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Hablemos sobre la Psicodermatosis

 Martes, 22 Noviembre 2016 19:43


 Dr. Juan Miguel Familia

La piel es un órgano extensivo que habla de lo que hay debajo de ella, de modo que es
un reflejo de salud y bienstar físico y emocional. La estrecha relación entre piel y mente
ha dado lugar al término PSICODERMATOSIS, que se refiere a aquel padecimiento
cutáneo que surge a consecuencia de alteraciones emocionales o psicológicas.

Violencia, desempleo, miedo, vergüenza, ansiedad, período de exámenes y crisis


personales son desencadenantes de estas entidades. El estrés, como entidad
psicológica, es un factor que precipita la aparición de muchas entidades
dermatológicas, mientras que la depresión es una patología de índole psiquiátrico que
se expresa con numerosas manifestaciones cutáneas.

Dentro de las dermatosis relacionadas con el estrés y la ansiedad podemos mencionar:


La dermatitis seborreica, psoriasis, alopecia areata, dermatitis atópica, excoriaciones
neuróticas, liquen simple crónico, urticaria, rosácea, acné, vitiligo, hiperhidrosis,
herpes, entre otras.

Dermatitis seborreica (caspa):

Es una enfermedad eritematoescamosa, inflamatoria y de larga evolución. Puede estar


localizada, con afección de piel cabelluda, cara, tórax, axilas e inglés o bien,
generalizada. Se presenta en todos los grupos etarios y es común en pacientes con
inmunodeficiencia y enfermedad de Parkinson.

Se ha reconocido que los episodios de dermatitis seborreica son precipitados por la


tensión, pues generalmente se asocia con episodios agudos de estrés o agudización de
estrés crónico. Se ha demostrado que la depresión está relacionada con las lesiones
seborreicas de la cara, mientras que la ansiedad es percibida como un factor que
agrava la dermatitis seborreica de piel cabelluda. Además se ha observado que la
calidad de vida en pacientes con dermatitis seborreica está discretamente deteriorada.

Alopecia areata:

Es una enfermedad crónica que afecta el folículo piloso, puede aparecer a cualquier
edad y no tiene predisposición por sexo o raza. Se distingue por áreas alopécicas que
la mayor parte de las veces son reversibles. Sin embargo, existen formas muy crónicas
y resistentes al tratamiento. Esta causa gran repercusión psicosocial y puede ser el
reflejo de otros trastornos de origen autoinmunitario.

Existen factores ambientales que han contribuido a la aparición de la alopecia areata.


De estos, el estrés es el principal estimulante, a través de la expresión de citocinas
proinflamatorias; sin embargo, la mayor parte de las veces, los estados de estrés
relacionados con la alopecia areata se consideran de tipo agudo (infecciones, cirugías,
pérdidas familiares, etc.) porque los mismos pacientes pueden relacionar el inicio del
padecimiento con alguna situación negativa en su vida.

Psoriasis:

La psoriasis es una enfermedad que afecta a ambos sexos. Su inicio suele ser posterior
a la pubertad, siendo muy raro antes de los dos años de edad. Las lesiones son pápulas
y placas eritemato-descamitivas muy bien definidas. El rascado de las escamas da lugar
a unos pequeños puntos sangrantes. Las lesiones muchas veces son pruriginosas.
Cualquier traumatismo o irritación de la piel puede dar lugar a la aparición de lesiones
de psoriasis.

La psoriasis es una enfermedad crónica que generalmente cursa con remisiones y


exacerbaciones. Tiene una considerable influencia en la calidad de vida de los
pacientes. Junto con los tratamientos dermatológicos, muchos pacientes y sus
familiares precisan de apoyo psicológico.

Tricotilomanía:
La tricotilomanía o alopecia neuromecánica es la urgencia irresistible de arrancarse el
pelo, y se define como el arrancamiento repetitivo del cabello que provoca zonas de
alopecia. El arrancamiento del pelo puede ser un síntoma de varios padecimientos:
hábito temporal leve, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de la personalidad
(limítrofe e histriónico), trastorno dismórfico corporal, retraso mental, esquizofrenia y
depresión.

