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llilitjtttililffi[iluililll
Derecho
Penal
Parte Especial
EDITORIAL IUSTITIA
RAMIRO SALINAS STCCH¡
Derecho
Penal
Parte Especial
5u edición
0
IUS TI TIA
DERECHOS RESERVADOS: DECRETO LEGISLATIVO N" 822
Prohibida la reprorlucclón de este libro por cualquier rnedio,
total o parcialrnente sir perniso expreso de la Editorial.
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Para mis hijos: Sbirley Josselyn, Jeffry, Keyk
Geraldine, Félix Daniel y
Valeria Nicole,
y alegría de todos
quienes son la inspiración
mis proyectos personales, académicos y
profesionales.
vii I
íNorcr cENERAL
Prólogo a la edición........
quinta lix
Prólogo a la cuarta edición ixv
Importancia de la dogmática jurídico-pena1.......... ixxi
Título I
DELITOS CONTRA LA VIDA
Y LA SALUD DE LAS PERSONAS
Capítulo I
HOMICiDIO
2. Protección de la vida 5
1. Tipo penal 9
2. Tipicidad objetiva 9
2.2. Sujetoactivo.......... 11
ixI
Ramiro Salinas Siccha
2. objetiva
Tipicidad 25
2.2. Feminicidio 35
4. Antijuridicidad............. 43
5. Culpabilidad 44
6. Consumación................. 46
7. Participación................. 46
8. Tentativa..... 50
9. Penalidad.... 51
Subcapítulo 4: Asesinato 51
1. Cuestión previa 51
2. Tipo penal 53
3. Tipicidad objetiva 54
Ix
índice general
3.7 . alevosía..................
Con 73
xi I
Ramiro Salinas Siccha
l Tipopenal 105
2. Tipicidad objetiva 106
2.1 . Duranre el parto 106
2.2. Bajo la influencia del estado puerperal.... 108
2.3. Fundamento del privilegio punitivo...... 109
2.4. Bien jurídico tutelado...... 110
2.5. Sujeto activo.......... 110
2.6. Sujeto pasivo 1 11
Capítulo II
ABORTO
x¡¡¡ t
Ramiro Salinas Siccha
I xiv
indice general
4. Antijuridicidad 175
5. Culpabilidad 175
6. Consumación 176
Tentativa 176
8. 176
9. Penalidad 177
xvI
Ramiro Salinas Siccha
2.3. pasivo
Sujeto 193
3. Tipicidad subjetiva..... 193
4. Consumación................. 193
5. Penalidad.... 193
Capítulo III
DELITOS CONTRA LA SALUD
1. Preliminares 197
xv¡¡ I
Ramiro Salinas Siccha
. Capítulo IV
EXPOSICION A PELIGRO O ABANDONO
DE PF,RSONAS EN PELIGRC-)
I xviii
lndice general
xix I
Ramiro Salinas Siccha
5. consumación................. 292
6. Penalidad.... 292
Título II
DELITOS CONTRA
E,L HONOR DE LAS PERSONAS
Capítulo V
DELITOS CONTRA EL HONOR
Ixx
índice general
5. Culpabilidad 318
6. Consumación 318
7. Tentativa 319
8. Penalidad 319
xx¡ I
Ramiro Salinas Siccha
Título III
DELITOS CONTRA LA FAMILIA
Capítulo I
MMRIMONIO ILEGAL
I xxii
índice general
xx¡¡¡ I
Ramiro Salinas Siccha
Capítulo II
DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL
I xxiv
índice general
Capítulo III
ATENTADOS CONTRA
LA PATRIA POTESTAD
xxv I
Ramiro Salinas Siccha
2. potestad......
Concepto de la patria 430
3. La patria potestad como bien jurídico 430
I xxvi
índice general
. C^pítulo IV
OMISION DE ASISTENCIA FAMILIAR
xxv¡¡ I
Ramiro Salinas Siccha
Título IV
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
. C^pítulo I
VIOLACION DE LA LIBERTAD PERSONAL
I xxviii
índice general
6. Consumación 510
7. Tentativa y acros preparatorlos...,............... 512
8. Diferencia entre el delito de coacción y secuesrro. 513
9. Penalidad.... 513
10. La pena de cadena perperua 5r4
11. lmponer cadena perpetua origina un absurdo furídico....... 517
. Capítulo II
VIOLACION DE LA INTIMIDAD
xxix I
Ramiro Salinas Siccha
3. subjetiva.....
Tipicidad 559
4. Antiiuridicidad............. 560
5. Culpabilidad 560
7. Tentativa..... 562
8. Penalidad.... 563
3. Penalidad.... 564
Capítulo III
VIOLACION DE DOMICILIO
xxxi I
Ranriro Salinas Siccha
5. Culpabilidad 588
6. Consumación y tentativa s89
7. Penalidad 590
C.apítulo IV
VIOLACION DEL SECRETO
DE LAS COMUNICACIONES
I xxxii
índice general
xxxiii I
Ramiro Salinas Siccha
Capítulo V
VIOLACIÓN DEL SECRETO PROFESIONAL
4. Antijuridicidad............. 632
5. Culpabilidad 632
Capítulo VI
VIOLACIÓN DE LA LIBERTAD DE REUNIÓN
I xxxiv
índ ice general
5. Culpabilidad 641
6. Consumación y tentativa 641
7. Penalidad 642
. C"pítulo VII
VIOLACION DE LA LIBEMAD DE TRABAJO
xxxv I
Ramiro Salinas Siccha
Capítulo VIII
VIOLACION DE LA LIBERTAD
DE EXPRESIÓN
I xxxvi
índice general
Capítulo IX
VIOLACION DE LA LIBERTAD
E INDEMNIDAD SEXUAL
xxxv¡¡ I
Ramiro Salinas Siccha
I xxxviii
índ ice general
xxx¡x I
Ramiro Salinas Siccha
Ixl
índice general
Capítulo X
PROXENETISMO
xli I
Ramiro Salinas Siccha
2.1. protegido
Bien jurídico 862
2.2. Sujeto activo.......... 863
2.3. Sujeto pasivo......... 863
3. Tipicidad subjetiva..... 863
4. Tentativa y consumación .............. 863
5. Penalidad.... 864
I xlii
Índice general
2.1,. adolescente
Agravantes del turismo sexual 878
2.2. protegido
Bien jurídico 880
2.3. Sujeto activo.......... 880
2,4. Sujeto pasivo......... 880
3. Tipicidad subjetiva..... 881
4. Tentativa y consumación .............. 881
Capítulo XI
OFENSAS AL PUDOR PÚBLICO
xliii I
Ramiro Salinas Siccha
2.4. pasivo.........
Sujeto 896
3. Tipicidad subjetiva..... 896
4. Antijuridicidad............. 896
5. Culpabilidad 896
6. Tentativa y consumación .............. 897
7' Penalidad"" 897
, Capítulo XII
DISPOSICION COMUN PENALIDAD
DEL CÓMPLICE PRIMARIO
1. pena1...........
Precepto 899
2. Hermenéutica jurídica 899
Título V
DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO
Capítulo I
HURTO
I xliv
índice general
xlv I
Ramiro Salinas Siccha
Capítulo II
ROBO
Capítulo II-A
ABIGEATO
xlvii I
Ramiro Salinas Siccha
Capítulo III ,
APROPIACION ILICITA
5. Antijuridicidad............. 1085
6. Culpabilidad 108s
7. Consumación ................. 1086
8. Penalidad.... 108 8
I xlviii
-l
índice general
xlix I
Ramiro Salinas Siccha
4. Antijuridicidad............. 1107
s. Culpabilidad 1107
Capítulo IV
RECEPTACIÓN
Subcapítulo 1: general
Tipo 1109
1. Cuestiones generales..... ll09
2. Clases de receptación................ I 1 10
3. Tipo penal 1110
4. Tipicidad objetiva 1111
4.2. Elbien objeto del delito debe ser el mismo del delito
precedente.. 1112
4.3. El agente debe saber que el bien mueble proviene de un
delito o en su caso, debe presumirlo.............. 1113
4.4. Modalidades por las cuales se materializa en la realidad
concreta...... 1115
4.5. Bien jurídico protegido 1120
4.6. Agravantes del delito de receptación ............... lt2a
4.7. Sujetoactivo.......... 1123
4.8. Sujeto pasivo ll23
5. Tipicidadsubjetiva..... 1123
6. Antijuricidad.................. tt25
7. Culpabilidad t125
8. Consumación y tentativa 1126
9. Penalidad.... 1126
2.2. La señal de satélite del delito debe ser el mismo del delito
precedente.. 1128
2.3. El agente debe saber que la señal de satélite portadora de
programas proviene de un delito 1129
2.4. Bien jurídico protegido 1 130
2.5. activo..........
Sujeto 1130
2.6. pasivo
Sujeto 1130
3. Tipicidad subjetiva..... 1130
4. Consum¿ción y tentativa 1130
5. Penalidad.... ll31
Capítulo V
ESTAFA Y OTRAS DEFRAUDACIONES
l¡ r
R¿miro Salinas Siccha
Capítulo VI
FRAUDE EN LA ADMINISTRACIÓN
DE PERSONASJURÍDICAS
r l¡i
índice general
6. Culpabilidad tl87
7. Tentativa y consumación .............. 1187
8. Penalidad tl89
Subcapítulo 2: Informes distorsionados de auditoría .............. 1 189
l. Tipo penal 1 189
2. Tipicidad objetiva 1,191
2.1. Bien jurídico protegido 1192
2.2. Sujeto activo.......... 1192
2.3. Sujeto pasivo 1192
3. Tipicidad subjetiva..... ll92
4. Consumación y tentariva 1193
5. Penalidad 1193
Capítulo VII
EXTORSIÓN Y CHANTAJE
l¡i¡ r
Ramiro Salinas Siccha
I liv
índice general
5. Culpabilidad 1244
6. Tentativa y consumación .............. 1244
7. Penalidad.... 1245
Capítulo VIII
USURPACIÓN
lvl
Ramiro Salinas Siccha
Capítulo IX
DANOS
I lvi
índice general
3. Penalidad.... 1292
Capítulo X
DELITOS INFORMÁTICOS
lvii I
Ramiro Salinas Siccha
7. Penalidad.... 1317
3. Penalidad.... 1318
, C^pítulo XI
DISPOSICION COMUN CAUSAS PERSONALES
DE EXCLUSIÓN DE PUNIBILIDAD
I lviii
PROLOCO
A LA QUINTA EDICIÓN
La cuarta edición de esta obra ha tenido efímero paso por las librerías.
Ante el reclamo de los colegas por contar con un libro actualizado
sobre los delitos más recurrentes en los estrados judiciales, ponemos en
consideración la quinta edición de nuestro manual. Se trata de una edición
no solo actualizada, sino también aumentada con el análisis de las últimas
reformas a la legislación penal en nuestra patria, así como el análisis de
recientes precedentes jurisprudenciales.
Aquí quiero insistir en el cambio de método que debemos ensayar
en la enseñanza y aprendizaje del Derecho en nuestra patria. Desde el
primer momento en que una persona decide hacerse hombre o mujer de
leyes, debemos enseñarle a pensar como jurista. La dosis de conocimientos
normativos y dogmático-jurídicos debe enseñarse no en el vacío, sino a
partir de la discusión argumentativa de sentencias, mostrando cómo
aparecen en la realidad aplicativa del Derecho. Enseñando a los estudiantes
a ver, extraer, aplicar e incluso construir por sí mismos, las normas y las
teorizaciones dogmático-jurídicas a partir de casos reales y concretos. El
objetivo es formar buenos profesionales del Derecho, juristas técnicamente
competentes y bien formados en los principios morales, no simplemente
porque conozcan las teorías jurídicas, sino porque tengan aptitudes para
mane;'arlas con habilidad de un modo instrumentalista, dejando de lado el
formalismo. El jurista desde su formación debe ser capaz de argumentar
jurídicamente un espectro de soluciones posibles mucho mayor que las
que se le presentan "congeladas" desde la literalidad de la norma o desde su
interpretación doctrinaria dominante.
Considero que para tal objetivo sirve el método del caso, el mismo
que tiene su origen en los Estados Unidos de Norteamérica, en el sistema
del Common Law. Surgió aproximadamente en 1870. Para entender la
naruraleza y significado del método del caso, resulta necesario hacer un
recuento histórico de la enseñanza del derecho en los Estados Unidos de
lix I
Ramiro Salinas Siccha
llx
Prólogo a la quinta edición
del caso), dejando de lado la clase magistral. Sin duda, el método del caso
ha evolucionado, al punto que actualmente puede afirmarse que consiste
en lo siguiente:
lxi I
Ramiro Salinas Siccha
t1t Los ob¡ter d¡ctd son argumentos adicionales que no son la ratio decidendi. Apoyan la rdtio
decidend.i. No vinculan.
I lxii
Prólogo a la quinta edición
(2) Estos
apuntes se han preparado con base en las clases presenciales dictadas por el profesor
español Pérez Llédo en el Primer Programa de Acreditación de Docentes de la Academia de la
Magistratura (PAD-AMAG). Enseñanza del Derecho y Argumentación Jurídica (2012). Asimismo, se ha
tomado en cuenta el libro: la enseñonza del derecho, dos modelosy una propuesta, PEREZ LLÉD9, Juan,
ed itorial Palestra-Temis, Lima-Bogotá, 2006, pp. 37 - 1 1 4.
lxiii I
PROLOCO
A LA CUARTA EDICIÓN
(r) <La dogmática, es desde luego, una actividad compleja en la que cabe distinguir
esencialmen-
te estas tres funciones: 1. Suministrar criterios para la producción del derecho en las diversas instancias
en que ello tiene lugar, 2. Suministrar criterios para la aplicación del derecho;3. Ordenar y sistematizar
un sector del ordenamiento jurídico>; (ATtENZA RoDRícuEz, 2OO4b, p. 2gl.
lxv I
Ramiro Salinas Siccha
I lxvi
Prólogo a la cuarta edición
lxvii I
Ramiro Salinas Siccha
t7) Época que se opone a la modernidad que se revuelve en su crisis. <Es una crisis del raciona-
lismo, de la razón totalizante, del absolutismo de la razón; esa razón formal, técnica, funcionalista que
terminó siendo'arsenal del poder y la dominacióni Una razón que impuso una mirada, que implantó un
etnocentrismo, el europec, con desconocimiento del 'otroi el conquistado, el colonizado, el sometido.
Una racionalidad que exaltó el progreso como proceso de imposición tecnológica desconocedor de los
valores autónomos, de la memoria de las ciudades, de los pueblos, de sus gentes... La razón, enarbolada
por la llustración, finalmente no condujo a la libertad; ¡mpuso una soberbia del saber y pretendió también
como el totalitar¡smo marxista, la uniformidad en el pensamiento y en la acción> (TocoRA, Fernando,
2002, p. lX)
(8) Cfr.AguiloRegla,2004,p.l65.EnsentidoparecidoAr|ENZARODR|GUEZ(2004b,p.15),enseña
que: (argumentar o Íazonar es una actividad que consiste en dar razones a favor o en contra de una
determinada tesis que se trata de sostener o refutar>. Asítambién Alfonso García Figueroa (2005, p.49)
sost¡ene que argumentar es la <habilidad para ofrecer buenas razones a favor o en contra de una forma
de aplicar el derechor.
I lxviii
Prólogo a la cuarta edición
lxix I
IMPORTANCIA DE LA DOCMATICA
J U RíDrCO-PENAL
lxxi I
Ramiro Salinas Siccha
lxxiii I
Ramiro Salinas Siccha
lítica criminal cuando emite y fija conceptos. Pues la pena que se convierte
en el medio más doloroso del Estado para encaluzar la vida social, está solo
justificada porque tanto como dolorosa es necesaria. La importancia de la
dogmática penal radica en que dispone-de mecanismos precisos para- que la
pena permanezca siempre bajo control y solo sea aplicada en aquellos su-
puestos en que es verdaderamente necesaria para el mantenimiento de una
convivencia social soportable y pacífíca.
Pese a las severas críticas a la dogmática jurídico-penal, provenientes
de diversas corrientes, nadie que tome conciencia de cuáles son sus objeti-
vos o finalidades en tanto no se encuentre otra alternativa, puede poner en
tela de juicio su utilidad parala solución de concretos problemas judiciales
de carácter penal. La dogmática penal, sea en su sentido tradicional o en la
óptica sociológica, en un Estado democrático de derecho cumple dos roles
primordiales: dar seguridad jurídica a los ciudadanos y controlar, poniendo
límites, al poder estatal. En suma, sirve como instrumento o medio social de
control, de seguridad, previsibilidad, certezay de límites. No obstante, de
modo alguno puede servir para solucionar los problemas sociales que genera
la delincuencia como lo piensan ciertos sectores en nuestro país(l) al recurrir
al derecho penal para frenar la comisión de hechos delictivos imponiendo
penas severas a ciertas conductas y penalizar otras, las que con el uso de otro
medio de control pueden ser frenadas.
l¿ ciencia penal se expresa a través de la dogmática como sistema. As-
pira a establecer las bases para una administración de justicia igualitaria y jus-
ta. Solo la comprensión de las conexiones internas del derecho penal liberan
a su aplicación del acaso y la arbitrariedad (Hans Welzel). Toda construcción
dogmática aspira al señalamiento de reglas que hagan previsible y racional
el e¡'ercicio del poder punitivo. La incapacidad de controlar los límites de la
decisión judicial es el alto precio que se paga por la ausencia de estructuras
dogmáticas claras y bien definidas. El componente intuitivo o sentimental,
no normativo, no dogmático, genera inseguridad jurídica. Sin límites, sin
conceptos, no se tiene una aplicación segura y calculable del derecho penal,
gobierna la irracion¿lidad, la arbitrariedad y la improvisación.
De ahí que, el profesor alemán Jescheck enseñe que la dogmática
jurídico-penal ordena los conocimientos, las particularidades, establece ca-
(4) En particula¡ los congresistas de la República y sus asesores, quienes ante el mínimo
problema que surge en la coyuntura social y política, inmediatamente presentan proyectos de ley
pretendiendo hacer creer a la población que el derecho penal es la panacea a todos los males
sociales.
I lxxiv
lmportancia de la dogmática jurídico-penal
lxxv f
Ramiro Salinas Siccha
Pero, iquién nos orienta en ese sentido? La respuesta salta por sí sola:
la dogmática jurídico-penal. La dogmática nos enseña lo que es debido so-
bre la base del derecho. La dogmática jurídico-penal averigua el contenido
del derecho penal, le interesa determinar cuáles son los presupuestos que
han de darse en un caso real concreto para que entre a tallar un tipo penal,
qué es lo que distingue un tipo penal de otro, dónde acaba el comporta-
miento impune y cuándo empieza el punible. En concreto, la dogmática
jurídico-penal es la materia que se preocupa de la interpretación, sistemati-
zacióny desarrollo de los preceptos legales y las opiniones científicas en el
ámbito del derecho penal.
No obstante, las severas críticas a la dogmática penal han generado
consecuencias encomiables y positivas. Actualmente, esta no responde
ante el derecho positivo como un puro comentario alaley y tampoco se li-
mita a facilitar su comprensión como exposición aclaratoria. La dogmática
es crítica y no está dispuesta a interpretar todo lo que le pongan delante(e).
I lxxvi
lmportancia de la dogmática jurídico-penal
lxxvii I
Ramiro Salinas Siccha
I lxxviii
lmportancia de la dogmática jurídico-penal
ubican los delitos que protegen la ecología, cuyos efectos lesionan direc-
tamente intereses de ciertos grupos de ciudadanos y también intereses del
Estado? La respuesta que demos, nos convence de que los límites entre
unos delitos y otros no son compartimentos estancos, sino que hay nume-
rosos entrecruzamientos de los intereses del Estado y los intereses de los
ciudadanos en particular.
En consecuencia, la distinción entre bienes jurídicos que correspon-
den a la protección de intereses colectivos y bienes jurídicos que sirven
para la tutela de los particulares es posible tan solo en una consideración
primaria. En una comunidad organizada en aras del interés de los ciudada-
nos, el ataque al Estado afecta directamente al ciudadano en particular, y
viceversa, el ataque a un interés particular afeüa también directamente a
la sociedad jurídicamente organizada (Estado), pues a esta no le es indife-
rente que uno de sus miembros haya sido asesinado, lesionado, estafado,
etc. De ahí que el Estado, en los sistemas jurídicos de orientación romano-
germánico, haya asumido el monopolio de la acción penal, hasta el punto
que si este por medio del Ministerio Público no acciona, el delito queda
impune; esta es una característica del principio acusatorio que recoge y
asume el modelo procesal penal constitucional pen¡ano.
No obstante, tal situación no se pondría en evidencia sin recurrir al ins-
trumento de la dogmática jurídico-penal, la cual al sistematizar concepros e
instituciones pone en el tapete circunstancias que de otro modo pasarían
desapercibidas.
lxxix I
7
Título I
DELITOS CONTRA LA VIDA
Y LA SALUD DE LAS PERSONAS
@
Capítulo I
HOMICIDIO
3T
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 1
Generalidades
1. CUESTIÓN PRELIMINAR
a4
Delitos contra la vida
2. PROTECCIÓN DE LA VIDA
Aun cuando en la actualidad la categoría del bien jurídico en derecho
penal es bastante cuestionada, pensamos que su utilidad deviene por cons-
tituir un criterio limitador del poder punitivo que tiene el Estado, y punto
de referenciapara sistematizar las conductas prescritas como delictivas en
el catálogo penal.
Entendemos como bien jurídico a todo aquel interés social que se
constituye en presupuesto necesario para el normal desenvolvimiento de
la persona humana en sociedad. "Los bienes jurídicos son tales no porque
el legislador los considere merecedores de protección jurídica, sino porque
son en sí, presupuestos indispensables parala vida en común"(2).
Unavez que el lcgislador considera que determinados bienes deben
ser protegidos o tutelados por el derecho y así los tipifica mediante una le¡
automáticamente se convierten en bienes jurídicamente protegidos.
En las conductas tipificadas bajo el membrete de delitos conrra la
vida, no hay mayores problemas para identificar a la vida humana como
HuRrADo Pozo, 1 987, p. 39. Vi d. HuRrADo PoZo, 2005, p. 25, num. 53.
5I
Ramiro Salinas Siccha
el bien jurídico protegido. Esta es la fuente de todos los demás bienes tu-
telados; sin ella no tendría sentido hablar de derechos y aún más, ni de
la vida misma. En otros términos, la vida constituye el bien jurídico de
mayor importancia, no solo porque el atentado contra ella es irreparable,
sino porque es también la condición absolutamente necesari^para sentir su
grandezay disfrutar de los restantes bienes. En suma, la vida constituye el
valor de más alto rango en la escala axiológica y permite inferir, que cual-
quiera sea la concepción que de ella se tenga, es seguro que no debe existir
hombre alguno sobre la tierra que pueda negar o minimizar, a la hora del
crepúsculo,la magnitud de su grandeza?).
Esta circunstancia insoslayable por el legislador es la base de todo
nuestro sistema jurídico. De esa forma, en el inciso 1 del artículo 2 de
la Constitución Política de 1993, se señala taxativamente: "Toda Persona
tiene derecho a la vida"; ello como simple reflejo de tratados v acuerdos
internacionales de los cuales el Perú es parte.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, firmada en
1948 después de la infausta Segunda Guerra Mundial, en su artículo 3 pre-
vé: "todo individuo tiene derecho a la vida...". Asimismo, en la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, aprobada en Bogotá
en 1,948 en el artículo I se prescribe: "todo ser humano tiene derecho a la
vida...". En tanto que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politi-
cos, firmado en NewYork en 1966, en su parte III, artículo 6.1 señala: "El
derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará
protegido por la ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente".
Finalmente, precisando mucho más los alcances del derecho a la vida, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos -Pacto de San José de
Costa Rica-, firmada en 1.969, en el artículo 4.1 establece que: "toda perso-
na tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por
laley,y en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser
privado de la vida arbitrariamente".
De ese modo, y tal como aparece en nuestro sistema jurídico penal,
a la vida humana se protege de manera rigurosa; pero eilo no significa que
se la proteja d. -"nera abioluta como alegan Luis Alberto Bramont-Arias
Torres y GarcíaCantizano(a), pues continuamente caeríamos en serias con-
tradicciones. Es evidente que la vida viene a constituir el derecho principa-
lísimo y supremo del ser humano, no obstante, en determinadas circuns-
tancias también se le sacrifica, ciertas veces sin causa y otras con la visación
T6
Delitos contra la vida
(5) ROY FREYRE, 1989,P.254; PEÑA CABRERA, 1994, P.72; HURTADO POZO, 1995, P. 57; PRADO
SALDARRTAGA, 1985, p. 84; VlLLAVrcENcro TERRERoS, 1991 , p.1 4; BRAMoNT-AR|A5/GARcfA CANTtzANo, 1997 , p.
36; V|LLA STETN, 1997, p.25;SAL\NAS SrccHA, 1998, p.32y PoRrocARRERo H|DALGo,2003, p. I 63.
(6) QutsPE DÍAz,2000, p.26.
7a
Ramiro Salinas Siccha
17) Muñoz CoNDE,2001, p.88. lncluso, este autor señala en forma certera que"solo a partir
de la anidación se produce una vinculación orgánica entre el embrión y la madre: el embrión se adhiere
a la pared del útero y recibe de él los impulsos necesarios para su desarrollo. Hasta ese momento, el
embrión no t¡ene contacto fijo con el organismo materno y existe un 50o/o de probabilidades de que,
por causas naturales, no llegue a anidar en el útero" (MuÑoz coNDE, 2001, p. 87).
l6
Delitos contra la vida
Subcapítulo 2
Homicidio simple
1. TIPO PENAL
El tipo básico del homicidio que aparece como el primer delito espe-
cífico regulado en el código sustantivo, se encuenrra ripificado en el artícu-
lo 106 de la manera siguiente:
El que mata a otro será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de seis ni mayor de veinte años.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La conducta típica del homicidio simple consisre en quitar la vida
dolosamente a una persona, sin la concurrencia de alguna circunstancia
atenuante o agravante debidamente establecida en el Código Penal como
elemento constitutivo de otra figura delictiva. Si bien, en el tipo penal no
se hace referencia a la forma de aniquilar la vida de otro, se enriende que
puede ser por acción u omisión, en este último supuesto será de aplicación
el artículo 13 del Código Penal que regula la omisión impropia. Siindo así,
se concluye que detrás de una omisión delictiva debe existir una norma
de mandato (prestar auxilio, avisar a la autoridad, etc.), caso contrario, la
9t
Ramiro Salinas Siccha
(e)
VrLLAVrcENcro TERRERoS, 2006, p. 279.
(10)
BUoMPADRE, 2000, l, p.90.
{1 1) Exp. N" 1 301 -99-La Libertad, en Normos Legoles, N" 290, julio, 2000, p. A-37
(1 2) BRAMONT-ARrA5 TORREs/GARCfA CANTTZANO, '1997 , p.42.
I10
Delitos contra la vida
11 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUB.,ETIVA
Para configurarse el homicidio simple es requisito sine qua non la
concurrencia de[dolo en el actuar del agente. El dolo exige el conocimien-
to y voluntad de realizar las circunstancias del tipo objetivo, es decir, el
sujeto activo debe actuar con conocimiento de dar muerte a su víctima
y querer hacerlo. La Ejecutoria Suprema del tg de noviembre de 1998 es
concluyente en este aspecto al señalar: "Para la configuración del delito es
preciso constatar en el agente wna especial intencionaliclad dirigida hacia la
realización del resultado típico; dicha intencionalidad o animus necandi, im-
porta en el swjeto activo un conocimiento actwal de los elementos objetiuos del
tipo, conocimiento que está indisolublemente ligado al aspecto politiao de la
condwcta, de modo que conciencia y aolwntad, al ser los dos aspectos indesliga-
bles del dolo, deben concwrrir necesariamente para la configuración del delito
de homicidio simple"Q3). En la Ejecutoria Suprema del tZ de octubre de
412
Delitos contra la vida
13 I
Ramiro Salinas Siccha
(t 6)
Exp. N" 3241 -94-Callao, en RorAsr PELLA, 1997, p. 152
(17) VrLLAVrcENcro TERRERoS, 1 991, p. 20.
(1 8)
RoY FREYRE, 1 989, p. 85.
(19)
BACTGALUPo, 1984,p.23O; HURTADO POZO, 1995, p.32.
.
414
Delitos contra la vida
juris penale. En consecuencia, cualquier error del agente sobre los elemen-
tos constitutivos del tipo objetivo al momento de desarrollar su conducta
de resultado letal, determinará que no se configure el delito de homicidio
simple. Sin embargo, si el error de tipo es vencible o evitable, es decir, el
agente pudo salir del error en que se encontraba y así evitar el resultado,
observando el cuidado debido, la muerte de la víctima se encuadrará en el
tipo penal de homicidio culposo.
En el delito de homicidio simple muy bien puede invocarse el error
de tipo, pero este debe ser invocado en forma adecuada como argumento
de defensa cuando las circunstancias en que ocurrieron los hechos indi-
quen que el imputado actuó en error de tipo, caso contrario, la figura no
funciona.
La Sala Penal Permanente del Supremo Tribunal por ejemplo, en la
Ejecutoria Suprema del 11 de junio de 2004, resolvió un caso descartando el
error de tipo en homicidio simple. En efecto, "si bien es cierto los procesados
coincidieron en el proceso que el intputado Nicanor Manosalaa en forma no
premeditada disparó contra el occiso, todtt ¡;ez que cwando se encontraban con
el agraviado apareció un sllii/to l' que al intentar dispararle el proyectil impactó
en aquel debido a que se interpuso al intenur golpear al animal con sw machete,
sin ernbargo del análisis del protocolo de necropsia se concluye qwe el disparo
fue a una distancia de dos metros aproximadamente, no siendo razonable que
a wna distancia tan cercana se puedrr errar en el tiro teniendo en consíderación
qwe la detonación se efectúo con unA pistola"Q\.
15 I
Ramiro Salinas Siccha
I16
Delitos contra la vida
4. ANTIJURIDICIDAD
Alhaberse determinado que en la conducta analizada concurren ro-
dos los elementos objetivos y subjetivos que conforman la tipicidad del
homicidio simple previsto en el artículo 106 del Código Penal, el opera-
dor jurídico pasará inmediatamente a analizar el segundo elemento o nivel
denominado antijuridicidad. Es decir, enrrará a determinar si la conducta
es contraria al ordenamiento jurídico o, en su caso, concurre alguna causa
de justificación de las previstas y sancionadas en el artículo 20 del Código
Penal. De ese modo, el operador jurídico analizará si en el homicidio con-
creto concurre la legítima defensa o el estado de necesidad justificante o
ei agente actuó por una fuerza física irresistible o impulsado por un miedo
insuperable o en cumplimiento de un deber.
En la praxis judicial es frecuente enconrrarnos con la leeítima defen-
sa como causa de exclusión de antijuridicidad. Como ejemplos represen-
tativos caben citarse Ejecutorias Supremas en las cuales nuestra Suprema
Corte atinadamente ha aplicado la referida causal en casos reales. La Eje-
cutoria Suprema delZ+ de setiembre de 1997 expone que: "-si bien es cierto
qwe el acwsado Fernández Carrero acepta haber disparado contra el acwsado
Saldaña Mejía, también lo es qwe su conducta cae bajo los preswpuestos de Ia
causal de jwstificación pre,uista en el inciso tercero del artícwlo aeinte del Có-
digo Penal tigente, bajo k denominación jurídíca de legítima defensa, pues es
evidente qwe el acusado Fent¿índez Carrero ha obrado, no solo para defender
la libertad sexwal de su bija, sino también para defender su propitt r,ída, des-
tacándose que en el caso que se analiza, nos encontramos ante una perfecta
legítima defensa, pwes ba existido una agresión ilegítima de parte de Saldaña
Mejía, quien inicialmente los amenazó de mwerte, sometió sexualmente a su
hija y finalmente atentó contra su rsida, existiendo racionalidad en la defensa,
pues el acwsado al montento de disparar se encontraba berido y presenció la
violación perpetrada contra sw bija y no ln existido pro,uocación de parte del
acwsado qwe ba efectwado la defensa, razón por lo qwe su cottducta se encuentra
i wstificada y debe absolaérsele" Q!.
174
Ramiro Salinas Siccha
l18
Delitos contra la vida
19r
Ramiro Salinas Siccha
5. CULPABILIDAD
si después de analízar la conducta típica de homicidio se_llega a -la
conclusión q,t" .to concurre alguna causa o circunstancia que lo justifi-
que frente ordenamiento jurídico, el operador jurídico inmediatamente
"f
intrará a determinar si aquella conducta homicida puede ser atribuida o
imputable a su autor. En consecu encía, analizará si la person_a a quien se. le
la conducta típica y antijurídica es imputable penalmente' es de-
"t.ibrry.
cír, goza de capacidad penal, para responder por su acro ho_micida. En este
por ej"-plo, iendrá que determinarse la edad biológica del autor
"rpJ.to,
dei h"-;cidio. " Li minoría de edad constituye wnA causa de inimputabilidad
criminal, cwya imporancia normathta supone una presunción legal iure et de
jure que incide ,i uno dimensión biológica de la persona, por lo qwe bastará la
,ola iortatación de qwe el swjeto no haya alcanzado la mayoría de edad para
fundar la exclwsión de su responsabilidad penal"Qz)-
Luego, determinará si tenía conocimiento que su actuar homicida eraan-
tijurídico, es decir, contrario a todo el ordenamiento jurídico. Pero, de modo
alguno, se requiere un conocimiento _puntual y específico, sino simplemente
un conoclmrento paralelo a la esfera de un profano, o, mejor dicho, un cono-
cimiento que se desprende del sentido común que gozamos todas las personas
normales.
Al protegerse la vida de modo riguroso, no es posible invocar el error
de prohibición en un caso de homicidio.
En cuanro al error culturalmente condicionado previsto en el artículo
15 del código Penal, debido que la vida humana es apreciada en todas las
sociedades y culturas ya sean civilizadas o nativas, solo puede servir para
atenuar la pena al inculpado enrazón que la comprensión del carácter de-
lictuoso dá su acto se halle disminuida. En este sentido, se ha pronunciado
t26) Exp. N" 99-0025 , en Serie de.Jurisprudencia, N' 3, 2000, p' 264.
t27) Ejecutoria Suprema del 23 de diciembre de 1998, Exp. N'4604-98-Lima, en PRADo SALDA-
f20
Delitos contra la vida
(28) Exp. N' 302-98, G n Serie de Jurisprudencio, No 3, 2OOO, p. 201 . lgual criterio se esgrime en la
Sentencia 1 7 de febrero de 1 999, Exp. No I 73-98, €n pRADo SALDARR|AGA, 1 999, p. 1 93.
21 a
Ramiro Salinas Siccha
6. CONSUMACIÓN
f22
Delitos contra la vida
7. TENTATIVA
(31)
VrLLAVrcENcro TERRERoS, 1 997, pp.290-291 .
(32)
BRAMONT-ARrA5 TORRES/GARCÍA CANTTZANO, 1997 , p.45.
(33)
Exp. N. 494-86-Puno, en Jurisprudencia Penal, 1987 , p.4O.
234
Ramiro Salinas Siccha
8. PENALIDAD
Al verificarse la consumación del homicidio, de acuerdo al tipo pe-
nal en hermenéutica, al sujeto activo se le impondrá una pena privativa de
la libertad no menor de seis ni mayor de veinte años. La pena variará de
acuerdo con la forma, modo, circunstancias y grado de culpabilidad con
que actuó el autor, todo ello probado durante un debido proceso penal.
Subcapítulo 3
El delito de parricidio y feminicidio
1. TIPO PENAL
424
Delitos contra la vida
2. TIPICIDAD OBJETIVA
De la lectura del contenido del tipo penal modificado, podemos con-
cluir que en el Perú existe parricidio simple, feminicidio sin diferencia res-
pecto del primero en lo que respecta a las consecuencias jurídicas y parri-
25f
Ramiro Salinas Siccha
(3s) Segunda Sala PenalTrans¡tor¡a de la Corte Suprema. Ejecutoria del 20 de agosto de 2008.
R.N. N. 4223-2007-Arequipa.
(36) El legislador en la construcción de la fórmula legislativa, ha utilizado la denominada cláu-
sula de interpretación o de extensión analógica, por la cual se deja abierta la posibilidad de que el
juzgador complete el tipo, aplicando el razonamiento analógico. Aquí existe una norma penal, cuyo
sentido literal posible regula el caso concreto, y el juzgador se limita a delimitar su alcance a través de
un razonamiento analógico. Nuestro Tribunal Constitucional ha dejado establecido que las cláusulas
de interpretación analógica no vulneran el principio de legalidad en su aspecto de lex certa cuando el
legislador establece supuestos ejemplificativos que pueden servir de modelo a los que el intérprete
debe agregar otros supuestos análogos, pero no expresos. Véanse: los fundamentos del 69 al 74 del Exp.
0010-2002-Al.
426
Delitos contra la vida
donde se expone que: "lwego de una discusión qwe elprocesado sostur.¡o con su
aíctima en su domicilio, la agredió brwtalmente ltasta quitarle la vida, hacien-
do lo propio con su menor hijo, a qwien lo asfixió con un cordón al borde del
cwello; qwe lwego de aictimar a los referidos agraviados, procedió a enterrarlos,
no sin antes seccionar los órganos y extremidades de la primera de las r,íctimas
alwdidas; que, por las razones expuesttts, el ilícito perpetrado por el acwsado
referido se encuentra incwrso en el artícwlo 107 del Código Pinal (...),Ia ac-
titud de asfixiar a su menor e indefenso hijo así como el descwartizamiento de
su esposa post mortem, denotan gran peligrosidad en el acwsado, razón por la
cwal la pena a imponerse debe graduarse en atención al artícwlo 46 d.el Código
Penal"Qt).
Luego de la modificatoria, este hecho real viene a constituir un ejem-
plo de feminicidio respecto del cón1'uge y parricidio respecto de la muerte
del indefenso hijo.
El conocimiento del vínculo consanguíneo, jurídico o relación sen-
timental o ex sentimental por parte del sujeto activo respecto del sujeto
pasivo, constituye un elemento fundamental de este delito. Es necesario
que el autor conozca esa relación en el momento del hecho, con referencia
a la persona que mata. Es necesario que el hecho se produzca sabiendo el
sujeto activo quién es la persona a quien está ejecutando(¡s). Tal circunstan-
cia hace a la conducta delictiva independiente, autónoma y diferenciable
del delito de homicidio simple. No obstante, cierta parte importante de la
doctrina considera que se trata de un delito derivado del homicidio sim-
ple, e incluso en el Código Penal español de 1995, el legislador suprimió
la figura delictiva de parricidio y en adelante las relaciones de parenresco
entre agente y víctima constiruyen agravanres del homicidio simple. No
obstante, consideramos que en nuesrro sistema jurídico penal se fustifica
plenamente la existencia independiente de la figura del parricidio por las
especiales circunsrancias que conforman el tipo objetivo y subjerivo.
27a
Ramiro Salinas Siccha
nido una vida en común o tienen o han tenido una relación sentimental,
evidenciándose de ese modo, que el agente está más propenso y solícito a
atacaÍ en cualquier momento a personas que le son extrañas, demostrando
peligrosidad para el conglomerado social.
El español Miguel Bajo Fernández?e) sostenía que la gravedad de la
figura del parricidio se fundamentaba en la mayor culpabilidad del autor
presumida objetivamente a partir de la complicación profunda de las re-
laciones interpersonales con acumulación de tensiones durante la convi-
vencia de los parientes. En tanto que el desaparecido Raúl Peña Cabrera(4o)
fundamentaba la gravedad del parricidio en el hecho que el sujeto activo
revela mayor peligrosidad, porque no solo viola y destruye el bien jurídico
de la vida tutelada por la ley, sino que vulnera principios y sentimientos
elementales como el respeto y acatamiento a los parientes más próximos,
provocando una singular alarma social.
José Castillo Alva(+t) afirma que no alcanza ver cómo el mayor afec-
a
to o sentimiento puede incidir en la culpabilidad y concluye que simple-
mente la gravedad del parricidio reside solo en el vínculo del parentesco,
sea legal o natural, y no en el presunto afecto que existe entre parientes.
(3e) BAJoFERNANDEZ,1986,p.47.
(40) pEñACABRERA,1992,p.90.
(4r) CAST|LLo AIVA,2000, p.108.
(42) RoY FREYRE, 1989, p. 1 19.
428
Delitos contra la vida
294
Ramiro Salinas Siccha
(46)
Exp. No 43 1 9-97, en BRAMoNT-AR|A5 ToRREs, 2000b, p. 88.
{47) Busros RAMÍREZ, 1 986, p. 35.
r30
Delitos contra la vida
31 r
Ramiro Salinas Siccha
2.2. Feminicidio
El último párrafo del artículo 107 del Código Penal, luego de la mo-
dificación introducida por la Ley N" 29819 de diciembre de 2011, prescribe
que: "si la víctima del delito de parricidio es o ha sido la cónyuge o la con-
viviente del autor, o estuvo ligada a él por una relación análoga, el delito
tendrá el nombre de feminicidio"(s1).
El feminicidio es definido como el crimen contra las mujeres por ra-
zones de género(52). Es un acto que no responde a una coyuntura específica,
pues se desarrolla tanto en tiempos de paz como en tiempos de conflicto
armado y las mujeres víctimas no poseen un perfil único de rango de edad
ni de condición socioeconómica. Los autores de estos crímenes tampoco
432
Delitos contra la vida
tienen calidades específicas, pues pueden ser personas con quienes la vícti-
ma mantiene un vínculo afectivo, amical o social, como por ejemplo fami-
liares, parejas, enamorados, novios, convivientes, cónyuges, ex cónvivien-
tes, ex cón¡rges o amigos. También pueden ser personas conocidas, como
vecinos, compañeros de trabajo y de estudio; de igual forma, desconocidos
paralavíctima. Asimismo, los homicidios pueden ser realizados de manera
individual o colectiva, e incluso por mafias organizadas(sl).
De 1o expuesto se evidencia que la caregoría jurídica de feminicidio
abarca muchos supuestos al punto que se habla de tipos o clases de femini-
cidio(s+). Así tenemos, el íntimo que se produce cuando la víctima tiene o
tenía una relación íntima, familiar, de convivencia o afines acrual o pasada
con el homicida; se incluyen los casos de muerte de mujeres a manos de
un miembro de la familia, como el padre, padrastro, hermano o primo. El
feminicidio no íntimo que se da cuando la víctima no tiene o no tenía algún
tipo de relación de pareja o familiar con el agresor;¡ el feminicidio por
conexión, se produce cuando la mujer muere en la "línea de fuego" de un
hombre que pretendía dar muerte o lesionar a orra mujer. Por lo general,
se trata de mujeres parientes que intervienen para evitar el homicidio o la
agresión, o que simplemente se encontraban coy'unturalmente en lugar de
los hechos.
De las clases de feminicidio exisrentes en la doctrina, inrerpretando
el último párrafo del artículo 107" del Código Penal, podemos-concluir
que para efectos penales de nuestro sistema jurídico, solo se ha tomado en
c_uenta al íntimo, pero no en toda su magnitud, sino solo en los supuesros
de relación íntima, de convivencia o relación sentimental análogi(ss). En
efecto, solo se perfecciona el delito de feminicidio cuando la víitima del
homicidio "es o ha sido la cón¡rge o la conviviente del autor, o estuvo li-
gada a él por una relación análoga". En consecuencia, serán víctimas de este
33r
Ramiro Salinas Siccha
delito: Las cón1'uges, las concubinas, las convivientes, las ex cóny'uges, las
ex concubinas y las ex convivientes del sujeto activo. Asimismo, serán víc-
timas de este delito aquellas mujeres que están o estuvieron ligadas al autor
por una relación análoga como puede ser en su calidad de novias, ex novias,
enamoradas, ex enamoradas, clientes sexuales y ex clientes sexuales, amigas
íntimas o ex amigas íntimas, etc. Si el tipo penal refiere que entre la víctima
y el homicida exista ohaya existido una relación análoga a la de cón1.uge o
conviviente, se excluye como víctima de feminicidio a la mujer que murió
a consecuencia de haber hecho caso omiso a los requerimientos amorosos
del autor. Esto es, cuando la muerte se produce antes que la mujer acepte
alguna relación sentimental con su verdugo, el hecho será calificado como
homicidio. Por el contrario, en el caso que haya existido una relación sen-
timental en el pasado y tiempo después, vuelve el verdugo a requerir de
amores a la víctima, y a consecuencia de su negativa, le da muerte, el hecho
será calificado como feminicidio.
tsTt Exposición de motivos del Proyecto de Ley N.350/201 1-CR, ingresado al Congreso de la
República el 1 1 de octubre de 201 1 . Es más, en este Proyecto de Ley tam bién se argumenta que: "tipifi-
car el feminicidio como delito autónomo, tiene como fundamento, la necesidad de incluir una hipótesis
especial de homicidio agravado, por la existencia de un vínculo o relación entre el autor y la víctima, así
como por la motivación personal del agresor".
134
Delitos contra la vida
2.3. Parricidioagravado
El segundo párrafo del artículo 107" del Código Penal modificado,
regula el parricidio agravado, pues la pena para el autor será no menor de
veinticinco años. Allí se precisa las circunstancias que agravan la situación
(58) Exp. N' 85 1 -98, en ARMAZA GALDoS/ZAVALA ToyA, Lo decis¡ón ludiciol. Para leer el Derecho
posit¡vo a trovés de la jurisprudencld, Gaceta Jurídica, Lima, 1999, p.121 .
3sr
Ramiro Salinas Siccha
r36
Delitos contra la vida
374
Ramiro Salinas Siccha
sentimental, la pasa por alto con tal de alcanzar el ilícito fin al cual estaba
orientada desde un inicio su g6¡du6¡¿(se).
Cabe dejar establecido que la frase "para facilitar" da a entender tam-
bién que la autoría del delito medio y el delito fin no necesariamente pue-
den coincidir. La conducta delictiva en análisis se configura aun cuando el
delito-fin sea perpetrado por un tercero. Basta que se verifique la conexión
entre el delito medio y el delito fin. En otros términos, solo bastará de-
terminar si el parricida dio muerte a la víctima con el firme propósito de
facilitar o favorecer la comisión de otro hecho punible doloso realizado por
él o por terceros.
Basta con verificar que el ilícito penal a ocultar se trate de una con-
ducta prevista en el corpus juris penale como delito (contra la vida, el patri-
monio, el orden económico, la salud pública, etc.).
El tiempo transcurrido entre el delito-precedente y el delito-conse-
cuente puede ser inmediato o mediato. Lo importante es determinar que el
agente, con su acción homicida, tuvo el serio propósito de ocultar el delito
precedente. Por ejemplo, puede presentarse cuando un padre de familia
para ocultar el homicidio de su cón1'uge, da muerte a dos de sus hijos que
han sido testigos del primer hecho con la finalidad de no ser descubierto y
burlar de esa forma la acción de la justicia.
l38
Delitos contra la vida
39r
Ramiro Salinas Siccha
t40
Delitos contra la vida
23.10.Por veneno
Veneno es cualquier sustancia animal, vegetal o mineral, sólida, lí-
quida o gaseosa que, al ser introducida en el cueipo humano, tiene efectos
destructivos en el organismo, produciendo, -r.hm veces, y de acuerdo a
la dosis, la muerte de una persona, combinando su nafuraleza por acción
química o bioquímica.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
El hecho punible de parricidio se realiza con dolo directo (primero
y segundo grado),_así.como por dolo evenrual. Este último supuesro se
presenta cuando el sujeto activo, conociendo la relación pareni"l con el
sujeto pasivo, se representa el resukado letal como posible y lo acepta(60).
41 a
Ramiro Salinas Siccha
442
Delitos contra la vida
4. ANTIJURIDICIDAD
lJna vez que se ha determinado que en la condu cta analizada concu-
rren todos los elementos objetivos y subjetivos que conforman la tipicidad
del parricidio previsto en el modificado artículo 1oz" del código penal, el
operador jurídico pasará inmediatamenre a anahzar el segundó elemento
434
Ramiro Salinas Siccha
5. CULPABILIDAD
Si después de analizar la conducta típica de parricidio se llega a la
conclusión que no concurre alguna causa o circunstancia que lo justifi-
que frente al ordenamiento jurídico, el operador jurídico inmediatamente
entrará a determinar si aquella conducta homicida puede ser atribuida o
imputable a su autor. En consecuencia, analizará sila persona a quien se le
atribuye la conducta típicay antijurídica es imputable penalmente, es decir,
goza de capacidad penal, para responder por su acto parricida. En este as-
pecto, por ejemplo, tendrá que determinarse la edad biológica del parricida.
"La minoría de edad constituye una causa de inimpwabilidad criminal, cwya
importancia normatipa supone una presunción legal iure et de jure que incide
en una dimensión biológica de la persona, por Io qwe bastará la sola constd-
tación de que el swjeto no ltaya alcanzado la mayoría de edad para fundar la
exclwsión de sw responsabilidad penal"$4). También deberá determinarse si
el agente no sufre de alguna causa que le torne inimputable jurídicamente.
Luego, de verificar que el agente goza de capacidad para responder
penalmente, determinará si tenía conocimienro que su actuar homicida
era antijurídico, es decir, contrario a todo el ordenamiento jurídico. Pero,
de modo alguno, se requiere un conocimiento puntual y específico, sino
simplemente un conocimiento paralelo a la esfera de un profano, o, mejor
dicho, un conocimiento que se desprende del sentido común del que goza-
mos todas las personas normales.
(64) Ejecutoria Suprema del 23 de diciembre de 1998, Exp. No 4604-98-Lima, en PRADo SALDA-
RRIAGA, 1 999, p. 1 38.
444
Delitos contra la vida
(6s) Fundamento décimo sétimo de la Ejecutoria Suprema recaída en R.N No 3651 -2006-Lima,
por condenó a la acusada como autora del delito de parricidio y se le impuso 12 años de pena
la cual se
privativa de libertad.
45 I
Ramiro Salinas Siccha
6. CONSUMACIÓN
7. PARTICIPACIÓN
446
Delitos contra la vida
474
Ramiro Salinas Siccha
modo que no es indispensable para la comisión del delito por el autor, aun
sin la cólaboración o apoyo, de todas maneras se hubiese realizado el evento
delictivo por el agente.
l48
Delitos contra la vida
penal: dogmático penal 5, Ara editores, 201 0, p. 64; SuÁnez GoNZALES, "Los delitos consistentes en la infracción
de un deber. Particular referencia a los delitos cometidos por funcionarios público'i en L a dogmótica penolfren-
te a la criminalidod en lo adminisüación púbiica, Grilley, 2001 , p. I 52.
\71) RoxtN, Claus, Derecho PenaL parte generaf T. l, Editorial civitas, Madrid, 1997, p. 338; tam-
bién RoXlN, citado por PARIoNA Aax'tt , La teoría de los delitos de infracción de deber, fundamentos y conse-
cuencia, en Gaceta Penal No 1 9, enero 201 1 , p.72.
\72) PARIONA ARANA, Ld feoria de los delitos de infracción de deber, fundamentos y consecuencia,
en Gaceta Penal No 'l 9, enero 2011, p.79.
(73) HURTADo Polo,1987, p.561; Roy FREvRE, 1989,p. 124; pEñn CABRERA, 1992, p.84;VtLLAVT-
cENCTO TERREROS , 1997 , p.294; VTLLAVTCENCTO TERREROS, 20O2, p. 284; BRAMONT-ARtAS TORRE5/GARCíA CAN-
TtzANO, I 997, p.48: VTLLA STE1N, 19q7, p.68i CASTT'.LO A1VA,2000, p. 136.
\74) CAST|LLoALVA, 2009,p.324.
49 I
Ramiro Salinas Siccha
Para terminar, debe quedar claro que lo referido solamente sirve para
los partícipes (cómplices e instigadores), de modo que si el coautor del
parricida no tiene las cualidades que exige el tipo penal para configurarse el
hecho punible de parricidio, indudablemente se le adecuará su conducta al
homicidio simple.
8. TENTATIVA
150
Delitos contra la vida
9. PENALIDAD
Después de probada la comisión del delito de parricidio simple y el
feminicidio, así como dependiendo del grado de responsabilidad del acu-
sado durante el debido proceso, este será merecedor a una pena privativa
de la libertad no menor de 15 años y no mayor de 35 años en aplicación
del artículo 1 del Decreto Legislativo N" 982 del 22 de julio de 2bOZ, que
modificó el artículo 29 deI Código Penal, prescribiendo que la pena priva-
tiva de la libertad temporal tendrá una duración mínima de dos dial y un
máximo de 35 años.
En tanto que iuego de la modificación introducida por la Ley No
29819, si se acredita el delito de parricidio agravado, el auror será sancio-
nado con pena privativa de libertad no menor de 25 ni mayor de 35 años.
Subcapítulo 4
Asesinato
1. CUESTION PREVIA
l7s) Exp. No46'l-2003, Primera Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos en Cár-
cel-Lima, en Dr<Ílogo con lo Jurisprudencio, No 76, enero, 2005, p.63.
51 I
Ramiro Salinas Siccha
muchas veces uno no entiende hasta dónde puede llegar el ser humano en
la destrucción de su prójimo. Para empezar con la hermenéutica jurídica de
las modalidades de asesinato, considero necesario citar de inicio los hechos
reales y probados que fueron objeto del proceso penal que se siguió contra
varias personas que en su momento formaron parte del denominado grupo
"Colina". La forma y circunstancias en que se produjo la muerte de las
víctimas demuestran en su real magnitud la naturaleza misma del asesinato
así como el total desprecio por la vida humana de parte de estos agentes.
452
Delitos contra la vida
2, TIPO PENAT
El contenido del original artículo 108 del Código Penal fue modifi-
cado por el Decreto Legislativo N" 896 delZ+ de mayo de 1998, que elevó
el mínimo de pena a los asesinos de quince a veinricinco años y agregó en
el primer inciso la agravante el matar "por placer" y también trasladó a la
modalidad "por veneno" del inciso 3 al inciso 4 originando un cambio en
el concepto de esta modalidad delictiva. Luego, por Ley N" 27472 del5 de
R. N. N" 3198-2008-Lima
53 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD OBJETIVA
El hecho punible denominado asesinato se configura cuando el suje-
to activo da muerte a su víctima concurriendo en su accionar las circuns-
tancias debidamente previstas y enumeradas en el artículo 108 del Código
Penal. No obstante, se entiende que no es necesaria la concurrencia de dos
o más de las características descritas para perfeccionarse aquel ilícito penal,
sino con la sola verificación de una de ellas aparece el delito.
Teniendo en cuenta que las circunstancias especiales que caract erizan
al asesinato se refieren a medios peligrosos o revelan una especial maldad o
peligrosidad en la personalidad del sujeto activo, podemos definirlo como
la acción de matar que realiza el agente sobre su víctima haciendo uso de
medios peligrosos o por efectos de perversidad, maldad o peligrosidad de
su personalidad.
454
Delitos contra la vida
55r
Ramiro Salinas Siccha
3.1. Porferocidad
El asesinato por ferocidad se define como el realizado con absoluto
desprecio y desdén por la vida humana. En doctrina existe aceptación ma-
yoritaria en afirmar que en la realidad se presentan hasta dos modalidades
que dan a entender el actuar por ferocidad, a saber:
d. Cwando el swjeto activo concluye con la 'uida del sujeto pasivo sin
motieo ni mó'uil apdrentemente explicable. El agente demuestra per-
versidad al actuar sin tener un objetivo definido. Aquí falta un móvil
externo. Al final, cuando cualquier persona ya sea operador jurídico o
común, pretenda encontrar una explicación sobre los motivos y mó-
viles que hicieron nacer en el agente la intención de poner fin a la vida
de una persona incluso desconocidapara aquel, no puede encontrarlo
razonablemente, sino recurriendo a pensar que aquel sujeto muestra
un desprecio por la vida humana. Nada le importa ni le inmuta. Le da
igual matar a una persona que a un animal.
b. Cuando el agente actúa con ferocidad brutal en la determinación del
agente, es decir, inhwmanidad en el móvil. Cabe hacer la anotación de
que no se trata de la ferocidad brutal, cruel e inhumana en la ejecu-
ción del homicidio, pues este vendría a constituir una modalidad más
del asesinato como es el matar con crueldad, sino que la ferocidad se
evidencia en la determinación del agente para poner fin a la vida del
sujeto pasivo. Aquí se trata de una ferocidad cruel entendida desde un
aspecto subjetivo.
Respecto de este punto, el desaparecido Raúl Peña Cabrera(8o) ense-
ñaba certeramente que es menester no confundir el homicidio perpetrado
por ferocidad con la ejecución cruel o brutal, pues no es lo mismo la bruta-
lidad en la ejecución que la pewersidad brutal de la determinación.
574
Ramiro Salinas Siccha
T58
Delitos contra la vida
portancia que este malvado nada tenga que ganar con su delito y también
que nada tenga que le impulse a su comisión con vehemencia.
El fundamento para su mayor reprochabilidad radica en la circuns-
t"n.i" que el sujeto aótivo se desenrruei,re frente a su víctima sin tener un
interés identificabley razonable o, mejor dicho, sin tener como objetivo
el obtener alguna ventaja cierta con su actuar homicida. La Suprema Cor-
te en la Ejecutoria del25 de octubre de 2Oll ha precisado que-: "del relato
fáctico contenido en la acwsación 7 en la sentencia, se aprecia qwe el acusado
Jorge Luis Estrada provisto de wn 'cwchillo' Ie incrwstó seis pwñaladas a Ia
aíctima..., sin causa o justificación algtna: que. esas circunstancias son re-
prochables, pwes denotan la realización de a.ctos mortales sin razón algwna
y cort total desprecio del derecho fwndarnentttl a la ¡:icla hwnana reconocido
constitwcionalmente en el inciso wno del artícwlo dos de la Constitwción
Política del Perú -se desprecia el bien jwrídico protegido y Ia dignidad de la
pis¡ima-"(87).
187) R.N. N' 1 507-201 1-Lima Norte. 5ala PenalTransitoria de la Corte Suprema de la República.
(88)
BRAMONT ARrAs, 1990a, p.44.
(8e)
RoY FREYRE, 1 989, p. 1 39.
(eo)
PEñA CABRERA, 1 992, p. 92.
(91)
BRAMoNT-ARTAS ToRRES/GARCÍA CANTlZANO, 1997, p. 53.
(92J
VILLA SrErN, 1997, p.77 .
59r
Ramiro Salinas Siccha
lq?l
HuRrADo Pozo, 1995, p. 56.
(94)
VrLLAVrcENcro TERRERoS, 1 997, p. 300.
(9s) p. 1 70.
CAsrLLo ALVA, 2000,
r60
Delitos contra la vida
61 I
Ramiro Salinas Siccha
462
Delitos contra la vida
(e8) Cfr.FoNTÁNBALE5TRA,2OO2,p.43.
(ee) ROy FREYRE, "t989, p.'t44.
(r00) cASTtLtOALVA,2000, p. 189.
63r
Ramiro Salinas Siccha
(r 0r ) Ejecutoria Suprema del 30 de marzo de 1 999, R. N. 375-99-Piura, en ROJAS VARGAS, 2002, p.4 4
1
464
Delitos contra la vida
65 I
Ramiro Salinas Siccha
674
Ramiro Salinas Siccha
fin, siempre doloso; sitwación mwy frecwente, por lo demás, en los delitos con-
tra el patrimonio".
I68
Delitos contra la vida
69r
Ramiro Salinas Siccha
470
Delitos contra la vida
\124) Ejecutoria Suprema del 23 de abril de 2010; R.N. N" 4179-2009- Cajamarca. Sala penal
Transitor¡a de la Corte Suprema.
71 a
Ramiro Salinas Siccha
f72
Delitos contra la vida
Cfr.8uoMpADRE,2000, t, p. 128.
734
Ramiro Salinas Siccha
f74
Delitos contra la vida
754
Ramiro Salinas Siccha
circwnstancia qwe esta se ejecuta a traoés de una agresión qwe elimina las
d.e
posibilidades de defensa del ofendido; qwe en el presente cAso, ha qwedado
probado qwe el acwsado (...) ,o wtilizó wn procedimiento de agresión qwe ori-
ginara la indefensión del agraaiado, sino que esta se produjo porque la aíctima
se encontraba distraída y no se percató que el procesado se acercaba de modo
abierto y claro, sin ocultars e, por lo qwe mal pwede decirse qwe bwbo conducta
traicionerao(137). Iguales argumentos se encuentra en la Ejecutoria Suprema
del tZ de noviembre de 1999, por los cuales también excluyó al asesinato
por alevosía, calificando el homicidio como simpl.(13s). En el mismo senti-
do,la Ejecutoria Supremadel23 de abril de 2010(13e), excluye la alevosía ar-
gumentando que: "la muerte del agrat,iado no se produjo a traición, en tanto,
su agresor o agresores no emplearon medios, modos o formas en sw ejecwción
tendientes a t¿segurar la conswmación del delito, sin correr riesgo de acciones
que procedan de la defensa qwe pwdiera haber ejercido el agraaiado, tanto más
cuando el hecho se realizó en presencia del yerno del agraviado".
En la sentencia del 7 de abrtl de 2009,1a Sala Penal Especial de la Cor-
te Suprema agregó otro requisito o supuesto de la alevosía: el teleológico
"ha de corroborarse si en realidad., en el caso concreto, se produjo efectioa-
mente wna sitwación de total indefensión"0+9. Agrega que lo "releL,ante es, en
primer lwgar, el empleo de medios o modos que tiendan a. asegurar la ejecución
del bomicidio; en segwndo,la seguridad en sw ejecwción y la awsencia de riesgo
para el autor; y, finalmente, la conciencia del agente de la situación de inde-
fensión de la víctima y por la elección de los medios y formas de asegwrar el
homicidio"041).
Se presenta la hipótesis delictiva cuando JuanPérez Ríos, que había
decidido acabar con la vida de su primo hermano Roberto Pérez Salinas,
por haberse enterado que hacía la corte a su novia, invita a este a salir de
caza al campo; ya en medio de los matorrales, cuando Pérez Salinas confia-
476
Delitos contra la vida
(142) Exp. 1 71 3-96-L¡ma, en RoJJAS| PELLA, 1997, p. 1 08. En igual sentido, la Ejecutoria del I 9
de diciembre de 2005, R. N. N" 3526-2005-Piura, en sAN MART|N CAsrRo, 2006, p.382. La Ejecutoria 5u-
prema de 6 de julio de2004, también da cuenta de un caso real de asesinato por alevosía, R. N. No
999-2004-Tacna, en CASTTLLo ALVA, 2006a, p. 1 07.
(143) Exp. No A.V. 19-2001, Sala Penal Especial de la Corte Suprema, sentencia de 7 de abril de
2009, confirmada por la Primera Sala PenalTransitoria de la Corte Suprema en el R.N. No 1 9-01 -2009 A.V-
Lima.
774
Ramiro Salinas Siccha
(144) Roy FREYRE, 1 989, p. 1 58. lgual criterio adoptan ERAMoNT-AR|A5 ToRRES/GARCIA CANTIZANo,
1 997, p. 55, y V¡LLA srErN, 1997, p. 45.
(r4s) VtLtAVrcENcroTERRERo5, 1997,p.298.
a78
Delitos contra la vida
794
Ramiro Salinas Siccha
3.8. Porfuego
Seconfigura esta modalidad de asesinato cuando el agente de forma
intencional prende fuego al ambiente donde sabe se encuentra la persona a
la que ha decidido dar muerte, poniendo en peligro le vida o s¡lud de otr¿s
personas que allí se encuentren.
En el tipo penal la frase "capaz de poner en peliero la vida o selud
de otras personas" orienta que esta modalidad de asesinato no se refiere a
dar muerte a la victima prendiéndole fuego en forma directa o en un lugar
en que las circunstancias mismas hacen presumir que no pone en peligro a
nadie, pues allí aparecería otra modalidad del asesinato, como puede ser el
matar con crueldad (al respecto, hay unanimidad de criterio en la doctrina
peruana); sino por ei contrario, se refiere que el uso del fuego, aparte de
buscar eliminar a la víctima, debe poner en peligro o riesgo la integridad de
otras personas. Esto es, aparece el asesinato cuando las circunstancias y el
lugar donde se ha prendido el fuego con la finalidad de poner fin a la vida
del sujeto pasivo, evidencian fácilmente que se pone en peligro la vida y la
IBO
Delitos contra la vida
81 T
Ramiro Salinas Siccha
3.10. Porveneno
Veneno es cualquier sustancia animal, vegetal o mineral, sólida, lí-
quida o gaseosa que, al ser introducida en el cuerpo humano, tiene efectos
destructivos en el organismo, produciendo, muchas veces, v de acuerdo a la
dosis, la muerte de una persona, combinando su natural eza por acción quí-
mica o bioquímica. La sustancia solo puede ser categorizada como veneno
cuando adquiere ese carácter por influjo de su propia naturaleza o cuando
la ciencia particular, que de ella se ocupa (toxicología), así lo decide. En
tal sentido, no tienen la categoría de veneno aquellas sustancias que, aun
cuando poseen capacidad para matar y pueden ser usadas insidiosamente,
solo actúan en el cuerpo bajo efectos físicos, mecánicos o térmicos, por
ejemplo, elvidrio molido, el plomo derretido, los alfileres, etc. (son sustan-
cias que producen ulceración en los tejidos, desgarramiento en las paredes
intestinales, etc., pero no obran químicamente) , ni aquellas otras, gene-
ralmente inocuas (por ejemplo, el azúcar suministrado a un diabético), o
que producen daños a la salud por la especial condición de la víctima (por
ejemplo, el alcohol suministrado a un bebé, etc.)(t+o).
Como hemos puesto ya en er.idencia, con el cambio de ubicación de esta
modalidad delictiva del inciso 3 al inciso 4 del artículo 1C8 del Código Penal,
el matar por veneno en nuestro actual sistema jurídico penal, va no se confi-
gura cuando, traicionera y astutamente, el agente le hace ingerir una sustancia
venenosa a su víctima que se encuentra sola; sino que ahora, esta modalidad
se configura cuando el sujeto actil'o con la intención de dar muerte a su víc-
tima, traicioneray astutamente le hace ingerir una sustancia venenosa en un
escenario donde se encuentran muchas personas a las cuales pone en peligro
su vida o salud debido a que cualquiera puede ingerir la sustancia venenosa.
I g,Z
Delitos contra la vida
l84
Delitos contra la vida
(rs3) Declaraciones del Presidente de la República García Pérez, reproducidas en el diario ofi-
cial El Peruano del 1 7 de agosto de 2006.
85 I
Ramiro Salinas Siccha
l86
Delitos contra la vida
4. TIPICIDAD SUBJETIVA
El asesinato es un delito netamente doloso, es imposible su comisión
por culpa o negligencia. El sujeto activo necesariamente debe tener con-
ciencia y voluntad de segar o aniquilar la vida de su víctima haciendo uso de
las formas y desarrollando las circunstancias especificadas en el tipo penal.
87a
Ramiro Salinas Siccha
las personas que se ponen en peligro con el actuar homicida del agente. El
sujeto activo haciendo uso del fuego o veneno quiere eliminar a su acérri-
mo enemigo, representándose que con su actuar puede ocasionar la muerte
o lesionar gravemente a otras personas, sin embargo, no se abstiene y acrúa
ocasionando finalmente la muerte de su víctima y la muerte de otras per-
sonas. Por la primera, responderá a título de dolo directo, en tanto que por
las otras personas responderá a título de dolo indirecto.
5. ANTIJURIDICIDAD
LJnavez que se ha determinado que en la conducta analizada concu-
rren todos los elementos objetivos y subietivos que conforman la tipicidad
de cualquiera de las modalidades del asesinato previstos en el artículo 108
del Código Penal, el operador jurídico pasará inmediatamente a analízar el
segundo elemento o nivel denominado antijuridicidad. Es decir, se deter-
minará si la conducta es contraria al ordenamiento jurídico o en su caso,
concurre alguna causa de justificación de las previstas y sancionadas en el
artículo 2O del Código Penal. De ese modo, el operador jurídico analiza-
rá si en el asesinato concreto concurre la legítima defensa o el estado de
necesidad justificante o el agente actuó por una fuerza física irresistible o
compelido por un miedo insuperable o en cumplimiento de un deber.
Si se concluye que en el asesinato analizado concurre alguna causa de
justificación, la conducta será típica, pero no antijurídica y, por tanto, será
irrelevante pasar a analizar el tercer elemento del delito conocido como
culpabilidad.
6. CULPABILIDAD
Si después de analizar la conducta típica del asesinato se llega a con-
cluir que no concurre alguna causa o circunstancia que lo justifique frente
al ordenamiento jurídico, el operador inmediatamente entrará a analizar
si aquella conducta homicida puede ser atribuida o imputable a su autor.
En consecuencia, analizará sila persona a quien se le atribuye la conducta
típrca y antijurídica de asesinato es imputable penalmente, es decir, goza
de capacidad penal, para responder por su acto homicida. En este aspecto
por ejemplo, tendrá que determinarse la edad biológica del asesino. 'Z¿
minoría de edad constitwye una causa de inimpwtabilidad criminal, cwya im'
portancia normatiaa stupone una presunción legal iure et de jure qwe incide en
TBB
Delitos contra la vida
7. CONSUMACTÓN
89 I
Ramiro Salinas Siccha
(r s8)
Fundamento sétimo del R.N. No 3198-2008-Lima.
(1 se) R. N. No 299-2004-Santa, en CASTTLLo ALVA, 2006a, p. 1 20.
91 r
Ramiro Salinas Siccha
8. TENTATIVA
93 I
Ramiro Salinas Siccha
aproPiarse del dinero que el agraoiado le pidió, con aleaosía intentó matallo,
porque premeditadamente planificó la ejecwción del delito, por lo que asegu-
rándose que su aíctima se encontraba sola en el establecimiento'Ticolanciia',
y aaliéndose de medios adecuados para lograr su objetivo -armas punzo cor-
tantes-- retornó al referido lugar, y bajo el argumento de que era persegwido
Por unos swjetos, proztocó qwe el agrartiado le diera la espalda y se asomara a
Ia pwerta del inmweble, instantes en que se le acercó y le encajó dos cwchilladas
en la espalda a Ia altura del tórax, sin posibilidad de qwe este pueda sustrderse
del ataqwe; qwe cwando el agraviado polteó se le cayó el cuchillo a su atacante,
por lo que este sacó el otro objeto punzocortantes que ocultaba en la cintwra,
y continwó agrediéndole, sin embargo, no logró priaarlo de la oida por causas
ajenas a su voluntad, pues ante los gritos del agraaiado, acwdieron los pecinos
y wn efectiao policial, impidiendo que se consumart el hecbo delictitto; que en
definitiaa, se configtran todos los elementos objetiaos y subietivos del delito
de bomicidio calificado con alevosía en grado de tentatioa".
9, PENALIDAD
Igual como ocurre con el parricidio, el legislador solo se ha limitado a
señalar el mínimo de la pena privativa de la libertad de quince años, mas no
elmáximo. No obstante, recurriendo alcontenido del artículo 29 delaparte
general del corpws juris penale, modificado por la Quinta Disposición Final
del Decreto Legislativo N" 895 del23 de mayo de 1998, se verifica que el
máximo de pena para estos casos alcanza los 35 años. En consecuencia, en
nuestro actual sistema jurídico penal, un acusado de asesinato dependiendo
de la forma, circunstancias, medios empleados y su personalidad, se hará me-
recedor a una pena privativa de libertad que oscila entre 15 y 35 años.
Subcapítulo 5
Homicidio por emoción violenta
1. TIPO PENAL
Elque mata a otro bajo imperiode una emoción violenta que las circunstancias
hacen excusables, será reprimido con pena privativa de libertad, no menor
de tres ni mayor de cinco años.
494
Delitos contra la vida
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El ilícito penal se configura cuando el sujeto acrivo actúay da muer-
te a su víctima bajo el dominio de una emoción violenta, la cual surge
repentinamenre por circunstancias excusables o, mejor aún, justificablés
provocadas por el mismo sujeto pasivo o por un tercero. Se trata de un
homicidio realizado en estado de emoción violenta justificada por espe-
ciales circunstancias.
No debe pensarse que el legislador pretende que se tenga como are-
nuante del homicidio cualquier emoción violenta surgida en el agenre, sino
que este estado de la conciencia, debe ser de cierta intensidad que gene-
re un estado transitorio de conmoción o perturbación en la perion"lidad
del sujeto activo que le impida controlar sus acros frente a determinadas
circunstanctas, realtzando con frecuencia conductas irracionales que nor-
malmente no realizarí^(62),En otras palabras, aparece la emoción rriol"r,t"
como elemento atenuante cuando, en las mismas circunstancias excepcio-
nales, toda persona resperuosa del orden o sistema jurídico la experimen-
taría y realizaría actos impensables en circunstancias normales. i'L" con-
ciencia del agente se fija en aquello que ha motivado la emoción violenta,
debilitando considerablemenre el control del individuo sobre su conducra
hasta el extremo que realiza con frecuencia actos irracionales que están en
desacuerdo con su comportamiento habitual'(163).
La intensidad de la emoción violenta no debe hacer perder el poder
de inhibición al agente. Caso contrario, la situación se désplazaría hacia
los confines de la inimputabilidad. un individuo emocionadó no es un in-
dividuo inimputable. La emoción debe ser violenta, eso sí, pero no debe
ser d_e tal magnitu_d que origine la pérdida del control de la conducta que
configure un estado de inconsciencia previsto en el inciso I del artículo 20
del Código Penal.
a. Circunstancias excwsables
95 I
Ramiro Salinas Siccha
excusable por la.s circunstanciAs, esto es, requiere que las circwnstancias que
rodean el hecbo justifiquen que una persona se emocione y que se encuentre en
dicho estado psicológico en el momento de Ia ejecución i¿lis¡i'aa"(6+).
Las circunstancias excusables pueden ser de cualquier naturaleza,
no necesariamente éticas, solo deben tener una capacidad de causar con-
moción en la conciencia del sujeto activo. Aquellas circunstancias deben
hacer excusable el actuar del agente, esto es, justificar en cierta forma o
medianamente la conducta homicida. Con razón ha señalado el profesor
Hurtado Pozo(165) que es inadmisible considerar que ciertas emociones son
en sí excusables y otras, condenables. Como exige la ley, este caráuer de
la emoción debe ser determinado en cada caso concreto y apreciando las
circunstancias en que actuó el agente, así como su personalidad. Sin duda,
aquellas circunstancias deberán ser valoradas en su conjunto por el juzga-
dor en su momento.
El ánimo conmocionado se manifiesta en estados transitorios de
miedo, dolor, cólera, furor, temor, amor, celos, piedad, venganza, odio,
que desorganizala conducta de cualquier persona normal y le predispo-
ne a realizar actos muchas veces impensables, con facilidad y destreza
inexplicables. Aquellos son estados impulsivos que arrastran al agente a
cometer el delito.
Compartimos criterio con Roy Freyre(l6e), quien, siguiendo al argen-
tino Ricardo Núñez, señala que la excusabilidad de la emoción violenta
supone su justificación desde un triple punto de vista: causal, subietivo y
objetivo. Desde la perspectiva causal, el surgimiento de la emoción violenta
tiene excusabilidad cuando ha sido motivada eficazmente por un hecho
extraño a la propia idiosincrasia del agente, es decir, la emoción violenta
debe tener un motivo razonable en las circunstancias que lo provocaron y
de ningún modo en el carácter iracundo del agente. Desde la perspectiva
subjetiva, el surgimiento de la emoción violenta se excusa cuando el sujeto
activo ha sido ajeno a la gestación u origen del fenómeno psíquico emotivo
desencadenante del acto homicida; y, finalmente, desde la perspectiva ob-
jetiva, se excusa la emoción violenta cuando el motivo de aquella no debe
radicar en un evento frente al cual el actor se encuentre obligado a res-
t96
Delitos contra la vida
974
Ramiro Salinas Siccha
(1 70)
Exp. 1 693-99-Huá nuco, en Rev¡sto Peruona de Jurisprudencid, Año l, No 2, 1 999, p. 330. En
igual sentido, emoción violenta en la Ejecutoria Suprema del 15 de julio
se descarta la circunstancia de
de 2004, R. N. No 1 197-2004, en CASILLo ALVA, 2006,1, p.79.
(17r) VtLLAVICENctoTERRERo5, 1997, p.302.
t172) VTLLA STE|N, 1997, p. 102.
I98
Delitos contra la vida
99 I
Ramiro Salinas Siccha
I 100
Delitos contra la v¡da
101 I
Ramiro Salinas Siccha
respondió: "ni hablar, te necesito parapag r deudas y para que limpies los
.".r"-"ntos del perro", tras 1o cual se retiró al dormitorio y se tumbó en
la cama. A continuación, Úrsula cogió la pistola del armario y repitió ante
la cama su exigencia: "iO me das el divorcio, o me Pego un tiro!"' a lo que
el marido respondió: "iDispara de una vez si te atreves cerda cobarde!".
Entonces sonó un disparo que alcanzó al hombre quien, en opinión del
jurado, para mostrar que para él el asunto estaba resuelto ostentosamente'
había cerrado los ojos.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
El agente debe actuar con conocimiento y voluntad de poner fin a la
vida de su víctima. La resolución homicida debe ser producto o consecuen-
cia inmediata de la emoción violenta surgida en forma súbita y repentina
por especiales circunstancias excusables o justificables. No obstante, debe
tenerse en claro que aquella emoción violenta de ningún modo debe al-
canzar real intensidad en el agente que le genere una grave alteración de la
conciencia de tal forma que afecte gravemente su concepto de la realidad y
anulen la facult¿d de comprender el carácter delictuoso de su acto. Si ello
se evidenciara, al desaparecer el dolo no habrá homicidio atenuado, sino
estaríamos ante una causa de inimputabilidad prevista en el inciso 1 del
artículo 20 dela parre general del Código Penal.
El dolo en el homicidio por emoción violenta puede ser directo o
indirecto. No creemos que sea posible un dolo eventual como sostiene
castillo Alva(1ze).
En definitiva, para tipificarse el ilícito penal se exige que el agente
obre en un estado de alteración de su ánimo y, por tanro, disminuidai sus
facultades de control.
4. ANTIJURIDICIDAD
lJna vez que se ha determinado que en la condu cta analizada concu-
rren todos los elementos objetivos y subjetivos que conforman la tipicidad
del homicidio por emoción violenta prevista en el artículo 109 del Código
Penal, el operador jurídico pasará inmediatamente a analizar el segundo
elemento o nivel denominado antijuridicidad. Es decir, se enrrará d.t"r-
minar si la conducta es contraria al ordenamiento jurídico o en su " caso,
concurre alguna causa de justificación de las previstas y sancionadas en el
artículo 20 del Código Penal. De ese modo el operador jurídico analizará si
103 I
Ramiro Safinas Siccha
5. CUTPABILIDAD
Si en la conducta típica no concurre alguna causa o circunstancia que
lo justifique frente al ordenamiento jurídico, inmediatamente se entrará a
determinar si aquella conducta homicida puede ser atribuida o imputable a
su autor. En consecuencia, se analizará si lapersona a quien se le atribuye
la conducta típicay antijurídica es imputable penalmente, es decir, goza de
capacidad penal, para responder por su acto homicida. En este aspecto, por
ejemplo, tendrá que determinarse, en primer lugar, la edad biológica del
autor del homicidio por emoción violenta.
Luego, se determinará si tenía conocimiento que su actuar homicida
era antijurídico, es decir, contrario a todo el ordenamiento jurídico. Pero,
de modo alguno, se requiere un conocimiento puntual y específico, sino
simplemente un conocimiento paralelo a la esfera de un profano, o mejor,
un conocimiento que se desprende del sentido común que gozamos todas
las personas normales. Finalmente, se entrará aanalizar si el agente tuvo o
no alternativa diferente al cometer el delito de homicidio emocional.
6. CONSUMACTóN
I 104
Delitos contra la vida
7. TENTATIVA
8. PENALIDAD
Después del debido proceso y verificada la concurrencia de los di-
versos requisitos indicados, el acusado de homicidio por emoción violenta
será pasible de ser condenado a pen privativa de libertad no menor de tres
ni mayor de cinco años.
tatándose de un parricidio atenuado, el auror será merecedor a una
pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años. Todo
ello de acuerdo con la forma, circunstancias, medios empleados para la per-
petración del hecho punible y la personalidad del autor o autores.
Subcapítulo 6
Infanticidio
1. TIPO PENAL
La madre que mata a su hijo durante el parto o bajo la influencia del estado
puerperal, será reprimida con pena privativa de libertad no menor de uno ni
mayor de cuatro años o con prestación de servicio comunitario de cincuenta
y dos a ciento cuatro jornadas.
105 I
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El infanticidio se configura cuando la madre ocasiona, ya sea por ac-
ción u omisión, la muerte dolosa del producto de su gestación durante o en
circunstancia del parto o cuando se encuentre bajo los efectos del estado
puerperal.
Aun cuando en la doctrina nacional ni en la jurisprudencia hay acuer-
do unánime sobre el contenido de las frases "durante el parto" y "estado
puerperal", nosotros sostenemos que aquellas frases deben ser entendidas
haciendo uso de la ciencia médica. De ahí que para resolver cada caso con-
creto, los médicos legistas y profesionales en psicología serán de importan-
te asesoramiento para los fiscales y iueces.
(]80) HURTADO PO¿O,1995, P. 108; PEÑA CABRERA, 1992,P.69; PRADO SALDARRIAGA, 1985, P.85;
SALTNAS SrccHA, 1 998, p. 80; CASTTLIo ALVA, 2000, p. 34. Entre los juristas foráneos tenemos a BusTos RA-
MíREZ, 1991, p. 21 ; QUERALT, 1992, p. 6; et...
I 106
Delitos contra la vida
(182) BRAMoNT-ARrAs ToRRES/GARCÍA cANTtzANo, 1997 , p. 4o, sig uiendo las posiciones adopta-
das por los penalistas españoles Francisco MuñoZ CoNDE y Enrique GTMBERNAT ORDEtc; también Roy
FREYRE, 1 989, p. 209, cuando indica que la frase "durante el parto" debe ser interpretada como sinónimo
de "durante el nacimiento'i
(183) MUñozCoNDE,2001,p.31.
(184) De esa forma lo deja establecido el profesor MUñoz CoNDE al escribir que"desde el punto
de vista del derecho penal vigente en España, la vida humana ¡ndependiente y, con ella, su destrucción,
107 a
Ramiro Salinas Siccha
como "homicidio" en el sentido en que se emplea este término en la rúbrica del Capítulo I del Titulo l,
comienza desde el momento del nacimiento, entendiendo por tal la total expulsión del claustro mater-
no"(2001, p.31).
(18s) Roy 999, p. 2i
. FREYRE, 1 1 .
I 108
Delitos contra la vida
109 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Necesariamente se requiere la presencia del dolo al momenro de rea-
lizarse el hecho punible, es decir, de conciencia y voluntad homicida. Sin
la constatación efectiva de aquel elemenro subjetivo, no habrá infanticidio,
sino homicidio por negligencia o también podrá declararse la inimputabili-
dad de la madre, en caso de constatarse una grave alteración de la concien-
cia que afecte gravemenre el concepto de la realidad. Ello en aplicación del
artículo 20 inciso 1 del corpws jwris penale. Esto último ocurriría cuando la
madre actúe bajo los efectos de una fiebre puerperal, por ejemplo.
No obstante, es suficiente evidenciar el dolo eventual en la conducta
desarrollada por la madre para imputarle infanticidio, es decir, la madre
percibe el resultado muerte de su hijo como posible mediante su compor-
tamiento y circunstancias, sin embargo, lo asume y acepfaal seguir actuan-
do de la misma manera. En ese sentido, no comparrimos posición con Villa
Stein(lel) cuando afirma que "el fundamento de la atenuación del infanti-
111 I
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
IJna vez que se ha determinado que en la conducta analizada concu-
rren todos los elementos objetivos v subjetir-os que conforn-ran 1.r tipicidad
del infanticidio previsto en el artículo 110 del Código Penal. el operador
jurídico pasará inmediatamente a analizar el segundo elemento o nivel de-
nominado antijuridicidad. Es decir, se centrará en determinar si la conducta
es contraria al ordenamiento jurídico o en su caso, concurre rlguna causa
de justificación de las previstas y sancionadas en el artículo lC dei Código
Penal. De ese modo, el operador jurídico analizará si en el infanticidio con-
creto concurre un estado de necesidad justificante o el agente actuó por
una fuerza física irresistible o compelido por un miedo insuperable.
Si se concluye que en el infanticidio concurre alguna causa de justi-
ficación, la conducta homicida será típica, pero no antijurídica % por tan-
to, será irrelevante pasar a analizar el tercer elemento del delito conocido
como culpabilidad.
5. CULPABILIDAD
Si después de analizar la conducta típica de infanticidio se llega a la
conclusión que no concurre alguna causa o circunstancia que lo ¡ustifique
frente al ordenamiento iurídico, inmediatamente se entrará a determin¿r si
aquella conducta homicida puede ser atribuida o imputable a su autora. En
consecuencia, analizará si la madre a quien se le atribuye la conducta típica r'
antijurídica es imputable penalmente, es decir, goza de capacidad penal, para
responder por su acto homicida. En este aspecto por ejemplo, tendrá que
determinarse en primer lugar, la edad biológica de la autora del infanticidio.
Luego, determinará si tenía conocimiento que su actuar homicida era
antijurídico, es decir, contrario al ordenamiento jurídico del país. De modo
alguno se requiere un conocimiento específico, sino simplemente un cono-
4 112
Delitos contra la vida
6. CONSUMACTÓN
7. TENTATIVA
8. PENALIDAD
113 I
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 7
Homicidio culposo
1. TIPO PENAL
El que, por culpa, ocasiona la muerte de una persona, será reprimido con
pena privat¡va de libertad no mayor de dos años o con prestación de servicios
comunitarios de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas.
La pena privativa de la libertad será no menor de un año ni mayor de cuatro
años si el delito resulta de la inobservancia de reglas de profesión, de
ocupación o industria y no menor de un año ni mayor de seis años cuando
sean varias las víctimas del mismo hecho.
La pena privativa de la libertad será no menorde cuatro años nimayor de ocho
años e inhabilitación, según corresponda, conforme al artículo 360
-incisos
4),6)y 7)-, si la muerte se comete utilizando vehículo motorizado o arma de
fuego, estando el agente bajo el efecto de drogas tóxicas, estupefacientes,
sustancias psicotrópicas o s¡ntét¡cas, o con presencia de alcohol en la sangre
en proporción mayor de 0.5 gramos-litro, en el caso de transporte particular,
o mayor de 0.25 gramos-litro en el caso de transporte público de pasajeros,
mercancías o carga en general, o cuando el delito resulte de la inobservancia
de reglas técnicas de tránsito.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito se perfecciona cuando el sujeto activo ocasiona la muerte
del sujeto pasivo por haber obrado culposamente. El agente obra por culpa
cuando produce un resultado dañoso al haber actuado con falta de previ-
4 114
Delitos contra la vida
115 I
Ramiro Salinas Siccha
I 116
Delitos contra la vida
117 a
Ramiro Salinas Siccha
I 118
Delitos contra la vida
119 t
Ramiro Salinas Siccha
objetiaa en el cdso de awtos "el obrar a propio riesgo de los agraaiados tiene
wna eficacia excluyente del tipo penal" (cfr. Gr.l.ntber Jakobs, Derecbo penal
Parte General, Madrid, 1995, p. 307) por lo qwe los hechos swbexamine no
constituyen delito de bomicidio culposo y consecuentetnente tampoco generan
r e sp o n s ab ili dad p enal" Qa4 .
I 120
Delitos contra la vida
t21 a
Ramiro Salinas Siccha
a a\gún bien jurídico por falta del cuidado debido, se estaría configurando
el delito culposo calificado. El ejercicio de actividades riesgosas exige en
quien lo practica, como profesional o técnico, un cuidado y diligencia ex-
trema para no aumentar el riesgo consentido / ordinaris(zo+).
En efecto, el legislador no podía ser ajeno a tales circunstancias y así
ha previsto como agravantes los siguientes comportamientos:
(206)
Exp. 98-054-Hua ri, en Serie de Jurisprudencia, No 4, 2000, p. 72.
(207J
Exp.6095-97, en Diólogo con la Jurisprudencia, N" 22, 2000, p. I 90
123 a
Ramiro Salinas Siccha
culposa temeraria por parte del agente. Ocurre, por ejemplo, cuando
un conductor de ómnibus interprovincial, por mirar a un costado,
arremete y atropella con consecuencias letales a un grupo de personas
que participaban en una marcha de sacrificio.
No es necesario que la muerte de las víctimas se produzca en el mismo
instante o tengan coetaneidad temporal. Solo es necesario que las muer-
tes sean consecuencia de la culpa, más allá de si el resultado (muerte)
apxece en el mismo instante o hay una diferencia temporal, la cual pue-
de darse siempre que subsista la imputación objetiva y el resultado no
salga del ámbito de protección de la norma y del alcance del tipo(zoa).
(208) CAST|LLoALVA,2000,p.336.
a 124
Delitos contra la vida
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
En primer término, queda claro que en el homicidio culposo, el agen-
te no tiene intención de dar muerte. No actúa con el animws necandi.No
quiere el resultado letal, pero se produce por la inobservancia del deber
objetivo de cuidado.
(209)
Exp. i 789-96, en PRADo SALDARRTAGA, 1 999, p. 95.
{21 0) Exp. 4257 -98, en RoJAs VARGAS, 1 999, p. 97 .
125 a
Ramiro Salinas Siccha
4. CONSUMACIÓN
5. TENTATIVA
I 126
Delitos contra la vida
el contrario, son dos o más personas las que realizan una conducta culposa,
es posible imputar a título de coaurores directos del homicidio culposo.
6. PENALIDAD
Después de la modificatoria ocurrida en el2009, el agente, luego del
debido proceso, podrá ser sancionado con una pena privativa de libertad no
mayor de dos años o con prestación de servicio comunitario de cincuenta
y dos a ciento cuatro jornadas, cuando la incriminación es sobre un hecho
tipificado en el primer párrafo.
Si estamos ante un supuesto del segundo párrafo del artículo 111 del
Código Penal, la pena privativa de la libertad será no menor de un año ni
mayor de cuatro años si el delito resulta de la inobservancia de reglas de
profesión, de ocupación o industria y no menor de un año ni mayor de seis
años cuando sean varias las víctimas del mismo hecho.
En tanto que si estamos ante un supuesto previsto y sancionado en
el último párrafo,la pena privativa de la libertad será no menor de cuatro
años ni mayor de ocho años e inhabilitación, según corresponda, conforme
el artículo 36 incisos \, 6) y 7).
Subcapítulo 8
Homicidio piadoso
1. CONSIDERACIONESGENERALES
127 I
Ramiro Salinas Siccha
T 128
Delitos contra la vida
t214) HURTADoPozo,1982,p.31.
129 a
Ramiro Salinas Siccha
131 I
Ramiro Salinas Siccha
r33 I
Ramiro Salinas Siccha
135 r
Ramiro Salinas Siccha
cuerpo cuando se ponía en manos del médico, quien hacía lo que mejor le
aconsejaba su ciencia, actuaba amparado en el imperativo moral supremo
de favorecer al paciente.
Ahora son relativamente pocos los casos en que los médicos toman
decisiones sin la participación del enfermo, sin hacer que cada uno de ellos
ejerza su derecho al consentimiento y, aún más, sin informarle los métodos
y consecuencias de sus prácticas.
El derecho al consentimiento informado es definido como aquel
que ejerce un enfermo o paciente de manera autónoma y sin injerencias ni
coacciones para realizar una elección de modo racional, a fin de expresar
su consentimiento o no al médico. En otros términos, en virtud de aquel
derecho, el médico obtiene el permiso de un enfermo o paciente, previa en-
trega de'información completa y elección racional de este, para que realice
o no un tratamiento. Se constituye en el derecho específico que le protege
de los actos médicos que atentan contra su dignidad, integridad física y
su propia conciencia. Este derecho prohíbe a los médicos, sean diestros o
eminentes, realizar intervenciones médicas sobre sus pacientes sin contar
con su consentimiento o conocimiento.
En efecto, en la actualidad sabemos perfectamente que el profesional
de la medicina requiere el consentimiento del paciente o su representante
para realizar cualquier intervención. Actuar de modo diferente acarrea res-
ponsabilidad administrativa para el médico -cuando no penal- de ocasio-
narse un daño al enfermcr.
Teniendo como base aquella corriente que se ha impuesto después de
mucho batallar en los tribunales, especialmente norteamericanos, se puede
t 136
Delitos contra la vida
Subcapítulo 9
La eutanasia en el Código Penal
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Aun cuando por nuestra parte como ha quedado establecido, con-
sideramos lícita la acción que pone fin a la vida de un enfermo incurable
que sufre de intensos dolores, haciendo dogmática penal no renemos otra
alternativa que exponer las circunstancias o elementos constitutivos del
delito de homicidio piadoso que recoge el tipo penal del artículo rr2 del
vigente Código Penal.
El agente realiza la conducta delictiva de homicidio piadoso cuando
motivado o guiado por un sentimiento de piedad y a solicitud expresa y
137 a
Ramiro Salinas Siccha
(223) La fórmula peruana es parecida a la del sistema penal alemán. En el inciso 4 del artículo
1 43 C.P alemán se prevé que "el que causare o cooperare activamente con actos necesarios y directos a
la muerte de otro, por la petición expresa, seria e inequívoca de este, en el caso de que la víctima sufriere
una enfermedad grave que conduciría necesar¡amente a su muerte, o que produjera graves padeci-
mientos permanentes y difíciles de soportar'l será sancionado como autor de homicidio por piedad.
\224) BRAMONT-ARIA5 TORRES/GARCÍA CANTIZANO, 1997 , P.68.
\225J BRAMONT-ARIASTORRES/GARCÍACANTIZANO, 1997,P.69.
.
I 138
Delitos contra la vida
2,1, Bienjurídicotutelado
Vida humana independiente, seriamente debilitada.
(226) Por este aspecto consideramos que la fórmula del legislador colombiano es la más apro-
piada. En efecto, en el artículo 106 CP de Colombia se prevé el homicidio por piedad con el siguiente
contenido: "El que matare a otro por piedad, para poner fin a intensos sufrimientos provenientes de
lesión corporal o enfermedad grave e incurable, incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3) años'i
139 I
Ramiro Salinas Siccha
En suma, para ser víctima del homicidio piadoso se requiere hasta tres
condiciones o circunstancias especiales: enfermo incurable, sufriendo in-
tensos dolores y estar consciente para solicitar la muerte en forma expresa.
Quedan fuera de este delito aquellos enfermos incurables que por la in-
consciencia en la que se encuentran no pueden expresar su consentimiento
de que le dejen morir.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
El homicidio por piedad exige que el agente actúe con conocimiento v
voluntad de poner fin a la vida del sujeto pasivo, movido por el sentimiento
de piedad, caridad, conmiseración, misericordia o compasión, dadas las espe-
ciales condiciones en que se desenl'uelve el sujeto pasivo. Es decir, se exige el
dolo directo dirigido a poner fin a la vida del enfermo incurable y, lo más im-
portante, terminar o concluir con los intolerables dolores que le agobian. La
decisión homicida debe ser producto o resultado del sentimiento de piedad,
si ello no se constata ¡ por el contrario, se determina que el agente puso fin
a la vida del enfermo incurable guiado por sentimientos innobles, como, por
ejemplo, con la finalidad de heredar, el delito privilegiado no aparece.
No es posible la comisión por culpa, si ello se evidencia, la conducta
se encuadraría en el tipo penal que regula el homicidio culposo, según las
circunstancias.
4. ANTIJURIDICIDAD
IJna vez que se ha determinado que en la condu ua analizada concu-
rren todos los elementos objetivos y subjetivos que conforman la tipicidad
del homicidio por piedad previsto en el artículo tI2 del COdigo Penal, el
operador jurídico pasará analizar el segundo elemento o nivel denominado
antijuridicidad. Es decir determinará si la conducra es conrraria al ordena-
miento jurídico o en su caso, si concurre alguna causa de justificación de las
previstas y sancionadas en el artículo 20 del Código Penal. De ese modo, el
operador jurídico analizará si en el homicidio piadoso concreto concurre)
I 140
Delitos contra la vida
5. CULPABILIDAD
Si después de analizar la conducta típica de homicidio piadoso se lle-
gaala conclusión de que no concurre alguna causa o circunstancia que lo
justifique frente al ordenamiento jurídico, el operador entrará a determinar
si aquella conducta homicida puede ser atribuida o imputable a su autor.
En consecuencia,analizará si la persona a quien se le atribuye la conducta
típica y antijurídica es imputable penalmente, es decir, goza de capacidad
penal, para responder por el acto homicida.
Luego, determinará si tenía conocimiento de que su actuar homicida
era antijurídico, es decir, contrario a todo el ordenamiento jurídico. Pero,
de modo alguno, se requiere un conocimiento puntual v específico, sino
simplemente un conocimiento paralelo a la esfera del profano, o, mejor
dicho, un conocimiento que se desprende del sentido común que gozamos
todas las personas normales. Aquí, muy bien, puede concurrir un error de
prohibición. Por ejemplo, aparece este supuesto cuando el agente que ob-
serya a su pariente sufrir intensos y desgarradores dolores que destrozan
el alma, en la firme creencia que no es deiito, intencionalmente le da el
medicamento prohibido y como consecuencia el enfermo incurable muere
y deia de sufrir, encontrando el sujeto activo, alivio en su alma y conciencia
alhaber ayudado a morir a su pariente.
Cuando se concluya que el sujeto es capaz para responder penalmen-
te por su acto homicida y se determine que conocía que su acto era contra-
rio al derecho, el operador jurídico pasará a determinar si el agente tenía o
le era posible comportarse conforme a derecho y evitar causar la muerte de
su víctima. Si se concluye que el agente no tuvo otra alternativa que causar
la muerte de la víctima, no será culpable de la conducta típica y antijurídica.
6. CONSUMACTÓN
141 a
Ramiro Salinas Siccha
7. TENTATIVA
8. PENALIDAD
El sujeto activo del homicidio por piedad será merecedor de una pena
privativa de libertad no menor de dos días ni mayor de tres años, depen-
diendo de los medios, circunstancias y formas en que actuó.
Subcapítulo 10
Instigación y ayuda al suicidio
1. CUESTIÓN PREVIA
a 142
Delitos contra la vida
solo él controla, pierde sentido una sanción post mortem. Es más, con el
argentino Buompadre(zz8) pedgrnos aseverar que la finalidad preventivo-
represiva que caracteriza ala sanción penal pierde toda su eficacia frente
a este hecho. Por otro lado, si el suicidio se ha frustrado, la amenaza de la
pena tal vezhabrá de constituir un motivo más que, agregado a los ya exis-
tentes, precipitaría un nuevo intento, en esta oportunidad tomando todas
las precauciones para no fallar.
2. TIPO PENAL
143 a
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD OBJET¡VA
El tipo penal del artículo 113 del C.P regula dos acciones delictivas
claramente diferenciables :
a. Instigación al suicidio. Este supuesto delictivo aparece cuando el
agente instiga, induce, persuade, convence, motiva o determina al su-
jeto pasivo a que pongafina su vida. La actividad desplegada por el
agente debe ser directa y efícaz para hacer nacer la idea en el suicida
de quitarse la vida.
Los actos de instigación deben estar orientados a persona individua-
lizada. No se presenta la figura delictiva cuando por efecro de obras
de literatura se producen muertes masivas. Asimismo, el sujeto acti-
vo debe valerse de argumentos serios, verbalizados o explicitados de
cualquier forma, siendo suficiente que hagan nacer en la víctima la
decisión de quitarse la vida voluntariamenre.
La conducta de instigar, en consecuencia, debe estar dirigida a perso-
na determinada. Puede ser condicional (la muerre queda supeditada a
una condición o suceso), recíproca (cuando existe instigación mutua)
o condicional-recíproca (por ejemplo, el duelo americano, en el que
la suerte decide quién habrá de suicidarse; o bien, la llamada ruieta
ruso, consistente en colocar un proyecril en el tambor del revólver,
hacerlo gírar y dispararse sucesivamente cada protagonist a)Qsr).
La instigación, para ser punible, debe ser directa y convincen¡sQ32).
Directa implica que la influencia tiene que ser personal, sin interme-
diarios. Convincente significa que la instigación debe ser suficiente
para determinar la voluntad del instigado a quitarse la vida, quedando
descartado este carácrer cuando existe anintus jocandi.
En esa línea, debe quedar meridianamente claro: para configurarse el
supuesto de la instigación.es necesario q": el agente despierte o haga
nacer, en quien no tenía hasta entonces la intención de mararse, o,
mejor dicho, la decisión de poner voluntariamente fin a su vida. El
suicida debe decidir aniquilar su vida a causa de la instigación; por
el contrario, si llega a determinarse que con anterioridad a la insti-
gación, el sujeto ya estaba decidido a matarse, no tendrá relevancia
penal la conducta del tercero. En ese sentido, Luis Bramont Arias(2J3)
a 144
Delitos contra la vida
145 4
Ramiro Salinas Siccha
4 146
Delitos contra la v¡da
muerte del que voluntariamente se mata, pues para que se evidencia aquel
es necesario que el agente tenga el firme propósito de aniquilar la vida de
su víctima y esta debe querer vivir, de ningún modo debe tener la intención
de suicidarse como ocurre en la ayuda al suicidio; y, tercero, el suicida tie-
ne el dominio del hecho, esto es, él mismo activa el comportamiento que
pondrá fin a su vida. En tanto que en el homicidio por omisión impropia,
es el agente quien ocasiona u origina la causa de la muerte, ocurre, por
ejemplo, cuando la enfermera de guardia en una clínica que desea la muerte
de un enfermo, en forma dolosa omite darle su medicamento que sabe lo
mantendrá con vida. Cuestión diferente ocurre cuando la enfermera a pe-
dido del enfermo que ha decidido morir, omite darle su medicamento para
mantenerlo con vida. Este supuesto será calificado como avuda al suicidio
y aquel, como homicidio por omisión impropia.
Entre el acto doloso del agente y el suicidio mismo debe existir un
nexo de causalidad imprescindible. Solo se puede hablar de delito cuando
la acción u omisión tiene el objetivo de ayudar o cooperar para que una
persona logre su finalidad de quitarse la vida. Igualmente, si la víctima ya
tuviese el plan preconcebido de suicidarse, el delito no quedaría excluido, si
la acción vigoriza, fortalece o elimina las vacilaciones de la víctima, porque
siempre habrá coeficiente causal en la acción del sujeto ¿6¡iv6(23e).
147 a
Ramiro Salinas Siccha
4. TIPICIDAD SUBJETIVA
El ilícito para perfeccionarse necesariamente requiere la presencia del
dolo en la cotráucti del agente. No se ha tipificado como delito la acción
por culpa. Es decir, el agente debe tener conciencia y voluntad d-e instigar
t "y.rda. al sujeto pasivo para que se quite voluntariamente la vida. Ello es
importante tenetlo .r, .rr.rrt", pues la acción debe ser directa a determinada
persona, caso contrariO, el delito no aparece, como ocurre en la suPuesta
inducción al suicidio colectivo o masivo.
Para compl etar la tipicidad de la instigación o ayuda al suicidio' no
será suficiente ñabet creado en el suicida la resolución de matarse o haberle
T 148
Delitos contra la vida
s. coNsuMAcróN
Ambos hechos punibles descritos y explicados son de mera activi-
dad. Basta que se constate que el agente ha hecho nacer en su víctima la
idea de suicidarse y esta se dispusiera a hacerlo o, en el otro caso, ayudase
a cumplir su resolución o decisión de quitarse la vida para estar frente a un
delito consumado. Es irrelevante si el sujeto pasivo logró o no su objetivo
de suicidarse. Basta que haya comenzado a ejecutar el suicidio. Aquí, la
consumación del suicidio o la tentativa del suceso tienen el mismo valor a
efectos de perfeccionarse el hecho punible. Ambas hipótesis están someti-
das a la misma escala penal.
6. TENTATIVA
r49 t
Ramiro Salinas Siccha
res del hecho punible. Aquí considero que no es posible hablar de instiga-
dor del instigador o ayudante del que ayudó a suicidarse.
7. PENALIDAD
Después del debido proceso, el juzgador impondrá pena privativa de
la libertad que oscila entre uno a cuatro años. De concurrir la agravante,la
pena oscila entre dos a cinco años.
I 150
Capítulo ll
ABORTO
Subcapítulo 1
Consideraciones generales
1. PRETIMINARES
151 I
Ramiro Salinas Siccha
r 152
Aborto
2, POSICIONESDOCTRINARIAS
No obstante que la corriente social peruana se manifiesta contraria al
aborto y a favor de una planificación familiar edificada sobre las bases del
respeto a la decisión personal y el acceso general a la información, adqui-
sición y uso de medios anticonceptivos(2a6), en doctrina existen posicio-
nes encontradas entre los que consideran que el aborto debe ser reprimido
penalmente en todas sus formas; otros que consideran que el aborto debe
ser impune todas sus modalidades; y.quienes sostienen la impunidad
.en
en clertas crrcunstancias indicadas (ponderación de bienes). La primera
posición la defienden los tratadistas católicos, quienes orientados por la
doctrina católica concluyen que debe reprimirse todo atentado contra la
vida, sus planteamientos al respecto siguen los lineamientos desarrollados
en la Encíclica Humana Vitae,la cual puede resumirse en la siguiente frase:
"El hombre y la sociedad están sometidos a los mandamientos de Dios:
No matar".
