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Caso clínico 8a
a) Ateroembolismo distal
b) Insuficiencia arterial aguda de extremidad pélvica izquierda
c) Síndrome de Leriche
d) Pie del diabético
RESPUESTA 1 Y 2
Ateroembolismo:
El síndrome de los dedos azules se define como isquemia aguda de uno o varios dedos de una
o ambas extremidades que súbitamente se vuelven fríos, dolorosos y adquieren un tinte
cianótico, conservando los pulsos distales palpables [1]. Es secundario a la liberación de
fragmentos de trombo mural de un aneurisma arterial (aortoilíaco o femoropoplíteo) que
se desplazan distalmente con el torrente sanguíneo, o a la degeneración y rotura de una
placa ateroesclerótica en las arterias proximales, liberando microémbolos o material
trombótico adherente a la placa.
Tanto los aneurismas como las placas se pueden localizar en cualquier punto desde la aorta
torácica hasta las arterias poplíteas, habitualmente en el segmento aortoilíaco.
Bibliografía:
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El síndrome obliteración aortoiliaca, descrito por Graham en 1914 que debe su nombre René
LeRiche (1879-1955) que operó a un joven con esta condición en 1940, pertenece al grupo de
arteriopatías de las extremidades inferiores. Es un proceso crónico asociado a claudicación
intermitente en las nalgas y muslos e impotencia para la erección. Los pulsos femorales
y distales están ausentes
Diagnóstico
El diagnóstico se lleva a cabo a partir de la exploración clínica. Los pacientes con síndrome de
Leriche suelen presentar una desproporción del desarrollo de los miembros inferiores
(siendo normales los superiores), frialdad y palidez en las piernas y en los pies. Los
pulsos femorales y periféricos están ausentes.
4.-De acuerdo a los hallazgos clínicos la decisión que debe tomarse es:
6.- Posterior a su ingreso se realiza estudio arteriográfico el cual revela, múltiples zonas de
estenosis en aorta abdominal que afecta hasta arterias iliacas comunes, con adecuado paso
del medio de contraste en femorales, distalmente a nivel de canal de los abductores se
observan lesiones estenóticas del 40% en ambas arterias poplíteas, con abundante circulación
colateral y permeabilidad de vasos tibiales anteriores y estenosis múltiples de arterias tibiales
posteriores, observándose parcialmente los arcos plantares y dorsales del pie.
PRESENTACIÓN CLÍNICA
En 1920 se estableció la clasificación de La Fontaine que divide a la isquemia crónica de los
miembros inferiores en cuatro grados clínicas. Su carácter práctico hace que se siga utilizando
en la actualidad en Europa.
• Grado I
A pesar de existir lesiones ateromatosas el paciente se encuentra asintomático, ya sea porque
la obstrucción del vaso no es completa o porque se han desarrollado mecanismos de
compensación a expensas de arterias colaterales.
• Grado II
Se caracteriza por la presentación de claudicación intermitente. Al fracasar los mecanismos de
compensación el paciente presenta dolor muscular a la de ambulación por hipoxia tisular. La
gran mayoría de las veces se localiza a nivel de masas gemela res y el dolor obliga al paciente
a detenerse tras recorrer algunos metros; con el reposo desaparece el dolor. A efectos
prácticos dividimos este grupo en dos subgrupos:
• Grado IV
Se caracteriza por la aparición de úlceras y necrosis en la extremidad y con independencia de
la capacidad del paciente para caminar. Pueden ser lesiones más o menos extensas y
aparecen entre el 1% y el 3% de todos los pacientes que desarrollan síntomas.
Además de esta clasificación clínica, habitualmente utilizada en España, en la literatura
anglosajona nos encontraremos un término: isquemia crítica, que tiene especial relevancia para
definir la situación de alto riesgo. Se define como " una isquemia en la que potencialmente
puede perderse una extremidad o parte de ella " y debe cumplir dos criterios: dolor de reposo
persistente que requiere analgesia de forma habitual durante mas de dos semanas y/o úlceras
o gangrena en el pie o
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
Los dedos, además de presión sistólica en tobillo inferior a 50 mm Hg. Este criterio de isquemia
crítica equivaldría a los grados III y IV de la clasificación de la Fontaine.
5.1. Formas de presentación clínica
Dependiendo de la topografia de las lesiones estenosantes u obstructivas podemos distinguir 3
formas clínicas:
· Obstrucción aorto-ilíaca (enfermedad aorto-ilíaca 24% e ílio-femoral 4%).
