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ALIMENTACION
Núm. 20179 HD DE LOS ANIMALES
ENFERMOS
MARIANO GARCIA ROLLAN
Veterinario

MINISTERIO DE AGRICULTURA
ALIMENTACION DE LOS ANIMALES
ENFERMOS

Las necesidades alimenticias del ganado y algunos animales


domésticos están muy bien estudiadas y la técnica moderna nos
permite conocer las cantidades diarias de principios nutritivos
que necesita cada especie. Pero no ocurre lo mismo cuando se
trata de animales que no están sanos. Las enfermedades hacen
cambiar las necesidades del organismo (aumentan por ejemplo el
consumo de vitaminas), y la alimentación conveniente no puede
ser la misma que aconsejan las tablas de racionamiento habi-
tuales. A1 menos, los componentes de la ración no deben ser los
mismos.
Por otra parte, hay enfermedades en cuyo tratamiento influye
más la alimentación que las drogas, la dietética que la medicina
propiamente dicha. Conviene que el ganadero conozca los
alimentos más adecuados a cada caso, pues con ello ayudará al
veterinario para conseguir curar al animal. Pensemos también
que, en muchos casos, la enfermedad es de exclusivo origen
alimentario y entonces, sólo se tendrá éxito si se cambia la
alimentación.
Ciertos alimentos y medicaciones pueden influir en la calidad
(sabor y olor) de productos ganaderos como la leche y la carne,
por lo que hay que tener precaución al administrarlos, sobre
todo si el animal enfermo va a terminar en el matadero para
comercializar su carne. Por ejemplo, hay ciertos piensos que
contienen antibióticos, que deben dejar de darse a los animales
unos días antes del sacrificio, sobre todo los que llevan
tetraciclinas.
A continuación daremos unas normas orientadoras para los
casos más frecuentes, pero hemos hecho grupos generales para
facilitar su aplicación por el ganadero. En enfermedades concre-
tas no citadas, en procesos no incluidos en ningún grupo, y en
Fig. I. 1_as necesidades de
la res enferma son distintas
de las del animal sano.

cualquier caso, se debe siempre consultar al veterinario que


aconsejará para cada animal la dieta más conveniente. De todas
maneras la consulta es necesaria para que establezca el trata-
miento específico con medicamentos; por ej. una diarrea infec-
ciosa no se cura sólo con alimentos astringentes, sino con
sulfamidas o antibióticos que recetará el profesional.

PROCESOS DIGESTIVOS

En las alteraciones que se producen en el estómago, intestino


y demás partes del aparato digestivo, es muy estrecha la relación
entre enfermedad y alimentación. Por un lado, los alimentos en
mal estado (sucios, ácidos, enmohecidos) o administrados en
exceso, causan pronto lesiones; incluso un cambio de régimen
brusco debido a la introducción de un alimento nuevo en la
ración, puede causar diarreas, sobre todo en animales jóvenes.
Por otro lado, cualquier alteración digestiva hace que se
aprovechen peor los alimentos, que se altere la rumia de los
bóvidos, e incluso que el animal deje de comer. Las causas y los
efectos cambian a menudo sus papeles y son fáciles de confundir.
En general, al principio conviene tener al animal sin comer
nada durante un día (en muchos casos habrá que ponerle bozal
para conseguirlo), y después darle alimentos escogidos que se
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digieran bien. Por ejemplo, papillas de cereales para los jóvenes;


heno de buena calidad y sopa de avena o de cebada para los
rumiantes y caballerías; granos de cebada o maíz cocidos y
aplastados para el cerdo; sopa de carne, huevos batidos con
leche, o leche de arroz para el perro. Hay que proporcionarles
toda la bebida que quieran desde el primer momento de la
enfermedad, poniendo a su disposición agua fresca, pero no fría,
o infusiones de salvado con un poquito de sal. Es importante
limpiar bien los comederos para impedir que aprovechen los
restos de otras comidas.
La ración debe irse aumentando poco a poco, y cuando
hayan desaparecido los síntomas se puede estimular el apetito
añadiendo a los alimentos algún saborizante o aromatizante,
como caldo en cubitos (de los empleados para sopas en las
personas), hinojo, anís, alholva, un poquito de sal, miel o azúcar
para el cerdo, etc. En rumíantes es muy útil dar una porción del
contenido de la panza de otros animales sanos; esto se consigue
en el matadero o extrayendo el bolo con la mano, de la boca de
vacas que estén rumiando.
Cuando hay lesiones en la boca o garganta, se dan alimentos
blandos o en papilla; por ejemplo, a los rumiantes se les dará
hierba tierna (no trébol), heno remojado, agua con harina y
salvado, patatas o remolachas cocidas. Si no pueden tragar, se
les da líquidos (leche, caldos, jarabes) con una sonda como la
que describiremos al hablar del meteorismo. Y en último caso
queda el recurso de los enemas nutritivos templados, cuya
fórmula puede indicar el veterinario.

