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Nº 11 / OCTUBRE
nuevos folios de bioética / nº 11 / octubre 2013
2 Bioética y sociología
nuevos folios de bioética / nº 11 / octubre 2013
Índice
Bioética y sociología 3
nuevos folios de bioética / nº 11 / octubre 2013
Principios en bioética
Miguel Kottow
Bioética y sociología 5
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6 Bioética y sociología
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Es de notar que los cuatro principios una gavilla de muchas reglas que han
presentados por Beauchamp y Childress, de ser sometidas a jerarquización, com-
miembros de la Comisión que elaboró el patibilización y justificación, vale decir,
Informe Belmont, trasladan normas de ética pueden fungir como base inicial para una
en investigación hacia la bioética clínica, deliberación abierta.
lo cual eventualmente dará problemas
Restándole todo dogmatismo, los prin-
para distinguir ambos escenarios bioéticos.
cipios propuestos han sido reconocidos
Además, Belmont expresamente arraiga en
como prima facie y pro tanto. La condi-
la moral común de la tradición cultural
cionante prima facie, introducida por D.
vigente, no cayendo en constuctivismo
Ross, señala que un principio –deber en
principialista alguno. La presentación de
el análisis primigenio– es del todo válido
los cuatro principios de Georgetown: au-
mientras la situación en que se invoca
tonomía, beneficencia, no maleficencia y
no reconozca otro deber que circunstan-
justicia, fue entusiastamente recibida por
cialmente pueda merecer la primacía.
el mundo de la bioética, pero también
Los ejemplos abundan, como el deber de
agudamente criticada y apodada como
veracidad que cede al deber de proteger
“mantra”, “principialismo” y usurpación
al otro amenazado, el deber de justicia
del apelativo de principios, ya que no
en colisión con el de beneficencia, o el
son guías de acción como debe ser un
de autonomía en incompatibilidad con
principio, sino puntadas mnemotécnicas
la ecuanimidad. La condición pro tanto
para no olvidar la importancia de estos
–proveniente del lenguaje jurídico que
temas en la deliberación ética.12
requiere pagar una deuda en la medida
Decía el mitológico vidente ciego que se pueda–,implica que la delibera-
Tiresias: “No apuñales al caído; ¿qué ción llevada a cabo tiene validez para la
hazaña es matar de nuevo al muerto?”. situación específica en consideración, y
El dicho inglés “No flageles un caballo su resolución a lo más pudiera servir de
muerto” indica, del mismo modo, que precedente, pero no para establecer o
los iterativos esfuerzos por desmoronar el ratificar normas con carácter determinante.
principialismo norteamericano no hacen
Aun cuando la disputa en torno a la
más que insistir en una disputa ha tiempo
tétrada de principios que irrumpió en la
zanjada. La quinta edición de Principles
bioética de los años 1970-1980 carece ya
of bioethics,13 termina por reconocer que
de substancia, permanece la tendencia a
la otrora tétrada de principios no es sino
presentar algún principio bioético como
robusto e inamovible. Uno de los esfuerzos
12 Gert, B., Culver, C.M., Clouser, K.D. (1997). más elaborados ha sido la presentación
Bioethics: A return to fundamentals. New York/ de los Principios éticos básicos en bioé-
Oxford: Oxford University Press. tica y bioderecho europeos. Limitados
13 Beauchamp, T.L., Childress, J.F. (2001). Principles
of biomedical ethics, 5th ed. Oxford/New York: a un contexto geográfico, los principios
Oxford University Press. planteados –vulnerabilidad, integridad,
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(Ibídem, p.113). Maliandi habla de princi- Hay, por lo tanto, desde el pensamiento
pios cardinales e intenta correlacionarlos latinoamericano representado por Maliandi,
con los cuatro principios de Beauchamp y un reconocimiento de principios cardina-
Childress, aceptando una jerarquización les –más estructurales que orientadores de
de principios en una categoría superior acción–, que permiten un ordenamiento
para la universalidad de la justicia y la coherente de los principios bioéticos. Sin
conservación de la no-maleficencia, y una embargo, con este análisis no se logra
inferior que correlaciona individualidad validar el carácter de principios ni su apli-
con autonomía, así como realización con cabilidad a las prácticas sociales que la
beneficencia. bioética debe ayudar a esclarecer, quedando
por dilucidar acaso los diversos principios
En suma, lo propuesto aparece como una
presentados son necesarios y útiles, o si
disquisición sobre la estructura del modo
es preferible propiciar una bioética sin
