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"don Diego Ogas", cacique de "Tacana" o Tacna

ÁLVAREZ, Bartolomé. De las costumbres y (cf. cap. 486, p. 274), no es otro que el famoso
conversión de los indios del Perú. Memorial cacique-empresario don Diego Caqui, de quien
a Felipe 11 (1588). Edición de María del Carmen Franklin Pease ( 1988:96-98) resaltara su tempra-
Martín Rubio, Juan J. R. Villarías Robles y Fermín 1"!ª adaptación al sistema mercantil colonial.
del Pino Díaz. Madrid: Ediciones Polifemo, 1998. Alvarez insistía en la falsa (¿ambivalente?) con-
CXXXIX + 462 pp., ilus., 2 mapas. Crónicas y versión al cristianismo de don Diego, uno de los
Memorias, núm. 4. argumentos centrales de este singular texto en el
que el párroco altiplánico pedía la ampliación de
Bartolomé Álvarez, un oscuro clérigo espa- la jurisdicción inquisitorial a los neófitos indíge-
ñol que a finales del siglo XVI ejercía de párroco nas, para garantizar así su efectiva conversión.
en el pueblo de Aullagas (entonces en el corregi- En la presentación (pp. IX-XII) los editores
miento de Paria, hoy Pampa Aullagas en el depar- María del Carmen Martín Rubio, Juan J. R.
tamento boliviano de Oruro), decidió poner por Villarías Robles y Fermín del Pino Dí,az comen-
escrito sus ideas y proyectos sobre la evangeliza- tan las vicisitudes del texto del padre Alvarez. El
ción de los indios del obispado de Charcas, y del único manuscrito disponible no es del siglo XVI,
virreinato del Perú en general, y enviárselas a Su sino una copia hecha en 1882-1885 (de 465 pági-
Majestad el rey don Felipe, "el monarca más po- nas, cf. p. XXVII) a partir del original existente
deroso de la Cristiandad", quien por entonces entonces en el hoy Archivo General de Simancas.
preparaba la poco después desastrosa Armada El original de este Memorial parece haberse per-
Invencible contra Inglaterra (Parker 199;, caps. dido, pero la fecha en la que se hizo la copia me
9-10). Durante los años 1587 y 1588 Alvarez sugiere la siguiente pregunta: ¿la pudo haber en-
redactó un largo texto de 742 capítulos o pará- cargado el peruanista don Marcos Jiménez de
grafos, que terminó y firmó en "Ullaga" el 9 de la Espada? No lo proponen los editores, y aun-
julio de este último año (p. 409). A semejante que Jiménez ciertamente no era el único interesa-
mamotreto añadió luego un "papel suelto" o do en antiguallas por entonces podría ser -digo,
postdata, corrigiendo una cita bíblica y actuali- es un decir- que entre sus papeles hoy guardados
zando un dato sobre la muerte de un cacique idó- en el Consejo Superior de Investigaciones Cientí-
latra (pp. 410-411 ). Digamos de paso que este ficas de Madrid haya alguna pista al respecto.

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Los editores decidieron modificar el título rroquia en Potosí y quizás en otra en la provincia
("Costumbres de los indios del Perú, estado de la de Chucuito (indios lupacas) , así como en las
predicación, abusos, etc.") y optaron por: "De Yungas de La Paz. En 1581-82 fue doctrinero en
las costumbres y conversión de los indios del Perú: Sabaya (corregimiento de Carangas), pero entró
Memorial a Felipe 11". La decisión no parece en en conflicto con un visitador envia'do por el obis-
absoluto errada. El texto en sí lo han subdividido po de Charcas don Alonso Granero de Á val os,
en un prólogo (caps. 1-10) y 21 secciones: de las siendo suspendido y multado . Acusado de extor-
justicias seculares, la Audiencia y los corregido- sionar a los caciques de Sabaya, fue investigado
res (1, caps. 11-28), de los jueces eclesiásticos, por f:l corregidor de Carangas, capitán Juan Zapa-
los obispos y sus visitadores (II, caps. 29-124), ta. Alvarez dejó la zona y pasó a Lima, donde
de la presunta responsabilidad de los sacerdotes participó en el III Concilio Limense ( 1582-1583).