La segunda postura es sustentada por los movimientos liberales,
como los grupos feministas que, con argumentos coincidentes, señalan que
existe el derecho a decidir sobre el propio cuerpo y que de acuerdo con é1,
solo se puede ser madre cuando se desee. Otro argumento lo constituye
la superioridad de los derechos de la gestante respecto al producto de la
concepción, en el que se afirma que no se puede estar de acuerdo con el
hecho de que el feto tenga más derechos que la muier gestante. Finalmente,
también sostienen que las necesidades económicas deben tenerse en cuenta
para despenalizar el aborto, pues la calidad de vida que se puede ofrecer a
los hijos es tan importante que la vida misma. No debemos soslayar que
en aquel sentido o por fundamentos parecidos, existen países en donde la
práctica del aborto es un acto lícito.
La tercera posición, de modo realista, concluye que el respeto a la
persona y a su dignidad está por enc.ima de una vida en formación, por tan-
to en clrcunstanclas especiales debidamente prevista por la normativa penal
153 I
Ramiro Salinas Siccha
y practicada con las debidas garantías y por persona especializada, debe ser
impune el aborto.
El legislador del COdigo Penal de 199I, con el mismo criterio asumi-
do desde el código derogado de t924, pese a haber dispuesto la impunidad
del aborto terapéutico, se adhiere a la primera posición, pues reprime todas
las demás conductas abortivas. De ese modo, y siendo respetuosos de los
reales significados de las palabras y posiciones, no comPartimos opinión
con Bramont-Arias Torres y García CantizanoQaz) cuando afirman que el
sistema de las indicaciones se ha introducido en forma subrepticia en nues-
tro Código Penal, por el hecho que al establecerse una pena mínima de tres
meses, en la práctica se traduce en impunidad al operar la prescripción. Al
final, de manera contundente e insoslayable, parece claro que toda conduc-
ta abortiva, excepto la terapéutica, es delito en el Perú, quizá insignificante,
pero por obra y gracia del legislador nacional, constituye hecho punible'
Arbitrariamente, en nuestro sistema jurídico se ha previsto que el
aborto en toda circunstancia, constituye delito a excepción del terapéuti-
co, el mismo que aplicando el estado de necesidad justificante ha quedado
impune, todavez que de haberse dispuesto lo contrario, no hubiera cohe-
rencia entre las disposiciones de la parte general y especial del corpus juris
penale. Ello significa que para el legislador peruano poco importa el respe-
to a la persona humana y a su dignidad, que de acuerdo al numeral I de la
Constitución Política de 1993 aparece como el fin supremo de la sociedad
y del Estado.
La segunda posición apatece también desmesurada, pues entra en
contradicción con todo nuestro sistema jurídico que defiende el derecho a
la vida desde sus inicios.
a 154
Aborto
155 I
Ramiro Salinas Siccha
r 156
Aborto
Subcapítulo 2
El autoaborto
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
De la lectura del tipo penal, se evidencia que encierra o describe dos con-
duchs delictivas, fácilmente diferenciables, pasibles de reilizacrón por la gestante:
157 a
Ramiro Salinas Siccha
(251) -I985,
PRADO SALDARRIAGA, P.95.
t2s2) En este sentido, BRAMONTARTAS, 1990,p.26.
.
I 158
Aborto
159 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Necesariamente se requiere la presencia del dolo en la comisión de las
conductas explicadas, conocidas con el nomen iuris de autoaborto o aborto
propio. La gestante debe tener conciencia y voluntad que su conducta está
dirigida a conseguir la muerte del feto(253).
I 160
Aborto
4, ANT¡JURID¡CIDAD
Unavez que se ha verificado la concurrencia de los elementos obje-
tivos y subjetivos de la tipicidad del autoaborto, al operador del derecho
le corresponderá verificar si la condu cta típica es antijurídica o conforme a
derecho. Es decir, en esta etapa se determinará si en la conducta concurre
o no, alguna causa de justificación como puede ser el estado de necesidad
justificante o un miedo insuperable. Si llega a determinarse que en la con-
ducta típica de aborto no concurre alguna causa de justificación estaremos
ante una conducta típicay antijurídica.
5. CULPABILIDAD
Ante la conducta abortiva típicay antijurídica, el operador jurídico debe-
rá analizar si es pasible de ser atribuida personalmente a su auror, es decir, ana-
lizará si es posible que el aborto típico y antijurídico sea atribuible penalmente
a la autora de las maniobras abortivas. En primer término, se verificará si la ges-
tante que se causó su propio aborto o consintió que un tercero se lo practique,
es imputable, es decir, mayor de 18 años de edad y no sufre alguna anomalía
psíquica. lJna vez verificado que la autora del delito es imputable, correspon-
derá determinar si al momento de desarrollar la conducta abortiva conocía que
su acto era contrario al derecho (conocía la antijuridicidad de su conducta).
Aquí fácilmente puede presenrarse la figura del error de prohibición. Estare-
mos ante un error de prohibición cuando, por ejemplo, la gestante se causa su
propio aborto en la creencia que en el país tal conducta no es punible.
De verificarse que la autora de las maniobras abortivas o la que consin-
tió para que le practiquen el aborto, es imputable y conocía perfectamente la
antijuridicidad de su conducra, correspond erá analizar si en lugar de comerer
el aborto le era exigible otra conducra, es decir, le era exigible no cometer el
aborto y respetar al producto de su embarazo. Si se determina que a la autora
161 I
Ramiro Salinas Siccha
del aborto no le era exigible otra conducta en el caso concreto por concurrir
un estado de necesidad exculpante, la conducta no será culpable. En efecto,
estaremos ante un aborto donde concurre el estado de necesidad exculpante
previsto en el inciso 5 del artículo 20 del Código Penal cuando la gestante
que ha tomado conocimiento que de seguir con su embarazo puede morir,
por estrechez económica en lugar de recurrir a los especialista para someter-
se al procedimiento del aborto terapéutico, se causa su propio aborto.
6. CONSUMACIÓN
7. TENTATIVA
Al ser un delito doloso y de resultado, es posible la tentativa. Ocurre
cuando la gestante que previamente se ha agenciado de los elementos abor-
tivos, se dispone a practicarse el aborto, sin embargo, circunstancialmente
es sorprendida por el responsable de su gestación quien después de una aca-
iorada discusión y forcejeo, logró evitar la consumación del hecho delictivo.
Tiene raz6n Bramont Arias(2s4) cuando afirma que se produce la frus-
tración (tentatiaa) cuando los medios empleados han sido adecuados para
a 162
Aborto
8. PENALIDAD
Después del debido proceso, de hallarse responsable a la acusada del
delito de autoaborro o por haber prestado su consentimiento que un rerce-
ro le practique el aborto, se hará merecedora a pena privativa áe la libertad
que oscila entre dos días y dos años o .otr p..rtá.iórde servicio comunita-
rio de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas.
Subcapítulo 3
Aborto consentido
1. TIPO PENAL
El delito conocido como aborro consentido se encuentra tipificado
en el artículo 115, donde literalmente se prescribe:
163 I
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Antes de señalar la acción típica del aborto consentido en nuestro sis-
tema penal vigente, cabe indicar que en el código derogado del 1924, el tipo
penal pertinente recogía dos acciones delictivas diferentes: causar el aborto
con el consentimiento de la abortante y prestar asistencia para que aquella
se cause el aborto. Sin embargo, actualmente se ha superado tal equívoco.
En efecto, con la fórmula del código derogado se confundía la cuestión. Se
sancionaba un acto de complicidad primaria (prestar asistencia) como un
acto de autoría. En consecuencia, se afirmaba que si bien el tercero no cau-
saba el aborto en forma directa, él cooperaba a que la abortante se lo cause.
Sólo el carácter esencial de la colaboración del tercero le hacía pasible de la
sanción prevista en el artículo 160.
El legislador del Código Penal de 1997, aplicando de manera cohe-
rente los conceptos y categorías del derecho punitivo moderno, ha tipi-
ficado en el artículo 115 la conducta delictiva de causar el aborto con el
consentimiento de la gestante como única conducta típica, dejando de lado
la acción de "prestar asistencia", la cual se encuentra prevista como una
hipótesis del artículo 25 del Código Penal que regula la complicidad, según
sea el grado de cooperación del tercero.
a 164
Aborto
165 I
Ramiro Salinas Siccha
{2s8) HURTADoPOZO,1982,p.203.
(2se) Roy FREYRE, 1999,p,264.
(260) PRADo SALDARRIAGA, 1 985, p. 1 02.
(261) MuñozCoNDE, 1993,p.72;PEñACABRERA, 1992,p.201.
.
I 166
Aborto
167 f
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
El agente debe actuar con conocimiento y voluntad de practicar el
aborto con pleno consentimiento de la abortante. Es un acto doloso. El
tercero debe tener la intención de aniquilar el producto de la concepción.
Caso contrario, si se determina que el tercero solo participó para acelerar
el parto y a consecuencia de una deficiente maniobra ocasionó el aborto, su
conducta será irrelevante para el derecho punitivo. Esto es, al no haberse ti-
pificado el aborto culposo, cualquier acción que no tenga como objetivo y
finalidad aniquilar al embrión, constituye conducta irrelevante penalmen-
te, así se verifique el aborto.
En el supuesto del segundo párrafo del tipo penal del artículo 115, in-
terviene el elemento culpa como circunstancía para ocasionar un resultado
más grave, motivando el aumento de la penalidad.
4. ANTIJURIDICIDAD
Una vez que se ha verificado la concurrencia de los elementos ob-
jetivos y subjetivos de la tipicidad del aborto consentido, al operador del
derecho le corresponderá verificar si la conducta típica es antijurídica o
conforme a derecho. Es decir, en esta etapa se determinará si en la conducta
concurre o no, alguna causa de justificación como puede ser el estado de
necesidad justificante o un miedo insuperable. Si llega a determinarse que
en la conducta típica de aborto no concurre alguna causa de justificación
estaremos ante una conducta rípicay antijurídica.
5. CULPABILIDAD
Ante la conducta abortiva típica y antijurídica, el operador jurídico
analizará si es pasible de ser atribuida personalmente a su autor, es decir, el
operador del derecho verificará si es posible que el aborto típico y antljurí-
dico sea atribuible penalmente al autor de las maniobras abortivas ocasio-
nadas con el consentimiento, autorizacíón o anuencia de la gestante. En
primer término, se verificará si el abortante es imputable, es decir, mayor
de 18 años de edad y no sufre alguna anomalía psíquica. Luego de verifi-
carse que el agente es imputable, corresponderá determinar si al momento
de desarrollar las maniobras abortivas en la embarazada conocía que su
I 168
Aborto
6. CONSUMACTÓN
7. PARTICIPACIÓN
169 t
Ramiro Salinas Siccha
8. TENTATIVA
9. PENALIDAD
El agente acusado por la comisión del delito de aborto consentido
será merecedor de una pena privativa de libertad que oscila entre uno a
cuatro años. Si se produce la muerte de la gestante, siendo previsible o sos-
pechada, el agente será merecedor de pena privativa de libertad que oscila
entre dos y cinco años.
Subcapítulo 4
Aborto no consentido
1. TIPO PENAL
El aborto sin consentimiento o también conocido como aborto su-
frido se regula en el tipo penal del artículo 1 16 del código sustantivo en los
términos que siguen:
Elque hace abortar a una mujer sin su consentimiento, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años.
Sisobreviene la muerte de la mujer y el agente pudo prever este resultado la
pena será no menor de cinco ni mayor de diez años.
a 170
Aborto
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La hipótesis delictiva que recoge el artículo 116 del Código Penal se
configura cuando el agente, sea este una persona natural común o profe-
sional de la medicina, practica el aborto a una mujer en estado de gestación
sin contar con su consentimiento o, lo que es más reprochable, en contra
de su expresavoluntad. En efecto, la acción típica la realiza un tercero en
oposición a los deseos de la gestante. Esta puede haber ignorado las inten-
ciones del agente o, conociéndolas haber manifestado, expresamente, su
rcch^zoQ66).
i266) .l00.
PRADo SALDARR|AGA, i985, p.
\267) Exp. 1 0-97, en Serie de Jurisprudencia, No 4, 2000, p. 1 05.
(268) BRAMoNT-ARIASToRRES/GARCÍA CANTIZANo, 1997,p.89.
171 I
Ramiro Salinas Siccha
l73 a
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
La forma de redacción del tipo penal exige la presencia del dolo en
la conducta del agente, esto es, el sujeto activo tiene conocimiento de que
la gestante no ha prestado su consentimiento e incluso que se opone o no
puede darlo válidamente, sin embargo, voluntariamente la somete a ma-
niobras abortivas con la finalidad de acabar con la vida del embrión que se
proyecta decididamente a conyertirse en persona.
En el segundo supuesto que encierra el tipo penal, resulta necesaria
la aparición del elemento culpa en el acruar del sujeto acrivo después que
4. ANTIJURIDICIDAD
lJna vez que se ha verificado la concurrencia de los elementos obje-
tivos y subjetivos de la tipicidad del aborto no consentido o, mejor dicho,
sin consentimiento de la gestante, al operador jurídico le corresponderá
verificar si la conducta típica es antijurídica o conforme a derecho. Es decir,
en esta etapa se determinará si en la conducta concurre o no, alguna causa
de justificación como puede ser el estado de necesidad justificante o ante
un miedo insuperable. Si llega a determinarse que en la conducta típica de
aborto sin consentimiento no concurre alguna causa de justificación esta-
remos ante una conducta típica v antijurídica.
5. CUTPABILIDAD
Ante la conducta abortiva típica y antijurídica, el operador jurídico
deberá analizar si es pasible de ser atribuida personalmente a su autor, es de-
cír, analizará si es posible que el aborto no consentido típico y antijurídico
sea atribuible penalmente al autor de las maniobras abortivas. En efecto, pri-
mero se verificará si el agente del ¿borco no consentido es imputable, es de-
cir, mayor de 18 años de edad y no sufre alguna anomalía psíquica. Unavez
verificado que el autor del delito es imputable, corresponderá determinar
en seguida si al momento de desarrollar la conducta abortiva conocía que
su acto era contrario al derecho (conocía la antijuridicidad de su conducta).
175 a
Ramiro Salinas Siccha
6. CONSUMACIÓN
7. TENTATIVA
8. PARTICIPACIÓN
a 176
Aborto
9. PENALIDAD
El autor del aborto sufrido será merecedor de las penas más severas
que ha.previsto el legislado r p^ra el aborto, las mismas que por la propia
naturaleza del_ilícito penal deben manrenerse en caso de declaiarse impune
la figura del aborto, como son no menor de tres ni mayor de cinco años,
e.n el primer.supuesto, y en el agravado, no menor de cinco ni mayor de
diez años. Ello se explica por la misma conducta del agente, quien no tiene
miramientos para poner fin al estado de embarazo, utilizando incluso la
fuerza,para vencer la resistencia y voluntad de la gesrante que se opone a
tal hecho, siendo la mayor de las veces por lucro.
Subcapítulo 5
Aborto abusivo o causado por profesional
1. TIPO PENAL
2. HERMENÉUTICAJURíDICA
De la lectura del conte'ido del artículo ll7, se advierte que el legisla-
dor solo.pretende poner énfasis en el sentido que, además de la pena p'riva-
tiva de libertad prevista en los artículos ll5 y 116 del código pénal, ie i*-
pondrá la pena limitativa de derechos denominada inhabilitáción a aquellos
autores del aborto que rengan el título de médico, obstetra, farmacéutico o
cualquier profesional de la salud. En otros rérminos, el artículo 7r7 regtla
una agravante por la condición del autor.
En doctrina, con esra forma de legislar se ha dado cabida para hablar
de un aborto abusivo, el mismo que se configura cuando el ag".rt" que tiene
condición especial de ser profesional de la medicina, abusaido de ,us .o-
177 a
Ramiro Salinas Siccha
a 17B
Aborto
3. PENALIDAD
Si el agente actuó con consentimiento de la gestante, será merecedor
de pena privativa de la libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años.
179 a
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 6
Aborto preterintencional
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Aun cuando en doctrina no existe unanimidad para etiquetar esta
modalidad del aborto, en la dogmática peruana se ha decidido en aceptar
como nomen iwris más adecuado el de "aborto preterintencional". Ello de-
bido a que la tipicidad subjetiva se constituye de una mixtura entre dolo en
la acción inicial y culpa en la consecuencia o acción final.
En efecto, el presupuesto delictivo se configura cuando el agente,
mediante el uso de la violencia, ocasiona el aborto sin haber tenido el pro-
pósito de causarlo. El sujeto activo dirige una energía física sobre la muier
t287) En este sentido Roy FREYRE, 1989, p.294, pRADo SALDARRTAGA, 1 985, p. 1 04 y BRAMoNT-
ARIAS TORRES/GARCÍA CANIZANO, 1997 , p.90.
1288) Exp. 781 6-97, en RoJAs VARGA5/BACA CABRERA/NEtRA HUAMÁN, i999, p. i 20.
181 I
Ramiro Salinas Siccha
_
(28e) Roy FREvRE, 1999,p.294.
I 182
Aborto
. .
El producto de la gestación y la mujer en estado de embarazo, pues
le privan de su gestación sin su consentimiento, ocasionándole sin duda un
perjuicio material y moral al frustrarle su expecrativa de llegar a ser madre
en trempo cercano.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Tratándose de una conducra delictiva prererintencional se exige que
e.lagente actúe con dolo al momento de dirigir la violencia sobre el cuerpo
de una mujer grávida cuyo estado es nororio o le consta. La finalidad áel
agente debe ser el de lesionar la salud de la embarazaday como consecuen-
cia de no haber previsto o sospechado el resultado, ocasiona el aborto. La
violencia de ningún modo debe ser la causa del aborto, sino simplemente la
ocasión para que ello se produzca. En suma, la violencia no origina directa-
mente el aborto, sino que ocasiona o sirve para que el aborto ie produzca
incluso ayudado por otras causas como, por ejemplo, la fragilidad de la
gestante.
El elemento subjetivo de la culpa aparece después del uso doloso de la
violencia por el agente sobre la integridad física de la embarazada. El agen-
te no quiere ni busca interrumpir el embarazo que es notorio o le consta,
pero este deviene como consecuencia automática del uso de la violencia,
debido a que el agente infringió el deber objetivo de cuidado que tenemos
todas las personas hacia aquellas que se encuentran en el .rt"do bendito
de embarazo. En etecto, ante una muler con embarazo notorro, todos \os
demás nos convertimos de una u otra manera en garanres para que el estado
gestacional finalice sin contratiempos, pues todos sabemos que con una
actitud hostil o violenta sobre la gestante podemos malograr .l emb"razo.
En esa línea de interpretación, si el embarazo rro ., .rotorio ni le consta tal
estado. al agente de la violencia, no es posible atribuirle la interrupción de la
gestación, pues al no ser evidente ni constarle el embarazo, este de ningún
modo se convierte en garante del embarazo.
Asimismo, si se determina que el aborto fue consecuencia de circuns-
tancias fortuitas ajenas a la violencia producida por el tercero, la conducta
delictiva no aparece.
4. ANTIJURIDICIDAD
5. CULPABILIDAD
Ante la conducta abortiva típica y antijurídic:,r, el operador iurídico
deberá analizar si es pasible de ser atribuida personalmente a su autor, es
decir, analizará si es posible que el aborto preterintencional típico y ri-rtiju-
rídico sea atribuible penalmente al autor de la violencia. En efecto, primero
se verificará si el agente del aborto es imputable, es decir, mayor de 18
años de edad y no sufre alguna anomalía psíquica. lJna vez verificado que
e1 autor del delito es imputable, corresponderá determinar en seguida si al
momento de desarrollar la conducta abortiva conocía que su acto era con-
trario al derecho (conocía la antijuridicidad de su conducta).
Luego, de verificarse que el autor de la violencia, es imputable y co-
nocía perfectamente la antijuridicidad de su conducta, corresponderá ana-
lizar si en lugar de hacer uso de la violencia sobre la mujer gestante, le era
exigible otra conducta, es decir, le era exigible no hacer uso de la violencia
¡ de ese modo, respetando el embarazo, evite la interrupción violenta de
la gestación. Si se determina que al agente no le era exigible otra conducta
en el caso concreto por concurrir un estado de necesidad exculpante, la
conducta no será culpable.
6. CONSUMACTÓN
T 184
Aborto
7, TET{TATIVA
8. PENALIDAD
El sujeto activo de la presente conducta ilícita y dependiendo de la
forma y circunstancias en que actuó, así como a su personalidad podrá ser
merecedor de una pena privativa de libertad que oscila enrre no menor de
dos días ni mayor de dos años, o con prestación de servicio comunitario de
cincuenta y dos a cincuenta y cuatro jornadas.
Subcapítulo 7
Aborto terapéutico
1. TIPO PENAL
2, TIPICIDAD OBJETIVA
Estamos ante el denominado aborto terapéutico cuando el aniqui-
lamiento del producto de la gestación efectuado por un profesional de la
medicina con el consentimiento de la gestante o su representanre legal de
ser esta menor de edad o sufrir de capacidad disminuida, se realiza como
única alternativapara salvar la vida de la gestante o en todo caso, evitarle un
mal grave y permanente en su salud.
IB5 I
Ramiro Salinas Siccha
Interpretando el contenido del tipo penal del artículo 119 del C.P,
se entiende por aborto terapéutico como la interrupción artificial del em-
barazo que realiza un médico, con el consentimiento de la gestante o su
representante y con previa opinión favorable de dos médicos que rrataron
el caso en consulta, con la finalidad de salvaguardarlavida de la gestante o
evitarle en su salud un mal grave y permanente.
En consecuencia, para calificar un caso concreto como aborto tera-
péutico resulta necesario constatar la concurrencia de cuatro circunstan-
cias insalvables, como son:
187 a
Ramiro Salinas Siccha
I 188
Aborto
4, CONFLICTO DE INTERESES
Subcapítulo 8
Aborto sentimental o ético
1. TIPO PENAL
El aborto senrimenral que ha generado múltiples y nadapacíficos de-
bates doctrinarios, se encuentra regulado en el inciso 1 del articulo 120 del
Código Penal de la manera siguiente:
TB9 T
Ramiro Salinas Siccha
2. TIP¡CIDAD OBJETIVA
tadicionalmente, se ha conceptuado al aborto sentimental o ético
como aquel practicado a una mujer por haber resultado embarazada como
consecuencia de haber sufrido el delito de violación sexual. En otros térmi-
nos, por haber resultado gestando a consecuencia de haber sido sometida
al acto sexual lesionando su libertad sexual. No obstante, el legislador de
nuestro Código Penal, acorde con el avance de la ciencia y tomando en
cuenta el flamante derecho genético, también ha considerado como una
modalidad del aborto ético al practicado a una mu¡'er que haya sido emba-
razada como consecuencia de una inseminación artificial no consentida y
producida fuera del matrimonio.
Importante sector de Ia doctrina sostiene que esta clase de aborto
debe ser impune, pues toda mujer tiene derecho a tener una maternidad
libre y consciente. Si le hubiere sido impuesta la maternidad con violencia
física, grave amenaza o, en su caso, mediante inseminación artificial sin
su consentimiento, se sostiene debe reconocérsele a la mujer la facultad
de deshacerse del estado de embarazo. En estos casos, debe prevalecer el
derecho a la propia dignidad y el derecho al honor de la mujer, reconocido
a nivel constitucional como consecuencia mediata del reconocimiento en
normas internacionales.
En nuestra opinión, este tipo de aborto debió despenalizarse por fun-
dadas razones(2ez), sin embargo, haciendo dogmática penal no podemos en
esta oportunidad más que señalar v explicar los elementos constitutiyos
del delito.
Del tipo penal anotado se desprende que la conducta punible se con-
figura cuando se practica el aborto a una mujer que resultó en estado de
gestación a consecuencia de una violación sexual o, en su caso, de una inse-
minación artificial no consentida, siempre que en ambas situaciones, haya
ocurrido fuera del matrimonio yhat¡ansido cuando menos denunciados ante
la autoridad competente los hechos causantes de la concepción no deseada.
I 190
Aborto
(2e8) HURTADo PoZo,1995, ll, p. 90. En contra: CAsTtLLo ALVA, 2008, p. 1 091.
191 ¡
Ramiro Salinas Siccha
f 192
2,3. Sujeto pasivo
El producto de la gestación.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
El agente debe obrar con conocimiento y voluntad de poner fin a la
vida del feto que es producto de una violación sexual o en todo caso, conse-
cuencia de una inseminación artificial sin el consentimiento de la gestante.
El agente debe conocer estas circunstancias, caso contrario su conducta se
subsume en otro tipo penal. Así, en su forma peculiar, Javier Villa Stein(304)
enseña que el dolo debe estar acompañado de la motivación del agente de
actuar para mitigar los estragos de un parto derivado de un hecho violento.
4. CONSUMACTÓN
5. PENALIDAD
El agente será pasible de pena privativa de libertad que oscile entre dos
días a tres meses, situación que conociendo nuestra administración de jus-
ticia, parece imposible que a alguna persona se le pueda condenar por este
delito, debido a que antes que se agote la investigación judicial, cuando no
la policial, yahabrá operado la figura de la prescripción de la acción penal.
Subcapítulo 9
Aborto eugenésico
1. TIPO PENAL
El aborto eugenésico se encuenrra regulado en el segundo inciso del
artículo 120 del código sustanrivo en los términos siguientes:
t93 I
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Se configura el delito denominado aborto eugenésico cuando el sujeto
activo somete aprácticaabortiva a una gestante al tener diagnóstico médico
que el producto del embarazo nacerá con graves taras físicas o psíquicas.
En doctrina, es lugar común sostener que la impunidad de la figura
del aborto eugenésico tiene por objeto evitar el nacimiento de seres hu-
manos que sufrirán toda su vida por las graves taras de las que pueden
ser portadores. Su objetivo es como advierte Roy Freyre(3o5) el prevenir la
procreación de hijos defectuosos o enfermos en su aspecto físico o mental.
Sin embargo, aquellos objetivos fácilmente comprensibles en una sociedad
severamente injusta e hipócrita, al parecer, han sido soslayados por el legis-
lador al disponer que aquella conducta es punible.
Para la configuración del hecho punible del aborto eugenésico, el
agente debe actuar después de conocer el diagnóstico médico que indica
la sólida probabilidad del nacimiento de un ser defectuoso. El diagnósti-
co médico se constituye en un elemento constitutivo de trascendencia del
aborto eugenésico. Dicho diagnóstico no necesariamente ha de tener un
grado de certeza o de credibilidad absoluta. Basta que se funde en un juicio
de probabilidad, es decir, que exista la elevada posibilidad que pueda nacer
un niño con graves taras. El mismo debe basarse en criterios científicos y
ha de utilizar los medios técnicos e informáticos a su ¿lg¿¡ss(306). Desde
el momento que se admite la probabilidad en el diagnóstico, se tolera un
margen de error, siempre que no sea burdo o se demuestre una impruden-
cia grave(3oz).
En su defecto, de no contar con diagnóstico médico en aquel sentido,
la figura delictiva privilegiada no se verifica.
En el pasado se criticó este tipo de aborto privilegiado, señalando que
muchas veces podían frustrarse nacimientos de seres normales por erróneo
diagnóstico médico, sin embargo, actualmente con el desarrollo de la cien-
cia médica especializada, la arbitrariedad en los diagnósticos es cada vez
más remota. De ese modo, se justifica que el profesional de la ciencia mé-
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
El sujeto activo debe tener conocimiento y voluntad de poner fin a la
vida del feto, siendo conscienre de la existencia de un diagnóstico especia-
Iizado regularmente emitido, el cual indica la probabilidad que aquef sufre
graves taras incurables.
195 I
Ramiro Salinas Siccha
4. CONSUMACTÓN
5. PENALIDAD
El agente de esta figura delictiva, si luego del debido proceso se acre-
dita su responsabilidad penal, será sancionado con pena privativa de liber-
tad no menor de dos días ni mayor de tres meses.
I 196
Capítulo lll
DELITOS CONTRA LA SALUD
Subcapítulo 1
Consideraciones generales
I. PRELIMINARES
197 a
Ramiro Salinas Siccha
I 198
Delitos contra la salud
199 I
Ramiro Salinas Siccha
I 200
Delitos contra la salud
Subcapítulo 2
Lesiones graves
1. TIPO PENAL
Elque causa a otro daño grave en el cuerpo o en la salud, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años. 5e
consideran lesiones graves:
1. Las que ponen en peligro inminente la vida de la víctima.
2. Las que mutilan un miembro u órgano principal del cuerpo o lo hacen
impropio para su función, causan a una persona incapacidad para el
trabajo, invalidez o anomalía psíquica permanente o la desfiguran de
manera grave y permanente.
3. Las que infieren cualquier otro daño a la integridad corporal o a la
salud física o mental de una persona que requiera treinta o más días de
asistencia o descanso, según prescripción facultativa.
Cuando la víctima muere a consecuencia de la lesión y si el agente pudo
prever este resultado, la pena será no menor de cinco ni mayor de diez años.
Cuando la víctima es miembro de la Policía Nacional del Perú o de las
Fuerzas Armadas, Magistrado del Poder Judicial o del Ministerio Público, en
el cumplimienro de sus funciones, se aplicará pena privativa de libertad no
menor de cinco ni mayor de doce años.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La acción típica de lesiones €iraves se configura cuando el agente por
acción u omisión impropia causa, produce u origina un daño grave en la
integridad corporal o salud del sujeto pasivo. El profesor Luis Bramont-
201 I
Ramiro Salinas Siccha
a 202
Delitos contra la salud
203 I
Ramiro Salinas Siccha
a 204
Delitos contra la salud
205 I
Ramiro Salinas Siccha
table para el que la sufre, pues sus funciones de relación se ven seria y
totalmente afectadas.
La invalidez significa o se entiende que la víctima, como consecuen-
cia lamentable de la lesión sufrida, no puede desenvolverse por sí misma.
Necesita de una tercera persona o de algún elemento mecánico o electro-
mecánico pararealizar sus actividades básicas. Aparte de no poder rcalizar
alguna actividad lucrativa, no puede, por ejemplo, hacer sus necesidades
básicas sin la ayuda de un tercero. Podemos afirmar que hasta su dignidad
de persona humana se ve seriamente lesionada.
207 a
Ramiro Salinas Siccha
cdusado wna deformación permanente del rostro" . De ese modo, para la legis-
lación, doctrina y jurisprudencia argentina es apropiado y atinado referirse
al supuesto de desfiguración de rostro. Situación que no puede ocurrir en
la doctrina y jurisprudencia de nuestra patria.
Se considera grave la lesión cuando modifica profunda y considera-
blemente la forma habitual de la persona en su círculo social. Permanente
es la desfiguración indeleble, irreparable, excluyente de la posibilidad de
unarestitwlio in integrwm. Irreparabilidad quiere significar desfiguración no
rectificable por sí misma(327).
Las lesiones de este tipo, consideradas desde una perspectiva subieti-
va, teniendo en cuenta tanto al individuo lesionado como al próiimo, deben
generar una impresión de repugnancia, o por lo menos de incuestionable
dis gusto o desagrado(:28).
209 f
Ramiro Salinas Siccha
(331 )
Exp. N. 5 1 60-98-La Libertad, en CHOCANO/VALLADOLID, 2002, p. 1 67.
(332) Exp. 1 36-97, en BRAMONT-ARIA5 TORRES, 2000, p. 11 0.
r 210
Delitos contra la salud
211 f
Ramiro Salinas Siccha
Por otro lado, si la lesión que ocasiona la muerte fue originada a título
de culpa por el agente, se excluye el homicidio preterintencional y en su
lugar ástaremos ante la figura delictiva de homicidio culposo.
Es necesario que la muerte sea con ocasión directa de las lesiones
dolosas, pues si o.rltt. por otra circunstancia, como, por ejemplo' negli-
gencia -édi." en el tratamiento del sujeto pasivo, el agente de las lesiones
io ."rponderá por aquella muerre a título de culpa sino por las lesiones
que ocasionó, excluyéndose de ese modo el delito de lesiones seguidas de
muerte. Por el contrario, si a consecuencia de alguna negligencia, impericia
o imprudencia médica, se produce la muerte del paciente, el médico tratan-
te responderápor la muerte a título simplemente de culpa'
En suma, el homicidio preterintencional se consuma con la verifi-
cación de la muerte del sujeto pasivo por culpa del agente al momento o
con ocasión de las lesiones graves que produjo. Si ello no ocurre' este solo
responderá por las lesiones graves dolosas, subsumiéndose su conducta a
alguna de lai circunstancias agravantes ya descritas y analizadas. Es impo-
sible hablar de tentativa en este hecho punible.
En la praxis judicial, aún se advierte que al operador jurídico le resulta
difícil internalizar los conceptos de las lesiones graves seguidas de muerte y
muchas veces estos casos los califica como homicidio. Sin embargo, la Corte
Suprema del país, en este aspecto, ha orientado la jurisprudencia en sentido
.oir".to, enmendando de ese modo la calificación efectuada por los magis-
trados de niveles inferiores. Así tenemos las siguientes ejecutorias supremas:
"Por Ia forma en que ocwrrieron los becbos, la ocasionalidad de los mis-
mos y el hecbo de baber quedado el berido con ,tida suficiente para des-
plazarse, se descarta Ia presencia de ánimo bomicida en el agente, es
decir, conciencia y voluntad deliberada de ocdsionar eL resultado muerte
en el agraaiado, quien epidentemente actuó con el propósito de herir,
por lo que la acción delictwosa no cabe tipificarla de homicidio sino de
lesiones graaes seguidas 6Js tnus¡¡s"(331).
(334) Exp.
'106
82-Piura, Ejecutoria Suprema del 16 de marzo de
'1982, en RoJAS VARGAS/INFAN-
a 212
Delitos contra Ia salud
haya esado dirigid.a por un animus necandi, sino que más bien se ba
acreditado que su actwar estu'uo orientado p-or un dolo de lesionar, es de-
cir, por un animus vulnerandi, por lo que la conducta de este constituye
delito de lesiones granes segwidas de muerte y no de bomicidio simple
como lo ba consignado el Colegiado Swperior en su 5sn¡s77si4"Q35).
"El citado agraviado después de haber swfrido la agresión de parte del
referido acwsado aún continwaba con vída, falleciendo recién al día si-
gwiente de los bechos, tal como se acredita en el certificado de defunción;
qur, po, Ia forma en que sucedieron los bechos, el Ttresente caso se swbsw-
me dentro del tipo penal de lesiones graaes seguidas de muerte, y no así
en el delito de homicidio simple como inconectdmente ba sido aalorado
por el colegiado; toda uez qwe el delito de bomicidio reqwiere para su
'configwración
que la lesión del bíen jurídico vida se baga mediante wna
consimación instantanea, en Ia que la acción y el restrhado deben estar
íntimamente ligados tanto en espacio y tiemPo, cwestión que no se apre-
cia en el ,oto tib materia en el cual el reswltado muerte aconteció al día
sigwiente de los hechos y no así en el acto de sw perpetración; que siendo
elto así, tanto el comportttmiento delictiao) como el objeto material del
delito reswltan invariables cottfonne a las pruebas actuadas en autos, los
mismos qwe han sido debatidos y controoertidos en la investigación y a
n iv el d e i uzgarn i sn¡s" (33 6) .
(33s) Exp. 4230-98-Puno, Ejecutoria Suprema del 1 9 de noviembre de I 998, en RoJAs VARGAS/
INFANTES VARGAS, 2001, p. 205.
(136) Exp.638ó-97, Ejecutoria Suprema del 22 de enero de 1998, €n RoJAS VARGAS/INFANTES
VARcAs, 2001, p. 205.
(337) Declaraciones del Presidente de la República, García Pérez reproducidas en el diario oñ-
cial El Peruano del 1 7 de agosto de 2006.
213 a
Ramiro Salinas Siccha
J 214
Delitos contra la salud
nuestro legislador el causar lesión "a otro" se descarta que sea punible la
autolesión.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
En una reciente ejecutoria, se señala que el "sujeto actiao debe actuar
coz animus vulnerandi o laendendi al momento de ocasionar la lesión graae
a su v^íctima, esto es, dolo de lesionar, de menoscabar la integridad cotporal o
la salud física o mental de la aíctima, de conocimiento del peligro concreto de
la lesión que su acción genera"Q3s).
En doctrina, no existe mayor discusión en considerar que el sujeto
activo o agente debe actuar con animus awlnerandi,llamado también ani-
mus laedendl al momento de ocasionar la lesión grave a su víctima. Esto es,
se exige necesariamente conocimiento y voluntad de lesionar gravemente
en el agente. La intención de causar lesiones graves es fundamental, pues
si se determina que el sujeto acrivo solo tuvo intención de causar lesiones
leves y por circunstancias extrañas se producen lesiones graves, estaremos
ante otra figura delictiva diferente a la que venimos comentando.
También cabe resaltar que si de acuerdo a las circunstancias se deter-
nrina que el agente actuó con animws necandi y solo ocasionó lesiones gra-
ves, estaremos ante tenrativa de homicidio o asesinato, según sea el caso.
(338) Exp. No A.V. 19-2001, Sala Penal Especial de la Corte Suprema, sentencia de 7 de abril
de
2009, confirmada por la Primera Sala Penal Trans¡toria de la Corte Suprema en el R.N. No 1 9-01-2009 A.V-
Lima.
215 4
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
IJnavez que se ha determinado que en la conductaanalizada concu-
rren todos los elementos objetivos y subietivos que conforman la tipicidad
del delito de lesiones graves en cualquiera de las modalidades previstas en el
artículo 1.21 del Código Penal, el operador jurídico pasatá inmediatamente
aanalizar el segundoil.-".tto o nivel denominado antijuridicidad, es de-
cir, entrará a determinar si la conducta es contraria al ordenamiento jurí-
dico o, en su caso, concurre alguna causa de justificación de las previstas y
sancionadas en el artículo 20 del código Penal. De ese modo, el operador
jurídico analízará si en la conducta que ocasionó las lesiones graves, concu-
rre la legítima defensa o el estado de necesidad justificante 9 e! agente ac-
tuó po.-una fuerzafísica irresistible o compelido por un miedo insuperable
o en cumplimiento de un deber.
En la praxis judicial es frecuente encontrar a la legítima defensa como
causa de exilusión de antiiuridicidad. Como ejemplos representativos cabe
citar los siguientes precedentes iurisprudenciales:
En la Ejecutoria Suprema del 5 de marzo de 1998' la Suprema Corte
sentenció que: "teniéndoi, en cuentd qwe las lesiones corporales ocasionadas
por el orrr)do estwaieron motirsadas por Ia necesidad de defensa frente a la
'agresión
ilegítima de qwe era objeto, es de apreciar que en Ia circunstancia
,ónrrrto, la-respwesta ie repeler Ia agresión con el único objeto -una silla me-
tálica- a sw diiposición, se ajwsta a las reqwisitos de Ia legítima defensa"Q3e).
La Resolución Superior del tZ de setiembr e de 1996 de la Primera Sala
Penal de la Corte Superior de Junín, pedagógicamente aplica los supuestos
de la legítima defensi para absolver de la acusación fiscal al imputado por el
delito Je lesiones gtru.t. En efecto, allí se expone: "según la doctrina penal
la legítima defensa se funda en el principio de qwe NADIE PUEDE SER
OBLIGAD) A S}P}RTAR Lo INJUSTO, por lo que el ordenamiento
jwrídico no solamente se compone de prohibiciones, sino también de normas
'permisivas,
que awtorizan realizar wn hecbo en principio probibido poy la ley,
pero
-decir,-
que por causas jwstificadas son permitidos y, por ta.nto, no pwnibles. Es
existen causas qwe exclwyen Ia antijuridicidad, qwe convierten el hecho
típico en un becbo perfectamente lícito y aprobado por el ordenamiento jurí-
iiro y si wn hecho o wna acción no es antijwrídico, no se contraría el orden
jwrídico porque Ia lq lo permite entonces no es delito y no siendo delito al qwe
actria en- legíiima defensa no se Ie pwede sancionar. En nwestro Código Penal la
figwra de la legítima defensa se encuentra tipificada en el artículo zteinte inciso
a 216
Delitos contra la salud
tres, (...); este tipo legal, se swbsume en la condwcta realizada por el acusado,
pues concurren los tres reqwisitos que describe la norma penal; así tenemos: a)
agresión ilegítima, indwdablemente que existió, pues la intención de la aíctima
era la de asabar al acusado que mostraba síntomas de embriagwez y eran aproxi-
madantente las veintítrés con treinta boras, b) la necesidad racional del medio
empleado, es decir qwe el autor debe rEeler la agresión no necesariamente con
wn medio igual al que tiene el qwe lo ata.ca, pues nuestro Código Penal no exige
como requisito de la legítima defensa la proporcionalidad del medio empleado,
sino k racionalidad de la reacción por ello es que el hecho de qwe el acwsado re-
cbazara la agresión con diEaros de arma de fwego al aire y luego con wn disparo
en la pierna izquierda del asahante constitwye legítima defensa, máxime si por
los años de mil noaecientos noaenta y uno la sierya central del Perú se encon-
traba compleklmente conowlsionada por el tenorismo donde los policías eran
generalmente blanco de los aniquilamíentos selectiz,os de los subversi'ttos, por Io
qwe el acusado al t,erse atacado era lógica la reacción de sacar el arnm y disparar
pues no tenía otro instrumento para defenderse de la agresión ilegítima; si a esto
le agregamos el tercer reqwisito de c) la falu de prottocación swficiente de qwíen
lnce la defensa, es decir, que el acwsado no baya prouocado la agresiórt, cotno
en efecto es en el caso de awtos, donde elpolicía acus¿tdo solo trató de defenderse
wsando su arma de fwego, no babía dado ningin motiuo para ser agredido o
atacrtdo por los delincwentes. Si esto es así, entonces concluimos que existe en la
condwcta del acwsado unt causa de jwstific,tción que bace desaparecer el delito
por baber actwado en legítima defensa"Qa)).
Igual aplicación encontramos en la Resolución Superior del 15 de
enero de 1998, en donde los vocales de la Corte Superior de Lima, hacien-
do uso de los presupuestos de la legítima defensa, revocrron la sentencia
apelada en el extremo que condenaba a Orfa Ortiz Godoy y la absolvieron
de los cargos, alegando qve: "en consecwencia, considerando qwe Ia procesada
Betsabé Guillén Luna agredió sin mediar moti.uo alguno o sin qwe baya 5¡¿o
provocado lo swficiente para qwe justifique su acción, usando cotno medio ma-
terial para satisfacer s¿¿ animus vulnerandi el balde que poftaba, es justtficable
la respuesta de la procesada Ofa Ortiz Godoy, por lo que si bien su condwcta
es típica, la misma no es antijwrídica al haberse realizado bajo condiciones
qwe la jwstifican; en este caso, no se debe oalorar el reswbado prodwcido sino la
acción que Io motitó, siendo nulo el desrLalor de acción respecto a la procesada
Ofa Ortiz al haber actwado correctafttente y, al no existir desvalor de acción
en este c&so, st4 conducta no constituye un injusto penal"Q4t).
217 a
Ramiro Salinas Siccha
5. CULPABITIDAD
Si después de analizar la conducta típica de lesiones graves se llega a
la conclusión que no concurre alguna causa o circunstancia que lo justifi-
que frente al ordenamiento jurídico, el operador inmediatamente entrará a
determinar si aquella conducta puede ser atribuida o imputable a su autor
o autores. En consecuencra, analizará si la persona a quien se le atribuye
la conducta típica y antijurídica es imputable penalmente, es decir, goza
de capacidad penal, para responder por las lesiones que ocasionó. En este
aspecto, por ejemplc, tendrá que determinarse la edad biológica del autor
de las lesiones graves. "La minoría de edad constitwye una. ca.wsa de inimpw-
tabilidad criminal, cuya importancia normatiaa supone una presunción legal
iwre et de jwre qwe incide en unA dimensión biológica de la persona, por Io qwe
basará la sola constatación de qwe el sujeto no baya alcanzado Ia mayoría de
edad para fwndar la exclwsión de sw responsabilidad penal"Q4z).
(342) Ejecutoria Suprema del 23 de diciembre de 1998, Exp. N" 4604-98-Lima, en PRADo SALDA-
RRrAcA, 1 999, p. 1 38.
T 218
Delitos contra la salud
219 a
Ramiro Salinas Siccha
6. CONSUMACTÓN
Al constituirse el injusto
penal de lesiones graves en cualquiera de
sus modalidades, de resultado dañoso, es decir, de lesión concreta al bien
jurídico protegido por la norma penal, el ilícito se consuma en el mismo
momenro que se verifica la real y efectiva ofensa a la integridad corporal o
la salud del sujeto pasivo por parte del agente. En tal sentido, las lesiones
graves se consumarán cuando concurriendo alguna de las circunstancias o
modalidade s ya analizadas, se realiza de manera efectiva el real daño a la
víctima, ya sea en su integridad corporal o en su salud. Si no se verifica la
lesión efectiva a los bienes jurídicos protegidos por el tipo penal no será
posible hablar de consumación.
En la práctica judicial para verificar las lesiones producidas en la víc-
tima, resultin fundamentales los certificados médicos legales. Sin ello, no
es posible acreditar este delito. Así, la Resolución superior del 5 de junio
de lggg, emitida por la Segunda sala Penal de la corte Superior de Ancash,
expresa: "qwe,lA ionswmación del delito de Lesiones graaes, está debidamente
acieditadi con el mérito de los dictímenes periciales emitidos en este juicio
oral, debidamente ratificados, del cwal se desprende que se ha ocasionado en el
agraviado referido wna lesión Grave y permnnente, requiriendo treinta o más
días de asistencia o descanso, para recuperarse anatómicamente el miembro
lesionado, notándose a la fecha wna fwnción mwscwlar disminwida, razón por
Ia cwal Ia conducta del procesado se encuentra prevista en el inciso tercero
del artículo ciento aeintiwno del Código Penal, qwien ha reconocido desde el
inicio ser el autor del ilícito referid,o"Qaa).
7. TENTATIVA
a 220
Delitos contra la salud
8. PENALIDAD
De acuerdo con la primera parte del tipo penal del artículo 121 del có-
digo sustantivo, el agente será merecedor de una pena privativa de libertad
que oscila entre cuatro y ocho años.
En el caso de las lesiones graves seguidas de muerte, se aplicará una
pena privativa de libertad que oscila enrre cinco y diez años.
Cuando la víctima cumpla función en su calidad de Policía Nacional,
miembro de las Fuerzas Armadas, Magistrado del PoderJudicial o delMi-
nisterio Público, la pena será no menor de cinco ni mayor de doce años.
El juzgador, al momento de individualizar y graduar la pena, podrá
aplicar el mínimo, intermedio o máximo de la pena. Todo dependerá de la
221 a
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 3
Lesiones graves a menores y parientes
1. TIPO PENAL
Por Lei,'N" 26788 del te de mavo de 1997. se introdujo en el Códi-
gcr Penal el artículo 121-A., cuva finalidrrd fue elevar la pena para el agenre
cuando el sujeto pasivo de las lesiones graves tenga ia calidad de menor de
cdad, pariente o dependiente del sujeto activo. Sin embargo. el27 de no-
viembre de 2008 se publicó la Ler. N" 29282, que en su artículo 1O modificó
el contenido del artículo 121-A.
Luego, mediante Lev N" 29699, publicada en el Peruano el4 dc junio
cle 2011, se ha vuelto a rno<lificar el contenido de I citado numeral del Códi-
go Penal, con l¿r sana pero siempre ineficaz intención del legislado.1347), de
mejor proteger a los integrantes de la familia de la violencia que al interior
dc ella se prodr-rce por los adultos a los indefensos menores. f)e ese modo,
actualmentc el artículo 121-A(348) tiene la siguiente redacción:
l 222
Delitos contra la salud
2, TIPICIDAD OBJETIVA
Los ilícitos penales de estos dos artículos se configuran tal y confor-
me ocurre con las conductas punibles recogidas en el tipo penal del artículo
121, por ello, remitimos al lector a lo expresado al analizar aquel ilícito.
Aquí solo cabe indicar que el contenido de los tipos penales agregados
constituye la rnaterialización de una modalidad agravada de lesiones graves,
cuyo fundamento lo podemos enconrrar en el objetivo que tiene el Estado
de proteger a los menores de 14 años y a las relaciones de familiaridad entre
las ¡rersonas, respecto de la violencia que en ella surge. En efecto, aquel que
ponc en peligro o vulnera la salud y cono consecuencia directa las relacio-
ncs dc fairiliaridad d.- sus parientes o rr-presenrados r.nenores, debe recibir
s:rnción ptrnitiva ejcrnplar, pues su conducr,r resulta rnás reprochable al ac-
tu¡r en contra de su pariente o de su proteeido que si actuara en contra de
un e'\tr;lño. Si no respeta la integridad corporal o la sair,rd de sus prrienres,
o elt sll crrso, de su representado, no poder]]os esperar que lo haga con ter-
ccros. Lrcluso, actuaría con más terneridad. Igual sucede cuando los adul-
t.s .cesior.r.rn daños a la salud de los menores de edad quc estarnos todos
.'u l,r oblis,lción de proreger y cautelar.
irl le gislador, por política crirninal -cuya única finalidad es frenar o
nrininrizar los constantes abusos y maltratos que se cometen sobre los me-
n()l'cs -t' cn cl seno de las familias peruanas- ha dispuesto agravar la respon-
s¡irili,l¿d pcnal dc aquellas personas qr.re dolos,r'ente ocásionan lesiones
223 a
Ramiro Salinas Siccha
graves a otras con las cuales se encuentran unidas por relaciones parentales
o de custodia o en su caso, son menores de 14 años.
Ocurre, por ejemplo, cuando un padre coge a su hijo de cinco años
y le pone las manos al fuego de una cocina supuestamente para que deje
de hurtar pequeños bienes del hogar, produciéndole quemaduras hasta de
tercer grado. O cuando una madre que se entera que su menor hiia de
trece años ha tenido relaciones sexuales con su enamorado, le coge y le da
tremenda paliza, dejándole incluso al borde de la muerte, lográndose salvar
solo por la oportuna intervención médica.
La responsabilidad penal del agente se agrava cuando, a consecuen-
cia de las lesiones graves producidas sobre el suieto pasivo, se ocasiona la
muerte de este, pudiendo el agente haber previsto tal resultado letal antes
o en el acto mismo que desarrolla su conducta, es deci¡ es más reprocha-
bie la conducta del sujeto activo cuando producto de su actuar doloso de
causar las lesiones graves, deviene un actuar culposo que finalmente origin¡
la muerte de la r'íctima. Caso contrario, si llega a comprobarse que en el
deceso de la r-íctima no concurrió el elemento culpa (va sea en su form;t
consciente o incot-rsciente) en el actuar del agente, sino que aquel resultado
letal se produjo por hecho fortuito u otra circunstancia, la muerte no será
imputable al autor de las lesiones.
El ilícito se consuma en el momento que se verifica el daño. perjuicio
o desmedro a la integridad corporal o salud del sujeto pasivo. Asimismo,
se consuman los supuestos previstos en el último párrafo del artículo 121-
A y 121-B cuando la víctima fallece a consecuencia de las lesiones gra\¡es
producidas por el agente.
Es posible la tentativa en los supuestos de los primeros párrafos de los
tipos penales en interpretación. En cambio, como ya hemos tenido opor-
tunidad de indicar, en la hipótesis de lesiones graves seguidas de muerte no
es posible que la conducta se quede en grado de tentativa, debido a que en
la última fase del delito interviene el elemento subjetivo "culpa". Sabemos
bien que los delitos culposos no admiten la tentativa.
Ahora bien, de la lectura de la ley modificatoria podemos concluir que
lo único que ha hecho el legislador es sistematizar el contenido del original
artículo 1,21,-A. En efecto, ahora se han separado las conductas punibles de
acuerdo a la calidad del autor de las lesiones graves sobre los menores:
El 121-A configura las lesiones graves que producen sobre el rlenor
de 14 rños, personas que no tienen la condición de padre o madre natural
o adoptivos o ascendientes. Se establece que el agente del delito de lesiones
a 224
Delitos contra la salud
225 a
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
'lhl conr,r ¡p¡rrcccl.] rec'l,rct¡dos irrs fórmulas legislativas, en cuanto a
Ir',s srrr'.,g,,':rtos básic1ls, se trat¡ de delitos netamente dolosos' No cabe la
contisiírn ¡tor culprr. El lgcnte debc actr.lar con conocimiento v voluntad dc
re,rliz-ar lt cc',nducla típica. Adent:is se exige la concurrencia de un elenren-
r,-rs srrlrje ri.,'<, ¡,licion;rl ,rl dolo Lronro cs la presencia del animus vulnet'attdi.
a 226
Delitos contra la salud
que el sujeto activo debe conocer que enrre él y su víctima existe aquella
relación especial, si ello no se verifica, esro es, si el agente desconoce que
le une una relación parental o de custodia con el sujeto pasivo, la conducta
se adecuará al tipo penal del artículo 121 del C.P En otros términos, el
agente debe actuar a sabiendas de que tiene la citada relación especial. Si
actúa desconociendo tal circunstancia la conducta se calificará como le-
siones graves simplemente. Ocurre por ejemplo, cuando una persona da
tremenda golpiza al menor de 14 años, sin saber que esre menor era su hijo
natural. Circunstancia de la que toma conocimiento luego que se inicia la
investi gación correspondiente.
4. PENALIDAD
Cu¿ndo se configuren 1- .rcre ditcrr los supucsr.os previstor \ \.lnr'ir r-
nados en el artículo 121-A, el agente será sancibnado cón la penl prir.rrir'.r
de libcrtad r1o n-renor de cinco r.ri mayor cle diez- ¡ños. En caso cle te ncr la
de tutor o responsable del rrenor procederá la rernoción del c,rrgo según cl
numer;rl 2 delartículo 554 del Código Cir.il e inhabilitación a que se rcfie're
cl .rrtículo 36 ineiso 5.
Cr.lando la r'íctirna muere a consccuencia de la lesión l'cl agcnte pudo
prever este. resultado, la pena será no menor de seis ni nray6. clc'doce:rños.
227 I
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 4
Lesiones leves
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El legislador no ha conceptualizado las lesiones menos graves en el
entendido que a la doctrina le corresponde tal tarea. Nosotros la entende-
mos como el daño causado dolosamente a la integridad corporal o salud de
un tercero que requiere, para curarse, de once a veintinueve días de asis-
tencia médica o descanso para el trabajo, e incluso, de no alcanzar aquel
mínimo, constituye lesión leve o menos grave) cuando concurre alguna cir-
cunstancia que le dé cierta gravedad al hecho mismo, como, por ejemplo, el
medio empleado (piedra, chaveta, verduguillo, etc.).
En tal sentido, el legislador peruano por Ley N" 29282 (27 de no-
viembre de 2OO8), r-nodificando el contenido del artículo 441 del Código
Penal, ha dispuesto en el segundo párrafo de aquel numeral, que se consi-
dere circunstancia agravante de las faltas contra la persona ,v, por tanto, se
incrementará la prestación de servicios comunitarios cuando la víctima sea
menor de catorce años o la lesión se produzca como consecuencia de un
hecho de violencia familiar, o el agente sea el tutor, guardador o responsa-
ble de aquel. Para evitar equívocos, cabe señalar que de concurrir cualquiera
de estas circunstancias y la lesión no requiere más de diez días de prescrip-
ción facultativa constituirán faltas agravadas, en cambio si la prescripción
facultativa es mayor la conducta se subsumirá en el artículo 122-A que
analizaremos en su momento,
Constituyen lesiones leves todas aquellas que no producen daño,
perjuicio o desmedro en la integridad corporal o salud del sujeto pasivo en
a 228
Delitos contra la salud
229 a
Ramiro Salinas Siccha
I 230
Delitos contra la salud
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Se exige necesariamente la concurrencia del dolo. El agente debe ac-
tuar con conciencia y voluntad de causar un daño leve, ya sea en la inte-
gridad corporal o a la salud de su víctima. En la práctica, es poco más que
imposible llegar a determinar qué grado de daño se propuso causar el autor
con su actuar, no obstante, el medio o elemento empleado, así como las
diversas circunstancias y factores que rodean a la conducta ilícita, sirven la
mayoría de las veces al operador jurídico para deducir el grado de daño que
perseguía el sujeto activo al desarrollar su accionar lesivo.
Es posible la comisión del delito por dolo eventual. Ejemplo: la Eje-
cutoria Superior del t¡ de mayo de 1998 que confirmó la sentencia alagen-
te considerando que "las lesiones cawsadas en circwnstancias de forcejeo, en
231 J
Ramiro Salinas Siccha
El último párrafo del tipo penal del artículo 122 regula las lesiones
menos graves seguidas del fallecimiento de la víctima. La hipótesis delictiva
se configura cuando a consecuencia o efecto directo de las lesiones leves
que causó el agente a su víctima -debiendo o pudiendo prever el resultado-
esta muere.
5. ANTIJURIDICIDAD
Unavez que se ha determinado que en la conducta analízada concu-
rren todos los elementos objetivos y subjetivos que conforman la tipicidad
del delito de lesiones leves previsto en el artículo 122 del Código Penal,
el operador jurídico pasará de inmediato a anahzar el segundo elemento o
nivel denominado antijuridicidad. Es decir, entrará a determinar si la con-
ducta es contraria al ordenamiento jurídico o, en su caso, concurre alguna
causa de justificación de las previstas y sancionadas en el artículo 2O del
Código Penal. De ese modo, el operador jurídico analizarási en las lesiones
leves ocasionadas a la víctima concurre la legítima defensa o el estado de
necesidad justificante o el agente actuó por una fuerza física irresistible o
compelido por un miedo insuperable o en cumplimiento de un deber.
En la praxis judicial es frecuente enconrrarnos con la legítima defensa
como causa de exclusión de antijuridicidad. Como ejemplo representarivo
tenemos la Ejecutoria Suprema del 5 de marzo de 1998. En efeco, en ella
el Tribunal Supremo deJusticia Penalen el Perú. enseña que."teniéndose en
cuenta que Ias lesiones corporales ocasionadas por Fernández Alz,arez estur.¡ie-
ron motipadas por la necesidad de d.efensa frente a la agresión ilegítima de que
era píctima de parte de Zambrano Quispe, a qwien inclwso en ningtín momen-
to provocó, sino que este de mAnera injustificada e intencionalmente agredió
a Fernández Alaarez causándose daños patrimoniales y lesiones corporales
conforme obra en el certificado médico legal de fojas doce, es de apreciar que,
en la circwnstancia concretd, la silla metálica era el tinico objeto con el cwal
el agraz,iado podía repeler Ia agresión, por lo que su respuesta se ajwsta a los
reqwerimientos de la legítima defensa exigida por el inciso tercero del artículo
aeinte del Cócligo Penal, a saber: a) agresión ilegítima, b) necesidad racional
del medío empleado para impedirla o repelerla, y c) falta de provocación sufi-
ciente de qwien hace la defensa, Io qwe, en consecuencia, excluye la antijwridi-
cidad del comPoriamiento siendo del caso declarar exento de responsabilidad
a Fernández th¡ays2"Q57l.
Si se concluye que en la conducta calificada de lesiones simples o
menos graves, concurre alguna causa de justificación, aquella conducta será
típica, pero no antijurídica y, por tanro, será irrelevanre pasar aanalizar el
tercer elemento del delito conocido como culpabilidad.
233 I
Ramiro Salinas Siccha
6. CULPABILIDAD
Si después de analizar la conducta típica de lesiones se llega a la con-
clusión de que no concurre alguna causa o circunstancia que lo justifique
frente al ordenamiento jurídico, el operador jurídico inmediatamente en-
trará a determinar si aquella conducta puede ser atribuida o imputable a
su autor o autores. En consecuencia, analizará si la persona a quien se le
atribuye la conducta típica y antiiurídica es imputable penalmente, es decir,
goza de capacidad penal, para responder por su acto lesionante. En este
aspecto, por ejemplo, tendrá que determinarse la edad biológica del autor
de las lesion es. "La minoría de edad constitwye una cdusa de inimpwtabilidad
criminal, cwya imponancia normati'e'a supone una presunción legal iure et de
jwre que incide en una dimensión biológica de la persona, por lo que bastará la
sc¡la constatación de qwe el swjeto no haya alcanzado la mayoría de edad para
fwndar la exclusión de su responsabilidad pennl"(358).
Luego, determinará si tenía conocimiento de que su conducta de cau-
sar lesiones en su víctima era antiiurídica, es decir, contraria al ordenamien-
to jurídico del país. Pero de modo alguno se requiere un conocimiento
puntual y específico, sino simplemente un conocimiento paralelo a la es-
fera de un profano, o, mejor dicho, un conocimiento que se desprende del
sentido común que gozamos todas las personas normales.
Al igual como ocurre con las lesiones graves, también es factible que
se presente el error de prohibición. Se producirá, por ejemplo, cuando el
(3s8) Ejecutoria Suprema del 23 de diciembre de '1998, Exp. N" 4604-98-Lima, en PRADo SALDA-
RRIAGA, 1 999, p. 1 38.
.
4 234
Delitos contra la salud
7. CONSUMAC¡ÓN
8. TENTATIVA
9. PENALIDAD
De presentarse la primera hipótesis del tipo penal del artículo 1.22,
el autor será merecedor a una pena privativa de la libertad que oscila entre
235 I
Ramiro Salinas Siccha
dos días y dos años, unido a ello, a criterio del juzgador, se le impondrá de
sesenta a ciento cincuenta días multa.
De ocurrir el segundo supuesto, es decir, lesiones simples seguidas de
resultado letal, el autor será merecedor de pena privativa de libertad, según
sea el caso, de tres a seis años.
La mayor severidad de la pena, en este último supuesto, se explica por
el hecho de que el autor también responde a título de culpa por la vida del
sujeto pasivo. Se le reprocha la vulneración del bien iurídico principal como
es la vida, por su actuar negligente e imprudente.
Subcapítulo 5
Lesiones simples a menores y parientes
1. TIPO PENAL
El delito de lesiones leves agravado por la condición o calidad del
sujeto pasivo se encuentra previsto en el tipo penal del artículo 122-A del
código sustantivo. El texto original ha sido modificado por el artículo 11
de la Ley N" 29282, de 27 noviembre 2008(35e). Tiempo después por la Ley
N" 29699 del4 de junio de 2011, se modificó el contenido de este delito en
los siguientes términos:
(3se) En esta Ley, se prescribía que: "en el caso previsto en la primera parte del artículo l22o,
cuando la víctima sea menor de catorce años y el agente sea el tutor, guardador o responsable de aquel,
la pena será pr¡vativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años, remoción del cargo según el
numeral 2 del artículo 554o del Código Civil e inhabilitación a que se refiere el artículo 36o inciso 5 tdel CPl.
Cuando la víctima muere a consecuencia de la lesión y el agente pudo prever este resultado, la
pena será no menor de cinco ni mayor de nueve años'l
a 236
Delitos contra la salud
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El ilícito penal se configura cuando el agente causa un daño o per-
juicio en la integridad corporal o salud que requiera más de dtez y menos
de treinta días de atención facultativa o descanso para el trabajo sobre un
menor de edad. Incluso, también estaremos ante esta figura delictiva agra-
vada, cuando la atención médica o descanso que requiera la lesión para su
recuperación no sobrepase el mínimo de diez días, siempre que concurra
alguna circunstancia agravante tal como lo exige el artículo 441 del Código
Penal, modificado por la Ley N" 29282, de 27 de noviembre de 2008. Aquí
se prescribe que se consideran faltas contra la persona, cuando de cualquier
manera se causa a otro una lesión dolosa que requiere hasta díez días de
asistencia o descanso, siempre que no concurran circunstancias o medios
que den gravedad al hecho, en cuyo caso será considerado como delito.
Esto significa que si la lesión se ocasiona con cualquier tipo de arma u
objeto, el hecho se califica como delito, así la atención facultativa o descan-
so que indique el certificado médico legal requiera de menos de diez días.
Como hemos señalado al comentar los tipos penales 121-Ay I2l-8,
cabe reiterar que el injusto penal es la materialización del objetivoprimor-
dial del legislador de pretender poner fin o frenar los maltratos infantiles
y violencia en el seno de los hogares peruanos. No cabe duda de que utili-
zando el derecho punitivo no va a obtenerse resultados alentadores en este
aspecto, no obstante, ante la pasividad, es mejor ensavar alguna fórmula
orientada a frenar la violencia familiar v maltrato infantil, toda vez que la
mayor de las veces se lesiona seriamente la integridad corporal o salud del
damnificado que le orisinan secuelas para su vida futura de relación.
La hipótesis delictiva de lesiones se agrava por la condición del agente
respecto del sujeto pasivo. El leit motiv de la agravanre se evidencia por el
hecho concreto de que a la luz del conglomerado social, resulta más re-
prochable la conducta del agente cuando el daño ocasionado es sobre una
persona con la cual tiene lazos familiares, que el perjuicio producido a un
tercero o extraño. La conducta de una persona que actúa dolosamente so-
bre su hijo menor de edad, cónyuge, conviviente o pariente, sin importarle
237 f
Ramiro Salinas Siccha
I 238
Delitos contra la salud
(360) Y por supuesto, el legislador hubiese sido más coherente con la invocación que hace
en la exposición de motivos del Proyecto de Ley No4390/2010-CR antes citado, cuando señala:"Es in-
comprensible que en un país de elevado crecim¡ento económico como es el caso del Perú, se susciten
hechos de violencia en agravio de niños, niñas y adolescentes. Por ello, la propuesta de esta iniciativa
legislativa busca la consolidación de políticas públicas orientadas a prevenir, disuadir, sancionar y elimi-
nar las conductas violentas'i
i361) Véase en la exposición de motivos del Proyecto de Ley N'4390/201O-CR, ingresado al
Congreso el 26 de octubre de 201 0.
239 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Para la configuración del injusto penal se requiere necesariamente la
concurrencia del dolo. No es posible la comisión culposa. El sujeto activo
dcbe tener conciencia y voluntad de ocasionar una lesión leve grave al menor
de 14 años de edad. Asimismo debe tener conocimicnto v voluntad de causar
lesiones leves graves a sus parientes incluidos sus hijos nenores de edad.
Esta última circunstancia merece ser rcsrltrda. Para que se materia-
lice esta conducta en el nivel de tipicidad subietiva, debe quedar claro que
el agente debe actuar a sabiendas de la calidad o cualid:rd personal especial
quc le une a su víctima. De verificarse que cl sujcto r'tctivo no conocía quc
tenía lazos de familiaridad con su víctima, el clclito agrar',rdo no aparcce,
subsumiéndose el daño producido en el tipo dc lesiones simples regulado
en el artículo 122.
Por lo demás, si concluimos que un padre, por cjemplo, ha causado
lesiones leves a su hijo menor de catorce por ncgligencia, estaremos frente
a la figura de lesiones culposas.
4 240
Delitos contra la salud
5. PENALIDAD
De comprobarse alguno de los supuesros del artículo 122-A, el auror
será sancionado con pena privativa de libertad no menor de rres ni mayor
de seis años. En caso de t.rior., o responsables del menor de 14 años, áe-
más se producirá la remoción del cargo según el numeral2 del artículo 554
del código civil e inhabilitación a que se refiere el artículo 36 inciso 5.
Por otro lado, si la víctima muere a consecuencia de la lesión y el
a.gente pudo prever este result¿do, la pena será no menor de cinco ni mayor
de nueve años.
En su caso, de acreditarse la comisión de alguno de los supuestos del
artículo 122-8, el autor será sancionado con pena privativa de la libertad
no menor de tres ni mayor de seis años y suspensión de la patria potestad,
según el literal e) del artículo 75 del Código de los Niños y Adolér..nt.r.
cuando la víctima muere a consecuencia de la lesión y el agente pudo
prever este resultado, la pena será ncl menor de seis ni mayor d.toce a¡os.
241 a
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 6
Lesiones con resultado fortuito
1. TIPO PENAL
Las lesiones con resultado fortuito o imprevisible se encuentran re-
guladas en eltipo penal delartículo 123 del C.P en los siguientes términos:
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El ilícito penal conocido con elttomen iuris de lesiones con resultado
fortuito ," .o.,fignt" cuando el agente mediante su conducta dolosa preten-
de causar una lesión poco grave al sujeto pasivo, sin embargo, por circuns-
tancias fortuitas, imprevistas e imprevisibles se produce una lesión grave o
la muerre de la víctima. En otros términos, se materializa cuando el agente
tuvo la intención de causar una lesión simple y por circunstancias fortuitas
se produce una lesión grave, o.q.uiso causar una lesión simpleo lesión grave
y por concurrlr causas imprevisibles se produce la muerte de la víctima.
El sujeto activo nunca tuvo la intención de causar una lesión grave
o la muerte de su víctima ni siquiera estuvo en la posibilidad de prever
aquel resultado. El resultado más grave que rebasa la voluntad del agente
s" produc. a consecuencia de circunstancias imprevisibles. Aquel resultado
gr"rr. no pudo ni podía evitarse así el sujeto actiyo se hava tomado severas
y máximas precauciones.
El caso fortuito debe entenderse como una circunstancia imprevisi-
ble e incalculable que se presenta en el desarrollo de una conducta de ma-
nera inopinada y produce un resultado inevitable no querido. El penalista
español Luis Jiméne, d. Arú"(rt2) enseñaba que el caso fortuito se caracte-
riiapor la imprevisibilidad del acontecimiento que se produce en relación
causal con la actividad de un hombre o con su omisión'
4 242
Delitos contra la salud
artículo VII y VIII del Título Preliminar del Código Penal, los mismos que
materializan al derecho penal de culpabilidad en nuesrro sisrema jurídico:
nwllwm crimen, nwlla poena sine culpa.
Todo lo que no es atribuible a dolo o culpa debe ser excluido del
ámbito del derecho penal e incluso del ámbito de lo típicamente relevan-
te. Todo resultado que no se deba al menos a una conducta culposa, debe
estimarse como fortuita y excluirse, por ranro, del ámbito de lo penalmen-
te relevante. En efecto, actualmente, salvo aquellos que no conocen los
conceptos elementales ni principios generales en los cuales se asienta el
derecho penal moderno, existe consenso en considerar que las conductas
constituyen hecho punible x por ende, son reprochables penahnente cuan-
do concurre el dolo, la culpa o ambas.
La exclusión de la responsabilidad por el resultado o de la responsa-
bilidad objetiva del ámbito del derecho penal, es también una consecuencia
de la función motivadora de la norma penal que solo puede motivar a los
ciudadanos para que se abstengan de realizar acciones que puedan producir
resultados prer.isibles y evitables. Desde todo punto de vista, carece de
sentido prohibir actos meramente causales y sin control.
El legislador nacional ha proscrito o, mejor dicho, ha expresado lite-
ralmente que es inaplicable en nuestro sistema jurídico penal toda forma
de responsabilidad objetiva, la misma que aparece cuando una persona res-
ponde por un resultado imprevisible, en tanto este lo ha causado por su
comportamiento inicial ilícito. Nunca más una persona responderá por un
resultado imprevisible y fortuito.
Rov FreyreG63\ ya había advertido que resultaba absurdo que en la
hora actual.del progreso de las ciencias del hombre, le reproc-háramos las
consecuencras normalmente imprevisibles de una determinada conducta,
aun cuando la acción agresora fuese inicialmente ilícita. No hay justificación
científica alguna para revivir el aforismo ,uersari in re illicita etiam casus im-
putatur (todo aquel que incurre en un hecho ilícito responde también del re-
sultado fortuito o imprevisto), procedente del derecho canónico medieval.
Por otro lado, al disponerse que el agenre responda por la lesión que
quiso causar, se está haciendo realidad el principio de que "la pena no puede
sobrepasar la responsabilidad por el hecho". Nadie puede s"r .epro.hado
por lo que no quiso causar ni pudo prever. Solo será responsable por el
hecho que con intención o falta de cuidado causó, sin importar la persona-
lidad del autor. F,llo materializa al derecho penal de acto.
243 a
Ramiro Salinas Siccha
La lesión que se propuso causar el autor puede ser una lesión simple
o una lesión grave. Bastará que el resultado sea más grave que el realmente
querido por el agente, como puede ser una lesión grave o la muerte de la
víctima, para estar frente al hecho punible en análisis.
En consecuencia, no compartimos criterio con Roy Freyre(36a) cuan-
do, analizando la presente figura delictiva que en el Código Penal de 1924
estaba recogido en el tipo penal del artículo 1.67 en términos parecidos,
indica que "nuestra dogmática exige que la conciencia y la voluntad del
,.tor .rlén orientadas solo a producir una de las lesiones a que se refiere el
artículo 166, primer párrafo, del C.P", esto es, lesiones leves. De parecido
criterio son Bramont-Arias Torres y García Cantizano(365), cuando inter-
pretando el actual tipo penal, refieren que "la lesión que quiere causar el
sujeto activo es una lesión menos grave, pero en la práctica, a consecuencia
de la lesión menos grave, se produce un resultado que puede consistir bien
en una lesión grave o bien en la muerte de la persona". Parecida es la posi-
ción de Javier Villa Stein(366).
En nuestro opinión basada en el análisis dogmático y sistematizado'
el supuesto delictivo tipificado en el actual tipo penal del artículo 123 en
términos parecidos que el artículo 167 del código derogado, al no indicar
expresamente el tipo de lesión que quiso el autor, es de concluir que puede
ser una lesión simple, prevista en el artícul o I22; una lesión grave prevista
en el tipo penal del artículo 121 deI C.P Basta que por circunstancias im-
previsibles se produzca en la realidad un resultado más grave del querido,
para configurarse el ilícito de lesiones con resultado fortuito. De modo
alguno resulta serio y coherente hacer distinciones donde la ley no las hace.
La frase "ni pudo prever" del tipo penal sustenta aún más lo expuesto,
pues con aquella frase el legislador está dando a entender que el resultado
más grave puede ser uno que en forma objetiva puede tenerse como preter-
intencional, no obstante, realmente no hay preterintencionalidad, debido a
que el resultado más grave al querido por el agente no se produce por culpa,
sino por causas fortuitas o imprevisibles. En suma, aquí no cabe hablar de
lesiones preterintencionales, pues no existe en la conducta dolo inicial v
culpa final. Lo que se verifica es dolo inicial y causas fortuitas e imprevisi-
bles al final.
(364)
RoY FREYRE, 1989, p. 332.
(365)
BRAMoNT-ARTAS ToRRES/GARcÍA CANTTzANo, 1997 , p.114
(366)
vrLLA SrErN, 1997, p.199.
4 244
Delitos contra la salud
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
La figura delictiva exige necesariamenre la concurrencia del dolo, ya
sea directo o eventual, en la conducta inicial, es decir, conciencia y volun-
tad de producir un daño en la integridad corporal o salud del sujeto pasivo
mediante un lesión simple o grave, de donde deviene un "resulradb más
grave" con relación al cual no concurren ni el dolo ni el elemento culpa,
sino circunstancias fortuitas que hacen imprevisible aquel resultado.
Al indicar el tipo penal "la lesión que quiso inferir" se descarta en for-
ma total la concurrencia del elemento culpa. Si ella aparece en la conducta
inicial, el delito en análisis no se configura. No cabe la comisión culposa.
También no aparece el delito si el resultado más grave del querido por
el agente se produce por falta del debido cuidado o diligencia, esro es, por
culpa. Si ello se verifica, estaremos frente a un hecho punible preterinten-
cional ya comentado.
4. PENALIDAD
Como es de advertirse la pena a imponerse al autor o sujeto activo del
injusto penal queda al libre y sano criterio del juzgador, quien merituando
los actuados, de concluir que el resultado grave ha devenido de una lesión
como consecuencia de circunstancias fortuitas e imprevisibles, rebajará
prudencialmente la pena a la que corresponda a la lesión que quiso inferir
el agente. Por ejemplo, de seguirse un proceso penal de-lesiónes graves
seguidas de muerte, si al final se concluye que la muerre del agraviado se
debió a circunstancias fortuitas e imprevisibles por el acusado, el luzga-
dor no le aplicará la pena prevista en el último párrafo del artículo tztáel
código Penal, sino una pena que oscile entre los márgenes previstos en el
primer párrafo.
Subcapítulo 7
Lesiones culposas
1. TIPO PENAL
245 a
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito se perfecciona cuando el sujeto activo ocasiona lesiones so-
bre el sujeto pasivo por haber obrado culposamente. El agente obra por
culpa cuando produce un resultado dañoso al haber actuado con falta de
previsión, prudencia o precaución, habiendo sido el resultado previsible
o, previéndole, confía en poder evitarlo. Aparece el delito de lesiones cul-
posas cuando la conducta del agente afecta el deber objetivo de cuidado
y como consecuencra directa deviene el resultado no querido ni buscado
sobre el sujeto pasivo. Para la jurisprudencía, "las lesiones cwlposas pweden
ser definidas como aquella lesión producida por el agente al no baber preaisto
el posible resultado antijurídico, siernpre que debiera haberlo preaisto y dicba
pre,"-isión era posible, o habiéndolo pretisto, confía sin fundamento en que
no se producirá el resultado que se representa; actwando en consecuencia con
negligencia, imprwdencia e impericia" Qt7).
De allí que la relación entre acción y resultado, o si se prefiere, la
imputación objetiva del resultado a la acción que le ha causado, deviene
en presupuesto mínimo para exigir una responsabilidad por el resultado
producido, es decir, entre la acción y el resultado debe mediar un nexo de
\367) Exp. 1 01 1 -98 del 1 2 de agosto 1 998, en RoJAs VARGAS/BACA CABRERA/NETRA HUAMÁN, 1 999,
p.127 .
4 246
Delitos contra la salud
(368) Resolución Superior del 24 de abril de I 998, Exp. 550-98, €n RoJAs VARGAS/BAcA CABRERA/
'l
NEIRA HUAMÁN, 1 999, p. Parecido sentido tiene la Resolución Superior del 30 de junio de 1 998, Exp.
31 .
1 291 -98, en RoJAs VARGAS/BACA CABRERA/NETRA HUAMAN, 1 999, p. 1 35.
247 a
Ramiro Salinas Siccha
(373)
Exp. 1 6-96, en Serie de Jurisprudencia,'l 999, No 1 , p. 577
137 4) BRAMoNT AR|AS, 1 990a, p. 60.
(375)
VrLLAV|cENcto TERRERoS, 1 997, p. 324.
249 l
Ramiro Salinas Siccha
(376)
Exp. 761 0-97, en RoJAs VARGAS, 1999a, p.647.
1377) Exp. 52145-97, en RoJAS VARGAS/BAcA CABRERA/NEIRA HUAMÁN, 1999, p.129
t 250
Delitos contra la salud
251 a
Ramiro Salinas Siccha
253 a
7-
a 254
Delitos contra la salud
Con la tipificación del artículo 124 que recoge las lesiones simples
o el Estado busca proteger dos bienes jurídicos funda-
graves culposas,
mentales parala convivencia en sociedad, esto es, la integridad física de las
personas por un lado; y por el otro, la salud de las personas en general.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
En las lesiones culposas, el agente no riene intención ni quiere causar
el resultado. No actúa con el animus vwlnerandi. No quiere el resultado,
este se produce por la inobservancia del deber objetivo de cuidado.
255 r
Ramiro Salinas Siccha
4. CONSUMACTÓN
4 256
Delitos contra la salud
Indica que si las lesiones por negligencia son simples o menos graves,
la acción será privada. Es deci¡ corresponde a la víctima o a su representan-
te legal de ser el caso, hacer la correspondiente denuncia penal, de modo
que si ella no actúa el hecho quedará impune. En la práctica, se observa que
solo llegan a denunciarse los casos en que los agentes de la acción negli-
gente que produjo el perjuicio, se resisten a reconocer su responsabilidad
respecto del hecho, negándose en consecuencia a indemnizar a la víctima
por el daño ocasionado. Por el contrario, cuando el agente es consciente y
responsable, con un arreglo económico y voluntario con la víctima pone
fin a la inminencia de una sanción penal.
Cuestión diferente ocurre cuando la lesión producida en la víctima es
grave, es decir, reúne los supuestos previstos en el tipo penal del artículo
121 del C.P Lr acción penal es de oficio, es decir, corresponde al Estado
por medio del Ministerio Público investigar de manera preliminar y for-
malizar la correspondiente acción penal en contra del agente o autor de la
conducta delictiva imprudente, correspondiendo al juzgador imponer la
sanción penal al final de un debido proceso.
En el último supuesto, si ocurre algún arreglo económico voluntario
entre agente y víctima, solo tendrá efectos para la reparación civil, mas la
pena será impuesta indefectiblemente. Claro está, será pasible de mayor
pena aquel autor que no ayudó con asistencia económica a la víctimapara
su recuperación que aquel que si lo hizo.
6. PENALIDAD
Cu¿rndo por l:r magnitud del daño ocasionado a la integridad física
o salud del agraviado, la lesión es calificada como lesión simple o menos
gra\¡e, al ¿rutor se le seguirá proceso por acción privada, y de encontrársele
responsable se le impondrá pena.privatir,a de libertad no mayor de un año
o sesenta a clento veinte días multa.
Si la lesión es calificada como grave, es decir, se subsume en los pará-
metros descritos en el artículo 121 delCódigo Penal, al autor se le seguirá
proceso por acción púrblica o de oficio y será merecedor de la pena privativa
de libertad l1o menor de uno ni m:ryor de dos años y de sesenta a ciento
veinte días multa.
La pena privativa de la libertad será no menor de tres ni mayor de
cinco años e inhabilitación, según corresponda, conforme al artículo 36
incisos 4, 6 y 7, cuando el agente haya estado conduciendo un vehículo
motorizado bajo el efecto de estupefacientes o en estado de ebriedad, con
257 )
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 8
Lesiones al feto
1. CUESTIÓN PRELIMINAR
Al inicio
de la interpretación de los delitos contra la vida, ya hemos
referido que en la ciencia penal existe la polémica nada pacífica sobre la
interrogante de establecer cuándo se inicia la vida para ser protegida penal-
mente. Para un sector, la vida comienza con el fenómeno de la fecundación
del óvulo por el espermatozoide (teoría de la fecundación o concepción)
en tanto que para otro sector mayoritrrio, el inicio de la vida se produce
desde la implantación del óvulo ya fecundado en el útero de la mujer (teo-
ría de la anidación). En la doctrina penal peruana actual, existe unanimidad
en considerar que esta se inicia desde el momento de la anidación del óvulo
fecundado por el esperma en el útero de la mujer(37e). No obstante, las po-
siciones distan sobre las razones para considerar a la anidación como inicio
de la vida con trascendencia punitiva. Algunos lo hacen por fines pragmá-
ticos y otros para resolver problemas que ha generado el derecho genético.
Teniendo en cuenta que la anidación en la matriz endometrial se pro-
duce al décimo cuarro día de la concepción a rravés de una serie de enzi-
mas y de pequeñas terminaciones tentaculares denominadas VILLI, que
se insertan en el útero(180), adoptamos tal posición por el hecho concreto
que desde aquel momento histórico del desarrollo de la vida, el nuevo ser
alcanza y cuenta con todos los elementos biológicos necesarios e indis-
pensables para desarrollarse v comenzar a crecer naturalmente. Antes de
llegar al útero, el óvulo fecundado por el espermatozoide no tiene todas
las posibilidades naturales de desarrollarse, fácilmente puede ser expulsado
(37s) Roy FREYRE, 1989, p. 254, PEñA CABRERA, 1994, p. i2, HURTADo pozo, 1995, p. 57; pRADo
p.84, ',14,
SALDARRTAGA, 1985, VTLLAVTCENCTOTERREROS, 1991, p. BRAMONT-AR|A5TORRES/GARCíA CANTTZANO,
1 997, p. 36, V|LLA STE|N, 1 997, p. 25, SAL|NA5 S|CCHA, 1 998, p. 32 y PoRToCARRERo HIDALGO, 2003, p. 1 63.
(380) QutSPE DÍAz,2000,p.26.
.
t 258
Delitos contra la salud
259 I
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPO PENAL
3. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de lesiones o daño al feto se configura cuando el agente o
autor desarrolla o efectúa, haciendo uso de cualquier medio o insrrumento,
una conducta orientada a causar u ocasionar daño o lesiones en la integri-
dad física o salud del concebido.
Las lesiones a la integridad o la salud del feto tienen que tener
la magnitud de las lesiones previstas en los supuestos de los artículos
a 260
Delitos contra la salud
1,2I, 123 del Código Penal, por lo que el operador jurídico al mo-
1,22 y
mento de aplicar la norma en comentario, deberá remitirse a aquellos
supuestos.
Laley se refiere a dos clases de lesiones, una en la integridad física del
feto, y otra en la salud del mismo, la primera se limita a ocasionar deforma-
ciones, tanto en el aspecto interno como externo, en la etapa de formación
o en la etapa desarrollada; la segunda clase, se refiere al daño o menosca-
bo en la salud, como en el funcionamiento de los órganos; afectación que
puede prolongarse hasta después del nacimiento. Es indudable que el feto
para desarrollarse o desenvolverse normalmente, requiere de salud, mu-
cho más que un ser extrauterino, pues cualquier. afectación a su salud trae
consecuencias para su desarrollo futuro. No debe obviarse que un ser en
formación es más propenso a ser afectado que un ya nacido, el mismo que
se refleja en el APGAR (prueba universalmente aceptada por los pediatras
que sirve para determinar el estado de salud del recién nacido, el mismo
que se basa en la frecuencia cardiaca, esfuerzo respiratorio, no muscular,
respuesta estímulos y coloración de piel). De donde resulta que elfeto en
su evolución necesita de plena salud, su alteración puede ocasionar trastor-
nos irreparables que necesariamente van a influir negativamente en su vida
fuera del vientre materno(383).
En la fórmula utilizada por el legislador peruano "causar daño en el
cuerpo o salud del concebido", muy bien puede englobar todas y cada uno
de los comportamiento previstos expresamente en el artículo 157 del Có-
digo Penal español que regula el delito de lesiones al feto. En efecto, allí
se expresa que comete delito de lesiones al feto aquella persona que por
cualquier medio o procedimiento, le causa una lesión o enfermedad que
perjudique gravemente su normal desarrollo, o provoque en el mismo una
grave tara física o psíquica.
En nuestro sistema penal, no hay lesiones al feto o concebido por ne-
gligencia como sí se regula en el artículo 158 del Código Penal español(384).
Es una omisión que debe corregirse, caso contrario, los fetos se encuentran
desprotegidos o desamparados ante temerarias negligencias de los profe-
sionales de la salud que tienen que rrer con ellos.
(383) PoRTOCARREROH|DALGO,2003,p.173.
(384) En igual sentido, el Código Penal alemán en su artículo 1 58 y el Código Penal colombiano
en su artículo 1 26 regulan el ilícito penal de lesiones culposas del feto. lncluso, en estos sistemas pena-
les, si las lesiones al feto ya sean a título de dolo o culpa, son ocasionadas por un profesional de la salud
merecen mayor reprochabilidad penal.
261 a
Ramiro Salinas Siccha
Del mismo contenido del tipo penal del artículo 1.24-A, se concluye
que los bienes jurídicos que el Estado pretende proteger con la tipificación
de la conducta lo constituyen la integridad física y la salud del feto. Es
decir, el bien jurídico protegido es la integridad física y salud del ser que se
encuentra en la etapa que comienza con la anidación del óvulo fecundado
en el útero de la mujer hasta que se inicia el parto. Se protege la integridad
y la salud del ser humano que tiene vida dependiente.
AIanalizar las figuras de homicidio hemos tenido oportunidad de
sostener y fundamentar que después que se inicia el parto comie nzalavida
humana independiente y por tanto, desde que empiezan los intensos do-
lores que avisan la llegada inexorable del nuevo ser, se habla ya de persona.
En suma, cualquier afectación de la salud o integridad física del ser humano
después de que se inicia la etapa del parto, será subsumíday analizada de
acuerdo con los parámetros de los tipos penales de los artículos 121,122v
123 del Código Penal.
4. TIPICIDAD SUBJETIVA
Por la redacción del tipo penal se concluye que se trata de una con-
ducta punible netamente dolosa. No cabe la comisión por culpa o impru-
dencia, es decir, el agente debe actuar con conocimiento y voluntad de
ocasionar daño a la salud o integridad física del ser concebido. Muy bien
a 262
Delitos contra la salud
5. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
El delito se consuma o perfecciona en el mismo momento en que el
agente por cualquier medio ocasiona o causa lesión en la integridad física
o causa daño a la salud del feto. Obviamente, con lo avanzado de la ciencia
médica, la lesión o daño causado puede terminar con atención médica tanto
antes del nacimiento como después del parto.
Es posible la tentativa. Habrá tentativa cuando el agente desarrolla su
comportamiento orientado a ocasionar lesión en el feto, sin embargo, no
logra alcanzar su objetivo por la intervención de circunstancias extrañas a
su voluntad, o también por su propio desistimiento.
6. PENALIDAD
El autor, de ser encontrado responsable del delito de daño o lesiones
al concebido, será merecedor de una pena que oscila entre uno y tres años.
La individualizacrón de la pena concreta dependerá de las circunstancias
que rodeen al hecho así como a la personalidad y medio social del agente.
263 f
Capítulo lV
EXPOSIC¡ÓN N PELIGRO O ABANDONO
DE PERSONAS EN PELICRO
Subcapítulo 1
Consideraciones generales
265 a
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 2
Exposición o abandono de menores o incapaces
1. TIPO PENAL
La primera figura delictiva de peligro concreto lo constituye el tipo
penal del artículo 125 delcódigo sustantivo, modificado por el artículo 2 de
a 266
Exposición a peligro o abandono de personas en peligro
2. TIPICIDAD OBJETIVA
De la lectura del tipo legal, se advierte que la figura delictiva se cons-
tit-uye de dos hipótesis ilícitas que, por sí mismas, constiruyen hechos pu-
nibles independientes. La diferencia es de forma, pues al final tienen el
mismo sentido. Los dos supuesros delictivos denotan peligro concrero y
actual sobre la vida o de grave daño a la salud de la víctima.
a. Exponer a peligro de muerte a un menor. En primer término, resul-
ta necesario poner de relieve qué debe entenderse por exponer a efectos de
comprender mejor los hechos punibles.
Es lugar común en la doctrina acepfar que el comporramiento delicti-
vo de exponer a peligro de muerte o grave daño a la salud consisre en rras-
ladar a un menor de edad o incapaz de valerse por sí mismo de un ambiente
seguro en el cual se encontraba hacia otro lugar donde queda sin amparo
alguno y desprovisto de toda seguridad, originindo así u'peligro concreto
parala vida o salud de aquel(:se).
La conducta delictiva de exponer solo puede materializarse por ac-
ción, no cabe la omisión. El agente debe actuar trasladando a su víctima
de un lugar a otro, donde corre inminente peligro de muerte o grave daño
contra su salud. No obstante, de modo alguno podemos concluir que con
el solo traslado va estamos ante el delito en heimenéutica jurídic". Aqrrel
recién se evidencia cuando aparece el real peligro al sujeto p"rirro. Es decir,
e.l traslado que_ reaLza el agente apenas es urL acto preparitori,¡ para pro-
ducirse el resultado de relevancia penal, cual es la ireación de ,rtr p.lig.o
concreto para la víctima.
si no se evidencia el peligro concreto y actual, así se pruebe con in-
dicios razonables o pruebas concretas qr.r. .i traslado d" un
-error a lugar
267 a
Ramiro Salinas Siccha
. (387) Estaremos ante lo que denominan los funcionalistas una conducta neutral.
I 268
Exposición a peligro o abandono de personas en peligro
269 a
Ramiro Salinas Siccha
(389)
Exp. 1 04-98, en ARMAZA GALDÓ5/ZAVALA TOYA, 1999, p. 47 .
(390)
Exp. 4820-98, en RoJAs VARGAS/BACA CABRERA/NEtRA HUAMÁN, 1 999, p. 1 51.
a 270
Exposición a peligro o abandono de personas en peligro
cuales está obligado. Ocurre, por eiemplo, cuando un curador con toda su
familia sale de vacaciones y deja bajo llave en su vivienda a un incapaz -cie-
go sordo- por espacio de un mes, creándole el serio peligro de morir por
inanición.
g. AbandonAr A un menor de edad a graae e inminente daño a su
salud. La hipótesis delictiva se configura cuando el agenre con la finalidad
que el menor de edad del cual tiene su cuidado o protección quede ex-
puesto a peligro grave e inminente su salud, se aleja del lugar donde este
se encuentra dejándole sin amparo y desprovisto de roda seguridad. No se
configura el delito en comentario cuando elpropio menor de edad por pro-
pia voluntad, decide sustraerse a la custodia de sus progenitores fugándose,
por ejemplo(lrt).
b. Abandondr A un incapaz de aalerse por sí mismo a graae e inmi-
nente daño a sw salud. Este último supuesto delictivo se configura cuando
el agente con la finalidad de que la persona incapaz de valerse por sí misma
-de la cual tiene su cuidado o protección legal- quede expuesra a peligro
graye e inminente su salud, se aleja del lugar donde esra se encuentra deján-
dola sin amparo y desprovista de toda seguridad.
271 f
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
La forma de construcción o redacción del tipo penal nos orienta a
precisar que estamos ante conductas netamente dolosas. No cabe la co-
misión por culpa. Es decir, el agente debe tener conciencia y voluntad de
exponer o abandonar a un peligro concreto a un menor de edad o a un
incapaz que sabe que no puede valerse por sí mismo para salir de cualquier
situición de riesgo en que pueda encontrarse, con la finalidad de librarse de
los deberes de asistencia que tiene para con é1. Esto último es importante
ponerlo de relieve para calificar la conducta, pues si no fuere esa la finalidad
del agente y, por el contrario ) actuar^ con la finalidad que muera o se lesio-
ne gravemente la víctima, estaremos ante la figura delictiva de homicidio
o lesiones respectivamente, de modo alguno frente al hecho punible en
hermenéutica jurídica.
Determinar el deslinde entre el delito de exposición o abandono a pe-
ligro a un menor o incapaz con una conducta homicida o lesiones, resulta la
mayor de las veces difícil. Sin embargo, a nuestro entender se deberá calificar
determinado hecho real de acuerdo a las circunstancias en que estos ocurrie-
ron. Ello, después de la investigación preliminar que se reahza ni bien ocurri-
do un hecho con características criminales. Aun cuando es difícil establecer
el fin perseguido por el agente al perpetrar un delito, muchas veces aplicando
el sentido común en el análisis de los actos de investigación y de prueba efec-
tuados en la investigación preliminar, llega a ponerse en evidencia.
Resulta imperativo que el agente sepa, por ser evidente o conocer la
edad, que la víctima de la exposición o abandono es, en efecto' un menor
de edad, es decir, menor de dieciocho años de edad según nuestro sistema
jurídico. En su caso, el sujeto activo debe conocer, por ser evidente o estar
a 272
Exposición a peligro o abandono de personas en peligro
4. ANTIJURIDICIDAD
Igual que los delitos anreriores en esta etapa del análisis de los su-
puestos delictivos previstos y sancionados en el artículo 125 del Código
Penal, se verificará si realmente la conducta es contraria a derecho o, en su
caso, concurre alguna causa de justificación de las indicadas en el artículo
20 del Código Penal. De ese modo, el operador jurídico analizará si en la
exposición o abandono a peligro de muerte o grave e inminente daño a la
salud de un menor de edad o incapaz de valerse por sí mismo, concurre la
legítima defensa o el estado de necesidad justificante o el agente actuó por
una fuerza física irresistible o compelido por un miedo insuperable o en
cumplin-riento de un deber.
5. CULPABILIDAD
En cambio, en esre aspecro del análisis se verificará si el agente es im-
putable, es decir, es mayor de edad o no sufre de alguna anomalía psíquica
para atribuirle positivamente el hecho punible. Luego, se determinará si al
momento de actuar conocía la antijuridicidad de su conducta. Finalmen-
te, se verificará si en el caso concreto tenía o no la posibilidad de acruar
conforme a derecho. Esto es, si se determina que el agente no tuvo otra
alternativa que realizar el hecho típico por estado de necesidad exculpante,
por ejemplo, la conducta típica y antijurídica no se le podrá atribuir. Por el
contrario, si llega a verificarse que el agente ruvo otra alternativa diferente
a la de realizar elhecho típico, se le atribuirá la comisión del mismo.
6. CONSUMACTÓN
273 a
Ramiro Salinas Siccha
f 274
Exposición a peligro o abandono de personas en peligro
8. PENALIDAD
De verificarse los supuestos recogidos en el primer párrafcl del artícu-
lo 125 del Código Penal, el autor será merecedor de una pena privativa de
libertad que oscila entre uno y cuatro .rños, todo dependiendo de la forma,
modo v circunstancias en que ocurrieron los hechos v la personalidad del
agente.
Subcapítulo 3
Omisión del deber de socorro
1. TIPO PENAL
275 1
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El injusto penal se configura cuando el agente con una conducta omi-
siva no presta auxilio o socorro al suieto pasivo que ha herido o incapa-
citado, poniendo con tal conducta omisiva en peligro su vida o su salud.
Constituye un comportamiento de omisión propia' por lo que se exige que
exista una norma dé mandato, la misma que sería la obligación natural que
impone la cultura social de prestar socorro a una persona que se encuentra
inminente peligro para su vida o su salud.
",-,i".rtr
El delito se configura por un actuar precedente del agente, esto es' el
haber herido o incapacitado a la víctima. En doctrina encontramos una viva
controversia respecto de este punto. Cierto sector refiere que el actuar Pre-
cedente qrr. g".r.rt el peligro debe ser fortuito, otro sector de la doctrina
refiere q"" debe r"t po. un actuar imprudente o negligente; algunos refie-
t-.n qrr. prr"de ser tanto.por imprudencia como_por caso fortuito; en tanto
que un grupo mrnorltario sostenemos que puede ser po_r una conducta im-
p.nd"rte o dolot", de ninguna manera puede devenir de un caso fortuito.
Moder.r"-.nte, ha quedado fuera del ámbito de las conductas penalmente
relevantes los casos fortuitos e imprevisibles. Nadie responde por ellos.
La última posición citada se ha impuesto en nuestra normarividad
vigente. El tipo penal del artículo 126 nada refiere respecto de si la lesión
o incapacidaá pioducida sobre la víctima tenga que ser consecuencia de
una conducta dolosa o negligente. Solo refiere que la conducta preceden-
te debe provenir de una conducta del propio agente. En efecto, y
el tipo ^mpxr^ del
furrdaménta mucho más nuestra posición el hecho de que penal
artículo 126 alindtcar en su redacción "a una Persona que ha herido o inca-
pacitado", nos orienta acerca de que la conducta precedente debe provenir
d. rtr" conducta dolosa o culposa del agente, quedan excluidos los casos
fortuitos.
El hecho punible, en consecuencia, se configura tanto si el actuar
precedente del igente que causó la lesión o incapacidad de la víctima fue
doloto o culposo, quedando excluidos los casos fortuito o imprevisible.
Ello tiene su correlato de coherencia con el principio general que nadie res-
ponde por el solo resultado o, mejor dicho, por resPonsabilidad objetiva.
De modo que no cometerá el presente iniusto penal una persona que en
circunstancias que se encontraba intercambiando golpes_de puño con otra,
ocurre un srsmo y, como consecuencia de ello, esta queda bajo los escom-
bros de su vivienda mal herido y aquel en lugar de socorrerle sale del lugar
corriendo y va en busca de sus familiares.
f 276
Exposición a peligro o abandono de personas en peligro
277 a
Ramiro Salinas Sicch¿
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
La forma como aparece redactado el tipo penal permite entender que
setrata de un delito de comisión netamente doloso. No cabe la comisión
por culpa. Si la omisión de prestar socorro se debe a una negligencia, la
a 278
Exposición a peligro o abandono de personas en peligro
conducta no será delictiva, pues aquel accionar queda fuera del ámbito de
la norma y, por tanto, son conductas penalmente irrelevantes.
En la conducta debe concurrir necesariamente el dolo, es ciecir, el
agente debe conocer la lesión o incapacidad que ha causado a su víctima y
tener la voluntad para no prestarle el socorro que, dentro de circunstancias
normales, se le exige. El agente debe querer, con su omisión, causar un
peligro paralavida o salud de su víctima. El objetivo final debe ser la gene-
ración concreta de un peligro, de ningún modo puede ser otra la finalidad.
Si se verifica que el sujeto activo tuvo la finalidad de ocasionar la muerte de
su víctima o generar una lesión más grave, el delito de omisión de socorro
no aparece, por el contrario, aquella conducta será subsumida en otro tipo
penal mucho más grave.
4. ANTIJURIDICIDAD
En esta etapa del análisis de los supuestos delictivos previstos y san-
cionados en el artículo 1,26 del Código Penal, se verificará si realmente la
conducta es contraria a derecho o, en su caso, concurre alguna causa de jus-
tificación de las indicadas en elartículo 20 del Código Penal. De ese modo,
el operador jurídico analizará si en la omisión de prestar socorro o auxilio
a una persona que ha herido o incapacitado poniéndole en peligro su vida o
su salud, concurre la legítima defensa o el estado de necesidad justificante o
el agente actuó por unafuerza física irresistible o compelido por un miedo
insuperable o en cumplimiento de un deber.
5. CULPABILIDAD
En cambio, en este aspecto del análisis se verificará si el agente es im-
putable, es decir, es mayor de edad o no sufre de alguna anomalía psíquica
para atribuirle positivamente el hecho punible. Luego, se determinará si al
momento de actuar conocía la antijuridicidad de su conducta. Finalmente,
se verificará si en el caso concreto tenía o no la posibilidad de actuar confor-
me a derecho. E.sto es, si se determina que el agente no tuvo otra alternativa
que realizar el hecho típico por estado de necesidad exculpante, por ejem-
plo, la conducta típica y. antijurídica no se le podrá atribuir. Por el contrario,
si llega a verificarse que el agente tuvo otra alternativa diferente a la de rea-
lizar el hecho típico, se le atribuirá la comisión del mismo. Por ejemplo, no
se le atribuirá el delito de omisión de prestar socorro al chofer que prefirió
conducir al hospital a su cónyuge que salió seriamenre lesionada del acci-
dente de tránsito en que participó, dejando o abandonando al herido. En
este supuesto es evidente que aparece un estado de necesidad exculpante.
279 a
Ramiro Salinas Siccha
6. CONSUMACTÓN
7. PENALIDAD
El autor será pasible de ser sancionado con pena privativa de libertad
que oscila entre dos días a tres años.
Subcapítulo 4
Omisión de auxilio o aviso a la autoridad
1. TIPO PENAL
El tipo penal del artículo 127 del corpus iwris penale tipifica dos con-
ductas punibles: la omisión de auxilio y la omisión de dar aviso a la autori-
dad, en los términos siguientes:
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El tipo penal recoge dos hipótesis delictivas. La primera que aparece
cuando el agente dolosamente omite prestar auxilio inmediato a un herido
o cualquier otra persona en estado de grave e inminente peligro; y la se-
gunda, que se configura cuando el sujeto activo se abstiene de dar aviso a la
autoridad competente respecto del herido o la existencia de una persona en
estado de grave e inminente peligro.
Se trata de hechos punibles de omisión propia, donde se requiere in-
fringir o lesionar una norma de mandato, la misma que constiruye el deber
social de auxiliar o prestar ayuda diligente. al prójimo que se encuenrre en
clrcunstanclas concretas que encierran peligro para su vida o salud.
Los supuestos delictivos requieren necesariamente de la concurren-
cia de determinadas circunstancias, que de no aparecer, aquellos no se
configuran.
En efecto, se exige que el sujeto pasivo se encuentre herido o atrave-
sando cualquier otra situación de grave e inminente peligro. Por herida se
entiende cualquier daño sufrido en la integridad física que pone en riesgo la
salud. Este riesgo debe ser vna amenaza concreta de causar un daño grave
e inminente a la salud de la víctima. También el sujeto pasivo puede encon-
trarse en cualquier otra circunstancia que denote peligro grave e inminente
para su vida o salud. Una persona puede hallarse en peligro sin haber sido
previamente herida. Por ejemplo, se presenta cuando un navegante por un
accidente en alta mar pierde su barco y queda a la deriva en un bote averia-
do que difícilmente lehará llegar a la orilla.
Ro)'Frevre(3ez), analizando el artículo 183 del Código Penal deroga-
do v citando a Hungría, señala en forma acertada que "tratándose de una
persona herida la norma estudiada presume jure et de jure la existencia de
un estado de peligro, aun cuando la herida no sea grave, siendo suficiente
que reduzca a la víctima a la condición de no poder valerse por sí misma.