Fig. 2.-Un exceso de alimentos puede causar trastornos a los animales jóvenes.
Fig. 3.--Para evitar yue los animales yue están a dieta se coman bs materiales
empleados como cama, se les puede poner un bozal.

Si existe estreñimiento, se deben aumentar los componentes


vegetales de la ración ricos en fibras, para aumentar el volumen
del contenido intestinal. Convienen los alimentos laxantes como
salvado de trigo, suero de leche, higos, remolacha, melazas, torta
de linaza.

Diarreas

Aparte de las medidas generales que ya hemos indicado,


conviene que la dieta total dure más de un día, procurando que
beban lo suficiente para evitar la deshidratación. Mejor que el
agua es el suero, o agua en la que se han disuelto S gramos de sal
y un pellizco de bicarbonato por litro.
A los terneros lactantes se les debe suprimir la leche, y en su
lugar dar dos litros de té, o agua tibia en la que se hayan disuelto
9 gramos de sal y 50 gramos de glucosa por litro; el peso de estas
cantidades puede hacerse en la farmacia. Es imprescindible lavar
muy bien las nodrizas automáticas.
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Se recomiendan alimentos astringentes para los adultos:


harina de bellotas, sorgo, granos de leguminosas, manzanas,
arroz, cocimiento de hojas de nogal. También interesan los
alimentos ricos en vitamina A.
Si la diarrea se debe a intoxicación por alguna planta
venenosa, hay que evitar en el futuro que el animal vuelva a
pastar en sitios donde crezca la planta en cuestión. El ganado,
por instinto, suele rechazar las especies que no son comestibles,
pero una vez que las ha comido, siempre que las encuentre
volverá a comerlas a pesar de todo. Las diarreas por esta causa,
cuando no sean graves, conviene mantenerlas sin cortar durante
1-2 días, para que se limpie el intestino de sustancias tóxicas.

Meteorismo
Excepto las hinchazones de panza causadas en los rumiantes
por accidentes (trozo de patata atravesado en el esófago) o por
ciertas enfermedades (por ejemplo, inflamación de ganglios
tuberculosos), el meteorismo se debe a la ingestión inadecuada
de alimentos. Suele ocurrir en animales que cambian bruscamen-
te de alimentación, pasan de un régimen rico en concentrados a
otro rico en hierba joven, salen al pasto por primera vez en
primaveras lluviosas, comen hierba mojada o caliente o ingieren
en poco tiempo demasiado trébol, alfalfa o esparceta.
Los animales propensos deben alimentarse teniendo en
cuenta tales circunstancias y evitándolas; así se debe evitar el

Fig. 4.-Para prevenir el meteorismo se debe dar algún forraje seco antes de salir al pasto.

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Fig. 5.-Sonda esofágica.

pastoreo de leguminosas muy jóvenes o con rocío, y conviene


dar algo de heno antes de salir al pasto por las mañanas. No
convienen las harinas muy molidas.
Cuando ya se ha producido el meteorismo y el animal está
hinchado, se puede intentar solucionarlo dándole cuarto a medio
litro de aceite de soja con agua, pero es poco efectivo. Otros
aconsejan leche, aguardiente, siliconas, etc., pero tampoco suele
conseguirse gran cosa. No deben darse productos como el
amoníaco, que dan sabor a la carne en caso de tener que llevar al
animal al matadero.
Son muy útiles las sondas de goma o plástico que se meten
por la boca o las narices del animal y llegan hasta la panza. En
muchos casos permiten la salida de los gases y se resuelve el
meteorismo; además sirven para administrar los líquidos nece-
sarios, cuando la res se niega a ingerirlos. Las empleadas para
vacunos y equinos suelen medir 2,25 m. de largas y unos 25 mm.
de diámetro; las de ovino miden 1,5 m. y 5 mm. de diámetro,
pero las dimensiones pueden variar. Algunos ganaderos com-
baten el meteorismo echando por la sonda varios litros de agua
caliente, pero lo mejor es llamar al veterinario para que aconseje
el tratamiento adecuado.
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Anotemos que también se pueden suministrar líquidos a


