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Monografía de Literatura

Instituto de Enseñanzas Superior Juan B. Justo

AUTOR:

Apellidos: Serrano Nombres: Ivo Nicolás

TITULO:

La literatura en las dictaduras de Argentina y Chile.

PROFESOR:

Julian De Luca

CIUDAD:

Buenos Aires

AÑO DE ELABORACIÓN:

2017

NUMERO DE PAGINAS:

Doce (12) páginas

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INDICE

1. Introducción -------------------------------------------- 3

2. Dictadura Argentina ---------------------------------- 3

3. Dictadura Chile ---------------------------------------- 7

4. Conclusión --------------------------------------------- 9

5. Bibliografía --------------------------------------------- 11

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1. Introducción
En este proyecto planteo el impacto de la Dictadura militar de Argentina en la
literatura, luego la de Chile y por último dejo mi conclusión a esto.

2. Dictadura en Argentina

El 24 de marzo de 1976, las Fuerza Armadas llevaron a cabo un nuevo golpe


de Estado e instalaron la dictadura más violenta de la historia argentina. El
nuevo gobierno inauguró una etapa que llamó "Proceso de Reorganización
Nacional".
Una de las tareas que las Fuerzas Armadas llevaron adelante fue la de la
represión, alcanzando no solo a los grupos guerrilleros comprometidos con la
lucha armada, sino también a un conjunto de militantes sociales y políticos que
no formaban parte de aquellas organizaciones, por ejemplo, a sindicalistas de
base, intelectuales, estudiantes secundarios y dirigentes políticos. [1]
Los estudiantes escondían sus libros como si fuesen "armas" como ellos
mismos los llamaban. El mecanismo de censura consistió en perseguir y
torturar autores, en la prohibición de libros y canciones, en el cierre de
editoriales y vaciamiento de bibliotecas. A esta operación se la llamó
"Operación Claridad". Muchos de los libros fueron censurados a través de
decretos o incluyéndolos en listas negras, a través del Ministerio del Interior de
Albano Hardindeguy, y a través del propio presidente de facto, Jorge R. Videla.

En cuanto al Ministerio de Educación y Cultura lanzó la "Operación Claridad",


que no era más que un plan de caza de opositores en toda área
cultural, añadiéndose a las desapariciones y asesinatos de intelectuales,
artistas, docentes y alumnos. Además, el plan generó masivos despidos, así
como también inhabilitaciones para enseñar.
En 1977, se distribuyó en las escuelas un material gráfico dirigido a los padres
con hijos en edad escolar, se titulaba "Cómo reconocer la infiltración marxista
en las escuelas".

Además, había ciertas reglas de adoctrinamiento impuestas en las


escuelas:

 Léxico marxista para uso de los alumnos: Lo primero que se puede detectar es
la utilización de un determinado vocabulario que, aunque no parezca muy
trascendente, tiene mucha importancia para realizar este "trasbordo ideológico"
que nos preocupa. Así, aparecerán frecuentemente los vocablos
diálogo, burguesía, proletariado, América Latina, explotación, cambio de
estructuras, capitalismo.

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 Historia, Formación Cívica, Economía, Geografía y Catequesis en los colegios
religiosos, pueden ser las materias elegidas para el adoctrinamiento
subversivo. Algo similar ocurre con castellano y Literatura, disciplinas de las
que han sido erradicados los autores clásicos, para poner en su lugar a
"novelistas latinoamericanos" o "literatura comprometida" en general.

 Otro sistema sutil de adoctrinamiento es hacer que los alumnos comenten


en clase recortes políticos, sociales o religiosos aparecidos en diarios y
revistas, que nada tienen que ver con la escuela. Es fácil deducir cómo pueden
ser manejadas las conclusiones.