Fuera de la hipótesis aludida, el riesgo debe ser apreciado in concrerus; es
281 I
Ramiro Salinas Siccha
4 282
Exposición a peligro o abandono de personas en peligro
(3e8) BRAMoNTARtAs,
,l990,
p.109.
283 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
La forma de redacción del tipo penal evidencia que se rrara de un de-
lito netamente doloso. No cabe la comisión culposa.
El sujeto acrivo acrúa con conocimiento de que el sujeto pasivo se en-
cuentra en un grave e inminente peligro y voluntariamente decide no pres-
tarle el auxiliolnmediato que amerita la situación, sabiendo perfectamente
que no corre ningún riesgo personal si actuara. En la segunda hipótesis, el
agente con conocimiento de que la víctima objetivamente se encuentra en
.rir est"do de peligro, voluntariamente decide no dar aviso a la autoridad.
El error sobre cualquiera de los elementos del tipo anotados' ya sea
vencible o invencible, excluye el dolo, por lo tanto, el hecho sería atípico al
no haberse regulado la omisión de socorro culposo en nuestro Código Penal'
4. ANTIJURIDICIDAD
En esta etapa del análisis de los supuestos delictivos previstos y san-
cionados en el aiticulo 1,27 del COdigo Penal, se verificará si realmente la
conducta es contraria a derecho o en su caso, concurre alguna causa de
justificación de las indicadas en el artículo 20 del Código Penal. De ese
modo, el operador jurídico analizará si en la omisión de prestar socorro o
auxilio ntr" p.ttona que ha encontrado herida o en manifiesto e inminen-
"
te peligro, .oñ".ltr. la legítima defensa o el estado de necesidad justificante
o ál actuó por unafuerza física irresistible o si fue inducido por un
"gi.rt.
miedo insuperable.
a 2B4
Exposición a peligro o abandono de personas en peligro
5. CULPABILIDAD
En este aspecto del análisis se verificará si el agente es imputable, es
decir, es mayor de edad o no sufre de alguna anomalía psíquica para avi-
buirle positivamente el hecho punible. Luego, se determinará st al momen-
to de actuar conocía la antijuridicidad de su conducta. Finalmente, se veri-
ficará si en el caso concreto tenía o no la posibilidad de actuar conforme a
derecho, esto es, si se determina que el agente no tuvo otra alternativa que
realizar el hecho típico por estado de necesidad exculpante, por ejemplo, la
conducta típrcay antijurídica no se le podrá atribuir. Por el contrario, si lle-
ga a verificarse que el agente tuvo otra alternativa diferente a la de realizar
el hecho típico, se le atribuirá la comisión del mismo.
6. CONSUMAC¡ÓN
7. PENAL¡DAD
El autor, después de haberse probado su responsabilidad penal en la
comisión del hecho punible, será merecedor a pena privativa de libertad
que oscila entre dos di"r y un año o con treinta á cie.rio veinte días multa,
ello a criterio del juzgador.
285 I
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 5
Exposición a peligro de personas dependientes
1. TIPO PENAL
El delito denominado también abuso de tutela o maltrato de depen-
diente, se encuentra tipificado en el artículo 128 del Código Penal, cuyo
texto original fue modificado por el artículo 2 dela Ley N" 26926, del21,
de febrero de 1998 ¡ luego, por la Segunda Disposición Final de la Ley N"
28190, Ley que protege a los menores de edad de la mendicidad, del 1B de
marzo de 2004, quedando en los términos siguientes:
2. TIP¡CIDAD OBJETIVA
El hecho punible se configura cuando el sujeto activo expone a pcli-
gro para la vida o salud al sujeto pasivo, quien se encuenrra bajo su depen-
dencia, ya sea privándole de alimentos o cuidados indispensables o some-
tiéndole a trabajos excesivos o inadecu¿dos o en su c¿1so, abusando de los
medios de corrección, disciplina u obligándole a mendigar.
El ilícito penal aparece solo en los casos en que la r'íctima sea depen-
dicntc del aeente, va sea porque está colocado bajo su autoridad, depen-
dencia, tutela, curatele o vigilancia. Si se verifica que la supuesta víctima
no ticne relación de dependencia respecto del sujeto ectivo, el delito no se
confi¡¡ura.
De la redacción del tipo penal se desprende que esrán tipificadas has-
ta seis conductas delictivas o modalidades y no solo tres como afirman
a 286
Exposición a peligro o abandono de personas en peligro
287 a
Ramiro Salinas Siccha
I 2BB
Exposición a peligro o abandono de personas en peligro
289 a
Ramiro Salinas Siccha
f 290
Exposición a peligro o abandono de personas en peligro
4. TIPICIDAD SUBJETIVA
El elemento subjetivo del tipo penal hace referencia a que el sujeto
activo debe actuar con dolo, es decir, con conocimiento y voluntad de pro-
ducir el resultado, cual es exponer a un peligro concrero la vida o s"luá d.l
sujeto pasivo, quien debe tener una relación de dependencia respecto de
aquel.
291 a
Ramiro Salinas Siccha
5. CONSUMACIÓN
6. PENATIDAD
El autor del delito será merecedor de una pena privativa de libertad
que oscila entre uno y cuatro años. De configurarse el segundo párrafo del
artículo 128,\a pena oscila entre dos y cuatro años. En tanto que de confi-
gurarse la agravante prevista en el último párrafo del artículo 128, la pena
para el autor será no menor de dos ni mayor de cinco años.
293 a
Título II
DELITOS CONTRA
EL HONOR DE LAS PERSOI{AS
@
Capítulo V
DELITOS CONTRA EL HONOR
Subcapítulo 1
Cuestiones preliminares
1. GENERALIDADES
Si bien los delitos contra el honor son los más clásicos y asenrados en
la legislación penal comparada, esra tradición puniriya se contrasra con el
hecho de que encontrar un concepto convincente sobre lo que se entiende
o debe entenderse por honor es poco más que difícil. Ello debido a que
297 a
Ramiro Salinas Siccha
(401 )
vid. LAURENzo CoPEtLo, 2002, p. 34.
(402)
uGAz SÁNCHEZ-MORENo, 1 998, p. 29
a 29B
Delitos contra el honor
(403) p.123.
BRAMoNT ARrAs, 1990,
(404)
FERNÁNDEz SESSAREGo, 1987 , p.45.
299 a
Ramiro Salinas Siccha
I 300
Delitos contra el honor
301 r
Ramiro Salinas Siccha
t 302
Delitos contra el honor
(41 3)
CARo JoHN, José, "La ponderación entre el derecho al honor y el derecho a la libertad de
expresión'i en Dogmát¡ca Penal aplicada, No 4, Ara editores, 2010, pp. 263 -.296.
(414) FERNÁNDEZSESSAREGO, 1987,P.46.
303 I
Ramiro Salinas Siccha
I 304
Delitos contra el honor
dentro del contexto sitwacional en el que se ubican tanto el sujeto activo como
el sujeto pasiao, por el indiscutible contenido sociocultwral qwe representa la
reputación o la bwena imagen de la persona como objeto de twtela penal'(l').
6. ANIMUS INIURIANDI
(4r 6) Ejecutor¡a 5u prema del 1 de octu bre de 1gg7 , Exp. 41 65-96-La mbayeq ue, en R9.JAS vAR-
GAs, 1 999, 32 1.
30s I
Ramiro Salinas Siccha
(4re) Exp. 4149-96, en Diálogo con lo Jurisprudencia, año 2, N" '16, octubre, 2002, p.38.
.
¡ 306
Delitos contra el honor
307 a
Ramiro Salinas Siccha
Saber quiénes pueden ser titulares del bien jurídico honor o, mejor
dicho, quienes pueden ser pasibles de constituirse en sujetos pasivos de
una conducta que afecta el honor, es un tema que en doctrina y en las di-
versas legislaciones da pie a una polémica nada pacífica. Para algunos tanto
la persona física como la jurídica tienen honor y, por tanto, corresponde al
derecho penal protegerlo. En tanto que para otros, solo la persona natural
es titular del bien jurídico honor que merece protección punitiva.
309 I
Ramiro Salinas Siccha
\422) Véase, por ejemplo, la Sentencia del Tribunal Constitucional Español No 214/1991, de 11
de noviembre: Libertad de expresión y derecho al honor (caso Violeta Friedman) B.O.E. de 17 de di-
ciembre de 1 991. Ponente, Vicente Gimeno Sendra. Aquí el Tribunal Constitucional de España declaró
que se había lesionado el honor de una persona por medio de declaraciones efectuadas en un medio
de comunicación en agravio de los judíos. Allí se determinó categóricamente que: "No hay derechos
absolutos. La libertad de expresión no ampara manifestaciones, expresiones o campañas de carácter
racista o xenófobo, pues estas afectan de modo directo no sólo al derecho al honor sino a otros bienes
constitucionales, como es la dignidad y la igualdad de las personas'l
I 310
Delitos contra el honor
\423) Expediente No 905-2001 -AA/TC, en el recurso extraordinario interpuesto por la Caja Rural
de Ahorro y Crédito de San Martín contra la sentencia de la Sala Mixta de la Corte Super¡or de.lusticia de
San Martín que declaró improcedente la acción de amparo.
311 I
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 2
Injuria
1. TIPO PENAL
El que ofende o ultraja a una persona con palabras, gestos o vías de hecho,
será reprimido con una prestación de servicio comunitario de diez a cuarenta
jornadas o con sesenta a noventa días multa.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
En primer lugar, nos parece importante dejar establecido con pala-
bras del profesor Urquizo Olaechea(+24), que bajo este tipo penal subyace
313 I
Ramiro Salinas Siccha
315 I
Ramiro Salinas Siccha
I 316
Delitos contra el honor
3. TIPICIDAD SUBJET¡VA
Sin duda, de la propia estructura del tipo penal que tipifica el hecho
punible, se deduce que la injuria es una conducta netamente dolosa. No
cabe la comisión por culpa. Aquí es necesario dejar establecido que todas
las conductas de relevancia penal que lesionan el bien jurídico honor, son
de comisión dolosa.
317 1
Ramiro Salinas Siccha
dole así graae hwmillación afectando sus más íntimos y sensibles sentimientos;
bechos qwe configwran el delito de injuria, al acreditarse el animws injwriandi
en la condwcta de la querellada"(30).
4, ANTIJURIDICIDAD
IJna vez verificada que la conducta se subsume en el tipo penal de in-
juria, corresponde al operador jurídico determinar si la conducta es contraria
al ordenamiento jurídico o en su caso, está permitida por concurrir alguna
causa de justificación de las previstas en el artículo 20 del Código Penal.
5. CULPABILIDAD
Respecto a la culpabilidad, corresponde al operador jurídico determi-
nar si el agente de la acción o expresiones iniuriantes es imputable, es decir,
es mayor de edad y no sufre de alguna alteración mental; luego, deberá
verificar si el agente al momento de expresar las palabras o frases ofensivas
al honor de su víctima, conocía la antijuridicidad de su conducta, es decir,
conocía que estirba actuando en contra del derecho. Aquí muy bien puede
configurarse un error de prohibición. Estaremos ante esta categoría cuando
el agente ofende la dignidad de la víctima en la creencia que está legalmente
permitido defender su honor de hombre a cualquier precio. Acto seguido,
deberá verificarse si el agente al momento de injuriar tenía otra alternativa
a la de injuriar a la víctima. Si llega a determinarse que en el caso concreto,
el agente no tenía otra alternativa que ofender el honor de la víctima, la
conducta no será culpable, pues es posible que estemos ante un estado de
necesidad exculpante.
6, CONSUMACIÓN
I 318
Delitos contra el honor
7. TENTATIVA
8. PENALIDAD
Al agente que se le encuentre rcsponsabie del delito de injuria, des-
qufs de haber transcurrido la qucrclla con todas las garantías que exige el
debido proceso, se hará merecedor dc la pena de prestació.r d" r.*i.io
comunitario de diez a cuarcnta iorn,rdas o con sesenta a noventa días mul-
ta. Además, esto va a depender de ll fo'na. modos, circunstancias en que
ocurrieron los hechos y sobre todo la personalidad del procesado.
319 I
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 3
Calumnia
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La conducta se materializa cuando el agente o sujeto activo con la
única finalidad de lesionar el honor (definido como el derecho a ser respe-
tado por los demás por el simple hecho de ser racional y dotado de digni-
dad personal), le atribuye, inculpa, achaca o imputa a su víctima la comi-
sión de un hecho delictuoso, sabiendo, muy bien, que no lo ha cometido ni
ha participado en su comisión. En este sentido, el artículo 205 del Código
Penal español de 1995 define a la calumnia como "la imputación de un de-
lito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la
verdad".
Necesariamente tiene que tratarse de un hecho delictivo falso el que
ha sido atribuido al sujeto pasivo. Aquí puede presentarse hasta dos su-
puestos: el primero cuando el agente sabe muy bien que el delito que im-
puta o atribuye a su víctima no ha sido perpetrado por este, sino por tercera
persona; ¡ segundo, cuando el agente sabe que el delito que inculpa o acha-
ca al sujeto pasivo no ha ocurrido en la realidad, siendo solo un invento de
aquel. En suma, el sujeto activo actúa atribuyendo falsamente un delito a
su víctima con la únice finalidad de lesionar el honor.
321 I
Ramiro Salinas Siccha
4 322
Delitos contra el honor
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Como el delito de injuria, la conducta calumniosa es netamente dolo-
comisión por culpa.
sa, no cabe la
(4r3) ROYFREYRE,1989,p.439.
323 I
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
LJna vez verificada que la conducra se subsume al tipo penal de calum-
nia, corresponde al op.t"áot jurídico determinar si la conducta es contraria
al ordenaÁiento juríáico o en su caso, está permitida por concurrir alguna
causa de justificación de las previstas en el artículo 20 del Código Penal.
5. CULPABILIDAD
Respccto a la culpabilidad, corresponde al operador iurídico deter-
minar si el agente de la imputación falsa es imputable, es decir, es mayor
de edad v ,-ro s.rf.. de alguna alteración mental; luego, deberá verificar si
4 324
Delitos contra el honor
6. CONSUMACIÓN
7. TENTATIVA
(43s) BRAMoNTAR|AS,1990,p.145.
325 I
Ramiro Salinas Siccha
8. PENALIDAD
Después de concluido el debido proceso de la querella, al encontrár-
sele responsable del delito de calumnia, la autoridad jurisdiccional depen-
diendo de la forma, modo, circunstancias en que ocurrieron los hechos y la
personalidad del procesado, le aplicará una pena que oscila entre noventa a
ciento veinte días multa. Unido a ello, una considerable reparación civil por
el daño causado al honor del querellante.
Subcapítulo 4
Difamación
1. TIPO PENAL
a 326
Delitos contra el honor
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La conducta típica de difamación se configura cuando el sujeto acti-
vo, ante varias personas, reunidas o separadas, pero de modo que haya posi-
bilidad de difundirse tal acontecimiento, atribuye, imputa, inculpa o achaca
al sujeto pasivo un hecho, cualidad o conducta capaz de lesionar o perju-
dicar su honor. En forma concreta, el profesor Ugaz Sánchez-Moreno(436)
afirma que el delito de difamación consiste "en la divulgación de juicios de
valor ofensivos a la dignidad de una persona".
Lo trascendente en el hecho punible de difamación es la difusión,
propalación o divulgación que se realice o haya la posibilidad de realizarse
del acontecimiento ofensivo que se imputa al sujeto pasivo o víctima. Esta
circunstancia es la que le da peculiaridad frente a los delitos de injuria y
calumnia va explicados. De este modo, no cabe discusión de que se trata
de una injuria con característica especial: la difusión de la noticia ofensiva
o injuriante(417). El sujeto activo debe comunicar a otras personas algún
hecho, cualidad o conducta que lesiona al honor del sujeto pasivo.
La imputación hecha por el agente o sujeto activo, para poderse di-
fundir o tener la posibilidad de divulgarse deberá hacerse ante dos o más
personas, estén estas separadas o reunidas. El profesor Bramont Arias(438)
asevera que "no es necesario que la divulgación, al menos a dos personas, se
efectúe cuando estas se hallen reunidas o en un mismo contexto de tiempo,
sino únicamente que el contenido ofensivo del aserto difamatorio resulte
de las declaraciones hechas a cada una de las personas". Basta que haya la
posibilidad de difundir la atribución difamatoria a más personas en perjui-
cio evidente de la dignidad de la víctima. Caso contrario, se colige que si se
atribuve un hecho, cualidad o conducta ofensiva al honor del destinatario
ante su persona o ante una soia tercera persona, sin que haya posibilidad
de difusión o propalación a otras personas, la difamación no se configura.
Deviene en circunstancia importante a tener en cuenta que la frase
"pero de manera que pueda difundirse la noticia" del tipo legal, nos indica
(436)
UGAZ SÁNcHEz-MoRENo, 1 998, p. 29.
(431)
BRAMoNT-ARrAs/GARcÍA CANTTzANo, 1997, p. 141
(438)
BRAMoNT ARrAs, 199o, p. 1 49.
327 f
Ramiro Salinas Siccha
Por otro lado, de la redacción del tipo penal que tipifica la conducta de-
lictiva de difamación se evidencia con claridad meridiana que pueden presen-
tarse hasta tres supuestos capaces de poner en peligro o lesionar la reputación,
fama o libre desenvolvimiento de la personalidad del ofendido. Veamos:
I 328
Delitos contra el honor
329 a
Ramiro Salinas Sir:cha
(419r
Exp. No 47 32-97 -Li ma. en RoJAS VARcAs, 1 999, p. 328.
1440) Loc. cit.
1441 )
Exp. N" 6 1 29-97, en Ro.,As VARGAS/BACA CABRERA/NETRA HUAMÁN, 1 999, p. 1 69.
I 330
Delitos ( ()ntr.r el honor
a. Por la calidad. El segunclo pírrefo clel rrtículo 132 del Código Penal,
establece que la conductrr difrrnletc¡ria se agrava si csta se refierc al
hecho previsto en el ertículo 131 clel Código Penal. Esto es, el agentc
o autor será merecedor a r,rnr pcn:r más grave cuando, con la finalidad
de que se propale la noticir-r, ,rnrc varias personas imputa o atribuve
falsamente la conlisión clc un clelito a otra persona. Se justifica ple-
namente la agrlvante, pucs cl aqcntc no escatime esfuerzos ni tiene
miramiento alguno cn cillrsilr un pcrjuicio al honor de su víctima. Para
ello, divulga o difuncie lr f¡ls¡ r'roticir ;lnte Lln gran número de perso-
nas; su objetivo cs cltn.rr printe ro 1.r lutoestima de la víctima y luego,
su rcput.rción o l'¡nr.i.
La difusión m:rsive cle la inr¡rut¡cicin falsa de que hemos cometido
un delito, :rp;lrte de ofencier nuc.srrrl dignidad, en forma automática
ocasiona un desprestieio r- dcscréclito ante los demás. Sin explica-
ción razonable, instintivrnente, las personas vemos con recelo v
máximo cuidado, hast,r el pul1ro que deseamos (y a veces se logra)
separar del grupo soci,rl, a aquel quc se le imputa la comisión de un
hecho delictivo.
b. Por el medio empleado. El tercer v último párrafo del tipo penal quer
venimos analizando establcce que la pena será más grave contra el
331 r
Ramiro Salinas Siccha
I 332
Delitos contra el honor
333 I
Ramiro Salin¿s Siccha
¡ 334
Delitos contra el honor
335 I
Ramiro Salinas Siccha
r 336
Delitos contra el honor
(450) El contenido completo del acuerdo Plenario en RoJAs VARGAS/INFANTES VARGAS, 2002, p. 2g9.
337 a
Ramiro Salinas Siccha
I 338
Delitos contra el honor
339 I
Ramiro Salinas Siccha
r 340
Delitos contra el honor
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
La difamación, como todas las otras conductas delictivas que ponen
en peligro o lesionan el bien jurídico honor, es de comisión dolosa; es im-
posible su comisión por culpa o imprudencia.
El agente sabe que la imputación que pretende realizar es ultrajante
para el honor del sujeto pasivo, sin embargo, volunrariamenre decide di-
vulgarlo ante varias personas a fin de conseguir perjudicar a aquel bien. El
objetivo del sujeto activo es el de ocasionar un daño al honor de su víctima.
Si en el hecho concreto no aparece aquella intención, sino otra distinta, el
injusto penal no se configura tal como puede ser con eI animus conigendi,
narrandi, informandi, etc.
Luis Bramo¡¡-fi¡i¿5(as1) enseña que el dolo consiste en la divulgación
voluntaria del hecho, calidad o conduca difamatoria, teniendo la concien-
cia de propalar un hecho que puede perjudicar el honor o la reputación. En
tanto que Luis Roy Freyre(as2) asevera que el dolo en el delito de difama-
ción consiste en la conciencia y voluntad de lesionar el honor o la reputa-
ción de las personas mediante la difusión de la noticia o información.
Si no hay dolo es imposible la tipicidad del delito de difamación. Así
Ejecutoria Superior del 17 de septiembre de 1.997, cuan-
se establece en la
do al declarar fundada la excepción de naturaleza de acción deducida por
el querellado, sostiene: "que d.el examen de las cintas de video y ortol d,
t452) RoYFREYRE,1989,p.444.
341 a
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
IJn:r vcz verificada que la conducta se subsume al tipo penal de difa-
mación, va sea en su aspecto sin-rple o agra'n'ado, corresponde al operador
jurídico determinar si 1a conducta es contraria al ordenamiento jurídico o
(4s3) Exp. 1 281 -97, en PRADO SALDARRTAGA, 1 999, p. 1 0 1 . En parecido sentido se ha pron u ncia-
do la Corte Suprema en el Exp. No 384-2003-La Libertad, cuando por Ejecutoria del 29 de marzo de 2004
sentenció que''del estudio de los autos se aprec¡a que no existen los elementos constitutivos de los delitos
antes menc¡onodos por parte del querellado, de que este, en su condición de regidor, y por ende, fiscalizador
de lo comunidad de Usquil, dio a conocer los malos manejos por parte del olcolde -querellante-, los cuales
hon sido plasmados en una denuncia penal en su contra, lo cual se corrobora con los documentos [...], por
lo que Ia noticio cuestionada contiene un hecho c¡erto, descortóndose e/ animus difamandi, no existiendo
dolo en el accionar del querellado" (CAsrLLo ALVA, 2006b, p. 95).
1454) Exp. N. 2OO-98, en RoJAs VARGAS/BACA CABRERA/NEIRA HUAMÁN, 1999, p. 178.
a 342
Delitos contra el honor
si, está permitida por concurrir alguna causa de justificación de las previstas
en el artículo 20 del Código Penal.
Al ser perseguibles por acción privada todos los delitos contra el ho-
nor, por disposición expresa de la Ley; se concluye que el bien jurídico
"honor" es de libre disposición. En tal sentido, el consentimiento muy
bien puede argumentarse o presentarse como causa de justificación de una
conducta típica de difamación. Como ejemplo, tenemos el precedente ju-
risprudencial del 31 de marzo de 1998. Aquí se sostiene 1o siguiente: %z
consecuencia, y tal como se preoé en el artículo 132' d.el Código Penal, el
ejercicio de la acción en los delitos contra el bonor es privado, por lo que al ser
wn bien jwrídico disponible, el consentimiento exclwye la responsabilidad, no
existiendo infracción cwando el titular del derecbo bubiese otorgado al efecto
sw consentimiento; siendo así, y no entrando al estudio de los animus que
excluyen el injusto típico, estamos ante una cawsa exclwyente de la antijwridi-
cidad, pues el titular al consentir los ataqwes los legitima; estando recogida esta
causa de justificación en el inciso 10 del artícwlo 20 del Código Penal; mien-
tras que en el caso sub examine se aprecia qwe tal consentimiento se produjct
desde el momento en que la querellante sabía el tema que se iba a tratar y el
papel qwe cumpliría dwrante el programa, reafirmándose tal consentimiento
cuando, al reiniciarse el programa, lwego de la pausa comercial, no mantfestó
su desagrado por los calificativos o preguntds que se Ie hacían ni protestó el be-
cbo de qwe le babían sorprendido teniendo la oportunidad de hacerlo no sólo
en el desaryollo del programa sino en las pausas que se realizaban para progra-
mar los comerciales; máxime si se tiene en cuenta que el programa televisioto se
realizaba en vioo y en directo, es decir, Io qwe Ie da la oportwnidad de retirar
el consentimiento qwe niega haber otorgado"(5s).
También la causa de justificación de ejercicio legítimo de un derecho
se constituye en circunstancia para excluir la antijuridicidad en el delito de
difamación. Así, por ejemplo, da cuenta la Ejecutoria Suprema del 28 de
enero de 1998, cuando señala que "del texto de los avisos periodísticos [...J,
se colige que tienden a prevenir que los bienes señalados en el mismo no pue-
dan ser transferidos, cedidos, arrendados o graoados, mientras no concluya el
proceso jwdicial de resolwción de contrato segwido entre las mismas partes; que
dichos aaisos fweron pwblicados por el qwerellado en resgwardo de su patrimo-
nio, en claro ejercicio regwlar de wn derecho'(56).
\456) Exp. No 551 0-97 , en Diólogo con la Jurisprudencia, Año 2, No I 6, Lima, 2002, p. 35.
343 t
Ramiro Salinas Siccha
5. CULPAB¡LIDAD
En esta etapa del análisis corresponde al operador jurídico determinar
si el agente de la acción o de las expresiones difamatorias es imputable, es
decir, ii es mayor de edad o si sufre de alguna alteración mental; luego, de-
berá verificar si el agente al momento de atribuir un hecho, una cualidad o
una conducta ofensiva al honor de su víctima, conocía la antiiuridicidad de
su conducta, es decir, conocía que estaba actuando en contra del derecho.
Aquí muy bien puede configurarse un error de prohibición, el mismo que se
.t
.iifi." cuando el agenre "qwe crqtendo actuar lícitamente perjudica el bien
jwrídico twtelado; para ello, wna creencia eqwir.,ocada de sw actwar líctt.o pwede,
'provenir
o de la igtorancia de qwe su comPortamiento está probibido por el
ordenamiento jwrídico, o del pensamiento de qwe le ampara una eximente por
justificación qwe realmente no se da, o porque dándose, le otorga una amplitud
tal que swpone haber obrado dentro de los fweros de la norma permisi,.u o,
finilmenti, porque imagina la concurencia de circwnstancias ajenas al hecbo
que, si por el contrario, conculTiesen, meritwaría jwstificarlo"(sz).
t4s7) Ejecutoria del 9 de julio de 2009 en el R.N. N.449-2009-Lima, Primera Sala Penal Transito-
ria de la Corte Suprema.
a 344
Delitos contra el honor
6. CONSUMACTÓN
345 r
Ramiro Salinas Siccha
7, PENALIDAD
En caso de haberse procesado al querellado por el tipo base de difa-
mación, se le impondráuna pena privativa de libertad que oscila enrre dos
días y dos años y con treint a a 120 días-multa.
Subcapítulo 5
Excepciones del delito de injuria y difamación
1. DESCRIPCIÓN LEGAL
I 346
Delitos contra el honor
2. CUESTIÓN PREVIA
347 a
Ramiro Salinas Siccha
3. EXCEPCIONES LEGALES
Requisitos:
. De la lectura del supuesto se colige que, en primer lugar, debe
haber un juicio (materia penal, civil, laboral, familia, etc.) en
pleno trámite ante la autoridad jurisdiccional. Caso contrario,
si las ofensas son proferidas ante otra autoridad como' por
ejemplo, la Policía Nacional o un rePresentante del Ministerio
Público, pueden cometerse los delitos de injuria o difamación.
Igual sucedería si las ofensas son proferidas en los ambientes
del juzgado en ausencia del juez.
. Las ofensas proferidas o dichas de!9n estar dirigidas a la otra
parte en ,urclo, de modo que si son dirigidas al juez o a otra per-
sona que no particiPa en el proceso ni tiene relación alguna en
aquel, es posible que se perfeccione un delito contra el honor.
' Las únicas personas que pueden ser autores de las ofensas son
litigantes, apoderados y abogados. Se entiende por litigante al
I 348
Delitos contra el honor
349 a
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 6
La exceptio z)eritatis o prueba de la verdad
1. DESCRIPCIÓN LEGAL
El autor del delito previsto en el artículo 132 puede probar la veracidad de sus
imputaciones solo en los casos siguientes:
1. Cuando la persona ofendida es un funcionario público y los hechos,
cualidades o conductas que se le hubieran atribuido se refieran al
ejercicio de sus funciones.
2. Cuando por los hechos imputados está aún abierto un proceso penal
contra la persona ofendida.
3. Cuando es evidente que el autor del delito ha actuado en interés de
causa pública o en defensa propia.
4. Cuando el querellante pide formalmente que el proceso se siga hasta
establecerse la verdad o falsedad de los hechos o de la cualidad o
conducta que se le haya atribuido.
Si la verdad de los hechos, cualidad o conducta resulta probada, el autor de
la ¡mputac¡ón estará exento de pena.
351 I
Ramiro Salinas Siccha
I 352
Delitos contr¿ el honor
353 t
Ramiro Salinas Siccha
I 354
Delitos contra el honor
355 I
Ramiro Salinas Siccha
'l
1410) BRAMoNT AR|A5, 1990, p. 52.
I 3s6
Delitos contra el honor
357 f
Ramiro Salinas Siccha
I 358
Delitos contra el honor
Subcapítulo 7
Inadmisibilidad absoluta de la exceptio ,ueritatis
1. DESCRIPCIÓN LEGAL
El artículo 135 del C.P, modificado por laLey N" 2Z4BO del 13 de
junio de 2001, establece en forma clara las hipótesis en los que no se puede
admitir la exceptio aeritatis, así:
2. FUNDAMENTODETANORMA
Para garantizar la institución de la cosa juzgada,así como la incolumi-
dad de la vida íntima y familiar de las personar, él legislador de modo raxa-
tivo ha dispuesto en qué supuestos queda excluida lá prueba de la verdad.
359 I
Ramiro Salinas Siccha
I 360
Delitos contra el honor
361 I
Ramiro Salinas Siccha
4 362
Delitos contra el honor
Subcapítulo 8
Difamación o iniuria encubierta o equívoca
1. DESCRIPCIÓN LEGAL
363 I
Ramiro Salinas Siccha
4 364
Delitos contra el honor
365 r
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 9
Iniurias recíprocas
1. TIPO PENAL
La figura delictiva de injurias recíprocas aparece tipificada en el artí-
culo 137 del código sustantivo, en la siguiente forma:
2. FUNDAMENTO DE LA NORMA
El tipo penal del artículo 137 del Código Penal, deviene en sui generis
por las especiales circunstancias que contiene. En la doctrina se han plan-
teado diversas teorías pararratar de justificar la presencia de una norma en
tal sentido. De ese modo, se han expuesto Iarcoría de la legítima defensa,
la teoría de la fórmula compensatoriay, finalmente, la teoría de la retorsión.
r 366
Delitos contra el honor
367 I
Ramiro Salinas Siccha
(482) BRAMONT_AR|ASToRRES/GARCIACANTIZANO,
1997,p. 153.
Ejecutoria suprema del 23 de julio de 1 g99, Exp.
. , 'oul'
risprudencia, Año ll, No 3, 2000, p. 31 8.
1 92-gg-Tacn a, en Revista peruana de Ju_
r 368
Delitos contra el honor
En el segundo y último párrafo del tipo penal del artículo 13g, se dis-
pone que cuando se ofende la memoria de persona fallecida, presunramen-
te muerta, o declarada judicialmenre ausente o desaparecida, corresponde
al cónyuge, ascendiente, descendiente o hermano p.o-oue. la acción penal
o en su caso, continuar la querella.
Del dispositivo se concluye lo siguiente: Primero que la memoria
de la persona fallecida, presuntamente fallecida, declaradó judicialmente
ausente o desaparecida, está debidamente tutelada por la ley penal contra
c_onductas injuriosas o difamantes. No obstante, queda claro-que se rrata
de la_memoria de persona muerra, declarada ausenre o desapareiida, por lo
que de ningún modo podemos afirmar que se trata de proteger el honor de
las personas con aquellas cualidades.
369 I
Título III
DELITOS CONTRA LA FAMILIA
1. CONCEPTO DE FAMILIA
373 f
Ramiro Salinas Siccha
El legislador no puede soslayar tal situación toda vez que para la per-
,on" ,r"trlÁl en particular, la familia cumple una función de protección, de
defensa frente alas i.t.rumerables contingencias del medio social. La familia
viene a ser refugio de la persona natural. Esta, sin el respaldo ni la protección
de una familia, iiene mínimas posibilidades de sobrevivir, y si logra hacerlo,
será de escaso valor para el Estado, pues la mayor de las veces se vuelve gre-
garia y antisocial. Roy Freyre(4s4) indica certeramente: es un hecho natural
q.re hombre aislado no puede dar satisfacción normal al imperio de su
"l
sexo, ni atender a los cuidados personales en una edad muy tierna o muy ma-
dura, ni procurarse su propia formación natural. Por tales motivos la familia,
al mismo tiempo que es la colectividad natural más antigua, es también la
célula social por excelencia, la más importante, porque sin ella no se concibe
la posibilidad de una vida en sociedad.
a 374
Delitos contra la fam ilia
37s f
Ramiro Salinas Siccha
a 376
Delitos contra la fam ilia
377 a
Ramiro Salinas Siccha
propios del cónyuge inocente; así como también, la pérdida inmediata del
derecho a heredar del cónyuge engañado(a86).
En definitiva, se evidencia en forma clara que una sanción civil tiene
más eficacia para controlar, mas no para terminar con los innumerables casos
de adulterio que una sanción penal, la cual, aparte de destruir por completo
el matrimonio y la familia, nada positivo consigue parala convivencia social
pacífica.
a 37B
Capítulo I
MATRIMONIO ILECAL
Subcapítulo 1
Generalidades
379 a
Ramiro Salinas Siccha
.
El legislador, tomando en cuenta la. importancia que tiene el matri-
monio para nuestro sistema jurídico, en el artículo 234 del vigente Código
I 380
Matrimonio ilegal
381 T
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 2
Bigamia
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Lr conducta delictiva conocida con el nomen iuris de bigamia se confi-
gur,r cuando una persona unida ya en matrimonio civil contrae nuevamente
nupcias con otra, es decir, un casado contrae nuevo matrimonio con perso-
ne cliferente :r su cónyugc. Bramont-Arias Torres y García Cantizano(487)
son contundentes en este aspecto al afirrnar que la persona contrayente ha
de c¡sarse con una persona diferente a la de su primer matrimonio, caso
contrlrio, no se configuraría el comportamiento típico de este delito.
Rov Frcvre(488) enseñ¿1 que el delito de bigamia consiste en contraer
nuc\'(') rl¿rtrimonio capaz de generar efectos civiles (elemento positivo), sin
e ncontrarse legítiman-rente disuelto el anterior de la misma naturaleza (ele-
I 382
Matrimonio ilegal
383 I
Ramiro Salinas Siccha
(491 )
VrrLA STETN, 1998a, p.70.
i492) BRAMONT-AR|A5 TORRES/GARCÍA CANTIZANO, 1997 , p. 157 .
(493)
Citado por RoY FREYRE, 1975, P.2O2.
T 384
Matrimonio ilegal
3Bs t
Ramiro Salinas Siccha
más drástica cuando actúe astuta y deslealmente con la persona con quien
contrae el segundo matrimonio. Esto es, el agente induce a error a su pa-
reja sobre su estado civil. Se presenta ante aquel como soltero cuando en
la realidad es una persona casada. La agravante se justifica por el hecho
de que astutamente se presenta con un estado civil falso de soltería con
.l único propósito repudiable de periudicar a su pareia. Caso contrario, si
llega a determinarse que la pareia supuestamente sorprendida conocía el
esádo civil del agente y consintió enla realización del matrimonio o en su
caso, por negligente no salió de su error pudiendo hacerlo, la agravante no
apare;e. Sóló sé presenra aquella cuando el error al que fue inducido por el
agente es inevitatle o invencible. Siendo evitable o vencible no se configu-
,ll^^gr^u^nte. En este caso, el bígamo será sancionado de acuerdo con el
primer párrafo del tipo penal del artículo 139.
La calidad del error, para tener eficacia de agravante, debe ser esencial
e invencible, con potencia suficiente como para desvanecer el principio de
sospecha q,r. rnpon" con respecto al verdadero estado civil del agente. Es
necesario un plus, algo más que la sola fama de soltero. Se necesita una
maquinación orientada a hacer caer a su víctima en el equívo6s(a9a). Por su
parie, Villa Srein(4es) indica que aparece la agravante cuando el sujeto acti-
.,ro, .n su propósito engañoso, opera conductas adecuadas a producir error.
T 386
Matrimonio ilegal
le hace creer que ha quedado viudo y,para ello, le presenra una parrida de
defunción falsificada de su anterior cónyuge.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
La forma como aparece redactado el tipo penal nos convence de que
la bigamia es un delito netamenre doloso, no cabe la comisión imprudente
al no estar prevista en nuestro Código Penal.
El dolo se configura cuando el bígamo con pleno conocimienro que se
encuentra unido en un primer matrimonio que cuenta con toda su eficacia
jurídica, libre y voluntariamente decide contraer un segundo matrimonio
civil, esto es, el sujeto activo actúa con conocimiento de la vigencia de su
anterior matrimonio y con la voluntad de celebrar, aun a pesar de ello, un
nuevo matrimonio.
Roy Freyre(4ez) asevera que el dolo en este delito consiste en la "con-
ciencia y voluntad de contraer un nuevo enlace nupcial teniendo conoci-
miento de que los efectos civiles del primero, que suponen monogamia, se
encuentran subsistentes al momento de celebrar el ulterior matrimonio".
En tanto que Bramont-Arias Torres y García Cantizano(ae8) enseñan que
en este delito se requiere necesariamente el dolo, donde se incluye el cono-
cimiento por parte del sujeto acrivo de que su marrimonio anterior no esrá
disuelto y la voluntad, a pesar de ello, de contraer otro nuevo.
No se configura el delito de bigamia cuando una persona contrae
nuevo matnmonlo en la firrne creencia que su anterior cónyuge murió o en
todo caso, creyéndose soltcra. En estos supuestos, al aparecer un error de
tipo excluye el dolo. No obstante, si frente a un caso concreto se observa
que una. personil dció dc- realtz,ar las más elementales diligencias para ave-
riguar si su primer c<i'yugc o su anterior matrimonio subsiste (para
'ivía
salir de su error) v se ct'¡nforma con la posibiliciad de cometer bigamia,
existirá dolo evcntual(4ee).
4. ANTIJURIDICIDAD
lJna vez. quc el operaclor jurídico llega a concluir que el hecho ana-
lizado cuenta cr-'n los clcmenros objetivos y subjetivos tipicos, le corres-
387 a
Ramiro Salinas Siccha
5. CULPABILIDAD
Luego que se anahza y se concluye que la conducta es típica y no
concurre alguna causa de justificación, el operador jurídico continuará en
su análisis, correspondiéndole verificar si la conducta típica y antijurídica
de bigamia puede ser atribuida a su autor o agente. Aquí se verificará si el
autor es mayor de edad o no sufre de alguna anomalía psíquica que le haga
inimputable. Se verificará en seguida si el autor al momento de actuar, co-
nocíi la antijuridicidad de su conducta. Caso contrario, si se verifica que el
autor actuó en error de prohibición el hecho típico y antijurídico no podrá
ser atribuido a su autor.
6. CONSUMACTÓN
I 3BB
Matrimonio ilegal
389 I
Ramiro Salinas Siccha
I 390
Matrimonio ilegal
jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o a las buenas
costumbres". El artículo 276 de aquel cuerpo legal, establece imperativa-
mente que la acción de nulidad no caduca. En suma, así prescriba la acción
penal, subsistirá el hecho de que aquel matrimonio sea declarado nulo y sin
efectos jurídicos.
7, TENTATIVA
8. PENALIDAD
El artículo 139 de nuestro corpus juris penale prescribe que el agente
de la bigamia será merecedor a pena privativa de libertad no menor de uno
ni mayor de cuatro años. En tanto que si se trata de la bigamiaagravada,la
pena oscila entre no menor de dos y no mayor de cinco años.
Subcapítulo 3
Matrimonio con persona casada
1. TIPO PENAL
En el tipo penal del artículo 140 de nuestro código sustantivo, aparece
tipificada la conducta ilegal de matrimonio que reahzauna persona soltera con
una casada, figura que se conoce también como bigamia impropia, del modo
siguiente:
391 r
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La conducta delictiva se configura cuando una persona libre de impe-
dimento matrimonial contrae nupcias con otra persona impedida de casar-
se por ser ya casada. Bramont-Arias Torre s y García Cantizano(sos) concep-
túan este delito como el comportamiento de contraer matrimonio con una
persona casada estando libre de todo impedimento para ello.
Aquí se sanciona a la persona libre que contrae matrimonio a sabien-
das que su pareja está impedido de hacerlo por ser casada. Esto es, el único
impedimento que debe aparecer para configurarse el hecho punible es la
preexistencia de un matrimonio anterior con eficacia jurídica. Al soltero o
soltera que contrae matrimonio con una casada o casado se le imputará el
delito, en cambio al impedido de casarse por ser ya casado se le atribuirá
el delito de bigamia previsto en el tipo penal del artículo 139 del código
sustantivo ya comentado.
Roy Freyre(s06), comentado el artículo 215 del Código Penal deroga-
do que recogíade modo parecido la conducta en sede, dejó expuesto "que el
delito no exige que se conozca por el actor cualquier tipo de impedimento,
sino, solo el que se refiere a la condición de casado del otro contrayente".
Este tipo penal complementa al anterior, toda vez que se refiere a la
situación no desde la perspectiva del casado, sino desde la perspectiva de
la persona que tiene libertad de estado civil, la cual no viola en ningún mo-
mento algún deber derivado de su estado matrimonial, porque no lo posee
¡ por lo mismo, no está en la obligación de observar un deber en particular,
salvo el de no realizar el hecho incriminado, con base en el conocimiento
que posee sobre el estado de casado de la otra persona(s0z).
f 392
Matrimonio ilegal
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la forma como aparece redactado el tipo penal que recoge el matri-
monio de un soltero con perso naya casada, se desprende que se trata de una
conducta netamente dolosa. No cabe la comisión imprudente o por culpa.
El sujeto activo o agente actúa con conocimiento y voluntad, esto
es, tiene pleno conocimiento de que su pareja está unida ya en matrimonio
civil, sin embargo, libre y voluntariamente decide contraer matrimonio con
aquella no interesándole aquel impedimento. Para nuestra legislación, el
único conocimiento válido es el referente al vinculo matrimonial, en con-
secuencia, si el agente tiene conocimiento de cualquier otro impedimento
es irrelevante penalmente.
393 I
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
IJna vez que el operador jurídico concluye que el hecho analizado
cuenta con los elementos objetivos y subjetivos típicos, le corresponde ana-
lizar si en la conducta concurre alguna causa de justificación de las previstas
en el artículo 20 del Código Penal. No hay problemas relevantes en este
aspecto, pero ello no significa que en algún momento puedan Presentarse.
Deberá anahzar el operador iurídico si el autor de la conducta tíPica
en lugar de perfeccionarla, pudo actuar de otra manera, es decir, se entrará a
analiiar si el agente al momento de actuar pudo hacerlo de modo diferente
a cometer el hecho punible. En este tipo de delitos puede materializarse el
miedo insuperable previsto en el inciso 7 del artículo 20 del código. penal.
Ello ocurrirá cuando el agente soltero acepta contraer nuevo matrlmonlo
ante la seria, actual e inminente que le hace el padre de la novia ya
^menaza anterior cónJ'uge, de matarlo si no lo hace para
casada, pero separada de su
salvar el honor de su hija.
5. CULPABILIDAD
Luego que se analizay se concluye que la conducta es típica y no con-
curre alguna causa de justificación, el operador jurídico continuará en su
análisis, y pasaráa verificar si la conducta típica y antijurídica de matrimonio
con persona casada puede ser atribuida a su autor o agente. Aquí se verificará
si el autor es mayor de edad o no sufre de alguna anomalía psíquica que le
haga inimputable. Se verificará en seguida si el autor, al momento de actuar,
conocía la antijuridicidad de su conducta. Caso contrario, si se verifica que el
autor actuó en error de prohibición el hecho típico y antijurídico no podrá
ser atribuido a su autor.
6. CONSUMACIÓN
I 394
Matrimonio ilegal
7, TENTATIVA
8. PENALIDAD
Al autor del delito, después del debido proceso, se le impondrá una
pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años, depen-
diendo de la forma y circunstancias como ocurrieron los hechos así como
de la personalidad de aquel.
Subcapítulo 4
Celebración de matrimonio ilegal
1. TIPO PENAL
La figura conocida con el nomen iuris de autorización de matrimonio
ilegal aparece tipificada en el artículo 141 de nuestro Código Penal que
literalmente indica:
395 r
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Es importante indicar que la redacción del presente tipo penal difiere
radicalmente del tipo penal del artículo 216 del Código Penal de 1924 que,
en cierta manera, recogía el supuesto delictivo de la norma penal en sede.
En efecto, mientras que en el código derogado se utilizó el verbo "auto-
rrzar", el actual hace uso del verbo "celebrar". En consecuencia, el rótulo
de los ilícitos penales es diferente. Antes se hablaba de autorización de
matrimonio ilegal, ahora se trata de celebración de matrimonio ilegal. El
uso de tales verbos ocasiona que los supuestos de hecho de los tipos pena-
les sean totalmente diferentes. Antes, la conducta delictiva se configuraba
cuando el agente o sujeto activo (oficial público o eclesiástico) autorizaba
la celebración de un matrimonio ilegal, en tanto que actualmente aparece
el supuesto de hecho del tipo penal cuando el sujeto activo (funcionario
público) celebra directamente el matrimonio ilegal.
Bramont-Arias Torres y García Cantizano(slo) consideran que "el
Código Penal anterior se refería al funcionario público.que autorizaba el
matrlmonro, esto es, el funcionario público que verificaba la capacidad de
los pretendientes y el cumplimiento de todos los requisitos establecidos
por la normativa vigente. En el Código actual se alude al funcionario públi-
co que celebra el matrimonio, por lo que no necesariamente va a coincidir
con el que lo autoriza, aunque puede suceder que ambas funciones recai-
gan sobre un mismo funcionario. No obstante, y según una interpretación
estricta del precepto, solo se comprendería al que celebra el matrimonio".
El tipo penal en exégesis recoge dos supuestos delictivos debidamente
diferenciados por la actitud psicológica del agente o sujeto activo. En efecto,
por tipicidad subjetiva aparecen dos comportamientos delictivos: celebra-
ción dolosa de matrimonio ilegal y celebración culposa de matrimonio ilegal.
I 396
Matrimonio ilegal
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
tt. Celebración dolosa de matrimonio ilegal
La conducta delictiva prevista en el primer párrafo del tipo penal del
artículo 141 del código sustantivo, se configura o aparece cuando el agente
o sujeto activo, a sabiendas, celebra un matrimonio ilegal. El sujeto activo
tiene pleno conocimiento de que uno de los contrayentes está ya casado
¡ sin embargo, por razones oscuras celebra el matrimonio en forma ilegal.
Interpretando en forma sistemática nuestro catálogo penal, parece
que la circunstancia fundamental para estar frente al supuesto de hecho de
la conducta dolosa es que el agente conozca la condición de casado de uno
o de ambos contrayentes.
397 a
Ramiro Salinas Siccha
I 398
Matrimonio ilegal
4. ANTIJURIDICIDAD
lJna vez que el operador jurídico llega a concluir que el hecho anali-
zado cuenta con los elementos objetivos y subjetivos típicos, le correspon-
de analizar si en la conducta concurre alguna causa de justificación de las
previstas en el artículo 20 del Código Penal. No hay problemas relevanres
en este aspecto.
5. CULPABILIDAD
Luego que se analiza v se concluve que la conducta es típica y no
concurre alguna causa de justificación, el operador jurídico continuará en
su análisis, correspondiéndole verificar si la conducta típica y antijurídica
de bigamia puede ser atribuida a su autor o agente. Aquí se verificará si el
399 r
Ramiro Salinas Siccha
6. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
El hecho punible cometido por funcionario público se perfeccionará
en el momento en que los contrayentes firman el libro de los registros civi-
les en el cual finalmente consta que se unieron en matrimonio.
7. PENALIDAD
De encontrarse responsable al funcionario público en la comisión del
delito en su modalidad dolosa, se le impondrá pena privativa de libertad no
menor de dos ni mayor de cinco años e inhabilitación de dos a tres años
conforme al artículo 36 del Código Penal, incisos 1,2 y 3.
Ello significa que aparte de imponerle pena privativa de libertad entre
los límites que indica el tipo penal, se ordenará la inhabilitación por el tér-
mino de dos a tres años para e;'ercer la función, cargo o comisión que venía
ejerciendo el condenado, aunque tal cargo o función provenga de elección
popular; se le privará también para obtener mandato, cargo, empleo o co-
I 400
Matrimonio ilegal
Subcapítulo 5
Inobservancia de las formalidades
para contraer matrimonio
1. TIPO PENAL
. .Eltipo penal del artículo 1.12 del código sustantivo recoge la conduc-
ta delicti'a que incurre el encargado de celebrar el matrimonio cuando no
obsen'a las formalidades prescritas por la lev, del modo siguiente:
2, TIPICIDAD OBJETIVA
La conducta delictiva se configura objetivamente cuando el funciona-
rio público, párroco u ordinario, celebra un matrimonio sin observar o rener
en cuenta las formalidades prescriras en forma expresa en la ley civil. No obs-
tante, aquí puede rratarse de todas las formalidades prescriras, pero no aque-
lla de que los contrayen¡es deben ser solteros. En efecro, si el funcion"rió ,,o
observa que alguno o ambos conrravenres no reúnen el requisito de soltería
v. sin enlb¿rgo. procede ¿ cclebr¿r el marrimonio, aquel funcionario comere-
rá eldelito deb,,l¡mente tipificado en elartículo t+i delcódigo penal.
como hemos de jado escriro líneas atrás, para la celebración eficaz del
m¿rrimonio, nuesrro catáiogo civil prescribe una serie de formalidades, las
que en doctrina h¿n sido di'ididas en formalidades de fondo y de forma.
Son formalidades de fondo las siguientes:
401 I
Ramiro Salinas Siccha
I qnz
Matrimonio ilegal
403 I
Ramiro Salinas Siccha
a 404
Matrimonio ilegal
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Para configurarse el delito se exige necesariamente la presencia del
dolo, es decir, el agente o autor debe tener conocimiento de las formalida-
des que debe observar para celebrar el matrimonio civilde modo eficaz, sin
embargo, voluntariamente lo celebra sin exigir aquellas formalidades debi-
damente previstas en la lev civil. En efecto, el autor debe saber y conocer
que está celebrando un matrimonio sin las formalidades que exige la ley. Es
posible el dolo eventual.
De la redacción del tipo penal del artículo 142 del Código Penal se
colige con claridad meridiana que no es posible la comisión por imprudencia
o culpa.
4. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
El delito se perfecciona o consuma en el mismo instante que se fir-
ma el acta matrimonial del matrimonio celebrado sin tomar en cuenta las
formalidades exigidas por la ley. Desde aquel trascendente momento co-
mienza el delito que se proyecta en el tiempo hasta que sea declarado nulo
el matrimonio o, en el mejor de los casos, sea convalidado o declarado con
eficacia jurídica.
La tentativa solo es posible en el tiempo que se celebra el acto del
matrimonio, pero antes de la firma de acta respectiva. Antes de concurrir
al acto del matrimonio es imposible pensar que haya tentativa, igual ocurre
cuando va se ha firmado el acta matrimonial. Por ejemplo, habrá tentativa
cuando estando por firmar los contraventes el acta matrimonial, uno de
ellos se arrepiente v no firma el acta correspondiente. Aquí el funcionario
habrá cometido el delito, pero en el grado de tentativa.
5. PENALIDAD
El autor del delito será merecedor de una pena privativa de libertad
no menor de dos días ni mayor de tres años e inhabilitación de uno a dos
años, conforme al artículo 36, incisos 1,2 y 3 del C.P
405 I
Ramiro Salinas Siccha
I 406
Capítulo ll
DELITOS CONTRA EL
ESTADO CIVIL
Subcapítulo 1
Generalidades
407 a
Ramiro Salinas Siccha
I 408
Delitos contra el estado civil
Subcapítulo 2
Alteración o supresión del estado civil
1. TIPO PENAT
La conducta punible de alteración o supresión del estado civil de una
persona tipificada en el artículo 143 de nuestro código susranrivo
del modo^parece
siguiente:
El que, con perjuicio ajeno, altera o suprime el estado civil de otra persona
será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con
prestación de servicio comunitario de veinte a cincuenta y dos jornadas.
2. TIPIC¡DAD OBJETIVA
De la redacción del tipo penal se desprende que el hecho típico del
delito se configura cuando el agente o autor dolosamente y con perjuicio
sentimental o económico de su víctima o de terceros, le suprime o altera el
estado civil. Aparece el perjuicio a terceros cuando, por ejemplo, el estado
civil que se altera es sustituido por daros que corresponden a una persona
fallecida.
La lectura del tipo penal nos indica que la conducra de supresión o
alteración del estado civil, para consriruir delito debe causar un perjuicio
ajeno (va sea a la propia víctima o a un tercero), entendido como el me-
noscabo de los intereses económicos o afectivos que puede tener la vícti-
ma de que su estado civil sea anulado o alterado. Aquel perjuicio del que
hace mención expresa el tipo penal se consriruye en elemenro de tipicidad
fundamental a tal punto que si no se prueba o evidencia en los hechos, el
injusto penal no se configura.
Así, por ejemplo, nuestra Corte Suprema, por Ejecutoria Suprema
del tO de agosto de 1998, absolvió de la acusación fiscal a la procesad" pot
no haberse probado elperjuicio causado al agraviado. El argumenro respec-
tivo sostiene: "qu.e, además, la Ley aeinticinco mil t¡einticinco, actwalmente
derogada, que siroió de swstento para la inscripción extraordinaria, disponía
en sw artícwlo cwarto qwe cwando la petición de inscripción la formwla wno
de los padres, no surte efectos filiales con respecto del otro, saloo las excep-
409 r
Ramiro Salinas Siccha
2.1. Bienjurídicotutelado
El bien jurídico fundamental que se lesiona o pone en peligro con las
conductas de supresión o alteración del estado civil, lo constituye precisa-
mente el estado civil, entendido como la situación jurídica que tiene una
persona dentro de su familia. Esto es, la posición de acuerdo a su filiación o
I 410
Delitos contra el estado civil
411 I
Ramiro Salinas Siccha
interpretarse el cambio del estado civil real del sujeto por otro que no es el
que corresponde efectivamente a su verdade¡¿ 5i¡¡¿gif¡(s2l).
Por su parte, Ángeles Gonzálezlza) afirma que la alteración delestado
civil consiste en privar a una persona del que le corresponde, 1o cual puede
verificarse, bien atribuyéndole uno diferente del suyo mediante imposición
o susritución de una persona por otra bien sin asignarle ningún estado civil.
En suma, como sostiene Villa Stein(525), se tendrá por alterado el estado
civil cuando se reemplace o sustituye por otro. Por ejemplo, cambiar en la
partida de nacimiento de determinada persona el nombre de los padres, etc.
La Ejecutoria Suprema del ZS de agosto áe 2AQ9G26) da cuenta de un
caso real en el que se alteró el estado civil de una recién nacida cuya madre,
previamente fue asesinada. En efecto, allí la Primera Sala Penal Transitoria
de la Corte Suprema de Justicia argumentó 1o siguiente "Se ba llegado a
establecer qwe dicba encausada ha particípado en el e:;ento críninal desrle los
actos prep¿tra.torios basta la consunución del hecbo crintinal, babiendo fingido
el embarazo, participando en la extracción del bebé, trasladrtndo a la reciétt
nacida hasta el Hospital de la Solidaridad, con la finalidad de dar legalidad
a. su supuesto alwrnbramiento y cambíar la identidad a la ntenor... como fi-
nalmente se produjo, conforme se pwede acreditar con el certificado de nacido
aiuo... y en la partida de nacimiento... en los qwe la menor apa.rece cc¡n el
nombre de Katberine Ysabel Tejada Palacios, con fecha de nacimiento dieci-
nugue de octubre del mil cínco".
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Al utilizar los términos "el que (...)".r el inicio de la redacción del
tipo penal, nos indica que estamos ante una conducta dolosa. no cabe la
comisión por culpa o imprudencia, esto es, para que l:r supresión o ¿ltera-
ción del estado civil se constituya en hecho punible deben haber sido oc¡-
sionadas con conocimiento v voluntad por parte del agente o autor. Unido
a ello, el sujeto activo debe actuar a sabiendas de que causa un perjuicio
económico o sentimental al sujeto pasivo o ¿ un tercero.
El agente debe actuar sabiendo que causa un perjuicio. Si del hecho
concreto ello no se evidencia y, por el contrario, el agente actúa, por ejem-
plo, guiado por sentimientos de humanidad, el delito no aparece.
f 412
Delitos contra el estado civil
4. ANTIJURIDICIDAD
lJna vez que.el.operador jurídico llega a determinar. que el hecho
puesto en su conocrmiento reúne los elementos que le dan tipicidad, le co-
iresponderá verificar si en el hecho concurre alguna causa de justificación
de las previstas en el artículo 2O del Código Penal' Es posible que pueda
presentarse un estado de necesidad justificante' por ejemplo.
5. CULPABILIDAD
En caso de no concurrir en la conducta analizada alguna causa que lo
justifique, estaremos ante una conducta típica y antiiurídica, correspon-
diendo al operador jurídico, determinar si el agente es imputable, es decir,
es mayor de edad v no sufre de alguna anomalía psíquica'
413 I
Ramiro Salinas Siccha
do así, no puede ser pasible de wna sanción penal, pues su condwcta no merece
el juicio de reprocbe al haber actuado altruistamente y en error de probibición
sobre la ilicitud de su condwcta al creer qwe estaba procediendo con arreglo al
orden jurídico, con estado de necesidad jwstificante por el estado de la menor,
por Io que su proceder carece de cwlpabilidad conforme a Io dispwesto por el
último parágrafo del artículo catorce del Código Penaf'(s27).
Finalmente, deberá determinarse si el agente en lugar de perfeccionar
la conducta típica y antijurídica de suprimir o alterar el estado civil de su
r'íctima, pudo actuar de manera distinta y evitar de ese modo caer en delito.
6. CONSUMACTÓN
7. TENTATIVA
8. PENALIDAD
E1 autor del ilícito penal se r,i r-nere-cedor a pena privativa de libertad
no menor de dos días ni nravor dc dos años o dependiendo cle l,r forma v
circunstancils en que ocnrrieron los hechos, así como la personalided del
I 414
Delitos contra el estado civil
Subcapítulo 3
Fingimiento de embarazo o parto
1. TIPO PENAL
La mujer que ñnge embarazo o parto, para dar a un supuesto hijo, derechos
que no le corresponden, será reprimida con pena privativa de libertad no
menor de uno ni mayor de cinco años.
La misma pena privativa de libertad y, además, inhabilitación de uno a tres
años, conforme al artículo 36, inciso 4, se aplicará al médico u obstetra que
coopere en la ejecución del delito.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El hecho punible de fingimicnto de preñez o parro se configura cuan-
do el sujeto activo con el firme objetivo de dar a un supuesto hijo derechos
que no le corresponden en la rerlichd, fingc estar embarazada o sir-nula cl
alurnbramiento de un nuevo scr.
Sin duda, aparecen dos supue stos dclictivos cl,rr.rmcnte dife re nciados.
Aquellos supuestos sc concretizan con actos coulpletamcl.rtc ,liferentes v
con diversa actitud por parte del lutor, aun cuanclo su objetir.o consistl cn
conseguir la misma finalidad cual es cllr,r un suplrc'sto hijo de rcchos patri-
n-roniales o no patrimoniales qlle no lc. correspor-rclcn.
415 I
Ramiro Salinas Siccha
(529)
cfr. BRAMONf AR|AS, 1 990d, p.41
(s30)
RoY FREYRE, 1975, P.221.
(s3r )
BRAMONT ARlAs, 1990d, P.42.
a 416
Delitos contra el estado clvil
2.3. Bienjurídicotutelado
El bien jurídico que se pretende proteger con la tipificación de las
conductas delictivas lo constituye el estado civil de las personas, entendido
como la posición'real que tiene un individuo dentro de la familia narural
o jurídica, gozando de los derechos inherentes a su persona como conse-
cuencia natural de aquella posición.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Los hechos punibles de fingimiento de embarazo o parro exigen ne-
cesariamente la concurrencia del dolo en el acruar del agente. Si, por el
contrario, se llega a evidenciar que el agente actuó por imprudencia o negli-
gencia, la conducta será atípica. No cabe la comisión imprudente.
El agente tiene pleno conocimiento que finge un estado de embarazo
o alumbramiento, sin embargo, con la firme voluntad de conceder dere-
chos a un supuesto hijo que no le corresponde, realiza la conducta. En ese
sentido, aparte del elemento dolo, se requiere necesariamente la existencia
de un elemento subjetivo del tipo consistente en que la mujer quiera dar al
supuesto hijo derechos que no le corresponden.
Si no se er.idencia aquella finalidad en la mujer, el hecho injusto penal
no aparece. No habrá delito, por ejemplo, cuando una mujer finge embara-
417 a
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
IJna vez que.el operador iurídico llega a determinar. que el hecho
puesto en su conocimiento reúne los elementos que le dan tipicidad, le co-
rresponderá verificar si en el hecho concurre alguna causa de ¡ustificación
de las previstas en el artículo 20 del Código Penal.
5. CULPABILIDAD
En caso de no concurrir en la conducta analtzada alguna causa que lo
justifique, estaremos ante Llna conducta típica y antijurídica, correspon-
diendo al operador jurídico, determinar si el agente es imputable, es decir,
mayor de edad v no sufre de alguna anomalía psíquica. Luego, verificarri si
el agente al momento de actuar lo hizo conociendo la antijuridicidad de su
conducta. Es difícil imagin;rr que alguna persona en su sano juicio consicle-
re que fingir un crlbar¡z-o o parto para dar a un supuesto hijo dercchos c1ue,
no lo corresponclen cn la rr',rlicl¿rcl, no constituya hecho ilegal.
Finalmentc, cleber,i cletermin,rrsc si el agente en lug,rr de pe rfccci()n;lr
la conducta típica v :rntijuríclic;r de fingir ernbarazo o p¿1rto dc ttn sttpttesttr
hijo, pudo acruer cle ur,rnera clisrinta v evit,rr dc csc r-nodo caer en dclito.
6. CONSUMACTÓN
I 418
Delitos contra el estado civil
7. TENTATIVA
8. PARTICIPACIÓN
419 a
Ramiro Salinas Siccha
9. PENALIDAD
En c¿r.so que dcspués clel debido proceso sc encuentre responsabie
penahnente rl autor o agcnte del delito será s¿ncionrdo con pena prir'.rtiva
de libertad no menor de uno ni mavor de cinco años. Y en el supuesto
que el agente haya recibido lyuda o .oop..,rción de un médico ,, obrr.t.",
estos profesionalcs de l¡ nredicina serán merecedores de la misma pena e
inhabilitación de uno a trcs años conforme al inciso 4 del artículo 36 del
Código Penal, es decir, se declarará la incapacidad para ejercer por cuenta
propia o por intermedio de tercero la profesiór-r médica, circunstancia que
debe especificarse en forma clara en la sentenci¿.
a 420
Delitos contra el estado civil
Subcapítulo 4
Alteración o supresión de la filiación de menor
1. CONCEPTO DE FILIACIÓN
2. TIPO PENAL
421 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD OBJETIVA
De la redacción del tipo penal se evidencia que este encierra hasta
cinco conductas que por sí solas constituyen hecho punible. En efecto,
la tipicidad objetiva de los injustos penales que aparecen en el tipo penal
del artículo 145, tienen una connotación particular cada uno de ellos. No
obstante, su finalidad es la misma, akerar o suprimir la filiación del sujeto
pasivo del hecho, quien siempre será un menor de 1B años de edad.
Bramont-Arias Torres y García Cantizano(s¡s) indican que el com-
portamiento consiste en alterar o suprimir la filiación de un menor, ya sea
exponiéndolo, ocultándolo, sustituyéndolo, atribuyéndole falsa filiación o
empleando cualquier otro medio. En consecuencia, se trata de una sola
conducta delictiva. Interpretación que no se ajusta a la descripción del tipo
penal. De la lectura de aquel tipo penal se concluye que aparecen varias
conductas delictivas, las que tienen por finalidad alterar o suprimir la filia-
ción de un menor.
Las conductas ilícitas de caricter penal que ponen en peligro o lesio-
nan la filiación de un menor son las siguientes:
Exponer a un menor
La conducta delictiva de exposición de menor se configura cuando el
agente o sujeto activo coloca al menor en un lugar que lo desvincula
del medio y de las personas que pueden indicar o determinar su filia-
ción natural. Roy Freyre(516), en forma acerrada, enseña que la exposi-
ción de menor consiste en depositar o colocar al niño fuera del medio
familiar que hubiera permitido deducir con cerreza su estado civil
de modo que ahora se produce la ignorancia, la confusión o la duda
sobre su verdadera filiación. Por su parte, Villa Stein(s3z) sostiene que
se da esta modalidad cuando se desplaza al menor y se le deja en un
lugar en que no se puede saber su filiación por no portar consigo los
datos que permitan su identificación.
Para la configuración de la conducta en comento no se requiere la
concurrencia de la creación de un peligro para la integridad física o
vida del menor, el agente solo busca suprimir la filiación real de su
víctima. Por ejemplo, ocurrirá cuando el agente coloque a un recién
b. Ocwltar A un menor
La conducta punible de ocultar a un menor para alterar o suprimir su fi-
liación se configura cuando el agente sustrae al menor del conocimiento
de aquellas personas que deben estar enteradas de su nacimiento, esto es,
se oculta de sus familiares cercanos, los mismos que tienen el derecho y
el deber de conocer la existencia del menor para darle la filiación real que
le corresponde.
423 I
Ramiro Salinas Siccha
3.1. Bienjurídicoproteg¡do
El interés fundamental que se pretende tutelar con la tipificación de
las conductas ilícitas citadas 1o constituye la filiación, entendida como la
relación parental entre los hijos y sus progenitores que genera derechos
y deberes reconocidos en todo nuestro sistema jurídico como irrenuncia-
bles. La cual puede ser matrimonial o extramatrimonial, diferencia que a
efectos del tipo penal, no tiene mayor importancia.
4. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la redacción del tipo penal se desprende que se trata de figuras
delictivas necesariamente dolosas. No es posible la comisión culposa.
El agente sabe o conoce que con su conducta está alterando o supri-
miendo la filiación de su víctima, sin embargo, voluntariamente actúa pues
aquella circunstancia es su objetivo. A efectos del dolo no interesa saber si
el agente conocía que su conducta estaba prohibida, ello como es sabido se
verificará al analizar el elemento culpabilidad del delito.
Por su p^rte, Roy Freyre(s4l) enseña que el dolo en esta clase de de-
litos consiste en la conciencia y voluntad de que se trastorna el estado de
familia de un niño con el empleo de los medios referidos por la ley.
425 a
Ramiro Salinas Siccha
5. ANTIJURIDICIDAD
rJnavez que.el.operador jurídico llega a determinar que el hecho
puesto en su conocimiento reúne los elementos que le dan tipicidad, le co-
rresponderá verificar si en el hecho concurre alguna causa de iustificación
de las previstas en el artículo 20 del Código Penal.
6, CULPABILIDAD
En caso de no concurrir en la conducta analizada alguna causa que lo
justifique, estaremos ante una conducta típicay antijurídica, correspondiendo
al operador jurídico determinar si el agente es imputable, es decir, es mayor de
edad y no sufre de alguna anomalía psíquica. Luego le corresponderá verificar
si el agente al momento de actuar lo hizo conociendo la antiiuridicidad de su
conducta.
Finalmente, determinará si el agente en lugar de perfeccionar aiguna
de las conductas típicas y antijurídicas de exponer u ocultar a un menor, lo
sustituya por otro, le atribuya falsa filiación a su víctima, pudo actuar de
manera distinta y evitar de ese modo caer en delito.
7, CONSUMACIÓNYTENTATIVA
Las conductas punibles que encierra el tipo penal se perfeccionan en
el mismo momento en que el sujeto activo logra su finalidad cual es alterar
o suprimir la filiación del menor-víctima. La finalidad del agente tiene que
evidenciarse objetivamente en la conducta reahzada por aquel para hablar
de una conducta perfecta. Caso contrario, si en la conducta atribuida al
agente, no aparece el elemento objetivo de alteración o supresión de la
filiación del menor, no estaremos ante un delito consumado sino frente a
la tentativa.
Cuando el agente ha sustituido un menor por otro, sin lograr que se
anule la filiación verdadera de los menores por ponerse al descubierto la
conducta de aquel, no habrá delito consumado, sino a lo más estaremos
ante una tentativa. Bramont-Arias(542) cita como ejemplo el siguiente caso:
dos madres se ponen de acuerdo para cambiar a sus respectivos hijos, po-
niendo en secreto a una tercera persona, a quien se le encargala realizacíón
de la operación del traslado de las criaturas. El hecho se divulga por una in-
fidencia del intermediario, llegando a conocimiento de la autoridad, quien
a 426
Delitos contra el estado civil
8. PENALIDAD
El sujeto activo que se encuentre responsable
de un debido proceso, ierá merecedor
penalmente después
de la pena p;";;;;;;lib.r,rd qu.
oscila (según la forrna circunstan.i",
-v .., que ocurrieron los hechos inves_
tigados) entre uno v cinco años.
Subcapítulo 5
El honor en los delitos
contra el estado civil
1. TIPO PENAT
427 a
Ramiro Salinas Siccha
bido a que todo ciudadano, ante tal situación, actuaría de modo parecido.
t además, porque la finalidad perseguida por el sujeto activo de alterar o
suprimir el estado civil de su víctima no busca perjudicar a nadie. Cuando
el honor está de por medio, las personas actúan guiados con el afán de sal-
varlo o defenderlo, pero nunca para causar un daño a tercero.
Para efectos de una correcta aplicación de la atenuante' por móvil
honorable no solo debe entenderse al que se relaciona con el honor pro-
piamente dicho delagente o de su familia, sino también el móvilaltruista o
noble que enerva la peligrosidad de la acción delictiva. En ambos casos, el
agente de ningún modo busca causar perjuicio ajeno.
Estaremos ante un ejemplo de la primera situación cuando una abue-
la inscribe como hijo propio a su nieto, para evitar la deshonra de su hija
soltera. En tanto, que se presentará un caso por móvil altruista cuando una
madre, para evitar el sufrimiento de su hija que esPera ansiosa la llegada
de su prlmogénito, entrega su hiio recién nacido a aquella que alumbró el
mismo día una criatura que a la hora falleció.
Siendo una atenuante el hecho de actuar guiado por un móvil de ho-
nor, la pena es mínima. Esto es, de ser encontrado responsable el autor de
la conducta, después del debido proceso penal, se le impondrá una pena de
prestación de servicio comunitario de veinte a treinta jornadas'
a 428
Capitu)o ll)
ATENTADOS CONTRA
LA PATRIA POTESTAD
Subcapítulo 1
Generalidades
429 l
Ramiro Salinas Siccha
I 430
Atentados contra la patria potestad
legal que existe entre los menores de edad y sus padres que e;'ercen la patria
potestad. Luis Bramonr-Arias(s+;), comenrando el Código Penal derogado,
enseñaba que el objeto específico de la tutela penal es el interés del Eitado
de salvaguardar la familia conrra la acción de quien, aprovechando la mino-
ría de edad de una persona, la sustrae del que ejerce la patria potestad o la
retiene contra la voluntad de sus padres.
Roy Freyre(saa), después de hacer un análisis de las dos posiciones
doctrinarias que sostienen por un lado, que el bien jurídico qui se tutela
es la libertad, y por otro, lo constituye la patria potestad, concluye que
el interés jurídico que prevalece es el de la familia. Si los padres ejerciian
en nombre del menor, ciertas acciones que atañen a la libertad de este, lo
hacen porque se rrara de una facultad derivada del derecho familiar. Lo
importante aquí -continúa el maestro sanmarquino- no sería la limitada li-
bertad del menor, el interés específicamente afectado, sino, más bien, el de-
recho de los padres, que es al mismo tiempo un deber de vigilar y corregir
el comportaniento del menor en r'ía de prepararle, como exige el derecho
de familia, para el uso oportuno v conveniente de una libertad más amplia
cuando alcance la mar-oría de edad.
En esa línea, Bramont-Arias Torres y García Cantizano(sa5), siguien-
do a los penalistas Bustos Ramírez, Muíor Conde y Rodríguez Devesa,
que interpretan el Código Penal español, yerran cuando enseñan que el
bien jurídico que se protege con las conducras delictivas de este capitulo,
viene a ser la libertad del menor, en sentido amplio, especialment" s,, lib".-
tad ambulatoria, siendo indiferente la anuencia o no del menor.
Aquí la lesión o recorte de la libertad no tiene cabida, tal bien jurídico
se protege con las conductas reguladas en el Título IV del Código Penal,
etiquetadas como delitos contra la libertad, especialmente el artíiulo 153
cuando se trata de tráfico de menores. No obstante, nadie discute que la li-
bertad ambulatoria del menor se vea en peligro o lesionado con la cónducta
del suf eto activo, pero tai circunstancía se analizará en un segundo plano.
Primero tendrá que establecerse si se ha lesionado o puesto in peligro el
bien jurídico fundamental conocido como patria potesiad. En esré sentido,
Javier Villa Stein(s+et ¿fi¡¡¡¿ que no comparre la tesis según la cual el bien
jurídico tutelado, en esre caso, sea la libertad ambularoria del menor o su
seguridad, pues de ello dan cuenta otros tipos penales.
431 r
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 2
Sustracción de menor
1. TIPO PENAL
La primera conducta punible que lesiona la patria potestad se conoce
doctrinaria y legislativamente con la etiqueta de sustracción de menor, la cual
o 147, que luego de la modificación introduci-
aparece tipiiicaáa en el artícul
d" po. l^Ley N" 28760 del 14 de junio de 2006, literalmente prescribe:
2. TIPICIDAD OBJETIVA
De la lectura del tipo penal se desprende que encierra dos conductas
delictivas debidamente diferenciadas, aun cuando el único bien jurídico que
se lesiona es la patria potestad. En efecto, se evidencian dos conductas las
mismas que se como sustraer a un menor de edad de quien eierce
"1iqn.trn
la patria pot.stad y rehtta. entregar a un menor de edad a quien ejerce la
patria potestad.
a 432
Atentados contra la patria potestad
(s48)
RoY FREYRE, 1975, p.236.
(s49)
BRAMoNT-ARrAs ToRRES/GARcÍA CANTtzANo, 1997 , p, 172
(s50)
V|LLA STETN, I 998a, p. 90.
433 a
Ramiro Salinas Siccha
a 434
Atentados contra la patria potestad
435 I
Ramiro Salinas Siccha
r 436
Atentados contra la patria potestad
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Las figuras delictivas analízadas son punibles a tírulo de dolo. En
efecto, en la sustracción de menor, el agente tiene pleno conocimiento y
voluntad de apartar al menor de aquellas personas que ejercen la patria po-
testad, en tanto que en la conducta de rehusamiento, el agente tiene cono-
cimiento que la patria potestad le corresponde a los que reclaman al menor,
sin embargo, voluntariamente rehúsa o se opone a entregarlo.
Los móviles de compasión, amor, cariño por el menor no excluyen
la comisión del delito. Si por el contrario, se llega a determinar que la sus-
tracción o la oposición ala entrega del menor tiene por finalidad obtener
algún provecho patrimonial o explotar al menor, se configurarán delitos
más graves como lo veremos más adelante.
4. ANTIJURIDICIDAD
Unavez que se ha determinado que en la conducta analizada concu-
rren los elementos objetivos y subjetivos que exige la tipicidad, correspon-
derá al operador jurídico dererminar si concurre alguna causa de justiTica-
ción de las previstas en el artículo 20 del Código Penal. En esta etapa, el
operador jurídico analizará si el agente ha actuado en legítima defenia, ha
obrado en cumplimiento de un deber, por disposición de la le¡ en ejercicio
legítimo de un derecho, etc.
437 a
Ramiro Salinas Siccha
5. CULPABILIDAD
Si en la conducta analizada no aparece alguna causa de justificación,
se concluye que estamos ante una conducta típica y antijurídica lista para
ser atribuida a su autor, en consecuencia, el operador jurídico determinará
si el autor de la conducta es imputable; luego se verificará si el autor al
momento de actuar o exteriorizar la conducta. conocía su antijuridicidad.
Aquí es posible alegar un error de prohibición. En efecto, un padre que ha
perdido la patria potestad de su hijo, rehúsa entregarlo a los abuelos quie-
nes han ganado la patria potestad, en la creencia errónea que tiene mayor y
mejor derecho que los abuelos. Se aplicará el segundo pírrafo del artículo
1a delCódigo Penalque reeula el error de prohibición siempre y cuando el
operador jurídico llegue ¿r determinar que ei ¿rgente actuó desconociendo
que su conducta estaba prohibida.
Luego de verificar que el autor de la conducta es imputable l' actuó
conociendo que su conducta era antijurídica, inmediatanente se an;rlizar¿i
si aquel tuvo otra alternativa a la de cometer la conducta lesio¡rante al bien
jurídico patria potestad.
6. CON5UMACIÓNYTENTATIVA
Hay consumación de un clelito en el instante o momento en que apa-
recen todos los elementos del tipo penal. En ese sentido, la conducta de
sustracción de menor se perfecciona en el instante en que el sujeto activo
tiene en su poder o dominio al sujeto pasivo después de haberlo trasladado
de donde se encontraba. Aquí cabe perfectamente la tentativa. En efecto,
estaremos ante la categoría de la tentativa cuando sin derecho ni explica-
ción coherente una tía es sorprendida ller'ándose al rlenor a su domicilio.
Por su parte, el injusto de rehusar la entrega de menor se perfecciona
en el momento en que ante el reclamo de los padres, el sujeto rctii'o que
tiene bajo su dominio al sujeto pasir.o, se niegl u onrite tai.rntemente :r
entregarlo. Resulta importante el reclamo verbal o por e scrito que debcn
hacer los padres. Si se determina que aquellos nunce lo recl¿maron. no
aparecerá el delito. Asimismo, ,rl tratarse de una figura de omisión es impo-
sible la materi¿rlización de la tentativa.
7. PENALIDAD
Después de un debido proceso penal, de encontrarse responsable pe-
nalmente al acusado de alguna de las conductas analizadas, se le impondrá
pena privativa de libertad que oscila entre dos días v dos años, dependiendo
ello de la forma y circunstancias en que ocurrieron los hechos investigados.
I 438
Atentados contra la patria potestad
Subcapítulo 3
Inducción a la fuga de un menor
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El hecho punible de inducción a la fuga de menor se configura cuan-
do el sujeto acti\.o induce, instiga, persuade, estimula, incita, convence,
promueve! influve, inclina, motiva o determina decididamente a que un
menor se fugue, escepe o huya de la ces¿ de sus padres, de su tutor o de la
casa del encargado de su custodia.
439 I
Ramiro Salinas Siccha
a 440
Atentados contra la patria potestad
(s63)
Roy FREYRE, 1975, p.242. En igual sentido, vtLLA srEtN, 1 998a, p.92.
(s64)
BRAMONT-ARTAS TORRES/GARCÍA CANTtzANO, 1997 , p. 173.
441 a
Ramiro Salinas Siccha
ción delCódigo Penal de 1995, se ubicaba dentro del capítulo que regulaba
las conductas que atentan contra la libertad. No obstante' con la entrada en
vigencia del CSdigo español de l995,la figura delictiva se encuentra dentro
del Capítulo III del rír;lo XII, rotulado "delitos contra las relaciones fami-
liares", artíc ulo 224, cuyo tenor es colrlo sigue: "El que indujera a un menor
de edad o a un incapaz a que abandone el domicilio familiaa o lugar donde
reside con anuencii d. sut padres, tutores o guardadores, será castigado
con pena de prisión de seis meses a dos años".
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Se trata de un delito netamente doloso. No cabe la comisión por
imprudencia. En efecto, el agente actúe con conocimiento y voluntad de
a 442
Atentados contra la patria potestad
4. ANTIJURIDICIDAD
Unavez que se ha determinado que en la conduua analizada concu-
rren los elementos objetivos y subjetivos que exige la tipicidad, correspon-
derá al operador jurídico determinar si concurre alguna causa de justifica-
ción de las previstas en el artículo 20 del Código Penal. En esta etapa, el
operador jurídico analizará si el agente ha actuado en legítima defensa, ha
obrado en cumplimiento de un deber, por disposición de la ley, en ejercicio
legítimo de un derecho, etc.
5. CULPABILIDAD
Si en la conducta analizada no aparece alguna causa de justificación,
se concluye que estamos ante una conducta típica y antijurídica de induc-
ción a la fuga de menores, lista para ser atribuida a su autor. En seguida,
el operador jurídico determinará si el autor de la conducta es imputable,
luego se verificará si el autor al momento de actuar o exteriorizar la con-
ducta, conocía la antijuridicidad de la conducta. Considero no posible que
se verifique un error de prohibición en este delito.
Luego de verificar que el autor de la conducta es imputable y actuó
conociendo que su conducta era antijurídica, inmediaramenre analizará si
aquel tuvo otra alternativa a la de cometer la conducta lesionante al bien
jurídico patria potestad.
6. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
En cuanto a la consumación de la conducta de inducción de menor
a que se escape de su casa, en doctrina existen dos posiciones claramente
marcadas. Parte de la doctrina sostiene que el delito se perfecciona por la
fuga o escape del menor y no por el simple hecho de la inducción, porque
aquí lo que se castiga es, en definitiva, la acción de determinar la fuga de un
menor. En cambio, la doctrina mayoritaria sosriene que el hecho punible
se consuma o perfecciona con la fuga o la tentativa de fuga del menor, ello
debido a que la presente figura es una modalidad de instigación.
443 a
Ramiro Salinas Siccha
7. PENALIDAD
El autor de la conducta punible será merecedor de una pena privativa
de libertad que oscila entre dos días v dos años o, en todo caso, dependien-
do de la forma y circunstancias en que ocurrieron los hechos juzgados, se
dispondrá pena limitativa de derechos v de prestación de servicio comuni-
tario de veinte a cincuenta y dos jornadas.
Subcapítulo 4
Instigación de menores a participar
en pandillas perniciosas
1. TIPO PENAL
La primera disposición complementaria y fin,rl del Decreto Legisla-
tivo N" 899, del 28 de mayo de 1998, incorporó al Código Penal el delito
etiquetado como instigación de menores a participar en pandillas perniciosas,
f 444
Atentados contra la patria potestad
agregando para tal efecto el artículo 148-A. Tal:rgregado, sin duda, puso fin a
un tratxmiento discriminador hacia cl :rdolescente, pues anteriormente dicha
conducta solo se encontraba sancionada para los menores de 18 años de edtrd
en la creencia errónea que los mavorcs de n-rodo alguno podían participar o
ser parte de las pandillas. La realidad sigue demostrando lo contrario.
2. HERMENÉUTICAJURíDICA
En prir-ne r lu9,rr, cle bcruos crplic.rr-11rrú se cntiende por pdndilla pcmi-
c¿r¡-s,¡. trl efecto. ncl r}retlrr otr'.r ¡ltu'n.rtir'.r rlue recurrir.rl C<iclieo de los
P.rra
y
Niños Adolescentes. Allí, e n cl ¡rtíctrlo l9l, modific.rdo ¡ror el Decreto Le-
gislrtivo N" 990, cle 2l .lc jtrlio tlc lCC7, cne ontr;.uros l¿ definición siguicntc:
"Se considera p:rndill.r pcrr-ricios.r .rl gnrpo clc aclolesccntcs rrrevores de l2
y nrenores de 18 ¡nos de cd¡.i quc sL,r'eúrrcn \'.lctúl;rn en fon.¡n coniunt.r,
para lesionar la intcgrid¡d físic.r o :lrcnrar contra la vida, el patrimonio y l¡
libcruril sc\ual de las personrrs, drrñ;rr bicncs públicos o privados u ocrsion;lr
desmancs que alteran elordcn público". Lst.r definición es cuestionable(566),
1s66) FRANCIA SÁNcHEZ asevera que con las modiñcación producido por el Decreto Legislativo
N' 990 al artículo '193 del Código de los Niños y Adolescentes "los cuestionamientos que se realizan a
esta ñgura penal, por no respetar de manera adecuada el principio de legalidad, se mant¡enen. En efec-
445 )
Ramiro Salinas Siccha
pero considero que sirve como marco hacer hermenéutica del tipo pe-
nal 148-A.
Elartículo 148-A viene a tipificar la conducta de las personas mayo-
res de 18 años de edad que parricipan o son integrantes de las pandillas per-
niciosas que lo conforman, según nuestro ordenamiento jurídico, personas
cuyas edades se encuentra en los 12 y 1B años de edad.
En esa línea, de la lectura del tipo penal se concluye que el hecho
punible, en su aspecro básico, puede efectuarse o perfeccionarse por medio
d" tr.r modalidades claramente definidas: por participar, por instigar o por
inducir a menores de 1B años de edad, pero mayores de 12, a participar en
pandillas perniciosas v, como consecuencia de ello, se lesione la integridad
iíri.", el patrimonio o la libcrtad sexual de las personas, se dañen los bienes
públicos o privados, utiliz-endo armas de fuego, arm¡s bl,rncas,_r-tlaterial in-
ilamable, explosivos u obietos conrundenres (artículo 194 del Código de
los Niños y Adolescentes, modifictrclo por el I)ecreto Legisl;rtivo N" 990.
de22 de lulio de 2AAa, esí co¡-ro tarnbión si sc.rgredc a terceras personas,
se lesionl la integridad físic.r o ¡'ttcnt¡ c()lttrt l¡ r'icla cle las personas' obs-
taculiza r'ías de colnunic.rcióu u oc¡sionrl cuillquicr ti¡ro cle dcstnanes que
¿lteren el orden interno.
Por la r-r-rismir estrLrctur¿ tlcl ti¡ro 1'terr.tl, torl:rs lrrs lttoclalidades delicti-
yas, cn su aspecto básico conro dc fonr.t,tqr.n.rcl;t, stltl cic n¡tur,rlcza dolo-
sa. No cebe la comisiirrt culp..rt.t.
to, la descripción no delimita de manera a<jecuada en qué consiste el pandillaje pernicioso, y se reduce
a una mera re¡teración de otras infr¡cciones ya establecidas, pero cotr la particularidad de ser realizadas
de manera conjunta por uit grupo de adolescentes" Q00T, p.26). De un modo similar se pronuncia el
profesor HERNÁNDEZ ALARaoN, cuando comentando la modificación producida enfatiza que"la norma
no trae mayor novedad, persistiendo más bien en la deficiencia congénita, de formar parte de una vi-
sión político crimirral erróne¿'' (2007, p. 399).
I 446
Alent¿dos r ontr¿ la patria potestad
un tercero ajeno que por motivos especiales puede querer que el ado-
lescente se integre x dr.renninedn pandilla.
c. Por inducir a menores. Estc supuesto delictivo aparece cuando el
agente induce, cstin-rula, con',ence, inclina o determina decididamen-
te al adolescente a quc p:rrticipc o sc integre a las pandillas.
La actividad del ¿rscntc dcbc scr dirccta y convincente para hacer na-
cer en el adolescente la idetr de pcrrcr.rcccr :1 una pandilla perniciosa. Que
se a directa implica que le influcncir scir pcrsonal, sin intern,ediarios. En
tanto que convincente- inr¡rlic.r qtrc l.r instigrrción, para ser eficaz, tenfla que
ser suficiente para dctcrnrin,rr l;r lolunr:rc1 del instigado a integrari. l.
p,rndilla. "
_ Para co'figur:rrsc el su1'rucst..le instigación es ncccs¿rrio que cl ,rgen-
tc despierte o haga nAccr cr.r el .ttJ,rlesccntc la decisión de partiiipar et-t los
ir('tos de una pandill;r penriciosrr. I:l .rckrlcscente debe decidir i,rt.q..rr"
c()ltto consecucnci¡ clc l¡ instiq.rcirin. l)or cl contrario, si llega a cst¿lbleccr-
sr cIl ul.l C¿1so c()llcrct(), qttc coll ,tllteri,r'irl¡d;r la instigación el adolcscentc
r'¡ est¡ba decidido:.t irrtegr'.rr''t'.r lur,1 I..urclillrr, se descarte el supuesto en
htlrrenéutic;r iurídic,r.
3. AGRAVANTES
447 a
Ramiro Salinas Siccha
a 448
Atentados contra la patria potestad
tes que forman parte de una pandilla perniciosa, armas de fuego, armas
blancas, material inflamatorio, explosivos u objetos conrundentes para
que cometan los actos antisociales. La agravante se justifica pues con la
conducta del agente, la pandilla se vuelve más peligrosa.
4. PENALIDAD
El autor de cualquiera de las conductas previstas en el tipo básico será
merecedor a una pena privativa de libertad que oscila entre no menor de
diez ni nrayor dc veinte años.
En caso de verificarse alguna de las agravantes, el autor será merece-
dor de una penir privativa dc libcrtad no menor de 20 ni mayor de 35 años.
449 4
Capítulo lV
OMISIÓN DE ASISTENCIA FAMTLIAR
Subcapítulo 1
Generalidades
1. CONCEPTO DE ALIMENTOS
451 I
Ramiro Salinas Siccha
El artículo 475 del corpus juris clzills dispone que los alimentos se prestxn
entrc sí por los cónyuges, por los descendientes, por los ascendientes v por
los hermanos. En cambio, desde la óptica del menor, el Código de los Niños
yAdolescente en clartículo 102 prevé que es obligación de los padres prest¿tr
alimentos a sus hiios. Por ausencia de estos, prestan alimentos en el orden
siguiente: los hennanos mavores d. lus abu"los, lot p".i..ttes .oltt.tJ.t
"d"d,
hasta el tercer grado y otros responsables del n-renor (tutor o guardador).
Disposicione s lcg:rles a tenerse en cuenta para efectos de la aplicación
del derecho punitivo ante el incumplimiento de las obligaciones alimenti-
cias lo constituven los artículos 478y 479 delCOdigo Civil. Allí, se dispone
imperativamente quc cuando el cónvuge deudor de los alimentos no se
halla en condiciones de prestarlos sin poner en peligro su propia subsis-
a 452
Omisión de asistencia familiar
453 I
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 2
Incumplimiento de obligación alimentaria
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
De la lectura delprimer párrafo deltipo base, se advierte que el ilícito
penal más conocido como "omisión de asistencia familiar" se configura
cuando el agente dolosamente omite cumplir su obligación de prestar ali-
mentos, establecido previamente en una resolución judicial como pensión
alimenticia después de agotado un proceso sumarísimo sobre alimentos.
Esto es, realiza el hecho típico aquella persona que teniendo conocimiento
que por resolución judicial consentida tiene la obligación de pasar una pen-
sión alimenticia a favor de otra, omite hacerlo.
El legislador, al elaborar el tipo penal, ha utilizado el término "re-
solución" para dar a entender que comprende tanto una sentencia como
un auto de asignación provisional de alimentos que se fija en el inicio del
proceso o inmediatamente de iniciado, en favor del beneficiario. En efecto,
basta que se omita cumplir.la resolución judicial debidamente emitida y
puesta en su conocimiento al agente, para estar ante una conducta delictiva.
Es un delito de peligro. La víctima no requiere probar haber sufrido algún
a 454
Omisión de asistencia famrliar
daño con la conducta omisiva del agente. Es suficiente que se constare que
el obligado viene omitiendo dolosamente su obligación de asistencia esra-
blecida por resolución judicial, para perfeccionarse el ilícito.
En este aspecto no existe mayor controversia para los especialistas
peruanos. En ese sentido, Bramont-Arias Torres y García Q¿¡¡i2¿¡s(szo)
enseñan que "para la ejecución del tipo no se requiere la causación de un
perjuicio efectivo, ya que es suficiente con la puesta en peligro del bien
iurídico protegido. Por eso, se dice que es un delito de peligro. Es decir,
basta con dejar de cumplir la obligación para realizar el tipo, sin que sea
necesario que debido a tal incurnplimiento se cause un perjuicio a la salud
clel sujeto pasivo". Por su parte, Villa Stein(szt) afirma que "la conducta que
cxige el tipo es la omisiva de no prestar los alimentos conforme lo ordena
una resolución judicial, poniendo en peligro la satisfacción de necesidades
básicas del necesitado. Es pues un delito de peligro".
455 r
Ramiro Salinas Siccha
plenitwd babérsele notificado con arreglo a ley con la resolwción de fojas vein-
tiuno, la venida en grado se encuentra arreglada a ley"(s76). Finalmente, se
tiene la Resolución Superior del Zt de setiembre de 2000, por la cual revo-
cando la resolución recurrida y reformándola declaró fundada la cuestión
previa deducida por el procesado. Aquí se expresar "qwe, reiterada ejecutoria
inciden en que previamente a la formalización de la denwncia penal por de-
lito de omisión de asistencia familiar, se debe verificar qwe el demandado fwe
d.ebidamente notificado de las resolwciones qwe lo requerían pa.ra que cumpla
con sus obligaciones, bajo apercibi.miento de ser denwnciado penalmente (...)
que, en consecuencta, del estwdio de awtos se advierte qwe el procesado aarió su
domicilio legal en el Pasaje ciento diez - Barranco, tal como pwede apreciarse
a fojas (...); po, lo que, al haberse notificado en domicilio diferente al anotado
(...) rr infiere que el procesado no ha tomado conocimiento efectiao del reqwe-
rimiento anotado, lo cual importa la no concurrencia de uno de los requisitos
de procedibilidad de la presente acción pena,l"F77).
Asimismo, no se configura el delito de omisión de asistencia familiar
si la resolución udicial que ordenaba el pago de una pensión alimenricia
f
mensual fue revocada o dejada sin efecto. Así, nuestra Suprema Corte, por
Ejecutoria Suprema del 30 de enero de 1998, ha establecido el siguiente
precedente jurispruden cial: "que, en efecto, mediante resolución qwe en foto-
copia corre a fojas setenta y siete, la Sala Ciail de Ia Corte Swperior de Piwra
revocó Ia sentencia de Primera Instancia qwe disponía que los procesados abo,
nen una pensión alimenticia, en favor de la menor agraaiada; que, consecuen-
temente al no swbsistir mandato jwdicial qwe obligwe el pago de dicho concepto
a los acwsados, no babrían incurrido en la comisión del delito instrwido sieido
del caso absolzt erlos (...)'(5zs).
La renuencia al pago de la pensiones devengadas (aquellas que to-
mando como referencia la pensión definitiva se genera desde el momento
de la notificación de la demanda al obligado hasta que inicia su pago), de
modo alguno, constiruye elemenro constitutivo del delito. La interpreta-
ción coherente del tipo penal indica que solo aparecen como presupuesros
indispensables del presenre delito la omisión o renuencia a cumplii con lo
que ordena una senrencia o una resolución de asignación provisional de
alimentos. La resolución por la cual se requiere que el obligado pague las
pensiones devengadas queda excluida como elemento del delito. A lo más
457 f
Ramiro Salinas Siccha
puede constituirse en una prueba con eficacia positiva para evidenciar que
aquel está incurso en el delito de omisión de asistencia familiar o en todo
caso, la renuencia al pago de los devengados puede constituir circunstancia
a tener en cuenta para el momento de individualizarla pena e imponerle
el máximo de ser el caso. En tal sentido, no se configura el delito cuando
el obligado pese a ser renuente al pago de las pensiones devengadas viene
cumpliendo con pasar su pensión alimenticia mensual tal como ordena la
sentencii en el proceso sobre alimentos. Sostener lo contrario devendría
en abonar terreno para el resurgimiento de la proscrita figura denominada
"prisión por deudas".
En suma, será autor del delito de omisión de asistencia familiar aquel
ciudadano que una vez notificado de una asignación provisional o la senten-
cia por la cual se le obliga pagar determinada suma de dinero por concepto
de pensión alimenticia, no lo hace. Caso contrario, no cometerá delito si
una vez notificado con la resolución de asignación provisional o la sentcn-
cia, el obligado cumple devotamente con elpago de la pensión establccid,r
en la forma indicada.
Las pensiones devengadas, al constituirse automáticamente en una
deuda, en aplicación coherente de nuestro sistema jurídico imperante, de
manera eficaz y positiva debe hacerse efectiva en el mismo proceso civil
haciendo uso, para ello, de la institución del embargo debidamente regulir-
do en el artículo 642 y siguientes del Código Procesal Civil. Nada justifica
que se utilice al derecho punitivo para cobrar pensiones dejadas de p,rg;rr
cuando el obligado cumple al pie de la letra la resolución final del procc-
so de alimentos. No debe olvidarse que el derecho penal es un medio de
control social de ultima ratio, al cual solo debe recurrirse cuando los otros
mecanismos de control han fracasado.
T 458
Omisión de asistenci¿ familiar
459 I
Ramiro Salinas Siccha
Igual como el sujeto activo, puede ser sujeto pasivo el abuelo, el padre
o madre, el hermano, el hijo, el tío respecto del obligado, el cónyuge res-
pecto del otro y aquel que está amparado por la tutela, curatela o custodia.
I 460
Omisión de asistencia familiar
(582)
Exp. N.7304-97.
(583)
Vid. RoY FREYRE, 1 997, p. 70.
(584)
VrLrA STETN, 1 998a, p. 96.
(s8s)
Exp. N. 1 202-98, en PRADO SALDARRTAGA, 1999, p.442
461 a
Ramiro Salinas Siccha
a 462
Omisión de asistencia familiar
463 I
Ramiro Salinas Siccha
a 464
Omisión de asistencia familiar
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
El tipo penal exige la presencia del elemento subjetivo dolo para la
configuración del injusto penal. No es posible la comisión por impiuden-
cia o culpa.
En efecto, el autor debe tener pleno conocimiento de su obligación
alimentaria irnpuesta por medio de resolución judicial firme y voluntaria-
mente decide no cumplirla. De esa forma, la Resolución Superior del Z 1 de
setiembre de 2000 expresa que: "e/ delito de omisión de asistencia familiar
se Produce, cudndo el infractor incurre en la conducta descrita en el artículo
ciento cudrenta y nueae del Código Penal, mediando dolo en sw accionar, esto
es, con la conciencia y volwntad de que se está incumpliendo una obligación
a lim en tar ia d e c lara da j u ¡l i ¡ i alTn s n¡s" (stz) .
4. ANTIJURIDICIDAD
Una vez verificado los elementos objetivos y subjetivos en la con-
ducta de omisión de asistencia familiar, corresponde al operador jurídico
verificar si en aquella conducta concurre alguna causa de justificación de las
previstas en el artículo 20 del Código Penal. En este delito, no hay mayor
trascendencia respecto a la ar'rijuridicidad.
46s a
Ramiro Salinas Siccha
5. CULPABILIDAD
Luego de verificar que en la conducta típica no concurre alguna causa
de justificación, en seguida el operador jurídico deberá determinar si el
autor es mayor de edad y no sufre de alguna anomalía psíquica que le haga
inimputable.Unavez que se verifique que el agente es imputable, el ope-
rador jurídico analizará si al momento de omitir cumplir con su obligación
alimenticia dispuesta por resolución judicial, el autor actuó conociendo la
antijuridicidad de su comportamiento, esto es, sabía que su conducta esta-
ba prohibida.
6. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
Respecto de este punto observamos que existe confusión entre los
entendidos de la materia. En efecto, Bramont-Arias Torres y García Canti-
7¡ns$e1),y Villa Stein(se4) enseñan que el delito se consuma en el momento
de vencerse el plazo de requerimiento que fuera formulado al sujeto acrivo,
bajo apercibimiento.
467 a
Ramiro Salinas Siccha
7. PENALIDAD
Después del debido proceso, el agente de la conducta prevista en el
tipo base será sancionado con pena privativa de libertad no mayor de tres
años o con prestación de servicio comunitario de veinte a cincuenta y dos
jornadas, sin perjuicio de cumplir el mandato judicial. En el caso de simu-
lación de otra obligación, renuncia o abandono de trabajo, la pena oscila
entre no menor de uno ni mayor de cuatro años. De presentarse la circuns-
tancia agravante de lesión grave en el sujeto pasivo, la pena será no menor
de dos ni mayor de cuatro años; en caso de muerte, la pena será no menor
de tres ni mayor de seis años.
Subcapítulo 3
Abandono de mujer en gestación
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de abandono de persona en gestación se configura cuando
el agente, después de haberla embarazado, abandona a su víctima en estado
crítico que no le permite generarse recursos para su propia subsistencia,
poniendo de ese modo en peligro concreto su vida o salud.
Villa Stein(se6) enseña que el comPortamiento es de abandono' apar-
tamiento, alejamiento físico y material con cese de toda asistencia psicoló-
gica, física y alimentaria por parte del actor, no obstante hallarse el sujeto
pasivo, en situación crítica, entendiéndose por esta situación aquella en que
peligra la vida y la integridad psicológica y moral de la mujer embarazada.
469 a
Ramiro Salinas Siccha
2.1. Bienjurídicotutelado
El interés fundamental que pretende proteger el Estado con la tipifi-
cación de la conducta punible, lo constituye los deberes de asistencia ali-
mentaria y psicológica que le asiste al autor de un embarazo respecto de la
mujer que temporalmente atraviesa aquel bendito estado, deberes que son
ineludibles cuando la situación de la gestante es apremiante con la finalidad
de evitar riesgos para su vida e integridad física y moral.
De la literatura penal desarrollada en el Perú, se observa que los pe-
nalistas coinciden en sostener que se trata de proteger la integridad física
y moral de la mujer en estado de gestación, por lo tanto, se pretende evitar
algún daño en aquel sentido. En efecto, el desaparecido Raúl Peña Cabre-
ra(602) estimaba que con el tipo penal se tutela no solo la integridad física y
moral de la gestante, sino, esta vez citando al argentino José Peco, la espe-
ranza de vida del embrión.
471 a
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Se trata de una conducta netamente dolosa, no cabe la comisión im-
prudente por no haber tipo penal específico.
El agente actúa con conocimiento y voluntad de realizar los elemen-
tos objetivos del tipo penal, esto es, aquel tiene pleno conocimiento de que
la mujer a la que embarazó atraviesa una situación crítica y apremiante, no
obstante, voluntariamente decide no prestarle apoyo ni asistencia, abando-
nándola a su suerte.
Respecto de la tipicidad subjetiva, Javier Villa Stein(eos) sostiene que
"además de conocer que la mujer está embarazadav en situación crítica,
el actor la abandona sabiendo que lo hace y pudiendo y debiendo asistirla;
quiere alejarse de ella y lo hace".
4. ANTIJURIDICIDAD
Unavez verificados los elementos objetivos y subjetivos en la con-
ducta de abandono de mujer embarazada, corresponde al operador jurídico
verificar si en aquella conducta concurre alguna causa de justificación de las
1 472
Omisión de asistencia familiar
5. CULPABILIDAD
Luego de verificar que en la conducta típica no concurre alguna causa
de justificación, en seguida el operador jurídico deberá determinar si el
autor es mayor de edad y no sufre de alguna anomalía psíquica que le haga
inimputable.Unavez que se verifique que el agente es imputable, el ope-
rador jurídi co analtzará si al momento de abandonar a la mujer que ernba-
razó,Io hizo conociendo la antijuridicidad de su comportamiento, esro es,
sabía que su conducta estaba prohibida.
6. CONSUMACIÓN Y TENTATIVA
i606) Causa No 423-97 de la Sala Penal de Huaraz, en 5erie de lurisprudencia, No l, 1 999, p. 570.
473 a
Ramiro Salinas Siccha
7. PENALIDAD
El sujeto activo de la conducta delictiva, dependiendo de la gravedad
de la conducta y sus efectos consecuentes sobre la víctima, luego del debi-
do proceso será sancionado con una pena privativa de libertad no menor
de seis meses ni mayor de cuatro años y con sesenta a noventa días multa.
a 474
Título IV
DELITOS CONTRA
LA LIBERTAD
@
1. LA CATEGORíA DE LA LIBERTAD
(607)
Segunda parte, cap. LVlll.
(608)
FERNÁNDEZ SESSAREGo, I 988, p.41
477 a
Ranriro Salinas Siccha
Lir libertad tiene su origen con la aparición del hombre. Desdc el mo-
mento en que decidió buscar su alin-rento con-renzó a ejercer su libertad. Sin
embargo, sabcr dcsde cuándo se reconoce iurídican-rente a la libertad como
un derecho, es cuestión diferente.
