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EL DIARIO DE CLASE ...

UN DIARIO PARA LA VIDA


Catarina Goldoni Ruiz

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Introducción fundamentan el «Taller», nos permiten concebir el
proceso de conocimiento como un proceso de
as reflexiones que presento en estas apropiación por parte del sujeto de su cotidiani-
notas, constituyen el resultado de la dad, donde los conceptos científicos le permiten
experiencia de trabajo con diferentes desarrollar diferentes niveles lógicos, modificando
grupos de estudiantes en el curso ta- y replanteando los conceptos que espontáneamen-
liiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiir lIer: «La comunicación como proceso te ha elaborado en su práctica de vida ordinaria.
de conocimiento de la actualidad social» (en ade- Desde el punto de vista psicológico, los
lante «Taller»). Asimismo, representa el esfuerzo estudios acerca del desarrollo de los procesos
de reflexión e indagación, en el contexto del «Pro- cognitivos nos señalan que, «las funciones menta-
yecto Evaluación y Estímulo Académico», para les (las específicamente humanas) del individuo
confrontar, los problemas detectados en el devenir tienen sus orígenes en la actividad social» (Wertsch,
en el aula, con los aportes en el campo de la teoría 1993: 138), destacando por tanto como elemento
educativa. fundamental de tal desarrollo, la calidad de las
El propósito consiste en explorar modalida- interacciones.
des de trabajo que propicien una participación de De manera que, la concepción epistemológi-
los sujetos de aprendizaje en los procesos ca y psicológica que sustenta el «Taller», permite
de conocimiento, centrando el énfasis comprender y asumir la actividad educativa y la
en la construcción más que en la enseñanza escolarizada, como formas a través
transmisión de conocimiento ela- de las cuales nos apropiamos de la cultura y de la
borado. experiencia histórico-social
El interés radica en de la humanidad.
crear y recrear técnicas y Las exigencias teó-
recu rsos de apoyo al pro- ricas y metodológicas
ceso del conocer, para que se desprenden de
permitir al estudiante los supuestos anterio-
confrontar su proce- res, nos han permitido
so de transformación, perfilar una concepción
con los otros estu- del proceso educativo
diantes y con el profe- y del proceso de apren-
sor. Confrontación que ha dizaje, como procesos
de atender e incorporar lo de independización y
propio de la experiencia aca- potenciación personal y
démica, así como integrar sus social de los sujetos en
experiencias de vida como ellos involucrados. Lo cual
miembro de una familia, comuni- les ha de permitir participar
dad, etnia, su actividad laboral, etc. en las distintas esferas de la
Los supuestos epistemológicos que vida cotidiana en condiciones

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de interrogarla, ya partir de allí, propiciar procesos de los autores estudiados y cuyos planteamientos
que faciliten las transformaciones que correspon- y escritos fueron retomados por diversos investi-
den a sus propias fuerzas históricas. gadores desde la década del 50, propone como
Lo anterior nos ha planteado diversas inte- tesis básica que «la actividad humana (tanto en el
rrogantes acerca de cómo tenemos que estructu- plano in terpsicológico cuanto en el plano intrapsi-
rar las actividades en el Aula-Taller y cuáles son cológico) solo puede ser enrendida si se toman en
los recursos didácticos y evaluativos que hagan cuenta los instrumentos técnicos y los instrumen-
viables tales concepciones. tos psicológicos o signos que median esa activi-
La búsqueda de recursos e instrumentos de dad. Esas formas de mediación constituyen el
trabajo acordes con los supuestos teórico-meto- factor fundamental que la configura y define»
dológicos del «Taller», han permitido desarrollar (Wertsch, 1993: 139). Las indagaciones de Vygots-
iniciativas como EL DIARIO DE CLASE, concebi- ky en lo sociocultural lo llevan a enfatizar el lengua-
do como UN DIARIO PARA LA VIDA. Experiencia je como un elemento fundamental en el desarrollo
que ha abierto exigencias de cambio, particular- humano y, por tanto, en los procesos educativos
mente en lo que se refiere al sistema relacional formales y no formales. El lenguaje para este
denominado «Aula» y en cuanto a la concepción autor, constituye una herramienta sustantiva que
de evaluación que permita que el proceso cogniti- permite a las personas interactuar y transformar
vo sea confrontado para su evaluación desde la su actividad.
perspectiva del sujeto de aprendizaje. Con base en estas proposiciones, poner en
EL DIARIO DE CLASE como recurso didác- práctica la realización de EL DIARIO DE CLASE,
tico, al posibilitar la participación de los sujetos de constituye una oportunidad para que el estudiante
aprendizaje, exige y amerita reflexionar acerca de ejercite «el lenguaje como actividad comunicativa
las relaciones entre profesores y estudiantes, así o habla, y no como sistema separado de su ~o»
como explicitar la lógica que subyace al sistema de (Wertsch, 1993: 140). De esta manera centrare-
relaciones que constituyen y definen el «Aula». De mos la atención en el modo en que el habla se
este modo, será posible crear contextos de inte- interrelaciona con otros aspectos de la actividad
racción significativos que estimulen y potencien el social e individual, abriendo nuevas posibilidades
desarrollo personal y social de los sujetos involu- y alcances a la actividad comunicativa.
crados en ese sistema relacional. EL DIARIO DE CLASE, asumido como un
Por otro lado, EL DIARIO DE CLASE como DIARIO PARA LA VIDA, posibilita al estudiante
recurso evaluativo, posibilita hacer de la evalua- para que progresivamente tome conciencia de las
ción un proceso permanente, que estimule e im- formas de mediación que ha ido incorporando a lo
pulse los procesos cognitivos y el aprendizaje largo de su experiencia de vida, de los contenidos
significativo. de esas formas de mediación y pueda así objetivar
«la trama subyacente en cuyo seno se produce el
EL DIARIO DE CLASE: algunos alcances desarrollo conceptual» (Wertsch, 1993:141).
teóricos
¿Qué es EL DIARIO DE CLASE?