Es sabido que la producción literaria de esos años, salvo algunas excepciones,


la mayoría de los textos escritos fueron publicados después de la caída de la
dictadura militar.
Durante este periodo de régimen totalitario se utilizo como forma de represión
ideológica la censura literaria; con el objetivo de mantener el sistema de
dominación terrorista y autoritario a través de la manipulación de la
información.
El proyecto del gobierno dictatorial era la depuración ideológica, para la
desarticulación de los lazos sociales por medio del temor. En este contexto,
“subversión” era una amplia gama de acciones que tienen como objetivo
trastornar, revolver, destruir, en particular en referencia al orden público. De
esta manera era considerada “subversiva” cualquier persona o grupo que
representara una forma de oposición al gobierno.
La censura contra los libros y autores se hizo el 29 de abril de 1976, cuando
Menéndez, ordenó en Córdoba una quema colectiva de libros, entre los que se
hallaban obras de Proust, García Márquez, Cortázar, Neruda, Vargas Llosa,
Saint-Exupéry, Galeano. Dijo que lo hacía "a fin de que no quede ninguna parte
de estos libros, folletos, revistas, para que con este material no se siga
engañando a nuestros hijos".
El 25 de febrero de 1977, los represores también intervinieron
la Biblioteca Popular Constancio Vigil de la ciudad de Rosario, una institución
que, a principios de los "70, poseía 55.000 volúmenes en circulación y 15.000
en depósitos. Ocho miembros de su comisión directiva fueron detenidos
ilegalmente, se utilizó el control de préstamos bibliográficos para investigar a
los socios, y miles de libros fueron quemados, por ejemplo, seiscientas
colecciones de la obra completa del poeta Juan L. Ortiz.

Una frase recordada es la de Heinrich Heine que dijo “Allí donde se comienza
que mando libros, se termina quemando hombres”.

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Imagen de la quema de libros en 1976.

Entre los libros prohibidos estaban:

 "Marilyn Monroe que estás en el cielo", de Alfonso Alcalde

 "Un elefante ocupa mucho espacio", de Elsa Bonermann

 "Mascaró, el cazador america", de Haroldo Conti

 "El Principito", de Antoine de Saint-Exupéry

 "Crimen y castigo", de Fiodor Dostoievski

 "Historia del pensamiento político. El socialismo", de Carlos Fayt

 "Ganarse la muerte", de Griselda Gambaro

 "1001 sueños eróticos", de Graham Green

 "The Buenos Aires Affair" y "Sangre de amor correspondido", de Manuel


Puig

 "Cuarteles de invierno" y "No habrá más penas ni olvido", de Osvaldo


Soriano

 "Variaciones en rojo" y "Operación Masacre", de Rodolfo Walsh

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Las prohibiciones al arte y la cultura provocaron el exilio de grandes artistas
como Julio Cortázar, María Elena Walsh, Luis Brandoni, Norman Briski, entre
otros.