No se pone en dudrr que la libertad como derecho del hombre, por
primera vez fue reconocida en la sección primera de "la Declaración de
Derechos de Virginia", del 12 de junio de 1776, en la cual se indica "que
todos los honrbres son por naturaleza igualmente libres e independientes y
tienen ciertos derechos innatos, de los cuales, cu¿rndo entran en estado de
socieclad, r-ro pueden, por ningún pacto, privar o desposeer a su posteridad:
I 478
Delitos contra la libertad
479 a
Ramiro Salinas Siccha
I 4BO
Delitos contra la libertad
481 I
Ramiro Salinas Siccha
bilidad de todo ser humano de decidirse por un proyecto de vida dentro del
bien común, de realizarse plenamente como hombres, en otros términos,
de poder hacer todo aquello que está jurídicamente permitido' qu€ no esté
prohibido, siempre que no se atente contra el derecho aieno,
"*pr.r"*.nte
el rnterés socra\ y no signiÍique un abuso de\ derecho.
a 482
Capítulo I
V¡OLACION DE LA LIBERTAD PERSONAL
Subcapítulo 1
Generalidades
483 I
Ramiro Salinas Siccha
decidirse actuar como a bien tengan dentro del medio social en que viven.
La única limitación a este tipo de libertad es la libertad de otro individuo y
los parámetros que impone la ley positiva.
Subcapítulo 2
Coacción
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de coacción consiste en obligar a la víctima a realizar algo
que la ley no manda o impedirle lo que la ley no prohíbe, haciendo uso de
la violencia o amenaza. El sujeto activo, haciendo uso de la violencia o de la
amenaz4 o de ambos factores, obliga a su víctima arealizar lo que la ley no
manda o le impide hacer lo que la ley no prohíbe.
a 484
Violación de la libertad personal
(61 3) Exped iente No 1 379-98, en RoJAs VARGA5/BACA CABRERA/N Et RA HUAMÁN, 1 999, p. 205.
(614) ViLLA STE|N, 1 998a, p. 1 1 0.
(61s) RoY FREYRE, 1975, p.259.
485 T
Ramiro Salinas Siccha
T 486
Violación de la libertad personal
487 a
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la propia redacción del tipo penal se evidencia que se rrata de un
delito netamente doloso, no cabe la comisión culposa o imprudente. Esto
es, el agente conociendo perfectamente que con su conducta limita o lesio-
na la libertad de su víctima, voluntariamente decide actuar utilizando ya sea
la violencia o la amenaza con la finalidad de lograr su objetivo propuesro.
4. ANTIJURIDICIDAD
No hay inconveniente en aceprar que en determinado hecho típico
de coacción concurra alguna de las causas de justificación previstas en el
artículo 2O del Código Penal.
5. CULPABITIDAD
6. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
Es común en la doctrina considerar que el delito de coacción es de
resultado. En consecuencia, el delito se perfecciona en el mismo momento
que el sujeto activo obliga al sujeto pasivo a realízar lo que la ley no manda
o le impide a realizar lo que la ley no prohíbe, es decir, en el mismo mo-
mento en que la víctima realiza en contra de su voluntad lo que le solicita el
agente, por medio de la violencia o amenaza, sehabrá consumado el delito
en exégesis.
Puede evidenciarse la tentativa. En efecto, el delito se quedará en el
grado de tentativa cuando el sujeto activo ejerzala fuerza física o prefiera
la amenaza sin que el sujeto pasivo se someta a sus exigencias, ofreciendo
resistencia(621 ).
7. PENALIDAD
Al autor del delito de coacción, después de un debido proceso penal,
se le impondrá la pena privativa de libertad que oscila enrre no menor de
dos días ni mayor de dos años, dependiendo de la forma v circunstancias en
que ocurrieron los hechos denunciados e investigados.
Subcapítulo 3
Secuestro
1. TIPO PENAT
RoY FREYRE,1975,p.262
489 I
Ramiro Salinas Siccha
(622) Como otros ejemplos tenemos: la modificación efectuada por el artículo primero de la
Ley No 27472, del 5 de junio de 2001. Una de las agravantes fue tipificada por la Tercera Disposición
Transitoria y Final de la Ley N.28189, Ley General de Donación yTrasplante de Órganos y/oTejidos
Humanos, del 1 8 de marzo de 2004.
(623) Proyecto de Ley N. 'l 4561 /2005-CR, presentado el 1 2 de abril de 2005. El mismo que con-
cluía señalando que"con la presente propuesta se plantea el endurec¡m¡ento de las penas en los delitos
contra la libertad en la modalidad de secuestro, elevándola a no menos de 30 años de pena privativa
de la libertad y a cadena perpetua para las formas agravadas, así como la exclusión de los beneficios
penitenciarios, derechos de gracia, indulto y conmutación de la pena para los sentenciados'i Véase en la
página web del Congreso.
r 490
Violación de la libertad personal
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de secuestro se configura cuando el agente o sujeto activo
priva, sin rener derecho) morivo o facultad justificadapara ello, de la
liber-
491 J
Ramiro Salinas Siccha
tad personal ambulatoria del sujeto pasivo o víctima, sin importar el móvil
o el tiempo que dure la privación o restricción de la libertad.
El comportamiento que exige el tipo simple es el de privar, sin dere-
cho, motivo ni facultad justificada, a una persona de su libértad ambulato-
ria, sea cual fuere el móvil o circunstancia(624).
a 492
Violación de la libertad personal
493 f
Ramiro Salinas Siccha
Nada indica el tipo penal del medio o modalidad que puede utilizar el
agente para cometer el secuestro, por lo que se admite cualquier medio de
comisión, siendo las más comunes la violencia, amenaza o el engaño. Villa
Stein(630) afirma que las formas de privación pueden ser muchas, siendo las
previsibles las del encierro de la víctima por el tiempo que sea, aún el muy
breve, o su traslado engañoso o violento a lugar distinto del que le corres-
ponde o quiere estar.
No es indispensablelaabdwctio de loco in locwm, es decir, que el su-
jeto pasivo sea trasladado de un sitio a otro; el agraviado puede ser secues-
trado inclusive en su propio lugar de residencia(631).
2.1. Agravantes
El legislador, recogiendo la experiencia social de los múltiples secues-
tros ocurridos en las grandes ciudades peruanas, ha previsto, en forma sin-
gular, diversas agravantes al hecho punible simple, las mismas que motivan
la imposición de pena más severa al agente. El Decreto Legislativo N" 982,
áelZZ de julio de 2007, ha ampliado la gama de circunstancias agravantes.
Así tenemos:
a 494
Violación de la libertad personal
495 I
Ramiro Salinas Siccha
estándar- constituye trato crwel, generándose así und línea única de sanción,
estandarizando las acciones y creando por tanto criterios jurisprudenciales
más lineales e igwalitarios. Ademrís, trato crwel lo es no por Io qwe la aíctima en
concreto siente -física o psicológicamente- sino por el trato en sí, por el plws,
el extra comportamiento que ya ba sido catalogado como tal por referencia de
wn estándar establecido en la ley y en la jwrisprwdencia nacional e interna-
cional, lo qwe permitirá delimitar mejor el rol de persona pdla no cometer el
delito penal de secwestro agraoado e impwtarlo objetioamente; de esa mdnera
se evita la no pwnibilidad en situaciones donde tengamos a un agraaiado fuer-
te -que por diaersas experiencias suyas le parezca normal Ia sitwación que está
aiaiendo- así como la excesir.,a punibilidad cuando el agrauiado sea débil, de
tal forma que Ia condwcta básica del secuestro de por sí le produzcL't un gr.lL'e
daño psicológico, catalogándola como trato cruel por dícba producciót7",o3at.
(634) Exp. N. A.V. 1 9-2001, Sala Penal Especial de la Corte Suprema, sentencia de 7 de abril de
2009, confirmada por la Primera Sala PenalTransitoria de la Corte Suprema en el R.N. N" 1 9-01-2009 A.V-
Lima.
(63s) lbidem, p. 1 16.
a 496
Viol¿ción de Ia libertad personal
finalidad, le produce lesiones leves. Se entiende que para que Lrna lesión sea
catalogada como leve debe ser de la maenitud que establece en forma clara
el artículo 122 áel Código Penal.
Esta agravante, sin duda, es criticable del¡ido a que no reviste mavor
relevancia(6¡6) ni magnitud como las dernás circunstancias agravantes.
497 a
Ramiro Salinas Siccha
I 498
Violación de la libertad personal
499 a
Ramiro Salinas Siccha
I 500
Violación de la libertad personal
501 I
Ramiro Salinas Siccha
d. Por el reswhado
d.1. Dwrante el secwestro o a consecuencia de dicbo acto se causa lesiones
grdoes al agraviado (última parte del artículo 152). La circunstancia agra-
vante se configura cuando la víctima, como consecuencia del secuestro que
ha sufrido, resulta con lesiones graves en su cuerpo o en su salud física o
mental. Ocurre, por ejemplo, cuando el agraviado pierde uno de sus brazos
al no haber sido atendido quirúrgicamente por la herida de bala que sufrió
al momento del secuestro.
Lesiones graves a la integridad física o mental son aquellas que tienen
la magnitud de los supuestos establecidos en el artículo 121 del Código
Penal; si por el contrario, las lesiones producidas al rehén son de la magni-
I 502
Violación de la libertad personal
503 r
Ramiro Salinas Siccha
sabilidad objetiva, pues de todas maneras se exige que la muerte del agra-
viado se;r, cuando menos, prevista como resultado posible por el agente.
Las clos últimas nlodalidades agravadas del delito de secuestro, tanr-
bién son sancionadas con ia inconstitucional pena de cadena perpetua.
I 504
Violación de la libertad personal
(64s1 GARciA NAVARRo es de parecer diferente al sostener que"basta que concurran dos o más
personas sin que sea necesario que previamente se haya dado un acuerdo previo para Ia comisión del
secuestro, no es necesario imputar una coautoría ya que la concurrencia de autores es espontánea"
(GARciA NAVARRo, 2007, p. 300).
s05 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la propia redacción del tipo penal que recoge el supuesto básico
del injusto penal denominado secuestro y sus agravantes fluye que se trata
de un delito netamente doloso. El agente actúa con conocimiento y vo-
t647) Exp. N. 563 1 -96-Ucaya I i, en Normas Legales, T. 270, noviem bre 1 998, p. A- 1 5
(648) BRAMoNT.ARIAS ToRRES/GARCíA CANTIZANo, 1997 , p. 186.
(64e) ROy FREYRE, 1975,p.264.
_
r 506
Violación de la libertad personal
4. ANTIJURIDICIDAD
507 a
Ramiro Salinas Siccha
un lugar d otro, con independencia de que se le deje cierto espacio físico para
su desplazamiento y cwyos límites la píctima no pwede traspasa.r, desde este
punto de vista lo importante no es la capacidad física de moL,erse l)or parte del
sujeto pasivo, sino la de decidir el lwgar donde quiere o no quiere estar y Io
mtís importante de esta disquisición, es que en el aludido tipo penal se usa la
expresión 'sin derecbo priva a la aíctima de su libertad', pero esta priaación de
la libertad tiene una consecuenci¿, perseguicla por el agente, tt wn fin rnediato;
sienclo la privación de la libertad solo un modo facilitador. Segwndo.- Qwe en
el presente caso, los procesados en sw condición cle integrantes de las rc¡ndas
campesinns de los centros poblados de Pueblo Libre y Santa Rosa, jwrisdicción
de la proz,incia de Moyabamba, en el departamento de San Martín, teniendo
conocimiento de que los presuntos agravi,tdos [...J aceptaron [...J, ser los trwto-
res de los delitos de robo, vioLtción sexual 1, dsesinato que se habrían cometido
en sus territorios, decidieron sancionarlos de,tcuer¿lo con sLrs costuntbres con-
denándolos, a'cadena ronderil', esto es, pasarlos de una ronda a otra a efectos
de que sean reconocitlos por sus ltrtbit'tntes l, adenttís presten trabajo g'atuito
a faoor cle las respecticas cornurtidades. Tercero.- Que en tal sentido, Ia con-
ducta de los procesrtdos no reuíste el carácter dolosct que requiere el tipo pen,tl
de secuestro, dado que su dcturtr se encuentra normado J' regulado por el artí-
cuLo 119 de La Constitución PoLítica deL Perti que a la letra dice: 'las Rondds
Campesinas puedert ejercer las fwnciones jwrisdiccionales clentro de sw ámbito
territoriaL de conformidad con eL derecho consuetwdinario...', no babiéndose
adz,etido con ello ningrin ejercicio abwsivo del cargo ya. que, por el contra.rio
todos los denwnciados a.ctuaron confornrc a sus ancestrales costwmbres. Cuar-
to.- Que el inciso B, del ttrtícttlo 20 del Código Penal señala qwe está exento de
responsabilidad penal'el que obra por disposición de la ley, en cumplimiento
de wn deber o en el ejercicio legítimo de un dereclto, oficio o cargo', por lo que,
si los procesados en su condición de ronderos, momentáneamente apreben-
clieron tt los presutttos agraviados, sín embargo, su accton(lr es legítíntct, por
cuan.to se encuentra enmarcado en el artícwlo 149 de nuestra carta ntagntt.
Quinto.- Que al haber concurrido la cdusd de justificac'ión 'el actuar por dis-
posición de la ley' en el presente proceso; en consecrlencia, si bien la acción es
típica, sin embargo no es antijurídica, por ende, tampoco cwlpable, resultando
de ,rplicación el artícwlo 284 del Código de Procedimientos Penales". Consi-
deraciones por las cuales declararon haber nulidad en la sentencia recurrida
que condenó a los procesados por el delito de secuestro(652).
(6s2) lgual razonamiento hace la Primera Sala Penal Trans¡tor¡a de la Corte Suprenra, en caso
parecido en la Ejecutor¡a Suprema del 29 de octubre de 2004, cuando sostiene que "en e/ ccso sub exa-
mine /os encausados miembros de la comunidod campesina de'autodefensa' actuoron respaldados por
un derecho, pues se encuentru reconocida como uno de las funciones de los tomités de autodefensa' la
I 508
Violación de la libertad personal
5. CULPABILIDAD
lJna vez que el operador jurídico determina que en la conducta típica
analizada no concurre alguna causa de justificación, inmediatamenre ana-
hzarási el injusto penal debe ser atribuido al agente. Es decir, deberá ana-
lizar si el agente es imputable y mayor de 18 años de edad, si al momento
de actuar sabía o tenía conocimiento de la antijuridicidad de su actuar v si
pudo obrar de manera diferente a la de exteriorizar la conducta que lesionó
el bien jurídico libertad de su víctim,r.
Es posible la concurrencia del error de prohibición previsto en la últi-
ma parte del artículo 14 del Código Penal. En efecto, la Ejecutoria Suprema
del 23 de marzo de 2010(6s3) da cuenta de un caso real v concreto en el cual
se aplicó esta categoría jurídica para confirrn", la ,.,lt"ncia condenatoria a
dos acusados del delito de secuestro. Allí sc argumenta que: "/os becbos de-
c/.lrLt(los probddos en lLt sentenci¿l estriban en que: (i) los |)t"oces¿tdos Zacarías
López, 1, l[arina Gil
integrttntes de l¿t rottda c.tntpesind tle la localidad de la
^IIolind del distrito tle Nueoa Cttjarttarca- sienclo las diez de la ntañana del
día ueinte tle marzo de dos tnil siete ingres,tron de lbrrna rtiolenta al taller de
ttecLínicd de propiedad del agraviadc¡..., procediendo a reducir e inmovilizar
d la t'íctima ), trasladarla en contr¿l tle su 'r,oluntad a ld base ronderil; (ii)
que, estando en dicbo locdl, recién fue inforrnado que en su contrd existía una
denuncia por una dewda... pdra potteriormente los encausados disponer que el
agraviaclo ingrese a un recinto que se utílizaba cotno calabozo, no sin antes ser
amenazado con ser lincbado en boras de ltr nocbe 1, ser trdslado en cadetta ron-
tleril; (iii) que, luego de brtber trartscurritlo ntás tle cuatro boras cle encierro,
logro huir e interpuso Ia denunci¿t respactiLtLr, siendo tletenido nueldTnente
con /a f'na/tdad de oú/igar/e d q/./e se r/estst,t ,/e h ,/enmct¿t... que, rcsltccto t/e/
tlelito de secuesfto, se atl"itierte tte los becbt¡s t/cc'ldr¿tlos probados, el derttt,idch¡
fue prir:ado de su libertdtl al ntargen de ld aceptttbilid¿d t{e/ Derec'|,t, ('ottsue-
tudinrtrio :to tnedió un sistent¡ t"Ltzonrtb/c t{c inpdrticitin dc justici¡ t"onderil
ante la Lluseilc'id tle las tnhtirnds fonlttts dc cttjttit'itntiento (st'ñal¿d¡nante de/
¿lerecho de defensrt) tti cottcreciótt de un,t ttot'ttttt t'onsttetutlin¿t)'tLt qtla regule
e/ conflicto en cuestión-, por lo que no es tlc rt't'ibo en cste c'ttso el ejerc'icio de/
fuero especial conuttal-rontleri/; que la tbsolut¡ ¡rbih'arietlttcL del poder fácti-
posibilidod de detener personas [...], opreciándose que los agraviados fueron puestos o disposición de lo
autoridad policial, pues estos habían efectuado disporos y constru¡do uno choza en Tungosuca, distr¡to de
Túpac Amoru, lo que motivo a su detención, pues los comuneros creyeron que iban a tomor posesión de sus
tieftas, por tonto la conducta resulto ser típico, pero no ontijurídico por concurrir uno causa de exclusión de
lo antiiuridicidad que convierte el hecho típico, en un octo totolmente líc¡to y oprobodo por el ordenom¡ento
jurídico", en CASTILLo ALVA, 2006c, p.48.
(ós3) R.N. No 2416-2009-San Martín. Sala Penal Permanente de la Corte Suprema.
509 I
Ramiro Salrnas Siccha
6. CONSUMACTÓN
1654J
RoY FREYRE, 197 5, p. 269.
I 510
Violación de la libertad personal
(657)
En Vistos, Lima,29 de diciembre de 1 999, p. 8
(658)
lnciso 4 del artículo 82 del Código Penal.
511 r
Ramiro Salinas Siccha
Existe tentativa cuando el autor inicia la ejecución del delito por he-
chos exteriores, practicando todos o parte de los actos que objetivamente
deberían de producir el resultado, y sin embargo, este no se produce por
causas independientes a la voluntad del agente. En tal sentido, el secuestro,
por tratarse de un delito de lesión v de resultado, es posible que se quede
en realización imperfecta, esto es, en el grado de tentativa. Ello ocurrirá,
por ejemplo, cuando después de desarrollar los actos tendientes a lograr el
secuestro, los delincuentes no logran su objetivo por la tenaz resistencia
que opuso el asraviado v los efectivos de su seguridad personal.
El agente debe haber dado inicio con actos ejecutir.os objetivos a la
comisión del delito de secuestro que decidió coñIeter. Antes que aparezcan
objetir':rmentc tales actos estarenlos ante lo que se denomina actos prepa-
ratorios de un delito de secuestro, los n-rismos que, por regla general, son
atípicos c irrclcr-antcs penalmente, salvo que por sí solos constituyan un
delito independiente. En tal sentido se ha pronunciado 1a Sala Penal de la
Corte Suprema por Ejecutoria Suprerna del 18 de mayo de 1.994, que re-
solvió absolver al procesado de la acusación fiscal del delito de tentativa de
secuestro, sosteniendo . "Que, en el caso de ¿tutos se imputa a Rudy Andrés
Albarracín Bdrreto haber confeccic¡naclo los plrtnos y croquis que determina-
bdn la trayectoria a seguir por el agrar,iatlo Pdolo Sachi Yurato, cpte luego sería
ctbjeto de la pri',:ación de su libertdd personal, e/npero tal cc¡ntisión delictiva
no se Perpetró cluedando entoltces h actitud del procesado Albarrdcín Blrrreto
cotno ult (tcto cLtrente cle suficienc'ia para r:iolentar ttn bien jurídico tuteladc¡
¡tor la 1e7,, ett t,istd de nc¡ tlarse eL presupuesto inequí2,;ctco cle dar inicio en ld
cortisión del becbo punible; por tdnto, debe encuaclrarse tal situdción conc¡
Llcto prePLlr(ttorio que se encuentr/l en la fase externd del tlelito, pero que no es
ptrte de é1, sientk¡ que por sí solo es incapaz de intlicar la voluntdd tlel beclto
de contint,trtr ), rtc'abar su intento delictuoso; si esto es así, la imputación rec¿tí-
dtt no tiene e/ sustento necesdrio para la imposiciótt ¿le una pena"$to¡.
(6se) Exp. N" A.V. 19-2001 , Sala Penal Especial de la Corte Suprema, sentenc¡a de 7 de abril de
2009, confirmada por la Primera Sala PenalTransitoria de la Corte Suprema en el R.N. N" 19-01-2009 A.V-
Lima.
(660) Exp. No 'l 1 1-94-Lima, en PRADo SALDARRTAGA, 1999, p.184.
_
4 512
Violación de Ia libertad personal
9. PENALIDAD
. Dgl tipo penal fluye que ,rl agente que comere el delito de secuesrro,
dentro de.los parámetros del tipo básico, será merecedor a pena privativa
cie iibertad no menor de 20 ni mayor de 30 años.
513 I
Ramiro Salinas Siccha
10. LAPENADECADENAPERPETUA
Aparte de elevar desmesuradamente la pena privativa de libertad tem-
poral para el delito de secuestro y sus agravantes, se han ampliado los su-
puestos delictivos que merecen pena de cadena perpetua. En efecto, por la
modificación introducida por la Ley N" 28760, de junio de 2006, el último
párrafo del artículo 152 del Código Penal, previó que "la pena será de ca-
dena perpetua cuando el agraviado es menor de edad, mayor de sesenta v
cinco años o discapacitado, así como cuando la víctima resulte con daños
en el cuerpo o en su salud física o mental, o muera durante el secuestro o
a consecuencia de dicho ecto". Actualmente, por disposición del Decreto
Legislativo N" 982, de ulio de 2007, se han ampliado aún más los supues-
f
tos. De esa forma, ahore se prevé que la "pena será de cadena perpetua
cuando: 1. El agraviaclo es menor de edad o mayor de setenta años;2. El
agraviado sufre discapacidad y el agente se aprovecha de esta circunstancia
y 3. Si se causa lesiones gr¡ves o muertc al agraviado durante el secuestro,
o a consecuencia de clicho lcto".
Al disponer m.ís posibilidades p.rra imponcr la pena de cadena perpe-
tua, lo único que se evide nci¿r en la condr.rcta del legislador -autor de la ley v
luego del citado l)ccrcto I-ceisl¿rtivo- cn su desesperación por hacer frente
a la denr.rndrr social, cs sLl e sc.rso conocimier-rto de las elementales teorí:rs
del Derecho pen.rl actual respecto ;r la pe nrr y su función preventiva, prorec-
tora v resocirliz-,iclor,r, rccosid¡ en cl ¡rtículo IX del Título Preliminar dcl
Código Pen¿rl. Y rnucho nrelros al p,rrecer toma en cuenra el numeral 22 del
artícr.rlo 139 de l;r (lonstitución Política clelEstado, que establece en forma
contunde ntc: "cl principio de que cl résirlen penitenciario tiene por objeto
la reeducación, rchabilitación y reincorporeción del penado a la sociedad".
Soslavando que, t;rl como eltibunal Constitucional(662) 1o ha establecido,
t662) Fundamento 179 del la Resolución del Tribunal Const¡tucional del 3 de enero de 2003;
Exp. N' 010 2002-Al/TC-Lima.
4 514
Violación de la libertad personal
515 r
Ramiro Salinas Siccha
I 516
Violación de la libertad personal
517 a
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 4
Trata de personas
1. CUESTIÓN PREVIA
t667j Según la Organización de las Naciones Unidas, las ganancias de la trata de personas en
T 518
Violación de la libertad personal
el mundo superan los 9,500 millones de dólares anuales, situación que le convierte en una de las tres
fuentes principales de ingresos para el crimen organizado, luego del tráfico ilícito de drogas y tráfico
de armas. Véase: Exposición de motivos de los proyectos de leyes Nos. 108/2006-CR,314/2O06-MP y
51 3/2006-PE que dieron origen a la Ley N'28950.
(668) La dignidad es lo específicamente humano, de allí derivan y a la vez descansan los dere-
chos personalísimos en sentido jurídico-civil, o los derechos humanos en su dimensión constitucional.
Véase ALoNso ÁLAMo, 2006, p. 'l 72.
(66e) Véase: exposición de motivos del proyecto de ley No 314/ 2006-MP, presentado al Con-
greso de la República el 27 de setiembre de 2006, por nuestra Fiscal de la Nación, Dra. Flora Adelaida
Bolívar Arteaga. En igual sentido en la exposic¡ón de motivos del proyecto de ley No 51 3/2006-PE, ingre-
sado al Congreso de la República el 21 de octubre de 2006.
(6701 Trato de mujeres para fines sexuales comercioles en el Perú,2005.
519 I
l-
t671) La convención fue aprobada por el Congreso de la República por Resolución Legislativa
N" 27527 , el 4 de octubre de 2001 y ratificada por el Poder Ejecutivo por Decreto Supremo No 088-2001 -
RE, el 19 de octubre de 200'1, al igual que el Protocolo de Palermo para prevenir, reprimir y sancionar la
trata de personas, especialmente mujeres y niños. Aquí resulta necesario advertir sin embargo, que la
"trata de personas"estaba prohibido desde 1948 con la Declaración Universal de Derechos Humanos,
pues su artículo 4 prescribe que"nadie estará sometido a esclavitud nia servidumbre y que la esclavitud
y la trata de esclavos están prohibidos en todos sus formas". De ahí que la trata de personas con fines
sexuales ya estaba prevista como delito en el artículo 182 del Código Penal de 1991.
I 520
Violación de la libertad personal
2. TIPO PENAL
Elhecho punible que en el texto original delartículo 153 del Código
Penal se etiquetaba como "tráfico de menores o incapaces", ha sido obje-
to de modificación y ampliación por la Ley N" 28950 del te de enero de
2a07.Por esta lev no resulta apropiado seguir utilizando elnomen iwris de
"tráfico de menores o incapaces" corllo se venía haciendo. Luego de la mo-
dificación y:rmpliación del artículo 153 del Código Penal, resulta conve-
niente denominar a los supuesros incorporados al tipo penal como "delito
de trata de pcrsonas", el mismo que en forn-ra parcial estaba regulado en el
derog;rdo artículo i 82 del Código Penal. De ese modo, como consecuencia
de la nrodificación producida, el contenido del tipo penal del artículo 153
es como srgue:
3. TIPICIDAD OBJETIVA
De la lectura del tipo penal qr,re recoge la conducta delictiva rotulada
como "trata de personas", se evidencia que estamos ante un "delito pro-
521 a
Ramiro Salinas Siccha
a 522
Violación de la libertad personal
523 I
Ramiro Salinas Siccha
I 524
Violación de la libertad personal
a la víctima a que se ausente o salga del Perú ¡, se traslade a orro país con
la finalidad de ejercer la prostitución, pornoerafía u orra forma de explo-
tación sexual.
a. Violencia
La violencia o fuerza física deviene ell url insrlurnenro que utiliza o
hace uso el aeente para facilitar la captación, transporte, traslado, acogida,
recepción o retención de su víctima. Si en un caso concreto que la multi-
facética realidad presenta, se evidencia que el uso de la violencia no ruvo
aquella finalidad, sino, por el contrario, ruvo otra finalidad específica, no
.rparecerá el supuesto de hecho del delito de trata de personas.
b. Amenaza
La amenaza consiste en el anuncio de un mal o perjuicio inminente
para la vida o integridad física de la víctima, cuva finalidad es intimidarlo
¡ de ese modo, no oponga resistencia a la captación, transporte, traslado,
525 a
Ramiro Salinas Siccha
c. Prirsación de la libertad
Se presenta este medio típico cuando el agente primero secuestra o
priva de su libertad ambulatoria a su víctima, luego le obliga a realizar con-
ductas tendientes a lograr su objetivo. Aquí, la víctima tiene la condición
de rehén. Esta se presenta cuando por cualquier medio v en cualquier for-
ma, la víctima se encuentra bajo el poder del agente, ilegítimamente privad:r
de su libertad personal de locomoción.
a 526
Violación de la libertad personal
d. El fraude
Es la acción contraria a la verdad y a la rectitud que realiza el agente
con finalidad de perjudicar a la víctima en su libertad y, por ende, en su
la
dignidad de persona. El fraude puede materializarse por diversas conductas
específicas como astucia, ardid, artificio, embuste, truco, argucia, etc.
La astucia es la simulación de una conducta, situación o cosa, fin-
giendo o imitando lo que no se es, lo que no existe o lo que se tiene con
el objeto de hacer caer en eÍror a la víctima. El uso de nombre supuesto o
el abuso de confianza son formas en las cuales el agente actúa con astucia.
El ardid es el medio o mecanismo empleado, hábil y mañosamenre,
para lograr que una persona caiga en error.
El artificio es la deformación mañosa de la verdad con el fin de hacer
caer en error de apreciación f, otra persona que obsen-a la materialidad ex-
terna v ep¿rente de un¡ re¡lidad. En el ¿rtilicio i'¿ incluida la idea de enga-
ño. pero r¿mbién l¡ del ¡rre puesro en iuego para que el engaño triunfe, de
donde se desprende el ¿serto que I;r simple mentira no constituve engaño
o artificio, sino cuando es¡é acompañad¿ de ciertos otros elementos que le
den credibilidad. Se requiere lo que los franceses denominanmise in scene.
El truco es la apariencia engañosa, hecha con arte para inducir a error
a otra persona.
El embuste es una mentira disfrazada con artificio.
La argucia es un argumento falso presentado con agudeza o sutileza
cuyo fin es hacer caer en error a la víctima.
e. El engaño
Al engaño se ie define como la desfiguración de lo verdadero o real,
capaz de inducir a error ¿ una o r'.rrirs personas. En otras palabras, la expre-
siónengaño designa la acción o efecto de hacer creer a alguien, con palabras
o de cualquier otro modo, algo que no es verdad.
Sin embargo, para materializarse el fraude y el engaño en el delito de
trata de personas, estos medios típicos deben ser suficientes e idóneos para
producir el error e inducir al sujeto pasivo a fin de que preste su aparenre
consentimiento en la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o
retención con fines de explotación o venta de niños. El operador jurídi-
co, al momento dc calificar la conducta, deberá verificar si el mecanismo
527 a
Ramiro Salinas Siccha
f. El abuso de poder
Este medio típico de comisión se presenta cuando el agente que, den-
tro de un grupo social tiene cierto poder económico, político, académico
o social, se aprovecha de tal situación v abusando de su poder procede a
promover, far-orecer, fin:rnci¡r o f,rciliter Ia captación. transporte, traslado,
acogida, recepción o rerención de l¿ r'ícrim¡ con fines de erplotación o
r.enta de nirlos.
Por disposición expresa del último párrafo del artículo 153 modifi-
cado, la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención de
niño, niña o adolescente con fines de explotación se considerará trata de
personas, incluso cuando no se recurra a alguno de los medios típicos seña-
3.5. Finalidaddelagente
Las conductas desarrolladas por el agente, hasta aquí, tienen su única
y primordial explicación en la finalidad u objetivo que le mueve o guía.La
finalidad es lo fundamental. Si en un caso, por ejemplo, se llega a verificar
que el sujeto activo de las conductas iniciales ya explicadas no tenía como
finalidad someter a la r.íctima a la explotación o venta de niños, el delito de
trata de personas no se configura.
En efecto. el .les¿rrollo de las conductas iniciales debe estar encami-
nado ¿ conseguir la finalidad querida por el sujeto activo. Pero icuál es la
finalid¿d que guíe ¡l agentei La respuesta la encontramos en el mismo tipo
penal del artículo 153 del Código Penal. Allí se prescribe que la conducta
del agente debe efec¡uarse en periuicio de la r'íctima, con iines de explo-
tación o venta de niños, para que aquella, ya sea mavor o menor, ejerzala
prostitución, sea sometida a esclavitrd ,.*n"l,rt6) u otras formas de explo-
tación sexual(6zz), obligada a mendigar, arealizar trabajos o servicios forzados,
a la servidumbre, la esclavitud(678) o prácticas análogas a la esclavitud u otras
formas de explotación laboral, o extracción o tráfico de órganos o tejidos
humanos.
1676j El nurneral 7.'l del Estatuto de la Corte Penal lnternacional, adoptado en Roma el 17 de
julio de 1998, prescribe en forma contundente que se entenderá por "crimen de lesa humanidad" la "(...)
g) Violación, esclavitud sexual, prost¡tución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros
abusos sexuales de gravedad comparable'i
1677) DE LA CUESTA ARZAMENDI defrne la explotación sexual como la utilización de una persona
con ñnes sexuales y con ánimo de lucro, atentando directa o indirectamente a su dignidad y libertad
sexualy afectando potencialmente su equilibrio psicosocial (c¡tado por ALoNso Álnno, 2006,p.20Q.
(678) El Estatuto de la Corte Penal lnternacional, en el numeral 7.1, luego de establecer que
la esclavitud también es un crimen de lesa humanidad, le define como"el ejercicio de los atributos del
derecho de propiedad sobre una persona, o de algunos de ellos, incluido el ejercicio de esos atributos
en el tráfico de personas, en particular mujeres y niños'i
529 a
Ramiro Salinas Siccha
t67e) En contra, Caro Coria, quien afirma "con todo, la afectación de la dignidad, como en prác-
t¡camente todos los delitos que afectan bienes individuales y personalísimos, es consustanc¡al a la trata
de personas, y de hecho su referencia afianza más la noción del desvalor de la conducta en estos delitos,
pero de ello no se deduce que se pueda reclamar su afectación como el fundamento o el momento
central de la antijuridicidad en la trata de personas y que, conforme a lo aquí expuesto, se concreta más
bien en un desvalor del resultado lesivo contra la libertad individual ambulatoria de la víctima'i "Sobre
la relación entre los delitos contra la libertad sexual y de trata de personas", en Reyistc Goceta Penal y
Procesal Penol,T.29, noviembre 201 1, p. 95.
(680) Véase:proyectodeleyN"3l412006-MP,presentadopornuestraFiscaldelaNación.
.
I 530
Violación de la libertad personal
4. TIPICIDAD SUBJETIVA
En la conducta desarrollada por el agente se exige necesariamente la
presencia del elemento subjetivo "dolo". No es factible la comisión por
culpa.
Además, se exige la presencia de un elemento subjetivo adicional al
dolo constituido por el propósito o intención que motiva al agente, es de-
cir, los actos de promoción, favorecimiento, financiamiento o facilitación
que realiza el autor se materializan con la finalidad que lavíctima ejerzala
prostitución, sea somerida a esclavitud sexual u otras formas de explota-
ción sexual, obligada a n-rendigar, a realizar trabajos o sen'icios forzados,
a la ser'idumbre. la esclar-itud o prácticas análogas a la escla'itud u otras
fornr¿s de erplotación laboral, o exrracción o tráfico de órganos o tejidos
humanos.
Si en determinado comportamiento se verifica que tal intención no
existió en la voluntad del agenre al realizar alguno de los supuestos fácticos
que recoge elartículo 153 del Código Penal, eldelito no aparece, constitu-
vendo una conducta penalmente irrelevante por atípica.
De modo que se trata de un delito de tendencia interna trascendente,
un delito rnutilado en dos actos: el autor debe primero "apoderarse" de la
víctima, "hacerla suya" si cabe la expresión, retirarla o excluirla del goce
de su libertad y de todos los mecanismos de tutela propios del Estadó de
Derecho, para luego, en orro momenro tener la posibilidad de someterla a
las diferentes formas de explotación que describe la ley(esr).
(681) CARO CoRlA, "Sobre la relación entre los delitos contra la libertad sexual y de trata de per-
sonas'l en Revista Gaceta Penal y Procesal Penol,l.29, noviembre 2O11, p.94.
{682) GARCÍANAVARRO,2007,p.295.
531 r
Ramiro Salinas Siccha
5. ANTIJURIDICIDAD
IJna vez que se verifica que la conducta en análisis reúne todos los
elementos objetivos y subjetivos de la tipicidad, corresponde al operador
jurídico determinar si en ella concurre alguna causa de justificación de las
previstas en el artículo 20 del Código Penal. Si se verifica alguna causa de
justificación, la conduct a será, muy bien, típica pero no antijurídica ¡ por
tanto, se excluirá del campo de los delitos.
En principio, puede alegarse que el consentimiento exPresado por
la víctima mayor de 18 años de edad puede convertirse en una causa de
justificación, sin embargo, si se verifica que tal consentimiento se obtuvo a
través de cualquiera de los medios de comisión típicos, tal consentimiento
no ampara ni fundamenta la justificante. Esta conclusión se evidencia de
la interpretación del contenido del tipo penal del artículo 153. No obs-
ta.rte, ade-ás así aparece prescrito en el segundo inciso del artículo 3 del
Protocolo de Palermo: el consentimiento dado por la víctima de la trata de
personas o toda forma de explotación intencional no se tendrá en cuenta
cuando se haya recurrido a cualquiera de los medios típicos.
6. CULPABILIDAD
Acto seguido, de verificarse que en la conducta tíPica de trata de per-
sonas para fines de explotación o venta de niños no concurre alguna causa
de justificación, el operador jurídico entraráal análisis para determinar si la
conducta típicay antijurídica puede ser atribuida a su autor. En esta etapa
tendrá que verificarse si al momento de actuar el agente era imputable, es
decir, mayor de 18 años y no sufría de alguna anomalía psíquica que le haga
inimputable. También se verificará si el agente al momento de erteriorizar
su conducta, etiquetada como trata de personas, conocía la antijuridicidad
de su actuar, es decir, se verificará si el agente sabía o conocía que su con-
ducta estaba prohibida por ser contraria al derecho.
Luego, determinará si el agente pudo actuar o determinarse de modo
diferente al de cometer el delito.
7. TENTATIVAYCONSUMACIÓN
Los supuestos delictivos de promoción, favorecimiento, financia-
miento o facilitación se perfeccionan o consuman en el momento en que
se verifica la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención
de la víctima, en el territorio de la República o para su salida o para su en-
tra.da al país, con la finalidad previamente concebida de explotación o venta
r 532
Violación de la libertad personal
8. PENATIDAD
Subcapítulo 5
Trata de personas agravada
1. TIPO PENAL
533 I
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de trata de personas agravado exige la verificación de la con-
currencia de todos los elementos objetivos y subjetivos de la figura básica
de trata de personas, luego debe verificarse la concurrencia de alguna agra-
,ra.,t" .rp.cífica, caso contrario, es imposible hablar del delito de trata de
p".ro.rri agravado. Como lógica consecuencia, el operador iurídico' al de-
nunciar o abrir proceso por este delito, en los fundamentos jurídicos de su
denuncia o auto de procesamiento, primero debe consignar el artículo 153
y luego el o los incisos pertinentes delartículo 153-A del Código Penal.
Actuar de otro modo, es decir, de solo indicar como fundamento
jurídico algún inciso del artículo 153-A sin invocar el artículo 153, es to-
talmente errado, pues se estaría imputando a una persona la comisión de
I 534
Violación de la libertad personal
3. CIRCUNSTANCIASAGRAVANTES
535 I
Ramiro Salinas Siccha
c. Pluralidad de víctimas
La agravante se configura cuando la promoción, favorecimiento, fi-
nanciamiento o facilitación de la captación, transporte, traslado, acogida,
recepción o retención para fines de trata de personas se dirige contra una
pluralidad de personas. Es decir, más de tres personas resultan perjudicadas
en su libertad personal con el accionar del agente.
La agravante se justifica por la vulneración de derechos de varias per-
sonas. Con base en el principio de proporcionalidad de la pena, no es igual
la lesión o puesta en peligro de los derechos de una sola persona que la
lesión o puesta en peligro de derechos de una multitud de personas.
I 536
Violación de la libertad personal
s37 a
Ramiro Salinas Siccha
Solo aparece Ia agravante cuando las dos o más personas que partici-
pan en eldelito en hermenéutica lo hacen en calidad de coaurores. Es decir,
cuando todos con su conducta teniendo el dominio del hecho aportan en la
comisión del delito. El mismo fundamento de la agravanre nos lleva a con-
cluir de ese modo, pues el número de personas que deben participar en el
hecho mismo facilita su consumación por la merma significativa de la efica-
cia de cualquier mecanismo de defensa u oposición que emplee la víctima.
El concurso debe ser en el hecho mismo de promover, favorecer, fi-
nanciar o facilitar la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o
retención de otro, en el territorio de la República o para su salida o entrada
al país. No antes ni después, y ello solo puede suceder cuando estamos
frente a la coautoría.
En el ordenamiento iurídico punitivo n¡cional cometen delito quie-
nes lo ejecutan en calidad de autores. El inductor o instigador no comete
delito, lo determina. Los cómplices no cometen delito, así concursen con
un autor o coautores, ellos colaboran o auxilian. Por lo mismo, la agravante
solo alcanza a los autores o coautores del delito.
Entre los coautores debe existir un mínimo acuerdo para perfeccio-
nar la trata de personas. No obstante tal acuerdo no debe connotar perma-
nencia en Ia comisión de este tipo de delitos, pues en ral caso esraremos
ante una organización criminal que configura otra agravante.
I 538
Violación de la libertad personal
539 I
Ramrro Salinas Siccha
I 540
Violación de la Iibertad personal
(688) Véase el contenido del artículo 2 de la Ley N" 27050, Ley general
de la persona con
discapacidad.
(68e) Respecto de las características y estructura de la criminalidad organizada, véase PRnoo
SALDARRIAGA, 2006.
541 r
Ramiro Salinas Siccha
4. PENALIDAD
De r.erificarse el delito de trata dc personas con las agravantcs clc lrr
prin.rcrrr partc del artículo 153-A del Código Penal, la pena privatir.:r d.- li-
bcrt.rcl c inhrbilitación será no menor de 12 ni mayor de 20 años e,,nlirn.r.rc
elrrtículo 36 incisos 7,2,3,4 v 5 dcl Código Penal.
Irrr cambio, si se verifica cualquiera de las agravirntes prcvisr¡s en l.r
últinr.r p.rrtc dcl cittrclo nurneral, l:r pena será privativa de libcrt¡d n() lncn()r
clc 25 ¡ños ni m;rvor cle 35 años.
hn r¡rliceci<in clel últin-ro párrafo del rrrtículo 8 de l;r Ley N" 2fi950 rle I
l(¡ rlt'cnr'ro de 20C7, los ¡gentes dcl delito de trata de personas, en srrr for'-
nr¡t.rsr.rr'¡cl.rs, prcr.istls cn cl artículo 151-A clel Código Pen;rl, rro potlr.ín
.rc()ge rs(' ¡ los ilcne ficios pelritcnci.rrir.r unil \'cz scnte nciados.
J 542
Capítulo ll
VIOLACIÓN OT LA INTIMIDAD
Subcapítulo 1
Gene raliclacles
L,r doctrin;r v lrr jurispruclcncie n() h,rrl sirlo p.rcífic.rs cn l:r clefinicirin dcl
derecho a la intinríciad, debicio:r quc sc trrrt¡ de un¡ nocií:¡ll juríclicrr im¡rreulrad;r
de la idiosincrasirr cle los r',rlores culturrrlcs quc dcri\¡¿ln, lnr¡ch()s cle cllos, dc
la estructura econónrico-soci.rl de un:l corrunicled. No l-ra sido f¡ctiblc para el
sistenra del Contnton L¿tü: anglosaión, ni par:l nuestro sistema del C'iaíl Lau.l,
perteneciente a l¿r f;rnrili¿r ron;uro-gcrrn:inicrr. p()r tcncr un contcnido muy am-
plio, siendo prácticamentc imposible cncerrrlr todas sus posibiliclades en una
definición, con ffravor razón si queremos clerlc un ¡lcance universal(6e0).
543 r
Ramiro Salinas Siccha
16911
Ror\4Eo CASABONA, 2003, p. 9C.
1692i MoRALES GODO, 2002, p. 59.
a 544
Violación de la intimidad
(693)
GoRKr GoNzÁLEz, 1993, p. 70.
545 I
Ramiro Salinas Siccha
I 546
Violación de la intimidad
547 a
Ramiro Salinas Siccha
(6ee)
. GoRKt GoNzÁ1ES,1993,p.70
T 548
Violación de la intimidad
hábeas corpus interpuesto por Magaly Medina y Ney Guerrero en contra de los Vocales de la primera
Sala PenalTransitoria de la Corte Suprema, el mismo que fue declarado infundado.
549 I
Ramiro Salinas Siccha
I 550
Violación de la intimidad
Perú, las normas relativas a este derecho recién se inician con la Constitu-
ción de 1979.
En aquel documento constitucio nal ya derogado, aparece por prime-
ra vez reconocido y regulado el derecho a la intimidad personal y familiar
en nuestro sistema jurídico. En esa línea, con la promulgación del Código
Civil de 1984, al regularlo más específicamenre, el legislador nacional le
dio real presencia y contenido en nuestro sistema jurídico. En efecto, en el
artículo 14 del citado cuerpo de leyes se indica que: "la intimidad de la vida
personal y familiar no puede ser puesta de manifiesto sin el asentimiento
de la persona o si esta ha muerto, sin el de su cónyuge, descendientes, as-
cendientes o hermanos, excluyentemente y en este orden".
En la práctica resultaba evidente que las normas civiles por sí solas,
eran de escasa efectividad, pues la vulneración a la intimidad personal seguía
su curso inexorable en perjuicio de la personalidad de su titular, haciéndose
uso para ello de instrumentos, procesos técnicos o medios electrónicos. En
talsentido, allegislador delCódigo Penal de 1991, siguiendo las tendencias
modernas del derecho punitivo, no le quedó orra alrernativa que incorporar
el derecho a la intimidad como un bien jurídico penal, es decir, como un
interés factible de ser protegido penalmente, pues su vulneración o puesta
en peligro lesiona gravemente las relaciones interpersonales en sociedad.
Así, aparecen varias conductas delictivas en las cuales la intimidad es el
bien jurídico protegido. Este acontecimienro se presenra como roda una
innovación en nuestro derecho penal.
En efecto, en nuestro Código Penal encontramos el Título IV con
el rótulo de "delitos contra la libertad" y en este rubro, el Capítulo II con
el nomen iwris de "violación de la intimidad", donde aparecen diversas con-
ductas delictivas, como son: r,rrlnerar la intimidad de la vida personal o fa-
miliar del agraviado, ya sea observando, escuchando o registrando un hecho,
palabra, escrito o imagen, valiéndose de instrumentos, procesos técnicos u
otros medios parecidos; apareciendo como circunstancia agravante el hecho
de revelar lo conocido indebidamente y rener el sujeto acrivo la calidad de
funcionario o sen'idor público. otro hecho punible lo constituye el revelar
aspectos de la intimidad personal o familiar del agraviado, que conociera el
sujeto activo con motivo del trabajo que presró a su víctima o a la persona
a quien este le confió, y finalmente, se ha tipificado como hecho punible
cuando el agente, indebidamenre, organiza, proporciona o emplea cualquier
archivo que tenga datos referentes a las convicciones políticas o religioias y
otros aspectos de la vida íntima de una o más personas, apareciendo como
agravante la calidad del sujeto activo de funcionario o servidor público, siem-
pre que haya actuado dolosamenre en el ejercicio del cargo que desempeña.
551 r
Ramiro Salinas Siccha
(704) ERAMONT-AR|ASTORRES,2000,p.75.
I 552
Violación de la intimidad
Subcapítulo 2
Violación de la intimidad
1. TIPO PENAL
553 r
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La figura delictiva de violación de la intimidad, recogida o descrita en
el tipo penal del artículo 154 del código sustantivo, se configura cuando
el sujeto activo o autor pone en peligro, vulnera o lesiona la intimidad, o,
mejor dicho, "aspectos o datos sensibles" que conforman la intimidad per-
sonal o familiar del sujeto pasivo, mediante la observación, escuchando o
registrando un hecho, palabra, escrito o imagen, haciendo uso Para ello, de
instrumentos, procesos técnicos u otros medios.
Como se observa, el tipo penal hace uso de los verbos "observar",
"escuchar" y "registrar", circunstancia que permite afirmar que el tipo pe-
nal recoge tres supuestos delictivos que perfectamente pueden aparecer en
la realidad concreta, por separado o en forma conjunta:
a. La primera modalidad del delito de violación a la intimidad se con-
figura cuando el agente lesiona la intimidad personal o familiar del
sujeto pasivo, observando conductas íntimas que desarrolla aquel en
su esfera privada, haciendo uso, para ello, de instrumentos, procesos
técnicos u otros medios. Ocurre, por ejemplo, cuando el agente, ha-
ciendo uso de una larga vista, todas las mañanas, observa a su vecina
haciendo aeróbicos en ropa íntirna, quien no tiene la menor idea que
viene siendo observada.
I 554
Violación de la intimidad
555 t
Ramiro Salinas Siccha
. Los párrafos segundo ely ter_cero_del tipo penal en análisis recogen dos
circunstancias que delito de violación de la intimidad. Las agra-
^gravan
vantes aparecen cuando el agente revela o hace público los hechos o con-
ductas observadas, escuchadas o registradas haciendo uso de instrumentos
o procesos técnicos. En efecto, tenemos:
a. Cuando el agente re,uele la intimidad. El segundo párrafo del tipo pe-
nal en hermenéutica jurídica recoge la circunstancia agravante que
se configura cuando el agente revela, manifiesta, expone, declara o
comunlca a otra persona los hechos o conductas de la vida íntima del
sujeto pasivo que ha conocido en forma ilegal haciendo uso de ins-
trumentos o procesos técnicos. La agravante se justifica plenamente
por el mayor daño que se ocasiona al titular de la intimidad personal
o familiar.
b. Cwando el agente wtilice los medios de comwnicación social para reu)e-
lar la intimidad. El tercer párrafo del tipo penal del arrículo 154 del
I 556
Violación de la intimidad
{706) R.N. No 3301-o4-Lima. Aquí fue materia de grado la sentencia de 4 de junio de 2004, que
confirmando la apelada condena a Magaly Jesús Medina Vela y Ney Guerrero Orellana, por el delito
contra la libertad -violación a la intimidad-, en agravio de Mónica Adaro Rueda, a cuatro años de pena
privativa de la libertad y fija en cincuenta mil nuevos soles por concepto de reparación civil solidaria.
557 a
Ramiro Salinas Siccha
T 558
Violación de la intimidad
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la estructura del tipo penal se evidencia con claridad meridiana
que se trata de un delito de comisión dolosa. Ello significa que el agenre
debe conocer perfectamente que observa, escucha o registra hechos o con-
ductas íntimas del agraviado sin su consenrimiento, sin embargo, volunta-
riamente decide acruar en perjuicio evidente de la víctima. Saber si el agen-
te conocía que actuaba ilícitamente o en forrna indebida corresponderá al
elemento culpabilidad. Esto es, determinar si el agente conocía la ilicitud
o antijuridicidad de su conduct,r típica v antijurídica, correspondería ala
etapa de la culpabilidad.
De rrcuerdo con ello, no es posiblc clue las conductas analizadas se
matcrialicen en la realidad concrer,r por ilctos culposos. Tampoco aparece
alguna modalidaci del hecho pu'ible cJe violación de la intimidad cuando
deter_minada persona por una casualidad o en forma circunstancial no pre-
parada, obsen'a escenas íntim:rs del agravi,rdo.
559 r
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTI'URIDICIDAD
No hay inconveniente en aceptar que en la conducta típica atribuida
a una persona, concurra alguna causa de justificación de las previstas en
el artículo 20 del Código Penal. Resulta importante precisar que en este
delito, el consentimiento no constituye causa de justificación, pues ya he-
mos tenido oportunidad de indicar que el consentimiento de la víctima se
constituye en causal de atipicidad. Esto es, el consentimiento del afectado
desvirtúa que el hecho sea típico. De modo que si no hay tipicidad, resulta
imposible pasar a analízar el segundo aspecto del hecho punible como lo es
la antijuridicidad.
En el caso judicial derivado del reportaje televisivo denominado "Las
prostivedettes", el abogado defensor de los procesados, entre uno de sus
argumentos de defensa, alegó la concurrencia de una causa de iustifica-
ción sosteniendo que "el trabajo periodístico de vedettes dedicadas a ia
prostitución clandestina es un acto de ejercicio del derecho a la libertad de
prensa". No obstante, por Ejecutoria Suprema del 28 de abril 2005, la Su-
prema Corte dejó establecido en forma atinada que: "la difusión teler.,isít'a
de las escenas sexuales íntimas de la agraaiada, no estaban de ningtin modo
jwstificadas por una exigencia informativa, en cuAnto se estima qwe el derecbo
de información tiene relevancia jwrídica solamente en los límites de la wtili-
dad social y de la esencialidad y modales civilizados de Ia noticia. Con tales
parámetros no se tratd de 'bloqwear' la expresión de la libertad fwndamental
de la información, sino por el contrario, apoyados en el Código deontológico
de los periodistas, hacer qwe ella se desenvuelaa segin las características que
le son propias, actwando así el balance de los intereses contrapuestos (...). La
doctrina informa además qwe, el derecho de información no es absoluto, pues
ningin derecho lo es, y ha de coexistir -pacíficamente- con otros derechos
fwndamentales. En efecto, a pa.rtir de Ia Constitwción Política se establece qwe,
cuando del ejercicio de tales libertades reswlten afectados la intimidad y bonor
de ks personas, nos encontra.mos ante un conflicto de derechos, ambos de ran-
go fundamental, qwe para resolverlo deberá recwrrirse a los baremos siguientes:
a) la no existencia de derechos fundamenales abstractos, ni de límites absolw-
tos de estos, b) la delimitación de derecbos enfrentados, distinguiendo entre la
libertad de información y de expresión, por un lado, y el derecho a la intimi-
dad personal, por otro, c) la importancia de los criterios de ponderación y, d)
la especial consideración de penetrar dolosa y abwsiaamente, en Ia intimidad
personal. En al virtwd, en lo qwe se refiere a este derecbo, y su relación con
el derecho a la información, ciertamente los precEtos del Código Penal con-
ceden wna amplia protección a la primera, mediante la tipificación contenida
en el artícwlo ciento cincuenta y cuatro, protección que se sustenta y responde
r 560
Violación de la intimidad
5. CULPABILIDAD
Si el operador jurídico verifica que en la conducta no concurre al-
guna causa de justificación, estará anre una conducra típica y antijurídica
lista para ser atribuida penalmenre a su auror. Correspondiendo en segui-
da analizar si el agente reúne las condiciones para asumir penalmente su
responsabilidad por el injusto penal verificado. Se analizará si el agente es
imputable, si al momento de actuar conocía la antijuridicidad de su con-
ducta. Se verificará si el agente conocía que estaba actuando ilícitamente,
es decir, en contra de la prohibición legal. En caso de determinarse que el
agente actuó en la firme creencia que lo hacía en forma lícita, es posible que
estemos ante un error de prohibición. Y finalmente, deberá determinar si el
agente al momento de actuar tenía otra alternativa factible ala de cometer
el injusto penal.
(708) R. N. No 3301-04-Lima. Resulta ¡mportante señalar que, contra los vocales supremos au-
tores de la citada Ejecutoria, los sentenciados Medina Vela y Guerrero Orellana interpusieron hábeas
corpus pretendiendo justificar su acción delictiva alegando el ejercicio del derecho de información en
tanto periodistas, el mismo que por resolución del 1 7 de octubre de 2005, según el Expediente N.671 2-
2005-HC/TC, el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, fue declarado infundado y más
bien, se sancionó a los recurrentes con multa equivalente al 20 URP, imponiéndoseles el pago de costas y
costos del proceso como consecuencia de su acción temeraria al presentar una demanda absolutamente
inviable. Ello debido que en la misma sentencia el Tribunal de manera ejemplar sostuvo que "no puede
permitirse que se utilice dispendiosa y maliciosamente los recursos procesales que tiene a su disposición
cualquierjusticiable, lo que a su vez, acarrea una desatención de otras causas que merecen atención, y
que, por analizar casos como el planteado, deben esperar una respuesta más lenta de la que podría haber-
se realizado si es que no estuviesen permitidas actuaciones como la realizada por los recurrentes'i
561 r
Ramiro Salinas Siccha
6. CONSUMACIÓN
7. TENTATIVA
la conducta del tipo, por estar ausente la víctima, se estaría ante actos pre-
paratorios no punibles.
8. PENALIDAD
El tipo penal debidamente dispone que al tratarse de una de las con-
ductas tipificadas en ei tipo básico del artículo 154, la pena a imponerse al
agente será no menor de dos días ni mayor de dos años.
En caso de la agravante tipificada en el segundo párrafo deltipo penal
citado, se impondrá al autor una pena privativa de libertad no menor de
uno ni mayor de tres años, unido a ello, de treinta a ciento veinte días mul-
ta. Finalmente, en caso de la agravante prevista en el tercer párrafo del tipo
penal en análisis, se impondrá pena privativa de libertad no menor de dos
ni mayor de cuatro años, adicionando la pena, de sesenta a ciento ochenta
días multa.
Subcapítulo 3
Violación de la intimidad agravada
por la calidad del autor
1. TIPO PENAL
s63 I
Ramiro Salinas Siccha
3. PENALIDAD
Al tratarse de una conducta agravadapor la calidad del agente, la pena
que se impondrá al agente después de un debido proceso, será privativa de
libertad ,rb -".ro, de tres ni mayor de seis años e inhabilitación conforme
al artículo 36, incisos 1,2y 4, según sea el caso.
I 564
Violación de la intimidad
Subcapítulo 4
Revelación de la intimidad conocida
por motivos de trabajo
1. TIPO PEI{AI
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El hecho punible de violación de la intimidad por revelación de aspectos
íntimos se evidencia cuando el agente que riene o, ha tenido una relación de
dependencia laboral con el sujeto pasivo, revela, expone, pública o dil.ulga a
terceras personas, aspectos o datos sensibles de la intimidad personal o fami-
liar de aquel, a los cuales ha tenido acceso por razones del trabajo que realizó
para aquel o para un tercero que conocía aquellos aspecros de la víctima por
haberlos confiado. En otras palabras, el comportamienro prohibido .onrirt.
en revelar o dil'ulgar aspecros íntimos del agraviado que conociera el agente
con motivo del trabajo que presró a aquel o a la persona a quien este le confió.
Fn aquel sentido, Villa Stein(z1o) asevera que la conducra típica del ac-
tor es la de dar a conocer o divulgar a terceras personas rrp..toi de la vida
íntima de la víctima o su familia, conocidos por el agenre con motivo del
trabajo que prestó al agraviado o a la persona a quien este confió.
I e conducta prohibida se reahzara por la revelación de aspectos de la
intimidad personal o familiar, a los que ha tenido acceso el sujetó activo, sin
necesidad de realizar algún acto para obtenerlos, dado que ello tuvo lugar
por los actos propios del trabajo que realíza a favor del igraviado o a favo,
de una tercera persona a la que el agraviado le confió(7l1)-
565 t
Ramiro Salinas Siccha
2,1. Supuestosdelictivos
Teniendo claro lo anterior, se entiende que por la forma como se ha
tenido acceso a los aspectos pertenecientes a la esfera íntima del agraviado,
pueden presentarse hasta tres supuestos delictivos:
Primero, cuando el agente revela aspectos de la intimidad personal
o familiar a los cuales ha tenido acceso por el desempeño propio del
trabajo que realizó a favor del agraviado.
Segwndo, cuando el sujeto activo revela aspectos de la intimidad perso-
nal o familiar a los cuales ha tenido acceso porque le fueron informados
directamente por el agraviado cuando prestaba trabajo para aquel.
Tbrcero, cuando el autor revela aspectos de la intimidad personal o fa-
miliar a los cuales ha tenido acceso por trabajar a favor de una tercera
persona en la cual confió el sujeto pasivo.
Resulta pertinente insistir en que si el sujeto pasivo ha prestado su con-
sentimiento paralarevelación de cuestiones íntimas que ha conocido, el suje-
to activo con motivo de su trabajo no aparecerá el delito. La revelación de la
intimidad, contando con el consentimiento del afectado, constituye una con-
ducta atípica v, por tanto, constituye una conducta irrelevante penalnlente.
r 566
Violación de la intimidad
Toda persona que trabaja para otra tiene la obligación de guardar los
aspectos o situaciones íntimas de aquella o su familia, que ha conocido por
efectos propios del desempeño de sus labores.
3. TIP¡CIDAD SUBJETIVA
De la estructura del tipo penal se evidencia que se trata de un hecho
punible de comisión dolosa. No cabe la comisión por culpa de parte del
sujeto activo. Esto significa que si determinada persona por imprudencia
revela aspectos íntimos que ha conocido por efectos de su trabajo en favor
de la víctima, no cometerá delito. Su conducta es atípica.
4. ANTIJURIDICIDAD
No hay inconveniente en aceptar que en la conducta típica atribuida
a una persona, concurra alguna causa de justificación de las previstas en
el artículo 20 del código Penal. Resulta importante precisar que en esre
delito, el consentimiento no constituye causa de justificación, pr., ya he-
567 f
Ramiro Salinas Siccha
5. CUtPABtilDAD
Si el operador jurídico verifica que en la conducta no concurre al-
guna causa de justificación, estará ante una conducta típica y antijurídica
lista para ser atribuida penalmente a su autor. Correspondiendo en seguida
analizar si el agente reúne las condiciones para asumir penalmente su res-
ponsabilidad por el injusto penal verificado. Se analizará si el agente es im-
putable, si conocía la antijuridicidad de su conducta ¡ finalmente, deberá
determinar si el agente al momento de actuar tenía otra alternativa factible
a la de cometer el injusto penal.
6. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
En esta modalidad, el delito de violación de la intimidad se perfecciona
en el mismo momento que el agente revela, publica, expone o divulga a ter-
ceros, aspectos o cuestiones de la vida íntima del sujeto pasivo a los cuales
tuvo acceso por motivos de la realízación de un trabajo que prestó o presta a
favor de aquel. No es necesario que sean varios los terceros a los que se hace
conocer la intimidad de la víctima para estar ante la figura delictiva consuma-
da, basta que sea un solo tercero para perfeccionarse el injusto penal.
7. PEilATIDAD
Del contenido del artículo 156 del Código Penal, se evidencia que el
agente del delito será merecedor de una perg privativa de libertad no me-
nor de dos días ni mayor de un año.
Subcapítulo 5
Organización y empleo ilícito
de archivos políticos o religiosos
1. TIPO PEIIAL
t 56E
Violación de la intimidad
aspectos de la vida íntima, aparece descrito en el tipo penal del artículo 157
del Código Penal de la manera siguiente:
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Este hecho punible se configura cuando el agente organiza, propor-
ciona o emplea, indebidamente, archivos que conrienen datos referentes a
las convicciones políticas o religiosos y orros aspectos de la vida íntima del
agraviado o sujeto pasivo.
El tipo penal contiene o tipifica varias conductas delictivas indepen-
dientes, las mismas que pueden presentarse por sí solas en la realidad, aun
cuando la finalidad del agente sea el mismo: lesionar las convicciones po-
líticas o religiosas de la víctima o, en todo caso, lesionar la intimidad del
agraviado. Se trata de modalidades en que puede comererse el delito. En
efecto, del tipo penal podemos desprender hasta nueve supuestos delicti-
vos, así tenemos:
a. Organizar arcbiuos con datos referentes a conuicciones políticas. La
conducta delictiva se configura cuando el sujeto acrivo indebidamen-
te organiza, agrupa, selecciona u ordena un archivo con datos exclu-
sivos referentes a las convicciones políticas del sujeto pasivo. Todas
las personas tenemos ideas o posiciones políticas diferentes en deter-
minados aspectos que, muchas veces, por diversas circunstancias se
mantlenen ocultas para los demás. En consecuencia, si el agente, sin
contar con el consentimiento del afectado, organiza sus convicciones
o posición política, habrá perfeccionado el delito.
b. Organizar archioos con datos referentes a conaicciones religiosas. El su-
puesto delictivo se evidencia cuando el agenre indebidamente organi-
za, ordena o selecciona un archivo con datos exclusivos referentes a
las convicciones religiosas del agraviado. Todas las personas renemos
ideas o posiciones religiosas diferentes a los demás en determinados
aspectos que, muchas veces, por diversas circunstancias se mantienen
ocultas. En consecuencia, si el agente organtzalas convicciones o po-
s69 I
Ramiro Salinas Siccha
I 570
Violación de la intimidad
571 4
Ramiro Salinas Siccha
a 572
Violación de la intimidad
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la lectura del tipo penal en análisis se concluye que se trata de
un delito de comisión dolosa. De modo que si se llega a establecer que
el asente actúo por negligencia o imprudencia, será atípica la conducta
reali zada.
Para estar ante una conducta típica, esta debe haber sido efectuada
con dolo, esto es) el agente debe haber realizado cualquiera de los supues-
tos delictivos indicados con pleno conocimiento y voluntad de que viene
organizando, proporcionando o empleando un archivo que conriene datos
referentes a las creencias políticas, religiosas o vida privada de las personas.
Saber que el agente conocía que su accionar era ilícito, indebido o antijuri
dico corresponderá a la culpabilidad o imputación personal.
4. ANTIJURIDICIDAD
No hav inconveniente en aceprar que en la conducta típica de orga-
nización y empleo abusivo de archivos, atribuida a una persona, concurra
alguna causa de justificación de las previstas en el artículo 2O del Código
Penal. Aquí resulta importante precisar que en este delito, también el con-
sentrmiento no constituye causa de justificación, pues ya hemos tenido
oportunidad de indicar que el consentimiento de la víctima se constituye
en causal de atipicidad.
(7r3) PEñA CABRERA, 1994, p.562. En el mismo sent¡do, VTLLA STE|N, i 999a, p. 1 36.
573 a
Ramiro Salinas Siccha
5. CULPABILIDAD
Si el operador jurídico verifica que en la conducta no concurre algu-
na causa de justificación, se estará ante una conducta típicay antijurídica
lista para ser atribuida penalmente a su autor. Correspondiendo en seguida
analizar si el agente reúne las condiciones para asumir penalmente su res-
ponsabilidad por el injusto penal verificado. Se analizará si el agente es im-
putable, si al momento de actuar conocía la antijuridicidad de su conducta
¡ finalmente, deberá determinar si el agente al momento de actuar tenía
otra alternativa factible a la de cometer el injusto penal.
6. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
Del análisis propio del tipo penal en sede, se colige que se trata de un
delito conocido en doctrina como de mera actividad, es decir, no se exige
que el agente persiga o consiga alguna finalidad con su actuar ilícito. Tam-
poco se exige que de modo evidente y palpable el sujeto pasivo pruebe que
con la conducta prohibida se le ha causado determinado perjuicio moral o
patrimonial. En efecto, los supuestos delictivos estudiados se perfeccionan
en el mismo instante en que el agente comienza a organizar un archivo, o
en el mismo momento en que el actor proporciona o entrega a un tercero el
archivo, o finalmente, cuando el sujeto activo comienza a utilizar o emplear
el archivo con datos referentes a las creencias políticas o religiosas y otros
aspectos de la vida íntima del sujeto pasivo.
En consecuencia, bastará probar que el agente, ilegalmente, ha pro-
porcionado o empezado a emplear el archivo, para estar frente al delito
perfeccionado o consumado.
Al tratarse de un delito de comisión, perfectamente es posible que el
tipo se quede en realización imperfecta. Por ejemplo, ocurrirá cuando en ei
mismo mofilento que el agente se dispone a entregar a una tercera persona
un disquete que contiene un archivo respecto de las convicciones políticas
del sujeto pasivo, es descubierto por este, quien finalmente evita la entrega.
7. PENALIDAD
De perfeccionarse los supuestos delictivos previstos en el tipo básico
del artículo 157 del C.P, la sanción punitiva a imponerse será pena privativa
de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años.
De configurarse la circunstancia agravante prevista en el segundo pá-
rrafo del tipo penal, el agente será pasible de una pena privativa de libertad
4 574
Violación de la intimidad
Subcapítulo 6
Acción privada
1. CLÁUSULA PENAI
Los deritos previstos en este capíturo son perseguibres por acción privada.
2. HERTTEI{ÉUTICAJURíDICA
575 a
Ramiro Salinas Siccha
4 576
Capítulo lll
VIOLACION DE DOMICILIO
Subcapítulo 1
Generalidades
577 a
Ramiro Salinas Siccha
Roy Freyre(715), sin dar explicaciones de las razones por las cuales el
concepto jurídico-penal de domicilio es distinto al que corresponde en de-
recho civil, afirma que en el área del derecho privado, el domicilio puede ser
definido como la sede jurídica de una persona. En cambio, p"." .l derecho
penal, domicilio es la habitación, la residencia, el local resárvado a la vida
íntima del individuo o a su actividad comercial.
En definiti'a, nienrras que pera el derecho civil, la institución jurídi-
ca del domicilio se define como el lugar donde reside real y habitualmente
una persona v en el que se le encuenrra para imputarle posiciones jurídicas,
para atribuirle derechos o deberes; en derecho penal se maneja un concep-
to amplio. En efecto, resumiendo en una frase podemos alegar que para
el derecho penal domicilio es aquel lugar dondé habita ,rn. p..ro.r" po,
cualqtrier título legítir-no. Abarca alavez los conceptos de moiad", .rr" d.
negocios, dependencia o recinto. Es decir, en el derecho punitivo se define
al domicilio como ¿1quel lugar donde la persona reside habitual u ocasio-
4 578
Violación de domicilio
.
Por su parte, el juez supremo Javier Villa Stein(2l6) sostiene que el do-
micilio es el ámbito territorial en el que su ritular ejerce soberanía y realiza
su intimidad como condición esencial a la dignidad y libertad humana.
Las personas que tienen derecho al domicilio son todas aquellas que
oor cualquier título habitan ocasionalmenre en un determinadolugar. Na-
die sin su permiso puede ingresar o, en todo caso, sin su autorizaciór p,r.-
de permanecer en aquel lugar.
579 4
Ramiro Salinas Siccha
I 580
Violación de domicilio
Subcapítulo 2
Violación de domicilio
1. TIPO PENAT
El hecho punible de violación de domicilio aparece descrito en el tipo
penal del artículo 159 del Código Penal del modo siguiente:
2, TIPICIDAD OBJETIVA
Del contenido del tipo penal del artículo 159, se evidencia con clari-
dad que recoge dos supuestos delictivos decididamenre diferenciados:
(717) RoY FREYRE, 1975, p. 304. lguales frases ut¡liza BRAMoNT-ARTAS ToRRE5/GARCíA CANTtzANo,
1997, p.2O4.
(718) V|LLASTE|N, 1998a,p.142.
581 T
Ramiro Salinas Siccha
más, el sentido común aconseja que no es condició n sine qua non que el
agraviado habite el local, pues basra que se consrare que realrza activiáades
e-conómicas para que cualquier ingreso sin su attorización constituya con-
ducta subsumible al supuesro de hecho del tipo penal en hermenéutica. El
propietario o conductor de la casa de negocios muy bien puede habitar o
vivir en otro lugar.
Un ejemplo de cómo puede materializarse el delito de violación de
domicilio en casa de negocios lo constituye la resolución del 16 de enero
de 1998, por la cual la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de
Lima, confirmando la sentencia venida en grado argumenta lo slguiente:
Además, a qwe se ha probado en autos que los acwsados ingresaron o k Golr-
ría Gamarria, de propiedad d.e la entidad agrarsiada, sin tener derecho para
bacerlo, por cuanto no contaban con la autorización d.ebid.a para colocir los
andamios que les sir.uió para derribar una pared; permaneciendo en el lwgar
pese a ser requeridos; por lo qwe la valoración de Ia prueba efectwada por il a
quo se encuentra aneglada a lq"(72i).
Dependencia. Por dependencia de la morada o de la casa de negocios
tipo penal del artículo 159 del código susranrivo, se eniiende
a que alude el
todo lugar adyacente o accesorio a aquel lugar principal, al cual necesaria-
mente tiene derecho de propiedad o posesión el dueño o conducror de la
morada o casa de negocios.
Los tratadistas peruanos(724) coinciden en afirmar que cuando se ha-
bla de dependencia de la morada o casa de negocios se hace referencia a los
espacios o lugares accesorios que, sin formar parte integrante del ambiente
principal, están destinados a su servicio o complemenro, por ejemplo, los
patios, garajes, jardín, corrales, ambiente de depósito de herramieni"r, .t..
Recinto habiado por otro. A efectos del delito que se comenra, se en-
tiende por recinto habitado por otro a todo lugar, espacio, superfic ie, área,
ambiente o escenario que sirve de vivienda a una persona.
cuando_el legislador ha extendido el concepro de domicilio para
comprender al recinto habitado por orro, está poniendo en evidencia que
la ratio essendi de la protección es una realidad topográfica solo en cuan-
to importa el asientó de una realidad concrera. Ún"rhor de esreras en
una pampa o a la orilla de un río, o una cabaña de madera sobre un árbol,
583 T
Ramiro Salinas Siccha
1725J ROY FREYRE, 1975, P.306; BRAMONT-ARIAS TORRES/GARCÍA CANTIZANO, 1997 , P.205.
\726J Expediente No 946- 98, Gn ARMAZA GALDÓS/ZAVALAToYA, 1999,p.254.
(727) RoYFREYRE,1975,p.304.
\728) BRAMONT-ARIASTORRES/GARCIACANTIZANO, 1997,P.2O4.
,
I 584
Violación de domicilio
En otro aspecto, una condición sine qua non para configurar obieti-
vamente el delito de violación de domicilio, lo consriruye la circunsrancia
que la morada, la casa de negocios o el recinto esté realmente habitada. En
el caso de ocupación de viviendas deshabiradas, se niega tajantemente la
configuración del hecho punible en la medida en que al estar la vivienda
deshabitada se pone de manifiesto que esta no satisface la función que
cumple el bien jurídico protegido en este delito. No cabe duda de que el
inmueble al encontrarse deshabitado demuesrra que no es el espacio elegi-
do por el sujeto para desarrollar sus actividades personales. Según Larrauri
Pipan, la ocupación de inmueble deshabitado podrá considerarse como
un ataque a la propiedad o a la posesión del inmueble, pero no a la libertad
de la persona(z2e).
La expresión "sin derecho" significa que el agente penetra o permane-
ce en el domicilio sin ninguna justificación aparente. Caso contrario, si se
determina que el agente ingresó por razones de sanidad o grave riesgo, por
ejemplo, no aparecerá la conducta punible(z:o).
58s t
Ramiro Salinas Siccha
o34) Un recuento y sus razones de los diversos planteamientos respecto del bien jurídico del
delito de violación de domicilio en el derecho comparado, véase: Ires elementos nucleares del allana'
m¡ento de morada: bien jurídico, sujeto posivo y objeto moterial. HERNÁNDEz PLAcENcIA, 2005 , pp.421-455'
(735) Ejecutoria Su perior, Expediente N" 1 8-98- H ua raz, en Serie de Jurisprudencia, 1999, No 1 ,
p.540.
\736) EXPCdiCNIC N. 972.98, EN RO]As VARGAS/BACA CABRERA/NEIRA HUAMAN, 1999, P.213'
\137) Expediente No 266-2000, en RoJA5 VARGAS, 2002, p. 505.
.
I 586
Violación de domicilio
(738) Expediente No 697-99-Cusco, en Revista Peruona de Jurisprudencio, año ll, N" 3, Trujillo,
2001, p. 332.
587 a
Ramiro Salinas Siccha
subsumiría, más bien, en el tipo penal del artículo 160 etiquetado como
allanamiento ilegal de domicilio. Incluso hasta el propio propietario del in-
mueble puede perpetrar el delito. Por ejemplo, se presenta cuando después
de haber arrendado su inmueble, sin permiso ni autorización del inquilino
ingresa a la vivienda.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Se evidencia que se trata de un delito netamente doloso. No cabe la
comisión imprudente. El agente actúa con conocimiento de que ingresa a
domicilio ajeno o que no le pertenece, no obstante, voluntariamente deci-
de ingresar o permanecer en él contrariando la voluntad del sujeto pasivo.
Para ierific"r .l dolo no interesa saber si el agente conocía o no la ilicitnd
de su acto, es decir, no interesa saber si el agente sabía que la conducta de
ingresar a domicilio ajeno estaba prohibido, ello se verificará cuando se
pase a constatar el elemento culpabilidad o imputación personal del autor.
1. AilTtTUR|D|CIDAD
Unavez que se verifica en una determinada conducta la concurrencia
de todos los elementos objetivos y subjetivos del tipo básico de violación
de domicilio, corresponde enseguida al operador jurídico verificar si con-
curre alguna causal de justificación de las previstas en el artículo 20 del
Código Penal. Es posible que se configure un estado de necesidad justifi-
cante cuando una persona que es perseguida por delincuentes que le quie-
ren sustraer sus bienes, intempestivamente ingresa a domicilio ajeno a fin
de conjurar elpeligro.
5. CULPABILIDAD
lJna vez que el operador jurídico ha determinado que en la conducta
típica de violación de domicilio no concurre alguna causa de justificación
estará ante un injusto penal, esto es, ante una conducta típicay antijurídica,
correspondiendo verificar si es posible que tal injusto penal sea atribuido o
I 5t8
Violación de domicilio
589 T
Ramiro Salinas Siccha
7, PENALIDAD
El agente o sujeto activo del delito de violación de domicilio será mere-
cedor de una pena privativa de libertad no menor de dos días ni mayor de dos
años, unido a ello el pago de treinta a noventa días multa a favor del Estado.
Subcapítulo 3
Allanamiento ilegal de domicilio
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
En primer término, resulta necesario definir qué entendemos por
allanamiento para poder comprender el delito en sede. En tal sentido, se
591 r
Ramiro Salinas Siccha
a 592
Violación de domicilio
593 I
Ramiro Salinas Siccha
r 594
Violación de domicilio
595 r
Ramiro Salinas Siccha
Igual que en el tipo penal del artículo 159, aquí también el bien jurídi-
co protegido lo constituye la inviolabilidad del domicilio debido, prescrito
en el inciso 9 artículo 2 de nuestra Constitución, entendida como la prohi-
bición expresa de ingresar o penetrar a un domicilio sin que concurran las
formalidades que establece la ley o fuera de los casos que ella determina.
Se trata de proteger, al final de cuentas, un espacio de la persona y su
familia para el libre desenvolvimiento de su personalidad sin interferencia de
terceros.
I 596
Violación de domicilio
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la lectura del supuesto de hecho del tipo penal se evidencia que se
trata de una conducta punible netamente dolosa, no cabe la comisión por
iyprudencia o culpa. El agente de la conducta sabe que está ingresandá al
domicilio ajeno sin orden judicial o causa justificada, .ro obstar,á, volunta-
riamente decide hacerlo.
Resulta pertinente dejar establecido que cuesriones diferentes son el
dolo, que viene a ser un elemento de la tipicidad y, el conocimiento de la
antijuridicid.ad que se constituye en un elemenro de la culpabilidad o res-
ponsabilidad. Ello con la finalidad de evitar confundir .o.ri.pto, como lo
hace Villa Stein(74e) cuando al referirse a la tipicidad subjetiva ..el
que
"fir-"
actor actúa a título de dolo sabiendo que contraría la norma prohibitlva de
allanamiento y no obstante querer hacerlo", o como lo hace Roy Freyre(zso)
cuando enseña que "la culpabilidad radica en la conciencia y volutrtad de
que se penetra en un domicilio ajeno sin estar premunido de orden formal,
o constándole que no hay motivo legal que juitifique el allanamiento".
En efecto, mienrras que dolo es conciencia y voluntad de realizar el
supuesto de hecho del tipo penal, la conciencia de antijuridicidad consiste
en saber que la conducta conrradice las exigencias del ordenamiento
iurídi-
co y que, por consiguiente, se halla prohibido jurídicamente.
En consecuencia, a efectos del dolo no interesa verificar si el agente
conocía o no que el ingreso a domicilio ajeno sin cumplir determinadri for-
malidade.s est_aba prohibido, sino verificar si conocía qrr. estaba ingresando
a domicilio ajeno sin las formalidades prescritas o supuer,o, p."ui"rtos por
la ley. Basta verificar que conocía que ingresaba sin Áotivo ap"rent. ,ri or-
597 a
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
IJna vez que se verifica en una determinada conducta la concurrencia
de todos los elementos objetivos y subjetivos del delito de allanamiento
ilegal de domicilio, corresponde enseguida al operador jurídico verificar si
en la conducta típica concurre alguna causal de justificación de las previstas
en el artículo 20 del Código Penal.
Como ya expresamos en su momento) es posible que se configure un
estado de necesidad justificante cuando, por ejemplo, dos efectivos poli-
ciales ingresan al domicilio ajeno por haber recibido informe confidencial
que uno de los cónyuges ha llegado a su domicilio portando un revolver
para dar muerte al otro cuando se encuentre dormida. Llegando incluso a
incautar el revólver.
5. CULPABILIDAD
rJnavez que el operador jurídico ha determinado que en la conducta
típica de allanamiento ilegal de domicilio no concurre alguna causa de justi-
ficación se estará ante una injusto penal, esto es, ante una conducta típicay
antijurídica, correspondiendo verificar si es posible que tal injusto penal sea
atribuido o imputado al autor de la conducta. En consecuencia, verificará si
el autor es imputable; si al momento de actuar conocía la antijuridicidad de
su conducta ¡ finalmente, se verificará si el sujeto activo tuvo la posibilidad
de actuar de manera diferente a la de violentar el domicilio ajeno.
I 598
Violación de domicilio
6. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
La conducta punible se perfecciona o consuma en el mismo momen-
to que el funcionario o servidor público penetra o ingresa a domicilio ajeno
sin contar con las formalidades establecidas por ley o fuera de los casos
previstos por aquella. Por ejemplo, se perfecciona el delito cuando un fun-
cionario sin contar con orden judicial escrita de allanamiento ingresa en
determinada vivienda sin contar con la autorización del titular del derecho
domiciliario.
Sabiendo que la figura del allanamiento constituye un acto de acción,
es decir, de penetrar o ingresar por orden judicial a un domicilio, es im-
posible que se perfeccione por omisión, esto es, por permanencia. En tal
sentido no compartimos opinión con Bramont-Arias Torres y García Can-
¡y77ns(7s1), cuando afirman que "el delito se consuma con el allanamiento
de la morada, es deci¡ con la penetración total del cuerpo o la permanencia
en el domicilio". Menos con Javier Villa Stein(252), cuando enseña que "se
consuma el delito con el allanamiento de la morada, por haber ingresado o
por permanecer en ella no obstante la intimidación para que se retire. que
le hace al agresor, el titular del derecho".
Asimismo, siendo un injusto penal de comisión por acción, es per-
fectamente posible que la conducta se quede en el grado de tentativa. Por
ejemplo, se produciría cuando en instantes que un funcionario sin contar
con orden judicial de allanamiento, se encuentra descerrajando una puerta
con la finalidad de hacer un registro domiciliario, es sorprendido por otro
funcionario o servidor público que le impide ingresar al domicilio.
7. PENALIDAD
La conducta delictiva de allanamiento ilegal de domicilio es reprimi-
da con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años,
unido a ella, la inhabilitación de uno a dos años conforme al artículo 36,
incisos 1,2y3.
599 r
Capítu lo lV
VIOLACIÓN PTL SECRETO
DE LAS COMUNICACIONES
Subcapítulo 1
Generalidades
601 I
Ramiro Salinas Siccha
tizado que sus comunicaciones habladas o escritas con otras personas, sea
cual fuere su contenido, no pueden ser escuchadas, espiadas, interceptadas,
conocidas ni hechas públicas sin su consentimiento, salvo por mandamien-
to razonado y motivado de autoridad judicial.
Aquel derecho constitucional tiene como antecedente internacional
el artículo 12 dela Declaración Universal de los Derechos Humanos apro-
bada en 1948. Ailí se prevé que nadie será objeto de injerencias arbitrarias a
su correspondencia. Parecida disposición la encontramos en el artículo 17
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966.
Como antecedente nacional se cuenta con el inciso 8 del artícul o 2 de
la Constitución de 1979 y el artículo 66 de la Constitución de 1933.
Asimismo, en el artículo 16 de nuestro Código Civil se prescribe en
forma clara que la "correspondencia epistolar, las comunicaciones de cual-
quier género o las grabaciones de la voz, cuando tengan carácter confiden-
cial o se refieran a la intimidad de la vida personal y familiaa no pueden ser
interceptadas o divulgadas sin el asentimiento del autor y, en su caso, del
destinatario. La publicación de las memorias personales o familiares, en
iguales circunstancias, requiere la autorización del autor. Muertos el autor
o el destinatario, según los casos, corresponde a los herederos el derecho
de otorgar el respectivo asentimiento. Si no hubiese acuerdo entre los here-
deros, decidirá el juez. La prohibición de la publicación póstuma hecha por
el autor o el destinatario no puede extenderse más allá de cincuenta años a
partir de su muerte".
603 I
R¿miro Salinas 5iccha
Subcapítulo 2
Apertura o apoderamiento indebido
de correspondencia
1. TIPO PENAL
El injusto penal que se etiqueta como violación de correspondencia
aparece tipificado en el tipo penal del artículo 161 del Código Penal en los
términos siguientes:
I 604
Violación del secreto de las comunicaciones
2. T¡PICIDAD OBJETIVA
De la lectura del tipo penal se evidencia que recoge dos supuestos
de hechos claramente diferenciables. En primer término, está la acción de
abrir indebidamente la correspondencia ¡ la segunda, es la acción de apo-
derarse indebidamente de la correspondencia. Veamos en qué consiste cada
uno de estos supuestos.
a. Abrir correspondencia. Laprimera conducta reprimible penalmente
se verifica cuando el sujeto activo abre o pone al descubierto sin justifica-
ción sustentatoria aparente, el contenido de una carta, un pliego, telegrama,
radiograma, despacho telefónico u otro documento de naturaleza análoga.
(7s6) Roy FREYRE, citando al argentino Sebastián SoLER, 1 975, p. 3l 7; BRAMoNT-AR|AS ToRRES/
GARCíA CANTTZANo, 1997, p. 210, citando a SoLER.
605 I
a
Ramiro Salinas Siccha
¡ 606
Violación del secreto de las comunicaciones
comunica una noticia o llamada trasmitida por teléfono. Debe quedar claro
que se trata del documento en el que aparece trascrita la noticia o comuni-
cación recibida por teléfono. Si el agente ha entrado en conocimiento de la
conversación telefónica misma, constituye supuesto delictivo recogido en
otro tipo penal. Finalmente, puede ser objeto material del delito cualquier
otro documento análogo como, por ejemplo, elpliego de papel donde apa-
rece trascrita una comunicación remitida al destinatario por medio de fax
o Internet.
Respecto a la tipicidad objetiva, los supuestos antes analizados de-
ben realizarse en forma indebida para el perfeccionamiento de la conducta
punible. Ello significa que el agente debe abrir o apoderarse de correspon-
dencia ajena en forma indebida, ilegal o ilícita. Esto es, sin ningún amparo
legal aparente.
No cabe duda de que, por su condición de elemento normativo del
tipo, se hace necesario que el juzgador haga una valoración jurídica previa
con la finalidad de poder determinar cuando el agente abre o se apodera
indebidamente de una correspondencia. En principio, esta condición se
presenta al recaer la acción delictiva sobre una correspondencia que no le
ha sido dirigida al agente(760).
Por inferencia lógica se concluye que resulta posible abrir o apode-
rarse en forma debida, legal o lícita de una correspondencia. Ello ocurrirá
cuando concurren las circunstancias que prevé el inciso 10 del artículo 2 de
la Constitución Políticade 1993. Por tanto, por imperio expreso de la ley
constitucional las comunicaciones, telecomunicaciones o sus instrumentos
pueden ser abiertos, incautados, interceptados o intervenidos por manda-
miento motivado de la autoridad jurisdiccional competente con las debidas
garantías previstas en la ley.
607 a
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
La simple lectura del contenido de la norma penal in exttmine, nos crea
convencimiento de que los supuestos delictivos antes analizados son de comi-
sión dolosa, no cabe la comisión por culpa o imprudente. Ello significa que el
delito se configura o perfecciona cuando el agente acrúa con conocimiento y
r,oluntad de abrir o apoderarse de la correspóndencia ajena. No es .rec.r".it
verificar si el sujeto activo actuó rnotivado por la intención de conocer el con-
tenido de la correspondencia.
Aparte de la concurrencia del elemento dolo, no se requiere nin-
gún otro cleme.to de tipo subjetivo para el perfeccio'amiento del ilícito
penal. Situación totalmenre diferente ocurría con la vigencia del código
derog,rdo que en el tipo penal232, el legislador hacía expresa mención de
que el agenre debía de actuar movido por la intención de conocer el con-
tenido de la correspondencia. Tal circunstancia era elemenro fundamental
para el perfeccionamiento del delito. Si se verificaba que la intención de
abrir o apoderarse de la correspondencia no era la de conocer su conteni-
do sino otro diferenre como, por ejemplo, el simple hecho de guardarlo a
fin de que el destinatario no lo reciba, el delito no aparecía.
T 60B
Violación del secreto de las comunicaciones
4. ANTIJURIDICIDAD
5. CULPABILIDAD
En la etapa de la culpabilidad corresponde al operador furídico deter-
minar si la conducta típíca y antijurídica es posible de ser atribuida o im-
putada a su auror. Es decir, se analizará si el zutor de la conducta efectuada
es imputable, o sea, mayor de edad y no sufre de alguna anomalía psíquica
considerable; luego analizará si el agente al momenio de actuar.onoóí" l"
antijuridicidad de su conducta y finalmente verificará si el autor en lugar de
perfeccionar el injusto penal, pudo actuar de modo diferente al de aÉrir o
apoderarse de la correspondencia ajena.
6. TENTATIVAYCONSUMACIÓN
609 I
Ramiro 5alinas Siccha
7. PENAL¡DAD
El autor del comportamiento delictivo será merecedor a pena privati-
va de libertad no menor de dos días ni mayor de dos años, unido a ello, con
.sesenta a noventa día.s multa.
Subcapítulo 3
Interferencia telefónica
I. TIPO PENAL
2, TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de "interferencia telefónica" puede perfeccionarse hasta por
dos conductas totalmente diferentes aun cuando su finalidad sea la misma:
intercr-ptar una conversación telefónica indebidamente.
En efecto, eltipo penal 162 de nuestro Código Penal recoge dos su-
puestos delictivos por los cuales se puede consunrar el deliro: bier-r porque
el comportamiento del sujeto activo puede consistir en interferir o bien por
escuchar Lrna conversación telefónica o similar indebidamente. Se configu-
r 610
Violación del secreto de las comunicaciones
t763i Exp. No A.V. 33-2003, Sala Penal Especial de la Corte Suprema, sentenc¡a de 30 de setiem-
bre de 2009.
t764) Exp. No A.V.33-2003, Sala Penal Especial de la Corte Suprema, sentenc¡a de 30 de setiem,
bre de 2009.
t765) VTLLA STEIN,
'1998a, p.
154.
611 I
Ramiro Salinas Siccha
a 612
Violación del secreto de las comunicaciones
t772) Exp. No A.V. 33-2003, Sala Penal Especial de la Corte Suprema, sentenc¡a de 30 de setiem-
bre de 2009.
613 I
Ramiro Salinas Siccha
4 614
Violación del secreto de las comunicaciones
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la lectura del texto normativo en comentario, se concluye, sin
mayor dificultad, que los supuestos delictivos se imputan a título de dolo.
No es posible la configuración imprudente a efectos del derecho punitivo.
Siendo así, los injustos penales se perfeccionan cuando el agente actúa
con conocimiento y voluntad de interferir o escuchar una conversación tele-
fónica. Es decir, el sujeto actiyo conoce que indebidamente está interfiriendo
o escuchando una conversación telefónica, sin embargo, voluntariamente lo
hace sin ningún miramiento. De allí que se concluya que la escucha circuns-
tancial de una conversación telefónica es irrelevante penalmente.
4. ANTIJURIDICIDAD
Unavez que se verifican los elementos típicos objetivos y subjetivos
de alguno de los delitos de interferir o escuchar una conversación telefónica,
corresponderá al operador jurídico determinar si en la conducta típica con-
curre alguna causa de justificación de las previstas en el artículo 20 del Códi-
go Penal. Si se llega a concluir que en la conducta analizadano aparece alguna
causa de justificación, estaremos ante una conducta típicay antijurídica.
5. CULPABILIDAD
En la etapa de la culpabilidad corresponde al operador jurídico deter-
minar si la conducta típica y antijurídica es posible de ser atribuida a su au-
tor. Es decir, se analizará si el autor de la conducta efectuada es imputable,
mayor de edad y no sufre de alguna anomalía psíquica considerable; luego,
analizará si el agente al momento de actuar conocía la antijuridicidad de
su conducta. Aquí, muy bien, puede presentarse un error de prohibición,
cuando el agente en la firme creencia que es legal interferir la conversación
telefónica para descubrir una banda que se dedica a cometer delitos con-
tra el patrimonio, interfiere las conversaciones telefónicas de los posibles
sospechosos, y, finalmente, verificará si el autor en lugar de perfeccionar el
injusto penal pudo actuar de modo diferente a la de interferir o escuchar
indebidamente una conversación telefónica.
6. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
615 I
Ramiro Salinas Siccha
t77s) Exp. No A.V. 33-2003, Sala Penal Especial de la Corte Suprema, sentencia de 30 de setiem-
bre de 2009.
1776) Exp. No A.V. 33-2003, Sala Penal Especial de la Corte Suprema, sentencia de 30 de setiem-
bre de 2009.
I 616
Violación del secreto de las comunicaciones
7, PENALIDAD
De verificarse los supuestos delictivos previsros en el primer párrafo
del tipo penal del artículo 1,62 del Código Penal, el agente será meiecedor
de pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años. En
caso de consumarse el supuesto recogido en el segundo párrafo, la pena
privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de cinco años e inha-
bilitación conforme el artículo 36, incisos 1,2 y 4.
Subcapítulo 4
Desvío o supresión de correspondencia
1. TIPO PENAL
2, TIPICIDAD OBJETIVA
Igual que en el anterior tipo penal, también aquí se recogen dos con-
ductas debidamente diferenciadas. Las mismas que por separado perfecta-
mente ponen en peligro o lesionan el bien jurídico que se pretende rutelar,
proteger o ampar^r. Es posible la comisión de Ia figura de suprimir una
correspondencia epistolar o telegráfica y también, la conducta delictiva de
extraviar una correspondencia del tipo indicado. Veamos en qué consiste
cada una de las conductas:
617 a
Ramiro Salinas Siccha
T 618
Violación del secreto de las comunicaciones
619 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
No hay discusión en el sentido que por la forma como aparece redac-
tado el tipo penal, se trata de un delito netamente doloso. La figura culposa
es atípica por no aparecer como supuesto de hecho de algún tipo penal de
nuestro Código Penal.
En esa línea, aparece el dolo cuando el agente con pleno conoci-
miento que está destruyendo o extraviando una correspondencia de la
cual no es destinatario, voluntariamente El sujeto activo actúa con
^ctía.
conocimiento y voluntad de realizar los elementos objetivos de la con-
ducta punible.
4. ANTIJURIDICIDAD
lJnavez que se verifican los elementos típicos objetivos y subjetivos
de alguno de los delitos de desviar o suprimir correspondencia ajena, co-
rresponderá al operador jurídico determinar si en la conducta típica concu-
rr. ilgrrn" causa de justificación de las previstas en el artículo 20 del Código
Penal. Si se llega a concluir que en la conducta analizada no aparece alguna
causa de justificación, estaremos ante una conducta típica y antijurídica.
5. CULPABILIDAD
En la etapa de la culpabilidad corresponde al operador jurídico deter-
minar si la conducta típica y antijurídica es posible de ser atribuida o impu-
tada a su autor. Es decir, se analizará si el autor de la conducta efectuada es
imputable, es decir, mayor de edad y no sufre de alguna anomalía psíquica
considerable; luego analízará si el agente al momento de actuar conocía la
antijuridicidad de su conducta ¡ finalmente, verificará si el autor en lugar
de perfeccionar el injusto penal pudo actuar de modo diferente a la de des-
viar o suprimir la correspondencia ajena.
6. CONSUMACTÓN
a 620
Violación del secreto de las comunicaciones
7. TENTATIVA
8. PENALIDAD
De acuerdo con el tipo penal del artículo 163 del catalogo penal, el
agente que realice cualquiera de las conductas interpretadas será reprimido
con prestación de servicio comunitario de veinte a cincuenta y dos jornadas.
Subcapítulo 5
Publicación indebida de correspondencia
1. TIPO PENAL
La figura delictiva de publicación indebida de correspondencia está ti-
pificada en el artículo 164 delCódigo Penal que literalmente señala:
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La conducta punible se configura cuando con la publicación de una
correspondencia no attorizada se causa un perjuicio a otro. Del concep-
to esgrimido se evidencia claramente que parala verificación de la acción
delictiva deben concurrir hasta tres circunsrancias fundamentales, si fal-
ta una de ellas el delito de publicidad indebida de correspondencia no se
configura. Ante un hecho concreto, en primer lugar, el operador jurídico
deberá verificar si el agente ha publicado una correspondencia epistolar
o telegráfica después, deberá verificar que tal correspondencia no estaba
destinada a la publicidad aun cuando aquella haya sido dirigida al propio
621 a
Ramiro Salinas Siccha
a 622
Violación del secreto de las comunicaciones
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la lectura delsupuesto de hecho delartículo 1,64 del Código Penal
se concluye que se trata de un delito de comisión dolosa. En nuestro sis-
tema jurídico penal, no cabe sancionar a alguna persona por una conducta
imprudente de publicación indebida de correspondencia.
Siendo así, se requiere que el agente actúe con conocimiento y volun-
tad en la realización de los elementos del tipo objetivo. Esto es, el agente
debe saber que se dispone a publicar una correspondencia no destinada a su
publicidad y que con tal acto va a causar un perjuicio, no obstante volunta-
riamente decide hacerlo. No es elemento del dolo saber si el agente conocía
623 a
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
IJnavez que se verifican los elementos típicos objetivos y subjetivos
del delito de publicar indebidamente una correspondencia epistolar o te-
legráfica, corresponderá al operador jurídico determinar si en la conducta
típica concurre alguna causa de justificación de las previstas en el artículo
20 del Código Penal. Si se llega a concluir que en la conducta analizada no
aparece alguna causa de justificación, estaremos ante una conducta típica
y antijurídica.
5. CULPABILIDAD
En la etapa de la culpabilidad corresponde al operador jurídico deter-
minar si la conduc ta típica y antijurídica es posible de ser atribuida o impu-
tada a su autor. Es decir, se analizará que el autor de la conducta efectuada
es imputable, o sea, mayor de edad y no sufre de alguna anomalía psíquica
considerable; luego analizará si el agente al momento de actuar conocía la
antijuridicidad de su conducta. Aquí considero que puede presentarse un
error de prohibición, cuando el agente al recibir una carta la pública en la
firme creencia que al ser el destinatario tiene derecho de publicarla. Y final-
mente, verificará si el autor en lugar de perfeccionar el injusto penal pudo
actuar de modo diferente.
6, TENTATIVAYCONSUMACIÓN
El delito se consuma en el mismo instante que se ocasiona el periuicio
moral, material, sentimental o económico al sujeto pasivo de la conducta.
Normalmente se verifica una coincidencia entre la publicación indebida de
la correspondencia con el perjuicio que se ocasiona.
Sin duda, la conducta delictiva puede frustrarse en plenos actos e¡'e-
cutivos de la acción. Por ejemplo, ocurrirá cuando el agente ha pagado los
derechos de publicación e incluso ha entregado la cartaal editor de un pe-
riódico con el fin que lo publique, el mismo que no lo hace por considerar
que se dañará el honor del agraviado, dándole aviso y quien se opone a su
publicación.
a 624
Violación del secreto de las comunicaciones
7. PENALIDAD
De acuerdo al tipo penal interpretado, se tiene que el agente será
reprimido con limitación de días libres de veinte a cincuenta y dos
jornadas.
625 a
Capítulo V
VIOLACION DEL SECRETO PROFESIONAL
Subcapítulo 1
Generalidades
627 a
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 2
Violación del secreto profesional
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El hecho punible de violación del secreto profesional se verifica cuan-
do el sujeto activo revela sin consentimiento del sujeto pasivo, secretos a
a 628
Violación del secreto profesional
629 a
Ramiro Salinas Siccha
I 630
Violación del secreto profesional
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la estructura del supuesro de hecho del delito de violación del se-
creto profesional, se concluye que se trata de un delito de comisión dolosa,
no cabe la comisión por imprudencia.
- Esto significa que el sujeto activo debe conocer que revela un secrero
profesional sin el consentimiento del interesado y rroluntariamente decide
hacerlo. Puede presentarse el error de tipo en cuanto al consentimiento del
interesado cuando por ejemplo, el agente acrúe en la creencia de que el su-
jeto pasivo le autorizó a revelar o divulgar algunos hechos o circunstancias
a él confiados. En esre supuesto, de probarse el error de tipo, la conducta
será irrelevante penalmente así se evidencie que el .r.o, .." .,r.ncible al ha-
ber actuado imprudentemente el agente.
631 I
Ramiro Salinas Siccha
4, ANTI'URIDICIDAD
Unavez que se verifican los elementos típicos objetivos y subjetivos
del delito de violación del secreto profesional, corresponderá al operador
jurídico determinar si en la conducta típica concurre alguna causa de justi-
ficación de las previstas en el artículo 20 del Código Penal. Si se llega a con-
cluir que en la condu cta analizada no aparece alguna causa de justificación,
estaremos ante una conducta típica y antijurídica.
5. CULPABILIDAD
En la etapa de la culpabilidad corresponde al operador jurídico deter-
minar si la conducta típica y antijurídica es posible ser atribuida o imputada
a su autor. Se analizará que el autor de la conducta efectuada es imputable,
es decir mayor de edad y no sufre de alguna anomalía psíquica conside-
rable; luego analizará si el agente al momento de actuar conocía la anti-
juridicidad de su conducta y finalmente, verificará si el autor en lugar de
perfeccionar el injusto penal pudo actuar de modo diferente a la de revelar,
sin el consentimiento del interesado, el secreto profesional a él confiado.
6. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
(785) Expediente
. N" 3370-95, en RoJJAsr PELLA, 1997, p. 170.
a 632
Violación del secreto profesional
7, PENALIDAD
El autor del delito de violación del secreto profesional será merece-
dor de la pena privativa de libertad no menor de dos días ni mayor de dos
años y con sesenta a ciento veinte días multa.
633 I
Capítulo Vl
VIOLACIÓN OT LA LIBERTAD DE REUNIÓN
Subcapítulo 1
Generalidades
635 I
Ramiro Salinas Siccha
r 636
Violación de la libertad de reunión
Subcapítulo 2
Impedimento o perturbación de
una reunión pública
1. TIPO PENAL
2, TIPICIDAD OBJETIVA
EI delito de violación de la libertad de reunión se configura objeti-
vamente cuando el sujeto activo haciendo uso de la violencia o amenaza,
impide o perturba la realización de una reunión pública lícita.
Del supuesto de hecho del tipo penal se advierte que se recogen dos
supuestos delictivos independienres, esro es, el de impedir la realizaci¿r, de
una reunión pública lícita y el de perturbar el desen,rol,ri*iento normal de
una reunión pública convocada.
Teniendo en cuenta que de acuerdo al Diccionario de la Real Aca-
demia de la Lengua- Española, impedir significa imposibilitar la ejecución
de una cosa, para efectos de interpretar el tipo p"n"l d.b" entenjerse por
impedir tanto el hecho de que el agente haciéndi uso de la violencia (fuer-
637 l
Ramiro Salinas Siccha
t 638
Violación de la libertad de reunión
639 r
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la lectura del tipo penal se evidencia que se trata de un delito de
comisión dolosa, es decir, el agente o sujeto activo actúa con conciencia y
I 640
Violación de la libertad de reunión
voluntad de realizar todos los elementos del tipo objetivo. A pesar, que el
tipo no hace mención expresa al dolo, este se sobreentiende en virtud de la
técnica de numerws apertus wilizada por el legislador nacional para regular
los delitos dolosos en el primer párrafo del artículo 12 del Código Penal.
Siendo posible el dolo en sus diversas manifestaciones: directo, indirecto y
hasta dolo eventual.
4. ANTIJURIDICIDAD
Unavez que se verifican los elementos típicos objetivos y subjetivos
deldelito de impedimento o perturbación de una reunión pública lícita, co-
rresponderá :rl operador jurídico determinar si en la conducta típica concu-
rr" ilgnn. ."ur^ d" justificación de las previst¿s en el artículo 20 del Código
Penal. Si se llega a concluir que en la conducta analizada no aparece alguna
causa de juscificación, estaremos ante una conducta típica y antijurídica.
5. CULPABILIDAD
En la etapa de la culpabilidad corresponde al operador jurídico deter-
minar si la conducta típica y antijurídica es posible ser atribuida o imputa-
da a su autor. Es decir, se analizará si el autor de la conducta efectuada es
imputable, es decir, mayor de edad y no sufre de alguna anomalía psíquica
considerable; luego, analizará si el agente ai momento de actuar conocía la
antijuridicidad de su conducta ¡ finalmente, verificará si el autor en lugar
de perfeccionar el injusto penal pudo actuar de modo diferente a la de im-
pedir o perturbar una reunión pública lícita haciendo uso de la violencia o
la amenaza.