en la idolatría de los indios (III, caps. 125-131 ), Parece que volvió a Potosí, donde, con ayuda del
de la idolatría de los indios (IV, caps. 132-154), de alguacil mayor Francisco de Montalvo, pagó la
la adoración a los muertos (V, caps. 155-173), de multa impuesta años atrás. Tomó el cargo de
sacrificios, fiestas y ceremonias (VI, caps. 174- doctrinero de Aullagas en 1586. El "Memorial" lo
221), de los curacas y viejos (VII, caps. 222-236), escribió allí en los dos años ,siguientes . Sin embar-
de las dificultades para la conversión de los indios go, para 1592 ya no era Alvarez el párroco de
(VIII, caps. 237-260), de los pecados que come- Aullagas. Quizás hubiese regresado a España,
ten contra los sacramentos del Bautismo, Confir- Memorial bajo el brazo, a presentarlo personal-
mación, Penitencia, Eucaristía, Matrimonio y mente al rey. No han encontrado los editores más
Extremaunción (IX, caps. 261-471), de los ladi- datos sobre este esquivo autor.
nos o indios bilingües (X, caps. 472-486), vuelta En "Aullagas, un pueblo muy rico del altipl a-
a discutir la presunta responsabilidad de los sa- no boliviano" (pp. XXV-LIX), Martín Rubi o
cerdotes en la idolatría indígena (XI, caps. 487- proporciona una síntesis etnohistórica de los
517), de los pecados contra los 1Omandamientos aullagas-uruquillas, seguida de una breve histori a
(XII, caps . 513-554), de los pecados contra los del corregimiento de Paria y del pueblo y minas
mandamientos de la Iglesia, así como ayunos y de Aullagas (aunque me temo que los datos del
borracheras (XIII, caps. 555-565), de la predica- siglo XVIII -pp. LVII-LIX- corresponden a un
ción (XIV, caps. 566-572), de las costumbres de centro minero homónimo en el vecino
los indios (XV, caps. 573-620), de cómo las auto- corregimiento de Chayanta, cf. Bueno 1769/
. ridades no amparan las propiedades de los indios 1872: 114-115, 122). Posteriormente la editora ha
(XVI, caps. 621-640), del trabajo en las minas y publicado un epsayo sobre la imagen de la mujer
en la Villa de Potosí (XVII, caps. 641-666), de la indígena que Alvarez nos ofrece (Martín Rubio
coca (XVIII, caps. 667-699), de la riqueza de la 2000). Villarías Robles, en su "Introducción a
tierra en oro y plata (XIX, caps. 700-711 ), de los Bartolomé Álvarez como etnógrafo" (pp. LI-
indios uros (XX, caps. 712-728) y de los indios LXXV), discute la capacidad de observación y
lipes y atacamas (XXI, caps. 729-742). Como se los prejucios que se evidencian en la descripción
puede ver, un detallado diagnóstico y una com- de los pobladores andinos en el Memorial. Estos
pleta propuesta (que por cierto absuelve de res- prejuicios "anti-indigenistas" aparecen generali-
ponsabilidades en los problemas de la evangeliza- zados a todos los indios, pese a que al final del
ción al clero secular) para implantar firmemente texto hay secciones especialmente dedicadas a los
la "verdadera fe" en los Andes. grupos étnicos uros, lipes y atacamas. Argumen-
Villarías Robles y Martín Rubio, en el ensayo ta aquí el editor el "relativismo cultural" del au-
biográfico "Sobre el autor" (pp. XIII-X~III), re- tor, quien parece percibir la coherencia de la
únen lo poco que se sabe del párroco Alvarez, cosmovisión andina aun bajo las presiones colo-
pese a la intensa búsqueda de información que niales. Álvarez no veía a los indios como menores
ambos realizaron en archivos y bibliotecas espa- de edad a los que proteger, sino como astutos
ñoles y bolivianos. Podría haber nacido en Galicia adultos que adaptaban parcialmente las imposi-
hacia 1540 y estudiado un bachillerato en leyes ciones culturales españolas para encubrir y man-
en Salamanca entre 1553 y 1557. En la década de tener un núcleo cultural andino propio. Por su
1560 estuvo en Roma, y a mediados de la de 1570, parte, Xavier Albó colabora con "Una lectura lin-
tras recorrer quizás la Nueva Granada, Quito y el güística del Memorial de Álvarez" (pp. LXXVII-
Perú, se hallaba ya en Charcas. Sirvió en una pa- XCIV), analizando el uso de la lengua quechua,

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las breves menciones a la lengua uru y, principal- Del Pino ( 1997), consistente en modernizar y
mente, el excelente manejo de la lengua aymara hacer accesible al lector del siglo XX o XXI los
por el párroco de Aullagas. Brevemente delínea textos de los siglos XVI y XVII. El abundante
Albó los criterios de la transcripción de lenguas aparato crítico de notas aclaratorias es un modelo
indígenas en esta edición (pp. XCII-XCIV), en la con el que sin duda habrá que medir las futuras
que además colabora con las notas a los términos ediciones de textos coloniales andinos. El libro
no castellanos (cf. p. CXXXIV). incluye también dos mapas, o croquis quizás por
Del Pino Díaz, en "El Memorial del P Álvarez su esquematismo, ubicando topónimos (p. X) y
como diario misional" (pp. XCV-CXXI), nos provincias (p. 426), aunque en ambos se indica
proporciona una valiosa reconstrucción del que se muestran las divisiones políticas actuales
medioambiente intelectual del autor, de sus estra- (preparados por Julia Sánchez, cf. p. CXXXV).