Las causas de tricotilomanía son motivo de discusión. Hay explicaciones que sugieren
que es una respuesta a una pérdida o separación de la infancia. Las madres de los
pacientes suelen ser hipercríticas o ejercer rechazo hacia ellos, los padres son pasivos
y emocionalmente sin carácter. Algunos casos se consideran un hábito de conducta
similar a chuparse el pulgar o comerse las uñas. Son pacientes con altos niveles de
ansiedad.

Delirio de parasitosis:

El delirio de parasitosis o síndrome de Ekbom, es un padecimiento relativamente


frecuente en la consulta dermatológica, ya que representa un cinco por ciento de todos
los pacientes atendidos. Se considera un trastorno psiquiátrico primario, en el cual el
paciente cree estar infestado por insecto, gusanos o piojos que habitan y dañan su piel.

En la idea delirante de infestación de la piel, el paciente cree que algunos organismos


se arrastran por su piel o anidan en ella. En ocasiones describe gráficamente lo que
podría considerarse alucinaciones visuales o una proyección vívida de la ideación.

Las sensaciones corporales internas son erróneamente interpretadas como evidencia


inequívoca de la actividad del parásito. Es muy frecuente que el paciente se presente a
consulta con un frasco, una caja de cerrillos o un pedazo de papel o plástico con
fragmentos de piel, principalmente escamas y/o tabaco, insistiendo que son los
parásitos que tiene en la piel.

Dermatitis facticia

La dermatitis facticia o artefacto es el cuadro dermatológico que se distingue por


lesiones que el paciente se causa en la piel y que él niega hacerse. Esta puede
manifestarse con una gran variedad de formas clínicas, que dependen del método
utilizado para realizar la autolesión. Para definir esta enfermedad entre las dermatosis
autoprovocadas son importantes dos características: 1) la ausencia de un motivo
racional que la explique, y 2) la negación del paciente sobre su responsabilidad en la
génesis de la dermatosis.

Para poder determinar este diagnóstico hay que tener en cuenta la naturaleza de la
lesión, las circunstancias que rodean su aparición y la personalidad del paciente. Como
la dermatitis facticia es una expresión somática de una enfermedad mental
extremadamente grave, muchas veces desconocida por el paciente, es importante que
se proporcione tratamiento interdisciplinario entre dermatología y psiquiatría.

Dismorfofobia o Trastorno dismórfico corporal

El trastorno dismórfico corporal puede definirse como una preocupación excesiva por
«un defecto corporal» inexistente o de escasa entidad. Esta preocupación es
exagerada, produce malestar e interfiere gravemente en la vida cotidiana del sujeto,
dificultando las relaciones interpersonales.
Las personas con este trastorno, que se adhieren tozudamente a una apreciación no
compartida por la mayoría de la gente, tienen miedo a que los demás se den cuenta del
supuesto defecto físico, muestran sentimientos de culpa y vergüenza, se preocupan de
modo repetitivo, sobrevalorado o delirante, evitan las situaciones sociales y la
exposición del cuerpo, tienen rituales y solicitan tratamiento médico y cosmético de
forma reiterada.

Entre las preocupaciones más frecuentes figuran los defectos faciales (referidos a la
nariz, la piel, el pelo, etc.), la estructura física y los olores corporales. Hay algunas que
son más específicas de cada sexo, como la preocupación por la forma o el tamaño de
las mamas, en el caso de las mujeres, o la preocupación por el tamaño del pene, en los
hombres.

En cuanto al tratamiento, el más adecuado son las terapias combinadas


con psicoterapia más farmacoterapia. El tratamiento psiquiátrico para estos pacientes
es difícil, pero con terapia y/o medicación, incluso los que aceptan que el problema está
en su mente y no en su cuerpo, se pueden recuperar.

Dr. Juan Miguel Familia

Médico dermatólogo/Cirujano dermatólogo

Centro Vida y Familia Ana Simó

Imagen tomada de: www.medicinayprevencion.com

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