6, CONSUMACIÓNYTENTATIVA
El delito puede consuÍlarse hasta en tres momentos, según sean las
circunstancias en que el agente desarrolla su conclucta delictiva. En el pri-
mer supuesto, el delito se perfecciona en el mismo instante en que el agen-
te comienza :r impedir que l;rs personxs se reúnan. El segundo supuesro
se perfecciona cuando el agente comienza a impedir el desenvolvimiento
de la reunión. Comienz.a a disolver la reunión. Y finalmente, el rercer su-
puesto se consuma en el mismo instante en que comienza a realizar actos
perturbatorios con la finalidad de que la reunión se desenvuelva de manera
irregular. Se trata de un delito instantáneo.
Es posible que la conducta del agente se quede en el grado de tenta-
tiva, ello se producirá cuando aquel por los deficientes medios empleados
641 f
Ramiro Salinas Siccha
7. PENALIDAD
Al agente de la presente conducra punible se le impondrá la pena
privativa de libertad no menor de dos días ni mayor de un año y unido a tal
pena, sesenta a noventa días multa.
Subcapítulo 3
Abuso de cargo
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La figura delictiva se perfecciona objetivamenre cuando el agente que
tiene la condición especial de funcionario público en ejercicio no auroriza o
no garantiza o prohíbe o impide la realización de una reunión pública con-
vocada lícitamente. De la lectura del tipo penal se evidencia que el supuesro
de hecho recoge hasta cuatro modalidades en que puede consumi.se el
delito en sede.
En efecto, tenemos las siguientes formas independientes que lesio-
nan o ponen en peligro el bien jurídico protegido:
d. El delito se configura cuando el funcionario público en ejercicio de
sus funciones sin motivo aparente no autoriza la realización de una
reunión pública y por el contrario, la deniega.
b. También el injusto penal se configura cuando el funcionario público
. en ejercicio de su cargo no garantizala realización de la reunión que
a 642
Violación de la libertad de reunión
643 a
Ramiro Salinas Siccha
Igual como sucede con el tipo penal anterior, aquí se pretende tutelar
o proteger el bien jurídico constituido por el derecho a la libertad de reu-
nión que tenemos todas las personas, incluso las jurídicas.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la lectura del tipo penal se desprende con claridad que estamos
ante conductas de comisión dolosa. Queda excluido cualquier comporra-
miento imprudente. En efecto, el funcionario público actúa con conciencia
y voluntad de realizar todos los elementos objetivos del tipo penal. Es po-
sible que concurra el error de tipo, siendo de aplicación lo dispuesto en el
artículo 14 de nuestro Código Penal.
a 644
Violación de la libertad de reunión
4, ANTIJURIDICIDAD
Unavez que se verifican los elementos típicos objetivos y subjetivos
del delito de abuso de cargo por parre del funcionario público, correspon-
derá al operador jurídico dererminar si en la conducta típica concu.re ilgu-
na causa de justificación de las previstas en el artículo 20 del Código Penal.
Si se llega a concluir que en la conducta analízada no aparece alguna causa
de justificación, estaremos ante una conducta úpicay antijurídica.
5. CULPABILIDAD
En la etapa de la culpabilidad corresponde al operador jurídico deter-
minar si la conductatípicay antijurídica es posible ser atribuida o imputada
a su autor. Es decir, se analizará si el funcionario público de la conduc-
ta efectuada es imputable, es decir, no sufre de alguna anomalía psíquica
considerable; luego analizará si el agente al momento de actuar conocía la
antijuridicidad de su conducta y finalmente, verificará si el autor en lugar
de perfeccionar el injusto penal pudo actuar de modo diferente a la de abu-
sar del ejercicio del cargo no autorizando, no garantizando, prohibiendo o
impidiendo la realizaciín de una reunión pública lícita.
El error de prohibición puede presentarse, por ejemplo, cuando el fun-
cionario público no autorice una reunión pública por una errónea interpre-
tación de la ley respectiva que establece en qué casos no se auroriza una
reunión pública. Queda a instancia del operador jurídico determinar si se
trata de un error vencible o invencible. Si se establece que se trara de un error
vencible se atenuará la pena que corresponda. Caso contrario, si se establece
que se trata de un error invencible, se excluirá la responsabilidad según el
artículo 1a del C.P
6. CONSUMACIÓN Y TENTATIVA
645 r
Ramiro Salin¿s Siccha
7. PENALIDAD
Al momenro de individuahzar la pena, la autoridad jurisdiccional tie-
ne la facultad de impon er la pena privativa de libertad que oscila enrre dos
a cuatro años, asimismo, se dispondrá inhabilitación de uno a dos años
conforme el artículo 36, incisos 1,2 y 3.
a 646
Capítulo Vll
vtoLACtÓN or LA LTBERTAD DE TRABAJO
Subcapítulo 1
Generalidades
647 a
Ramiro Salinas Siccha
No está demás recordar que los derechos laborales y, entre ellos, to-
dos los que comprenden la libertad de trabajo, tuvieron su origen legal del
más alto nivel en un país, en la Constitución mexicana de 1917 más cono-
cida en el mundo del Derecho Constitucional como "la Constitución de
Querétaro".
El artículo 123 de aquella constitución contempló una serie de dere-
chos laborales específicos y concretos: la jornada máxima de trabajo de ocho
horas, el descanso semanal, el descanso pre y posnatal, el salario mínimo' el
pago de remuneración con moneda de curso legal, la sobretasa del cien por
ciento por trabajo de horas extras, la aplicación del principio de igualdad de
trato en el pago de las remuneraciones, el reconocimiento al derecho de huel-
ga, la libertad sindical, la obligatoriedad de disposiciones sobre seguridad en
la empresa y la responsabilidad empresarial en los casos de accidentes de
trabajo, la resolución de los conflictos de trabajo mediante mecanismos de
conciliación y arbitraje y la prohibición del despido injustificado.
Después, encontramos la Constitución alemana de 1'919 conocida
como la Constitución de tVeimar, promulgada ni bien concluida la primera
guerra mundial, la misma que si bien no tiene el contenido específico de la
Constitución mexicana, en su artículo 162 consagró como principios ge-
nerales el principio protector -el principio base del derecho del trabajo-, la
disposición sobre el ttabajo adecuado y derechos concretos como la liber-
tad sindical, el derecho de huelga y la negociación colectiva. Fue la segunda
constitución en el mundo y la primera europea en incorporar derechos y
principios laborales en la más alta jerarquía de la normativa estatal.
Las dos constituciones referidas, especialmente la segunda por el
prurito de siempre seguir a los europeos, influyó entre otros factores se-
cundarios, para que el constituyente peruano reconociera los derechos la-
I 648
Violación de la libertad de trabajo
Subcapítulo 2
Delitos contra la libertad de trabajo
1. TIPO PENAL
El tipo penal que sanciona las conductas que lesionan o pone el
peligro el bien jurídico denominado libertad de trabajo, fue objeto de
modificación por el Decrero Legislativo No 852 del + de octubre de 1996.
Luego, por Ley N" 29783, publicado en el diario oficial El Peruano el 20
de agosto de 2011, se ha vuelto a modificar su contenido, derogando el
inciso 3 del artículo 168 del código Penal e introduciendo en el código
Penal el numeral 168-A, como luego lo analizaremos. En tal sentido, des-
de la entrada en vigencia de la última Ley citada, el tipo penal del artículo
168 del Código Penal tiene el siguiente contenido:
Será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años el que
obliga a otro, mediante violencia o amenaza, a realizar cualquiera de los
actos s¡guientes:
'L lntegrar o no un sindicato.
2. Prestar trabajo personal sin la correspond¡ente retribución.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
De la lectura del tipo penal modificado por la Ley N" 29782, se des-
prende que el delito denominado conrra la libertad de trabajo muy bien
puede perfeccionarse por diversas modalidades claramenre áescritas. En
efecto, lo primero que impresiona de la lectura del tipo penal del artículo
649 a
Ramiro Salinas Siccha
I 6s0
Violación de la libertad de traba jo
651 I
Ramiro Salinas Siccha
. (7e7) ToyAMAMtyAGUsuKU,1999,p.272.
I 652
Violación de la libertad de trabajo
653 I
Ramiro Salinas Siccha
Asimismo, sujeto activo solo podían ser los empresarios. En efecto, se re-
nía como delitos el incumplir resoluciones consentidas o e;'ecutoriadas dic-
tadas por la autoridad competente; disminuir o distorsionar la producción;
simular causales para el cierre del centro de trabajo; y abandonar el centro
de trabajo para extinguir las relaciones laborales. Conductas que por vo-
luntad del legislador han sido descriminalizadas por la Ley antes citada al
haberse derogado el inciso 3 del artículo 168 del Código Penal(zee). Aque-
llas conductas ahora son penalmente lícitas. El efecto de esta situación es
que todos los procesos penales en giro que existen o existían deben ser
archivados. Las sentencias dictadas, cuyas penas se vienen o venían ejecu-
tando, deben ser dejadas sin efecto.
655 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la forma como aparece redactado el tipo penal en su conjunto, se
desprende que se tr^tan de conductas delictivas netamente dolosas. Es de-
cir, el agente actúa con conocimiento y voluntad de imponer las condicio-
nes o realizar las conductas que perjudican al sujeto pasivo. No se requiere
ningún otro elemento subjetivo adicional.
Al no estar regulada alguna conducta imprudente, de darse en la rea-
lidad, constituirán conductas atípicas y, por tanto, irrelevantes penalmente.
4. ANTIJURIDICIDAD
Unavez que se verifican los elementos típicos objetivos y subjetivos
del delito etiquetado como violación de la libertad de trabajo, corresponderá
al operador jurídico determinar si en la conducta típica concurre alguna cau-
sa de justificación de las previstas en el artículo 20 del Código Penal. Como
ya hemos indicado, el agente, muy bien, y con eficacia, puede alegar y
mentar un estado de necesidad justificante, por ejemplo. En una época ^rgv-
de
crisis económica es posible que algunos empresarios incumplan pagar por un
mes o dos las remuneraciones de sus trabajadores, con la finalidad de evitar
un perjuicio mayor como puede ser quiebra o falencia absoluta de la empresa
en perjuicio de los mismos trabajadores. Si tales circunstancias se presentan
y prueban en un caso concreto, no se configuraráIa conducta delictiva por
no aparecer el elemento antijuridicidad.
Si por el contrario, se llega a concluir que en la conducta analízada no
aparece alguna causa de justificación, estaremos ante una conducta típica
y antijurídica.
5. CULPABILIDAD
En la etapa de la culpabilidad corresponde al operador jurídico deter-
minar si la conducr.a rípica y antijurídica es posible ser atribuida o imputa-
I 656
Violación de la libertad de trabajo
6. CONSUMACIÓN Y TENTATIVA
7. PENATIDAD
Al su¡'eto activo del delito de violación de libertad de trabajo se le
impondrá la pena privativa de libertad que oscila enrre dos días a dos años,
quedando en la potestad de la autoridad jurisdiccional imponer o indivi-
dualízar el quántum de la pena adecuada para el hecho concrero.
Subcapítulo 3
El delito de atentado contra las condiciones
de seguridad e higiene industriales
1. TIPO PENAL
657 a
Ramiro Salinas Siiela
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El Título Preliminar de la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo N"
29783$01) tiene hasta tres principios fundamentales que es necesario tener
en cuenta para hacer hermenéutica jurídica del nuevo delito. En efecto, se
trata delprincipio de prevención que prescribe que el empleador garantiza,
en el centro de trabajo, elestablecimiento de los medios y condiciones que
protejan la vida, la salud y el bienestar de los trabaiadores, y de aquellos
que, no teniendo vínculo laboral, prestan servicios o se encuentran den-
tro del ámbito del centro de labores. Debe considerar factores sociales,
laborales, y biológicos, diferenciados en función del sexo, incorporando
la dimensión de género en la evaluación y prevención de los riesgos en la
salud laboral.
En tanto que el principio de responsabilidad precisa que el empleador
asume las implicancias económicas, legales y de cualquier otra índole a con-
secuencia de un accidente o enfermedad que sufra el trabajador en el desem-
peño de su funciones o a consecuencia de é1, conforme a las normas vigentes.
Finalmente el principio de protección que precisa que los trabaiadores
tienen derecho a que el Estado y los empleadores aseguren condiciones de
trabajo dignas que les garanticen un estado de vida saludable, física, mental
y socialmente, en forma continua. Dichas condiciones deben propender a:
{80r) De aplicación para los empleadores ytrabajadores bajo el régimen laboral de la actividad
privada, trabajadores y funcionarios del sector público, trabajadores de las Fuerzas Armadas y de la
Policía Nacional del Perú, y trabajadores por cuenta propia. Véase el artículo 2 de la citada Ley.
T 658
Violación de la libertad de trabaio
(802) CALDERóN VALVERDE "sost¡ene que se trata de un delito de peligro concreto, es decit se
requiere una efectiva sensibilización o conmoción del bien jurídico vida o s¿lud, el cual se juzga sobre la
base de la experiencia común y que permite concluir que existió un curso probable que conducía al resul-
tado temido, razón por la que no hay necesidad de constatar la producción de un resultado antúurídico':
"La incorporación del artículo 1 68-4 en el Código Penal como consecuencia de la Ley de seguridad y salud
en el trabajo'i en la Revista Gaceto Penal y Procesal Penal,I.32,febrero 2O12,Lima, p. 126.
659 I
Ramiro Salinas Siccha
a)
' Garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores_en el desempeño
de todos los relacionados con su labor, en el centro de traba-
"rpé.tot
jo o con ocasión del mismo.
b) Desarrollar acciones permanentes con el fin de perfeccionar los nive-
les de protección existentes.
I 660
Violación de la libertad de trabajo
(803) Por ejemplo, el artículo 60 prescr¡be que: "El empleador proporciona a sus trabajadores
equipos de protección personal adecuados, según el tipo de trabajo y riesgos específicos presentes en
el desempeño de sus funciones, cuando no se puedan eliminar en su origen los riesgos laborales o sus
efectos perjudiciales para la salud este verifica el uso efectivo de los mismos'l O el artículo 69 señala
taxat¡vamente que:"Los empleadores que diseñen, fabriquen, importen, suministren o cedan máqui-
nas, equipos, sustancias, productos o útiles de trabajo disponen lo necesario para que: a) Las máquinas,
equipos, sustanc¡as, productos o útiles de trabajo no constituyan una fuente de peligro ni pongan en
riesgo la seguridad o salud de los trabajadores. b) Se proporcione información y capacitación sobre la
instalación adecuada, utilización y mantenimiento preventivo de las maquinarias y equipos. c) Se pro-
porcione información y capac¡tación para el uso apropiado de los materiales peligrosos a fin de prevenir
los peligros inherentes a los mismos y monitorear los riesgos. d) Las instrucciones, manuales, avisos de
peligro u otras medidas de precaución colocadas en los equipos y maquinarias, asícomo cualqu¡er otra
información vinculada a sus productos, estén o sean traducidos al idioma castellano y estén redactados
en un lenguaje sencillo y preciso con la finalidad que permitan reducir los riesgos laborales. e) Las in-
formaciones relativas a las máquinas, equipos, productos, sustancias o útiles de trabajo sean facilitadas
a los trabajadores en términos que resulten comprensibles para los mismos.
El empleador adopta disposiciones para que se cumplan dichos requisitos antes de que los tra-
bajadores utilicen las maquinarias, equipos, sustancias, productos o útiles de trabajo'i
661 I
Ramiro Salinas Siccha
a 662
Violación de la libertad de trabajo
663 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Tal como aparece redactado el tipo penal que recoge el delito en in-
terpretación, tanto en su modalidad simple como agravada, se advierte que
son de comisión dolosa. No es posible la comisión por culpa.
Esto significa que el agente debe actuar con conocimiento y voluntad
de infringir las normas de seguridad y salud en el trabajo, y en consecuencia
no adopta las medidas prevenrivas necesarias para que los trabajadores des-
empeñen su actividad laboral en condiciones compatibles con su bienestar y
dignidad, poniendo desde luego en riesgo su vida, salud o integridad física.
4. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
Para efectos de la consumación, ya hemos dejado establecido que el
primer párrafo del artículo 168-A recoge un supuesro delictivo de mera
actividad. No se exige la concurrencia de un resultado real y concreto. El
delito se perfecciona o consuma con la sola verificación de la no adopción
de las medidas prevenrivas necesarias y obligarorias para que los váb^;^-
dores desempeñen su actividad laboral en condiciones comparibles con su
bienestar y dignidad, poniendo desde luego en riesgo su vida, salud o inte-
gridad física.
Al tratarse de un delito de mera actividad, no admite renrativa.
a 664
Violación de la libertad de trabajo
5. PENALIDAD
De veri{icarse eldelito previsto en el primer párrafo delartículo 168-A
del Código Penal, el agente será merecedor de una pena privativa de libertad
no menor de dos años ni mayor de cinco años.
En tanto que si se verifica el supuesto delictivo agravado, el agente
será merecedor de una pena privativa de la libertad que oscila entre no me-
nor de cinco años ni mayor de diez años.
665 I
Capítulo Vlll
VIOLACIÓN O¡ LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Subcapítulo 1
Generalidades
667 I
Ramiro Salinas Siccha
I 668
Violación de la libertad de expresión
.
El dis_positivo constitucional deja establecido que constituye hecho
punible toda acción destinada a suspender o clausurar algún medio de co-
municación social o le impida circular libremente. En esie sentido, apare-
cen tipificadas tales conductas como supuestos de hecho del tipo p..r"l d.l
artículo 169 del código Penal, el mismo que corresponde analizar.
669 r
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 2
Delito contra la libertad de expresión
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El hecho punible se configura cu;lndo el agente quien siempre será
un funcionario público, abusando de su cargo, suspende o ciausura algún
medio de comunicación masivo, o en su caso, impide su circulación o di-
fusión.
Bramont-Arias y García Cantizano(8oz) enseñan que el comporta-
miento consiste en suspender, clausurar o impedir la circulación o difusión
de un medio de comunicación social. Se puede cometer tanto por acción
como por omisión impropia.
De la redacción del contenido del tipo penal, se desprende que este en-
cierra hasta cuatro supuestos de hecho que, muy bien, pueden presentarse en
la realidad en forma independiente o autónoma. Sin duda, pueden concurrir
en un hecho concreto los cuatro supuestos previstos o en forma alternada,
pero aparte de estos supuestos delictivos no existen otros. Si en un hecho
concreto no concurre siquiera uno de los cuatro verbos rectores utilizados
por el legislador en la redacción del tipo penal, la conducta será atípica pe-
nalmente por más que lesione la libertad de expresión. L,n efecto, tenemos:
a. Cuando el agente, abusando del ejercicio de su cargo, suspende
temporalmente las labores normales de un medio de comunicación
social.
b. Cuando el sujeto activo, abusando de su cargo, clausura un medio de
comunicación social.
a 670
Violación de Ia libertad de expresión
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I 672
Violación de la libertad de expresión
673 a
Ramiro Salinas Siccha
preaisto por el artícwlo 132 del código sustantioo; que, el bonor es el íntimo
y raigal oalor moral del hombre, es wn bien de carácter no patrimonial qwe
conlleva wn sentimiento o conciencia de la propia dignidad como persona; este
invalorable aspecto del ser ltwmano es digno de la más amplia twtela jwrídica;
el honor de la persona es un bien qwe socialmente se tradwce en el respeto y
consideración que se merece de los demás, en la estima, aprecio, bwena fama
y reputación adquiridos por la airtwd y el trabajo; que, la comisión del delito
de Dfamación cometido por medio de prensa escrita, así como Ia respon-
sabilidad del periodista Qwerellado Leoncio Mawricio Maguiña Morales, ha
qwedado debidamente acreditado en autos, como se adaierte de la lectwra de
la Reaista 'Prensa Ancasbina' de fojas cinco'(8ae).
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
La forma en que aparece redactado el tipo penal nos orienta o con-
vence de que se trata de un delito de comisión dolosa. No cabe la comisión
por imprudencia.
a 674
Violación de la libertad de expresión
4, ANTIJURIDICIDAD
Unavez que se verifican los elementos típicos objetivos y subjetivos
del delito etiquetado como violación de la libertad de expresión, corres-
ponderá al operador jurídico determinar si en la conducta típica concurre
alguna causa de justificación de las previstas en el artículo 20 del Código
Penal. Por ejemplo, el imputado, muy bien, puede invocar la causa de justi-
ficación de cumplimiento de un deber.
Si por el contrario, se llega a concluir que en la conducta analizada no
aparece alguna causa de justificación, estaremos ante una conducta típica
y antijurídica.
5. CULPABIL¡DAD
En la etapa de la culpabilidad corresponde al operador jurídico deter-
minar si la conducta típica y antijurídica es posible ser atribuida o imputada
a su autor. Es decir, se analizará si el funcionario público de la conduc-
ta efectuada es imputable, es decir, no sufre de alguna anomalía psíquica
considerable; luego, analizará si el agente al momento de actuar conocía
la antijuridicidad de su conducta. Es posible la verificación de un error de
prohibición previsto en la segunda parte del artículo 14 del Código Penal.
Se verificará, finalmente, si el autor en lugar de perfeccionar el injusto pe-
nal pudo actuar de modo diferente a la de atentar conrra la libertad de ex-
presión, ya sea suspendiendo o clausurando algún medio de comunicación
o impidiendo su circulación o difusión masiva.
6. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
675 4
Ramiro Salinas Siccha
7. PENALIDAD
El sujeto activo del presente injusto penal será merecedor de una pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años e inhabilitación
conforme al artículo 36, inciso 1 y 2.
a 676
Capítulo lX
VIOLACIÓN OE LA LIBERTAD
E INDEMNIDAD SEXUAL
677 a
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 1
Generalidades
Y/d'RoxlN' 1981'P'122'
:'t
a 678
Violación de la libertad e indemnidad sexual
679 I
Ramiro Salinas Siccha
(814) En los tratados de derecho humanos por ejemplo, se considera al abuso sexual como una
violación de los derechos fundamentales. Con más amplitud, véase el informe publicado en el diario E/
Comercio del l7 de marzo de 2005.
(81s) Parafraseando a CARo CoRtA,2003, p.498.
(816) MoNGEFERNANDEz,2004,p.27O.
.
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Violación de la libertad e indemnidad sexual
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Ramiro Salinas Siccha
{828) BAJo FERNANDEZ , 1991 , p. l 98. En igual sentido, ORTS BERENGUER y RolG ToRRES prefieren
enseñar que la libertad sexual se conforma de dos facetas:" una, dinámica-positiva, referida al ámbito
de disposición sobre el propio cuerpo (...) sin más limitaciones que las derivadas del obligado respeto a
la libertad ajena, así como la de escoger y practicar en cada momento la opción sexual deseada, y otra
estát¡ca-negativa, comprensiva de las posibilidades de repeler los ataques de índole sexual que pueden
producirse" (2004, p. 343).
(82e) CARo COR|A, 1999, p.216; CARO COR|A/SAN MARrÍN cAsTRO, 2ooo, p.67.
i83o) DtEz RtpolLÉs, 1 985, p. 23. En parecido sent¡do, CHOCANO RODRÍGUEZ, 1 994, p. 761 . Tam-
bién CAsrLto ALVA, 2002, p. 27.
T 686
Violación de la libertad e indemnidad sexual
Con sobrad a raz6n, María del Carmen Gar cía Cantizano(833) sostiene
que el concepto de libertad sexual se identifica con la capacidad de autode-
terminación de la persona en el ámbito de sus relaciones sexuales. De ahí
que [a idea de autodeterminación, en cuanto materiatización plena de [a
más amplia "libertad", viene limitada por dos requisitos fundamentales: en
primer lugar, por el pleno conocimiento del sujeto del contenido y alcance
de una relación sexual, lo que evidentemente implica que este ha de contar
con la capacidad mental suficiente para llegar a tener dicho conocimiento;
y en segundo luga¡ por la manifestación r-oluntaria y libre del consenti-
miento para participar en tal clase de relaciones. lo que implica que el sujeto
pueda adoptar su decisión de manera libre.
La doctrina f urisprudencial de la Corte Suprema tiene claro estos con-
ceptos. Como muestra de ello cabe citar la Ejecutoria Suprema del ZZ de
enero de llllrsl+t. en la cual se argumenta que la libertad sexual es"enten-
did,t co,no la ntanifestación de Ia libenad personal, que se orienta a propugnar
que la acti;'idad sexual de las personas se pweda desarrollar dentro de wn am-
biente de libetad, sin violencia en ninguna de sws formas, empero, reseruado
para los seres bwmanos que han alcanzado una madurez psíqwico-biológica,
mAs no para qwienes no ban alcanzado wna edad cronológica determinada".
687 a
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I 688
Violación de la libertad e indemnidad sexual
para llegar a tomar conciencia del alcance del significado de una relación
5s¡¡¿l(838).
689 I
Ramiro Salinas Sic.cha
Subcapítulo 2
Delito de acceso carnal sexual
1. CUESTIÓN PREVIA
do de los artículos 178 1, 179 del citado código sust¿ntivo. Así, cl ilrtículo
178 regula que: "el que atentare contra la liberted sexual de otn persona,
con violencia o intinridación, será castig;rdo corno culpable de agresión
sexual (...)",.n tanto que el tipo penal del artícLrlo 179 modificado por l,r
Lel,Orgánic¡ clel 15i2003 señr'rla quc "cuirndo la agresión sexual colrsist;r
en ilcceso carnal por r'ía vaginal, ,tnal o bucll, o introducción de rnienrbros
corporales u objetos por alguna de las dos prirnerrrs vías, el responsable serri
cnstistdo como reo de violación (...)".
2. TIPO PENAL
(84r) Se ha elevado el cuanto de la pena del tipo básrco con la ñnalidad que los autores de
este delito no evadan una prisión efect¡va. En efecto, en el proyecto de ley No 13475/2005 presentado
el 1 0 de agosto de 2005, uno de los cuales sustenta la Ley N" 28704, se concluye que "se hace necesar¡o
modificar el artÍculo 170 del Código Penal referido a la violación sexualcon el fin de que los agresores al-
cancen prisión efectiva por el delito que cometen y no se amparen en sanciones benignas que colocan
a estos agresores en elementos que ejercen violencia sexual contra otras mujeres': Véase en la página
web del Congreso de la República.
691 r
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD OBJETIVA
En primer término, de la lectura del actual contenido del artículo 170
del C.P modificado y ampliado por la Ley N" 28704, se advierte que elnomen
iuris de "delito de violación sexual" queda corto y, por tanto' no abarca todo
su contenido. Aquel rótulo solo representa el contacto sexual de la vagina
o ano del sujeto pasivo con el órgano sexual natural del sujeto activo. Con-
tactos sexuales de tal naturaleza confíguraban violación sexual desde que se
comenzaron a sistematizar los delitos sexuales. En cambio ahora, al haberse
legislado en forma taxativa que también el conducto bucal sirve Para con-
figurar el acceso carnal, así como haberse previsto que aParte del miembro
viril del agente puede hacerse uso de otras partes del cuerpo u obietos para
acceder sexualmente a la víctima, debe concluirse en forma coherente que el
nomen iwris "violación sexual" debe ser cambiado Y sustituido por el de "ac-
ceso carnal sexual prohibido"(s44). Etiqueta que, dicho sea de paso, se obtiene
o evidencia del propio contenido del modificado tipo penal del artículo 170.
Según la modificatoria del Código Penal, respecto de los delitos sexua-
les por laLey N" 28251 luego, por la ley más reciente, Ley N" 28704 de
¡
abril de 2006, eldelito de acceso carnalsexual se configura cuando el agente
o sujeto activo haciendo uso de la violencia o amenaza grave, Iogra realizar eI
acceso carnal (vaginal, anal o bucal) o análogo(8+5) (introducción de objetos
o partes del cuerpo vía vaginal o anal) con la víctima sin contar con su con-
tu4) El legislador del Código Penal de Colombia ha definido al acceso carnal sexual como "la
penetración del miembro viril por la vía anal, vaginal u oral, así como la penetración vaginal o anal de
cualquier otra parte del cuerpo humano u otro objeto"; véase: artículo 212. En tanto que el legislador
del Código Penal español, en el artículo 179 Wevé que la agresión sexual consiste en el acceso carnal
por vía vaginal, anal o bucal, o introducc¡ón de miembros corporales u objetos por alguna de las dos
primeras vías.
(84s) El legislador, en la construcción de la fórmula legislativa, ha utilizado la denominada cláu-
sula de interpretación o de extensión analógica, que son aquellas que dejan abierta la posibilidad de
que el juzgador complete el tipo aplicando el razonamiento analógico. Aquí existe una norma penal,
cuyo sentido literal posible regula el caso concreto, y el juzgador se centra en delimitar su alcance a
través de un razonamiento analógico. NuestroTribunal Constitucional ha dejado establecido que las
cláusulas de interpretac¡ón analógica no vulneran el principio de legalidad en el aspecto de lex certa
cuando el legislador establece supuestos ejempliñcativos que pueden servir de modelo a los que el
intérprete debe agregar otros supuestos análogos, pero no expresos. Véase: los fundamentos del 69 al
74 del Exp. 00'10-2002-Al.
a 692
Violación de la libertad e indemnidad sexual
693 I
Ramiro Salinas Siccha
(B4er FoN tÁN BAL ESTR¡ define al acceso carnal como "la penetración del órgano genital mas-
cuiino en or¡ficio natural de oira persona, sea por vÍa normal o anormal, de modo que dé lugar al coito
o a un equivalente anormal de é1"(2002, p.217). No obstante, para nuestro sistema penal tal concepto
queda corto.
1850r CANcro MFLtÁ, 2OO2, p.191 .
. i851j MONGEFERNÁNDEZ,2004,p.321.
I 694
Violación de la libertad e indemnidad sexual
695 r
Ramiro Salinas Siccha
(8s8) CARo CoRrA EN CARo CoR|A/SAN MARTIN CAsrRo, 2000, p.81; CARo CoRrA,2003, p.507. En el
mismo sentido, Castillo Alva equip arabala fellatio in ore o cunnilinguls al acto análogo (2002, pp. a8 y 1 1 3).
(8se) CAsrlLLo AtvA expresa que el daño físico que pueda ocasionarse a la víctima no integra el
ámbito de protección de la norma en la tutela del bien jurídico libertad sexual (2002, p. 1 13).
(860) VrLLA STETN, 1998a, p. 180. En la doctrina argentina, FONTAN BALESTRA,2002, p.218. En el
mismo sgntido, CANcro MELIA, 2002, p. 192.
I 696
Violación de la libertad e indemnidad sexual
aceptar o internalicen que "la fellatio in ore" consrituye una modalidad del
hecho punible de acceso carnal sexual.
Asimismo, con el agregado que también puede materializarse el de-
lito en hermenéutica jurídica con el uso de objetos o parres del cuerpo
(lengua por ejemplo), pata perfeccionarse el delito no solo será necesaria la
presencia del órgano sexual masculino natural, pues la norma abarca tam-
bién el sexo oral practicado entre mujeres(s61).
En el delito de acceso carnal sexual vía bucal se presentarán proble-
mas para probar la consumación, sin embargo, bastará probarse que el
sujeto activo introdujo su miembro viril en la cavidad bucal de la víctima
para alegar que estamos ante un delito consumado, siendo irrelevante la
eyaculación. Por lo demás, en todos ios delitos, resuha difícil probar su
consumación, mas tal hecho no puede servir como excusa o pretexto para
excluir o negar su existencia.
La jurisprudencia más actual viene aceptando sin mayor discusión
tal postura. En efecto, la Saia Penal de la corte Suprema, en la casación
de fecha 5 de febrero de 2O10(862) argumentó que "el legislador ha equipa-
rado ia gravedad de obligar a una relación sexual vía vaginal o anal io" It
conducta de imponer a una persona -o a un menor de edad- a practicar el
sexo oral, puesto que en ambos casos importa una vulneración intensa de
su libertad sexual y su facultad de autodeterminarse -o de su indemnidad
sexual-, lo que a su vez implica -tal como reconoce la doctrina de manera
mayoritaría- que no es necesario el daño físico o la comisión de un delito
de lesiones para que exista una conducta subsumible en el artículo ciento
setenta o ciento serenta y tres del Código Penal".
697 a
Ramiro Salinas Siccha
.
I 698
Violación de la libertad e indemnidad sexual
vaginalmente y
contra natura a la agraaiada, los acusad.os antes referidos in-
trodujeron en el ano de la agraaiada dos dedos, luego tres dedos, y finalmente
toda la ma.no, prodwciéndole graves lesiones en el ano, tal como se describe
en el certificado médico de fojas dieciocbo donde consta qwe dicba agravía-
da presenta el examen médico, desfloración antigwa, himen con solución de
continwidad a las III-V-VI-VII y IX, y lesión prodwcida en el ano, como
pliegwes anales con excoriaciones, equimosis y desgano anal de más o menos
cuatro centímetros reciente; requiriendo wn tratamiento especializado. Lo qwe
acredita el comportamiento sádico de los acwsados Alex Clever Rodríguez Es-
pinoza y Luis Raúl Quispe Peña, en Ia comisión del delito swbmateria>(864).
La ampliación del tipo penal, para considerar como elementos simi-
lares al miembro viril a las partes del cuerpo, no tiene mayor explicación y
fundamento que el de utilizar al derecho penal para complacer y mantener
en ptz a la opinión pública. En la realidad concreta, no hay equiparación
razonable entre la penetración del miembro viril u objetos que se le pa-
rezcan con la introducción de partes del cuerpo. Sin duda, esta ampliación
del tipo penal quiebra el principio- de proporcionalidad penal al equiparar
comportamientos que revisten diferente gravedad. Un elemental sentido
común advierte que no es proporcional introducir un dedo o la lengua, por
ejemplo, en la cavidad vaginal o anal del sujeto pasivo y, por tanto, merezca
idéntico reproche penal, que la penetración del pene o un objeto con apa-
riencia de pene en la vagina o cavidad anal de la víctima(865). Creemos que
tales supuestos debieron quedar como actos contra el pudor.
En otro aspecto, por exclusión tácita del tipo penal, no existe delito de
acceso carnal sexual cuando el agente simplemente se limita a introducir objetos
o partes del cuerpo en la boca de su víctima. A lo más tal hecho será calificado
como acto obsceno siempre y cuando la introducción del objeto o parte del
cuerpo en la boca de una persona sea en un contexto de apariencia sexual.
En el derecho comparado, podemos citar al artículo 179 del Código
Penal español de 1995, modificado por la Ley Orgánica 15/2003 del 25 de
699 I
Ramiro Salinas Siccha
a. Violencia
Es la violencia material que exige el tipo penal. Consiste en una ener-
gía física que desarrolla o ejerce el autor sobre la víctima. El autor recurre
al despliegue de una energíafísicaparavencer con ella, por su poder mate-
rial, la resistencia u oposición de la víctima(7e7)(868). La violencia se traduce
en actos materiales sobre la víctima (golpes, cogerla violentamente de las
manos, etc.) tendientes a someterlo a un contexto sexual deseado por el
agente, pero, a lavez, no querido ni deseado por el sujeto pasivo. Aquí pa-
reciera que se pretende incorporar a la resistencia como un elemento más
del tipo penal, no obstante, la verificación de la resistencia solo sirve como
un medio de prueba del acto sexual indeseado(86e).
(870) PEñACABRERA,1992,r,p.631;ioteR,1976,p.2l3;CAsrLLoGoNzÁ1E2,1976,p.183;entreotros.
(a71) BRAMoNT-AR|A5ToRRES/GARCÍA cANTrzANo, 1997,p.236. parecido
En sentido, FoNTAN BA-
LESTRA sostiene que "para acreditar la fuerza no es necesario que el violador apele al ataque brutal ni que
la víctima llegue a la resistencia heroica"(2002, p.207).
701 a
Ramiro Salinas Siccha
(873) BAJO FERNÁNDEZ , 1991 , p.207. En igual sentido, BO|X RE|G/ORTS BERENGUER, 2002, p. 150;
CASTltt.o ALVA, 2002, p. 88; VÁSQUEZ SHIMAJUKo, 1997 , p. 1 1 .
4 702
Violación de la libertad e indemnidad sexual
b. Amenaza graae
En principio, nadie está legalme ntc ;lutorizrrclo plr.r inrpor-rt r o concli-
.
clon¿tr a otra persona a mantener un¡ rel:rción scxu¡i. In'rponer o conclicio-
nar el acceso carnal evidencia lesión lr la libertad senral.
lB77 )
MONGE FERNÁNDEZ,2OO4, p.289. En igual sentido CASTTTLo ALVA, 2002, p.82.
(878)
RoY FREYRE, 1975, p.56.
i879) v¡d. suAY HERNÁNDEZ, 2002, p. 21 5.
(880)
cREUs, 1983, l, p.85; NúñEz, 1964,p.185; BRAMoNT AR|AS, 1990c, p. 17; FoNrÁN BALESTRA,
2002, p.2O7
(88r ) En el mismo sentido, SuAy HERNÁNDEZ , 2OO2, p.2j7 .
703 a
Ramiro Salinas Siccha
(882) El argentino EUOMPADRE afirma que la vis compulsiva puede ser empleada por el autor o
por un tercero, pero, en cualquier caso, debe constreñir psicológicamente al sujeto pasivo y determinar-
lo a someterse a los deseos del autor (2000, l, p.352). FoNTÁN BALE5TR¡, 2002, p.208; GAST¡LLo A1VA,2002,
p.94.
(883) SUAyHERNÁNDEZ,2002,p.21t.
(884) En el Perú: Roy FREYRE, 1 975, p. g8 y BRAMoNT AR|AS, 1 990, p. 1 5. En Argentina: BuoMpADRE,
2000, l, p. 353. En España, Eotx REtc/oRTs BERENGUER enseñan que'?l mal con que se amenaza ha de ser
grave, de entidad bastante como para ejercer sobre el sujeto pasivo unos efectos semejantes a los de-
rivados de la utilización de la violencia: las de poner a aquel a merced del violador. t además de grave,
parece que debe ser injusto, cons¡stente las más de las veces en ocasionar la muerte o unas lesiones
graves a la víctima o a una persona allegada"(2002, p. 149).
(88s) Citado por BAJo FERNÁNDEZ , 199i , p.208 y Muñoz CoNDE, I 990, p. 393.
.
| 704
Violación de la libertad e indemnidad sexual
(886) MuÑoz CONDE sostiene que la edad del sujeto pasivo, el contexto
social o familiar que le
rodean pueden ser decisivos para valorar la intimidación (2001, p.394). En igual sentido, BAJo FERNÁN-
DEZ, 1991 , p. 209; PEñA CAERERA, 1992, p. 632. SuAy HERNÁNDEZ , 2002, p.21 9.
705 a
Ramiro Salinas Siccha
(Bse) En el mismo sentido, GTMBERNAT ORDErc, citado por BAjo FERNÁNDEZ, 1991, p.209. lgual,
CASTITLO ALVA, 2002, p.1O4.
(8eo) cAsfttlo ALVA, en sentido parecido, sostiene que aquellos medios coartan, restringen o
reducen el ámbito de autodeterminación del sujeto pasivo, inclinándolo a consentir de modo viciado,
es decir contra su voluntad, el acto sexual u otro análogo (2OO2'p.75).
4 706
Violación de la libertad e indemnidad sexual
707 f
Ramiro Salinas Siccha
709 a
Ramiro Salinas Siccha
La expresión "el que" del tipo penal del artículo 170 indica, sin lugar
a dudas, que agente deldelito de acceso carnal sexual puede ser cualquier
persona sea varón o mujer(rot). No obstante, en la doctrina aún no es co-
a 710
Violación de la libertad e indemnidad sexual
mún esta posición. Por el contrario, se presenta discutible, pues cierto sec-
tor de la doctrina, aunque menor, aún sostiene que solo el varón titular del
instrumento natural penetrante puede ser sujeto activo del delito.
El origen de la polémica radica en el diferente bien jurídico que en la
historia del derecho penal y en la legislación comparada, se ha pretendido
proteger con la tipificación del delito en análisis. En tiernpos en que se
tutelaba la honestidad o el honor de la mujer de conducta irreprochable,
se consideraba que solo el varón podía lesionar o poner en peligro tal bien
jurídico, en cambio, en la actu¿rlidad, al constituirse la libertad sexual como
el bien jurídico protegido en esta clase de delitos, se concluye que tanto
varón como mujer pueden lesionarlo o ponerlo en peligro.
Incluso, también lir peculiar forma de tipificar la conducta delictiva ori-
gina la posición que sostiene: "Solo el varón es susceptible de ser sujeto acti-
vo". Se afirma, la propia índole de la cópula sexual determina la condición del
varón en agente, titular del instrumento penetrante que accede y con el que,
con naturalidad y violencia, lirnita la libertad sexual del agraviado(eo2). Casti-
llo Gonzále2(e03) 5efl¿l¿ba enfáticamente que autor de violación solo puede
ser el varón, que es el único que puede penetrar carnalmente; la mujer pue-
de ser partícipe del delito de violación en cualquiera de sus formas, excepto
como autor principal. Por su parte, el argentino fucardo Núñez(e04) soste-
nía que el sujeto activo puede ser cualquier varón que no esté imposibili-
tado por su edad, impotencia o defecto físico, para introducir su miembro
en el vaso de la víctima.
Este planteamiento tuvo coherente cabida cuando el delito de acce-
so sexual se reducía a su sentido tradicional de identificar al acto sexual
con la capacidad copulativa y reproductora del ser humano. No obstante,
con el desarrollo de la doctrina y la legislación comparada en el ámbito
de los delitos sexuales, tales planteamientos no tienen mayor consistencia,
mucho más cuando en la actualidad además del pene, se consideran otros
instrumentos (partes del cuerpo u objetos) con los cuales puede accederse
sexualmente a la víctima.
Hoy en día, en ei campo de los delitos sexuales la doctrina mayoritaria
sostiene que siendo el bien jurídico protegido la libertad sexual, cualquier
(s02) soLER, 1 976, p. 284; cREUs, 1 983, p. 1 81; Bnto FERNANOEZ, 1991 , p.2O2; MUñOZ CoNDE, 1 990,
p. 398; BRAMoNT ARrAs, 1 990, p. 1 3; Roy FREYRE, 1 975, p. 47. Debemos precisar que este planteam¡ento fue
efectuado antes que se modifique el tipo penal en sus respectivos códigos penales.
(e03) CAST|LLoGONZALES, 1976, p.175.
(eo4) NúñEz, 1 964, p. 25j.
711 f
Ramiro Salinas Siccha
persona que imponga la unión carnal o acceso carnal sexual, lesionando con
ello la libertad sexual del sujeto pasivo, será autor del delito de violación
sexual y gue, ahora, con la ampliación de las formas y medios de comisión,
es mejor denominar "delito de acceso carnal sexual".
(eos) En el m ismo sent¡do, VrLLA STETN, 1 998a, p. 1 79; BRAMoNT-AR|A5 ToRRES/GARCÍA CANTtzANo,
1997 , p. 235; Arcrlrs et al., 1997 , ll, p. 996; BUoMPADRE, 2000, t, p. 382; FoNTAN BALE5TRA, 2002, p. 223;
ORrs BERENGUER/RoIG ToRREs, 2004, p. 351 .
(e06) MUñOZ CONDE, 1990, p.388.
(e07)Los argentinos Soler, Núñez; los españoles Muñoz Conde, Bajo Fernández y otros. En el
Perú, BRAMoNT ARrAs, PEñA CABRER¡, en las obras citadas.
4 712
Violación de la libertad e indemnidad sexual
DIEZ RIPoLLÉ5, 1 985, p. 37; oRTs BERENGUER/RoIG ToRREs, 2004, p. 351; CnsTILLo ALVA, 2002,
p.70.
Cfr. CAsrLLo A1VA,2002, p.69.
713 4
Ramiro Salinas Siccha
c. Swjeto pasivo
(e]0) PÉREZ,1986,p.9.
1) Este incremento de la edad del sujeto pasivo en el delito de acceso carnal sexua I sobre menor
(er
constituye una inaciorralidad del legislador de la Ley N'28704 que esperemos se corrija pronto.
\e12) Los tribunales peruanos ya han tenido oportunidad de pronunciarse al respecto. Así te-
nemos la sentencia de 4 de diciembre de 1990 en la cual se determinó que"la conducta del acusado
al ultra.jar sexualmente a la agraviada cuando esta ya había fallecido, no se encuentra comprendida en
el artículo 1 96 del Código Penal (ahora 1 70) que sanciona el delito de violación, toda vez que el cadáver
de una persona no puede ser sujeto pasivo de delito de esta naturaleza, por lo que siendo atípica dicha
'l
conducta, es del caso absolverlo por el referido delito'l Expediente N' 1 5-90, en CASTILLO 41VA,2002, p.71.
. (er 3) CARO coRrA/SAN MARIÍN CASTRO, 2000, p.77 .
4 714
Violación de la libertad e indemnidad sexual
715 |
Ramiro Salinas Siccha
4. TIPICIDAD SUB'ETIVA
El aspecto subjetivo del delito de acceso carnal sexual se constitu-
ye inexorablemente de dos elementos, el primero, denominado "elemento
subjetivo adicional al dolo" y el segundo, es el dolo. Si alguno de estos
elementos falta en una conducta de apariencia sexual, el delito no se con-
figura.
4 716
Violación de la libertad e indemnidad sexual
4.2. Dolo
El otro elemento subjetivo en el comportamiento delictivo de acceso
carnal sexual lo constituye el dolo, esro es, el agente actúa con conocimien-
to y voluntad en la comisión del evento ilícito. En orros términos, "el dolo
consiste en la conciencia y voluntad de tener acceso carnal contra la vo-
luntad de la víctima'(e18). Esto es, se requiere que el sujeto acrivo tenga co-
nocimiento de que con la realización de las acciones voluntarias que pone
en movimiento la violencia o que originala amenaza gra.ve, someterá a la
víctima al acceso carnal sexual, poniéndole en un comporramiento pasivo
con la finalidad de que soporte .l carnal sexual nó requerido por ell".
"...ro
Se exige normalmenteun dolo directo. Cuando se utiliza la violencia,
el dolo abarca la esperada o presentada resisrencia u oposición del sujbto
paslvo.
(sl7) Cfr. MoNGE FERNÁNDEZ,2004, pp. 297 y 298. lgual posición mantiene ORTS BERENGUER y
RolG ToRRE5, quienes señalan que "es indiferente el ánimo con que proceda el autor (libidinoso, de ven-
ganza, etc.): tales acciones t¡enen por sí, sin necesidad de aditamento alguno, una significación sexual
inequÍvoca, sea cual sea el móvil de quien las impone a otro (2004, p.352. Botx RE|G/ORT5 BERENGUER,
2002, p. 1 5l ). Por su parte CANclo MELIA en Las infracciones de violación sexual, proxenetismo y ofensos
alpudorpúblicoenDerechopenolperuano,(2000,p. I88),sostiene:"Parecequebastaráconqueeldolo
del sujeto activo se refiere al carácter de atentado contra la libertad sexual" (carácter objetivo). En igual
sentido, CASTILLO ALVA, quien siguiendo a los españoles Rodríguez Ramos, Muñoz Conde y Suárez Ro-
dríguez, señala que el delito de violación sexual no exige un elemento subjetivo especial del injusto o
alguna clase de tendencia interna intensificada (2002, p. 1 23).
(el 8) FoMTAN BALESTRA" 2002, p. 223; MoNGE FERNANDE¿ 2004, p. 295; CAsnLLo AL,A|2OO2, p. :|21.
717 I
Ramiro Salinas Sic.cha
5. ANTIJURIDICIDAD
Después de que se verifica en la conducta analizada la concurrencia de
ios elementos objetivos y subietivos de la tipicidrd, el operador iurídico pa-
I 718
Violaci<in de la libertad e indemnidad sexr,ral
(e20) Roy Freyre, 1975,p.46. Basaba su posición en las disposiciones del Código Civil vigente
en el año de 1975. En igual sentido, GRoIZARD sostenÍa que"ningún derecho es atropellado en ella por
el marido al obligarla, contra su voluntad, a realizar con él un acto que tiene ella el deber de ejecutar"
(citado por FoNTÁN BALESTR A,2002, p.219).
719 4
Ramiro Salinas Siccha
dico principal protegido con los delitos sexuales, no es posible sostener ra-
cionalmente y de modo positivo el ejercicio legítimo de un derecho como
causa de justificación en el delito de acceso carnal sexual violento impuesto
por un cónyuge al otro. Nada puede justificar que un cónyuge haciendo
uso de la violencia o la amenaza grave someta al otro en contra de su libre
y voluntario consentimiento, a realizar determinada conducta sexual. El
matrimonio no es la tumba de la libertad en su vertiente sexual. Esta es
inherente a la persona misma y, por tanto, permanece vigente en cualquier
contexto social y civil en que se desarrolle.
(e2r) MuÑoz coNDvGARdA ARÁN,2000, p.391. En el mismo senüdo, HURTAm POzq 2005, p.489.
a 720
Violación de la libertad e indemnidad sexual
tjl1c9 de "obligar" que exige el tipo penal ¡ por tanro, se excluye la tipici-
dad del delito.
6. CULPABITIDAD
Acto seguido, de verificarse que en la conducta típica de acceso carnal
sexual no concurre alguna causa de justificación, el operador jurídico con-
ttnuará con el análisis para determinar si la conducta típica y antijurídica
puede ser atribuida a su auror. En esta etapa tendrá que verificarse si al
momento de actuar el agente era imputable, es decir, mayor de 18 años de
edad y no sufría de alguna anomalía psíquica que le haga inimputable.
\e22) Vrd ampliamente: HURTADo pozo, 2005, p. 662; Muñoz CoNDE/GARcÍA ARAN, 2000, p. 441; VE-
LÁseuEz VELÁseuEz, 2OO2, pp. 398 y ss.
721 f
Ramiro Salinas Siccha
7. TENTATIVA
723 a
Ramiro Safinas Siccha
I 724
Violación de la libertad e indemnidad sexual
8. CONSUMACTÓt{
(e27) VILLA STEIN, 1 998a, p. 1 82. En igual sentido, FoNTÁN BALESTRA sostiene que "la penetración
es suficiente para tener por satisfecho el requisito de acceso carnal. No es necesario que el acto sexual
alcance la perfección fisiológica, que se produzca la eyaculación, ni que la penetración sea completa o
que produzca desfloración"(2002,p.218). lgual, BUoMPADRE con la reserva que para él no es aceptable
el acceso bucal como modalidad de violación (2000, p. 387). BotX REic/ORTs BERENGUER, 2002, p.151 y
CAsrLLo ArvA, 2002, p. i25.
725 a
Ramiro Salinas Siccha
los labios mayores. En el acceso carnal por vía anal se exige que el órgano
genital del varón, objetos o partes del cuerpo se introduzcan o penetren en
el recto de la víctima o, en su caso, el ano se acople a los citados instrumen-
tos penetrantes, no siendo suficiente el mero roce o contacto. Finalmente,
..r .l carnal por vía bucal, se requiere que el pene se introduzca en la
"...ro
boca de la víctima(e28).
9. AUTORíA
a 726
Violación de la libertad e indemnidad sexual
9.2. Autoría
En doctrina, la categoría de la autoría se explica mejor de acuerdo a sus
clases:
(e3r )
MuÑoz CoNDE/GARCÍA ARAN, 2000, p. 497 . Por su pa rte el profesor HURTADo Pozo enseña
que "según el artículo 23, es autor el que ejecuta personal y materialmente el delito; o sea, el que tiene
el dominio de la acción" (2005, p. 863).
727 a
Ramiro Salinas Siccha
b. Autoría mediata
El supuesto de la autoría mediata previsto en el artículo 23 del Có-
digo Penal se configura cuando el agente, valiéndose, haciendo uso o "por
medio de otra persona" que actúa como instrumento, realiza la conducta
prohibida. En esta forma de autoría, el dominio del hecho requiere que
todo el proceso ejecutivo se desenvuelva como obra de la voluntad rectora
del "hombre de atrás", quien -gracias a su influjo- debe tener en sus manos
al intermediario; por eso, se conocen estos casos como de dominio de la
voluntad.
Se entiende que el intermediario material solo actúa como instru-
mento ,y, por tanto, subordinado al autor mediato; aquel debe actuar en
una causal de atipicidad o de justificación ¡ excepcionalmente, de incul-
pabilidad. Por el contrario, si en un caso concreto se llega a determinar
que el supuesto instrumento o intermediario tiene dominio del hecho o lo
comparte con el que le ordena, se excluye el supuesto de autoría mediata,
adecuándose su conducta a otro forma de concurso de persona en la con-
ducta punible(e33).
Expuestos así los fundamentos de la avtoría mediata y teniendo en
cuenta que el delito de acceso carnal sexual no es necesariamente de co-
misión directa o "de propia mano", se concluye que es admisible la auto-
ría mediata. Esta hipótesis de comisión delictiva se configurará en todos
aquellos casos en los cuales el autor utíliza a otro sujeto como instrumento
para involucrar de modo violento a la víctima en un contexto sexual deter-
minado. Incluso, es posible que se configure cuando es la propia víctima
la obligada en forma violenta o intimidada por el autor para la realización
sobre sí misma del acceso carnal de, por ejemplo, partes de su cuerpo u
objetos con apariencia de un pene(el4).
4 728
Violación de la libertad e indemnidad sexual
c. Coautoría
Se consideran coautores a todos aquellos sujetos que forman parte en
la ejecución del hecho punible, en codominio del hecho (dominio funcio-
nal del hecho). El artículo 23 deI Código Penal se refiere a la coautoría con
la frase: "los que lo cometen conjuntamente".
La coautoría exige la presencia de dos requisitos: decisión común
y realízación de la conducta prohibida en común (división de trabajo o
roles). Los sujetos deben tener la decisión común de realizar el hecho
punible y sobre la base de tal decisión, contribuir con un aporte obje-
tivo y significativo en su comisión o realizactón. El aporte objetivo se
encuentra en una relación de interdependencia funcional asentada sobre
el principio de la división del trabajo, es decir, que cada coautor comple-
menta con su parte en el hecho la de los demás en la totalidad del delito,
formándose un todo unitario atribuible a cada uno de ellos(e35). Esto trae
como consecuencia que la responsabilidad de cada coautor se limita al
hecho colectivo y los excesos o hechos suplementarios, ejecutados por
fuera del plan acordado, solo afectan al interviniente que lo haya reali-
zado por sí solo.
Por ejemplo, si uno de los participantes del acceso carnal sexual, des-
pués de efectuado el hecho, de motw proprlo, decide llevarse todas las joyas
de oro que portaba la víctima, solo a este se le imputara el delito de hurto
o robo, según como se haya producido la sustracción. Igual ocurre cuando,
por ejemplo, uno de los concurrentes del asalto sexual, después de produ-
cido el acto en contra de la libertad sexual, de motw proprio y pensando que
la víctima le ha reconocido, le ocasiona su muerte. Aquí, solo a este último
sujeto se le imputaráy,por ende, se le procesarápor el delito de asesinato
en la modalidad de "matar para ocultar otro delito" prevista en el inciso 2
del artículo 108 del Código Penal.
En el caso que dos a más personas participen en la comisión del delito
de acceso carnal sexual, todas responderán a título de coautores, así uno o
varios de ellos no hayan realizado el acto sexual con la víctima, limitándose
solo, por ejemplo, a sujetar a la víctima o inmovilizarla. En esre supuesro
delictivo, solo será suficiente verificar la decisión común de todos los con-
currentes en la realización del acto sexual ilícito ¡ además, que cada uno de
ellos haya hecho un aporte significativo o decisivo para facilitar la penetra-
ción o introducción del miembro viril en la boca, ano o vagina de la víctima,
(e35) yld HuRrADo Pozo,2oo5, p. 875; Muñoz CoNDE/GARCíA ARAN, 2000, p. 50t; vELAseuEz
VELASQU€Z, 20o2, p. +48Y|LLAV|CENCTO TERREROS, 1 997, pp. 1 44 a 1 5',1 .
729 a
Ramiro Salinas Siccha
(e36) VtLtA STE|N, 1998a, p. 182. En el mismo sentido, CASTILLo ALVA, 2002, p. 135'
\s31) BRAMONT-AR|A5 TORRES/GARCiA CANTTZANO, 1997 , p.238. Posición diferente plantea MONGE
FERNANDEZ cuando después de explicar que es posible la coautoría en el caso que uno aplica la violen-
cia o intimidación y otro realiza el acto sexual, sostiene que"no obstante, el que aplica la violencia o
intimidación sin realizar el mismo los actos materiales de carácter sexual, será en todo caso cooperador
necesario o cómplice con independencia de cuál sea el concepto de coautoría que se sostenga" (2004,
pp.306y319).
I 730
Violación de la libertad e indemnidad sexual
10. PARTICIPACIÓN
731 a
Ramiro Salinas Siccha
f 732
Violación de la libertad e indemnidad sexual
_ _ Sin embargo, con la Ley N" 28704, tal criticada posición del legisla-
dor ha cambiado radicalmente. En efecto, ahora r. el acceso car.ral
"gi"u" su objetivo de
sexual prohibido cuando el sujeto acrivo, para conseguir
lesionar la libertad sexual de su víctima, actita con el concurso de otro o
más sujetos.
El concurso de dos o más sujetos que exige el tipo penal, debe ser en
el hecho delictivo mismo en que se produce el acceso iarnal sexual. No an-
tes ni después, y ello solo puede suceder cuando estamos ante la coautoría.
Los instigadores o cómplices no sirven para cumplir las exigencias de las
agravantes. Los instigadores no cometen el delito, lo determinan. Los cóm-
plices tampoco comeren el delito, solo colaboran o auxilian a los que real-
mente reahzan el hecho punible. Los instigadores y cómplices no tlenen el
dominio del hecho. En suma, la agravante se configura iuando dos o más
personas participan en calidad de coautores del delito sexual. De tal modo,
castillo Alva(e44) enseña que no es suficiente una complicidad simple o una
c_ooperación necesaria o una instigación para estimar la agravante, sino que
debe tratarse de un caso de coauroría en donde el dominio del hecho se
encuentre en manos de varios sujetos en el sentido de una contribución de
funciones y de roles, en virtud de la cual cada uno determina con su aporte
la mayor gravedad del injusto.
733 a
7-
te45) CARo CoRtA en CARo CoR|A/SAN MARTÍN CASTRo, 2000, p.83. lgual postura adopta los ar-
gent¡nos BuoMpADRE, 2000, l, p. 368 y FoNTÁN BALESTRA, 2o02 p.233. Por su parte, Bolx REIG/ORT5 BE-
RENGUER enseñan:"no requiere que los dos o más sujetos ejecuten el atentado sexual, sino solamente
que participen varios, como cómplices primarios, aunque únicamente uno tenga acceso carnal con la
víctima'i (2002 p. 153).
(e46) BUOMpADRE,2000, l, p.368.
te47) Posición diferente sostiene CAST|LLo ALVA, al esgrimir que'debe descartarse del ámbito de
la agravante la utilización de armas aparentes o s¡muladas que si bien pueden sugerir cierta entidad lesiva
carecen en el caso concreto de esa cualidad'l Posición contradictor¡a, pues acto seguido refiere: "ello a
pesar de que dichas armas no pierden la capacidad ¡ntimidante o no dejan de provocar temor en el sujeto
pasivo" (2002, p. 1 42). En parecido sentido, CARo CoRIA/SAN MARTÍN CAsTRo, amparados en las normas del
Código Penal español e italiano donde a diferencia del código peruano, la agravante se concreta por el
uso de armas "susceptibles de producir la muerte o algunas de las lesiones'l sostienen que "el uso de una
pistola de fogueo es suficiente solo para realizar la amenaza típica de la agresión sexual (artículo 170 pf.
1), no para crear un mayor peligro para los bienes jurídicos de la víctima, es allí donde debe apreciarse la
razón de la cualificación" (2000, p.83).
1e48) FoNtÁNBALESTRA,2002,p.233.
I 734
Violación de la libertad e indemnidad sexual
(e4e) Posición contraria e inexplicable esgrime CAsrtLLo ALVA, quien sostiene que "la calificación co-
rrecta para estos hechos es violación sexual simple y no violación agravada, pues lo único que se hace es ame-
nazar con ocasionar un mal al sujeto pas¡vo en caso de que no acceda a realizar el acto sexual u otro análogo, si
bien el autor muestra elarma no lo hace uso de manera efectiva"(2002,p.144).
735 4
Ramiro Salinas Siccha
(es1) El inciso 4 del artículo 1 80 del Código Penal español prevé como agravante independien-
te de la agresión sexual, las circunstancias que se configuran'tuando el delito se comete, prevaliéndose
de su relación de parentesco, por ascendiente, descend¡ente o hermano, por naturaleza, por adopción
o afines de la víctima'l
\e52) BuoMpADRE,2000,p.364.
(es3) lnforme de la relatora especial sobre la violencia contra la mujer, con inclusión de sus
causas y consecuencia, Sra. Radhika Coomaraswamy, presentado de conformidad con la Resolución
1995/85 de la Comisión de Derechos Humanos de la Naciones Unidas, citado en la exposición de moti-
vos del proyecto de Ley N. 12494/2004, uno de los proyectos que motivó la Ley No 28704.Véase página
web del Congreso.
737 a
Ramiro Salinas Siccha
(e54t El articulo 211 del C.P de Colombia prevé que las penas para los delitos descritos en los
artículos anteriores, se aumentarán de una tercera parte a la mitad, cuando: (...) 5. Se realizare sobre el
cónyuge o sobre con qu¡en se cohabite o se haya cohabitado, o con la persona con qu¡en se haya pro-
creado un hijo.
(ess) BUoMPADRE,2000. l, p. 366. lgual FoNrÁN BALESTRA, 2Oo2,p.234.
I 738
Violación de la libertad e indemnidad sexual
739 a
Ramiro Salinas Siccha
(e56) Enfermedades graves que se trasmiten generalmente por una relación sexual como el
Sida, el herpes, chancro, sífilis, hepatitis B, etc.
ts57) FONTÁNBALESTRA,2002,p.233.
(ss8) 'l
Este aspecto hace la diferencia con la agravante prevista en el inciso 3 del artículo 21 del
Código Penal colombiano, donde se prevé que se agrava la conducta de acceso carnal sexual cuando
"se produjere contaminación de enfermedad de transmisión sexual.
4 740
Violación de la libertad e indemnidad sexual
741 a
Ramiro Salinas Siccha
(e6o) CARO cORtA, 2003, p. 488; BUoMPADRE, 200O,1, p.362; FONrÁN BALESTRA,2002, p.23O.
(e61) Expediente N. 1 I 15-90, cita No'103.
.
a 742
Violación de la libertad e indemnidad sexual
743 a
Ramiro Salinas Siccha
(%3) En sentido parecido, CARo CoRtA enseña que la crueldad del autor es entendida como la
provocación de dolores en la víctima que no son propios de la acción típica o de sufrimiento corporal
innecesario (2003, p. 488). También, CARo CoRIA cn CARo CoRIA/SAN MARrÑ CAsrRo, 2000, p. 1 30.
f 744
Violación de la libertad e indemnidad sexual
745 4
Ramiro Salinas Siccha
(e66) yid. soLER, 1976, p.285; siguiendo a José Peco, NÚÑEZ, 1964, p. 253; CREUS, 1983, p. 187;
MAGGIqRE, 1955, p.60.También en el mismo sentido, FONTÁN BALESTR A,2OO2,p.219;no
obstante en la p.
220, Guillermo Ledesma que actualiza el citado libro, sostiene que sin excepción hay delito de
violación
dentro del matrimonio al afectarse la libertad sexual'
. sexual
4 746
Violación de la libertad e indemnidad sexual
\e67) Véase el informe del diario E/ Com ercio del 17 de marzo de 2005.
(e68) CANclo MELIÁ, 2002, p. 184, señala que esto se debe al cambio de paradigma honestidad-
libertad sexual.
te6e) PÉREZ,1986,p.44.
747 I
Ramiro Salinas Siccha
a 748
Violación de la libertad e indemnidad sexual
749 I
Ramiro Salinas Siccha
te74\ Cfr. DlEz RIPoLLÉ5, 1 985, pp. 56 y 57. Por su parte, CAST|LLo ALVA, sostiene que en la vio-
lación dentro del matr¡monio ex¡ste un injusto menor y por tanto, debe imponerse una sanción por
debajo del mínimo legal; cit., p. 121.
(s7s) lncluso por argumentos parecidos Muñoz CoNDE, señala que, si bien exrste delito de vio-
lación dentro del matrimon¡o, "este tendrá una pena mínima, por las implicancias que puede traer para
la familia en su mundo íntimo" (1990, p. 390). En contra CANcro MtltÁ, quien señala que "la existencia de
una relación de comunidad de vida genera una situación de confianza en la que la agresión contra la
libertad sexual adquiere mayor gravedad por provenir de quien ha asumido un compromiso de apoyo
mutuo, de confianza, con su víctima"; en Los infracciones de la violación de la libertad, proxenetismo y
ofensas al pudor público en el Derecho penal peruano,2OO2, p. I 86. En igual sentido, MoNGE FERNÁNDE¿,
para la legislación española propone que el legislador debe redactar un precepto cualificado donde se
valore la circunstancia mixta del parentesco y el abuso de confianza (200a, p.280). No está demás indi-
car que en el Código Penal colombiano en el inciso 5 del artículo 21 1, aparece como agravante del delito
4 750
Violación de la libertad e indemnidad sexual
13. PENALIDAD
El autor del delito de acceso carnal sexual en los parámetros del tipo
básico será pasible de pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor
de ocho años.
Je violación sexual el acto sexual sobre el cónyuge, o sobre con quien se cohabite o se haya cohabitado,
e cun la persona con qu¡en se ha procreado un hijo.
(e76) CARo COR|A, 2003, p.491.
751 f
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 3
Delito de acceso carnal sexual presunto
1. TIPO PENAL
El hecho punible de acceso carnal sexual de persona en estado de in-
consciencia o 1, imposibilidad de resistir, que Castillo Alva(ezz) prefiere
"n
denominar "violaciónlnsidiosa", se encuentra tipificado en el artículo 171
del Código Penal, el mismo que después de la modificación introducida
por la Ley N' 2825I, del 8 de junio de 2004,y luego por la Ley N" 28704,
del 5 de abril de 2006, literalmente indica:
Elque tiene acceso carnal con una persona por vía vaginal, anal o bucal,
o realiza otros actos análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo
por alguna de las dos primeras vías, después de haberla puesto en estado
de inconsciencia o en la imposibilidad de resistir, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de diez ni mayor de quince años.
cuando el autof comete este delito abusando de su profesión, ciencia u
oficio, la pena será pr¡vativa de la libertad no menor de doce ni mayor de
dieciocho años.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de acceso carnal sexual presunto se configura cuando el agen-
te después de haber colocado a su víctima en un estado de inconsciencia o
en la imposibilidad de oponerse o resisti¡ realiza sin riesgo el acto o acceso
carnal sá"rral por la cavidad vaginal, anal o bucal o realiza actos análogos in-
troduciendo obj.tot o partes del cuerpo por la cavidad vaginal o anal.
Respeto a cuando existe acto carnal sexual u otros actos análogos vale
todo lo .rprr.tto al analízar el tipo penal precedente al cual nos remitinlos'
Es común en la doctrina nacional y en nuestra jurisprudencia sostener
que la circunstancia o elemento que caract eriza a la violación sexual presun-
ta o alevosa, lo constituye la actuación precedente del sujeto activo, esto es.
el agente momentos previos a practicar el acto o acceso carnal r-ía. r-aginal,
bucal o introduciendo objetos o partes del cuerpo por el conducto va-
"n"fo
ginal o anal de la víctima, coloca o pone a esta en estado de inconsciencia o
en incapacidad de resistir al ataque sexual. En efecto, Villa Stein(sz8) sostiene
753 f
Ramiro Salinas Siccha
4 754
Violación de la libertad e indemnidad sexual
75s ]
Ramíro Salinas Siccha
(eeo) BRAMoNT-ARIAS ToRRES/GARCíA CANTTZANo, 1997, p.241. En igual sentido, VTLLA STE|N,
1998a, p.185.
(ee1) CAST|LLo ALVA, 2002, p.184.
a 7s6
Violación de la libertad e indemnidad sexual
757 a
Ramiro Salinas Siccha
a 75B
Violación de la libertad e indemnidad sexual
tuye la libertad sexual entendida en sus dos facetas como la libre, voluntaria
y espontánea disposición del propio cuerpo en contexros sexuales sin más
limitación que el respeto a la libertad ajena,y, como la facultad de repeler
agresiones sexuales no queridas ni deseadas. Sin duda, en los supuestos
comentados, la libertad sexual del sujeto pasivo en forma evidente y ale-
vosa aparece limitada cuando no anulada rransitoriamente. Aquí el posible
consentimiento carece de validez por no ser espontáneo y estar seriamente
disminuido cuando no condicionado.
2,6. La coautoría
759 4
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la redacción del tipo penal se desprende que se trata de un delito
netamente doloso, no siendo posible la comisión imprudente. Asimismo,
solo es posible su comisión por dolo directo y dolo indirecto. No es ad-
misible que se configure por dolo eventual, pues no basta que el agente
considere como altamente probable o posible la ejecución del delito, sino
(eeó) Ello es consecuencia de la modificación irracional de la Ley N'28704 que ha subido los
parámetros de la indemnidad sexual de 14 a 1 I años.
a 760
Violación de la libertad e indemnidad sexual
que es indispensable que sepa sin duda y fisuras que su acción, y parti-
cularmente los medios que emplea van a facilitar la comisión del ,i..ro
carnal sexual(eez).
El sujeto activo actúa con pleno conocimiento y voluntad de reahzar
el acto o acceso carnal sexual con el sujeto pasivo, es decir, el agente ordena
su pensamiento y después sus acros con la finalidad concreta de practicar el
acceso carnal sexual víavaginal,anal o bucal o realízando otro acro análogo
como puede ser introduciendo objetos o parres del cuerpo por vía vaginal
o anal de su víctima. En efecto, el agente con pleno conocimiento y,,o1un-
tad, utilizando elementos extraños (alcohol, narcóticos, afrodisíacos, etc.)
pone o coloca a su víctima en estado de inconsciencia temporal o, en su
caso, lesionando o atando de manos a su víctima, por ejemplo, le pone en
la imposibilidad de oponer resistencia y, acto seguido, sin oposición ni difi-
cultad realiza el acceso sexual o acto análogo querido y deseado. Se trata de
un dolo bifronte, todavez que se exige la conciencia y voluntad del agente
de producir en su víctima el estado de inconsciencia o la imposibilidad de
resistir, así como accederla sexualmente.
Ya hemos argumentado, si el agenre no riene por finalidad satisfacer
cualquiera de sus apetencias sexuales, sino, por ejemplo, solo busca lesio-
nar ala víctima introduciéndole objetos o parres del cuerpo en su cavidad
vaginal o anal, no se configurará el delito sexual en análisis. Aquítambién
se requiere un elemento subjetivo adicional al dolo.
761 f
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
Después de que se verifica en la conducta analizada la concurrencia
de los .le-"r,tos otjetivos y subjetivos de la tipicidad del arrículo 171 del
c.p, el operador jurídico (fiscal o juez) pasará a verificar si concurre alguna
causa de justificación de las previstas en el artículo 20 del citado cuerpo
legal. Por la naturaleza del delito, considero que es difícil verificar en la
r.álid"d concreta alguna modalidad de acceso carnal sexual de persona en
estado de inconsciencia o en la imposibilidad de resistir en la que concurra
alguna causa de justificación.
5. CULPABILIDAD
Acto seguido, de verificarse que en la conducta típica de acceso carnal
sexual p..rrrnio no concurre alguna causa de justificación, el operador jurí-
dico entrará a analizar si la conduc a típica y antijurídica puede ser atribui-
da a su autor. En esta etapa, tendrá que verificarse si al momento de actuar,
el agente era imputable,is decir, mayor de 18 años y no-sufría de alguna
anoáalía psíquióa que le haga inimputable. Luego se verificará si el agente
al mo-.nto d. e"ie.io.izar su conducta etiquetada como acceso sexual
presunto, conocía la antijuridicidad de su conducta, es decir, se verificará
ii .l ,g"nt. sabía o conocía que su conducta estaba prohibida por ser con-
traria al derecho.
Después, determinará si el agente pudo actuar o determinarse de
modo diferente a la de cometer el delito.
6. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
4 762
Violación de la libertad e indemnidad sexual
7. PENALIDAD
El agente será merecedor de una pena privativa de libertad no menor
de diez ni mayor de quince años. En el caso de que concurra la agravante
prevista en el último párrafo del artículo 171, elagenre será sancionado con
pena privativa de libertad no menor de doce ni mayor de dieciocho años.
Para las agravantes previstas en el artículo 177 del c.P, la pena privativa de
libertad será respectivamente, no menor de veinte ni mayór de veinticinco
años, ni menor de diez ni mayor de veinte años en caso que el agente haya
actuado con crueldad.
Subcapítulo 4
Delito de acceso carnal sexual abusivo
I. TIPO PENAL
El delito de acceso sexual abusivo o acceso sexual de persona in-
capaz aparece tipificado en el artículo 172 del código Penal, el mismo
763 a
Ramiro Salinas Siccha
Elque tiene acceso carnal con una persona por vía vaginal, anal o bucal o
realiza otros actos análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo por
alguna de las dos primeras vías, conociendo que sufre anomalía psíquica,
grave alteración de la conciencia, retardo mental o que se encuentra en
incapacidad de resistir, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de veinte ni mayor de veinticinco años.
Cuando el autor comete el delito abusando de su profesión, ciencia u oñcio,
la pena será privativa de la libertad no menor de veinticinco ni mayor de
treinta años.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de acceso sexual abusivo que de acuerdo con el inciso 2
del artículo 181 de su código Penal, los españoles le denominan "delito
de abuso sexual", se configura objetivamente cuando el agente teniendo
pleno conocimiento delestado psicológico o físico disminuido o anulado
del sujeto pasivo, le practica alguna de las modalidades del acceso se-
xual. En otios términos, el delito de acceso sexual abusivo se perfecciona
cuando el sujeto activo con pleno conocimiento de que su víctima sufre
de un estado permanente o parcial de anomalía psíquica, grave alteración
de la conciencia, retardo metal o se encuentra en incapacidad de resistir,
se aprovecha de tal situación y le practica el acceso carnal sexual vía va-
ginal, anal o bucal o le introduce vaginal o analmente objetos o partes del
órr.rpo, todo ello con la finalidad concreta de satisfacer alguna apetencia de
carácfer sexual.
Para Ia configuración de la conducta delictiva no se requiere que el
sujeto activo hagauso de laviolencra,amenaza grave o le ponga en estado
de inconsciencia o en incapacidad de resistir, Igual aparece el delito, así
la víctima supere la minoría de edad y preste su consentimiento relativo
para que el sujeto activo realice el acceso carnal sexual. En este sentido,
se ha pronunciado nuestro máximo Tribunal de Justicia en la Ejecutoria
Suprema del Zl de noviembre de 1994 al argumentari "qu.e, aparece de lo
acirodo qwe el acusa.do Pwlacbe Villegas sostenía relaciones sexuales con Ia
agraaiada María Pulacbe Swárez; qwe si bien el procesado a lo largo de la
inaestigación lleaada a cabo reconoce esta impwtación adwciendo que fue de
mutuo acuerdo, sin embargo, debe precisarse qwe tenía conocimiento que
aqwella padecía de retardo mental, como se Puede aer del peritaje psiqwiátri-
f 764
Violación de la libertad e indemnidad sexual
co qwe se le practicara cuyo reswltado obra afojas sesentay dos; que, el becho
765 4
Ramiro Salinas Siccha
c, Retardo ntental
lJna persona sufre de retardo metal cuando adolece de un déficit
intelectual serio que le impide entender a cabalidad lo que ocurre en su
medio ambiente, un ejemplo característico de este estado lo constituye la
idiotez, la misma que se manifiesta en una ineptitud parcial o absoluta del
sujeto para poder concebir conceptos, inclusive de los objetos familiares
más corrientes. Los idiotas en grado máximo no aprenden a hablar, ios
otros tienen un lenguaje pobre, casi siempre agramático y con fallas en la
articulación(1005).
767 a
Ramiro Salinas Siccha
d. Incapacidad de resistir
Es un estado de inferioridad física en que se encuentra el sujeto pasi-
vo, por el cual le es.imposible obrar en.forma positiva.para negarse a con-
sentrr u oponer resrstencia al actuar del agente de realizar e_l acceso carnal
sexual u otro análogo como puede ser la introducción de ob.ietos o partes
del cuerpo.
En la doctrina nacional, no hay mayor discusión respecro del signi-
ficado de este particular estado. En efecto, Roy Freyre(1007)' comentando
el artículo 198 delcódigo derogado, sosrenía que al igual que en la "impo-
sibilidad de resistir" aquí también la agraviada tiene capacidad para com-
prender el significado del acto del que es objeto, Pero no puede actuar su
voluntad contra.ia y oponerse materialmente a la acción del autor. Para que
se configure esta hipóiesis de la "incapacidad de resistencia", no debe haber
reacción'física de la víctima, ni siquiera en forma débil que obligue al sujeto
activo a ejercer fuerza para conseguir el acto sexual. La enferme.dad grave
de una mujer, así como la secuela igualmente grave que la misma dejare (pa-
rálisis, por ejemplo), serían algunas de las formas que Puede revestir la "in-
capaciiad dá reiistir". Incluso como pie de página, el autor citado afirma
que "incurre en eldelito previsto por elartículo 198 del C.P el enfermero
de un Hospital, que violó a una internada gravemente enferma (...)".
(10r0) CARO cORtA en CARO coRtA/sAN MARTÍN CASTRO,2000, p.86. En parecido sentido, FONTAN
EALE5TRA, comentando la legislación argentina, también enseña que existe incapacidad de resistir cuan-
do por cualquier trastorno o deficiencia de carácter orgánico, sin privar de razón ni de sentido, impide
al sujeto pasivo oponer resistencia física al abuso sexual, no obstante los dictados de su voluntad en
sentido contrario. Ejemplo, la parálisis, una debilidad extrema, un estado de postración o agotamiento
y otros análogos (2002, P.21 1).
a 768
Violación de la libertad e indemnidad sexual
Asimismo, el arrículo 177 del C.P prevé hasta tres supuestos que agra-
van las conductas de acceso sexual sobre personaincapaz.En.o.rr..u.n.i",
la segunda agravante se configura cuando el agente, pudiendo prever el re-
769 f
Ramiro Salinas Siccha
771 f
Ramiro Salínas Siccha
3. TIPICIDAD SUEJETIVA
De la redacción del tipo penal se desprende con claridad meridiana
que se trata de supuestos delictivos de comisión dolosa. Solo son posibles
las clases de dolo directo e indirecto, mas no el dolo eventual. No cabe la
comisión por imprudencia o negligencia.
De allí que no baste el conocimiento de que es posible que con la
persona que se va a mantener o se mantiene un acceso sexual sufra ano-
malía psíquica, grave alteración de la conciencia, retardo mental o que se
encuenrre en rncapacidad de resisti¡ sino que se necesita obligatoriamente
el conocimiento cabal, exacto y completo de que el sujeto pasivo se en-
cuentra afectado por una incapacidad física o psíquica(1015). En consecuen-
cia, el tipo penal exige la concurrencia de un elemento subjetivo especial
que comprende: el conocimiento que debe tener el agente sobre el estado
particular de su víctima, esto es, debe saber que sufre de anomalía psíquica,
alteración grave de la conciencia, retardo metal o incapacid:rd prra resistir
v con tal conocimiento aprovecharse de este particular estado con la segu-
ridad de no encontrar algún tipo de resistencia.
En el mismo sentido, se pronunciaJorge Buompadre(1016), quien ha-
ciendo hermenéutica jurídica del Código Penal argentino sostiene que se
exige una especial referencia subjetiva en el obrar del autor, cuvo alcance
abarca dos elementos: uno, que se aproveche de la situación de incapaci-
dad o de vulnerabilidad en que se encuentra la víctima para comprender el
sentido y alcance del acto sexual que realiza; v otro, el conocimiento de tal
incapacidad en el sujeto pasivo.
Como en todas las figuras de acceso carnal sexual, el agente debe
actuar con voluntad y conocimiento de estar sometiendo a una relación
sexual al sujeto pasivo afectado por incapacidad física o psíquica, con la fi-
nalidad o propósito último de satisfacer su instinto sexual. Caso contrario,
de constatarse que el agente no perseguía tal finalidad, sino, por ejemplo,
dañar o solo lesionar a su víctima. el delito sexual se descartará.
(10 r 5)
CASTTLLo AtvA, 2002, p. 252
( 101ói BUoMPADRE, 2000, l, p. 355.
4 772
Violación de la libertad e indemnidad sexual
4. ANTIJURIDICIDAD
Después de que se verifica en la condu cta analizada la concurrencia
de los elementos objetivos y subjetivos de la tipicidad, el operador jurídico
pasará a verificar si concurre alguna causa de justificación de las previstas
en el artículo 20 del Código Penal. Por la n^turaleza del delito, considero
que es difícil verificar en la realidad concreta algún acceso sexual abusivo en
la que concurra una causa de justificación.
5. CULPABIL¡DAD
Acto seguido, de verificarse que en la conducta típica de acceso carnal
sexual abusivo no concurre alguna causa de justificación, el operador jurídi-
co enr.rará a analizar si la conducta típica y antijurídica puede ser atribuida
a su autor. En esta etapa, se verificará si al momento de actuar, el agente era
imputable, es decir, mayor de 18 años y no sufría de alguna anomalía psíqui-
ca que le haga inimputable. También se verificará si el agente al momenro
de exteriorizar su conducta etiquetada como acceso carnal sexual abusivo,
conocía la antijuridicidad de su conducta, es decir, se verificará si el agente
sabía o conocía que su conducta estaba prohibida por ser contraria al dere-
cho. Aquí es posible alegar un error de prohibición, pues, muy bien, el agen-
te puede alegar fundadamente que no conocía ni sabía que tener relaciones
sexuales con una persona que sufre de retardo mental estaba prohibido.
6. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
773 a
Ramiro Salinas Siccha
ción del miembro viril en la cavidad vaginal, anal o bucal del otro sujeto
participante en el acto sexual. Asimismo, se perfecciona en el mismo mo-
mento en que el agente comienza a introducir objetos o partes del cuerpo
en la cavidad vaginal o anal de la víctima. Doctrinal y jurisprudencialmente
ha quedado establecido que no se requiere una penetración total para es-
tar ante un delito de acceso sexual consumado. Basta que se verifique la
real penetración o introducción parcial e incluso por breve término, parula
consumación del hecho delictivo.
Nuestra Corte Suprema, en reiterada jurisprudencia,ha establecido
el momento en que se inicia e[ propio acto sexual.o análogo. Para grafi-
car lo indicado tenemos la Ejecutoria Suprema del 10 de agosto de L994.
donde se sostiene que: "la forma y circwnstancias en qwe fue sorprendido el
encausado con la agraviada, no constituyen la tentatiaa del delito de viola-
ción d.e la libertad sexwal sino el propio delito pwes se trata del inicio de la
ejecwción material de ese ilícito y su parcial conswmación al existir cópula
interrwmpida. Estamos ante la modalidad qwe prer.té el artículo ciento setentrt
y dos del Código Penal ya qwe reúne todos los reqwisitos de la práctica del acto
sexwal, cometido con una menor que al momento de los becbos contaba con
catorce años de edad, qwe también presenta reta.rdo mental como se desprende
de las pericias psicológicas, sitwaciones que el propio juzgado lta tomado eru
consideración'0018).
Por otro lado, al ser los supuestos delictivos de resultado, muy bien,
pueden quedarse en el grado de tentativa, para tal efecto el operador jurí-
dico no tendrá otra alternativa que aplicar lo dispuesto en el artículo 16 del
Código Penal a fin de graduar la pena a imponer al agente.
7. PENALIDAD
El autor del delito será merecedor de pena privativa de libertad no me-
nor de veinte ni mayor de veinticinco años. En el caso que concurrala agra-
vante prevista en el último párrafo del artículo 172 áel C.P, el agente será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinticinco ni mayor
de treinta años.
a 774
Viol¿ción de la libertad e indemnidad sexual
Subcapítulo 5
Delito de acceso carnal sexual sobre menores
1. TIPO PENAL
El delito de acceso sexual sobre un o una menor de 18 años aparece
especificado en el tipo penal 173 del Código Penal, cuyo texto original ha
sido modificado en varias oportunidades. Finalmente, por la Ley N" 28704,
del 5 de abril de 2006, eI tipo penal ha quedado con el siguiente contenido:
El que tiene acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza otros actos
análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo por alguna de las dos
primeras vías, con un menor de edad, será reprimido con las siguientes
penas privativas de libertad:
1. 5i la víctima tiene menos de diez años de edad, la pena será de cadena
perpetua.
2. Si lavíctima t¡ene entre diez años de edad, y menos de catorce, la pena
será no menor de treinta años, ni mayor de treinta y cinco.
3. víctima tiene entre catorce años de edad y menos de dieciocho, la
Si la
pena será no menor de veinticinco ni mayor de treinta años.
Siel agente tuviere cualquier posición, cargo o vínculo familiar que le dé
particular autoridad sobre la víctima o le impulse a depositar en él su
confianza, la pena para los sucesos previstos en los incisos 2 y 3, será de
cadena perpetua.
2. CUESTIÓN PREV¡A
775 l
Ramiro Salinas Siccha
(10re) El artículo 181 del Código Penal español, por ejemplo, establece que el límite de la in-
demnidad sexual es 1 2 años.
(1020) Cuya sanción será pena privativa de libertad no menor de 25 ni mayor de 30 años.
4 776
Violación de la libertad e indemnidad sexual
777 I
Ramiro Salinas Siccha
(r021) El artículo I del Título Preliminar del Código Civil establece de modo claro que: "La ley
se deroga sólo por otra ley. La derogación se produce por declaración expresa, por incompatibilidad
entre la nueva ley y la anterior o cuando la materia de ésta es íntegramente regulada por aquélla. Por la
derogación de una ley no recobran vigencia las que ella hubiere derogado".
(r022) Modalidades delictivas que se incorporaron al Código Penal recién el 8 de junio de 2004
por el artículo 2 de la Ley No 28251. No h¿n durado ni dos años y ya tienen certificado de defunción.
(r023) Delito que se configura cuando el agente explota las ganancias obtenidas por una perso-
na que ejerce la prostitución.
a 77B
Violación de la libertad e indemnidad sexual
(r024) Para efectos de pedagogía y difusión, al final de este capítulo aparece reproducido ínte-
gramente este Acuerdo Plenario así como el Acuerdo Plenario N.7-2007/CJ-116.
(r 02s)
Se invoca n erróneamente los artículos 17 5 y 179-A del Código Pena l, cuando lo cierto es
que tales normas penales han sido derogadas tác¡tamente por la Ley 28704.
(1026) Exp. No 2006-21 1 5, sentencia del 28 de mayo de 2007, dictada por la Segunda Sala Penal
de Arequipa y firmada por los Jueces Superiores Salas Arenas (director de debates) y Arce Villafuerte. En
tanto que el voto en discordia firmado por el Juez Superior Castañeda Moya se pronunció por la abso-
lución del acusado invocando el error de prohibición.
(1027) Fundamento cuarto de la citada Ejecutoria Suprema.
779 4
Ramiro Salinas Siccha
como doctrina legal lo siguiente "existe objetiva contradicción entre las dis-
posiciones
'las del Código Ciail y el artícwlo 173'.3) del Código Penal, y entle
normas qr, ,orfigrran el propio Código Penal -los dhsersos tipos legales
qwe integrañ el denominado Dereclto penal sexual nacional-, todas ellas ac-
iwal*enie aigentes. En tal virtud, debe aplicarse la Lqt más favorable al reo,
conforme a lo dispwesto por el artículo 139o, inciso 11), de la Constitución.
Uno de los supreitos de la referida normA constitwcional tiene como elemento
esencial la exlstencia de normas contradictorias entre sí, que obliga al jwzgador
a la aplicación de la ley más fartorable. Esta cláusula constitucional,se fwnda,
coml afirma Rubio Correa, Marcial, '...en que si la sociedad tiene dos consi-
deraciánes simultáneas sobre el mismo hecho y va a sancionar' es razonable
que se elija la sanción a la consideración menos grave: así se tomará como
crit.rio social el de mayor benignidad y se restringirá en menor grado los
derechos del reo...' (Estudio de la constitución Política de 7993, Tomo
5, Pontificia lJniversidad Católica del Perú - Fondo Editorial, Litna, tttil
noaecientos noventa y nueee, página ciento doce). Por tanto, en cuanto a la
exención de responsabilidad penal por consentimiento del titular del bien jurí-
dico afectado, )plicable al dilito de violación sexwal a que se refiere el artículo
173o, inciso 3): del código Penal, debe ampliarse el duodécimo fundamento
jwrídico del Acwerdo Plenario N' 7-2007lCJ-116 a toda relación sexual r:o-
lwntaria mantenida con adolescentes de catorce a dieciocho años de edad",
En tanto que el duodécimo fundamento jurídico del infeliz Acuer-
do Plenario N" 7 -2007 /CJ- 1 1 6, estableció que: " deberá a.tenuarse la pena
en los casos delurtículo 173o, inciso 3), del código Penal basta los límites
considerados pard los delitos tipificados en los artícwlos 175' y 179'-A del
Código acotido que tratan de condwctas semejantes, en las qwe inclwso -
como se ha indicado- mediante el engaño y la prestación económica como
determinantes de la práctica sexual antijwrídica... Es claro, por Io demás,
qwe cwando el acceso carnal con una. persona entre catorce y dieciocbo años
de edad no es polwntario, y se hace con violencia o amenaza, aprovecbando
el estado de inconsciencia de la víctima o cuando esta tíhima es incapaz, es
de aplicación en toda sw extensión pwnitiaa el artícwlo 173o, inciso 3), del
Código Penal".
En suma, los accesos carnales sexuales efectuados, contando con el
consentimiento del sujeto pasivo con edad superior a los 14 años, están
exentas de responsabilidad penal. Asimismo, es claro que con la entrada en
vigencia del Acuerdo Plenario del t g de iulio de 2008, no recobran vigencia
los artículos del Código Penal tácitamente derogados.
La intención del legislador de laLey N" 28704 fue endurecer las pe-
nas para los autores de los delitos sexuales. En efecto, de la lectura de los
I 780
Violación de la libertad e indemnidad sexual
3. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito más grave previsto dentro del rubro "delitos contra la liber-
tad sexual" en nuestro Código Penal lo constituye el ilícito penal denomi-
nado acceso carnal sexual sobre un menor. Este hecho punible se configu-
ra cuando el agente tiene acceso carnal sexual por la cavidad vaginal, anal
o bucal o realíza otros actos análogos introduciendo objetos o partes del
cuerpo por la vía vaginal o anal, con una persona menor de dieciocho años
de edad cronológica. En otros términos, "la conductatípica se concreta en
Iapráctica del acceso o acto sexual o análogo con un menor, ello incluye el
acto vaginal, anal o bucal realizado por el autor, o por el menor a favor del
autor o de un terce¡s"(102e). De igual forma, comprende también la intro-
ducción de objetos o partes del cuerpo por vía vaginal o anal de la víctima
menor.
De la redacción del tipo penal, en concordancia con el Acuerdo Ple-
nario No 4-2008/CJ-116, se desprende con claridad que para la verificación
del delito de acceso sexual sobre un menor de 14 años no se necesita que el
(1028) CARo CoRrA, 2003, p. 491 . De igual forma, ORTS BERENGUER/Ro|G ToRRE5 (2004, pp. 333 y
comentando la legislación de su país, señalan que "esta tendencia es lo que en doctrina se denomi-
ss.),
na "huida al derecho penal" por parte del legislador, quien de modo interesado responde a la demanda
social de una mayor protección creando nuevas figuras delictivas o endureciendo las ya existentes'l
(102e) CARo CoRrA, en CARo CoR|A/SAN MARTÍN CAsrRo, 2000, p. 11 1.
781 a
Ramiro Salinas Siccha
(1030) Exp. No 797-99-Lambayeque, en Revista Peruano de Jurisprudencid, Año ll, N" 3, Trujillo,
2O0O, p.329.
(103r) R.N. No 458-2003-Callao, en Diólogo con la Jurisprudencia, Año 9, No 64, Lima, 2004, p.
282. lgual pronunciamiento encontramos en la ejecutoria suprema del 5 de agosto de 2003 en R.N. No
904-2003-5anta. Asimismo, en la ejecutoria suprema del 10 de enero de 2000 se expresa que "si bien el
acto sexual lo realizó el procesado con el consentimiento de la agraviada, no habiendo mediado para
ello fuerza o amenaza alguna, ello no lo exime de responsabilidad, ya que se trata de una menor que
no tiene control racional sobre su conducta sexual, por lo que su aceptación no puede tenerse en con-
sideración" (Exp. No 4385-99-Amazonas, en Revista Peruana de Jurisprudencia, Año ll, No 3, Trujillo, 2000,
p. 356).
a 782
Violación de la libertad e indemnidad sexual
033) Como en efecto ocu rrió en la ejecutoria suprema del 1 4 de julio de 2005, cuando la Sala
(r
Penal Permanente en el R.N. N" 1880-2005-Huaura, aumentó la pena de 13 a 20 años (en SAN MARTfN
CAsrRo, 2006, p. 41 8).
(r034) CAST|LLO ALVA, 2002, p. 2gg.
(103s) Exp. No 2425-2003-Cañete, en CASTILLo ALVA, 2006b, p. 1 1 5. lgua I en la Ejecutoria
Supre-
ma del 1 7 de mayo de 2004, R.N. No 687-03-Loreto (ibídem, p. 1 55). También en la Ejecutoria del 1 7 de
diciembre de 2003-San Martín, R.N. N. 2401-2003 (en CAST|LLo ALVA, 2006b, p. 1 76). Así también, véase
como otros ejemplos de la doctrina jurisprudencial impuesta en nuestra patria, la Ejecutoria del 3 de
mayo de 2004 por la cual la Sala Penal Permanente fundamentó que el consentimiento resulte irrele-
vante para la realización del tipo penal; R.N. N.3730-2003 (en CAsrLLo ALVA, p. 203), la Ejecutoria del I 7
de junio de 2004; R.N. No 568-2004-Lima (CAsrLLo ALVA,2006c, p. 108) y la Ejecutoria del 20 de mayo de
2004, R.N. N.2l 5-2004-Puno (CAslLLo ALVA,2OO6a, p.232).
783 f
Ramiro Salinas Siccha
dado que en todos estos casos siempre se tendrán dichos actos corno ¡tiolación
sexual, pwes lo que se protege es la indemnidad. sexwal de los menores'0036). El
mismo argumento se reproduce en la Ejecutoria Suprema del 1 de julio de
2008(1032), por la cual la Sala Penal Permanente declaró no haber nulidad en
la sentencia que condenó al acusado por el delito de violación sexual sobre
menor a 77 años de pena privativa de libertad. Igual criterio adoptó la Eje-
cutoria Suprema delZO de agosto ds 2g1O1tolt) cuando argumento que: "sl
bien adwjo que practicó el acto sexwal con el consentimiento de dicha menor,
esto resulta irrelevante teniendo en cwenta. que el bien jurídico protegid.o en
este tipo penal no es la liberud sino la indemnidad sexwal de los niños y ado-
Iescentes en orden a sw formación sana e integridad física, psicológica y moral,
de modo qwe basta con su consentimiento ese acto carnal se configura como
violación, precisamente porque una menor de trece años de edad carece de ca-
pacidad para determinarse líbremente en el ámbito de las relaciones sexwales".
Finalmente, esta posición jurisprudencial se reitera en la Eiecutoria
Suprema del 11 de noviembre de 20L1(101e), que declaró no haber nulidad
de la sentencia que condenó al acusado por el delito de violación de menor,
pese que la agraviada, tratando de minimizar el hecho, afirmó en juicio oral
que había prestado su consentimiento para realizar los contactos sexuales
con el acusado, cuando tenía solo trece años de edad.
En el mismo sentido, encontramos la Resolución Superior del 11 de
septiembre de 1997. Aquí la Primera Sala Penal de la Corte Superior de
Ica argumenta "Qwe de las prwebas actwadas en el proceso a nioel policial y
judicial se ba llegado a establecer que el acusado [...] bo sostenido relaciones
a.morosas con la menor agraaiada [...] , o quien Ia aisitaba frecwentemente
en su domícilio ubicado en la calle Independencia sin número, de la ciwdad
de Palpa, provincia del mismo nombre, e incluso t I tkl madre [de la me-
norl tácitamente aceptó dichas relaciones afectivas al perntitir la presencia
constante del procesado en su hogar, qwien sacaba a Ia menor a pasear por las
calles en la camíoneta de propiedad de su patrón [...J ; tt así que el peintiséis
(r036) R.N. No 1674-2004-La Libertad, en SAN MARTíN CAsrRo, 2006, p. 2148. En el mismo sentido,
la ejecutoria suprema del 1 5 de octubre de 2007 de la Sala Penal Permanente en el R.N. No 2446-2007-
Puno:'Que si bien el consent¡m¡ento de la menor de edad es irrelevante para la tipicidad del delito de
violación sexual de menor -atentos al bien jurídico tutelado: la indemnidad sexual del menor de catorce
años-, puede tener ciertos efectos atenuator¡os a nivel del quántum de la pena'i
(r 037) R.N. N. 265-2008-Huánuco, en Gaceta Penal y Procesal Penol,f.1, julio 2009, p. 42.
1
(1038) R.N. No 2077-2009-Madre de Dios, Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de la Re-
pública.
(103e) R. N. N. 2279-201 1 -Cajamarca. Sala PenalTransitoria de la Corte Suprema de la Repú blica.
.
a 784
Violación de la libertad e indemnidad sexual
R.N. N.4908-97-lca.
TBs a
Ramiro Salinas Siccha
f 786
Violación de la libertad e indemnidad sexual
consideró que los adolescentes hasta los 18 años no podían expresar con-
sentimiento válido para el derecho punitivo. Cualquiera que tenga acceso
carnal sexual con un o una menor de 18 años comete delito, así la víctima
mayor de 14 años preste su consentimiento.
Sin embargo, tal panorama ha cambiado diametralmente con el
Acuerdo Plenario N" 4-2008/CJ-116 de julio de 2008. Se ha establecido
con carácter vinculante que las relaciones sexuales producidas en forma
voluntaria y consentimiento del sujeto pasivo menor de 18 y mayor de 14
años están exentas de responsabilidad penal. Este principio jurisprudencial
debe ser invocado por los magistrados de todas instancias, sin perjuicio
de la excepción prevista en el aitícul o 22 del Texto Único Ordenido de la
Ley del Poder Judicial, aplicable extensivamente a los Acuerdos Plenarios
dictados al amparo del artículo 116 del estatuto orgánico.
Después del Acuerdo Plenario, si el adolescente, supuesta r'íctima de
acceso carnal sexual. tiene menos de 14 años v presta su consentimien-
to para efectuar relaciones sexuales, aquel consentimiento no servirá para
eximir de responsabilidad penal al ir-nputado. Aquí el consentimiento es
irrelevante penalmente. Esta es la línea iurisprudencial de nuestra Corte
Suprema. En cambio, si el (la) supuesto(a) adolescente víctima de acceso
carnal sexual tiene una edad superior a los 14, pero menor de 18 años, y
presta su consentimiento para realizar el acceso carnal sexual, el irnputado
estará exento de responsabilidad penal. En consecuencia, en este supuesto,
ya no estamos hablando de la indemnidad sexual, sino de la libertad sexual
como bien jurídico protegido.
(1043) Como ejemplo en el cual los indefensos niños son víctimas de estos graves hechos es la
Ejecutora Suprema del 20 de septiembre de 2005, en la cual se fundamenta "que de autos aparece que
el día cinco de marzo de dos mil cuatro, en horas de la tarde, el encausado lhuaranqui Pérez, con enga-
ños, condujo a su domicilio ¿l menor agraviado, de seis años de edad, según partida de nacimiento de
787 a
Ramiro Salinas Siccha
con una edad comprendida entre los 10 y menos de 14 años, la pena tiene
una escala menor que la prevista para el primer grupo (no menor de 30 ni
mayor de 35 años). Finalmente, si la víctima tiene una edad comprendida
entre 14 y menos de 18 años, la sanción será menor a la que corresponde
a los dos primeros grupos (no menor de 25 ni mayor de 30 años). Con el
Acuerdo Plenario N" 4-2008 resulta claro que en este último supuesto solo
se verificará el delito si el agente o autor acriLa en contra de la voluntad
de la víctima menor. Es decir, el delito se configura cuando el autor actúa
quebrantando el consentimiento de la víctima haciendo uso de la violencia
o la amenaza o el engaño. Pero este supuesto, en aplicación del Acuerdo
Plenario N' 1-2012lCJ-116 debe ser subsumido en los supuestos del pri-
mer o segundo párrafo del artículo 170" del C.P, o del artículo 17l" o 172"
del C.P según la presencia de circunstancias que les den gravedad. Demás
esta indicar que la derogada Ley N" 28251, reguló ya esta modalidad como
agravante del artículo 170o C.P(1044)
Para establecer la edad de los menores y determinar cuándo estamos
ante un supuesto y cuándo en otro, la partida de nacimiento aparece como
documento trascendente dentro del proceso penal. Solo con tal documen-
to puede saberse absolutamente la edad cronológica de los menores. La
prueba de la edad no es solo la demostración de un dato más en el proceso
donde se instruye un acceso sexual sobre un menor que puede o no cum-
plirse; sino representa una condición sine qwa non, sin la cual no puede ex-
pedirse sentencia condenatoria, puesto que la edad constituye un elemento
principal del tipo objetive(to+s). Ello ha sido aceptado en forma unánime
por la jurisprudencia peruana. Como ejemplos podemos citar los siguien-
tes precedentes judiciales:
. uEn
el delito de aiolación de la libertad sexwal debe establecerse, de ma-
nera clara e ineqwíooca la edad de la agraviada, por lo que debe solici-
tarse de oficio la partid.a de nasiTnis¡¡s"(1046).
. "Qwe la agraaiada contaba con menos de siete añc¡s al momento que
ocurren los lteclrcs. Este extremo del tipo se balla acrediudo con la par-
tida de nacimiento de la menor. En efecto, a fojas cwarenta y dos corre
la misma, apareciendo allí que lo nteior agriz,tada nació el-primero d,e
fojas dieciséis donde le hizo sufrir el acto sexual contra natura" (R.N. N. 1 364-2005-Loreto, en SAN MARTíN
CAsrRo,2006, p.442).
(1044) Al respecto veáse la página 739 de este libro.
T 788
Violación de la libertad e indemnidad sexual
789 a
Ramiro Salinas Siccha
(r os I ) Ejecutoria Su prema del 'l de septiembre de 1 995, Exp. No 1 385-94-Cusco, en GÓN4EZ MEN-
D]ZA,1996, p.97.
(r 0s2)
Exp. N" 5072-98-J un ín, en Revista Peruana de Jurisprudencia, Año I l, N" 3, Truj i I lo, 2000, p.
327.Fal razonamiento resulta coherente siempre y cuando esté probado que el acceso carnal sexual se
haya producido con violencia o grave amenaza, caso contrar¡o, se impone la absolución del procesado.
(1053) Y¡d. BRAMONT-ARIA5 TORRES/GARCÍA CANTIZANO, 1997 , P. 249; CARO CORIA, EN CARO CORIA/
SAN MARTÍN CAsrRo, 2000, p. 11 1.
I 790
Violación de la libertad e indemnidad sexual
791 a
Ramiro Salinas Siccha
qwe describe el párrafo final del texto vigente del artícwlo ciento sesenta. y
tres del Código Penal, Ia pena aplicable a los casos de los incisos dos y tres
es de cadena perpetua; que, no obstante ello, en Ia redacción precedente
qwe introdwjo la ley veintiocho mil doscientos cincuenta y uno, del ocbo de
jwnio de dos mil cu.atro, para dicbo supuesto agraaado la pena privativa de
libertad señalaba solamente wn mínimo de treinta años, por Io qwe para los
swpuestos contenidos en los incisos antes mencionados, el máximo de pena
priaatiaa de libertad aplicable era de treinta y cinco años, pwes el inciso
uno consignaba como pena exclwsipa la de cadena perpetwa".
793 a
Ramiro Salinas Siccha
treinta y cwa.tro, sostiene que, por baber qwedado buérfana de madre a.penas a
los tres años de edad, consideró qwe su madrastra era sw ma'dre; sin embargo,
gracias a bermana de su madre fallecida, pwdo tener conocimiento [de] qwe
[aqwellal no era sw madre, sino su madrastra, y el acwsado, ['..] ,o aiene a ser
sw tío, sino hermano de sw madrastra. Sostiene qwe considerando qwe era su tío
el referido acwsado, soportó las ¡;iolaciones sexwales, en su agra'aio cometido
Por este" 0as9) .
Exp.No1205-g4,enActuolidadJurídica,f.71-B,octubre,1999,p.151.
