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Causales y efectos de la explotación sexual

en Bolivia
1. Delimitación del tema.
1.1 delimitación temática: causas y efectos del abuso sexual en Bolivia
1.2 delimitación temporal: 2007 al 2017
1.3 delimitación espacial : ciudad de La paz –alto zona ceja

2. problematizacion

 ¿Efectos de un abuso sexual?


 ¿causas de un abuso sexual?
 ¿Qué tipo de ayuda se presta a una persona que sufrió de abuso sexual?
 ¿Qué tipo de prevenciones se toman para evitar más abusos sexuales?
 ¿Qué normas vigentes existen en Bolivia en contra del abuso sexual?
 ¿Cuál es el procedimiento adecuado para tratar a una persona que sufrió
abuso sexual?

3. JUSTIFICACION E IMPORTANCIA
El problema ya explicado con anterioridad, se lo ha considerado basándonos en los
perjuicios y efectos que causa en los habitantes paceños y en la totalidad de su
sociedad.
Se han confirmado casos de incremento en la explotación sexual en Bolivia sin embargo
algunos casos han quedado sin solución debido a la falta de control a esos casos.
4. HIPOTESIS

Analizar las causales y efectos del abuso sexual que también con lleva el tráfico de personas
que en los últimos años se ha incrementado.

5. OBJETIVOS

5.1 OBJETIVO GENERAL

Investigar toda la información necesaria para evitar el incremento de abusos sexuales

En Bolivia –La Paz, el alto

5.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS

1. Observar todas las normas vigentes en contra del abuso sexual en la paz

2. Definir las condiciones en las que son tratados los que sufren abusos sexuales.

3. Reunir y estudiar todas las causas y falencias en las normas que existen en contra de el

Abuso sexual.

4. Elaborar una estructura de medidas de prevención para evitar el incremento de más


Abusos sexuales.

5. Analisar la información obtenida para lograr un resultado efectivo y comprensible , que

Nos permita realización del objeto general.

6. MARCO TEORICO

 ES DESCRIPTIVO: por el incremento de los abusos sexuales


 ES EXPLICATIVOS: el cómo afecta en el ámbito social y familiar de las personas que
sufren abuso sexual.

MARCO HISTORICO
Primer premio
Título: Vidas Rotas
Redactado por Katiuska Vásquez y publicado por el periódico Los Tiempos
de la ciudad de Cochabamba.
“Vidas Rotas” denuncia sobre la ola de violaciones en los hogares de acogida de
niños, niñas y adolescentes. Cuestiona y denuncia al actual sistema de
administración de la justicia en Bolivia, que se caracteriza por ser lenta, por no
decir indiferente, en la resolución de los pocos casos de denuncias de violación a
niños, niñas y adolescentes, que prosperan en los estrados judiciales.
Es un trabajo con más de 10 fuentes de información y datos estadísticos, incorpora
imágenes respetuosas de la niñez, destierra el lenguaje peyorativo, rescata
historias de vida y menciona leyes.
Katiuska Vásquez nació en San Ignacio de Velasco del departamento de Santa
Cruz. Estudió comunicación social en la Universidad Católica Boliviana.
Inició su carrera profesional como reportera de televisión en el canal ATB
Cochabamba. Actualmente es redactora de la sección Local del periódico Los
Tiempos de Cochabamba, medio en el que trabaja desde el año 2000.
Ganó dos premios: ´Periodista Amiga de la Infancia 2007, otorgado por la Agencia
Nacional de Noticias por los Derechos de la Infancia –ANNI Bolivia, y obtuvo el
segundo lugar en el Concurso sobre ´La Guerra del Agua´ en el 2010.
Su trabajo se ha plasmado en la publicación de más de un centenar de noticias, la
mayoría de ellas fueron sobre la violencia contra los niños, niñas y adolescentes.
Ha participado como expositora en Foros organizados por la Red Contra la
Violencia Sexual en Cochabamba.

Segundo premio
Título: La Ceja, una barriada que devora niños
Redactado por Pablo Ortiz y publicado por el periódico El Deber de la
ciudad de Santa Cruz.
“La Ceja, una barriada que devora niños”, aborda el tema de la niñez y la
adolescencia en situación de calle. El autor escribió este reportaje a raíz de la
muerte de ‘Juanjo’, un adolescente en situación de calle que fue apuñalado.
Es un reportaje de denuncia la grave situación de vulneración de sus derechos, en
la que viven muchos niños, niñas y adolescentes en situación de calle en la ciudad
de El Alto, lo excluyente y prejuicios que es nuestra sociedad, contra quienes
nunca tuvieron otra opción de vida que la calle.
Pablo Ortiz es periodista y trabaja en el matutino El Deber de Santa Cruz, desde
hace 13 años. Cubrió el área de Escenas de la que fue editor hasta el año 2005.
Luego pasó a Reportajes Especiales y a Política.
Cubrió todo el proceso de la Asamblea Constituyente, desde las campañas para
elegir asambleístas hasta la aprobación en Oruro, incluido los 18 meses de
deliberación y enfrentamientos en la ciudad de Sucre.
Ha sido becario y relator de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano de
Colombia y obtuvo una mención de honor en el Premio Nacional de Periodismo
2010.
Fue editor nacional de El Deber hasta el 2010. Actualmente es redactor de
reportajes especiales.

