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Presentado por:
SANTIAGO REALPE
JHON FREDY MUÑOZ NAVIA
Presentado a:
Ahora bien, una de esas esferas sociales en las que se hace presente la Ética es en el campo
profesional. Bajo ese entendido, se debe reconocer que un profesional íntegro requiere de
una formación Ética que se debe comenzar a forjar desde el seno mismo de familia, pero
también desde las diferentes instituciones educativas por las que pase el futuro profesional,
incluyendo la educación superior, puesto que la Ética profesional promueve en los
estudiantes la reflexión continua sobre el servicio que prestarán a la sociedad, atendiendo a
las obligaciones que este servicio hace menester.
En este sentido, Ana Hirsch (2004) manifiesta que “el papel de las instituciones de educación
superior es indispensable, pues deben crear una base de sustentación intelectual, moral y
social del ejercicio profesional”. Por lo tanto, no es dable afirmar que la Ética debe quedar
relegada de los programas universitarios, máxime si se trata de un programa de derecho, pues
como conocedores de las normas jurídicas que regulan el comportamiento de los seres
humanos, recae con mayor fuerza, para el profesional del derecho, la obligación de actuar
bajo unos parámetros éticos mínimos. De tal manera que la sociedad en general y cada uno
de los clientes, sientan que están siendo bien representados.
DESARROLLO
Una vez sentadas las bases mínimas de lo que se debe entender por ética, y de la importancia
tan relevante que ha adquirido la enseñanza de ésta en los diferentes estadios educativos. Se
pasará ahora a hacer el análisis ético de Critón o del deber, que es uno de los textos
magistrales del filósofo Platón, perteneciente a sus Diálogos Socráticos.
Este diálogo se desarrolla dentro de la celda de Sócrates que se encuentra en prisión. Él ha
sido condenado a muerte por el pueblo ateniense, se encuentra en la cárcel esperando que
pase el tiempo para dar cumplimiento a dicha condena en cuestión de escasos dos días, ya
que cuando llegue de Delfos el buque que había partido un tiempo atrás hacia la isla santa la
sentencia se llevaría a cabo. Lo que se sabe es que esta nave se conducía desde Atenas una
vez por año, en peregrinación a la isla santa. Entre su partida y su vuelta no debía cumplirse
ninguna ejecución capital a fin de que la ciudad permaneciera pura.
Critón expone todas las razones posibles tratando de persuadir a su entrañable maestro. Una
de esas razones se refiere al temor que siente Critón sobre la posibilidad que la gente de
Atenas crea que pudiendo éste salvar a su maestro y amigo, a costa de sus bienes de fortuna,
haya decidido abandonarlo. No obstante, Sócrates muy sabiamente responde que no se debe
hacer caso ni tanto aprecio a la opinión del pueblo, puesto que es totalmente cierto que entre
las opiniones de los hombres, según Sócrates, las hay que son dignas de alta estimación pero
hay otras que no merecen ninguna.
Pero la reflexión no se queda en ese plano superficial, por el contrario, Sócrates se propone
llegar aún más profundo y hacer un análisis ético de la propuesta de Critón de fugarse, pues,
aludiendo a que “…no debemos curarnos de lo que diga el pueblo, sino sólo de lo que dirá
aquél que conoce lo justo y lo injusto, y este juez único es la verdad”. Es la intensión de
Sócrates hacerle ver a Critón, lo que es justo e injusto y llegar al fondo de todo a través del
método mayéutico, que es u método socrático con que el maestro, mediante preguntas, va
haciendo que el discípulo descubra nociones que en él estaban latentes. Así pues, una de estas
preguntas es si sería justo o no, hacer caso a la propuesta que le está haciendo Critón, es decir,
fugarse de la cárcel.
A través de este método, una de las primeras conclusiones a las que llega Sócrates es que
vivir bien no es otra cosa que vivir como lo reclaman la verdad y la justicia. Pero, hasta qué
punto esa justicia es permitida, si se puede dar el caso, (como es su caso) si esta atente contra
la vida misma de un ciudadano que pronto será condenado por plantearle al pueblo ateniense,
lo que él consideraba era justicia y verdad, su filosofía.