través del trócar, aparato que se utiliza para perforar la panza
por el ijar izquierdo en casos extremos yue no se han podido
solucionar de otro modo.
Después de resuelto el meteorismo, debe mantenerse una
dieta sin alimentos sólidos al menos por un día.

SITUACIONES CRITICAS
Incluimos aquí las circunstancias en que el organismo animal
sufre la agresión de agentes externos o internos que le causan
pérdida de resistencia, dolor, miedo, intranquilidad o fiebre.
Esto ocurre por ejemplo con motivo de transportes, operaciones
quirúrgicas, accidentes, vacunaciones, enfermedades infecciosas,
parto.
En tales casos se aconseja no dar de comer al principio y
proporcionar agua en abundancia. Después los alimentos serán
líquidos o muy digestibles, y a ser posible enriquecidos en
vitaminas C y A.
Si se trata de procesos infecciosos, los cuales se manifiestan
porque generalmente cursan con fiebre, los enfermos deben ser
aislados para evitar que utilicen los mismos comederos y
bebederos que los sanos, pues éstos se contagiarían fácilmente.
Además, a los enfermos se les dará de comer después de los
demás animales; al terminar, el cuidador debe lavarse muy bien
las manos.
En caso de procesos pulmonares, uno de cuyos síntomas es la
tos, el pienso se debe dar humedecido para evitar el polvo.

Gestación
La incluimos aquí porque es un estado en el que se
encuentran muy próximos y a veces se superponen, hechos
fisiológicos y patológicos. La anemia y movilización de calcio,
que, por ejemplo, suceden normalmente en las hembras ges-
tantes, causan a veces trastornos o los desencadenan tras el
parto. Igual sucede si la alimentación es escasa o excesiva; así,
con alimentos pobres en calcio puede ocasionarse fiebre vitularia
y parálisis; con alimentos pobres en vitamina A, abortos y fetos
débiles: con alimentos pobres en yodo, fetos ciegos, y con
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demasiada cantidad de alimentos, crías porcinas muertas, partos


difíciles y convulsiones en la vaca.
En general se aconsejan alimentos ricos en calcio, fósforo,
oligoelementos minerales y vitaminas (A y D sobre todo), poca
grasa y poca sal. Los últimos días las comidas deben ser ligeras y
frecuentes, para evitar el excesivo volumen.
Segítn estudios recientes, la fiebre vitularia puede evitarse del
modo siguiente. A las vacas que se alimentan con concentrados
en la época anterior al parto, se les dará una ración con bajo
contenido en calcio y fósforo, además de los forrajes acostum-
brados; siete días antes del parto se va aumentando el
concentrado hasta completar la ración de producción. A las
vacas que no necesitan piensos mientras están secas, se les da un
concentrado dos-tres días antes de parir o una ración rica en
calcio y fósforo. En resumen, puede decirse que en el período
seco conviene un consumo de unos 50 gramos de calcio y 30 de
fósforo diarios, elevándose hasta otros 50 gramos cuando se
acerca el parto. Debe vigilarse también el magnesio de la dieta,
para que no sea excesivo.
Para evitar la acetonemia en vacas propensas a ella, no se
deben dar piensos grasos, y se aumentarán los ricos en hidratos
de carbono fácilmente digeribles (recortes de remolacha azuca-
rera, cereales triturados, patatas cocidas, melazas) de acuerdo
con la producción. A la vez, se mantendrá el porcentaje
adecuado de fibra en la ración (20% de sustancia seca).