tegias retóricas, y resalta la singularidad de este La bibliografía (pp. 431-458) es impresionante, y
texto como un "diario misional", la reflexión mu- quizás sólo pueda discutirse la decisión de incluir
chas veces amarga y pesimista de un cura de pue- intercalados en ella los documentos de archivo
blo sobre las limitaciones de su labor pastoral. utilizados. Llama la atención el uso de un asteris-
Cuestiona Álvarez el optimismo misional de los co junto al año de composición de un texto al citar
primeros evangelizadores, y discrepa con lastra- las obras inéditas o publicadas años después de
ducciones a las lenguas quechua y aymara de los su redacción original (cf. p. CXXVI, n. 2; ¿por
conceptos religiosos católicos elaboradas por el qué no decirlo también al inicio de la bibliografía
III Concilio de Lima bajo influencia jesuita. La misma?). Al final figura un útil glosario (pp. 413-
resistencia cultural andina a la cristianización for- 419) y los siempre valiosos índices (pp. 421-
zada es percibida como fruto de inspiración dia- 429) toponímico, gentilicio (o de "grupos étnicos"
bólica, análoga a la Reforma protestante europea, si,se quiere) y onomástico. También se incluye un
y merecedora de la misma respuesta: la acción "Indice de materias del texto" (pp. CXXXXVII-
inquisitorial sobre los indios (idea compartida con CXXXVIII) y el índice general (pp. 459-462).
el virrey Toledo). Los actos de violencia física Finalmente, debemos resaltar la pulcritud y ele-
para disciplinar a los indios que Álvarez dice prac- gancia de la edición, calidad que ya habíamos po-
ticar son comparados por él mismo con el orden dido apreciar en el primer volumen de la colección
admirable de los incas (aunque a primera vista Crónicas y Memorias de la madrileña editorial
nos pueda parecer contradictorio, se podía ser Poli femo (Anglería 1989). Eso sí, del precio ni me
pro-inca y anti-iJ1dio al mismo tiempo ya desde el pregunten.
siglo XVI; cf. Alvarez-Calderón 2000; Méndez
1993) y con el espíritu de las famosas Ordenan- BIBLIOGRAFÍA
zas del virrey Toledo (que se citan sorprendente-
mente a partir de la antigua edición de Levillier de REAL ACADEMIA ESPAÑOLA
1925 y no por la más cuidada y reciente de Sarabia 1984 Diccionario de la Lengua Española.
Viejo 1986-1989). Esta posición rígida del párro- Madrid: Ed. Espasa-Calpe. 2 tomos
co Alvarez es expresamente confrontada en la in-
troducción del Memorial con el influyente pro- ÁLVAREZ-CALDERÓN, Annalyda
grama evangelizador encabezado por el padre je- 2000 ms. "Martín de Murúa and His Chronicle:
suita José de Acosta, basado en el reconocimien- The Lies and Legacies of a Sixteenth-
to de la capacidad racional de los indios y en la Century Friar in the Andes", ponencia
posibilidad de persuadirlos a una conversi_ón sin- al Congreso de LASA, Miami.
cera al cristianismo. El rigor del párroco Alvarez
en 1588 permite a Del Pino calificarlo de ANGLERÍA, Pedro Mártir de
"extirpador de idolatrías" avant la lettre, aunque 1989 [I 530] Décadas del Nuevo Mundo. ed. co-
paradójicamente sólo unos 20 años después, ya rregida de la de Torres Asencio, Madrid
en pleno siglo XVII, las campañas anti-idolátricas I 892] Introd. de Ramón Alba. Madrid:
en el Arzobispado de Lima se llevarán a cabo con Ediciones Polifemo.
la participación clave de los jesuitas (cf. Duviols
1977). BUENO, Cosme
En los "Criterios de la edición" (pp. CXXIII- 1872 [1769] "Descripción de las provincias per-
CXXXV) se aplica la propuesta metodológica de tenecientes al Arzobispado de La Plata,

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o Chuquisaca" en Manuel de Odriozola,
ed., Documentos Literarios del Perú. Tres publicaciones de la Comisión Andina de
Lima: Imp. del Estado, t. III, pp. 107- Juristas:
124. V ARIOS AUTORES . Defensorías del pueblo
en la región andina. Experienci~1s compara-
DUVIOLS, Pierre das. Lima: CAJ/Oficina del Alto Comisionado de
1977 ÚJ. destrucción de las religiones andinas: Naciones Unidas para los Derechos Humano, 2001
Conquista y Colonia. México: UNAM.
