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Este es un libro digital pensado para el uso de estudiantes del módulo de Historia de
América Latina del nettspansk grunnfag; también pueden utilizarlo los estudiantes del
módulo 103 del Departamento de Español y Estudios Latinoamericanos de la
Universidad de Bergen (Noruega).
Hoy en día el estudio de una lengua extranjera exige el conocimiento de la manera de ser,
los valores y la historia de los hablantes de esa lengua. El uso cada vez más comunicativo
de los idiomas hace necesario conocer las realidaes sociales y formas de vida de las
personas con las que nos comunicamos.
La manera de comunicarnos es diferente, no sólo por el uso de otro idioma, sino también
por la adopción de pautas de comportamiento diferentes, basadas en concepciones
diferentes del tiempo, y de los valores sociales y personales. Estos últimos aspectos
mencionados constituyen el substrato de lo que llamamos la comunicación no verbal. Si
dividiéramos el mundo en áreas culturales según las formas de comunicación no verbal
veríamos que los noruegos y los latinoamericanos se encuentran en los extremos del
espectro de comportamientos posibles adoptados en la comunicación1.
Al otro lado del Atlántico los liberales americanos apoyaron las reformas políticas
porque aspiraban a una mayor independencia política y económica. Los protagonistas
ejecutores de la Independencia, los criollos, formaban parte de las élites regionales, y
fueron los encargados de formar los nuevos países. Este trabajo no fue nada fácil.
Problemas de todo tipo, políticos, económicos y sociales se plantearon a los jóvenes
países.
A lo largo de la primera mitad del siglo XIX, luchas civiles ensangrentaron el territorio
americano. Rivalidades e incomprensiones, y desadaptación de las mentalidades
tradicionales a las nuevas políticas de corte europeo, llevaron a enormes conflictos, a
gobiernos autoritarios (frecuentemente encabezados por caudillos) y a la separación entre
la teoría y la praxis política. En esta etapa no había partidos políticos, sino grupos con
ideologías liberal o conservadora.
En la segunda mitad del siglo XIX tuvo lugar en toda América Latina un triunfo del
liberalismo. Se trataba de un liberalismo económico defensor del librecambismo y
proclive por lo tanto a la intervención económica extranjera. Durante esos años el capital
extranjero se adueñó de grandes sectores de las economías nacionales, así el capital
inglés fue muy importante en el Cono Sur. Los gobernantes formaban parte, en muchos
casos, de las élites nacionales y eran eurocentristas y en muchas ocasiones despreciaban
lo autóctono americano.
A partir de 1880 los países del Cono Sur como Argentina, Chile y Uruguay
experimentarían un gran desarrollo económico. En el caso de Argentina fue muy
importante la inmigración de europeos. En países como México, a partir de 1876 el
liberalismo se volvió más conservador y degeneró en autoritarismo, siendo Porfirio Dáz
la figura central hasta la Revolución Mexicana. Las economías nacionales se dirigieron a
la exportación de productos agrícolas, se las conoce con el nombre de economías
agroexportadoras. La producción agrícola nacional se orientó frecuentemente al
monocultivo y las compañías extranjeras fueron propietarias de muchas explotaciones,
éste es el caso de Centroamérica.
1 Gesteland, Richard R. (1999): Cross-Cultural Business Behaviour. Copenhague: Copenhagen Business School Press, es
una excelente obra de referencia para el estudio y la categorización de las culturas del mundo. En los modelos de Gesteland
no está incluida Noruega per se, pero él también coloca los países nórdicos y latinoamericanos en los extremos de los
espectros de categorización cultural, basándose entre otras cosas en la comunicación.
Capítulo 1:
El nombre de América, espacios y
divisiones territoriales
1.1. El nombre de América
Norte: México.
Durante la colonia los territorios conquistados por los españoles fueron divididos para su
administración en unidades administrativas, que podían ser muy extensas, llamadas
virreinatos, al mando de las cuales había un virrey con amplios poderes. Los dos
primeros, el de Nueva España (1535), y el de Perú (1544), eran los más ricos, tanto en
recursos agropecuarios y mineros como humanos. Posteriormente se crearon dos más: el
de Nueva Granada (1717) suprimido durante unos años (1723-39) y repuesto
definitivamente en 1739, y el virreinato del Río de la Plata fundado en 1778. Algunas
capitales virreinales brillaron por la riqueza de su arquitectura, urbanismo y cultura, tal
fue el caso de Lima o México.
Aquí hay un mapa con los virreinatos y capitanías generales de América del Sur.
Todos los asuntos de importancia se dirigían a los organismos centrales del Consejo de
Indias y la Casa de Contratación de Indias. De gran importancia fue la ciudad de
Sevilla, ya que en ella estuvo ubicada la Casa de Contratación.
Los países que se independizaron más tarde fueron Cuba (1898) y Panamá (1903).
1.5. Ejercicios
La zona náhuatl o mexicana es una cultura conformada por varios pueblos. Toltecas, los
primeros, la expresión artística está muy vinculada a la religión. Hacia el siglo XIII,
vienen del norte los aztecas. En el siglo XV Tlacaetel comienza la expansión azteca que
culminará en el sometimiento militar de los pueblos circundantes, hasta llegar a los
límites de los mayas. Moctezuma II intentó dar cohesión, de un modo bastante liberal, a
tanta diversidad de pueblos: aceptó oficialmente el culto a diversos dioses no aztecas.
Como los mesoamericanos, en general, la concepción del mundo estriba en grandes
convulsiones provocadas por violentas intervenciones divinas. El ciclo de las edades o
soles es el producto de esas luchas. Esta concepción religiosa, trasmitida a base de
tradición oral y "glifos"; escuelas de memorización e interpretación para ciertos
individuos. En la poesía náhuatl hay siempre un doble significado de tipo esotérico.
Excepto Quetzalcoatl los dioses son violentos. El mundo náhuatl está dominado por las
ideas de muerte y transitoriedad.
En Yucatán y Centroamérica, crearon una austera cultura aun superior a la de los nahuatl:
con un calendario, signos semifonéticos y un arte y una arquitectura impresionante.
Los incas tenían un origen divino: eran hijos del sol, el primer inca se llamó Roca y el
último Huayna Capac, que a su muerte dividió el Imperio entre sus hijos Huáscar y
Atahualpa, a los que los españoles encontraron en guerra fratricida. La organización
política y religiosa incaica fue admirable. Sin embargo, no dejaron documentos literarios.
2.2.1. La emigración
Aunque la emigración fue constante a lo largo de los siglos hasta bien entrado el siglo
XX, podemos distinguir dos fases: una la emigración colonial, y otra la emigración a
partir de la segunda mitad del siglo XIX. Las fuentes para el estudio de la emigración
colonial se encuentran en el Archivo de Indias de Sevilla y son básicamente: los libros
de asientos y las informaciones y licencias de pasajeros elaboradas por la Casa de
Contratación. Estas fuentes son parciales y no son estadísticas. Tampoco se puede
elaborar una estadística del origen estamental de los emigrantes, así no sabemos cuántos
hidalgos emigraron. Podemos considerar que los que emigraron lo hicieron por
motivaciones económicas en la mayoría de los casos. En un primer momento buscaban
una vida mejor con posibilidad de tener tierra para cultivar y atraídos por medidas dadas
como la exoneración de impuestos y la concesión de aperos de labranza y simientes, etc.
En un segundo momento fue el mito del oro el que impulsó a la aventura americana. La
emigración se caracterizó por ser limitada (emigración de calidad) y se prohibía la
emigración de judíos, musulmanes, conversos, extranjeros, convictos y prostitutas. Pero
muchas veces las leyes se saltaron. La emigración femenina se limitó preferentemente a
las esposas ya que hubo numerosas disposiciones para fomentar la emigración familiar.
Sin embargo, las mujeres podían viajar solas, preferentemente como criadas o allegadas
familiares.
Con la conquista entran en violento contacto dos mundos diferentes: el de los europeos y
el de los indígenas, pobladores de aquellos territorios. El hombre blanco impondrá su
religión, lengua y costumbres. Su relación con el indígena será contradictoria: por una
parte de explotación y por otra de evangelización, incluso ambas a la vez, como en el
caso de la encomienda. En esta institución el doctrinero y el encomendero funcionan
juntos, resultando que la evangelización fue más impuesta que aceptada.
Otro tema que preocupaba a los colonizadores era la moralidad de la lucha contra los
indios y la matanza de los mismos. Entonces aparece otra nueva polémica, la de la
guerra justa. La figura central va a ser el padre Vitoria. Tanto este, como Ginés de
Sepúlveda, fueron defensores de la guerra justa, es decir que en determinadas
circunstancias era lícita la guerra contra los indios. Toda esta polémica quedó zanjada
con la bula de Paulo III Sublimis Deus (1537), donde se deja muy claro el derecho a la
libertad y al cristianismo de los indios "como verdaderos hombres que eran".
Los españoles fueron especialistas en construir castas. Practicaron con otras culturas la
asimilación forzosa, así judíos y musulmanes fueron obligados a bautizarse o marcharse
de España. Esta asimilación (forzosa), creó a su vez una desasimilación, formándose
castas: cristianos viejos y cristianos nuevos y estableciéndose la llamada pureza de
sangre que mostraba si uno era más de linaje de cristianos que otro. En el siglo XVI el
grupo de los blancos en América es un grupo heterogéneo desde el punto de vista
económico y compuesto por comerciantes, agricultores, artesanos, religiosos y
burócratas.
Poco a poco fue perfilándose un grupo con poder social y económico. Sus integrantes
recibieron el nombre de criollos. El término criollo en un principio significaba "natural
de", así se decía: "criollo de la Española", con el tiempo se aplicó a aquellas personas
nacidas en América, así por ejemplo "negro criollo" frente a negro bozal o nacido en
África. Sin embargo, hasta el siglo XVIII, los blancos nacidos en América eran llamados
españoles y los nacidos en España peninsulares. En este siglo comenzaron a hacerse muy
fuertes las desavenencias entre ambos grupos.
En 1528, Carlos V ordenó que las Audiencias de Santo Domingo y de México llevaran a
cabo una investigación sobre los malos tratos dados a los indios, haciéndose un registro
sobre los esclavos existentes. En noviembre de 1526 y en agosto de 1530, un decreto
prohibió a los españoles reducir a los nativos a esclavos, incluso los tomados en una
"guerra justa". Sin embargo, el decreto de 1530 se canceló cuatro años después,
exceptuándose la esclavitud de mujeres y niños. En 1537, el papa Paulo III declaró que a
los indios: "no había de privárseles de su libertad o de la posesión de sus propiedades,
aun cuando estuvieran fuera de la fe de Jesucristo" 1. Con esto, el papa daba un duro
golpe a la trata de indios. En contraposición a la prohibición de la esclavitud de los
indios, la esclavitud de los negros se consideró entonces necesaria y se aceptó durante
toda la época colonial.
Hasta finales del siglo XVI el comercio de esclavos con América se realizó mediante la
concesión de cédulas especiales, en 1579 la licencia suponía 30 ducados por cada negro,
lo cual constituía una importante fuente de ingresos para la Corona española. Según
informes de la Casa de Contratación (Sevilla 1589), los esclavos constituían la mercancía
más importante que se llevaba a América, mercancía que anualmente representaba un
valor de alrededor de un millón de ducados. A partir del año 1595 aparece una forma
nueva en la administración de licencias, se suprimen las antiguas y se concede a una
persona, un empresario, una concesión por un determinado número de años de la
exportación de esclavos negros y teniendo dicho empresario el monopolio para tal
exportación. Esto figuraba en un convenio de derecho público, llamado asiento, que dio
el nombre a dicha forma de introducción de esclavos negros en América. Comienza el
sistema de asiento de negros durante el reinado de Felipe II.
Para Uslar Pietri el mestizaje en América Latina "es uno de los grandes hechos culturales
de la historia" 2. En el término mestizo hay cierta imprecisión, ya que en castellano se ha
aplicado en especial para los individuos resultado del mestizaje entre blancos e indios. Se
olvida con este uso que una considerable parte del mestizaje en la América hispánica se
hizo entre blancos y negros y negros e indios. Respecto a este uso, Aguirre Beltrán
propone la utilización de indomestizo y de afromestizo 3. Indomestizos, mulatos y
zambos adquirían tal denominación por exhibir un fenotipo, que indicaba que eran la
mezcla de un blanco y una india, en el caso del indomestizo, de un blanco y una negra, en
el caso del mulato, y de un negro y una india, en el caso del zambo.
Cuando el mestizaje comenzó a ser notorio, las autoridades coloniales elaboraron una
serie de leyes y normativas sociales, religiosas y morales con el fin de cosificar al
mestizo impidiéndole de paso el ascenso social y el poder. Aunque hubo algunas
posibilidades de evitar estas imposiciones y lograr un ascenso. Esta situación se agrava
en el siglo XVII, cuando los criollos tendrán que competir por los puestos burocráticos,
eclesiásticos y docentes con peninsulares y mestizos. El mestizo es marginado con mayor
facilidad que el peninsular porque carece de linaje. Por lo general, este tuvo que luchar
para lograr un puesto en la sociedad, algo que muchas veces le llevó a la violencia, a la
sumisión o al desarraigo. Esto unido a la diversidad creciente de los grados de mestizaje
y la dificultad de establecer quién era mestizo y quién no lo era, llevó por último, en el
siglo XVIII, a los elementos sociales dominantes a tipificar y hacer una nomenclatura de
los diversos grados o castas del mestizaje.
A partir de 1549 se inicia una legislación para los mestizos, se les prohíbe tener indios en
encomiendas, ser escribanos o notarios públicos, vivir en pueblos de indios, o ser
caciques. En las ciudades había barrios separados para los indios con el propósito
principal de protegerlos, en la ciudad de Cartago en Costa Rica hubo zonas especiales
para habitar los indios, en las goteras de la ciudad, al sur-oeste; una zona para los blancos
en el centro y otra para los afromestizos en el oriente de la ciudad.
Los afromestizos sufrieron mayor número de impedimentos que los indomestizos en las
normativas elaboradas por las autoridades coloniales. Especialmente se limitó al
afromestizo y negro libre la libertad de movimento, se reglamentó la vestimenta, se
prohibió el uso de armas, y el acceso a la enseñanza superior, así por ejemplo los mulatos
no podían hacer la tesis doctoral. Pero si bien la legislación colonial cosifica al
afromestizo a la par le permite mediante la compra de cédulas de gracias al sacar
conseguir el certificado de blancura que acredita: "que se tenga por blanco". De esta
manera a comienzos del siglo XVIII muchos mulatos eran tenidos oficialmente por
blancos, es decir legalmente eran blancos. Además, el sistema colonial con estas cédulas
lograba no solo ingresos, sino también asimilar al mundo blanco a los mulatos con más
recursos. Los mulatos, en el caso de tener un padre blanco con un status social y que les
quisiera reconocer como hijos, podía suponer su libertad en el caso de ser esclavos, o su
ascenso social en el caso de ser libres. Así en Cuba los hijos de soldados blancos podían
ser libertados bajo ciertas condiciones, o en el caso de que el padre fuera un clérigo los
hijos mulatos esclavos adquirían automáticamente la libertad.
Hasta bien entrado el siglo XX se consideró que los pueblos colonizados de América
Latina habían recibido los dones de la civilización europea. Tenemos que tener en cuenta
que el evolucionismo social en boga en el último tercio del siglo XIX establecía la
superioridad de la civilización europea, idea que caló hondo, no sólo en Europa, sino
también en parte de las élites y de la intelectualidad latinoamericana. A partir de
principios del siglo XX comienzan una serie de reflexiones sobre el intercambio cultural
entre Occidente y los pueblos colonizados y aparecen entonces: olas de actividades,
reflexiones anticolonialistas y luego antiimperialistas. Todo ello da un violento cambio
de perspectivas en la relación entre Occidente y el mundo no occidental 13. Teóricos del
tercer mundo como Fanon acusan a Occidente de haber creado su desarrollo con el sudor
de los pueblos colonizados 14.
1 Hanke (1975).
6 Pérezde Barradas señala que a mediados del siglo XVI el número de mestizos en algunas regiones era mayor que el de los
blancos. (Pérez de Barradas, 1976).
8 Ibídem, p. 127.
14 Fanon (1971).
2.6. Vocabulario
Composición de tierras: Medida de tierras llevada a cabo por un juez para determinar la
propiedad de las mismas.
Elite / oligarquía: Grupo social minoritario con gran poder económico, político o
religioso.
Audiencia: Cada virrey era asesorado por una Audiencia integrada por oidores. A finales
del siglo XVII existían once audiencias: México, Lima, Santo Domingo, Panamá,
Guatemala, Charcas, Quito, Chile, Santa Fé de Bogota, Guadalajara y Buenos Aires, en
el siglo XVIII se añadieron Caracas y Cuzco.
2.7. Ejercicios
Aguirre Beltrán (1989): Obra antropológica II. La población negra de México. Estudio
etnohistórico. México: FCE.
Alvar, Manuel (1982): Las castas coloniales. Actas del I Congreso de español de
América por Humberto Lopez Morales y Marta Vquero. San Juan de Puerto Rico:
Academia Portorriqueña de la Lengua.
Hanke, Lewis (1975): Pope Paul III and the American Indians. Harvard Theological
Review XXX, pp. 65-162 (citado por Haring (1975) p. 79).
Pérez de Barradas, José (1848, ed. de 1976): Los mestizos de América. Madrid: Espasa
Calpe.
Durante los siglos que duró el Estado colonial, la economía se basó en la explotación de materias primas
americanas, preferentemente metales preciosos que se exportaban a España. La exportación fue hasta 1530,
preferentemente de oro y a partir de 1530-60 de plata en un 80%. Los puertos exportadores principales fueron:
Portobelo, Veracruz y Cartagena de Indias. Según Hamilton, entre 1521 y 1550, Sevilla recibió 44.312 Kgs. de
oro y 263.914 Kgs. de plata. Durante el siglo XVIII, debido a la revolución demográfica e industrial en algunos
países europeos, cobra gran importancia la exportación de materias primas agrícolas (cacao, algodón, etc.) y las
industriales mineras como por ejemplo el cobre. Materias primas perecederas como la carne (enfriada o
congelada) o las frutas, no pudieron exportarse hasta la segunda mitad del siglo XIX, en que el desarrollo del
transporte (ferrocarrril, barcos a vapor, barcos frigoríficos) permitió su exportación.
Durante la colonia el desarrollo agropecuario tuvo efectos negativos sobre las tierras de cultivo propiedad de los
indígenas. (Sánchez Albornoz equipara sus efectos a los de las pestes). Importancia del ganado vacuno, caballar,
ovino, porcino, caprino y mular. Organización de la Mesta (asociación de ganaderos). También se explotaron con
éxito las materias tintóreas como el palo brasil (color rojo) o el añil (azul). Los cultivos importados fueron el trigo,
el olivo y la vid. Desde 1493 la caña de azúcar en las Antillas de allí a Veracruz y Acapulco y en el Perú en la
costa Arequipa y en Ayacucho.
Había tierras de labranza y tierras de estancia. La propiedad de la tierra fue una regalía de la Corona. La tierra
podía concederse como una merced (regalo del rey) a una persona o institución. A partir del siglo XVII se podía
adquirir en propiedad y fue el núcleo originario de las haciendas y de un capital agrario.
Los españoles establecieron un monopolio del comercio con las colonias. El tráfico trasatlántico tuvo como centro
principal en España la ciudad de Sevilla que tenía privilegio de puerto único. Los convoyes eran codiciados por
los piratas, por lo que tuvieron que ser protegidos con Reales Armadas (a partir de 1537) y el Sistema de
Convoyes (a partir de 1543).
Dada la enorme extensión de los territorios americanos, el comercio interior fue importante, si bien sujeto a las
difcultades que ofrecían los caminos. La mano de obra para la construcción y mantenimiento de las vías de
comunicación terrestre fue importante y frecuentemente esclava.
{
Monopolios licencias y asientos de negros
de la Corona sal, azogue
naipes, papel sellado
pólvora
En el tránsito del siglo XVIII al XIX Hispanoamérica se convirtió en una zona exportadora de materias primas
para los países que habían realizado su revolución industrial. Se trata de una economía agropecuaria y minera a
la vez que era también zona receptora de productos manufacturados de dichos países. España seguía
formalmente manteniendo un monopolio cada vez más difícil debido a las continuas guerras con Inglaterra que
llevaron a autorizaciones de comercio de países neutrales con las colonias hispanoamericanas en la década de
1790 y ante la escasa posibilidad de España de suministrar manufacturas.
