Sunteți pe pagina 1din 3

VARIEDAD DE TÉCNICAS E INSTRUMENTOS PARA LA EVALUACIÓN DE

CONOCIMIENTOS, HABILIDADES, ACTITUDES Y VALORES

Características de las pruebas objetivas

Las características generales que los instrumentos de evaluación deben reunir, aunque con
distinto grado de relevancia, son cuatro: validez, confiabilidad, practicidad y administrabilidad
(de Camilloni, 1996). Por tradición, estas características se han atribuido a las pruebas
objetivas, aunque en realidad deben ser requisito de todo sistema, proceso, técnica o
instrumento de evaluación.

VALIDEZ
Se dice que un instrumento de evaluación es válido cuando mide lo que se quiere evaluar con
él. Como se trata de apreciar ciertos logros de aprendizaje de un cierto grupo de alumnos en
una cierta circunstancia y en un cierto momento del proceso de aprendizaje (al inicio, en el
transcurso o al final), la validez de un instrumento no puede ser determinada de manera
absoluta, sino siempre en relación con su adecuación a los propósitos y situación específica
de su aplicación.

Se dice que un instrumento tiene validez de contenido cuando representa una muestra
significativa del universo de contenido académico cubierto por el curso o la unidad didáctica,
la clase o una serie de clases. La validez de contenido, por lo tanto, requiere que la selección
de temas en los que se basa el instrumento presente los contenidos más significativos en el
aprendizaje de los alumnos.

La validez predictiva se refiere a la correlación entre los resultados obtenidos en una o


varias pruebas combinadas y el desempeño posterior del alumno en aquellos aspectos que
corresponden al área evaluada por el instrumento. La validez predictiva de los instrumentos
de evaluación debe ser escolar y extraescolar. De esta manera, los instrumentos deben
contribuir a pronosticar los éxitos y dificultades de los sustentantes, tanto en los aprendizajes
posteriores, como en sus desempeños ocupacionales o en su actuación social en general.

El sistema de evaluación y cada uno de los instrumentos que lo integran deben estar
construidos de acuerdo con los principios de las teorías didácticas que sostienen el Modelo
educativo en operación, es decir, deben tener validez de constructo.

Así mismo, la validez de convergencia concierne a la relación que existe entre un sistema
de evaluación o un instrumento y otros sistemas o instrumentos con validez ya conocida.
Cuando un sistema o un instrumento de evaluación es reemplazado por otro, debe
demostrarse que es, por lo menos, tan bueno o mejor que el empleado anteriormente.
Cuando se modifican prácticas establecidas en la evaluación para mejorar su validez, su
confiabilidad o su practicidad, o cuando se busca mejorar, la validez de convergencia cobra
gran importancia.

La validez manifiesta se refiere al modo como se presentan ante el público el sistema de


evaluación y los instrumentos correspondientes. Su significatividad deriva de que el sistema y
los instrumentos deben ser conocidos por los alumnos y por la comunidad académica como
instancias adecuadas para la evaluación. No pueden ser vistos como absurdas carreras de
obstáculos, ni como simples o complejos filtros que tienen el único fin de producir una
selección, más o menos azarosa y más o menos injusta, entre los alumnos.

Dietel, Herman y Knuth (citados por De Camilloni,) añaden la validez de significado, que se
mide en respuesta a la pregunta: ¿las tareas de evaluación tienen significado para los
alumnos y los motivan para alcanzar su mejor rendimiento? La validez de significado se
centra, en particular, en la relación que se establece desde la perspectiva de los estudiantes,
entre el programa y los instrumentos de evaluación, por un lado, y los procesos de
enseñanza y aprendizaje, por el otro.

Por su parte, la validez de retroacción, que debe ser medida al igual que los otros tipos de
validez, impone la realización de acciones de corrección con el fin de restablecer el verdadero
sentido didáctico de los procesos de evaluación.

CONFIABILIDAD

Se dice que un instrumento de evaluación es confiable cuando une exactitud en la medición y


sensibilidad para la apreciación de la presencia y las diferencias de magnitud de los rasgos
que mide. Para que los resultados obtenidos mediante la administración de un instrumento
de evaluación puedan ser considerados dignos de confianza, deben ser estables y
permanecer semejantes en todas las ocasiones en que se administre ese instrumento u otro
similar. La confiabilidad depende de la exactitud y precisión con que mide el instrumento;
depende, pues, de su estabilidad, su exactitud y s u sensibilidad.
Agregamos a esta condición la objetividad, que supone que la evaluación es independiente
de la persona que evalúa, esto es, que los resultados reciben una interpretación similar tanto
de diferentes docentes como de un mismo docente en distintos momentos.

PRACTICIDAD

La practicidad de un sistema o un instrumento de evaluación resulta de la conjunción de tres


aspectos: su administrabilidad, la facilidad de análisis e interpretación de sus resultados y
elaboración de conclusiones y, además, de la evaluación de la economía de tiempo, esfuerzo
y costo de su utilización.

La administrabilidad integra en sí misma varias características:


 El tiempo de trabajo de los docentes que insume su diseño y construcción.
 El tiempo que exige su puesta en práctica.
 La claridad de las consignas, es decir, de las instrucciones, reglas y bases que se dan a
los estudiantes.
 Los materiales, equipos y lugares especiales necesarios para su administración.
 La cantidad y preparación de las personas indispensables para la administración,
cómputo, análisis e interpretación de los resultados y elaboración de las evaluaciones.

S-ar putea să vă placă și