Nº 2235-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 6)

977 Derechos fundamentales. Interpretación


[Tratándose] de derechos fundamentales el operador judicial no puede sustentar sus decisiones
amparándose únicamente en una interpretación literal de uno o más preceptos constitucionales, ya
que, rara vez, la solución de una controversia en este ámbito puede resolverse apelándose a este
criterio de interpretación. Requiere, por el contrario, de un esfuerzo de comprensión del contenido
constitucionalmente protegido de cada uno de los derechos, principios o bienes constitucionales
comprometidos, para, después de ello, realizar una ponderación de bienes (Exp. Nº 1941-2002-AA,
27/01/03, S1, FJ. 5)

978 Derechos fundamentales. Interpretación según el principio de concordancia práctica


[N]o puede permitirse que so pretexto de relevar ámbitos protegidos por nuestra Carta Fundamen-
tal, se sacrifique el contenido constitucionalmente protegido de algún derecho fundamental. Hacer-
lo, implicaría generar un desequilibrio repudiado por la configuración unitaria de nuestro orden
constitucional, que reclama la consecución de todo fin constitucional bajo el máximo respeto del
principio interpretativo de concordancia práctica (Exp. Nº 4677-2004-AA, 07/12/05, S1, FJ. 25)

315
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

979 Derechos fundamentales. Interpretación unitaria de la Constitución


La comprensión del contenido garantizado de los derechos, esto es, su interpretación, debe realizar-
se conforme a los alcances del principio de unidad de la Constitución, pues, de suyo, ningún precep-
to constitucional, ni siquiera los que reconocen derechos fundamentales, pueden ser interpretados
por sí mismos, como si se encontraran aislados del resto de preceptos constitucionales. Y es que no
se puede perder de vista que el ejercicio de un derecho no puede hacerse en oposición o contraven-
ción de los derechos de los demás, sino de manera que compatibilicen, a fin de permitir una convi-
vencia armónica y en paz social (Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 4)

980 Derechos fundamentales. Justificación de la intervención en los derechos funda-


mentales
La intervención en el ámbito prima facie protegido por un derecho fundamental, no obstante, no se
constituye como una violación. Los derechos pueden ser limitados; sin embargo, para que una
limitación no devenga en una violación constitucionalmente prohibida, es preciso que la interven-
ción se encuentre justificada. La justificación constitucionalmente necesaria de una intervención
en el ámbito de un derecho fundamental depende del régimen jurídico al que el derecho limitado se
encuentre sujeto. En el caso de la libertad física, intervenido con la eventual aplicación de la pena
contemplada en la disposición impugnada, esa justificación debe absolverse desde una doble pers-
pectiva (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 225).

981 Derechos fundamentales. Legitimidad de los límites


La legitimidad constitucional de una limitación al ejercicio de los derechos fundamentales no se
satisface con la observancia del principio de legalidad. Al lado de esta garantía normativa de los
derechos fundamentales, el último párrafo del artículo 200 de la Constitución ha establecido la
necesidad de que tal restricción satisfaga exigencias de razonabilidad y proporcionalidad (Exp.
Nº 2235-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 6)
[E]ncontrándose el legislador de los derechos fundamentales obligado a respetar su contenido esen-
cial, no basta que se satisfagan las garantías normativas [reserva de ley y legalidad] (...) para que se
considere, sin más, que una limitación determinada no constituye afectación de un derecho o,
acaso, que la aplicación de una norma legal limitadora, por el simple hecho de haberse establecido
respetando tales garantías normativas, no puede suponer la violación de un derecho constitucional
(...).
[L]a sujeción al principio de legalidad de la actividad limitativa de (...) [cualquier] derecho no puede
entenderse en el sentido de que basta que una ley o norma con rango de ley establezca un límite a
cualquiera de las potestades por él protegidas para que estas se consideren válidas en sí mismas,
pues este último juicio solo podrá considerarse constitucionalmente correcto si, a su vez, se respeta
el contenido constitucionalmente declarado del derecho y se satisfacen los principios de razonabili-
dad y proporcionalidad (Exp. Nº 2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 17)

982 Derechos fundamentales. Límites y restricciones


[U]na cosa es limitar o restringir el ejercicio de un derecho constitucional, y otra, muy distinta,
suprimirlo. La limitación de un derecho no comporta su supresión, sino solo el establecimiento de
las condiciones dentro de las cuales deberá realizarse su ejercicio (Exp. Nº 2868-2004-AA, 24/11/04,
S2, FJ. 16)
[E]n el Estado Constitucional de Derecho no hay derechos absolutos, pues, con poquísimas excep-
ciones, todos ellos son susceptibles de ser regulados y limitados; sin embargo, ello no autoriza a que
el legislador los pueda vaciar de contenido, suprimir o disminuirlos (...).
De allí que el Tribunal Constitucional haya sido enfático en señalar que no se puede despojar de
contenido a un derecho so pretexto de limitarlo o, acaso, suprimirlo, pues la validez de tales limita-
ciones depende que ellas respeten el contenido esencial de los derechos sobre los cuales se practica
la restricción (Exp. Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 93)

316
DERECHO CONSTITUCIONAL .

983 Derechos fundamentales. Mandatos de optimización a los poderes públicos


La interpretación de estos debe efectuarse siempre en sentido dirigido a alcanzar mayores niveles
de protección. Es por ello que la doctrina sostiene que los derechos constitucionales han de inter-
pretarse como mandatos de optimización (Exp. Nº 1124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 12)

984 Derechos fundamentales. Necesidad de la medida limitadora


[E]l principio de necesidad impone al legislador adoptar, entre las diversas alternativas existentes
para alcanzar el fin perseguido, aquella que resulte menos gravosa para el derecho que se limita.
Como tal, presupone la existencia de una diversidad de alternativas, todas aptas para conseguir el
mismo fin, debiendo ser la escogida por el legislador aquella que genera menos aflicción sobre el
derecho fundamental.
Como quiera que la elección entre diversas alternativas se encuentra dentro la esfera de discrecio-
nalidad que la Constitución ha brindado al Poder Legislativo, este Tribunal ha declarado que una
medida será innecesaria o no satisfacerá este segundo subprincipio cuando la adopción de un deter-
minado medio significa, o importa, un sacrificio desmesurado o manifiestamente innecesario, del
derecho limitado (Exp. Nº 2235-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 6)

985 Derechos fundamentales. Normas de derecho fundamental


Las normas de derecho fundamental son los sentidos interpretativos atribuibles a esas disposicio-
nes [disposiciones de derecho fundamental] (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 24)

986 Derechos fundamentales. Posiciones de derecho fundamental


[L]as posiciones de derecho fundamental, son las exigencias concretas que al amparo de un deter-
minado sentido interpretativo válidamente atribuible a una disposición de derecho fundamental, se
buscan hacer valer frente a una determinada persona o entidad (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05,
P, FJ. 24)
[L]as posiciones de derecho fundamental, son los derechos fundamentales en sentido estricto, pues
son los concretos atributos que la persona humana ostenta al amparo de las normas (sentidos
interpretativos) válidas derivadas directamente de las disposiciones contenidas en la Constitución
que reconocen derechos (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 24)

987 Derechos fundamentales. Principio de proporcionalidad


[C]uando el Tribunal se enfrenta a un caso donde existe conflicto entre dos principios constituciona-
les, deberá realizar no solo un ejercicio argumentativo enjuiciando las disposiciones constituciona-
les en conflicto (ponderación), sino también deberá evaluar también todas las posibilidades fácticas
(necesidad, adecuación), a efectos de determinar si, efectivamente, en el plano de los hechos, no
existía otra posibilidad menos lesiva para los derechos en juego que la decisión adoptada (Exp. Nº
2192-2004-AA, 11/10/04, S1, FJ. 18)

988 Derechos fundamentales. Principios de razonabilidad y proporcionalidad


El principio de razonabilidad parece sugerir una valoración respecto del resultado del razonamiento
del juzgador expresado en su decisión, mientras que el procedimiento para llegar a este resultado
sería la aplicación del principio de proporcionalidad con sus tres subprincipios: de adecuación, de
necesidad y de proporcionalidad en sentido estricto o ponderación (Exp. Nº 2192-2004-AA, 11/10/04,
S1, FJ. 15)

989 Derechos fundamentales. Proporcionalidad de la medida en sentido estricto


De acuerdo con el principio de proporcionalidad strictu sensu, para que una injerencia en los dere-
chos fundamentales sea legítima, el grado de realización del objetivo de esta debe ser por lo menos
equivalente o proporcional al grado de afectación del derecho fundamental, comparándose dos

317
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

intensidades o grados: el de la realización del fin de la medida examinada y el de la afectación del


derecho fundamental (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 109)

990 Derechos fundamentales. Proporcionalidad de la medida en sentido lato


[E]l principio de proporcionalidad exige, a su vez, que la medida limitativa satisfaga los subcriterios
de idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido estricto (Exp. Nº 2235-2004-AA, 18/02/05,
P, FJ. 6)

991 Derechos fundamentales. Rango constitucional de los derechos enunciados en los tra-
tados sobre derechos humanos
El rango constitucional [de los derechos reconocidos en los tratados internacionales de derechos
humanos] (…) trae consigo que dichos tratados están dotados de fuerza activa y pasiva propia de
toda fuente de rango constitucional; es decir, fuerza activa, conforme a la cual estos tratados han
innovado nuestro ordenamiento jurídico incorporando a éste, en tanto derecho vigente, los dere-
chos reconocidos por ellos, pero no bajo cualquier condición, sino a título de derechos de rango
constitucional. Su fuerza pasiva trae consigo su aptitud de resistencia frente a normas provenientes
de fuentes infraconstitucionales, es decir, ellas no pueden ser modificadas ni contradichas por nor-
mas infraconstitucionales e, incluso, por una reforma de la Constitución que suprimiera un derecho
reconocido por un tratado o que afectara su contenido protegido. Los tratados sobre derechos hu-
manos representan en tal sentido límites materiales de la propia potestad de reforma de la Consti-
tución. En lo que concierne al caso, importa resaltar su fuerza de resistencia frente a las normas de
rango legal. Éstas no pueden ser contrarias a los derechos enunciados en los tratados sobre
derechos humanos. Si estos derechos detentan rango constitucional, el legislador está vedado de
establecer estipulaciones contrarias a los mismos (Exp. Nº 0025-2005-PI/TC y 0026-2005-PI/TC,
05/04/2006, P, FJ. 33)

992 Derechos fundamentales. Razonabilidad de la medida restrictiva


Por virtud del principio de razonabilidad se exige que la medida restrictiva se justifique en la nece-
sidad de preservar, proteger o promover un fin constitucionalmente valioso. Es la protección de
fines constitucionalmente relevantes la que, en efecto, justifica una intervención estatal en el seno
de los Derechos Fundamentales. Desde esta perspectiva, la restricción de un derecho fundamental
satisface el principio de razonablidad cada vez que esta persiga garantizar un fin legítimo y, ade-
más, de rango constitucional (Exp. Nº 2235-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 6)
Una decisión razonable (...) supone, cuando menos:
a) La elección adecuada de las normas aplicables al caso y su correcta interpretación, tomando en
cuenta no solo una ley particular, sino el ordenamiento jurídico en su conjunto.
b) La comprensión objetiva y razonable de los hechos que rodean al caso, que implica no solo una
contemplación en "abstracto" de los hechos, sino su observación en directa relación con sus
protagonistas, pues solo así un "hecho" resultará menos o más tolerable,
c) Una vez establecida la necesidad de la medida de sanción, porque así lo ordena la ley correcta-
mente interpretada en relación a los hechos del caso que han sido conocidos y valorados en su
integridad, entonces el tercer elemento a tener en cuenta es que la medida adoptada sea la mas
idónea y de menor afectación posible a los derechos de los implicados en el caso (Exp. Nº 2192-
2004-AA, 11/10/04, S1, FJ. 20)

993 Derechos fundamentales. Razonabilidad y proporcionalidad de los límites


Los principios de razonabilidad y proporcionalidad, previstos en el último párrafo del artículo 200
de la Constitución son pues el parámetro de determinación de validez de los actos (normativos
y no normativos) que establezcan límites a los derechos fundamentales (Exp. Nº 4677-2004-
AA, 7/12/05, S1, FJ. 26)

318
DERECHO CONSTITUCIONAL .

Derechos fundamentales. Relación de cooperación en la interpretación pro homine entre los tribu-
nales internos y los tribunales internacionales
Los derechos reconocidos en los tratados sobre derechos humanos y su respectiva interpretación
por los tribunales internaciones, son, por así decirlo, un punto de partida, un referente "mínimo
indispensable", en cuyo desarrollo se encuentra expedita la facultad de los Estados de ampliar su
ámbito normativo, sea sumando derechos "nuevos" inspirados en la dignidad humana, o acompa-
ñando a los ya previstos de manifestaciones que impliquen una garantía adicional en su eficacia,
esto es, en la proyección del derecho jurídicamente reconocido a la realidad concreta (Exp. Nº 2730-
2006-PA/TC, 29/03/2006, P, FJ. 15)

994 Derechos fundamentales. Reserva de ley


Esta reserva de ley impone la obligación de que cualquier regulación que pueda afectar o incidir en
los derechos fundamentales, incluso de manera indirecta, debe ser objeto exclusivo y excluyente de
ley general y no de fuentes normativas de igual o inferior jerarquía. En ese sentido, cumple además
una función de garantía individual al fijar límites a las posibles intromisiones arbitrarias del Estado,
en los espacios de libertad de los ciudadanos (Exp. Nº 00017-2006-PI/TC, 21/01/2007, P, FJ. 12)

995 Derechos fundamentales. Respeto al contenido esencial del derecho de configuración


legal
[El] mandato constitucional al legislador no puede interpretarse en absoluto como un encargo abso-
lutamente abierto y que habilite al legislador una regulación legal que llegue al extremo de vaciar
de contenido el núcleo duro del citado derecho constitucional. Si bien es cierto que el legislador
tiene en sus manos la potestad de libre configuración de los mandatos constitucionales, también lo
es que dicha potestad se ejerza respetando el contenido esencial del derecho constitucional. Una
opción interpretativa diferente solo conduciría a vaciar de contenido el mencionado derecho cons-
titucional y, por esa razón, la ley que la acogiera resultaría constitucionalmente inadmisible (Exp.
Nº 01124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 12)

996 Derechos fundamentales. Restricciones para proteger otros bienes constitucionales


[E]l Estado puede establecer medidas limitativas o restrictivas de la libertad de los ciudadanos con
el objeto que, en el caso específico de la defensa de valores como la paz o de principios como la
seguridad, se evite la consumación de actos que puedan producir perturbaciones o conflictos. De
allí que en resguardo del denominado orden material –elemento conformante del orden público– el
Estado procure la verificación de conductas que coadyuven al sostenimiento de la tranquilidad
pública, el sosiego ciudadano, etc (Exp. Nº 3283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 29)

997 Derechos fundamentales. Situaciones especiales de limitación


Los límites que pueden establecerse por el ejercicio de estos derechos son varios y, como regla
general, se determinan tomando en consideración la naturaleza de los derechos en cuestión. No
obstante, en determinados supuestos, el legislador puede fijar una diversa clase de límites a tales
libertades, límites cuya justificación se encuentra en las relaciones especiales de sujeción bajo las
que se encuentran determinados individuos [respecto a la administración pública] (Exp. Nº 0866-
2000-AA, 10/07/02, P, FJ. 3)
En la medida en que los límites especiales derivados de una relación de sujeción especial tienen por
propósito garantizar la efectividad de los intereses públicos a los que sirve una dependencia públi-
ca, los alcances de esta limitación deben entenderse concretamente referidos a esos intereses públi-
cos cuya efectividad se persigue asegurar con la limitación de los derechos constitucionales (Exp.
Nº 0866-2000-AA, 10/07/02, P, FJ. 4)

998 Derechos fundamentales. Sustento constitucional directo


La noción de "sustento constitucional directo" (...) no se reduce a una tutela normativa del
texto constitucional formal. [Refiere] a una protección de la Constitución en sentido material

319
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

(pro homine), en el que se integra la Norma Fundamental con los tratados de derechos humanos,
tanto a nivel positivo (artículo 55 de la Constitución), como a nivel interpretativo (Cuarta Disposi-
ción Final y Transitoria de la Constitución); y con las disposiciones legales que desarrollan directa-
mente el contenido esencial de los derechos fundamentales que así lo requieran. Tales disposiciones
conforman el denominado canon de control constitucional o "bloque de constitucionalidad" (Exp. Nº
1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 9)
Un derecho tiene sustento constitucional directo cuando la Constitución ha reconocido, explícita o
implícitamente, un marco de referencia que delimita nominalmente el bien jurídico susceptible de
protección. Es decir, existe un baremo de delimitación de ese marco garantista, que transita desde
la delimitación más abierta a la más precisa (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 10)

999 Derechos fundamentales. Test de proporcionalidad de la actividad limitadora


El principio de proporcionalidad es un test o canon de valoración para evaluar actos estatales que
inciden sobre derechos subjetivos [constitucionales o simplemente legales]. Se trata de una técnica
a partir del cual un tribunal de justicia puede evaluar si la intromisión estatal en el ámbito de los
derechos resulta, o no, excesiva. Pero no se confunde, ni se superpone, a las potestades que garan-
tizan cada uno de esos derechos.
De ahí que una actuación administrativa pueda no satisfacer el test de proporcionalidad y, sin
embargo, no afectar a derechos reconocidos por la Norma Fundamental. Estos últimos, como es
evidente, generan la invalidez de aquella actuación administrativa, pero si no inciden en el ámbi-
to de los derechos protegidos por los procesos constitucionales, no son de competencia de la
justicia constitucional, sino de la jurisdicción contencioso-administrativa (Exp. Nº 2868-2004-
AA, 24/11/04, S2, FJ. 21)

1000 Derechos fundamentales. Test de proporcionalidad en la limitación de derechos


[El] test [de razonabilidad o proporcionalidad] se realiza a través tres subprincipios:
1. Subprincipio de idoneidad o de adecuación. De acuerdo con este, toda injerencia en los dere-
chos fundamentales debe ser idónea o capaz para fomentar un objetivo constitucionalmente
legítimo. En otros términos, este subprincipio supone dos cosas: primero, la legitimidad consti-
tucional del objetivo; y, segundo, la idoneidad de la medida utilizada.
2. Subprincipio de necesidad. Significa que para que una injerencia en los derechos fundamenta-
les sea necesaria, no debe existir ningún otro medio alternativo que revista, por lo menos, la
misma idoneidad para alcanzar el objetivo propuesto y que sea más benigno con el derecho
afectado. Se trata de una comparación de la medida adoptada con los medios alternativos dispo-
nibles, y en la cual se analiza, por un lado, la idoneidad equivalente o mayor del medio alterna-
tivo; y, por otro, su menor grado de intervención en el derecho fundamental.
3. Subprincipio de proporcionalidad stricto sensu. Según el cual, para que una injerencia en los
derechos fundamentales sea legítima, el grado de realización del objetivo de intervención debe
ser por lo menos equivalente o proporcional al grado de afectación del derecho fundamental. Se
trata, por tanto, de la comparación de dos intensidades o grados: la realización del fin de la
medida examinada y la afectación del derecho fundamental (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05,
P, FJ. 65)

1001 Derechos fundamentales. Titularidad del derecho al debido proceso en personas de


derecho público
[A]tendiendo a la naturaleza no estrictamente personalísima del derecho al debido procedimiento
administrativo, se reconoce su extensión a las personas jurídicas, y, entre ellas, se debe hacer
extensivo dicho reconocimiento de la titularidad del derecho fundamental para el caso de las perso-
nas jurídicas de derecho público, pues una interpretación contraria concluiría con la incoherencia
de, por un lado, habilitar el ejercicio de facultades a las municipalidades consagradas en la Consti-
tución y, por otro, negar las garantías necesarias para que las mismas se ejerzan y, sobre todo,
puedan ser susceptibles de protección.

320
DERECHO CONSTITUCIONAL .

Este fundamento encuentra su sustento constitucional en el sentido de reconocer a las personas


jurídicas, independientemente de su naturaleza pública o privada, que puedan ser titulares de
algunos derechos fundamentales, y que en esa medida puedan solicitar su tutela mediante los
procesos constitucionales, entre ellos, el amparo (Exp. Nº 2939-2004-AA, 13/01/05, S1, FJ. 6)
[O]pina el Tribunal que el reconocimiento de los diversos derechos constitucionales es, en principio,
a favor de las personas naturales. Por extensión, considera que también las personas jurídicas
pueden ser titulares de algunos derechos fundamentales en ciertas circunstancias (Exp. Nº 0905-
2001-AA,14/08/02, P, FJ. 5)

1002 Derechos fundamentales. Vincula a organizaciones particulares


Los derechos fundamentales (como en general, la propia Constitución) vinculan no sólo a los pode-
res públicos sino a todas las personas, sean estas publicas o privadas. Desde dicha perspectiva es
inadmisible y por supuesto carente de todo asidero racional pretender que porque una determinada
organización de particulares se rige por sus propias normas internas, resulta invulnerable o inmune
al control constitucional. Desde el primer instante en que los derechos fundamentales rigen en el
ámbito de la vida tanto publica como privada, es evidente que cualquiera que fuese la afectación
sobre su contenido supondrá la correlativa posibilidad no sólo de revisión en la sede constitucional
sino de tutela en las circunstancias en que tal violación o amenaza de violación quede manifiesta-
mente acreditada todo esto desde luego respetando el procedimiento legal-estatutario, si lo hay
(Exp. N° 7034-2006-PA/TC, 07/03/07, S2, FJ. 9)

TRATADOS

1003 Aprobación de tratados. Tratados con habilitación legislativa


[Si el] contenido [de los tratados con habilitación legislativa] afecta disposiciones constitucionales;
(…) deben ser aprobados por el mismo procedimiento que rige la reforma de la Constitución, antes
de ser ratificados por el Presidente de la República (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 20.a)

1004 Aprobación de tratados. Tratados ordinarios


[Los tratados ordinarios s]on los que específicamente versan sobre derechos humanos; soberanía,
dominio o integridad del Estado; defensa nacional u obligaciones financieras del Estado. Igualmen-
te, se encuentran comprendidas bajo dicha denominación aquellos tratados que crean, modifican o
suprimen tributos; los que exigen modificación o derogación de alguna ley y los que requieren
medidas legislativas para su ejecución.
Estos tratados deben ser necesariamente aprobados por el Congreso antes de su ratificación por el
Presidente de la República (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 20.b)

1005 Aprobación de tratados. Tratados sobre materia tributaria


Para que forme parte de nuestro ordenamiento jurídico [un tratado que incide sobre el régimen
tributario] debe ser aprobado por el Congreso, conforme lo establece el segundo párrafo del artículo
56 de la Constitución Política de 1993, derogándose el tratamiento tributario actual (Exp. Nº 1249-
2001-AA, 09/09/02, P, FJ. 5)

1006 Interpretación de los derechos conforme a los tratados internacionales. Obligato-


riedad
[L]as obligaciones, en materia de derechos humanos, no solo encuentran un asidero claramente
constitucional, sino su explicación y desarrollo en el Derecho Internacional. El mandato imperativo
derivado de la interpretación en derechos humanos implica, entonces, que toda la actividad pública

321
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

debe considerar la aplicación directa de normas consagradas en tratados internacionales de dere-


chos humanos, así como en la jurisprudencia de las instancias internacionales a las que el Perú se
encuentra suscrito (Exp. Nº 04677-2005-HC, 12/08/05, P, FJ. 11)
[L]os tratados constituyen parámetro de interpretación de los derechos reconocidos por la Constitu-
ción, lo que implica que los conceptos, alcances y ámbitos de protección explicitados en dichos
tratados, constituyen parámetros que deben contribuir, de ser el caso, al momento de interpretar un
derecho constitucional. Todo ello, claro está, sin perjuicio de la aplicación directa que el tratado
internacional supone debido a que forma parte del ordenamiento peruano (artículo 55, Const.)
(Exp. Nº 01124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 9)

1007 Interpretación de los derechos conforme a los tratados internacionales. Jurispruden-


cia de órganos internacionales
Sobre el valor que pueda tener la (...) jurisprudencia de los órganos internacionales de protección de
los derechos humanos para la comprensión del ámbito protegido por los derechos reconocidos en la
Constitución Política del Estado (...) [es destacable] su capital importancia.
[E]l contenido constitucionalmente protegido de los derechos reconocidos por la Ley Fundamental
no solo ha de extraerse a partir de la disposición constitucional que lo reconoce; de la interpretación
de esta disposición con otras disposiciones constitucionales con las cuales pueda estar relacionada
(principio de unidad de la Constitución), sino también bajo los alcances del Derecho Internacional
de los Derechos Humanos.
Tras el criterio de interpretación de los derechos fundamentales conforme con el Derecho Interna-
cional de los Derechos Humanos, este Tribunal tiene dicho que este último concepto no se restringe
solo a los tratados internacionales en materia de derechos humanos en los que el Estado peruano
sea parte (IV Disposición Final y Transitoria de la Constitución), sino que comprende también a la
jurisprudencia que sobre esos instrumentos internacionales se pueda haber expedido por los órga-
nos de protección de los derechos humanos (artículo V del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional) (Exp. Nº 04587-2004-AA, 29/11/05, P, FJ. 44)

1008 Tratado de Libre Comercio. Presupuesto para su control constitucional


Este Colegiado considera necesario precisar que si bien los demandantes pretenden escindir el
cuestionamiento de la Resolución Legislativa N.º 28766 del texto del instrumento internacional
antes referido [Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos], es evidente que entre uno y otro
existe una vinculación manifiesta, pues los alcances de la referida resolución legislativa se concre-
tan y desarrollan en dicho tratado. Es el tratado, y sólo a través de él, que la norma impugnada en
la demanda adquiere contenido jurídico, que pueda ser sometido a un examen sobre su constitucio-
nalidad. (...). [P]or ello, el ejercicio del control constitucional abstracto –posterior y no preventivo–
de competencia exclusiva del Tribunal (artículo 202º inciso 1 de la Constitución), se condiciona a la
aprobación por el Senado de los EE.UU. del Proyecto de Ley de Implementación del Tratado de Libre
Comercio (TLC), y el cumplimiento de los recaudos formales previstos en el propio tratado; para los
fines de promulgación y publicidad que dispone el artículo 51º in fine de la Constitución. Sólo así
constituirá norma interna válida y eficaz, conforme al artículo 55 de la Norma Fundamental (Res. Nº
00036-2007-PI/TC, 20/11/2007, P, FJ. 5 y 6)

1009 Tratados. Aplicación de los tratados sobre Derechos Humanos


[E]n nuestro ordenamiento jurídico, el denominado derecho internacional de los derechos humanos
posee fuerza normativa directa o aplicabilidad directa, en tanto los tratados que lo componen, como
cualquier otro, "forman parte del derecho nacional" (artículo 55, Constitución); así con fuerza inter-
pretativa, en cuanto los derechos reconocidos por la Constitución deben interpretarse "de conformi-
dad" o "dentro del contexto general" (...) de dichas fuentes internacionales (Exp. Nº 1268-2001-HC,
15/04/02, P, FJ. 3)
Como puede apreciarse [de la Cuarta Disposicón Final y Transitoria] nuestro sistema de fuentes
normativas reconoce que los tratados de derechos humanos sirven para interpretar los derechos y

322
DERECHO CONSTITUCIONAL .

libertades reconocidos por la Constitución. Por tanto, tales tratados constituyen parámetro de cons-
titucionalidad en materia de derechos y libertades. Estos tratados no solo son incorporados a nues-
tro derecho nacional –conforme al artículo 55 de la Constitución– sino que, además, por mandato de
ella misma, son incorporados a través de la integración o recepción interpretativa (Exp. Nº 0047-
2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 22)
De conformidad con el artículo 55 de la Constitución, "Los tratados celebrados por el Estado y en
vigor forman parte del derecho nacional" y, según lo preceptuado por la Cuarta Disposición Final y
Transitoria de la misma norma fundamental, las normas constitucionales relativas a derechos se
interpretan de conformidad con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y con los trata-
dos y acuerdos internacionales inherentes a ellos. En este orden de consideraciones, debe precisar-
se que el Tribunal Constitucional entiende que, en nuestro ordenamiento jurídico, el denominado
derecho internacional de los derechos humanos posee fuerza normativa directa o aplicabilidad di-
recta, en tanto los tratados que lo componen, como cualquier otro, "forman parte del derecho
nacional" (artículo 55, Constitución); así como fuerza interpretativa, en cuanto los derechos reco-
nocidos por la Constitución deben interpretarse "de conformidad"o "dentro del contexto general"
(artículo 15 de la Ley Nº 25398) de dichas fuentes internacionales (Exp. Nº 1268-2001-HC, 15/04/01,
P, FJ. 2)
[Los] tratados constituyen parámetro de interpretación de los derechos reconocidos por la Constitu-
ción, lo que implica que los conceptos, alcances y ámbitos de protección explicitados en dichos
tratados, constituyen parámetros que deben contribuir, de ser el caso, al momento de interpretar un
derecho constitucional. Todo ello, claro está, sin perjuicio de la aplicación directa que el tratado
internacional supone debido a que forma parte del ordenamiento peruano (artículo 55, Const.)
(Exp. Nº 1124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 9)

1010 Tratados. Características como fuente del derecho


El tratado como forma normativa en el derecho interno tiene algunas características especiales que
lo diferencian de las otras fuentes normativas. Ello porque, por un lado, los órganos de producción
de dicha fuente (esto es, los Estados y los organismos internacionales que celebran el tratado),
desarrollan su actividad productora en el ámbito del derecho internacional, y por otro, porque su
modo de producción (por ejemplo las reglas de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados -negociación, aprobación y ratificación) se rige por el derecho internacional público (Exp.
Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 19)
A diferencia de las demás formas normativas que se producen en el ámbito del derecho interno
peruano, los tratados son fuente normativa, no porque se produzcan internamente, sino porque la
Constitución así lo dispone. Para ello, la Constitución, a diferencia de las otras formas normativas,
prevé la técnica de la recepción o integración de los tratados en el derecho interno peruano. Así, el
artículo 55 de la Constitución [lo] dispone (...). Es la propia Constitución, entonces, la que establece
que los tratados internacionales son fuente de derecho en el ordenamiento jurídico peruano. Por
mandato de la disposición constitucional citada se produce una integración o recepción normativa
del tratado (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 21)

1011 Tratados. Concepto


Los tratados son expresiones de voluntad que adopta el Estado con sus homólogos o con organismos
extranacionales, y que se rigen por las normas, costumbres y fundamentos doctrinarios del derecho
internacional. En puridad, expresan un acuerdo de voluntades entre sujetos de derecho internacio-
nal, es decir, entre Estados, organizaciones internacionales, o entre estos y aquellos.
Como puede colegirse, implican un conjunto de reglas de comportamiento a futuro concertados por
los sujetos de derecho internacional público. Son, por excelencia, la manifestación más objetiva
de la vida de relación de los miembros de la comunidad internacional (Exp. Nº 0047-2004-AI,
24/04/06, P, FJ. 18)

323
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

1012 Tratados. Cumplimiento obligatorio por el Estado


[E]s un principio general del derecho internacional el que un Estado no puede invocar las disposi-
ciones de su derecho interno como justificación para el incumplimiento de un tratado o de normas
imperativas de Derecho Internacional. Este principio ha quedado establecido en los artículos 27 y
53 de la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados de 1969, ratificado por el Perú
mediante el Decreto Supremo Nº 029-2000-RE, de fecha 14 de septiembre de 2000 (Exp. Nº 04677-
2005-HC, 12/08/05, P, FJ. 12)

1013 Tratados. Denominaciones


Los tratados reciben diversas denominaciones, establecidas en función de sus diferencias formales;
a saber: convenios o acuerdos, protocolos, modus vivendi, actas, concordatos, compromisos, arre-
glos, cartas constitutivas, declaraciones, pactos, canje de notas, etc (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/
06, P, FJ. 18)

1014 Tratados. Como herramienta para determinar el contenido esencial de los derechos
[E]l ejercicio interpretativo que realice todo órgano jurisdiccional del Estado (o que desempeñe
funciones materialmente jurisdiccionales), para determinar el contenido constitucionalmente pro-
tegido de los derechos fundamentales, debe estar obligatoriamente informado por las disposiciones
de los tratados internacionales de derechos humanos y por la interpretación de las mismas realizada
por los tribunales internacionales sobre derechos humanos a través de sus decisiones (Exp. Nº
5854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 23)

1015 Tratados. Pertenencia al derecho nacional


[L]os tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del derecho nacional. De esta
manera, los tratados sobre derechos humanos ratificados por el Estado peruano, por pertenecer al
ordenamiento jurídico interno, son Derecho válido, eficaz y, en consecuencia, inmediatamente apli-
cable al interior del Estado (Exp. Nº 5854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 22)

1016 Tratados. Proscripción del referéndum sobre tratados internacionales


[L]a exclusión del referéndum respecto a los tratados internacionales [se refiere a] los tratados en
vigor; esto es aquellos que, de conformidad con el artículo 55 de la Constitución, forman parte del
derecho nacional (Exp. Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 91.a)

1017 Tratados. Valor normativo


Tal como lo dispone el artículo 55 de la Constitución, los tratados celebrados por el Estado y en
vigor forman parte del derecho nacional. De esta manera, los tratados sobre derechos humanos
ratificados por el Estado peruano, por pertenecer al ordenamiento jurídico interno, son Derecho
válido, eficaz y, en consecuencia, inmediatamente aplicable al interior del Estado (Exp. Nº 5854-
2005-PA, 08/11/05, P, FJ. 22
[E]s un hecho inobjetable (...) que cuando nuestra Constitución Política del Estado reconoce en su
artículo 55 que "Los tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del derecho racional"
y el artículo 200 inciso 4) consigna entre las diversas normas con jerarquía legal, a los tratados (sin
distinción alguna), no cabe sino admitir que los mismos tiene valor normativo indiscutible y en
consecuencia son plenamente aplicables por los jueces y tribunales peruanos (Exp. Nº 1277-1999-
AC, 13/07/01, P, FJ. 7)

1018 Tratados ejecutivos. Concepto


[Los tratados ejecutivos s]on aquellos que el Presidente de la República puede elaborar o ratificar o
adherir sin el requisito de la aprobación previa del Congreso, puesto que se refieren a materias no
contempladas para los tratados ordinarios.
La Constitución señala que, efectuado el acto de celebración, ratificación o adhesión presidencial,
se debe dar cuenta al Congreso (Exp. Nº 0047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 20.c)

324
DERECHO CONSTITUCIONAL .

TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

1019 Tribunal Constitucional. Autonomía e independencia


[El Tribunal Constitucional e]s autónomo e independiente y solo está limitado por la Constitución,
de la cual es su custodio y garante, porque así lo decidió el Poder Constituyente que le encomendó
tal tarea (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 33)
Dado que el artículo 201 de la Constitución establece que el Tribunal Constitucional "es indepen-
diente y autónomo" en el ejercicio de sus competencias, como intérprete supremo de la Constitu-
ción (artículo 201, 202 de la Constitución y 1 de la LOTC) goza de un amplio margen en la determi-
nación de los métodos interpretativos e integrativos que le sean útiles para cumplir de manera
óptima su función de "órgano de control de la Constitución" (artículo 201 de la Constitución). Todo
ello, claro está, con pleno respeto por los límites que de la propia Norma Fundamental deriven (Exp.
Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 52)

1020 Tribunal Constitucional. Como supremo intérprete de la Constitución


[E]l Tribunal Constitucional, por su condición de ente guardián y supremo intérprete de la Constitu-
ción, y mediante la acción hermenéutica e integradora de ella, se encarga de declarar y establecer
los contenidos de los valores, principios y normas consignados en el corpus constitucional (Exp. Nº
02409-2002-AA, 07/11/02, S2, FJ. 1.a)
[E]n una correcta interpretación de concordancia práctica de los derechos y principios constitucio-
nales involucrados, la condición del Tribunal Constitucional como supremo intérprete de la Consti-
tución, proyectada desde la propia Carta Fundamental, ha sido reconocida a nivel legislativo. En
efecto, el artículo 1 de la Ley Nº 28301 –Ley Orgánica del Tribunal Constitucional–, establece:
"El Tribunal Constitucional es el órgano supremo de (...) control de la constitucionalidad. (...)."
Por su parte, el último párrafo del artículo VI del Título Preliminar del Código Procesal Constitucio-
nal (CPConst.), dispone: "los jueces interpretan y aplican las leyes o toda norma con rango de ley y
los reglamentos según los preceptos y principios constitucionales, conforme a la interpretación de
los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional".
Mientras que el artículo 82 del CPConst., dispone que las sentencias del Tribunal Constitucional,
recaídas en los procesos de inconstitucionalidad que queden firmes, "tienen autoridad de cosa juz-
gada, por lo que vinculan a todos los poderes públicos y producen efectos generales desde el día
siguiente a la fecha de su publicación" (Exp. Nº 00020-2005-AI y acumulado, 27/09/05, P, FJ. 158)

1021 Tribunal Constitucional. Como componedor de conflictos sociales


[E]l reconocimiento del Estado Social y Democrático de Derecho como un espacio plural para la
convivencia, hace posible que la labor del máximo intérprete de la Constitución sea la de un autén-
tico componedor de conflictos sociales, función que se canaliza, en forma institucional, a través de
los procesos constitucionales.
La argumentación constitucional, es en este contexto, el mejor recurso de legitimación y persuasión
con que cuenta este Tribunal para la búsqueda del consenso social y el retorno de la armonía. De
este modo logra adhesiones y persuade y construye un espacio para su propia presencia en el Estado
Social y Democrático de Derecho, erigiéndose como una institución de diálogo social y de construc-
ción pacífica de la sociedad plural (Exp. Nº 00048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 2 y 3)

1022 Tribunal Constitucional. Como poder constituyente constituido


[L]a condición de órgano de control de la Constitución que se ha atribuido a este Tribunal [Consti-
tucional], es una competencia asignada por el Poder Constituyente, y no por ningún poder consti-
tuido. El Congreso de la República es uno más de los poderes constituidos, entre los cuales se
encuentra este mismo Tribunal [Constitucional]. Y si la Constitución le ha encargado a aquel, entre
otras funciones, la función legislativa, a este Colegiado [Tribunal Constitucional] le ha encargado,

325
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

entre otras, la de controlar la producción legislativa a fin de que no se transgreda el principio de


supremacía constitucional (Exp. Nº 00002-2001-AI, 04/04/01, P, FJ. 1)
[E]l Tribunal Constitucional, en cuanto Poder Constituyente Constituido, se encarga de resguardar
la sujeción del ejercicio del poder estatal al plexo del sistema constitucional, la supremacía del texto
constitucional y la vigencia plena e irrestricta de los derechos esenciales de la persona. De ahí que
formen parte de su accionar, la defensa in toto de la Constitución y de los derechos humanos ante
cualquier forma de abuso y arbitrariedad estatal (Exp. Nº 02409-2002-AA, 07/11/02, S2, FJ. 1.a)

1023 Tribunal Constitucional. Control concreto de constitucionalidad de normas infralegales


[E]l control concreto de constitucionalidad de una norma infralegal por parte del Tribunal Constitu-
cional no plantea problema alguno debido a que ella deriva del poder-deber de control de inaplica-
bilidad que habilita la Constitución (artículo 138, 2do párrafo) a los "jueces" y, en tal sentido, al
Tribunal Constitucional, con respecto a toda norma infraconstitucional, sea de jerarquía legal o
infralegal. Es en este sentido que el CPConst ha establecido que "cuando exista incompatibilidad
entre una norma constitucional y otra de inferior jerarquía, el Juez debe preferir la primera, (…)"
(artículo VI). Distinto es, en cambio, cuando de lo que se trata es del control "abstracto" de consti-
tucionalidad de las normas infralegales (Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 72)

1024 Tribunal Constitucional. Función de vigilar el respeto de los derechos fundamentales


[P]ara configurar constitucionalmente un derecho fundamental se hace imperiosa la intervención
del TC como órgano al cual se le ha encargado la vigilancia del efectivo cumplimiento y pleno
reconocimiento de la supremacía de la Norma Fundamental (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07,
P, FJ. 14)

1025 Tribunal Constitucional. Función normativa


[La función normativa del Tribunal Constitucional se manifiesta] al tener la capacidad de dejar sin
efecto las normas con rango de ley, por juzgarlas incompatibles con la Constitución (artículo 204 de
la Constitución), [por lo que] las sentencias recaídas en los procesos de inconstitucionalidad que
dicta tienen fuerza de ley, superando incluso el poder de la derogación, pues, a diferencia de esta, la
sentencia estimatoria en un proceso de inconstitucionalidad "anula, por completo, la capacidad
regulativa de las normas declaradas inconstitucionales" (...).
[Asimismo,] ejerce un control sobre el contenido normativo de las disposiciones legales, invalidan-
do los sentidos interpretativos inconstitucionales e, incluso, haciendo explícitos aquellos otros sen-
tidos interpretativos que, prima facie, no eran atribuidos a las disposiciones sometidas a evaluación
(sentencias interpretativas "manipulativas") (Exp. Nº 01907-2003-AA, 27/01/05, S1, FJ. 20)

1026 Tribunal Constitucional. Función pacificadora


[U]na de las funciones que la Constitución le ha asignado [al Tribunal Constitucional], en su condi-
ción de órgano de control de la constitucionalidad, es su función pacificadora. Para el cumplimiento
efectivo de tal cometido, se vale únicamente de la Norma Fundamental y del modelo de socie-
dad que ella tiene consagrado detrás del reconocimiento de derechos (Exp. N° 1776-2004-AA/
TC, 26/01/07, P, FJ. 2)

1027 Tribunal Constitucional. Funciones


[E]l Tribunal Constitucional tiene como tareas la racionalización del ejercicio del poder, el cual se
expresa en los actos de los operadores del Estado, el mismo que debe encontrarse conforme con las
asignaciones competenciales establecidas por la Constitución; asimismo, vela por la preeminencia
del texto fundamental de la República sobre el resto de las normas del ordenamiento jurídico del
Estado; igualmente se encarga de velar por el respeto y la protección de los derechos fundamentales
de la persona, así como de ejercer la tarea de intérprete supremo de los alcances y contenidos de la
Constitución (Exp. Nº 02409-2002-AA, 07/11/02, S2, FJ. 1.a)

326
DERECHO CONSTITUCIONAL .

1028 Tribunal Constitucional. Obligación de actualización y desarrollo de la Constitución al


interpretarla
[A]l erigirse en el órgano de control de la Constitución (artículo 201 de la Constitución), y en el
órgano supremo de interpretación y control de la constitucionalidad (artículo 1 de la Ley Nº 28301),
el Tribunal Constitucional tiene la obligación de "actualizar" y "desarrollar" la Constitución cuando
la interprete en la resolución de un problema singular suscitado por una ley o disposición con rango
de ley (Exp. Nº 00005-2005-AI, 04/03/05, Res., FJ. 4)

1029 Tribunal Constitucional. Relación con los poderes del Estado


[S]i bien [el Tribunal Constitucional] como órgano constitucional no es superior a los Poderes del
Estado ni a otros órganos constitucionales, tampoco está subordinado a ninguno de ellos, pues es
autónomo e independiente, y sus relaciones se dan en un marco de equivalencia e igualdad, de
lealtad a la Constitución, de firme defensa de la democracia y de equilibrio (...).
[A]sí como el Congreso de la República cuando ejerce su función legislativa o la función contralora del
Poder Ejecutivo, tiene primacía sobre los otros poderes u órganos constitucionales, de igual manera
solo el Tribunal Constitucional, en sede jurisdiccional, declara la constitucionalidad o inconstituciona-
lidad de las normas con rango de ley con efectos generales para todos, conforme al artículo 204 de la
Constitución, y resuelve los casos relativos a derechos constitucionales, confiriéndole el sistema jurí-
dico una primacía a través del precedente de la jurisdicción constitucional. De ahí que en el ámbito de
sus competencias, el Tribunal Constitucional es un primus inter pares en relación a los Poderes del
Estado y los demás órganos constitucionales (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 33)

SECRETO PROFESIONAL

1030 Secreto profesional. Ámbito de protección


[El derecho a "guardar el secreto profesional", tiene] (…) dos son los ámbitos de actuación de la
garantía-derecho al secreto profesional que reconoce la Constitución. En cuanto derecho, reconoce
al titular de tales secretos la exigencia de que estos sean celosamente guardados por los profesiona-
les a quienes se les confía de modo directo, o que tuvieran acceso a información confidencial en
razón de su ejercicio profesional; del mismo modo, el secreto profesional también protege a los
propios profesionales, quienes podrán hacerlo valer en cualquier situación o circunstancia en que
los poderes públicos o cualquier persona o autoridad pretendan desconocerlo de cualquier forma,
sea obligando a confesar dichos secretos o poniendo en riesgo su preservación en el ejercicio de su
profesión. En cuanto garantía, el secreto profesional impone un deber especial de parte del Estado
a efectos de preservar su eficaz cumplimiento. Dichas acciones de parte del Estado deben concre-
tarse en una adecuada legislación, así como en la promoción de una cultura de respeto al ejercicio
de las profesiones en general y, en especial, de aquellas que tienen directa implicancia con la pro-
moción de los derechos y libertades públicas, como es el caso de la profesión del periodismo y la
promoción del derecho a la libre expresión e información; la abogacía y el ejercicio del derecho de
defensa; la profesión médica y la promoción de la salud, así como las profesiones que inciden en la
promoción de las libertades económicas en el marco del Estado Social y Democrático de Derecho
(Exp. N.º 7811-2005-PA/TC, 22/11/2005, P, FJ. 7)

1031 Secreto profesional. Contenido


En cuanto al contenido de lo que debe considerarse secreto para los fines de su protección, (…)
aunque resulta difícil determinarlo en abstracto, de modo general puede establecerse que, se trata
de toda noticia, información, situación fáctica o incluso proyecciones o deducciones que puedan
hacerse en base a la pericia o conocimientos del profesional y que hayan sido obtenidas o conocidas
a consecuencia del ejercicio de una determinada profesión, arte, ciencia o técnica en general.
Están incluidas en la cláusula de protección y, por tanto, también les alcanza la obligación de
mantener el secreto, no sólo los profesionales a quienes se ha confiado directamente, sino también
sus colaboradores, ayudantes, asistentes e, incluso, el personal al servicio del profesional que tu-
viera acceso directo a tales secretos (Exp. N.º 7811-2005-PA/TC, 22/11/2005, P, FJ. 8)

327
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

1032 Secreto profesional. Noción


El derecho a "guardar el secreto profesional" supone una obligación para el profesional (abogado,
notario, médico, periodista, etc.) de mantener en reserva o confidencialidad las confesiones, he-
chos, situaciones o cualquier noticia de la que haya tomado conocimiento, o que se le haya confiado
de modo directo en su condición de profesional o técnico en determinada arte o ciencia. Dicha
obligación le impone que no divulgue ni participe a otros dichos "secretos" sin consentimiento de la
persona a quien le conciernan. El secreto profesional es, así, una garantía para el ejercicio de deter-
minada profesión u oficio, de modo que ninguna autoridad o poder público, en general, pueda
obligar a entregar dicha información reservada para usos propios de la profesión (Exp. N.º 7811-
2005-PA/TC, 22/11/2005, P, FJ. 5)

1033 Secreto profesional. Relación con el ejercicio de otras libertades públicas


[El derecho a "guardar el secreto profesional"] (…) resulta fundamental cuando la profesión u oficio
guarda estrecha relación con el ejercicio de otras libertades públicas, como es el caso de los perio-
distas respecto de la libertad de información y expresión, o de los abogados con relación al ejercicio
del derecho de defensa. En estos supuestos, se trata de preservar y garantizar el ejercicio libre de
las profesiones, de los periodistas, médicos o abogados con relación a sus fuentes de información,
sus pacientes y patrocinados respectivamente, de modo que estos profesionales no puedan ser
objeto de ningún tipo de presión de parte de sus empleadores o de las autoridades y funcionarios
con relación a hechos u observaciones vinculadas al ejercicio de una determinada profesión u oficio
(Exp. N.º 7811-2005-PA/TC, 22/11/2005, P, FJ. 6)

1034 Secreto profesional. Relación con el ejercicio del periodismo


Para el adecuado ejercicio de [la] libertad [de información], en su dimensión de comunicar informa-
ción por cualquier medio de comunicación, los periodistas están protegidos por el artículo 2, inciso
18, de la Constitución, que reconoce el derecho de guardar el secreto profesional.
[E]ste derecho protege a los titulares de la libertad de comunicar información, en especial a los
periodistas de cualquier medio de comunicación social; por ello, no pueden ser obligados a revelar
sus fuentes informativas (Exp. Nº 0134-2003-HD, 20/09/04, S1, FJ. 2)

SEGURIDAD JURÍDICA

1035 Seguridad jurídica. Como principio


[L]a seguridad jurídica es un principio que transita todo el ordenamiento, incluyendo, desde luego,
a la Norma Fundamental que lo preside. Su reconocimiento es implícito en nuestra Constitución,
aunque se concretiza con meridiana claridad a través de distintas disposiciones constituciona-
les, algunas de orden general, como la contenida en el artículo 2, inciso 24, parágrafo a) ("Nadie
está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe")
(Exp. Nº 0016-2002-AI, 30/04/03, P, FJ. 4)

SEGURIDAD PERSONAL

1036 Derecho a la seguridad personal. Concepto


[L]a seguridad personal representa la garantía que el poder público ofrece frente a las posibles
amenazas por parte de terceros de lesionar la indemnidad de la persona o desvanecer la sensación
de tranquilidad y sosiego psíquico y moral que debe acompañar la vida coexistencial (Exp. Nº 2333-
2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 3)

1037 Derecho a la seguridad personal. Relación con la integridad personal


[E]l derecho a la integridad personal se entronca con el derecho a la seguridad personal, puesto que
supone la convicción y certeza del respeto de uno mismo por parte de los demás, en tanto se ejercita
un derecho y se cumple con los deberes jurídicos (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2)

328
DERECHO DE EJECUCIÓN PENAL .

DERECHO DE
EJECUCIÓN PENAL

BENEFICIOS PENITENCIARIOS

001 Beneficios penitenciarios. Examen de necesidad del tratamiento diferenciado respec-


to a los beneficios penitenciarios
El objetivo de ejemplaridad y eficacia del ius puniendi estatal, en particular, en la represión de
delitos considerados especialmente graves como el de terrorismo, puede realizarse mediante la
exclusión de beneficios penitenciarios a quienes sean condenados por ellos. Sin embargo, un medio
como este, a todas luces, tiene la propiedad de ser más aflictivo que el considerado por el legislador,
que no ha prohibido la concesión de beneficios penitenciarios para los condenados para el delito de
terrorismo, sino que solo los ha limitado a la redención de la pena por el trabajo y la educación y la
liberación condicional (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 336).

002 Beneficios penitenciarios. Evaluación del interno para otorgar beneficios penitenciarios
[E]l órgano jurisdiccional tiene la obligación de examinar al interno, lo que implica que dicho órgano
valore, motivada y objetivamente, el grado de reeducación y resocialización del interno para su
reincorporación a la sociedad (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 41).

003 Beneficios penitenciarios. Finalidad del tratamiento diferenciado respecto a los be-
neficios penitenciarios
[L]a finalidad del trato diferenciado en materia de beneficios penitenciarios puede sustentarse en la
gravedad del delito por el cual se fue condenado. Desde esta perspectiva, en atención a la gravedad
de los bienes jurídicos afectados por la comisión de un ilícito penal, el legislador penal no solo está
en la capacidad de poder realizar una distinta valoración del reproche penal que tales conductas
merezcan, sino también para realizar un distinto tratamiento en materia de beneficios penitencia-
rios (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 330).
[L]a finalidad del trato diferenciado en materia de beneficios penitenciarios perseguiría establecer
un efecto especial de intimidación respecto de la comisión de determinados delitos que lesionan
gravemente, o ponen en peligro, bienes jurídicos esenciales o de significativa importancia para la
convivencia ordenada y democrática (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 331).
[E]n atención a la gravedad del delito por el cual se ha sancionado a una persona, es posible que, en
aras de optimizar la efectividad del ius puniendi estatal, el legislador penal pueda establecer tratos
diferenciados en materia de beneficios penitenciarios (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ.
333).
[E]n la medida que el grado de realización u optimización del fin constitucional es mayor que la
intensidad de la intervención o afectación de la igualdad, o dicho de otra forma, dado que la afecta-
ción sobre el derecho de igualdad es mínima, comparada con la máxima importancia de la realiza-
ción de la ejemplaridad del ius puniendi estatal (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 341).

329
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

004 Beneficios penitenciarios. Finalidad del tratamiento diferenciado respecto a los be-
neficios penitenciarios en el caso de terroristas
[E]l tratamiento diferenciado en materia de beneficios penitenciarios a los que se pueden acoger los
condenados por el delito de terrorismo, y las reglas a los que estos están sometidos [artículo 3 y 4],
se encuentran directamente relacionados con los fines que el legislador pretende alcanzar con el
Decreto Legislativo Nº 927 (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 335).

005 Beneficios penitenciarios. Revisión de la pena


[S]e reconoce el derecho de impugnar la decisión del órgano jurisdiccional y no cierra la posibilidad
de que, en caso de que se resuelva mantener la condena, el interno puede solicitar nuevamente la
revisión de la pena (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/2006, P, FJ. 42).

DERECHOS DE RECLUSOS Y SENTENCIADOS

006 Derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. Con-


diciones de permanencia de un recluso en establecimiento de salud
[E]n lo que toca al beneficio de comunicación telefónica, (...) por su particular situación, queda claro
que este se encuentra sujeto a las disposiciones que regulan las atribuciones y competencias del
INPE [Instituto Nacional Penitenciario]; por ello, en la medida que el interno no se encuentra dentro
de un establecimiento penitenciario, el otorgamiento de tales beneficios depende de las posibilida-
des que tenga el nosocomio en que se encuentre internado y siempre que ello sea debidamente
autorizado por la autoridad administrativa competente, esto es, el INPE. Igualmente, el acceso a
dicho servicio debe ser a través de los equipos que el INPE autorice y no a través de un teléfono
celular o de un teléfono fijo proporcionado por terceras personas; ello en todo caso debe ser solici-
tado en forma oportuna para que mediante resolución motivada se determinen las razones por las
que es posible el otorgamiento de las mismas o no, no bastando la posibilidad física de que ello sea
factible o el solo consentimiento u otorgamiento de las facilidades necesarias por parte del estable-
cimiento médico, por las razones antes expuestas. En todo caso, debe tenerse presente que el
otorgamiento de los beneficios solicitados se dará siempre que ello no importe que el interno que se
encuentra convaleciente en un centro hospitalario obtenga mayores beneficios que los otorgados a
otro que se encuentre físicamente dentro de las instalaciones de un establecimiento penitenciario,
puesto que ello importaría la afectación del principio de igualdad. Por consiguiente, no es razonable
ni proporcional que por el solo hecho de encontrarse interno en un centro médico le franquee al
enfermo, que se encuentra privado de su libertad ambulatoria, el goce de televisión por cable,
equipo musical, laptop, agenda electrónica, etc., puesto que tales servicios y/o bienes no son permi-
tidos en los reglamentos de los establecimientos penitenciarios (Exp. Nº 5837-2005-HC, 30/11/05,
P, FJ. 4)

007 Derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. Cons-


titucionalidad de la prohibición de los contactos físicos con familiares
[E]l ser humano, al ser un ente eminentemente social, necesita de vínculos familiares o amicales
para su tranquilidad espiritual y psíquica. (...) Pero toda institución, al igual que los derechos fun-
damentales de la persona, merece una limitación en el marco de la Norma Fundamental, siempre
con el fin de respetar los principios generales que la guían y los valores que la orientan. Así, el
impedir el contacto físico con los familiares directos (padres e hijos) o con los amigos cercanos,
podría significar una afectación al vínculo social al restringirse sus materializaciones afectivas;
pero ello se ve justificado por la necesidad del Estado de concretar su ius imperium, a la luz de lo
desarrollado en el artículo 44 de la Constitución. Cualquier interpretación constitucional que se
intente realizar no puede estar lejana de los condicionamientos fácticos necesarios para su validez.
En el caso concreto del régimen penitenciario, se ha visto que en muchas oportunidades han sido
los familiares y las amistades de las personas privadas de libertad las que han colaborado con estas

330
DERECHO DE EJECUCIÓN PENAL .

para la consecución de acciones delictivas estando en las cárceles o para una posible fuga (Exp. Nº
0774-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 17)

008 Derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. Cons-


titucionalidad de los locutorios celulares
El uso de los locutorios celulares, como medida restrictiva, se encuentra relacionada directamente
con criterios de seguridad. Cuando media una razón de este tipo, el uso de locutorios puede estar
permitido en un establecimiento. Es importante, por tanto, resaltar su trascendencia en virtud de la
obligación circunscrita al Estado, gracias por el artículo 44 de la Constitución, que le asigna como
deber primordial proteger a la población de las amenazas contra su seguridad y de promover el
bienestar general, que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de la
Nación. Es así como los locutorios que existen en el país cumplen un propósito primordial dentro del
sistema penitenciario, tal como en otros países democráticos sucede. La implementación de los
locutorios es una medida que limita –no elimina– el contacto directo entre el interno y la visita, y su
aplicación está relacionada directamente con criterios de seguridad, toda vez que con dicho meca-
nismo se impide la transmisión de documentos u objetos, que de alguna manera pueden poner en
riesgo bienes constitucionales colectivos, tales como la seguridad nacional, la seguridad pública, la
defensa del orden, la prevención del delito, entre otros, a los cuales la sociedad en su conjunto tiene
derecho. (...) En consecuencia, la utilización de locutorios en el país respeta los principios y valores
constitucionales que en materia de derechos humanos reconoce la Constitución. En tal sentido, la
aplicación e implementación de locutorios como medida de seguridad penitenciaria, destinada a
resguardar la seguridad y orden público, puede ser considerada como una limitación prevista en un
Estado constitucional de derecho, siendo menester buscar la razonabilidad de su utilización (Exp.
Nº 0774-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 9 y 10)
Es irrazonable tratar de considerar que la instalación de locutorios implica contravenir la norma que
requiere la existencia de establecimientos que se consideren adecuados (Constitución Política del
Perú, artículo 139, inciso 21), pues no tiene relación alguna con ello. La adopción de medidas
preventivas como las que se logran a través de los locutorios implican una vigilancia adecua-
da durante la realización de la visita, así como un control razonable en el momento del ingre-
so de familiares y amigos y su egreso al establecimiento penal (Exp. Nº 0774-2005-HC, 08/03/05,
P, FJ. 17)

009 Derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. Dere-


cho a ambientes separados para los condenados
A estos efectos, cuando el artículo 5.4 de la Convención Americana de Derechos Humanos reconoce
como derecho de los procesados el estar separados de los condenados, no exige necesariamente que
se habilite un establecimiento penal exclusivamente para procesados y otro, también con carácter
exclusivo, para los que vienen sufriendo condena penal. Ni siquiera que, dentro de un estableci-
miento penal para condenados y procesados, tengan que estar necesariamente ubicados en edificios
distintos. Solo garantiza mínimamente que, dentro de un mismo local, tanto condenados como
procesados, deban estar separados (Exp. Nº 0726-2002-HC, 21/06/02, P, FJ. 14)

010 Derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. Dere-


cho a la libertad personal de los penados
[D]esde este enfoque [del derecho a la libertad personal de los penados], más allá de la ausencia de
identidad entre los efectos personales que genera el arresto domiciliario, por un lado, y la detención
preventiva y la pena privativa de libertad, por otro, es factible argumentar que, con tal medida, el
derecho a la libertad personal de los penados se optimiza, pues el tiempo de cumplimiento de la
pena en un centro penitenciario se reduciría considerablemente o, incluso, en determinados su-
puestos, sencillamente no tendría lugar. Se trataría de un supuesto en el que, si bien se dota al
derecho fundamental a la libertad personal de un “contenido adicional” ajeno a su contenido cons-
titucionalmente protegido, en última instancia resulta “favorecida” la libertad en su nivel subjetivo
(Exp. Nº 0019-2005-PI/TC, 21/07/05, P, FJ. 26)

331
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

011 Derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. Prin-


cipio de dignidad en el ámbito penitenciario
En el ámbito penitenciario, la proyección del principio de dignidad comporta la obligación estatal de
realizar las medidas adecuadas y necesarias para que el infractor de determinados bienes jurídicos-
penales pueda reincorporarse a la vida comunitaria, y que ello se realice con respeto a su autonomía
individual, cualquiera sea la etapa de ejecución de la pena. (...) (Exp. Nº 0010-2002-AI/TC, 03/01/
03, P, FJ. 130)

HUMANIDAD DE LA EJECUCIÓN DE LA PENA

012 Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. Reclusión en penal en zona de altura
La reclusión (...) en el Establecimiento Penal de Challapalca [situado a más de 3000 m.s.n.m.] no
afecta el derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. (...) Sin embargo, esa afirmación es válida
solo para determinadas personas que no se adaptan a lugares ubicados en la Cordillera de los Andes
(Exp. Nº 1429-2002-HC, 19/11/02, P, FJ. 9)

013 Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. Relación con el hacinamiento carcelario
[E]n el ámbito penitenciario, los derechos a la vida digna y a no ser objeto de tratos inhumanos
garantizan al procesado o sentenciado que la restricción de su libertad individual, así como la de
otros derechos constitucionales no se practique en condiciones de hacinamiento o postración en
ambientes pequeños, donde se carezca de las mínimas e indispensables estructuras de higiene,
instalaciones sanitarias, entre otros aspectos, tal y conforme se ha establecido en las “Reglas míni-
mas para el tratamiento de los reclusos”, aprobada por el Consejo Económico y Social de la Organi-
zación de Naciones Unidas, mediante la Resolución Nº 663 y sus resoluciones ampliatorias (Exp. Nº
0726-2002-HC, 21/06/02, P, FJ. 9)

PRINCIPIO DE LEGALIDAD

014 Principio de legalidad. Lex previa y la aplicación de normas de ejecución penal en el


tiempo
[E]l problema de la ley aplicable en el tiempo en normas como [aquella que regula beneficios peni-
tenciarios] ha de resolverse bajo los alcances del principio tempus regis actum, pero morigerado por
la garantía normativa que proscribe el sometimiento a un procedimiento distinto de los previamen-
te establecidos en la ley (...) que vela porque la norma con la que se inició un determinado procedi-
miento no sea alterada o modificada con posterioridad por otra, de manera que cualquier modifica-
ción realizada con posterioridad al inicio de un procedimiento, como la de solicitar un beneficio
penitenciario, no debe aplicarse (Exp. Nº 2196-2002-HC, 10/12/03, P, FJ. 9)
[E]l momento que ha de marcar la legislación aplicable para resolver un determinado acto procedi-
mental, como el que atañe a los beneficios penitenciarios, está representado por la fecha en la cual
se inicia el procedimiento destinado a obtener el beneficio penitenciario, esto es, el momento de la
presentación de la solicitud para acogerse a este (Exp. Nº 2196-2002-HC, 10/12/03, P, FJ. 10)

RÉGIMEN PENITENCIARIO

015 Régimen penitenciario. Aplicación de la norma sobre beneficios penitenciarios más


favorable al interno
¿[C]uál ha de ser el momento que establezca la legislación aplicable para resolver un determinado
acto procedimental (...) concerniente a los beneficios penitenciarios? (…) [E]se dies a quo es la

332
DERECHO DE EJECUCIÓN PENAL .

fecha en la cual se inicia el procedimiento destinado a obtener el beneficio de semilibertad o libera-


ción condicional, esto es (...) la fecha en que se presenta la solicitud para acogerse a los beneficios
penitenciarios. Desde ese momento, cualquier modificación que se realice a las condiciones para
acogerse a un beneficio penitenciario no podrá ser aplicable al caso concreto del solicitante, a no ser
que la nueva ley (...) sea más favorable al interno (Exp. Nº 1594-2003-HC, 21/04/04, S1, FJ. 12)

016 Régimen penitenciario. Beneficios penitenciarios como concreción de los principios


de reeducación y rehabilitación
Entre [las] condiciones de ejecución, se encuentra, desde luego, la posibilidad de que el legislador
autorice la concesión de determinados beneficios penitenciarios, pues ello es compatible con los
conceptos de reeducación y rehabilitación del penado. Por ello, (…) estos principios suponen, in-
trínsecamente, la posibilidad de que el legislador autorice que los penados, antes de que cumplan
las penas que les fueron impuestas, recobren su libertad si los propósitos de la pena hubieran sido
atendidos. La justificación de la pena privativa de libertad es, en definitiva, la protección de la
sociedad contra el delito. Ello solo puede tener sentido “si se aprovecha el periodo de privación de
libertad para lograr, en lo posible, que el delincuente, una vez liberado, no solamente quiera respe-
tar la ley y proveer a sus necesidades, sino también que sea capaz de hacerlo” (Exp. Nº 4220-
2005HC, 08/08/05, S1, FJ. 3)

017 Régimen penitenciario. Carácter rehabilitador de la pena


El carácter rehabilitador de la pena tiene la función de formar al interno en el uso responsable de su
libertad. No la de imponerle una determinada cosmovisión del mundo ni un conjunto de valores
que, a lo mejor, puede no compartir. Pero, en cualquier caso, nunca le puede ser negada la esperanza
de poderse insertar en la vida comunitaria. Y es que al lado del elemento retributivo, ínsito a toda
pena, siempre debe encontrarse latente la esperanza de que el penado algún día pueda recobrar su
libertad. El internamiento en un centro carcelario de por vida, sin que la pena tenga un límite
temporal, aniquila tal posibilidad (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 184)

018 Régimen penitenciario. Concesión de beneficios penitenciarios


La determinación de si corresponde, o no, otorgar a un interno un determinado beneficio peniten-
ciario, en realidad, no debe ni puede reducirse a verificar si este cumplió, o no, los supuestos
formales que la normativa contempla (plazo de internamiento efectivo, trabajo realizado, etc.) (...).
(L)a concesión de beneficios está subordinada a la evaluación del juez, quien estimará si los fines
del régimen penitenciario se han cumplido, de manera que corresponda reincorporar al penado a la
sociedad, aun sin haber cumplido la totalidad de la condena impuesta, si es que este demuestra
estar reeducado y rehabilitado. De modo que la concesión de un determinado beneficio penitencia-
rio, como la libertad condicional o la semilibertad a favor de un interno, está condicionada a una
evaluación judicial previa, consistente en analizar si el tratamiento penal brindado al condenado
durante la ejecución de la pena permite prever que este está apto para ser reincorporado a la
sociedad, precisamente por haber dado muestras, evidentes y razonables, de haberse reeducado y
rehabilitado (Exp. Nº 4220-2005HC, 08/08/05, S1, FJs. 5 y 6)
De modo que la concesión de un determinado beneficio penitenciario, como la libertad condicional
o la semilibertad a favor de un interno, está condicionada a una evaluación judicial previa, consis-
tente en analizar que el tratamiento penal brindado al condenado durante la ejecución de la pena,
permita prever que este está apto para ser reincorporado a la sociedad, precisamente por haber
dado muestras, evidentes y razonables, de haberse reeducado y rehabilitado (Exp. Nº 1594-2003-
HC, 21/04/04, S1, FJ. 16)
[L]os beneficios penitenciarios pueden ser estimados como derechos subjetivos de los internos,
ciertamente condicionados, porque su aplicación no procede automáticamente por el solo hecho de
que quien lo solicita se encuentra privado de su libertad, sino que están sujetos a presupuestos
establecidos en la norma, los que aun si fueran cumplidos por el sentenciado no constituyen un
factor decisivo para su concesión, pues su otorgamiento estará librado a la evaluación judicial de si

333
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

el condenado se encuentra apto para ser reincorporado a la sociedad, habida cuenta que la justifica-
ción de las penas privativas de la libertad es la de proteger a la sociedad contra el delito (Exp. Nº
2196-2002-HC, 10/12/03, P, FJ. 11)

019 Régimen penitenciario. Concreción del principio de dignidad de la persona


[D]etrás de las exigencias de “reeducación”, “rehabilitación” y “reincorporación” como fines del
régimen penitenciario, también se encuentra necesariamente una concreción del principio de digni-
dad de la persona (artículo 1 de la Constitución) y, por tanto, este constituye un límite para el
legislador penal. Dicho principio, en su versión negativa, impide que los seres humanos puedan ser
tratados como cosas o instrumentos, sea cual fuere el fin que se persiga alcanzar con la imposición
de determinadas medidas, pues cada uno, incluso los delincuentes, debe considerarse como un fin
en sí mismo, por cuanto el hombre es una entidad espiritual moral dotada de autonomía (Exp. Nº
0010-2002-AI/TC, 03/01/03, P, FJ. 129)

020 Régimen penitenciario. Constitucionalización de la teoría de la función de prevención


especial positiva
[E]s claro que nuestro ordenamiento ha constitucionalizado la denominada teoría de la función de
prevención especial positiva, al consagrar el principio según el cual, el “régimen penitenciario tiene
por objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad”, en armonía
con el artículo 10.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que señala que “el
régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y la
readaptación social de los penados”. Se trata, naturalmente, de un principio constitucional-peni-
tenciario, que no por su condición de tal, carece de eficacia. Comporta, por el contrario, un mandato
de actuación dirigido a todos los poderes públicos comprometidos con la ejecución de la pena y,
singularmente, al legislador, ya sea al momento de regular las condiciones cómo se ejecutarán las
penas o, por lo que ahora importa rescatar, al establecer el quántum de ellas y que los jueces pueden
aplicar para sancionar la comisión de determinados delitos (...) (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P,
FJs. 122 y 123)

021 Régimen penitenciario. Cumplimiento de los fines de la pena


[E]stos principios [de que el régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y
reincorporación del penado a la sociedad] suponen, intrínsecamente, la posibilidad de que el legis-
lador pueda autorizar que los penados, antes de la culminación de las penas que les fueron impues-
tas, puedan recobrar su libertad si los propósitos de la pena hubieran sido atendidos. La justifica-
ción de la pena privativa de libertad es, en definitiva, la protección de la sociedad contra el delito.
Ello solo puede tener sentido “si se aprovecha el periodo de privación de libertad para lograr, en lo
posible, que el delincuente, una vez liberado, no solamente quiera respetar la ley y proveer a sus
necesidades, sino también que sea capaz de hacerlo” (Exp. Nº 1594-2003-HC, 21/04/04, S1, FJ. 15)
En efecto, si mediante los beneficios penitenciarios, como la libertad condicional o la semilibertad,
se autoriza legalmente que la pena impuesta por un juez pueda eventualmente suspenderse antes
de su total ejecución, tal autorización está condicionada a que los fines de la pena se hayan cumpli-
do (...) (Exp. Nº 4220-2005HC, 08/08/05, S1, FJ. 4)

022 Régimen penitenciario. Derechos de los reclusos por terrorismo


[E]l interno, por haber cometido el delito de terrorismo, no se está convirtiendo en una persona
eliminada de la sociedad por tener un limitado contacto con sus familiares y amigos a través de
un locutorio, sino que continúa formando parte de ella como miembro activo, con las únicas
cortapisas que le puede imponer la ley. En consecuencia, el hecho que esté restringido su dere-
cho a la libertad, no le impide el pleno goce y ejercicio de los demás atributos que le garantiza la
Norma Fundamental, tal como se debe aceptar en el caso de los locutorios (Exp. Nº 0774-2005-
HC, 08/03/05, P, FJ. 18)

334
DERECHO DE EJECUCIÓN PENAL .

023 Régimen penitenciario. Determinación judicial del uso de locutorios


[E]s de esperarse que las medidas restrictivas a la libertad dentro de un Estado social y democrático
de derecho estén plenamente justificadas, según los parámetros explicados supra, motivo por lo
cual lo más conveniente es que tales limitaciones sean definidas y establecidas por el juzgador, todo
ello con el fin de dar la mejor protección de los derechos fundamentales de las personas.
Es así como se hace necesario que se realicen las coordinaciones respectivas entre los responsables
del CEREC [Centro Especial de Reclusión] y los juzgadores de aquellos que se encuentren recluidos
en tal establecimiento penitenciario para que sean estos últimos los que determinen cuándo, bajo
qué circunstancias y cómo deban ser utilizados los locutorios (Exp. Nº 0774-2005-HC, 08/03/05,
P, FJ. 19)

024 Régimen penitenciario. Doble perspectiva de la utilización de locutorios


Entonces, una reglamentación como la realizada [que posibilita la implementación de locutorios
para las visitas a internos] ha sido dada en atención a una doble perspectiva: la primera, el derecho
del interno a que se respeten sus derechos fundamentales; y la segunda, el derecho de la sociedad
a la seguridad ciudadana y a la protección ante los ataques de los responsables de ilícitos penales,
todo ello enmarcada perfectamente dentro del ámbito constitucional (...) (Exp. Nº 0774-2005-HC,
08/03/05, P, FJ. 18)

025 Régimen penitenciario. Falta de consentimiento en traslado de internos


[L]a falta de consentimiento del beneficiario del hábeas corpus sobre su traslado no es un motivo
legítimo para invalidar el acto cuestionado por el recurrente. Como antes se ha dicho, es obligación
de la administración penitenciaria realizar y ejecutar las medidas necesarias e indispensables para
garantizar la vida e integridad física de las personas que se encuentran bajo su responsabilidad
(Exp. Nº 0726-2002-HC, 21/06/02, P, FJ. 20)

026 Régimen penitenciario. Fines


[D]e las exigencias de “reeducación”, “rehabilitación” y “reincorporación como fines del régimen
penitenciario se deriva la obligación del legislador de prever una fecha de culminación de la pena,
de manera tal que permita que el penado pueda reincorporarse a la vida comunitaria. Si bien el
legislador cuenta con una amplia libertad para configurar los alcances de la pena, sin embargo, tal
libertad tiene un límite de orden temporal, directamente relacionado con la exigencia constitucio-
nal de que el penado se reincorpore a la sociedad (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 178)

027 Régimen penitenciario. Función del legislador en la determinación de la pena


Corresponde al ámbito del legislador, al momento de determinar las penas, evaluar factores tales
como la gravedad del comportamiento o la percepción social relativa a la adecuación entre delito y
pena. Mientras que a dicho órgano le corresponde evaluar los elementos y circunstancias antes
señaladas y de conformidad con ellas, establecer, entre otros supuestos, las penas aplicables para
determinados delitos; al Tribunal Constitucional, en cambio, le corresponde indagar si los bienes o
intereses que se tratan de proteger son de naturaleza constitucional y por tanto, son socialmente
relevantes; asimismo, evaluar si la medida es idónea y necesaria para alcanzar los fines de protec-
ción que se persiguen, por no existir otras penas menos aflictivas de la libertad y, finalmente, juzgar
si existe un desequilibrio manifiesto, esto es, excesivo o irrazonable entre la sanción y la finalidad
de la norma (Exp. Nº 0010-2002-AI/TC, 03/01/03, P, 142)

028 Régimen penitenciario. Función resocializadora y reeducadora de la pena en caso de


ubicación inhóspita y alejada del establecimiento penitenciario
La lejanía del establecimiento penal así como su ubicación en un lugar inhóspito y alejado de la
ciudad, afecta el derecho a la visita familiar de los recursos sin el cual puede verse afectada la
finalidad resocializadora y reeducadora de la pena (Exp. Nº 1429-2002-HC, 19/11/02, P, FJ. 11)

335
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

029 Régimen penitenciario. Imposibilidad de la reincorporación del interno a la sociedad


en caso de cadena perpetua
La denominada “cadena perpetua”, en su regulación legal actual, es intemporal; es decir, no está
sujeta a límites en el tiempo, pues sí tiene un comienzo, sin embargo carece de un final y, en esa
medida, niega la posibilidad de que el penado en algún momento pueda reincorporarse a la sociedad
(Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 179)

030 Régimen penitenciario. Justificación de aplicación de medida se seguridad


[R]esulta necesario que al imponer esta medida de seguridad se fundamente su aplicación (principio
de justificación), señalando las razones que explican su imposición, previa comprobación que su
dictado resulte necesario para garantizar la seguridad penitenciaria. Asimismo, es imperioso que se
señale la duración de la medida (principio de temporalidad) dado que esta no puede ser aplicada de
manera indeterminada, por lo que debe indicarse claramente su plazo de duración y la posibilidad
de revisar periódicamente la imposición de esta medida de seguridad, entre otros (Exp. Nº 0774-
2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 14)

031 Régimen penitenciario. Limitación constitucional para determinación de la pena


[E]l inciso 22) del artículo 139 de la Constitución constituye un límite al legislador, que incide en su
libertad para configurar el quántum de la pena: en efecto, cualquiera sea la regulación de ese
quántum o las condiciones en la que esta se ha de cumplir, ella debe necesariamente configurarse
en armonía con las exigencias de “reeducación”, “rehabilitación” y “reincorporación” del penado a
la sociedad (...).
En materia de determinación legal de la pena, la evaluación sobre su adecuación o no debe partir
necesariamente de advertir que es potestad exclusiva del legislador junto los bienes penalmente
protegidos y los comportamientos penalmente reprensibles, el tipo y la cuantía de las sanciones
penales, la proporción entre las conductas que pretende evitar, así como las penas con las que
intenta conseguirlo. En efecto, en tales casos el legislador goza, dentro de los límites de la Consti-
tución, de un amplio margen de libertad para determinar las penas, atendiendo no solo al fin esen-
cial y directo de protección que corresponde a la norma, sino también a otros fines o funciones
legítimas, como los señalados en el inciso 22) del artículo 139 de la Constitución (Exp. Nº 0010-
2002-AI/TC, 03/01/03, P, FJs. 124 y 141)

032 Régimen penitenciario. Naturaleza y aplicación en el tiempo de normas sobre benefi-


cios penitenciarios
[S]i las disposiciones que establecen los supuestos para conceder un beneficio penitenciario, como
la liberación condicional y la semilibertad, no son normas materialmente penales, estas deben
considerarse, a efectos de determinar la ley aplicable en el tiempo, como normas materialmente
procesales o procedimentales (...). En ese sentido, el problema de la ley aplicable en el tiempo ha de
resolverse a la luz del principio de eficacia inmediata de las leyes, con las modulaciones que este
pueda tener como consecuencia del contenido constitucionalmente protegido del derecho “a no ser
sometido a un procedimiento distinto de los previamente establecidos” (Exp. Nº 1594-2003-HC,
21/04/04, S1, FJ. 11)

033 Régimen penitenciario. No afectación a la libertad individual en denegación de bene-


ficio penitenciario
El hecho de que los beneficios penitenciarios constituyan derechos subjetivos expectaticios previs-
tos en la ley, no quiere decir que ellos tengan naturaleza constitucional o, acaso, que se encuentren
constitucionalmente garantizados en virtud del derecho a la libertad individual. Como antes se ha
expuesto, desde que se expide la sentencia condenatoria, el sentenciado se encuentra temporal-
mente restringido en el ejercicio de su libertad locomotora. Tal restricción constitucionalmente ha
de prolongarse hasta que se cumpla la totalidad de la pena impuesta, de manera que una evaluación
judicial que concluye que el interno no se encuentra apto para ser reincorporado a la sociedad, antes

336
DERECHO DE EJECUCIÓN PENAL .

de que venza la pena, a través de la concesión de un beneficio penitenciario, no puede considerarse


una violación de dicha libertad individual (Exp. Nº 1594-2003-HC, 21/04/04, S1, FJ. 18)

034 Régimen penitenciario. Noción de beneficios penitenciarios


Los beneficios penitenciarios son estímulos que coadyuvan a la reinserción del interno en la socie-
dad. No constituyen, por tanto, un derecho que pueda ser exigido por el solo motivo de reunirse los
requisitos formales. Además del cumplimiento de estos requisitos, se debe tener en cuenta la per-
sonalidad del agente. En el caso de autos, habiéndosele concedido al procesado por una anterior
condena, el beneficio de liberación condicional, no transcurrió mucho tiempo para que incurriera en
la comisión de un nuevo delito de robo agravado, quedando, así, demostrada su alta peligrosidad
(Exp. Nº 2898-2005-HC, 27/06/05, S1, FJ. 6)

035 Régimen penitenciario. Observancia del principio de razonabilidad en las restriccio-


nes de derechos de los internos
[C]ualquier restricción de algún derecho constitucional o de cualquier esfera subjetiva del interno,
tendrá condicionada su validez constitucional a la observancia del principio de razonabilidad (Exp.
Nº 1429-2002-HC, 19/11/02, P, FJ. 11)

036 Régimen penitenciario. Ponderación de los derechos individuales de los derechos o


bienes constitucionales colectivos en la aplicación de restricciones
[C]uando se dicten medidas destinadas a la restricción o suspensión de derechos en las cuales deba
examinarse la razonabilidad del acto restrictivo, deberá ponderarse, en el caso concreto, los dere-
chos individuales del interno y los derechos o bienes constitucionales colectivos, así como la obser-
vancia de los principios de necesidad, idoneidad, y proporcionalidad de la medida (Exp. Nº 0774-
2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 14)

037 Régimen penitenciario. Principio constitucional-penitenciario de reeducación, reha-


bilitación y reincorporación del penado a la sociedad
Se trata, naturalmente, de un principio constitucional-penitenciario [reeducación, rehabilitación y
reincorporación del penado a la sociedad], que no por su condición de tal, carece de eficacia. Com-
porta, por el contrario, un mandato de actuación dirigido a todos los poderes públicos comprometi-
dos con la ejecución de la pena y, singularmente, al legislador, ya sea al momento de regular las
condiciones cómo se ejecutarán las penas o, por lo que ahora importa rescatar, al establecer el
quántum de ellas y que los jueces pueden aplicar para sancionar la comisión de determinados
delitos (Exp. Nº 0010-2002-AI/TC, 03/01/03, P, FJ. 123)

038 Régimen penitenciario. Principio de razonabilidad en el traslado de internos


[E]l traslado de los internos de un establecimiento penal a otro, no es en sí mismo un acto incons-
titucional. En efecto, tratándose de personas privadas legalmente de su libertad locomotora, una
obligación de la que no pueden rehuir las autoridades penitenciarias es la de prestar las debidas
garantías para que no se afecte o lesione la vida, la integridad física y los demás derechos constitu-
cionales que no hayan sido restringidos. Ello supone que, dentro de márgenes sujetos al principio de
razonabilidad, las autoridades penitenciarias no solo puedan, sino que deban adoptar aquellas me-
didas estrictamente necesarias para preservar los derechos constitucionales de los internos, cada
vez que existan elementos razonables que adviertan sobre el eventual peligro en el que estas se
puedan encontrar (Exp. Nº 0726-2002-HC, 21/06/02, P, FJ. 16)

039 Régimen penitenciario. Respeto de la dignidad y demás derechos del recluso


[C]ualquier acto (...) que, al margen de su intencionalidad, incida o repercuta en esferas subjetivas
o derechos que no están restringidos (de los reclusos y sentenciados), afecta el derecho y principio
a la dignidad. La condición digna es consustancial a toda persona y el hecho de que esté restringido
el derecho a la libertad como consecuencia de una sanción penal, por más abominable y execrable

337
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

que haya sido el hecho que motivara su aplicación, nunca enervará o derogará el núcleo fundamen-
tal de la persona, su dignidad (...).
[L]a privación de la libertad no implica, en absoluto, la suspensión o restricción de otros derechos
(Exp. Nº 1429-2002-HC, 19/11/02, P, FJs. 11 y 15)

040 Régimen penitenciario. Tratamiento penitenciario diferenciado


Es cierto, que así como el ius puniendi del Estado puede manifestarse en distintas intensidades,
pues el grado de severidad sancionadora puede variar en proporción directa a la gravedad del delito
cometido, también es posible que las condiciones en que el individuo debe cumplir la pena puedan
ser distintas en atención a las particulares circunstancias que rodean el caso de cada sentenciado,
es decir, en atención al margen de peligrosidad que pueda ser deducido de sus características per-
sonales, su comportamiento, antecedentes penales, especial gravedad del ilícito cometido, etc. No
obstante, en ningún caso puede justificarse la degradación del ser humano, de lo contrario el Esta-
do, lejos de actuar como promotor de la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a
la sociedad (artículo 139, inciso 22) de la Constitución), se convertiría en un colaborador del acre-
centamiento de la desviación social del condenado, negándole incluso su condición de persona
humana (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 216)

041 Régimen penitenciario. Valor indiciario de la opinión de las autoridades del Instituto
Nacional Penitenciario para concesión de beneficios penitenciarios
[L]o verdaderamente trascendental al momento de resolverse una solicitud de acogimiento a un
determinado beneficio penitenciario, como la liberación condicional, es la evaluación del juez, y no
la opinión que sobre este tema tengan las autoridades competentes del Instituto Nacional Peni-
tenciario [INPE], la cual solo tiene un valor indiciario. Y es que si se admitiera que lo verdadera-
mente predominante para la concesión es el informe favorable expedido por el INPE en torno a si
se cumplieron los fines de la pena, y se redujera la labor del juez a evaluar solo si se cumplió el
plazo que la ley exige como mínimo para su otorgamiento, entonces se desvincularía al juez de la
verificación de una tarea que constitucionalmente le compete (Exp. Nº 1594-2003-HC, 21/04/04,
S1, FJ. 17)

042 Régimen penitenciario. Verificación del cumplimiento de los fines del régimen peni-
tenciario para concesión de beneficios penitenciarios
[E]l otorgamiento de beneficios no está circunscrito únicamente al cumplimiento de los requisitos
que el legislador pudiera haber establecido como parte de ese proceso de ejecución de la condena.
La determinación de si corresponde o no otorgar a un interno un determinado beneficio penitencia-
rio, en realidad, no debe ni puede reducirse a verificar si este cumplió o no los supuestos formales
que la normatividad contempla (plazo de internamiento efectivo, trabajo realizado, etc.).
Dado que el interno se encuentra privado de su libertad personal en virtud de una sentencia con-
denatoria firme, la concesión de beneficios está subordinada a la evaluación del juez, quien estima-
rá si los fines del régimen penitenciario (inciso 22 del artículo 139 de la Constitución) se han
cumplido, de manera que corresponda reincorporar al penado a la sociedad, aun antes de que no se
haya cumplido la totalidad de la condena impuesta, si es que este demuestra estar reeducado y
rehabilitado (Exp. Nº 1594-2003-HC, 21/04/04, S1, FJ. 14)

338
DERECHO DE LA COMPETENCIA .

DERECHO
DE LA COMPETENCIA

LIBRE COMPETENCIA

001 Libre competencia. Contenido


El concepto de libre competencia al que apunta la Constitución Política del Perú se adscribe al
cuadro más amplio de la libertad económica. Como tal supone dos aspectos esenciales:
a) La libertad de acceso al mercado por parte de los diversos agentes económicos.
b) La libertad de iniciativa o actuación dentro del mercado (Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, P,
FJ. 16)

002 Libre competencia. Definición


La libre competencia se define como la potestad de coexistencia de una pluralidad de ofertas en el
campo de la producción, servicios o comercialización de productos de la misma especie por parte de
un número indeterminado de agentes económicos (Exp. Nº 0018-2003-AI, 26/04/04, P, FJ. 2)

003 Libre competencia. Función orientadora del Estado


[D]entro del respeto a la libre iniciativa privada, la función orientadora del Estado tiene como
propósito el desarrollo del país, procurando que se materialice el componente social del modelo
económico previsto en la Constitución.
[La] función orientadora [del Estado] presenta, sustancialmente, las siguientes características: a) el
Estado puede formular indicaciones, siempre que estas guarden directa relación con la promoción
del desarrollo del país; b) los agentes económicos tienen la plena y absoluta libertad para escoger
las vías y los medios a través de los cuales se pueden alcanzar los fines planteados por el Estado; y,
c) el Estado debe estimular y promover la actuación de los agentes económicos.
El reconocimiento de estas funciones estatales, que aparecen como un poder-deber, se justifica
porque el Estado no es solo una organización que interviene como garantía del ordenamiento jurí-
dico, sino porque determina o participa en el establecimiento de las “reglas de juego”, configurando
de esta manera la vocación finalista por el bien común. Por ende, el Estado actúa como regulador y
catalizador de los procesos económicos (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ.3 8-40)

004 Libre competencia. Intervención del Estado frente a posiciones dominantes


El Estado debe, asimismo, evitar la instauración de posiciones dominantes, esto es, la existencia de
escenarios económicos en los que aparezca un agente con capacidad de actuación independiente, es
decir, con opción de prescindencia de sus competidores, compradores y clientes o proveedores en
función a factores tales como la participación significativa de las empresas en los mercados respec-
tivos, las peculiares características de la oferta y la demanda de los bienes o servicios, el desarrollo
tecnológico, etc.
En coherencia con tales imperativos se justifica la existencia de una legislación antimonopólica y de

339
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

desarrollo de los marcos regulatorios que permitan mayores niveles de competencia (Exp. Nº 0008-
2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 37)

005 Libre competencia. Intervención del Estado frente a prácticas limitadoras


[E]l artículo 61 confiere al Estado el deber de proscribir y combatir toda práctica que limite la libre
competencia, así como el abuso de las posiciones dominantes o monopólicas. De esta forma, nues-
tro texto fundamental no admite que un solo productor satisfaga la demanda de todos los consumi-
dores o usuarios, pues ello, en los hechos, le permitiría determinar el precio y la cantidad de bienes
o servicios a ofertarse, a costa de extraer recursos del consumidor o usuario (Exp. Nº 0008-2003-
AI, 11/11/03, P, FJ. 37)

006 Libre competencia. Libertad de iniciativa


[Respecto a la libertad de iniciativa o actuación dentro del mercado] es evidente que tras haberse
accedido al mercado, se debe gozar de la suficiente capacidad de autodeterminación para competir
conforme a las propias condiciones y variables económicas impuestas por la llamada ley de la oferta
y la demanda (Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, P, FJ. 16)

007 Libre competencia. Libre acceso al mercado


[Respecto a la libertad de acceso al mercado] queda claro que quien tiene la capacidad de producir
un bien o prestar un servicio, debe acceder al mercado en condiciones autodeterminativas, esto es,
sin que nadie (ni el Estado ni el resto de agentes económicos) pueda impedir o restringir dicha
participación (Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, P, FJ. 16)

008 Libre competencia. Presupuestos


[La libre competencia] plantea el libre juego de la oferta y la demanda, y presupone la presencia de
los tres requisitos siguientes:
a) La autodeterminación de iniciativas o de acceso empresarial a la actividad económica.
b) La autodeterminación para elegir las circunstancias, modos y formas de ejecutar la actividad
económica (calidad, modelo, volumen de producción, etc.).
a) La igualdad de los competidores ante la ley (la no discriminación) (Exp. Nº 0018-2003-AI, 26/
04/04, P, FJ. 2)

009 Libre competencia. Rol del Estado


[C]omo aspecto fundamental de una economía social de mercado, el Estado facilita y vigila la libre
competencia. El artículo 61 de la Constitución delega al legislador la labor de garantizar el acceso al
mercado en igualdad de condiciones, al tiempo de reprimir y limitar el abuso de posiciones de
dominio o monopólicas a efectos de garantizar no solo la participación de los agentes de mercado
ofertantes, sino de proteger a quienes cierran el círculo económico en calidad de consumidores y
usuarios (Exp. Nº 00034-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 32)
[E]l hecho de que [la libre competencia] responda a circunstancias de suyo fácticas no significa
tampoco que no existan o no puedan darse desde el Derecho elementales criterios de limitación.
Dentro de tal contexto, no se trata naturalmente de que el Derecho intervenga con el objeto de
alterar las reglas propias del mercado, sino más bien (y en eso reside su intervención) de garantizar
que este funcione de la manera más correcta y efectiva y que a su vez ofrezca la garantía de que las
propias condiciones de libre competencia que la Constitución presupone, estén siendo realmente
cumplidas. Intervenciones en el ámbito de acceso al mercado pueden darse, por ejemplo, cuando el
producto o servicio que pueda ser ofertado no se encuentre permitido por la ley. Por el contrario,
intervenciones en el ámbito de la autodeterminación dentro del mercado pueden darse, cuando tras
la puesta en movimiento de las propias reglas que lo caracterizan, se generen situaciones distorsio-
nantes de la libre competencia, como sucede con los monopolios o las prácticas dominantes (Exp. Nº
3315-2004-AA, 17/01/05, P, FJ. 17)

340
DERECHO PROPIEDAD INTELECTUAL.

DERECHO DE LA
PROPIEDAD INTELECTUAL

DERECHOS DE AUTOR

001 Derecho a la libertad de creación intelectual, artística, técnica y científica. Deber del
Estado
[E]l deber que asume el Estado, en relación con la Constitución cultural, se manifiesta en (...)
respetar, por mandato constitucional, todas aquellas manifestaciones culturales de los individuos o
de grupos de ellos que constituyan la expresión de su derecho a la libertad de creación intelectual,
artística, técnica y científica (artículo 2, inciso 8 de la Constitución) (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/
05, P, FJ. 4)

002 Derecho a la libertad de creación intelectual, artística, técnica y científica. Respeto de


manifestaciones culturales
[L]a cultura constituye un deber primordial del Estado social y democrático de Derecho, estableci-
dos en el artículo 44 de la Constitución. De ahí que el Estado, por mandato constitucional, deba
respetar, todas aquellas manifestaciones culturales de las personas o de grupos de ellos que consti-
tuyan la expresión de su derecho a la libertad de creación intelectual, artística, técnica y científica
(artículo 2º8 de la Constitución) (Exp. Nº 0020-2005-PI y acumulados, 27/09/05, P, FJ. 106)

003 Derecho moral de integridad de la obra. Himno Nacional


[E]l artículo 4 de la Ley Nº 1801, que establece la letra del Himno Nacional, no consigna la quinta
estrofa de la letra original compuesta por don José de la Torre Ugarte (...). Consiguientemente,
existe consenso académico en que la quinta estrofa de la letra original del Himno Nacional, com-
puesta por don José de La Torre Ugarte, no fue incorporada por el legislador de 1913. El Tribunal
Constitucional considera que este hecho constituye una omisión del legislador que vulnera el dere-
cho de autor, en su acepción de derecho moral de integridad de la obra de carácter perpetuo y en su
dimensión objetiva.
[S]i bien se ha restituido la integridad de la versión original del Himno Nacional ante la omisión del
legislador, la adición de una estrofa cuya autoría no corresponde a don José de la Torre Ugarte
constituye también una alteración de su obra en cuanto a su integridad (...) y, por tanto, vulnera
también el derecho moral de integridad de la obra inherente al derecho de autor protegido por el
inciso 8 del artículo 2 de la Constitución (Exp. Nº 0044-2004-AI, 18/05/05, P, FJs 18 y 24)
[E]ste Colegiado declara que el Congreso de la República sí tenía competencia para incluir una
primera estrofa de autor anónimo en la versión oficial del Himno Nacional que estableció, siempre
que se interprete jurídicamente y se haga de público conocimiento que la letra del Himno Nacional
del Perú establecido por el artículo 4 de la Ley Nº 1801 comprende la versión original completa
debida a la pluma de José de la Torre Ugarte, y que este Tribunal ha restituido, y una primera estrofa
de autor anónimo establecida e incorporada por voluntad del pueblo peruano representado por el
Congreso de la República (Exp. Nº 0044-2004-AI, 18/05/05, P, FJ. 27)

341
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO DEL
CONSUMIDOR

CONSUMIDOR Y PROVEEDOR

001 Consumo. Definición


El consumo expresa un conjunto de procesos socioculturales mediante el cual se verifica jurídica-
mente el gozo, disposición y uso a título oneroso de una gama de productos y servicios ofertados
en el mercado; como tal, deviene en la última fase del proceso productivo, en aras de que lo
ofrecido comercialmente puede satisfacer el cúmulo de necesidades sociales (Exp. Nº 3315-2004-
AA, 17/01/05, P, FJ. 6)

002 Consumidor. Definición


[El consumidor es] una persona natural o jurídica que adquiere, utiliza o disfruta determinados
productos (como consumidor) o servicios (como usuario) que previamente han sido ofrecidos al
mercado (Exp. Nº 7320-2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 20)
Es dable consignar que si bien técnicamente el término consumidor difiere conceptualmente del
término usuario (contratante de un servicio), en el telos constitucional aparece indubitablemente
claro que las personas ubicadas en la segunda condición reciben el mismo trato tuitivo que la
Constitución consagra (Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, FJ. 8)

003 Consumidor. No es cualquier individuo


[L]a condición de consumidor o usuario no es asignable a cualquier individuo o ente, sino a aquel
vinculado a los agentes proveedores dentro del contexto de las relaciones generadas por el merca-
do, las cuales tienen como correlato la actuación del Estado para garantizar su correcto desenvolvi-
miento (Exp. Nº 7320-2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 21)

004 Consumidor. Relación consumidor-proveedor


Es indudable que la condición de consumidor o usuario se produce a través de la relación que este
entabla con un agente proveedor –independientemente de su carácter público o privado–; sea en
calidad de receptor o beneficiario de algún producto, sea en calidad de destinatario de alguna forma
de servicio (Exp. Nº 7320-2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 21)

005 Proveedor. Definición


El proveedor (...) es aquella persona natural o jurídica que, habitual o periódicamente, ofrece, dis-
tribuye, vende, arrienda o concede el uso o disfrute de bienes, productos o servicios (Exp. Nº 7320-
2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 21)

342
DERECHO DEL CONSUMIDOR .

PRINCIPIOS DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

006 Principio pro consumidor. Noción


[Por el principio pro consumidor] la acción tuitiva del Estado [se ejerce] a favor de los consumidores
y usuarios en razón de las objetivables desventajas y asimetrías fácticas que surgen en sus relacio-
nes jurídicas con los proveedores de productos y servicios (Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, P, FJ. 9.a)

007 Principio de isonomía real. Noción


[El principio de isonomía real] plantea que las relaciones comerciales entre los proveedores y los
consumidores y usuarios se establezca en función de trato igual a los iguales y trato desigual a los
desiguales (Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, P, FJ. 9.c)

008 Principio de proscripción del abuso del derecho. Noción


[El principio proscripción del abuso del derecho] plantea que el Estado combata toda forma de
actividad comercial derivada de prácticas y modalidades contractuales perversas que afectan el
legítimo interés de los consumidores y usuarios (Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, P, FJ. 9.b)

009 Principio de transparencia. Noción


[El principio de transparencia] plantea que el Estado asegure que los proveedores generen una
plena accesibilidad de información a los consumidores y usuarios, acerca de los productos y servi-
cios que les ofertan (Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, P, FJ. 9.e)

010 Principio de veracidad. Noción


[El principio de veracidad,] plantea que el Estado asegure la autoridad y realidad absoluta de la
información que el proveedor trasmite a los consumidores y usuarios en relación con las calidades,
propiedades o características de los productos y servicios que las ofertan (Exp. Nº 3315-2004-AA,
17/01/05, P, FJ. 9.f)

011 Principio in dubio pro consumidor. Noción


[El principio in dubio pro consumidor] plantea que los operadores administrativos o jurisdiccionales
del Estado realicen una interpretación de las normas legales en términos favorables al consumidor
o usuario en caso de duda insalvable sobre el sentido de las mismas. En puridad, alude a una
proyección del principio pro consumidor (Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, P, FJ. 9.g)

012 Principio pro asociativo. Noción


[El principio pro asociativo] plantea que se facilite la creación y actuación de asociaciones de consu-
midores o usuarios, a efectos de que estos puedan defender corporativamente sus intereses (Exp. Nº
3315-2004-AA, 17/01/05, P, FJ. 9.h)

013 Principio restitutio in integrum. Noción


[El principio restitutio in integrum,] plantea que el Estado resguarde el resarcimiento por los daños
causados por el proveedor a los consumidores o usuarios en el marco de una relación comercial
(Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, P, FJ. 9.d)

PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

014 Protección al consumidor. Como fin de la actividad económica


El consumidor –o usuario– es el fin de toda actividad económica; es decir, es quien cierra el círculo
económico satisfaciendo sus necesidades y acrecentando su bienestar a través de la utilización de
una gama de productos y servicios (Exp. Nº 7320-2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 20)

343
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

015 Protección al consumidor. Contenido del derecho constitucional a la protección del


interés de los consumidores y usuarios
[E]l contenido del derecho constitucional a la protección del interés de los consumidores y usuarios,
comprende el derecho a la información sobre los bienes y servicios que se encuentran a su disposi-
ción en el mercado; el derecho a su salud y seguridad relacionados con las situaciones derivadas de
su condición; y la defensa de su interés que, entre varias posibilidades, según el caso concreto,
puede comprender, en el caso de los servicios públicos, el acceso a un servicio de menor costo y
mayor calidad (Exp. Nº 0518-2004-AA, 12/07/04, S2, FJ. 18)
[L]a protección al usuario, mediante la cual no solo se tiene derecho a recibir servicios esenciales,
sino también a que estos sean dispensados en condiciones óptimas o, al menos, favorables. De
asumirse que lo único que importa es el servicio y no la manera cómo este se brinde, simplemente
se estaría pasando por encima de la Constitución (Exp. Nº 1006-2002-AA, 28/01/03, S2, FJ. 2.e)
[S]e aprecia, (...) que en el artículo 65 de la Constitución aparecen las dos obligaciones estaduales
siguientes: [1] Garantizar el derecho a la información sobre los bienes y servicios que están a su
disposición en el mercado. Ello implica la consignación de datos veraces, suficientes, apropiados
y fácilmente accesibles. [2] Velar por la salud y la seguridad de las personas en su condición de
consumidores o usuarios. Ello implica que se asegure que los productos y servicios ofertados en el
mercado deben ser tales que, utilizados en condiciones normales o previsibles, no pongan en
peligro la salud y seguridad de los consumidores o usuarios (Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, P,
FJ. 9.h)

016 Protección al consumidor. Deber especial de protección


[L]a primera parte del artículo 65 de la Constitución contiene un genérico deber especial de protec-
ción del consumidor y usuario que asume el Estado, cuyas formas como puede concretizarse, se
traducen, solo de manera enunciativa en garantizar “el derecho a la información sobre los bienes y
servicios que se encuentran a su disposición en el mercado”, así como en velar, “en particular, por
la salud y la seguridad de la población”.
Estas concretizaciones del deber especial de protección sobre los derechos e intereses de los consu-
midores y usuarios no se agotan allí, puesto que incluyen la expedición de directivas, el estableci-
miento de procedimientos administrativos, la aplicación de las leyes y reglamentos de conformidad
con los derechos fundamentales, entre muchos otros factores a tomarse en consideración (Exp. Nº
0858-2003-AA, 24/03/04, S1, FJ. 13)

017 Protección al consumidor. Deberes del legislador


[T]ras los deberes impuestos al Estado en el artículo 65 de la Norma Suprema, subyacen una serie
de exigencias que recaen sobre diversos órganos del Estado. En primer lugar, sobre el legislador
ordinario, al que se le impone la tarea, mediante la legislación, de crear un órgano estatal destinado
a preservar los derechos e intereses legítimos de los consumidores y usuarios. Pero también la tarea
de establecer procedimientos apropiados para que, en su seno, los consumidores y usuarios puedan,
mediante recursos sencillos, rápidos y efectivos, solicitar la protección de aquellos derechos e inte-
reses.
Con el establecimiento de ese tipo de procedimientos no solo debe facilitarse una vía para la satis-
facción de los derechos e intereses de los consumidores y usuarios, sino también las reglas confor-
me a las cuales puedan solucionarse equitativamente los problemas (...).
Al legislador incumbe, en efecto, ponderar los diferentes derechos y bienes constitucionales en
conflicto, y establecer, con carácter general, los principios y reglas conforme a los cuales se deberán
resolver las controversias entre agentes económicos y los usuarios y consumidores (Exp. Nº 0858-
2003-AA, 24/03/04, S1, FJ. 14)

344
DERECHO DEL CONSUMIDOR .

018 Protección al consumidor. Enfoque de la protección desde la perspectiva de los con-


sumidores
[A]unque suele ser común que muchos de los problemas vinculados a la defensa de los derechos
constitucionales de naturaleza económica sean enfocados únicamente desde la óptica de quienes
corporativamente o en calidad de empresas ofertantes de bienes o servicios participan en el merca-
do, resulta bastante cuestionable que tan arraigada orientación desemboque en una posición donde
la perspectivas de los consumidores o usuarios resulten minimizadas o simplemente ignoradas.
Es inobjetable que por mandato de los artículos 3 y 43 de la Constitución se consagra la existencia
de un Estado social y democrático de Derecho, en donde los componentes de participación en bús-
queda del bienestar general y el equilibrio ponderado de los agentes económicos no pueden ser
ignorados.
De ahí que si los destinatarios finales de los bienes y servicios que proveen las empresas son
inobjetablemente los consumidores, las controversias generadas entre ellas y que incidan en dichos
protagonistas, deben ser enfocadas en dirección a la defensa o protección que la propia norma
fundamental se encarga de reconocer (Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, P, FJ. 20)
Conviene puntualizar que una toma de posición como la descrita se basa en el hecho de que la
defensa de los consumidores no es solamente (...) un principio jurídico de alcances generales, sino
también un auténtico e inobjetable derecho constitucional.
Por ende, cuando se plantean controversias donde se ven afectados los intereses que vinculan a los
consumidores o usuarios, existe la necesidad de que el juzgador constitucional pondere las cosas de
forma suficientemente integral o acorde con el enfoque que la propia norma constitucional auspicia
(Exp. Nº 3315-2004-AA, 17/01/05, P, FJ. 21)

019 Protección al consumidor. Extensión del ámbito de protección


[N]o [se] consider[a] que el ámbito de protección constitucional de los derechos de los consumidores
y usuarios se traduzca solo en garantizar que los órganos administrativos presten una adecuada
garantía al “derecho a la información sobre los bienes y servicios que se encuentran a su disposición
en el mercado”, o en velar “[...] en particular, por la salud y la seguridad de la población”.
[P]ese a que existe un reconocimiento expreso del derecho a la información y a la protección de la
salud y la seguridad de los consumidores o usuarios, estos no son los únicos que traducen la real
dimensión de la defensa y tuitividad [de los consumidores] consagrada en la Constitución. Es de
verse que en la Constitución existe una pluralidad de casos referidos a ciertos atributos que, siendo
genéricos en su naturaleza, y admitiendo manifestaciones objetivamente incorporadas en el mismo
texto fundamental, suponen un numerus apertus a otras expresiones sucedáneas (Exp. Nº 0858-
2003-AA, 24/03/04, S1, FJ. 12)
Así, el artículo 3 de la Constitución prevé la individualización de “nuevos” derechos, en función
de la aplicación de la teoría de los “derechos innominados”, allí expuesta y sustentada. Bajo tal
premisa, el propio Estado, a través de la Ley de Protección al Consumidor (Decreto Legislativo Nº
716), no solo ha regulado los derechos vinculados con la información, salud y seguridad, sino que
ha comprendido a otros de naturaleza análoga para los fines que contrae el artículo 65 de la
Constitución. Por ello, los derechos de acceso al mercado, a la protección de los intereses económi-
cos, a la reparación por daños y perjuicios y a la defensa corporativa del consumidor, se erigen
también en derechos fundamentales reconocidos a los consumidores y usuarios (Exp. Nº 0008-2003-
AI, 11/11/03, P, FJ. 32)

020 Protección al consumidor. Función de organismos reguladores


[En la satisfacción de las necesidades de los consumidores y usuarios] radica la especial función que
cumplen los organismos reguladores. Estos organismos tienen la obligación de asumir la delicada
misión que les ha sido asignada bajo principios de transparencia e imparcialidad. De la eficiente
labor en sus respectivos sectores depende, en gran medida, que se genere verdadera competencia
entre los distintos agentes económicos, lo que redundará en beneficio de los usuarios.

345
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

En efecto, el control de los estándares de calidad del servicio, la razonabilidad del precio que se le
asigne, el desarrollo sostenido del sector, la acción proactiva y efectiva en el cuidado del medio
ambiente y la competencia técnica, son conductas que deben ser asumidas por los organismos
reguladores, sea mediante acciones ex ante –regulaciones previas–, o ex post –sanciones ejempla-
res que disuadan tanto al infractor como a los distintos competidores de atentar contra los valores
de un mercado eficiente y humano– (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 43)
Los organismos reguladores deben hacer del usuario un partícipe de su funcionalidad, brindándole
una atención personalizada y capacitándolo en el ejercicio de los derechos que le son inherentes, en
su calidad de pilar de la economía.
Los organismos reguladores no pueden funcionar aisladamente en la labor que les ha sido encomen-
dada. A los usuarios compete, ante todo, la obligación de hacerse respetar en el círculo económico,
informándose acerca de sus derechos. Y a las empresas que ofrecen servicios al público les corres-
ponde el deber constitucional, legal y cívico de adecuar cada una de sus actividades a los designios
de una economía social de mercado, en las cuales su beneficio personal no sea el punto de partida y
finalidad de su actividad, sino la inevitable consecuencia de haber brindado un servicio digno, de
calidad y a un costo razonable (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 44)
[U]na vez creado el órgano estatal destinado a mediar entre los prestadores de un servicio público
determinado y los consumidores y usuarios respectivos, ese deber especial de protección lo asume
el órgano establecido por el legislador, el que, a su vez, adquiere nuevas exigencias (Exp. Nº 0858-
2003-AA, 24/03/04, S1, FJ. 15)

021 Protección al consumidor. Principios


[E]l TC ha reconocido, como parte de la sentencia del Expediente Nº 3315-2004-AA/TC, los siguien-
tes principios en materia de protección al consumidor –pero perfectamente aplicables al caso del
usuario–: pro consumidor (acción tuitiva del Estado), proscripción del abuso del derecho (evitar
prácticas y modalidades contractuales perversas), isonomia real (trato igual a los iguales y trato
desigual a los desiguales), restitutio in integrum (resarcimiento por los daños causados), transpa-
rencia (plena accesibilidad de información), veracidad (autoridad y realidad absoluta de la infor-
mación trasmitida), in dubio pro consumidor (interpretación de las normas en términos favora-
bles al usuario) y pro asociativo (facilitar la creación y actuación de asociaciones de usuarios)
(Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 42)

022 Protección al consumidor. Protección constitucional


Así como la Constitución protege a los agentes económicos encargados de establecer la oferta en el
mercado, a partir del ejercicio de los derechos de libre empresa, comercio e industria, con igual
énfasis protege al individuo generador de demanda; es decir, al consumidor o al usuario (Exp.
Nº 7320-2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 19)
[E]l artículo [65 de la Constitución] tiene la dimensión de una pauta básica o postulado destinado a
orientar y fundamentar la actuación del Estado respecto a cualquier actividad económica. Así, el
juicio estimativo y el juicio lógico derivado de la conducta del Estado sobre la materia, tienen como
horizonte tuitivo la defensa de los intereses de los consumidores y los usuarios (Exp. Nº 7320-
2005-AA, 23/02/06, P, FJ. 22)

023 Protección al consumidor. Relación entre información e idoneidad del servicio


[I]nformación e idoneidad del servicio se encuentran relacionadas, pues, la idoneidad es la coinci-
dencia entre lo que el consumidor espera y lo que recibe; y, a su vez, lo que el usuario espera
depende de la información que recibe (Exp. Nº 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 42)

024 Protección al consumidor. Tutela de intereses difusos


En cuanto al interés difuso, cualquier persona natural está autorizada para iniciar las acciones
judiciales que se hayan previsto en el ordenamiento con el objeto de dispensarle tutela, por lo que,

346
DERECHO DEL CONSUMIDOR .

para tales casos, no se requiere que exista una afectación directa al individuo que promueve la
acción judicial (Exp. Nº 0964-2002-AA, 17/03/03, S1, FJ. 8)

PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR DE TELEFONÍA

025 OSIPTEL. Organismo regulador de la telefonía


En el ámbito de la prestación del servicio público de telefonía, el genérico deber especial de protec-
ción de los derechos e intereses de los consumidores y usuarios, está en manos de OSIPTEL. A este
se le ha confiado, entre otras tareas, la defensa de los intereses de los consumidores y usuarios
derivados de la prestación del servicio público de telefonía. Como tal, involucra la exigencia de un
papel garantista de los intereses y derechos de los consumidores y usuarios de los servicios de
telefonía frente a las amenazas o violaciones de los derechos fundamentales que pudieran provenir
de los agentes económicos que prestan dicho servicio público. De modo que este debe y tiene que
adoptar todas las medidas necesarias, oportunas y eficaces para contrarrestar apropiadamente las
lesiones o amenazas de violación de los derechos de los consumidores y de los usuarios.
Y es que también OSIPTEL está vinculado a los derechos fundamentales y, muy particularmente, a
la defensa de los derechos e intereses de los consumidores y usuarios al momento de aplicar las
leyes (Exp. Nº 0858-2003-AA, 24/03/04, S1, FJ. 15)

026 OSIPTEL. Cumplimiento de deber especial de protección


Una de las maneras de cumplir ese deber especial de protección es impidiendo que los agentes
económicos dedicados a la prestación del servicio público de telefonía abusen de los derechos que
se puedan derivar de la suscripción de contratos para la prestación de este servicio público y, muy
particularmente, del contenido desproporcionado de ciertas cláusulas de contratación que en ese
ámbito se insertan en tales contratos.
Para ello, y dentro de sus competencias, OSIPTEL está en la obligación no solo de dictar todas las
medidas reglamentarias adecuadas y necesarias orientadas a protegerlos, sino, también, de realizar
todas las acciones de control y supervisión sobre los entes prestadores de este servicio público, a fin
de evitar que consumidores y usuarios puedan resultar lesionados en sus derechos e intereses
legítimos.
Aunque ese deber especial de protección de los derechos no garantiza que toda reclamación de un
consumidor o un usuario sea aceptada siempre por OSIPTEL, y, del mismo modo, que toda denega-
toria de la solicitud o reclamación presentada por un particular, pueda ser ventilada en el seno del
proceso constitucional de amparo, como antes se ha dicho, es claro que no se puede sostener que
OSIPTEL cumpla ese deber especial de protección cuando se adoptan decisiones que manifiesta-
mente repelen un mínimo sentido de justicia material o, en otros términos, cuando tales decisiones
aparezcan como manifiestamente irrazonables (Exp. Nº 0858-2003-AA, 24/03/04, S1, FJ. 15)

PROTECCIÓN FRENTE A LA CONTRATACIÓN EN MASA

027 Protección al consumidor. Protección frente a cláusulas generales de contratación


[N]o puede perder[se] de vista que, tratándose de negocios jurídicos en los que se insertan determi-
nadas cláusulas generales de contratación, el ejercicio de la libertad contractual y la autonomía
privada carece de uno de los presupuestos funcionales de la autonomía privada; particularmente,
del sujeto más débil de esa relación contractual [consumidores o usuarios]. Y es que no se
puede afirmar, sin negar la realidad, que en los convenios suscritos por un individuo aislado,
con determinados poderes sociales, o entre personas que tienen una posición de poder econó-
mico o de otra índole, existe una relación de simetría e igualdad, presupuesto de la autonomía
privada (Exp. Nº 0858-2003-AA, 24/03/04, S1, FJ. 21)

347
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[L]os acuerdos contractuales, incluso los suscritos en ejercicio de la autonomía privada y la libertad
contractual de los individuos, no pueden contravenir otros derechos fundamentales [derechos de
los consumidores], puesto que, por un lado, el ejercicio de la libertad contractual no puede conside-
rarse como un derecho absoluto y, de otro, pues todos los derechos fundamentales, en su conjunto,
constituyen, como tantas veces se ha dicho aquí, ni más ni menos, el orden material de valores en
los cuales se sustenta todo el ordenamiento jurídico peruano (Exp. Nº 0858-2003-AA, 24/03/04,
S1, FJ. 22)

028 Protección al consumidor. Asimetría en contratación por razón de necesidad


[La disparidad de los sujetos en la relación contractual] es particularmente evidente en aquellas
situaciones en donde, pese a haberse suscrito convenios entre particulares, una de las partes ha
aceptado ciertos términos contractuales que, de no haber mediado la necesidad de obtener un bien
o la prestación de un servicio, entre otros supuestos, no habría aceptado, por constituir notoria-
mente una irrazonable autorrestricción del ejercicio de sus derechos fundamentales (v. gr. el ejerci-
cio de la dimensión negativa de la libertad contractual, esto es, desvincularse del contrato por el
incumplimiento de las obligaciones contraídas por el otro contratante).
En esos casos, dado que se presentan relaciones contractuales en las que es patente la existencia de
una heteronomía, esto es, una pérdida efectiva de autonomía privada por una de las partes, los
derechos fundamentales, en su dimensión institucional y como sistema de valores materiales del
ordenamiento, pueden y deben servir de fundamento para defenderse contra las consecuencias del
propio hacer, es decir, que pueden lícitamente invocarse en la protección frente a sí mismos.
Al lado de esa invocación de la protección de sí mismos recae sobre los órganos del Estado la
obligación de restaurar el equilibrio perdido a consecuencia de una relación de desigualdad, y de
proteger los derechos fundamentales como sistema material de valores (Exp. Nº 0858-2003-AA,
24/03/04, S1, FJ. 23)

PROTECCIÓN FRENTE A LOS SERVICIOS BANCARIOS Y FINANCIEROS

029 Entidades bancarias. Ineficiencia de costos excesivos


[S]i los bancos aducen sufrir costos excesivos, estos deben ser exclusivamente atribuidos a su
ineficiencia comparada con el nivel internacional, por lo que no resulta justo que sean cargados a
los consumidores. Las tasas deben ser proporcionales a la mora (Exp. Nº 1238-2004-AA, 16/11/04,
P, FJ. 13.h)

030 Operaciones bancarias. Asimetría


[E]l negocio bancario como modo de dominación es lo que constituye un alto riesgo social. La
operatoria bancaria se desarrolla mediante contratos por adhesión, lo que pone de relieve el carác-
ter dominante que tiene la entidad financiera, que impone sus cláusulas predispuestas por medio de
condiciones generales elaboradas unilateralmente con el exclusivo propósito de someter al cliente
[consumidores o usuarios] a los planes y directivas cuyo fin es el mejor éxito del banco (Exp. Nº
1238-2004-AA, 16/11/04, P, FJ. 13.l)

031 Operaciones bancarias. Consecuencias del desequilibrio consumidor-banco


[La actual relación entre los consumidores y las entidades bancarias] provocan un desequilibrio de
tal magnitud entre los derechos y obligaciones de ambas partes, que comprometen seriamente el
principio de equivalencia y de máxima reciprocidad que debe observarse en todo Estado de Dere-
cho. Debe subrayarse que no es intención (...) que se eliminen las necesarias tasas de interés, sino
que se adecuen a su justo límite, debiendo la banca respetar la legislación de defensa del consumi-
dor, y toda otra norma que establezca disposiciones tutelares para el usuario (Exp. Nº 1238-2004-
AA, 16/11/04, P, FJ. 14)

348
DERECHO DEL CONSUMIDOR .

032 Operaciones bancarias. Limitación del incremento de las tasas de interés


[S]e debe evitar que las tasas sean incrementadas permanentemente por la banca, demostrando el
poder económico y unilateral de la misma. Los índices no surgen de ningún resumen tarifario ni de
ninguna regulación; tampoco cuentan con el visto bueno del Banco Central de Reserva o de cual-
quier otra autoridad; por ende, es el resultado de una decisión oligopólica abusiva (Exp. Nº 1238-
2004-AA, 16/11/04, P, FJ. 13.f)

033 Operaciones de crédito. Abuso en operaciones de crédito por castigo de consumidores


[E]l régimen del sistema [financiero] resulta abusivo porque los buenos consumidores –que son
mayoría– pagan regularmente todos los conceptos incluidos en sus obligaciones crediticias, a pesar
de que se los castiga injustamente con la inseguridad propia de un sistema de alto riesgo crediticio
(Exp. Nº 1238-2004-AA, 16/11/04, P, FJ. 13.i)

034 Operaciones de crédito. Aplicación de lo más favorable al consumidor


Los instrumentos legales (...) afianzan la labor estatal de defensa de los intereses de los consumido-
res y usuarios producto de las relaciones asimétricas con el poder fáctico de las personas naturales
o entidades jurídicas, especialmente del sistema financiero. Ello quiere decir que en el tratamiento
de las operaciones de crédito, debe operar el criterio de estarse a lo más favorable al consumidor o
usuario, lo que es acorde con el artículo 65 de la Constitución Política del Perú (Exp. Nº 1238-2004-
AA, 16/11/04, P, FJ. 12)

035 Operaciones de crédito. Cláusulas abusivas


[T]eniendo en cuenta la insuficiente regulación actual en nuestro ordenamiento jurídico, debe de-
tectarse y suprimirse cualquier tipo de cláusulas abusivas en el contrato de prestamo bancario en
desmedro del usuario (Exp. Nº 1238-2004-AA, 16/11/04, P, FJ. 13.a)
[D]ebe propenderse a la reducción de las relaciones asimétricas con las entidades bancarias, por
cuanto es evidente que no existe la más mínima posibilidad de negociación individual por parte de
los usuarios del crédito, respecto de las tasas de interés y financiamiento, dado que se entabla una
relación contractual no consensuada, habida cuenta que los contratos se hallan pre-redactados, sin
la participación o asentimiento previo del adherente en la determinación de las tasas e intereses
(Exp. Nº 1238-2004-AA, 16/11/04, P, FJ. 13.b)

036 Operaciones de crédito. Eliminación de tasas leoninas por riesgo crediticio


[D]eben eliminarse las tasas leoninas so pretexto del riesgo crediticio; con mínima inflación y una
paridad cambiaria positiva, el único riesgo debe ser la falta de pago del usuario. Por ello, las insti-
tuciones bancarias tienen el deber de informarse de la situación del cliente al que se le concederá un
crédito, es decir, la obligación de reunir la información previa y necesaria sobre la solvencia y
capacidad de pago del cliente, por lo que la excusa del riesgo crediticio, esgrimida para justificar el
cobro de altos intereses por parte de los prestadores del servicio crediticio, quedaría totalmente
descartada (Exp. Nº 1238-2004-AA, 16/11/04, P, FJ. 13.k)

037 Operaciones de crédito. Fijación de tasas de interés en operaciones de crédito


[D]ebe establecerse la aplicación de tasas de interés [en operaciones de crédito] que guarden rela-
ción con el servicio bancario efectivamente prestado por las entidades [a los usuarios] (Exp. Nº
1238-2004-AA, 16/11/04, P, FJ. 13.c)

038 Operaciones de crédito. Fijación de tasas de interés en épocas de mínima inflación


[E]n épocas de mínima inflación como las actuales, ninguna entidad de crédito puede esgrimir razón
valedera alguna para aplicar altas tasas y punitorios intereses usurarios por los servicios bancarios.
Las tasas, lejos de ser arbitrarias, deberían ser flexibles y estar negociadas o acordadas por ambas
partes, puesto que, de lo contrario, estaríamos ante la presencia de una operatoria privilegiada y
prepotente de la banca (Exp. Nº 1238-2004-AA, 16/11/04, P, FJ. 13.d)

349
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

039 Operaciones de crédito. Responsabilidad del prestador del servicio por riesgo crediticio
[A]nte la inexistencia de responsabilidad del usuario por el riesgo crediticio, el prestador de
servicio se constituye en el único responsable de abuso manifiesto (Exp. Nº 1238-2004-AA,
16/11/04, P, FJ. 13.j)

040 Operaciones de crédito. Tasas de interés en compras con tarjetas de crédito


[L]as elevadas tasas para la financiación de compras con tarjetas de crédito e intereses punitorios,
se trasluce en una situación inequitativa, ya que el usuario está imposibilitado de renunciar al
servicio antes de haber abonado las liquidaciones abusivas adelantadas, perjudicándose cada vez
más sus intereses económicos; estableciéndose, además, que si desea rescindir el servicio sin pagar
en el futuro, no será aceptado o tendrá escasas posibilidades de que lo acepten en otro servicio
similar, por estar incluido en los nefastos registros de morosos (Exp. Nº 1238-2004-AA, 16/11/04,
P, FJ. 13.e)

041 Sistema bancario. Papel del Estado


[El Estado] tendrá como deber intervenir en aquellas circunstancias en que los encargados de servir
al público hubiesen olvidado que el beneficio individual que les depara la posesión y explotación de
un medio de producción o de una empresa de servicio, pierde legitimidad si no se condice con la
calidad y el costo razonable de lo ofertado. En buena cuenta, es menester enfatizar que la satisfac-
ción de las necesidades del consumidor y del usuario es el punto de referencia que debe tenerse en
cuenta al momento de determinar el desenvolvimiento eficiente del mercado (Exp. Nº 0008-2003-
AI, 11/11/03, P, FJ. 42)

042 Tasas de interés e intereses punitorios. Carácter desproporcionado


[L]os porcentajes de las tasas de interés e intereses punitorios resultan desproporcionados respecto
a los intereses generales de la plaza cambiaria (Exp. Nº 1238-2004-AA, 16/11/04, P, FJ. 13.g)

350
DERECHO ELECTORAL.

DERECHO
ELECTORAL

BARRERA ELECTORAL

001 Barrera electoral. Como variante del sistema de representación proporcional


[L]a "barrera electoral" en modo alguno puede considerarse, en sí misma, contraria al sistema de
representación proporcional, sino simplemente una variante más de dicho sistema (Exp. Nº 00030-
2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 35)

002 Barrera electoral. Compatibilidad constitucional


[E]l establecimiento de una "barrera electoral" resulta plenamente compatible con la Carta Funda-
mental, pues se encuentra orientada a:
a) Evitar el acceso al Congreso de la República de agrupaciones políticas cuya mínima o nula
representatividad impida el cumplimiento de la finalidad que la Constitución les encomienda
en su artículo 35; es decir, "concurrir a la formación y manifestación de la voluntad popular",
institucionalizando la representación de intereses que en los hechos aparecen atomizados a
nivel social. En efecto (...) el rol de los partidos políticos se dirige a generar un margen de
representatividad objetiva y no un mero interés de grupo, incapaz, por su nimia significancia,
de ser considerado como parte de la voluntad general, sino, simplemente, como una suerte de
portavoz de intereses particulares o personales.
b) Conseguir que todos los partidos y movimientos políticos gocen siquiera de la mínima repre-
sentatividad que viabilice su trascendencia institucional en la vida política del país, de modo tal
que se establezcan las bases para la configuración de un verdadero sistema de partidos, entendido
como aquel en el que –vía competencia, articulación e interacción– cada partido o movimiento es,
en cierto modo, dependiente de la función que los otros desempeñan en el escenario político.
El sistema de partidos es parte de la vis externa del "funcionamiento democrático", que les
exige el artículo 35 de la Constitución, frente a la vis interna de ese mismo funcionamiento,
constituida por su estructura y acción organizacional interna.
c) Evitar una fragmentación en la representatividad congresal que obstaculice la gobernabilidad;
el consenso entre las mayorías y minorías, y la toma de decisiones oportunas y trascendentes en
la vida política, social y económica del país, pues, según quedó expuesto en los Fundamentos 4
a 18 supra, todos ellos son elementos vitales para la estabilidad de la democracia representati-
va, reconocida en el artículo 45 de la Constitución.
d) Impedir que, como consecuencia de la referida fragmentación, una mayoría simple pueda resul-
tar sustancialmente beneficiada por la ausencia de contrapesos significativos en el Congreso
(Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 36)

DERECHO AL SUFRAGIO

003 Derecho a ser elegido. Derecho de configuración legal


El derecho fundamental a ser elegido representante es un derecho de configuración legal. Ello es así

351
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

no solo porque el artículo 31 de la Constitución establece que los ciudadanos tienen derecho a ser
elegidos representantes, "de acuerdo con las condiciones y procedimientos determinados por ley
orgánica", sino también porque el principio de representación proporcional –entendido en este caso
como el mecanismo, regla o fórmula que permite traducir los votos en escaños– recogido por el
artículo 187 de la Constitución, queda determinado "conforme al sistema que establece la ley",
según señala este mismo artículo. En otras palabras, por voluntad del propio constituyente, la ley
(orgánica) no solo puede, sino que debe culminar la delimitación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a acceder al cargo de congresista.
Desde luego, que el referido derecho fundamental sea de configuración legal, no implica que la ley
llamada a precisar determinadas delimitaciones a su contenido protegido se encuentre exenta de un
control de constitucionalidad. Significa, tan solo, que el constituyente ha querido dotar al legislador
de un margen amplio de apreciación en la determinación del ámbito normativo del referido derecho,
lo que debe ser tenido en cuenta por la jurisdicción constitucional al momento de valorar la validez
o invalidez constitucional de su actuación (Exp. Nº 0030-2006-AI, 02/02/06, P, FJ. 27 a)

004 Derecho al sufragio. Carácter igualitario del voto


[El voto e]s igual: Esta característica deriva del mandato previsto en el artículo 2, inciso 2, de la
Constitución, conforme al cual ninguna persona puede ser discriminada por motivo de origen, raza,
sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquier otra índole.
Siendo el derecho de voto una garantía institucional para la estabilidad y la convivencia armónica
en una sociedad democrática, en modo alguno puede justificarse la restricción en su ejercicio por
causas carentes de objetividad, razonabilidad y prop[o]rcionalidad. Por el contrario, dichas restric-
ciones deben ser en todos los casos valoradas bajo el imperio del principio pro homine, de manera
tal que toda interpretación debe encontrarse orientada a procurar el ejercicio pleno del derecho
(Exp. Nº 0030-2005-PI, 02/02/06, P, FJ. 64)

005 Derecho al sufragio. Carácter libre del voto


[El voto e]s libre: Esta característica del derecho de voto merece un análisis conjunto con su obliga-
toriedad hasta los setenta años. La libertad inherente al derecho de voto debe ser comprendida en
el sentido de que a nadie pueda conminarse a que se manifieste en un determinado sentido, de
manera tal que su orientación sea consecuencia de una meditación personalísima, "espontánea"
(artículo 176) y responsable entre las distintas opciones posibles. La "decisión", consiguientemente,
jamás puede ser consecuencia de algún grado de incidencia previa sobre la libertad de conciencia
(artículo 2, inciso 3) ni menos aún sobre la integridad física, psicológica o moral (artículo 2, inciso
1) (Exp. Nº 0030-2005-PI, 02/02/06, P, FJ. 64)

006 Derecho al sufragio. Carácter obligatorio del voto


[E]n aras de forjar una identidad ciudadana con los principios consubstanciales a la participación
política y la democracia, el constituyente no solamente ha estatuido el voto como un derecho, sino
como un deber, de modo tal ha optado por estatuir el voto obligatorio, dando lugar a que, sin
perjuicio de lo expuesto, ante la ausencia de causas justificadas, pueda derivarse alguna sanción
administrativa por no acudir a las urnas (Exp. Nº 0030-2005-PI, 02/02/06, P, FJ. 64)

007 Derecho al sufragio. Carácter personal del voto


[El voto e]s personal: Debe ser ejercido directamente y, en ningún caso, a través de interpósita
persona (Exp. Nº 0030-2005-PI, 02/02/06, P, FJ. 64)

008 Derecho al sufragio. Carácter secreto del voto


[El voto e]s secreto: Nadie puede ser obligado a revelar, sea con anterioridad o posterioridad al acto
de sufragio, el sentido del voto. Este componente del derecho al voto deriva, a su vez, del derecho
fundamental de toda persona a mantener reserva sobre sus convicciones políticas (artículo 2, inciso
18), y constituye una garantía frente a eventuales intromisiones tendentes a impedir que se forje
una elección libre y espontánea (Exp. Nº 0030-2005-PI, 02/02/06, P, FJ. 64)

352
DERECHO ELECTORAL.

009 Derecho al sufragio. Titularidad


El derecho fundamental de sufragio activo se manifiesta a través del voto (tercer y cuarto párrafos
del artículo 31 de la Constitución), y su titularidad se encuentra reservada a los ciudadanos, es
decir, a los mayores de 18 años, y siempre que dicha ciudadanía se encuentre inscrita en el registro
electoral correspondiente (artículo 30 de la Constitución). Es así que la suspensión de la ciudadanía
por cualquiera de las causales previstas en el artículo 33 de la Norma Fundamental, da lugar a la
suspensión del ejercicio del derecho de voto (Exp. Nº 0030-2005-PI, 02/02/06, P, FJ. 63)

010 Derecho al sufragio. Regulación reservada a ley orgánica


[M]aterias sujetas a reserva de ley orgánica a que se refieren [el] artículo 31 (...) de la Constitución
son: el derecho de ser elegido y de elegir libremente a sus representantes (...) (Exp. Nº 00047-2004-
AI, 24/04/06, P, FJ. 16)

EJERCICIO DE CIUDADANÍA

011 Ciudadanía. Capacidad de ejercicio


[T]odas las personas que hayan cumplido 18 años de edad tienen plena capacidad de ejercicio de sus
derechos civiles, salvo el caso de aquellos que por imperio de la ley son considerados absoluta o
relativamente incapaces (Exp. Nº 0518-2004-AA, 12/07/04, S2, FJ. 6)

012 Ciudadanía. Cumplimiento de los requisitos exigidos por ley para su ejercicio
[C]iertos derechos constitucionales por su naturaleza como la obtención de pasaporte, la inscripción
en el Registro Electoral para el ejercicio de derechos ciudadanos, el derecho al goce de jubilación,
etc., necesariamente, tienen que estar sujetos al cumplimiento de ciertos requisitos establecidos
por ley; los mismos deberán ser viables para hacer efectivo el derecho constitucional respectivo
(Exp. Nº 0264-1997-AA, 02/12/97, P, FJ. 2)

013 Ciudadanía. Documento nacional de identidad


[S]i bien [el actor] no contaba su Documento Nacional de Identidad (DNI) con la constancia de
sufragio respectiva o la correspondiente dispensa, quedaba a salvo el valor identificatorio de dicho
documento (...)
El DNI constituye la única cédula de identidad personal para todos los actos civiles, comerciales,
administrativos, judiciales y, en general, para todas aquellos casos en que por mandato legal deba
ser presentado (Exp. Nº 0999-2001-AA, 22/08/02, P, FJ. 3)

014 Ciudadanía. Derecho al sufragio


El derecho fundamental de sufragio activo se manifiesta a través del voto (tercer y cuarto párrafos
del artículo 31 de la Constitución), y su titularidad se encuentra reservada a los ciudadanos, es
decir, a los mayores de 18 años, y siempre que dicha ciudadanía se encuentre inscrita en el registro
electoral correspondiente (artículo 30 de la Constitución). Es así que la suspensión de la ciudadanía
por cualquiera de las causales previstas en el artículo 33 de la Norma Fundamental, da lugar a la
suspensión del ejercicio del derecho de voto (Exp. Nº 0030-2005-PI, 02/02/06, P, FJ. 63)

015 Derecho a participar en la vida del país. Derecho y garantía institucional


Ese derecho [a participar en la vida del país, contenido en el artículo 2, inciso 17 de la Constitu-
ción], además de constituir un derecho fundamental asimismo, es, a su vez, una garantía institucio-
nal, en la medida en que promueve el ejercicio de otros derechos fundamentales, ya en forma
individual, ya en forma asociada (Exp. Nº 0905-2001-AA, 14/08/02, P, FJ. 5)

353
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

016 Derecho a participar en la vida del país. Derecho fundamental de las personas jurídicas
[La] titularidad de los derechos por las personas jurídicas de derecho privado se desprende implíci-
tamente del artículo 2, inciso 17), de nuestra Carta Fundamental, pues mediante dicho dispositivo
se reconoce el derecho de toda persona de participar en forma individual o asociada en la vida
política, económica, social y cultural de la nación. Este derecho, además de constituir un derecho
fundamental por sí mismo, es, a su vez, una garantía institucional, en la medida en que promueve
el ejercicio de otros derechos fundamentales, sea en forma individual, asociada (Exp. Nº 3045-
2004-AA, 19/01/05, S1, FJ. 5)

017 Suspensión del ejercicio de la ciudadanía. Diferencia con la inhabilitación política


[La] inhabilitación [política] es consecuencia de un juicio político y es distinta de la inhabilitación
judicial. La primera opera por decisión del Congreso de la República y tiene los efectos de inhabili-
tación para el ejercicio de toda función pública. La segunda es consecuencia de una sentencia
judicial que suspende el ejercicio de la ciudadanía, de acuerdo con el artículo 33 de la Constitución
Política del Perú (Exp. Nº 2791-2005-AA, 10/05/05, S1, FJ. 3)

018 Suspensión del ejercicio de la ciudadanía. Suspensión del derecho al voto


[L]a suspensión de la ciudadanía por cualquiera de las causales previstas en el artículo 33 de la
Norma Fundamental [resolución judicial de interdicción, sentencia con pena privativa de la libertad
y sentencia con inhabilitación de los derechos políticos], da lugar a la suspensión del ejercicio del
derecho de voto (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 63)

JURADO NACIONAL DE ELECCIONES

019 Atribuciones del Jurado Nacional de Elecciones. Proclamación del resultado del refe-
réndum
[S]e debe señalar que las decisiones en el ámbito electoral corresponden exclusivamente al Jurado
Nacional de Elecciones, sobre todo en el tema del resultado del referéndum, según lo establece con
claridad el artículo 178, inciso 5) de la Constitución (Exp. Nº 00028-2005-PI, 18/11/05, P, FJ. 11)

020 Competencias del Jurado Nacional de Elecciones. Fijación de criterios jurisprudencia-


les obligatorios
[R]esulta inadmisible que (...) un órgano de justicia electoral inferior pueda desvincularse de los
criterios o pautas interpretativas señaladas por su superior [Jurado Nacional de Elecciones], tanto
más cuando incidan directamente sobre el ejercicio de derechos fundamentales. (…) [E]l Jurado
Nacional de Elecciones es la máxima instancia en sede electoral y, por lo tanto, sus decisiones
asumen una línea directriz que al resto de órganos electorales corresponde seguir o, simplemente,
carece del poder de sentar pautas jurisprudenciales (Exp. Nº 2366-2003-AA, 06/04/04, S1, FJ. 6.b)

021 Jurado Nacional de elecciones. Control del Tribunal Constitucional


Los artículos 142 y 181 de la Constitución tienen por propósito garantizar que ningún otro poder
del Estado se arrogue la administración definitiva de justicia en asuntos electorales. Sin embargo,
cuando el JNE ejerce sus funciones en abierta contravención de los derechos fundamentales, el asunto
escapa de los contornos estrictamente electorales, tornándose en una cuestión de relevancia constitu-
cional directa, pues, desde ese instante, en observancia del artículo 200º 2 de la Constitución, se
reconoce el derecho al afectado de exigir jurisdiccionalmente la protección del derecho fundamental
lesionado, mediante el proceso de amparo. Una interpretación contraria, no sólo sería atentatoria del
referido artículo 200º 2, sino también de su artículo 201º, reconoce a este Tribunal como el órgano de
control de la Constitución. (...) En efecto, el tópico, strictu sensu, no consiste en dirimir si el Tribunal
Constitucional puede controlar los actos del JNE, sino tan sólo en definir si tiene competencia para
conocer de un asunto en el que los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución se en-
cuentran vulnerados, al margen del órgano del que dicha afectación provenga. La respuesta afirmati-
va frente a esta interrogante surge del artículo 201º de la Constitución, a la luz, por cierto, de todo el

354
DERECHO ELECTORAL.

compendio valorativo de la Carta Fundamental, presidido por la dignidad humana, cuya protección no
resigna [el Tribunal Constitucional] (Exp. Nº 2730-2006-PA/TC , 29/03/2006, P, FJ. 8)

022 Resoluciones del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Afectación irreparable de
derechos fundamentales
Toda afectación de los derechos fundamentales en la que incurra el JNE [Jurado Nacional de Elec-
ciones], devendrá en irreparable cada vez que precluya cada una de las etapas del proceso electoral
o que la voluntad popular, a la que hace alusión el artículo 176 de la Constitución, haya sido
manifestada en las urnas. En dichos supuestos el proceso de amparo solo tendrá por objeto determi-
nar las responsabilidades a que hubiera lugar, de conformidad con el artículo 1 del CPConst [Código
Procesal Constitucional] (Exp. Nº 05854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 39)

023 Resoluciones del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Como instancia definitiva
en la administración de justicia electoral
Al referir que las resoluciones del JNE [Jurado Nacional de Elecciones] en materia electoral se
dictan en última instancia y no pueden ser objeto de control constitucional en sede jurisdiccional,
los artículos 142 y 181 de la Constitución, tienen por propósito garantizar que ningún otro órgano
del Estado se arrogue la administración de justicia sobre los asuntos electorales, pues en esta
materia técnico-jurídica, el JNE es, en efecto, instancia definitiva. Así lo ordena la Constitución y
bajo el principio de corrección funcional ese fuero debe ser plenamente respetado por todo poder
constituido (Exp. Nº 05854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 20)

024 Resoluciones del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Competencias del Tribunal
Constitucional
Sería (...) absurdo sostener que porque el Tribunal Constitucional tiene competencia para declarar
la nulidad de una sentencia expedida por un juez penal o civil que contravenga los derechos funda-
mentales, tiene capacidad de administrar justicia penal o civil. Es evidente que en tales supuestos
el Tribunal Constitucional se limita a administrar justicia constitucional, reponiendo las cosas al
estado anterior al momento en que tuvo lugar la afectación del derecho fundamental (primer párrafo
del artículo 1 del Código Procesal Constitucional), para que luego el proceso continúe siendo resuelto
por su respectivo juez competente. La secuencia es idéntica en los supuestos de resoluciones expedi-
das por jueces que administran justicia electoral (Exp. Nº 05854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 20)

025 Resoluciones del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Control constitucional a
través de proceso de amparo
[T]oda interpretación de los artículos 142 y 181 de la Constitución que realice un poder público, en
el sentido de considerar que una resolución del [Jurado Nacional de Elecciones] que afecta derechos
fundamentales, se encuentra exenta de control constitucional a través del proceso constitucional de
amparo, es una interpretación inconstitucional. Consecuentemente, toda vez que el JNE emita una
resolución que vulnere los derechos fundamentales, la demanda de amparo planteada en su contra
resultará plenamente procedente (...).
Todo juez y tribunal de la República –sea que realice funciones estrictamente jurisdiccionales o
materialmente jurisdiccionales–, se encuentra vinculado por este criterio, bajo responsabilidad (ar-
tículo VI del Título Preliminar del CPConst. [Código Procesal Constitucional] y Primera Disposición
Final de la LOTC [Ley Orgánica del Tribunal Constitucional]) (Exp. Nº 05854-2005-AA, 08/11/05, P,
FJ. 35, PV)
No existe (...) justificación constitucional alguna para que el JNE [Jurado Nacional de Elecciones] se
encuentre relevado de dicho control [constitucional]; es decir, cuando no respete los derechos fun-
damentales en el marco del debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva (Exp. Nº 05854-2005-
AA, 08/11/05, P, FJ. 21)
[S]i la función electoral se ejerce de una forma que resulte intolerable para la vigencia de los
derechos fundamentales o quebrante los principios esenciales que informan el ordenamiento

355
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

constitucional, no solo resulta legítimo sino plenamente necesario el control constitucional, espe-
cialmente cuando este resulta viable en mecanismos como el amparo (Exp. Nº 02366-2003-AA, 06/
04/04, S1, FJ. 4)

026 Resoluciones del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Efectos de la demanda de
amparo
En atención a la seguridad jurídica que debe rodear todo proceso electoral y a las especiales funcio-
nes conferidas a los órganos del sistema electoral en su conjunto (JNE [Jurado Nacional de Eleccio-
nes], ONPE [Oficina Nacional de Proceso Electoral], RENIEC [Registro Nacional de Identificación y
Estado Civil] –artículos 178, 182 y 183 de la Constitución–), en ningún caso la interposición de una
demanda de amparo contra el JNE suspende el calendario electoral, el cual sigue su curso inexora-
ble (Exp. Nº 05854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 39)

027 Resoluciones del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Obligación de respetar los
derechos fundamentales
Si bien es cierto que esta entidad [Jurado Nacional de Elecciones] es el máximo órgano de adminis-
tración de justicia electoral del país, no lo es menos que, como cualquier otro poder público, se
encuentra obligado a respetar los derechos fundamentales, en el marco del respeto al derecho al
debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva (artículo 139 de la Constitución); por cuanto, si
así no ocurriese, será nulo y punible todo acto que prohíba o limite al ciudadano el ejercicio de sus
derechos, de conformidad con el artículo 31 (...) de la Carta Fundamental.
La interpretación aislada de los artículos constitucionales bajo análisis [142 y 181 de la Constitu-
ción] resulta manifiestamente contraria al principio de fuerza normativa de la Constitución y al de
corrección funcional, ya que desconoce, por un lado, el carácter jurídico-vinculante de la Constitu-
ción y, por otro, la función de contralor de la constitucionalidad conferida al Tribunal Constitucional
(artículo 201 de la Constitución) (…) (Exp. Nº 05854-2005-AA, 08/11/05, P, FJs. 18 y 19)

OFICINA NACIONAL DE PROCESOS ELECTORALES

028 Oficina Nacional de Procesos Electorales. Atribución de verificación de requisitos for-


males para inscripción de candidatos
[N]o está demás señalar que la disputada atribución [de verificación de los requisitos formales para
la inscripción de candidatos y opciones en procesos electorales, de referéndum y demás que tenga a
su cargo, como la verificación de firmas] guarda mayor coherencia o razonabilidad [con las funcio-
nes] que cumple la Oficina Nacional de Procesos Electorales y no así con el Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil bastando una lectura de los artículos 182 y 183 de la Constitución para
corroborarlo (Exp. Nº 00001-1997-CC, 19/06/97, P, FJ. 6)

029 Oficina Nacional de Procesos Electorales. Constitución


Si bien la Oficina Nacional de Procesos Electorales fue creada por la Ley Nº 26487, publicada el
veintiuno de junio de mil novecientos noventa y cinco, esto no implica que dicho organismo y el
respectivo ejercicio de sus atribuciones se haya constituido por la sola vigencia de la referida ley,
pues para el efecto había la necesidad de todo un proceso orientado a poner en funcionamiento
dicho organismo, cuyo titular, el Jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, recién fue
designado por Resolución Nº 024-95-CNM, publicada el veintinueve de julio de mil novecientos
noventa y cinco (Exp. Nº 00902-1996-AA, 27/12/00, P, FJ. 2)

030 Oficina Nacional de Procesos Electorales. Cumplimiento de principios constituciona-


les electorales
[L]os funcionarios y autoridades públicos [de la Oficina Nacional de Procesos Electorales] deben
asegurar el cumplimiento de los principios constitucionales electorales, tales como la responsabili-
dad política, la temporalidad del poder, la publicidad y la transparencia; a fin de garantizar su

356
DERECHO ELECTORAL.

neutralidad e imparcialidad; sobre todo, de aquellos funcionarios que, por ley, tengan la facultad de
disponer de fondos públicos. Todo ello, considerando que un proceso electoral precisa, para su
adecuado desarrollo, de condiciones de igualdad institucional entre los competidores, es decir, sin
ventajas o privilegios para nadie (Exp. Nº 04677-2004-AA, 09/12/05, Res. Aclar., FJ. 4)

ORGANIZACIONES POLÍTICAS

031 Organizaciones políticas. Acceso a medios de comunicación sin hacer apología delictiva
El artículo 41 de la Ley Nº 28094 (…) permite a los partidos políticos el uso de los medios de
comunicación de propiedad del Estado, en periodo no electoral, "(...) para la difusión de sus pro-
puestas y planteamientos (...)", de manera que cualquier contenido distinto debe ser diferido por los
órganos competentes para su difusión en el periodo señalado por el artículo 37 de la ley referida. En
ese sentido, en ningún caso, los partidos políticos, ni sus integrantes, pueden usar los medios de
comunicación social para realizar la apología de algún delito, sin incurrir los autores en el ilícito
previsto en el artículo 316 del Código Penal (Exp. Nº 2791-2005-AA, 10/06/05, S1, FJ. 7)

032 Organizaciones políticas. Causas que impiden consolidación


La causa del problema se encuentra, parece ser, en que el caudillismo nacional, unido a fuer-
tes cimientos oligárquicos, ha impedido la consolidación de partidos y de las instituciones
gubernamentales, dejando paso al poder unipersonalizado. Esto ha motivado el interés de las clases
dominantes, política, económica y socialmente, en mantener la situación y su condición, a costa de
la mayoría de los peruanos (Exp. Nº 0002-2005-PI, 18/02/05, P, FJ. 22)

033 Organizaciones políticas. Función


[Las organizaciones políticas] tienen por función, entre otras, evitar que la legítima pero atomizada
existencia de intereses, al interior de la sociedad, se proyecte en igual grado de fragmentación al
interior del Congreso de la República, pues, si ello ocurre, resultará minada la capacidad delibera-
tiva y, con ella, la posibilidad de adoptar oportuna y consensuadamente decisiones para afrontar los
distintos problemas políticos, sociales y económicos del país (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P,
FJ. 13)

034 Organizaciones políticas. Inhabilitación política como límite a la militancia


[L]a inhabilitación política incide sobre estos derechos [derechos políticos] en dos ámbitos: material
y temporal. En el aspecto sustantivo, los efectos de la inhabilitación impiden al funcionario público
sancionado ejercer el derecho de sufragio (elegir y ser elegido), el derecho de participación y el
derecho a fundar, organizar, pertenecer o representar a una organización o partido político, movi-
miento o alianza (Exp. Nº 3760-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 20)

035 Organizaciones políticas. Mínimo de institucionalidad representativa de minorías


políticas
[A]un cuando la democracia exija un gobierno de las mayorías con pleno respeto de los derechos
fundamentales de las minorías, tales minorías y, en concreto, las minorías partidarias, solo pueden
ser consideradas relevantes en la formación y manifestación de la voluntad general que permita la
gobernabilidad y el consenso (artículo 35 de la Constitución) en la medida de que gocen de un
mínimo de institucionalidad representativa, y la ausencia de ello queda evidenciado cuando no se
tiene representación parlamentaria, o se tiene una representatividad ínfima a nivel nacional (Exp.
Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 70)

036 Organizaciones políticas. Participación en el Congreso


[Las organizaciones políticas] tienen la obligación de ser un primer estadío de institucionalización
en el que la fragmentación resulte sustancialmente aminorada y encausada, a afectos de generar
centros de decisión que puedan proyectar una voluntad institucionalizada de la sociedad al interior

357
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

del Parlamento, que, aunada a otras, permita concurrir en el consenso, asegurando la gobernabili-
dad y racionalidad en la composición, organización y decisiones parlamentarias (Exp. Nº 00030-
2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 12)

037 Organizaciones políticas. Pertenencia como requisito para participar en elecciones


Las condiciones previstas en la propia Constitución para ocupar un escaño en el Congreso no se
agotan en aquellas previstas en los artículos 90 y 93. En efecto, (...) [es necesaria] la pertenencia a
un partido o movimiento político para poder participar en la contienda electoral (artículo 35), pues
(…) solo por vía de la pertenencia a estas organizaciones políticas es posible institucionalizar la
fragmentaria configuración de los intereses al interior de la sociedad (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/
02/06, P, FJ. 27.a)

PARTICIPACIÓN POLÍTICA

038 Derecho de participación política. Como concreción del principio democrático


[E]l principio democrático se materializa a través de la participación directa, individual o colectiva,
de la persona como titular de una suma de derechos de dimensión tanto subjetiva como institucio-
nal (derecho de voto, referéndum, iniciativa legislativa, remoción, o revocación de autoridades,
demanda de rendición de cuentas, expresión, reunión, etc.), así como en su participación asociada,
a través de organizaciones orientadas a canalizar el pluralismo político. Tales organizaciones son los
partidos y movimientos políticos (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 22)

039 Derecho de participación política. Democracia representativa


La democracia representativa es la que, en definitiva, permite la conjugación armónica del principio
político de soberanía popular con un cauce racional de deliberación que permita atender las distin-
tas necesidades de la población. Empero, dicha deliberación racional y, en suma, la gobernabilidad
del Estado, pueden situarse en serio riesgo si a la representación no se le confiere las garantías para
que pueda "formar voluntad". La representación indebidamente comprendida y articulada, es la
matriz potencial de un desequilibrio que, si no es adecuadamente conjurado, puede impedir que el
Estado atienda su deber primordial de "promover el bienestar general que se fundamenta en la
justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de la nación" (artículo 44 de la Constitución), y con
ello, desencadenar el colapso del sistema representativo en su conjunto, y con él, el del propio
Estado social y democrático de derecho (Exp. Nº 0030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 9)

040 Derecho de participación política. Fiscalización de autoridades


[A]quellos funcionarios que desempeñaron cargos políticos por haber sido elegidos en elecciones a
nivel nacional (...) se encuentran sujetos –en cuanto a la fiscalización del ejercicio de sus funciones–
a procedimientos (...) específicos establecidos en la Carta Magna, en ejercicio del derecho de parti-
cipación en los asuntos públicos con el que cuenta todo ciudadano, como son la remoción o revoca-
toria de autoridades y la demanda de rendición de cuentas, y cuyo trámite es competencia del
Jurado Nacional de Elecciones (Exp. Nº 04698-2004-AA, 04/03/05, S2, FJ. 3)

041 Derecho de participación política. Mecanismos de democracia directa


[N]uestra Constitución ha consagrado (...) determinados mecanismos de democracia directa o semidi-
recta como el referéndum, la iniciativa legislativa, la remoción y revocación de autoridades y la de-
manda de rendición de cuentas (artículo 31 de la Constitución), que (...) son el complemento idóneo
para dotar de estabilidad a la democracia representativa (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 8)

042 Derecho de participación política. Participación política indirecta


[E]l (...) principio [democrático] se materializa en la participación política indirecta de la ciudadanía;
es decir, a través de sus representantes libremente elegidos. La democracia representativa es (...) el
rasgo prevalente en nuestra Constitución (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 22)

358
DERECHO ELECTORAL.

043 Derecho de participación política. Referéndum y reforma constitucional


La Constitución de 1993 regula la participación del pueblo en el proceso de reforma constitucional,
para aquellos casos en los que el Congreso no haya logrado la aprobación de la reforma parcial de la
Constitución con el voto conforme de los dos tercios del número legal de miembros del Congreso en
dos legislaturas ordinarias sucesivas. Adicionalmente, su participación es facultativa cuando, pese
a haberse alcanzado el número de votos necesarios a los que se hace referencia en el artículo 206 de
la Constitución, el Congreso decide que ella debe también ser aprobada mediante referéndum [ar-
tículo 32, inciso 1) de la Constitución] (Exp. Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 86)

044 Derecho a la participación política. Voto obligatorio como medio para forjar identi-
dad ciudadana
[E]n aras de forjar una identidad ciudadana con los principios consubstanciales a la participación
política y la democracia, el constituyente no solamente ha estatuido el voto como un derecho, sino
como un deber, de modo tal ha optado por estatuir el voto obligatorio, dando lugar a que, sin
perjuicio de lo expuesto, ante la ausencia de causas justificadas, pueda derivarse alguna sanción
administrativa por no acudir a las urnas (Exp. Nº 0030-2005-AI, 02/02/06, P. FJ. 64)

045 Participación política de los militares y policías. Convivencia democrática con los civiles
[E]l artículo 169 de la Constitución dispone que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional están
subordinadas al poder constitucional. Por tanto, de las disposiciones constitucionales citadas se
deriva el principio democrático que configura la convivencia de los ciudadanos del Perú, ya sean
civiles, militares o policías, conforme al artículo 34 de la Constitución (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/
08/05, P, FJ. 11)

PROCESOS ELECTORALES

046 Escrutinio de votos. Alcances de la prohibición de proyecciones a boca de urna


La Constitución peruana protege la comunicación sin trabas de la información y de pensamiento. Al
prohibirse las proyecciones [de boca de urna] lo que resulta prohibido es el derecho a pensar, ya que
lo que la norma prohíbe es realizar la "proyección" de los resultados, negando el derecho a interpre-
tarlos, es decir, a traducir los resultados numéricos en proyecciones mediante una simple operación
mental matemática, lo que contraría el inciso 4) del artículo 2 de la Constitución que protege el
derecho a la libertad de pensamiento y a la de la información sin trabas de ninguna clase. Dicha
protección incluye el derecho a la preparación, elaboración, selección y difusión de la noticia. La
libertad de expresión y de información representa un valor básico político, pues es herramienta de
control de los gobernantes y previene y detiene las arbitrariedades del poder. Más aún, su constitu-
cionalización corresponde principalmente a tal finalidad. También corresponde a esa finalidad, el
sitial privilegiado que ocupa entre los derechos fundamentales, y es por eso que toda limitación
impuesta por el gobernante a su ejercicio, debe interpretarse restrictivamente (Exp. Nº 00002-
2001-AI, 04/04/01, P, FJ. 7)

047 Escrutinio de votos. Conteo de votos y representatividad


En el caso del principio mayoritario [para alcanzar la representatividad], la adjudicación de los
escaños es dependiente de que un candidato o partido haya alcanzado la mayoría absoluta o relativa
de los votos. De conformidad con esta fórmula solo se determina al vencedor o vencedores, a partir
de un simple conteo de votos regido por la regla de la mayoría (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06,
P, FJ. 30)

048 Escrutinio de votos. Difusión de proyección de resultados


La dosis de peligro al orden público que entraña la difusión de las proyecciones, en verdad, no
justifica la restricción a derechos tan importantes como la libertad de expresión e información. El
eventual peligro de que la población se confunda y promueva el desorden, puede, por lo demás,

359
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

prevenirse: bastaría exigir que las encuestadoras adviertan previamente al público que la informa-
ción que divulgan no es exacta, y que puede ser distinta de los resultados oficiales (...).
No se comprende (...) por qué [el segundo párrafo del artículo 191 de la Ley Nº 26859] permite el
muestreo de las actas electorales y su divulgación numérica sin proyecciones, cuando estas no
agregan nada a los datos proporcionados por el muestreo de actas, como no sea la simple aplicación,
a las mismas, de elementales reglas matemáticas al alcance de cualquiera. No se comprende, tam-
poco, por qué la norma impugnada permite divulgar los resultados de las actas electorales y sus
proyecciones a las 22:00 horas, aún en el caso que la [Oficina Nacional de Procesos Electorales] no
haya efectuado el primer conteo rápido. Los medios de difusión pueden, a esa hora, informar a los
ciudadanos de quién o quiénes son los ganadores de las elecciones, y también sería posible la
temida presión de los grupos políticos y de los medios de prensa sobre la ONPE (Exp. Nº 00002-
2001-AI, 04/04/01, P, FJs. 9 y 10)

049 Elecciones pluripersonales. Aplicación del principio proporcional


[E]l artículo 187 de la Constitución exige que las elecciones pluripersonales –como lo es la elección
al Congreso– se rijan por la fórmula proporcional y no por la de la mayoría, derivando a la ley la
configuración concreta del sistema proporcional que se adopte (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06,
P, FJ. 31)

050 Elecciones pluripersonales. Barrera electoral como variante del sistema de represen-
tación proporcional
[L]a "barrera electoral" en modo alguno puede considerarse, en sí misma, contraria al sistema de
representación proporcional, sino simplemente una variante más de dicho sistema (Exp. Nº 00030-
2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 35)

051 Elecciones pluripersonales. Finalidad de la barrera electoral


[E]l establecimiento de una "barrera electoral" resulta plenamente compatible con la Carta Funda-
mental, pues se encuentra orientada a:
a) Evitar el acceso al Congreso de la República de agrupaciones políticas cuya mínima o nula
representatividad impida el cumplimiento de la finalidad que la Constitución les encomienda
en su artículo 35; es decir, "concurrir a la formación y manifestación de la voluntad popular",
institucionalizando la representación de intereses que en los hechos aparecen atomizados a
nivel social. En efecto (...) el rol de los partidos políticos se dirige a generar un margen de
representatividad objetiva y no un mero interés de grupo, incapaz, por su nimia significancia,
de ser considerado como parte de la voluntad general, sino, simplemente, como una suerte de
portavoz de intereses particulares o personales.
b) Conseguir que todos los partidos y movimientos políticos gocen siquiera de la mínima repre-
sentatividad que viabilice su trascendencia institucional en la vida política del país, de modo tal
que se establezcan las bases para la configuración de un verdadero sistema de partidos, enten-
dido como aquel en el que –vía competencia, articulación e interacción– cada partido o movi-
miento es, en cierto modo, dependiente de la función que los otros desempeñan en el escenario
político.
El sistema de partidos es parte de la vis externa del "funcionamiento democrático", que les
exige el artículo 35 de la Constitución, frente a la vis interna de ese mismo funcionamiento,
constituida por su estructura y acción organizacional interna.
c) Evitar una fragmentación en la representatividad congresal que obstaculice la gobernabilidad;
el consenso entre las mayorías y minorías, y la toma de decisiones oportunas y trascendentes en
la vida política, social y económica del país, pues (...) todos ellos son elementos vitales para la
estabilidad de la democracia representativa, reconocida en el artículo 45 de la Constitución.
d) Impedir que, como consecuencia de la referida fragmentación, una mayoría simple pueda resul-
tar sustancialmente beneficiada por la ausencia de contrapesos significativos en el Congreso
(Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 36)

360
DERECHO ELECTORAL.

052 Elecciones pluripersonales. Noción de principio mayoritario


En el caso del principio mayoritario, la adjudicación de los escaños es dependiente de que un candi-
dato o partido haya alcanzado la mayoría absoluta o relativa de los votos. De conformidad con esta
fórmula sólo se determina al vencedor o vencedores, a partir de un simple conteo de votos regido
por la regla de la mayoría (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 30)

053 Elecciones pluripersonales. Noción de principio proporcional


[E]n el caso de la fórmula proporcional, la adjudicación de escaños resulta del porcentaje de votos
que obtienen los distintos partidos, procurando, proporcionalmente, la representación de diversas
fuerzas sociales y grupos políticos en el Parlamento (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 30)

054 Elecciones pluripersonales. Principios que permiten lograr la representatividad


[La] representatividad puede lograrse a través de dos principios de distintos alcances y finalidades:
el principio mayoritario y el principio proporcional (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 30)

055 Elecciones pluripersonales. Regulación del sistema proporcional


La regulación concreta del sistema proporcional puede variar dependiendo de distintos factores,
como por ejemplo, la fórmula de cálculo utilizada. Así, el método D´Hondt y el de la cifra repartido-
ra (que se fundamenta en el método de D´Hondt), buscan fortalecer a los partidos o agrupaciones
que hayan obtenido mayor votación. El método Saint Lague, favorece a los partidos de menor
representatividad. Y el método Hare o de cociente electoral, favorece a los partidos situados entre
ambos extremos. Todos, sin embargo, respetan el principio de representación proporcional, por lo
que resultan plenamente constitucionales (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 32)

056 Nulidad de procesos electorales. Fundamento en la democracia representativa


La democracia representativa es la que, en definitiva, permite la conjugación armónica del principio
político de soberanía popular con un cauce racional de deliberación que permita atender las distin-
tas necesidades de la población. Empero, dicha deliberación racional y, en suma, la gobernabilidad
del Estado, pueden situarse en serio riesgo si a la representación no se le confiere las garantías para
que pueda "formar voluntad". La representación indebidamente comprendida y articulada, es la
matriz potencial de un desequilibrio que, si no es adecuadamente conjurado, puede impedir que el
Estado atienda su deber primordial de "promover el bienestar general que se fundamenta en la
justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de la nación" (artículo 44 de la Constitución), y con
ello, desencadenar el colapso del sistema representativo en su conjunto, y con él, el del propio
Estado social y democrático de derecho (…).
Sin duda, la democracia representativa es una democracia pluralista, pues la representación en-
cuentra en la soberanía popular a su fuente de poder y debe ser seno de contrapesos y controles
mutuos entre las distintas fuerzas políticas. Pero no puede ser una democracia fragmentaria en la
que no exista posibilidad de generar consensos entre las mayorías y minorías parlamentarias. En
otras palabras, no cabe que so pretexto de identificar matemáticamente a la democracia represen-
tativa con la representación "de todos", se termine olvidando que, en realidad, de lo que se trata es
que sea una representación "para todos" (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJs. 9 y16)

057 Orden y seguridad durante los comicios. Protección de la libertad personal


La libertad inherente al derecho de voto debe ser comprendida en el sentido de que a nadie pueda
conminarse a que se manifieste en un determinado sentido, de manera tal que su orientación sea
consecuencia de una meditación personalísima, "espontánea" (artículo 176) y responsable entre las
distintas opciones posibles. La "decisión", consiguientemente, jamás puede ser consecuencia de
algún grado de incidencia previa sobre la libertad de conciencia (artículo 2, inciso 3) ni menos aún
sobre la integridad física, psicológica o moral (artículo 2, inciso 1) (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/
06, P, FJ. 64.c)

361
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

REFERÉNDUM

058 Referéndum. Aprobación de la reforma de la Constitución


La Constitución de 1993 regula la participación del pueblo en el proceso de reforma constitucional,
para aquellos casos en los que el Congreso no haya logrado la aprobación de la reforma parcial de la
Constitución con el voto conforme de los dos tercios del número legal de miembros del Congreso en
dos legislaturas ordinarias sucesivas. Adicionalmente, su participación es facultativa cuando, pese
a haberse alcanzado el número de votos necesarios a los que se hace referencia en el artículo 206 de
la Constitución, el Congreso decide que ella debe también ser aprobada mediante referéndum (Exp.
Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 86)

059 Referéndum. Definición


Un referéndum puede ser considerado como una forma de encuesta general sobre una cuestión de índole
general que merece una respuesta concreta por parte de la población. Es una votación oficial para
asuntos especiales, donde la opinión del electorado es solicitada para un tema específico. Es, como dice
el artículo 37 de la Ley Nº 26300, Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadanos,
"(...) el derecho de los ciudadanos para pronunciarse conforme a la Constitución en los temas nor-
mativos que se le consultan" (Exp. Nº 0028-2005-AI, 18/11/05, P, FJ. 4)

060 Referéndum. Materias proscritas y reforma de la Constitución


[L]a prohibición a la que se alude en el segundo párrafo del artículo 32 de la Constitución, en
principio, no está dirigida a limitar la competencia del Congreso de la República para realizar la
reforma constitucional, sino a la posibilidad de que tales materias puedan someterse a referéndum.
La primera (...) es la capacidad jurídica que se tiene para enmendar, modificar, suprimir o quitar una
o algunas disposiciones constitucionales; en tanto, que mediante la segunda, se somete a la consul-
ta del pueblo la aprobación de determinadas materias, incluso las reformas constitucionales, con-
forme dispone el artículo 206 de la Constitución (Exp. Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 90)
[N]o todas las materias señaladas en el segundo párrafo del artículo 32, por estar prohibidas de
someterse a referéndum, constituyen límites materiales de la potestad de la reforma de la Constitu-
ción (Exp. Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 91)
[EL] artículo 32 de la Constitución, en la parte que prevé que no se puede suprimir o disminuir
derechos fundamentales, establece un verdadero límite material, de carácter expreso, a la reforma
parcial de la Constitución, que no alude al procedimiento o a los requisitos formales que deben
observarse cada vez que se intente una reforma constitucional, sino al contenido mismo de la
reforma, esto es, a la materia que ella pretenda incidir (Exp. Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 97)

061 Referéndum. Proscripción para incidir sobre normas tributarias


[Al señalarse en el artículo 32 de la Constitución] que no puede someterse a referéndum las normas
de carácter tributario, es claro que ella no comprende a cualquier clase de norma o fuente del
derecho que la regule, sino, concretamente, a las que por expresa disposición de la Constitución
están llamadas a regular, por debajo de ella, la materia tributaria, esto es, a las leyes o los decretos
legislativos (Exp. Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 91.a)

062 Referéndum. Proscripción para suprimir derechos fundamentales


[D]el hecho [de] que la "supresión y disminución de los derechos fundamentales" no puedan ser
sometidas a referéndum, esto es, que se trate de materias que incluso no puedan ser decididas por
el pueblo en cuanto poder constituido, se deriva que, en la totalidad del Texto Constitucional, las
cláusulas que reconocen los derechos fundamentales ocupan una posición muy especial, en cuanto
recogen el plexo de valores materiales de todo el sistema constitucional y que, en ese sentido,
legitiman toda la organización estatal (Exp. Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 95.c.2)
[L]a prohibición de que se someta a referéndum la "supresión o disminución de los derechos funda-
mentales", no constituye una autorización de que tal regulación pueda ser dispuesta por cualquiera
de los poderes constituidos (Exp. Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 92.c)

362
DERECHO ELECTORAL.

063 Referéndum. Proscripción sobre tratados internacionales


[L]a exclusión del referéndum respecto a los tratados internacionales [se refiere a] los tratados en
vigor; esto es aquellos que, de conformidad con el artículo 55 de la Constitución, forman parte del
derecho nacional (Exp. Nº 0014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 91.a)

064 Referéndum. Unificación de regiones


[E]s claro que la propia norma constitucional [artículo 190] exige que el referéndum de unificación
pueda realizarse únicamente a través del desarrollo legislativo, el mismo que ha sido efectivizado
gracias a la Ley Nº 28274. Entonces, la reserva legal ha sido plenamente reconocida, garantizada y
aceptada.
Sobre la base de tal reserva legal, el órgano que tiene la capacidad para determinar cuál es la opción
válida para llevarse a cabo el referéndum es el Poder Legislativo, y mal haría el Tribunal Constitu-
cional en asumir funciones de tal índole. En fin, lo que se ha realizado a través de la Ley Nº 28274
es, simplemente, cumplir con legislar en una materia que es de su entera competencia (Exp. Nº
0028-2005-AI, 18/11/05, P, FJ. 4)

REGISTRO NACIONAL DE IDENTIFICACIÓN Y ESTADO CIVIL

065 Registro Nacional de Identificación y Estado Civil. Atribuciones


[D]e conformidad con lo dispuesto por los artículos 177 y 183 de la Constitución, el [Registro
Nacional de Identificación y Estado Civil] es un organismo constitucionalmente autónomo, encarga-
do de manera exclusiva y excluyente de organizar y actualizar el Registro Único de Identificación de
las Personas Naturales y, entre otras funciones, de emitir los documentos que acrediten la identidad
de las personas (Exp. Nº 06086-2005-HC, 29/08/05, Res., FJ. 3)

066 Registro Nacional de Identificación y Estado Civil. Responsabilidad de verificación de


requisitos formales para el ejercicio de derechos de participación y control ciudadanos
[E]l (…) conflicto entre el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil y la Oficina Nacional de
Procesos Electorales, debe necesariamente resolverse en razón a la operatividad o funcionalidad del
Sistema, lo que supone que si la responsabilidad de verificación de los requisitos formales para
ejercer los derechos de participación y control ciudadanos, y entre ellos, la verificación de firmas,
permite que el primero de los citados entes, vía la remisión en medios magnéticos y digitalizados de
los datos relativos a las inscripciones electorales, firmas y huellas digitales y boletas de inscripción
así como la información interna de aquellas, contribuya a la responsabilidad que atañe al segundo
de los entes, no puede ello entenderse como una invasión a distorsión de competencias sino como
una de las manifestaciones que asumen las relaciones de coordinación existentes entre ellos (Exp.
Nº 00001-1997-CC, 19/06/97, P, FJ. 4)

RESOLUCIONES

067 Impugnación de fallos del Jurado Nacional de Elecciones. Configuración del abuso
del derecho
[E]l último párrafo del artículo 103 de la Constitución establece que esta no ampara el abuso del
Derecho, por lo que tal ejercicio de poder será legítimo solo en la medida que sea respetuoso de un
conjunto de derechos mínimos del ciudadano, como son los derechos fundamentales, entre los que
se encuentra el derecho a la tutela procesal efectiva. Esta es la única interpretación posible en un
Estado Constitucional de Derecho y, en atención a ella, el inciso 8) del artículo 5 del Código Procesal
Constitucional ha establecido que no proceden los procesos constitucionales cuando se cuestionen
las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones en materia electoral, salvo cuando no sean de
naturaleza jurisdiccional o cuando, siendo jurisdiccionales, violen la tutela procesal efectiva (Exp.
N° 5396-2005-PA/TC, 06/09/05, S1, FJ. 3)

363
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

068 Resoluciones no revisables por el Poder Judicial. Control constitucional de fallos del
Jurado Nacional de Elecciones
[N]o cabe invocar la existencia de campos de invulnerabilidad absoluta al control constitucional, so
pretexto de que la Constitución confiere una suerte de protección especial a determinadas resolu-
ciones emitidas por parte de determinados organismos electorales. En efecto, aun cuando de los
artículos 142 y 181 de la Norma Fundamental, se desprende que en materia electoral no cabe
revisión judicial de las resoluciones emitidas por el Jurado Nacional de Elecciones, y que tal orga-
nismo representa la última instancia en tal asunto, dicho criterio solo puede considerarse como
válido en tanto y en cuanto se trate de funciones ejercidas en forma debida o, lo que es lo mismo,
compatibles con el cuadro de valores materiales reconocido por la misma Constitución. Como es
evidente, si la función electoral se ejerce de una forma que resulte intolerable para la vigencia de
los derechos fundamentales o quebrante los principios esenciales que informan el ordenamiento
constitucional, no solo resulta legítimo sino plenamente necesario el control constitucional, es-
pecialmente cuando este resulta viable en mecanismos como el amparo (Exp. Nº 02366-2003-
AA, 06/04/04, S1, FJ. 4)
El artículo 142 de la Constitución establece que no son revisables en sede judicial las resoluciones
del Jurado Nacional de Elecciones en materia electoral (…).
No obstante, el último párrafo del artículo 103 de la Constitución establece que esta no ampara el
abuso del Derecho, por lo que tal ejercicio de poder será legítimo solo en la medida que sea respe-
tuoso de un conjunto de derechos mínimos del ciudadano, como son los derechos fundamentales,
entre los que se encuentra el derecho a la tutela procesal efectiva. Esta es la única interpretación
posible en un Estado Constitucional de Derecho y, en atención a ella, el inciso 8) del artículo 5 del
Código Procesal Constitucional ha establecido que no proceden los procesos constitucionales cuan-
do se cuestionen las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones en materia electoral, salvo
cuando no sean de naturaleza jurisdiccional o cuando, siendo jurisdiccionales, violen la tutela pro-
cesal efectiva.
En este sentido, la discusión sobre la naturaleza administrativa o jurisdiccional de la resolución [del
Jurado Nacional de Elecciones] (…) queda en un segundo plano, toda vez que tanto en uno como en
otro caso, tal decisión deberá haber sido emitida respetando el derecho a la tutela procesal efectiva
(…) (Exp. Nº 05396-2005-AA, 06/09/05, S1, FJs. 2, 3 y 4)

SISTEMA ELECTORAL

069 Conformación del sistema electoral. Autonomía de los entes electorales no implica
que no se encuentren vinculados
[E]l Sistema Electoral por el que ha optado nuestro constituyente, no significa la adopción de tres
entes [Jurado Nacional de Elecciones, Oficina Nacional de Procesos Electorales y Registro Nacional
de Identificación y Estado Civil] aislados uno del otro sino la presencia de tres dependencias, que no
obstante ser autónomas, se encuentran estrictamente vinculadas la una de la otra por las atribucio-
nes que poseen y cuya finalidad –la de cada atribución– solo puede ser coherente a la luz [de la]
cláusula general contenida en el Artículo 176 de la misma Norma Fundamental, que busca "asegu-
rar que las votaciones traduzcan la expresión auténtica, libre y espontánea de los ciudadanos; y que
los escrutinios sean reflejo exacto y oportuno de la voluntad del elector expresada en las urnas por
votación directa" (…).
[N]ingún ente conformante del Sistema Electoral, puede alegar funciones o responsabilidades ex-
cluyentes a tal grado, que las mismas en lugar de canalizar los objetivos del Sistema, terminen
obstaculizándolo o entorpeciéndolo, ya que (...), la finalidad del sistema, antes que administrativa,
es electoral. Incluso no está demás recordar que si conforme al inciso 5) del artículo 203 de la
Constitución "Están facultados para interponer acción de inconstitucionalidad "Cinco mil ciudada-
nos con firmas comprobadas por el Jurado Nacional de Elecciones" quiere ello decir, que no existe,
por mandato expreso de la Norma Fundamental, el supuesto monopolio de atribuciones que se
invoca en la demanda (Exp. Nº 00001-1997-CC, 19/06/97, P, FJs. 2 y 3)

364
DERECHO ELECTORAL.

070 Conformación del sistema electoral. Autonomía del Jurado Nacional de Elecciones
[La] interpretación [aislada de los artículos 142 y 181 de la Constitución] confunde la autonomía
que ha sido reconocida constitucionalmente al [Jurado Nacional de Elecciones] (artículo 177 de la
Constitución) con autarquía, pues pretende que sus resoluciones no sean objeto de control consti-
tucional en aquellos casos en los que resulten contrarias a los principios y derechos fundamentales
reconocidos en la Carta Fundamental. Lo que equivaldría a sostener que para el JNE, tales princi-
pios y derechos no resultan vinculantes (Exp. Nº 05854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 19)