Jon Lynch en su obra América Latina entre colonia y nación 1 dice que la dependencia no fue absoluta y que lo
que hubo fue un consenso colonial entre la monarquía, las instituciones, la burocracia y las élites criollas. Este
consenso duró desde el siglo XVII hasta 1750 en que el Estado absolutista inicia un reformismo tendente a
rescatar el poder económico y social en América. Los Borbones tratarían, según Lynch, de devolver a los
americanos a una dependencia primitiva que no había existido apenas más de un siglo.
Una muy diferente interpretación es la de los defensores de la teoría de la dependencia donde se trata de explicar
las dificultades que encuentran algunos países para el despegue y el desarrollo económico. Uno de sus más
brillantes expositores es Andre Gunder-Frank 2. Para este autor América Latina desde 1492 ocupa una posición
dependiente en el sistema mundial, esta marginación continúa hasta el siglo XX. El principal representante de la
escuela de la dependencia fue el argentino Prebisch, quien desarrolló la tesis de que el colonialismo generó unas
estructuras socioeconómicas que impidieron el desarrollo económico. Tras el colonialismo el tercer mundo pasa a
una dependencia del primer mundo, pasando los nuevos países a ser exportadores de materias primas para el
primer mundo.
Por neocolonialismo entendemos la nueva fase del colonialismo en América Latina durante la segunda mitad
siglo XIX. Gran Bretaña, Francia, España y EE.UU extendieron sus intereses económicos y muchas veces
políticos en América Latina. Los intereses europeos chocarían pronto con los norteamericanos, quienes bajo el
lema de América para los americanos debido al presidente Monroe, intentarían salvaguardar el continente de la
influencia económica europea, como se vería pronto, en su propio provecho.
Con el triunfo liberal en los años 1850-1880 llega también el triunfo del librecambismo. El ideario liberal
promoverá una libre circulación del capital. Este estaba amortizado en lo que se refiere a la tierra y en posesión
de las llamadas "manos muertas" 3. En México, por ejemplo, la iglesia católica era la mayor propietaria de tierras,
pero en otros países eran familias, algunas de ascendencia colonial, las que poseían las mejores y mayor cantidad
de tierras, este era el caso de Centroamérica. (Aquí puedes leer sobre la desamortización liberal en México.)
A partir de 1880 la búsqueda de nuevos mercados y materias primas convertirá a América Latina en un foco de
atracción del neocolonialismo europeo y del imperialismo norteamericano. Las élites latinoamericanas veían bien
el desarrollo de las relaciones comerciales con el exterior, algo que les permitiría obtener grandes beneficios
económicos, pero que llevaría a sus países a la dependencia económica del exterior. Las economías de muchos
países latinoamericanos en el último tercio del siglo XIX se orientaron a la exportación de estos productos
agrícolas recibiendo el nombre de economías agroexportadoras.
Comos hemos visto más arriba durante la colonia, según J. Lynch existió un consenso entre España y las élites
criollas que permitió el desenvolvimiento del Estado colonial y el enriquecimiento de ambas partes. En el siglo
XVIII, al operarse un cambio de dinastía en España con la llegada de los Borbones, se centralizó el poder político
y económico de la metrópoli, algo que llevó al descontento de las élites criollas y fue una de las causas de la
independencia de los países hispanoamericanos. En la segunda mitad del siglo XIX, y con el triunfo político de
los liberales, las élites establecen relaciones comerciales con potencias europeas. En este sentido el colonialismo
(ahora llamado neocolonialismo) rebrota con nuevos actores; Gran Bretaña y Francia.
A finales del siglo XIX las élites criollas detentaban ya el poder político de dos maneras: a) actuando en la vida
política (Chile/Argentina) y b) actuando indirectamente a través de dictadores (México, Venezuela y Perú). La
estratificación social combinada con la importación de ideologías de clase ocasionó la formación de federaciones
y sindicatos de trabajadores especialmente en los países del Cono Sur como Argentina, Uruguay y Chile o en
México. Paralelamente al desarrollo de movimientos sindicales y campesinos, los poderes locales o regionales
tradicionales, van a reforzar el centralismo y crear Estados-nación, controlando la sociedad bajo los lemas del
orden, o como en el caso del Porfiriato de orden y progreso. Estas élites estaban influidas por las ideas del
darwinismo social y del progreso en la historia, llegando incluso al racismo.
La modernización de las economías latinoamericanas en el último tercio del siglo XIX se hizo en función de la
exportación y no repercutió en grandes cambios estructurales de las economías nacionales; sin embargo, la
modernización afectó de diversa manera a algunos de los países e impulsó el crecimiento económico y la
formación de nuevos grupos socioeconómicos. No obstante, la falta de capital continuó y la inversión de capital
extranjero se incrementó. En el Cono Sur fue importante la presencia del capital inglés. El neocolonialismo se
limitó, generalmente, a intervenir en la economía de los países latinoamericanos y algunas veces en la política, la
mayoría de las veces de una forma indirecta (por presiones diplomáticas o económicas). El neocolonialismo inglés
alentó la guerra de la Triple Alianza, en la que se aliaron Brasil, Argentina y Uruguay contra Paraguay y que fue
una de las guerras más sangrientas de la historia y en la que Paraguay quedó prácticamente aniquilado como país.
Entendemos por imperialismo la fase más agresiva de la política colonial. A finales del siglo XIX comenzó a ser
notoria la presencia del capital estadounidense. A partir de 1898 - guerra hispano-norteamericana - la intervención
económica y política de EEUU iría en aumento. Las inversiones norteamericanas a partir de 1898 se centraron en
el sector agrario, seguido del sector minero - por ej., el cobre en Chile-, el petróleo y los tendidos ferroviarios.
Después de la Primera Guerra Mundial las inversiones de Alemania y Francia fueron desbancadas por EEUU.
Especialmente en Centroamérica el capital norteamericano llegó a ser muy activo con el desarrollo de las
compañías bananeras. Europa pierde su protagonismo y EEUU ocupa el papel de actor dominante. El
intervencionismo político se intensificó a partir de la década de 1960 debido al temor de EEUU a que la
revolución socialista se extendiera por América Latina, ya que era un terreno abonado para la misma debido a la
pobreza y la injusticia social. Las élites latinoamericanas actuaron con un gran egoismo aliándose con el poder.
La economía latinoamericana experimentó momentos de expansión de 1880 a 1929, pero la recesión debida a la
crisis de 1929 afectó al empleo, las exportaciones y por último a la vida social y política de esos países.
Posteriormente, durante los años de la Segunda Guerra Mundial, algunas economías regionales experimentaron un
cierto auge, esto combinado con políticas populistas, como fue el caso en Argentina del peronismo, produjo un
relativa calma y mejoras sociales. Tras la recuperación económica de Europa y la emergencia de las economías
asiáticas, posteriormente, América Latina quedó marginada económicamente, el desempleo cundió y la pobreza se
extendió, al mismo tiempo el imperialismo extendía sus actuaciones cada vez a mayor número de países
latinoamericanos.
El triunfo de la revolución cubana en 1959 y su posterior evolución al marxismo-leninismo supuso un peligro para
el imperialismo y un ejemplo a seguir para los desheredados de aquellas tierras. Los intereses económicos
imperiales se veían amenazados cada vez más. En la década de 1970 una serie de dictaduras asolaran a países
como Chile, donde el presidente electo, Salvador Allende, fue eliminado cuando una sublevación militar toma el
poder mediante una Junta integrada entre otros por el general Pinochet; o en Argentina, donde un golpe militar
derroca en 1976 a la presidenta del país, Isabel Martinez de Perón, o en Uruguay donde los militares en ese mismo
año, deponen al presidente Bordaberry.
La década de 1980 comienza con el estallido de nuevos focos revolucionarios en El Salvador y Guatemala. Esta
década también se caracteriza por las gestiones para la paz en Centroamérica y con el final de las dictaduras del
Cono Sur. Paralelamente en este último tercio del siglo XX la economía mundial sufre grandes cambios: ya no se
basa en la la compra de materias primas y en la venta de productos manufacturados sino en el capital financiero,
debido a esto, ya no es tan interesante apoderarse (caso del colonialismo) o controlar (neocolonialismo) de zonas
geográficas de producción de materias primas, sino más bien del capital financiero. El desarrollo de la tecnología
ha cooperado en este cambio al facilitar las comunicaciones de los mercados financieros. Gran parte de este
capital se utiliza no para la inversión sino para la especulación, el resultado según Noam Chomsky es que el
mundo está siendo movido a un modelo de Tercer Mundo por una política deliberada de Estado y las
corporaciones con sectores de gran riqueza, a la vez que una gran masa de misera y una gran población superflua,
desprovista de todo derecho porque no contribuye en nada a la generación de ganancias, el único valor humano" 4.
A finales del siglo XX principios del siglo XXI nos encontramos en una nueva fase conocida como globalización.
1 Lynch (2001).
2 Gunder-Frank (1963).
4 Chomsky/Dietrich (2002).
3.4. Vocabulario
Azogue: mercurio.
Consenso: consentimiento, acuerdo que existe entre varias personas que forman una corporación.
Estancias: haciendas dedicadas al cultivo y especialmente a pasto para ganado en Argentina, Chile, Perú y
Uruguay.
Materias tintóreas: Substancias de origen mineral, vegetal o animal, utilizadas para teñir tejidos. Entre las más
importantes estaba la cochinilla (tinte obtenido al moler un insecto del mismo nombre, originario de México, daba
un tinte color grana a la lana y a la seda), el palo brasil (se obtenía del árbol del mismo nombre y daba un tinte
colorado) y el añil (tinte obtenido de un arbusto del mismo nombre). Las materias tintóreas tuvieron una gran
importancia como objetos de exportación.
Mesta: Agrupación de dueños de ganado que cuidaban de la crianza, pasto y venta del mismo. Tiene su origen en
Castilla.
Puerto único: debido al monopolio comercial durante la colonia, se centralizaron todas las operaciones
comerciales y control de pasajeros en un puerto determinado por las autoridades.
Vías de comunicación: caminos terrestres o rutas marítimas utilizadas para la comunicación comercial.
3.5. Ejercicios
1. ¿Qué tipo de dependencia económica hubo en América Latina durante la colonia?
2. ¿Qué es el neocolonialismo?
3. ¿Qué consecuencias tuvo para América Latina el triunfo liberal?
4. ¿Qué marcó la situación económica en Amércia Latina a finales del siglo XIX?
5. ¿Qué es el imperialismo y qué consecuencias tuvo para América Latina?
6. Describe las fases de desarrollo económico en América Latina durante el siglo XX.
7. Basándote en lo que sabes de la dependencia económica de América Latina, ¿qué supondrá la fase de la
globalización para este continente?
Chomsky, Noam / Dietrich, Heinz (2002): La aldea global. Nafarroa: Ed. Txalaparta.
Gunder-Frank, André (1963): América Latina: subdesarrollo o revolución. México: Ed. ERA.
Lynch, John (2001): América Latina, entre colonia y nación. Barcelona: Ed. Crítica.
Capítulo 4:
Ideologías, partidos y movimientos
4.1. Introducción
Este capítulo tiene como objetivo presentar algunas de las ideologías, partidos y movimientos que han tenido
mayor importancia en la evolución histórica de los países hispanoamericanos.
Algunos de los problemas sociales presentados necesitan una interpretación cultural, dada la diferencia entre
la historia de Noruega y América Latina. Para ello, deberemos analizar previamente algunos rasgos de la
mentalidad de los actores dominantes en esta historia.
Mentalidades
Independencia y formación de los nuevos países: Choque entra las ideas y actitudes heredadas
de la Colonia y las nuevas ideas políticas
democráticas: la era de los caudillos.
Abolición de la servidumbre y de la
esclavitud. Desaparece la sociedad de castas.
Eurocentrismo
La idea del Progreso y su repercusión en la
sociedad latinoamericana
La independencia de los países hispanoamericanos durante el primer tercio del siglo XIX fue protagonizada
por un sector de los criollos (blancos nacidos en América). Una vez en el poder adoptarán el modelo político
europeo, es decir un sistema parlamentario, con división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), y una
constitución. Pero, desde el principio, el poder más fuerte fue el ejecutivo. No hubo una unidad de criterios
políticos y pronto se dividieron en dos polos: los partidarios del federalismo y los partidarios del centralismo.
Las élites criollas, que alcanzan el poder, para mantenerse en el mismo, se vieron obligadas a reforzar el
poder ejecutivo y el centralismo político. Pero, no todos los integrantes de las oligarquías opinaban lo
mismo. En algunos países, como México o Argentina, personas con poder social y económico a nivel
regional vieron cómo sus intereses económicos podían ser amenazados por el centralismo, por lo que se
inclinaron por el federalismo. En otras ocasiones, tomaron simplemente las armas y se lanzaron a la toma del
poder con el fin de imponer sus puntos de vista.
4.3. Caudillismo
Hemos mencionado que existían personas que tenían a nivel regional gran poder social y económico. Estas
personas utilizarían en el siglo XIX muchas veces este poder de manera contraria y /o paralela al poder
político central.
Para François Chevalier el caudillismo es un fenómeno histórico que surge en la coyuntura política
latinoamericana originada con la independencia de los países. El caudillismo va en América Latina, asociado
al caciquismo. En España también se desarrolló el caciquismo en el siglo XIX, pero, al contrario, de lo que
pasó en América Latina, no se dio el caudillismo.
El caudillismo es propio de una sociedad con un sistema democrático inmaduro, grandes diferencias sociales,
y existencia de oligarquías locales o regionales. Es propio de una sociedad, donde personas poderosas y
prepotentes no aceptan el juego político democrático.
Este problema ya lo previó Simón Bolivar, cuándo al renunciar a la presidencia de la Gran Colombia
expresó su temor de que tiranos "de todas las razas y todos los colores" compartirían el vasto continente.
Para Chevalier el caudillismo revela estructuras sociales subyacentes que tienen su raíz en el pasado español.
Hemos visto la importancia del linaje en la sociedad española y en la colonia. Chevalier añade el significado
de la familia patriarcal española con gran número de individuos unidos, no sólo, por vínculos de sangre, sino
también, por el parentesco religioso establecido entre compadres.
John Lynch, en su obra Caudillos de Hispanoamérica.1800-1850, señala que el caudillo poseía tres rasgos
básicos: una base económica, una implantación social y un proyecto político. En un principio emergió como
héroe local, el hombre fuerte de su región de origen, cuya autoridad emanaba de la propiedad de la tierra y el
control que ejercía sobre los recursos locales, sobre todo acceso a hombres y abastecimientos. Los caudillos
luchaban entre sí por el poder sustituyendo la vida política democrática por la lucha armada. El caudillo tenía
una clientela de hombres, algunos de ellos armados, que trabajaban para él. Entre caudillo y sus hombres la
relación fundamental era la de patrón-cliente, y esta relación para su funcionamiento se fundamentaba en la
fidelidad o lealtad de los clientes para con su patrón.
A lo largo del siglo XIX dos ideologías políticas se desarrollan en los países hispanoamericanos: el
conservadurismo y el liberalismo. Hasta finales de siglo no aparecen los partidos convencionales.
Los conservadores defendían los valores trasmitidos por la iglesia católica y los privilegios de la misma,
aunque se ha hecho repetidas veces una asociación conservadores-propietarios de tierra; no en todos los
casos, fue así. Tras la disolución del Estado colonial, el grupo social heredero de la élite criolla colonial se
inclinó muchas veces por la ideología conservadora, mientras que aquellos sectores emergentes burgueses,
frecuentemente, se inclinaron por la ideología liberal.
Las luchas políticas y a veces armadas entre liberales y conservadores terminaron con el triunfo liberal hacia
mediados del siglo XIX. En la mayoría de los países a partir de 1850 los liberales llegan al poder,
experimentándose cambios políticos con la redacción de nuevas constituciones de talante liberal, a la par que
se ponían en práctica los principios liberales de la libertad individual, la supremacía del Estado, la libertad de
pensamiento, y la igualdad ante la ley. Estos principos se llevaron a la práctica con la reforma de las
instituciones políticas, económicas y sociales. Estos cambios traerían nuevos enfrentamientos.
El librecambismo defendido por los liberales les enfrentará con los partidarios del proteccionismo
económico. La política respecto a la iglesia católica traerá enormes tensiones entre los Estados liberales y el
Vaticano.
Podemos hablar de un primer liberalismo que procede los movimientos ilustrados y de la revolución liberal-
burguesa de Cádiz y muy influido por la primera constitución española, la de 1812. Este primer liberalismo
inició una reforma liberal que quedó detenida por el ascenso al poder de los conservadores en torno a 1830.
Una segunda fase de resurgimiento del liberalismo, con una nueva orientación, surge, en la década de 1840,
con una nueva generación de políticos liberales. Además de los principios liberales basados en la defensa de
la libertad individual, aparece el ideario del librecambismo.
En los últimos años del siglo XIX se desarrolló una ideología política que daría lugar a partidos con amplio
protagonismo en la vida de agunos países; esta corriente ideológica fue el radicalismo. Una nueva generación
de liberales defendería una acción social y propuestas liberales más avanzadas. El radicalismo coincide con
el desarrollo de sectores medios urbanos, que habían crecido notablemente, en Argentina en 1869
representaban el 14% de la población activa, y en 1914 suponían el 41% de la población activa. Este apoyo
de los sectores medios permitió a Yrigoyen triunfar sobre la oligarquía, que había dominado en el país desde
1853. El radicalismo procede de la corriente liberal, para Elíseo Gallo el radicalismo era, como el antiguo
liberalismo-conservador (ideología de la oligarquía), europeista, pero a diferencia de este último, el
radicalismo era más moderno que el liberalismo tradicional, ampliando la base de participación política,
reformando la universidad, y elaborando una legislación laboral.
En Uruguay el partido radical surge también de una escisión del partido Liberal (llamado Colorado), el
radicalismo en Uruguay tendrá su figura política en José Batlle y Ordoñez, hasta el punto que el radicalismo
en este país recibe el nombre de batllismo, caracterizado por la democracia social y el progreso.
El Radicalismo
4.6. El populismo
Según Alain Touraine, los elementos fundamentales del populismo son la defensa de la continuidad de la
organización sociocultural frente a la penetración de capitales, técnicas e ideas de origen extranjero y la
apelación a la voluntad popular directa, eliminando las formas políticas democráticas de representación
política. Estos dos elementos conducen a dar un papel preponderante al Estado, que es el defensor de la
identidad nacional. Al mismo tiempo, el populismo se opone a toda forma de lucha de clases.
En los estados populistas es muy importante la labor del líder. El ejemplo más importante del populismo
latinoamericano es el peronismo, donde se combinan populismo y personalismo.
El Populismo
El populismo
APRA en Perú
Peronismo en Argentina
MNR en Bolivia
Febrerismo en Paraguay
Partido Revolucionario en Guatemala
Extensión
Paternalismo
Acción social
Nacionalismo
Contrario a la lucha de clases
Características Liderazgo
Xenofobia
Nacionalización de la cultura
Con anterioridad al siglo XX, guerra de castas (1847-53) fue el movimiento campesino más importante.
Tuvo lugar en Yucatán en México.
En el siglo XX el ejemplo más importante de movimiento campesino es el zapatismo. Surge en los albores de
la Revolución Mexicana en el estado de Morelos, donde los campesinos reaccionan ante el capitalismo
agrario. Muchos campesinos perdieron sus tierras. A partir de 1910, Zapata se convierte en el líder de este
movimiento.
Con las reformas liberales los indígenas van a ver eliminado el sistema colonial que les había adscrito a
pueblos de indios. Las reformas liberales llevan primero a la desamortización de la tierra propiedad de la
iglesia católica y su puesta en venta. Los indígenas que vivían a la sombra de la iglesia en una situación
semiservil, son expulsados y obligados a trasladarse a otras tierras, evidentemente peores. La colonización de
nuevas tierras emprendida a finales del siglo XIX con el desarrollo de los transportes también perjudicará a
estas comunidades.