TANAKA, Martín et al. Las fuerzas armadas
MARTÍN RUBIO, María del Carmen en la región andina. ¿No deliberantes o acto-
2000 "La mujer indígena andina según memo- res políticos? Serie Democracía No. 2. Lima: CAJ/
rial inédito dirigido a Felipe II en 1588", Embajada de Finlandia, 2001
Revista del Archivo Regional del Cusco
(Cuzco), no. 15, junio, pp. 165-173. BERNALES , Enrique et al. Parlamento y ciu-
dadanía. Problemas y alternativas. Serie De-
MÉNDEZ GASTELUMENDI, Cecilia mocracia No. 3. Lima: CAJ/USAID , 2001
1993 Incas sí, indios no: apuntes para el es-
tudio del nacionalismo criollo en el Perú. Los problemas internas y estructurales del
Lima: IEP. Documento de trabajo, no. Parlamento peruano o la actuación de las Defen-
56. sorías del Pueblo en la Región Andina, con su
papel importante en los procesos de democrati-
PARKER, Geoffrey zación, no dejan de constituir lecturas muy suge-
1992 Felipe 11. 2da. ed. Madrid: Alianza Edi- rentes. Pero al mismo tiempo estas lecturas nos
torial. obligan a considerar el papel que han desempeña-
do otras instituciones tal vez menos democráti-
PEASE G.Y., Franklin cas como las Fuerzas Armadas, cuya presencia
1988 "Curacas coloniales: riqueza y actitu- ha sido y aún es gravitante en la vida política de
des", Revista de Indias (Madrid), vol. muchos países de la región.
XLVIII, nos. 182-183, pp. 87-107. En medio de estas instituciones, Fuerzas Ar-
madas, Parlamento y Defensorías del Pueblo, te-
PINO DÍAZ, Fermín del nemos la presencia activa de la sociedad civil, eJer-
1997 "Lectura contemporánea de textos ciendo una misión de control sobre las estructu-
proto-antropológicos, o propuesta ras de gobierno, lo que nos plantea temas de aná-
modernizadora para editar crónicas de lisis relacionados con el ejercicio de la ciudadanía
Indias" en Luis Díaz G. Viana y Matilde en medio del contexto político y jurídico de la
Fernández Montes, coords. Entre lapa- región.
labra y el texto: problemas en la inter-
pretación de fuentes orales y escritas. Defensorías del pueblo en la región
Oiartzun (Guipúzcoa): Sendoa Ed.; andina
Madrid: CSIC, pp. 143-194. El defensor del pueblo, que en sus inicios fue
conocido como Ombudsman , tiene su origen en
SARABIA VIEJO, Ma. Justina, ed. y transcrip. Suecia, y surge como un comisionado del Parla-
1986-1989 Francisco de Toledo: disposiciones mento para controlar que las leyes sean cumpli-
gubernativas para el Virreinato del Perú. das por los tribunales y por los órganos del Poder
Introd. de Guillermo Lohmann Villena. Ejecutivo. Esta figura luego se extiende a otros
Sevilla: Escuela de Estudios Hispano- países de Europa, como una institución de tutela
Americanos, 2 vols. de los derechos de los ciudadanos frente a la ad-
ministración estatal.
Nicanor Dom{nguez Faura La institución del defensor del pueblo se in-
t[niversidad de lllinois (Urbana-Champaign) corpora en América Latina para cumplir la misi ón
<domingz@uiuc.edu> de defensa y protección de los derechos huma-
nos, sin excluir sus funciones originales. Esta fun -
ción particular se debe a la constante y reiterada

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violación a los derechos humanos, el deficiente blemas y casos desde una experiencia comparada.
funcionamiento de la administración pública y la La relación de Fuerzas Armadas con la política en
ausencia de mecanismos eficientes de control. la región andina obliga a los autores a plantearse
El libro publicado por la Comisión Andina de algunas interrogantes acerca de las relaciones en-
Juristas (CAJ) Defensorías del pueblo en la re- tre civiles y militares que han estado y están vi-
gión andina. Experiencias comparadas constitu- gentes por muchos años en la región. La pregunta
ye un importante esfuerzo para dar a conocer la central que nos propone este libro es: ¿cuál es el
incorporación de la Defensoría del Pueblo en el tipo de relación adecuada entre las Fuerzas Ar-
ordenamiento jurídico interno de los distintos madas y la política? En base a esta primera inte-
países de la región andina. Con esta publicación la rrogante surgen otras como: ¿el voto de los miem-
CAJ busca fortalecer la labor de las Defensorías . bros de las Fuerzas Armadas implica una politiza-
del Pueblo de la región, ofreciendo una visión com- ción excesiva, o es una manera saludable de inte-
parada acerca de sus aspectos normativos y grarlas en el marco democrático?
