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Sobre los escándalos de corrupción que implican a la empresa Odebrecht, a diario

aparecen nuevas revelaciones. Pero como hasta lo infinito tiene un principio, el inicio
de la compañía brasileña y su forma de operar, mediante coimas millonarias,
germinó en Arequipa. Eso hace más de tres décadas.
PUEDES VER: Pari: Representante de Odebrecht en Perú también se reunió con
Keiko Fujimori
Según la página web de esta empresa, iniciaron sus operaciones en Perú en 1979 con
la construcción de Charcani V. A esta central hidroeléctrica que funciona dentro del
volcán Misti se le consideró como una de las más modernas del país. (VER
INFOGRAFÍA)
La semana pasada, El Gran Angular publicó un reportaje en cuyo contenido advierte
que, a la culminación de la obra, Odebrecht pagó sobornos a allegados del gobierno
aprista. La central fue inaugurada por el presidente de ese entonces, Alan García.
Comenzó a funcionar en 1989.
Comenzó a planificarse en el régimen militar de Francisco Morales Bermúdez (1975 –
1980). Los estudios los elaboró la Sociedad Eléctrica del Sur Oeste (Seal). En ese
tiempo era director gerente Fernando Chaves Belaunde, uno de los principales
impulsores de la obra. El otrora funcionario público actualmente vive en el noveno piso
de un edificio de la avenida Bolognesi en Cayma.
Justifica la construcción de Charcani. “Arequipa estaba creciendo y se creaba el Parque
Industrial. Demandaba de más energía y Seal (que operaba la producción de energía)
tenía que incrementar su producción".
Alfredo y Alberto Belaunde diseñaron Charcani con el asesoramiento de Brown Boveri,
una corporación internacional especializada en generación de energía eléctrica, recuerda
Belaunde.
Se presentaron siete postores a la licitación, desde americanos, ingleses y hasta
japoneses. Ganó la buena pro la sociedad conformada por Odebrecht y una
empresa peruana. La responsable de la firma era la empresa brasileña.
No obstante, reconoció que el costo inicial era de 10 millones de soles pero
terminaron pagando 30 millones, según sustentaron por el incremento de los precios
de los materiales, principalmente del cobre.

Obra

Inaugurada la obra, estaba concebida para generar 135 Megavatios (MW), con un
caudal de 24 metros cúbicos por segundo (m3/s). El recurso se iba a captar de
la represa de Aguada Blanca (vaso regulador de la cuenca) y se conduciría por un
túnel de 10 kilómetros. Según el proyecto, esa cantidad de agua debía caer por un
empinado de 706 metros y con la presión se moverían los tres grupos de turbinas que
tiene. La central empezó a funcionar al año siguiente y durante un tiempo fue una de las
más modernas del país.
A raíz de la coyuntura sobre los sobornos de Odebrecht, también se ha puesto en tela de
juicio la utilidad de Charcani V; si toda su capacidad instalada es utilizada.
¿Por qué se construyó una hidroeléctrica para que funcione con 24 m3/s cuando la
descarga de Aguada Blanca al río Chili en promedio es 10 m3/s?
La producción energética del sistema Charcani depende del caudal regulado de Aguada
Blanca. La política de descarga la fija el Consejo de Recursos Hídricos de la Cuenca
Quilca Chili, respetando las prioridades establecidas. Primero se garantiza el consumo
humano, luego el agrario y en tercer lugar está la producción de
electricidad. Teniendo esta restricción, Aguada Blanca no podría tener una descarga
permanente de 24 m3/s. Con esa cantidad, Arequipa, en medio año, se quedaría sin
agua para cubrir sus necesidades.
El exgerente de la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema), Isaac Martínez,
sostiene que el plan quedó inconcluso. El objetivo era llegar a los 24 m3/s para
satisfacer la demanda eléctrica. Electroconsult manejaba el proyecto Chili, Quishuarani
y Molloco (Chiquimo) para el afianzamiento de esta cuenca. El estudio de Chacarni V
contemplaba la desviación del agua de las lagunas de Ananta y Sahuanani (Puno) y
estaba previsto llevarlas por un túnel y entregarlas en la represa del Pañe y de ahí
trasvasarla al Chili. Además, por medio de una estación de bombeo se pretendía traer
agua del lago Titicaca para afianzar al Chili y con todas esas aguas juntaban los 25
m3/s.
“Con ese caudal funcionaba al máximo la central. Pero pasaron los años y las aguas
del Titicaca ya no se podían trasvasar porque se hicieron internacionales. El proyecto se
quedó a medias. Charcani V solo funciona a plenitud en épocas de lluvia, es decir, un
promedio de 60 días al año. Está sobredimensionada”, indica Martínez.
La Empresa de Generación Eléctrica de Arequipa (Egasa) dispone del total de la
descarga de Aguada Blanca. No respetan el caudal ecológico, dejan la cuenca
totalmente seca por un tramo de 8 kilómetros para luego devolver el agua al río. La
empresa tiene derecho sobre 10 m3/ seg. Pero en épocas de lluvias pueden usar más.

Utilidad

El especialista energético Carlos Gordillo explicó que la central tiene tres turbinas
de 45 MW cada uno. Está diseñada para generar 135 MW y para que funcione a plena
carga requiere de los 24 m3/s. “Nunca funcionó a plena carga ni creo que lo haga. A lo
mucho funcionan dos grupos, porque no hay suficiente recurso hídrico para moverlas”,
apuntó.
Para que el proyecto tenga éxito se tenía que reafianzar la cuenca del río Chili, es decir,
hacer obras complementarias para que se fortalezca la cuenca y se pueda generar mayor
caudal. Eso significaba repotenciar toda la cuenca, incluso las siete represas del sistema
Chili que operan al 70% por la sedimentación. A ello se suma que la proyección de
agua que tenían hace décadas se vino abajo por la escasez de lluvias. “Es un sostén,
pero el problema es que no turbina en toda su capacidad y eso es un tema que no se
planificó desde su inicio”, puntualizó.

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