Llegado el siglo XX la situación no mejoró. En algunos lugares los indios no identificaban el triunfo liberal
con un real progreso para ellos y defendieron posturas conservadoras y de apoyo a la iglesia como fue el caso
de los cristeros en Mexico. Estos eran campesinos católicos que se sublevaron contra la política anticlerical
del presidente Calles. Los cristeros, según Jean Meyer, defendían valores comunitarios y a la vez una lucha
contra la élite dirigente.
La crisis de 1929 ocasionó pérdidas de empleos y con ello problemas sociales en muchos lugares de América
Latina. En El Salvador , Perú, Ecuador se producen sublevaciones campesinas. Éstas o bien son aplastadas
sangrientamente por el ejército o bien manipuladas por el poder político.
Recordar
4.8. Ejercicios
Para 1824 se había independizado la mayoría de las colonias españolas en América, salvo
Cuba y Puerto Rico, que no rompieron con España hasta 1898 como consecuencia de la
guerra hispano-estadounidense. (Aquí hay una imagen de la explosión del Maine, la cual
desató el conflicto). Rasgos predominantes de este proceso son su universalidad y su
singularidad 1.
Universalidad por abarcar este movimiento a casi todas las colonias en la América
Hispánica, salvo los casos arriba mencionados. Además se involucraron en él por ejemplo
argentinos que no sólo lucharon por la liberación de Argentina, sino también por la de
Chile y Bolivia y venezolanos que más allá de las fronteras de su país natal lucharon en
Quito y Perú etc.
Primero daremos una presentación de unos de los personajes más importantes de este
proceso 1: Antonio Nariño, Francisco de Miranda, Simón Bolívar, José de San Martín,
Antonio José de Sucre, Bernardo O’Higgins, Miguel Hidalgo, José María Morelos y
Agustín de Iturbide. Después distinguiremos las causas internas y externas de la
Independencia. Se verá luego que la Independencia no se obtuvo sin derrame de sangre, y
que, en muchos sentidos, Hispanoamérica obtuvo su independencia política de España,
pero que no logró zafarse de las trabas económicas ni crear una sociedad justa con
estabilidad política y social.
Algunos de los aspectos tratados en este apartado también se pueden ver en esta sucinta
presentación del tema de la Independencia Hispanoamericana.
Antonio Nariño
Francisco de Miranda
Simón Bolívar
José de San Martín
Antonio José de Sucre
Bernardo O’Higgins
Miguel Hidalgo
José María Morelos
Agustín de Iturbide
El grupo de los precursores abarca a más personajes que a los mencionados aquí, sin
embargo se ha elegido a estos dos por ser Antonio Nariño el traductor de la "Declaración
de los derechos del hombre y del ciudadano" al castellano, y Francisco de Miranda el
líder de los conspiradores anti-realistas en el exilio y el que inició la revolución en
Venezuela con su intento de invasión ya en 1806.
Simón Bolívar, José de San Martín, Antonio José de Sucre y Bernardo O’Higgins son
oficiales revolucionarios que en diferentes puntos del continente les tomaron el relevo a
los precursores, llevando el proceso de la independencia por la recta final como
libertadores.
Antonio Nariño nació en 1765 en Santafé de Bogotá y murió en Villa de Leiva en 1823.
Su traducción de 1794 de la "Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano" al
castellano tuvo gran repercusión en América en la última década del siglo XVIII. En
1797 escribió el "Ensayo sobre un nuevo plan de administración en el Nuevo Reino de
Granada". En este ensayo Nariño expresa "su interés por el desarrollo económico del país
y sobre la necesidad de fomentar la industria y el bienestar de los habitantes" 5. También
era defensor de la idea del centralismo político para la organización del estado, y fue
presidente de Colombia.
Tuvo su educación en Caracas, y como oficial del ejército español había luchado en Cuba
contra los ingleses. Huyó a EEUU en 1783 después de haber sido acusado de
malversación de fondos, haciendo protestas de su inocencia. En EEUU llegó a conocer a
muchos de los dirigentes de la Guerra de la Independencia Norteamericana, y empezó a
hacer sus propios planes para la liberación de la América española.
De EEUU tuvo que huir a Londres, porque lo perseguían los agentes españoles. Allí hizo
intentos de persuadir a los ingleses de que le ayudaran en su empeño revolucionario, lo
cual logró parcialmente. Sin embargo, por la Revolución Francesa, Miranda tuvo que ver
pospuesta con algunos años la realización de su proyecto, ya que participó en ella como
general revolucionario francés. Regresado a Londres, se hizo líder de todos los
conspiradores contra España que estaban en el exilio, fundando una asociación que se
llamaba la Logia Americana, "cuyos miembros se comprometían a trabajar por la
independencia americana y hacían profesión de fe democrática" 7. Emprendió la invasión
de Venezuela en 1806. Zarpó del puerto de Nueva York con unos 200 hombres, y
después de haber desembarcado en Coro en Venezuela tuvo que retirarse por no lograr la
colaboración necesaria del campesinado.
Regresó a Inglaterra, y en 1810 conoció a Simón Bolívar , que por aquel entonces se
encontraba en Londres en busca de apoyo para la revolución que se había iniciado en
América del Sur . Por la insistencia de Bolívar, Miranda volvió a Venezuela, donde fue
nombrado general en el ejército revolucionario, haciéndose con el poder como dictador
después de la declaración de independencia de Venezuela el 5 de julio de 1811.
Tuvo que enfrentarse a la resistencia de los realistas, y Miranda optó por firmar el
armisticio en julio de 1812 para evitar la derrota que temía. Bolívar y los otros líderes
revolucionarios consideraron este acto un acto de traición, y por lo tanto le frustraron los
planes para escaparse. Permitieron su entrega a los españoles, quienes a su vez le
transportaron a España, encadenado. Allí murió en un calabozo en Cádiz.
Era de una familia rica, y fue enviado a Europa cuando tenía 16 años para terminar su
educación en España, donde también fue oficial del ejército español. Realizó viajes por
Europa y Estados Unidos: en 1804, en plena época napoleónica y despúes de la muerte de
su joven esposa, se volvió a encontrar en París con un profesor suyo de antaño, Simón
Rodríguez, quien le introdujo en el ideario de Locke, Hobbes, Buffon, d’Alembert,
Helvetius, Voltaire, Montesquieu y Rousseau. Así empezó a imaginarse Bolívar la
posibilidad de la independencia de la América española; en una visita a Roma juró en el
Monte Sacro que liberaría su país. Como se ha visto antes, conoció a Miranda en Londres
en 1810, año en que volvió a su país natal con la meta de luchar por la libertad.
Cuando Venezuela se declaró independiente el 5 de julio de 1811, Bolívar tuvo el cargo
de guardar Puerto Cabello, un puerto venezolano muy importante. Sin embargo, las
tropas españolas pudieron penetrar en la fortaleza por una traición de uno de los oficiales
de Bolívar. Fue entonces cuando se firmó el armisticio en julio de 1812, lo que dejó el
país abierto a los españoles y que a su vez llevó a que Bolívar probablemente se viera
involucrado en la entrega de Miranda a los españoles.
En 1814 Bolívar sufrió otra derrota; los españoles se habían aliado con los llaneros
dirigidos por José Tomás Boves. Bolívar no pudo contenerlos por despiadados y
eficientes; Boves y su banda de llaneros tomaron Caracas en 1814, causando grandes
sufrimientos para la ciudad. Finalmente, Bolívar logró escapar a Jamaica. En el exilio
escribió su obra política más importante, La Carta de Jamaica , escrita en Kingston el 6
de septiembre de 1815. Allí esbozó su gran visión para Hispanoamérica con sus ideas de
unidad y solidaridad entre los países hispanoamericanos. Propuso también el
establecimiento de repúblicas constitucionales en toda Hispanoamérica.
En 1815 Bolívar obtuvo ayuda de Haití para seguir su lucha contra los españoles, que
habían enviado refuerzos a sus colonias en América 11. Siguieron entonces tres años de
derrotas y victorias para Bolívar. En 1817 Bolívar estableció su capital en Angostura
(actualmente Ciudad Bolívar) y estableció contacto con dos grupos de llaneros dirigidos
por José Antonio Páez y Francisco de Paula Santander. En 1819 urdió su gran plan para
atacar el Virreinato de Nueva Granada, un plan que también incluía la idea de triunfar en
Venezuela después de haber libertado Nueva Granada. Luego continuaría en el sur hacia
Quito y Lima. Con sus más de 2000 hombres cruzó montañas y ríos por rutas que los
españoles consideraban infranqueables en su Campaña Libertadora. Fue una de las
grandes hazañas miltares de la historia y se saldó con la victoria sobre los españoles en la
Batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819, dándose así libertad a la Nueva Granada. Tres
días después entró en Bogotá, lo cual fue un momento decisivo en la historia de la parte
septentrional de América del Sur. ( En esta página web encuentras más información sobre
algunas de estas batallas .)
Habiendo libertado San Martín el Cono Sur , quedaba solamente el Perú en manos
realistas. San Martín había ya entrado en Lima, pero los realistas se habían amparado en
la cordillera (Alto Perú), territorio que en la actualidad es parte de Bolivia. Para
solucionar este problema Bolívar se reunió con San Martín en Guayaquil que resultó en la
retirada de San Martín del proyecto. Con esto Bolívar tenía rienda suelta para seguir su
campaña libertadora, y llegó a Lima en septiembre de 1823. Sin embargo, como se ha
visto, los realistas se habían retirado a una posición que se consideraba inexpugnable en
una región montañosa en el este del país. Juntó sus fuerzas, y fácilmente ganó la Batalla
de Junín en agosto de 1824. Dejó a su oficial Sucre la tarea de terminar la campaña, y el 9
de diciembre 1824 el virrey español La Serna perdió la Batalla de Ayacucho rindiéndose
con todo su ejército. Con la victoria final de Sucre sobre los realistas en abril de 1825, se
liberó el Alto Perú tomando el nombre de Bolivia en honor del Libertador.
Sin embargo, en la segunda mitad de la década de 1820 estallaron guerras civiles en los
países integrantes de la Gran Colombia. Bolívar intentó volver a controlar la situación,
pero después de un atentado contra su vida llevado a cabo por unos conspiradores
liberales el 25 de septiembre de 1828, tuvo que reconocer que se vislumbraba ya la
tormenta en el horizonte. Además de eso se le deterioraba la salud, iba perdiendo a sus
partidarios de antaño y tuvo que enfrentarse a que EEUU, Francia e Inglaterra empezaron
a inmiscuirse en los asuntos domésticos del país. En 1829 se inició la desintegración del
país con la secesión de Venezuela de la Gran Colombia.
Haz clic si quieres leer más documentos escritos por Bolívar , o si quieres una biografía.
Aquí hay otra.
Siguió la carrera de las armas en España, donde había vivido desde niño, e incluso
intervino como oficial leal del ejército español en la guerra napoleónica y en campañas de
África. La invasión napoleónica en España en 1808 fue un momento decisivo en su vida.
Por su empeño en la lucha contra Napoleón fue promovido, y solicitó permiso para ir a
Lima, la capital del Virreinato del Perú. Sin embargo, fue a Buenos Aires via Londres.
Por aquellos años, Buenos Aires era el mayor centro de resistencia a la Junta de Sevilla, y
fue allí donde en 1812 le dieron la misión de organizar un cuerpo de granaderos que
lucharía contra los realistas en Perú, que amenazaban el gobierno revolucionario en
Argentina.
Se puede preguntar por qué un hombre que había sido un soldado leal en el ejército
español pasa a luchar por la ruptura de los lazos entre España y sus colonias en América.
Una explicación puede ser la influencia de simpatizantes británicos que operaban en
América Latina por aquel entonces. Además afirmó el mismo San Martín que sacrificó su
carrera en España en aras de la emancipación de su país natal. Eso se podría deber a la
posición de los criollos en España, donde hasta cierto punto había un resentimiento contra
los que habían nacido en las Indias 14.
Organizó el Ejército de Los Andes , con el cual logró cruzar la cordillera en enero y
febrero de 1817 junto con el general chileno Bernardo O’Higgins . Ganó varias batallas
contra los realistas en Perú, adonde había subido por mar, entrando victorioso en Lima en
1821. Fue proclamado Protector del Perú.
También ganó la Batalla de Junín en agosto de 1824 con la ayuda de Simón Bolívar y un
ejército de 5800 hombres. Luego envió un ejército de 9000 hombre a Ayacucho para
obligar al virrey español a retirarse del Perú. A finales de 1825 logró derrotar a los
realistas que se habían aferrado a su posición en Charcas, hoy Sucre, en las montañas del
Alto Perú. Sucre se hizo con la presidencia de Bolivia. Sin embargo, quería volver a
Ecuador, lo cual hizo en 1828, sobre todo por la presión de los conflictos que había entre
las diferentes fracciones políticas y por una invasión de los peruanos.
En 1829 derrotó a los peruanos, contra los que tuvo que luchar para defender la Gran
Colombia. Al año siguiente presidió el Congreso Admirable en Bogotá. Este congreso fue
el último intento de mantener la unidad de Ecuador, Venezuela y Colombia en la Gran
Colombia. Cuando se iba a casa, fue asesinado sin haberse nunca podido establecer con
seguridad quiénes fueron los perpetradores de este asesinato, aunque cundía la voz de que
lo fueron unos agentes de José María Obando, soldado colombiano y opositor de Bolívar.
En 1814 el virrey del Perú apoyó una invasión para reestablecer la autoridad española 18.
Los patriotas chilenos fueron derrotados en Rancagua en octubre de 1814, siguiendo una
ocupación del país por parte de los realistas durante los tres años que siguieron. Miles de
patriotas chilenos se escaparon a Argentina, donde O’Higgins pasó tres años preparando
la reconquista de su país. En enero de 1817 c ruzó los Andes junto con San Martín y sus
tropas argentinas y exiliados chilenos. Los españoles fueron derrotados en la Batalla de
Chacabuco el 12 de febrero de 1817, siendo O’Higgins elegido director supremo interino.
Durante los seis años que siguieron O’Higgins gobernó el país creando paz y orden. Sin
embargo, ya alrededor de 1820, se había hecho enemigos en la oligarquía y dentro de la
iglesia conservadora además del sector privado por sus reformas. En enero de 1823
resignó a su puesto por el creciente nacionalismo chileno, ya que él estaba más bien
relacionado con el plan argentino. Desde 1823 hasta su muerte vivió en el exilio en el
Perú junto con su hijo natural, Pedro Demeterio O’Higgins.
Era liberal y admiraba el sistema constitucional británico. No era tan conservador como
algunos líderes contemporáneos chilenos, pero tampoco era demócrata. Sin embargo, su
papel en el establecimiento de la República de Chile sigue siendo importante.
Hidalgo organizó una masa popular muy heterogénea de unas 80.000 personas mal
armadas bajo el estandarte de la Virgen de Guadalupe. Atacaron y lograron tomar varias
ciudades importantes al oeste de la Ciudad de México e incluso marcharon sobre la
capital. Hidalgo fue vencido en Calderón el 17 de enero de 1811, y después de haber
huido hacia el norte en un intento de llegar a EEUU con sus amigos para buscar ayuda
allí, fue apresado y fusilado por rebelde en Chihuahua.
En realidad, Hidalgo no logró realizar mucho durante su breve carrera como caudillo
independentista, pero más tarde se empezó a utilizarle como símbolo en la construcción
del Estado-Nación mexicano.
Iturbide era de la clase alta, y como tal entró ya de jóven en el ejército. En 1797 fue
nombrado oficial del regimiento provincial de su ciudad natal. Cuando Hidalgo le ofreció
un puesto en su ejército revolucionario en 1810, Iturbide prefirió unirse a los realistas e
incluso llegó a vencer a las tropas de Morelos, lo que promovió su carrera militar. Sin
embargo, en 1816 tuvo que retirarse por acusaciones de violencia y extorsión.
Por el año 1820 ya no quedaba mucho de la revolución social iniciada por Hidalgo y
Morelos. De los radicales quedaba tan sólo el general Vicente Guerrero , el único
obstáculo para la victoria de los realistas. Sin embargo, en 1820 se inició el Trienio
Liberal en España, y como reacción a ese giro liberal en la madre patria, los
conservadores mexicanos empezaron a propugnar la independencia mexicana. Iturbide
asumió el liderazgo del ejército, y se entrevistó con Guerrero y sus fuerzas radicales en la
población de Iguala. Allí acordaron el Plan de las Tres Garantías , o el Plan de Iguala , el
24 de febrero de 1821. Este plan estableció las siguientes tres garantías básicas para
México:
A Iturbide a la cabeza del ejército de las Tres Garantías le fue fácil subyugar el país y el
24 de agosto el nuevo jefe político superior 19, Juan O’Donojú, firmó el Tratado de
Córdoba reconociéndose así la independencia de México.
Se pueden distinguir dos categorías de causas para la Independencia 20: las causas
internas y las causas externas 21. Sin embargo, se trata aquí de procesos que se
interrelacionan y que en fin de cuentas tan sólo se comprenden tomándose en cuenta la
totalidad de los efectos producidos.
Las causas internas son procesos que se desenvolvieron desde dentro y que al final
resultaron en el intento de ruptura con el pasado colonial. Destacaremos 22:
Las causas externas son procesos y factores que, operando desde fuera, llegaron a
acrecentar las tensiones producidas por los conflictos internos ya mencionados.
Destacaremos:
Como se ha visto antes, estaba constituida la sociedad colonial por una mezcla de razas y
grupos sociales: mestizos, criollos, indios etc. Esta mezcla había producido tensiones
sociales y políticas, y formaría la base de los conflictos que seguirían marcando la
historia de América Latina hasta nuestros días. Sin embargo, es importante recordar que
la Independencia de los países latinoamericanos no supuso una solución de las tensiones
sociales que había, ni de los problemas económicos que sufrían; fue un proceso de
liberación política llevado a cabo por la cúspide de la pirámide social. Las masas
populares no vieron sustancialmente cambiadas sus condiciones de vida, pero en México
sí hubo intentos de una revolución social además de la estrictamente política. Con el
Grito de Dolores de 1810 se inició un largo proceso de luchas y de revueltas que
culminaría en la revolución mexicana de principios del siglo XX.
Las reformas administrativas de los Borbones a finales del siglo XVIII habían fortalecido
los lazos monopolistas, ya que entre otras cosas, se pretendía así establecer un sistema de
administracíon que facilitara la explotación económica de las colonias. Así no había una
infraestructura intracontinental ni un sistema comercial que pudiera sustituir los lazos
económicos y comerciales con España en caso de romperse o obstaculizarse su
funcionamiento.
Sin embargo, no era España el único país que necesitaba de un mercado de consumo para
sus manufacturas y una fuente de donde extraer las materias primas que le hacía falta
para la producción de las mismas: la revolución industrial se había iniciado en Gran
Bretaña, y siendo ese país una gran potencia naval, no es de extrañar que a finales del
siglo XVIII España viera amenazada su vinculación con sus colonias por el afán de Bran
Bretaña, y también de Francia, de penetrar en el mercado latinoamericano. Emprender la
travesía de América a España, o viceversa, se hizo una tarea sumamente aventurada:
estaban al acecho tanto los corsarios franceses como la fuerza naval británica. Los
ingleses intentaron incluso ocupar Buenos Aires dos veces, en 1806 y 1807, lo que tuvo
como consecuencia el afianzamiento de la autoconfianza de los criollos en esa parte del
continente y su posterior idea de que podían salir adelante sin los españoles.
Como si esto fuera poco, España se lió desde 1779 en guerras contra Francia e Inglaterra.
Así no tenía los medios ni los recursos suficientes para proteger y fortalecer el comercio
con las Indias. Era sobre todo en esos años de beligerancia cuando se hacía especialmente
peligroso el comercio transatlántico por la falta de protección de las embarcaciones por la
armada española.
A esos territorios también les faltaba una industria propia, salvo unas pequeñas inustrias
artesanas, así que no sólo se pasó por un período de estancamiento económico, sino
también de falta de abastecimiento. De esta manera creció el descontento con el sistema
impuesto por la metrópoli conllevando el deseo de liberarse de España para poder
integrarse a la economía mundial del libre comercio tan necesaria, según los criollos
liberales, para remediar los problemas económicos de Hispanoamérica.
Además había crecido el sector agropecuario, y dentro del viejo sistema monopolista no
podía incrementar más su producción. Necesitaba de inversiones de capital y la
introducción de maquinaria y herramientas nuevas, para lo que también era preciso
obtener acceso al mercado mundial del libre comercio y al sistema bancario
internacional.