Se destapa trata de muchachos con fines de explotación sexual


Dos casos se registraron en menos de un mes en el municipio de San Ignacio de
Velasco, Santa Cruz. El Gobierno nacional anuncia el incremento de operativos de
control.

La Razón (Edición Impresa) / Kattya Valdés / La Paz


05:59 / 27 de septiembre de 2015
A sus 15 años, Álex cayó en una red de trata y tráfico de personas. Fue enviado desde
su natal San Ignacio de Velasco hasta Santa Cruz de la Sierra, allí fue drogado y
abusado sexualmente.
La captura de Álex Jordy T.,Tiquilín, el 14 de septiembre de este año en un operativo
entre la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), el Ministerio Público y
la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de San Ignacio, destapó la trata de varones
con fines de explotación sexual.
Las víctimas eran captadas en San Ignacio de Velasco, ubicado a 476 kilómetros de
Santa Cruz de la Sierra, por el Tiquilín, quien se identifica en su perfil de Facebook
como Alejandra.
Estos son dos de los 51 casos de trata y tráfico de personas registrados en ese
departamento entre enero y junio de este año, según un reporte del Viceministerio de
Seguridad Ciudadana.
El sujeto se encargaba de captar a los menores de edad y los enviaba a un centro de
salud situado en la plazuela Los Chacos de la capital cruceña. En un allanamiento
llevado a cabo el 15 de septiembre, la Policía encontró allí a Álex en poder de Sixto
Marcelino Ch. M., odontólogo de una casa de acogida de huérfanos, y a otros
adolescentes en situación de calle.
El fiscal Daniel Tórrez informó en su momento que el detenido fue denunciado por
cinco madres de familia en la FELCV por inducir a sus hijos a abandonar sus
domicilios para luego obligarlos a prostituirse.
El juez ignaciano Ismael Burgos envió al reclutador con detención preventiva a la
cárcel de Palmasola. Álex Jordy T. fue imputado por los delitos de corrupción y
sustracción de menores, pero no por trata y tráfico de personas.
“Mi sobrino vivía en San Ignacio de Velasco, este joven travesti vive allá también y
para (está) con adolescentes. Él convenció a mi sobrino para que se vaya de su casa
a Santa Cruz, donde un hombre lo recibió. Es un centro médico de la Iglesia Católica
donde viven jóvenes de entre 11 a 18 años, ahí lo encontramos a mi sobrino”, informó
a La Razón Lidia T., tía del adolescente rescatado.
La red fue descubierta por los padres de dos muchachos de 13 y 14 años, quienes al
darse cuenta de que sus hijos se estaban por fugar, les preguntaron a dónde
pensaban ir y ellos terminaron revelando la dirección.
“Dimos con el centro de salud y ahí vi al hombre —Sixto Marcelino Ch. M.—, que era
mi vecino en San Ignacio de Velasco. Él estaba afuera con otros muchachos más,
llamé a la Policía, él tenía en su poder a mi sobrino. Él confesó que Álex Jordy T. le
mandó al chico y que él no sabía quién era”, complementó la tía.
Allí encontraron a Álex, su sobrino, quien denunció que fue dopado y abusado
sexualmente. La Defensoría de la Niñez y Adolescencia de la Alcaldía de San Ignacio
de Velasco recibió cinco denuncias de padres de familia, pero esa repartición tiene
informes de que son entre 12 y 15 los niños y adolescentes que habrían sido víctimas
de esta organización.
Para captar a sus víctimas, Álex Jordy T. se hacía amigo de ellos, acudía a las
discotecas, les invitaba bebidas, les invitada a comer, les incluía entre sus contactos
de WhatsApp y luego les convencía de que dejen sus casas, ofreciéndoles una vida
mejor en Santa Cruz de la Sierra.
Pese a todas las evidencias, los aprehendidos no fueron imputados por el delito de
trata y tráfico, sino por sustracción y corrupción de menores. De someterse a un juicio
abreviado, estarían en las calles en las próximas semanas, ya que esos delitos tienen
una pena privativa de libertad de entre uno a cinco años. En cambio, la Ley Integral
contra la Trata y Tráfico de Personas dispone una sanción de 15 a 20 años de
reclusión “cuando la víctima sea un niño, niña o adolescente” (Art. 34).
En San Ignacio de Velasco, entre autoridades y padres de las cinco víctimas hay
temor por las amenazas lanzadas por la familia del Tiquilín, por lo que prefieren callar.
El sujeto —denunciaron— presume de sus relaciones con personalidades, políticos,
empresarios y de la farándula, y ya dio a conocer que tomará represalias.
Pero éste no es el único caso de trata en el que las víctimas son niños y adolescentes
varones. El 29 de agosto se registró un hecho similar en esa comuna cruceña.
Marianela J., conocida como La China, quien cumplió una condena de cinco años en
el penal de Palmasola por sustracción de un menor, recuperó su libertad hace seis
meses y volvió a delinquir.
La sindicada envió de Santa Cruz a San Ignacio a cinco menores púberes —tres
hombres y dos mujeres— en un autobús.Los tres chicos, de 11, 12 y 13 años, eran