D
iversos autores, quienes se han preocupa-

E
do por estudiar los problemas vinculados al s una actividad de escritura én donde el
desarrollo de los procesos cognitivos (aten- estudiante se apropia poco a poco de su
ción voluntaria, memoria lógica, desarrollo con- proceso de conocimiento, en tanto él tiene
ceptual, desarrollo de la volición, pensamiento, total libertad para escoger qué es lo que quiere
lenguaje, etc.) y la incidencia de la educación decir o expresar para recuperar las vivencias, el
escolarizada en los mismos, señalan la importan- análisis y los diálogos desarrollados en clase,
cia de tener presente que las funciones mentales acorde con lo que para él resulta significativo.
superiores están mediadas por instrumentos y Significatividad que refiere esa experiencia parti-
signos. cular en el aula, con el contexto más amplio
En este sentido, Vygotsky (1896-1934), uno (social, cultural e histórico), en el cual el estudiante

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construye su identidad personal y social. Asimis- uno de los autores consultados, hace referencia
mo,' el grado de significatividad se va modificando explícita a EL DIARIO DE CLASE como un recurso
conforme el estudiante va desarrollando la capaci- de evaluación integral y cuyas reflexiones sobre
dad de discriminar, relacionar y seleccionar, es los alcances del mismo compartimos. Particular-
decir, conforme desarrolla y profundiza su juicio mente nos parece que este recurso propicia una
crítico. serie de condiciones que permiten hacer del pro-
Es un recurso que posibilita el desarrollo ceso de aprendizaje un proceso «que conduce a
conceptual, dado que exige discriminar, constitu- un cambio en el significado de la experiencia»
ye los conceptos claves a partir de los cuales, (Novak y Gowin, 1988: 13).
recuperar y reconstruir los temas básicos aborda- Para evaluar esta actividad, es importante
dos en las sesiones de trabajo. que el docente tome en cuenta el esfuerzo realiza-
EL DIARIO DE CLASE, permite al estudian- do para escribir, el tiempo empleado, la constancia
te centrar la atención en los procesos que median en la realización de esta tarea, además de aspec-
el logro de un resultado, más que en el producto tos como la seguridad, la estima personal, la
final y, por tanto, aprende a no quedarse en la mera capacidad para expresar ideas, la coherencia y
repetición de lo dicho por el profesor o lo planteado pertinencia de ejemplos y relaciones, la incorpora-
por el autor de un texto, valorando los aportes ción de los aportes de ideas, las opiniones y los
personales y los de sus compañeros. Es decir, conceptos expresados por los otros miembros del
facilita la internalización de los procesos cogniti- grupo.
vos mediante la comprensión de lo que el sujeto Tal como señala Urdaneta, EL DIARIO DE
hace, piensa, desea y propicia la asimilación teó- CLASE permite, tanto a estudiantes como a do-
rica requerida para los procesos de síntesis. centes, desarrollar un pensamiento crítico particu-
EL DIARIO DE CLASE constituye un puente larmente hacia el lenguaje y los alcances de la
cognitivo que permite un enlace entre una sesión expresión oral y escrita en el proceso de aprendi-
y la siguiente, dado que en el «Taller», el trabajo se zaje. Facilita el cuestionamiento de lo que hace-
inicia con la lectura de unos tres o cuatro diarios. mos y/o dejamos de hacer, asimismo, pone en
Realizada la puesta en común se abre un período evidencia las diversas formas en que cada uno
de intervenciones, para hacer colectivamente el logra resultados comunes.
análisis y la evaluación de lo propuesto como EL DIARIO DE CLASE demuestra ser un
síntesis del trabajo. Es común encontrar en esos recurso de fundamental importancia para la con-
primeros ensayos escritos un carácter más des- creción de la evaluación como proceso permanen-
criptivo que analítico e integrador, no obstante, te y donde el estudiante tiene la posibilidad de ser
conforme avanza el proceso de aprendizaje se va realmente sujeto del proceso educativo, en tanto,
apreciando el cambio cualitativo que implica una la síntesis integradora que en él realiza, le permite
síntesis integradora, así como el manejo concep- ir descubriendo y valorando su capacidad para
tual que se va operando con la incorporación del «dar sentido a los hechos y objetos que constitu-
instrumental teórico-metodológico que el «Taller» yen su experiencia en el mundo» (Novak y Gowin,
propone y requiere. 1988: 117).