071 Conformación del sistema electoral. Necesidad de incluir a altos funcionarios del sis-
tema electoral en el antejuicio político
[L]os miembros del [Jurado Nacional de Elecciones], el Jefe de la [Oficina Nacional de Procesos
Electorales] y el Jefe del [Registro Nacional de Identificación y Estado Civil] no cuentan con la
prerrogativa del antejuicio político, no obstante ser funcionarios públicos de la mayor importancia
en un Estado democrático de derecho, teniendo la obligación de "asegurar que las votaciones tra-
duzcan la expresión auténtica, libre y espontánea de los ciudadanos, y que los escrutinios sean
reflejo exacto y oportuno de la voluntad del elector expresada en las urnas por votación directa"
(artículo 176 de la Constitución). Por ello, el Tribunal Constitucional exhorta al Congreso de la
República a reformar el artículo 99 de la Constitución, incluyendo a los mencionados funcionarios
del sistema electoral entre aquellos dignatarios que gozan del privilegio de antejuicio político, o, en
su caso, incluyendo una disposición que permita ampliar el privilegio de antejuicio a aquellos fun-
cionarios que la ley establezca, tal como lo hiciera el artículo 183 de la Constitución de 1979 (Exp.
Nº 00006-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 27)

072 Sistema electoral. Como sinónimo de derecho electoral


Dependiendo de los alcances, amplios o restringidos, que se pretenda dar al concepto de sistema
electoral, este puede convertirse, en un extremo, en sinónimo de "Derecho electoral", con lo cual
haría alusión a todos los aspectos relevantes relacionados con la materia electoral (órganos electo-
rales, proceso electoral, mecanismos de elección, modalidades de sufragio, etc.). A este concepto
amplio hace alusión el artículo 176 de la Constitución (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P, FJ. 29)

073 Sistema electoral. Libertad del derecho al voto


La libertad inherente al derecho de voto debe ser comprendida en el sentido de que a nadie pueda
conminarse a que se manifieste en un determinado sentido, de manera tal que su orientación sea
consecuencia de una meditación personalísima, "espontánea" (artículo 176) y responsable entre las
distintas opciones posibles. La "decisión", consiguientemente, jamás puede ser consecuencia de
algún grado de incidencia previa sobre la libertad de conciencia (artículo 2, inciso 3) ni menos aún
sobre la integridad física, psicológica o moral (artículo 2, inciso 1) (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/
06, P, FJ. 64.c)

074 Sistema electoral. Principio mayoritario y proporcional


Desde una óptica (…) restringida (…) el sistema electoral es concebido como [e]l modo según el
cual el elector manifiesta por medio del voto el partido o candidato de su preferencia, y según el
cual esos votos se convierten en escaños (...).
Dicha representatividad puede lograrse a través de dos principios de distintos alcances y finalida-
des: el principio mayoritario y el principio proporcional. En el caso del principio mayoritario, la
adjudicación de los escaños es dependiente de que un candidato o partido haya alcanzado la mayo-
ría absoluta o relativa de los votos. De conformidad con esta fórmula solo se determina al vencedor
a vencedores, a partir de un simple conteo de votos regido por la regla de la mayoría.
Por su parte, en el caso de la fórmula proporcional, la adjudicación de escaños resulta del porcentaje
de votos que obtienen los distintos partidos, procurando, proporcionalmente, la representación de
diversas fuerzas sociales y grupos políticos en el Parlamento (Exp. Nº 00030-2005-AI, 02/02/06, P,
FJs. 29 y 30)

365
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO
INTERNACIONAL PÚBLICO

ASILO POLÍTICO

001 Asilo político. Definición


[Asilo político o diplomático es] la tutela que se otorga a una persona perseguida por razón de sus
ideas y/o actos de carácter político. Se ejecuta en las legaciones diplomáticas, naves, aeronaves o
campamentos castrenses del Estado asilante (Exp. Nº 2876-2005-PHC, 22/06/05, S2, FJ. 17)

002 Asilo político. Delitos políticos


Los delitos políticos son aquellos que atentan contra la estabilidad y normal funcionamiento de los
poderes públicos. En ese sentido, la intencionalidad y objetivo del agente se deriva de la relación
gobernante-gobernados.
A través de los delitos políticos se impugna, por móviles ideológicos, el poder de los órganos políti-
cos vigentes. Estos no surgen por ningún tipo de razonabilidad personal o ánimo de lucro (Exp. Nº
3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 16.e)

003 Asilo político. Justificación de restricción a la libertad de tránsito


Este tipo de restricción [de la libertad de tránsito] se deriva de situaciones singulares, que ameritan
una intervención rápida y concreta. Un estado de anormalidad constitucional supone la posibilidad
de restringir la libertad de tránsito de las personas.
Al respecto, [es] citable [el]caso (...) [del a]silo diplomático (Exp. Nº 2876-2005-PHC, 22/06/05, S2,
FJ. 17)

366
DERECHO LABORALPRIVADO .

DERECHO
LABORAL PRIVADO

CONVENIO COLECTIVO

001 Convenio colectivo. Agentes que intervienen


[La] convención [colectiva] es establecida por los representantes de los trabajadores expresamente
elegidos y autorizados para la suscripción de acuerdos y por el empleador o sus representantes (Exp.
Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 29)

002 Convenio colectivo. Articulado o por rama de actividad


[El convenio colectivo articulado], que se aplica en el régimen privado, consiste en la celebración de
un acuerdo de carácter nacional o rama de actividad, a efectos de poder uniformizar un tipo especí-
fico de relación laboral, así como para salvaguardar el ejercicio de este derecho en favor de los
trabajadores en aquellos casos en que esta sea la única forma posible de negociación colectiva (Exp.
Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 34)

003 Convenio colectivo. Características


Entre las principales características [del convenio colectivo] se cuentan las siguientes:
- La supraordinación del convenio colectivo sobre el contrato de trabajo; ello en virtud a que el
primero puede modificar los aspectos de la relación laboral pactada a título individual, siempre
que sea favorable al trabajador.
- La aplicación retroactiva de los beneficios acordados en el convenio, dado que rige desde el día
siguiente de la caducidad del convenio anterior o en su defecto desde la fecha de presentación del
pliego de reclamos; a excepción de las estipulaciones que señalan plazo distinto o que consisten
en obligaciones de hacer o de dar en especie, que rigen desde la fecha de su suscripción.
- Los alcances del convenio tienen una duración no menor de un año.
- Los alcances del convenio permanecen vigentes hasta el vencimiento del plazo, aun cuando la
empresa fuese objeto de fusión, traspaso, venta, cambio de giro del negocio (Exp. Nº 0008-
2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 31)

004 Convenio colectivo. Definición


[El convenio colectivo es] el acuerdo que permite crear, modificar o extinguir derechos y obligacio-
nes referidas a remuneraciones, condiciones de trabajo, productividad y demás aspectos concer-
nientes a las relaciones laborales. En puridad, emana de una autonomía relativa consistente en la
capacidad de regulación de las relaciones laborales entre los representantes de los trabajadores y
sus empleadores.
[Asimismo], constituye un instrumento idóneo para viabilizar la promoción de la armonía laboral,
así como para conseguir un equilibrio entre las exigencias sociales de los trabajadores y la realidad
económica de la empresa (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 29)

367
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

005 Convenio colectivo. Elementos


Los elementos [del convenio colectivo] son:
- Los agentes negociadores.
- El contenido negocial.
- La fuerza normativa y la eficacia de la convención colectiva (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05,
P, FJ. 30)

006 Convenio colectivo. Fuerza vinculante


[E]l inciso 2 del artículo 28 de la Constitución actual señala que las convenciones colectivas [o
convenios colectivos] tienen fuerza vinculante en el ámbito de lo concertado. En tal sentido, la
fuerza vinculante en el ámbito de lo concertado obliga:
- A las personas celebrantes de la convención colectiva.
- A las personas representadas en la suscripción de la convención colectiva.
- A las personas que se incorporen con posterioridad a la celebración de la convención colectiva
(...).
Cabe señalar que la fuerza vinculante para las partes establece su obligatorio cumplimiento para las
personas en cuyo nombre se celebró, así como para los trabajadores que se incorporaron con poste-
rioridad a las empresas pactantes, con excepción de quienes ocupen puestos de dirección o desem-
peñen cargos de confianza.
En suma (...), la fuerza vinculante implica que en la convención colectiva las partes pueden estable-
cer el alcance y las limitaciones o exclusiones que autónomamente acuerden con arreglo a ley (Exp.
Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 33)

007 Convenio colectivo. Naturaleza


El convenio colectivo permite la facultad de autorregulación entre trabajadores y empleadores, a
efectos de reglamentar y administrar por sí mismos sus intereses en conflicto. Surge de la negocia-
ción llevada a cabo entre el empleador o una organización de empleadores y una o varias organiza-
ciones sindicales, con miras a ordenar y regular las relaciones laborales. En la doctrina aparece bajo
varias denominaciones; a saber, contrato de paz social, acuerdo corporativo, pacto de trabajo, etc.
(Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 29)

008 Convenio colectivo. Obligación estatal de su fomento y estímulo


[E]l derecho constitucional a la negociación colectiva se expresa principalmente en el deber del
Estado de fomentar y estimular la negociación colectiva entre los empleadores y trabajadores, con-
forme a las condiciones nacionales, de modo que la convención colectiva que se deriva de la nego-
ciación colectiva tiene fuerza vinculante en el ámbito de lo concertado (Exp. Nº 0785-2004-AA, 12/
10/04, S2, FJ. 5)

009 Convenio colectivo. Tipos


[S]e presentan los dos modelos siguientes [de convenio colectivo]:
- El modelo vertical: La normatividad estatal limita en términos bastante específicos el poder
negocial de los trabajadores y empleadores.
- El modelo horizontal: La normatividad estatal deja en gran medida a la discrecionalidad de las
partes de la relación negocial, los alcances de las convenciones colectivas.
[E]n nuestro país el modelo horizontal es aplicable al régimen privado y el vertical al público (Exp.
Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 32)

368
DERECHO LABORALPRIVADO .

DERECHO AL TRABAJO

010 Derecho al trabajo. Contenido esencial


[E]l contenido esencial de este derecho constitucional [al trabajo] implica dos aspectos. El de acce-
der a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa
justa (Exp. Nº 1124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 12)
[S]e afecta al contenido esencial del derecho del trabajo cuando a una trabajadora pública, que
gozaba de estabilidad laboral, se le despide sin la observancia del procedimiento establecido por la
legislación laboral de los trabajadores públicos (Exp. Nº 0661-2004-AA, 16/08/04, S2, FJ. 8)

011 Derecho al trabajo. Carácter progresivo del acceso a un puesto de trabajo


[E]l derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la
población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto
de este derecho constitucional implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades del Estado
(Exp. Nº 1124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 12)

012 Derecho al trabajo. Noción


[E]ste derecho [libertad de trabajo] consiste en la libre determinación de cada persona para dedicar-
se a una o más actividades que pudiera desarrollar, para su realización personal, o, en suma, para
trabajar en lo que libremente escoja (Exp. Nº 0661-2004-AA, 16/08/04, S2, FJ. 2)
[E]l derecho al trabajo se manifiesta también en la libertad de trabajo (artículo 27 de la Constitu-
ción); es decir, en el derecho que poseen todas las personas "para elegir la profesión o el oficio que
deseen" (KRESALJA ROSSELLÓ, Baldo. La libertad de empresa: fundamento del sistema económico
constitucionalizado. En: AA.VV. Libro Homenaje a Jorge Avendaño. Lima, Fondo Editorial de la
PUCP, 2004. p. 533) (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/2005, P, FJ. 31)

013 Derecho al trabajo. Principio de primacía de la realidad


[E]l principio de [primacía] de la realidad es un elemento implícito en nuestro ordenamiento y,
concretamente, impuesto por la propia naturaleza tuitiva de nuestra Constitución, que consagra al
trabajo como un deber y un derecho, base del bienestar social y medio de la realización de la
persona (artículo 22) y, además, como un objetivo de atención prioritaria del Estado (artículo 23)
(Exp. Nº 0689-2003-AA, 23/04/03, S1, FJ. 3)

014 Derecho al trabajo. Proscripción del despido sin causa justa


El segundo aspecto [del contenido esencial del derecho al trabajo s]e trata del derecho al trabajo
entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa.
Debe considerarse que el artículo 27 de la Constitución contiene un "mandato al legislador" para
establecer protección "frente al despido arbitrario". Tres aspectos deben resaltarse de esta disposi-
ción constitucional:
a. Se trata de un "mandato al legislador".
b. Consagra un principio de reserva de ley en garantía de la regulación de dicha protección.
c. No determina la forma de protección frente al despido arbitrario, sino que la remite a la ley
(Exp. Nº 1124-2001-AA/TC, 11/07/2002, P, FJ. 12)
El segundo aspecto [del contenido esencial del derecho al trabajo] se trata del derecho al trabajo
entendido como proscripción de ser despedido salvo que medie una motivación justificada o se
indemnice. Este ámbito de protección no es sino la manifestación de la especial protección que la
Constitución confiere a los trabajadores frente a las eventuales decisiones arbitrarias por parte de
los empleadores de dar por finalizada una relación jurídico-laboral. De ahí que la Constitución, en

369
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

su artículo 27, haya señalado que "la ley otorga al trabajador adecuada protección contra el despido
arbitrario" (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/2005, P, FJ. 30)

ESTADO Y TRABAJO

015 Estado y trabajo. Prohibición de limitación de derechos constitucionales dentro de la


relación laboral
En la relación laboral se configura una situación de disparidad donde el empleador asume un status
particular de preeminencia ante el cual el derecho y, en particular, el derecho constitucional, se
proyecta en sentido tuitivo hacia el trabajador. Desde tal perspectiva, las atribuciones o facultades
que la ley reconoce al empleador no pueden vaciar de contenido los derechos del trabajador; dicho
de otro modo, no pueden devenir en una forma de ejercicio irrazonable. Es por esto que la Constitu-
ción precisa que ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio de los derechos constitucionales
ni desconocer o disminuir la dignidad del trabajador (artículo 23, segundo párrafo). Es a partir de
esta premisa impuesta por la Constitución que debe abordarse toda controversia surgida en las
relaciones jurídicas entre empleador y trabajador, en todo momento: al inicio, durante y al concluir
el vínculo laboral (Exp. Nº 1124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 7)
[E]l tercer párrafo del artículo 23 precisa que: "Ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio de
los derechos constitucionales, ni desconocer o rebajar la dignidad del trabajador".
Se impone, así, una cláusula de salvaguarda de los derechos del trabajador, en concordancia con el
artículo 1 de la Constitución, que estatuye que la defensa de la persona humana y el respeto de su
dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado. Con ello, además, se permite que el princi-
pio de igualdad surta efectos, justamente, en una relación asimétrica, como la que se produce entre
una empresa y un trabajador (Exp. Nº 2906-2002-AA, 20/01/04, S2, FJ. 3)
[L]a norma [Ley Orgánica de Municipalidades] (...) permite el pleno ejercicio del derecho reconocido
en el artículo 31 de la Constitución, el cual establece que los ciudadanos tienen el derecho de ser
elegidos y de elegir libremente a sus representantes, de acuerdo con las condiciones y procedimien-
tos determinados por la ley orgánica. La Constitución precisa, en el artículo 23, que ninguna rela-
ción laboral puede limitar el ejercicio de los derechos constitucionales. Evidentemente, la decisión
de la empleadora [de no otorgar licencia para el ejercicio del cargo de regidora en funciones y la
reducción remunerativa] afecta el derecho de la recurrente reconocido en el artículo 31 de la Carta
Magna (Exp. Nº 3331-2003-AA, 16/09/04, S1, FJ. 8)
[L]a licencia otorgada (...) se encuentra amparada por el principio de irrevocabilidad de los actos
declarativos de derechos, por lo que, siendo cosa decidida, la Municipalidad no puede anularla, pues
estaría vulnerando el derecho constitucional al trabajo, reconocido expresamente en el artículo 23
de la Constitución (Exp. Nº 2202-2002-AA/TC, 19/12/03, S2, FJ. 4)

016 Estado y trabajo. Prohibición de las rebajas de categoría y sueldo


[Respecto a la rebaja de categoría y a la rebaja de sueldo] se trata de hechos que no pueden ni deben
ser tolerados en nuestro ordenamiento jurídico, pues están en abierta contradicción con el artículo
23 de la Constitución (...) y es concordante con su artículo 26, inciso 2), que dispone que constituye
un principio de la relación laboral el carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la
Constitución y la ley, principio que no ha sido respetado en autos, razón por la cual cabe amparar la
demanda en tal extremo (Exp. Nº 2906-2002-AA, 20/01/04, S2, FJ. 5)

017 Estado y trabajo. Prohibición de prestar servicios sin retribución


[N]adie está obligado a prestar servicios sin retribución alguna. En consecuencia (...) [el trabajador]
tiene derecho a que la Administración le pague sus remuneraciones por el trabajo efectuado confor-
me a la norma citada (Exp. Nº 2684-2003-AA, 28/06/04, S1, FJ. 6)

370
DERECHO LABORALPRIVADO .

[L]a Constitución Política vigente, en sus artículos 23 y 24, respectivamente, prescribe que nadie
está obligado a prestar servicios sin retribución remunerativa, y que el trabajador tiene derecho a
una remuneración equitativa y suficiente como contraprestación por el servicio brindado. Por con-
siguiente, (...) se (...) debe abonar sus remuneraciones desde el momento en que [el trabajador] fue
reincorporado (Exp. Nº 1806-2003-AA, 22/04/04, S1, FJ. 5)

018 Estado y trabajo. Protección a la madre gestante


[L]os despidos originados en la discriminación (...) tendrán protección a través del amparo, así
como los despidos producidos con motivo del embarazo, toda vez que, conforme al artículo 23
de la Constitución, el Estado protege especialmente a la madre. Deber que se traduce en las
obligaciones estatales de adoptar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación
contra la mujer en la esfera del empleo, prohibiendo, en especial, bajo pena de sanciones, el
despido por motivo de embarazo o licencia de maternidad, así como la discriminación sobre la
base del estado civil y prestar protección especial a la mujer durante el embarazo (artículo 11
numerales 1 y 2 literales a y d de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer de Naciones Unidas) (Exp. Nº 0206-2005-AA, 28/11/05, P, FJ.
15, PV)

019 Estado y trabajo. Protección a las personas con impedimento físico y mental
[E]l proceso de amparo será el idóneo frente al despido que se origina en la condición de impedido
físico mental, a tenor de los artículos 7 y 23 de la Constitución que les garantiza una protección
especial de parte del Estado. En efecto, conforme al artículo 18° del Protocolo adicional a la
Convención Americana de Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales o "Protocolo de San Salvador", sobre protección de los minusválidos, toda persona
afectada por una disminución en sus capacidades físicas o mentales tiene derecho a recibir una
atención especial con el fin de alcanzar el máximo desarrollo de su personalidad (Exp. Nº 0206-
2005-AA, 28/11/05, P, FJ. 15, PV)

020 Estado y trabajo. Protección al trabajador respecto de los actos del empleador
[R]esulta evidente que si la protección constitucional a los derechos del trabajador se extiende
inclusive a los actos propios originados en una declaración de voluntad viciada, con mayor razón
dicho amparo alcanza a los supuestos en los que el acto lesionador provenga de la voluntad unila-
teral y discrecional del empleador (Exp. Nº 3218-2004-AA, 12/01/05, S2, FJ. 4)

021 Estado y trabajo. Protección al trabajador respecto de sus propios actos


La Constitución protege (...) al trabajador, aun respecto de sus actos propios, cuando pretenda
renunciar a los derechos y beneficios que por mandato constitucional y legal le corresponden, evi-
tando que, por desconocimiento o ignorancia –y sobre todo, en los casos de amenaza, coacción o
violencia–, se perjudique (Exp. Nº 2906-2002-AA, 20/01/04, S2, FJ. 4)

022 Estado y trabajo. Responsabilidades del Estado


De conformidad con lo que dispone el artículo 23 de la Constitución, el Estado asume las siguientes
responsabilidades con relación al trabajo:
- Promover condiciones para el progreso social y económico. Para tal efecto, tiene la obligación
de establecer políticas de fomento del empleo productivo y de educación para el trabajo.
- Asegurar que ninguna relación laboral limite el ejercicio de los derechos constitucionales ni
desconozca o rebaje la dignidad del trabajador.
- Asegurar que a ningún trabajador se le obligue a prestar servicios sin retribución compensato-
ria o sin su libre consentimiento.
- Proteger especialmente la actividad laboral de la madre, el menor de edad y el impedido (Exp.
Nº 0008-PI, 12/08/05, P, FJ. 19)

371
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

HUELGA

023 Huelga. Atribuciones vinculadas


Entre las atribuciones vinculadas al derecho de huelga aparecen las siguientes:
- Facultad de ejercitar o no ejercitar el derecho de huelga.
- Facultad de convocatoria dentro del marco de la Constitución y la ley. En ese contexto, también
cabe ejercitar el atributo de su posterior desconvocatoria.
- Facultad de establecer el petitorio de reinvindicaciones; las cuales deben tener por objetivo la
defensa de los derechos e intereses socioeconómicos o profesionales de los trabajadores involu-
crados en la huelga.
- Facultad de adoptar las medidas necesarias para su desarrollo, dentro del marco previsto en la
Constitución y la ley.
- Facultad de determinar la modalidad de huelga; esto es, si se lleva a cabo a plazo determinado
o indeterminado (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 41)

024 Huelga. Como medio


[L]a huelga no tiene una finalidad en sí misma, sino que es un medio para la realización de fines
vinculados a las expectativas e intereses de los trabajadores (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P,
FJ. 40)

025 Huelga. Convocatoria


[L]a huelga debe ser convocada tomándose en consideración lo siguiente:
- La existencia de proporcionalidad y carácter recíproco de las privaciones y daño económico para
las partes en conflicto.
- La constatación de que no se haya impuesto a los trabajadores discrepantes con la medida de
fuerza acordada la participación en la huelga (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 41)

026 Huelga. Definición


[El derecho a la huelga] consiste en la suspensión colectiva de la actividad laboral, la misma que
debe ser previamente acordada por la mayoría de los trabajadores (...).
Por huelga debe entenderse (...) al abandono temporal con suspensión colectiva de las actividades
laborales, la cual, dentro de determinadas condiciones, se encuentra amparada por la ley (...).
[L]a huelga es una manifestación de fuerza, respaldada por el derecho, tendente a defender los
legítimos intereses de los trabajadores (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 40)

027 Huelga. Ejercicio en armonía con el interés público y no solo social


Debe anotarse que el inciso 3 del artículo 28 de la Constitución señala, por equívoco conceptual,
que la huelga debe ejercerse en armonía con el interés social.
[E]s evidente la diferencia conceptual entre el interés público y el interés social. Este último se
utiliza como medida tuitiva en favor de sectores económico-sociales que soportan condiciones des-
ventajosas de vida.
En rigor, la huelga debe ejercerse en armonía con el interés público, que hace referencia a las
medidas dirigidas a proteger aquello que beneficia a la colectividad en su conjunto.
El Tribunal Constitucional deja constancia de ello, en razón a las atribuciones estipulativas que
contienen sus decisiones jurisdiccionales (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 42)

372
DERECHO LABORALPRIVADO .

028 Huelga. Ejercicio sin regulación legal


En aquellos casos en que no exista legislación sobre la materia, tal ausencia no puede ser esgrimida
como impedimento para su cabal efectivización por parte de los titulares de este derecho humano
(Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 40)

029 Huelga. Presupuesto para su ejercicio


El ejercicio del derecho de huelga presupone que se haya agotado previamente la negociación direc-
ta con el empleador, respecto de la materia controvertible.
La ley del régimen privado, aplicable en lo pertinente al sector público, exige que esta acción de
cesación transitoria de la actividad laboral se efectúe en forma voluntaria y pacífica –sin violencia
sobre las personas o bienes– y con abandono del centro de trabajo (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/
05, P, FJ. 40)

030 Huelga. Relación con otros derechos


[L]a huelga no es un derecho absoluto, sino regulable. Por ende, debe efectivizarse en armonía con
los demás derechos (Exp. Nº 0008-2005-AJ, 12/08/05, P, FJ. 40)

031 Huelga. Respeto de los derechos de terceros


[E]l ejercicio de los derechos laborales colectivos, en especial el derecho de huelga, debe ser conforme
a la Constitución y al ordenamiento jurídico vigente. Dicho ejercicio comporta el respeto de los dere-
chos de terceros, en particular de los del empleador. En tal sentido, nuestro sistema jurídico proscribe,
prohíbe y sanciona los actos violentos y aquellos que puedan configurar delitos. Incurrir en tales actos
comporta un ejercicio ilegítimo de los derechos (Exp. Nº 3311-2005-PA, 05/01/06, P, FJ. 18)

032 Huelga. Sujetos impedidos de ejercer la huelga


La Constitución señala textualmente que se encuentran impedidos de ejercer el derecho de huelga:
- Los funcionarios de la Administración Pública con poder de decisión o con cargo de confianza o
de dirección (artículo 42 de la Constitución).
- Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional (artículo 42 de la Constitución).
- Los miembros del Ministerio Público y del Órgano Judicial (artículo 153 de la Constitución)
(Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 42)

033 Huelga. Titularidad del derecho


[L]os trabajadores, como titulares de dicho derecho, se encuentran facultados para desligarse tem-
poralmente de sus obligaciones jurídico-contractuales, a efectos de poder alcanzar la obtención de
algún tipo de mejora por parte de sus empleadores, en relación a ciertas condiciones socioeconómi-
cas o laborales (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 40)
La doctrina tiene opiniones dispares sobre este punto, ya sea respecto a la titularidad de los traba-
jadores en sentido lato o a la de los trabajadores adscritos a una organización sindical.
Este Colegiado estima que (...) su ejercicio corresponde a los trabajadores en sentido lato, aunque
sujeto a que la decisión sea adoptada en la forma que expresamente determina la ley y dentro de su
marco, el estatuto de la organización sindical (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 41)

JORNADA DE TRABAJO

034 Jornada de trabajo. Atípica


Tratándose de jornadas atípicas, en cualquier tipo de actividades laborales, no pueden superar el
promedio de ocho horas diarias ni de cuarenta y ocho por semana, ya sea que se trate de un periodo

373
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

de tres semanas, o de un periodo más corto, como lo dispone la Constitución y el Convenio Nº 1 de


la OIT. Considerando que el artículo 25 de la Constitución impone la jornada máxima de trabajo de
cuarentiocho horas semanales, esta prevalecerá sobre cualquier disposición internacional o interna
que imponga una jornada semanal mayor, puesto que se trata de una norma más protectora (Exp. Nº
4635-2004-AA, 17/04/06, P, FJ. 29)
[Si en el convenio colectivo] se establece que la jornada ordinaria de trabajo es de ocho horas
efectivas, añadiendo que las jornadas atípicas establecidas conforme a ley mantendrán la debida
proporción entre días de trabajo y de descanso (…) queda claramente establecido que, en la referida
Convención, las partes acordaron no solo la duración de la jornada ordinaria de trabajo, sino tam-
bién las jornadas atípicas, situación que, de por sí, no violenta derecho fundamental de los afiliados
al Sindicato, sino solo cuando dicha estipulación sea indebidamente aplicada; de otro lado, lo ex-
puesto no solo no contradice el principio contenido en el inciso 2) del artículo 26 de la Constitución,
relativo al carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitución y la ley, por en-
contrarse previsto en la misma, como se ha observado, sino también, porque el derecho protegido
en la Carta Magna es el relativo a una jornada de trabajo que no exceda de las cuarenta y ocho horas
semanales (Exp. Nº 1396-2001-AA, 27/09/02, P, FJ. 3)

035 Jornada de trabajo. Diaria y semanal


Respecto al horario de trabajo, el artículo 25 de la Constitución vigente indica expresamente que la
jornada de trabajo es de ocho horas diarias o cuarenta y ocho semanales como máximo; y que,
tratándose de jornadas atípicas o acumulativas, el promedio de horas trabajadas no puede superar
el máximo indicado.
En tal sentido, cabe destacar que el texto constitucional no establece únicamente un horario de
ocho horas diarias, sino que, cualquiera que sea este, en ningún caso puede superar las cuarenta y
ocho horas semanales (Exp. Nº 1396-2001-AA, 27/09/02, P, FJ. 2)
[C]onforme a la Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Constitución, se desprende que:
a) Las jornadas de trabajo de ocho horas diarias y de cuarenta y ocho semanales son prescritas
como máximas en cuanto a su duración.
b) Es posible que bajo determinados supuestos se pueda trabajar más de ocho horas diarias y de
cuarenta y ocho por semana, siempre que el promedio de horas de trabajo, calculado para un
periodo de tres semanas, o un periodo más corto, no exceda de ocho horas diarias ni de cuarenta
y ocho por semana. Este supuesto dependerá del tipo de trabajo que se realice.
c) El establecimiento de la jornada laboral debe tener una limitación razonable.
d) Las jornadas serán de menor duración cuando se trate de trabajos peligrosos, insalubres o
nocturnos.
e) En el caso de nuestro país, la Constitución impone la jornada máxima de trabajo de cuarentio-
cho horas semanales, de modo que, siendo esta la norma más protectora, prevalecerá sobre
cualquier disposición convencional que imponga una jornada semanal mayor; (por ejemplo, el
artículo 4 del Convenio Nº 1 (1919) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) (Exp. Nº
4635-2004-AA, 17/04/06, P, FJ. 15)

036 Jornada de trabajo. Disfrute del tiempo libre y al descanso


El (…) artículo 25 de la Constitución establece que los trabajadores tienen derecho a descanso
semanal y anual remunerados. Su disfrute y compensación se regulan por ley o por convenio. A su
turno, el artículo 2, inciso 22 de la Constitución, dispone que toda persona tiene derecho al disfrute
del tiempo libre y al descanso (…).
Es evidente que el ejercicio del derecho al descanso y al disfrute del tiempo libre guarda estrecha
relación con la implantación de una jornada de trabajo razonable. Entonces, la jornada de trabajo no
puede ser un impedimento para el adecuado ejercicio del mencionado derecho o convertirlo en im-
practicable. Es válido por ello concluir, también, en que las jornadas atípicas deberán ser razonables

374
DERECHO LABORALPRIVADO .

y proporcionadas según el tipo de actividad laboral, a fin de que el derecho al descanso diario sea
posible (Exp. Nº 4635-2004-AA, 17/04/06, P, FJs. 18 y 20)

037 Jornada de trabajo. Inferior a la ordinaria


[S]i bien nuestra Constitución impone un máximo para la jornada de trabajo (diaria y semanal),
tampoco no obliga a que siempre y en todas las actividades laborales se establezca dicho máximo (8
horas diarias y 48 semanales), Piénsese, a modo de ejemplo, en amplios sectores de la administra-
ción pública y del sector privado que no llegan a trabajar 48 horas semanales, así como también en
aquellas actividades laborales que, por su esfuerzo físico, justifican una jornada menor a la máxima
(Exp. Nº 4635-2004-AA, 17/04/06, P, FJ. 16)

038 Jornada de trabajo. Superior a la ordinaria


Las disposiciones que permiten trabajar más de ocho horas diarias y cuarenta y ocho horas semana-
les, siempre que la media de horas trabajadas en un periodo de tres semanas no exceda de cuarenta
y ocho horas, constituyen una excepción que deberá aplicarse razonable, justificada y proporcional-
mente, según el tipo de trabajo de que se trate y respetando los derechos reconocidos en la Consti-
tución y en los Tratados Internacionales de Derechos Humanos. En estos casos será indispensable el
pago de horas extras, conforme a ley. Ello porque, sentido, si bien los tratados de derechos humanos
constituyen el estándar mínimo de derechos humanos, cuando existan normas internas más protec-
toras, estas deben prevalecer puesto que otorgan una mayor protección (Exp. Nº 4635-2004-AA,
17/04/06, P, FJ. 17)

039 Jornada de trabajo.Vulneración de la jornada ordinaria máxima de trabajadores mineros


[T]oda aquella disposición que imponga una jornada diaria mayor a la ordinaria de ocho horas para
los trabajadores mineros, es incompatible con los artículos 1, 2 (inciso 22.), 7, 25, 26 (incisos 1 y 2)
de la Constitución, y con los artículos 7 literal d) del Pacto Internacional de los derechos económi-
cos, sociales y culturales, y 7, incisos g) y h) del Protocolo Adicional a la Convención Americana
sobre derechos humanos en materia de derechos económicos, sociales y culturales, (Protocolo de
San Salvador), puesto que vulneran la dignidad de la persona, el derecho a una jornada razonable de
trabajo, el derecho al descanso y al disfrute del tiempo libre, y el derecho a la salud y a la protección
del medio familiar, reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de derechos
humanos ratificados por el Perú, y a los cuales se ha hecho copiosa referencia (Exp. Nº 4635-2004-
AA, 17/04/06, P, FJ. 44)

LIBERTAD DE TRABAJO

040 Libertad de trabajo. Ámbito de protección


La libertad de trabajo (…) es un derecho fundamental reconocido por el artículo 2, inciso 15), de la
Constitución. El contenido o ámbito de protección de este derecho fundamental constituye la facul-
tad de ejercer toda actividad que tenga como finalidad el sustento vital de la persona. El ejercicio
válido de este derecho requiere, sin embargo, la observancia del marco legal vigente, siempre y
cuando este no implique una restricción o limitación desproporcional o haya sido expedido con
inobservancia de principios constitucionales, v.gr., principio de legalidad, debido proceso, publici-
dad. Ahora bien, la limitación del ejercicio de este derecho fundamental en base a una ordenanza
que no ha sido publicada no surte efecto alguno con respecto al recurrente, debido a que, como se
ha afirmado en el fundamento precedente, al no haber sido publicada la ordenanza, esta no se halla
vigente; i.e., no existe en el ordenamiento (Exp. Nº 10287-2005-PA/TC, 03/03/2006, P, FJ. 7)

041 Libertad de trabajo. Como derecho de defensa


[La libertad de trabajo] En cuanto derecho de defensa, proyecta su vinculatoriedad típica, clásica,
oponible al Estado y a particulares, como esfera de actuación libre (Exp. Nº 8726-2005-PA/TC, 24/
11/2005, S2, FJ. 7)

375
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

042 Libertad de trabajo. Como derecho de protección


[La libertad de trabajo] En cuanto derecho de protección, la libertad de trabajo reconoce a la persona
el derecho a una acción positiva, que vincula al Estado a la protección activa del bien jusfundamen-
tal protegido –libre trabajo– a través del establecimiento de normas, procedimientos e instituciones
orientadas a hacer posible el ejercicio de tal derecho fundamental. En virtud de ello se constituye
para el Estado y el poder público en general lo que el Tribunal Constitucional alemán ha denomina-
do en su jurisprudencia como "deber de protección". Tal deber de protección ha sido acogido por la
doctrina jurisprudencial de este tribunal. Ahora bien, dado que la libertad de trabajo constituye
también un derecho de protección, se configura un deber de protección de tal derecho, conforme al
cual, el Estado y las municipalidades deben desarrollar o adoptar normas, procedimientos e institu-
ciones, orientadas a la posibilidad de su real, efectivo y pleno ejercicio (Exp. Nº 8726-2005-PA/TC,
24/11/2005, S2, FJ. 7)

043 Libertad de trabajo. Contenido


[E]l derecho a la libertad de trabajo comprende el derecho de todo trabajador a seguir su vocación y
a dedicarse a la actividad que mejor responda a sus expectativas, a la libre elección del trabajo, a la
libertad para aceptar, o no, un trabajo, y a la libertad para cambiar de empleo (Exp. Nº 4058-2004-
AA, 28/01/05, S1, FJ. 5)
[E]l contenido de la libertad de trabajo puede ser entendido como la facultad de ejercer toda activi-
dad que tenga como finalidad el sustento vital de la persona (Exp. Nº 8726-2005-PA/TC, 24/11/
2005, S2, FJ. 6)
La libertad de trabajo, en cuanto derecho fundamental, detenta una doble faz. Por un lado, consti-
tuye derecho de defensa y, por otro, derecho de protección (Exp. Nº 8726-2005-PA/TC, 24/11/2005,
S2, FJ. 7)

044 Libertad de trabajo. Deber de garantía del Estado


[E]l Estado no solo debe garantizar el derecho de acceder a un puesto de trabajo o a proteger al
trabajador frente al despido arbitrario, sino que, además, debe garantizar la libertad de las personas
de elegir la actividad mediante la cual se procuran los medios necesarios para su subsistencia.
En tal sentido, el Estado debe proteger tanto al trabajador dependiente como a la persona que
realiza actividades económicas por cuenta propia. Siendo así, a efectos de su protección, "no existe
diferencia alguna entre el individuo que se gana la vida como trabajador por cuenta ajena del que lo
hace por cuenta propia" y, por ello, sería una aberración "afirmar que es más digno constitucional-
mente hablando el trabajo dependiente que el independiente" (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/
2005, P, FJ. 31)

045 Libertad de trabajo. Definición


Establecida en el inciso 15 del artículo 2 de la Constitución, [la libertad de trabajo] se formula como
el atributo para elegir a voluntad la actividad ocupacional o profesional que cada persona desee o
prefiera desempeñar, disfrutando de su rendimiento económico y satisfacción espiritual; así como
de cambiarla o de cesar de ella. Para tal efecto, dicha facultad autodeterminativa deberá ser ejercida
con sujeción a la ley. Por ello es que existen limitaciones vinculadas con el orden público, la segu-
ridad nacional, la salud y el interés público (Exp. Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, P, FJ. 26.c)

046 Libertad de trabajo. Intervención es leve en relación con el fin constitucional a conse-
guir con el establecimiento del centro histórico
La intensidad de la intervención en la libertad de trabajo es leve mientras que el grado de optimi-
zación o realización del fin constitucional (orden público, protección del patrimonio cultural de la
nación) es elevado. Es decir, en la intervención examinada, mientras el grado de optimización del

376
DERECHO LABORALPRIVADO .

orden público y el patrimonio cultural es elevado, la intensidad de la intervención en la libertad de


trabajo es leve (Exp. Nº 8726-2005-PA/TC, 24/11/2005, S2, FJ. 22)

047 Libertad de trabajo. Libre ejercicio de la profesión como contenido


El derecho al libre ejercicio de la profesión es uno de aquellos derechos que forma parte del conte-
nido de otro. En concreto, del derecho a la libertad de trabajo, reconocido en el artículo 2, inciso 15,
de la Constitución. Como tal, garantiza que una persona pueda ejercer libremente la profesión para
la cual se ha formado, como un medio de realización personal.
Sin embargo, el libre ejercicio de la profesión, como todo derecho fundamental, puede ser restringi-
do para satisfacer fines constitucionalmente valiosos (Exp. Nº 2235-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 2)

048 Libertad de trabajo. Relevancia para el comercio ambulatorio


Esta faz de la libertad de trabajo [libertad de trabajo como derecho de protección] es de suma
relevancia para el comercio ambulatorio. En efecto, por imperativo de este deber de protección, las
municipalidades, en cuanto entes titulares de competencias normativas en materia de comercio
ambulatorio, deben adoptar normas que lo regulen de manera completa y exhaustiva y, en especial,
que garanticen a las personas la facultad de ejercer dicha actividad en condiciones dignas, por
imperativo del principio de dignidad (artículos 1 y 3 de la Constitución). Como consecuencia del
deber de protección que tiene el Estado y las municipalidades con respecto a la libertad de trabajo,
la lesión de este derecho no se restringe al solo impedimento arbitrario de su ejercicio, sino también
se concreta en la omisión de tales entes de adoptar las medidas –normas, procedimientos y/o insti-
tuciones– que el caso exija, en particular, tratándose del comercio ambulatorio, la omisión de que
las municipalidades expidan normas que lo regulen en el marco de los términos antes señalados
(Exp. Nº 8726-2005-PA/TC, 24/11/2005, S2, FJ. 8)

049 Libertad de trabajo. Vinculación con la libertad de empresa


[T]eniendo en cuenta la naturaleza accesoria del derecho a la libertad de trabajo (...) en los casos
vinculados al otorgamiento de licencias municipales de funcionamiento de establecimiento, se
vulnerará la libertad de trabajo (...) si es que no se (...) permite ejercer [el] derecho a la libertad
de empresa. Es decir, si al demandante no se le estaría permitiendo abrir su discoteca, tampoco se
le estaría permitiendo trabajar (...) [P]ara poder determinar si se afecta la libertad de trabajo,
tendrá que esclarecerse previamente la vulneración del derecho a la libertad de empresa. Asimis-
mo, (...) para poder reconocer el derecho a la libertad de empresa, debe acreditarse contar con la
licencia de funcionamiento correspondiente de parte de la autoridad municipal; caso contrario, no
puede asumirse la afectación de dicho derecho fundamental; concluyendo que si un derecho fun-
damental no asiste a la parte demandante, la demanda deberá ser declarada necesariamente
improcedente, en virtud de que, según el artículo 38 del Código Procesal Constitucional, "(...) no
procede el amparo en defensa de un derecho que carece de sustento constitucional directo o que
no está referido a los aspectos constitucionalmente protegidos del mismo" (Exp. Nº 2802-2005-PA/
TC, 14/11/05, P, FJ.5, PV)
Siempre que (...) se alegue la vulneración de los derechos fundamentales a la libertad de empresa y/
o a la libertad de trabajo, y el demandante no cuente con la autorización municipal correspondiente
–y de los actuados no se constante una manifiesta arbitrariedad en el accionar de la Administración,
que vulnere algún derecho fundamental del administrado–, serán aplicables, mutatis mutandis,
los criterios vertidos en los fundamentos (...) supra la demanda deberá ser declarada necesaria-
mente improcedente . Dichos criterios serán también aplicables a las demandas en las que se
solicite la inaplicación, suspensión o nulidad de cualquier sanción o procedimiento administrati-
vo o coactivo, derivadas de la falta de la correspondiente autorización municipal (Exp. Nº 2802-
2005-PA/TC, 14/11/05, P, FJ.9, PV)

377
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

LIBERTAD SINDICAL

050 Derechos colectivos del trabajador. Ejercicio pacífico


[E]l ejercicio de los derechos laborales colectivos (...) debe ser conforme a la Constitución y al
ordenamiento jurídico vigente. Dicho ejercicio comporta el respeto de los derechos de terceros, en
particular de los del empleador. En tal sentido, nuestro sistema jurídico proscribe, prohíbe y sancio-
na los actos violentos y aquellos que puedan configurar delitos. Incurrir en tales actos comporta un
ejercicio ilegítimo de los derechos (Exp. Nº 03311-2005-AA, 05/01/06, P, FJ. 18)

051 Libertad sindical. Aspecto orgánico del contenido esencial


[El aspecto orgánico del contenido esencial de la libertad sindical] consiste en la facultad de toda
persona de constituir sindicatos con el propósito de defender sus intereses gremiales (Exp. Nº
3311-2005-PA, 05/01/06, P, FJ. 6)

052 Libertad sindical. Aspecto funcional del contenido esencial


[El aspecto funcional del contenido esencial de la libertad sindical] se refiere a la facultad de afiliar-
se o no afiliarse a este tipo de organizaciones. A su vez, (...) implica la protección del trabajador
afiliado o sindicado frente a la comisión de actos que perjudiquen sus derechos y tengan como
motivación real su condición de afiliado o no afiliado de un sindicato u organización análoga (Exp.
Nº 3311-2005-PA, 05/01/06, P, FJ. 6)

053 Libertad sindical. Constitución del sindicato


[E]l acto fundacional o constitutivo de una organización sindical, entendido este como el acuerdo
de asociación y la elaboración de las reglas de organización y funcionamiento es una actividad en
la cual se plasma, de manera primaria, el ejercicio de la libertad sindical en su aspecto orgánico.
Este derecho fundamental además de garantizar que la creación de la organización y la forma-
ción del estatuto se ejecuten sin intervención administrativa extiende su contenido hasta el
reconocimiento de la personería jurídica la cual debe ser otorgada evitando la imposición de
requisitos de difícil cumplimiento y sin que en esta actividad se permitan decisiones discreciona-
les que escapen a la mera observancia de los requisitos previstos legalmente (Exp. Nº 3039-
2003-AA, 29/01/04, S1, FJ. 5)

054 Libertad sindical. Contenido


[La libertad sindical] implica un haz de facultades y el ejercicio autónomo de homus faver - homus
politicus, referido a aspectos tales como:
- El derecho a fundar organizaciones sindicales.
- El derecho de libre afiliación, desafiliación y reafiliación en las organizaciones sindicales exis-
tentes.
- El derecho a la actividad sindical.
- El derecho de las organizaciones sindicales a ejercer libremente las funciones que la Constitu-
ción y las leyes le asignen, en defensa de los intereses de sus afiliados. Ello comprende la
reglamentación interna, la representación institucional, la autonomía en la gestión, etc.
- El derecho a que el Estado no interfiera –salvo el caso de violación de la Constitución o la ley–
en las actividades de las organizaciones sindicales (Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P, FJ. 26)

055 Libertad sindical. Contenido esencial


El artículo 28, inciso 1) de la Constitución reconoce el derecho de sindicación y la libertad sindical
(Exp. Nº 3311-2005-PA, 05/01/06, P, FJ. 3)

378
DERECHO LABORALPRIVADO .

056 Libertad sindical. Definición


Se (...) define [a la libertad sindical] como la capacidad autodeterminativa para participar en la
constitución y desarrollo de la actividad sindical (...).
[A]lude a un atributo directo, ya que relaciona un derecho civil y un derecho político, y se vincula
con la consolidación del Estado Social y Democrático de Derecho, ya que constitucionaliza la crea-
ción y fundamentación de las organizaciones sindicales (Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P, FJ. 26)

057 Libertad sindical. Definición de sindicato


El sindicato es una organización o asociación integrada por personas que, ejerciendo el mismo oficio
o profesión, o trabajando en un mismo centro de labores, se unen para alcanzar principalmente los
(...) [mismos] objetivos (Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P, FJ. 28)

058 Libertad sindical. Dimensión intuito persona


La libertad sindical intuito persona plantea dos aspectos:
- Aspecto positivo: Comprende el derecho de un trabajador a constituir organizaciones sindicales
y a afiliarse a los sindicatos ya constituidos. Dentro de ese contexto se plantea el ejercicio de la
actividad sindical.
- Aspecto negativo: Comprende el derecho de un trabajador a no afiliarse o a desafiliarse de una
organización sindical (...).
La libertad sindical intuito persona se encuentra amparada genéricamente por el inciso 1 del artícu-
lo 28 de la Constitución. Empero, una lectura integral de dicho texto demuestra que se encuentran
excluidos de su goce los siguientes componentes del Estado peruano:
- Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional (artículo 42 de la Constitución).
- Los miembros del Ministerio Público y del Órgano Judicial (artículo 153 de la Constitución).
- Los miembros de la Administración Pública, con poder de decisión o que desempeñen cargos
de confianza o dirección (artículo 42 de la Constitución) (Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P,
FJ. 27)

059 Libertad sindical. Dimensión plural


[L]a libertad sindical en su dimensión plural (...) protege la autonomía sindical, esto es, la posibili-
dad de que el sindicato pueda funcionar libremente sin injerencias o actos externos que lo afecten.
Protege, asimismo, las actividades sindicales que desarrollan los sindicatos y sus afiliados de mane-
ra colectiva, así como la de los dirigentes sindicales para que puedan desempeñar sus funciones y
cumplir con el mandato para el que fueron elegidos (Exp. Nº 3311-2005-PA, 05/01/06, P, FJ. 6)
Sin esta protección [sobre la autonomía sindical] no sería posible el ejercicio de una serie de dere-
chos y libertades, tales como el derecho de reunión sindical, el derecho a la protección de los
representantes sindicales para su actuación sindical, la defensa de los intereses de los trabajadores
sindicalizados y la representación de sus afiliados en procedimientos administrativos y judiciales.
Del mismo modo, no sería posible un adecuado ejercicio de la negociación colectiva y del derecho de
huelga (Exp. Nº 0206-2005-PA, 28/11/05, P, FJ. 12, PV)
La libertad sindical plural plantea tres aspectos:
- Ante el Estado: Comprende la autonomía sindical, la personalidad jurídica y la diversidad
sindical.
- Ante los empleadores: Comprende el fuero sindical y la proscripción de prácticas desleales.
- Ante las otras organizaciones sindicales: Comprende la diversidad sindical, la proscripción de
las cláusulas sindicales, etc. (Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P, FJ. 27)

379
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

060 Libertad sindical. Dimensiones


[La libertad sindicial se] manifiesta en dos planos: el intuito persona y el plural (Exp. Nº 0008-
2005-PI, 12/08/05, P, FJ. 27)

061 Libertad sindical. Membresía en un sindicato del régimen privado


Para ser miembro de un sindicato, la legislación del régimen privado exige lo siguiente:
- Ser trabajador de la empresa, profesión u oficio que corresponda según el tipo de sindicato y,
dentro de ese contexto, haber superado el período de prueba.
- No formar parte del personal de dirección ni desempeñar cargo de confianza del empleador,
salvo que el estatuto de la empresa expresamente lo admita.
- No encontrarse afiliado a otro sindicato.
En el caso de los sindicatos del sector público, la Ley N° 27556 creó el Registro de Organizaciones
Sindicales de Servidores Públicos. Así como el D.S. N° 003-82-PCM del 22 de enero de 1982,
relativo a las organizaciones sindicales de los servidores (Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P,
FJ. 28)

062 Libertad sindical. Objetivos del sindicato


[Los objetivos del sindicato son los siguientes:]
- Estudio, desarrollo, protección y defensa de los derechos e intereses de sus miembros.
- Mejoramiento social, económico y moral de sus miembros.
Entre los principales fines y funciones que nuestra legislación establece para los sindicatos en el
ámbito de la legislación privada, se tienen los siguientes:
- Representar al conjunto de trabajadores comprendidos dentro de su ámbito, en los conflictos,
controversias o reclamaciones de naturaleza colectiva.
- Celebrar convenciones colectivas de trabajo y, dentro de ese contexto, exigir su cumplimiento.
- Representar o defender a sus miembros a su solicitud, en las controversias o reclamaciones de
carácter individual.
- Promover la creación de organismos de auxilio y promoción social de sus miembros (cooperati-
vas, cajas-fondos, etc.).
- Promover el mejoramiento cultural, así como la educación general, técnica y gremial de sus
miembros (Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P, FJ. 28)

063 Libertad sindical. Proyección del contenido esencial


[E]s posible el desarrollo de ulteriores concretizaciones o formas de proyección del (...) derecho
constitucional [a la libertad sindical] que, en principio, no pueden, como tampoco deben, ser enun-
ciadas de manera apriorística. Los derechos constitucionales albergan contenidos axiológicos que,
por su propia naturaleza, pueden y deben desarrollarse, proyectando su vis expansiva a través de
remozadas y, otrora, inusitadas manifestaciones (Exp. Nº 1124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 8)

064 Libertad sindical. Representatividad del sindicato


[L]os sindicatos no se sustituyen a la voluntad de los trabajadores cuando intervienen en la defensa
de los intereses del propio sindicato y de sus afiliados (...) Consecuentemente, la representatividad
de los sindicatos para defender sus intereses, así como los de sus dirigentes y afiliados, tiene pleno
sustento constitucional (Exp. Nº 3311-2005-PA, 05/01/06, P, FJ. 1)

380
DERECHO LABORALPRIVADO .

MEDIOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS

065 Arbitraje laboral. Definición


El arbitraje se define como el acto de resolución extrajudicial de un conflicto laboral. El arbitraje
laboral, en el ámbito privado, se logra cuando los actos de conciliación o mediación no han solucio-
nado el conflicto. Dentro de ese contexto, los agentes negociadores deciden someter el diferendo a
arbitraje (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 38)

066 Arbitraje laboral. Características


Entre las principales características del arbitraje aparecen las siguientes:
- Autonomía: Se despliega dentro del marco de la Constitución y la ley con plena capacidad y
competencia para resolver el conflicto.
- Solemnidad: Se lleva a cabo de manera formal y ritualista.
- Reserva: Se lleva a cabo con sigilo y discreción en relación a las personas o entes ajenos al
conflicto.
- Vinculatoriedad: Genera consecuencias jurídicas obligatorias para las partes comprometidas en
el arbitraje (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 38)

067 Arbitraje laboral. Impugnación del laudo arbitral


[N]uestra legislación permite excepcionalmente la impugnación judicial del laudo en los dos casos
siguientes:
- Por vicio de nulidad.
- Por establecer menores derechos a los contemplados por la ley en favor de los trabajadores
(Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 39)

068 Arbitraje laboral. Obligatoriedad del laudo arbitral


El laudo que se expide como consecuencia del arbitraje tiene carácter de inimpugnable e imperativo
(Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 39)

069 Arbitraje laboral. Origen del procedimiento de arbitraje


El arbitraje puede surgir como consecuencia de una sumisión voluntaria, en donde las partes en
conflicto, a través de sus negociadores, acuden a un tercero neutral para la solución del conflicto; o
de una sumisión obligatoria en donde las partes quedan vinculados a los resultados de un arbitraje
por mandato de la ley (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 38)

070 Arbitraje laboral. Rol del árbitro


El arbitraje puede estar a cargo de un árbitro impersonal, un tribunal ad hoc, la Autoridad de
Trabajo, etc.
Se trata de una forma interventiva a través de la cual un tercero neutral establece, por medio de un
laudo, la solución del conflicto (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 38)

071 Conciliación laboral. Características


Las principales características de la labor conciliadora son:
- Flexibilidad: Se promueve con prescindencia de acciones carentes de complejidad y rigidez a
efectos de alcanzar la búsqueda de una solución.
- Rapidez: Se promueve con celeridad y prontitud en aras de evitar la prolongación del conflicto.

381
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

- Reserva: Se promueve con sigilo y discreción en relación con las personas o entes ajenos al
conflicto.
- Decisividad: Se promueve en aras de alcanzar un acuerdo que suponga la solución encon-
trada por las partes, produciendo efectos homólogos a una sentencia, laudo o resolución
(Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 36)

072 Conciliación laboral. Conciliación posnegociación


La conciliación laboral en el ámbito privado se gesta cuando las partes negociadoras de una conven-
ción informan a la Autoridad de Trabajo la terminación de la negociación colectiva, por la existencia
de una abierta discrepancia sobre la totalidad o parte de las materias objeto del conflicto. Dentro de
ese contexto, solicitan el impulso de dicho procedimiento [de conciliación].
Más aún, la legislación nacional prevé que aun cuando las partes no promovieran el procedimiento
de conciliación, la Autoridad de Trabajo tiene facultades para gestarlo de oficio (Exp. Nº 0008-
2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 36)

073 Conciliación laboral. Definición


La conciliación [laboral] se define como el acto de ajustar o componer los ánimos de las partes, que
tienen posturas opuestas entre sí (...).
Se trata de una forma interventiva de solución pacífica del conflicto laboral –acentuado por el
fracaso de la negociación directa entre los representantes de los empleadores y de los trabajadores–,
que consiste en que un tercero neutral (el Estado) interpone sus "buenos oficios" induciendo a las
partes a zanjar sus diferencias y ayudándolos a encontrar una solución satisfactoria para ambos;
vale decir, se propende a que alcancen por sí mismos un acuerdo que ponga fin al conflicto.
La labor conciliadora consiste en apaciguar y frenar la confrontación. Atenuar las diferencias, pro-
piciar un diálogo constructivo y sugerir vías de entendimiento (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P,
FJ. 36)

074 Conciliación laboral. Rol del conciliador


El conciliador –que puede ser un particular o un funcionario del Ministerio de Trabajo y Promoción
del Empleo– desempeña un papel activo en la promoción del avenimiento de las partes. [E]l conci-
liador interpone sus "buenos oficios" a efectos de que las partes se avengan a encontrar por sí
mismas el acuerdo que ponga fin al conflicto (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 36)

075 Intervención del Estado en conflictos laborales. Formas


A tenor del inciso 2 del artículo 28 de la Constitución, la intervención del Estado o de entes o
personas de la sociedad civil en el régimen privado deben observar dos aspectos muy concretos, a
saber:
- Fomentar el convenio colectivo.
- Promover formas de solución pacífica de los conflictos laborales en caso de existencia de discre-
pancias entre los agentes negociadores de la convención colectiva.
En cuanto al primer aspecto, el fomento se viabiliza a través de la expedición de la Ley de Relaciones
Colectivas de Trabajo para el caso de la actividad privada. En cuanto al segundo, la promoción se
viabiliza según la norma anotada, a través de los procedimientos de conciliación, mediación y arbi-
traje (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 35)

076 Mediación laboral. Características


Entre las principales características de la mediación se tiene:
- Propositividad: Dicha actividad no solo consiste en acercar a las partes en conflicto, sino que a
petición de estos se expone, sugiere y formula una vía de solución.

382
DERECHO LABORALPRIVADO .

- Solemnidad: Se lleva a cabo de manera formal y ritualista.


- Reserva: Se lleva a cabo con sigilo y discusión, en relación a las personas o entes ajenos al
conflicto.
- Decisividad: En caso de alcanzar éxito, la solución aceptada por los agentes negociadores pro-
duce efectos homólogos a una sentencia, laudo o resolución (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05,
P, FJ. 37)

077 Mediación laboral. Noción


La mediación es el acto de interposición de fórmulas de avenimiento a la solución del conflicto. La
mediación laboral, en el ámbito privado, se gesta cuando los agentes negociadores solicitan o auto-
rizan específicamente al conciliador la presentación de una o varias propuestas de solución (Exp. Nº
0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 37)

078 Mediación laboral. Rol del mediador


El tercero interviniente en la solución del conflicto juega como mediador un rol más activo que
como conciliador, en razón de que directamente sugiere las propuestas de solución.
La mediación se produce de una forma interventiva, a través de la cual un tercero neutral propone,
a pedido de las partes en conflicto, alternativas de solución. Estas pueden ser aceptadas o desesti-
madas por los agentes negociadores (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 37)

079 Solución pacífica del conflicto laboral. Promoción de mecanismos alternativos


[La] promoción [de la solución de conflictos a través de la conciliación, mediación y arbitraje] se
justifica en razón de (...):
- Asegurar que el desacuerdo entre los agentes negociadores no se prolongue indefinidamente en
el tiempo, de modo que se consolide la paz laboral y el normal desarrollo de la actividad econó-
mica.
- Otorgar satisfacción mancomunada, por la vía pacífica, a las pretensiones de las partes conten-
dientes en el conflicto laboral (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 35)

PRINCIPIOS

080 Igualdad de condiciones. Noción


[L]a igualdad de condiciones supone una prohibición de establecer discriminaciones en motivos de
origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica, o de "cualquier otra índole". De
esta forma, prima facie, ninguno de estos motivos podrían ser considerados razones para el estable-
cimiento de un requisito o procedimiento para el acceso a la función pública (Exp. Nº 0025-2005-PI/
TC y 0026-2005-PI/TC, 05/04/2006, P, FJ. 55)

081 Igualdad de oportunidades laborales. Admisión del trato desigual


[E]l derecho a la igualdad [de oportunidades laborales], consagrado en la Constitución, no significa
que siempre y en todos los casos se debe realizar un trato uniforme. El derecho a la igualdad supone
tratar "igual a los que son iguales" y "desigual a los que son desiguales", partiendo de la premisa de
que es posible constatar que en los hechos no son pocas las ocasiones en que un determinado grupo
de individuos se encuentra postergado en el acceso, en igualdad de condiciones, a las mismas
oportunidades (Exp. Nº 0261-2003-AA, 26/03/03, S2, FJ. 3.3)

082 Igualdad de oportunidades laborales. Condiciones del trato desigual


La primera condición para que un trato desigual sea constitutivo de una diferenciación admisible,
es la desigualdad de los supuestos de hecho. Es decir, implica la existencia de sucesos espacial y

383
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

temporalmente localizados que poseen rasgos específicos e intransferibles que hacen que una rela-
ción jurídica sea de un determinado tipo y no de otro.
Asimismo, la existencia de una diferenciación debe perseguir una intencionalidad legítima, deter-
minada, concreta y específica, debiendo asentarse en una justificación objetiva y razonable, de
acuerdo con juicios de valor generalmente aceptados.
Se trata pues de un tema que, en la doctrina, se conoce con el nombre de "discriminación inversa"
(Exp. Nº 0261-2003-AA, 26/03/02, S2, FJ. 3.3)

083 Igualdad de oportunidades laborales. Circunstancias de discriminación


Dichas acciones [directas o indirectas de discriminación], proscritas por la Constitución, pueden
darse en las condiciones o circunstancias siguientes:
- Acto de diferenciación arbitraria al momento de postular a un empleo.
- Acto de diferenciación arbitraria durante la relación laboral (formación y capacitación laboral,
promociones, otorgamiento de beneficios, etc.) (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 23)

084 Igualdad de oportunidades laborales. Discriminación


[L]a discriminación en materia laboral aparece cuando se afecta al trabajador en sus características
innatas como ser humano (lo propio y privativo de la especie), o cuando se vulnera la claúsula de no
discriminación prevista por la Constitución (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 23)

085 Igualdad de oportunidades laborales. Discriminación por acción directa


[En el caso de la discriminación por acción directa] la conducta del empleador forja una distinción
basada en una razón inconstitucional. En esta hipótesis, la intervención y el efecto perseguibles se
fundamentan en un juicio y una decisión carente de razonabilidad y proporcionalidad.
Tal el caso de la negación de acceso al empleo derivada de la opción política o sexual del postulante,
por la concesión de mayores beneficios a unos trabajadores sobre otros, por su mera condición de no
afiliados a una organización sindical, el despido por el solo hecho del ejercicio de las actividades
sindicales, etc (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 23)

086 Igualdad de oportunidades laborales. Discriminación por acción indirecta


[En el caso de la discriminación por acción indirecta] la conducta del empleador forja una distinción
basada en una discrecionalidad antojadiza y veleidosa revestida con la apariencia de "lo constitucio-
nal", cuya intención y efecto perseguible, empero, son intrínsecamente discriminatorios para uno o
más trabajadores.
Tal el caso, por ejemplo, de las reglas de evaluación laboral sobre la base de exigencia de conocimien-
tos no vinculados con la actividad laboral del o los trabajadores (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P,
FJ. 23)

087 Igualdad de oportunidades laborales. Igualdad ante la ley


La igualdad ante la ley obliga a que el Estado [en relación con las actividades laborales] asuma una
determinada conducta al momento de legislar o de impartir justicia.
Al respecto, el artículo 103 de la Constitución compromete al Estado a no dictar leyes por razón de
las personas, sino por la naturaleza de las cosas. El artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
exige a dicho ente no apartarse de sus precedentes judiciales, salvo que existan razones justificadas
para ello; y el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, prescribe que el
Tribunal Constitucional solo podrá apartarse de sus precedentes vinculantes cuando exprese los
fundamentos de hecho y derecho que sustenten la sentencia y las razones del apartamiento del
precedente jurisprudencial (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 23)

384
DERECHO LABORALPRIVADO .

088 Igualdad de oportunidades laborales. Igualdad de trato


La igualdad de oportunidades –en estricto, igualdad de trato– obliga a que la conducta ya sea del
Estado o los particulares, en relación a las actividades laborales, no genere una diferenciación no
razonable y, por ende, arbitraria (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 23)

089 Igualdad de oportunidades laborales. Prohibición de discriminación


[La igualdad de oportunidades h]ace referencia a la regla de no discriminación en materia laboral.
En puridad, plantea la plasmación de la isonomia en el trato previsto implícitamente en el inciso 2)
del artículo 2 de la Constitución; el cual específicamente hace referencia a la igualdad ante la ley
(Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 22)

090 Igualdad de oportunidades laborales. Proscripción del uso de criterios de selección


discriminatorios
Mediante la Ley Nº 26772, modificada por la Ley Nº 27270, se regulan los actos de discriminación,
tanto en el acceso al empleo como en el trato dentro de una relación laboral.
En ese contexto, se proscribe la utilización de criterios de selección que carezcan de una justifica-
ción objetiva y razonable; la adhesión a criterios de selección simultáneamente distintos, cuando
las situaciones de postulación son idénticas; amén de tratos diferenciados basado en motivos de
raza, sexo, religión, opinión, origen social, etc. (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 23)

091 Igualdad de oportunidades laborales. Requisitos


[L]a igualdad [de oportunidades laborales] se encuentra resguardada cuando se acredita la existen-
cia de los dos requisitos siguientes: a) paridad, uniformidad y exactitud de otorgamiento o recono-
cimiento de derechos ante hechos, supuestos o acontecimientos semejantes, y b) paridad, uniformi-
dad y exactitud de trato o relación intersubjetiva para las personas sujetas a idénticas circunstan-
cias y condiciones. En buena cuenta, la igualdad se configura como un derecho fundamental de la
persona a no sufrir discriminación jurídica alguna; esto es, a no ser tratada de manera dispar res-
pecto a quienes se encuentren en una misma situación, salvo que exista una justificación objetiva y
razonable para esa diferencia de trato (Exp. Nº 2510-2002-AA, 31/03/04, S1, FJ. 2)

092 In dubio pro operario. Aplicación


El principio in dubio pro operario será aplicable cuando exista un problema de asignación de signi-
ficado de los alcances y contenido de una norma. Ergo, nace de un conflicto de interpretación, mas
no de integración normativa. La noción de "norma" abarca a la misma Constitución, los tratados,
leyes, los reglamentos, los convenios colectivos de trabajo, los contratos de trabajo, etc. (Exp. Nº
0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 21)

093 In dubio pro operario. Circunstancias de aplicación


[L]a aplicación del referido principio [in dubio pro operario] está sujeta a las cuatro consideraciones
siguientes:
- Existencia de una norma jurídica que, como consecuencia del proceso de interpretación, ofrece
varios sentidos.
- Imposibilidad lógico-axiológica de dirimir esta duda mediante la utilización de cualquier méto-
do de interpretación admitido como válido por el ordenamiento nacional.
- Obligación de adoptar como sentido normativo a aquel que ofrece mayores beneficios al traba-
jador.
- Imposibilidad del operador de integrar la norma, ya que el principio no se refiere a suplir la
voluntad de este, sino a adjudicarle el sentido más favorable al trabajador (Exp. Nº 0008-2005-
AI, 12/08/05, P, FJ. 21)

385
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

094 In dubio pro operario. Como criterio de interpretación


[El] inciso 3) del artículo 26 de la Constitución (...) no reconoce directamente derecho constitucio-
nal alguno. Se trata, más bien, de un criterio de interpretación utilizable en materia laboral, cuya
aplicación se encuentra supeditada a que, en una norma legal, exista una "duda insalvable" sobre su
sentido. En pocas palabras, de un criterio de interpretación cuya aplicación corresponde al operador
jurídico (Exp. Nº 0013-2002-AI, 13/03/03, P, FJ. 4)

095 In dubio pro operario. Definición


[El principio in dubio pro operario h]ace referencia a la traslación de la vieja regla del derecho
romano in dubio pro reo. Nuestra Constitución exige la interpretación favorable al trabajador en
caso de duda insalvable sobre el sentido de una norma, vale decir que se acredite que a pesar de los
aportes de las fuentes de interpretación, la norma deviene indubitablemente en un contenido in-
cierto e indeterminado (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 21)

096 In dubio pro operario. Noción de duda insalvable


La noción de duda insalvable debe ser entendida como aquella que no puede ser resuelta por medio
de la técnica hermenéutica (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 21)

097 Irrenunciabilidad de los derechos laborales. Duración de la jornada ordinaria de tra-


bajo
[Si] las partes acordaron no solo la duración de la jornada ordinaria de trabajo, sino también las
jornadas atípicas, [esta] situación (…), de por sí, no violenta derecho fundamental de los afiliados al
Sindicato, sino solo cuando dicha estipulación sea indebidamente aplicada; de otro lado, lo expuesto
no solo no contradice el principio contenido en el inciso 2) del artículo 26 de la Constitución,
relativo al carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitución y la ley, por en-
contrarse previsto en la misma, como se ha observado, sino también, porque el derecho protegido
en la Carta Magna es el relativo a una jornada de trabajo que no exceda de las cuarenta y ocho horas
semanales (Exp. Nº 1396-2001-AA, 27/09/02, P, FJ. 3)

098 Irrenunciabilidad de los derechos laborales. No se pueden afectar las remuneraciones


del trabajador
[L]as remuneraciones de los trabajadores, al amparo de lo dispuesto en el artículo 26, inciso 2), de
la Constitución Política del Perú, son irrenunciables e intangibles, y solo se podrán afectar las
planillas de pago por orden judicial o por un descuento aceptado por el trabajador (Exp. Nº 0818-
2005-PA, 17/03/05, S1, FJ. 6)

099 Irrenunciabilidad de los derechos laborales. Normas dispositivas


La norma dispositiva es aquella que opera solo cuando no existe manifestación de voluntad o cuan-
do esta se expresa con ausencia de claridad. El Estado las hace valer únicamente por defecto u
omisión en la expresión de voluntad de los sujetos de la relación laboral.
Las normas dispositivas se caracterizan por suplir o interpretar una voluntad no declarada o preci-
sar y aclararla por defecto de manifestación; y por otorgar a los sujetos de una relación laboral la
atribución de regulación con pleno albedrío dentro del marco de la Constitución y la ley.
Ante este tipo de modalidad normativa, el trabajador puede libremente decidir sobre la convenien-
cia, o no, de ejercitar total o parcialmente un derecho de naturaleza individual (Exp. Nº 0008-2005-
AI, 12/08/05, P, FJ. 24)

100 Irrenunciabilidad de los derechos laborales. Normas taxativas


[U]n derecho de naturaleza laboral puede provenir de una norma dispositiva o taxativa. En ese
contexto, la irrenunciabilidad es solo operativa en el caso de la segunda (...).

386
DERECHO LABORALPRIVADO .

[L]a norma taxativa es aquella que ordena y dispone sin tomar en cuenta la voluntad de los sujetos
de la relación laboral. En ese ámbito, el trabajador no puede "despojarse", permutar o renunciar a
los beneficios, facultades o atribuciones que le concede la norma (...).
La irrenunciabilidad de los derechos laborales proviene y se sujeta al ámbito de las normas taxati-
vas que, por tales, son de orden público y con vocación tuitiva a la parte más débil de la relación
laboral. Es conveniente consignar que una norma jurídica puede contener dentro de su texto, partes
taxativas y dispositivas (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 24)

101 Irrenunciabilidad de los derechos laborales. Principio de primacía de la realidad


[E]l principio de primacía de la realidad, que significa que en caso de discordancia entre lo que
ocurre en la práctica y lo que fluye de los documentos, debe darse preferencia a lo primero, es decir,
a lo que sucede en el terreno de los hechos (Exp. Nº 1944-2002-AA, 28/01/03, S1, FJ. 3)
[E]l principio de primacía de la realidad es un elemento implícito en nuestro ordenamiento y, con-
cretamente, impuesto por la propia naturaleza tuitiva de nuestra Constitución, que consagra al
trabajo como un deber y un derecho, base del bienestar social y medio de la realización de la
persona (artículo 22) y, además, como un objetivo de atención prioritaria del Estado (artículo 23)
(Exp. Nº 0689-2003-AA, 23/04/03, S1, FJ. 3)
[S]e presume la existencia de un contrato de trabajo indeterminado cuando concurren tres elemen-
tos: la prestación personal de servicios, la subordinación y la remuneración (prestación subordinada
de servicios a cambio de una remuneración). Es decir, el contrato de trabajo presupone el estableci-
miento de una relación laboral permanente entre el empleador y el trabajador, en virtud de la cual
este se obliga a prestar servicios en beneficio de aquel de manera diaria, continua y permanente,
cumpliendo un horario de trabajo (Exp. Nº 1944-2002-AA, 28/01/03, S1, FJ. 3)

102 Principios laborales constitucionales. Noción


Denomínase como tales [principios laborales constitucionales] a aquellas reglas rectoras que infor-
man la elaboración de las normas de carácter laboral, amén de servir de fuente de inspiración
directa o indirecta en la solución de conflictos, sea mediante la interpretación, aplicación o integra-
ción normativas.
La relación laboral se caracteriza en sí misma por la desigualdad, lo que hace que el empleador
devenga en la parte "fuerte" e "imponente" y el trabajador en la parte "débil" e "impotente" (...).
Para hacer frente a ello se afirman los principios protectores o de igualación compensatoria, por el
cual, reconociéndose la existencia asimétrica de la relación laboral, se promueve por la vía consti-
tucional y legal la búsqueda de un equilibrio entre los sujetos de la misma. Al respecto, el artículo
26 de la Constitución expresa una pluralidad de principios de dicha naturaleza (Exp. Nº 0008-2005-
AI, 12/08/05, P, FJ. 20)

PROTECCIÓN CONTRA EL DESPIDO ARBITRARIO

103 Protección contra el despido arbitrario. Acción indemnizatoria


[U]n modelo de protección procesal, estrechamente ligado al régimen de protección sustantiva, (...)
denominado de carácter reparador, es lo que sucede con la acción indemnizatoria o, excluyentemen-
te, la acción impugnatoria de despido (con excepción del supuesto de despido "nulo") en el ámbito
de la jurisdicción ordinaria. En tal supuesto, el régimen de protección procesal se encuentra inexo-
rablemente vinculado con lo dispuesto por el Decreto Legislativo Nº 728, pues, de advertirse que el
despido del que fue objeto un trabajador fue arbitrario, el juez laboral no podrá tutelar el derecho
más allá de lo que en dicha legislación se prevé a propósito de los trabajadores sujetos al régimen de
la actividad privada; es decir, ordenar el pago de la indemnización correspondiente.
Se trata de un sistema de protección adecuada contra el despido arbitrario que tiene una eficacia
resarcitoria y, como tal, se trata de un derecho que el ordenamiento reconoce al trabajador, tal como

387
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

se desprende, por lo demás, de la propia ubicación estructural asignada al artículo 34 dentro del
Decreto Legislativo Nº 728 (Exp. Nº 0976-2001-AA, 13/03/03, P, FJ. 13.b.1)

104 Protección contra el despido arbitrario. Acción restitutoria


[P]uede establecerse un sistema o régimen de protección jurisdiccional con alcances diferentes. Es
decir, que en vez de prever una eficacia resarcitoria, pueda establecerse una vía procesal de eficacia
restitutoria. Es lo que sucede con el régimen de protección procesal previsto a través del proceso de
amparo constitucional (Exp. Nº 0976-2001-AA, 13/03/03, P, FJ. 13.b.2)
La forma de protección no puede ser sino retrotraer el estado de cosas al momento de cometido el
acto viciado de inconstitucionalidad, por eso la restitución es una consecuencia consustancial a un
acto nulo (Exp. Nº 1124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 12)

105 Protección contra el despido arbitrario. Alcances de la protección adecuada


Debe considerarse que el artículo 27 de la Constitución contiene un "mandato al legislador" para
establecer protección "frente al despido arbitrario". Tres aspectos deben resaltarse de esta disposi-
ción constitucional:
a. Se trata de un "mandato al legislador"
b. Consagra un principio de reserva de ley en garantía de la regulación de dicha protección.
c. No determina la forma de protección frente al despido arbitrario, sino que la remite a la ley.
Sin embargo, cuando se precisa que ese desarrollo debe ser "adecuado", se está resaltando –aunque
innecesariamente– que esto no debe afectar el contenido esencial del derecho del trabajador. En
efecto, todo desarrollo legislativo de los derechos constitucionales presupone para su validez el que
se respete su contenido esencial, es decir, que no se desnaturalice el derecho objeto de desarrollo.
Por esta razón, no debe considerarse el citado artículo 27 como la consagración, en virtud de la
propia Constitución, de una "facultad de despido arbitrario" hacia el empleador (Exp. Nº 1124-
2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 12)
[E]l régimen de protección adecuada enunciado en el artículo 27 de la Constitución y que se confió
diseñarlo al legislador ordinario, no puede entenderse, para el caso de los trabajadores sometidos al
régimen privado, únicamente circunscrito al Decreto Legislativo Nº 728, sino de cara a todo el
ordenamiento jurídico, pues este (el ordenamiento) no es una agregación caótica de disposiciones
legales, sino uno basado en las características de coherencia y completitud (...) (Exp. Nº 0976-
2001-AA, 13/03/03, P, FJ. 14)

106 Protección contra el despido arbitrario. Carácter complementario o sustitutorio de la


indemnización
La forma de protección no puede ser sino retrotraer el estado de cosas al momento de cometido el
acto viciado de inconstitucionalidad, por eso la restitución es una consecuencia consustancial a un
acto nulo. La indemnización será una forma de restitución complementaria o sustitutoria si así lo
determinara libremente el trabajador, pero no la reparación de un acto ab initio inválido por incons-
titucional (Exp. Nº 1124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 12)

107 Protección contra el despido arbitrario. Consagración del derecho a estabilidad labo-
ral absoluta
Mediante dicho precepto constitucional [artículo 27] no se consagra el derecho a la estabilidad
laboral absoluta, es decir, el derecho "a no ser despedido arbitrariamente". Solo reconoce el derecho
del trabajador a la "protección adecuada" contra el despido arbitrario (Exp. Nº 0976-2003-AA, 13/
03/03, P, FJ. 11)

108 Protección contra el despido arbitrario. Despido fraudulento


[Nos encontramos frente] al despido fraudulento (...) cuando se imputa al trabajador hechos notoriamente

388
DERECHO LABORALPRIVADO .

inexistentes, falsos o imaginarios, o se le atribuye una falta no prevista legalmente, solo será pro-
cedente la vía del amparo cuando el demandante acredite fehaciente e indubitablemente que existió
fraude, pues en caso contrario, es decir, cuando haya controversia o duda sobre los hechos, corres-
ponderá a la vía ordinaria laboral determinar la veracidad o falsedad de ellos (Exp. Nº 0206-2005-
PA, 28/11/05, FJ. 8)
Se produce el denominado despido fraudulento, cuando:
Se despide al trabajador con ánimo perverso y auspiciado por el engaño, por ende, de manera
contraria a la verdad y la rectitud de las relaciones laborales; aun cuando se cumple con la imputa-
ción de una causal y los cánones procedimentales, como sucede cuando se imputa al trabajador
hechos notoriamente inexistentes, falsos o imaginarios o, asimismo, se le atribuye una falta no
prevista legalmente, vulnerando el principio de tipicidad, (...) o se produce la extinción de la rela-
ción laboral con vicio de voluntad (...) o mediante la "fabricación de pruebas".
En estos supuestos, al no existir realmente causa justa de despido ni, al menos, hechos respecto de
cuya trascendencia o gravedad corresponda dilucidar al juzgador o por tratarse de hechos no cons-
titutivos de causa justa conforme a la ley, la situación es equiparable al despido sin invocación de
causa, razón por la cual este acto deviene lesivo del derecho constitucional al trabajo (Exp. Nº 0976-
2001-AA, 13/03/03, P, FJ. 15.c)

109 Protección contra el despido arbitrario. Despido incausado


El despido incausado consiste en remover a un trabajador, sea de manera verbal, sea mediante
comunicación escrita, como en el caso de autos, sin expresarle causa alguna derivada de su conduc-
ta o su labor que la justifique (Exp. Nº 2252-2003-AA, 21/01/04, S1, FJ. 3)

110 Protección contra el despido arbitrario. Formas de sanción frente a los actos arbi-
trarios
Cuando el artículo 27 de la Constitución establece que, contra el despido arbitrario, la ley dispensa-
rá una "protección adecuada", tal disposición no puede entenderse en el sentido de que con ella se
está constitucionalizando el derecho del empleador de despedir arbitrariamente, (...). Al amparo de
un acto arbitrario, como el despido inmotivado, no puede reclamarse el reconocimiento de derecho
constitucional alguno. Simplemente el ordenamiento sanciona la realización de actos arbitrarios,
aunque, como se ha visto, esa sanción al despido arbitrario pueda tener, en determinadas circuns-
tancias, tanto una protección de eficacia restitutoria como de eficacia resarcitoria (Exp. Nº 0976-
2001-AA, 13/03/03, P, FJ. 17)

111 Protección contra el despido arbitrario. Improcedencia de acción de amparo por des-
pidos bajo el régimen de la legislación laboral pública
[C]onforme al artículo 5, inciso 2 del Código Procesal Constitucional, las demandas de amparo que
soliciten la reposición de los despidos producidos bajo el régimen de la legislación laboral pública y de
las materias mencionadas en el párrafo precedente deberán ser declaradas improcedentes, puesto que
la vía igualmente satisfactoria para ventilar este tipo de pretensiones es la contencioso administrati-
va. Solo en defecto de tal posibilidad o atendiendo a la urgencia o a la demostración objetiva y feha-
ciente por parte del demandante de que la vía contenciosa administrativa no es la idónea, procederá
el amparo. Igualmente, el proceso de amparo será la vía idónea para los casos relativos a despidos
de servidores públicos cuya causa sea: su afiliación sindical o cargo sindical, por discriminación, en
el caso de las mujeres por su maternidad, y por la condición de impedido físico o mental conforme
a los fundamentos 10 a 15 supra (Exp. 0206-2005-PA/TC, 28/11/2005, P, FJ. 24, PV)

112 Protección contra el despido arbitrario. Interpretación de la protección adecuada


[C]uando el artículo 27 de la Constitución establece que la ley otorgará "adecuada protección frente
al despido arbitrario", debe considerarse que este mandato constitucional al legislador no puede
interpretarse en absoluto como un encargo absolutamente abierto y que habilite al legislador una
regulación legal que llegue al extremo de vaciar de contenido el núcleo duro del citado derecho
constitucional. Si bien es cierto que el legislador tiene en sus manos la potestad de libre configuración

389
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

de los mandatos constitucionales, también lo es que dicha potestad se ejerza respetando el conteni-
do esencial del derecho constitucional. Una opción interpretativa diferente solo conduciría a vaciar
de contenido el mencionado derecho constitucional y, por esa razón, la ley que la acogiera resultaría
constitucionalmente inadmisible (Exp. Nº 1124-2001-AA, 11/07/02, P, FJ. 12)

113 Protección contra el despido arbitrario. Nulidad o ineficacia del despido por lesión de
derechos fundamentales
[L]a extinción unilateral de la relación laboral, fundada única y exclusivamente en la voluntad del
empleador, está afectada de nulidad –y por consiguiente el despido carecerá de efecto legal– cuando
se produce con violación de los derechos fundamentales de la persona, reconocidos por la Constitu-
ción o los tratados relativos a la promoción, defensa y protección de los derechos humanos.
La pérdida de toda eficacia legal de cierto tipo de despidos, deriva de la conexión directa e inmedia-
ta entre el acto de extinción de la relación laboral y la contravención de la Constitución o los
tratados en materia de derechos humanos. Así, se encontrará afectada de plena nulidad toda aque-
lla voluntad de empleador que restrinja, limite, disminuya, impida o conculque el goce de los refe-
ridos derechos a uno o más de sus dependientes (...).
[L]a naturaleza misma del acto inconstitucional es la que determina la ineficacia legal del despido,
en razón de que el principio de primacía constitucional, contenido en el artículo 51 de nuestra
Norma Fundamental, no admite que puedan reputarse como legítimas y eficaces aquellas conductas
y actuaciones que importan la vulneración de los derechos que dicho conjunto normativo consagra.
En efecto, la lesión de los derechos fundamentales de la persona constituye, per se, un acto incons-
titucional, cuya validez no es en modo alguno permitida por nuestro supra ordenamiento. En ese
contexto, y, al amparo de la Constitución, el Tribunal Constitucional tiene la obligación de disponer
a favor del agraviado la tutela más amplia, efectiva y rápida posible, restituyéndole en el goce
integral y en el ejercicio pleno de su derecho amenazado o vulnerado; lo que se conseguirá median-
te la cesación del acto lesivo y la privación de efecto legal alguno que por arbitrariedad el empleador
quisiese consumar (Exp. Nº 0976-2001-AA, 13/03/03, P, FJ. 20)

114 Protección contra el despido arbitrario. Perspectivas de la protección


Ante la diversidad de las formas cómo el legislador nacional puede desarrollar el contenido del
derecho en referencia [protección contra el despido arbitrario], para lo que goza un amplio margen
de discrecionalidad dentro de lo permitido constitucionalmente, este Tribunal considera que dicho
tema puede ser abordado, por decirlo así, desde dos perspectivas: por un lado a través de un régi-
men de carácter "sustantivo" y, por otro, con un régimen de carácter "procesal" (Exp. Nº 0976-2001-
AA, 13/03/03, P, FJ. 11)

115 Protección contra el despido arbitrario. Protección a través del proceso de amparo
[E]l contenido del derecho constitucional a una protección adecuada contra el despido arbitrario
supone la indemnización o la reposición según corresponda, a elección del trabajador, entonces, en
caso de que en la vía judicial ordinaria no sea posible obtener la reposición o la restitución del
derecho vulnerado, el amparo será la vía idónea para obtener la protección adecuada de los traba-
jadores del régimen laboral privado, incluida la reposición cuando el despido se funde en los su-
puestos mencionados (Exp. Nº 0206-2005-PA, 28/11/05, P, FJ. 7, PV)
[E]n la vía del amparo no se cuestiona, ni podría cuestionarse, la existencia de una causa justa
de despido; sino la presencia, en el despido, como elemento determinante del mismo, de un
motivo ilícito, que suponga la utilización del despido como vehículo para la violación de un
derecho constitucional; por lo que, en verdad, el bien jurídico protegido a través del amparo
constitucional no es la estabilidad laboral del trabajador, sino el goce y ejercicio de sus dere-
chos constitucionales. Así ocurre, por ejemplo, con el despido discriminatorio, en el cual el
despido es tan solo el medio utilizado para practicar un acto discriminatorio en perjuicio de un
trabajador a causa de su raza, color, sexo, idioma, religión, actividad sindical, opinión política o
cualquier otra condición.

390
DERECHO LABORALPRIVADO .

[E]n el caso de la acción de amparo, la protección que se dispensa al trabajador no está referida a la
arbitrariedad del despido, que dependerá de la prueba de la existencia de la causa justa imputada,
sino al carácter lesivo de los derechos constitucionales presente en dicho despido (Exp. Nº 0976-
2001-AA, 13/03/03, P, FJ. 13)
[L]a protección adecuada contra el despido arbitrario previsto en el artículo 27 de la Constitución
ofrece dualmente una opción reparadora (readmisión en el empleo) o indemnizatoria (resarcimiento
por el daño causado), según sea el caso.
Esta orientación (...) plantea el reforzamiento de los niveles de protección a los derechos del traba-
jador frente a residuales prácticas empresariales abusivas respecto al poder para extinguir unilate-
ralmente una relación laboral (Exp. Nº 0976-2001-AA, 13/03/03, P, FJ. 16)
[L]a competencia y actuación de la vía jurisdiccional –ordinaria o constitucional– y los alcances de la
protección jurisdiccional –reposición o indemnización– dependen de la opción que adopte el traba-
jador despedido, así como de la naturaleza de los derechos supuestamente vulnerados (Exp. Nº
0976-2001-AA, 13/03/03, P, FJ. 19)

116 Protección contra el despido arbitrario. Protección procesal


[E]l establecimiento de un régimen "sustantivo" de protección adecuada contra el despido arbitrario
(...) no es incompatible con la opción de que el mismo legislador establezca, simultáneamente, un
sistema de protección adecuada contra el despido arbitrario, por decirlo así, de carácter "procesal".
Es decir, el establecimiento mediante ley de un régimen de protección jurisdiccional contra el des-
pido arbitrario que, en algunas oportunidades, puede encontrarse estrechamente relacionado con el
régimen sustantivo, pero que en otros, también puede tener un alcance totalmente independiente
(Exp. Nº 0976-2001-AA, 13/03/03, P, FJ. 13.b)

117 Protección contra el despido arbitrario. Protección sustantiva preventiva


[E]l contenido del derecho puede ser configurado por el legislador de modo tal que se "prevenga",
"evite" o "impida" que un trabajador pueda ser despedido arbitrariamente. Es decir, que mediante
ley se prevea que no se puede despedir arbitrariamente al trabajador si es que no es por
alguna causal y en la medida que esta se pruebe, previo procedimiento disciplinario, si fuera
el caso. Recibe la calificación de preventiva debido a que la protección adecuada que enuncia el
artículo 27 de la Constitución se traduce en evitar el despido arbitrario (Exp. Nº 0976-2001-
AA, 13/03/03, P, FJ. 12.a.1)

118 Protección contra el despido arbitrario. Protección sustantiva reparadora


[E]l legislador puede optar por desarrollar el contenido del derecho regulado por el artículo 27 de la
Constitución de modo tal que, ante el supuesto de despido arbitrario contra un trabajador, la ley
prevé una compensación económica o una indemnización por el accionar arbitrario del empleador.
En tal supuesto, la ley no evita que se produzca el despido arbitrario, sino que se limita a reparar
patrimonialmente sus consecuencias.
(...) [E]l régimen resarcitorio es compatible con los principios y valores constitucionales en aquellos
casos en los que, o bien el trabajador, una vez que fue despedido arbitrariamente, cobra la indemni-
zación correspondiente o, en su defecto, inicia una acción judicial ordinaria con el objeto de que se
califique el despido como injustificado, con el propósito de exigir del empleador el pago compulsivo
de la referida indemnización. En cualesquiera de esos casos, por tratarse de una decisión entera-
mente asumida conforme a su libre albedrío por el trabajador, la protección adecuada contra el
despido arbitrario debe traducirse inexorablemente en el pago de la correspondiente indemniza-
ción. En tal caso, el trabajador decide que la protección adecuada es el pago de su indemnización
(Exp. Nº 0976-2001-AA, 13/03/03, P, FJ. 12.a.2)

391
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

119 Protección contra el despido arbitrario. Protección urgente de supuestos de despido nulo
[C]uando se formulen demandas fundadas en las causales que configuran un despido nulo, el ampa-
ro será procedente por las razones expuestas, considerando la protección urgente que se requiere
para este tipo de casos, sin perjuicio del derecho del trabajador a recurrir a la vía judicial ordinaria
laboral, si así lo estima conveniente (Exp. 0206-2005-PA/TC, 28/11/2005, P, FJ.16, PV)
[L]os despidos originados en la lesión a la libertad sindical y al derecho de sindicación siempre
tendrán la tutela urgente del proceso de amparo, aun cuando las vías ordinarias también puedan
reparar tales derechos (Exp. 0206-2005-PA/TC, 28/11/2005, P, FJ.14, PV)
[L]os despidos originados en la discriminación por razón de sexo, raza, religión, opinión, idioma o de
cualquier otra índole, tendrán protección a través del amparo, así como los despidos producidos con
motivo del embarazo, toda vez que, conforme al artículo 23 de la Constitución, el Estado protege
especialmente a la madre. Deber que se traduce en las obligaciones estatales de adoptar todas las
medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo, prohi-
biendo, en especial, bajo pena de sanciones, el despido por motivo de embarazo o licencia de mater-
nidad, así como la discriminación sobre la base del estado civil y prestar protección especial a la
mujer durante el embarazo (artículo 11 numerales 1 y 2 literales a y d de la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de Naciones Unidas).
Igualmente, el proceso de amparo será el idóneo frente al despido que se origina en la condición de
impedido físico mental, a tenor de los artículos 7 y 23 de la Constitución que les garantiza una
protección especial de parte del Estado. En efecto, conforme al artículo 18 del Protocolo adicional a
la Convención Americana de Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales o "Protocolo de San Salvador", sobre protección de los minusválidos, toda persona afec-
tada por una disminución en sus capacidades físicas o mentales tiene derecho a recibir una atención
especial con el fin de alcanzar el máximo de-sarrollo de su personalidad (Exp. 0206-2005-PA/TC,
28/11/2005, P, FJ.15, PV)

120 Protección contra el despido arbitrario. Reincorporación del trabajador en caso de


despido incausado
[E]l segundo párrafo del artículo 34 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, Ley
de Productividad y Competitividad Laboral, Decreto Supremo Nº 003-97-TR, establece que frente a
un despido arbitrario corresponde una indemnización "como única reparación". No prevé la posibi-
lidad de reincorporación. El denominado despido ad nútum impone solo una tutela indemnizatoria.
Dicha disposición es incompatible con la Constitución, a juicio de este Tribunal, por las siguientes
razones:
a. El artículo 34, segundo párrafo, es incompatible con el derecho al trabajo porque vacía de
contenido este derecho constitucional. En efecto, sí, como quedó dicho, uno de los aspectos del
contenido esencial del derecho al trabajo es la proscripción del despido salvo por causa justa, el
artículo 34, segundo párrafo, al habilitar el despido incausado o arbitrario al empleador, vacía
totalmente el contenido de este derecho constitucional (...) (Exp. Nº 1124-2001-AA, 11/07/02,
P, FJ. 12)
[E]l derecho al trabajo se ha visto afectado dado que no puede despedirse a una persona que ya goza
de ese derecho sin previa y formal expresión de causa. En tal sentido, [es] contrari[a] a la propia
Constitución –por tanto, afectada de nulidad plena– la facultad prevista ab initio del artículo 34 del
Decreto Legislativo Nº 728, que habilitaba al empleador a extinguir un contrato de trabajo sin
motivar dicha decisión (Exp. Nº 1124-2001-AA/TC, 16/09/02, Res. aclaratoria, P, FJ.2.2)

121 Protección contra el despido arbitrario. Reserva de ley de los alcances de la protección
adecuada
El referido artículo [artículo 27] no indica en qué términos ha de entenderse esa "protección adecua-
da". En su lugar señala que la ley tiene la responsabilidad de establecerla; es decir, que su desarrollo
está sujeto al principio de reserva de ley. En la medida que el artículo 27 constitucional no establece

392
DERECHO LABORALPRIVADO .

los términos en que debe entenderse la "protección adecuada" y prevé una reserva de ley para su
desarrollo, el derecho allí reconocido constituye lo que en la doctrina constitucional se denomina un
"derecho constitucional de configuración legal".
(...) Si bien el texto constitucional no ha establecido cómo puede entenderse dicha protección con-
tra el despido arbitrario, ella exige que, cualesquiera que sean las opciones que se adopten legislati-
vamente, estas deban satisfacer un criterio mínimo de proporcionalidad o, como dice expresamente el
texto constitucional, se trate de medidas "adecuadas" (Exp. Nº 0976-2003-AA, 13/03/03, P, FJ. 11)

122 Protección contra el despido arbitrario. Supuestos de improcedencia de acción de


amparo
[L]a Ley Procesal del Trabajo, Nº 26636, prevé (…) la competencia por razón de la materia de las
Salas Laborales y Juzgados de Trabajo (…). [E]stablece que los Juzgados de Trabajo conocen, entre
las materias más relevantes de las pretensiones individuales por conflictos jurídicos, las siguientes:
a) Impugnación de despido (sin reposición).
b) Cese de actos de hostilidad del empleador, incluidos los actos de hostigamiento sexual, confor-
me a la ley sobre la materia.
c) Incumplimiento de disposiciones y normas laborales cualquiera fuera su naturaleza.
d) Pago de remuneraciones y beneficios económicos (...).
A su turno, el (…) Decreto Supremo Nº 003-97-TR, TUO del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de
Productividad y Competitividad Laboral, considera que constituyen actos de hostilidad:
a) La falta de pago de la remuneración en la oportunidad correspondiente, salvo razones de fuerza
mayor o caso fortuito debidamente comprobados por el empleador.
b) La reducción inmotivada de la remuneración o de la categoría.
c) El traslado del trabajador a lugar distinto de aquel en el que preste habitualmente servicios, con
el propósito de ocasionarle perjuicio.
d) La inobservancia de medidas de higiene y seguridad que pueda afectar o poner en riesgo la vida
y la salud del trabajador.
e) El acto de violencia o el faltamiento grave de palabra en agravio del trabajador o de su familia.
f) Los actos de discriminación por razón de sexo, raza, religión, opinión o idioma.
g) Los actos contra la moral y todos aquellos que afecten la dignidad del trabajador.
Consecuentemente, los amparos que se refieran a la materias descritas (fundamentos 17 y18), que
por mandato de la ley son competencia de los jueces de trabajo, serán declaradas improcedentes en
la vía del amparo (Exp. 0206-2005-PA/TC, 28/11/2005, P, FJs. 17 y 18, PV)
[E]l amparo no es la vía idónea para el cuestionamiento de la causa justa de despido imputada por
el empleador cuando se trate de hechos controvertidos, o cuando, existiendo duda sobre tales he-
chos, se requiera la actuación de medios probatorios a fin de poder determinar la veracidad, false-
dad o la adecuada calificación de la imputación de la causa justa de despido, que evidentemente no
pueden dilucidarse a través del amparo. En efecto, es claro que, en este supuesto, para que se
produzca certeza en el juzgador, respecto de los puntos controvertidos, y pueda así sustentar su
fallo en determinado sentido, necesariamente tendrá que desarrollar la actividad probatoria a tra-
vés de sus diversas etapas, en particular respecto de la actuación y valoración de la prueba que,
entre otras muchas, se relacionarán con declaraciones de parte, testigos, documentos (libros de
planillas, informes), peritajes y, especialmente, las pruebas de oficio (Exp. 0206-2005-PA/TC, 28/
11/2005, P, FJ. 19, PV)
[A]quellos casos que se deriven de la competencia por razón de materia de los jueces de trabajo, los
actos de hostilidad y aquellos derivados del cuestionamiento y calificación del despido fundado en

393
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

causa justa que se refieran a hechos controvertidos, mencionados en los puntos precedentes, no
serán tramitados en el proceso de amparo, sino en el proceso laboral de la jurisdicción laboral
ordinaria, a cuyos jueces corresponde, en primer lugar, la defensa de los derechos y libertades consti-
tucionales y de orden legal que se vulneren con ocasión de los conflictos jurídicos de carácter indivi-
dual en el ámbito laboral privado. Solo en defecto de tal posibilidad o atendiendo a la urgencia o a la
demostración objetiva y fehaciente por parte del demandante de que la vía laboral ordinaria no es la
idónea, corresponderá admitir el amparo (Exp. 0206-2005-PA/TC, 28/11/2005, P, FJ. 20, PV)

RELACIÓN LABORAL

123 Relación laboral. Aplicación del derecho a la igualdad


[E]l inciso 1 del artículo 26º de la Constitución reconoce que en la relación laboral se respeta el
principio de igualdad de oportunidades sin discriminación. Es evidente que el reconocimiento cons-
titucional de dicho principio laboral constituye una manifestación del derecho a la igualdad en el
ámbito de las relaciones labores (Exp. Nº 01875-2006-PA/TC, 17/04/2006, P, FJ. 6)

124 Relaciones de trabajo. Configuración de abuso del derecho


El Derecho del Trabajo no ha dejado de ser tuitivo conforme aparecen de las prescripciones conteni-
das en los artículos 22 y siguientes de la Carta Magna, debido a la falta de equilibrio de las partes,
que caracteriza a los contratos que regula el Derecho Civil. Por lo que sus lineamientos constitucio-
nales, que forman parte de la gama de los derechos fundamentales, no pueden ser meramente
literales o estáticos, sino efectivos y oportunos ante circunstancias en que se vislumbra con claridad
el abuso del derecho en la subordinación funcional y económica (...) (Exp. Nº 628-2001-AA/TC, 10/
07/02, P, FJ. 6)

125 Relación laboral. Discriminación directa


La discriminación en el trabajo puede ser directa o indirecta. Es directa cuando la normativa, las
leyes o las políticas excluyen o desfavorecen explícitamente a ciertos trabajadores atendiendo a
características como la opinión política, el estado civil, el sexo o, también, en nuestro criterio, la
edad (Exp. Nº 01875-2006-PA/TC, 17/04/2006, P, FJ. 6)

126 Relación laboral. Manifestaciones de la discriminación


[L]a discriminación en materia laboral aparece cuando se afecta al trabajador en sus características
innatas como ser humano (lo propio y privativo de la especie), o cuando se vulnera la cláusula de no
discriminación prevista por la Constitución (Exp. Nº 01875-2006-PA/TC, 17/04/2006, P, FJ. 6)

REMUNERACIONES

127 Remuneración. Carácter equitativo y suficiente


[L]a Constitución Política vigente, en sus artículos 23 y 24, respectivamente, prescribe que nadie
está obligado a prestar servicios sin retribución remunerativa, y que el trabajador tiene derecho a
una remuneración equitativa y suficiente como contraprestación por el servicio brindado. Por con-
siguiente, (...) se (...) debe[n] abonar [las] remuneraciones desde el momento en que [el trabajador]
fue reincorporado (Exp. Nº 1806-2003-AA, 22/04/04, S1, FJ. 5)

128 Remuneración. Carácter irrenunciable


[L]as remuneraciones de los trabajadores (…) son irrenunciables e intangibles, y solo se podrán
afectar las planillas de pago por orden judicial o por un descuento aceptado por el trabajador (Exp.
Nº 0818-2005-PA, 17/03/05, S1, FJ. 6)

394
DERECHO LABORALPRIVADO .

129 Remuneración. Congelamiento de sueldos


[C]ongelar los sueldos de los servidores (...) para el ejercicio presupuestal (...) no constituye, per se,
un acto vulneratorio del derecho constitucional (...) reconocido en el artículo 24 de la Constitución
Política de 1993, puesto que, si bien es cierto que todo trabajador tiene derecho a una remuneración
equitativa y suficiente que procure, para él y su familia, el bienestar material y espiritual, no lo es
menos que el congelamiento de los sueldos fue de carácter temporal, toda vez que solo fue aplicado
durante el año (…), debido a la carencia de presupuesto (Exp. Nº 0642-2004-AA, 25/06/04, S2, FJ. 3)

130 Remuneración. Necesidad de contraprestación


La propia Constitución establece, en su artículo 24, que "El trabajador tiene derecho a una remune-
ración equitativa y suficiente, que procure, para él y su familia, el bienestar material y el espiritual";
sin embargo, el pago de tal remuneración únicamente procede (...) cuando se ha producido la con-
traprestación efectiva de un servicio o labor (Exp. Nº 0029-2001-AA, 05/08/02, P, FJ. 2)

131 Remuneración. Pago de créditos laborales


[L]a norma [artículo 83 de la Ley General del Sistema Concursal] no puede excluir a los titulares de
derechos de crédito de origen laboral, protegidos por el artículo 24 de la Constitución, el cual
prescribe que: "El pago de la remuneración y de los beneficios sociales del trabajador tiene prioridad
sobre cualquiera otra obligación del empleador", norma concordante con el artículo 42 de la LGSC,
la cual determina el primer rango de preferencia de los créditos laborales (Exp. Nº 0446-2004-AA,
12/11/04, S2, FJ. 4)
[Si un] grupo de acreedores (…) ha dispuesto de bienes de la masa en concurso en contra de las
normas que regulan el procedimiento concursal ordinario; [y] asimismo, con sus actos han obstacu-
lizado la liquidación (…) han vulnerado los principios que rigen este procedimiento así como el
derecho al pago efectivo de los créditos laborales, contemplado en el artículo 24 de la Constitución
Política del Perú (Exp. Nº 0446-2004-AA, 12/11/04, S2, FJ. 21)
[L]a bonificación extraordinaria por vacaciones es un derecho adquirido del trabajador y, por
ende, irrenunciable, por lo que, de conformidad con el artículo 24 de la Constitución, su pago
tiene carácter prioritario sobre cualquier otra obligación del empleador (Exp. Nº 1358-2001-AA,
10/09/02, P, FJ. 3)

132 Remuneración. Pago de remuneraciones devengadas


En cuanto (…) al pago de remuneraciones durante el tiempo que duró el cese, (…) teniendo tal
reclamo naturaleza indemnizatoria, y no, obviamente restitutoria, no es esta la vía en que corres-
ponda atender dicha pretensión, razón por la que se deja a salvo el derecho del actor para hacerlo
valer, en todo caso, en la forma legal que corresponda. Por lo demás, el tiempo que el demandante
permaneció injustamente separado del cargo debe ser computado únicamente para efectos pensio-
nables y de antigüedad en el cargo, debiendo el actor abonar los aportes al régimen previsional
correspondiente (Exp. N° 1994-2004-AA/TC, 15/06/05, S1, FJ. 8)
La pretensión [de inaplicación de convenio laboral y pago de remuneraciones] devengadas (…) no
procede porque existe una vía procedimental específica, igualmente satisfactoria, para la protec-
ción del derecho constitucional supuestamente vulnerado (Exp. N° 00422-2006-PA/TC, 15/03/06,
Res., FJ. 3)

133 Remuneración. Supuestos de improcedencia de acción de amparo


[L]a Ley Procesal del Trabajo, Nº 26636, prevé (…) la competencia por razón de la materia de las
Salas Laborales y Juzgados de Trabajo (…). [E]stablece que los Juzgados de Trabajo conocen, entre
las materias más relevantes de las pretensiones individuales por conflictos jurídicos, las siguientes:
(…)
d) Pago de remuneraciones y beneficios económicos (...).

395
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

A su turno, el (…) Decreto Supremo Nº 003-97-TR, TUO del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de
Productividad y Competitividad Laboral, considera que constituyen actos de hostilidad:
a) La falta de pago de la remuneración en la oportunidad correspondiente, salvo razones de fuerza
mayor o caso fortuito debidamente comprobados por el empleador.
b) La reducción inmotivada de la remuneración o de la categoría (…).
Consecuentemente, los amparos que se refieran a la materias descritas (…) que por mandato de la
ley son competencia de los jueces de trabajo, serán declaradas improcedentes en la vía del amparo
(Exp. 0206-2005-PA/TC, 28/11/2005, P, FJs. 17 y 18, PV)

UTILIDADES

134 Participación de los trabajadores en las utilidades. Forma de cuestionamiento del


cálculo de utilidades distribuidas
[Los trabajadores] debieron solicitar que se efectúe una nueva liquidación cuando se realizó el
reparto de las utilidades y no cuando se produjeron las rectificaciones [de declaraciones juradas del
reparto de dichas utilidades]. Tampoco podría alegarse afectación continuada de derechos, pues no
estamos frente a un tema pensionario, único caso en el cual el Tribunal sostiene la tesis de la
excepción a la caducidad (prescripción extintiva). Es más, si como quiera que lo que se cuestiona no
es un tema de utilidades no distributivas, sino más bien la forma legal conforme se ha establecido
su cálculo en la ley, es lógico que los supuestos trabajadores afectados debieron accionar en la
oportunidad de su reparto y no con la rectificatoria (Exp. Nº 4762-2004-AA, 16/12/05, S2, FJ. 3)

135 Participación de los trabajadores en las utilidades.Vía adecuada para constatación de


situación de la empresa
[E]n lo que respecta a [si] las acciones no rinden ningún tipo de dividendos y/o utilidades, [y] la
empresa demandada ha cumplido con explicar a los [accionistas trabajadores] sobre el porqué, si
[estos] aún abrigan alguna duda, esta deben despejarla en la vía y forma legal que corresponda, no
siendo el camino de la acción de amparo el idóneo, ya que las situaciones mencionadas por los
emplazantes en su escrito de demanda son materia de las acciones que prevé la Ley General de
Sociedades, así como el Código Civil vigente, procedimientos en los que los accionantes han de
hacer valer sus derechos (Exp. Nº 0340-1997-AA, 29/10/97, P, FJ. 1)

396
DERECHO LABORAL PÚBLICO .

DERECHO
LABORAL PÚBLICO

CARRERA ADMINISTRATIVA

001 Carrera administrativa. Exclusión de cargos de confianza


[C]onforme al artículo 40 de la Constitución, la carrera administrativa comprende a los servidores
públicos, pero no a los funcionarios que desempeñan cargos políticos o de confianza (Exp. Nº 0008-
2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 45)
[S]egún el artículo 40 de la Constitución Política del Estado, los cargos de confianza no están com-
prendidos en la carrera administrativa y, por lo mismo, no gozan de estabilidad laboral (Exp. Nº
0991-2001-AA, 22/08/01, P, FJ. 2)
[E]l funcionario público designado para ejercer cargos de confianza no forma parte de la Carrera
Administrativa; por lo tanto, es potestad de la Administración su designación –lo cual incluye las
formas y procedimientos para su elección–, así como la decisión de darla por terminada (Exp. Nº
0408-2004-AA, 25/05/04, S1, FJ. 1)
[A]l haber ejercido el [agente] un cargo de confianza no le es aplicable el Decreto Legislativo Nº
276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa, y en tal virtud no puede invocar la violación de sus
derechos al debido proceso, a la defensa y al trabajo, en la medida en que su caso no está sujeto a
procedimiento normado para los servidores públicos comprendidos en la carrera administrativa
(Exp. Nº 0320-1996-AA, 21/01/98, P, FJ. 3)
[E]l artículo 40 de la Constitución establece que quienes desempeñan un cargo de confianza en la
Administración Pública, no están comprendidos en la carrera administrativa; de lo que se infiere
que ese status especial permite que el servidor público de confianza pueda ser removido del cargo
según el criterio discrecional del designante y en atención a los fines +del servicio para el que se es
requerido; en consecuencia, no habiéndose acreditado la vulneración del derecho invocado, carece
de sustento la demanda (Exp. Nº 4147-2004-AA, 31/03/05, S1, FJ. 4)

002 Carrera administrativa. Ingreso a la carrera pública


[E]l artículo 12 del Decreto Legislativo Nº 276 –Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de
Remuneraciones del Sector Público– establece los requisitos para el ingreso a la carrera administra-
tiva, entre ellos, aprobar el Concurso Público de Méritos (Exp. Nº 02576-2005-AA, 17/05/05, S1,
FJ. 5)

003 Carrera administrativa. Remuneraciones de funcionarios y servidores públicos


El monto de las remuneraciones de los funcionarios y servidores públicos debe guardar armonía con
las posibilidades de la economía nacional y con la necesidad de que las mismas permitan un ingreso
decoroso para atender las necesidades básicas de los trabajadores del Estado. Resulta obvio que la
remuneración de mayor cuantía debe corresponder al Presidente de la República, no obstante que
muchas de sus necesidades son directamente atendidas en Palacio de Gobierno (Exp. Nº 0029-
2004-AI, 02/08/04, P, FJ. 58)

397
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

004 Carrera administrativa. Reserva de ley


[E]l texto constitucional [artículo 40] reconoce la existencia de una carrera administrativa para los
servidores públicos, pero también que el ingreso a ella y los derechos, deberes y responsabilidades
serán regulados por ley. Por tanto, en rigor, estamos frente a un bien jurídico garantizado por la
Constitución cuyo desarrollo se delega al legislador (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 44)
El artículo 40 de la Constitución establece que por ley se regula el ingreso a la carrera administra-
tiva y se establecen los derechos, deberes y responsabilidades de los servidores públicos. (...) Con
esta disposición constitucional se delega en el legislador ordinario la facultad para organizar la
carrera administrativa, precisando que mediante ley se establecerán las reglas para el ingreso a la
misma y los derechos, deberes y responsabilidades de los servidores públicos. De esta forma se dota
a los servidores públicos de las garantías mínimas para ejercer su función social. Bajo tal premisa,
la norma constitucional complementa lo estipulado con relación al ingreso a la carrera administra-
tiva, (...) dada la característica de permanencia que rodea al servidor público luego de su ingreso a
la carrera administrativa (Exp. Nº 3446-2004-AA, 21/06/05, S2, FJ. 3)

DERECHOS DE SINDICACIÓN Y HUELGA DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS

005 Derecho de sindicación y huelga de los servidores públicos. Consagración constitu-


cional
La libertad sindical intuito persona se encuentra amparada genéricamente por el inciso 1 del artícu-
lo 28 de la Constitución. Empero, una lectura integral de dicho texto demuestra que se encuentran
excluidos de su goce los siguientes componentes del Estado peruano:
- Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional (artículo 42 de la Constitución).
- Los miembros del Ministerio Público y del Órgano Judicial (artículo 153 de la Constitución).
- Los miembros de la Administración Pública, con poder de decisión o que desempeñen cargos
de confianza o dirección (artículo 42 de la Constitución) (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P,
FJ. 27)

FUNCIONARIOS Y TRABAJADORES PÚBLICOS

006 Abuso del derecho. Aplicación de criterios distintos en la promoción o ascenso de tra-
bajador
[S]i bien el ascenso en la carrera pública no es un derecho automático del administrado, tampoco la
discrecionalidad de la Administración es una facultad ilimitada o abierta a la arbitrariedad. Se
ingresa a la carrera pública con miras a ocupar gradualmente mayores responsabilidades en función
de las calificaciones, competencia, probidad y tiempo de servicios. Aplicar criterios distintos en la
promoción o ascenso de un trabajador, no previstos en la ley ni basados en los merecimientos,
constituye un abuso del derecho de la autoridad llamada a otorgarlos y reconocerlos (Exp. Nº 2763-
2003-AC/TC, 25/05/04, P, FJ. 6)

007 Abuso del derecho. Como fundamento del deber general de los funcionarios públicos
de no generar conflictos con la Administración
[R]esulta ilustrativo precisar que el último párrafo del artículo 103 de la Constitución establece que
la Constitución no ampara el abuso del Derecho. De este modo, y sin importar que tal cuestión se
hallaba regulada expresamente o no, la Constitución impone un deber general que en el caso de los
funcionarios públicos implica su abstención de realizar cualquier acto que genere una situación de
conflicto entre sus propios intereses y los de la Administración a la que sirve (Exp. Nº 0011-2004-
AA/TC 17/10/05, S2, FJ. 10)

398
DERECHO LABORAL PÚBLICO .

008 Acceso a la función pública. Definición y contenido


El derecho de acceso a la función pública constituye un derecho de participación. Constituye así
manifestación del status activae civitatis. No se trata de un derecho de defensa o de libertad,
tampoco se trata de un derecho de protección o de prestación porque no posibilita el acceso a bienes
protegidos por los derechos económicos, sociales y culturales. El derecho de acceso a la función
pública pertenece al ámbito de derechos que implican una intervención en la cosa pública de las
personas en tanto miembros de una comunidad política. En tal sentido, el bien protegido por este
derecho fundamental es la intervención o participación en la función pública. Por ello, el contenido
por antonomasia de este derecho es la facultad de acceder o intervenir en la gestión de la cosa
pública, esto es, en el ejercicio de una función pública. (…) [L]os contenidos de este derecho son los
siguientes:
a) Acceder o ingresar a la función pública.
b) Ejercerla plenamente.
c) Ascender en la función pública.
d) Condiciones iguales de acceso (Exp. Nº 0025-2005-PI/TC y 0026-2005-PI/TC, 05/04/2006, P,
FJs. 42 y 43)

009 Acceso a la función pública. No garantiza una pretensión a ser admitido en una fun-
ción pública
En cuanto al acceso a la función pública, cabe señalar que el contenido de este derecho no compren-
de ingresar sin más al ejercicio de la función pública. (…) [E]ste derecho "no garantiza una preten-
sión a ser admitido en una función pública". Él garantiza la participación en la función pública, pero
de conformidad con los requisitos que el legislador ha determinado, requisitos cuya validez está
condicionada a su constitucionalidad (Exp. Nº 0025-2005-PI/TC y 0026-2005-PI/TC, 05/04/2006,
P, FJ. 46)

010 Acceso a la función pública. Se rige por el principio de acceso por mérito a través de
oposición
El ejercicio de una función pública está condicionado a los requisitos que el legislador ha estableci-
do. Se trata (…) de que el acceso a la función pública "puede ser restringido en especial por requi-
sitos subjetivos de admisión, cuyo cumplimiento depende de la capacidad laboral de la persona del
aspirante, y por requisitos objetivos de admisión, los cuales, prescindiendo de la capacidad laboral
del postulante, aparecen necesarios por razones obligatorias de interés público (Gemeinwohl)." Tal
restricción, empero, habrá de respetar los derechos fundamentales. [Asimismo, se debe] (…) seña-
lar que el acceso a la función pública no representativa está regido por el principio de acceso por
mérito a través de oposición. En el Estado Constitucional de derecho, tal como se halla configurado
el Estado peruano, es el principio basilar que ha de regir la regulación de las condiciones de acceso
a la función pública (Exp. Nº 0025-2005-PI/TC y 0026-2005-PI/TC, 05/04/2006, P, FJs. 47 y 48)

011 Acceso a la función pública. Tiene como principio consustancial el principio de mérito
[E]l derecho de acceso a la función pública tiene como principio consustancial el principio de mérito,
el cual vincula plenamente al Estado y toda entidad pública en general. Esto significa que este
principio vincula positivamente al legislador a que la regulación sobre el acceso a toda función
pública observe irrestrictamente el principio basilar del acceso por mérito; asimismo, que toda
actuación de la administración del Estado y de toda entidad pública, en general, observe tal princi-
pio en todos sus actos en relación al acceso a la función pública de las personas (Exp. Nº 0025-
2005-PI/TC y 0026-2005-PI/TC, 05/04/2006, P, FJ. 50)

012 Acceso a la función pública. Vinculación de los poderes públicos


El acceso a la función pública, en cuanto derecho constitucional, vincula a los poderes públicos. Por
una parte, respecto al legislador, la vinculación negativa le prohíbe afectar el contenido del derecho

399
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

en su labor de configuración, delimitación y limitación de este derecho; por otra, la vinculación


positiva le impone un mandato de desarrollar normas y procedimientos orientados a su pleno ejer-
cicio. Respecto a la administración y los jueces, lo anterior tiene como consecuencia que, tratándose
de un derecho constitucional, se da la apertura de la vía judicial correspondiente para su correspon-
diente protección (Exp. Nº 0025-2005-PI/TC y 0026-2005-PI/TC, 05/04/2006, P, FJ. 45)

013 Derecho de acceso a la función pública. Infracción


El derecho de acceso a la función pública no se infringe sólo teniendo como parámetro la igualdad,
él puede ser lesionado directamente, por ejemplo, en los supuestos en que no se expide una norma
que regula el acceso a una determinada función (imputable al legislador), o en los supuestos donde
habiendo la norma de acceso a la función pública, la entidad administrativa que tiene la competen-
cia de implementarla y, así, convocar al ejercicio de la función pública, es renuente al cumplimiento
de tal convocatoria sin fundamento alguno. La lesión se configura aquí en que no obstante existir
legalmente la función pública, la autoridad no la convoca; el supuesto es aquí: dado una función
pública prevista legal o constitucionalmente, ergo, hay un derecho a acceder a él, se trata de un
derecho fundamental. Aquí el parámetro no es en absoluto la igualdad en el acceso; sino el acceso
en sí mismo. [También puede ser lesionado con] [e]l establecimiento de requisitos para el acceso
representan una forma de intervención en el derecho de acceso; ahora bien, los requisitos que no
superen el examen del principio de proporcionalidad resultarán también inconstitucionales. Ello
sucede, por ejemplo, con el establecimiento de requisitos que carecen de vinculación alguna con
la función pública a realizarse, pues en tal caso se estaría ante una medida inidónea o inadecuada
y, por lo tanto, inconstitucional (Exp. Nº 0025-2005-PI/TC y 0026-2005-PI/TC, 05/04/2006, P,
FJs. 56 y 57)

014 Función pública. Contenido


El concepto "función pública" en este derecho comprende dos tipos de función que suele distinguir-
se: la función pública representativa y la función pública no representativa. La función pública
representativa está formada por funciones de representación política y la no representativa alude a
la función pública profesionalizada. La función pública representativa –a la que se designa especí-
ficamente como "cargo"– ya se encuentra comprendida en nuestro ordenamiento de alguna forma
en el derecho a ser elegido (art. 31º, Const.), es decir, en el denominado derecho de sufragio pasivo.
No obstante, ello no es óbice para que el derecho de acceso a la función pública comprenda también
este tipo de función pública. Como ejemplos típicos de él se encuentran los cargos políticos desde
las más altas magistraturas, como las de congresista o la de Presidente de la República, hasta las de
alcalde o regidor de las municipalidades. En el caso de la función pública no representativa, son
ejemplos típicos los servidores públicos de la administración, estatal, regional, o municipal, y desde
luego, los de los poderes del Estado y, en general, de toda entidad pública. Tanto la función pública
representativa como la no representativa deben ser interpretados de la manera más amplia posible
(Exp. Nº 0025-2005-PI/TC y 0026-2005-PI/TC, 05/04/2006, P, FJ. 51)

015 Función pública. interpretación constitucional del concepto


Una interpretación constitucionalmente adecuada del concepto "función pública" exige entenderlo
de manera amplia, esto es, desde el punto de vista material como el desempeño de funciones en las
entidades públicas del Estado. La determinación de este aspecto ha de efectuarse casuísticamente.
No obstante, en vía de principio, pueden ser considerados como tales cargos el de los servidores
públicos, en general, de conformidad con la Ley de la materia, de los profesores universitarios, los
profesores de los distintos niveles de formación escolar preuniversitaria, servidores de la salud,
servidores del cuerpo diplomático y, ciertamente, jueces y fiscales (Exp. Nº 0025-2005-PI/TC y
0026-2005-PI/TC, 05/04/2006, P, FJ. 52)

016 Funcionarios del Estado. Ejercicio del poder responsable


El ejercicio del poder demanda de las autoridades que lo ostentan la mayor responsabilidad. El
poder no es solo una prerrogativa. También es deber. Como parte de su actividad reconocida
constitucionalmente, todos los altos funcionarios del Estado (una enumeración de ellos se puede

400
DERECHO LABORAL PÚBLICO .

encontrar en el artículo 39 de la Constitución) están en la capacidad de lograr el desarrollo del país,


y para ello se les debe exigir el máximo compromiso con el cumplimiento de sus funciones (Exp. Nº
0026-2006-PI/TC, 08/03/07, P, FJ. 2)

017 Funcionarios y trabajadores públicos. Bonificaciones


[L]a bonificación del Decreto de Urgencia Nº 037-94 corresponde que se otorgue a los servidores
públicos ubicados en los grupos ocupacionales de los técnicos y auxiliares, distintos del Sector
Salud, en razón de que los servidores administrativos de dicho sector se encuentran escalafonados
y pertenecen a una escala distinta, como es la Escala Nº 10. Cabe señalar que a los servidores
administrativos del sector Salud, desde el inicio del proceso de aplicación del Sistema Único de
Remuneraciones, Bonificaciones y Pensiones de los Servidores del Estado, se les estableció una
escala diferenciada (Exp. Nº 2616-2004-AC, 12/09/05, P, FJ. 12, PV)
En el caso de los servidores administrativos del sector Educación, así como de otros sectores que no
sean del sector Salud, que se encuentren en los grupos ocupacionales de técnicos y auxiliares de la
Escala Nºs 8 y 9 del Decreto Supremo Nº 051-91-PCM, por no pertenecer a una escala diferenciada,
les corresponde que se les otorgue la bonificación especial del Decreto de Urgencia Nº 037-94, por
ser económicamente más beneficiosa, pues la exclusión de estos servidores conllevaría un trato
discriminatorio respecto de los demás servidores del Estado que se encuentran en el mismo nivel
remunerativo y ocupacional y que perciben la bonificación otorgada mediante el Decreto de Urgen-
cia Nº 037-94 (Exp. Nº 2616-2004-AC, 12/09/05, P, FJ. 13, PV)

018 Funcionarios y trabajadores públicos. Clasificación


El artículo 4 de la Ley Nº 28175, en concordancia con el artículo [39] constitucional, clasifica a los
servidores civiles del Estado en:
- Funcionarios públicos, que pueden ser de elección popular directa y universal o confianza polí-
tica originaria, de nombramiento y remoción regulados y de libre nombramiento y remoción.
- Empleados de confianza.
- Servidores públicos. Estos se clasifican en directivo superior, ejecutivo, especialista y de apoyo.
Como puede observarse, la regulación de la Ley Marco del Empleo Público es general, pues se limita
a clasificar al personal civil del empleo público en diversas categorías.
En efecto, la ley agrupa y establece las características básicas de los servidores públicos sujetos a la
carrera administrativa y de los funcionarios que desempeñan cargos políticos o de confianza (Exp.
Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 45)

019 Funcionarios y trabajadores públicos. Limitaciones especiales al ejercicio de sus derechos


[E]n determinados supuestos, el legislador puede fijar una diversa clase de límites a tales liberta-
des, cuya justificación se encuentra en las relaciones especiales de sujeción bajo las que se en-
cuentran determinados individuos. Tal es el significado particular, precisamente, del inciso d),
artículo 23 del Decreto Legislativo Nº 276 y del artículo 138 del Decreto Supremo Nº 005-90-
PCM, que, con relación a los servidores públicos, señala la necesidad de contar con autorización del
superior jerárquico para ejercer las libertades de expresión e información (Exp. Nº 866-2000-AA,
10/07/02, P, FJ. 3)

020 Funcionarios y trabajadores públicos. Niveles remunerativos de la función pública


Con el propósito de realizar una interpretación conforme el artículo 39 de la Constitución Política
del Perú de la aplicación del Decreto Supremo Nº 019-94-PCM y del Decreto de Urgencia Nº 037-
94, es necesario concordarlo con el Decreto Supremo Nº 051-91-PCM, dispositivo al que se remite
el mismo decreto de urgencia. En ese sentido, cuando el Decreto de Urgencia Nº 037-94 otorga una
bonificación a los servidores de la Administración Pública ubicados en los niveles F-2, F-1, profesio-
nales, técnicos y auxiliares, no se refiere a los grupos ocupacionales determinados en el Decreto

401
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Legislativo Nº 276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de Remuneraciones del Sector


Público, sino que hace referencia a las categorías remunerativas-escalas, previstas en el Decreto
Supremo Nº 051-91-PCM. Así, el decreto supremo referido determina los siguientes niveles remu-
nerativos:
- Escala 1: Funcionarios y directivos
- Escala 2: Magistrados del Poder Judicial
- Escala 3: Diplomáticos
- Escala 4: Docentes universitarios
- Escala 5: Profesorado
- Escala 6: Profesionales de la Salud
- Escala 7: Profesionales
- Escala 8: Técnicos
- Escala 9: Auxiliares
- Escala 10: Escalafonados, administrativos del Sector Salud
- Escala 11: Personal comprendido en el Decreto Supremo Nº 032.1-91-PCM
(Exp. Nº 2616-2004-AC, 12/09/05, P, FJ. 8, PV)

021 Funcionarios y trabajadores públicos. Presidente de la República y Fuerzas Armadas y


policiales al servicio de la Nación
[E]l artículo 39 de la Constitución dispone que el Presidente de la República tiene la más alta
jerarquía en el servicio de la Nación. Por su parte los artículos 137 y 118 inciso 14 de la misma
Norma Suprema establecen que el Presidente de la República es el Jefe Supremo de las Fuerzas
Armadas y de la Policía Nacional y que organiza, distribuye y dispone el empleo de las Fuerzas
Armadas y de la Policía Nacional. Entonces, si al Presidente de la República le corresponde la más
alta jerarquía en el servicio de la Nación, es claro que sus subordinados también sirven a la Nación
(Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P, FJ. 13)

022 Funcionarios y trabajadores públicos. Referencia a un orden jerárquico y no remune-


rativo de la disposición constitucional
[E]l artículo 39 de la Constitución hace referencia, fundamentalmente, a un orden jerárquico en el
que se encuentran los funcionarios y trabajadores que están al servicio de la Nación, y no a una
delegación al legislador para regular los límites a las remuneraciones de los funcionarios del Estado
o el número de remuneraciones o gratificaciones que estos deben recibir al año (Exp. Nº 0038-
2004-AI, 08/03/05, P, FJ. 3)

023 Funcionarios y trabajadores públicos. Servicio a la Nación


[L]a finalidad esencial del servicio a la Nación radica en prestar los servicios públicos a los destina-
tarios de tales deberes, es decir a los ciudadanos, con sujeción a la primacía de la Constitución, los
derechos fundamentales, el principio democrático, los valores derivados de la Constitución y al
poder democrático y civil en el ejercicio de la función pública (Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P,
FJ. 14)
[Los] altos funcionarios y autoridades del Estado [como el Presidente de la República, los Congresis-
tas, los Ministros de Estado, magistrados del Tribunal Constitucional y del Consejo Nacional de la
Magistratura, los Magistrados Supremos, el Fiscal de la Nación y el Defensor del Pueblo], así como
los funcionarios que desempeñan cargos políticos o de confianza y los servidores públicos sujetos a
la carrera administrativa, a que se refiere el artículo 40 de la Constitución, están al servicio de la
Nación (Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P, FJ. 12)

402
DERECHO LABORAL PÚBLICO .

024 Funcionarios y trabajadores públicos. Servidores estatales que ejercen función pública
[P]ara la Constitución la función pública que, por tal, se encuentra al servicio de la Nación, la
ejercen dos grandes grupos de servidores estatales, a saber: los servidores civiles y los servidores
que cumplen función militar y policial. En relación a estas últimas, conforme a las normas constitu-
cionales, (...) y al principio democrático, ejercen sus funciones bajo la supremacía del poder demo-
crático, civil y constitucional (Exp. Nº 0008-2005-PI, 12/08/05, P, FJ. 13)

RESPONSABILIDAD DE LOS FUNCIONARIOS Y SERVIDORES PÚBLICOS

025 Manejo de fondos públicos. Prevención constitucional de mal uso de recursos públicos
Las normas constitucionales [de los artículos 40 y 41] se justifican en la medida que la Constitución
pretende prevenir y sancionar el mal uso de los recursos públicos, por ser un hecho que socava la
confianza ciudadana en los servidores de la Nación (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 16)

026 Responsabilidad de los servidores públicos. Aplicación de la prescripción al ámbito


público
La prescripción es aquella institución jurídica que, mediante el transcurso del tiempo, extingue la
acción, dejando subsistente el derecho que le sirve de base, institución cuyo concepto es plenamen-
te aplicable tanto en derecho público como en derecho privado, en el sentido que, si la ley otorga un
plazo dentro del cual un particular o el Estado puede recurrir ante un órgano que tiene competencia
para resolver un determinado petitorio y este se vence, es imposible, por esa vía, obtener pronun-
ciamiento alguno (Exp. Nº 0008-1996-AI, 23/04/97, P, FJ. 32)

027 Responsabilidad de los servidores públicos. Casos graves de corrupción


[E]n el plano normativo-constitucional, tal como ocurre con el terrorismo, el tráfico ilícito de
drogas, el espionaje, la traición a la patria y el genocidio, el Constituyente ha advertido la dimen-
sión particularmente disvaliosa de los actos de corrupción, por la magnitud de daño que provocan
al cuadro material de valores reconocido por la Constitución (Exp. Nº 0019-2005-PI, 21/07/05, P,
FJ. 59)

028 Responsabilidad de los servidores públicos. Colaboración con gobiernos de facto


Es necesario establecer la responsabilidad solidaria de los funcionarios públicos con el Estado,
respecto de los actos administrativos que dispongan, celebren o ejecuten. La impunidad penal y
la irresponsabilidad civil han permitido que la República haya sido gobernada de manera inescru-
pulosa, especialmente en los periodos de facto (Exp. Nº 0015-2001-AI y acumulados, 29/01/04, P,
FJ. 68)

029 Responsabilidad de los servidores públicos. Funcionarios cesantes


[D]e conformidad con el artículo 174 del Reglamento de la Ley de Bases de la Carrera Administra-
tiva, aprobado por el Decreto Supremo Nº 005-90-PCM, el servidor cesante puede ser sometido a
proceso administrativo por las faltas de carácter disciplinario que hubiese cometido en el ejercicio
de sus funciones y, en consecuencia, se le puede imponer cualquiera de las sanciones previstas en
el artículo 26 del Decreto Legislativo Nº 276, y en el artículo 155 del Decreto Supremo Nº 005-90-
PCM (Exp. Nº 00929-2005-AA, 02/03/05, S1, FJ. 2)

030 Responsabilidad de los servidores públicos. Funcionarios de confianza


[L]os trabajadores de confianza tienen un mayor grado de responsabilidad en atención a las funcio-
nes que desempeñan, ya que se relacionan en forma inmediata y directa con la vida misma de las
empresas, sus intereses, la realización de sus fines y con su dirección, administración, entre otras
actividades (Exp. Nº 1651-2005-PA, 19/04/05, S1, FJ. 5)

403
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

031 Responsabilidad de los servidores públicos. Inhabilitación para la función pública


[S]er pasible de la sanción de inhabilitación (...) no implica, necesariamente, que el funcionario
acusado deba encontrarse en ejercicio de sus funciones, sino que los delitos de función y la infrac-
ción constitucional que son materia de acusación hayan tenido lugar con ocasión de haber ocupado
el cargo público (Exp. Nº 3760-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 10)

032 Responsabilidad de los servidores públicos. Necesidad del cumplimiento efectivo de


pena impuesta
El cumplimiento efectivo de la pena y, por ende, la consecución de la plena eficacia de los fines de la
pena privativa de libertad en un Estado social y democrático de derecho, en especial en aquellos
supuestos en los que es impuesta a los individuos que han incurrido en actos de corrupción, es un
valor de especial relevancia en el ordenamiento constitucional (Exp. Nº 0019-2005-AI, 21/07/05, P,
FJ. 60)

033 Responsabilidad de los servidores públicos. Obligaciones en el manejo de fondos pú-


blicos
[U]no de los elementos esenciales de nuestro modelo de Estado Social y Democrático de Derecho
[es] la obligación de todos los servidores de la Nación, independientemente de su jerarquía y la
función pública que cumplan en los ámbitos civil, militar y policial, de que ejerzan dicha función con
probidad, honestidad y austeridad en el manejo de los recursos públicos, necesarias para generar la
confianza ciudadana en los servidores de la Nación a través de la cual el modelo democrático esta-
blecido por la Constitución se legitima (Exp. Nº 0008-2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 16)

034 Responsabilidad de los servidores públicos. Prescripción del proceso administrativo


disciplinario
[N]o existe prescripción en cuanto a la fecha de instauración del proceso administrativo disciplina-
rio contra el demandante, porque, si bien el artículo 173 del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM
establece que el referido proceso debe iniciarse dentro de un plazo no mayor de un año, contado
desde el momento en que la autoridad competente tenga conocimiento de la comisión de la falta
disciplinaria, este debe contabilizarse desde que se haya determinado la falta cometida e identifica-
do al presunto responsable de la misma (Exp. Nº 04449-2004-AA, 31/03/05, S1, FJ. 4)

035 Responsabilidad de los servidores públicos. Prescripción de la ejecución de la sanción


penal
[La prescripción de] la ejecución de una sanción penal [se refiere a] si ha transcurrido un plazo
determinado, de lo cual se infiere que la prescripción del delito extingue la responsabilidad penal
[del servidor público] (Exp. Nº 1805-2005-HC, 29/04/05, S2, FJ. 12)

036 Responsabilidad de los servidores públicos. Prescripción de la pena


[L]a prescripción de la pena lo que extingue es la ejecución de la sanción que en su día fue decretada
[en contra del servidor público] (Exp. Nº 1805-2005-HC, 29/04/05, S2, FJ. 12)

037 Responsabilidad de los servidores públicos. Prescripción penal


[La prescripción] es una causa de extinción de la responsabilidad criminal [del servidor público]
fundada en la acción del tiempo sobre los acontecimientos humanos o la renuncia del Estado al ius
punendi, en razón de que el tiempo transcurrido borra los efectos de la infracción, existiendo ape-
nas memoria social de la misma (Exp. Nº 1805-2005-HC, 29/04/05, S2, FJ. 6)
[M]ediante la prescripción se limita la potestad punitiva del Estado, dado que se extingue la posibi-
lidad de investigar un hecho criminal [del servidor público] y, con él, la responsabilidad del supues-
to autor o autores del mismo (Exp. Nº 1805-2005-HC, 29/04/05, S2, FJ. 7)

404
DERECHO LABORAL PÚBLICO .

038 Responsabilidad de los servidores públicos. Procedimiento administrativo disciplinario


De acuerdo con el artículo 163 del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM, el servidor público que incu-
rra en falta de carácter disciplinaria, cuya gravedad pudiera ser causal de cese temporal o destitu-
ción, será sometido a proceso administrativo disciplinario que no excederá de treinta (30) días
hábiles improrrogables. El incumplimiento del plazo señalado configura falta de carácter disciplina-
rio, prevista en los incisos a) y d) del artículo 28 del Decreto Legislativo Nº 276, pero no invalida el
proceso administrativo (Exp. Nº 00929-2005-AA, 02/03/05, S1, FJ. 4)

039 Responsabilidad de los servidores públicos. Respeto al debido procedimiento admi-


nistrativo
[E]l irrestricto respeto del derecho al debido proceso tiene carácter vinculante para la Administra-
ción en la prosecución de procedimientos administrativos disciplinarios y, en consecuencia, tam-
bién de los derechos fundamentales procesales y de los principios constitucionales (v. gr. legalidad,
razonabilidad, proporcionalidad, interdicción de la arbitrariedad) que lo conforman (Exp. Nº 00929-
2005-AA, 02/03/05, S1, FJ. 3)

040 Responsabilidad de los servidores públicos. Sanción administrativa


[D]ebe tenerse presente que la aplicación de una sanción administrativa constituye la manifesta-
ción del ejercicio de la potestad sancionatoria de la Administración; no obstante, en el contexto de
un Estado de Derecho (artículo 3, Constitución Política), como toda potestad, su validez está condi-
cionada al respeto de la Constitución, de los principios constitucionales y, en particular, a la obser-
vancia de los derechos fundamentales (Exp. Nº 00929-2005-AA, 02/03/05, S1, FJ. 3)

041 Responsabilidad de los servidores públicos. Sanción penal y sus consecuencias


El artículo 29 de la Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de Remuneraciones del Sector
Público, Decreto Legislativo Nº 276, establece que la condena penal privativa de la libertad por
delito doloso cometido por un servidor público lleva consigo la destitución automática. Del mismo
modo, el artículo 161 del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM señala que la condena penal consentida
y ejecutoriada privativa de la libertad, por delito doloso, acarrea la destitución automática, y que,
en el caso de condena condicional, la Comisión de Procesos Administrativos Disciplinarios evaluará
si el servidor puede seguir prestando servicios, siempre y cuando el delito no esté relacionado con
las funciones asignadas ni afecte a la Administración Pública (Exp. Nº 01482-2005-AA, 21/04/05,
S1, FJ. 3)

042 Transparencia del servicio a la Nación. Obligación del Estado


[E]l principio constitucional de buena administración, implícitamente constitucionalizado en el
Capítulo IV del Título II de la Constitución (...) [pone] en evidencia no solo que los órganos, funcio-
narios y trabajadores públicos sirven y protegen al interés general, pues "están al servicio de la
Nación" (...), sino, además, que dicho servicio a la Nación ha de realizarse de modo transparente.
Transparencia que exige que el Estado prevea todos los medios organizacionales, procedimentales y
legales destinados a evitar que determinados funcionarios y trabajadores públicos, con poder de
decisión o influencia en la toma de decisiones trascendentales para la buena marcha de la adminis-
tración, puedan encontrarse restringidos en mayor medida que otros servidores públicos en el
ejercicio de determinados derechos fundamentales (Exp. Nº 2235-2004-AA, 18/02/05, P, FJ. 10)

043 Transparencia de los ingresos de los servidores públicos. Publicidad


Los artículos 40 y 41 de la Constitución establecen una serie de normas relativas a la publicidad de
los ingresos que perciben los servidores del Estado, sean civiles, militares o policías (Exp. Nº 0008-
2005-AI, 12/08/05, P, FJ. 15)

405
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO
MINERO

001 Concesión minera. Noción


[L]a concesión minera (...) supone un reconocimiento a la iniciativa privada de la explotación mine-
ra, que otorga beneficios económicos a la empresa concesionaria –bajo la forma de renta y utilida-
des– por las cargas que la concesión le impone. Ambos intereses son, en sí mismos, bienes jurídicos
protegidos constitucionalmente en el marco de la Economía Social de Mercado consagrada en el
artículo 58 de la Constitución, pero que en el caso no muestran una relación conflictiva, de acuerdo
a lo expresado en esta sentencia (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 105)

002 Concesión minera. Modificación de contrato


a) [L]a concesión minera no determina, prima facie, la estabilidad o inmutabilidad de lo pactado,
para lo cual existen los contratos ley.
b) [E]l Estado podrá intervenir razonablemente modificando sus cláusulas, no en cualquier cir-
cunstancia, sino cuando el interés público lo amerite.
c) [L]a protección, control y conservación de los recursos naturales son de interés general de la
nación, y el Estado debe preservar su aprovechamiento en su beneficio (Exp. Nº 0048-2004-AI,
01/04/05, P, FJ. 112)

003 Regalía minera. Constitucionalidad


[C]on el establecimiento de la regalía minera el Estado no ha incumplido el compromiso de respetar
los atributos que la Ley confiere a los inversionistas titulares de la concesión, pues la naturaleza de
estos actos –adscritos al derecho público– no otorgan al concesionario la inmutabilidad del régimen
jurídico, para cuyo caso operan los contratos ley; ni imposibilitan la intervención del Estado me-
diante el ejercicio de su ius imperium y cuando así lo justifique el interés público (Exp. Nº 0048-
2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 109)

004 Regalía minera. Diferencia con el derecho de concesión


La regalía minera (...) es una retribución económica contraprestativa o compensatoria por el usu-
fructo de lo que se extrae. En tanto que el derecho de vigencia es una retribución económica por el
mantenimiento de la concesión, y cuyo incumplimiento priva de efecto a la concesión misma, cons-
tituyéndose en causal de caducidad de la concesión. Esta diferencia, además, puede constatarse en
la forma de cálculo de cada una; así, el derecho de vigencia, de periodicidad anual, tomará en cuenta
el número de hectáreas otorgadas o solicitadas en concesión, y no la producción obtenida, como en
el caso de la regalía (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 55)
La diferencia [entre la regalía minera y el derecho de vigencia de la concesión] es contemplada por
la propia Ley Orgánica para el Aprovechamiento Sostenible de los Recursos Naturales; su artículo
29, al establecer las condiciones del aprovechamiento sostenible, estipula de manera independien-
te, por un lado, que se cumpla con la retribución económica correspondiente de acuerdo a las leyes
especiales (literal d); y, por otro, que se mantenga al día el derecho de vigencia (literal e). [E]l
artículo 20 de esta ley orgánica es el que establece las diferentes retribuciones económicas a que

350
DERECHO MINERO .

tiene derecho el Estado por la explotación de sus recursos naturales no renovables, diferenciando el
derecho de vigencia de otras contraprestaciones (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 56)

005 Regalía minera. Justificación


[L]a regalía minera se exige por el uso o aprovechamiento de un bien que, siendo propiedad de la
nación, es concedido al titular de la actividad minera para que pueda obtener el dominio sobre los
productos de este bien; por ello, mal podría alegarse una afectación a la propiedad cuando se exige
el pago por algo que no es de propiedad innata de los particulares, sino que es más bien concedido,
y cuando justamente dicho pago se sustenta en tal concesión (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P,
FJ. 87)

006 Recursos naturales. Definición de concesión


[E]l otorgamiento de una concesión (...) implica la cesión a particulares del bien natural extraído
para su provecho económico, pero bajo los parámetros del interés general de la Nación (Exp. Nº
0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 82)

007 Recursos naturales. Concesión como acto administrativo


La concesión (...) no es un contrato sino un acto administrativo, que determina una relación jurídica
pública a través de la cual el Estado otorga, por un tiempo, la explotación de los recursos naturales,
condicionada al respeto de los términos de la concesión y conservando la capacidad de intervención
si la justifica el interés público (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 108)
La concesión (...) debe entenderse como un acto jurídico de Derecho Público en virtud del cual la
Administración Pública, sustentándose en el principio de legalidad, establece el régimen jurídico de
derechos y obligaciones en la explotación de los recursos minerales no renovables (Exp. Nº 0048-
2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 108)

008 Recursos naturales. Concesión de recursos naturales no renovables


Los recursos naturales no renovables nunca pasan a ser propiedad absoluta de quien los recibe en
concesión. En el ejercicio del dominio que el Estado otorga a los particulares, se debe tomar en
cuenta que el artículo 23 de la Ley Nº 26821, establece como regla imperativa el aprovechamiento
sostenible de los recursos naturales, en las condiciones y con las limitaciones que establezca el
título respectivo.
El aprovechamiento sostenible de los recursos no renovables según nuestra legislación (...) consis-
te en su explotación eficiente, bajo el principio de sustitución de valores y beneficios reales,
evitando o mitigando el impacto sobre otros recursos del entorno y del ambiente (Exp. Nº 0048-
2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 83)

351
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO
MUNICIPAL Y REGIONAL

GOBIERNOS MUNICIPALES

001 Alcaldes y regidores elegidos en 1993. Eficacia temporal de la norma transitoria


[Las disposiciones transitorias,] por su propia naturaleza, habrán de cesar en su eficacia no bien los
supuestos que temporalmente ellas regulan se agoten, como sucede, en la actualidad, con la Sexta
Disposición, que limitó temporalmente el mandato de los alcaldes y regidores elegidos en el proceso
electoral de 1993 (Exp. Nº 00005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 21)

002 Atribuciones municipales: Establecer rutas de acceso para el uso obligatorio y exclusi-
vo por parte de los vehículos de carga
En cuanto al otro extremo que forma parte del contenido de la norma impugnada y que está relacio-
nado con la regulación del tránsito y del transporte público, también cabe señalar que la actuación
de la emplazada se encuentra plenamente justificada, toda vez que al establecer rutas de acceso
para el uso obligatorio y exclusivo por parte de los vehículos de carga, se busca contribuir al orden
público y la seguridad de los transeúntes y residentes de las otras zonas urbanas que forman parte
de la ciudad (Exp. Nº 00019-2006-PI/TC, 14/03/07, P, FJ. 43)

003 Atribuciones municipales: Ordenar la venta exclusiva de productos en algunos mer-


cados
El hecho que la Municipalidad Provincial (...), basándose en un criterio de comercio especializado,
ordene la distribución de determinados productos en algunos mercados para que se dediquen a su
venta exclusiva, no supone un ejercicio arbitrario de las atribuciones que la propia Constitución le
ha conferido ni mucho menos una colisión con los derechos fundamentales; por el contrario, tal
actuación se justifica en la finalidad constitucional de prestar servicios públicos de manera eficiente
(Exp. Nº 00019-2006-PI/TC, 14/03/07, P, FJ. 43)

004 Autonomía municipal. Ejercicio no puede ser deliberado


La ley fundamental, (...), otorga y garantiza a los gobiernos municipales una autonomía plena para
aquellas competencias que se encuentran directamente relacionadas con la satisfacción de los inte-
reses locales. Sin embargo, dicha autonomía no podrá ser ejercida deliberadamente respecto de
aquellas que los excedan, como los intereses supralocales, donde necesariamente tal autonomía
tendrá que ser graduada en intensidad, debido a que de esas competencias pueden también,
según las circunstancias, coparticipar otros órganos estatales (Exp. Nº 0008-2006-PI/TC, 25/07/07,
P, FJ. 3.2)
Si bien es claro que los gobiernos locales gozan de una autonomía reconocida por la propia Norma
Fundamental, su ejercicio no debe poner en cuestión la unidad del Estado. (...) [L]A autonomía de
los gobiernos locales no es ilimitada, sino que, por el contrario, debe ser ejercida respetando los
parámetros establecidos por otros niveles de gobierno, como el regional y el nacional (Exp. Nº
0008-2007-PI/TC, 06/09/07, P, FJ. 5)

408
DERECHO MUNICIPALYREGIONAL .

005 Autonomía municipal. Protege ámbito del ámbito de acción de los gobiernos locales
La “autonomía municipal” es uno de esos tópicos a través del cual se busca proteger el ámbito de
acción de los gobiernos locales en su interrelación con otros órganos del Estado (Exp. Nº 0008-
2006-PI/TC, 25/07/07, P, FJ. 3.2)

006 Bienes y rentas de las municipalidades. Reglas sobre la capacidad contributiva en


materia de arbitrios
[R]especto a la capacidad contributiva en materia de arbitrios (...) se han establecido las siguientes
reglas:
- La capacidad contributiva, con base en el principio de solidaridad, puede excepcionalmente ser
utilizada como criterio de distribución de costos, dependiendo de las circunstancias económicas
y sociales de cada municipio y si de esa manera se logra una mayor equidad en la distribución,
cuestión que debe sustentarse en la ordenanza que crea el arbitrio.
- Cuando se apele al principio de capacidad contributiva en materia de arbitrios, este no debe ser
el criterio determinante o de mayor prevalencia en la distribución de costos, sino el secundario
o subsidiario, debiendo, en consecuencia, ser utilizado en conjunto con otros criterios, en cuyo
caso, la prevalencia de unos sobre otros, dependerá razonablemente de la especial naturaleza
de cada servicio.
- La regla anterior rige para el uso del autoavalúo (índice expresivo de capacidad contributiva);
en consecuencia, se prohíbe el uso de valor de predio (autoavalúo) como criterio cuantificador
cuando se utilice como único criterio base o el de mayor prevalencia para la determinación de
arbitrios, pues es ahí donde el arbitrio se convierte en un impuesto encubierto. Por consiguien-
te, se admite su uso como criterio secundario o subsidiario, constatadas las circunstancias de la
primera regla.
- El uso conjunto del autoavalúo y la UIT como criterios únicos no se admite en ningún caso, pues
privilegian la distribución únicamente en base a la capacidad contributiva y no por la prestación
efectiva del servicio.
- Existe una cuota contributiva ideal por la real o potencial contraprestación del servicio prestado
que debe ser respetada, de modo que la apelación a la capacidad contributiva atendiendo al
principio de solidaridad, pueda admitirse como razonable cuando sirva para reducir la cuota
contributiva en situaciones excepcionales.
- De evidenciarse una potencial desproporción de la recaudación, como consecuencia de la reduc-
ción del arbitrio en situaciones excepcionales, el desbalance por tal diferencia deberá ser com-
pensado en mayor medida por los recursos del municipio, siempre que no afecte su equilibrio
presupuestal y así evitar su traslado total a otros contribuyentes.
Esta última regla se sustenta en que, al tratarse de servicios esenciales de carácter municipal que
atienden simultáneamente al interés particular y general, los gobiernos locales de ninguna manera
pueden eludir su obligatoria prestación, ahí donde resulta más evidente la necesidad de recibir, que
la capacidad de dar. En esa medida, por tratarse de servicios que benefician a toda la comunidad,
hacer recaer de manera indiscriminada la mayor carga tributaria –por el diferencial antes mencio-
nado– únicamente en el resto de vecinos contribuyentes, representaría una situación de manifiesta
inequidad, imputable a quienes ejercen la potestad tributaria municipal (Exp. Nº 00053-2004-AI,
16/05/05, P, FJ. VIII.B.4)

007 Bienes y rentas de los gobiernos locales. Regalía y canon


[L]a regalía es la contraprestación del titular de la concesión minera a los gobiernos regionales y
locales por la explotación de recursos naturales no renovables, justificada en la necesidad de la
Nación de recibir beneficios de sus propios recursos antes de que se agoten. En tanto que, el canon,
es la participación de la renta económica ya recaudada dispuesta por el Estado a favor de los gobier-
nos regionales y locales de las zonas de explotación de recursos (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05,
P, FJ. 53)

409
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

008 Competencia de los gobiernos locales. Administración de servicios públicos


[C]orresponde a [las municipalidades] adoptar la modalidad prevista en la Ley que resulte más
conveniente para administrar los servicios públicos. Cualquier modificación a las atribuciones que
tienen las municipalidades para la prestación de los servicios públicos y la administración de sus
bienes, consignadas en la citada Ley Orgánica, deberá efectuarse a través de una norma de la misma
jerarquía (Exp. Nº 02973-2002-AC, 30/01/03, S1, FJ. 5)

009 Competencia de los gobiernos locales. Autorización municipal para el desarrollo de


actividades empresariales
[E]n el ámbito de competencia municipal, para desarrollar alguna de las actividades o servicios
regulados por la administración municipal, y a fin de ejercitar válidamente el derecho a la libertad
de empresa –y consecuentemente, de ser el caso, poder alegar la vulneración a la libertad de traba-
jo, como derecho accesorio–, se debe contar previamente con la respectiva autorización municipal,
sea esta licencia, autorización, certificado o cualquier otro instrumento aparente que pruebe la
autorización municipal para la prestación de un servicio o el desarrollo de una actividad empresa-
rial, como pueden ser, a guisa de ejemplo: el otorgamiento de autorización de apertura de estable-
cimientos comerciales, industriales y de actividades profesionales; licencia o concesión de ruta para
el transporte de pasajeros; certificado de compatibilidad de uso; licencia de construcción, remode-
lación o demolición; declaratoria de fábrica; certificado de conformidad de obra; licencia de funcio-
namiento; certificado de habilitación técnica y/o licencia para la circulación de vehículos menores
(Exp. Nº 02802-2005-AA, 14/11/05, P, FJ. 8)

010 Competencia de los gobiernos locales. Competencia territorial


Según (...) [la competencia territorial], las municipalidades, sean provinciales, distritales o delega-
das, cuando ejercen sus atribuciones normativas, administrativas o económicas, solo deben referir-
se a las circunscripciones geográficas para las cuales han sido elegidas (esto se conoce como la
Jurisdicción) (Exp. Nº 03283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 11.a)

011 Competencia de los gobiernos locales. Competencia por grado


[La competencia por grado s]e refiere a que, sin perjuicio de su autonomía, entre las municipalida-
des provinciales, distritales y delegadas existen dos tipos de relaciones: de coordinación, para las
labores conjuntas, y de subordinación de las segundas para con las primeras, en el sentido que
deben someterse a la decisión final o a su autorización que según el caso emitan. Se establece, así,
un criterio de jerarquía (Exp. Nº 03283-2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 11.b)

012 Competencia de los gobiernos locales. Competencia por materia


Según la (...) [competencia por materia], los campos específicos en los cuales las municipalidades
pueden actuar, se encuentran enumerados en la Ley Orgánica de Municipalidades (Exp. Nº 03283-
2003-AA, 15/06/04, P, FJ. 11.c)

013 Competencia de los gobiernos locales. Cumplimiento en armonía con políticas y pla-
nes nacionales, regionales y locales de desarrollo
[L]os gobiernos locales deben tener en cuenta que sus actividades deben desarrollarse dentro del
marco legal que regula las actividades y funcionamiento del sector público nacional, y que, en ese
sentido, sus competencias y funciones específicas deben cumplirse en armonía con las políticas y
planes nacionales, regionales y locales de desarrollo (Exp. Nº 00015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ. 38)

014 Competencia de los gobiernos locales. Desarrollo y regulación de actividades


La libre voluntad de crear una empresa es un componente esencial del derecho a la libertad de
empresa, así como el acceso al mercado empresarial. Este derecho se entiende, en buena cuenta,
como la capacidad de toda persona de poder formar una empresa y que esta funcione sin ningún tipo
de traba administrativa, sin que ello suponga que no se pueda exigir al titular requisitos razonablemente

410
DERECHO MUNICIPALYREGIONAL .

necesarios, según la naturaleza de su actividad. En ese aspecto, por ejemplo, las municipalidades son
competentes, según lo señala la Constitución en su artículo 195, inciso 8), concordante con el inciso
4) del citado artículo, para “(d)esarrollar y regular actividades y/o servicios en materia de educa-
ción, salud, vivienda, saneamiento, medio ambiente, sustentabilidad de los recursos naturales,
transporte colectivo, circulación y tránsito, turismo, conservación de monumentos arqueológicos e
históricos, cultura, recreación y deporte, conforme a ley”; es decir, en el ámbito municipal, la liber-
tad de empresa deberá ejercerse sobre dicha base constitucional, de lo que se concluye que el
desenvolvimiento del derecho a la libertad de empresa estará condicionado a que el establecimiento
tenga una previa permisión municipal (Exp. Nº 02802-2005-AA, 14/11/05, P, FJ. 4)
En este marco [en que la creación de empresas no significa que al titular del derecho no se le pueda
exigir requisito alguno], es imprescindible reconocer que las municipalidades son competentes para
“regular actividades y/o servicios en materia de recreación”, y es sobre esta base en que es ejercida
la libertad de empresa. Solo podrá existir un verdadero derecho a la libertad de empresa si es que
para abrir del rubro de recreación, existe una previa intervención municipal, según la Constitución
le ha reconocido (Exp. Nº 03330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 16)

015 Competencia de los gobiernos locales. Determinación del costo de los arbitrios
[En l]os arbitrios, por su naturaleza, el hecho generador de la obligación tributaria es la prestación
efectiva o mantenimiento del servicio, cuyo cálculo debe hacerse en función de su costo, por lo que no
resulta congruente que se utilice como criterio de determinación del tributo el valor que tiene el
predio para el pago del Impuesto Predial, su ubicación o uso; ello, por la sencilla razón de que no es
posible advertir una relación entre el servicio público recibido y el valor, ubicación o uso del inmueble.
El valor de un predio no puede servir como parámetro para establecer el valor de un servicio
público. En materia tributaria, se utiliza más bien como base imponible para la determinación de
impuestos que gravan el patrimonio por ser un indicador de la capacidad contributiva de un contri-
buyente. Para el caso de una tasa por servicio público, como es el arbitrio, su base imponible debe
estar en relación con el costo que demanda el servicio y su mantenimiento y el beneficio individual,
sea real o potencial que recibe el usuario, y no con su capacidad contributiva, ya que esta responde
más a la naturaleza del impuesto (Exp. Nº 00918-2002-AA, 25/03/03, S1, FJs. 13 y 14)

016 Competencia de los gobiernos locales. Distribución del costo de los arbitrios
[L]os criterios de determinación de las tasas que deben pagar los contribuyentes, sobre la base de su
capacidad contributiva (metraje y uso del inmueble) desnaturalizan el tributo, ya que establecido de
esta manera resulta obvio que no permite una distribución equitativa del costo del servicio, sino, todo
lo contrario, se crea un tratamiento desigual entre los contribuyentes, tratamiento que solo podría
justificarse, si dicha capacidad contributiva estuviera directa o indirectamente relacionada con el
nivel de beneficio real o potencial recibido por el contribuyente (Exp. Nº 00918-2002-AA, 25/03/03,
S1, FJ. 9)

017 Competencia de los gobiernos locales. Exigencia de condiciones de salubridad


[T]odo establecimiento (...) debe tener higiene y salubridad como condición sine qua non para que
pueda funcionar. Una exigencia de este tipo, por más de no estar previamente establecida en el
momento de la solicitud de licencia definitiva, es necesaria para observar el control sanitario que
hoy en día debe ser requerido para todo local (Exp. Nº 03330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 46)

018 Competencia de los gobiernos locales. Facultad de clausura de locales


[D]ebe considerarse como válida la emisión de una orden de clausura cuando el peticionante que
solicita una licencia provisional no cumple los requisitos exigidos (...). De hecho, la sanción de clausu-
ra depende del otorgamiento o no de la licencia provisional (Exp. Nº 03330-2004-AA, 11/07/05, P,
FJ. 22)

411
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

019 Competencia de los gobiernos locales. Límites a la potestad tributaria


[L]a propia Constitución restringe la potestad tributaria de los gobiernos locales a cierto tipo de
tributos, tipología que, de alguna manera, es ampliada o complementada por el artículo 195 del
mismo cuerpo legal reformado, que establece dentro de las competencias atribuidas, la de “(…crear,
modificar y suprimir contribuciones, tasas, arbitrios, licencias y derechos municipales, conforme a
ley…)” (...). [S]e desprenden algunas limitaciones adicionales a la potestad tributaria de los gobier-
nos locales, como, por ejemplo, la limitación territorial derivada del principio del mismo nombre, en
virtud de la cual, las potestades tributarias de los gobiernos locales solo pueden ser ejercidas dentro
de su jurisdicción (Exp. Nº 00918-2002-AA, 25/03/03, S1, FJ. 4)

020 Competencia de los gobiernos locales. Municipalidades distritales y apertura de esta-


blecimientos comerciales
La regulación de las condiciones relativas a la “apertura de establecimientos comerciales” constitu-
ye materia propia de las Municipalidades Distritales. Ahora bien, bajo este concepto debe entender-
se las condiciones y requisitos que, en general, se deben satisfacer para la apertura de estableci-
mientos comerciales. Dentro de ellas, no sólo están los requisitos para la concesión de una licencia
para la apertura de un establecimiento comercial, sino también las normas que regulan algunos
aspectos que, según el caso, puedan estar relacionados con la “apertura de establecimientos comer-
ciales” (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 12)

021 Competencia de los gobiernos locales. Naturaleza de la licencia provisional de funcio-


namiento
[La licencia provisional de funcionamiento e]s automática pero siempre y cuando se cumplan cier-
tos requisitos previos. Es decir, lo único que estaría señalando el gobierno local es que el trámite
para el otorgamiento de una licencia se ha iniciado, y mientras tanto, se “autoriza” al peticionante
que se puedan realizar las actividades correspondientes al giro solicitado, mientras dure el trámite
correspondiente. Solo habrá una autorización provisional, mas no una licencia propiamente dicha
(Exp. Nº 03330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 74)

022 Competencia de los gobiernos locales: Naturaleza indisponible


[Las competencias constitucionalmente otorgadas a los gobiernos locales son] atribuciones de natu-
raleza indisponible e irrenunciable otorgadas por el propio constituyente a los gobiernos locales.
Por tanto, no cabe discusión por parte de autoridad o persona alguna que pretenda cuestionar
dichas competencias, a no ser que éstas sean ejercidas sin contemplar el marco normativo constitu-
cional, trasgrediendo las demás leyes y vulnerando la vigencia efectiva de los derechos fundamen-
tales (Exp. Nº 00019-2006-PI/TC, 14/03/07, P, FJ. 38)

023 Competencia de los gobiernos locales. Necesidad de solicitar licencia de funcionamiento


[A]unque es cierto que toda persona tiene derecho a trabajar libremente, con sujeción a ley, no lo es
menos que este derecho no es irrestricto y que debe estar sujeto al cumplimiento de las disposicio-
nes de cada municipio, como en el presente caso, en el que para el inicio de una actividad comercial
se deberá obtener previamente la licencia de funcionamiento respectiva; caso contrario, la Munici-
palidad tiene la facultad de clausurar el local y de sancionar (Exp. Nº 2633-2002-AA, 07/01/03, S2,
FJ. 4)
[S]e necesita para que funcione un local, una licencia que determine la conveniencia de los fines del
establecimiento con un correlato con los derechos de la comunidad, según análisis que realice cada
municipalidad (Exp. Nº 03330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 72)

024 Competencia de los Gobiernos locales. Orientados por los intereses y necesidades par-
ticulares de los vecinos
Los gobiernos locales ejercen descentralizadamente el poder del Estado en las distintas provincias
y distritos del país, orientados por los intereses y necesidades particulares de los vecinos. La ley

412
DERECHO MUNICIPALYREGIONAL .

fundamental, así como las normas de rango legal que desarrollan los preceptos constitucionales
aplicables a la materia, establecen expresamente cuáles son sus atribuciones y competencias, las
mismas que serán ejercidas dentro del ámbito territorial previamente delimitado por el Congreso de
la República (Exp. Nº 0008-2006-PI/TC, 25/07/07, P, FJ. 3.1)

025 Competencia de los gobiernos locales. Planificación de la zonificación


La Municipalidad está autorizada para aprobar la zonificación de los núcleos urbanos y dictar las
normas que regulen el tránsito y estacionamiento de los vehículos, de manera que no afecten la
dignidad de las personas y su derecho al bienestar que son el fin supremo de la sociedad y del
Estado, según lo indica el artículo 1 de la Constitución Política del Perú (Exp. Nº 00260-2001-AA,
20/08/02, P, FJ. 11)

026 Competencia de los gobiernos locales. Reserva de ley


[L]a propia Constitución, en su artículo 195, regula de manera genérica al conjunto de facultades
que deben ser ejercidas de manera excluyente y exclusiva por los gobiernos locales, lo que de por sí
es insuficiente para que los gobiernos locales funcionen de manera adecuada y cumplan con las
atribuciones que la Constitución les otorga; es por ello que se requiere de una norma “complemen-
taria” que desarrolle los preceptos constitucionales, más aún cuando la propia Constitución, en el
inciso 10 del mismo artículo, dispone que los gobiernos locales son competentes para ejercer las
demás atribuciones inherentes a su función, conforme a ley, lo que constituye una auténtica reserva
de ley, la misma que debe ser implementada por el legislador ordinario –como ya ocurrió–, a través
de una norma en los términos del artículo 106 de la Constitución, esto es, de una ley orgánica que
permita regular la estructura y funcionamiento de los gobiernos locales (…).
[S]i bien la Constitución no diferencia a las municipalidades provinciales de las distritales, al mo-
mento de regular las atribuciones otorgadas de manera expresamente por ella a los gobiernos loca-
les, en el inciso 10) del artículo 195 hace un reenvío para que el legislador supla aquello que no está
normado en la Carta Magna, lo que ,como volvemos a reiterar, ya ha sido hecho a través de la Ley
Orgánica de Municipalidades (Exp. Nº 00046-2004-AI, 15/02/05, P, FJs. 9 y 12)

027 Control y supervisión de los gobiernos regionales y locales. Consagración constitu-


cional
En la medida que la regionalización se inserta dentro del proceso de descentralización, y este se
realiza “por etapas, en forma progresiva y ordenada conforme a criterios que permitan una adecua-
da asignación de competencias y transferencia de recursos del gobierno nacional hacia los gobier-
nos regionales y locales”, los gobiernos regionales están sujetos a instancias de control y tutela por
parte de órganos nacionales competentes.
Tal principio [de control y tutela] se encuentra recogido en el artículo 199 de la Constitución (Exp.
Nº 0020-2005-AI y acumulado, 27/09/05, P, FJs. 53 y 54)

028 Control y supervisión de gobiernos regionales y locales. Irregularidades detectadas


por la Contraloría General de la República
[D]e un examen especial practicado por la Contraloría General en la Municipalidad demandada, (…)
se detectaron diversas irregularidades en la gestión municipal, determinándose responsabilidad
administrativa del (…) Director Municipal, por lo que se le instauró proceso administrativo y poste-
riormente se le sancionó con cese temporal (Exp. Nº 00166-1999-AA, 23/03/00, P, FJ. 2)

029 Control y supervisión de los gobiernos regionales y locales. Órganos que lo ejercen
[L]os gobiernos regionales (y, desde luego, también los locales) se encuentran sometidos a supervi-
sión directa y permanente por órganos del Gobierno Nacional. Principio que se explica por la fun-
ción de la Constitución de integrar, tanto a nivel social como jurídico. La integración exige que el
ordenamiento jurídico regional se articule armónicamente con el ordenamiento constitucional y
legal (Exp. Nº 0020-2005-AI y acumulado, 27/09/05, P, FJ. 55)

413
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

030 Control y supervisión de los gobiernos regionales y locales. Participación ciudadana


Tal principio de control [supervisión directa y permanente por órganos del Gobierno Nacional], sin
embargo, no debe entenderse solo en el sentido de que los únicos autorizados para realizar el
control sean los órganos estatales competentes. Conforme al principio democrático, que transver-
salmente informa al proceso de descentralización mediante la regionalización, el artículo 8º3 de la
LOGR [Ley Orgánica de Gobiernos Regionales], ha establecido que: “La administración pública
regional está orientada bajo un sistema moderno de gestión y sometida a una evaluación de desem-
peño. Los gobiernos locales incorporarán a sus programas de acción mecanismos concretos para la
rendición de cuentas a la ciudadanía sobre los avances, logros, dificultades y perspectivas de su
gestión” (Exp. Nº 0020-2005-AI y acumulado, 27/09/05, P, FJ. 56)

031 Decreto de alcaldía. Concretiza o específica los alcance de la ordenanza


La extensión del ámbito de aplicación territorial, personal o temporal, de una norma no es en
absoluto concretización o especificación de dicha norma, sino la introducción ex novo de una nueva
a un ámbito territorial, personal o temporal, en el que, hasta antes de ella, tal norma no existía.
En consecuencia, la facultad de que a través de Decreto de Alcaldía se extienda el ámbito de aplica-
ción de las regulaciones de la Ordenanza a otros lugares del distrito no constituye una concretiza-
ción o especificación de aquélla que pudiera ser comprendida como ejercicio de la potestad regla-
mentaria del Alcalde, sino la introducción ex novo de una norma, aún no existente, en otros lugares
del distrito, pero no a través de una Ordenanza, sino a través de Decreto de Alcaldía. La norma está
facultando para introducir, a través de decreto de alcaldía, nuevas normas en una materia –la aper-
tura de establecimientos comerciales- que es propia de una Ordenanza (Exp. Nº 007-2006-PI/TC,
22/06/07, P, FJ. 21 y 22)

032 Decreto de Alcaldía. Potestad reglamentaria del alcalde


[E]l dictado de normas complementarias a través de Decreto de Alcaldía [debe] (...) interpretarse
(...) como alusión a la potestad reglamentaria que el Alcalde puede ejercer a efectos de desarrollar
o concretizar la Ordenanza, para la expedición de lo que en doctrina se conoce como reglamento
ejecutivo (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 17)

033 Decreto de alcaldía. Reglamento ejecutivo


En el sistema de fuentes de lo que la LOM ha denominado ordenamiento jurídico municipal (art.
38º), los Decretos de Alcaldía constituyen manifestación de la potestad reglamentaria de la Alcal-
día, en tanto órgano ejecutivo del gobierno local (art. 5º LOM). En tal sentido, el Alcalde puede
ejercer tal potestad a efectos de desarrollar o concretizar una Ordenanza, para la expedición de lo
que en doctrina se conoce como reglamento ejecutivo (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 17)

034 Delegación de facultades normativas. Contraviene bloque de constitucionalidad


[Si] el objeto de la norma es facultar o delegar al Alcalde una potestad normativa propia del Consejo
Municipal. Se está aquí ante un supuesto de delegación de facultades normativas propias del Con-
sejo a favor del Alcalde [lo cual contraviene el bloque de constitucionalidad, concretamente la Ley
Orgánica de Municipalidades] (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 18)

035 Delegación de facultades legislativas: Otorgadas al alcalde


La delegación de facultades que la Ordenanza efectúa a favor del Alcalde para regular materias
propias de aquélla categoría, significa introducir una forma de creación de derecho municipal, esto
es una norma sobre la producción de normas no prevista en el citado artículo 40. No hay en el
sistema de fuentes del ordenamiento jurídico municipal una figura análoga a la delegación de facul-
tades, que sí existe en el ordenamiento jurídico nacional cuando el Congreso la puede efectuar a
favor del Poder Ejecutivo en virtud del artículo 104 de la Constitución. No se lee en ella que sea
objeto de la Ordenanza la delegación de facultades normativas a favor del Alcalde. Tampoco se ha
previsto como atribución del Consejo (art. 9º LOM), en cuanto titular de la potestad de expedir

414
DERECHO MUNICIPALYREGIONAL .

Ordenanzas (art. 39, LOM), la figura de una delegación de facultades, y tampoco está contemplado
que el Alcalde pueda ejercer potestad normativa a través de esa vía (art. 20º LOM) (Exp. Nº 007-
2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 20)

036 Eficacia temporal de la norma transitoria. Consejos transitorios de administración re-


gional
[Las disposiciones transitorias,] por su propia naturaleza, habrán de cesar en su eficacia no bien los
supuestos que temporalmente ellas regulan se agoten, como sucede (...) [con] la Decimotercera
Disposición, que facultaba al Poder Ejecutivo, entre tanto no se constituyeran las regiones, a deter-
minar la jurisdicción de los Consejos Transitorios de Administración Regional (Exp. Nº 00005-
2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 21)

037 Entidades Prestadoras de Servicios de Saneamientos Municipales: Justificación del


representante del gobierno regional en el directorio
La presencia, (...), del representante del gobierno regional en el Directorio de las Entidades Presta-
doras de Servicios de Saneamientos Municipales constituye también una forma de garantizar que
los gobiernos locales, en la prestación de los servicios públicos de su responsabilidad, la realicen en
coordinación con los gobiernos regionales. Más aún si a estos la Constitución también les reconoce
competencia para promover el desarrollo de la economía regional fomentando las inversiones, acti-
vidades y servicios públicos de su responsabilidad, en armonía con las políticas y planes nacionales
y locales de desarrollo, tal como dispone su artículo 192 (Exp. Nº 0008-2007-PI/TC, 06/09/07, P, FJ.
14 y 15)

038 Entidades Prestadoras de Servicios de Saneamientos Municipales: Justificación del


representante de la sociedad civil en el directorio
[S]i los gobiernos locales son entidades básicas de organización territorial del Estado y canales
inmediatos de participación vecinal en los asuntos públicos (artículo I del Título Preliminar de la
Ley Orgánica de Municipalidades, Ley N.º 27972), la presencia de representantes de la sociedad
civil en los directorios de las Entidades Prestadoras de Servicios de Saneamientos Municipales no
afecta su autonomía. (...) Por el contrario, en la medida que los gobiernos locales representan al
vecindario y promueven la adecuada prestación de los servicios públicos locales, la participación de
la sociedad en dichos directorios, a juicio del Tribunal Constitucional, es una forma también de
garantizar que los vecinos, en tanto destinatarios de los servicios públicos locales, velen por que
estos) (Exp. Nº 0008-2007-PI/TC, 06/09/07, P, FJ. 17 y 18)

039 Gobiernos municipales. Actuación conforme a principios constitucionales


[L]a actuación de una municipalidad requiere desenvolverse en el marco de los principios que ins-
piran el Estado constitucional de derecho y del proceso constitucional peruano, lo que supone el
afianzamiento de la Constitución, como norma suprema y en esa medida norma exigible, directa-
mente por los ciudadanos.
Dicha consolidación del papel de la Constitución supone, en primer término, la legitimación de su
carácter vinculante para los ciudadanos y los poderes públicos, y en segundo término, el pleno
reconocimiento de los derechos fundamentales (Exp. Nº 03330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ. 65)

040 Gobiernos municipales. Autonomía administrativa


[L]a autonomía administrativa que la Constitución confiere a los gobiernos locales constituye una
garantía institucional, esto es, un instituto constitucionalmente protegido, por virtud del cual se
dota a los gobiernos locales de la capacidad de autonormarse y fijar su estructura operacional con
miras a cumplir los objetivos constitucionales y legales que a ellas se haya previsto (Exp. Nº 01211-
1999-AA, 20/01/00, P, FJ. 3)

415
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

041 Gobiernos municipales. Autonomía institucional como garantía institucional y capa-


cidad de autodesenvolvimiento
La autonomía municipal constituye, en esencia, una garantía institucional, esto es, un instituto
constitucionalmente protegido que, por su propia naturaleza, impide que el legislador pueda desco-
nocerla, vaciarla de contenido o suprimirla; protege a la institución de los excesos que pudieran
cometerse en el ejercicio de la función legislativa, y persigue asegurar que, en su tratamiento
jurídico, sus rasgos básicos o su identidad no sean trastocados de forma que la conviertan en im-
practicable o irreconocible.
La autonomía municipal supone capacidad de autodesenvolvimiento en lo administrativo, político y
económico de las municipalidades, sean estas provinciales o distritales (Exp. Nº 00010-2001-AI,
26/08/03, P, FJ. 4)
Esta garantía [autonomía municipal] permite a los gobiernos locales desenvolverse con plena liber-
tad en dichos ámbitos; es decir, se garantiza que los gobiernos locales, en los asuntos que constitu-
cionalmente les atañen, puedan desarrollar las potestades necesarias que garanticen su autogobier-
no (Exp. Nº 00015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ. 6)

042 Gobiernos municipales. Como órganos productores de normas generales en el ámbi-


to de sus competencias
El artículo 194 de la Constitución dispone que las municipalidades provinciales y distritales son los
órganos de gobierno local y tienen autonomía política. A su turno, el inciso 4 del artículo 200 de la
Constitución confiere rango de ley a las ordenanzas municipales. Consecuentemente, la facultad
normativa de las municipalidades que se deriva de la autonomía política también las convierte en
órganos productores de normas generales en el ámbito de sus competencias (Exp. Nº 00047-2004-
AI, 24/04/06, P, FJ. 29)

043 Gobiernos municipales. Coordinación entre las municipalidades provinciales y distri-


tales
[C]uando se revisan las facultades otorgadas en cada caso tanto a las municipalidades provinciales
como a las distritales, aparece una estructura claramente ordenada y que permite distinguir las
competencias otorgadas en cada caso, siendo necesario que entre los gobiernos locales provincial y
distritales exista la debida coordinación en el desempeño de sus atribuciones y que, en su actua-
ción, cada uno de los gobiernos locales proceda en el ejercicio regular de sus atribuciones, respetan-
do las competencias otorgadas o reconocidas a los otros gobiernos locales (Exp. Nº 00046-2004-AI,
15/02/05, P, FJ. 20)

044 Gobiernos municipales. Derechos constitucionales como límite a la autonomía muni-


cipal
[A]unque la Constitución garantiza la autonomía municipal –en sus ámbitos político, económico y
administrativo, en los asuntos de su competencia–, un ejercicio enmarcado en tal premisa no puede
vulnerar ni amenazar, per se, derechos constitucionales, salvo que dicho ejercicio se efectúe al
margen del ordenamiento jurídico, y lesione derechos de los administrados o de otros entes estata-
les o privados (Exp. Nº 00015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ. 39)

045 Gobiernos municipales. Diferencia entre autonomía y autarquía


[A]unque la autonomía concedida a los gobiernos municipales les permite desenvolverse con plena
libertad en los aspectos administrativos, económicos y políticos (entre ellos, los legislativos), la
misma no supone autarquía funcional al extremo de que, de alguna de sus competencias, pueda
desprenderse desvinculación parcial o total del sistema político o del propio orden jurídico en el
que se encuentra inmerso cada gobierno municipal. En consecuencia, no porque un organismo
sea autónomo deja de pertenecer al Estado, pues sigue dentro de él y, como tal, no puede apartar-
se del esquema jurídico y político que le sirve de fundamento a este y, por supuesto, a aquel (Exp.
Nº 00007-2001-AI, 09/01/03, P, FJ. 6)

416
DERECHO MUNICIPALYREGIONAL .

[A]utonomía no debe confundirse con autarquía, pues desde el mismo momento en que aquella le
viene atribuida por el ordenamiento, su desarrollo debe realizarse con respeto a ese ordenamiento
jurídico (Exp. Nº 00015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ. 7)

046 Gobiernos municipales. Ejercicio de la autonomía en armonía con los diferentes nive-
les de gobierno
[L]os gobiernos locales deben tener en cuenta que sus actividades deben desarrollarse dentro del
marco legal que regula las actividades y funcionamiento del sector público nacional, y que, en ese
sentido, sus competencias y funciones específicas deben cumplirse en armonía con las políticas y
planes nacionales, regionales y locales de desarrollo (Exp. Nº 00015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ. 38)

047 Gobiernos municipales. Ejercicio de autonomía en compatibilidad con el principio de


unidad de la Constitución
Si bien la Constitución ha establecido que los gobiernos locales gozan de la garantía institucional de
la autonomía municipal en materia política, económica y administrativa, y, además, que son compe-
tentes para aprobar su organización interna y su presupuesto, ello no implica que tales organismos
gocen de una irrestricta discrecionalidad en el ejercicio de tales atribuciones, toda vez que, confor-
me al principio de unidad de la Constitución, esta debe ser interpretada como un todo, como una
unidad donde todas sus disposiciones deben ser entendidas armónicamente.
[D]ebe considerarse el artículo 43 [de la Constitución], que prescribe que el Estado es uno e indivi-
sible; el artículo 189, según el cual el territorio de la República está integrado por regiones, depar-
tamentos, provincias y distritos, en cuyas circunscripciones se constituye y organiza el gobierno a
nivel nacional, regional y local, en los términos que establecen la Constitución y la ley, preservando
la unidad e integridad del Estado y de la Nación; el primer párrafo del artículo 195, que preceptúa
que los gobiernos locales promueven el desarrollo y la economía local en armonía con las políticas
y planes de nacionales de desarrollo; el inciso 4) del artículo 102 de la Constitución, que establece
como atribución del Congreso de la República “aprobar el Presupuesto y la Cuenta General”; y el
artículo 77, en cuanto dispone que “la administración económica y financiera del Estado se rige por
el presupuesto que anualmente aprueba el Congreso. La estructura del presupuesto del sector
público contiene dos secciones: Gobierno Central e instancias descentralizadas. El Presupuesto
asigna equitativamente los recursos públicos, su programación y ejecución responden a los criterios
de eficiencia de necesidades sociales y básicas y de descentralización (...)” (...).
[La] autonomía y competencia [de las municipalidades] no son ilimitadas, pues si bien es cierto que
son competentes para aprobar su presupuesto, gestionando con autonomía los intereses propios de
las correspondientes colectividades, también lo es que tal ejercicio debe ser compatible con normas
constitucionales que declaran que la administración financiera del Estado se rige por el Presupuesto
General de la República que anualmente aprueba el Congreso, o aquella que establece que los
gobiernos locales promueven el desarrollo y su economía en armonía con las políticas nacionales de
desarrollo (Exp. Nº 00038-2004-AI, 08/03/05, P, FJs. 11, 12 y 14)

048 Gobiernos municipales. Intereses locales como parámetro de la autonomía municipal


[La] capacidad para regirse mediante normas y actos de gobiernos se extiende a todas aquellas
competencias que constitucionalmente le hayan sido atribuidas [a los gobiernos locales]. Sin em-
bargo, ello no quiere decir que el desarrollo y ejercicio de cada una de estas pueda realizarse,
siempre y en todos los casos, con idéntica intensidad de autonomía. Es constitucionalmente lícito
modularlas en función del tipo de interés que con su ejercicio se persigue. La Constitución garantiza
a los gobiernos locales una autonomía plena para aquellas competencias que se encuentran directa-
mente relacionadas con la satisfacción de los intereses locales. Pero no podrá ser de igual magnitud
respecto al ejercicio de aquellas atribuciones competenciales que los excedan, como los intereses
supralocales, donde esa autonomía tiene que necesariamente graduarse en intensidad, debido a que
en ocasiones de esas competencias también coparticipan otros órganos estatales (Exp. Nº 00007-
2002-AI, 27/08/03, P, FJ. 9)

417
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

049 Gobiernos municipales. Parámetro de actuación del legislador


[L]a garantía de la autonomía municipal no impide que el legislador nacional pueda regular su
régimen jurídico, siempre que, al hacerlo, se respete su contenido esencial. En este contexto, respe-
tar el contenido esencial de la institución constitucionalmente garantizada quiere decir no sujetar o
condicionar la capacidad de autodesenvolvimiento pleno de los gobiernos locales a relaciones que
se puedan presentar como injustificadas o irrazonables.
Por consiguiente, ha de tratarse de relaciones que sean, en lo fundamental, de coordinación y, solo
excepcionalmente, de subordinación, en aquellos casos en que la Constitución expresamente lo
permita, a fin de que la capacidad de autodesenvolvimiento no termine vaciada de contenido (Exp.
Nº 00010-2001-AI, 26/08/03, P, FJ. 4)
El que se trate de un instituto [autonomía] que la Constitución ha establecido a favor de las Muni-
cipalidades, no quiere decir que este no pueda sufrir algún tipo de regulación por parte del Legisla-
dor ordinario (v. gr. por medio de la Ley Orgánica de Municipalidades), pues lo que la Constitución
garantiza, en orden a lo expuesto por la entidad demandada, es que tal regulación legal de la que
puedan ser objeto los gobiernos locales en ámbitos administrativos, no suponga nunca que el insti-
tuto de la autonomía administrativa quede vaciada de contenido, ocasionando de ese modo la exis-
tencia de una situación jurídica que la Constitución no autoriza y, antes bien, proscribe (Exp. Nº
01211-1999-AA, 20/01/00, P, FJ. 3)
Al no tener la garantía institucional de la autonomía administrativa de las municipalidades el carác-
ter de absoluto, sino encontrarse sometido a limitaciones, en cuanto órganos del Estado de carácter
vecinal, el órgano legislativo se encuentra en la libertad de dar forma, acuñar, estructurar y concre-
tizar los términos en los que debe entenderse tal autonomía, sin que ello importe, naturalmente,
que el Estado les imponga instrucciones y les preste tutela, en la facultad de las municipalidades de
autodeterminación responsable, esto es, en la libertad de decisión para hacer frente a las tareas que
son de su competencia (Exp. Nº 00004-1996-I, 03/01/97, P, FJ. 3.3.d)

050 Ordenanza. Ámbito de regulación


Conforme a esta norma, el ámbito propio de regulación de una Ordenanza no se circunscribe a la
aprobación de la organización interna de las Municipalidades, y la regulación de los servicios públi-
cos, sino abarca también la regulación de las “materias en las que la municipalidad tiene competen-
cia normativa”. En consecuencia, el problema a abordarse es si la materia objeto de regulación de
las Ordenanzas corresponde o no a la competencia de la Municipalidad demandada (Exp. Nº 007-
2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 8)

051 Ordenanza. Autoaplicativa


[L]a ordenanza municipal cuya inaplicación se solicita tiene carácter autoaplicativo porque estable-
ce una prohibición de ejercer el comercio ambulatorio, prohibición que recae directamente sobre los
miembros de la asociación recurrente, debido a que ellos ejercen tal actividad (Exp. Nº 8726-2005-
PA/TC, 24/11/05, S2, FJ. 4)

052 Ordenanza. Examen de compatibilidad concierne al examen del contenido o eventual


vicio material
[La ordenanza municipal] como toda norma, (...) deberá ser plenamente compatible con el conjunto
de derechos fundamentales y principios de la Constitución; sin embargo, el examen de si tal compa-
tibilidad es satisfecha o no por una Ordenanza Municipal concierne al examen del contenido o
eventual vicio material, que debe ser claramente distinguido del vicio competencial (Exp. Nº 007-
2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 13)

053 Ordenanza. Extensión del ámbito de aplicación


[Extender el] ámbito de aplicación de la Ordenanza a otros lugares del distrito, (...) resulta inconstitu-
cional por contravenir las normas que componen el bloque de constitucionalidad y, concretamente, la
Ley Orgánica de Municipalidades (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 18)

418
DERECHO MUNICIPALYREGIONAL .

054 Ordenanza de restricción de funcionamiento de locales en determinada zona. Norma


general
El objeto de regulación de la Ordenanza [que establecen una restricción del horario de funciona-
miento de los locales ubicados en las calles San Ramón y Figari, conocida como Calle de las Pizza; y
demás zonas de influencia] no es un supuesto concreto, sino cualquier establecimiento que esté
ubicado en esa zona, se trata de cualquier local o cualquier establecimiento, actual o futuro, con lo
cual se satisface la exigencia de abstracción; pero, además, constituye una regulación cuyos desti-
natarios no están determinados en función de los caracteres o condiciones personales de sus titula-
res, sino al margen del titular o los titulares de dichos establecimientos, de modo que dentro de ella
quedan comprendidas todas las personas que desarrollan actividades comerciales en la zona o cual-
quiera que, en el futuro, pueda desarrollarla. Con esto, la Ordenanza satisface, además, la exigencia
de indeterminación (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 27)

055 Participación vecinal. Constitucionalidad de implementación de medidas de seguridad


[E]l establecimiento de mecanismos o medidas de seguridad vecinal no es per se inconstitucional, si
se parte de la necesidad que se tiene de compatibilizar o encontrar un marco de coexistencia entre
la libertad de tránsito como derecho con la seguridad ciudadana como bien jurídico. Lo inconstitu-
cional sería, en todo caso, que el mecanismo implementado o la forma de utilizarlo resulte irrazona-
ble, desproporcionado, o simplemente lesivo de cualquiera de los derechos constitucionales que
reconoce el ordenamiento (Exp. Nº 01090-2004-AA, 27/07/05, S1, FJ. 21)

056 Restricción de horario máximo de atención. Idoneidad de la medida


La medida restrictiva constituye un medio adecuado o apto para la prosecución del objetivo. La
restricción del horario de atención de los establecimientos introducida por la Ordenanza, justamen-
te en las horas de descanso o del dormir de las personas, impide que la elevada contaminación
acústica de la zona continúe durante las horas de descanso o del dormir de las personas, posibilitan-
do de ese modo un entorno acústicamente sano para el desarrollo normal de aquellas necesidades
(Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 37)

057 Restricción de horario máximo de atención. Intensidad de la intervención es leve


[L]a intensidad de la intervención en el libre desenvolvimiento de la personalidad de los concurren-
tes a los establecimientos de la zona restringida es leve. Se trata de una restricción temporalmente
parcial, limitada a determinadas horas, no de una restricción total. Esto significa que los concurren-
tes pueden divertirse y encontrar un espacio de esparcimiento en la Calle de las Pizzas durante
buena parte de la noche e, incluso, de la madrugada, pero no durante toda la noche, hay un margen
temporal suficientemente razonable para que las personas puedan recrearse en este espacio de
Miraflores. Por otra parte, se trata de una restricción espacialmente parcial, no total; es decir, los
concurrentes pueden optar por lugares alternativos a los de la zona bajo restricción, donde no exista
esta o, por último, en los domicilios de los mismos. Por tanto, la restricción del libre desenvolvi-
miento de la personalidad es de intensidad leve (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 53)

058 Restricción de horario máximo de atención. Justificación del objetivo


[E]l objetivo de la restricción es evitar la contaminación acústica de la zona aledaña a la de la
restricción. Tal objetivo tiene como fin o se justifica en el deber de protección del poder público, en
este caso de la Municipalidad, con respecto a los derechos al medio ambiente (entorno acústicamen-
te sano) y a la tranquilidad y el derecho a la salud de los vecinos que residen en las zonas aledañas
donde opera la restricción. En conclusión, siendo el fin de la restricción la protección de estos
derechos, hay un fin constitucional legítimo que ampara su adopción (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/
06/07, P, FJ. 36)

059 Restricción de horario máximo de atención. Necesidad de la medida


La restricción es un medio necesario dado que no hay medidas alternativas, igualmente eficaces,
que posibiliten un entorno acústicamente sano (objetivo) en las zonas aledañas a la de la restricción.