de pensar en ética que, al tornar hacia la
principios. Proponer la dispensabilidad de
bioética en tanto ética aplicada, se somete
principios en el discurso bioético supone:
a la presentación de la tétrada principialista
a) la aceptación de que existan posturas
norteamericana, al ordenamiento de esos
bioéticas ancladas en principios que no
principios en dos niveles jerárquicos –la
pretenden generalidad ni extensión más
ética de mínimos compuesta por justicia
allá de quienes concuerden con ellos; b)
y no-maleficencia, la ética de máximos
Que dejar de lado los principios éticos
incorporando autonomía y beneficencia
no implica abandonar el razonamiento
(Gracia, Cortina)–, y a la acogida de otros
teórico en ética, ni el acopio respetuoso
principios propuestos como el de permiso
de visiones comunes que se dan en toda
y el de beneficencia, (T. Engelhardt), el
cultura y en cualquier sociedad; c) Aceptar
respeto por la vida (Andorno).
que la convivencia de visiones plurales
Este esquema cae en los excesos dualis- requiere de cada una la capacidad de
tas del pensamiento moderno, resaltando ser fundamentada en forma coherente y
elementos que son distintos solo en teoría. participar en la resolución de problemas
Los argumentos empleados en la delibera- prácticos impostergables, y d) Reconocer
ción ética tienen una parte de afirmación que la deliberación bioética no es de dis-
o fundamentación y una de respuesta o puta sino que busca acuerdos.
crítica a la postura que enfrentan. En cuanto
al discurso ético, es casi tautológico decir
que enfrenta conflictos, que si no los hu- Valores, virtudes, principios
biese no habría necesidad de deliberar;
Las asperezas del lenguaje de princi-
y esa conflictividad siempre contiene la
pios ha llevado a preferir la referencia
necesidad de ponderar la extensión de una
a valores, tratando infructuosamente de
propuesta ética (general o contextual) y la
evitar lo inevitable, pues también los
dimensión temporal (historia y tradición
valores están sujetos a la pregunta por su
versus constructivismo de novo).
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definición alguna. Pero eso no le hace in- por cuanto su Declaración no ha tenido
coherente ni inútil.23 impacto sobre la condición humana.
Como se ha señalado, el concepto de Si se toma en consideración los 60 años
dignidad no logra estatus de principio que nos separan de la Declaración del 48,
bioético ni queda clara cuál sea su vincu- no es posible afirmar que los derechos fun-
lación con derechos humanos, por cuanto damentales se extiendan a todos los seres
si fuesen una misma cosa o se implicaran humanos, ni siquiera que se haya reducido
mutuamente, sería redundante listarlos en en forma notoria el número de quienes no
forma aditiva. A ello es preciso agregar tienen garantizada la satisfacción de sus
que los derechos humanos están lejos de necesidades vitales. Pese a la abundante
ser universalmente aceptados, y que la retórica del compromiso humanitario, la
Declaración de 1948 ha sido sometida a vida humana permanece en gran medida
severa crítica. excluida de la tutela del derecho.25
El simple repaso estadístico, en términos
Los derechos humanos frecuentemente son
absolutos y relativos, de los muertos por el
materia de gestos más que de argumenta-
hambre, por las enfermedades, por la guerra,
ción. La lista proclamada en la Declaración
que marcan todos los días el calendario
Universal de Derechos humanos de 1948
contemporáneo, parece refutar de por sí la
ha sido vista como canónica. Pero es una
propia enunciación de un derecho a la vida.26
lista desprolija y no argumentada. Incluye
algunos derechos de alta importancia que Estas citas confirman la existencia de
pueden ser derechos universales. También vidas humanas que se encuentran en la
incluye derechos estrechos, como “el derecho antesala de los derechos; no es que se viole
a vacaciones pagadas”… La Declaración sus derechos básicos, simplemente viven
define derechos en forma muy pobre, y ignorados y marginados de la posibilidad
dice prácticamente nada sobre deberes
de conocer, articular y ejercer, menos
aún hacer valer, los derechos humanos
correspondientes.24
básicos de que supuestamente dispone
Los derechos humanos tienen escasa todo ser humano. Los marginados y los
capacidad efectiva de dar fundamento al distantes están en la situación descrita por
discurso bioético, sufriendo no solo de H. Arendt, de carecer del derecho a tener
críticas a su contenido –asunto esencial derechos, porque si no son reconocidos
para una ética aplicada–, sino también como ciudadanos, no pueden ejercer
derecho alguno.
