Fecha: 19 de abril de 2018 La Educación Matemática es una profesión relativamente nueva y, en especial, su construcción como disciplina científica y académica se encuentra en un proceso de definición y consolidación. Esta construcción se ha llevado a cabo en los últimos años por un grupo de investigadores que desde diversas disciplinas se interesan por los problemas de la Educación Matemática, se han desarrollado trabajos por grupos en diferentes partes del mundo para aportar nuevas ideas y modelos epistemológicos sobre las matemáticas y la Educación Matemática, principalmente en Francia. Como fruto de este esfuerzo, los investigadores definen tres etapas que forman parte de la evolución de la Educación Matemática: Antigua: La labor principal del docente es la difundir la matemática, y modelar a los alumnos, según su voluntad y su capacidad y la capacidad de sus alumnos. Clásica: Se conoce como objeto de estudio de la didáctica la relación que existe entre dos elementos: quién enseña y quién aprende. Fundamental: Presenta caracteres diferenciales respecto a otros enfoques: concepción global de la enseñanza, estrechamente ligada a la matemática y a teorías específicas del aprendizaje, y búsqueda de paradigmas propios en una postura integradora entre los métodos cualitativos y los cuantitativos. Con esta nueva didáctica nace el interés por establecer un marco teórico original, desarrollando sus propios conceptos y métodos y considerando las situaciones de enseñanza y aprendizaje globalmente. Es por esto que en la década de los 70 hace su aparición Brousseau quien hace las primeras formulaciones de la Teoría de Situaciones Didácticas donde se considera por primera vez la necesidad para la didáctica de utilizar un modelo propio de la actividad matemática, así pues, el objetivo fundamental de la didáctica es el de definir un “conocimiento matemático”, mediante una “situación” tal que ésta situación produzca “situaciones a-didácticas” en los alumnos que permitan engendrar una buena representación del conocimiento. Pero, la actividad matemática escolar (en el aula) no está aislada, sino que se integra dentro de las actividades matemáticas institucionales, los que ahora pasan a constituirse en el objeto primario de las investigaciones didácticas. De esta manera, en el texto se menciona que el nuevo objeto de estudio de la epistemología de las matemáticas es la actividad matemática en su conjunto en una institución, en la cual intervienen otras variables socio-académicas. Por otra parte, el problema central de la didáctica es para Chevallard el estudio de la relación institucional con el saber, de sus condiciones y de sus efectos, considerando el conjunto de condicionantes cognitivos, culturales, sociales, inconscientes, fisiológicos del alumno, que juegan o pueden jugar un papel en la formación de su relación personal con el objeto de saber en cuestión. Esto, es lo que se conoce como “Transposición didáctica”, lo cual hace referencia en el texto a los cambios que presenta un conocimiento científico para ser enseñado en un aula. El fin de esto es, como menciona Gascón, no ver esta disciplina como una yuxtaposición de saberes. Por ejemplo, una yuxtaposición de pedagogía, psicología, historia, etc. donde las matemáticas son simplemente un componente más (y a veces uno subordinado). Las matemáticas no sólo son un componente más dentro de un sistema formado por otras disciplinas científicas y académicas. Tampoco el componente principal. Sino que la didáctica de las matemáticas debe considerarse propiamente como parte de las matemáticas o, convenientemente, dentro de la comunidad matemática. Los conceptos matemáticos a enseñar establecen en esta visión el fundamento central para la didáctica que corresponde a cada uno. No existe didáctica general que se aplique de manera específica a la matemática. La Didáctica de la Matemática emerge de la matemática misma. En el texto se hace referencia a que, se ha buscado establecer un perfil profesional para los educadores de las matemáticas y, al mismo tiempo, fortalecer la Educación Matemática como una disciplina científica. En ambas tareas se ha buscado importar conceptos, métodos, experiencias de diferentes disciplinas: las matemáticas para empezar, psicología, historia de las matemáticas y la ciencia en general, la pedagogía, la lingüística, la antropología, la sociología, etcétera. Los nuevos caminos en busca de dotar a la comunidad de educadores de la matemática de su verdadera fisonomía, fronteras, objetos y métodos, condujeron también a la realización de importantes investigaciones en dos direcciones: por un lado, la experiencia en el aula propiamente, resultados de prácticas y técnicas, formas de experimentación pedagógica, desarrolladas por los protagonistas en el proceso de enseñanza aprendizaje; por el otro lado, relevantes investigaciones en la definición teórica más general del nuevo espacio profesional. Aquí por ejemplo, podemos