419
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Evidentemente, existen medios alternativos, pero que no son igualmente eficaces, como el permitir
prolongar el horario de apertura con el establecimiento de niveles de decibelios tope en los estable-
cimientos; sin embargo, resulta evidente que ello no eliminaría el sonido de la música en la zona y
la contaminación acústica resultante de los otros factores de contaminación que seguirían produ-
ciendo sus efectos lesivos, de modo que no se lograría el entorno acústicamente sano requerido para
la protección del derecho al medio ambiente y a la tranquilidad y del derecho a la salud. Por el
contrario, la restricción del horario de atención en los establecimientos en las horas determinadas
en la Ordenanza constituye un medio más eficaz para posibilitar un entorno acústicamente sano
que la mencionada alternativa hipotética. En consecuencia, si bien existe al menos una medida
alternativa a la restricción examinada, dicha medida no es igualmente eficaz y, por tanto, la restric-
ción examinada constituyó un medio necesario para la protección de los derechos al medio ambien-
te y a la tranquilidad y del derecho a la salud de los vecinos de las zonas aledañas a la de la
restricción (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 38)

060 Restricción de horario máximo de atención. No es medida idónea para garantizar la


vida y la seguridad de las personas
La restricción del horario de atención no constituye una medida idónea para la prosecución del
objetivo que se propone la Municipalidad. En efecto, la protección de la integridad, la vida y la
seguridad de los trabajadores de los establecimientos comerciales así como de los concurrentes a
ellos puede proveerse a través de la implementación de un adecuado servicio de la Policía Nacional
y del servicio de Serenazgo de la propia Municipalidad e, incluso, establecerse como deber de los
propios establecimientos comerciales, resultante de los servicios que brindan. En suma, la protec-
ción de aquellos derechos puede lograrse a través de un mayor y más adecuado servicio de seguri-
dad, mas no a través de la restricción de los horarios de atención nocturnos y de madrugada.
En consecuencia, la restricción de la Ordenanza es una medida inadecuada para la protección de los
derechos de las personas que trabajan en establecimientos y de las personas que concurren a los
mismos (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 32)

061 Restricción de horario máximo de atención. No vulnera derecho a la igualdad


La restricción del horario máximo de atención no es contraria al derecho a la igualdad puesto que
tiene un fundamento objetivo y razonable. De la lectura de la parte considerativa de la Ordenanza
N.º 212 se advierte que el objetivo de la restricción es que “se resguarde la tranquilidad y seguridad
de los vecinos miraflorinos”, ello en tanto los establecimientos “no reúnen las medidas de seguri-
dad necesarias” (décimo tercer considerando) y los propietarios de estos establecimientos venían
“incumpliendo las normas y medidas de seguridad establecidas por Defensa Civil” (noveno conside-
rando); que “no cumplen con las condiciones mínimas de seguridad, causando un peligro inminente
a la vida e integridad física de las personas que laboran y concurren a dichos locales” (décimo
considerando) (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 29)

062 Restricción de horario máximo de atención. Objetivo


El objetivo de la medida [de restricción de horario máximo de atención] es la protección de la
tranquilidad y el estado de salud de los vecinos residentes en las zonas aledañas a aquélla donde
opera la restricción analizada. (...), como es de público conocimiento, en la zona de restricción se
produce un ruido que razonablemente puede considerarse como perturbador del sueño de los veci-
nos de la zona y, por tanto, el permitir que tal ruido se produzca en los horarios que opera la
restricción y que corresponden justamente a los horarios de descanso o del dormir de las perso-
nas, perturbaría intensamente el desarrollo de estas necesidades humanas. (...) En suma, el obje-
tivo de la restricción es evitar la contaminación acústica de la zona aledaña a la de la restricción
(Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 34)

063 Restricción de horario máximo de atención. Ponderación de la medida


[L]a ponderación tiene lugar, entonces, ante el conflicto del derecho al medio ambiente, a la tran-
quilidad y a la salud (de los vecinos de la zona restringida), frente a la libertad de trabajo y el

420
DERECHO MUNICIPALYREGIONAL .

derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad (de los propietarios de los establecimientos y


de los concurrentes, respectivamente). (...)
Dado que la restricción examinada interviene también en el derecho al libre desenvolvimiento de la
personalidad, la formulación de la ponderación en el presente caso habría de integrar este derecho,
de modo que resultaría formulada en los siguientes términos:
“cuanto mayor es la intensidad de la intervención en la libertad de trabajo y en el libre desenvolvi-
miento de la personalidad, tanto mayor ha de ser el grado de realización u optimización de la
protección del derecho al medio ambiente, a la tranquilidad y a la salud (fin constitucional).”
La intensidad de la intervención en la libertad de trabajo es leve. La Ordenanza no establece una
limitación absoluta o total del ejercicio de la libertad de trabajo de los propietarios de estableci-
mientos comerciales en la zona bajo restricción; por el contrario, ella sólo establece una limitación
parcial, circunscrita a determinadas horas de la noche y la madrugada (Exp. Nº 007-2006-PI/TC,
22/06/07, P, FJ. 41, 43 y 44)

064 Restricción de horario máximo de atención. Protección del derecho del medio am-
biente y a la tranquilidad
El grado de realización de la protección del derecho al medio ambiente y a la tranquilidad es eleva-
do. El derecho al medio ambiente adecuado está garantizado por el artículo 2, inciso 22, de la
Constitución. Este derecho comprende, entre otros aspectos, la garantía de un entorno acústica-
mente sano. La mejor forma de alcanzar este objetivo es posibilitando un ambiente silente, lo que
es particularmente importante durante las horas nocturnas y de madrugada, objetivo que se
alcanza justamente a través de la restricción de los horarios examinada (Exp. Nº 007-2006-PI/TC,
22/06/07, P, FJ. 54)

065 Restricción de horario máximo de atención. Protección del derecho a la salud


El grado de realización de la protección del derecho a la salud es elevado. El descanso y el dormir
habitual de la persona durante la noche constituye un elemento indispensable para la recuperación
de energía, por ello, su disfrute posibilita un estado de salud pleno. Por el contrario, su perturbación
o interrupción como consecuencia de ruidos molestos, de un entorno acústicamente contaminado,
como el que ocasionaría el funcionamiento nocturno sin límites de horarios en los establecimientos
de la Calle de las Pizzas, ocasionaría una afectación grave del derecho a la salud. En tal sentido, la
medida restrictiva analizada constituye un medio a través del cual se alcanza una elevada realiza-
ción del derecho a la salud. La salud, por su importancia, no puede protegerse a través de medios
que den paliativos frente a los factores que la afectan o que la ponen en peligro, sino a través de
medios plenamente efectivos, de modo que se garantice con eficacia el derecho a la salud de las
personas (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 55)

066 Restricción de horario máximo de atención. Revocación de licencias afecta el debido


procedimiento
La Municipalidad demandada no puede revocar licencias sin que haya precedido un procedimiento,
en cada caso, esto es, con respecto a la situación individual de cada titular de los establecimientos
comerciales ubicados en la zona que se encuentra bajo el ámbito de aplicación de la Ordenanza
(Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 60)

067 Restricción de horario máximo de atención. Sanción no es desproporcional


La Ordenanza N.º 212 establece en su artículo segundo como sanción una multa equivalente a 1
UIT y como medida complementaria la clausura definitiva. Esta norma no resulta contraria al prin-
cipio de razonabilidad. La grave intensidad de la afectación que un entorno acústicamente sano
ocasiona en el derecho al medio ambiente, a la tranquilidad y, de modo importante, a la salud,
justifican que la Municipalidad pretenda introducir un efecto disuasorio de máxima magnitud de
posibles infracciones de los límites de horarios, a través de drásticas sanciones. Esta finalidad
preventiva general o intimidatoria de la sanción administrativa a través de una drástica sanción

421
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

resulta proporcional o acorde a la magnitud de la grave afectación que la contaminación sonora


nocturna puede ocasionar en los vecinos de la zona de la restricción. La elevada magnitud de la
sanción se corresponde, aquí, al elevado grado de afectación de derechos que la infracción puede
ocasionar (Exp. Nº 007-2006-PI/TC, 22/06/07, P, FJ. 57)

068 Seguridad ciudadana. Alcances


Aunque no existe una aproximación conceptual precisa, desde el punto de vista constitucional,
sobre este tema, sino, básicamente, un conjunto de características o elementos que permiten inte-
grar lo que sería su contenido, ésta puede definirse como un estado de protección que brinda el
Estado y en cuya consolidación colabora la sociedad, a fin de que determinados derechos pertene-
cientes a los ciudadanos puedan ser preservados frente a situaciones de peligro o amenaza, o repa-
rados en caso de vulneración o desconocimiento. Derechos como la vida, la integridad, la tranquili-
dad, la propiedad o la libertad personal suelen ser los principales referentes que integran el conte-
nido de la seguridad ciudadana en atención a lo que del Estado y la colectividad se espera, siendo
evidente que, por sus alcances, se trata fundamentalmente de un bien jurídico de relevancia antes
que de un atributo o libertad a título subjetivo (Exp. Nº 5994-2005-PHC/TC, 29/08/05, S2, FJ. 14)

069 Seguridad ciudadana. Bienes jurídicos e intereses individuales


[C]uando se trata de bienes jurídicos como los aquí descritos, no resulta extraño, sino perfectamen-
te legítimo el que, bajo determinadas circunstancias y como se anticipó anteriormente, los derechos
puedan verse restringidos en determinados ámbitos de su contenido, bajo el prurito de compatibi-
lizar los objetivos sociales propios de todo bien constitucional con los intereses individuales corres-
pondientes a todo atributo o libertad. Naturalmente no es que los derechos se encuentren por
debajo de los bienes jurídicos y ni si quiera a un mismo nivel o jerarquía, sino que, ante la existencia
de ambas categorías en el ordenamiento, se hace imperioso integrar roles en función a los grandes
valores y principios proclamados desde la Constitución (Exp. Nº 5994-2005-PHC/TC, 29/08/05, S2,
FJ. 16)

070 Seguridad ciudadana. Como bien jurídico protegido y no como derecho fundamental
La seguridad ciudadana no debe ser observada como un derecho fundamental sino como un bien
jurídico protegido, habida cuenta que hace referencia a un conjunto de acciones o medidas que
están destinadas a salvaguardar el desarrollo de la vida comunitaria dentro de un contexto de paz,
tranquilidad y orden, mediante la elaboración y ejecución de medidas vinculadas al denominado
poder de Policía. La seguridad ciudadana consolida una situación de convivencia con ‘normalidad’,
vale decir, preservando cualquier situación de peligro o amenaza para los derechos y bienes esen-
ciales para la vida comunitaria (Exp. Nº 02876-2005-HC, 22/06/05, S2, FJ. 18)

071 Seguridad ciudadana. Como bien jurídico relevante


De alguna forma la idea de los bienes jurídicos relevantes se encuentra, pues, asociada al interés
general, mientras que el concepto de derechos se asocia al interés subjetivo particular de quien
reclama por su defensa. Lo dicho cobra especial importancia si se parte del supuesto que la ciudada-
nía ve cotidianamente arriesgada su seguridad como resultado del entorno conflictivo y antisocial,
cuando no de la criminalidad mayoritariamente presente en las ciudades con abundante población
y tráfico económico y, frente a lo cual se hace necesaria una específica política de seguridad en favor
de la colectividad. En el Estado social de derecho, por otra parte, es incuestionable la existencia de
roles vitales en relación con la consecución de grandes objetivos. Vista la seguridad ciudadana como
uno de esos roles en los que todo Estado se compromete, no cabe discusión alguna respecto del
papel relevante que le toca cumplir y la especial posición que el ordenamiento constitucional le
suele otorgar (Exp. Nº 03482-2005-HC, 27/06/05, S1, FJ. 14)

072 Seguridad ciudadana. Doble implicancia


[L]a seguridad ciudadana tiene una doble implicancia; por un lado, plantea un ideal de orden,
tranquilidad y paz, que es deber del Estado garantizar; y, por el otro, permite el respeto de los

422
DERECHO MUNICIPALYREGIONAL .

derechos y cumplimiento de las obligaciones individuales y colectivas (Exp. Nº 02876-2005-HC,


22/06/05, S2, FJ. 18)

073 Seguridad ciudadana. Noción


Aunque no existe una aproximación conceptual precisa en cuanto a lo que para la Constitución
representa la seguridad ciudadana, sino, básicamente, un conjunto de características o elementos
que permiten integrar lo que sería su contenido, esta puede ser catalogada como un estado de
protección que brinda el Estado y en cuya consolidación colabora la sociedad, a fin de que determi-
nados derechos pertenecientes a los ciudadanos puedan ser preservados frente a situaciones de
peligro o amenaza o reparados en caso de vulneración o desconocimiento. Derechos como la vida, la
integridad, la tranquilidad, la propiedad o la libertad personal suelen ser los principales referentes
que integran el contenido de la seguridad ciudadana en atención a lo que del Estado y la colecti-
vidad se espera, siendo evidente que, por sus alcances, se trata fundamentalmente de un bien
jurídico de relevancia antes que de un atributo o libertad a título subjetivo (Exp. Nº 03482-2005-
HC, 27/06/05, S1, FJ. 13)

074 Suspensión de admisión de licencias. Afectación de derechos de los vecinos


[N]o puede pretenderse la paralización de [la admisión y atención de las solicitudes relativas al
otorgamiento de licencias de procedimientos administrativo conexos], afectando directa o indirec-
tamente los derechos de los vecinos del distrito de (...). En ese sentido, en tanto no se apruebe el
nuevo marco normativo al que hace alusión la municipalidad (...), dicha corporación deberá conti-
nuar tramitando las solicitudes que se le presenten, en aplicación del marco normativo vigente, sin
limitación alguna, salvo las de origen legal (Exp. Nº 00017-2006-PI/TC, 21/01/07, P, FJ. 14)

GOBIERNOS REGIONALES

075 Actos de los gobiernos regionales y municipales. Respeto al principio de lealtad cons-
titucional
Si bien los gobiernos regionales, locales, provinciales y distritales gozan de autonomía, no pueden
olvidar que forman parte de un Estado constitucional, de modo tal que en virtud del principio de
fuerza normativa de la Constitución se encuentran directamente vinculados a ella y, por ende, las
decisiones, el ejercicio de sus competencias y el desarrollo de sus relaciones necesariamente debe-
rán respetar las reglas inherentes al principio de lealtad constitucional (Exp. Nº 0008-2006-PI/TC,
25/07/07, P, FJ. 3.2)

076 Autoridades portuarias. Determinación del órgano competente para designación


En la medida en que el gobierno nacional, (...), ostenta competencia para crear y conformar autori-
dades portuarias Regionales, no puede perder de vista las necesidades concretas de los gobiernos
regionales en los que existe tráfico portuario dentro del ámbito territorial sobre el que tienen juris-
dicción.
En consecuencia, así como los gobiernos regionales tienen el deber de observar el principio de
cooperación y lealtad nacional, al gobierno nacional le corresponde también el deber de cooperación
para con los gobiernos regionales –lealtad regional–, más aún si uno de los deberes constitucionales
del Estado es el de promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo
integral y equilibrado de la nación (artículo 44 de la Constitución).

077 Autoridades portuarias regionales. Constitución contraviene los intereses nacionales


Al haberse constituido autoridades portuarias regionales en el ámbito de las circunscripciones te-
rritoriales de los gobiernos regionales demandados, se está expidiendo normas que se encuentran
en contradicción con los intereses nacionales, competencias exclusivas y compatibles que se deri-
van de la Constitución, vulnerándose de tal forma el artículo 190, en la parte en la que establece

423
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

que mediante ley se determinan las facultades y competencias adicionales de las regiones, así como
el artículo 192 que señala que el desenvolvimiento de los gobiernos regionales debe llevarse a cabo
en armonía con las políticas y planes nacionales de desarrollo (Exp. Nº 0024-2006-PI/TC, 13/07/07,
P, FJ. 20)

078 Bienes y rentas de los gobiernos regionales. Regalía y canon


[L]a regalía es la contraprestación del titular de la concesión minera a los gobiernos regionales y
locales por la explotación de recursos naturales no renovables, justificada en la necesidad de la
Nación de recibir beneficios de sus propios recursos antes de que se agoten. En tanto que, el canon,
es la participación de la renta económica ya recaudada dispuesta por el Estado a favor de los gobier-
nos regionales y locales de las zonas de explotación de recursos (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05,
P, FJ. 53)

079 Bienes y rentas de los gobiernos regionales. Tributos creados por ley a su favor
[E]s plenamente compatible (...) lo previsto por el inciso 3 del artículo 192 de la Constitución, en
concordancia con lo establecido en su inciso 3, artículo 193, los cuales establecen que los gobiernos
regionales pueden administrar tributos, siempre que hayan sido creados por ley a su favor. En
interpretación sistemática con el artículo 74 de la Constitución, debe entenderse que, tratándose de
aranceles o tasas, la creación de estos a favor de las regiones puede realizarse a través de decretos
supremos.
En buena cuenta, un gobierno regional solo puede administrar un tributo y, consecuentemente,
determinar su distribución, siempre que haya sido investido de tal facultad por el Congreso de la
República, vía ley, o por el Poder Ejecutivo, vía decreto legislativo o decreto supremo, en este último
caso, siempre que se trate de aranceles o tasas (Exp. Nº 00012-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 7)

080 Competencias de los gobiernos regionales. Competencias compartidas con los gobier-
nos locales
Frente a las competencias exclusivas de las regiones, se considera que son de índole compartido,
tanto con el gobierno nacional como con el local, las siguientes: “a) Educación. Gestión de los
servicios educativos de nivel inicial, primaria, secundaria y superior no universitaria, con criterios
de interculturalidad orientados a potenciar la formación para el desarrollo. b) Salud pública. c)
Promoción, gestión y regulación de actividades económicas y productivas en su ámbito y nivel,
correspondientes a los sectores agricultura, pesquería, industria, comercio, turismo, energía, hidro-
carburos, minas, transportes, comunicaciones y medio ambiente. d) Gestión sostenible de los recur-
sos naturales y mejoramiento de la calidad ambiental. e) Preservación y administración de las
reservas y áreas naturales protegidas regionales. f) Difusión de la cultura y potenciación de todas
las instituciones artísticas y culturales regionales. g) Competitividad regional y la promoción de
empleo productivo en todos los niveles, concertando los recursos públicos y privados. h) Participa-
ción ciudadana, alentando la concertación entre los intereses públicos y privados en todos los nive-
les. i) Otras que se le delegue o asigne conforme a Ley” (Exp. Nº 0002-2005-PI, 18/02/05, P, FJ. 67)

081 Competencia de los gobiernos regionales. Creación de autoridades portuarias regio-


nales
[A] criterio de este Colegiado la creación de autoridades portuarias regionales pertenece al ámbito
de competencias compartidas que se desarrolla en el inciso 2º del artículo 10º de la Ley Orgánica de
Gobiernos Regionales, según la cual: “Son competencias compartidas, de acuerdo al artículo 36º de
la Ley Orgánica de Bases de la Descentralización N.º 27783, las siguientes: (...) Promoción, gestión
y regulación de actividades económicas y productivas en su ámbito y nivel, correspondientes a los
sectores agricultura, pesquería, industria, comercio, turismo, energía, hidrocarburos, minas, trans-
portes, comunicaciones y medio ambiente” (Exp. Nº 0024-2006-PI/TC, 13/07/07, P, FJ. 21)

424
DERECHO MUNICIPALYREGIONAL .

082 Competencias de los gobiernos regionales. Dictar normas relativas a la gestión regional
El artículo 191 de la Constitución dispone que los gobiernos regionales tienen autonomía política.
El inciso 6 del artículo 192 de la Constitución establece que los gobiernos regionales son competen-
tes para dictar normas inherentes a la gestión regional. A su turno, el inciso 4 del artículo 200 de la
Norma Suprema confiere rango de ley a las normas regionales de carácter general.
Por tanto, sobre la base de su autonomía política, los gobiernos regionales se constituyen en los
órganos productores de normas regionales de carácter general con rango de ley, las cuales en nues-
tro sistema de fuentes se denominan ordenanzas regionales, conforme al artículo 37 de la Ley Nº
27867, Ley Orgánica de Regiones (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 28)
[L]as normas regionales (...) por solo citar algunas cuyas reglas de producción normativa, como es
evidente, no provienen solo de la Constitución, sino también de aquellas fuentes, como la ley, a las
que aquellas remite (Exp. Nº 00005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 10)

083 Competencias de los gobiernos regionales. Patrimonio cultural de la Nación


[L]a Constitución (artículo 192) no reconoce expresamente a los gobiernos regionales la competen-
cia para declarar un bien como Patrimonio Cultural de la Nación; lo que no obsta para que dichos
gobiernos puedan realizar propuestas a fin de que un determinado bien sea declarado Patrimonio
Cultural de la Nación.
[D]e una interpretación sistemática de las normas reguladoras del reparto de competencias en
materia de declaración del Patrimonio Cultural de la Nación se desprende que:
a) Los gobiernos regionales no tienen competencia para declarar que un bien pueda tener la con-
dición de patrimonio cultural de la Nación. Tal declaración, cualquiera sea el lugar en el que se
encuentre el bien, corresponde al Instituto Nacional de Cultura, la Biblioteca Nacional y el
Archivo General de la Nación, dentro de los ámbitos de competencia de estos tres órganos de
carácter nacional.
b) Los gobiernos regionales sí tienen competencia, en cambio, para promover la declaración de un
bien que se encuentre en su ámbito territorial como patrimonio cultural. También la tienen en
materia de “protección” y “conservación” sobre los bienes del patrimonio cultural de la Nación
que se encuentren dentro del ámbito territorial de la Región respectiva (Exp. Nº 0020-2005-PI
y acumulado, 27/09/05, P, FJs. 86 y 87)
[C]omo quiera que la Constitución ha conferido al legislador orgánico la facultad de establecer el
elenco de competencias de los gobiernos regionales, y que al desarrollarse estas, mediante la [Ley
Orgánica del Gobierno Regional], no se ha previsto que estos sean competentes para declarar a
determinados bienes como Patrimonio Cultural, sea Regional o de la Nación (Exp. Nº 0020-2005-PI
y acumulado, 27/09/05, P, FJ. 88)

084 Competencia de los gobiernos regionales. Plan Nacional de Desarrollo Portuario


[S]i bien los gobiernos regionales tienen competencia para promover y regular actividades en mate-
ria de agricultura, pesquería, industria, agroindustria, comercio, turismo, energía minería, vialidad,
comunicaciones, salud, medio ambiente y otras atribuciones inherentes a su función conforme a ley,
dichas atribuciones se deberán ejercer en concordancia con las políticas nacionales y locales de
desarrollo, tales como el Plan Nacional de Desarrollo Portuario (Exp. Nº 0024-2006-PI/TC, 13/07/07,
P, FJ. 17)

085 Competencias de los gobiernos regionales. Promoción y regulación y competencias


exclusivas
A partir de la reforma constitucional, se les han asignado genéricamente diversos temas, y se le
asigna a los gobiernos regionales la posibilidad de su promoción y regulación, aunque es reciente-
mente cuando se ha desarrollado con amplitud por medio de ley cada uno de ellos: “Promover y
regular actividades y/o servicios en materia de agricultura, pesquería, industria, agroindustria,

425
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

comercio, turismo, energía, minería, vialidad, comunicaciones, educación, salud y medio ambiente,
conforme a ley”.
En el ámbito legal, se ha terminado yendo más lejos, al separarse su tipo de competencias. Es así
como se han considerado como exclusivas las [señaladas en el artículo 35 de la Ley de Bases de la
Descentralización] (Exp. Nº 0002-2005-PI, 18/02/05, P, FJ. 67)

086 Competencias de los gobiernos regionales. Relación con gobiernos nacionales y loca-
les, sociedad civil y ejecución del plan de desarrollo regional
En el caso de los gobiernos regionales, estos estarán en constante relación con el nacional y los
locales. Así, estará en coordinación con las municipalidades; colaborará bilateralmente con los otros
gobiernos (en un triple sentido: intercambio informativo, creación de organismos mixtos y confe-
rencia permanente entre sí); tendrá el aval del gobierno nacional para los préstamos; y, sus políticas
tendrán que estar en armonía con las nacionales y las locales. Pero además de estas relaciones,
también estará muy cerca de la sociedad civil, y ello se dará a través de dos instancias: su participa-
ción para elaborar el Plan de Desarrollo Regional y su integración en el Consejo de Coordinación
Regional (Exp. Nº 0002-2005-PI, 18/02/05, P, FJ. 68)

087 Conformación de regiones. Alcances del referéndum


[C]uando se convoca a elecciones para la conformación de las nuevas regiones (macrorregiones), y,
de esta forma, coadyuvar al proceso descentralista en que está inmerso el país, el ciudadano lo hace
con la firme convicción de responder a un planteamiento respecto a una propuesta de unificación de
las actuales regiones.
Pero la proposición sometida a escrutinio popular es única, indisoluble, singular e indivisible. Tan
solo se podrá aceptar o rechazar la propuesta total presentada a los electores, pues solo así se estará
cumpliendo lo dispuesto por el artículo 176 de la Constitución.
A los ciudadanos se les presenta una oferta de unificación con determinadas características y que se
encuentra sustentada plenamente en un expediente técnico, tal como se ha podido observar; por lo
tanto, es inadmisible que se pueda llegar a aceptar que se cambie su voto por uno no realizado por
ellos (Exp. Nº 00028-2005-AI, 18/11/05, P, FJ. 6)

088 Conformación de regiones. Aplicación de principio de efecto útil en asignación de com-


petencia
El principio del efecto útil (...) pretende flexibilizar la rigidez del principio de taxatividad, de modo
que la predeterminación difusa en torno a los alcances de una competencia por la ley orgánica o la
Constitución, no termine por entorpecer un proceso que, en principio, se ha previsto como progre-
sivo y ordenado conforme a criterios que permitan una adecuada asignación de competencias (artí-
culo 188 de la Constitución) (Exp. Nº 00020-2005-AI y acumulado, 27/09/05, P, FJ. 76)

089 Conformación de regiones. Atribución de competencia para reglamentar competen-


cia regional
[C]ada vez que una norma (constitucional o legal) confiere una competencia a los gobiernos regio-
nales, debe entenderse como que esta contiene normas implícitas de subcompetencia para regla-
mentar la norma legal, sin las cuales el ejercicio de la competencia conferida a los gobiernos
regionales carecería de eficacia práctica o utilidad (Exp. Nº 00020-2005-AI y acumulado, 27/09/05,
P, FJ. 75)

090 Conformación de regiones. Como unidades geoeconómicas sostenibles e igualación


inicial con departamentos
Como parte del proceso descentralista, existirá una nueva configuración territorial del país. En este
marco, aparecen las regiones, las mismas que se presentan como unidades geoeconómicas sosteni-
bles, y cuya creación se ha realizado “sobre la base de áreas contiguas integradas histórica, cultural,

426
DERECHO MUNICIPALYREGIONAL .

administrativa y económicamente, conformando unidades geoeconómicas sostenibles” [artículo 190


de la Constitución].
De esta forma, estas nuevas formas de gobierno permiten el arbitrio del manejo y organización
interna de una circunscripción territorial, y en esta primera etapa estarán igualadas a lo que histó-
ricamente han sido los departamentos, división administrativa básica del Estado (Exp. Nº 00002-
2005-AI, 18/02/05, P, FJ. 38)

091 Conformación de regiones. Compatibilidad del principio de taxatividad con los pode-
res implícitos de los gobiernos regionales
[E]l principio de taxatividad de competencias no es incompatible con el reconocimiento de que los
gobiernos regionales también pueden realizar aquellas competencias reglamentarias no previstas
legal ni constitucionalmente, pero que sin embargo son consustanciales al ejercicio de las previstas
expresamente (poderes implícitos), o constituyan una directa manifestación y exteriorización de los
principios que rigen a los gobiernos regionales dentro de un Estado unitario y descentralizado (Exp.
Nº 00020-2005-AI y acumulado, 27/09/05, P, FJ. 76)

092 Conformación de regiones. Introducción de subsistemas normativos regionales


La creación de gobiernos regionales con competencias normativas comporta la introducción de
tantos subsistemas normativos como gobiernos regionales existan al interior del ordenamiento
jurídico peruano. Tal derecho regional, sin embargo, tiene un ámbito de vigencia y aplicación deli-
mitado territorialmente a la circunscripción de cada gobierno regional, además de encontrarse so-
metido a la Constitución y a las leyes de desarrollo constitucional, particularmente, a la LBD y a la
LOGR (Exp. Nº 00020-2005-AI y acumulado, 27/09/05, P, FJ. 58)

093 Conformación de regiones. Necesidad de cumplimiento de condiciones


[H]ay que tener en cuenta para la conformación de las regiones una serie de condiciones que deben
cumplirse necesariamente para una integración y la posibilidad de dichas regiones, máxime si debe-
rán compartir una serie de beneficios que serán utilizados al máximo, gracias a una serie de recur-
sos (Exp. Nº 00028-2005-AI, 18/11/05, P, FJ. 5)

094 Gobiernos Regionales . Autonomía administrativa, económica y política


De acuerdo con este principio, el Estado peruano es unitario y descentralizado (artículo 43.º de la
Constitución), lo cual quiere decir que es un Estado en el cual los Gobiernos Regionales y Locales no
sólo tienen autonomía administrativa, sino también económica y, lo que es más importante, auto-
nomía política. Esta última se traduce, de un lado, en la elección de sus órganos por sufragio directo
(artículo 191.º de la Constitución), y, de otro, en la capacidad de dictar normas con rango de ley
(artículo 192. 6 y 200. 4 de la Constitución) (Exp. Nº 0031-2005-PI/TC, 20/03/07, P, FJ. 11)

095 Gobiernos regionales. Autonomía económica


Según la Constitución, los gobiernos regionales tienen autonomía económica. De otro lado, se
señala que estos están compuestos por diversos órganos, como son el Consejo Regional, la Presi-
dencia y el Consejo de Coordinación Regional.
De la conjunción de tales normas se puede comprender que tal capacidad de manejo económico no
puede corresponder tan solo a uno de los órganos en detrimento de los otros (Exp. Nº 00002-2005-
AI, 18/02/05, P, FJ. 17)

096 Gobiernos regionales. Bloque de constitucionalidad de las ordenanzas regionales


En el bloque de constitucionalidad de las ordenanzas regionales cuentan tanto las leyes orgánicas
que desarrollan el régimen constitucional de los Gobiernos Regionales como también aquellas otras
leyes que tengan relación con esta materia (Exp. Nº 0031-2005-PI/TC, 20/03/07, P, FJ. 12)

427
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

097 Gobiernos regionales. Bloque de constitucionalidad de las ordenanzas regionales y


parámetro natural
Existe, por tanto, un parámetro “natural” de control de constitucionalidad de las ordenanzas regio-
nales, que se encuentra integrado por la Constitución, la LBD y la LOGR; pero también, tratándose
de la regulación de determinadas materias, el bloque de constitucionalidad puede estar conforma-
do, adicionalmente, por otras leyes nacionales. En estos casos, dichas normas forman parte de lo
que podría denominarse un parámetro “eventual” de constitucionalidad (Exp. Nº 0031-2005-PI/TC,
20/03/07, P, FJ. 12)

098 Gobiernos regionales. Vacancia de autoridades regionales


Si bien la descripción del procedimiento [artículo 30 de la Ley Nº 27876, Ley Orgánica de los
Gobiernos Regionales] es bastante escueta, el artículo en cuestión hace referencia a la existencia de
un procedimiento específico destinado a determinar si efectivamente la autoridad regional incurrió
en la causal que se le imputa.
Asimismo, la decisión sobre la vacancia o no de la autoridad [regional] al Consejo Regional, siendo
que su decisión podrá ser apelada al Jurado Nacional de Elecciones, quien resuelve en última y
definitiva instancia (Exp. Nº 05396-2005-AA, 06/09/05, S1, FJ. 7)

428
DERECHO PENAL .

DERECHO
PENAL

APLICACIÓN DE LA LEY PENAL

001 Aplicación de la norma más favorable. Aplicación en el Derecho Penal sustantivo


El artículo 139, inciso 11) de la Constitución, establece que en caso de duda o conflicto de leyes
penales, se debe aplicar la norma más favorable. Esta regla solo es aplicable en el derecho penal
sustantivo, debido a que es en este donde se presenta el conflicto de normas en el tiempo, es decir,
que a un mismo hecho punible le sean aplicables la norma vigente al momento de la comisión del
delito y la de ulterior entrada en vigencia. En ese caso, será de aplicación la retroactividad benigna
y la aplicación de norma más favorable, conforme lo establece el artículo 103, segundo párrafo, y
139.11 de la Constitución, respectivamente (Exp. Nº 1300-HC/TC, 27/08/03, P, FJ. 10)

002 Aplicación de la norma más favorable. Interpretación conforme a los fines del sistema
penal
[N]inguna medida legislativa podría, en un afán por favorecer “a toda costa” la libertad personal,
anular el factor preventivo como finalidad de la pena a imponerse. En tales circunstancias, lejos
de ponderar debidamente los distintos bienes protegidos por el orden constitucional, se estaría
quebrando el equilibrio social que toda comunidad reclama como proyección de la Constitución
material.
(...) En consecuencia, toda ley dictada como parte de la política criminal del Estado será inconstitu-
cional si establece medidas que resulten contrarias a los derechos fundamentales de las personas,
procesadas o condenadas. Pero también lo será si no preserva los fines que cumple la pena dentro de
un Estado social y democrático de derecho (Exp. Nº 00019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 42)

003 Aplicación de la norma más favorable. Régimen de aplicación de normas en el tiempo


[T]ratándose de normas de derecho penal material, rige para ellas el principio tempus delicti comis-
si, que establece que la ley aplicable es aquella vigente al momento de cometerse el delito (...).
En el caso de las normas procesales penales rige el principio tempus regit actum, cuyo enunciado es
que la ley procesal aplicable en el tiempo es la que se encuentra vigente al momento de resolverse
el acto. Esto supone la aplicación inmediata de la ley procesal, mas no que a través de ella se
regulen actos procesales ya cumplidos con la legislación anterior.
(...) [E]l problema de la ley aplicable en el tiempo en normas como [aquella que regula beneficios
penitenciarios] ha de resolverse bajo los alcances del principio tempus regis actum, pero morigera-
do por la garantía normativa que proscribe el sometimiento a un procedimiento distinto de los
previamente establecidos en la ley (...)que vela porque la norma con la que se inició un determinado
procedimiento no sea alterada o modificada con posterioridad por otra, de manera que cualquier
modificación realizada con posterioridad al inicio de un procedimiento, como la de solicitar un
beneficio penitenciario, no debe aplicarse (Exp. Nº 2196-2002-HC, 10/12/03, P, FJs. 7, 8 y 9)

429
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

004 Conflicto de normas en el tiempo. Retroactividad benigna en favor del reo


El artículo 6 del Código Penal prescribe que se aplicará la norma vigente al momento de la comisión
del delito y, en caso de conflicto de normas penales en el tiempo, se aplicará la más favorable (Exp.
Nº 1300-2002-HC, 27/08/03, P, FJ. 8)
[La regla de la retroactividad benigna] solo es aplicable en el derecho penal sustantivo, debido a que
es en este donde se presenta el conflicto de normas en el tiempo, es decir, que a un mismo hecho
punible le sean aplicables la norma vigente al momento de la comisión del delito y la de ulterior
entrada en vigencia (Exp. Nº 1300-2002-HC, 27/08/03, P, FJ. 10)
[S]in embargo, esta cláusula constitucional se encuentra matizada por el principio de favorabilidad,
que establece una importante excepción en el caso de que la nueva ley sea más favorable al reo. Ello
precisamente porque la prohibición de retroactividad es una prohibición garantista, y establece una
preferencia a las leyes que despenalizan una conducta o que reducen la penalidad (Exp. Nº 2196-
2002-HC, 10/12/03, P, FJ. 6)

005 Principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal. Cláusulas de interpretación


analógica
La analogía como integración normativa está proscrita en el Derecho Penal por mandato constitu-
cional (artículo 139, inciso 9, Constitución). En cambio, sí se reconoce la legitimidad del razona-
miento analógico en la interpretación. Las cláusulas de interpretación analógica no vulneran el
principio de lex certa cuando el legislador establece supuestos ejemplificativos que puedan servir
de parámetros a los que el intérprete debe referir otros supuestos análogos, pero no expresos (Exp.
Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 71)

006 Principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de normas que restrinjan
derechos. Alcances de disposición constitucional
[Es en un] sentido general con el que debe entenderse el artículo 139, inciso 9) de la Constitución,
según el cual constituye uno de los principios que informan el ejercicio de la función jurisdiccional,
pero también un derecho subjetivo constitucional de los justiciables, “El principio de inaplicabilidad
por analogía de la ley penal y de las normas que restrinjan derechos” (Exp. Nº 2235-2004-AA/TC,
18/02/05, P, FJ. 8)

007 Retroactividad benigna. Interpretación no solo desde la perspectiva exclusiva del


penado
[E]l principio de aplicación retroactiva de la ley penal más favorable no puede ser interpretado
desde la perspectiva exclusiva de los intereses del penado. Si tal fuera el caso, toda ley más favora-
ble, incluso aquellas inconstitucionales, inexorablemente deberían desplegar sus efectos retroacti-
vos concediendo la libertad al delincuente.
La interpretación de aquello que resulte más favorable al penado debe ser interpretado a partir de
una comprensión institucional integral, es decir, a partir de una aproximación conjunta de todos los
valores constitucionalmente protegidos que resulten relevantes en el asunto que es materia de
evaluación.
De ahí que, como quedó dicho, por ejemplo, las leyes inconstitucionales que conceden algún bene-
ficio para el reo no podrán desplegar tales efectos porque, siendo el control difuso un poder-deber
de toda la judicatura (artículo 138 de la Constitución), el juez a quien se solicite su aplicación
retroactiva deberá inaplicarla por resultar incompatible con la Constitución.
La retroactividad benigna sustentada en una ley inconstitucional carece de efectos jurídicos (Exp.
Nº 00019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 52)

430
DERECHO PENAL .

APOLOGÍA DEL TERRORISMO

008 Apología del terrorismo. Dañosidad


[M]ediante la apología del delito de terrorismo, el delincuente no afecta directamente diversos
bienes jurídicos tutelados por la ley penal, sino se "(...) incita a la comisión de un nuevo delito
terrorista, ya sea a través del elogio o de cualquier otra forma directa o indirecta (...) ".
"(...) su dañosidad social radica en que acentúa las consecuencias del terrorismo, contribuyendo a
legitimar la acción delictiva y, sobre todo, la estrategia de los propios grupos armados. Ese propósi-
to de legitimación constituye un objetivo fundamental del terrorismo (...)" (Exp. N° 003-2005-PI/
TC, 09/08/06, P, FJ. 245)

009 Evaluación del quántum de la pena según el principio de proporcionalidad. Subprin-


cipio de idoneidad
Según el subprincipio de idoneidad, el Tribunal debe evaluar si el quántum de la pena previsto en el
artículo primero del Decreto Legislativo 924 [apología del terrorismo] es idóneo para combatir o
prevenir las conductas prohibidas por la ley penal. El Tribunal observa que entre la medida adopta-
da por el legislador penal y el fin constitucionalmente legítimo, existe una relación fáctica. La
amenaza de privación de la libertad física, prevista como pena en la disposición impugnada, en
efecto, contribuye a que se disuada a cometer actos que afecten o pongan en peligro los bienes
jurídicos constitucionales y de relevancia constitucional que se han tutelado en la ley penal, a
través del delito de apología del terrorismo.
Del mismo modo, conforme a los fines que cumple la pena en un Estado Constitucional de Derecho,
la prevista en la disposición impugnada sanciona la afectación de bienes jurídicos tutelados en la ley
penal. Por tanto, el Tribunal considera que el medio empleado por el legislador penal contribuye con
la protección de los bienes constitucionalmente protegidos que se buscan garantizar con el delito de
apología del terrorismo (Exp. N° 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJs. 240 y 241)

010 Evaluación del quántum de la pena según el principio de proporcionalidad. Subprin-


cipio de necesidad
En virtud del subprincipio de necesidad, el Tribunal solo podrá considerar la inconstitucionalidad
del quántum de la pena cuando este resulte manifiestamente excesivo, luego de analizar las sancio-
nes que el mismo legislador hubiese considerado como necesarias para alcanzar fines de protección
análogos a los previstos por la disposición impugnada. Al respecto, el Tribunal observa que la pena
prevista para el delito de apología de cualquier delito o de la persona que haya sido condenada como
su autor o partícipe, es no menor de un año ni mayor de cuatro años.
Del mismo, el Tribunal toma nota de que si la apología es de delitos contra la seguridad y tranqui-
lidad pública, contra el Estado y la defensa nacional, o contra los poderes del Estado y el orden
constitucional [es decir, para delitos que no constituyan el delito de terrorismo], el legislador ha
previsto que esta sea reprimida con una pena no menor de cuatro ni mayor de seis años. Entre
tanto, si la apología se realiza del delito de terrorismo o de la persona que haya sido condenada como
su autor o partícipe, la pena prevista por el legislador penal será no menor de seis ni mayor de doce
años, además del máximo de la pena de multa previsto por el artículo 42 del Código Penal y la
inhabilitación conforme a los incisos 2, 4 y 8 del artículo 36 del Código Penal. Apreciadas las sancio-
nes que en los dos primeros párrafos del artículo 316 del Código Penal el legislador penal ha determi-
nado para otras variantes del delito de apología, el Tribunal considera que la pena contemplada por el
artículo primero del Decreto Legislativo 924 no es excesiva ni patentemente innecesaria, por lo que
juzga satisfecho el juicio de necesidad (Exp. N° 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJs. 242 y 243)

011 Evaluación del quántum de la pena según el principio de proporcionalidad. Subprin-


cipio de proporcionalidad en sentido estricto
[E]n cuanto al subprincipio de proporcionalidad en sentido estricto, este Tribunal solo podrá declarar

431
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

la inconstitucionalidad del quántum de la pena en el supuesto que el grado de realización de los


bienes jurídicos protegidos por la ley penal resulte notoriamente de menor importancia que el
derecho que se verá afectado por la pena que se imponga. En el plano abstracto en el que (...) se
analiza la validez constitucional del quántum de la pena, se evaluará la gravedad del delito que se
sanciona a partir de los bienes jurídicos tutelados por la ley penal, y la intensidad de la privación de
la libertad que la ley penal contempla como pena. De esta forma, cuanto más grave sea un delito, el
legislador estará tanto más autorizado para privar intensamente la libertad física de su autor.
En el caso del delito de apología del terrorismo, la importancia de los bienes jurídicos que con su
criminalización se busca proteger puede ser calificado como de intensidad media (...)
No se trata de la legitimación de cualquier delito o delincuente. Se trata, ni más ni menos, que la
exaltación o alabanza de conductas destinadas a afectar, entre otros, derechos fundamentales tales
como la dignidad, la vida y la integridad física y psíquica de las personas, además, de la subsistencia
del orden democrático y constitucional, escenario dentro del cual es posible el ejercicio pleno de los
derechos esenciales del hombre. Por otro lado, el quantum de la pena previsto en el artículo primero
del Decreto Legislativo 924 puede ser considerado también como de intensidad media. En efecto, si
bien la pena contemplada en la disposición (...) es la máxima entre las previstas para el delito de
apología en los primeros 2 párrafos del artículo 316° del Código Penal, también lo es que ella ha sido
contemplada en atención a la importancia de los bienes que se persigue garantizar mediante el
delito de apología del terrorismo.
A diferencia de otros delitos, también vinculados con el terrorismo, para los cuales se ha contem-
plado penas cuya duración máxima excede las 2 décadas, en el caso del delito de apología del
terrorismo el lapso de privación de la libertad se extiende, como máximo, a los 12 años. En conse-
cuencia, siendo el grado de realización del fin constitucional de intensidad media, y el grado de
afectación de la libertad física equivalente a aquella, es decir, también de intensidad media, el
Tribunal considera que la intervención en la libertad física de las personas con el quantum de pena
previsto en el artículo primero del Decreto Legislativo 924 para el delito de apología del terrorismo,
no viola el principio de prohibición de exceso o, dicho de otra forma, no es desproporcionado (Exp.
N° 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJs. 244, 245, 246 y 247)

CADENA PERPETUA

012 Cadena perpetua. Cadena perpetua sin posibilidad de revisión


[L]a cadena perpetua sin posibilidades de revisión no es conforme con el derecho-principio de dig-
nidad de la persona humana ni tampoco con los fines constitucionales de las penas. De ahí que la
ejecución de política de persecución criminal del Estado se debe realizar, necesariamente, respetan-
do los principios y valores constitucionales así como los derechos fundamentales de las personas.
Precisamente, la superioridad moral y ética de la democracia constitucional radica en que esta es
respetuosa de la vida y de los demás derechos fundamentales, y en que en su seno las ideas no se
imponen con la violencia, la destrucción o el asesinato. El Estado de Derecho no se puede rebajar al
mismo nivel de quienes lo detestan y, con sus actos malsanos, pretenden subvertirlo (Exp. Nº 003-
2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 17).

013 Cadena perpetua. Decreto Legislativo 921 es acorde con la Constitución


[E]l régimen jurídico de la cadena perpetua establecido en el Decreto Legislativo 921 ha salvado las
objeciones de inconstitucionalidad y, por ello, cumple lo dispuesto en la STC 0010-2002-AI/TC. Y
constata que el legislador ha introducido diversos mecanismos para hacer que una pena, prima
facie, sin límites temporales, como la cadena perpetua, sea susceptible de devenir en temporalmen-
te limitada a través del referido procedimiento de revisión (Exp. N° 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P,
FJ. 21)

432
DERECHO PENAL .

014 Cadena perpetua. Fundamento de la vigencia de la cadena perpetua


[E]l Tribunal Constitucional no declaró la inconstitucionalidad de la pena de cadena perpetua [en la
sentencia Nº 0010-2002-AI], bajo el criterio de que todas las objeciones que suscitaba su estableci-
miento en el sistema penal podían subsanarse si se introducía una serie de medidas que revirtieran
su carácter intemporal (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 18).

015 Cadena perpetua. Incompatible con la dignidad humana


[L]a cadena perpetua es incompatible con el principio-derecho de dignidad humana, puesto que
detrás de los fines constitucionales de la pena –reeducación, rehabilitación y reincorporación– tam-
bién se encuentra necesariamente una concreción del derecho-principio de dignidad de la persona
(artículo 1 de la Constitución) y, por tanto, este constituye un límite para el legislador penal. Preci-
samente, dicho derecho-principio, en su dimensión negativa, impide que los seres humanos sean
tratados como cosas o instrumentos, sea cual fuere el fin que se persiga alcanzar con la imposición
de determinadas medidas, pues cada persona, incluso la que delinque, debe ser considerada como
un fin en sí mismo, por cuanto el hombre es una entidad espiritual moral dotada de autonomía (Exp.
N° 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 15)

CLASES DE PENAS

016 Clases de penas. En el ordenamiento jurídico penal nacional


En nuestro ordenamiento jurídico, las penas pueden ser de distintas clases: privativas de la libertad
(entre ellas la de cadena perpetua), restrictivas de la libertad (expatriación y expulsión), limitativas
de derechos (prestación de servicios a la comunidad, limitación de días libres e inhabilitación) y la
pena de multa (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 13)

DELITO DE FUNCIÓN

017 Delito de función. Bien jurídico


[El delito de función], sea por acción u omisión, debe afectar necesariamente un bien jurídico “pri-
vativo” de la institución a la que pertenece el imputado; es decir, que la naturaleza del delito de
función no depende de las circunstancias de hecho, sino del carácter de interés institucionalmente
vital, que se ve afectado mediante un acto perpetrado por un efectivo militar o policial en actividad
(...).
[El bien privativo] tiene la singularidad de ser sustancialmente significativo para la existencia,
operatividad y cumplimiento de los fines institucionales. La tutela anteriormente señalada
debe encontrarse expresamente declarada en la ley (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJs.
133 y 134)
[El delito de función] se trata de afectaciones sobre bienes jurídicos de las Fuerzas Armadas o de la
Policía Nacional tutelados por el ordenamiento legal, y que se relacionan con el cumplimiento de los
fines constitucionales y legales que se les encargan. Se trata de una infracción a un bien jurídico
propio, particular y relevante para la existencia, organización, operatividad y cumplimiento de los
fines de las instituciones castrenses.
Para ello es preciso que la conducta considerada como antijurídica se encuentre prevista en el
Código de Justicia Militar. Ahora bien, no es la mera formalidad de su recepción en dicho texto lo
que hace que la conducta antijurídica constituya verdaderamente un delito de función (...).
Con la infracción del deber militar, (...) [se lesiona] un bien jurídico militar que comprometa las
funciones constitucionales y legalmente asignadas a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional
(...).

433
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

La infracción [debe revestir] cierta gravedad y justifi[car] el empleo de una conminación y una
sanción penal (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJs. 134.A.ii y 134.A.iii)

018 Delito de función. Configuración


[C]ometido el ilícito penal que afecta un bien jurídico protegido por las instituciones castrenses o
policiales, este [debe haberlo] sido en acto del servicio; es decir, con ocasión de él (Exp. Nº 00017-
2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 134.C)

019 Delito de función. Infracción de deber


Para que efectivamente pueda considerarse un ilícito como de “función” o “militar”, es preciso que:
(…) Un militar o policía haya infringido un deber que le corresponda en cuanto tal; es decir, que se
trate de la infracción de una obligación funcional, por la cual el efectivo estaba constreñido a man-
tener, o a realizar, o no realizar, un comportamiento a favor de la satisfacción de un interés conside-
rado institucionalmente como valioso por la ley; además, la forma y modo de su comisión debe ser
incompatible con los principios y valores consagrados en el texto fundamental de la República
(deber militar).
Por ende, no se configura como infracción al deber militar o policial la negativa al cumplimiento de
órdenes destinadas a afectar el orden constitucional o los derechos fundamentales de la persona
(Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 134.A.i)

020 Delito de función. Noción


El delito de función se define como “aquella acción tipificada expresamente en la Ley de la materia,
y que es realizada por un militar o policía en acto de servicio o con ocasión de él, y respecto de sus
funciones profesionales” (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 132)
[El delito de función] se presenta cuando la conducta del militar o del policía en actividad pone en
riesgo o atenta contra la actuación de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú en el
cumplimiento de sus funciones constitucionales (Exp. Nº 03194-2004-HC, 28/12/04, S1, FJ. 24)

021 Delito de función. Sujeto activo


[E]l sujeto activo del ilícito penal-militar debe ser un militar o efectivo policial en situación de
actividad, o el ilícito debe ser cometido por ese efectivo cuando se encontraba en situación de
actividad. Evidentemente, están excluidos del ámbito de la jurisdicción militar aquellos que se
encuentran en situación de retiro, si es que el propósito es someterlos a un proceso penal-militar
por hechos acaecidos con posterioridad a tal hecho (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 134.B)
[S]i la existencia del Fuero Militar se justifica por la necesidad de salvaguardar los fines y objetivos
constitucionalmente asignados a las Fuerzas Armadas, es evidente que la competencia para juzgar
a un militar en situación de retiro puede extenderse para todos aquellos casos en los que tal juzga-
miento se realiza a propósito de actos o conductas efectuados cuando se estaba en situación de
actividad (Exp. Nº 01932-2003-HC, 04/03/04, P, FJ. 2)

DETERMINACIÓN DE LA PENA

022 Determinación de la pena. Aplicación del subprincipio de idoneidad en la determina-


ción del quántum de la pena
[E]ntre la medida adoptada por el legislador penal y el fin constitucionalmente legítimo, existe una
relación fáctica. La amenaza de privación de la libertad física (…) contribuye a que se disuada a
cometer actos que afecten o pongan en peligro los bienes jurídicos constitucionales y de relevancia
constitucional que se han tutelado en la ley penal (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 240).

434
DERECHO PENAL .

023 Determinación de la pena. Aplicación del subprincipio de necesidad en la determina-


ción del quántum de la pena
En virtud del subprincipio de necesidad, (…) solo [se] podrá considerar la inconstitucionalidad del
quántum de la pena cuando este resulte manifiestamente excesivo, luego de analizar las sancio-
nes que el mismo legislador hubiese considerado como necesarias para alcanzar fines de protec-
ción análogos a los previstos por la disposición impugnada (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P,
FJ. 242)

024 Determinación de la pena. Aplicación del subprincipio de proporcionalidad en senti-


do estricto en la determinación del quántum de la pena
[E]n cuanto al subprincipio de proporcionalidad en sentido estricto, (…) solo [se] podrá declarar la
inconstitucionalidad del quántum de la pena en el supuesto que el grado de realización de los bienes
jurídicos protegidos por la ley penal resulte notoriamente de menor importancia que el derecho que
se verá afectado por la pena que se imponga. En el plano abstracto en el que en este proceso se
analiza la validez constitucional del quántum de la pena, se evaluará la gravedad del delito que se
sanciona a partir de los bienes jurídicos tutelados por la ley penal, y la intensidad de la privación de
la libertad que la ley penal contempla como pena. De esta forma, cuanto más grave sea un delito, el
legislador estará tanto más autorizado para privar intensamente la libertad física de su autor (Exp.
Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 244).

025 Determinación de la pena. Determinación del quántum de la pena


[L]a determinación del quántum de la pena por la comisión de un delito que afecta o pone en peligro
bienes jurídicos constitucionales o de relevancia constitucional, es un asunto que ordinariamente
corresponde adoptar al legislador penal. Su establecimiento forma parte del amplio margen de
discrecionalidad que debe reconocerse al titular de la política criminal del Estado, en virtud del
principio de separación y distribución de funciones en el Estado Constitucional de Derecho. En
ejercicio de dicha discrecionalidad, corresponde al legislador penal determinar la graduación de las
penas aplicables, su magnitud o, lo que es lo mismo, el quántum correspondiente a los delitos y la
intensidad del daño social generado por la infracción a un bien jurídico digno de tutela por la ley
penal (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 219).

026 Determinación de la pena. Proporcionalidad en la aplicación de penas


[E]l contexto relevante (…) es el de determinación de la pena, es decir, el momento en que el
legislador genera una norma que establece un tipo penal y le impone un cierto tipo de sanción. En
este escenario, el principio de proporcionalidad de las penas es una limitación dirigida al ejercicio
de las facultades legislativas en materia penal, revelada como el equilibrio cuantitativo y cualitati-
vo que debe existir entre un delito cometido y la pena aplicable prevista por ley (Exp. Nº 003-2005-
PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 61).

LEGÍTIMA DEFENSA

027 Derecho a la legítima defensa. Distinción respecto al derecho a la defensa


[El] derecho a la legítima defensa, (...) es distinto del correspondiente [derecho] a la defensa, pues
en el primer caso, en términos latos, estamos frente a la respuesta o actuación que puede realizar
cualquier ciudadano en caso de ser agredido de manera sorpresiva o irregular y que además va a
influir en el análisis que vaya a realizar el juez penal; mientras que en el segundo caso, estamos
frente al derecho fundamental que tiene todo ciudadano en los procesos en que sea parte o en los
que se vea incurso (Exp. Nº 3802-2004-AA, 25/01/05, S2, FJ. 3)

435
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

PENA DE MUERTE

028 Pena de muerte. Contradicción con el derecho a la vida


La Constitución del Estado está plagada de disposiciones entre las que existe una “aparente” con-
tradicción. Así, por ejemplo, mientras en el inciso 1) del artículo 2 se reconoce que toda persona
tiene derecho a la vida, en el artículo 140 se regula la pena de muerte.
[R]esulta evidente que luego de la lectura aislada (...) de estas disposiciones, se llegará a resultados
inconsecuentes con el postulado unitario o sistemático de la Constitución. De ahí que nunca ha sido
ni será válido interpretar las disposiciones constitucionales de manera aislada. Es indiscutible que
esta es una lectura más sencilla; sí, tan sencilla como ilegítima (Exp. Nº 05854-2005-PA, 08/11/05,
P, FJs. 15 y 16)

029 Pena de muerte. Noción de guerra


“[G]uerra” se define como un conflicto armado entre dos o más naciones; es decir, es una lucha
armada entre Estados (Exp. Nº 1011-2002-HC, 20/06/02, P, FJ. 2)

030 Pena de muerte. Pena de muerte como límite a los fines de la pena
La única excepción a tal límite constitucional [fines de la pena] es la que se deriva del artículo 140
de la propia Constitución, según la cual el legislador, frente a determinados delitos, puede prever la
posibilidad de aplicar la pena de muerte (Exp. Nº 00010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 181)

031 Pena de muerte. Tratados suscritos por el Estado


[C]omo se deduce de la misma Norma Fundamental, tal regulación [de la pena de muerte] ha de
encontrarse condicionada a su conformidad con los tratados en los que el Estado peruano sea parte
y sobre, cuyos concretos alcances de aplicación, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
tenido oportunidad de pronunciarse, en la Opinión Consultiva Nº 14/94, del 9 de diciembre de 1994
(Exp. Nº 00010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 181)

PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD

032 Proscripción de prisión por deudas. Concesión de beneficio penitenciario


[L]a resolución cuestionada, al declarar improcedente el beneficio penitenciario concedido en primera
instancia y, en consecuencia, exigir que la beneficiaria dé cumplimiento al [pago de la reparación civil
o multa como] requisito sine cua non (sic) establecido por ley para su concesión, no implica lesión a
derecho constitucional alguno ni, mucho menos, evidencia la transgresión (sic) de la prohibición
constitucional de instaurar prisión por deudas (Exp. Nº 7361-2005-HC, 17/10/05,P, FJ. 13)

033 Proscripción de prisión por deudas. Contenido


[C]uando el artículo 2.24, literal c, de la Constitución prohíbe la prisión por deudas, con ello se
garantiza que las personas no sufran restricción de su libertad locomotora por el incumplimiento de
obligaciones, cuyo origen se encuentra en relaciones de orden civil (Exp. Nº 2982-2003-HC, 05/07/04,
S1, F.J. 2)

034 Proscripción de prisión por deudas. Excepción por incumplimiento de deberes alimen-
tarios
La única excepción a dicha regla [prescripción de prisión por deudas] se da, como la propia disposi-
ción constitucional lo señala, en el caso del incumplimiento de deberes alimentarios, toda vez que,
en tales casos, están de por medio los derechos a la vida, la salud y a la integridad del alimentista,
en cuyo caso el juez competente puede ordenar la restricción de la libertad individual del obligado
(Exp. Nº 2982-2003-HC, 05/07/04, S1, FJ. 2)

436
DERECHO PENAL .

035 Proscripción de prisión por deudas. Excepción por incumplimiento de sentencia con-
denatoria
Tal precepto [de la proscripción de prisión por deudas] –y la garantía que ella contiene– no se
extiende al caso del incumplimiento de pagos que se establezcan en una sentencia condenatoria. En
tal supuesto, no es que se privilegie el enriquecimiento del erario nacional o el carácter disuasorio
de la pena en desmedro de la libertad individual del condenado, sino, fundamentalmente, la propia
eficacia del poder punitivo del Estado y los principios que detrás de ella subyacen, como son el
control y la regulación de las conductas de acuerdo con ciertos valores y bienes jurídicos que se
consideran dignos de ser tutelados (Exp. Nº 2982-2003-HC, 05/07/04, S1, FJ. 2)
[N]o puede sostenerse, por un lado, que dicha regla [de reparar el daño ocasionado por el delito
como parte de la sentencia condenatoria] sea de naturaleza civil, pues opera como una condición
cuyo cumplimiento determina la inejecución de una sanción penal y, por otro, que su incumplimien-
to impida que el juez penal pueda ordenar que se haga efectiva la pena de privación de la libertad
del sentenciado, establecida condicionalmente (Exp. Nº 2982-2003-HC, 05/07/04, S1, FJ. 5)
[L]a obligación de pago que pesa sobre el empleador asume el carácter de una obligación de natura-
leza civil y, por tanto, su incumplimiento no puede concluir con la privación de la libertad locomo-
tora del sentenciado. Sin embargo, cuando los términos de la controversia se trasladan del proce-
so laboral al ámbito penal y, en esa sede, se condena a pagar los beneficios laborales y, no obstan-
te ello, no se cumple, entonces, ya no puede sostenerse, por un lado, que dicho pago de los
beneficios sociales sea de naturaleza civil, pues tiene la condición de una sanción penal y, por
otro, que su incumplimiento impida que el juez penal pueda ordenar que se haga efectiva la pena
de privación de la libertad del sentenciado, establecida condicionalmente (Exp. Nº 1428-2002-
HC, 08/07/02, P, FJ. 4)

PRINCIPIO DE CULPABILIDAD

036 Principio de culpabilidad. Alcances del principio de culpabilidad


[A]lgunos de los alcances (…) [del] principio [de culpabilidad son que] el mandato de determinación
legal del delito, por el cual este debe ser claramente determinado por ley, de modo expreso e inequí-
voco (lex certa), evitando la promulgación de leyes que contemplen tipos penales con característi-
cas poco definidas o abiertas, pudiendo existir un margen limitado de indeterminación como conse-
cuencia de la propia naturaleza del lenguaje (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 57).

037 Principio de culpabilidad. Constitucionalización del principio de culpabilidad


[E]l principio de culpabilidad guarda estrecha relación con los principios de legalidad penal y de
proporcionalidad de las penas, derivándose aquel de estos. En tal sentido, la constitucionalización de
los últimos permite afirmar que el principio de culpabilidad se encuentra constitucionalizado y es un
principio rector de nuestro ordenamiento jurídico (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 63).

038 Principio de culpabilidad. Dimensión clásica del principio de culpabilidad


El principio de culpabilidad clásico previsto para delitos comunes exige que el grado de reprobación
de una persona por un acto ilícito sea configurado desde la valoración de tal acto y no otro. En virtud
de este principio, el límite para saber qué conductas deben evaluarse y cuáles no, lo establece el
propio tipo penal que subsuma la conducta. Esto acarrea la proscripción de evaluar circunstancias
ajenas a la conducta descrita en el tipo penal, como podrían ser otros delitos anteriormente perpe-
trados (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 64).

039 Principio de culpabilidad. Principio de culpabilidad como contenido del principio de


legalidad
El principio [de culpabilidad] no está expresamente recogido en el texto de la Constitución. Sin
embargo, su existencia se desprende de otros principios sí consagrados. El primero de ellos es el

437
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

principio de legalidad en materia penal, el cual es recogido en el literal “d” del numeral 24 del
artículo 2 de la Constitución (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 56).
[S]olamente puede ser sancionado aquel comportamiento calificado como reprobable al sujeto que
lo realiza. En este aspecto se aprecia la convergencia entre el principio de legalidad penal y el
principio de culpabilidad (…) y que consiste en la calificación de reprobable que debe recaer sobre
cierta conducta humana y su consecuente tipificación, para poder ser objeto de punición estatal. Por
ello, al consagrarse expresamente el principio de legalidad, de modo implícito queda a su vez con-
sagrado el principio de culpabilidad (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 59).

040 Principio de culpabilidad. Principio de culpabilidad como pilar del Derecho Penal
El principio de la culpabilidad es uno de los pilares sobre los que descansa el Derecho Penal. Concre-
tamente, constituye la justificación de la imposición de penas dentro del modelo represión que da
sentido a nuestra legislación en materia penal y, consecuentemente, a la política de persecución
criminal, en el marco del Estado Constitucional. El principio de culpabilidad brinda la justificación
de la imposición de penas cuando la realización de delitos sea reprobable a quien los cometió. La
reprobabilidad del delito es un requisito para poder atribuir a alguien la responsabilidad penal de
las consecuencias que el delito o la conducta dañosa ha generado (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/
06, P, FJ. 53).
Debe tenerse en cuenta que el principio de culpabilidad se engarza directamente con la reprobabi-
lidad de una persona por cierto comportamiento, no con la sanción por aquella. La reprobación
acarrea inevitablemente el establecimiento de una pena; evidente, por eso, es que existe entre ellas
una estrecha ligazón. Pero esto no puede llevar a identificar o confundir una con otra, pues de lo
contrario se estaría entrando al terreno del principio del ne bis in idem, que se refiere al tema de la
sanción. La reprobación es una valoración de la conducta que se hace de modo aislado, mientras que
la pena es un acto estatal sancionatorio (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 55).

PRINCIPIO DE LEGALIDAD

041 Principio de legalidad. Como derecho subjetivo


[E]l principio de legalidad penal se configura como un principio, pero también como un derecho
subjetivo constitucional de todos los ciudadanos (Exp. Nº 1805-2005-HC, 29/04/05, S2, FJ. 28)
[E]n su dimensión de derecho subjetivo constitucional, garantiza a toda persona sometida a un
proceso o procedimiento sancionatorio que lo prohibido se encuentre previsto en una norma previa,
estricta y escrita, y también que la sanción se encuentre contemplada previamente en una norma
jurídica (Exp. Nº 1805-2005-HC, 29/04/05, S2, FJ. 28)
[L]a dimensión subjetiva del derecho a la legalidad penal no puede estar al margen del ámbito de los
derechos protegidos por la justicia constitucional frente a supuestos como la creación judicial de
delitos o faltas y sus correspondientes supuestos de agravación o, incluso, la aplicación de determi-
nados tipos penales a supuestos no contemplados en ellos. El derecho a la legalidad penal vincula
también a los jueces penales, y su eventual violación posibilita obviamente su reparación mediante
este tipo de procesos de tutela de las libertades fundamentales (Exp. Nº 1805-2005-HC, 29/04/05,
S2, FJ. 29)
[El] principio de legalidad penal restringe a la actuación del Estado a la evaluación objetiva de la
conducta, proscribiendo el análisis de cualquier otra conducta que no se halle expresamente plas-
mada en la norma penal (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 58).

042 Principio de legalidad. Contenido


El principio de legalidad en materia sancionatoria impide que se pueda atribuir la comisión de una
falta si esta no está previamente determinada en la ley, y también prohíbe que se pueda aplicar una
sanción si esta no está también determinada por la ley (Exp. Nº 2050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 8)

438
DERECHO PENAL .

Como principio constitucional, [la legalidad penal] informa y limita los márgenes de actuación de
los que dispone el Poder Legislativo al momento de determinar cuáles son las conductas prohibidas,
así como sus respectivas sanciones (Exp. Nº 1805-2005-HC, 29/04/05, S2, FJ. 28)
[E]l principio de legalidad penal (...) protege el derecho de no ser sancionado por supuestos no
previstos de forma clara e inequívoca en una norma jurídica (Exp. Nº 1805-2005-HC, 29/04/05, S2,
FJ. 30)
[El principio de legalidad] garantizado por el ordinal “d” del inciso 24) del artículo 2 de la Constitu-
ción, se satisface cuando se cumple con la previsión de las infracciones y sanciones en la ley (Exp.
Nº 2050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 9)

043 Principio de legalidad. Lex certa e indeterminación de las faltas administrativas


[El] grado de indeterminación e imprecisión de las mismas [las faltas de carácter disciplinario] (...)
son cláusulas de remisión que requieren, de parte de la administración (...), el desarrollo de regla-
mentos normativos que permitan delimitar el ámbito de actuación de la potestad sancionadora;
consecuentemente, la sanción impuesta sustentada en estas disposiciones genéricas es inconstitu-
cional, por vulnerar el principio consagrado en el artículo 2, inciso 24, literal d), de la Constitución
(Exp. Nº 2192-2004-AA, 11/10/04, S1, FJ. 7)

044 Principio de legalidad. Lex certa y admisión de cierto grado de indeterminación


[La] exigencia de “lex certa” no puede entenderse, sin embargo, en el sentido de exigir del legisla-
dor una claridad y precisión absoluta en la formulación de los conceptos legales. Ello no es posible,
pues la naturaleza propia del lenguaje, con sus características de ambigüedad y vaguedad, admiten
cierto grado de indeterminación, mayor o menor, según sea el caso. Ni siquiera las formulaciones
más precisas, las más casuísticas y descriptivas que se puedan imaginar, llegan a dejar de plantear
problemas de determinación en algunos de sus supuestos, ya que siempre poseen un ámbito de
posible equivocidad (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 46)
[La] certeza de la ley es perfectamente compatible, en ocasiones, con un cierto margen de indeter-
minación en la formulación de los tipos y así, en efecto, se ha entendido por la doctrina constitucio-
nal. (...) El grado de indeterminación será inadmisible, sin embargo, cuando ya no permita al ciuda-
dano conocer qué comportamientos están prohibidos y cuáles están permitidos (Exp. Nº 0010-
2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 47)
El límite de lo admisible, desde el punto de vista constitucional, quedará sobrepasado en aquellos
casos en que el tipo legal no contenga el núcleo fundamental de la materia de prohibición y, por lo
tanto, la complementación ya no sea solo cuantitativa, sino eminentemente cualitativa (Exp. Nº
0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 51)

045 Principio de legalidad. Lex certa y determinación de la ley penal


El principio de legalidad exige no solo que por ley se establezcan los delitos, sino también que las
conductas prohibidas estén claramente delimitadas en la ley. Esto es lo que se conoce como el
mandato de determinación, que prohíbe la promulgación de leyes penales indeterminadas, y cons-
tituye una exigencia expresa en nuestro texto constitucional al requerir el literal “d” del inciso 24)
del artículo 2 de la Constitución que la tipificación previa de la ilicitud penal sea “expresa e inequí-
voca” (Lex certa) (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 45)
El principio de determinación del supuesto de hecho previsto en la Ley es una prescripción dirigida
al legislador para que este dote de significado unívoco y preciso al tipo penal, de tal forma que la
actividad de subsunción del hecho en la norma sea verificable con relativa certidumbre (Exp. Nº
0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 46)

046 Principio de legalidad. Lex certa y subprincipio de taxatividad


El subprincipio de tipicidad o taxatividad constituye una de las manifestaciones o concreciones del
principio de legalidad respecto de los límites que se imponen al legislador penal o administrativo, a

439
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

efectos de que las prohibiciones que definen sanciones, sean estas penales o administrativas, estén
redactadas con un nivel de precisión suficiente que permita a cualquier ciudadano de formación
básica, comprender sin dificultad lo que se está proscribiendo bajo amenaza de sanción en una
determinada disposición legal (Exp. Nº 2192-2004-AA, 11/10/04, S1, FJ. 5)
[El subprincipio de tipicidad] constituye la precisa definición de la conducta que la ley considera
como falta. Tal precisión de lo considerado como antijurídico desde un punto de vista administrati-
vo, por tanto, no está sujeta a una reserva de ley absoluta, sino que puede ser complementada a
través de los reglamentos respectivos (Exp. Nº 2050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 9)

047 Principio de legalidad. Lex previa


La garantía de la ley previa comporta la necesidad de que, al momento de cometerse el delito, esté
vigente una norma penal que establezca una determinada pena. Así, en el caso de delitos instantá-
neos, la ley penal aplicable será siempre anterior al hecho delictivo. En cambio, en los delitos
permanentes, pueden surgir nuevas normas penales, que serán aplicables a quienes en ese momen-
to ejecuten el delito, sin que ello signifique aplicación retroactiva de la ley penal (Exp. Nº 2488-
2005-HC, 18/03/04, P, FJ. 26)

048 Principio de legalidad. Lex previa y la aplicación de normas penales en el tiempo


[T]ratándose de normas de derecho penal material, rige para ellas el principio tempus delicti comis-
si, que establece que la ley aplicable es aquella vigente al momento de cometerse el delito, lo que es
acorde con el artículo 2 de la Constitución, literal “d” del numeral 24, que prescribe que nadie será
procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente califi-
cado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible, ni sancionado con pena no
prevista en la ley. Se instituye así un razonable tratamiento de la libertad y de la autonomía perso-
nal, fijando límites de aplicación a las normas punitivas (Exp. Nº 2196-2002-HC, 10/12/03, P, FJ. 7)
En nuestro ordenamiento, tratándose de una disposición que forma parte del derecho penal mate-
rial, la ley aplicable es la vigente al momento de cometerse el delito. Así se desprende del artículo
2, literal “d”, inciso 24), de la Constitución, a tenor del cual: “Nadie será procesado ni condenado
por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera
expresa e inequívoca, como infracción punible, ni sancionado con pena no prevista en la ley”.
Rige, pues, el principio tempus dilicti comissi, y está prohibida, conforme se enuncia en el artículo
103 de la Constitución, la aplicación retroactiva de las leyes, “salvo en materia penal cuando favo-
rece al reo” (Exp. Nº 1594-2003-HC, 21/04/04, S1, FJ. 4)
[E]ste Tribunal estima que no son de aplicación retroactiva las disposiciones que tienen carácter
sancionador, como, por ejemplo, las que tipifican infracciones, establecen sanciones o presupuestos
para su imposición, o las restrictivas o limitativas de derechos. La aplicación de la norma vigente al
momento de la comisión del hecho delictivo constituye, en efecto, una consecuencia del principio
de legalidad penal, en su variante de lex praevia (Exp. Nº 1594-2003-HC, 21/04/04, S1, FJ. 8)

049 Principio de legalidad. No se vulnera en delito permanente


En consecuencia, si bien la figura típica de la desaparición forzada de personas no estuvo siempre
vigente en nuestro ordenamiento, ello no es impedimento para que se lleve a cabo el correspon-
diente proceso penal por este delito por hechos que hubieran tenido origen en una detención ocurri-
da antes de la entrada en vigencia de este delito en nuestro Código Penal, siempre que la permanen-
cia del mismo, consistente en el desconocimiento del paradero de la víctima, persista hasta el
momento en que el delito ya estaba contemplado en nuestro ordenamiento (Exp. Nº 0442-2007-
HC/TC, 30/03/07, S1, FJ. 6)

050 Principio de legalidad. Triple exigencia


[E]l principio [de legalidad] impone tres exigencias: la existencia de una ley (lex scripta), que la ley
sea anterior al hecho sancionado (lex praevia), y que la ley describa un supuesto de hecho estricta-
mente determinado (lex certa) (Exp. Nº 2050-2002, 16/04/03, P, FJ. 8)

440
DERECHO PENAL .

PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD

051 Principio de proporcionalidad. Constitucionalización del principio de proporcionali-


dad de las penas
[E]l principio de proporcionalidad de las penas ha sido constitucionalizado en el artículo 200 de la
Constitución, en su último párrafo. Este principio tiene implicancias en las diversas etapas del
proceso dirigido a la imposición de una sanción penal, como son la determinación legal de la pena,
la determinación judicial o, si corresponde, la determinación administrativa penitenciaria de la
pena (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 60).

052 Principio de proporcionalidad. Principio de culpabilidad derivado del principio de pro-


porcionalidad de las penas
[E]l principio de culpabilidad (…) [se deriva del] principio de proporcionalidad de las penas. (…)
(Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 60).
[Del] principio [de proporcionalidad de las penas] se deriva el principio de culpabilidad: toda pena
debe guardar proporción y correspondencia con el nivel de reprobabilidad jurídica y social del acto
sancionado, es decir, debe sancionar el acto en tanta dimensión como tan reprobable resulte el acto
respecto a la persona responsable (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 62).

053 Principio de proporcionalidad. Principio de proporcionalidad de las penas como limi-


tación al legislador
[E]l contexto relevante (…) es el de determinación de la pena, es decir, el momento en que el
legislador genera una norma que establece un tipo penal y le impone un cierto tipo de sanción. En
este escenario, el principio de proporcionalidad de las penas es una limitación dirigida al ejercicio
de las facultades legislativas en materia penal, revelada como el equilibrio cuantitativo y cualitati-
vo que debe existir entre un delito cometido y la pena aplicable prevista por ley (Exp. Nº 003-2005-
PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 61).

TERRORISMO

054 Reincidencia en materia de terrorismo. Constitucionalidad de la legislación que regu-


la la reincidencia en delitos de terrorismo
Una interpretación constitucional del delito de terrorismo, contemplado en los artículos 2 inciso 24
literal “f”, 37, 140 y 173 de la Constitución, conduce a concluir que el principio de culpabilidad no
puede ser evaluado aisladamente, sino en conjunto con otras conductas que forman parte de los
antecedentes del inculpado, a fin de que se pondere de modo proporcional el nivel de reprobabilidad
que merece el procesado. Por tal argumento, el artículo 9 del Decreto Ley Nº 25475, que consagra
la reincidencia en materia de delito de terrorismo, es constitucional (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/
08/06, P, FJ. 66).

055 Reincidencia en materia de terrorismo. Constitucionalidad de la legislación que regu-


la la reincidencia en delitos de terrorismo a través del subprincipio de idoneidad
[E]l artículo 3 del Decreto Legislativo 921 cumple con el subprincipio de idoneidad. En efecto, el
legislador ha previsto, a través de tal dispositivo, un objetivo constitucionalmente legítimo si se
considera que son deberes fundamentales del Estado garantizar la plena vigencia de los derechos
fundamentales de las personas, proteger a la población de las amenazas contra su seguridad y
promover el bienestar general, de acuerdo con el artículo 44 de la Constitución. Asimismo, es claro
que existe una relación fáctica entre la pena establecida para la reincidencia y el objetivo constitu-
cionalmente legítimo perseguido (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 70).

441
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

056 Reincidencia en materia de terrorismo. Constitucionalidad de la legislación que regu-


la la reincidencia en delitos de terrorismo a través del subprincipio de necesidad
[E]l subprincipio de necesidad impone que la intervención del legislador en los derechos fundamen-
tales, a través de la legislación penal, sea necesaria; esto es, que estén ausentes otros medios
alternativos que revistan, cuando menos, la misma idoneidad para lograr el objetivo constitucional-
mente legítimo y que sean más benignos con el derecho afectado. Desde esta perspectiva, cabe
evaluar si es que el legislador debió advertir la existencia de otras alternativas igual de idóneas
pero menos gravosas que la establecida en el artículo 3 del Decreto Legislativo 921. (…) [L]a
inexistencia de otras alternativas menos gravosas, si se considera que se está ante la figura penal
de la reincidencia del delito de terrorismo, que pone en cuestión tanto los fines constitucionales de
las penas –reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad– como la protec-
ción de otros bienes constitucionales como la seguridad y la paz, que el Estado democrático está en
el deber de proteger (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 71).

057 Reincidencia en materia de terrorismo. Constitucionalidad de la legislación que regula


la reincidencia en delitos de terrorismo a través del subprincipio de proporcionalidad
[E]l subprincipio de proporcionalidad, en sentido estricto, implica que para que la intervención del
legislador en el derecho fundamental a la libertad personal se considere legítima, el grado de reali-
zación del fin constitucionalmente legítimo debe ser, por lo menos, equivalente al grado de afecta-
ción del derecho a la libertad personal. (…) [Se] advierte que el artículo 3 del Decreto Legislativo
921 cumple también con este subprincipio. Y es que así como el Estado Constitucional de Dere-
cho tiene el deber de tutelar el derecho fundamental a la libertad personal, del mismo modo tiene
que asumir activamente un rol tutelar de otros bienes constitucionales, como la seguridad o la
paz de los ciudadanos frente a delitos como el de terrorismo, que no solo subvierte el orden
público constitucional, sino que también afecta derechos fundamentales de las personas, tales
como el derecho a la vida, a la integridad personal, a la paz, entre otros (Exp. Nº 003-2005-PI/TC,
09/08/06, P, FJ. 72).

058 Reincidencia en materia de terrorismo. Relación entre la reincidencia en delitos de


terrorismo y el principio de culpabilidad constitucional
[E]l principio de culpabilidad constitucional, que se configura para el delito de terrorismo, considera
la figura de la reincidencia del siguiente modo: para determinar el grado de reprobabilidad de una
persona respecto a un delito de terrorismo “A”, la figura de la reincidencia faculta al juez evaluar
otros delitos de terrorismo anteriormente cometidos, a los que llamaremos “B”, para considerar el
nivel de reprobabilidad de la conducta delictiva del procesado. Si el juez comprueba que existe “B”,
esto constituirá un elemento que agravará la reprobabilidad del delito “A”, y la persona que lo ha
cometido recibirá, por lo tanto, un nivel una reprobación mucho mayor al que le correspondería si
se considerase el delito “A” de modo aislado (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 65).

059 Terrorismo. Órganos jurisdiccionales especializados en terrorismo


[L]os órganos jurisdiccionales penales especializados en el juzgamiento de delitos de terrorismo, en
cualquiera de sus instancias, no constituyen órganos ad hoc o manifestaciones de una jurisdicción
de excepción, en los términos que prohíbe el inciso 3) del artículo 139 de la Constitución. Estos, en
efecto, no son órganos ajenos al Poder Judicial, y por ello no pueden considerarse como instituidos
extra ordinem para el enjuiciamiento de estos delitos. Los jueces y magistrados que los integran
pertenecen al Poder Judicial y están sujetos al mismo régimen jurídico que regula el estatus de
todos los otros jueces y magistrados (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 179).
[L]os órganos jurisdiccionales [especializados en el juzgamiento de delitos de terrorismo] (…) han
sido dotados de una competencia ratione materiae: el juzgamiento de todas aquellas conductas que
se encuentren tipificadas en el ordenamiento como parte del delito de terrorismo. En tal medida,
más que de jueces de excepción, en realidad, se tratan de jueces penales “especializados” en el
juzgamiento de determinados delitos (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 180).

442
DERECHO PENAL .

TORTURA

060 Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. Análisis del desenvolvimiento de la con-
dena
La calificación de una pena como inhumana o degradante y, por lo tanto, como atentatoria del derecho
a la integridad personal, depende, en buena cuenta, del modo de ejecución de la misma. No puede
desatenderse que, aunque proporcional, la simple imposición de la condena ya implica un grado
importante de sufrimiento en el delincuente, por ello sería inconcebible que esta venga aparejada, a
su vez, de tratos crueles e inhumanos que provoquen la humillación y envilecimiento en la persona.
Dicho trato inhumano bien puede traducirse en una duración injustificada de aislamiento e incomu-
nicación del delincuente. Siendo el ser humano un ser social por naturaleza, la privación excesiva
en el tiempo de la posibilidad de relacionarse con sus pares genera una afectación inconmensurable
en la psiquis del individuo, con la perturbación moral que ello conlleva. Dicha medida no puede
tener otro fin más que la humillación y el rompimiento de la resistencia física y moral del condena-
do, propósito, a todas luces, inconstitucional (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 221)

061 Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. Como principio constitucional objetivo
del derecho penitenciario
El reconocimiento de este derecho humano [a no ser objeto de tratos inhumanos] excede su dimen-
sión estricta de derecho subjetivo y se proyecta, además, como un valor o principio constitucional
objetivo del derecho penitenciario, en cuanto principio de humanidad de las penas (Exp. Nº 1429-
2002-HC, 19/11/02, P, FJ. 4)

062 Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. Definición


[El trato inhumano es aquel] que erosiona la autoestima y, más exactamente, [se refiere a un] trato
incompatible con la dignidad de la persona: un trato indigno (Exp. Nº 1429-2002-HC, 19/11/02, P,
FJ. 6)
[E]l trato inhumano se presenta siempre que se ocasione en la persona sufrimientos de especial
intensidad (Exp. Nº 1429-2002-HC, 19/11/02, P, FJ. 7)
[L]a acción lesiva [de los tratos inhumanos] (...) mancilla la dignidad de una persona; es decir,
menoscaba la condición humana de la víctima, creando en ella sentimientos de temor, angustia e
inferioridad, ello con el fin de envilecerla y quebrantar su capacidad de natural resistencia física,
psíquica o moral (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2.6)

063 Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. Faz positiva y negativa


[E]l derecho de no ser objeto de tratos inhumanos no solo tiene una vertiente negativa, propia de un
derecho reaccional, que se opone al Estado, sino también una faz positiva, en el sentido de que
exige de las autoridades estatales competentes fijar y realizar las medidas necesarias destinadas a
remover los obstáculos que de hecho impiden el ejercicio irrestricto de los derechos de los reclusos
(Exp. Nº 0726-2002-HC, 21/06/02, P, FJ. 10)

064 Tortura. Agentes perpetradores


[La tortura] solo puede ser cometida por un operador estatal o por un particular bajo la investiga-
ción, consentimiento o aquiescencia de aquel (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2.6)

065 Tortura. Calificación conforme a las circunstancias


[L]a determinación de una acción calificada como tortura debe ser apreciada conforme al conjunto
de circunstancias que rodea cada caso en particular; v. gr., la duración de la aflicción, el sexo, la
edad, el estado de salud de la víctima, etc. Del resultado del análisis de todo ello se establecerá el
mayor grado de intensidad y crueldad connotativa (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2.6)

443
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

066 Tortura. Definición


Sobre la base de la protección del derecho fundamental a la integridad, la salvaguardia ante la
tortura debe ser plenamente aceptada. Por ello, en la Resolución Nº 3452, adoptada por la Asam-
blea General de las Naciones Unidas, de año 1975, la tortura constituye una forma agravada y
deliberada de penas o de tratos crueles, inhumanos o degradantes (...). Por este motivo, no puede
aceptarse ningún tipo de tortura en el cumplimiento de una pena.
La tortura se encuentra definida en el artículo 1 de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, adoptada por la Asamblea General de la ONU (...) como
un ilícito consistente en una acción destinada a infligir deliberada e intencionalmente a una perso-
na dolores o sufrimientos de cualquier naturaleza (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2.6)

067 Tortura. Diferencia con tratos inhumanos


[L]a tortura se distingue esencialmente [de los tratos inhumanos, degradantes o humillantes] por la
intensidad del daño que se causa a la víctima; es decir, tiene como notas distintivas el inflingimien-
to de sufrimientos de especial gravedad o severidad y crueldad; así como el grado de lesión que deja
como secuela (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2.6)

068 Tortura. No relación con uso de locutorios celulares


[E]l uso de locutorios para las visitas de familiares no constituye un acto de tortura infringido contra
el interno, dado que no se relaciona con un trato cruel, ni degradante, ni mucho menos la agrava-
ción de estos (Exp. Nº 0774-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 16)

069 Tortura. Objetivos de su utilización


[La tortura se realiza] con el objetivo de alcanzar alguno de los resultados siguientes:
a) Obtener información sobre la propia persona o de un tercero, dentro del contexto de una inves-
tigación policial.
b) Obtener la confesión de la propia persona dentro del contexto de una investigación policial.
c) Asignar un castigo o punición criminal.
d) Intimidar moral o psicológicamente a la propia persona o a terceros observantes o conocedores
de tal acción (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2.6)

070 Trato degradante. Noción


[S]e estará ante un trato degradante si la ejecución de la pena y las formas que esta revista, traen
consigo humillación o una sensación de envilecimiento de un nivel diferente y mayor al que ocasio-
na la sola imposición de una condena (Exp. Nº 1429-2002-HC, 19/11/02, P, FJ. 7)

TRÁFICO ILÍCITO DE DROGAS

071 Tráfico ilícito de drogas. Colaboración eficaz


[H]abiendo cumplido el beneficiario (…) con los supuestos de ley [contemplados en el Decreto
Legislativo Nº 824- Ley de lucha contra el tráfico ilícito de drogas], se vulnera su libertad individual
al mantenerlo aún con orden de detención, a pesar de haber colaborado eficazmente [al haber
proporcionado información que permitió detener al cabecilla de una organización de tráfico ilícito
de drogas], pues, en esencia, el hábeas corpus es una acción en garantía de la libertad personal
frente al poder público, cuando este la afecta de alguna forma y siempre que la afectación implique
una ilegalidad. Debe tenerse en cuenta que las autoridades judiciales no solo pueden violar la
libertad individual por comisión, sino también por omisión (Exp. Nº 2676-2003-HC, 21/04/04, S1,
FJ. 7)

444
DERECHO PENAL .

Cuando la colaboración eficaz se produce, esta debe protegerse para alentar el propósito social que
contiene ese beneficio de política estatal, conforme lo señala la propia Exposición de Motivos del
Decreto Legislativo Nº 824, antes citado. La concesión de beneficios penitenciarios, como la exen-
ción, remisión e indulto, permite obtener información eficaz y legítima que posibilita desarticular la
estructura de las organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de dorgas y obtener celeridad procesal
evitándose procesos dilatorios, alcanzándose un mejor esclarecimiento del delito y la aplicación de
una drástica sanción, con evidente ahorro de medios materiales y humanos (Exp. Nº 2676-2003-
HC, 21/04/04, S1, FJ. 8)

072 Tráfico ilícito de drogas. Demora en la toma de decisiones judiciales


Si bien puede sostenerse que la excesiva sobrecarga que padecen la mayoría de los tribunales, no
solo el Constitucional sino también los de otras latitudes, puede excusar la mora en las decisiones
judiciales, máxime si se presenta un desbordante flujo de recursos razonablemente imposibles de
atender, esta justificación es inaceptable si el órgano judicial no observa una conducta diligente y
apropiada para hacer justicia, siendo uno de sus aspectos cardinales la expedición oportuna de las
resoluciones decisorias.
[E]s deplorable que en los casos de crímenes no convencionales los agentes detenidos por los delitos
de terrorismo, tráfico ilícito de drogas, violaciones de derechos humanos, corrupción de funciona-
rios, en vista de que los órganos judiciales competentes no han sentenciado antes de vencido el
plazo máximo de detención previsto por la ley (Código Procesal Penal: artículo 137), resultan favo-
recidos en virtud de ello, lo que permite en numerosos casos, la excarcelación inmediata de
prontuariados enemigos públicos de la sociedad, situación que, además, implica riesgo de fuga
(Exp. Nº 3771-2004-HC, 29/12/04, S1, FJs. 30 y 31)

073 Tráfico ilícito de drogas. Impacto en la sociedad


[E]l delito de tráfico ilícito de drogas constituye un hecho despreciable en la conciencia social de la
población y ocasiona un daño calificado a la sociedad (Exp. Nº 0016-2001-HC, 19/01/01, P, FJ. 6)

074 Tráfico ilícito de drogas. Presunción de complejidad


[D]ado que en el caso de los delitos de tráfico ilícito de drogas, terrorismo, espionaje, seguidos
contra más de diez imputados, en agravio de igual número de personas, o del Estado, la ley ha
presumido una complejidad prima facie que, desde un punto de vista abstracto, no resulta incons-
titucional, nada obsta para que tal complejidad sea descartada a la luz del caso concreto, siendo
deber del juez penal advertirlo a efectos de no mantener vigente el mandato de detención dictado.
En buena cuenta, no se trata sino de la concreción de la diligencia debida que el juez debe tener al
momento de tramitar una causa en la que el procesado se encuentre privado de su libertad (Exp. Nº
2915-2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 38)

445
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO
PREVISIONAL

ACCESO A LAS PRESTACIONES DE SALUD

001 Acceso a las prestaciones de salud. Inconstitucionalidad de la exclusión inmotivada


[El hecho de que el] reglamento [de Prestaciones de Salud de la Caja de Beneficios y Seguridad
Social del Pescador] excluye radical y totalmente a una serie de eventualidades, que dan lugar a
prestaciones médicas, ortopédicas y protésicas, sin motivación alguna, [importa una] exclusión que
resulta atentatoria con lo prescrito en los artículos 7 y 11 de la Constitución Política del Estado que
garantizan el derecho de todas las personas a la protección de su salud, y al libre acceso a las
prestaciones de salud (...), a través de entidades públicas, privadas o mixtas, entendida la salud y
los medios para preservarla como un todo integral, en orden al retorno del trabajador enfermo a la
vida productiva, y no como persona invulnerable a ciertas contingencias, a las que, sin embargo, se
encuentra expuesto (Exp. Nº 0722-1999-AA, 05/05/00, P, FJ. 5)

002 Acceso a las prestaciones de salud. Normativa de EsSalud como referente para la re-
gulación en otros regímenes
[D]icho tiempo de espera [de carencia de las prestaciones de salud luego de la incorporación del
asegurado] se ajusta en términos generales a lo establecido para el Régimen General, a cargo del
Seguro Social de Salud (EsSalud), el cual, dentro de un criterio de armonización del sistema, le
sirve de referencia, sin dejar de reconocer las peculiares condiciones de tiempo y lugar en que
desarrollan sus labores los asegurados de la Caja de Beneficios y Seguridad Social del Pescador,
así como la naturaleza e índole singular de sus procesos productivos (Exp. Nº 0722-1999-AA,
05/05/00, P, FJ. 3)

BONO RECONOCIMIENTO

003 Bono reconocimiento. Administrados tienen el derecho al reconocimiento de los me-


ses de aporte al SNP no detallados en la solicitud
Queda expedito el derecho de los administrados para que en la ONP [Oficina de Normalización
Previsonal] se puedan reconocer los meses de aporte al SNP [Sistema Nacional de Pensiones], hayan
o no estado detallados en la solicitud presentada para la determinación del bono de reconocimiento
(Exp. 9381-2005-PA/TC-LIMA, 26/06/06, P, FJ. 9, PV)

004 Bono de reconocimiento. Cálculo depende del Estado


[E]l cálculo del bono de reconocimiento es una obligación del Estado, a través de la ONP [Oficina de
Normalización Previsonal], y ello es trascendente y elemental para hacer efectivo ese anhelo de
justicia que la Constitución ha destacado (Exp. 9381-2005-PA/TC-LIMA, 26/06/06, P, FJ. 4)

446
DERECHO PREVISIONAL .

005 Bono de reconocimiento. Efectos de la inaplicación de las normas expedidas por la


ONP.
[S]e debe declarar inaplicables las resoluciones emitidas por la ONP [Oficina de Normalización
Previsonal] [para determinar el cálculo, emisión, verificación y entrega del bono de reconocimien-
to], pero ello no importa necesariamente que este ente debe aumentar de manera automática el
bono de reconocimiento (...) lo único que posibilita es que no pueda utilizarse, en el procedimiento
de evaluación del bono de reconocimiento, el injusto y atentatorio impedimento para acceder a la
correcta determinación del valor nominal del bono, con todos los aportes de los empleadores que la
persona tuvo durante su vida laboral.
Por tanto, luego de esta sentencia, queda expedito el camino para que en la propia ONP se puedan
reconocer los meses de aporte al SNP [Sistema Nacional de Pensiones], hayan o no estado detallados
en la solicitud presentada para la determinación del bono de reconocimiento (Exp. 9381-2005-PA/
TC-LIMA, 26/06/06, P, FJ. 8)

006 Bono de reconocimiento. Mecanismo para incentivar el traslado al Sistema Privado


de Pensiones
[E] bono [de reconocimiento] es el mecanismo que la propia legislación y la misma Administración
establecieron para que los aportes realizados a favor de las personas en el SNP [Sistema Nacional de
Pensiones] puedan migrar hacia el SPP [Sistema Privado de Pensiones]. Es válido reparar en que el
sistema privado se define como una forma de capitalización y que cada uno de sus integrantes podrá
ser pensionista según los aportes realizados a su cuenta personal, la misma que se contabiliza, en
buena parte para el caso de los que se pasaron al SPP, gracias al bono de reconocimiento aportado
(Exp. 9381-2005-PA/TC-LIMA, 26/06/06, P, FJ. 5)

007 Bono de reconocimiento. ONP está en mejor capacidad para determinar su monto
[P]or la información con que cuenta, sea la propia ONP [Oficina de Normalización Previsonal] la que
tenga la mejor capacidad para determinar cuál es el bono de reconocimiento que le corresponde a
cada persona (Exp. 9381-2005-PA/TC-LIMA, 26/06/06, P, FJ. 5)

008 Bono de reconocimiento. ONP no puede rechazar el pedido de determinación del va-
lor nominal
[E]n el procedimiento de evaluación de bono de reconocimiento, [Oficina de Normalización Previso-
nal] no puede rechazar el pedido de determinación del valor nominal del bono recurriendo a preten-
sos impedimentos para acceder a tal solicitud (Exp. 9381-2005-PA/TC-LIMA, 26/06/06, P, PV, FJ. 9)

009 Bono de reconocimiento. Procedencia de la modificación de datos


No es que sea ilógico pedir que sea la propia persona la que haga el pedido para la formulación de un
bono de reconocimiento, ni que en ella consigne el nombre de sus empleadores, pero lo que sí es
excesivo e irrazonable es que la persona se vea impedida de variar los datos estipulados en su
solicitud, cuando es la misma ONP [Oficina de Normalización Previsonal] la que está en mejor
capacidad de conocer qué empleador realizó aportes o no (Exp. 9381-2005-PA/TC-LIMA, 26/06/06,
P, FJ. 5)

010 Bono de reconocimiento. Valor nominal es determinante para el traslado al Sistema


Privado de Pensiones
Es necesario establecer con claridad cuál es el valor nominal del bono de reconocimiento que se le
asigna a la persona, toda vez que tal análisis es importante para determinar cuánto es el aporte que
ella va a recibir en su traslado del SNP [Sistema Nacional de Pensiones] al Sistema Privado de
Pensiones (SPP), y específicamente a la Administradora de Fondo de Pensiones (AFP) a la cual se
adscribió. El valor de dicho bono de reconocimiento es elemento trascendente para que se hubiera
producido dicho traslado (Exp. 9381-2005-PA/TC-LIMA, 26/06/06, P, FJ.2)

447
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERRAMA

011 Derrama. Diferencia entre los derechos previsionales y los derechos surgidos de esta
[E]xiste una diferencia entre los derechos previsionales (…) y que son manejados a través del
sistema previsional nacional y que son derechos irrenunciables, inembargables e imprescriptibles,
y los derechos concedidos a los trabajadores (…) a través de la Derrama. La diferencia radica en que
los primeros forman parte del contenido esencial del derecho a la seguridad social, y, en esa medida,
asegurar su provisión resulta un imperativo para el Estado. Los segundos, en cambio, suponen una
mejora en relación a estos derechos mínimos, y no son concedidos con carácter general a todos los
trabajadores, sino solo a aquellos que pertenecen a determinada institución. Es decir, se trata de
derechos adicionales a aquellos que constituyen el contenido esencial del derecho a la seguridad
social. Conforme a lo anterior, en la medida que los derechos concedidos a través de la Derrama no
forman parte del contenido esencial del derecho a la seguridad social, es posible admitir que sea el
trabajador quien decida si quiere continuar gozando de los mismos y, consecuentemente, continuar
afrontando las obligaciones que ello implica o si, por el contrario, prefiere apartarse de la Derrama
(Exp. Nº 3507-2005-PA/TC, 14/07/06, P, FJ. 1)

DERECHO A LA PENSIÓN

012 Acceso a la pensión. Discrecionalidad del legislador


Para establecer cláusulas de acceso al derecho a la pensión, la Constitución le concede al legislador
un adecuado margen de discrecionalidad, es decir, libertad para fijar condiciones y requisitos dentro
de los límites que ella misma prevé y, entre los cuales, se encuentran, entre otros, la igualdad ante
la ley y de trato (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 32)

013 Acceso a la pensión. Intervención del Estado


[E]l Estado, como garante de los derechos fundamentales de la persona (artículo 44 de la Constitu-
ción y sentencia del Expediente Nº 0858-2003-AA/TC), asume la vocación suficiente como para
intervenir en el cumplimiento del acceso a la pensión, y lo hace de dos formas: por intermedio [de]
la ya explicada prestación directa (SNP), pero también a través de la supervisión de la actuación del
SPP. A colación de esta segunda forma de actuación, consideramos que la gestión a cargo del
Estado de la prestación pensionaria no está sujeta al principio de subsidiariedad de la actividad
empresarial del Estado, en el sentido del segundo párrafo del artículo 60 de la Constitución. En
efecto, con independencia de que la prestación de la pensión –por su telos o finalidad– no constitu-
ya una actividad empresarial, es claro que, de una interpretación sistemática de la Norma Funda-
mental, además se desprende que el margen de discrecionalidad legislativa no autoriza a que se
pueda prever un régimen legal según el cual el Estado quede completamente desvinculado de su
prestación directa, y ello es válido, incluso para el diseño constitucional que se deriva tras la refor-
ma constitucional introducida mediante la Ley Nº 28389 (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P,
FJ. 20)

014 Derecho a la pensión. Amparo como vía idónea


Previamente, debe señalarse que tanto en primera como en segunda instancia se ha rechazado, de
plano, la demanda, sosteniéndose que debe recurrirse a la vía contencioso-administrativa. Tal crite-
rio, si bien constituye causal de improcedencia prevista en el ordenamiento procesal constitucional,
ha sido aplicado de forma incorrecta conforme advierte este Colegiado, en tanto que se encuentra
comprometido el estado de salud del demandante, lo que implica que dicha pretensión forma parte
del contenido constitucionalmente protegido del derecho a la pensión, conforme a la STC 1417-
2005-PA; siendo, en consecuencia, susceptible de protección mediante el proceso constitucional del
amparo (Exp. 5999-2006-PA/TC, 16/02/07, S1, FJ. 1)

448
DERECHO PREVISIONAL .

015 Derecho a la pensión. Aplicación del principio de idoneidad


De acuerdo con el principio de idoneidad o adecuación, toda injerencia en los derechos fundamen-
tales debe ser idónea para fomentar un objetivo constitucionalmente legítimo, suponiendo dos
cosas: primero, la legitimidad constitucional del objetivo y, segundo, la idoneidad de la medida
(Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 109)
[D]ebe analizarse, a la luz del principio de idoneidad o adecuación, si con la reforma de la Primera
Disposición Final y Transitoria de la Constitución se persigue un fin constitucionalmente legítimo y
si, para ello, dicha reforma es idónea (...).
[M]ediante la reforma constitucional de la Primera Disposición Final y Transitoria de la Constitu-
ción se busca que las personas tengan una pensión equitativa, como exigencia de la realización de
los valores superiores justicia e igualdad.
Es indudable, pues, que tal finalidad es constitucionalmente incuestionable; su legitimidad radica
en el hecho mismo de que es un imperativo del Estado social y democrático de Derecho promover la
justicia distributiva entre sus miembros (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 111)

016 Derecho a la pensión. Aplicación del principio de necesidad


El principio de necesidad significa que, para que una injerencia en los derechos fundamentales sea
necesaria, no debe existir ningún otro medio alternativo que revista, por lo menos, la misma
idoneidad para alcanzar el objetivo propuesto y que sea más benigno con el derecho afectado.
Requiere analizar, de un lado, la idoneidad equivalente o mayor del medio alternativo, y, de otro,
el menor grado en que este intervenga en el derecho fundamental (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05,
P, FJ. 109)
[L]a realización de la reforma constitucional de la Primera Disposición Final y Transitoria de la
Constitución constituye la alternativa más adecuada, y constitucionalmente legítima, para reducir
y eliminar la brecha existente entre quienes perciben una pensión bastante elevada y los que per-
ciben una pensión ínfima.
Es evidente, entonces, que el principio de necesidad se cumple en el caso concreto (Exp. Nº 0050-
2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 112)

017 Derecho a la pensión. Aplicación del principio de proporcionalidad


[D]e acuerdo con el principio de proporcionalidad stricto sensu, para que una injerencia en los
derechos fundamentales sea legítima, el grado de realización del objetivo de esta debe ser por lo
menos equivalente o proporcional al grado de afectación del derecho fundamental, comparándose
dos intensidades o grados: el de la realización del fin de la medida examinada y el de la afectación
del derecho fundamental (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 109)
En cuanto corresponde al principio de proporcionalidad stricto sensu, se debe analizar si la realiza-
ción del fin perseguido es proporcional a la intervención del legislador en el derecho fundamental a
la pensión. Sobre esto, se debe insistir en que el contenido esencial del derecho a la pensión está
constituido por el derecho de acceso a la pensión, por la prohibición de ser privado arbitrariamente
de ella y por el derecho a una pensión mínima vital. En ese sentido, la reforma constitucional de la
Ley N° 28389 no afecta el contenido esencial del derecho a la pensión porque no prohíbe su acceso
a él, no priva a quienes son pensionistas de su ejercicio ni desconoce la existencia de una pensión
mínima.
[L]a intervención (...) del derecho fundamental a la pensión, es legítima constitucionalmente, en la
medida que el grado de realización del objetivo de la injerencia –justicia e igualdad pensionaria– es
proporcional al grado de afectación del derecho; asimismo, porque no lo vacía de contenido ni
tampoco desprotege a quienes gozan de él (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 113)

449
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

018 Derecho a la pensión. Carácter alimenticio e inexigibilidad de agotamiento de vía pre-


via para ir a proceso constitucional
[E]l derecho fundamental a la pensión, al tener carácter alimenticio, se desprende que el agota-
miento de la vía previa no debe ser exigida en el presente caso [proceso de amparo] (...).
Además, en el presente proceso [de amparo], no debió pretender[se] el agotamiento de la vía previa
judicial, si no administrativa, al requerirse tutela urgente bajo riesgo de devenir en irreparables las
condiciones de vida y de salud del demandante (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 13)

019 Derecho a la pensión. Carácter de optimizable


Tener el carácter de optimizable no quiere decir que el derecho a la pensión, y específicamente, el
derecho al acceso a la prestación pensionaria, puedan ser incumplidos, sino que siguiendo el carác-
ter de eficacia directa e inmediata de la Constitución, también deben ser plenamente efectivizados
a favor de los titulares de [dichos] los derechos (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 16)

020 Derecho a la pensión. Como derecho fundamental


De una interpretación sistemática de estas disposiciones constitucionales [artículos 10 y 11], y en
concordancia con el principio de dignidad humana y con valores superiores como la igualdad y
solidaridad, además de los derechos fundamentales a la vida y al bienestar, se puede inferir que la
Constitución de 1993 reconoce el derecho fundamental a la pensión, el cual adquiere relevancia
porque asegura a las personas llevar una vida en condiciones de dignidad e igualdad (Exp. Nº 0050-
2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 107)
El derecho a la pensión tiene el rango de derecho fundamental, lo que le otorga una posición prefe-
rente dentro de nuestro ordenamiento jurídico, razón por la cual el operador constitucional estará
en la obligación de preferir aquella interpretación más favorable al ejercicio de los derechos funda-
mentales, rechazando aquellas que restrinjan sus alcances o no garanticen su eficacia (Exp. Nº
1201-2005-PA, 18/03/05, S1, FJ. 10)

021 Derecho a la pensión. Configuración legal


En tanto que la plena exigibilidad de los contenidos del derecho fundamental a la pensión resulta de
su desarrollo legislativo, este es un derecho fundamental de configuración legal, y por ello, dentro
de los límites del conjunto de valores que la Constitución recoge, queda librada al legislador ordina-
rio la regulación de los requisitos de acceso y goce de las prestaciones pensionarias (Exp. Nº 0050-
2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 120)

022 Derecho a la pensión. Contenido adicional


La presencia de un contenido adicional guarda relación directa con el tema de los beneficiarios
derivados del derecho fundamental a la pensión, es decir, con las personas favorecidas con la pen-
sión de un titular fallecido (...) Por lo tanto, la pensión que corresponde recibir a viudas y a huérfa-
nos es parte constitutiva del contenido adicional del derecho a la pensión, dado que permite que el
derecho a la pensión tenga efectividad real (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 75)
El derecho fundamental a una pensión digna corresponde a toda persona, de conformidad con los
artículos 2, 3 y 11 de la Constitución. Esta titularidad se ha ido conformando paulatinamente, y no
corresponde ya exclusivamente al aportante; se ha ido incorporando, gracias a una configuración
legal, a un grupo específico de personas distinto a quien aportó durante su vida (viudas, viudos,
ascendientes y huérfanos). Este constituirá, pues, el contenido adicional del derecho a la pensión.
De manera preliminar (...) se puede afirmar que el derecho fundamental a la pensión corresponde
básicamente a quien ha aportado al sistema previsional.
Por ello, se consideró necesario en la reforma constitucional sincerar la cifra de beneficiarios del
régimen pensionario del Decreto Ley N° 20530. Es correcto que el Estado proteja especialmente a

450
DERECHO PREVISIONAL .

los titulares y beneficiarios del derecho, pero siempre y cuando jurídicamente les corresponda tal
atención.
La Primera Disposición Final y Transitoria de la Constitución, actualmente señala que: "Autorízase
a la entidad competente del Gobierno Nacional a iniciar las acciones legales correspondientes para
que se declare la nulidad de las pensiones obtenidas ilegalmente, salvo los casos definidos por
sentencias con carácter de cosa juzgada que se hayan pronunciado expresamente sobre el fondo del
asunto o que las respectivas acciones hubieran prescrito".
Solo de esta manera, el derecho fundamental a la pensión se ajustará adecuadamente a los principios
del equilibrio presupuestario y de la justicia redistributiva, a fin de no incorporar a personas que se
hubiesen aprovechado de las deficiencias del sistema (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 81)
La Constitución tutela a la familia y a sus integrantes en los distintos estados de necesidad en los
que pudieran encontrarse. Tal es el sentido del artículo 4 de la Constitución que promueve la tutela
social de las personas a través de un sistema de seguridad social que les otorgue beneficios. Tenien-
do en cuenta ello, y en lo que a la cuestión previsional se refiere, se ha estatuido que los beneficia-
rios deben gozar de, por lo menos una parte, de los derechos pensionarios que el causante titular
percibía.
La situación sui géneris de los beneficiarios del Decreto Ley N° 20530 ha hecho que la reforma
constitucional y la ley de nuevas reglas pensionarias establezcan algunas condiciones para su ejer-
cicio (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 82)

023 Derecho a la pensión. Contenido económico


El derecho a la pensión, por su contenido económico, no puede situarse en la universalidad reinter-
pretada como ‘proceso de generalización’, referida más a un objetivo político, a una meta ideal
contraria en sí misma a su naturaleza de derecho fundamental específico. Al ser atribuidos a todos,
sin establecer determinadas condiciones para su acceso, se convertirían no en derechos para unos
sectores concretos de la población, sino para todos, carentes de una meta a alcanzar –la igualdad
como equiparación–, que solo sería posible en el caso de que se hubiera utilizado como medio la
igualdad como diferenciación.
Esta concepción supone el riesgo de que estos propios derechos sirvan para mantener la desigual-
dad, beneficiando a quienes no lo necesitan realmente, puesto que un trato igual a los desiguales
trae consigo una consecuencia injusta. Es a partir de este criterio de universalización en el que
también se han fundado los demandantes para argumentar la existencia de un derecho progresivo
(Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 76)

024 Derecho a la pensión. Deberes de los sujetos pasivos


Los deberes del Estado y de las AFP como destinatarios del derecho a la pensión pueden reconducir-
se a un grupo determinado de acciones, básicamente relacionadas con conductas de respeto, de
cumplimiento y de protección a favor de los pensionistas.
- Respeto: Supone una abstención de desarrollar cualquier actividad que ponga en riesgo dere-
chos, lo cual acarrea la inversión en políticas que permitan a la población satisfacerlos por los
medios que consideren adecuados. Esto significa el deber de respetar el derecho a la pensión, y
con él, a todos los derechos que lo complementan y están relacionados.
- Cumplimiento: Evidencia medidas activas para que todas las personas tengan la oportunidad de
disfrutar de sus derechos cuando no puedan hacerlo por sí mismas. Por lo tanto, se debe anali-
zar en qué medida se buscan asimilar las condiciones del SNP al SPP.
- Protección: Implica un conjunto de medidas que deben ser adoptadas para evitar que otros
agentes violen derechos sociales, en un sentido de prevención. El deber de garantizar obliga
a establecer estructuras, procedimientos y todo medio a su alcance que sea capaz de asegurar
jurídicamente el libre y pleno ejercicio del derecho a la pensión (Exp. N° 1776-2004-AA/TC,
26/01/07, P, FJ. 21)

451
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[L]as obligaciones del Estado aparecen como precisas. Al ser uno de los sujetos pasivos del derecho
a la pensión, cabe que se establezcan las obligaciones y responsabilidades constitucionales que le
corresponden. Por ejemplo, al promover el SPP, el Estado debe hacerse cargo de las consecuencias
de la actividad de las AFP, sobre todo tomando en consideración el rol que se le ha asignado a la SBS
para supervisarlas (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 20)

025 Derecho a la pensión. Dependencia del equilibrio presupuestal


[E]l Estado debe, al momento de sufragar los costes del pago de una pensión, observar el principio
del equilibrio en su presupuesto (...).
Es pertinente enfatizar, entonces, que las consideraciones de tipo económico no resultan imperti-
nentes en sí mismas para sustentar la elaboración de leyes, sean estas ordinarias o de reforma
constitucional.
De otro lado, el tema del ahorro público es uno de los que más incidencia ha tenido para decidir la
reforma constitucional. En cuanto a ello, en la Primera Disposición Final y Transitoria de la Consti-
tución ya reformada se ha señalado que
"(...) el ahorro presupuestal que provenga de la aplicación de nuevas reglas pensionarias será des-
tinado a incrementar las pensiones más bajas, conforme a ley (...). Las modificaciones que se intro-
duzcan en los regímenes pensionarios actuales, así como los nuevos regímenes pensionarios que se
establezcan en el futuro, deberán regirse por los criterios de sostenibilidad financiera (...)".
En efecto, en tanto la Constitución trasciende su connotación de norma de organización política
para sentar las bases mínimas indispensables de convivencia social identificada con el principio de
dignidad humana, los criterios fundados en el orden constitucional económico y en los principios
que lo informan, no pueden ser tachados como impertinentes para justificar, cuando menos en
parte, la modificación del ordenamiento constitucional (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 50)

026 Derecho a la pensión. Desarrollo dentro del ámbito de la seguridad social


[En lo referido al] derecho fundamental a la pensión, (...) es la seguridad social el ámbito de garantía
institucional en el cual tal derecho se llegará a desarrollar (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P,
FJ. 15)

027 Derecho a la pensión. Diferencias con la propiedad


[S]i la pensión consta de los mismos atributos de la propiedad privada, cabe la equiparación entre
ambos. Al respecto, debemos señalar que la pensión, si bien forma parte del patrimonio de la
persona que goza del derecho a recibirla, no se puede desprender, sin más, su asimilación con el
derecho a la propiedad, pues entre la propiedad y la pensión existen diferencias notables que se
manifiestan en su naturaleza jurídica, en los actos que pueden realizarse con ellas, en el modo de su
transferencia y en su titularidad (...).
En cuanto a los actos que pueden realizarse sobre la pensión, existen también diferencias bastante
marcadas con la propiedad. Así, la pensión no puede ser objeto, por ejemplo, de determinados actos
de libre disposición (compra-venta, permuta, donación, entre otros), ni es susceptible, como es
evidente, de expropiación –como equivocadamente señalan los demandantes–. Tampoco puede equi-
pararse la pensión con la propiedad por el modo como se transfieren, puesto que la pensión no es
susceptible de ser transmitida por la sola autonomía de la voluntad del causante, como si se tratase
de una herencia, dado que se encuentra sujeta a determinados requisitos establecidos en la ley y
que, solo una vez que hubiesen sido satisfechos, podría generar el derecho de goce de su titular o de
o sus beneficiarios.
En cuanto a la titularidad, no siempre coincide el titular de la pensión con la persona beneficiada
con ella, por lo que se debe distinguir entre el pensionista y el beneficiario. Es evidente, por consi-
guiente, que la pensión no comporta los atributos privativos de la propiedad, por lo que no corres-
ponde asimilarlas como si el derecho a la pensión fuera un forma de ejercicio del derecho de propie-
dad (Exp. Nº 0030-2004-AI, 02/12/05, P, FJ. 12)

452
DERECHO PREVISIONAL .

028 Derecho a la pensión. Disposiciones que lo dotan de contenido esencial


[N]o todas las disposiciones de la legislación ordinaria que tienen por objeto precisar los beneficios
o prestaciones relacionadas con materia previsonal, dotan de contenido esencial al derecho funda-
mental a la pensión. Solo cumplen dicha condición aquellas disposiciones legales que lo desarrollan
de manera directa (tal como ocurre, por ejemplo, con las condiciones para obtener una pensión
dentro de un determinado régimen). Por el contrario, las condiciones indirectas relativas al goce
efectivo de determinadas prestaciones, como por ejemplo, asuntos relacionados al monto de la
pensión (en la medida que no se comprometa el mínimo vital), topes, mecanismos de reajuste, entre
otros, no podrían considerarse como componentes esenciales del derecho fundamental referido,
sino como contenidos no esenciales y, en su caso, adicionales, y, en tal medida, tampoco como
disposiciones legales que lo configuran (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 120)

029 Derecho a la pensión. Elementos del contenido esencial


El contenido esencial del derecho fundamental a la pensión está constituido por tres elementos, a
saber:
- el derecho de acceso a una pensión;
- el derecho a no ser privado arbitrariamente de ella; y,
- el derecho a una pensión mínima vital.
Mediante el derecho fundamental a la pensión, la Constitución de 1993 garantiza el acceso de las
personas a una pensión que les permita llevar una vida en condiciones de dignidad. Este derecho
fundamental también comporta el derecho de las personas a no ser privadas de modo arbitrario e
injustificado de la pensión; de ahí que corresponda garantizar, frente a la privación arbitraria e
irrazonable, el goce de este derecho, sin perjuicio de reconocer el disfrute de una pensión mínima
vital como materialización concreta del clásico contenido esencial del derecho a la pensión (Exp.
Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 107)
Estos tres elementos [derecho de acceso a una pensión, a no ser privado arbitrariamente de ella y a
una pensión mínima vital] constituyen el núcleo duro del derecho fundamental a la pensión y en el
cual el legislador no puede intervenir para restringir o privar a las personas de ese derecho (Exp. Nº
0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 108)

030 Derecho a la pensión. Función supervisora del Estado


La pensión de jubilación constituye una de las prestaciones sociales básicas que goza de jerarquía
constitucional, por lo que no puede ser desconocida por la Administración, toda vez que los dere-
chos constitucionales deben orientar la actuación de los poderes públicos, a tenor del artículo 44 de
la Constitución, que prescribe que es un deber primordial del Estado garantizar la plena vigencia de
los derechos humanos (Exp. Nº 1201-2005-PA, 18/03/05, S1, FJ. 9)
[A]unque es perfectamente posible la intervención de entes privados en el otorgamiento de servi-
cios de salud y seguridad social, también es inherente al Estado, cuando menos como supervisor
permanente, la prestación de estos derechos sociales, manteniéndose siempre latente la posibilidad
de su participación directa cuando se quebranten los mínimos presupuestos que aseguren la idonei-
dad del servicio. Debe quedar claro que, siendo el Estado la expresión más acabada de la vocación
y el compromiso natural del hombre por la convivencia, su función social no queda en modo alguno
desvirtuada por la "delegación" de aquellas facultades que, en principio, aparecían como consubs-
tanciales al mismo. No obstante, en aras de salvaguardar la seguridad jurídica y el principio de
legalidad, la participación estatal no podrá responder a una decisión arbitraria de sus órganos, sino,
antes bien, a razonables medidas previamente establecidas o, en su caso, coordinadas con los pro-
pios beneficiarios (Exp. Nº 0011-2001-AI, 10/06/02, P, FJ. 11)

031 Derecho a la pensión. Imposición de topes máximos


[N]o existe un derecho fundamental a la nivelación, dado que esta no forma parte del contenido
esencial del derecho fundamental a la pensión, sino a su contenido no esencial. Si así fuera, la

453
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

‘nivelación’ debería también aplicarse a otros regímenes pensionarios, pues de lo contrario se estaría
incurriendo en un acto injustificado de discriminación (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 100)
Lo que debe quedar claro es que el establecimiento de topes pensionarios obedece a dos razones
esenciales, a saber: la disponibilidad económica del sistema de seguridad social y el principio de
solidaridad (...).
Por estas consideraciones, y mientras el Estado garantice el pago de las pensiones y los montos de
estas cubran el mínimo de subsistencia, la fijación de topes no pueden ser tachada de inconstitucio-
nal. Será, entonces, constitucionalmente razonable y legítimo que se disponga la disminución pro-
gresiva del monto de las pensiones más elevadas –propio del contenido no esencial– y el incremento
de las pensiones más bajas a un tope mínimo vital –propio del contenido esencial– (Exp. Nº 0050-
2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 100)
Con el artículo 78 [del Decreto Ley Nº 19990] se reguló el monto máximo de la pensión como un
instituto de orden financiero establecido para atender la naturaleza solidaria del Sistema, basado en
el reparto del fondo común, para el que se contribuye con la finalidad de pagar las pensiones sobre
la base de los aportes de los asegurados activos (trabajadores) (Exp. Nº 1294-2004-AA, 30/11/04,
S2, FJ. 4)

032 Derecho a la pensión. Imposición tributaria


[E]l establecimiento de un tributo al patrimonio representado en el monto de la pensión, no impide
de manera alguna que dicho monto continúe incrementándose progresivamente en línea de nivela-
ción con la remuneración del trabajador activo en el último cargo u otro similar en el que prestó
servicios el cesante o jubilado (Exp. Nº 0001-2004-AI y acumulados, 27/09/04, P, FJ. 23)

033 Derecho a la pensión. Intangibilidad de la pensión dentro del contenido esencial


[Cuando la norma] hace alusión al derecho "a la pensión" legalmente obtenido, de manera tal que
queda proscrita al legislador la posibilidad de: a) desconocer tal derecho y, por ende, la calidad de
pensionista, so pretexto de que a posteriori varió alguno de los requisitos para obtener la pensión;
y, b) reducir el monto de esta, bajo el argumento de que, también posteriormente, ha cambiado la
regla para su cálculo o se ha establecido un tope pensionario (Exp. Nº 0001-2004-AI y acumulados,
27/09/04, P, FJ. 8)

034 Derecho a la pensión. Libre acceso a las prestaciones pensionarias


Como parte del contenido esencial constitucionalmente protegido por el derecho a la pensión, cabe
señalar que este no solo garantiza el obtener prestaciones de pensiones de manera universal y
progresiva, sino también el libre acceso a dichas prestaciones, supuesto de hecho claramente esta-
blecido en el (...) artículo 11 de la Constitución. Como este Tribunal ha señalado en el fundamento
107 de la sentencia del Expediente Nº 0050-2004-AI/TC y otros, el derecho a la pensión garantiza,
entre otras cosas, el acceso a una pensión que les permita llevar una vida en condiciones de digni-
dad. Por ello, habrá de considerarse porción integrante de tal derecho la posibilidad de su libre
acceso, y en consecuencia, contar con los adecuados requisitos para que dicho acceso se produzca
(Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 17)

035 Derecho a la pensión. Momento en que se es titular del derecho


[L]a persona asume la titularidad [del derecho a la pensión] ni bien termina de aportar al sistema al
cual se adscribió el monto que está obligado a sufragar, y cuando adquiera la edad mínima para ello.
Entonces, será titular del derecho fundamental a la pensión ni bien cumple todos los requisitos
exigidos (condiciones materiales y temporales) para ejercerlo plenamente, así sea de un régimen
especial o de pensión adelantada (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 36)

036 Derecho a la pensión. Naturaleza de la disposición constitucional


El artículo 11 de la Constitución no tiene la naturaleza de una norma jurídica tradicional, pues se
trata de una disposición de textura abierta que consagra un derecho fundamental; en esa medida

454
DERECHO PREVISIONAL .

hace referencia a un contenido esencial constitucionalmente protegido, el cual tiene como substra-
to el resto de bienes y valores constitucionales; pero, a su vez, alude a una serie de garantías que no
conforman su contenido irreductible, pero que son constitucionalmente protegidas y sujetas a desa-
rrollo legislativo –en función a determinados criterios y límites–, dada su naturaleza de derecho de
configuración legal (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 73)

037 Derecho a la pensión. Naturaleza de derecho social


El derecho fundamental a la pensión tiene la naturaleza de derecho social –de contenido económi-
co–. Surgido históricamente en el tránsito del Estado liberal al Estado social de Derecho, impone a
los poderes públicos la obligación de proporcionar las prestaciones adecuadas a las personas en
función a criterios y requisitos determinados legislativamente, para subvenir sus necesidades vita-
les y satisfacer los estándares de la ‘procura existencial’. De esta forma se supera la visión tradicio-
nal que suponía distintos niveles de protección entre los derechos civiles, políticos, sociales y eco-
nómicos, atendiendo al principio de indivisibilidad de los derechos fundamentales y a que cada uno
formaba un complejo de obligaciones de respeto y protección –negativas– y de garantía y promoción
–positivas– por parte del Estado (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 74)

038 Derecho a la pensión. Necesidad de implementación de medidas estatales


El derecho fundamental a la pensión requiere de la implementación de medidas a fin de asegurar
prestaciones a los individuos, cuando estos no son capaces de satisfacerlas por ellos mismos. En
este sentido, se otorga libertad a los Estados para instituir políticas destinadas a dicho fin sujetando
su actuación a ciertos parámetros mínimos (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 15)

039 Derecho a la pensión. Principio-derecho de dignidad


El artículo 1 de la Constitución establece que:
"la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del
Estado".
La dignidad humana (...) es el presupuesto jurídico de la existencia de todos los derechos funda-
mentales. La persona humana no puede ser concebida como un medio, sino como un fin en sí
mismo; de allí que su defensa constituya el fin supremo que debe inspirar todos los actos estatales,
en particular, y los de la sociedad, en general (...).
La seguridad social y el derecho a la pensión son elementos esenciales que configuran el mínimo
existencial necesario para garantizar una vida no solo plena en su faz formal o existencial, sino
también en su dimensión sustancial o material; o, en otras palabras, para garantizar una vida digna.
Por tal razón, una pensión constitucionalmente protegida solo será aquella que se sustente en el
principio de dignidad de la persona humana. De tal forma, pues, se infiere la existencia de un
derecho a la dignidad pensionaria (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 46)
Este derecho [a la pensión] es una concreción del derecho a la vida, en su sentido material, en
atención al principio de indivisibilidad de los derechos fundamentales y al telos constitucional
orientado a la protección de la dignidad de la persona humana, consagrado en el artículo 1 de la
Constitución Política, en los siguientes términos:
"(...) la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad
y del Estado".
De esta forma, nuestro texto constitucional consagra la promoción de una digna calidad de vida
entre sus ciudadanos como un auténtico deber jurídico, lo que comporta al mismo tiempo una
definida opción en favor de un modelo cualitativo de Estado que encuentre en la persona humana su
presupuesto ontológico, de expreso rechazo a una forma de mero desarrollo social y económico
cuantitativo.
Es de esta forma como el derecho fundamental a la pensión permite alcanzar el desarrollo de la
dignidad de los pensionistas. De ello se deriva su carácter de derecho fundamental específico, que

455
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

supera las posiciones liberales que no aceptan un concepto de igualdad como diferenciación, pero
que tampoco supone privilegios medievales que tengan por objeto un trato diferenciado estático a
determinado colectivo para conseguir y mantener la desigualdad.
En la definición del contenido de este derecho fundamental es factor gravitante el esfuerzo econó-
mico que el proceso pensionario exige de los poderes públicos y de la capacidad presupuestaria
(Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 76)

040 Derecho a la pensión. Principio de progresividad


[L]a plena realización de este derecho puede y debe lograrse de manera paulatina, y que es vocación
del Estado, conforme a las obligaciones internacionales asumidas, ejecutar las medidas tendentes a
que este objetivo se realice en un plazo razonablemente breve. Ello en concordancia con las exigen-
cias del bienestar general, que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y equilibrado
de la Nación, deber impuesto al Estado por el artículo 44 de la Constitución.
[E]xiste una serie de medidas de carácter inmediato que deben adoptarse, las cuales garanticen el
goce y ejercicio de conformidad con el contenido esencial de este derecho fundamental, entre ellas
efectuar las providencias legislativas indispensables acordes con la fuerza expansiva de los dere-
chos y afianzar el carácter de justiciable del derecho fundamental a la pensión, lo cual permita que
pueda ser invocado ante los tribunales. Ello supone, a su vez, la provisión de mayores recursos al
Poder Judicial (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 91)
Es indudable que la efectividad plena de los derechos económicos, sociales y culturales en general,
no podrá lograrse en un breve periodo de tiempo (...).
Debe tenerse presente, por otro lado, que se trata de un principio [de progresividad] netamente
objetivo y no subjetivo, motivo por el cual la reforma cuestionada, que impacta sobre un grupo de
pensionistas no representativos cuantitativamente en materia de seguridad social, no es inconsti-
tucional per se. Si la reducción objetiva y proporcional de las pensiones de la minoría se ha previsto
en línea de equidad con el propio derecho a una pensión de acuerdo con el principio de dignidad
humana de la mayoría, el principio de progresividad no estará afectado.
Por ello, no se vulnera tal principio cuando se busca la justicia e igualdad entre los pensionistas al
amparo de una idea democrática de justicia común. No se puede beneficiar a un grupo minoritario
de pensionistas en detrimento de la mayoría de ellos (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 49)

041 Derecho a la pensión. Procedibilidad de su protección en la vía contencioso-adminis-


trativa
La vía idónea para dilucidar los asuntos pensionarios que no versen sobre el contenido directamen-
te protegido por el derecho fundamental a la pensión, es el proceso contencioso administrativo. En
efecto, en tanto que es la Administración Pública la encargada de efectuar el otorgamiento de las
pensiones específicas una vez cumplidos los requisitos previstos en la ley, es el proceso contencioso
administrativo la vía orientada a solicitar la nulidad de los actos administrativos que se consideren
contrarios a los derechos subjetivos que a pesar de encontrarse relacionados con materia previsio-
nal, sin embargo, no derivan directamente del contenido constitucionalmente protegido por el de-
recho fundamental a la pensión. Así lo estipula el artículo 1 de la Ley Nº 27584.
"La acción contencioso administrativa prevista en el artículo 148 de la Constitución Política tiene
por finalidad el control jurídico por el Poder Judicial de las actuaciones de la administración pública
sujetas al derecho administrativo y la efectiva tutela de los derechos e intereses de los administra-
dos (...)" (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 51)
[E]n los supuestos en los que se pretenda la estimación en juicio de pretensiones que no se encuen-
tren relacionadas con el contenido directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión,
los justiciables deberán acudir al proceso contencioso administrativo a efectos de dilucidar el asun-
to controvertido.

456
DERECHO PREVISIONAL .

En tal perspectiva, el artículo 3 de la Ley Nº 27584 establece, de conformidad con el principio de


exlusividad, lo siguiente: "Las actuaciones de la administración pública solo pueden ser impugna-
das en el proceso contencioso administrativo, salvo en los casos en que se pueda recurrir a los
procesos constitucionales", es decir, salvo en los casos en los que la actuación (u omisión) de la
Administración Pública genere la afectación del contenido directamente protegido por un derecho
constitucional (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 52)
De conformidad con los artículos 8 y 9 de la Ley Nº 27584 es competente para conocer la demanda
del Juez Especializado en lo Contencioso Administrativo (o el Juez Civil o Mixto en los lugares en
que no exista Juez Especializado en lo Contencioso Administrativo), del lugar del domicilio del
demandado o del lugar donde se produjo la actuación impugnable, a elección del demandante (Exp.
Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 53)

042 Derecho a la pensión. Protección del contenido


[A través de los siguientes criterios se] procede a delimitar los lineamientos jurídicos que permiti-
rán ubicar las pretensiones que, por pertenecer al contenido esencial dicho derecho fundamental [a
las pensiones] o estar directamente relacionadas a él, merecen protección a través del proceso de
amparo:
a) [F]orman parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la
pensión, las disposiciones legales que establecen los requisitos del libre acceso al sistema de
seguridad social consustanciales a la actividad laboral pública o privada, dependiente o inde-
pendiente, y que permite dar inicio al periodo de aportaciones al Sistema Nacional de Pensio-
nes. Por tal motivo, serán objeto de protección por vía del amparo los supuestos en los que
habiendo el demandante cumplido dichos requisitos legales se le niegue el acceso al sistema de
seguridad social.
b) [F]orma parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la
pensión, las disposiciones legales que establecen los requisitos para la obtención de un derecho
a la pensión. Así, será objeto de protección en la vía de amparo los supuestos en los que,
presentada la contingencia, se deniegue a una persona el reconocimiento de una pensión de
jubilación o cesantía, a pesar de haber cumplido los requisitos legales para obtenerla (edad
requerida y determinados años de aportación), o de una pensión de invalidez, presentados los
supuestos previstos en la ley que determinan su procedencia.
c) [D]ado que (...) el derecho fundamental a la pensión tiene una estrecha relación con el derecho
a una vida acorde con el principio-derecho de dignidad, es decir, con la trascendencia vital
propia de una dimensión sustancial de la vida, antes que una dimensión meramente existencial
o formal, forman parte de su contenido esencial aquellas pretensiones mediante las cuales se
busque preservar el derecho concreto a un ‘mínimo vital’.
En tal sentido, en los supuestos en los que se pretenda ventilar en sede constitucional preten-
siones relacionadas no con el reconocimiento de la pensión que debe conceder el sistema previ-
sional público o privado, sino con su específico monto, ello solo será procedente cuando se
encuentre comprometido el derecho al mínimo vital.
d) [A]un cuando, prima facie, las pensiones de viudez, orfandad y ascendientes, no forman parte
del contenido esencial del derecho fundamental a la pensión, en la medida de que el acceso a las
prestaciones pensionarias sí lo es, son susceptibles de protección a través del amparo los su-
puestos en los que se deniegue el otorgamiento de una pensión de sobrevivencia, a pesar de
cumplir con los requisitos legales para obtenerla.
e) En tanto el valor de igualdad material informa directamente el derecho fundamental a la
pensión, las afectaciones al derecho a la igualdad como consecuencia del distinto tratamiento
(en la ley o en la aplicación de la ley) que dicho sistema dispense a personas que se encuen-
tran en situación idéntica o sustancialmente análoga, serán susceptibles de ser protegidos
mediante el proceso de amparo, siempre que el término de comparación propuesto resulte
válido.

457
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

En efecto, en tanto derecho fundamental relacional, el derecho a la igualdad se encontrará


afectado ante la ausencia de bases razonables, proporcionales y objetivas que justifiquen el
referido tratamiento disímil en el libre acceso a prestaciones pensionarias.
f) [E]s preciso tener en cuenta que para que quepa un pronunciamiento de mérito en los procesos
de amparo, la titularidad del derecho subjetivo concreto de que se trate debe encontrarse sufi-
cientemente acreditada.
g) Debido a que las disposiciones legales referidas al reajuste pensionario o a la estipulación de un
concreto tope máximo a las pensiones, no se encuentran relacionadas a aspectos constituciona-
les directamente protegidos por el contenido esencial del derecho fundamental a la pensión,
prima facie, las pretensiones relacionadas a dichos asuntos deben ser ventiladas en la vía judi-
cial ordinaria.
Las pretensiones vinculadas a la nivelación como sistema de reajuste de las pensiones o a la aplica-
ción de la teoría de los derechos adquiridos en materia pensionaria, no son susceptibles de protec-
ción a través del amparo constitucional, no solo porque no forman parte del contenido protegido del
derecho fundamental a la pensión, sino también, y fundamentalmente, porque han sido proscritas
constitucionalmente, mediante la Primera Disposición Final y el artículo 103 de la Constitución,
respectivamente (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 37, PV)

043 Derecho a la pensión. Reajuste de pensiones dentro del contenido no esencial


[E]s válido inferir que procede el reajuste del monto de la pensión de invalidez vitalicia cuando se
acredite el aumento del grado de incapacidad del asegurado. Esta afirmación se sustenta en lo
siguiente:
a) La improcedencia del reajuste desnaturalizaría la esencia misma del seguro, el cual está conce-
bido para cubrir la incapacidad laboral, resultando razonable, por lo tanto, que la cobertura se
incremente a medida que la incapacidad laboral se acentúe.
b) El riesgo cubierto –la incapacidad laboral producto de accidentes de trabajo o enfermedades
profesionales– no es estático ni se agota, en todos los casos, en el momento en que se produce
el siniestro o se manifiesta la enfermedad.
c ) Existen accidentes de trabajo y, especialmente, enfermedades profesionales que generan una
progresión degenerativa de la incapacidad laboral y que son incurables, como la neumoconiosis
(silicosis) (Exp. Nº 1008-2004-AA, 15/03/05, P, FJ. 11)

044 Derecho a la pensión. Relación con la seguridad social


El artículo 10 de la Constitución reconoce
"(...) el derecho universal y progresivo de toda persona a la seguridad social, para su protección
frente a las contingencias que precise la ley y para la elevación de su calidad de vida".
Sobre el particular, y de modo más concreto, el artículo 11 de la Constitución, estipula que: "(...) el
Estado garantiza el libre acceso a prestaciones de salud y a pensiones, a través de entidades públi-
cas, privados o mixtas".
[E]l derecho a la seguridad social se instituye como una garantía institucional del derecho a la
pensión, al posibilitar su vigencia según los parámetros correspondientes a un Estado social y
democrático de derecho.
Pero, ¿qué es en estricto una garantía institucional?
Es una fórmula constitucional que permite asegurar una especial salvaguarda de ciertas institucio-
nes (...).
De esta forma, la seguridad social está prevista en la Constitución como la garantía institucional del
derecho a la pensión (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 53)

458
DERECHO PREVISIONAL .

La seguridad social es la garantía institucional que expresa por excelencia la función social del
Estado. Se concreta en un complejo normativo estructurado –por imperio del artículo 10 de la
Constitución– al amparo de la ‘doctrina de la contingencia’ y la calidad de vida; por ello, requiere de
la presencia de un supuesto fáctico al que acompaña una presunción de estado de necesidad (cese
en el empleo, viudez, orfandad, invalidez, entre otras) que condiciona el otorgamiento de una pres-
tación pecuniaria y/o asistencial, regida por los principios de progresividad, universalidad y solida-
ridad, y fundada en la exigencia no solo del mantenimiento, sino en ‘la elevación de la calidad de
vida’ (...).
[La] ineludible vinculación de la seguridad social con el principio de dignidad se expresa en un
sistema institucionalizado, imprescindible para la defensa de diversos principios constitucionales,
lo que permite reconocerla como una garantía institucional (...).
[C]omo garantía institucional que la Constitución reconoce, la seguridad social está blindada contra
una reforma legislativa –incluso constitucional– que la anule o la vacíe de contenido.

045 Derecho a la pensión. Significado de la libertad de acceso a las prestaciones


[La] libertad de acceso a las prestaciones no implica que todos podamos acceder a él sin más trabas
u obstáculos que los que se puedan derivar del ámbito de autonomía del individuo. La libertad de
acceso a tales prestaciones opera en la medida que el individuo satisfaga las condiciones legalmente
establecidas por el legislador para dicho acceso. En específico respecto del acceso a los sistemas de
pensiones, queda claro que este no es irrestricto ni ilimitado sino que está sujeto al cumplimiento
de condiciones y requisitos. Así, no todo ciudadano tiene acceso efectivo a los sistemas de pensio-
nes, sino solo aquellos que, tengan la calidad de trabajadores y que, como tales, observen las
exigencias de cada sistema. Lo que garantiza la Constitución es que a aquellos que cumplan los
requisitos y condiciones fijados por ley, no se les niegue acceder al sistema pensionario que elijan.
La Constitución asegura la posibilidad de toda persona de gozar de una pensión poniendo a su
disposición sistemas pensionarios, pero el goce efectivo de las prestaciones supone que estos respe-
ten los requisitos y condiciones exigidos (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 17)

046 Derecho a la pensión. Sujetos pasivos


Frente a la existencia del rol asignado al Estado, se reconoce la existencia de un SPP, el mismo que
incluye a las AFP como destinatario novedoso del derecho a la pensión, en tanto observación explí-
cita de la drittwirkung –eficacia frente a terceros– de los derechos. Las AFP son los nuevos respon-
sables de la prestación exigida constitucionalmente, pero siempre el principal obligado de asegurar
el acceso a la prestación es el Estado (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 21)

047 Derecho a la pensión. Valor-principio de igualdad


La igualdad, prevista en el artículo 2 inciso 2 de la Constitución, además de ser un derecho funda-
mental, es también un principio rector tanto de la organización del Estado social y democrático de
derecho, como de la actuación de los poderes públicos.
La aplicación del principio de igualdad no excluye el tratamiento diferenciado. Es decir, no se vul-
nerará dicho principio cuando se establezca una diferencia de trato fundada en bases objetivas y
razonables (...).
Debe enfatizarse que el constituyente derivado goza de un margen más o menos amplio de discre-
ción para configurar las nuevas posiciones subjetivas exigibles en materia de seguridad social. No
obstante, el respeto al principio de igualdad se constituye como un límite a dicha competencia,
debido a su condición de universalidad, propia del sistema de seguridad social, conforme a lo seña-
lado por el artículo 10 de la Constitución; asimismo, el constituyente debe respetar los principios de
solidaridad y progresividad, subyacentes en todo sistema de seguridad social que provee un dere-
cho a la pensión con equidad (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 47)
El derecho a la pensión se funda (...) en el valor de igualdad, que tiene como objetivo la protección
de un colectivo concreto, el de los pensionistas, que por determinadas razones de edad, sexo o

459
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

situaciones sociales, físicas, económicas, se encuentra en una situación de desventaja que es nece-
sario compensar en el marco del Estado social y democrático de Derecho configurado por nuestra
Constitución.
El derecho a la pensión, como expresión del valor de igualdad, utiliza la técnica de la equiparación
desde el punto de vista de los objetivos, y de la diferenciación, desde el punto de vista de los medios
empleados; es decir, de tratar desigualmente a los desiguales, en base a un test de la razonabilidad.
Tiene por finalidad equiparar al resto de personas que no están incluidas y no son titulares de este
derecho (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 67)
[El valor superior de igualdad como principio] no debe concebirse en su dimensión formal, sino en
la material. Para su realización, en sentido material, se traduce en el criterio de igual satisfacción de
las necesidades fundamentales (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 106)

048 Derecho a la pensión. Valores subyacentes al contenido esencial


[A] la luz de los principios sustentadores del derecho a la pensión dentro del Estado social y demo-
crático de derecho, se deben ponderar los valores superiores. Sin embargo, (...) si bien nuestra
Constitución no incorpora expresamente una disposición constitucional que haga alusión a los va-
lores superiores, ello no quiere decir, en modo alguno, que nuestra Constitución de 1993 no los
consagre o carezca de ellos.
Esto es así en la medida que los valores que fundamentan el orden social y jurídico pueden deducir-
se implícitamente de dicho orden o venir expresados precisamente en una norma legal, o incluso en
una norma constitucional (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 106)
El análisis sistemático de la disposición constitucional que reconoce el derecho fundamental a
la pensión (artículo 11) con los principios y valores que lo informan, es el que permite determi-
nar los componentes de su contenido esencial. Dichos principios y valores son el principio-
derecho de dignidad y los valores de igualdad material y solidaridad (Exp. Nº 1417-2005-AA,
08/07/05, P, FJ. 36)

049 Derecho a la pensión. Valor-principio de solidaridad


Este principio [solidaridad], derivado directamente de la cláusula de Estado social y democrático de
derecho prevista en el artículo 43 de la Constitución, implica el compromiso directo de cada perso-
na con los fines sociales del Estado, de manera tal que a nadie resulte ajena la vocación por priorizar
las nuevas medidas pensionarias que eleven la calidad de vida de la mayoría de los pensionistas, así
como la de acabar los privilegios pensionarios que contravengan un orden constitucional solidario
(...).
Nuestra Constitución Política recoge en sus normas disposiciones referidas a la solidaridad, estatu-
yendo que es deber primordial del Estado promover el bienestar general fundamentado en la justi-
cia y en el desarrollo integral y equilibrado de la Nación (artículo 44); que la economía social de
mercado es en sí misma la superación de la visión reduccionista de las relaciones entre los hombres
como intercambio de cosas (artículo 58); y que la educación prepara para la vida y el trabajo y
fomenta la solidaridad (artículo 14) (...).
Por tal razón, dentro del universo de los titulares del derecho a la pensión del régimen pensionario
del Decreto Ley N° 20530, es plenamente constitucional que estén vinculados por el principio de
solidaridad, correspondiente a un Estado social y democrático de derecho, lo cual supone la asun-
ción de los fines comunitaristas de la seguridad social y el derecho a la pensión, en el marco de los
artículos 10 y 11 de la Constitución (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 48)
[E]l valor superior solidaridad, entendido como el deber de desarrollar, de acuerdo con las posibili-
dades y preferencias propias, una actividad o función que redunde en el progreso material o espiri-
tual de la sociedad, debe ponderarse a efectos de determinar el contenido esencial del derecho
fundamental a la pensión (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 106)

460
DERECHO PREVISIONAL .

050 Derecho a la pensión. Test de razonabilidad


Determinada la intangibilidad del contenido esencial del derecho fundamental a la pensión, es
necesario ahora aplicar un test de razonabilidad al establecimiento de los contenidos no esenciales
y adicionales a fin de que estos sean declarados constitucionales o no (...).
El test de razonabilidad es un análisis de proporcionalidad que está directamente vinculado con el
valor superior justicia; constituye, por lo tanto, un parámetro indispensable de constitucionalidad
para determinar la actuación de los poderes públicos, sobre todo cuando esta afecta el ejercicio de
los derechos fundamentales. Para que la aplicación del test sea adecuada, corresponde utilizar los
tres principios que lo integran [idoneidad o adecuación, necesidad y proporcionalidad] (Exp. Nº
0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 109)

DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL

051 Derecho a la seguridad social. Bono de reconocimiento


Este bono es el mecanismo que la propia legislación y la misma Administración establecieron para
que los aportes realizados a favor de las personas en el SNP puedan migrar hacia el SPP. Es válido
reparar en que el Sistema Privado se define como una forma de capitalización y que cada uno de sus
integrantes podrá ser pensionista según los aportes realizados a su cuenta personal, la misma que
se contabiliza, en buena parte para el caso de los que se pasaron al SPP, gracias al bono de recono-
cimiento aportado (Exp. Nº 9381-2005-PA/TC, 26/06/06, P, FJ. 5)
El Tribunal Constitucional¸ en virtud del artículo VII del CPC, puede establecer un precedente
vinculante cuando la ONP, en el procedimiento de evaluación de bono de reconocimiento, no puede
rechazar el pedido de determinación del valor nominal del bono recurriendo a pretensos impedi-
mentos para acceder a tal solicitud (Exp. Nº 9381-2005-PA/TC, 26/06/06, P, FJ. 9, PV)

052 Derecho a la seguridad social. Carácter irrenunciable


[El] derecho constitucional a la seguridad social (…) es irrenunciable (Exp. Nº 0394-2001-AA,
30/10/01, P, FJ. 6)

053 Derecho a la seguridad social. Como derecho de configuración legal


El derecho a la seguridad social se encuentra previsto en forma expresa en el artículo 10 de la
Constitución vigente. Se trata de un derecho de configuración legal, esto es, que a través de la ley
se precisan los requisitos y condiciones que se deben cumplir a efectos de gozar de los beneficios
que cada uno de los regímenes previsionales establece en cada caso en particular (Exp. Nº 1396-
2004-AA, 09/11/04, S1, FJ. 6)
[L]a seguridad social, para poder operar directamente, a diferencia de un derecho fundamental
clásico, requiere de configuración legal (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 55)

054 Derecho a la seguridad social. Como garantía institucional


Su condición de sistema institucionalizado imprescindible para la defensa y desarrollo de diversos
principios y derechos fundamentales, permite reconocer a la seguridad social como una garantía
institucional (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJ. 30)

055 Derecho a la seguridad social. Contenido


[L]a ley constituye fuente normativa vital para delimitar [el] contenido protegido [del derecho a la
seguridad social]. (...)
[D]icho contenido se encuentra conformado fundamentalmente por los siguientes aspectos: en pri-
mer lugar, por las disposiciones legales que establecen las condiciones de pertenencia a un determi-
nado régimen de seguridad social, lo cual no significa que sea irreformable, sino que su reforma

461
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

requeriría de una mayor carga de consenso en cuanto a su necesidad, oportunidad y proporcionali-


dad. En segundo lugar, por las disposiciones legales que establecen las condiciones para la obten-
ción de un derecho subjetivo a una determinada prestación. En tercer lugar, por el principio de
solidaridad (...) que es portador de la justicia redistributiva subyacente en todo sistema de seguri-
dad social (Exp. Nº 0050-2004-AI, 03/06/05, P, FJ. 55)
La seguridad social (dentro de cuyo concepto, se entenderá incluido el servicio previsional de salud,
conforme a los alcances del artículo 11 de la Constitución) es un sistema institucionalizado de
prestaciones individualizadas, basado en la prevención del riesgo y en la redistribución de recur-
sos, con el único propósito de coadyuvar en la calidad y el proyecto de vida de la comunidad (Exp.
Nº 0011-2002-AI, 10/06/02, P, FJ. 14)
[E]l principio de solidaridad genera que los aportes de los trabajadores activos sirvan de sustento a
los retirados mediante los cobros mensuales de las pensiones. En este caso, el rol que compete al
Estado en la promoción del ejercicio del instituto no puede ser subestimado ni mucho menos desco-
nocido (Exp. Nº 0011-2002-AI, 10/06/02, P, FJ. 14)
Asimismo, también es imperioso admitir, tal como lo hace el artículo 10º de la Norma Fundamental,
que en el país se reconoce el derecho a la seguridad social. Este derecho, que a la vez se concibe
como garantía institucional del derecho a la pensión, otorga a la persona no sólo la capacidad de
recibir algún tipo de monto dinerario para contrarrestar una contingencia, como sucede en el caso
de los adultos mayores. También sirve para que el disfrute de su existencia se realice sobre la base
de una búsqueda real de una elevación de la calidad de vida de las personas (Exp. Nº 9381-2005-
PA/TC, 26/06/06, P, FJ. 1)
E]n el país se reconoce el derecho a la seguridad social. Este derecho, que a la vez se concibe como
garantía institucional del derecho a la pensión, otorga a la persona no solo la capacidad de recibir
algún tipo de monto dinerario para contrarrestar una contingencia, como sucede en el caso de los
adultos mayores. También sirve para que el disfrute de su existencia se realice sobre la base de una
búsqueda real de una elevación de la calidad de vida de las personas (Exp. 9381-2005-PA/TC-LIMA,
26/06/06, P, FJ.1)

056 Derecho a la seguridad social. Derecho pensionario como parte de la seguridad social
El derecho pensionario que asiste a todo asegurado, como parte del derecho a la seguridad social, y
que se genera a partir de la fecha de cese laboral, cuenta en nuestro país con una normatividad
especial, que permite a los causahabientes acceder a una prestación pensionaria, de acuerdo a la
calidad que ostenten respecto del causante. Así, se generan pensiones de sobrevivientes a favor del
cónyuge y de los hijos del causante (Exp. Nº 0638-2004-AA, 25/06/04, S2, FJ. 2)

057 Derecho a la seguridad social. Derecho pensionario como prestación social básica
La pensión de jubilación constituye una de las prestaciones sociales básicas que goza de jerarquía
constitucional, por lo que no puede ser desconocida por la Administración, toda vez que los dere-
chos constitucionales deben orientar la actuación de los poderes públicos, a tenor del artículo 44 de
la Constitución, que prescribe que es un deber primordial del Estado garantizar la plena vigencia de
los derechos humanos (Exp. Nº 0174-2004-AA, 24/06/04, S1, FJ. 4)

058 Derecho a la seguridad social. Finalidad


El artículo 10 de la vigente Constitución Política garantiza a toda persona el derecho universal y
progresivo a la seguridad social, derecho constitucional que tiene una doble finalidad: por un lado,
proteger a la persona frente a las contingencias de la vida; y, por otro, elevar su calidad de vida, lo
cual se concreta a través de los distintos regímenes de pensiones que pudieran establecerse, y con
la pensión que, en este caso, resulta ser el medio fundamental que permite alcanzar dicho nivel de
vida (Exp. Nº 0174-2004-AA, 24/06/04, S1, FJ. 2)

462
DERECHO PREVISIONAL .

059 Derecho a la seguridad social. Noción de enfermedad profesional


Debe precisarse que por enfermedad profesional se entiende aquella contraída por la exposición a
factores de riesgo inherentes a la actividad laboral, y que causa incapacidad para realizar las tareas
habituales del trabajo (Exp. Nº 1008-2004-AA, 15/03/05, P, FJ. 10)

060 Derecho a la seguridad social. ONP obligada a determinar el bono de reconocimiento


Conforme a lo señalado en los párrafos precedentes, se concluye que es obligación del Estado, a
través de la ONP, supervisar y efectuar correctamente el traslado de las aportaciones de los ciuda-
danos del sistema público al privado o viceversa, toda vez que por la información con la que cuenta,
la ONP es la entidad que tiene mejor capacidad para determinar cuál es el bono de reconocimiento
que le corresponde a cada persona, tal como lo reconoce el artículo 1 del Decreto Supremo Nº 180-
94-EF (Exp. Nº 9381-2005-PA/TC, 26/06/06, P, FJ. 9, PV)

061 Derecho a la seguridad social. Progresividad


[E]l concepto de progresividad es uno netamente objetivo, motivo por el cual el análisis de las
eventuales regresiones que en materia de seguridad social realice el Estado, debe hacerse con-
siderando a un grupo de pensionistas no representativos de la situación que afronta el Estado
en dicha materia. (...) En consecuencia, cualquier modificación a dicho régimen privilegiado de
pensiones solo puede ser promovido invocando el principio de solidaridad, en el que no se anula
el derecho de la minoría, sino que se le redimensiona limitadamente (Exp. Nº 0050-2004-AI,
03/06/05, P, FJ. 64)

062 Derecho a la seguridad social. Reconocimiento de meses de aporte


Queda expedito el derecho de los administrados para que en la ONP se pueda reconocer los meses
de aporte al SNP, hayan o no estado detallados en la solicitud presentada para la determinación del
bono de reconocimiento (Exp. Nº 9381-2005-PA/TC, 26/06/06, P, FJ. 9, PV)

063 Derecho a la seguridad social. Supervisión del sistema privado por el Estado
Es importante señalar también que la existencia de dos sistemas pensionarios separados (privado
y público) está reconocida explícitamente a través del artículo 11º de la Constitución, y que si
bien el bono de reconocimiento es una forma de conexión entre ambos (dirección: público ’!
privado), ello no obsta para que el Estado tenga una función específica respecto a ambos, tal como
lo explica el mismo artículo 11, cuando expresa que es él el que "Supervisa asimismo su eficaz
funcionamiento". Es decir, es una obligación del Estado supervisar –y a la vez, efectuar– correcta-
mente el traslado del sistema público al privado, máxime si existe –mejor dicho, existió– una
promoción por parte del Estado para que las personas se afilien a las AFP (Exp. Nº 9381-2005-PA/
TC, 26/06/06, P, FJ. 4)

064 Derecho a la seguridad social. Sustentación en la dignidad


[L]a seguridad social es un derecho humano fundamental, que supone el derecho que le asiste a la
persona para que la sociedad provea instituciones y mecanismos mediante los cuales pueda tener
una existencia en armonía con su dignidad, teniendo presente que la persona humana es el fin
supremo de la sociedad y del Estado (Exp. Nº 0174-2004-AA, 24/06/04, S1, FJ. 4)
[C]onforme lo enuncia el artículo 10 de la Constitución, el derecho a la seguridad social es un
derecho humano fundamental, que supone el derecho que le "asiste a la persona para que la socie-
dad provea instituciones y mecanismos a través de los cuales pueda obtener recursos de vida y
soluciones para ciertos problemas preestablecidos", de modo tal que pueda obtener una existencia
en armonía con la dignidad, teniendo presente que la persona humana es el fin supremo de la
sociedad y del Estado (Exp. Nº 0008-1996-AI, 23/04/97, P, FJ. 10)

463
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

FONDOS Y RESERVAS DE LA SEGURIDAD SOCIAL

065 Fondos y reservas de la seguridad social. Autoridades que determinan acceso a bene-
ficios previsionales
[C]orresponde inicialmente a las autoridades administrativas y, en su defecto, a las jurisdiccionales,
que en su momento determinen si determinada persona ha cumplido los requisitos necesarios para
acceder a los beneficios previsionales que el régimen establece, tales como ingreso, tiempo de
permanencia, años y porcentaje de aportaciones, etc. En el caso del régimen del Decreto Ley Nº
20530 (...), ante el incumplimiento de ciertos requisitos (ingreso, permanencia en el régimen y
aportaciones), no corresponde el goce de los beneficios que un determinado régimen otorga a sus
pensionistas (Exp. Nº 1396-2004-AA, 09/11/04, S1, FJ. 6)

066 Fondos y reservas de la seguridad social. Destino de los fondos


[L]o que (...) resulta imperativo es que la totalidad de dichos fondos [para la asistencia previsional]
se destine a mejorar el sistema de seguridad social, lo cual implica, entre otros muchos aspectos,
gastos en infraestructura y logística de salud, compra de más y mejores medicamentos, capacita-
ción del personal de salud y mejora de sus honorarios, etc (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados,
03/06/05, P, FJ. 159)

067 Fondos y reservas de la seguridad social. Función de la Contraloría General de la Re-


pública
De conformidad con el artículo 82 de la Constitución, la Contraloría General de la República
"Supervisa la legalidad de la ejecución del Presupuesto del Estado, de las operaciones de la deuda
pública y de los actos de las instituciones sujetas a control".
Consecuentemente, es deber de esta entidad estatal supervisar no solo la intangibilidad de los
fondos provenientes de la aplicación de las nuevas reglas pensionarias, sino también que dicho
ahorro se encuentre destinado de manera exclusiva a la optimización del sistema de seguridad
social (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 161)

068 Fondos y reservas de la seguridad social. Intangibilidad


[E]l Fondo para la Asistencia Previsional, goza de la garantía de intangibilidad prevista en el artícu-
lo 12 de la Constitución. Sobre el particular debe advertirse que el Decreto de Urgencia Nº 034-98,
que crea el FONAHPU –para el caso de las pensiones derivadas del Decreto Ley Nº 19990–, estable-
ce en su artículo 2.3 dicha característica.
Además, el derecho al cobro de la pensión es de naturaleza imprescriptible, motivo por el cual el
pago de la pensión generada, en tanto no se realice, queda garantizado por el Fondo previsto en la
Ley (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 160)

069 Fondos y reservas de la seguridad social. Violación por no renovación de pensión


Dicho beneficio [de renovación de la pensión de cesantía] forma parte de los derechos adquiridos
por los pensionistas del régimen del Decreto Ley Nº 20530, por lo que, al no cumplir [una] entidad
emplazada con otorgar la renovación solicitada, está lesionando el derecho (…) a la seguridad
social, establecido en el artículo 12 de la Constitución (Exp. Nº 2424-2002-AA, 22/01/03, S2, FJ. 4)

070 Contraloría General de la República. Control posterior en materia pensionaria


[E]s deber de (...) [la Contraloría General de la República] supervisar no solo la intangibilidad de los
fondos provenientes de la aplicación de las nuevas reglas pensionarias, sino también que dicho
ahorro se encuentre destinado de manera exclusiva a la optimización del sistema de seguridad
social (Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 161)

464
DERECHO PREVISIONAL .

PENSIONES

071 Pensión mayor que el monto percibido por funcionario en actividad. Configuración
de abuso del derecho
[E]xiste la posibilidad de que [el] pensionista perciba en algunos casos un monto superior que
aquel que percibe la servidora en actividad, cuestión que (…) constituiría un abuso del dere-
cho prohibido expresamente por el artículo 103 de la Constitución (Exp. Nº 2924-2004-AC/
TC, 23/11/05, S2,FJ. 5)

072 Pensiones. Acción contencioso-administrativa


La vía idónea para dilucidar los asuntos pensionarios que no versen sobre el contenido directamen-
te protegido por el derecho fundamental a la pensión, es el proceso contencioso-administrativo. En
efecto, en tanto que es la Administración Pública la encargada de efectuar el otorgamiento de las
pensiones específicas una vez cumplidos los requisitos previstos en la ley, es el proceso contencio-
so-administrativo la vía orientada a solicitar la nulidad de los actos administrativos que se conside-
ren contrarios a los derechos subjetivos que a pesar de encontrarse relacionados con materia previ-
sional, sin embargo, no derivan directamente del contenido constitucionalmente protegido por el
derecho fundamental a la pensión (...).
[E]n los supuestos en los que se pretenda la estimación en juicio de pretensiones que no se encuen-
tren relacionadas con el contenido directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión,
los justiciables deberán acudir al proceso contencioso-administrativo a efectos de dilucidar el asun-
to controvertido (Exp. Nº 1417-2005-AA, 08/07/05, P, FJs. 51 y 52)

073 Pensiones. Indexación del monto


[L]a restitución [del] derecho [a la pensión] y el pago que ello implica resultaría insignificante, dada
la evidente depreciación monetaria si se considera como pago pendiente el monto nominal estable-
cido en el decreto (...) [del año 1989], en concordancia con el Decreto Supremo [del año 1987] cuyo
cumplimiento se solicita. En consecuencia (...) para apreciar el monto del reintegro solicitado, por
equidad, se debe adoptar, el criterio valorista contenido en el artículo 1236 del Código Civil, des-
contando el pago efectuado (...).
A lo expuesto se debe agregar que el artículo 13 de la Constitución (...) [de 1979] establecía que "La
seguridad social tiene como objeto cubrir los riesgos de enfermedad, maternidad, invalidez, desem-
pleo, accidente, vejez, muerte, viudez, orfandad y cualquier otra contingencia susceptible de ser
amparada conforme a ley", el mismo que concuerda con el artículo 10 de la actual Constitución
(Exp. Nº 00956-2001-AA, 22/08/02, P, FJs. 6 y 7)

074 Pensiones. Reducción


[El] monto [de las pensiones] podría ser reducido, esto es, limitado legítimamente, en tanto se
respeten las siguientes condiciones:
a) Que no sean afectados los componentes del derecho adquirido a la pensión (...);
b) Que la reducción sea inspirada en razones de utilidad pública o interés social y con el objeto de
preservar el bienestar general o bien común dentro de una sociedad democrática;
c) Que sea realizada por vía legal;
d) Que, aun cuando la restricción o limitación se presente a nivel subjetivo (personas individual-
mente consideradas), continúe manteniéndose un nivel de progresividad objetivo en el derecho
a la seguridad social, de manera tal que la colectividad verdaderamente representativa de la
situación que afronta el Estado en materia de seguridad social no vea afectado su derecho (Exp.
Nº 00029-2004-AI, 02/08/04, P, FJ. 15)

465
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

075 Pensiones. Tope pensionario


Tope pensionario es la denominación asignada al monto máximo de pensión que puede recibir un
pensionista de un determinado régimen. Tiene por función la imposición de un límite objetivo al
monto de las pensiones, de manera tal que se permita al Estado un control en el reajuste periódico
y progresivo de las pensiones, ponderando el derecho constitucional a un sistema de seguridad
social que asegure una vida digna, con la previsión y capacidad presupuestaria del Estado. Por
tanto, el pago de la pensión del cesante o jubilado tendrá como "tope" el monto máximo previsto en
el ordenamiento jurídico, aun cuando, conforme al sistema de cálculo de la pensión, esta alcance un
monto superior (Exp. Nº 00029-2004-AI, 02/08/04, P, FJ. 19)

076 Pensiones. Tributo al patrimonio de las pensiones


[E]l establecimiento de un tributo al patrimonio, representado en el monto de la pensión, no impide,
de ningún modo, que dicho monto continúe incrementándose progresivamente para nivelarse con
la remuneración del trabajador activo en el último cargo o en otro similar en el que prestó servicios
el cesante o jubilado (Exp. Nº 00029-2004-AI, 02/08/04, P, FJ. 22)

REGÍMENES PENSIONARIOS

077 Diferencias entre los sistemas. Provisión de fondos


[M]ientras el fondo del SNP está constituido por los aportes de los trabajadores más los del Estado,
en el caso del SPP, este solo está constituido por los aportes de los trabajadores, de modo que
con abstracción de los efectos del principio de solidaridad la pensión que un individuo reciba
será proporcional al monto que haya aportado a su fondo de pensiones (Exp. N° 1776-2004-AA/
TC, 26/01/07, P, FJ. 26)

078 Regímenes pensionarios de los servidores públicos. Derechos adquiridos por los de-
cretos leyes Nº 19990 y 20530
[L]o que el Constituyente estableció [en la Primera Disposición Final y Transitoria] es el derecho
fundamental que tienen un grupo determinado de personas pensionistas de los regímenes de los
decretos leyes 19990 y 20530 a que se respeten los derechos por ellos adquiridos al amparo de los
referidos Decretos Leyes, de modo tal que al legislador le es vedado restringirlos o negarlos; si estas
condiciones no las puede variar ni siquiera un nuevo régimen, con mayor razón no podrá hacerlo
una norma cuyas disposiciones están referidas casualmente a los pensionistas de los regímenes ya
mencionados. De donde se desprende que el primer y principal derecho adquirido es el derecho a ser
pensionista de los Regímenes contemplados en los decretos leyes 19990 y 20530, calidad que
ninguna norma legal puede variar sin incurrir en flagrante violación a lo establecido en la Primera
Disposición Final y Transitoria de la Constitución (Exp. Nº 00008-1996-I y acumulados, 23/04/97,
P, FJ. 16)
[L]os derechos adquiridos por los pensionistas de los regímenes previsionales regulados por los
Decretos Leyes Nº 19990 y 20530, deben y tienen necesariamente que ser respetados por el legis-
lador ordinario, por la sola voluntad del constituyente, quien así lo ha establecido en la Primera
Disposición Final y Transitoria de la Constitución de 1993. En este extremo, el derecho adquirido de
los pensionistas a una pensión nivelada, también debe ser respetado, por cuanto los regímenes
previsionales de los Decretos Leyes Nº 19990 y 20530, así como sus normas modificatorias y com-
plementarias son protegidas por la Primera Disposición Final y Complementaria de la Constitución
vigente (Exp. Nº 00007-1996-I, 23/04/97, P, FJ. 15)

079 Regímenes pensionarios de los servidores públicos. Respeto al contenido esencial del
derecho fundamental a la pensión
La reforma constitucional no degrada la jerarquía normativa del derecho fundamental a la pensión,
puesto que su contenido esencial se mantiene irreductible y sujeto a las garantías de protección

