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DIRECCIÓN GENERAL DE FORMACIÓN Y

DESARROLLO DE DOCENTES
DIRECCIÓN DE FORMACIÓN DOCENTE INICIAL
ESCUELA NORMAL SUPERIOR DEL ESTADO
DE PUEBLA
CURSO ESCOLAR 2017 - 2018

TELESECUNDARIA III

ENSAYO DE OBSERVACIÓN
Y PRÁCTICA DOCENTE

PROFESOR: ROGELIO LUZAN MÉNDEZ

ALUMNA: ELENA CUAMANI COATL


El proceso de observación y práctica docente es para mí una pieza clave que
fortalece las habilidades del nuevo maestro, ya que de esta manera se pretende
que cada uno forme su propio sistema de enseñanza.

Ser maestro se dice fácil, y aparentemente cualquiera podría serlo, sin embargo,
esta labor va mucho más allá de sólo pararse frente a grupo, dar un par de
instrucciones o compartir algún tema.

A lo largo de este documento describo algunos factores que influyen en el desarrollo


de nuevos aprendizajes. Éstas conclusiones fueron obtenidas durante mi primera
jornada de observación y práctica docente correspondiente al VI semestre, llevada
a cabo en la Telesecundaria # 82, de igual forma se mencionan algunas
experiencias docentes, pero sobre todo el planteamiento de algunas estrategias que
permitan lograr un mayor avance en el aprovechamiento de los alumnos.

En dicha institución con turno vespertino, se atienden 3 grupos de telesecundaria,


unicamente de tercer grado. En esta ocasión tuve la oportunidad de estra al frente
del 3 “G” e impartir cuatro materias las cuales fueron : español, matemáticas, historia
y formación cívica y ética.

En primer lugar, es necesario reconocer que “El maestro” es una pieza clave del
proceso enseñanza – aprendizaje. En éste salón el profesor a cargo es muy
amigable y respetuoso, pero a pesar de ello, muestra indiferencia hacia su trabajo,
lo cual se ve reflejado en la motivación, interés y conociemientos que proyectan la
mayoria de los alumnos.

Se debe tomar en cuenta que en este proceso es imprescindible suplir dos


necesidades básicas. Por un lado, la comprensión del alumno y por otro, diseñar
un modelo educativo que tome en cuenta las diferencias de la estructura mental de
las personas.

Para llegar al punto de la comprensión, es necesario seguir algunos pasos:

 Descripción de los objetos de comprensión


 Introducciones que satisfagan los criterios (que sean esenciales para el tema
y capten el interés del estudiante)
 Identificar y establecer los ejercicios de comprensión.
 Evaluación continua (pública y cuestionable)
Con lo anterior será posible no sólo alcanzar un mayor nivel en el logro de
aprendizaje de los alumnos si no conseguir que empleen estas formas de
pensamiento para la comprensión de su propio mundo, dándole sentido a lo
aprendido, dominándolo según su tipo de inteligencia.
Es fundamental que el maestro entienda la comprensión no como un fin en sí
mismo, sino como un escalón para llegar al siguiente nivel, es decir, presentarlo
como un reto y no como una meta. De esta forma motivar a nuestros alumnos para
que siempre deseen dar el siguiente paso.

Cuando nos referimos a la comprensión hablamos de tener una idea clara de lo


que se dice, se hace o sucede. Es encontrarle sentido por medio de la mente y
subjetividad a aquello que escuchamos, vemos o leemos.

Todo esto suena muy bien, pero lo analizaremos desde un punto de vista más
objetivo, ya que se ha observado dentro de las instituciones de nivel superior que la
prioridad se ha desplazado de la comprensión inclinándose a la inserción del
individuo al campo laboral. No importa si el alumno comprendió la clase, si éste
logra conseguir un buen trabajo se considera como exitoso. Con base en lo anterior
podemos desprender un gran problema: La forma de aprendizaje de los alumnos.

Como ya lo sabemos existen tres: visual, auditivo y kinestésico. Para alcanzar un


nivel de comprensión elevado en cada alumno como lo marca el plan de estudios,
el maestro tendría que diseñar estrategias para cada alumno y su tipo de
aprendizaje, esto significaría un desgaste emocional, físico y mental de éste, así
como aplazar el tiempo destinado a la clase resultando contra producente para todo
el grupo.

Sin embargo, debemos transformar la teoría en un aprendizaje significativo


incluyendo en nuestra práctica docente las disciplinas de comprensión sobre el
mundo que nos rodea: Ciencias, matemáticas, arte e historia.

Así mismo es indispensable que el docente sea considerado como un educador en


un proceso sistemático, un formador en el desarrollo integral del alumno y un
instructor como facilitador del conocimiento. Esto es lo que en verdad nos unirá a
nuestros alumnos

A los estudiantes nadie les ha enseñado como estudiar, cuando dicen: “vamos a
estudiar un tema o para un examen”, solo tratan de memorizar las ideas o palabras
que consideran, los cuales se convierten en conocimiento inerte.

He observado que los maestros pasamos una mayor parte de nuestro tiempo
preparando nuestra clase, basándonos en aprendizajes esperados, pretendiendo
obtener buenas respuestas de los alumnos. Pero al mismo tiempo nos olvidamos
de la autenticidad del alumno, creyendo que nuestras estrategias funcionaran igual
para todos. Pero, ¿dónde queda la particularidad? Es necesario reconocer que
trabajamos con seres humanos, diferentes entre sí. Conocer a cada uno y sus
intereses nos permitirá ofrecerles una clase amena, cuya respuesta principal por
parte del alumno sea su aprendizaje.

Aunado a ello, mi misión como docente no sólo es enseñar en el campo cognitivo


sino también en el campo afectivo y psicomotor, muy pocos maestros abarcan
actualmente estos tres campos. Por ello, es necesario que a través de los
contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales se forme e informe a
nuestros alumnos.

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