Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Quinto, «Noos
el costoolvidéis
de lasdeconstrucciones
la hospitalidad, yporque por «lia alguaos,ctsin
del mantenimiento lassaberlo,
mismas
es enorme,hospedaron
y siempreángeles»
lo será.(He. 13:2).
¿ Por qué? Porque la iglesia tiene que sostenerse
por
* síTodos
misma,
losindependiente
creyentes tienendelque
estado y dellagobierno.
practicar La iglesia
hospitalidad no tiene
como medio que
para
enredarse con los
ministrar, gobiernos
y tienen o con sin
que hacerlo instituciones seculares del mundo, porque
murmuraciones.
estas pueden «Practicando
plantear requisitos y restringir
lahcspitalidad» el mensaje del evangelio.
(Ro. 12:13).
Sexto, el «Hospedaos
enorme los unos a ios otroscosto
y extravagante sin murmuraciones» (1P. 4:9). de iglesias
de las propiedades
Especialmente las viudas deben practicar la hospitalidad
consume dinero, grandes cantidades de dinero, dinero que con como medio para
frecuencia se
ministrar.
debería usar para proclamar el evangelio alrededor del mundo. Muchos
«Que tenga testimoniodebuenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado
creyentes—-especialmente los de sociedades industrializadas—objetarán a esto.
la hospitalidad; si lla lavado los pies de los santas; si ha socorrido a los
Pero cuando tú y yo
afligidos; si b«<hemos sido
practicado todaescogidos
buena obra»para
(1 Ti.ser ministros y líderes de
5:10).
Cristo para proclamar el evangelio a todo el mundo, cuando tú y yo estemos ante
Cuarto, una iglesia centrada en los hogares es la única forma en que el
Dios en el día del juicio, Dios no podrá pasar por alto los edificios
mundo pueda ser ganado permanentemente para Cristo. Cambios políticos o
extravagantes de algunas iglesias cuando tanto gente sufre tanto y nunca ha
legales frecuentemente conducen a la opresión
escuchado una presentación clara del evangelio. Muchos de nosotros, tanto
pastores como líderes laicos, seremos condenados y tendremos que soportar el
terrible juicio dé Dios. Habremos fallado igual que el joven mercader; habremos
fallado en dar lo qu& somos y-tenemos a los pobres y necesitados del mundo.
Quiera Dios ayudamos, por Cristo y por su causa, a buscar y salvar a los
perdidos y a ministrar a los necesitados del mundo.
14. Debes edificar la iglesia como un sabio arquitecto.
«Conforme a la gracia que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse
d fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
Porque nadie puede poner otro fundamento
que el que está puesto, el cual es Jesucristo» (1 Co. 3:10-11).
Pensamiento. La palabra «arquitecto» (archtekton) señala al supervisor o al
arquitecto de un proyecto de construcción. Pablo dice que él fue quien planificó
la iglesia en Coñnto. Él fue quien puso los fundamentos, quien comenzó y dirigió
la fundación de la iglesia. Fíjate en cinco cosas del texto anterior.
a) Como ministro eres un perito constructor debido a la «gracia de Dios», y no
por algunahabiüdad o méritopersonai.La palabra
A. Tú y tu mensaje
1. Debes sostener la sana doctrina y debes predicar y enseñar la sana doctrina.
«Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en
Cristo Jesús» (2 Ti. 1:13).
«Pero tú habla lo que e&á de acuerdo con la sana doctrina» (Tit.
2:1).
Pensamiento. Como pastor, lo primero que debes hacer es mantenerte firme en la
sana doctrina (2 Ti. 2:13). La palabra «sana» (hugiainonton ) es interesante.
Significa saludable y que prodiga salud. Debes ajustarte a palabras sanas,
palabras que prodigan salud, es decir, a palabras que te hagan a ti y a tus oyentes
saludables v sanos. ¿Qué palabras te harán a tí y a lu gente saludables y sanos ?
Aquellas que están cubiertas por has Escrituras:
• las palabras del evangelio (2 Ti. 1:8).
• las palabras de la salvación (2 Ti. 1:9).
• las palabras acerca de Jesucristo, el glorioso mensaje de que Él abolió la
muerte trayendo vida e inmortalidad al hombre (2 Ti. 1:9-10).
• las palabras enseñadas por el mismo Pablo, las que le enseñó a Timoteo y a
los creyentes de la iglesia primitiva (2 Timoteo 1:13).
Dicho de forma sencilla, debes ajustarte a las Santas Escrituras, a la Palabra
de Dios mismo. Solamente la Palabra de Dios puede traer salud y vida al alma
humana. Fíjate lo que dice 2 Timoteo 1:13.
a) Debes ajustarte a palabras sanas en fe. Es decir, tienes que creer en Cristo,
rendir tu corazón y vida a Él, y tienes que ser leal a Cristo. Si no crees las
palabras y el mensaje acerca de Cristo —si no tienes fe en Cristo—
entonces no te estás ajustando a las palabras sanas. La primerísima señal de
que una persona se ajusta a las palabras sanas es su fe en Cristo. Si una
persona no cree en Cristo, está creyendo una doctrina falsa, una falsa
filosofía de la vida, y por eso perecerá. Las únicas palabras que pueden
traer salud y sanidad a tu gente son las palabras de Cristo, las palabras
vivificantes de su salvación. Debes ajustarte a las palabras sanas creyendo
en Jesucristo, el único Salvador que ha traído las palabras vivificantes de
Dios a la tierra. Esta es la única forma en que puedes traer verdadera salud
y sanidad a tu preciosa gente.
b) Debes ajustarte a las palabras sanas en amor. No es suficiente creer en las
sanas palabras acerca de Cristo; también tienes que hacer lo qaefcizo
Cristo, es decir, amar a todos sin tener en cuenta quienes son o qué han
hecho. Una persona que ama auténticamente el evangelio cree en Qmtq, y
ama tanto a Cristo como a aquellos por quienes Cristo murió y a quienes
vino a salvar.
El tema es este: es imposible creer verdaderamente en Cristo y en su
evangelio sin amar a Cristo y a su Palabra. Si verdaderamente amas a
Cristo y a su Palabra, entonces haces lo que hizo Cristo: ves a la gente del
mundo a través de los ojos de Cristo y amas a todos así como Cristo amó a
todos. Te ajustas a las sanas palabras en amor; procuras compartir las
palabras de salud y sanidad con todos los hombres. Quieres que todos los
hombres conózcan las sanas palabras de salvación que traen salud y sani-
dad al alma humana.
«Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues
haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren» (1 Ti.
siempre atentos a ti. Tú estás «[siempre] delante átIHos y del Señor Jesucristo»
¿Por qué?Tara versiestáspredicandoy enseñando la Palabra dé Dios. Fíjate en 2
Timoteo 4 1 2. Es precisamente lo que aquí se gi^e . El rasgo característico <te
este gran pasaje se encuentra en los dos versículos previos:
«Toda la Escritura «s inspirada •por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para eorregir, para instruir en justicia. a fín de que él hombre sea -
perfecto, enteramente preparado para toda sbnenaebía»{2;ín.3:16-17).
Por eso «teencarezco ... que prediques la pahtbra...» (2 Ti. 4:1 - 2).
DebespredicarlaPáíabra.porque'Dios y Cristoestán mirando, sus ojos están
puestos en ti. Están observando para ver si predicas la Palabra. No debes predicar
tus propias ideas ni las ideas de otros hombres. El mensaje del evangelio no es el
mensaje de filosofía humana, ni de psicología,-ni4e sociología, ni de ia
educación. No es el mensaje de la imagen propia o del desarrollo personal. Por
muy útiles que estos temas pueden ser, ellos no son el evangelio; no son la
Palabra de Dios.
¿Qué es la Palabra de Dios? La Palabra de Dios es el glorioso evangelio de
nuestra salvación. La Palabra es las Escrituras que sostenemos en nuestras manos
y estudiamos y enseñamos a cuanta persona quiera escuchar y oír. La Palabra de
Dios es...
• la revelación de Dios mismo, el registro de lo que Dios quiere que sepamos,
el registro que se encuentra en las Santas Escrituras, la Santa Biblia (2 Ti.
3:16-17).
• el increíble amor de Dios que no habla de Jesucristo, el Hijo de Dios, que
vino a la tierra para salvar al hombre del pecado, del sufrimiento y de la
muerte de este mundo (Jn. 3:16; Ro. 5:1-5: 5:6-11).
• la gran misericordia de Dios que él ha derramado sobre nosotros mediante la
muerte de su Hijo, el Señor Jesucristo (Ef. 2:4-7).
• el acercamiento de la resurrección y del juicio de todos los hombres (Mt
25:31-46: Jn. 5:28-30; 1 Co. 15:1-58).
Esta es la Palabra de Dios. Esta es la Palabra que debes predicar. Esta es la
Palabra que debes proclamar desde las azoteas con toda osadía y coraje. No
importan las pruebas o amenazas de los hombres, tú debes «predicar la Palabra»,
la Palabra del Dios vivo.
«Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, .persevero hasta el día de hoy,
dando testimonio a pequeños y a grandes, «o didendo nada fuera délas cosas
que los profetas y Moisés dijeron que habían desuceder» (Hch. 26:22).
Ahora vuelve a fijarte -en 2 Timoteo 4:1-2: Hay tres fuertes razones por las
que debes predicar la Palabra de Dios:
a) El Señor Jesucristo juzgará a los vivos y a los muertos. Si tú vives cuando
Cristo venga, Él va a juzgarte. Si mueres antes de su venida,; Él va a
juzgarte. Es una idea con dos partes.
Segundo, va a juzgarte si bas predicadola Palabra o no. Si predicas las
ideas de hombres en lugar de la Palabra de Dios, serás juzgado y
condenado. Si predicas una mezcla de ideas humanas y la Palabra de
Dios serás juzgado y condenado. William Barclay afirma claramente:
«Algún día el trabajo de Timoteo será probado, la prueba no
será efectuada por ningún otro sino por Jesucristo mismo. El trabajo
de un cristiano no [es] para satisfacer a los hombres, sino para
satisfacer a Jesús. Tiene que hacer cada cosa de tal manera que pueda
tomarla y ofrecerla a Cristo. No le preocupa ni la crítica ni el
veredicto de los hombres. La única cosa que codicia es el “¡Bien
hecho!” de Jesucristo» (Letters to Timothy, Tltus and Philemon, pp.
232ss).
«Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus
ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras» (Mt 16:27).
«Y nos mandó que predicásemos ai pueblo, y testificásemos que él es d
que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos» (Hch. 10:42).
«Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal
de Cristo* para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras
estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo» (2 Co. 5:10).
b) El Señor Jesucristo aparecerá en gloria. Está volviendo a la tierra y nada va
a detener su retorno. Esto se ve en la palabra «aparecer» (epiphaneiah). Se
refiere a la aparición gloriosa y visible del Señor Jesús (Kenneth Wuest,
The Pasroml Episiles, p. 153). La historia de la palabra se encuentra en la
aparición del gran emperador romano, especialmente cuando una ciudad
esperaba su visita. Se hacían minuciosos preparativos; los edificios y las
calles eran fregados y lavados; la gente trabajaba mucho en su propia
preparación y la de su ciudad para la venida del rey. Les entusiasmaba su
venida, concentraban su atención y energía en su venida. Como ministro
esto es exactamente lo que debes hacer: debes predicar la Palabra,
manteniendo tu atención en el retomo del Señor Jesucristo. Debes estar
preparado para su retorno, y te preparas predicando la Palabra. El
Conquistador está volviendo; si fracasas en predicar la Palabra, te
presentarás ante Él sin estar preparado, confundido y avergonzado. Si
fracasas en sujetarte ahora a Él, si fracasas en predicar su Palabra, serás
sujetado y juzgado por Él.
