Sunteți pe pagina 1din 6

Texto desordenado

El lobo herido y la oveja

-- Si te llevo agua para beber -- respondió la oveja --, yo misma asistiré a

tu cena.

-- Si me traes agua para beber -- le dijo --, yo mismo me encargaré de mi

comida.

Un lobo que había sido mordido por unos perros, yacía en el suelo todo

malherido. Viendo la imposibilidad de procurarse comida en esa

situación, pidió a una oveja que pasaba por allí que le llevara un poco de

agua del cercano río.

Esopo

Moraleja: Prevé siempre el verdadero fondo de las aparentemente inocentes

propuestas de los malhechores.


Texto desordenado

La comadreja y los ratones

Otro cayó de una manera similar, y luego un tercero, y todavía otros

después de ellos.

--¡Ah! ¡Tú incapaz que yaces allí, aunque estés llena de harina, siempre

te reconoceré!

Y desde entonces ella no pudo volver a cazar más ratones.

Un ratón mayor muy experimentado, que había evitado muchas

trampas y ratoneras, observó desde una distancia segura la trampa de

su enemiga mañosa y dijo:

Una comadreja, inactiva por su edad y sus enfermedades, no era capaz

de agarrar a ratones como antes lo hacía.

Por lo que se hizo rodar en harina simulando ser alimento y fue a posar

en una esquina oscura. Un ratón, suponiendo que era comida, saltó

sobre ella, y fue agarrado al instante y devorado.

Esopo

Moraleja: La vejez y la experiencia son las mayores fuentes de sabiduría.


Texto desordenado

Los pescadores y las piedras

-Basta de afligirse, muchachos, puesto que según parece la alegría tiene

por hermana la tristeza; después de habernos alegrado tanto antes de

tiempo, era natural que tropezásemos con alguna contrariedad.

Uno de los pescadores, el más viejo, dijo a sus compañeros:

Tiraban unos pescadores de una red y como la sentían muy cargada,

bailaban y gritaban de contento, creyendo que habían hecho una buena

pesca. Arrastrada la red a la playa, en lugar de peces sólo encontraron

piedras y otros objetos, con lo que fue muy grande su contrariedad, no

tanto por la rabia de su chasco, como por haber esperado otra cosa.

Esopo

Moraleja: Es rutina de la vida que a buenos tiempos siguen unos malos y a los

malos tiempos le suceden otros buenos. Estemos siempre preparados a estos

inesperados cambios.
Texto Ordenado

El lobo herido y la oveja

1.- Un lobo que había sido mordido por unos perros, yacía en el suelo todo
malherido. Viendo la imposibilidad de procurarse comida en esa situación, pidió a

una oveja que pasaba por allí que le llevara un poco de agua del cercano río.

2.-- Si me traes agua para beber -- le dijo --, yo mismo me encargaré de mi comida.

3.-- Si te llevo agua para beber -- respondió la oveja --, yo misma asistiré a tu cena.
Esopo

Moraleja: Prevé siempre el verdadero fondo de las aparentemente inocentes

propuestas de los malhechores.


Texto Ordenado

La comadreja y los ratones

1.-Una comadreja, inactiva por su edad y sus enfermedades, no era capaz de


agarrar a ratones como antes lo hacía.

Por lo que se hizo rodar en harina simulando ser alimento y fue a posar en una

esquina oscura. Un ratón, suponiendo que era comida, saltó sobre ella, y fue

agarrado al instante y devorado.

2. Otro cayó de una manera similar, y luego un tercero, y todavía otros después de
ellos.

Un ratón mayor muy experimentado, que había evitado muchas trampas y

ratoneras, observó desde una distancia segura la trampa de su enemiga mañosa y

dijo:

3.. --¡Ah! ¡Tú incapaz que yaces allí, aunque estés llena de harina, siempre te
reconoceré!

Y desde entonces ella no pudo volver a cazar más ratones.

Esopo

Moraleja: La vejez y la experiencia son las mayores fuentes de sabiduría.


Texto Ordenado

Los pescadores y las piedras

1.-Tiraban unos pescadores de una red y como la sentían muy cargada, bailaban y
gritaban de contento, creyendo que habían hecho una buena pesca. Arrastrada la

red a la playa, en lugar de peces sólo encontraron piedras y otros objetos, con lo

que fue muy grande su contrariedad, no tanto por la rabia de su chasco, como por

haber esperado otra cosa.

Uno de los pescadores, el más viejo, dijo a sus compañeros:

2. -Basta de afligirse, muchachos, puesto que según parece la alegría tiene por
hermana la tristeza; después de habernos alegrado tanto antes de tiempo, era

natural que tropezásemos con alguna contrariedad.

Esopo

Moraleja: Es rutina de la vida que a buenos tiempos siguen unos malos y a los

malos tiempos le suceden otros buenos. Estemos siempre preparados a estos

inesperados cambios.

S-ar putea să vă placă și