Así vemos que en la raíz de la lucha por la libertad política estaba en realidad el deseo de
solucionar los problemas económicos que se habían desarrollado como consecuencia del
sistema monopolista mercantilista del que dependían tanto la metrópoli como
Hispanoamérica, o al menos de la incapacidad de España de mantener los principios del
mismo: la falta de abastecimiento, la práctica inexistencia de una industria propia, la
dificultad de comerciar con España y el estancamiento económico resultante.
Como segunda causa interna, pues, hemos identificado la contradicción que existía
entre el poder económico, detentado por la burguesía criolla, y el poder político, o sea el
poderío peninsular. Aún habiendo un sistema económico que dificultaba el crecimiento
económico en Hispanoamérica, había algunos sectores que en períodos habían
experimentado un auge, sobre todo el agropecuario y el minero. En muchos casos eran
los criollos los que gozaban de los frutos de estos sectores y que eran sus dueños. Había
también algunos peninsulares que habían hecho fortuna en Hispanoamérica, pero éstos
eran, en la mayoría de los casos, los que ocupaban los cargos administrativos y políticos.
Conste que los indígenas, mestizos, los negros etc, o sea todo aquel que no fuera criollo o
peninsular, quedaba prácticamente al margen de todo proceso político y económico. Así
creció también el abismo y las tensiones sociales entre los criollos y los grupos recién
mencionados a la par de la tensión entre criollos y peninsulares. Sin embargo no tuvo
importancia para la Independencia esa tensión salvo en el caso de México, pero sí afloró
con toda su fuerza al iniciarse el período de la Descolonización, que en este capítulo se
agrupará bajo las consecuencias de la Independencia en el apartado 5.4.
Este abismo creció aun más cuando Manuel Godoy, impopular ministro español y el que
a través de sus intrigas y presunto amorío con la reina María Luisa de Parma gobernaba
España y sus colonias por la inercia y la torpeza del rey Carlos IV, designó a personas a
su hechura y semejanza para los altos cargos en Hispanoamérica, por ejemplo al virrey
Iturrigaray de Nueva España.
A esto venía lo que por los criollos se consideraba como la mala administración de los
territorios hispánicos en América, cuyos resultados económicos se han visto en lo
susodicho. Así se ve que tanto el recelo con que los criollos miraban a los peninsulares
como la discrepancia que existía entre el poder económico y político contribuyeron al
debilitamiento de los lazos entre la metrópoli y sus colonias.
Aparte de este intento de invasión, habían brotado diferentes sediciones más o menos
espontáneas en diferentes partes del continente a finales del siglo XVIII por las tensiones
sociales y económicas que había, las cuales no llegaron a tener mucha importancia al
estallar las guerras de la Independencia, pero que sí se pueden considerar como sus
prolegómenos. Hubo por ejemplo motines en Cuba y México, pero aquí nos detendremos
en las revoluciones de los comuneros en el Perú y en el Nuevo Reino de Granada.
Tupac Amaru (José Gabriel Condorcanqui, n. 1740-¿42?, m. 1781) era descendiente del
último gobernante inca, con el que se identificó al dirigir una revolución del campesinado
peruano contra los españoles. La revolución estalló en 1780 cuando Tupac Amaru arrestó
y ejecutó al corregidor Antonio Arriaga después de haberle acusado de crueldad. Este
acontecimiento llevó a una rebelión de los indígenas contra el gobierno español, la cual
fue apoyada en un principio por algunos criollos. La sedición se expandió por el sur de
Perú y partes de Alto Perú y Argentina, pero la insurrección degradó en un violento y
cruento conflicto entre europeos e indígenas. Tupac Amaru fue capturado junto con su
familia en marzo de 1781, y después de haber presenciado la ejecución de su esposa y sus
hijos, fue mutilado y descuartizado 26.
No obstante, las autoridades españolas anularon esas Capitulaciones al poco tiempo y los
dirigentes de la insurrección se vieron castigados, pero los comuneros "demostraron la
fuerza vital de los pueblos cuando se levantan por causas justas" 28 y "aun cuando el
movimiento de los comuneros fracasó en el Nuevo Reino, es importante destacar que
demostró las debilidades del gobierno español y ‘abrió el camino a posteriores rebeliones,
ya conscientes de la problemática de la emancipación’. Este movimiento insurreccional,
de esencia reformista económica y social se convirtió en el prolegómeno de la revolución
de independencia de Colombia, iniciando un ciclo revolucionario de medio siglo: 1781-
1830" 29.
Así, pues, fue la importancia de estas insurrecciones, de las que se podrían mencionar
más ejemplos si no fuera por las limitaciones de espacio inherentes a este apartado;
abrieron el camino hacia la misma Independencia, despertando la conciencia de los
americanos 31 de que era posible sublevarse a los que en su opinión eran los opresores, y
que sí existían prolemas que no se habían solucionado con las reformas borbónicas del
siglo XVIII, aun habiéndose introducido éstas bajo el signo de la Ilustración.
Fue con este trasfondo revolucionario que Miranda intentó su invasión en Venezuela,
pero a partir de ahí ya no se trataba de una revolución completa de la sociedad, sino tan
sólo de un intento de romper con los lazos políticos y administrativos de la sociedad
colonial, dejándose al margen las reivindicaciones sociales de muchos de los alzamientos
anteriores, salvo en el caso de México, como hemos visto ya.
Cuando los criollos toman el poder, primero en las Juntas de Gobierno que se crearon a
raíz de los cabildos abiertos que se convocaron en 1810 en Caracas, en Buenos Aires, en
Bogotá y en Santiago de Chile, se inicia un período en que los criollos siguen tomando el
control del gobierno de los territorios controlados por los patriotas 32. Después de la
Restauración Borbónica de 1814 se inicia un sexenio de luchas y derrotas, llegando los
españoles otra vez a hacerse con el poder durante la segunda mitad de los años 1810.
Durante el trienio liberal en España (1820-23) se declara independiente la mayoría de los
países hispanoamericanos, y en 1824-25 tuvo éxito el último intento por parte de los
criollos de tomar el poder, año en que quedó concluido el movimiento independentista.
Y nosotros concluimos de este modo la exposición de lo que hemos identificado como las
causas internas de la Independencia hispanoamericana: el carácter obsoleto del sistema
monopolista, que a su vez creó un descontento por parte de los criollos por haberse
colmado las posibilidades de crecimiento y expansión económica y su resultante
estancamiento de la economía. Esto llevó a los intentos de los criollos de tomar el poder a
principios del siglo XIX, incentivados entre otras cosas por los acontecimientos
precursores de la Independencia a finales del siglo XVIII.
Sin embargo, hemos esbozado ya que existían también factores externos que llegaron a
influir causalmente 33 en el desarrollo del movimiento independentista y que incentivaron
e incluso ayudaron a sus protagonistas en su empeño libertador: son las causas externas
de la Independencia.
Junto con los procesos y factores que desde dentro contribuyeron al desencadenamiento
del movimiento libertador e independentista, debemos, pues, tomar en cuenta que la
Independencia se llevó a cabo en un contexto histórico que también marcó e inspiró a los
que fueron sus protagonistas. (Haz clic para leer más sobre la génesis de la
independencia.)
(Haz clic para saber más sobre la Ilustración francesa y sus representantes.)
En América estas ideas y teorías de la Ilustración circulaban libremente entre los criollos
intelectuales; se creaban tertulias literarias y sociedades científicas donde se discutían.
Además, el periodismo contribuyó a la divulgación de esas ideas junto con las nuevas
universidades que se fueron creando. Además hubo una concienciación de lo
autóctonamente americano: muchas de las sociedades científicas se dedicaban entre otras
cosas al estudio de la flora y la vegetación, como por ejemplo la Expedición Botánica del
Nuevo Reino de Granada, y más adelante esta institución se convertiría en un centro de
cultura nacional. Y, efectivamente, algunos integrantes del ambiente de esta institución
intervendrían en el mismo proceso de la independencia en esa parte del continente.
Otro factor que tuvo mucha influencia entre los criollos intelectuales fueron las obras del
sabio alemán Alejandro de Humbolt (1769-1859), quien de 1799 a 1804, junto con el
botánico francés Aimé Bonpland, realizó una expedición a América del Sur y América
Central, recorriendo tierras y montañas americanas a pie, a caballo y en canoa. Además
de juntar valiosa información sobre la flora americana también juntaron información
sobre condiciones meteorológicas, sociales y económicas.
En el marco de las ideas de la libertad de los pueblos y la ruptura con el pasado colonial,
feudal y absolutista, también se llevaron a cabo las revoluciones en EEUU y en Francia,
y la importancia de la revolución en EEUU en 1776 fue decisiva para el proceso
libertador en América Latina. Después de 1783 un número cada vez más grande de
barcos estadounidenses llegaban a los puertos latinoamericanos, a veces con los escritos
de los revolucionarios norteamericanos, por ejemplo Thomas Paine (1737-1809),
panfletista y escritor político y Thomas Jefferson (1743-1826), el autor prinicpal de la
Declaración de la Independencia Norteamericana y luego tercer presidente de EEUU.
Esto contribuyó a cundir las ideas subversivas de la revolución norteamericana. Y, como
se ha visto antes, el colombiano Antonio Nariño tradujo los derechos del hombre al
español, con lo que se hizo más accesible el ideario de la Revolución Francesa a los
intelectuales criollos. Sin embargo, la Revolución Francesa se radicalizó, y por ello
perdió su fuerza como modelo para ellos.
La fuerza motriz del deseo de los criollos ilustrados era, como se ha visto más arriba, un
cambio estructural de la sociedad que pudiera darles más libertad económica. Y se ha
dicho que lo que se obtuvo, fue una independencia política y no una independencia
económica. Eso se debía en muchos sentidos a los intentos de las potencias europeas más
grandes de penetrar en el mercado latinoamericano, tal como se ha visto en el capítulo
sobe la dependencia económica de América Latina.
Estando los españoles metidos en la lucha contra los franceses en España, no tienen
tantos recursos para atender a las corrientes antiespañolas en las colonias
hispanoamericanas. Además, los criollos utilizaron la reclusión del rey Fernando VII en
Francia como pretexto para tomar las riendas en Hispanoamérica; estando ausente el
monarca "deseado", y estando España ocupada por las tropas napoleónicas, no tenían por
qué seguir leales al títere José I.
Por lo tanto confluyen todas las causas hasta ahora estudiadas, tanto las internas como las
externas, en el año 1810. En ese año se forman cabildos abiertos en Caracas el 19 de
abril, Buenos Aires el 22 de mayo, Bogotá el 22 de mayo y Santiago el 18 de septiembre.
Luego se forman Juntas de Gobierno al estilo de las ya creadas en España para gobernar
las colonias en supuesta espera de la vuelta al trono de Fernando VII, aunque los realistas
americanos lo consideraron como un pretexto para romper con los lazos con la Península.
Además, en México estalla la revolución social con el Grito de Dolores el 16 de
septiembre.
Se inicia así de forma concreta el proceso libertador, el cual durará hasta 1825 con la
victoria de Sucre sobre los últimos realistas en el Alto Perú.
Como se ha visto ya, en 1810 se organizan cabildos abiertos en cuatro puntos de América
Latina, lo que llevaría a la emancipación de los virreinatos de Nueva Granada, del Río de
la Plata y del Perú después de una lucha cruenta entre patriotas, o sea los que querían la
emancipación de España, y los realistas, que siguieron leales a la corona española.
Además, Miguel Hidalgo y Costilla organiza en ese año un ejército entre las masas
populares en México en un intento de reformar la sociedad para mejorar las condiciones
de vida de los marginados. Por lo tanto México, o mejor dicho, Nueva España, que
abarcaba todo lo que va de Costa Rica hasta casi la mitad de lo que hoy son territorios
que pertenecen a EEUU, constituye un caso aparte por el elemento de revolución social
de su lucha independentista. Cuba y Puerto Rico no se estudiarán aquí por no
independizarse de España hasta 1898.
A eso viene que el proceso independentista fue un proceso llevado a cabo por un
reducido grupo de privilegiados criollos, por lo que le faltaba la base popular que lo
hubiera podido fortalecer desde abajo, salvo tal vez en el caso de México. Todos esos
factores contribuyeron al caos que siguió después de 1825, y que resultó en la
desintegración de muchos de los territorios emancipados en nuevos estados nacionales y
que llevó consigo años de conflictos nacionales, intracontinentales y sociales hasta el
triunfo liberal de finales del siglo. Sólo con el orden que produjo el triunfo liberal se pudo
crear un ambiente propicio para cierto progreso, pero, desgraciadamente, a expensas de la
libertad individual y la solución de los virulentos problemas sociales, lo que a su vez
llevó a revoluciones y dictaduras en el siglo XX.
Se pueden vislumbrar cuatro fases del proceso emancipador. La primera fase es la que
abarca el período de la ocupación de España por las tropas españolas de 1810-1814.
Amparados bajo el pretexto de gobernar las colonias españolas durante la ausencia de
Fernando VII, los criollos tomaron el poder en Hispanoamérica. A este período
pertenecen las primeras declaraciones de independencia, las de Paraguay y Venezuela en
1811.
La importancia que tuvo el trienio liberal fue en primer lugar la de haber evitado el envío
de un enorme ejército a los países del Río de la Plata para aplastar la resistencia patriota,
y efectivamente, fueron esos planes los que desencadenaron los sucesos que llevaron al
pronunciamiento de Riego en 1820. Ese pronunciamiento tuvo su raíz cerca de Cádiz,
donde estaban reunidas las tropas en espera de su envío a América para luchar contra la
emancipación; la llegada de barcos llenos de soldados mutilados contribuyó a los
sentimientos de resistencia a tal expedición. Por el pronunciamiento de Riego y el
subsiguiente inicio del trienio liberal no se pudo llevar a cabo el proyecto.
Además de haberse evitado el envío de refuerzos militares por el giro liberal en España,
el proceso emancipador en Hispanoamérica fue propulsado por la ingenuidad que había
en algunos ambientes liberales en España; se pensaba que los liberales
hispanoamericanos estaban en contra del absolutismo español, y que una vez establecidos
los principios liberales, aceptarían la vinculación a España. Así, la soltura de las riendas
por parte de los liberales españoles ayudó a los liberales criollos en el proceso de
emancipación o consolidación de las indepenencias ya alcanzadas.
Al final del trienio liberal tan sólo quedaban unos focos de resistencia realista en Perú, y
los avances para derribar esos baluartes constituyen la cuarta fase del proceso
emancipador. Este proceso se llevó a cabo desde dos posiciones; la primera desde el sur
con San Martín y la segunda desde el norte con Bolívar y Sucre. Después de las victorias
iniciales de San Martín, éste se retiró a Europa como consecuencia de la reunión con
Bolívar en Guayaquil, y Sucre fue el que puso el clavo en el féretro realista en el Alto
Perú en 1824-25.
Después de esa categorización evolutiva del proceso emancipador, y antes de estudiar las
consecuencias del mismo, nos pararemos en su evolución geográfica también,
basándonos en la división presentada al inicio de este apartado. Se recomienda que se
haga la lectura de 5.3.2.-5.3.5. junto con 5.1., ya que en muchos sentidos las guerras de la
independencia coinciden con la historia personal de sus protagonistas durante esos años.
El punto de partida del proceso fue Venezuela, que se declaró independiente en 1811 con
Miranda como dictador. Sin embargo, había disputas entre él y otros oficiales además de
la resistencia que les ofrecieron los realistas. Para colmo de desgracias hubo un terremoto
en Caracas el 26 de marzo de 1812.
Este terremoto hizo estragos en muchos territorios dominados por los patriotas, mientras
que no fueron tan afectados los dominados por los realistas. Además, los patriotas
sufrieron reveses militares, y fue en esa situación en la que firmó Miranda el armisticio
para evitar la derrota. Como ya sabemos, Miranda intentó huir, siendo parado por Bolívar
y sus hombres y luego entregado a los españoles.
A partir de entonces Bolívar surge como el gran libertador del norte suramericano; logró
huir a la Nueva Granada, donde todavía había territorios aun no tomados por los realistas.
Y allí publicó el manifiesto de Cartagena. Desde la Nueva Granada cruzó la selva con el
ejército con el que entró en Caracas el 6 de agosto de 1813.
Bolívar se fue a Jamaica, y mientras tanto los españoles lograron retomar los últimos
territorios rebeldes en Venezuela además de la Nueva Granada. En septiembre de 1816
zarpó para el Río Orinoco, estableciendo su capital en Angostura al año siguiente. Se
pudo establecer como líder del movimiento patriota además de que logró el apoyo de los
llaneros y de los británicos, que desde hacía mucho tiempo habían estado al acecho para
penetrar en Hispanoamérica.
Bolívar inició su gran campaña en 1819. Primero atacó la Nueva Granada, lo que culminó
en la Batalla de Boyacá del 7 de agosto de 1819 y la liberación de Bogotá. Esta victoria
coincidió con los triunfos sanmartianos en el Cono Sur, alentando así a los patriotas en
todo el continente y desanimando a los liberales en España. Esto llevó al estancamiento
de la política antiindependentista y el pronunciamiento de Riego. Además, la Batalla de
Boyacá preparó el fondo para la liberación del resto de la Nueva Granada, lo que a su vez
llevó a la liberación del Perú. Por eso es un hito en la historia independentista
hispanoamericana. (Aquí puedes leer sobre la bandera colombiana y los símbolos del
país.)
Fue entonces cuando por fin se pudo intentar la liberación de la parte sur de la Nueva
Granada, o sea Quito (hoy Ecuador). Bolívar había enviado a Sucre a Guayaquil, pero al
llegar Sucre allí, los criollos ya habían declarado la independencia. De allí Sucre siguió
hacia las montañas, lo que llevó a la derrota de los españoles en Pichincha el 24 de mayo
de 1824.
Los grandes personajes de la liberación del Cono Sur son San Martín y O’Higgins, y
como en el caso de Bolívar y la liberación de la parte septentrional del continente, el
proceso libertador en el sur coincide en muchos sentidos con la historia personal de ellos
(51.4. y 5.1.6.)
La liberación del Cono Sur irradió de Buenos Aires. Ya se ha visto cómo las invasiones
británicas de 1806-07 habían fortalecido a los criollos allí, y ya se ha visto que la
invasión napoleónica había causado el establecimiento de Juntas de Gobierno allí y en
Santiago de Chile.
El proceso de liberación del Cono Sur tuvo, pues, su raíz en los intentos de la junta de
Buenos Aires de consolidar su control sobre el antiguo Virreinato del Río de la Plata.
Además de las luchas contra los realistas, también tuvo que enfrentarse a la resistencia de
los gauchos dirigidos por José Gervasio Artigas en la banda Oriental (hoy Uruguay).
Artigas había luchado contra los realistas primero, pero luego quiso más autonomía y
peso para la Banda Oriental, lo que llevó al conflicto con Buenos Aires. Este conflicto no
se resolvió provisionalmente hasta 1820 con la ocupación portuguesa del territorio, lo que
obligó a Artigas a exiliarse.
Durante dos años trabajó junto con O’Higgins para preparar su ejército para la liberación
de Chile. El "Ejército de los Andes" inició su expedición en enero de 1817. Siguió
entonces la Batalla de Chacabuco el 12 de febrero de 1817, y O’Higgins fue elegido
director supremo interino. Con la victoria en Maipú se terminó para siempre con la
resistencia realista en Chile.
Y así se había liberado el Cono Sur, donde la Restauración Borbónica había producido
una ruptura revolucionaria solamente en Chile. En los demás paises los españoles no
llegaron a restablecer el control realista, pero, como se ha visto, se produjo el conflicto
interno entre los patriotas de la Banda Oriental y Buenos Aires. Uruguay no obtuvo su
independencia de Brasil hasta 1828.
La liberación del Perú fue una liberación tardía que corresponde a la cuarta fase del
proceso libertador descrito en 5.3.1. y se ha visto que la fuerza de los realistas en esa
parte del continente entre otras cosas se puede explicar por el miedo de una parte de la
población nativa en el Perú al exterminio a manos de las más numerosas castas indígenas
y mezcladas. Vieron en el mantenimiento del orden colonial la mejor garantía contra esa
amenaza.
