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1.

DOLOR

Según el diccionario de la Real Academia: es la sensación molesta y aflictiva de una parte


del cuerpo por causa interior o exterior.
DOLOR AGUDO:

Aquel causado por estímulos nocivos desencadenadospor heridas o enfermedades de la piel,


estructuras somáticas profundas o vísceras. También puede deberse a una función anormalde
músculos o vísceras que no necesariamente produce daño tisular efectivo, aun cuando su
prolongación podría hacerlo. Si bien los factores psicológicos tienen una importantísima influencia
en la manera en que se experimenta el dolor agudo, con raras excepciones éste no obedece a
causas psicopatológicas o ambientales. Esto contrasta con el dolor crónico, en el que estos
factores juegan un papel principal. El dolor agudo asociado a una enfermedad previene al
individuo de que algo anda mal. En algunos casos, el dolor limita la actividad, previniendo un daño
mayor o ayudando a la curación. Sin embargo, el dolor agudo persistente e intenso puede ser
deletéreo en sí mismo, con efectos potencialmente dañinos que se manifiestan con una respuesta
neuroendocrina generalizada y a nivel de diversos sistemas.

DOLOR CRÓNICO:

La persistencia del estímulo, de la enfermedad, o de ciertas condiciones fisiopatológicas, puede


conducir al establecimiento de un dolor crónico. Bonica lo define como aquel dolor que persiste
por más de un mes después del curso habitual de una enfermedad aguda o del tiempo razonable
para que sane una herida, o aquel asociado a un proceso patológico crónico que causa dolor
continuo o recurrente. El dolor crónico tiene efectos fisiológicos, psicológicos y conductuales
sobre el paciente y su familia, además de un costo social enorme. Podría decirse que mientras el
dolor agudo es un síntoma de una enfermedad o traumatismo, el dolor crónico constituye una
enfermedad en sí mismo. La mayoría de los pacientes con dolor crónico no manifiestan las
respuestas autonómicas y el patrón neuroendocrino característicosdel dolor agudo, a menos que
existan exacerbaciones. Cuando el dolor es continuo o casi continuo, la respuesta se extingue,
apareciendo diversos cambios, muchos de ellos desencadenados por la inactividad que se observa
frecuentemente en los pacientes con dolor crónico. Hay pérdida de masa y de coordinación
musculares, osteoporosis, fibrosis y rigidez articular.

DOLOR SOMÁTICO:

Es aquel que aparece cuando un estímulo potencialmente dañino para la integridad física excita
los receptores nociceptivos. Estrictamente, debiera incluir el dolor originado en cualquier parte del
cuerpo que no sean nervios o sistema nervioso central; sin embargo, frecuentemente se habla de
dolor somático propiamente tal cuando los receptores están en la piel, msculos o articulaciones, y
de dolor visceral cuando los receptores activados por el estímulo están en una víscera. El dolor
somático es habitualmente bien localizado y el paciente no tiene grandes dificultades en
describirlo. El dolor visceral, encambio, es frecuentemente menos localizado y puede ser referido
a un área cutánea que tiene la misma inervación. Por ejemplo, el estímulo de receptores en el
miocardio activa aferentes viscerales que terminan en los cuatro primeros segmentos medulares
torácicos; esta información converge sobre la misma neurona que recibe los estímulos cutáneos,
por lo que el dolor es referido muchas veces al hombro y brazo izquierdos. La activación crónica de
estos elementos puede evocar dolor referido, efectos simpáticos locales, contracciones
musculares segmentarias y cambios posturales.

DOLOR NEUROPÁTICO:

Es el que resulta de lesiones o alteraciones crónicas en vías nerviosas periféricas o centrales.


Puede desarrollarse y persistir en ausencia de un estímulo nocivo evidente. El paciente
frecuentemente usa términos poco usuales para describirlo, por ser una experiencia nueva. Los
síntomas pueden ser focales o más generalizados. Característicamente, el síntoma se presenta
como una sensación basal dolorosa o quemante (disestesia), con hiperalgesia (respuesta
exagerada) o percepción de un estímulo cualquiera como doloroso (alodinia). Estos términos se
agrupan en el de hiperpatía y son característicos de una hipersensibilidad alterada.