En La Nación, el 4 de junio se da cuenta de la desaparición del poeta y


periodista Miguel Angel Bustos. En ese mismo mes, según el testimonio de
Rodolfo Walsh, matan al escritor Francisco Urondo en un enfrentamiento con la
policía en la ciudad de Mendoza. El 25 de marzo de 1977, sólo un día después
de haber dado a conocer su “Carta abierta a la Junta Militar”, fue asesinado
Rodolfo Walsh por un grupo de tareas de la ESMA; esta versión fue anunciada
por Miguel Bonasso en una carta de lectores: “... cayó asesinado en una
emboscada del Grupo de Tareas 33/2 de la Escuela de Mecánica de la
Armada” (El Porteño. Nº 35, noviembre de 1984; p. 4), aceptada por Emilio
Massera -que declaró en un reportaje televisivo: “Se defendió y fue muerto a
tiros”-, y confirmada por Horacio Verbitsky (“La muerte de Rodolfo Walsh” [En:
Página 12, 20 de agosto de 1995]). Este es el testimonio de Pedro Orgambide,
exiliado en México:
Murió Rodolfo Walsh. Lo abatieron no sé si en una cita envenenada o en el
azar funesto de estos días. Murió el mejor, sin duda. Lúcido, crítico
inconformista, brillante. (...) Una noche como ésta, de diluvio y de muerte,
encontré en Buenos Aires al poeta Miguel Angel Bustos (...) Se lo llevaron. En
la Argentina los poetas no van al muere, se los llevan de los pelos, los arrojan
al mar. (...) Ayer se llevaron a Roberto Santoro; lo fueron a buscar al colegio
donde trabajaba como preceptor. (...) Me cuentan que Francisco Urondo tenía
una gran mancha en el pecho porque, según dicen, ingirió una pastilla de
cianuro antes de caer frente al enemigo. (...) -Y a uno le da vergüenza estar
vivo -me dice un poeta, para quien el exilio es insoportable. (pp. 254-255) El
mismo tono elegíaco se advierte en un texto de Noé Jitrik de 1977 106 : A
Rodolfo Walsh lo esperaron una mañana en una calle de Buenos Aires y nada
más se sabe de él; Francisco Urondo murió en un enfrentamiento (supo morir
con la valentía con que vivió toda su vida); de Haroldo Conti no se sabe nada
con certeza, a veces alguien afirma que murió durante la tortura, otras se dice
que alguien lo vio hecho un espectro o escuchó su voz en algún vago campo
de concentración; hace ya un año que Antonio Di Benedetto está en una cárcel,
no sé cuál, con uniforme a rayas, con la visita prohibida; hace poco, en México,
murió Ricardo Luna de un paro cardíaco; otro cineasta, Raymundo Gleyzer ya
no tiene existencia real; como de Conti, se dice que sobrevivió a la tortura, se
dice que murió; me contaron que Daniel Moyano escapó apenas de una
segunda detención y que, por suerte, está en Madrid; a David Viñas le pasó
otra cosa: inmediatamente después de salir de la Argentina le destruyeron la
casa y lo hubieran destruido a él de haberlo encontrado; Miguel Angel Bustos,
delicado y tembloroso, el frágil niño poeta que teníamos y que queríamos, fue
asesinado; Humberto Costantini salió a tiempo; Emilio de Ippola [sic] fue
apresado junto con el periodista Eduardo Molina y nadie habla más de su
libertad así como tampoco se sabe por qué pudo haber sido detenido; el editor

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Carlos Pérez desaparecido de su casa hace como diez meses, en una trémula
madrugada, y es como si nunca hubiera existido, no figura en ninguna lista, no
ha sido reconocido entre los muertos, no está en ninguna prisión. Alberto
Burnichón, el “Barbas”, que llevaba en su Citroën 2CV sus plaquetas de poesía
por todo el país, fue secuestrado una noche, el 23 de marzo de 1976, junto con
su hijo en presencia de su mujer y otra hija; eso fue en Córdoba: a los dos días
lo encontraron flotando en un pozo de la casa de la vecindad: su hijo nunca
apareció. (pp. 247-248).

3. Dictadura de Chile
En cuanto a la dictadura en chile encabezada por Augusto Pinochet, desde el
11 de septiembre de 1973 a el 11 de marzo de 1990, podemos decir que, la
actividad literaria se vio afectada por una censura generalizada y un
consecuente decaimiento del mercado editorial. Los autores de este periodo
sufrieron enormes obstáculos para su escritura, teniendo a veces como única
opción la producción clandestina. No había editoriales, desmantelaron, cortaron
la relación entre publicación y lector porque los mecanismos aledaños estaban
intervenidos, universidades, periódicos, la televisión, etc. Los libros estaban
editados muy secreta y misteriosamente. Con la dictadura los canales de
difusión se cortaron y es produce paradójicamente algo interesante: surge la
diversidad, es decir al no haber un mercado que pidiera, que exigiera, surge
igualmente literatura.
En esta dictadura además de la censura y represión a los autores que tuvieron
que ser exiliados, hubo quema de libros masiva y se escondieron otros en gran
número, esto dejo a chile en un país que carece de libros.