pandilleros y vivían en situación de calle en la capital oriental, al igual que las
menores, las que se dedicaban a atracar.
La China fue aprehendida nuevamente y remitida al penal de Palmasola, mientras su
prima Martiza V., quien esperaba a las víctimas, fue capturada.La primera fue
imputada el 9 de septiembre por el delito de trata y tráfico de personas con fines de
explotación sexual.
Reynaldo Gómez, capitán grande del pueblo Guaraní, dijo que la pasada semana le
informaron de la desaparición de un menor de edad en Camiri, Santa Cruz; sin
embargo, en la Defensoría edil de la minoridad señalaron que no tenían información.
Atípico. “Son contados los casos de trata y tráfico con varones, las redes delictivas
trabajan generalmente con niñas y adolescentes mujeres”, aseguró Rosa María
Valencia, directora de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de la municipalidad
cruceña.
Para Patricia Bustamante, directora del Centro de Capacitación y Servicio a la Mujer
(Cecasem), que tiene un Observatorio de Trata y Tráfico, este problema “no solo se
enfoca en las mujeres. Los niños no es que no sean vulnerables, pueden ser
reclutados, ya sea para ser explotados sexual o laboralmente”.
El coordinador del Observatorio Infantojuvenil de la Universidad Autónoma Gabriel
René Moreno, Hagler Justiniano, aseguró que la noticia sobre el caso de trata de
varones en San Ignacio de Velasco lo sorprendió.
“Si bien nosotros trabajamos en la prevención en los colegios y conversamos también
con los varones, nuestro trabajo está enfocado en las señoritas; pero desde ahora
haremos énfasis en ambos géneros”, apuntó.
Desde su perspectiva, el anzuelo para que los chicos sean captados por tratantes es
su deseo de visibilizarse socialmente.
“Los varones son abordados por su deseo de hacerse amigos de personas mayores y
visibilizarse más, así son contactados por gente que opera en esas redes”.
Justiniano explicó que estas organizaciones captan a sus víctimas en ciudades
intermedias. “Les ofrecen trabajo, les dicen que ganarán buen dinero, que vivir en la
ciudad les ofrecerá nuevas oportunidades”.
Si bien Santa Cruz no lidera las estadísticas en este tipo de delitos, —ocupa el
segundo lugar detrás de La Paz—, “hay casos muy fuertes que se registran en ese
departamento. Estamos pendientes de este problema, estamos trabajando de manera
incansable”, declaró Carlos Aparicio, viceministro de Seguridad Ciudadana.
La Razón se comunicó desde La Paz con el director departamental de la Fuerza
Especial de Lucha Contra el Crimen de Santa Cruz, coronel Juan Carlos Ramos; sin
embargo, la autoridad no quiso dar información vía telefónica.
El viceministro de Justicia, Diego Jiménez, destacó que en ese departamento se
instaló una mesa contra ambos delitos conformada por la Gobernación y los gobiernos
locales, que permitirá generar políticas de prevención.
Más casos de adolescentes varones
Kattya Valdés
En 2014 el Ministerio Público atendió en Bolivia 309 casos de trata y tráfico en los que
las víctimas eran niños y adolescentes varones, 170 más que los que involucraron a
mujeres menores de edad (139). Esa cifra representa el 52% del total.
En 2013 solo 28 denuncias involucraban a muchachos y 159 correspondían al género
femenino. Es decir que en un año esa cantidad se multiplicó por 11 veces o aumentó
en 1.003,5%.
“Se ha detectado una creciente demanda de varones para trabajar en las minas, en la
agricultura o fábricas en países como Brasil y Argentina. A eso se suma la demanda
de bebés y niños para las adopciones ilegales, y también para el tráfico de órganos”,
explicó Ximena Fajardo, responsable del área de Trata y Tráfico del Ministerio de
Justicia.
En 2014 se denunciaron 589 casos, de los cuales 448 correspondían a menores de
edad.
El viceministro de Justicia y Derechos Fundamentales, Diego Jiménez, destacó que la
mayor cantidad se concentra en el eje central, y que el 76% de todos ellos
involucraban a niños, niñas y adolescentes.
“Este dato nos preocupa mucho, por eso estamos capacitando a los operadores de
justicia en esta temática para tratar de combatir este flagelo de una forma más
eficiente”, recalcó.
Números. En 2008 se tenía conocimiento de cinco denuncias en las que el
damnificado era un niño o adolescente, frente a 30 mujeres que estaban en esa etapa
de desarrollo.
Es decir que en seis años esa cifra se disparó 61 veces, según los datos consignados
por el Ministerio de Justicia en el Plan Nacional de Lucha Contra la Trata y Tráfico de
Personas 2015-2019.
Entre enero y junio de este año se presentaron 229 casos en Bolivia. De acuerdo con
este reporte, el departamento de La Paz lidera las estadísticas con 96 (42%). Le sigue
Santa Cruz, con 51 (22%) y Cochabamba con 24 (10%).
Después está Potosí con 16 (7%); Tarija con 15 (7%); Beni con 13 (6%), y Chuquisaca
con 10 (4%). Pando ocupa el último peldaño con 4 denuncias ( 2%).