Fig. 6.-EI animal debe tener


agua a su disposición.
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CARENCIAS
Cuando en la alimentación escasea algún elemento mineral o
alguna vitamina de los que el organismo necesita continuamente,
se producen alteraciones y enfermedades muy diversas. Preci-
samente el ganado de nuestro país sufre carencias de este tipo
frecuentemente, y muchas de las enfermedades que padece
podrían evitarse cuidando este aspecto. Grandes cantidades de
dinero gastado en medicinas, y gran parte de la baja producti-
vidad de nuestros animales, podrían evitarse por el simple
procedimiento de vigilar el contenido en minerales y vitaminas
de la ración diaria.
Vamos a relacionar a continuación las situaciones y procesos
en que está aconsejado suministrar cada mineral y cada vitamina
en cantidades superiores a las normales. Por regla general se
trata de circunstancias que exigen mayor consumo, o de
alteraciones producidas precisamente por la falta de alguno 0
varios de tales elementos nutritivos. Como es lógico, si la
alteración es importante, el veterinario le tratará con dosis
masivas del específico más adecuado. Pero muchas veces suele
bastar con añadir al pienso un corrector mineral o vitamínico
que sea rico en el elemento que ha producido la carencia.
También es necesario que los alimentos administrados sean ricos
en tal elemento, para que no vuelva a producirse su falta; por
ello indicaremos también cuales son los alimentos con mayor
contenido en cada mineral o vitamina.

Carencias minerales
Aunque hay muchos elementos necesarios para el organismo,
sólo nos referiremos a los principales. Las dosis diarias deben
consultarse en las tablas de alimentación para cada especie, pues
el exceso puede causar trastornos en ciertos casos. A este
respecto, anotemos que el umbral de toxicidad es, en mg. / kg. de
peso vivo, de 0,5 para el selenio, 3 para el molibdeno, 8 para el
yodo, 15 en ovino y 100 en bovinos para el cobre, 100 para el
cobalto, y 1.000 para el manganeso y la sal común. También hay
que cuidar el equilibrio entre unos elementos y otros, sobre todo
entre calcio y fósforo. E1 exceso de un elemento en la dieta,
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puede entorpecer la absorción de otros; así, un exceso de azufre


o calcio disminuye la digestibilidad del cobre, zinc y manganeso.
Veamos las situaciones y alteraciones en las que se aconseja
aumentar el consumo de cada elemento:
Calcio.-Raquitismo, osteomalacia, alteraciones en huesos y
dientes, fracturas, cojeras, articulaciones abultadas, poca fer-
tilidad, poco crecimiento, deformación de las extremidades o
dorso, pica, ingestión de excesiva cantidad de hojas de remola-
cha. Además se aconseja para aves que ponen huevos con
cáscara fina o sin ella y en días de calor grande. Fiebre vitularia
del vacuno.
Fós_roro.-Poco crecimiento, escasa fertilidad, alteraciones
óseas, raquitismo, pica, disminución de la puesta.
Hierro.-Anemias, retrasos de crecimiento, parasitosis intes-
tinales, palidez de mucosas, inapetencia, apatía. Es indispen-
sable en lechones para evitar la crisis anémica de las primeras
semanas.
Magnesio.-Tetania (convulsiones), nerviosismo, temblores.
Pastoreo en sitios abonados con mucho nitrógeno.
Cobre.-Rumiantes con trastornos cardíacos, decoloración
del pelo o lana, anemia, escaso crecimiento, pica, inapetencia,
cojeras, diarrea, poca fecundidad, pelos moteados. Crías con
incoordinación de movimientos. Cerdos con parálisis posterior.

Fig. 7.-La falta de ape-


tito es síntoma de alte-
ración.
Fig. 8.-Las carencias de calcio suelen causar alteraciones en las extremidades.

Zinc.-Rumiantes con inflamación de la piel y zonas sin


pelo, falta de fecundidad, defectos de aplomos, cojeras, pelos
moteados, deformación de los cascos, inflamación de articula-
ciones, escaso crecimiento, inapetencia. Corderos con piel roja y
rugosa, pica, lesiones alrededor de pezuñas y ojos. Terneros con
retraso testicular. Cerdos con paraqueratosis (picor, erupción
oscura en la piel, costras), diarrea, escaso crecimiento. Aves con
mal emplume, lesiones en la piel de las patas y huesos, escaso
crecimiento, embriones anormales, tarsos hinchados.

Cobalto.-Rumiantes delgados con pelos moteados, no fe-


cundos, con anemia, diarrea, pica, inapetencia, poco creci-
miento.