DOLOR PSICOGÉNICO:

Ocurre cuando el paciente describe problemas psicológicos como ansiedad o depresión en


términos de daño tisular, verbalmente o a través de su comportamiento. Si bien el daño puede o
pudo existir, el problema central es la amplificación y distorsión de esos impulsos periféricos por el
estado psicológico.

2. INFLAMACION

La inflamación es la respuesta, del sistema inmunológico de un organismo, al daño


causado a sus células y tejidos vascularizados por patógenos bacterianos y por cualquier
otro agresor de naturaleza biológica, química, física o mecánica. Aunque dolorosa, la
inflamación es, normalmente, una respuesta reparadora; un proceso que implica un
enorme gasto de energía metabólica.

El proceso inflamatorio representa una reacción tisular imprevista ante una agresión, que
incluye: decisiones de puesta en marcha o de cese, basadas en la integración de
secuencias moleculares incitadas por el daño tisular causado por la penetración de
microbios o por la presencia de material extraño exógeno o endógeno; reclutamiento,
instrucción y envío de células; eliminación de microbios, cuerpos extraños y de células
infectadas y/o dañadas; creación de barreras para evitar las metástasis microbianas, y la
reparación del tejido lesionado por la agresión o por la respuesta del huésped.

2.1. TIPOS DE INFLAMACIÓN


2.1.1. INFLAMACIÓN AGUDA

La inflamación aguda surge repentinamente, a menudo en minutos u horas de la lesión, y


progresa bastante rápido hacia la resolución o hacia la inflamación crónica.

La inflamación aguda es caracterizada por la presencia de distintos tipos de efusiones, ya


sea un exudado, un fluido rico en proteínas (peso específico mayor a 1017) que
usualmente contiene células y restos celulares, o un transudado inflamatorio, con un peso
específico menor de 1017.

 INFLAMACIÓN SEROSA

Es caracterizada por la transudación de suero sanguíneo, un claro fluido


albuminoso. Este tipo de inflamación es especialmente común en
cavidades serosas indudablemente porque por las grandes áreas de
superficies bien vascularizadas.

La inflamación serosa también ocurre en los pulmones, como el primer


estadío en ciertas neumonías, en respuesta a varios químicos irritantes
inhalados, o ingeridos que presumiblemente eliminados por los
pulmones.

Ejemplos de inflamación serosa localizada son las vesículas que se


forman en la piel luego de la picadura de un insecto o en quemaduras
de segundo grado; o las vesículas que afectan la mucosa en
enfermedades como fiebre aftosa, estomatitis vesicular y exantema
vesicular.

 INFLAMACIÓN FIBRINOSA

Es caracterizada por un exudado que contiene grandes cantidades de


fibrinógeno que coagula formando fibrina.

La inflamación fibrinosa ocurre principalmente en membranas mucosas


o serosas y es particularmente frecuente en el saco pericárdico.

Aspecto microscópico: la fibrina se adhiere a las superficies que


contacta. La necrosis coagulativa es típica. La cantidad de exudado es
variable.

Aspecto macroscópico: en los primeros estadíos, un aspecto turbio en la


superficie es lo que indica la presencia de exudado fibrinoso, que
luego evoluciona a una llamativa capa blanca borrosa. La capa de
fibrina es a veces densa y fuerte, y entonces se llama pseudomembrana.
En una membrana diftérica, el exudado fibrinoso está tan firmemente
adherido a la superficie que no puede ser removido a menos que sea
extraído junto con la capa superficial de tejido, que queda sangrando.
La difteria del ternero (organismo necrophorus) es una enfermedad que
presenta estas membranas diftéricas.

 INFLAMACIÓN PURULENTA

Es caracterizada por la formación de grandes cantidades de pus. Pus es


un exudado purulento, típicamente un líquido de color y consistencia
cremosa. Su color amarillo cremoso es cambiado hacia el azulado o
verdoso si Pseudomona aeruginosa es la bacteria infectante. La
característica distintiva del pus es la presencia de numerosos PMN
(leucocitos polimorfo nucleares). Estos neutrófilos, junto con las células
necróticas en estado más o menos licuefactivo, y una menor cantidad
de otros constituyentes de exudado inflamatorio, incluyendo suero,
constituyen los ingredientes del pus.

Un absceso es definido como una colecta circunscripta de pus. Cuando


se encuentra bien desarrollado, tiene una pared o cápsula de tejido
fibroso que lo separa de los tejidos adyacentes.