¿Es preciso no cometer injusticia de ninguna manera, incluso a los mismos que hacen la
injusticia? “es preciso (responde Sócrates) no hacer justicia ni volver el mal por el mal,
cualquiera que haya sido lo que hayamos recibido”. Sócrates se auto pregunta también, para
aclarar más la idea que está planteando ¿qué sucedería si la ley y la república se presentasen
ante nosotros y vieran lo que “se está planeando”, fugarme de la cárcel? Pues probablemente,
dice Sócrates, le preguntarían muy extrañados sobre el acto que pretenden hacer y se
dirigirían muy especialmente a Sócrates diciendo: “¿Sócrates, la acción que preparas no
tiende a trastornar en cuanto a ti depende, a nosotros y al estado entero? porque ¿qué estado
puede subsistir si los fallos no tienen ninguna fuerza y son eludidos por los particulares?”
Sócrates le dice a Critón que tanto la justicia como La República, quedarían totalmente
alarmados y decepcionados, si éste se atreviera a realizar una acción de ésta índole, que atenta
contra los códigos establecidos. Sócrates hace entender a Critón que la sabiduría misma no
está por encima de la patria que es digna de más respeto y más veneración delante de los
hombres y de los dioses que cualquier otra cosa existente. Es de entender en este punto, que
Sócrates pone por encima de cualquier cuestión el Deber Ser. Pero, para poder actuar
conforme al deber, es necesario que interiorizar los preceptos éticos y hacerlos parte de su
vida, pues la Ética no es algo que se impone, como se imponen algunas leyes en la sociedad,
ésta se debe aprehender para sí y solo de esta manera se pondrán en práctica los preceptos
éticos en cualquier actuar dentro la sociedad
Este componente ético de Sócrates se evidencia bajo el siguiente principio: "Ni siquiera el
que es tratado injustamente ha de devolver mal con mal, como piensa la mayoría, ya que de
ninguna manera se ha de obrar injustamente". Para los atenienses críticos, la condena
impuesta a Sócrates era injusta, por ello Critón y muchos otros intentaban agotar todas las
posibilidades con el fin de evitar la muerte del amigo sabio. No obstante, a Sócrates lo mueve
una ética muy arraigada a su forma de vida “un hombre nunca debe ser injusto, así los demás
sean injustos con él”.
CONCLUSIONES:
Una de las conclusiones a las que se puede llegar es que cualquier clase de injusticia que se
cometa contra una persona o contra la ley, por pequeña o grande que sea, menoscaba los
principios básicos que marcan el derrotero de nuestra ética, nuestra moral y nuestro código
social, por lo tanto, es necesario actuar siempre bajo los parámetros de la justicia.
En este diálogo se puede identificar a un estereotipo de hombre que defiende sus ideas sin
temor a las consecuencias fatales que éstas pueden traer consigo. Platón dibuja a Sócrates
como una persona muy aferrada a la verdad y también a las leyes; a las que no menoscabaría
jamás, de ello dependa su vida.
Solo una ética que reconozca las obligaciones que como personas que vivimos en sociedad
tenemos frente a ésta, nos hará acatar las leyes por nuestras propias convicciones. No obstante
lo anterior, es discutible el planteamiento de Platón sobre la obediencia que debemos tener a
las leyes así estas sean injustas, puesto que algunas veces un legislador injusto con el pueblo
produce leyes injustas para éste.
BIBLIOGRAFÍA:
Cornelio, Luis (2007) Platón, Critón o del deber. Filosofía y Humanidades. Recuperado de:
http://humanidades07.blogspot.com.co/2007/11/platn-critn-o-del-deber.html
Platón, & de Azcárate, P. (1872). Obras completas de Platón. Medina y Navarro. Critón o
el deber. Recuperado de: http://www.filosofia.org/cla/pla/azc01091.htm