Yodo.-Fertilidad escasa, bocio (cuello hinchado). Rumian-


tes con poco crecimiento, escasa producción de leche, inape-
tencia, pelos moteados, piel gruesa con zonas sin pelo, abortos,
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crías débiles sin pelo. Animales que comen muchas berzas o


crucíferas, guisantes, soja, cacahuetes. Cerdas que tienen crías
muertas, de piel esponjosa.
Man^aneso.-Rumiantes con defectos de aplomos, cojeras,
infecundidad, escaso crecimiento, muerte de recién nacidos.
Cerdos con reabsorción de fetos, alteraciones del ciclo sexual.
Aves con perosis (deformación de la articulación de la pata,
deslizamiento de tendón), poca puesta, escasa fertilidad; pollitos
con patas y alas cortas, pico de loro.
Selenio.-Degeneración de los músculos, cojeras, trastornos
cardíacos. Cerdos con lesiones hepáticas. Aves con edemas y
hemorragias subcutáneas.
E1 contenido de los alimentos vegetales en sales minerales,
varía mucho según el suelo donde ha crecido la planta, el clima,
la estación del año, el abonado, y sobre todo, la edad del vegetal.
Tampoco es constante el contenido en los alimentos de origen
animal. No obstante, los alimentos más ricos en cada uno de los
minerales, suelen ser los que incluimos en el cuadro siguiente:

Elemento mineral Alimentos ricos

Calcio ....... Harina de huesos, fosfatos cálcicos, caliza molida, conchi-


Ila, harinas de pescado, calostros, leche, leguminosas
verdes o henificadas.
Fósforo .... . Harina de huesos, harina de pescado, fosfatos, granos
de cereales, leche descremada.
Hierro ....... Harinas de sangre, hígado y carne; hierba, alfalfa, tierra.
Magnesio .... Harinas de hueso, tortas oleaginosas, hojas de remolacha.
Cobre ....... Harinas de hígado y de crustáceos, salvados y subpro-
ductos de molinería, tortas de linaza, algodón y ca-
cahuete, conchilla, semillas de leguminosas, frutos secos,
pastos regados con sulfato de cobre.

Zinc ......... Harinas de hígado, pescado y carne; salvados y sub-


productos de molinería, tortas oleaginosas, harina de
huesos.
Cobalto .. ... Tortas oleaginosas, semillas de leguminosas, harina de hí-
gado.
Yodo ........ Harinas de pescado, algas marinas, sal yodada.
Manganeso .. Semillas de Lupinus (altramuces), salvados de trigo y de
arroz, tortas oleaginosas, soja.
Selenio .... .. Astragalus (garbancillos), salvados y harinillas.
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Carencias vitamínicas

Hay que tener en cuenta que las enfermedades aumentan las


necesidades de vitaminas, y al faltar éstas se agrava la propia
enfermedad. También aumentan mucho las necesidades en la
gestación y en situaciones de agresión, sufrimiento o tensión, es
decir, en aquellas circunstancias designadas con la palabra
inglesa «stress» (de uso ya generalizado).
Normalmente en los animales domésticos, especialmente
rumiantes, sólo son frecuentes las carencias de vitaminas A y D,
pues la flora microscópica del aparato digestivo es capaz de
sintetizar gran parte de las otras vitaminas (C, grupo B, etc.). Sin
embargo, en ocasiones desfavorables se pueden presentar todo
tipo de carencias, sobre todo en animales muy jóvenes y en
tratamientos prolongados con antibióticos y sulfamidas.

Vamos a resumir las situaciones y alteraciones en las que se


aconseja aumentar el consumo de cada una de las principales
vitaminas:

Vitamina A.-Alteraciones de la piel y mucosas, alteraciones


de los ojos, mala visión al anochecer, diarreas, trastornos
pulmonares, alteraciones del ciclo sexual, esterilidad, escaso
crecimiento, abortos, deformaciones óseas y articulares, debi-
lidad. Infecciones, parasitosis intestinales, operaciones quirúr-
gicas, quemaduras. Rumiantes con calambres, cojeras, edemas,
intoxicados por pastos demasiado abonados con nitratos, ma-
chos poco fértiles, crías débiles, crías que nacen ciegas o muertas.
Equinos con fallos en la reproducción, alteraciones óseas,
incoordinación, pica, degeneración nerviosa, poco desarrollo del
casco. Cerdos con inapetencia, dificultades reproductoras, poca
resistencia a procesos respiratorios, otitis durante el cebo (cabPZa
inclinada, sacudidas), abortos, crías ciegas, muertas o débiles al
nacer. Aves con coriza, coccidiosis, decoloración del pico y
patas, trastornos nerviosos, temblores, y también cuando la
puesta está disminuida y hay mala eclosión y mortalidad de
embriones.
Grupo B.-Trastornos nerviosos, alteración de la marcha,
tratamientos con antibióticos o sulfamidas por vía oral.
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Vitamina Bl (tiamina).-Falta de apetito; trastornos cardía-