organizativos, así como las líneas generales de En el tema de los ascensos militares surgen
actuación que éstas adoptan en la tarea de protec- otras preguntas: ¿las Fuerzas Armadas deben res-
ción de los derechos humanos, supervisión de la ponder a lógicas puramente institucionales o pue-
administración estatal y supervisión en la presta- den desembocar en una autonomía excesiva?; ¿de-
ción de los servicios públicos. ben responder de manera exclusiva al presidente
En la primera parte del libro se da una mirada de la República como jefe supremo? Ello reduce
a los aspectos orgánicos de las Denfensorías del la politización, pero concede un poder excesivo al
Pueblo, al desenvolvimiento de la actuación presidente. En cada caso nacional las respuestas
defensorial en el plano concreto de la realidad. serán diferentes, pero las experiencias de cada país
También nos permite conocer las características indican los riesgos y posibilidades de cada alter-
particulares de la problemática de los países nativa.
andinos, que han dado lugar a que las Defensorías La participación de los civiles en los sistemas
del Pueblo extiendan sus atribuciones y compe- de Defensa Nacional llega a ser un tema de debate,
tencias a la protección de los Derechos Humanos, así como la redefinición de las funciones de defen-
es decir, .van más allá de los simples abusos de la sa propias de las Fuerzas Armadas en este mun-
administración . Esta visión orgánica de las do global que tiende cada vez más hacia la integra-
Defensorías permite comparar y analizar en la ción, asegurando que se identifiquen con las insti-
segunda parte del libro las líneas de acción que han tuciones democráticas.
caracterizado la labor de las Defensorías del Pue- La perspectiva comparativa adoptada aquí
blo en la región andina: la protección de la vida, el confirma que la presencia e intervención de las
derecho a la integridad personal, el derecho a la Fuerzas Armadas en la política es un tema que
salud, a la seguridad social y a la conservación del involucra al conjunto de la región, lo cual obliga a
medio ambiente. Se aborda temas relacionados a la relativizar el peso de variables nacionales para
protección y defensa de los llamados grupos vul- dar cuenta de la dinámica de nuestros países.
nerables, donde las Defensorías del Pueblo asu-
men un papel protagónico por su intervención Parlamento y ciudadanía
frente a las personas con discapacidad, las perso- Una de las instituciones más afectadas por la
nas de tercer edad, los derechos humanos de la fragilidad del sistema político en el Perú, y a la
mujer y los grupos de migrantes y desplazados. vez una de las más importantes en lo que a fun-
Finalmente se efectúa un análisis del papel de cionamiento de la democracia se refiere, es el Par-
las Defensorías especializadas en derechos hu- lamento. Con la publicación del libro Parlamento
manos de la mujer, que incluye un trabajo de sis- y ciudadanía, la Comisión Andina de Juristas nos
tematización de casos atendidos por las Defen- conduce a un proceso de reflexión y análisis sobre
sorías . el rol que ha jugado y juega el Parlamento como
una instancia del poder. Asimismo, nos permite
Las Fuerzas Armadas en la región andina conocer la opinión ciudadana sobre la labor parla-
Uno de los criterios que se solicitó a los po- mentaria. A lo largo de sus seis capítulos se abor-
nentes del Seminario Internacional Fuerzas Ar- dan contenidos muy definidos.
madas en la Región Andina: ¿ no deliberantes o La crisis de legitimidad del Parlamento: se
actores políticos? fue pensar los distintos pro- analizan diversas situaciones y hechos políticos,

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recurriendo a datos de diversas encuestas de opi- Finalmente, la metodología empleada para esta
nión ciudadana que demuestran el escaso grado de publicación ha privilegiado el diagnóstico del Par-
confianza y aprobación de los parlamentarios lamento peruano a partir de su funcionamiento
peruanos de las últimas décadas. Se describe y cotidiano, sus relaciones con el Ejecutivo y con la
analiza la crisis de representación política, engar- ciudadanía. Asimismo, con el obje'to de discutir
zando este tema con otros que comprometen y diversos aspectos de los temas que forman parte
dificultan la efectiva representación, como lacen- de esta publicación se organizaron mesas de tra-
tralización del Congreso. bajo con profesores de Derecho Constitucional ,
Partidos políticos y sistema electoral: se ana- ex parlamentarios y representantes de la sociedad
liza la crisis de los partidos políticos en las últi- civil, lo que permitió una visión vital y crítica de
mas décadas y la forma cómo ha venido funcio- los temas desarrollados, enriqueciendo sus conte-
nando el sistema electoral peruano. El objetivo es nidos.
demostrar la incidencia que tienen las normas que
regulan la forma en que se compone la representa- Eliana L. Rivera Alarcón
ción nacional en su proximidad a los intereses Centro Bartolomé de Las Casas
ciudadanos.
