I. Información General: Título: “Autoestima y Narcisismo entre parejas que acceden a Facebook” Autor: Lic. Ps. Carlos Ernesto Monsalve Labrin
II. Aspectos Teóricos:
2.1. Realidad Problemática En la última década, hemos sido testigos de un inconmensurable avance en las tecnologías, especialmente informáticas que involucran la comunicación interpersonal. Gradualmente, este uso ha ido transformándose en una de las necesidades prioritarias del ser humano contemporáneo. Partiendo de esta base se han generado diversas formas, en las cuales la fluidez de la comunicación aumenta en velocidad y accesibilidad conforme las sociedades van desarrollándose. El uso diario del Facebook implica invertir menos tiempo en actividades sociales convencionales. Sin embargo, es en este nuevo “mundo virtual” donde se da curso a intercambios interpersonales que se realizaban de modo constante en el “mundo real”. Por un lado, Facebook resulta útil como herramienta para comunicarse con otras personas y compartir opiniones acerca de diversos temas, en ocasiones para informar acerca de estados personales, tanto a familiares como a otras personas que se encuentran lejos. Por otro lado, existe también la posibilidad de utilizar esta red social como un medio para comunicar actos delictivos antes de perpetrarlos, se ha considerado que las personas podrían realizar este tipo de difusión tratando de llamar la atención; también en algunas ocasiones los mensajes se orientan a buscar apoyo social antes de concretar un acto suicida. Estos ejemplos ponen en evidencia cómo Facebook ha ido adquiriendo protagonismo al interior de las actividades que forman parte del repertorio de comportamientos en cada persona. Su incorporación a la vida cotidiana puede tener, por tanto, efectos positivos como negativos. (Daily News, 2011) El amor no solo tiene una dimensión personal, es una emoción que está sujeta a significados compartidos que establecen pautas sobre quiénes merecen amor, cuáles son las cualidades que deben poseer las parejas, cuándo y cómo se expresa el amor, y qué comportamientos son necesarios para conseguir y mantener el amor hacia alguien en grupos sociales específicos. Siguiendo las premisas teóricas de la sociología de las emociones (Goffman, 1997; Hochschild, 1979; Stets & Turner, 2008, Thoits, 1989), comprendemos que el amor está sujeto a dinámicas socioculturales que le imprimen sentidos particulares y que habilitan a los miembros de una comunidad para vivirlo y juzgarlo. Consideramos también que, junto con estos patrones culturales, el amor es monitoreado por otros actores con quienes se mantienen relaciones sociales recurrentes o esporádicas, profundas o superficiales (sean de parentesco, amistad, trabajo, convivencia, entre otras). Bajo estos escrutinios, el amor se vive bajo normas y parámetros que establecen si es amor de verdad; si la pareja es bonita, romántica, ideal; si son el uno para el otro; si se tienen celos justificados o no; si se respetan las reglas de cortejo, enamoramiento, confianza, respeto y expresión amorosa cotidiana. Esta condición de experiencia íntima sujeta a la regulación social se ha potenciado a partir del creciente uso de tecnologías de la comunicación como los celulares, la mensajería instantánea y las redes sociales virtuales, que tienden a borrar las fronteras entre lo privado y lo público y permiten que el escrutinio social sea mucho más efectivo. En tal sentido, y siguiendo a este mismo autor, las identidades no son fijas sino relacionales, solo cobran sentido en su vinculación con otros ámbitos como son el de la situación socioeconómica, el género, la etnia y la adscripción hermenéutica o imaginada (Valenzuela, 1997), a las cuales agregamos la posesión de tecnologías digitales como las que consideramos aquí. El deseo de pertenecer al grupo de pares y ser reconocido como miembro del mismo pasa por el hecho de poseer un equipamiento tecnológico que permita el ejercicio de prácticas comunicativas que constituyen un espacio de socialidad adicional y paralelo al del mundo offline. Así mismo, enfocar la mirada en ellos, tiene tras de sí –así sea veladamente– la apuesta que Mead (1980) expresara tan claramente en un texto clásico: los jóvenes constituyen, probablemente, la metáfora del cambio social por venir.
2.2. Formulación del Problema
¿Existen diferencias entre el autoestima y narcisismo en parejas que acceden a Facebook?
III. Aspectos Metodológicos:
3.1. Tipo: Descriptivo Correlacional Comparativo. 3.2. Diseño: No experimental, transversal. 3.3. Población: Todas las parejas entre 20 y 50 años de la ciudad de Chiclayo que convivan, tengan o no tengan hijos. 3.4. Muestra 300 Parejas entre 20 y 50 años de la ciudad de Chiclayo que convivan, tengan o no tengan hijos que vivan en los distritos de Reque, La Victoria y José Leonardo Ortiz. 3.5. Instrumentos Ficha sociodemográfica: Cuestionario de Autoestima de Coopersmith. Inventario de Personalidad Narcisista (NPI) de Raskin & Hall.