.(106r)
a 794
Violación de la libertad e indemnrdad sexual
11062) CAsrlLLo ALVA, asumiendo una posición discutible y que solo tiene sentido si es un plan-
teamiento de lege ferenda, sostiene: ?tendiendo a la naturaleza del delito, y en particular a la calidad
del sujeto pasivo, creemos que la agravante igual aparece cuando el agente defrauda la confianza que
el sujeto pas¡vo t¡ene depositada en é1, así como cuando el agente defrauda la confianza de terceros o
persona distinta al sujeto pasivo"(2002, p.312).
795 4
Ramiro Salinas Siccha
797 a
Ramiro Salinas Siccha
J 798
Violación de la libertad e indemnidad sexual
do aun más el bien jurídico protegido en el delito de acceso carnal sexual so-
bre menores, la Ejecutoria Suprema del ZO de agosto de 2O1O(loz3) argumentó
que si bien el acusado alegó en su defensa que "practicó el acto sexwal con el
consentimiento de dicha menor, esto resulta imeleaante teniendo en cwenta qwe
el bien jurídico protegido en este tipo penal no es k libertad sino la indemnidad
sexual de los niños y adolescentes en orden a su formación sana e integridad físi-
ca, psicológica y moral,. . . una menor de trece años de edad carece de capacidad
para determinarse libremente en el ámbito de las relaciones sexuales".
Con el profesor Castillo Alva(10/1), creemos que la indemnidad sexual
es una manifestación de la dignidad de la persona humana y el derecho que
todos, colrro seres humanos, tenemos a un libre desarrollo de la persona-
lidad sin intervenciones traumáticas en la esfera íntima, las cuales pueden
generar hucllas indelebles en el psiquismo de la persona para toda su vida.
La Ley penal protege al menor tanto de la injerencia abusiva de rerceros en
el ámbito de su sexualidad como de aquellos que se apro"'echan de él para
rrantener relaciones sexuales valiéndose de vínculos familiares, de custodia
o de dependencia.
En tanto que la libertad sexual comprende no solo el sí, el cuándo o el
con quién nos vamos a relacionar sexualmente, sino también el seleccionar,
el elegir o aceptar el tipo o clase de comportamiento y acción sexual en la
que nos vamos a involucrar. La libertad sexual es la capacidad de toda perso-
na de comportarse como a bien tenga en la actividad sexual. Este bien jurí-
dico se pretende proteger con el inciso 3 delartículo 123 del Código Penal.
"en esta clase de delitos, la ley protege no solo la libertad s¡no también la inocencia de la víctima cuyo de-
sarrollo psicoemocional se ve afectado por tales comportamientos delictivos" (R.N. N" 904-2003-Santa).
(1073) R.N. N" 2077-2009-Madre de Dios,
Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de la Re-
pública.
\1074) CAST|LLo ALVA, 2OO2, p. 274.
799 a
Ramiro Salinas Siccha
4. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la redacción del tipo penal se desprende que se trata de un delito
de comisión dolosa y que no cabe la comisión imprudente. Por la natura-
leza del delito es posible que se configure el dolo en el delito en sus tres
clases: dolo directo, dolo indirecto y dolo eventual.
En efecto, se configura cl dolo directo o indirecto cuando el agente
tiene conocimiento de la minoría de edad de su víctima y, no obstante, libre
y voluntariamente le practica el acto o acceso carnal sexual, va sea por la
cavidad vaginal, anal, bucal o en todo caso, le introduce obietos (prótesis
sexuales, eic.) o partes del cuerpo (dedos, mano, etc.) en su cavidad va-
ginal o anal, con la evidente finalidad de satisfacer alguna de sus apeten-
óias setuales. Si no se identifica esta última circunstancia en el actuar del
agente, la figura delictiva no aparece. Es decir, como en todos los delitos
sexuales aquí analizados, se exige la concurrencia de un elemento subjetivo
adicional al dolo en la conducta sexual desarrollada por el agente.
En cambio, el dolo eventual se presentará cuando el sujeto activo,
en el caso concreto, pese a representarse la probabilidad de disponerse
801 I
Ramiro Salinas Siccha
(107e) Esto después del Acuerdo Plenario N' 4-2008/CJ-1 1 6 de julio de 2008. Pero para la ley
sería mayor a los 18 años.
(r080) En igual sentido, CARO CoRrA en CARo CoRIA/SAN MARTÍN CASTRo, 2000, p. 11 1.
323-04-Huánuco, en CASTILLo ALVA,2006c, p. 86. Parecidos casos recogen las ejecutorias supremas del
03 de diciembre de 2007, R.N. No 336-2007-Arequipa; del 1 1 de febrero de 2008, RN. N.3784-2007-ca-
llao; del 'l de octubre de 2004, R.N. No 63-04-La Libertad y del 4 de octubre del 2004; R.N. No 227-2004-
Lima, en cAsrlLLo ALVA,2006c, pp.75 y 83, respectivamente. En doctrina, yid. cAslLLo ALVA ,2oo2,p.3oz.
(1083) N No 63-04-La Libertad, en
R CASTILLo ALVA, 2006c, p. 75. En igual sentido, la Ejecutoria
suprema del 28 de mayo de 2004, Exp. No 472-2003-Arequipa, en sAN MARTíN cASTRo, 2006, p. 271.
(1084) R.N. No 2540-2009-4purímac.
Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema.
{108s) R.N. No 91 1-201 0-Lima. 5ala Penal Transitoria de la Corte Suprema.
(r086) R.N No 79-2008-Loreto, en Gaceta penol y procesal penal,T.1, julio,
2009, p. 99. En parecido
sentido, la Sala Penal Permanente, en la Ejecutoria Suprema del 15 de octubre de 2007, en el R.N. N.
2445-2007-Puno, estableció'Que el argumento del encausado de que incurrió en un error de tipo por
realizar el acto sexual con la agraviada sin saber que tenía menos de catorce años de edad, carece de
apoyo probatorio'i
803 I
Ramiro Salinas Siccha
5. ANTIJURIDICIDAD
La misma naturaleza del delito de acceso sexual sobre un menor hace
imposible que, en la realidad práctica, se presenten casos donde funcione
de manera positiva alguna causa justificante cuando la víctima tenga una
edad menor a 14 años.
En cambio, si la víctima es mayor a 14 y menor de 18 años, es posible
que se alegue y verifique la justificante del consentimiento de la víctima. Si
se verifica que la víctima adolescente mayor de 14 años consintió el acceso
carnal sexual, la antijuridicidad desaparece.
I 804
Violación de la libertad e indemnidad sexual
6. CULPABILIDAD
Acto seguido, de verificarse que en la condu üa típica de acceso sexual
sobre un menor no concurre alguna causa de justificación, el operador ju-
rídico entrará al análisis para determinar si la conducta típicay ántijurídica
puede ser atribuida a su autor. En esta etapa tendrá que verificarse si al mo-
mento de actuar el agente era imputable, es decir, mayor de 18 años y no
sufría de alguna anomalía psíquica que le haga inimputable. También se veri-
ficará si el agente, al momento de exteriori z r stJ conducta de acceso carnal
sexual sobre menor, conocía la antijuridicidad de esta, es decir, se verificará
si sabía que dicho acto estaba prohibido por ser conrrario al Derecho.
Resulta obvio que la alegación de un error de prohibición debe ser
acreditada al interior del proceso penal con la actividad probatoria mínima
y pertinente, caso contrario, se tendrá como un simple argumento de de-
fensa. La Ejecutoria Suprema del t¡ de abril de 2010(108e), da cuenta de un
caso real en el cual la defensa alegó infructuosamente que el acusado había
actuado desconociendo que mantener relaciones sexuales con una menor
de edad constituía delito. Allí se argumenra que: "la concutrencia del enor
de prohibición se ve enensada con la declaración de la menor agraaiada en
sede preliminar... qwien señaló qwe el acusado aprovecbaba que sus padres
se ausentaban de sw aioienda para mantener relaciones sexuales; precisó qwe
cwando se negó, este le dijo qwe no iba a ocwrrir nada y lwego la penetró vagi-
nalmente; agregó qwe posteriormente el acwsado se fwe de su casa. porque tenía
miedo de qwe sws padres se enteraran de lo qwe babía hecbo y lo golpearan; que
en sede jwdicial...reiteró que el acwsado se aproaechó que la deponente se en-
contraba sola para poder agredirla sexwalmente en contra de sw voluntad; qwe
por consigwiente, es eaidente qwe Ia condwcta desarrollada por el encawsado...
no se condice con la d.e wn sujeto qwe desconocía el carácter delictuoso de sw
acto y, por el contrario, permite sostener de manera ficta qwe tenía conoci-
miento y comprensión que estaba contrariando normas penales, pwes realizó
las prácticas sexuales clandestinamente, ocwltando el hecbo a la familia de la
menor agraaiada, conocedor de la ilicitwd de sw acto".
Luego, determinará si el agente pudo actuar o determinarse de modo
diferente a la de cometer el delito de tipo sexual.
805 I
Ramiro Salinas Siccha
R.N. N' 2279-201 1-Cajamarca. Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de la República
.(r0e0)
T 806
Violación de la libertad e indemnidad sexual
7, TENTATIVA
807 I
Ramiro Salinas Siccha
r 808
Violación de la libertad e indemnidad sexual
809 t
Ramiro Salinas Siccha
8. CONSUMACIÓN
t 810
Violación de la libertad e indemnidad sexual
haya sido parcial"{rots). Igual criterio, pero por vía vaginal, aparece en la
Ejecutoria Suprema del 1 de julio de 2004, cuando la Sala Penal Permanente
del Supremo Tribunal alega "qwe el delito de ,iolación no requiere para su
consumación penetración total, eyacwlación o Ia cwlminación del propósito
lasciao del agente, basta wna penetración así sea parcial qwe importi la-intro-
dwcción del pene en el introito oaginal"(ott).
Igual criterio es recogido por la Sexta Sala Penal de la Corte Superior
de Lima, la misma que por resolución del 1 de agosro de 1995, afirmó que:
"resultando agrcruante el hecbo de que el acwsado reconoce en la ¡¿íctima wna
persona dependiente o swjeta a su dependencia, por ser hermano mayor, con
qwien cobabitó en las nocbes qwe realizaba sus visitas a sw madre, extremo no
cuestionado por el acu.sado; y estando d que l)or sw naturaleza, este delito de
aiolación de menores se consumd con el Acceso carnal o la realización d.e ac-
tos análogos, no se requiere ltacimiento completo, babiendo conswmación aun
cuando no se logre la cabal introducción del pene por Ia inmadwrez del órgano
sexual de la ofendida"(1oo).
811 I
Ramiro Salinas Siccha
(r r01)
Exp. N. I 1 35-2003-Apurímac, Sala Penal Suprema Trans¡tor¡a. Siendo coherentes con la
doctrina y los precedentesjurisprudenciales, este casojuzgado es un típico ejemplo de delito de acceso
sexual sobre menor consumado. Sostener lo contrario, como lo hace el supremo tribunal, es un infeliz
desatino.
(1102) Véase el contenido del artículo 3 de la Ley N" 271 15: "3.1 Para efectos de la presente
Ley, la investigación preliminar, la acusación fiscal y el proceso judicial de los delitos contra la libertad
sexual serán reservados, preservándose la identidad de la víctima bajo responsabilidad del funcionario
o magistrado que lleva la causa. 3.2 El examen médico legal será practicado, previo consentimiento
de la víctima, exclusivamente por el médico encargado del servicio con la asistencia de un profesional
auxiliar. Se perm¡tirá la presencia de otras personas previo consentimiento de la víctimai'
103) Exp.
. (1
No 1 695-99-Callao, cn FRrsANcHo ApARrcto, 2002, p. 331 .
I 812
Violación de la libertad e indemnidad sexual
9. AUTORíAYPARTICIPACIÓN
El delito de acceso carnal sexual sobre menores puede perfeccionarse
por cualquiera de las formas de autoría previstas en el Código Penal. Así
puede presentarse Ia autoría directa cuando una sola persona realiza los
elementos del tipo. Laautoría mediata aparece cuando el agente aprovecha
o induce a error a un tercero para que realice el acceso sexual con un menor
de catorce años haciéndole creer que este posee una edad superior. 'Asi-
mismo, dicha modalidad de autoría se da, por ejemplo, cuando se manipula
a que dos menores de edad de 14 años practiquen relaciones sexuales o,
en otra variante, que uno de 15 realice un acto sexual con un niño de 1 1
años'(110s). En la autoría mediata, el agente (hombre de atrás) instrumenta-
lizaal ejecutor material aprovechando su error o en su caso, haciendo uso
de la amenaza graye en su perjuicio.
La coautoría se perfecciona cuando dos o más personas, en concierto
de voluntades y con pleno dominio del hecho y reparro de roles y funcio-
nes, logran consumar el acceso sexual sobre su víctima-menor de 18 años.
Igual como ya dejamos establecido, aquí no se trata de un deliro de propia
mano, cualquiera puede lesionar la indemnidad sexual del menor. En ial
lógica, será coautor del delito aquel sujeto que, cumpliendo su rol, se limi-
R.N N" 700-2008-La Libertad, en Gaceta Penal y prccesal penal,T. l, julio 2009, p. I ¿+6.
813 T
Ramiro Salinas Siccha
t 814
Violación de la libertad e indemnidad sexual
10. PENALIDAD
El agente del delito de acceso carnal sexual sobre un menor será san-
cionado según corresponda la edad de la víctima del siguiente modo: Si
aquella cuenta con una edad menor a 10 años, la pena será de cadena perpe-
tua. Si la víctima tiene una edad mayor de 10 y menos de 14 años, la pena
privativa de libertad será no menor de 30 ni mayor de 35 años. En el caso
que el sul'eto pasivo tenga una edad mayor de catorce y menos de dieciocho
años, la pena privativa de libertad podrá ser entre no menor de 25 ni mayor
de 30 años.
1I. JURISPRUDENCIAVINCULANTE
Respecto del delito de acceso carnal sexual sobre menor se han dic-
tado hasta dos Acuerdos Plenarios, teniendo ambos vigencia toda vez que
el último ha ampliado al segundo. Aquí se reproducen los fundamentos de
ambos pronunciamientos judiciales:
815 I
Ramiro Salinas Siccha
ACUERDO PLENARIO
t...1
I 816
Violación de la libertad e indemnidad sexual
a) Que la diferencia estaria entre los sujetos activo y pasivo no sea excesiva.
b) Que exista entre los sujetos act¡vo y pasivo un vínculo sentimental carente de
impedimentos o tolerado socialmente.
c) Que las costumbres y percepción cultural de los sujetos postule la realización de
prácticas sexuales o de convivencia a temprana edad.
d) La admisión o aceptación voluntaria en la causa por el sujeto activo de las prácticas
sexuales realizadas.
12. Desde esta perspectiva, deberá atenuarse la pena, en los casos del artículo
'I
73o, inciso 3), del Código Penal hasta los límites considerados para los delitos tipiñcados
en los artículos 175o y 179o A del Código acotado que tratan de conductas semejantes,
en las que incluso -como se ha indicado- median el engaño y la prestación económica
como determinantes de la práctica sexual antijurídica. Por otro lado, si se asume, como
corresponde, la plena vigencia de los artículos Mo,46o y 2410 del Código Civil que afirman
la plena capacidad de las personas mayores de dieciocho años, que las personas mayores
de dieciseis años tienen una incapacidad relativa, que la prohibición absoluta está radicada
en las mujeres menores de catorce años, y que pasada esa edad esa incapacidad cesa por
matrimonio, entonces, cuando la relación sexual es voluntaria y el agraviado tiene entre
dieciséis y dieciocho años de edad, es aplicable el artículo 2Oo, inciso 10), del Código Penal -
que regula la institución del consentimiento- puesto que con arreglo a lo precedentemente
expuesto tiene libre disposición de su libertad sexual, al punto que la ley civil autoriza que
pueda casarse. Pero si la relación sexual es voluntaria y el agraviado tiene entre catorce y
dieciséis años de edad, como se ha dejado sentado y conforme a las pautas ya señaladas, se
aplicará una pena acorde con lo previsto en los artículos 1750 y 179. A del Código Penal.
817 a
Ramiro Salinas Siccha
Esclaro, por lo demás, que cuando el acceso carnal con una persona entre catorce y dieciocho
años de edad no es voluntario, y se hace con violencia o amenaza, aprovechando el estado
de inconsciencia de la víctima o cuando esta última es incapaz, es de aplicación en toda su
extensión punitiva el artículo I73o, inciso 3), del Código Penal.
ür. DECTS|ÓN
13. En atención a lo expuesto, las Salas Penales Permanente y Transitorias de la Corte
Suprema de Justicia de la República, reunidas en Pleno Jurisdiccional, y de conformidad
con lo dispuesto en el artículo I 160 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial; por unanimidad:
ACORDARON:
14, ESTABLECER como doctrina legal, conforme a los fundamentos jurídicos nueve
al doce, los criterios para el alcance interpretativo del inciso 3) del artículo 173'del Código
Penal, modificado por la Ley No 28704 en cuanto a la determinación judicial de la pena.
A estos efectos, los Jueces y Salas Penales deberán tener en cuenta, obligatoriamente, los
criterios indicados en dichos párrafos.
15. PRECISAR que el principio jurisprudencial que contiene la doctrina legal antes
mencionada debe ser invocado por los Magistrados de todas las instancias judiciales, sin
perjuicio de la excepción que estipula el segundo párrafo del artículo 22o del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
16. PUBLICAR el presente Acuerdo Plenario en el Diario Oficial"El Peruano'i
Hágase saber.
s.s.
SALAS GAMBOA / /
SIVINA HURTADO SAN MARTíN CASTRO VILLA STEIN PRADO / /
SALDARRIAGA /
RODRíGUEZ TINEO /
LECAROS CORNEJO VALDEZ ROCA MOLINA / /
ORDÓÑEZ / PRÍNCIPE TRUJILLO / sANTOS PEÑA / CALDERÓN CASTILLO / ROJAS MARAVí /
URBINA GAMBINI
ACUERDO PLENARIO
t...1
II. FUNDAMENTOS JURIDICOS
5 1. tipo legal agravado del Art. 1 73'.3 del Código Penal
El sub
6. El artículo l73o, inc¡so 3), del Código Penal, modificado por la Ley N'28704
publicada el cinco de abril de dos mil seis, establece como nueva modalidad del sub
tipo penal agravado la violación de un menor de edad cuya edad fluctúa entre catorce y
dieciocho años. lncluso criminaliza la relación sexual sostenida con un adolescente de esas
características que haya prestado su consentimiento. De acuerdo a este dispositivo, el sujeto
activo puede ser cualquier persona mayor de dieciocho años de edad y el sujeto pasivo un
I BlB
Violación de la libertad e indemnidad sexual
menor, hombre o mujer, mayor de catorce años pero menor de dieciocho años. Por otra
parte el artículo 20o, inciso 10), del Código Penal, establece como una causal de exenciÓn de
pena la circunstancia que el titular del bien jurídico protegido de libre disposición, en este
caso el sujeto pasivo, haya prestado su consentimiento para la afectación de dicho bien.
En consecuencia, es menester analizar si la libertad sexual o, en su caso, la indemnidad sexual
son bienes jurídicos de libre disposición, y si un menor cuya edad está entre los catorce y
dieciocho años tiene capacidad jurídica para disponer de dicho bien.
7. Planteado así el problema, es de entender como libertad sexual la capacidad
legalmente reconocida que tiene una persona para autodeterminarse en el ámbito de su
sexualidad, y como indemnidad sexual la preservación de la sexualidad de una persona
cuando no está en condiciones de decidir sobre su actividad sexual:menores e incapaces. En
ambos casos es evidente que el fundamento material de las infracciones que las comprende
es el derecho a una actividad sexual en libertad. Bajo estas premisas, corresponde establecer,
desde la Constitución y las normas legales vigentes, desde qué edad una persona tiene
libertad para disponer de su sexualidad y, por cons¡guiente, hasta cuándo el Estado tiene el
deber de criminalizar conductas asociadas a la vulneración de la indemnidad sexual.
El Código Civil, aparentemente, determina ese punto al establecer en sus artículos 44,46o
y 24'lc que la persona mayor de dieciseis y menor de dieciocho años de edad es incapaz
relativa. y que esta en condiciones de contraer matrimonio. Ese plexo normat¡vo, de un lado,
implicarÍa que quien tiene esa edad tiene la capacidad necesaria para autodeterminarse y
dirigir sus decisiones de acuerdo a sentido respecto a su vida sexual; y, de otro lado, zanjaría
la cuestión desde la perspectiva jurídico penal. Desde esa base normativa fue que se redactó
el duodécimo fundamento jurídico del Acuerdo Plenario N.7-2007/CJ-l 16, con carácter
vinculante.
8. Sin embargo, es de señalar que existen otras normas, igualmente vigentes, que
se refieren al tema e ¡ntegran figuras jurídico-penales clásicas de nuestro Derecho punitivo,
que perm¡ten variar el enfoque del problema. Así, el artículo 175o del Código Penal, que
contempla el tipo legal de seducción, sanciona al que mantiene relaciones sexuales con
una persona que se encuentra en una edad cronológica comprendida entre catorce años y
dieciocho años, viciando su voluntad por medio del engaño. Esta norma trae como inevitable
conclusión que la víctima tiene, en principio, libertad para disponer de su sexualidad,
libertad que sin embargo ha sido afectada por un consentimiento obtenido mediante un
medio ilícito (engaño).
De igual manera, el artículo 176"-A del mismo Código, que tipifica el delito de atentado
al pudor de menores, castiga a quien realiza sobre un menor de catorce años o le obliga
a efectuar sobre sí mismo o tercero tocamientos indebidos en sus partes íntimas o actos
libidinosos contrar¡os al pudor, mientras el artÍculo 1760del Código Penal comprendetales
actos realizados a los mayores de esa edad, siempre que el sujeto activo ejerza violencia o
grave amenaza. El análisis sistemático de estas dos últimas normas permite concluir que los
mayores de catorce años, en ejercicio de su libertad sexual, pueden consentir, sin que sea
penado, que se les haga tales tocam¡entos, lo que importa una causa genérica de atipicidad.
9. Tal como se ha visto, y con independencia de toda concepción moral o valoración
social -que pugnaría con el reconocimiento del carácter pluralista de la sociedad-, ex¡ste
objetiva contradicción entre las disposiciones del Código Civil y del artículo 173".3) del
Código Penal, y entre las normas que configuran el propio Código Penal -los diversos
819 I
Ramiro Salinas Siccha
tipos legales que ¡ntegran el denominado Derecho penal sexual nacional-, todas ellas
actualmente vigentes. En tal virtud, debe aplicarse la Ley más favorable al reo conforme a lo
dispuesto por el artículo 1 39o. inciso 1 1), de la Constitución.
Uno de los supuestos de la referida norma constitucional tiene como elemento esencial
existencia de normas contrad¡ctor¡as entre sí, que obliga al juzgador a la aplicación de la
ley más favorable. Esta cláusula constitucional se funda, como afirma Rubio Correa, Marcial,
"...en que si la sociedad tiene dos consideraciones simultáneas sobre el mismo hecho y va a
sancionar, es razonable que se elija la sanción a la consideración menos grave: así se tomará
como criterio social el de mayor benignidad y se restringirá en menor grado los derechos del
reo..!' (Estudio de Ia Constitución Política de 1993,fomo 5, Pontiñcia Universidad Católica del
Perú - Fondo Editorial, Lima, mil novecientos noventa y nueve, página ciento doce).
Por tanto, en cuanto a la exención de responsabilidad penal por consentimiento del titular
del bien jurídico afectado, aplicable al delito de violación sexual a que se refiere el artículo
173o, inciso 3), del Código Penal, debe ampliarse el duodécimo fundamento jurídico del
Acuerdo Plenario No 7-20071C11 16 a toda relación sexual voluntaria mantenida con
adolescentes de catorce a dieciocho años de edad. Es menester, en consecuencia, dejar sin
efecto dicho Acuerdo Plenario en lo relativo a la penalidad atenuada cuando el sujeto pasivo
es menor de dieciséis años y mayor de catorce años.
I 820
Violación de la libertad e indemnidad sexual
ilt. DEC|S|óN
En atención a lo expuesto, las Salas Penales Permanente,Transitorias y Especial de la Corte
Suprema de Justicia de la Republica, reunidas en Pleno Jurisdiccional, y de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 1 160 delTexto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judiciah por unanimidad;
821 T
Ramiro Salinas Siccha
ACORDARON:
14. ESTABLECER como doctrina legal, el contenido de los fundamentos jurídicos seis
a doce.
15. PRECISAR que los principales jurisprudenciales que contiene la doctrina legal
antes mencionada deben ser invocados por los Magistrados detodas las instancias judiciales,
sin perjuicio de la excepción que estipula el segundo párrafo del artículo 22o delTexto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder.Judicial, aplicable extensivamente a los Acuerdos
Plenarios dictados al amparo del artículo I l60 del estatuto orgánico.
GONZALES CAMPOS, SAN MARTíN CASTRO, VILLA STEIN, LECAROS CORNEJO, PRADO
SALDARRIAGA, RODRÍGUEZTINEO,VALDEZ ROCA, ROJAS MARAVí, PONCE DE MIER, MOLINA
ORDÓÑEZ, SANTOS PEÑA, VINATEA MEDINA, PRÍNCIPE TRUJILLO, PARIONA PASTRANA,
ZACENARRO MATEUS, CALDERÓN CASTILLO, URBINA GANVINI
FUNDAMENTO 17:
No se ha de forzar el alcance del bien jurídico correspondiente a la conducta de abuso sexual
en agravio de personas cuya disponibilidad de su libertad sexual se ha reconocido, por lo
que en tanto no rectifique el Parlamento Nacional lo que se halla desarreglado... se concluye
que la ley válida a ser judicialmente aplicada en casos de abuso sexual de mayores de 14 y
menores de 18 años, es el artículo 170o del Código Penal (entendido como tipo penal y el
bien jurídico que le es propio) y según los hechos concretos corresponderá en su caso, la
aplicación de los artículos 172,1730-A, 1750 y 179qA del CP como fuere atinente.
Subcapítulo 6
Delito de acceso sexual en
personas dependientes
1. TIPO PENAL
a 822
Violación de la libertad e indemnidad sexual
partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías a una persona colocada
en un hospital, asilo u otro establecimiento similar o que se halle detenida o
recluida o interna, será reprimido con pena pr¡vativa de libertad no menor de
s¡ete ni mayor de diez años e inhabilitación de dos a cuatro años, conforme
al artículo 36 incisos 1 ,2 y 3.
2, TIPICIDAD OBJETIVA
El hecho punible denominado acceso carnal sexual de persona de-
pendiente o, tradicionalmente violación sexual por prevalimiento se ve-
rifica cuando el sujeto activo aprovechando la situación de superioridad,
autoridad o vigilancia que ejerce sobre su víctima, le realiza el acceso carnal
sexual ya sea por vía vaginal, anal o bucal o, en su caso, le introduce objetos
o partes del cuerpo en su cavidad i'aginal o anal. El agente abusa o aprove-
cha de la relación de superioridad que tiene sobre su r'íctima, toda vez que
esa dependencia condicion¿ r- limita la libertad ); por ende, la libertad en el
ámbito seru¡l de le r'íctima.
\tilia Steintll:8) enseña que el comportamiento, no violento ni intimi-
datorio, es ei de practicar el acto sexual u otro análogo -hetero u homo-
sexual- con la víctima, en el modo ya descrito (artículo 170), valíéndose de
la ventaja psicológica que su autoridad le da al auror sobre el sujeto pasivo
y por el hecho que este se encuentre "colocado" o encerrado en un deter-
minado centro (hospital, carceleta, etc.).
En este comportamiento delictivo no debe mediar violencia o inti-
midación, el acto o acceso carnal sexual debe ser consecuencia del estado
psicológico en que se encuentra el sujeto pasivo. Incluso, es posible que
por el mismo estado en que se encuenrra la víctima, esta exprese en forma
aparente su consentimiento para practicar aiguna de las modalidades del
acceso sexual prohibido. Hav situaciones en que la víctima no riene orra
alternativa que consentir la agresión sexual.
El profesor Rov Frevre(11ce), comentando el artículo 202 del Código
Penal derogado que regulaba de modo parecido el delito en análisis, en-
señaba que el agente comete o realiza el delito aprovechando la coacción
psicológica que su condición de autoridad o vigilante ejerce indirectamente
sobre la víctima, en orras palabras, el acceso sexual se realiza como conse-
cuencia del estado de subordinación o dependencia en que se encuentra la
(ri08) VILLA STE|N, 1998a, p. 194. En igual sentido, BRAMoNT-AR|A5 ToRRES/GARCÍA CANTtzANo,
1997 , p.252.
(110e) RoY FREYRE, 1975,p.114.
823 I
Ramiro Salinas Siccha
825 I
Ramiro Salinas Siccha
a 826
Violación de la libertad e indemnidad sexual
2.4. La coautoría
CARo CoRrA en CARo CoRrA/SAN MARTÍN CAsrRo, 2000, p.88. lgual CAsflLLo ALVA, 2002,
p. 332
827 a
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPIC¡DAD SUBJETIVA
De la estructura del tipo penal se evidencia que se trata de un delito
de comisión dolosa, no cab; li comisión imprudente. El dolo puede ser
directo o indirecto. Esto es, el agente voluntariamente actúa o desenvuelve
su conducta con conocimiento y voluntad de realizar el acceso carnal con
persona que se encuentra bajo su dependencia, autoridad o vigilancia.
El agente conoce la condición de depe_ndenc.ia en que se encuentra
su víctimJhacia su persona, no obstante, voluntariamente le somete a un
contexto sexual detárminado ya sea teniendo acceso carnal vía vaginal, anal
o bucal o en su caso, introduciéndole objetos o partes del cuerpo en su
cavidad vaginal o anal.
Por la redacción del tipo penal v los elementos objetivos que exige,
creemos que no es posible la comisión por dolo eventual(l116)'
Igual que en las demás figuras delictivas de carácter sexual, se exige.la
pr.r.nii" de un ele-ento subjétivo adicional al dolo, cual es la finalidad del
ig"nr" de satisfacer alguna de sus apetencias o deseos sexuales con la con-
dir.tr r."rr"l efectuada-. Si este asPecto subietivo no se verifica en el actuar
del agente, el delito no aparece.
(11¡6) En contra cASTtLLO ALVA, CUando sostiene que"nO creemos que la expresión aprovechán-
dose pueda ser entendida como una exclusión del dolo eventual, pues para aprovecharse de la situa-
que basta
ción de dependencia, autoridad o vigilancia no se requiere una intención y plena certeza, s¡no
una seria ionciencia del peligro o riesgo que con el emprendimiento de tal o cual conducta se está
aprovechando una determinada posición" (2002, p. 35 1 ).
(1117) CASTILIO A1VA,2002, p.352.
_
I B2B
Violación de la libertad e indemnidad sexual
4. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
5. PENALIDAD
Con el incremento de la pena prevista por la Ley N" 28704, del S de
abril de. 2006, el agenre del delito en análisis ierá sancionado con pena pri-
vativa de libertad no menor de siete ni mayor de diez años e inhabilitaci¿n
de dos a cuatro años conforme a 1o previsto en los incisos 1, 2 y 3 del artí-
culo 36 del Código Penal, ello según el caso que corresponda.
De presentarse alguna de las agravantes previsras en el artículo 177
del C.lla pena será según correspondr, .ro
-énor de veinte ni mayor de
veinticinco años y no menor de dtez ni mayor de veinte años.
Subcapítulo Z
Actos contrarios al pudor
1. TIPO PENAL
829 a
Ramiro Salinas Siccha
El que sin propósito de tener acceso carnal regulado por el artículo 1 70, con
violencia o grave amenaza realiza sobre una persona u obliga a esta a efectuar
sobre sí misma o sobre terceros tocamientos indebidos en sus partes íntimas
o actos libidinosos contrarios al pudor, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de tres ni mayor de cinco años.
La pena será no menor de cinco ni mayor de siete años:
1. Si el agente se encuentra en las agravantes previstas en el artículo 170
incisos 2,3 y 4.
2. Si la víctima se hallare en los supuestos de los artículos 171 y 172.
3. 5i la víctima tuviere la condición de docente, auxiliar u otra vinculación
académica que le confiera autoridad sobre la víctima.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito denominado "actos contrarios al pudor de una persona" se
configura cuando el sujeto activo sin tener el propósito de practicar el acce-
so carnal sexual r,ía vaginal, anal o bucal u otro análogo como introducción
de objetos o partes del cuerpo vía vaginal o anal, haciendo uso de la violen-
cia o la amenaza grave, realiza sobre su víctima u obliga a esta a efectuar so-
bre sí misma o sobre tercero tocamientos indebidos en sus partes íntimas
o actos libidinosos contrarios alpudor.
Aquípudor se entiende como la situación de recato, decencia o deco-
ro del que gozamos todas las personas en sociedad.
Los comportamientos contra el pudor, recato o decoro de personas
pueden realizarse hasta por tres modalidades. Primero, cuando ei egente
por medio de la violencia o amenaza realiza sobre la víctima tocamientos
indebidos en sus partes íntimas o actos libidinosos, lascivos, lúbricos, eró-
ticos, lujuriosos e impúdicos. La segunda modalidad se configura cuando el
agente con la finalidad de solo observar ¡ de esa forma, satisfacer su lujuria,
obliga a la víctima a realizarse a sí misma tocamientos indebidos o actos
libidinosos o eróticos. Se realiza este tipo de delito cuando, por ejemplo, el
agente obliga a su víctima a sacarse toda su vestimenta y luego le hace que
se toque sus partes íntimas y zonas erógenas. Finalmente, la tercera moda-
lidad se configura cuando el agente obliga que la víctima realice o efectúe
tocamientos indebidos o actos lujuriosos en el cuerpo de un tercero que se
encuentra en la escena del delito. Estaremos ante esta modalidad delictiva
I 830
Violación de la libertad e indemnidad sexual
831 ¡
Ramiro Salinas Siccha
T 832
Violación de la libertad e indemnidad sexual
833 I
Ramiro Salinas Siccha
I 834
Violación de la libertad e indemnidad sexual
figura agrav^da del inciso 2 del artículo 170 C.P, esto es, hay agravante si el
agente para"laejecución del delito se haya prevalido de cualquier posición
o cargo que le dé particular autoridad sobre la víctima (...)". Er decir, como
ya hemos alegado, la agravante es de aplicación para aquellos profesores
(de universidad, colegio, instituto, escuela, académia, eic.) que luego de
intimidar a sus alumnos con jalarlos en el curso o ponerles mala nola en
su comportamiento en caso de auxiliares, los someten a actos impúdicos.
El fundamento de esta agravante se encuentra en el quebrantamiento de la
confianzay en la violación de los deberes particulares inherenres al cargo o
posición, así como en la vulneración de las obligaciones asumidas volunta-
riamente por el auror respecto de la víctima.
835 I
Ramiro Salinas Siccha
g. Muerte de la ztíctima
I 836
Violación de la libertad e indemnidad sexual
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Se trata de un delito necesariamente doloso. No cabe la comisión por
imprudencia, es decir, si llegan a evidenciarse, por ejemplo, tocamientos en
los genitales de una persona de manera casual o imprudente, el delito no se
configura por falta de tipicidad.
837 a
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
Después de que se verifica en la conducta analizada la concurrencia
de los elementos objetivos y subjetivos de la tipicidad, el operador jurídico
pasará a verificar si concurre alguna causa de justificación de las previstas
en el artículo 20 del Código Penal.
5. CULPABILIDAD
Acto seguido de verificarse que en la conductatípica de actos conrra
el pudor no concurre alguna causa de justificación, el operador jurídico
entrará al análisis para determinar si la conducta típicay antijurídica puede
ser atribuida a su autor. En esta etapa tendrá que verificarse si al momento
de actuar el agente era imputable, es decir, mayor de 18 años y no sufría de
alguna anomalía psíquica que le haga inimputable. También se verificará si
el agente al momento de exteriorizar sv conducta etiquetada como actos
contra el pudor, conocía la antijuridicidad de su actuar, es decir, se verifi-
cará si el agente sabía o conocía que su conducta estaba prohibida por ser
contraria al derecho.
Luego, determinará si el agente pudo actuar o determinarse de modo
diferente a la de cometer el delito.
6. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
T B3B
Violación de la libertad e indemnidad sexual
7. PENALIDAD
El agente será sancionado con pena privativa de libertad no menor de
tres ni mayor de cinco años en el caso de los supuestos recogidos en el tipo
básico. Si en la conducta concurre alguna de las circunstancias agravantes,
previstas en el segundo párrafo del artículo 176 del C.P, el agente será sancio-
nado con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años.
De concurrir alguna de las circunstancias agravantes previstas en el
artículo I77 del C.P, la pena será no menor de veinte ni mayor de veinti-
cinco años y no menos de diez ni mayor de veinte años, respectivamente.
Subcapítulo 8
Atentado al pudor de menor
1. TIPO PENAL
Elque sin propósito deteneracceso carnal reguladoen elartículo 170 realiza sobre
un menor de catorce años u obliga a este a efectuar sobre sí mismo o tercero,
tocamientos indebidos en sus partes íntimas o actos libidinosos contrarios al
pudor, será reprimido con las siguientes penas privativas de la libertad:
1. 5i la víctima tiene menos de siete años. con pena no menor de siete ni
mayor de diez años.
839 T
Ramiro Salinas Siccha
2, TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de actos contra el pudor de menor se configura cuando el
agente con la finalidad de satisfacer sus apetencias sexuales y sin tener el
propósito o intención de realizar el acceso carnal sexual o análogo, realiza
sobre un menor de catorce años o le obliga a efectuar sobre sí mismo o
tercero, tocamientos indebidos en sus partes íntimas o actos libidinosos,
eróticos, lujuriosos o lúbricos contrarios al pudor, recato o decencia(1126).
Aquí, con la única salvedad de la edad del sujeto pasivo y que no es
necesaria la concurrencia de violencia o amenaza grave para someter a la
víctima, vale todo lo dicho al comentar elacápite de la tipicidad objetiva del
tipo penal del artículo 176 del C.P
(1126) Concepto recogido y reproducido en la Ejecutoria Suprema del 25 de enero de 201 0; R.N.
N..4352-2009-Arequipa. Sala PenalTransitoria de la Corte Suprema.
T B4O
Violación de la libertad e indemnidad sexual
Antonio y Miller Eloy Condori Bendezú y Noemí Ruth Martínez Jwrado in-
gresaban a jugar a dicba oficina, utilizando el engaño y Ia astucia de prometer
a sus aíctimas de darle sumas de dinero a cambio que éstos se quitaran sus
prendas d.e aestir, en el interior de un cuarto qwe le servía de babitación y en
otros ambientes, del mismo local practicaba tocamientos lúbricos somáticos
con su miembro airil en las partes pudendas de los menores con el fin d,e satisfa-
cer stu apetito sexwal; que los menores agraviados pese a su corta edad que frisan
entre cinco a. once años como es de verse de ks partidas de nacimiento corrientes
a fojas sesenta y wno, sesentd, sesenta y dos y cincwenta y ocho, resPectiaamente,
rekun detalkda y wniformemente Ia forma y circwnstancias como el acwsado
Molina Gutiéryez solía llwarlos y dar rienda sueha a sws bajos instintos, es así,
como primeramente los silbaba de sw cwarto y con el engaño de darles dinero, los
menores se apersonaban al ambiente en donde los esperaba para luego quitarles
sus vestimentas y acostados todos jwntos empezaba a sobarles uno por uno, con
su pene, en la parte anal o genital de los menores, llegando a qtacwlación a k
peces, y terminando los actos lascivos, les daba dinero con la promesa de qwe no
aaisaran a sus progenitores, dádiaas que conlleoaron a silenciar a sus oíctimas
y, el acusado, a segwir realizando los actos libidinosos sin el empleo de k fuerza
conforme ambién lo refieren los menores"(1127). Al interponer el sentenciado
el recurso de nulidad, nuestra Suprema Corte por Ejecutoria Suprema del tO
de junio de 1997F28), señalando que los hechos se encuentran previstos y
sancionados en el segundo párrafo del artículo 176-A del código sustantivo
vigente, dechró no baber nwlidad en la sentencia en cuanto condenó a Juan
Lucio Molina Gutiérrez por el delito antes citado y declaró haber nulidad
en la propia sentencia en la parte que impuso seis años de pena privativa de
libertad, reformándola en este extremo, le impusieron ocho años. Es decir,
nuestro máximo Tiibunal ignorando el principio delareformatio in peius (no
reformar en perjuicio del apelante), elevó la pena impuesta por el colegiado.
También la Resolución Superior delZt de julio de 1999, emitida por
la Corte Superior de Ancash, sirve para graficar la concurrencia de la agra-
vante prevista en el último párrafo del artículo 173 del C.P En efecto, allí
se menciona "El qwe el incwlpado sea conaioiente de Ia aíctima, no crea un
vínculo de familiaridad entre ellos, pero sí una relación de confianza de la
menor agraúada bacia el incwlpado, que facilitó la comisión del ilícito penal
de actos contra el pudor de la agraaiada"(12e).
841 I
Ramiro Salinas Siccha
Por otro lado, de la lectura del artículo 177 del Código Penal y en
estricta aplicación del principio de legalidad, se concluye que las agravantes
previstas en este numeral, no alcanzan a la hipótesis delictiva recogida en el
tipo penal del artículo 1,76-A,resultando un contrasentido normativo debi-
dó a que como es de verse sí alcanzan a las conductas contrarias al pudor de
-"yo..r de edad (artículo 176) que en el tipo básico prevé penas más leves
que las previstas para el delito de atentado contra el pudor de los menores
d. ."toi.. años. En otros términos, los atentados contra el pudor de mayor
en que concurran las circunstancias previstas en el artículo 177, merecen
-"yot sanción, a diferencia de los atentados contra el pudor de menores de
catorce años. En consecuencia, con la finalidad de buscar cadavez mayor
coherencia interna y externa de nuestra normativa penal sustantiva, de lege
ferenda debe proponerse la subsanación de esta grave omisión.
Aquí al igual como ocurre con el tipo penal del artículo 173 del C'P,
el interás o bien jurídico protegido lo constituye la intangibilidad o in-
demnidad sexual de los menores de catorce años de edad. En la doctrina
nacional, existe unanimidad al respecto. Así, Bramont-Arias Torres y Gar-
cía Cantizano(ll3o) enseñan que "se protege la indemnidad sexual, referi-
da especialmente al libre desarrollo sexual del menor". Por su parte, Villa
g¡si¡(tl:t¡ sostiene que "se tutela la sexualidad humana en formación".
En la Ejecutoria Suprema del 6 de noviemb re de 2007,Ia Segunda Sala
Penal tansitoria, argumentó qtJe "en este tipo de delitos, además de la inte-
gridad personal sexwal de wna menor, primordialmente está dirigida a proteger
iw inoiencia, cuyo desarrollo psicoemocional se ve afectado por dicbos actos
libidinosos'$32).
a 842
Violación de la libertad e indemnidad sexual
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
_ Igual que el injusto penal previsto en el artículo 176 del Código Pe-
nal, se requiere la presencia necesaria del dolo. El agente con conocimiento
y voluntad de satisfacer sus aperencias sexuales y sin tener el propósito
o intención de realizar el acceso carnal sexual o análogo, realiza ro6r. n.t
menor de catorce años o le obliga a efectuar sobre sí mismo o rercero,
tocamientos indebidos en sus partes íntimas o actos libidinosos o eróticos
contrarios al pudor, recato o decencia. En el mismo sentido se pronuncian
Bramont-Arias Torres y García cantizano(1133) ¿l s¡5sflar que "se requiere
necesariamente el dolo, es decir, la conciencia y voluntad de realizar actos
contrarios al pudor, con exclusión del propósito de practicar el acto sexual
u otro análogo, es decir, de violar, lo que permite distinguir un acro conrra-
rio al pudor de una tentativa de violación".
Nuestra Suprema Corte se ha pronunciado haciendo la distinción
debida. En la Ejecutoria Suprema del 19 de setiembre de 1996, se sosriene
que para configurarse el delito de actos contrarios al pudor de menor: te
reqwiere que la intención o propósito del agente no esté dirigida a practicar el
acto sexwal u otro análogo, quedando solo en el ámbito de actos impúdicos,lo
que no corresponde al caso de autos en que la orientación swbjetiaa del agente
estupo dirigida precisamente a practicar el acto sexual en la agraviada, sibsu-
miéndose la condwcta desplegada con tal intención en tentatioa del delito de
aiolación de menor para el presente caso'(134).
Igual diferenciación se hace en el precedente jurisprudencial consti-
tuido por la Ejecutoria Suprema del zt de agosto de 1997 donde se afirma:
"Qwe, otro lado en tanto los actos libidinosos, consistentes en froamientos
1.e
vaginales con su miembro oiril, hechos qwe hiciera sufrir a k menor Rocío Swá-
rez Gutiérye2, de solo siete años, tres meses y catorce días de edad, sin qwe el
a4:nte twaiera la decisión de bacerla swfrir el acto sexwal, constituye delito iontra
el pwdo4 mas no aiolación de k liberad sexual en el grado ¿, ¡tr¿¡¡ro'qttts¡.
843 T
Ramiro Salinas Siccha
4, ANTIJURIDICIDAD
Después de que se verifica en la condu cta anahzada la concurrencia de
los elementos objetivos y subjetivos de la tipicidad, el operador jurídico pa-
sará a verificar si concurre alguna causa de justificación de las previsras en
el artículo 20 del Código Penal. Por la naruraleza del delito en iomentario,
considero que en la realidad es difícil la concurrencia de alguna causa que
justifique una conducta de actos contra el pudor de un menor.
5. CULPABILIDAD
Acto seguido, de verificarse que en la conducta típica de actos conrra
el pudor de un menor de 14 años no concurre alguna causa de justificación,
el operador jurídico entrará al análisis para determinar si la conducta típica
y antijurídica puede ser atribuida a su auror. En esta etapa, tendrá que veri-
ficarse si al momento de actuar el agente era imputable, es decir, mayor de
18 años y no sufría de alguna anomalía psíquica que le haga inimputable.
También se verificará si el agente al momento de exteriorizar su conducta
etiquetada como actos contra el pudor de menor, conocía la antijuridicidad
de su actuar, es decir, se verificará si el agente sabía o conocía que su con-
ducta estaba prohibida por ser contraria al derecho.
Luego, determinará si el agente pudo actuar o determinarse de modo
diferente a la de comerer el deliro.
6. TENTATIVAYCONSUMACIÓN
El delito se consuma desde el momento en que el agente realiza sobre
un menor de catorce años o le obliga a efectuar sobre sí mismo o tercero,
tocamientos indebidos en sus partes íntimas o acros libidinosos o eróticos
contrarios al pudor, recato o decencia. Basta que se verifique un solo to-
camiento en las partes íntimas de la víctima o en su caso, la realización de
un solo acto erótico o libidinoso contra el pudor del menor para esrar ante
una conducta penal consumada no requiriéndose en consecuencia, la real
satisfacción sexual del agente.
Bramont-Arias Torres y García Cantizano(1116) ¿fl¡¡¡¿¡ que el delito
se consuma en el momento en que se ejecuta el acto contrario al pudor con
el menor de catorce años, aunque el agente no haya logrado satisfacer sus
propias apetencias libidinosas. Basra, por consiguiente, el simple conrac-
a 844
Violación de la libertad e indemnidad sexual
7. PENALIDAD
El autor después del debido proceso penal y por disposición expresa
de la Ley N" 28204, será sancionado con pena privativa de libertad no me-
nor de siete ni mayor de diez años si la víctima es menor de siete años. La
pena será privativa de libertad no menor de seis ni mayor de nueve años si
la víctima se encuentra en una edad mayor de siete y menor de diez años.
La pena será no menor de cinco ni mayor de ocho años, si la víctima tiene
una edad mayor de diez y menor de catorce años.
En caso que la víctima se encuentre dentro de los supuestos previstos
en el artícuIo 173 del C.P la pena privativa de libertad será no menor de
diez ni mayor de doce años.
Subcapítulo 9
Responsabilidad civil especial
1. TIPO PENAT
845 T
Ramiro Salinas Siccha
2. HERMENÉUTICAJURÍDICA
Antes de la modificatoria del artículo 178 del C.P, producida por Lev
N" 27115, de mayo de 7999, aparte de la manutención de la prole, este nu-
meral disponía imperativamente que el ejercicio de la acción penal era pri-
vada, es decir, perseguible por denuncia de parte interesada en los casos de
los artículos 170 -prim er párrafo-, 171, 1,74 y I75. Asimismo, se disponía
que en el caso del delito de seducción previsto en el artículo I75, el autor
podía quedar exento de pena si contraía matrimonio civil con la víctima,
siempre que esta preste libremente su consentimiento. No obstante' con
la citada modificatoria propuesta e impulsada principalmente por el movi-
miento feminista en el Perú, en forma razonable la situación ha cambiado.
En efecto, desde el 18 de ma1'o de 1999, todos los delitos denomi-
nados sexuales sin excepción, son perseguibles de oficio, esto es, por el
Ministerio Público, insista o no con su denuncia primigenia, la víctima. En
adelante no habrá más intimidación a la víctima para que se desista de su
denuncia y de ese modo, quede sin castigo el autor que lesionó el bien ju-
rídico libertad sexual. La institución del matrimonio nunca más servirá de
excusa para exonerar de pena al seductor. Tampoco las transacciones ama-
ñadas servirán como excusa para sobreseer un proceso y dejar sin castigo al
autor de una violación sexual(11'le).
Por otro lado, imperativamente se prescribe que el operador jurídico
al momento de emitir sentencia condenatoria al autor de alguno de los de-
litos sexuales ya analizados, fijará pensión alimenticia en favor de la prole
que resulte de la conducta delictiva que motive la resolución judicial. Ello,
sin duda, ocurrirá de acuerdo a lo previsto en el Capítulo Primero del Tí-
tulo Primero de la Sección Cuarta de nuestro Código Civil, cuerpo nor-
mativo donde aparece debidamente regulado la que viene en denominarse
"alimentos".
(113e) En el mismo sentido, CASILLo ALVA señala que hoy en día todos los delitos contra la liber-
tad sexual, sin excepción alguna, son perseguibles de oficio, de tal manera que el Ministerio Público, aun
sin el consentim¡ento del agraviado, puede denunciar el hecho... también cabe destacar la derogación
de la causal de levantamiento de pena en caso de que el autor contrajera matrimonio con la ofendida
hecho que recordaba la antigua consideración de la mujer como mercancía o como bien sujeto a las
valoraciones del mercado. En la actual¡dad si el autor contrae matr¡monio con su víctima, carece de
cualquier relevancia jurídico penal a efectos de la persecución penal (2002, p. 1 6).
I 846
Violación de la libertad e indemnidad sexual
847 a
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 10
Tratamiento terapéutico
1. TIPO PENAL
2. HERMENÉUTICAJURíDICA
El artículo 17B-A del Código Penal, que carece de antecedentes en
nuestro sistema jurídico penal(tl+l¡, recoge hasta tres supuestos impera-
t1142) R.N.4707-97-Amazonas.
(r143) PRADo SALDARRTAGA, 'l996, l, p.359.
_
T B4B
Violación de la libertad e indemnidad sexual
R.N. No 904-2003-Santa.
849 I
Ramiro Salinas Siccha
850
Capítulo X
PROXE N ETISMO
Subcapítulo 1
Generalidades
CONCEPTOS GENERALES
851 I
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 2
Favorecimiento a la prostitución
1. TIPO PENAT
La primera figura delictiva de proxenetismo aparece regulada en el
artículo 179 del Código Penal, el mismo que al ser modificado por laLey
N" 28251, del 8 de junio de 2004,ha quedado con el siguiente contenido:
853 I
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
De la lectura del tipo básico se concluye que la figura delictiva de
proxenetismo puede perfeccionarse de dos formas que por separado e in-
dependiente constituyen conducta punible. En efecto, el legislador ha he-
cho uso de dos verbos rectores para construir el tipo penal: promover y
favorecer.
La conducta punible de promover la prostitución se configura cuan-
do el agente o sujeto activo inicia, estimula, inaugura o propicia pa_ra qle
una persona comience a realizar actos sexuales con terceros a cambio de
una contraprestación económica previarnente convenida. Aquí la víctima
aún no se dedicaba a la prostitución, el agente recién la inicia o, mejor
dicho, le instiga v convence por diversos medios r- circun-strrncirs ; que se
inicie en la prostitución.
En tento que el hecho punible de favorecer consiste en prestar coo-
peración, coadvuvar, col;rborar o asistir en el ejercicio normal de aquella
actividad a determinada persona que ya se dedica a la prostitución. Aquí
la r'íctima ya se dedica a la prostitución, lo único que hace el agente es
facilitar o colaborar en el desarrollo de tal acrividad, allanando obstáculos,
buscando los clientes o quizá prestando el inmueble donde la persona más
conocida como prostituta atiende a sus clientes ocasionales.
La jurisprudencia nacional tiene cierta claridad respecto de este ilí-
cito penal. Como precedente jurisprudencial podemos citar la resolución
I Bs4
Proxe n et is mo
ExpedienteNoT903-97,enRoJA5VARcA5/BACAcABRERA/NEtRAHUAMAN,19g9,p.244.
855 T
Ramiro Salinas Siccha
I 856
Proxenetismo
857 f
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la estructura del tipo penal se evidencia que se trata de una con-
ducta netamente dolosa. El agente o autor actúa con conocimiento y volun-
tad. Aun cuando en el tipo no aparece, se exige la presencia de un elemento
subjetivo especial como es el ánimo de lucro -la intención de obtener con
I 858
Proxenetismo
4. ANTIJURIDICIDAD
Una vez que se verifica que la conducta en análisis reúne todos los
elementos objetivos y subjetivos de la tipicidad, corresponde al operador
jurídico determinar si en ella concurre alguna causa de justificación de las
previstas en el artículo 20 del Código Penal. Si se verifica alguna causa de
justificación, la conducta será muy bien típica, pero no antijurídica y, por
tanto, se excluirá del campo de los delitos.
5. CULPABILIDAD
Acto seguido, de verificarse que en la conducta típica de proxenetis-
mo no concurre alguna causa de justificación, el operador jurídico entra-
rá al análisis para determinar si la conducta típica y antijurídica puede ser
atribuida a su autor. En esta etapa tendrá que verificarse si al momento de
actuar el agente era imputable, es decir, mayor de 18 años y no sufría de
alguna anomalía psíquica que le haga inimputable. También se verificará si
el agente al momento de exteriorizar sv conducta etiquetada como proxe-
netismo, conocía la antijuridicidad de su actuar, es decir, se verificará si el
agente sabía o conocía que su conducta estaba prohibida por ser conrraria
al derecho.
Luego, determinará si el agente pudo actuar o determinarse de nodo
diferente a la de cometer el delito.
6. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
(1 153) BRAMoNT-AR|A5 ToRREs/GARcfA CANTIZANo, 1997, p.269. En parecido sentido, VttLA sTEtN,
1 998a, p. 21 5.
859 r
Ramiro Salinas Siccha
7. PENALIDAD
En caso que al acusado se le atribuya la conducta prevista en el tipo
básico, la pena privativa de libertad será no menor de dos ni mayor de cin-
co años. Ett t"ttto que si al acusado se le atribuye alguno de los supuestos
delictivos previstoJen la segunda parte del tipo penal, la pena privativa de
libertad será no menor de cuatro ni mayor de doce años.
Subcapítulo 3
Acceso carnal o acto análogo con adolescente
a cambio de dinero u otra ventaia(l1s0)
1. TIPO PENAL
I 860
Proxenetismo
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Antes de analizar objetivamenre este nuevo comporramiento crimi-
nalizado e incorporado al Código Penal, es importante poner en evidencia
que no necesariamente se refiere a la figura de prostitución infantil, pues
tal como parece redactado el tipo penal, el delito puede ser cometiao o
realizado en agravio de una adolescente que se dedica a la comúnmenre
conocida actividad más antigua como es la prostitución o, sobre una menor
que_eventualmente puede ser sometida al acceso carnal o análogo a cambio
de dinero u otra ventaja.
861 I
Ramiro Salinas Siccha
f 862
Proxenetismo
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Es un delito netamente doloso. No cabe la comisión culposa. El
agente conociendo que suvíctima tiene entre 14y 1'B años de edad,libre
y voluntariamente entregándole o prometiéndole un pago en dinero o
cualquier otra dádiva, le somete a la práctica sexual vía vaginal, anal o
bucal o introduciéndole objetos o partes del cuerpo en su cavidad vagi-
nal o anal.
Es perfectamente posible que se presenten casos de error de tipo en el
sentido que el agente actúe en la creencia errónea que su víctima es mayor
de 18 años. En este supuesto, al excluirse el dolo, el agente no será obieto
de sanción alguna.
4. TENTATIVAYCONSUMACIÓN
El delito se perfecciona en el mismo momento en que el agente llega
a realizar o ejecutar el acceso carnal vía vaginal, anal o bucal o le introduce
objetos o partes del cuerpo ya sea en su cavidad vaginil o anal de su víctima.
No es necesario que el agente cumpla con el pago ofrecido o ejecute en
favor de la víctima o terceros la ventaja convenida.
Para efectos de la consumación, basta verificar que el agente sometió
al acto sexual o análogo a la víctima, bajo el ofrecimiento del pago dinera-
rio o la ejecución de una ventaja como, por ejemplo, darle trabajo o dejarle
vivir en su vivienda. Siendo irrelevante si la víctima logra recibir el pago o
863 I
Ramiro Salinas Siccha
5. PENALIDAD
El agente del delito de acceso carnal o acto análogo con adolescente a
cambio de alguna prestación, será reprimido con pena privativa de la liber-
tad no menor de cuatro ni mayor de seis años.
Subcapítulo 4
Rufianismo
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El injusto penal se configura cuando el sujeto activo explota o saca
provecho económico al producto o ganancia proveniente de la práctica de
la prostitución que realiza la víctima o sujeto pasivo.
(1 I s7) Este supuesto también está derogado por disposición del artículo 4 de la Ley No 287M
.
I 864
Proxenetismo
865 I
Ramiro Salinas Siccha
2,1. Circunstanciasagravantes
El segundo y tercer párrafo del tipo penal del artículo-180 recoge las
circu.rsta.tfias agiavarrtes áe l" conducta conocida como rufianismo. De la
lectura de aquelios párrafos se tiene que el delito en comentario se agrava
por la edad áel sujeio pasivo o víctima o porque esta tiene alguna relación
familiar o jurídica con el rufián. Así tenemos:
a. Víctima mayor de 14 y menor de 18 años. La conducta o comporta-
miento denominado rufianismo se agrava cuando el agente explota
las ganancias obtenidas por una adolescente _qge.s: dedica a la pros-
tituiión. Aquí la conducta se agrava por la calidad de la víctima. Esto
era antes dÉ l" p.o*rrlgación áe la Ley No 28704, pues con ella tal
supuesro se ha derogado. Ahora, si el agente explota las ganancias
obienidas por una adolescente que se dedica a la prostitución será
cómplice d"l grarre delito de acceso carnal sexual sobre menor sancio-
nado en elartículo 173 del Código Penal.
b. Víctima menor de catorce años. Esta agravante prevista en el artícu-
lo original 180 del C.P arbitrariamenre se mantuvo con la modifica-
ción e-fectuada a los delitos sexuales por la Ley N" 28251, de junio
de 2004, cuando el uso del método sistemático orientaba y orienta
excluir como agravante la explotación de las ganancias obtenidas por
la prostituciónlfectuada por una menor, toda vez que de acuerdo a
nuestra normativa penal ya explicada, toda relación sexual con un o
una menor constltuye acceso carnal sexual de menor y no puede a la
vez, denominarse prostitución. No obstante por disposición del artí-
culo 4 de la Ley Nó 28704, tal modalidad agravante ha sido derogada.
En consecuencia, sistemáticamente, concluimos que aquel que explo-
ta las ganancias obtenidas por una menor de 18 años, es cómplice
del delito de acceso carnal sexual sobre menor que efectúa aquel que
somete ala práctica sexual a la menor a cambio de dinero.
c. Agente parien.te o protect.or de la víctima. También el legislador ha p_re-
vrsto como crrcunstanclas que agravan la conducta del rufián aquellas
¡ 866
Proxenetismo
Aun cuando no hay acuerdo entre los tratadistas respecto del bien ju-
rídico que se pretende o busca proreger con la tipificación del rufianismo,
nosotros por la ubicación que el legislador le ha dado dentro del Cotpws
Iwris Penale, sostenemos que se trata de tutelar la libertad sexual en los
supuestos en que el rufián coacciona de cierta forma a la víctima a que
continúe en la práctica de la prostitución. Cuando no aparece cierra coac-
ción, sin duda, se pretende cautelar determinada moral sexual dentro de
la sociedad. En caso en que la víctima sea menor de edad, se protege su
indemnidad sexual.
. Agente, auror o sujeto activo del delito en comenrario puede ser cual-
quler persona, sea varón o mujer. El tipo penal no exige que aquel reúna
alguna cualidad o calidad especial.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
La conducta punible exige la presencia del elemento subjetivo deno-
minado dolo. Es imposible que se perfeccione por imprudencia del agenre.
El agente con pleno conocimiento que el dinero que pretende o se dis-
pone a explotar proviene de ganancias obtenidas de la prostitución, libre y vo-
luntariamente decide invertirlas y sacar mayor prou..ho económico. El rufián
867 I
Ramiro Salinas Siccha
4, ANTIJURIDICIDAD
lJna vez que se verifica que la conducta en análisis reúne todos los
elementos objetivos y subjetivos de la tipicidad, corresponde al operador
jurídico determinar si en ella concurre alguna causa de justificación de las
previstas en el artículo 20 del Código Penal. Si se verifica alguna causa de
justificación, la conducta será muy bien típica, pero no antijurídica y, por
tanto, se excluirá del campo de los delitos.
5. CULPABILIDAD
Acto seguido, de verificarse que en la conduc:a rípica de rufianismo
no concurre alguna causa de justificación, el operador jurídico entrará al
análisis para determinar si la conducta típica y antijurídica puede ser atri-
buida a su autor. En esta etapa, rcndrá que verificarse si al momento de
actuar el agente era imputable, es decir, mayor de 18 años y no sufría de
alguna anomalía psíquica que le haga inimputable. También se verificará si
el agente al momento de exteriorizar su conducta etiquetada como rufia-
nismo, conocía la antijuridicidad de su actuar, es decir, se verificará si el
agente sabía o conocía que su conducta estaba prohibida por ser contraria
al derecho.
Luego determinará si el agente pudo actuar o determinarse de modo
diferente a la de cometer el delito.
6. TENTATIVAYCONSUMACIÓN
El delito se perfecciona cuando el agente o sujeto activo comienza a
invertir las ganancias obtenidas por la actividad de la prostitución en algún
negocio que le rendirá dividendos en su provecho. Cuando se verifica que
I 868
Proxenetismo
7. PENATIDAD
cuando al acusado se le atribuya la conducta delictiva prevista en el
tipo básico del rufianismo, la pena privativa de libertad será no menor de
tres ni mayor de ocho años. si la víctima tiene entre catorce y menos de
dieciocho años, la pena será no menor de seis ni mayor de diez años.
En los casos en que concurren las agravantes previstas en el último
párrafo del artículo 180 como es que la víctima t"trg" -"rros de catorce
años, o sea cónyuge, convivienre, descendiente, hijo adoptivo, hijo de su
cónyuge o de su convivienre o si está al cuidado del agenté, la pena será no
menor de ocho ni mavor de doce años.
869 I
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 5
Prostitución de personas
1. TIPO PENAL
El artículo 1g1 del código Penal recoge la figura delictiva de la pros-
titución de personas, el mismo que al ser modificado por laLey N" 28251,
del 8 de junio de 2004, tiene el siguiente contenido:
2. TIPICIDAD OBJETIVA
De Ia lectura del tipo penal se advierte, en primera impresión, que es-
tuviéramos objetivamente frente a dos supuestos delictivos; sin embargo,
haciendo una lectura analítica concluimos que estamos ante tres supuestos
de hecho claramente establecidos. En efecto, el tipo penal que se etiqueta
como "prostitución de personas" recoge los siguientes comPortamientos
delictivos:
a. Comprometer a wna persona para entregarlo a otro con el objeto de tener
orrrto carnal. Este supuesto delictivo se configura cuando el agente
mediante un trato, convenio' acuerdo o comPromiso más o menos
forzado, incluso con apariencialícita, convence a la víctima varón o
mujer para entregarlo a un tercero con la finalidad de tener acceso
carnal que bien puede ser vía vaginal, anal o bucal. Aquí, la víctima
llega a internalizar la idea que tal acceso carnal es una obligación' un
deber o un compromiso contraído con el agente.
b. Sedwcir a. una persona. para darle a otro con el objeto de realizar acceso
Este comportamiento delictivo se configura o verifica cuando
.carnal.
r 870
Proxenetismo
2.1. Circunstanciasagravantes
La segunda parte del tipo penal en análisis recoge hasta cinco su-
puestos o circunstancias que agravan cualquiera de las conductas rotuladas
como prostitución de personas. Así tenemos:
871 a
Ramiro Salinas Siccha
a 872
Proxen et is mo
873 a
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Como la totalidad de figuras delictivas que atentan contra la libertad se-
xual de las personas, esta es de comisión dolosa. No cabe su realización im-
prudente, si ello se verifica, la conducta es irrelevante penalmente por ser una
conducta atípica.
El tipo penal exige la presencia del dolo en el actuar del agente, esto
es, el sujeto activo actúa con conocimiento y voluntad de realizar los ver-
bos rectores de comprometer, seducir, substraer a la víctima Para entre-
garlo a un tercero con la finalidad de tener acceso carnal. De ese modo,
este último aspecto se constituve en otro elemento subjetivo que exige en
forma expresa el tipo penal. Es decir, el agente debe actuar con el propósito
o intención de entregar a la víctima a un tercero con la finalidad precisa de
tener acceso carnal sexual. Caso contrario, si en determinada conducta no
se verifica o constata que el agente tuvo el propósito que la víctima realice
el acto sexual con un tercero, v esta por ejemplo, libre v voluntariamente
practicó el acceso carnal, la conducta será atípica y, por tanto' irrelevante
penalmente. En suma, para configurarse este especial elemento subjetivo,
el agente debe actuar desde un inicio con la finalidad de entregar a la vícti-
ma a un tercero con el objeto de practicar relaciones sexuales.
4, ANTIJURIDICIDAD
lJnavez que se verifica que la conducta en análisis reúne todos los
elementos objetivos y subjetivos de la tipicidad, corresponde al operador
jurídico determinar si en ella concurre alguna causa de justificación de las
previstas en el artículo 20 del Código Penal. Si se verifica alguna causa de
justificación, la conducta será muy bien típica, pero no antijurídica y, por
tanto, se excluirá del campo de los delitos.
5. CULPABILIDAD
Acto seguido, de r,erificarse que en la conducta típica de prostitución
de personas no concurre alguna causa de justificación, el operador jurídico
enrrará al análisis para determinar si la conducta típicay antijurídica puede
ser atribuida a su autor. En esta etapa tendrá que verificar si al momento
de actuar el agente era imputable, es decir, mayor de 18 años y no sufría de
alguna anomalía psíquica que le haga inimputable. También se verificará si
el agente al momento de exterioriz r sv conducta etiquetada como pros-
titución de personas, conocía la antijuridicidad de su actuar, es decir, se
verificará si el agente sabía o conocía que su conducta estaba prohibida por
ser contraria al derecho.
a 874
Proxenetismo
6. TENTATIVAYCONSUMACIÓN
Los supuestos delictivos identificados con los verbos "comprometer",
"seducir" y "substraer", se perfeccionan en el momento en que el agente por
medio de actos tendienres a comprometer, seducir o substraer, obtiené el
consentimiento de la víctima para ser entregada a un tercero con el objeto de
practicar relaciones sexuales. De la forma como aparece construido el tipo
penal, se concluye que para estar ante una conducta consumada no es necesa-
rio que la víctima sea realmente entregada al tercero o en su caso, que realice
realmente las relaciones sexuales. Basta que haya sido comprometida, sedu-
cida o substraída con aquella finalidad para esrar anre un tipo de realizacíón
perfecta. Es suficiente que se haya obtenido el consentimiento de la víctima
para ser entregada a un tercero con el fin de tener acceso carnal sexual.
7, PENALIDAD
Si el agente está acusado por alguno de los supuestos delictivos reco-
gidos en el tipo básico del artículo 181, la pena privativa de libertad será no
menor de tres ni mayor de seis años.
875 a
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 6
Turismo sexual adolescen¡s(1166)
1. TIPO PENAL
El artículo 2 dela Ley N" 28257, del 8 de iunio de 2004, adicionó al
Código Penal el artículo 181-A que prevé diversas conductas o compor-
tamientos que en su conjunto el legislador los denominó "turismo sexual
infantil", pero que nosotros lo etiquetamos como "turismo sexual adoles-
cente", el mismo que tiene el siguiente contenido luego de la modificación
efectuada por la Ley 29408, de 18 de setiembre de 2009:
2. TIPICIDAD OBJETIVA
De la lectura del contenido del tipo 181-A del Código Penal se con-
cluye que el hecho punible denominado ahora por el legislador nacional
"Exploación sexual comercial infantil y adolescente en ámbito del turismo"
se configura cuando el agente promueve, publicita, favorece o facilita la
0166) Tipo penal derogado por disposición del artículo 4 de la Ley No 28704 del abril de 2006
pero que aquí reproducimos a efectos si se quiere históricos y esperando que el buen juicio del le-
gislador algún día se imponga. Todos los supuestos recogidos en el tipo penal derogado, representan
supuestos de instigación al grave delito de acceso carnal sexual sobre menor de edad.
a 876
Proxen et ismo
877 a
Ramiro Salinas Siccha
I 878
Proxenetismo
c. El autor es maestro
879 J
Ramiro Salinas Siccha
I BBO
Proxenetismo
3. TIPICIDAD SUB.,ETIVA
Todos los comportamientos delictivos analizados que en conjunto
denominamos turismo sexual adolescente, son de carácfer doloso. No es
posible la comisión culposa o imprudente.
El agente actúa libre y voluntariamente conociendo que promueve,
publicita, favorece o facilita el turismo sexual con adolescentes. El sujeto
activo af momento de reahzar su comportamiento sabe que está ofertando u
ofreciendo a sus eventuales clientes, a cambio de dinero, los servicios sexue-
les de una persona mayor de 14 y menor de 18 años. En caso de concurrir
la agravante donde la víctima es menor de 14 años, también el agente actúa
conociendo tal condición.
Aquí es importante tener en cuenta que el agente srlbe v voluntaria-
nente oferta u ofrece los sen'icios sexuales de una persona adolescente,
cuya edad está entre los 1-t r'18 años de edad, de modo que sillega a deter-
minarse que la aparente r'íctima era mavor de 18 años, se excluve el delito.
4. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
881 I
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 7
Uso de los medios de comunicación para promocionar
la prostitución adolescente, turismo sexual adolescente
y trata de menores
1. TIPO PENAL
2. HERMENÉUilCAJURíDICA
LaLey N" 28251 de junio de 2004 incorporó al código Penal el artí-
culo 182-A que criminalizala conducta o comportamiento 4: lot gerentes
o responsables d. los medios de comunicación masivos, radiales, televisi-
vos o escntos que publicitan o promocionan actiYidades de explotación se-
xual que lesionan ó po.,..r en peligro la indemnidad sexual de los menores
de 18 años de edad, sean varones o mujeres.
Este delito es especial, pues solo puede ser cometido por los gerentes
o responsables de las publiciciones o ediciones a transmitirse a través de
los midios de comunicación masivos. Cualquier otra Persona que no tenga
estas calidades o cualidades específicas no podrá ser autor del delito.
\1167) Tipo penal derogado por la Ley N" 28704. Aquí se reproduce a efectos históricos.
.
I 882
Proxenetismo
BB3 T
Capítulo Xl
OFENSAS AL PUDOR PÚBLICO
Subcapítulo 1
Ofensas al pudor público
realizand,o conductas obscenas
1. TIPO PENAL
BB5 T
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El tipo básico previsto en el artículo 183 del_Código Penal se confi-
grrr^.,r..rio el sujeto activo o agente, en lugar público, realiza o materia-
iiza exhibiciones, gestos, tocamientos o cualquier otro comportamiento
de carácter obr...r"o; es decir, debe tratarse de un movimiento, actividad
corporal o tocamiento que se relacione con la vida sexual y que ofenda
objétivamente la moral sexual social.
La apreciacrón del carácter impúdico de los actos por parte del ope-
rador juríáico deberá hacerse tomando en cuenta,v de acuerdo a los usos.Y
.or,rÁb.., de los pueblos. Deberán romarse en cuenta circunstancias de
tiempo, lugar e histtria en que ocurre el acto obsceno(l16s)' En definitiva. la
p.esen.ia Je la obscenidad no puede ser apreciada con un criterio puritano'
iino de acuerdo a circunstancias obietivas que rodean al acto mismo.
otro aspecto importante lo constituye la circunstancia de que el he-
cho impúdi.á, d.b. ,ealrzarlo.l lug". o sitio púb)i.o. Esto
"ge.tt. "n "r,
el hechb debe efectuarse en lugar público estrictamente como una p\aza,
la calle, erc., o sitio abierto al público como un estadio deportivo, sala de
teatro, etc., o lugares expuestos al público a los cuales sin mayor esfuerzo las
personas pueden realizar actos de observación, por ejemplo, un garaje parti-
.nl"r .uyi puerta de acceso es de vidrio transparente, el mismo que posibilita
la visibilidad desde la calle; o una ventana con dirección a la calle, etc.
T 886
Ofensas al pudor público
1. El inciso primero del artículo 183 del C.P recoge las conductas de
mostrar, vender o entregar a un menor de 18 años objetos, libros,
escritos, imágenes sonoras o auditivas que, por su carácter obsceno,
puedan afectar gravemente el pudor del agraviado o excitar premaru-
ramente o pervertir su instinto sexual. Estos comportamientos puni-
bles se configuran cuando el sujeto acrivo o agente expone, vende o
entrega al sujeto pasivo, siempre menor de dieciocho años, objetos
(consoladores, muñecas inflables, preservativos fantásticos, etc.), li-
bros o revistas pornográficas, escritos, imágenes visuales o auditivas
(películas pornográficas, etc.) de carácter obsceno.
Aun cuando el carácter obsceno de los medios expresados es de difícil
identificación y puede variar de una persona a orra, dependiendo de
su formación más o menos liberal o tradicional, para efectos de su ca-
lificación ante un hecho concreto el operador jurídico deberá tomar
en cuenta si el objeto, libro, escrito o imagen es en sí mismo obsceno,
es decir, por sí mismo puede afectar el natural y normal desarrollo
sexual de los menores de edad, lesionando su pudor sexual, excitando
prematuramente o pervirtiendo su instinto sexual.
En esa línea, Villa Stein(1170) tíene razóncuando afirmaque el material
debe carecer de todo valor estético o literario, pues de lo contrario lo
887 a
Ramiro Salinas Siccha
I 8BB
Ofensas al pudor público
889 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la forma como aparece redactado cada uno de los comporta-
mientos delictivos analizados, se evidencia que se trata de conductas de
comisión dolosa, no es posible la comisión imprudente. El agente actúa
con conocimiento y voluntad de realizar los comportamientos indicados.
No se necesita algún otro elemento subjetivo especial como pretende Villa
Stein(1173) cuando afirma que se exige el dolo y ánimo lúbrico o pervertidor
según sea el caso.
En la configuración de alguna de las conductas agravadas, es posible
que se presente un error de tipo cuando por ejemplo, el agente desconocía
que la víctima tenía una edad inferior de los 18 años. Si ello se verifica la
conducta será impune, pues no existen ofensas culposas al pudor público.
4, ANTIJURIDICIDAD
Unavez que se verifica que la conducta en análisis reúne todos los
elementos objetivos y subjetivos de la tipicidad, corresponde al operador
jurídico determinar si en ella concurre alguna causa de justificación de las
previstas en el artículo 20 del Código Penal. Si se verifica alguna causa de
justificación, la conducta será muy bien típica, pero no antijurídica y por
tanto, se excluirá del campo de los delitos.
5. CULPABILIDAD
Acto seguido, de verificarse que en la conducta típica de publicacio-
nes y exhibiciones obscenas no concurre alguna causa de justificación, el
operador jurídico entrari al análisis para determinar si la conducta típicay
antijurídica puede ser atribuida a su autor. En esta etapa tendrá que verifi-
carse si al momento de actuar el agente era imputable, es decir, mayor de
18 años y no sufría de alguna anomalía psíquica que le haga inimputable.
También se verificará si el agente al momento de exteriorizar su conducta
etiquetada como publicaciones y exhibiciones obscenas, conocía la antiju-
ridicidad de su actuar, es decir, se verificará si el agente sabía o conocía que
su conducta estaba prohibida por ser contraria al derecho.
Luego, determinará si el agente pudo actuar o determinarse de modo
diferente a la de cometer el delito.
I 890
Ofensas al pudor público
6. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
7. PENALIDAD
891 T
Ramiro Salrnas Siccha
Subcapítulo 2
Pornografía infantil y adolescente
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Las conductas delictivas que en conjunto han sido bautizadas por el
legislador nacional como "pornografía infantil" .se configuran cuando el
agente o sujeto activo posee, promueve, fabrica, distribuye, exhibe, ofrece,
comercializa o publica, importa o exporta por cualquier medio incluida la
Internet, objetos, libros, escritos, imágenes visuales o auditivas, o realiza
espectáculos en vivo de carácter pornográfico, en los cuales se utilice a me-
nores de catorce a dieciocho años de edad.
Se sabe que pornografía infantil o adolescente es cualquier material
audiovisual en el que aparecen niños o adolescentes en un contexto se-
xual determinado. En consecuencia, las conductas delictivas se configr,ran
cuando los menores adolescentes son utilizados o usados en el contenido
T 892
Ofensas al pudor público
Con referencia a la legislación española, yld. ORTS BEREN6UER/RotG ToRREs, 2004, p. 362.
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Ramiro Salinas Siccha
I 894
Ofensas al pudor público
895 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIP¡CIDAD SUBJETIVA
El elemento subietivo de la tipicidad es el dolo, es decir el agente
debe actuar con conocimiento y voluntad de realízar alguna o varias de las
conductas denominadas en su conjunto como pornografía infantil o ado-
lescente. No es posible la comisión culposa.
4. ANTIJURIDICIDAD
Considero que no habría causa o motivo que justifique el accionar o
comportamiento del agente.
5. CULPABILIDAD
Acto seguido de verificarse la conducta típica y antijurídica de por-
nografía infantil, el operador jurídico entrará al análisis para determinar
si puede ser atribuida a su autor. En esta etapa, tendrá que verificarse si al
momento de actuar, el a¡¡ente era imputable, es decir, mayor de 18 años y
no sufría de alguna anomalía psíquica que le haga inimputable. También se
verificará si el agente al momento de exteriorizar su conducta etiquetada
como pornografía infantil, conocía la antijuridicidad de su actuar, es decir,
se verificará si el agente sabía o conocía que su conducta estaba prohibida
por ser contraria al derecho.
Muy bien puede presentrrse un error de prohibición, por ejemplo,
cuando el agente de un país en que la pornografía infantil no está prohibi-
da, ingresa al Perú material de ese tipo en la firme creencia de que también
aquí no está prohibido. Hav error de prohibición debido a que el agente al
actu:lr desconoce la antiluridicidad de su conducta. El, en todo momento,
considera que está actuando lícitamente. El error de prohibición será ven-
cible o invencible dependiendo de las circunstancias de si pudo salir de su
error o le era imposible.
Luego, determinará si el agente pudo actuar o determinarse de modo
diferente al de cometer el delito.
I 896
Ofensas al pudor público
6. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
7, PENATIDAD
De ser encontrado responsable después del debido proceso, el agente
del delito de pornografía infantil que ha utilizado en la producción áe su
material adolescentes de 14 a 18 años de edad, será sancionado con pena
privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años y con ciento
veinte a trescientos sesenta y cinco días multa.
Cuando los menores usados en el marerial porno tengan una edad
menor de catorce años de edad, la pena será no menor de seii ni mayor de
ocho años y con ciento cincuenta a trescientos sesenta y cinco días multa.
Fn tanto que si se configuran las agravantes previstas en el tercer
párrafo del artículo 183-A, la pena privati'a de liberiad será no menor de
ocho ni nr¿vor de doce ¡ños.
Finalmente, se prer'é que de ser el caso, el agente será inhabilitado
conforme alartículo 36 incisos 1),2), a) y 5).
897 a
Capítulo Xll
DISPOSICION COMUN PENALIDAD
DEL COMPLICE PR¡MARIO
1. PRECEPTO PENAL
El artículo 184 del Código Penal recoge los supuestos de los partíci-
pes primarios en la comisión de los delitos recogidos en el capítulo IX, X y
XI, en los términos siguientes:
2. HERMENÉUTICAJURíDICA
Es lugar común en la doctrina peruana afirmar que el presente dispo-
sitivo penal no tiene ninguna finalidad práctica en la realidad toda vez que
carece de sentido. Tal circunstancia está debidamente prevista en la primera
parte del Código Penal que regula la parte general del derecho penal, es-
pecíficamente en el artículo 25. El legislador, en forma innecesaria ha rei-
terado que cuando el cooperador se encuenrre en complicidad primaria o
esencial, será merecedor a la misma pena impuesta a los autores del delito.
La única explicación razonable que puede encontrarse para esre pre-
cepto penal constituye el interés que puede haber tenido el legislador para
prever en forma taxati\¡a y clara, que ante un hecho real y concreto de aten-
tado contra la libertad sexual, donde hava participado algún familiar de la
víctima o alguna persona con abuso de autoridad, encargo o confianza, el
juzgador deberá imponer la nisrna pena que a los autores. Según el con-
tenido de la norma penal, ante un hecho concreto, el juzgador no podrá
899 I
Ramiro Salinas Siccha
I 900
Título V
DELITOS CONTRA
E,L PATRIMONIO
@
1. EL PATRIMONIO EN EL DERECHO PRIVADO Y SU REPERCUSIÓN EN EL
DERECHO PENAL
yld Roy FREYRE, 1 983, p. 1 8 y con mayor amplitud, RoJAs VARGAS, 2000, pp. 38 y ss
903 I
Ramiro Salinas Siccha
r 904
Delitos contra el patrimonio
905 ¡
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907 a
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I 908
Delitos contra el patrimonio
909 I
Ramiro Salinas Siccha
Con lo expuesto hasta aquí queda claro que los bienes para ser ob jeto
de tutela penal deben ser susceptibles de valoración económica. Quedan
fuera de tutela punitiva todos aquellos bienes sin relevancia económica, así
parala persona tengan el máximo valor sentimental e incluso sirvan para
su desarrollo normal de su personalidad. En efecto, "las cosas con exclu-
sivo valor afectivo (fotografías, imágenes, cabellos del ser amado, hojas de
un árbol exótico, recuerdos de un viaje por el Cusco, cenizas del familiar
cremado, etc.) y desprovistos objetivamente de valoración pecuniaria en el
táfico comercial-industrial-financiero, carecen de interés para el derecho
penal en cuanto ob.ietos físicos de tutela penal, no integrando el concepto
de patrimonio y por lo mismo no son susceptibles de constituir objeto
material de los delitos patrimonials5"(1188).
Esta conclusión vale para nuesrro sistema jurídico penal hasta por
dos argumentos:
Primero, por el hecho de que para entender los delitos patrimoniales
previstos en nuestro Código Penal se adopta como base la concepción
mixta respecto del patrimonio, esro es, se entiende por patrimonio,
en sentido genérico, todo bien susceptible de valoración económica y
reconocido por el derecho. Todo bien que no puede ser valorado eco-
nómicamente ni reconocido por el derecho, queda fuera del concepto
penal de patrinronio.
911 I
Ramiro Salinas Siccha
I 912
Delitos contra el patrimonio
de.que, por ejemplo, nos parece injusto que se impongan rres años de pena
privativa de libertad a un sujeto que con la ayudad. otlro y aprovecharrio l"
noche, hurtó de su vecino dos pátos cuyo v"lo, no llega'a c'i.rcrr"rrta sol"s;
sin embargo, ello no debe llevarnos a desconocer el piincipio de legalidaá
al que debe ceñirse el operador jurídico en mareria pÉrral. '
Ello no es óbice para propon er de lege ferenda que en el futuro, el
legislador tenga en cuenta en el momento hisiórico deiipificar los delitos
c.ontra el patrimonio, indicar un monto mínimo del objeto material del
delito(l1e2). Pues resulta inicuo y exagerado con el .o.rr..r..r,e perjuicio
económico que se ocasiona al Estado, ventilar todo un proceso p."ál po,
estafas, apropiaciones ilícitas, hurtos agravados, hurtos i" ,rro, .i.., ,otr.
bienes de insignificante valor económño. Seguir acruando como se viene
hac.iendo.en la tipificación de los delitos .onti, el patrimonio, pone en tela
de juicio los principios rectores que susrentan el derecho p..r"i contempo-
ráneo denominados de lesividad, proporcionalidad y de witima ratio.
913 I
Capítulo I
H URTO
Subcapítulo 1
Hurto simple
1. TIPO PENAL
915 I
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El antecedente más reciente del artículo 185 del Código Penal de
1991 viene a ser el artículo 237 del Código de 1'924.Aun cuando el conte-
nido aparentemente es el mismo, no le faltarazón al profesor Rojas Var-
gas(1le3)cuando indica que de la comparación entre la redacción de los mo-
delos 1924 y 1,99I puede advertirse que el legisladorpenal de l99l realizó
dos modificaciones de importancia al modelo de 1'924: a) cambia la decli-
nación futura condicional del verbo "se apoderase" por una presentación
en presente del mismo "se apodera"; y b) varíala ubicación del elemento
finalístico "para obtener provecho", que queda a continuación del sujeto
indeterminado, con la frase "el que para obtener provecho".
Actualmente se entiende que se configura el delito de hurto deno-
minado simple o básico cuando el agente se apodera ilegítimamente de un
bien mueble total o parcialmente ajeno, sustrayéndole del lugar donde se
encuentra con la finalidad de obtener un provecho económico, siempre y
cuando no haya utilizado violencia o amenaza contra las personas. Lo pri-
mero que salta al entendimiento es la concurrencia de tres verbos rectores
que caracterizan al delito de hurto básico: apoderar, substraer y aprovechar.
Si alguno de estos verbos falta en determinada conducta que lesiona el pa-
trimonio de la víctima, aquella no constituirá hurto.
El no uso de violencia o amenaza contra las personas, constituye ca-
racterística fundamental del hurto que lo diferencia en forma nítida del
ilícito denominado robo.
La jurisprudencia nacional, aun cuando existen excepciones de con-
fundir los conceptos, ha interpretado correctamente este aspecto. En efec-
to, en la resolución superior del 2 de setiembre de 1997, Expediente N"
I 916
Hurto
917 a
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I 918
Hurto
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921 a
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4 922
Hurto
923 a
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(1214) Con más amplitud, PEÑA CABRERA, 1 993, p. 35 y RoJAs VARGAS, 2000b, p. 1 42.
(I215) EXPEdiENtE NO 858.98-L¡MA, EN ROJAS VARGAS/BACA CABRERA/NEIRA HUAMAN, 1999, P.257.
,
4 924
H urto
(r216) Ello se desprende de la ¡nterpretación del artículo 4o inciso 1 del Decreto Legislativo No
1 084 que establece: "La presente Ley tiene por objeto establecer el mecanismo de ordenamiento pes-
quero aplicable a la extracción de los recursos de anchoveta y anchoveta blanca (engraulis ringensy
anchoa nasusl destinada al Consumo Humano lnd¡recto, con el fin de mejorar las condiciones para su
modernización y eñciencia; promover su desarrollo sostenido como fuente de alimentación, empleo e
ingresos; y, asegurar un aprovechamiento responsable de los recursos hidrobiológicos, en armonía con
la preservación del medio ambiente y la conservación de la biodiversidad. De manera complementaria
se aplicarán a la extracción del recurso de anchoveta otras medidas de ordenamiento pesquero con-
templadas en la Ley General de Pesca'i
925 f
Ramiro Salinas Siccha
Aquí se prevé que cuando el valor del bien objeto de una conducta
regulada en el tipo penal del artículo 185 del C.P no sobrepase una remu-
neración mínima vital, estaremos ante lo que se denomina faltas contra
el patrimonio y en consecuencia no habrá delito de hurto. En suma, solo
habrá hurto simple cuando el valor del bien mueble sea mayor de una re-
muneración mínima vital. En la praxis judicial, cuando estamos ante casos
en los que es poco difícil establecer el valor del bien hurtado, se recurre a
los peritos valorizadores.
Resulta importante deiar establecido que si al momento de consu-
marse o perfeccionarse el delito, el valor del bien sobrepasaba una remune-
ración mínima vital, y en la investigación o antes de la sentencia, el valor del
bien se deprecia o reduce y alcanzaun valor por debajo del mínimo exigido,
el hecho se convertirá en faltas contra el patrimonio.
11)17\ PEÑA CABRERA, 1993, p. 26; RoY FREYRE, 1 983, p. 52; BRAMoNT.ARIAS ToRRE5/GARCIA CANTI_
ZANO, 1 997, p. 294; PAREDES INFANZÓN, 1 999, p. 42; VARCAS ROJAS, 2000b, p. 1 45; VTLLA SrEtN, 2001, p. 35.
| 926
Hurto
Refuerza esta tesis el artículo 91,2 deI Código Civil, el mismo que
prescribe "el poseedor es reputado propietario, mientras no se pruebe lo
927 a
Ramiro Salinas Siccha
En esa lógica, no podrán ser sujetos activo, del delito de hurto los
propietarios totales de sus bienes. Si llega a determinarse que la sustracción
laharealizado el propietario del bien a un posesionario, por ejemplo, no
será auror del deliio de hurto, sino del delito de apropiación ilícita, como
tendremos oportunidad de saber más adelante cuando analicemos las mo-
dalidades delictivas de esta figura penal.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la redacción del delito que venimos realizando por hermenéutica
jurídica, sin problema se concluye que se trata de un injusto penal neta-
mente doloso, es decir, el agente debe actuar con conocimiento y voluntad
de realizar los elementos objetivos típicos, tales como apoderarse ilegíti-
mamente de un bien total o parcialmente ajeno, sustrayéndole de la esfera
de dominio de la víctima con la finalidad de obtener un provecho económi-
co. No cabe la comisión culposa.
I 928
Hurto
3.1. Provechoeconóm¡co
Como ya se mencionó la frase "para obtener provecho" que da inicio
a la redacción del arrículo 185 del Código Penal, represenra un elemento
subjetivo importante del delito de hurto. Sin su presencia, no aparece el de-
lito. Este elemento subjetivo que normalmente en doctrina se rotula como
"ánimo de lucro" o "ánimo de obtener provecho económico indebido",
refuerza ¿l dolo del agente.
Este elemento subjetivo adicional del dolo se configura como la si-
tuación subjetiva del agente que le mueve a rea.lizar todos los elementos
objetivos para encontrar satisfacción final. En otros términos, constiruye
la finalidad que persigue el agente del hurto, esro es, el sujeto activo actúa
929 a
Ramiro Salinas Siccha
I 930
H urto
4. ANT¡JURIDICIDAD
Bien sabemos que la antijuridicidad es de dos clases: formal, definida
como la simple verificación que la conducta típica contraviene al ordena-
miento jurídico, es decir, consiste en la verificación que la conducta típica
no cuenta con norma permisiva ni concurre causa de justificación alguna.
Material, consiste en la verificación si la conducta típica ha puesro según
sea el caso, en peligro o lesionado un bien jurídico protegido.
5. CULPABILIDAD
Después de verificar que estamos frente a un injusto penal (conducta
típica y antijurídica), corresponde al operador jurídico determinar si tal
conducta es atribuible o imputable al agente. En esta etapa del análisis, co-
rresponde verificar si el agente de la sustracción ilegítima del bien mueble
es mayor de 18 años y no sufre de grave anomalía psíquica; además se ve-
rificará que aquel agente al momento de acruar conocía perfectamenre que
su conducta era antijurídica, es decir, que estaba prohibida por el derecño;
caso contrario, si se verifica que el agente no conocía que su conducta esta-
ba prohibida, pues tenía la firme creencia, por ejemplo, que podía susrraer
bienes muebles de la víctima p^ra hacerse pago de una deuda que esta le
tenía, la conducta no será atribuible al agente, pues estaremos frente a un
931 I
Ramiro Salinas Siccha
6. CONSUMACTÓN
a 932
Hurto
933 I
Ramiro Salinas Siccha
ella, lo que en autos se encuentra probado, pues los procesados tenían la to-
tal disponibilidad del bien mueble, no importando si se llegó o no a obtener
efectivamente el provecbo ni la forma de materialización, pwes el tipo descrito
en el norma penal no exige que se haya efectivizado el proaecbo, sino que la
finalidad perseguida por el agente sea obtenerlo que el mismo se cwmple desde
el momento en que el swjeto activo del delito tiene la disponibilidad del bien
mweble sobre el cual recayó la acción"(228).
r 934
Hurto
7. TENTATIVA
8. PENALIDAD
De configurarse los supuestos previstos en el artículo en comentario,
la pena privativa de libertad que se impondrá al acusado oscila entre uno y
tres años.
935 r
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 2
Hurto agravado
1. TIPO PENAT
Es común que los códigos penales de la cultura romano occidental
regulen junto al hurto simple, el hurto agravado, es decir, hurtos con agra-
lr"irt.r en razón a circunstancias de modo, lugar, tiempo, utilización de
medios, etc., o hurtos calificados en atención a la calidad del sujeto activo o
a las características de la víctima. El Código Peruano regula una lista de cir-
cunstancias agravantes que aumentan la ilicitud del hurto, y por tanto' me-
recen sanciones más severas. En efecto, el artículo 186 del código Penal,
modificado por Ley N" 26319, del 1 de junio de 1994, y luego la Ley N"
28848, del Zl de julio de 2006, aumentaron las circunstancias agravantes'
En esa misma línea, el legislador, con la Ley N" 29407, del 18 de setiembre
de 2009, volvió ampliar las agravantes. Finalmente, Por laLey N" 29583,
del tg de setiembre de 2010, se incluyó una agravante más al delito de hurto
agravado, quedando el contenido del artículo 186 del Código Penal como
srgue:
2. Durante la nocñe.
3. Mediante destreza, escalamiento, destrucción o rotura de obstáculos.
4. Con ocasión de incendio, inundación, naufragio, calamidad pública o
desgracia particular del agraviado.
5. Sobre los bienes muebles que forman el equipaje de viajero.
6. Mediante el concurso de dos o más personas.
La pena será no menor de cuatro ni mayor de ocho años si el hurto es
cometido:
1. Por un agente que actúa en calidad de integrante de una organización
destinada a perpetrar estos delitos.
2. Sobre bienes de valor científico o que integren el patrimonio cultural
de la Nación.
3. Mediante la utilización de sistemas de transferencia electrónica de
fondos, de la telemática en general o la violación del empleo de claves
Secretas.
4. Colocando a la víctima o a su familia en grave situación económica.
5. Con empleo de materiales o artefactos explosivos para la destrucción o
rotura de obstáculos.
r 936
Hurto
2, TIP¡CIDAD OBJETIVA
Objetivamente para esrar anre una figura delictiva de hurto agrava-
do, se requiere la presencia de la totalidad de elemenros rípicos del hur-
to básico, menos el elemento "valor pecuniario" indicado expresamente
solo para el hurto simple por el artículo 444 del Código Penal. Se exige
sustracción del bien de la esfera de protección de su dueño o poseedor;
apoderamiento ilegítimo del bien por parre del sujeto acrivo; bien mueble
total o parcialmente ajeno con valor patrimonial, la finalidad de obtener un
provecho indebido que debe inspirar al agente y el dolo. La interpretación
jurisprudencial tiene claro tal supuesro. La sala Penal de Apelaciónes de la
Corte Superior de Lima, por resolución del 11 de junio de 1998, afirma:
"q_ue el tipo penal define el delito de hurto agraaado y exige como presupuesto
objetiaos: la preexistencia de un bien mueble; qwe el agen-te se ap;dere ltrgítt-
mamente de un bien mweble para obtener wn pro,uecho; que exiia swstraciión
del bien del lwgar donde se encuentre; qwe dicbo bien sei total o parcialmente
ajeyto,; además del elemento swbjetfuo del dolo, es decir la concieicia y oolun-
tad. de la realización de todos los elementos objetiaos y ánimo de lucroD(1232).
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I 938
Hurto
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I 940
Hurto
b. Durante la nocbe
Constituye agravante el realizar o ejecutar el hurto aprovechando la
circunstancia de la noche, entendida como el lapso en el cual falta sobre el
horizonte la claridad de la luz solar. Así el horizonte esté iluminado por
una hermosa luna llena o por efectos de luz artificial, la agravante igual
se configura. El agente debe buscar la noche para realizar su accionar de
sustracción ilegítima de bienes, pues sabe que Ia protección de los bienes
por parte de la víctima se ha relajado y que tendrá mayores posibilidades de
consumar su hecho y no ser descubierto.
Es común sostener que el fundamento político criminal de esta agra-
vante radica en que la noche es un espacio de tiempo propicio para come-
ter el hurto, al presuponer la concurrencia de los elementos: oscuridad,
mínimo riesgo para el agente y facilidad mayor para el apoderamiento al
relajarse las defensas sobre los bienes por parte de la víctima y presuponer
condiciones de mejor ocultamiento para el sujeto activo del delito(123e).
La frase "durante la noche" debe entenderse desde un criterio gramati-
cal, esto es, en su sentido cronológico-astronómico; de ningún modo puede
alegarse para el derecho penal peruano, que esta agravante encuentra su ex-
plicación en un criterio teleológico funcional, esto es, buscando la finalidad
político criminal de la norma penal. Creemos que no es posible hacer un
hibrido entre el criterio gramatical y el teleológico para tratar de entender la
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a 944
Hurto
945 I
Ramiro Salinas Siccha
La destrucción o rotura de las defensas del bien objeto del hurro de-
ben ser realizadas con dolo por parte del agente, esto es, deben ser ocasio-
nados con intención. Si llega a determinarse que la rotura o destrucción se
debió a negiigencia, caso fortuito o a la poca resistencia de la defensa, las
agravantes no aparecen.
El inciso cuarto del artículo 186 del código susrantivo recoge hasta
cinco modalidades o circunstancias que agravan la figura del hurto. La doc-
a 946
Hurto
947 a
Ramiro Salinas Siccha
t 948
Hurto
949 a
Ramiro Salinas Siccha
Viajero es toda persona que por razones diversas (visita familiar, tu-
rismo, ,rÉgocior, t.ab"jo, etc.) y en consecuencia llevando equipaje, sale del
ámbito de"su morada o domicilio habitual y se desplaz a geográficamente de
un lugar a otro, utilizando para tal efecto algún medio.de transporte ade-
cuado e incluso caminado. Se entiende que el viajero debe tener cierta per-
manencia en el trayecto. Asimismo, tendrá condición de viajero la persona
desde que sale de su domicilio con su equipaje, hasta llegar a su destino
final asi en el trayecto realice escalas propias del viaie(tzs+).
En esta línea del razonamiento, para estar ante la agravante es nece-
sario el desarraigo de la víctima del ámbito de su domicilio habitual para
trasladarse a otro lugar. Si no hay desarraigo, así la persona lleve equipaje
no es considerado viajero para el derecho penal. En efecto, no es viajero
aquella persona que de Anión, viene alJirón de la unión en el centro de
Lima y efectúa lá compra de diversas prendas de vestir llevándolas en un
-aletin. No hay agravante si a esta persona que fue de compras le sustraen
el maletín dn."ttt. el viaje que realizó del centro de Lima al balneario de
Ancón. El hecho será hurto que muy bien puede agravarse por otras cir-
cunstancias (concurso de dos o más personas), pero nunca por la circuns-
tancia en análisis.
Teniendo claros tales presupuestos, la agravante se configura cuando
el agente sabiendo que su víctima es un viajero, ilícitamente le. sustrae y se
,poá.r, de su equipaje. Es indiferente si la sustracción se realizó en pleno
viaje o cuando li víctima estaba descansando por una escala que tuvo que
realtzar durante el viaje o cuando está ingiriendo sus alimentos, etc. Lo
importante es verificar que la víctima estaba en trayecto a su d_estino fijado.
Asimismo, el sujeto activo puede ser cualquier persona, pudiendo ser un
tercero, otro viajero o el conductor del medio de transporte.
El fundamento de la agravante radica en la exigencia de mayor tutela
del Estado sobre los bienes de personas en tránsito, en lugares probable-
mente extraños a ellas y acaso tutelar sl ¡u¡i5rns(125s).
I 950
Hurto
951 I
Ramiro Salinas Siccha
(1260) RoJAsVARGAS,2000b,p.250.
r 952
Hurto
953 t
Ramiro Salinas Siccha
I 954
Hurto
9s5 r
Ramiro Salinas Siccha
I 956
Hurto
(1266)
BRAMONT-ARIAS TORRE5, 1 997, p. 68.
11 267) RoJAs VARGAS, 200ob, p.282.
0 268) BRAMoNT-AR|A5 ToRREs, 1 997, p. 1 2.
957 l
Ramiro Salinas Siccha
I 958
Hurto
(1271t RoJASVARGAs,2000b,p.2g6.
959 I
Ramiro Salinas Siccha
I 960
Hurto
961 I
Ramiro Salinas Siccha
(1 276)
Véase la exposición de motivos del proyecto de Ley No 3240/2008-CR, presentado al Con,
greso el 07 de mayo de 2009.
(1 277)
Véase la exposición de motivos del proyecto de Ley N" 308 1 /2008-CR, presentado a I Con-
greso el 1 1 de marzo de 2009.
4 962
H urto
963 I
Ramiro Salinas Siccha
justificación racional, rompe con el derecho penal de acÍ.o para dar paso al
derecho penal de autor que con razón Rojas Vargatltz80) afirma, es repudia-
ble al igual que la responsabilidad objetiva como forma de imputación por
contravenir los principios que rigen el derecho punitivo contemporáneo.
Exige la concurrencia de dos elementos: Primero, el agente debe ac-
tuar en calidad de jefe, cabecilla o dirigente de una organización delictiva;
y, segundo, esta organización debe estar destinada o debe tener como acti-
vidad o finalidad la comisión de delitos contra el patrimonio. Para determi-
nar si estamos ante una organización delictiva, el operador jurídico deberá
verificar si esta tiene cierta permanencia en el tiempo y existe separación de
funciones o roles entre sus integrantes. No necesariamente se exige que la
organización tenga una especie de estatuto o reglamento interno de cum-
plimiento obligatorio, sino por la forma de comisión reiterada de hechos
parecidos, sus propios integrantes identifican al jefe, cabecilla o dirigente.
El agente será identificado como tal y será merecedor a la sanción prevista
cuando concurre la agrar.ante en comentario, siempre que actúe liderando
una organización de tres o más personas cuya finalidad sea cometer hurtos.
Con tal razonamiento, no compartimos el criterio rígido expresado
por Rojas Vargas(l2sl) al definir como jefe a quien tiene la máxima prerroga-
tiva o jerarquía dentro de la organización delictiva; dirigente, en cambio, es
quien desde roles definidos y precisos conduce orgánicamente las acciones
delictivas, por lo general, en relación de subordinación al jefe' La organi-
zación puede tener varios dirigentes según áreas o zonas; y, será cabecilla,
quien cumple funciones de liderazgo en determinados actos delictivos, pu-
diendo haber sido nominado por el jefe o dirigente o surgir producto de los
hechos. Pues estos rótulos varían dependiendo de qué tipo de organización
se trate. Sin duda, si solo se tratara de bandas, lo expresado por el citado au-
tor tendría perfecta cabida, sin embargo, como ha quedado establecido, el
legislador al referirse a organizaciones, ha tratado de englobar a todo tipo
de grupos que se dedican a cometer delitos contra el patrimonio. Grupos
que por ejemplo, en lugar de jefe tienen cabecilla.
La agravante complementa la hipótesis prevista en el inciso 1 de la
segunda parte del tipo penal del artículo 186 del C.P, en el sentido de
que aquel supuesto prevé la conducta del integrante de la orgamzación,
en tanto que esta prer'é la conducta del líder de la organización. En con-
secuencia, según la condición del agente dentro de la organización se le
a 964
Hurto
3. PENALIDAD
De presentarse cualquiera de las hipótesis previstas en los primeros
seis incisos del artículo 186, la pena será privativa de libertad no menor de
tres ni mayor de seis años. En tanto que si se presentan los supuestos de
los cinco siguientes incisos la pena será privativa de libertad no menor de
cuatro ni mayor de ocho. Mientras que si se verifica la concurrencia de la
agrayante prevista en la última parte del artículo 186, la pena privativa de
libertad será no menor de ocho ni mayor de quince años.
Subcapítulo 3
Flacer dispositivos para asistir a la decodificación
de señales de satélite portadoras de programas
1. TIPO PENAL
Este es un delito nuevo incorporado en nuestro texto punitivo, cuyo
origen lo encontramos en la firma del TLC con Estados Unidos. Es con
el objetivo de implementar el Acuerdo de Promoción Comercial de Perú
con los Estados Unidos, firmado el tZ de abril de 2006 y modificado por el
protocolo de enmienda, que se presentó ante el Congreso de la República
un proyecto de ley para tipificar algunas conductas penales.