Función legislativa del Parlamento. Las prin-
cipales funciones que debe realizar un Parlamen- DOMÍNGUEZ ORTIZ, Antonio . La sociedad
to en un Estado Democrático de Derecho son la americana y la Corona española en el siglo
legislativa y la de control, ambas se analizan por XVII. Madrid: Marcial Pons , Asociación Fran-
separado. Las facultades legislativas del Parlamen- cisco López de Gómara, 1996. 193 pp. La Coro-
to peruano son abordadas a través de los diversos na y los pueblos americanos, núm. 7.
aspectos problemáticos relacionados con la for-
ma en que el Congreso ha venido realizando estas DOMÍNGUEZ ORTIZ, Antonio. Estudios
funciones. americanistas. Madrid: Real Academia de la
En cuanto a la función de control del Parla- Historia, 1998. 354 pp. Clave historial, núm. 7.
mento, tradicionalmente se la ha visto desde la
relación que existe entre este y el Poder Ejecuti- El profesor Antonio Domínguez Ortiz (Sevi-
vo. En el ordenamiento peruano esta función ·no lla, I 8-X-1909) es -hoy ya nonagenario- el más
se limita al Ejecutivo, existen otros órganos cons- importante y prolífico historiador español del
titucionales que se ven involucrados directa o in- "Antiguo Régimen" o "Edad Moderna", es decir,
directamente con esta labor, como el Poder Judi- de los siglos XVI al XVIll de la historia española.
cial y el Ministerio Público. Los mecanismos de Y este calificativo no le es aplicable sólo por su
control de estas instancias son desarrollados de vital longevidad -hoy, en pleno siglo XXI, sigue
manera muy didáctica. participando en congresos y homenajes, y acaba
Gestión y administración parlamentaria. Este de publicar una obra de síntesis sobre la historia
tema se aborda desde una doble perspectiva. En peninsular (Domínguez Ortiz 2001). Su impor-
primer lugar se plantea el tema del unicameralismo tancia ya estaba establecida hace un cuarto de
vigente y de sus diferencias con el bicameralismo. siglo cuando la Real Academia de la Historia deci-
A partir de este análisis se expone la manera en dió incorporarlo como miembro de número (28-
que el Congreso peruano se ha organizado para el IV-1974 ). Su carrera profesional , iniciada en la
cumplimiento de sus funciones, no sin antes ha- década de 1940, se desarrolló independientemen-
cer mención a los derechos e inmunidades parla- te de la Universidad franquista española (Boyd
mentarias y las garantías inherentes de la repre- 1997:239). Durante las siguientes tres décadas
sentación política. . combinaría una terca vocación de investigación de
En segundo lugar, la lectura nos permite in- temas de historia social y económica en fuentes
gresar a la organización interna del Parlamento y a prjmarias y libros e impresos antiguos en diver-
los problemas planteados por ella, donde se desa- sos archivos y bibliotecas castellanos (en Sevilla,
rrollan temas como el tipo de distribución de tra- Granada, Madrid, Valladolid y Simancas, princi-
bajo y el apoyo administrativo. Ambos temas palmente) con su labor cotidiana de profesor de
permiten demostrar los serios errores de coordi- educación secundaria.