cos, digestivos y nerviosos, edemas, parálisis, intoxicación por
helechos o equisetos. Terneros con convulsiones, diarrea, retrac-
ción de la cabeza. Cerdos con poco crecimiento, inapetencia,
diarrea, debilidad cardíaca, vómitos, crías muertas o débiles,
escasa temperatura. Perros con hinchazón de tarsos, diarrea,
debilidad, ladridos roncos. Aves con diarrea, cresta azulada,
cabeza hacia atrás, posturas anómalas, alteraciones oculares.
i^itamina Bz (riboflavina).-Vacunos con encías sangrantes,
lesiones oculares, caída de pelo, diarrea. Ovinos con lesiones en
los ojos. Cerdos con poco crecimiento, vómitos, diarreas, pelo
áspero, fallos en la reproducción, rigidez de articulaciones,
anemia, caída de pelo, lesiones en la piel y en la córnea del ojo;
lechones que caminan mal. Equinos con oftalmia periódica, poco
crecimiento, procesos articulares y óseos. Perros con anemia,
enflaquecimiento, trastornos de los ojos y de la piel, espasmos,
parálisis posterior. Aves con poco crecimiento, diarrea, plumas
del ala demasiado largas, embriones enanos y muertos, puesta
disminuida. Pollos que se apoyan en los tarsos y tienen los dedos
crispados. Pavos con dermatitis en patas y cloaca.

Fig. 9.-Los animales mal nutridos o enfermos acusan su defectuosa salud, entre otros
síntomas, por la falta de brillo en el pelo.
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Vitamina B^ (piridoxina).-Vacunos con diarrea, vómitos;


animales tuberculosos tratados con isoniacida. Cerdos con
escaso crecimiento, andar inseguro, ataques convulsivos, anemia,
eczema. Perros con convulsiones y anemia. Aves con poco
crecimiento, anemia, poca puesta, temblores y convulsiones,
pollos que permanecen sentados, con las alas separadas y la
cabeza en el suelo. Pavos con dermatitis en el pico y patas.
Vitamina B1z.^-Anemias, falta de apetito, poco crecimiento.
Cerdos con alteraciones de la piel y fallos en la reproducción.
Aves con dificultad de emplume, menor incubabilidad y embrio-
nes muertos (con patas atrofiadas, hemorragias y posturas
raras).
Biotina (vit. H). Terneros con parálisis posterior. Cerdos
con caída de pelo, eczema, grietas en las pezuñas, rigidez de las
patas traseras. Aves con caída de plumas, planta de los pies
callosa y con grietas hemorrágicas, inflamación de la piel
próxima al pico que acaba deformado, menor incubabilidad.

Fig. 10.--Las parasitosis suelen producir carencias nutritivas.


Fig. I I.-EI calor aumenta las necesidades aviares de calcio.

Nicotinamida (ácido nicotínico).-Diarreas, inflamaciones de


la piel. Equinos con trastornos nerviosos. Cerdos con inapeten-
cia, poco crecimiento, vómitos, caída del pelo, eczema. Perro
con lengua azulada, mucosas digestiva inflamadas, vómitos,
anemia, espasmos y parálisis. Aves con inflamación de la boca,
poco crecimiento, articulaciones abultadas y patas arqueadas.
Vitamina C.-Hemorragias, operaciones quirúrgicas, infec-
ciones, «stress». Terneros con lesiones en las encías y articu-
laciones. Perros con úlceras en la boca, anemia, debilidad,
dolores de miembros, engrosamiento de huesos largos, caída de
dientes.

