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- PROPUESTA DE LOS HHEE PARA LA RFP - 1

Estimados padres del Consejo provincial:

Los hermanos estudiantes del convento de Buenos Aires hemos


creído conveniente responder a las preguntas planteadas por el Prior Provincial fray Javier M. Pose
para la nueva Ratio Formationis Particularis de nuestra provincia. Sabemos que el gobierno en nuestra
Orden exige unanimidad, por este motivo, hemos decido buscar un parecer en común acerca de la
formación en su etapa inicial y no enviar un aluvión de sugerencias discordantes. La siguiente carta,
entonces, no es un compilado yuxtapuesto de ocurrencias puestas por cada hermano
individualmente; ni tampoco las propuestas aquí dadas son el parecer subjetivista o el gustillo
personal de tal o cual fraile, sino que es el fruto de habernos reunido y debatido largamente hasta
lograr plena unanimidad y aceptación de todos en cada uno de los puntos. Dado que tenemos la
experiencia inmediata y fresca del proceso de formación, hemos procurado centrarnos sobre todo en
cuestiones prácticas y no en disquisiciones teóricas o en especulaciones interminables de cómo
deberían ser las cosas. Desde ya damos gracias a los padres del Consejo Provincial por permitirnos
expresar y por el tiempo dedicado a escuchar nuestro parecer.

Promoción vocacional

Con respecto a la promoción vocacional nuestra propuesta es buscar un mayor conocimiento


de cuáles son los elementos de nuestra espiritualidad que han traído vocaciones a nuestra provincia.
Nos preguntamos ¿Qué es realmente y en concreto lo que atrajo vocaciones a nuestra Provincia? No
se trata de plantear la cuestión solamente en abstracto, como qué elementos de nuestra vida son
atractivos, sino ver de hecho qué elementos han sido los determinantes en la elección de la Orden de
Predicadores.

Para este fin, consideramos la posibilidad de realizar una encuesta a los frailes

Imaginemos que uno tiene un supermercado. En él se venden gran variedad de productos.


Pero muy probablemente haya algunos productos más comprados y por los cuales los clientes eligen
ir ahí. Evidentemente que un buen vendedor dará realce a esos productos aumentando así sus ventas.
En la promoción vocacional ¿no deberíamos tener esto en cuenta?

Por ello sería conveniente realizar una encuesta a cada uno de nuestros frailes, breve y
sencilla, mediante la cual podamos conocer la realidad para no obrar basados en suposiciones irreales.

No estamos proponiendo crear un perfil elitista para excluir vocaciones que no cumplen con
los "requisitos", sino echar las redes donde están los peces.

Prenoviciado

Algunos problemas del prenoviciado interno:

♦ indefinición de identidad: son laicos viviendo en conventos como si fueran frailes. Al menos
jurídicamente esto es un problema serio. ¿Podemos pedirle a alguien renunciar a un trabajo,
abandonar su familia o novia para simplemente conocer la orden? ¿Qué pasa con el aspecto
laboral? ¿No es acaso ganarse la vida con el trabajo un buen criterio de madurez? Si
pedimos para nuestras vocaciones de frailes madurez humana ¿no deberíamos darles el
lugar adecuado para el crecimiento? Por otro lado, un laico tiene derecho a hacer uso de sus
bienes y disponer de movilidad, lo cual le es impedido estando dentro de un convento. Y en
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caso de que pueda hacerlo no está en consonancia con el clima conventual, cayendo así en
una situación bastante ambigua.
♦ Si el caso particular de un aspirante aconseja que sea interno, que se procure sea en uno de
los conventos de formación. En primer lugar, porque notamos que es un ambiente más
propicio para el desarrollo vocacional el contacto con los hermanos en formación. Pero
también previendo que allí se pueden comenzar los estudios de filosofía o teología, evitando
así tener un año perdido en este aspecto.

Notamos importante prestar atención a cada caso particular. Tanto para el lugar como para la
duración.

Es positivo el psicodiagnóstico.

Noviciado

Profesores de música

Estudiantado

Tucumán

Buenos Aires

Formación y organización de los ministerios. Fijar las fechas conventualmente a principio de


año. Una fecha para ordenaciones y otra para profesiones. Es lamentable la incertidumbre en este
ámbito. Pienso que cualquier matrimonio hoy en día anuncia su fecha de casamiento con varios meses
de anticipación. ¿Y nosotros? Esto implica respeto a las familias y a la importancia del evento. En caso
de que surja un grave inconveniente sencillamente el candidato aguardará a la fecha siguiente.