No obstante, existía con anterioridad la obligación del Estado de le-
gislar sobre la materia de distribución de señales portadoras de programas
transmitidos por satélite. En efecto, en mayo de 1974, se firmó el "Convenio
sobre la distribución de señales portadoras de programas transmitidos por
satélite"(1282) (Convenio de Bruselas) por las Naciones Unidas, en cuyo
artículo 2 se prescribió que cada uno de los Estados contrarantes se obli-
gaban a tomar todas las medidas adecuadas y necesarias para impedir que
en o desde su territorio se distribuya cualquier señal portadora de un
programa por un distribuidor a quien no esté destinada la señal, si esta ha
sido dirigidahacia un satélire o ha pasado a rravés de un satélite.
(r282) La adhesión del Perú se aprobó mediante la Resolución Legislativa N.23979, publicada
en EI Peruano el 3 de noviembre de 1 984.
965 I
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
De la redacción del contenido del artículo 186-A, se advierte que
prevé varias conductas punibles. Esto es así debido a que tenemos varios
verbos rectores, que representan conductas punibles independientes una
de otras; incluso son hasta excluyentes. De modo que ahora tenemos las
siguientes modalidades de hurto agravado:
1. Una primera conducta punible se perfecciona cuando el agente fabri-
ca o hace, sin la autorizacíón del distribuidor legal de dicha señal, un
dispositivo o sistema tangible o intangible, cuya función principal es
asistir en la decodificación de una señal de satélite codificada porta-
dora de programas.
2. Otro hecho punible se configura cuando el agente ensambla un dis-
positivo o sistema tangible o intangible, cvy^ función principal sea
(r283) Así se expone en la exposición de motivos del proyecto de Ley N" 2959l2008-PE, ingresa-
do al Congreso el 9 de enero de 2009.
I 966
Hurto
967 a
Ramiro Salinas Siccha
T 968
H urto
4. SUJETO ACTIVO
5. SUJETO PASIVO
6. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la redacción del delito que venimos realizando, sin problema se
concluye que se trata de un injusto penal netamente doloso, es decir, el
agente debe actuar con conocimiento de realizar los elementos objetivos
típicos. No cabe la comisión culposa.
969 r
Ramiro Salinas Siccha
legal de dicha señal, se exige la concurrencia del dolo así como la concurrencia
de un elemento subjetivo adicional: ánimo de lucro. De esa forma, se excluyen
las modalidades del dolo indirecto y evenrual.
7. CONSUMACIÓN Y TENTATIVA
8. PENALIDAD
El sujeto activo de ser encontrado responsable penalmente. Luego
del debido proceso, será merecedor de una pena privativa de libertad que
oscila entre 4 y 8 años v con noventa a ciento ochenta días multa.
Subcapítulo 4
Hurto de uso
1. TIPO PENAL
a 970
Hurto
2. TIPICIDAD OBJETIVA
En doctrina se le conoce como furtum usus. La figura delictiva se per-
fecciona cuando el agente indebidamente substrae un bien mueble para ser-
virse de él en la satisfacción de una necesidad con el firme propósito de luego
devolverlo. El propósito de usar el bien implica siempre el de obtener de él
un provecho(1285).
El hurto de uso se perfecciona o consuma cuando el agente ilícitamen-
te sustrae un bien mueble ajeno con la finalidad de utilizarlo (sacarle prove-
cho) momentáne^ o temporalmente y después lo devuelve al sujeto pasivo.
Si bien el hurto de uso tiene características similares del hurto simple, regula-
do en el artículo 185 del Código Penal, también tiene elementos propios que
le otorgan autonomía normativa e independencia hermenéutica jurídica. En
efecto, los elementos: devolver el bien después de sacarle provecho, la inten-
ción de no querer quedarse definitivamente con el bien, solo se produce en
bienes totalmente ajenos y no requerirse monto mínimo en el valor del bien,
se constituven en características propias del hurto de uso que 1o diferencian
totalmente del hurto simple.
No obstante, con el desaparecido Raúl Peña Cabrera(12s6) podemos
concluir que la distinción entre hurto simple y de uso se hace más evidente
con el elemento subjetivo. Mientras que en el hurto simple el auror se apo-
dera del bien con ánimo de lucro, es decir, con la intención de obtener una
ventaja patrimonial con la apropiación del bien, en elhurto de uso, el autor
obra sin ánimo de apoderarse del bien para sí, esro es, sin querer obtener
una ventaja económica con la incorporación del bien al propio patrimonio,
sino trata de obtener una ventaja patrimonial solo con el uso del bien ajeno
para después regresarlo alpatrimonio del sujeto pasivo.
Ahora, veamos pedagógicamente en qué consiste cada uno de los ele-
mentos típicos objetivos del hurto de uso:
971 l
Ramiro Salinas Siccha
2.2. Mínimoapoderam¡ento
Se configura cuando el agente después de sustraer el bien ajeno, lo in-
gresa a su esfera de dominio y tiene la posibilidad concreta de hacer uso del
mismo. Igual como hemos dejado establecido para el hurto simple, si no
hay posibilidad mínima de usar el bien, todavía no habrá apoderamiento.
a 972
Hurto
973 l
Ramiro Salinas Siccha
no) en el hurto de uso el bien tiene que ser solo ajeno. No hay hurto de uso
sobre bienes parcialmente ajenos, puesto que si el autor de la sustracción
es copropiet"iio d.l bien, significa que tiene la facultad de usar el bien; en
.onré.rá.r.ia, al usarlo momentáneamente estaría materializando aquella
facultad. Que haga un uso excesivo no configura el hurto en hermenéutica.
I 974
Hurto
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Se trata de un delito netamente doloso, es decir, el agente debe tener
conocimiento y voluntad de sustraer ilícitamente un bien ajeno. Pero además,
subjetivamente deben concurrir dos elementos trascendentes: el animus de
obtener un provecho económico indebido; y segundo, la intención firme por
parte del agente de devolver o regresar el bien al patrimonio del sujeto pasivo.
A este elemento subjetivo especial, se le conoce como el animws reddendi, es
decir, ánimo is isvslvs¡1tzrl¡.
Si se verifica gue en un hecho concreto, el agente no tenía la con-
vicción de devolver el bien después de usarlo temporalmente, y solo lo
devolvió porque le obligaron a hacerlo, el delito en interpretación no se
configura. Tipificándose tal hecho en el hurto simple.
4. ANTIJURIDICIDAD
El hurto de uso aparece, siempre y cuando, el agente con conoci-
miento y voluntad sustraiga en forma ilícita v use temporalmente el bien
objeto de la conducta. Por ejemplo, el conocimiento y voluntad abarca
t12s2) y,d. PEñA CABRERA, 1993, p. 56; ERAMoNr-ARtAs ToRRES/GARCÍA CANTIZANo, 1997, p.3O3;
RoJAs VARGAS, 2000b, p. 31 2.
975 a
Ramiro Salinas Siccha
5. CULPABILIDAD
lJna vez que se verifica que la sustracción ha sido ilícita o ilegítima'
correspond erá al operador jurídico-penal determinar si aquella conducta es
imputible personalmente al agente. Esto es, si aparecen los elementos que
.onfo.-"n lo que se denomina culpabilidad. En efecto, en esta etapa del
análisis de la conducta se determinará si el agente es mayor de 18 años v no
sufre anomalía psíquica. Acto seguido, deberá determinarse si el agente del
hurto de.rto .otto.í" la ilicitud de su acto v finalmente, determinar si pudo
actuar de modo distinto a la comisión del hecho punible.
Si llega a verificarse, por ejemplo, que ei agente actuó creyendo que
tenía derecho a hacer uso del bien, estaremos ante un error de prohibición
y, por tanto, en aplicación del segundo párrafo del artículo 14 del C.P, la
.ondrr.t" típica y antijurídica será no culpable teniendo en cuenta que no
hay delitos contra el patrimonio a título de culpa.
6. TENTATIVA
7. CONSUMACIÓN
f 976
Hurto
8. PENALIDAD
El autor del delito de hurto de uso será merecedor de pena privativa
de libertad no menor de dos días ni mayor de un año.
977 a
Capítulo ll
ROBO
Subcapítulo 1
Generalidades
Antes de analizar los supuestos delictivos del robo nos parece nece-
sario exponer brevemente las teorías que se han planteado en doctrina para
explicar Ia naturaleza jurídico-legislativa de la figura delictiva de robo. Así
tenemos tres teorías:
979 a
Ramiro Salinas Siccha
(r2es) Expediente N.2435-99-Huánuco, en Revista Peruana de Jurisprudencia, Año ll, N" 3, Tru-
jillo, 2000, p. 343. lgual razonamiento se reproduce en la Ejecutoria Suprema de 9 de junio de 2004,
Expediente N.253-2004- Ucayali, en CASTILLo ALVA, 2006c, p. 1 60.
(12ss) R.N.N.8l3-2008-LaLibertad,SegundaSalaPenalTransitoria,enREÁTEGUlSANCHEZ,2010,
p.257.En la misma línea jurisprudencial, la ejecutoria del 22 de abril de 2008 en el R.N. No 675-2008-Lam-
bayeque (en REÁrEGUI SÁNcHEz, 2O1 0, p. 266').
T 9BO
Robo
981 I
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 2
Robo simple
1. TIPO PENAL
El antecedente dei tipo básico de robo del artículo 288 del Código
Penal vigente lo constituye el artículo 237 del Código Penal de 1924 que
define al hurto concordado con el primer párrafo del artículo 239. El rcx-
to original ha sido objeto de modificación, pero solo referente al quan-
tum de la pena, por la Ley No 2631,9, por el Decreto Legislativo N' 896 y
finalmente por la Ley N" 27472,publicada el 5 de junio de 2001, quedando
el texto del tipo penal redactado del modo como sigue:
I 982
Robo
2. TIPICIDAD OBJETIVA
En la ejecutoria vinculante del 2004 se ha establecido; "El delito de
robo consiste en el apoderamiento de wn bien mueble, con animus lucrandi, es
decir de aprovecltamiento y swstracción del lwgar donde se encuentre, siendo
necesario el empleo de la aiolencia o amenaza por parte del agente sobre Ia
aíctima (vis absoluta o vis corporalis y vis compulsiva), destinadas a posi-
bilitar la swstracción del bien, debiendo ser estas actwales e inminentes en el
momento de Ia conswmación del e,uento y graaitar en el reswltado-(ia2\.
De ese modo, la conducta del robo simple se configura cuando el
sujeto activo con la finalidad de obtener un provecho parrimonial, sustrae
para sí un bien total o parcialmente ajeno de modo ilegítimo, haciendo uso
de la violencia contra la persona o la amenaza con un peligro inminente
para su vida integridad física(1303). Pedagógicamente nuestra Corte Su-
.o
prema, por e;'ecutoria suprema del 8 de julio de 1999 ha expresado que: "el
delito de robo se configwra cuando existe apoderamiento ilegítimo por parte
del agente de wn bien mueble total o parcialmente ajeno, para aprox)ecltarse d.e
él swstrayénclolo del lugar en que se encuentra; constitwyendo modws operandi
del mismo, el empleo de la violencia contra la persona bajo amenaza de un
peligro inminente para su aida o sw integridad física, para lograr el desapo-
deramiento del bien mweble a efectos de qwe el agente logre tener disposiiión
sobre el bien, sin importar el fin o uso que le d¿ al mismo, ni el tiempo qwe
transcurra en sw órbita 6l¿ ¿6n¡ysl"(B0a).
El robo es un delito de apoderamiento medianre susrracción al igual
que el hurto, pero con empleo de violencia y/o grave amenaza sobre las
0302) R.N. No 3932-2004, Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, jurisprudencia
vinculante del 1 7 de febrero de 2005.
(1303) Cuestión parecida se regula en el sistema penal de
Alemania, pues el artículo 249 C.P.
alemán sanciona como autor de robo a'quien con vlolencia contra una persona o bajo empleo de ame-
naza con actual peligro para la integridad física y la vida, se apodere de una cosa ajena mueble en la
intensión de apropiársela antijurídicamente para sí o para un tercero (...)'i
(1304) Expediente No 2221 -99-Lima en Revista Peruana de Jurisprudencia, Año l, No 2, 1 999, p. 342.
983 T
Ramiro Salinas Siccha
T 984
Robo
985 I
Ramiro Salinas Siccha
I 986
Robo
Quedan fuera del concepro de bien mueble para efectos del derecho
punitivo, todos aquellos bienes muebles sin valor patrimonial.
Entendido el concepto de bien mueble en senrido amplio, comprende
no solo los objetos con existencia corporal, sino también los elementos no
corpóreos, pero con las características de ser medidos tales como la energía
eléctrica, el gas, el agua y cualquier orro elemento que tenga valor econó-
mico, así como el espectro electromagnético.
987 f
Ramiro Salinas Siccha
t 988
Robo
sulta necesario que la violencia recaiga sobre el sujeto pasivo del delito, ya
que puede dirigirse contra un tercero que trate de impedir la sustracción o
que pueda oponerse al apoderamiento. De ahí que lo fundamental sea que
la violencia se constituya en un medio paralograr el apoderamiento. Si no
se halla encaminada a posibilitar o facilitar el apoderamiento, no estaremos
ante el delito de robo". Rojas Vargas(1313), por su parte, enseña que la vio-
lencia es el uso manifiesto, explosivo -en menor o mayor grado- de la fuer-
zao energía física, mecánica, química y/o tecnolóeica de la que hace gala
el sujeto activo para anular, reducir o dificultar la capacidad de respuesta
de la víctima a efectos de efectuar la defensa de su patrimonio mueble. Las
diversas modalidades prácticas que puede asumir se dirigen así a frustrar o
imposibilitar la concreción de la voluntad de defensa de los bienes muebles
o a vencer reslstencras ante la acción ilícita de sustracción/apoderamiento
que ejecuta el agente del delito.
Por nuestra parte y sin desconocer la autoridad que tienen los con-
ceptos antes glosados, sostenemos que de la propia redacción del tipo pe-
nal se desprende que el primer elemento característico del robo lo cons-
tittrve la violencia. La violencia o fuerza física deviene en un instrumento
que utiliza o hace uso el agente para facilitar la sustracción y, por ende, el
apoderamiento ilegítimo del bien que pertenece al sujeto pasivo. Si en un
caso concreto que la multifacética realidad presenta, se evidencia que el uso
de la violencia no tuvo como finalidad el de facilitar la sustracción, sino
por el contrario tuvo otr¿l finalidad específica, no aparecerá el supuesto de
hecho del delito de robo.
Solo vale el uso de la violencia en el delito de robo cuando ella esté
dirigida a anular la defensa de sus bienes que hacen el sujeto pasivo o un
tercero v, de ese modo, facilitar la sustracción-apoderamiento por parte del
agente. La Corte Suprema por ejecutoria del 6 de junio cle 2000, ha indica-
do que: "para la configuración del delito de robo es necesario que exista una
vinculación tanto objetiva como swbjetiaa de l,t'zriolencia con el apoderanien-
to; ello irnplica, que su empleo haya sido el medio elegido por el dgente pdra
p erP etrarlo o con s olidaile "(1 3 14).
989 I
Ramiro Salinas Siccha
r 990
Robo
hechos- del bien del ámbito de dominio y control del propietario, donde
se suceden generalmente persecuciones policiales, tambiénÍrustraciones o
consumación del delito y cuadros de violencia en tal contexto.
En suma, en el Acuerdo Plenario N'3-2009/CJ-116, del t: de no-
viembre de 2009,Ios Vocales Supremos de las Salas Penales de la cortes
Suprema han establecido como jurisprudencia vinculante en la última parte
de su fundamento 1O lo siguiente: "En consecuencia, Ia oiolencia ,, iorro
cleterminante del desapoderamiento y está siempre orientada a newtralizar o
impedir toda capacidad de actwación anterior o de reacción concomitante de
la víctima qwe pweda obstacwlizar la consumación del robo. Ahora bien, cwal-
quier género e intensidad de piolencia física vis in corpore -energía física idó-
nea para vencer la resistencia de la r¿íctima- es penalmente relevante. Además,
ella puede ejercerse antes o en el desarrollo de la swstracción del bien mweble,
pudiéndose distinguir entre la violencia que es utilizada para consegwir k
fwga
y eoitar la cletención -que no modifica la naturaleza del delito de apodera-
miento conswmado con anterioridad.-; y la aiolencia qwe se emplea para con-
segwir el apoderamiento y la disponibilidad, la qwe conaierte típicimente un
aparente delito de burto en robo. Cabe precisar que en el primero de los casos
mencionados, no hay conexión instrumental de medio a fin entre la aiolencia
y la swstracción, pwes esta ya se había prodwcido. No obstante, el medio aiolen-
to se,aplica antes de que cese la acción contra el patrimonio y el aseguramiento
del bien en la esfera de d,ominio del agente aía el apoderamiento".
991 I
Ramiro Salinas Siccha
a ss2
Robo
993 I
Ramiro Salinas Siccha
a 994
Robo
(1322) RoJASVARGAS,2000b,p.390.
995 I
Ramiro Salinas Siccha
I 996
Robo
997 a
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
La tipicidad subjetiva del supuesto de hecho del robo comporta, igual
que el hurto, dolo directo, pero posee un ingrediente cognoscitivo-volitivo
mayor: el conocimiento por parte del sujeto activo que está haciendo uso
de la violencia o amenaza gr^ve sobre la persona y la voluntad de actuar
bajo tal contexto de acción, es decir, de utilizar tales medios para lograr o
facilitar el apoderamiento del bien mueble032e).
No obstant e, aparte del dolo directo, un elemento subje-
es necesario
tivo adicional, particular o específico como es el ánimo de lucro, esto es, el
agente actúa movido o guiado por la intención de sacar provecho del bien
mueble sustraído. Si en determinado caso concreto, el animus lwcrandi no
aparece) no se configura el hecho punible de robo.
4. ANTIJURIDICIDAD
La conducta típica de robo simple será antijurídica cuando no con-
curra alguna circunstancia prevista en el artículo 20 del Código Penal que
le haga permisiva, denominadas causas de justificación, como puede ser
la legítima defensa, estado de necesidad justificante, consentimiento vá-
t 998
Robo
5. CULPABILIDAD
La conduct a típica y antiiurídica del robo simple reunirá el tercer
elemento del delito denominado culpabilidad, cuando se verifique que el
agente no es inimputable, esto es, no sufre de anomalía psíquica ni es me-
nór de edad; después se verificará si el agenre conocía o tenía conciencia de
la antijuridicidad de su conducta, es decir, si sabía que su actuar era ilícito o
contra el derecho. Aquí perfectamente puede presentarse la figura del error
de prohibición, prevista en el artículo 14 del C.P, la cual ocurrirá cuando
el agente sustrae violentamente un bien que posee la víctima en la creencia
errónea que aquel bien es de su propiedad, o cuando el sujeto activo se apo-
dera violentamente de un bien mueble creyendo erróneamente que cuenta
con el consentimiento de la víctima.
El operador jurídico deberá verificar si el agente tuvo la posibilidad
de actuar de modo distinto a la de realizar la conducta de robo. Si por el
contrario, se determina que el sujeto activo no tuvo otra alternativa que co-
meter el robo como ocurriría, por ejemplo, cuando el agente actúa comPe-
lido o inducido por un miedo insuperable de un mal, no habrá culpabilidad
y, por tanto, la conducta concreta será típica, antijurídica, Pero no culpable
y, por tanto, no constituirá conducta punible.
999 I
Ramiro Salinas Siccha
igwal o mayor, siempre qwe: a) el miedo sea causado por estímulos externos al
qwe lo padece, b) debe ser insuperable, y c) debe tratarse de un mal igual o ma-
yor al que el autor ocasiona bajo el amparo del miedo"(331).
6, TENTATIVA
I 1000
Robo
1001 I
Ramiro Salinas Siccha
7, CONSUMACIÓN
I 1002
Robo
1003 I
Ramiro Salinas Siccha
r 1004
Robo
(1347) Segú n acta de la sesión del pleno jurisdicciona I de Jueces Su premos en lo penal, publica-
da en la página web del Poder Judicial. El acta fue firmada por los Jueces Supremos: Hugo Sivina Hurta-
do, Robinson Gonzáles Campos, César 5an Martín Castro, Eduardo Palacios Villar, José Lecaros Cornejo,
José Balcázar Zelada, Hugo Molina Ordóñez, Adolfo Barrientos Peña, CésarVegaVega y Hugo Príncipe
Trujillo.
(1 3481
R.N. No 8 1 3-2008-La Libertad, Segunda Sala Penal Tra nsitoria, en REATEGUI SANCHEZ, 201 0,
p.257 .En la misma línea jurisprudenc¡al, la ejecutoria del 22 de abril de 2008 en el R.N. N.675-2008-Lam-
bayeque y la ejecutoria del 05 de setiembre de 2007, R.N .No 501-2007-Piura.
1005 I
Ramiro Salinas Siccha
8. AUTORíAYPARTICIPACIÓN
Autor o agente será aquella persona que realiza todos los elementos
objetivos y subietivos de la conducta descrita en el tipo penal del artícu-
lo 188. Nuestra Corte Suprema, fundándose en la teoría del dominio del
hecho para definir alaautoría,por ejecutoria suprema del2 de octubre de
1,997, €n forma pedagógica enseña que: "en el proceso ejecwtivo del delito es
a.wtor y no cómplice, aqwel qwe ba realizado de propia mano todos los elemen-
tos objetivos y iwbjetivos qwi configwran el tipo, lo qwe permite afirmar a la lwz
de la-moderna teoría del dominio del becho, qwe el sentenciado ba sostenido
Ias riendas del acontecer típico o Ia dirección del acontecer, habiendo tenido a
la aez la posibilidad de eaiar el reswhado" (134e).
Idéntico razonamiento emplea la Sala Penal Permanente de la Su-
prema Corte cuando en la ejecutoria del 7 de junio de 2004 sostiene que:
zrrsrlto obvio qwe no pwede existir licitwd en una conducta cwando Io qwe se
pide es qwe se irttrrrpt, o golpee con un automóvil a los ocwpantes de wna
'motocicleA,
de abí qwe las alegaciones de inocencia del acwsado relatipas a
sw desconocimiento del propósito de los swjetos que particiParon en el robo no
reswltan aálidas para eximirlo de responsabilidad penal; por el contrario, los
perjudicados ban sido wniformes en sindicarlo como la persona que condwcía
-el
vehículo que colisionó con ellos y de donde descendieron los demás asal-
tantes, sitwaiión qwe determina qwe su particiPación fwe a título de coawtor al
baber actwado con total dominio del becbo delictivo al momento de sw per-
petración,
-roles
por cuanto además de ser planificado, existió wna distribwción de
en bise al principio de la diaüión funcional de trabajo, qwe genera lazos
de interdependencía entre los agentes"(150).
(r 34e)
Expediente No 4354-97 -Callao, en RoJAs VARGAS, 1999, p.159. Los m ismos argumentos se
reproducen en la ejecutoria suprema de 09 dejunio de 2004 en el Expediente N" 253-2004-Ucayali-Sala
Penal Suprema Transitoria.
(13s0) R.N.N.2¿K-2004,enCASTTLLOALVA,2006c, p. I79.
.
r 1006
Robo
9, PENALIDAD
El agente o autor de robo simple será merecedor de la pena privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años, según la última mo-
dificación del artículo 188, ocurrida por Ley N" 27472, publicada el 5 de
junio de 2001.
Subcapítulo 3
Robo agravado
1. TIPO PENAL
1007 I
Ramiro Salinas Siccha
por esra última ley fue modificado por el Decreto Leg.islatlvg N" 896 del24
á. -ryo de 1998, por el cual, recurriendo a la drasticidad de la.pena, el cues-
tio.rado gobierno Je aquellos años pretendió frenar la ola de robos agravados
que se hábía desetrcadenado en las grandes ciudades de nuestra patria- con
.lr.g..ro de los aires democráticos, el 5 de iunio de 2001 se publicó laLey
N" 17472,por la cual en su arrículo 1 se modificó lo dispuesto en el Decre-
to legislativo anres citado. El 3 de marzo de 2007, por Ley N" 28982, se ha
el contenido del inciso 5 del citado artículo 189 del Código Penal.
"-pñ"do
Finalmente, con el cuenro de proteger a los vehículos por Ley No 29407,
del tg de setiembre de 2009, el legislador ha vuelto a ampliar el contenido
del artículo 189 del Código Penal, así como a endurecer aún más las penas
previstas, quedando el mismo con el texto siguiente:
I 1OOB
Robo
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Se define al robo agravado como aquella conducta por la cual el agen-
te haciendo uso de la violencia o amenaza sobre su víctima, sustrae ,rn bi"rt
mueble total o parcialmente ajeno y se apodera ilegítimamente con la fi-
nalidad de obtener un provecho patrimonial, concurriendo en el accionar
alguna o varias circunstancias agravantes previstas expresamente en nues-
tro Código Penal. Existen hechos graves en los cuales el operador jurídico,
sin mayor problema puede calificar la concurrencia de circunstancias que
agravan al delito de robo. En efecto, en la ejecutoria suprema del 23 de
setiembre de 20ll(13s3) 5s precisa que: "de Ia acusación fiscal y la sentencia
impwgnada se dprecia qwe los hecbos fweron correctamente tipificados en el
artícwlo ciento ocltenta y ocbo del Código Penal concordante con el inciso wno
del segundo párrafo del artículo ciento ocbenta y nueue del Código Penal -y
awn cabía aplicar las agravantes de los incisos tres y cuatro del primer párrafo
y último párrafo del artícwlo ciento ochenta y nueue del Cadigo Penal, pues
actuó con sus coprocesados premwnidos cle armas de fwego y en calidad de inte-
grante de wna organización delictiaa o banda-, así como en el primer párrafo
del artícwlo trescientos diecisiete e inciso wno del attículo doscientos noventa
y ocho del Código swstantivo, pwes los becbos imputados consistieron en que
el procesado Jwan Carlos Sánchez integra Ia banda "Los Malditos" y en-esa
condición, previo concierto de aoluntades con sus coprocesados, efectwaron un
reglaje y valiéndose de armas de fwego, asaltaron al agraaiado Víctor Córdoua
Atoche a qwien lesionaron en la pierna izquierda para despojarlo del dinero
qwe había retirado instantes antes del citado Banco, condwcta que constituye
wna asociación ilícita para delinqwir y wn robo consumado con la circwnstan-
cia agraaante de haber ocasionado lesiones a la integridad fisica de la aíctima
-así como qwe fwe realizado a mano armada con plwralidad de agentes que
integraban wna banda-".
El robo agravado exige la verificación de la concurrencia de todos los ele-
mentos objetivos y subjetivos de la figura del robo simple, luego debe verifi-
carse la concurrencia de alguna agravante específica, caso conrrario, es imposi-
ble hablar de robo agravado. Como lógica consecuencia el operador jurídico al
denunciar o abrir proceso por el delito de robo agravado, en los fundamentos
iurídicos de su denuncia o auto de procesamiento, primero deberá consignar el
artículo 188 y luego el o los incisos pertinentes del artículo 189 del C.P Áctuar
de otro modo, como hemos tenido oportunidad de ver en la práctica judicial
de solo indicar como fundamenro jurídico algún inciso delartíiulo 189 sin in-
vocar el 188, es totalmente errado. pues se estaría imputando a una persona la
(r3s3) R.N. N" 1 503-20 1 l -Santa. Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de la República.
1009 I
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I 1010
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Ranriro Salinas Siccha
(r160) Expediente No 2757-Lima, en RoJAs VARGAS, 2005, ll, p. 253. ldéntica situación da cuenta
la Ejecutoria del 21 de enero de 2003 en la cual los procesados hicieron uso de un arma de fuego para
reducir al agraviado y conseguir su objetivo, Expediente N" 2567-2003, en CASTTLLo ALVA, 2006b, p. 364.
(r361) PAREDES INFANZÓN, 1 999, p. 1 08.
(r362) R.N. N'1479-2010-Piura. Sala PenalTransitoría de la Corte Suprema de la República.
I 1014
Robo
1015 r
R¿miro Salinas Siccha
concurre. Sin embargo, €l uso de arma aparente pone muy bien en peligro
real la integridad física del sujeto pasivo.
El uso de arma aparente se subsume en la agravante en análisis hasta
por tres argumentos:
P-rimero, aceptando que arma es todo instrumento que cumple una
función de ataque o defensa, el arma aparente muy bien pu.d. r".
usada para o defender. ljn arma de fuego sei i.rútil p"." .rr--
^t^rit narural por deterioro, ser de "l
plir su finalidad juguete o di fogueo,
muy bien en la práctica puede convertirse en arma contundente o
punzante. Esto es, como arma contundente o punzante pone en pe-
ligro real la vida o integridad física de la víctima. Ejemplo, op.ri l"
agravante cuando el agente al hacer uso de un revólver de fogueo en
un robo, al tener resistencia de su víctima, lo utiliza como arma con-
tundente y le ocasiona un traumatismo encéfalo-craneano. También
estaremos ante la agravanre cuando el agente para robar hizo uso de
una pistola de juguete, con el cual al oponer resistencia la víctima, le
pinchó la vista izquierda, haciéndole en consecuencia inútil para su
función natural en el futuro.
Segundo, el empleo de arma (blanca, de fuego o contundente) por
parte del agente, normalmente ocasiona en la víctima efecto intimi-
datorio. Necesariamenre provoca miedo y desasosiego en el sujeto
pasivo, al punto que teniendo esre la posibilidad de defender la sus-
tracción de sus bienes, no lo hace por remor al mal de perder la vida o
poner en riesgo su integridad física. Al producirse un hecho concre-
to, la víctima nunca piensa si el arma es real o aparente. Lo aparente
solo se sabrá después de los hechos cuando incluso se somera , d.t.r-
minadas pericias. De ese modo, W'alter Vilcapoma(l3z2) sostiene que
es el efecto intimidante del arma lo que se levanra como un ele-ento
calificante, con mucha más valía que la peligrosidad o eventual lesión
de otros intereses distintos al patrimonio.
1017 a
Ramiro Salinas Siccha
Por otro lado, "el robo agraaado con utilización de arma de fwego como
instrumento para ejecwtarlo no pwede ser considerado como delito indepen-
díente, conforme lo ha establecido esta Sala Penal en numerosas ejecutorias,
pwes dada la natwraleza del acto ilícito, el delito de tenencia ilícita de armds
se swbswme en el inciso cuarto del artícwlo 189 del Código Penal'(373).Igual
posición se reitera en la ejecutoria supremadel26 de julio de 1999 al sos-
tener la Suprema Corte que: "el delito de robo con utilización de arma de
fwego como instrwmento para ejecutarlo, configura el delito de robo agrartado
y por ende no cabe que se considere dos delitos awtónomos, pwes el wso de
Armas en la ejecución de wn robo constitwye wn sub tipo agraaado del delito
dr robo"\tr+). Así también se pronuncia la ejecutoria del 17 de enero de
2O03 cuando la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, argumenta que:
"Qur, en el presente caso se ba procesado también por el delito de tenencia
ilegal de armas de fuego, sin embargo de los actuados se aprecia qwe el delito de
robo agraaado fwe ejecutado utilizando un arntA de fitego, por lo Ete rzo puede
ser considerado como delito independiente, sino que se encuentra swbswmido
en una de las agravantes del delito de robo conforme lo ha establecido la reite-
rada jwrisprwdencia de la Corte Suprema de Jwsticia"03zs).
Sin embargo, si luego del robo con el uso de armas de fuego, el agente
sigue en posesión del arma y en tales circunstancias es intervenido por la
Policía Nacional, el agente será autor de dos delitos independientes: robo
agravado por uso de arma de fuego y tenencia ilegal de armas. En este sen-
(r373) Ejecutoria Suprema del 29-03-1996, Exped¡ente No 437-96. Lima, en Revisto Peruana de
Jurisprudencia, Año l, No 2,1999,p.344.
r1 374) R. N. No 584-98-L¡ma, en CHoCANO/VALLADoLTD, 2002, p.201.
(137s) R. N. No 323 1 -2002, RoJASVARGAS,2005, p.249. lgual postura se reitera en la Ejecutoria del
2 1 de enero de 2003 en el Expediente No 2567-20O3, en CASTTLLo ALVA , 20O6b, p. 364. lgual en la Ejecu-
toria de 8 de setiembre de 2004; RN. N. 1 050-2004, en CASTTLLo ALVA, 200óc, p. 1 63. Y más reciente, en
la Ejecutoria Suprema del l 5 de agosto de 2005, R.N. N" 1 680-2005-Amazonas, en SAN MARTíN CASTRo,
2006, p.478.
I 1018
Robo
R.N. No 1 1 68-2008-La Libertad, en Gaceto penal y procesal penal,f 1, julio, 2OO9, p. 143.
RoJAs VARGAS, 2000b, p. 41 6.
1019 I
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Robo
1021 I
Ramiro Salinas Siccha
jo nada, no es motivo para absohterlo, puesto que hay que tener en cuenta la
decisión común de los procesados como un concierto de ztoluntades dirigidas a
llez'at'a cabo el becbo delictiuo, lo cual determina la fwnción qwe cada wno de
ellos realizaba en la perpetración de dicho ilícito, fwndamentada en el princi-
pio de Ia diaisión del trabajo"(1184). En igual sentido, por ejecutoria suprema
del tt de nrarzo de 1998 se afirma: "se ínfiere qwe los becbos swbmateria fue-
ron perpetrados por tres úgerrtes, quienes actuaron preaio concierto 1, propósito
planificado, empleando armas de fuego reales, lo que aumenta sw capacidad
de agresividad y eficacia en el logro del resultado, Io que las conductas de los
agentes retinen los tres requisitos que configtrran la coawtoría"(38s). En caso
parecido con fecha 29 de enero de 1999, se reafirma que:"de la evaluación
de los hechos y de los dportes de los intervinientes, se infiere que los becbos sub-
materia fueron perpetrados por tres agentes, quienes actuaron preaio concicrtt¡
y propósito planificado, empleando arntas de fuego )t tr.ltolo logíxico, lo que
auntenta sw capacidad de agresividad y eficacia en eL logro del resuhado'(1386).
Entre los coalltores debe existir un mínimo acuerdo para perfeccio-
nar el robo. No obstante, tal acuerdo no debe connotar permanencia en la
comisión de este tipo de delitos, pues en tal caso estaremos en presencia de
un:r org:lniz:rción criminal que confieura otra agravante diferente.
No está de rnás dejar establecido que e.sta agravante casi siempre con-
curre con otras agravantes como puede sr'r en casa habitada, a mano arma-
da, dur,rnte' la noche, etc.
I 1022
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ma, aseverando venir a revisar la conexión del teléfono y luego, por medio
de amenaza logra sustraer los bienes domésticos.
De modo alguno en las tres hipótesis últimas, estaremos ante un
concurso real con los delitos de usurpación de autoridad y estafa. El he-
cho de hacer uso de la violencia o amenazay adicionalmente fingir ser
funcionario, servidor público o trabajador del sector privado por parre
del agente con la finalidad de sustraer bienes muebles ilegítimamente del
agraviado, constituye solo robo agravado.
(13e3) RoJAsVARGAS,2OOO5,p.447.
.
I 1O2B
Robo
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Ramiro Salinas Siccha
{13e6) Véase el contenido del artículo 2 de la Ley N" 27050, Ley general de la persona con disca-
pacidad.
I 1030
Robo
. ElJ" segunda parte del artículo 189 del código penal, el legislador
nacional ha previsto y sancionado orro grupo de supuestos lo,
"g.ar,"rit.r,
cuales por su mayor injusto penal merec"r ,rn" pena más ellvada que las
agravantes ya analízadas.
(r 3e7)
Véase la exposición de motivos del Proyecto de ley No 3240/2008-CR, presentado al Con-
greso el 7 de mayo de 2009.
( 13eB) Véase la exposición de motivos del Proyecto
de ley No 308'l /2008-CR presentado al Con-
greso el 1 1 de marzo de 2009.
1031 r
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I 1032
Robo
(13ee) Aprobado en elV Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes yTransitorias de
la Corte Suprema de Justicia de la República, el 13 de noviembre de 2009.
1033 I
Ramiro Salinas Siccha
tra swbswmida dentro de los alcances del tipo penal qwe preaé el delito de robo
agraaado, al haberse acveditado qwe tales lesiones cawsadas contra Ia integri-
dad física de la víctima fweron ocasionadas como consecuencia del atenta-
do patrimonial, siendo del caso absolver al acusado de la acwsación fiscal en
cuanto a dicbo extremo se refiere, en atención a Io preceptwado por el artícwlo
284 del Código adjetivo"0+00). En igual sentido, se pronunció en la ejecuto-
ria suprema del 7 de octubre de 1999 cuando pedagógicamente indica que:
"El empleo de la aiolencia en la perpetración del robo constitwye un elentento
de sw tipo objetizto y tiene como fin anwlar la capacidad de reacción de la aíc-
tima; si bien la conducta desplegada por el agente pwede encwadrarse en más
de wn tipo penal, debe ser de aplicación aquel que prevea el carácter pluriofen-
sivo de sw condwcta, de modo que en aplicación del principio de especialidad,
la figwra típica de lesiones graues se balla swbswmida dentro de los alcances
del tipo penal de robo agravado"l4al). En idéntico sentido, se pronuncia la
ejecutoria del Zg de enero de 2003 cuando la Sala Penal Transitoria de la
Suprema Corte, señala: "qLte, en cuanto a las lesiones sufridas por el agraaia-
do conforme es de verse del certificado médico legal de fojas cAtorce, batt sido
ocasionadas corno consecuencia del robo, sin embargo la figu.ra de lesiones se
encuentra. swbswmido en ulta de las agravantes del delito de robo"(402).
{r 400) Exped¡ente N" 2731-98-L¡ma, en Revista Peruana de Jurisprudencia, Año ll, No 3, 200q p. 337.
(r401) Exped¡ente N.3274-99-Piura, en RoJASVARGA5,2000, p. '107.
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Robo
lbidem,p.462.
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I 1036
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condwcido por el encausa.do José... lograron qwe a la altura del kilómetro wno
y medio de Lagarteare - Cbancay - Hwaral, abordaran las agraaiadas Hilda...
y Liset..., para lwego de recorrer unos 500 metros el conductor premeditada-
fttettte detener el t,ehículo, procediendo los delincwentes a despojarlas de sws
pertenencias consistentes ert un teléfono celwlar, reloj pwlsera, alhajas y dinero
en efectivo siendo condwcidas hasta el cerro conocido como'La cwlebra' donde
la s ab an d on 4ro nD (1 + t0).
1041 I
Ramiro Salinas Siccha
sin ellas, por lo común delincuentes habituales, que se asocian para come-
ter delitos múltiples e indeterminados. Podemos decir -sigue escribiendo
Roy- que la affectio societatis que los une e impulsa no es otra que la de
haber decidido hacer del delito unmodws viaendi. En la banda suele regir,
como en toda organización sujeta a una jerarquía, el principio de la división
del trabajo: hay quien planifica, dirige v ordena; v, existen quienes ejecutan,
cumplen y obedecen.
Nuestra Corte Suprema por eiecutoria del25 de junio de 1997, des-
pués de argumentar que los acusados han actuado en calidad de afiliados
a una banda, tÍata de definirla señalando que se entiende: "coftto tal a la
integración de dos o más pet:onds Que conciertan con la finalidad de cometer
uno o más delitos, para lo cual se inpletnentan 1' actúan coordinadamente d
efectos de asegurar el éxito de su incursión cri¡nina/, señ"t/indose roles para tal
propósito"(tt:).
Con Rojas Vargastl'tl+), podemos indicar que la ¿gra\'¿nte consistente
en actuar en calidad de integrante de banda admite las siguientes probabi-
lidades:
1. El agente actúa individualmente en cumplimiento de los planes fija-
dos por la banda, sin requerirse aquí actuación ejecutiva plural.
2. El agente actúa en división funcional de roles, sin. requerirse con-
currencra espacial conjunta observable para la víctima que sufre la
agresión.
3. Varios agentes actúan en forma conjunta, de modo que resultan fácil-
mente internalizados por la víctima.
4. El agente actúa individualmente haciendo patente para la r'íctima su
pertenencia a una banda, sin que cumpla planes que reconduzcan el
hecho a un concierto y decisión previa para el caso.
La agravante puede entrar en concurso aparente con el supuesto de
hecho previsto en el artículo 317 del Código Penal, denominado asociación
ilícita para delinquir{t+rs). Sin embargo, por el principio de especialidad y
alternatividad penal y por la redacción de la formula, la circunstancia agra-
vante subsume al supuesto del artículo 317.
(14r 5) Respecto del delito previsto en el artículo 31 7 del Código Penal, vid. ampliamente: Cestt-
LLO.ALVA,2OO5.
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mayor dificultad, le sanciona con una temporal no menor de 15 años. Como bien
señala Rojas Vargas{t+tt), se produce así el siguiente mensaje de perversión
normativa: mata primero antes de apoderarte del bien mueble, porque si no
lo haces y si de los actos de violencia resulta muerta la víctima serás castigado
con cadena perpetua, mientras que en el primer caso a lo más serás sancio-
nado a 35 años.
La agravante en comentario ha sido entendida por la jurisprudencia
nacional. En efecto, la Segunda Sala Penal de la Corte Superior de Ica, por
sentencia del 1,7 de agosto de 1.999, en el hecho concreto que tres personas,
siendo uno de ellos el acusado, llegaron a la vivienda de los agraviados y
cónyuges Montoya Palomino y Zorrrlla Cárdenas con la finalidad de robar,
ante la reacción de defensa de sus bienes fueron impactados por provecti-
les de arma de fuego produciéndose instantáneamente su nuerte, sostuvo
"que, la condwcta del encausado González Blanco al haber dado rnuerte a los
agraviados en circunstancias que perpetraba el asaho 1, robct en el inntueble de
propiedad de los nísmos, revela u.n total desprecio por Ia'-rida tle sus semelan-
tes al no haber pacilado en c"tusar la muerte de dos personas indefenslls que Por
su propia edad no significaban en absolwtr¡ wn peLigro para repeler el ataque
de los malbecbores, los cuales se encontraban premunidos tle dnnAs de fuego,
esto es que actudron con aentaja sobre los damnificados; comportamiento que
no puede llarnar d eqLuvocación al tipificar el delito imltutado, pues el Robo
Agravado con subsiguiente muerte se encuentra plenamente tipificado en el
último parrígrafo del artículo ciento r-¡cbenta y nueLie del Código Penal mo-
diJicado por el Decreto Legislatiao N" 896,'uigente al motnento de cometerse
los lrcclns"ttt9t'
En e I mismo sentido v tratando de precisar la diferencia entre robo
agravado y asesinato, nuestra máximo Tribunal de Justicia por ejecutorir
slrprema del 12 de agosto de 1999 íIsevera que: "e/ Decreto Legislatit'o N''
896 ba modificatlo estructurabnente la configuración del robo agra'i,'ado, ert
relación al sistenta primigenio contenido en el texto originaL del ,trtículo 189
del Código Penal 1' sus motlificaciones posteriores introducidas por las Let'es
N"s. 26319 ¡; 26630; en tanto qwe la primerA norma legal acotada ba introtlu-
cido cr.tmo circunstancia agra?ante del delito de robo, la muerte de la z,íctitna
como consecuencia del atentado patrimonial, sancionándola con la seaerísima
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t 1048
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consecuencia de los actos propios del uso de Ia piolencia para facilitar el apo-
deramiento o para aencer la resistencia de quien se opone al apoderamiento, le
ocasiona o le prodwce la mwerte. Es obaio, en este caso, que el agente buscaba
el desapoderamiento patrirnonial de la aíctima, pero como consecwencia del
ejercicio de .oiolencia contra ella -de los actos propios de r.,iolencia o vis in
corpore- Ie causa Ia muerte, resultado que no quiso cawsar dolosamente pero
que pwdo l)rerer y et,itar. Se tratd, pues, de un típico supuesto de homicidio
preterintencional donde el resuhado solo se le puede atribuir al agente d título
de culpa -la responsabilidad objetíaa por el simple resultado es inadtnisible,
está probibida por el artículo VII del Títwlo Preliminar del Código Penal-.
El citado dispositiao regula, ento?tces, un caso de tipificación simuhánea, do-
losa y cwlposa, pero de una misma condwcta ex?resamente descrita. Como se
ad'"-ierte en Ia doctrina especia.lizada, Lt preterintención es una figura com-
puestLt en la qwe el resultado sobrEasa el dolo del sujeto. Así, el agente robtt
valiéndose del ejercicio de úolencía física contra Ia píctima, esto es, infiere
Iesiones a una persona, quien fallece a consecuencia de Ia agresión, sientpre
que el ¿tgente bwbiere podido preaer este resultado (la muene, en este caso, no
fue fortuita) -es una situación de preterintencionalidad heterogénea- [Felipe
VILLAVICE\1c1o Trnnr,nos: Derecho Penal Parte General, Grijley, Lima,
2006, páginas 409 / 4 1 0J ".
1051 I
Ramiro Salinas Siccha
(r428) Casación N" 78-201 0-Arequipa del 26 de abril de 201 1. Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema.
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Ramiro Salinas Siccha
4. PENALIDAD
La pena será de cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad de
integrtrnte de una organización dclictiva o banda, o si como consecuencia
del hecho se produce la muerte de la víctima o se le causan lesiones graves
a sr.r integrided física o mcntal. Cuando concurra cualquiera de las circuns-
txncias ilLravantes por sí solas o en coniunto, previstas en el prinrcr pírrrft-'
del artículo 189, el agente serí merecedor de pena privativa cle libertad no
lnenor cle cloce ni r.r-rayor de vcinte años. En ciunbio, cuancio se trilta de ¡l-
gun:l agr¿r\':lntc previstl en cl se gundo párr:rfo del citaclo ntttrcral' cl .lutor
scrá nre rcccdilr cle pcn;r privatir',r cle libertad no urenor cle t'cir.rtc tri tl'l.tl'c'r
de trcint,r ¡ñi,s.
I'.n t;urto cltre si se tr.tt¡ tle ¡lgun,r cle l.rs ¡gril\'¿tlttes prcvistas en el
últinro pírr;rfo clel nunler,rl tS'1, el nltor infclizlrentc scrá obieto de s,rn-
ciírn con c;ldenx perpctuil, l¡ rrisn-r¡ clLlc cl-l trn clcrccho penal rrtínimo y
girrirrltist¡ clttc inrpuls,r nn F.st¡clo social y democrático de derccho dcbe
scr ¡rroscrite por inhunr;ln.r v ncg,rr los fines constitucionales dc la pena.
I..st¡ es Irr posición ¿rsunricl-r cn forrn,r rrtinad:r por la Sala Pcnal Transitoritr
r 1054
Robo
1055 I
Capítulo ll-A
ABICEATO
Subcapítulo 1
Tipo básico
1. TIPO PENAL
1057 a
Ramiro Salinas Siccha
(14r4r BRAMoNT-ARtAs ToRRES/GARCÍA CANTIzANo, 1991 , p. 318, RoJAs VARGA5, 2000b, p. 533, pA-
REDES INFANZóN, 1 999, p. 1 33.
(14r5) RoJASVARGA5,2000b,p.533.
.
r 1058
Abigeato
1059 r
Ramiro Salinas Siccha
Cabe precisar que los auquénidos como la vicuña, el guanaco y sus hí-
bridos, porL.y N' 2e 49e , del i t de julio de 1995, reciben una sobreProtec-
.lon p,-,rritiu a,'penalizando con mayor severidad el hurto-simple y agravado
de ellos. La citada Ley alindicar en su artículo 1O que se derogan y dejan sin
efecto todas las dispásiciones que se le opongan, afecta la aplicación de los
artículo 1gg-A y tbl-c del codigo Penal, pero deja incólume lavigencia
del hurto de uso previsto en el artículo 189-8(1437)'
3. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
No obstante las diversas modalidades que pueden presentarse para
la sustracción del ganado, la consumación se produce cuando el agente.se
del o los ái-rI", con la firme intenció.t d. obtener un provecho
"pod.o
económico que normalmenre no le corresponde; es decir, el abigeato se
perfecciona án el mismo momento circunstancial que el agente tiene ac-
i.ro la facultad de disposición del animal sustraído ya sea vendiéndolo'
"
sacando provecho de su carne, regalándolo, etc.
En tal sentido de interpretación y al ser un delito de resultado, la
conducra del abigeato muy bien puede quedar e-n grado de tentativa ya sea
acabada o inacabáda igual como ocurre con la figura del hurto. prevista
y
sancionado en el artículo 185 del Código Penal.
4. PENALIDAD
Al verificarse la comisión del delito de hurto de ganado previsto en el
primer párrafo del artículo 189-A, el agente será pasible de la pena privativa
ie liberiad no menor de uno ni mayor de tres años'
5. CIRCUNSTANCIASAGRAVANTESDELHURTODEGANADO
El segundo, rercero y último párrafo del tipo penal del artículo 189-A
recoge 1", ágr.u"r,tes del delito de abigeato o hurto de ganado, las mismas
qrr" Io está"de más dejarlo expresado, constituyen algunas.d_e las circuns-
ár,.i", agravantes del Éurto, reguladas en el numeral t ge del Código Penal,
siendo aiire*iti-os al lector alas páginas donde se han analizado aquellas
agravantes. El legislador ha graduaáo la p".ra de acuerdo a la naturaleza de
lai circunstancias agravantes, yendo de menos a más'
r 1060
Abigeato
1061 I
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 2
Abigeato de uso
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de hurto de ganado para uso momentáneo se configura
cuando el agente sustrae ganado ajeno para utilizarlo por breve término y
después devolverlo a su dueño directa o indirectamente. Aquí el agente no
busca apropiarse del animal, sino simplemente sacarle provecho de modo
ilegítimo. Por ejemplo, estaremos ante el delito en análisis cuando elagente
sustrae dos bueyes para remover o preparar su terreno de cultivo (arar)
por tres días o cuando sustrae ilegítimamente cinco acémilas para conducir
carga a un pueblo vecino.
I 1062
Abigeato
3. PENALIDAD
Si el agente es enconrrado responsable del delito de abigeato de uso,
será merecedor de una sanción que oscila entre dos días y un máximo de
1063 I
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 3
Abigeato agravado
1. TIPO PENAL
2. HERMENÉUTICAJURíDICA
Igual como ocurre con el hurto de ganado o simplemente abigeato, el
legislador en forma innecesaria volvió a tipificar el delito de robo simple y
robo agravado cuando el objeto material del delito.lo constituya-el ganad_o
vacuno, ovino, equino, caprlno, porcrno o auquénidos. Si la justificación de
tal forn-ra de tipificación era el dar mayor protección a la propiedad o te-
I 1064
Abigeato
nencia del ganado, bastaba haberlo puesto como circunstancia agravante del
artículo 189 del C.P
No obstante, como así aparece tipificado en nuestra ley penal sus-
tantiva, y teniendo en cuenra que el objetivo del presente trabajb es hacer
dogmática penal, no queda otra alrernativa que hacer hermenéutica jurídica
del indicado artículo. En tal sentido y apariciendo que el artículo 189-c,
recoge las figuras delictivas de robo simple y robo calificado previsras en
los artículos 188 y 189 del código Penal, para saber en qué cánsisten los
elementos típicos objetivos y subjetivos, el lecror debe remitirse al análisis
efectuado ut supra de tales conductas delictivas.
Aquí, consideramos pertinente dejar establecido con fines pedagógi-
cos tres aspectos importantes: Primero, plantear el concepto del delito de
robo de ganado; segundo, establecer que algunas circunstancias agravanres
del robo de ganado han sido derogadas y rercero, poner en evidencia la
agravante no prevista para el hurto de ganado.
_
E1 e{e9t9, aparece la conducta de robo de ganado cuando el agente
con la finalidad de obtener provecho, haciendo uso de la violencia .ónt."
la víctima o la amenaza con un peligro inminente para su vida o integri-
dad física, susrrae del lugar donde se encuenrran [anado vacuno, oui"rro,
equino, caprino, porcino o auquénidos total o parcialmenre ajenos, para
disponerlos en su provecho de modo ilegítimo. Áquí la sustracción de los
animales debe estar rodeada de violencia o amenazacontra la víctima. Si es-
tos elementos típicos del robo no aparecen y solo se verifica la sustracción,
estaremos ante un caso típico de hurto de ganado.
El aprovechamiento que debe guiar la conducra del agente debe ser
objetivamente acreditada, pues si tal elemenro no et probaJo, el delito de
-Co.t"
a.bigeato no se configura. En efecto, nuestra Suprema por Ejecutoria
del 3 de junio de 1996 sentenció que: "si bien los encawsadoi procedieron a
sustraer el ganado del agraviado, lo hicieron como resultado áel acwerdo de
asamblea de poblad.ores a-fin de garantizar el resarcimiento de los daños y
perjwicios ocasionados en las propiedades de dicha comunidad,
faltando po, io
mismo el componente objetivo 'aprooecbamiento' qwe la figura penal di robo
exige para la tipicidad del becho"0440).
1065 I
Ramiro Salinas Siccha
t 1066
Ab igeato
3. PENALIDAD
De verificarse el robo simple de ganado previsto en el prirner pá-
rrafo del artícuio 1B9 C, ei agente será merecedor de.r.r" p.nr privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años. En titrto que si se
verifica los supuestos previstos en el segundo párrafo, la pena será no
menor de cinco ni mayor de quince años privativa de libert"d. E., cambio,
si se verifican los supuesros previstos en el quinto párrafo, el agente será
1067 a
Ramiro Salinas Siccha
I 1068
Capítulo lll
APROPIACIÓN ILíCITA
Subcapítulo 1
Tipo básico
1. TIPO PENAL
El delito de apropiación ilícita está regulado en el artículo 190 del
Código Penal vigente. En el código derogado de 1,924 aparecía tipificado
en el artículo 240. Sin embargo, no siemp re fue independiente alos deljros
de hurto y estafa. Es recién con la codificación italiana del siglo XIX que
adquiere plena autonomía y sustantividad propia. En efecto, en el Código
Penal de Zanardelli de 1889 se le consignó ya con el nombre de apropiación
1069 r
Ramiro Salinas Siccha
indebida. Lo mismo sucedió con el Código Rocco de 1930, sin que su auto-
nomía quede afectada por compartir con la estafa y otras figuras delictivas
el rubro "Delitos contra el patrimonio mediante fraude'(1443).
El Código Penal de 1991 regula la figura de la apropiación ilícita jun-
to a los hechos punibles de hurto, robo, estafa, usurpación y otras figuras
punitivas en el Título V rotulado como "Delitos contra el patrimonio". De
ese modo, la apropiación ilícita o indebida aparece tipificada de la manera
siguiente:
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La conducta delictiva de apropiación ilícita o indebida se configura
cuando el agente con la finalidad de obtener un provecho patrimonial para
sí mismo o para un tercero, se apropia. adueña, adjudica o apodera de un
bien mueble, dinero o un valor que ha recibido del sujeto pasivo en calidad
de depósito, comisión, administración u otro título semejante que produz-
ca obligación de entregaq devolver o hacer un uso determinado del bien.
(r443) Roy FREYRE, 1 983, p. 98, PAREDES INFANZóN, 1999, p. 164, citando al desaparecido jurista
español QUTNTANo RrPoLLEs.
r 1070
Apropiación ilícita
1071 f
Ramiro Salinas Siccha
f 1072
Apropiación ilícita
1073 |
Ramiro Salinas Siccha
2,3. Que el bien haya sido recibido mediante título que produzca la obligación
de entregar, devolver o hacer un uso determinado
1075 a
Ramiro Salinas Siccha
instituciones análogas, las mismas que se rigen por las leyes especiales que
las regulan según lo dispuesto en elartículo 1853 del COdigo Civil. Depósi-
tos que sin duda pueden dar lugar a la comisión del delito en interpretación.
El contrato de "comisión", previsto en el Código de Comercio cons-
tituye también otro título. Mediante este contrato una persona denomi-
nada comitente entrega un bien mueble a otra, denominada comisionista,
con ia finalidad de efectuar algún negocio, luego del cual el comisionista
devuelve el bien a quien se lo entregó y recibe a cambio una comisión por
su labor. El delito aparece cuando el comisionista se hace dueño del bien
entregado en comisión y se resiste a devolverlo. También el contrato de
comisión puede originar el delito cuando el agente efectúa sobre el bien
un uso diferente al determinado. En efecto, el numeral 258 del Código
de Comercio dispone que "el comisionista que, habiendo recibido fondos
para evacuar un encargo, les diere inversión o destino distinto del de la
comisión, abonará al comitente el capital v su interés legal, y será respon-
sable, desde el día en que los recibió, de los daños v perjuicios originados
a consecuencia de haber dejado de cumplir la comisión, sin perjuicio de la
acción criminal a que hubiere lugar".
Otro título lícito por el cual una persona puede recibir un bien mue-
ble v después apropiarlo lo constituve la administración, es decir, la situa-
ción jurídica que se produce cuando una persona recibe bienes muebles
para administrarlo en beneficio del propietario del bien o de un tercero.
lJn caso típico que puede servir de ejemplo, viene a ser la situación prevista
en los artículos 54 y 55 del Corpus Iuris Ciz;ile, referente a la designación
de administrador judicial de los bienes del ausente. El artículo 55 prevé
las obligaciones del administrador tales como percibir los frutos, pagar las
deudas del ausente y atender los gastos correspondientes al patrimonio que
administra, etc. Aparecerá el delito cuando este administrador se apropie
del total o parte de los bienes muebles que ha recibido en administración.
En la doctrina peruana se ha enraizado la errónea interpretación de
considerar que el concepto de administración debe ser entendido en un
sentido amplio, que abarque o subsuma todo acto que suponga el ejercicio
de un mandato o gestión de negocios(14s4). Esta posición pretende hacer
entender que es lo mismo administración que mandato o gesrión de nego-
cios cuando la diferencia salta por sí misna.
En efecto, mandato es un contrato nominado por el cual el man-
datario se obliga a reabzar uno o más actos jurídicos, por cuenra y en
(1 4s4) Roy FREYRE, 983, p. I 1 0, ÁruCeles er a 1., 1997 , lll, p. 1 249, PAREDES INFANZóN, 1999, p. 179.
_ 1
f 1076
Apropiación ilícita
1077 f
Ramiro Salinas Siccha
\14s7) BRA[4ONÍ-AR|A5 ToRRES/GARCíA CANTtzANo, 1997, p.327. Parecida postura: VILLA STE|N,
200 1, p. l 05.
(14s8) Expediente N' 3567-97 y Expediente N" 819-98 en RoJAs VARGAS/BACA CABRERA/NETRA
HUAN4ÁN, 1 999, pp. 267 y 277 respectivamente. En igual sentido la Resolución Superior del 1 2-01 -1 998,
t 1078
Apropiación ilícita
lo79 a
Ramiro S¿linas Siccha
bien mueble, dinero o valor entregado por título legítimo al agente, para
después ser devuelto o entregado a una tercera persona o hacer un uso
determinado del bien.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Según la redacción del tipo penal, la apropiación ilícita es un delito
netamente doloso. No cabe la comisión culposa.
El agente debe actuar con conocimiento que el bien mueble pertene-
ce a otra persona y tiene obligación de devolver, entregar o hacer un uso
determinado y, sin embargo, voluntariamente decide apoderarse o apro-
piarse, negándose a devolver, entregar o darle el uso determinado ante el
requerimiento de quien tiene derecho ¿r hacerlo. En la actitud del agente,
debe prevalecer el animus ren sibi babendi, es decir, el agente debe que-
rer adueñarse del bien mueble, dinero o valor sabiendo perfectamente que
pertenece a otra persona. En tal sentido, la resolución superior del 21 de
setiembre de 1998 precisa: "qwe en el delito de Apropiación ilícita no basta
con la retención del bien sobre el que pesa la obligación de deuolver sino que
dicha conducta debe ser completacla con un ánimo swbjetioo de querer corn-
portdrse como dweño del mismo ejecutando dctos proPios de tal, como son, la
disposición o el uso para fines distintos por los qwe fwera ysgi[i/s"(a62).
Se exige la presencia de un elemento subjetivo adicional al dolo como
es laintención de obtener un provecho patrimo nial para sí o un tercero que
debe guiar la conducta del agente. Se conoce también como ánimo de lucro
que no es otra cosa que la intención de conseguir cualquier ventaja, utilidad
o beneficio, incluso de finalidad meramente contemplativa o de ulterior
liberalidad que persigue el agente. Si no hay intención de obtener provecho
patrimonial, así se realicen todos los elementos objetivos del tipo penal
del artículo 190, el delito de apropiación ilícita no se configura, tal como
ocurre, por ejemplo, cuando un ciudadano hace prevalecer su derecho a la
retención recogido en nuestra normativa civil.
Por ejemplo, no hay delito de apropiación ilícita por no concurrir el
dolo en elcaso que presenta la ejecutoria superior del tZ de junio de 1998.
Allí la Sala Especializada en lo Penal del Cono Norte de Lima resuelve:
"qwe el hecbr¡ de haber solicitado en aía ciail, el procesado el embargo del
tebícwlo, no lo hizo con el propósito de apropiarse del mismo sino de ga-
rantizar su acreencia y al no baber deauelto oportwnamente ante el reque-
,11462) EXPCd iCNIC N" 2002.98, EN ROJAS VARGAS/BACA CABRERA/NEIRA HUAMAN, 1999, P.265.
I 1080
Apropiación ilícita
4. CIRCUNSTANCIASAGRAVANTES
El artículo 502 del Código Civil estipula que a los menores que no
estén bajo la patria potestad se les nombrará tutor para que cuide de su per-
sona y de sus bienes. Asimismo, para saber cuándo una persona es albacea,
el operador jurídico recurrirá al contenido del artículo 778 v ss. del Código
Civii, donde expresamenre se dispone que albacea o e;'ecutor testamen-
tario es aquella persona nombrada por restamenro para hacer cumplir las
disposiciones de la última voluntad del testador. La calidad de síndico ha
1081 I
Ramiro Salinas Siccha
r 1082
Apropiación ilícita
1OB3 I
Ramiro Salinas Síccha
(1 468) Resolución Superior de 7-07- 1 997, Expediente N" 3324-97 en RoJAs VARGAS, 999, p. 1 85.
. 1
I 1OB4
Apropiación ilícita
nistrador ni custodio designado para tal fin, sino por e¡'emplo, un simple
ayudante o colaborador de defensa civil, cometerá .l d.lito i"
ilícita agravada previsto en el artículo 190 del Código penal. "p.opi".ór,
5. ANTIJURID¡CIDAD
La antijuridicidad de la conducta desarrollada por el agente o autor se
presenta cuando aquel sin tener derecho que lo ampare o justifique se apro-
pia a apodera del bien mueble recibido en depósiio o custodia. La ilicitud
se traduce en el hecho de que en la ser¿rcta dil agenre no concurre alguna
causa de justificación prevista en el numeral z0 del Código penal. Los iniisos
8, 9 y 10 del citado numeral del código Penal muy bien pueden ser invoca-
dos como causa de justificación por aquella persona a la que se le atribuve el
delito de apropiación ilícita. Así, por ejempló, de acuerdo con el inciso g del
artículo 20 del C.P, un depositario podrá invocar el ejercicio legítimo del
derecho de retención que le reconoce nuestro sistema jurídico civil.
El derecho vivo v acruanre va se ha pronunciado al respecto. Así
la resolución,superior del zo de mayo de iqqs expresa q.,..i delito de
apropiación ilícita 'te configura realmente cuando se reciüe la cosa y con
1bus.o,de
confianza no se restitwye, es tlecir que Io que convierte en pinible
la obligación de restitwir es precisamente e[ abuso- de confianza; q)e ,, ,l
caso materia de pronunciamiento si bien es cierto que los becbos reaisten los
caracteres de la tipicidad objetiaa y subjetiva del ilícito inaestigado, también
es que el delito de apropiación ilícita está inmerso en cletermiladas relacio-
nes de carácter cioil entre las personas (de derecbos y obligaciones), por lo
que será una caust de jwstificación frecuente el derecho de retención'que le
olorga el ordenamiento cipil, es decir que el depositario puede retener l) cora
depositada hasta el completo pago de lo que ti ¿t¡r"¡+b¡.
Igua_l_ocurrirá con el depositario judicial que al obrar o poseer el
bien mueble por disposición de autoridad furisiiccional, invocirnclo cl
inciso 9 del artículo 2o no lo devolverá o entre sará ¿r su propietario, así
este le requiera o le solicite en forma exprL'se, t,',r-rto qu. ju", compe-
(entc no disponga lo contrario. "n
6. CULPABILIDAD
unavez que se ha verificado que en la conducta concurren todos los
elementos que dan tipicidad a la conducta y luego se ha verificado que en
1085 I
Ramrro Salinas Siccha
7. CONSUMACTÓN
l..rr ur¡r.'orí.r de pcn,rlist.rs pcruJl.ros rluc h,rn trataclo.'l tenr¡ ponen el.l
cr'iclenci,t .trlucll,t difictrlrrcl, ,tlegando inclr¡so ,rlgunos que no pueclc consi-
clcr¡rse corlo hito rlt-'1,r constun¡1ción la no entrega o clevolución del bien
.intc cl rcr¡ucrinricnto clel quc tie ne de'recho .1 hxcs¡le(1a71).
l)or nucstrrr Lrirrte v tr',mrndo en cuentil le práctica iudicial, conside-
r:1ln()s que cl dclito se c()nsulra cn el rlomento cn que cl xgentc sc resiste,
(r47r) PEñACABRERA,1993,p.1o2iROyFREyRE,1983,p.1l4yÁNGELEsetot.,19g7,lll,p.1252.
.
¡ 1086
Apropiación ilícita
"Cotrtete el delito tle dpropia<'irht i/íc'itd ar¡uel r¡ua alquih utt biert ntyeble
1' r¡ue oencido e/ plan del a/quiler 1, pese d ser rer¡uer"itlo notarialmelte se
n iega a de?olL'erlo"017 5).
1087 I
Ramiro Salinas Siccha
8. PENALIDAD
De verificarse algunos de los supuestos previstos en el primer párrafo
del artículo 190 del Código Penal, el agente o autor será merecedor a pena
privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro.años. En caso
i" ,rrr..r. de los supuestos previstos en el segundo párrafo, al agente se
le impondrá pena p.irrati.ra de libertad que oscila entre no menor de tres
,ri -ayo. de seis años. Finalmente, si se verifica el supuesto previsto en el
últimá párrafo del tipo penal en comentario, el autor será sancionado con
p"na pri,rativa de libértad no menor de cuatro ni mayor de diez años.
Subcapítulo 2
Sustracción de bien propio
1. TIPO PENAL
|476j Resoluciónsuperiordel2S-11-1997,ExpedienteN.6564-97,enROJAsVARGAS,1999,p.194.
t1417) ResoluciónSuperiordel0g-12-1997,Exped¡enteNo1480-97enROJASVARGAs,1999,p.212.
1r478) Resolución Superior del 02-1 1 -1 998, en BRAMONT-AR|A5 ToRREs, 2000, p. 1 39'
I 1OBB
Apropiación ilícita
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de apropiación de bien propio se configura o aparece cuando
el sujeto activo que viene a ser el propietario del bien mueble, le sustrae del
sujeto pasivo que lo tenía en su poder en forma legítima y a consecuencia
de tal hecho le causa a este o a un tercero perjuicio económico.
1089 t
Ramiro Salinas Siccha
t14te) Roy FREYRE, 1 983, p. 11 9; PEñA CABRERA, 1993, p. 107; Áncrlrs et ol., 1997 , lll, p. 1 260 y
BRAMONT-ARlAs TORRI5/GARCiA CANIZANO, 1997, p. 334.
(1480) ROY FREYRE, 1983, p. 1 19.
I 1090
Apropiacrón ilícita
1091 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la lectura del tipo penal se concluye inmediatamente que se trata de
un delito factible solo a iit"lo d. dolo. No es posible la comisión por culpa.
El agente actúa sabiendo y conociendo que el bien se encuentra de
modo legí"timo en posesión del sujeto pasivo y que de sustraerlo le causará
un per.iulcio eco.rd*i.o a aquel o a un tercero, no obstante y pese a ello,
voluntariamente decide sustraerlo.
4. ANTIJURIDICIDAD
Después de verificarse que en la conducta concurren todos los ele-
mentos objetirros y subjetivos que le dan tipicidad, corresponderá al oper.a-
dor jurídico determinar si aquel ha actuado contra el ordenamiento iurídi-
co o, en su caso, concurre alguna causa de justificación que haga pernrisila
su conducta.
Habrá antiiuridicidad cuando el agente sabiendo que el suieto pasi-
vo tiene en su poder el bien mueble debido a título lícito o por orden de
autoridad .o*p.t.trt", le sustrae el bien y le causa con tal acto un per-
a 1092
Apropiación ilícita
5. CULPABILIDAD
De verificarse que la conducta es típica y antijurídica, debido a que
no concurre alguna causa de justificación, corresponderá al operador jurí-
dico verificar si esta conducta es atribuible penalmente al agente. En este
estadio del análisis, se verificará si el propietario agente del delito es mayor
de edad y no sufre alguna alteración menral que le haga inimputable. Una
vez determinado que el agente es imputable, se verificará si el agente pudo
actuar de modo diferente al de sustraer su bien mueble, causando con ello
perjuicio económico a la víctima.
También se analizará si el agente acruó conociendo la ilicitud de su
acto, o, mejor dicho, si conocía que actuaba contra el derecho vigente al
sustraer su bien propio de quien lo poseía lícitamente. Aquí muy bien pue-
de presentarse el error de prohibición cuando por ejemplo, el agente, sin
haber lo ordenado el juez la desafectación, susrrae el bien mueble de su
propiedad del dominio del depositario judicial en la creencia de que se ha
levantado el embargo que pesaba sobre aquel al haberse dictado sentencia
a su favor.
6. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
Bien sabemos que el delito de apropiación ilícita impropia se presenra
en la realidad mediante dos actos claramenre caracterizados y se iraducen
en causa y efecto. Es decir, se exige la sustracción del bien mueble como
causa y el perjuicio a la víctima o a un tercero como efecto. La sustrac-
c_ión (que no significa apoderamiento) del bien mueble por parre del agente
debe causar perjuicio económico a la víctima. Si tal relición correlativa no
se evidencia en determinada conducta, el delito no se configura.
1093 I
Ramiro Salinas Siccha
7. PENALIDAD
El propiet:rrio que comete el delito de sustrirer su propio bien de
quien lo posee de modo legítimo, ser;i merecedor ,r la pena privativa de
libertad no menor de dos días ni mayor de cuatro años. La graduación de la
pena depende de varios factores, pero aquí. creemos, prevalecerá el monto
del perjuicio económico ocasionado a la víctima con el actuar del agente.
Subcapítulo 3
Apropiación de bien perdido o de tesoro
1. TIPO PENAL
La figura delictiva por la cual el agente se apropia de un bien perdido
o de un tesoro aparece regulado en el inciso 1 del artículo 192 del C.P en
los términos siguientes:
Será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con
limitación de días libres de diez a veinte jornadas, quien realiza cualquiera de
las acciones siguientes:
1. Se apropia de un bien que encuentra perdido o de un tesoro o de la
parte del tesoro correspondiente al propietario del suelo, sin observar las
normas del Código Civil.
2, TIPICIDAD OBJETIVA
El hecho punible se configura cuando el agente o sujeto acrivo se
apodera o hace drreño de un bien mueble que encuentra perdido o de un
tesoro o de la parte del tesoro que le corresponde al propietario del suelo.
sin observ:rr lo prescrito en nuestro Código Civil.
Como se observa aquí se prevén hasta tres conductas que puede de-
sarrollar el agente y perjudicar al sujeto pasivo:
1095 I
Ramiro Salinas 5iccha
r 1096
Apropiación ilícita
1097 a
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Los injustos penales analizados en su aspecto subjetivo, son neta-
mente dolosos. El agente actúa con conocimiento y voluntad de apropiarse
del bien mueble encontrado perdido, de un tesoro o de la parte del tesoro
que le corresponde al dueño del terreno donde fue descubierto, sabiendo
que debe actuar conforme a la disposición delCódigo Civil. En consecuen-
cia, aparte de actuar el agente con lo que en doctrina se conoce como el
animus rem sibi habendi, debe conocer además que existen normas civiles
que sc deben cumplir.
4. ANTIJURIDICIDAD
Las conductas típicas, tanto objetiva como subjetivamente, de apro-
piación de bien encontrado perdido o de tesoro serán antijurídicas cuando
en ellas no concurra alguna causa de justificación de las previstas en el ¿rrtí-
culo 20 del Código Penal. En cambio, si el agente hace uso del ejercicio del
derecho de retención del bien encontrado perdido hasta que el propietario
cumpla con pagarle la recompensa por ejemplo, la conducta será típica,
pero no antijurídica, por lo tanto, será irrelevante penalmente.
5. CULPABILIDAD
En este delito muy bien puede presentarse el error de prohibición. Tal
ocurrirá cuando el agente proviene de un país donde este aspecto no está
regulado en el Código Civil. Actúa en la creencia que también en el nuestro
oclrrre lo mismo ignorando de esa form¿r que existen normas imperativas
en nuestro Código Civil.
6. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
Las acciones delictivas interpretadas se consuman o perfeccionan en
el instante en que el agente decide apropiarse del bien que ha encontrado
t 1098
Apropiación ilícita
7. PENALIDAD
De encontrarse responsabie penalmente al autor del delito, será reprimi-
do con pena privativa de libertad no menor de dos días ni mayor de dos años,
o con limitacrón de dí;rs libres de diez a veinte jornadas, ello según sea el caso
concreto.
Subcapítulo 4
Apropiación de un bien
por error o caso fortuito
1. TIPO PENAL
Será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con
limitación de días libres de diez a veinte jornadas, quien realiza cualquiera de
las acciones siguientes:
2. Se apropia de un bien ajeno en cuya tenencia haya entrado a
consecuencia de un error, caso fortuito o por cualquier otro motivo
independiente de su voluntad.
1099 r
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El inciso segundo delartículo 192 del Código Penal regula eldelito que
se configura cuando el agente dolosamente se apropia o se hace dueño de un
bien mueble ajeno que ha entrado o ingresado en la esfera de su dominio a
causa de un error, caso fortuito o por cualquier motivo independiente de su
voluntad.
De la estructura del tipo penal se advierte que el hecho punible puede
evidenciarse hasta en tres supuestos:
Primero, cuando el agente se apropia de un bien que ha llegado o
entrado en su dominio a consecuencia de un error. Ei delito aparece
cuando el agente se da cuenta de_que ha entrado e.n posesión de bien
ajeno por.error-v pese a ello v en lugar de entregarlo o der,olverlo a su
propietario, se lo apropia. Caso contrario, si en determinado caso se
llega a establecer que el sujeto no salió del error producido, resultará
imposible que se le pueda atribuir penalmente algún delito.
Se entiende por error el conocimiento falso o contrario a la verdad
recaído en un hecho jurídicamente relevante v cuyo efecto se relaciona
con la validez del acto jurídico o con la culpabilidad penal(t+ar). Aquí
el agente falsamente cree que ha entrado en posesión de bien ajeno en
forma lícita. El error debe ser espontáneo de ninguna manera debe ser
provocado por aquel. Si llega a determinarse que el error lo provocó el
agente no se configurará el delito en comentario, sino el de estafa de ser
sl 6¿se(la90). Asimismo, es común sostener que el error puede provenir
del sujeto que recibe el bien como de aquel que lo entrega por error.
Con Peña Cabrera(last) concluimos que el error que aquí nos interes¿
es el que causa la transmisión de la tenencia, por ende, son indife-
rentes las equivocaciones sobre el precio o la calidad del bien. Si hay
error en el precio o calidad del bien cedido se resolverá aplicando las
normas de carácter civil.
Segundo, cuando el autor se apodera de un bien que ha entrado en
su dominio a consecuencia de un caso fortuito. Es decir, se produce
este supuesto ilícito cuando el agente sabiendo perfectamente que a
consecuencia de un caso fortuito ha entrado en posesión de un bien
I 1100
Apropiación ilícita
(14e2) Roy FREYRE, 1 983, p. 1 29; pEñA CABRERA, 1992, p. 11 Z; ANGELES et ot., 1997 , ll l, p. I 266;
BRAMONT-AR|AS TORRES/GARCÍA CANTTZANO, 1997 , p.337 yyrLLA SrEtN, 2001 , p. 11 9.
(r4e3) RoY FREYRE, 1983, p. 129. lgual y con el mismo ejemplo, BRAMoNT-AR|A5ToRRES/GARCíA
CANrzANo, 1997 , p.338.
1101 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Según la redacción del tipo penal se evidencia que se trata de un delito
netamente doloso; penalmente no es posible la comisión culposa.
El agente actúa con conocimiento de que ha entrado en posesión o
tenencia de un bien que pertenece a otra persona a causa o consecuencia de
un error o caso fortuito, no obstante voluntariamente decide apropiárselo.
4. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
Los supuestos delictivos en análisis se consuman o perfeccionan en
el momento que el agente comienza a comportarse como dueño del bien
que ha entrado en su esfera de dominio a consecuencia de un error' caso
fortuito u otra causa independiente a su voluntad.
Como ocurre con todos los supuestos previstos bajo el rótulo de
apropiación ilícita, es difícil determinar una regla generaipara saber cuándo
comienza la apropiación; sin embargo, nosotros insistimos al considerer
como un indicio razonable que el agente quiere la cosa para sí (anintrts
rem sibi babendi), su negativa o renuencia a entregar o devolver el bien a
cuya posesión entró por causa independiente a su voluntad, al ser requeri-
do expresamente por su verdadero propietario. En la práctica judicial, sin
requerimiento será imposible saber si el agente se ha apropiado del bien.
En tal sentido, por ejemplo, no habrá delito cuando una persona sigue en
posesión del bien esperando que su propietario lo reclame.
No posible que la conducta del agente de apoderamiento o apropia-
es
ción del bien, se quede en grado de tentativa.
5. PENALIDAD
El autor del delito interpretado será merecedor a una sanción penal.
cuya pena osciia entre no menor de dos días ni mavor de dos años si es pri-
vativa de libertad, o con limitación de días libres de diez a veinte iornadas.
Subcapítulo 5
Disponer o apropiación de bien recibido en prenda
1. TIPO PENAL
Las conductas delictivas de disponer o apropiarse de bien recibido
por el agente en calidad de prenda, se recoge en el numeral 193 del C.P en
los términos siguientes:
r 1102
Apropiación ilícita
2. TIP¡CIDAD OBJETIVA
El delito se configura cuando el agente o autor, sin observar las dispo-
siciones previstas en nuestro Código Civil, vende, se apropia o dispone de
los bienes muebles que conforman el derecho real de gar^ntía denominado
prenda, constituida a su favor.
Para saber qué significa prenda en nuestro sistema jurídico no queda
otra alternativa que recurrir a nuestro Código Civil. Allí se prescribe que
es un derecho real de garantía que se constituye sobre un bien mueble, me-
diante entrega física o jurídica, para asegurar el cumplimiento de una obli-
gación (artículo 1055 delC.C.).El numeral 1064 del C.C. establece que: "el
acreedor o el tercero que recibe la prenda tiene la calidad de depositario".
Asimismo, el artículo 1066 del texto civil claramente prescribe: "aunque no
se pague la deuda, el acreedor no puede apropiarse del bien prendado por
la cantidad prestada. Es nulo el pacto en contrario". Y finalmente, entre las
normas pertinentes para efectos del análisis cabe citar los artículos 1069,
1076 y 1080 del Código Civil. En el primero, se prescribe que: "vencido el
plazo sin haberse cumplido la obligación, el acreedor puede proceder a la
venta del bien en la forma pactada al constituirse la obligación. A falta de
pacto, se tramite como proceso de ejecución de garantías". En tanto que el
segundo señala: "El acreedor no puede usar el bien sin el consentimienro
del constituyente". Y en el tercero, se prevé: "el que guarda el bien pren-
dado está obligado a devolverlo cuando se cumpla la obligación y queden
satisfechos los gastos de conservación, bajo responsabilidad".
Antes de continuar es preciso hacer la diferencia entre los supuesros
previstos en ei artículos 190 v el193 del Código Penal, pues pareciera que
estamos ante un conflicto de normas penales al suponerse que el supuesto
regulado en el 193 \'a está regulado en elartículo 190 del C.P Situación que
incluso ha originado que elprofesor Peña Cabrera en su oportunidad,haya
indicado con verdad que esta forma de legislar alienta a confusiones inevita-
bles(14e4). Sin embargo, de la lectura analítica del tipo penal del artículo 193
y de las disposiciones civiles que regulan la prenda, se llega a la conclusión
de que no existe conflicto de normas penales y menos, puede presentarse
confusiones al momento de hacer hermenéutica jurídica.
1103 I
Ramiro Salinas Siccha
I 1104
Apropiación ilícita
1105 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Las acciones descritas por las cuales se materializa el delito en estudio
dogmático son de cornisión dolosa, no cabe la comisión por culpa.
I r106
Apropiación ilícita
4. ANTIJURIDICIDAD
Las conductas típicas analizadas en su aspecto objetivo y subjetivo,
serán antijurídicas cuando el agente, ante el incurnplimiento de su deudor,
actúa desconociendo, o, mejor dicho, no haciendo caso a las formalidades
previstas en las normas civiles (1066y 1069 delCódigo Civil), normas de
naturaleza imperativa ,y, por tanto, de cumplin-riento obligatorio por parte
del acreedor beneficiario de la prenda.
Se entiende que tales normas son de conocimiento general y mucho
más de aquellas personas que firman documentos en los cuales se consti-
tuye la prenda.
Es lógico que pueda presentarse alguna causa de justificación en la
conducta del agente. Ocurrirá por ejemplo, cuando el agente entregue el
bien prendado a una tercera persona por haberlo así dispuesto la autoridad
competente en el ejercicio de sus funciones (inciso 9 artículo 20 delC.P).
O, cuando el acreedor beneficiario hace uso del bien, pero conrando con el
consentimiento del propietario del bien prendado.
5. CUTPABILIDAD
Unavez que se ha verificado que esramos anre una conducta típica y
antijurídica al no concurrir alguna causa de justificación, correspon derá al
operador jurídico analizar si el acreedor es personalmente imputable.
En esta etapa se determinará si el agente es imputable y si al mo-
mento de actuar pudo comportarse de modo diferente al de cometer el
delito. Aquí también se analizará si el agenre conocía ia antijuridicidad de
su conducta, pues si se determina que al momento de actuar el agente co-
nocía per{ectamente que su accionar era ilícito, debido a que tenía pleno
conocimiento que ante el incurnplimiento del deudor, no podía apropiarse
del bien a cuenta de lo prestado, no podía vende r de motu proprio ni usar el
bien en su beneficio ni de tercero sin contar con la autorización del deudor
dueño del bien, estaremos ante una conducta atribuible o imputable perso-
nalmente a su autor.
1107 l
Ramiro Salinas Siccha
6. CONSUMACIÓN Y TENTATIVA
7. PENALIDAD
Al encontrarseresponsable penalmente, el agente de este delito ser;í
merecedor de una pena privativa de libertad que oscila entre no menor de
uno ni nrJyor de cuatro años.
I 11OB
Capítulo lV
RECEPTACIÓN
Subcapítulo 1
Tipo general
1. CUESTIONESGENERALES
1109 I
Ramiro Salinas Siccha
2. CLASES DE RECEPTAC¡óN
3. TIPO PENAL
I14ee) Vrde la Ejecutoria Suprema del 23 de noviembre de 2004, R.N. No 2607-2004-Trujillo; MU-
ñoz CoNDE, 2001, p. 51 8; MErNr MENDEZ, 2005, p. 9.
I 1110
Receptación
4, TIPICIDAD OBJETIVA
"EI comportamiento delictipo en el delito de receptación consiste en
adquiria recibir en donación o en prenda, guardar, esconder, vender o ayu-
dar a negociar un bien de cwya procedencia delictuosa se tenía conocimiento
o se debía preswmir que proaenía de un delito; que, asimismo, es presu-
puesto del delito de receptación, el que se haya cometido wn delito anterior,
dado qwe se exige que el bien sobre el qwe recae la recept.tción proceda de un
¡lsli¡s"(ts00).
De la estructura del tipo penal 1,94 y del concepto formulado por
nuestro máximo tribunal de justicia se evidencia que la configuración del
delito exige la concurrencia de elementos objetivos trascendentes. A falta
de alguno de ellos, el delito no aparece.
Los elementos objetivos son los siguientes:
4.1. El bien objeto del delito debe ser objeto material de un delito anterior
Si no hay delito anterior es imposible jurídicamente hablar de recep-
tación. Sin la comisión previa de un delito no existe receptación, pero no
solo porque así lo haya dispuesto el legisladoa sino porque no sería posi-
ble construir un tipo penal que castigase a quien oculta algo lícito. En el
mismo sentido, Bramont-Arias y García Cantizano(1501) enseñan que sin la
existencia de este previo delito no es posible la receptación, no por depen-
dencia de algún tipo penal, sino en virtud de la misma definición de aquella
conducta, entendida como la lesión de un bien jurídico ya lesionado.
Por su parte el derecho vivo y actuante, por resolución superior del
27 de noviembre de 1998, pone en evidencia que también es necesario que
haya sido acreditada la preexistencia del bien en el delito anterior, caso con-
trario no es posible el delito. Aquella resolución sostiene qve "presupwesto
del d.elito de receptación es qwe se baya cometido wn delito anterior, bajo tal
1111 I
Ranriro 5alinas Siccha
4.2. El bien objeto deldelito debe ser el mismo del delito precedente
Como se ha indicado, teniendo en cuenta si el objeto material del
delito es el mismo del delito antecedente u otro cambiado por el del delito
antecedente, la doctrina diferencia a la receptación en dos clases: la recep-
tación en cadena y la receptación sustitutiva.
Se configura la primera cuando el bien receptado es el mismo que fue
objeto del delito primigenio o antecedente; en tanto que la segunda clase
se configura cuando el bien receptado es aquel adquirido o sustituido por
el bien objeto del delito primigenio o antecedente.
De ese modo, haciendo hermenéurica del tipo penal 194, debemos
concluir que se configura el delito de receptación cuando el agente realizala
conducta receptiva sobre el "bien de cuya procedencia delictuosa" tenía co-
nocimiento o debía presumirlo. Es deci¡ el agente realiza la conducta recep-
a 1112
Receptaci ón
tiva sobre el mismo bien objeto material del delito precedente. Según la re-
dacción del tipo penal 194 solo cabe la receptación en cadena y así lo entien-
de el Supremo Tribunal en la Ejecutoria del23 de noviembre de 2004(150s).
(rsos) R.N. N'2607-2004-Trujillo. En contra y más por temores a la impunidad de los delitos de
corrupción, MEINT MÉNDEZ, 2005, pp. 15 y ss.
1113 I
Ramiro Salinas Siccha
I 1114
Receptaci ón
1115 t
Ramiro Salinas Siccha
I 1116
Receptac ión
1117 f
Ramiro Salinas Siccha
I 1118
Receptaci ón
1119 I
Ramiro Salinas Siccha
I 1120
Receptac ión
(1srs) Proyecto de ley N" I 937l2007-CR, presentado ante el Congreso el 5 de diciembre de 2007.
"1121 a
Ramiro Salinas Siccha
(rsr8) Exposición de motivos del Proyecto de Ley No 271 5/2008-cR, antes citado.
(rsre) Véase la exposición de motivos del Proyecto de Ley N" 952/20O6-CR, ingresado al Con
greso de la República el 2 de febrero de 2007.
a 1122
Receptaci ón
5. TIPICIDAD SUBJETIVA
Se trata de un delito que puede ser comerido tanro a título dc dolo
cor.no de culpa. En efecto, los siete primeros supuesros analizados se con-
figuran dolos¿rmente, esro es, el agente conoce que el bien provier.re de un
hecho delictuoso anrerior, no obstante voluntariamente decide conrprar,
recibir en prenda. recibir en donación, etc.
1123 a
Ramiro Salinas Siccha
6. ANTIJURICIDAD
La conductatípica objetiva y subjetiva de receptación será antiju-
rídica cuando el agente o receptador actíre sin que medie alguna causa
que haga permisible aquella conducta. Si por el contrario en el actuar
del agente concurre una causa de justificación prevista en el artículo 2O
de nuestro Código Penal, estaremos ante una conducta típica, pero no
antijurídica.
7. CULPABILIDAD
La acción de receptación típica y antijurídica podrá ser imputable
o atribuida personalmente a su autot siempre y cuando se verifique que
(1s2ó) Ejecutoria Suprema del 2 de julio de 1 994, Exp. No 'l 085-93-Lima, en Normos Legales,Yol.
CCXXV|ll, Trujillo, 1 995, p. 26.
s27) Resolución Superior del 7 de enero de 1997 , Exp. No
(r
1 13 1 -96-Chiclayo, en Serie de Juris-
prudencio, No 1, 1 999, p.476.
(r s28)
Resolución Superior del 1 9 de enero de 1 998, Exp. N" 7066-97-Lim a, en Diólogo con lo
Jurisprudencio, Año 6, No 1 9, Lima, 2000, p. 1 96.
(152e) Resolución Su perior del 2 de octu bre de 1 998, Exp. No 2856-98-Lima, en RoJAs VARGAS/
BACA CABRERA/NETRA HUAMÁN, 1999, p.45.
1125 f
Ramiro Salinas Siccha
8. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
9. PENALIDAD
El agente, luego que la autoridad judicial realice su silogismo jurídico
en la resolución final correspondiente, será merecedor de pena privativa
de libertad no menor de uno ni mayor de tres años y con treinta a noventa
días-multa.
En cambio, la pena será privativa de la libertad no menor de dos ni
mayor de cinco años cuando el objeto del delito lo constituyan los vehícu-
los automotores o sus partes importantes.
Finalmente, la pena será privativa de la libertad no menor de seis ni
mayor de diez años si se trata de bienes provenientes de la comisión de los
delitos de secuestro, extorsión y ffata de personas.
a 1126
Receptaci ón
Subcapítulo 2
Distribución de señales de
satélite portadoras de programas
1. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La conducta típrca se configura cuando el agente o autor distribuye
una señal de satélite portadora de programas, originariamente codificada,
(1s30) Asíse expone en la exposición de motivos del proyecto de Ley N" 2959/2008-PE, ingresa-
do al Congreso el 9 de enero de 2009.
1127 a
Ramiro Safinas Siccha
2.1, Elbien objeto deldelito debe ser una señalde satélite portadora de
programas de un delito anterior
Si no hay delito anterior es imposible jurídicamente hablar de recep-
tación. Sin la comisión previa de un delito no existe receptación, pero no
solo porque así lo haya dispuesto el legislador, sino porque no sería posible
construir un tipo penal que castigase a quien oculta algo lícito.
La doctrina peruana(1s31) es unánime y pacífica al sostener que bast;r
con que el delito precedente sea un hecho típico y antijurídico consumado.
No es necesario que el autor sea culpable o que no exista alguna causa de
exclusión de la pena corno podría ser la concurrencia de las circunstancias
previstas en el artículo 208 del Código Penal. Es irrelevante si alguna persona
fue denunciada o sentenciada por el hecho precedente, pues muy bien el autor
de aquel delito no pudo haberse individualizado o también la acción penal se
haya extinguido (ejemplo, muerte delautor) o, por el transcurso del tiempo,
haya prescrito. Lo único que se exige es que el hecho precedente consritur-a
delito. Si el bien proviene de una falta contra el pirtrimonio o infracción adnri-
nistrativa, el delito no aparece.
2.2. La señal de satélite del delito debe ser el mismo del delito precedente
Teniendo en cuenra si el objeto material del delito es el mismo del
delito antecedente u otro cambiado por el del delito antecedente, se dife-
rencia en este tipo de receptación dos clases: la receptación en cadena y la
receptación sustitutiva.
I 1128
Receptac ión
1129 f
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
El término a sabiendas ha de entender que estamos ante una conducta
netamente dolosa; no cabe la comisión por culpa. El agente, conociendo
que se ha decodificado ilegalmente la señal de_ satéIite portadora de pro-
gramas, con conocrmiento y voluntad aytda a distribuir la señal de satélite
áecodificada. Aquí no sirve el "debía presumir" que recoge el artículo 194
del Código Penal.
CONSUMACIÓN Y TENTATIVA
I 1130
Receptaci ón
5. PENALIDAD
Luego de ser sometido al debido proceso penal y ser encontrado res-
ponsable de la comisión del delito en análisis, el agente o sujeto activo será
sancionado con pena privativa de la libertad no menor de dos años ni ma-
yor de seis años v con treinta a noventa días multa.
1131 I
Capítu lo V
ESTAFA Y OTRAS DEFRAUDACIONES
Subcapítulo 1
Estafa
1. CUESTIONESGENERALES
(r532) RoY FREYRE, 1983, p.147r Ánceres et ol.,1997, lll, p. 1 280; PAREDES INFANZóN, 1999, p.209.
1133 I
Ramiro Salinas Siccha
las conductas por las cuales el autor por medio del engaño o cualquier otro
acto fraudulento, hace que la víctima le entregue en forma voluntaria parte
o el total de su patrimonio.
2. TIPO PENAL
3. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de estafa se configura, aparece o se verifica en la realidad
concreta cuando el agente haciendo uso del engaño, astucia, ardid u otra
forma fraudulenta induce o mantiene en error al sujeto pasivo con la fina-
lidad de hacer que este, en su perjuicio, se desprenda de su patrimonio o
parte de él y le entregue en forma voluntaria en su directo beneficio inde-
bido o de un tercero.
En estos tiempos de postmodernidad que nos ha tocado vivir, el su-
jeto activo incluso puede hacer uso de la informática para verificar la con-
ducta punible de estafa. En efecto, esta se configura, por ejemplo, cuando
el agente envía a Ia víctima un correo electrónico a nombre de su banco,
pidiéndole bajo cualquier excusa y con carácter de urgente, su número de
tarjeta y clave secreta. Para ello envía un link para acceder a la web del
banco. La víctima, en la creencia que es su banco el que lo solicita, escribe
su número de tarjeta y su clave secreta y con tal información el estafador
retira el dinero de su cuenta. Esta modalidad es conocida como pbisbing.
La configuración de la estafa requiere la secuencia sucesiva de sus
elementos o componentes; esto es, requiere primero el uso del engaño por
parte del agente, acto seguido se exige que el engaño haya inducido o servi-
do para mantener en error a la víctima y como consecuencia de este hecho,
Ia víctima voluntariamente y en su perjuicio se desprenda del total o parte
de su patrimonio y lo entregue ai agente en su propio beneficio ilegítimcr
o de tercero. En concreto, la figura de estafa no es la suma de aquellos
I 1134
Estafa y otras defraudaciones
1135 I
Ramiro Salinas Siccha
r 1136
Estafa y otras defraudaciones
(] 538) PEÑA CABRERA, 1 993, p. 1 60; BRAMoNI-ARIAS ToRRES, 1 997, p. 29; BRAMoNT-ARIAS ToRRES/
GARCÍA CANTIZAN O, 1997 , p. 347; PAREDES INFANZóN, 1999, p. 213 y VrrLA SrEtN, 200 1 , p. 1 36.
1137 l
Ramiro Salinas Siccha
I 1138
Estafa y otras defraudaciones
1139 I
Ramiro Salinas Siccha
oarteoeltotaldesupatrimonio.Eloperadoriurídico.almomentodecali-
por
i;.Jf, -.á;,;:;;; u"rifi.a,- si el mecanismo fraudulento utilizado
fr" idOrr.o, relevante y suficiente para propiciar que su víctima
el estafador
deberá ser lo suficien-
caiga o se manreng"-.rr-.rro.. El icto frauduiento
previsiones de la víctima.
temente idóneo y ,^p^' de vencer las normales.
la realidad
ó.r..rp."¿. d áp"rlJáriurídico hacer. tal calificación, pu€s en ambiente so-
.o.rlr.ir, por las "rp".i"ttt circunstancias de tiempo' qodg'
intelectuales de
cial y lugar en que ;;;;; y no. las especiales aptitudes
la víctima, Ios casos varían i" ,r.o otro. No hay casos idénticos' pero sí
"
pueden haber Parecidos'
Can-
No faka tazón a Bramont-Arias Torres y García Cantizano
les
siguiend.o.a los penalistas
¡i7¿¡rs1rs+z),y J"ui", Vill" St"intls4l)' cuando
" c¿Jigo ttpllto! q"" p"t" calificar la conducta
;;:;-.;rár, "i 'o"i"t't" pail determ:Tt tt engaño'
debe adoptarse un .¡t?ti" ib;ttiuo-"'bietivo
revis.te apariencia de serie-
según el cual h"bre qr. .o."iit"' si el engaño
de medrana persprcacra
da? ,, realidad suficiánt e para defreudar a personas
en cada ceso particular' será Precr-
r ¿iii-"t.;" -prtr. obf etiva-l y además,
función de las condiciones
i";i;; "; .í;;;; i" iá.".iáád del engaño en
personales del sujeto pasivo -Parte subietiva-'
Lajurisprudenciapresentaunsinnúmerodemecanismosfraudulen-
tos por los cuales se verifica el delito; así tenemos:
l.,,Laacthwddelprocesadod'einduciraerro|alagraviadoaparentando
una condici¿, no ostentaba con la finalida.d de.oca.sionarle uil
irc
per.-
.(]545)ResoluciónSuperiordel26-05-,l998,Exped¡enteNo286-98,enRoJAsVARGAS,1999a,p.763.
I 1140
Estafa y otras defraudaciones
1141 f
Ramiro Salinas Siccha
pica si es que este es swficiente para alterdr los elementos del jwicio que dispone
la víctima para comprender la intención dolosa del agente; y, segwndo, debe
motiaar la disposición patrimonial, lo qwe permitirá verificar la relación de
cawsalidad entre la acción y el reswltado, generando Ia posibilidad de negar la
imputación objetiva del reswltado directamente proL)ocado por la disposición
patrimonial, si es qwe el error, Iejos de ser causa del comportamiento engañoso,
aparece como consecuencia de Ia propia negligencia o falta de cuidado del
sujeto"(s4t¡.
El acto fraudulento exteriorizado por el agente puede servir para
mantener en error a la víctima. Se configura cuando sabiendo el agente de
que una persona tiene una falsa representación de la realidad, realiza alg:ún
aito fraudulento con capacidad suficiente para hacer que aquella no salga
de su error y de ese modo se desprenda de su patrimonio. Se exige que el
agente con su actuar engañoso determine la continuación de la falsa repre-
sentación de la realidad. El actor necesariamente debe hacer actos positivos
para evitar que la víctima supere o salga de su error. Incluso guardando si-
lencio ante hechos que está en la obligación normal de poner en evidencia,
comete delito el mismo que será por omisión. El simple aprovechamiento
de la falsa representación que a veces tenemos de las cosas, no es relevante
para la configuración de la estafa.
Con Roy Freyre(15ae), podemos decir que tenemos un error induci-
do cuando el actor promueve intencionalmente, haciendo surgir la falsa
representación en la mente del agraviado y error mantenido cuando la fal-
sa representación ya preexiste en la mente de la víctima, situación que es
aprovechada por el agente para fortalecer o impedir que sea superado. En
igual sentido, Bramont-Arias Torres y García Cantizano(1550).
Por otro lado, es común en la doctrina sostener que no habrá proble-
ma de error en aquellos casos en que faltan las condiciones personales sufi-
cientes en la víctima, por cualquier razón, para tomar conocimiento de esa
realidad; por ejemplo, aprovecharse de alguien que ignoraba absolutamente
un tema por pertenecer a otra cultura, de un niño o de un enfermo mental.
En estos casos, simplemente habrá hurto y no será necesaria la prueba del
engaño ni del error(1ss1).
(1s48) Expediente No 261 8-98-Lima, en ROJAS VARGAS/BACA CABRERVNETRA HUAMÁN lll, 1 999, p. 304.
(1s4e) ROy FREYRE, 1983, p.158.
(] 550) BRAMONT.ARIAS TORRES/GARCÍA CANTIZANO, 1 997, P. 350,
(1551) Cfr. PEÑA CABRERA, 1993,P.168; BRAMONT.ARIASTORRES, 1997,P.35; BRAMONT-ARIA5TO-
RRES/GARCÍA CANTTZANO, 1997, p. 351 ; PAREDES INFANZÓN, 1999, p. 216.
f 1142
Estafa y otras defraudaciones
1143 r
Ramiro Salinas Siccha
{1 554) y/d. BRAMoNT-AR|AS ToRRE5/GARCÍA CANTTZANo 1 997, p. 353; VILLA 5TEIN, 20O1 , p. 1 41 .
a 1144
Estafa y otras defraudaciones
4. TIPICIDAD SUBJETIVA
Es una conducta típicamente dolosa. No es posible la comisión
culposa.
1145 ¡
Ramiro Salinas Siccha
5. ANT¡JURIDICIDAD
La conducta típica objetiva v subjetivamente será antijurídica cuando
no concurra alguna causa de justificación . Habrá antijuridicidad cuando el
agente con su conducta obtenga un beneficio patrimonial que no le corres-
ponde. Si por el contrario, se llega a la conclusión de que el autor obtuvo
un beneficio patrimonial debido o que le correspondía, la conducta no será
antijurídica, sino permitida por el derecho. Esto ocurrirá, por ejemplo con
aquella persona que haciendo uso del engaño hace caer en error a una per-
sona que se resiste a cancelarle por los servicios prestados, logrando de ese
modo que esta se desprende de determinada suma de dinero y le haga en-
trega. Sin duda, aquí se ha obtenido un provecho económico, pero debido
o lícito.
6. CULPABILIDAD
LJna vez qlre se ha determinado que la conducta es típica v antljurí-
dica, corresponderá verificar si el actor es imputable, es decir, le puede ser
atribuida penalmente la conducta desarrollada. También se verificará si el
agente tuvo oportunidad de conducirse de acuerdo a ley y no cometer el
delito y finalmente, se verificará si aquel, al momento de actuar tenía pleno
conocimiento de la antijuridicidad de su conducta. Es decir, si sabía que
su conducta estaba prohibida. Si, por el contrario, se verifica que el agente
actuó en la creencia errónea que tenía derecho al bien o a la prestación atri-
buida nrediante el acto de disposición, se excluirá la culpabilidad, toda vez
que.es perfectamente posible que se presente la figura del error de prohibi-
a 1146
Estafa y otras defraudaciones
ción, situación que será resuelta de acuerdo al segundo párrafo del artículo
14 del Código Penal.
7. TENTATIVA
8. CONSUMACTÓN
1147 a
Ramiro Salinas Siccha
(r56s) PEñA CABRERA, 1993, p. 172. En parecido sentido, PAREDES INFANZóN, 1999, p.220.
{r s66) R. No N 3344-2003-Ayacucho, en SAN MART¡N CAsTRo, 2006, p. 498.
(rs67) HURTADopozo,2OOS,p.379.
.
I 1148
Estafa y otras defraudaciones
10. PENALIDAD
De encontrarse responsable penalmente , el agente clel delito de estafa
será merecedor a pena privativa de libertad no rnenor de' uno ni mayor de
seis años. Corresponde irl criterio delJuz-gador graduar la pena según los
presupuertos establecidos en los rrtículos 45 v 46 del Código Penal.
Subcapítulo 2
Defraudación
1. TIPO PENAL
(I s68) Ejecutor¡a Superior del 0 1 - l 0- 1 998, Exped iente N. 3203-97-Lima, en RoJAs VARGAS/BACA
cABRERA/NETRA HUAMÁN, 1999, p. 325.
fi49 A
Ramiro Salinas Siccha
2. HERMENÉUTICAJURíDICA
El artículo 197 del Código Penal regula conductas especiales de estafa
qlle merecen sanción menor a la prevista para aquellos que realizan alguna
conducta del tipo básico, por lo que no pueden considerarse como circuns-
tar-rcias agr¿1\'antes de ia estafa, sino minorantes. Hecho que no tienc er-
plicación razonable en nuestro sistema jurídico penal, debido a que como
veremos. el ¿rcturr del agente produce resultados nrucho más gr¡r-es .r los
supuestos subsumidos en el tipo básico, pues aparre de lesion¿r el patrimo-
nio de I:r víctima se lesionan otros bienes jurídicc'rs. Hrrr- ma1'or desvalor del
resultado. Pensamos que abonaría a dar mayor coherencia interna a nuestra
normati\¡a penal, si el legislador hubiese previsto sancionar los casos es-
peciales de defraudación con pena mayor a la prevista en el artículo 196 o,
en todo caso, debió manrener lo previsto en el código derogado, el mismo
que conforme aparecía en el artícul o 245,los sancionirba con la misma pena
prr-\'ist¿'r e n el tipo básico de estafa.
I 1150
Estafa y otras defraudaciones
dad no hay proceso válido, pero se finge uno para hacer caer en error a la
víctima y hacer que este se desprenda de su patrimonio. No les falta ra-
zón aBramont-Arias.Tolr_es y García cantizano(1s6e), cuando afirman que
aquí existe un montaje del sujeto activo para engañar al rercero mediante
el aprovechamiento del respeto, auroridaá y credibilidad que otorga la jus-
ticia, mas el engaño no está referido al juez, sino directa*.r,t. nl t"...io.