«Por testo, también vosotros estad preparados; porque el Hijo dd Hombre
vendrá a la hora que no pensáis» (Mt 24:44).
«De tal manera que nada os frita en ningún don, esperando la
manifestación de nuestro Señor Jesucristo» (1 Co. 1:7).
«Que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición
de nuestro Señor Jesucristo» (1 Ti. 6:14).
c) El Señor Jesucristo establecerá su reino por siempre y siempre. Como
auténtico ministro de Dios, serás un ciudadano del reino del Señor. Tu
posición y rango, la responsabilidad que te será asignada en ese reino,
estará basada en tu fidelidad en este mundo. Por eso tienes que
predicar fielmente la Palabra. Debes mantener tus ojos en el reino de
Cristo así como Cristo mantiene sus ojos sobre tu fidelidad. «Entonces
vive y trabaja de tal manera que alcances un alto rol entre los ciudadanos
del reino cuando el reino venga» (William Barclay, ibid., p. 234).
«Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que
comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las
doce tribus de Israel» (Le. 22:29-30).
Debes proclamar a Jesucristo y a Él crucificado.
«Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de
Dios, no fui con exflelenda de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber
entre vostros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado» (1 Co. 2:1-2).
«Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente
tropezadero, y para ios gentiles locura» (1 Co. 1:23).
«Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaría, Ies predicaba a
Cristo» (Hch. 8:5).
«Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le
anunció el evangelio de Jesús» (Hch. 8:35).
Pensamiento: Como ministro, debes predicar a Jesucristo, y a Él crucificado. La
frase «propuse» (ekrina) significa haber decidido, haber tomado una decisión.
Pablo tomó deliberadamente una decisión, una vigorosa determinación de
predicar solamente a Jesucristo, a Él crucificado. Su tema no fue...
• Jesús el gran modelo para ¡os hombres.
• Jesús el gran maestro.
• Jesús el gran hombre de propósitos.
Jesús el gran ejemplo.
• Jesús el gran mártir.
El mensaje de Pablo fue Jesucristo. Su persona como el Hijo de Dios, «el
cual nos toa sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y
redención» (1 Co. 1:30). El mensaje de Pablo fue Jesucristo, y El crucificado.
Pablo declaró: «Me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a
Jesucristo, y a éste crucificado» (1 Co. 2:1-2). Esta es una afirmación enfática,
vigorosa:
El rasgo característico de la predicación de Pablo era la muerte de
Jesucristo.
El tema de la predicación de Pablo era la muerte de Jesucristo.
• El mensaje de la predicación de Pablo era la muerte de Jesucristo.
• El principio de la predicación de Pablo era la muerte de Jesucristo. El
corazón de la predicación de Pablo era la muerte de Jesucristo. Es preciso que tú
también no conozcas sino a Cristo, concentrarte en la muerte de Jesucristo. El
motivo para ello se ve claramente cuando miramos lo que las Escrituras dicen
acerca de la muerte de nuestro Señor.
* Es por la muerte de Jesucristo que eres limpiado y librado de todo
pecado.
«Porque cato es misaagredel'Buevo .pacto, que por muchos es derramada
para remlñóa de )ospecados»>(ML 26:28).
«Quien llevó ¿1 mismo nuestros pecados co su cuerpo sobre d madero,
pora que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos ala justicia;
ypor cu v» herí da fuisteis sanndíjs» (1P. 2:24; cp. Jn. 1:29; 1 Go. 15:13;
lie; 9:22^26,38; 1 Jn. .1:7* 3:5).
* Es por la muerte <le Jesucristo que eres aceptado por Dios y
reconciliado >con Él, y que tienes paz con Dios.
«Bara.alabanza'dela.gloiüade.sugtacia, con la cual nos hizo acepto**»
«IAmado,«n quien lencmosredeación porsu sangre, ei perdón de pecadas
según las riquezas de su erada» (Ef. 1:6-7).
«Xpor medio de áreconáliar^consigo todas las cosas, así las que
estánenda’tieFracomolas queestán en los cielos, haciendo la pazmdianteb
sangre-de su cruz»(Col. 1:20).
* Es por la muerte de Jesucristo que eres justificado.
«Pues jnudio más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos
salvos déla ira» (Ro. 5:9).
* Es por lamuerte de Jesucristo que eres redimido eternamente.
«En quien tesemos redención por su sangre, el perdón de pecados» (Col.
1:14).
«Porque hay un solo Díos, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre, el cuai se dio a sí mismo en resca te por todas, de lo
cual $e dio testimonio a su debido tiempo» (1 Ti. 2:5-6; cp. Ro. 3:24-25;
He. 9:12; 1P. 1:18; Ap. 5:9).
* Es por la muerte de Jesucristo que eres librado de la muerte.
«Nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y
ia inmortalidad por el evangelio» (2 Ti. 1:10).
«Pero vemos a aquel que fue hedió un poco menor que ios ángeles, a Jesús,
coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para
que por la gracia de Dios gustase ia muerte por todos» (He. 2:9).
* Es por la muerte de Jesucristo que eres librado de la condenación.
<^¿Qnién.es el que condenará? Cristo es el que mwió; más aun, d que
también resucitó, d que además está a b diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros» (Ro. 8:34).
* Es por la muerte de Jesucristo que eres librado de la maldición de la ley,
es decir, de la muerte y de la separación de Dios.
«Cristonosredaniódeiamaididóa de bley,hedió por nosotros maldición
{porque está escrito: Maldito todo aquel que es colgado ■ en un madero)»
(Gá. 3:13).
«Pero cuando vino d cumplimiento dd tiempo, Dios envió a su Hijo,
nacido de mujer y nucido bajo bley, para que redimiese a los que estaban
bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopdón de hijos» (Gá. 4:4-5).
* Es por la muerte de Jesucristo que eres librado del juicio y de la ira
venidera.
«Y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús,
quien nos libra de b ira venidera» (1 Ts. 1:10).
«Porque no nos áM^juiestoDios para ira, sino para alcanzar saivadón por
medio de nuestro Señor Jesucriscristo, quien murió por nosotros para que ya
sea .queYeiemos, o que durmamos, vivamos juntamente con tí* (1 Ts. 5:9-
10).
• Es por la muerte de Jesucristo que eres librado de este presente siglo malo
(con^tibie yímsiábundo).
«El cual se dio a sí .mismo¡por nuestros -peeados .para Mitrarnos dd
presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestroDios y .. Padre» (Gi.l¡4).
• Es por la muerte de Jesucristo que es quebrantado y destruido él poder de
Satanás sobre lamuerte-^el mundo.
«Anulando el acladelos decretosqueihabía contra nosotros, que nos era
contraria, quitándola deenmedioy clavándola en la cruz, y despojando a los
principados ya las potestades, Jos exhibió públicamente, triunfando sobre
ellos en lacruz»(Col. 2:14-15).
«Asíque, porcuanto'áosiiijos<partiáparonde carne y sangre,
£1 también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al
que tente el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a Indos los que
porid iemorde la nuerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre»
(He. 2:14-15;Ap. 12:11).
• Es por la muerte de Jesucristo que tú eres sanado.
«Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo denuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados»
(ls. 53:5).
• Es por la muerte de Jesucristo que se te han dado todas las cosas.
«El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos
nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?» (Ro. 8:32).
• Es por la muerte de Jesucristo que los que no tienen fuerza son salvados.
«Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los
impíos» (Ro. 5:6).
«Y por el conocimiento tuyo [libertad espiritual] se perderá el hermano débil
por quien Cristo murió» (1 Co. 8:11).
• Es por la muerte de Jesucristo que los impíos son salvados.
«Porque Cristo, cuandoaún éramos débiles, a su tiempo murió por los
impíos» (Ro. 5:6).
• Es por la muerte de Jesucristo que los pecadores son salvados.
«Mas Dios muestra su amor con para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió pornosotros»(Ro. 5:8).
B. Tú y tu predicación y enseñanza
rosa ante
necesidad
hombres.
de Los
los hombres
ministrospodrán
y delcausarte
pueblo algunas
de Diosdificultades
es que sean
controlados por el Espíritu de Dios de manera que Dios pueda demostrar
su poder por medio de ellos a los perdidos y moribundos del mundo.
«Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría, y hasta
lo último de la tierra» (Hch. 1:8).
«Y con gran poder ios apóstoles daban testimonio de la resurrección del
Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos» (Hch. 4:33).
4. Debes predicar y enseñar para agradar a Dios, no a los hombres. No debes
rebajar el evangelio usando palabras lisonjeras para asegurarte apoyo.
«Sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confia se el
evangelio, así hablamos; no como para agradar a ios hombres, sino a Dios, que
prueba nuestros corazones. Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como
sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo» (1 Ts. 2:4-5).
Pensamiento. Siempre debes predicar y enseñar para agradar a Dios y no a los
hombres. No debes rebajar el evangelio usando palabras lisonjeras para
asegurarte apoyo. La mayoría de la gente no quiere oír...
• del pecado y del juicio.
de la absoluta necesidad de los hombres de depender de la muerte de
Cristo para tener salvación.
* del requisito de que una persona entregue todo lo que es y tiene a Cristo
a efectos de cubrir las necesidades de un mundo desesperado.
La predicación de la verdad no siempre es popular, no para gente
carnal e incrédula. Por eso, cuando eres lanzado en medio de gente
mundana, puedes sentirla tentación de rebajar tu mensaje para agradar
a la gente. La tentación puede ser especialmente fuerte cuando tu
sustento corre riesgo.
Sin embargo, nota lo que dice Pablo; nos da dos gloriosos
testimonios.
a) Pablo hace una afirmación completamente clara, es decir, procuraba
agradar solamente a Dios y no a los hombres. Tú también, debes
procurar agradar a Dios y no a los hombres. Hay dos fuertes motivos
para ello.
• Primero, Dios es la persona que te ha confiado el evangelio, no
hombres. Dios posee el evangelio, Él es la persona que te ha liamado
para proclamar el evangelio. Los hombres no tuvieron nada que ver
con la formulación del evangelio ni con tu llamado. Dios te cuidará
cuando predicas el evangelio. Dios te ha llamado a predicar; por eso,
le perteneces a Dios. Consecuentemente, puedes confiar que Dios
cuidará de ti si la gente reacciona contra el evangelio y te atacan.
• Segundo, solamente Dios probará tu corazón y te juzgará. Algún
en la tierra, pero Dios te causará dificultades en la eternidad si
abusas o te opones al evangelio de Dios.
b) Pablo hace otra afirmación totalmente clara: no predicaba y enseñaba
por lo que podía obtener de ello. Ni tú debes hacerlo ni ningún otro
ministro.