Con respecto a los ministerios: sistematizar la formación. Para el lectorado se puede contratar
a profesionales de la locución u oratoria que ayuden sobre todo con la expresión verbal y gestual al
leer. Hay cosas que si no son corregidas por alguien al momento, uno nunca las nota, por ejemplo, si
se come las últimas letras, si no pronuncia bien algo, si tiene mirada dispersa, si está mal parado, si
hace silencios muy prolongados, si tiene un volumen de voz muy bajo, etc. Una práctica y evaluación
en este tema es conveniente. Sin caer en traumatismos, jactancia, burla u otras cosas contrarias a la
caridad. Además, esto debe ser acompañado por una mirada teológica de lo que significa leer la
palabra de Dios en las acciones litúrgicas, en medio de la Iglesia.

Lo mismo vale para el diaconado y presbiterado. Poner diligencia en la transmisión de


cuestiones prácticas. ¿Cómo se canta el Evangelio? ¿Cómo se bendice? ¿Cómo se asiste a un enfermo
y se le administra el viático? ¿Cómo se acompaña un sepelio o se dice un responso? Si bien contamos
con formación litúrgica en nuestro centro de estudios hay que tener en cuenta que esta se encuentra
dirigida también a laicos, por lo cual ciertos temas no reciben el trato que necesita o requiere un
ministro ordenado. El estudio de los libros litúrgicos es importante. Si bien la observación de la práctica
litúrgica cotidiana ayuda, no se debe dar todo por supuesto.

Ministerios:

Notamos un cierto nominalismo en el sistema de organización de los ministerios menores. Durante


muchos años ejercemos de hecho los oficios de lector y acólito. ¿No puede pensarse en una institución
orientada al ejercicio del ministerio? ¿y no un mero trámite formalista? Por otro lado se da la paradoja
de que hay resquemores y demoras para dar los ministerios, pero una vez recibidos éstos son poco
valorados en la práctica. Además, se pasa de un ministerio a otro con poca gradualidad. Obviamente
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que esto se ve dificultado por tener varias casas de formación. En una sola casa de formación es fácil
que siempre acoliten los acólitos instituidos y lean los lectores instituidos. Pero ¿es muy difícil pensar
en instituir al menos lectores ya en el último año de Tucumán? De esta manera habría un ejercicio real
y gradual. Además, pudiendo darse a laicos casados ¿es menester esperar hasta la profesión solemne?

Y en el segundo año de teología el acolitado

¿Qué sentido tiene retrasarlo más?

Esto debería estar previsto sistemáticamente con una fecha asignada cada año para la institución. Y
que sea fija la recepción siendo que no se entiende porqué

Formación práctica de diaconado y presbiterado. Cómo confesar, celebrar Misa, asistir a


enfermos, bautizar, casar, etc.Desde las cosas prácticas y no desde la teoría o la teología. Enseñar
cómo se hace.

Teología:

 TEOLOGÍA DE LA VIDA RELIGIOSA: está ausente de toda la carrera de teología. Tal vez no
integrarla como una materia aparte, sino por ejemplo dentro de moral especial.
 Importancia del Recurso a las fuentes de la teología: contacto directo y científico con ellas.
 Vasta cantidad de materias, multiplicación de exámenes que a veces interrumpen el proceso
de aprendizaje. Pensar la posibilidad de materias promocionales.
 pedagogía (menos clases magistrales)
 Brindar lugares de verdadero debate teológico (pocos profesores están dispuestos a
escuchar preguntas y a la especulación gratuita)

Algunos criterios generales

Obediencia y responsabilidad (libertad y madurez). Crecimiento gradual. Mi camada


experimentó cambios abruptos en el paso de una etapa a otra. Determinar criterios con mayor
homogeneidad a lo largo de la etapa de formación. Recordar que tener el período de formación inicial
en tres conventos distintos hace que se multipliquen los maestros (5 en total a lo largo de toda la
etapa de formación inicial), de donde a veces surgen contradicciones. En este sentido es necesario
buscar cierta homogeneidad en cuestiones prácticas: salidas del convento, visitas a la familia, uso de
herramientas electrónicas, práctica de deportes, etc. La importancia del ejemplo que dan los padres
es lo determinante: es chocante cuando se manda algo que sabemos con toda claridad que después
de ordenados presbíteros ya no habrá que vivir.

Continuidad de la formación litúrgica:

 Lectura de partituras. Formación en teoría musical básica, sin entrar en discusiones de


escuelas.
 fomentar los talentos de instrumentos, especialmente el órgano (no esperar que se dé
gratuitamente, también buscar formarlos nosotros: obviamente no es necesario en todos,
pero por qué no pensar en un fraile por camada de estudiantes, teclados eléctricos en
conventos chicos o para situaciones menores)
 Profesora de canto. En mi experiencia pude ver que se le echa la culpa a la naturaleza que no
nos dio una buena voz para cantar más de lo justo. Le realidad es que la falta de
especialistas, de práctica y de ejercitación tiene más peso de lo que se suele imaginar.
Muchas veces se dice no tener voz para cantar a una voz sin ejercitar. Recordar que Santo
Domingo animaba a los frailes a cantar varonilmente.
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Liturgia:

* Dependemos del azar de que lleguen cantores

* Asegurar la competencia básica para poder entonar. (Porfesor de canto para las 3 instancias de
formación: Mar del Plata, Tucumán, Bs As). Acompañando con profesional de fonoaudiología.