 INFLAMACIÓN HEMORRÁGICA

Es caracterizada por un gran número de eritrocitos que dejan su lecho


normal por diapédesis hacia tejidos cercanos. Con ellos están otros
componentes u otros tipos de exudados.

Ocurre en tejidos con enfermedades como pierna negra, anthrax,


pasteurellosis y púrpura hemorrágica y en general involucra superficies
mucosas. Los pulmones y el estómago (gastritis hemorrágica) también
pueden desarrollar este tipo de inflamación.

 INFLAMACIÓN CATARRAL O MUCOSA

El componente característico de este tipo de inflamación es el exudado


de mucus producido por células epiteliales, ya sea de las glándulas
mucosas que desembocan en las membranas mucosas o en las
glándulas mucosas unicelulares llamadas células caliciformes (goblet
cells). Por esta razón, la presencia de esta inflamación está limitada a las
membranas mucosas.

Aspecto microscópico. Comúnmente, el excesivo mucus es visible de un


color pálido azulado o con líneas grises de mucina pegadas a las
membranas mucosas que lo producen. Puede verse aumentada la
cantidad de células caliciformes, y en algunos casos otro hallazgo
importante es la pérdida por necrosis y descamación de la superficie
epitelial. La hiperemia y presencia de células inflamatorias usualmente
son suficientes para diferenciar esta condición de la descamación post-
mortem del epitelio.

Aspecto macroscópico. La presencia predominante de mucus es


reconocida como un fluido claro, pegajoso que contiene mucina.

Etiologías. Los irritantes que causan este tipo de inflamación son de


corta duración o poco agresivos. Incluyen infecciones virales y
bacterianas de poca virulencia o en sus etapas iniciales, que luego
puede evolucionar hacia un exudado purulento.

Químicos irritantes transitorios causan inflamación mucosa. Formalina


inhalada, cloro, bromo y otros agentes entran en esta categoría, al igual
que antisépticos usados en altas concentraciones sobre membranas
mucosas delicadas. De la misma forma, en el tracto digestivo puede
producirse este tipo de inflamación ante la ingesta de alimentos en mal
estado o irritantes.

Consecuencias. El flujo de mucus protege al lavar y eliminar la sustancia


irritante. Si la causa es removida, el flujo de mucus cesa y la pérdida de
epitelio es rápidamente restaurada. Si el agente continúa su actividad
lesiva, la inflamación parece evolucionar a una especie de
hipersensibilidad e hiperactividad de glándulas mucosas y a un catarro
crónico, especialmente en el tracto respiratorio.

Estas cinco presentaciones completan la lista de inflamaciones agudas


tal cual son usualmente clasificadas. Es evidente que un caso puede
presentar distintas combinaciones de estos tipos de reacciones.

2.1.2. INFLAMACIÓN CRONICA

La inflamación crónica representa el proceso que caracteriza numerosas enfermedades. Al


igual que la inflamación aguda, la inflamación crónica representa una respuesta del
hospedador a un estímulo agresivo. Sin embargo, hay algunas diferencias. En primer lugar
la reacción inflamatoria crónica, más que exudativa, es usualmente productiva o
proliferativa. Las células en el sitio proliferan y producen una matriz que aporta un
soporte estructural (colágeno) y nutritivo (nuevos vasos sanguíneos, angiogénesis) a la
lesión. Muchos de estos cambios representan componentes del proceso de reparación. En
segundo lugar muchos de los estímulos incidentes no son dañinos para los tejidos del
hospedador (muchas de las reacciones inflamatorias crónicas son inducidas más por la
sensibilidad del hospedador hacia el agente incidente que por la lesión tisular inducida por
el agente en cuestión). En tercer lugar, en la mayoría de los casos, la reacción inflamatoria
crónica contiene diferentes células inflamatorias que las que se observan en la
inflamación aguda.
 REACCIÓN INFLAMATORIA CRÓNICA

La inflamación crónica puede surgir en un número específico de


circunstancias. Puede seguir a una reacción inflamatoria aguda de larga
duración (semanas, meses o años). Particularmente cuando el estímulo
incidente es persistente, la inflamación crónica puede coexistir junto
con la inflamación aguda. Si la reacción inflamatoria aguda se repite en
el mismo lugar anatómico, puede dar como resultado una reacción
inflamatoria crónica.