466
DERECHO PREVISIONAL .

procesal en la vía constitucional, propias de este derecho. No se produce una pérdida de su carácter
de derecho fundamental, ni la supresión del mismo, en la medida que el constituyente continúa
brindando la cobertura constitucional a su contenido esencial (...), reservando al legislador ordina-
rio la competencia de configurar y desarrollar el contenido no esencial y adicional del referido
derecho.
(...) [P]ara ejercer un control de constitucionalidad acorde con las instituciones consagradas por la
Constitución, (...) [se] considera necesario enfatizar que esta actividad legislativa de regulación o
restricción está siempre sometida a la limitación del contenido esencial del derecho fundamental,
porque cuando este queda sometido a restricciones que lo hacen impracticable y lo despojan de
protección constitucional, se produce un supuesto de vaciamiento, que es prohibido por nuestra
Constitución, aspecto coherente con los límites a la reforma constitucional. El texto de la Primera
Disposición Final y Transitoria de la Constitución contiene un supuesto de legitimidad por el sujeto.
El legislador ordinario no determina el contenido esencial del derecho fundamental a la pensión;
ello corresponderá a la voluntad constituyente instituida en el proceso de reforma constitucional
(Exp. Nº 00050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 77)
[C]uando la P[rimera] D[isposición] F[inal y] T[ransitoria] establece la imposibilidad de que la ley
afecte a los derechos legalmente obtenidos conforme al régimen del Decreto Ley Nº 20530, hace
alusión al derecho "a la pensión" legalmente obtenido, de manera tal que queda proscrita al legisla-
dor la posibilidad de a) desconocer tal derecho y, por ende, la calidad de pensionista, so pretexto de
que a posteriori varió alguno de los requisitos para obtener la pensión, y b) reducir su monto,
argumentando que, también posteriormente, ha cambiado la regla para su cálculo o se ha estable-
cido un tope pensionario (Exp. Nº 00029-2004-AI, 02/08/04, P, FJ. 8)

080 Regímenes de pensiones público y privado. Prohibición de acumulación


La Constitución Política vigente dispone, en su Tercera Disposición Final y Transitoria, que "En
tanto subsistan regímenes diferenciados de trabajo entre la actividad privada y la pública, en nin-
gún caso, y por ningún concepto, pueden acumularse servicios prestados bajo ambos regímenes. Es
nulo todo acto o resolución en contrario". Por tanto el mandato es taxativo y proceder de otro modo
significaría contravenir la Constitución.
[Si] (...) se advierte que la demandada declaró sin efecto legal la incorporación del demandante al
(...) régimen [público] de pensiones por haberse realizado en contravención del artículo 14 del
Decreto Ley 20530, al haberse acumulado servicios prestados en los regímenes público y privado;
en consecuencia, en el presente caso no se encuentra acreditada la vulneración de los derechos
constitucionales invocados (...) (Exp. Nº 00700-2005-AA, 07/12/05, S1, FJs. 4 y 5)

081 Sistema Nacional de Pensiones. Definición


El SNP es un sistema de reparto, en el que las pensiones de jubilación, discapacidad y sobrevivencia
se financian por las aportaciones de los trabajadores en actividad y los rendimientos del propio
sistema, con un marcado efecto redistributivo, en tanto que el monto de las pensiones no depende
de los montos aportados (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 20)

082 Sistema Nacional de Pensiones. Características


El SNP está configurado como un sistema obligatorio para los trabajadores dependientes del
Sector Público y Privado, y facultativo para los independientes, en donde los contribuyentes
son solo los trabajadores y el Estado tiene un rol administrativo (Exp. N° 1776-2004-AA/TC,
26/01/07, P, FJ. 20)

083 Sistema Nacional de Pensiones. Regímenes


[E]l SNP está básicamente constituido por dos regímenes pensionarios: el previsto en los Decretos
Leyes Nº 19990 (régimen general) y Nº 20530 (régimen especial) (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/
01/07, P, FJ. 20)

467
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

084 Sistema Nacional de Pensiones. Sujetos comprendidos


El sistema [Nacional de Pensiones], tal y como está configurado, se mantiene para aquellos trabaja-
dores que al momento de implementarse el SPP, no opten por el mismo, y para aquellos trabajadores
no afiliados al SPP que al momento de ingresar a laborar expresen por escrito su opción por el SNP
en el plazo de diez días (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 20)

085 Sistema Privado de Pensiones. Afiliación no es forzosa


El SPP no implica una afiliación forzosa, sino que es el trabajador quien voluntariamente solicita su
afiliación, pero también se produce la afiliación, tal como lo prevé el artículo 6 de la Ley del SPP,
como resultado de una manifestación tácita de voluntad, cuando el trabajador no comunica, en el
plazo de diez días de iniciada la relación laboral, su opción por el SNP, caso en el cual el empleador
deberá afiliarlo en la AFP en la que tenga más trabajadores (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07,
P, FJ. 20)

086 Sistema Privado de Pensiones. Ausencia de libertad contractual


La especial naturaleza de estos contratos (de adhesión) [en el SPP] nos hace vislumbrar, que a pesar
de presentarse un acto de liberalidad (autonomía de la voluntad) al momento de acceder a contratar
con una AFP (libertad para contratar) existe una ausencia de voluntad al no presentarse etapa de
negociación en este tipo de contratos (de la denominada libertad contractual) (Exp. N° 1776-2004-
AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 34)

087 Sistema Privado de Pensiones. Cálculo del monto de las pensiones


El monto de las pensiones se calcula según el saldo que arroje la cuenta individual de capitaliza-
ción en el momento de pasar a la condición de pensionista (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07,
P, FJ. 20)

088 Sistema Privado de Pensiones. Como sistema de capitalización y rentabilidad indivi-


dual
El SPP sustituye la capitalización colectiva por la personal, siendo manejado por empresas privadas
que no apelan a la solidaridad sino al individualismo y concurren en el mercado en una relación
simétrica de competencia, con relación a los usuarios. Lo señalado se encuentra admitido a partir de
la existencia de una carpeta individual del afiliado, la misma que redunda en la creación de una
cuenta individual de capitalización, tal como se señala en el artículo 22 de la Resolución Nº 080-98-
EF-SAFP, Título V del Compendio de Normas de Superintendencia Reglamentarias del Sistema Pri-
vado de Fondos de Pensiones, referido a Afiliación y Aportes. Asimismo, según es señalado por el
artículo 21 de la Ley del SPP y por el artículo 40 del Decreto Supremo Nº 004-98-EF, Reglamento
de la Ley del SPP, modificado por Resolución Ministerial Nº 182-2003-EF, debe existir una cuenta
individual de capitalización de cada afiliado, expresada en dos libretas de registro: ‘Libreta de
Capitalización AFP’ y ‘Libreta Complementaria de Capitalización AFP’ (Exp. N° 1776-2004-AA/
TC, 26/01/07, P, FJ. 20)

089 Sistema Privado de Pensiones. Intereses subyacentes


La vinculación entre el orden público y la participación de la empresa privada en la atención y
administración de un derecho fundamental como es la pensión, genera una serie de consecuencias
que, no pueden ni deben ser analizadas solo desde la óptica de la contratación privada y al margen
de la Constitución. En tal extremo, no se trata por tanto de polarizar una opción iuspublicista en
detrimento de una lectura iusprivatista de la Norma Fundamental, sino de buscar los valores sobre
los que es posible armonizar los intereses en juego, puesto que tan fundamental es la autonomía
privada como también lo son los demás principios y valores constitucionales, dentro de los que por
cierto el derecho al libre acceso a la pensión tiene un componente social indiscutible (Exp. N° 1776-
2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 34)

468
DERECHO PREVISIONAL .

090 Sistema Privado de Pensiones. Libre contratación no rige de forma absoluta


[E]l hecho que la Constitución haya abierto la posibilidad de que en la prestación del derecho a la
pensión, así como en la gestión de fondos de pensiones, intervengan agentes privados, ello no
significa que las relaciones que se dan entre una administradora de fondos de pensiones y un
afiliado o pensionista, eventualmente, sean relaciones donde rijan de manera absoluta las reglas de
la libre contratación (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 34)

091 Sistema Privado de Pensiones. Naturaleza jurídica de la afiliación


Tal como lo precisa el artículo 1 de la Resolución Nº 080-98-EF-SAFP, la afiliación será considerada
como una relación jurídica que se produce entre un trabajador, cualquiera fuere su condición, y la
AFP (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 20)

092 Sistema Privado de Pensiones. Naturaleza jurídica y obligaciones estatales


[E]l sistema pensionario no cambia de naturaleza jurídica por el hecho de que sea administrado por
el Estado o por agentes privados o mixtos. Sigue siendo el mismo tipo de prestación, de manera que
el Estado, con relación al SPP, no solo debe promocionarlo, sino también ha de establecer las caracte-
rísticas y condiciones mínimas que no lo desvirtúe (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 21)

093 Sistema Privado de Pensiones. Objeto


Según lo desarrolla el artículo 1 de la Ley del SPP, este sistema tiene como objeto contribuir al
desarrollo y fortalecimiento de la previsión social en el área de pensiones (Exp. N° 1776-2004-AA/
TC, 26/01/07, P, FJ. 20)

094 Sistema Privado de Pensiones. Obligaciones de las AFP


[El SPP] está conformado por las AFP, las mismas que otorgan obligatoriamente a sus afiliados, las
prestaciones de jubilación, invalidez, sobrevivencia y gastos de sepelio (Exp. N° 1776-2004-AA/TC,
26/01/07, P, FJ. 20)

095 Sistema Privado de Pensiones. Prestaciones son parte del contenido protegido del
derecho a la pensión
La administración y ejecución de prestaciones de pensiones a través de agentes privados no sub-
vierte la condición de prestaciones que forman parte del contenido constitucionalmente protegido
del derecho a la pensión (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 20)

096 Sistema Privado de Pensiones. Sujeto pasivo del derecho a la pensión sigue siendo el
Estado
Importa señalar que aun cuando la administración y las prestaciones de pensiones están en manos
de agentes distintos del Estado, no por ese hecho este último deja de tener la condición de sujeto
pasivo del derecho a la pensión y, en ese sentido, carece de obligaciones para con él (Exp. N° 1776-
2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 20)

097 Sistemas pensionarios. Dualidad obliga al Estado a supervisar el traslado del público
al privado
[L]a existencia de dos sistemas pensionarios separados (privado y público) está reconocida explíci-
tamente a través del artículo 11 de la Constitución, y que si bien, el bono de reconocimiento es una
forma de conexión entre ambos (dirección: público privado), ello no obsta para que el Estado tenga
una función específica respecto a ambos, tal como lo explica el mismo artículo 11, cuando expresa
que es él, el que "supervisa asimismo su eficaz funcionamiento.
Es decir, es una obligación del Estado supervisar –y a la vez, efectuar– correctamente el traslado del
sistema público al privado, máxime si existe –mejor dicho, existió– una promoción por parte del
Estado para que las personas se afilien a las AFP (Exp. 9381-2005-PA/TC-LIMA, 26/06/06, P, FJ. 4)

469
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

SEGURIDAD SOCIAL

098 Seguridad social. Definición


La seguridad social aparece como la garantía institucional que expresa por excelencia la función
social del Estado, y que posibilita la existencia de este derecho [a la pensión].
Como este tribunal [Constitucional] ha afirmado en el fundamento 11 de la sentencia expedida en el
Expediente Nº 2945-2003-AA/TC, el reconocimiento de los derechos –especialmente los sociales–
debe realizarse en forma conjunta e interdependiente, amén de entenderlos como un complejo
integral único e indivisible. Asimismo, se ha expresado en el fundamento 14 de la sentencia emitida
en el Expediente Nº 0011-2002-AI/TC, que la seguridad social es un instituto constitucionalmente
garantizado que comprende un sistema institucionalizado de prestaciones individualizadas, basado
en la prevención del riesgo y en la redistribución de recursos, y que tiene como propósito el de
coadyuvar en la calidad y el proyecto de vida de la comunidad, así como actuar bajo el signo de la
doctrina de la contingencia, fines remarcados en el fundamento 54 de la sentencia emitida del
Expediente Nº 0050-2004-AI/TC y otros (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 15)

099 Seguridad social. Importancia de la información


[E]l Estado no está cubriendo el servicio público [dar las prestaciones pensionarias] de manera
exclusiva, sino que existen empresas privadas que lo están acompañando. En este sentido, estas
sociedades se encuentran en una posición privilegiada para el uso de la información con relación al
usuario de las AFP, información que puede, en ciertos casos, perjudicar al usuario en la toma de
decisiones con respecto a sus inversiones, utilización de la información, veracidad de la misma,
para así llegar a la afiliación o desafiliación en un caso concreto. El Estado en su función tuitiva, y
como primer obligado a satisfacer las necesidades pensionarias, no puede permanecer indiferente
ante ello (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 20)

100 Seguridad social. Sujetos obligados a brindar información


[R]especto a la información, (...) [d]ebe mencionarse que esta también es una obligación del Estado
y de las AFP (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 22)
[C]orresponde al Estado brindar al individuo, información veraz, actual y completa de las ventajas
y desventajas de permanecer en un sistema [pensionario] o en otro (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/
01/07, P, FJ. 38)

101 Seguridad social. Sujetos prestadores de los servicios previsionales


Si bien el modelo de la seguridad social previsto en la Constitución de 1993 recoge la idea del
Estado como el obligado a desplegar políticas que aseguren los servicios previsionales, también se
posibilita la provisión de los mismos a través de particulares ((...) [por ejemplo], las AFP), asumien-
do el Estado un rol supervisor (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 15)

102 Seguridad social. Relaciones entre prestadoras de pensiones y afiliados


[L]as reglas que normen las relaciones entre entidades prestadoras de pensiones y afiliados deben
ser lo más flexibles y más favorables posibles a estos últimos y deben establecer principios que
garanticen la protección de sus intereses. El ingreso de los trabajadores al SPP no puede quedar
exento del análisis de estos principios (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 42)

TRASLADO ENTRE LOS SISTEMAS DE PENSIONES Y DESAFILIACIÓN

103 Desafiliación de las AFP. Aplicación del amparo


[A] entender del TC, el proceso de amparo sí resulta ser la vía idónea para resolver el caso de autos
[desafiliación de AFP], dado que en él se debe analizar la existencia de un derecho fundamental

470
DERECHO PREVISIONAL .

como es el libre acceso a las prestaciones de pensiones, y, determinar si este fue vulnerado por las
instituciones demandadas bajo el amparo de la legislación correspondiente (Exp. N° 1776-2004-
AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 6)

104 Traslado entre los sistemas de pensiones. Aceptación de retorno en ordenamiento in-
fraconstitucional
[E]n el ordenamiento infraconstitucional, (...) [existe] la aceptación del retorno, a través de dos
experiencias: la inicial, solo válida hasta 1996, fue la de reversibilidad de la afiliación; la posterior,
que en algunos supuestos aún tiene vigencia, fue la de nulidad de la afiliación (Exp. N° 1776-2004-
AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 30)
[S]í se ha encontrado –y se encuentra– admitido el derecho al retorno, esto es, la autorización para
pasarse del SPP al SNP, pero únicamente de aquellas personas con ciertas condiciones especiales
que ameritaron protección superlativa, aunque no se puede negar que se ha realizado en la Admi-
nistración una interpretación restrictiva de las situaciones habilitantes (Exp. N° 1776-2004-AA/TC,
26/01/07, P, FJ. 31)

105 Traslado entre los sistemas de pensiones. Ámbito de aplicación de amparo declarado
fundado
Sobre el ámbito de aplicación personal de la sentencia [de amparo], asumimos que cuando la de-
manda es declarada fundada, se permite que el recurrente pueda solicitar su retorno al SNP, pero
también habilita esta vía para aquellos afiliados que, sin haber iniciado un proceso de amparo,
cumplen los requisitos exigidos para la desafiliación. Sobre el ámbito temporal, se debe señalar[se]
que [no] se impondrá plazo alguno para realizar el requerimiento a la Administración: al ser derecho
alimentario el de la pensión, en cualquier momento podrá solicitarse la desafiliación (Exp. N° 1776-
2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 48)

106 Traslado entre los sistemas de pensiones. Análisis


[S]olo analizando la posibilidad de retorno [del SPP al SNP] (...), a la luz de su dimensión jurídica
subjetiva y objetiva, este Colegiado podrá resolver la dificultad existente, pero siempre dentro del
marco del Estado social y democrático de derecho.
Con el fin de poder afirmar que la Constitución no restringe la capacidad del individuo para elegir a
qué sistema pensionario acogerse y el libre traslado entre ellos, es necesario establecer y definir con
claridad cuál es el derecho fundamental involucrado (...). Únicamente a partir de tal especificación,
será posible determinar la validez de una demanda como la planteada, que recurre a la utilización
del amparo para abrir una puerta constitucional a lo que la legislación infraconstitucional ha nega-
do (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 14)

107 Traslado entre los sistemas de pensiones. Aplicación del test de razonabilidad
[Para] determinar hasta dónde se permite el retorno, (...) es necesario remitirnos a los tres criterios
que han sido reconocidos por el TC, como parte del criterio de razonabilidad:
- Idoneidad: Respecto a este test, se sostiene que la finalidad de la restricción al retorno es impedir
que el SNP colapse y, de esa manera, se ponga en riesgo de no acceder a la prestación de pensiones
de todas aquellas personas que se encuentran en cualesquiera de los regímenes legales del SNP. Sin
embargo, no solo la restricción debe alcanzar una finalidad constitucionalmente lícita, sino además
el medio que el legislador empleare para alcanzarlo. El Estado siempre tiene el deber de implemen-
tar políticas concretas a fin de asegurar el pago de pensiones, y mientras la medida sea adecuada
para el logro del objetivo propuesto, también se muestra efectiva para hacer frente a los problemas
típicos de los SNP, posibilitando como regla general, un incremento del monto de las pensiones, y
un aumento en el número de personas que potencialmente podría tener derecho a una pensión.
- Necesidad: El Estado y también las AFP no pueden abdicar a la función de servir con la plena
efectividad del derecho a la pensión. El peligro en el que se encuentra la viabilidad de los regímenes

471
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

legales del SNP no puede terminar con desatender de sus obligaciones para con este derecho funda-
mental. En ese sentido, es legítimo que se haya establecido condiciones más beneficiosas para
promover el SPP en vez del SNP, pero la decisión de afiliación corresponde a la persona misma,
siempre y cuando haya sido proveído de la información exacta, suficiente, de calidad y oportuna
para decidir. Es más, incluso cuando el ciudadano ha sido previamente informado de las ventajas y
desventajas de uno y otro sistema, y opta por uno de ellos, no se le puede privar de la posibilidad de
reconsiderar su elección libre y, en ese sentido, decidir si se traslada de un sistema a otro.
- Proporcionalidad strictu sensu: Sin abdicar de la función de ofrecer un sistema de prestación de
pensiones, el Estado puede promover al SPP. Sin embargo, el TC considera que, en un Estado Social
y Democrático de Derecho, solo es legítimo que se intervenga en el ámbito de la libertad de las
personas en la medida estrictamente necesaria e indispensable para hacer efectivos los demás
derechos fundamentales y los valores propios de un sistema democrático. De ahí que juzguemos
que, al haberse optado por una medida legislativa que no era proporcional para alcanzar la finalidad
perseguida, no pueda la persona con posterioridad y de la misma manera –esto es, a través de un
acto de voluntad cuidadoso e informado– elegir, cuando sus intereses así lo ameriten, por un siste-
ma de pensiones distinto (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 32)

108 Traslado entre los sistemas de pensiones. Ausencia de información como causal de
nulidad de traslado
[L]a ausencia de información, que induce a una persona a cambiarse de sistema de pensiones, no
solo comporta un vicio de la voluntad que afectaría con la sanción de nulidad el acto de traslado
mismo, sino que, además, ello se ha efectuado con violación del derecho fundamental de ser infor-
mados en forma veraz (sentencia recaída en el Expediente Nº 0905-2001-AA/TC), generándose así
la violación del derecho a la pensión(...).
Sobre la base del derecho a la libertad de información reconocido en el artículo 2, inciso 4), también
se ha señalado en la Constitución, que el Estado defiende el interés de los consumidores y usuarios,
lo cual motiva que se garantice el derecho a la información sobre los bienes y servicios que se
encuentran a su disposición en el mercado (artículo 65).
Esta norma expresamente señala una responsabilidad pública para que los pensionistas, ya sea en
un sistema como el público, y más aún en el privado, puedan tener conocimiento de qué derechos,
obligaciones, cargas o facultades les corresponde. Por presentarse un vicio de la voluntad, se genera
una lesión en sus intereses. De esta manera, se reconoce una obligación de asumir la defensa de los
intereses de usuarios –aquí el pensionista se convierte en un usuario de la prestación de pensión–
, garantizando esencialmente sus derechos. El deber de garantizar tales derechos se sustenta en la
situación de desigualdad real en la que se encuentran los usuarios respecto de los proveedores, y se
manifiesta principalmente en la diferencia en la cantidad y calidad de información de la que dispo-
nen (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJs. 39 y 40)

109 Traslado entre los sistemas de pensiones. Calidad de la información necesaria


[T]oda información deberá respetar aquellos elementos mínimos indispensables para que el dere-
cho sea reconocible como tal y para que el usuario pueda realizar una decisión de consumo adecua-
da. Al proteger el Estado el interés de los usuarios como consecuencia de sus relaciones asimétricas
con los proveedores (sentencia recaída en el Expediente Nº 018-2003-AI/TC), debe promover la
información y la educación respecto de aquellos, y, llevar a cabo una serie de conductas y actos que
garanticen o amparen un status para los ciudadanos que corresponda con el de un Estado social y
democrático de derecho. Es consecuente con este hecho la necesidad de quienes afilian (AFP) sean
lo suficientemente responsables como para informar tantos los pros y contras de su servicio en
materia pensionaria (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 41)

110 Traslado entre los sistemas de pensiones. Consecuencias del retorno parcial
En los supuestos que sea declarada fundada la demanda de amparo presentada por los afiliados, es
pertinente solicitar el retorno al SNP, el mismo no podrá ser negado para tales personas. La

472
DERECHO PREVISIONAL .

sentencia no tendrá el efecto de ordenar la reincorporación inmediata de la persona al SNP, sino que
dará inicio al procedimiento correspondiente (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 48)

111 Traslado entre los sistemas de pensiones. Como parte del derecho al libre acceso a la
pensión
De acuerdo al derecho al libre acceso a una prestación de pensiones, su ámbito protegido no solo
garantiza la libertad para acceder a él, después de cumplidas las cláusulas que la ley prevea, sino
también la posibilidad de reconsiderar su elección [trasladarse a otro sistema] y, en un acto cons-
ciente, decidir lo que, como ser racional considera más conveniente para sus intereses, más aún si
existe un derecho a libre contratación según lo previsto en el artículo 2, inciso 14) de la Norma
Fundamental (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 31)

112 Traslado entre los sistemas de pensiones. Configuración del retorno


El traslado entre los sistemas de pensiones se refiere a la capacidad de la persona para pasarse del
SNP al SPP, o del SPP al SNP. Solo en el último caso fluye lo que se conoce como retorno, siempre y
cuando la persona originariamente se hubiera encontrado en el SNP (...) (Exp. N° 1776-2004-AA/
TC, 26/01/07, P, FJ. 23)

113 Traslado entre los sistemas de pensiones. Deber de permitir el retorno al SNP
[E]l TC está convencido de que se debe aceptar la capacidad de retorno del afiliado, en el sentido de
permitir que el trabajador vuelva al SNP, toda vez que antes de pertenecer a la AFP, él ya debió
haber estado en el SNP (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 28)
[Es] necesario reconducir los supuestos [del derecho al retorno] reconocidos infraconstitucional-
mente hacia un estándar constitucional.
Una interpretación correcta del artículo 11 de la Constitución permite el retorno hacia el SNP de
quienes se afiliaron a las AFP (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 31)

114 Traslado entre los sistemas de pensiones. Fundamentos del derecho al retorno
Aparte de la libertad y autonomía personal, es la solidaridad la que fundamenta la existencia de un
derecho al retorno parcial al SNP. Este es un principio, que según este mismo colegiado lo ha
expresado en el fundamento 16 de la sentencia del Expediente N° 2945-2003-AA/TC, implica una
orientación normativa dirigida a que los seres humanos se presten ayuda mutua, haciéndoles
sentir que la sociedad no es algo externo sino consustancial (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07,
P, FJ. 33)

115 Traslado entre los sistemas de pensiones. Inadmisibilidad de colapso del SNP como
justificación de la irreversibilidad
El problema del eventual colapso del SNP como justificación constitucional de un régimen que no
permita la reversibilidad, no puede aceptarse como único criterio constitucionalmente legítimo,
cuando no es un dato probado y de por medio se encuentra el derecho al bienestar de un individuo
en su futuro y el de su familia (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 27)

116 Traslado entre los sistemas de pensiones. Inconvenientes del retorno absoluto
No es conveniente en clave económica, un retorno absoluto del SPP al SNP, pues de otro modo, se
podría afectar gravemente las arcas del Estado, y así terminar perjudicando a los pensionistas
beneficiarios de él. Lo que queda asumir es un retorno relativo.
(...)
[L]as dificultades que acarrearía la libre desafiliación (retorno total) para el Tesoro Público son muy
elevadas en términos financieros. Además, no estaría conforme con la modificación constitucional
del régimen pensionario del Decreto Ley Nº 20530 (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 34)

473
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

117 Traslado entre los sistemas de pensiones. Inducción al error


La inducción al error puede ocurrir incluso cuando las afirmaciones planteadas sean verdaderas
dependiendo de la forma en que dichas afirmaciones son presentadas (por ejemplo, señalar alar-
mantemente que el SNP va a desaparecer) y qué imágenes las acompañan. Por lo tanto, afecta el
derecho a la información de los usuarios, y, en consecuencia, los proveedores deben actuar de buena
fe y no aprovecharse de la ignorancia del usuario para mentir u ocultar información que pueda
inducirlo a error y encaminarlo a que tome una decisión de consumo inadecuada. (...) Por tal
motivo, el proveedor debe informar al usuario sobre la idoneidad y cualidades del producto o
servicio, y, de haberlas, de las restricciones o limitaciones del mismo. Esto ha sido muy complica-
do de vislumbrar en el caso de la promoción de la afiliación por parte del Estado (Exp. N° 1776-
2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 42)

118 Traslado entre los sistemas de pensiones. Inexistencia de justificación para prohibir
retorno al SNP
[S]i pese a considerarse que entre los sistemas pensionarios existen notorias diferencias, y no obs-
tante ello –o a pesar de ello– se posibilitó que una persona que pertenece al SNP pueda trasladarse
al SPP, entonces, no hay razón constitucionalmente aceptable para que, también libremente, dicho
individuo pueda retrotraerse de su decisión original y, en consecuencia, se le permita del derecho al
retorno del SPP al SNP (Exp. Nº 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 27)

119 Traslado entre los sistemas de pensiones. Legitimidad para ejercer retorno
[E]l ejercicio del retorno al SNP debe ser ejercido por los afiliados (Exp. N° 1776-2004-AA/TC,
26/01/07, P, FJ. 32)

120 Traslado entre los sistemas de pensiones. Libre contratación como límite al retorno
Si bien se señaló en el fundamento 140 de la sentencia del Expediente Nº 0050-2004-AI/TC y otros,
que la seguridad social dista en grado sumo de la concepción contractualista del seguro privado (las
aportaciones realizadas son el factor determinante que permite proyectar la retribución compensa-
toria luego de un periodo de tiempo), ello no obsta para desconocer en el caso del SPP que existe un
contrato al cual respetar. En tal sentido, así como todos los derechos fundamentales, el retorno al
SNP también posee límites, y uno de los cuales es la libre contratación prevista en el artículo 2,
inciso 14) de la Constitución (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 34)

121 Traslado entre los sistemas de pensiones. Necesidad de la neutralidad estatal


La neutralidad en la actividad económica del Estado en este tema [pensionario] resulta indispensa-
ble, puesto que toda vez que existen entes públicos y privados compitiendo en el mercado, cual-
quier medida legislativa que intervenga para favorecer determinado sistema [sea al SNP o al
SPP], puede eventualmente ser considerada contraria a tal neutralidad (Exp. N° 1776-2004-AA/
TC, 26/01/07, P, FJ. 34)

122 Traslado entre los sistemas de pensiones. Posibilidad del retorno


El retorno [al SNP], como fórmula de desafiliación, estuvo aceptada en el pasado a través del Decre-
to Ley Nº 25897 y la Resolución Nº 080-98-EF-SAFP. Sin embargo, a juicio del TC, la posibilidad de
retorno no puede ser analizada desde una perspectiva infraconstitucional, sino que más bien corres-
ponde relacionarlos con la protección de otros derechos fundamentales y bienes jurídicos constitu-
cionales (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 23)

123 Traslado entre los sistemas de pensiones. Posibilidades permitidas legalmente


[L]as posibilidades que sí han sido aceptadas dentro del ámbito legal (...) [son:]
- Traslado del SNP al SPP: En primer lugar, sí se ha admitido explícitamente que, en cualquier
momento, se puedan transferir aportaciones del SNP al SPP. Entonces, en el régimen legal pensio-
nario (artículo 5 de la Ley del SPP), se permite –y hasta se promueve– el traslado sin restricciones

474
DERECHO PREVISIONAL .

hacia el SPP desde el SNP. Como ya se señaló, en el artículo 6 de dicha ley (también, artículo 2 de la
Resolución Nº 080-98-EF-SAFP), se incorpora la presunción de que la persona nunca elige el SNP.
Se da un plazo de diez días para que ‘expresamente y por escrito’ manifieste su deseo de seguir en
el SNP; caso contrario, deberá elegir entre las AFP existentes.
- Traslado dentro del SPP: En segundo término, aparece el derecho a la libre elección entre las AFPs,
según lo disponen los artículos 6 de la Ley del SPP (modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 28444)
y 44 del Reglamento de dicha ley (modificado por Resolución Ministerial Nº 182-2003-EF). Según
esta posibilidad, el afiliado está en la capacidad de cambiar de AFP en el momento que así lo decida.
Para realizarlo, solo basta presentar ante la AFP la solicitud correspondiente (Exp. N° 1776-2004-
AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 25)

124 Traslado entre los sistemas de pensiones. Posibilidades prohibidas legalmente


[S]e ha determinado la imposibilidad de traslado del SPP al SNP. Solo cabría en el (...) excepcional-
mente si media una nulidad de la afiliación (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 26)

125 Traslado entre los sistemas de pensiones. Procedimiento de traslado


[E]l procedimiento deberá ser lo más expeditivo posible, en el que los órganos participantes actúen
con la diligencia debida y con la celeridad que amerita una protección superlativa por parte de
la Administración, más aún tomando en consideración lo señalado por el artículo 44 (en lo
referido a los deberes del Estado) y por el artículo 118, inciso 1) de la Constitución (el Presiden-
te de la República debe cumplir y hacer cumplir la Norma Fundamental) (Exp. N° 1776-2004-
AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 49)

126 Traslado entre los sistemas de pensiones. Retorno no sujeto a plazos


[El retorno] es necesario relacionarlo con el contenido constitucionalmente [protegido] del derecho
fundamental a la pensión, sin tomar en cuenta plazo alguno, pues la Constitución no los ha recono-
cido y porque la pensión asume el carácter pensionario e irrenunciable (Exp. N° 1776-2004-AA/TC,
26/01/07, P, FJ. 32)

127 Traslado entre los sistemas de pensiones. Retorno parcial es adecuado


[C]on el reconocimiento del retorno parcial se está cumpliendo con el fin constitucional del libre
acceso pensionario. De este modo, la medida se presenta como justa a efectos de incentivar decisio-
nes responsables de los trabajadores y posibilitar un ahorro de recursos en la sociedad. Colegimos
que la prohibición de retorno de modo irrestricto y en cualquier momento sin mayor expresión de
causa del SNP al SPP, no constituye algo razonable y en esa medida, no se encuentra conforme con
lo dispuesto por el artículo 11 de la Constitución, pero sí se justifica un retorno condicionado y con
requisitos, de conformidad con el artículo 2, inciso 2) de la Constitución.

128 Traslado entre los sistemas de pensiones. Supuestos en que también debe permitirse
el traslado
[H]ay dos supuestos adicionales [al retorno] en que se debe permitir el traslado. El primero está
referido a aquellas personas que nunca fueron parte del SNP, y como parte de su primera elección
optaron por el SPP. El segundo está relacionado con los que ya habiendo acumulado el tiempo
necesario en el SPP, ahora se encuentran recibiendo pensión, pero en situación peyorativa respecto
a si se hubiesen quedado en el SNP; en este caso, cabe señalar que la vía adecuada no es la consti-
tucional, tal como se desprende de la sentencia del Expediente Nº 1417-2005-PA/TC (Exp. N° 1776-
2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 28)

129 Traslado entre los sistemas de pensiones. Supuestos pertinentes de retorno


Son tres los supuestos en que (...) [es] pertinente el retorno del SPP al SNP (...). En primer lugar, se
puede regresar si la persona cumpl[e] con los requisitos exigidos para acceder a una pensión. En

475
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

segundo lugar, si no existió información para que se realizara la afiliación. En tercer lugar, si se está
protegiendo labores que impliquen un riesgo a la vida o a la salud. Solo en estos tres casos, será
fundada la demanda planteada por amparo, pues solo ellos constituyen el respeto por el contenido
esencial constitucionalmente protegido del derecho fundamental a la pensión (Exp. Nº 1776-2004-
AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 35)

130 Traslado entre los sistemas de pensiones. Supuesto de titularidad no ejercida del de-
recho a la pensión
[Es] viable que si un trabajador ya cumplía con los requisitos para acceder a la pensión (ya tenía la
titularidad del derecho), pero no lo había reclamado, y aún así se pasó a la SPP, debe tener expedito
el camino para regresar al SNP. Solo de esta forma la persona tendrá a su disposición un derecho que
ya estaba en la esfera de su autonomía.
(...) Por ende, puede permitirse la desafiliación a un pensionista que ha cumplido con los requisitos
para obtener una pensión (Exp. Nº 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 36)

476
DERECHO PROCESAL .

DERECHO
PROCESAL

ANÁLISIS Y CRÍTICA DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES

001 Derecho de analizar y criticar las resoluciones y sentencias judiciales. Alcances


[L]a exigencia de que el juzgador, en el ejercicio de la función jurisdiccional, no admite la influencia
de otros poderes o personas, sean públicos o privados, no implica que el juez goce de una discreción
absoluta en cuanto a las decisiones que debe asumir, pues precisamente el principio de independen-
cia judicial tiene como correlato que el juzgador solo se encuentre sometido a la Constitución y a la
ley expedida conforme a esta, tal como se desprende de los artículos 45 y 146 inciso 1), de la
Constitución, que establecen lo siguiente: “El poder del Estado emana del pueblo. Quienes lo ejer-
cen lo hacen con las limitaciones y responsabilidades que la Constitución y las leyes establecen
(...)”; y “El Estado garantiza a los magistrados judiciales: 1. Su independencia. Solo están sometidos
a la Constitución y la ley”, respectivamente.
De otro lado, es importante precisar que lo expuesto (…) no implica que la actuación de los jueces,
en tanto que autoridades, no pueda ser sometida a crítica. Ello se desprende de lo establecido en el
artículo 139, inciso 20, de la Constitución, que dispone que toda persona tiene derecho “de formu-
lar análisis y críticas de las resoluciones y sentencias judiciales, con las limitaciones de ley”; y del
artículo 2, inciso 4, del mismo cuerpo normativo, según el cual toda persona tiene derecho a la
libertad de opinión, expresión y difusión del pensamiento. El derecho a la crítica de las resoluciones
judiciales es el derecho de toda persona de examinar y emitir juicios públicamente respecto de las
decisiones que adoptan los jueces en todas las especialidades e instancias (…).
Tal derecho a la crítica de la resoluciones judiciales también tiene límites, entre los que destaca,
entre otros, que esta no deba servir para orientar o inducir a una determinada actuación del
juez, pues este solo se encuentra vinculado por la Constitución y la ley que sea conforme a esta
(Exp. Nº 0004-2006-PI/TC, 29/03/06, P, FJ. 18)

002 Derecho de analizar y criticar las resoluciones y sentencias judiciales. Críticas a Sala
por el Presidente del Consejo Nacional de la Magistratura
Es verdad que el entonces presidente del Consejo [Nacional de la Magistratura] criticó la actuación de la
Sala a la que pertenecía el recurrente [sometido a proceso de no ratificación], pero lo hizo en el marco
constitucional [artículo 139, inciso 20, de la Constitución] del derecho de toda persona de formular
análisis y críticas de las resoluciones y sentencias judiciales, con las limitaciones de ley, sin llegar a
demostrarse un ataque personal al demandante (Exp. Nº 3361-2004-AA/TC, 12/08/05, P, FJ. 36)

CONTROL JUDICIAL DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES

003 Administración de justicia. Control difuso


El control difuso es un acto complejo en la medida en que significa preferir la aplicación de una
norma cuya validez, en principio, resulta beneficiada de la presunción de legitimidad de las normas
del Estado (Exp. Nº 1109-2002-AA, 06/08/02, P, FJ. 32)

477
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

004 Administración de justicia. Control difuso aplicado en sentencia de inconstitucionalidad


Existiendo, por lo visto, ostensible incompatibilidad entre la Ley Nº 26657, impugnada en la de-
manda, interpretativa del artículo 112 de la Constitución, y este mismo dispositivo, precisa que
expresemos la base jurídica de este fallo. Hemos decidido aplicar el “control difuso” –derecho y
obligación, constitucionalmente reconocidos a todos los jueces– y no el “control concentrado” –
derecho y deber exclusivos del Tribunal Constitucional– porque, en el Pleno Jurisdiccional, durante
el debate de la causa, no se logró alcanzar el número de votos señalados en el artículo 4 de la Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional para la aplicación del “control concentrado”, y no se consiguió
el respaldo mayoritario para aplicarlo.
El hecho de que cuatro magistrados no hayan emitido voto, no quita a los tres votos emitidos a favor
del control difuso, en aplicación del artículo 4 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, su
carácter de mayoría indiscutible y, por tanto, de constitutivos de resolución, a mayor abundamien-
to, si se toma en cuenta que las abstenciones de dos de los magistrados se debieron a que habían
adelantado opinión, y estas previas opiniones emitidas, pública y oficialmente, coinciden con este
fallo en el sentido de que, con arreglo al texto original del artículo 112 de la Constitución vigente,
el actual mandatario no puede postular a una tercera elección en el año 2000 (Exp. Nº 0002-1996-
I, 03/01/97, P, FJ. s/n, párr. 11 y 12)

005 Administración de justicia. Función de los jueces


Conforme al artículo 138 de la Constitución, los jueces administran justicia con arreglo a la Consti-
tución y las leyes, puesto que ellos también garantizan una adecuada protección de los derechos y
libertades reconocidos por la Constitución. Sostener lo contrario significaría firmar que solo el
amparo es el único medio para salvaguardar los derechos constitucionales, a pesar de que a través
de otros procesos judiciales también es posible obtener el mismo resultado. De igual modo, debe
tenerse presente que todos los jueces se encuentran vinculados por la Constitución y los tratados
internacionales de derechos humanos; más aún, la Constitución los habilita a efectuar el control
difuso conforme a su artículo 138 (Exp. Nº 00206-2005-PA, 28/11/05, P, FJ. 5)

006 Administración de justicia. Órganos jurisdiccionales


La Constitución configura dos órganos jurisdiccionales, que si bien tienen competencias y ámbitos
propios de actuación por mandato de la propia norma suprema, cumplen un rol decisivo en un
Estado democrático, que consiste básicamente en solucionar por la vía pacífica los conflictos jurídi-
cos que se susciten entre los particulares y entre estos y el Estado. En efecto, en nuestra época es
pacífico sostener que un sistema jurídico que no cuente con las garantías jurisdiccionales necesa-
rias para restablecer su vigencia cuando haya sido vulnerado, sencillamente carece de eficacia.
En ese contexto, cabe señalar que dicha tarea está encomendada fundamentalmente al Poder Judi-
cial, al Tribunal Constitucional y, con sus particularidades, al Jurado Nacional de Elecciones en
materia electoral (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 32)

007 Administración de justicia. Presupuestos para el ejercicio del control difuso


[El] ejercicio no es un acto simple, y para que él sea válido se requiere de la verificación, en cada
caso, de los siguientes presupuestos:
a) Que, en el proceso constitucional, el objeto de impugnación sea un acto que constituya la
aplicación de una norma considerada inconstitucional (artículo 3 de la Ley Nº 23506).
b) Que la norma a inaplicarse tenga una relación directa, principal e indisoluble con la resolución
del caso, es decir, que ella sea relevante en la resolución de la controversia.
c) Que la norma a inaplicarse resulte evidentemente incompatible con la Constitución, aun luego
de haberse acudido a interpretarla de conformidad con la Constitución, en virtud del principio
enunciado en la Segunda Disposición General de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional
(Exp. Nº 1109-2002-AA, 06/08/02, P, FJ. 32)

478
DERECHO PROCESAL .

COSA JUZGADA

008 Cosa juzgada. Aplicación a resoluciones que ponen fin al proceso


La determinación de si una resolución que no constituye una sentencia definitiva (pero que ha
puesto fin al proceso penal) se encuentra también garantizada por este derecho, a la luz de dichas
disposiciones de derechos fundamentales, debe absolverse por este Tribunal en sentido afirmativo
(...) porque en la dicción de dichas disposiciones se ha evitado circunscribir el ámbito de protección
solo al caso de las sentencias, y se ha comprendido también a los autos que ponen fin al proceso (al
referirse, por ejemplo, a las resoluciones que importen el sobreseimiento definitivo de una causa)
(...) (Exp. Nº 4587-2004-AA/TC, 29/11/05, P, FJ. 39)

009 Cosa juzgada. Como garantía del justiciable


[M]ediante el derecho a que se respete una resolución que ha adquirido la autoridad de cosa juzgada
se garantiza el derecho de todo justiciable, en primer lugar, a que las resoluciones que hayan puesto
fin al proceso judicial no puedan ser recurridas mediante medios impugnatorios, ya sea porque
estos han sido agotados o porque ha transcurrido el plazo para impugnarla; y, en segundo lugar, a
que el contenido de las resoluciones que hayan adquirido tal condición, no pueda ser dejado sin
efecto ni modificado, sea por actos de otros poderes públicos, de terceros o, incluso, de los mismos
órganos jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se dictó (Exp. Nº 4587-2004-AA/TC, 29/
11/05, P, FJ. 38)

010 Cosa juzgada. Control de la cosa juzgada al vulnerarse los derechos fundamentales
[S]i tenemos en cuenta que el principio de unidad de la Constitución exige que la interpretación de
la Constitución debe estar orientada a considerarla como un “todo” armónico y sistemático (...),
entonces podemos concluir, interpretando conjuntamente los artículos 139.2, 139.13 y 200.2 de la
Constitución, que las resoluciones judiciales que constituyen cosa juzgada podrán ser “controladas”
mediante el proceso constitucional de amparo, cuando hayan sido expedidas con vulneración de los
derechos fundamentales.
Interpretar aisladamente los mencionados incisos 2) y 13) del artículo 139 de la Constitución en el
sentido de que mediante el proceso de amparo no se pueden controlar resoluciones judiciales que
han adquirido la calidad de cosa juzgada, resulta inconstitucional. Una interpretación aislada como
la expuesta conllevaría a eximir de control a determinados actos que vulneren derechos fundamen-
tales, transgrediéndose, de este modo, el derecho a la protección jurisdiccional de los derechos y
libertades (Exp. Nº 05374-2005-AA, 17/10/05, P, FJ. 7)
[C]ualquiera de las resoluciones emitidas en un proceso judicial adquiere calidad de cosa juzgada,
(...) la judicatura constitucional solo podrá intervenir cuando haya vulneración de los derechos
fundamentales de los litigantes (Exp. Nº 06712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 63)

011 Cosa juzgada. Corrección de sentencia que contiene errores materiales


Tratándose de una sentencia que contiene evidentes errores materiales (...), a quien le corresponde
corregir o aclarar los mismos, es al propio órgano jurisdiccional que emitió la resolución cuestiona-
da, puesto que de permitirse que otro órgano jurisdiccional de la misma especialidad o de una
distinta de aquella (...) intervenga corrigiendo o manipulando de algún modo el contenido de la
misma, se afectaría la garantía de la cosa juzgada, prevista en el artículo 139, inciso 2, de la
Constitución (Exp. Nº 03959-2005-HC, 05/08/05, S1, FJ. 3)

012 Cosa juzgada. Distorsión de su contenido


[T]oda “práctica” o “uso” que tenga por fin distorsionar el contenido de una resolución que ha
pasado en autoridad de cosa juzgada, debe ser sancionada ejemplarmente, debiendo comprenderse
en la sanción no solo a la institución de la que emana la decisión, sino precisamente a quienes
actúan en su representación (Exp. Nº 00054-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 15)

479
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

013 Cosa juzgada. Efectos


La calidad de cosa juzgada de una sentencia del Tribunal Constitucional no solo impide que su fallo
sea contradicho en sede administrativa o judicial, sino que prohíbe, además, que sus términos sean
tergiversados o interpretados maliciosamente, bajo sanción de los funcionarios encargados de cum-
plir o ejecutar la sentencia en sus propios términos (Exp. Nº 00012-2005-AI, 26/09/05, P, FJ. 32)

014 Cosa juzgada. Finalidad


La protección [de la cosa juzgada] se concreta en el derecho que corresponde a todo ciudadano de
que las resoluciones judiciales sean ejecutadas o alcancen su plena eficacia en los propios términos
en que fueron dictadas; esto es, respetando la firmeza e intangibilidad de las situaciones jurídicas
allí declaradas. Lo contrario significaría desconocer la cosa juzgada material, privando de eficacia al
proceso y lesionando la paz y seguridad jurídicas (Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 8)

015 Cosa juzgada. Principio de inmutabilidad como atributo de la cosa juzgada


[E]l verdadero propósito del accionante es modificar el juicio de reproche penal emitido por los
magistrados supremos emplazados, pretensión que implicaría afectar el principio de inmutabilidad,
que es un atributo de la cosa juzgada, calidad de la que goza la decisión resolutoria del colegiado
supremo penal emplazado (Exp. Nº 04426-2004-HC, 08/03/05, P, FJ. 1)

016 Cosa juzgada. Relación con el procedimiento de ejecución de sentencia


[E]n el procedimiento de ejecución de sentencia –en cualquier tipo de proceso jurisdiccional–, tam-
bién deben respetarse los derechos fundamentales, así como las garantías de la administración de
justicia, principalmente, el relativo al principio de cosa juzgada, la que no puede ser alterada ni
modificada durante su ejecución (Exp. Nº 04733-2004-AA, 17/10/05, S1, FJ. 4)

017 Cosa juzgada. Sentencias que declaran la inconstitucionalidad de una norma


[L]as sentencias del Tribunal Constitucional que declaran la inconstitucionalidad de una norma,
tienen calidad de cosa juzgada, fuerza de ley y vinculan a todos los poderes públicos (Exp. Nº
00587-2005-AA, 04/03/05, S1, FJ. 5)

018 Cosa juzgada. Supuesto de nulidad del proceso


Dado que la exigencia primaria y básica de la dimensión procesal del ne bis in ídem es impedir que
el Estado arbitrariamente persiga criminalmente a una persona por más de una vez, (...) tal arbitra-
riedad no se genera en aquellos casos en los que la instauración y realización de un proceso penal se
efectúa como consecuencia de haberse declarado la nulidad del primer proceso, tras constatarse que
este último se realizó por una autoridad jurisdiccional que carecía de competencia ratione materiae
para juzgar un delito determinado. Y es que la garantía al interés constitucionalmente protegi-
do por este derecho no opera por el solo hecho de que se le oponga la existencia fáctica de un
primer proceso, sino que es preciso que este sea jurídicamente válido (Exp. Nº 4587-2004-AA/
TC, 29/11/05, P, FJ. 74)

019 Cosa juzgada. Transacción extrajudicial


[N]o es irrazonable o desproporcionado que no se haya aceptado la transacción extrajudicial realiza-
da (...) encontrándose el proceso (...) en el estado de ejecución de sentencia. El argumento según el
cual los emplazados habrían sacrificado la finalidad del proceso, que es alcanzar la justicia y la paz
social en el caso, no puede ser aceptado por este Tribunal, habida cuenta que para la consecución de
dicha finalidad, el legislador ha previsto diversos medios, entre los cuales se encuentra la transac-
ción extrajudicial; pero, al mismo tiempo, ha establecido la oportunidad en la que esta puede ser
utilizada (artículo 1302 del Código Civil), de modo que su consecución no se realice con el sacrificio
de otros bienes constitucionalmente relevantes, como la cualidad de cosa juzgada que adquieren las
sentencias y resoluciones judiciales (Exp. Nº 2298-2005-AA, 11/05/05, P, FJ. 10)

480
DERECHO PROCESAL .

020 Prohibición constitucional de revivir procesos fenecidos. Relación con el derecho a la


ejecución de las resoluciones judiciales
La protección mencionada [prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada]
se concreta en el derecho que corresponde a todo ciudadano de que las resoluciones judiciales sean
ejecutadas o alcancen su plena eficacia en los propios términos en que fueron dictadas; esto es,
respetando la firmeza e intangibilidad de las situaciones jurídicas allí declaradas. Ello, obviamente,
sin perjuicio de que sea posible su modificación o revisión, a través de los cauces extraordinarios
legalmente previstos. Lo contrario, desconocer la cosa juzgada material, priva de eficacia al proceso
y lesiona la paz y seguridad jurídica. Así, lo que corresponde a los órganos jurisdiccionales es
ajustarse a lo juzgado en un proceso anterior cuando tengan que decidir sobre una relación o situa-
ción jurídica respecto de la cual existe una sentencia firme, derivada de un proceso seguido entre
las mismas partes (perfecta identidad), respecto de los mismos hechos y tramitado ante la misma
autoridad jurisdiccional. Dicho pronunciamiento constituye, en consecuencia, un antecedente lógi-
co respecto a aquello que nuevamente se pretende someter a juzgamiento (Exp. Nº 3789-2005-
PHC/TC, 09/11/05, P, FJs. 8 y 9)

021 Seguridad jurídica. Noción


[L]a seguridad jurídica es un principio que transita todo el ordenamiento, incluyendo, desde luego,
a la Norma Fundamental que lo preside. Su reconocimiento es implícito en nuestra Constitución,
aunque se concretiza con meridiana claridad a través de distintas disposiciones constitucionales,
algunas de orden general, como la contenida en el artículo 2, inciso 24, parágrafo a) (“Nadie está
obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido se hacer lo que ella no prohíbe”) (Exp. Nº
0016-2002-AI, 30/04/03, P, F.J. 4)

DEBIDO PROCESO

022 Debido proceso. Acceso a la justicia. Como contenido implícito del debido proceso
[E]l derecho de acceso a la justicia es un componente esencial del derecho a la tutela jurisdiccional
reconocido en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución. Dicho derecho no ha sido expresamen-
te enunciado en la Carta de 1993, pero ello no significa que carezca del mismo rango, pues se trata
de un contenido implícito de un derecho expreso.
Mediante el referido derecho se garantiza a todas las personas el acceso a un tribunal de justicia
independiente, imparcial y competente para la sustanciación “de cualquier acusación penal formu-
lada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal
o de cualquier otro carácter”, como lo señala el artículo 8.1 de la Convención Americana de Dere-
chos Humanos (Exp. Nº 0010-2001-AI, 26/08/03, FJ. 10)

023 Debido proceso. Ámbito de aplicación


El artículo 139, inciso 3 de la Constitución establece que: “[s]on principios y derechos de la función
jurisdiccional (...) 3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional (...)”. Sobre esta
disposición constitucional debe realizarse dos precisiones interpretativas. En primer lugar, parecie-
ra desprenderse de la literalidad del texto de la disposición constitucional aludida que el debido
proceso constituye, antes que un derecho fundamental, un principio de la función jurisdiccional. El
Tribunal Constitucional no asume esta interpretación, pues desde la perspectiva de la interpreta-
ción constitucional de los derechos fundamentales, y a la luz del principio pro homine (artículo V del
Código Procesal Constitucional), es conforme con la Constitución que se interprete también que en
dicha disposición constitucional se reconoce el derecho fundamental al debido proceso. En segundo
lugar, si se ha reconocido que en el artículo 139, inciso 3 de la Constitución está implícito el derecho
fundamental al debido proceso, tal interpretación debe ser integrada con aquella otra que extiende
la vigencia y eficacia de este derecho fundamental más allá del ámbito de los procesos judiciales. Es
decir, el debido proceso en tanto derecho fundamental también se manifiesta como tal en los proce-
sos y procedimientos al margen de la naturaleza de que se trate. Esto es, en el ámbito judicial,

481
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

parlamentario, militar, laboral, administrativo e incluso entre particulares, dado que los derechos
fundamentales tienen una eficacia vertical –frente a los poderes públicos– y una eficacia horizontal
–entre particulares– (Exp. Nº 5156-2006-PA/TC, 21/09/06, P, FJ. 37 y 38)

024 Debido proceso. Ámbito de aplicación del derecho a ser juzgado en un plazo razonable
[E]l derecho a una decisión sobre el fondo y al cumplimiento de la misma en un plazo razonable es
extrapolable a todo tipo de procesos jurisdiccionales. El plazo razonable no solo debe entenderse
referido al trámite que existe entre la presentación de una demanda y la decisión sobre el fondo,
sino que resulta indispensable que dicho concepto se entienda también como una exigencia para
lograr la efectividad del pronunciamiento judicial en un plazo que no debe exceder lo que la natura-
leza del caso y sus naturales complicaciones de cumplimiento ameriten, sin que en ningún caso su
ejecución se difiera por dilaciones indebidas (Exp. Nº 4080-2004-AC, 28/01/05, S2, FJ. 19)

025 Debido Proceso. Ámbito de protección


[A] partir de la dimensión sustancial del debido proceso, cualquier decisión judicial puede ser eva-
luada por el juez constitucional no sólo con relación a los derechos enunciativamente señalados en
el artículo 4 del CPConst. sino a partir de la posible afectación que supongan en la esfera de los
derechos constitucionales (Exp. Nº 1209-2006-PA/TC, 14/03/06, P, FJ. 31)

026 Debido proceso. Aplicación de celeridad a los procesos ordinarios


[E]l recurso sencillo, rápido y efectivo esencialmente está referido a los procesos constitucionales
de la libertad. Sin embargo, de ello no debe inferirse que tales exigencias (sencillez, brevedad y
efectividad) se prediquen solo en esta clase de procesos. Dado que en ambos instrumentos interna-
cionales se hace referencia a los derechos reconocidos en la “ley”, tales características deben con-
siderarse extensivas también a los denominados procesos judiciales ordinarios (Exp. Nº 0015-2001-
AI y acumulados, 29/01/04, P, FJ. 10)

027 Debido proceso. Como parte del modelo constitucional del proceso
En lo que respecta al derecho al debido proceso, reconocido en el inciso 3) del artículo 139 de la
Constitución, cabe señalar que dicho atributo fundamental forma parte del “modelo constitucional
del proceso”, cuyas garantías mínimas deben ser respetadas para que el proceso pueda considerarse
debido. En ese sentido, la exigencia de su efectivo respeto no solo tiene que ver con la necesidad de
garantizar a todo justiciable determinadas garantías mínimas cuando este participa en un proceso
judicial, sino también con la propia validez de la configuración del proceso, cualquiera que sea la
materia que en su seno se pueda dirimir, como puede ser la actividad investigatoria que desarrolla
el fiscal penal en sede prejurisdiccional. De esta forma, el debido proceso no solo es un derecho de
connotación procesal que se traduce (…) en el respeto de determinados atributos, sino también
una institución compleja que desborda el ámbito meramente jurisdiccional (Exp. Nº 2521-2005-
HC, 24/10/05, S1, FJ. 5)

028 Debido proceso. Contenido


[E]l derecho al debido proceso comprende (…) un haz de derechos que forman parte de su estándar
mínimo. Entre estos derechos constitucionales, especial relevancia (...) adquieren los derechos de
razonabilidad, proporcionalidad, interdicción de la arbitrariedad y motivación de las resoluciones
(Exp. Nº 0090-2004-AA, 05/07/04, P, FJ. 25)
En ese sentido, garantiza, entre otras cosas, que una persona sometida a una investigación, sea
esta de orden jurisdiccional o administrativa, y donde se encuentren en discusión derechos e
intereses suyos, tenga la oportunidad de contradecir y argumentar en defensa de tales derechos e
intereses, para cuyo efecto se le debe comunicar, previamente y por escrito, los cargos imputados,
acompañando el correspondiente sustento probatorio, y otorgarle un plazo prudencial a efectos
de que –mediante la expresión de los descargos correspondientes– pueda ejercer cabalmente su
legítimo derecho de defensa. Se conculca, por tanto, dicho derecho cuando los titulares de derechos

482
DERECHO PROCESAL .

e intereses legítimos se ven imposibilitados de ejercer los medios legales suficientes para su defen-
sa (Exp. N° 5514-2005-PA/TC, 13/03/07, S1, FJ. 4)

029 Debido proceso. Contenido del derecho a la prueba


[El contenido del derecho a la prueba se trata de un derecho complejo que está compuesto por el
derecho a ofrecer medios probatorios que se consideren necesarios, a que estos sean admitidos,
adecuadamente actuados, que se asegure la producción o conservación de la prueba a partir de la
actuación anticipada de los medios probatorios y que estos sean valorados de manera adecuada y
con la motivación debida, con el fin de darle el mérito probatorio que tenga en la sentencia (Exp. Nº
6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 15)

030 Debido proceso. Definición


El debido proceso implica el respeto, dentro de todo proceso, de los derechos y garantías mínimas
con que debe contar todo justiciable, para que una causa pueda tramitarse y resolverse en justicia.
Tal es el caso de los derechos al juez natural, a la defensa, a la pluralidad de instancias, acceso a los
recursos, a probar plazo razonable, etc (Exp. Nº 0200-2002-AA, 15/10/05, P, FJ. 3)
[E]l debido proceso está concebido como el cumplimiento de todas las garantías, requisitos y nor-
mas de orden público que deben observarse en las instancias procesales de todos los procedimien-
tos, incluidos los administrativos, a fin de que las personas estén en condiciones de defender ade-
cuadamente sus derechos ante cualquier acto del Estado que pueda afectarlos. Vale decir que
cualquier actuación u omisión de los órganos estatales, dentro de un proceso, sea este adminis-
trativo (…) o jurisdiccional, debe respetar el debido proceso legal. Uno de los atributos del debido
proceso lo constituye el derecho de defensa, que tiene como presupuesto, para su ejercicio, la
debida notificación de las decisiones que pudieran afectar una situación jurídica (Exp. Nº 2508-
2004-AA, 12/11/04, S1, FJ. 1)
[P]or debido proceso debe entenderse a aquellas garantías procesales que deben ser respetadas
durante el desarrollo del proceso, para no afectar su decurso y convertirlo en irregular (Exp. Nº
3789-2005-HC, 09/11/05, P, FJ. 13)

031 Debido proceso. Derecho de igualdad procesal


El derecho de igualdad procesal o de igualdad de armas se deriva de la interpretación sistemática
del artículo 2, inciso 2 (igualdad) y del artículo 139, inciso 3 (debido proceso), de la Constitución.
En tal sentido, todo proceso, judicial, administrativo o en sede privada, debe garantizar que las
partes del proceso detenten las mismas oportunidades de alegar, defenderse o probar, de modo que
no se ocasione una desventaja en ninguna de ellas respecto a la otra. Tal exigencia constituye un
componente del debido proceso ya que ningún proceso que inobserve dicho imperativo puede repu-
tarse como “debido” (Exp. N° 06135-2006-PA/TC, 19/10/07, S1, FJ. 5)

032 Debido proceso. Derecho de igualdad procesal y carga de la prueba


Ahora bien, como es sabido, constituye principio procesal que la carga de la prueba corresponde a
quien afirma un hecho. Si la sociedad colectiva denunciante afirma detentar la representación de
determinadas obras, no resulta nada oneroso para ella exhibir el documento que la acredita. Por el
contrario, si es a la parte denunciada a quien se exige acreditar que la sociedad colectiva carece del
título de representación, significa ello una carga excesiva e intolerable (Exp. N° 06135-2006-PA/
TC, 19/10/07, S1, FJ. 6)

033 Debido proceso. Derecho de igualdad procesal y dificultad de la prueba


Esta situación tiene como consecuencia que el denunciado se encuentre en desventaja con respecto
al denunciante, en relación con la posibilidad de probar (probar algo de difícil acreditación y que,
por el contrario, puede efectuarlo fácilmente el denunciante) y, con ello, con la posibilidad de defen-
derse de manera efectiva; dicho de otro modo, la disposición cuestionada coloca en desventaja al
denunciado frente al denunciante, con respecto al ejercicio de su derecho a probar y de su derecho

483
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

de defensa. Esta circunstancia es por sí misma lesiva del derecho de igualdad procesal (Exp. N°
06135-2006-PA/TC, 19/10/07, S1, FJ. 7)

034 Debido proceso. Derecho a la objeción de conciencia


[N]uestra Norma Fundamental carece de un reconocimiento explícito del derecho de objeción de
conciencia, razón por la que resulta imperioso preguntarse si la objeción de conciencia se trataría de
un derecho “constitucional” y, por ende, si es susceptible de ser protegido por la vía del amparo (...).
[N]o resulta descabellado afirmar que uno de los contenidos nuevos del derecho a la libertad de
conciencia esté constituido, a su vez, por el derecho a la objeción de conciencia, porque de qué
serviría poder autodeterminarse en la formación de las ideas si no es posible luego obrar (o dejar de
obrar) conforme a los designios de esa conciencia. (...) De allí que (...) [se]considere, sin necesidad
de acudir a la cláusula 3 de la Constitución, que el derecho a la libertad de conciencia alberga, a su
vez, el derecho a la objeción de conciencia (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P, FJ. 6)

035 Debido proceso. Derecho a la pluralidad de instancias


[E]l derecho a la pluralidad de instancias constituye una garantía consustancial del derecho al
debido proceso, con la cual se persigue que lo resuelto por un juez de primera instancia pueda ser
revisado por un órgano funcionalmente superior y, de esa manera, permitir que lo resuelto por
aquel, cuando menos, sea objeto de un doble pronunciamiento jurisdiccional (Exp. Nº 0282-2004-
AA, 29/10/05, P, FJ. 4)

036 Debido proceso. Derecho a ser juzgado en un plazo razonable


[S]i bien el derecho de ser juzgado dentro de un plazo razonable no se encuentra expresamente
contemplado en la Constitución, tal derecho está implícito en los derechos al debido proceso y la
tutela y, por lo tanto, guarda relación con el pleno respeto de los principios de proporcionalidad,
razonabilidad, subsidiariedad, necesidad, provisionalidad y excepcionalidad que se deben observar
durante y al interior de un proceso constitucional (Exp. Nº 0618-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 8)
[Se] reconoce la existencia implícita del referido derecho [a ser juzgado en un plazo razonable] en la
Constitución, Cuarta Disposición Final y Transitoria que establece que las normas relativas a los
derechos y las libertades que reconoce se interpreten de conformidad con los tratados sobre dere-
chos humanos ratificados por el Perú (Exp. Nº 0618-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 9)
[L]a omisión de resolver el caso constituye una vulneración del debido proceso en su manifestación
del derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable (Exp. Nº 5291-2005-HC, 21/10/05, P, FJ. 21)

037 Debido proceso. Derecho a un plazo razonable


[E]s posible identificar dentro del contenido de un derecho expresamente reconocido otro derecho
que, aunque susceptible de entenderse como parte de aquel, sin embargo, es susceptible de ser
configurado autónomamente. Es lo que sucede con el derecho a un plazo razonable y su conside-
ración de contenido implícito del derecho al debido proceso (Exp. Nº 0895-2001-AA, 19/08/02, P,
FJ. 5)

038 Debido proceso. Diferencia con tutela judicial efectiva


Mientras que la tutela judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia
como la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción garantista y tutelar que
encierra todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el dere-
cho al debido proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos fundamentales esenciales
del procesado principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento de tute-
la de los derechos subjetivos (Exp. Nº 8125-2005-HC, 14/11/05, P, FJ. 6)

484
DERECHO PROCESAL .

039 Debido proceso. Dimensiones formal y sustantiva


El debido proceso tiene (…) dos expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales como las
que establecen el juez natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la motiva-
ción; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la razonabilidad y
proporcionalidad que toda decisión judicial debe suponer (Exp. Nº 8125-2005-HC, 14/11/05, P, FJ. 6)

040 Debido proceso. En el ámbito de los procedimientos administrativos sancionatorios


[E]l derecho al debido proceso, consagrado en el artículo 139, inciso 3, de la Constitución, tal como lo
ha recordado este Tribunal en reiterada jurisprudencia, es una garantía que, si bien tiene su ámbito
natural en sede judicial, también es aplicable en el ámbito de los procedimientos administrativos
sancionatorios. En ese sentido, el debido proceso –y los derechos que lo conforman, p.ej. el derecho de
defensa y la debida motivación de las resoluciones administrativas– resultan aplicables al interior de
la actividad institucional de cualquier persona jurídica, máxime si ha previsto la posibilidad de impo-
ner una sanción tan grave como la expulsión (Exp. N° 5514-2005-PA/TC, 13/03/07, S1, FJ. 3)

041 Debido proceso. Interdicción de la reformatio in peius.


La interdicción de la reformatio in peius o reforma peyorativa de la pena es una garantía del debido
proceso implícita en nuestro texto constitucional. Si bien tal interdicción se identifica íntimamente
con el derecho de defensa, pues agravar una pena para condenar por un ilícito que no haya sido
materia de acusación, importa una grave afectación del mentado derecho, es indudable que la
proscripción de la reformatio in peius también tiene una estrecha relación con el derecho de inter-
poner recursos impugnatorios (Exp. Nº 1918-2002-HC, 10/09/02, P, FJ. 4)

042 Debido proceso. Límites al derecho a la prueba


[Pueden establecerse límites al derecho a la prueba] derivados (…) de la necesidad de armonizarse
su ejercicio con otros derechos o bienes constitucionales, siempre que con ellos no se afecte su
contenido esencial o, en su caso, los principios de razonabilidad y proporcionalidad. En cualquier
caso, la posibilidad de justificar válidamente estos otros límites debe basarse en la necesidad de
proteger otros derechos y bienes de la misma clase que aquel que se limita (Exp. Nº 0010-2002-AI,
03/01/03, P, FJ. 150)
[S]i bien la realización de un proceso con las debidas garantías es un derecho que se debe respetar
en toda circunstancia, también lo es que, la limitación de determinados contenidos, como el de
interrogar a los que elaboran el atestado policial, se encuentra perfectamente justificada si es que,
con tal limitación, el legislador persigue proteger derechos fundamentales tan valiosos como la vida
y la integridad personal (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 154)

043 Debido proceso. Noción de derecho a la prueba


Existe un derecho constitucional a probar, aunque no autónomo, que se encuentra orientado por los
fines propios de la observancia o tutela del derecho al debido proceso. Constituye un derecho básico
de los justiciables de producir la prueba relacionada con los hechos que configuran su pretensión o
su defensa. Según este derecho, las partes o un tercero legitimado en un proceso o procedimiento,
tienen el derecho a producir la prueba necesaria con la finalidad de acreditar los hechos que confi-
guran su pretensión o defensa (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 15)

044 Debido proceso. Noción de derecho de defensa


[E]l derecho de defensa constituye un derecho fundamental de naturaleza procesal que conforma,
a su vez, el ámbito del debido proceso, y sin el cual no podría reconocerse la garantía de este último.
Por ello, en tanto derecho fundamental, se proyecta como principio de interdicción para afrontar
cualquier indefensión y como principio de contradicción de los actos procesales que pudieran reper-
cutir en la situación jurídica de algunas de las partes, sea en un proceso o procedimiento, o en el
caso de un tercero con interés (Exp. Nº 8605-2005-AA, 14/11/05, P, FJ. 14)

485
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

045 Debido proceso. Noción y contenido


[E]l debido proceso es un derecho fundamental de naturaleza procesal con alcances genéricos, tanto
en lo que respecta a los ámbitos sobre los que se aplica como en lo que atañe a las dimensiones
sobre las que se extiende. Con relación a lo primero, queda claro que dicho atributo desborda la
órbita estrictamente judicial para involucrarse o extenderse en otros campos como el administrati-
vo, el corporativo particular, el parlamentario, el castrense, entre muchos otros, dando lugar a que
en cada caso o respecto de cada ámbito pueda hablarse de un debido proceso jurisdiccional, de un
debido proceso administrativo, de un debido proceso corporativo particular, de un debido proceso
parlamentario, etc. Por lo que respecta a lo segundo, y como ha sido puesto de relieve en innume-
rables ocasiones, las dimensiones del debido proceso no solo responden a ingredientes formales o
procedimentales, sino que se manifiestan en elementos de connotación sustantiva o material, lo
que supone que su evaluación no solo repara en las reglas esenciales con las que se tramita un
proceso (juez natural, procedimiento preestablecido, derecho de defensa, motivación resolutoria,
instancia plural, cosa juzgada, etc,) sino que también, y con mayor rigor, se orienta a la preserva-
ción de los estándares o criterios de justicia sustentables de toda decisión (juicio de razonabilidad,
juicio de proporcionalidad, interdicción de la arbitrariedad, etc.). Así las cosas, el debido proceso es
un derecho de estructura compleja, cuyos alcances corresponde precisar a la luz de los ámbitos o
dimensiones en cada caso comprometidas (Exp. Nº 3075-2006-PA/TC, 20/09/06, P, FJ. 4)

046 Debido proceso. Observancia


Una interpretación literal de esta disposición constitucional [artículo 139, inciso 3 de la Constitu-
ción] podría llevar a afirmar que el debido proceso se circunscribe estrictamente a los procesos de
naturaleza jurisdiccional. Sin embargo, una interpretación en ese sentido no es correcta. El derecho
fundamental al debido proceso es un derecho que ha de ser observado en todo tipo de procesos y
procedimientos, cualquiera que fuese su naturaleza. Ello es así en la medida en que el principio de
interdicción de la arbitrariedad es un principio inherente a los postulados esenciales de un Estado
constitucional democrático y a los principios y valores que la propia Constitución incorpora (Exp. Nº
4241-2004-AA, 10/03/05, S1, F.J. 5)

047 Debido proceso. Principio pro actione


[E]l principio pro actione, (…) impone a los juzgadores la exigencia de interpretar los requisitos y
presupuestos procesales en el sentido más favorable a la plena efectividad del derecho a obtener
una resolución válida sobre el fondo, con lo cual, ante la duda, la decisión debe dirigirse por la
continuación del proceso y no por su extinción (Exp. Nº 2302-2003-AA, 13/04/05, P, FJ. 3)

048 Debido proceso. Principios del derecho a la prueba


[E]l derecho a la prueba se encuentra sujeto a determinados principios, como que su ejercicio se
realice de conformidad con los valores de pertinencia, utilidad, oportunidad y licitud. Ellos constitu-
yen principios de la actividad probatoria y, al mismo tiempo, límites a su ejercicio, derivados de la
propia naturaleza del derecho (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., FJ. 2.5)

049 Debido proceso. Prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada
[E]l derecho al debido proceso es un derecho que tiene la propiedad de albergar en su seno una serie
de derechos fundamentales de orden procesal.
Uno de esos derechos es el derecho a que no se revivan procesos fenecidos con resolución ejecuto-
riada (Exp. Nº 4587-2004-AA, 29/11/05, P, FJ. 26)

050 Debido proceso. Respeto al pronunciamiento anterior derivado de proceso idéntico


[L]o que corresponde a los órganos jurisdiccionales es ajustarse a lo juzgado en un proceso ante-
rior cuando tengan que decidir sobre una relación o situación jurídica respecto de la cual existe
una sentencia firme, derivada de un proceso seguido entre las mismas partes (perfecta identi-
dad), respecto de los mismos hechos y tramitado ante la misma autoridad jurisdiccional. Dicho

486
DERECHO PROCESAL .

pronunciamiento constituye, en consecuencia, un antecedente lógico respecto a aquello que nueva-


mente se pretende someter a juzgamiento (Exp. Nº 3789-2005-HC, 09/11/05, P, FJ. 9)

051 Debido proceso. Valoración de la prueba


La valoración de la prueba debe estar debidamente motivada por escrito, con la finalidad de que el
justiciable pueda comprobar si dicho mérito ha sido efectiva y adecuadamente realizado (Exp. Nº
6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 15)

052 Debido proceso corporativo particular. Prohibición de arbitrariedad


[E]l derecho al debido proceso corporativo particular, entendido desde su dimensión o vertiente
fundamental, que exige, entre otras cosas, razonabilidad en la toma de decisiones y proscripción de
todo comportamiento que denote arbitrariedad manifiesta (Exp. N° 7034-2006-PA/TC, 07/03/07,
S2, FJ. 11)

053 Debido proceso corporativo particular. Razonabilidad


El hecho de que toda organización privada retenga la facultad de aceptar o no a los pretendientes
a integrar la asociación no significa sin embargo que dicha capacidad le permita, aplicar criterios
carentes de base razonable u objetiva, en la toma de sus decisiones (Exp. N° 7034-2006-PA/TC,
07/03/07, S2, FJ. 10)

054 Debido proceso y tutela jurisdiccional efectiva. Respeto por parte de los órganos de
naturaleza jurisdiccional
[T]odo órgano que posea naturaleza jurisdiccional (sea ordinario, constitucional, electoral, militar y,
por extensión, los árbitros) debe respetar, mínimamente, las garantías que componen los derechos
a la tutela jurisdiccional “efectiva”y al debido proceso, entre las que destacan los derechos al libre
acceso a la jurisdicción, de defensa, a la prueba, a la motivación de las resoluciones judiciales, a la
obtención de una resolución fundada en Derecho, a la pluralidad de instancias, al plazo razonable
del proceso, a un juez competente, independiente e imparcial, a la ejecución de resoluciones judi-
ciales, entre otros derechos fundamentales (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 8)

055 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Contenido


Uno de los derechos que integran el debido proceso es el derecho al procedimiento predeterminado
por la ley. Sin embargo, este no garantiza que cuando una persona sea sometida a un proceso o
procedimiento sancionador, todas las reglas procedimentales establecidas en la ley o (…) en el
estatuto, deban inexorablemente ser respetadas, pues de otro modo, inmediata e inexorablemente,
se generaría una violación de dicho derecho. Tal forma de comprender el contenido constitucional-
mente protegido del derecho terminaría con el absurdo de reconducir todo problema de incumpli-
miento de la ley adjetiva al ámbito de este derecho fundamental y, por su virtud, al seno de la
justicia constitucional (Exp. Nº 3312-2004-AA, 17/12/04, S1, FJ. 5)

056 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Contenido del derecho al juez natural
[E]n el derecho comparado y en la literatura especializada, se suele diferenciar a ambos [derecho a
la jurisdicción predeterminada por la ley y derecho al juez natural], y al hacerlo, se asigna como
contenido constitucionalmente protegido del derecho al juez natural, el reconocimiento de un atributo
subjetivo a favor del procesado o, en términos generales, de un justiciable, a ser juzgado por un
juez-persona determinado, un juez-órgano territorialmente competente, o que cuente con una pre-
sunta mayor especialización, idoneidad, actitud, capacidad, etc (Exp. Nº 1934-2003-HC, 08/09/03,
S1, FJ. 6)

057 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Contenido esencial


[La] predeterminación del juez deba ser interpretada bajo los alcances del principio de concordancia
práctica, que exige determinar el contenido esencial de un derecho en coordinación con otros

487
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

principios o exigencias constitucionalmente relevantes. Entre esas exigencias y principios se en-


cuentran, por ejemplo, la continuidad y prontitud del ejercicio de la función jurisdiccional, la inde-
pendencia e imparcialidad del juez, la prohibición de incoherencias en el ejercicio de la potestad
jurisdiccional, etc (Exp. Nº 1013-2003-HC, 30/06/03, P, FJ. 6)

058 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Creación anticipada de salas espe-
cializadas
La predeterminación del juez en la ley, elemento propio del concepto de juez natural recogido en el
artículo 139, inciso 3) de la Constitución Política del Perú, se refiere únicamente al órgano juris-
diccional, y no a la creación anticipada de las salas especializadas que conocen del proceso (Exp.
Nº 0290-2002-HC, 06/01/03, S2, FJ. 9)

059 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Derecho al juez natural


[B]ajo la nomenclatura de[l derecho al juez natural] (…) subyace el derecho a no ser desviado de la
jurisdicción predeterminada por la ley, como se afirma en el precepto constitucional antes referido
[artículo 139, inciso 3 de la Constitución] (Exp. Nº 1934-2003-HC, 08/09/03, S1, FJ. 6)

060 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Diferencia entre jurisdicción excep-
cional y jurisdicción especial
La noción de juez “excepcional”, que el derecho (...) [a la jurisdicción predeterminada por ley]
prohíbe, no debe confundirse con la de jurisdicciones especializadas. En efecto, sin perjuicio de
reconocerse la unidad de la jurisdicción estatal, nuestro derecho nacional (como el comparado)
admite que, además de los jueces ordinarios, puedan haber jueces especiales (...).
Tampoco la idea de juez “excepcional”debe asociarse a la de jueces “especializados”existentes en el
seno del Poder Judicial. Esto es, a la existencia de jueces y salas, al interior del Poder Judicial, cuya
competencia venga restringida a un determinado ámbito de materias (Exp. Nº 1013-2003-HC, 30/
06/03, P, FJ. 3)

DERECHO A LA JURISDICCIÓN PREDETERMINADA

061 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Finalidad


[S]i la finalidad del derecho al procedimiento predeterminado por la ley (…) es impedir que la
alteración y aplicación de las nuevas reglas procesales repercutan en el ejercicio efectivo de otros
derechos fundamentales del debido proceso, es claro que esa finalidad no resulta afectada en todos
aquellos supuestos en los que el proceso ha concluido en virtud de una resolución judicial firme, en
el que las partes, conforme a las reglas procesales que correspondían a la resolución de esa contro-
versia, ejercieron dichos derechos (Exp. Nº 2298-2005-AA, 11/05/05, P, FJ. 11)

062 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Finalidad de evitar juzgamientos


por órganos jurisdiccionales de excepción
El derecho a la jurisdicción predeterminada por la ley está expresada en términos dirigidos a evitar
que se juzgue a un individuo en base a “órganos jurisdiccionales de excepción”o por “comisiones
especiales creadas al efecto, cualquiera sea su denominación”. En ese sentido, exige, en primer
lugar, que quien juzgue sea un juez o un órgano que tenga potestad jurisdiccional. Se garantiza, así,
la interdicción de ser enjuiciado por un juez excepcional, o por una comisión especial creada ex
profesamente para desarrollar funciones jurisdiccionales, o que dicho juzgamiento pueda realizarse
por comisión o delegación. De esa manera se impide que cualquiera de los poderes públicos pueda
avocarse el conocimiento de un asunto que debe ser ventilado ante el Poder Judicial o ante cual-
quiera de los órganos jurisdiccionales especializados que la Constitución ha establecido (Exp. Nº
0290-2002-HC, 06/01/03, S2, FJ. 8)

488
DERECHO PROCESAL .

063 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Garantía de independencia e im-


parcialidad del juez
[El] derecho [a la jurisdicción predeterminada por ley] implica que el órgano judicial haya sido
creado por una norma legal que lo ha investido de jurisdicción y competencia con anterioridad al
inicio de la actuación judicial. Con ello se garantiza la independencia e imparcialidad del juez, que
es el interés directo que se protege mediante este derecho constitucional (Exp. Nº 0290-2002-HC,
06/01/03, S2, FJ. 9)

064 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Manifestación del debido proceso
El segundo párrafo del inciso 3) del artículo 139 de la Constitución, consagra el derecho al “juez
natural”o, como expresis verbis allí se señala, el derecho a no ser desviado de la jurisdicción prede-
terminada por la ley. Dicho derecho es una manifestación del derecho al “debido proceso legal”o, lo
que con más propiedad, se denomina también “tutela procesal efectiva”. Mediante él se garantiza
un diverso haz de atributos, que si inicialmente surgieron como garantías del individuo dentro de
un proceso, ahora se ha convertido en una institución que asegura la eficacia de la potestad jurisdic-
cional del Estado (Exp. Nº 0290-2002-HC, 06/01/03, S2, FJ. 8)

065 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Modificación legislativa a las reglas
del proceso
Ciertamente, el ámbito constitucionalmente garantizado de este derecho [a la jurisdicción prede-
terminada por ley] no se orienta a impedir que, en abstracto, el legislador pueda modificar o alterar
las reglas que regulan la realización del proceso judicial. La discrecionalidad legislativa con la que
cuenta el Congreso de la República para diseñar, en lo que aquí interesa, los procesos judiciales
ordinarios, no tiene más límites que el modelo constitucional del proceso y el respeto de los dere-
chos fundamentales procesales que se hayan reconocido en la Constitución. De modo que no exis-
tiendo un derecho a la petrificación de las reglas a las que está sometido un procedimiento judicial,
la garantía que este ofrece es que, de producirse una modificación del procedimiento judicial, su
aplicación no devenga en arbitraria.
La respuesta a la pregunta ¿cuándo la aplicación de una modificación legislativa a las reglas del
proceso judicial puede devenir en arbitraria, por irrazonable o desproporcionada?, es una cuestión
que (…) [no se] puede absolver en abstracto y con carácter general, sino en función de cada caso
concreto (Exp. Nº 2298-2005-AA, 11/05/05, P, FJ. 7)
[C]ualquier modificación orgánica o funcional, cualquiera que sea su alcance y su contenido, pueda
tener incidencia en los procedimientos ya iniciados y que se encuentran pendientes de resolución,
pues si la ratio del derecho es proteger la imparcialidad del juzgador, es claro que si tales modifica-
ciones se realizan con criterios objetivos y de manera general, dentro de la jurisdicción ordinaria, es
porque existe una presunción fundada de que el cambio normativo no persigue atentar contra la
imparcialidad de los jueces y, por tanto, no resulta contraria al derecho en cuestión (Exp. Nº 0290-
2002-HC, 06/01/03, S2, FJ. 9)

066 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Predeterminación de la jurisdicción


y competencia del juez
[E]l juez que se encuentra a cargo de las investigaciones judiciales pertenece al Poder Judicial, cuyo
ejercicio de potestad jurisdiccional le fue establecido con anterioridad a la iniciación del proceso
judicial (Exp. Nº 1013-2003-HC, 30/06/03, P, FJ. 4)

067 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Predeterminación del órgano juris-
diccional y competencia
[El derecho a la jurisdicción predeterminada por ley] comporta la predeterminación (y no solo la
determinación) del órgano judicial y también la de su competencia. Desde esta (…) perspectiva, la
asignación de competencia judicial necesariamente debe haberse establecido con anterioridad al

489
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

inicio del proceso, garantizándose así que nadie pueda ser juzgado por un juez ex post facto o por un
juez ad hoc (Exp. Nº 1013-2003-HC, 30/06/03, P, FJ. 3)
[E]l derecho (…) [a la jurisdicción predeterminada por ley] implica que el órgano judicial haya sido
creado por una norma legal que lo haya investido de jurisdicción y competencia con anterioridad al
inicio de la actuación judicial (Exp. Nº 1013-2003-HC, 30/06/03, P, FJ. 4)

068 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Recusación al juez


[N]o basta que el derecho al juez natural sea recogido por los textos constitucionales, sino que es
necesario instaurar aquellos institutos que doten a los justiciables de los medios para llevar el uso
del derecho al terreno práctico. El instituto de la recusación está destinado justamente a cuestionar
la imparcialidad e independencia del juez en la resolución de la causa. Aun cuando exista un abierto
reconocimiento constitucional del derecho al juez natural, si se restringiera irrazonablemente la
posibilidad de recusar a los jueces del proceso, el ejercicio del derecho no encontraría posibilidad de
manifestarse en los hechos (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, FJ. 112)

069 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Reserva de ley sobre la competen-
cia del juez
[C]orresponde al legislador establecer los criterios de competencia judicial por medio de una ley
orgánica, que concretice su contenido constitucionalmente protegido. En este último sentido, pues,
el derecho a no ser desviado de la jurisdicción preestablecida por la ley participa de la condición de un
derecho de configuración legal, de modo que el empleo del nomen iuris “derecho al juez natural”no
debe entenderse sino en el sentido de que se le utiliza por la tradición con la que cuenta y la acepta-
ción que tiene en la comunidad jurídica nacional (Exp. Nº 1934-2003-HC, 08/09/03, S1, FJ. 6)

070 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Reserva de ley sobre la competen-
cia jurisdiccional
[Las] reglas de competencia, objetiva y funcionalmente, sean previstas en una ley orgánica, confor-
me se desprende de la interpretación sistemática de los artículos 139, inciso 3), y 106 de la Cons-
titución (Exp. Nº 1013-2003-HC, 30/06/03, P, FJ. 3)

DERECHO DE DEFENSA

071 Derecho de defensa. Afectación en el pedido del uso de la palabra y la recusación


Si las resoluciones que desestiman el pedido del uso de la palabra y la recusación planteada, se
ajustan a lo dispuesto por la ley de la materia, específicamente al artículo 5 del Decreto Legislativo
Nº 124 y al inciso d) del artículo 34 del Código de Procedimientos Penales; y, de otro lado, se
observa que la alegada restricción a la lectura del expediente no está acreditada, no se advierte
afectación del derecho de defensa (Exp. Nº 1551-2006-PHC/TC, 16/03/06, P, FJ. 4)

072 Derecho de defensa. Ámbito de aplicación en el procedimiento administrativo de


sanción
El derecho de defensa en el ámbito del procedimiento administrativo de sanción se estatuye como
una garantía para la defensa de los derechos que pueden ser afectados con el ejercicio de las potes-
tades sancionatorias de la administración. Sus elementos esenciales prevén la posibilidad de recu-
rrir la decisión, ya sea al interior del propio procedimiento administrativo o a través de las vías
judiciales pertinentes; la posibilidad de presentar pruebas de descargo; la obligación de parte del
órgano administrativo de no imponer mayores obstrucciones para presentar los alegatos de descar-
go o contradicción y, desde luego, la garantía de que los alegatos expuestos o presentados sean
debidamente valorados, atendidos o rebatidos al momento de decidir la situación del administrado
(Exp. Nº 3741-2004-AA/TC, 14/11/05, P, FJ. 25)

490
DERECHO PROCESAL .

073 Derecho de defensa. Infracción


El derecho de defensa garantiza, entre otras cosas, que una persona sometida a una investigación,
sea esta de orden jurisdiccional o administrativa, y donde se encuentren en discusión derechos e
intereses suyos, tenga la oportunidad de contradecir y argumentar en defensa de tales derechos e
intereses. Se conculca, por tanto, cuando los titulares de derechos e intereses legítimos se ven
imposibilitados de ejercer los medios legales suficientes para su defensa, o cuando, como ocurre en
el presente caso, se establezcan condiciones para la presentación de los argumentos de defensa.
Evidentemente, no cualquier imposibilidad de ejercer tale medios legales para la defensa produce
un estado de indefensión reprochable constitucionalmente. Esta sólo adquiere tal relevancia cuan-
do la indefensión se genera en una indebida actuación del órgano que investiga o juzga al individuo
o cuando, como ocurre en autos, se establecen condicionamientos al ejercicio mismo del derecho de
defensa (Exp. Nº 3741-2004-AA/TC, 14/11/05, P, FJ. 23)

GRATUIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

074 Gratuidad de la administración de justicia. Contenido de la disposición constitucional


El inciso 16 del artículo 139 de la Constitución establece que uno de los principios que informa el
ejercicio de la función jurisdiccional es “El principio de la gratuidad de la administración de justicia
y de la defensa gratuita para las personas de escasos recursos; y, para todos, en los casos que la ley
señala”.
Dicho precepto constitucional, en lo que al caso importa resaltar, contiene dos disposiciones dife-
rentes: Por un lado, garantiza “El principio de la gratuidad de la administración de justicia (...) para
las personas de escasos recursos”; y, por otro, consagra “(...) la gratuidad de la administración de
justicia (...) para todos, en los casos que la ley señala”.
La primera disposición comporta una concretización del principio de igualdad en el ámbito de la
administración de justicia. Según este, no se garantiza a todos los justiciables la gratuidad en la
administración de justicia, sino solo a aquellos que tengan escasos recursos [económicos].
[E]l principio de igualdad, que subyace en los términos de la gratuidad en la administración de
justicia aquí analizada, no obliga a tratar igual a todos siempre y en todos los casos, sino a tratar
igual a los iguales y desigual a los desiguales. Dicho principio contiene, (...) un mandato constitu-
cional que exige la remoción de los obstáculos que impidan el ejercicio pleno de los derechos funda-
mentales.
En el ámbito judicial ese mandato se traduce en asegurar, a las personas de escasos recursos, el
acceso, el planteamiento y la obtención de un fallo judicial que resuelva sus diferencias dentro de
un proceso judicial gratuito.
La gratuidad en la administración de justicia, en los términos constitucionalmente establecidos, ha
sido desarrollada por el artículo 24 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, modificado por la Ley Nº
26846, según el cual, se encuentran exonerados del pago de las tasas judiciales, entre otros, los
litigantes a los cuales se les ha concedido auxilio judicial, institución que, por otro lado, está regu-
lada por el artículo 173 y siguientes del Código Procesal Civil (Exp. Nº 1607-2002-AA, 17/03/04,
S1, FJs. 5 y 6)

075 Gratuidad de la administración de justicia. Exigencia de tasas o cargas impositivas


[E]n aquellos supuestos en los que por propio derecho se solicita la expedición de copias certificadas
de un expediente tramitado en la vía penal, resulta inconstitucional la exigencia de tasas judiciales
o cargas impositivas de algún tipo. Tal criterio, por lo demás, se desprende del derecho a la gratui-
dad de la administración de justicia en cuanto componente fundamental del debido proceso, dere-
cho que, como lo reconoce la propia Constitución Política del Perú, no solo opera para las perso-
nas de escasos recursos económicos, sino para aquellos supuestos que la ley señala, significando
ello que si el Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, aprobado por Decreto

491
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Supremo Nº 017-93-JUS, precisa en el inciso d) de su artículo 24 que, entre las exoneraciones en el


pago de las tasas judiciales, se encuentran los procesos penales, con la única excepción de las
querellas, no puede habilitarse ninguna disposición administrativa ni legal que permita distinguir
donde la norma referida no distingue (Exp. Nº 2206-2002-AA/TC, 19/12/03, S2, FJ. 4)

076 Gratuidad de la administración de justicia. Solicitud del auxilio judicial como forma
de ejercicio
[Si en un] caso (...) se declar[a] inadmisible el recurso de apelación propuesto, [porque] el recurren-
te no sufragó el importe total de la tasa judicial por la interposición de dicho medio impugnatorio,
y tampoco solicitó acogerse al auxilio judicial; (...) no puede compartirse la tesis de que con ello se
han violado los derechos constitucionales a la gratuidad de la administración de justicia y a la
igualdad procesal (Exp. Nº 1607-2002-AA, 17/03/04, S1, FJs. 5 y 6)

077 Indemnización por error judicial. Alcances del pronunciamiento del Tribunal Consti-
tucional
[N]o cabe duda que la indemnización ha de proceder para todas las personas injustamente condena-
das y luego indultadas tras la presencia de errores judiciales, los límites de la misma no han de
operar de forma exactamente igual para todos los casos. Esa es justamente la razón por la que [no
se] ha acompañado al expediente constitucional, una relación detallada de todos los perjuicios (...).
El Tribunal Constitucional, no puede, ni tampoco podría de haberse así procedido, pronunciarse
sobre dichos extremos, pues su función no tiene alcances civiles ni penales, sino exclusivamente
constitucionales (Exp. Nº 1277-1999-AC, 13/07/00, P, FJ. 16)

078 Indemnización por error judicial. Forma de determinación del error


[S]i bien nuestra norma fundamental establece como principio y derecho de la función jurisdiccional
“la indemnización, en la forma que determine la ley, por los errores judiciales [...]”, no existe mayor
justificación constitucional en torno de las formas como se determina un error judicial. Dicha cir-
cunstancia, justamente, ha permitido entender que los citados errores solo serían detectados tras la
presencia de un juicio de revisión cuya sentencia contradiga a aquella sentencia que, con error de
por medio, aplicó una pena (Exp. Nº 1277-1999-AC, 13/07/00, P, FJ. 9)

079 Indemnización por error judicial. Indulto especial o razonado por error judicial
Existe (…) la alternativa del indulto especial o razonado que es el que opera, no por decisión de los
jueces tras la presencia de un proceso penal de revisión, sino por las autoridades políticas, cuando
la persona o personas condenadas, lo han sido no obstante ser inocentes o presumírseles tal condi-
ción. A dicha opción, (como por cierto, también a la primera) se refiere inobjetablemente y de modo
directo el inciso 6) del artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos al estable-
cer que “cuando una sentencia condenatoria firme haya sido ulteriormente revocada, o el condena-
do haya sido indultado por haberse producido o descubierto un hecho plenamente probatorio de la
comisión de un error judicial, la persona que haya sufrido una pena como resultado de tal sentencia
deberá ser indemnizada, conforme a ley [...]” (Exp. Nº 1277-1999-AC, 13/07/00, P, FJ. 9)
[L]a medida aplicada (...) no se trata de un indulto común o general, que como lo define la doctrina,
es un beneficio que supone la condonación de la pena respecto de quien efectivamente ha cometido
un delito y por tal motivo ha sido sancionado, sino de un tipo sui géneris de beneficio, procedente
exclusivamente respecto de los casos en que se ha condenado a una persona inocente o respecto de
quien se le presume como tal (Exp. Nº 1277-1999-AC, 13/07/00, P, FJ. 11)

080 Indemnización por error judicial. Posibilidad del error


En un ordenamiento como el nuestro existe la presunción de que el juez conoce el derecho (iura
novit curia) y que debe aplicarlo así este no haya sido invocado por las partes o lo haya sido errónea-
mente (artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil). La presunción de que el juez
conoce el derecho, de modo que resuelve las controversias e incertidumbres jurídicas aplicando el

492
DERECHO PROCESAL .

derecho que corresponda no quiere decir que él sea infalible y que, por tanto, no se pueda equivocar
(...) (Exp. Nº 2298-2005-PA/TC, 11/05/05, P, FJ. 5)

081 Indemnización por error judicial. Vía adecuada para solicitar indemnización
[R]esulta evidente que las responsabilidades de este Tribunal para casos como el presente [de in-
demnización por error judicial], se limitan al reconocimiento del atributo que se le reclama. Sobre
tal supuesto (...) la respuesta solo puede ser una: Tienen los demandantes el derecho que invocan.
Pero si los términos de la indemnización para cada uno de los afectados, es una tarea virtualmente
librada a lo que la ley disponga, es un hecho que al efecto deben promoverse procesos por los
mismos interesados con el objeto de que les pueda resarcir del daño inobjetablemente ocasionado.
Si por el contrario este mismo Tribunal, se permitiera por ante si, disponer la ejecución inmediata
de la indemnización a favor de los demandantes, no solo incurriría en la misma arbitrariedad de la
que con justicia reclaman los demandantes, sino que inobjetablemente invadiría competencias que
le están vedadas y que a fin de cuentas solo le pueden corresponder a los jueces de la jurisdicción
ordinaria, tras sendos procesos indemnizatorios motivados en la comisión de explícitos errores
judiciales (Exp. Nº 1277-1999-AC, 13/07/00, P, FJ. 15)
[A]sumiendo que el derecho a la indemnización, es perfectamente invocable por los demandantes
(…) a estos les queda promover de inmediato y a título individual, dado el carácter personalísimo de
las demandas indemnizatorias, los procesos destinados a resarcirse de los perjuicios de los que
hayan podido ser pasibles y que precisamente dieron motivo al indulto razonado o especial del que
fueron objeto (Exp. Nº 1277-1999-AC, 13/07/00, P, FJ. 17)

INDEPENDENCIA EN EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL

082 Autonomía del Poder Judicial. Doble perspectiva


Esta autonomía debe ser entendida desde una doble perspectiva: a) como garantía de la administra-
ción de justicia; b) como atributo del propio juez. Es en este último plano donde se sientan las bases
para poder hablar de una real independencia institucional que garantice la correcta administra-
ción de justicia, pues supone que el juez se encuentre y se sienta sujeto únicamente al imperio de
la ley y la Constitución antes que a cualquier fuerza o influencia política (Exp. Nº 2465-2004-AA/
TC, 11/10/04, S1, FJ. 8)

083 Principio de independencia judicial. Acepción constitucional de independencia


La independencia, en su acepción constitucional clásica, no es sino la ausencia de vinculación del
funcionario jurisdiccional con la orden de otro cualquiera en el ejercicio de su función jurisdiccional.
Asimismo, se expresa también como la imposibilidad de que las decisiones judiciales sean revisa-
das, a excepción de que lo sean por otro juez o Tribunal mediante los medios que legalmente se
hayan podido prever (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 112).

084 Principio de independencia judicial. Afectación por la estructura de la jurisdicción militar


[E]l derecho a ser juzgado por un tribunal o juez independiente e imparcial, (…) es una garantía
fundamental del debido proceso que exige que el juzgador exprese la mayor objetividad en el desa-
rrollo del proceso, de modo tal que no se vea influenciado ni por poderes públicos o personas
extrañas a la organización judicial ni por los intereses de las partes. Respecto de los tribunales
militares, (…) el hecho de que se encuentren compuestos por oficiales en actividad atenta contra la
independencia e imparcial que debe tener toda autoridad que administre justicia (Exp Nº 0006-
2006-PI/TC, 09/05/06, P, FJ. 12)

085 Principio de independencia judicial. Aplicación de la no injerencia como contenido


del principio de independencia judicial
[E]l principio de independencia judicial no solo exige la ausencia de vínculos de sujeción o de
imposición de directivas políticas por parte de los otros poderes públicos o sociales, sino también la

493
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

imposibilidad de aceptar intromisiones en el conocimiento de los casos y controversias que son de


conocimiento del Poder Judicial. Pero, de otro lado, la prohibición del avocamiento de causas pen-
dientes ante el Poder Judicial también es una garantía compenetrada con el derecho al juez prede-
terminado por la ley, cuyo contenido constitucionalmente declarado excluye que una persona pueda
ser juzgada por órganos que no ejerzan funciones jurisdiccionales o que, ejerciéndolas, no tengan
competencia previamente determinada en la ley para conocer de un caso o controversia (Exp. Nº
003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 151).

086 Principio de independencia judicial. Concepto


La independencia judicial debe ser entendida como aquella capacidad autodeterminativa para pro-
ceder a la declaración del derecho, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, dentro de los marcos
que fijan la Constitución y la Ley. En puridad, se trata de una condición de albedrío funcional (Exp.
Nº 0023-2003-AI/TC, 09/06/04, P, FJ. 28)

087 Principio de independencia judicial. Doble dimensión


De lo expuesto se desprende, entre otros aspectos, que el principio de independencia de la función
jurisdiccional tiene dos dimensiones:
a) Independencia externa. Según esta dimensión, la autoridad judicial, en el desarrollo de la fun-
ción jurisdiccional, no puede sujetarse a ningún interés que provenga de fuera de la organiza-
ción judicial en conjunto, ni admitir presiones para resolver un caso en un determinado sentido.
Las decisiones de la autoridad judicial, ya sea que esta se desempeñe en la especialidad consti-
tucional, civil, penal, penal militar, laboral, entre otras, no pueden depender de la voluntad de
otros poderes públicos (Poder Ejecutivo o Poder Legislativo, por ejemplo), partidos políticos,
medios de comunicación o particulares en general, sino tan solo de la Constitución y de la ley
que sea acorde con esta.
En el caso de los poderes públicos, estos se encuentran prohibidos por la Constitución de ejercer
influencias sobre las decisiones judiciales, ya sea estableciendo órganos especiales que preten-
dan suplantar a los órganos de gobierno de la organización jurisdiccional, o creando estatutos
jurídicos básicos distintos para los jueces que pertenecen a una misma institución y se encuen-
tran en similar nivel y jerarquía, entre otros casos.
Ahora bien, la exigencia de que el juzgador, en el ejercicio de la función jurisdiccional, no
admite la influencia de otros poderes o personas, sean públicos o privados, no implica que el
juez goce de una discreción absoluta en cuanto a las decisiones que debe asumir, pues precisa-
mente el principio de independencia judicial tiene como correlato que el juzgador solo se en-
cuentre sometido a la Constitución y a la ley expedida conforme a esta, tal como se desprende
de los artículos 45 y 146 inciso 1), de la Constitución, que establecen lo siguiente: “El poder del
Estado emana del pueblo. Quienes lo ejercen lo hacen con las limitaciones y responsabilidades
que la Constitución y las leyes establecen (...)”; y “El Estado garantiza a los magistrados judi-
ciales: 1. Su independencia. Solo están sometidos a la Constitución y la ley”, respectivamente.
De otro lado, es importante precisar que lo expuesto en los parágrafos precedentes no implica
que la actuación de los jueces, en tanto que autoridades, no pueda ser sometida a crítica. Ello se
desprende de lo establecido en el artículo 139, inciso 20, de la Constitución, que dispone que
toda persona tiene derecho “de formular análisis y críticas de las resoluciones y sentencias
judiciales, con las limitaciones de ley”; y del artículo 2, inciso 4, del mismo cuerpo normativo,
según el cual toda persona tiene derecho a la libertad de opinión, expresión y difusión del
pensamiento. El derecho a la crítica de las resoluciones judiciales es el derecho de toda persona
de examinar y emitir juicios públicamente respecto de las decisiones que adoptan los jueces en
todas las especialidades e instancias.
Tal derecho a la crítica de la resoluciones judiciales también tiene límites, entre los que
destaca, entre otros, que esta no deba servir para orientar o inducir a una determinada actua-
ción del juez, pues este solo se encuentra vinculado por la Constitución y la ley que sea
conforme a esta.

494
DERECHO PROCESAL .

b) Independencia interna. De acuerdo con esta dimensión, la independencia judicial implica, entre
otros aspectos, que, dentro de la organización judicial: 1) la autoridad judicial, en el ejercicio de
la función jurisdiccional, no puede sujetarse a la voluntad de otros órganos judiciales, salvo que
medie un medio impugnatorio; y, 2) que la autoridad judicial, en el desempeño de la función
jurisdiccional, no pueda sujetarse a los intereses de órganos administrativos de gobierno que
existan dentro de la organización judicial.
En cuanto al primero de los puntos mencionados, cabe mencionar que el principio de indepen-
dencia judicial prohíbe que los órganos jurisdiccionales superiores obliguen a los órganos de
instancias inferiores a decidir de una determinada manera, si es que no existe un medio impug-
natorio que dé mérito a tal pronunciamiento. De este modo, siempre que medie un medio
impugnatorio las instancias superiores podrán corregir a las inferiores respecto de cuestiones
de hecho o de derecho sometidas a su conocimiento, según sea el caso.
En cuanto al segundo punto, el principio de independencia judicial implica, en primer término,
la separación de las funciones jurisdiccionales de las funciones administrativas que eventual-
mente pudieran desempeñar los jueces dentro de la organización judicial, de manera que las
funciones propias de esta administración no puedan influir en la decisión judicial que se adop-
tará en un determinado proceso. En efecto, si un magistrado ha sido elegido por sus iguales
como su representante para desempeñar funciones de naturaleza administrativa, entonces re-
sulta evidente que, para desempeñar el encargo administrativo, mientras este dure, debe sus-
pender sus actividades de naturaleza jurisdiccional, de modo tal que no pueda influir en la
resolución de un determinado caso. Así sucede por ejemplo, en el ejercicio de la labor de los
presidentes de la Corte Suprema, de las Cortes Superiores de Justicia, de la Oficina de Control
de la Magistratura, entre otros (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 18)

088 Principio de independencia judicial. No injerencia


El principio de independencia judicial exige que el legislador adopte las medidas necesarias y opor-
tunas a fin de que el órgano y sus miembros administren justicia con estricta sujeción al Derecho y
a la Constitución, sin que sea posible la injerencia de extraños [otros poderes públicos o sociales, e
incluso órganos del mismo ente judicial] a la hora de delimitar e interpretar el sector del ordena-
miento jurídico que ha de aplicarse en cada caso (…). La independencia judicial debe, pues, perci-
birse como la ausencia de vínculos de sujeción política (imposición de directivas por parte de los
órganos políticos) o de procedencia jerárquica al interior de la organización judicial, en lo concer-
niente a la actuación judicial per se, salvo el caso de los recursos impugnativos, aunque sujetos a las
reglas de competencia (Exp. Nº 0023-2003-AI/TC, 09/06/04, P, FJs. 29 y 31)

089 Principio de independencia judicial. Respeto a la autonomía del Poder Judicial


Este principio supone un mandato para que en todos los poderes públicos, los particulares e, incluso,
al interior del propio órgano, se garantice el respeto de la autonomía del Poder Judicial en el desarrollo
de sus funciones, de modo que sus decisiones sean imparciales y más aún se logre mantener esa
imagen de imparcialidad frente a la opinión pública (Exp. Nº 2465-2004-AA/TC, 11/10/04, S1, FJ. 7)

090 Principio de independencia judicial. Triple perspectiva


El principio de independencia judicial debe entenderse desde tres perspectivas; a saber:
a) Como garantía del órgano que administra justicia (independencia orgánica), por sujeción al
respeto al principio de separación de poderes.
b) Como garantía operativa para la actuación del juez (independencia funcional), por conexión con
los principios de reserva y exclusividad de la jurisdicción.
c) Como capacidad subjetiva, con sujeción a la propia voluntad de ejercer y defender dicha inde-
pendencia. Cabe precisar que en este ámbito radica uno de los mayores males de la justicia
ordinaria nacional, en gran medida por la falta de convicción y energía para hacer cumplir la
garantía de independencia que desde la primera Constitución republicana se consagra y reconoce
(Exp. Nº 0023-2003-AI/TC, 09/06/04, P, FJ. 31)

495
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

091 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Afectación


al derecho al juez independiente e imparcial
[C]uando se vulneran principios como la independencia o imparcialidad del juzgador, también se
afecta el derecho a un juez independiente e imparcial y consecuentemente, la tutela jurisdiccional
“efectiva” (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 24)

092 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Doble di-


mensión
Debe tomarse en cuenta que si bien, prima facie, la imparcialidad e independencia son garantías
consustanciales y necesarias para una correcta Administración de Justicia, estas deben entenderse,
a su vez, como garantías para los imputados (garantía a ser juzgado por un Tribunal independiente
e imparcial), configurándose, de este modo, su doble dimensión (Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04,
P, FJ. 34)

093 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Garantías


de los justiciables
La independencia y la imparcialidad del juzgador no solo constituyen principios y garantías de la
administración de justicia, sino también una garantía para quienes acuden a los órganos jurisdiccio-
nales en busca de justicia (...) (Exp. Nº 0004-2006-PI/TC, 29/03/06, P, FJ. 23)

094 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Relación de


complementariedad
[M]ientras la garantía de la independencia, en términos generales, alerta al juez de influencias
externas, la garantía de la imparcialidad se vincula a exigencias dentro del proceso, definidas como
la independencia del juez frente a las partes y el objeto del proceso mismo. De este modo, ambas
deben ser entendidas como una totalidad, por lo que no puede alegarse el respeto al principio de
independencia mientras existan situaciones que generen dudas razonables sobre la parcialidad de
los jueces (Exp. Nº 1934-2003-HC/TC, 08/09/03, S1, FJ. 9)

MEDIDA CAUTELAR

095 Medida cautelar. Finalidad


Dada su trascendencia en el aseguramiento provisional de los efectos de la decisión jurisdiccional
definitiva, en la neutralización de los perjuicios irreparables que se podrían ocasionar por la dura-
ción del proceso y, sobre todo, en hacer efectiva la tutela, el derecho a la tutela cautelar se consti-
tuye en una manifestación implícita del derecho a la tutela jurisdiccional “efectiva” consagrado en
el artículo 139° 3 de la Constitución. No existiría tutela jurisdiccional, ni Estado social y democrá-
tico de derecho, si una vez resuelto un caso por la autoridad judicial, resultase de imposible cumpli-
miento la decisión que ésta adopte. La finalidad de la medida cautelar es, principalmente, garanti-
zar la efectiva tutela de una pretensión principal que tiene apariencia de encontrarse protegida por
el Derecho (fumus boni iuris), mediante una medida idónea (adecuación), para evitar el peligro que
puede significar la demora en la tramitación del respectivo proceso (periculum in mora) (artículo 15
del CPConst) (Exp. Nº 2730-2006-PA/TC , 29/03/06, P, FJ. 85)

096 Medida cautelar. Potestad del órgano jurisdiccional


[R]esulta claro que la potestad de otorgamiento de las medidas cautelares las tiene el órgano juris-
diccional, es decir la autoridad competente y se otorga como un medio de prevención para que el
interés del acreedor se pueda concretar (de declararse fundado su petitorio) al término del proceso
y de este modo la sentencia cumpla con su finalidad. Asimismo, su ejecución no queda al arbitrio del
acreedor, ya que es el órgano judicial el facultado a autorizarla de acuerdo a la necesidad y al grado
de peligro que el incumplimiento del deudor represente para el acreedor. Es decir, para la aplicación

496
DERECHO PROCESAL .

de medidas cautelares, es necesario su concesión por la autoridad judicial y que sea ésta la que
notifique al deudor la medida que se le va a aplicar (Exp. Nº 5637-2006-PA/TC, 12/04/07, S2, FJ. 6)

097 Medidas cautelares. Firmeza de la resolución


La categoría de resolución firme debe ser comprendida al margen del trámite integral del proceso.
Ello permite que incluso un auto, y no solo la sentencia que pone fin al proceso, pueda merecer
control por parte del juez constitucional. La condición es, en todo caso, que su trámite autónomo (y
la medida cautelar tiene una tramitación autónoma) haya generado una decisión firme, esto es, una
situación procesal en la que ya no es posible hacer prosperar ningún otro recurso o remedio procesal
que logre revertir la situación denunciada. (…) En el caso de las medidas cautelares, dicha firmeza
se alcanza con la apelación y su confirmatoria por la Sala, con lo cual, una vez emitida la resolución
de segunda instancia queda habilitada la vía del amparo si es que la violación o amenaza continúa
vigente (Exp. Nº 1209-2006-PA/TC, 14/03/06, P, FJs. 10 y 12)

098 Tutela cautelar. Control jurisdiccional a través de los procesos constitucionales


[L]a tutela cautelar si bien constituye un derecho para garantizar el cumplimiento de la sentencia
que se dicte sobre el fondo, supone al mismo tiempo, un juzgamiento en base a probabilidades, por
tanto, su potencial de constituirse en acto arbitrario es incluso mayor al de una sentencia que ha
merecido una mayor cautela y conocimiento por parte del juez. En consecuencia, el pretender cerrar
la posibilidad de su control jurisdiccional a través de los procesos constitucionales, resulta en este
sentido manifiestamente incongruente con los postulados básicos del Estado Democrático de Dere-
cho, entre estos, con el principio de interdicción de la arbitrariedad (Exp. Nº 1209-2006-PA/TC, 14/
03/06, P, FJ. 12)

099 Tutela jurisdiccional de urgencia. Manifestaciones


No es adecuado [ante la violación de derechos] –a fin de suprimir las conductas agraviantes– el
prolongado tiempo que normalmente duran los procesos de carácter ordinario. Es por ello que se
requiere de una tutela jurisdiccional de urgencia, la cual se expresa mediante procesos más breves
y eficaces. De tal forma de salvaguardia se pueden señalar dos manifestaciones: la tutela de urgen-
cia cautelar, dentro de un proceso principal, y que está destinada a impedir que el transcurso del
tiempo convierta en imposible la realización del mandato de la sentencia; y la tutela de urgencia
satisfactiva, que comporta el uso de remedios procedimentales breves, bajo el supuesto de la ame-
naza de un derecho cuya supervivencia depende de la rapidez con que se brinde la protección
jurisdiccional. Por tanto, los procesos constitucionales de la libertad, previstos por el artículo 200°
de la Constitución, están referidos primordialmente a la tutela de urgencia, ya que buscan proteger,
eficaz y ágilmente, los derechos que cada una de las garantías constitucionales tiene como finalidad
(Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 4)

MEDIOS IMPUGNATORIOS

100 Medio impugnatorios. Finalidad


La razón de ser de un medio impugnatorio radica en el reconocimiento de la equivocación humana
como accidente posible en el proceso. Ello autoriza la intervención de un órgano para acordar o
reconocer la eficacia de una relación o situación jurídica. Justamente, en la actuación que le corres-
ponde al TC se debe advertir cuál es la motivación que amerita su injerencia en la búsqueda de la
supremacía constitucional, siempre en el marco del carácter de los procesos constitucionales de la
libertad (Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 7)

101 Medio impugnatorios. Interposición interrumpe la producción de la cosa juzgada


Los recursos, por su naturaleza, pueden tener dos tipos de efectos: los que se deducen de la simple
interposición del recurso, y los que se deducen de la decisión del medio impugnatorio. En esta última
categoría se encuentra el RAC. Entre los primeros efectos, encontramos que sólo la interposición de

497
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

los recursos interrumpe la producción de la cosa juzgada, por lo que la resolución dictada y someti-
da a impugnación, no adquiere la calidad de firme (Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 8)

MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES

102 Motivación de las resoluciones. Ámbito de eficacia


[L]a eficacia del derecho a la motivación de las resoluciones en general también se extiende a todos
aquellos procesos y procedimientos, cualesquiera sea su naturaleza, más aún si se trata de una
resolución mediante la cual se impone una sanción. (…)Ahora bien, el derecho a la motivación de
las resoluciones comporta, de manera general, una exigencia en el sentido de que los fundamentos
que sustentan la resolución deben ser objetivos y coherentes con la materia de pronunciamiento,
quedando fuera de ella consideraciones de orden subjetivo o que no tienen ninguna relación con el
objeto de resolución. Tan arbitraria es una resolución que no está motivada o está deficientemente
motivada como aquella otra en la cual los fundamentos no tienen una relación lógica con lo que se
está resolviendo; en ambos supuestos, de ser el caso, se vulnera el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales (Exp. Nº 5156-2006-PA/TC, 21/09/06, P, FJs. 40 y 41)

103 Motivación de las resoluciones judiciales. Como contenido del derecho a la certeza
judicial
La certeza judicial es el derecho de todo procesado a que las sentencias o resoluciones estén moti-
vadas, la exposición de un razonamiento jurídico explícito entre los hechos y las leyes que se apli-
can. Esta figura es acorde con la Constitución, cuando señala en su artículo 139, inciso 5), que es un
principio de la función jurisdiccional (...) (Exp. Nº 3361-2004-AA/TC, 12/08/05, P, FJ. 37)

104 Motivación de resoluciones judiciales. Como parte del contenido del debido proceso
[U]no de los contenidos del derecho al debido proceso es el derecho de obtener de los órganos
judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones oportunamente
deducidas por las partes en cualquier clase de procesos. La exigencia de que las decisiones judicia-
les sean motivadas en proporción a los términos del inciso 5) del artículo 139 de la Norma Funda-
mental, garantiza que los jueces, cualquiera sea la instancia a la que pertenezcan, expresen la
argumentación jurídica que los ha llevado a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de
la potestad de administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley; pero también con
la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa de los justiciables. En suma,
garantiza que el razonamiento empleado guarde relación y sea suficiente y proporcionado con los
hechos que al juez penal corresponde resolver (Exp. Nº 8125-2005-PHC/TC, 14/11/05, P, FJ. 11)
[T]ampoco compromete el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales, que, en el momento
de sentenciar, no se hayan valorado nuevos medios de prueba o que la sentencia condenatoria se
sustente en pruebas efectuadas fuera del proceso (...) (Exp. Nº 1230-2002-HC/TC, 20/06/02, P, FJ. 14)

105 Motivación de las resoluciones judiciales. Contenido


[E]l derecho a la motivación de las resoluciones judiciales no garantiza una determinada extensión
de la motivación, por lo que su contenido constitucional se respeta, prima facie, siempre que exista:
a) fundamentación jurídica, que no implica la sola mención de las normas a aplicar al caso, sino la
explicación y justificación de por qué tal caso se encuentra o no dentro de los supuestos que con-
templan tales normas; b) congruencia entre lo pedido y lo resuelto, que implica la manifestación de
los argumentos que expresarán la conformidad entre los pronunciamientos del fallo y las pretensio-
nes formuladas por las partes; y c) que por sí misma exprese una suficiente justificación de la
decisión adoptada, aun si esta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de motivación por
remisión (Exp. Nº 4348-2005-PA/TC, 2107/05, P, FJ. 2)
Uno de los contenidos del derecho al debido proceso es el derecho de obtener de los órganos judicia-
les una respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones oportunamente deducidas

498
DERECHO PROCESAL .

por las partes en cualquier clase de procesos. La exigencia de que las decisiones judiciales sean
motivadas en proporción a los términos del inciso 5) del artículo 139 de la Norma Fundamental,
garantiza que los jueces, cualquiera sea la instancia a la que pertenezcan, expresen el proceso
mental que los ha llevado a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de
administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley; pero también con la finalidad
de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa de los justiciables (Exp. Nº 1230-2002-HC,
20/06/02, P, FJ. 11)

106 Motivación de resoluciones judiciales. Contenido y alcances


[E]l derecho a una sentencia debidamente justificada no se agota en la mera enunciación de la
norma aplicable a un caso, sino que importa de manera gravitante la acreditación de los hechos y la
forma en que estos han sido introducidos en el proceso, a efectos de crear convicción en determina-
do sentido en el juzgador. De este modo, el contenido constitucionalmente protegido de dicho dere-
cho no garantiza, (...) que la valoración de los medios de prueba realizados por el Juez coincida
necesariamente con el realizado por (una de) las partes, pues tal valoración está también presidida
por la regla de la imparcialidad judicial (Exp. Nº 4226-2004-AA/TC, 18/02/05, P, FJ. 2)

107 Motivación de resoluciones judiciales. Garantía de sujeción a la Constitución y la ley


[D]ebe precisarse, en primer lugar, que la exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas
en los términos del artículo 139 inciso 5) de la Constitución, garantiza que los jueces, cualquiera
sea la instancia en la que se encuentren, deban expresar claramente los argumentos que los han
llevado a la solución de la controversia o incertidumbre jurídica, asegurando que el ejercicio de la
función jurisdiccional se realice con sujeción a la Constitución y a la ley expedida conforme a esta
(Exp. Nº 4348-2005-PA/TC, 21/07/05, P, FJ. 2)

108 Motivación de resoluciones judiciales. Noción y características


Según el artículo 139, inciso 5, de la Constitución, toda resolución que emita una instancia jurisdic-
cional (mandato que no se restringe a los órganos del Poder Judicial, sino también a toda entidad
que resuelva conflictos, incluido el Tribunal Constitucional) debe estar debidamente motivada. Ello
significa que debe quedar plenamente establecida a través de sus considerandos, la ratio decidendi
por la que se llega a tal o cual conclusión. Pero una resolución (...) en que no se precisan los hechos,
el derecho y la conducta responsable, ni tampoco se encuentra razón o explicación alguna del por
qué se ha resuelto de tal o cual manera no respeta las garantías de la tutela procesal efectiva. La
debida motivación debe estar presente en toda resolución que se emita en un proceso. Este derecho
implica que cualquier decisión cuente con un razonamiento que no sea aparente o defectuoso, sino
que exponga de manera clara, lógica y jurídica los fundamentos de hecho y de derecho que la
justifican, de manera tal que los destinatarios, a partir de conocer las razones por las cuales se
decidió en un sentido o en otro, estén en la aptitud de realizar los actos necesarios para la defensa
de su derecho. El derecho a la motivación es un presupuesto fundamental para el adecuado y cons-
titucional ejercicio del derecho a la tutela procesal efectiva (Exp. Nº 6712-2005-HC/TC, 17/10/05,
P, FJ. 10)

109 Motivación de resoluciones judiciales. Principio de la función jurisdiccional y como


derecho
La necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas es un principio que informa el
ejercicio de la función jurisdiccional y, al mismo tiempo, un derecho constitucional de los justicia-
bles. Mediante ella, por un lado, se garantiza que la administración de justicia se lleve a cabo de
conformidad con la Constitución y las leyes (artículos 45 y 138 de la Constitución) y, por otro, que
los justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de defensa (Exp. Nº 8125-2005-PHC/
TC, 14/11/05, P, FJ. 10)
[E]s pertinente considerar que el inciso 5) del artículo 139 de la Constitución contiene, como ele-
mento de la tutela judicial efectiva, la obligación de motivar las resoluciones. Esto implica que la
motivación sobre la que se sustentan las decisiones judiciales debe contener –además de las

499
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

razones que expresan los criterios jurídicos adoptados– el fundamento de derecho que exprese que
la aplicación de las normas al caso en cuestión no es arbitraria. Esta exigencia resulta de especial
rigor si el derecho a la tutela judicial efectiva tiene conexión con el principio constitucional de la
libertad (Exp. Nº 1405-2002-HC, 09/07/02, P, FJ. 4)

110 Motivación de resoluciones judiciales. Relación con el Estado democrático de Dere-


cho y la legitimidad democrática
[L]a exigencia de motivación de las sentencias judiciales se relaciona directamente con el principio
del Estado democrático de derecho y con la propia legitimidad democrática de la función jurisdiccio-
nal, que, como se sabe, se apoya en el carácter vinculante que tiene la ley constitucionalmente
válida. De ahí que la Constitución requiera al Juez la motivación de sus decisiones, para que la
ciudadanía pueda realizar un control de la actividad jurisdiccional, y para que las partes que inter-
vengan en el proceso conozcan las razones por las cuales se les concede o deniega la tutela de un
derecho, o un específico interés legítimo (Exp. Nº 2244-2004-AA/TC, 23/11/04, P, FJ. 2)

PLURALIDAD DE LA INSTANCIA

111 Casación. Carácter excepcional


[P]or su propia naturaleza, el recurso de casación es un medio impugnatorio de carácter excepcio-
nal, cuya concesión y presupuestos de admisión y procedencia, están vinculados a los “fines esen-
ciales” para los cuales se ha previsto, esto es, la correcta aplicación e interpretación del derecho
objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia, como se
especifica en el artículo 384 del Código Procesal Civil.
Por su propia naturaleza excepcional, y en atención a los fines a los cuales sirve el recurso de
casación, es razonable que el legislador haya previsto que la posibilidad de oir a las partes, esté
condicionada a que el recurso de casación propuesto previamente satisfaga un doble tipo de
control ante la Sala de Casación, esto es, que sea “admisible”, por satisfacer los requisitos forma-
les contemplados en el artículo 387 del CPC, y, por otro, que sea “procedente”, por satisfacer los
requisitos de fondo al que se alude en el artículo 388 del mismo CPC (Exp. Nº 00474-2003-AA,
21/04/04, S1, FJ. 4)

112 Derecho a la pluralidad de instancias. Finalidad


[E]l derecho a la pluralidad de instancias constituye una garantía consustancial del derecho al
debido proceso, mediante el cual se persigue que lo resuelto por un juez de primera instancia pueda
ser revisado por un órgano funcionalmente superior, y de esa manera se permita que lo resuelto por
aquel, cuando menos, sea objeto de un doble pronunciamiento jurisdiccional (Exp. Nº 0023-2003-
AI, 09/06/04, P, FJ. 49)

113 Derecho a la pluralidad de instancias. Independencia de cada instancia judicial


[S]e han establecido distintos niveles jerárquicos en la Administración de Justicia, mediante los
cuales se procura dar mayores garantías al procesado para ejercer su defensa. Este diseño del órga-
no jurisdiccional, desde luego, no supone ningún nivel de “subordinación” o “dependencia” de la
instancia inferior respecto a las superiores, pues todos los jueces y tribunales son independientes
en el ejercicio de la función jurisdiccional, encontrándose sometidos únicamente al derecho, me-
diante la Constitución y la ley (Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 50)

114 Derecho a la pluralidad de instancias. Noción


[P]uede aseverarse la necesidad de reconocer una instancia plural. Este derecho es el fundamento
a recurrir razonablemente las resoluciones ante las instancias superiores de revisión final, más aún
si se ha reconocido este derecho en la Constitución, en su artículo 139, inciso 6, cuando señala que
debe existir la pluralidad de instancias. El recurso no debe tener una nomenclatura determinada,

500
DERECHO PROCESAL .

pero debe suponer una revisión integral de la recurrida, fundada en el derecho (Exp. Nº 3361-2004-
AA/TC, 12/08/05, P, FJ. 44)

PUBLICIDAD DE LOS PROCESOS

115 Principio de publicidad . Concreción del principio general constitucional de la publici-


dad de la actuación estatal
[D]isposiciones como la del artículo (...) 139, inciso 4), de la Constitución (...), no son sino concre-
tizaciones, a su vez, de un principio constitucional más general, como es, en efecto, el principio de
publicidad de la actuación estatal (...) (Exp. Nº 1797-2002-HD/TC, 29/01/03, S1, FJ. 11)

116 Principio de publicidad. Expresión del principio de transparencia


Uno de los principios que informan y limitan el ejercicio de la función jurisdiccional, sin duda, es el
principio de publicidad, establecido en el artículo 139.4 de la Ley Fundamental. Dicho principio no
es sino la concreción del principio general de publicidad y transparencia al cual se encuentra sujeto
la actividad de todos los poderes públicos en un sistema democrático y republicano de gobierno. En
efecto, en una sociedad democrática y constitucional, la publicidad de la actuación de los poderes
públicos debe entenderse como regla, mientras que la reserva o confidencialidad como excepción,
que solo se justifica en la necesidad de proteger otros principios y valores constitucionales así como
los derechos fundamentales (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 38).

117 Principio de publicidad. Regulación constitucional


[D]e conformidad con el inciso 4) del artículo 139, uno de los principios que informan todo proceso
judicial es su publicidad, salvo que exista disposición contraria de la ley (...) (Exp. Nº 1219-2003-
HD/TC, 21/01/04, S1, FJ. 17)

PRUEBA

118 Actuación probatoria. Función del juez


[No es cierto que] el reconocimiento de los derechos fundamentales (...) pueda suponer algún tipo
de controversias que requieran ser objeto de probanza (...) ya que ello es una cuestión que con
criterio general el propio Constituyente ha formulado al incorporar en nuestro ordenamiento cons-
titucional una lista bastante detallada de derechos fundamentales. (...) [P]ues ni aun con la cláusula
de los derechos no enumerados que nuestra Constitución prevé en su artículo 3 cabe realizar tal
propósito, puesto que, en este último caso, proveyéndose de diversas técnicas jurídicas, son los
jueces constitucionales (y no las partes) los llamados a determinar si, con el tiempo, un atributo
subjetivo no previsto originariamente en la Constitución puede ser catalogado, sin embargo, como
un derecho constitucional, con todas las consecuencias que detrás de ello nuestro ordenamiento
jurídico ha previsto (Exp. Nº 0316-1998-AA, 05/03/99, P, FJ. 3)

119 Prueba dinámica. Carga de la prueba


[En la prueba dinámica] no correspondería al demandante la carga de la prueba del hecho (de índole
negativo) sino que el demandado tendría la carga de probar el hecho positivo (Exp. N° 1776-2004-
AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 50)

120 Prueba dinámica. Necesidad


La doctrina de las cargas probatorias dinámicas interviene para responder a una concepción de un
derecho dúctil y una concepción más dinámica del devenir del proceso (Exp. N° 1776-2004-AA/TC,
26/01/07, P, FJ. 50)

501
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

121 Prueba dinámica. Noción


[L]a carga probatoria dinámica significa un apartamiento de los cánones regulares de la distribución
de la carga de la prueba cuando esta arroja consecuencias manifiestamente disvaliosas para el
propósito del proceso o procedimiento, por lo que es necesario plantear nuevas reglas de reparto de
la imposición probatoria, haciendo recaer el onus probandi sobre la parte que está en mejores
condiciones profesionales, técnicas o fácticas para producir la prueba respectiva (Exp. N° 1776-
2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 50)

122 Prueba dinámica. Utilización en nuestro ordenamiento


[L]a prueba dinámica no es ajena a nuestro ordenamiento. Por ejemplo, se han utilizado en los
siguientes supuestos: violación de derechos humanos (párrafo 70 de la sentencia del caso Paniagua
Morales y otros, párrafo 65 de la sentencia del caso Durand y Ugarte y párrafo 63 de la sentencia del
Caso Castillo Petruzzi, todas ellas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos), cumplimiento
de condiciones de los trabajadores (artículo 27 de la Ley Procesal del Trabajo, Ley Nº 26636) e
impugnación de pago de tasa en tributación municipal (sentencias recaídas en el Expediente Nº
0041-2004-AI/TC y en el Expediente 0053-2004-AI/TC). Asimismo, en el ámbito de protección del
usuario, y basándose en la asimetría de información, se ha permitido la variación de la carga de la
prueba, buscándose proteger al consumidor de la imposibilidad de probar que fue engañado o que
recibió información insuficiente (punto 2 la Resolución Nº 102-97-TDC-INDECOPI) (Exp. N° 1776-
2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 50)

TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA

123 Tutela judicial efectiva. Plazo razonable en la ejecución de resoluciones judiciales


El derecho a la ejecución de la decisión de fondo contenida en una sentencia firme, también supone
su cumplimiento en tiempo oportuno. (...) [E]l derecho a una decisión sobre el fondo y al cumpli-
miento de la misma en un plazo razonable es extrapolable a todo tipo de procesos jurisdiccionales.
El plazo razonable no solo debe entenderse referido al trámite que existe entre la presentación de
una demanda y la decisión sobre el fondo, sino que resulta indispensable que dicho concepto se
entienda también como una exigencia para lograr la efectividad del pronunciamiento judicial en un
plazo que no debe exceder lo que la naturaleza del caso y sus naturales complicaciones de cumpli-
miento ameriten, sin que en ningún caso su ejecución se difiera por dilaciones indebidas (Exp. Nº
4080-2004-AC, 28/01/05, S2, FJ. 19)
[T]oda dilación indebida que retarde innecesariamente el cumplimiento pleno de lo que mediante
una sentencia judicial firme se ha ordenado, debe entenderse como vulneratoria del derecho funda-
mental a la tutela judicial efectiva que la constitución reconoce (Exp. Nº 4080-2004-AC, 28/01/05,
S2, FJ. 20)

124 Tutela jurisdiccional efectiva. Acceso a la justicia entendido como evaluación de la


pretensión por la Administración de Justicia
[C]uando el ordenamiento reconoce el derecho de todo justiciable de poder acceder a la jurisdicción,
como manifestación de la tutela judicial efectiva, no quiere ello decir que la judicatura, prima facie,
se sienta en la obligación de estimar favorablemente toda pretensión formulada, sino que simple-
mente, sienta la obligación de acogerla y brindarle una sensata como razonada ponderación en
torno a su procedencia o legitimidad. No es, pues, que el resultado favorable esté asegurado con
solo tentarse un petitorio a través de la demanda, sino tan solo la posibilidad de que el órgano
encargado de la administración de Justicia pueda hacer del mismo un elemento de análisis con
miras a la expedición de un pronunciamiento cualquiera que sea su resultado. En dicho contexto,
queda claro que si, a contrario sensu de lo señalado, la judicatura no asume la elemental responsa-
bilidad de examinar lo que se le solicita y, lejos de ello, desestima, de plano, y sin merituación
alguna lo que se le pide, en el fondo lo que hace es neutralizar el acceso al que, por principio, tiene
derecho todo justiciable, desdibujando el rol o responsabilidad que el ordenamiento le asigna. La

502
DERECHO PROCESAL .

tutela judicial efectiva no significa, pues, la obligación del órgano jurisdiccional de admitir a trámite
toda demanda, ni que, admitida a trámite, tenga necesariamente que declararse fundada dicha
demanda. Cabe también puntualizar que, para la admisión a trámite, el juez solo puede verificar la
satisfacción de los requisitos formales de admisibilidad y procedencia señalados en la ley procesal;
exigencias relacionadas con la validez de la relación procesal que, como sabemos, se asientan en los
presupuestos procesales y en las condiciones de la acción; es decir, exigencias que tienen que ver
con la competencia absoluta del juez, la capacidad procesal del demandante o de su representante,
los requisitos de la demanda, la falta de legitimidad del demandante o del demandado e interés para
obrar (asimila voluntad de la ley-caso justiciable). Se trata del ejercicio del derecho a la acción que
no se identifica con la pretensión que constituye el elemento de fondo basado en las razones de
pedir y que ha de significar la carga de la prueba. Es en la sentencia donde el juez declara (dice) el
derecho y no liminarmente; por ello, puede haber proceso con demanda desestimada en el fondo
(Exp. Nº 0763-2005-AA, 13/04/05, P, FJ. 8)

125 Tutela jurisdiccional efectiva. Adopción de medidas para la ejecución de las resolucio-
nes judiciales
[C]uando el obligado –sea un particular o el Estado– no cumple lo ordenado por la sentencia o la
resolución judicial firme, el derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales autoriza al afec-
tado con el incumplimiento a pedir del órgano jurisdiccional competente la adopción de las medi-
das y providencias necesarias para que se ejecute lo dispuesto (Exp. Nº 0015-2001-AI y acumu-
lados, 29/01/04, P, FJ. 14)

126 Tutela jurisdiccional efectiva. Como derecho genérico


[La tutela jurisdiccional efectiva] constituye un derecho, por decirlo de algún modo, “genérico”que
se descompone en un conjunto de derechos específicos enumerados, principalmente, en el mencio-
nado artículo, o deducidos implícitamente de él (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 22)
El derecho a la tutela jurisdiccional es un atributo subjetivo que comprende una serie de derechos,
entre los que destacan el acceso a la justicia, es decir, el derecho de cualquier persona de promover
la actividad jurisdiccional del Estado, sin que se le obstruya, impida o disuada irrazonablemente; y
el derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales (Exp. Nº 0015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ. 16)

127 Tutela jurisdiccional efectiva. Contenido del derecho al acceso a la justicia


[S]u contenido protegido [del derecho al acceso a la justicia] no se agota en garantizar el “derecho
al proceso”, entendido como facultad de excitar la actividad jurisdiccional del Estado y de gozar de
determinadas garantías procesales en el transcurso de él, sino también garantiza que el proceso
iniciado se desarrolle como un procedimiento de tutela idóneo para asegurar la plena satisfacción
de los intereses accionados (Exp. Nº 0010-2001-AI, 26/08/03, P, FJ. 10)

128 Tutela jurisdiccional efectiva. Derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales


El derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales que han pasado en autoridad de cosa juzga-
da, es una manifestación del derecho a la tutela jurisdiccional, reconocido en el inciso 3) del artículo
139 de la Constitución. Si bien la citada norma no hace referencia expresa a la “efectividad”de las
resoluciones judiciales, dicha cualidad se desprende de su interpretación, de conformidad con los
tratados internacionales sobre derechos humanos (Exp. Nº 0015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ. 16)
[E]l derecho a la tutela jurisdiccional no solo implica el derecho de acceso a la justicia y el derecho al
debido proceso, sino también el derecho a la “efectividad”de las resoluciones judiciales; busca garanti-
zar que lo decidido por la autoridad jurisdiccional tenga un alcance práctico y se cumpla, de manera que
no se convierta en una simple declaración de intenciones (Exp. Nº 0015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ. 17)
El derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales garantiza que lo decidido en una sentencia
se cumpla, y que la parte que obtuvo un pronunciamiento de tutela, a través de la sentencia favo-
rable, sea repuesta en su derecho y compensada, si hubiere lugar a ello, por el daño sufrido (Exp. Nº
0015-2001-AI y acumulados, 29/01/04, P, FJ. 11)

503
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

129 Tutela jurisdiccional efectiva. Derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales como
manifestación del Estado Democrático de Derecho
[T]ras el reconocimiento del derecho a la ejecución de las sentencias no solo está el derecho subje-
tivo del vencedor en juicio, sino también una cuestión de capital importancia para la efectividad del
“Estado democrático de derecho”que proclama la Constitución.
En efecto, tras los artículos 38, 45, 51, 102, inciso 2, 118, inciso 1, y 138 de la Constitución, existe
un mandato de sujeción de los ciudadanos y órganos públicos a la Constitución y a todo el ordena-
miento jurídico. Dicha sujeción al ordenamiento jurídico, cuando se produce un conflicto, ordinaria-
mente se procesa a través del Poder Judicial, en tanto que tercero imparcial. De ahí que cuando un
tribunal de justicia emite una resolución, y esta adquiere la condición de firme, con su cumplimien-
to no solo se resuelve un conflicto y se restablece la paz social, sino, además, en la garantía de su
cumplimiento, se pone a prueba la sujeción de los ciudadanos y de los poderes públicos al ordena-
miento jurídico.
El Estado democrático de derecho está, pues, sujeto a un plebiscito de todos los días. Y es difícil que
pueda hablarse de la existencia de un Estado de derecho cuando las sentencias y las resoluciones
judiciales firmes no se cumplen (Exp. Nº 0015-2001-AI y acumulados, 29/01/04, P, FJ. 13)

130 Tutela jurisdiccional efectiva. Derecho a la independencia judicial


Entre (…) [los] derechos [que comprende la tutela jurisdiccional efectiva] cabe destacar, entre otros,
el derecho a un juez independiente e imparcial (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 22)

131Tutela jurisdiccional efectiva. Derecho al acceso a la justicia


El derecho a la tutela jurisdiccional es un atributo subjetivo que comprende una serie de derechos,
entre los que destacan el acceso a la justicia, es decir, el derecho de cualquier persona de promover
la actividad jurisdiccional del Estado, sin que se le obstruya, impida o disuada irrazonablemente; y
el derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales (Exp. Nº 0015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ. 16)
[E]l derecho de acceso a la justicia como manifestación del derecho a la tutela judicial efectiva,
previsto en el artículo 139°3 de la Constitución, como todo derecho fundamental, es un derecho
relativo y, en su caso, específico, de configuración legal, toda vez que el acceso al proceso y el
derecho a la expedición de una sentencia sobre el fondo de la cuestión, se encuentran condicio-
nados, entre otros factores, a la existencia de legitimidad e interés para obrar, conforme a lo
dispuesto por los incisos 1 y 2 del artículo 427 del Código Procesal Civil (Exp. Nº 0009-2004-
AI, 02/08/04, P, FJ. 8)
[E]l derecho de acceso a la justicia es un componente esencial del derecho a la tutela jurisdiccional
reconocido en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución. Dicho derecho no ha sido expresamen-
te enunciado en la Carta de 1993, pero ello no significa que carezca del mismo rango, pues se trata
de un contenido implícito de un derecho expreso (Exp. Nº 0010-2001-AI, 26/08/03, P, FJ. 10)

132 Tutela jurisdiccional efectiva. Derecho al acceso a la justicia de tribunales internacio-


nales
El derecho fundamental de acceso a la justicia frente a toda vulneración de los derechos humanos,
como manifestación del derecho al debido proceso reconocido en el inciso 3) del artículo 139 de la
Constitución, no solo se reduce al acceso a los tribunales internos, sino también a los internacio-
nales, tal como se tiene previsto en el artículo 205 de la Constitución (Exp. Nº 5854-2005-AA,
08/11/05, P, FJ. 24)

133 Tutela jurisdiccional efectiva. Exigencias a los jueces respecto al derecho a la efectivi-
dad de las resoluciones judiciales
Respecto de los jueces, el glosado derecho [a la efectividad de las resoluciones judiciales] exige un
particular tipo de actuación. Y es que si el derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales

504
DERECHO PROCESAL .

garantiza que lo decidido en una sentencia o en una resolución judicial sea cumplido, es claro que
quienes las dictan, o quienes resulten responsables de ejecutarlas, tienen la obligación de adoptar,
según las normas y procedimientos aplicables –y con independencia de que la resolución a ejecutar
haya de ser cumplida por un ente público o no– las medidas necesarias y oportunas para su estricto
cumplimiento (Exp. Nº 0015-2001-AI y acumulados, 29/01/04, P, FJ. 12)
[L]a actuación de la autoridad jurisdiccional en la etapa de ejecución de sentencias constituye un
elemento fundamental e imprescindible en el logro de una “efectiva”tutela jurisdiccional, siendo de
especial relevancia para el interés público, pues difícilmente se podría señalar la existencia de un
Estado de derecho, cuando en su interior las personas no pueden lograr la justicia a través de los
órganos establecidos para tal efecto (Exp. Nº 1042-2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.3.1)

134 Tutela jurisdiccional efectiva. Exigencias inmersas en el contenido constitucional del


derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales
El contenido constitucionalmente protegido de este derecho [a la efectividad de las resoluciones
judiciales] impone especiales exigencias a los sujetos pasivos del derecho, es decir, a los que se
encuentran en principio vinculados y, en particular, a quienes participaron en calidad de partes en
el proceso y, desde luego, al propio juez. Pero también lo está el Presidente de la República, a quien,
en su condición de titular del Poder Ejecutivo, conforme establece el inciso 9) del artículo 118 de la
Constitución, le corresponde “Cumplir y hacer cumplir las sentencias y resoluciones de los órganos
jurisdiccionales” (Exp. Nº 0015-2001-AI y acumulados, 29/01/04, P, FJ. 12)

135 Tutela jurisdiccional efectiva. Finalidad del derecho a la ejecución de resoluciones ju-
diciales
El cumplimiento pleno de lo establecido en una decisión judicial supone (…) la satisfacción real y
efectiva, en tiempo oportuno, de lo decidido por el poder jurisdiccional (Exp. Nº 4080-2004-AC,
28/01/05, S2, FJ. 17)

136 Tutela jurisdiccional efectiva. Límites al acceso a la justicia


Como sucede con todos los derechos fundamentales, el de acceso a la justicia tampoco es un dere-
cho ilimitado cuyo ejercicio no pueda restringirse; sin embargo, siendo posible establecer restric-
ciones a su ejercicio, ellas no pueden afectar su contenido esencial. La exigencia del respeto del
contenido esencial de los derechos fundamentales no se deriva de la existencia de una cláusula que,
ex profeso, lo señale así, sino, básicamente, del diverso nivel en el que opera el Poder Constituyente
(que los reconoce en normas constitucionales) y los poderes constituidos (que solo pueden limitar-
los en virtud de leyes cuya validez depende de su conformidad con la Norma Suprema del Estado)
(Exp. Nº 0010-2001-AI, 26/08/03, P, FJ. 11)

137 Tutela jurisdiccional efectiva. Límites al derecho a la ejecución de las resoluciones ju-
diciales
[C]omo sucede con todos los derechos fundamentales, el de efectividad de las resoluciones judiciales
tampoco es un derecho absoluto, es decir, que esté exento de condiciones, límites o restricciones en su
ejercicio. Al margen de los requisitos y la presencia de una serie de circunstancias generales que la ley
pueda prever, como puede ser que la ejecución deba llevarla adelante el órgano jurisdiccional compe-
tente; que se trate de una resolución firme; que la ejecución se realice respetando el contenido del
fallo, etc., (…) [es] legítimo que, tomando en cuenta al sujeto procesal vencido en juicio y, en concreto,
cuando ese vencido en juicio sea el Estado, el legislador pueda establecer ciertos límites o restriccio-
nes al derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales firmes, en la medida en que estas tengan
una justificación constitucional (Exp. Nº 0015-2001-AI y acumulados, 29/01/04, P, FJ. 15)

138 Tutela jurisdiccional efectiva. Noción


El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, reconocido en el artículo 139, inciso 3, de la Constitu-
ción, implica que cuando una persona pretenda la defensa de sus derechos o intereses legítimos,

505
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

ella deba ser atendida por un órgano jurisdiccional mediante un proceso dotado de un conjunto de
garantías mínimas (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 22)
La Norma Suprema (…) garantiza al justiciable, ante su pedido de tutela, el deber del órgano juris-
diccional de observar el debido proceso y de impartir justicia dentro de los estándares mínimos
establecidos por los instrumentos internacionales (Exp. Nº 3789-2005-HC, 09/11/05, P, FJ. 12)

139 Tutela jurisdiccional efectiva. Vertiente subjetiva


El derecho a la tutela judicial efectiva está reconocido en nuestro ordenamiento constitucional en el
artículo 139, inciso 3, donde si bien aparece como “principio y derecho de la función jurisdiccional”,
es claro (…) que se trata de un derecho constitucional que en su vertiente subjetiva supone, en
términos generales, un derecho a favor de toda persona de acceder de manera directa o a través de
representante ante los órganos judiciales; de ejercer sin ninguna interferencia los recursos y medios
de defensa que franquea la ley; de obtener una decisión razonablemente fundada en derecho; y,
finalmente, de exigir la plena ejecución de la resolución de fondo obtenida (Exp. Nº 4080-2004-AC,
28/01/05, S2, FJ. 14)

140 Tutela jurisdiccional efectiva. Relación del derecho a la ejecución de resoluciones ju-
diciales con otros derechos constitucionales
El derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales no es sino una concreción específica de la
exigencia de efectividad que garantiza el derecho a la tutela jurisdiccional, y que no se agota allí, ya
que, por su propio carácter, tiene una vis expansiva que se refleja en otros derechos constituciona-
les de orden procesal (v. gr. derecho a un proceso que dure un plazo razonable, etc.) (Exp. Nº 0015-
2001-AI y acumulados, 29/01/04, P, FJ. 11)

141 Tutela jurisdiccional efectiva. Relación entre el derecho a la efectividad de las resolu-
ciones judiciales y la cosa juzgada
[El derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales] también se encuentra recogido en el
segundo párrafo del inciso 2) del mismo artículo 139, cuando se menciona que “ninguna autoridad
puede (...) dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa juzgada (...) ni retardar
su ejecución” (Exp. Nº 0015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ. 18)

142 Tutela jurisdiccional efectiva. Relación entre el derecho a la ejecución de las resolucio-
nes judiciales y la independencia judicial
El derecho a la ejecución de las decisiones jurisdiccionales resulta de especial relevancia no solo por
su manifestación de derecho de tutela judicial, sino porque constituye una garantía sine qua non
para que pueda evidenciarse, en la práctica, el principio de independencia judicial (...) Si las senten-
cias de los jueces no se cumplen, simplemente no podría hablarse de un Poder Judicial independien-
te que es capaz de hacer valer su juris dictio con plena eficacia respecto de lo que decide, y de este
modo, los ciudadanos no tendrían un garante real para la protección de sus derechos (Exp. Nº 4080-
2004-AC, 28/01/05, S2, FJ. 16)

143 Tutela jurisdiccional efectiva. Requisitos procesales como límites al acceso a la justicia
[E]l establecimiento de cualquier requisito para poder iniciar un proceso judicial importa, per se,
una limitación del derecho de acceso a la justicia. Este derecho, como se ha dicho, garantiza, en su
contenido inicial, el poder de acceder a un tribunal de justicia (Exp. Nº 0010-2001-AI, 26/08/03, P,
FJ. 12)

144 Tutela jurisdiccional efectiva. Respeto de los requisitos procesales al contenido esen-
cial del derecho al acceso a la justicia
Los requisitos procesales o las condiciones legales que se puedan establecer a fin de ejercerse el
derecho de acción, constituyen, prima facie, límites al derecho de acceso a la justicia. Para que estos
sean válidos (…) es preciso que respeten su contenido esencial. Evidentemente, no están comprendidos

506
DERECHO PROCESAL .

en los límites justificados por el ordenamiento, aquellos requisitos procesales que, so pretexto de
limitar el derecho de acceso a la justicia, introduzcan vías y mecanismos que impidan, obstaculicen
o disuadan, irrazonable y desproporcionadamente, el acceso al órgano judicial.
Lo que significa que, si el derecho de acceso a la justicia “no comporta obtener una decisión acorde
con las pretensiones que se formulen, sino el derecho a que se dicte una resolución en Derecho,
siempre que se cumplan los requisitos procesales”, no todos los requisitos procesales que la ley
prevea, por el solo hecho de estar previstos en la ley o en una norma con rango de ley, son de suyo
restricciones ad initio plenamente justificadas (Exp. Nº 0010-2001-AI, 26/08/03, P, FJ. 12)

UNIDAD Y EXCLUSIVIDAD DE LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL

145 Actividad jurisdiccional del Poder Judicial. Función


La actividad jurisdiccional del Poder Judicial tiene por función constitucional el viabilizar la inter-
vención del Estado mediante órganos de fallo adscritos a una terceridad imparcial y compositiva,
tendentes a dirimir los conflictos interindividuales de naturaleza jurídica con el objeto de restable-
cer la convivencia pacífica mediante la resolución de dichas controversias por la vía de la recta
aplicación o integración de la ley en sentido lato (Exp. Nº 2409-2002-AA, 07/11/02, S2, FJ. 1a)

146 Atribuciones jurisdiccionales. Vinculación con el principio de supremacía constitucional


Como es de entender, las atribuciones jurisdiccionales, sea en sede judicial ordinaria, especial o
cuasijurisdiccional administrativa, se encuentran vinculadas al principio jurídico de supremacía
constitucional señalado en el artículo 51 de la Constitución, en sus dos vertientes: Fuerza normati-
va positiva, aplicando las normas legales en base a las disposiciones constitucionales; y, fuerza
normativa negativa, inaplicando la norma administrativa y/o legal que sea extraña a la Constitución
(...) (Exp. Nº 0004-2006-PI/TC, 29/03/06, P, FJ. 13)

147 Exclusividad de la función jurisdiccional. Noción


[L]a exclusividad [de la función jurisdiccional] se concibe como la prohibición constitucional al
legislador, de que atribuya la potestad jurisdiccional a órganos no conformantes del Poder Judicial.
Conceptualmente, la exclusividad se concibe como la prohibición constitucional al legislador, de
que atribuya la potestad jurisdiccional a órganos no conformantes del Poder Judicial (Exp. Nº 0023-
2003-AI/TC, 09/06/04, P, FJ. 22)

148 Exclusividad de la función jurisdiccional. Vertientes negativa y positiva


[F]uertemente vinculado con el principio de unidad se encuentra el mencionado principio de exclu-
sividad de la función jurisdiccional. En general, conforme al primer y segundo párrafos del artículo
146 y al artículo 139 inciso 1, de la Constitución, y como se desprende de lo expuesto en las
aludidas sentencias de este Colegiado, este principio posee dos vertientes:
a) Exclusividad judicial en su vertiente negativa: se encuentra prevista en el artículo 146, primer
y segundo párrafos, de la Constitución, según la cual los jueces no pueden desempeñar otra
función que no sea la jurisdiccional, salvo la docencia universitaria. En efecto, en el desarrollo
de la función jurisdiccional los jueces solo pueden realizar esta función, no pudiendo laborar en
ninguna otra actividad ya sea para el Estado o para particulares, es decir, que un juez, a la vez
que administra justicia, no puede desempeñar otros empleos o cargos retribuidos por la admi-
nistración pública o por entidades particulares. Esta vertiente del principio de exclusividad de
la función jurisdiccional se encuentra directamente relacionada con el principio de imparciali-
dad de la función jurisdiccional, pues tiene la finalidad de evitar que el juez se parcialice en
defensa del interés de una determinada entidad pública o privada (...).
b) Exclusividad judicial en su vertiente positiva: se contempla en el artículo 139, inciso 1, de la
Constitución, según el cual solo el Poder Judicial puede ejercer función jurisdiccional, salvo el
caso de las excepciones ya mencionadas del Tribunal Constitucional, el Jurado Nacional de

507
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Elecciones y la jurisdicción militar, entre otros. En otras palabras, en un Estado Constitucional


de Derecho, ni el Poder Ejecutivo ni el Poder Legislativo pueden arrogarse la función jurisdic-
cional, pues, como se ha mencionado, esta actividad le corresponde exclusivamente al Poder
Judicial, al Tribunal Constitucional, al Jurado Nacional de Elecciones y a la jurisdicción militar,
entre otros (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 15)

149 Función jurisdiccional. Como fin primario del Estado


[L]a función jurisdiccional debe entenderse como aquel fin primario del Estado consistente en diri-
mir los conflictos interindividuales. En efecto, ante el impedimento de hacerse justicia por propia
mano (salvo en los casos de legítima defensa o de derecho de retención), es el Estado el encargado
de resolver las controversias legales que surgen entre los hombres. En dicho contexto, el justiciable
tiene la facultad de recurrir ante el órgano jurisdiccional del Estado para ejecutar una acción, a lo
que corresponde como correlato la jurisdicción, que es, además, un poder-deber (Exp. Nº 0023-
2003-AI, 09/06/04, P, FJ.11 )

150 Función Jurisdiccional. Como manifestación de la soberanía del Estado


Es evidente que la jurisdicción corresponde a la soberanía del Estado, y que se ejerce a través del
órgano jurisdiccional, el cual será el competente para resolver los conflictos que se susciten entre
los particulares, mediante la aplicación de la ley (Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ.12)

151 Función Jurisdiccional. Noción


[L]a función jurisdiccional merece una especial atención, toda vez que constituye la garantía última
para la protección de la libertad de las personas frente a una actuación arbitraria del Poder Ejecutivo
o el Poder Legislativo (Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 7)

152 Jurisdicción. Concepto


[J]urisdicción es la potestad y/o poder que otorga el Estado a determinadas instituciones para “de-
cir”, resolver o aplicar el derecho que corresponde en un conflicto de intereses con el carácter
especial que sus decisiones son irrevisables; es decir, tienen la calidad de cosa juzgada. Aquellos
órganos cuyas resoluciones son revisables no tienen jurisdicción sino competencia. El límite de la
jurisdicción es la competencia por razón de grado, materia, turno, territorio, etc (Exp. Nº 0584-
1998-HC, 06/08/98, P, FJ. 2)

153 Jurisdicción. Facultades


El concepto “jurisdicción” se encuentra regulado por dos clases de facultades: las primeras relativas
a la decisión y ejecución que se refieren al acto mismo; y las segundas concernientes a la coerción
y documentación que, de un lado, tienden a remover los obstáculos que se oponen a su cabal
ejercicio, y de otro, a acreditar de manera fehaciente la realización de los actos jurisdiccionales,
otorgándoles permanencia, así como una fijación indubitable en el tiempo, es decir, el modo y forma
en que se desarrollan (Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 13)

154 Jurisdicción. Órganos con jurisdicción absoluta y jurisdicción relativa


[D]entro del contexto general de la Constitución Política del Estado, según los artículos 154, 181 y
182, los órganos que tienen jurisdicción absoluta son: El Jurado Nacional de Elecciones, El Consejo
Nacional de la Magistratura, el Tribunal Constitucional y los que tienen jurisdicción relativa, según
el artículo 139 inc.1) de la Ley Fundamental, son el Poder Judicial, el Fuero Militar y Arbitral. Es
relativa la jurisdicción del Poder Judicial porque el artículo 200 inc. 2) de la Constitución anotada
prescribe que sus decisiones son revisables, vía acción de amparo, cuando estas emanan de un
procedimiento irregular (Exp. Nº 0584-1998-HC, 06/08/98, P, FJ. 3)

155 Jurisdicción. Requisitos


El ejercicio de la jurisdicción implica cuatro requisitos, a saber:

508
DERECHO PROCESAL .

a) Conflicto entre las partes.


b) Interés social en la composición del conflicto.
c) Intervención del Estado mediante el órgano judicial, como tercero imparcial.
d) Aplicación de la ley o integración del derecho (Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 13)

156 Jurisdicciones especializadas. Ámbito de funcionamiento


[E]l ámbito de funcionamiento de los órganos que imparten justicia especializada se encuentra
determinado por estrictos criterios materiales, en tanto que en el caso del Poder Judicial, este
es competente para conocer de todas aquellas controversias de índole jurídica que no sean
susceptibles de ser conocidas y resueltas por los órganos que ejercen jurisdicción especializada
(Exp. Nº 0017-2003-AI/TC, 16/03/04, P, FJ. 124)

157 Jurisdicciones especializadas. Diferencia con el concepto de jurisdicción de excepción


Evidentemente, la existencia de jurisdicciones especializadas no debe ni puede entenderse como
sinónimo de lo que propiamente constituye una “jurisdicción de excepción”. Con este último con-
cepto se alude a órganos ad hoc, creados para realizar el juzgamiento de un determinado conjunto
de conductas, normalmente de naturaleza política, y que no pertenecen a la estructura del Poder
Judicial, por lo que se encuentran prohibidos por la Norma Suprema (Exp. Nº 0017-2003-AI/TC,
16/03/04, P, FJ. 122)

158 Jurisdicciones especializadas. Excepciones a los principios de unidad y exclusividad


[L]as excepciones previstas a los principios de unidad y exclusividad, en el segundo párrafo del
inciso 1) del artículo 139 de la Constitución, no son las únicas constitucionalmente admisibles. Al
lado de la jurisdicción militar y arbitral, existen otras jurisdicciones especializadas, es decir organis-
mos de naturaleza jurisdiccional que administran un tipo de justicia especializada, como la consti-
tucional y la electoral (Exp. Nº 0017-2003-AI/TC, 16/03/04, P, FJ. 121)

159 Jurisdicciones especializadas. Reconocimiento constitucional


Por error de técnica, si bien en el artículo 139 de la Constitución se señala que: “La potestad de
administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos
jerárquicos con arreglo a la Constitución y a las leyes”, en puridad, como el propio texto fundamen-
tal lo reconoce, asistemática, pero expresamente, existen otras jurisdicciones especiales; a saber: la
militar y la arbitral (inciso 1 del artículo 139); la de las Comunidades Campesinas y Nativas (artícu-
lo 149); y la Constitucional (artículo 202) (Exp. Nº 0023-2003-AI/TC, 09/06/04, P, FJ. 20)

160 Organización de la función jurisdiccional del Estado. Aplicación de garantías procesales


[T]odo órgano que posea naturaleza jurisdiccional (sea ordinario, constitucional, electoral, militar y,
por extensión, los árbitros) debe respetar, mínimamente, las garantías que componen los derechos
a la tutela jurisdiccional “efectiva” y al debido proceso, entre las que destacan los derechos al libre
acceso a la jurisdicción, de defensa, a la prueba, a la motivación de las resoluciones judiciales, a la
obtención de una resolución fundada en Derecho, a la pluralidad de instancias, al plazo razonable
del proceso, a un juez competente, independiente e imparcial, a la ejecución de resoluciones judi-
ciales, entre otros derechos fundamentales (...).
Es necesario precisar que conforme al artículo 139 inciso 1, de la Constitución, el principio de
unidad de la función jurisdiccional implica que el Estado peruano, en conjunto, posee un sistema
jurisdiccional unitario, en el que sus órganos tienen idénticas garantías, así como reglas básicas de
organización y funcionamiento. De ello no se deduce que el Poder Judicial sea el único encargado de
la función jurisdiccional (pues tal función se le ha encargado también al Tribunal Constitucional, al
Jurado Nacional de Elecciones, a la jurisdicción especializada en lo militar y, por extensión, al
arbitraje), sino que no exista ningún órgano jurisdiccional que no posea las garantías propias de
todo órgano jurisdiccional. Como se ha mencionado, la función jurisdiccional del Estado es una sola

509
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

y debe ser ejercida con todas las garantías procesales establecidas por la Constitución (Exp.
Nº 0004-2006-PI/TC, 29/03/06, P, FJs. 8 y 10)

161 Organización de la función jurisdiccional del Estado. Poder Judicial, Tribunal Consti-
tucional y Jurado Nacional de Elecciones
Cosa distinta [a los principios de unidad y exclusividad jurisdiccional] es distinguir cómo se organi-
za la función jurisdiccional del Estado. Como se ha evidenciado, esta función jurisdiccional es ejer-
cida por el Poder Judicial, por el Tribunal Constitucional, por el Jurado Nacional de Elecciones y por
la jurisdicción especializada en lo militar, entre otros. En el caso de los tres primeros órganos
mencionados, el principio de unidad de la función jurisdiccional implica, a su vez, que cada uno de
estos órganos deba sujetarse a un estatuto jurídico básico y propio, el que deberá asegurar la unidad
funcional del sistema judicial, así como la independencia judicial y el trato igualitario a los jueces
que se encuentren en el mismo nivel y jerarquía, esto es que no podría considerarse que cada uno
de estos órganos constituye una unidad cuando en su interior existan diferentes estatutos jurídicos
para sus miembros (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 12)

162 Potestad jurisdiccional. Ejercicio


El ejercicio de la potestad jurisdiccional o la potestad de administrar justicia comprende, en lo
esencial, lo siguiente: la tutela de los derechos fundamentales, los derechos ordinarios e intereses
legítimos; la sanción de los actos delictivos; el control difuso de la constitucionalidad; y el control
de la legalidad de los actos administrativos (Exp. Nº 09/06/04, P, 0023-2003-AI, FJ. 14)

163 Unidad de la función jurisdiccional. Noción


La unidad [de la función jurisdiccional] ha de ser comprendida, en principio, como la negación de la
idea de la fragmentación jurisdiccional; y esto porque, por motivaciones derivadas de la esencia,
carácter y calidad de la función de dirimir en los conflictos interindividuales de contenido estricta-
mente jurídico, se hace patente la necesidad, dentro de lo razonable, de asegurar la individualidad
y unidad de dicho atributo soberano a favor del Poder Judicial (Exp. Nº 0023-2003-AI/TC, 09/06/
04, P, FJ. 16)

164 Unidad de la función jurisdiccional. Organización del Poder Judicial


[E]l principio de unidad no obsta que el legislador pueda establecer, al interior del Poder Judicial,
juzgados especializados; siempre que dichos órganos intrajurisdiccionales aseguren al justiciable
todas las garantías vinculadas al debido proceso y a la tutela judicial efectiva (Exp. Nº 0023-2003-
AI, 09/06/04, P, FJ. 18)

165 Unidad de la función jurisdiccional. Relación con el principio de igualdad ante la ley
El principio de unidad permite que la función jurisdiccional sea ejercida por una entidad “unitaria”,
a efectos de asegurar el cumplimiento del principio de igualdad ante la ley, previsto en el inciso 2
del artículo 2 de la Constitución; y, con ello, que todos los justiciables se encuentren, en principio y
como regla general, sometidos a los mismos tribunales, sin que se considere constitucional la exis-
tencia de fueros especiales o de privilegio en “razón” de la mera e inadmisible diferenciación de las
personas o de cualquier otra consideración absurda (Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 17)
[E]l principio de unidad de la función jurisdiccional implica también que órganos como el Poder
Judicial deban contar con un estatuto jurídico propio y único, de modo tal que se logre preservar la
independencia del juez, así como la vigencia del principio de igualdad, que en una de sus manifes-
taciones, implica un trato igual para los iguales. Las diferencias que pudieran existir entre los
jueces dentro de su estatuto jurídico deberán encontrarse justificadas y ser proporcionales y razona-
bles con el fin que se pretende, pues de lo contrario tal diferenciación, además de convertirse en una
discriminación prohibida por la Constitución (artículo 2.2), vulneraría el principio de unidad de la
función jurisdiccional (artículo 139 inciso 1) (Exp. Nº 0004-2006-PI/TC, 29/03/06, P, FJ. 32)

510
DERECHO PROCESALCIVIL.

DERECHO
PROCESAL CIVIL

JURISDICCIÓN

001 Ejercicio de la función jurisdiccional por las comunidades campesinas y nativas. Reco-
nocimiento constitucional
Por error de técnica, si bien en el artículo 139 de la Constitución se señala que: "La potestad de
administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos
jerárquicos con arreglo a la Constitución y a las leyes", en puridad, como el propio texto fundamen-
tal lo reconoce, asistemática, pero expresamente, existen otras jurisdicciones especiales; a saber:
(...) la de las Comunidades Campesinas y Nativas (artículo 149) (Exp. Nº 00023-2003-AI, 09/06/04,
P, FJ. 20)

002 Ejercicio de la función jurisdiccional por las comunidades campesinas y nativas. No


vulneración del principio de igualdad ante la ley
[E]l reconocimiento constitucional de fueros especiales, a saber, (...) de Comunidades Campesinas y
Nativas (artículo 149), no vulnera el principio de igualdad ante la ley, previsto en el inciso 2 del
artículo 2 de la Constitución; siempre que dichas jurisdicciones aseguren al justiciable todas las
garantías vinculadas al debido proceso y a la tutela judicial efectiva (Exp. Nº 06167-2005-PHC, 28/
02/06, P, FJ. 7)

003 Exclusividad de la función judicial. Exclusividad negativa de la jurisdicción ordinaria


[La exclusividad judicial en su vertiente negativa] se encuentra prevista en el artículo 146, primer
y segundo párrafos, de la Constitución, según la cual los jueces no pueden desempeñar otra función
que no sea la jurisdiccional, salvo la docencia universitaria. En efecto, en el desarrollo de la función
jurisdiccional los jueces solo pueden realizar esta función, no pudiendo laborar en ninguna otra
actividad ya sea para el Estado o para particulares, es decir, que un juez, a la vez que administra
justicia, no puede desempeñar otros empleos o cargos retribuidos por la administración pública o
por entidades particulares. Esta vertiente del principio de exclusividad de la función jurisdiccional
se encuentra directamente relacionada con el principio de imparcialidad de la función jurisdiccio-
nal, pues tiene la finalidad de evitar que el juez se parcialice en defensa del interés de una determi-
nada entidad pública o privada (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 15.a)

004 Jurisdicción supranacional. Agotamiento de la jurisdicción interna


[C]ontra las sentencias del Tribunal Constitucional, que constituye la última instancia jurisdiccional
competente para conocer de los procesos de amparo, es improcedente que se formule una demanda
de amparo contra el intérprete supremo de la Constitución que se pronuncia sobre la defensa de los
derechos amenazados o vulnerados en sentencias que adquieren un carácter de presunción absolu-
ta que no puede ser negado sin que se desnaturalice la propia lógica del sistema. Las sentencias que
este Colegiado dicta agotan la jurisdicción interna y, de conformidad con el artículo 205 de la
Constitución, abren la jurisdicción de los tribunales y organismos internacionales en materia de
derechos humanos (Exp. Nº 05453-2005-AA, 14/11/05, Res., FJ. 3)

511
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[H]abiéndose agotado la jurisdicción interna, el demandante tiene expedito su derecho para recu-
rrir, en forma directa, a los tribunales u organismos internacionales constituidos según tratados o
convenios de los que el Perú es parte, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 205 de la
Constitución Política del Perú (Exp. Nº 2201-2002-AC, 01/03/04, Res., FJ. 3)

005 Jurisdicción supranacional. Como manifestación del derecho de acceso a la justicia


[E]l derecho fundamental de acceso a la justicia frente a toda vulneración de los derechos humanos,
como manifestación del derecho al debido proceso reconocido en el inciso 3) del artículo 139 de la
Constitución, no solo se reduce al acceso a los tribunales internos, sino también a los internaciona-
les, tal como se tiene previsto en el artículo 205 de la Constitución: "Agotada la jurisdicción interna,
quien se considere lesionado en los derechos que la Constitución reconoce puede recurrir a los
tribunales u organismos internacionales constituidos según tratados o convenios de los que el Perú
es parte" (Exp. Nº 5854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 24)

JUECES

006 Inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Aspectos


[Respecto a la inamovilidad de los magistrados en sus cargos] importa tomar en cuenta dos aspectos:
a) Prohibición de separación de la carrera judicial, salvo proceso sancionatorio y/o sometimiento a
la ratificación judicial.
b) Prohibición de traslados forzosos de un puesto judicial a otro (Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04,
P, FJ. 35)

007 Inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Como garantía para los administrados
[L]a garantía de la inamovilidad de los jueces durante su mandato no solo determina el estatus
jurídico de los jueces, sino que debe entenderse, a su vez, como una garantía de justicia para el
administrado, indispensable para reforzar la independencia judicial en un Estado Democrático (Exp.
Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 35)

008 Inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Como garantía de imparcialidad y per-
manencia en el servicio judicial
Con (...) [la inamovilidad de los magistrados en sus cargos] se busca la estabilidad del juez en el
cargo y que la carrera judicial esté exenta de cualquier influencia política, conservando la debida
especialidad y conocimiento que amerita el cargo, finalidad que no podría verificarse con las sepa-
raciones o traslados no justificados ni establecidos en norma alguna, y mucho más cuando proven-
gan de un órgano distinto, como el Poder Ejecutivo. Por ello no cabe aceptar la existencia de garan-
tías "temporales" de inamovilidad, pues para preservar la real vigencia de la independencia judicial,
a la cual se vincula, es necesario que se trate de una garantía permanente.
Además, debe considerarse que ejercer un puesto de manera interina acarrea la inseguridad jurídica
y la inestabilidad profesional, afectando el correcto desempeño de las labores encomendadas (Exp.
Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 35)

009 Inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Como garantía para los jueces militares
A efectos de tutelar la independencia e imparcialidad de los jueces militares y evitar que puedan ser
sometidos a algún tipo de presión o interferencia en el ejercicio de la función jurisdiccional, a ellos
se les debe garantizar la inamovilidad en sus cargos (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 87)

010 Inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Movilidad de jueces militares en esta-
do de emergencia
Si bien la declaratoria de un Estado de Emergencia puede plantear que, excepcionalmente, una

512
DERECHO PROCESALCIVIL.

autoridad judicial militar pueda trasladarse a un punto geográfico que se encuentre dentro de su
circunscripción respectiva y que tal declaratoria de emergencia implique a su vez una petición por
parte del Poder Ejecutivo a la Sala Suprema Penal Militar Policial de la Corte Suprema de Justicia de
la República, para que se realice tal traslado (solicitud que debe ser atendida con la celeridad y urgen-
cia del caso), ello no autoriza a que disposiciones como las aquí cuestionadas permitan que "todos" los
órganos de la jurisdicción militar puedan trasladarse, reducirse o suprimirse, conforme a los requeri-
mientos de las Fuerzas Armadas o la Policía Nacional (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 87)

011 Inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Violación de inamovilidad de jueces


militares
Esta garantía [inamovilidad de los magistrados en su cargo] es constantemente invocada en el
ámbito de la jurisdicción militar, dado que la realidad militar no permite su eficaz cumplimiento,
pues, por la propia naturaleza de las funciones de los miembros del servicio activo –que hacen a la
vez de jueces–, resultan susceptibles de rotación, y no necesariamente para seguir desempeñando
las mismas funciones jurisdiccionales (Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 36)

012 Independencia de los magistrados. Ámbitos


Por (...) independencia debe entenderse (...) la ausencia de mecanismos de interferencia, tanto
internos como externos, en el ejercicio de la función jurisdiccional (...).
[P]or un lado se expresa como independencia frente a las partes del proceso y a los intereses de las
mismas; y, por otro, como independencia respecto de los otros poderes constitucionales (...) (Exp.
Nº 3361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 10)

013 Independencia de los magistrados. Como garantía de la salvaguarda y realización del


valor del ordenamiento en su conjunto
[L]a independencia judicial se presenta como una exigencia política del Estado constitucional, com-
ponente esencial de la noción de Estado de Derecho y principio estructural. En tal sentido, y tam-
bién por ser considerada una garantía, se exhibe como un conjunto de mecanismos jurídicos ten-
dentes a la salvaguardia y realización del valor del ordenamiento en su conjunto y, por tal virtud,
aparece como un precepto instrumental según el cual los jueces no están sujetos en el ejercicio de
su cargo a órdenes o instrucciones, ni tampoco pendientes de si sus sentencias agradan o no desde
que le está encomendada la función de tutela de la normatividad del Estado, que está sometida al
sistema jurídico (Exp. Nº 3361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 11)
En el Estado social y democrático de derecho, la independencia judicial no es solo un principio de
organización política, sino una garantía fundamental sobre la que se asienta el servicio público de
justicia con imparcialidad (Exp. Nº 3361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 14)

014 Independencia de los magistrados. Como componente lógico del principio de separa-
ción y ponderación entre instituciones constitucionales
La independencia judicial fue adquirida en el moderno Estado de Derecho y disfruta de un origen en
clave liberal, como componente lógico del principio de separación y ponderación entre las institu-
ciones constitucionales (Exp. Nº 3361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 11)

015 Independencia de los magistrados. Independencia externa


La independencia externa (...) supone una garantía política que si bien alcanza al juez como funcio-
nario individual, tiene mayores implicancias en cuanto a la corporación judicial, entendida como
[Poder Judicial]. (...) (Exp. Nº 3361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 10)

016 Independencia de los magistrados. Independencia externa en los procesos de ratifi-


cación de magistrados
[E]s la independencia en su dimensión externa la que se vería seriamente comprometida si es que el

513
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[Consejo Nacional de la Magistratura], en los procesos de ratificación, actúa sin ningún mecanismo
que haga razonable sus decisiones, sobre todo cuando estas decisiones están referidas al aparta-
miento del cargo de un magistrado. Esto ocurre, desde luego, con la misma incidencia, no solo para
el caso del [Poder Judicial], sino también en el caso de los miembros del [Ministerio Público], a
quienes el artículo 158 de la Constitución igualmente les garantiza autonomía e independencia
(Exp. Nº 3361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 10)

017 Independencia de los magistrados. Independencia interna


[La independencia interna] hace alusión a la organización jerarquizada de la judicatura, impidiendo
que dicha estructura permita que algún magistrado de los niveles superiores pretenda influenciar o
ponga en peligro la imparcialidad de los jueces de los niveles inferiores (Exp. Nº 3361-2004-AA, 12/
08/05, P, FJ. 10)

018 Independencia de los magistrados. Noción


Según la doctrina constitucional, el concepto de independencia se ha caracterizado por ser uno
referencial, relativo e instrumental, ya que la concreción jurídica de los factores o elementos a los
que el juez, en el ejercicio de la función judicial, no puede someterse, tiene por objeto lograr que su
actuación sea imparcial y con plena sujeción a la ley (Exp. Nº 3361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 10)

019 Independencia de los magistrados. Verdad y libertad como fundamentos


[L]a jurisprudencia constitucional contempla que la independencia judicial no aparece ni puede ser
definida claramente por la Constitución, por integrar un complejo estatuto jurídico del personal
jurisdiccional y un conjunto de garantías del juez frente a las partes, la sociedad, el autogobierno y
los demás poderes del Estado.
Ante tal dificultad, se puede afirmar que sus fundamentos son los mismos que legitiman la jurisdic-
ción: verdad y libertad; razón por la cual ella debe estar asegurada tanto para la magistratura, como
organización desligada de condicionamientos externos, como para el magistrado en calidad de indi-
viduo frente a las jerarquías internas de la propia organización, representando un contenido de
soberanía (Exp. Nº 3361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 10)

020 Jueces de Paz. Función de fedatario público


[E]l Juez de Paz Letrado [es el] funcionario o autoridad descentralizada idónea para revestir de las
garantías de legalidad y formalidad suficientes a las operaciones contractuales realizadas por perso-
nas que, por domiciliar en localidades que no cuentan con agencias financieras, quedan exentas de
la obligación de acudir a ellas (Exp. Nº 00004-2004-AI y acumulados, 21/09/04, P, FJ. 15)

021 Jueces de Paz. Proceso de elección popular


[P]ara acceder a un cargo de magistrado [juez de paz por elección popular] se requiere sortear
satisfactoriamente un concurso público y/o proceso de designación que contempla diversas etapas
de evaluación y selección, a efectos de determinar el correspondiente orden de méritos. Solo al final
del proceso el nombramiento es otorgado al ganador del concurso mediante la resolución expedida
por el órgano competente (Exp. Nº 4534-2004-AA, 04/03/05, Res., FJ. 2)

022 Jueces de Paz. Prohibición de integrar provisionalmente Salas Superiores


[S]i bien es cierto que los jueces de primera instancia pueden integrar, provisionalmente, una Sala
Superior, lo mismo no ocurre en el caso de los jueces de paz letrados, toda vez que, como lo dispone
el artículo 237 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en casos de vacancia, licencia o impedimento
por más de sesenta días, los Vocales Superiores son reemplazados por los Jueces Especializados o
Mixtos más antiguos del distrito judicial correspondiente, en riguroso orden de antigüedad, respe-
tando la especialidad y siempre que reúnan los requisitos para acceder a Vocal de la Corte Superior
(Exp. Nº 0596-2004-HC, 15/04/04, Res., FJ. 3)

514
DERECHO PROCESALCIVIL.

023 Permanencia de los magistrados en el servicio. Como derecho constitucional


[El] precepto constitucional [artículo 146, inciso 3] reconoce un derecho a todos aquellos quienes
tienen la condición de jueces y miembros del Ministerio Público. Se trata del derecho de permanecer
en el servicio (judicial) mientras observen conducta e idoneidad propia de la función (Exp. Nº 1941-
2002-AA, 27/01/03, S1, FJ. 10)

024 Permanencia de los magistrados en el servicio. Estabilidad absoluta


[L]a imposibilidad de la separación inmotivada de la carrera judicial aparece como uno de los aspec-
tos primordiales y cardinales de la inamovilidad de los jueces, y esta como una consecuencia lógica
de la independencia judicial. En ese sentido, la inamovilidad debería, en principio, tener carácter
absoluto, en virtud de que no se refiere solo a la carrera y a la categoría, sino que incluye el concreto
puesto de trabajo, además de que no tiene duración temporal, siendo permanente hasta la jubila-
ción forzosa por edad. Sin estabilidad en la función, el juez no tendría seguridad para ejercer su
cometido de modo imparcial, pues inamovilidad significa que nombrado o designado un juez o
magistrado conforme a su estatuto legal, y de acuerdo a la estabilidad laboral absoluta obtenida
gracias a su nombramiento, no puede ser removido del cargo sino en virtud de causas razonables,
tasadas o limitadas, y previamente determinadas. Por tanto, a través de esta estabilidad se garan-
tiza su permanencia en el servicio judicial mientras observe la conducta e idoneidad propias de su
función (...).
[P]ara que las separaciones, ya sea a través de procedimientos de sanción o, como en el caso que nos
ocupa, a través de procesos de ratificación, no resulten lesivos a este principio fundamental, deben
realizarse teniendo en cuenta que la finalidad última a la que sirven está directamente relacionada
con el fortalecimiento de la institución de la independencia judicial y la necesidad de contar con una
magistratura responsable, honesta, calificada y con una clara y contrastable vocación a favor de los
valores de un Estado Constitucional. En consecuencia, resultará disfuncional a tales propósitos el
hecho de que en los procesos de ratificación, so pretexto de estar cumpliendo funciones discreciona-
les o exentas de control, se atente de modo flagrante la garantía de la independencia institucional
del Poder Judicial retirando de sus cargos a jueces honestos y comprometidos con la defensa de la
Constitución y sus valores, sin dar cuenta ni a los propios magistrados no ratificados, y menos aún
a la ciudadanía, las reales motivaciones de tales decisiones (Exp. Nº 3361-2004-AA, 12/08/05, P,
FJs. 12 y 14)

025 Permanencia de los magistrados en el servicio. Límite interno


[El límite] de carácter interno [a la permanencia de los magistrados en sus cargos], (…) se traduce
en el derecho de permanecer en el servicio entre tanto se observe conducta e idoneidad propia o
acorde con la investidura de la función que se ejerce (Exp. Nº 1994-2004-AA, 15/06/05, S1, FJ. 3)

026 Prohibición de sindicalización de magistrados y fiscales. Regulación constitucional


La libertad sindical intuito persona se encuentra amparada genéricamente por el inciso 1 del artícu-
lo 28 de la Constitución. Empero, una lectura integral de dicho texto demuestra que se encuentran
excluidos de su goce los siguientes componentes del Estado peruano:
(...)
- Los miembros del Ministerio Público y del Órgano Judicial (artículo 153 de la Constitución) (Exp.
Nº 00008-2005-PI, 12/08/05, P, FJ. 12)

027 Requisitos para ser magistrado de la Corte Suprema. Rol trascendente de la experien-
cia en el ejercicio de la función jurisdiccional
[L]a experiencia desempeña un rol trascendente en el adecuado ejercicio de la función jurisdiccio-
nal. Esto se infiere de la propia Constitución cuando establece, entre los requisitos para ser Vocal de
la Corte Suprema, el de haber sido magistrado de la Corte Superior o Fiscal Superior durante diez
años (artículo 147, inciso 4). De modo diferente, a postulantes que no son magistrados se exige un

515
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

periodo mayor en sus respectivas actividades (ejercicio libre de la abogacía o cátedra universitaria):
quince años. La ratio de esta distinción parecería indicar que el propio Constituyente ha valorado la
experiencia judicial como un elemento de mayor valor respecto a la experiencia en el ejercicio libre
o en la cátedra universitaria para la magistratura. Esta conclusión debe empero ser relativizada. Se
trata de un especial requisito para la más alta instancia del ejercicio de la magistratura (Vocales y
Fiscales Supremos) que, por tanto, no puede ser proyectada a magistrados de instancias menores.
La ratio se circunscribe a explicar un requisito de esta específica instancia judicial, no extensiva,
por tanto, al de la segunda instancia –Vocales y Fiscales Superiores– (Exp. Nº 0045-2004-AI, 29/10/
05, P, FJ. 58)

028 Requisitos para ser magistrado de la Corte Suprema. Vinculación de la experiencia y


debida preparación con la idoneidad judicial
La experiencia judicial constituye un elemento que puede contribuir a la idoneidad judicial, pero se
trata de un vínculo contingente. La idoneidad puede prescindir de experiencia judicial. La sola
experiencia judicial no conduce necesariamente o, por definición, a la idoneidad. Por el contrario, el
nexo no es contingente, sino totalmente exacto entre judicatura debidamente preparada e idonei-
dad judicial. Evidentemente, aun cuando una judicatura experimentada no es el único elemento que
puede conducir a la realización de la idoneidad judicial, representa un medio que, entre otros,
puede conducir al mismo. Por esto, puede concluirse afirmativamente en el sentido de que existe
idoneidad entre el tratamiento diferenciado y el fin consistente en la consecución de la idoneidad
judicial (Exp. Nº 0045-2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 59)

PRINCIPIOS PROCESAL CIVILES

029 Iura novit curia. Diferencia de la suplencia de queja


[A] diferencia de las situaciones resueltas sobre la base de la aplicación del principio de suplencia de
queja deficiente, por aplicación del aforismo iura novit curia, el juez tiene el poder-deber de identi-
ficar el derecho comprometido en la causa, aun cuando no se encuentre expresamente invocado en
la demanda. De este modo el juez, como director del proceso, dice el derecho antes de emitir
sentencia (Taipe Chávez, Sara. Algunas Reflexiones sobre el iura novit curia. En: Derecho Procesal.
II Congreso Internacional .Lima 2002. Pág. 215), lo que no implica, en ningún caso, la modificación
del objeto de la pretensión o de los términos de la demanda; es decir, que ello no puede suponer
fundar su decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las partes (Exp. N° 0569-
2003-AC/TC, 05/04/04, S1, FJ. 6)

030 Iura novit curia. Noción


Distinto, pero también importante para una eficiente protección de derechos, es el caso del aforis-
mo iura novit curia, contemplado en los artículos VII del Título Preliminar del Código Civil y del
Código Procesal Civil, aplicable supletoriamente a los procesos constitucionales, conforme al artí-
culo 63 la Ley Nº 26435. Aquel precepto establece que "el Juez debe aplicar el derecho que corres-
ponda al proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya sido erróneamente (...)".
Dicho aforismo, literalmente significa "el Tribunal conoce el derecho" y se refiere a la invocación o
no invocación de las normas jurídicas que sirven de fundamento a las pretensiones esgrimidas por
las partes dentro de un proceso. Al respecto, Luis Díez- Picazo y Antonio Gullen ( Sistema de
Derecho Civil: Madrid, Tomos, 1982, pág. 227) exponen que el juez puede alterar el fundamento
jurídico de la pretensión de la parte (...)" (Exp. N° 0569-2003-AC/TC, 05/04/04, S1, FJ. 5)

516
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

DERECHO
PROCESAL CONSTITUCIONAL

MATERIAS REVISABLES EN SEDE CONSTITUCIONAL

001 Abuso del derecho. Requisitos para ser tramitado en procesos constitucionales
[P]ara que eventuales abusos en las relaciones entre privados sean planteados en el ámbito de los
procesos constitucionales, no basta que se produzca un mero abuso del derecho o que se haya
vulnerado un interés o derecho subjetivo de orden estrictamente legal, sino que es preciso que ello
repercuta directamente en un derecho cuyo contenido sea constitucionalmente protegido.
Hablar del contenido constitucionalmente protegido de un derecho no significa, desde luego, que
todos sus ámbitos puedan ser objeto de tutela judicial constitucional. En el ámbito de los derechos
constitucionales de contenido patrimonial es preciso, pues, desmenuzar aquello que está íntima-
mente ligado al libre desenvolvimiento de la personalidad y aquello de contenido eminentemente
económico y, como es obvio, se trata de una tarea que debe analizarse caso por caso (Exp. N° 410-
2002-AA/TC, 15/10/02, P, FJ. 8)

002 Causas pendientes ante el órgano jurisdiccional. Admisión del hábeas corpus
[N]o existe infracción del inciso 2) del artículo 139 de la Constitución (avocamiento de causas
pendientes ante el órgano jurisdiccional) por admitirse el hábeas corpus cada vez que mediante este
proceso se pretenda reparar la eventual lesión de cualquiera de los contenidos constitucionalmente
protegidos del derecho al debido proceso. No lo hay, pues la figura del avocamiento supone, por su
propia naturaleza, que se desplace al juez del juzgamiento de una determinada causa y, en su lugar,
el proceso se resuelva por una autoridad distinta, cualquiera sea su clase. El Tribunal Constitucional
ni los órganos judiciales que conocieron el hábeas corpus tienen competencia para resolver cuestio-
nes de orden penal, pero sí para evaluar si se ha lesionado o no el derecho a la libertad personal u
otros derechos conexos. Mediante el hábeas corpus, en efecto, el juez constitucional no puede
ingresar a conocer una materia que es de competencia de la jurisdicción ordinaria, sino, únicamen-
te, determinar si, en ese proceso ordinario, se afectó o no un derecho constitucional (Exp. Nº 1091-
2002-HC/TC, 12/08/02, Fundamento 3.a.)