· Obliteración femoro-poplítea (enfermedad femoro-poplítea 50% y poplítea 5%).
· Obliteración tibio-peronéa (17 %).
7.- A continuación se decide realizar toma de presiones arteriales con Doppler en brazos y
piernas, el cual arroja los siguientes resultados:
Presión sistólica en brazos de 120 mmHg, presión en arteria tibial posterior de 60, tibial
anterior de 80. Con base a estos resultados usted determina que el índice tobillo-brazo es de:
a) 2.00
b) 1.50
c) 0.50
d) 0.75
Todas las guías de práctica clínica sobre prevención cardiovascular recomiendan la estimación
del riesgo global individual como herramienta básica para realizar una intervención eficiente.
Desafortunadamente, el poder predictivo de las ecuaciones o tablas de riesgo no es bueno, ya
que muchos de los sujetos que desarrollan eventos cardiovasculares no estaban etiquetados
como de alto riesgo1 . Por ello, se ha intentado mejorar la estimación de riesgo mediante la
detección directa de la arteriosclerosis en diferentes lechos vasculares con pruebas de imagen.
Existen diversas técnicas para el diagnóstico de la arteriosclerosis subclínica (resonancia
magnética, tomografía computarizada de haz de electrones, tomografía helicoidal o el eco-
Doppler de troncos supraaórticos), pero presentan importantes limitaciones, como su escasa
accesibilidad, su elevado coste y la necesidad de disponer de personal especializado, y por
todo ello son irrealizables en la práctica clínica diaria 2 . Sin embargo, existe una prueba
sencilla, barata y reproducible que podemos realizar en nuestra consulta, con una gran utilidad
para el diagnóstico de la enfermedad arterial periférica (EAP) y para la detección de sujetos
con alto riesgo cardiovascular3 . Es el índice tobillo-brazo (ITB).
El ITB es el resultado de dividir la presión arterial sistólica (PAS) de cada tobillo (se escogerá el
valor más alto entre la arteria pedia y la tibial posterior) entre el valor de la PAS más alto de
cualquiera de las arterias braquiales. Así se obtienen dos valores de ITB, uno para cada
miembro inferior, seleccionando como definitivo el más bajo de los dos. La determinación es
breve; en manos experimentadas la técnica se realiza en unos 20 min; es barata, sólo se
precisa un esfigmomanómetro y un Doppler portátil con sonda de 8 Mhz, y reproducible, con
mínima variabilidad intra e interobservador4 . Un ITB menor de 0,9 presenta una sensibilidad y
una especificidad muy altas para identificar una obstrucción superior al 50% en el territorio
vascular de los miembros inferiores en relación con la arteriografía 5 . Un ITB menor de 0,9 es
diagnóstico de EAP, a pesar de que más del 80% de estos sujetos no tenga manifestaciones
clínicas6 . Pero además, la presencia de un ITB disminuido se asocia con una mayor incidencia
de complicaciones coronarias y cerebrovasculares y un mayor riesgo de mortalidad a expensas
del incremento de la mortalidad cardiovascular7-9 , tanto en sujetos en prevención primaria
como secundaria e incluso tras ajustar por los factores de riesgo clásicos. Por lo tanto, un ITB <
0,9 es, además de diagnóstico de EAP, sinónimo de alto riesgo cardiovascular, por lo que
habrá que tratar intensivamente los factores de riesgo e iniciar tratamiento antiagregante 10 .
Referencias bibliográficas:
9.-De acuerdo a los resultados de los estudios realizados cual sería el tratamiento médico de
elección para disminuir la claudicación de la paciente.
Clopidogrel + ASA
El cilostazol es un nuevo compuesto que podría ser útil para el tratamiento de la enfermedad
vascular peri f é rica crónica y para aliviar los síntomas de claudicación intermitente.
Mecanismo de acción: Es un inhibidor de la fosfodiesterasa III, que aumenta los niveles
intracelulares de AMP cíclico en las plaquetas, con lo cual inhibe la agregación plaquetaria
estimulada por sustancias como el ADP, colágeno, epinefrina, ácido araquidónico y
tromboxano A21 y produce vasodilatación. También podría aumentar el flujo sanguíneo
dérmico, y la vasodilatación con hiperemia reactiva en los pacientes con enfermedad arterial
periférica de miembros inferiores. Es por ello que podría ser útil en el manejo de las úlceras
cutáneas2.
R e fe r e n c i a s:
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10.- Al realizar estudio tomográfico se identifica aneurisma de aorta abdominal de 5.6 cms de
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