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No solo los marginados, también los en su inciso 5.a. que “el paciente menor
supuestamente inmaduros, limitados y los de edad debe participar en las decisiones
considerados incompetentes por padecer al máximo que lo permita su capacidad”.
enfermedad, configuran grupos sociales En la ley comentada, “que regula los dere-
que no tienen, han perdido, o se les ha chos y deberes…” no se otorga al niño el
negado acceso al ejercicio de derechos. derecho de participar en la deliberación
No hay que ir muy lejos para reconocer de asuntos pertinentes que le atañen, ni
a los seres humanos carentes del derecho a dar o negar su asentimiento o disenso
a ejercer sus derechos. Basta leer algunos como antecedente para el consentimiento
incisos de la reciente Ley 20.584: que deberán dar sus guardianes legales.
Artículo 17. En el caso que el profesional En suma, los derechos humanos básicos
tenga dudas acerca de la competencia de la no son inherentes a la condición humana,
persona, o estime que la decisión manifes- porque son adjudicados, denegados o
tada por esta o sus representantes legales la ignorados mediante recurso a la biopo-
expone a graves daños a su salud, o a riesgo lítica y a las turbulencias de todo Estado
de morir […] deberá solicitar la opinión del de derecho.
comité de ética que corresponda.
Dejando de lado los errores procedi-
Conclusión
mentales de este acápite, es pertinente
señalar cómo queda a discreción del El debate contra la legitimidad de
médico ignorar el derecho de decisión principios éticos podría, en un primer
autónoma, que debiera regir irrestricto acercamiento, situarse en línea con el
según la Declaración de Lisboa que Chile pragmatismo.
suscribe: Lo principal del experimentalismo de Dewey
3.a. El paciente tiene derecho a la autode- en relación a teoría moral es que requiere
terminación y a tomar decisiones libremente ir y volver entre principios y los resultados
en relación a su persona […] de aplicar principios. Es preciso reformular
principios para ajustarlos a casos, y desa-
3.b. El paciente adulto mentalmente com-
rrollar un sentido de cuándo corresponde
petente tiene derecho a dar o negar su
olvidar los principios y fundamentarse en
consentimiento para cualquier examen,
conocimiento.27
diagnóstico o terapia.
El “experimentalismo” que Rorty rescata
La Ley 20.584 claramente da potestad al
de Dewey se refiere a la experiencia, idea
médico para retirar al paciente el derecho
que es llevada al extremo de demoler todo
a tomar una decisión clínica crítica.
En el caso de “menores de edad”, término
definido en lo legal pero vacío de sentido 27 Rorty, R. (2008). Objectivity, relativism, and
moral, la Declaración de Lisboa establece truth. Cambridge/New York: Cambridge Uni-
versity Press, 68.