003 Derechos fundamentales afectados. No se admite existencia de zonas de indefensión


[U]na lectura sistemática de la Constitución y una aplicación integral de las normas relativas a los
derechos fundamentales de la persona no admiten “zonas de indefensión” (...) [Ello significa] que
siempre es permisible a un justiciable la utilización de las acciones de garantía en defensa de sus
derechos básicos, así como la actuación contralora y tuitiva del Tribunal Constitucional sobre dicho
material (Exp. Nº 02409-2002-AA, 07/11/02, S2, FJ. 1.b)

004 Resoluciones no revisables por el Poder Judicial. Aplicación del test de razonabilidad
Una protección efectiva no puede terminar por desnaturalizar el derecho fundamental, sino que
debe ser entendida desde la concepción material o sustantiva (...).

517
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Esta idea atiende los contenidos esenciales, más que a las formas, permitiendo ingresar al fondo de
los pronunciamientos y examinarlos aplicando el test de razonabilidad, no solo por la mera obser-
vancia de reglas puramente adjetivas, sino por la compatibilidad o no que hayan podido demostrar
en relación con el valor justicia y sus elementos esenciales (Exp. Nº 03361-2004-AA, 12/08/05, P,
FJ. 49)

PRINCIPIOS PROCESALES EN SEDE CONSTITUCIONAL

005 Debido proceso. Carga argumental por parte del justiciable


[E]l derecho al debido proceso no es un derecho autónomo, sino que comprende en su seno una
serie de derechos, cada uno de los cuales cuenta con un ámbito protegido propio.
En ese sentido, cada vez que se alega la afectación de un derecho de naturaleza procesal, de confor-
midad con el inciso 1) del artículo 5 del Código Procesal Constitucional, es deber del justiciable no
solo identificar el derecho cuya protección solicita, sino también determinar las razones por las
cuales considera que los hechos y su pretensión están referidos al contenido constitucionalmente
protegido de este.
Esta última exigencia, que constituye una carga argumental en manos del justiciable, le impone la
tarea de identificar ese ámbito garantizado del derecho alegado, puesto que, de conformidad con el
artículo 38 del mismo Código Procesal Constitucional, el amparo no procede “en defensa de un
derecho que carece de sustento constitucional directo”, sino también cuando “no está referido a los
aspectos constitucionalmente protegidos del mismo” (Exp. Nº 0506-2005-PA, 08/03/05, P, FJ. 5)

006 Debido proceso. Identificación del derecho afectado como carga del justiciable
[C]abe señalar que la garantía prevista en el artículo 139 de la Constitución, conlleva a que la parte
recurrente acredite objetivamente la existencia de hechos que demuestren que ha sido perjudicado
en el proceso afectándose las garantías del debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, para lo
cual debe demostrarse tanto el perjuicio como las presuntas razones o causas que lo originaron
(Exp. Nº 2986-2005-HC, 22/11/05, S2, FJ. 5)

007 Debido proceso. Procedencia del hábeas corpus


[U]na acción de garantía constituye la vía idónea para evaluar la legitimidad constitucional de los
actos o hechos practicados por quienes ejercen funciones jurisdiccionales, en la medida en que de
ellas se advierta una violación del derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional. Esto es,
cabe incoarse el hábeas corpus contra resoluciones judiciales emanadas de un “procedimiento irre-
gular”, lo que se produce cada vez que en un proceso jurisdiccional se expidan actos que violen el
derecho al debido proceso (Exp. Nº 1230-2002-HC, 20/06/02, P, FJ. 9)

008 Debido proceso. Supuestos del contenido del derecho a la prueba protegidos por pro-
cesos constitucionales
[N]o todos los supuestos (…) [del] contenido [del derecho a la prueba] merecen protección a través
de un proceso constitucional de la libertad (amparo o hábeas corpus). Tal como lo establece el
artículo 200 de la Constitución, estos tipos de procesos han sido establecidos para proteger dere-
chos de rango constitucional. Los derechos que tengan su sustento en normas de rango legal o
inferior no podrán ser acogidos mediante estos procesos; el artículo 5, inciso 1, del Código Procesal
Constitucional señala, contrario sensu, que solamente serán amparables en sede constitucional
aquellas pretensiones que estén referidas en forma directa al contenido constitucionalmente prote-
gido del derecho invocado (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 15)

009 Dirección judicial del proceso. Contenido


[S]iendo la Constitución una Norma Fundamental abierta, encuentra en el Derecho Procesal Cons-
titucional y, específicamente, en el Código Procesal Constitucional, un instrumento concretizador

518
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

de los valores, principios y derechos constitucionales, de manera tal que, en última instancia, estos
informan el razonamiento y la argumentación del juez constitucional, por lo que el principio de
dirección judicial del proceso (artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional)
se redimensiona en el proceso constitucional, en la medida en que la jurisdicción constitucional no
es simple pacificadora de intereses de contenido y alcance subjetivos, sino del orden público cons-
titucional en conjunto. Con relación a la Constitución, la jurisdicción constitucional no actúa ni
puede actuar como un órgano neutro, sino, por el contrario, como su principal promotor (Exp. Nº
0005-2005-CC/TC, 18/11/05, P, FJ. 4)

010 Dirección judicial del proceso. Diferencia con el principio de inmediación


[E]l principio de dirección judicial del proceso delega en la figura de juez constitucional el poder-
deber de controlar razonablemente la actividad de las partes, promoviendo la consecución de los
fines del proceso de manera eficaz y pronta. El principio de inmediación, por su parte, procura que
el juez constitucional tenga el mayor contacto con los elementos subjetivos (intervinientes) y obje-
tivos (documentos, lugares) que conforman el proceso, para lograr una aproximación más exacta al
mismo, lo cual puede motivar la necesidad de una eventual actuación probatoria ante la urgencia o
inminencia de una tutela jurisdiccional constitucional efectiva (Exp. Nº 2876-2005-PHC/TC, 22/06/05,
S2, FJ. 23)

011 Iura novit curia. Alcances


Los alcances del iura novit curia constitucional no tienen por efecto alterar el contradictorio en el
seno de un proceso constitucional de la libertad, toda vez que (...) en estos procesos se juzga al acto
reclamado, reduciéndose la labor del juez constitucional, esencialmente, a juzgar sobre su legitimi-
dad o ilegitimidad constitucional.
De modo que, no existiendo alteración de los comportamientos juzgados como inconstitucionales
(acto reclamado), tampoco existe una alteración del contradictorio que podría dejar en indefensión
a alguna de las partes (Exp. N° 0256-2003-HC/TC, 21/04/05, S2, FJ.6)

012 Iura novit curia. Como deber ineludible del Tribunal Constitucional
[A] diferencia de los jueces ordinarios, quienes en la mayoría de los casos mantienen una vincula-
ción rígida con la ley, el deber de suplir los actos defectuosos es exigible ineludiblemente en el caso
del juez constitucional, debido al deber especial de protección de los derechos fundamentales que
informa los procesos constitucionales (Exp. N° 0569-2003-AC/TC, 05/04/04, S1, FJ. 3)

013 Iura novit curia. Como facultad del Tribunal Constitucional


La progresiva protección de los derechos fundamentales faculta a[l Tribunal Constitucional] para
“decir derecho”, o corregir deficiencias u omisiones cuando ello se deduzca de los hechos fácticos y
jurídicos de cada caso en particular –en este último caso, siempre a favor del quejoso y nunca en
contra de él–, resultando congruente con el ideal de vida de un Estado democrático, donde la aspi-
ración de un máximo reconocimiento a la protección de derechos está inspirada en los valores de
dignidad, igualdad y justicia que irradian todo el ordenamiento jurídico (Exp. N° 0569-2003-AC/TC,
05/04/04, S1, FJ. 17)
[C]uando se trate del aforismo iura novit curia, [el] Tribunal [Constitucional], al aplicar el derecho
a las cuestiones debatidas, buscará no alterar ni sustituir las pretensiones y hechos fácticos que
sustentan la demanda y resulten acreditados en el proceso (Exp. N° 0569-2003-AC/TC, 05/04/04,
S1, FJ. 9)

014 Principio de suplencia de queja. Principio implícito del Derecho Procesal Constitucional
[E]ste Tribunal Constitucional, en aplicación del principio de suplencia de queja, en tanto principio
implícito de nuestro derecho procesal constitucional subyacente a los artículos II y VIII del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional, puede efectuar correcciones sobre el error o la omi-

519
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

sión en la que incurre el demandante en el planteamiento de sus pretensiones, tanto al inicio del
proceso como en su decurso (Exp. Nº 5637-2006-PA/TC, 12/04/07, S2, FJ. 14)

PROCESO DE ACCIÓN POPULAR

015 Acción popular. Competencia del Poder Judicial


La acción popular es uno de los procesos constitucionales orgánicos cuya finalidad es la defensa de
la Constitución frente a infracciones contra su jerarquía normativa a la cual puede recurrir cual-
quier persona dentro de los cinco años posteriores a la publicación de la norma.
En este sentido, de considerar el demandante que los Decretos Supremos [materia de la demanda]
contravienen la Constitución, puede hacer uso de su derecho con arreglo a ley mediante el proceso
constitucional específico y será la sala respectiva del Poder Judicial la que se pronuncie sobre la
procedencia o improcedencia, la existencia o inexistencia, así como sobre los efectos generados por
los decretos cuestionados, siendo su pronunciamiento de carácter erga omnes (Exp. Nº 00774-
2005-HC, 08/03/05, P, FJs. 6 y 7)

016 Acción popular. Control abstracto de constitucionalidad de normas infralegales


[E]l control abstracto de constitucionalidad y legalidad de las normas de jerarquía infralegal se
realiza a través del proceso de acción popular (Artículo 200, inciso 5). Dicho proceso es de compe-
tencia del Poder Judicial (Artículo 85, CPconst. [Código Procesal Constitucional]). En este contexto,
el Tribunal Constitucional está prohibido del control abstracto de constitucionalidad de las normas
de jerarquía infralegal debido a que el proceso constitucional establecido para tal efecto está reser-
vado al Poder Judicial.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional sí puede efectuar el control abstracto de constitucionalidad
de una norma de jerarquía infralegal y, así, pronunciarse sobre su validez constitucional, cuando
ella es también inconstitucional “por conexión o consecuencia” con la norma de jerarquía legal que
el Tribunal Constitucional ha declarado inconstitucional. De conformidad con el artículo 78 del
CPConst., “la sentencia que declare la ilegalidad o inconstitucionalidad de la norma impugnada,
declarará igualmente la de aquella otra a la que debe extenderse por conexión o consecuencia”
(Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJs. 73 y 74)

017 Acción popular. Procedibilidad respecto a decretos supremos


[E]l proceso de hábeas corpus no puede ser utilizado para cuestionar la constitucionalidad o incons-
titucionalidad de los Decretos Supremos vigentes, para cuyo efecto la Norma Fundamental ha pre-
visto el proceso de acción popular, al disponer en el artículo 200, inciso 5), que este “(...) procede
contra los reglamentos, normas administrativas, y resoluciones y decretos de carácter general,
cualquiera sea la autoridad de la que emanen”.
La acción popular es uno de los procesos constitucionales orgánicos cuya finalidad es la defensa de
la Constitución frente a infracciones contra su jerarquía normativa a la cual puede recurrir cual-
quier persona dentro de los cinco años posteriores a la publicación de la norma (Exp. Nº 00774-
2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 6)

PROCESO DE AMPARO

018 Acción de amparo. Agotamiento de la vía previa


La exigencia de agotabilidad de [la vía previa administrativa] antes de acudir al amparo constitucio-
nal se fundamenta en la necesidad de brindar a la Administración la posibilidad de revisar sus
propios actos, a efectos de posibilitar que el administrado, sin tener que acudir a un ente jurisdic-
cional, pueda en esa vía solucionar, de ser el caso, la lesión de sus derechos e intereses legítimos.

520
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

Ahora bien, no obstante la existencia de dicha obligatoriedad, existen determinadas circunstancias


que pueden convertir el agotamiento de la vía administrativa en un requisito dañoso, particular-
mente, cuando de la afectación de derechos fundamentales se trata. En tales casos, se exime al
administrado de cumplir con dicha exigencia (Exp. Nº 01042-2002-AA, 06/12/02, S2, FJ. 2.1)

019 Acción de amparo. Caducidad del acto reclamado


No procede alegar la caducidad en los procesos de amparo cuando el accionante se encontró impe-
dido de ejercer su derecho de acción, en forma directa o indirecta, en virtud del mandato expreso de
una norma legal, dado que mientras la misma no sea removida, la inexistencia de un recurso idóneo
no puede implicar la convalidación de un acto atentatorio de los derechos fundamentales. En todo
caso, dicho plazo se computará desde la remoción del impedimento (...).
En todos los demás casos en que la afectación o amenaza de afectación de derechos fundamentales
deriva de la aplicación de una norma legal o acto administrativo, y no existe impedimento legal
alguno para la interposición de la demanda, su impugnación debe realizarse dentro del plazo de
sesenta días hábiles conforme lo establece el artículo 37 de la Ley Nº 23506 (...).
En ningún caso puede pretenderse que el supuesto contenido en el apartado a) del presente funda-
mento haga referencia a un supuesto correspondiente a actos continuados de afectación de dere-
chos fundamentales, sino única y exclusivamente a la falta de un recurso adecuado (Exp. Nº 01109-
2002-AA, 06/08/02, P, FJ. 16)

020 Acción de amparo. Examen de constitucionalidad del acto administrativo


[E]n el amparo no se juzga si un acto se expidió o no de acuerdo a la ley o, acaso, con el reglamento
que la desarrolla, sino, esencialmente, si aquel afecta o no el contenido constitucionalmente prote-
gido de un derecho reconocido por la Norma Suprema. Y es que en muchas ocasiones la legalidad de
un acto administrativo no es sinónimo de constitucionalidad del mismo, ya sea porque el acto
administrativo es expedido al amparo de una norma legal manifiestamente incompatible con la
Constitución, o bien porque tratándose de una ley o norma con rango de ley compatible con ella sin
embargo, su aplicación riñe con la Lex Legum (Exp. Nº 02050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 22)

021 Acción de amparo. Idoneidad y parámetros


[E]l requerimiento de una tutela urgente y especializada, que tiene como fin la protección de los
derechos fundamentales, justifica la idoneidad del proceso de amparo, pero siempre utilizando los
parámetros detallados por este colegiado en la sentencia del Expediente Nº 1417-2005-PA/TC (Exp.
N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 6)

022 Acción de amparo. Inexistencia de etapa probatoria


[N]o existe estación probatoria en el amparo porque en él no se declaran ni constituyen a favor de
ninguna de las partes derechos constitucionales, lo que sí sucede en otra clase de procesos ordina-
rios, para cuyo caso, precisamente, se ha previsto la estación probatoria. El amparo, y con él todos
los procesos constitucionales de la libertad (...) solo tiene por finalidad restablecer el ejercicio de un
derecho constitucional, esto es, tiene una finalidad eminentemente restitutoria (Exp. Nº 00410-
2002-AA, 15/10/02, P, FJ. 5)

023 Acción de amparo. No dilucidación de titularidad de derechos


[E]n el proceso constitucional de amparo no se dilucida la titularidad de derechos, sino, sencilla-
mente, se restablece su ejercicio. Por ello, que se encuentre fehacientemente acreditada dicha
titularidad, es presupuesto procesal ineludible a efectos de poder ingresar a evaluar el fondo del
asunto, con el propósito de determinar si el acto reclamado incide, o no, sobre el contenido consti-
tucionalmente protegido del derecho invocado (Exp. Nº 03450-2004-AA, 12/01/06, S2, FJ. 2)

024 Acción de amparo. Procedencia aún cuando existen otros procedimientos previstos
[E]l inciso 2) del artículo 5 del CPCo [Código Procesal Constitucional] establece que no proceden los

521
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

procesos constitucionales cuando existan vías procedimentales específicas e igualmente satisfacto-


rias para la protección del derecho constitucional amenazado.
Sobre el particular, el proceso constitucional de amparo debe distinguirse como viable, aun habien-
do otros procedimientos legalmente previstos, en caso que la utilización de estos últimos pudiera
ocasionar un daño grave e irreparable a la persona, tornándose así en ficticia la resolución que se
dicte (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 8)

025 Acción de amparo. Sujetos pasivos


[La controversia de si es posible plantear la acción de amparo contra los poderes públicos y contra
los particulares] ha sido resuelto explícitamente por la misma Constitución, al preverse que los
procesos constitucionales de la libertad, como el amparo, no solo pueden plantearse cuando los
derechos resulten lesionados o amenazados de lesionarse por actos u omisiones de parte de cual-
quiera de los poderes públicos, sino también, y en iguales condiciones, si es que el agravio lo
ocasiona cualquier “persona” (artículo 200, inciso 2).
A estos efectos, el concepto “persona”, en los términos que señala el inciso 2) del artículo 200 de la
Constitución, engloba a cualquier particular, independientemente de que a este se le haya encarga-
do o no la prestación de un servicio público o que, respecto a este, el afectado se encuentre en una
relación de subordinación. Los derechos constitucionales, como antes se ha dicho, deben respetarse
en las relaciones entre particulares y, en caso de que se abuse de ellos o resulten vulnerados, las
puertas del amparo están abiertas para que en esa sede se dispense la tutela correspondiente (Exp.
Nº 00410-2002-AA, 15/10/02, P, FJ. 7)
[C]ualquiera pueda interponer un amparo contra acciones u omisiones provenientes de una persona
(natural o jurídica de derecho privado), quiere decir que los derechos constitucionales vinculan
directamente esas relaciones inter privatos y, precisamente porque vinculan, su lesión es suscepti-
ble de repararse mediante esta clase de procesos (Exp. Nº 00976-2001-AA, 13/03/03, P, FJ. 8)

026 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Procedencia


[E]l amparo contra resoluciones judiciales no supone (…), un mecanismo de revisión de la cuestión
de fondo discutida en el proceso que lo origina, por lo que las violaciones a los derechos de las
partes de un proceso deben expresarse con autonomía de dichas pretensiones. Es decir, debe tratar-
se de afectaciones del Juez o Tribunal producidas en el marco de su actuación jurisdiccional que la
Constitución les confiere y que distorsionan o desnaturalizan tales competencias al punto de vol-
verlas contrarias a los derechos constitucionales reconocidos y por tanto inválidas (Exp. Nº 1209-
2006-PA/TC, 14/03/06, P, FJ. 27)

027 Acción de amparo contra normas. Improcedencia frente a normas heteroaplicativas


[N]o procede el amparo directo contra normas cuando se trata de normas heteroaplicativas, es decir,
que tienen su eficacia condicionada a la realización de actos posteriores (Exp. Nº 02302-2003-AA,
13/04/05, P, FJ. 7, PV.)
[L]a propia naturaleza constitutiva de la norma legal o con rango de ley, esto es, si en el caso de
autos, el Juez se encuentra ante una norma jurídica que su eficacia se encuentre condicionada a la
realización de determinados actos posteriores a su vigencia, en cuyo caso el juzgador no podrá
válidamente optar por su no aplicación por inconstitucional, entre tanto no se materialicen aquellos
actos que le permitan a la norma con rango de ley adquirir eficacia jurídica (Exp. Nº 01152-1997-
AA, 01/07/1998, P, FJ. 2.a)

028 Acción de amparo contra normas. Improcedencia para cuestionar validez de las leyes
[E]l segundo párrafo del artículo 200, inciso 2), de la Constitución debe interpretarse en el sentido
de que no cabe que mediante el amparo se cuestione una ley cuando el propósito de esta sea poner
en tela de juicio su validez en abstracto, habida cuenta de que en el ordenamiento existe otro
proceso –el de inconstitucionalidad–, cuyo objeto, precisamente, es preservar la condición de la
Constitución como Ley Suprema del Estado (Exp. Nº 02308-2004-AA, 14/10/04, Res., FJ. 6)

522
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

029 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Actos materia de control


[E]l amparo no puede “controlar” todo lo resuelto en un proceso ordinario, sino que se encuentra
limitado únicamente a verificar si la autoridad judicial ha actuado con un escrupuloso respeto de los
derechos fundamentales de las partes procesales, por lo que, de constatarse una afectación de esta
naturaleza, deben reponerse las cosas al estado anterior al acto en que se produjo la afectación. En
un proceso de amparo no se controla si una determinada persona ha cometido un delito o si es
válido un contrato de compraventa, entre otros, sino más bien si un procesado ha sido sancionado
con las debidas garantías o si una prueba relevante para la solución del caso ha sido admitida, entre
otros (Exp. Nº 05374-2005-AA, 17/10/05, P, FJ. 6)

030 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Amparo contra amparo


[N]o obstante, que la posibilidad del “amparo contra amparo” tiene fuente constitucional directa en
el segundo párrafo del inciso 2 del artículo 200 de la propia Constitución, donde se establece que el
Amparo, “(...) No procede contra normas legales ni contra resoluciones judiciales emanadas de
procedimiento regular”. La definición de “procedimiento regular” se sitúa de este modo en la puer-
ta de entrada que ha venido permitiendo la procedencia del “amparo contra amparo”.
En tal sentido, debe enfatizarse que, cuando el Código Procesal Constitucional se refiere en su
artículo 5, inciso 6), a la improcedencia de un proceso constitucional que cuestiona una resolución
judicial firme recaída en otro proceso constitucional, esta disposición restrictiva debe entenderse
referida a procesos donde se han respetado de modo escrupuloso el debido proceso y la tutela procesal
efectiva en sus distintas manifestaciones, conforme al artículo 4 del mismo Código Procesal Constitu-
cional, puesto que una interpretación que cierra por completo la posibilidad del “amparo contra am-
paro” sería contraria a la Constitución (Exp. Nº 03846-2004-AA, 18/02/05, P, FJs. 4 y 5)
No es (...) el legislador el órgano competente para establecer que, tratándose de una resolución
judicial dictada en un proceso de amparo, por ese solo hecho, las lesiones que pudiera sufrir el
derecho a la tutela procesal efectiva queden exentas de cualquier tipo de control. Así, las resolucio-
nes firmes dictadas en el seno de un amparo no gozan, por la simple circunstancia de que hayan sido
emitidas por un juez constitucional, de inmunidad alguna.
[L]a aplicación del Código Procesal Constitucional debe ser interpretada conforme a la Constitución,
de modo que cuando se refiere, en su artículo 5, inciso 6), a la improcedencia de un proceso consti-
tucional que cuestiona una resolución judicial firme recaída en otro proceso constitucional, tal
disposición debe entenderse como que efectivamente no procede el “amparo contra amparo” si es
que en el proceso se han respetado de modo escrupuloso los derechos fundamentales de orden
procesal a los que se refiere el artículo 4 del mismo Código Procesal Constitucional (Exp. Nº 02727-
2004-HC, 18/02/05, Res., FJ. 5)

031 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Criterios de procedencia del ampa-
ro contra amparo
Los siguientes son los criterios de procedencia de una demanda de amparo contra amparo (...): a)
solo podrá operar en aquellos supuestos en que la violación al debido proceso resulte manifiesta-
mente evidente. En este caso la carga de la prueba se convierte en una necesaria obligación del
actor, ya que debe demostrar fehacientemente la inconstitucionalidad que afirma; b) solo ha de
proceder cuando dentro de la acción de amparo que se cuestiona, se han agotado la totalidad de los
recursos que le franquea la ley al justiciable, necesarios como para que la violación a algún derecho
constitucional pueda ser evitada, y no obstante ello, el juzgador constitucional ha hecho caso omiso
de los mismos, lo que se condice con lo dispuesto por el artículo 10 de la Ley Nº 25398, Comple-
mentaria de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo; c) solo debe centrarse en aspectos estrictamente
formales del debido proceso, excluyendo toda posibilidad de análisis sobre el fondo controvertido en
el proceso constitucional cuestionado; d) solo ha de proceder contra sentencias constitucionales
definitivas, siempre que aquellas no tengan carácter favorable a la parte actora, ya que de lo
contrario se contravendría el principio de la inmutabilidad de la cosa juzgada; y, e) solo ha de
proceder cuando se trate de resoluciones emitidas en procesos constitucionales provenientes del

523
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Poder Judicial y no del Tribunal Constitucional, toda vez que este es el Intérprete Supremo de la
Constitución y se pronuncia sobre los procesos constitucionales de defensa de derechos amenaza-
dos o vulnerados, por lo que deviene en imposible que sus resoluciones sean inconstitucionales
(Exp. Nº 00200-2002-AA, 15/10/05, P, FJ. 2)

032 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Determinación de la regularidad de


un proceso
La existencia de un “procedimiento regular” se encuentra relacionada con la existencia de un pro-
ceso en el que se hayan respetado garantías mínimas tales como los derechos al libre acceso a la
jurisdicción, de defensa, a la prueba, motivación, a la obtención de una resolución fundada en
Derecho, la pluralidad de instancias, al plazo razonable del proceso, a un juez competente, indepen-
diente e imparcialidad, entre otros derechos fundamentales, por lo que un proceso judicial que se
haya tramitado sin observar tales garantías se convierte en un “proceso irregular” que no solo
puede, sino que debe ser corregido por el juez constitucional mediante el proceso de amparo (Exp.
Nº 05374-2005-AA, 17/10/05, P, FJ. 6)

033 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Improcedencia en caso de proceso


judicial regular
[El artículo 200, inciso 2 de la Constitución] prevé el supuesto de que los derechos fundamentales
puedan ser vulnerados por cualquier persona, ya sea esta funcionario público o un particular, no
excluyendo del concepto de “autoridad” a los jueces. De este modo, es plenamente admisible que
un proceso de amparo pueda controlar las resoluciones judiciales, sin que ello implique desconocer
que la disposición mencionada establece una limitación a la procedencia del amparo, al establecer
que este no procede cuando se trate de resoluciones judiciales emanadas de “procedimiento regu-
lar” (Exp. Nº 05374-2005-AA, 17/10/05, P, FJ. 5)

034 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Improcedencia respecto a normas


aplicables en un proceso judicial ordinario
[L]a determinación de cuál sea la norma aplicable para resolver una controversia suscitada en el
ámbito de la jurisdicción ordinaria, es un tema que no está dentro de la competencia ratione mate-
riae del proceso constitucional de amparo. Tenemos dicho, en efecto, que el amparo contra resolu-
ciones judiciales no es un instrumento procesal que se superponga al recurso de casación o, lo que
es lo mismo, que mediante su utilización el Juez Constitucional pueda evaluar si la aplicación de
una norma legal se ha efectuado correctamente (o no) al resolverse un caso (...).
[E]l amparo constitucional tampoco puede entenderse como una prolongación de las instancias de
la jurisdicción ordinaria, de modo que en su seno no se pueden reproponer cuestiones que han sido
dilucidadas por esta, al no versar sobre derechos fundamentales de orden procesal (...).
En ocasiones, la frontera entre lo que es propio de la jurisdicción ordinaria de aquello que corres-
ponde a la jurisdicción constitucional de la libertad no puede ser resuelto de modo abstracto y con
carácter general, por la de irradiación de los derechos fundamentales en todo el ordenamiento
jurídico. Sin embargo, quiera que puedan ser las fronteras entre una u otra jurisdicción, (...) en
nuestro ordenamiento jurídico no existe un derecho genérico por el que se resuelvan las causas
judiciales conforme a determinadas normas, de modo tal que cuando no se hace así, o cuando el juez
resuelve la causa aplicando normas jurídicas distintas a las invocadas por las partes, se produce
automáticamente una violación de este.
En un ordenamiento como el nuestro existe la presunción de que el juez conoce el derecho (iura
novit curia) y que debe aplicarlo así este no haya sido invocado por las partes o lo haya sido errónea-
mente (artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil). La presunción de que el juez
conoce el derecho, de modo que resuelve las controversias e incertidumbres jurídicas aplicando el
derecho que corresponda no quiere decir que él sea infalible y que, por tanto, no se pueda equivocar.
Pero la eventual equivocación en que se pueda incurrir no es un problema que pueda resolverse

524
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

mediante el proceso constitucional de amparo, sino con el ejercicio de los medios impugnatorios
que se prevean en la ley procesal que corresponda (Exp. Nº 02298-2005-AA, 11/05/05, P, FJs. 4 y 5)

035 Acción de amparo contra resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones. Procedencia
Si bien es cierto que (...) [el Jurado Nacional de Elecciones] es el máximo órgano de administración
de justicia electoral del país, no lo es menos que, como cualquier otro poder público, se encuentra
obligado a respetar los derechos fundamentales, en el marco del respeto al derecho al debido proce-
so y a la tutela jurisdiccional efectiva (artículo 139 de la Constitución); por cuanto, si así no ocurrie-
se, será nulo y punible todo acto que prohíba o limite al ciudadano el ejercicio de sus derechos, de
conformidad con el artículo 31, in fine, de la Carta Fundamental (Exp. Nº 5854-2005-AA, 08/11/05,
P, FJ. 18)
[E]l JNE [Jurado Nacional de Elecciones] ejerce funciones excediendo el marco normativo que la
Constitución le impone (...) si se expide una resolución contraria a los derechos fundamentales. En
tales supuestos, el criterio del JNE escapa a los asuntos técnico-jurídicos de carácter estrictamente
electoral, siendo de inmediata aplicación el inciso 2) del artículo 200 de la Constitución que dispone
(...) el proceso de amparo en tales casos (...). [Así], la jurisdicción constitucional se torna inmedia-
tamente en el fuero competente para dirimir la litis circunscrita a si existió o no violación de la
Carta Fundamental. Sin que pueda caber aquí, desde luego, una subrogación en las funciones reser-
vadas constitucionalmente al JNE (Exp. Nº 5854-2005-AA, 08/11/05, P, FJ. 20)

036 Acción de amparo contra resoluciones del Consejo Nacional de la Magistratura. Pro-
cedencia
[U]na lectura sistemática de la Constitución y una aplicación integral de las normas relativas a los
derechos fundamentales de la persona no admiten “zonas de indefensión”, (...) [Ello significa] que
siempre es permisible a un justiciable la utilización de las acciones de garantía en defensa de sus
derechos básicos, así como la actuación contralora y tuitiva del Tribunal Constitucional sobre dicho
material (…).
[C]uando el artículo 142 de la Constitución establece que no son revisables en sede judicial las
resoluciones del Consejo Nacional de la Magistratura en materia de evaluación y ratificación de
Jueces, (...) el presupuesto de validez de dicha afirmación se sustenta en que las consabidas funcio-
nes que le han sido conferidas a dicho organismo sean ejercidas dentro de los límites y alcances que
la Constitución le otorga, y no a otros distintos, que puedan convertirlo en un ente que opera fuera
o al margen de la misma norma que le sirve de sustento. (...) Por consiguiente, sus resoluciones
tienen validez constitucional en tanto las mismas no contravengan el conjunto de valores, princi-
pios y derechos fundamentales de la persona contenidos en la Constitución, lo que supone, a con-
trario sensu, que si ellas son ejercidas de una forma tal que desvirtúan el cuadro de principios y
valores materiales o los derechos fundamentales que aquella reconoce, no existe ni puede existir
ninguna razón que invalide o deslegitime el control constitucional señalado a favor de este Tribunal
en los artículos 201 y 202 de nuestro texto fundamental (Exp. Nº 2409-2002-AA, 07/11/02, S2 FJ.
1.a y b)

037 Amparo contra amparo. Juez competente


A efectos de obtener un pronunciamiento de conformidad con el valor superior justicia y con el
derecho fundamental a un juez imparcial, el juez de primer y segundo grado no deberá haber cono-
cido la primera demanda de amparo (Exp. Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07, P, PV, FJ. 39)

038 Amparo contra amparo. Naturaleza excepcional


Aceptada la tesis de la procedencia del “amparo contra amparo”, debe precisarse de inmediato que
ello sólo es admisible de manera excepcional. Se debe tratar de una transgresión manifiesta del
contenido constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales, por acciones u omisiones
de los órganos judiciales que permitan al Tribunal Constitucional constatar fácilmente que dichos
actos u omisiones trascienden el ámbito de la legalidad y alcanzan relevancia constitucional, de

525
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

modo que su uso no puede habilitarse para cuestionar deficiencias procesales de naturaleza legal o,
eventualmente, para suplir negligencias u omisiones en la defensa de alguna de las partes. Se debe
tratar, en consecuencia, de violaciones acreditadas fehacientemente a consecuencia de la actuación
de los órganos judiciales durante el trámite de un proceso constitucional y que tengan directa
vinculación con la decisión final de las instancias judiciales (Exp. Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07,
P, FJ. 6)

039 Amparo contra amparo. Objeto


Para la procedencia, por única vez, de una demanda de “amparo contra amparo”, el juez constitu-
cional deberá observar los siguientes presupuestos: Objeto.– Constituirá objeto del “amparo contra
amparo”: a) La resolución estimatoria ilegítima de segundo grado, emitida por el Poder Judicial en
el trámite de un proceso de amparo donde se haya producido la violación manifiesta del contenido
constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales, o que haya sido dictada sin tomar en
cuenta o al margen de la mejor protección de los derechos establecida en la doctrina jurisprudencial
de este Colegiado, desnaturalizando la decisión sobre el fondo, convirtiéndola en inconstitucional.
b) La resolución desestimatoria de la demanda, emitida en segundo grado por el Poder Judicial en
el trámite de un proceso de amparo, cuando ésta haya quedado firme en el ámbito del Poder Judicial
y cuando en su trámite se haya violado, de modo manifiesto, el contenido constitucionalmente
protegido de los derechos fundamentales de un tercero legitimado, cuya intervención en el proceso
haya sido rechazada o en el que no haya solicitado intervenir por desconocer de dicho trámite; o
tratándose del propio interesado, cuando éste, por razones que no le sean imputables, no haya
podido interponer oportunamente el respectivo recurso de agravio constitucional. c) En ningún
caso puede ser objeto de una demanda de “amparo contra amparo” las resoluciones del Tribunal
Constitucional, en tanto instancia de fallo última y definitiva en los procesos constitucionales (Exp.
Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07, P, PV, FJ. 39)

040 Amparo contra amparo. Pretensión


El nuevo amparo podrá incluir como pretensión lo que ha sido objeto del primer amparo sólo si la
violación del contenido constitucionalmente protegido del derecho fundamental es de tal intensi-
dad que desnaturaliza la decisión misma y la convierte en inconstitucional; caso contrario, no pro-
cederá el “amparo contra amparo” por haberse configurado la cosa juzgada constitucional. También
puede invocarse como pretensión en el nuevo amparo el desacato manifiesto de la doctrina juris-
prudencial de este Tribunal (Exp. Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07, P, PV, FJ. 39)

041 Amparo contra amparo. Principio de inmutabilidad


El principio de inmutabilidad de las decisiones judiciales, sobre todo cuando en los procesos consti-
tucionales se trata de restablecer situaciones producidas a consecuencia de afectaciones a los dere-
chos constitucionales (Exp. Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07, P, FJ. 7)

042 Amparo contra amparo. Principio de oportunidad y eficacia de la protección de los


derechos
El principio de oportunidad y eficacia de la protección de los derechos. Esto está, además, íntima-
mente vinculado a los principios de sumariedad o urgencia que caracteriza a los procesos cons-
titucionales, en la medida en que dejar abierta la posibilidad de amparos sucesivos, terminaría
por desnaturalizar el carácter mismo de los mecanismos destinados a proteger en forma opor-
tuna y eficaz los derechos más importantes en la sociedad democrática (Exp. Nº 4853-2004-PA/
TC, 19/04/07, P, FJ. 7)

043 Amparo contra amparo. Principio de seguridad jurídica


El principio de seguridad jurídica, [es] indispensable para el goce y disfrute de los derechos y li-
bertades en el Estado democrático, en la medida en que permitir amparos sucesivos generaría una
permanente inestabilidad e inseguridad en los justiciables (Exp. Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07, P,
FJ. 7)

526
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

044 Amparo contra amparo. Recurso a tribunales u organismos internacionales


[E]n todo caso, quien considere que, después de haberse resuelto un proceso de “amparo contra
amparo”, persiste una situación de lesión a un derecho fundamental, puede recurrir a los tribunales
u organismos internacionales constituidos según tratados o convenios de los que el Perú es parte,
tal como lo dispone el artículo 205 de la Constitución y el artículo 114 del Código Procesal Consti-
tucional (Exp. Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07, P, FJ. 7)

045 Amparo contra amparo. Regla procesal


El Tribunal Constitucional de conformidad con el artículo 201 y 202.2 de la Constitución así como
de acuerdo con el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, tiene la
facultad jurídica para establecer, a través de sus sentencias que adquieren el carácter de cosa juzga-
da, un precedente vinculante (Exp. Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07, P, PV, FJ. 39)

046 Amparo contra amparo. Sujetos legitimados


Las personas legitimadas para interponer una demanda de “amparo contra amparo” son las siguien-
tes: a) Frente a la resolución estimatoria ilegítima de segundo grado, emitida por el Poder Judicial
en el trámite de un proceso de amparo, donde se haya producido la violación del contenido consti-
tucionalmente protegido de los derechos fundamentales, o se haya desconocido la doctrina juris-
prudencial de este Colegiado, desnaturalizando la decisión sobre el fondo, convirtiéndola en incons-
titucional; podrán interponer una demanda de “amparo contra amparo” los directamente afectados,
siempre que tal afectación haya sido debidamente denunciada al interior del primer proceso de
amparo y no haya sido respondida por el órgano judicial o lo haya sido de forma insuficiente. Tam-
bién están legitimados los terceros afectados por lo resuelto en el primer amparo que no hayan sido
emplazados o no se les haya permitido ejercer su derecho de defensa al interior del primer amparo.
b) Frente a la resolución denegatoria de segundo grado, emitida por el Poder Judicial en el trámite
de un proceso de amparo, cuando ésta haya quedado firme en el ámbito del Poder Judicial, y cuando
en su trámite se haya violado, de modo manifiesto, el contenido constitucionalmente protegido de
los derechos fundamentales, podrá interponer una demanda de “amparo contra amparo” el tercero
legitimado que, pese a haber solicitado su intervención en el primer amparo, no haya sido admitido
o, teniendo la calidad de litisconsorte necesario, no haya sido notificado con la demanda. Asimismo
lo podrá interponer el interesado que, por razones probadas, se hubiera encontrado imposibilitado
de presentar el recurso de agravio constitucional oportunamente. En estos supuestos, será indis-
pensable que, en el primer proceso de amparo, no exista pronunciamiento del Tribunal Constitucio-
nal a través del recurso de agravio constitucional, sin importar quién lo haya interpuesto. Final-
mente, conforme a lo señalado supra, sólo se ha de admitir por una única vez, sea que lo plantee el
agraviado directamente o terceros (Exp. Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07, P, PV, FJ. 39)

047 Amparo y nulidad del laudo arbitral. Procesos paralelos


[L]a afirmación de la demandante es correcta en cuanto a la distinta causa petendi de ambas deman-
das; sin embargo, debe advertirse que la pretensión en ambos casos es la misma, esto es, la nulidad
del laudo arbitral. Esta razón conduce a sostener que es de aplicación la causal de improcedencia
referida a la vía paralela contemplada en el artículo 5, inciso 3, del Código Procesal Constitucional.
Conforme a esta norma es improcedente la demanda cuando el afectado ha acudido previamente a
otro proceso judicial “para pedir tutela respecto a su derecho constitucional”. En el caso, la preten-
sión planteada en el proceso ordinario se sustenta en la infracción del principio de congruencia;
ahora bien, tal elemento es un componente del derecho al debido proceso, derecho cuya lesión
también es alegada en la demanda de amparo. Lo relevante aquí es que la lesión de cualquiera de los
elementos de la causa petendi de ambas demandas conducen al mismo resultado: la nulidad del
laudo arbitral. Una interpretación razonable de la referida causal de improcedencia sugiere que en
este caso debe atenderse necesariamente a la idéntica pretensión de una y otra demanda, pues lo
contrario conduciría a posibilitar, so pretexto de la diferente causa petendi, procesos “paralelos”
con el mismo fin y pronunciamientos judiciales eventualmente contradictorios, esto es, el del pro-
ceso ordinario y el del proceso de amparo. A fin de evitar ello, es constitucionalmente más razona-
ble que una vez planteada una pretensión en la vía judicial, ésta deba ser concluida y sólo después

527
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

plantearse una demanda de amparo contra la resolución judicial proveniente de dicho proceso (Exp.
Nº 8583-2006-PA/TC, 27/10/06, Res, FJ. 4)

048 Amparo y nulidad del laudo arbitral. Resuelta la nulidad procede el amparo
[L]a presente declaración de improcedencia no es óbice para que una vez resuelto el proceso ordina-
rio de nulidad de laudo arbitral, pueda tal resolución judicial ser cuestionada en el proceso de
amparo invocándose a tal efecto la lesión de alguno de los derechos invocados en la demanda aquí
analizada. Resulta necesaria tal precisión, en mérito al alegato formulado en el recurso de agravio
constitucional, a efectos de fundamentar la razón por la cual la presente declaración de improceden-
cia directa contra el laudo en el presente proceso, no trae consigo la prescripción de una demanda
posterior frente a la resolución judicial que haya resuelto en la vía ordinaria la solicitud de nulidad
de auto (Exp. Nº 8583-2006-PA/TC, 27/10/06, Res, FJ. 5)

PROCESO DE CUMPLIMIENTO

049 Acción de cumplimiento. Deber de acatamiento del funcionario público


[En el proceso de cumplimiento] el funcionario o autoridad pública tiene un deber absoluto de
acatamiento de la norma legal o del acto administrativo, no siendo posible ningún tipo de discrecio-
nalidad de su parte. Asimismo, en ellos los derechos del demandante son prácticamente incuestio-
nables, de modo que, comprobada la renuencia y el incumplimiento de la norma legal o el acto
administrativo conforme a las pautas descritas, de ineludible cumplimiento, corresponderá ampa-
rar la demanda.
De no ser así, el proceso de cumplimiento terminaría convirtiéndose en un proceso declarativo, o de
conocimiento, con abundancia de medios probatorios y en cuyo seno se discutan controversias
propias de este tipo de procesos. Por el contrario, si tal proceso conserva su carácter especial (ser un
proceso de condena, de ejecución, breve, sumario, donde la actividad probatoria es mínima),
bastará que se acredite el incumplimiento de la norma legal, la inejecución del acto administrati-
vo, el incumplimiento de la orden de emisión de una resolución o de un reglamento y la renuen-
cia, consiguiéndose un proceso rápido y, sobre todo, eficaz (Exp. Nº 00168-2005-AC, 29/09/05, P,
FJs. 16 y 17)

050 Acción de cumplimiento. Finalidad


[E]l acatamiento de una norma legal o un acto administrativo tiene su más importante manifesta-
ción en el nivel de su eficacia. Por tanto, así como el proceso de hábeas data tiene por objeto
esencial la protección de los derechos a la intimidad, acceso a la información pública y autodetermi-
nación informativa, el proceso de cumplimiento tiene como finalidad proteger el derecho constitu-
cional de defender la eficacia de las normas legales y actos administrativos (...).
Con (...) [el] proceso (...) [de cumplimiento] el Estado social y democrático de derecho que reconoce
la Constitución (artículos 3 y 43), el deber de los peruanos de respetar y cumplir la Constitución y
el ordenamiento jurídico (artículo 38) y la jerarquía normativa de nuestro ordenamiento jurídico
(artículo 51) serán reales, porque, en caso de la renuencia de las autoridades o funcionarios a acatar
una norma legal o un acto administrativo, los ciudadanos tendrán un mecanismo de protección
destinado a lograr su acatamiento y, por ende, su eficacia (Exp. Nº 00168-2005-AC, 29/09/05, P,
FJs. 10 y 11)
En el proceso de cumplimiento, además de la atención de los derechos subjetivos en juego, existe
un fundamento de importancia capital para la propia labor de este Colegiado, cual es la vigilancia de
la “regularidad” en la vigencia del sistema jurídico en su integridad. (...) [E]s evidente que, desde su
dimensión objetiva, el Proceso de Cumplimiento constituye también un proceso para asumir la
vigencia y defensa del sistema de fuentes que la Constitución encomienda a este Colegiado (Exp. Nº
03149-2004-AC, 20/01/05, S2, FJ. 13)

528
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

051 Acción de cumplimiento. Mandamus de la resolución administrativa


[Si] no [existe] el mandamus, el cual es requisito para la procedencia de las acciones de cumplimien-
to y, consecuentemente, no existiendo renuencia y omisión de la [entidad] demandada, la preten-
sión debe desestimarse (Exp. N° 483-2000-AC/TC, 22/01/01, P, FJ. s/n)
[Si se] aduce que las (…) resoluciones [administrativas] (...) en ningún momento ordenan el pago de
suma de dinero (...) y que, por ello, no habría un mandamus exigible. (...) [tal afirmación es inco-
rrecta], no solo porque [se asuma] un exceso de formalismo [que] pretende desconocer la eficacia y
el contenido de lo que en (…) resoluciones se ha dispuesto, sino porque en la base de las mismas se
encuentra una decisión jurisdiccional emitida en un proceso judicial previo y cuyo cumplimiento se
pretende, en el fondo, evadir (Exp. Nº 04080-2004-AC, 28/01/05, S2, FJ. 12)

052 Acción de cumplimiento. Procedibilidad


[P]ara la procedencia del proceso de cumplimiento, además de acreditarse la renuencia del funcio-
nario o autoridad pública, deberán tenerse en cuenta las características mínimas comunes del man-
dato de la norma legal, del acto administrativo y de la orden de emisión de una resolución o de un
reglamento, a fin de que el proceso de cumplimiento prospere, puesto que de no reunir tales carac-
terísticas, además de los supuestos contemplados en el artículo 70 del Código Procesal Constitucio-
nal, la vía del referido proceso no será la idónea (Exp. Nº 00168-2005-AC, 29/09/05, P, FJ. 12)

053 Acción de cumplimiento. Procedibilidad respecto a los tratados


[E]n la medida en que el artículo 14 inciso 6) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
reconoce un mandato indemnizatorio como consecuencia de la comisión de un error judicial a pro-
pósito que quienes han sido beneficiados con una medida de indulto, esto es, crea una obligación
como correlato de una determinada situación jurídica, no cabe la menor duda, que al tratarse de
derecho aplicable en nuestro país y que como se ha dicho, tiene el mismo rango que el de una ley,
le asiste el mismo régimen jurídico que opera respecto de la Acción de Cumplimiento y que como lo
dispone el artículo 200 inciso 6) de la Constitución Política del Estado en concordancia con la Ley Nº
26301, procede contra cualquier autoridad o funcionario renuente a acatar, no solo los actos admi-
nistrativos sino también las normas legales, categoría jurídica que, por otra parte y como lo viene
asumiendo en reiterada jurisprudencia este Tribunal, no solo se refiere a las leyes en sentido
formal o disposiciones emanadas del Congreso bajo dicha nomenclatura, sino a todo tipo de nor-
ma jurídica cuyo rango o jerarquía sea igual que el de una ley en sentido estricto (Exp. Nº 01277-
1999-AC, 13/07/01, P, FJ. 8)

054 Acción de cumplimiento. Renuencia en el incumplimiento como condición de la acción


Uno de esos presupuestos procesales al que está condicionado el ejercicio del derecho de acción en
este proceso, que puede denominarse de carácter subjetivo, es el que se deriva del hecho de que
mediante la acción de cumplimiento no se controla la mera o simple inactividad administrativa,
sino aquella que asume la condición de “renuente”, conforme lo expresa el inciso 6) del artículo 200
de la Constitución (...).
Con la satisfacción de dicho presupuesto procesal, se persigue que se demuestre que no se trata de
un simple letargo administrativo, sino que la autoridad responsable persiste en la inacción, pese a
que el afectado en sus intereses legítimos le ha recordado que existe un mandato contenido en la ley
o en un acto administrativo que aún no se ha cumplido (Exp. Nº 0191-2003-AC, 26/09/03, P, FJ. 3)

055 Acción de cumplimiento. Requisitos para la exigibilidad del mandato contenido en


norma o acto administrativo
Para que el cumplimiento de la norma legal, la ejecución del acto administrativo y la orden de
emisión de una resolución sean exigibles a través del proceso de cumplimiento, además de la re-
nuencia del funcionario o autoridad pública, el mandato contenido en aquellos deberá contar con los
siguientes requisitos mínimos comunes:

529
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

a) Ser un mandato vigente.


b) Ser un mandato cierto y claro, es decir, debe inferirse indubitablemente de la norma legal o del
acto administrativo.
c) No estar sujeto a controversia compleja ni a interpretaciones dispares.
d) Ser de ineludible y obligatorio cumplimiento.
e) Ser incondicional.
Excepcionalmente, podrá tratarse de un mandato condicional, siempre y cuando su satisfacción
no sea compleja y no requiera de actuación probatoria.
Adicionalmente, para el caso del cumplimiento de los actos administrativos, además de los
requisitos mínimos comunes mencionados, en tales actos se deberá:
f) Reconocer un derecho incuestionable del reclamante.
g) Permitir individualizar al beneficiario.
Estos requisitos mínimos se justifican porque el proceso de cumplimiento, diseñado por nuestra
Constitución y el Código Procesal Constitucional, dado su carácter sumario y breve, no es el adecua-
do para discutir los contenidos de normas generales cuyos mandatos no tienen las características
mínimas a que hemos hecho referencia, o de normas legales superpuestas que remiten a otras, y
estas a su vez a otras, lo cual implica una actividad interpretativa compleja que, en rigor, debe
llevarse a cabo a través de las vías procedimentales específicas (Exp. Nº 00168-2005-AC, 29/09/05,
P, FJs. 14 y 15)

PROCESO COMPETENCIAL

056 Conocimiento de conflictos de competencia. Asignación a un órgano constitucional


de competencia no prevista constitucionalmente
[N]o es exacto que, cuando la Constitución no lo haya previsto, el legislador ordinario se encuentre
vedado de asignar una competencia a un órgano constitucional o de relevancia constitucional.
Dicho de otro modo, que siempre y en todos los casos termine siendo inconstitucional el otorga-
miento de una competencia no prevista directamente en la Constitución (Exp. Nº 00013-2002-AI,
13/03/03, P, FJ. 1)

057 Conocimiento de conflictos de competencia. Conflictos por omisión en cumplimiento


del acto obligatorio
[S]i bien es cierto que los “típicos” conflictos positivo y negativo de competencia pueden dar lugar
al proceso competencial, también lo es que cuando el artículo 110 del CPConst. [Código Procesal
Constitucional] establece que en este pueden ventilarse los conflictos que se suscitan cuando un
órgano rehúye deliberadamente actuaciones “afectando” las competencias o atribuciones de otros
órganos constitucionales, incorpora también en su supuesto normativo a los conflictos por omisión
en cumplimiento de acto obligatorio, pues no cabe duda de que cuando un órgano omite llevar a
cabo una actuación desconociendo las competencias constitucionales atribuidas a otro órgano cons-
titucional, las “afecta”. No se trata pues de la disputa por titularizar o no una misma competencia,
sino de aquella que se suscita cuando, sin reclamarla para sí, un órgano constitucional, por omitir
un deber constitucional o de relevancia constitucional, afecta el debido ejercicio de las competen-
cias constitucionales de otro (Exp. Nº 00005-2005-CC, 18/11/05, P, FJ. 23)

058 Conocimiento de conflictos de competencia. Objeto


[D]e conformidad con el inciso 3) del artículo 202 de la Constitución Política del Perú, concordante
con el artículo 109 del Código Procesal Constitucional (CPConst.), este Colegiado [Tribunal Consti-
tucional] conoce los conflictos que se susciten sobre las competencias y atribuciones asignadas

530
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

directamente por la Constitución o las leyes orgánicas que delimiten los ámbitos propios de los
poderes del Estado, los órganos constitucionales, los gobiernos regionales o municipales (Exp.
Nº 00006-2005-CC, 14/11/05, Res., FJ. 1)
[E]n el proceso de conflicto constitucional de competencias se persigue principalmente la tutela del
orden competencial establecido por las normas que integran el bloque de la constitucionalidad. En
tal sentido, el objeto del proceso lo constituye exclusivamente la titularidad de una competencia o
atribución constitucional pudiéndose determinar en él, la validez o nulidad del acto que da origen al
conflicto, por estar viciado de incompetencia (Exp. Nº 00001-2000-CC, 04/04/01, P, FJ. 1)
[C]uando se constate la existencia de un conflicto de competencias o atribuciones, también resulta
necesario que ellas gocen de reconocimiento constitucional, para lo cual debe tomarse en cuenta el
bloque de constitucionalidad. En ese contexto, en los casos en que deba definirse las competencias o
atribuciones que cuenten con desarrollo constitucional (Exp. Nº 00046-2004-AI, 15/02/05, P, FJ. 4)

059 Conocimiento de conflictos de competencia. Modalidades del conflicto


El Tribunal [Constitucional] comparte parcialmente el criterio de [que no existe propiamente un
conflicto de competencia, si no se trata ni de un supuesto en el que dos órganos constitucionales se
consideran competentes para ejercer una misma función (conflicto positivo), ni tampoco de uno en
el que ambos se consideren incompetentes para tales efectos (conflicto negativo)]. Sucede, sin
embargo, que el proceso competencial no solamente se reduce a estas dos categorías típicas de
fórmulas conflictivas, pues en él, prima facie, es posible también que se ventilen los denominados
conflictos por omisión en cumplimiento de acto obligatorio, que si bien son una variante de conflic-
to negativo no se identifican con su versión clásica (Exp. Nº 00005-2005-CC, 18/11/05, P, FJs. 18 y 19)

060 Conocimiento de conflictos de competencia. Presupuesto


[E]l presupuesto del conflicto [de competencia] lo constituyen las decisiones que adopte alguno de
los órganos constitucionales (conflicto positivo) o la omisión deliberada de actuaciones (conflicto
negativo), afectando competencias o atribuciones que la Constitución y las leyes orgánicas confie-
ren a otro órgano. Dentro del término “decisiones” debemos entender que están comprendidas las
resoluciones y en general los actos administrativos que se emitan (Exp. Nº 00001-2000-CC, 04/04/
01, P, FJ. 1)

061 Proceso competencial. Conflictos por omisión en cumplimiento de acto obligatorio


[S]i bien es cierto que los “típicos” conflictos positivo y negativo de competencia pueden dar lugar
al proceso competencial, también lo es que cuando el artículo 110 del CPConst. establece que en
éste pueden ventilarse los conflictos que se suscitan cuando un órgano rehúye deliberadamente
actuaciones “afectando” las competencias o atribuciones de otros órganos constitucionales, incor-
pora también en su supuesto normativo a los conflictos por omisión en cumplimiento de acto obli-
gatorio, pues no cabe duda de que cuando un órgano omite llevar a cabo una actuación descono-
ciendo las competencias constitucionales atribuidas a otro órgano constitucional, las “afecta”. No
se trata pues de la disputa por titularizar o no una misma competencia, sino de aquella que se
suscita cuando, sin reclamarla para sí, un órgano constitucional, por omitir un deber constitucional
o de relevancia constitucional, afecta el debido ejercicio de las competencias constitucionales de
otro (Exp. Nº 0005-2005-CC/TC, 18/11/05, P, FJ. 23)

PROCESO DE HÁBEAS CORPUS

062 Hábeas corpus. Ámbito de la aplicación


El proceso de hábeas corpus no solo protege la libertad física propiamente dicha, sino que su ámbito
de protección se extiende también a la libertad de movimiento, a la libertad de tránsito y al derecho
a la integridad personal. Su tutela se prolonga ante la amenaza o acto lesivo del derecho a la vida,

531
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

la integridad física y psicológica o el derecho a la salud de las personas que se hallan recluidas en
establecimientos penales e incluso de personas que, bajo una especial relación de sujeción, se
encuentran internadas en establecimientos de tratamiento, públicos o privados (Exp. Nº 00774-
2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 5)
[Los] derechos directamente conexos con el de la libertad [pueden ser protegidos por el hábeas
corpus], así como respecto de derechos diferentes a la libertad, pero que su eventual lesión se
genera, precisamente, como consecuencia directa de una situación de privación o restricción del
derecho a la libertad individual.
Tal es el caso de personas recluidas en ejecución de una pena privativa de la libertad o de personas
detenidas como consecuencia de una medida cautelar de detención. Sin embargo, también se ex-
tiende a aquellas situaciones diversas en las que también se verifica cierta restricción de la libertad
debido a que se hallan bajo una especial relación de sujeción tuitiva. Es el caso, por ejemplo, de
personas internadas sometidas a tratamiento en centros de rehabilitación o de estudiantes interna-
dos, ya sea en dependencias públicas o privadas (Exp. Nº 01429-2002-HC, 19/11/02, P, FJs. 1 y 2)

063 Hábeas corpus. Calificación de la demanda


[T]odo juez, al calificar la demanda [de hábeas corpus], se encuentra en el deber y en la potestad de
verificar si esta satisface las exigencias de forma y fondo previstas en la ley, para los efectos de
garantizar la tutela procesal efectiva. Por ello, el juez que vio la demanda material del proceso pudo
rechazarla, in limine, si, al momento de la calificación, advirtió omisiones o errores en cuanto a
presupuestos procesales y condiciones de la acción expuestos manifiestamente (Exp. Nº 04196-
2004-AA, 18/02/05, Res, FJ. 4)

064 Hábeas corpus. Carácter excepcional


[E]l proceso constitucional de hábeas corpus es de naturaleza netamente excepcional, dirigido a
tutelar la libertad individual y a evitar que esta sea recortada o perturbada indebidamente por
autoridad, funcionario o persona alguna (Exp. Nº 04900-2005-HC, 26/08/05, S1, FJ. 7)

065 Hábeas corpus. Concepción amplia


Si bien, desde una concepción restringida, el hábeas corpus se entiende vinculado, únicamente, a la
protección del derecho fundamental a la libertad personal y a un núcleo duro de derechos funda-
mentales que se concentran en su entorno, desde una interpretación constitucional del principio in
dubio pro hómine (artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional) se debe
acoger una concepción amplia del proceso constitucional de hábeas corpus no siendo razonable
establecer a priori y en abstracto, un numerus clausus de derechos fundamentales conexos a la
libertad personal a efectos de su tutela, tal es así, la previsión contenida en el último párrafo del
artículo 25 del Código Procesal Constitucional (Exp. Nº 7455-2005-PHC/TC, 09/07/07, S.2, FJ. 2)

066 Hábeas corpus. Concepción amplia de su ámbito de protección


[D]esde una interpretación constitucional del principio in dubio pro hómine (artículo V del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional), se debe acoger una concepción amplia del proceso
constitucional de hábeas corpus. En consecuencia, no es razonable establecer, a priori y en abstrac-
to, un númerus clausus de derechos fundamentales conexos a la libertad personal a efectos de su
tutela, ni tampoco excluirlos a efectos de su protección. Esto porque, muchas veces, la vulneración
del derecho fundamental a la libertad personal implica la vulneración de otros derechos distintos a
los que usualmente se le vincula, tales como el derecho a la vida (artículo 2, inciso 1, de la Consti-
tución), el derecho de residencia (artículo 2, inciso 11, de la Constitución), el derecho a la libertad
de comunicación (artículo 2, inciso 4, de la Constitución) e, inclusive, el derecho al debido proceso
sustantivo y adjetivo (artículo 139, inciso 3, de la Constitución) (Exp. Nº 09057-2005-HC, 03/03/06,
S1, FJ. 2)
El Código Procesal Constitucional (artículo 25) ha acogido esta concepción amplia de este proceso
constitucional, cuando señala que “también procede el hábeas corpus en defensa de los derechos

532
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

constitucionales conexos con la libertad individual, especialmente cuando se trata del debido proce-
so y la inviolabilidad del domicilio”. De ahí que se debe admitir que también dentro de un proceso
constitucional de hábeas corpus, es posible que el juez constitucional se pronuncie sobre una even-
tual vulneración del derecho fundamental al debido proceso; pero para ello es necesario que exista,
en cada caso concreto, conexidad entre aquel y el derecho fundamental a la libertad personal (Exp.
Nº 09057-2005-HC, 03/03/06, S1, FJ. 3)

067 Hábeas corpus. Concepción restringida de su ámbito de protección


Desde una concepción restringida, el hábeas corpus se entiende vinculado, únicamente, a la protec-
ción del derecho fundamental a la libertad personal y a un núcleo duro de los derechos fundamen-
tales que se concentran en torno a dicho derecho, tales como el derecho a la seguridad (artículo 2,
inciso 24, de la Constitución), a la libertad de tránsito –ius movendi e ius ambulando– (artículo 2,
inciso 11, de la Constitución) y a la integridad personal (artículo 2, inciso 24, literal h, de la Cons-
titución) (Exp. Nº 09057-2005-HC, 03/03/06, S1, FJ. 1)

068 Hábeas corpus. Diligencia judicial tras interposición del hábeas corpus correctivo
[L]a constatación in situ que impone como regla todo hábeas corpus correctivo, no puede interpre-
tarse como la presencia meramente formal del juez en el lugar donde se tiene recluida a una perso-
na y la sola toma de dicho de las partes involucradas. Tal diligencia supone que, según las caracte-
rísticas de los hechos reclamados, el juez deberá verificar directamente la existencia de los hechos
denunciados o, en su caso, disponer la comparecencia de personal especializado que pueda contri-
buir a la determinación exacta de los hechos susceptibles de investigación. Si se trata, por ejemplo,
de actos de tortura física o maltrato psíquico, deberá disponer, según sea el caso, la presencia de
personal médico o psiquiátrico que participe en la citada diligencia. Por otra parte, y en lo que
respecta a la toma de dicho, el interrogatorio deberá circunscribirse a la dilucidación de los hechos
denunciados, prescindiendo de temas colaterales o de los que resulten irrelevantes para resolver el
fondo de la controversia (Exp. Nº 02333-2004-HC, 12/08/04, Res, FJ. 4.1)

069 Hábeas corpus. Dimensiones del hábeas corpus correctivo


Este tipo de hábeas corpus, denominado en la doctrina como “correctivo”, se deriva de la interpre-
tación conjunta de los artículos 5.4 y 25.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos. El
primero de ellos, puesto que garantiza el derecho a que los procesados estén separados de los
condenados, salvo en circunstancias excepcionales, y que sean sometidos a un tratamiento adecua-
do a su condición de personas no condenadas; mientras que el segundo, porque garantiza el derecho
de contar con un recurso sencillo, rápido y eficaz para la protección de los derechos reconocidos en
la Constitución o en la Convención; recurso que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
señalado que esencialmente está constituido por el hábeas corpus y el amparo (Exp. Nº 00726-
2002-HC, 21/06/02, P, FJ. 4)

070 Hábeas corpus. Hábeas corpus conexo


Cabe utilizarse [el hábeas corpus conexo] cuando se presentan situaciones no previstas en los tipos
anteriores. Tales como la restricción del derecho a ser asistido por un abogado defensor libremente
elegido desde que una persona es citada o detenida; o de ser obligado a prestar juramento; o com-
pelido a declarar o reconocer culpabilidad contra uno mismo, o contra el o la cónyuge, etc.
Es decir, si bien no hace referencia a la privación o restricción en sí de la libertad física o de la
locomoción, guarda, empero, un grado razonable de vínculo y enlace con este. Adicionalmente,
permite que los derechos innominados –previstos en el artículo 3 de la Constitución– entroncados con
la libertad física o de locomoción, puedan ser resguardados (Exp. Nº 02663-2003-HC, 23/03/04, P,
FJ. 6.h)

071 Hábeas corpus. Hábeas corpus correctivo


[El hábeas corpus correctivo] es usad[o] cuando se producen actos de agravamiento ilegal o arbitra-
rio respecto a las formas o condiciones en que se cumplen las penas privativas de la libertad. Por

533
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

ende, su fin es resguardar a la persona de tratamientos carentes de razonabilidad y proporcionali-


dad, cuando se ha determinado cumplir un mandato de detención o de pena (...).
Así, procede ante la amenaza o acto lesivo del derecho a la vida, la integridad física y psicológica, o
del derecho a la salud de los reclusos o personas que se encuentran bajo una especial relación de
sujeción internados en establecimientos de tratamiento públicos o privados (tal el caso de personas
internadas en centros de rehabilitación y de menores, en internados estudiantiles, etc.). Igualmen-
te, es idóneo en los casos en que, por acción u omisión, importen violación o amenaza del derecho
al trato digno o se produzcan tratos inhumanos o degradantes.
Es también admisible la presentación de esta modalidad en los casos de arbitraria restricción del
derecho de visita familiar a los reclusos; de ilegitimidad del traslado de un recluso de un estableci-
miento penitenciario a otro; y por la determinación penitenciaria de cohabitación en un mismo am-
biente de reos en cárcel de procesados y condenados (Exp. Nº 02663-2003-HC, 23/03/04, P, FJ. 6.c)

072 Hábeas corpus. Hábeas corpus correctivo en defensa del detenido


[E]s válido plantear el proceso de hábeas corpus en defensa del derecho del detenido o recluso a no
ser objeto de un tratamiento contrario a su dignidad respecto de la forma y condiciones en que
cumple el mandato de detención o la pena, procurando, de forma preventiva o reparadora, cesar
tratos indebidos a personas detenidas legalmente (Exp. Nº 00774-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 6)

073 Hábeas corpus. Hábeas corpus instructivo


[El hábeas corpus instructivo] podrá ser utilizad[o] cuando no sea posible ubicar el paradero de una
persona detenida-desaparecida. Por consiguiente, la finalidad de su interposición es no solo garan-
tizar la libertad y la integridad personal, sino, adicionalmente, asegurar el derecho a la vida, y
desterrar las prácticas de ocultamiento o indeterminación de los lugares de desaparición (Exp. Nº
02663-2003-HC, 23/03/04, P, FJ. 6.f)

074 Hábeas corpus. Hábeas corpus innovativo


Procede [el hábeas corpus innovativo] cuando, pese a haber cesado la amenaza o la violación de la
libertad personal, se solicita la intervención jurisdiccional con el objeto de que tales situaciones no
se repitan en el futuro, en el particular caso del accionante (Exp. Nº 02663-2003-HC, 23/03/04, P,
FJ. 6.g)
[A]un cuando la agresión ha cesado, después de interpuesta la demanda de hábeas corpus, este
Tribunal en aplicación de lo establecido en el artículo 1 del Código Procesal Constitucional tiene
competencia ratione materiae para evaluar la legitimidad de los actos cuestionados considerados
lesivos (Exp. N° 5470-2005-PHC/TC, 17/07/06, S2, FJ. 5)

075 Hábeas corpus. Hábeas corpus preventivo


[El hábeas corpus preventivo] podrá ser utilizado en los casos en que, no habiéndose concretado la
privación de la libertad, existe empero la amenaza cierta e inminente de que ello ocurra, con vulne-
ración de la Constitución o la ley de la materia.
Al respecto, es requisito sine qua non de esta modalidad que los actos destinados a la privación de
la libertad se encuentran en proceso de ejecución; por ende, la amenaza no debe ser conjetural ni
presunta (Exp. Nº 02663-2003-HC, 23/03/04, P, FJ. 6.d)

076 Hábeas corpus. Hábeas corpus reparador


[El hábeas corpus reparador] se utiliza cuando se produce la privación arbitraria o ilegal de la
libertad física como consecuencia de una orden policial; de un mandato judicial en sentido lato –
juez penal, civil, militar–; de una decisión de un particular sobre el internamiento de un tercero en
un centro psiquiátrico sin el previo proceso formal de interdicción civil; de una negligencia peniten-
ciaria cuando un condenado continúe en reclusión pese a haberse cumplido la pena; por sanciones
disciplinarias privativas de la libertad; etc.

534
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

En puridad, el hábeas corpus reparador representa la modalidad clásica o inicial destinada a promo-
ver la reposición de la libertad de una persona indebidamente detenida (Exp. Nº 02663-2003-HC,
23/03/04, P, FJ. 6.a)

077 Hábeas corpus. Hábeas corpus restringido


[El hábeas corpus restringido s]e emplea cuando la libertad física o de locomoción es objeto de
molestias, obstáculos, perturbaciones o incomodidades que, en los hechos, configuran una seria
restricción para su cabal ejercicio. Es decir, que, en tales casos, pese a no privarse de la libertad al
sujeto, “se le limita en menor grado”.
Entre otros supuestos, cabe mencionar la prohibición de acceso o circulación a determinados luga-
res; los seguimientos perturbatorios carentes de fundamento legal y/o provenientes de órdenes
dictadas por autoridades incompetentes; las reiteradas e injustificadas citaciones policiales; las
continuas retenciones por control migratorio o la vigilancia domiciliaria arbitraria o injustificada,
etc (Exp. Nº 02663-2003-HC, 23/03/04, P, FJ. 6.b)

078 Hábeas corpus. Hábeas corpus traslativo


[El hábeas corpus traslativo e]s empleado para denunciar mora en el proceso judicial u otras graves
violaciones al debido proceso o a la tutela judicial efectiva; es decir, cuando se mantenga indebida-
mente la privación de la libertad de una persona o se demore la determinación jurisdiccional que
resuelva la situación personal de un detenido (Exp. Nº 02663-2003-HC, 23/03/04, P, FJ. 6.e)

079 Hábeas corpus. Improcedencia respecto a procesos penales regulares


Si una resolución judicial emana de un proceso regular, y en él se han respetado las diversas garan-
tías que integran el debido proceso, no cabe acudir al hábeas corpus, pues el objeto de este no es
hacer las veces de un recurso de casación o convertir a las instancias de la justicia constitucional, a
su vez, en suprainstancias de la jurisdicción ordinaria, sino, como se deduce de la propia Constitu-
ción, proteger únicamente derechos constitucionales (…).
[N]o puede acudirse al hábeas corpus ni en él discutirse o ventilarse asuntos resueltos y que, como
es la determinación de la responsabilidad criminal, son de incumbencia exclusiva de la justicia
penal. El hábeas corpus es un proceso constitucional destinado a la protección de los derechos
reconocidos en la Constitución y no para revisar si el modo como se han resuelto las controversias
de orden penal son las más adecuadas conforme a la legislación ordinaria. En cambio, no puede
decirse que el hábeas corpus sea improcedente para ventilar infracciones a los derechos constitu-
cionales procesales derivadas de una sentencia expedida en un proceso penal, cuando ella se haya
expedido con desprecio o inobservancia de las garantías judiciales mínimas que deben observarse
en toda actuación judicial, pues una interpretación semejante terminaría, por un lado, por vaciar de
contenido al derecho a la protección jurisdiccional de los derechos y libertades fundamentales y, por
otro, por promover que la cláusula del derecho a la tutela jurisdiccional (efectiva) y el debido proce-
so no tengan valor normativo (Exp. Nº 01230-2002-HC, 20/06/02, P, FJs. 6 y 7)

080 Hábeas corpus de naturaleza restringida. No mera constatación empírica


Conviene precisar, en lo que respecta a este tipo hábeas corpus, que si bien de por medio no existe
una medida de detención, no quiere ello decir que la discusión o controversia a dilucidar deviene en
un asunto de mera constatación empírica. En estos casos, como en otros similares, es importante
verificar tanto la restricción a la libertad que se alega como lo señalado por las partes que participan
en el proceso, además de merituar las diversas instrumentales que puedan haber sido aportadas.
Por otra parte, al margen de la sumariedad del proceso, será necesario evaluar con algún detalle lo
que se reclama y el elemento probatorio con el que se cuenta hasta el último momento, pues en
casos como el presente suelen presentarse variaciones en las restricciones producidas, las que
necesariamente deben ser consideradas en su conjunto. Son, en suma, todos estos elementos, los
que permiten adoptar una decisión objetiva sustentada en el derecho y la verdad de los hechos (Exp.
Nº 5994-2005-PHC/TC, 29/08/05, S2, FJ. 5)

535
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

081 Hábeas corpus. Objeto


[E]l proceso constitucional de hábeas corpus tiene por objeto velar por la plena vigencia del derecho
a la libertad individual y sus derechos conexos, mas no pronunciarse sobre la responsabilidad penal
del infractor, pues tales materias son propias de la jurisdicción penal ordinaria (Exp. Nº 01805-
2005-HC, 29/04/05, S2, FJ. 3)
El inciso 1) del artículo 200 de la Constitución Política del Estado ha creado el procedimiento de
hábeas corpus como remedio procesal destinado a la protección de la libertad individual y de los
derechos conexos con él. Como tal, tiene por propósito esencial, aunque no exclusivo, tutelar al
individuo ante cualquier privación arbitraria del ejercicio de su derecho a la libertad individual y,
particularmente, de la libertad locomotora. Sin embargo, allí no culmina su objetivo, pues también
mediante este remedio procesal puede efectuarse el control constitucional de las condiciones en las
que se desarrolla la restricción del ejercicio de la libertad individual, en todos aquellos casos en que
esta se haya decretado judicialmente (Exp. Nº 00726-2002-HC, 21/06/02, P, FJ. 2)

082 Hábeas corpus. Procedencia contra resoluciones judiciales


[E]l artículo 4 del Código Procesal Constitucional establece que “(...) El hábeas corpus procede
cuando una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad individual y la tutela
procesal efectiva (...)”. En consecuencia, a contrario sensu, el hábeas corpus no procede cuando
dentro de un proceso penal no se han agotado los recursos que contempla la ley para impugnar una
resolución (Exp. Nº 03063-2005-HC, 27/06/05, Res, FJ. 3)

083 Hábeas corpus. Prohibición de dilucidar la legalidad de los actos administrativos


[D]ebe enfatizarse que la vía del hábeas corpus no es la vía adecuada para dilucidar asuntos relati-
vos a la legalidad de los actos administrativos, sino la [vía] contencioso administrativa (Exp. Nº
02491-2004-HC, 04/10/04, S1, FJ. 1)

084 Hábeas corpus. Protección de derechos comunicativos


[E]s procedente analizar la supuesta vulneración de los derechos comunicativos [como son las liber-
tades de expresión e información], puesto que, en caso de que esta se compruebe, se estaría violen-
tando una de las reglas de conducta impuestas al demandante y, por lo tanto, se variaría su mandato
de comparecencia por el de detención.
[L]os derechos comunicativos no se convierten en derechos conexos a la libertad personal per se,
sino que en el caso concreto existe un nivel de conexidad tal que, en el fondo, a través de este
proceso, se está protegiendo el derecho fundamental a la libertad personal (Exp. Nº 02262-2004-
HC, 17/10/05, P, FJ. 5)

085 Hábeas corpus. Protección de derechos conexos a la libertad individual


[E]s legítimo que ante la afectación de tales atributos, o ante la lesión de aquellos derechos directamente
conexos al de la libertad o ante la lesión de derechos diferentes al de la libertad, cuya afectación se
genere como consecuencia directa de una situación de privación o restricción del derecho a la libertad
individual puedan ser protegidos a través del proceso de hábeas corpus, que la tipología elaborada por
la doctrina ha denominado como correctivo (Exp. Nº 00774-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 5)

086 Hábeas corpus. Protección del debido proceso en conexión con la libertad personal
[E]l proceso de hábeas corpus no tiene por objeto proteger en abstracto el derecho al debido proce-
so. (...) [Sin embargo], habida cuenta de que se han establecido judicialmente restricciones al pleno
ejercicio de la libertad locomotora, tras la imposición de la medida cautelar de detención preventi-
va, el Tribunal Constitucional tiene competencia, ratione materiae, para evaluar la legitimidad de
los actos judiciales considerados lesivos (Exp. Nº 0496-2005-HC, 17/05/05, S1, FJ. 3)
[El hábeas corpus] incluye la protección del acceso a un debido proceso en abstracto, ya que una
acción de garantía constituye la vía idónea para evaluar la legitimidad constitucional de los actos o

536
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

hechos practicados por quienes ejercen funciones jurisdiccionales, en la medida en que de ellos se
advierta una violación de los derechos al debido proceso y a la tutela jurisdiccional (Exp. Nº 04900-
2005-HC, 26/08/05, S1, FJ. 7)
Si bien el proceso de hábeas corpus no tiene por objeto proteger en abstracto el derecho al debido
proceso, (...) habida cuenta de que se han establecido judicialmente restricciones al pleno ejercicio
de la libertad locomotora, tras la imposición, en la sentencia condenatoria, de determinadas reglas
de conducta al actor, el Tribunal Constitucional tiene competencia, ratione materiae, para evaluar la
legitimidad constitucional de los actos judiciales considerados lesivos (...).
[N]o puede decirse que el hábeas corpus sea improcedente para ventilar infracciones a los derechos
constitucionales procesales derivadas de una sentencia expedida en un proceso penal, cuando ella
se haya expedido con desprecio o inobservancia de las garantías judiciales mínimas que deben
observarse en toda actuación judicial, pues una interpretación semejante terminaría, por un lado,
por vaciar de contenido al derecho a la protección jurisdiccional de los derechos y libertades funda-
mentales y, por otro, por promover que la cláusula del derecho a la tutela jurisdiccional (efectiva) y
el debido proceso no tengan valor normativo (Exp. Nº 01230-2002-HC, 20/06/02, P, FJs. 2 y 7)

087 Hábeas corpus. Rechazo liminar de la demanda


La facultad de rechazar in limine la demanda [de hábeas corpus], prevista en el artículo 14 de la Ley
Nº 25398, por el supuesto previsto en el inciso 2) del artículo 6 de la Ley Nº 23506, exige que esta
resulte “manifiestamente” improcedente, lo cual se traduce en la necesidad de que el juzgador
realice una detenida y exhaustiva exposición de las razones por las cuales considera que lo es, pues,
de lo contrario, se lesionaría el derecho al acceso de justicia, a la protección jurisdiccional de los
derechos y libertades fundamentales, a la motivación de las resoluciones judiciales y a no sufrir
indefensión (Exp. Nº 01091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 3.b)
[C]onsiderar, por ejemplo, que el juez constitucional no tiene, en el proceso del Hábeas Corpus,
facultad para decretar el rechazo liminar de una demanda entrañaría no solo estar contra lo antes
señalado, sino propiciar que el litigante actúe de mala fe, logrando introducir pedidos absurdos y
torticeros en franca burla de la potestad del juez, que se vería obligado a admitirlos necesariamente
(Exp. Nº 04196-2004-AA, 18/02/05, Res., FJ. 5)

088 Hábeas corpus. Retraso en la declaración instructiva


[E]l fin que se busca con la detención preventiva y con la declaración instructiva son totalmente
diferentes. La primera admite que la persona sea privada de su libertad hasta por nueve meses
mientras que se emita sentencia, y la otra es parte del proceso mismo, sin que tenga relación, o no,
con el encarcelamiento. Por tal razón, el hábeas corpus no es la vía idónea para proteger el retraso
o no de la realización de una declaración instructiva (Exp. Nº 03914-2004-HC, 29/12/04, S1, FJ. 7)
La demora en la toma de la declaración instructiva significa que la persona se va a ver afectada con
un retraso en el proceso que se sigue en su contra. Sin embargo, tal como se ha venido señalando,
esto no constituye afectación alguna a su libertad, más aún si se toma en cuenta que las motivacio-
nes para este retraso se ocasionan por causas ajenas a la demandada y que esta ha mostrado dili-
gencia para superar esta complicación.
De esta manera, si bien se demuestra una cierta limitación del derecho a la defensa de la persona,
no es la sede del hábeas corpus la pertinente para criticar tal acto. Tal limitación no es una restric-
ción que afecta bienes constitucionales (Exp. Nº 03914-2004-HC, 29/12/04, S1, FJ. 11)

PROCESO DE HÁBEAS DATA

089 Hábeas Data. Alcances


[L]a información pública obliga al Estado o a sus instituciones a proporcionarla a quien la requiere,
pero no a producir información distinta o adicional a la ya existente. Si, como sucede en el caso de

537
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

autos, la motivación no existe o esta resulta deficiente, tal situación puede considerarse discutible,
pero su dilucidación no es pertinente en el proceso constitucional de hábeas data sino en otra clase
de proceso. En tales circunstancias, y aun cuando el demandante tiene razón cuando requiere infor-
mación sobre su expediente, no la tiene en cambio, y desde el punto de vista del proceso planteado,
cuando pretende que tal información le sea dispensada de determinada manera (Exp. Nº 769-2007-
PHD/TC, 16/02/07, S1, FJs. 4 y 5)

090 Hábeas data. Ámbito de protección


[E]l Hábeas Data, en puridad, constituye un proceso al que cualquier justiciable pueda recurrir con
el objeto de acceder a los registros de información almacenados en centros informáticos o computa-
rizados, cualquiera sea su naturaleza, a fin de rectificar, actualizar, excluir determinado conjunto de
datos personales, o impedir que se propague información que pueda ser lesiva al derecho constitu-
cional a la intimidad (Exp. Nº 0666-1996-HD, 02/04/98, P, FJ. 2.b)
[El] hábeas data comprende (...) la capacidad de exigir jurisdiccionalmente la posibilidad de acceder
a los registros de información, computarizados o no, cualquiera que sea su naturaleza, en los que se
encuentren almacenados los datos de una persona. Tal acceso puede tener por objeto que se permita
conocer qué es lo que se encuentra registrado, para qué y para quién se realizó el registro de
información así como la (o las) persona(s) que recabaron dicha información (...).
[E]l hábeas data puede tener la finalidad de agregar datos al registro que se tenga, ya sea por la
necesidad de que se actualicen los que se encuentran registrados, o bien con el fin de que se
incluyan aquellos no registrados, pero que son necesarios para que se tenga una cabal referencia
sobre la imagen e identidad de la persona afectada (...).
[M]ediante el hábeas data, un individuo puede rectificar la información, personal o familiar, que se
haya registrado; impedir que esta se difunda para fines distintos de aquellos que justificaron su
registro o, incluso, tiene la potestad de cancelar aquellos que razonablemente no debieran encon-
trarse almacenados (Exp. Nº 01797-2002-HD, 29/01/03, S1, FJ. 4)

091 Hábeas data. Relación con el ejercicio de la libertad de información


El Hábeas Data no es un proceso destinado a obligar a los periodistas o empresas periodísticas a
revelar sus fuentes de información, que, por lo demás, se encuentran protegidas por el artículo 2,
inciso 18, de la Constitución, y menos a impedir el libre ejercicio de la libertad de comunicar (Exp.
Nº 00134-2003-HD, 20/09/04, S1, FJ. 3)
El proceso constitucional del Hábeas Data, no tiene por objeto el de constituir un mecanismo proce-
sal a través del cual pueda desvirtuarse o vaciarse de contenido al ejercicio de las libertades infor-
mativas, sin previa autorización, censura o impedimento alguno, tal y conforme lo enuncia el inciso
4) del artículo 2 de la Constitución Política del Estado; no porque la Constitución no crea que en el
ejercicio de tales libertades no pueda lesionarse derechos constitucionales, o que en caso de afec-
tarse, estos puedan resultar inmunes a cualquier mecanismo de control social, sino porque precisa-
mente tales medios de control, al no actuar con carácter preventivo, siempre han de operar en
nuestro ordenamiento jurídico como mecanismos reparadores a activarse en la vía judicial ordinaria
(Exp. Nº 0666-1996-HD, 02/04/98, P, FJ. 2.a)

PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD

092 Acción de inconstitucionalidad. Bloque de constitucionalidad


[El bloque de constitucionalidad] es un conjunto normativo que contiene disposiciones, principios o
valores materialmente constitucionales, fuera del texto de la Constitución formal, figura a partir de
la cual surge la fuerza normativa de la Constitución, que irradia a todo el ordenamiento jurídico
(Exp. Nº 03361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 47)

538
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

093 Acción de inconstitucionalidad. Consecuencias de la multiplicación de fuentes nor-


mativas con el mismo rango
[L]a multiplicación de fuentes normativas con el mismo rango de la ley ha supuesto que, en el
Estado constitucional de derecho, ya no se pueda hablar de “fuerza de ley” como una cualidad
adscribible únicamente a la ley en sentido formal, sino como una que se puede predicar de todas las
categorías normativas que con el rango de ley se hayan previsto en la Constitución. Una capacidad
de innovar el ordenamiento, pero también de resistir modificaciones, derogaciones o suspensiones,
que varía según la fuente de que se trate (Exp. Nº 00005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 14)

094 Acción de inconstitucionalidad. Constitución como norma suprema


[E]n el Estado Constitucional de Derecho (...), la posición de la norma suprema ya no la ocupa la ley,
sino la Constitución. Y aunque el legislador democrático goza de una amplia discrecionalidad para
ejercer la función legislativa, es claro que su capacidad para innovar el ordenamiento jurídico está
condicionada por los límites formales, materiales y competenciales que se deriven de la Constitu-
ción, que es la Lex legum (Exp. Nº 00005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 14)

095 Acción de inconstitucionalidad. Control abstracto de la constitucionalidad de normas


infralegales
[E]l Tribunal Constitucional sí puede efectuar el control abstracto de constitucionalidad de una
norma de jerarquía infralegal y, así, pronunciarse sobre su validez constitucional, cuando ella es
también inconstitucional “por conexión o consecuencia” con la norma de jerarquía legal que el
Tribunal Constitucional ha declarado inconstitucional. De conformidad con el artículo 78 del CP-
Const., “la sentencia que declare la ilegalidad o inconstitucionalidad de la norma impugnada, decla-
rará igualmente la de aquella otra a la que debe extenderse por conexión o consecuencia” (Exp. Nº
00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 74)
[El artículo 78 del Código Procesal Constitucional] no establece que la norma a la que se extiende la
inconstitucionalidad tenga que ser de la misma jerarquía de la que es declarada inconstitucional. La
advertencia de este aspecto adquiere singular relevancia si se advierte que las relaciones de conexi-
dad y de consecuencia entre las normas no se producen únicamente entre normas de la misma
jerarquía, sino también entre las que ostentan diferente jerarquía –v. gr. la relación entre Ley y
Reglamento de desarrollo–. Esta circunstancia puede imponer que la constatación de la extensión
de la inconstitucionalidad tenga que proyectarse a normas de jerarquía inferior (...).
[E]l Tribunal Constitucional sí puede efectuar el control abstracto de constitucionalidad de una
norma de jerarquía infralegal y, así, pronunciarse sobre su validez constitucional cuando ella
reproduce el vicio de inconstitucionalidad –la infracción de la Constitución– de la norma de jerar-
quía de ley que es declarada inconstitucional por el Tribunal Constitucional (Exp. Nº 00045-
2004-AI, 29/10/05, P, FJs. 74, 76 y 83)

096 Acción de inconstitucionalidad. Control constitucional de la legislación preconstitu-


cional
[C]ualquier control sobre la legislación preconstitucional debe resolverse conforme a las disposicio-
nes sustantivas previstas por la nueva Constitución, esto es por la Carta de 1993 (...).
[T]ratándose del control de la legislación preconstitucional, el juicio de compatibilidad entre la Ley
anterior (o Decreto Ley) y la Constitución actual, no se resuelve únicamente en un control de
validez bajo los alcances del principio de jerarquía, sino, incluso, en uno de mera vigencia. En efecto
una vez que entra en vigencia una nueva Constitución, esta es capaz de derogar tácitamente la
legislación “preconstitucional” que se le oponga, pues también en este caso es de aplicación el
principio “lex posterior derogat priori” (...).
[E]n el seno de una acción de inconstitucionalidad, este Tribunal [Constitucional] pueda declarar su
inconstitucionalidad en caso de ser incompatible con la nueva Constitución (...).

539
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[H]abiéndose promovido una acción de inconstitucionalidad contra leyes preconstitucionales, el


Tribunal Constitucional es competente para pronunciarse sobre su compatibilidad, por el fondo, con
la Constitución de 1993 (Exp. Nº 00010-2002-AI, 03/01/03, P, FJs. 23 al 25)

097 Acción de inconstitucionalidad. Control de constitucionalidad de una norma de refor-


ma constitucional
[E]l Tribunal Constitucional puede analizar la constitucionalidad de una norma de reforma de la
Constitución siempre y cuando afecte el ‘contenido fundamental’ de su configuración normativa, en
tanto Norma Suprema política y jurídica del Estado. Para determinar este núcleo, es imprescindible
remitirnos a los parámetros que la propia reforma constitucional asume como parte de su ordena-
ción constitucional.
Esto quiere decir que si a través de una ley de reforma constitucional se vulnera la esencia misma
de la Constitución, y siendo el Tribunal Constitucional, tal como lo señala explícitamente el artículo
201 de la propia Constitución, el órgano de control de la Constitución, se encuentra legitimado para
intervenir excepcionalmente como un ente competente para analizar la norma constitucional im-
pugnada, pero única y exclusivamente sobre la base del ‘contenido fundamental’ protegido implíci-
tamente en la Constitución (...)
[El Tribunal Constitucional] es competente para analizar las reformas constitucionales impugnadas
por las demandas que eventualmente podrían afectar el ‘contenido fundamental’ -también denomi-
nado ‘fórmula política’- de la Constitución, sobre todo en su ámbito social y, en especial, el pensio-
nario (Exp. Nº 00050-2004-AI, 03/06/05, P, FJs.4 y 5)
El Tribunal Constitucional es (…) competente para evaluar la constitucionalidad o no de ciertas
disposiciones que, eventualmente, mediante una reforma parcial, se puedan introducir, pues si bien
el inciso 4) del artículo 200 de la Constitución no prevé expresamente las leyes de reforma consti-
tucional como objeto de la acción de inconstitucionalidad, también es verdad que esta se introduce
al ordenamiento constitucional mediante una ley, además, porque el poder de reforma de la Consti-
tución, por muy especial y singular que sea su condición, no deja de ser un auténtico poder consti-
tuido y, por lo tanto, limitado (Exp. Nº 00014-2002-AI, 21/01/02, P, FJ. 35)

098 Acción de inconstitucionalidad. Control de constitucionalidad de ordenanza regional


Dado que las ordenanzas regionales son normas con rango de ley (artículo 200º4 de la Constitu-
ción), no se encuentran jerárquicamente subordinadas a las leyes nacionales del Estado, por lo que
para explicar su relación con estas no hay que acudir al principio de jerarquía, sino al principio de
competencia, pues tienen un ámbito normativo competencial distinto. Lo cual no significa que este
pueda ser desintegrado, ni mucho menos, contrapuesto. De hecho –según se ha podido referir, y
respecto de lo cual a continuación se profundizará–, en tanto existen leyes a las que la Constitu-
ción ha delegado la determinación de las competencias o límites de las competencias de los
distintos órganos constitucionales, los gobiernos regionales no pueden expedir ordenanzas que
resulten contrarias a ellas, so pena de incurrir en un vicio de inconstitucionalidad indirecta (...).
[S]in perjuicio de la autonomía normativa de los gobiernos regionales, sus ordenanzas no solo se
encuentran limitadas territorialmente (solo resultan aplicables en la respectiva circunscripción te-
rritorial del gobierno regional), sino que su validez se encuentra supeditada a su compatibilidad con
la Constitución y las normas legales que, para tales efectos, integren el bloque de constitucionali-
dad (Exp. Nº 00020-2005-AI y acumulados, 27/09/05, P, FJs. 61 y 64)

099 Acción de inconstitucionalidad. Definición de rango


Con la expresión “rango” se denota la posición que una fuente formal del derecho pueda ostentar en
el ordenamiento jurídico (Exp. Nº 00005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 10)

100 Acción de inconstitucionalidad. Definición de rango de ley


[C]on la fórmula “rango de ley” se indica que las fuentes a las que se ha calificado como tales, se

540
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

ubican en el ordenamiento en el grado inmediatamente inferior al que ocupa la Constitución. Sin


embargo, “rango de ley” no equivale, necesariamente, a que se tenga la condición de “fuente
primaria”, esto es, que se encuentren creadas y disciplinadas, única y directamente, por la Consti-
tución.
En efecto, muchas de las fuentes mencionadas en el inciso 4) del artículo 200 de la Ley Fundamen-
tal, no solo tienen en las normas constitucionales a las que regulan el proceso de su producción
jurídica, es decir, las reglas mediante las cuales el ordenamiento regula su proceso de creación,
modificación y extinción. En efecto, en ocasiones, sobre las diversas fuentes aludidas en el inciso 4)
del artículo 200, la propia Norma Suprema establece que otras fuentes del mismo rango formal
cumplan, por reenvío, la función de regular el proceso de su elaboración. En tal situación, por
ejemplo, se encuentran el decreto legislativo, las normas regionales o la ordenanza municipal, por
solo citar algunas cuyas reglas de producción normativa, como es evidente, no provienen solo de la
Constitución, sino también de aquellas fuentes, como la ley, a las que aquella remite (Exp. Nº
00005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 10)

101 Acción de inconstitucionalidad. Dimensiones del control de constitucionalidad


Cuando se resuelve un proceso de inconstitucionalidad, no puede soslayarse su naturaleza dual,
dado su carácter abstracto –u objetivo–, por ser un proceso de puro derecho, y concreto –o subjeti-
vo–, por las consecuencias económicas y sociales que producen sus sentencias (Exp. Nº 00050-
2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 10)

102 Acción de inconstitucionalidad. Dimensión objetiva


[E]n un sentido objetivo, el control de constitucionalidad debe ejercerse según los valores y princi-
pios consagrados constitucionalmente (Exp. Nº 00050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 10)
En reconocimiento de la dimensión objetiva se debe ejercer un control de constitucionalidad acorde
con los valores y principios consagrados por la Constitución Política; es decir, que no se reduce,
únicamente, a un mero examen de la ley, sino que se orienta a hacer respetar la unidad o núcleo
constitucional. Esto es promoviendo la superación de las situaciones reales conflictivas de los diver-
sos intereses que coexisten en el marco del Estado Constitucional de Derecho, a fin de otorgar una
razonable aplicación de las normas constitucionales (Exp. Nº 00002-2005-AI, 18/02/05, P, FJ. 2)

103 Acción de inconstitucionalidad. Dimensión subjetiva


[N]o puede soslayarse que aun cuando el control abstracto de las normas tiene una finalidad inme-
diata, como es el de salvaguardar el principio de supremacía jurídica de la Constitución –expul-
sando del ordenamiento aquellas disposiciones que la contravengan material o formalmente–,
como fin mediato impide su aplicación y con ello evita que se puedan generar afectaciones con-
cretas (subjetivas) a los derechos fundamentales de las personas. Por tanto, el juez constitucional
debería considerar que el proceso orientado por antonomasia a defender la supremacía de la
Constitución (proceso de inconstitucionalidad) siempre tendrá también, en última instancia, la
vocación subjetiva de preservar los derechos fundamentales de las personas (Exp. Nº 0031-2005-
PI/TC, 20/03/07, P, FJ. 9)
[El Tribunal Constitucional] valora subjetivamente la constitucionalidad de actos concretos (...),
pues tal valoración se impone como un canon interpretativo de la Constitución; o, lo que es lo
mismo, asume una ‘función de valoración’ para la resolución de la controversia constitucional (Exp.
Nº 00050-2004-AI y acumulados, 03/06/05, P, FJ. 10)
En mérito a la dimensión subjetiva, el Tribunal Constitucional puede valorar la constitucionalidad
de los actos concretos realizados al amparo de la norma legal impugnada, lo cual definitivamente no
supone la resolución del problema en un caso concreto; sino otorgarle un canon valorativo constitu-
cional –función de valoración, para la resolución del presente proceso de inconstitucionalidad (Exp.
Nº 00002-2005-AI, 18/02/05, P, FJ. 2)

541
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

104 Acción de inconstitucionalidad. Examen de constitucionalidad de normas derogadas


o no vigentes
[E]ste Tribunal admite la posibilidad de revisar la constitucionalidad de normas derogadas, toda vez
que la derogación termina con la vigencia de la norma pero no logra eliminarla del ordenamiento
jurídico, afectando su efectividad futura, mas no su existencia. Se verifican dos supuestos en los
que procedería una demanda de inconstitucionalidad: a) cuando la norma continúa desplegando sus
efectos y, b) cuando, a pesar de no continuar surtiendo efectos, la sentencia de inconstitucionalidad
puede alcanzar a los efectos que la norma cumplió en el pasado, si hubiese versado sobre materia
penal o tributaria (Exp. Nº 00053-2004-AI, 16/05/05, P, FJ. V.B.1)
La circunstancia que una disposición no esté vigente no es óbice para que no se examine su consti-
tucionalidad. Si bien el objeto del proceso de inconstitucionalidad es el examen de normas vigentes,
las normas que carecen de vigencia o que ya no forman parte del ordenamiento jurídico pueden
también serlo (Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 10)

105 Acción de inconstitucionalidad. Examen de constitucionalidad de disposición no vi-


gente por reabrirse proceso en el que fue aplicada
[L]a posibilidad de que la declaración de inconstitucionalidad de una norma penal o tributaria habi-
lite la reapertura de procesos en que aquella fue aplicada, conforme establece el artículo 83 CP-
Const [Código Procesal Constitucional] (...).
De conformidad con el artículo 83 CPConst, la declaratoria de inconstitucionalidad de una norma no
habilita la reapertura de procesos concluidos donde ella haya sido aplicada, con excepción de los
supuestos de materia penal y tributaria. A contrario sensu, los procesos concluidos relativos a
materias distintas de las anteriores no pueden ser reabiertos. Precisamente, la posibilidad de re-
apertura de procesos donde se haya aplicado una norma penal o tributaria ya derogada, pero cuya
inconstitucionalidad sea advertida posteriormente, impone que el Tribunal examine su constitucio-
nalidad.
En consecuencia, si una norma penal o tributaria fuera derogada y hubiera sido aplicada en la
resolución de procesos, corresponderá el examen de su constitucionalidad (Exp. Nº 00045-2004-AI,
29/10/05, P, FJ. 12)

106 Acción de inconstitucionalidad. Examen de constitucionalidad de una disposición no


vigente por su aplicación ultraactiva
[C]uando una norma que carece de vigencia es aplicada ultraactivamente. Es decir, cuando es apli-
cada a hechos, situaciones y relaciones jurídicas posteriores a la cesación de su vigencia. En conse-
cuencia, si una norma que carece de vigencia es aplicada ultraactivamente, ha menester el examen
de su constitucionalidad.
Ciertamente, el examen de constitucionalidad de una disposición no vigente en este supuesto pre-
supone que la aplicación ultraactiva de la disposición, a través de una concreta norma o acto, haya
sido detectada.
La justificación del examen de constitucionalidad en este supuesto radica en evitar, al igual que
en el primer supuesto, que una disposición inconstitucional continúe siendo aplicada. Se trata
aquí de evitar el efecto o aplicación ultraactiva de una disposición inconstitucional como conse-
cuencia imperativa del principio de supremacía constitucional (Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05,
P, FJ. 13)

107 Acción de inconstitucionalidad. Examen de constitucionalidad del periodo de vigen-


cia de la norma
[E]l examen de constitucionalidad de una disposición no vigente está condicionado a que ella sea
susceptible de ser aplicada a hechos, situaciones y relaciones jurídicas ocurridas durante el tiempo
en que estuvo vigente. Tal puede ser, por ejemplo, el típico caso de las disposiciones que hallamos

542
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

en el Código Civil, el Código del Niño y el Adolescente, la Ley General de Sociedades, que fueran
derogadas por leyes posteriores y, luego, sometidas al examen de constitucionalidad. La justifica-
ción del examen de validez constitucional reside en que, una vez derogadas, los hechos, situaciones
y relaciones jurídicas ocurridos durante la vigencia de tales normas, son regidos por dichas disposi-
ciones. Para evitar la aplicación de dichas normas, en el supuesto de que fueran eventualmente
inconstitucionales, se requiere su declaración de invalidez (inconstitucionalidad). Por esta razón,
aun cuando una disposición esté derogada, ha menester un pronunciamiento sobre su constitucio-
nalidad (Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 11)

108 Acción de inconstitucionalidad. Infracción constitucional de fondo


Las infracciones constitucionales de fondo tienen lugar cuando la materia regulada por la norma
con rango ley, resulta contraria a algunos de los derechos, principios y/o valores constitucionales,
es decir, cuando resulta atentatoria no de las normas procedimentales o del iter legislativo, sino
de las normas sustanciales reconocidas en la Constitución (Exp. Nº 00020-2005-AI y acumula-
dos, 27/09/05, P, FJ. 23)
La inconstitucionalidad de una ley, prima facie, se genera por la incompatibilidad entre las fuentes
legales sometidas a control, y la Constitución, y no porque una de ellas colisione, viole o transgreda
a otra de su misma jerarquía. Y es que no se presenta un problema de validez constitucional cada
vez que se produce la colisión de dos normas del mismo rango, sino un típico problema de antino-
mia, resoluble conforme a las técnicas que existen en nuestro ordenamiento jurídico (v. gr. “ley
especial deroga ley general”, “ley posterior deroga ley anterior”, etc.).
Desde esta perspectiva, (...) en una acción de inconstitucionalidad es absolutamente intrascendente
que una ley determinada colisione contra otra ley u otra norma de su mismo rango, pues de allí no
se deriva la invalidez constitucional de la ley colisionante. Menos, por supuesto, que la colisión se
presente, concurrente o alternativamente, con una norma de rango infralegal, como puede ser el
caso de un decreto supremo, en cuyo caso la fuerza pasiva de la norma con rango legal simplemente
expulsa del ordenamiento a la de menor jerarquía (Exp. Nº 00007-2002-AI, 27/08/03, P, FJ. 3)

109 Acción de inconstitucionalidad. Infracción constitucional total o parcial


La totalidad o parcialidad de las infracciones constitucionales, no se encuentra referida a un quán-
tum de la fuente afectada (la Constitución), sino de la fuente lesiva (la ley o norma con rango de ley)
(Exp. Nº 00020-2005-AI y acumulados, 27/09/05, P, FJ. 23)

110 Acción de inconstitucionalidad. Infracción constitucional total


[U]na ley puede ser totalmente inconstitucional cuando la totalidad de su contenido dispositivo o
normativo es contrario a la Constitución. En tales supuestos, la demanda de inconstitucionalidad es
declarada fundada, y la disposición impugnada queda sin efecto (Exp. Nº 00020-2005-AI y acumu-
lados, 27/09/05, P, FJ. 24)

111 Acción de inconstitucionalidad. Infracción constitucional parcial


[L]a ley es parcialmente inconstitucional cuando solo una fracción de su contenido dispositivo o
normativo resulta inconstitucional. En caso de que el vicio parcial recaiga sobre su contenido dispo-
sitivo (texto lingüístico del precepto), serán dejadas sin efecto las palabras o frases en que aquel
resida. Si el vicio recae en parte de su contenido normativo, es decir, en algunas de las interpreta-
ciones que pueden ser atribuidas al texto del precepto, todo poder público quedará impedido, por
virtud de la sentencia del Tribunal Constitucional, de aplicarlo en dichos sentidos interpretativos
(Exp. Nº 00020-2005-AI y acumulados, 27/09/05, P, FJ. 25)

112 Acción de inconstitucionalidad. Infracción constitucional directa


La infracción directa de la Carta Fundamental por una norma, tiene lugar cuando dicha vulneración
queda verificada sin necesidad de apreciar, previamente, la incompatibilidad de la norma enjuiciada
con alguna(s) norma(s) legal(es). Se trata de aquellos supuestos en los que el parámetro de control

543
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

de constitucionalidad, se reduce únicamente a la Norma Fundamental. Así, todos los ejemplos a los
que se ha hecho referencia hasta el momento revelan una vulneración directa de la Constitución
(Exp. Nº 00020-2005-AI y acumulados, 27/09/05, P, FJ. 26)

113 Acción de inconstitucionalidad. Infracción constitucional indirecta


[L]a infracción indirecta de la Constitución implica incorporar en el canon del juicio de constitucio-
nalidad a determinadas normas además de la propia Carta Fundamental. Se habla en estos casos de
vulneración “indirecta” de la Constitución, porque la invalidez constitucional de la norma impug-
nada no puede quedar acreditada con un mero juicio de compatibilidad directo frente a la Constitu-
ción, sino solo luego de una previa verificación de su disconformidad con una norma legal pertene-
ciente al parámetro de constitucionalidad (...).
[S]e produce una afectación indirecta de la Constitución, ante la presencia de una incompatibilidad
entre la norma sometida a juicio y otra norma legal a la que el propio Constituyente delegó:
a) La regulación de un requisito esencial del procedimiento de producción normativa.
b) La regulación de un contenido materialmente constitucional. Es el caso, por ejemplo, de las
leyes que, por mandato de la propia Constitución, se encuentran encargadas de configurar
determinados derechos fundamentales.
c) La determinación de las competencias o límites de las competencias de los distintos órganos
constitucionales. Tal es el caso de la LBD [Ley de Bases de la Descentralización]. Normas legales
de esta categoría servirán de parámetro cuando se ingrese en la evaluación de la constituciona-
lidad o inconstitucionalidad de las ordenanzas regionales incoadas.
Mientras las normas legales a las que se ha hecho referencia en el fundamento precedente sean
plenamente compatibles con la Constitución, formarán parte del denominado “bloque de constitu-
cionalidad”, a pesar de que, desde luego, no gozan del mismo rango de la lex legum. En estos casos,
las normas delegadas actúan como normas interpuestas, de manera tal que su disconformidad con
otras normas de su mismo rango, que sean impugnadas en un proceso de inconstitucionalidad,
desencadena la invalidez constitucional de estas (Exp. Nº 00020-2005-AI y acumulado, 27/09/05,
P, FJs. 27 al 29)

114 Acción de inconstitucionalidad. Infracción de orden competencial


[E]l inciso 4) del artículo 200 de la Constitución establece que la declaración de inconstitucionali-
dad de una ley puede originarse en una violación a ella, ya sea por la forma o por el fondo. Y si bien
allí no se alude a una transgresión de orden competencial, como fundamento para declararse la
inconstitucionalidad de una ley o norma con rango de ley, inmediatamente ha de repararse que esta
se encuentra comprendida dentro de los vicios de forma o de fondo, según sea el caso. Así, por
ejemplo, si una materia sujeta a reserva de ley orgánica fuese aprobada por una simple ley “ordina-
ria”, esta podría ser declarada inconstitucional por adolecer de un vicio de forma, es decir, por no
haber sido aprobada siguiéndose el procedimiento que la Constitución establece para la aprobación
de las leyes orgánicas (artículo 106). Y, del mismo modo, podría igualmente declararse su inconsti-
tucionalidad material, pues la ley hipotética en cuestión habría regulado una materia para la cual no
tenía constitucionalmente competencia (Exp. Nº 00017-2003-AI, 16/03/04, P, FJ. 82)

115 Acción de inconstitucionalidad. Multiplicación de fuentes normativas con el mismo


rango
[N]o es solo la fuerza activa de la ley la que ha tenido que replantearse a partir del establecimiento
de la Constitución como norma suprema del ordenamiento jurídico. Otro tanto, ahora, cabría afir-
mar con relación a su fuerza pasiva. La multiplicación de fuentes normativas con el mismo rango ha
supuesto que la modificación, suspensión o derogación de la ley, no necesariamente tenga que
provenir de otra ley en sentido formal, esto es, de la que el Parlamento pueda aprobar; sino, tam-
bién, de aquellas otras fuentes normativas que, en el ordenamiento, tienen su mismo rango, como

544
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

el decreto de urgencia o el decreto legislativo, y dentro, por supuesto, de los límites que la Consti-
tución les impone (Exp. Nº 00005-2003-AI, 03/10/03, P, FJ. 14)

116 Acción de inconstitucionalidad. Noción de fuerza de ley


En el constitucionalismo decimonónico, la noción de “fuerza de ley” estuvo ligada a la idea de la ley
como expresión de la voluntad general, es decir, como una propiedad derivada de su ubicación como
la norma cimera del ordenamiento jurídico. Esta, a su vez, reconocía a la expresión de la voluntad
popular, por medio de sus representantes –la ley–, dos cualidades. Por un lado, una fuerza activa,
consistente en la capacidad ilimitada de innovar el ordenamiento jurídico, y, por otro, una fuerza
pasiva, es decir, la capacidad de resistir frente a modificaciones o derogaciones que procediesen de
otras fuentes del derecho que no tuviesen sus mismos atributos (Exp. Nº 00005-2003-AI, 03/10/03,
P, FJ. 14)

117 Acción de inconstitucionalidad. Normas materia de control


Según el artículo 200 de la Constitución, el objeto del proceso o, lo que es lo mismo, aquello que ha
de evaluarse en su compatibilidad o no con la Constitución, comprende aquellas categorías norma-
tivas a las que la Constitución les ha asignado el “rango de ley” (Exp. Nº 00005-2003-AI, 03/10/03,
P, FJ. 10)

118 Acción de inconstitucionalidad. Objeto


[A] través de la acción de inconstitucionalidad, este Tribunal [Constitucional] evalúa si una ley o
una norma con rango de ley transgrede, por la forma o por el fondo, la Norma Suprema. Se trata, en
principio, de un juicio abstracto respecto a dos normas de diversa jerarquía. Por un lado, la
Constitución, que actúa como parámetro, en la medida que es la Lex Legum; y, por otro, la ley o
las normas con rango de ley, que constituyen las fuentes sometidas a ese control (Exp. Nº 00007-
2002-AI, 27/08/03, P, FJ. 3)
El objeto de la acción de inconstitucionalidad es efectuar la valoración de una ley o norma con rango
de ley de conformidad con la Constitución, ya sea por la forma o por el fondo. Se trata, pues, de un
juicio abstracto de constitucionalidad de la norma, en el cual, debido a su propia naturaleza, no se
faculta al Tribunal Constitucional a evaluar las afectaciones subjetivas derivadas de la supuesta
aplicación de la norma inconstitucional, sino, única y exclusivamente, a cumplir la función de efica-
cia integradora de la unidad constitucional, sea mediante la expulsión de la norma inconstitucional
del sistema jurídico o a través de la interpretación de conformidad constitucional, cuando sea el
caso (Exp. Nº 00003-2004-AI, 23/09/04, P, FJ. 2)

119 Acción de inconstitucionalidad. Principio de coherencia frente a las normas que re-
producen a las declaradas inconstitucionales
Resulta contrario (...) [al] principio [de coherencia] permitir la presencia de una disposición que
reproduce o contiene otra que está siendo declarada inconstitucional. Es incoherente que después
de haberse constatado la inconstitucionalidad de una norma, se permita la presencia de otra
disposición que reproduce el mismo contenido de la norma declarada inconstitucional (Exp.
Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJ. 81)

120 Acción de inconstitucionalidad. Principio de jerarquía normativa


La validez en materia de justicia constitucional (...) es una categoría relacionada con el principio de
jerarquía normativa, conforme al cual la norma inferior (v. gr. una norma con rango de ley) será
válida solo en la medida en que sea compatible formal y materialmente con la norma superior (v. gr.
la Constitución). Constatada la invalidez de la ley, por su incompatibilidad con la Carta Fundamen-
tal, corresponderá declarar su inconstitucionalidad, cesando sus efectos a partir del día siguiente al
de la publicación de la sentencia de este Tribunal que así lo declarase (artículo 204 de la Constitu-
ción), quedando impedida su aplicación a los hechos iniciados mientras tuvo efecto, siempre que
estos no hubiesen concluido, y, en su caso, podrá permitirse la revisión de procesos fenecidos en los

545
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

que fue aplicada la norma, si es que esta versaba sobre materia penal o tributaria (Exp. Nº 00004-
2004-AI y acumulados, 21/09/04, P, FJ. 2)

121 Acción de inconstitucionalidad. Supuestos de infracción constitucional de forma


Una norma incurre en una infracción constitucional de forma, fundamentalmente, en 3 supuestos:
a) Cuando se produce el quebrantamiento del procedimiento legislativo previsto en la Constitu-
ción para su aprobación. Dicho evento tendría lugar, por ejemplo, si, fuera de las excepciones
previstas en el Reglamento del Congreso de la República, un proyecto de ley es sancionado sin
haber sido aprobado previamente por la respectiva Comisión dictaminadora, tal como lo exige
el artículo 105 de la Constitución.
b) Cuando se ha ocupado de una materia que la Constitución directamente ha reservado a otra
específica fuente formal del derecho. Así, por ejemplo, existen determinadas materias que la
Constitución reserva a las leyes orgánicas (v. g. de conformidad con el artículo 106, la regula-
ción de la estructura y el funcionamiento de las entidades del Estado previstas en la Constitu-
ción), razón por la cual en caso de que una ley ordinaria se ocupe de dicha regulación, incurriría
en un vicio de inconstitucionalidad formal.
c) Cuando es expedida por un órgano que, constitucionalmente, resulta incompetente para hacer-
lo. Ello tendría lugar, por ejemplo, si el Poder Legislativo expidiera decretos de urgencia, pues la
posibilidad de dictar dichas fuentes normativas ha sido reservada al Presidente de la República,
conforme a lo previsto en el artículo 118º19 de la Constitución (Exp. Nº 00020-2005-AI y
acumulados, 27/09/05, P, FJ. 22)

122 Acción de inconstitucionalidad. Relación de conexidad e instrumentalidad de normas


La relación de conexidad entre normas consiste en que el supuesto o la consecuencia de una de ellas
es complementada por la otra. O, si se prefiere, desde una perspectiva más general: que el régimen
de una materia dispuesto en una norma es complementado, precisado o concretizado por otra. Por
su parte, la alusión al concepto “consecuencia” supone una relación de causalidad, donde el conte-
nido de una norma resulta instrumental en relación a otra. La relación de instrumentalidad que una
norma tiene respecto a otra supone una relación de medio-fin, en la cual si la que desenvuelve el rol
de fin es declarada inconstitucional, por lógica consecuencia, la que desempeña el rol de medio
deviene también inconstitucional. La declaratoria de inconstitucionalidad de la “norma-fin” trae
como consecuencia la inconstitucionalidad de la “norma-medio” (Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05,
P, FJ. 77)

123 Acción de inconstitucionalidad. Relación de identidad e inconstitucionalidad de nor-


mas que reproducen a las declaradas inconstitucionales
Existe (...) un supuesto (...) consistente de relación entre normas en las que una redunda, reitera o
reproduce la enunciada por otra que es la declarada inconstitucional. En tal supuesto, resulta lógico
que aquella, al reproducir el contenido inconstitucional de la norma impugnada, es también incons-
titucional y, por tanto, debe declararse su inconstitucionalidad. En sentido exacto, (...) se trata de
dos “disposiciones” que expresan la misma norma. Desde esta perspectiva, en cuanto la declaración
de inconstitucionalidad es respecto de la norma, todas las disposiciones que la enuncien o reproduz-
can deben ser también declaradas inconstitucionales (...).
[E]n el supuesto (...) de una reproducción o redundancia de una norma que ya ha sido declarada
inconstitucional (...) no existe relación de conexidad o de consecuencia, sino una relación de iden-
tidad.
[A]unque este supuesto no se halla comprendido en sentido estricto por el artículo 78 del CPConst.,
desde su literalidad, sí es posible, por el contrario, entender que ella subyace a la ratio de dicha
norma. En efecto, si ella habilita la expulsión de normas distintas a la declarada inconstitucional, a
fortiori, ha de admitirse la expulsión de otras normas que tienen el mismo contenido que la decla-
rada inconstitucional. El citado artículo 78 constituye una excepción al principio procesal de con-
gruencia, pero si el objeto del control abstracto puede ser extendido por el Tribunal [Constitucional]

546
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

a comprender normas distintas a la impugnada y declarada inconstitucional, con mayor razón esa
consecuencia ha de proyectarse sobre otras disposiciones que reproducen el contenido de aquella
(Exp. Nº 00045-2004-AI, 29/10/05, P, FJs. 78 al 80)

124 Conocimiento de la acción de inconstitucionalidad. Análisis de la constitucionalidad


de una norma
[A] través de la acción de inconstitucionalidad, este Tribunal [Constitucional] evalúa si una ley o
una norma con rango de ley transgrede, por la forma o por el fondo, la Norma Suprema. Se trata, en
principio, de un juicio abstracto respecto a dos normas de diversa jerarquía. Por un lado, la Consti-
tución, que actúa como parámetro, en la medida que es la Lex Legum; y, por otro, la ley o las
normas con rango de ley, que constituyen las fuentes sometidas a ese control (Exp. Nº 00007-
2002-AI, 27/08/03, P, FJ. 3)
[E]l Tribunal Constitucional puede valorar la constitucionalidad de los actos concretos realizados al
amparo de la norma legal impugnada, lo cual definitivamente no supone la resolución del problema
en un caso concreto; sino otorgarle un canon valorativo constitucional–función de valoración, para la
resolución del presente proceso de inconstitucionalidad (Exp. Nº 00002-2005-AI, 18/02/05, P, FJ. 2)

125 Control de constitucionalidad. Presupuestos


[P]ara que la función de control de constitucionalidad pueda ser ejercida eficazmente se requiere
que el actor que promueve la demanda de inconstitucionalidad plantee con claridad cuál es la
norma o cuáles son las normas que cuestiona (Exp. Nº 0008-2006-PI/TC, 25/07/07, P, FJ. 2.1)

126 Proceso de inconstitucionalidad. Alcances de las sentencias exhortativas en los pro-


cesos de inconstitucionalidad
[A] no ser que en la misma sentencia se exprese que las exhortaciones formuladas constituyen las
únicas alternativas que salvarían la situación de inconstitucionalidad advertida, en aquellas donde
este Tribunal no lo haya declarado así, la solución que puede brindar el legislador al problema
derivado de una sentencia de inconstitucionalidad (advertida o declarada) ha de adoptarse dentro
del margen de discrecionalidad con que este cuenta en el ejercicio de la función legislativa (Exp. Nº
003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 83).

127 Proceso de inconstitucionalidad. Característica


[El proceso de constitucionalidad] es esencialmente objetivo, y que en él se realiza un juicio de
compatibilidad abstracto entre dos normas de distinta jerarquía: por un lado la Constitución, como
parámetro de control, y por otro la ley o la norma con rango de ley, que es la norma objeto o materia
de control; sin embargo, ello no quiere decir que este proceso no tenga una dimensión subjetiva,
dado que uno de los fines esenciales de los procesos constitucionales es el de garantizar la suprema-
cía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos fundamentales (artículo II del Código
Procesal Constitucional). En ese sentido, corresponde al juez constitucional tener presente ambas
dimensiones, dado que no es posible la negación de una de tales dimensiones, para preservar la
otra, pues de ocurrir aquello, el resultado siempre afectará a la Constitución (Exp. Nº 00017-2006-
PI/TC, 21/01/07, P, FJ. 2)

128 Proceso de inconstitucionalidad. Interpretación contraria a los derechos fundamen-


tales en los procesos de inconstitucionalidad
El Tribunal [Constitucional], por la propia naturaleza objetiva del proceso de inconstitucionalidad,
no puede determinar en abstracto si en el momento de su aplicación (…) [las] disposiciones puedan
ser interpretadas y aplicadas de manera contraria al significado de (…) [determinado] derecho
fundamental. Tal posibilidad siempre existe. Pero la eventualidad de una aplicación así, es decir,
prescindiendo de los alcances de los principios pro homine y de proporcionalidad, no determina la
invalidez constitucional de las disposiciones impugnadas (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P,
FJ. 163).

547
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

129 Proceso de inconstitucionalidad. Medidas alternativas a la declaración de inconstitu-


cionalidad
[S]i en la solución de un problema de inconstitucionalidad, además de la opción planteada por el
Tribunal Constitucional, existen otros medios o medidas con las que pudiera remediarse tal situa-
ción y sean igualmente conformes con la Constitución, la adopción de alguna de ellos es una facul-
tad que corresponde, en exclusiva, al legislador (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 83).

130 Proceso de inconstitucionalidad. No puede peticionarse a través de este un pronun-


ciamiento indirecto sobre un problema planteado en procesos de cumplimiento
No puede (…) peticionarse al Tribunal [Constitucional] un pronunciamiento indirecto sobre un
problema planteado en procesos de cumplimiento a través de un proceso de inconstitucionalidad. El
pronunciamiento de este Tribunal sobre el problema planteado en procesos de cumplimiento pen-
dientes habrá de ser emitido en su momento y con motivo del conocimiento de dichos procesos, de
ser tal el caso (Exp. Nº 0016-2005-PI/TC, 02/11/05, P, FJ. 18)´

131 Proceso de inconstitucionalidad. Objetivo


A través del proceso de inconstitucionalidad de las normas se le ha confiado al Tribunal Constitucio-
nal el control de la constitucionalidad de las normas legales y/o normas con rango de ley; en dicho
proceso, el objetivo central es proteger la Constitución, de modo que las normas contrarias a ella
sean expulsadas del ordenamiento jurídico, si es que no es posible una interpretación conforme con
la Constitución (Exp. Nº 00017-2006-PI/TC, 21/01/07, P, FJ. 1)

132 Proceso de inconstitucionalidad. Proceso abstracto de inconstitucionalidad


[E]n el proceso abstracto de inconstitucionalidad de las leyes no se efectúa un control concreto de
los actos que se pudieran haber realizado en la aplicación de la ley (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/
06, P, FJ. 102).

133Proceso de inconstitucionalidad. Registro de RENIEC es el válido para interpretar el


concepto de ciudadanos del respectivo ámbito territorial
La dirección de los ciudadanos es la que corresponde a la que se halla inscrita en el Registro Nacio-
nal de Identificación y Estado Civil a cargo de la RENIEC. El registro de esta dirección es iure et iure
el que ha de considerarse a efectos de interpretarse el concepto “ciudadanos del respectivo ámbito
territorial” a que se refiere el artículo 203, inciso 5), de la Constitución (Exp. Nº 007-2006-PI/TC,
22/06/07, P, FJ. 5)

PROCESOS CONSTITUCIONALES

134 Conocimiento de acciones de resoluciones denegatorias de garantías constituciona-


les. Exclusión de cuestiones de orden penal
El Tribunal Constitucional ni los órganos judiciales que [conocen] el hábeas corpus tienen compe-
tencia para resolver cuestiones de orden penal, pero sí para evaluar si se ha lesionado o no el
derecho a la libertad personal u otros derechos conexos. Mediante el hábeas corpus, en efecto, el
juez constitucional no puede ingresar a conocer una materia que es de competencia de la jurisdic-
ción ordinaria, sino, únicamente, determinar si, en ese proceso ordinario, se afectó o no un derecho
constitucional (Exp. Nº 01091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 3.a)

135 Conocimiento de resoluciones denegatorias de garantías constitucionales. Análisis


de la constitucionalidad de la ley
[N]o es labor de la justicia constitucional el resolver asuntos de mera legalidad. Es por ello que el
sentido del pronunciamiento en la (…) sentencia no consistirá en determinar, desde el texto de las

548
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

normas legales que fueron de aplicación al proceso (...), qué interpretación resulta más correcta,
sino si la resolución cuestionada, aunque corresponda a una correcta aplicación de la ley, resulta
vulneratoria de los derechos constitucionales del beneficiario [de la garantía constitucional] (Exp.
Nº 02005-2006-HC, 13/03/06, P, FJ. 3)

136 Conocimiento de resoluciones denegatorias de garantías constitucionales. Resolucio-


nes denegatorias
[C]onforme lo dispone el inciso 2) del artículo 202 de la Constitución Política, corresponde al Tribu-
nal Constitucional conocer en última y definitiva instancia las resoluciones denegatorias de hábeas
corpus, amparo, hábeas data y acción de cumplimiento, advirtiéndose en el presente caso, que la
recurrida no constituye una resolución denegatoria (Exp. Nº 00499-2005-AC, 17/10/05, Res., FJ. 3)

137 Juez Constitucional. Debe adecuar las formalidades a los fines de los procesos consti-
tucionales
[S]iendo la Constitución una Norma Fundamental abierta, encuentra en el Derecho Procesal Cons-
titucional y, específicamente, en el CPConst, un instrumento concretizador de los valores, princi-
pios y derechos constitucionales, de manera tal que, en última instancia, estos informan el razo-
namiento y la argumentación del juez constitucional, por lo que el principio de dirección judicial
del proceso (…) se redimensiona en el proceso constitucional, en la medida en que la jurisdicción
constitucional no es simple pacificadora de intereses de contenido y alcance subjetivos, sino del
orden público constitucional en conjunto. Con relación a la Constitución, la jurisdicción constitu-
cional no actúa ni puede actuar como un órgano neutro, sino, por el contrario, como su principal
promotor (…). Es por ello que, tal como lo señala el artículo III del CPConst, el juez constitucional
goza de una razonable valoración en la adecuación de toda formalidad a los fines de los procesos
constitucionales, de manera tal que, en ningún caso, la supremacía de la Constitución y la vigen-
cia efectiva de los derechos constitucionales (artículo II del Título Preliminar del CPConst) quede
subordinada al respeto de las formas por las formas. Lo expuesto, desde luego, no supone en
modo alguno que las disposiciones del CPConst. puedan ser desconocidas por los jueces constitu-
cionales. Significa tan sólo que ellas deben ser interpretadas y/o integradas “desde” y “conforme”
a la Constitución, de modo tal que resulte optimizada la finalidad sustantiva de los procesos cons-
titucionales (artículo II del Título Preliminar del CPConst) (Exp. Nº 0005-2005-CC/TC, 18/11/05, P,
FJs. 4, 7 y 8)

138 Legitimidad para interponer acción de inconstitucionalidad. Colegios de Abogados


El caso de los Colegios de Abogados constituye un supuesto especial. En primer lugar, debe descar-
tarse el sentido interpretativo según el cual estos colegios podrían interponer acciones de inconsti-
tucionalidad contra toda ley o disposición con rango de ley. En efecto, si bien los Colegios de Abo-
gados agremian a profesionales en Derecho, estos no tienen legitimidad para cuestionar todas las
leyes o disposiciones con rango de ley que se encuentren vigentes en nuestro ordenamiento jurídi-
co, sino solo aquellas que regulen una materia propia de esta profesión. Por ejemplo, en el caso de
que un Colegio de Abogados cuestione una ley que regula un proceso de filiación judicial de pater-
nidad extramatrimonial, es claro que la materia que regula esta ley coincide con la materia que
constituye la especialidad de los abogados, por lo que, si además esta ley vulnera una disposición
constitucional, entonces esta institución sí tendría legitimidad para interponer la respectiva acción
de inconstitucionalidad (Exp. Nº 00005-2005-AI, 04/03/05, Res., FJ. 3)

139 Legitimidad para interponer acción de inconstitucionalidad. Legitimidad conjunta de


diversos colegios profesionales
[Existe la posibilidad de que] una ley o norma con rango de ley pueda contener una variedad de
disposiciones que versen sobre diversas materias, siendo plenamente factible su cuestionamiento
por dos o más colegios profesionales en aquellos extremos relacionados con su especialidad (Exp. Nº
00005-2005-AI, 04/03/05, Res., FJ. 3)

549
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

140 Legitimidad para interponer acción de inconstitucionalidad. Reglas para los colegios
profesionales
[L]os colegios profesionales deberán observar, además de las contenidas en el Código Procesal Cons-
titucional, las siguientes reglas [para interponer demandas de inconstitucionalidad]:
a) La materia que regulan las leyes o disposiciones con rango de ley que se pretenda cuestionar
deberá encontrarse directa y claramente relacionada con la materia o especialidad en la que,
dada la profesión que agrupa a los miembros del respectivo colegio, se tenga singulares cono-
cimientos que no poseen otras profesiones, y,
b) En el ejercicio de la facultad de interponer demandas de inconstitucionalidad no deberán impo-
nerse los intereses particulares de cada uno de los miembros del respectivo colegio profesional,
sino la voluntad institucional de este por la defensa del interés general y de los derechos ciuda-
danos (Exp. Nº 00005-2005-AI, 04/03/05, Res., FJ. 4)

141 Legitimidad para interponer acción de inconstitucionalidad. Regulación constitucional


[L]a demanda no ha sido interpuesta en concordancia con el artículo 203 de la Constitución, [si] el
accionante no tiene legitimidad activa para interponer demanda de inconstitucionalidad (Exp. Nº
00022-2005-AI, 24/08/05, P, FJ. 2)

142 Legitimidad para interponer acción de inconstitucionalidad. Relación entre la ley cues-
tionada y especialidad del colegio profesional
La razón que justifica que la Constitución haya otorgado (...) [la facultad de interponer demandas de
inconstitucionalidad] a los colegios profesionales radica en que, debido a la particularidad, singula-
ridad y especialidad de los conocimientos científicos y técnicos que caracterizan a las diferentes
profesiones (Medicina, Abogacía, Ingeniería, Arquitectura, Contabilidad, Química-Farmacéutica,
Periodismo, Psicología y Biología, entre otras), estas instituciones se sitúan en una posición idónea
para poder apreciar, por una parte, si una determinada ley o disposición con rango de ley –que
regula una materia que se encuentra directamente relacionada con los conocimientos de una deter-
minada profesión– vulnera disposiciones de la Norma Fundamental; y, por otra, si resulta necesaria
la expedición de una determinada ley que regule las materias que se encuentren relacionadas con
los referidos conocimientos (...).
[S]erá el Tribunal Constitucional el órgano que al momento de calificar las demandas de inconstitu-
cionalidad planteadas por los colegios profesionales, deba evaluar en qué medida existe una rela-
ción directa entre la materia que regula la ley cuestionada y la especialidad del colegio profesional
demandante (Exp. Nº 00005-2005-AI, 04/03/05, Res., FJ. 3)
[S]i bien el proceso de inconstitucionalidad de las leyes es un proceso de carácter objetivo de defen-
sa de la Constitución, tratándose de un colegio profesional, además de ese interés de defender
objetivamente la Norma Suprema, es preciso que la norma impugnada contenga una materia de
especialidad del colegio profesional recurrente, conforme se deriva del inciso 7) del artículo 203 de
la Constitución (Exp. Nº 00023-2004-AI, 31/03/04, Res., FJ. 2)

143 Proceso de tutela de derechos. Actuación inmediata de sentencias estimatorias


[E]l Código Procesal Constitucional, vigente desde el 1 de diciembre de 2004, ha incorporado para
los procesos de tutela de derechos el régimen de actuación inmediata de sentencias, conforme al
cual el juzgador se encuentra habilitado para ejecutar los mandatos contenidos en su sentencia
estimatoria, independientemente de la existencia de mecanismos de acceso a la instancia superior.
Bajo dicho marco referencial, no es aceptable, entonces, que bajo el pretexto del acceso a una
instancia distinta por el lado de la contraparte, el juez constitucional renuncie a dar cumplimiento
efectivo a su sentencia. Si ésta es estimatoria tal condición es suficiente para franquear su actua-
ción inmediata, no teniendo por qué esperar la culminación del proceso para recién decidir (Exp.
Nº 5994-2005-PHC/TC, 29/08/05, S2, FJ. 3)

550
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

144 Procesos constitucionales. Amenaza cierta e inminente de derechos constitucionales


La amenaza de violación de un derecho constitucional se acredita cuando esta es cierta y de inmi-
nente realización; es decir, cuando el perjuicio es real, efectivo, tangible, concreto e ineludible. Se
excluyen, pues, del amparo los perjuicios imaginarios o aquellos que escapan a una captación obje-
tiva (Exp. Nº 00477-2002-AA, 06/11/02, S2, FJ. 3)

145 Procesos constitucionales. Ausencia de etapa probatoria


[E]l derecho de índole procesal o adjetivo es el mecanismo conducente a materializar el efectivo
cumplimiento de un derecho sustantivo previamente reconocido a un titular. Por ello la ausencia de
etapa probatoria en los procesos constitucionales, establecidos por el artículo 9 del Código Procesal
Constitucional, que determina que para su procedencia, los medios probatorios presentados no
requieren actuación (Exp. Nº 00482-2005-HC, 04/11/05, Res., FJ. 4)

146 Procesos constitucionales. Competencia en razón a la materia


[L]a posibilidad de expedir una sentencia estimatoria, en caso así se decidiera, está directamente
relacionada a que el tema sea competencia, ratione materiae, del proceso constitucional de la liber-
tad. En efecto, más allá de que el agravio haya desaparecido o convertido en irreparable, el Juez
debe verificar que la pretensión deducida constituya una posición iusfundamental garantizada por
una disposición de derecho fundamental, pues como recuerda el primer párrafo del mismo artículo
1 del Código Procesal Constitucional, la finalidad de estos procesos no es la defensa de cualquier
clase de derechos, sino, concretamente, la de los derechos constitucionales (Exp. N° 7039-2005-
PHC/TC, 17/10/05, S2, FJ. 4)

147 Procesos constitucionales. Como concreción del recurso contemplado en la Conven-


ción Americana de Derechos Humanos
[E]n nuestro ordenamiento el concepto de “recurso sencillo, rápido y efectivo” del artículo 25.1 de
la Convención Americana de Derechos Humanos alude, en esencia, a los procesos de amparo, há-
beas corpus o hábeas data, tal comprensión del derecho en referencia debe necesariamente enten-
derse dentro de los términos para los cuales dichos procesos constitucionales son competentes, esto
es, para proteger y tutelar derechos reconocidos en la Norma Suprema, y no otro tipo de derechos e
intereses que puedan haberse reconocidos en la Ley, en un acto administrativos, etc (Exp. Nº 01941-
2002-AA, 27/01/03, S1, FJ. 8)

148 Procesos constitucionales. Definición del principio de proporcionalidad de las penas


[E]l principio de proporcionalidad significa que las penas establecidas por el legislador aplicables a
las conductas delictivas no deberían ser tan onerosas que superen la propia gravedad del delito
cometido, ni tan leves que signifiquen una infrapenalización de los delitos y una desvalorización de
los bienes jurídicos protegidos que fueren afectados. Esto siempre en el marco constitucional de
libre configuración que tiene el legislador (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 62).

149 Procesos constitucionales. Importancia de la regulación del RAC


En el sistema judicial los recursos buscan a corto plazo una revisión de las cuestiones contenidas en
una resolución, que puede ser firme o no, dependiendo de la naturaleza del recurso y la etapa
procesal en que éste se encuentre, así como un examen de los trámites seguidos por el juzgador
para su emisión. La impugnación tiende a corregir la falibilidad del juzgador y, de esta manera,
lograr la eficiencia del acto jurisdiccional. Este contenido también debe ser traspolado a una catego-
ría como la del RAC, pero siempre tomando en cuenta lo que significa su introducción a los procesos
constitucionales de libertad. En este esquema, si bien es cierto que un sistema procesal en el que no
se permitiese a cada parte –en el caso de los procesos constitucionales, demandante o demandado–
, recurrir las resoluciones judiciales, y así resolver las contiendas con tremenda rapidez, sería poco
menos que inconcebible o injusto, no lo es menos que este servicio podría comprometer drástica-
mente el propio contenido de las resoluciones, sacrificando la justicia de la decisión a su prontitud
(Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 9)

551
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

150 Procesos constitucionales. Improcedencia y criterio de flexibilidad pro accione


Propugnamos [el Tribunal Constitucional] la aplicación de un criterio de flexibilidad, pro accione, el
cual impida que la citada exigencia [agotamiento de la vía previa] derive en un formalismo inútil,
que impida la justiciabilidad, a partir de la dirección judicial del proceso prevista en el artículo III
del Título Preliminar (TP) del CPCo [Código Procesal Constitucional] (Exp. N° 1776-2004-AA/TC,
26/01/07, P, FJ. 13)

151 Procesos constitucionales. Improcedencia por falta de agotamiento de la vía previa


[E]l agotamiento de las vías previas es una causal de improcedencia, prevista tanto por la derogada
Ley Nº 23506 como por el inciso 4) del artículo 5 y por el artículo 45 del CPCo [Código Procesal
Constitucional] vigente. Su finalidad básica es dar a la Administración la posibilidad de revisar
decisiones, subsanar errores y promover el autocontrol jerárquico de lo actuado por sus instancias
inferiores. Solo así se limitará la promoción de acciones judiciales precipitadas contra el Estado
(Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 12)

152 Procesos constitucionales. Improcedencia por sustracción de la materia


La sustracción de la materia constituye una causal de improcedencia de acuerdo con el inciso 5) del
artículo 5 del CPCo [Código Procesal Constitucional], el cual establece que no proceden los procesos
constitucionales cuando a la presentación de la demanda haya cesado la amenaza o violación de un
derecho constitucional o se haya convertido en irreparable. Implica que el acto lesivo sea necesaria-
mente actual. El pedido no debe haber devenido en irreparable, tal como lo precisa el artículo 55 del
CPCo [Código Procesal Constitucional], en concordancia con lo prescrito por el segundo párrafo del
artículo 1 del mismo (Exp. N° 1776-2004-AA/TC, 26/01/07, P, FJ. 9)

153 Procesos constitucionales. Mecanismos procesales para tutelar derechos constitucio-


nales
[L]a Constitución de 1993, al tiempo de reconocer una serie de derechos constitucionales, también
ha creado diversos mecanismos procesales con el objeto de tutelarlos. A la condición de derechos
subjetivos del más alto nivel y, al mismo tiempo, de valores materiales de nuestro ordenamiento
jurídico, le es consustancial el establecimiento de mecanismos encargados de tutelarlos, pues es
evidente que derechos sin garantías no son sino afirmaciones programáticas, desprovistas de valor
normativo. Por ello, bien puede decirse que, detrás de la constitucionalización de procesos como el
hábeas corpus, el amparo o el hábeas data, nuestra Carta Magna ha reconocido el derecho (subjeti-
vo-constitucional) a la protección jurisdiccional de los derechos y libertades fundamentales.
El reconocimiento de este derecho no solo exige el respeto de los poderes públicos, sino, además, se
configura como una garantía institucional del Estado Constitucional de Derecho, por cuanto la
condición de norma suprema de la Constitución y la necesidad de su defensa opera tanto en el
proceso de producción jurídica de las fuentes formales del derecho como ante todos los órganos
estatales e, incluso, ante los privados, cualquiera sea el tipo, la calidad o naturaleza de los actos que
puedan practicar.
Y es que el reconocimiento de los derechos fundamentales y el establecimiento de mecanismos para
su protección constituyen el supuesto básico del funcionamiento del sistema democrático (Exp.
Nº 01230-2002-HC, 20/06/02, P, FJ. 4)

154 Procesos constitucionales. Naturaleza jurídica


Todos los procesos constitucionales (incluyendo aquellos orientados a la tutela de derechos funda-
mentales) gozan de una dimensión objetiva orientada a preservar el orden constitucional como una
suma de valores institucionales. En consecuencia, en todos los procesos constitucionales subyace
una defensa del orden público constitucional, expresado en que el Estado se disgrega en múltiples
centros de poder equilibrados (...). Estos órganos constitucionales se encuentran (o deben encon-
trarse) equilibrados entre sí por un sistema de frenos y contrapesos, que es lo que hace al poder
manejable por el Derecho (Exp. Nº 00005-2005-CC, 18/11/05, P, FJ. 7)

552
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

155 Procesos constitucionales. Probanza de actos violatorios de derechos


[T]oda vez que la violación de un derecho constitucional requiere no solo de su invocación en el
escrito de demanda, sino de la acreditación del acto lesivo mediante los recaudos anexados.
Tanto más, si dada la ausencia de etapa probatoria en los procesos constitucionales, el artículo 9 del
Código Procesal Constitucional exige para su procedencia que los medios probatorios presentados
no requieran actuación (Exp. Nº 00774-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 27)

156 Procesos constitucionales. Procedibilidad contra proceso judicial


[C]uando se cuestiona la regularidad de un proceso judicial (...) debe, necesariamente, admitirse a
trámite la demanda y trasladarla a los emplazados, con el objeto de que estos expliquen las razones
que habrían motivado la supuesta agresión, así como actuarse todos los medios probatorios que
coadyuven a verificar la regularidad de la actuación jurisdiccional (Exp. Nº 03966-2004-HC, 03/03/
05, P, FJ. 2)

157 Procesos constitucionales. Progreso significativo de los procesos constitucionales


Los procesos constitucionales, (...) han tenido un significativo progreso en su propósito de lograr la
efectiva vigencia de los derechos fundamentales, especialmente desde que entró en vigor el Código
Procesal Constitucional (CPC), corpus normativo que postula la perspectiva de entender sus pre-
ceptos en concordancia con la interpretación que tutele mejor los derechos fundamentales y reco-
nozca su posición preferente, acorde con el principio pro homine (Exp. N° 5470-2005-PHC/TC,
17/07/06, S2, FJ. 3)

158 Procesos constitucionales. Protección de derechos fundamentales


La finalidad de los procesos constitucionales no solo es la defensa de concretos derechos subjetivos,
sino también la tutela de los valores objetivos de la Constitución. (...) [L]os derechos fundamentales
no solo tienen una dimensión subjetiva [esto es, no valen solo como derechos subjetivos], sino
también una dimensión objetiva, puesto que constituyen el orden material de valores en los cuales
se sustenta el ordenamiento constitucional (...). Esta es quizá la nota más saltante en lo que hace a
las diferencias entre Estado Liberal Decimonónico de Derecho y Estado Social y Democrático de
Derecho: el valor objetivo de la Constitución, que en determinados supuestos opera incluso
como límite o condicionante de las libertades y derechos individuales (Exp. Nº 04080-2004-
AC, 28/01/05, S2, FJ. 5)

159 Procesos constitucionales. Prohibición de la jurisdicción militar de conocer procesos


constitucionales
[L]a referida disposición constitucional [artículo 173] ha establecido que la única materia que puede
conocer la jurisdicción militar se encuentra limitada al conocimiento de los procesos penales en los
que se verifique la comisión de delitos de la función militar, por lo que el Legislador se encuentra
prohibido de otorgar a esta jurisdicción la competencia para conocer cualquier otro tipo de mate-
rias, incluidos, claro está, los procesos constitucionales en los que se verifica la amenaza o vulnera-
ción de derechos fundamentales (procesos de hábeas corpus, amparo y hábeas data) y el control de
las leyes o normas de rango legal (procesos de inconstitucionalidad de acción popular), o el conflicto
entre poderes del Estado o entre órganos constitucionales (proceso competencial), cuya tramitación
ha sido confiada a la jurisdicción constitucional (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 60)

160 Proceso constitucional. Recursos ordinarios


Estos recursos son aquellos que no exigen causas específicas para su admisión y, además, no limitan
los poderes de los tribunales ad quem; es decir, se protegen normalmente en el proceso y, para su
interposición, no necesitan motivos determinados por ley. Entre ellos encontramos la apelación, la
queja y la reposición. Respecto a la primera, cabe mencionar que el artículo 18° del CPCo hace
referencia indirecta a la misma cuando señala que el RAC procede ‘contra la resolución de segundo
grado’. Más claro aún resulta lo dispuesto por el artículo 35° respecto al hábeas corpus y el artículo

553
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

57 respecto al amparo (y por supletoriedad, al cumplimiento y al hábeas data), en los cuales se


resalta la existencia de apelación en estos procesos, siempre y cuando sea realizado en el plazo
previsto. El recurso de queja también se encuentra previsto en el CPCo. Específicamente, en el
artículo 19 se desarrolla la posibilidad de presentar este recurso contra la resolución denegatoria
del RAC (Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 12)

161 Proceso constitucional. Recursos excepcionales


[L]os recursos excepcionales [son] aquellos que se interponen contra resoluciones judiciales firmes
y con calidad de cosa juzgada. La doctrina reconoce al recurso de revisión como uno de los pocos en
esta categoría, ya que la naturaleza de este medio es la de no cuestionar la validez de las sentencias,
sino examinar las circunstancias que no han sido tomadas en cuenta por el juzgador, y ver si a raíz
de éstas la sentencia debe rescindirse por ser manifiestamente injusta, dando lugar, por consiguien-
te, a una revisión independiente al proceso, cuya finalidad es rescindir sentencias condenatorias
firmes e injustas. Por su parte, en el proceso constitucional, si bien no existe un recurso excepcional
propiamente dicho, por la imposibilidad de impugnar las resoluciones [del Tribunal Constitucional],
el CPCo ha señalado en el artículo 121° que en el plazo de dos días, a contar desde su notificación o
publicación tratándose de las resoluciones básicamente recaídas en los procesos de inconstitucio-
nalidad, el Tribunal [Constitucional], ya sea de oficio o a instancia de parte, puede aclarar algún
concepto o subsanar cualquier error material u omisión en que hubiese incurrido. Por ende, contra
las resoluciones emitidas en el TC sólo caben aclaraciones o subsanaciones, pero no posibilidad de
revisión alguna (Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 12)

162 Proceso constitucional. Recursos extraordinarios


Frente a los ordinarios, los recursos extraordinarios son aquéllos que exigen motivos taxativos para
su interposición. Limitan las facultades del tribunal ad quem. Proceden sólo terminado el trámite
ordinario y contra determinadas resoluciones. El ejemplo más claro de esto es el recurso de casa-
ción, que procede únicamente en caso de vicios procedimentales y que comportan un cierto razona-
miento de margen procesal civil, en el análisis de errores de derecho material sustantivo o formal
procesal. Según el artículo 384° del Código Procesal Civil, la casación tiene por fines esenciales la
correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia emiti-
da por la Corte Suprema. Regresando al proceso constitucional, el único recurso que reúne esta
cualidad es el RAC, puesto que no procede contra cualquier resolución; vale decir, tan solo procede
cuando existe una denegatoria en segunda instancia. Únicamente el demandante puede llegar al
grado constitucional, nunca del demandado. Por tal razón, no es ilógico que en el pasado se haya
llamado ‘recurso extraordinario’ al RAC, toda vez que ésta es su naturaleza, aunque ahora se le ha
dotado de una denominación específica, lo cual configura un importante avance normativo (Exp. Nº
2877-2005-PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 12)

163 Recursos impugnatorios. Clasificación


Los recursos son susceptibles de clasificación. Según sus efectos, la normatividad ha reconocido
distintos tipos. Aparte de los recursos con efecto no devolutivo (la tramitación y la resolución
corresponde al mismo tribunal que dictó la resolución que se impugna), con efecto diferido (cuan-
do hay pluralidad de imputados o delitos o cuando se dicte sobreseimiento o cualquier resolución
que ponga fin al ejercicio de la acción penal) y con efecto suspensivo (el tribunal dictará una
resolución que sustituirá total o parcialmente la resolución recurrida), existen también los que
gozan de efecto devolutivo. En este último supuesto, corresponde resolver al tribunal jerárquica-
mente superior del que dictó la sentencia o resolución, por lo que el inferior devuelve al ad quem
la facultad del fallo para que, en segunda instancia, se encargue del reexamen y emita decisión
final; por este efecto, la causa se eleva del órgano judicial que ha conocido (a quo) a uno jerárqui-
camente superior, lo cual provoca un lógico cambio de sede que, a consecuencia de la centralizada
estructura jerárquica, ampliará el territorio jurisdiccional del segundo (ad quem). El RAC es un
tipo de esta impugnación, al igual que la apelación, la queja y la casación (Exp. Nº 2877-2005-
PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 12)

554
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

164 Resolución cautelar estimatoria. Ejecución


[E]l artículo 15 del CPConst, ha determinado que, en caso de que así lo determine la judicatura, el
recurso de apelación interpuesto contra una resolución que concede una medida cautelar, se otorga-
rá sin efecto suspensivo. De ello deriva un deber constitucional de ejecutar lo decidido por la judi-
catura desde el mismo instante en que se es notificado con la resolución cautelar estimatoria. En
caso contrario, existirá una afectación al derecho fundamental a la ejecución de las resoluciones
judiciales (artículo 139º 2 de la Constitución) y, en definitiva, al derecho fundamental a la tutela
jurisdiccional efectiva (artículo 139º 3) (Exp. Nº 2730-2006-PA/TC , 29/03/06, P, FJ. 87)

165 Tribunal Constitucional alemán. Procedencia de los recursos interpuestos


[E]n Alemania, la decisión judicial tiene dos funciones, resolver un caso particular, protegiendo los
derechos subjetivos del recurrente, y preservar el derecho constitucional objetivo, ayudando así a
su interpretación y perfeccionamiento; se desarrolla así el doble carácter del proceso constitucional
de libertad. Ello permite el establecimiento de las causales de procedencia de los recursos inter-
puestos ante el TC Federal. Es relevante precisar que gran parte de la protección de los derechos la
realizan los tribunales ordinarios, pero siguiendo los precedentes emitidos por el TC. Por tal motivo,
se ha establecido que no todas las demandas de amparo sean admitidas por él. Entre las causales de
inadmisibilidad mencionamos los siguientes supuestos: cuando la Sala ha decidido anteriormente
casos de carácter idéntico, y cuando una cuestión es manifiestamente infundada. Dicha causal tiene
como finalidad la función de realizar un filtro que impida someter al Tribunal cuestiones baladíes o
absurdas, dentro del margen de lo establecido en la Constitución y en la normatividad procesal.
Asimismo, es posible que se admita solamente una parte del recurso o que se limite el alcance de la
decisión que se adopte. El TC Federal alemán tiene autonomía para su reglamentación interna,
sin autorización de la Ley Fundamental ni de la ley debido a que es un órgano constitucional
(Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 24)

RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL

166 Recurso de agravio constitucional. Admisibilidad del recurso


Tercero. El órgano judicial correspondiente se limitará a admitir el recurso de agravio constitucio-
nal, y corresponderá a este Colegiado dentro del mismo proceso constitucional, valorar el grado de
incumplimiento de sus sentencias, cuando son desvirtuadas o alteradas de manera manifiesta en su
fase de ejecución. En cualquier caso, el Tribunal tiene habilitada su competencia, ante la negativa
del órgano judicial, a través del recurso de queja a que se refiere el artículo 19º del CPConst (Exp.
Nº 0168-2007-Q/TC, 02/10/07, Res FJ. Nº 8)

167 Recurso de agravio constitucional. Aplicación inmediata de nuevos supuestos de pro-


cedencia
Que, a su vez, las nuevas reglas procesales contenidas en los precedentes antes citados son de
aplicación inmediata, inclusive a los procesos en trámite al momento de su publicación en el Diario
Oficial, de conformidad con la Segunda Disposición Final del CPConst (Exp. Nº 0168-2007-Q/TC,
02/10/07, Res FJ. Nº 2)

168 Recurso de agravio constitucional. Aplicación inmediata de precedentes


[L]as nuevas reglas procesales contenidas en los precedentes antes citados son de aplicación inme-
diata, incluso a los procesos en trámite al momento de su publicación en el diario oficial (Exp. Nº
039-2006-Q/TC, 07/02/07, Res, FJ. 5)

169 Recurso de agravio constitucional. Finalidad de nuevo criterio de procedencia


[E]l recurso de agravio a favor del cumplimiento de las sentencias del Tribunal Constitucional tiene
como finalidad restablecer el orden jurídico constitucional, el mismo que ha sido preservado

555
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

mediante sentencia estimatoria del Tribunal en el trámite de un proceso constitucional (Exp. Nº


0168-2007-Q/TC, 02/10/07, Res FJ. Nº 8)

170 Recurso de agravio constitucional. Importancia


[E]l diseño del proceso constitucional se orienta a la tutela de dos distintos tipos de bienes jurídicos:
la eficacia de los derechos fundamentales y la constitucionalidad del derecho objetivo, toda vez que,
por su intermedio, se demuestra la supremacía constitucional. Y es que, gracias a ello, este Colegia-
do cumple sus funciones esenciales, tanto reparativas como preventivas (…). [Así, en] el sistema
constitucional, cada elemento tiene un espacio determinado, por lo que no puede salirse de ese
lugar sin que el sistema corra peligro de verse desequilibrado. Por eso, es imprescindible en cada
Estado social y democrático de derecho que los derechos fundamentales tengan el verdadero sitial
que les corresponde, máxime si sólo a partir de ello se podrá validar el precepto medular recogido
en el artículo 1 de la Constitución. [de esta manera, la] perturbación de un derecho fundamental o
de una norma constitucional, a través de su amenaza o directa lesividad, altera el ordenamiento
jurídico constitucional; para que vuelva a funcionar de modo armónico, es necesario reponer la
situación a su estado anterior al de la vulneración o amenaza del orden constitucional. La reposición
al correcto estado anterior puede lograrse a través del RAC. Allí radica su importancia (Exp. Nº
2877-2005-PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 5)

171 Recurso de agravio constitucional. Fundamento


El más clásico de los recursos es aquél por el cual, tras la sentencia de primera instancia, las partes
tienen la posibilidad de apelar la resolución emitida. Pero, más aún, el constituyente consideró otro
adicional para el caso de los procesos constitucionales de libertad, el cual merece ser entendido
como parte de la teoría de los medios impugnatorios: éste es el RAC. Este tipo de recurso tiene su
fundamento en lo señalado por la Norma Fundamental, en el inciso 2) del artículo 202°, (…). Una
presentación de este tipo [de recurso] se ve complementada por el artículo 20° del mismo Código,
cuando expresa con claridad los plazos para su actuación (veinte días para los procesos de hábeas
corpus, y treinta para el resto). Entonces, es pertinente que [el Tribunal Constitucional] revise algu-
nas de las características que adquiere el RAC, en tanto se presenta como un recurso de los procesos
constitucionales. El fundamento de la existencia de los recursos parte de la premisa de que, en la
delicada misión de administrar justicia, no debe descartarse a priori la existencia del error judicial. La
base constitucional de esta aseveración se halla en el artículo 139°, inciso 6) de la Constitución, que
garantiza el acceso de los justiciables a la pluralidad de grados como garantía de justicia. Asimismo, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos enumera, en su artículo 8°, las garantías judiciales
a las que tiene derecho toda persona, estableciendo, en el inciso h), el derecho de recurrir del fallo
ante juez o tribunal superior (Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 6)

172 Recurso de agravio constitucional. Procedencia


[E]l RAC, en tanto recurso impugnativo dentro de un peculiar proceso, como es el constitucional,
debe ser utilizado como un mecanismo procesal especializado que permita que el TC intervenga
convenientemente. Aparte de los requisitos formales para su interposición, se requerirá que el
RAC planteado esté directamente relacionado con el ámbito constitucionalmente protegido de un
derecho fundamental; que no sea manifiestamente infundado; y que no esté inmerso en una
causal de negativa de tutela claramente establecida por el TC (Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC,
27/01/06, P, FJ. 31)

173 Recurso de agravio constitucional. Procedencia frente a incumplimiento de senten-


cias constitucionales
[A] partir de lo desarrollado supra, es posible precisar algunos principios interpretativos aplicables
para el trámite del nuevo supuesto establecido a través de esta resolución de procedencia del recur-
so de agravio, tratándose de un supuesto de incumplimiento de los fallos del Tribunal Constitucio-
nal en los procesos de ejecución de sentencias, los mismos que encuentran su fundamento en los
principios de economía procesal e informalismo, consagrados en el artículo III del Título Preliminar
del CPConst (Exp. Nº 0168-2007-Q/TC, 02/10/07, Res FJ. Nº 8)

556
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

174 Recurso de Agravio constitucional. Redimensionamiento


Por todo ello, resulta oportuno realizar un redimensionamiento del recurso de agravio constitucio-
nal, y con ello la reevaluación del criterio precedente de este Colegiado aplicable a casos como el
presente, de forma que pueda optimizarse la legislación sobre los procesos constitucionales y los
fines que la informan (Exp. Nº 0168-2007-Q/TC, 02/10/07, Res FJ. Nº 7)

175 Recurso de agravio constitucional. Regla procesal


El órgano judicial correspondiente deberá admitir de manera excepcional, vía recurso de agravio
constitucional, la revisión por parte de este Colegiado de una decisión estimatoria de segundo
grado cuando se pueda alegar, de manera irrefutable, que tal decisión ha sido dictada sin tomar en
cuenta un precedente constitucional vinculante emitido por este Colegiado en el marco de las
competencias que establece el artículo VII del C.P.Const. En cualquier caso, el Tribunal tiene habi-
litada su competencia, ante la negativa del órgano judicial, a través del recurso de queja a que se
contrae el artículo 19 del Código Procesal Constitucional (Exp. Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07, P,
PV, FJ. 40)

176 Recurso de agravio constitucional. Regla sustancial


El recurso de agravio a favor del precedente tiene como finalidad restablecer la violación del orden
jurídico constitucional producido a consecuencia de una sentencia estimatoria de segundo grado en
el trámite de un proceso constitucional. El recurso puede ser interpuesto por la parte interesada o
por un tercero afectado directamente y que no haya participado del proceso, sea por no haber sido
emplazado o porque, tras solicitar su incorporación, le haya sido denegada por el órgano judicial
respectivo. El Tribunal resuelve en instancia final restableciendo el orden constitucional que haya
resultado violado con la decisión judicial y pronunciándose sobre el fondo de los derechos reclama-
dos (Exp. Nº 4853-2004-PA/TC, 19/04/07, P, PV, FJ. 40)

177 Recurso de agravio constitucional. Tribunal Constitucional restablece orden constitu-


cional
El Tribunal resolvería así en instancia final para el restablecimiento del orden constitucional que
resultó violado con la decisión del juez de ejecución, devolviendo lo actuado para que la instancia
correspondiente dé estricto cumplimiento a lo declarado por el Tribunal Constitucional, en lo que se
refiere al alcance y el sentido del principio de la eficaz ejecución de sus sentencias en sus propios
términos (Exp. Nº 0168-2007-Q/TC, 02/10/07, Res FJ. Nº 8)

RECURSO DE QUEJA

178 Recurso de queja. Extensión de su ámbito de aplicación


Sin embargo, si bien el artículo 19 del CPConst., establece de manera restrictiva el alcance de este
medio impugnatorio, considera este Colegiado que una interpretación literal de dicha disposición
puede generar en el actual contexto de desarrollo jurisprudencial de la justicia constitucional algu-
nas distorsiones en la interpretación y defensa de los derechos constitucionales que corresponden a
la etapa de ejecución de sentencia, y que en última instancia, debe tutelar el Tribunal Constitucio-
nal conforme al artículo 201º de la Constitución y al artículo 1º de su propia Ley Orgánica (Ley Nº
28301) (Exp. Nº 0168-2007-Q/TC, 02/10/07, Res FJ. Nº 4).

179 Recurso de queja. Objeto de su aplicación


Que asimismo, al conocerse el recurso de queja, este Colegiado sólo está facultado para revisar las
posibles irregularidades que pudieran conocerse al expedir el auto sobre la procedencia del recurso
de agravio constitucional, no siendo prima facie de su competencia, dentro del mismo recurso,
examinar las resoluciones emitidas en etapas previas ni posteriores a las antes señalada (Exp. Nº
0168-2007-Q/TC, 02/10/07, Res FJ. Nº 4)

557
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

180 Recurso de queja. Supuestos para su procedencia


Que según lo previsto en el artículo 19 del CPConst., y lo establecido en los artículos 54° a 56° del
Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional, este Colegiado también conoce del recurso de
queja interpuesto contra resoluciones denegatorias del recurso de agravio constitucional, siendo su
objeto examinar que la denegatoria de éste último sea acorde al marco constitucional y legal vigen-
te (Exp. Nº 0168-2007-Q/TC, 02/10/07, Res FJ. Nº 3)

SENTENCIAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

181 Ejecución de sentencias constitucionales. Actuación del Tribunal Constitucional


Que este Colegiado no puede permanecer indiferente ante los supuestos de incumplimiento de lo
dispuesto en sus sentencias o de su ejecución defectuosa, que termina virtualmente modificando la
decisión; frente a estas situaciones debería habilitarse la procedencia del recurso de agravio cons-
titucional. Esto porque la invocación de tales vulneraciones requieren siempre de una verificación
por el Tribunal donde puedan acreditarse los alegatos escuchando al órgano judicial emplazado y
permitiendo, al propio tiempo, una afirmación de su decisión por parte del Tribunal Constitucional
(Exp. Nº 0168-2007-Q/TC, 02/10/07, Res FJ. Nº 7)

182 Sentencias del Tribunal Constitucional. Ámbito de aplicación del precedente


El precedente constitucional en nuestro sistema tiene efectos más generales. La forma como se ha
consolidado la tradición de los tribunales constitucionales en el sistema del derecho continental
ha establecido, desde muy temprano, el efecto sobre todos los poderes públicos de las sentencias
del Tribunal Constitucional1[8]. Esto significa que el precedente vinculante emitido por un Tribu-
nal Constitucional con estas características tiene, prima facie, los mismos efectos de una ley. Es
decir, que la regla que el Tribunal externaliza como precedente a partir de un caso concreto, es
una regla para todos y frente a todos los poderes públicos; cualquier ciudadano puede invocarla
ante cualquier autoridad o funcionario sin tener que recurrir previamente ante los tribunales,
puesto que las sentencias del Tribunal Constitucional, en cualquier proceso, tienen efectos vincu-
lantes frente a todos los poderes públicos y también frente a los particulares. Si no fuese así, la
propia Constitución estaría desprotegida, puesto que cualquier entidad, funcionario o persona po-
dría resistirse a cumplir una decisión de la máxima instancia jurisdiccional (Exp. Nº 3741-2004-
AA/TC, 14/11/05, P, FJ. 49)

183 Sentencias del Tribunal Constitucional. Aplicación del estado de cosas inconstitucio-
nales para proteger los derechos constitucionales
[E]l Tribunal [Constitucional] no solo puede limitarse a condenar el desconocimiento del carácter
vinculante de los derechos; es decir, la insensatez de que no se comprenda que, en particular, todos
los órganos públicos tienen un deber especial de protección con los derechos fundamentales, y que
la fuerza de irradiación de ellos exige de todos los operadores estatales que realicen sus funciones
del modo que mejor se optimice su ejercicio. Es urgente, además, que adopte medidas más audaces
que contribuyan a hacer aún más efectiva su función pacificadora de los conflictos de la vida cons-
titucional. Por ello, dado que este Tribunal [Constitucional] es competente para fijar las reglas
procesales que mejor protejan los principios y derechos constitucionales, considera constitucional-
mente exigible que se adopte la técnica del “estado de cosas inconstitucionales”.