En agosto de 1820 San Martín y su armada zarparon para el Perú. Su plan fue el de
arrojar a los realistas por medio de un bloqueo económico y negaciaciones, lo que logró
en junio de 1821, cuando los realistas se retiraron hacia los Andes. San Martín entró en
Lima y declaró la independencia del país en ese año. Sin embargo, tuvo que enfrentarse a
la oligarquía limeña además de otras conspiraciones por el programa de reformas sociales
que él propugnaba. Y los realistas que se habían retirado siguieron siendo una amenaza
para la precaria independencia peruana.
Bolívar no intervino en Perú hasta mayo de 1823, cuando el Congreso Peruano le pidió su
ayuda. Los realistas habían ocupado Lima durante un tiempo breve, y por el temor que
había producido esta ocupación, los líderes criollos aceptaron el liderazgo de Bolívar.
Bolívar llegó al Perú en septiembre de 1823 con sus tropas venezolanas, neogranadinas y
quiteñas, que se unieron a las chilenas, argentinas y peruanas. Por los muchos conflictos
que había no pudo seguir hasta casi un año después la campaña libertadora contra los
realistas que se habían retirado a las montañas.
Finalmente logró consolidar a los patriotas, y junto con Sucre vencieron a los realistas en
la Batalla de Junín el 6 de agosto de 1824 después de haber emprendido la subida por las
montañas. A Sucre le tocó derrotar a los españoles en la Batalla de Ayacucho el 9 de
diciembre de 1824, lo que se considera como la batalla que puso fin a más de trescientos
años de dominación española en América del Sur. La independencia del Alto Perú fue
proclamada el 9 de febrero de 1825. En agradecimiento a Simón Bolívar el nuevo país
fue bautizado Bolivia.
Tan sólo quedaban algunos puntos de resistencia realista en las montañas y en la costa,
los cuales fueron definitivamente vencidos a finales de 1825 en Charcas (hoy Sucre), y a
principios de 1826 en el puerto de El Callao.
Con su ejército Hidalgo marchó sobre la capital, pero se retiró frente a la amenaza de un
ejército realista pequeño, pero muy bien disciplinado, que se acercaba desde San Luis
Potosí. Fue este ejército bajo el español Félix Calleja 36 el que venció a Hidalgo en enero
de 1811 en Calderón.
Con la caída de Morelos la revolución independentista degeneró en una guerra civil entre
grupos dispersos dirigidos por caudillos locales, y los ejércitos realistas poco a poco los
fueron aplastando. El único obstáculo a la victoria final de los realistas eran los líderes
revolucionarios Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria.
Así también se había consumado la independencia de Nueva España, que incluía los
territorios que en la actualidad son las repúblicas centroamericanas (Costa Rica,
Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala), además de prácticamente la mitad de
EEUU.
En 1826 cayó, pues, el último punto español (El Callao en Perú), concluyéndose así el
período llamado la Independencia. Se inicia entonces la época de la Descolonización
(1825-50), en la que se ven las consecuencias inmediatas del proceso emancipador:
guerras civiles y caos político y administrativo.
guerras civiles
violencia
lucha entre conservadores y liberales
caudillismo
dictaduras
desintegración de los grandes estados plurinacionales
En medio de guerras y otros conflictos bélicos se intentaba consolidar los nuevos países
latinoamericanos (Argentina, Bolivia, Paraguay, Chile, Perú y Uruguay, que obtuvo su
independencia de Brasil en 1828), y el continente latinoamericano sería víctima de
desavenencias desgarradoras y guerras civiles por el vacío de poder dejado por los
españoles después de vencidos. Esos conflictos también fueron el resultado del proceso
de consolidación nacional: se presentaban diferentes soluciones para la organización
política y administrativa de los nuevos estados además de haber diferentes posturas frente
a los intereses económicos extranjeros. Esta situación se combinó con la virulenta
problemática de la tierra que se había acumulado en manos de la iglesia y de los grandes
hacendados.
De este caos político, social y económico surgió la lucha entre conservadores y liberales
por todo el continente. Los dos grupos ideológicos propugnaban dos soluciones diferentes
a los problemas sociales, económicos y políticos y había dos posturas divergentes frente a
los intereses económicos extranjeros. Los conservadores eran en su gran mayoría los
representantes de los grandes hacendados y de la iglesia católica. Querían seguir con los
principios que habían regido durante la Colonia para proteger sus propios intereses
económicos. Eran centralistas y proteccionistas. Los liberales eran mayoritariamente los
intelectuales urbanos, y tomaban sus ideales de EEUU y del norte de Europa, sobre todo
de Francia. Eran federalistas y librecambistas.
La lucha entre conservadores y liberales era una lucha que no involucraba a las grandes
masas populares, no tomándose en cuenta sus intereses tampoco. Muchas veces se libraba
bajo los auspicios de ejércitos privados que así impedían que las masas populares
llegaran a tomar parte en la lucha, llenando el vacío del poder que podría producirse sin
esos ejércitos.
En Argentina la lucha entre liberales y conservadores se dio como una lucha entre
unitarios y federalistas. Los unitarios eran sobre todo los liberales de Buenos Aires que
luchaban por los intereses de esa provincia sobre los del interior. Eran librecambistas y en
favor del estado centralista. Los que dominaban el interior, pues, eran los federalistas.
Eran conservadores y luchaban contra el ascenso de Buenos Aires. En muchos casos eran
caudillos locales que por eso temían el ascenso de dicha provincia, y el papel que
correspondía a Buenos Aires dentro de la federación iba a marcar casi todo el siglo XIX
en Argentina.
Por el vacío del poder mencionado arriba se produjo el caudillismo. Algunos de los
caudillos se hicieron con el poder en muchos de los países como dictadores, por ejemplo
Juan Manuel de Rosas en Argentina, José Antonio Páez en Venezuela, Antonio López de
Santa Anna en México y Rafael Carrera en Guatemala. A veces se amparaban en el
ideario conservador o liberal, pero en realidad eran hombres que tan sólo estaban
motivados por su propia ambición. Algunos de ellos también organizaban elecciones para
legitimar su posición.
Durante esta época se intentó, pues, consolidar los nuevos estados formados. Sin
embargo, algunos de los territorios emancipados se desintegraron formándose nuevos
países; ése fue el caso de los estados plurinacionales de la Gran Colombia y el Imperio de
México.
En estas páginas web puedes leer más sobre diferentes aspectos de la independencia y las
consecuencias inmediatas:
Las consecuencias remotas son las consecuencias que han perdurado hasta hoy y que en
muchos casos son los resultados de la incapacidad de los dirigentes de los primeros años
después de la independencia de solucionar los problemas surgidos. Estos problemas se
deben al desequilibrio estructural causado por el sistema colonial y acentuado por el
vacío administrativo, político y económico provocado por la Independencia. Aquí
queremos realzar las siguientes consecuencias remotas:
revoluciones
dependencia económica
desequilibrio social y económico
Las revoluciones han surgido entre otras cosas por el intervencionismo extranjero y la
desigualdad creada por la mala distribución de la tierra. Centroamérica, por ejemplo, es
una región cuya historia ha sido marcada por colonialismo, dictaduras y revoluciones.
También hemos visto que la Independencia mexicana empezó como una revolución
social. El elemento social quedó ausente por la actuación de los conservadores en el
proceso independentista, pero eso no supuso la solución al problema. La condición de las
grandes masas populares y sobre todo la mala distribución de la tierra sería el problema
recurrente durante todo el siglo XIX. Esto llevó a la Revolución Mexicana en 1911, la
que terminó el ciclo revolucionario en México como una revolución social. En los
capítulos 6 y 7 se estudiarán con más detención estos aspectos de las consecuencias de la
independencia.
El desequilibrio social y económico sigue en América Latina y es, pues, la última de las
consecuencias remotas que hemos identificado aquí. Vimos que la independencia supuso
la independencia política para los criollos, quienes temían una reestructuración social y
económica. Por eso se intentó excluir la participación de las grandes masas populares. Ya
hemos visto en el capítulo 4 cómo esta situación se ha manifestado entre otras cosas en
diferentes movimientos revolucionarios, y en el capítulo 10 se estudiará esta problemática
desde una perspectiva actual.
1 Salmoral (1998).
2 Elestablecimiento de un elenco de los personajes más destacados de un proceso histórico, como en cualquier otra
circunstancia, se somete a criterios siempre muy subjetivos, por lo que aquí desde luego se pueden encontrar lagunas en
cuanto a la selección de nombres. Eso no obstante es nuestra meta dar a los lectores unas pistas generales que facilitará el
estudio de la época, ya que al iniciarse en un tema desconocido puede resultar difícil orientarse en la materia por el gran
número de sucesos, fechas, nombres etc. que hay. Es nuestra esperanza que los lectores por su cuenta emprendan la tarea de
recurrir a las muchas obras de referencia y páginas web que hay al encontrarse ante nombres, acontecimientos etc. no tratados
con más detención aquí.
3A nuestro modo de ver son primordiales los personajes de cualquier proceso histórico para la comprensión del mismo. Son
ellos los que crean la Historia, y la Historia no hubiera sido sin ellos. Las reglas de las ciencias naturales, por ejemplo, existen
hasta cierto punto independientemente de la raza humana, pero la Historia se crea en la mente de los seres humanos y es en la
mentalidad y el comportamiento humanos donde hay que buscar sus raíces y razón de ser. Por eso es tan importante el
estudio de las mentalidades, las ideas, las experiencias etc. de los que crean la Historia, haciéndose ésta una tarea infinita, que
aquí tan sólo se toca en la superficie.
6 La información sobre Miranda se basa principalmente en Encyclopædia Britannica (1990), tomo 8, p. 180.
8 La información sobre Bolívar se basa principalmente en Encyclopædia Britannica (1990), tomo 2, pp. 339-340.
9 Actualmente Bolivia.
11 En 1814 las tropas francesas se fueron de España después de la derrota de Napoleón en Europa. Durante los últimos cuatro
años de la ocupación francesa había sido rey de España el hermano de Napoleón, Jose I, y cuando él dejó vacío el trono,
volvió Fernando VII. Es lo que se llama la Restauración Borbónica. Quedando España libre de las tropas napoleónicas, se
pudo dirigir los esfuerzos hacia la recuperación de los territorios emancipados en América, por lo que se inició más de un
lustro de conflictos cruentos en el contintente americano.
12 Fernando VII había tenido que reconocer los ideales del liberalismo después del pronunciamiento liberal de 1820 dirigido
por el coronel Riego. Este pronunciamiento inició el denominado Trienio Liberal, y las fuerzas españolas en Hispanoamérica
se vieron debilitadadas durante este período.
13 La información sobre San Martín se basa principalmente en Encyclopædia Britannica (1990), tomo 10, p. 396.
14 Esteresentimiento, y el abismo que creará entre criollos y peninsulares, se identificará cómo una de las mismas causas del
proceso de la independencia en 5.2.1.
15 La información sobre Sucre se basa principalmente en Encyclopædia Britannica (1990), tomo 11, p. 348.
17 La información sobre O’Higgins se basa principalmente en Encyclopædia Britannica (1990), tomo 8, p. 889.
20 De los que distinguen entre causas internas y externas, se pueden mencionar Rama (1982) y Katán-Ibarra (1997).
21 Salmoral (1998), p. 24, opina que no se puede hablar de causas, sino más bien de razones, o sea que no existen causas para
que se independicen los pueblos. En su opinión, se trata en este respecto de una maduración económica y hasta cierto punto
política de Hispanoamércia que a su vez llegó a su punto culminante con la crisis en España en 1808, y que una vez desatado
el conflicto, siguió su propio camino hacia la independencia. Aún teniéndose conocimiento de estos argumentos para no
explicar la independencia desde una perspectiva causal, lo cual nos parece muy justificado desde la perspectiva de Salmoral,
lo haremos aquí por motivos pedagógicos.
22 Elorden de las causas identificadas aquí sigue un criterio de lógica interna propicia para la presentación que sigue. Sin
embargo, no se pretende con este orden agrupar autoritativamente los hechos, ni crear la imagen de que los hechos siguieron
un orden cronológico; siempre hay que recordar que los hechos se interrelacionan y que esta categorización en muchos
sentidos obedece a un criterio didáctico.
24 Ibídem.
25 El uso del verbo "confluir" aquí es, tal vez, un poco arriesgado; se verá justamente que fue la falta de cohesión ideológica y
política la que produjo la inestabilidad postindependentista. Sin embargo, se puede decir que los ideales liberales de ruptura
con el pasado colonial y absolutista eran ideales albergados por gran número de intelectuales criollos, aunque siguieron
cauces diferentes, y muchas veces incompatibles, en los decenios después de la Independencia.
26 Halperín Donghi opina que más que ofrecer un antecedente para las luchas de independencia, se pueden utilizar estos
alzamientos para explicar el porqué de la obstinación con que el Perú se iba a apegar a la causa del rey más adelante cuando
estallarían las guerras para libertar esta área del continente de los españoles al final de las guerras de la Independencia (véase
5.3.4.), ya que una parte de la población nativa del Perú "iba a ver en el mantenimiento del orden colonial la mejor defensa de
su propia hegemonía, y en ésta la única garantía contra el exterminio a manos de las más numerosas castas indígenas y
mezcladas" (Halperín Donghi (1993), p. 84.
29 Ibídem.
31 Adjetivo utilizado en su pleno sentido, teniendo en cuenta que lamentablemente, tiene que restringirse semánticamente a
criollo este adyacente en el momento de hablar de la emancipación hispanoamericana propiamente dicha.
32 Los patriotas eran los que luchaban por la ruptura con España, mientras que los realistas querían seguir con el status quo.
33 Aquí no emprendemos la tarea de discutir la problemática de la causalidad, al estilo de Durkheim cuando discute la
causalidad en las ciencias sociales. Tal como queda expuesto en 5.2., se trata aquí de una mera exposición didáctica con sus
limitaciones inherentes.
34 El Siglo de las Luces es también el título de una obra del autor cubano, Alejo Carpentier, cuya lectura se recomienda y
aconseja a los que se interesen por una comprensión más profunda de los efectos políticos y filosóficos producidos por la
Ilustración en América Latina, sobre todo en el Caribe. La lectura de dicha novela también ayudará, desde la perspectiva de
los protagonistas, a comprender mejor el levantamiento de los madrileños en contra de sus opresores franceses y su
incrustación en la Historia.
36 La pareja Calleja vs. Hidalgo se puede agrupar junto con otras parejas en la historia de México: Cortés vs. Montezuma,
Juárez vs. Maximiliano y Madero vs. Díaz.
5.5. Vocabulario
(Se publicará)
5.6. Ejercicios
Berg Eriksen, Trond (red.)(2002): Vestens store tenkere. Den norske bokklubben.
Espinosa, Aurelio M. Jr. & Wonder, John P. (1976): Gramática analítica. Lexington:
D.C. Heath and Company.
Galeano, Eduardo (1992): Las venas abiertas de América Latina. Madrid: Siglo XXI de
España Editores, S.A.
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Salmoral, Manuel Lucena et al. (1998): Historia de Iberoamérica. Tomo III, Historia
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La independencia conseguida en 1821 tiene unos actores, los criollos, que se rebelan ante el temor
reformista del triunfante liberalismo español de 1820. En la lucha independentista destacó el caudillo
Agustín de Iturbide que una vez unido su ejército al de otro caudillo, Guerrero, proclama el llamado Plan
de Iguala, en el que se señalan tres garantías fundamentales: la independencia de España, la unión de los
grupos sociales mexicanos, y la exclusividad de la religión católica. Iturbide consideró la monarquía como
la fórmula de gobierno deseada, pero, al no enviar España un heredero para ocupar el planeado trono
mexicano, Iturbide fue nombrado emperador de México con el nombre de Agustín I.
México tendría en el siglo XIX dos experiencias imperiales: el imperio de Agustín I y el de Maximiliano de
Austria, el primero fue breve, el segundo controvertido y dramático; los dos emperadores acabarían siendo
fusilados.
Sin embargo, no todos en México eran partidarios de una monaquía. Mientras Iturbide ascendía al trono
imperial en 1822, grupos de mexicanos reunidos en logias masónicas eran partidarios de una fórmula
republicana. El ambiente no era el más propicio para el ambicioso y flamante emperador y pronto se
enfrentó con un sector del Congreso. A estos problemas se añadió la crisis económica en la que estaba el
país y las presiones internacionales a partir de 1823, coincidiendo con el fin del Trienio Liberal en España
(1820-23). Además coincidió con la formación de la Santa Alianza de carácter absolutista y que apoyaba al
monarca español Fernando VII y sus pretensiones de recuperar México.
La historia mexicana del siglo XIX comienza con la independencia en 1821 y termina con el estallido de la
Revolución Mexicana y el triunfo de Madero en 1911. De 1821 a 1911 la historia de México está
protagonizada por caudillos, unos de origen criollo como Iturbide o Santa Anna y otros de origen indio o
mestizo como Juárez y Porfirio Diaz. Enrique Krauze ha escrito una obra basada en este aspecto del
caudillismo y que lleva por título Siglo de caudillos, donde establece una diferencia entre los caudillos de
origen criollo (Iturbide, Santa Anna) y los de origen indio o mestizo (Juárez, Porfirio Díaz). Busca
entroncar a los últimos con la tradición caciquil de los indígenas prehispanos. Al margen de estas
consideraciones, y como ya hemos visto en otros capítulos, el caudillismo es típico del siglo XIX
latinoamericano y tiene profundas raíces en la mentalidad hispana y en la situación social de la América
colonial y postcolonial.
En el siglo XIX podemos distinguir tres etapas históricas definidas. La primera va desde 1821 hasta 1855.
La segunda de 1855 a 1876 y la tercera de 1876 hasta 1911. (Aquí hay más).
6.2. 1821-1855
La primera etapa, de 1821 a 1855, se carateriza por la independencia, la presencia de caudillos criollos
militares (Iturbide, Santa Anna) e intelectuales como Mora y Alamán. Durante esta etapa se publicó la
constitución de 1824. El período estuvo marcado por inestabilidad política, crisis económica y conflictos
internacionales: intentos de reconquista protagonizados por España, conflictos con Francia (la guerra de los
pasteles) y la separación de Texas y la guerra con los EEUU.
Durante esta etapa, las instituciones coloniales como la iglesia católica mantuvieron su poder temporal y
espiritual en México. Esta etapa, que coincide cronológicamente con el período general de descolonización
en América Latina, se caracteriza también por los cambios en el mapa mexicano. Tras la independencia,
Centroaméria se uniría a México para separarse más tarde; solamente Chiapas permaneció unido a México.
Además, tras la guerra con los EEUU, México perdió una parte considerable de su territorio.
En 1823, otro actor importantísimo de la historia del siglo XIX mexicano, se pronunciaba a favor de la
república con el Plan de Veracruz. Ese personaje era Antonio López de Santa Anna, y la oposición a
Iturbide apoya el pronunciamiento. Se proclama la república. Agustín de Iturbide se exilia, un año más
tarde, en 1824, volvería a México donde sería fusilado.
Según Lucas Alamán "La historia de México desde 1822 pudiera llamarse con propiedad la historia de las
revoluciones de Santa Anna". Podríamos precisarlo más: Santa Anna es el protagonista principal de la
historia de México hasta 1855. En su obra Siglo de caudillos, Krauze nos presenta a un Santa Anna criollo,
hijo de criollos, y con una mentalidad y comportamiento criollos. Le gusta, como buen jugador, aposar y es
audaz en sus apuestas políticas. Una vez apoya a unos y otras veces a otros, según le convenga. Primero
apoyó a Iturbide y más tarde le ataca. En el enfrentamiento entre Vicente Guerrero y Manuel Gómez
Peraza, apoya primero a uno y después a otro. Santa Anna se mueve por impulsos, toma el poder y lo deja.
Elegido presidente en 1833 deja el poder en manos del vicepresidente Gómez Farias. Fue presidente en
varias ocasiones: 1833-35/ 1839/ 1841-42/ 1843-44/ 1847/ 1853-55.
Santa Anna era un excelente y arriesgado militar, las intervenciones militares le dan gloria unas veces; así
en 1829 al hacer fracasar la segunda intentona de los españoles de reconquistar México. Es nombrado
general y entra triunfante en Veracruz. Otras veces es derrotado, como en la guerra contra los EEUU. San
Anna controlaría hasta 1855, año de su muerte, directa o indirectamente el poder político.
