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018
SUS OBRAS
Comenzó con una recopilación de Constituciones, alfabéticamente ordenadas, que comprendían el
análisis de los textos relativos a 158 estados simples o confederaciones, obra que se perdió, salvo
algunos fragmentos, uno de los cuales se refiere a la Constitución de Atenas. Allí examina ante todo, el
origen de las instituciones de Atenas; luego examina los órganos políticos, analiza la estructura y el
comportamiento de las autoridades administrativas y judiciales.
Sus obras se pueden dividir en tres fases:
Una primera etapa inicial, que coincide prácticamente con la primera estancia suya en Atenas,
hasta el año 347 AC. Etapa platonista en la que está de acuerdo con las ideas de su maestro. Le
quita valor a lo real del mundo, cosa que contraría a lo que hará luego. Escribe “Diálogo a
Eudemo” y “Diálogos protépticos” entre otras.
Período de los viajes (del año 347 al 330 a.C. más o menos). Época de transición. Destaca aquí:
“Ética a Eudemo” y “Ética a Nicómaco”. Empieza también a escribir “La Política”.
Período Último (cerca del año 330 al 322 o 323 a.C.) que vienen a representar
aproximadamente los últimos años de su estancia en Atenas. Termina de escribir “La Política”.
También escribe obras de metafísica y “Retórica” entre otras cosas.
LA ÉTICA Y LA POLÍTICA
Para Aristóteles, la política es el arte o la ciencia de la conducta colectiva, que engloba a la moral en
la medida en que ésta es el arte o la ciencia de la conducta individual. Para entender este punto de vista,
debemos remontarnos al punto de partida. Considera que el hombre está hecho para la FELICIDAD,
este es el principio de su moral; ¿Cuándo alcanza la felicidad? Cuando liberado de sus contingencias
materiales, puede dedicarse libremente a los placeres espirituales.
Según Aristóteles, genéticamente, el individuo y la familia son anteriores al Estado (polis), pero
naturalmente, no. Las familias surgen de la necesidad de la especie humana para procrear y subsistir
como especie. Esta es la unión primera entre hombres.
Luego surge la aldea o pueblo como agrupación necesaria para satisfacer las necesidades primarias y
cotidianas. Una familia no puede procurarse a sí misma todo lo necesario.
UCASAL – Derecho Político – Comisión II – 2.018
sentido filosófico de Aristóteles, el orden se identifica con la noción de Constitución (Ley). La ley es
la razón desprovista de pasión. Debe ser un ordenamiento de razón y por lo tanto debe ser justa.
Todo Estado rectamente ordenado supone la vigencia efectiva de la Justicia, como valor que inspira
la actividad legisferante y como virtud de indispensable observancia por gobernantes y gobernados.
La JUSTICIA, para Aristóteles, tiene dos expresiones fundamentales:
1) Una forma Aritmética (justicia conmutativa) referida a las transacciones efectuadas entre
ciudadanos y a las compensaciones derivadas de daños y delitos.
2) Una forma Geométrica (justicia distributiva), ejercida por quien tiene autoridad para distribuir
los bienes comunes, según sus méritos y servicios prestados a la polis.
Causa Final
La filosofía aristotélica es teleológica o finalista. Así, los entes tienen un origen y existen con algún
fin. El Estado reconoce una causa eficiente (origen) en la naturaleza social y política del hombre y
tiene una finalidad que justifica su existencia, el objetivo es un bien, pero a diferencia de lo que ocurre
en los ámbitos de la ética individual o familiar o económica, no es particular, sino común. No es otra
que el Bien Común.
Si tenemos en cuenta su clasificación de formas de gobierno, Aristóteles dirá que las formas puras,
se caracterizan porque su fin es el Bien Común, y las formas impuras cuando el fin fuere un bien
individual.
Si bien aprobaba la institución de la esclavitud, moderaba su aceptación aduciendo que los amos no
debían abusar de su autoridad, ya que los intereses de amo y esclavo son los mismos.
La Democracia moderada o "Politeia" es considerada por Aristóteles la mejor forma de gobierno,
tomando como referencia la organización social de la ciudad-estado griega; una sociedad por lo tanto
no excesivamente numerosa, con unas dimensiones relativamente reducidas y con autosuficiencia
económica y militar, de modo que pueda atender a todas las necesidades de los ciudadanos, tanto
básicas como de ocio y educativas. Lo que le hace rechazar, o considerar inferiores, las otras formas
buenas de gobierno es su inadecuación al tipo de sociedad que imagina, considerándolas adecuadas
para sociedades o menos complejas y más rurales o tradicionales; pero también el peligro de su
degeneración en Tiranía u Oligarquía, lo que representaría un grave daño para los intereses comunes de
los ciudadanos.
Probablemente Aristóteles tenga presente el tipo de democracia imperante en Atenas a finales del
siglo V, la de la Constitución de los cinco mil; le parece preferible una sociedad en la que predominen
las clases medias y en la que en los ciudadanos se vayan alternando en las distintas funciones de
gobierno, entendiendo que una distribución más homogénea de la riqueza elimina las causas de los
conflictos y garantiza de forma más adecuada la consecución de los objetivos de la ciudad y del Estado.
LA ECONOMÍA
Respecto a la actividad económica considera que hay una forma natural de enriquecimiento derivada
de las actividades tradicionales de pastoreo, pesca, caza y agricultura, estableciendo sus dudas acerca
de que sea una actividad natural el trueque, a menos que sea para satisfacer una necesidad. El uso del
dinero como forma de enriquecimiento es considerado "no natural", criticando especialmente el
aumento del dinero mediante el préstamo con interés.
Puesto que en todas las ciudades es uno el fin, es manifiesto que la educación debe ser una y la
misma para todos los ciudadanos, y que el cuidado debe de ella debe ser asunto de la comunidad y no
de la iniciativa privada, ya que el entrenamiento para lo que es común debe ser también común. Sería
erróneo pensar que el ciudadano se pertenece a sí mismo, cuando por el contrario, todos pertenecen a la
ciudad desde el momento en que cada uno es parte de la ciudad, y es natural entonces que el cuidado de
cada parte, deba orientarse al cuidado del todo.
Deben ensañarse aquellos conocimientos útiles que son de primera necesidad, aunque no todos;
porque es manifiesto que el ciudadano debe asumir aquellas disciplinas que no corrompan al que se
ocupa de ellas, considerándose envilecedoras aquellas disciplinas, trabajos y oficios que tornan al
hombre incapaces, en su alma, en su cuerpo o su inteligencia para la práctica y actos de virtud, todos
los oficios que deforman el cuerpo, así como los trabajos asalariados, porque privan del ocio a la
muerte y la degradan.