• La palabra «lisonjeras» (kolakeias) siempre se refiere al tipo de
palabras lisonjera cuyo propósito es obtener algo de la gente
(William Barclay, Letters to the Pkilippians, Colossians and
Thessalonians. «The Daily StudyBible», p. 221). Pablo no lison-
jeaba a la gente para asegurarse su amistad, su decisión de
seguirle, su sostén. Por supuesto, alentaba a la gente, y su cartas en
el Nuevo Testamento muestran que los alentaba con frecuencia.
Pero lo bacía auténticamente, cubriendo siempre las áreas débiles
que la gente tenía que fortalecer como también sus áreas fuertes y
recomendables. Como ministro del Señor, tienes que alentar a la
gente, pero siempre con autenticidad. Nunca debes lisonjear a la
gente para asegurarte su sostén o su decisión de seguirte o de
aumentar tu salario.
* La palabra «avaricia» muestra que Pablo era acusado de estar en
el ministerio por avaricia; que había escogido el ministerio para
ganarse la vida, para ganar dinero. Pablo lo niega enfáticamente y
dice que su estilo de vida lo prueba. Declara que la iglesia sabe la
verdad y que Dios es testigo de la verdad.
Nunca debes osar el ministerio como pantalla de avaricia por
lo que puedas obtener de Él. Tu propósito de estar en el ministerio
no es ganar dinero, ni siquiera de ganar un sustento. Tu propósito
es predicar y enseñar el evangelio del Señor Jesucristo.
Como ministro nunca debes rebajar el evangelio por temor a
la reacción, o a perder tu sustento, tu entrada o un eventual
aumento de tu salario. Siempre tiene que predicar y enseñar para
agradar a Dios, no a los hombres.
5. No debes gloriarte en ti mismo; sino solamente en la cruz. No debes
buscar popularidad y reconocimiento del mundo ni querer impresionar
bien para atraer la atención sobre ti mismo.
«Ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque
podíamos seros carga como apóstoles de Cristo» (1 Ts. 2:6).
«Todos los que quieren «gradar en la carne {dar una buena impresión},
éstos os obligan a que os circuncidéis (paraseguir rituales y ceremonias
religiosas],salamente para no padecer persecución- a causa de la cruz deCristo.
Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; pero quieren que
vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne {jactarse en ustedes
como convertidos]» (Gá. 6:12- 13).
«Pero lejos esté de misionarme, sino en la cruz de nuestro Señor
Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo» (Gá.
6:14).
«Porque ao nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como
Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús» (1 Co. 4:5).
*
#
♦
Pensamiento: Pabio va directamente a] grano; no se está con rodeos en lo que
dice; no buscaba la gloria, el prestigio, honra, o reconocimiento de la gente (1
♦
Ts. 2:6a).Fíjateendos puntos significativos: ♦
a) Como ministro no debes gloriarte en ti mismo. Debes hacer como dijo #
Pablo que él hizo, es decir, no debesbuscar 1 a -gloria,el prestigio, honra o ♦
reconocimiento de la gente. Pablo no procuraba ser reconocido como un
gran predicador o buen ministro. No estaba procurando ser reconocido
♦
como un líder o como «un hombre-de posición. Pero la gran tragedia es é
esta, algunos ministros-se glorían -en' sí mismos; procuran dar un buen ♦’
espectáculo e impresionar a la carne. Algunos buscan popularidad y
reconocimiento del mundo.
Fíjate en el versículo de arriba, en Gálatas 6:12. Es una lección que
el ministro de Dios necesita mucho. En la iglesia de Gálacia se habían
infiltrado falsos ministros. Se oponían tanto a Pablo como al evangelio
que predicaba. Su principal énfasisjera que una persona tenía que
someterse al ritual básico de la religión, el ritual i de la circuncisión
(bautismo, confirmación, membresía de la iglesia, etc). Presentaban a Ja
circuncisión como necesaria para la salvación. Si una persona era
circuncidada estaba en buen ¡ camino hacia la salvación. Pablo atacó esa
posición y presentó ¡ una vigorosa acusación contra falsos maestros. Los
acusó de ser, impulsados por motivaciones mundanas. Recuerda que
estaba tratando con maestros y ministros falsos dentro de la iglesia. Lo
que tenía para decirles es una vigorosa lección para maestros de cada
generación.
Buscaban el favor de los hombres más que el favor de Dios.; Muchos
de los primeros ministros del evangelio eran sacerdotes que vieron a
Jesucristo como al Salvador del mundo. Sin embargo, lo aceptaban
solamente como un agregado a la ley. Decían que Jesucristo vino
primordialmente para mostrar cómo quiere Dios que vivamos; por eso.
solo agregaba algo más a la ley. La ley seguía siendo importante para
acercarse a Dios; debemos acercarnos a Dios por medio de ambos, la ley y
Jesucristo. Poi eso, en aquellos días no era algo popular proclamar que
Cristi solo era el camino a Dios. Los ministros que proclamaba!
solamente a Cristo eran perseguidos mediante Ja ridiculización burlas,
abusos y rechazo. Un ministro que predicaba la salvaciót por medio de la
cruz de Cristo únicamente se consideraba com< destruyendo tanto a la
ley como a la religiónestablecida. Por esc los ministros de la religión
establecida perseguían a los ministro de la cruz. En consecuencia requería
verdadero coraje levantars: y proclamar la verdad. La mayoría escogió la
salida fácil y fu! con el ministerio establecido para evitar la persecución.
Tú —y todos nosotros como 4 njnistros de<Dios— tenemO que
preguntarnos: ¿Estoy siguiendo la religión establecida y poptt lar del
mundo en vez de proclamar la verdad de Jesucristo y s Palabra? ¿Tengo
miedo del ridículo, del rechazo.y abuso de la cru: ¿Cuántas veces soy >
tentado a rebajar el mensaje-de la cruz pai
V
;
)
/
no ofender a alguien en la congregación? ¿Tengo que temer rechazo si
proclamo el mensaje simple de salvación en la cruz de Cristo solamente?
¿Tengo que temer una reacción de mis pares y líderes
denominacionales?
Segundo, los falsos maestros procuraban dar un buen espectáculo
incrementando sus números estadísticos (Gá. 6:13). Nota lo que las
Escrituras dicen exactamente: Querían que la gente sea circuncidada
para poder jactarse en el número de ellos. Su interés no era tanto
enseñar a la gente a obedecer al Señor y a la ley sino fortalecer su propia
seguridad. Querían el reconocimiento mediante la aparición de un
ministerio creciente. Procuraban la aprobación y aceptación de la gente
más que el bienestar de la gente. Su preocupación principal era
presentar un ministerio creciente de manera que pudieran asegurar su
propio salario y su posición con la gente.
La gente se impresiona con el crecimiento de números estadísticos
de crecimiento. Todo el mundo lo sabe, tanto los líderes religiosos como
laicos. Como resultado tienes que cuidarte de la tentación de acentuar el
crecimiento del número de bautismos, asistencia a la iglesia, al estudio
bíblico, de programas o actividades. Debes cuidarte del énfasis en el
crecimiento de números, porque el aumento de los números puede
conducir a que uno se gloríe en sí mismo. El aumento de números...
• mejora la imagen.
• incentiva el ego.
• refleja éxito.
• aumenta la reputación.
• asegura la posición.
• subraya dones y talentos.
• acentúa el carisma.
• abre puertas.
• ayuda a aumentar las entradas.
• atrae la atención.
b) Como ministro debes gloriarte en una cosa y solamente en ella, es decir,
en la cruz de Cristo (Gá. 6:14). La cruz de Cristo es la única gbria o
jactancia de un verdadero pastor de Dios, porque no hay otra forma de
acercarse a Dios que no sea la cruz. Dios solamente acepta a una persona
si se acerca por el camino de la cruz. No hay otra forma de ser aceptable
a Dios. Por eso el verdadero pastor no tiene otro mensaje, ni otra verdad
en la cual jactarse. Nota el por qué: Porque la cruz crucifica al mundo
para ti y a ti para el mundo. ¿Qué significa esto?
Primero, crucifica al mundo para ti. El mundo tiene toda clase de
atracciones que te apelan, y a veces tu carne desea esas atracciones. Hay
atracciones tales como...
• posición. • sexo.
• poder. • placer.
• aceptación. • honra.
• posesiones. • cornea.
• dinero. • reconocimiento.
La lista podría continuar para incluir cada atracción que apela
sobre la tierra, pero ¿cuál es el fin de todo deseo carnal? Deterioro,
decaimiento, muerte, y un sentido de juicio. El hombre mismo envejece,
muere, decae. No hay nada sobre la tierra que perdure y viva
eternamente. Si quieres vivir para siempre, alguien con omnipotencia
tiene que reestructurar este mundo. Alguien tiene que destruir el mundo
y rehacerlo, todo lo que hay en Él, incluyendo tu carne. La gloriosa
noticia es que Dios ha hecho precisamente eso. Dios ha mostrado que
ama este mundo, y ha demostrado su amor de la forma más perfecta
posible? ¿Cómo?
Dios envió a su Hijo a este mundo para morir por ti y para librarte
de este mundo. Cuando Cristo murió en la cruz, cargó con la pena de tus
transgresiones. Él tomó la condenación a muerte de la ley pronunciada
contra ti y cargó la condenación por ti. Por eso, si crees que Jesucristo
murió por ti, si lo crees al punto de seguir realmente a Cristo, entonces
serás salvado de este mundo y de la muerte. Dios declara que te contará
como habiendo sido crucificado con Cristo. Nunca tendrás que morir.
Cuando venga para ti el momento de pasar de este mundo al otro, Dios te
transferirá directamente a su presencia para vivir eternamente. Todo
esto ocurrirá en un abrir y cerrar de ojos. Porque tú crees en Cristo,
crees verdaderamente y le sigues, por eso nunca morirás, nunca gustarás
o experimentarás muerte.
Esto es lo que significa que el mundo te haya sido crucificado.
Nunca tendrás que seguir el camino del mundo, esto es, el camino del
pecado, la corrupción, la muerte y el juicio.
• Jesucristo murió para librarte del mundo y de todas sus cadenas,
incluyendo la cadena de la muerte.
El Espíritu de Jesucristo (el Espíritu Santo) vive dentro de ti para
darte el poder de triunfar sobre el mundo en todas sus atracciones
corruptibles. Mediante el Espíritu de Dios tienes el poder de
conquistar los deseos de la carne.
Segundo, la cruz te crucifica a ti para con el mundo. ¿Qué significa
esto? Cuando mueres para el mundo, te apartas de las atracciones y
placeres del mundo; por eso te vuelves inatractivo para el mundo. Ala
gente del mundo no le agrada lo que ve, porque estás rechazando el estilo
de vida y los placeres del mundo. Consecuentemente los mundanos no
quieren tener nada que ver contigo. No quieren que estés en su camino.
Te quieren como no existente, como persona muerta para ellos. Por eso,
cuando vienes a la cruz de Cristo, la cruz te crucifica para con el mundo
y sus caminos. Ya no eres atractivo para el mundo.
El asunto es este: Como obrero de Dios, debes gloriarte en la cruz de
Cristo, no en ti mismo. En la cruz de Cristo Dios te ha dado todo, tanto la
vida actual como eterna, tanto liberación de los deseos de este mundo y
de la condenación de la carne, de la
muerte y del juicio venidero. Por eso no debes buscar reconocimiento y
popularidad mundanal, no debes procurar dar una buena impresión ni
de atraerla atención sobre ti mismo. Bebes gloriarte en Cristo y
solamente en Él.