nación, de organización y de capacitación de los Quizás esta singular mixtura explique la ca-
funcionarios del Congreso. pacidad de síntesis y la claridad expositiva que

270 Revista Andina


distinguen los trabajos del profesor Domínguez América. Yo nunctf he trabajado en nin-
Ortiz. Aparte de sus importantes estudios gún archivo del Nuevo Mundo. Así que
monográficos, ha colaborado desde la década de el pasado hispanoamericano es para mí,
1950 en diversos trabajos colectivos de síntesis se podría decir, tangencial. He rastreado
histórica, generalmente escribiendo sobre el pe- influencias americanas en la economía y
ríodo 1500-1800: en la Historia social y económi- aun en la mentalidad de España. La histo-
ca de España y América (Barcelona, 1957, 5 vols.) ria de España en los siglos XVI, XVII y
dirigida por Jaume Vicens Vives -donde más bien XVIII no puede entenderse si uno ignora
participó en el volumen dedicado al siglo XIX-; los asuntos americanos. Por esa razón he
en la Historia de España Menéndez-Pidal (Ma- pasado considerable tieinpo, irregular-
drid, 1969-76, 41 vols.) dirigida por José María mente, trabajando en el Archivo de In-
Jo ver Zamora; en la Historia de España Alfagua- dias. Tengo varios miles de fichas de allí,
ra (Madrid, 1973-75, 7 vols.) dirigida por Miguel pero no he sido capaz de organizar más
Artola; en la Historia de Sevilla (Sevilla, 1976- que una parte de ellas. [... ] Así que he
84, 6 vols.) dirigida por Francisco Morales Pa- sido, hasta la fecha, un modesto america-
drón; y en la Gran enciclopedia de España y nista cuyas preocupaciones están en las
América (Madrid, 1983-88, 15 vols.) coordinada conexiones entre España (especialmente
por José María Javierre, donde compiló el vol. Sevilla) y América, y en particular en las
14: Los andaluces y América. Él mismo ha dirigi- conexiones económicas. [.. .] Así, ya ve
do la Historia de Andalucía (Barcelona, 1980-81, Ud. que el ámbito de mis intereses histó-
8 vols.) y una Historia de España (Barcelona, ricos es bastante amplio -aunque la his-
1987, 12 vols.). Su influencia en la historiografía toria económica y, sobre todo, la historia
española sobre los siglos XVI al XVIII ha sido social de España es mi preocupación fun-
reconocida en sucesivos homenajes (Dir. Gen. de damental (Bakewell 1985:194-195 ; tra-
Enseñanzas Medias 1981) y doctorados honoris ducción NDF).
causa recibidos entre 1976 y 1981 de las Univer-
sidades de Granada, Complutense de Madrid, Las dos obras que aquí comentamos son fru-
Córdoba, Sevilla y Central de Barcelona, así como to de ese "interés tangencial" en Hispanoamérica
mediante la concesión en 1982 del premio Prínci- colonial: La sociedad americana y la Corona es-
pe de Asturias de Ciencias Sociales. Sucesivos pañola en el siglo XVII (1996) y la compilación
análisis de su valiosa obra han aparecido en la re- de algunos de sus Estudios americanistas ( 1998).
vista L 'Avenr (Barcelona, núm. 14, 1979), en la El primero forma parte de una colección, "La
entrevista que le hiciera Peter Bakewell para la Corona y los pueblos americanos", dedicada a
Hispanic American Historial Review ( 1985), en la distintos aspectos de la intervención del estado
revista Manuscrits (Barcelona, núm. 14, 1996) y colonial español en América entre los siglos XV y
recientemente en la revista La aventura de la His- XIX. Se divide en 13 capítulos : sobre la demogra-
toria (Madrid, núm . 25, 2000). Su bibliografía (li- fía y las ciudades coloniales (cap. 1), la lógica del
bros, artículos, recopilaciones de artículos, edicio- orden social colonial en el siglo XVII (cap. 11), las
nes, introducciones de.libros de otros autores, etc.) elites (cap. III), la Iglesia, el clero regular y secu-
es simplemente abrumadora (Cortés Peña 2000). lar, y la conventualidad femenina (cap. IV), los
Conversando con Peter Bakewell sobre los aspectos sociales de una economía mixta minera,
problemas de mantenerse al tanto de la produc- obrajera y terrateniente (cap. V), la situación de la
ción historiográfica reciente, el profesor Domín- población indígena (cap. VI), los mestizos y el
guez Ortiz señalaba: mestizaje (cap. VII), la población negra (cap. VIII),
los extranjeros en Indias (cap. IX; incluyendo a
Trabajamos en considerable aislamiento los juedoconversos, cf. Domínguez Ortiz 1971 ),
[... ] ocurre en España[ ... ] y con la histo- la legislación indiana (cap. X), la administración
ria iberoamericana las dificultades tam- colonial (cap. XI), la venta de oficios como grieta
bién son grlmdes. Esa es la razón por la del sistema administrativo (cap. XII) y el avance
que no tengo aspiraciones de trabajar so- de la presencia criolla (cap. XIII). Los precede
bre la historia colonial española. No sé lo una introducción general, que incluye algunos an-
que se está haciendo [aquí en España]; y tecedentes del siglo XVI y un análisis de lamo-
no es fácil saber qué se está haciendo en narquía española del siglo XVII, y cierra el con-

Nº 35, julio 2002 271


junto un breve colofón en el que se reflexiona comerciaban con América (caps. !ro., 3ro., 4to. ,
acerca de las valoraciones positivas o negativas 7mo. y 9no.), bien pudieron formar otra sección de
de la colonización española en América. Como se historia social, y aquí el orden cronológico de los
aprecia, un texto de síntesis, conciso y muy bien casos guiar el ordenamiento. Finalmente, los capí-
escrito, en el que se parte de la sociedad y se llega tulos décimo y undécimo, sobre temas religiosos,
al estado colonial, permitiendo así entender mejor pudieron haber constituido una tercera sección te-
las singularidades propias de estas sociedades mática. Quizás ésta fuera una sorpresa a modo de
coloniales premodernas. homenaje de la Academia al profesor Dornínguez
En el segundo libro que comentamos, el valioso Ortiz, de allí la ausencia de artículos publicados
fruto de Jas·pesquisas "tangencialmente america- fuera de España y el poco tino al ordenar los sí
nistas" del profesor Dornínguez Ortiz ha sido par- incluidos, cosa nunca antes vista en las compilaciones
cialmente reunido en un solo volumen por la Real en las que él sí ha tenido participación.