Imagen de quema de libros, muy parecida a argentina

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La Nueva Narrativa Chilena

Durante los años ´90 surgió en chile una corriente literaria que los críticos
denominaron Nueva Narrativa Chilena. Después de años de censura que
caracterizaron a la Dictadura Militar, esta tendencia vino a romper todos los
esquemas establecidos por dicho régimen, con un gran número de jóvenes
escritores que vieron la posibilidad de publicar sus obras y darse a conocer
nacional e internacionalmente con prosas ágiles, insurgentes, como
obedeciendo a una necesidad de dar testimonio de una realidad oculta por
años. En estas obras quedó plasmada una época del Chile cotidiano,
caracterizada por un régimen dictatorial donde la fuerza y la opresión
pretendían erguirse por encima de la libertad y la razón.
Los autores de la Nueva Narrativa Chilena en sus novelas, ya sea de forma
directa o metafóricamente, hacen referencias al régimen totalitario y sus
efectos en la sociedad chilena.

Los 17 años que duró la Dictadura Militar en Chile, el régimen imperante logró
silenciar por medio de la represión y el terror, cualquier expresión política,
social y cultural que fuera contraria al gobierno, por lo que no es extraño 11 que
sólo con la llegada de la democracia, se abrieran nuevas puertas para todos
aquellos que debieron callar durante largo tiempo.

La dictadura militar ayudo mucho cuando esta se puso en fin, comience una
nueva etapa literaria en Chile ya que habían caído las importaciones y edición
de libros y en gran porcentaje, lo cual significó una apertura a la expresiones
sociales y culturales en Chile, que mientras duraba la dictadura se manejaba
clandestinamente.

La nueva narrativa chilena creó un público para relatos realistas o neorrealistas


y fantásticos, muchas veces cosmopolitas y contemporáneos, en los que el
mundo latinoamericano ya no es visto desde lo pintoresco, arcaico y rural. En
muchas de estas novelas se investiga la llegada de las formas de vida de la
globalización y los cambios y fracturas, ilusiones y pérdidas, que causa en una
sociedad a medio camino entre el subdesarrollo tradicional y el desarrollo. Los
desgarros de la modernización, las tensiones entre el centro dominante y la
periferia mimética, los efectos de la globalocalización son temas que estos
autores indagan en sus novelas.

Los autores mas reconocidos de este movimiento literario fueron Gonzalo


Contreras, Alberto Fuguet, Arturo Fontaine Talavera, Carlos Franz, Ana María
del Río, Carlos Cerda, Darío Oses, Marco Antonio de la Parra, José Leandro
Urbina, Sergio Gómez, Pablo Azócar, entre otros. Y las obras más
emblemáticas del grupo son las novelas, Santiago cero de Franz; La ciudad
anterior, Gonzalo Contreras; Sobredosis (cuentos) y Mala onda, de Fuguet; Oír
su voz, de Fontaine; días de la señora K, de Ana María del Río; Morir en Siete
Berlín, de Cerda y Gente al acecho (cuentos) de Jaime Collyer.

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4. Conclusión

¿Qué importancia le dieron las dictaduras a la literatura? ¿Qué influencia


buscaron dar en ella?

En ambos casos se pudo ver que, como primeras medidas u objetivos,


censurar la literatura era una de ellas. Los cuentos infantiles no fueron la
excepción. Esto los llevó a generar sospechas por parte de los represores: se
los creía difusores de ideas peligrosas que atentaban contra los valores de "la
moral, la familia y la patria" que se pretendían imponer; por ello, se los prohibió.

En ambos casos hubo una gran censura a los autores y sus obras, reprimieron
el arte y muchos artistas tuvieron que vivir en exilio.

Como método de censura y prohibición utilizaron la quema de libros que dejo


un gran agujero en las literaturas nacionales.

El mayor control pasaba por la literatura infantil, los militares se sentían en la


obligación moral de preservar a la niñez de aquellos libros que, a su entender,
ponían en cuestión valores sagrados como la familia, la religión o la patria.
Gran parte de ese control era ejercido a través de la escuela. Donde se
buscaba detectar y secuestrar bibliografía marxista e identificar a los docentes
que aconsejaban libros subversivos.

La literatura, el leer, escribir, le da al ser humano otras formas de ver el mundo,


hace que el cerebro funcione y piense sobre las cosas que vive día a día.
Los gobiernos totalitarios no querían que esto sucediera, querían crear
ignorantes que siguieran su régimen, buscaban adoctrinarlos desde chiquitos
para que sean “manejables”, además modificaban la verdad a su favor.