6. No debes predicarte a ti mismo; ni exaltarte a ti mismo; sino predicar a Cristo
Jesús el Señor.
«Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como
Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús»
(2 Co. 4:5).
Pensamiento. El ministerio demanda servicio, demanda que seas un siervo
de Jesucristo y de otros. Fíjate en dos puntos importantes en las Escrituras
de aniba.
a) Debes predicar a Cristo y no a ti mismo.
• No predicas para mejorar tu imagen ante ios ojos de la gente. No
predicas tus propias ideas, nociones, pensamientos, opiniones, o
filosofía.
• No predicas para impresionar a la gente con tu carisma, habilidad,
elocuencia, dicción, o liderazgo.
Predicas a Cristo y a Él solo. Nota lo que predicas: «Cristo Jesús
como Señor». En el griego no hay un artículo definido (el). El mensaje
del evangelio es que «Cristo Jesús es Señor».
• Cristo significa Mesías, el Salvador mesiánico prometido por Dios
desde el comienzo de la historia.
• El Mesías es Jesús, él carpintero de Nazaret.
• Jesús es Señor, el Señor Dios mismo.
«A este Jesús a quien vosotros cnicificasteis, Dios le ha hecho Señor y
Cristo»,(Hch. 2:36).
«Enseguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el
Hijo de Dios» (Hch. 9:20).
«Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertas, serás salvo» (Ro. 10:9).
b) Debes servir a los hombres, no a ti mismo. Nota la palabra «siervo»
(doulos). Significa esclavo. Debes ser un esclavo de otros, sirviéndoles y
ministrándoles. Debes estar tan dedicado a la gente como lo es un
esclavo a su amo, tan dispuesto a ayudarle y a cubrir sus necesidades
como se requeriría de un esclavo que lo haga con su amo. Fíjate por
qué: por amor a Jesús. ¿Qué significa esto?
Jesús se hizo siervo nuestro o esclavo. Cada día se sacrificó a sí
mismo y lo hizo por nosotros. Por amor a nosotros luchó para vencer al
mundo y a la carne, para conquistar el pecado y sus deseos, para
obtener libertad de las cadenas esclavizantes y de las costumbres de la
vida. Jesucristo sufrió diariamente y luego se sacrificó en un sentido
final muriendo y cargando nuestro castigo por nosotros. Se dio a sí
misino por amor a nosotros, se hizo escla vo nuestro para salvamos. Por
eso, como pastor del Señor, debes llegar a ser un siervo de los hombres;
debes sacrificarte a ti mismo sirviendo a los hombres por amor a
Jesucristo. Debes hacerlo
porque Cristo lo hizo por ti. No hay un servicio mayor que el de servir a
otros por amor a Cristo, por amor de aquel que te amó y se entregó a sí
mismo por ti.
«Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera .hacerse grande
entre vosotros será vuestro servidor, y dquede vosotros quiera ser el
primero, será siervo de todos» (Mr. W:43-44).
«Pues si yo, el Señor y Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros
también debéis lavaros los pies los unos alas otros»{Jn.13:14).
«Sobrellevadlos unos tas cargas délos otras, y cumplid así la ley de
Cristo» (Gá. 4:2).
Debes ser coherente y enseñar durante un período prolongado de tiempo: «Y se
congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se
les llamó cristianos por primera vez en Antioqiíía» (Hch. 11:26).
«Y se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios»
(Hch. 18:11).
Pensamiento. Debes ser coherente y enseñar durante un período prolongado
de tiempo. Lleva macho tiempo enseñarle la Palabra de Dios a la gente. Tu
enseñanza y tu estilo de enseñar son únicos; nadie puede predicar y enseñar la
Palabra de Dios de la manera que lo haces tú. Dios te ha dado el don espiritual
—la habilidad espiritual— de enseñar la Palabra de Dios a tu manera que es
única. Cuando enseñas la Palabra de Dios algunas personas —no todas, pero sí
algunas— podrán comprender la Palabra como nunca antes. Por eso tienes
que ser consistente y permanecer donde estás y enseñar durante un período
prolongado de tiempo.
Fíjate en tres hechos referidos a Hechos 11:26:
a) El propósito de la iglesia al reunirse era recibir la enseñanza acerca del
Señor.
b) «Mucha gente» recibió la enseñanza, no solo unos pocos. Muchos tenían
hambre de aprender la verdad. No todos tenían hambre de la verdad,
pero muchos sí. Y Pablo y Bernabé le enseñaron a los que tenían hambre.
Tú también tienes que enseñar a todos los que tienen hambre, sean
muchos o pocos, en la iglesia.
c) Los ministros y la gente se reunió consistentemente durante todo un año.
Se reunían para un entrenamiento intensivo en la Palabra de Dios.
Fíjate en Hechos 18:11 donde Pablo impartió entrenamiento
intensivo durante dieciocho meses a los creyentes de Corinto.
Recuerda, normalmente los creyentes se reunían cada noche y el
domingo para la predicación y enseñanza. Tienes que reu- nirte con tu
gente consistentemente y durante un período prolongado de tiempo para
hacer la contribución que Dios quiere que hagas en sus vidas.
B. Tti y otros evangelios
1. No debes pervertir el evangelio de Cristo ni predicar ningún otro
evangelio.
136
2. No debes introducir herejías destructivas en la iglesia, herejías que
niegan al Señor y su muerte por el hombre. 140
3. No debes predicar a otro Jesús, a un Jesús diferente al
que proclaman las Escrituras y los auténticos pastores. 142
1. Debes estar seguro de ser auténtico, de no sertú mismo un maestro falso, un lobo
rapaz vestido de oveja,
«Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos «fe
ovejas, pero pordentro son lobosrapaces» (Mt 7:15).
Pensamiento. Este pensamiento puede ser ofensivo a algunos pastores, pero
tenemos que examinarnos constantemente a nosotros mismos. Cada uno de
nosotros —tú, yo, y todos ios demás pastores— tenemos que estar seguros de
ser genuinos, de no ser maestros falsos, ni lobos rapaces vestidos de ovejas.
Estas son las palabras del mismo Señor (Mt. 7:15).
Ahora, para que esto sea personal, que cada uno de nosotros se pregunte a
sí mismo: «¿Estoy seguro de ser un genuino ministro de Cristo? ¿Estoy
seguróle no ser un maestro falso, un lobo rapaz vestido de oveja?» Siempre
tenemos que recordar esto, todo falso profeta o maestro afirma ser un ministro
y estar representando y enseñando la verdad. Pero no es un auténtico ministro,
ni enseña la verdad de Dios, ni la verdad del único y verdadero Dios, al menos
no la verdad que Dios ha revelado en su Hijo y en su Santa Palabra. Es esto lo
que lo convierte en falso maestro. Fíjate exactamente en lo que dice Cristo:
«Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de
ovejas, pero por dentro son lobos rapaces» (Mt. 7:15).
a) Los falsos maestros aparecen vestidos de ovejas, es decir, aparentan estar
entregados a Cristo igual que los verdaderos pastores y creyentes.
Profesan conocer a Cristo y se comportan como cristianos. Afirman ser
ministros llamados y en las iglesias ocupan la posición de los ministros y
usan versículos o textos bíblicos para sus mensajes Parecen ser
mensajeros de luz (2 Co. 11:13-15). Parecen ser inofensivos, inocentes, y
buenos. Salen como excelentes ejemplos en la sociedad, pero les faltan dos
cosas: ana vida y un testimonio transformado por la Palabra de Dios.
«Porque éstos son Valsas apóstoles, obreros fraudulentos, que se
disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo
Satanás se disfraza como ángel dehiz. Así que, no es extraño si también sus
ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a
sus obras».(2 Co. 11:13-15).
b) Los falsos maestros son lobos rapaces; son cualquier cosa menos ovejas.
• Algunos falsos maestros son semejantes a lobos simplemente por no
ser conscientes de no ser lo que deben ser. Andan por allí, haciendo
lo que saben hacer, sin saber que lo que hacen es corrupto y malo
(Mt. 7:17). Aparecen como ovejas, pero consumen todo lo que
pueden a efectos de satisfacer todo apetito, convicción o doctrina
personal.
* Algunos falsos maestros simplemente son como lobos porque
procuran ganancia propia y personal: ego, reconocimiento, fama,
prestigio, posición, sustento, carrera y confort. Están principal-
mente preocupados con satisfacer sus propios motivos y propósitos
y con presionar sus propios pensamientos y fórmulas para triunfar
en la vida.
Algunos maestros simplemente son como lobos porque quieren un
rebaño donde moverse y con el cual identificarse. Quieren que la
gente los siga para reconocer su liderazgo en la inteligencia y
creatividad o conocimiento y habilidad. Aparecen como ovejas pero
exhiben sus propias fórmulas (falso evangelio), vociferando: «Este
es el camino, anden en él». Cuando pueden usan todos los medios
posibles de difusión: televisión, radio, periódicos, revistas, libros,
diarios, panfletos y tratados.
c) Los falsos maestros predican herejía. Proclaman justicia, moralidad
rectitud y el bien. Enseñan ei fortalecimiento mental y emocional y físico;
auto-imagen, auto desarrollo, pensamiento positivo, es decir todos ¡os
ideales altos y encomiables de los hombres. Pero nunca predican el
verdadero evangelio del Señor viviente.
«Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os
llamó por la grada de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que
haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el
evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os
anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito; si alguno os
predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Pues,
¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a
los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de
Cristo» (Gá. 1:6-10; cp. Is. 56:10-11; Jet 23:1-40; 50:6; Ez. 34:2-3; jn.
Hl:12).
d) Interiormente los falsos profetas son lobos, verdaderos lobos, ¡o sepan
ellos o no. Pueden parecer como ovejas, pero son lobos.
♦ No han confesado al Señor Jesús: que Dios lo levantó de los
muertos.
«Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el
corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación» (Ro. 10:9-10).
• No se han «despojado del viejo hombre» del mundo.
«En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre,
que está viciado conforme a los deseos engañosos» (Ef. 4:22).
• No han sido «renovados en el espíritu de su mente» ni «se han
despojado del viejo hombre».
«Y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestios del nuevo
hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad» (Ef.
4:23-24).
«Y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó
se va renovando hasta el conocimiento pleno» (Col. 3:10).
«De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas» (2 Co. 5:17).
No han sido puestos en el ministerio por Dios. (Fíjate especialmente
en 1 Ti. 1:12: el hecho que Dios cuenta a los hombres que escoge
como fieles.)
«Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor,
porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio» (1 Ti. 1:12).
e) A veces un profeta falso no sabe que es falso. Está engañando porque está
siendo engañado.
«Mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor,
engañando y siendo engañados» (2 Ti. 3:13).
«En los cuales el Dios de este siglo cegó el entendimiento de los
incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria
de Cristo, el cual es la imagen de Dios» (2 Co. 4:4; cp. 2 Tí. 3:1-15).
Como ministro de Cristo tienes que asegurarte constantemente de
ser genuino y seguir fiel a Cristo. De tu parte, jamás debes transformarte
en falso profeta, en lobo rapaz.
Debes examinarle a li mismo; ¿crees y realmente confiesas y predicas que
Jesucristo ha venido en la carne, que Dios realmente envió a su Hijo a la iierra
para salvar al mundo?
«Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son
de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En
esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no
confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el
espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que
ahora -ya está en e! mundo» ( 1 Jn. 4:1-3).
«Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no
confiesan que Jesucristo havehído en carne. Quien esto hace es eí
engañador y e! anticristo» (2 Jn. 7).
Pensamiento. Como pastor, tu confesión y predicación deben ser probados y
examinados por los creyentes. Esto es motivo suficiente para examinamos a
nosotros mismos.
¿Qué es lo que hace que un maestro sea auténtico o falso? Jesucristo. Lo
que una persona cree acerca de Jesucristo determina si es un maestro
auténtico o falso. Lo que una persona confiesa acerca de Jesucristo exhibe su
espíritu, un espíritu de verdad o un espíritu de error. Y fíjate cual es el aspecto
referido a Jesucristo que exhibe la autenticidad de un maestro: la encarnación.
Es decir, ¿Vino Jesucristo —el propio Hijo de Dios— en la carne, sí o no?
aj El espíritu de verdad, el Espíritu de Dios mismo, confiesa que
Jesucristo vino en la carne, que la encamación es real. Si un pastor o
maestro tiene el Espíritu de Dios inorando en él, confesará la
encarnación. la verdad maraviUnsa de que Dios vino a la tierra para
salvar alfombre. El Espíritu de Dios no puede confesar nada que no sea
la verdad: por eso, todo maestro que tiene el Espíritu de Dios confesará
la misma verdad No puede confesar ninguna otra cosa porque el
Espíjptu de Dios mismo mora «n su interior. Si confiesa alguna otra
cosa,.eRtonees el espíritu denirosuyo no es el Espíritu de Dios. Ahora,
fíjate detalladamente enlá confesión, fíjate exactamente en
loqueeonfiesaun auténtico maestro: «Jesucristo vino en la carne».
• El maestro veraz confiesa a Jesús. El nombre Jesús significa
Salvador. Creer que Jesucristo vino de Dios para salvar al hombre,
para ser Éi Salvador del mundo.
El maestro veraz confiesa a Cristo. El nombre Cristo significa
Mesías, el Ungido de Dios. Es creer que Cristo es el Mesías pro-
metido de las Escrituras; que Él es el cumplimiento de todas las
profecías de las Escrituras; que es el Salvador Ungido enviado de
Dios a la tierra.
• El maestro veraz confiesa que Jesucristo es el Hijo de Dios\ que
Dios envió a su Hijo desde{ek) el cielo , desde el mundo y desde la
dimensión espiritual a este mundo; que Dios envió a su Hijo en
carne humana para salvar al hombre en cumplimiento de la
Escritura. Significa que Jesucristo cumplió las Escrituras que
predecía su venida a la tierra, su resurrección, y exaltación del
Mesías. Dicho con sencillez, significa que Jesucristo es el Hijo de
Dios que vino a la tierra para salvar al hombre.
Esta es la confesión del ministro veraz, del maestro veraz, y de
todo creyente veraz. Siempre tenemos que recordar que un pastor
veraz y un maestro veraz son habitados por el Espíritu de Dios
misn». Por eso el ministro veraz y el maestro veraz siempre
confesarán la encamación, la maravillosa verdad de que «Jesu-
cristo vino en la carne».
«Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen
concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel» (is. 7:14).
«Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre
su hombro; y se llamará gunombreAdmirable, Consejero, Dios Fuerte,
Padre Eterno, Príncipe de paz» (ls. 9:6).
«Y ahora concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su
nombre Jesús» (LC. 1:31).
«Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros .(y vimos su
gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de grada y de verdad»
(Jn. 1:14).
~«E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios
fueman}!estado [revelado) eit carne, justificado el Espíritu, visto de ios-
ángeles, predicado a los ¿gentiles, creído en el mundo, recibido «n gloria»
(1 Ti. 3:16).
«Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, tí
también participó de jo mismo, para destruir por medio de la muerte al
que tenia el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y Mbrar a todos los
que por el temor de la muerte estaban durante
toda U vida sujetos a servidumbre» (He. 2:14-15),
b) El espíritu falso niega que Jesucristo ha venido en carne. Niega la
encarnación. No cree que Dios se visitó de carne y se hizo hombre.
• El maestro falso no cree que Jesucristosea el Salvador del mundo.
Puede aceptar que Jesucristo sea un granmaestro y un gran líder
religioso, quizá el más grande, pero no cree quer¡Jesucristo es el
Salvador. Cree qtie hay otros caminos hacia Dios, que otra gente que
cree en Dios ser&tan aceptable aDioscomo un seguidor de
Jesucristo.
» El maestro falso no cree que Jesús sea el Cristo, el Mesías prometido y
el Ungido de Dios. No creeque las'Escrituras son la Palabra
inspirada de Dios. Solamente las acepta como los escritos de un gran
pueblo religioso del pasado; por eso no hay promesas proféticas de
un Mesías, Tii hay promesa de un Salvador que viene. Para el falso
maestro, Jesucristo -solamente es un gran maestro
religioso.solouneaminoparailegar a Dios. No es el Ungido enviado de
Días para salvar a todos los hombres. No ¡ es el único camino
haciaOios.
• El falso maestro no cree que Jesucristo viniera de Dios. No cree i que
Jesucristo sea el Hijo de Dios, que Jesucristo viniera del cielo, desde
el mundo y desde la dimensión ■espiritual. No cree que Dios haya
enviado a su Hijo al mundo como hombre, en carne humana. Otra
vez, el falso maestro cree que Jesucristo solo es un hombre,
semejante a todos los demás hombres, un gran hombre, quizá el más
grande, quizá el hombre que llegó más cerca de Dios que cualquier
otro. Sin embargo, para el falso maestro Jesucristo solo fue un
hombre que enseñó cómo adorar y servir a Dios. El falso maestro
diría:
• que Jesucristo no fue sin pecado. Vivió cerca de Dios, pero
ningún hombre logra vivir sin pecado.
• que Jesucristo murió, pero no como sustituto por los pecados del
hombre. Murió como un gran mártir mostrándonos cómo
debemos encarar la muerte y cuál debe ser nuestra disposición a
morir por la gran causa de la justicia.
• que no tuvo lugar la resurrección de Jesucristo. La resurrección
solamente es una ilustración de la verdad espiritual de que el
hombre puede vivir en la presencia de Dios.
Ahora, fíjate en el error fatal de los falsos maestros, porque negar
que Jesucristo haya venido en la carnees negar que el hombre alguna vez
pueda ser salvado más allá de este mundo. ¿Por qué? Porque el hombre
nunca puede saber con certeza que Dios existe ni saber cómo llegar a Dios
si no existe, fíadie ha visto jamás a Dios o al cielo, y nadie lo verá, al menos
no con la tecnología material y física. Este mundo físico no puede penetrar
o cruzaí al mundo espiritual y a la dimensión espiritual, no importa lo que
algunas personas afirmen. Si de alguna manera el hombre va i conocer a
Dios y al mundo espiritual, es porque Dios ha venido i la tierra y nos ha
revelado la verdad. No hay otro camino. Por eso¡ negar que Dios haya
enviado a su Hijo al mundo, es negar qu<
alguna vez podamos ser salvos.
Hay otro hecho que también debe ser bien tenido en cuenta, el de la
perfección. Dios es perfecto y el hombre, imperfecto. Por eso Dios nunca
pudo permitir que el hombre penetrara o cruzara a la perfección. ¿Por
qué? Porque la imperfección del hombre afectaría la perfección del
mundo de Dios. El cielo ya no sería cielo: ya no sería perfecto si Dios
permitiese que allí entraran cosas imperfectas. No importa lo que
algunas personas digan en cuanto a penetrar al cielo, no lo han hecho.
La imperfección sencillamente no puede cruzar al lado de la perfección.
El error fatal de los falsos maestros es precisamente eso, fatal, y bajo
condenación eterna. Las consecuencias de negar la encarnación de
Jesucristo son terribles. Si Jesucristo no ha venido en la carne, ello
significa que...
• Dios no nos ha amado lo suficiente para revelarse a sí mismo ( 1 Jn.
1:2).
• Dios no nos ha amado lo suficiente para enviamos la Palabra de
vida (1 Jn. 1:1).
Dios no nos ha amado lo suficiente para mostramos la vida eterna
(1 Jn. 1:2).
* Que no hay vida eterna (1 Jn. 1:2).
Que no hay compañerismo con Dios, seguramente, no (1 Jn. 1:3).
* Que el mensaje de esperanza y el mensaje de las Escrituras no son
ciertos,seguramente, no (1 Jn.l:3).
* Que no hay gozo más allá de esta vida, ni plenitud de gozo,
seguramente, no (1 Jn. 1:4).
Que Jesucristo no es nuestro Abogado ( 1 Jn. 2:2).
• Que no hay perdón de pecado (1 Jn. 1:9; 2:2).
Que no hay sacrificio perfecto por el pecado (1 Jn. 2:2).
Y la lista podría continuar, pero el tema está claro. El maestro falso
destruye la esperanza de salvación y eternidad con Dios.Quedamos
abandonados sin esperanza y sin Dios en este mundo a menos que Dios
nos haya amado, nos haya amado tanto que ha enviado a su Hijo
Jesucristo a este mundo. Jesucristo es el punto crucial del mensaje del
evangelio. Fíjate que el espíritu deí falso maestro es el espíritu del
anticristo (véase Biblia de bosquejo, y sermones, tomo 12, 1 Pedro—
Judas', bosquejo y notas—1 Jn 2:18-23). Si un maestro confiesa que
Jesucristo ha venido en ia carne, entonces es un maestro veraz. De lo
contrario, es un maestro falso que promueve al espíritu mismo del
anticristo. «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus»
(1 Jn. 4:1).
«Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le
negaré delante de mi Padre que está en los cielos» (Mt 10:33).
«Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta
generadón adúltera y pecadora, d Hijo del Hombre se avergonzará
también de á, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos
ángeles» (Mr. 8:38).
Debes preguntarte a tfmismo: ¿Soy veraz? ¿ Creo y confieso honestamente que
Jesús es el Cristo, el Mesías el Hijo de Dios?
«¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es d Cristo? Este es
anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco
tiene al Padre.El que confiesa al Hijo, también tiene al Padre» (1 Jn. 2:22-23).
Pensamiento. Como ministro de Dios debes ser honesto contigo mismo y con
tu gente. ¿Crees honestamente y confiesas que Jesús es el Cristo, el Mesías, el
Hijo de Dios?
El maestro falso es anticristo; se opone a Cristo. Es una persona que
niega que Jesús sea el Mesías, el Hijo mismo de Dios, el que Dios había
prometido enviar como Salvador del mundo. Dos cosas terribles se dice de esta
persona (fíjate en el versículo anterior): primero, que es un mentiroso;
segundo, que niega al Padre por el he^io de negar al Hijo, al Señor Jesucristo.
¿Por qué es esto así? Cómo es que una persona niega a Dios por negar a
Cristo? La respuesta es doble.