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principio moral. El pragmatismo sin límites son razonables desde las más diversas
“libera de dogmatismos o principialismos, perspectivas; lo que está en debate no
pero a costa de perder toda estructura es el contenido de la mayoría de los
ética común sobre la cual sea posible de- principios, sino su pretensión de validez
liberar [y] llegar a acuerdos estables pero general y su presunción de mandato. En
revisables” (p. 23).28 Para la bioética, este el debate bioético los principios son argu-
llamado “pragmatismo flotante” fomenta el mentables y precisamente por serlo han
academicismo teórico y la indeterminación de someterse a la contra-argumentación
práctica, haciendo necesario darle algún y a la disposición de llegar a acuerdos.
anclaje estable a la deliberación, si no en Solo así podrá llegarse a propuestas en
contenido, al menos en la forma.29 Como el mundo de la vida social –Lebenswelt–,
toda deliberación, la estructura argumen- donde la indecisión e indeterminación
tativa parte de premisas que en ética no tienen consecuencias muy negativas y
son principios inamovibles con presunción requieren sin tardanza orientar la acción,
de universalidad, sino creencias o visiones ejercitando así la participación democrática
de mundo que han de ser fundamentadas sin suspender el debate teórico ni usurpar
en el curso del debate tolerante y la dis- las decisiones ad hoc como precedentes
posición a encontrar acuerdos. determinantes a futuro.
El objetivo del presente análisis es señalar Del mismo modo, el debate sobre de-
que la deliberación, en tanto el método rechos humanos no tiene por intención
más apropiado para el desarrollo de la descalificar o siquiera cuestionar el valor y
bioética, sobre todo en sus aplicaciones la importancia de los derechos humanos.
prácticas –docencia, comités, comisiones, Lo que está en discusión es acaso la caja
asesorías, extensión pública–, sufre de de herramientas utilizada –Declaraciones,
restricciones en la medida en que se le Convenciones y Tratados– es adecuada
interpone principios considerados indis- y efectiva; acaso la pretendida universa-
cutibles. La solidez de un principio solo lización es impropia al reconocer que
se legitima en el marco conceptual de casi 70 años de celebración formal no
determinadas convicciones, más allá de lo han tenido mayor impacto para reducir
cual puede operar como recomendación, atropellos, transgresiones y simples des-
sin por ello ser impositivo. Por lo general, conocimientos:
los principios éticos son coherentes con
…en gran medida [el] reconocimiento formal
ciertas creencias y, salvo excepciones,
de derechos [humanos en América Latina]
no ha logrado su vigencia ni el respeto de
28 Kottow, M. (2009). La deuda de la bioética los poderes públicos o de los particulares
con el pragmatismo. Revista Colombiana de […] teniendo en cuenta los índices de
Bioética, 4(1): 15-33. pobreza de la región (entre otros factores
29 Kottow, M. (2009). Refining deliberation in
bioethics. Med Health Care and Philos, 12(4): determinantes), cobra particular relevancia
393-397. la dificultad adicional que representa para
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una parte importante de la población de petu por romper la monofonía del pensar
América Latina la posibilidad real del acceso bioético, generadora de incomprensiones,
a la justicia […] [y] el acceso a las institu- rigideces y, nada menor, de menoscabo
ciones […] competentes […] para resolver a críticas y disidencias. Estimamos como
las cuestiones que se presentan en la vida mérito de los Nuevos Folios de Bioética y
cotidiana de las personas.30 Pensamiento Biomédico el abrirse al debate
Para una región como la nuestra, maculada y a la diversidad, respetar tanto disciplina
por regímenes dictatoriales que aparecen como imaginación aun a costa de adorar
con posterioridad a las Declaraciones lo quemado y quemar lo adorado.
sobre Derechos Humanos, que muestra
los peores índices Gini de desigualdad;
donde las reformas de salud no cristalizan
en equidad ni evitan la mercantilización de
la medicina, donde no dejan de influir el
paternalismo, la discriminación, las doctri-
nas conservadoras, la tendencia a creer en
principios, y el subdesarrollo de instancias
de participación democrática, la bioética
latinoamericana no debe cortocircuitar
el debate confiando en que los derechos
ciudadanos básicos y las propuestas de
principios están asegurados por el mero
hecho de haber sido enunciados.