184 Sentencias del Tribunal Constitucional. Aplicación del precedente jurisprudencial vin-
culante
El uso de los efectos normativos y la obligación de aplicación de un precedente vinculante depende de:
a) La existencia de similitudes fácticas entre el caso a resolver y aquel del que emana el precedente.
b) La existencia de similitudes y diferencias fácticas; las que en el caso de estas últimas no justi-
fican un trato jurídico distinto. Por ende, es factible que a través del razonamiento analógico se

558
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

extienda la regla del precedente vinculante (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr.
58 al 60)

185 Sentencias del Tribunal Constitucional. Calidad de cosa juzgada


[L]as sentencias del Tribunal Constitucional que declaran la inconstitucionalidad de una norma,
tienen calidad de cosa juzgada, fuerza de ley y vinculan a todos los poderes públicos (Exp. Nº
00587-2005-AA, 04/03/05, S1, FJ. 5)
La calidad de cosa juzgada de una sentencia del Tribunal Constitucional no solo impide que su fallo
sea contradicho en sede administrativa o judicial, sino que prohíbe, además, que sus términos sean
tergiversados o interpretados maliciosamente, bajo sanción de los funcionarios encargados de cum-
plir o ejecutar la sentencia en sus propios términos (Exp. Nº 00012-2005-AI, 26/09/05, P, FJ. 32)

186 Sentencias del Tribunal Constitucional. Carácter no vinculante de sentencias interpre-


tativas-manipulativas exhortativas
[E]ste Tribunal [Constitucional] ha emitido en múltiples procesos constitucionales sentencias ex-
hortativas que (...) no tiene efectos vinculantes.
Dichas sentencias son recomendaciones o sugerencias, estrictu sensu, que, partiendo de su función
armonizadora ante los conflictos, se plantean al legislador para que en el ejercicio de su discrecio-
nalidad política en el marco de la constitución pueda corregir o mejorar aspectos de la normatividad
jurídica. En tales sentencias opera el principio de persuasión y se utilizan cuando, al examinarse los
alcances de un proceso constitucional, si bien no se detecta la existencia de un vicio de inconstitu-
cionalidad, se encuentra una legislación defectuosa que de algún modo conspira contra la adecuada
marcha del sistema constitucional (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 3.3.4)

187 Sentencias del Tribunal Constitucional. Competencia para determinar un precedente


jurisprudencial vinculante
La competencia del Tribunal Constitucional para determinar un precedente vinculante se encuentra
sustentada en el Artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, el cual pre-
ceptúa que “(...) las sentencias del Tribunal Constitucional que adquieren la autoridad de cosa
juzgada constituyen precedente vinculante cuando así lo exprese la sentencia, precisando el extre-
mo de su efecto normativo. Cuando el Tribunal Constitucional resuelva apartándose del precedente,
debe expresar los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan la sentencia y las razones por
las cuales se aparta del precedente” (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 31)

188 Sentencias del Tribunal Constitucional. Conclusión de la exhortación


Debe señalarse que la exhortación puede concluir por alguna de las tres vías siguientes:
- Expedición de la ley sustitutiva y reformante de la norma declarada incompatible con la Cons-
titución.
- Conclusión in totum de la etapa suspensiva; y, por ende, aplicación plenaria de los alcances de
la sentencia. Dicha situación es cuando el legislador ha incumplido con dictar la ley sustitutiva
dentro del plazo expresamente fijado en la sentencia.
- Expedición de una segunda sentencia. Dicha situación se produce por el no uso parlamentario
del plazo razonable para aprobar la ley sustitutiva (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ.
3.3.4)

189 Sentencias del Tribunal Constitucional. Consecuencia de la renuencia a acatar senten-


cias sobre el estado de cosas inconstitucionales
[S]i con posterioridad a la fecha de expedición de una sentencia de esta clase [declaración del estado
de cosas inconstitucionales], llegase al Tribunal o a cualquier órgano judicial competente un caso
análogo, cuyos hechos se practiquen con fecha posterior a la de esta sentencia, aparte de que se

559
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

ordene la remisión de copias de los actuados por la violación del derecho constitucional concreta-
mente afectado, también se dispondrá que se abra proceso penal por desacato de una sentencia del
Tribunal Constitucional (Exp. Nº 03149-2004-AC, 20/01/05, S2, FJ. 21)

190 Sentencias del Tribunal Constitucional. Criterios para el cambio de precedente juris-
prudencial vinculante
La competencia para el apartamiento y sustitución de un precedente vinculante está sujeta a los
tres elementos siguientes:
a) Expresión de los fundamentos de hecho y derecho que sustentan dicha decisión.
b) Expresión de la razón declarativa-teológica, razón suficiente e invocación preceptiva en que se
sustenta dicha decisión.
c) Determinación de sus efectos en el tiempo (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr.
44 al 47)
[E]l Tribunal Constitucional, al momento de cambiar de precedente, optará, según sean las circuns-
tancias, por establecer lo siguiente:
a) Decisión de cambiar de precedente vinculante ordenando la aplicación inmediata de sus efec-
tos, de modo que las reglas serán aplicables tanto a los procesos en trámite como a los procesos
que se inician después de establecida dicha decisión.
b) Decisión de cambiar de precedente vinculante, aunque ordenando que su aplicación será dife-
rida a una fecha posterior a la culminación de determinadas situaciones materiales. Por ende, no
será aplicable para aquellas situaciones jurídicas generadas con anterioridad a la decisión del
cambio o a los procesos en trámite (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 65 al 67)

191 Sentencias del Tribunal Constitucional. Definición de jurisprudencia constitucional


La noción jurisprudencia constitucional se refiere al conjunto de decisiones o fallos constitucionales
emanados del Tribunal Constitucional, expedidos a efectos de defender la superlegalidad, jerarquía,
contenido y cabal cumplimiento de las normas pertenecientes al bloque de constitucionalidad (Exp.
Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 27)

192 Sentencias del Tribunal Constitucional. Definición de precedente jurisprudencial vin-


culante
[E]l precedente constitucional vinculante es aquella regla jurídica expuesta en un caso particular y
concreto que el Tribunal Constitucional decide establecer como regla general; y, que, por ende,
deviene en parámetro normativo para la resolución de futuros procesos de naturaleza homóloga
(Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 28)

193 Sentencias del Tribunal Constitucional. Definición del estado de cosas inconstitucionales
[Para que se configure el estado de cosas inconstitucionales] es preciso que la violación de un
derecho constitucional se derive de un único acto o de un conjunto de actos, interrelacionados entre
sí, que además de lesionar el derecho constitucional de quien interviene en el proceso en el que se
produce la declaración del estado de cosas inconstitucionales, vulnera o amenaza derechos de otras
personas ajenas al proceso. Y, tratándose de actos individuales, esto es, que tengan por destinata-
rios a determinadas personas, la declaración del estado de cosas inconstitucionales se declarará si
es que se sustenta en una interpretación constitucionalmente inadmisible de una ley o una disposi-
ción reglamentaria por parte del órgano público (Exp. Nº 02579-2003-HD, 06/04/04, S1, FJ. 19)

194 Sentencias del Tribunal Constitucional. Diferencia entre declaración de inconstitucio-


nalidad y derogación
[L]a declaración de inconstitucionalidad, a diferencia de la derogación, anula por completo la capacidad
regulativa de las normas declaradas inconstitucionales (Exp. Nº 00004-2004-AI, 21/09/04, P, FJ. 2)

560
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

195 Sentencias del Tribunal Constitucional. Diferencia entre precedente vinculante y ex-
hortación
[L]a potestad del Tribunal Constitucional de establecer un precedente vinculante en los términos
del artículo VII del CPConst debe ser claramente distinguido de una exhortación. El precedente
vinculante establece una obligación imperativa que han de seguir los órganos jurisdiccionales; la
exhortación, en cambio, persuade o invoca la ejecución de una acción. En tal sentido, ahí donde
existe una obligación impuesta por un precedente vinculante, no cabe exhortar (Exp. Nº 0016-
2005-PI/TC, 02/11/05, P, FJ. 17)

196 Sentencias del Tribunal Constitucional. Disposición y norma como componentes de


un precepto legal
La existencia de toda esta clase de sentencias del Tribunal Constitucional es posible solo si se tiene
en cuenta que, entre “disposición” y “norma”, existen diferencias (...). En ese sentido, se debe
subrayar que en todo precepto legal se puede distinguir:
a) El texto o enunciado, es decir, el conjunto de palabras que integran un determinado precepto
legal (disposición); y,
b) El contenido normativo, o sea el significado o sentido de ella (norma) (Exp. Nº 00010-2002-AI,
02/01/03, P, FJ. 34)
[E]n todo precepto legal se debe distinguir entre los términos “disposición” y “norma”, entendiendo
por el primero aquel texto, enunciado lingüístico o conjunto de palabras que integran el precepto, y,
por el segundo el sentido interpretativo que se pueden deducir de la disposición o de parte de ella
(...).
[La] distinción [entre disposición y norma] no implica que ambos puedan tener una existencia
independiente, pues se encuentran en una relación de mutua dependencia, no pudiendo existir una
norma que no encuentre su fundamento en una disposición, ni una disposición que, por lo menos,
no albergue una norma (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJs. 50 y 51)

197 Sentencias del Tribunal Constitucional. Distinción entre disposición y norma como pre-
supuesto de sentencias interpretativas
[La] posibilidad de que el Tribunal Constitucional distinga entre “disposición” y “norma” cuando se
trata del proceso de inconstitucionalidad es el presupuesto básico de las denominadas sentencias
interpretativas, cuyo fundamento (...) radica en el principio de conservación de la ley y en la exigen-
cia de una interpretación conforme a la Constitución, a fin de no vulnerar el principio básico de
supremacía constitucional (...).
Las sentencias interpretativas recaen normalmente sobre disposiciones de las que se pueden ex-
traer varios sentidos interpretativos, por lo que corresponde al Tribunal Constitucional analizar la
constitucionalidad de todas aquellas normas que se desprenden de la disposición cuestionada con la
finalidad de verificar cuáles se adecuan a la Constitución y cuáles deben ser expulsadas del ordena-
miento jurídico (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJs. 52 y 53)

198 Sentencias del Tribunal Constitucional. Distinción entre precedente y jurisprudencia


[S]i bien tanto la jurisprudencia como el precedente constitucional tienen en común la característi-
ca de su efecto vinculante, en el sentido de que ninguna autoridad, funcionario o particular puede
resistirse a su cumplimiento obligatorio, el Tribunal, a través del precedente constitucional, ejerce
un poder normativo general, extrayendo una norma a partir de un caso concreto (Exp. Nº 3741-
2004-AA/TC, 14/11/05, P, FJ. 43)

199 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efecto vinculante


[L]as sentencias dictadas en un proceso de inconstitucionalidad tienen efecto vinculante para todos los
poderes públicos, vinculación que, por sus alcances generales, se despliega hacia toda la ciudadanía. En

561
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

tal sentido, el Tribunal Constitucional, en su condición de órgano de control de la Constitución


(artículo 201 de la Constitución) y órgano supremo de interpretación y control de la constituciona-
lidad (artículo 1 de la Ley Nº 28301); considera que en el supuesto de que alguna autoridad o
persona, pretenda desconocer los efectos vinculantes de esta resolución, resultará de aplicación el
artículo 22 del CPConst., en el extremo que dispone que para el cumplimiento de una sentencia el
juez podrá hacer uso de multas fijas acumulativas, disposición que es aplicable supletoriamente al
proceso de inconstitucionalidad en virtud del artículo IX del mencionado cuerpo normativo [Código
Procesal Constitucional] (Exp. Nº 00020-2005-AI y acumulado, 27/09/05, P, FJ. 159)

200 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos del precedente jurisprudencial vincu-
lante
El precedente constitucional tiene por su condición de tal efectos similares a una ley. Es decir, la
regla general externalizada como precedente a partir de un caso concreto se convierte en una regla
preceptiva común que alcanzar a todos los justiciables y que es oponible frente a los poderes públi-
cos (...).
[L]a fijación de un precedente constitucional significa que ante la existencia de una sentencia con
unos específicos fundamentos o argumentos y una decisión en un determinado sentido, será obliga-
torio resolver los futuros casos semejantes según los términos de dicha sentencia (...).
[L]a regla que con efecto normativo el Tribunal Constitucional decide externalizar como vinculante,
debe ser necesaria para la solución del caso planteado (...).
El Tribunal Constitucional no debe fijar una regla so pretexto de solución de un caso, si en realidad
esta no se encuentra ligada directamente con la solución del mismo (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/
10/05, P, FJ. s/n, Párr. 29, 30, 35 y 36)

201 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos de la declaración del estado de cosas
inconstitucionales
[U]na vez declarado el “estado de cosas inconstitucionales”, se (...) [debe efectuar] un requerimien-
to específico o genérico a un (o unos) órgano(s) público(s) a fin de que, dentro de un plazo razona-
ble, realicen o dejen de realizar una acción u omisión, per se, violatoria de derechos fundamentales,
que repercuta en la esfera subjetiva de personas ajenas al proceso constitucional en el cual se
origina la declaración.
Se trata, en suma, de extender los alcances inter partes de las sentencias a todos aquellos casos en
los que de la realización de un acto u omisión se hubiese derivado o generado una violación gene-
ralizada de derechos fundamentales de distintas personas (Exp. Nº 02579-2003-HD, 06/04/04, S1,
FJ. 19)
Con la declaración de una situación determinada como contraria a los valores constitucionales
(Estado de Cosas Inconstitucional), se generan una serie de responsabilidades de parte de los órga-
nos, instituciones o personas concretas involucrados en los actos vulneratorios, permitiendo, de
este modo, allanar el camino en la búsqueda y satisfacción de los derechos comprometidos (Exp. Nº
03149-2004-AC, 20/01/05, S2, FJ. 12)

202 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos personales directos e indirectos


[L]os efectos personales [de las sentencias constitucionales], (...) pueden ser directos o indirectos.
Los efectos directos de la sentencia se producen para las partes vinculadas al proceso constitucio-
nal, frente al cual la sentencia expedida pone fin a la litis.
Los efectos indirectos se producen para la ciudadanía en general y los poderes públicos. En ese
contexto, los citados quedan “atados”, en su comportamiento personal o funcional, a las reglas y
decisiones que una sentencia constitucional declare como precedente vinculante (Exp. Nº 00024-
2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 72 al 74)

562
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

203 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos temporales


En relación a los efectos en el tiempo [de las sentencias constitucionales], estos pueden ser irretro-
activos, retroactivos o de aplicación diferida (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 75)

204 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos temporales irretroactivos


Las sentencias sobre demandas de inconstitucionalidad, cumplimiento y conflictos competenciales,
en principio, se aplican con efectos irretroactivos; esto es, tienen alcances ex nunc (Exp. Nº 00024-
2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 79)

205 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos temporales retroactivos


Las sentencias sobre demandas de hábeas corpus, amparo y hábeas data se aplican con efectos
retroactivos; ya que su objeto es reponer las cosas al estado anterior a la violación de un derecho
constitucional; es decir, tienen alcances ex tunc (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 80)
Las sentencias en materia constitucional no conceden derecho a reabrir procesos concluidos en los
que se hayan aplicado normas declaradas inconstitucionales, salvo en materia penal o tributaria,
conforme a lo dispuesto en los artículos 103 y 74 de la Constitución.
En ese contexto, estas pueden tener efectos ex tunc (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n,
párr. 84 y 85)

206 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos temporales retroactivos en materia


penal
En mérito a la “fuerza de ley” atribuida a las sentencias del Tribunal Constitucional, y a la luz de
una interpretación que concuerda el artículo 204 de la Constitución, que establece la función de
este Tribunal de dejar sin efecto las leyes que resulten incompatibles con la Norma Fundamental,
con el artículo 103 de la Constitución, que establece que ninguna ley tiene fuerza ni efecto retroac-
tivo, salvo en materia penal, cuando favorece al reo, el legislador del Código Procesal Constitucio-
nal ha establecido en su artículo 83, que: “Las sentencias declaratorias de (...) inconstitucionalidad
no conceden derecho a reabrir procesos concluidos en los que se hayan aplicado las normas decla-
radas inconstitucionales, salvo en las materias previstas en el segundo párrafo del artículo 103 (...)
de la Constitución (...)”.
Es decir, dicho precepto autoriza a que, en virtud de una sentencia de este Colegiado expedida en
los procesos de inconstitucionalidad, se declare la nulidad de resoluciones judiciales amparadas en
leyes penales declaradas inconstitucionales, en la medida que de dicha retroactividad se desprenda
algún beneficio para el reo (Exp. Nº 00019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 51)

207 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos temporales retroactivos en materia


tributaria
Las sentencias en los casos de procesos de inconstitucionalidad, en donde se ventile la existencia de
violación de los principios constitucionales tributarios contenidos en el artículo 74 [de la Constitu-
ción Política] (...), deben contener la determinación sobre sus efectos en el tiempo; e igual previsión
debe efectuarse respecto de las situaciones judiciales mientras estuvo en vigencia la norma decla-
rada inconstitucional. Entonces, cabe la posibilidad de que se establezca la aplicación del principio
de retroactividad.
En consecuencia puede tener efectos ex tunc (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 81 y 82)
El artículo 204 de la Constitución establece que la norma declarada inconstitucional queda sin
efecto al día siguiente de la publicación de la sentencia que así la declara. Por su parte, el artículo 74
de la Constitución prescribe que no surten efecto las normas tributarias dictadas en violación de los
principios tributarios, disposición que, junto a lo previsto por los artículos 36 y 40 de la Ley Orgá-
nica del Tribunal Constitucional (LOTC), permite a este Colegiado, de manera excepcional, modular
los efectos de su sentencia en el tiempo, en el caso de normas tributarias.

563
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Así, en materia tributaria, conforme se establece en el segundo párrafo del artículo 36 de la LOTC,
“(...) el Tribunal debe determinar de manera expresa en la sentencia los efectos de su decisión en el
tiempo” y resolver “(...) lo pertinente respecto de las situaciones jurídicas producidas mientras
estuvo en vigencia”.
Esta atribución permite al Tribunal Constitucional decidir, en materia tributaria, si los efectos de
sus sentencia deben ser a futuro (ex nunc) o con carácter retroactivo (ex tunc), en cuya delibera-
ción, evaluaciones en torno al coste económico, jurídico y político de su decisión adquieren especial
relevancia (Exp. Nº 00041-2004-AI, 11/11/04, P, FJ. 70)

208 Sentencias del Tribunal Constitucional. Eficacia prospectiva del precedente jurispru-
dencial vinculante (Prospective overruling)
El Tribunal Constitucional puede disponer excepcionalmente que la aplicación del precedente vin-
culante que cambia o sustituya uno anterior opere con lapso diferido (vacatio sententiae), a efectos
de salvaguardar la seguridad jurídica o para evitar una injusticia ínsita que podría producirse por el
cambio súbito de la regla vinculante por él establecida, y que ha sido objeto de cumplimiento y
ejecución por parte de los justiciables y los poderes públicos.
En efecto, la decisión de otorgar expresa y residualmente eficacia prospectiva es establecida por el
Tribunal Constitucional, en aras de procesar constructiva y prudentemente la situación a veces
conflictiva entre continuidad y cambio en la actividad jurisdiccional de naturaleza constitucional.
La técnica de la eficacia prospectiva del precedente vinculante se propone, por un lado, no lesionar
el ánimo de fidelidad y respeto que los justiciables y los poderes públicos mostrasen respecto al
precedente anterior; y, por otro, promover las condiciones de adecuación a las reglas contenidas en
el nuevo precedente vinculante.
Esta decisión de diferir la eficacia del precedente puede justificarse en situaciones tales como el
establecimiento de requisitos no exigidos por el propio Tribunal con anterioridad al conocimiento y
resolución de la causa en donde se incluye el nuevo precedente; la existencia de situaciones dura-
deras o de trato sucesivo; cuando se establecen situaciones objetivamente menos beneficiosas para
los justiciables, etc (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 61 al 64)

209 Sentencias del Tribunal Constitucional. Ejecución de las sentencias constitucionales


[E]l cumplimiento y ejecución de las reglas y decisiones contenidas en las sentencias expedidas por
el Tribunal Constitucional pueden ser observados en función a los efectos personales o temporales
que de ellos se derivan (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 71)

210 Sentencias del Tribunal Constitucional. Eliminación de los efectos beneficios para el
reo de la norma declarada inconstitucional
[S]i bien no es posible que por medio de esta sentencia se puedan anular los efectos beneficiosos
para el reo que el extremo viciado de inconstitucionalidad de la ley impugnada cumplió en el pasa-
do, ello no obsta para que, a partir del día siguiente de publicación de esta sentencia, dicho extremo
quede sin efecto incluso en los procesos que se hayan iniciado mientras estuvo vigente, esto es, en
aquellos procesos en los que los efectos inconstitucionales de la ley aún se vienen verificando (Exp.
Nº 00019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 5)

211 Sentencias del Tribunal Constitucional. Estructura interna


[E]l Tribunal Constitucional considera necesario estipular que la estructura interna de sus decisio-
nes se compone de los siguientes elementos: la razón declarativa-teológica, la razón suficiente
(ratio decidendi) la razón subsidiaria o accidental (obiter dicta), la invocación preceptiva y la deci-
sión o fallo constitucional (decisum) (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 4)

212 Sentencias del Tribunal Constitucional. Fallo constitucional


La decisión o fallo constitucional es la parte final de la sentencia constitucional que, de conformidad

564
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

con los juicios establecidos a través de la razón declarativa-axiológica, la razón suficiente, la invo-
cación normativa y, eventualmente, hasta en la razón subsidiaria u occidental, precisa las conse-
cuencias jurídicas establecidas para el caso objeto de examen constitucional (...).
[L]a decisión o fallo constitucional se refiere simultáneamente al acto de decidir y al contenido de la
decisión.
El acto de decidir se encuentra justificado cuando se expone dentro de las competencias asignadas
al Tribunal Constitucional; mientras que el contenido de la decisión está justificado cuando se
deriva lógica y axiológicamente de los alcances técnicos y preceptivos de una norma perteneciente
al bloque de constitucionalidad y de la descripción de ciertos hechos consignados y acreditados en
el proceso constitucional (...).
[L]a decisión o fallo constitucional constituye el pronunciamiento expreso y preciso, por medio del
cual el Tribunal Constitucional estima o desestima el petitorio de una demanda de naturaleza cons-
titucional. En ese contexto, en dicha decisión puede surgir una exhortación vinculante o persuasiva
(Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 23 al 26)

213 Sentencias del Tribunal Constitucional. Finalidad de las sentencias interpretativas


Mediante tales sentencias [interpretativas], los tribunales constitucionales evitan crear vacíos y
lagunas de resultados funestos para el ordenamiento jurídico. Son abundantes los testimonios de
las ventajas de esta clase de sentencias en el derecho y la jurisprudencia constitucional compara-
dos, ya que, además, permiten disipar las incoherencias, galimatías, antinomias o confusiones que
puedan contener normas con fuerza o rango de ley.
Las sentencias interpretativas, cuyo fallo se pronuncia fundamentalmente respecto al contenido
normativo, pueden ser, a su vez, estimatorias y desestimatorias. Mediante ellas se dispone que una
disposición legal no es inconstitucional si es que esta puede ser interpretada conforme a la Consti-
tución. Como tal, presupone la existencia, en una disposición legal, de al menos dos opciones
interpretativas, una de las cuales es conforme con la Constitución y la otra incompatible con ella. En
tal caso, el Tribunal Constitucional declara que la disposición legal no será declarada inconstitucio-
nal en la medida en que se la interprete en el sentido que es conforme a la Constitución (Exp. Nº
00010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 29)

214 Sentencias del Tribunal Constitucional. Función normativa de las sentencias que de-
claran la inconstitucionalidad de una norma
[La función normativa de una sentencia que declara la inconstitucionalitad se da] al tener la capa-
cidad de dejar sin efecto las normas con rango de ley, por juzgarlas incompatibles con la Constitu-
ción (artículo 204 de la Constitución), las sentencias recaídas en los procesos de inconstitucionali-
dad que dicta tienen fuerza de ley, superando incluso el poder de la derogación, pues, a diferencia de
esta, la sentencia estimatoria en un proceso de inconstitucionalidad “anula, por completo, la capa-
cidad regulativa de las normas declaradas inconstitucionales” (...). De ahí que el artículo 103 de la
Constitución disponga: “(...) La ley se deroga solo por otra ley. También queda sin efecto por senten-
cia que declara su inconstitucionalidad” (...).
[El Tribunal Constitucional] en aplicación de los principios de presunción de constitucionalidad de
las leyes y de interpretación conforme a la Constitución, ejerce un control sobre el contenido nor-
mativo de las disposiciones legales, invalidando los sentidos interpretativos inconstitucionales e,
incluso, haciendo explícitos aquellos otros sentidos interpretativos que, prima facie, no eran atri-
buidos a las disposiciones sometidas a evaluación (sentencias interpretativas “manipulativas”) (Exp.
Nº 01907-2003-AA, 27/01/05, S1, FJ. 20)

215 Sentencias del Tribunal Constitucional. Función pacificadora


La función pacificadora de la jurisdicción constitucional obliga a esta a comprender que nunca la
pretendida corrección técnico-jurídica de una sentencia es capaz de legitimarla constitucionalmen-
te, si de ella deriva la inseguridad, la incertidumbre y el caos social. De allí que sea deber, y no mera

565
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

facultad del Tribunal Constitucional, ponderar las consecuencias de sus resoluciones, de modo tal
que, sin perjuicio de aplicar la técnica y la metodología interpretativa que resulte conveniente a la
litis planteada, logre verdaderamente pacificar la relación entre las partes, y contribuir a la
certidumbre jurídico-constitucional e institucional de la sociedad toda (Exp. Nº 00005-2005-
CC, 18/11/05, P, FJ. 59)

216 Sentencia constitucional. Fundamentos


La sentencia constitucional requiere, pues, de una teoría material constitucional que la fundamen-
te, dotándola de nuevas herramientas de actuación que abandonen la idea clásica de clasificación
entre actos de declaración del derecho y actos de ejecución. Ello en atención a que la sentencia que
interpreta con la máxima fuerza jurídica las disposiciones constitucionales ocupa una posición de
primer orden entre los actos públicos en el marco del Estado Social y Democrático de Derecho;
verificada además, la especial naturaleza de las pretensiones sobre las que se pronuncia (cosa
juzgada constitucional); por el valor y la fuerza que le otorga el sistema jurídico a sus interpretacio-
nes (IV Disposición Final de la Constitución, artículos 1 de su propia Ley Orgánica, VI y VII del
CPConst.); y, por el poder extrapartes (efectos erga omnes) (Exp. Nº 0168-2007-Q/TC, 02/10/07,
Res FJ. Nº 5)

217 Sentencias del Tribunal Constitucional. Fundamento de las sentencias interpretativas


[E]l fundamento y la legitimidad de uso de este tipo de sentencias [interpretativas] radica en el
principio de conservación de la ley y en la exigencia de una interpretación conforme a la Constitu-
ción, a fin de no lesionar el principio básico de la primacía constitucional; además, se deberá tener
en cuenta el criterio jurídico y político de evitar en lo posible la eliminación de disposiciones lega-
les, para no propender a la creación de vacíos normativos que puedan afectar negativamente a la
sociedad, con la consiguiente violación de la seguridad jurídica (...).
[L]a propia estructura de las disposiciones constitucionales, en las que el grado de indeterminación
es mayor, tanto por el origen de las mismas (pues muchas veces estas disposiciones son fruto de un
consenso alcanzado entre fuerzas políticas) como por su finalidad (pues estas disposiciones buscan
lograr fórmulas en las cuales puedan tener cabida diversas orientaciones políticas), lo que justifica
que el Tribunal Constitucional se encuentre obligado al uso de aquellos métodos interpretativos e
integrativos que le sean útiles para cumplir de manera óptima su función de “órgano de control de
la Constitución” (artículo 201 de la Constitución). Todo ello, evidentemente, con pleno respeto por
los límites que de la propia Norma Fundamental se desprendan (...).
[S]i el Tribunal Constitucional no procediera [expidiendo sentencias interpretativas] (...) y, por el
contrario, se limitara a declarar la inconstitucionalidad de la norma, sin ningún tipo de ponderación
o fórmula intermedia, (...) el resultado sería manifiestamente inconstitucional y entonces nos en-
contraríamos en el escenario de un Tribunal que, con sus resoluciones, fomentaría un verdadero
clima de inseguridad jurídica, en nada favorable al Estado social y democrático de derecho (Exp.
Nº 00010-2002-AI, 03/01/03, P, FJs. 35, 170 y 171)

218 Sentencias del Tribunal Constitucional. Fundamentos de las sentencias estimativas


interpretativas-manipulativas
La existencia de este tipo de sentencias se justifica por la necesidad de evitar los efectos perniciosos
que puedan presentarse en determinadas circunstancias, como consecuencia de los vacíos legales
que surgen luego de la “expulsión” de una ley o norma con rango de ley del ordenamiento jurídico.
Tales circunstancias tienen que ver con la existencia de dos principios rectores de la actividad
jurisdiccional-constituyente, a saber; el principio de conservación de la ley y el principio de inter-
pretación desde la Constitución. Conviene tener presente en qué consisten:
- El principio de conservación de la ley. Mediante este axioma se exige al juez constitucional
“salvar”, hasta donde sea razonablemente posible, la constitucionalidad de una ley impugnada,
en aras de afirmar la seguridad jurídica y la gobernabilidad del Estado.

566
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

Es decir, la expulsión de una ley del ordenamiento jurídico por inconstitucional, debe ser la última
ratio a la que debe apelarse. Así, la simple declaración de inconstitucionalidad no debe ser utilizada,
salvo si es imprescindible e inevitable.
- El principio de interpretación desde la constitución. Mediante este axioma o pauta básica se
asigna un sentido a una ley cuestionada de inconstitucionalidad, a efectos que ella guarde
coherencia y armonía con el plexo del texto fundamental.
Dicha interpretación hace que la ley sea conforme a la Constitución; cabiendo, para tal efecto, que
se reduzca, sustituya o modifique su aplicación para los casos concretos (Exp. Nº 00004-2004-CC,
31/12/04, P, FJ. 3.3)

219 Sentencias del Tribunal Constitucional. Importancia de la jurisprudencia constitucional


La jurisprudencia constitucional es una herramienta fundamental para la construcción y defensa
permanente del Estado Social y Democrático de Derecho, por cuanto permite que el modelo mismo
de organización política no solo se consolide, sino que se desarrolle en un diálogo fructífero y
constante entre texto y realidad constitucional (...).
La jurisprudencia de este Tribunal Constitucional es también una fuente de primer orden no solo
para los tribunales ordinarios y los demás entes públicos, sino para el propio Tribunal a la hora de
decidir un nuevo caso. En cada sentencia de principio, un nuevo dispositivo de nuestra Constitución
es desarrollado sin olvidar que se trata de una obra duradera en el tiempo y en constante movimien-
to. La jurisprudencia del Tribunal Constitucional es, en buena cuenta, Constitución viviente de la
sociedad plural (Exp. Nº 00048-2004-AI, 01/04/05, P, FJs. 9 y 10)

220 Sentencias del Tribunal Constitucional. Invocación preceptiva


La invocación preceptiva es aquella parte de la sentencia en donde se consignan las normas del
bloque de constitucionalidad utilizadas e interpretadas, para la estimación o desestimación de la
petición planteada en una proceso constitucional (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n,
párr. 22)

221 Sentencias del Tribunal Constitucional. Jurisprudencia constitucional como fuente de


derecho
[E]n nuestro sistema jurídico la jurisprudencia también es fuente de derecho para la solución de los
casos concretos, obviamente dentro del marco de la Constitución y de la normatividad vigente.
Esta afirmación se confirma cuando la propia Constitución, en el inciso 8 del artículo 139, reconoce
el principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley. No requiere de una
disposición normativa expresa toda vez que dicha fuente deriva directamente de la función inhe-
rente a los órganos jurisdiccionales que la Constitución configura. En efecto, es inherente a la
función jurisdiccional la creación de derecho a través de la jurisprudencia (Exp. Nº 00047-2004-AI,
24/04/06, P, FJ. 34)

222 Sentencias del Tribunal Constitucional. Legitimidad para diferir efectos


[L]a potestad de los Tribunales o Cortes Constitucionales de diferir los efectos de sus sentencias de
acuerdo a la naturaleza de los casos que son sometidos a su conocimiento, constituye en la actuali-
dad un elemento de vital importancia en el Estado Constitucional de Derecho, pues con el objeto de
evitar los efectos destructivos que podría generar la eficacia inmediata de una sentencia que decla-
ra la inconstitucionalidad de una ley, se tiende a aplazar o suspender los efectos de esta (...).
No debe dejarse de lado, la consideración de que la potestad de diferir los efectos de las decisiones
de inconstitucionalidad por parte del Tribunal Constitucional, no implica en modo alguno suplantar
la labor del Poder Legislativo, sino precisamente el reconocimiento de que es este el órgano consti-
tucional competente para establecer la regulación respectiva (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P,
FJs. 174 y 178)

567
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[L]a aplicación diferida se determina en una sentencia con vacatio setentiae; es decir, las conse-
cuencias jurídicas de una decisión se suspenden durante algún tiempo, atendiendo a la necesidad
de preveer las derivaciones políticas, económicas o sociales que ello alcance. Al respecto, no debe
olvidarse que todo Tribunal Constitucional tiene la obligación de aplicar el principio de previsión
mediante el cual se predetermina la totalidad de las “consecuencias” de sus actos jurisdiccionales.
En ese sentido, los actos jurisdiccionales (tras la expedición de una sentencia) deben contener el
augurio, la proyección y el vaticinio de una “mejor” realidad político-jurídica y la cancelación de un
otrora “mal”. En ese contexto, el efecto diferido evita el hecho de corregir un mal creando otro mal,
el cual es evitable por la vía de la suspensión temporal de los efectos de una sentencia con prece-
dente vinculante.
Los efectos diferidos se manifiestan en las denominadas sentencias exhortativas y en los casos de
sentencias con precedente vinculante de eficacia diferida (prospective overruling) (Exp. Nº 00024-
2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 76 y 77)

223 Sentencias del Tribunal Constitucional. Límites a los efectos temporales retroactivos
en materia penal
[E]l principio de aplicación retroactiva de la ley penal más favorable no puede ser interpretado
desde la perspectiva exclusiva de los intereses del penado. Si tal fuera el caso, toda ley más favora-
ble, incluso aquellas inconstitucionales, inexorablemente deberían desplegar sus efectos retroacti-
vos concediendo la libertad al delincuente.
La interpretación de aquello que resulte más favorable al penado debe ser interpretado a partir de
una comprensión institucional integral, es decir, a partir de una aproximación conjunta de todos los
valores constitucionalmente protegidos que resulten relevantes en el asunto que es materia de
evaluación.
De ahí que, como quedó dicho, por ejemplo, las leyes inconstitucionales que conceden algún bene-
ficio para el reo no podrán desplegar tales efectos porque, siendo el control difuso un poder-deber
de toda la judicatura (artículo 138 de la Constitución), el juez a quien se solicite su aplicación
retroactiva deberá inaplicarla por resultar incompatible con la Constitución.
La retroactividad benigna sustentada en una ley inconstitucional carece de efectos jurídicos (Exp.
Nº 00019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 52)

224 Sentencias del Tribunal Constitucional. Límites de las sentencias interpretativas


Así como la fuerza normativa de la Constitución (artículo 51) y las responsabilidades constituciona-
les con las que deben actuar los poderes públicos (artículo 45 de la Constitución) son las que, en
última instancia, otorgan fundamento constitucional al dictado de las sentencias interpretativas e
integrativas del Tribunal Constitucional, son, a su vez, las que limitan los alcances y oportunidad de
su emisión. De esta manera, y sin ánimo exhaustivo, los límites al dictado de las sentencias inter-
pretativas o integrativas denominadas “manipulativas” (reductoras, aditivas, sustitutivas, y exhor-
tativas) son, cuando menos, los siguientes:
a) En ningún caso vulnerar el principio de separación de poderes, previsto en el artículo 43 de la
Constitución. Esto significa que, a diferencia de la competencia del Congreso de la República de
crear derecho ex novo dentro del marco constitucional (artículos 90 y 102, inciso a, de la
Constitución), las sentencias interpretativas e integrativas solo pueden concretizar una regla de
derecho a partir de una derivación directa de las disposiciones de la Constitución e incluso de las
leyes dictadas por el Parlamento “conforme a ellas”. En suma, deben tratarse de sentencias cuya
concretización de normas surja de una interpretación o analogía secundum constitutionem.
b) No cabe dictarlas cuando, advertida la inconstitucionalidad en la que incurra la ley impugnada,
y a partir de una adecuada interpretación del texto constitucional y del análisis de la unidad del
ordenamiento jurídico, exista más de una manera de cubrir el vacío normativo que la declara-
ción de inconstitucionalidad pueda generar. En dichos casos, corresponde al Congreso de la
República y no a este Tribunal [Constitucional] optar por alguna de las distintas fórmulas

568
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

constitucionales que permitan reparar la inconstitucionalidad, en la que la ley cuestionada


incurre, por lo que solo compete a este Tribunal [Constitucional] apreciar si ella es declarada de
inmediato o se le concede al Parlamento un plazo prudencial para actuar conforme a sus compe-
tencias y atribuciones.
c) Solo cabe dictarlas con las responsabilidades exigidas por la Carta Fundamental (artículo 45 de
la Constitución). Es decir, solo pueden emitirse cuando sean imprescindibles a efectos de evitar
que la simple declaración de inconstitucionalidad residente en la ley impugnada, genere una
inconstitucionalidad de mayores alcances y perversas consecuencias para el Estado social y
democrático de derecho.
d) Solo resultan legítimas en la medida de que este Colegiado [Tribunal Constitucional] argu-
mente debidamente las razones y los fundamentos normativos constitucionales que, a luz de
lo expuesto, justifiquen su dictado; tal como, por lo demás, ha ocurrido en las contadas oca-
siones en las que este Tribunal ha debido acudir a su emisión (...). De este modo, su utiliza-
ción es excepcional, pues, como se dijo, solo tendrá lugar en aquellas ocasiones en las que
resulten imprescindibles para evitar que se desencadenen inconstitucionales de singular
magnitud.
e) La emisión de estas sentencias requiere de la mayoría calificada de votos de los miembros de
este Colegiado (Exp. Nº 00030-2005-PI, 02/02/06, P, FJ. 61)

225 Sentencias del Tribunal Constitucional. Naturaleza del precedente jurisprudencial vin-
culante
La naturaleza del precedente tiene una connotación binaria. Por un lado, aparece como una herra-
mienta técnica que facilita la ordenación y coherencia de la jurisprudencia; y, por otro, expone el
poder normativo del Tribunal Constitucional dentro del marco de la Constitución, el Código Proce-
sal Constitucional y la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05,
P, FJ. s/n, párr. 32)

226 Sentencias del Tribunal Constitucional. Noción del certiorary


En los Estados Unidos de América se ha venido a proponer la figura del ‘writ of certiorary’, a través
de la cual la Corte Suprema tiene la capacidad de ‘escoger’ las causas que llegan a su conocimiento
y, lógicamente, evitar las que, a su entender, no corresponden a su magistratura. La implementa-
ción de esta figura se produjo a partir de 1925, cuando el Judiciary Act introdujo tal mecanismo con
el fin de rechazar casos, al considerar que no existen razones especiales y de importancia para
distraer su tiempo en su resolución. Dado que las cuestiones constitucionales son altamente con-
trovertidas, dicho tribunal sólo se considera en aptitud para resolverlas cuando se encuentren en el
momento adecuado para ello. En este sentido, gracias a su jurisdicción discrecional, puede seleccio-
nar los casos y ‘decidir no decidir’ los casos que no merecen su atención. A través de sus resolucio-
nes, la Corte Suprema determina qué casos de relevancia van a ingresar a desarrollar y crear juris-
prudencia. Eso sí, cuando no admite una petición, no arguye las razones por las cuales llega a tal
decisión (Exp. Nº 2877-2005-PHC/TC, 27/01/06, P, FJ. 24)

227 Sentencias del Tribunal Constitucional. Noción de sentencia constitucional


[Las sentencias del Tribunal Constitucional] aluden a aquellos actos procesales emanados de un
órgano adscrito a la jurisdicción especializada, mediante las cuales se pone fin a una litis cuya
tipología se deriva de alguno de los procesos previstos en el Código Procesal Constitucional. Así, en
los casos de los procesos de hábeas corpus, amparo, hábeas data y cumplimiento, el fin de su
expedición apunta a proteger los derechos constitucionales, reponiendo las cosas al estado anterior
a la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional, o disponiendo el cumplimiento
de un mandato legal o de un acto administrativo; en los casos de los procesos de acción popular e
inconstitucionalidad su finalidad es la defensa de la Constitución frente a infracciones contra su
jerarquía normativa; mientras que en los procesos competenciales tiene por objeto resolver los
conflictos que se susciten sobre las competencias o atribuciones asignadas directamente por la
Constitución o la leyes orgánicas que delimitan los ámbitos propios de los poderes del Estado, los

569
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

órganos constitucionales, los gobiernos regionales o municipales (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/


05, P, FJ. s/n, párr. 2)
[Las sentencias del Tribunal Constitucional] permiten cautelar la supremacía jerárquica de la Cons-
titución y la vigencia plena de los derechos fundamentales de la persona. Por ende, rebasan con
largueza la satisfacción de un interés particular o de beneficio de un grupo, ya que teleológicamente
resguardan los principios y valores contenidos en la Constitución, que, por tales, alcanzan a la
totalidad de los miembros de la colectividad política (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n,
párr. 3)

228 Sentencias del Tribunal Constitucional. Objeto de la declaración del estado de cosas
inconstitucionales
[L]a técnica de la declaración del Estado de Cosas Inconstitucional [tiene por] objeto de expandir los
alcances de la sentencia en un proceso de tutela de derechos fundamentales con efectos, prima
facie, inter partes, evitando que otros ciudadanos afectados por los mismos comportamientos viola-
torios tengan que interponer sucesivas demandas con el fin de lograr lo mismo (...).
La expansión de los efectos de una sentencia más allá de las partes intervinientes en el litigio no
debe causar mayor alarma, puesto que, tratándose de un Tribunal [Constitucional] encargado de la
defensa de la supremacía constitucional, es claro que sus decisiones –no solo en los juicios abstrac-
tos de constitucionalidad, sino también en los casos concretos de tutela de derechos subjetivos–
vincula a todos los poderes públicos. Las interpretaciones del Tribunal constituyen su jurispruden-
cia, que es fuente de derecho y vincula a toda la magistratura en los términos establecidos el
artículo VI del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional (Exp. Nº 03149-2004-AC, 20/
01/05, S2, FJs. 12 y 14)

229 Sentencias del Tribunal Constitucional. Overruling


[L]a técnica del overruling permite cambiar un precedente en su ‘núcleo normativo’ aplicando el
nuevo precedente, ya sea al caso en análisis (eficacia retrospetiva) o, en la mayoría de los supues-
tos, a casos del futuro (prospective overruling) (...).
[L]a técnica del prospective overruling se utiliza cuando un juzgador advierte a la población del
inminente cambio que va a realizar de sus fallos, sin cometer la injusticia ínsita en una modificación
repentina de las reglas que se consideraban como válidas (Exp. Nº 03361-2004-AA, 12/08/05, P, FJ. 5)

230 Sentencias del Tribunal Constitucional. Pago de costos ante la declaración del estado
de cosas inconstitucionales
[A]l haberse incurrido en un comportamiento contrario a la Constitución en los términos [de la
declaración del estado de cosas inconstitucionales] (...), se ha obligado a la recurrente a interponer
una demanda ocasionándole gastos innecesarios que han incrementado su inicial afectación. En
consecuencia, y sin perjuicio de las demás responsabilidades a que hubiera lugar, este Colegiado
considera que corresponde el pago de costos conforme al artículo 56 del Código Procesal Constitu-
cional (Exp. Nº 03149-2004-AC, 20/01/05, S2, FJ. 17)

231 Sentencias del Tribunal Constitucional. Precedente jurisprudencial vinculante como


forma de cubrir un vacío normativo
La función integradora del Tribunal Constitucional permite que, a través de la constitución de un
precedente vinculante, se resuelvan las situaciones derivadas de un vacío normativo (...).
[La] función verificable mediante la expedición de un precedente vinculante se hace patente cuan-
do, se acredita la ausencia absoluta de norma; cuando, a pesar de la existencia de prescripción
jurídica, se entiende que esta se ha circunscrito a señalar conceptos o criterios no determinados en
sus particularidades; cuando existe la regulación jurídica de una materia, pero sin que la norma
establezca una regla específica para solucionar un área con conflicto coexistencial; cuando una
norma deviniese en inaplicable por haber abarcado casos o acarrear consecuencias que el legislador

570
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

histórico no habría establecido de haber conocido aquellas o sospechado estas; cuando dos normas
sin referencia mutua entre sí –es decir en situación de antinomia indirecta– se contradicen en sus
consecuencias jurídicas, haciéndose mutuamente ineficaces; cuando, debido a nuevas circunstan-
cias, surgiesen cuestiones que el legislador histórico no tuvo oportunidad de prever en la norma,
por lo que literalmente no están comprendidas en ella, aunque por su finalidad pudieran estarlo de
haberse conocido anteladamente; y cuando los alcances de una norma perteneciente al bloque de
constitucionalidad no producen en la realidad efectos jurídicos por razones de ocio legislativo (Exp.
Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 55 y 56)

232 Sentencias del Tribunal Constitucional. Presupuestos básicos para el establecimiento


del precedente jurisprudencial vinculante
[Los presupuestos para el establecimiento de un precedente vinculante son los siguientes:]
a) Cuando se evidencia que los operadores jurisdiccionales o administrativos vienen resolviendo
con distintas concepciones o interpretaciones sobre una determinada figura jurídica o frente a
una modalidad o tipo de casos; es decir, cuando se acredita la existencia de precedentes conflic-
tivos o contradictorios.
b) Cuando se evidencia que los operadores jurisdiccionales o administrativos vienen resolviendo
en base a una interpretación errónea de una norma del bloque de constitucionalidad; lo cual, a
su vez, genera una indebida aplicación de la misma.
c) Cuando se evidencia la existencia de un vacío normativo.
d) Cuando se evidencia la existencia de una norma carente de interpretación jurisdiccional en
sentido lato aplicable a un caso concreto, y en donde caben varias posibilidades interpretativas.
e) Cuando se evidencia la necesidad de cambiar de precedente vinculante.
En este supuesto, de conformidad con lo establecido en el Artículo VII del Título Preliminar del
Código Procesal Constitucional, el Tribunal Constitucional debe obligatoriamente expresar los fun-
damentos de hecho y de derecho que sustentan la sentencia y las razones por las cuales se aparta
del precedente (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 49 al 54)

233 Sentencias del Tribunal Constitucional. Rango de ley de las sentencias de inconstitu-
cionalidad
[D]el artículo 103 de la Constitución se deriva que las sentencias de inconstitucionalidad expedidas
por el Tribunal Constitucional tienen rango de ley (Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ. 34)

234 Sentencias del Tribunal Constitucional. Razón declarativa-axiológica


La razón declarativa-axiológica es aquella parte de la sentencia constitucional que ofrece reflexio-
nes referidas a los valores y principios políticos contenidos en las normas declarativas y telológicas
insertas en la Constitución (...).
[La razón declarativa-axiológica] implica el conjunto de juicios de valor concomitantes a la interpre-
tación y aplicación de las normas técnicas y prescriptivas de la Constitución, que permiten justificar
una determinada opción escogitada por el Colegiado. Ello a efectos de consolidar la ideología, la
doctrina y hasta el programa político (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 6 y 7)

235 Sentencias del Tribunal Constitucional. Razón suficiente


La razón suficiente expone una formulación general del principio o regla jurídica que se constituye
en la base de la decisión específica, precisa o precisable, que adopta el Tribunal Constitucional (...).
[La razón suficiente] se constituye en aquella consideración determinante que el Tribunal Constitu-
cional ofrece para decidir estimativa o desestimativamente una causa de naturaleza constitucional;
vale decir, es la regla o principio que el Colegiado establece y precisa como indispensable y, por
ende, como justificante para resolver la litis (...).

571
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

[La razón suficiente s]e trata (...) del fundamento directo de la decisión; que, por tal, eventualmente
puede manifestar la basa, base o puntal de un precedente vinculante.
La razón suficiente (la regla o principio recogida como fundamento) puede encontrarse expresa-
mente formulada en la sentencia o puede ser inferida por la vía del análisis de la decisión adoptada,
las situaciones fácticas y el contenido de las consideraciones argumentativas (Exp. Nº 00024-2003-
AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 8 al 11)

236 Sentencias del Tribunal Constitucional. Razón subsidiaria o accidental


La razón subsidiaria o accidental es aquella parte de la sentencia que ofrece reflexiones, acotaciones
o apostillas jurídicas marginales o aleatorias que, no siendo imprescindibles para fundamentar la
decisión adoptada por el Tribunal Constitucional, se justifican por razones pedagógicas u orientati-
vas, según sea el caso en donde se formulan (...).
[La] razón [subsidiaria] coadyuva in genere para proponer respuestas a los distintos aspectos pro-
blemáticos que comprende la materia jurídica objeto de examen. Ergo expone una visión mas allá
del caso específico; por ende, una óptica global acerca de las aristas de dicha materia.
En efecto, en algunas circunstancias la razón subsidiaria o accidental aparece en las denominadas
sentencias instructivas, las cuales se caracterizan por realizar, a partir del caso concreto, un amplio
desarrollo doctrinario de la figura o institución jurídica que cobija el caso objeto de examen de
constitucionalidad. La finalidad de estas sentencias es orientar la labor de los operadores del dere-
cho mediante la manifestación de criterios que pueden ser utilizados en la interpretación jurisdic-
cional que estos realicen en los procesos a su cargo; amén de contribuir a que los ciudadanos
puedan conocer y ejercitar de la manera más óptima sus derechos (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/
05, P, FJ. s/n, párr. 12 al 14)
[E]l Tribunal Constitucional emplea la razón subsidiaria o accidental en aquellas circunstancias en
donde, a través del proceso de conocimiento de una determinada materia constitucional, establece
un criterio pro persuasivo o admonitorio sobre posibles determinaciones futuras en relación a dicha
materia (Exp. Nº 00024-2003-AI, 10/10/05, P, FJ. s/n, párr. 17)

237 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias de especie


Las sentencias de especie se constituyen por la aplicación simple de las normas constitucionales y
demás preceptos del bloque de constitucionalidad a un caso particular y concreto. En este caso, la
labor del juez constitucional es meramente “declarativa”, ya que se limita a aplicar la norma
constitucional o los otros preceptos directamente conectados con ella (Exp. Nº 00004-2004-CC,
31/12/04, P, FJ. 2.a)

238 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias de principio


Las sentencias de principio son las que forman la jurisprudencia propiamente dicha, porque inter-
pretan el alcance y sentido de las normas constitucionales, llenan las lagunas y forjan verdaderos
precedentes vinculantes (...).
[E]l Tribunal Constitucional peruano ha dictado diversas sentencias emitidas en los Exps. Nº 0008-
2003-AI y Nº 018-2003-AI, que llamaremos “instructivas”, y que se caracterizan por realizar, a
partir del caso concreto, un desarrollo jurisprudencial y doctrinario de los temas más importantes
en discusión. Este tipo de sentencias se justifican porque tienen como finalidad orientar a los jueces
con criterios que puedan utilizar en la interpretación constitucional que realicen en los procesos a
su cargo y, además, porque contribuye a que los ciudadanos ejerciten mejor sus derechos (Exp. Nº
00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 2.b)

239Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias de principio desestimativas


Las sentencias desestimativas son aquellas que declaran, según sea el caso, inadmisibles, improce-
dentes o infundadas las acciones de garantía, o resuelven desfavorablemente las acciones de in-
constitucionalidad. En este último caso, la denegatoria impide una nueva interposición fundada en

572
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

idéntico precepto constitucional (petición parcial y específica referida a una o varias normas conteni-
das o en una ley); además, el rechazo de un supuesto vicio formal no obsta para que esta ley no pueda
ser cuestionada ulteriormente por razones de fondo (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 4)

240 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias de principio estimativas


Las sentencias estimativas son aquellas que declaran fundada una demanda de inconstitucionali-
dad. Su consecuencia jurídica específica la eliminación o expulsión de la norma cuestionada del
ordenamiento jurídico, mediante una declaración de invalidez constitucional. En dicha hipótesis, la
inconstitucionalidad se produce por la colisión entre el texto de una ley o norma con rango de ley y
una norma, principio o valor constitucional. Las sentencias estimativas pueden ser de simple anu-
lación, interpretativa propiamente dicha o interpretativas-manipulativas (normativas) (Exp. Nº
00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 3)

241 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias desestimativas por rechazo simple
La desestimación por rechazo simple: En este caso el órgano de control de la constitucionalidad
resuelve declarar infundada la demanda presentada contra una parte o la integridad de una ley o
norma con rango de ley (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 4.1)

242 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias desestimativos por el sentido in-
terpretativo
La desestimación por sentido interpretativo (interpretación estrictu sensu). En este caso el órgano
de control de la constitucionalidad establece una manera creativa de interpretar una ley parcial o
totalmente impugnada. Es decir, son aquellas en donde el órgano de control de la constitucionalidad
declara la constitucionalidad de una ley cuestionada, en la medida que se la interpreta en el sentido
que este considera adecuado, armónico y coherente con el texto fundamental.
En ese entendido, se desestima la acción presentada contra una ley, o norma con rango de ley,
previo rechazo de algún o algunos sentidos interpretativos considerados como infraccionantes del
texto supra. Por ende, se establece la obligatoriedad de interpretar dicha norma de “acuerdo” con la
Constitución; vale decir, de conformidad con la interpretación declarada como única, exclusiva y
excluyentemente válida (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 4.2)

243 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias estimativas de simple anulación


En (...) [el caso de las sentencias estimativas de simple anulación], el órgano de control constitucio-
nal resuelve dejar sin efecto una parte o la integridad del contenido de un texto. La estimación es
parcial cuando se refiere a la fracción de una ley o norma con rango de ley (un artículo, un párrafo,
etc.); y, por ende, ratifica la validez constitucional de las restantes disposiciones contenidas en el
texto normativo impugnado. La estimación es total cuando se refiere a la plenitud de una ley o
norma con rango de ley; por ende, dispone la desaparición íntegra del texto normativo impugnado
del ordenamiento jurídico (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 3.1)

244 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias estimativas interpretativas propia-


mente dichas
En (...) [el caso de las sentencias estimativas interpretativas propiamente dichas,] el órgano de
control constitucional, según sean las circunstancias que rodean el proceso constitucional, declara
la inconstitucionalidad de una interpretación errónea efectuada por algún operador judicial, lo cual
acarrea una aplicación indebida.
Dicha modalidad aparece cuando se ha asignado al texto objeto de examen una significación y
contenido distinto al que la disposición tiene cabalmente. Así, el órgano de control constitucional
puede concluir en que por una errónea interpretación se han creado “normas nuevas”, distintas de
las contenidas en la ley o norma con rango de ley objeto de examen. Por consiguiente, establece que
en el futuro los operadores jurídicos estarán prohibidos de interpretar y aplicar aquella forma de
interpretar declarada contraria a la Constitución (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 3.2)

573
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

245 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias estimativas interpretativas-mani-


pulativas
En (...) [el caso de las sentencias estimativas interpretativas-manipulativas,] el órgano de control
constitucional detecta y determina la existencia de un contenido normativo inconstitucional dentro
de una ley o norma con rango de ley. La elaboración de dichas sentencias está sujeta alternativa y
acumulativamente a dos tipos de operaciones: la ablativa y la reconstructiva.
La operación ablativa o de exéresis consiste en reducir los alcances normativos de la ley impugnada
“eliminando” del proceso interpretativo alguna frase o hasta una norma cuya significación colisiona
con la Constitución. Para tal efecto, se declara la nulidad de las “expresiones impertinentes”; lo que
genera un cambio del contenido preceptivo de la ley.
La operación reconstructiva o de reposición consiste en consignar el alcance normativo de la ley
impugnada “agregándosele” un contenido y un sentido de interpretación que no aparece en el texto
por sí mismo (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 3.3)

246 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias interpretativas


Las sentencias interpretativas recaen normalmente sobre disposiciones de las que se pueden ex-
traer varios sentidos interpretativos, por lo que corresponde al Tribunal Constitucional analizar la
constitucionalidad de todas aquellas normas que se desprenden de la disposición cuestionada con la
finalidad de verificar cuáles se adecuan a la Constitución y cuáles deben ser expulsadas del ordena-
miento jurídico (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 32)

247 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias interpretativas-manipulativas re-


ductoras
Las sentencias reductoras: Son aquellas que señalan que una parte (frases, palabras, líneas, etc.)
del texto cuestionado es contraria a la Constitución, y ha generado un vicio de inconstitucionalidad
por su redacción excesiva y desmesurada.
En ese contexto, la sentencia ordena una restricción o acortamiento de la “extensión” del contenido
normativo de la ley impugnada. Dicha reducción se produce en el ámbito de su aplicación a los
casos particulares y concretos que se presentan en la vía administrativa o judicial.
Para tal efecto, se ordena la inaplicación de una parte del contenido normativo de la ley cuestionada
en relación a algunos de los supuestos contemplados genéricamente; o bien en las consecuencias
jurídicas preestablecidas. Ello implica que la referida inaplicación abarca a determinadas situacio-
nes, hechos, acontecimientos o conductas originalmente previstas en la ley; o se dirige hacia algu-
nos derechos, beneficios, sanciones o deberes primicialmente previstos.
En consecuencia, la sentencia reductora restringe el ámbito de aplicación de la ley impugnada a
algunos de los supuestos o consecuencias jurídicas establecidas en la literalidad del texto (Exp. Nº
00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 3.3.1)

248 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias interpretativas-manipulativas adi-


tivas
Las sentencias aditivas: Son aquellas en donde el órgano de control de la constitucionalidad de-
termina la existencia de una inconstitucionalidad por omisión legislativa.
En ese contexto procede a “añadir” algo al texto incompleto, para transformarlo en plenamente
constitucional. En puridad, se expiden para completar leyes cuya redacción róñica presenta un
contenido normativo “menor” respecto al exigible constitucionalmente. En consecuencia, se trata
de una sentencia que declara la inconstitucionalidad no del texto de la norma o disposición general
cuestionada, sino más bien de lo que los textos o normas no consignaron o debieron consignar.
En ese sentido, la sentencia indica que una parte de la ley impugnada es inconstitucional, en tanto
no ha previsto o ha excluido algo. De allí que el órgano de control considere necesario “ampliar” o

574
DERECHO PROCESALCONSTITUCIONAL.

“extender” su contenido normativo, permitiendo su aplicación a supuestos inicialmente no contem-


plados, o ensanchando sus consecuencias jurídicas.
La finalidad en este tipo de sentencias consiste en controlar e integrar las omisiones legislativas
inconstitucionales; es decir, a través del acto de adición, evitar que una ley cree situaciones contra-
rias a los principios, valores o normas constitucionales.
Es usual que la omisión legislativa inconstitucional afecte el principio de igualdad; por lo que al
extenderse los alcances de la norma a supuestos o consecuencias no previstos para determinados
sujetos, en puridad lo que la sentencia está consiguiendo es homologar un mismo trato con los
sujetos comprendidos inicialmente en la ley cuestionada.
El contenido de lo “adicionado” surge de la interpretación extensiva, de la interpretación sistemá-
tica o de la interpretación analógica (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 3.3.2)
[M]ediante las sentencias denominadas aditivas, se declara la inconstitucionalidad de una disposi-
ción o una parte de ella, en cuanto se deja de mencionar algo (“en la parte en la que no prevé que
(...)”) que era necesario que se previera para que ella resulte conforme a la Constitución. En tal
caso, no se declara la inconstitucionalidad de todo el precepto legal, sino solo de la omisión, de
manera que, tras la declaración de inconstitucionalidad, será obligatorio comprender dentro de la
disposición aquello omitido (Exp. Nº 00010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 30)

249 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias interpretativas-manipulativas es-


tipulativas
Las sentencias estipulativas: Son aquellas en donde el órgano de control de la constitucionalidad
establece, en la parte considerativa de la sentencia, las variables conceptuales o terminológicas que
utilizará para analizar y resolver una controversia constitucional. En ese contexto, se describirá y
definirá en qué consisten determinados conceptos (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 3.3.5)

250 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias interpretativas-manipulativas ex-


hortativas
Las sentencias exhortativas: Son aquellas en donde el órgano de control constitucional declara la
incompatibilidad constitucional de una parte o la totalidad de una ley o norma con rango de ley,
pese a lo cual no dispone su inmediata expulsión del ordenamiento constitucional, sino que reco-
mienda al Parlamento para que, dentro de un plazo razonable, expida una ley sustitutoria con un
contenido acorde a las normas, principios o valores constitucionales.
Como puede observarse, si en sede constitucional se considera ipso facto que una determinada
disposición legal es contraria a la Constitución, en vez de declararse su invalidez constitucional, se
confiere al legislador un plazo determinado o determinable para que la reforme, con el objeto de
eliminar la parte violatoria del texto fundamental (Exp. Nº 00004-2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 3.3.4)
[Las sentencias exhortativas] son aquellas en virtud de las cuales, al advertirse una manifestación
de inconstitucionalidad en un determinado dispositivo legal, sin embargo, el Tribunal Constitucio-
nal solo declara su mera incompatibilidad y exhorta al legislador para que, en un plazo razonable,
introduzca aquello que es necesario para que desaparezca el vicio meramente declarado (y no san-
cionado) (Exp. Nº 00010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 32)
[D]etrás de dichas sentencias [exhortativas] se halla la necesidad de no crear vacíos legislativos o
generar peores efectos que los que se podrían producir con la declaración de la inconstitucionalidad
de una disposición legal. Al igual que cualquier sentencia constitucional, ellas también vinculan a
los poderes públicos, y si bien no determinan un plazo concreto o determinado dentro del cual deba
subsanarse la omisión, sin embargo, transcurrido un plazo de tiempo razonable, a propósito de la
protección de derechos constitucionales, pueden alcanzar por completo sus efectos estimatorios,
hasta ahora solo condicionados (Exp. Nº 00010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 33)

575
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

251 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias interpretativas-manipulativas sus-


titutivas
Las sentencias sustitutivas: Son aquellas en donde el órgano de control de la constitucionalidad
declara la inconstitucionalidad parcial de una ley y, simultáneamente, incorpora un reemplazo o
relevo del contenido normativo expulsado del ordenamiento jurídico; vale decir, dispone una modi-
ficación o alteración de una parte literal de la ley.
Ahora bien, debe aclararse que la parte sustituyente no es otra que una norma ya vigente en el
ordenamiento jurídico.
La actividad interpretativa se canaliza con el traslado de los supuestos o las consecuencias jurídicas
de una norma aprobada por el legislador, hasta la parte de la ley cuestionada -y en concreto afectada
de inconstitucional-, con el objeto de proceder a su inmediata integración. Dicha acción se efectúa
excepcionalmente para impedir la consumación de efectos políticos, económicos, sociales o cultura-
les gravemente dañosos y derivados de la declaración de inconstitucionalidad parcial (Exp. Nº 00004-
2004-CC, 31/12/04, P, FJ. 3.3.3)
[L]as sentencias sustitutivas se caracterizan por el hecho de que con ellas el Tribunal Constitucional
declara la inconstitucionalidad de una ley en la parte en la que prevé una determinada cosa, en vez
de prever otra. En ese caso, la decisión sustitutiva se compone de dos partes diferentes: una que
declara la inconstitucionalidad de un fragmento o parte de la disposición legal impugnada, y otra
que la “reconstruye”, a través de la cual el Tribunal Constitucional procede a dotar, a la misma
disposición, de un contenido diferente, de acuerdo con los principios constitucionales vulnerados.
Tales decisiones –las aditivas y las sustitutivas–, en realidad, no innovan el ordenamiento jurídico,
si es que con ello se quiere expresar el acto por el cual el Poder Legislativo innova el ordenamiento
jurídico “escribiendo” y poniendo en vigencia nuevas disposiciones legales, pues evidentemente, el
Tribunal Constitucional no tiene capacidad para hacerlo (Exp. Nº 00010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 31)

252 Sentencias del Tribunal Constitucional. Vacatio sententiae en sentencias interpretati-


vas-manipulativas exhortativas
En este tipo de sentencias [exhortativas] se invoca el concepto de vacatio setentiae, mediante el
cual se dispone la suspensión de la eficacia de una parte del fallo. Es decir, se modulan los efectos de
la decisión en el tiempo. Dicha expresión es un equivalente jurisprudencial de la vacatio legis o
suspensión temporal de la entrada en vigencia de una ley aprobada (Exp. Nº 00004-2004-CC,
31/12/04, P, FJ. 3.3.4)
El Tribunal Constitucional tiene el deber de prever las consecuencias de sus decisiones y, por tal
motivo, teniendo en cuenta que la declaración de inconstitucionalidad del artículo 1 de la Ley Nº
28047 dejaría un vacío normativo susceptible de generar efectos nefastos en el funcionamiento del
régimen pensionario del Decreto Ley Nº 20530, dispone una vacatio sententiae.
En esa medida, la presente sentencia comenzará a surtir efectos una vez que el legislador haya
promulgado la norma correspondiente, que reemplace la actualmente vigente y que ha sido decla-
rada inconstitucional, de tal manera que no quede un vacío en la regulación del porcentaje mensual
de pago de pensión correspondiente al régimen pensionario del Decreto Ley Nº 20530.
Por consiguiente, se propone al Congreso emitir, a la brevedad posible, la norma que modifique el
contenido del artículo 1 de la Ley N° 28047, respetando los principios establecidos y desarrollados
por este Tribunal (Exp. Nº 00030-2004-AI, 02/12/05, P, FJs. 13 y 14)

253 Sentencia del Tribunal Constitucional. Valor jurídico constitucional


Que por todo ello, el valor de la sentencia constitucional se encuentra no solo en la ponderación
objetiva de su función en el marco del ordenamiento constitucional, sino por los efectos derivados
de la vis subjetiva de la decisión judicial estimatoria que deviene en ejecutada en sus propios
términos; es decir, como componente esencial del derecho a la tutela judicial efectiva (artículo 139º
inciso 3 de la Constitución) y como la principal forma restitutiva de los derechos fundamentales
lesionados en la relación jurídica material que es llevada a proceso, permitiendo que las situaciones
inconstitucionales se modifiquen o reviertan (Exp. Nº 0168-2007-Q/TC, 02/10/07, Res FJ. Nº 6)

576
DERECHO PROCESALPENAL .

DERECHO
PROCESAL PENAL

ACCIÓN PENAL

001 Acción penal. Formas de extinción


[L]a ley considera varias razones que permiten extinguir la acción penal, en virtud de las cuales el
Estado autolimita su potestad punitiva: pueden ser causas naturales (muerte del infractor), crite-
rios de pacificación o solución de conflictos sociales que tienen como base la seguridad jurídica
(cosa juzgada o prescripción) o razones sociopolíticas o de Estado (amnistía) (Exp. N° 9291-2006-
PHC/TC, 27/03/07, S1, FJ. 3)

002 Prescripción de la acción penal. Igual cómputo para cómplice


[S]i bien la condena a imponerse en un proceso penal puede ser variable en atención al grado de
participación del agente, el plazo de prescripción del delito se computa sobre la base del plazo
máximo legal establecido para el delito imputado, siendo éste el único referente válido (Exp. N°
9291-2006-PHC/TC, 27/03/07, S1, FJ. 9)

003 Prescripción de la acción penal. Principios de economía y celeridad procesal


En este orden de ideas, resulta lesivo a los principios de economía y celeridad procesal, vinculados
al derecho al debido proceso, que el representante del Ministerio Público, titular de la acción penal,
sostenga una imputación cuando ésta se ha extinguido, o que formule denuncia penal cuando la
potestad persecutoria del Estado, por el transcurso del tiempo, se encuentra extinguida, y que el
órgano jurisdiccional abra instrucción o emita sentencia condenatoria en tales supuestos (Exp. N°
9291-2006-PHC/TC, 27/03/07, S1, FJ. 4)

APLICACIÓN DE LA LEY PROCESAL PENAL

004 Aplicación inmediata de la ley procesal penal. Vigencia y obligatoriedad de la ley


[En] las normas procesales penales rige el principio tempus regit actum, que establece que la ley
procesal aplicable en el tiempo es la que se encuentra vigente al momento de resolver. Esto supone
la aplicación inmediata de la ley procesal, mas no que a través de ella se regulen actos procesales ya
cumplidos con la legislación anterior (Exp. Nº 01805-2005-HC, 29/04/05, S2, FJ. 46)

COLABORACIÓN EFICAZ

005 Colaboración eficaz. Colaborador eficaz no tiene obligación de decir la verdad


[E]l inculpado o acusado que presta colaboración eficaz, por el hecho de acogerse a un beneficio de
esta clase, no deja de tener la situación jurídica de inculpado.Y porque la tiene, en ejercicio del
derecho a no confesar su responsabilidad, no tiene la obligación de decir la verdad (Exp. Nº 003-
2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 284).

577
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

006 Colaboración eficaz. Condiciones de procedencia de la colaboración eficaz


El instituto de la colaboración eficaz centra en la figura del colaborador, también denominado “arre-
pentido”, la posibilidad de alcanzar los fines para el cual fue creado. Y es en las exigencias que se
imponen para conceder el beneficio que su regulación puede comprometer derechos fundamentales
reconocidos en la Ley Fundamental. En efecto, (…) para acogerse al beneficio de la colaboración
eficaz, y así obtener una exención o atenuación de pena, el arrepentido asume una situación singu-
lar en el proceso penal. Por un lado, tiene la condición de investigado o imputado, en la medida que
confiesa su participación en cualquiera de los delitos para los cuales se ha previsto el beneficio.
Pero, de otro, también asume la condición de inculpado-testigo, ya que para acogerse al beneficio
proporciona información sobre actos criminales de terceros [artículo 3 de la Ley Nº 27378] (Exp. Nº
003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 270).

007 Colaboración eficaz. Definición de colaboración eficaz


La institución de la colaboración eficaz es un instituto del denominado “Derecho Penal Premial”,
mediante el cual se atenúa o exime de responsabilidad penal a la persona que colabora con las
autoridades de persecución penal en el descubrimiento y juzgamiento de delitos perpetrados en el
ámbito de la criminalidad organizada, supuestos que se encuentran regulados por la Ley Nº 27378
y sus modificatorias (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 268).

DECLARACIÓN

008 Invalidez de las declaraciones obtenidas por violencia. Finalidad


[E]l apartado h del inciso 24) del artículo 2 de la Constitución prescribe el derecho a que se establez-
ca la invalidez de las declaraciones obtenidas mediante el uso de la violencia en sentido lato. Esta
facultad tiene como fin enervar el valor jurídico de aquellas revelaciones o exposiciones alcanzadas
mediante cualesquiera de las formas de agresión anteriormente señaladas. El funcionario estatal
que emplee la violencia injustificada incurre en la comisión de ilícito justiciable penalmente (Exp.
Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res, FJ. 2.5)

009 Invalidez de las declaraciones obtenidas por violencia. Independencia de la validez


del proceso penal
Si bien se cuestiona la validez de las declaraciones de los beneficiarios obtenidas con vis compulsiva
por dirigentes de las Rondas Campesinas (…) [ello] no enerva la regularidad del proceso penal
abierto contra los beneficiarios, pues la idoneidad probatoria de estas declaraciones deberán ser
apreciadas oportunamente por los órganos judiciales en el desarrollo del propio proceso penal, vía
punitiva (Exp. Nº 1617-2005-HC, 17/05/05, S2, FJ. 1)

DERECHOS FUNDAMENTALES EN EL PROCESO PENAL

010 Derecho a la pluralidad de instancias. Efectos de la impugnación penal


En materia penal, la interposición de un medio impugnatorio tiene la virtud de determinar la com-
petencia del órgano judicial superior, en el sentido de que este no puede: a) modificar arbitraria-
mente el ilícito penal con el que se venía juzgando al procesado; y, b) aumentar la pena inicialmente
impuesta, si ningún otro sujeto procesal ha hecho ejercicio de los medios impugnatorios (...) (Exp.
Nº 1231-2002-HC/TC, 21/07/02, P, FJ. 2)

011 Derecho a no incriminarse. Ámbito normativo del derecho a no autoincriminarse


[El] ámbito normativo [del derecho a no autoincriminarse] no se agota en garantizar la facultad de
no ser obligado a declarar contra sí mismo o a confesar su propia culpabilidad, de modo que pueda
entenderse que, respecto a sus coinculpados, el imputado sí tenga la obligación de hablar o acusar.

578
DERECHO PROCESALPENAL .

La incoercibilidad del imputado comprende ambos supuestos y, en ese sentido, debe indicarse que
este derecho garantiza la potestad del imputado o acusado de un ilícito penal a guardar silencio
sobre los hechos por los cuales es investigado o acusado penalmente, tanto en lo que le atañe como
en lo que incumbe a terceros (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 274).

012 Derecho a no incriminarse. Derecho a no autoincriminarse como contenido del debi-


do proceso
[El derecho a no autoincriminarse] garantiza a toda persona no ser obligada a descubrirse contra sí
misma (nemo tenetur se detegere), no ser obligada a declarar contra sí misma (nemo tenetur edere
contra se) o, lo que es lo mismo, no ser obligada a acusarse a sí misma (nemo tenetur se ipsum
accusare) (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 274).

013 Derecho a no incriminarse. Derecho a no autoincriminarse como manifestación del


debido proceso
El derecho a no autoincriminarse no se encuentra reconocido expresamente en la Constitución. Sin
embargo, se trata de un derecho fundamental de orden procesal que forma parte de los derechos
implícitos que conforman el derecho al debido proceso penal, este último reconocido en el inciso 3)
del artículo 139 de la Constitución. Su condición de derecho implícito que forma parte de un dere-
cho expresamente reconocido, también se puede inferir a partir de la función que los tratados inter-
nacionales en materia de derechos humanos están llamados a desempeñar en la interpretación y
aplicación de las disposiciones por medio de las cuales se reconocen derechos y libertades en la Ley
Fundamental (IV Disposición Final y Transitoria) (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 272).

014 Derecho a no incriminarse. Protección del derecho a no autoincriminarse en el proce-


so penal
[S]i el derecho a no autoincriminarse comprende el derecho a guardar silencio, en el ámbito jurisdic-
cional, los jueces y tribunales tienen la obligación de no asumir una aceptación tácita del silencio, pero
sí a darle un sentido interpretativo del mismo que pueda ayudar a dilucidar la causa. Y es que sí existe
un deber de respetar, cumplir y defender la Constitución y el ordenamiento jurídico de la Nación,
según dispone el artículo 38 de la Constitución (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 276).
[L]os jueces y tribunales también tienen la obligación de negar valor a las declaraciones obtenidas
por la violencia, lo que no debe entenderse en términos restrictivos, con referencia únicamente a la
violencia psíquica o física, sino en un sentido amplio, como omnicomprensiva de toda información
obtenida del investigado o acusado sin su voluntad. Como se ha dicho antes, el derecho a no confe-
sar la culpabilidad garantiza la incoercibilidad del imputado o acusado. Sin embargo, dicho ámbito
garantizado no es incompatible con la libertad del procesado o acusado para declarar voluntaria-
mente, incluso autoincriminándose (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 276).
Claro está, siempre que ello provenga del ejercicio de su autonomía de la voluntad o, dicho en
sentido negativo, no sea consecuencia de la existencia de cualquier vestigio de coacción estatal o de
autoincriminaciones inducidas por el Estado por medio del error, engaño o ardid. Un ejercicio de la
libertad en ese sentido está también garantizado por el deber de no mentir, sino más bien de contri-
buir al cumplimiento de las normas legales. No obstante, para que una declaración autoinculpatoria
pueda considerarse como libremente expresada a través de los órganos de control penal, el Estado
tiene el deber de informar al investigado, denunciado, procesado o acusado las ventajas y desven-
tajas que una conducta de esa naturaleza podría generar. Impone también a los órganos judiciales la
obligación de no sustentar una pena solo sobre la base de tal autoincriminación (Exp. Nº 003-2005-
PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 277 y 278).

015 Derecho a no incriminarse. Protección del derecho a no autoincriminarse frente a ac-


tos estatales
[P]ara los efectos de que este derecho [a no incriminarse] no sufra un menoscabo que pueda ser
calificado como arbitrario, el Estado está prohibido de ejercer violencia psíquica o física sobre el

579
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

inculpado o acusado y ejecutar métodos engañosos o de naturaleza análoga que pudieran estar
destinados a obtener involuntariamente información sobre los hechos criminales por los cuales se
le investiga o acusa en un proceso penal (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 276).

016 Derecho a no incriminarse. Relación entre el derecho a no autoincriminarse y la pre-


sunción de inocencia
[A]quellos casos en los que se efectúe una autoincriminación, o cuando la incriminación de terceros
se efectúe sin faltar a la verdad, una exigencia mínima que se deriva del contenido constitucional-
mente garantizado del principio/derecho de presunción de inocencia, es que la información propor-
cionada por los arrepentidos solo se considere como prueba de cargo que sustente una pena, si se
corrobora mínimamente con otras pruebas actuadas en el proceso penal, pruebas que, además, se
hayan actuado en el proceso con el respeto de los derechos fundamentales procesales durante el
juicio oral (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 286).

017 Derecho de defensa. Afectación del contenido esencial


La Constitución reconoce el derecho de defensa en el inciso 14), artículo 139, en virtud del cual se
garantiza que los justiciables, en la protección de sus derechos y obligaciones, cualquiera sea su
naturaleza (civil, mercantil, penal, laboral, etc.), no queden en estado de indefensión. El contenido
esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquie-
ra de las partes resulta impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de ejercer los me-
dios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos (Exp. Nº
1231-2002-HC/TC, 21/07/02, P, FJ. 2)
En virtud de él [derecho de defensa] se garantiza que los justiciables, en la determinación de sus
derechos y obligaciones, cualquiera sea su naturaleza (civil, mercantil, penal, laboral, etc.), no
queden en estado de indefensión. Por ello, el contenido esencial del derecho de defensa queda
afectado cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por
concretos actos de los órganos judiciales, de hacer uso de los medios necesarios, suficientes y
eficaces para ejercer la defensa de sus derechos e intereses legítimos (...). [A]l variarse el tipo penal
por el que venía siendo juzgado el actor, (....)se impidió que el actor pudiera ejercer, eficazmente, su
defensa, en tanto esta se encontraba destinada a probar que no era autor de un ilícito penal deter-
minado, mientras que fue condenado por otro, que, aunque del mismo género, sin embargo, no fue
objeto del contradictorio (Exp. Nº 1230-2002-HC, 20/06/02, P, FJ. 18)

018 Derecho de defensa. Ámbito de aplicación y garantías mínimas


Como tal, la garantía de no quedar en estado de indefensión se proyecta a lo largo de todo el proceso
y, por su propio efecto expansivo, contiene, a su vez, un conjunto de garantías mínimas que en todo
momento deben observarse. Entre ellas se encuentra, conforme dispone el artículo 8.2 de la Con-
vención Americana de Derechos Humanos, la necesidad de conceder al inculpado el tiempo y los
medios adecuados para la preparación de su defensa, el derecho de defenderse a través de un
defensor de su elección y, por lo que ahora importa resaltar, el derecho del inculpado de comunicar-
se libre y privadamente con su defensor (Exp. Nº 0726-2002-HC, 21/06/02, P, FJ. 21)

019 Derecho de defensa. Aplicación al acto de no ratificación


El estado de indefensión opera en el momento en que, al atribuírsela la comisión de un acto u
omisión antijurídicos, se le sanciona sin permitirle ser oído o formular sus descargos, con las debidas
garantías, situación que puede extenderse a lo largo de todas las etapas del proceso y frente a cual-
quier tipo de articulaciones que se puedan promover (Exp. Nº 1941-2002-AA, 27/01/03, S1, FJ. 12)
[E]l derecho de defensa que le asiste a una persona en el marco de un proceso sancionatorio en el
que el Estado hace uso de su ius puniendi, ya sea mediante el derecho penal o administrativo
sancionador, no es aplicable al acto de no ratificación, ya que este no constituye una sanción ni el
proceso de ratificación es, en puridad, un procedimiento administrativo penalizador (Exp. Nº 1994-
2004-AA, 15/06/05, S1, FJ. 7)

580
DERECHO PROCESALPENAL .

020 Derecho de defensa. Aplicación en la investigación policial


Si bien una interpretación literal de la primera parte del inciso 14) del artículo 139 de la Constitu-
ción parecería circunscribir el reconocimiento del derecho de defensa al ámbito del proceso, una
interpretación sistemática de la última parte del mismo precepto constitucional permite concluir
que ese derecho a no ser privado de la defensa debe entenderse, por lo que hace al ámbito penal,
como comprensivo de la etapa de investigación policial, desde su inicio; de manera que el derecho
a ser asesorado por un defensor, libremente elegido, no admite que, por ley o norma con valor de
ley, este ámbito pueda reducirse y, en ese sentido, disponerse que el derecho a ser asistido por un
profesional del derecho no alcance el momento previo a la toma de la manifestación (Exp. Nº 0010-
2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 121)

021 Derecho de defensa. Aplicación en todas las etapas del proceso


Como en diversas causas se ha sostenido, el derecho en referencia [derecho de defensa] protege el
derecho a no quedar en estado de indefensión en cualquier etapa del proceso judicial o del procedi-
miento administrativo sancionatorio. Este estado de indefensión al que se ha hecho alusión no solo
opera en el momento en que, pese a atribuírsele la comisión de un acto u omisión antijurídico, se le
sanciona a un justiciable o a un particular, sin permitirle ser oído o formular sus descargos, con las
debidas garantías, sino a lo largo de todas las etapas del proceso y frente a cualquier tipo de articu-
laciones que se puedan promover (Exp. Nº 2209-2002-AA, 12/12/03, P, FJ. 12)

022 Derecho de defensa. Caso de abogado procesado


[A]mbas dimensiones [material y formal] del derecho de defensa pueden ser ejercidas por un aboga-
do que, al mismo tiempo, viene siendo procesado. Para ello es preciso que el letrado esté debida-
mente capacitado y habilitado conforme a ley (Exp. Nº 1323-2002-HC, 09/07/02, P, FJ. 3)

023 Derecho de defensa. Como elemento de la tutela procesal efectiva


La defensa de una persona es un elemento también clave de la configuración de la tutela procesal
efectiva, puesto que un proceso no puede considerarse como respetuoso de la persona si no se le
permite la posibilidad de presentar sus argumentos, estrategia y elementos de respaldo jurídico
necesarios. Así, la defensa también es un derecho-regla de la tutela procesal efectiva (...) (Exp. Nº
6712-2005-HC/TC, 17/10/05, P, FJ. 31)

024 Derecho de defensa. Como garantía de los justiciables


El derecho de defensa garantiza que los justiciables, en la determinación de sus derechos y obliga-
ciones, sea cual fuere su naturaleza (civil, mercantil, penal, laboral, etc.), no queden en estado de
indefensión (...) (Exp. Nº 1330-2002-HC, 09/07/02, P, FJ. 2)

025 Derecho de defensa. Comunicación a través de locutorio


[A]l realizarse la entrevista con el abogado defensor a través del vidrio del locutorio, no implica
transgresión a la comunicación personal que dispone la Norma Suprema, siempre que se garantice
la confidencialidad de la entrevista entre el abogado y su defendido, así como la prohibición de todo
control sobre algún aspecto de la estrategia legal diseñada para efectos del proceso penal. Es claro que
en un locutorio la comunicación con el abogado defensor no se ve coaccionada, sino simplemente
regulada según las condiciones necesarias para el cumplimiento de la pena del interno. Sin embargo,
para la aplicación del uso de locutorios se deberán considerar parámetros mínimos; entre otros, los
supuestos en los que procede su aplicación, la necesidad de fundamentar la medida, el procedimiento
para su aplicación, o la duración de la medida (Exp. Nº 0774-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 21)

026 Derecho de defensa. Contenido constitucionalmente protegido


[F]orma parte del contenido constitucionalmente protegido del derecho de defensa el poder dispo-
ner de un tiempo razonable y de contar con los medios adecuados para su preparación. Sin embargo,
no juzga que tal contenido del derecho de defensa se haya visto lesionado por el hecho de [sentenciar

581
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

la causa] al día siguiente de haberse concluido el acto del juicio oral. Y es que (...) la celeridad de
la decisión judicial no está en relación directa con la existencia de un estado de indefensión (....),
sino con la capacidad del juzgador de resolver prontamente (Exp. Nº 1330-2002-HC, 09/07/02, P,
FJ.3)
[E]n relación al derecho de defensa (...), este Tribunal debe recordar que dentro del contenido
constitucionalmente protegido de este derecho no se encuentra el que una investigación criminal a
realizarse por un juez pueda iniciarse solo después de haberse oído a la persona contra la que se
abrirá el proceso penal. Sí garantiza, en cambio, que en el desarrollo del proceso penal mismo, el
imputado de la comisión de determinados delitos no quede en estado de indefensión (Exp. Nº 0506-
2005-PA/TC, 08/03/05, P, FJ. 6)
El contenido constitucionalmente protegido del derecho de defensa garantiza que toda persona
sometida a detención, policial o judicial, deba ser informada irrestrictamente de las razones que lo
promueven, y que, desde su inicio, hasta su culminación, pueda ser asistida por un defensor libre-
mente elegido (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 122)

027 Derecho de defensa. Derecho de petición como contenido del derecho de defensa
[E]l derecho de petición se hace efectivo con la formulación de la petición, encontrándose la Admi-
nistración obligada únicamente a recibirla y dar respuesta a ella, en la medida que su contenido
constitucional consiste en la libertad y el derecho de formular una solicitud ante la Autoridad
Pública, cuya decisión en cuanto a su otorgamiento es graciable, esto es, queda sujeta a la discrecio-
nalidad de la autoridad requerida (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 83).

028 Derecho de defensa. Doble dimensión


El ejercicio del derecho de defensa, de especial relevancia en el proceso penal, tiene una doble
dimensión: una material, referida al derecho del imputado de ejercer su propia defensa desde el
mismo instante en que toma conocimiento de que se le atribuye la comisión de determinado hecho
delictivo; y otra formal, que supone el derecho a una defensa técnica; esto es, al asesoramiento y
patrocinio de un abogado defensor durante todo el tiempo que dure el proceso. Ambas dimensiones
del derecho de defensa forman parte del contenido constitucionalmente protegido del derecho en
referencia. En ambos casos, se garantiza el derecho a no ser postrado a un estado de indefensión
(Exp. Nº 6260-2005-HC, 12/09/05, S2, FJ. 3)

029 Derecho de defensa. Estado de indefensión


[La violación del derecho de defensa] ocurrirá cuando una persona no logra ofrecer a quien la juzga
los elementos necesarios para desvirtuar una acusación en su contra o para afirmar que tiene la
razón en lo que alega. Pero no todo acto que imposibilita un correcto uso de la defensa produce un
agravio al derecho (...) la indefensión, que se concibe constitucionalmente como la negación de la
tutela judicial (...) ha de ser algo real, efectivo y actual, nunca potencial o abstracto, por colocar a su
víctima en una situación concreta que le produzca un perjuicio, sin que le sea equiparable cualquier
expectativa de un peligro o riesgo (...). Por ello hemos hablado siempre de indefensión ‘material’ y
no formal, para la cual resulta necesaria pero no suficiente la mera transgresión de los requisitos
configurados como garantía, siendo inexcusable la falta de esta, cuando se produce de hecho y como
consecuencia de aquella (...) (Exp. Nº 6712-2005-HC/TC, 17/10/05, P, FJ. 32)

030 Derecho de defensa. Garantía de congruencia en el proceso penal


[C]onsiderados conjuntamente, tales derechos (de debido proceso y a la defensa) garantizan que el
acusado pueda conocer de la acusación formulada en su contra en el curso del proceso penal y, de
esa manera, tener la posibilidad real y efectiva de defenderse de los cargos que se le imputan; pero
también que exista congruencia entre los términos de la acusación fiscal y el pronunciamiento
definitivo del Tribunal superior, pues de otro modo se enervaría la esencia misma del contradictorio,
garantía natural del proceso judicial y, con ello, el ejercicio pleno del derecho de defensa del acusado
(Exp. Nº 1230-2002-HC, 20/06/02, P, FJ. 18)

582
DERECHO PROCESALPENAL .

Una exigencia de esta naturaleza, se deriva de la necesidad de respetar el derecho de defensa de la


persona sometida a un proceso penal, lo cual no se lograría si, destinando su participación a defen-
derse de unos cargos criminales, precisados en la denuncia o en la formulación de la acusación
fiscal, sin embargo, termina siendo condenado por otros, contra los cuales, naturalmente, no tuvo
oportunidad de defenderse; y, por otro, no puede modificar la pena aumentando los extremos de la
sanción, pues es indudable que no habiendo interpuesto medio impugnatorio el titular de la acción
penal, esto es, el Ministerio Público, aquel extremo debe entenderse como consentido y, por tanto,
prohibido de reformarse para empeorar la pena (Exp. Nº 1231-2002-HC/TC, 21/07/02, P, FJ. 2)

031 Derecho de defensa. Información al imputado de los cargos que se le formulan


[E]s derecho de todo procesado el que conozca de manera expresa, cierta, e inequívoca los cargos
que se formulan en su contra, y en el presente caso tanto más, dado que la naturaleza pública o
privada de los documentos cuya presunta falsificación se investiga, permanecerá inalterable duran-
te el desarrollo de la instrucción, pero su determinación por parte del juzgador incidirá en el dere-
cho de defensa de los imputados y en su libertad personal cuando se determine su situación jurídica
y la posterior pena a imponérseles (Exp. Nº 3390-2005-HC, 06/08/05, P, FJ. 16)
[E]l juez penal cuando instaura instrucción por el delito por falsificación de documentos en general,
omitiendo pronunciarse en cuál de las modalidades delictivas presumiblemente habría incurrido la
imputada, y al no precisar si la presunta falsificación de documentos que se imputa a la favorecida
está referida a instrumentos públicos o privados, lesiona su derecho a la defensa, toda vez que, al no
estar informada con certeza de los cargos imputados, se le restringe la posibilidad de declarar y
defenderse sobre hechos concretos, o sobre una modalidad delictiva determinada y, con ello, la
posibilidad de aportar pruebas concretas que acrediten la inocencia que aduce.
Esta omisión ha generado un estado de indefensión que incidirá en la pena a imponerse y en la
condición jurídica de la procesada, lo cual demuestra que el proceso se ha tornado en irregular por
haberse transgredido los derechos fundamentales que integran el debido proceso, esto es, el dere-
cho de defensa; ello, a su vez, ha determinado la afectación de la tutela jurisdiccional, ambos
garantizados por la Norma Constitucional (Exp. Nº 3390-2005-HC, 06/08/05, P, FJ. 14)

032 Derecho de defensa. Necesidad de defensa técnica o letrada


La defensa técnica o letrada consiste en la asistencia de un profesional del Derecho en el proceso, y
tiene por finalidad garantizar el principio de igualdad de armas y la efectiva realización de contra-
dictorio (SIC), por lo que su ejercicio no puede ser encomendado a efectivos militares que carecen
de formación jurídica. Por ello, en el caso de que un procesado no cuente con los recursos económi-
cos que le permitan contar con un defensor de su elección, el Estado tiene la obligación de garanti-
zar el derecho de defensa mediante la incorporación de un defensor de oficio (Exp. Nº 0023-2003-
AI, 09/06/04, P, FJ. 69)

033 Derecho de defensa. Noción


[E]l derecho de defensa protege el derecho a no quedar en estado de indefensión en cualquier etapa
del proceso judicial o del procedimiento administrativo sancionatorio. Este estado de indefensión
no solo es evidente cuando, pese a atribuírsele la comisión de un acto u omisión antijurídico, se le
sanciona a un justiciable o a un particular sin permitirle ser oído o formular sus descargos, con las
debidas garantías, sino también a lo largo de todas las etapas del proceso y frente a cualquier tipo
de articulaciones que se puedan promover (Exp. Nº 0090-2004-AA/TC, 05/07/04, P, FJ. 27)

034 Derecho de defensa. Plazo razonable


[F]orma parte del contenido constitucionalmente protegido del derecho de defensa el poder dispo-
ner de un tiempo razonable y de contar con los medios adecuados para su preparación (Exp.
Nº 1323-2002-HC, 09/07/02, P, FJ. 3)
[E]l derecho al debido proceso garantizado en el artículo 139, inciso 3) de la Constitución Peruana
(...) implica el derecho a un tiempo “razonable” para que la persona inculpada pueda preparar u

583
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

organizar una defensa o, eventualmente, recurrir a los servicios de un letrado para articularla o
prepararla de manera plena y eficaz (...). En consecuencia, ante la formulación de una denuncia [en
etapa prejurisdiccional], debe mediar un tiempo razonable entre la notificación de la citación y la
concurrencia de la persona citada, tiempo que permita preparar adecuadamente la defensa ante las
imputaciones a cargos en contra, considerándose, además, el término de la distancia cuando las
circunstancias así lo exijan (Exp. Nº 1268-2001-HC, 15/04/02, P, FJ. 3)

035 Derecho de defensa. Pronunciamiento que excede acusación penal


[E]n materia penal, el tribunal no puede pronunciarse más allá de los términos de la acusación
penal, a fin de no afectar el derecho de defensa y al debido proceso, solo opera cuando, dentro la
misma familia, al juzgársele por el tipo base, se termina sancionando al justiciable por una modali-
dad más agravada, y no, naturalmente, a la inversa (Exp. Nº 1323-2002-HC, 09/07/02, P, FJ. 2)

036 Derecho de defensa. Relación con el uso de los medios impugnatorios y el derecho a la
doble instancia
Como refiere el inciso mencionado [artículo 139 num. 14], tal derecho [de defensa] se proyecta a
todas las etapas y articulaciones que pudiera comprender la articulación del proceso, las que indu-
dablemente abarcan, por lo que importa resaltar, cuando se hace uso de los recursos impugnatorios.
El derecho a los recursos forma parte, así, del contenido esencial del derecho a la pluralidad de
instancias, no solo a título de una garantía institucional que posibilita su ejercicio, sino también
como un elemento necesario e impostergable del contenido del debido proceso, en la medida en que
promueve la revisión, por un superior jerárquico, de los errores de quienes se encuentran autoriza-
dos, en nombre del pueblo soberano, a administrar justicia (Exp. Nº 1231-2002-HC/TC, 21/07/02,
P, FJ. 2)

037 Derecho de ser informado sobre las razones de la detención. Noción


Según la Constitución (artículo 139, incisos 4 y 15), el derecho a la información procesal se puede
inferir del principio de ‘publicidad en los procesos’ y del ‘derecho a la información’ (con inmediatez
y por escrito) atribuirle a toda persona para que se le informe de las causas o razones de su deten-
ción. Así, el derecho a la información procesal es aquel según el cual el justiciable está en la capa-
cidad de tener acceso a los documentos que sustentan una resolución, tanto para contradecir su
contenido como para observar el sustento del juzgador al emitir su fallo (Exp. Nº 3361-2004-AA/
TC, 12/08/05, P, FJ. 26)

DETENCIÓN

038 Condiciones dignas de detención. Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos.


El derecho a la vida digna, en lo que hace a las personas privadas de su libertad como consecuencia
de la vigencia de un mandato de detención preventiva, así como el derecho a no ser objeto de tratos
inhumanos, garantizan, conjuntamente, el derecho de vivir en condiciones de detención compati-
bles con las necesidades y requerimientos psicosomáticos de todo ser humano portador de dignidad.
Se tratan, ambos, de derechos que titularizan todas las personas en su condición de seres humanos,
independientemente de si estas se encuentren privadas del ius locomotor, y, por tanto, que vinculan
a todos los poderes y dependencias públicas, entre las cuales se encuentra, por cierto, la adminis-
tración penitenciaria (Exp. Nº 0726-2002-HC, 21/06/02, P, FJ. 8)
[S]i determinadas condiciones de detención son compatibles o no con el contenido constitucional-
mente protegido del derecho [a no ser objeto de tratos inhumanos], no es una cuestión que siempre
pueda evaluarse en abstracto, o considerando la situación de un interno en forma aislada, sino en
función de las condiciones en las que los demás internos (procesados o sentenciados) de un mismo
establecimiento penal se encuentran (Exp. Nº 0726-2002-HC, 21/06/02, P, FJ. 10)

584
DERECHO PROCESALPENAL .

039 Detención. Deberes de la Policía Nacional al ejecutar una orden de detención


[L]a Policía Nacional antes de ejecutar una orden de requisitoria debe identificar plenamente al
requerido y, de no ser así, deberá solicitar la aclaración respectiva al órgano jurisdiccional requiren-
te. De ninguna forma podrá capturar primero al presunto requerido para luego solicitar la aclara-
ción pertinente (...); la Policía Nacional tendrá que abstenerse de ejecutar la orden de detención si
no tiene todos los datos o al menos los de obligatorio cumplimiento, conforme a la ley y bajo
responsabilidad (Exp. N° 5470-2005-PHC/TC, 17/07/06, S2, FJ. 19)

040 Detención como restricción de la libertad personal. Intervención mínima del Derecho
Penal
[S]iendo los derechos fundamentales límites a la actuación del legislador, las medidas de restricción
de la libertad ambulatoria, cuando no se producen a consecuencia de la imposición de una pena,
quedan justificadas únicamente, como última ratio, en la medida en que resulten absolutamente
imprescindibles y necesarias para la defensa de los bienes jurídicos fundamentales en un proceso
penal y siempre que no hayan otros mecanismos menos radicales para conseguirla. Caso contrario,
se produce una afectación al derecho a la libertad individual y al principio informador de presunción
de inocencia (Exp. Nº 0731-2004-HC, 16/04/04, S2, FJ. 4)

041 Detención domiciliaria. Como alternativa frente a la detención preventiva


[E]ntre las alternativas frente a la detención judicial preventiva, la detención domiciliaria es la que
aparece como la más seria y limitativa de la libertad personal, razón por la cual su validez constitu-
cional también se encuentra sujeta a los principios de subsidiariedad, razonabilidad, provisionali-
dad y proporcionalidad (Exp. Nº 1805-2005-HC, 29/04/05, S2, FJ. 39)

042 Detención domiciliaria. Imposibilidad de que se abone su duración a favor de la pena


privativa de libertad
[N]o forma parte del contenido constitucionalmente protegido del derecho a la libertad personal el
hecho de que se permita que el tiempo de arresto domiciliario impuesto a cualquier persona (con
excepción de las valetudinarias), sea abonado para el cómputo de la pena impuesta a razón de un día
de pena privativa de libertad por cada día de arresto. Por el contrario, dicha previsión resulta
manifiestamente inconstitucional, por desvirtuar la finalidad de las penas en el Estado social y
democrático de derecho (Exp. Nº 0019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 54)

043 Detención domiciliaria. Procedibilidad


La detención domiciliaria, en tanto restricciones a la libertad individual anterior a la imposición de
la pena, únicamente procede como medida cautelar cuando asegure un eficiente desarrollo del
proceso penal. A ese respecto, el Tribunal Constitucional ha establecido en uniforme jurisprudencia
los presupuestos básicos para la imposición del arresto domiciliario, cuales son: a) fumus boni iuris
(apariencia del derecho); b) periculum in mora (peligro procesal).
El primero de ellos, referido a la suficiencia de elementos probatorios que vinculen al imputado
con el hecho delictivo, mientras que el segundo se relaciona con el peligro de que el procesado
se sustraiga a la acción de la justicia o perturbe la actividad probatoria (Exp. Nº 0731-2004-HC,
16/04/04, S2, FJ. 9)

044 Detención en caso de la flagrancia delictiva. Requisitos


[L]a flagrancia en la comisión de un delito, presenta 2 requisitos insustituibles: a) la inmediatez
temporal, es decir, que el delito se esté cometiendo o que se haya cometido instantes antes; b) la
inmediatez personal, que el presunto delincuente se encuentre ahí, en ese momento en situación y
con relación al objeto o a los instrumentos del delito, que ello ofrezca una prueba evidente de su
participación en el hecho delictivo (Exp. Nº 2096-2004-HC, 27/12/04, S1, FJ. 4)

585
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

045 Detención judicial preventiva. Análisis de la actividad procesal del detenido


[L]a propia actividad procesal del detenido, a efectos de determinar la razonabilidad del plazo, [se
debe distinguir] el uso regular de los medios procesales que la ley prevé y la falta de cooperación
mediante la pasividad absoluta del imputado (muestras, ambas, del ejercicio legítimo de los dere-
chos que el Estado constitucional permite), de la denominada defensa obstruccionista (signo in-
equívoco de la mala fe del procesado y, consecuentemente, recurso repudiado por el orden constitu-
cional) (Exp. Nº 3771-2004-HC, 29/12/04, FJ. 19.2, PV)

046 Detención judicial preventiva. Análisis de la celeridad del órgano judicial


Para valorar si la duración de la detención judicial ha excedido, o no, el plazo máximo (…) es
menester tomar en consideración factores tales como (...) La actitud de los protagonistas del proce-
so: por una parte, la inactividad o, en su caso, la actividad desplegada por el órgano judicial, esto es,
analizar si el juez penal ha procedido con diligencia especial y con la prioridad debida en la tramita-
ción del proceso en que el inculpado se encuentre en condición de detenido (Exp. Nº 3771-2004-
HC, 29/12/04, FJ. 19.2, PV)
De no tenerse presente ello [la prioridad y diligencia debida], una medida que debería ser concebida
como cautelar y excepcional, se convertiría en un instrumento de excesiva aflicción física y psicoló-
gica para quien no tiene la condición de condenado, resquebrajando su capacidad de respuesta en el
proceso y mellando el propio principio de dignidad (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 19)
En lo que respecta a la actuación de los órganos judiciales, será preciso evaluar el grado de celeridad
con el que se ha tramitado el proceso, sin perder de vista en ningún momento el especial celo que
es exigible a todo juez encargado de dilucidar una causa en la que se encuentra un individuo
privado de su libertad. En tal sentido, serían especialmente censurables, por ejemplo, la demora en
la tramitación y resolución de los recursos contra las decisiones que imponen o mantienen la deten-
ción preventiva; las indebidas e injustificadas acumulaciones o desacumulaciones de procesos; o,
como estableciera el TEDH, los repetidos cambios de juez instructor, la tardanza en la presentación
de un peritaje o en la realización de una diligencia en general (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04, P,
FJ. 22)
La falta de diligencia de los órganos judiciales tendría lugar, incluso, en aquellos supuestos en los
que su actuación se viera “formalmente” respaldada por el ordenamiento legal (...) (Exp. Nº 2915-
2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 23)
El análisis de la debida o indebida actuación por parte de las autoridades judiciales, debe abarcar el
tiempo transcurrido desde que la persona se encuentra efectivamente detenida, hasta el dictado de
la sentencia (...) (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 24)

047 Detención judicial preventiva. Análisis de la complejidad del asunto


Es menester tomar en consideración factores tales como la naturaleza y gravedad del delito (...), los
hechos investigados, los alcances de la actividad probatoria para el esclarecimiento de los eventos
delictivos, la pluralidad de agraviados o inculpados, o algún otro elemento que permita concluir,
con un alto grado de objetividad, que la dilucidación de una determinada causa resulta particular-
mente complicada y difícil (Exp. Nº 3771-2004-HC, 29/12/04, FJ. 19.1, PV)

048 Detención judicial preventiva. Análisis de proporcionalidad


[L]a detención judicial preventiva se debe dictar y mantener en la medida estrictamente necesaria
y proporcional con los fines que constitucionalmente se persigue con su dictado (...) (Exp. Nº 0791-
2002-HC, 21/06/02, P, FJ. 12)

049 Detención judicial preventiva. Análisis de provisionalidad


El mandato de detención judicial constituye una medida previsional (sic) de parte del juzgador con
el fin de que la persona sea sometida a investigación, ya que por circunstancias especiales, su
derecho a la libertad personal se ve restringido (Exp. Nº 3914-2004-HC, 29/12/04, S1, FJ. 5)

586
DERECHO PROCESALPENAL .

[L]a detención judicial preventiva debe ser también una medida provisional, cuyo mantenimiento
solo debe persistir entre tanto no desaparezcan las razones objetivas y razonables que sirvieron
para su dictado. Una vez removidos, el contenido garantizado del derecho a la libertad personal y al
principio de la presunción de inocencia exige que se ponga fin a la medida cautelar, pues, de lo
contrario, su mantenimiento tendría que considerarse como una sanción punitiva, incompatible
con su naturaleza cautelar y con los derechos antes enunciados (Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02,
P, FJ. 13)
[L]a detención judicial preventiva, como toda medida cautelar, se encuentra sometida a la máxima
rebus sic stantibus, pues su permanencia o modificación estará siempre sujeta a la estabilidad o a
los presupuestos iniciales en virtud de los cuales se adoptó la medida, por lo que es posible que si
estos sufren modificación, la medida sea variada (Exp. Nº 1609-2004-HC, 15/11/04, S1, FJ. 12)

050 Detención judicial preventiva. Análisis de subsidariedad


El carácter de medida subsidiaria impone que, antes de que se dicte, el juez deba considerar si idéntico
propósito al que se persigue con el dictado de la detención judicial preventiva, se puede conseguir
aplicando otras medidas cautelares no tan restrictivas de la libertad locomotora del procesado. Por
tanto, el Tribunal Constitucional declara que la existencia e idoneidad de otras medidas cautelares
para conseguir un fin constitucionalmente valioso, deslegitima e invalida que se dicte o mantenga la
medida cautelar de la detención judicial preventiva (Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 12)
[L]a exigencia de que el juez busque una alternativa distinta a la restricción de la libertad física del
procesado, dado que mientras no exista sentencia condenatoria, se presume que este es inocente,
solo es lícita cuando no se ha pretendido perturbar la actividad probatoria del proceso, eludir la
acción de la justicia o evadirse del cumplimiento de una posible sentencia condenatoria (Exp. Nº
1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 12)
[El]dictado [del mandato de detención preventiva] presupone que el juez penal haya evaluado y –a
la luz de las particulares circunstancias de cada caso–, descartado, la posibilidad de dictar una
medida menos restrictiva de la libertad personal. Sin embargo, aun en esas circunstancias, resulta
inconstitucional que la medida de detención exceda de un plazo razonable (Exp. Nº 2915-2004-HC,
23/11/04, P, FJ. 10)

051 Detención judicial preventiva. Características de la motivación


Dos son las características que debe tener la motivación de la detención judicial preventiva. En
primer lugar, tiene que ser suficiente; esto es, debe expresar, por sí misma, las condiciones de hecho
y de derecho que sirven para dictarla o mantenerla. En segundo término, debe ser razonada, en el
sentido de que en ella se observe la ponderación judicial en torno a la concurrencia de todos los
aspectos que justifican la adopción de la medida cautelar, pues de otra forma no podría evaluarse si
es arbitraria por injustificada. Por ello, de conformidad con el artículo 182.° del Código Procesal
Penal, es preciso que se haga referencia y se tome en consideración, además de las características y
gravedad del delito imputado y de la pena que se le podrá imponer, las circunstancias concretas del
caso y las personales del imputado (Exp. N° 9809-2006-PHC/TC, 30/03/07, S1, FJ. 3)

052 Detención judicial preventiva. Características de la motivación del mandato


Dos son (...) las características que debe tener la motivación de la detención judicial preventiva. En
primer lugar, tiene que ser “suficiente”, esto es, debe expresar, por sí misma, las condiciones de
hecho y de derecho que sirven para dictarla o mantenerla. En segundo término, debe ser “razona-
da”, en el sentido de que en ella se observe la ponderación judicial en torno a la concurrencia de
todos los aspectos que justifican la adopción de la medida cautelar, pues de otra forma no podría
evaluarse si es arbitraria por injustificada (Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 19)

053 Detención judicial preventiva. Como facultad de jueces no penales


[L]a facultad de dictar el mandato de detención no es potestad exclusiva del juez penal, pues dicho
precepto constitucional [artículo 2, inciso 24, literal f] no hace referencia a la especialización del

587
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

juez, y no puede descartarse casos especiales donde la ley contempla la posibilidad de que jueces no
penales ordenen la detención de una persona, (...) siempre que detrás de ello se persiga satisfacer
un bien constitucionalmente relevante (Exp. Nº 2663-2003-HC, 23/03/04, P, FJ. 8)

054 Detención judicial preventiva. Como medida excepcional o de última ratio


La medida de encarcelamiento ha sido instituida, prima facie, como una fórmula de purgación de
pena por la comisión de ilícitos penales de determinada gravedad. En tal sentido, su aplicación
como medida cautelar en aras de asegurar el adecuado curso de las investigaciones y la plena
ejecutabilidad de una eventual sentencia condenatoria, debe ser la última ratio por la que puede
optar un juez para asegurar el éxito del proceso penal (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 8)
[S]u aplicación no debe ser la medida normal u ordinaria, sino que solo puede dictarse en casos
particularmente graves y siempre que sea estrictamente necesaria para los fines que se persigue
con el proceso penal. En ese sentido, la regla general debe ser que los procesados, de quienes se
presume su inocencia, deben disfrutar del ejercicio de la libertad física, mientras que su privación
solo debe decretarse en aquellos casos en los que se ponga en riesgo el éxito del proceso penal, ya
sea porque se pretende obstaculizar la actividad probatoria, ya porque se pretende evadir la aplica-
ción de la pena (Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 11)
La prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general, pero
su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del acusado en el
acto del juicio, o en cualquier momento de las diligencias procesales y, en su caso, para la ejecución
del fallo (Exp. Nº 2496-2005-PHC, 17/05/05, S1, FJ. 7, PV)
[S]i bien la detención judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí
misma, esta no es inconstitucional. Sin embargo, por el hecho de tratarse de una medida que
restringe la libertad locomotora, dictada pese a que, mientras no exista sentencia condenatoria
firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma su inocencia; cualquier restricción de ella
siempre debe considerarse la última ratio a la que el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de
dictarse solo en circunstancias verdaderamente excepcionales y no como regla general (Exp. Nº
1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 7)
[L]a detención provisional solo puede ser concebida como una excepción a la que puede recurrir el
Estado a través del órgano jurisdiccional para casos excepcionales o de emergencia en beneficio del
interés general (Exp. Nº 3380-2004-HC, 28/12/04, S1, FJ. 4)

055 Detención judicial preventiva. Como medida subsidiaria, provisional y proporcional


[E]l principio favor libertatis impone que la detención judicial preventiva tenga que considerarse
como una medida subsidiaria, provisional y proporcional, esto es, cuyo dictado obedezca a la nece-
sidad de proteger fines constitucionalmente legítimos que la puedan justificar (Exp. Nº 1091-2002-
HC, 12/08/02, P, FJ. 12)

056 Detención judicial preventiva. Competencia del juez constitucional


Si bien el juez constitucional no es competente para determinar la concurrencia en cada caso de las
circunstancias que legitiman la adopción o el mantenimiento de la detención judicial preventiva –
esto es, realizar una evaluación de peligro procesal o de la apariencia del derecho (fumus boni iuris),
lo cual es una tarea que incumbe en esencia al juez penal–, sino para verificar que la misma haya
sido adoptada de forma fundada, completa y acorde con los fines y carácter excepcional de la insti-
tución en referencia, valorando si se presenta una evaluación razonada y suficiente de los elemen-
tos que la sustentan, ello no lo priva de delimitar los criterios a tomar en cuenta por parte del juez
penal a fin de adoptar la medida (Exp. N° 9809-2006-PHC/TC, 30/03/07, S1, FJ. 4)

057 Detención judicial preventiva. Condiciones


[E]l encarcelamiento preventivo no se ordenará sino cuando sea estrictamente necesario para ase-
gurar que el proceso se pueda desarrollar sin obstáculos hasta su finalización, cuando la sentencia

588
DERECHO PROCESALPENAL .

con que culmine no deje de merituar ninguna prueba (ni sufra la adulteración de alguna) por obra
del procesado, y cuando se cumpla efectivamente la pena que ella imponga (Exp. Nº 3771-2004-
HC, 29/12/04, S1, FJ. 6, PV)
[La] detención judicial preventiva solo procede en los casos en los que existan hechos objetivos y
razonables que permitan concluir, de manera indubitable, que la no restricción de la libertad indivi-
dual pondrá en riesgo la actividad probatoria, el éxito del proceso penal o posibilitará al procesado
sustraerse a la acción de la justicia. Tal criterio, que es una exigencia de la eficacia del derecho a la
presunción de inocencia en todo proceso penal, está en relación directa con la naturaleza de la
medida cuestionada, que no es otra que la de constituir una medida cautelar y no una medida
punitiva (Exp. Nº 0808-2002-HC, 08/07/02, P, FJ. 2)
En la medida en que la detención judicial preventiva se dicta con anterioridad a la sentencia conde-
natoria, es en esencia una medida cautelar. No se trata de una sanción punitiva, por lo que la validez
de su establecimiento a nivel judicial, depende de que existan motivos razonables y proporcionales
que la justifiquen. Por ello, no puede solo justificarse en la prognosis de la pena a la que, en caso de
expedirse sentencia condenatoria, se le aplicará a la persona que hasta ese momento tiene la condi-
ción de procesado, pues ello supondría invertir el principio de presunción de inocencia por el de
criminalidad (Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 8)
[T]al medida restrictiva de la libertad [como la detención judicial preventiva] no es una sanción
punitiva, por lo que no cabe mecánicamente decretarse atendiendo solo a la circunstancia de que
existan suficientes elementos probatorios de la comisión del delito que incrimine a la actora o que
la sanción a imponérsele sea superior a los cuatro años de pena privativa de libertad, porque, de
solo fundarse en tales criterios, se afectaría su naturaleza cautelar. Es preciso observarse, junta-
mente con tales factores, fundamentalmente si el ejercicio de la libertad locomotora por la procesa-
da pondrá en serio riesgo el éxito del proceso (Exp. Nº 0791-2002-HC, 21/06/02, P, FJ. 19)
[P]ara determinar en cada caso si la detención judicial preventiva de un procesado responde a una
decisión compatible con dicha situación de necesidad, es menester analizar si los elementos objeti-
vos permiten concluir que, más allá de la existencia de indicios, que vinculan razonablemente al
inculpado con el hecho instruido, y más allá del quántum de la eventual pena a imponerse, existe
también peligro de fuga o peligro de entorpecimiento de la actividad probatoria. La consecuencia de
estos riesgos es lo que en doctrina se denomina peligro procesal (Exp. Nº 3380-2004-HC, 28/12/04,
S1, FJ. 5)

058 Detención judicial preventiva. Configuración de la libertad procesal


[L]os presupuestos materiales que configurarían la libertad procesal serían los siguientes:
a) Vencimiento del plazo de duración de la detención preventiva.
b) Inexistencia de una sentencia en primera instancia.
c) Conducta procesal regular del encausado en la tramitación de la causa; vale decir, no incurrir en
una defensa obstrucionista atentatoria de la celeridad y éxito judicial (Exp. Nº 2915-2004-HC,
23/11/04, P, FJ. 43)

059 Detención judicial preventiva. Criterios para determinar la razonabilidad de la detención


Para determinar si en la causa se ha obrado con la debida diligencia, no solo se deberá analizar,
propiamente: a) la conducta de las autoridades judiciales, sino también, b) la complejidad del asun-
to, y c) la actividad procesal del interesado (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 21)

060 Detención judicial preventiva. Diferencia entre plazo razonable y plazo legal
Los parámetros legales, si bien son válidos para el enjuiciamiento de un caso concreto en el que
haya sido dispuesta la medida [de detención preventiva], sin embargo, no agotan el contenido de
dicho derecho fundamental, de modo que ni todo el plazo máximo legal es per se razonable, ni el
legislador es totalmente libre en su labor de establecer o concretar los plazos máximos legales.

589
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Aunque no haya transcurrido todavía el plazo máximo legal, puede lesionarse el derecho a la liber-
tad personal si el imputado permanece en prisión provisional más del plazo que, atendidas las
circunstancias del caso, excede de lo razonable. Su duración debe ser tan solo la que se considere
indispensable para conseguir la finalidad con la que se ha decretado la prisión preventiva; por lo
tanto, si la medida ya no cumple los fines que le son propios, es preciso revocarla de inmediato (Exp.
Nº 3771-2004-HC, 29/12/04, FJ. 18, PV)

061 Detención judicial preventiva. Evaluación de la conducta obstaculizadora del proce-


sado
Entre las conductas que podrían ser merituadas como intencionalmente dirigidas a obstaculizar la
celeridad del proceso, se encuentran la interposición de recursos que desde su origen y de manera
manifiesta, se encontraban condenados a la desestimación, o las constantes y premeditadas faltas a la
verdad que desvíen el adecuado curso de las investigaciones (...) (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04,
P, FJ. 28)
[C]onviene destacar que, en principio, no podría generar perjuicios para el procesado la repetida
presentación de recursos que tengan por objeto la reevaluación de la pertinencia y suficiencia de las
razones que, prima facie, legitimaron el dictado del mandato de detención en su contra. Y es que
dicha evaluación constante constituye un deber del juez penal, aun en circunstancias en las que no
medie una solicitud de parte, de manera tal que, desde el mismo instante en que se desvanece la
pertinencia de los motivos que sirvieron de fundamento para el dictado de la medida, esta debe ser
revocada (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 30)

062 Detención judicial preventiva. Exigencia estricta de motivación del mandato


[T]ratándose de la detención judicial preventiva, la exigencia de la motivación en la adopción o el
mantenimiento de la medida debe ser más estricta, pues solo de esa manera es posible despejar la
ausencia de arbitrariedad en la decisión judicial, a la vez que con ello se permite evaluar si el juez
penal ha obrado de conformidad con la naturaleza excepcional, subsidiaria y proporcional de la
detención judicial preventiva (Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 18)

063 Detención judicial preventiva. Identidad con la pena privativa de la libertad


[M]ás allá de los distintos presupuestos que justifican el dictado, de un lado, de una detención
provisional, y, de otro, de una pena privativa de libertad, lo cierto es que los efectos personales
generados por el dictado de una u otra son sustancialmente análogos. No solo resulta que ambas
son cumplidas en un establecimiento penitenciario, sino que, en los hechos, producen el mismo
grado de limitación de la libertad personal, la misma sensación de encierro, la misma aflicción
psicosomática que conlleva la separación del núcleo familiar, la imposibilidad de desempeñar el
empleo, y, en general, el brusco quiebre que representa el tránsito de una vida desarrollada fuera de
las paredes de un penal, a una sometida al férreo régimen disciplinario propio de todo centro de
reclusión (Exp. Nº 0019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 8)
Las materialmente idénticas incidencias sobre el derecho fundamental a la libertad personal, no
pueden ser relativizadas en virtud de algún paradigma teórico (la distinta naturaleza jurídica entre
una detención preventiva y una sanción punitiva), permitiendo que, en los hechos, una persona
purgue prisión por un tiempo mayor a aquel previsto en la ley al momento de la comisión del delito.
Ello no solo implicaría una desproporcionada afectación del derecho a la libertad individual, sino
una evidente vulneración del principio de legalidad penal (literal f, inciso 24 del artículo 2 de la
Constitución) (Exp. Nº 0019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 9)

064 Detención judicial preventiva. Libertad procesal por vulneración del plazo razonable
La libertad procesal supone la existencia previa de negligencia jurisdiccional, al haberse negado o
no haberse podido juzgar al encausado dentro del plazo legal establecido en el artículo 137 del
Código Procesal Penal. En consecuencia, la vulneración del plazo razonable para sentenciar es atri-
buible exclusivamente al juzgador (Exp. Nº 3771-2004-HC, 29/12/04, S1, FJ. 22)

590
DERECHO PROCESALPENAL .

[E]l hecho de que no se decrete la libertad inmediata de un procesado tras la culminación del plazo
máximo de detención, obligándole, por el contrario, a que permanezca detenido ad infinitum, so
pretexto de un equivocado concepto de la tramitación procesal, solo puede significar que se han
transgredido todas las previsiones jurídicas que garantizan un proceso debido o regular, y que dicha
situación ha comprometido, en particular, la eficacia o existencia de uno de aquellos derechos inno-
minados constitucionalmente, pero, a la par, consustanciales a los principios del Estado democráti-
co de derecho y al derecho a la dignidad de la persona reconocidos en el artículo 3 de la Constitución
Política del Estado, como lo es, sin duda, el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas (Exp. Nº
3771-2004-HC, 29/12/04, S1, FJ. 26, PV)
[C]on la previsión legal del plazo máximo de duración de la detención judicial, el afectado por la
medida cautelar puede conocer hasta qué momento puede durar la restricción de su derecho funda-
mental a la libertad (Exp. Nº 3771-2004-HC, 29/12/04, S1, FJ. 26, PV)

065 Detención judicial preventiva. Motivación estricta


[L]a exigencia de motivación de las resoluciones judiciales, reconocida en el artículo 139.5 de la
Constitución, tratándose de la detención judicial preventiva en la adopción o el mantenimiento de
la medida, debe ser más estricta, pues sólo de esa manera es posible despejar la ausencia de arbitra-
riedad en la decisión judicial, a la vez que con ello se permite evaluar si el juez penal ha obrado de
conformidad con la naturaleza excepcional, subsidiaria y proporcional de la detención judicial pre-
ventiva (Exp. N° 9809-2006-PHC/TC, 30/03/07, S1, FJ. 2)

066 Detención judicial preventiva. Naturaleza de medida cautelar


[E]n la medida en que la detención judicial preventiva se dicta con anterioridad a la sentencia, esta
es, en esencia, una medida cautelar. No se trata de una sanción punitiva, por lo que la validez de su
aplicación a nivel judicial depende de la existencia de motivos razonables y proporcionales que la
justifiquen (Exp. Nº 1260-2002-HC, 09/07/02, P, FJ. 3)
[E]n el caso de las disposiciones que restringen la libertad del imputado como medida cautelar,
existen dos intereses que deben ser cautelados por el Estado; esto es, a) la garantía a un proceso
penal eficiente que permita la sujeción al proceso penal de la persona a quien se imputa un
delito, y, b) la garantía a la protección de los derechos fundamentales del imputado. Estos
intereses, aparentemente contrapuestos, deben lograr un verdadero equilibrio a fin de no menos-
cabar la protección de uno frente al otro, siendo la regla general, la libertad (Exp. Nº 0731-2004-
HC, 16/04/04, S2, FJ. 4)

067 Detención judicial preventiva. Naturaleza distinta de la detención domiciliaria


[S]i bien cabe alegar una sustancial identidad entre los efectos personales de la prisión preventiva
y los que genera la pena privativa de libertad, lo cual justifica que el tiempo de aquella se abone
para el cómputo de la pena impuesta a razón de un día de pena privativa de libertad por cada día de
detención, en modo alguno puede sostenerse lo mismo en lo que a la detención domiciliaria respec-
ta (...) (Exp. Nº 0019-2005-PI, 21/07/05, FJ. 11)
[T]al como a la fecha se encuentran regulados el arresto domiciliario y la prisión preventiva, y aun
cuando comparten la condición de medidas cautelares personales, son supuestos sustancialmente
distintos en lo que a su incidencia sobre el derecho fundamental a la libertad personal respecta; ello
porque, en el caso del arresto domiciliario, el ius ambulandi se ejerce con mayores alcances; no
existe la aflicción psicológica que caracteriza a la reclusión; no se pierde la relación con el núcleo
familiar y amical; en determinados casos, se continúa ejerciendo total o parcialmente el empleo; se
sigue gozando de múltiples beneficios (de mayor o menor importancia) que serían ilusorios bajo el
régimen de disciplina de un establecimiento penitenciario; y, en buena cuenta, porque el hogar no
es la cárcel (Exp. Nº 0019-2005-AI, 21/07/05, P, FJ. 23)
[L]a detención domiciliaria y la prisión preventiva responden a medidas de diferente naturaleza
jurídica, en razón al distinto grado de incidencia que generan sobre la libertad personal del indi-
viduo.

591
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

No cabe duda, que la detención domiciliaria supone una intromisión a la libertad menos gravosa,
pues resulta una menor carga psicológica, debido a que no es lo mismo, permanecer por disposición
judicial en el domicilio que en prisión, siendo menos estigmatizante y evitando el “contagio crimi-
nal” al que se expone con la entrada a un establecimiento penitenciario. Sin embargo, no se puede
desconocer que tanto la prisión provisional y la detención domiciliaria, se asemejan por el objeto, es
decir, en tanto impiden a una persona autodeterminarse por su propia voluntad a fin de lograr
asegurar la eficacia en la administración de justicia (Exp. Nº 0731-2004-HC, 16/04/04, S2, FJ. 8)

068 Detención judicial preventiva. Noción


[L]a detención preventiva constituye una de las formas constitucionales de garantizar que el proce-
sado comparezca a las diligencias judiciales (Exp. Nº 2496-2005-PHC, 17/05/05, S1, FJ. 8, PV)

069 Detención judicial preventiva. Peligro procesal


La existencia, del peligro procesal debe determinarse a partir del análisis de una serie de circuns-
tancias concurrentes antes o durante el desarrollo del proceso, y que están ligadas, fundamental-
mente, con las actitudes y valores morales del procesado, lo mismo que con su ocupación, sus
bienes, sus vínculos familiares y todo factor que permita concluir, con un alto grado de objetividad,
que la libertad del inculpado, previa a la determinación de su eventual responsabilidad, pone en
serio riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor de investigación y la eficacia del proceso (Exp.
Nº 3380-2004-HC, 28/12/04, FJ. 7)
[E]l principal elemento a considerarse con el dictado de esta medida cautelar debe ser el peligro
procesal que comporte que el procesado ejerza plenamente su libertad locomotora, en relación con
el interés general de la sociedad para reprimir conductas consideradas como reprochables jurídica-
mente. En particular, de que el procesado no interferirá u obstaculizará la investigación judicial o
evadirá la acción de la justicia. Tales fines deben ser evaluados en conexión con distintos elementos
que, antes y durante el desarrollo del proceso, puedan presentarse y, en forma significativa, con los
valores morales del procesado, su ocupación, bienes que posee, vínculos familiares y otros que,
razonablemente, le impidan ocultarse o salir del país o sustraerse a una posible sentencia prolonga-
da. La inexistencia de un indicio razonable en torno a la perturbación de la investigación judicial o
a la evasión de la justicia por parte del procesado, terminan convirtiendo el dictado o el manteni-
miento de la detención judicial preventiva en arbitraria, por no encontrarse razonablemente justi-
ficada (Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 15)

070 Detención judicial preventiva. Peligro procesal en tráfico ilícito de drogas


De allí que, en el examen de los elementos que persuadan al órgano jurisdiccional del dictado de
una medida cautelar personal en procesos relativos a redes internacionales de Tráfico Ilícito de
Drogas, se tenga que tomar en cuenta un factor más: la posibilidad de que estas organizaciones
criminales denunciadas, dado que manejan grandes cantidades de dinero producto de su negocio
ilegal, puedan influir negativamente en los órganos jurisdiccionales que conocerán el proceso así
como en los sujetos que de alguna u otra forma participarán del mismo (Exp. N° 9809-2006-PHC/
TC, 30/03/07, S1, FJ. 8)

071 Detención judicial preventiva. Plazo máximo en procesos anulados


[E]l plazo máximo de detención (36 meses) previsto para procesos declarados nulos que se hubiesen
seguido en fueros diferentes, cuyo cómputo se inicia desde la fecha en que se dictó el nuevo auto de
detención, se encuentra dentro de los límites legales para considerar una detención preventiva
constitucionalmente válida. Por consiguiente, al no acreditarse la alegada vulneración de derechos,
no resulta de aplicación el artículo 2 del Código Procesal Constitucional (Exp. Nº 1979-2005-HC,
11/05/05, S1, FJ. 15)

072 Detención judicial preventiva. Plazo razonable de duración


El derecho de que la prisión preventiva no exceda de un plazo razonable, si bien no encuentra reflejo
constitucional en nuestra Lex Superior, se trata de un derecho, propiamente de una manifestación

592
DERECHO PROCESALPENAL .

implícita del derecho a la libertad personal reconocido en la Carta Fundamental (artículo 2, 24) de
la Constitución) y, por ello, se funda en el respeto a la dignidad de la persona (Exp. Nº 3771-2004-
HC, 29/12/04, FJ. 8, PV)
La interpretación que permite (...) la existencia implícita del referido derecho que la prisión preven-
tiva no exceda de un plazo razonable en la Constitución, se encuentra plenamente respaldada por su
Cuarta Disposición Final y Transitoria, que exige que las normas relativas a los derechos y las
libertades que la Constitución reconoce se interpreten de conformidad con los tratados sobre dere-
chos humanos ratificados por el Perú (Exp. Nº 3771-2004-HC, 29/12/04, FJ. 9, PV)
El contenido del derecho a que la detención preventiva no exceda de un plazo razonable se expresa
en el adecuado equilibrio entre los dos valores que se encuentran en contrapeso al momento de
aplicar la medida: por una parte, el deber del Estado de garantizar sentencias penales justas, pron-
tas y plenamente ejecutables; y, por otra, el derecho de toda persona a la libertad personal (artículo
2º24) y a que se presuma su inocencia, mientras no se declare judicialmente su culpabilidad (artí-
culo 2º24.e) (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 11)
[E]l derecho a que la detención preventiva no exceda de un plazo razonable forma parte del núcleo
mínimo de derechos reconocido por el sistema internacional de protección de los derechos humanos
y, por tanto, no puede ser desconocido (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 6)
[S]e trata de un derecho a que la detención preventiva no exceda de un plazo razonable que coadyu-
va el pleno respeto de los principios de proporcionalidad, razonabilidad, subsidiariedad, necesidad,
provisionalidad y excepcionalidad que debe guardar la aplicación de la prisión provisional para ser
reconocida como constitucional. Se trata, propiamente, de una manifestación implícita del derecho
a la libertad personal reconocido en la Carta Fundamental (artículo 2º24 de la Constitución) y, en tal
medida, se funda en el respeto a la dignidad de la persona humana (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04,
P, FJ. 5)
La duración desproporcionada de dicha medida [de detención preventiva] desvirtúa la funcionali-
dad del principio [de presunción de inocencia] en el seno del proceso, generando la mutación de una
medida cautelar en una sanción que, a diferencia de la pena impuesta por una resolución judicial
condenatoria, agota su propósito en el abatimiento del individuo, quien deja de ser “sujeto” del
proceso, para convertirse en “objeto” del mismo (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 12)

073 Detención judicial preventiva. Plazo razonable variable


Como resulta evidente, no es posible que en abstracto se establezca un único plazo a partir del cual
la prisión provisional pueda reputarse como irrazonable. Ello implicaría asignar a los procesos pe-
nales una uniformidad objetiva e incontrovertida, supuesto que es precisamente ajeno a la grave y
delicada tarea que conlleva merituar la eventual responsabilidad penal de cada uno de los indivi-
duos acusados de la comisión de un ilícito.
[P]ara determinar si dicha razonabilidad ha sido rebasada, es preciso atenerse a las específicas
circunstancias de cada caso concreto (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 16)
[L]la imposibilidad de establecer un plazo único e inequívoco para evaluar la razonabilidad o irrazo-
nabilidad de la duración de la prisión preventiva, no impide el establecimiento de criterios o pautas
que, aplicadas a cada situación específica, permitan al juez constitucional determinar la afectación
del derecho constitucional a no ser privado de la libertad preventivamente más allá del tiempo
razonablemente necesario (Exp. Nº 2915-2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 17)

074 Detención judicial preventiva. Requisitos


[L]a detención preventiva no constituye una pena, sino una medida cautelar, la que debe obedecer
a la concurrencia de dos requisitos básicos, cuales son la apariencia de derecho (fumus boni iuris) y
el peligro procesal, siendo este último el elemento más importante (Exp. N° 9809-2006-PHC/TC,
30/03/07, S1, FJ. 5)

593
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

075 Detención judicial preventiva. Suficiencia probatoria


[S]e ha afectado el principio de proporcionalidad al mantenerse vigente el mandato de detención
dictado contra el beneficiario, no obstante que se acredita en autos el debilitamiento de la suficien-
cia de las pruebas que dieron lugar a dicha medida, resultando plausible optar por una alternativa
menos gravosa respecto del derecho a su libertad física, lo que no implica, en modo alguno, un
pronunciamiento sobre su responsabilidad penal, la que deberá ser determinada por el juez ordina-
rio competente (Exp. Nº 0222-2004-HC, 11/05/04, S1, FJ. 8)

076Proscripción de la detención arbitraria. Alcance a condena de sentencia expedida vio-


lando debido proceso
En sede judicial, el derecho a la libertad física y a que esta no sea restringida en forma arbitraria,
alcanza no solo a las denominadas “detenciones judiciales preventivas”, sino, incluso, a una conde-
na emanada de una sentencia expedida con violación del debido proceso (Exp. Nº 1091-2002-HC,
12/08/02, P, FJ. 3)
[L]as exigencias de legalidad y no arbitrariedad de la detención judicial no se satisfacen únicamente
porque esta haya sido expedida por un juez competente, pues si bien el elemento de la competencia
judicial constituye uno de los elementos que ha de analizarse a efectos de evaluar la arbitrariedad o
no de la privación de la libertad, también existen otros elementos que se tienen que tomar en
consideración, los que varían según se trate de una sentencia condenatoria o, por el contrario, de
una detención judicial preventiva (Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 3)

077 Proscripción de la detención arbitraria. Análisis de razonabilidad del mandato de de-


tención
La inexistencia de un indicio razonable en torno a la perturbación de la investigación judicial o a la
evasión de la justicia por parte del procesado, terminan convirtiendo el dictado o el mantenimiento
de la detención judicial preventiva en arbitraria, por no encontrarse razonablemente justificada
(Exp. Nº 1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 15)

EXTRADICIÓN

078 Extradición. Aspectos de la regulación constitucional


El tratamiento constitucional de la extradición está previsto en el artículo 37 de la Constitución
Política del Perú de 1993, del cual se desprenden los siguientes aspectos:
a) La extradición en el Perú se desarrolla bajo un sistema mixto, en el que intervienen el Poder
Ejecutivo y la Corte Suprema de Justicia.
b) La extradición tiene como fuentes los tratados internacionales; las normas internas, de manera
complementaria, en lo no previsto en los tratados; y, adicionalmente, el principio de reciproci-
dad, que se aplica en forma subsidiaria, a falta de tratado.
c) La extradición no se concederá cuando persiga o castigue por motivos de religión, nacionalidad,
opinión o raza.
d) La extradición tampoco se concederá cuando se solicite por delitos políticos o conexos con ellos,
excluyendo expresamente el genocidio, el magnicidio y el terrorismo (Exp. Nº 3966-2004-HC,
03/03/05, P, FJ. 28)

079 Extradición. Características


Entre las características de la [extradición] destacan las siguientes:
a) Entrega internacional entre Estados de un individuo presunto autor de un acto ilícito o conde-
nado por la comisión del mismo.

594
DERECHO PROCESALPENAL .

b) Se aplica en los casos de comisión de hechos perpetrados en el ámbito territorial del Estado
requiriente. En general no se concede la extradición por hechos no previstos como delitos en la
ley del Estado requerido.
c) Observancia de que no se haya extinguido la acción penal por prescripción, amnistía, indulto o
cosa juzgada.
d) El individuo extraditado puede ser nacional del Estado requiriente, o incluso extranjero ante él.
e) Tal como lo dispone el artículo 37 de nuestra Constitución, la extradición no opera en los casos
de los denominados delitos políticos, o por hechos conexos con ellos.
f) [N]o procede la extradición cuando el pedido de remisión compulsiva obedece a razones de
discriminación por razones de convicción, nacionalidad, origen, etc (Exp. Nº 3966-2004-HC,
03/03/05, P, FJ. 16)

080 Extradición. Condiciones para la extradición pasiva


[Para que proceda la extradición pasiva] deberá acreditarse lo siguiente:
a) Comprobación de no haberse extinguido la acción penal, conforme a una u otra legislación.
b) Comprobación de no tratarse de delitos políticos o de hechos conexos.
c) Comprobación de que, en el caso de un procesado, este no haya sido absuelto en el extranjero,
o, en el caso de un condenado, que este no haya cumplido la pena. Asimismo, debe verificarse
la hipótesis de la acción o de la pena (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 19)

081 Extradición. Cuasi extradición


[La cuasi extradición e]s aquella que se presenta en el caso de los marinos, desertores o delincuen-
tes que se refugian en navíos anclados en un puerto bajo su jurisdicción (Exp. Nº 3966-2004-HC,
03/03/05, P, FJ. 21.b)

082 Extradición. Definición


La extradición es un instituto jurídico que viabiliza la remisión compulsiva de un individuo por
parte de un Estado, a los órganos jurisdiccionales competentes de otro, a efectos que sea enjuiciado
o cumpla con una condena señalada, según haya sido su situación de procesado o condenado en la
comunidad política de destino.
Es decir, por virtud de ella, un Estado hace entrega de un reo o condenado a las autoridades judicia-
les de un [Estado] homólogo, el cual lo reclama para la culminación de su juzgamiento o eventual-
mente para el cumplimiento de la pena (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 8)
[L]a extradición debe ser entendida como un procedimiento mediante el cual un Estado es requerido
para que haga entrega de un individuo que se encuentra dentro de su territorio y que tiene la
condición de procesado o condenado por un delito común, por otro Estado requiriente o solicitante,
en virtud de un Tratado, o, a falta de este, por aplicación del principio de reciprocidad, para que sea
puesto a disposición de la autoridad judicial competente y se le enjuicie penalmente o para que
cumpla y se ejecute la pena impuesta, si se hubiera producido previamente el proceso penal corres-
pondiente (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 9)

083 Extradición. Definición de delitos políticos


Los delitos políticos son aquellos que atentan contra la estabilidad y normal funcionamiento de los
poderes públicos. En ese sentido, la intencionalidad y objetivo del agente se deriva de la relación
gobernante-gobernados.
A través de los delitos políticos se impugna, por móviles ideológicos, el poder de los órganos
políticos vigentes. Estos no surgen por ningún tipo de razonabilidad personal o ánimo de lucro
(Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 16.e)

595
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

084 Extradición. Exclusión de los delitos políticos


[La exclusión de los delitos políticos para ser perseguidos por la extradición] se extiende a los actos
conexos, cuando la acción criminal sirve para ejecutar o favorecer el atentado contra la organización
y funcionamiento del cuerpo político, o para procurar la impunidad del mismo.
Debe señalarse que no se consideran como delitos políticos y, por ende, son factibles de extradición, los
casos derivados de terrorismo, magnicidio y genocidio (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 16.e)

085 Extradición. Extradición activa


[La extradición activa e]s aquella en donde un Estado es el sujeto requiriente, es decir, aquel en
cuya jurisdicción recae la investigación y represión del delito imputado al individuo extraditable o
extraditurus (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 19)

086 Extradición. Extradición ampliada


[La extradición ampliada e]s aquella en donde el Estado solicita se le permita adicionalmente juzgar
por un delito primigeniamente no consignado en la solicitud de extradición (Exp. Nº 3966-2004-
HC, 03/03/05, P, FJ. 20.c)

087 Extradición. Extradición ejecutiva


[La extradición ejecutiva o de condenado e]s aquella cuya finalidad es hacer que el extraditable
cumpla con una condena previamente impuesta (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 22.b)

088 Extradición. Extradición pasiva


[La extradición pasiva e]s aquella en donde un Estado es el requerido. En este caso, carece de
relevancia que el sujeto solicitado tenga la calidad de residente, turista o mero transeúnte en el
territorio nacional (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 19)

089 Extradición. Extradición primaria


[La extradición primaria e]s aquella en donde el Estado requiere por primera vez la remisión o
entrega de un individuo (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 20.a)

090 Extradición. Extradición procesal


[La extradición procesal o de imputado e]s aquella cuyo objeto consiste en la entrega del extradita-
ble para su enjuiciamiento (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 22.a)

091 Extradición. Extradición renovada


[La extradición renovada e]s aquella en donde el Estado requiere nuevamente la remisión o entrega
del individuo, como consecuencia de su fuga luego de haber sido extraditado, a efectos de culminar el
juzgamiento o dar cumplimiento efectivo a la condena impuesta (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P,
FJ. 20.b)

092 Extradición. Posibilidad de reextradición


[La reextradición e]s aquella que se presenta cuando un Estado requiriente, tras haber conseguido
la entrega de un individuo, se ve requerido por un tercer Estado a una situación homóloga, por
haber cometido este mismo individuo un delito dentro de este en fecha anterior al perpetrado en su
jurisdicción (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 21.a)

093 Extradición. Principio de reciprocidad


[El principio de reciprocidad] es un elemento de justicia conmutativa que equipara las prestaciones
en materia judicial de los Estados en las relaciones internacionales.

596
DERECHO PROCESALPENAL .

El principio de reciprocidad (...) es considerado como fuente supletoria a falta de un tratado o


convenio internacional y en caso sea procedente la solicitud de extradición, ofreciéndose reciproci-
dad entre los Estados para casos análogos, con el sometimiento a los principios y a las prácticas del
Derecho Internacional y según las condiciones de la entrega.
Este principio consagra la más amplia cooperación para el cumplimiento de la justicia; y se aplica
fundamentalmente en los casos de delitos de lesa humanidad como narcotráfico y terrorismo (Exp.
Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 24)

094 Extradición. Sistema anglosajón


El sistema anglosajón o de revisión (o del “common law”), vigente principalmente en el Reino
Unido y los Estados Unidos de América, en el cual la autoridad judicial realiza una valorización
sustancial de las pruebas presentadas por el Estado requiriente y las que el propio extraditable
pueda aportar para demostrar su inocencia o eximentes. En dicho sistema, si en sede judicial no
se autoriza la extradición, el gobierno no puede concederla (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P,
FJ. 18.a)

095 Extradición. Sistema romano-germánico


El sistema continental (o romano-germánico), (...) los tribunales del Estado requerido solamente
realizan una evaluación formal en base a los documentos remitidos por el Estado solicitante para
verificar que se reúnan todos los requisitos formales. Es decir, no tienen facultades para revisar las
cuestiones de fondo tenidas en cuenta para formular el pedido de extradición. Es un sistema jurídico
contemporáneo predominante en los países de Europa Occidental (con excepción de Reino Unido y
algunos países nórdicos) y de América Latina (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 18.b)

096 Extradición. Sistemas de extradición


[E]n lo relacionado al procedimiento de extradición, desde la perspectiva del Estado requerido,
podrá ser un procedimiento netamente judicial, un procedimiento puramente administrativo-gu-
bernativo, o un procedimiento mixto, que se nutre de características propias de los procedimientos
antes señalados, propios de dos sistemas jurídicos de proyección universal, a saber: [el sistema
anglosajón y el sistema continental] (Exp. Nº 3966-2004-HC, 03/03/05, P, FJ. 18)

HOMONIMIA

097 Homonimia. Situación de homonimia


[L]a situación de homonimia prevista en la Ley Nº 27411, que regula el procedimiento en casos de
homonimia, publicada el 27 de enero de 2001, existe cuando una persona detenida tiene los mis-
mos nombres de quien se encuentra requisitoriado por la autoridad competente (artículo 2) (Exp. N°
5470-2005-PHC/TC, 17/07/06, S2, FJ. 6)

INCOMUNICACIÓN

098 Derecho a no ser incomunicado. Autoridad que decreta la incomunicación


[A]unque el literal “g”, inciso 24), del artículo 2 de la Constitución no indique expresamente la
autoridad responsable para decretar la incomunicación, el Tribunal Constitucional entiende que ella
debe ser efectuada necesariamente por el juez penal, en tanto que se trata de una medida limitativa
de un derecho fundamental (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 173)

099 Derecho a no ser incomunicado. Carácter no absoluto


[E]l derecho a no ser incomunicado no es un derecho absoluto, sino susceptible de ser limitado,
pues como el mismo literal “g”, inciso 24), del artículo 2 de la Constitución se encarga de precisar,

597
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

tal incomunicación puede realizarse en los casos indispensables para el esclarecimiento de un deli-
to, y en la forma y por el tiempo previstos por la ley. En tal supuesto, “la autoridad está obligada bajo
responsabilidad a señalar, sin dilación y por escrito, el lugar donde se halla la persona detenida”.
En consecuencia, no hay un derecho absoluto a no ser incomunicado. Este puede efectuarse, excep-
cionalmente, en los casos indispensables, y siempre que con ello se persiga el esclarecimiento de un
delito, considerado como muy grave. Además, el Tribunal Constitucional considera que cuando la
Constitución alude a la existencia de un “caso indispensable”, con ello exige la presencia de una
razón objetiva y razonable que la justifique. Pero, a su vez, sea cual fuere esa base objetiva y
razonable, tal incomunicación no puede practicarse para otros fines que no sean el esclarecimiento
de un delito, en la forma y plazo que la ley establezca (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 172)

JURISDICCIÓN MILITAR

100 Exclusividad de la función judicial. Exclusividad negativa de la jurisdicción militar


En el caso de la jurisdicción especializada en lo militar, el principio de exclusividad de la función
jurisdiccional implica, en su vertiente negativa, que los jueces militares no puedan desempeñar
ninguna otra función que no sea la jurisdiccional para el conocimiento de materias como los delitos
de la función exclusivamente castrense, salvo la docencia universitaria, es decir, no podrán desem-
peñar ninguna función de carácter administrativo militar o de mando castrense, entre otras (Exp.
Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 15.a)

101 Jurisdicción militar. Ámbito de competencia


[L]a Constitución establece que el ámbito de competencia del Fuero Militar está circunscrito para el
juzgamiento de los denominados delitos de función, esto es, aquellas conductas punibles que afec-
ten bienes jurídicos de los institutos armados o policiales y/o constituyan afectación de deberes de
función, las cuales solo podrán ser cometidas por miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional en actividad (Exp. Nº 01932-2003-HC, 04/03/04, P, FJ. 2)

102 Jurisdicción militar. Ámbito restringido


[E]ste Supremo Intérprete de la Constitución debe precisar lo siguiente: a) de conformidad con el
artículo 139, inciso 1), y el artículo 173 de la Constitución Política del Estado, el ámbito de la
jurisdicción militar únicamente se ha reservado para el caso de juzgamiento de los delitos de fun-
ción que hubiesen cometido los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú,
y en el caso de los civiles, para el juzgamiento de los delitos de traición a la patria y de terrorismo,
previstos en la ley correspondiente; b) por tanto, una interpretación sistemática de nuestro ordena-
miento constitucional, necesariamente, habrá de considerar, por un lado, que la justicia castrense
no puede entenderse en otros términos que no estén en franca armonía con su carácter esencial-
mente restringido, derivado de los propios términos de su reconocimiento, y así como con su articu-
lación con el principio de exclusividad judicial (Exp. Nº 1154-2002-HC/TC, 20/06/02, P, FJ. 3)
Desde esta perspectiva, entonces, el ámbito de la jurisdicción ordinaria es de naturaleza global o
totalizadora, mientras que el que corresponde a las jurisdicciones especializadas, es de naturaleza
restringida, determinable a partir de la competencia que la Constitución les ha asignado (Exp. Nº
0017-2003-AI/TC, 16/03/04, P, FJ. 125)
[L]a extensión de la justicia castrense no puede entenderse en otros términos que no sean en franca
armonía a su carácter esencialmente restringido, derivado de los propios términos de su reconoci-
miento y a su articulación con el principio de exclusividad judicial (Exp. Nº 0585-1996-HC, 19/06/98,
P, FJ. 3c)

103 Jurisdicción militar. Aplicación de garantías procesales


No se encuentra en discusión el hecho de que la jurisdicción especializada en lo militar tenga la
peculiaridad de juzgar los delitos de la función militar. Sin embargo, al formar parte de un sistema

598
DERECHO PROCESALPENAL .

judicial unitario, debe constituirse en cuanto tal con las mismas garantías procesales que posee la
jurisdicción ordinaria (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 11)
En el caso de la jurisdicción especializada en lo militar –independientemente de que su ubicación se
encuentre dentro o fuera del Poder Judicial–, deberá poseer garantías procesales no menores de las
que existen en la jurisdicción ordinaria (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 12)

104 Jurisdicción militar. Aplicación de las garantías procesales en tiempos de paz y de guerra
[E]n el proceso de consolidación del Estado Social y Democrático de Derecho, cada vez es mayor la
tendencia por adecuar la jurisdicción militar a las garantías propias del correcto funcionamiento de
la Administración de Justicia, delimitándola como jurisdicción especializada y, en algunos casos,
restringiéndola a tiempos de guerra. Las garantías procesales de las que gocen los acusados milita-
res en tiempos de paz deben ser más favorables o, como mínimo, iguales a aquellas de las que gozan
las personas protegidas por el derecho internacional humanitario en tiempos de guerra (Exp. Nº
0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 37)

105 Jurisdicción militar. Capacitación de jueces y fiscales no es función exclusiva de la Aca-


demia de la Magistratura
No son incompatibles con la Constitución aquellas disposiciones según las cuales el Legislador
podría establecer que la jurisdicción militar, en tanto que el órgano especializado en materia penal
militar, cuente, ADICIONALMENTE, con un instituto de investigaciones o centro de estudios supe-
riores que brinde capacitación tanto a jueces como fiscales que desempeñen sus funciones “en” y
“ante” esta jurisdicción. Lo que sería incompatible con la Constitución, reiteramos, es que tal ins-
tituto se arrogue funciones que le competen a la Academia de la Magistratura (Exp Nº 0006-2006-
PI/TC, 09/05/06, P, FJ. 56)

106 Jurisdicción militar. Carácter excepcional


[L]a potestad de administrar justicia se ejerce por el Poder Judicial, la excepción hecha a favor de la
jurisdicción especializada en lo militar puede ser entendida como una excepción al ejercicio de la
función jurisdiccional por el Poder Judicial, lo que no implica, como ya se ha visto en los parágrafos
precedentes, que la jurisdicción especializada en lo penal militar pierda su naturaleza “jurisdiccio-
nal” y, como tal, se encuentre desvinculada de todos aquellos principios que rigen la función juris-
diccional. Al respecto, deben tenerse en cuenta dos aspectos de trascendental importancia. En
primer lugar, por tratarse de una excepción en la Norma Fundamental, su interpretación debe rea-
lizarse siempre de modo restrictivo y no extensivo; y, en segundo lugar, que el Legislador, al orga-
nizar la jurisdicción militar, no puede desconocer aquellos principios constitucionales propios de los
órganos que administran justicia (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 9)

107 Jurisdicción militar. Conocimiento del recurso de casación por la Sala Suprema Militar
Policial
[E]n cuanto al inciso 1 del artículo 9 de la Ley 28665, que otorga a la Sala Suprema Penal Militar
Policial el conocimiento del recurso de casación, (...) no es inconstitucional siempre y cuando sea
interpretada en el sentido de que el recurso de casación que pueda conocer esta sala no sea el
relativo a la aplicación de la pena de muerte, pues (...) esta constituye una competencia “material”
de la jurisdicción ordinaria, y no de la jurisdicción militar, debiendo ser interpretado más bien en el
sentido de que el mencionado recurso de casación que pueda conocer esta sala sea aquel que pueda
regular el Legislador como competencia “orgánica” de la jurisdicción militar (Exp. Nº 00004-2006-
AI, 29/03/06, P, FJ. 48)
[Es] compatible con la Constitución (...) que, dentro del ámbito propio de la jurisdicción militar, el
Legislador, conforme a sus atribuciones constitucionales, puede establecer como competencia “or-
gánica” de la Sala Suprema Penal Militar el conocimiento del recurso de casación en aquellos casos
en que se trate de los delitos de la función militar (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 57)

599
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

108 Jurisdicción militar. Destitución de magistrados militares es potestad del Consejo


Nacional de la Magistratura
En el caso de los órganos de la jurisdicción especializada en lo penal militar que no se encuentran
dentro del Poder Judicial, (…) no es incompatible con la Constitución que el Legislador implemente
un régimen disciplinario para tales órganos. Al respecto, debe tenerse en consideración que el
artículo 154, inciso 3, de la Constitución establece como una de las funciones del Consejo Nacional
de la Magistratura: “Aplicar la sanción de destitución a los Vocales de la Corte Suprema y Fiscales
Supremos y, a solicitud de la Corte Suprema o de la Junta de Fiscales Supremos, respectivamente,
a los jueces y fiscales de todas las instancias”, por lo que una vez acreditada la comisión de infrac-
ciones por parte del respectivo órgano de control disciplinario de la jurisdicción especializada en lo
penal militar, que pueda dar mérito a la destitución, deberá correrse traslado del respectivo expe-
diente a la Corte Suprema a efectos de que ésta presente la respectiva solicitud al Consejo Nacional
de la Magistratura (Exp Nº 0006-2006-PI/TC, 09/05/06, P, FJ. 39)

109 Jurisdicción militar. Determinación de la competencia entre la jurisdicción ordinaria y


militar
Si como lo establecen los artículos I del Título Preliminar, 1, inciso 1 y 8 de la Ley 28665, la (...) Sala
Suprema [Penal Militar Policial] forma parte de la jurisdicción militar, entonces es inadmisible que
sea esta misma jurisdicción la que vaya a dirimir aquellas contiendas en las que se discuta precisa-
mente la competencia de la jurisdicción militar para conocer de los delitos de función. Determinar
la competencia en aquellos casos en los que exista duda respecto de la jurisdicción que debe conocer
un delito de función es una competencia exclusiva de la jurisdicción ordinaria, que tiene su funda-
mento en el principio de imparcialidad judicial, estrechamente vinculado con el principio de inde-
pendencia judicial previsto en el artículo 139, inciso 2, de la Constitución (Exp. Nº 00004-2006-AI,
29/03/06, P, FJ. 45)

110 Jurisdicción militar. Diferencia con los órganos de administración militar


A diferencia de los órganos de la “administración militar”, los órganos de la “jurisdicción militar”
no pueden orientarse, entre otros, por los principios de obediencia y subordinación. En efecto, la
“administración militar” tiene una importante misión constitucional que se ve reflejada en el artí-
culo 165 de la Constitución que establece que las Fuerzas Armadas tienen como finalidad primor-
dial “garantizar la independencia, la soberanía y la integridad territorial de la República”, para cuyo
cumplimiento se requiere de un indispensable sistema disciplinario que impone la obediencia y
subordinación de los efectivos militares de nivel inferior respecto de los efectivos militares de nivel
superior, de modo tal que se pueda conseguir la máxima eficacia en la consecución de tales fines
constitucionales. Precisamente el cumplimiento eficaz de estos fines puede justificar que los efecti-
vos militares de nivel inferior vean limitados determinados derechos fundamentales en un caso
concreto (libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento, etc.), no pu-
diendo actuar autónomamente sino en función de las órdenes legítimas que un efectivo militar de
nivel superior le pueda impartir. Esta situación es sustancialmente distinta en el caso de la “juris-
dicción militar”, que no está orientada hacia cumplimiento de los fines antes mencionados, sino
más bien a administrar justicia, al igual como todo órgano de naturaleza jurisdiccional, solo que en
un ámbito específico como es el juzgamiento de los delitos de la función militar. Entre un juez penal
militar de primera instancia y un juez penal militar de segunda instancia no existe subordinación y
dependencia, pues ambos se encuentran protegidos mediante la garantía institucional de la inde-
pendencia judicial (artículo 146, inciso 1, de la Constitución), pudiendo revisar uno lo resuelto por
el otro solo cuando medie un medio impugnatorio. Un juez especializado en lo penal militar no tiene
como fin garantizar la independencia, la soberanía y la integridad territorial de la República (fin
propio de la administración militar), sino más bien administrar justicia en los casos de delitos de la
función militar, mediante procesos dotados de todas las garantías que componen la tutela jurisdic-
cional efectiva y el debido proceso (Exp. Nº 0023-2003-AI/TC, 09/06/04, P, FJ. 68)
En el caso de los miembros de las fuerzas armadas y policiales militares y policiales, ellos gozan,
como todo ciudadano, del derecho a que el Estado les proporcione todas las garantías que les asegure

600
DERECHO PROCESALPENAL .

un proceso debido. En ningún caso, se puede equiparar el ámbito de la “administración militar” en


el que imperan los principios de orden y disciplina, entre otros, con el ámbito de la “jurisdicción
militar”, en el que imperan la Constitución –que reconoce, entre otros, el derecho a la tutela juris-
diccional “efectiva”– y la ley que sea expedida conforme a ella (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P,
FJ. 24)

111 Jurisdicción militar. Estatuto jurídico


[La jurisdicción especializada en lo militar deberá poseer] un estatuto jurídico que procure la pre-
servación de la autonomía judicial y el trato igualitario entre sus miembros. En caso de que el
Legislador decida que sus instancias no se encuentren dentro del Poder Judicial, deberá dotarse a
esta jurisdicción de un estatuto jurídico único para sus miembros. En el caso que el Legislador
decida establecer que tales tribunales militares, o alguno de ellos, se encuentren dentro del Poder
Judicial, estos deberán someterse, en su totalidad, al estatuto jurídico único que rige a los magis-
trados de este órgano constitucional (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 12)

112 Jurisdicción militar. Estatuto jurídico que preserva autonomía judicial y trato igualita-
rio de miembros
Cosa distinta es distinguir cómo se organiza la función jurisdiccional del Estado. Como se ha evi-
denciado, esta función jurisdiccional es ejercida por el Poder Judicial, por el Tribunal Constitucio-
nal, por el Jurado Nacional de Elecciones y por la jurisdicción especializada en lo militar, entre otros.
En el caso de los tres primeros órganos mencionados, el principio de unidad de la función jurisdic-
cional implica, a su vez ,que cada uno de estos órganos deba sujetarse a un estatuto jurídico básico
y propio, el que deberá asegurar la unidad funcional del sistema judicial, así como la independencia
judicial y el trato igualitario a los jueces que se encuentren en el mismo nivel y jerarquía, esto es
que no podría considerarse que cada uno de estos órganos constituye una unidad cuando en su
interior existan diferentes estatutos jurídicos para sus miembros.
En el caso de la jurisdicción especializada en lo militar –independientemente de que su ubicación se
encuentre dentro o fuera del Poder Judicial–, deberá poseer garantías procesales no menores de las
que existen en la jurisdicción ordinaria, así como un estatuto jurídico que procure la preservación
de la autonomía judicial y el trato igualitario entre sus miembros. En caso de que el Legislador
decida que sus instancias no se encuentren dentro del Poder Judicial, deberá dotarse a esta jurisdic-
ción de un estatuto jurídico único para sus miembros. En el caso que el Legislador decida establecer
que tales tribunales militares, o alguno de ellos, se encuentren dentro del Poder Judicial, estos
deberán someterse, en su totalidad, al estatuto jurídico único que rige a los magistrados de este
órgano constitucional (Exp. Nº 0004-2006-PI/TC, 29/03/06, P, FJ. 12)

113 Jurisdicción militar. Excepción al ejercicio de la función jurisdiccional solo para el juz-
gar los delitos de la función militar
[R]esulta también inválido aquel sentido interpretativo según el cual la excepción hecha a favor de
la jurisdicción militar (artículo 139, inciso 1, de la Constitución) pudiera implicar una concesión
constitucional que consagre la existencia de tribunales especiales para los efectivos militares; que
tales tribunales se encuentren desvinculados de las garantías del debido proceso; que cuenten con
sus propias fiscalías; que cuenten con un sistema propio de nombramiento o con un sistema propio
de formación y capacitación para el ascenso. [En ese sentido,] conforme a una interpretación siste-
mática de la Constitución, la excepción hecha a favor de la jurisdicción especializada en lo penal
militar puede ser entendida como una excepción al ejercicio de la función jurisdiccional a cargo del
Poder Judicial, únicamente para el juzgamiento de los delitos de la función militar (Exp. Nº 0006-
2006-PI/TC, 09/05/06, P, FJ. 53)

114 Jurisdicción militar. Fiscales especializados en lo penal militar deben someterse al ré-
gimen disciplinario del Ministerio Público
[Se fractura] el autogobierno [del Ministerio Público], ejercido mediante los respectivos órganos de
línea, al someter a los fiscales especializados en lo penal militar a un sistema de control disciplinario

601
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

distinto de aquel establecido en el estatuto jurídico básico de éste órgano, no siendo la especialidad
penal militar una que justifique la existencia de un sistema disciplinario especial dentro del Minis-
terio Público (Exp Nº 0006-2006-PI/TC, 09/05/06, P, FJ. 40)

115 Jurisdicción militar. Formación y capacitación de la Academia de la Magistratura


[T]odo funcionario que desempeñe la función fiscal, ya sea que lo haga en la especialización en
materia penal, penal militar, familia u otra, debe recibir la formación y capacitación de la Academia
de la Magistratura, y además debe cumplir con los estudios que ésta exija para el ascenso. (…)[Asi-
mismo,] la AMAG también debe encargarse de la formación y capacitación para el ascenso de los
jueces especializados en lo penal militar, sea que, por disposición del Legislador, se encuentren
dentro o fuera del Poder Judicial (Exp. Nº 0006-2006-PI/TC, 09/05/06, P, FJs. 51 y 52)

116 Jurisdicción militar. Imposibilidad de que militares en actividad actúen como jueces
A fin de proteger los principios de independencia e imparcialidad judicial, el juez militar no puede
desempeñarse, a la vez, como oficial en actividad de las fuerzas armadas (ya sea oficial de armas u
oficial del cuerpo o servicio jurídico), toda vez que la situación de actividad implica un nivel de
pertenencia orgánica y funcional al respectivo instituto armado o policial y, en última instancia al
Poder Ejecutivo (...). Para evitar (...) [los] atentados a la independencia e imparcialidad, se exige que
todos los jueces, independientemente de su especialidad (penal, penal militar, civil, comercial, etc.),
deban gozar de un estatuto jurídico único que les otorgue similares derechos y obligaciones (remu-
neraciones, beneficios sociales y asistenciales, entre otros) a quienes se encuentren en el mismo
nivel y jerarquía (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 68)
[E]l hecho de que los tribunales militares sean conformados en su mayoría por “oficiales en activi-
dad”, vulnera los principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional, además
del principio de separación de poderes, ya que, por un lado, quienes integran las diversas instancias
de la jurisdicción militar son funcionarios de tales institutos castrenses; y, por otro, porque, por
principio, es incompatible que personas sujetas a los principios de jerarquía y obediencia, como los
profesionales de las armas que ejercen funciones jurisdiccionales, puedan ser al mismo tiempo
independientes e imparciales (Exp. Nº 00023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 42)
Aun en el supuesto de que los jueces militares pretendiesen actuar con independencia e imparcia-
lidad en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales, es incuestionable que, objetivamente, la
propia estructura de la jurisdicción militar imposibilita tal actuación (Exp. Nº 00023-2003-AI,
09/06/04, P, FJ. 45)

117 Jurisdicción militar. Incompetencia para preservar los principios de orden y disciplina
Un sentido constitucionalmente adecuado para entender los fines que debe cumplir la jurisdicción
militar no puede desvincularse del juzgamiento y eventual sanción de los denominados delitos de
función; es decir, del juzgamiento de aquellas conductas que lesionan bienes jurídicos propios de las
instituciones castrenses.
Lo anterior no quiere decir que el Tribunal Constitucional desconozca o menoscabe el valor y la
trascendencia que tienen los principios de “orden” y “disciplina” como elementos básicos para la
consecución de los fines institucionales de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional. Simple-
mente hace énfasis en que la preservación de tales principios no puede estar confiada a la justicia
militar. (...) [Esto no] impide que, en sede administrativo-militar, las leyes y reglamentos que regu-
lan el funcionamiento y el estatus de los militares puedan establecer procedimientos e instancias
que preserven lo que es propio de la administración militar, es decir, los principios de jerarquía,
disciplina, orden, etc (Exp. Nº 00023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 81 y 82)

118 Jurisdicción militar. Intervención del CNM en la elaboración de reglamentos de con-


curso y balotarios para la selección jueces
[T]ratándose de una jurisdicción especializada, como lo es la jurisdicción militar, se requiere
que en la elaboración de los respectivos reglamentos de concurso y balotarios, para la selección y

602
DERECHO PROCESALPENAL .

nombramiento de los jueces y fiscales que actúen en y ante ella, se deba contar con la participación
de profesionales especializados en la materia penal militar. No obstante, el ámbito de participación
y quiénes son los profesionales que deben participar debe ser determinado por el propio Consejo
Nacional de la Magistratura (Exp Nº 0006-2006-PI/TC, 09/05/06, P, FJ. 44)

119 Jurisdicción militar. Invalidez de remisión a tipos penales comunes


[R]esulta inválido utilizar por remisión tipos penales del Código Penal para emplearlos en un proce-
so penal tramitado ante la jurisdicción militar. Ello, en el aludido proceso penal, sólo evidencia que
algunos de los bienes jurídicos comprometidos en tal caso (los cuales están protegidos por el Código
Penal) deben ser de conocimiento de la jurisdiccional penal ordinaria (Exp. N° 02507-2005-HC/TC,
18/05/07, S1, FJ. 8)

120 Jurisdicción militar. Límites al ámbito de competencia


[L]a Constitución excluye e impide que (...) [el] ámbito de competencia [de la jurisdicción militar] se
determine por la mera condición de militar o policía.
La justicia castrense no constituye un “fuero personal” conferido a los militares o policías, dada su
condición de miembros de dichos institutos, sino un “fuero privativo” centrado en el conocimiento
de las infracciones cometidas por estos a los bienes jurídicos de las Fuerzas Armadas y la Policía
Nacional.
En ese orden de ideas, no todo ilícito penal cometido por un militar o policía debe o puede ser
juzgado en el seno de la justicia militar, ya que si el ilícito es de naturaleza común, su juzgamiento
corresponderá al Poder Judicial, con independencia de la condición de militar que pueda tener el
sujeto activo (…).
[C]onstitucionalmente tampoco es lícito que se determine tal competencia a partir de la sola refe-
rencia al sujeto pasivo que resulta afectado por la conducta ilícita del sujeto activo, es decir, que el
agraviado sea un militar, policía, o la propia institución. La Constitución proscribe, por ejemplo, que
civiles que eventualmente puedan ocasionar agravios sobre bienes jurídicos de las instituciones
castrenses o de la Policía Nacional, puedan ser sometidos a los tribunales militares (Exp. Nº 00017-
2003-AI, 16/03/04, P, FJs. 129 y 130)

121 Jurisdicción militar. Observancia de los principios y garantías de la administración de


justicia
[S]i bien el (...) inciso 1 del artículo 139 de la Constitución ha considerado excepcionalmente a la
jurisdicción militar como una jurisdicción independiente, ello no autoriza a que esta diseñe y auto-
rice el ejercicio de sus atribuciones con inobservancia de los principios constitucionales que infor-
man la actividad de todo órgano que administra justicia, tales como el de independencia e imparcia-
lidad de la función jurisdiccional, así como el de la garantía de inamovilidad de los jueces (Exp.
0023-2003-AI/TC, Nº 09/06/04, P, FJ. 24)
[D]ebe descartarse el sentido interpretativo según el cual el artículo 168 de la Constitución, que
establece que “las leyes y los reglamentos respectivos determinan la organización, las funciones,
las especialidades, la preparación y el empleo; y norman la disciplina de las Fuerzas Armadas y de la
Policía Nacional”, posibilitaría que la jurisdicción militar pudiese contar con un estatuto jurídico
desvinculado de los principios que rigen la función jurisdiccional, toda vez que, como es evidente,
la mencionada disposición constitucional está referida exclusivamente a la “administración” militar
y policial, mas no a la “jurisdicción” especializada en lo militar (…).
[T]eniendo en cuenta que el artículo 138 de la Constitución establece que la potestad de adminis-
trar justicia se ejerce por el Poder Judicial, la excepción hecha a favor de la jurisdicción especializa-
da en lo militar puede ser entendida como una excepción al ejercicio de la función jurisdiccional por
el Poder Judicial, lo que no implica (...) que la jurisdicción especializada en lo penal militar pierda su
naturaleza “jurisdiccional” y, como tal, se encuentre desvinculada de todos aquellos principios que
rigen la función jurisdiccional. Al respecto, deben tenerse en cuenta dos aspectos de trascendental

603
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

importancia. En primer lugar, por tratarse de una excepción en la Norma Fundamental, su interpre-
tación debe realizarse siempre de modo restrictivo y no extensivo; y, en segundo lugar, que el
Legislador, al organizar la jurisdicción militar, no puede desconocer aquellos principios constitu-
cionales propios de los órganos que administran justicia (Exp. Nº 0004-2006-PI/TC, 29/03/06, P,
FJs. 7 y 8)

122 Jurisdicción militar. Órgano incompetente y cosa juzgada


[E]l Tribunal Constitucional estima que será el Ministerio Público, conforme a sus competencias
constitucionales, el órgano que deberá determinar la existencia o no de elementos para ejercitar la
respectiva acción penal, no debiendo considerarse como cosa juzgada las resoluciones expedidas en
fuero penal militar respecto de la afectación bienes jurídicos comunes, pues éstas fueron expedidas
por un órgano jurisdiccional incompetente (Exp. Nº 02507-2005-HC/TC, 18/05/07, S1, FJ. 11)

123 Jurisdicción militar. Principios de unidad y exclusividad


[D]ebe descartarse el sentido interpretativo según el cual la jurisdicción especializada en lo
militar pudiera entenderse como una jurisdicción desvinculada de los principios de unidad y
exclusividad de la “función jurisdiccional”, es decir, que pueda ser entendida como una institu-
ción que, dada su finalidad (solamente se encarga de juzgar delitos de la función militar),
pudiese establecer una organización y funciones que se encuentren desvinculadas de aquellas
que son propias de todo órgano que administra justicia. El poder jurisdiccional del Estado es
uno solo. En un Estado Constitucional de Derecho existe una función de control que la Norma
Fundamental ha otorgado al poder jurisdiccional frente a los poderes Ejecutivo y Legislativo
(Exp. Nº 0004-2006-PI/TC, 29/03/06, P, FJ. 6)

124 Jurisdicción militar. Proceso judicial militar y procedimiento administrativo interno


El proceso, en el término amplio, es toda fórmula de solución de controversia que tienen dos partes
en contraposición. Cuando el órgano competente para resolver es de naturaleza judicial, se denomi-
na proceso propiamente, y es básicamente el que está expuesto a lo largo de la Constitución. Pero,
cuando es otro órgano el que decide, se denomina procedimiento, siendo de aplicación las normas
procesales constitucionales, según la naturaleza de su actividad.
En este marco, debe entenderse el proceso judicial militar para resolver sobre la base de un delito
de función, y el procedimiento administrativo interno que actúa sobre cánones de conducta para los
miembros de una determinada institución (Exp. Nº 03194-2004-HC, 28/12/04, S1, FJ. 3)

125 Jurisdicción militar. Régimen de los militares en situación de retiro


[E]n lo que se refiere al caso del juzgamiento de los integrantes de los institutos armados, limitado
para el caso de la comisión de delitos de función, esto es, conductas que afecten bienes jurídicos de
los institutos armados o policiales y/o constituyan la afectación de deberes de función, y que tengan
como sujetos activos del delito al personal que integre dichos institutos militares o policiales, bien
sea en situación de actividad o bien en situación de disponibilidad, encontrándose excluidos de la
posibilidad de cometer delitos de función, los militares en situación de retiro, pues estos, al recobrar
el ejercicio pleno de sus derechos civiles, según se está a lo dispuesto por el artículo 70 del Decreto
Legislativo 752, Ley de Situación Militar de los Oficiales del Ejercito, Marina de Guerra y Fuerza
Aérea, ya no pertenecen a los institutos armados, siéndoles aplicable, por tanto, el régimen jurídico
constitucional que rige para el caso de los civiles (Exp. Nº 0585-1996-HC, 19/06/98, P, FJ. 3c)

126 Jurisdicción militar. Régimen disciplinario especial


En el caso de las instancias inferiores de la jurisdicción militar, no existe prohibición constitucional
para que el Legislador pueda crear un régimen disciplinario especial, debiendo tomarse en conside-
ración, en todos los casos, que el artículo 154, inciso 3 de la Constitución establece como una de las
funciones del Consejo Nacional de la Magistratura la aplicación de la sanción de destitución a los
Vocales de la Corte Suprema y Fiscales Supremos, así como a los jueces y fiscales de todas las
instancias, por lo que la regulación del régimen disciplinario de las instancias de la jurisdicción

604
DERECHO PROCESALPENAL .

militar debe asemejarse, en lo posible, al régimen estatuido para el caso del Poder Judicial (Exp. Nº
0004-2006-PI/TC, 29/03/06, P, FJ. 93)

127 Jurisdicción militar. Régimen disciplinario único


[R]especto del principio de unidad de la función jurisdiccional, según el cual el Estado peruano, en
conjunto, posee un sistema jurisdiccional unitario, en el que cada uno de sus órganos deben poseer
no solo similares garantías y reglas básicas de organización y funcionamiento, sino también un
mismo régimen disciplinario. En ese sentido, si el Legislador, conforme a sus atribuciones constitu-
cionales, ha optado por crear una Sala Suprema Penal Militar dentro de la Corte Suprema de Justicia
de la República, entonces esta Sala debe someterse al régimen disciplinario existente dentro del
Poder Judicial y no como ha establecido la disposición cuestionada, que permite la coexistencia de
dos regímenes disciplinarios dentro del Poder Judicial; uno para los miembros de la Sala Suprema
Penal Militar Policial, y otro para el resto de órganos jurisdiccionales de este Poder del Estado. (...)
(Exp. Nº 0004-2006-PI/TC, 29/03/06, P, FJ. 92)

128 Jurisdicción militar. Respecto del derecho de defensa


[N]i siquiera la necesidad de preservar los principios de disciplina y jerarquía de la Policía Nacional
del Perú justifica que las sanciones disciplinarias respectivas que puedan dictarse a sus integrantes
se impongan sin respetar el derecho de defensa. Autoridad, disciplina y respeto del principio de
jerarquía no puede entenderse como franquicia para sancionar en condiciones de indefensión (Exp.
Nº 02050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 15)

129 Jurisdicción militar. Sala Suprema Penal Militar debe someterse al régimen disciplina-
rio del Poder Judicial
[S]i el Legislador ha optado por crear una Sala Suprema Penal Militar dentro de la Corte Suprema de
Justicia de la República, entonces esta Sala debe someterse al régimen disciplinario existente den-
tro del Poder Judicial y no como han establecido las disposiciones cuestionadas al permitir la coexis-
tencia dé dos regímenes disciplinarios dentro del Poder Judicial: uno para los miembros de la Sala
Suprema Penal Militar Policial, y otro para el resto de órganos jurisdiccionales del Poder Judicial,
fragmentando de este modo la unidad de la función jurisdiccional de éste órgano constitucional
(Exp Nº 0006-2006-PI/TC, 09/05/06, P, FJ. 38)

130 Jurisdicción militar. Vertiente negativa del principio de exclusividad de la función ju-
risdiccional
En el caso de la jurisdicción especializada en lo militar, el principio de exclusividad de la función
jurisdiccional implica, en su vertiente negativa, que los jueces militares no puedan desempeñar
ninguna otra función que no sea la jurisdiccional para el conocimiento de materias como los delitos
de la función exclusivamente castrense, salvo la docencia universitaria, es decir, no podrán desem-
peñar ninguna función de carácter administrativo militar o de mando castrense, entre otras (Exp.
Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 15.a)

131 Jurisdicción militar. Vertiente positiva del principio de exclusividad de la función ju-
risdiccional
En el caso de la jurisdicción especializada en lo militar, el principio de exclusividad de la función
jurisdiccional implica, en su vertiente positiva, que solo los jueces de la jurisdicción especializada
en lo militar –ya sea que esta se encuentre dentro o fuera del Poder Judicial– podrán conocer los
denominados “delitos de la función militar” (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 15.b)

132 Jurisdicción militar. Vulneración del derecho al juez natural en caso de juzgamiento
de civiles
La autorización para que los tribunales militares juzguen a civiles por los delitos de traición a la patria
y terrorismo (...) son lesivas del derecho al juez natural (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 102)

605
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

133 Jurisdicción ordinaria y jurisdicción militar. Distribución de competencias


[C]onforme a la propia distribución de competencias entre la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción
militar establecida en la Constitución (artículo 173°), sólo el Código Penal Militar Policial puede
contener los delitos de función en los que pueden incurrir los ciudadanos que forman parte de las
Fuerzas Armadas y Policía Nacional cuando éstos afecten bienes jurídicos propios de la defensa
militar del Estado (por ejemplo, disciplina y orden militares), disposición de la que se desprende
además que sólo el Código Penal común puede contener los delitos en los que pueden incurrir los
ciudadanos comunes o los ciudadanos que forman parte de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional
cuando éstos afecten bienes jurídicos de naturaleza ordinaria (por ejemplo, propiedad, vida, integri-
dad física, libertad sexual) (Exp. Nº 02507-2005-HC/TC, 18/05/07, S1, FJ. 8)

134 Límites del legislador para regular la jurisdicción militar. Actuación de la Corte Suprema
[E]n lo que se refiere a la jurisdicción especializada en lo militar, la Constitución ha impuesto un
límite a la potestad del Legislador cuando se trate de regular esta jurisdicción: que en materia de
casación la Corte Suprema (en tanto que jurisdicción ordinaria y expresión del poder jurisdiccio-
nal civil) revisará aquellas resoluciones en las que el poder jurisdiccional militar haya aplicado la
pena de muerte. Al respecto, es menester precisar que (...) [L]os (...) artículos 141 y 173 consa-
gran una competencia “material” de la Corte Suprema, al otorgarle la competencia sobre una
materia como es la aplicación de la pena de muerte. En otros términos, esta disposición constitu-
cional tiene por finalidad que, en los casos de pena muerte, el poder jurisdiccional “civil” (me-
diante una Sala de la Corte Suprema en la que no participe ningún magistrado de la jurisdicción
militar) pueda revisar lo resuelto por el poder jurisdiccional “militar” (Exp. Nº 00004-2006-AI,
29/03/06, P, FJ. 27)

135 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Afectación


de atribuciones del Consejo Nacional de la Magistratura
[Se vulneran] los principios de unidad e independencia de la función jurisdiccional del Poder Judi-
cial, el principio de igualdad, así como las atribuciones constitucionales del Consejo Nacional de la
Magistratura (CNM), [si] además de encontrarse establecidos en un estatuto jurídico “especial”,
introducen en la Corte Suprema de Justicia de la República una sala que va a estar compuesta, en
parte, por oficiales en retiro nombrados por el CNM, mediante un concurso “público” realizado solo
con los miembros provenientes de un organismo como el denominado Cuerpo Judicial Penal Militar
Policial, y que van a tener incluso los mismos derechos que los Vocales de la Corte Suprema, pese a
que su designación es de carácter temporal (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 40)
Los (…) los artículos 10 y 12 [de la Ley 28665], desnaturalizan las atribuciones del Consejo
Nacional de la Magistratura, toda vez que establecen que este solo podrá realizar el concurso
“público” de méritos y la evaluación personal exigidos por la Constitución con los postulantes
que formen parte del Cuerpo Judicial Penal Militar Policial y ostenten el grado de General de
Brigada o su equivalente; es decir, que en el caso de la elección de los integrantes de la Sala
Suprema Penal Militar Policial, el Consejo solo podrá realizar el concurso “público” con los inte-
grantes de una entidad como el denominado Cuerpo Judicial Penal Militar Policial (Exp. Nº 0004-
2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 42)
No se pone en tela de juicio la necesidad de que los órganos judiciales de la jurisdicción especia-
lizada en lo militar deban contar con profesionales del Derecho especialistas en la materia
penal militar, sino el que se obligue al Consejo Nacional de la Magistratura a realizar un con-
curso “público” solo con los integrantes del Cuerpo Judicial Penal Militar Policial, generando
una situación que limita las funciones del mencionado órgano constitucional y, además, limita
desproporcionada e irrazonablemente el ejercicio de derechos fundamentales (como el de igual-
dad en el acceso a los cargos públicos o la libertad de trabajo) de quienes, teniendo una forma-
ción jurídico militar idónea para desempeñar la función jurisdiccional en materia penal militar,
no son miembros del denominado Cuerpo Judicial Penal Militar (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06,
P, FJ. 43)

606
DERECHO PROCESALPENAL .

136 Principio de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Afectación


por intervención del Poder Ejecutivo en nombramiento de jueces militares
La intervención del Poder Ejecutivo, directa o indirectamente, en el nombramiento de los jueces
militares, representa un atentado contra la independencia judicial y la garantía de imparcialidad
(Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 58)

137 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Afectación


por la estructura de la jurisdicción militar
El juzgamiento [por parte de jueces militares]de tales ilícitos, y la eventualidad de que allí se dicten
resoluciones judiciales que priven temporalmente de la libertad, exige, pues, que este sea realizado
por jueces sobre los que no exista ninguna duda de sus condiciones de imparcialidad e independen-
cia, ínsitas a cualquiera que ejerza funciones jurisdiccionales en nombre del pueblo.
Aun en el supuesto de que los jueces militares pretendiesen actuar con independencia e imparcia-
lidad en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales, es incuestionable que, objetivamente, la
propia estructura de la jurisdicción militar imposibilita tal actuación, tal como se verá más adelante
(Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 45)

138 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Caso del juez


militar
A fin de proteger los principios de independencia e imparcialidad judicial, el juez militar no puede
desempeñarse, a la vez, como oficial en actividad de las fuerzas armadas (ya sea oficial de armas u
oficial del cuerpo o servicio jurídico), toda vez que la situación de actividad implica un nivel de
pertenencia orgánica y funcional al respectivo instituto armado o policial y, en última instancia al
Poder Ejecutivo.
No se trata, en este caso, de negar la legítima aspiración de un oficial en actividad a formar parte de
la función jurisdiccional del Estado, en la especialidad militar, sino más bien de una exigencia según
la cual para que un oficial-abogado pueda desempeñarse como juez militar, debe desvincularse
completamente del servicio militar, así como de los derechos y beneficios que posee dentro de la
administración militar o policial. En efecto, no se podría afirmar que un juez especializado en lo
penal militar es independiente e imparcial si existe la posibilidad de que este reciba, por ejemplo,
beneficios asistenciales de salud, educación, vivienda y bienestar, por parte de las Fuerzas Armadas
o la Policía Nacional (...). Para evitar tales atentados a la independencia e imparcialidad, se exige
que todos los jueces, independientemente de su especialidad (penal, penal militar, civil, comercial,
etc.), deban gozar de un estatuto jurídico único que les otorgue similares derechos y obligaciones
(remuneraciones, beneficios sociales y asistenciales, entre otros) a quienes se encuentren en el
mismo nivel y jerarquía (Exp. Nº 0023-2003-AI/TC, 09/06/04, P, FJ. 68)
El problema (…) no es que exista, o no, dentro de la organización de la jurisdicción militar un
órgano denominado Cuerpo Judicial Penal Militar Policial, que agrupe a los magistrados de la juris-
dicción especializada en lo militar, sino: a) quienes lo conformen, y b) qué rol desempeña con
relación a la independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional, básicamente en lo que se
refiere a la inexistencia dentro de este organismo de valores militares como los de obediencia y
subordinación entre los jueces, los que, como se ha visto en el punto anterior, son propios de la
administración militar, y no de la jurisdicción militar (...). Por ello, si se entiende que la situación de
actividad implica que el respectivo oficial se encuentre dentro del servicio militar y este servicio a
su vez se encuentra regulado en la respectiva normativa de la “administración militar” que forma
parte del Poder Ejecutivo, entonces no existirá independencia ni imparcialidad de la “jurisdicción
militar” si los jueces que pertenecen a esta poseen vínculos de dependencia respecto de un poder
del Estado como es el Poder Ejecutivo. ¿Qué independencia e imparcialidad se podría asegurar a los
propios efectivos militares que puedan ser procesados, si los jueces que los van a juzgar son oficia-
les en actividad y, en cuanto tales, pertenecen a la estructura castrense? La respuesta es obvia,
ninguna (Exp. Nº 0023-2003-AI/TC, 09/06/04, P, FJs. 68 y 76)

607
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

139 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Inamovili-


dad de cargos de jueces militares
A efectos de tutelar la independencia e imparcialidad de los jueces militares y evitar que puedan ser
sometidos a algún tipo de presión o interferencia en el ejercicio de la función jurisdiccional, a ellos
se les debe garantizar la inamovilidad en sus cargos. Si bien la declaratoria de un Estado de Emer-
gencia puede plantear que, excepcionalmente, una autoridad judicial militar pueda trasladarse a un
punto geográfico que se encuentre dentro de su circunscripción respectiva y que tal declaratoria de
emergencia implique a su vez una petición por parte del Poder Ejecutivo a la Sala Suprema Penal
Militar Policial de la Corte Suprema de Justicia de la República, para que se realice tal traslado
(solicitud que debe ser atendida con la celeridad y urgencia del caso), ello no autoriza a que dispo-
siciones como las aquí cuestionadas permitan que “todos” los órganos de la jurisdicción militar
puedan trasladarse, reducirse o suprimirse, conforme a los requerimientos de las Fuerzas Armadas
o la Policía Nacional (Exp. Nº 0023-2003-AI/TC, 09/06/04, P, FJ. 87)

140 Propuesta de establecer una Sala Penal Militar. Como órgano de casación
[E]l Legislador, atendiendo a su potestad de libre configuración, pueda establecer una Sala Penal
Militar dentro la Corte Suprema de Justicia de la República, y que esta Sala pueda constituirse en
un órgano de casación o de instancia de la jurisdicción militar, entre otras opciones. Analicemos
esto con mayor detalle:
- Atendiendo a la potestad de libre configuración del Legislador y a lo estipulado por el artículo
139, inciso 6, de la Constitución, que reconoce el principio de pluralidad de la instancia, el
Legislador tiene la libertad de determinar las respectivas instancias de la jurisdicción militar.
En efecto, no es incompatible con la Constitución que el Legislador, en el caso de la jurisdicción
especializada en lo militar, pueda establecer en la Corte Suprema una Sala Penal que conozca en
última instancia de los delitos de la función militar.
- Asimismo, atendiendo a la mencionada potestad de libre configuración del Legislador, este
puede establecer, como competencia orgánica, una Sala Penal Militar de la Corte Suprema
para el conocimiento, vía recurso de casación, de lo resuelto en la jurisdicción militar. Esto
último requiere, evidentemente, de la diferenciación entre la “competencia material” y la
“competencia orgánica” de la Corte Suprema de Justicia de la República para conocer el
recurso de casación respecto de la jurisdicción militar. En cuanto a la “competencia mate-
rial”, como ya se ha adelantado, esta se desprende de una interpretación conjunta de los
extremos finales de los artículos 141 y 173 de la Constitución, que señalan que la Corte
Suprema conocerá en casación aquellos casos en los que se haya impuesto la pena de muer-
te. De este modo, se impone una revisión por parte del poder jurisdiccional “civil” respecto
de la pena de muerte aplicada por el poder jurisdiccional “militar”. En cambio, en la “com-
petencia orgánica”, el Poder Legislativo, conforme a sus atribuciones constitucionales, al
diseñar la organización de la jurisdicción “militar”, le puede otorgar a la Corte Suprema,
mediante una sala especializada, la competencia para conocer el recurso de casación contra
las resoluciones que se expidan en la jurisdicción militar. En este caso, no se trata de la
revisión “civil” de la pena de muerte aplicada por la jurisdicción “militar”, sino de la orga-
nización de esta por parte del Legislador, de acuerdo con sus atribuciones constitucionales
(Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 27.ii)

MEDIOS IMPUGNATORIOS

141 Casación. Jurisdicción ordinaria y militar


Ambos artículos [141 y 173 de la Constitución], interpretados conjuntamente, establecen que la
Corte Suprema de Justicia de la República conoce de las resoluciones expedidas en dos jurisdiccio-
nes: la militar y la ordinaria. En cuanto a la jurisdicción ordinaria, la Corte Suprema puede fallar en
casación o en última instancia, y en cuanto a la jurisdicción especializada en lo militar, la Corte
Suprema puede fallar en casación cuando se trate de resoluciones en las que se haya impuesto la

608
DERECHO PROCESALPENAL .

pena de muerte, conforme a las leyes y los tratados de derechos humanos de los que el Perú es parte
(Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 26)

MEDIOS TÉCNICOS CONTRA EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL

142 Derecho de gracia


Constitucionalmente, sólo vía prescripción, ley expresa o derecho de gracia está permitido no san-
cionar a quien infringe la ley, lo contrario es promover el desorden. El Derecho también es persua-
sión y disuasión (Exp. Nº 00069-1996-AA, 21/10/98, P, FJ. 2)

MINISTERIO PÚBLICO

143 Atribuciones del Ministerio Público. Carácter requiriente


[L]a función del Ministerio Público es requiriente; es decir, postulante y, en ningún caso, decisoria
ni sancionatoria, habida cuenta que no tiene facultades coactivas ni de decisión directa para la
apertura de instrucción penal; por lo tanto, su accionar, conforme al ordenamiento legal, no com-
porta amenaza o violación a la libertad personal ni a sus derechos conexos (Exp. Nº 03960-2005-
PHC, 20/07/05, S1, FJ. 8)

144 Atribuciones del Ministerio Público. Carga de la prueba y conducción de la investiga-


ción del delito
[E]l Ministerio Público es titular del ejercicio público de la acción penal en los delitos y tiene el
deber de la carga de la prueba, asumiendo la conducción de la investigación desde su inicio, para lo
cual, previo estudio de los hechos, determinará si la conducta incriminada es delictuosa; es decir, si
hay razones atendibles sobre la comisión de hechos constitutivos de un delito, para luego determi-
nar y acreditar la responsabilidad o inocencia del imputado; de ocurrir la primera, calificará su
procedencia formalizando la correspondiente denuncia penal; en caso contrario, archivará la de-
nuncia. Sin embargo, en caso de no reunir la prueba suficiente sobre la constitución del hecho
delictuoso o la del presunto infractor, dispondrá la realización de una investigación preliminar para
reunir la prueba que considere necesaria; para tal efecto, practicará u ordenará practicar los actos
de investigación que correspondan, así como las demás diligencias pertinentes. Con esta finalidad
conduce y controla jurídicamente los actos de investigación que realiza la Policía Nacional (Exp. Nº
03960-2005-PHC, 20/07/05, S1, FJ. 8)

145 Atribuciones del Ministerio Público. Exclusividad de funciones


A diferencia de lo que sucede con la función jurisdiccional, cuyo ejercicio se ha encomendado a
diversos órganos (la “ordinaria” al Poder Judicial, la “constitucional” a este Tribunal, etc.), la Cons-
titución no ha previsto un tratamiento semejante para el Ministerio Público. Las atribuciones cons-
titucionalmente conferidas a este órgano constitucional, por tanto, no pueden ser ejercidas por
ningún otro órgano, toda vez que no existe norma constitucional que habilite un supuesto de excep-
ción (Exp. Nº 00023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 74)

146 Atribuciones del Ministerio Público. Principio acusatorio


[La inexistencia de proceso penal sin la formulación de la acusación penal] guarda directa relación
con la atribución del Ministerio Público, reconocida en el artículo 159 de la Constitución, entre
otras, de ejercitar la acción penal. Siendo exclusiva la potestad del Ministerio Público de incoar la
acción penal y de acusar, a falta de esta, el proceso debe llegar a su fin. (…)
De acuerdo (...) [al] principio acusatorio, la falta de acusación impide cualquier emisión de senten-
cia condenatoria, máxime si el fiscal tuvo la opción, en vez de acusar, de solicitar la ampliación de
la instrucción. En caso el fiscal decida no acusar, y dicha resolución sea ratificada por el fiscal

609
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

supremo (en el caso del proceso ordinario) o por el fiscal superior (para el caso del proceso sumario),
al haber el titular de la acción penal desistido de formular acusación, el proceso penal debe llegar a
su fin (Exp. Nº 02005-2006-HC, 13/03/06, P, FJs. 6 y 7)

147 Atribuciones del Ministerio Público. Regulación constitucional


[E]l artículo 158 de la Constitución consagra la autonomía del Ministerio Público, estableciendo, en
el artículo 159, sus atribuciones, dentro las cuales se encuentran la de promover de oficio, o a
petición de parte, la acción judicial en defensa de la legalidad y de los intereses públicos tutelados
por el Derecho (inciso 1); la de velar por la independencia de los órganos jurisdiccionales y por la
recta administración de justicia (inciso 2); la de conducir desde su inicio la investigación de delito
(inciso 4); la de ejercitar la acción penal de oficio o a pedido de parte (inciso 5); y la de ejercer iniciativa
en la formación de leyes (inciso 7), entre otras (Exp. Nº 00023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 73)
[E]n modo alguno puede restringirse la autonomía que corresponde al Ministerio Público en el
desenvolvimiento de las funciones que la Constitución le ha conferido en su artículo 159; menos
aún puede aceptarse la limitación de los principios de unidad, exclusividad e independencia de la
función jurisdiccional (incisos 1 y 2 del artículo 139), la que, desde luego, alcanza también al juez
instructor encargado de evaluar la suficiencia de elementos de juicio que justifiquen la apertura de
instrucción y de conducir la etapa investigativa del proceso (Exp. Nº 00006-2003-AI, 01/12/03, P,
FJ. 17)

148 Atribuciones del Ministerio Público. Subordinación funcional de la Policía Nacional en


investigación del delito
[Es] el Ministerio Público el encargado de la conducción del proceso en la fase prejurisdiccional. La
Policía Nacional desarrolla una función meramente ejecutiva y, por ende, está subordinada funcio-
nalmente, en lo que a la investigación del delito se refiere, al Ministerio Público (Exp. Nº 0001-
2001-AI, 15/11/01, P, FJ. 2)

149 Ministerio Público. Alcances de la protección constitucional de los fiscales provisionales


[L]a suplencia o provisionalidad, como tal, constituye una situación que no genera más derechos
que los inherentes al cargo que “provisionalmente” ejerce quien no tiene titularidad alguna. Siendo
ello así, no puede pretenderse, en sede constitucional, la protección de derechos que no correspon-
den a quien no ha sido nombrado conforme a lo establecido en los artículos 150 y 154 de la Cons-
titución, sino que ejerce, de manera interina, una función de carácter transitorio (...) (Exp. Nº
06349-2005-AA, 22/09/05, S2, FJ. 4)

150 Ministerio Público. Autonomía


[T]eniendo en cuenta lo dispuesto por el artículo 158 de la Constitución, la garantía institucional de
la autonomía del Ministerio Público tiene por finalidad asegurar y proteger la libertad de actuación
de este órgano constitucional, de modo tal que pueda cumplir eficazmente con las funciones que le
ha encomendado la Norma Fundamental, evitando la dependencia y subordinación respecto de
otros órganos, poderes o personas, sean estas públicas o privadas (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/03/06,
P, FJ. 101)
[E]l Ministerio Público es un órgano autónomo, cuya principal misión es promover el ejercicio de la
función jurisdiccional con arreglo al principio de legalidad, en defensa de los intereses públicos
tutelados por el Derecho. Así, es potestad discrecional de dicho ministerio determinar si se dispone
de pruebas suficientes para formalizar denuncia penal, o disponer la realización de una investiga-
ción a efectos de reunir tales pruebas (Exp. Nº 03709-2005-HC, 27/06/05, S1, FJ. 4)

151 Ministerio Público. Reserva de ley orgánica


[E]l Ministerio Público, cuya función principal es representar a la sociedad en los procesos judicia-
les, así como la de defender la legalidad y los intereses públicos, goza de reserva de ley orgánica
(Exp. Nº 00022-2004-AI, 12/08/05, P, FJ. 26)

610
DERECHO PROCESALPENAL .

Para garantizar (...) [la] libertad de actuación [del Ministerio Público] es preciso, entre otras cosas,
que el Ministerio Público, en tanto que órgano constitucional autónomo, pueda contar con un esta-
tuto jurídico básico que regule los derechos, obligaciones, incompatibilidades y beneficios de los
fiscales, entre otros, de manera que se pueda preservar la imparcialidad en el desempeño de la
función fiscal, así como el tratamiento igualitario a los fiscales que se encuentren en el mismo nivel
y jerarquía (...).
[E]l estatuto jurídico básico del Ministerio Público es precisamente su Ley Orgánica (Decreto Legis-
lativo 052), estatuto jurídico que no solo viene exigido por la garantía institucional de la autonomía
del Ministerio Público (artículo 158 Const.), sino también porque así lo dispone el artículo 106 de la
Norma Fundamental al establecer que “Mediante leyes orgánicas se regulan la estructura y el fun-
cionamiento de las entidades del Estado previstas en la Constitución” (Exp. Nº 00004-2006-AI, 29/
03/06, P, FJs. 101 y102)

PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

152 Derecho a la presunción de inocencia. Actuación del juez constitucional


[L]a eficacia de este derecho [presunción de inocencia] no autoriza al Tribunal y, en general, al juez
de los derechos fundamentales, a superponerse o sustituirse en las labores que son propias del juez
penal. Por ello, tratándose del cuestionamiento de una resolución judicial por violación del principio
de presunción de inocencia, al Juez Constitucional le está vedado realizar una valoración sobre la
responsabilidad penal que pudiera tener el procesado. Su ámbito de actuación se circunscribe a
determinar si en el desarrollo de dicho proceso, la sanción impuesta no se fundamenta en ningún
medio de prueba, o las que le sirvieron de sustento son manifiestamente insuficientes para servir
de justificación a una condena (Exp. Nº 0506-2005-PA, 08/03/05, P, FJ. 8)

153 Derecho a la presunción de inocencia. Aplicación temporal


Rige desde el momento en que se imputa a alguien la comisión de un delito, quedando el acusado en
condición de sospechoso durante toda la tramitación del proceso, hasta que se expida la sentencia
definitiva (Exp. Nº 0618-2005-HC, 08/05/05, P, FJ. 21)

154 Derecho a la presunción de inocencia. Carga de la prueba


Frente a una sanción carente de motivación, tanto respecto de los hechos como también de las
disposiciones legales que habrían sido infringidas por los recurrentes, no puede trasladarse toda la
carga de la prueba a quien precisamente soporta la imputación, pues eso significaría que lo que se
sanciona no es lo que está probado en el procedimiento, sino lo que el imputado, no ha podido
probar como descargo en defensa de su inocencia (Exp. Nº 2192-2004-AA, 11/10/04, S1, FJ. 13)
[E]l derecho a la presunción de inocencia, reconocido en el artículo 2,24,e, de la Constitución,
obliga al órgano jurisdiccional a realizar una actividad probatoria suficiente que permita desvirtuar
el estado de inocente del que goza todo imputado, pues este no puede ser condenado solo sobre la
base de simples presunciones (Exp. Nº 8811-2005-HC, 29/11/05, S1, FJ. 3)

155 Derecho a la presunción de inocencia. Definición


Por esta presunción [de inocencia], iuris tantum, a todo procesado se le considera inocente mientras
no se pruebe su culpabilidad; vale decir, hasta que no se exhiba prueba en contrario (Exp. Nº 0618-
2005-HC, 08/05/05, P, FJ. 21)
[C]onforme lo establecen las garantías del debido proceso, el numeral e, inciso 24, del artículo 2 de
la Constitución Política del Perú, el artículo 11.1 de la Declaración universal de los Derechos Huma-
nos, y el artículo 14.2 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, toda persona es
considerada inocente mientras judicialmente no se haya declarado su responsabilidad (Exp. Nº
0618-2005-HC, 08/05/05, P, FJ. 20)

611
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

156 Derecho a la presunción de inocencia. Detención judicial preventiva irrevocable


[L]a prohibición de conceder al imputado cualquier tipo de libertad durante la instrucción –sin
excepción– contraría no solo la presunción de inocencia, sino el derecho de defensa amparado por la
Constitución (Exp. Nº 0005-2001-AI, 15/11/01, P, FJ. 2)

157 Derecho a la presunción de inocencia. Detención judicial preventiva y prognosis de la


pena
[La detención preventiva] no puede solo justificarse en la prognosis de la pena que, en caso de
expedirse sentencia condenatoria, se aplicará a la persona que hasta ese momento tiene la condi-
ción de procesada, pues ello supondría invertir el principio de presunción de inocencia por el de
criminalidad (Exp. Nº 1260-2002-HC, 09/07/02, P, FJ. 3)

158 Derecho a la presunción de inocencia. Mandato de detención preventiva


[S]i bien la detención judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí
misma, esta no es inconstitucional. Sin embargo, por el hecho de tratarse de una medida que
restringe la libertad locomotora, dictada pese a que, mientras no exista sentencia condenatoria
firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma su inocencia; cualquier restricción de ella
siempre debe considerarse la última ratio a la que el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de
dictarse solo en circunstancias verdaderamente excepcionales y no como regla general (...) (Exp. Nº
1091-2002-HC, 12/08/02, P, FJ. 7)
[L]a presunción de inocencia [es un] elemento conformante del debido proceso. [Por ello d]isponer
en una norma procesal penal que el imputado, en todo caso –es decir, sin sopesar las circunstancias
de cada expediente– tendrá mandato de detención desde el inicio de la instrucción, contraría
esa presunción y, por tanto, el debido proceso exigido por la Constitución (Exp. Nº 0005-2001-AI,
15/11/01, P, FJ. 2)

159 Derecho a la presunción de inocencia. Plazo razonable de detención preventiva


La presunción de inocencia se mantiene “viva” en el proceso penal siempre que no exista una
sentencia judicial que, como corolario del cauce investigatorio llevado cabo con las garantías inhe-
rentes al debido proceso, logre desvirtuarla. Mientras ello no ocurra dicho principio debe informar
a todos y cada uno de los actos de la judicatura, máxime si existe una medida de detención vigente.
La duración desproporcionada de dicha medida desvirtúa la funcionalidad del principio en el seno
del proceso, generando la mutación de una medida cautelar en una sanción que, a diferencia de la
pena impuesta por una resolución judicial condenatoria, agota su propósito en el abatimiento del
individuo, quien deja de ser “sujeto” del proceso, para convertirse en “objeto” del mismo (Exp. Nº
2915-2004-HC, 23/11/04, P, FJ. 12)
[La presunción de inocencia] tampoco podrá prolongarse más de lo estrictamente indispensable
para que el proceso se desenvuelva y concluya con una sentencia definitiva, mediante una actividad
diligente de los órganos jurisdiccionales especialmente estimulada por la situación de privación de
la libertad de un presunto inocente, y sin que pueda pretenderse la ampliación de aquel término
argumentándose que se mantienen los peligros para los fines del proceso o la concurrencia de
cualquier clase de inconvenientes prácticos (todos los imaginables deben estar comprendidos en el
término límite), ni mucho menos con argumentos que encubran o pretendan justificar la incuria o
displicencia de los funcionarios responsables (Exp. Nº 3771-2004-HC, 29/12/04, S1, FJ. 7, PV.)