Primero, si una persona niega que Dios haya enviado a su Hijo al mundo,
entonces su imagen de Dios difiere totalmente del Dios que es el Padre de
Jesucristo. Dios ha enviado a su Hijo al mundo. Por eso, si imaginamos un dios
en nuestras mentes que no envió a su Hijo, nuestra imagen de Dios difiere
totalmente del verdadero y viviente Dios. El verdadero y viviente Dios es amor,
perfecto amor. Por eso ha amado perfectamente al hombre. Dios hizo lo más
grande que se pudo haber hecho por el hombre: envió a su Hijo al mundo para
salvar al hombre muriendo por los pecados del hombre. Jamás se pudo
mostrar un amor más grande por el hombre. Por eso, si alguien dice que Dios
no envió a su Hijo al mundo, que Jesucristo no es el Hijo de Dios, entonces esa
persona está pensando en algún dios que no es el Padre del Señor Jesucristo.
* Negando a Jesucristo, el hombre niega al Padre.
Negando al Hijo, el hombre no tiene al Padre, al Padre del Señor Jesucristo.
Está separado del Padre, en contradicción y oposición tanto de Dios como de
su Hijo, el Señor Jesucristo. El hombre está condenado por negar que Dios
ama al mundo lo suficiente para enviar a su Hijo a salvar al mundo.
Segundo, cualquier persona que niega a Jesucristo está negando el Nuevo
Testamento. ¿Porqué? Porque el Nuevo Testamento dice una y otra vez que
Jesucristo es el Hijo de Dios, la persona que revela a Dios el Padre ante el
mundo. Los siguientes son solamente algunos de los versículos (todo el
evangelio de Juan fue escrito con el propósito de revelar al Hijo de Dios ante el
mundo):
«Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al
Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien
el Hijo lo quiera revelar» (Mt 11:27).
«Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me
envió; y el que me ve, ve al que me envió» (Jn. 12:44-45).
«Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí» (Jn. 14:6).
«Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has
conocido Felipe? £1 que me ha visto a mí, ha visto al
dre; ¿cómo, pues dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No erees que yo soy e*
ei padre, y elPadre en mí?Las palabras que yo os hablólo las Jaablopormi
projtta menta, staoqueelpadre quemón en mí, él hace las obras. Creedme
que soy ea d padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las
mismas obras» (Jn. 14:9-11).
El tema es claro: cualquier persona que niega a Jesucristo está
negando al Padre de Jesucristo, a Dios mismo, al único viviente y
verdadero Dios. Toda persona que niega que Jesucristo es el Hijo de
Dios es un falso maestro, un antecesor del anticristo.
4. No debes apartarte de la fe.
«Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos tiranos
apostatarán de ¡a fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de
demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la
conciencia» (1 Ti. 4:1-2).
Pensamiento. Como pastor no debes apartarte de la fe. Dios te ¿a llamado a
predicar y- enseñar el glorioso evangelio de su amado Hijo. Es preciso que
bagas esto: que nunca te apartes de tu llamamiento. Nunca debes cometer
apostasía; no debes convertirte en apóstata.
Pero fíjate en la Escritura de arriba: el'Espíritu Santo advierte
claramente que algunos ministros se apartarán. Y nota de donde provienen:
del propio seno de la iglesia. Hubo un tiempo cuando realmente siguieron la
fe, un tiempo cuando creían y enseñaban la Palabra de Dios. Pero se
apartaren de ia Palabra de Dios y del Hijo de Dios, del Señor Jesucristo, que
es ei único que nos puede salvar.
Como el versículo lo afuma, rata es una advertencia del propio Espíritu
de Dios. Por eso es una advertencia que todo ministro debe oír. El Espíritu de
Dios hace tres advertencias.
a) Como ministro no debes prestar atención a los espíritus seductores y a
las enseñanzas de los demonios. Alo largo y ancho del mundo hay toda
clase de espíritus malos, espíritus que están determinados a seducirte y
engañarte. Procuran lograr que los sigas a ellos con sus ideas y
enseñanzas. Hacen todo lo posible para apartarte de la doctrina y fe de
Cristo. Y fíjate: no es una declaración clara y estridente contra la
verdad. Ellos mezclan un poco de verdad con un poco de error. El
método de ellos es...
• seducir. • tentar.
• persuadir. • engañar.
• instigar. • encantar.
• mentir. • atraer.
• parecerse a la luz y a la verdad.
«Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se
disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo
Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también
sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será
conforme a sus obras» (2 Co. 11:13-15).
«Porque havaiinmucbos contumaces,.habladores de vanidades y
engañadores mayormente los de la circuncisión [hombres religiosos], a los
cuales es preciso tapar la boea;.que trastornan casas enteras, enseñando
por gaaancia deshonesta {ganancia personal, sustento propiojlo que bo
conviene» (TiL 1:16-11).
b) La «hipocresía de mentirosos». Sencillamente, nodebes enseñar algo
diferentede lo que dicen las Escrituras. Hay algunos que saben que no
enseñan lo que dicen las Escrituras.Enefecto, se jactan en su posición
contraria a lo que ellos Uaman «una intetpretación literal» de las
Venturas. Incluso se burlan y, gastan chanzas respecto de quienes
creenysostienen la verdad de las Escrituras .Pero fíjate en lo que tantas
veces se pasa por alto:
• El hablar de «mentirosos» se refiere a hablar y enseñar lo que es
contrario a las Escrituras. Exactamente esto es lo que las Escrituras
declaran. A los ojos de las Escrituras, una mentira es una enseñanza
contraria a la de las Escrituras.
* Con «hipocresía» señala almaestro quesabé que está enseñando algo
contrario a las Escrituras. Afirma ser un pastor o maestro de Dios,
de Cristo, y de la Palabra (las Escrituras) y, sin embargo, enseña
algo contrario a lo que las Escrituras dicen. Un hipócrita es una
persona que afirma ser una cosa pero es algo diferente.
El tema es este, no debes ser una persona que habla hipócritamente.
El maestro falso niega, refuta, o ignora a sabiendas lo que las Escrituras
dicen; sin embargo, afirma ser un pastor o maestro de Cristo y del
evangelio. Este es el pastor que es instrumento o herramienta de algún
espíritu seductor y engañador, un pastor que enseña las doctrinas de los
malos espíritus. Como obrero de -i Cristo nunca debes ser hipócrita. No
debes hablar mentiras. Nunca te permitas dejarla fe.
«Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y
tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os
apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo,
sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los
corazones de los ingenuos» (Ro. 16:17-18).
«Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas,
según las tradiciones de ios hombres, conforme a los rudimentos del mundo»
(Col. 2:8).
«Profesan^onocer a Dios, per» coa los hechos4otniegan, siendo
abominables y rebeldes, reprobadosen cuaato a toda buena obra»
(TU. 1:16).
WilliamBarclay tiene un excelente párrafo referido a hombre que se
convierten en instrumentos de Satanás y de malos espíritus «Esta
falsa enseñanza provenía de estos malos espíritus : demonios. Pero si
bien provenía de demonios, vino a través d hombres ... Ahora, aquí
está lo amenazante y terrible. Sabema que Dios y el Espíritu de Dios
están buscando por todas parte hombres a quiénes usar. Dios
siempre está buscando hombr¿ que sean sus instrumentos, sus
armas, sus herramientas en «
mundo. Pero aquí nos encontramos cara a cara con el terrible
hecho de que las fuerzas del mal también buscan a hombres a
quienes puedan usar. Así como Dios busca hombres para sus
propósitos, las fuerzas del mal buscan hombres para los propósitos
malos. Aquí está la terrible responsabilidad de la humanidad El
hombre puede aceptar servir a Dios o servir al diablo. El hombre se
puede volver un instrumento de del Supremo Bien o dél supremo
mal. Los hombres están ante la eterna disyuntiva, tienen que
decidir a quién dar sus vidas, ¿a Dios o al enemigo de Dios?
¿Decidiremos ser usados por Dios, o decidiremos ser usados por el
diablo?» (The Letiers to Tunothy, Titus and Philemon, p. 107).
c) Debes guardar tu conciencia para que no se entumezca, esto es, que no se
cauterice, endurezca y se vuelva insensible. A la mayoría de los falsos
maestros no les preocupa enseñar lo contrario a la verdad de las
Escrituras. Pueden ignorar y negar las Escrituras y presentar sus
propias ideas y no les molesta en absoluto. Son totalmente insensibles a
las punzadas y convicciones causadas por el Espíritu de Dios. No tienen
conciencia ni remordimiento en cuanto a torcer las Escrituras y la
verdad acerca de Cristo. Están totalmente excluidos de sentir algún
movimiento del Espíritu de Dios.
No debes permitir que esto te pase. Tú eres el ministro de Cristo.
Nodebes permitir ninguna enseñanza en tu vida que podría endurecer tu
conciencia. Nunca debes dejar la fe.
«Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos
oyeron pesadamente, y sus ojos han cerrado, para que no vean con los
ojos, y oigan con los oídos, y entiendan de corazón, y se conviertan, y yo
los sané» (Hch. 28:27).
«Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del
mundo, por el conocimiento del Sefior y Salvador Jesucristo, enredándose
otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el
primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la
justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo
mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero
proverbio: ei perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en
e! cieno» (2 P. 2:20-22).
«Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dias; atas el que
endurece su corazón caerá en d mal» (Pr. 28:14).
Debes guardarte de aquellos que resisten la verdad
«Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también
éstos resisten a la verdad ¡hombres corruptos de entendimiento, reprobos en
cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a
todos, como también lo fue la de aquéllos» (2 Ti. 3:8-9).
Pensamiento. Hay obreros corruptos y maestros que resisten la verdad. ¿Por
qué?jorque sus mentes están corrompidas, es decir, su entendimiento del
evangelio está torcido, distorcionado, y depravado. No siguen la gloriosa
nueva y el poder de la muerte y resurrección del Señor Jesucristo.
Fíjate en la referencia a Janes y Jambres, dos líderes religiosos en Egipto.
Ellos se opusieron a Moisés cuando este fue a Faraón para librar a Israel de la
esclavitud. Seguían las pisadas de Moisés y resistían la verdad, pero al final
fueron destruidos (cp. Éx. 7:1; 8:7; 9:11). Estos dos hombres no son
mencionados en el Antiguo Testamento, pero sí en otros escritos religiosos
judíos. Aparentemente sus nombres eran bien conocidos a todos los judíos.
William Barclay describe claramente la resistencia a la verdad de los
evange^os:
«Al líSer cristiano nunca le faltarán oponentes. Siempre habrá
aquellos que preferirán sus propias ideas antes que las de Dios. Siempre
habrá aquellos que ejercen poder e influencia sobre la gente y que
recurrirá a cualquier medio para ello. Siempre habrá aquellos que tienen
sus propias ideas retorcidas de la fe cristiana, y que quieren ganar a otros
para sus creencias equivocadas. Pero Pablo estaba seguro de una cosa, ¡os
días de los engañadores estaban contados. Su falsedad sería demostrada;
recibirían su lugar y recompensa apropiada» (Ibid., p. 223).
Fíjate en el fin de los obreros corruptos. Sus enseñanzas y su religión
corrupta serán expuestos. Al final todos los falsos maestros y su enseñanzas
serán derrotados y expuestos. Dios asirá y exhibirá a cada ministro corrupto.
Esto tendía lugar cuando Cristo vuelva. Los ministros corruptos y sus
enseñanzas corruptas no seguirán adelante. Como ministro llamado por Dios
tienes que guardarle de aquellos que resisten la verdad.