Trata en la frontera
En las localidades fronterizas la trata con fines de explotación sexual está ligada a la minería
ilegal.

La Razón (Edición Impresa)


00:00 / 26 de octubre de 2017
Por el número creciente de casos, las noticias sobre mujeres bolivianas víctimas de
trata con fines de explotación sexual han dejado de causar sorpresa; lo que debería
provocar alarma entre propios y extraños, pues significa que este aberrante delito no
solo aumenta con los años, sino que además amenaza con “normalizarse” en la
opinión pública.
El último hecho de este tipo salió a la luz el sábado anterior, luego de que dos jóvenes
bolivianas fueran rescatadas de un local nocturno de la ciudad de Ilave, en Puno,
donde eran obligadas a prostituirse y a tomar cerveza con los clientes, según
declararon a las autoridades policiales de Perú. Una mujer de 36 años y un varón de
43 fueron detenidos por este hecho.
Ambas muchachas, de 19 y 21 años, viajaron al vecino país atraídas por la falsa
promesa de un trabajo bien remunerado. Sin embargo, ya lejos de sus familiares y de
su entorno, las promesas se convirtieron en pesadillas, con agresiones y
amedrentamientos de por medio para doblegar su voluntad y así evitar cualquier
intento de fuga. Por la misma razón tampoco las dejaban salir a la calle sin compañía y
habían retenido sus documentos.
No sobra recordar que en varias ciudades fronterizas de Bolivia y Perú la trata de
personas con fines de explotación sexual es algo corriente, junto a la explotación
infantil, todo ello impulsado por la minería ilegal, especialmente de oro. Por ejemplo,
según consigna un informe de la Defensoría del Pueblo publicado en agosto de 2015,
en los municipios paceños de Mapiri, Teoponte y Suches, donde se han asentado
miles de cooperativistas en busca del precioso metal, existen lenocinios que explotan
sexualmente a adolescentes provenientes principalmente de Beni, que llegan hasta
aquellos lugares bajo engaños como ocurrió con las dos bolivianas rescatadas en
Puno.
E incluso en esta cadena de trata y tráfico de personas participan agencias de empleo
que engañan a las adolescentes de escasos recursos ofreciéndoles oportunidades
laborales que terminan convirtiéndose en experiencias de terror. Consultados al
respecto, el Director de la FELCC de La Paz confirmó a La Razón que tienen
información sobre la existencia de lenocinios en centros auríferos en la frontera, donde
las mujeres bolivianas estarían siendo explotadas sexualmente.
A pesar de estos antecedentes, las autoridades no han logrado poner un alto a este
aberrante delito, íntimamente ligado a la minería informal en las zonas fronterizas, una
actividad que, dicho sea de paso, no tributa y destruye la naturaleza, amén de
promover la explotación infantil, la trata de personas y el contrabando. De allí la
importancia de asumir la lucha contra ambos delitos como una política de Estado que
trascienda a los gobiernos de turno, los intereses particulares y la politiquería.

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