El docente: un agente potenciador de la El aula como sistema relacional. Una re-


participación flexión crítica

E E
n el empleo de este recurso didáctico y L DIARIO DE CLASE, según hemos apun-
evaluativo, el docente se constituye en un tado, es un instrumento que posibilita cons-
guía y orientador en caso de duda y es truir y reconstruir los procesos que se desa-
importante que trate de diferir su criterio, para rrollan en las actividades de aprendizaje, así como
potenciar seguridad en el trabajo que realiza el confrontar los significados a ellos atribuidos desde
estudiante. la perspectiva del sujeto que lo elabora.
Ladimiro Urdaneta, educador venezolano y En nuestra experiencia en el «aula» hemos

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podido comprobar diferencias en la participación
(diferencias en lo conceptual yen los conocimien-
tos adquiridos) mediadas por la procedencia geo-
gráfica, la condición económica y el acervo cultu-
ral. Diferencias que en el caso del «Taller», dados
sus supuestos epistemológicos y pedagógicos, no
pueden pasar desapercibidas, por el contrario,
debemos partir de esas realidades diversas para
enriquecer los significados a negociar y facilitar la
integración entre el aprendizaje de los conceptos
científicos y los conceptos cotidianos y espontá-
neos.
Los alcances y las posibilidades que abre el
empleo de EL DIARIO DE CLASE, asimismo con-
siderando las diferencias cognitivas y contextua-
les de los participantes en el «Taller», se hace
necesario contar con un contexto relacional, en el
cual los sujetos de aprendizaje participen en con- por la experiencia educativa propia y la de otros
diciones de igualdad y en donde se valoren las estudiantes, a quienes interroga, asimismo, incor-
experiencias de cada quien según sus particulari- porando el bagaje de conocimientos y experien-
dades personales, sociales y culturales. Un clima cias de vida, en tanto es sujeto de conocimiento y
de respeto e igualdad, que posibilite la negocia- partícipe de una práctica social determinada.
ción de significados y el cuestionamiento de lo que Analíticamente es importante poner aten-
los media y matiza, requiere de una reflexión ción al hecho de que en estos primeros encuen-
acerca de las relaciones entre profesores y estu- tros, el estudiante centra su interés inmediato en
diantes, así como de los supuestos que subyacen indagar qué debe hacer para aprobar el curso,
en nuestras actitudes básicas en el aula. cuántos exámenes, trabajos escritos, exposicio-
nes deberá rendir, reduciendo la evaluación al
Armonía en lo diverso y heterogéneo cumplimiento de esos requisitos y a la cuantifica-
ción numérica que representa la nota. Dejando en

