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Caballo: EHS

PROCEDIMIENTOS DEFENSIVOS: se emplean cuando tratamos de rechazar algo, de defendernos de otro individuo
o, en general, interrumpir un patrón de interacción destructivo e injusto y reemplazarlo por una comunicación más justa
y mutuamente respetuosa.

El sujeto tiene que conocer las consecuencias que se pueden derivar de su uso y pueda así elegir si actuar
defensivamente o no. Tras usar las técnicas defensivas se da un corte en la comunicación, que puede ser temporal si
la otra persona es capaz de reconocer que podemos defender nuestros derechos, transformando la comunicación en
una más equitativa. Pero si ambos mantenemos nuestra postura el corte puede ser permanente.

 Disco rayado: con voz tranquila, repetición continua del punto principal que queremos expresar. No debemos
dar razones, excusas o explicaciones del porqué de nuestro interés. Se emplea para hacer peticiones y/o
rechazar peticiones poco razonables o a la que no queremos acceder. Frase clave: “sí, pero…”
 Aserción negativa: se emplea cuando el sujeto está siendo atacado y se ha equivocado. El sujeto admite su
error y cambia a autoverbalizaciones positivas. Requiere mucha práctica contra la tendencia natural a
defendernos cuando nos atacan verbalmente. “Técnica que nos enseña a aceptar nuestros errores (sin
excusarnos) mediante el reconocimiento decidido y comprensivo de las críticas a propósito de nuestras
cualidades negativas”.
 Recorte: se utiliza tanto si estamos siendo atacados y no estamos seguros de haber cometido un error, como
si pensamos que estamos siendo atacados pero el contenido expresado no es claramente de enfrentamiento.
Contestamos sí o no con mínima “libre información”, esperando que la otra persona aclare el asunto. Es una
forma de clarificar la situación antes de responder.
 Ignorar selectivamente: atender o no atender selectivamente a aspectos específicos del contenido del habla
de la otra persona (por ejemplo, solo contestar a las expresiones que no son destructivas). Así extinguimos
determinadas respuestas de la otra persona.
 Separar los temas: en la conversación uno o más temas se ofrecen unidos, lo que puede hacer que nos
sintamos confundidos, ansiosos y/o culpables. Al separar los diferentes temas somos más capaces de
discriminar lo que la otra persona nos está pidiendo.
 Desarmar la ira (Variación de “cambio del contenido al proceso”): ignorar el contenido del mensaje airado y
concentrarnos en el hecho de que la otra persona está enfadada. Rechazar continuar con el contenido hasta
que la otra persona se haya calmado. Mantener contacto ocular y un tono de voz moderado. Esta técnica
implica una especie de negociación de un periodo de enfriamiento, de tal manera que ambas partes podamos
pensar más claramente y resolver el tema. Empleamos una especie de disco rayado al ofrecer el contrato:
“Hablaremos de ello cuando quieras, pero antes tranquilízate”. Si peligra nuestra integridad física podemos
abandonar la situación.
 Ofrecer disculpas: es una acción legítima si nos sentimos mal por haber tenido poco respeto a haber abusado
de alguien. Disculpamos nuestra conducta injusta o molesta, sin estar comunicando que normalmente seamos
así. Además, reconocemos los sentimientos de la otra persona. Puede ser útil acompañarlo de “separar los
temas” o “desarmar la ira” si el individuo al que se piden disculpas está herido o enfadado.
 Preguntas: medio efectivo para ayudar a la otra persona a darse cuenta de una acción impulsiva,
especialmente cuando la otra persona ha sido agresiva de forma no verbal.
 Banco de niebla: Técnica pasivoagresiva (el individuo toma un papel excesivamente pasivo en la interacción).
El sujeto refleja o parafrasea lo que acaba de decir la otra persona, añadiendo “… pero lo siento, no puedo
hacer eso”. El individuo parece estar de acuerdo con que el otro puede tener razón, pero no lo dice, y
permanece inamovible en su posición. Esta técnica puede ser útil para interrumpir regañinas crónicas: si nos
resistimos y/o luchamos contra una persona que nos está regañando, estamos prestando atención y reforzando
la conducta. Si no ofrecemos resistencia y seguimos inamovibles, retiramos el reforzamiento y la conducta se
extingue.
 Interrogación negativa: eficaz cuando estamos siendo criticados injustamente. Solicitar más críticas (“¿Hay
algo más que no te gusta?”), y ser capaces de escucharlas sin adquirir temores o internalizar comentarios.
Parece explicarse por saciación.

Diversos autores advierten sobre el uso del “banco de niebla” y la “Interrogación negativa”, y del “cambio del contenido
al proceso”.
PROCEDIMIENTOS DE ATAQUE:
 Inversión: el sujeto pide algo y parece obvio que la petición va a ser rechazada, sin embargo la otra persona
no ha dicho “no”. El sujeto pide que se le diga “sí” o “no”.
 Repetición: cuando el sujeto piensa que la otra persona no está escuchando o entendiendo. El sujeto pide a
la otra persona que repita lo que él estaba diciendo (“¿Qué piensas de lo que estoy diciendo?”, “¿Entiendes mi
posición?”).
 Aserción negativa de ataque: cuando tememos que una petición o rechazo pueda molestar a la otra persona.
Revelamos nuestro temor sobre la reacción de la otra persona antes de la petición o rechazo.
 Reforzamiento en forma de sándwich: presentar expresión positiva antes y/o después de una expresión
negativa. Suavizar la expresión negativa y aumentar la probabilidad de que el receptor escuche el mensaje
negativo con una molestia mínima.

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