160 Derecho a la presunción de inocencia. Principio de culpabilidad


[U]n límite a la potestad sancionatoria del Estado está representado por el principio de culpabilidad.
Desde este punto de vista, la sanción, penal o disciplinaria, solo puede sustentarse en la comproba-
ción de responsabilidad subjetiva del agente infractor de un bien jurídico. En ese sentido, no es
constitucionalmente aceptable que una persona sea sancionada por un acto o una omisión de un
deber jurídico que no le sea imputable (Exp. Nº 2868-2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 21)

612
DERECHO PROCESALPENAL .

161 Derecho a la presunción de inocencia. Valoración de los medios de prueba


[E]l problema planteado como consecuencia de que no se hayan actuado determinados medios de
prueba y que, (...) sobre la base de pruebas incompletas o insuficientes, se haya condenado al actor,
no es un tema que ocasione la violación del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales,
sino, antes bien, se relaciona con la eventual afectación del derecho a la presunción de inocencia.
Este principio impone que el juez, en caso de no existir prueba plena que determine la responsabilidad
penal del acusado, deba absolverlo y no condenarlo (Exp. Nº 1230-2002-HC, 20/06/02, P, FJ. 13)

PRINCIPIOS PROCESAL PENALES

162 Administración de justicia. Control difuso en materia penal


[L]as leyes inconstitucionales que conceden algún beneficio para el reo no podrán desplegar tales
efectos porque, siendo el control difuso un poder-deber de toda la judicatura (artículo 138 de la
Constitución), el juez a quien se solicite su aplicación retroactiva deberá inaplicarla por resultar
incompatible con la Constitución (Exp. Nº 00019-2005-PI, 21/07/05, P, FJ. 52)
[A]l momento de evaluar si les corresponde ejercer el poder-deber de aplicar el control difuso
contra una determinada ley (artículo 138 de la Constitución), todos los jueces y magistrados del
Poder Judicial, bajo las responsabilidades de ley, se encuentran en la obligación de observar las
interpretaciones realizadas por el Tribunal Constitucional que tengan conexión manifiesta con el
asunto, lo que, conviene enfatizar, no ha sido efectuado por la judicatura al momento de conocer
algunas causas en las que se solicitó la aplicación de la norma impugnada (Exp. Nº 00019-2005-PI,
21/07/05, P, FJ. 66)

163 Cosa juzgada. Delimitación del principio ne bis in ídem


[P]or lo que se refiere a la delimitación de aquellos supuestos no protegidos por la dimensión
procesal del ne bis in ídem, este Tribunal debe de recordar que el contenido constitucionalmente
protegido de todo derecho no puede extraerse únicamente en atención al significado de las palabras
con las cuales una disposición constitucional enuncia un determinado derecho fundamental; esto
es, atendiendo solo a su formulación semántica, sino en atención al telos o finalidad que con su
reconocimiento se persigue (...) (Exp. Nº 4587-2004-AA/TC, 29/11/05, P, FJ. 70)

164 Cosa juzgada. Relación con el principio ne bis in ídem


[U]no de los efectos que se deriva de haberse alcanzado (...) [la] autoridad de cosa juzgada es la
prohibición de que por los mismos fundamentos se pueda volver a juzgar a la misma persona. Esa
eficacia negativa de las resoluciones que pasan con la calidad de cosa juzgada, a su vez, configura lo
que en nuestra jurisprudencia hemos denominado el derecho a no ser juzgado 2 veces por el mismo
fundamento (ne bis in ídem). En relación a este derecho, (...) si bien el ne bis in ídem no se encuen-
tra textualmente reconocido en la Constitución como un derecho fundamental de orden procesal,
sin embargo, al desprenderse del derecho reconocido en el inciso 2) del artículo 139 de la Constitu-
ción (cosa juzgada), se trata de un derecho implícito que forma parte de un derecho expreso (Exp. Nº
4587-2004-AA/TC, 29/11/05, P, FJ. 46)

165 Cosa juzgada. Requisitos del principio ne bis in ídem


[P]ara que la prohibición de doble enjuiciamiento por la infracción de un mismo bien jurídico pueda
oponerse a la segunda persecución penal, es preciso que se satisfaga irremediablemente una triple
identidad:
a) Identidad de persona física;
b) identidad de objeto y,
c) identidad de causa de persecución (Exp. Nº 4587-2004-AA/TC, 29/11/05, P, FJ. 69)

613
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

166 Debido proceso. Agravamiento de una sanción no constituye violación al principio ne


bis in ídem
La hipótesis de agravamiento de una [misma] sanción incide en el quántum de esta y, por sí misma,
no configura una nueva sanción por la infracción del mismo bien jurídico (Exp. Nº 2868-2004-AA,
24/11/04, S2, FJ. 7)

167 Debido proceso. Complementación de una sanción no constituye violación al princi-


pio ne bis in ídem
[No es] inconstitucional el que, con sujeción al principio de legalidad, se habilite la posibilidad de
complementar una sanción que, a juicio de las autoridades competentes, resulte manifiestamente
insuficiente respecto a los bienes jurídicos que hayan podido quedar afectados como consecuencia
de la comisión de una falta. (...) Pero una cosa es aplicar una doble sanción por la lesión de un
mismo bien jurídico, y otra muy distinta es que, impuesta una sanción que aún no se ha ejecutado,
por la gravedad que la falta pueda revestir, ella pueda ser revisada y complementada (Exp. Nº 2050-
2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 23)

168 Debido proceso. Defensa obstruccionista vulnera el derecho a ser juzgado en un plazo
razonable
En cuanto a la actividad procesal del interesado, se ha subrayado que “[r]esulta importante distin-
guir entre el uso regular de los medios procesales que la ley prevé y la llamada defensa obstruccio-
nista, caracterizada por todas aquellas conductas intencionalmente dirigidas a obstaculizar la cele-
ridad del proceso, sea la interposición de recursos que, desde su origen y de manera manifiesta, se
encontraban condenados a la desestimación, sea las constantes y premeditadas faltas a la verdad
que desvíen el adecuado curso de las investigaciones, entre otros. En todo caso, corresponde al juez
penal demostrar la conducta obstruccionista del procesado” (Exp. Nº 0618-2005-HC, 08/03/05, P,
FJ. 13)

169 Debido proceso. Dimensión material del principio ne bis in ídem


[L]o importante para calificar si dos sanciones impuestas violan dicho derecho fundamental [el
debido proceso] no es tanto que por un mismo acto una persona sea sancionada administrativa y
disciplinariamente y, correlativamente, en un proceso penal [pues, a priori, efectivamente ello pue-
de acontecer desde el momento en que aquel acto puede suponer la infracción de un bien jurídico
administrativo y, simultáneamente, de un bien jurídico penal], sino que la conducta antijurídica,
pese a afectar a un solo bien jurídico, haya merecido el reproche dos o más veces (Exp. Nº 2868-
2004-AA, 24/11/04, S2, FJ. 5)
En su formulación material, el enunciado según el cual, “nadie puede ser castigado dos veces por un
mismo hecho”, expresa la imposibilidad de que recaigan dos sanciones sobre el mismo sujeto por
una misma infracción, puesto que tal proceder constituiría un exceso del poder sancionador, contra-
rio a las garantías propias del Estado de Derecho.
(...) [E]l elemento consistente en la igualdad de fundamento es la clave que define el sentido del
principio: no cabe la doble sanción del mismo sujeto por un mismo hecho cuando la punición se
fundamenta en un mismo contenido injusto, esto es, en la lesión de en un mismo bien jurídico o un
mismo interés protegido (Exp. Nº 2050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 19)

170 Debido proceso. Dimensión procesal del principio ne bis in ídem


El derecho a no ser enjuiciado dos veces por el mismo hecho, esto es, el principio del ne bis in ídem
“procesal”, está implícito en el derecho al debido proceso reconocido por el artículo 139, inciso 3),
de la Constitución. Esta condición de contenido implícito de un derecho expreso, se debe a que, de
acuerdo con la IV Disposición Final y Transitoria de la Constitución, los derechos y libertades funda-
mentales se aplican e interpretan conforme a los tratados sobre derechos humanos en los que el
Estado peruano sea parte. Y el derecho al debido proceso se encuentra reconocido en el artículo 8.4
de la Convención Americana de Derechos Humanos (Exp. Nº 2050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 18)

614
DERECHO PROCESALPENAL .

En su vertiente procesal, tal principio [ne bis in ídem] significa que “nadie pueda ser juzgado dos
veces por los mismos hechos”, es decir, que un mismo hecho no pueda ser objeto de dos procesos
distintos o, si se quiere, que se inicien dos procesos con el mismo objeto. Con ello se impide, por un
lado, la dualidad de procedimientos (por ejemplo, uno de orden administrativo y otro de orden
penal) y, por otro, el inicio de un nuevo proceso en cada uno de esos órdenes jurídicos (dos procesos
administrativos con el mismo objeto, por ejemplo) (Exp. Nº 2050-2002-AA, 16/04/03, P, FJ. 19)
En su vertiente procesal, el principio ne bis in ídem garantiza que no se vuelva a juzgar a una
persona que ya lo haya sido, utilizando similar fundamento. Y ello con la finalidad de evitar lo que
la V Enmienda de la Constitución Norteamericana denomina double jeopardy, es decir, el doble
peligro de condena sobre una persona (Exp. Nº 0729-2003-HC, 14/04/03, S2, FJ. 3)

171 Debido proceso. Finalidad del derecho a ser juzgado en un plazo razonable
[E]l derecho a un “plazo razonable” tiene como finalidad impedir que los acusados permanezcan
durante largo tiempo bajo acusación y asegurar que su tramitación se realice prontamente. En
consecuencia, el derecho a que el proceso tenga un límite temporal entre su inicio y fin, forma parte
del núcleo mínimo de derechos reconocido por el sistema internacional de protección de los dere-
chos humanos, y, por tanto, no puede ser desconocido (Exp. Nº 0618-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 10)

172 Debido proceso. Investigación que excede el plazo reglamentario


[N]o hay vulneración de derecho constitucional alguno por el hecho de que la investigación ante el
Ministerio Público se haya extendido más allá del plazo señalado en su Reglamento correspondien-
te. Si (...) [se] admitiera la tesis sostenida por el recurrente, podría darse el supuesto, a todas luces
irrazonable, de que, además del plazo de prescripción previsto por la ley penal para cada uno de los
delitos, a ello pueda añadirse uno nuevo, derivado o a consecuencia de que un procedimiento de
investigación ante el Ministerio Público no se haya realizado dentro del plazo estipulado en su
Reglamento. A lo más, dicha infracción reglamentaria generaría un tema de responsabilidad admi-
nistrativa del funcionario transgresor, pero no una violación de derecho constitucional (Exp. Nº
2928-2002-HC, 30/01/03, S1, FJ. 3)

173 Debido proceso. No afectación del principio non bis in ídem en caso de pena con san-
ciones múltiples
[N]o (…) [se vulnerará el principio non bis in ídem] en el caso de que se trate de una pena con
sanciones múltiples. Desde esta lógica, lo que comporta la reincidencia es la manera como se ha
constatado anteriormente la agravación de la pena impuesta para un mismo acto delictivo y para un
mismo sujeto, sobre la base de valorar la existencia de antecedentes de comisión del mismo delito
en una oportunidad anterior (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 51).
El primer delito cometido –aquel que es objeto de consideración– no recibe una pena adicional ni
una agravación de esta; simplemente se toma en consideración para efectos de graduar la pena que
se atribuirá a un acto delictivo distinto. Por su parte, el acto delictivo reincidente –es decir el acto
delictivo perpetrado en un segundo momento– no es tampoco objeto de una doble imposición de
pena, sino de una sola, aquella prevista por el dispositivo que consagra su tipo penal, aunque
agravada como consecuencia de la existencia de antecedentes respecto al mismo tipo penal (Exp. Nº
003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 52).

174 Debido proceso. Noción de celeridad procesal


[S]i bien ha de procurarse la rapidez y la prontitud para llegar a una resolución en todo proceso
judicial, inclusive penal, y más aún en uno sumario, ello no puede desvirtuar la protección de la
persona como fin supremo de la sociedad y del Estado (artículo 1 de la Constitución). Todo acto de
celeridad debe tener como propósito esencial el respeto del derecho a la tutela procesal efectiva. Tal
sentido fluye de lo dispuesto por el artículo 125 del Código de Procedimientos Penales, el mismo
que determina que si el inculpado invoca hechos o pruebas en su defensa, estos deben ser verifica-
dos por el juzgador en el plazo más breve (Exp. Nº 6712-2005-HC, 17/10/05, P, FJ. 29)

615
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

175 Debido proceso. Principio ne bis in ídem


[E]l derecho de no ser sancionado dos veces por un mismo hecho o el de no ser procesado dos veces
(ne bis in ídem), constituye un contenido implícito del derecho al debido proceso reconocido en el
inciso 3) del artículo 139 de la Constitución (Exp. Nº 0729-2003-HC, 14/04/03, S2, FJ. 2)
Este principio [ne bis in ídem] contempla la prohibición de la aplicación de múltiples normas sancio-
nadoras, la proscripción de ulterior juzgamiento cuando por el mismo hecho ya se haya enjuiciado
en un primer proceso en el que se haya dictado una resolución con efecto de cosa juzgada (Exp. Nº
0729-2003-HC, 14/04/03, S2, FJ. 3)

176 Debido proceso. Reapertura de proceso penal y principio ne bis in ídem


[N]o se configura una violación del principio ne bis in ídem, si es que la reapertura del proceso
penal, en primer lugar, se sustenta en un nuevo fundamento, esto es, en un ilícito distinto de aquel
por el cual se emitió sentencia, cualquiera que fuese el sentido de esta (Exp. Nº 0729-2003-HC, 14/
04/03, S2, FJ. 5)

177 Debido proceso. Reapertura de proceso por declaración de nulidad de sentencia y


principio ne bis in ídem
[N]o se viola el derecho de no ser juzgado dos veces por un mismo hecho, si la realización de un
nuevo proceso obedece a la declaración de nulidad de la sentencia originalmente dictada, por anidar
un vicio procesal grave que la afecta en su esencia, y si la declaración de nulidad e iniciación de un
nuevo proceso penal tiene la finalidad de corregir, a favor del sentenciado, una vulneración de las
normas procesales con relevancia constitucional (Exp. Nº 0729-2003-HC, 14/04/03, S2, FJ. 5)

178 Debido proceso. Relación entre el derecho a ser juzgado en un plazo razonable y la
celeridad procesal
[C]on relación a la actuación de los órganos judiciales, “[s]erá materia de evaluación el grado de
celeridad con el que se ha tramitado el proceso, sin perder de vista, en ningún momento, el especial
celo que es exigible a todo juez encargado de dilucidar una causa en la que se encuentra un indivi-
duo privado de su libertad” (Exp. Nº 0618-2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 14)

179 Debido proceso. Relación entre el plazo de tramitación del proceso y el derecho a ser
juzgado en un plazo razonable
Es evidente la imposibilidad de que en abstracto se establezca un único plazo a partir del cual la
tramitación de un proceso pueda reputarse como irrazonable. Ello implicaría asignar a los procesos
penales una uniformidad objetiva e incontrovertida, supuesto que es precisamente ajeno a la grave
y delicada tarea que conlleva merituar la eventual responsabilidad penal de cada uno de los indivi-
duos acusados de la comisión de un ilícito (Exp. Nº 0549-2004-HC, 21/01/05, S1, FJ. 7)
[L]a imposibilidad de establecer un plazo único e inequívoco para evaluar la razonabilidad o irrazo-
nabilidad del tiempo de duración de un proceso, no impide el establecimiento de criterios o pautas
que, aplicadas a cada situación específica, permitan al juez constitucional determinar la afectación
del derecho constitucional a ser juzgado más allá del tiempo razonablemente necesario (Exp. Nº
0549-2004-HC, 21/01/05, S1, FJ. 9)

180 Debido proceso. Relación entre la complejidad del caso y el derecho a ser juzgado en
un plazo razonable
[E]n relación con la complejidad del asunto (...) “[p]ara su valoración, es menester tomar en consi-
deración factores tales como la naturaleza y gravedad del delito, los hechos investigados, los alcan-
ces de la actividad probatoria para el esclarecimiento de los eventos, la pluralidad de agraviados o
inculpados, o algún otro elemento que permita concluir, con un alto grado de objetividad, que la
dilucidación de una determinada causa resulta particularmente complicada y difícil” (Exp. Nº 0618-
2005-HC, 08/03/05, P, FJ. 12)

616
DERECHO PROCESALPENAL .

181 Debido proceso. Relación entre procesos excesivamente breves y el derecho a ser juz-
gado en un plazo razonable
[A]unque la duración excesiva de los procesos sea el supuesto más común de violación del derecho
a un proceso sin dilaciones indebidas, tal derecho también garantiza al justiciable frente a procesos
excesivamente breves, cuya configuración esté prevista con la finalidad de impedir una adecuada
composición de la litis o de la acusación penal (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 162)
[U]n proceso concebido con una duración extremadamente sumaria o apresurada, cuyo propósito no
sea el de alcanzar que la litis se satisfaga en términos justos, sino ofrecer un ritual formal de
sustanciación “de cualquier acusación penal”, vulnera el derecho a un proceso “con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable”. El factor razonabilidad aquí no está destinado a garanti-
zar la duración excesiva del proceso, sino a cuestionar la desproporcionada perentoriedad con que
este ha sido configurado por el legislador (Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 162)

182 Debido proceso. Respeto a las garantías del proceso penal


[L]a causal de improcedencia de las acciones de garantía contra resoluciones judiciales no se deriva
solo del hecho de que esta se haya dispuesto dentro de un proceso judicial o acaso por un juez
competente, sino que, es consecuencia de que esta se haya expedido con respeto de todas las
garantías que comprende el derecho al debido proceso y, tratándose de la prisión preventiva, de que
esta haya sido dispuesta con respeto de los principios de excepcionalidad, proporcionalidad, razona-
bilidad y subsidiaridad (Exp. Nº 1260-2002-HC, 09/07/02, P, FJ. 1)

183 Debido proceso. Valoración de la prueba en el proceso penal


[L]a determinación de la responsabilidad penal conlleva la evaluación de los medios probatorios en
conjunto, y exige que las conclusiones a las que se llegue sean producto de un análisis razonado. En
este orden de ideas, no es exacto afirmar que “se dictó sentencia condenatoria contra los favoreci-
dos porque durante el juicio oral se descartaron las declaraciones testimoniales ofrecidas y admiti-
das”, toda vez que ningún medio probatorio tiene la calidad de prueba plena capaz de producir en el
juzgador una total convicción respecto del delito instruido, así como de la culpabilidad atribuida al
agente, que lo obligue a emitir un fallo (Exp. Nº 2101-2005-HC, 18/05/05, S1, FJ. 5)

184 Jurisdicción predeterminada por ley. Juez competente en materia penal


[E]l derecho reconocido en el artículo 139.3 de la Constitución no garantiza que un procesado en la
justicia penal tenga el derecho a ser juzgado por un juez especializado en el delito por el que se le
investiga; por un juez hipotéticamente más idóneo que los demás; por un juez culturalmente más
próximo al procesado o, entre otras variables, por el juez del lugar donde se cometieron los hechos
(Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 176).

185 Jurisdicción predeterminada por ley. Órganos jurisdiccionales especializados


[E]n la medida que la predeterminación del juez por la ley se refiere únicamente al órgano jurisdic-
cional, y no a la creación anticipada de los juzgados y salas especializadas que deban conocer del
proceso, mismas que se encuentran dotadas ex lege de la misma competencia material, basta que
estos existan y se apliquen normas de reparto que establezcan criterios objetivos y de generalidad,
para concluir en que no se configura violación del derecho reconocido en el inciso 3) del artículo
139 de la Constitución (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 184).

186 Motivación de resoluciones judiciales. Manifestación en materia penal


En materia penal, el derecho en referencia garantiza que la decisión expresada en el fallo sea con-
secuencia de una deducción razonable de los hechos del caso, las pruebas aportadas y la valoración
jurídica de ellas en la resolución de la controversia. En suma, garantiza que el razonamiento em-
pleado guarde relación y sea proporcionado y congruente con el problema que al juez penal corres-
ponde resolver (Exp. Nº 1230-2002-HC, 20/06/02, P, FJ. 11)

617
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

187 Principio de imparcialidad de la función jurisdiccional. Acepciones


El principio de imparcialidad posee dos acepciones:
a) Imparcialidad subjetiva. Se refiere a cualquier tipo de compromiso que pudiera tener el juez con
las partes procesales o en el resultado del proceso. El caso de la jurisdicción especializada en lo
militar constituye un supuesto especial en el que se pueden presentar serios inconvenientes
para la imparcialidad (...).
b) Imparcialidad objetiva. Está referida a la influencia negativa que puede tener en el juez la
estructura del sistema, restándole imparcialidad, es decir, si el sistema no ofrece suficientes
garantías para desterrar cualquier duda razonable (Exp. Nº 0023-2003-AI/TC, 09/06/04, P, FJ. 20)
[E]l principio de imparcialidad –estrechamente ligado al principio de independencia funcional– se
vincula a determinadas exigencias dentro del proceso, definidas como la independencia del juez
frente a las partes y al objeto del proceso mismo, pudiendo entenderse desde dos acepciones:
a) Imparcialidad subjetiva, que atañe a algún tipo de compromiso que el juez pueda tener con el
caso.
b) Imparcialidad objetiva, referida a la influencia negativa que puede tener en el juez la estructura
del sistema, restándole imparcialidad, es decir, si el sistema no ofrece suficientes garantías para
desterrar cualquier duda razonable (Exp. Nº 0023-2003-AI, 09/06/04, P, FJ. 34)
El principio de imparcialidad posee dos acepciones:
a) Imparcialidad subjetiva. Se refiere a cualquier tipo de compromiso que pudiera tener el juez con
las partes procesales o en el resultado del proceso. El caso de la jurisdicción especializada en lo
militar constituye un supuesto especial en el que se pueden presentar serios inconvenientes
para la imparcialidad. Así pues, “El riesgo reside en el grado y en el distintivo militar, peligroso
según Venditti para la formación de la voluntad judicial; puesto que el militar en tanto que
integrante de una jerarquía, es llevado por su propia naturaleza y forma mentis a ser sensible a
las directrices superiores. La extracción militar de todos los miembros de la jurisdicción militar
puede provocar el predominio de sentimientos, tales como el espíritu de casta o la defensa de
los intereses castrenses (...). Más allá de las causas previstas legalmente como posibles atenta-
dos a la imparcialidad del juez, el entorno de la justicia militar puede arrastrar al juez a resolver
los asuntos con parcialidad por la especial situación de juez y parte con que ejerce su función.
Esta parcialidad se nutre de valores militares como la jerarquía, disciplina, obediencia y subor-
dinación, pero especialmente el de unidad”.
b) Imparcialidad objetiva. Está referida a la influencia negativa que puede tener en el juez la
estructura del sistema, restándole imparcialidad, es decir, si el sistema no ofrece suficientes
garantías para desterrar cualquier duda razonable.
De este modo, no puede invocarse el principio de independencia en tanto existan signos de parcia-
lidad, pues según el entero del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el cual comparte este
Colegiado: “[Un] Tribunal no podría, sin embargo, contentarse con las conclusiones obtenidas desde
una óptica puramente subjetiva; hay que tener igualmente en cuenta consideraciones de carácter
funcional y orgánico (perspectiva objetiva). En esta materia, incluso las apariencias pueden revestir
importancia (...); debe recusarse todo juicio del que se pueda legítimamente temer una falta de
imparcialidad. Esto se deriva de la confianza que los tribunales de una sociedad democrática deben
inspirar a los justiciables (...)” (Exp. Nº 0004-2006-AI, 29/03/06, P, FJ. 18)

188 Principio de legalidad. Lex praevia y la aplicación de normas procesal penales en el


tiempo
Con relación a la aplicación de las normas penales(....), en la aplicación de normas procesales pena-
les rige el principio tempus regit actum, que establece que la ley procesal aplicable en el tiempo es
la que se encuentra vigente al momento de resolverse (Exp. Nº 2496-2005-PHC, 17/05/05, S1, FJ.
12, PV)

618
DERECHO PROCESALPENAL .

[T]ratándose de disposiciones de carácter procesal, ya sea en el plano jurisdiccional o netamente


administrativo-penitenciario, el criterio a regir (...) es el de la eficacia inmediata de la ley procesal
(Exp. Nº 1594-2003-HC, 21/04/04, S1, FJ. 8)
En el caso de las normas procesales penales rige el principio tempus regit actum, cuyo enunciado es
que la ley procesal aplicable en el tiempo es la que se encuentra vigente al momento de resolverse
el acto. Esto supone la aplicación inmediata de la ley procesal, mas no que a través de ella se
regulen actos procesales ya cumplidos con la legislación anterior (Exp. Nº 2196-2002-HC, 10/12/
03, P, FJ. 8)

189 Principio de no ser condenado en ausencia. Ausencia y contumacia


[L]a ausencia de una persona en el desarrollo del proceso y, en forma particular, durante el juicio, no
solo puede tener por causa el desconocimiento que tenga de aquel, sino también la rebeldía o
renuncia expresa a la comparecencia. En el ámbito del proceso penal, el desconocimiento que el
acusado tenga de la existencia de un proceso genera un supuesto de “ausencia”; mientras que la
resistencia a concurrir al proceso, teniendo conocimiento de él, se denomina “contumacia” (Exp. Nº
003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 168).

190 Principio de no ser condenado en ausencia. Caso del reo en condición de ausente
[L]os plazos máximos de detención regulados por el artículo 137 del Código Procesal Penal no son
aplicables a aquellos casos, (...) en el que el procesado no ha sido sentenciado en primera instancia
por tener la condición de reo ausente, pues caso contrario se estaría vulnerando el principio de no
ser condenado en ausencia, consagrado en el artículo 139, inciso 12), de la Constitución (Exp. Nº
6214-2005-PHC/TC, 12/09/05, S2, FJ. 8)

191 Principio de no ser condenado en ausencia. Consecuencias de la expulsión del acusa-


do en la lectura de la sentencia
[T]ras la expulsión de la audiencia y la subsiguiente lectura de la sentencia condenatoria, se en-
cuentra también en cuestión el ejercicio de otros derechos fundamentales de orden procesal, que
pueden resultar restringidos. En particular, el derecho a la interposición de medios impugnatorios y,
con ello, el derecho de defensa, que, como este tribunal ha señalado, es uno que atraviesa transver-
salmente todo el proceso judicial. Sin embargo, (…) el legislador ha previsto la adopción de medidas
razonables que hacen que dichas restricciones no puedan considerarse como una afectación del
contenido esencial de los derechos comprometidos (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 171).

192 Principio de no ser condenado en ausencia. Expulsión del acusado en la lectura de la


sentencia
[E]l principio/derecho reconocido en el artículo 139.12 de la Ley Fundamental (…) garantiza que un
acusado esté presente en el acto de la lectura de una sentencia condenatoria. Pero este derecho no
puede entenderse en términos absolutos, al extremo de que el acusado pueda frustrar indetermina-
damente la lectura, valiéndose para ello de la realización de actos graves cada vez que se programe
el referido acto procesal. La expulsión del acusado, en tales circunstancias, no tiene la finalidad de
dejarlo en indefensión, sino de impedir indebidas perturbaciones con la impartición de la justicia
penal. En ese sentido, el desalojo de la sala, prima facie, no puede considerarse como una exclusión
arbitraria, en los términos del artículo 139.12 de la Constitución (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06,
P, FJ. 170).

193 Principio de no ser condenado en ausencia. Faz negativa del principio de no ser con-
denado en ausencia
[E]l derecho (…) [a no ser condenado en ausencia] garantiza, en su faz negativa, que un acusado no
pueda ser condenado sin que antes no se le permita conocer y refutar las acusaciones que pesan en
su contra, así como que no sea excluido del proceso en forma arbitraria (Exp. Nº 003-2005-PI/TC,
09/08/06, P, FJ. 167).

619
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

194 Principio de no ser condenado en ausencia. Faz positiva del principio de no ser conde-
nado en ausencia
En su faz positiva, el derecho a no ser condenado en ausencia impone a las autoridades judiciales el
deber de hacer conocer la existencia del proceso así como el de citar al acusado a cuanto acto
procesal sea necesaria su presencia física (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 167).

195 Principio de no ser condenado en ausencia. Naturaleza de la expulsión del acusado en


la lectura de la sentencia
[E]n primer lugar, el desalojo de la sala de audiencia está establecida como una medida excepcional,
de aplicación solo en casos particularmente graves y extremos. En segundo lugar, se trata siempre
de una medida temporal, que no comporta la exclusión del acusado del proceso, sino solo para la
realización del acto procesal cuya realización se pretendía perturbar. En tercer lugar, siendo una
medida excepcional y temporal, adicionalmente, el legislador ha previsto que la lectura de la sen-
tencia condenatoria necesariamente deba realizarse con la presencia del abogado defensor del acu-
sado o del abogado nombrado de oficio, de modo que no se postre al acusado en un estado de
indefensión. Finalmente, se ha previsto la obligación de notificar la sentencia condenatoria bajo
determinadas exigencias de orden formal, a fin de que el condenado decida si hace uso o no de los
medios impugnatorios que la ley procesal pueda haber previsto. Por estas razones, el tribunal
considera que este extremo de la pretensión también debe rechazarse (Exp. Nº 003-2005-PI/TC,
09/08/06, P, FJ. 172).

196 Principio de no ser condenado en ausencia. Principio de no ser condenado en ausen-


cia como garantía del proceso penal
La prohibición de que se pueda condenar in absentia es una garantía típica del derecho al debido
proceso penal. Es el corolario de una serie de garantías vinculadas con el derecho de defensa que
tiene todo acusado en un proceso penal (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 165).

197 Principio de publicidad en los procesos. Reserva en la aplicación del principio de pu-
blicidad en los procesos
[A] través de esta disposición constitucional [artículo 139.4], el poder constituyente ha reservado la
aplicación del principio de publicidad, como conditio sine qua non, para los procesos judiciales por
responsabilidad de funcionarios públicos, para los delitos cometidos por medio de la prensa y para
los que se refieren a derechos fundamentales. No obstante, para los demás procesos judiciales, la
aplicación del principio de reserva o confidencialidad puede ser establecido por el legislador; claro
está, siempre que este principio se aplique con criterios de razonabilidad y proporcionalidad, es
decir que exista un fin constitucionalmente legítimo, además de que se garantice el respeto del
derecho a la defensa y al debido proceso (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 39).

198 Principio de publicidad en los procesos. Secreto sobre la instrucción del proceso penal
Así, el secreto sumarial aparece como un límite constitucionalmente válido de la publicidad de los
procesos. Una cosa es mantener la reserva del sumario, es decir, prohibir el acceso al expediente o
a la audiencia, y otra muy distinta que se prohíba expresarse públicamente (Exp. Nº 2262-2004-
HC, 17/10/05, P, FJ. 20)

PRUEBA

199 Prueba. Actuación de medios probatorios


[T]odos los medios probatorios de un proceso penal deberán actuarse durante el juicio oral, estación
procesal en la cual el valor probatorio de los medios será compulsado y corroborado con otros
medios de prueba que, valorados por el criterio de conciencia del juzgador, serán determinantes para
establecer la responsabilidad penal, debiendo precisar el juzgador, al expedir pronunciamiento, cuáles

620
DERECHO PROCESALPENAL .

fueron aquellas que le llevaron a determinar la inocencia o culpabilidad del procesado. De lo cual se
colige que la diligencia de confrontación –en caso de ser considerada como prueba– deberá estar
corroborada con otras de igual naturaleza y mencionada expresamente en la sentencia a expedirse
(Exp. Nº 7024-2005-PHC/TC, 17/10/05, P, FJ. 9)

REINCIDENCIA

200 Reincidencia. Calificación de una conducta para configurar la reincidencia


[L]a reincidencia consiste en una calificación de la conducta delictiva, adicional a la calificación ya
prevista por el tipo penal. Esto quiere decir que ante la presunta realización de un delito, el juzga-
dor evalúa, en un primer momento, si la conducta puede subsumirse en los elementos que confor-
man el tipo penal; si se produce dicha subsunción, la conducta es calificada con el nomen iuris que
corresponde al delito (primera calificación). En un segundo momento, el juzgador evalúa nueva-
mente la conducta para establecer si califica o no como reincidencia, en función a la existencia de
antecedentes del imputado por cometer anteriormente el mismo delito (segunda calificación). Una
vez que se constata la comisión del delito y su carácter reincidente, se produce la atribución de la
sanciones: una sanción por la comisión per se del delito y la agravación de dicha sanción como
consecuencia de haberse identificado el carácter reincidente de la persona (Exp. Nº 003-2005-PI/
TC, 09/08/06, P, FJ. 48).

201 Reincidencia. Noción


La reincidencia constituye una circunstancia específica en que se halla una persona a la que se le
imputa la comisión de un delito y que abre espacio para la valoración de sus conductas anteriores,
con miras a determinar la graduación de las penas (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 44).
[L]a reincidencia consiste en una circunstancia en la cual se constata la existencia de antecedentes
delictivos en la persona que está siendo juzgada, para efectos de agravar la pena que se le pretende
imponer como consecuencia de haber cometido un delito. Se trata, pues, de una comprobación
desde la criminología de la forma de vida delictiva del procesado, que posibilita la imposición de una
mayor punición a una persona, allende a la que le corresponde por la comisión del delito, conside-
rada de modo aislado (Exp. Nº 003-2005-PI/TC, 09/08/06, P, FJ. 64).

202 Reincidencia. Supuestos de evaluación de la reincidencia


[L]a reincidencia es una situación fáctica consistente en la comisión de un delito en un momento en
el cual el actor ha experimentado, previamente, una sanción por la comisión de uno anterior. De-
pendiendo de la opción de política criminal de cada Estado, la reincidencia puede considerarse
existente en cualquiera de estas dos situaciones: (1) cuando el imputado ha cumplido en su totali-
dad el tiempo de internamiento en que consiste la pena que se le impuso, o (2) bien cuando se
ha cumplido cierto plazo de la misma, el cual es determinado por ley (Exp. Nº 003-2005-PI/TC,
09/08/06, P, FJ. 45).

621
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO
TRIBUTARIO

ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA

001 Actos de la Administración Tributaria. Abuso del derecho no se configura


Tomando en cuenta que la Administración Tributaria, en su actuación, no cuenta con derechos
subjetivos, sino que ejerce las facultades determinadas en el Código Tributario, como son la facul-
tad recaudadora, de determinación y fiscalización, así como la sancionadora, no resulta propio ha-
blar de abuso en el ejercicio de derechos en el presente caso (Exp. N° 3101-2003-AA/ TC, 06/01/04,
S1, FJ.2)

BENEFICIOS TRIBUTARIOS

002 Potestad tributaria. Función de los beneficios tributarios


[L]os beneficios tributarios se traducen en estímulos a determinadas personas o actividades que el
Estado considera valioso promover, y es ahí donde se debe considerar tanto los derechos fundamen-
tales, los principios constitucionales y los valores superiores, así como los deberes primordiales del
Estado que están previstos en el artículo 44 de la Constitución, ya aludidos supra. En efecto, no es
contrario a la Constitución el hecho que el legislador establezca una finalidad extrafiscal de los
tributos, siempre que ella esté de acuerdo con los principios rectores de la política social, económica
e, incluso, cultural del Estado (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 14)

003 Potestad tributaria. Necesidad, idoneidad y proporcionalidad de los beneficios tribu-


tarios
[E]l acto por el cual se otorga un beneficio tributario no es ni puede ser enteramente discrecional
por cuanto podría devenir en arbitrario, sino que debe realizarse no solo en observancia de los
demás principios constitucionales tributarios, sino también que debe ser necesario, idóneo y pro-
porcional. Lo contrario podría llevar a supuestos de desigualdad injustificada cuando no de discri-
minación, lo cual, de acuerdo con nuestra Constitución (artículo 2, inciso 2) está proscrita (Exp. Nº
0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 14)

004 Tratamiento especial en materia tributaria. Requisitos de las leyes que otorgan bene-
ficios tributarios
[E]l acto por el cual se otorga un beneficio tributario no es ni puede ser enteramente discrecional
por cuanto podría devenir en arbitrario, sino que debe realizarse no solo en observancia de los
demás principios constitucionales tributarios, sino también que debe ser necesario, idóneo y pro-
porcional. Lo contrario podría llevar a supuestos de desigualdad injustificada cuando no de discri-
minación, lo cual, de acuerdo con nuestra Constitución (artículo 2, inciso 2) está proscrita (...).
[L]os beneficios tributarios se traducen en estímulos a determinadas personas o actividades que el
Estado considera valioso promover, y es ahí donde se debe considerar tanto los derechos fundamentales,

622
DERECHO TRIBUTARIO .

los principios constitucionales y los valores superiores, así como los deberes primordiales del Esta-
do que están previstos en el artículo 44 de la Constitución (...). En efecto, no es contrario a la
Constitución el hecho que el legislador establezca una finalidad extrafiscal de los tributos, siempre
que ella esté de acuerdo con los principios rectores de la política social, económica e, incluso,
cultural del Estado (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 14)

CONFISCATORIEDAD

005 Confiscatoriedad. Criterios para su determinación


[E]l principio de no confiscatoriedad no siempre puede ser precisado en términos generales y abs-
tractos, sino que debe ser analizado y observado en cada caso, teniendo en consideración: a) la clase
de tributo y b) las circunstancias concretas de quienes están obligados a sufragarlo (Exp. Nº 1520-
2004-AA, 09/12/05, S2, FJ. 6)
[L]a confiscatoriedad en cada caso concreto requerirá la verificación de la no existencia de una
relación razonable entre el costo del servicio global que debe solventar cada sujeto y la forma como
se ha cuantificado el mismo en su caso, debiendo demostrarse, además, que de acuerdo a sus
circunstancias económicas, no le es posible soportar este tributo (Exp. Nº 0053-2004-AI, 16/05/05,
P, FJ. VIII.D.1)

006 Confiscatoriedad. Cualitativa


[L]a confiscatoriedad puede evaluarse no solo desde el punto de vista cuantitativo, sino también
cualitativo, cuando se produzca una sustracción ilegitima de la propiedad por vulneración de otros
principios tributarios, sin que en estos casos interese el monto de lo sustraído, pudiendo ser incluso
perfectamente soportable por el contribuyente (Exp. Nº 0041-2004-AI, 11/11/04, P, FJ. 56)

007 Confiscatoriedad. Cuantitativa


La evaluación de la confiscatoriedad cuantitativa tiene una mayor dificultad por cuanto debe deter-
minarse, primero, si el costo global del servicio es el que verdaderamente corresponde al gasto
incurrido por el Municipio; y, luego, si la distribución de dichos costos entre la totalidad de contri-
buyentes, ha sido tal, que cada contribuyente termine pagando lo que verdaderamente le corres-
ponde por el beneficio, en función a la intensidad del uso del servicio.
Es en este último caso donde radica la mayor dificultad para determinar lo que verdaderamente
corresponde pagar y cuál sería el exceso, sobre todo cuando se habla en términos de beneficio
potencial. Por ello, es más coherente que, en caso de conflicto, la carga de la prueba respecto a la
efectiva prestación del servicio, le corresponda a la administración municipal (Exp. Nº 0041-2004-
AI, 11/11/04, P, FJ. 61)
[U]no de los elementos que contribuyen a verificar la confiscatoriedad (...) es la falta del informe
económico-financiero que sustente el coste; y, en el segundo, el uso de criterios válidos para la
distribución de arbitrios. De este modo, si la distribución del coste se ha basado en criterios que no
guardan relación lógica con la naturaleza del servicio, cabe una fuerte presunción de que la carga
asumida por el contribuyente no es la real, pudiendo ser mayor al costo ideal, o incluso extremada-
mente mayor, debiéndose analizar las circunstancias particulares de cada caso (Exp. Nº 0041-2004-
AI, 11/11/04, P, FJ. 62)

008 Confiscatoriedad. Reglas para evaluar validez de arbitrios


[L]a evaluación de confiscatoriedad en el caso de arbitrios, se manifiesta por la determinación del
monto global del arbitrio sobre la base de montos sobrevaluados o, en el caso de montos no justifi-
cados, por la falta del informe técnico financiero que demuestre la determinación de costos.
En cada caso concreto, el contribuyente deberá acreditar lo que alega mediante los documentos
mínimos indispensables (liquidaciones, órdenes de pago, determinaciones, así como otros elementos

623
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

que demuestren la falta de recursos para asumir la carga o la no puesta a su disposición del servicio
cobrado); sin embargo, será la Municipalidad quien asuma el mayor peso de la carga probatoria,
debiendo ser ella quien demuestre la razonabilidad entre el costo del servicio y el monto exigido al
contribuyente en cada caso específico.
Si el contribuyente personalmente o de manera conjunta reclama en vía administrativa y luego en
la judicial la confiscatoriedad de los cobros, sustentándose en peritajes y estudios de certificación
técnica, el municipio deberá correr con los costos efectuados por los contribuyentes, en caso sea
atendido favorablemente su reclamo o demanda (Exp. Nº 0053-2004-AI, 16/05/05, P, FJ. VIII.D.2)

POTESTAD TRIBUTARIA

009 Potestad tributaria. Agotamiento de la vía previa


[D]e existir actos concretos de aplicación de una norma tributaria, como por ejemplo, órdenes de
pago, resoluciones de determinación, multas o cobranzas coactivas; es evidente, que el reclamo de
los mismos, debe seguir previamente el trámite administrativo establecido en la norma de la mate-
ria, esto es, el Código Tributario. En ese sentido, no es cierto que en estos casos, la vía previa no se
encuentre regulada, puesto que, ante la exigencia arbitraria de una deuda tributaria, el contribu-
yente puede reclamar en primera instancia, ante el órgano administrador del tributo, y luego apelar
ante el Tribunal Fiscal, en cuyo caso, recién queda agotada la vía administrativa (Exp. Nº 2302-
2003-AA, 13/04/05, P, FJ. 5.a, PV.)
[C]uando se cuestione[n] los actos de aplicación de un Decreto Supremo como norma reglamentaria
en materia tributaria, estamos en principio frente a un problema de conformidad con la Ley, para lo
cual, debe agotarse la vía administrativa hasta llegar al recurso de apelación ante el Tribunal Fiscal.
Cabe advertir sin embargo, un inconveniente a esta regla: los casos de normas autoaplicativas (Exp.
Nº 2302-2003-AA, 13/04/05, P, FJ. 6, PV.)

010 Potestad tributaria. Ámbito reservado al legislador


En un Estado social y democrático de Derecho, el diseño de la política tributaria es un ámbito
reservado al legislador, en el que goza, dentro de los límites establecidos en la Constitución, de un
amplio margen de libertad que deriva de su posición constitucional y, en última instancia, de su
específica legitimidad democrática (Exp. Nº 0004-2004-AI y otros, 21/09/04, P, FJ. 25)

011 Potestad tributaria. Delimitación de facultades de gobiernos locales


[L]a libertad que la Constitución ha otorgado al legislador para la determinación de la potestad
tributaria municipal se encuentr[a], a su vez, limitada ahí donde la Constitución lo ha estable-
cido bajo pena de invalidez; es decir, cuando se trate de preservar bienes constitucionalmente
garantizados. Ello, en doctrina, es lo que se conoce como límites inmanentes (límites a los
límites).
En tal virtud, la regulación legal de la potestad normativa tributaria municipal debe sujetarse al
respeto a los principios constitucionales tributarios de reserva de ley, igualdad, no confiscatoriedad
y capacidad contributiva, desarrollados por la jurisprudencia constitucional, así como también a la
garantía institucional de la autonomía política, económica y administrativa que los gobiernos loca-
les tienen en los asuntos de su competencia (Exp. Nº 0053-2004-AI, 16/05/05, P, FJ. VII.A.2)

012 Potestad tributaria. Excepción del agotamiento de la vía previa


[N]o resultaría exigible el agotamiento de la vía previa en el caso de normas autoaplicativas, pues,
al ser susceptibles de afectar derechos fundamentales con su sola vigencia, el tránsito por esta vía
podría convertir en irreparable la agresión. Más aún, al no requerir actos concretos de afectación,
haría inviable un pronunciamiento por parte del Tribunal administrativo (Exp. Nº 2302-2003-AA,
13/04/05, P, FJ. 7, PV.)

624
DERECHO TRIBUTARIO .

[Las] normas tributarias [que] son del tipo autoaplicativas, (...) [son aquellas en las] que el de-
mandante sea sujeto pasivo del tributo y se configure en su caso el hecho imponible de la norma,
la misma ya le es exigible, es decir, ya se encuentra obligado al pago sin esperar que la adminis-
tración desemboque su actuación administrativa para ejercer la cobranza de la deuda. Este
será un caso de excepción para la regla del agotamiento de la vía previa (Exp. Nº 2302-2003-
AA, 13/04/05, P, FJ. 9, PV.)

013 Potestad tributaria. Facultad de configuración de tributos


La Constitución no ha constitucionalizado ningún impuesto, ni tampoco ha determinado qué tipo de
actividades económicas puedan ser, o no, objeto de regulaciones fiscales. En consecuencia, el Esta-
do, a través de sus órganos constitucionales competentes, es libre de crear la clase de impuestos
que considere atendible, sin más límites que los que emanen del propio texto constitucional y,
fundamentalmente, del conjunto de principios constitucionales tributarios establecidos en su artí-
culo 74 (Exp. Nº 2727-2002-AA, 19/12/03, S1, FJ. 6)

014 Potestad tributaria. Límites


Los límites al ejercicio de la potestad tributaria recogidos en el artículo 74 de la Constitución
buscan garantizar que el deber de los ciudadanos de contribuir al sostenimiento de los gastos
públicos a través de impuestos, se haga respetando su capacidad contributiva, el principio de igual-
dad, la no consfiscatoriedad, el principio de legalidad; y, en general, todos los derechos fundamen-
tales de los contribuyentes (Exp. Nº 0676-2005-AA, 17/03/05, S1, FJ. 4)

015 Potestad tributaria. Niveles de análisis de constitucionalidad


[E]s preciso distinguir la eventual inconstitucionalidad de un tributo en atención a su incidencia
concreta en las circunstancias particulares en las que se encuentre cada uno de los obligados a
sufragarlo, y la inconstitucionalidad en la que pueda incurrir la ley que lo regula, la cual solo podría
ser determinada, en sentido abstracto, analizando los elementos constitutivos del tributo, y parti-
cularmente la materia imponible y la alícuota, cuyos contenidos o dimensiones podrían ser mues-
tras evidentes de un exceso de poder tributario (Exp. Nº 2302-2003-AA, 13/04/05, P, FJ. 14)

016 Potestad tributaria. Noción y justificación


La potestad tributaria constituye el poder que tiene el Estado para imponer a los particulares el
pago de los tributos, el cual no puede ser ejercido de manera discrecional o, dado el caso, de forma
arbitraria, sino que se encuentra sujeto a una serie de límites que le son impuestos por el ordenamien-
to jurídico, sean estos de orden constitucional o legal (Exp. Nº 9165-2005-PA, 13/02/06, P, FJ. 5)
El Estado, para el desarrollo de sus distintas actividades, requiere de un sustento económico, el
cual, como resulta natural, debe provenir fundamentalmente de las contribuciones que sus ciuda-
danos realicen, porque, de otra forma, sería prácticamente imposible financiar los gastos públicos o
la satisfacción de necesidades colectivas a su cargo. Para que estas contribuciones no estén sujetas
a la libre voluntad de los ciudadanos, el pueblo, a través de la Constitución, ha dotado al Estado del
poder suficiente para establecer unilateralmente prestaciones económicas de carácter coactivo, que
deben ser satisfechas por los sujetos que él determine. Es lo que se denomina la potestad tributaria,
en virtud de la cual el Estado se encuentra habilitado para crear, modificar o suprimir tributos, o
exonerar de ellos y, en general, para regular todos y cada uno de los elementos sustanciales que los
configuran (Exp. Nº 0918-2002-AA, 25/03/03, S1, FJ. 3)

017 Potestad tributaria. Principios constitucionales tributarios como límites


La imposición de determinados límites que prevé la Constitución permite, por un lado, que el
ejercicio de la potestad tributaria por parte del Estado sea constitucionalmente legítimo; de otro
lado, garantiza que dicha potestad no sea ejercida arbitrariamente y en detrimento de los derechos
fundamentales de las personas. Por ello, se puede decir que los principios constitucionales tributa-
rios son límites al ejercicio de la potestad tributaria, pero también son garantías de las personas
frente a esa potestad; de ahí que dicho ejercicio será legítimo y justo en la medida que su ejercicio

625
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

se realice en observancia de los principios constitucionales que están previstos en el artículo 74 de


la Constitución, tales como el de legalidad, reserva de ley, igualdad, respeto de los derechos funda-
mentales de las personas y el principio de interdicción de la confiscatoriedad (Exp. Nº 2689-2004-
AA, 20/01/06, P, FJ. 12)
[C]uando la Constitución establece (...) [los] principios [tributarios] como límites informadores del
ejercicio de la potestad tributaria ha querido proteger a las personas frente a la arbitrariedad en la
que puede incurrir el Estado cuando el poder tributario se realiza fuera del marco constitucional
establecido. Por eso mismo, el último párrafo del artículo 74 de la Ley Fundamental establece que:
“no surten efecto las normas tributarias dictadas en violación de lo que establece el presente artí-
culo” (Exp. Nº 2689-2004-AA, 20/01/06, P, FJ. 13)
Cuando el Estado interviene en materia económica a través de la creación de tributos, su actuación
se encuentra sujeta al respeto de los principios constitucionales establecidos en el artículo 74 de
nuestra Constitución (principios de legalidad, igualdad, capacidad contributiva, no confiscatoriedad
y respeto a los derechos fundamentales) (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 49)
[L]os principios constitucionales tributarios son límites al ejercicio de la potestad tributaria, pero
también son garantías de las personas frente a esa potestad; de ahí que dicho ejercicio será legítimo
y justo en la medida que su ejercicio se realice en observancia de los principios constitucionales que
están previstos en el artículo 74 de la Constitución, tales como el de legalidad, reserva de ley,
igualdad, respeto de los derechos fundamentales de las personas y el principio de interdicción de la
confiscatoriedad (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 7)
[C]uando la Constitución establece dichos principios como límites informadores del ejercicio de la
potestad tributaria ha querido proteger a las personas frente a la arbitrariedad en la que puede
incurrir el Estado cuando el poder tributario se realiza fuera del marco constitucional establecido.
Por eso mismo, el último párrafo del artículo 74 de la Ley Fundamental establece que: “no surten
efecto las normas tributarias dictadas en violación de lo que establece el presente artículo” (Exp. Nº
0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 8)
La intervención del Estado se considera como legítima y acorde con la Constitución, cuando es
producto de una medida razonable y adecuada a los fines de las políticas que se persiguen. Es
necesario, en consecuencia, que dicha medida no transgreda los derechos fundamentales de las
personas o, en todo caso, que dicha afectación se lleve a cabo bajo cánones de razonabilidad y
proporcionalidad (Exp. Nº 0048-2004-AI, 01/04/05, P, FJ. 49)

018 Potestad tributaria. Relación de los principios de no confiscatoriedad y de capacidad


contributiva
[El principio de no confiscatoriedad] se encuentra directamente conectado con el derecho de igual-
dad en materia tributaria o, lo que es lo mismo, con el principio de capacidad contributiva, según el
cual, el reparto de los tributos ha de realizarse de forma tal que se trate igual a los iguales y desigual
a los desiguales, por lo que las cargas tributarias han de recaer, en principio, donde exista riqueza
que pueda ser gravada, lo que evidentemente implica que se tenga en consideración la capacidad
personal o patrimonial de los contribuyentes (Exp. Nº 2727-2002-AA, 19/12/03, S1, FJ. 4)

019 Potestad tributaria. Vinculación a la Constitución


La potestad tributaria del Estado debe ejercerse, antes que en función de la ley, en función de la
Constitución –principio jurídico de supremacía constitucional (artículo 51 de la Constitución)– y de
los principios que ella consagra y que informan, a su vez, el ejercicio de tal potestad. Dichos princi-
pios, por otra parte, constituyen una garantía para los contribuyentes, en tanto impone que no se
puede ejercer la potestad tributaria en contra de la Constitución ni de modo absolutamente discre-
cional o arbitrariamente.
En tal sentido, la potestad tributaria del Estado, antes que someterse al principio de legalidad, está
supeditado a la Constitución. Es en función de ella que el principio de legalidad tiene validez y
legitimidad (Exp. Nº 2302-2003-AA, 13/04/05, P, FJ. 31)

626
DERECHO TRIBUTARIO .

020 Potestad tributaria. Vinculación con el principio de constitucionalidad


[L]a potestad tributaria del Estado, a juicio de este Colegiado, debe ejercerse principalmente de
acuerdo con la Constitución –principio de constitucionalidad– y no solo de conformidad con la ley –
principio de legalidad–. Ello es así en la medida que nuestra Constitución incorpora el principio de
supremacía constitucional y el principio de fuerza normativa de la Constitución (artículo 51). Según
el principio de supremacía de la Constitución todos los poderes constituidos están por debajo de ella;
de ahí que se pueda señalar que es lex superior y, por tanto, obliga por igual tanto a gobernantes como
gobernados, incluida la administración pública (Exp. Nº 2689-2004-AA, 20/01/06, P, FJ. 14)
[L]a potestad tributaria del Estado, antes que someterse al principio de legalidad, está vinculada por
el principio de constitucionalidad; de ahí que su ejercicio no pueda hacerse al margen del principio
de supremacía constitucional y del principio de fuerza normativa de la Constitución. Solo así el
ejercicio de la potestad tributaria por parte del Estado tendrá legitimidad y validez constitucionales
(Exp. Nº 2689-2004-AA, 20/01/06, P, FJ. 16)
[L]a potestad tributaria del Estado (...) debe ejercerse principalmente de acuerdo con la Constitución
–principio de constitucionalidad– y no solo de conformidad con la ley –principio de legalidad–. Ello es así
en la medida que nuestra Constitución incorpora el principio de supremacía constitucional y el prin-
cipio de fuerza normativa de la Constitución (artículo 51) (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 8)

021 Potestad tributaria municipal. Como concreción de la autonomía normativa


La capacidad de autogobierno municipal tiene, en la potestad de emitir normas jurídicas (autono-
mía normativa), a uno de sus elementos característicos y esenciales; en el ejercicio de esta potestad
y, específicamente, la tributaria, el resguardo constitucional no solo se centrará en garantizar la
autonomía local, sino también en salvaguardar el respeto a los derechos fundamentales de los
contribuyentes (Exp. Nº 0053-2004-AI, 16/05/05, P, FJ. VII.B.4)

022 Potestad tributaria municipal. Constatación de la reserva de ley cuando el tributo se


crea por ordenanza
La reserva de ley en materia tributaria determina que todos los elementos esenciales del tributo
(hecho generador, base imponible, sujetos y alícuota) sean creados mediante ley. Específicamente,
en el caso de los gobiernos locales, la propia Constitución ha conferido a la ordenanza el rango de ley
para ser utilizada como instrumento normativo idóneo para el ejercicio de su potestad tributaria.
En el caso de los municipios, se constata el respeto a la reserva de ley, cuando el tributo ha sido
creado por ordenanza siguiendo las reglas de producción normativa del parámetro de constituciona-
lidad y cuando cada uno de los elementos constitutivos del tributo se encuentren regulados en él
(esto incluye la base imponible y alícuota que normalmente se derivan del informe técnico); de lo
contrario, ninguna autoridad se encontraría habilitada para cobrar tributos con base a dicha norma.
En razón a ello, no es posible la derivación de ninguno de los elementos constitutivos del tributo a
ninguna norma de menor jerarquía o que estos sean regulados en momento distinto al de la norma
que crea el arbitrio (Exp. Nº 0053-2004-AI, 16/05/05, P, FJ. VII.B.8)

023 Potestad tributaria municipal. Parámetros de control


El artículo 74 reconoce facultad tributaria a los gobiernos locales para la creación de tasas y contri-
buciones, siempre que: a) sea dentro de su jurisdicción; y, b) con los límites que establece la ley.
Ello quiere decir que las Municipalidades no pueden ejercer su potestad tributaria de manera arbi-
traria, sino que dicho reconocimiento constitucional estará legitimado siempre que se encuentre
dentro del marco legal que la Constitución consagra. Será, entonces, mediante la ley de la materia
como se regule el instrumento idóneo para ejercer la potestad tributaria, así como el procedimiento
para su validez y vigencia.
De este modo, la Ley Orgánica de Municipalidades y la Ley de Tributación Municipal, en lo que sea
pertinente, constituyen el parámetro de constitucionalidad para el correcto ejercicio de la potestad
tributaria municipal (Exp. Nº 0041-2004-AI, 11/01/04, P, FJ. 4)

627
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

024 Potestad tributaria municipal. Ratificación de las ordenanzas distritales


[L]a ratificación [realizada por las municipalidades provinciales respecto a las ordenanzas expedidas
por las municipalidades distritales en materia tributaria] no le resta capacidad de gestión y autogo-
bierno al municipio distrital, toda vez que será este el único capaz de establecer el costo global del
servicio brindado y su distribución. Mediante la ratificación, el municipio provincial no le enmienda
la plana al distrital, ni invade un espacio naturalmente destinado a este, sino que únicamente
constata que aquellos costos que se pretenden trasladar al contribuyente de una localidad determi-
nada se encuentren perfectamente sustentados (Exp. Nº 0053-2004-AI, 16/05/05, P, FJ. VII.B.4)

PRINCIPIOS

025 Capacidad contributiva. Autoavalúo como manifestación


[U]no de los criterios para la determinación de arbitrios más usado por los municipios y a su vez,
más cuestionado por los contribuyentes, ha sido el uso del valor de predio (autoavalúo), elemento
que representa una manifestación clara de capacidad contributiva, porque evidencia la tenencia de
patrimonio y su valorización.
Evidentemente, el autoavalúo –instrumento que demuestra la capacidad contributiva en cada caso–,
no puede ser el criterio originario y determinante para distribuir el costo del servicio, pues no es en
base a la capacidad contributiva que se genera la obligación tributaria, sino a consecuencia de la
actividad desempeñada por el municipio para la efectiva prestación de servicios en beneficio de los
contribuyentes (Exp. Nº 0053-2004-PI, 16/05/05, P, FJ. VIII.B.3)

026 Capacidad contributiva. Manifestaciones


[L]a capacidad contributiva, desde un plano objetivo, puede manifestarse, bien con la generación de
renta, bien con la tenencia de patrimonio (Exp. Nº 1907-2003-AA, 27/01/05, S1, FJ. 9)

027 Capacidad contributiva. Manifestación del principio de igualdad


[E]l principio de capacidad contributiva se alimenta del principio de igualdad en materia tributaria,
de ahí que se le reconozca como un principio implícito en el artículo 74 de la Constitución, consti-
tuyendo el reparto equitativo de los tributos solo uno de los aspectos que se encuentran ligados a la
concepción del principio de capacidad contributiva, (...) puesto que, a pesar de que los principios
constitucionales tributarios tienen una estructura de lo que se denomina “concepto jurídico inde-
terminado”, ello no impide que se intente delinearlos constitucionalmente precisando su significa-
do y su contenido, no para recortar las facultades a los órganos que ejercen la potestad tributaria,
sino para que estos se sirvan del marco referencial previsto constitucionalmente en la actividad
legislativa que le es inherente (Exp. Nº 0033-2004-AI, 28/09/04, P, FJ. 6)

028 Capacidad contributiva. Principio de solidaridad


[N]o es posible negar la concurrencia del principio de capacidad contributiva en todos los casos,
aunque no en el nivel de criterio generador de la tasa (arbitrio), sino como criterio de invocación
externa debido a circunstancias excepcionales.
Así, por ejemplo, aun cuando en las tasas (arbitrios) su cobro no se derive directamente de este
principio, resulta que a veces en zonas de mayor delincuencia –por consiguiente, con mayor
despliegue de servicio municipal–, reside la población con menores recursos, la cual, probable-
mente, si únicamente nos referimos a la contraprestación efectiva, deba pagar un mayor arbi-
trio que aquellos contribuyentes con mayor capacidad económica. En muchos casos, este monto
exigible incluso coactivamente, resulta excesivo para la reducida capacidad de pago de estas
personas.
Es así que, dependiendo de las circunstancias sociales y económicas de cada municipio, la invocación de
la capacidad contributiva con fundamento en el “principio de solidaridad”, puede ser excepcionalmente

628
DERECHO TRIBUTARIO .

admitida, en tanto y en cuanto se demuestre que se logra un mejor acercamiento al principio de


equidad en la distribución (Exp. Nº 0053-2004-PI, 16/05/05, P, FJ. VIII.B.3)

029 Capacidad contributiva. Principio tributario implícito


[P]ara que el principio de capacidad contributiva como principio tributario sea exigible, no es indis-
pensable que se encuentre expresamente consagrado en el artículo 74 de la Constitución, pues su
fundamento y rango constitucional es implícito en la medida que constituye la base para la determi-
nación de la cantidad individual con que cada sujeto puede/debe en mayor o menor medida, contri-
buir a financiar el gasto público; además de ello, su exigencia no solo sirve de contrapeso o piso para
evaluar una eventual confiscatoriedad, sino que también se encuentra unimismado con el propio
principio de igualdad, en su vertiente vertical.
(...) [L]a capacidad contributiva es un principio implícito de la tributación y que tiene un nexo
indisoluble con el hecho sometido a la imposición, configurando el presupuesto legitimador para
establecer tributos (Exp. Nº 0053-2004-PI, 16/05/05, P, FJ. VIII.B.1)

030 Legalidad. Concepto


El principio de legalidad en materia tributaria alude al aforismo nullum tributum sine lege, consis-
tente en la imposibilidad de requerir el pago de un tributo si una ley o norma de rango equivalente
no lo tiene regulado. Este principio cumple una función de garantía individual, al fijar un límite a las
posibles intromisiones arbitrarias del Estado en los espacios de libertad de los ciudadanos, y cumple
también una función plural, toda vez que se garantiza la democracia en los procedimientos de
imposición y reparto de la carga tributaria, en tanto su establecimiento corresponde a un órgano
plural donde se encuentran representados todos los sectores de la sociedad.
A tal efecto, el artículo 74 de la Norma Fundamental dispone que “los tributos se crean, modifican
o derogan, o se establece una exoneración, exclusivamente por ley o decreto legislativo”, señalan-
do, como única excepción, el caso de los aranceles y las tasas, los cuales pueden ser regulados por
decreto supremo. Asimismo, establece la posibilidad de que los gobiernos locales, mediante las
fuentes normativas que les son propias, creen, modifiquen o supriman contribuciones y tasas, den-
tro de su jurisdicción y con los límites que indica la ley (Exp. Nº 0029-2004-AI, 02/08/04, P, FJ. 37)
En el ámbito constitucional tributario, el principio de legalidad no quiere decir que el ejercicio de la
potestad tributaria por parte del Estado está sometida solo a las leyes de la materia, sino, antes
bien, que la potestad tributaria se realiza principalmente de acuerdo con lo establecido en la Cons-
titución. Por ello, no puede haber tributo sin un mandato constitucional que así lo ordene. La
potestad tributaria, por tanto, está sometida, en primer lugar, a la Constitución y, en segundo lugar,
a la ley (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 10)
[P]ara la plena efectividad del principio de legalidad, cuando menos los elementos constitutivos del
tributo deben estar contenidos en la norma de rango legal que lo crea, es decir, el hecho generador
(hipótesis de incidencia tributaria), el sujeto obligado, la materia imponible y la alícuota (Exp. Nº
0029-2004-AI, 02/08/04, P, FJ. 37)

031 Legalidad. Límites de la remisión reglamentaria


[E]l principio de legalidad debe reforzarse en el caso de los elementos esenciales del tributo, como
son los que conforman el hecho imponible en sentido abstracto, entre ellos el sujeto pasivo. Claro
está que la remisión excepcional a un texto reglamentario atendiendo a la naturaleza del tributo y
a criterios de razonabilidad, puede ser entendida únicamente si los parámetros se encuentran fija-
dos en la ley; y esa excepcionalidad determina, a su vez, que la línea de frontera o el máximo grado
de remisión sea la norma reglamentaria (Exp. Nº 3303-2003-AA, 28/06/04, S2, FJ. 11)

032 Legalidad tributaria y de reserva de ley. Diferencias


[N]o existe identidad entre el principio de legalidad y el de reserva de ley. Mientras que el principio
de legalidad, en sentido general, se entiende como la subordinación de todos los poderes públicos a

629
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

leyes generales y abstractas que disciplinan su forma de ejercicio y cuya observancia se halla some-
tida a un control de legitimidad por jueces independientes; el principio de reserva de ley, por el
contrario, implica una determinación constitucional que impone la regulación, solo por ley, de cier-
tas materias (Exp. Nº 2689-2004-AA, 20/01/06, P, FJ. 18)

033 Principio de no confiscatoriedad. Afectación de una misma actividad por dos impuestos
¿[S]e vulnera el principio de no confiscatoriedad de manera automática, si una misma actividad
sirve de base para gravar dos impuestos distintos? La respuesta es negativa. Y es que, la capaci-
dad contributiva de una persona es una sola (cuestión distinta a su expresión en diversas mani-
festaciones), y todos los tributos que recaen en el mismo contribuyente afectan un mismo patri-
monio. En ese sentido, la confiscatoriedad no se configura por sí misma si un mismo ingreso
económico sirve de base imponible para dos impuestos, sino más bien, en estos casos, lo que
deberá analizarse es si, a consecuencia de ello, se ha originado una excesiva presión tributaria
sobre el contribuyente, afectando negativamente su patrimonio (Exp. Nº 2302-2003-AA, 13/04/05,
P, FJ. 19)

034 Principio de no confiscatoriedad. Estructura


[El principio de no confiscatoriedad tributaria] tiene la estructura propia de lo que se denomina un
“concepto jurídico indeterminado”. Es decir, su contenido constitucionalmente protegido no puede
ser precisado en términos generales y abstractos, sino analizado y observado en cada caso, teniendo
en consideración la clase de tributo y las circunstancias concretas de quienes estén obligados a
sufragarlo. No obstante, teniendo en cuenta las funciones que cumple en nuestro Estado Democrá-
tico de Derecho, es posible afirmar, con carácter general, que se transgrede el principio de no
confiscatoriedad de los tributos cada vez que un tributo excede el límite que razonablemente puede
admitirse como justificado en un régimen en el que se ha garantizado constitucionalmente el dere-
cho subjetivo a la propiedad y, además, ha considerado a esta como institución, como uno de los
componentes básicos y esenciales de nuestro modelo de Constitución económica (Exp. Nº 2727-
2002-AA, 19/12/03, S1, FJ. 5)

035 Principio de no confiscatoriedad. Función institucional


[E]l principio de no confiscatoriedad de los tributos tiene también una función institucional. Con su
observancia, en efecto, se asegura que ciertas instituciones que conforman nuestra Constitución
económica, como el pluralismo económico, la propiedad o la empresa, no resulten suprimidas o
vaciadas de contenido cuando el Estado ejerza su potestad tributaria.
De modo que el principio de no consfiscatoriedad de los tributos constituye un principio estructural
de la “Constitución tributaria”, establecida en la Ley Fundamental de 1993 (Exp. Nº 2727-2002-
AA, 19/12/03, S1, FJ. 4)

036 Principio de no confiscatoriedad. Parámetro que impone la Constitución


Uno de los principios constitucionales a los cuales está sujeta la potestad tributaria del Estado es el
de no confiscatoriedad de los tributos. Este principio informa y limita el ejercicio de la potestad
tributaria estatal y, como tal, constituye un mecanismo de defensa de ciertos derechos constitucio-
nales, empezando, desde luego, por el derecho de propiedad, ya que evita que la ley tributaria
pueda afectar irrazonable y desproporcionadamente la esfera patrimonial de las personas (Exp. Nº
2727-2002-AA, 19/12/03, S1, FJ. 4)
[E]l principio (...) [de no confiscatoriedad] es un parámetro de observancia que la Constitución
impone a los órganos que ejercen la potestad tributaria al momento de fijar la base imponible y la
tasa del impuesto. Este supone la necesidad de que, al momento de establecerse o crearse un
impuesto, con su correspondiente tasa, el órgano con capacidad para ejercer dicha potestad respete
exigencias mínimas derivadas de los principios de razonabilidad y proporcionalidad (Exp. Nº 2727-
2002-AA, 19/12/03, S1, FJ. 5)

630
DERECHO TRIBUTARIO .

037 Principio de no confiscatoriedad. Trasgresión


Se transgrede el principio de no confiscatoriedad de los tributos cada vez que un tributo excede el
límite que razonablemente se admite para no vulnerar el derecho a la propiedad (Exp. Nº 2302-
2003-AA, 13/04/05, P, FJ. 13)
[S]ituaciones tales como la determinación del monto global del arbitrio en base a montos sobreva-
luados o montos no justificados, por ejemplo ante la inexistencia del informe técnico financiero,
evidencian situaciones de confiscatoriedad, pues imponen al contribuyente cargas tributarias que
no corresponden a su realidad (Exp. Nº 0053-2004-AI, 16/05/05, P, FJ. VIII.D.1)
[S]e transgrede el principio de no confiscatoriedad de los tributos cada vez que un tributo excede
del límite que razonablemente puede admitirse como justificado, en un régimen en el que se ha
garantizado el derecho subjetivo a la propiedad, y que, además, ha considerado a esta como
institución y como uno de los componentes básicos y esenciales de nuestro modelo de Constitu-
ción Económica.
[E]l problema no es determinar si un impuesto puede gravar, o no, la propiedad, sino establecer qué
monto puede resultar contrario a la prohibición de confiscatoriedad. Y en ello, por cierto, no son
pertinentes consideraciones tales como que el contribuyente haya tenido ganancias, pérdidas o si
simplemente mantuvo su capital o activo fijo (Exp. Nº 3591-2004-AA, 24/01/05, S2, FJ. 2)
[E]s preciso distinguir la eventual inconstitucionalidad de un tributo en atención a su incidencia
concreta respecto a las circunstancias particulares en las que se encuentre cada uno de los obliga-
dos a sufragarlo, y la inconstitucionalidad en la que pueda incurrir la ley que lo regula, la cual solo
podría ser determinada, en sentido abstracto, analizando los elementos constitutivos del tributo, y
particularmente la materia imponible y la alícuota, cuyos contenidos o dimensiones podrían ser
muestra evidentes de un exceso de poder tributario (Exp. Nº 0004-2004-AI, 21/09/04, P, FJ. 20)
[L]as alegaciones de confiscatoriedad sea por un tributo excesivo o por doble o múltiple imposición,
no son inconstitucionales por sí mismas; y, en cada caso, su afectación deberá evaluarse dependien-
do de la situación económica de cada contribuyente (Exp. Nº 2302-2003-AA, 13/04/05, P, FJ. 20)

038 Principio de solidaridad. Consagración


[A] todo tributo, le es implícito el propósito de contribuir con los gastos públicos, como una mani-
festación del principio de solidaridad que se encuentra consagrado implícitamente en la cláusula
que reconoce al Estado peruano como un Estado Social de Derecho (artículo 43 de la Constitución)
(Exp. Nº 0004-2004-AI y otros, 21/09/04, P, FJ. 9)

039 Principio de reserva de ley. Contenido


[E]l contenido material de la reserva de ley requerirá una concretización singular en atención a la
naturaleza y objeto de cada cobro tributario. Esta determinación o intensidad de la reserva se logra
cuando se parte de un análisis de la reserva de ley tanto en su extensión horizontal como vertical
(Exp. Nº 2762-2002-AA, 30/01/03, P, FJ. 9)

040 Principio de Reserva de Ley. Definición


La potestad tributaria del Estado regulada en el artículo 74 de nuestro Texto Constitucional, se
constituye como un ámbito reservado al legislador para crear tributos mediante leyes o decretos
legislativos, encontrándose dicha facultad ligada al respeto de los principios de reserva de ley,
igualdad y los derechos fundamentales de la persona; encontrándose proscrita la confiscatoriedad
tributaria (Exp. Nº 9165-2005-PA, 13/02/06, P, FJ. 1)
[L]a reserva de ley significa que el ámbito de la creación, modificación, derogación o exoneración –
entre otros– de tributos queda reservada para ser actuada mediante una ley. El respeto a la reserva
de ley para la producción normativa de tributos tiene como base la fórmula histórica “no taxation
without representation”; es decir, que los tributos sean establecidos por los representantes de quie-
nes van a contribuir.

631
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

Así, conforme se establece en el artículo 74 de la Constitución, la reserva de ley, es ante todo una
cláusula de salvaguarda frente a la posible arbitrariedad del Poder Ejecutivo en la imposición de
tributos (Exp. Nº 2302-2003-AA, 13/04/05, P, FJ. 33)

041 Reserva de ley. Delegación de facultades legislativas


Es claro que solo en estos niveles de Gobierno [Congreso de la República, gobiernos regionales y
locales], por previsión constitucional, se puede ejercer la potestad tributaria; por lo que no es
jurídicamente posible que un órgano que no forme parte de este nivel de Gobierno pueda arrogarse
dichas facultades, ni que quepa la posibilidad de que estas sean delegadas a un organismo adminis-
trativo. El único supuesto de delegación de facultades tributarias que prevé nuestra Constitución es
aquel en el cual el Congreso habilita al Poder Ejecutivo para que legisle, dentro del plazo y en las
materias establecidas en la ley habilitante; debiendo entenderse por Poder Ejecutivo, únicamente,
a los órganos constitucionalmente encargados de aprobar un decreto legislativo, esto es, al Consejo
de Ministros y al Presidente de la República, de acuerdo con la Constitución (artículos 104 y 125,
inciso 2) (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 16)

042 Reserva de ley. Expresión del principio democrático


[E]l principio de reserva de ley, que, además de cumplir una función de garantía individual, al fijar
un límite a las posibles intromisiones arbitrarias del Estado en los espacios de libertad de los ciuda-
danos, cumple también una función plural, toda vez que se garantiza la democracia en los procedi-
mientos de imposición y reparto de la carga tributaria, cuando su establecimiento corresponde a un
órgano plural donde se encuentran representados todos los sectores de la sociedad: el Parlamento
en el caso del gobierno nacional y el Concejo Municipal en el caso de los gobiernos locales. De
acuerdo con este principio, la reserva de ley no solo alcanza a la creación en sí del tributo, sino
también, necesariamente a cada uno de [los] elementos configuradores del mismo, como son el
hecho imponible, la base imponible y el tipo de gravamen, la determinación del contribuyente,
además de las infracciones y sanciones, etc (Exp. Nº 0918-2002-AA, 25/03/03, S1, FJ. 5)

043 Reserva de ley. Límites de la remisión reglamentaria


[L]a exigencia de la reserva de ley (relativa) –en cuanto al contenido de la norma– involucra el
reconocimiento de un contenido mínimo necesario para que la regulación efectuada no desborde la
voluntad del constituyente a través de remisiones a textos infralegales de la materia reservada a la
ley (Exp. Nº 2762-2002-AA, 30/01/03, P, FJ. 7)
Al crearse un cobro tributario, podrá decirse que se ha respetado la reserva de ley cuando, vía ley o
norma habilitada, se regulen los elementos esenciales y determinantes para reconocer dicho tributo
como tal, de modo que todo aquello adicional pueda ser delegado para su regulación a la norma
reglamentaria en términos de complementariedad, mas nunca de manera independiente (Exp. Nº
2762-2002-AA, 30/01/03, P, FJ. 8)
[E]n cuanto a la creación del tributo, la reserva de ley puede admitir, excepcionalmente, derivacio-
nes al reglamento, siempre y cuando, los parámetros estén claramente establecidos en la propia Ley
o norma con rango de Ley. Para ello, se debe tomar en cuenta que el grado de concreción de sus
elementos esenciales será máximo cuando regule los sujetos, el hecho imponible y la alícuota; será
menor cuando se trate de otros elementos. En ningún caso, sin embargo, podrá aceptarse la entrega
en blanco de facultades al Ejecutivo para regular la materia.
De este modo, la regulación del hecho imponible en abstracto –que requiere la máxima observancia
del principio de reserva de ley–, debe comprender la alícuota, la descripción del hecho gravado
(aspecto material), el sujeto acreedor y deudor del tributo (aspecto personal), el momento del naci-
miento de la obligación tributaria (aspecto temporal), y el lugar de su acaecimiento (aspecto espa-
cial) (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 12)
[N]uestro texto constitucional habilitará remisiones de elementos esenciales del tributo a normas
reglamentarias, única y excepcionalmente, cuando la ley misma establezca parámetros y límites
de actuación a dicha norma, la razonabilidad así lo justifique, y se haya superado el análisis de

632
DERECHO TRIBUTARIO .

proporcionalidad; es decir, cuando la referida remisión quede sustentada como una medida necesa-
ria e ineludible. Sin embargo, en ninguno de estos casos podrá aceptarse la deslegalización de la
materia tributaria, lo que significa la entrega abierta al Ejecutivo de facultades para determinarla
(Exp. Nº 2762-2002-AA, 30/01/03, P, FJ. 13)
[U]n Decreto Supremo, como norma reglamentaria, se encuentra subordinada directamente a las
leyes e indirectamente a la Constitución. Así, cuando se trata de materia tributaria, atendiendo al
principio de reserva de ley del artículo 74 de la Constitución, cuando un Decreto Supremo regula
esta materia, constituye un reglamento secumdum legem, el cual solo puede desarrollar la ley mas
no trasgredirla ni desnaturalizarla. En estos casos, de extralimitar el contenido de una ley, no cabe
duda que, un órgano administrativo como el Tribunal Fiscal, se encuentra plenamente facultado
para pronunciarse al respecto, más aún cuando, el artículo 102 del Código Tributario, establece que,
al resolver el Tribunal Fiscal deberá aplicar la norma de mayor jerarquía (Exp. Nº 2302-2003-AA,
13/04/05, P, FJ. 5.b)

044 Reserva de ley. Instrumento legal y competencia en la regulación de aranceles y tasas


[L]os aranceles y tasas (...) se regulan mediante decreto supremo. En concordancia con ello, el
inciso 20 del artículo 118 de la Norma Fundamental estipula que corresponde al Presidente de la
República regular las tarifas arancelarias (Exp. Nº 0012-2003-AI, 01/12/03, P, FJ. 5)

045 Reserva de ley. Planos horizontal y vertical


La reserva de ley, en su extensión horizontal, atiende a la delimitación del alcance dejado al regla-
mento, y en su sentido vertical, al contenido material que debe recoger la ley de remisión. (...) [El]
plano horizontal [se define] como aquel en el cual se deslindan los elementos que deben estar
amparados por la reserva, y, al vertical, como el grado de concreción o alcance con que dichos
elementos deben ser regulados en la ley o norma con rango de ley (Exp. Nº 2762-2002-AA, 30/01/03,
P, FJ. 10)

046 Reserva de ley. Principio de reserva absoluta de ley


[L]a reserva de ley en materia tributaria es, prima facie, una reserva relativa. Salvo para el caso
previsto en el último párrafo del artículo 79 de la Constitución, que está sujeto a una reserva
absoluta de ley (ley expresa) (Exp. Nº 2762-2002-AA, 30/01/03, P, FJ. 6)

047 Reserva de ley. Prohibición de remisión normativa en blanco


Es evidente que el artículo 61 [de la Ley del IGV e ISC], (...) ha excedido los límites que derivan de
la propia Constitución en materia de reserva de ley, pues el legislador, dando carta abierta al Ejecu-
tivo, ha establecido –sin ningún parámetro limitativo como, por ejemplo, fijar topes– que sea este el
que disponga las modificaciones a las tasas; lo que se presenta como una remisión normativa en
blanco o deslegalización, permitiendo que sea la Administración la que finalmente regule la materia
originalmente reservada a la ley, vulnerando con ello, además, el principio de jerarquía normativa
(Exp. Nº 2762-2002-AA, 30/01/03, P, FJ. 20)
Es razonable que la alícuota integrante del mandato de la norma [artículo 61 de la Ley del IGV e
ISC], en tanto determina el quántum a pagar por el contribuyente, deba encontrarse revestida por
el principio de seguridad jurídica en conexión con el de legalidad, lo que conlleva a exigir un míni-
mo de concreción en la ley sin embargo, ello no se concreta cuando se deja al reglamento la fijación
de los rangos de tasas ad infinitum (Exp. Nº 2762-2002-AA, 30/01/03, P, FJ. 21)
[T]oda delegación, para ser constitucionalmente legítima, deberá encontrarse parametrada en la
norma legal que tiene la atribución originaria, pues cuando la propia ley o norma con rango de ley
no establece todos los elementos esenciales y los límites de la potestad tributaria derivada, se está
frente a una delegación incompleta o en blanco de las atribuciones que el constituyente ha querido
resguardar mediante el principio de reserva de ley (Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 12)

633
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

048 Reserva de ley. Relativa


[L]a reserva de ley en materia tributaria es, prima facie, una reserva relativa. Salvo para el caso
previsto en el último párrafo del artículo 79 de la Constitución, que está sujeto a una reserva
absoluta de ley (ley expresa), para los supuestos contemplados en el artículo 74 de la Constitución,
la sujeción del ejercicio de la potestad tributaria al principio de reserva de ley –en cuanto al tipo de
norma– debe entenderse como relativa, pues también la creación, modificación, derogación y exo-
neración tributarias pueden realizarse previa delegación de facultades, mediante Decreto Legislati-
vo. Se trata, en estos casos, de una reserva de acto legislativo (Exp. Nº 2762-2002-AA, 30/01/03, P,
FJ. 6)
El artículo 74 de la Constitución reconoce la potestad tributaria como la facultad del Estado para
crear tributos, modificarlos, derogarlos, otorgar beneficios o regímenes especiales para su aplica-
ción (...). Asimismo, se entiende que cuando nuestro texto constitucional señala que los tributos se
crean exclusivamente por Ley o Decreto Legislativo, en caso de delegación de facultades, ha previs-
to una reserva de ley (Exp. Nº 2762-2002-AA, 30/01/03, P, FJ. 4)

PROCEDIMIENTOS TRIBUTARIOS

049 Debido proceso. Vulneración del derecho de defensa


[L]a vulneración del derecho de defensa quedaría fehacientemente constatada si se comprobase que
la Administración Tributaria ha sustentado sus conclusiones en base a pruebas inexistentes o des-
conocidas, pues ello determinaría la imposibilidad de contradecirlas y, obviamente, defenderse con-
tra ellas; más aún si tales pruebas, por sí mismas, resultaron sustanciales y determinantes para la
resolución de la controversia (Exp. Nº 8605-2005-AA, 14/11/05, P, FJ. 15)

RESERVA TRIBUTARIA

050 Reserva tributaria: Límite al derecho de acceso de información publica


El derecho fundamental a la intimidad, como manifestación del derecho a la vida privada sin inter-
ferencias ilegítimas, tiene su concreción de carácter económico en el secreto bancario y la reserva
tributaria.
[M]ediante el secreto bancario y la reserva tributaria, se busca preservar un aspecto de la vida
privada de los ciudadanos, en sociedades donde las cifras pueden configurar, de algún modo, una
especie de “biografía económica” del individuo, perfilándolo y poniendo en riesgo no solo su dere-
cho a la intimidad en sí mismo configurado, sino también otros bienes de igual trascendencia, como
su seguridad o su integridad (Exp. Nº 0004-2004-AI y acumulados, 21/09/04, P, FJs. 34 y 35)
[C]uando menos, tres motivos (…) permiten sostener que el secreto bancario, en tanto se refiere al
ámbito de privacidad económica del individuo, no forma parte del contenido esencial del derecho a
la intimidad personal: a) la referencia al contenido esencial del derecho a la intimidad personal,
reconocido por el artículo 2.7 de la Constitución, hace alusión a aquel ámbito protegido del derecho
cuya develación pública implica un grado de excesiva e irreparable aflicción psicológica en el indi-
viduo, lo que difícilmente puede predicarse en torno al componente económico del derecho; b)
incluir la privacidad económica en el contenido esencial del derecho a la intimidad, implicaría la
imposición de obstáculos irrazonables en la persecución de los delitos económicos; c) el propio
constituyente, al regular el derecho al secreto bancario en un apartado específico de la Constitución
(segundo párrafo del artículo 2 inciso 5), ha reconocido expresamente la posibilidad de limitar el
derecho (Exp. Nº 0004-2004-AI y acumulados, 21/09/04, P, FJ. 37)
[L]as afectaciones del secreto bancario que están proscritas constitucionalmente serán solo aque-
llas que conlleven, en sí mismas, el propósito de quebrar la esfera íntima del individuo, mas no
aquellas que, manteniendo el margen funcional del elemento de reserva que le es consustancial,

634
DERECHO TRIBUTARIO .

sirvan a fines constitucionalmente legítimos, tales como el seguimiento de la actividad impositiva


por parte de la Administración Tributaria, en aras de fiscalizar y garantizar el principio de solidari-
dad contributiva que le es inherente (Exp. Nº 0004-2004-AI y acumulados, 21/09/04, P, FJ. 39)

TRIBUTO

051 Hipótesis de incidencia. Sujeto pasivo


[M]ediante el aspecto personal de la hipótesis de incidencia se establecen los criterios generales
para determinar, en cada caso concreto, quién es el sujeto pasivo del tributo, el cual estará íntima-
mente relacionado con el cumplimiento del hecho imponible (Exp. Nº 3303-2003-AA, 28/06/04, S2,
FJ. 9)

052 Hecho imponible. Contenido


La regulación del hecho imponible en abstracto –que requiere la máxima observancia del principio
de legalidad–, comprende la descripción del hecho gravado (aspecto material), el sujeto acreedor y
deudor del tributo (aspecto personal), el momento del nacimiento de la obligación tributaria (aspec-
to temporal), y el lugar de su acaecimiento (aspecto espacial) (Exp. Nº 2302-2003-AA, 13/04/05, P,
FJ. 35)

053 Tributo. Elementos esenciales


[P]odemos establecer los elementos esenciales de un tributo, los cuales son: a) su creación por ley;
b) la obligación pecuniaria basada en el ius imperium del Estado; y c) su carácter coactivo, pero
distinto a la sanción por acto ilícito (Exp. Nº 3303-2003-AA, 28/06/04, S2, FJ. 4)

635
4
ÍNDICE GENERAL .

ÍNDICE
GENERAL

Presentación .................................................................................................................................... 7
Guía del lector ................................................................................................................................. 9

DERECHO
ADMINISTRATIVO

ACCESO A LA CULTURA
001 Acceso a la cultura. Carácter limitado y relación con otros derechos ...................................... 13
ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA
002 Derecho de acceso a la información pública. Bien jurídico protegido por la disposición
constitucional ......................................................................................................................... 13
003 Derecho de acceso a la información pública. Caso de información detentada por entidad
privada ................................................................................................................................... 13
004 Derecho de acceso a la información pública. Como derecho relacional ................................... 14
005 Derecho de acceso a la información pública. Como libertad preferida ..................................... 14
006 Derecho de acceso a la información pública. Componente esencial del régimen democrático ......... 14
007 Derecho de acceso a la información pública. Concepto de información pública ...................... 15
008 Derecho de acceso a la información pública. Contenido constitucionalmente protegido ......... 15
009 Derecho de acceso a la información pública. Contenido esencial ............................................ 15
010 Derecho de acceso a la información pública. Dimensión colectiva .......................................... 15
011 Derecho de acceso a la información pública. Dimensión individual ........................................ 16
012 Derecho de acceso a la información pública. Dimensión negativa .......................................... 16
013 Derecho de acceso a la información pública. Dimensión positiva ........................................... 16
014 Derecho de acceso a la información pública. Doble dimensión ............................................... 16
015 Derecho de acceso a la información pública. Obligación de brindar información veraz ........... 16
016 Derecho de acceso a la información pública. Necesidad de expresión de causa ....................... 17
017 Derecho de acceso a la información pública. Necesidad de garantía de reserva para exceptuar
acceso a la información .......................................................................................................... 17
018 Derecho de acceso a la información pública. Necesidad de justificar negación del acceso a
información ............................................................................................................................ 17
019 Derecho de acceso a la información pública. Principios de publicidad y transparencia ........... 17
020 Derecho de acceso a la información pública. Tránsito histórico desde la libertad de información .. 17
021 Excepciones al acceso a la información pública. Derecho a la intimidad ................................. 18
022 Excepciones al acceso a la información pública. Razones de seguridad nacional ..................... 18
ACCIÓN CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA
023 Acción contencioso-administrativa. Ejecución coactiva antes del pronunciamiento judicial ... 19
024 Acción contencioso-administrativa. Finalidad ........................................................................ 19
025 Acción contencioso-administrativa. Régimen laboral público ................................................. 19

637
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

026 Acción contencioso-administrativa. Responsabilidad administrativa ...................................... 19


027 Resoluciones administrativas. Impugnación ........................................................................... 20
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
028 Actuación de la Administración Pública. Sujeción a la Constitución ....................................... 20
029 Actuación de la Administración Pública. Urgencia en atención ............................................... 20
AUTODETERMINACIÓN INFORMATIVA
030 Autodeterminación informativa. Ampliación del ámbito de protección ................................... 20
031 Derecho a la autodeterminación informativa. Como derecho relacional ................................. 20
032 Derecho a la autodeterminación informativa. Distinción del derecho a la intimidad .............. 20
033 Derecho a la autodeterminación informativa. Objeto .............................................................. 21
034 Derecho a la autodeterminación informativa. Relación con el derecho a la identidad personal 21
035 Derecho a la autodeterminación informativa. Relación con el derecho a la imagen ................ 21
036 Derecho a la autodeterminación informativa. Rectificación de datos como manifestación ...... 21
CONCESIONES
037 Concesión de bienes de uso público. Cobro de regalías mineras ............................................. 21
038 Concesión de bienes de uso público. Derecho de vigencia ...................................................... 21
039 Concesión de bienes de uso público. Definición de Concesión administrativa ........................ 21
040 Concesión de bienes de uso público. Intervención estatal ...................................................... 22
041 Concesión de bienes de uso público. Principios en la concesión de recursos naturales ........... 22
CONTRATACIONES Y ADQUISICIONES DEL ESTADO
042 Contrataciones y adquisiciones públicas. Control posterior en contrataciones del Estado ...... 22
043 Contrataciones y adquisiciones públicas. Garantía constitucional sobre la contratación pública 22
044 Contrataciones y adquisiciones públicas. Garantías de eficiencia ........................................... 23
045 Contrataciones y adquisiciones públicas. Garantía de finalidades de eficiencia y transparencia
mediante procesos de selección .............................................................................................. 23
046 Contrataciones y adquisiciones públicas. Mecanismos excepcionales de contratación ............ 23
047 Contrataciones y adquisiciones públicas. Necesidad de legislación especial ........................... 23
048 Contrataciones y adquisiciones públicas. Necesidad de sistema de control y fiscalización ...... 23
049 Contrataciones y adquisiciones públicas. Principio de transparencia ...................................... 24
050 Contrataciones y adquisiciones públicas. Reserva de ley ........................................................ 24
051 Contrataciones y adquisiciones públicas. Trato igualitario ...................................................... 24
DERECHO DE PETICIÓN
052 Deber de respuesta de la petición. Características .................................................................. 24
053 Deber de respuesta de la petición. Contenido ......................................................................... 24
054 Deber de respuesta de la petición. Contenido de la respuesta y la notificación de los actos
realizados ............................................................................................................................... 25
055 Derecho de petición. Aspectos del contenido esencial ............................................................ 25
056 Derecho de petición. Clases .................................................................................................... 25
057 Derecho de petición. Como mecanismo principal o residual ................................................... 25
058 Derecho de petición. Contenido .............................................................................................. 25
059 Derecho de petición. Deber de respuesta de la administración ............................................... 26
060 Derecho de petición. Definición .............................................................................................. 26
061 Derecho de petición. Naturaleza mixta como derecho civil y político ..................................... 26
062 Derecho de petición. Petición cívica ....................................................................................... 26
063 Derecho de petición. Petición consultiva ................................................................................ 27
064 Derecho de petición. Petición gracial ...................................................................................... 27
065 Derecho de petición. Petición informativa .............................................................................. 27
066 Derecho de petición. Petición subjetiva .................................................................................. 27
067 Derecho de petición. Sujetos activo y pasivo .......................................................................... 27
068 Derecho de recurrir. Diferencia con el derecho a una doble instancia administrativa ............. 27
GASTO PÚBLICO
069 Restricciones en el gasto público. Principio de no afectación .................................................. 28
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA
070 Presunción de inocencia. Aplicación en el procedimiento administrativo sancionador ........... 28

638
ÍNDICE GENERAL .

PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
071 Control difuso por la administración pública. Sustento Constitucional ................................... 28
072 Debido proceso. Aplicación al proceso administrativo disciplinario del derecho a ser juzgado
en un plazo razonable ............................................................................................................. 28
073 Debido proceso. Aplicación al procedimiento administrativo sancionador .............................. 28
074 Debido proceso. Criterios de razonabilidad de duración del procedimiento administrativo ..... 29
075 Debido proceso. Debido procedimiento administrativo ........................................................... 29
076 Debido proceso. Debido procedimiento administrativo público y privado ............................... 29
077 Debido proceso. Dimensión sustantiva del debido proceso administrativo ............................. 29
078 Debido proceso. Extensión a las personas jurídicas ................................................................ 29
079 Debido proceso. Titularidad en los procedimientos administrativos ....................................... 30
080 Debido procedimiento. Noción ................................................................................................ 30
081 Debido proceso administrativo. Observancia por la administración ........................................ 30
082 Derecho a impugnar. Ámbito de aplicación ............................................................................. 30
083 Derecho a la pluralidad de instancias. Diferente aplicación en proceso judicial y procedimiento
administrativo ........................................................................................................................ 31
084 Motivación de resoluciones administrativas. Como derecho del administrado ........................ 31
085 Motivación de resoluciones administrativas. Como principio constitucional implícito ............ 31
086 Motivación de resoluciones administrativas. Forma ............................................................... 31
087 Motivación de resoluciones administrativas. Supuestos de exoneración ................................. 32
088 Pago por derecho para impugnar una decisión de la administración. Es inconstitucional ....... 32
089 Principio de legalidad. Aplicación en el ámbito administrativo ............................................... 32
090 Principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal. Aplicación al procedimiento admi-
nistrativo disciplinario ........................................................................................................... 32
091 Procedimiento administrativo. Aplicación de las manifestaciones de la tutela jurisdiccional
efectiva y del debido proceso .................................................................................................. 33
092 Tutela jurisdiccional efectiva. Ejecución de resolución judicial que contiene el pago de una
suma de dinero ....................................................................................................................... 33

DERECHO
AGRARIO

RÉGIMEN AGRARIO
001 Régimen agrario. Desarrollo agrario alternativo ..................................................................... 34
002 Régimen agrario. Desarrollo agrario alternativo a cultivo de productos ilícitos ...................... 34
003 Régimen agrario. Improcedencia del cuestionamiento constitucional de adjudicaciones
del PETT ................................................................................................................................. 34
004 Régimen agrario. Indemnización por expropiación parcial producto de la reforma agraria ..... 35
005 Régimen agrario. Necesidad de reajuste y pago de deuda de la reforma agraria ..................... 35
006 Régimen agrario. Procedimiento para la acreditación y pago de la deuda de la reforma agraria 35
007 Régimen agrario. Protección del tercero registral frente a reversión de tierras al Estado ....... 35

DERECHO
AMBIENTAL
AMAZONÍA
001 Desarrollo sostenible de la Amazonía. Adaptación de la legislación por variación de circuns-
tancias .................................................................................................................................... 36
CONSERVACIÓN
002 Conservación ambiental. Áreas naturales protegidas ............................................................. 36

639
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

003 Conservación ambiental. Obligaciones del Estado .................................................................. 36


004 Conservación ambiental. Objeto de la declaración de área natural protegida ......................... 36
CONTAMINACIÓN ACÚSTICA
005 Contaminación acústica. Ruido ............................................................................................... 37
DERECHO AL MEDIO AMBIENTE
006 Derecho a un medio ambiente equilibrado y adecuado. Estándares mínimos en las zonas urbanas 37
007 Derecho al medio ambiente. Garantiza vivir en un entorno acústicamente sano .................... 38
008 Derecho a un medio ambiente equilibrado y adecuado. Noción .............................................. 38
MEDIO AMBIENTE
009 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Aprovechamiento razonable y
sostenible de recursos naturales ............................................................................................. 38
010 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Bases naturales de la vida como
contenido ............................................................................................................................... 38
011 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Contenido ..................................... 38
012 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Deber de preservación .................. 39
013 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Doble titularidad ........................... 39
014 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Faz reaccional y prestacional ......... 39
015 Derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado. Orientación al desarrollo de la persona 40
016 Medio ambiente. Definición ................................................................................................... 40
017 Medio ambiente. Formas de afectación ................................................................................... 40
POLÍTICA NACIONAL DEL AMBIENTE
018 Política nacional del ambiente. Perspectiva social del uso sostenible de los recursos naturales 41
019 Política nacional del ambiente. Responsabilidad de la sociedad .............................................. 41
020 Política nacional del ambiente. Responsabilidad del Estado .................................................... 41
021 Política nacional del ambiente. Uso sostenible de recursos ..................................................... 41
022 Política nacional del ambiente. Uso sostenible de recursos hidrobiológicos ............................ 42
023 Política nacional del ambiente. Uso sostenible de recursos ictiológicos .................................. 42
PRINCIPIOS
024 Principio de compensación. Contenido ................................................................................... 42
025 Principio de conservación. Contenido ..................................................................................... 42
026 Principio de conservación. Política nacional del ambiente ...................................................... 42
027 Principio de desarrollo sostenible. Alcances de la intervención del hombre ........................... 42
028 Principio de desarrollo sostenible. Necesidad de responsabilidad social ................................. 42
029 Principio de desarrollo sostenible. Noción .............................................................................. 42
030 Principio de desarrollo sostenible. Responsabilidad estatal y política nacional del medio ambiente . 43
031 Principio de desarrollo sostenible. Responsabilidad social de la empresa ............................... 43
032 Principio de mejora. Contenido ............................................................................................... 43
033 Principio de prevención. Contenido ........................................................................................ 43
034 Principio de restauración. Contenido ...................................................................................... 44
035 Principio precautorio. Contenido ............................................................................................ 44
RECURSOS NATURALES
036 Espectro radioeléctrico. Autorización es igual a concesión ..................................................... 44
037 Recursos naturales. Aprovechamiento razonable y sostenible y en beneficio de la colectividad
del patrimonio de la Nación .................................................................................................... 44
038 Recursos naturales. Como patrimonio de la Nación ................................................................ 44
039 Recursos naturales. Condiciones para explotación .................................................................. 45
040 Recursos naturales. Definición ............................................................................................... 45
041 Recursos naturales. Definición de recursos renovables .......................................................... 45
042 Recursos naturales. Obligaciones del Estado .......................................................................... 45
043 Recursos naturales. Patrimonio natural material .................................................................... 45
044 Recursos naturales. Recursos no renovables .......................................................................... 46
045 Recursos naturales. Retribución económica por explotación ................................................... 46
046 Recursos naturales. Soberanía del Estado en aprovechamiento .............................................. 46

640
ÍNDICE GENERAL .

DERECHO
ARBITRAL
JURISDICCIÓN ARBITRAL
001 Jurisdicción arbitral. Control constitucional ........................................................................... 47
002 Jurisdicción arbitral. Doble dimensión ................................................................................... 47
003 Jurisdicción arbitral. Fundamento .......................................................................................... 47
004 Jurisdicción arbitral. Independencia y control posterior ......................................................... 47
005 Jurisdicción arbitral. Naturaleza excepcional .......................................................................... 47
006 Jurisdicción arbitral. Principio de competencia sobre la Competencia (Kompetenz-Kompetenz) 47
007 Jurisdicción arbitral. Vinculación con los preceptos constitucionales ..................................... 48
008 Principio de no interferencia en materia arbitral. Noción ....................................................... 48

DERECHO
CIVIL
ABUSO DEL DERECHO
001 Abuso del derecho. Como cláusula orientadora para dotar de contenido a otros derechos ...... 49
002 Abuso del derecho. Como fundamento de la vinculación de los derechos fundamentales a los
privados y en los acuerdos contractuales ................................................................................ 49
003 Abuso del derecho. Como límite a la libertad personal ........................................................... 49
004 Abuso del derecho. Configuración en el ejercicio de derechos subjetivos ............................... 49
005 Abuso del derecho. Configuración en el ejercicio inconveniente de la defensa como abogado 50
006 Abuso del derecho. Configuración en la negación de retiro de dinero por falta de constancia
de sufragio en el DNI ............................................................................................................. 50
007 Abuso del derecho. Configuración en resoluciones arbitrales ................................................. 50
008 Abuso del derecho. Principio de proscripción del abuso del derecho de los consumidores ...... 50
ASOCIACIÓN
009 Asociación. Aplicación de los derechos de defensa y pluralidad de instancias a un
procedimiento sancionador ..................................................................................................... 50
010 Asociación. Aplicación del debido proceso a los procesos diciplinarios de personas jurídicas
privadas ................................................................................................................................. 51
011 Asociación. Condiciones para no admisión de miembros ........................................................ 51
012 Asociación. Derecho de defensa de los sujetos a procedimiento ............................................. 51
013 Asociación. Facultad para realizar actividades económicas ..................................................... 51
014 Asociación. Finalidad pública y derecho a la seguridad social ................................................. 51
015 Asociación. Legalidad y taxatividad de las faltas y las sanciones ............................................ 51
016 Asociación. Posibilidad de suspensión de miembros ............................................................... 52
017 Asociación. Prerrogativa de separación .................................................................................. 52
018 Asociación. Prerrogativa de suspensión de socio enjuiciado penalmente ................................ 52
019 Asociación. Respeto a la jurisdicción predeterminada ............................................................ 52
020 Asociación. Respeto al debido proceso .................................................................................... 52
021 Asociación. Respeto a los principios non bis in ídem y doble instancia ................................... 52
022 Derecho a no asociarse. Restricciones .................................................................................... 53
023 Derecho de asociación. Alcances ............................................................................................ 53
024 Derecho de asociación. Autoorganización como parte de su contenido ................................... 53
025 Derecho de asociación. Características ................................................................................... 53
026 Derecho de asociación. Concepto ............................................................................................ 54
027 Derecho de asociación. Como derecho fundamental y garantía institucional .......................... 54
028 Derecho de asociación. Contenido esencial ............................................................................. 54
029 Derecho de asociación. Definición .......................................................................................... 54
030 Derecho de asociación. En los instrumentos internacionales .................................................. 55
031 Derecho de asociación. Excepción a la libertad de incorporación ............................................ 55
032 Derecho de asociación. Facultad para constituir asociaciones ................................................. 55

641
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

033 Derecho de asociación. Finalidad de participar en la vida de la nación ................................... 55


034 Derecho de asociación. Fines indistintos ................................................................................ 55
035 Derecho de asociación. Libertad de incorporación .................................................................. 55
036 Derecho de asociación. Libertad para desafiliarse ................................................................... 56
037 Derecho de asociación. No requiere autorización administrativa ............................................ 56
038 Derecho de asociación. No analoga con asociación jus privatista ............................................ 56
039 Derecho de asociación. Objetivos genéricos ........................................................................... 56
040 Derecho de asociación. Organizaciones protegidas ................................................................. 56
041 Derecho de asociación. Principio de autonomía de la voluntad ............................................... 56
042 Derecho de asociación. Principio de fin altruista .................................................................... 56
043 Derecho de asociación. Proscripción de autorización previa ................................................... 57
044 Derecho de asociación. Renuncia de asociado ......................................................................... 57
045 Derecho de asociación. Respeto de derechos fundamentales .................................................. 57
046 Derecho de asociación. Titularidad y ejercicio ........................................................................ 57
047 Presunción de inocencia. Aplicación en el ámbito de las asociaciones .................................... 57
COMUNIDADES CAMPESINAS Y NATIVAS
048 Comunidades campesinas y nativas. Patrimonio cultural inmaterial ...................................... 57
049 Comunidades campesinas y nativas. Protección de sus conocimientos tradicionales .............. 58
050 Comunidades campesinas y nativas. Reconocimiento de su personalidad jurídica .................. 58
051 Comunidades campesinas y nativas. Régimen laboral especial ............................................... 58
052 Comunidades campesinas y nativas. Utilización de la hoja de coca ........................................ 58
CONTRATOS
053 Autonomía de la voluntad. Concepto ...................................................................................... 58
054 Autonomía de la voluntad. Contenido .................................................................................... 59
055 Autonomía de la voluntad. Fuente del Derecho ...................................................................... 59
056 Contrato ley. Ámbito de intangibilidad del contrato ............................................................... 59
057 Contrato ley. Ámbito de intangibilidad del estatuto jurídico fijado ......................................... 59
058 Contrato ley. Concepto ........................................................................................................... 59
059 Contrato ley. Finalidad ........................................................................................................... 60
060 Contrato ley. Interpretación constitucional ............................................................................. 60
061 Contrato ley. Relación entre contrato ley e interés público ..................................................... 60
062 Libertad de contratar. Como contenido del principio de autonomía de la voluntad ................. 60
063 Libertad de contratar. Determinación de la legalidad de las cláusulas contractuales .............. 60
064 Libertad de contratar. Derechos fundamentales como límites implícitos ................................ 60
065 Libertad de contratar. Fin lícito como límite explícito ............................................................. 61
066 Libertad de contratar. Intangibilidad de términos contractuales ............................................. 61
067 Libertad de contratar. Límites explícitos ................................................................................. 61
068 Libertad de contratar. Límites implícitos ................................................................................ 61
069 Libertad de contratación. Concepto ........................................................................................ 61
070 Libertad de contratación. Derechos fundamentales como límite ............................................. 62
071 Libertad de contratación. Exclusión del medio de pago como parte de su contenido .............. 62
072 Libertad de contratación. Interpretación concordada de la intangibilidad de los términos
contractuales .......................................................................................................................... 62
073 Libertad de contratación. Libertad de contratar y libertad contractual ................................... 62
074 Libertad de contrataciónn. Límites ......................................................................................... 62
075 Libertad de contratación. Límites explícitos e ímplicitos ........................................................ 62
DERECHOS DE LAS PERSONAS
076 Bienestar. Actos de crueldad contra animales ......................................................................... 63
077 Buena reputación. Dignidad como fundamento ...................................................................... 63
078 Buena reputación. Titularidad en personas jurídicas .............................................................. 63
079 Derecho a la vida. Condiciones de vida digna y saludable ...................................................... 63
080 Derecho a la vida. Como presupuesto para el disfrute de otros derechos ................................ 63
081 Derecho a la vida. Relación con el derecho a la pensión y a la seguridad social ...................... 64
082 Derecho a la vida. Relación con la libertad y la seguridad personal ........................................ 64
083 Honor. Afectación del honor interno ....................................................................................... 64

642
ÍNDICE GENERAL .

084 Honor. Configuración ............................................................................................................. 64


085 Honor. Determinación de su lesión ......................................................................................... 65
086 Honor. Interno y externo ........................................................................................................ 65
087 Honor. Vinculación con dignidad y objeto ............................................................................... 65
088 Honor y buena reputación. Finalidad de la obligación de rectificación .................................... 65
089 Honor y buena reputación. Opiniones excluidas del contenido del derecho de
rectificación ............................................................................................................................ 65
090 Honor y buena reputación. Objeto .......................................................................................... 65
091 Honor y buena reputación. Vulneración por la Administración Pública .................................. 66
092 Identidad personal. Concepto ................................................................................................. 66
093 Imagen. Noción ...................................................................................................................... 66
094 Integridad personal. Actos de disposición del propio cuerpo .................................................. 66
095 Integridad personal. Amparo del rito de sepultura ................................................................. 66
096 Integridad personal. Concepto ................................................................................................ 67
097 Integridad personal. Contenido esencial ................................................................................. 67
098 Integridad personal. Desaparición forzada de personas .......................................................... 67
099 Integridad personal. Indemnidad de la persona en cuerpo y espíritu ...................................... 67
100 Integridad personal. Integridad física ..................................................................................... 67
101 Integridad personal. Integridad moral .................................................................................... 67
102 Integridad personal. Integridad psíquica ................................................................................ 68
103 Integridad personal. Relación con derecho a la salud ............................................................. 68
104 Integridad personal. Relación con derecho a la seguridad personal ........................................ 68
105 Intimidad. Contenido esencial ................................................................................................ 68
106 Intimidad. Definición ............................................................................................................. 69
107 Intimidad. Limitación por el orden público ............................................................................. 69
108 Intimidad. Reserva de información en entidades estatales ..................................................... 69
109 Inviolabilidad del domicilio. Carácter objetivo del domicilio ................................................... 69
110 Inviolabilidad del domicilio. Carácter subjetivo del domicilio ................................................. 69
111 Inviolabilidad del domicilio. Cierre de local comercial ............................................................ 69
112 Inviolabilidad del domicilio. Concepción amplia del domicilio ................................................ 69
113 Inviolabilidad del domicilio. Definición de domicilio .............................................................. 69
114 Inviolabilidad del domicilio. Derecho a la inviolabilidad del domicilio como garantía .................. 70
115 Inviolabilidad del domicilio. Extensión a las habitaciones de hotel ......................................... 70
116 Inviolabilidad del domicilio. Intervención en el derecho a la inviolabilidad del domicilio ....... 70
117 Inviolabilidad del domicilio. Lesión por el inspector de trabajo .............................................. 70
118 Inviolabilidad del domicilio. Libre acceso al domicilio ............................................................ 70
119 Inviolabilidad del domicilio. Mandato judicial de intervención al derecho a la inviolabilidad del
domicilio ................................................................................................................................ 70
120 Inviolabilidad del domicilio. Relación con el derecho al libre tránsito .................................... 71
121 Inviolabilidad del domicilio. Restricciones .............................................................................. 71
122 Secreto e inviolabilidad de las comunicaciones. Contenido .................................................... 71
123 Secreto e inviolabilidad de las comunicaciones. Definición y efectos ...................................... 71
124 Secreto e inviolabilidad de las comunicaciones. Fines de la intervención de las
comunicaciones en el caso de liberados por beneficios penitenciarios .................................... 71
125 Secreto e inviolabilidad de las comunicaciones. Intervención de las comunicaciones
en el caso de liberados por beneficios penitenciarios .............................................................. 72
126 Secreto e inviolabilidad de las comunicaciones. Intervención en el derecho al
secreto y a la inviolabilidad de las comunicaciones ................................................................ 72
127 Secreto y a la inviolabilidad de las comunicaciones. Límites .................................................. 72
DERECHOS REALES
128 Expropiación. Definición ........................................................................................................ 72
129 Expropiación. Indemnización como derecho ........................................................................... 72
130 Expropiación. Requisito del pago previo ................................................................................. 72
131 Expropiación. Requisitos de la potestad expropiatoria ............................................................ 73
132 Límite a propiedad de extranjeros. Excepción por necesidad pública ...................................... 73

643
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

133 Límite a propiedad de extranjeros. Necesidad pública de transferencia de kilómetro cuadrado


en Tiwinza .............................................................................................................................. 73
134 Derecho a la propiedad. Como atributo subjetivo y como institución objetiva ........................ 73
135 Propiedad. Como derecho y garantía institucional .................................................................. 73
136 Propiedad. Concepto y contenido ............................................................................................ 73
137 Propiedad. Contenido como derecho subjetivo y como garantía institucional ......................... 74
138 Propiedad. Constitucionalidad del formulario registral de inscripción .................................... 74
139 Propiedad. Dentro del sistema constitucional personalista ..................................................... 74
140 Propiedad. Dimensiones subjetiva y objetiva .......................................................................... 74
141 Propiedad. Distinción de la pensión ........................................................................................ 75
142 Propiedad. Ejercicio en armonía con el bien común y dentro de los límites de ley .................... 75
143 Propiedad. Enfoque desde el Derecho Privado ........................................................................ 75
144 Propiedad. Exclusión de atributos legales del contenido constitucional .................................. 75
145 Propiedad. Función social ....................................................................................................... 75
146 Propiedad. Inscripción en registros como garantía institucional ............................................. 76
147 Propiedad. Limitaciones a su ejercicio .................................................................................... 76
148 Propiedad. Necesidad de oponibilidad ..................................................................................... 77
149 Propiedad. Objeto en el Derecho Civil .................................................................................... 77
150 Propiedad. Obligaciones del Estado y de particulares ............................................................. 77
151 Propiedad. Variedad de estatutos y carácter unitario .............................................................. 77
152 Restricciones por seguridad nacional. Adquisición, posesión, explotación y transferencia de
bienes ..................................................................................................................................... 77
FAMILIA
153 Derechos y deberes de los padres. Circunstancias de uso de la esterilización quirúrgica ........ 78
154 Derechos y deberes de los padres. Derecho de las familias a elegir métodos de planificación
familiar ................................................................................................................................... 78
155 Derechos y deberes de los padres. Métodos excluidos de la planificación familiar .................. 78
156 Derechos y deberes de los padres. Pensión de sobrevivencia .................................................. 78
157 Derechos y deberes de los padres. Planificación familiar como política nacional de población 79
158 Derechos y deberes de los padres. Validez de descuentos por alimentos ................................ 79
159 Derechos y deberes de los padres. Presunciones de dependencia económica .......................... 79
160 Familia y matrimonio. Institutos jurídicos constitucionalmente protegidos ............................ 79
161 Matrimonio. Decisión de contraerlo y libre desarrollo de la personalidad ............................... 79
162 Matrimonio. Inexistencia de derecho constitucional a contraer matrimonio ........................... 79
163 Matrimonio. Protección constitucional a su contenido esencial .............................................. 80
164 Protección a los niños y adolescentes. Fundamento ................................................................ 80
165 Unión de hecho. Aplicación constitucional del régimen de sociedad de gananciales ............... 80
RESPONSABILIDAD CIVIL
166 Daño. Clases ........................................................................................................................... 80
167 Mercado de seguros. Exigencia de capital mínimo no restringe la libre iniciativa privada y a
la libertad de empresa ............................................................................................................ 81
168 Responsabilidad civil. Como principio jurídico esencial .......................................................... 81
169 Responsabilidad civil. Criterios .............................................................................................. 81
170 Responsabilidad civil. Noción de riesgo creado ....................................................................... 81
171 Responsabilidad civil. Regimenes ........................................................................................... 82
172 Responsabilidad civil derivada de los accidentes de tránsito. Responsabilidad objetiva .......... 82
173 Seguro obligatorio de accidentes de tránsito. Finalidad .......................................................... 82
174 Sistema de seguros obligatorios. Finalidad ............................................................................. 83
175 Sistema de seguros obligatorios. Noción ................................................................................ 83
SUCESIONES
176 Derecho a la herencia. Intransmisibilidad de la pensión ......................................................... 83

644
ÍNDICE GENERAL .

DERECHO
COMERCIAL
AHORRO
001 Ahorro. Como derecho constitucional y garantía institucional ............................................... 85
002 Ahorro. Como derecho subjetivo constitucional ..................................................................... 85
003 Ahorro. Como garantía institucional ...................................................................................... 85
004 Ahorro. Necesidad de estabilidad monetaria y del sistema financiero ..................................... 85
005 Ahorro. Obligación de protección, garantía y fomento del Estado ........................................... 85
BANCO CENTRAL DE RESERVA
006 Banco Central de Reserva. Carácter vinculante de sus opiniones previas ............................... 85
007 Banco Central de Reserva. Estabilidad monetaria como competencia compartida con la
Superintendencia de Banca y Seguros .................................................................................... 85
008 Banco Central de Reserva. Función ........................................................................................ 85
009 Banco Central de Reserva. Función reguladora en materia financiera requiere colaboración
de la SBS ................................................................................................................................ 86
010 Banco Central de Reserva. Opinión previa a la transformación de sucursal de empresa extranjera 86
011 Directorio del Banco Central de Reserva. Cuestionamiento de actos de la SBS ....................... 86
012 Directorio del Banco Central de Reserva. No necesidad de motivar nombramiento de directores 86
SECRETO BANCARIO
013 Secreto bancario: Elemento fuera del contenido esencial ....................................................... 87
014 Secreto bancario: Justificación ............................................................................................... 87
015 Secreto bancario: Parte del derecho a la intimidad ................................................................. 87
SISTEMA MONETARIO
016 Sistema monetario. Competencia del gobierno nacional ......................................................... 88
017 Sistema monetario. Funciones del Banco Central de Reserva ................................................. 88
SUPERINTENDENCIA DE BANCA Y SEGUROS
018 Superintendencia de Banca y Seguros. Control del sistema financiero ................................... 88
019 Superintendencia de Banca y Seguros. Coordinación de funciones con el Banco Central de Reserva 89

DERECHO
CONSTITUCIONAL
ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA
001 Academia de la Magistratura. Como medio para garantizar idoneidad de la magistratura ...... 90
002 Academia de la Magistratura. Cursos de capacitación y perfeccionamiento para jueces y fiscales . 90
003 Academia de la Magistratura. Formación para profesionales del derecho que no son jueces o
fiscales ................................................................................................................................... 90
004 Academia de la Magistratura. Función de formación .............................................................. 91
BIENES DEL ESTADO
005 Bienes del Estado. Clasificación .............................................................................................. 91
006 Bienes de dominio privado del Estado. Embargabilidad .......................................................... 91
007 Bienes de dominio privado del Estado. Embargabilidad de depósitos bancarios del Estado ..... 91
008 Bienes de dominio público. Determinación del judicial carácter público del bien ................... 92
009 Bienes de dominio público. Inalienabilidad e imprescriptibilidad ........................................... 92
010 Bienes de dominio público. Límites a la reserva de bienes de dominio público ....................... 92
011 Bienes de dominio público. Naturaleza pública del bien ......................................................... 92
012 Bienes de dominio público. Propiedad "especial" sobre los recursos naturales ........................ 92
COLEGIOS PROFESIONALES
013 Colegios profesionales. Afectación de autonomía de derechos de colegio profesional ............. 93
014 Colegios profesionales. Afectación de autonomía por pedido de información del Indecopi ...... 93

645
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

015 Colegios profesionales. Conformación de organismos representativos .................................... 93


016 Colegios profesionales. Legalidad de la asociación compulsiva ............................................... 93
CONSEJO NACIONAL DE LA MAGISTRATURA
017 Consejo Nacional de la Magistratura. Atribuciones con relación a la jurisdicción militar ........ 94
018 Consejo Nacional de la Magistratura. Exclusividad para destituir magistrados ....................... 94
019 Consejo Nacional de la Magistratura. Motivación de resoluciones .......................................... 94
020 Concejo Nacional de la Magistratura. No puede afectar derechos de magistrados no ratificados 94
021 Consejo Nacional de la Magistratura. No puede impedir el derecho de los magistrados no
ratificados a postular al Poder Judicial ................................................................................... 94
022 Consejo Nacional de la Magistratura. Potestad sancionadora .................................................. 95
023 Consejo Nacional de la Magistratura. Separación por inconducta ........................................... 95
024 Destitución de magistrados. Afectación de atribuciones constitucionales del Consejo Nacional
de la Magistratura por el régimen disciplinario de la jurisdicción militar ............................... 95
025 Destitución de magistrados. Atribución ejercitada en forma paralela ..................................... 95
026 Elección de miembros del Consejo Nacional de la Magistratura. Intervención de fiscales su-
premos provisionales que no cubrían plaza vacante ............................................................... 95
027 Miembros del Consejo Nacional de la Magistratura. Independencia funcional y jurisdiccional 96
028 Nombramiento de magistrados. Atribución del Consejo Nacional de la Magistratura para jueces
y fiscales del país ................................................................................................................... 96
029 Nombramiento de magistrados. Carácter no discriminatorio de exigencia de calificaciones ... 96
030 Nombramiento de magistrados. Naturaleza temporal de los concursos públicos ..................... 96
031 No ratificación de magistrados. No es sanción ........................................................................ 97
032 Proceso de ratificación de magistrados. Análisis objetivo del magistrado sujeto a evaluación 97
033 Proceso de ratificación de magistrados. Como mecanismo de control de la función jurisdiccional . 97
034 Proceso de ratificación de magistrados. Como mecanismo que fomenta la participación ciuda-
dana en la gestión del servicio de justicia .............................................................................. 97
035 Proceso de ratificación de magistrados. Como mecanismo que fortalece la independencia
funcional ................................................................................................................................ 98
036 Proceso de ratificación de magistrados. Como mecanismo que incentiva la competencia en la
carrera judicial ....................................................................................................................... 98
037 Proceso de ratificación de magistrados. Criterios de evaluación ............................................. 98
038 Proceso de ratificación de magistrados. Criterios de decisión ................................................. 99
039 Proceso de ratificación de magistrados. Examinador independiente ....................................... 99
040 Proceso de ratificación de magistrados. Fundamento de la motivación de la resolución ......... 99
041 Proceso de ratificación de magistrados. Incongruencia de la prohibición de reingreso de los
magistrados no ratificados ...................................................................................................... 100
042 Proceso de ratificación de magistrados. Relación entre no ratificación y debido proceso ........ 100
043 Proceso de ratificación de magistrados. Sustentación de la decisión ....................................... 100
044 Ratificación de magistrados. Acceso a la información en los procesos de ratificación ............. 101
045 Resoluciones del Consejo Nacional de la Magistratura. Revisabilidad de decisiones ............... 101
CONSTITUCIÓN
046 Aplicación progresiva de disposiciones de la Constitución. Recaudación presupuestal como
medio para lograr objetivos estatales ..................................................................................... 102
047 Control difuso. Inaplicabilidad de norma ................................................................................ 102
048 Control difuso. Obligación de los tribunales administrativos .................................................. 102
049 Defensa de la Constitución. Principio de proporcionalidad ..................................................... 102
050 Defensa de la Constitución. Consagración de las garantías constitucionales .......................... 103
051 Defensa de la Constitución. Garantía institucional como protección de institutos constitucionales 103
052 Defensa de la Constitución. Respeto del contenido esencial de los derechos fundamentales .. 103
053 Disposiciones finales y transitorias. Noción y efectos ............................................................. 103
054 Disposiciones finales y transitorias. Fuerza vinculante ........................................................... 104
055 Disposiciones transitorias. Objeto .......................................................................................... 104
056 Interpretación en la jurisdicción ordinaria. Proscripción de interpretación literal de disposición
constitucional ......................................................................................................................... 104

646
ÍNDICE GENERAL .

CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA Y PRESUPUESTO DEL ESTADO


057 Contraloría General de la República. Control anterior en caso apartamiento temporal o definitivo
del cargo ................................................................................................................................ 104
058 Cuenta General de la República. Acción contralora del legislativo ......................................... 105
059 Cuenta General de la República. Como materia indelegable ................................................... 105
060 Deuda pública. Creación de registro de la deuda pública interna ........................................... 105
061 Deuda pública. Pliego presupuestal común para deudas provenientes de resoluciones judiciales . 105
062 Presupuesto del Sector Público. Autonomía presupuestaria del Poder Legislativo .................. 105
063 Presupuesto del Sector Público. Canon ................................................................................... 106
064 Presupuesto del Sector Público. Características de la ley anual de presupuesto ..................... 106
065 Presupuesto del Sector Público. Colaboración de poderes en la elaboración de la Ley anual de
presupuesto ............................................................................................................................ 106
066 Presupuesto del Sector Público. Como acto parlamentario de autorización ............................. 106
067 Presupuesto del Sector Público. Como acto parlamentario de previsión ................................. 106
068 Presupuesto del Sector Público. Fines de la actividad presupuestal ........................................ 107
069 Presupuesto del Sector Público. Ley anual de presupuesto ..................................................... 107
070 Presupuesto del Sector Público. Participación del poder ejecutivo en la elaboración de la Ley
anual de presupuesto ............................................................................................................. 107
071 Presupuesto del Sector Público. Participación del Poder Judicial en la elaboración de la Ley
anual de presupuesto ............................................................................................................. 107
072 Presupuesto del Sector Público. Participación del poder legislativo en la elaboración de la Ley
anual de presupuesto ............................................................................................................. 108
073 Presupuesto del Sector Público. Perspectiva administrativa ................................................... 108
074 Presupuesto del Sector Público. Perspectiva económica ......................................................... 108
075 Presupuesto del Sector Público. Perspectiva jurídica .............................................................. 109
076 Presupuesto del Sector Público. Perspectiva política .............................................................. 109
077 Presupuesto del Sector Público. Principio de anticipación ...................................................... 109
078 Presupuesto del Sector Público. Principio de anualidad .......................................................... 109
079 Presupuesto del Sector Público. Principio de competencia ...................................................... 109
080 Presupuesto del Sector Público. Principio de equilibrio financiero .......................................... 109
081 Presupuesto del Sector Público. Principio de estructuración ................................................... 110
082 Presupuesto del Sector Público. Principio de exactitud ........................................................... 110
083 Presupuesto del Sector Público. Principio de justicia presupuestaria ...................................... 110
084 Presupuesto del Sector Público. Principio de legalidad presupuestaria ................................... 110
085 Presupuesto del Sector Público. Principio de no afectación .................................................... 110
086 Presupuesto del Sector Público. Principio de programación .................................................... 110
087 Presupuesto del Sector Público. Principio de unidad .............................................................. 111
088 Presupuesto del Sector Público. Procedimiento de aprobación de la Ley anual de presupuesto 111
089 Presupuesto del Sector Público. Regalías ................................................................................ 111
090 Presupuesto del Sector Público. Relación de los principios de legalidad presupuestaria y de
efectividad de las sentencias .................................................................................................. 111
091 Procedimiento de aprobación del presupuesto. Colaboración de poderes ................................ 112
092 Procedimiento de aprobación del presupuesto. Vigencia directa del proyecto del Poder Ejecutivo 112
093 Proyecto de Ley anual de presupuesto. Coordinación y negociación del Poder Ejecutivo con otros
organismos ............................................................................................................................. 112
094 Proyecto de Ley anual de presupuesto. Vulneración del principio de equilibrio presupuestario 112
DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN
095 Deber de honrar al Perú. Vinculación del legislador ............................................................... 113
096 Deber de proteger los intereses nacionales. Vinculación de los ciudadanos ............................ 113
097 Deber de proteger los intereses nacionales. Vinculación de los gobiernos regionales ............. 113
098 Deberes con la Constitución. Deber de cumplimiento ............................................................ 113
099 Deberes con la Constitución. Deber de respeto por parte de los gobiernos regionales ............ 113
100 Deberes con la Constitución. Proyección de la eficacia de la Constitución .............................. 113
DEFENSA NACIONAL
101 Sistema de Defensa Nacional. Ámbito interno ........................................................................ 113

647
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

102 Sistema de Defensa Nacional. Aplicación del test de razonabilidad y proporcionalidad en interven-
ciones estatales ...................................................................................................................... 114
103 Sistema de Defensa Nacional. Asignación de recursos de regalías mineras ............................ 114
104 Sistema de Defensa Nacional. Carácter permanente e integral ............................................... 114
105 Sistema de Defensa Nacional. Diferencia entre seguridad nacional y seguridad ciudadana .... 114
106 Sistema de Defensa Nacional. Participación de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional ...... 115
107 Sistema de Defensa Nacional. Seguridad nacional como presupuesto del desarrollo .............. 115
108 Sistema de Defensa Nacional. Vinculación de la seguridad nacional con la defensa nacional . 115
109 Sistema de Defensa Nacional. Dirección del Presidente de la República ................................. 115
DEFENSORÍA DEL PUEBLO
110 Atribuciones de la Defensoría del Pueblo. Supuestos de ejercicio de atribuciones .................. 115
111 Defensoría del Pueblo. Inmunidad .......................................................................................... 116
112 Defensoría del Pueblo. Intervención como amicus curiae en proceso de inconstitucionalidad 116
DERECHO A LA NACIONALIDAD
113 Adquisición y pérdida de la nacionalidad. Inconstitucionalidad de la pena de pérdida de na-
cionalidad ............................................................................................................................... 116
114 Derecho a la nacionalidad. Definición .................................................................................... 117
115 Derecho a la nacionalidad. Reconocimiento en instrumentos internacionales ........................ 117
116 Derecho a la nacionalidad. Relación con la expedición de documento de identidad ................ 117
117 Derecho a la nacionalidad. Sujetos ......................................................................................... 117
118 Derecho al pasaporte. Doble contenido .................................................................................. 117
119 Derecho al pasaporte. Exclusión del pasaporte especial .......................................................... 118
120 Derecho al pasaporte. Obtención de pasaporte idóneo ............................................................ 118
121 Suspensión del ejercicio de la ciudadanía. Debe existir una resolución judicial, firme y con la
calidad de cosa juzgada .......................................................................................................... 118
DERECHO A LA PAZ
122 Derecho a la paz. Autonomía respecto al derecho al medio ambiente ..................................... 118
123 Derecho a la paz y a la tranquilidad. Sujetos garantes del derecho ......................................... 118
DERECHO A LA RECTIFICACIÓN
124 Derecho a la rectificación. Contenido esencial ........................................................................ 119
125 Rectificación. Elementos configuradores ................................................................................ 119
126 Rectificación. Finalidad ........................................................................................................... 120
127 Rectificación. Supuestos en que debe ser solicitado ............................................................... 120
DERECHO A LA SALUD
128 Derecho a la salud. Afectación en razón de lesión o amenaza al derecho a la integridad ........ 121
129 Derecho a la salud. Agua como elemento esencial ................................................................. 121
130 Derecho a la salud. Contenido ................................................................................................ 121
131 Derecho a la salud. Como derecho de primer orden ................................................................ 122
132 Derecho a la salud. Como derecho y condición habilitante para el ejercicio de otros derechos 122
133 Derecho a la salud. Como vida en dignidad (vida saludable) .................................................. 122
134 Derecho a la salud. Contenido y obligaciones del Estado ........................................................ 122
135 Derecho a la salud. Deberes del Estado social ........................................................................ 122
136 Derecho a la salud. Derecho al agua ....................................................................................... 123
137 Derecho a la salud. Noción ..................................................................................................... 123
138 Derecho a la salud. Noción de salud ....................................................................................... 123
139 Derecho a la salud. Obligaciones del Estado ........................................................................... 123
140 Derecho a la salud. Perspectivas ............................................................................................ 124
141 Derecho a la vida. Protección de la familia y manifestación de la seguridad social ................. 124
142 Derecho a la salud. Reconocimiento en instrumentos internacionales .................................... 124
143 Derecho a la salud. Relación con el derecho a la vida ............................................................. 124
144 Derecho a la salud. Sujetos a los que vincula y dimensiones del derecho ............................... 125
145 Derecho a la salud. Supuesto de adquisición de carácter de derecho fundamental ................. 125
DERECHO A LA TRANQUILIDAD
146 Derecho a la tranquilidad. Emisión de ruidos nocivos ............................................................ 125

648
ÍNDICE GENERAL .

147 Derecho a la tranquilidad. Protección a través del amparo ..................................................... 125


148 Derecho a la tranquilidad. Vinculación con el derecho a la salud ............................................ 126
DERECHO A LA VERDAD
149 Derecho a la verdad. Autonomía ............................................................................................ 126
150 Derecho a la verdad. Dimensión colectiva .............................................................................. 126
151 Derecho a la verdad. Dimensión individual ............................................................................ 126
152 Derecho a la verdad. Obligación del Estado de investigar e informar ..................................... 127
153 Derecho a la verdad. Reconocimiento como derecho fundamental .......................................... 127
154 Derecho a la verdad. Relación con el acceso a la información pública .................................... 127
DERECHO A LA VIDA PRIVADA
155 Derecho a la vida privada. Definición de vida privada ............................................................ 127
156 Derecho a la vida privada. Derecho al libre desarrollo como ámbito de libertad consustancial
a la estructuración de la vida privada ..................................................................................... 128
157 Derecho a la vida privada. Diferencia entre el interés público y la mera curiosidad o fisgoneo 128
158 Derecho a la vida privada. Exclusión de jerarquización frente al derecho de información ....... 128
159 Derecho a la vida privada. Formación de la opinión pública ................................................... 128
160 Derecho a la vida privada. Juicio de adecuación ..................................................................... 129
161 Derecho a la vida privada. Juicio de necesidad ....................................................................... 129
162 Derecho a la vida privada. Juicio de proporcionalidad ............................................................ 130
163 Derecho a la vida privada. Límite al derecho de información .................................................. 130
164 Derecho a la vida privada. Protección de personas con proyección pública ............................. 131
165 Derecho a la vida privada. Protección de los distintos tipos de personas con proyección pública 131
166 Derecho a la vida privada. Relación con el derecho a la intimidad .......................................... 131
167 Derecho a la vida privada. Solución al conflicto con el derecho de información ...................... 131
168 Derecho a la vida privada. Test de razonabilidad respecto de la incidencia del derecho de infor-
mación ................................................................................................................................... 131
DERECHO DE OPINIÓN
169 Derecho de opinión. Como bien jurídico tutelado de la expresión ........................................... 132
170 Libertad de difusión del pensamiento. Definición ................................................................... 132
171 Libertad de opinión. Como garantía ........................................................................................ 132
172 Libertad de opinión. Concreción de la dignidad en la libertad de opinión ............................... 132
173 Libertad de opinión. Dimensión externa de la libertad de opinión .......................................... 132
174 Libertad de opinión. Dimensión interna de la libertad de opinión .......................................... 132
175 Libertad de opinión. Protección del ejercicio de la libertad de opinión por las minorías ......... 132
176 Libertad de opinión. Relación de la libertad de opinión con la libertad de expresión .............. 132
DERECHO DE REUNIÓN
177 Derecho de reunión. Definición .............................................................................................. 133
178 Derecho de reunión. Elemento finalista .................................................................................. 133
179 Derecho de reunión. Eficacia inmediata y directa ................................................................... 133
180 Derecho de reunión. Elemento subjetivo ................................................................................ 133
181 Derecho de reunión. Elemento real o espacial ........................................................................ 134
182 Derecho de reunión. Elemento temporal ................................................................................ 134
183 Derecho de reunión. Objeto .................................................................................................... 134
184 Derecho de reunión. Relación con la manifestación pública ................................................... 134
185 Derecho de reunión. Restricciones ......................................................................................... 134
186 Restricción al derecho de reunión. Criterios ........................................................................... 135
187 Restricción al derecho de reunión. Inconstitucionalidad de la autorización previa ................. 135
188 Restricción al derecho de reunión. Juicio de proporcionalidad, necesidad y razonabilidad para
restringir el derecho ............................................................................................................... 135
189 Restricción al derecho de reunión. Por razón de seguridad pública ......................................... 135
190 Restricción al derecho de reunión. Por razón de sanidad pública ............................................ 136
191 Restricción al derecho de reunión. Tiempo de elecciones ....................................................... 136

649
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHOS NO ENUMERADOS
192 Derecho a la objeción de conciencia. Como contenido del derecho a la libertad de conciencia 136
193 Derechos no enumerados. Cláusula de desarrollo de nuevos derechos ................................... 136
194 Derechos no enumerados. Rango constitucional ..................................................................... 136
195 Derechos no enumerados. Reconocimiento restringido de nuevos derechos ........................... 137
DERECHOS SOCIALES Y ECONÓMICOS
196 Derechos sociales. Naturaleza jurídica .................................................................................... 137
197 Derechos sociales. Obligación estatal de efectivizarlos ........................................................... 137
198 Derechos sociales y económicos. Aplicación progresiva .......................................................... 137
199 Derechos sociales y económicos. Carácter no declarativo ....................................................... 138
200 Derechos sociales y económicos. Como deberes de solidaridad u obligación conjunta de la socie-
dad, individuos y el Estado ..................................................................................................... 138
201 Derechos sociales y económicos. Como facultades tuitivas para grupos en situación de desventaja . 138
202 Derechos sociales y económicos. Como fines sociales del Estado ............................................ 138
203 Derechos sociales y económicos. Como garantías del ciudadano ............................................ 139
204 Derechos sociales y económicos. Contenido esencial .............................................................. 139
205 Derechos sociales y económicos. Deberes derivados del principio de solidaridad ................... 139
206 Derechos sociales y económicos. Dignidad como premisa del Estado social ............................ 139
207 Derechos sociales y económicos. Eficacia plena ...................................................................... 139
208 Derechos sociales y económicos. Exigencia ............................................................................ 140
209 Derechos sociales y económicos. Influencia del principio de dignidad .................................... 140
210 Derechos sociales y económicos. Necesidad de satisfacción mínima inmediata ...................... 140
211 Derechos sociales y económicos. Noción de solidaridad .......................................................... 140
212 Derechos sociales y económicos. Principio de solidaridad ....................................................... 140
213 Derechos sociales y económicos. Principio y deberes de solidaridad ....................................... 141
214 Derechos sociales y económicos. Progresividad frente a la regresión en avances efectuados .. 141
DESCENTRALIZACIÓN
215 Descentralización. Autonomía a nivel del Derecho Público interno ........................................ 141
216 Descentralización. Compatibilidad con el Estado unitario ...................................................... 141
217 Descentralización. Fijación de competencias nacionales y regionales ..................................... 141
218 Descentralización. Necesidad de respetar unidad del Estado y la subsidiariedad .................... 142
219 Descentralización. Noción de principio de subsidiariedad ....................................................... 142
220 Descentralización: Objetivo .................................................................................................... 142
221 Descentralización. Principio de progresividad en la asignación de competencias y transferencia
de recursos ............................................................................................................................. 142
222 Descentralización. Respeto del carácter unitario del Estado ................................................... 142
223 Descentralización. Unidad e indivisibilidad del Estado como límites ...................................... 143
224 Organización del territorio de la República. Aplicación del principio de competencia en la arti-
culación de las normas regionales y nacionales ...................................................................... 143
225 Organización del territorio de la República. Condiciones para la aplicación del principio de
competencia ........................................................................................................................... 144
226 Organización del territorio de la República. Configuración de subsistemas normativos con la
creación de gobiernos locales y regionales ............................................................................. 144
227 Organización del territorio de la República. Diferencias entre los principios de competencia y
de jerarquía normativa ........................................................................................................... 144
228 Organización del territorio de la República. Efecto de la reordenación de la distribución territorial . 144
229 Organización del territorio de la República. Forma de Estado y test de competencia en conflictos
normativos ............................................................................................................................. 144
230 Organización del territorio de la República. Límites de la actividad legislativa del Gobierno
Nacional, gobiernos locales y regionales ................................................................................. 145
231 Organización del territorio de la República. Noción de competencias compartidas ................. 145
232 Organización del territorio de la República. Noción de competencias delegadas ..................... 145
233 Organización del territorio de la República. Noción de competencias exclusivas .................... 145
234 Organización del territorio de la República. Noción de normas de competencia ..................... 145
235 Organización del territorio de la República. Noción de principio de competencia ................... 145

650
ÍNDICE GENERAL .

236 Organización del territorio de la República. Relación entre los principios de competencia y de
jerarquía normativa ................................................................................................................ 145
237 Organización del territorio de la república. Test de competencia y distribución de competencias . 146
238 Organización del territorio de la República. Test de competencia y principio de control y tutela
de Gobiernos Regionales y Locales ......................................................................................... 146
239 Organización del territorio de la República. Test de competencia y principio de cooperación,
lealtad nacional y regional ...................................................................................................... 146
240 Organización del territorio de la República. Test de competencia y principio de taxatividad y
cláusula de residualidad ......................................................................................................... 146
241 Organización del territorio de la República. Test de competencia y principio del efecto útil y
poderes implícitos .................................................................................................................. 147
242 Régimen jurídico de la capital de la República. Alcances del tratamiento especial ................. 147
243 Régimen jurídico de la capital de la República. Competencias especiales de la Municipalidad
Metropolitana de Lima ........................................................................................................... 147
244 Régimen jurídico de la capital de la República. Función de la Municipalidad Metropolitana de Lima 147
245 Régimen jurídico de la capital de la República. Régimen especial de la Municipalidad Metro-
politana de Lima ..................................................................................................................... 147
DIGNIDAD DE LA PERSONA
246 Defensa de la persona. Noción ................................................................................................ 148
247 Dignidad de la persona. Alcances del principio de dignidad ................................................... 148
248 Dignidad de la persona. Aplicación de leyes en el tiempo sobre derechos .............................. 148
249 Dignidad de la persona. Autonomía ........................................................................................ 149
250 Dignidad de la persona. Base del Estado social ....................................................................... 149
251 Dignidad de la persona. Como principio y derecho ................................................................. 149
252 Dignidad de la persona. Consecuencias de la pena de cadena perpetua .................................. 149
253 Dignidad de la persona. Definición ......................................................................................... 149
254 Dignidad de la persona. No distinción por razones sexuales ................................................... 149
255 Dignidad de la persona. Incidencia de la dignidad dentro de la política de persecución criminal
del Estado ............................................................................................................................... 149
256 Dignidad de la persona. Interpretación de la Constitución ..................................................... 150
257 Dignidad de la persona. Modificación de estrofa del Himno Nacional ..................................... 150
258 Dignidad de la persona. Protección de los animales ............................................................... 150
259 Dignidad de la persona. Régimen económico .......................................................................... 150
260 Dignidad de la persona. Relación con el derecho a la igualdad ............................................... 151
261 Dignidad de la persona. Relación con el derecho a la pensión ................................................ 151
262 Dignidad de la persona. Relación con el derecho a la vida ...................................................... 151
263 Dignidad de la persona. Relación con la pena de cadena perpetua .......................................... 151
264 Dignidad de la persona. Relación con los derechos fundamentales ......................................... 151
265 Dignidad de la persona. Respeto en condiciones de reclusión ................................................. 152
EDUCACIÓN
266 Autonomía universitaria. Adecuación de los estatutos a la Constitución y tratados ............... 152
267 Autonomía universitaria. Afectación ...................................................................................... 152
268 Autonomía universitaria. Como garantía institucional ........................................................... 152
269 Autonomía universitaria. Definición ....................................................................................... 152
270 Autonomía universitaria. Finalidad de la consagración constitucional .................................... 153
271 Autonomía universitaria. Importancia para el sistema universitario ...................................... 153
272 Autonomía universitaria. Legislativo es el encargado de dictar las normas estructurales y
elementales del sistema universitario .................................................................................... 153
273 Autonomía universitaria. No extensión a otras entidades educativas ..................................... 153
274 Autonomía universitaria. No se puede interpretar como autoarquía ....................................... 153
275 Autonomía universitaria. Prohibición de reelección inmediata solo debe afectar a las univer-
sidades públicas ..................................................................................................................... 153
276 Autonomía universitaria y prohibición de reelección inmediata. Inexistencia de nexo causal . 154
277 Derecho a la educación. Condiciones que garantizan gratuidad de la enseñanza .................... 154
278 Derecho a la educación. Contenido esencial ........................................................................... 154

651
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

279 Derecho a la educación. Deber de los padres de educar a sus hijos ........................................ 155
280 Derecho a la educación. Fundamento de la libertad de conciencia en la educación religiosa .. 155
281 Derecho a la educación. Fundamento de la libertad de enseñanza .......................................... 155
282 Derecho a la educación. Función social y finalidad ................................................................. 155
283 Derecho a la educación. Garantías de la libertad de enseñanza .............................................. 156
284 Derecho a la educación. Garantías para que se condigan promoción de la educación y desarrollo
integral de la persona ............................................................................................................. 156
285 Derecho a la educación. Inconstitucionalidad de fijarlo en función de la edad ........................ 156
286 Derecho a la educación. Promoción de la integración nacional ............................................... 156
287 Derecho a ser educado. Como derecho de los educandos ........................................................ 156
288 Derecho de promover y conducir instituciones educativas. Delegación al legislador de regu-
lación legal ............................................................................................................................. 156
289 Libertad de cátedra. Condición del disfrute del derecho a la educación .................................. 157
290 Libertad de cátedra. Contenido esencial ................................................................................. 157
291 Libertad de cátedra. Derecho subjetivo .................................................................................. 157
292 Libertad de cátedra. Fundamento ........................................................................................... 157
293 Libertad de cátedra. Límites en su ejercicio ............................................................................ 157
294 Libertad de cátedra. Principio organizativo dentro de la enseñanza ........................................ 158
295 Libertad de cátedra. Sujetos del derecho ................................................................................ 158
296 Profesorado. Adecuación a la Constitución de la ley de desarrollo constitucional ................... 158
297 Régimen tributario de los centros educativos. Aplicación de contribuciones y tasas .............. 158
298 Régimen tributario de los centros educativos. Requisitos de la inmunidad tributaria ............. 158
299 Sistema educativo. Prohibición de discriminación .................................................................. 159
300 Sistema educativo. Sujeción de los centros educativos al ordenamiento jurídico y derechos
fundamentales ........................................................................................................................ 159
301 Universidades. Autonomía universitaria como protección ...................................................... 159
302 Universidades. Determinación legal de requisitos de constitución y funcionamiento ............. 159
303 Universidades. Estado puede dar mayores o menores libertades para la creación de universidades . 159
304 Universidades. Justificación de la Ley Nº 28637 .................................................................... 160
305 Universidades. Obligación de entregar información pública ................................................... 160
306 Universidades. Nivel universitario del régimen de instrucción policial ................................... 160
307 Universidades. Rol en el Estado Social y Democrático de Derecho ......................................... 160
308 Universidades. Supuestos que pueden hacer peligrar su finalidad .......................................... 160
309 Universidades privadas. Libertad de asociación debe concordar con los fines del sistema
universitario .......................................................................................................................... 160
310 Universidades privadas. Situación jurídica es reforzada con la autonomía libertad de asociación . 161
ESTADO
311 Capital de la República. Centralismo histórico de capitales del Perú ...................................... 161
312 Capital de la República. Régimen especial en normas de descentralización y municipalidades 161
313 Deberes del Estado. Bienestar general como tarea de la Administración Pública .................... 161
314 Deberes del Estado. Deber de garantizar el bienestar general ................................................ 161
315 Deberes del Estado. Deber de garantizar la promoción cultural .............................................. 162
316 Deberes del Estado. Deber de garantizar los derechos humanos conforme a instrumentos in-
ternacionales .......................................................................................................................... 162
317 Deberes del Estado. Deber de investigar la verdad ................................................................. 162
318 Deberes del Estado. Deber especial de protección de los derechos fundamentales ................. 163
319 Deberes del Estado. Integrador del orden político y social y regulador de la estructura social ......... 163
320 Deberes del Estado. Necesidad de inversión social ................................................................. 163
321 Deberes del Estado. Poder como instrumento para cumplimiento de deberes ......................... 163
322 Deberes del Estado. Protección de la población frente a amenazas contra su seguridad ......... 163
323 Defensa judicial del Estado. Exoneración de institución pública del pago de gastos judiciales 164
324 Defensa judicial del Estado. Inexistencia de encargatura de procuradurías ............................ 164
325 Estado social y democrático de derecho. Carácter dual del principio democrático. ................. 164
326 Estado social y democrático de Derecho. Comparación con el Estado liberal .......................... 164
327 Estado social y democrático de Derecho. Consecuencias de principio democrático ................. 164
328 Estado social y democrático de Derecho. Configuración ......................................................... 165

652
ÍNDICE GENERAL .

329 Estado social y democrático de Derecho. Cultura ................................................................... 165


330 Estado social y democrático de Derecho. Democracia como supuesto político ........................ 165
331 Estado social y democrático de Derecho. Democracia pluralista ............................................. 165
332 Estado social y democrático de Derecho. Democracia representativa ..................................... 166
333 Estado social y democrático de Derecho. Derechos sociales .................................................... 166
334 Estado social y democrático de Derecho. Economía social de mercado como supuesto económico 166
335 Estado social y democrático de Derecho. Evolución desde el Estado liberal ............................ 166
336 Estado social y democrático de Derecho. Importancia del principio democrático .................... 167
337 Estado social y democrático de Derecho. Incidencia de la voluntad política ........................... 167
338 Estado social y democrático de Derecho. Justicia social y dignidad humana como presupuestos 167
339 Estado social y democrático de derecho. Materialización del principio democrático ............... 168
340 Estado social y democrático de Derecho. Modelo recogido por nuestra Constitución .............. 168
341 Estado social y democrático de Derecho. Noción formal y material de democracia ................. 168
342 Estado social y democrático de Derecho. Perspectiva de la persona humana .......................... 168
343 Estado social y democrático de Derecho. Presupuesto para el funcionamiento de la democracia 168
344 Estado social y democrático de Derecho. Relación con el Estado de Derecho .......................... 168
345 Estado social y democrático de Derecho. Relación con los derechos fundamentales ............... 168
346 Estado social y democrático de Derecho. Supuestos sociales .................................................. 169
347 Estado social y democrático de derecho. Tolerancia como contenido del Estado social y demo-
crático de derecho .................................................................................................................. 169
348 Estado unitario y descentralizado. Configuración ................................................................... 169
349 Estado unitario y descentralizado. Preservación de la unidad ................................................. 169
350 Estado unitario y descentralizado. Regionalización ................................................................. 170
351 Estado y religión. Acuerdos celebrados con la Iglesia Católica ............................................... 170
352 Estado y religión. Imposibilidad del poder político de afirmar una verdad teológica ............... 170
353 Estado y religión. Posibilidad de sancionar a la Iglesia Católica por infracción legal tributaria 170
354 Estado y religión. Reconocimiento a la Iglesia Católica .......................................................... 170
355 Estado y religión. Reconocimiento de otras confesiones ......................................................... 171
356 Principio de separación de poderes. Configuración ................................................................. 171
357 Principio de separación de poderes. Control entre poderes y órganos del Estado .................... 171
358 Poder del Estado. Ejercicio y límites sujetos a reserva de ley .................................................. 171
359 Poder del Estado. Ilegitimidad para variar la forma de gobierno y modificar el régimen cons-
titucional ................................................................................................................................ 172
360 Poder del Estado. Principio de soberanía popular ................................................................... 172
361 Poder del Estado. Sometimiento de poderes constituidos a la Constitución ............................ 172
362 Poder del Estado. Sometimiento del Congreso a la Constitución ............................................ 172
363 Poder del Estado. Sometimiento del poder tributario a la Constitución .................................. 172
364 Poder del Estado. Sometimiento del Tribunal Constitucional al principio de soberanía cons-
titucional ................................................................................................................................ 173
365 Procuraduría Pública. Fines de las procuradurías públicas ...................................................... 173
366 Procuraduría Pública. Ámbito de actuación de los procuradores públicos ............................... 173
367 Procuraduría Pública. Ámbito de actuación de los procuradores públicos en materia penal .... 173
368 Procuraduría Pública. Ámbito de actuación de los procuradores públicos en delitos de terrorismo 173
369 Rol económico del Estado. Deber de promover la igualdad ..................................................... 174
370 Territorio del Estado. Libertades de comunicación como límites al ejercicio de la soberanía .. 174
371 Territorio del Estado. Paso inocente de nave extranjera por el mar territorial ........................ 174
372 Territorio del Estado. Poder limitado sobre la zona económica exclusiva ................................ 174
FUERZAS ARMADAS Y POLICÍA NACIONAL
373 Ascensos en las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Improcedencia de la acción de amparo . 175
374 Ascensos en las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Relación entre las vacantes para ascenso
y el pase al retiro por renovación de cuadros .......................................................................... 175
375 Carácter no deliberante de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Alcances ........................ 175
376 Derechos de los oficiales de las Fuerzas Armadas y Policiía Nacional. Vulneración del principio
de reserva judicial por retiro administrativo de grados otorgados .......................................... 175
377 Fuerzas Armadas. Finalidad de la administración militar ........................................................ 175

653
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

378 Fuerzas Armadas. Sistema disciplinario como requisito para el cumplimiento de los fines de las
Fuerzas Armadas .................................................................................................................... 176
379 Participación de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en el desarrollo del país. Necesidad
de estímulo y beneficio ........................................................................................................... 176
380 Policía Nacional. Control del orden interno ............................................................................ 176
381 Policía Nacional. Cumplimiento de presupuestos del ordenamiento jurídico en las interven-
ciones o actuaciones policiales ............................................................................................... 176
382 Policía Nacional. Dimensiones del orden interno .................................................................... 176
383 Policía Nacional. Necesidad de personal idóneo ...................................................................... 177
384 Policía Nacional. Noción de orden interno .............................................................................. 177
385 Policía Nacional. Orden interno como sinónimo de orden policial ........................................... 177
386 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Alcances de la reserva de ley ......... 177
387 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Control constitucional de leyes y
reglamentos ........................................................................................................................... 177
388 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. No aplicación de reserva de ley a la
jurisdicción especializada en lo militar ................................................................................... 178
389 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Protección constitucional del personal
policial ................................................................................................................................... 178
390 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Singularidad del régimen disciplinario
militar y policial ..................................................................................................................... 178
391 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Regulación a través de reglamentos 178
392 Organización de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Reserva de ley ................................ 178
393 Subordinación al poder constitucional de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Alcances .. 179
394 Subordinación al poder constitucional de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Distinción
de la subordinación al poder civil ........................................................................................... 179
395 Subordinación al poder constitucional de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Finalidad . 179
396 Uso y posesión de armas de guerra. Reglamentación de fabricación, comercio, posesión y uso
por particulares de armas que no son de guerra ..................................................................... 179
GOBIERNO USURPADOR
397 Gobierno usurpador. Aplicación ultractiva de Constitución de 1979 ...................................... 180
398 Gobierno usurpador. Decretos leyes ....................................................................................... 180
399 Gobierno usurpador. Inaplicación de teoría de la caducidad de los decretos leyes .................. 180
400 Gobierno usurpador. Teoría de la continuidad de los decretos leyes ....................................... 180
401 Gobierno usurpador. Teoría de la revisión de los decretos leyes ............................................. 181
IDENTIDAD CULTURAL
402 Derecho a usar el propio idioma. Ausencia de intérprete en investigación preliminar no cues-
tiona proceso penal ................................................................................................................ 181
403 Identidad cultural. Cambio de lugar de monumento ............................................................... 181
404 Identidad cultural. Contenido ................................................................................................. 181
405 Identidad étnica y cultural. Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural ....................... 181
406 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Calificación de espectáculos públicos ....... 182
407 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Comunidades campesinas y nativas ......... 182
408 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Dimensión emocional de la Constitución . 182
409 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Modificación del Himno Nacional ............. 182
410 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Obligación estatal .................................... 182
411 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Sociedad heterogénea .............................. 182
412 Reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural. Tolerancia y respeto de la diversidad ....... 183
IGUALDAD ANTE LA LEY
413 Igualdad. Concepto ................................................................................................................. 183
414 Igualdad. Como derecho ......................................................................................................... 183
415 Igualdad. Como principio ....................................................................................................... 183
416 Igualdad. Como principio y derecho ....................................................................................... 184
417 Igualdad. Concepto de diferenciación ..................................................................................... 184
418 Igualdad. Concepto de discriminación .................................................................................... 185
419 Igualdad. Diferenciación en las tarifas de transporte público ................................................. 185

654
ÍNDICE GENERAL .