* Aclarar las competencias del cantor.

* Creación de escuela de canto en las casas de formación.

* Formación musical desde el noviciado. No limitar el conocimiento litúrgico a cantar de oído.


Enseñar a leer partituras gregorianas.

* Unificar criterios dentro de un mismo convento, es lógico que haya diferencias de un convento a
otro, pero no es tolerable que en un mismo convento de formación haya criterios dispares o quede
al arbitrio y gusto del fraile de turno.

* Insistimos que termine cuanto antes el himnario provincial.

* La formación litúrgica práctica presenta lagunas. Sería bueno generar sanas costumbres que no
fomenten los caprichos personales. Sugerimos: Que se enseñe a acolitar (prácticamente y no en
teoría) (Regla ) a distribuir la eucaristía a los enfermos. Enseñar a hacer responsos (en tucumán
especialmente sería bueno que en primer lugar los estdiantes no los hagan solo sino acompañados
por un sacerdote al menos la primera vez), regular la institución de los ministros extraordinarios de
la comunión.

Formación en la penitencia:

En este ámbito veo un bache, algo así como un silencio o un dar por supuesto. Es llamativo
que mientras podemos aceptar reglamentaciones en otros ámbitos, aquí se generan reticencias. Los
frailes estudiantes necesitamos como parte de nuestro proceso formativo, también normas
concretas en lo relativo al ayuno y al ofrecimiento a Dios de nuestros esfuerzos ascéticos. Me
gustaría decir que cuando hoy en día criticamos el individualismo (y lo hacemos con razón)
generalmente se suele decir que no debemos buscar nuestra perfección de un modo egoísta y como
si fuera algo sólo para uno. Todo esto está bien. Pero lo curioso es que se automáticamente se suele
considerar al esfuerzo ascético (por ejemplo del ayuno) como algo meramente personal. Como si eso
fuese algo privado de los antojos de un fraile. En el libro de los Hechos leemos que cuando "los
discípulos estaban ayunando", joel invita a convocar un ayuno en todo el pueblo. Esta dimensión
comunitaria y fraterna del ayuno (y en general de toda obra ascética) creo que debemos
revalorizarla y no perderla de vista si realmente queremos vivir la caridad fraterna. Somos el cuerpo
de Cristo y nuestro méritos los compartimos unos con otros más allá de lo inmediatamente visible.
La ascesis es una predicación en sí misma y de aquí que tiene un valor comunitario de predicación.
No es lo mismo que individualmente los frailes se entreguen a la ascesis que si esto se hace como
cuerpo visible de frailes, como convento u orden. El mensaje es distinto. La ascética es algo
referente al bien común espiritual de nuestra orden. Una especificación en este sentido será un
buen remedio contra la tentación tan frecuente de buscar la perfección de un modo individualista y
según los propios gustos y pareceres. Al contrario si relegamos todo a la decisión personal, no nos
quejemos después del espíritu individualista.

Lectores conventuales
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Evitar utilizar el refectorio como caballito de batalla para bajar líneas teológicas. Buscar la edificación
y la amenidad. Evitar la repetición de temas y la unilateralidad de perspectivas. Llevar un registro de
los libros o artículos leídos.

Estimados padres del consejo provincial

Los hermanos estudiantes del convento de Buenos Aires hemos creído conveniente responder a las
preguntas planteadas por el Prior Provincial fray Javier M. Pose para la nueva Ratio Formationis
Particularis de nuestra provincia. Para lo cual, tras sucesivas reuniones, creemos conveniente
acercarles las siguientes inquietudes:

1. Promoción vocacional
 Creemos que sería de gran utilidad una encuesta a aquellos frailes que (por ejemplo) a partir
del 2000 a la fecha actual han ingresado a la orden ¿para qué? A fin de conocer que aspectos
concretos le atrojo de la orden y poder fortalecer esos elementos que atraen a los jóvenes a
ser parte de la familia domincana.

2. Pre noviciado
 Brindar a los pre-novicios la posibilidad de vivir (en tanto sea posible) los elementos propios
de la vida dominicana atendiendo a la conveniencia o no del candidato.
 Vemos muy positivo el psicodiagnóstico

3. Noviciado
 A fin de fortalecer las comunidades, siendo uno de elementos centrales de nuestra vida la
Liturgia de las horas, pensar en la posibilidad de un profesor de canto y música en el
noviciado ¿por qué? Canto a fin de que los frailes conozcan lo necesario para llevar a cabo su
oficio en el coro.

4. Estudiantado de Bs. As
 Formación para los ministerios (lectorado, acolitado, diaconado, presbiterado), no sólo
teórica, sino práctica. Tal vez sería conveniente conocer alguna técnica para hablar en
público (locución, oratoria)
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