Santa Anna era un militar liberal, no era un político reformista. Durante los años de su hegemonía unos
intelectuales programarían reformas importantes en la vida mexicana. Éstos eran Mora y Alamán. La
independencia había supuesto la separación política de España y el fin del sistema colonial en México, pero
persistían las estructuras sociales coloniales. Las élites criollas y la iglesia católica seguían detentando el
poder en México. El gran historiador Pierre Vilar dijo que las mentalidades son estructuras de larga
duración, o como Krauze dice: Mexico seguía mentalmente siendo colonial.
En la década de 1830 los liberales mexicanos se dividen en moderados (partidarios de una república
centralista y de un gobierno fuerte) y los auténticos o puros (partidarios del federalismo y la lucha por las
libertades).
Durante estos años estallaron conflictos bélicos de importancia como la guerra de Texas (1836), y años más
tarde Texas quedó anexionada a EEUU como un estado de la unión norteamericana. Como resultado de
este conflicto estalló la guerra entre México y EEUU. Los norteamericanos llegaron a ocupar México
capital en 1847, un año más tarde se firmó el tratado de Guadalupe-Hidalgo, mediante el que México cedía
a EEUU los territorios de Texas, California y Nuevo México. Otro resultado de la guerra fue el desprestigio
de Santa Anna y la consolidación de una oposición al mismo que se concretó en el llamado Plan de Ayutla
(1 de marzo de 1854), iniciándose una época en la historia de México conocida como la Reforma, en la que
se llevaría a cabo una auténtica revolución desde arriba. La figura central de esta revolución sería Juárez.
6.3. 1855-1876
Durante la segunda etapa, de 1855 a 1876, se lleva a cabo la revolución liberal, cuya figura central es el
caudillo Juárez. Éste ya no es un criollo, y busca la supresión definitiva de las estructuras coloniales. Se
inicia con la insurrección del general Juán Álvarez contra Santa Anna (Plan de Ayutla, 1854) y triunfa en
1855 al ser elegido Juan Álvarez presidente. Se publica la Ley Juárez.
En 1854 comienza en México el período liberal. Se van a llevar a cabo importantes reformas políticas (la
principal una nueva Constitución en 1857) . Juárez llevará a cabo una política económica anticlerical que
será condenada por la Iglesia que se aliará con los conservadores. Los liberales reaccionarán violentamente
estallando en diciembre de 1857 la guerra civil llamada la Guerra de la Reforma entre conservadores y
liberales. En la Navidad de 1860 tuvo lugar una victoria de Juárez, promulgándose las leyes de la reforma
el 28 de diciembre de 1860. Éstas incluían una ley de nacionalización de los bienes de la Iglesia sin
indemnización y la supresión de todas las órdenes de regulares (esta ley, que era de 1859, se incluye ahora
en la ley de la Reforma).
En 1863 los franceses entran en Puebla y en México capital. Un año más tarde Maximiliano llega como
emperador a México. Tres años más tarde se rendiría en Querétaro siendo posteriormente fusilado. En 1867
Juárez es nombrado nuevamente presidente de México. Años más tarde, al morir Juárez en 1872, es
sucedido por Lerdo de Tejada. En 1876 Porfirio Díaz tomaría por la fuerza el poder, convirtiéndose en
dictador de México hasta 1911.
Las reformas liberales van a afectar especialmente a la iglesia católica mexicana. Ésta era dueña de
enormes extensiones de tierra y poseía un enorme poder social controlando la enseñanza y la vida de los
mexicanos. Los conservadores mexicanos, y la iglesia católica reaccionaron con las armas que tenían: los
conservadores con la guerra y la iglesia con la excomunión. El triunfo de Juárez y la publicación de una
nueva constitución, la liberal de 1857, y las leyes de la Reforma generaron la Guerra de la Reforma (1858-
61) entre conservadores y liberales, seguida por la guerra Franco-mexicana (1862-67). El Imperio de
Maximiliano de Austria fue apoyado por Napoleón III en sus comienzos.
Durante esta segunda etapa se consigue la plena descolonización y el triunfo liberal, así como el fin de las
pretensiones de Francia de anexionarse de una u otro forma una influencia sobre México. El triunfo del
liberalismo económico puso en circulación el capital que la Iglesia tenía en tierras y las corporaciones
civiles, pero la desamortización de los bienes de la iglesia y de las corporaciones no supuso una mejora
social de los mexicanos, ya que la tierra una vez desamortizada y subastada fue a parar a manos de
latifundistas, con lo que el latifundio no sólo persistió, sino que incluso aumentó. Las comunidades
indígenas perdieron su base económica y el problema social heredado de la colonia persistió y aumentó.
6.4. 1876-1911
La tercera etapa de 1876 a 1911, es conocida también como el Porfiriato. La figura central es Porfirio Díaz,
general del ejército de Juárez y liberal moderado. Partidario de un gobierno fuerte y del orden y el
progreso, gobernó como un auténtico dictador. Las revoluciones operadas en los transportes (ferrocarril) y
la fluidez de la inversión extranjera sirvió a Porfirio Diaz para modernizar económicamente el país pero sin
solucionar los problemas sociales, ahora agravados por las leyes dadas por Porfirio Diaz y que llevaron a la
expropiación de los baldíos y a la actuación de las compañías deslindadoras que en parte se hicieron con
enormes propiedadees de tierra.
En 1876 comienza un nuevo período de la historia política mexicana caracterizado por su carácter
autoritario y contrarrevolucionario. La iglesia católica recupera sus privilegios, pero no sus propiedades. En
1878, Porfirio Díaz logra una enmienda a la constitución que permitía la reelección inmediata del
Presidente. En 1887 logra una nueva enmienda que le facilita de nuevo la reelección. El lema de la
dictadura fue: "Orden y progreso". Otro de sus lemas era: "Nada de política, mucho de administración". El
fundamento filosófico del Porfiriato fue el positivismo. Fue importante el desarrollo económico durante
estos años pero el sector agrario no se modernizó y a la par aumentó el extranjerismo y el hacendismo.
El Porfiriato supone además 34 años de relativo desarrollo industrial, tanto minero (plata, oro, cobre, plomo
y hierro) como financiero. El Porfiriato apoyó la inversión del capital extranjero en México (ferrocarril,
sociedades de crédito, latifundios, e industrias). Entre los años 1883-93 se dieron una serie de leyes para la
colonización de los baldíos, poniendo en manos de los grandes propietarios las tierras poseídas sin títulos
por campesinos y comunidades. Entre 1880 y 1884 gobierna a través del Presidente Manuel González.
La dictadura tuvo como justificación la paz y el progreso. Por progreso se entendía más bien el material, ya
que no hubo una conciencia de una redistribución más justa de la riqueza en México, el progreso solamente
favoreció a los grupos privilegiados. Existía una enorme injusticia social que incluso aumentó durante esos
años. El desarrollo económico no fue unido a la mejora de la situación socio-laboral de los trabajadores.
Durante el Porfiriato se desarrollaron las primeras formas de organización obrera: las cooperativas. En
1853 se fundó la Sociedad Particular de Socorro Mútuo. El anarquismo en México dio un matiz político al
movimiento sindical mexicano. En 1887 se fundó La Sociedad de Ferroviarios Mexicanos. Por su parte se
produjo una organización de la oposición liberal: Club Ponciano Arriaga.
En 1910 la oposición estaba dividida en tres grupos fundamentales: los liberales, los radicales y los
intelectuales. Entre los liberales, Madero intentó configurar el partido nacional democrático. Este
hacendado tenía unas ideas bastante moderadas, pero en 1910, ante la súbita decisión de P. Díaz de
quedarse en el poder por más tiempo, Madero se presenta como candidato alternativo a las elecciones.
Al ser Díaz elegido nuevamente Presidente, Madero se refugia en Texas, desde donde comienza a preparar
la revolución a través del llamado Plan de San Luis de Potosí. Los objetivos del Plan eran eminentemente
políticos, pero también se mencionaba la devolución de tierras.
Otras fuerzas radicales se unieron a la causa de Madero: Emiliano Zapata y Pancho Villa. El 25 de mayo de
1911, Díaz renuncia a la presidencia y se exilia en París. Madero, tras fundar el Partido Constitucional
Progresista, es elegido Presidente en octubre de 1911.
Madero era un liberal pero no un reformista social. Zapata sintió que no se llevaban a cabo los pasos
necesarios para solucionar el problema agrario y publicó el Plan de Ayala.
6.5. Vocabulario
Caciquismo: El caciquismo es un fenómeno rural y propio de las democracias poco consolidadas, donde
una minoría de personas con poder económico ejerce un gran poder - a nivel local o regional - sobre otras
personas que tienen con ellos lazos de lealtad basados en la necesidad, en la miseria y en la incultura. El
cacique es un Señor paternal/tiránico en su territorio, su poder es grande a nivel local o regional. Éste
puede convertirse en caudillo, cuando sus ambiciones le llevan a tomar el poder político regional o estatal.
Caudillismo: El caudillismo es uno de los rasgos dominantes de la historia de los nuevos países
hispanoamericanos, es, como el caciquismo, propio de las sociedades rurales con democracias poco
consolidadas, supone la existencia de individuos con gran poder local o regional (caciques) que no se
someten a las leyes del juego democrático y que para conseguir los objetivos marcados por sus intereses
económicos y sociales particulares, llegan incluso a tomar el poder por la fuerza.
Mestizaje: Durante la Colonia hubo en México abundancia de población nativa y mestiza asimilada a los
colonizadores. Nueva España fue uno de los virreinatos más ricos. El mestizaje fue frecuente y en la
segunda mitad del siglo XVIII se formó una sociedad de castas. Cada casta suponía un grado de mestizaje.
Hacendismo: Sinónimo de latifundismo en México. Formación de una gran propiedad agraria. Poder
económico de la iglesia católica hasta la reforma liberal de Juárez. La Reforma liberal en México durante la
segunda mitad del siglo XIX, tuvo repercusiones en el sistema de la propiedad de la tierra, algo que se
intensificó con la Reforma de Porfirio Díaz. Estas reformas originaron un agravamiento de la situación del
campesinado sin tierras en México.
Revolución: Para muchos México es un país que se asocia con la palabra revolución. Desde la Colonia ha
habido una serie de revueltas y revoluciones hasta la fecha. Las revoluciones han sido de diversos tipos
(polítícas, sociales,etc.).
1810. Hidalgo y Morelos. (Componentes
político y social)
Desamortización: Poner en venta los bienes inmuebles, principalmente tierras, en manos de la Iglesia u
otras instituciones como las corporaciones civiles. La desamortización aplicada a la iglesia se llama
tambien desamortización eclesiástica. Los liberales en la segunda mitad del siglo XIX aplicaron las
llamadas leyes de desamortización tanto en España como en Hispanoamérica. El motivo era económico:
poner en circulación el capital amortizado o no circulante en manos de las llamadas manos muertas.
Fueros: Leyes o privilegios de la Iglesia o Corporaciones civiles. Los liberales trataron de unificar las
leyes y acabar con estos fueros especiales. La Constitución de 1857 incluía la ley Juárez sobre abolición de
los fueros e inmunidades eclesiásticas. Tambien incluía la Ley de Iglesias por la que se suprimía la
coacción civil en el cobro del diezmo.
Corporaciones civiles: Comunidades de carácter social o religioso. Por ejemplo las cofradías o las
comunidaes indígenas. Tambien los ayuntamientos eran corporaciones civiles. La constitución de 1857
incluía la ley Lerdo de Tejada de 1856, o ley de desamortización de los bienes de manos muertas (iglesia,
corporaciones civiles).
6.6. Ejercicios
1. ¿Quiénes fueron los personajes históricos más destacados durante el siglo XIX en México? Comenta su
papel histórico.
3. Comenta los problemas sociales, económicos y políticos más importantes del siglo en cuestión.
Fue uno de los líderes más importantes de los movimientos intelectuales antiporfiristas,
los cuales se pueden considerar como los precursores de la revolución. Ricardo Flores
Magón era el líder de los grupos de radicales llamados Regeneración. Eran anarquistas
que habían adaptado su programa a la situación mexicana. Ya en 1892 Flores Magón
había organizado una pequeña manifestación contra la reelección de Díaz. Después de
haber sido encarcelado logró huir hacia el norte, organizando el Partido Radical
Mexicano en St. Louis. Éste era un partido anarco-sindicalista que propugnaba una
renovación total de la sociedad mexicana. En el manifiesto de 1906 presentaron sus
reivindicaciones, que eran libertades civiles, no reelección, terminar con el poder de la
Iglesia Católica y la expansión de la educación pública gratuita y reformas agrarias.
Era de una famila hacendada, y estudió en EEUU y Francia. Se hizo partidario de las
ideas de una democracia moderada, y fue uno de los organizadores del Club Democrático
Benito Juárez, además de un partido político en Coahuila (1904-05).
En 1908 publicó su libro La sucesión presidencial de 1910, un libro que fue un éxito.
Allí expuso sus ideas políticas sobre la importancia de la participación de las masas en el
proceso político, que debía basarse en elecciones honestas, además de la necesidad de
que no fuera reelegido Porfirio Díaz. Porfirio Díaz declaró en 1909 que iba a presentarse
a las elecciones presidenciales, lo que llevó a la formación del partido antieleccionista. El
candidato a la presidencia de este partido sería el mismo Madero, y se presentó a las
elecciones bajo el eslógan de "Sufragio Eficiente – No Reelección".
Fue detenido la víspera de las elecciones, pero logró huir a San Antonio en Téxas. En
octubre de 1910 publicó allí su Plan de San Luis Potosí, donde declaró que él mismo era
el presidente legítimo de México y que la insurrección armada contra Díaz debería
iniciarse el 20 de noviembre del mismo año. Poco a poco, Madero y sus seguidores, los
maderistas, lograron ocupar los territorios porfiristas, y ya en febrero de 1911 habían
llegado a Chihuahua. Cuando Pancho Villa y Pascual Orozco habían ocupado Ciudad
Juárez el 10 de mayo de 1911, Porfirio Díaz renunció a la presidencia. En octubre de
1911 se organizaron nuevas elecciones presidenciales, de las que salió ganador Madero,
asumiendo la presidencia el 6 de noviembre de este año.
Como presidente Madero no tuvo tanto éxito como el que había tenido como
revolucionario. Los grupos políticos e ideológicos que había logrado reunir en la lucha
contra Díaz, desaparecido el enemigo común que tenían en Díaz, se fueron en sendas
direcciones. Madero se vio entonces incapaz de enfrentar la amenaza que constituían sus
opositores, ora los conservadores fieles al antiguo régimen, ora los radicales descontentos
con la falta de reformas económicas y sociales radicales. Además le faltaba experiencia
política en la administración del país y su período presidencial estuvo plagado de
corrupción y la amenaza de las rebeliones que fueron surgiendo.
En febrero de 1913 estalló una rebelión en la Ciudad de México, la cual supuso la caída
de Madero.
Entró en el escenario Victoriano Huerta, que hasta entonces había ejercido un papel
importante en el control de las tropas gubernamentales. Sin embargo, él conspiró con el
sobrino de Porfirio Díaz, Féliz Díaz, y Bernardo Reyes, antiguo partidario maderista.
Madero fue detenido, y luego asesinado.
Pancho Villa 5, o Francisco Villa, (su verdadero nombre era Doroteo Arango) nació el 5
de junio de 1878 en Hacienda de Río Grande, San Juan del Río, México y murió el 20 de
junio de 1923 en Parral, Chihuahua, México. Fue, junto con Emiliano Zapata , uno de los
revolucionarios y guerrilleros más importantes de la Revolución Mexicana.
Fue condenado a muerte por Victoriano Huerta en 1912, una condena que fue
transformada en pena de prisión por Madero. Logró escapar de la prisión. Fue a EEUU, y
luego del asesinato de Madero en 1913, Pancho Villa organizó La División del Norte,
constituida por varios miles de hombres. Junto con las fuerzas de Venustiano Carranza ,
Villa se rebeló contra el régimen dictartorial de Huerta. Se hizo gobernador de la
provincia de Chihuahua en diciembre de 1913, y en junio del año siguiente pudo entrar
en la ciudad de México como gran líder revolucionario junto con Carranza después de
haber vencido a Huerta.
Sin embargo, Villa tuvo que huir de la ciudad de México en diciembre de 1914 junto con
el otro gran líder revolucionario, Emiliano Zapata , por las rivalidades que habían surgido
entre Carranza y Villa. Se escaparon hacia el norte, y allí continuaron su lucha guerrillera
contra Carranza. Villa ejecutó a 16 estadounidenses en Santa Isabel a principios de 1916,
y luego entró en Nuevo México. Eso provocó la intervención norteamericana en el
conflicto, pero la expedición del General Pershing no logró capturar a Villa por los
conocimientos que tenía Villa de la región del norte y por la ayuda que tuvo de la
población allí.
Villa se retiró a una hacienda que le fue dada en Parral, Chihuahua, habiendo aceptado
dejar sus actividades políticas. Allí fue asesinado en 1923.
Ya en 1897 Zapata fue detenido por haber participado en una protesta contra la hacienda
que se había apropiado de sus tierras. En 1909 fue elegido líder de un comité de defensa
de su pueblo. Negociaron con los hacendados sin resultado, y por lo tanto, Zapata y otros
campesinos ocuparon la tierra, distribuyéndola entre sí. Cuando Madero se sublevó en el
norte, Zapata y sus seguidores decidieron apoyarlo. Zapata y Madero se reunieron en la
Ciudad de México, pero no se pudieron poner de acuerdo sobre cómo tratar a los
guerrilleros.
Después de asumir Madero la presidencia, se reunieron otra vez, lo que tampoco pudo
mejorar la relación entre ellos. Por considerar Zapata que Madero era incapaz de llevar a
cabo los objetivos de la revolución, preparó el Plan de Ayala , que iba a continuar la
revolución bajo el lema de "Tierra y Libertad". Siguió su lucha guerrillera, expropiando
las haciendas para luego repartir la tierra tomada.
Cuando Victoriano Huerta asesinó a Madero en febrero de 1913, Zapata rehusó unirse a
él. Así contribuyó a la dimisión de Huerta el 14 de julio de 1914. Tampoco quería unirse
a Carranza y el Ejército Constitucionalista en el norte si no aceptaban su Plan de Ayala.
Zapata introdujo reformas agrarias; entre otras cosas creó comisiones agrarias para
repartir la tierra. También estableció el Banco de Préstamo Rural. Siguió la guerra civil
hasta que las fuerzas de Carranza lograron aislar a las de Zapata y vencer a las de Villa.
En 1919 cayó en una emboscada por un complot gubernamental contra él, y fue
asesinado por los soldados carrancistas.
Carranza entró en la política local ya en 1877, y se unió a Madero para luchar contra
Porfirio Díaz, y después del asesinato de Madero, contra Huerta. Era moderado, y
propugnaba más bien reformas políticas y no sociales. Por eso Pancho Villa y Emilano
Zapata se opusieron al gobierno de Carranza, exigiendo más reformas sociales.
Se hizo presidente el 1 de mayo de 1917, pero no implementó muchas de las reformas de
la constitución de 1917. Durante los años de su presidencia, 1917-1920, tuvo que
enfrentarse a la resistencia de Zapata y Villa, además de que había problemas
económicos y desequilibrio social por su falta de voluntad de implementar reformas
sociales radicales.
En abril de 1920 Carranza tuvo que huir de la capital por la rebelión de Álvaro Obregón.
Se fue hacia Veracruz, pero el tren en que iba fue detenido. Intentó esconderse en las
montañas, pero allí fue traicionado y asesinado en la noche del 20 al 21 de mayo del
mismo año.
Había trabajado en el campo, y por eso se había enterado de las necesidades de los
mexicanos pobres. Sin haber participado en la revolución que derrocó a Díaz en 1910/11
dio su apoyo a Francisco Madero cuando Pascual Orozco se rebeló contra él. Más tarde
se unió a Carranza contra Huerta después del asesinato de Madero en febrero de 1913.
Llegó a ocupar la Ciudad de México el 15 de agosto de 1914 después de haber vencido a
las fuerzas de Huerta.
Carranza y Obregón lucharon juntos contra las fuerzas de Pancho Villa y Emiliano
Zapata. Además, contribuyó al carácter radical de la Constitución de 1917. Después de
un par de años de inactividad política, entró otra vez en el escenario nacional en abril de
1920 para rebelarse contra la política cada vez más reaccionaria de Carranza. El 1 de
diciembre de ese año asumió la presidencia de su país.
