Historiadores presentes Los Annales rechazaban a toda filosofía de la de historia. B y F lo quieran o no, son portadores de una concepción de la historia, de una filosofía de esta. Febvre es un ferviente socialista, y militante político, pero cuando comenzó a tener poder como profesor, solo combatiría por la historia, dejando a un lado la lucha política. F en el momento de la creacion de Annales, no esta ya comprometido en el plano politico, no sucede igual con cierto número de colaboradores de la revista. En cuanto a Bloch fue un hombre que unio reflexion con accion, este mismo compromiso total le costó la vida en 1944. B se oponia a continuar la publicacion de la revista, que solo puede hacerse respetando las condiciones de la autoridad nazis de ocupacion: una direcccion de la revista por franceses sin ascendencia judia. Esta no es la opinion de F, quien queria que la revista continue, y continua con una modificacion en el nombre y con Febvre como director. B sigio escribiendo bajo un seudonimo. B rechaza marcharse como muchos otros intelectuales a la New School americana, que le invita a huir del nazismo, y por el contrario, en 1943 se comprometo con la resistencia activa contra el ocupante en la region. Annales falto a su mision historica que debe esclarecer, ayudar a comprender los fenomenos contemporaneos. Pese a que el fenomeno stalinista ya era conocido, Annales continúo alabando el Estado totalitario estaliniano,pero descuido, y esto es aun mas grave, los fenomenos fascista y nazi. Esta laguna del discurso “analista” por parte de una revista que se quiere progresista, es particularmente significativa y deriva tambien de su negacion de lo politico. Entre las inteciones de B resalta una cierta autocritica del grupo Annales, el cuestiona el fatalismo del discurso de Annales que privilegia el juego de fuerzas marxistas y niega el papel de los individuos, de los compromisos, desviandose tanto a la accion individual como de la colectiva. Si la sensibilidad de izquierda dominaba en el periodo de entreguerras en el grupo Annales, por por ello se debe pensar que se trata de un nido de intelectuales marxistas como han creido algunos. Numerosos conceptos estan proximos al marxismo, pero la historiografia marxista es a la vez una rival y una precursora del paradigma de Annales. El grupo tomo numerosas orientaciones de un marxismo difuso, mal conocido por sus iniciadores, para resistir mejor a la eficacia del materialismo historico, en tanto que este último pretendia ser una historia global. Febvre ve el el discurso marxista tanto una concepcion tan voluntarista y factual como la h tradicional, como una forma de espiritualismo economico. B y F tienen en comun con el pensamiento de Marx la voluntad totalizadora y globalizadora de abrazar lo real. En la derecha el discurso Historisista, en la izquierda el discurso marxista, el grupo de Annales ofrece una tercera via, ocupa una posicion central, ideal para su extrategia de poder. El discurso de Annales es un discurso de ruptura con la historia tradicional, innova y constituye lo que de hecho es una revolucion historiografica. La interrogacion sobre el pasado a partir del presente tiene para Annales un valor heuristico. La historia es “una respuesta a las cuestiones que el hombre de hoy se plantea por necesidad”. A partir de este valor heuristico del presente, Annales define una concepcion relativista del discurso historico, puesto que la historia esta inmersa en su tiempo, atrapada por los problemas del presente, de ahí resulta una contruccion del tiempo historico. Bloch rechaza la definicion reductora de la h como ciencia del pasado, propone fuertemente un acercamiento retrospectivo. Para Annales el pasado es, pues, consustancial al presente, y Bloch se permite oponer el oficio de anticurio encerrado en el culto al pasado al del historiador que profesa el gusto de mirar todo lo que lo rodea. La preocupacion por los problemas contemponraneos es omnipresente en la Revista Annales. Banqueros y financieros escriben en Annales y refuerzan asi la tendencia de la revista. Annales responde a la necesidad de un poder que no puede contentarse, en la postguerra, con la legitimacion parlamentaria, sino que tiene necesidad de tecnicos y de especialistas para asentar más solidamente, mas cientificamente, una politica en la realidad de las cosas.