Otra cosa que quiero agregar fue que los gobiernos destruyeron y dejaron en
gran parte hueco en la literatura nacional de esos años, pero igualmente
genero miles de historias, relatos, cuentos y novelas que se basaron en esa
época, escritos años después, las dictaduras hicieron que se cree mas
literatura y arte, a través de música, pinturas, etc. En chile hubo más
repercusión ya que se creo un movimiento literario luego de la dictadura de
Pinochet, mientras que en Argentina surgieron cientos de libros, pero no fue
tanto como en chile.

En aquellos años no existía la tecnología de hoy en día, la gente se enteraba


de lo que pasaba en la sociedad a través de diarios, revistas y a través de los
libros se alfabetizaba, ayuda a potenciar la capacidad del lenguaje, también
despliega la creatividad e imaginación y se aprende cultura universal, por todo
esto la literatura era muy importante para la sociedad y si querían controlar una
sociedad tenían que controlar la literatura.

La dictadura de Chile y Argentina fueron bastante similares, tanto en objetivos


como en los métodos políticos, sociales y culturales.

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Se manejaron con respecto a la literatura bastante parecido, a mi criterio
porque al ser las dos dictaduras tenían que hacer lo mismo, es decir, en todo
régimen totalitario la literatura va a ser un gran opositor y problema, el cual la
manera más fácil de evadirla rápido es hacer lo que se hizo con Argentina y
Chile, censurar, reprimir, realizar persecuciones, etc.

Al ser estos regímenes muy violentos pudieron casi lograr lo que querían, lo
que no se dieron cuenta es que la literatura es imposible de eliminarla, es decir,
si nos prohíben que leamos a tantos autores, géneros, etc, uno mismo puede
escribirlo sin que se haga publico y la literatura va a seguir estando siempre
como paso en Chile con la Nueva Narrativa Chilena o en Argentina con todos
los libros surgidos luego de estas.

Al fin y al cabo terminaron dando una demostración de lo que importa la


literatura para las sociedades del mundo en todos los sentidos y fueron un
motor para que se genere mas arte y literatura, más allá de todo lo que
destruyeron en la sociedad y literatura misma.

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5. BIBLIOGRAFIA

VERBITSKY, Horacio. “El brazo teológico de la represión militar. ¿El arcángel


desplegó su campamento?” (En: Crisis, Nº 47. Buenos Aires, octubre de 1986).

Carolina Rojas N. (“Diario Clarín” - 11/9/2013)


https://www.laizquierdadiario.com/Literatura-infantil-y-censura-en-la-dictadura

Cintia Valeria Díaz (“Hablemos de Historia” - 13/11/2008)


http://hablemosdehistoria.com/censura-a-los-libros-durante-la-dictadura-militar-
argentina-1976-1983/

Gonzalo Toledo (“Día a día” - 27/10/2015)


http://publicadord7.diaadia.com.ar/show/mira-los-libros-que-prohibio-la-
dictadura-entre-ellos-el-principito

Gerardo Aranguren (“Infonews”- 5/11/2013)


http://www.infonews.com/nota/107235/las-listas-negras-que-llevaron-al-exilio

Fernando Ruffa (“Anred” – 22/3/2006)


http://www.anred.org/spip.php?article1358

Claudia Ferri (“La izquierda diario” - 1/5/2016)


http://www.laizquierdadiario.com/Los-libros-que-la-dictadura-quemo-hace-
cuarenta-anos

Maria Cambi (“Dos orillas” – 16/9/2011)


https://dosorillas.wordpress.com/tag/golpe-militar/

https://es.wikipedia.org/wiki/Nueva_narrativa_chilena_de_los_noventa

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“Memoria Chilena” (2016)
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-93221.html

“Memoria Chilena” (2016)


http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3555.html

Maria Fernanda Aguilar (“Prezi” - 9/12/2015)


https://prezi.com/bg04xb0b7wfo/dictadura-militar-y-literatura-en-chile/

“Radiografía de la literatura chilena” (10/12/2013)


https://chileliteraturahoy.wordpress.com/2013/12/10/literatura-chilena-en-
dictadura/

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