Como presidente pudo restablecer el orden en un país que había sufrido diez años de caos
político y social. Sin embargo, su gobierno no fue reconocido por EEUU hasta 1923 por
el carácter radical de su planteo político, el cual tuvo que modificar para poder ser
reconocido por el vecino del norte.
Las causas principales fueron el gobierno personalista de Porfirio Díaz que había
acarreado una falta de libertad: México era desde el punto de vista constitucional una
democracia libre, pero en la práctica, no era así. Las libertades estaban muy restringidas y
Porfirio Díaz había hecho de las elecciones presidenciales un simulacro. Se le llegó a
llamar el gran elector, irónicamente; él era el único que elegía y ¡se elegía a sí mismo!
El ideario liberal y pro-extranjerista del Porfiriato había dado lugar a las importantes
inversiones extranjeras y a las reducidas libertades individuales en pro del orden que
llevaría al progreso. Este orden, pues, que sacrificó la libertad personal, condujo el país al
estancamiento político y económico. Recordemos que el lema del Porfiriato era,
justamente, "Orden y Progreso".
El Porfiriato también intensificó la centralización estatal, algo que iba en contra de los
intereses regionales. Muchos que estaban en contra de Porfirio se unieron al PLM y se
planteó la necesidad de acabar con el Porfiriato; incluso, si era necesario, estaban
dispuestos a emplear las armas.
Debe observarse una dinámica dentro del proceso revolucionario debido a la pluralidad
de intereses, a los distintos grupos revolucionarios y a la intervención de EE.UU. Así
podemos observar:
Era uno de los grandes males de México y la causa principal de Revolución Mexicana,
según Silva Herzog 8. El origen de esta mala distribución era en parte colonial por la
formación de grandes latifundios durante la colonia. Esta situación se había agravado con
la reforma liberal y el Porfiriato al desamortizarse las propiedades rústicas que se
consideraba no producían lo suficiente y que se llamaban de manos muertas, refiriendóse
con esta expresión a que no producían beneficios. Era un capital muerto, es decir no
circulante. Esto se debía al absentismo o falta de interés de los propietarios, que muchas
veces vivían en la capital y dejaban la explotación de la hacienda a cargo de un
administrador, sin hacer mejoras que hicieran las haciendas más rentables. Otras veces se
debía a la falta de capital y espíritu empresarial de los propietarios.
Durante el Porfiriato se publicaron las leyes de baldíos de 1894 y 1902 (hubo una
anterior en 1875). El Porfiriato también impuso la colonización de baldíos y facilitó la
labor de las llamadas compañías deslindadoras, que operaron especialmentre entre los
años 1881 y 1889. A fines del siglo XIX gran parte de la antigua propiedad comunal y de
las comunidades indígenas, así como de la iglesia, se había vendido y privatizado
concentrándose en manos de unos pocos terratenientes , con lo que la propiedad rústica
se concentró aún más y el hacendismo por lo tanto se hizo mayor. Esto traería consigo
graves problemas de tipo social, ya que la mayor parte de la población mexicana
campesina carecía de tierras.
Los trabajadores de las haciendas vivían en condiciones miserables y bajo el poder de los
amos y administradores. La hacienda tenía cárcel, y una tienda llamada tienda de raya,
donde los trabajadores compraban muchas veces de fiado o pagando con bonos. El
endeudamiento era general y eso les impedía abandonar la hacienda.
Porfirio Díaz había sido un prestigioso general en el ejército de Juárez. Una vez en el
poder (1876), se convirtió en un autócrata. Era un caudillo, no un demócrata. Con él se
generalizó el nepotismo, el caciquismo, la represión y la falta de libertades. El Porfiriato
se inscribe en los años de desarrollo del comercio internacional y circulación de
capitales. Porfirio alentó la inversión extranjera en México. La excesiva participación del
capital extranjero, o extranjerismo, es otro de los grandes males de México, según Silva
Herzog.
Contra la falta de libertad se organizó una oposición liberal y obrera. En 1906 comienza
la agitación obrera; Ricardo Flores Magón organiza el Club Liberal de Cananea. En esa
misma localidad se organiza una huelga que fue reprimida, lo mismo que la huelga de
Río Blanco , organizada esta última por el Círculo de Obreros Libres en 1906. Porfirio
Díaz publica un laudo en 1907 con motivo de la huelga de los trabajadores.
A partir de 1887 tiene lugar un desarrollo del anarquismo. En ese año se lleva a cabo la
fundación de la Sociedad de Ferroviarios Mexicanos. Debido a la falta de libertad esas
organizaciones operan en la clandestinidad.
También se forma la Casa del Obrero Mundial (socialistas). Inician una lucha
revolucionaria con huelgas.
En un principo, Zapata apoyó el Plan de San Luis de Potosí (ver Madero) pero pronto lo
abandonó, incluso se sintió traicionado por Madero. También en 1914 rompe con
Carranza, que tampoco aceptaba el plan de Zapata. Según Krauze, Zapata no ambicionó
el poder; luchaba por la tierra, y se identificaba más con el pueblo que con la nación 9.
El Plan de Ayala
Primero.- Se ratifican todos los principios del Plan de Ayala, declarando solemnemente
que no cesarán sus esfuerzos sino hasta conseguir que su parte relativa a la cuestión
agraria quede elevada a rango constitucional.
En 1903 se publica un Manifiesto del Club Liberal contra Porfirio Díaz. Al año siguiente
Porfirio Díaz es reelegido presidente en unas elecciones mediatizadas. En el Congreso de
Tulancingo, ese mismo año, se amplía el período presidencial a seis años. Pero el nuevo
período presidencial de Díaz se produce al mismo tiempo que la coyuntura económica
internacional se invierte. Se desarrolla una oposición política y social al Porfiriato.
Huelgas y crisis financiera hacen tambalear el régimen porfirista.
En 1909 Andrés Molina Enríquez publica Los grandes males nacionales. En 1910 se
celebra el centenario del primer intento de independencia nacional. Ese mismo año
Madero publica el Plan de San Luis de Potosí al mismo tiempo que se subleva contra
Díaz. La Revolución Mexicana estalla. Al año siguiente (1911) Díaz se exilia y Madero
es nombrado presidente. La presidencia de Madero duraría hasta 1913, año en que fue
asesinado por el general Huerta, que intenta terminar con el proceso revolucionario.
La primera fase de la Revolución Mexicana, que termina en 1913, acabó con el Porfiriato
e inició un proceso de revolución política con el obejtivo de instaurar de nuevo la
democracia. Pronto E. Zapata se rebela al no estar de acuerdo con la política de Madero.
Zapata encarna la revolución social agraria y exige poner en práctica el Plan de Ayala.
Zapata no es el único que se enfrenta a Madero; en el norte el general Orozco tambén se
rebela contra Madero. Por último una reacción conservadora se enfrenta también a
Madero, que es asesinado en 1913.
En 1914 comienza una nueva fase del proceso revolucionario con la Convención de
Aguas Calientes . Los revolucionarios tienen diversidad de opiniones y esto llevará a la
guerra civil. Zapata y Villa marchan a la capital en 1914. Carranza organiza en Veracruz
el gobierno constitucionalista. En el norte, en 1916, Pancho Villa ataca Nuevo México y
los norteamericanos organizan una expedición para capturar a Villa.
El período entre 1928 y 1934 se conoce con el nombre de dictamen callista. Calles
gobernó por medio de tres presidentes, ya que él podía elegir a los candidatos a la
presidencia y a los hombres de confianza del gobierno.
En 1934, Lázaro Cárdenas accede a la presidencia y con él se inicia una nueva etapa en la
que se van a poner en práctica objetivos revolucionarios, especialmente en lo que se
refiere a la reforma agraria. Cárdenas logra acrecentar su poder apoyándose en la CTM,
creada en 1936; por fin el programa de Zapata parecía llevarse a la práctica. Cárdenas
llevó a cabo una serie de nacionalizaciones e impulsó la política educativa. Durante su
mandato el PNR pasó a llamarse el Partido de la Revolución Mexicana (PRM).
Años más tarde, otro presidente, López Mateos (1958), daría un nuevo impulso a la
reforma agraria, además de reiniciar las nacionalizaciones. A partir de 1970 y durante la
presidencia de Echevarría, la crisis económica mundial afectó gravemente a México. A
partir de entonces y en la década de 1980 este país se convertiría en uno de los países con
mayor nivel de deuda externa.
1 Skockpol (1979), p. 4 y 5.
2 Ibídem.
3 Skocpol, (1979), p. 3.
4 La información sobre F. Madero se basa principalmente en Encyclopædia Britannica, tomo 7 (1990), pp. 653-654.
5 La información sobre P. Villa se basa principalmente en Encyclopædia Britannica, tomo 12 (1990), pp. 369-370.
6 La información sobre E. Zapata se basa principalmente en Encyclopædia Britannica, tomo 12 (1990), p. 897.
7 La información sobre V. Carranza se b asa principalmente en Encyclopædia Britannica, tomo 2 (1990), pp. 896.
7.5. Vocabulario
Jornal: paga por una jornada de trabajo.
Reelección: elegir una vez más al mismo (en este caso) presidente.
Casa del Obrero Mundial: creada en 1912, movimiento sindical influido por el
anarquismo.
Plan de San Luis de Potosí: plan de reforma política propuesto por Madero.
Plan de Guadalupe: plan propuesto por Venustiano Carranza, llamando a todos los
mexicanos a la lucha contra Huerta. (Zapata, Villa y Obregón se unieron a Carranza para
derrotar a Huerta).
Partido Nacional Revolucionario: partido creado por Calles y que logró aglutinar a
diversos grupos surgidos de la Revolución.
7.6. Ejercicios
4. ¿En qué fases se puede dividir los siete años que duró la revolución?
Galeano, Eduardo (1992): Las venas abiertas de América Latina. Madrid: Siglo XXI de
España Editores, S.A.
Hague, Rod & Harrop, Martin (1982, 1987): Comparative Government and Politics.
Second Edition. Hong Kong: Macmillan Education Ltd.
Salmoral, Manuel Lucena et al. (1998): Historia de Iberoamérica. Tomo III, Historia
contemporánea. Madrid: Ediciones Cátedra, S.A.
Scocpol, Theda (1979): States & Social Revolutions. EEUU: Cambridge University Press
Silva Herzog, Jesús (1973): Breve Historia de la Revolución Mexicana. México: FCE.
Capítulo 8:
El proceso de desarrollo nacional en el Río de la
Plata
8.0. Introducción
Buenos Aires había sido durante la colonia un centro urbano y portuario importante. Las
élites porteñas estaban interesadas en exportar sus productos y a la vez controlar el
comercio de importación a través del puerto de Buenos Aires. Pronto chocarían con los
intereses económicos de los caudillos de las provincias del interior. Se enfrentan, de este
modo, los unitarios del puerto de Buenos Aires con los federales de las provincias del
interior en una serie de guerras que dificultan el proceso de unidad nacional. Las
tensiones entre Buenos Aires y las provincias del interior se agudizarán tras la
publicación de la Constitución de 1826, que era claramente unitaria. Pronto estallaría la
guerra entre federales y unitarios.
Podemos distinguir en este dificultoso proceso de unidad nacional varias etapas:
Los federales del interior reaccionan contra la Constitución unitaria y contra el presidente
Rivadavia al que acusaron de anticlerical y de dar el monopolio de los bancos a los
británicos. En este enfrentamiento participan tambien los ganaderos de Buenos Aires, que
se oponían a que la ciudad de Buenos Aires se separara de la provincia y consideraban
que en esto había un plan secreto de las élites porteñas para controlar el poder político y
económico. Cuando estalla la crisis económica, que afecta al comercio internacional en
ese año, hace que las provincias de Córdoba, La Rioja, Catamarca y Santiago del Estero
reaccionen contra la Constitución unitaria. Contaban las provincias del interior con
caudillos que dirigirían la lucha, como Bustos, Juan "Facundo" Quiroga e Ibarra.
Estalla una guerra civil entre unitarios y federalistas que lleva a la separación del país en
dos: las antiguas Provincias Unidas se convierten en la Confederación del Río de la Plata,
o la Confederación Argentina. Manuel Dorrego, sucesor de Rivadavia, se titula
gobernador de Buenos Aires, en vez de presidente y deroga la discutida Constitución. No
valdría de mucho; Dorrego sería fusilado en 1828 en Córdoba tras ser apresado por
Lavalle que dirigía tropas que habían luchado en la Banda Oriental. Lavalle fue, a su vez,
derrotado en 1829, por el general Juan Manuel de Rosas, al mando de un improvisado
ejército de peones de estancias y gauchos. Rosas se nombra gobernador de Buenos Aires
obteniendo poderes enormes y convirtiéndose casi en un dictador. En las provincias del
interior, José María Paz derroca al caudillo federalista Bustos y rechaza, al otro caudillo
federalista, Quiroga. De esta manera, y como señala David Rock, : "Buenos Aires, hasta
entonces el bastión del centralismo unitario, fue gobernado por un federal, y el interior
federal fue dominado por el unitario Paz".
Juan Manuel de Rosas, prototipo de caudillo, gobernará en Buenos Aires hasta 1852 e irá
extendiendo su poder al derrotar a José Maria Paz con la ayuda de Estanislao Lopez.
Sobre Rosas hay diferentes opiniones, Sarmiento y los liberales lo vieron como la
"encarnación de la barbarie", pero, para David Rock es el prototipo de caudillo federal,
autócrata conservador, dedicado al engrandecimiento de su provincia y de sus ganaderos
y saladeristas. Rosas representó primero el ascenso de sectores ganaderos que se habían
desarrollado desde 1810.
Las guerras civiles entre unitarios y fedralistas durarían cuatro años y terminarían con el
triunfo de los federalistas. En 1832 termina el primer mandato de Rosas, pero inicia un
segundo mandato como gobernador de Buenos Aires en 1835. Rosas, utilizando la
policía la mazorca detiene a sus enemigos. Su influencia fuera de Buenos Aires sería
mayor en esta nueva etapa. Rosas se opuso a las pretensiones económicas de los
comerciantes franceses en Buenos Aires y tuvo que soportar un bloqueo francés.
Posteriormente estallaría una nueva guerra civil.
En 1852 tiene lugar la batalla de Caseros en la que Rosas es derrotado y tiene que
exiliarse. Rosas falleció en el exilio en 1877. El vencedor de Caseros es Urquiza quien
toma el poder y prevee (Acuerdo de San Nicolás) la elaboración de una nueva
constitución a la que se oponen una serie de personas que organizan el Partido Liberal.
Urquiza, por último, es nombrado presidente de la Confederación Argentina (1854-60).
Ante este hecho, Buenos Aires declara en 1857 la guerra a la Confederación Argentina.
Dos años más tarde, Bartolomé Mitre, al mando del ejército de Buenos Aires, acata la
constitución de 1853. En 1861 se enfrentan las fuerzas mitristas y Urquiza y se llega a la
búsqueda de la unidad nacional.
En 1862 un colegio electoral de todas las provincias elige presidente a Mitre (1862-
1868). Éste, junto con sus sucesores Sarmiento y Avellaneda, llevará a la práctica el
programa de Alberdi : "gobernar es poblar", y "poblar" es "educar, mejorar, civilizar,
enriquecer y engrandecer espontánea y rápidamente".
Sarmiento formó junto con Esteban Echeverría , Juan Bautista Alberdi y otros más la
llamada generación de intelectuales de 1837 , que tendrían un papel muy importante en la
formación del nuevo nacionalismo argentino.
Avellaneda fue presidente de 1874 a 1880. Llevó a cabo la campaña del desierto
(1879/80) dirigida por Juán A. Roca, para ampliar la frontera y ocupar realmente los
territorios al sur. Hubo un masacre indígena.
Además hubo un desarrollo de una política de inmigración para obetener mano de obra.
Según Floria el año de 1880 es un año contradictorio como hito en el proceso histórico
político argentino: "en 1880 se consolida la organización del Estado con la designación
de Buenos Aires como capital de la República; pero el proceso organizativo comenzó
antes: en 1853 si ponemos nuestra mira en la sanción de la Constitución nacional; (...) en
1862 si consideramos el momento de la unificación definitiva de la nación".
El desarrollo del comercio produjo gran riqueza en Argentina, pero en gran parte en
manos de la oligarquía. Esta oligarquía apoyaba los gobiernos liberales. El liberalismo
argentino del último tercio del siglo XIX es liberal en lo económico y conservador en lo
político. Esta oligarquía era depositaria de unas ideas eurocentristas, racistas y
conservadoras en el sentido más negativo de la palabra.
No había ni tierra ni trabajo bien pagado para todos, así que la migración campo ciudad
comenzó. La vida en Buenos Aires tampoco era fácil, agrupados en casas conocidas
como conventillos vivían en condiciones precarias. El triunfo del Radicalismo no mejoró
mucho la situación social de las masas; las huelgas aumentaron y estalló la violencia, a la
que se respondió con la represión. A partir de 1902 la Ley de Residencia permitiría
expulsar en tres días a un inmigrante que ofreciera problemas, con lo que el movimiento
anarquista sufriría un duro golpe.
Para la construcción del nuevo Estado-nacional era necesario una política educativa. La
escuela como vía de la ideología oficial y como elemento homogenizador de la población
comenzaba a funcionar. En la década de 1880 se sentaron las bases de una escuela
gratuita, obligatoria y laica, lo cual supuso un triunfo de la secularización de la sociedad
argentina .
El camino del progreso será facilitado por la educación, de ahí la preocupación por la
creación de escuelas.
En 1880 es nombrado presidente Roca, que es apoyado por una liga de gobernadores que
acabarán constituyendo un partido político, llamado el Partido Autonomista Nacional
(P.A.N). El ideal principal de este partido era el progreso de la nación, la modernización
de Argentina. En 1886 a Roca le sucede Miguel Juárez Celman (1886-90) que participa
del mismo ideario político. Tanto Roca como Juárez Celman veían un peligro en el
partidismo y el caudillismo regional. Consideraban que para evitar este peligro debían
adoptar medidas que no eran democráticas en absoluto, como el fraude electoral, la
intervención del ejército, etc. Juárez Celman tuvo que enfrentar la crisis económica de
1890. No obstante, durante su presidencia se aceleró el desarrollo económico del país.
Juárez Celman llevó a cabo una política personalista. En 1890 el descrédito de la política
oficial era enorme. Contra la corrupción y el fraude electoral surge un nuevo grupo
político; la Unión Cívica con Leandro N. Alem como presidente de la nueva
organización política (1890). La crisis de 1890-91 produjo desempleo y agitación social
contra la que lucha la Unión Cívica, que pronto se escinde dando lugar a la Unión Cívica
Radical (UCR).
8.3.1. La inmigración
Los inmigrantes que llegaron a Argentina a mediados del siglo XIX recibieron tierra (833
has) de la que se harían propietarios a los cinco años. Recibieron además vacas, pollos y
cerdos.
Frente a esta masa de inmigrantes, a la la que se llamó el aluvión, una élite u oligarquía
controlaba la vida política y económica del país. Unas 400 familias habían controlado
desde mediados del siglo XIX la vida política y económica de Argentina. Su capital
provenía de la explotación agrícola y ganadera y del comercio marítimo.
Por esos años los rasgos nacionales eran difíciles todavía de definir en la Argentina.
Había un enfrentamiento entre la imagen de la Argentina rural y la Argentina
cosmopolita de Buenos Aires, que parcelada en barrios, plural y anónima lleva al
individuo a la soledad compartida, a la melancolía y la nostalgia (plasmada en el tango).
El radicalismo fue apoyado por los sectores medios urbanos. Estos representaban, en
1869, el 14% de la población activa, mientras que en 1914 suponían el 41% de la
población activa. Este apoyo de los sectores medios permitió a Yrigoyen triunfar sobre la
élite argentina conocida como la oligarquía, (aunque al principio, ésta veía con buenos
ojos el radicalismo). La oligarquía era liberal, pero de un liberalismo conservador y
europeista. El radicalismo era, como el antiguo liberalismo conservador, europeista, pero
a diferencia de este último, el radicalismo era más moderno que el liberalismo
tradicional, ampliando la base de participación política, reformando la universidad, y
elaborando una legislación laboral. Sin embargo, amplios sectores, los sectores
populares, quedaban fuera de los repartos del desarrollo económico del país en estos
años, y el descontento estallaría en huelgas y violencia.