420 Igualdad. Discernimiento entre diferenciación y discriminación ............................................. 185


421 Igualdad. Discriminación positiva .......................................................................................... 185
422 Igualdad. Doble dimensión como derecho .............................................................................. 186
423 Igualdad. Doble faceta ............................................................................................................ 186
424 Igualdad. En la aplicación de la ley ......................................................................................... 186
425 Igualdad. En la ley .................................................................................................................. 187
426 Igualdad. En el ámbito jurisdiccional ...................................................................................... 188
427 Igualdad. Juicio de razonabilidad ........................................................................................... 188
428 Igualdad. Pasos a seguir en el test de igualdad ....................................................................... 188
429 Igualdad. Principio de igualdad en materia tributaria ............................................................. 188
430 Igualdad. Principio de razonabilidad y proporcionalidad ......................................................... 188
431 Igualdad. Proscripción de discriminación sexual ..................................................................... 188
432 Igualdad. Razonabilidad de la medida diferenciadora ............................................................. 189
433 Igualdad. Razonabilidad desde la proporcionalidad ................................................................ 189
434 Igualdad. Relación con otros derechos fundamentales ............................................................ 189
435 Igualdad. Vinculación negativa y positiva de los poderes públicos ......................................... 189
436 Test de Igualdad. Aplicación del juicio de proporcionalidad .................................................... 190
437 Test de igualdad. Determinación del nivel de intensidad de la intervención en la igualdad
(Segundo paso) ....................................................................................................................... 190
438 Test de igualdad. Examen de idoneidad (Cuarto paso) ............................................................ 191
439 Test de igualdad. Examen de necesidad (Quinto paso) ............................................................ 191
440 Test de igualdad. Examen de proporcionalidad en sentido estricto (Sexto paso) ..................... 192
441 Test de igualdad. Intervención en la igualdad ........................................................................ 193
442 Test de igualdad. Juicio de proporcionalidad .......................................................................... 193
443 Test de igualdad. Verificación de la diferenciación legislativa (Primer paso) ........................... 193
444 Test de igualdad. Verificación de la existencia de un fin constitucional en la diferenciación
(Tercer paso) .......................................................................................................................... 194
JERARQUÍA Y PUBLICIDAD DE LAS NORMAS
445 Constitución. División de disposiciones constitucionales en normas regla y normas principio 194
446 Constitución. Criterios de interpretación ................................................................................ 194
447 Constitución. Exigencia de un control jurisdiccional orientado a asegurar su plena vigencia . 195
448 Constitución. Interpretación ................................................................................................... 195
449 Constitución. Interpretación constitucional ............................................................................ 195
450 Constitución. Interpretación de acuerdo con los intereses sociales ......................................... 195
451 Constitución. Norma jurídica .................................................................................................. 195
452 Constitución. Norma jurídico-política ..................................................................................... 196
453 Constitución. Parámetro de control frente a las demás normas .............................................. 196
454 Constitución. Principios de la interpretación constitucional ................................................... 196
455 Constitución. Principio de concordancia práctica en la interpretación constitucional ............. 196
456 Constitución. Principio de corrección funcional en la interpretación constitucional ............... 197
457 Constitución. Principio de fuerza normativa en la interpretación constitucional .................... 197
458 Constitución. Principio de función integradora en la interpretación constitucional ................ 197
459 Constitución. Principio de función integradora ....................................................................... 197
460 Constitución. Principio de unidad en la interpretación constitucional .................................... 197
461 Constitución. Vinculación con carácter obligatorio ................................................................. 197
462 Constitución. Tribunal Constitucional como calificador de inconstitucionalidad ..................... 198
463 Norma jurídica. Capacidad de exigir cumplimiento como elemento de la condición jurídica de
una norma .............................................................................................................................. 198
464 Norma Jurídica. Falta de vigencia no impide examinar su constitucionalidad ......................... 198
465 Norma jurídica. Obligatoriedad de su publicación in toto ....................................................... 198
466 Norma Jurídica. Suspensión de la eficacia obligatoria ............................................................ 198
467 Ordenamiento Jurídico. Antinomias por el tipo de conflictos que generan ............................. 198
468 Ordenamiento Jurídico. Antinomias por su grado de relación ................................................ 199
469 Ordenamiento Jurídico. Aseguramiento de la plenitud ........................................................... 199
470 Ordenamiento jurídico. Característica de plenitud .................................................................. 200

655
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

471 Ordenamiento jurídico. Categorías normativas ....................................................................... 200


472 Ordenamiento jurídico. Concepto de antinomia ...................................................................... 200
473 Ordenamiento jurídico. Cuarta categoría normativa ............................................................... 201
474 Ordenamiento jurídico. Definición .......................................................................................... 201
475 Ordenamiento jurídico. Estructura escalonada determina la validez de las normas ................ 201
476 Ordenamiento jurídico. Fundamento de validez de todo el ordenamiento jurídico .................. 201
477 Ordenamiento jurídico. Grados normativos ............................................................................ 201
478 Ordenamiento jurídico. Pirámide jurídica ............................................................................... 202
479 Ordenamiento Jurídico. Presupuestos de la antinomia ........................................................... 202
480 Ordenamiento jurídico. Primera categoría normativa ............................................................. 202
481 Ordenamiento jurídico. Principio de coherencia del ordenamiento jurídico ............................ 202
482 Ordenamiento Jurídico. Principios para la resolución de antinomias ...................................... 203
483 Ordenamiento jurídico. Principios que aseguran la coherencia normativa .............................. 204
484 Ordenamiento jurídico. Quinta categoría normativa ............................................................... 205
485 Ordenamiento jurídico. Segunda categoría normativa ............................................................ 205
486 Ordenamiento jurídico. Tercera categoría normativa .............................................................. 205
487 Ordenamiento jurídico. Tipos de normas en razón de su producción ...................................... 205
488 Ordenamiento jurídico. Tipos normativos ............................................................................... 205
489 Ordenamiento jurídico. Unidad y coherencia sistemática ....................................................... 205
490 Principio de generalidad de las normas. Concepto .................................................................. 206
491 Principio de generalidad de las normas. Elemento fundamental del Estado de Derecho ......... 206
492 Principio de generalidad de las normas. No se afecta cuando la norma tiene como destinatario
un conjunto o sector de la población ...................................................................................... 206
493 Principio de supremacía de la Constitución. Abandono de la supremacía del Congreso y de
la Ley ..................................................................................................................................... 207
494 Principio de supremacía constitucional. Alcances ................................................................... 207
495 Principio de supremacía de la Constitución. Ausencia de parámetro de control para evaluar
la Constitución ....................................................................................................................... 207
496 Principio de supremacía de la Constitución. Constitución como fuente de fuentes del derecho . 207
497 Principio de supremacía de la Constitución. Desde los puntos de vista objetivo y subjetivo ... 207
498 Principio de supremacía de la Constitución. Fundamento ....................................................... 208
499 Principio de supremacía de la Constitución. Noción ............................................................... 208
500 Principio de supremacía de la Constitución. Vinculación en la aplicación del derecho ............ 208
501 Principios fundamentales. Soberanía popular y supremacía constitucional ............................. 208
502 Principios fundamentales. Supremacía constitucional ............................................................ 208
503 Supremacía de la Constitución. Principio de jerarquía normativa del ordenamiento jurídico .. 208
LEY
504 Aplicación de la ley. Aplicación inmediata .............................................................................. 209
505 Aplicación de la ley. Aplicación retroactiva y ultractiva .......................................................... 209
506 Aplicación de la ley. Interpretación in malam partem ............................................................. 210
507 Aplicación de la ley. Principio de inaplicabilidad por analogía de normas que restrinjan derechos 210
508 Aplicación de la ley. Principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de ley 210
509 Ley. Carácter excepcional de las leyes especiales .................................................................... 210
510 Ley. Cese de la vigencia de la norma por conclusión de su ámbito de validez temporal y de las
circunstancias condicionantes ................................................................................................ 211
511 Ley. Definición ........................................................................................................................ 211
512 Ley. Denominaciones de la ley ordinaria ................................................................................. 211
513 Ley. Derogación de leyes y normas con rango de ley .............................................................. 211
514 Ley. Derogación expresa ......................................................................................................... 211
515 Ley. Derogación por ley posterior ........................................................................................... 211
516 Ley. Derogación tácita ............................................................................................................ 212
517 Ley. Diferencia entre derogación y declaración de inconstitucionalidad .................................. 212
518 Ley. Expedición por la naturaleza de las cosas ........................................................................ 212
519 Ley. Formas de cese de la vigencia de la norma ...................................................................... 212
520 Ley. Independencia frente a la intención del legislador .......................................................... 213

656
ÍNDICE GENERAL .

521 Ley. Ley de cuenta general de la República ............................................................................. 213


522 Ley. Ley de desarrollo de la Constitución ................................................................................ 213
523 Ley. Ley de presupuesto de la República ................................................................................. 213
524 Ley. Ley ordinaria y ley autoritativa ....................................................................................... 213
525 Ley. Ley ordinaria y ley de organización y funciones de los ministerios .................................. 213
526 Ley. Ley orgánica .................................................................................................................... 213
527 Ley. Noción de ley ordinaria ................................................................................................... 213
528 Ley. Prohibición de derogación por desuso de la ley ............................................................... 214
529 Ley. Prohibición de leyes especiales en razón de las diferencias entre las personas ................ 214
530 Ley. Proscripción de la aplicación retroactiva ......................................................................... 214
531 Ley. Vinculación positiva del legislador a los derechos fundamentales para revertir condiciones
de desigualdad ....................................................................................................................... 215
532 Ley orgánica. Carácter excepcional ......................................................................................... 215
533 Ley orgánica. Como función exclusiva del Congreso ............................................................... 215
534 Ley orgánica. Criterios para identificar a las entidades estatales sujetas a reserva de ley orgánica 215
535 Ley orgánica. Distinción de la ley ordinaria ............................................................................ 216
536 Ley orgánica. Entidades del Estado sujetas a reserva de ley orgánica ..................................... 216
537 Ley orgánica. Requisitos ......................................................................................................... 216
538 Ley orgánica. Reserva de ley orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros, Contraloría
General de la República y Banco Central de Reserva .............................................................. 217
539 Ley orgánica. Reserva de ley orgánica de las entidades del sistema electoral ......................... 217
540 Ley orgánica. Reserva de ley orgánica de los gobiernos regionales y locales .......................... 217
541 Ley orgánica. Reserva de ley orgánica del Ministerio Público y Consejo Nacional de la Magis-
tratura .................................................................................................................................... 217
542 Ley orgánica. Reserva de ley orgánica del Tribunal Constitucional y Defensoría del Pueblo ... 217
543 Ley orgánica. Reserva de ley orgánica en caso de poderes del Estado ..................................... 218
544 Ley orgánica. Supuestos de reserva expresa de ley orgánica .................................................. 218
545 Vigencia y obligatoriedad de la ley. Ineficacia de las leyes no publicadas ............................... 218
546 Vigencia y obligatoriedad de la ley. Principio constitucional de la publicidad ......................... 219
547 Vigencia y obligatoriedad de la ley. Publicación como requisito esencial ................................ 219
548 Vigencia y obligatoriedad de la ley. Validez de la norma en materia constitucional ................ 219
549 Vigencia y obligatoriedad de la ley. Vigencia y derogación de la norma .................................. 219
550 Vigencia y obligatoriedad de la ley. Vinculación de la publicación con el principio de seguridad
jurídica ................................................................................................................................... 219
LEY DE DESARROLLO CONSTITUCIONAL
551 Ley de desarrollo constitucional. Contenido ........................................................................... 220
552 Ley de desarrollo constitucional. Noción ................................................................................ 220
PODER JUDICIAL
553 Presupuesto del Poder Judicial. Garantía de independencia ................................................... 220
554 Presupuesto del Poder Judicial. Límites .................................................................................. 220
555 Presupuesto del Poder Judicial. Necesidad de propuesta acorde con la realidad de la caja fiscal
y de política judicial ............................................................................................................... 221
556 Presupuesto del Poder Judicial. Necesidad de una ley que fije mecanismos de coordinación
entre poderes del Estado ........................................................................................................ 221
LIBERTAD DE CONCIENCIA
557 Libertad de conciencia. Definición .......................................................................................... 221
558 Libertad de conciencia. Objeción de conciencia ...................................................................... 221
559 Libertad de conciencia. Procedencia de la objeción de concienciancia .................................... 222
560 Libertad de conciencia. Relación con la libertad de religión .................................................... 222
LIBERTAD DE INFORMACIÓN
561 Derechos comunicativos. Contenido ....................................................................................... 222
562 Derecho a la información. Afectación de la libertad por falta de información ......................... 222
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
563 Derecho a la información. Importancia ................................................................................... 223

657
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

564 Libertad de información. Análisis de adecuación de la acción informativa .............................. 223


565 Libertad de información. Análisis de razonabilidad de la acción informativa .......................... 223
566 Libertad de información. Aplicación de criterio de necesidad ................................................. 223
567 Libertad de información. Aplicación de criterio de proporcionalidad ...................................... 223
568 Libertad de información. Componentes .................................................................................. 223
569 Libertad de información. Definición ....................................................................................... 224
570 Libertad de información. Delitos cometidos a través de los medios de comunicación ............. 224
571 Libertad de información. Dimensiones ................................................................................... 224
572 Libertad de información. Información veraz como contenido esencial del derecho ................. 224
573 Libertad de información. No intromisión en ámbito privado como interés público ................. 225
574 Libertad de información. Límites ............................................................................................ 225
575 Libertad de información. Objeto ............................................................................................. 225
576 Libertad de información. Ponderación entre la información y la vida privada ......................... 225
577 Libertad de información. Proyección de la vida privada de personajes públicos ...................... 226
578 Libertad de información. Puntos de vista para determinar correctamente la formación de la
opinión pública ....................................................................................................................... 226
579 Libertad de información. Titulares del derecho ....................................................................... 226
580 Libertad de información. Vida privada como límite ................................................................. 226
581 Libertades informativas. Aplicación de limitaciones a la proscripción de la censura previa .... 227
582 Libertades informativas. Como derechos subjetivos y garantías institucionales ..................... 227
583 Libertades informativas. Como elementos consustanciales al régimen democrático ............... 227
584 Libertades informativas. Como libertades preferidas .............................................................. 228
585 Libertades informativas. Derechos contemplados en la cláusula constitucional ...................... 228
586 Libertades informativas. Intervención estatal sobre una libertad preferida ............................ 228
587 Libertades informativas. Límites a la proscripción de censura previa en la potestad de admi-
nistrar justicia ........................................................................................................................ 229
588 Libertades informativas. Límites en el Derecho Comparado a la proscripción de censura previa .. 229
589 Libertades informativas. Límites sobre la base del respeto del secreto sumarial .................... 229
590 Libertades informativas. Libertades de información y expresión como derechos distintos ...... 229
591 Libertades informativas. Noción de autorización previa ......................................................... 229
592 Libertades informativas. Noción de impedimento previo ........................................................ 229
593 Libertades informativas. Momento de presentación de censura previa ................................... 230
LIBERTAD DE RELIGIÓN
594 Libertad de religión. Actuación estatal ................................................................................... 230
595 Libertad de religión. Atributos ............................................................................................... 230
596 Libertad de religión. Contenido .............................................................................................. 230
597 Libertad de religión. Derechos derivados ................................................................................ 230
598 Libertad de religión. No discriminación por filiación religiosa ................................................ 231
599 Libertad de religión. Ejercicio individual y colectivo ............................................................... 231
600 Libertad de religión. Limitación por orden público ................................................................. 231
601 Libertad de religión. Límites ................................................................................................... 232
602 Libertad de religión. Principio de incompetencia recíproca entre Iglesia y Estado .................. 232
603 Libertad de religión. Principio de inmunidad de coacción ....................................................... 232
604 Libertad de religión. Principio de no lesión de derechos de terceros ....................................... 232
605 Libertad de religión. Vertiente positiva .................................................................................. 232
606 Libertad de religión. Vertiente negativa ................................................................................. 232
LIBERTAD DE TRÁNSITO
607 Libertad de tránsito. Alcances ................................................................................................ 232
608 Derecho al libre tránsito. Áreas de uso común para el goce de la propiedad privada .............. 233
609 Libertad de tránsito. Definición .............................................................................................. 233
610 Libertad de tránsito. Asilo diplomático como restricción ........................................................ 233
611 Libertad de tránsito. Ejercicio en ámbitos privados ................................................................ 233
612 Libertad de tránsito. Desplazamiento interno forzado ............................................................ 234
613 Libertad de tránsito. Expatriación de nacional ........................................................................ 234
614 Libertad de tránsito. Expulsión de extranjero ......................................................................... 234

658
ÍNDICE GENERAL .

615 Libertad de tránsito. Extradición ............................................................................................ 234


616 Libertad de tránsito. Justificación de la aplicación de la Ley de Extranjería ............................ 234
617 Libertad de tránsito. Limitaciones y restricciones ................................................................... 235
618 Libertad de tránsito. Principio de razonabilidad en las restricciones ....................................... 235
619 Libertad de tránsito. Rejas como medida de seguridad vecinal ............................................... 235
620 Libertad de tránsito. Restricciones durante régimen de excepción ......................................... 235
621 Libertad de tránsito. Restricciones explícitas .......................................................................... 236
622 Libertad de tránsito. Restricciones explícitas extraordinarias ................................................. 236
623 Libertad de tránsito. Restricciones explícitas ordinarias ......................................................... 237
624 Libertad de tránsito. Restricciones implícitas ......................................................................... 237
625 Libertad de tránsito. Restricciones para los extranjeros .......................................................... 237
626 Libertad de tránsito. Restricción por razones administrativas ................................................ 237
627 Libertad de tránsito. Restriciones por razones de extranjería ................................................. 238
628 Libertad de tránsito. Restricciones por razones de incapacidad de ejercicio ............................ 238
629 Libertad de tránsito. Restricciones por razones jurisdiccionales ............................................. 239
630 Libertad de tránsito. Restricciones por razones políticas discrecionales ................................. 239
631 Libertad de tránsito. Restricciones por razones sanitarias ...................................................... 239
632 Libertad de tránsito. Seguridad ciudadana ............................................................................. 240
633 Libertad de tránsito. Seguridad nacional como restricción implícita ....................................... 240
634 Libertad de tránsito. Uso de las vías públicas ......................................................................... 240
635 Vías de tránsito público. Alcance ............................................................................................ 241
636 Vías de tránsito público. Restricciones ................................................................................... 241
637 Vías de tránsito público. Utilidad ........................................................................................... 241
LIBERTAD INFORMÁTICA
638 Libertad informática. Evolución histórica de oposición frente al derecho a la intimidad ......... 241
LIBERTAD PERSONAL
639 Libertad personal. Afectación injustificada para satisfacer acreencia ...................................... 242
640 Libertad personal. Arresto disciplinario como forma de restricción ........................................ 242
641 Libertad personal. Como el valor superior del ordenamiento jurídico ..................................... 242
642 Libertad personal. Como principio .......................................................................................... 242
643 Libertad personal. Contenido como derecho subjetivo ............................................................ 242
644 Libertad personal. Derecho fundamental y valor superior del ordenamiento .......................... 243
645 Libertad personal. Desaparición forzada ................................................................................. 243
646 Libertad personal. Determinación legal .................................................................................. 243
647 Libertad personal. Diferencia con el ámbito protegido por la libertad de tránsito ................... 243
648 Libertad personal. Diferencia entre restricción y privación de la libertad ............................... 244
649 Libertad personal. Existencia de límites internos ................................................................... 244
650 Libertad personal. Importancia de su vigencia ....................................................................... 244
651 Libertad personal. Necesidad de no afectación de otros valores constitucionales ................... 244
652 Libertad personal. Justificación del ius punendi del Estado .................................................... 244
653 Libertad personal. No desnaturalización de fines de la pena ................................................... 244
654 Libertad personal. Reserva de ley ........................................................................................... 245
655 Libertad personal. Restricción de la facultad de locomoción ................................................... 245
656 Libertad y seguridad personal. Justificación de los límites al derecho a la libertad y a la segu-
ridad personal ........................................................................................................................ 245
657 Libertad y seguridad personal. Justificación de los límites a través del subprincipio de idoneidad 245
658 Libertad y seguridad personal. Restricción arbitraria al derecho a la libertad personal ........... 245
659 Prohibición de restringir la libertad. Sujetos a los que vincula ............................................... 246
660 Restricciones a la libertad personal. Requisitos para que sean legalmente válidas ................. 246
LIBERTADES ECONÓMICAS
661 Libertad de comercio. Definición ............................................................................................ 246
662 Libertad de empresa. Ámbito de protección ........................................................................... 247
663 Libertad de empresa. Contenido ............................................................................................. 247
664 Libertad de empresa. Constitución de empresas televisivas y radiales ................................... 247
665 Libertad de empresa. Definición ............................................................................................. 247

659
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

666 Libertad de empresa. Diferencia del derecho de propiedad ..................................................... 248


667 Libertad de empresa. Noción .................................................................................................. 248
668 Libertad de empresa. No es una libertad del mercado de naturaleza ...................................... 248
669 Libertad de empresa. No se afecta por visita de inspección laboral ......................................... 248
670 Libertad de industria. Definición ............................................................................................ 249
671 Libertades económicas. Límites .............................................................................................. 249
672 Libertades económicas. Límites en razón del medio ambiente ................................................ 250
673 Libertades económicas. Límites por exposición a riesgo innecesario de niños y adolescentes . 250
LIBRE DESARROLLO
674 Actos de esparcimiento o de diversión. Garantía y restricción ................................................ 250
675 Libre desarrollo. Concepto ...................................................................................................... 250
676 Derecho al libre desarrollo. Decisión de contraer matrimonio por policía ............................... 250
677 Derecho al libre desarrollo. Respeto del principio de legalidad ............................................... 251
LIBRE DESENVOLVIMIENTO DE LA PERSONALIDAD
678 Libre desenvolvimiento de la personalidad. Contenido ........................................................... 251
679 Libre desenvolvimiento de la personalidad. Derecho innominado o implícito ......................... 251
680 Libre desenvolvimiento de la personalidad. Derecho que garantiza la libertad de actuación
de la persona .......................................................................................................................... 251
681 Libre desenvolvimiento de la personalidad. No está contenido en el derecho libre desarrollo
y bienestar ............................................................................................................................. 251
682 Libre desenvolvimiento de la personalidad. Restricción de horarios de apertura de los esta-
blecimientos de diversión ....................................................................................................... 252
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
683 Empresas radiodifusoras: Asumen responsabilidad social y se rigen por la cláusula de progresividad . 252
684 Empresas radiodifusora. Compromiso de responsabilidad social ............................................. 252
685 Ley de radio y televisión. Empresas a la cual se aplica ........................................................... 252
686 Ley de Radio y Televisión. Inconstitucionalidad del segundo párrafo del artículo 24 .............. 253
687 Ley de Radio y Televisión. Lógica debe vislumbrar fortalecimiento democrático .................... 253
688 Ley de Radio y Televisión. Regulación congruente con la Constitución .................................. 253
689 Medios audiovisuales: Requiere participación de los ciudadanos para que cumpla el rol asignado
por la constitucional ............................................................................................................... 253
690 Medios de comunicación. Condiciones para el otorgamiento de autorizaciones ...................... 253
691 Medios de comunicación. Control democrático ....................................................................... 253
692 Medios de comunicación. Derecho de constituirlo .................................................................. 254
693 Medios de comunicación. Comprensión institucional depende de los legisladores .................. 254
694 Medios de comunicación. Función de una nueva forma de control social ................................ 254
695 Medios de comunicación. Instituciones constitucionales ........................................................ 254
696 Medios de comunicación. Verdaderas instituciones según el principio de unidad de la
Constitución ........................................................................................................................... 254
697 Radio y televisión. Actuación debe tener como fin interés público ......................................... 255
698 Radio y televisión. Deber de ofrecer ética pública y ética privada .......................................... 255
699 Radio y televisión. Empresas estratégicas .............................................................................. 255
700 Radio y televisión. Fines primordiales .................................................................................... 255
701 Radio y televisión. Instituciones constitucionales .................................................................. 256
702 Radio y televisión. Limitación de capitales extranjeros restringe capacidad de empresa de
actuar correctamente ............................................................................................................. 256
703 Radio y televisión. Porcentaje de 60% en acciones no garantiza al inversionista nacional ...... 256
704 Radio y televisión. Presupuestos para el cumplimiento del rol asignado por la Constitución .. 256
705 Radio y televisión. Proceso de transición ................................................................................ 256
706 Radiodifusión. Servicio esencial y de interés público .............................................................. 256
707 Televisión y radio. Como contenido esencial .......................................................................... 257
708 Televisión y radio. Doble estatus ............................................................................................ 257
709 Televisión y radio. Instrumento que canaliza libertades constitucionales ............................... 257
OTRAS FUENTES DEL DERECHO
710 Costumbre. Noción y elementos ............................................................................................. 257

660
ÍNDICE GENERAL .

711 Principios constitucionales. Noción ........................................................................................ 257


712 Principios generales del Derecho. Como normas jurídicas ...................................................... 257
713 Principios generales del Derecho. Noción ............................................................................... 258
PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN
714 Centro histórico. Declaración de zona rígida es medida idónea .............................................. 258
715 Centro histórico. Establecimiento puede restringir la libertad de trabajo ............................... 258
716 Centro histórico. Establecimiento se justifica con la prosecución de principios constitucionales 258
717 Patrimonio cultural de la Nación. Alcances del derecho constitucional de los bienes culturales 258
718 Patrimonio cultural de la Nación. Carácter no cultural de espectáculos que conlleven sufri-
miento y trato cruel contra animales ...................................................................................... 258
719 Patrimonio cultural de la Nación. Competencia compartida en promoción de bienes que cons-
tituyen patrimonio cultural .................................................................................................... 259
720 Patrimonio cultural de la Nación. Competencia del Gobierno Nacional en la declaración de bienes
como patrimonio cultural ....................................................................................................... 259
721 Patrimonio cultural de la Nación. Competencia de los gobiernos regionales respecto al patri-
monio cultural ........................................................................................................................ 259
722 Patrimonio cultural de la Nación. Competencia sobre la protección del patrimonio cultural
en la planificación urbana ...................................................................................................... 259
723 Patrimonio cultural de la Nación. Contenido cultural de la Constitución ................................ 260
724 Patrimonio cultural de la Nación. Criterios para calificación de espectáculos culturales ......... 260
725 Patrimonio cultural de la Nación. Deberes del Estado frente a manifestaciones culturales ..... 261
726 Patrimonio cultural de la Nación. Deberes del Estado sobre la Constitución cultural ............. 261
727 Patrimonio cultural de la Nación. Elemento de autorrepresentación cultural como pueblo .......... 261
728 Patrimonio cultural de la Nación. Finalidad de la máxima protección necesaria ..................... 261
729 Patrimonio cultural de la Nación. Incompetencia de las municipalidades ............................... 262
730 Patrimonio cultural de la Nación. Manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial ........... 262
731 Patrimonio cultural de la Nación. Noción de patrimonio cultural inmaterial ........................... 262
732 Patrimonio cultural de la Nación. Política cultural constitucional ........................................... 262
733 Patrimonio cultural de la Nación. Inconstitucionalidad de prohibición de reuniones en el Centro
Histórico de Lima ................................................................................................................... 262
734 Patrimonio cultural de la Nación. Idiomas oficiales ................................................................ 263
PODER EJECUTIVO
735 Asunción del cargo presidencial. Constitución que rigió periodo presidencial iniciado el 28
de julio de 1995 ..................................................................................................................... 263
736 Asunción del cargo presidencial. Existencia de independencia y separación de poderes desde
instauración del gobierno transitorio ...................................................................................... 263
737 Atribuciones del Poder Ejecutivo. Importación y política arancelaria ...................................... 263
738 Atribuciones del Presidente de la República. Ausencia de control jurisdiccional de la decisión
política de búsqueda de la paz entre los pueblos .................................................................... 263
739 Atribuciones del Presidente de la República. Criterios del decreto de urgencia ...................... 263
740 Atribuciones del Presidente de la República. Cumplimiento de las resoluciones judiciales ..... 264
741 Atribuciones del Presidente de la República. Dirección de la política general del gobierno .... 264
742 Atribuciones del Presidente de la República. Hacer cumplir las leyes ..................................... 264
743 Atribuciones del Presidente de la República. Legitimidad de los decretos de urgencia ........... 265
744 Atribuciones del Presidente de la República. Reglamentar las leyes ....................................... 265
745 Atribuciones del Presidente de la República. Velar por el orden interno y la seguridad exterior
del país ................................................................................................................................... 265
746 Consejo de ministros. Decretos de urgencia ........................................................................... 266
747 Consejo de ministros. Miembros de las FF.AA. y PNP ............................................................. 266
748 Consejo de ministros. Principio de colaboración de poderes ................................................... 266
749 Consejo de ministros. Refrendación ministerial de los actos del Presidente de la República ... 266
750 Consejo de ministros. Regulación por ley ordinaria ................................................................ 266
751 Ministros. Denuncia ante el Congreso .................................................................................... 266
752 Presidente de la República. Como la más alta jerarquía en el servicio de la Nación ................ 266
753 Presidente de la República. Como expresión de la democracia representativa ........................ 267

661
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

754 Presidente de la República. Necesidad de mayoría absoluta ................................................... 267


755 Presidente de la República. Prohibición de reelección inmediata e imposibilidad de alteración
por interpretación del Congreso ............................................................................................. 267
756 Presidente de la República. Prohibición de reelección inmediata e imposibilidad de vulneración
por vía diferente de la reforma constitucional ........................................................................ 267
757 Presidente de la República. Prohibición de reelección inmediata en las Constituciones de 1979 y
1993 ....................................................................................................................................... 267
758 Presidente de la República. Remuneración ............................................................................. 267
759 Presidente de la República. Suspensión del ejercicio .............................................................. 268
760 Presidente de la República. Votación congresal requerida ...................................................... 268
761 Presidencia de la República. Vacancia presidencia como expresión de madurez cívica y cons-
titucional del pueblo ............................................................................................................... 268
762 Presidente de la República. Vacancia presidencial requiere votación calificada en la causal de
permanente incapacidad moral o física ................................................................................... 268
763 Vicepresidente. Asunción de funciones por ausencia del Presidente ....................................... 268
764 Vicepresidente. Momento en que ejerce funciones ................................................................. 269
PODER JUDICIAL
765 Poder Judicial. Reserva de ley orgánica .................................................................................. 269
766 Proyecto de presupuesto del Poder Judicial. Como garantía de independencia ....................... 269
767 Proyecto de presupuesto del Poder Judicial. Límites ............................................................... 269
768 Proyecto de presupuesto del Poder Judicial. Necesidad de propuesta acorde con la realidad de
la caja fiscal y de política judicial ........................................................................................... 269
769 Proyecto de presupuesto del Poder Judicial. Necesidad de una ley que fije mecanismos de coor-
dinación entre poderes del Estado .......................................................................................... 270
770 Sala Plena de la Corte Suprema. Improcedencia de impugnación de acuerdos ........................ 270
PODER LEGISLATIVO
771 Antejuicio político. Advertencia de la configuración de un delito común en antejuicio político
iniciado .................................................................................................................................. 270
772 Antejuicio político. Beneficiarios ............................................................................................ 270
773 Antejuicio político. Definición ................................................................................................ 270
774 Antejuicio político. Diferencia con la inmunidad parlamentaria ............................................. 271
775 Antejuicio político. Función acusadora e investigadora del Congreso ..................................... 271
776 Antejuicio político. Naturaleza jurídico-penal de las acusaciones ........................................... 271
777 Antejuicio político. Número de votos para acusar constitucionalmente .................................. 271
778 Antejuicio político. Variables frente al juicio político .............................................................. 272
779 Atribuciones del Congreso. Aprobación de tratados ............................................................... 272
780 Atribuciones del Congreso. Aprobación del presupuesto ........................................................ 272
781 Atribuciones del Congreso. Dación de leyes ........................................................................... 272
782 Atribuciones del Congreso. Dación de resoluciones legislativas ............................................. 272
783 Atribuciones del Congreso. Derogación de leyes y normas con rango de ley .......................... 272
784 Atribuciones del Congreso. Ejercer el derecho de amnistía ..................................................... 273
785 Atribuciones del Congreso. Exclusividad en aprobación de demarcaciones territoriales o redeli-
mitaciones .............................................................................................................................. 273
786 Atribuciones del Congreso. Modificación de leyes y seguridad jurídica .................................. 273
787 Atribuciones del Congreso. Velar por el respeto de la Constitución ........................................ 273
788 Comisión permanente del Congreso. Aprobación de resoluciones legislativas ........................ 273
789 Comisión permanente del Congreso. Prohibición de expedición de leyes orgánicas ................ 273
790 Congreso de la República. Como poder constituido y función legislativa ................................ 274
791 Congreso de la República. Principio mayoritario en la adjudicación de escaños ...................... 274
792 Congreso de la República. Principios para lograr representatividad parlamentaria ................. 274
793 Congreso de la República. Principio proporcional en la adjudicación de escaños .................... 274
794 Congreso de la República. Requisitos para ser elegido congresista ......................................... 274
795 Delegación de facultades legislativas al Poder Ejecutivo. Controles del decreto legislativo .... 274
796 Delegación de facultades legislativas al Poder Ejecutivo. Delegación de materia prohibida o
exceso en materia delegada al emitirse decreto legislativo ..................................................... 275

662
ÍNDICE GENERAL .

797 Delegación de facultades legislativas al Poder Ejecutivo. Elementos de la ley autoritativa ..... 275
798 Delegación de facultades legislativas al Poder Ejecutivo. Inconstitucionalidad de la ley auto-
ritativa ................................................................................................................................... 275
799 Delegación de facultades legislativas al Poder Ejecutivo. Prohibición de delegación de materias
relativas a leyes orgánicas ...................................................................................................... 275
800 Estatuto del congresista. Irresponsabilidad por opiniones ...................................................... 275
801 Estatuto del congresista. No sujeción a ningún poder particular ............................................ 276
802 Estatuto del congresista. No sujeción a grupo de presión ni a medios de comunicación social 276
803 Estatuto del congresista. Presunción de constitucionalidad de sus actos ................................ 276
804 Estatuto del congresista. Representación de la Nación y no sujeción a mandato imperativo .. 276
805 Facultad de investigación del Congreso. Carácter referencial de las conclusiones .................. 276
806 Facultad de investigación del Congreso. Inexistencia de amenaza o violación de libertad personal
de investigado ........................................................................................................................ 277
807 Función legislativa. Ejercicio no puede configurar abuso del derecho ..................................... 277
808 Impedimento para ser elegido congresista. Renuncia de autoridades locales y regionales para
postular al parlamento ........................................................................................................... 277
809 Impedimento para ser elegido congresista. Renuncia de los alcaldes y presidentes regionales 277
810 Incompatibilidades con la función de congresista. Principio de buena administración ............ 278
811 Información como base del principio democrático. Publicidad en la actuación de los poderes
públicos .................................................................................................................................. 278
812 Iniciativa legislativa. Como mecanismo de democracia directa o semidirecta ......................... 278
813 Iniciativa legislativa. Ejercicio constitucional por ciudadanos ................................................ 279
814 Iniciativa legislativa. Ejercicio constitucional por congresistas .............................................. 279
815 Inmunidad parlamentaria. Alcances ....................................................................................... 279
816 Inmunidad parlamentaria. Casos en los que opera ................................................................. 279
817 Inmunidad parlamentaria. Cuestión política no justiciable ..................................................... 279
818 Inmunidad parlamentaria. Definición ..................................................................................... 280
819 Inmunidad parlamentaria. Garantía institucional ................................................................... 280
820 Inmunidad parlamentaria. Levantamiento de inmunidad justifica distinciones ...................... 280
821 Inmunidad parlamentaria. Límites en caso de delito flagrante ............................................... 280
822 Inmunidad parlamentaria. Oportunidad de su levantamiento y plazo razonable de duración
del proceso penal .................................................................................................................... 281
823 Inmunidad parlamentaria. Restricción justificada ................................................................... 281
824 Inmunidad parlamentaria. Rol del Congreso en su levantamiento .......................................... 281
825 Inmunidad parlamentaria. Solo respecto de delitos comunes ................................................. 281
826 Juicio político. Ámbito material de la inhabilitación política .................................................. 282
827 Juicio político. Ámbito temporal de la inhabilitación política ................................................. 282
828 Juicio político. Ámbitos de la inhabilitación política ............................................................... 282
829 Juicio político. Audiencia única como unidad en la tramitación .............................................. 282
830 Juicio político. Clases de sanciones políticas .......................................................................... 282
831 Juicio político. Como procedimiento parlamentario ................................................................ 282
832 Juicio político. Criterios para la inhabilitación ........................................................................ 282
833 Juicio político. Derecho de sufragio y no sujeción al mandato imperativo .............................. 283
834 Juicio político. Garantías se adaptan al órgano ....................................................................... 283
835 Juicio político. Imparcialidad .................................................................................................. 283
836 Juicio político. Independencia de la sanción política respecto de la penal .............................. 283
837 Juicio político. Infracción grave .............................................................................................. 283
838 Juicio político. Inhabilitación política ..................................................................................... 283
839 Juicio político. Inhabilitación política en razón del ejercicio de un cargo público ................... 284
840 Juicio político. Inhabilitación política sujeta a la razonabilidad constitucional ....................... 284
841 Juicio político. Motivación por remisión ................................................................................. 284
842 Juicio político. Naturaleza ...................................................................................................... 284
843 Juicio político. Naturaleza de la responsabilidad .................................................................... 285
844 Juicio político. Variables frente al antejuicio político .............................................................. 285
845 Mandato legislativo. Sanciones disciplinarias ......................................................................... 285
846 Promulgación de las leyes. Como control político - preventivo de constitucionalidad de las leyes 285

663
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

847 Promulgación de las leyes. Como parte del procedimiento legislativo .................................... 286
848 Promulgación de las leyes. Obligatoriedad de la ley ............................................................... 286
849 Promulgación de las leyes. Promulgación de una Constitución ............................................... 286
850 Promulgación de las leyes. Supresión de firma de ex Presidente de la Constitución de 1993 . 286
851 Proyecto de ley. Concreción en ley .......................................................................................... 286
852 Proyecto de ley. Encargo a comisiones ad hoc de proyecto de ley ........................................... 286
853 Proyecto de ley. Infracción del procedimiento legislativo ........................................................ 287
854 Proyecto de ley. Iniciativa de las comisiones del Congreso ..................................................... 287
855 Proyecto de ley. Necesidad de aprobación por comisión dictaminadora ................................... 287
856 Proyecto de ley. Proyecto de ley de reforma de la Constitución .............................................. 287
857 Reglamento del Congreso. Principio de igualdad .................................................................... 287
858 Reglamento del Congreso. Rango de Ley ................................................................................ 287
859 Reglamento del Congreso. Regulación de todas las actividades congresales ........................... 288
POLÍTICA NACIONAL DE SALUD
860 Política nacional de salud. Ejecución presupuestal como inversión social ............................... 288
861 Política nacional de salud. Ejecución presupuestal de la política sobre el VIH/SIDA ............... 288
862 Política nacional de salud. Necesidad de acciones concretas del Estado .................................. 288
863 Política nacional de salud. Noción de atención integral .......................................................... 288
864 Política nacional de salud. Política sobre el VIH/SIDA ............................................................ 289
865 Política nacional de salud. Respeto de la dignidad de persona como base ............................... 289
PREÁMBULO
866 Preámbulo. Fuerza normativa ................................................................................................. 289
867 Preámbulo. Invocación a Dios y a las generaciones pasadas ................................................... 289
868 Preámbulo. Noción de patria .................................................................................................. 289
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
869 Presidente de la República como jefe supremo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Control constitucional de las potestades presidenciales ......................................................... 290
870 Presidente de la República como jefe supremo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Necesidad de fundamentación del pase a retiro en indicadores objetivos ............................... 290
PRINCIPIOS ECONÓMICOS
871 Economía social de mercado. Características .......................................................................... 290
872 Economía social de mercado. Control de la política legislativa del Estado .............................. 291
873 Economía social de mercado. Definición ................................................................................. 291
874 Estado social de mercado. Definición de servicio público ....................................................... 291
875 Economía social de mercado. Dimensión social ...................................................................... 292
876 Estado social de mercado. Noción de Servicio esencial ........................................................... 292
877 Estado social de mercado. Elementos de los servicios públicos ............................................... 292
878 Economía social de mercado. Funciones del Estado ................................................................ 292
879 Economía social de mercado. Función político legislativa del Estado ...................................... 293
880 Economía social de mercado. Naturaleza instrumental del mercado ....................................... 293
881 Estado social de mercado. Participación del Estado en los servicios públicos .......................... 293
882 Economía social de mercado. Principios integrantes de la Constitución económica ................ 293
883 Inversión. Beneficios .............................................................................................................. 294
884 Inversión. Clases .................................................................................................................... 294
885 Inversión. Definición .............................................................................................................. 294
886 Inversión. Igualdad de trato entre nacionales y extranjeros ................................................... 294
887 Libre iniciativa privada. Contenido ......................................................................................... 294
888 Libre iniciativa privada. Función supervisora y correctiva o reguladora del Estado ................ 294
889 Libre iniciativa privada. Noción .............................................................................................. 295
890 Pluralismo económico. Igualdad jurídica entre los competidores ............................................ 295
891 Principios económicos de la Constitución. Límites de interpretación ...................................... 295
892 Principios económicos de la Constitución. Naturaleza y fundamento ...................................... 295
893 Principios económicos de la Constitución. Parámetros limitativos de la libertad de configura-
ción del legislador .................................................................................................................. 295

664
ÍNDICE GENERAL .

894 Subsidariedad de la actividad estatal. Contenido .................................................................... 296


895 Subsidiariedad de la actividad estatal. Dimensión horizontal ................................................. 296
896 Subsidiariedad de la actividad estatal. Dimensión vertical ..................................................... 296
897 Subsidiariedad de la actividad estatal. Fundamento como principio ....................................... 296
898 Subsidiariedad de la actividad estatal. Importancia como principio ........................................ 296
899 Subsidiariedad de la actividad estatal. Instrumento para la conciliación de conflictos ............ 297
900 Subsidiariedad de la actividad estatal. Intervención en servicios públicos ............................. 297
901 Subsidiariedad de la actividad estatal. Noción de interés público ........................................... 297
902 Subsidiariedad de la actividad estatal. Principio del régimen económico ................................ 298
REFORMA CONSTITUCIONAL
903 Reforma constitucional. Asamblea constituyente frente al referéndum .................................. 298
904 Reforma constitucional. Cláusulas de intangibilidad .............................................................. 298
905 Reforma constitucional. Diferencias con la producción de una Constitución .......................... 298
906 Reforma constitucional. Fundamento de la prohibición de reforma total de la Constitución ... 299
907 Reforma constitucional. Importancia del establecimiento del contenido esencial del derecho
fundamental a la pensión ....................................................................................................... 299
908 Reforma constitucional. Límites formales ............................................................................... 299
909 Reforma constitucional. Límites materiales implícitos ............................................................ 299
910 Reforma constitucional. Límites materiales sustentados en valores y principios fundamentales 300
911 Reforma constitucional. Límites materiales ............................................................................ 300
912 Reforma constitucional. Límites materiales expresos ............................................................. 300
913 Reforma constitucional. Normas tributarias y tratados internacionales .................................. 301
914 Reforma constitucional. Órgano y procedimiento como variables ........................................... 301
915 Reforma constitucional. Procedimiento .................................................................................. 301
916 Reforma constitucional. Prohibición de reforma total de la Constitución ................................ 301
917 Reforma constitucional. Proscripción de la supresión o disminución de los derechos fundamentales 302
918 Reforma constitucional. Proyecto de Constitución .................................................................. 302
919 Reforma constitucional. Respeto al contenido esencial del derecho fundamental a la pensión 303
920 Reforma constitucional. Reforma total como atribución del poder constituyente .................... 303
921 Reforma constitucional. Rigidez constitucional ...................................................................... 303
922 Reforma constitucional. Tipología de los límites materiales ................................................... 303
RÉGIMEN DE EXCEPCIÓN
923 Estado de emergencia. Límites al ejercicio de poder por las Fuerzas Armadas ........................ 304
924 Estado de emergencia. Traslado de autoridades judiciales militares ....................................... 304
925 Estado de excepción. Características ...................................................................................... 305
926 Estado de excepción. Condiciones que avalan su legitimidad ................................................. 305
927 Estado de excepción. Definición ............................................................................................. 305
928 Estado de excepción. Elementos necesarios ............................................................................ 306
929 Estado de excepción. Finalidad ............................................................................................... 306
930 Estado de sitio. Adopción de medidas relativas a la acción de gobierno ................................. 306
931 Estado de sitio. Justificación de competencias de las Fuerzas Armadas .................................. 306
932 Estado de sitio. No existencia de vacatio constitutionis .......................................................... 307
933 Estado de sitio. Noción de guerra exterior .............................................................................. 307
RELACIONES DEL PODER EJECUTIVO CON EL PODER LEGISLATIVO
934 Disolución del Congreso por el Presidente de la República. Excepciones a la acusación ......... 307
935 Instalación del nuevo Congreso. Uso de decretos de urgencia ................................................ 307
936 Retiro de confianza a los ministros. No supone violación de derechos constitucionales .......... 307
937 Voto de censura a los Ministros. Votación requerida ............................................................... 307
SÍMBOLOS PATRIOS
938 Símbolos patrios. Adición de estrofa original del Himno Nacional .......................................... 307
939 Símbolos patrios. Conservación de estrofa apócrifa en el Himno Nacional ............................. 307
940 Símbolos patrios. Deber de preservación del Estado ............................................................... 308
941 Símbolos patrios. Definición ................................................................................................... 308
942 Símbolos patrios. Delito de ultraje a la Nación y sus símbolos representativos ...................... 308

665
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

943 Símbolos patrios. Objeto ........................................................................................................ 308


944 Símbolos patrios. Constatación de incorporación de estrofa apócrifa al Himno Nacional ........ 308
945 Símbolos patrios. Sometimiento a mandatos constitucionales para establecer o reformar el
Himno Nacional ...................................................................................................................... 308
TEORÍA DE DERECHOS FUNDAMENTALES
946 Derechos de configuración legal. Existencia de contenido de exigencia inmediata ................. 309
947 Derechos fundamentales. Alcance de los tratados internacionales sobre derechos humanos
dentro de la Constitución ....................................................................................................... 309
948 Derechos fundamentales. Carácter no absoluto ...................................................................... 309
949 Derechos fundamentales. Clases de límites ............................................................................ 309
950 Derechos fundamentales. Como realidad concreta ................................................................. 309
951 Derechos fundamentales. Como abstenciones y mandatos de actuación ................................. 310
952 Derechos fundamentales. Contenido constitucionalmente protegido ...................................... 310
953 Derechos fundamentales. Contenido de los derechos de configuración legal .......................... 310
954 Derechos fundamentales. Contenido esencial ......................................................................... 310
955 Derechos fundamentales. Control de constitucionalidad de los derechos enunciados en los
tratados sobre derechos humanos. ......................................................................................... 310
956 Derechos fundamentales. Criterios para su restricción ........................................................... 311
957 Derechos fundamentales. Deber especial de protección de los poderes públicos .................... 311
958 Derechos fundamentales. Definición ...................................................................................... 311
959 Derechos fundamentales. Derechos de configuración legal .................................................... 311
960 Derechos fundamentales. Desarrollo legislativo ..................................................................... 312
961 Derechos fundamentales. Determinación del contenido constitucionalmente protegido ......... 312
962 Derechos fundamentales. Dimensión jurídica y axiológica ..................................................... 312
963 Derechos fundamentales. Dimensión objetiva ........................................................................ 312
964 Derechos fundamentales. Dimensión subjetiva ...................................................................... 312
965 Derechos fundamentales. Disposiciones de derecho fundamental .......................................... 313
966 Derechos fundamentales. Doble carácter ................................................................................ 313
967 Derechos fundamentales. Eficacia directa ............................................................................... 313
968 Derechos fundamentales. Eficacia entre particulares .............................................................. 313
969 Derechos fundamentales. Eficacia indirecta ........................................................................... 313
970 Derechos fundamentales. Eficacia horizontal ......................................................................... 314
971 Derechos fundamentales. Eficacia vertical y horizontal .......................................................... 314
972 Derechos fundamentales. Estructura ...................................................................................... 314
973 Derechos fundamentales. Fuerza expansiva ........................................................................... 314
974 Derechos fundamentales. Garantías de protección ordinaria y específica ............................... 315
975 Derechos fundamentales. Garantía del respeto al contenido esencial ..................................... 315
976 Derechos fundamentales. Idoneidad de la medida limitadora ................................................. 315
977 Derechos fundamentales. Interpretación ................................................................................ 315
978 Derechos fundamentales. Interpretación según el principio de concordancia práctica ............ 315
979 Derechos fundamentales. Interpretación unitaria de la Constitución ..................................... 316
980 Derechos fundamentales. Justificación de la intervención en los derechos fundamentales .... 316
981 Derechos fundamentales. Legitimidad de los límites .............................................................. 316
982 Derechos fundamentales. Límites y restricciones ................................................................... 316
983 Derechos fundamentales. Mandatos de optimización a los poderes públicos .......................... 317
984 Derechos fundamentales. Necesidad de la medida limitadora ................................................. 317
985 Derechos fundamentales. Normas de derecho fundamental .................................................... 317
986 Derechos fundamentales. Posiciones de derecho fundamental ............................................... 317
987 Derechos fundamentales. Principio de proporcionalidad ......................................................... 317
988 Derechos fundamentales. Principios de razonabilidad y proporcionalidad .............................. 317
989 Derechos fundamentales. Proporcionalidad de la medida en sentido estricto ......................... 317
990 Derechos fundamentales. Proporcionalidad de la medida en sentido lato ............................... 318
991 Derechos fundamentales. Rango constitucional de los derechos enunciados en los tratados
sobre derechos humanos ........................................................................................................ 318
992 Derechos fundamentales. Razonabilidad de la medida restrictiva ........................................... 318
993 Derechos fundamentales. Razonabilidad y proporcionalidad de los límites ............................. 318

666
ÍNDICE GENERAL .

994 Derechos fundamentales. Reserva de ley ................................................................................ 319


995 Derechos fundamentales. Respeto al contenido esencial del derecho de configuración legal .. 319
996 Derechos fundamentales. Restricciones para proteger otros bienes constitucionales ............. 319
997 Derechos fundamentales. Situaciones especiales de limitación .............................................. 319
998 Derechos fundamentales. Sustento constitucional directo ...................................................... 319
999 Derechos fundamentales. Test de proporcionalidad de la actividad limitadora ....................... 320
1000 Derechos fundamentales. Test de proporcionalidad en la limitación de derechos ................... 320
1001 Derechos fundamentales. Titularidad del derecho al debido proceso en personas de derecho
público ................................................................................................................................... 320
1002 Derechos fundamentales. Vincula a organizaciones particulares ............................................ 321
TRATADOS
1003 Aprobación de tratados. Tratados con habilitación legislativa ................................................ 321
1004 Aprobación de tratados. Tratados ordinarios .......................................................................... 321
1005 Aprobación de tratados. Tratados sobre materia tributaria ..................................................... 321
1006 Interpretación de los derechos conforme a los tratados internacionales. Obligatoriedad ........ 321
1007 Interpretación de los derechos conforme a los tratados internacionales. Jurisprudencia de
órganos internacionales .......................................................................................................... 322
1008 Tratado de Libre Comercio. Presupuesto para su control constitucional ................................. 322
1009 Tratados. Aplicación de los tratados sobre Derechos Humanos .............................................. 322
1010 Tratados. Características como fuente del derecho ................................................................. 323
1011 Tratados. Concepto ................................................................................................................. 323
1012 Tratados. Cumplimiento obligatorio por el Estado .................................................................. 324
1013 Tratados. Denominaciones ...................................................................................................... 324
1014 Tratados. Herramienta para determinar el contenido esencial de los derechos ....................... 324
1015 Tratados. Pertenencia al derecho nacional .............................................................................. 324
1016 Tratados. Proscripción del referéndum sobre tratados internacionales ................................... 324
1017 Tratados. Valor normativo ...................................................................................................... 324
1018 Tratados ejecutivos. Concepto ................................................................................................ 324
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
1019 Tribunal Constitucional. Autonomía e independencia ............................................................. 325
1020 Tribunal Constitucional. Como supremo intérprete de la Constitución ................................... 325
1021 Tribunal Constitucional. Como componedor de conflictos sociales ......................................... 325
1022 Tribunal Constitucional. Como poder constituyente constituido ............................................. 325
1023 Tribunal Constitucional. Control concreto de constitucionalidad de normas infralegales ........ 326
1024 Tribunal Constitucional. Función de vigilar el respeto de los derechos fundamentales ........... 326
1025 Tribunal Constitucional. Función normativa ........................................................................... 326
1026 Tribunal Constitucional. Función pacificadora ........................................................................ 326
1027 Tribunal Constitucional. Funciones ......................................................................................... 326
1028 Tribunal Constitucional. Obligación de actualización y desarrollo de la Constitución al inter-
pretarla .................................................................................................................................. 327
1029 Tribunal Constitucional. Relación con los poderes del Estado ................................................. 327
SECRETO PROFESIONAL
1030 Secreto profesional. Ámbito de protección ............................................................................. 327
1031 Secreto profesional. Contenido ............................................................................................... 327
1032 Secreto profesional. Noción .................................................................................................... 328
1033 Secreto profesional. Relación con el ejercicio de otras libertades públicas .............................. 328
1034 Secreto profesional. Relación con el ejercicio del periodismo ................................................. 328
SEGURIDAD JURÍDICA
1035 Seguridad jurídica. Como principio ......................................................................................... 328
SEGURIDAD PERSONAL
1036 Derecho a la seguridad personal. Concepto ............................................................................ 328
1037 Derecho a la seguridad personal. Relación con la integridad personal .................................... 328

667
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO DE
EJECUCIÓN PENAL

BENEFICIOS PENITENCIARIOS
001 Beneficios penitenciarios. Examen de necesidad del tratamiento diferenciado respecto a los
beneficios penitenciarios ........................................................................................................ 329
002 Beneficios penitenciarios. Evaluación del interno para otorgar beneficios penitenciarios ....... 329
003 Beneficios penitenciarios. Finalidad del tratamiento diferenciado respecto a los beneficios pe-
nitenciarios ............................................................................................................................ 329
004 Beneficios penitenciarios. Finalidad del tratamiento diferenciado respecto a los beneficios pe-
nitenciarios en el caso de terroristas ...................................................................................... 330
005 Beneficios penitenciarios. Revisión de la pena ........................................................................ 330
DERECHOS DE RECLUSOS Y SENTENCIADOS
006 Derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. Condiciones de
permanencia de un recluso en establecimiento de salud ........................................................ 330
007 Derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. Constitucio-
nalidad de la prohibición de los contactos físicos con familiares ............................................. 330
008 Derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. Constitucio-
nalidad de los locutorios celulares .......................................................................................... 331
009 Derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. Derecho a am-
bientes separados para los condenados .................................................................................. 331
010 Derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. Derecho a la
libertad personal de los penados ............................................................................................ 331
011 Derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. Principio de
dignidad en el ámbito penitenciario ....................................................................................... 332
HUMANIDAD DE LA EJECUCIÓN DE LA PENA
012 Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. Reclusión en penal en zona de altura ............. 332
013 Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. Relación con el hacinamiento carcelario ......... 332
PRINCIPIO DE LEGALIDAD
014 Principio de legalidad. Lex previa y la aplicación de normas de ejecución penal en el tiempo .. 332
RÉGIMEN PENITENCIARIO
015 Régimen penitenciario. Aplicación de la norma sobre beneficios penitenciarios más favorable
al interno ............................................................................................................................... 332
016 Régimen penitenciario. Beneficios penitenciarios como concreción de los principios de reedu-
cación y rehabilitación ............................................................................................................ 333
017 Régimen penitenciario. Carácter rehabilitador de la pena ...................................................... 333
018 Régimen penitenciario. Concesión de beneficios penitenciarios ............................................. 333
019 Régimen penitenciario. Concreción del principio de dignidad de la persona ........................... 334
020 Régimen penitenciario. Constitucionalización de la teoría de la función de prevención especial
positiva .................................................................................................................................. 334
021 Régimen penitenciario. Cumplimiento de los fines de la pena ................................................ 334
022 Régimen penitenciario. Derechos de los reclusos por terrorismo ............................................ 334
023 Régimen penitenciario. Determinación judicial del uso de locutorios ..................................... 335
024 Régimen penitenciario. Doble perspectiva de la utilización de locutorios ............................... 335
025 Régimen penitenciario. Falta de consentimiento en traslado de internos ............................... 335
026 Régimen penitenciario. Fines ................................................................................................. 335
027 Régimen penitenciario. Función del legislador en la determinación de la pena ...................... 335
028 Régimen penitenciario. Función resocializadora y reeducadora de la pena en caso de ubicación
inhóspita y alejada del establecimiento penitenciario ............................................................. 335
029 Régimen penitenciario. Imposibilidad de la reincorporación del interno a la sociedad en caso
de cadena perpetua ................................................................................................................ 336
030 Régimen penitenciario. Justificación de aplicación de medida se seguridad ........................... 336

668
ÍNDICE GENERAL .

031 Régimen penitenciario. Limitación constitucional para determinación de la pena .................. 336
032 Régimen penitenciario. Naturaleza y aplicación en el tiempo de normas sobre beneficios pe-
nitenciarios ............................................................................................................................ 336
033 Régimen penitenciario. No afectación a la libertad individual en denegación de beneficio pe-
nitenciario .............................................................................................................................. 336
034 Régimen penitenciario. Noción de beneficios penitenciarios .................................................. 337
035 Régimen penitenciario. Observancia del principio de razonabilidad en las restricciones de
derechos de los internos ......................................................................................................... 337
036 Régimen penitenciario. Ponderación de los derechos individuales de los derechos o bienes
constitucionales colectivos en la aplicación de restricciones .................................................. 337
037 Régimen penitenciario. Principio constitucional-penitenciario de reeducación, rehabilitación
y reincorporación del penado a la sociedad ............................................................................. 337
038 Régimen penitenciario. Principio de razonabilidad en el traslado de internos ........................ 337
039 Régimen penitenciario. Respeto de la dignidad y demás derechos del recluso ........................ 337
040 Régimen penitenciario. Tratamiento penitenciario diferenciado ............................................. 338
041 Régimen penitenciario. Valor indiciario de la opinión de las autoridades del Instituto Nacional
Penitenciario para concesión de beneficios penitenciarios ...................................................... 338
042 Régimen penitenciario. Verificación del cumplimiento de los fines del régimen penitenciario
para concesión de beneficios penitenciarios ........................................................................... 338

DERECHO
DE LA COMPETENCIA
LIBRE COMPETENCIA
001 Libre competencia. Contenido ................................................................................................ 339
002 Libre competencia. Definición ................................................................................................ 339
003 Libre competencia. Función orientadora del Estado ................................................................ 339
004 Libre competencia. Intervención del Estado frente a posiciones dominantes .......................... 339
005 Libre competencia. Intervención del Estado frente a prácticas limitadoras ............................. 340
006 Libre competencia. Libertad de iniciativa ............................................................................... 340
007 Libre competencia. Libre acceso al mercado ........................................................................... 340
008 Libre competencia. Presupuestos ........................................................................................... 340
009 Libre competencia. Rol del Estado .......................................................................................... 340

DERECHO DE LA
PROPIEDAD INTELECTUAL
DERECHOS DE AUTOR
001 Derecho a la libertad de creación intelectual, artística, técnica y científica. Deber del Estado .. 341
002 Derecho a la libertad de creación intelectual, artística, técnica y científica. Respeto de
manifestaciones culturales ..................................................................................................... 341
003 Derecho moral de integridad de la obra. Himno Nacional ....................................................... 341

DERECHO DEL
CONSUMIDOR
CONSUMIDOR Y PROVEEDOR
001 Consumo. Definición .............................................................................................................. 342
002 Consumidor. Definición .......................................................................................................... 342

669
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

003 Consumidor. No es cualquier individuo .................................................................................. 342


004 Consumidor. Relación consumidor-proveedor ......................................................................... 342
005 Proveedor. Definición ............................................................................................................. 342
PRINCIPIOS DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR
006 Principio pro consumidor. Noción ........................................................................................... 343
007 Principio de isonomía real. Noción ......................................................................................... 343
008 Principio de proscripción del abuso del derecho. Noción ......................................................... 343
009 Principio de transparencia. Noción ......................................................................................... 343
010 Principio de veracidad. Noción ............................................................................................... 343
011 Principio in dubio pro consumidor. Noción ............................................................................. 343
012 Principio pro asociativo. Noción ............................................................................................. 343
013 Principio restitutio in integrum. Noción ................................................................................. 343
PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR
014 Protección al consumidor. Como fin de la actividad económica ............................................... 343
015 Protección al consumidor. Contenido del derecho constitucional a la protección del interés
de los consumidores y usuarios .............................................................................................. 344
016 Protección al consumidor. Deber especial de protección ......................................................... 344
017 Protección al consumidor. Deberes del legislador ................................................................... 344
018 Protección al consumidor. Enfoque de la protección desde la perspectiva de los consumidores 345
019 Protección al consumidor. Extensión del ámbito de protección ............................................... 345
020 Protección al consumidor. Función de organismos reguladores ............................................... 345
021 Protección al consumidor. Principios ...................................................................................... 346
022 Protección al consumidor. Protección constitucional .............................................................. 346
023 Protección al consumidor. Relación entre información e idoneidad del servicio ...................... 346
024 Protección al consumidor. Tutela de intereses difusos ............................................................ 346
PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR DE TELEFONÍA
025 OSIPTEL. Organismo regulador de la telefonía ....................................................................... 347
026 OSIPTEL. Cumplimiento de deber especial de protección ....................................................... 347
PROTECCIÓN FRENTE A LA CONTRATACIÓN EN MASA
027 Protección al consumidor. Protección frente a cláusulas generales de contratación ................ 347
028 Protección al consumidor. Asimetría en contratación por razón de necesidad ......................... 348
PROTECCIÓN FRENTE A LOS SERVICIOS BANCARIOS Y FINANCIEROS
029 Entidades bancarias. Ineficiencia de costos excesivos ............................................................. 348
030 Operaciones bancarias. Asimetría .......................................................................................... 348
031 Operaciones bancarias. Consecuencias del desequilibrio consumidor-banco .......................... 348
032 Operaciones bancarias. Limitación del incremento de las tasas de interés ............................. 349
033 Operaciones de crédito. Abuso en operaciones de crédito por castigo de consumidores ......... 349
034 Operaciones de crédito. Aplicación de lo más favorable al consumidor .................................. 349
035 Operaciones de crédito. Cláusulas abusivas ............................................................................ 349
036 Operaciones de crédito. Eliminación de tasas leoninas por riesgo crediticio ........................... 349
037 Operaciones de crédito. Fijación de tasas de interés en operaciones de crédito ...................... 349
038 Operaciones de crédito. Fijación de tasas de interés en épocas de mínima inflación ............... 349
039 Operaciones de crédito. Responsabilidad del prestador del servicio por riesgo crediticio ....... 350
040 Operaciones de crédito. Tasas de interés en compras con tarjetas de crédito ......................... 350
041 Sistema bancario. Papel del Estado ......................................................................................... 350
042 Tasas de interés e intereses punitorios. Carácter desproporcionado ....................................... 350

DERECHO
ELECTORAL

BARRERA ELECTORAL
001 Barrera electoral. Como variante del sistema de representación proporcional ........................ 351

670
ÍNDICE GENERAL .

002 Barrera electoral. Compatibilidad constitucional .................................................................... 351


DERECHO AL SUFRAGIO
003 Derecho a ser elegido. Derecho de configuración legal ........................................................... 351
004 Derecho al sufragio. Carácter igualitario del voto .................................................................. 352
005 Derecho al sufragio. Carácter libre del voto ........................................................................... 352
006 Derecho al sufragio. Carácter obligatorio del voto .................................................................. 352
007 Derecho al sufragio. Carácter personal del voto ..................................................................... 352
008 Derecho al sufragio. Carácter secreto del voto ....................................................................... 352
009 Derecho al sufragio. Titularidad ............................................................................................. 353
010 Derecho al sufragio. Regulación reservada a ley orgánica ...................................................... 353
EJERCICIO DE CIUDADANÍA
011 Ciudadanía. Capacidad de ejercicio ......................................................................................... 353
012 Ciudadanía. Cumplimiento de los requisitos exigidos por ley para su ejercicio ....................... 353
013 Ciudadanía. Documento nacional de identidad ....................................................................... 353
014 Ciudadanía. Derecho al sufragio ............................................................................................. 353
015 Derecho a participar en la vida del país. Derecho y garantía institucional .............................. 353
016 Derecho a participar en la vida del país. Derecho fundamental de las personas jurídicas ........ 354
017 Suspensión del ejercicio de la ciudadanía. Diferencia con la inhabilitación política ................ 354
018 Suspensión del ejercicio de la ciudadanía. Suspensión del derecho al voto ............................. 354
JURADO NACIONAL DE ELECCIONES
019 Atribuciones del Jurado Nacional de Elecciones. Proclamación del resultado del referéndum 354
020 Competencias del Jurado Nacional de Elecciones. Fijación de criterios jurisprudenciales obli-
gatorios .................................................................................................................................. 354
021 Jurado Nacional de elecciones. Control del Tribunal Constitucional ....................................... 354
022 Resoluciones del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Afectación irreparable de derechos
fundamentales ........................................................................................................................ 355
023 Resoluciones del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Como instancia definitiva en la
administración de justicia electoral ........................................................................................ 355
024 Resoluciones del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Competencias del Tribunal Cons-
titucional ................................................................................................................................ 355
025 Resoluciones del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Control constitucional a través de
proceso de amparo ................................................................................................................. 355
026 Resoluciones del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Efectos de la demanda de amparo 356
027 Resoluciones del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Obligación de respetar los derechos
fundamentales ........................................................................................................................ 356
OFICINA NACIONAL DE PROCESOS ELECTORALES
028 Oficina Nacional de Procesos Electorales. Atribución de verificación de requisitos formales
para inscripción de candidatos ............................................................................................... 356
029 Oficina Nacional de Procesos Electorales. Constitución .......................................................... 356
030 Oficina Nacional de Procesos Electorales. Cumplimiento de principios constitucionales elec-
torales .................................................................................................................................... 356
ORGANIZACIONES POLÍTICAS
031 Organizaciones políticas. Acceso a medios de comunicación sin hacer apología delictiva ....... 357
032 Organizaciones políticas. Causas que impiden consolidación .................................................. 357
033 Organizaciones políticas. Función ........................................................................................... 357
034 Organizaciones políticas. Inhabilitación política como límite a la militancia .......................... 357
035 Organizaciones políticas. Mínimo de institucionalidad representativa de minorías políticas .. 357
036 Organizaciones políticas. Participación en el Congreso ........................................................... 357
037 Organizaciones políticas. Pertenencia como requisito para participar en elecciones ............... 358
PARTICIPACIÓN POLÍTICA
038 Derecho de participación política. Como concreción del principio democrático ...................... 358
039 Derecho de participación política. Democracia representativa ................................................ 358
040 Derecho de participación política. Fiscalización de autoridades .............................................. 358

671
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

041 Derecho de participación política. Mecanismos de democracia directa ................................... 358


042 Derecho de participación política. Participación política indirecta .......................................... 358
043 Derecho de participación política. Referéndum y reforma constitucional ................................ 359
044 Derecho a la participación política. Voto obligatorio como medio para forjar identidad ciudadana 359
045 Participación política de los militares y policías. Convivencia democrática con los civiles ...... 359
PROCESOS ELECTORALES
046 Escrutinio de votos. Conteo de votos y representatividad ...................................................... 359
047 Escrutinio de votos. Alcances de la prohibición de proyecciones a boca de urna .................... 359
048 Escrutinio de votos. Difusión de proyección de resultados ..................................................... 359
049 Elecciones pluripersonales. Aplicación del principio proporcional .......................................... 360
050 Elecciones pluripersonales. Barrera electoral como variante del sistema de representación
proporcional ........................................................................................................................... 360
051 Elecciones pluripersonales. Finalidad de la barrera electoral .................................................. 360
052 Elecciones pluripersonales. Noción de principio mayoritario .................................................. 361
053 Elecciones pluripersonales. Noción de principio proporcional ................................................. 361
054 Elecciones pluripersonales. Principios que permiten lograr la representatividad .................... 361
055 Elecciones pluripersonales. Regulación del sistema proporcional ........................................... 361
056 Nulidad de procesos electorales. Fundamento en la democracia representativa ...................... 361
057 Orden y seguridad durante los comicios. Protección de la libertad personal ........................... 361
REFERÉNDUM
058 Referéndum. Aprobación de la reforma de la Constitución ..................................................... 362
059 Referéndum. Definición .......................................................................................................... 362
060 Referéndum. Materias proscritas y reforma de la Constitución ............................................... 362
061 Referéndum. Proscripción para incidir sobre normas tributarias ............................................ 362
062 Referéndum. Proscripción para suprimir derechos fundamentales .......................................... 362
063 Referéndum. Proscripción sobre tratados internacionales ....................................................... 363
064 Referéndum. Unificación de regiones ..................................................................................... 363
REGISTRO NACIONAL DE IDENTIFICACIÓN Y ESTADO CIVIL
065 Registro Nacional de Identificación y Estado Civil. Atribuciones ............................................ 363
066 Registro Nacional de Identificación y Estado Civil. Responsabilidad de verificación de requisitos
formales para el ejercicio de derechos de participación y control ciudadanos ......................... 363
RESOLUCIONES
067 Impugnación de fallos del Jurado Nacional de Elecciones. configuración de abuso del derecho ....... 363
068 Resoluciones no revisables por el Poder Judicial. Control constitucional de fallos del Jurado
Nacional de Elecciones ........................................................................................................... 364
SISTEMA ELECTORAL
069 Conformación del sistema electoral. Autonomía de los entes electorales no implica que no se
encuentren vinculados ........................................................................................................... 364
070 Conformación del sistema electoral. Autonomía del Jurado Nacional de Elecciones ..................... 365
071 Conformación del sistema electoral. Necesidad de incluir a altos funcionarios del sistema
electoral en el antejuicio político ............................................................................................ 365
072 Sistema electoral. Como sinónimo de derecho electoral ......................................................... 365
073 Sistema electoral. Libertad del derecho al voto ...................................................................... 365
074 Sistema electoral. Principio mayoritario y proporcional .......................................................... 365

DERECHO
INTERNACIONAL PÚBLICO

ASILO POLÍTICO
001 Asilo político. Definición ........................................................................................................ 366

672
ÍNDICE GENERAL .

002 Asilo político. Delitos políticos ............................................................................................... 366


003 Asilo político. Justificación de restricción a la libertad de tránsito ......................................... 366

DERECHO
LABORAL PRIVADO

CONVENIO COLECTIVO
001 Convenio colectivo. Agentes que intervienen ......................................................................... 367
002 Convenio colectivo. Articulado o por rama de actividad ......................................................... 367
003 Convenio colectivo. Características ........................................................................................ 367
004 Convenio colectivo. Definición ............................................................................................... 367
005 Convenio colectivo. Elementos ............................................................................................... 368
006 Convenio colectivo. Fuerza vinculante ................................................................................... 368
007 Convenio colectivo. Naturaleza .............................................................................................. 368
008 Convenio colectivo. Obligación estatal de su fomento y estímulo ........................................... 368
009 Convenio colectivo. Tipos ....................................................................................................... 368
DERECHO AL TRABAJO
010 Derecho al trabajo. Contenido esencial ................................................................................... 369
011 Derecho al trabajo. Carácter progresivo del acceso a un puesto de trabajo ............................. 369
012 Derecho al trabajo. Noción ..................................................................................................... 369
013 Derecho al trabajo. Principio de primacía de la realidad ......................................................... 369
014 Derecho al trabajo. Proscripción del despido sin causa justa .................................................. 369
ESTADO Y TRABAJO
015 Estado y trabajo. Prohibición de limitación de derechos constitucionales dentro de la relación
laboral .................................................................................................................................... 370
016 Estado y trabajo. Prohibición de las rebajas de categoría y sueldo .......................................... 370
017 Estado y trabajo. Prohibición de prestar servicios sin retribución ........................................... 370
018 Estado y trabajo. Protección a la madre gestante .................................................................... 371
019 Estado y trabajo. Protección a las personas con impedimento físico y mental ......................... 371
020 Estado y trabajo. Protección al trabajador respecto de los actos del empleador ...................... 371
021 Estado y trabajo. Protección al trabajador respecto de sus propios actos ................................ 371
022 Estado y trabajo. Responsabilidades del Estado ...................................................................... 371
HUELGA
023 Huelga. Atribuciones vinculadas ............................................................................................ 372
024 Huelga. Como medio .............................................................................................................. 372
025 Huelga. Convocatoria ............................................................................................................. 372
026 Huelga. Definición .................................................................................................................. 372
027 Huelga. Ejercicio en armonía con el interés público y no solo social ....................................... 372
028 Huelga. Ejercicio sin regulación legal ..................................................................................... 373
029 Huelga. Presupuesto para su ejercicio .................................................................................... 373
030 Huelga. Relación con otros derechos ...................................................................................... 373
031 Huelga. Respeto de los derechos de terceros .......................................................................... 373
032 Huelga. Sujetos impedidos de ejercer la huelga ...................................................................... 373
033 Huelga. Titularidad del derecho ............................................................................................. 373
JORNADA DE TRABAJO
034 Jornada de trabajo. Atípica ..................................................................................................... 373
035 Jornada de trabajo. Diaria y semanal ...................................................................................... 374
036 Jornada de trabajo. Disfrute del tiempo libre y al descanso .................................................... 374
037 Jornada de trabajo. Inferior a la ordinaria .............................................................................. 375
038 Jornada de trabajo. Superior a la ordinaria ............................................................................. 375
039 Jornada de trabajo. Vulneración de la jornada ordinaria máxima de trabajadores mineros ..... 375

673
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

LIBERTAD DE TRABAJO
040 Libertad de trabajo. Ámbito de protección .............................................................................. 375
041 Libertad de trabajo. Como derecho de defensa ....................................................................... 375
042 Libertad de trabajo. Como derecho de protección ................................................................... 376
043 Libertad de trabajo. Contenido ............................................................................................... 376
044 Libertad de trabajo. Deber de garantía del Estado .................................................................. 376
045 Libertad de trabajo. Definición ............................................................................................... 376
046 Libertad de trabajo. Intervención es leve en relación con el fin constitucional a conseguir con
el establecimiento del centro histórico ................................................................................... 376
047 Libertad de trabajo. Libre ejercicio de la profesión como contenido ........................................ 377
048 Libertad de trabajo. Relevancia para el comercio ambulatorio ................................................ 377
049 Libertad de trabajo. Vinculación con la libertad de empresa ................................................... 377
LIBERTAD SINDICAL
050 Derechos colectivos del trabajador. Ejercicio pacífico ............................................................. 378
051 Libertad sindical. Aspecto orgánico del contenido esencial ..................................................... 378
052 Libertad sindical. Aspecto funcional del contenido esencial ................................................... 378
053 Libertad sindical. Constitución del sindicato .......................................................................... 378
054 Libertad sindical. Contenido ................................................................................................... 378
055 Libertad sindical. Contenido esencial ..................................................................................... 378
056 Libertad sindical. Definición ................................................................................................... 379
057 Libertad sindical. Definición de sindicato ............................................................................... 379
058 Libertad sindical. Dimensión intuito persona ......................................................................... 379
059 Libertad sindical. Dimensión plural ........................................................................................ 379
060 Libertad sindical. Dimensiones ............................................................................................... 380
061 Libertad sindical. Membresía en un sindicato del régimen privado ........................................ 380
062 Libertad sindical. Objetivos del sindicato ............................................................................... 380
063 Libertad sindical. Proyección del contenido esencial .............................................................. 380
064 Libertad sindical. Representatividad del sindicato .................................................................. 380
MEDIOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS
065 Arbitraje laboral. Definición ................................................................................................... 381
066 Arbitraje laboral. Características ............................................................................................ 381
067 Arbitraje laboral. Impugnación del laudo arbitral ................................................................... 381
068 Arbitraje laboral. Obligatoriedad del laudo arbitral ................................................................ 381
069 Arbitraje laboral. Origen del procedimiento de arbitraje ........................................................ 381
070 Arbitraje laboral. Rol del árbitro ............................................................................................. 381
071 Conciliación laboral. Características ....................................................................................... 381
072 Conciliación laboral. Conciliación posnegociación .................................................................. 382
073 Conciliación laboral. Definición .............................................................................................. 382
074 Conciliación laboral. Rol del conciliador ................................................................................. 382
075 Intervención del Estado en conflictos laborales. Formas ......................................................... 382
076 Mediación laboral. Características .......................................................................................... 382
077 Mediación laboral. Noción ...................................................................................................... 383
078 Mediación laboral. Rol del mediador ....................................................................................... 383
079 Solución pacífica del conflicto laboral. Promoción de mecanismos alternativos ...................... 383
PRINCIPIOS
080 Igualdad de condiciones. Noción ............................................................................................ 383
081 Igualdad de oportunidades laborales. Admisión del trato desigual ......................................... 383
082 Igualdad de oportunidades laborales. Condiciones del trato desigual ..................................... 383
083 Igualdad de oportunidades laborales. Circunstancias de discriminación ................................. 384
084 Igualdad de oportunidades laborales. Discriminación ............................................................. 384
085 Igualdad de oportunidades laborales. Discriminación por acción directa ................................ 384
086 Igualdad de oportunidades laborales. Discriminación por acción indirecta ............................. 384
087 Igualdad de oportunidades laborales. Igualdad ante la ley ..................................................... 384
088 Igualdad de oportunidades laborales. Igualdad de trato ......................................................... 385
089 Igualdad de oportunidades laborales. Prohibición de discriminación ...................................... 385

674
ÍNDICE GENERAL .

090 Igualdad de oportunidades laborales. Proscripción del uso de criterios de selección discrimi-
natorios .................................................................................................................................. 385
091 Igualdad de oportunidades laborales. Requisitos .................................................................... 385
092 In dubio pro operario. Aplicación ........................................................................................... 385
093 In dubio pro operario. Circunstancias de aplicación ................................................................ 385
094 In dubio pro operario. Como criterio de interpretación ........................................................... 386
095 In dubio pro operario. Definición ............................................................................................ 386
096 In dubio pro operario. Noción de duda insalvable ................................................................... 386
097 Irrenunciabilidad de los derechos laborales. Duración de la jornada ordinaria de trabajo ....... 386
098 Irrenunciabilidad de los derechos laborales. No se puede afectar las remuneraciones del
trabajador ............................................................................................................................... 386
099 Irrenunciabilidad de los derechos laborales. Normas dispositivas ........................................... 386
100 Irrenunciabilidad de los derechos laborales. Normas taxativas ............................................... 386
101 Irrenunciabilidad de los derechos laborales. Principio de primacía de la realidad ................... 387
102 Principios laborales constitucionales. Noción ......................................................................... 387
PROTECCIÓN CONTRA EL DESPIDO ARBITRARIO
103 Protección contra el despido arbitrario. Acción indemnizatoria .............................................. 387
104 Protección contra el despido arbitrario. Acción restitutoria .................................................... 388
105 Protección contra el despido arbitrario. Alcances de la protección adecuada .......................... 388
106 Protección contra el despido arbitrario. Carácter complementario o sustitutorio de la indem-
nización .................................................................................................................................. 388
107 Protección contra el despido arbitrario. Consagración del derecho a estabilidad laboral
absoluta ................................................................................................................................. 388
108 Protección contra el despido arbitrario. Despido fraudulento ................................................. 388
109 Protección contra el despido arbitrario. Despido incausado .................................................... 389
110 Protección contra el despido arbitrario. Formas de sanción frente a los actos arbitrarios ....... 389
111 Protección contra el despido arbitrario. Improcedencia de acción de amparo por despidos
bajo el régimen de la legislación laboral pública ..................................................................... 389
112 Protección contra el despido arbitrario. Interpretación de la protección adecuada ................. 389
113 Protección contra el despido arbitrario. Nulidad o ineficacia del despido por lesión de derechos
fundamentales ........................................................................................................................ 390
114 Protección contra el despido arbitrario. Perspectivas de la protección .................................... 390
115 Protección contra el despido arbitrario. Protección a través del proceso de amparo ............... 390
116 Protección contra el despido arbitrario. Protección procesal ................................................... 391
117 Protección contra el despido arbitrario. Protección sustantiva preventiva .............................. 391
118 Protección contra el despido arbitrario. Protección sustantiva reparadora .............................. 391
119 Protección contra el despido arbitrario. Protección urgente de supuestos de despido nulo ..... 392
120 Protección contra el despido arbitrario. Reincorporación del trabajador en caso de despido
incausado ............................................................................................................................... 392
121 Protección contra el despido arbitrario. Reserva de ley de los alcances de la protección adecuada 392
122 Protección contra el despido arbitrario. Supuestos de improcedencia de acción de amparo .... 393
RELACIÓN LABORAL
123 Relación laboral. Aplicación del derecho a la igualdad ............................................................ 394
124 Relaciones de trabajo. Configuración de abuso del derecho .................................................... 394
125 Relación laboral. Discriminación directa ................................................................................. 394
126 Relación laboral. Manifestaciones de la discriminación .......................................................... 394
REMUNERACIONES
127 Remuneración. Carácter equitativo y suficiente ..................................................................... 394
128 Remuneración. Carácter irrenunciable ................................................................................... 394
129 Remuneración. Congelamiento de sueldos ............................................................................. 395
130 Remuneración. Necesidad de contraprestación ....................................................................... 395
131 Remuneración. Pago de créditos laborales .............................................................................. 395
132 Remuneración. Pago de remuneraciones devengadas ............................................................. 395
133 Remuneración. Supuestos de improcedencia de acción de amparo ......................................... 395

675
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

UTILIDADES
134 Participación de los trabajadores en las utilidades. Forma de cuestionamiento del cálculo de
utilidades distribuidas ............................................................................................................ 396
135 Participación de los trabajadores en las utilidades. Vía adecuada para constatación de situa-
ción de la empresa .................................................................................................................. 396

DERECHO
LABORAL PÚBLICO

CARRERA ADMINISTRATIVA
001 Carrera administrativa. Exclusión de cargos de confianza ...................................................... 397
002 Carrera administrativa. Ingreso a la carrera pública ............................................................... 397
003 Carrera administrativa. Remuneraciones de funcionarios y servidores públicos ..................... 397
004 Carrera administrativa. Reserva de ley ................................................................................... 398
DERECHOS DE SINDICACIÓN Y HUELGA DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS
005 Derecho de sindicación y huelga de los servidores públicos. Consagración constitucional ..... 398
FUNCIONARIOS Y TRABAJADORES PÚBLICOS
006 Abuso del derecho. Aplicación de criterios distintos en la promoción o ascenso de trabajador 398
007 Abuso del derecho. Como fundamento del deber general de los funcionarios públicos de no
generar conflictos con la Administración ................................................................................ 398
008 Acceso a la función pública. Definición y contenido ............................................................... 399
009 Acceso a la función pública. No garantiza una pretensión a ser admitido en una función pública . 399
010 Acceso a la función pública. Se rige por el principio de acceso por mérito a través de oposición .. 399
011 Acceso a la función pública. Tiene como principio consustancial el principio de mérito ......... 399
012 Acceso a la función pública. Vinculación de los poderes públicos ........................................... 399
013 Derecho de acceso a la función pública. Infracción ................................................................. 400
014 Función pública. Contenido .................................................................................................... 400
015 Función pública. interpretación constitucional del concepto ................................................... 400
016 Funcionarios del Estado. Ejercicio del poder responsable ........................................................ 400
017 Funcionarios y trabajadores públicos. Bonificaciones .............................................................. 401
018 Funcionarios y trabajadores públicos. Clasificación ................................................................ 401
019 Funcionarios y trabajadores públicos. Limitaciones especiales al ejercicio de sus derechos .... 401
020 Funcionarios y trabajadores públicos. Niveles remunerativos de la función pública ............... 401
021 Funcionarios y trabajadores públicos. Presidente de la República y Fuerzas Armadas y poli-
ciales al servicio de la Nación ................................................................................................. 402
022 Funcionarios y trabajadores públicos. Referencia a un orden jerárquico y no remunerativo
de la disposición constitucional .............................................................................................. 402
023 Funcionarios y trabajadores públicos. Servicio a la Nación ..................................................... 402
024 Funcionarios y trabajadores públicos. Servidores estatales que ejercen función pública ......... 403
RESPONSABILIDAD DE LOS FUNCIONARIOS Y SERVIDORES PÚBLICOS
025 Manejo de fondos públicos. Prevención constitucional de mal uso de recursos públicos ......... 403
026 Responsabilidad de los servidores públicos. Aplicación de la prescripción al ámbito público .. 403
027 Responsabilidad de los servidores públicos. Casos graves de corrupción ................................ 403
028 Responsabilidad de los servidores públicos. Colaboración con gobiernos de facto .................. 403
029 Responsabilidad de los servidores públicos. Funcionarios cesantes ........................................ 403
030 Responsabilidad de los servidores públicos. Funcionarios de confianza .................................. 403
031 Responsabilidad de los servidores públicos. Inhabilitación para la función pública ................ 404
032 Responsabilidad de los servidores públicos. Necesidad del cumplimiento efectivo de pena
impuesta ................................................................................................................................ 404
033 Responsabilidad de los servidores públicos. Obligaciones en el manejo de fondos públicos .... 404
034 Responsabilidad de los servidores públicos. Prescripción del proceso administrativo disciplinario 404

676
ÍNDICE GENERAL .

035 Responsabilidad de los servidores públicos. Prescripción de la ejecución de la sanción penal 404
036 Responsabilidad de los servidores públicos. Prescripción de la pena ...................................... 404
037 Responsabilidad de los servidores públicos. Prescripción penal .............................................. 404
038 Responsabilidad de los servidores públicos. Procedimiento administrativo disciplinario ........ 405
039 Responsabilidad de los servidores públicos. Respeto al debido procedimiento administrativo 405
040 Responsabilidad de los servidores públicos. Sanción administrativa ...................................... 405
041 Responsabilidad de los servidores públicos. Sanción penal y sus consecuencias ..................... 405
042 Transparencia del servicio a la Nación. Obligación del Estado ................................................ 405
043 Transparencia de los ingresos de los servidores públicos. Publicidad ..................................... 405

DERECHO
MINERO
CONCESIÓN MINERA
001 Concesión minera. Noción ...................................................................................................... 406
002 Concesión minera. Modificación de contrato .......................................................................... 406
RECURSOS NATURALES
003 Recursos naturales. Definición de concesión .......................................................................... 406
004 Recursos naturales. Concesión como acto administrativo ....................................................... 406
005 Recursos naturales. Concesión de recursos naturales no renovables ...................................... 407
REGALÍA MINERA
006 Regalía minera. Constitucionalidad ........................................................................................ 407
007 Regalía minera. Diferencia con el derecho de concesión ......................................................... 407
008 Regalía minera. Justificación .................................................................................................. 407

DERECHO
MUNICIPAL Y REGIONAL
GOBIERNOS MUNICIPALES
001 Alcaldes y regidores elegidos en 1993. Eficacia temporal de la norma transitoria .................. 408
002 Atribuciones municipales: Establecer rutas de acceso para el uso obligatorio y exclusivo por
parte de los vehículos de carga ............................................................................................... 408
003 Atribuciones municipales: Ordenar la venta exclusiva de productos en algunos mercados ..... 408
004 Autonomía municipal. Ejercicio no puede ser deliberado ........................................................ 408
005 Autonomía municipal. Protege ámbito del ámbito de acción de los gobiernos locales ............ 409
006 Bienes y rentas de las municipalidades. Reglas sobre la capacidad contributiva en materia de
arbitrios ................................................................................................................................. 409
007 Bienes y rentas de los gobiernos locales. Regalía y canon ...................................................... 409
008 Competencia de los gobiernos locales. Administración de servicios públicos ......................... 410
009 Competencia de los gobiernos locales. Autorización municipal para el desarrollo de actividades
empresariales ......................................................................................................................... 410
010 Competencia de los gobiernos locales. Competencia territorial .............................................. 410
011 Competencia de los gobiernos locales. Competencia por grado .............................................. 410
012 Competencia de los gobiernos locales. Competencia por materia ........................................... 410
013 Competencia de los gobiernos locales. Cumplimiento en armonía con políticas y planes na-
cionales, regionales y locales de desarrollo ............................................................................. 410
014 Competencia de los gobiernos locales. Desarrollo y regulación de actividades ....................... 410
015 Competencia de los gobiernos locales. Determinación del costo de los arbitrios .................... 411
016 Competencia de los gobiernos locales. Distribución del costo de los arbitrios ........................ 411
017 Competencia de los gobiernos locales. Exigencia de condiciones de salubridad ...................... 411
018 Competencia de los gobiernos locales. Facultad de clausura de locales .................................. 411
019 Competencia de los gobiernos locales. Límites a la potestad tributaria .................................. 412

677
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

020 Competencia de los gobiernos locales. Municipalidades distritales y apertura de estableci-


mientos comerciales ............................................................................................................... 412
021 Competencia de los gobiernos locales. Naturaleza de la licencia provisional de funcionamiento 412
022 Competencia de los gobiernos locales: Naturaleza indisponible .............................................. 412
023 Competencia de los gobiernos locales. Necesidad de solicitar licencia de funcionamiento ...... 412
024 Competencia de los Gobiernos locales. Orientados por los intereses y necesidades particulares
de los vecinos ......................................................................................................................... 412
025 Competencia de los gobiernos locales. Planificación de la zonificación ................................... 413
026 Competencia de los gobiernos locales. Reserva de ley ............................................................ 413
027 Control y supervisión de los gobiernos regionales y locales. Consagración constitucional ...... 413
028 Control y supervisión de gobiernos regionales y locales. Irregularidades detectadas por la
Contraloría General de la República ....................................................................................... 413
029 Control y supervisión de los gobiernos regionales y locales. Órganos que lo ejercen .............. 413
030 Control y supervisión de los gobiernos regionales y locales. Participación ciudadana ............. 414
031 Decreto de alcaldía. Concretiza o específica los alcance de la ordenanza ................................ 414
032 Decreto de Alcaldía. Potestad reglamentaria del alcalde ......................................................... 414
033 Decreto de alcaldía. Reglamento ejecutivo ............................................................................. 414
034 Delegación de facultades normativas. Contraviene bloque de constitucionalidad ................... 414
035 Delegación de facultades legislativas: Otorgadas al alcalde .................................................... 414
036 Eficacia temporal de la norma transitoria. Consejos transitorios de administración regional .. 415
037 Entidades Prestadoras de Servicios de Saneamientos Municipales: Justificación del represen-
tante del gobierno regional en el directorio ............................................................................ 415
038 Entidades Prestadoras de Servicios de Saneamientos Municipales: Justificación del represen-
tante de la sociedad civil en el directorio ............................................................................... 415
039 Gobiernos municipales. Actuación conforme a principios constitucionales ............................. 415
040 Gobiernos municipales. Autonomía administrativa ................................................................ 415
041 Gobiernos municipales. Autonomía institucional como garantía institucional y capacidad de
autodesenvolvimiento ............................................................................................................ 416
042 Gobiernos municipales. Como órganos productores de normas generales en el ámbito de sus
competencias .......................................................................................................................... 416
043 Gobiernos municipales. Coordinación entre las municipalidades provinciales y distritales ..... 416
044 Gobiernos municipales. Derechos constitucionales como límite a la autonomía municipal ..... 416
045 Gobiernos municipales. Diferencia entre autonomía y autarquía ............................................ 416
046 Gobiernos municipales. Ejercicio de la autonomía en armonía con los diferentes niveles de
gobierno ................................................................................................................................. 417
047 Gobiernos municipales. Ejercicio de autonomía en compatibilidad con el principio de unidad
de la Constitución .................................................................................................................. 417
048 Gobiernos municipales. Intereses locales como parámetro de la autonomía municipal ........... 417
049 Gobiernos municipales. Parámetro de actuación del legislador ............................................... 418
050 Ordenanza. Ámbito de regulación .......................................................................................... 418
051 Ordenanza. Autoaplicativa ..................................................................................................... 418
052 Ordenanza. Examen de compatibilidad concierne al examen del contenido o eventual vicio
material .................................................................................................................................. 418
053 Ordenanza. Extensión del ámbito de aplicación ...................................................................... 418
054 Ordenanza de restricción de funcionamiento de locales en determinada zona. Norma general 419
055 Participación vecinal. Constitucionalidad de implementación de medidas de seguridad ......... 419
056 Restricción de horario máximo de atención. Idoneidad de la medida ...................................... 419
057 Restricción de horario máximo de atención. Intensidad de la intervención es leve ................ 419
058 Restricción de horario máximo de atención. Justificación del objetivo ................................... 419
059 Restricción de horario máximo de atención. Necesidad de la medida ..................................... 419
060 Restricción de horario máximo de atención. No es medida idónea para garantizar la vida y la
seguridad de las personas ....................................................................................................... 420
061 Restricción de horario máximo de atención. No vulnera derecho a la igualdad ....................... 420
062 Restricción de horario máximo de atención. Objetivo ............................................................. 420
063 Restricción de horario máximo de atención. Ponderación de la medida .................................. 420

678
ÍNDICE GENERAL .

064 Restricción de horario máximo de atención. Protección del derecho del medio ambiente y a la
tranquilidad ............................................................................................................................ 421
065 Restricción de horario máximo de atención. Protección del derecho a la salud ....................... 421
066 Restricción de horario máximo de atención. Revocación de licencias afecta el debido proce-
dimiento ................................................................................................................................. 421
067 Restricción de horario máximo de atención. Sanción no es desproporcional ........................... 421
068 Seguridad ciudadana. Alcances .............................................................................................. 422
069 Seguridad ciudadana. Bienes jurídicos e intereses individuales .............................................. 422
070 Seguridad ciudadana. Como bien jurídico protegido y no como derecho fundamental ............ 422
071 Seguridad ciudadana. Como bien jurídico relevante ............................................................... 422
072 Seguridad ciudadana. Doble implicancia ................................................................................ 422
073 Seguridad ciudadana. Noción ................................................................................................. 423
074 Suspensión de admisión de licencias. Afectación de derechos de los vecinos ......................... 423
GOBIERNOS REGIONALES
075 Actos de los gobiernos regionales y municipales. Respeto al principio de lealtad constitucional 423
076 Autoridades portuarias. Determinación del órgano competente para designación .................. 423
077 Autoridades portuarias regionales. Constitución contraviene los intereses nacionales ........... 423
078 Bienes y rentas de los gobiernos regionales. Regalía y canon ................................................. 424
079 Bienes y rentas de los gobiernos regionales. Tributos creados por ley a su favor .................... 424
080 Competencias de los gobiernos regionales. Competencias compartidas con los gobiernos locales 424
081 Competencia de los gobiernos regionales. Creación de autoridades portuarias regionales ...... 424
082 Competencias de los gobiernos regionales. Dictar normas relativas a la gestión regional ...... 425
083 Competencias de los gobiernos regionales. Patrimonio cultural de la Nación ......................... 425
084 Competencia de los gobiernos regionales. Plan Nacional de Desarrollo Portuario ................... 425
085 Competencias de los gobiernos regionales. Promoción y regulación y competencias exclusivas 425
086 Competencias de los gobiernos regionales. Relación con gobiernos nacionales y locales, sociedad
civil y ejecución del plan de desarrollo regional ..................................................................... 426
087 Conformación de regiones. Alcances del referéndum ............................................................. 426
088 Conformación de regiones. Aplicación de principio de efecto útil en asignación de competencia 426
089 Conformación de regiones. Atribución de competencia para reglamentar competencia regional 426
090 Conformación de regiones. Como unidades geoeconómicas sostenibles e igualación inicial con
departamentos ....................................................................................................................... 426
091 Conformación de regiones. Compatibilidad del principio de taxatividad con los poderes implícitos
de los gobiernos regionales .................................................................................................... 427
092 Conformación de regiones. Introducción de subsistemas normativos regionales .................... 427
093 Conformación de regiones. Necesidad de cumplimiento de condiciones ................................. 427
094 Gobiernos regionales. Autonomía administrativa, económica y política ................................. 427
095 Gobiernos regionales. Autonomía económica ......................................................................... 427
096 Gobiernos regionales. Bloque de constitucionalidad de las ordenanzas regionales ................. 427
097 Gobiernos regionales. Bloque de constitucionalidad de las ordenanzas regionales y parámetro
natural ................................................................................................................................... 428
098 Gobiernos regionales. Vacancia de autoridades regionales ..................................................... 428

DERECHO
PENAL

APLICACIÓN DE LA LEY PENAL


001 Aplicación de la norma más favorable. Aplicación en el Derecho Penal sustantivo ................. 429
002 Aplicación de la norma más favorable. Interpretación conforme a los fines del sistema penal 429
003 Aplicación de la norma más favorable. Régimen de aplicación de normas en el tiempo .......... 429
004 Conflicto de normas en el tiempo. Retroactividad benigna en favor del reo ........................... 430
005 Principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal. Cláusulas de interpretación analógica 430

679
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

006 Principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de normas que restrinjan derechos.
Alcances de disposición constitucional ................................................................................... 430
007 Retroactividad benigna. Interpretación no solo desde la perspectiva exclusiva del penado .... 430
APOLOGÍA DEL TERRORISMO
008 Apología del terrorismo. Dañosidad ....................................................................................... 431
009 Evaluación del quántum de la pena según el principio de proporcionalidad. Subprincipio de
idoneidad ............................................................................................................................... 431
010 Evaluación del quántum de la pena según el principio de proporcionalidad. Subprincipio de
necesidad ............................................................................................................................... 431
011 Evaluación del quántum de la pena según el principio de proporcionalidad. Subprincipio de
proporcionalidad en sentido estricto ....................................................................................... 431
CADENA PERPETUA
012 Cadena perpetua. Cadena perpetua sin posibilidad de revisión .............................................. 432
013 Cadena perpetua. Decreto Legislativo 921 es acorde con la Constitución ............................... 432
014 Cadena perpetua. Fundamento de la vigencia de la cadena perpetua ..................................... 433
015 Cadena perpetua. Incompatible con la dignidad humana ........................................................ 433
CLASES DE PENAS
016 Clases de penas. En el ordenamiento jurídico penal nacional ................................................. 433
DELITO DE FUNCIÓN
017 Delito de función. Bien jurídico .............................................................................................. 433
018 Delito de función. Configuración ............................................................................................ 434
019 Delito de función. Infracción de deber .................................................................................... 434
020 Delito de función. Noción ....................................................................................................... 434
021 Delito de función. Sujeto activo .............................................................................................. 434
DETERMINACIÓN DE LA PENA
022 Determinación de la pena. Aplicación del subprincipio de idoneidad en la determinación del
quántum de la pena ................................................................................................................ 434
023 Determinación de la pena. Aplicación del subprincipio de necesidad en la determinación del
quántum de la pena ................................................................................................................ 435
024 Determinación de la pena. Aplicación del subprincipio de proporcionalidad en sentido estricto
en la determinación del quántum de la pena .......................................................................... 435
025 Determinación de la pena. Determinación del quántum de la pena ........................................ 435
026 Determinación de la pena. Proporcionalidad en la aplicación de penas ................................... 435
LEGÍTIMA DEFENSA
027 Derecho a la legítima defensa. Distinción respecto al derecho a la defensa ............................ 435
PENA DE MUERTE
028 Pena de muerte. Contradicción con el derecho a la vida ......................................................... 436
029 Pena de muerte. Noción de guerra .......................................................................................... 436
030 Pena de muerte. Pena de muerte como límite a los fines de la pena ....................................... 436
031 Pena de muerte. Tratados suscritos por el Estado ................................................................... 436
PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD
032 Proscripción de prisión por deudas. Concesión de beneficio penitenciario .............................. 436
033 Proscripción de prisión por deudas. Contenido ....................................................................... 436
034 Proscripción de prisión por deudas. Excepción por incumplimiento de deberes alimentarios .. 436
035 Proscripción de prisión por deudas. Excepción por incumplimiento de sentencia condenatoria . 437
PRINCIPIO DE CULPABILIDAD
036 Principio de culpabilidad. Alcances del principio de culpabilidad ........................................... 437
037 Principio de culpabilidad. Constitucionalización del principio de culpabilidad ........................ 437
038 Principio de culpabilidad. Dimensión clásica del principio de culpabilidad ............................. 437
039 Principio de culpabilidad. Principio de culpabilidad como contenido del principio de legalidad . 437
040 Principio de culpabilidad. Principio de culpabilidad como pilar del Derecho Penal ................. 438

680
ÍNDICE GENERAL .

PRINCIPIO DE LEGALIDAD
041 Principio de legalidad. Como derecho subjetivo ...................................................................... 438
042 Principio de legalidad. Contenido ........................................................................................... 438
043 Principio de legalidad. Lex certa e indeterminación de las faltas administrativas ................... 439
044 Principio de legalidad. Lex certa y admisión de cierto grado de indeterminación ................... 439
045 Principio de legalidad. Lex certa y determinación de la ley penal ........................................... 439
046 Principio de legalidad. Lex certa y subprincipio de taxatividad ............................................... 439
047 Principio de legalidad. Lex previa ........................................................................................... 440
048 Principio de legalidad. Lex previa y la aplicación de normas penales en el tiempo ................. 440
049 Principio de legalidad. No se vulnera en delito permanente ................................................... 440
050 Principio de legalidad. Triple exigencia .................................................................................. 440
PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD
051 Principio de proporcionalidad. Constitucionalización del principio de proporcionalidad de las penas .. 441
052 Principio de proporcionalidad. Principio de culpabilidad derivado del principio de proporcio-
nalidad de las penas ............................................................................................................... 441
053 Principio de proporcionalidad. Principio de proporcionalidad de las penas como limitación al
legislador ............................................................................................................................... 441
TERRORISMO
054 Reincidencia en materia de terrorismo. Constitucionalidad de la legislación que regula la
reincidencia en delitos de terrorismo ..................................................................................... 441
055 Reincidencia en materia de terrorismo. Constitucionalidad de la legislación que regula la
reincidencia en delitos de terrorismo a través del subprincipio de idoneidad ......................... 441
056 Reincidencia en materia de terrorismo. Constitucionalidad de la legislación que regula la
reincidencia en delitos de terrorismo a través del subprincipio de necesidad ......................... 442
057 Reincidencia en materia de terrorismo. Constitucionalidad de la legislación que regula la
reincidencia en delitos de terrorismo a través del subprincipio de proporcionalidad .............. 442
058 Reincidencia en materia de terrorismo. Relación entre la reincidencia en delitos de terrorismo
y el principio de culpabilidad constitucional ........................................................................... 442
059 Terrorismo. Órganos jurisdiccionales especializados en terrorismo ........................................ 442
TORTURA
060 Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. Análisis del desenvolvimiento de la condena .. 443
061 Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. Como principio constitucional objetivo del
derecho penitenciario ............................................................................................................. 443
062 Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. Definición ....................................................... 443
063 Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. Faz positiva y negativa ................................... 443
064 Tortura. Agentes perpetradores .............................................................................................. 443
065 Tortura. Calificación conforme a las circunstancias ................................................................ 443
066 Tortura. Definición ................................................................................................................. 444
067 Tortura. Diferencia con tratos inhumanos .............................................................................. 444
068 Tortura. No relación con uso de locutorios celulares ............................................................... 444
069 Tortura. Objetivos de su utilización ........................................................................................ 444
070 Trato degradante. Noción ....................................................................................................... 444
TRÁFICO ILÍCITO DE DROGAS
071 Tráfico ilícito de drogas. Colaboración eficaz .......................................................................... 444
072 Tráfico ilícito de drogas. Demora en la toma de decisiones judiciales ..................................... 445
073 Tráfico ilícito de drogas. Impacto en la sociedad ..................................................................... 445
074 Tráfico ilícito de drogas. Presunción de complejidad ............................................................... 445

681
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO
PREVISIONAL

ACCESO A LAS PRESTACIONES DE SALUD


001 Acceso a las prestaciones de salud. Inconstitucionalidad de la exclusión inmotivada ............. 446
002 Acceso a las prestaciones de salud. Normativa de EsSalud como referente para la regulación
en otros regímenes ................................................................................................................. 446
BONO RECONOCIMIENTO
003 Bono reconocimiento. Administrados tienen el derecho al reconocimiento de los meses de
aporte al SNP no detallados en la solicitud ............................................................................. 446
004 Bono de reconocimiento. Cálculo depende del Estado ............................................................. 446
005 Bono de reconocimiento. Efectos de la inaplicación de las normas expedidas por la ONP. ....... 447
006 Bono de reconocimiento. Mecanismo para incentivar el traslado al Sistema Privado de Pensiones 447
007 Bono de reconocimiento. ONP está en mejor capacidad para determinar su monto ................ 447
008 Bono de reconocimiento. ONP no puede rechazar el pedido de determinación del valor nominal . 447
009 Bono de reconocimiento. Procedencia de la modificación de datos ......................................... 447
010 Bono de reconocimiento. Valor nominal es determinante para el traslado al Sistema Privado de
Pensiones ............................................................................................................................... 447
DERRAMA
011 Derrama. Diferencia entre los derechos previsionales y los derechos surgidos de esta ........... 448
DERECHO A LA PENSIÓN
012 Acceso a la pensión. Discrecionalidad del legislador ............................................................... 448
013 Acceso a la pensión. Intervención del Estado ......................................................................... 448
014 Derecho a la pensión. Amparo como vía idónea ..................................................................... 448
015 Derecho a la pensión. Aplicación del principio de idoneidad .................................................. 449
016 Derecho a la pensión. Aplicación del principio de necesidad .................................................. 449
017 Derecho a la pensión. Aplicación del principio de proporcionalidad ........................................ 449
018 Derecho a la pensión. Carácter alimenticio e inexigibilidad de agotamiento de vía previa para
ir a proceso constitucional ...................................................................................................... 450
019 Derecho a la pensión. Carácter de optimizable ....................................................................... 450
020 Derecho a la pensión. Como derecho fundamental ................................................................. 450
021 Derecho a la pensión. Configuración legal .............................................................................. 450
022 Derecho a la pensión. Contenido adicional ............................................................................. 450
023 Derecho a la pensión. Contenido económico ........................................................................... 451
024 Derecho a la pensión. Deberes de los sujetos pasivos ............................................................. 451
025 Derecho a la pensión. Dependencia del equilibrio presupuestal ............................................. 452
026 Derecho a la pensión. Desarrollo dentro del ámbito de la seguridad social ............................. 452
027 Derecho a la pensión. Diferencias con la propiedad ................................................................ 452
028 Derecho a la pensión. Disposiciones que lo dotan de contenido esencial ................................ 453
029 Derecho a la pensión. Elementos del contenido esencial ........................................................ 453
030 Derecho a la pensión. Función supervisora del Estado ........................................................... 453
031 Derecho a la pensión. Imposición de topes máximos .............................................................. 453
032 Derecho a la pensión. Imposición tributaria ........................................................................... 454
033 Derecho a la pensión. Intangibilidad de la pensión dentro del contenido esencial .................. 454
034 Derecho a la pensión. Libre acceso a las prestaciones pensionarias ........................................ 454
035 Derecho a la pensión. Momento en que se es titular del derecho ........................................... 454
036 Derecho a la pensión. Naturaleza de la disposición constitucional .......................................... 454
037 Derecho a la pensión. Naturaleza de derecho social ............................................................... 455
038 Derecho a la pensión. Necesidad de implementación de medidas estatales ............................ 455
039 Derecho a la pensión. Principio-derecho de dignidad ............................................................. 455
040 Derecho a la pensión. Principio de progresividad ................................................................... 456

682
ÍNDICE GENERAL .

041 Derecho a la pensión. Procedibilidad de su protección en la vía contencioso-administrativa .. 456


042 Derecho a la pensión. Protección del contenido ...................................................................... 457
043 Derecho a la pensión. Reajuste de pensiones dentro del contenido no esencial ...................... 458
044 Derecho a la pensión. Relación con la seguridad social .......................................................... 458
045 Derecho a la pensión. Significado de la libertad de acceso a las prestaciones ......................... 459
046 Derecho a la pensión. Sujetos pasivos .................................................................................... 459
047 Derecho a la pensión. Valor-principio de igualdad .................................................................. 459
048 Derecho a la pensión. Valores subyacentes al contenido esencial ........................................... 460
049 Derecho a la pensión. Valor-principio de solidaridad .............................................................. 460
050 Derecho a la pensión. Test de razonabilidad ........................................................................... 461
DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL
051 Derecho a la seguridad social. Bono de reconocimiento .......................................................... 461
052 Derecho a la seguridad social. Carácter irrenunciable ............................................................ 461
053 Derecho a la seguridad social. Como derecho de configuración legal ...................................... 461
054 Derecho a la seguridad social. Como garantía institucional .................................................... 461
055 Derecho a la seguridad social. Contenido ............................................................................... 461
056 Derecho a la seguridad social. Derecho pensionario como parte de la seguridad social .......... 462
057 Derecho a la seguridad social. Derecho pensionario como prestación social básica ................ 462
058 Derecho a la seguridad social. Finalidad ................................................................................. 462
059 Derecho a la seguridad social. Noción de enfermedad profesional .......................................... 463
060 Derecho a la seguridad social. ONP obligada a determinar el bono de reconocimiento ........... 463
061 Derecho a la seguridad social. Progresividad .......................................................................... 463
062 Derecho a la seguridad social. Reconocimiento de meses de aporte ....................................... 463
063 Derecho a la seguridad social. Supervisión del sistema privado por el Estado ........................ 463
064 Derecho a la seguridad social. Sustentación en la dignidad .................................................... 463
FONDOS Y RESERVAS DE LA SEGURIDAD SOCIAL
065 Fondos y reservas de la seguridad social. Autoridades que determinan acceso a beneficios
previsionales .......................................................................................................................... 464
066 Fondos y reservas de la seguridad social. Destino de los fondos ............................................. 464
067 Fondos y reservas de la seguridad social. Función de la Contraloría General de la República . 464
068 Fondos y reservas de la seguridad social. Intangibilidad ........................................................ 464
069 Fondos y reservas de la seguridad social. Violación por no renovación de pensión ................. 464
070 Contraloría General de la República. Control posterior en materia pensionaria ...................... 464
PENSIONES
071 Pensión mayor que el monto percibido por funcionario en actividad. Configuración de abuso
del derecho ............................................................................................................................. 465
072 Pensiones. Acción contencioso-administrativa ....................................................................... 465
073 Pensiones. Indexación del monto ............................................................................................ 465
074 Pensiones. Reducción ............................................................................................................. 465
075 Pensiones. Tope pensionario ................................................................................................... 466
076 Pensiones. Tributo al patrimonio de las pensiones .................................................................. 466
REGÍMENES PENSIONARIOS
077 Diferencias entre los sistemas. Provisión de fondos ............................................................... 466
078 Regímenes pensionarios de los servidores públicos. Derechos adquiridos por los decretos
leyes Nº 19990 y 20530 ......................................................................................................... 466
079 Regímenes pensionarios de los servidores públicos. Respeto al contenido esencial del derecho
fundamental a la pensión ....................................................................................................... 466
080 Regímenes de pensiones público y privado. Prohibición de acumulación ................................ 467
081 Sistema Nacional de Pensiones. Definición ............................................................................. 467
082 Sistema Nacional de Pensiones. Características ...................................................................... 467
083 Sistema Nacional de Pensiones. Regímenes ............................................................................ 467
084 Sistema Nacional de Pensiones. Sujetos comprendidos ........................................................... 468
085 Sistema Privado de Pensiones. Afiliación no es forzosa .......................................................... 468

683
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

086 Sistema Privado de Pensiones. Ausencia de libertad contractual ............................................ 468


087 Sistema Privado de Pensiones. Cálculo del monto de las pensiones ........................................ 468
088 Sistema Privado de Pensiones. Como sistema de capitalización y rentabilidad individual ...... 468
089 Sistema Privado de Pensiones. Intereses subyacentes ............................................................ 468
090 Sistema Privado de Pensiones. Libre contratación no rige de forma absoluta ......................... 469
091 Sistema Privado de Pensiones. Naturaleza jurídica de la afiliación ......................................... 469
092 Sistema Privado de Pensiones. Naturaleza jurídica y obligaciones estatales ........................... 469
093 Sistema Privado de Pensiones. Objeto .................................................................................... 469
094 Sistema Privado de Pensiones. Obligaciones de las AFP ......................................................... 469
095 Sistema Privado de Pensiones. Prestaciones son parte del contenido protegido del derecho a
la pensión ............................................................................................................................... 469
096 Sistema Privado de Pensiones. Sujeto pasivo del derecho a la pensión sigue siendo el Estado 469
097 Sistemas pensionarios. Dualidad obliga al Estado a supervisar el traslado del público al privado . 469
SEGURIDAD SOCIAL
098 Seguridad social. Definición ................................................................................................... 470
099 Seguridad social. Importancia de la información .................................................................... 470
100 Seguridad social. Sujetos obligados a brindar información ..................................................... 470
101 Seguridad social. Sujetos prestadores de los servicios previsionales ...................................... 470
102 Seguridad social. Relaciones entre prestadoras de pensiones y afiliados ................................ 470
TRASLADO ENTRE LOS SISTEMAS DE PENSIONES Y DESAFILIACIÓN
103 Desafiliación de las AFP. Aplicación del Amparo ..................................................................... 470
104 Traslado entre los sistemas de pensiones. Aceptación de retorno en ordenamiento
infraconstitucional ................................................................................................................. 471
105 Traslado entre los sistemas de pensiones. Ámbito de aplicación de amparo declarado fundado 471
106 Traslado entre los sistemas de pensiones. Análisis ................................................................. 471
107 Traslado entre los sistemas de pensiones. Aplicación del test de razonabilidad ...................... 471
108 Traslado entre los sistemas de pensiones. Ausencia de información como causal de nulidad de
traslado .................................................................................................................................. 472
109 Traslado entre los sistemas de pensiones. Calidad de la información necesaria ...................... 472
110 Traslado entre los sistemas de pensiones. Consecuencias del retorno parcial ......................... 472
111 Traslado entre los sistemas de pensiones. Como parte del derecho al libre acceso a la pensión . 473
112 Traslado entre los sistemas de pensiones. Configuración del retorno ..................................... 473
113 Traslado entre los sistemas de pensiones. Deber de permitir el retorno al SNP ...................... 473
114 Traslado entre los sistemas de pensiones. Fundamentos del derecho al retorno ..................... 473
115 Traslado entre los sistemas de pensiones. Inadmisibilidad de colapso del SNP como justificación
de la irreversibilidad .............................................................................................................. 473
116 Traslado entre los sistemas de pensiones. Inconvenientes del retorno absoluto ..................... 473
117 Traslado entre los sistemas de pensiones. Inducción al error .................................................. 474
118 Traslado entre los sistemas de pensiones. Inexistencia de justificación para prohibir retorno
al SNP .................................................................................................................................... 474
119 Traslado entre los sistemas de pensiones. Legitimidad para ejercer retorno ........................... 474
120 Traslado entre los sistemas de pensiones. Libre contratación como límite al retorno ............. 474
121 Traslado entre los sistemas de pensiones. Necesidad de la neutralidad estatal ....................... 474
122 Traslado entre los sistemas de pensiones. Posibilidad del retorno .......................................... 474
123 Traslado entre los sistemas de pensiones. Posibilidades permitidas legalmente ..................... 474
124 Traslado entre los sistemas de pensiones. Posibilidades prohibidas legalmente ...................... 475
125 Traslado entre los sistemas de pensiones. Procedimiento de traslado ..................................... 475
126 Traslado entre los sistemas de pensiones. Retorno no sujeto a plazos .................................... 475
127 Traslado entre los sistemas de pensiones. Retorno parcial es adecuado .................................. 475
128 Traslado entre los sistemas de pensiones. Supuestos en que también debe permitirse el traslado 475
129 Traslado entre los sistemas de pensiones. Supuestos pertinentes de retorno ......................... 475
130 Traslado entre los sistemas de pensiones. Supuesto de titularidad no ejercida del derecho a la
pensión .................................................................................................................................. 476

684
ÍNDICE GENERAL .

DERECHO
PROCESAL

ANÁLISIS Y CRÍTICA DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES


001 Derecho de analizar y criticar las resoluciones y sentencias judiciales. Alcances .................... 477
002 Derecho de analizar y criticar las resoluciones y sentencias judiciales. Críticas a Sala por el
Presidente del Consejo Nacional de la Magistratura ............................................................... 477
CONTROL JUDICIAL DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES
003 Administración de justicia. Control difuso .............................................................................. 477
004 Administración de justicia. Control difuso aplicado en sentencia de inconstitucionalidad ...... 478
005 Administración de justicia. Función de los jueces ................................................................... 478
006 Administración de justicia. Órganos jurisdiccionales .............................................................. 478
007 Administración de justicia. Presupuestos para el ejercicio del control difuso .......................... 478
COSA JUZGADA
008 Cosa juzgada. Aplicación a resoluciones que ponen fin al proceso .......................................... 479
009 Cosa juzgada. Como garantía del justiciable ........................................................................... 479
010 Cosa juzgada. Control de la cosa juzgada al vulnerarse los derechos fundamentales .............. 479
011 Cosa juzgada. Corrección de sentencia que contiene errores materiales ................................. 479
012 Cosa juzgada. Distorsión de su contenido ............................................................................... 479
013 Cosa juzgada. Efectos ............................................................................................................. 480
014 Cosa juzgada. Finalidad .......................................................................................................... 480
015 Cosa juzgada. Principio de inmutabilidad como atributo de la cosa juzgada ........................... 480
016 Cosa juzgada. Relación con el procedimiento de ejecución de sentencia ................................. 480
017 Cosa juzgada. Sentencias que declaran la inconstitucionalidad de una norma ........................ 480
018 Cosa juzgada. Supuesto de nulidad del proceso ...................................................................... 480
019 Cosa juzgada. Transacción extrajudicial .................................................................................. 480
020 Prohibición constitucional de revivir procesos fenecidos. Relación con el derecho a la ejecu-
ción de las resoluciones judiciales .......................................................................................... 481
021 Seguridad jurídica. Noción ..................................................................................................... 481
DEBIDO PROCESO
022 Debido proceso. Acceso a la justicia. Como contenido implícito del debido proceso ............... 481
023 Debido proceso. Ámbito de aplicación .................................................................................... 481
024 Debido proceso. Ámbito de aplicación del derecho a ser juzgado en un plazo razonable ........ 482
025 Debido Proceso. Ámbito de protección ................................................................................... 482
026 Debido proceso. Aplicación de celeridad a los procesos ordinarios ......................................... 482
027 Debido proceso. Como parte del modelo constitucional del proceso ....................................... 482
028 Debido proceso. Contenido ..................................................................................................... 482
029 Debido proceso. Contenido del derecho a la prueba ............................................................... 483
030 Debido proceso. Definición ..................................................................................................... 483
031 Debido proceso. Derecho de igualdad procesal ....................................................................... 483
032 Debido proceso. Derecho de igualdad procesal y carga de la prueba ....................................... 483
033 Debido proceso. Derecho de igualdad procesal y dificultad de la prueba ................................ 483
034 Debido proceso. Derecho a la objeción de conciencia ............................................................. 484
035 Debido proceso. Derecho a la pluralidad de instancias ........................................................... 484
036 Debido proceso. Derecho a ser juzgado en un plazo razonable ............................................... 484
037 Debido proceso. Derecho a un plazo razonable ....................................................................... 484
038 Debido proceso. Diferencia con tutela judicial efectiva ........................................................... 484
039 Debido proceso. Dimensiones formal y sustantiva .................................................................. 485
040 Debido proceso. En el ámbito de los procedimientos administrativos sancionatorios ............. 485
041 Debido proceso. Interdicción de la reformatio in peius. .......................................................... 485
042 Debido proceso. Límites al derecho a la prueba ...................................................................... 485

685
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

043 Debido proceso. Noción de derecho a la prueba ...................................................................... 485


044 Debido proceso. Noción de derecho de defensa ...................................................................... 485
045 Debido proceso. Noción y contenido ....................................................................................... 486
046 Debido proceso. Observancia ................................................................................................. 486
047 Debido proceso. Principio pro actione ..................................................................................... 486
048 Debido proceso. Principios del derecho a la prueba ................................................................ 486
049 Debido proceso. Prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada ......... 486
050 Debido proceso. Respeto al pronunciamiento anterior derivado de proceso idéntico .............. 486
051 Debido proceso. Valoración de la prueba ................................................................................ 487
052 Debido proceso corporativo particular. Prohibición de arbitrariedad ....................................... 487
053 Debido proceso corporativo particular. Razonabilidad ............................................................ 487
054 Debido proceso y tutela jurisdiccional efectiva. Respeto por parte de los órganos de naturaleza
jurisdiccional .......................................................................................................................... 487
055 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Contenido ................................................. 487
056 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Contenido del derecho al juez natural ....... 487
057 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Contenido esencial .................................... 487
058 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Creación anticipada de salas especializadas . 488
059 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Derecho al juez natural ............................. 488
060 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Diferencia entre jurisdicción excepcional y
jurisdicción especial ............................................................................................................... 488
DERECHO A LA JURISDICCIÓN PREDETERMINADA
061 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Finalidad ................................................... 488
062 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Finalidad de evitar juzgamientos por órganos
jurisdiccionales de excepción .................................................................................................. 488
063 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Garantía de independencia e imparcialidad
del juez ................................................................................................................................... 489
064 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Manifestación del debido proceso ............. 489
065 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Modificación legislativa a las reglas del
proceso ................................................................................................................................... 489
066 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Predeterminación de la jurisdicción y com-
petencia del juez .................................................................................................................... 489
067 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Predeterminación del órgano jurisdiccional
y competencia ........................................................................................................................ 489
068 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Recusación al juez ..................................... 490
069 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Reserva de ley sobre la competencia del juez 490
070 Derecho a la jurisdicción predeterminada por ley. Reserva de ley sobre la competencia juris-
diccional ................................................................................................................................. 490
DERECHO DE DEFENSA
071 Derecho de defensa. Afectación en el pedido del uso de la palabra y la recusación ................. 490
072 Derecho de defensa. Ámbito de aplicación en el procedimiento administrativo de sanción .... 490
073 Derecho de defensa. Infracción ............................................................................................... 491
GRATUIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
074 Gratuidad de la administración de justicia. Contenido de la disposición constitucional .......... 491
075 Gratuidad de la administración de justicia. Exigencia de tasas o cargas impositivas .............. 491
076 Gratuidad de la administración de justicia. Solicitud del auxilio judicial como forma de ejercicio . 492
077 Indemnización por error judicial. Alcances del pronunciamiento del Tribunal Constitucional 492
078 Indemnización por error judicial. Forma de determinación del error ...................................... 492
079 Indemnización por error judicial. Indulto especial o razonado por error judicial ..................... 492
080 Indemnización por error judicial. Posibilidad del error ........................................................... 492
081 Indemnización por error judicial. Vía adecuada para solicitar indemnización ......................... 493
INDEPENDENCIA EN EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL
082 Autonomía del Poder Judicial. Doble perspectiva ................................................................... 493
083 Principio de independencia judicial. Acepción constitucional de independencia ..................... 493

686
ÍNDICE GENERAL .

084 Principio de independencia judicial. Afectación por la estructura de la jurisdicción militar .... 493
085 Principio de independencia judicial. Aplicación de la no injerencia como contenido del principio
de independencia judicial ....................................................................................................... 493
086 Principio de independencia judicial. Concepto ........................................................................ 494
087 Principio de independencia judicial. Doble dimensión ............................................................ 494
088 Principio de independencia judicial. No injerencia .................................................................. 495
089 Principio de independencia judicial. Respeto a la autonomía del Poder Judicial ..................... 495
090 Principio de independencia judicial. Triple perspectiva ........................................................... 495
091 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Afectación al derecho
al juez independiente e imparcial ........................................................................................... 496
092 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Doble dimensión ... 496
093 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Garantías de los
justiciables ............................................................................................................................. 496
094 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Relación de
complementariedad ................................................................................................................ 496
MEDIDA CAUTELAR
095 Medida cautelar. Finalidad ...................................................................................................... 496
096 Medida cautelar. Potestad del órgano jurisdiccional ................................................................ 496
097 Medidas cautelares. Firmeza de la resolución ......................................................................... 497
098 Tutela cautelar. Control jurisdiccional a través de los procesos constitucionales .................... 497
099 Tutela jurisdiccional de urgencia. Manifestaciones ................................................................. 497
MEDIOS IMPUGNATORIOS
100 Medio impugnatorios. Finalidad ............................................................................................. 497
101 Medio impugnatorios. Interposición interrumpe la producción de la cosa juzgada ................. 497
MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
102 Motivación de las resoluciones. Ámbito de eficacia ................................................................ 498
103 Motivación de las resoluciones judiciales. Como contenido del derecho a la certeza judicial .. 498
104 Motivación de resoluciones judiciales. Como parte del contenido del debido proceso ............. 498
105 Motivación de las resoluciones judiciales. Contenido ............................................................. 498
106 Motivación de resoluciones judiciales. Contenido y alcances .................................................. 499
107 Motivación de resoluciones judiciales. Garantía de sujeción a la Constitución y la ley ........... 499
108 Motivación de resoluciones judiciales. Noción y características .............................................. 499
109 Motivación de resoluciones judiciales. Principio de la función jurisdiccional y como derecho . 499
110 Motivación de resoluciones judiciales. Relación con el Estado democrático de Derecho y la
legitimidad democrática ......................................................................................................... 500
PLURALIDAD DE LA INSTANCIA
111 Casación. Carácter excepcional ............................................................................................... 500
112 Derecho a la pluralidad de instancias. Finalidad ..................................................................... 500
113 Derecho a la pluralidad de instancias. Independencia de cada instancia judicial .................... 500
114 Derecho a la pluralidad de instancias. Noción ........................................................................ 500
PUBLICIDAD DE LOS PROCESOS
115 Principio de publicidad. Concreción del principio general constitucional de la publicidad de la
actuación estatal .................................................................................................................... 501
116 Principio de publicidad. Expresión del principio de transparencia .......................................... 501
117 Principio de publicidad. Regulación constitucional ................................................................. 501
PRUEBA
118 Actuación probatoria. Función del juez ................................................................................... 501
119 Prueba dinámica. Carga de la prueba ..................................................................................... 501
120 Prueba dinámica. Necesidad ................................................................................................... 501
121 Prueba dinámica. Noción ........................................................................................................ 502
122 Prueba dinámica. Utilización en nuestro ordenamiento .......................................................... 502

687
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA


123 Tutela judicial efectiva. Plazo razonable en la ejecución de resoluciones judiciales ................ 502
124 Tutela jurisdiccional efectiva. Acceso a la justicia entendido como evaluación de la pretensión
por la Administración de Justicia ........................................................................................... 502
125 Tutela jurisdiccional efectiva. Adopción de medidas para la ejecución de las resoluciones judi-
ciales ...................................................................................................................................... 503
126 Tutela jurisdiccional efectiva. Como derecho genérico ............................................................ 503
127 Tutela jurisdiccional efectiva. Contenido del derecho al acceso a la justicia ........................... 503
128 Tutela jurisdiccional efectiva. Derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales ............ 503
129 Tutela jurisdiccional efectiva. Derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales como ma-
nifestación del Estado Democrático de Derecho ..................................................................... 504
130 Tutela jurisdiccional efectiva. Derecho a la independencia judicial ......................................... 504
131 Tutela jurisdiccional efectiva. Derecho al acceso a la justicia ................................................. 504
132 Tutela jurisdiccional efectiva. Derecho al acceso a la justicia de tribunales internacionales ... 504
133 Tutela jurisdiccional efectiva. Exigencias a los jueces respecto al derecho a la efectividad de
las resoluciones judiciales ...................................................................................................... 504
134 Tutela jurisdiccional efectiva. Exigencias inmersas en el contenido constitucional del derecho
a la efectividad de las resoluciones judiciales ......................................................................... 505
135 Tutela jurisdiccional efectiva. Finalidad del derecho a la ejecución de resoluciones judiciales 505
136 Tutela jurisdiccional efectiva. Límites al acceso a la justicia ................................................... 505
137 Tutela jurisdiccional efectiva. Límites al derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales 505
138 Tutela jurisdiccional efectiva. Noción ..................................................................................... 505
139 Tutela jurisdiccional efectiva. Vertiente subjetiva ................................................................... 506
140 Tutela jurisdiccional efectiva. Relación del derecho a la ejecución de resoluciones judiciales
con otros derechos constitucionales ....................................................................................... 506
141 Tutela jurisdiccional efectiva. Relación entre el derecho a la efectividad de las resoluciones
judiciales y la cosa juzgada ..................................................................................................... 506
142 Tutela jurisdiccional efectiva. Relación entre el derecho a la ejecución de las resoluciones
judiciales y la independencia judicial ...................................................................................... 506
143 Tutela jurisdiccional efectiva. Requisitos procesales como límites al acceso a la justicia ........ 506
144 Tutela jurisdiccional efectiva. Respeto de los requisitos procesales al contenido esencial del
derecho al acceso a la justicia ................................................................................................. 506
UNIDAD Y EXCLUSIVIDAD DE LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL
145 Actividad jurisdiccional del Poder Judicial. Función ............................................................... 507
146 Atribuciones jurisdiccionales. Vinculación con el principio de supremacía constitucional ...... 507
147 Exclusividad de la función jurisdiccional. Noción ................................................................... 507
148 Exclusividad de la función jurisdiccional. Vertientes negativa y positiva ................................ 507
149 Función jurisdiccional. Como fin primario del Estado ............................................................. 508
150 Función Jurisdiccional. Como manifestación de la soberanía del Estado ................................. 508
151 Función Jurisdiccional. Noción ............................................................................................... 508
152 Jurisdicción. Concepto ............................................................................................................ 508
153 Jurisdicción. Facultades .......................................................................................................... 508
154 Jurisdicción. Órganos con jurisdicción absoluta y jurisdicción relativa ................................... 508
155 Jurisdicción. Requisitos .......................................................................................................... 508
156 Jurisdicciones especializadas. Ámbito de funcionamiento ...................................................... 509
157 Jurisdicciones especializadas. Diferencia con el concepto de jurisdicción de excepción .......... 509
158 Jurisdicciones especializadas. Excepciones a los principios de unidad y exclusividad ............. 509
159 Jurisdicciones especializadas. Reconocimiento constitucional ................................................ 509
160 Organización de la función jurisdiccional del Estado. Aplicación de garantías procesales ....... 509
161 Organización de la función jurisdiccional del Estado. Poder Judicial, Tribunal Constitucional
y Jurado Nacional de Elecciones ............................................................................................. 510
162 Potestad jurisdiccional. Ejercicio ............................................................................................ 510
163 Unidad de la función jurisdiccional. Noción ............................................................................ 510
164 Unidad de la función jurisdiccional. Organización del Poder Judicial ...................................... 510
165 Unidad de la función jurisdiccional. Relación con el principio de igualdad ante la ley ............ 510

688
ÍNDICE GENERAL .

DERECHO
PROCESAL CIVIL

JURISDICCIÓN
001 Ejercicio de la función jurisdiccional por las comunidades campesinas y nativas. Reconocimiento
constitucional ......................................................................................................................... 511
002 Ejercicio de la función jurisdiccional por las comunidades campesinas y nativas. No vulnera-
ción del principio de igualdad ante la ley ............................................................................... 511
003 Exclusividad de la función judicial. Exclusividad negativa de la jurisdicción ordinaria ........... 511
004 Jurisdicción supranacional. Agotamiento de la jurisdicción interna ....................................... 511
005 Jurisdicción supranacional. Como manifestación del derecho de acceso a la justicia .............. 512
JUECES
006 Inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Aspectos ...................................................... 512
007 Inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Como garantía para los administrados ......... 512
008 Inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Como garantía de imparcialidad y permanen-
cia en el servicio judicial ........................................................................................................ 512
009 Inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Como garantía para los jueces militares ....... 512
010 Inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Movilidad de jueces militares en estado de
emergencia ............................................................................................................................. 512
011 Inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Violación de inamovilidad de jueces militares 513
012 Independencia de los magistrados. Ámbitos ........................................................................... 513
013 Independencia de los magistrados. Como garantía de la salvaguarda y realización del valor del
ordenamiento en su conjunto ................................................................................................. 513
014 Independencia de los magistrados. Como componente lógico del principio de separación y
ponderación entre instituciones constitucionales ................................................................... 513
015 Independencia de los magistrados. Independencia externa .................................................... 513
016 Independencia de los magistrados. Independencia externa en los procesos de ratificación de
magistrados ............................................................................................................................ 513
017 Independencia de los magistrados. Independencia interna ..................................................... 514
018 Independencia de los magistrados. Noción ............................................................................. 514
019 Independencia de los magistrados. Verdad y libertad como fundamentos ............................... 514
020 Jueces de Paz. Función de fedatario público ........................................................................... 514
021 Jueces de Paz. Proceso de elección popular ............................................................................ 514
022 Jueces de Paz. Prohibición de integrar provisionalmente Salas Superiores ............................. 514
023 Permanencia de los magistrados en el servicio. Como derecho constitucional ........................ 515
024 Permanencia de los magistrados en el servicio. Estabilidad absoluta ...................................... 515
025 Permanencia de los magistrados en el servicio. Límite interno ............................................... 515
026 Prohibición de sindicalización de magistrados y fiscales. Regulación constitucional ............... 515
027 Requisitos para ser magistrado de la Corte Suprema. Rol trascendente de la experiencia en el
ejercicio de la función jurisdiccional ....................................................................................... 515
028 Requisitos para ser magistrado de la Corte Suprema. Vinculación de la experiencia y debida
preparación con la idoneidad judicial ...................................................................................... 516
PRINCIPIOS PROCESAL CIVILES
029 Iura novit curia. Diferencia de la suplencia de queja .............................................................. 516
030 Iura novit curia. Noción .......................................................................................................... 516

689
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO
PROCESAL CONSTITUCIONAL

MATERIAS REVISABLES EN SEDE CONSTITUCIONAL


001 Abuso del derecho. Requisitos para ser tramitado en procesos constitucionales ..................... 517
002 Causas pendientes ante el órgano jurisdiccional. Admisión del hábeas corpus ....................... 517
003 Derechos fundamentales afectados. No se admite existencia de zonas de indefensión ........... 517
004 Resoluciones no revisables por el Poder Judicial. Aplicación del test de razonabilidad ........... 517
PRINCIPIOS PROCESALES EN SEDE CONSTITUCIONAL
005 Debido proceso. Carga argumental por parte del justiciable ................................................... 518
006 Debido proceso. Identificación del derecho afectado como carga del justiciable ..................... 518
007 Debido proceso. Procedencia del hábeas corpus ..................................................................... 518
008 Debido proceso. Supuestos del contenido del derecho a la prueba protegidos por procesos
constitucionales ..................................................................................................................... 518
009 Dirección judicial del proceso. Contenido ............................................................................... 518
010 Dirección judicial del proceso. Diferencia con el principio de inmediación ............................. 519
011 Iura novit curia. Alcances ....................................................................................................... 519
012 Iura novit curia. Como deber ineludible del Tribunal Constitucional ...................................... 519
013 Iura novit curia. Como facultad del Tribunal Constitucional ................................................... 519
014 Principio de suplencia de queja. Principio implícito del Derecho Procesal Constitucional ....... 519
PROCESO DE ACCIÓN POPULAR
015 Acción popular. Competencia del Poder Judicial ..................................................................... 520
016 Acción popular. Control abstracto de constitucionalidad de normas infralegales .................... 520
017 Acción popular. Procedibilidad respecto a decretos supremos ................................................. 520
PROCESO DE AMPARO
018 Acción de amparo. Agotamiento de la vía previa .................................................................... 520
019 Acción de amparo. Caducidad del acto reclamado .................................................................. 521
020 Acción de amparo. Examen de constitucionalidad del acto administrativo ............................. 521
021 Acción de amparo. Idoneidad y parámetros ............................................................................ 521
022 Acción de amparo. Inexistencia de etapa probatoria ............................................................... 521
023 Acción de amparo. No dilucidación de titularidad de derechos ............................................... 521
024 Acción de amparo. Procedencia aún cuando existen otros procedimientos previstos .............. 521
025 Acción de amparo. Sujetos pasivos ......................................................................................... 522
026 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Procedencia ............................................... 522
027 Acción de amparo contra normas. Improcedencia frente a normas heteroaplicativas ............. 522
028 Acción de amparo contra normas. Improcedencia para cuestionar validez de las leyes ........... 522
029 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Actos materia de control ............................ 523
030 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Amparo contra amparo .............................. 523
031 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Criterios de procedencia del amparo contra
amparo ................................................................................................................................... 523
032 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Determinación de la regularidad de un proceso 524
033 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Improcedencia en caso de proceso judicial
regular ................................................................................................................................... 524
034 Acción de amparo contra resoluciones judiciales. Improcedencia respecto a normas aplicables
en un proceso judicial ordinario ............................................................................................. 524
035 Acción de amparo contra resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones. Procedencia ......... 525
036 Acción de amparo contra resoluciones del Consejo Nacional de la Magistratura. Procedencia 525
037 Amparo contra amparo. Juez competente ............................................................................... 525
038 Amparo contra amparo. Naturaleza excepcional ..................................................................... 525
039 Amparo contra amparo. Objeto ............................................................................................... 526
040 Amparo contra amparo. Pretensión ........................................................................................ 526
041 Amparo contra amparo. Principio de inmutabilidad ................................................................ 526

690
ÍNDICE GENERAL .

042 Amparo contra amparo. Principio de oportunidad y eficacia de la protección de los derechos 526
043 Amparo contra amparo. Principio de seguridad jurídica ......................................................... 526
044 Amparo contra amparo. Recurso a tribunales u organismos internacionales .......................... 527
045 Amparo contra amparo. Regla procesal .................................................................................. 527
046 Amparo contra amparo. Sujetos legitimados .......................................................................... 527
047 Amparo y nulidad del laudo arbitral. Procesos paralelos ......................................................... 527
048 Amparo y nulidad del laudo arbitral. Resuelta la nulidad procede el amparo .......................... 528
PROCESO DE CUMPLIMIENTO
049 Acción de cumplimiento. Deber de acatamiento del funcionario público ................................ 528
050 Acción de cumplimiento. Finalidad ......................................................................................... 528
051 Acción de cumplimiento. Mandamus de la resolución administrativa ..................................... 529
052 Acción de cumplimiento. Procedibilidad ................................................................................. 529
053 Acción de cumplimiento. Procedibilidad respecto a los tratados ............................................. 529
054 Acción de cumplimiento. Renuencia en el incumplimiento como condición de la acción ........ 529
055 Acción de cumplimiento. Requisitos para la exigibilidad del mandato contenido en norma o
acto administrativo ................................................................................................................ 529
PROCESO COMPETENCIAL
056 Conocimiento de conflictos de competencia. Asignación a un órgano constitucional de com-
petencia no prevista constitucionalmente .............................................................................. 530
057 Conocimiento de conflictos de competencia. Conflictos por omisión en cumplimiento del acto
obligatorio .............................................................................................................................. 530
058 Conocimiento de conflictos de competencia. Objeto ............................................................... 530
059 Conocimiento de conflictos de competencia. Modalidades del conflicto .................................. 531
060 Conocimiento de conflictos de competencia. Presupuesto ...................................................... 531
061 Proceso competencial. Conflictos por omisión en cumplimiento de acto obligatorio ............... 531
PROCESO DE HÁBEAS CORPUS
062 Hábeas corpus. Ámbito de aplicación ..................................................................................... 531
063 Hábeas corpus. Calificación de la demanda ............................................................................ 532
064 Hábeas corpus. Carácter excepcional ...................................................................................... 532
065 Hábeas corpus. Concepción amplia ......................................................................................... 532
066 Hábeas corpus. Concepción amplia de su ámbito de protección .............................................. 532
067 Hábeas corpus. Concepción restringida de su ámbito de protección ....................................... 533
068 Hábeas corpus. Diligencia judicial tras interposición del hábeas corpus correctivo ................ 533
069 Hábeas corpus. Dimensiones del hábeas corpus correctivo .................................................... 533
070 Hábeas corpus. Hábeas corpus conexo ................................................................................... 533
071 Hábeas corpus. Hábeas corpus correctivo ............................................................................... 533
072 Hábeas corpus. Hábeas corpus correctivo en defensa del detenido ......................................... 534
073 Hábeas corpus. Hábeas corpus instructivo ............................................................................. 534
074 Hábeas corpus. Hábeas corpus innovativo .............................................................................. 534
075 Hábeas corpus. Hábeas corpus preventivo ............................................................................. 534
076 Hábeas corpus. Hábeas corpus reparador ............................................................................... 534
077 Hábeas corpus. Hábeas corpus restringido ............................................................................. 535
078 Hábeas corpus. Hábeas corpus traslativo ............................................................................... 535
079 Hábeas corpus. Improcedencia respecto a procesos penales regulares .................................... 535
080 Hábeas corpus. No mera constatación empírica ...................................................................... 535
081 Hábeas corpus. Objeto ............................................................................................................ 536
082 Hábeas corpus. Procedencia contra resoluciones judiciales .................................................... 536
083 Hábeas corpus. Prohibición de dilucidar la legalidad de los actos administrativos .................. 536
084 Hábeas corpus. Protección de derechos comunicativos ........................................................... 536
085 Hábeas corpus. Protección de derechos conexos a la libertad individual ................................ 536
086 Hábeas corpus. Protección del debido proceso en conexión con la libertad personal .............. 536
087 Hábeas corpus. Rechazo liminar de la demanda ..................................................................... 537
088 Hábeas corpus. Retraso en la declaración instructiva ............................................................. 537

691
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

PROCESO DE HÁBEAS DATA


089 Hábeas Data. Alcances ........................................................................................................... 537
090 Hábeas data. Ámbito de protección ........................................................................................ 538
091 Hábeas data. Relación con el ejercicio de la libertad de información ...................................... 538
PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD
092 Acción de inconstitucionalidad. Bloque de constitucionalidad ................................................ 538
093 Acción de inconstitucionalidad. Consecuencias de la multiplicación de fuentes normativas
con el mismo rango ................................................................................................................ 539
094 Acción de inconstitucionalidad. Constitución como norma suprema ....................................... 539
095 Acción de inconstitucionalidad. Control abstracto de la constitucionalidad de normas infralegales . 539
096 Acción de inconstitucionalidad. Control constitucional de la legislación preconstitucional .... 539
097 Acción de inconstitucionalidad. Control de constitucionalidad de una norma de reforma
constitucional ......................................................................................................................... 540
098 Acción de inconstitucionalidad. Control de constitucionalidad de ordenanza regional ............ 540
099 Acción de inconstitucionalidad. Definición de rango .............................................................. 540
100 Acción de inconstitucionalidad. Definición de rango de ley .................................................... 540
101 Acción de inconstitucionalidad. Dimensiones del control de constitucionalidad ..................... 541
102 Acción de inconstitucionalidad. Dimensión objetiva ............................................................... 541
103 Acción de inconstitucionalidad. Dimensión subjetiva ............................................................. 541
104 Acción de inconstitucionalidad. Examen de constitucionalidad de normas derogadas o no
vigentes ................................................................................................................................. 542
105 Acción de inconstitucionalidad. Examen de constitucionalidad de disposición no vigente por
reabrirse proceso en el que fue aplicada ................................................................................. 542
106 Acción de inconstitucionalidad. Examen de constitucionalidad de una disposición no vigente
por su aplicación ultraactiva ................................................................................................... 542
107 Acción de inconstitucionalidad. Examen de constitucionalidad sobre el periodo de vigencia
de la norma ............................................................................................................................ 542
108 Acción de inconstitucionalidad. Infracción constitucional de fondo ........................................ 543
109 Acción de inconstitucionalidad. Infracción constitucional total o parcial ................................ 543
110 Acción de inconstitucionalidad. Infracción constitucional total .............................................. 543
111 Acción de inconstitucionalidad. Infracción constitucional parcial ........................................... 543
112 Acción de inconstitucionalidad. Infracción constitucional directa ........................................... 543
113 Acción de inconstitucionalidad. Infracción constitucional indirecta ........................................ 544
114 Acción de inconstitucionalidad. Infracción de orden competencial ......................................... 544
115 Acción de inconstitucionalidad. Multiplicación de fuentes normativas con el mismo rango ... 544
116 Acción de inconstitucionalidad. Noción de fuerza de ley ......................................................... 545
117 Acción de inconstitucionalidad. Normas materia de control ................................................... 545
118 Acción de inconstitucionalidad. Objeto ................................................................................... 545
119 Acción de inconstitucionalidad. Principio de jerarquía normativa ........................................... 545
120 Acción de inconstitucionalidad. Principio de coherencia frente a las normas que reproducen
a las declaradas inconstitucionales ......................................................................................... 545
121 Acción de inconstitucionalidad. Supuestos de infracción constitucional de forma .................. 546
122 Acción de inconstitucionalidad. Relación de conexidad e instrumentalidad de normas ........... 546
123 Acción de inconstitucionalidad. Relación de identidad e inconstitucionalidad de normas que
reproducen a las declaradas inconstitucionales ...................................................................... 546
124 Conocimiento de la acción de inconstitucionalidad. Análisis de la constitucionalidad de una
norma ..................................................................................................................................... 547
125 Control de constitucionalidad. Presupuestos .......................................................................... 547
126 Proceso de inconstitucionalidad. Alcances de las sentencias exhortativas en los procesos de
inconstitucionalidad ............................................................................................................... 547
127 Proceso de inconstitucionalidad. Característica ...................................................................... 547
128 Proceso de inconstitucionalidad. Interpretación contraria a los derechos fundamentales en
los procesos de inconstitucionalidad ....................................................................................... 547
129 Proceso de inconstitucionalidad. Medidas alternativas a la declaración de inconstitucionalidad 548

692
ÍNDICE GENERAL .

130 Proceso de inconstitucionalidad. No puede peticionarse a través de este un pronunciamiento


indirecto sobre un problema planteado en procesos de cumplimiento .................................... 548
131 Proceso de inconstitucionalidad. Objetivo .............................................................................. 548
132 Proceso de inconstitucionalidad. Proceso abstracto de inconstitucionalidad ........................... 548
133 Proceso de inconstitucionalidad. Registro de RENIEC es el válido para interpretar el concepto
de ciudadanos del respectivo ámbito territorial ...................................................................... 548
PROCESOS CONSTITUCIONALES
134 Conocimiento de acciones de resoluciones denegatorias de garantías constitucionales. Exclu-
sión de cuestiones de orden penal .......................................................................................... 548
135 Conocimiento de resoluciones denegatorias de garantías constitucionales. Análisis de la
constitucionalidad de la ley .................................................................................................... 548
136 Conocimiento de resoluciones denegatorias de garantías constitucionales. Resoluciones
denegatorias ........................................................................................................................... 549
137 Juez Constitucional. Debe adecuar las formalidades a los fines de los procesos constitucionales . 549
138 Legitimidad para interponer acción de inconstitucionalidad. Colegios de Abogados ............... 549
139 Legitimidad para interponer acción de inconstitucionalidad. Legitimidad conjunta de diversos
colegios profesionales ............................................................................................................. 549
140 Legitimidad para interponer acción de inconstitucionalidad. Reglas para los colegios profe-
sionales .................................................................................................................................. 550
141 Legitimidad para interponer acción de inconstitucionalidad. Regulación constitucional ......... 550
142 Legitimidad para interponer acción de inconstitucionalidad. Relación entre la ley cuestionada
y especialidad del colegio profesional ..................................................................................... 550
143 Proceso de tutela de derechos. Actuación inmediata de sentencias estimatorias .................... 550
144 Procesos constitucionales. Amenaza cierta e inminente de derechos constitucionales ........... 551
145 Procesos constitucionales. Ausencia de etapa probatoria ........................................................ 551
146 Procesos constitucionales. Competencia en razón a la materia ............................................... 551
147 Procesos constitucionales. Como concreción del recurso contemplado en la Convención Ame-
ricana de Derechos Humanos ................................................................................................. 551
148 Procesos constitucionales. Definición del principio de proporcionalidad de las penas ............. 551
149 Procesos constitucionales. Importancia de la regulación del RAC ........................................... 551
150 Procesos constitucionales. Improcedencia y criterio de flexibilidad pro accione ..................... 552
151 Procesos constitucionales. Improcedencia por falta de agotamiento de la vía previa .............. 552
152 Procesos constitucionales. Improcedencia por sustracción de la materia ................................ 552
153 Procesos constitucionales. Mecanismos procesales para tutelar derechos constitucionales .... 552
154 Procesos constitucionales. Naturaleza jurídica ....................................................................... 552
155 Procesos constitucionales. Probanza de actos violatorios de derechos .................................... 553
156 Procesos constitucionales. Procedibilidad contra proceso judicial ........................................... 553
157 Procesos constitucionales. Progreso significativo de los procesos constitucionales ................ 553
158 Procesos constitucionales. Protección de derechos fundamentales ......................................... 553
159 Procesos constitucionales. Prohibición de la jurisdicción militar de conocer procesos constitu-
cionales .................................................................................................................................. 553
160 Proceso constitucional. Recursos ordinarios ........................................................................... 553
161 Proceso constitucional. Recursos excepcionales ...................................................................... 554
162 Proceso constitucional. Recursos extraordinarios ................................................................... 554
163 Recursos impugnatorios. Clasificación .................................................................................... 554
164 Resolución cautelar estimatoria. Ejecución ............................................................................. 555
165 Tribunal Constitucional alemán. Procedencia de los recursos interpuestos ............................. 555
RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL
166 Recurso de agravio constitucional. Admisibilidad del recurso ................................................ 555
167 Recurso de agravio constitucional. Aplicación inmediata de nuevos supuestos de procedencia . 555
168 Recurso de agravio constitucional. Aplicación inmediata de precedentes ............................... 555
169 Recurso de agravio constitucional. Finalidad de nuevo criterio de procedencia ...................... 555
170 Recurso de agravio constitucional. Importancia ..................................................................... 556
171 Recurso de agravio constitucional. Fundamento ..................................................................... 556

693
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

172 Recurso de agravio constitucional. Procedencia ..................................................................... 556


173 Recurso de agravio constitucional. Procedencia frente a incumplimiento de sentencias cons-
titucionales ............................................................................................................................ 556
174 Recurso de Agravio constitucional. Redimensionamiento ....................................................... 557
175 Recurso de agravio constitucional. Regla procesal .................................................................. 557
176 Recurso de agravio constitucional. Regla sustancial ............................................................... 557
177 Recurso de agravio constitucional. Tribunal Constitucional restablece orden constitucional .. 557
RECURSO DE QUEJA
178 Recurso de queja. Extensión de su ámbito de aplicación ........................................................ 557
179 Recurso de queja. Objeto de su aplicación .............................................................................. 557
180 Recurso de queja. Supuestos para su procedencia .................................................................. 558
SENTENCIAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
181 Ejecución de sentencias constitucionales. Actuación del Tribunal Constitucional ................... 558
182 Sentencias del Tribunal Constitucional. Ámbito de aplicación del precedente ........................ 558
183 Sentencias del Tribunal Constitucional. Aplicación del estado de cosas inconstitucionales para
proteger los derechos constitucionales ................................................................................... 558
184 Sentencias del Tribunal Constitucional. Aplicación del precedente jurisprudencial vinculante 558
185 Sentencias del Tribunal Constitucional. Calidad de cosa juzgada ............................................ 559
186 Sentencias del Tribunal Constitucional. Carácter no vinculante de sentencias interpretativas-
manipulativas exhortativas .................................................................................................... 559
187 Sentencias del Tribunal Constitucional. Competencia para determinar un precedente
jurisprudencial vinculante ...................................................................................................... 559
188 Sentencias del Tribunal Constitucional. Conclusión de la exhortación .................................... 559
189 Sentencias del Tribunal Constitucional. Consecuencia de la renuencia a acatar sentencias
sobre el estado de cosas inconstitucionales ............................................................................ 559
190 Sentencias del Tribunal Constitucional. Criterios para el cambio de precedente jurispruden-
cial vinculante ........................................................................................................................ 560
191 Sentencias del Tribunal Constitucional. Definición de jurisprudencia constitucional .............. 560
192 Sentencias del Tribunal Constitucional. Definición de precedente jurisprudencial vinculante 560
193 Sentencias del Tribunal Constitucional. Definición del estado de cosas inconstitucionales ..... 560
194 Sentencias del Tribunal Constitucional. Diferencia entre declaración de inconstitucionalidad
y derogación ........................................................................................................................... 560
195 Sentencias del Tribunal Constitucional. Diferencia entre precedente vinculante y exhortación . 561
196 Sentencias del Tribunal Constitucional. Disposición y norma como componentes de un pre-
cepto legal .............................................................................................................................. 561
197 Sentencias del Tribunal Constitucional. Distinción entre disposición y norma como presu-
puesto de sentencias interpretativas ...................................................................................... 561
198 Sentencias del Tribunal Constitucional. Distinción entre precedente y jurisprudencia ........... 561
199 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efecto vinculante ...................................................... 561
200 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos del precedente jurisprudencial vinculante .... 562
201 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos de la declaración del estado de cosas incons-
titucionales ............................................................................................................................ 562
202 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos personales directos e indirectos ................... 562
203 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos temporales ................................................... 563
204 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos temporales irretroactivos ............................. 563
205 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos temporales retroactivos ................................ 563
206 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos temporales retroactivos en materia penal .... 563
207 Sentencias del Tribunal Constitucional. Efectos temporales retroactivos en materia tributaria . 563
208 Sentencias del Tribunal Constitucional. Eficacia prospectiva del precedente jurisprudencial
vinculante (Prospective overruling) ........................................................................................ 564
209 Sentencias del Tribunal Constitucional. Ejecución de las sentencias constitucionales ............ 564
210 Sentencias del Tribunal Constitucional. Eliminación de los efectos beneficios para el reo de
la norma declarada inconstitucional ....................................................................................... 564
211 Sentencias del Tribunal Constitucional. Estructura interna .................................................... 564

694
ÍNDICE GENERAL .

212 Sentencias del Tribunal Constitucional. Fallo constitucional .................................................. 564


213 Sentencias del Tribunal Constitucional. Finalidad de las sentencias interpretativas ............... 565
214 Sentencias del Tribunal Constitucional. Función normativa de las sentencias que declaran la
inconstitucionalidad de una norma ......................................................................................... 565
215 Sentencias del Tribunal Constitucional. Función pacificadora ................................................. 565
216 Sentencia constitucional. Fundamentos .................................................................................. 566
217 Sentencias del Tribunal Constitucional. Fundamento de las sentencias interpretativas .......... 566
218 Sentencias del Tribunal Constitucional. Fundamentos de las sentencias estimativas interpre-
tativas-manipulativas ............................................................................................................. 566
219 Sentencias del Tribunal Constitucional. Importancia de la jurisprudencia constitucional ....... 567
220 Sentencias del Tribunal Constitucional. Invocación preceptiva .............................................. 567
221 Sentencias del Tribunal Constitucional. Jurisprudencia constitucional como fuente de derecho ... 567
222 Sentencias del Tribunal Constitucional. Legitimidad para diferir efectos ................................ 567
223 Sentencias del Tribunal Constitucional. Límites a los efectos temporales retroactivos en
materia penal ......................................................................................................................... 568
224 Sentencias del Tribunal Constitucional. Límites de las sentencias interpretativas .................. 568
225 Sentencias del Tribunal Constitucional. Naturaleza del precedente jurisprudencial vinculante . 569
226 Sentencias del Tribunal Constitucional. Noción del certiorary ................................................ 569
227 Sentencias del Tribunal Constitucional. Noción de sentencia constitucional .......................... 569
228 Sentencias del Tribunal Constitucional. Objeto de la declaración del estado de cosas incons-
titucionales ............................................................................................................................ 570
229 Sentencias del Tribunal Constitucional. Overruling ................................................................ 570
230 Sentencias del Tribunal Constitucional. Pago de costos ante la declaración del estado de cosas
inconstitucionales .................................................................................................................. 570
231 Sentencias del Tribunal Constitucional. Precedente jurisprudencial vinculante como forma de
cubrir un vacío normativo ...................................................................................................... 570
232 Sentencias del Tribunal Constitucional. Presupuestos básicos para el establecimiento del
precedente jurisprudencial vinculante .................................................................................... 571
233 Sentencias del Tribunal Constitucional. Rango de ley de las sentencias de inconstitucionalidad 571
234 Sentencias del Tribunal Constitucional. Razón declarativa-axiológica .................................... 571
235 Sentencias del Tribunal Constitucional. Razón suficiente ....................................................... 571
236 Sentencias del Tribunal Constitucional. Razón subsidiaria o accidental .................................. 572
237 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias de especie ............................................... 572
238 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias de principio ............................................ 572
239 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias de principio desestimativas .................... 572
240 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias de principio estimativas .......................... 573
241 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias desestimativas por rechazo simple ......... 573
242 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias desestimativos por el sentido interpretativo . 573
243 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias estimativas de simple anulación ............. 573
244 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias estimativas interpretativas propiamente
dichas ..................................................................................................................................... 573
245 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias estimativas interpretativas-manipulativas . 574
246 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias interpretativas ........................................ 574
247 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias interpretativas-manipulativas reductoras 574
248 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias interpretativas-manipulativas aditivas ... 574
249 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias interpretativas-manipulativas estipulativas 575
250 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias interpretativas-manipulativas exhortativas 575
251 Sentencias del Tribunal Constitucional. Sentencias interpretativas-manipulativas sustitutivas 576
252 Sentencias del Tribunal Constitucional. Vacatio sententiae en sentencias interpretativas-
manipulativas exhortativas .................................................................................................... 576
253 Sentencias del Tribunal Constitucional. Valor jurídico constitucional ..................................... 576

695
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

DERECHO
PROCESAL PENAL

ACCIÓN PENAL
001 Acción penal. Formas de extinción ......................................................................................... 577
002 Prescripción de la acción penal. Igual cómputo para cómplice ................................................ 577
003 Prescripción de la acción penal. Principios de economía y celeridad procesal ......................... 577
APLICACIÓN DE LA LEY PROCESAL PENAL
004 Aplicación inmediata de la ley procesal penal. Vigencia y obligatoriedad de la ley ................. 577
COLABORACIÓN EFICAZ
005 Colaboración eficaz. Colaborador eficaz no tiene obligación de decir la verdad ...................... 577
006 Colaboración eficaz. Condiciones de procedencia de la colaboración eficaz ............................. 578
007 Colaboración eficaz. Definición de colaboración eficaz ........................................................... 578
DECLARACIÓN
008 Invalidez de las declaraciones obtenidas por violencia. Finalidad ........................................... 578
009 Invalidez de las declaraciones obtenidas por violencia. Independencia de la validez del proceso
penal ...................................................................................................................................... 578
DERECHOS FUNDAMENTALES EN EL PROCESO PENAL
010 Derecho a la pluralidad de instancias. Efectos de la impugnación penal ................................. 578
011 Derecho a no incriminarse. Ámbito normativo del derecho a no autoincriminarse ................. 578
012 Derecho a no incriminarse. Derecho a no autoincriminarse como contenido del debido proceso 579
013 Derecho a no incriminarse. Derecho a no autoincriminarse como manifestación del debido
proceso ................................................................................................................................... 579
014 Derecho a no incriminarse. Protección del derecho a no autoincriminarse en el proceso penal . 579
015 Derecho a no incriminarse. Protección del derecho a no autoincriminarse frente a actos
estatales ................................................................................................................................. 579
016 Derecho a no incriminarse. Relación entre el derecho a no autoincriminarse y la presunción
de inocencia ........................................................................................................................... 580
017 Derecho de defensa. Afectación del contenido esencial .......................................................... 580
018 Derecho de defensa. Ámbito de aplicación y garantías mínimas ............................................. 580
019 Derecho de defensa. Aplicación al acto de no ratificación ....................................................... 580
020 Derecho de defensa. Aplicación en la investigación policial ................................................... 581
021 Derecho de defensa. Aplicación en todas las etapas del proceso ............................................. 581
022 Derecho de defensa. Caso de abogado procesado .................................................................... 581
023 Derecho de defensa. Como elemento de la tutela procesal efectiva ........................................ 581
024 Derecho de defensa. Como garantía de los justiciables ........................................................... 581
025 Derecho de defensa. Comunicación a través de locutorio ....................................................... 581
026 Derecho de defensa. Contenido constitucionalmente protegido .............................................. 581
027 Derecho de defensa. Derecho de petición como contenido del derecho de defensa ................. 582
028 Derecho de defensa. Doble dimensión .................................................................................... 582
029 Derecho de defensa. Estado de indefensión ............................................................................ 582
030 Derecho de defensa. Garantía de congruencia en el proceso penal ......................................... 582
031 Derecho de defensa. Información al imputado de los cargos que se le formulan ..................... 583
032 Derecho de defensa. Necesidad de defensa técnica o letrada .................................................. 583
033 Derecho de defensa. Noción ................................................................................................... 583
034 Derecho de defensa. Plazo razonable ...................................................................................... 583
035 Derecho de defensa. Pronunciamiento que excede acusación penal ........................................ 584
036 Derecho de defensa. Relación con el uso de los medios impugnatorios y el derecho a la doble
instancia ................................................................................................................................. 584
037 Derecho de ser informado sobre las razones de la detención. Noción ..................................... 584

696
ÍNDICE GENERAL .

DETENCIÓN
038 Condiciones dignas de detención. Derecho a no ser objeto de tratos inhumanos. ................... 584
039 Detención. Deberes de la Policía Nacional al ejecutar una orden de detención ....................... 585
040 Detención como restricción de la libertad personal. Intervención mínima del Derecho Penal 585
041 Detención domiciliaria. Como alternativa frente a la detención preventiva ............................ 585
042 Detención domiciliaria. Imposibilidad de que se abone su duración a favor de la pena privativa
de libertad .............................................................................................................................. 585
043 Detención domiciliaria. Procedibilidad ................................................................................... 585
044 Detención en caso de la flagrancia delictiva. Requisitos ......................................................... 585
045 Detención judicial preventiva. Análisis de la actividad procesal del detenido ......................... 586
046 Detención judicial preventiva. Análisis de la celeridad del órgano judicial ............................. 586
047 Detención judicial preventiva. Análisis de la complejidad del asunto ..................................... 586
048 Detención judicial preventiva. Análisis de proporcionalidad .................................................. 586
049 Detención judicial preventiva. Análisis de provisionalidad ..................................................... 586
050 Detención judicial preventiva. Análisis de subsidariedad ....................................................... 587
051 Detención judicial preventiva. Características de la motivación ............................................. 587
052 Detención judicial preventiva. Características de la motivación del mandato ......................... 587
053 Detención judicial preventiva. Como facultad de jueces no penales ....................................... 587
054 Detención judicial preventiva. Como medida excepcional o de última ratio ........................... 588
055 Detención judicial preventiva. Como medida subsidiaria, provisional y proporcional ............. 588
056 Detención judicial preventiva. Competencia del juez constitucional ....................................... 588
057 Detención judicial preventiva. Condiciones ............................................................................ 588
058 Detención judicial preventiva. Configuración de la libertad procesal ...................................... 589
059 Detención judicial preventiva. Criterios para determinar la razonabilidad de la detención ..... 589
060 Detención judicial preventiva. Diferencia entre plazo razonable y plazo legal ........................ 589
061 Detención judicial preventiva. Evaluación de la conducta obstaculizadora del procesado ....... 590
062 Detención judicial preventiva. Exigencia estricta de motivación del mandato ........................ 590
063 Detención judicial preventiva. Identidad con la pena privativa de la libertad ......................... 590
064 Detención judicial preventiva. Libertad procesal por vulneración del plazo razonable ............ 590
065 Detención judicial preventiva. Motivación estricta ................................................................. 591
066 Detención judicial preventiva. Naturaleza de medida cautelar ............................................... 591
067 Detención judicial preventiva. Naturaleza distinta de la detención domiciliaria ..................... 591
068 Detención judicial preventiva. Noción .................................................................................... 592
069 Detención judicial preventiva. Peligro procesal ...................................................................... 592
070 Detención judicial preventiva. Peligro procesal en tráfico ilícito de drogas ............................ 592
071 Detención judicial preventiva. Plazo máximo en procesos anulados ....................................... 592
072 Detención judicial preventiva. Plazo razonable de duración ................................................... 592
073 Detención judicial preventiva. Plazo razonable variable ......................................................... 593
074 Detención judicial preventiva. Requisitos ............................................................................... 593
075 Detención judicial preventiva. Suficiencia probatoria ............................................................. 594
076 Proscripción de la detención arbitraria. Alcance a condena de sentencia expedida violando
debido proceso ....................................................................................................................... 594
077 Proscripción de la detención arbitraria. Análisis de razonabilidad del mandato de detención . 594
EXTRADICIÓN
078 Extradición. Aspectos de la regulación constitucional ............................................................ 594
079 Extradición. Características .................................................................................................... 594
080 Extradición. Condiciones para la extradición pasiva ............................................................... 595
081 Extradición. Cuasi extradición ................................................................................................ 595
082 Extradición. Definición ........................................................................................................... 595
083 Extradición. Definición de delitos políticos ............................................................................. 595
084 Extradición. Exclusión de los delitos políticos ........................................................................ 596
085 Extradición. Extradición activa ............................................................................................... 596
086 Extradición. Extradición ampliada .......................................................................................... 596
087 Extradición. Extradición ejecutiva .......................................................................................... 596
088 Extradición. Extradición pasiva .............................................................................................. 596

697
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

089 Extradición. Extradición primaria ........................................................................................... 596


090 Extradición. Extradición procesal ........................................................................................... 596
091 Extradición. Extradición renovada .......................................................................................... 596
092 Extradición. Posibilidad de reextradición ................................................................................ 596
093 Extradición. Principio de reciprocidad .................................................................................... 596
094 Extradición. Sistema anglosajón ............................................................................................. 597
095 Extradición. Sistema romano-germánico ................................................................................ 597
096 Extradición. Sistemas de extradición ...................................................................................... 597
HOMONIMIA
097 Homonimia. Situación de homonimia ..................................................................................... 597
INCOMUNICACIÓN
098 Derecho a no ser incomunicado. Autoridad que decreta la incomunicación ............................ 597
099 Derecho a no ser incomunicado. Carácter no absoluto ........................................................... 597
JURISDICCIÓN MILITAR
100 Exclusividad de la función judicial. Exclusividad negativa de la jurisdicción militar ............... 598
101 Jurisdicción militar. Ámbito de competencia .......................................................................... 598
102 Jurisdicción militar. Ámbito restringido ................................................................................. 598
103 Jurisdicción militar. Aplicación de garantías procesales ......................................................... 598
104 Jurisdicción militar. Aplicación de las garantías procesales en tiempos de paz y de guerra .... 599
105 Jurisdicción militar. Capacitación de jueces y fiscales no es función exclusiva de la Acade-
mia de la Magistratura ........................................................................................................... 599
106 Jurisdicción militar. Carácter excepcional ............................................................................... 599
107 Jurisdicción militar. Conocimiento del recurso de casación por la Sala Suprema Militar Policial ... 599
108 Jurisdicción militar. Destitución de magistrados militares es potestad del Consejo Nacional
de la Magistratura .................................................................................................................. 600
109 Jurisdicción militar. Determinación de la competencia entre la jurisdicción ordinaria y militar . 600
110 Jurisdicción militar. Diferencia con los órganos de administración militar ............................. 600
111 Jurisdicción militar. Estatuto jurídico ..................................................................................... 601
112 Jurisdicción militar. Estatuto jurídico que preserva autonomía judicial y trato igualitario de
miembros ............................................................................................................................... 601
113 Jurisdicción militar. Excepción al ejercicio de la función jurisdiccional solo para el juzgar los
delitos de la función militar .................................................................................................... 601
114 Jurisdicción militar. Fiscales especializados en lo penal militar deben someterse al régimen
disciplinario del Ministerio Público ........................................................................................ 601
115 Jurisdicción militar. Formación y capacitación de la Academia de la Magistratura ................. 602
116 Jurisdicción militar. Imposibilidad de que militares en actividad actúen como jueces ............ 602
117 Jurisdicción militar. Incompetencia para preservar los principios de orden y disciplina ......... 602
118 Jurisdicción militar. Intervención del CNM en la elaboración de reglamentos de concurso y
balotarios para la selección jueces .......................................................................................... 602
119 Jurisdicción militar. Invalidez de remisión a tipos penales comunes ...................................... 603
120 Jurisdicción militar. Límites al ámbito de competencia ........................................................... 603
121 Jurisdicción militar. Observancia de los principios y garantías de la administración de justicia . 603
122 Jurisdicción militar. Órgano incompetente y cosa juzgada ...................................................... 604
123 Jurisdicción militar. Principios de unidad y exclusividad ........................................................ 604
124 Jurisdicción militar. Proceso judicial militar y procedimiento administrativo interno ............. 604
125 Jurisdicción militar. Régimen de los militares en situación de retiro ...................................... 604
126 Jurisdicción militar. Régimen disciplinario especial ................................................................ 604
127 Jurisdicción militar. Régimen disciplinario único .................................................................... 605
128 Jurisdicción militar. Respecto del derecho de defensa ............................................................ 605
129 Jurisdicción militar. Sala Suprema Penal Militar debe someterse al régimen disciplinario del
Poder Judicial ......................................................................................................................... 605
130 Jurisdicción militar. Vertiente negativa del principio de exclusividad de la función jurisdiccional . 605
131 Jurisdicción militar. Vertiente positiva del principio de exclusividad de la función jurisdiccional .. 605
132 Jurisdicción militar. Vulneración del derecho al juez natural en caso de juzgamiento de civiles 605

698
ÍNDICE GENERAL .

133 Jurisdicción ordinaria y jurisdicción militar. Distribución de competencias ............................ 606


134 Límites del legislador para regular la jurisdicción militar. Actuación de la Corte Suprema ..... 606
135 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Afectación de atri-
buciones del Consejo Nacional de la Magistratura .................................................................. 606
136 Principio de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Afectación por inter-
vención del Poder Ejecutivo en nombramiento de jueces militares ......................................... 607
137 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Afectación por la
estructura de la jurisdicción militar ........................................................................................ 607
138 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Caso del juez militar . 607
139 Principios de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Inamovilidad de
cargos de jueces militares ...................................................................................................... 608
140 Propuesta de establecer una Sala Penal Militar. Como órgano de casación ............................. 608
MEDIOS IMPUGNATORIOS
141 Casación. Jurisdicción ordinaria y militar ............................................................................... 608
MEDIOS TÉCNICOS CONTRA EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL
142 Derecho de gracia ................................................................................................................... 609
MINISTERIO PÚBLICO
143 Atribuciones del Ministerio Público. Carácter requiriente ...................................................... 609
144 Atribuciones del Ministerio Público. Carga de la prueba y conducción de la investigación
del delito ................................................................................................................................ 609
145 Atribuciones del Ministerio Público. Exclusividad de funciones ............................................. 609
146 Atribuciones del Ministerio Público. Principio acusatorio ....................................................... 609
147 Atribuciones del Ministerio Público. Regulación constitucional .............................................. 610
148 Atribuciones del Ministerio Público. Subordinación funcional de la Policía Nacional en inves-
tigación del delito ................................................................................................................... 610
149 Ministerio Público. Alcances de la protección constitucional de los fiscales provisionales ...... 610
150 Ministerio Público. Autonomía ............................................................................................... 610
151 Ministerio Público. Reserva de ley orgánica ........................................................................... 610
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA
152 Derecho a la presunción de inocencia. Actuación del juez constitucional ............................... 611
153 Derecho a la presunción de inocencia. Aplicación temporal ................................................... 611
154 Derecho a la presunción de inocencia. Carga de la prueba ..................................................... 611
155 Derecho a la presunción de inocencia. Definición ................................................................... 611
156 Derecho a la presunción de inocencia. Detención judicial preventiva irrevocable .................. 612
157 Derecho a la presunción de inocencia. Detención judicial preventiva y prognosis de la pena . 612
158 Derecho a la presunción de inocencia. Mandato de detención preventiva .............................. 612
159 Derecho a la presunción de inocencia. Plazo razonable de detención preventiva .................... 612
160 Derecho a la presunción de inocencia. Principio de culpabilidad ............................................ 612
161 Derecho a la presunción de inocencia. Valoración de los medios de prueba ............................ 613
PRINCIPIOS PROCESAL PENALES
162 Administración de justicia. Control difuso en materia penal ................................................... 613
163 Cosa juzgada. Delimitación del principio ne bis in ídem ......................................................... 613
164 Cosa juzgada. Relación con el principio ne bis in ídem ........................................................... 613
165 Cosa juzgada. Requisitos del principio ne bis in ídem ............................................................. 613
166 Debido proceso. Agravamiento de una sanción no constituye violación al principio ne bis in ídem .. 614
167 Debido proceso. Complementación de una sanción no constituye violación al principio ne
bis in ídem ............................................................................................................................. 614
168 Debido proceso. Defensa obstruccionista vulnera el derecho a ser juzgado en un plazo razonable 614
169 Debido proceso. Dimensión material del principio ne bis in ídem .......................................... 614
170 Debido proceso. Dimensión procesal del principio ne bis in ídem ........................................... 614
171 Debido proceso. Finalidad del derecho a ser juzgado en un plazo razonable ........................... 615
172 Debido proceso. Investigación que excede el plazo reglamentario .......................................... 615

699
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

173 Debido proceso. No afectación del principio non bis in ídem en caso de pena con sanciones
múltiples ................................................................................................................................ 615
174 Debido proceso. Noción de celeridad procesal ........................................................................ 615
175 Debido proceso. Principio ne bis in ídem ................................................................................ 616
176 Debido proceso. Reapertura de proceso penal y principio ne bis in ídem ................................ 616
177 Debido proceso. Reapertura de proceso por declaración de nulidad de sentencia y principio
ne bis in ídem ......................................................................................................................... 616
178 Debido proceso. Relación entre el derecho a ser juzgado en un plazo razonable y la celeridad
procesal .................................................................................................................................. 616
179 Debido proceso. Relación entre el plazo de tramitación del proceso y el derecho a ser juzgado
en un plazo razonable ............................................................................................................. 616
180 Debido proceso. Relación entre la complejidad del caso y el derecho a ser juzgado en un plazo
razonable ................................................................................................................................ 616
181 Debido proceso. Relación entre procesos excesivamente breves y el derecho a ser juzgado
en un plazo razonable ............................................................................................................. 617
182 Debido proceso. Respeto a las garantías del proceso penal ..................................................... 617
183 Debido proceso. Valoración de la prueba en el proceso penal ................................................. 617
184 Jurisdicción predeterminada por ley. Juez competente en materia penal ................................ 617
185 Jurisdicción predeterminada por ley. Órganos jurisdiccionales especializados ........................ 617
186 Motivación de resoluciones judiciales. Manifestación en materia penal ................................. 617
187 Principio de imparcialidad de la función jurisdiccional. Acepciones ........................................ 618
188 Principio de legalidad. Lex praevia y la aplicación de normas procesal penales en el tiempo .. 618
189 Principio de no ser condenado en ausencia. Ausencia y contumacia ....................................... 619
190 Principio de no ser condenado en ausencia. Caso del reo en condición de ausente ................. 619
191 Principio de no ser condenado en ausencia. Consecuencias de la expulsión del acusado en la
lectura de la sentencia ........................................................................................................... 619
192 Principio de no ser condenado en ausencia. Expulsión del acusado en la lectura de la sentencia 619
193 Principio de no ser condenado en ausencia. Faz negativa del principio de no ser condenado
en ausencia ............................................................................................................................ 619
194 Principio de no ser condenado en ausencia. Faz positiva del principio de no ser condenado en
ausencia ................................................................................................................................. 620
195 Principio de no ser condenado en ausencia. Naturaleza de la expulsión del acusado en la
lectura de la sentencia ........................................................................................................... 620
196 Principio de no ser condenado en ausencia. Principio de no ser condenado en ausencia como
garantía del proceso penal ...................................................................................................... 620
197 Principio de publicidad en los procesos. Reserva en la aplicación del principio de publicidad
en los procesos ....................................................................................................................... 620
198 Principio de publicidad en los procesos. Secreto sobre la instrucción del proceso penal ......... 620
PRUEBA
199 Prueba. Actuación de medios probatorios ............................................................................... 620
REINCIDENCIA
200 Reincidencia. Calificación de una conducta para configurar la reincidencia ............................ 621
201 Reincidencia. Noción .............................................................................................................. 621
202 Reincidencia. Supuestos de evaluación de la reincidencia ...................................................... 621

DERECHO
TRIBUTARIO

ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
001 Actos de la Administración Tributaria. Abuso del derecho no se configura ............................. 622

700
ÍNDICE GENERAL .

BENEFICIOS TRIBUTARIOS
002 Potestad tributaria. Función de los beneficios tributarios ....................................................... 622
003 Potestad tributaria. Necesidad, idoneidad y proporcionalidad de los beneficios tributarios ..... 622
004 Tratamiento especial en materia tributaria. Requisitos de las leyes que otorgan beneficios
tributarios .............................................................................................................................. 622
CONFISCATORIEDAD
005 Confiscatoriedad. Criterios para su determinación ................................................................. 623
006 Confiscatoriedad. Cualitativa ................................................................................................. 623
007 Confiscatoriedad. Cuantitativa ............................................................................................... 623
008 Confiscatoriedad. Reglas para evaluar validez de arbitrios ..................................................... 623
POTESTAD TRIBUTARIA
009 Potestad tributaria. Agotamiento de la vía previa .................................................................. 624
010 Potestad tributaria. Ámbito reservado al legislador ................................................................ 624
011 Potestad tributaria. Delimitación de facultades de gobiernos locales ...................................... 624
012 Potestad tributaria. Excepción del agotamiento de la vía previa ............................................. 624
013 Potestad tributaria. Facultad de configuración de tributos ...................................................... 625
014 Potestad tributaria. Límites .................................................................................................... 625
015 Potestad tributaria. Niveles de análisis de constitucionalidad ................................................ 625
016 Potestad tributaria. Noción y justificación .............................................................................. 625
017 Potestad tributaria. Principios constitucionales tributarios como límites ................................ 625
018 Potestad tributaria. Relación de los principios de no confiscatoriedad y de capacidad contributiva 626
019 Potestad tributaria. Vinculación a la Constitución .................................................................. 626
020 Potestad tributaria. Vinculación con el principio de constitucionalidad .................................. 627
021 Potestad tributaria municipal. Como concreción de la autonomía normativa .......................... 627
022 Potestad tributaria municipal. Constatación de la reserva de ley cuando el tributo se crea por
ordenanza ............................................................................................................................... 627
023 Potestad tributaria municipal. Parámetros de control ............................................................. 627
024 Potestad tributaria municipal. Ratificación de las ordenanzas distritales ................................ 628
PRINCIPIOS
025 Capacidad contributiva. Autoavalúo como manifestación ....................................................... 628
026 Capacidad contributiva. Manifestaciones ............................................................................... 628
027 Capacidad contributiva. Manifestación del principio de igualdad ........................................... 628
028 Capacidad contributiva. Principio de solidaridad .................................................................... 628
029 Capacidad contributiva. Principio tributario implícito ............................................................ 629
030 Legalidad. Concepto ............................................................................................................... 629
031 Legalidad. Límites de la remisión reglamentaria .................................................................... 629
032 Legalidad tributaria y de reserva de ley. Diferencias .............................................................. 629
033 Principio de no confiscatoriedad. Afectación de una misma actividad por dos impuestos ....... 630
034 Principio de no confiscatoriedad. Estructura ........................................................................... 630
035 Principio de no confiscatoriedad. Función institucional .......................................................... 630
036 Principio de no confiscatoriedad. Parámetro que impone la Constitución ............................... 630
037 Principio de no confiscatoriedad. Trasgresión ......................................................................... 631
038 Principio de solidaridad. Consagración ................................................................................... 631
039 Principio de reserva de ley. Contenido .................................................................................... 631
040 Principio de Reserva de Ley. Definición .................................................................................. 631
041 Reserva de ley. Delegación de facultades legislativas ............................................................. 632
042 Reserva de ley. Expresión del principio democrático ............................................................... 632
043 Reserva de ley. Límites de la remisión reglamentaria ............................................................. 632
044 Reserva de ley. Instrumento legal y competencia en la regulación de aranceles y tasas ......... 633
045 Reserva de ley. Planos horizontal y vertical ............................................................................ 633
046 Reserva de ley. Principio de reserva absoluta de ley ............................................................... 633
047 Reserva de ley. Prohibición de remisión normativa en blanco ................................................ 633
048 Reserva de ley. Relativa .......................................................................................................... 634

701
GUÍADE JURISPRUDENCIAS DELTRIBUNALCONSTITUCIONALPARAELABOGADO LITIGANTE

PROCEDIMIENTOS TRIBUTARIOS
049 Debido proceso. Vulneración del derecho de defensa .............................................................. 634
RESERVA TRIBUTARIA
050 Reserva tributaria: Límite al derecho de acceso de información publica ................................. 634
TRIBUTO
051 Hipótesis de incidencia. Sujeto pasivo .................................................................................... 635
052 Hecho imponible. Contenido .................................................................................................. 635
053 Tributo. Elementos esenciales ................................................................................................ 635

ÍNDICE GENERAL ............................................................................................................................ 637

702

S-ar putea să vă placă și