Postdata
Podría entenderse el texto precedente
como prosa, en tanto el que sigue, de
Yuri Carvajal, es más bien poesía. En una
distinción de la filósofa chilena Cecilia
Sánchez, el primero es un texto apegado
a la letra –la gramática del orden–, el
segundo a la escritura como “retórica de
la pasión”. Ambos tienen en común el ím-
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A comienzos de 1953 naufraga y muere aliasTerwa Koyo (brazo tieso) había partido
ahogado Lautaro Edén Wellington, en en una canoa india.
las proximidades del fiordo Baker.Los Esta rebelión abierta, súbita e inesperada
acontecimientos que trazan esta historia señalaba el comienzo de una conmoción, en
están narrados en Los nómades del mar la que se inmiscuyó la autoridad militar, con
(Emperaire, 1963, pp.89-93): su manera propia de considerar los problemas
de orden psicológico.Los alacalufes poco a
Un joven alacalufe de unos diez años, que
poco abandonaron el puesto de Edén, para
parecía particularmente despierto, fue en-
unirse a Lautaro, que había vuelto a la vida
viado hacia 1940 a Santiago, a una Escuela
nómada en los archipiélagos.
de la Fuerza Aérea.
…
…
Lautaro y su tripulación formaban cerca
En 1947, después de 8 años de vida urbana,
de San Pedro una nueva comunidad india
según su nuevo nombre, ahijado del Presi-
que se dedicaba a la caza de animales de
dente de la República, suboficial mecánico
pieles finas. La autoridad cerró los ojos a la
de aviación, desembarcaba en Edén, con
deserción de Lautaro y lo dejaron trabajar.
un primer permiso de un mes (…) Al final
de su mes de permiso, se volvió a Santiago. El nombre republicano de Terwa Koyo es
… una metonimia de Chile, una mezcla de
Lautaro pasó otros dos años en Santiago y halcón ligero (lef traro),de la designación de
durante ese período se casó con una enfer- América como promesa edénica y finalmente
mera. En 1949, regresó sin su mujer a Puerto de exploradores geopolíticos y naturalistas
Edén, designado provisionalmente para que nos descubren desde la Europa moderna.
ocupar las funciones de radio en la estación Sea este tropo el que nos permita usar su
que debía dirigir más tarde. Durante cierto historia como una metonimia de la relación
tiempo, cumplió normalmente sus obliga- entre principialismo y perspectivismo, entre
ciones de trabajo, hasta que, de pronto, una universalismo y red, o más localmente aún,
mañana desapareció. En compañía de una entre modernidad e indianidad.
mujer alacalufe, Lautaro Edén Wellington,
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aviador, el ahijado del Presidente. Terwa Pero además por las posibilidades que
Koyo parece sintonizar su mente de primi- multinaturalismo, ontologías múltiples
tiva a moderna y viceversa, como nosotros y metafísicas originarias pueden tener,
reconfiguramos el sistema operativo de tanto en la revisión del significado de la
nuestro ordenador. antropología y la invención de la cultura,
como por aquellas implicancias que po-
A los ojos del principialismo,hay una ética
drían incorporarse a la tarea ya bastante
común subyacente tras estos desplazamien-
animada de situar la bioética en el terreno
tos, un fondo universal de comunicación,
continental latinoamericano.
sustentado en una razón comunicativa
básica, la co-humanidad establecida como Y decimos esto, porque lo que hasta
una comunidad originaria.Y los principios ahora se realiza bajo el apelativo de cos-
tras la obediencia militar, el matrimonio movisión indígena, alude al exotismo y la
civil y urbano,pueden servir para una ingenuidad de un pensamiento en ciernes.
comprensión homóloga de aquello que A una albura supuestamente infantil y
sostiene la poligamia y el vagabundeo básica, en vez de la incandescencia de
oceánico de este kawésqar. una teorización de alta temperatura.