P odríamos iniciar esta reflexión interrogán-


donos cómo es que comúnmente nos acer-
camos al «aula" profesores y estudiantes,
cuáles son nuestras expectativas e intereses y
un plano secundario los propósitos e intencionali-
dades del curso, así como su fundamentación
epistemológica y metodológica.
Estas formas distintas de acercarse al «aula»
cómo las conciliamos si es que lo hacemos. por parte de quienes van a ser los actores y
El profesor o docente cuando se dirige al protagonistas de lo que en ella suceda, estas
«aula» por primera vez, lo hace con la certeza y la ideas, certezas e intereses evidencian que bajo la
convicción de que lo previsto y planificado por él al aparente uniformidad que observamos en un sa-
preparar el curso es lo que el estudiante requiere lón de clase: un profesor que enseña y un conjunto
para ascender en la espiral del conocimiento. de alumnos que aprende, se esconde la diversi-
Dado lo anterior, procede a presentar el programa, dad y la heterogeneidad como resultado de expe-
expone los objetivos, los contenidos y las activida- riencias, vivencias y elaboraciones conceptuales-
des, etc., es decir, explicita toda la secuencia de particulares, que cada sujeto ha ido configurando
experiencias que permitan alcanzar «la eficiencia en el devenir de sus cortas o largas vidas. Diversi-
social» (Ruiz, 1992: 135). dad y heterogeneidad se constituyen así en carac-
El otro componente de este sistema relacio- terísticas de un salón de clase que deben ser
nal que se comienza a configurar es: el estudiante, privilegiadas e incorporadas en las actividades a
quien se acerca al aula con ciertas ideas y actitu- realizar, para ser capaces de estructurar relacio-
des hacia el curso y hacia el profesor, mediadas nes contextuales significativas donde se privilegia

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la diferencia, la discrepancia más que propiciar la el ámbito educativo de las interacciones y las
uniformidad. relaciones contextuales, que permitan propiciar
Construir este sistema relacional que deno- procesos de conocimiento y aprendizaje significa-
minamos «aula», trascendiendo los límites de lo tivos. Implica prestar atención a lo vincular, lo
que es un espacio físico hacia un ambiente psíqui- relacional y lo subjetivo que ocurre en el aula y su
co-afectivo que integre y faculte una educación contexto más amplio, la práctica social y la expe-
para la vida, intencionalidad básica en el «Taller», riencia cotidiana, que permita recuperar la capaci-
supone partir del hecho de que llegamos a ese dad reflexiva de las ciencias.
espacio con conocimientos y experiencias pre- «Las ciencias enseñan hoy un saber-hacer
vias, tanto estudiantes como profesores. que consiste en el poder de disponer de la reali-
Surgen aquí algunas interrogantes, que dad. Pero este saber-hacer nada tiene que ver con
ameritan ciertas acciones y determinaciones para el saber-vivir y el saber-actuar de quienes lo alcan-
afrontar esta realidad. La primera de las interro- zan. Ambos órdenes se han separado. Y por eso
gantes se propone dilucidar cuán conscientes se puede llegar a ser un excelente jurista, demó-
somos los profesores de esta situación; la otra y no grafo o profesor, en términos profesionales de un
menos importante se refiere a si los conocimientos saber-hacer, pero al mismo tiempo ser "una cala-
previos de los estudiantes han de ser tomados en midadcomopersona"» (Ruiz, 1992: 147).
cuenta para reformular y adecuar lo previsto y He aquí, un punto de partida que nos exige
planificado previamente, o bien, el programa se una relación diferente y una perspectiva más am-
desarrolla, considerando a los estudiantes tábulas plia, para comprender los elementos que mediati-
rasas. zan las actividades de aprendizaje y las posibilida-
Otras interrogantes que se nos plantean des de desarrollo cognitivo de los involucrados en
tienen que ver con las posibles soluciones. ¿Se la práctica educativa. Punto de partida que nos
resolverá este problema con un diagnóstico de faculte, para propiciar procesos relacionales que
entrada, en el cual mediante unas cuantas pregun- garanticen la diversidad, la heterogeneidad y el
tas, el profesor indaga el nivel de conocimiento cambio en el salón de clase.
que poseen los estudiantes sobre temas o conte-
nidos del programa?, o bien, ¿tendremos que La evaluación: recurso fundamental para
interrogarnos acerca de las representaciones el cambio en el aula
mentales, las configuraciones cognitivas y los