«Y vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se
manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en
llama de fuego, para dar retribución a ios que no conocieron a Dios, ni
obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán
pena de eterna perdición, excluidos de ia presencia del Señor y de la
gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus
santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro
testimonio ha sido creído entre vosotros)» (2 Ts. 1:7-10).
Debes guardarte de aquellos que niegan al único Señor Dios y a nuestro Señor
Jesucristo.
«Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, ios que desde
antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que
convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único
soberano, y a nuestro Señor Jesucristo» (Jud. 4).
Pensamiento: Como obrero llamado de Dios debes guardarte de aquellos que
niegan al único Señor Dios y anuestro Señor Jesucristo. Tu único Maestro y
Señor es Jesucristo; por eso debes servir y obedecerle solamente a Él. Fíjate en
tres puntos en el versículo de arriba:
a) Los falsos maestros se introducen inadvertidamente en la iglesia. No son
maestros llamados por Dios. Escogen enseñar en la iglesia a modo de
profesión o a modo de servir a la gente y de enseñar moralidad y virtudes
de 1 a vida. La idea es que entraron inadvertidamente a ia
iglesia. No creían eo Jesucristo, no creían que es éi Hijo de Dios que
vino al mundo para salvar al hombre, por eso no corresponde que
estén en la iglesia. Pero se unieron a ella por el beneficio y las
oportunidades que ella les brindaba. Aceptaron las enseñanzas de
Cristo, creyeron que Cristo era un gran líder religioso,pero negaron su
deidad.
«Porque éstos sonfalsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se
disfrazan cotnoapóstOlesideGristo. Y no es maraviHa, porque d mismo
Satanás se disfrazacorao ángel de luz. Asaque, no es extraño si también
«us-ihinistKis-seílisfrazan cornoministros de justicia; cuy
ofinseráconfarme a sus oteas» (2 Co. 11:13-15).
b) Los falsos maestros están condenados al juicio. Rechazan a Jesucristo;
por eso les espera el juicio. Dios ha ordenado desde el comienzo dei
tiendo que todos los incrédulos sean juzgados. Y tanto Jesucristo como
las Escrituras enseñan que el juicio para los falsos maestros será
mucho más severo que el juicio a otras personas.
«Estaymara vHladodequeian pronto os hayáis alejado del que os
llamó porla gracia de Cristo, para seguirunevangelio diferente.
Noquebay» otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren
pervertir el evangeliode Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel dddélo,
os anunciare otro evangelio Aferente dei que os hemos anunciado, sea
anatema. Cono antes hemos dicho, también diora lo repito: si alguno os
predi cadiferente evangelio del que habéis reabido, sea anatema» (Gí
.1:6-9).
c) Los falsos maestros son impíos. No viven como Dios; no son como Dios.
Tienen un estilo de vida diferente al que tendría Dios si caminara sobre
la tierra. Dios es perfecto, moral, puro, justo, y amante. Pero los falsos
maestros no son morales, püros justos o amantes. Son engañadores,
apartando a lagente del amor y de la pureza de Dios, del «mor y la
pureza .revelados en su Hijo, el Señor Jesucristo. No enseñan la verdad
del amor de Dios y la pureza demostrada en Cristo. Profanan a Dios y
a la verdad de su amor y santidad.
«Porque la ira deBiosse revela desde d cielo contra toda impiedad e
injusticia de ios hombres que detienen con injusticia la verdad» (Ro.
1:18).
7. Debes rechazar a los herejes, a los maestros falsos.
«Al hombre qtie cause divisiones, después de una y otra amonestación
deséchalo, sabieodoque el tal se ha pervertido, y peca y está condenado ¿por su
propio juicio» (Tit 3:14-11).
Pensamiento. Como obrero de Cristo, debes rechazar a los herejes, a
quienes niegan la verdad de Cristo y de la Palabra de Dios. La palabra
griegaAatreícioj («hereje») es interesante. Significa tomar para uno mismo;
escoger para uno mismo. Por eso una persona que escoge lo que va a creer,
que adopta enseñanzas falsas como suyas propias, rechaza toda autoridad,
no importa de quien sea; Dios, Cristo, la Palabra de Dios, la iglesia, el
hombre. Ella misma escoge lo que va a creer. Ella y solamente ella es su
autoridad; ella y solamente ella determina la verdad, lo que es y lo que no es
la verdad. Fíjate en dos puntos significativos.
<está en ia^iflesta; se asocia con los creyentes,
di es el cuadro de la mayoría-de tos herejes. Son pocos los que Techazan todas
las enseñanzas de Cristo y de la Biblia. La ; mayoría de los herejes permanecen
en la iglesia,re ajustan a algunas . enseñanzas básicas, pero rechazando
aquellas doctrinas que no les; gustan. Las Escrituras son claras: tú y la iglesia
deben acercarse al hereje o al falso maestro. No hay que echarlo, rechazarlo y
expulsarlo de .la iglesia. JEs.preciso.tratar deganarlo paraCristo. En efecto,:
las Escrituras dicen x|ue es preciso intentar dos veces, vigorosamente, de
ganarlo.Hay que mostrarle amor y cuidado, y hay que amonestarlo para que se
arrepienta y confiese la verdad de Cristo y de su Palabra. Pero nota esto: hay
un límite. En ei tercer intento, si no se arrepiente, debe ser rechazado, es decir,
expulsado de la iglesia. No-hay que permitirle que extravíe a otros creyentes
(parí una discusión más detallada sobre disciplina en la iglesia -según fut
enseñada por Cristo, véase Biblia de bosquejos v sermones, tome
2, Mateo 16:13—28:20, nota— Mt. 18:15-20).
Segundo, el hereje es «pervertido» (ektrepo). Esto significa qu< está
retorcido y se ha apartado de la verdad de Cristo y su Palabra Nota que el
hereje peca. .La idea es que peca en gran manera. Po eso se condena a sí
mismo. Ha escogido la senda de la incredulidad y será condenado por su
incredulidad.
«El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido
condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios»
(jn. 3:18).
Para el pastor que piensa claramente y es honesto, el tema < claro, y la
honestidad es tan necesaria como la disposición de pens sobre el tema. Una
persona que usa las tijeras de la opinión prop •- ‘ y corta a Cristo y a la
Palabra de Dios, desechando algunas ens fianzas referidas a Dios y a su
Palabra, es considerado hereje en Biblia. No importa quién sea, predicador,
maestro, o laico. Esta la persona que la Biblia llama hereje. Si se vuelve o
escabulle fut de la verdad de Cristo y de las Escrituras, es un hereje. Por eso
h que buscarlo con amor y amonestarlo en dos ocasiones específic Si
recháza las dos amonestaciones, debe ser reprochado en la tercí ocasión, y
luego rechazado si aun se niega a arrepentirse. Debe rechazado y expulsado
incluso si es un pastor y maestro en la igle¡
Una pregunta punzante y trágica —una pregunta que D seguramente
contestará en aquel grande y terrible-día del juicií es esta: ¿Cuántos
millones han sido extraviados dentro de nues< iglesias por maestros falsos,
por aquellos a quienes la Biblia lia herejes, por aquellos que se han
apartado de la verdad de Crisí su Palabra?
«Por tanto, si tu hermano peca contra ti, véy repréndelo estam tú y él
solos; si te oyere, has ganado * ítU hemsano. 'Mas si no oyere, toma aun
contigo a uno odos, para .queen.bocaje doso ti testigos conste toda
palabra. Si no los oyere a ellos, diloala igles y si no oyere a la iglesia,
tenlepor gentil ypublicatM>»{Mt 18:
17).
«Pero hubo también falsos profetas entre d pueblo, como habrá entre
vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías
destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí
mismos destrucción repentina» (2 P. 2:1).
S. Debes rechazar a quienes no enseñan las palabras de Cristo y la doctrina
de la santidad.
«Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de
nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está
envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de
las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de
hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad que toman la
piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales» (1 Ti. 6:3-5).
Pensamiento. Como pastor debes rechazar a quienes no enseñan ias palabras
de Cristo y la doctrina de la santidad. Eres el ministro de Cristo, su
representante en la tierra; por eso tienes que oponerte y rechazar a aquellos
que enseñan una doctrina diferente. Este es un mandamiento terrible.
Imagínate que estás en el pulpito de una iglesia cristiana pretendiendo ser un
maestro del Señor Jesucristo, pero no estás enseñando sus palabras. ¿Cuántos
de nosotros somos culpables de esto? ¿Cuántos de nosotros somos culpables de
enseñar una doctrina diferente? Se mencionan dos razones por las que el falso
maestro enseña una doctrina diferente.
Primero, el falso maestro no coincide con las palabras de nuestro Señor
Jesucristo. La palabra «coincidir» {proserchomai) significa aproximación y
tiene el sentido de «apegarse uno mismo a» Cristo (Daniel Guthríe, The
Pastoral Epistles, «Tyndale New Testament Commentaries», 1972, pp. llOss).
El falso maestro sencillamente no está dispuesto a unirse al Señor Jesucristo.
• No está dispuesto a confesar que Jesús es el Señor Dios de) cielo, el Hijo
de Dios mismo.
• No está dispuesto a confesar que Jesús es el Cristo, el Mesías y Salvador
del mundo.
Segundo, el falso maestro no coincide con las enseñanzas de la santidad.
• No está dispuesto a aceptar la justicia de Dios revelada en Jesucristo.
• No está dispuesto a separarse a. sí mismo de] mundo ni de totalmente su
vida para Dios.
Una, o las dos razones hacen que el falso maestro no enseñe las sanas
palabras de Cristo, y que, en cambio, escoge enseñar una doctrina y un estilo
de vida diferente. Ha entregado su vida a la profesión del ministerio...
• como una forma de servir a la humanidad.
• como una forma de ganarse la vida.
Pero no está entregado a representar a Cristo y a su Palabra.
Como resultado, la persona es llamada falso maestro tanto por las Santas
EscSturas como por Cristo. El texto de arriba dice cuatro cosas referidas al
falso maestro.
a) El falso maestro es orgulloso (tetupothai). La palabra significa inflado e
infatuado. Pero nota esto: la palabra incluye la idea de necedad; de algo
carente de sentido. Rechazar la evidencia de que Jesús es el Señor, el
Señor Jesucristo, es el mayor de los orgullos y de los sin sentidos.
Semejante rechazo sencillamente carece de buen sentido (fuente
desconocida).
El falso maestro es orgulloso en...
• sus conceptos e ideas.
• en su rechazo de ciertas partes de la Biblia.
• en su conocimiento de que algunas de las historias y eventos en la
Biblia son lo que llama fábulas o mitos.
• en su habilidad intelectual para separar la verdad de la falsedad en
cuanto a Cristo.
• en su esclarecimiento, pensando que sabe algo mejor que creer en
cosas tales como los milagros, la Deidad, el nacimiento virginal, la
encarnación, la resurrección, la asención, y la segunda venida
personal de Cristo a la tierra.