apreciar grandes temáticas como la resolución de problemas (técnica y estrategia metodológica a la vez), la etnomatemática, la modelación matemática, la psicología cognitiva o la Didáctica de la Matemática (en su aproximación francesa). Pero, ¿Qué es la Educación Matemática?, pues ésta incluye todos aquellos procesos sociales y culturales que buscan lograr un aprendizaje de los conceptos y métodos de las matemáticas. Esta concepción de la Educación Matemática relaciona todos los aspectos de su actividad con la matemática. Se argumenta, para basar este enfoque, que el estudio de las transformaciones de las matemáticas, bien sea desde el punto de vista de la investigación o de la enseñanza, siempre ha formado parte de la actividad del matemático, de igual modo que la búsqueda de problemas y situaciones que requiera para su solución una noción matemática o un teorema. Existen disciplinas científicas y académicas de las que se nutre la Educación Matemática: las matemáticas propiamente, la historia y filosofía, la lingüística, la psicología, la sociología, la educación en general. La forma y el peso en que estas disciplinas nutren la Educación Matemática es un importante tema de investigación. Podemos decir, sin embargo, que conviene tener un principio metodológico: no se trata de algo sancionado de manera a priori, sino que depende de qué actividad o parte de la Educación Matemática se esté considerando. De nuevo, la composición específica de las variables que afectan o influyen la Educación Matemática debe establecerse por la vía del análisis concreto de la situación concreta. Las declaraciones universales de aplicación absoluta no resultan ser las más convenientes a la hora de buscar la mejor comprensión de la naturaleza de la Educación Matemática y sus actividades en varios planos. La Escuela Francesa de Didáctica de las Matemáticas, a partir de una serie de constructos teóricos introducidos en los últimos años (como el de "situación didáctica", "contrato didáctico", "transposición de saberes", "ingeniería didáctica", "obstáculo didáctico", etc.), está en vías de constituir un núcleo duro de conceptos teóricos que sirva de soporte a un programa de investigación. Su capacidad de plantear nuevos problemas y de enfocar los ya clásicos desde una nueva perspectiva, se pone de manifiesto a través de la producción científica de un colectivo de investigadores. Los conceptos introducidos por la Escuela Francesa se utilizan cada vez con mayor frecuencia como organizadores de las explicaciones producidas por otros grupos de investigación en todo el mundo. A modo de síntesis, puedo decir que la epistemología, busca explicar cuáles son los procesos de construcción matemática, la vinculación entre las construcciones subjetivas, conocimiento objetivo por validación de la comunidad científica y aquellos procesos de comunicación socioculturales, el significado de las construcciones matemáticas en la sociedad como constructos teóricos, etc. Actualmente la Educación Matemática se construye gracias a las nuevas visiones filosóficas (epistemológicas y ontológicas) sobre la naturaleza de las matemáticas y de la Educación Matemática, además del uso intenso de tecnologías de comunicación e información, y todo dentro de una globalización e internacionalización. Como estudiante de último año de pedagogía, creo necesaria la importancia de analizar cómo miramos los problemas y retos de esta disciplina intelectual y social, ya que posee relieve especial el territorio filosófico para interpretar las raíces más importantes de toda esta situación. La filosofía de las matemáticas, se convierte en un recurso valioso a la hora de encontrar soluciones a los problemas en esta profesión y a la hora de determinar las estrategias educativas que tenemos que abordar, para la resolución de problemas, la modelación matemática y, en todos los casos, la construcción de la nueva disciplina profesional. Es nuestra participación, en calidad de profesores en servicio en la definición de acciones, programas, capacitaciones e investigaciones, cada vez más decisiva. Puedo concluir que la Educación Matemática no constituye hoy una comunidad intelectual y profesional homogénea sino, más bien, un conjunto de escuelas de pensamiento con propuestas diversas que a veces compiten entre ellas. En el texto se plantea que se busca integrar todos los componentes en un marco teórico y práctico que sustente la profesión de la Educación Matemática y que nutra la disciplina en términos científicos y académicos, y esto es una gran tarea compleja que se está realizando en varios países, y los resultados de estos esfuerzos serán muy relevantes para beneficio del aprendizaje de las matemáticas y el logro de nuevos niveles de satisfacción con ella en todo el planeta. Como en todo campo cognoscitivo nuevo, todo está en transición, sin posiciones o ideas definitivas o acabadas.
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