Por mi parte, recurriré al perspectivismo A una buena distancia de ese indigenismo
para señalar que en vez de existir principios que busca buenos salvajes en estado de
que se sostienen en el individuo autónomo naturaleza, el esfuerzo del perspectivis-
moderno, del cual estos indios son –y mo va en otro sentido, en el intento de
también nosotros lo seríamos– un embrión comprender la producción intelectiva de
o un bosquejo, lo que hay son lugares o los indios, como una empresa filosófica
perspectivas, que producen sujetos. intensiva. Como elaboración reflexiva y
comprensiva del mundo, con una textura
Tomo la expresión y la pluralidad de
intelectual del mismo o superior orden de
implicancias dela expresión en la versión
elaboración que los textiles que admiramos,
de Viveiros de Castro:
producciones susceptibles de ser usadas
un perspectivismo amerindio, que recon- en forma contemporánea.
figuraría un complejo de ideas y prácticas
En suma, la prueba es intentar dialogar
cuya capacidad de perturbación intelectual
con el perspectivismo como si fuera del
no ha sido debidamente apreciada (Viveiros,
mismo orden que la tradición filosófica
2010, p. 25).
occidental, en sus productos más respe-
tados y respetables.
Perspectivismo
Perspectivismo antropológico y tam-
Humanos y animales
bién metafísico, cuya revisión podría
interesarnos solo por una vocación La reflexión que acuña la expresión pers-
hacia la perturbación y lo intelectual. pectivismo para describir un pensamiento
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amazónico, según Viveiros surge de algo con que se llaman es un apelativo vago:
así como una extrañeza antropológica: los de aquí, los que aquí estamos, o la
gente de la tierra, como hacen nuestros
Las numerosas referencias en la etnografía
mapuches, con una obviedad abruma-
amazónica, a una concepción indígena según
dora. Si esto implica un etnocentrismo
la cual el modo como los seres humanos
inapelable, también señala la importancia
ven a los animales y otras subjetividades
de la perspectiva para dar identidad a
que pueblan el universo –dioses, espíritus,
alguien o algo.
muertos, habitantes de otros niveles cósmi-
cos, plantas, fenómenos meteorológicos, La humanidad, como trasfondo indiferen-
accidentes geográficos, objetos y artefac- ciado y originario, hace de la perspectiva,
tos– es profundamente diferente del modo el agente del sujeto, en un sentido que
como esos seres ven a los humanos y se provoca a nuestra predilección por el
ven a sí mismos (Viveiros, 2011[2002], p. sujeto y que lo asigna como agente de la
350, trad. mía). perspectiva.
Mientras la humanidad entre esas tribus A contramano, entre los indios se conside-
parece ser un fondo común difuso de to- ra que desde la perspectiva de los animales,
dos los seres, la animalidad resulta ser la aparecemos nosotros como bichos. Los
forma en que nosotros vemos a esos seres. jaguares nos ven como tapires, nuestra
Sin embargo, esos bichos (uso la palabra sangre les parece cerveza, los gusanos
porque el apelativo evoca monstruosidad, de la carne en descomposición, peces.
en Brasil más acentuado que en Chile) Se trata sin duda de un relacionismo, más
nos ven a nosotros como animales y a sí que de un relativismo. Allí donde estamos,
mismos, como humanos. en la perspectiva en que algunas relacio-
nes se expresan, permiten y organizan
Precisamente los etnónimos, según
el surgimiento de alguna identificación.