En el último tercio del siglo XIX se extiende por América Latina el neocolonialismo que
en su fase más agresiva recibirá el nombre de imperialismo económico. En los países
latinoamericanos las élites políticas cooperaron a esta expansión neocolonial, facilitando
la presencia del capital extranjero en sus respectivos países. Esto no solamente se hacía
por motivos egoístas de clase, sino también porque las élites latinoamericanas admiraban
las sociedades desarrolladas europeas a las que trataban de imitar, considerándolas
civilizadas y desarrolladas. Se extienden además por estos años las ideas del positivismo
y del evolucionismo social darwinista. La historia se ve como una línea ascendente y
rectilínea de Progreso, en la que sólo los grupos más dotados y desarrollados ascienden.
La cultura con C mayúscula es la cultura basada en modelos canónicos de origen europeo
y lo "americano" que no se ajusta a este corsé se desprecia: indios, negros, y demás
marginados, constituyen la masa vergonzante que las élites tratan de olvidar refugiándose
en sus lecturas y modelos europeos.
8.4. Vocabulario
Cercar: rodear una propiedad con muros, alambradas, setos, de tal manera que queda
cerrada al paso.
Barcos refrigerados / barcos frigoríficos: Barcos que podían transportar carne enfriada
o congelada.
8.5. Ejercicios
2. ¿Qué eran las economías agroexportadoras?¿ Qué desventajas tenían estas economías?
3. Sí Argentina era uno de los países más ricos del mundo a principios del siglo XX ¿por
qué había tanto malestar social?
4. ¿Por qué fue tan importante la política escolar para los liberales argentinos?
10. ¿Por qué hubo enfrentamientos entre la iglesia católica y los políticos liberales en
Argentina en el último tercio del siglo XIX?
11. Decimos que la llamada generación de 1862 en Argentina era eurocentrista. ¿Qué
quiere decir esto y qué repercusiones tuvo para Argentina?
13. ¿Cuál era la tesis fundamental del radicalismo (la causa contra el régimen)?
8.6. Bibliografía
Rock, David (1988): Argentina 1516-1987. Desde la colonización española hasta Raul
Alfonsín. . Madrid: Alianza América Alian Editorial.
Alberdi, Juan Bautista (1914): Bases y puntos de partida para la organización nacional,
Buenos Aires.
Además, para comprender a fondo la Revolución Cubana y la postura que asumió EEUU
frente a la misma, es importante recordar que desde 1898, Cuba había caído bajo la
influencia directa de EEUU como consecuencia de la guerra hispano-norteamericana que
supuso para España la pérdida de los restos del gran imperio de antaño, tal como se ha
visto en el capítulo sobre la independencia hispanoamericana. Cuba obtuvo su
independencia política de EEUU en 1902. Sin embargo, la sombra de la Enmienda Platt
de 1901, según la cual EEUU definía las condiciones del otorgamiento de la
independencia a Cuba, influyó la política cubana hasta el año de su abrogación (1934)
como consecuencia de la política de buena vecindad de Franklin D. Roosevelt, salvo el
derecho de tener una base naval en Guantánamo.
Ya a finales del siglo XIX los intereses norteamericanos habían empezado a penetrar en
Cuba, cuando los propietarios cubanos vendieron a EEUU por la depresión económica
que se debía a la baja del precio del azúcar por la competencia del azúcar de remolacha.
Entonces los estadounidenses se habían hecho con el 94 % de la compra de la producción
de azúcar cubano 1, y los fuertes intereses económicos que incrementaron a lo largo de la
primera mitad del siglo XX, se convirtieron en una de las causas principales de la misma
revolución.
Como paradoja se puede añadir que EEUU había sido el país adonde se habían exiliado
muchos de los intelectuales de la lucha independentista durante la última parte del siglo
XIX: piénsese en un José Martí, por ejemplo, que en EEUU buscó refugio, haciendo de
Nueva York el centro de operaciones de donde saldría en 1895 para participar en la lucha
contra los españoles en su país natal.
Fulgencio Batista
Ernesto "Che" Guevara
Fidel Castro
En 1944 se fue de Cuba para vivir un tiempo en Florida. Volvió a Cuba a los ocho años,
regresando en 1952 como dictador por otra revuelta militar. Durante los ocho años de su
ausencia en Cuba, habían resurgido la corrupción y el mal gobierno, por lo que la
reinserción de Batista en la vida política cubana no estuvo mal vista en un principio, pues
durante su primer período como presidente había logrado crear cierto progreso en el país.
Sin embargo, su segundo período presidencial estuvo marcado por problemas sociales y
económicos. A diferencia de su primer período presidencial, se destacó esta vez como un
dictador brutal que limitó las libertades individuales de los cubanos, además de que
malversó los fondos de la economía del país. El desarrollo económico que hubo benefició
tan sólo a unos pocos, y el capital norteamericano llegó a dominar a Cuba. Por estos
problemas Batista y su familia se vieron obligados a huir de Cuba a la República
Dominicana el 1 de enero de 1959 después de la insurrección de Fidel Castro. Luego se
exilió en Madeira, pasando los últimos días de su vida en Lisboa. Murió en Marbella en
España.
Terminó sus estudios de medicina en 1953, y durantes sus viajes por el continente
latinoamericano fue desarrollando una visión pan-americana para los problemas
socioeconómicos del contintente. Fue enctonces cuando desarrolló sus ideas de que la
revolución era la única solución a los problemas de pobreza e injusticia de los que sufría
el continente.
En 1953 fue a Guatemala, donde Jacobo Arbenz dirigía un gobierno progrestista. Arbenz
fue derrocado en 1954 en un golpe apoyado por la CIA, lo que en Che Guevara creó la
idea de que para acabar con la intervención de EEUU en los regímenes progresistas hacía
falta una lucha socialista mundial. De Guatemala se fue para México, donde conoció a
los hermanos Raúl y Fidel Castro, que habían estaban en el exilio en México por su lucha
contra Batista. Se unió a la lucha castrista, lo que lo llevó a la Sierra Maestra en Cuba a
finales de 1956 como miembro de la expedición que desembarcó en la provincia cubana
de Oriente en noviembre de 1956. De ahí siguió luchando en el bando castrista hasta su
entrada victoriosa en La Habana el 2 de enero de 1959.
Entonces Che Guevara obtuvo la nacionalidad cubana, e incluso llegó a formar parte del
gobierno, trabajando en contra de la política exterior norteamericana y cualquier forma
de imperialismo y neocolonialismo. Durante la primera mitad de los años 60 era el gran
pensador y escritor político cubano. Después de 1965 se retiró de la vida política cubana,
y fue a Bolivia en el otoño de 1967 después de haber pasado un tiempo en Congo junto
con otros guerrilleros cubanos. En octubre de 1967 fue capturado y asesinado por un
destacamento del ejército boliviano.
Fidel Castro nació el 13 de agosto de 1926 cerca de Birán, Cuba. Es el gran líder de la
Revolución Cubana, que junto con su hermano Raúl Castro y Ernesto Che Guevara
dirigió las tropas guerrilleras de su movimiento revolucionario desde la Sierra Maestra a
principios de 1957 hasta su entrada victoriosa en La Habana en enero de 1959.
Era hijo natural del inmigrante gallego Ángel Castro y Argiz, de una familia
moderadamente rica en la región de Mayarí. Castro había estudiado derecho, y ya en la
Universidad empezó a militar políticamente, una actividad que lo involucró en algunas
actividades revolucionarias militares. También llegó a ser candidato del Partido Ortodoxo
en las elecciones previstas para 1952. En ese año, sin embargo, acaeció el golpe de
Fulgencio Batista que hizo que el grupo pequeño dirigido por Castro atacase el cuartel
militar de la Moncada el 26 de julio de 1953. Luego de su detención se exilió en México
en 1955. Se convirtió en el líder del Movimiento del 26 de Julio.
Las causas de la revolución son múltiples y complejas, como las causas de cualquier
proceso histórico, pero se vislumbran algunos aspectos que se pueden resumir así:
Castro se había hecho miembro del Partido Ortodoxo en 1947, siendo uno de sus
candidatos para las elecciones de 1952. Sin embargo, el 10 de marzo de este año,
Fulgencio Batista dirigió el golpe que derrocó al presidente Carlos Prío Socarrás,
cancelando las elecciones. Éste era el trasfondo de la lucha iniciada por Castro, que,
pues, llevó al asalto al cuartel de la Moncada en la ciudad de Santiago. Castro fue
detenido y llevado al tribunal. Su autodefensa en este juicio se convertiría en el ideario
principal durante los años 50, llegándose a conocer bajo las últimas palabras del
documento: "La Historia Me Absolverá", donde ataca el régimen opresivo y
anticonstitucional de Batista, además de que presenta algunas reivindicaciones sociales y
económicas.
Poco a poco, las clases trabajadoras se fueron adhiriendo al movimiento castrista, que
incicialmente se había iniciado como una insurrección interclasista. La adhesión de las
clases trabajadoras se debió en gran medida a su oposición a las medidas cada vez más
opresivas que fue adaptanto el régimen de Batista para aplastar la revolución castrista.
Con esto, en Cuba se vio un giro ideológico hacia el comunismo, lo que le aportaría el
apoyo del bloque comunista y la Unión Soviética, convirtiéndose en una baza de este
bloque en la Guerra Fría en pleno desarrollo.
En 1961 también hubo una gran campaña de alfabetización llevada a cabo por jóvenes
voluntarios.
Por la postura de EEUU, Cuba buscó alianzas entre los países del bloque comunista. El
castrismo se orientó más al marxismo-leninismo. Esta reorientación ideológica llevó a
una dependencia de la Unión Soviética, lo que supuso un golpe muy duro al
desmoronarse ese país en 1991. Este período también vio la emigración de muchos
cubanos a EEUU, España etc.
Durante este lustro Cuba empezó a asumir el liderazgo entre los países tercermundistas
además de que el país pasó por un período de la radicalización de la revolución, entre
otras cosas con un nuevo ataque a la propiedad privada.
Además, los mismo cubanos también se fueron radicalizando junto con la revolución;
vieron los resultados de la labor reformista, y el desafío presentado por el vecino del
norte contribuyó al afianzamiento del sentimiento revolucionario.
Según Galeano (1992), se habían construido ciento setenta hospitales nuevos y otros
tantos policlínicos. También se había hecho gratuita la asistencia médica , y se había
multipicado por tres la cantidad de estudiantes matriculados a todos los niveles además
de haberse hecho gratuita la educación. Por esos años, gran parte de la población no
pagaba alquiler, y eran gratuitos los servicios de agua, luz, teléfono, funerales etc. 4
Durante los años 70 se mejoraron un poco las condiciones materiales y la revolución fue
institucionalizada. Se acentuó la cooperación técnica, comercial y militar con los países
del Bloque del Este, África y otros países de América Latina; en 1975 la OEA decretó de
forma oficial el levantamiento del bloqueo al que se había unido dicha organización.
En 1980 se dejó emigrar a EEUU a unos 125.000 cubanos y en 1987 EEUU y Cuba
firmaron un acuerdo que permitía la emigración anual de 20.000 cubanos a EEUU.
Después de la iniciación del embargo económico a principios de los años 60, ha habido
una pequeña mejora en las relaciones cubano-estadounidenses, aunque éstas todavía son
difíciles, sobre todo por la continuación del embargo económico. Además, la
dependencia de Cuba del Bloque del Este y la Unión Soviética supuso la pérdida de este
socio comercial después del derrumbamiento del comunismo a finales de los años 80.
9.5. Vocabulario
9.6. Ejercicios
Salmoral, Manuel Lucena et al. (1998): Historia de Iberoamérica. Tomo III, Historia
contemporánea. Madrid: Ediciones Cátedra, S.A.
Capítulo 10:
Problemas que se plantean a las democracias
latinoamericanas en las décadas de 1980 y 1990
10.0. Introducción
Los temas que hemos tratado durante este curso abarcan hasta los años 1970 con el golpe
de estado en Chile, la segunda presidencia de Perón en Argentina y los procesos de
cambio político-administrativo en Cuba. Después de este período, el continente ha
pasado por las experiencias sangrientas de las dictaduras en países como Uruguay, Chile
y Argentina, guerras civiles en países como Nicaragua, Guatemala y El Salvador y
revueltas guerrilleras en países como Perú y México, en este último sobre todo hacia
finales del siglo en Chiapas. Además, el rasgo general a partir de los años 80 es que el
continente se ve en un proceso de afianzamiento democrático después de años de
inestabilidad y represión autoritaria.
Es nuestra esperanza que el lector por su cuenta nos tome el relevo, siguiendo la
búsqueda por Internet y en otros materiales; el tema de este capítulo es un tema en
constante desarrollo.
Problemas sociales
Problemas económicos
Problemas políticos
Para que se puedan desarrollar democracias viables en América Latina debe hacerse
frente a los retos que se ven en estos tres puntos. Es que se interrelacionan; para obtener
la paz, la condición sine qua non de la democracia, se tiene primero que lograr la justicia
social. La justicia social y la mejor distribución de los recursos económicos llevarán, a su
vez, a una vida política menos polarizada, y por eso más estable. La consecuencia de esto
sería un mejor equilibrio económico y, habiéndose equilibrado económicamente las
sociedades latinoamericanas, con más probabilidad también se estabilizarán sus
democracias.
Por ende se ve que las emergentes democracias latinoamericanas tienen que asegurar la
paz para afianzar sus democracias, pero ¿cómo lograrlo?
El aseguramiento de la paz requiere, pues, que se superen los años de injusticia social ,
dependencia económica y autoritarismo político del pasado. Y éste es el círculo vicioso
en que se encuentra el continente, ya que parece que las propuestas políticas que se han
probado para solucionar la conflictividad social han chocado con los intereses
económicos extranjeros y oligárquicos, temerosos de perder sus fueros y privilegios. Y
han seguido los golpes de estado muchas veces apoyados justamente por los
representantes de estos intereses económicos, lo que ha llevado al autoritarismo político.
Por eso ha sido tan importante la contribución de los Premios Nobel de la Paz , Óscar
Árias Sánchez y Rigoberta Menchú , en el desarrollo democrático del continente; su
contribución ha puesto de realce la importancia de la solución de los problemas sociales,
económicos y políticos del continente para poder asegurar la democracia. Y son,
justamente, estos problemas los que se estudiarán con más detención aquí.
Alrededor del año 2000 vivían en Hispanoamérica unos 330 millones de personas, y por
el año 2025 su población alcanzará probablemente los 443,5 millones de personas. Así,
entre 1930 y el 2050, Hispanoamérica habrá multiplicado por seis su población.
Efectivamente, se ha afirmado que solamente hacia el año 2100 Hispanoamérica tendrá
un sistema demográfico moderno con baja mortalidad combinada con una baja natalidad.
Y esta explosión demográfica es un fenómeno que ha golpeado sobre todo las grandes
urbes. A esto viene también el éxodo rural que hace que los centros urbanos también
deban absorber a las grandes masas de personas que dejan el campo para buscarse una
vida mejor en la ciudad.
Hemos dicho arriba que el crecimiento económico es una condición importante para que
se desarrolle la democracia en Hispanoamérica. El crecimiento económico podría aportar
la base de la solución de los apremiantes problemas sociales. Sin embargo, para lograr la
independencia y el crecimiento económicos, se necesita una base industrial propia. No
debe hacérsenos cuesta arriba comprender que el tradicional carácter agroexprotador de
las economías hispanoamericanas dificulta tal desarrrollo. El período entre 1945 y 1975
supuso una gran transformación para Hispanoamérica, caracterizada por la formación y
expansión de una estructura industrial; a pesar de ello, Hispanoamérica sigue siendo un
continente escasamente industrializado.
Con respecto al desarrollo político, hemos visto durante este curso que muchos de los
países pasaron por diferentes experiencias políticas después de la independencia; tras la
ruptura de los lazos con España se vio la lucha entre conservadores y liberales, la cual
llevó al triunfo liberal a mediados del siglo XIX. Fue entonces cuando surgieron los
primeros partidos políticos, muchas veces basados en los intereses de los diferentes
grupos oligárquicos. La exclusión de las grandes masas populares y la injusticia social y
económica condujo a las experiencias revolucionarias, como se ha visto en el caso de
México, y la llegada al poder de los representates de los radicalismos, como se ha visto
en el caso de Argentina.
También se ha visto durante este curso que el liberalismo político tampoco ha podido
llevar al contintente la justicia social y económica que tanto ha necesitado. En realidad ha
aumentado aún más la dependencia económica por haberse abierto así las puertas al
capital extranjero. Y al revés: si se ha recurrido al autoritarismo político y en su gran
mayoría conservador para restaurar el orden para así lograr el progreso económico, se
han suprimido las libertades individuales, que son igual de importantes para la estabilidad
política.
Otro aspecto que aquí se debe mencionar es el hecho de que las democracias
hispanoamericanas carecen de una legitimidad completa en la población, ya que las
grandes masas populares, que históricamente han quedado excluidas de los procesos
políticos, en muchos países no llegan a tener la misma importancia política que los
grupos oligárquicos tradicionalmente fuertes, en su gran mayoría descendientes de los
criollos. Por eso, a las democracias hispanoamericanas les falta una dinámica
democrática incluyente.
10.4. Vocabulario
Índice / tasa de mortalidad: porcentaje de personas muertas en relación con la
población total de un país.
Esperanza de vida: la edad máxima promedia que puede alcanzar una persona.
10.5. Ejercicios
Galeano, Eduardo (1992): Las venas abiertas de América Latina. Madrid: Siglo XXI de
España Editores, S.A.
Rock, David (1988): Argentina 1516-1987. Desde la colonización española hasta Raúl
Alfonsín. Madrid: Alianza Editorial, S.A.
Salmoral, Manuel Lucena et al. (1998): Historia de Iberoamérica. Tomo III, Historia
contemporánea. Madrid: Ediciones Cátedra, S.A.
Capítulo 11:
Conclusión
11.0. Resumen
En la actualidad, muchos de los cismas políticos que hay se remontan a estos dos
arquetipos partidistas. Las actuales agrupaciones políticas han surgido según esas líneas
divisorias, o al menos como respuestas a sus propuestas políticas, y muchas veces
fracasadas. La tradición del caudillismo se ve en los muchos personalismos que ha
habido y cuya estampa se reconoce en algunos dirigentes latinoamericanos actuales. Es
muy tentador recurrir al ejemplo de la Venezuela actual, donde el país se ve sumido en
una crisis justamente por las actitudes polarizadas que se han asumido frente a Hugo
Chávez.
Después pasamos al estudio detallado de tres países hispanoamericanos para ilustrar los
temas tratados con ejemplos concretos; estudiamos la historia de México desde la
independencia en 1821 hasta el término del período de la Revolución Mexicana en 1920
y la historia de Argentina en el mismo período. Entonces vimos que el desarrollo de las
naciones Estado en estas partes del continente se dio de manera diferente en los dos
países: la nación Estado mexicana es el resultado del desgarrador conflicto de la primera
revolución social del mundo, mientras que en Argentina este desarrollo se dio como
resultado de una fuerte política de argentinización a raíz de la fuerte inmigración europea
a finales del siglo XIX.
La historia de Cuba ha estado marcada por su independencia tardía; fue colonia española
hasta 1898, y luego pasó a ser colonia de EE UU. Este destino llegaría a constituir el
trasfondo de la dinámica histórica evolutiva desde ese año hasta nuestros días: primero
porque Cuba nunca obtuvo una independencia de hecho de EE UU, lo que determinó el
desarrollo económico y político del país hasta 1959, y segundo porque la revolución
castrista se ha definido como la antítesis de lo que había habido antes del año de su
triunfo.
Todo este entramado histórico nos sirvió de base para el breve análisis de los problemas
que se plantean a las democracias latinoamericanas a finales del siglo XX, problemas que
tendrán sus repercusiones también en los albores del siglo XXI; de esta guisa al lector se
le deja la iniciativa de seguir observando la evolución histórica del continente.
Así se ve que los problemas ante los que se encuentran las emergentes democracias
latinoamericanas no se pueden solucionar hasta que el continente no se zafe de estas
trabas que le han supuesto sus venas abiertas, según la definición de Eduardo Galeano.
AMÉRICA
Letra y música: Miguel Gallardo, 1988, PolyGram Discos, S.A.
América, América.
América, América.
y tu risa se apaga.
América, América.
América, América.
América.
América, América.