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modelos conceptuales, así como los significados n este esfuerzo por crear contextos relacio-
. particulares que les atribuyen los estudiantes? nales significativos para los sujetos de apren-
El problema planteado exige generar un dizaje, así como el empleo de recursos
proceso de explicitación de tales representacio- didácticos como EL DIARIO DE CLASE, abordar
nes mentales y del grado o nivel de desarrollo la reflexión sobre la evaluación, adquiere un signi-
cognitivo, cuyo énfasis tiene que conducir a ficado fundamental.
preocuparnos no tanto de los procesos psicológi- Evaluar tiene que constituirse en una estra-
cos en sí, como de su significado y contenido. tegia para observar cómo se involucran los sujetos
Algunos autores llaman la atención en ese sentido en el proceso de aprendizaje, establecer su pro-
y nos dicen que en relación con «la percepción, la greso y, además, tomar decisiones que permitan
memoria, la motivación, el pensamiento yaprendi- rectificar o cambiar el ritmo de las actividades
zaje, tenemos que preocuparnos por su conteni- propuestas. Proceso de confrontación que debe
do: aquello que se percibe, se desea, se teme, se hacerse en el marco de los objetivos y las finalida-
piensa, o se adquiere como conocimientos y el des que corresponden con el proceso de forma-
modo en que la naturaleza de este material psicoló- ción educativo general, el cual busca atender las
gico cambia según la exposición de la persona al exigencias socionaturales y culturales en que vivi-
ambiente y su interacción con él» (Bronfenbrenner, mos, actuamos y nos proyectamos a futuro.
1987: 29). Como señalamos en párrafos anteriores, la
Se perfila aquí claramente la importancia en importancia y significación de las interacciones,

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los contextos y el elemento mediador que es el y «apreciar» las tendencias de su proceso de
lenguaje, es preciso incorporar en las estrategias aprendizaje y el nivel de conocimiento alcanzado.
e instrumentos de evaluación aspectos como «la Lo importante en este replanteamiento del
espontaneidad, la imaginación, las preguntas rea- significado y papel de la evaluación, es que en la
lizadas por los estudiantes, las investigaciones medida que se asuma como proceso permanente,
llevadas a cabo por los mismos, la expresión, el cuya función general es el reconocimiento de
conocimiento previo y algunos otros aspectos que logros y obstáculos en el proceso de enseñanza-
pudieran ser considerados como subjetivos pero aprendizaje, se constituye en la posibilidad real de
que sin duda, no serían más subjetivos que la facilitar la apropiación por parte del sujeto de su
selección caprichosa de pre- proceso cognoscitivo. Por tan-
guntas sobre ciertos tópicos to, no puede ser realizada al
previamente seleccionadas por final, para sancionar y castigar,
el docente, en una forma com- ni como momentos aislados
pletamente arbitraria» (Urda- para evaluar una parte del pro-
neta, 1992: 101). ceso de aprendizaje, sino como
En este sentido, el autor una actividad permanente que
citado nos dice que «evaluar garantice el cambio y la supera-
es estimar y apreciar el empe- ción cualitativa de los sujetos.
ño con que un alumno realiza El proceso de evaluación,
sus tareas», y si el salón de y la actividad específica de va-
clase se nos presenta integra- lorar el proceso de trabajo den-
do por un conjunto de sujetos tro de este replanteamiento, no
quienes se caracterizan por la puede recaer sólo en el profe-
diversidad de experiencias, sor, sino que debe asumirse
percepciones, expectativas y con responsabilidad también
conocimientos, la evaluación por el estudiante.
tiene que corresponder con Crear espacios para la
esas características y condi- autoevaluación, donde el estu-
ciones, para construir un espa- diante aprenda a percibir y, por
cio de trabajo, en el cual se respete y valore a cada tanto, aprenda a valorar sus progresos y/o limitacio-
persona en cuanto tal, y poder así apreciar y nes, constituye una posibilidad para desarrollar com-
estimar las particularidades en el desempeño de promiso y responsabilidad.
tareas y actividades de cada sujeto de aprendizaje. En síntesis, la experiencia de trabajo en el
Lo anterior significa que no podemos em- «Taller», nos ha permitido ir creando condiciones
plear fórmulas preestablecidas, sino que tendre- objetivas y subjetivas en el «Aula», que posibilitan
mos que organizar el proceso de trabajo en el aula, un cambio cualitativo y significativo, particular-
de modo que los estudiantes participen en la mente con recursos como EL DIARIO DE CLASE,
definición de posibles actividades, para realizar un que potencian el desarrollo cognitivo, volitivo y
tipo de evaluación más amplia y significativa. emotivo de los estudiantes.
Al docente le corresponde planificar, en el Además, EL DIARIO DE CLASE posibilita
sentido de organizar coherentemente, observar y una evaluación más justa e integral, replanteando
diagnosticar para confrontar según una opción la dimensión relacional profesores-estudiantes para
teórica, cómo se va desarrollando el proceso y abrir espacios de libertad, imaginación y creativi-
aportar criterios orientadores a los estudiantes, de dad en el trabajo académico.
manera que se les dé la oportunidad de «juzgar»

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ción: análisis y propuestas». En: Estudios Sociales
n2 71. Chile. 1992.
BIBLlOGRAFIA
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Atria, Raúl. «La educación superior desde el mundo de la ducción a la epistemología. DEI. Costa Rica. 1988.
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