La lista podría continuar y continuar, pero todos los pastores han
detectado este orgullo en discusiones con otros pastores.Y, trágicamente,
todos hemos sido culpables de sentirnos orgullosos de nuestras propias
ideas. William Barclay tiene un comentario excelente sobre el orgullo del
falso maestro:
«Su primera característica es que está infatuado. Su primer
propósito es la auto exhibición. Su deseo no es mostrar a Cristo, sino
exhibirse a sí mismo. Incluso hay predicadores y maestros que están
más preocupados por conseguir seguidores ellos mismos que para
Cristo. Están más preocupados por imponer sus propios conceptos
en la gente que de traer la gente a ia palabra de Dios. Cuando la
gente se reúne para adorar, no están preocupados por escuchar lo
que cada uno piensa; están ansiosas por escuchar lo que dice Dios.
El gran predicador y maestro no es un promotor de sus propias
ideas; sino un eco de Dios» (Op. cil., p. 146 j.
b) El maestro falso tiene un interés enfermizo en asuntos de controversia.
Cuando se prepara para predicar o enseñar el falso maestro no se apoya
en la fuente primaria, la Palabra de Dios. Se apoya en fuentes
secundarias, es decir, en libros sobre la Biblia.
La Biblia no es la base para su vida ni para su predicación y
enseñanza. El falso maestro rechaza la fuente primaria (la Biblia) y se
vuelve a fuentes secundarias sobre la Biblia. En algunos casos ni siquiera
sabe cómo estudiar la Biblia. Su interés es:
• tratar de descubrir la verdad en la Biblia en vez de proclamar la
verdad de ía Biblia.
• cuestionar lo que es verdad y lo que no es verdad en vez de vivir lo
que la Biblia dice.
Por supuesto, el resultado es lo que tantas veces vemos escrito en el
rostro y en las mentes de los falsos maestros y de aquellos que se sientan
para escucharlo, es decir, muchos momentos de...
* perturbación y falta de paz.
* preguntas sobre si Dios realmente existe.
* vacío y falta de propósito.
* preguntas sobre si lareligióny adoración realmente tienen algún
sentido.
* cuestiones sobre la vida y el hecho de no encontrarle significado.
* preguntas sobre si realmente existe un mundo o una vida más allá
de esta tierra.
¿Por qué? Porque lo que el corazón humano reclama es Dios y su
Palabra, el conocimiento y la certeza de Él y su guía.
Esto solo esTazonable y de esperar, porque Dios —el Creador y
Dador de la vida—no pudo sino haber puesto en la profundidad del
hombre un hambre natural por Él y su Palabra. Por lo tanto, por lo que
gime el corazón humano, incluso el corazón del falso maestro no son las
cuestiones controversiales y los argumentos referidos a las «palabras de
nuestro Señor Jesucristo» o de la Biblia. El corazón gime por oír de
Dios, oír la proclamación autoritativa de la Palabra de Dios mismo.
c) El falso maestro tiene una mente corrupta y está separado de la verdad.
Su mente está corrompida precisamente en esto: no está centrada en
enseñar las «palabras de nuestro Señor Jesucristo y la doctrina ... de
piedad» la Palabra de«Dios, las Escrituras, la Biblia (1 Ti. 6:3). Su
mente está centrada en...
* las doctrinas y teologías de los hombres.
* las psicologías y filosofías de los hombres.
* la energía propia del hombre, en la auto-superación, en edificar el
ego del hombre y la imagen propia.
* las últimas religiones e ideas teológicas.
* las discusiones religiosas populares que agrandan e incitan los
oídos de los hombres.
El asunto es este: el falso maestro no se centra en la verdad, la
Palabra de Dios. Está separado de la verdad, tiene un vacío de verdad.
No posee ni enseña la verdad. Está en bancarrota cuando se trata de la
verdad. No obstante, fíjate, lo que el falso maestro enseña con
frecuencia nos ayuda a mejorar; con frecuencia nos ayuda a fortalecer
nuestro ego y nuestra auto imagen, y a lograr más en esta vida. Algunas
predicaciones de auto ayuda son sencillamente como algunos programas
con ese éfasis, clínicas y seminarios que se dictan en todas partes del
país. Son excelentes en lo que atañe a su alcance. Pero tienen una
falencia: no alcanzan lo suficiente. No muestran...
* que Dios está realmente con nosotros, cuidando de nosotros
mientras andamos en la tierra.
* que Jesucristo realmente murió por nuestros pecados y resucitó
para darnos vida, vida que continúa para siempre.
• que Dios realmente ha perdonado nuestros pecado y nos aceptado
en Cristo.
• que ai morir-Dios nos transferirá inmediatamente a su presen
para vivir con Él por siempre.
Esta clase de seguridad absoluta, ir tensa no existe en el fa
maestro y en cualquier persona que no e ta centrada en «las pa bras de
nuestro Señor Jesucristo, y en su doctrina de piedad» decir, en la
Palabra de Dios (1 Ti. 6:3).
d) El falso maestro piensa que la religión conduce a ganancia. E significa
por lo menos tres cosas:
• Algunos falsos maestros se preocupan por la moralidad y virt y
,por el hombre para que sea lo mejor posible y logre el máxi de su
capacidad. Creen en Dios, aunque no necesariamente
Cristo,¿pero sí^en Dios. Por eso saben ijue-la respuesta pi
mejorar al hombre y a sa mundo.es iareligión.Por eso entre5 sus
vidasalBios y ¡a la religión, lalograrique los hombres haj las obras
de la religión y vivan vidas más rectas y más moral Quieren que
la gente sea buena y baga el bien. Creen que «piedad es
ganancia»; que ella ayuda y beneficia a su munde
Nota que en este punto el falso maestro tiene razón:: enseñanza
moral de la religión —el vivir vidas morales y rectas es bueno
para el hombre. Pero como se dijo arriba, los ministi de obras y
auto ayuda no van lo suficientemente lejos. No centran en el Hijo
de Dios, el Señor Jesucristo. Y Dios nur aceptará a nadie que no
honra a su Hijo, porque Dios tiene solo Hijo, engendrado por Él,
solo un Hijo a quien ama con amor más perfecto que es posible.
• Algunos falsos maestros entran al ministerio como una profesi y
como un medio para ganarse la vida. Probablemente tien algún
interés en el bienestar religioso de la gente, perolaprí cipal
consideración al escoger el ministerio era esta: pensar q sería una
profesión buena y recomendable y que proveería buen sustento
para su familia presente o futura.
• Algunos falsos maestros tienen una religión comercializada. E¡
falso maestro «procura el lucro. Considera a su enseñanza
predicación, no como una vocación sino como una carrera. E¡ en
el negocio, no para servir a otros, sino para progresar mismo»
(William Barclay, 148).
La exhortación de las Escrituras al pastor es clara, directa,
vigorosa: «apártate de los tales». No tenemos que sentarnos coi)
alumnos, asociarnos o tener algo que ver con la persona que es 1 falso
ministro y maestro. La iglesia no es el lugar para el prof sionalismo, ni
para la doctrina del esfuerzo humano y de las obr (humanismo).
La enseñanza centrada en el hombre y la enseñanza de autj
ayuda es útil, pero no pertenece al pulpito de la iglesia de Diq
pertenece a los salones de conferencias y a las salas del muñí secular.
La iglesia tiene que ser mantenida pura y libre en (
proclamación del evangelio y del supremo amor de Dios demostrado en
su Hijo, el Señor Jesucristo. Si la raza humana fracasa en mantener
fluyendo la pura Palabra de Dios de los pulpitos de la iglesia de Dios,
entonces la raza humana está condenada. ¿Por qué? Porque entonces, al
morir, todo habrá acabado. Seremos separados eternamente de Dios.
Porque Dios solo nos aceptará si nos acercamos en Cristo. Por eso, la
hora crucial del hombre siempre será cuando está sentado bajo la
predicación de la Palabra de Dios, la predicación de «las palabras de
nuestro Señor Jesucristo, y de la doctrina ... de piedad». Cuando el
hombre oye la predicación de la palabra de Dios, tiene que responder y
hacer lo que Dios dice.
«Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y
tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os
apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor
Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas
engañan los corazones de los ingenuos» (Ro. 16:17-18).
«Que tendrá apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a
estos evita» (2 Ti. 3:5).
«Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en
casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido!
participa en sus malas obras» (2 Jn. 10-11).
i. Tú y otros evangelios
especialmente a la gente que vive una vida religiosa. (Fíjate que esto
presenta a un Dios que muestra favoritismo y parcialidad abriendo la
puerta a .sistemas de castas y de prejuicios).
1) Jesucristo vino a la tierra; sin embaigo, JJO fue para asegurar a
loshombres una justiciaperfecta, sino para mostrarle una buena vida
que complace a Dios y ^merece la aprobación de Dios.
2) Que Jesucristo murió por el hombre; .pero que no murió por el pecado
del hombre. Murió para mostrar al hombre cómo debe estar dispuesto
a morir por la causa de Dios.
3) Que la muerte de Jesucristo no es suficiente en sí misma; no puede
quedar sola; no es suficiente con que el hombre sea aceptable a Dios.
Se necesita más que el mero amor de Dios y la pura gracia de Cristo.
4) Que una persona estaba salvada y segura si se sometía al ritual que
había sido el principal ritual de ios creyentes a lo largo de los siglos,
es decir, la circuncisión (membresía en la iglesia, bautismo,
confirmación, etc).
5) Que unapersona tiene que trabajar para guardar la ley de Dios y cíalas
ceremonias y rituales de la iglesia, reglas y regulaciones.
Fíjate cuán devastadora era la falsa enseñanza: los creyentes eran
atribulados, es^decir,perturbados, asombrados, llevados a perplejidad y
confusión. Nosolo se estaban apartando del evangelio, sino de Dios mismo
y dé la gloriosa gracia de Cristo (Gá. 1:6). ,
Fíjate en un hecho chocante: ¡Qué cerca está en la iglesia la falsa
enseñanza a la verdad! ¡Cómo un poco que se agrega aquí y se quita allí se
distorciona la pureza del evangelio! Debes guardarte de agregar tus
propias ideas al evangelio de Dios. Nunca debes pervertir ni torcer el
evangelio de Cristo.
«Ruesen vano mt honran, enseñando como doctrinas,
maadamieñtosde tambres» ;(Ml 15:9).
«Porque yo seque después de mi partida entrarán en medio de
vosotros tobos rapaces, que no perdonarán alrebaño. Y de vosotros
mismos se levantarán hombres que hablen cosas .perversas ¡para
arrastrar tras sí a los discípulos» (Hch. 2#:29-38).
«Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de
Dios» (2to. 2:17).
Serás maldito si predicas un evangelio falso. No importa quién eres, qué
posición tienes, y qué pretendes. Serás maldito si sigues un evangelio
falso. Esta afirmación es fuerte, pero es claramente comprensible. El
evangelio es el medio por el cual los .hombres son salvados del poder del
pecado y de la muerte, y de la á»ndenación. Sin el evangelio nadie es
salvado, nadie puede llegar a*er aceptable a Dios, ninguna persona puede
heredar la vida eternaX^as Escrituras son claras en esto, y te advierte a ti y
a todos los «os ministros. Fíjate con cuánta claridad iasEscri turas declaran
estt^gecho.
1) El evangelio es mayor que el apóstol Pablo misma Esta es una
impactante declaración, porque, recuerda quién era Pablo, proba-
blemente el siervo más entregado a Dios que haya vivido. Se
No debes introducir herejías destructoras en la iglesia, herejías que niegan' al Señor y su muerte por el hombre. j