Ciertos ejemplos de reacciones inflamatorias crónicas son


caracterizadas por infiltrados comprenden mayormente linfocitos, las
más notables entre estas son las infecciones virales del sistema nervioso
central. Infiltraciones perivasculares de linfocitos en el cerebro es la
típica y casi siempre única expresión visible de la rabia, enfermedad de
Aujeszky, coriomeningitis linfocítica, encefalomielitis equina y
enfermedad de Teschen. En contraste, un infiltrado consistente casi
exclusivamente de macrófagos son típicos de la Enfermedad de Jhone
en el ganado vacuno, una infección debilitante del tracto intestinal
producida por Mycobacterium paratuberculosis. Ejemplos adicionales
incluyen pododermatitis felina con presencia principalmente de células
plasmáticas. Sin embargo, en la mayoría de los casos de inflamaciones
crónicas una mezcla de estos tipos celulares está presente. De hecho,
como fue mencionado previamente, pueden presentarse
simultáneamente signos de inflamaciones aguda y crónica.

Probablemente el factor más importante en inducir la inflamación


crónica es la naturaleza de la respuesta inmune del hospedador ante
ese estímulo. Si la respuesta es particularmente exuberante o de
prolongada duración, el resultado será seguramente una inflamación
crónica. En estos casos la inflamación crónica surge lentamente, sin
inflamación aguda que la anteceda y, al principio, sin síntomas. Todas
las enfermedades autoinmunes caen en esta categoría. Los linfocitos
usualmente son el principal componente de esta reacción, porque
proveen de especifidad antigénica a los anticuerpos y a reacciones
mediadas por células a nivel tisular.

 INFLAMACIÓN GRANULOMATOSA

Como un tipo de inflamación crónica, la inflamación granulomatosa es


una manifestación de alguna de las más debilitantes enfermedades
crónicas. En el sentido estricto es definida como la inflamación crónica
con presencia de granulomas. Un granuloma es una reacción
inflamatoria focal discreta que compromete predominantemente, pero
no de forma exclusiva, a macrófagos (los cuales se encuentran
organizados o agregados por capas). La activación de los macrófagos en
estas lesiones es un hallazgo universal. L activación implica que nuevas
funciones son adquiridas luego de una estimulación apropiada. De este
modo, los macrófagos que forman un granuloma típicamente son más
eficientes para matar microorganismos intracelulares, y son
productores de secreciones extracelulares, particularmente de
citoquinas y ciertas enzimas degradativas, poseen capacidad fagocítica
mejorada y pueden reconocer y matar células tumorales más
eficientemente.

3. FIEBRE

Se define la fiebre como la temperatura corporal superior a los 38 °C (en latín, febris). En muchos
casos, la fiebre es síntoma de gripe o resfriado. La temperatura puede medirse con un termómetro
adecuado bajo la axila (axilar), en el oído, en el ano (rectal) o bajo la lengua en la boca (bucal).
También hay termómetros que miden la tempertaura directamente en la frente.

El centro regulador de la temperatura en el cerebro controla la regulación térmica del cuerpo


humano. Este centro está situado en el hipotálamo, una parte del diencéfalo y actúa como un
termostato corporal, regulando los mecanismos que permiten mantener la temperatura corporal
en el nivel adecuado.

Los pirógenos, sustancias que provocan un aumento del punto de ajuste del termostato
hipotalámico, inducen un aumento de temperatura, provocando fiebre. Algunos componentes de
las bacterias actúan como pirógenos y, por lo tanto, provocan la fiebre, que constituye así parte
del proceso de defensa natural del cuerpo.

Se pueden distinguir varios tipos de fiebre, como por ejemplo:

 Fiebre continua: fiebre constante durante todo el día durante días o incluso semanas, con
oscilaciones de temperatura inferiores a 1 °C.

 Fiebre remitente: todos los días la temperatura desciende, pero sin llegar a alcanzar la
normalidad, con oscilaciones diarias de temperatura mayores de 1 °C.

 Fiebre intermitente: las oscilaciones diarias de temperatura son más amplias


determinando intervalos febriles intercalados con otros sin fiebre.

 Fiebre que va subiendo poco a poco y se mantiene constante por un largo período,
intercalada con intervalos sin fiebre (fiebre ondulante).

 Fiebre que aparece en cortos periodos y que se intercala con uno o varios días sin fiebre,
por ejemplo, en la malaria (la llamada fiebre cíclica).

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