La realidad judicial presenra interesantes casos sobre simulación de
juicio. Así tenemos la-resolución superior delzs de setiembre de 1992 que
afirma: "se configwra el delito en el presente caso, al baber los procesados simw-
lado la realización de wn proceso ciail de pago de dinero cin el
fin de perjw-
dicay al agraaiado"(1520). En parecido sentido, la resolución superigr d"i t+
de abrii de 1998 esgrime: "que, asintisma prweba la responsabilldad penal de
Ios proc-e.sados, el becho de baber simulado un juicio qui getteró el ent\argo del
inmueble sc¡bre el cual recdía la hipctteca, para lo ,ril loi procesados drioro-
ciendo el acuerdo con el banco, ), después de baber log.ado su propósito, dejan
sin efecto lo acordado sitt let'antar la bipoteca, más bien en'forma dolos) eJ
encausado cede sus acciones y derecbos a tet'ceras personas como son los seño-
res Bauer, pala d9 estd mdnera,e.aitar qwe el banco agraviado pueda itfterpcttter
Ias acciones legales correspondisn¡g5..."(1571).
cu¿rndo la ve r-rtaja que consiga el :rger-rte con srl acto fr:rudulento den-
tro dc un proccso, sea patrimonial, sin duda, se presentará en concurso con
el delito previsto en el artículo 416 dcl código Penal. Es decir, solo en los
1151 I
Ramiro Salinas Siccha
casos en que el objetivo del agente del acto fraudulento sea la obtención de
un beneficio económico indebido en perjuicio de un tercero, se le atribuirá
la comisión del delito de defraudación por fraude procesal previsto en el
inciso I del artículo 197 del C.P y el delito de estafa procesal, previsto en
el artículo 416 del Código Penal. En este, será en agravio de la adminis-
tración de justicia v en aquel será en perjuicio de la persona perjudicada
patrimonialmente. En cambio, si la ventaja que persigue el agente es de otra
naturaleza, solo se configurarí eldelito previsto en el ¿rrtículo 416 delC.P
En ambos supuestos, el delito se consuma o perfecciona cuando cl
agente obtiene o logra obtener la ventaja patrimoni;rl indebida que desde el
inicio persiguió. Sin conocimiento y voluntad de actuar cn fornra frrruciu-
lenta ninguna de las conductas delictivas se confiquran.
i1572) ÁrucelrsGoNZÁLES/FRtsANctioAPARtcto/RosAsYATAco,1997,lll,p.1294.
a 1152
Estafa y otras defraudaciones
'i
cfr. Roy FREYRE, 983, p. 1 84; ERAMONT-ARIA5 TORREs/GARCÍA CANTTZANO, 1 997, p. 35g.
'1983, p. '184.
RoY FREYRE,
1153 I
Ramiro Salinas Siccha
(r s76) Exped iente No 702-98, en ROJAS VARGAS/BACA CABRERA,/N ErRA HUAMÁN, 1999, p.329.
\1577 )
Resolución Su perior del 23'97 -1998, Expediente N" 707-98-PICAM, en ARMAZA GAr Dos/
ZAVALA ToYA, 1999, p. 1O4.
t 1154
Estafa y otras defraudaciones
Siendo así resulta inevitable recurrir a nuestro Código Civil para saber
exactamente en qué consiste el mandato y cuáles son las obligaciones del
mandatario frente al mandante. En el Código Civilencontramos el artículo
1790, en el cual se estipula que "por el mandato el mandatario se obliga a rea-
lizar uno o más actos jurídicos, por cuenta y en interés del mandante". Esto
es, el mandato es un contrato nominado por el cual el mandatario se obliga
frente al nandante a realizarle diversos actos jurídicos en su favor. Asimis-
mo, el inciso 3 del artícu\o 1793 del C.C. prevé la obligación del rnandata-
rio que en esta oportunidad nos interesa. Allí se estipula que es obligación
del mandetario "a rendir cuentas de su actuación en la oportunidad fijada
o cuando lo exija el mandante". En consecuencia, estas cuenras y no otras
serán el objeto nrateri:rl de la defraudación que nos ocupa. Por rendir cuentas
se entiende a la presentación por parte del mandatario de un inforrxe porme-
norizado cle su gestión efectuada en cumplimiento clel contrato de mandato.
En aquel inforne se indicará todos los actos jurídicos realizados, los egresos
que se han efectuado, los ingresos logrados, etc.
De la redacción del contenido del hecho punible se verifica que en la
realidad concreta, puedcn presentarse hasta en cuatro formas:
rt. Cwando el agente altera en sils cuentas los precios suponiendo gastos
no realizados
Este supuesto punible se configura cuando el mandatario (agente)
en su informe altera o falsea los precios, suponiendo gastos que en la rea-
lidad no se han efectuado. F,l mandatario no ha realizado gasto alguno, sin
embargo, dolosamente en su informe o en sus cllentas 1o hace aparecer
con la finalidad firne de de'fraudar al rnandrrnte. obteniendo un beneficio
patrimonial indebido. De acuerdo a ley el mlndante deberá pagar o cubrir
tales gastos.
b. Cuando el agente altera en sus cuentas los precios exagerando los gas-
tos efectuados
115s I
Ramiro Salinas Siccha
2.4. Este¡¡onato
El legislador nacional en el inciso cuarto del artículo 1,97 ha regulado la
defraudación que con mayor frecuencia se ventila en los estrados judiciales
conlo es el estelionato. Allí se afirma que hay defraudación cuando se ven-
de o grava, como bienes libres, los que son litigiosos o están embargados
o grnrrador y cuando se vende, grava o arrienda como propios los bienes
aienos. En esa línea, el delito se configura cuando el agente o autor con la
(] 578) YId. BRAIV1ONT.ARIAS TORRES/GARCÍA CANTIZANO, 1997 , P.359; PEÑA CABRERA, 1993, P. 192.
-
I 1156
Estafa y otras defraudaciones
1157 a
Ramiro Salinas Siccha
I 1158
Estafa y otras defraudaciones
1159 I
Ramiro Salinas Siccha
t 1160
Estafa y otras defraudaciones
3. PENALIDAD
El sujeto activo de cualquiera de los supuesros delictivos analizados
será merecedor de una pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor
de cuatro años y unida a ella, la pena limitativa de derechos consistente en
sesenta a ciento veinte días multa.
1161 I
Capítulo Vl
FRAUDE EN LA ADMINISTRACIÓN
DE PERSONAS JURíDICAS
Subcapítulo 1
Generalidades
1. CUESTIÓN PREVIA
1163 I
Ramiro Salinas Siccha
así como el poder casi absoluto del que gozan los órganos de admi-
nistración y gestión dentro de ellas, fundamentan la intromisión del
derecho p..ril, pues se busca prevenir que en el seno de las personas
jurídicas se .e"lice.r o tengan comportamientos o conductas que, fa-
cilitadas por el propio sistema de funcionamiento que caracterizahoy
a las perstnas jurídlcas, afecten o lesionen sus intereses patrimoniales
vitales, la de sus miembros o socios, acreedores o terceros y cuando
no, afecte la economía del país.
La intervención del Derecho penal en el ámbito de las personas iurí-
dicas tiene por finalidad dotar de una mayor protección a aquellos in-
tereses patiimoniales frente a sus representantes o administradores,
quienes situados en la cúspide, con poderes amplísimos de organis-
con relación
-o, qrr. abarcan vastos sectores de la sociedad moderna
intereses, pueden,
,r, á.o.to-ía y en la que confluven conspicuos
"abusando de su posición o violando sus propios deberes, ocasionar
daños irreparablés a la persona jurídica y, por ende, a terceros intere-
sados o al Estado.
(r 588) Por su parte GARC{A CAVERo sostiene que "el legislador penal de I 991 ha procedido a am-
4 1164
Fraude en la administración de personas.jurídicas
1165 I
Ramiro Salinas Siccha
(1se2) Ley N.27785, publicada del 23 dejulio de 2002. En el artículo 3 de la citada ley se dispone
que las"normas contenidas en la presente Ley y aquellas que emita la Contraloría General son aplicables
a todas las entidades sujetas a control por el Sistema, ¡ndependientemente del régimen legal o fuente
de financiamiento bajo el cual operen. Dichas entidades, sujetas a control por el sistema, que en ade-
lante se designan con el nombre genérico de entidades, son las siguientes: 1...1g) Las entidades privadas,
los entidades no gubernamentales y las entidades internacionales, exclusivamente por los recursos y bienes
del Estodo que perciban o administren".
I 1166
Fraude en la administración de personas jurídicas
(r se3) Consu lta N" 3963-96, en Guía rópido de jurisprudencia penal y procesol penal, 2OOl , p.45.
1167 a
Ramiro Salinas Siccha
1 168
Fraude en la administración de personas jurídicas
1169 I
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPO PENAL
Las hipótesis delictivas que se pueden efectuar al interior o en contra
de la persona jurídica, aparecen debidamente descritas en el tipo penal del
artículo 198 del Código Penal de 1991. Este artículo porvez primera ha sido
objeto de modificación por laLey N" 28755, del6 de junio de 2006,cuya
finalidad fue el incluir a los auditores internos y externos como posibles
sujetos activos de fraude en la administración de personas jurídicas(1ó00),
así como personas que pueden ser inducidos a error por la comisión de una
conducta fraudulenta de parte del sujeto activo del delito(1601). Luego, el 31
{1600) Según la exposición de motivos del proyecto de la Ley N" 28755, esta inclusión "tiene
particular importancia en el caso de los sistemas financiero, de seguros y privado de pensiones, por
cuanto la opinión de los auditores internos y externos de las empresas de dichos sistemas constituye
una importante referencia para la labor de supervisión de la Superintendencia. En ese sentido, si los
auditores ocultan o distorsionan información críIica, que han encontrado al revisar los estados finan-
c¡eros o las operaciones de una empresa supervisada, pueden afectarla seriamente, pues se generaría
en el supervisor y en el público en general una idea distorsionada de la situación real de dicha empresa,
impidiendo, de ser el caso, tomas las medidas correctivas necesarias" (proyecto de ley N.9465/2003).
(160r) Asítambién en la exposición de motivos del Proyecto de la Ley No 28755 se afirma que
la modificación pretende, persuadir a los miembros del dírectorio o gerentes, entre otros, para que no
oculten a los aud¡tores la información relevante de las que tienen conocimiento.
4 1170
Fraude en la administración de personas jurídicas
3. TIPICIDAD OBJETIVA
Estamos ante una diversidad de conductas o comportamientos de-
lictivos claramente definidos. El legislador peruano ha seguido al modelo
italiano. Aquí se tipifican un conjunto de conductas específicas que, desde
la óptica del legislador, afectan la correcra administración de las personas
jurídicas. No obstante el principal problema de esta forma de legislar es el
peligro de dejar muchas otras conductas con igual desvalor jurídico-penal,
sin sanción punitiv¿(1602). Sin embargo, como el objetivo del presente li-
bro es hacer dogmática penal del derecho penal objetivo, no queda otra
alternativa que explicar cuándo se configura objetivamente cada uno de los
supuestos delictivos sancionados en elartículo i98 del C.P(1603)
1171 f
Ramiro Salinas Siccha
f 1172
Fraude en la administración de personas jurídicas
(1608) En cambio, GARcfA CAVERo sostiene que no basta con la presentación del
balance falso,
"sino que la información contable debe haber constituido un elemento de juicio relevante para la deci-
sión patrimonial de los socios o terceros" (2005, p. 57).
(r 6oe) Expediente No I 788-98-L¡ma, en RoJAs VARGAS/BACA CABRERVNETRA HUAMAN, I 999, p. 34.l .
(r 610) PEñA CABRERA, I 993, p. 21 8. En pa recido sentido, pero en condicional, GARcfA CAVERo sos-
tiene que al referirse también el tipo a las partidas contables, en general, su ámbito de aplicación podría
extenderse perfectamente a otros estados ñnancieros, como el estado de ganancias o pérdidas (2005a,
p.s4).
1173 a
Ramiro Salinas Siccha
a 1174
Fraude en la administración de personas jurídicas
El objeto material por medio del cual se puede cometer el delito será
un inventario, informe o memorias. Asimismo se constituirá en un medio
material aquellos informes por los cuales se da cuenta de lo que se decidió
en asambleas o juntas generales pasadas para apreciar la verdaáera situación
actual de la_persona jurídica. En esa línea del discurso se debe concluir que
el ámbito de aplicación de la modalidad de falsas comunicaciones sociajes
se reduce al conjunto de datos proporcionados a los socios o rerceros in-
teresados en contactar patrimonialmente con la persona jurídica, siempre,
claro está, que no se trata de documentos contables. Estas comunicaciJnes
pueden ser incluso orales(1612).
Por la naruraleza de la disposición penal en análisis, debe quedar cla-
ro que las falsas comunicaciones no se refieren a las proporcionadas a los
117s a
Ramiro Salinas Siccha
órganos de control de la persona jurídica como puede ser la SMV (ex Co-
nasev), laCámara de Comercio, etc., o a las autoridades competentes que
lo requieran, sino simplemente a las proporcionadas a los socios o terce-
ros interesados en contactar con aquella. Las informaciones falsas a los
órganos de control o autoridades competentes, aparecen tipificadas en el
artículo 242 del Código Penal que regula, entre otros, el delito de prestar
deliberadamente información inexacta ante requerimiento de autoridad
competente.
El suministro de datos falsos, tanto en su forma de dominio como
en la forma de infracción de un deber(l613), no basta para configurar plena-
mente el tipo penal, es necesario que se haya generado, cuando menos, un
peligro de daño patrimonial a la persona jurídica (por ejemplo, realizar un
gran endeudamiento) o a Ios terceros vinculados (por ejemplo, invertir ca-
pital en la sociedad). Este requerimiento se explica por el carácter de delito
de peligro concreto que posee la administración fraudulenta en el derecho
penal peruano.
(r6r3J GARcfA CAVERo, 2005a, p. 53. Este autor afirma que si el peligro concreto deber ser conse-
cuencia del riesgo creado por el autor de las falsedades o si puede provenir de otras fuentes, dependerá
de sí se trata de un delito de dominio o de infracción de un deber.
(r614) cfr. pEñA CAERERA, 1 993, p. 22ó; GARCÍA CAVERo, 1 999, p.4l.
a 1176
Fraude en la administración de personas jurídicas
El inciso cuarto del artículo 198 del C.P tipifica la conducta delictiva
que se perfecciona o configura cuando el agente sabiendo que esrá prohibi-
do (artículo 106 de laLey General de Sociedades), acepta como garantía de
créditos acciones o títulos de la misma persona jurídica a la cual representa.
Sin embargo) esta prohibición legal no es absoluta, sino relativa. La prohi-
bición tiene sentido cuando el crédito es superior al valor real de las accio-
nes o títulos. Si el crédito es igual o por debajo del valor real de las acciones
o títulos, no es posible la comisión del delito en análisis, pues muy bien la
persona jurídica, al no pagar el beneficiario el crédito en el plazo previsto,
1177 a
Ramiro Salinas Siccha
f 1178
Fraude en la administración de personas jurídicas
1179 a
Ramiro Salinas Siccha
(t 62r) PEñA CABRERA, 1993, p.234.|gua| postura reproduce ANcetts et al., l ggT, lll, p. 1 3 1 6.
I 11BO
Fraude en la administración de personas jurídicas
1181 I
Ramiro Salinas Siccha
a 1182
Fraude en la administración de personas jurídicas
1183 I
Ramiro Salinas Siccha
t 1184
Fraude en la administración de personas jurídicas
Para finalizar este apartado, cabe poner en evidencia con García Ca-
1's¡s(r633) que la redacción cerrada deltipo penal del artículo 198 del Códi-
go Penal, respecto del círculo de destinatarios de la norma trae como con-
secuencia que en determinadas situaciones se generen intolerables vacíos
de punibilidad, pues no se abarca a los órganos de administración fácticos
de una persona jurídica, mientras no estén reconocidos de acuerdo a las
normas de la materia, tampoco se comprende a los socios y aquellas perso-
nas que cumplen labores de asesoramiento como abogados o contadores
de la persona jurídica. La participación de estas personas en la realiza-
ción de conductas de administración fraudulenta solo podrá ser castigada
como participación en el delito: pero no a título de autor. Situación que
ha podido corregirse con la Ley N" 29307, sin embargo, ello ha ocurrido
parcialmente.
Es posible la coautoría cuando, por ejemplo, las conductas fraudu-
lentas son cometidas por acuerdo de administradores colegiados o también
cuando son dos los representantes de la persona jurídica.
ll8s I
Ramiro Salinas Siccha
4. TIPICIDAD SUBJETIVA
Todos los comportamientos delictivos analizados son de comisión
dolosa; no cabe la comisión imprudente. Esto significa que el agente debe
actuar con conocimiento y voluntad al realizar los supuestos analizados.
El dolo puede configurarse en sus tres modalidades, esto es, dolo directo o
indirecto e incluso, el dolo eventual.
Bien afirman Bramont-Arias Torres y García Cantizano(1631) que en
el aspecto subjetivo se requiere indudablemente el dolo; el texto legal no
exige algún otro elemento subjetivo del tipo como puede ser el ánimo de
lucro en el sujeto activo, aun cuando en la mavoría de casos ello se verifica.
Situaciones de error penalmente relevantes pueden presentarse en las
diversas modalidades de la administración fraudulenta de la persona jurídi-
ca, circunstancia que anula el dolo ¡ por tanto, la conducta aparentemente
delictiva, y se constituye en atípica. Por ejemplo, la situación de error sobre
la incompatibilidad de los intereses personaies y los sociales, la asunción de
prést:rmos para la personx jurídica desconociendo los límites inrernamente
establecidos o el error sobre el criterio de valuación adecuado para refleiar
fielmente la situación patrimonial de la persona jurídica(163s). Aquí cabe
precisar que el error no es la verificación de un estado psicológico de des-
conocimiento, sino una categoría normativa que se determina a partir de la
individullización del conocirniento imputado al auror(16i6).
5. ANTIJURIDICIDAD
[Jna vez que el operador jurídico ha determinado que l;r conducta efec-
tuada por el agente es típica, corresponderá enseguida determinar si en el
( I 634r BRAMoNT-ARrAs ToRRES/GARCÍA CANÍzANo, 1997 , p.362.Enigual sent¡do, GARCÍA CAVERo, p. 76.
(163s1 Vt¡l. [¡p6[a 6¡r7¡Ro, 2005, p. 76.
(r63ó) afirmando que "incluso la admisión jurídico-penal de una situación
GARciA CAVERO, sigue
de error tampoco lleva necesariamente a la impunidad, ya que este supuesto debe pasar aún por otro
filtro normativo -la vencibilidad- para decidir el tratam¡ento punitivo correspondiente"; derecho penal
económico, 2O03, p. 567 . lgual,2005, p.76.
I 1186
Fraude en la administración de personas jurídicas
6. CULPABILIDAD
Después de verificar que la conducta es típica y antijurídica, corres-
ponderá al operador jurídico determinar si la conducta es imputable o atri-
buible a sLl autor. En este aspecto. se verific:rrá que el agente aparte de ser
imputable, pudo actuar de modo diferente a la de cometer alguno de los
comportamientos delictivos r', además, se verificará si el agente al momen-
to de actuar conocía la antijuridicidad de su conducta. Esto es, el agente
deberá tener conciencia de que su actuar es ilícito.
No le falta razón al profesor y iuez supreno Javier Villa Stein(1632)
cuando enseña que el tipo penal es terreno fértil para el error de prohibi-
ción. En efecto, puede alegarse error de prohibición en el caso en que el
agente, en la creencia errónea de que no está prohibido aceptar o recibir
acciones de la propia persona jurídica en garantía de un crédito, realiza el
supuesto previsto en el inciso cuarto del artículo 198 del C.P O también
se presentaría un error de prohibición cuando el agente, en la creencia
errónea de que no está oblieado a comunicar o informar algún interés
propio incompatible con el de la persona jurídica, rceliza el supuesto de-
lictivo previsto en el inciso sexto del artículo en hermenéutica.
7. TENTATIVAYCONSUMACIÓN
Como el artículo 198 del C.P prevé ocho supuestos delictivos dife-
rentes, veamos en qué momento se perfeccionan o consuman cada uno de
los supuestos:
t1B7 a
Ramiro Salinas Siccha
{1638) PEñACABRERA,1gg3,p.232.
.
I 11BB
Fraude en la administración de personas jurídicas
algún bien de la persona jurídica sin contar en su caso) con la respectiva au-
torización del órgano correspondiente. La attorización o rarificición pos-
terior es irrelevante penalmenre, pues el delito ya se habrá perfeccionádo.
La conducta puede quedarse en grado de tentativa, como será el caso en el
cual el agente es puesto al descubierto cuando se dispone a usar el bien sin
tener autorización.
Todos los supuestos delictivos son de mera actividad. No se necesita
verificar si la conducta del agenre realmente ha causado real perjuicio al
agraviado. Para estar ante un delito consumado solo se necesita verificar
la exteriorización de la conducta dolosa poniendo en peligro el patrimo-
nio del agraviado. La persona jurídica o física agraviada o perjudiiada con
el actuar del agente, no necesira acreditar en forma real I efectiva algún
perjuic-io sufrido, pues como hemos dejado expresado, es suficient p^r^
la configuración de los supuestos delictivos que éstos creen o pongan " en
peligro el patrimonio de la persona jurídica o de rerceros.
8. PENALIDAD
Subcapítulo 2
Informes distorsionados de auditoría
1. TIPO PENAL
1189 T
Ramiro Salinas Siccha
(163e) Véase la exposición de motivos del Proyecto de Ley que modifica los artículos 198y 245
del Código Penal No 1332/2o06-CR de fecha 27 de mayo de 2008. lncluso allí el legislador argumentaba
que"cabe precisar que tampoco se trata de desconocer la posible responsabilidad penal en la que pu-
dieran incurrir los auditores (la importancia de una información veraz sobre la situación económica de
la empresa está fuera de discusión), ya que en efecto podría participar en la comisión de delitos al de-
tectar v¡cios o fraudes en los documentos que audita y no plasmarlos intencionalmente en su informe,
lo que conlleva un grado de part¡cipaclón penal. Pero esta responsabilidad y participación tiene que ser
enmarcado en lo señalado en el artículo 25o del Código Penal'i
I 1190
Fraude en la administración de personas jurídicas
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito se configura cuando el agente auditor, ya sea exrerno o in-
terno de la persona jurídica, a sabiendas de la existencia de distorsiones o
tergiversaciones significativas en la información contable-financiera de la
persona jurídica, no las revele en su informe o dictamen. Es decir, el agente
dolosamente omite detallar o consignar en su informe o dictamen la exis-
tencia de distorsiones o tergiversaciones significativas en la información
contable de la persona jurídica auditada.
La auditoría interna es una actividad independiente y objetiva de ase-
guramiento y consulta, concebida para agregar valor y mejorar las opera-
ciones de las empresas, al ayudarlas a cumplir sus objetivos aportando un
enfoque sistemático y disciplinado en la evaluación y mejora de la eficacia
de la gestión de riesgos y del gobierno corporativo(1640). En tanto que la
auditoría externa es una actividad que realizan auditores que no trabajan
dentro de la persona jurídica, sino fuera y que son contratadas para auditar
a determinada persona.
1191 r
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Por la misma estructura de la fórmula legislativa, se cae en la cuenta
que se trata de un comportamiento delictivo netamente doloso. No cabe la
comisión por culpa.
El agente, conociendo que existen distorsiones o tergiversaciones
en la información contable y/o financiera de la person a jurídica auditada,
voluntariamente no lo detalla o consigna en su informe o dictamen que
realiza luego de la auditoría realizada. La exigencia subjetiva que hace el
legislador con la frase "a sabiendas", es que el agente debe actuar con pleno
conocimiento de la existencia de información contable o financiera dis-
4 1192
Fraude en la administración de personas jurídicas
4, CONSUMACIÓNYTENTATIVA
El delito se consuma o perfecciona en el momenro en que el auditor
interno o externo hace entrega material del informe o dictamen efectuado
a los accionistas o administradores de la empresa. Si aun el informe frau-
dulento no ha sido entregado a los adminiitradores o accionistas y, por
tanto, no se ha hecho público al interior ni exterior de la persona jrriídica,
la acción delictiva se quedará en grado de renrativa .n ."io de sei descu-
bierto. Ello debido a que al no haber recibido aún los administradores o
accionistas el informe o dictamen fraudulento, no es posible que se haya
tomado alguna acción importante que lesione o po.tg" .tt peligro concreto
el patrimonio de la persona jurídica.
5. PENALIDAD
Subcapítulo 3
Fraude por contabilidad paralela
1. TIPO PENAT
La historia económico-financiera de una persona jurídica, desde su
nacimiento hasta su liquidación, se registra , tr"ués de un sistema conocido
como contabilidad. Este sistema permite conocer o tener la información
1193 I
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La figura delictiva aparece o se perfecciona cuando el agente efectúa
o mantiene contabilidad paralela distinta a la exigida por ley con el ob-
ietivo de obtener una ventaja económica que normalmente no le corres-
ponde. Puede tratarse de un negocio que desarrolla una persona jurídica
o natural. Lo importante es determinar que el agente tenga la obligación
legal de llevar una contabilidad de su actividad económica que realiza. La
obligación puede ser directa por ser el agente titular de la actividad eco-
nómica o indirecta cuando aquel está obligado a efectuar la contabilidad
por la propia naturaleza de su labor que desempeña dentro de la persona
jurídica. Si, por el contrario, se verifica que el actor no tenía obligación
de llevar alguna contabilidad, no será posible afirmar que sea pasible de
cometer el delito.
Contabilidad paralela significa llevar la contabilidad (libros) que se
presenta ante cualquier autoridad especialniente de tributación, falseando
la verdadera situación de la persona jurídica o natural, y paralelo a ello,
se lleva la verdadera contabilidad (otros libros) que no son presentados
(1642)
. GARCÍA CAVERO,2005, p.99.
I 1194
Fraude en la administración de personas jurídicas
ante las autoridades, p€ro que reflejan la exacta situación económica del
negocio(1e+r¡.
1195 t
Ramiro Salinas Siccha
persona jurídica, aunque ellos mismos no estén obligados por las normas
jurídicas correspondis¡¡ss (1 6a6).
r 1196
Fraude en la administración de personas jurídicas
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
se trata de un injusto penal de comisión neramente dolosa, no cabe
la comisión culposa o imprudente. Es decir, el agente o actor actúa con
conocimienro que lleva contabilidad paralela diferente a la exigida por le¡
no obstante voluntariamente así lo hace.
Además del dolo, el tipo penal exige la concurrencia de otro elemento
subjetivo adicional como es el ánimo de lucro, es decir, el agente debe ac-
tuar guiado de una intención o finalidad de obtener r., p.ou".ho económi-
co indebido o ilegal(t0so). Si por el contrario, se verifica que la contabilidad
paralela llevada por el agente, fue efectuada con otra finaiidad diferente a la
de obtener un beneficio parrimonial, el deliro no se configura. Al faltar el
ánimo de lucro_que exige el tipo, no habrá tipicidad subjetiva y, por ranro,
no habrá tipicidad del delito de conrabilidad paralela.
4. ANTIJURIDICIDAD
unavez que se verifica que en la conducta analizada concurren los
elementos. objetivos y subjetivos del delito de contabilidad paralela, corres-
ponderá.al operador jurídico verificar si en aquell" .on.rr.r" alguna causa
de justificación que haga permisiva la conducta del agenre, caso contrario,
llegaremos a la conclusión de que estamos ante rrn" órrd.rcta antijurídica.
Para estar ante la conducta antijurídica de contabilidad paralela, será nece-
sario verificar que la contabilidad diferente a la real que lleva es conrra-
ria o.d-iferente a la exigida por la ley. En cambio, si se verifica"i"g"rr,.,
qué l".orrtrbilidad
paralela es dc acuerdo a las exigencias de la le¡ no habrá antijuridicidad.
5. CULPABILIDAD
1197 a
Ramiro Salinas Siccha
6. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
r 1198
Fraude en la administración de personas lurídicas
7. PENALIDAD
El agente del injusto penal será reprimido con pena privativa de li-
bertad no mayor de un ai'o y, unida a ella, la pena limitativa de derechos
consistente en sesenta a noventa días multa.
1199 I
Capítulo Vll
EXTORSTÓN V CHANTAJE
Subcapítulo 1
Extorsión
I. TIPO PENAL
El delito de extorsión, que aparece en el sistema jurídico penal nacio-
nal combinado con la figura del secuestro extorsivo, se tipifica en el artícu-
lo 200 del Código Penal. Tal como aparece regulado, tiene características
an-rbivalentes: está constituido por un ataque a la libertad personal con la
finalidad de obtener una ventaia indebida. Estas características aparecen
vinculadas al punto que el delito de extorsión puede ser definido colno
el resultado comple,o de dos tipos simples: es un atentado a la propiedad
cometido mediante el ataque o lesión a la libertad personal(16s6).
1201 I
Ramiro Salinas Siccha
a 1202
Extorsión y chantaje
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La primera parte del artículo 200 del Código Penal recoge el delito de
extorsión genérico o básico, el mismo que se configura cuando el agente, actor
o suieto activo, haciendo uso de la violencia o amenaza, obliga a esta o a otra
a entregarle o entregar a un tercero, una indebida ventaja patrimoniel o de
cualquier otro tipo. El último supuesto, por ejemplo, se configura cuando el
agente busca conseguir un puesto de trabajo o efectuar un acto de placer a
favor del agentet etc.
Aquí poner en evidencia que el medio típico de mantener
es necesario
a una persona en calidad de rehén para obligar a otra e entregar una ventaja
indebida que antes del Decreto Legislativo N" 982, 22 de julio de 20A7,
formaba parte del tipo básico del delito de extorsión, luego de la vigencia
del citado instrumento legal, este medio típico no forma parte más del tipo
básico y más bien con buen criterio el legislador lo ha regulado en forma
independiente en elpárrafo sexto del artículo 200 como agravante que lue-
go analizaremos del delito en hermenéutica jurídica.
Analizando el tipo penal antes de la modificación introducida por el
Decreto Legislativo N" 896, delZ+ de mayo de 1998,Ia extorsión consistía
en el comportamiento de obligar a una persona a otorgar al agente o a un
1203 I
Ramiro Salinas Siccha
(r6s7) BRAMoNT-ARIA5/GARCIA CANTTZANo, 1997, p.367. Esta es la tendencia del Código Penal
alemán que en su artículo 253 prevé que se configura el delito de extorsión cuando el agente"constriñe
antijurídicamente con violencia o por medio de amenaza con un mal sensible a hacer, tolerar u omit¡r,
y con ello infl¡ja desventajas al patrimon¡o del constreñido o de otra persona, para enriquecerse o enri-
quecer a otro antijurídicamente.
(16s8) En igual sentido, GARCÍA NAVARRo,2007a, p.305.
065e) CARo COR|A, 2OO7 , p.279.
4 1204
Extorsión y chantaie
consideran a aquellos como cómplices primarios, en ranro que los más los
consideran simples cómplices secundarios, trayendo como consecuencia
una evidente disminución de la pena en aplicación del segundo párrafo del
citado numeral 25 de| Código Penal. Nuevamente desde la ley se pretende
corregir la inadecuada actuación del operador jurídico.
Teniendo claro el concepto corresponde analizar cada uno de sus ele-
mentos:
r20s I
Ramiro Salinas Siccha
2.2. Violencia
La violencia, conocida también como zis absolwta, ais corporalis o ais
phisica, está representada por la fuerza material que actúa sobre el cuerpo
de la víctim a para obligarla a efectuar un desprendimiento económico con-
trario a 5u vslu¡¡¿cl(1660).
a 1206
Extorsión y chantaje
2.3. Amenaza
Consiste en el anuncio de un mal o perjuicio inminente para la vícti-
ma. cuya finalidad es intimid¿rlo. No es necesario que la sea in-
vencible, sino meramente idónea o eficaz. La intimidación ^*in^.^
es una violencia
psicológica. Su instrumento no es el despliegue de una energía física sobre
el sujeto pasivo, sino el anuncio de un mal. La amenaza o promesa directa
de un mal futuro, puede hacerse por escrito, en forma oral o por cualquier
acto que lo signifique.
El mal a sufrirse de inmediato o mediaramente puede consrituirse
en el daño de algún interés de la víctima que le importa resguardar, como
su propia persona, su honor, sus bienes, secretos o personas ligadas por
afecto, etc.
Para evaluar y analizar el delito de exrorsión, debe tenerse en cuenta
el problema de la causalidad entre la acción intimidante y el acto extorsivo,
la constitución y las circunstancias que rodean al sujeto pasivo. En ese sen-
tido, consideramos que no es necesario que la amenaza sea seria y presenre.
Sólo será necesario verificar si la capacidad psicológica de resistencia del
suieto pasivo ha quedado suprimida o sustancialmenre enervada. Es difícil
dar normas para precisar el poder o la eficiencia de la amenaza, quedando
esta cuestión a criterio del juzgador en el caso concreto. La amenazatendrá
eficacia según las condiciones y circunstancias existenciales del sujeto pasi-
vo. Muchas veces la edad de la víctima, su contexro social o familiar que le
rodea puede ser decisiva para valorar la intimidación. El juzgador no dóberá
hacer otra cosa, sino determinar si la víctima tuvo serios motivc^ para con-
vencerse de que solo su aceptación de entregar la ventaja indebida que se
le solicite, evitaría el daño anunciado y temido. La gravedad dela amenaza
deberá medirse por la capacidad de influir en la decisión de la víctima de
manera importanre. El análisis tendrá que hacerse en cada caso que la sabia
realidad presenra.
1207 a
Ramiro Salinas Siccha
I 1208
Extorsión y chantaje
1209 I
Ramiro Salinas Siccha
(r 663) Exp. No 2528-99-Lima, en Bevrsta Pe ruano de Jurisprudencia, Año ll, N" 4, Truj¡llo, 2000, p. 373.
r 1210
Extorsión y chantaje
1211 a
Ramiro Salinas Siccha
de las personas, útsí como el patrimonio, siendo este último el bien jwrídico
Yglg'uan¡s"(1668) -
(r 668) Exp. No 1 552-99-Apu rímac; ambas j urisprudencias citadas en RoJAs VARGAS/INFANTE5 VAR-
GAs, 2001, p. 342.
1213 ¡
Ramiro Salinas Siccha
(inciso 4 del artículo 200 C.P) y se exige que esta entregue una fabulosa
suma de dinero como rescate del rehén.
4. TIPICIDAD SUBJETIVA
Tanto el tipo básico como las agravantes se configuran a título de
dolo; no cabe la comisión culposa o imprudente. Es decir, el agente actúa
conociendo que se hace uso de la violencia o la amenaz o manteniendo de
rehén a una persona para obtener una ventaja cualquiera sin tener derecho
a ella, sin embargo, pese a tal conocimiento, voluntariamente desarrolla la
conducta extorsiva.
Aparte del dolo, se exige la concurrencia de un elemento subjetivo
adicional del tipo, esto es, el ánimo por parte del o de los agentes de ob-
tener una ventaja de cualquier índole. Caso contrario, si en determinada
conducta se verifica que el actor no actuó motivado o con el ánimo de
conseguir u obtener una ventaja a su favor o de un tercero, no aparece
completa la tipicidad subjetiva del delito.
4 1214
Extorsión y chantaje
5. CIRCUNSTANCIASAGRAVANTES
1215 I
Ramiro Salinas Siccha
f 1216
Extorsión y ch¿ntaje
1217 a
Ramiro Salinas Siccha
(1673) PEÑA CABRERA, 1993, P. 305; BRAMONT.ARIA5/GARCÍA CANTIZANO, 1997, P' 369; ÁNGELES
1219 a
Ramiro Salinas Siccha
a 1220
Extorsión y chantaje
1221 a
Ramiro Salinas Siccha
a 1222
Extorsión y chantaje
1223 a
Ram¡ro Salinas Siccha
a 1224
Extorsión y chantaje
1225 f
Ramiro Salinas Siccha
6. ANTIJUR¡CIDAD
La conducta típica objetiva y subjetivamente de extorsión será antiju-
rídica siempr. y .u"ttdo no concurra alguna causa de justificación regulada
en el art. 20 del Código Penal.
Incluso, del mismo contenido del tipo penal se advierte que para estar
ante una conducta de extorsión antijurídica la ventaia exigida por el agente
deberá ser indebida, esto es) el agente no tendrá derecho legítimo para exi-
girlo. Caso contrario, si se verifica que el agente tuvo derecho a esa ventaja
(por ejemplo, que el obligado se resistía a entregar), quizá estaremos anre
una conducta típica de extorsión: pero no antijurídica.
En el ejemplo propuesto no aparecerá el delito de extorsión, pero
ello no significa que el actuar violento o amenazante quede impune, pues
el agente será sancionado de acuerdo al artículo 417 del Código Penal que
regula la conducta punible conocida como "hacerse justicia por propia
mano". En el caso que el agente haya privado de la libertad ambulatoria
a una personapara exigir se le otorgue la ventaja que de acuerdo a ley le
corresponde, su conducta será atíprca para el delito de extorsión, pero será
sancionado de ser el caso, por el delito de secuestro previsto en el artículo
152 del Código Penal.
a 1226
Extorsión y chantaje
7. CULPABITIDAD
lJna vez verificado que en la conducta típica de extorsión no concu-
rre alguna causa de justificación, corresponderá al operador jurídico veri-
ficar si el agente es imputable, si al momento de cometer el delito pudo
actuar de diferente manera evitando de ese modo la comisión del delito y
si, al momento de actuar, conocía la antijuricidad de su conducta. Si la res-
puesta es positiva a todas estas interrogantes, sin duda, se atribuirá aquella
conducta al o a los agentes.
En caso que se verifique que el agente no conocía o no pudo conocer
que su conducta era antijurídica, es decir, contraria a derecho, al concurrir,
por ejemplo, un error de prohibición, la conducta tipica v antijurídica de
extorsión no será arribuible al agente.
8. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
(1683) RoY FREYRE, 1983, p.260; PEñA CABRERA, 1993, p. 300; Árucilrs et a1.,1997, f lll, p. i325;
BRAMoNT-ARTAS/GARcíA CANrzANo, 1997, p. 368.
(1 684) Exp. N. 1 552-99, en RoJAs VARGAS/INFANTES VARG As,2OO1 , p.342.
1227 a
Ramiro Salinas Siccha
g. COAUTORíA
I 1228
Extorsión y chantaje
10. PARTICIPACIÓN
1229 f
Ramiro Salinas Siccha
t 1230
Extorsión y chantaje
1231 a
Ramiro Salinas Siccha
Segundo, la parte final del tercer párrafo del artículo 200 del CP no
,espo.rdé al *etroi análisis y rompe todos los parámetros de un derecho
penal mínimo y garantista, pues como cajón de sastre se prevé que igual.se
configura el deliio si la acción del agente tiene por objeto obtener de las
alguna "ventaja de cualquier otra índole". Con esta forma de
"rrto.id"d.s
legislar se concluye que así la exigencia de los protestantes es debida ,v, Por
tanto, legítima, igual se configura el delito.
De más está afirmar con el profesor caro coria(16e1), que es critica-
ble equiparación de la extorsión con el despliegue de manifestaciones
la
sociales io.no la toma de locales, obstaculización de vías de comunicación,
etc., supuestos ya tipificados en el Código Penal como delitos de coacción,
daños, contra la seguridad pública, etc'
Supuesto delictivo que consideramos solo responde a una política
criminaf del derecho penal del enemigo y, por tanto' coyunturaly que Por
ello no merece mayor comentario y de lege ferenda debe suprimirse Por ser
a todas luces inconstitucional.
Otro desatino del legislador del Decreto Legislativo N" 982 lo cons-
tituye la introducción del cuarto párrafo del artículo 200 del Código Pe-
naliir6s2). En efecto, allí se prevé que si elfuncionario público con poder de
decisión o el que desempeñe cargo de conftanza o de dirección que, con-
traviniendo lo establecido en el artículo 42 de la Constitución Política del
Perú, participe en una huelga con el objeto de obtener para sí o Para terceros
cualquier beneficio o ventaja económica indebida u otra venta;'a de cualquier
otra índole, será sancionado con inhabilitación conforme a los incisos t) y 2)
del artículo 36 del Código Penal.
f 1232
Extorsión y chantaie
14. PENALIDAD
Si el caso está tipificado en el tipo básico del artículo 2OO, el agenre
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor
de quince años.
La misma pena se aplicará al que, con l¿r finalidad de conrribuir a l,r
comisión del delito de extorsión, suministra información que haya conoci-
do por rtzón o con ocasión de sus funciones, cargo u oficio o proporcionr
deliberadamente los medios para la perpetración del delito.
En caso que los hechos se tipifiquen como extorsión especial, el
agente será sancionaclo con pena privativa de libertad no menor de cinco ni
mayor de diez años.
Si el agente es funcionario público con impedimenro por el arrículo
12 dela. Constitución Política del Perú, será sancionado con inhabiliración
conforme a los incisos 1) y 2) del artículo 36 delCódigo Penal.
La pena será no menor de quince ni mayor de veinticinco años si l¿
violenci¿r o amenaz;l es cometida a mano arnrada, participan dos o rnris per-
sonas; o el agente actúa valiéndose de menores de edad.
Si el agente para loerar su objetivo mantiene de rehén a una persona,
la pena será no nlenor de veinte ni nravor de treintir años.
1233 a
Ramiro Salinas Siccha
116e3) Fundamento 1 79 del la Resolución del Tribunal Constitucional del 03 de enero del 2003
(Exp. N. 010-2002-4l/TC-Lima, Marcelino Tineo Silva y más de 5.000 ciudadanos).
(16e4) Exp. No 01 0-2002-AlIfC,fj. 180.
il6es) Exp. No 01 9-2005-PI/TC.
I 1234
Extorsión y chantaje
1235 I
Ramiro Salinas Siccha
4 1236
Exlorsión y chantaje
1237 a
Ramiro Salinas Siccha
Subcapítulo 2
Chantaje
I. TIPO PENAL
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de chantaje se configura o aparece cuando el sujero acrivo
dolosamente trata de determinar o determina al suieto pasivo a comprar su
silencio, haciéndole saber que se dispone a publicar, denunciar o revelar un
hecho o conducta cuva divulgación puede perjudicar a él o a un rercero corl
quien e.stá estrechamente vinculado.
Rov Frey're(l700), ge¡¡s¡tando el artículo 250 del Código de 192,1. de-
fine al chantaje como el acto de intimidar a una persona haciéndole saber
que está dispuesto a divulgar un hecho susceptible de causar perjuicio a
ella o a un tercero con quien se encuentra estrechamente vinculada, con el
(r6se) Citando a RoDRÍGUEz DEVEsA, 1 983, p. 262; PEñA CABRERA, 1 993, p. 308.
07oo) Roy FREYRE, 1983,p.262.
T 1238
Extorsión y chantaje
1239 a
Ramiro Salinas Siccha
I 7240
Extorsión y chantaje
1241 a
Ramiro Salinas Siccha
4 1242
Extorsrón y chantaje
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la redacción del tipo penal en hermenéutica jurídica se desprende
que el delito de chant;rje es netamente doloso, no cabe la comisión culposa
o imprudente. Esto es, el agente actúa con conocimiento y voluntad de ha-
cer saber a su víctima que se dispone a publicar, denunciar o revelar un he-
cho o conducta perjudicial para esta o un tercero estrechamente vinculada,
con ella, con el propósito específico de determinarlo a comprar su silencio
a cambio de una prestación patrimonial indebida.
1243 I
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
La conducta típica etiquetada como chantaje será antijurídica siempre
y cuando no concurra alguna de las causas de justificación previstas en el
artículo 20 del Código Penal. Si se verifica la concurrencia de alguna de
ellas como puede ser el consentimiento de la víctima o un estado de nece-
sidad justificante, la conducta será típica, pero no antijurídica.
5. CULPABILIDAD
La conducta típica y antiiurídica de chantaie será atribuible perso-
nalmente a su autor, siempre que este sea imputable, es decir, mayor de 18
años de edad y no sufra de alteración mental que le haga inimputable; que
al momento de actuar haya tenido la posibilidad de actuar de acuerdo a ley
y no cometer el chantaje y finalmente, se verificará si el agente al momento
de actuar conocía que su accionar era antijurídico.
6. TENTATIVAYCONSUMACIÓN
La figura delictiva del chantaje se perfecciona o consuma con el solo
anuncio del agente que se dispone a publicar, denunciar un hecho o conduc-
ta perjudicial si la víctima no le compra su silencio. La frase "trata de deter-
minarlo" sustenta el argumento expuesto. Aquella frase orienta al operador
jurídico en tal sentido. Basta que el agente intente o trata de hacer que la
víctima le compre su silencio para estar frente al chantaje consumado. Para
la consumación no interesa que la víctima se desprenda de su patrimonio ni
que el agente reciba el beneficio patrimonial indebido. Es suficiente que se
anuncie la divulgación de un hecho o conducta perjudicial.
Siendo así, jurídicopenalmente no es posible que se presente la figura
de la tentativa en el delito de chantaie.
4 1244
Extorsión y chantaje
Basta para el perfeccionamiento, según nuestra ley, con que el actor tratare
de determinar a que su mutismo le fuera comprado por la víctima, sea que
lo consiga o no. En forma parecida, opinan Bramont-Arias Torres y García
Q¿¡¡i2¿¡6(1706).
7. PENALIDAD
El agente del delito de chantaje será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de tres ni mayor de seis años y unido a ella, será me-
recedor a la pena limitativa de derechos consistente en ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco días multa.
(r706) BRAN4oNT-AR|A5 ToRRES/GARCÍA CANTTZANo, 1997, p.37). lgual ANGELES et a\.,1997, lll, p.
1 330; y PARE0€S INFANZÓN, 1999, p. 281.
1245 a
Capítulo Vlll
USURPACIÓN
Subcapítulo I
Tipo básico
1. TIPO PENAL
El delito de usurpación tiene su antccedente legislativo en el arrículo
257 del Código Penal de 1924.La antonomía de la figura delictivr encuen-
tre sll explicación en la naturalez-a misma de los bienes sobre los cuales
recae la acción del o los agentes; es deciq sobre los bienes inmuebles. Es
tócnicamente inapropiado y materialmente imposible hablar de "sustrac-
ción de un inmueble". El derecho penal ha creado h figura de la r"rsurpación
que se configura cuando el agente haciendo uso de la violencia, amenazar
engairo o abuso de confianza de.spoj:r, desrruve linderos o rurba l;r posesión
pecíf;ca que tiene su víctima sobre un bicn inrnueble.
En nuestra normativa jurídica, las conductas que reunidas conforman
el hecho punible denorninado "usurpación", aparece redactado en el ¿rrtícu-
Io 202 dei Código Penal del modo que sigue:
1247 a
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
En primer término, la principal diferencia entre el delito de usurpa-
ción con las demás figuras delictivas que atacan también el patrimonio con-
formado por los bienes con valoración económica de las personas, radica
en que la usurpación ataca la posesión o propiedad sobre los bienes de
naturaleza inmueble. Es decir, solo aquellos bienes que tienen la calidad de
inmuebles son susceptibles de ser usurpados. Jurídicamente es imposible
usurpar un bien mueble.
Al explicar el delito del hurto hemos dejado establecido que recu-
rriendo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Castellana, encon-
tramos que bten es toda cosa útil y beneficiosa que atrae nuestra voluntad.
Son términos sinónimos: "beneficio, riqueza, don, valor, hacienda, caudal,
recursos". En suma, se puede concluir que "bien" indica cosas con existen-
ci,r real y con valor patrimonial para las personas.
f 1248
Usu rpación
(1747) Bienes, natu ra leza y romanos, trabajo recogido en AVENDAñO VALDEZ, 1 9gg, p. 346.
(r708) PEñACABRERA,1993,p.326;BRAN4ONT-ARtASTORRES/GARCÍACANT|ZANO, 1gg7,p.373.
(170e) VTLLA SrEtN, 2001, p.177.
(1710) Ejecutoria Suprema del 24-08- 1989,
Expediente No 534-98-Lima, en Anoles Judiciales,
Año judicial 1 989, T. LXXV|l, 1993, p. 1 62.
1249 4
Ramiro Salinas Siccha
(r / I I ) Ejecutoria 5u prema del 28-01 - 1 999, Expediente N' 3536-98-Ju nín, en Revista Peruana de
Jur¡sprudenc¡a, Año 1, No l,Trujillo, 1999, p.361.
11712) Sentencia de primera instancia del 01-09-1997 en el Expediente No449-96.
(1 713) Exped ie nte No 497-97- H ua raz, a m bas resoluciones en Serie de Jurisprudencia, No 1 , p.
532 y s33.
\17 14) Resol ución Superior del 2'l -1 2- 1 998-Li ma. Expediente N" 4860-98 en RoJAs VARGAS/BACA
CABRERA/NEIRA HUAMÁN III 346.
I 1250
U su rpación
3. MODALIDADES DE USURPACIÓN
3.1. El inciso primero del artí<ulo 202 del C.P.
1251 f
Ramiro Salinas Siccha
a 1252
U su rpación
d. Despojar
Este término en la redacción del tipo penal tiene la condición de ver-
bo rector de la conducta punible. se le entiende como la acción por la cual
el agente despoja, quita, arrebata, desposee o usurpa el inmueblé o el ejer-
cicio de un derecho real del sujeto pasivo.
Nuestra doctrina entiende al despojo desde dos perspectivas. Una pone
el acento en la idea de desposesión y entiende por despojo todo arrebato a
una persona de la posesión, tenencia o ejercicio de un derecho real(1218). otro
sector, vincula el concepto al disfrute de un derecho, luego despojo significa
la supresión o privación del goce al titular de un bien inmueble(rzrs). besde
ambas conceptualizaciones, la posesión ilícita resulta ser la consecuencia del
11717) En el mismo sentido, véase la Resolución Superior del 22-01-1998, Expediente N"
419-96-Huaraz, en Serie de Jurisprudencio N" 1, AMAG., 1 999, p. 535.
8)
(1 71
Roy FREvRE, 1 gg3, p. 3 1 4; BRAMONT-ARIAS TORRES/GARCÍA CANTTZANO, 1 997, p. 3 76; ÁNGELES
et al., 1997, lll, p. 1 335.
\171e) PEÑA CABRERA, 1993, p.335.
1253 I
Ramiro Salinas Siccha
despojo. De ello, podemos inferir que la realización del despojo genera una
situación de afectación del derecho de posesión o del ejercicio de un derecho
real sobre un inmueble que se mantiene en el tiempo(t220).
El despojo puede concreÍizarse en la realidad, ya sea que el autor o
agenre invaáa el inmueble, se mantenga en el inmueble en contra de la vo-
hintad del legítimo poseedor o tenedor o ya sea, expulsando del inmueble
al legítimo páse"doi o tenedor. El despojo puede ser sobre la^totalidad del
inmueble perteneciente al sujeto pasivo o parte de é1. Al referirse e1 tipo
penal a q.re el despojo puede ser de una parte del inmueble, se entiende que
^habrá
,su.pación así se despo je aIa víctima unos cuantos centímetros de
su inmuebie. En el d"r.-p"ño de nuestra labor como rePresentantes del
Ministerio Público, he tenido oportunidad de ser testigo de excepción de
largos y voluminosos procesos, áottde el objeto del delito instruido ha sido
un borde de un camino o un canal de regadío, es decir, unos pocos centíme-
tros de ancho y otros no muchos de largo. En este tipo de iuicios, es más
costoso el proceso que el valor mismo del inmueble usurpado.
"Lo qwe se persigue y sanciona en la comisión del delito de usutpación,
no es la propiedád, s¡"o ól despoio de Ia posesión en forma.aio,lenta o con la
wtilización del engaño o la astucia o el qwe ahera linderos o los destruye o tam-
bién el que twrbe [aposesión,presupuestos a que se refiere el artículo doscientos
dos del Código Penal vigen¡s"(1721).
b. Posesión
para entender lo que significa posesión para nuestro sistema jurídi-
co no queda otra alternitiva que recurrir al artículo 896 del Código Civil.
Aquí se prevé que: "la posesión es el eiercicio de hecho de uno o más pode-
r"i inh"i"ntes a la propiedad". Es decir, por la posesión las personas gozan
de hecho de uno o -it atributos inherentes al derecho real de propiedad
sobre un bien inmueble. Alposeedor siempre se le presume propietario del
bien en tanto no se le demuestre 1o contrario (artículo 91.2 delr C.C.).
En otros términos, con el recordado Peña Cabre¡a(722) podemos
concluir que la posesión viene a ser el despliegue de algunas de las facul-
tades del derecho de propiedad, en mérito al poder de hecho que se tiene
(1721) ResolucionesSuperioresdel03-06-1999,ExpedienteNo98-264-lcaydel23-08-1999,Ex-
pediente No 97-52-lca.
(1J22) PEÑA CABRERA, 1 993, P. 336.
a 1254
Usurpación
1255 I
Ramiro Salinas Siccha
c, Tenencia
Para saber qué se entiende por tenencia o simple detentación en nues-
tro sistema jurídico, igual como ocurre con la posesión, debemos recurrir al
artículo 897 del Código Civil donde se regula que: "no es poseedor quien,
encontrándose en dependencia respecto a otro, conserva la posesión en
nombre de este y en cumplimiento de órdenes e instrucciones suyas". Es
decir, por la tenencia, una persona tiene el ejercicio efectivo de uno a más
atributos del derecho de propiedad sobre un inmueble, sin podérsele presu-
mir como propietaria, pues ella ya reconoce tal condición en otra persona.
Al interpretar el artículo glosado, la doctrina Civil se refiere alafi-
gura del servidor de la posesión, la misma que es una situación posesoria
a la que sirve y con la que se relaciona sin llegar a encarnarla. Su posición
jurídica no es la de un poseedor inferior -como ocurre con la fórmula de
la posesión mediata o inmediata-, sino la de un detentador que, no siendo
poseedor, no es exclusiva o absolutamente un extraño a la posesión. Como
enseña Hernández Gil, falta en el servidor un poder decisorio que corres-
ponde al poseedor(122+).
En definitiva, el tenedor es un simple servidor de la posesión, pues tal
como lo establece taxativamente el artículo 912 del CC., no se le puede pre-
sumir como propietario debido a que aquel reconoce el derecho de posesión
o propiedad en otra persona. Allí radica la principal diferencia entre pose-
sión y tenencia para nuestro sistema jurídico aun cuando en doctrina la po-
lémica entre los seguidores de los alemanes Savigni y Ihering es inagotable.
Como ejemplo de tenencia, podemos citar la situación que surge a
consecuencia de una relación laboral entre el propietario y la persona que
cuida el inmueble denominado comúnmente "guardián". Aquí el guardián,
quien tiene la posesión directa del inmueble es un simple tenedor, pues de
acuerdo a la relación laboral, este reconoce a su contratante como propie-
tario y poseedor mediato del inmueble. La posesión queda por entero en
el propietario que ostenta una posición de autoridad respecto del servidor,
que es un subordinado o dependiente.
I 1256
U su rpación
sión, que pueden afectarse con el delito de usurpación por despojo, son la
propiedad, el usufructo, uso, habitación, servidumbre, hipoteca, etc.
Todos los derechos reales podrán ser lesionados con el delito de
usurpación siempre y cuando aquellos derechos estén unidos con el de
posesión, caso contrario el ilícito penal no aparece. Es condición sine qwa
non del delito que el sujeto pasivo esré en pleno y efectivo ejercicio o
disfrute de algún derecho real. Es decir, por ejemplo, el propietario debe a
la vez estar en posesión inmediata o mediata del bien inmueble, caso con-
trario, si se verifica que el propietario no estaba en posesión de su inmue-
ble, sino que lo tenía por decir, en abandono, es jurídicamente hablando,
imposible que se configure el delito de usurpación. En tal caso, el propie-
tario deberá recurrir a las normas civiles para recuperar o reivindicar su
propiedad. El derecho penal nada tiene que hacer ni decir en tal supuesto.
En tal orientación, comete delito de usurpación aquel propietario que
despoja violentamente a su inquilino del inmueble de su propiedad, por fal-
ta de pago de la merced conductiva. Es más, en este supuesto, se presenra
un concurso ideal entre el delito de usurpación y delito hacerse justicia por
propia mano) situación que se resolverá recurriendo al artículo 48 del C.P y
al principio de aplicación de la ley penal denominado absorción(172s).
1257 a
Ramiro Salinas Siccha
I 1258
U su rpac ión
Por otro lado, el acto de abuso de confianza debe ser preciso v con-
creto, caso contrario, el deli¡o no se evidencia, tal como da cuenta el
precedente jurisprudencial emitido por la Sala Mixta de la Provincia de
Camaná-Arequipa, el30 de diciembre de 1998: "Conforme denwnciafiscal
que corre a fojas catorce, se atribuye a Ana Simeona Retamozo Rwbio, con
1259 4
Ranliro Salinas Sicch¿
Este inciso prescribe una conducta por la acción misma del agente,
cuai es realízar actos perturbatorios a la pacífica posesión que tiene el rrgra-
viado sobre el inmueble. No obstante, dependiendo de la forma empleada
por el agente para lograr su objetivo de perturbar, turbar o alterar la pací-
fica posesión del inmueble por parte de la víctima, puede materializ-arse
hasta por dos modalidades. Perturbar la posesión con el uso de violencia y
perturbar con el uso de amenaza.
Antes de explicar el contenido de las dos modalidades, es neceserio
determinar el contenido real de lo que significa "perturbación de la pose-
sión", así como determin¿rr y conrestar una interrogante básica: ien este
supuesto también la violencia necesariamente tiene que ser sobre las perso-
nas o es posible que sea también sobre las cosas?
(1730) RoyFREYRE,1983,p.319;PEñACABRERA,1993,p.352;Á¡¡ceresetal.,1997,111,p.1337;
BRAMoNT-ARrAs ToRRES/cARcÍA CANTTzANo 1997 , p.377.
1261 a
Ramiro Salinas Siccha
Queja N. 60-2007-Arequipa.
PEñA CAERERA, 1993, p.352.
f 1262
Usurpación
4. TIPIC¡DAD SUBJETIVA
Según la redacción del tipo penal2O2, y tal como sucede con todos
los delitós que lesionan o ponen en peligro elbien jurídtcopatrimonio,las
modalidadei d. uru.p"ción son de comisión netamente dolosa. No cabe la
comisión culposa o imprudente. Si por eiemplo, se altera o destruyen los
linderos del inmueble colindante v por negligencia o desconocimiento se
sobre pasa al terreno vecino, el delito de usurpación no aparece. En este su-
puest;, a lo más se verificará si ios daños ocasionados al lindero sobrepasan
ét-t su t'alo. económico las cuatro remuneraciones mínimas vitales, en cuyo
c¡so se :rtribuirá a su autor el delito de daños.
L,n el supuesto previsto en el inciso 1 del artículo 202 del C.P, el
agente actúa con conciencia v voluntad de alterar o destruir los linderos
de un inmueble con la intención de apoderarse de todo o parte de aquel.
En este supuesto, aparte del doio, debe verificarse otro elemento subjetivo
1263 I
Ramiro Salinas Siccha
5. ANTIJURIDICIDAD
rJna vez que se ha verificado que en determinado comportamiento
concurren todos los elementos objetivos y subietivos exigibles, corresPon-
derá al operador jurídico verificar si concurre alguna causa de justrfic.rción
que haga permisiva aquella conducta o en su caso, desctrrtar t,rl posibilided.
En un hecho típico de usurpación en su modaLd.rd de despojo. pr,rede
concurrir la causa de justificación denominad,r "obrar en el ejercicio legíti-
mo de un derecho", prevista en el inciso 8 del artículo 2O del Código Penai.
En efecto, si determinada persona haciendo uso de la amenaza, engaño o
abuso de confianza recobra su inmueble que le ha sido desposeído, sin in-
tervalo de tiempo, habrá actuado en el ejercicio legítimo de un derecho que
11734) Ejecutoria Su prema del 17 -09-1996, Exped iente No 2 584-96-B-Lim a, en Notmas Legales,f
255, agosto, 1997, p. A-25.
a 1264
Usurpación
le otorga el artículo 920 del Código Civil. En tal supuesto habrá tipicidad
pero no será una conducta antijurídica.
Thmbién puede presentarse la justificante de obrar con el consenri-
miento del sujeto pasivo regulado en el inciso 10 del artículo 20 del C.P:
"Si se ha acrediado que el procesado estwto ocupando con anterioridad par-
te del inmueble en forma pacífica y con el consentintiento de Ia agraviada,
no concuTren los elementos del delito de wsurpación"(123s). En igual sentido,
puede concurrir la causa de justificación prevista en el inciso 9 del artículo
20 del C.P, esto es, obrar por orden obligatoria de autoridad competente,
expedida en ejercicio de sus funciones. Al adaertirse qwe los bechos se pro-
dujeron por disposición de lo reswelto por el órgano jurisdiccional competente,
que estableció el desalojo del inmweble,llnado a cabo por el asistente judicial
con a.poyo de la fwerza pública, los mismos no tienen la calidad de antijwrídí-
cos al estar amparados en resolwción judicial"{tztt¡.
6. CUTPABILIDAD
Aquí es factible que se presenten supuestos de error de prohibición;
esto es, que el sujeto activo de la conducta típica y antijurídica al mo-
mento de actuar por error desconozca la antijuridicidad de su conducta,
como sería el caso que el agente alterara los linderos del predio vecino
en la creencia errónea q.r" ir propiedad le alcanza r-,rrot -"tros más o
cuando el sujeto activo, propietario, haciendo uso del engaño despojara
del inmueble a su arrendatario en la creencia errónea que tiene derecho
a actuar de ese modo para recuperar la posesión de su inmueble ante la
negativa de retirarse de aquel.
7. TENTATIVA
(r73s) Resolución Superior del I 9-06-1 998, Expediente No 1 41 5-98-Llma, ROJAS VARGAS/BACA
cABRERA/NETRA HUAMAN, p. 354.
11736) Resolución Superior del 20-10-1998, Expediente N" 628-988-Lima, en RoJAS VARGAS,
2000, p.312.
1265 t
Ramiro Salinas Siccha
8. CONSUMACTóN
a 1266
Usurpación
En caso que haya despojo, por ejemplo, del derecho de propiedad sin
que el propietario haya estado en acrual posesión mediata o inmediata del
inmueble, el delito en hermenéutica jurídica no aparece. Presentándose en
tal supuesto un conflicto que debe ventilarse enlavía extrapenal.
Para mejor entender lo expuesto, el derecho vivo y actuante da cuenta
de un hecho concrero y real por resolución superior del2l de diciembre de
1998, en la cual se afirma: "qwe, conforme se aprecia de la copia certificada
qwe obra a fojas seis, de la constatación efectwada por efectiaos policiales de
la Delegación Policial, dicbo inmueble se encontraba cornpletamente aacío,
el día doce de febrero de mil noaecientos no,renta y seis, lo cwal es corrobo-
rado con la declaración prepenttua de la agraviada, obrante a fojas cuarenta,
qwien indica qwe al adqwirir el referido inmueble, este se enco,ntraba habi-
tado por la familia Shimabwkwro, y lwego lo mantwlro desocwpado;... Qrr,
por_consigwiente, no se ha acreditado fehacientemente qwe los acwsados bayan
wtilizad.o violencia o amenaza para obtener la posesión d.el inmueble maieria
de litis, asimismo, tampoco se ba coruoborad.o qwe se baya prodwcido despojo
algwno"QT40).
Los supuestos previstos en el inciso 3 del artícul o 202 del C.P se con-
suman en el mismo momento en que se da inicio a los actos perturbatorios
de la_pacífica posesión gue goza el sujeto pasivo de la conducta prohibida.
Igtnl posición expone Angeles Gonzáles / otros(17a1) cuando concluye que
el delito se consuma con la realización del acto perturbatorio, a t.avés'de
la violencia o amenaza, restringiendo o limitando, de ert. modo, la pacífica
posesión.
(r 73e) Resolución 5uperior del 1 7 de junio de 1 998, Exped iente No 5001 -97-Lima, en RoJAs VAR
GA5/BACA CABRERA/NEtRA HUAMAN, 1999, p.356.
(1740) Expediente No4929-99, en RoJAsVARGA5/BACA
CABRERA/NE|RA HUAMÁN, 1 999 p. 351.
(1741) ÁNGELE5 etat.,1gg7, lll, p.1337.
1267 I
Ramiro Salinas Siccha
I 1268
U su rpación
1269 a
Ramiro Salinas Siccha
(1747j SemanarioJudicialVistos,L¡ma,29-12-l999,p.S.Respectodeesteprecedentedebemos
indicar que no tiene el mismo carácter vinculante al que sí lo tienen los precedentes jurisprudenciales
que luego se han dictado, toda vez que no tenemos noticias que haya sido publicado en E/ Perudno o en
la página web del Poder Judicial. Sin embargo, sirve de parámetro de interpretación
(1748) Vid. Conclusiones Plenos Jurisdiccionales 1998,'1999, p. 137.
\174e) Ejecutoria Suprema del 06-07-1992, Exped¡ente N" 435-91-B-Lima, en ROJAS VARGAS,
1999, p.457 .
a 1270
U surpación
10. PENALIDAD
El agente de cualquiera de las modalidades delictivas analizadas será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de
tres años.
Subcapítulo 2
Usurpación de aguas
1. TIPO PENAL
1271 a
Ramiro Salinas Siccha
El que, con el fin de obtener para sí o para otro un provecho ilícito con
perjuicio de tercero, desvía el curso de las aguas públicas o privadas, impide
que corran por su cauce o las utiliza en una cantidad mayor de la debida,
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de
tres años.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
En la construcción del tipo penal se observa que el legislador ha he-
cho uso de tres verbos rectores: desviar, impedir y uúIizar. Estos tres ver-
bos sirven para concluir que el tipo penal recoge tres conductas punibles.
Aparece la primera conducta ilícita penal, cuando el agente o sujeto
activo con la intención de obtener un provecho indebido para sí o para un
tercero desvía, aparta o separa el curso de las aguas públicas o privadas en
perjuicio del sujeto pasivo.
El segundo comportamiento punible se perfecciona o aparece cuando
el agente o sujeto activo, con la finalidad de obtener un provecho patri-
monial indebido para sí o para un tercero, impide, obstruye u obstaculiza
que las aguas públicas o privadas corran por su cauce natural o artificial y
lleguen a su destino, causando de ese modo un perjuicio al sujeto pasivo.
Aquí el agua debe ser corriente o fluida de manera que el agente haciendo
uso de los medios necesarios para detenerla, represando por ejemplo, le
impide el recorrido del cauce normal que debe seguir.
En tanto que el tercer -supugslo_ aparece o se evidencia cuando el
agente o sujeto activo con la finalidad de obtener un provecho económico
ilícito para sí o para un tercero, hace uso o utiliza las aguas públicas o pri-
vadas, en una cantidad mayor de la debida, causando de esa forma un per-
juicio al sujeto pasivo. No les falta razón a Bramont-Arias Torres y García
Cantizano(l7s3), enseñar que presupuesto de esta hipótesis delictiva es
^l tenga derecho a utilizar o disponer de una determina-
que el sujeto activo
da cantidad de agua. El comportamiento se configura cuando se emplea
una cantidad mayor a la establecida o estipulada, sabiendo o conociendo el
agente que no le asiste derecho para hacer tal uso.
El tipo penal no hace mención de algún medio comisivo que pueda
utilizar el sujeto activo para perfeccionar el delito. El medio que se utilice
o emplee puede ser cualquiera. El agente puede hacer uso de la violencia,
la amenaza, el abuso de confianza o simplemente actuar sin hacer uso de
algún tipo de medio de comisión.
a 1272
Usu rpaci ón
Por otro lado, el objeto material del delito son las aguas públicas o
de uso público y las aguas privadas o cuyo derecho de ,so-p.rtenece a un
particular. Es importante dejar establecido que para el sistema jurídico na-
cional, el agua es un bien inmueble. En forma concreta y taxativa, el inciso
2 del artículo 885 del código civil prescribe que el mar, los lagos, los ríos,
los manantiales, las corrientes de agua y las iguas vivas o esánciales son
bienes inmuebles. De ahí que se hable de usurpación de aguas.
Otro elemento objetivo que debe evidenciarse en los comportamien-
tos antes descritos, lo constituye el hecho de que el agente debe actuar
con la intención u objertivo de obtener un provecho p"tii-onial indebido
o ilícito para sus propios intereses o en interés de un rercero con el cual
lógicamente se encuenrra estrechamente vinculado o en su caso, debe tener
algún tipo de trato. No es necesario que el agenre logre su objetivo patri-
monial, basta que lolnya intentado para perfeccionarse cualquiera áe las
conductas analízadas.
También elemento objetivo de las conductas punibles de usurpación
de agua lo constituyt, el perjuicio al sujeto pasivo que debe ocasiónar el
comportamiento del ¿gente. Se entiende que el perjuicio debe ser estima-
ble económicamenre. Por la forma de redacción del tipo penal, se concluye
que se trata de conducras de mera actividad por lo que no es necesario que
se llegue a causar realmente o de modo efectivo el perjuicio al agraviaáo,
basta_que el actuar de desviar, impedir o uúlizar rn" cantidad Áayor ala
"t
debida por parte del agente tenga aquella finalidad.
Asimismo, debe evidenciarse que el acruar del agente es ilegal, ilícita
o indebida; es decir, al agenre no le debe asistir derecho alguno que le fa-
culte o le facilite desviar, impedir o usar el agua en una ."ntid"d mayo. a la
prevista o establecida.
1273 a
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la lectura del tipo penal se desprende que estamos anre un delito
neramenre doloso. No ei posible que la presente conducta punible se rea-
lice por negligencia o culpa. Es decir, el agente o auto.r actúa con conoci-
-i"rrro y rrálrirrt"d de rrahz^t las acciones de desviar, lmpedir o utilizar el
m" cantidad mayor a la debida con la finalidad de causar perjuicio
"grr" "r, pasivo.
al sujeto
No obstante, también del contenido del tipo penal se advierte que
ap^rte del dolo, se exige en el actuar del agente otro elemento subjetivo
como es el añimrs lwcrandi, esto es, el suieto activo debe actuar
"iicio.ral
con la firme intención de procurarse un provecho económico para sí o para
un tercero. Si el animw.s de luc.o no aParece en la conducta del agente, el
delito no se configura.
4. ANTIJURIDICIDAD
Es posible que en determinada conducta concurra alguna causa de
justificación qn. h"g, permisiva o lícito el comportamiento del sujeto acti-
vo. Es posiblé pot.je-plo, que concurra el consentimiento del particular
que tenga derecho al uso del agua.
5. CULPABILIDAD
En este nivel del delito es posible que el agenre al momento de desa-
rrollar su conducta, desconozca o ignore la antijuridicidad de su conducta,
o en su caso, renga una falsa representación de la licitud de su comporta-
miento. Es posibli que el autor actúe en la creencia errónea llue es lícito su
comportamiento.
Por ejemplo, el agente puede estar utilizando una cantidad de agua
mayor a la debida, l".r"*.ia errónea de que le corresponde, o en la
".t
creencia errada de que tiene derecho a usar el agua en tal volumen'
4 1274
U su rpación
6. TENTATIVA Y CONSUMAC¡ÓN
De la construcción del tipo penal se evidencia que los rres com-
portamientos delictivos analizados se perfeccionan o consuman en el
mismo momento en que el agente realiza las acciones de desviar el curso
de las aguas, impedir su recorrido normal o utilizar el agua en un volu-
men mayor al que le corresponde, todos con la intención de perjudicar
a terceros. No es necesario que se logre realmenre causar perjuicio a la
víctima. Basta que ello sea la finalidad que orienra o guía al sujeto acrivo
al momento de realizar cualquiera de aquellas conductas para estar anre
un delito consumado(1754).
Es posible que la conducta del agente se quede en el grado de ten-
tativa. Ocurrirá, por ejemplo, cuando el agente es sorprendido en el ins-
tante en que realiza trabajos con la finalidad de desviar el curso de las
aguas para conducirlo a sus predios y de esa forma obtener provecho
económico indebido.
En esa línea de hermenéutica jurídica, no comparrimos criterio con
Bramont-Arias Torres y García Cantizano(1zss) cuando sostienen que "el de-
lito se consuma con el perjuicio causado, bien por el desvío del curso de las
aguas, al impedir que corran por su cauce, o con la uúlización de las aguas en
una cantidad mayor a la debida". En esta lógica de ver las cosas, necesaria-
mente debe concluirse que la tentativa rcndrá lugar en tanto no se produzca
el perjuicio; interpretación insostenible en nuestro sistema jurídico.
7. PENALIDAD
El autor del delito de usurpación de aguas será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años.
Subcapítulo 3
Usurpación agravada
1. TIPO PENAL
117s4) En igual sentido: PEñA CABRERA, 1 993, p. 359 y Ár'tceres et a1.,1997, lll, p. 1 345.
(17s5) BRAMoNT-AR|A5 ToRRES/GARCÍA cANflzANo, 1997, p.381. Reproduce este planteamiento
PAREDES INFANZóN, 1 999, p. 306.
1275 I
Ramiro Salinas Siccha
2. HERMENÉUTICAJURÍDICA
En primer término, el código derogado de 1924 no regulaba estas
circunstancias agravantes. Es una novedad del COdigo de 1.991.
Las agravantes tienen su fundamento lógico en la mayor peligrosidad
que signific a para la víctima los medios utilizados por el agente al momento
de perpetrar la usurpación, pues la mayor de las veces aparte del bien jurídi-
co patrimonio, atacan o lesionan otros bienes jurídicos fundamentales para
la pacífica convivencia en sociedad.
Las agravantes se agrupan atendiendo a los medios empleados, al nú-
mero de autores y por la calidad del inmueble objeto del delito.
I 1276
U su rpación
1277 l
Ramiro Salinas Siccha
En tanto que la otra posición que asumimos afirma que solo aparece
la agravante cuando las dos o más personas que participan en la usurpación
lo hacen en calidad de coautores. Es decir, cuando todos teniendo el do-
minio del hecho o las riendas del acontecer, aportan en su comisión según
el rol que le corresponde para llevar a buen término su empresa criminal.
El mismo fundamento de la agravante nos lleva a concluir de ese
modo, pues el número de personas que deben participar en el hecho mis-
mo facilita su consumación por la merma significativa de la eficacia de las
defensas de la víctima. El concurso debe ser en el hecho mismo de la usur-
pación. No antes ni después, y ello solo puede suceder cuando estamos
ante la coautoría.
En estricta sujeción al principio de legalidad v adecuada interpreta-
ción de los fundamentos del derecho penal peruano, la usurpación con el
concurso de dos o más personas solo puede ser efectuada por autores o
coautores. Considerar que los cómplices o el inductor resultan incluidos
en la agravante implica negar el sistema de participación asumida por el Có-
digo Penal en su Parte Generaly, lo que es más peligroso, implica castigar al
cómplice por ser tal y además por coautor, lo que significa hacer una doble
incriminación por un mismo hecho.
Entre los coautores debe existir un mínimo acuerdo para perfeccio-
nar el delito. Incluso el acuerdo puede connotar permanencia en la comi-
sión de este tipo de delitos.
3. PENALIDAD
El o los asentes del delito de usurpación agravada serán reprimidos
con pena privativa de libertad no me nor de dos ni mayor de seis años según
se¿r el caso concreto ventilado.
4 1278
Capítulo lX
DAÑOS
Subcapítulo 1
Tipo básico
1. TIPO PENAL
1279 1
Ramiro Salinas Siccha
2. TIPICIDAD OBJETIVA
De la lectura del tipo penal se advierte o evidencia que el delito de
daños a la propiedad se configura hasta por tres formas o modalidades'
Ello tiene que ver con el tipo de acción que realice el agente para lograr su
objetivo.
I 1280
Daños
l17se) Sobrelosconceptosdedañar,destruiroinutilizarvéase:RoyFREvRE,'1983,p.332,ygRA,
MONT-ARtASTORRES/GARCÍA CANTTZANO, 1997, p. 3g3.
1281 I
Ramiro Salinas Siccha
a 1282
Daños
mínimas vitales mensuales, de conformidad con los artícwlos 440 y 444 del
!ó.digo _Penal constitwyen faltas contra el patrimonio, no delito ie daños y
babiendo transcwrrido m,ís de nuene meses, la acción penal ba prescyi¡6"(761\.
En_ la praxis judicial, cuando estamos frente a casos en que es poco di-
fícil establecer el valor del bien dañado, destruido o inutilizado, se recurre a
los especialistas que dentro de un proceso judicial reciben la denominación
de peritos valorizadores.
.bargo,rs pgsible que el bien esté en posesión directa de un rercero, sin em-
al efectuarse cualquiera de las acciones de dañar, destruir o inutilizar
el bien, el perjudicado directo v principal será el propietario, pues su patri-
monio se verá afectado.
I2B3 T
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
El delito Ce daños es netamente doloso. Es decir, el agente actúa con
conocimiento y voluntad de dañar, destruir o inutilizar un bien mueble o
inmueble sabiendo que le pertenece a otra persona. El agente quiere o debe
querer el resultado.
"El delito de daños se configwra cwando el agente activo tiene la inten-
ción de dañar en forma total o parcial wn bien sea. este mueble o inmweble,
inclwyendo a los semopientes, por Io que se opera el menoscabo económico
en el agrar.,iado y qwe no produce beneficio algwno al agente activo es decir se
dparta de cwalqwier propósita de lucro'(763).
En los casos de error de tipo al excluirse el dolo, los daños ocasiona-
dos serán atípicos.
No hay delito de daños por culpa, imprudencia o negligencia. El se-
gundo párrafo del artículo 12 del Código Penalprescribe que solo hay de-
lito por culpa en los casos expresamente establecidos por ley. Es decir, el
delito por culpa debe estar expresamente indicado o previsto en determi-
nado artículo del Código Penal. En tal sentido, de la lectura del numeral
205 o cualquier otro artículo de la parte especial del C.P, no aparece que
los daños ocasionados por culpa hayan sido previstos como delito. Al no
estar previsto taxativamente los daños por culpa como delito, se concluye
obviamente que no hay delito de daños por culpa o negligencia. Esto es
definitivo.
(r763) Resolución Superior del 08-04-1998, Expediente N" 7968-97, en BRAMoNT-AR|AS ToRRE5,
2000, p. 1 57.
a 1284
Daños
4. ANTIJURIDICIDAD
La conducta típica de daños a la propiedad será antijurídica cuando
no concurra alguna causa de justificación. Es posible que el agente actúe
con el consentimiento del propietario del bien dañado, iituación que auro-
máticamente excluye la antijuridicidad de la conducta. Igual ocurrirá cuan-
do el agente causa daños a la propiedad por un esrado dé necesidad. Ejem-
plo, no será antijurídica la conducta del agente que en su desesperación por
escapar de su verdugo, destruye una computadora IBM empujindola deide
un segundo piso en su afán de abrirse paso.
5. CULPABILIDAD
En este nivel del delito de daños, el operador jurídico penal verificará
si el agente al cual se le atribuye los daños es imputable, es áeci., es mayor
de 18 años de edad o no sufre ninguna dolencii que le haga inimputaúle;
si este al momento de actuar podía comportarse de otro y evitar los -ódo
t2B5 I
Ramiro Salinas Siccha
6. TENTATIVAYCONSUMACIÓN
El delito de daños se perfecciona o consuma en el mismo momen-
ro que el agente realiza las acciones de dañar, destruir o inutilizar el bien
-rébl. o inmueble que perrenece al sujeto pasivo. Es un delito de comisión
instantánea.
En parecido senrido, aun cuando no se refiere a la modalidad típica de
dañar o diteriorar Rojas Vargas(126s) enseña que en el delito de daños, tipo
de resultado material, la consumación del delito es de carácter instantáneo
con la destrucción o inutilización del bien. Esta destrucción o inutilización
puede asumir numerosas modalidades de acuerdo ala nafvraleza del bien
mueble o inmueble.
Al tratarse de un delitoque necesariamente requiere un resultado,
es perfectamente posible que la acción del agente se quede en el grado de
tentatlva.
7. PENALIDAD
El agente del delito de daños será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de dos días ni mayor de dos años y alavez, con treinta
a sesenta días multa.
Subcapítulo 2
Agravantes del delito de daños
1. TIPO PENAL
Las circunstancias que agravan el delito de daños están recogidas en
el artículo 206 del Código Penal, el mismo que ha sido objeto de modifi-
cación por la Ley N" 29583 de setiembre de 2010. Desde aquella modifica-
ción el tipo penal 206, tiene el siguiente texto:
I 1286
Daños
2. HERMENÉUTICAJURíDICA
Es preciso empezar señalando que las agravantes del delito de daños a
la propiedad se configuran independientemente del valor de los bienes ob-
jeto del delito. Cuando interviene una circunstancia agravante prevista en
el artículo 206 del Código Penal, en la conducta del agente de dañar bienes
ajenos, el valor del bien no se toma en cuenta para efectos de la configura-
ción del delito. Ello es consecuencia del principio de legalidad debido a que
el artículo 444 del Código Penal que exige cuantía para determinar cuán-
do estamos ante un delito y cuándo ante una falta contra el patrimonio,
hace referencia solo al artículo 205 que regula el delito de daños básico. De
modo que al no hacerse referencia al artículo 206 en hermenéutica, debe
concluirse razonablemente que no es exigible cuantía. Solo es necesario
que el objeto del delito de daños agravado tenga o sea susceptible de valo-
ración económica.
Por otro lado, las circunstancias por las cuales se agrava o, mejor di-
cho, se aumenta la pena para el agente o sujeto activo del delito de daños,
se dividen en dos grandes grupos: circunstancias que se agravan por la na-
turaleza del bien objeto del delito y circunstancias que se agravan por los
medios empleados parala comisión del ilícito penal de daños.
1287 I
Ramiro Salinas Siccha
De la lectura del inciso 1 del artícuIo 206 del C.P se advierte que
estamos ante cuatro circunstancias agravantes por la cualidad del objeto
del daño. Se configuran cuando el agente daña, deteriora bienes de valor
científico, valor artístico, valor histórico o cuando recae sobre bienes que
conforman el patrimonio cultural de la nación. El fundamento de las agra-
vantes radica én la importancia y significado de los bienes objeto del daño
para el desarrollo científico del país y por el legado histórico, artístico y
cultural de los mismos.
Por los bienes que conforman el patrimonio cultural, artístico e histó-
rico se conoce el pasado histórico de la nación. Pero, tcuáles son los bienes
que rienen valor iientífico, artístico e histórico y cuáles pertenecen al p.a-
tiimonio cultural de la nación? Responder a tal pregunta rebasa la labor del
operador jurídico penal, quien tiene que recurrir a normas o disposiciones
para poder determinar si estamos ante alguna de las cualidades
""t.ape.r"les
que exige la norma penal.
Asimismo, resulta difícil saber qué bienes tienen valor científico, ar-
tístico o histórico y cuáles no. Correspondiendo al juez determinar tal ca-
lidad en cada caso concreto. Para ello, sin duda necesitará la concurrencia
de personas calificadas en tales aspectos. Bienes con valor científico serán
máquinas o instrumentos médicos de alta precisión, riñones o corazones
artificiales, microscopios o telescopios electrónicos, aparatos y disposi-
tivos higrométricos, espectrógrafos de última tecnología, etc.' así como
bienes de utilidad científica como material genético depositado en reci-
pientes, cultivo de virus para estudio e investigación médica, fármacos en
pro..ro de ensayo o experimentación, compuestos químico-radioactivos,
etc. No interesa tanto e[valor económico del bien, sino su valor científico'
así como que el agente debe conocer de tal característica.
Bienes de valor artístico, por eiemplo, son las pinturas, las estatuas,
etc. Habrá delito de daños agravado cuando el agente deteriore o destruya
un cuadro del pintor costumbrista del siglo XIX, Pancho Fierro' En tanto
que bienes de valor histórico son aquellos que representan un hecho im-
port"trt. en la historia del país. Por ejemplo, estaremos ante la agravante
iua.rdo se dañe el monumento conmemorativo a la batalla de Ayacucho de
1824.de la Pampa de la Quinua que definió la independencia de los países
amerlcanos.
En cambio, los bienes que integran el patrimonio cultural de la na-
ción son todos aquellos que constituyen testimonio de la creación humana,
material o inmaterial expresamente declarados por su importancia artística,
científica, histórica o técnica. Por medio de ellos, las generaciones humanas
I 12BB
Daños
En tanto que el inciso 5 del artículo 206 del C.P, prevé la agravante
que.se configura cuando el daño, deterioro o inutilización se p.oá.r." ro-
bre bienes cuya entrega esté ordenada judicialmente. Es ,n" que
se configura cuando el agenre daña, deteriora o inutiliza un"g.",r".rre
Li.tt -u.tl.
o_inmueble que esrá obligado a entregar o devolver por mandato judicial.
El sujeto activo act(ta ante el requerimiento que le hace el juez para que
devuelva o entregue el bien.
1289 a
Ramiro Salinas Siccha
I 1290
Daños
parte del agente. Si se verifica que la violencia ruvo orra finalidad y solo
col.untural o circunstancialmente se dañó un bien, el delito de daños no se
configura.
En tal conrexto, debe entenderse por violencia aquella energía física,
mecánica o tecnológica que ejerce el su¡'eto activo sobre su víctima con la
finalidad de vencer por su poder material, su resisrencia natural o en su
caso, evitar la materialización de la resistencia que hace la víctima ante el
eminente daño a sus bienes. Debe verificarse la correspondencia entre la
violencia y la acción final del daño, de modo que la violencia está subor-
dinada al objetivo final cual es dañar el bien. Sin duda, la violencia debe
expresarse en una energía desplegada sobre la víctima de manera manifiesta
y abierta (violencia propia). No cabe violencia del tipo que algunos trata-
distas han denominado violencia impropia como es el uso de narcóricos,
hipnosis, alcohol, etc. Estos supuestos no configuran la agravante.
La violencia puede ser usada hasta en dos supuestos: para vencer la
resistencia de la víctimay para evitar que el sujeto pasivo resista el daño.
IJn aspecto obvio y no menos importante es que la violencia debe
estar dirigida contra las personas. Es imposible la figura del daño a la pro-
piedad si la violencia está simplemente dirigida conrra las cosas. Sin duda, la
violencia será contra las personas que detentan la posesión del bien objeto
del delito; puede ser el propio propietario, un poseedor o un simple tene-
dor. En tal sentido, no es necesario que exista identidad entre el titular del
bien mueble o inmueble y el que sufre los actos de violencia. La persona
que sufra la violencia física tiene que ser una persona natural, es imposible
que ello ocurra contra una persona jurídica. No obstante, la persona jurídi-
ca será agraviada cuando se hayan dañado bienes de su propiedad haciendo
uso de la violencia contra los representantes o personas que poseen sus
bienes.
También resulta pedagógico indicar que la intensidad de la violencia
no aparece tasada por el legislador. El operador jurídico penal tendrá que
apreciarlo en cada caso concreto y determinar en qué casos ha existido
violencia suficiente para configurarse la agravante. Si la violencia ha sido
suficientemente intensa y ha producido lesiones en la víctima esraremos
ante un concurso de delitos: daños con agravante y lesiones.
1291 a
Ramiro Salinas Siccha
3. PENALIDAD
El o los autores del delito de daños en el que concurre alguna de las
circunstancias agravantes analizadas, serán reprimidos con pena privativa
de libertad no menor de uno ni mayor de seis años.
f 1292
Daños
Subcapítulo 3
Producción o venta de productos dañinos
para consumo de animales
1. TIPO PENAL
Las conductas delictivas que en conjunto forman parte del hecho pu-
nible denominado "producción o venta de productos dañinos para el con-
sumo de los animales" se sancionan en el artículo 207 deI Código Penal, del
modo siguiente:
2, TIPIC¡DAD OBJETIVA
La figura delictiva aparece cuando el agente elabora o da en venta
alimentos, preservantes, aditivos y mezclas falsificados, corrompidos o da-
ñados, cuyo consumo genera peligro parala vida, salud o integridad física
de los animales. Esto es, el sujeto activo, produce o vende alimentos para
animales. Se excluye la venta o elaboración de alimentos para las personas.
Del concepto ensayado se concluye que el supuesto de hecho del tipo
penal207 del C.P encierra varias conductas delictivas que por sí solas con-
figuran el ilícito penal en análisis. Así tenemos:
1293 a
Ramiro Salinas Siccha
consumo por los animales genera un peligro Para su vida, salud o integridad
física.
exige que el agente elabore los alimentos para los animales, dis.minuyendo
su caliáad de que su consumo puede ocasionar peligro Para su
" ""t..-o,
vida, su salud o su integridad física.
f 1294
Daños
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la forma como aparece construido el tipo penal se advierte que to-
das las conductas delictivas analizadas son de comisión dolosa. Es decir, re-
quieren que el o los autores actúen con conocimiento y voluntad de vender
o elaborar productos destinados al consumo de los animales adulterados,
corrompidos o dañados, representándose la posibilidad de que generen un
riesgo paralavida, la salud o la integridad física de los animales.
Ei autor o agente debe saber que los productos que produce o ela-
bora son adulterados, malogrados o dañados. Si se determina que aquel no
tenía conocimiento que producía o vendía alimentos para animales en mal
estado, la tipicidad subjetiva no aparece. Es perfectamente posible que se
presente un error de tipo.
No es posible admitir que los comportamientos delictivos se perfec-
cionen por culpa o negligencia del autor. De darse el caso, el perjudicado
deberá hacer uso de la normativa extrapenalpara reclamar alguna indemni-
zactón por daños y perjuicios ocasionados.
1295 r
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
Es posible que se presenre alguna causa de justificación en el acruar
del agenie. El consentimienro del sujeto pasivo puede excluir la antiju-
ridicidad de la conducta. En efecto, si en determinado caso concreto se
acredita que el sujeto pasivo adquirió o compró del agente alimento para
sus animales sabiendo que estaba malogrado, deteriorado o descompuesto,
desaparecerá la antijuriáicidad en la conducta del agente' así sus animales
hayan sido perjudicados en su salud al consumirlos'
cuestión diferente y por tanro punible, se presenra cuando el agente
no hace de conocimiento al sujeto pasivo que el alimento o los preservantes
están malogrados, podridos o descompuestos y, por el contrario' los vende'
expende o como si estuvieran en buen estado.
"o-.t.Lliza
5. CULPABILIDAD
En esre nivel del delito, el operador jurídico penal deberá analízar si
el agente productor o vendedor de alimento, Preservantes_o aditivos para
.ori,r-o de los animales, es imputable; si el agente en el caso concreto
pudo actuar de orro modo evitando el resultado dañoso; y finalmente, se
verificará si el agente al momento de actuar conocía la antijuridicidad de su
conducta; .s d".i., sabía que su conducta era contraria al derecho o estaba
prohibida.
6. TENTATIVAYCONSUMACIÓN
Los comportamientos delictivos analizados se perfeccionan de acuer-
do al tipo de óonducta que se trate. En el supuesto de que el agente pro-
duzca o elabore los productos para el consumo de los animales, se perfec-
ciona en el -omento en que produce los alimentos malogrados, dañados o
adulterados. En cambio, en el supuesto de que el autor vende los productos
parael consumo de los animales, se perfecciona en el mismo instante en
que logra entregar a alguna persona los productos Para consumo de los
animalés en mal estado y a cambio recibe una contraPrestación. Para efec-
ros de la consumación, no se requiere ni exige que el producto producido
o vendido llegue realmente a ser consumido por sus destinatarios finales
como son los animales.
Por la redacción del tipo penal, en hermenéutica jurídica' se trata de
un delito de peligro abstracto, no se requiere que el consumo de los pro-
ductos malogrados o adulterados causen en forma efectiva un daño a la
a 1296
Daños
7. PENATIDAD
El agente o autor del delito comentado será reprimido con pena pri-
vativa de libertad no mayor de un año y, alavez, con la pena limitativa de
derechos de treinta a cien días multa.
1297 a
Capítulo X
DELITOS INFORMÁTICOS
Subcapírulo I
Generalidades
1299 4
Ramiro Salinas Siccha
t1761) A8OSO,2004,p.24.
(]7ó8) DURANDVALLADARES, 2002, P. 305.
I 1300
Delitos informáticos
1301 r
Ramiro Salinas Siccha
I 1302
Delitos informáticos
Subcapítulo 2
El delito de intrusismo informático
1. TIPO PENAL
2. T¡PICIDAD OBJETIVA
El delito de intrusismo informático o acceso informático indebido
SC configura cuando el agente o auror utiliza o ingresa indebidamente a
1303 I
Ramiro Salinas Siccha
I 1304
Delitos informáticos
1305 t
Ramiro Salinas Siccha
I 1306
Delitos informáticos
1307 I
Ramiro Salinas Siccha
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Por la forma de redacción del tipo penal, se advierte que las conductas
delictivas que en conjunto se denominan delitos de intrusismo informático
son de comisión dolosa; no cabe la comisión punible culposa o impruden-
te. En ese sentido, la configuración de cualquiera de las conductas previstas
exige que el agente o autor actúe con el conocimiento y voluntad de rea-
lizar o desarroilar la conducta indebida. En cuanto a la circunstancia agra-
vante, aparte del dolo será necesario la presencia de un elemento subjetivo
adicional como lo constituye el animus lwcrandi.
En el mismo sentido Durand Valladares(I77s), enseña que en el as-
pecto subjetivo necesariamente este tipo de delito exige el dolo del sujeto
activo, ya que se requiere en el sujeto conciencia y voluntad de utilizar o
ingresar indebidamente a una base de datos o sistema informático . Paru la
modalidad agravada se ha de exigir además del dolo,la concurrencia de una
finalidad económica enla realización de la conducta.
Al constituir el conocimiento de lo indebido, un elemenro de la ti-
picidad objetiva, el dolo lo abarca por completo. Esto es, el agente o auror
debe actuar conociendo perfectamente que su ingreso o uso de una base de
datos, sistema o red de computadoras es indebido, ilícito o no autorizado.
I 1308
Delitos informáticos
4. ANTIJURIDICIDAD
Es posible que se presente alguna causa de justificación de las previs-
tas en el artículo 20 del C.P, en el actuar del agente. Es posible que el su¡'eto
activo, por ejemplo, actúe en cumplimiento de un deber(t776), en ejercicio
de un derecho, cargo u oficio.
5. CUTPAB¡LIDAD
Como ocurre en todas las figuras delictivas, en este nivel del delito,
el operador jurídico penal deberi analizar si el agente con mínimos cono-
cimientos de informática, es imputable. Si el agente en el caso concreto
pudo actuar de otro modo evitando el resultado dañoso y finalmente, se
verificarási el agente al momento de actuar conocía la antijuridicidad de su
conducta; es decir, sabía que su conducta era contraria al derecho o estaba
prohibida.
Si el agente actúa en la creencia errónea de que el ingresar a una base
de datos sin autorización de su titular es legal, lícita o no está prohibida, se
configurará un error de tipo y no de prohibición, el mismo que será resuel-
to aplicando el primer párrafo del artículo 14 del Código Penal.
(1776) Sobre esta causa de justiñcación, véase: SnLrNAs SrccHA, 2004a, pp. 783-788.
1309 I
Ramiro Salinas Siccha
6. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
De la forma de redacción del tipo penal que encierra las conductas
delictivas de los delitos denominados intrusismo informático se concluye
que se trata de delitos de mera actividad. En consecuencia, se consuman o
perfeccionan en el mismo momento en que el agente usa o ingresa inde-
bidamente o sin autorización a una base de datos, sistema o red de com-
putadoras con el propósito o fin de diseñar, ejecutar o alterar un esquema
u otro similar, o para interferiq interceptar, acceder o copiar información
en tránsito o contenida en una base de datos.
Para efectos de la consumación no es necesario determinar si real-
mente se causó perjuicio a la víctima o en su caso, determinar si el agente
logró su objetivo de obtener su beneficio ilegal perseguido. Tales aspectos
son irrelevantes para efectos de consumación.
Resulta difícil que alguna de las conductas delictivas analizadas se
quede en grado de tentativa.
7. PENATIDAD
De configurarse alguno de los supuestos del artículo 207-A del Códi-
go Penal, el autor será merecedor de la pena privativa de libertad no menor
de dos días ni mayor de dos años o con prestación de servicios comunita-
rios de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas.
En caso de configurarse el supuesto agravante tipificado en el último
párrafo delZOZ-A del C.P, el agente será merecedor de pena privativa de
libertad no menor de dos días ni mayor de tres años o con prestación de
servicios comunitarios no menor de ciento cuatro jornadas.
Subcapítulo 3
El delito de sabotaje informático
1. T¡PO PENAL
I 1310
Delitos infornráticos
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El delito de daño informático se configura cuando el agente utili-
za, ingresa o interfiere indebidamente una base de datos, sistema, red de
computadoras o cualquier parte de la misma con la finalidad de alterarlos,
dañarlos o destruirlos. Aquí el autor o sujeto activo de la conducta busca
borrar, suprimir o modificar sin autorización del propietario o titular, fun-
ciones o datos de computadora con intención de obstaculizar el funciona-
miento normal del sistema o red de computadoras.
Las técnicas que usualmente utilizan los delincuentes para configurar
las conductas delictivas que en conjunto se denominan sabotaje informáti-
co en perjuicio patrimonial de la víctima, son los siguientes:
El virus, que viene a constituir una serie de claves programáticas que
pueden adherirse a los programas legítimos y propagarse a otros programas
informáticos. lJn virus puede ingresar en un sistema por conducta de una
pieza legítima de soporte lógico que ha quedado infectada, así como utili-
zando el método del Caballo de Troya consistente en insertar instrucciones
de computadora de forma encubierta en un programa informático para que
pueda realizar una función no autorizada al mismo tiempo que su función
normal.
Los virus en las computadoras son utilizados para realizar fraudes.
Debido a que son programas informáticos, aparentemente útiles y de
procedencia legal, al instalarse en una computadora ponen en riesgo la
seguridad de toda la información. Además, una vez ejecutados, pueden
registrar toda la información que ingresa el usuario a internet -por ejem-
plo, los datos de latarjeta de crédito- y remitirla a los estafadores. A esta
modalidad se le conoce como "troyanos". Si esto se verifica no estaremos
ante un delito informático sino ante una vil estafa.
Los gusanos son mecanismos que se fabrican en forma análoga al vi-
rus con el objetivo de infiltrarl o en programas leitttmos de procesamiento
de datos con la finalidad de modificar o destruir los datos, pero a diferencia
del virus, los gusanos no pueden regenerarse. En términos médicos podría
decirse que un guseno es un tumor benigno, mientras que el virus es un
tumor maligno. l¿ consecuencias del ataque de un gusano pueden ser tan
graves como las del ataque de un virus; por ejemplo, un programa gusano
que subsiguientemente se destruirá puede dar instrucciones a un sisrema
informático de un banco para que transfiera conrinuamente dinero a una
cuenta ilícita.
La bomba lógica o cronológica es un mecanismo de sabotaje infor-
mático exige conocimientos especializados por parte del agenre o auror,
1311 I
Ramiro Salinas Siccha
i tstz
Delitos informát¡cos
1313 I
Ramiro Salinas Siccha
I 1314
Delitos informáticos
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Las conductas delictivas que en conjunto se denominan sabotaje in-
formático son de comisión dolosa; no cabe la comisión punible culposa
o imprudente. En ese sentido, la configuración de cualquiera de las ion-
ductas previstas exige que el agente o autor actúe con el conocimiento y
voluntad de realizar o desarrollar la conducta indebida.
El conocimiento de lo indebido se constituye en elemento de la ti-
picidad objetiva y, por tanto, el dolo lo abarca por completo. Esto es, el
a-gente o autor debe actuar conociendo perfectamente que su ingreso o uso
de una base de daros, sistema o red de computador"r i.rd.biJo, ilícito o
no autorizado. "i
Si en un caso concreto, el agente o autor por error actúa creyendo
que cuenta con la autorización del titular de la base de datos por ejemplo,
incurrirá en un error de tipo, conducra que será impune en aplicaciórdel
artículo 14 del Código Penal.
1315 I
Ramiro Salinas Siccha
4. ANTIJURIDICIDAD
5. CULPABILIDAD
Como ocurre en todas las figuras delictivas, en este nivel del delito,
el operador jurídico penal deberá analizar si el agente con avanzados co-
nocimientos de informática, es imputable, es decir, es mayor de edad y no
sufre de alguna enfermedad mental que le haga inimputable. Si el agente en
el caso concreto pudo actuar de otro modo evitando el resultado dañoso y
finalmente, se verificará si el agente al momento de actuar conocía la anti-
juridicidad de su conducta; es decir, sabía que su conducta era contraria al
derecho o estaba prohibida.
6. CONSUMACIÓNYTENTATIVA
I 1316
Delitos informáticos
7. PENATIDAD
De configurarse el delito denominado sabotaje o daño informático y
encontrarse responsable penalmente al agente, este será merecedor de una
pena privativa de libertad que oscila entre tres y cinco años. Asimismo,
unida a la pena privativa de libertad el juez impondrá una multa no menor
de setenta ni mayor de noventa días.
Subcapítulo 4
El delito informático agravado
1. TIPO PENAL
Las agravantes de los delitos informáticos están recogidas en el artí-
culo 207-C del Código Penal en los términos siguientes:
2. HERMENÉUTICAJURíDICA
LaLey N" 27309, del tZ de julio de 2000, incorpora también el artí-
culo207-C del Código Penal, en el cual se prevén dos circunstancias que
agrayen los delitos informáticos recogidos en los artículos 207-Ay 207-B.
En efecto, aquí se establece que el agente o autor de alguno de los delitos
de intrusismo informático o en su caso, de sabotaje o daño informático,
será no menor de cinco ni mayor de siete años cuando acceda a una base
de datos, sistema o red de computadoras haciendo uso de información pri-
vilegiada obtenida en función de su cargo o cuando su conducta ponga en
peligro la seguridad nacional del país.
La primera circunstancia agravante se configura cuando el agente o
autor utiliza o ingresa indebidamente a una base de datos, sistema o red de
computadoras o cualquier parte de la mismq para diseñar, ejecutar o alterar
un esquema u otro similar, o para interferir, interceptar, acceder o copiar
información en tránsito o contenida en una base de datos, haciendo uso o
1317 a
Ramiro Salinas Siccha
3. PENALIDAD
Cuando se configura cualquiera de las conductas agravantes previstas
en el artículo 207-C del Código Penal, el autor será merecedor a una pena
privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de siete años.
I 1318
Capítulo Xl
DISPOSICIÓN COIr¿Ú N CNUSAS PERSONALES
DE EXCLUSION DE PUNIBILIDAD
1. TIPO PENAL
2. HERMENÉUTICAJURíDICA
Para entender el sentido del artículo 208 del código penal, en primer
término debemos analizar cuáles son sus fundamentor. Ellor ,.r.g".r por sí
solos al exponer la n^ttraleza de las causas que excluyen la puniÉili¿aa. v
en.segundo lugar, exponer las razones del porqué de que tólo lor sujetos
indicados en el numeralzog se merecen la exclusión de-punibilidad.
Actualmente, en la doctrina penal es posición dominante considerar
que no son solo tres los elementos del delito, sino que se agrega otro, de-
nominado "punibilidad". Es decir, delito es una .o.rd.r.t" tip;i", antijuri
dica, imputable personalmente a su auror y punible. si la condu cta tipica,
1319 I
Ramiro Salinas Siccha
t 1320
Disposición común causas personales de exclusión de punibilidad
1321 a
Ramiro Salinas Siccha
Para saber cuándo hay afinidad en línea recta resulta necesario recu-
rrir al artículo 237 del Código Civil. Allí se prevé que el matrimonio produ-
ce parentesco de afinidad entre cada uno de los cónyuges con los parientes
consanguíneos del otro. Cada cónyuge se halla en igual línea y grado de
p"r"nt"i.o por afinidad que el otro por consanguinidad. La afinidad en
lín"" r..t" no acaba por disolución del matrimonio que la produce. Siendo
así, los afines en línea recta son los suegros con los yernos o las nueras.
Otro aspecto resaltante del artículo 208 del C'P lo constituye la dis-
posición q.r" ri bien no son reprimibles los hurtos, apropiaciones ilícitas,
áefraudaciones y daños que se causen las personas que tengan los vínculos
antes anotados, los autores responden civilmente. Esto es, la víctima tiene
derecho a la reparación civil. Resulta lógico que en estos casos se pueda
exigir la responsabilidad civil, puesto que el agente ha cometido una acción
antijurídica que se opone y lesiona al ordenamiento jurídico(1784).
Para reclamar la reparación civil, en la práctica pueden Presentarse
hasta dos supuestos:
f 1322
Disposición común causas personales de exclusión de punibilidad
1323 I
B IB LIOG RAFíA
1325 I
Ramiro Salinas Siccha
f 1326
B ibliograf ía
1327 I
Ramiro Salinas Siccha
I 1328
B ibliograf ía
1329 4
. Ramiro Salinas Siccha
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Ramiro Salinas Siccha
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