señala el mismo autor, aluden a esta
En términos deleuzianos, la verdad de
indiferenciación que se sitúa tanto en el
la relación en vez de la relatividad de
origen de los seres animados (o más bien
la verdad. De alguna extraña manera, el
almados), como en la imposibilidad de
perspectivismo nos recuerda lo que decía
identificarse por sí mismos. Los pueblos
Rimbaud en carta a su profesor Izambard
no se nombran a sí mismos con un ape-
el 13 de mayo de 1871: “Je est un autre”
lativo autoasignado. Las denominaciones
(Rimbaud, 1963, p. 218).
son asignaciones dudosas procedente de
otros, como en el caso de los alacalufes,
que significa tragamejillones, considerado
La importancia del cuerpo en el
un insulto por los kawésqar. Esta pala-
perspectivismo
bra significa los que llevan piel, que ni
siquiera permite el distingo respecto de El perspectivismo indígena amazónico
las focas o nutrias. Usualmente el nombre puede desplegar una comprensión del cuerpo
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en una dimensión mucho más relevante que sobre la diferencia real de los cuerpos, y
el asignado por nuestro dualismo, o en el que todo animal que se come permanezca
embodiment que vive una suerte de auge humano, a pesar de los esfuerzos chama-
en los estudios de historia. Cuerpo que aun nísticos para su de-subjetivización (Viveiros,
cuando marginal, es objeto del trabajo de 2010, p. 392).
salud pública y bioética. Si el perspectivismo sitúa al cuerpo en
El cuerpo, al situarse en un lugar y una dimensión distinta –que Viveiros se
especificar el punto de vista, es la dife- encarga de relevar acuñando el neologismo
rencia misma, y no el envoltorio, de la en portugués encorporar para traducir to
perspectiva. La materialidad del cuerpo embody, en vez de encarnar o incorporar
y sus transformaciones mediante trazas (Viveiros, 2010, p. 374 n. 32)– debemos
e inscripciones, son modificaciones de preguntarnos cuánto de perspectivismo
su identidad. Las plumas, las pieles, las vive entre nosotros y cuánto de esas di-
máscaras son como la frase de Rimbaud, mensiones son parte de nuestro cuerpo
formas de ser otro: indiano y finalmente, cuánto de eso está
presente en nosotros. Cuestión que no solo
Lo que aquí llamamos el cuerpo, entonces,
toca al ausente cuerpo del principialismo,
no es una fisiología distintiva o una anatomía
sino también al cuerpo más bien moderno
característica; es un conjunto de maneras y
de la vida y lo vivo, de la biopolítica y de
de modos de ser que constituyen habitus,
la episteme moderna.Y de la cuestión de
un ethos, un ethograma. Entre la subjetivi-
las tecnologías del cuerpo, performadas
dad formal de las almas y la materialidad
en las trayectorias foucaultianas,cuyas
sustancial de los organismos, está ese plano
producciones semejan empresas metropo-
central que es el cuerpo como haz de afectos
litanas, relocalizadas en nuestro territorio,
y de capacidades, y que está en el origen
como maquiladoras intelectuales de ramas
de las perspectivas. Lejos del esencialismo
industriales sobreexplotadas por las casas
espiritual del relativismo, el perspectivismo
matrices.
es un manierismo corporal (Viveiros, 2010,
p. 55). Y finalmente, también deberíamos pensar
si acaso la tortura y la desaparición –tanto
El perspectivismo amazónico se asocia a
en su versión colonial como en la más
una economía intensamente predatoria, a
reciente y la más actual–no son acaso
tal punto que Viveiros no vacila en señalar
adaptaciones colonizadoras al perspec-
al canibalismo como el equivalente pers-
tivismo indígena, toda vez que como el
pectivista del solipsismo epistemológico
mismo Viveiros dice: “la metamorfosis
que acosa al sujeto moderno:
corporal es la contrapartida amerindia de
Si este deriva de la incerteza de que la seme- la conversión espiritual” (Viveiros, 2010,
janza de los cuerpos garantice la comunidad p. 390).
real de los espíritus, aquel sospecha que la
semejanza de los espíritus pueda prevalecer
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