Vitamina L^.-Raquitismo, alteraciones óseas, fracturas, ar-


ticulaciones hinchadas, dificultad al andar, pica, debilidad mus-
cular, patas curvadas, inapetencia, irritabilidad, tetanias, hernia
umbilical. Animales que permanecen mucho tiempo encerrados.
Aves con poco crecimiento, plumas erizadas, diarrea, pico
blando, esternón deformado, puesta reducida, huevos con cás-
cara fina o blanda.
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Vitamina E.-Alteraciones vasculares y musculares. Vacunos


con fallos cardíacos, cojera, parálisis, lengua alterada. Corderos
con movimientos rígidos, edemas, parálisis traseras. Equinos con
falta de vigor y poco rendimiento reproductor. Cerdos con
anemia, incoordinación muscular en jóvenes y mortalidad em-
brionaria. Aves con puesta disminuida, menor fertilidad e
incubabilidad, embriones muertos, engrosamiento de tarsos,
hemorragias; encefalomalacia o locura de los pollos (trastornos
de la marcha, cabeza caída, temblores, vueltas); gallos estériles.
vitamina K.-Hemorragias, operaciones, procesos hepáticos,
ingestión de raticidas anticoagulantes o trébol atacado por
hongos. Aves con coccidiosis.
En el cuadro siguiente vamos a relacionar los alimentos más
ricos en cada vitamina, pero hay que tener en cuenta que el
contenido es muy variable y, a veces, sólo se refiere a sustancias
que después se transforman en vitaminas en el organismo.
Hemos incluido algunos alimentos humanos porque también
pueden darse a los animales (sobre todo a perros y cerdo),
aunque sea en forma de residuos.

Fig. 12.-Los animales yue no están encerrados suelen padecer menos carencias vi-
tamínicas.
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Vitamina Alimentoti ricos

A(o carotenos). Aceites de hígado de pescados, calostros, mantequilla,


hígado, huevo en polvo, leche. Harina de alfalfa, hierba
verde, diente de león, espinacas, maíz amarillo, za-
nahorias, albaricoques, melón.
Grupo B..... Levaduras, solubles de destilería, solubles de pescado,
hígado, riñón.
B, .......... Levaduras de cerveza, salvados de trigo y arroz, harina
de carne, solubles de pescado, harina de soja, leche
desnatada desecada, melazas de remolacha, huevo, car-
ne de cerdo, riñones, corazón, frutos secos, pan integral.

B, .......,.. Productos lácteos, sobre todo quesos, harina de hígado,


^ levaduras y productos de fermentación, salvado y ger-
men de trigo, harina de alfalfa, hierba verde, tomates,
coliflor, huevo, guisantes, huevas de pescado, almen-
dras, verduras, malta, harina de soja, nabos, riñones,
hígado, corazón. ^
B^, .......... Levadura de cerveza, germen de trigo, salvados de arroz
y trigo; harinas de alfalfa, soja, maíz, carne y pescado;
leche en polvo, melazas, hígado.
BiZ .......... Harinas y solubles de pescado, leche en polvo, queso,
levaduras y productos de fermentación, hígado, yema de
huevo, harina de carne, corazón, riñones, pescados azu-
les, caldos de cultivo de antibióticos.
Biotina ... ... Levadura de cerveza, leche, queso, hígado, yema de hue-
vo, alfalfa, soja, coliflor, salvado de arroz, maíz, car-
nes, pescados, melazas, frutas, verduras, champiñones.
Nicotinamida . Germen de trigo, levaduras, harina de pescado, salvados,
extractos hepáticos, carne, hígado, riñón, corazón, ex-
tractos de carne, soja, tomates, espinacas, colinabo,
cebada, melazas, leche, huevos, frutos secos.
C , . . . . . . . . . . Frutos cítricos, fresas, tomate, coles, hierba joven, alfalfa,
perejil, pimientos, espinacas, frutas y verduras.
D........... Aceites de hígado de pescados, levadura irradiada, pes-
cados azules, mantequilla en verano, heno secado al
sol, yema de huevo, hierba.
E........... Germen de granos de cereales, sobre todo de trigo,
aceites de germen, harina de alfalfa, soja, lechuga, pe-
rejil, guisantes, riñones, yema de huevo.
K........... Hojas verdes, alfalfa, col, espinacas, ortigas, tomates,
soja, hígado de cerdo, yema de huevo, harinas y so-
lubles de pescado, hojas de castaño de Indias, piel
de naranja.

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