Academia de la Historia, como parte de una serie Permítaseme comentar dos secciones del li-
titulada "Clave Historial" en la que se compilan los bro así reordenado. Los artículos sobre importa-
artículos dispersos de los académicos de la institu- ción de plata, "Las remesas de metales preciosos
ción. La publicación está muy bien hecha. Por des- de Indias en 1621-1655" (cap. 6to.), "Los cauda-
gracia, editorialmente hablando, no están todos los les de Indias y la política exterior del Felipe IV "
que son, aunque sin duda son todos los que están. (cap. 2do.) y "La falsificación de moneda de plata
Por lo menos notamos que falta un artículo publica- peruana a mediados del siglo XVII" (cap. Sto. ;
do en el Perú, sobre la efímera venta del cargo de véase complementariamente Lohmann 1976),
virrey al sevillano Conde de Cañete del Pinar en pudieron haber sido precedidos por el artículo
1697 (Dornínguez Ortiz 1965), y otro publicado en faltante publicado en Venezuela (Dornínguez Ortiz
Venezuela sobre las rutas de exportación a Europa 1979). Su coherencia en conjunto haría justicia a
de la plata americana (Dornínguez Ortiz 1979). Tam- otros trabajos del profesor Domínguez Ortiz
poco se beneficia el lector con una introducción, () 960/1983, 1963-70/1992, 1973/1999, 1984) y
como las que el profesor Domínguez Ortiz (p. ej .: darían al lector una utilísima entrada al problema
1969, 1985) preparó para otras compilaciones de de la llamada "crisis del siglo XVII" (cf. Romano
sus artículos. Es más, la pereza editorial llega al 1993; Parker y Smith eds. 1997). Mi segundo
colmo de presentar los doce capítulos sin numerar- comentario se refiere a la sección sobre religión, y
los y en un casi perfecto orden cronológico de pu- en especial al capítulo undécimo, el artículo más
blicación original (entre 1956 y 1993). En otras reciente de la colección, originalmente publicado
compilaciones de sus trabajos (p. ej.: 1969, 1985) el en 1993. Se analiza allí un impreso fech ado en
orden temático primó sobre el cronológico, produ- 1651, referido a los problemas ¡¡dministrati vos
ciendo así ediciones mucho más armónicas. Es cier- del organismo de control que los jesuitas tenían
to que cada quien puede leer una antología en el en Sevilla para sus contactos con la América colo-
orden que le venga en gana, pero ciertos nial: la Procuraduría de Indias . Su fino an álisi s
ordenamientos editoriales resultan más efectivos que culmina con estos comentarios, que me parecen
otros. Quizás no sea mucho pedir comenzar con los típicos del pensamiento y del método del profe-
ensayos más generales, para Juego pasar a los estu- sor Domínguez Ortiz: "Muchas son las reflexio-
dios más particulares, y guiarse por la cronología nes que suscita la lectura de este documento; des-
temática al interior de los artículos, y no -¡ por fa- vanece un tanto la imagen monolítica de una Com-
vor!- por su fecha de publicación. Por ejemplo, el pañía de Jesús omnipresente, omnipotente, go-
octavo capítulo, "La vocación americana de Anda- bernada con gran sabiduría y centralizada al máxi-
lucía", originalmente parte de una bellísima síntesis mo; se vislumbra el cañamazo de celos y recelos,
de la historia andaluza (Domínguez Ortiz 1983a, fallos y errores, incompetencia y desinformación
cap. V) y debió-¡ qué duda cabe!- abrir el volumen. que encubrían las majestuosas apariencias" (pp .
Pudo luego seguirlo el que ahora es el último capítu- 326-327). Esta misma valoración de los datos y el
lo, "El Reino de Granada y el Nuevo Mundo", pu- permanente cuestionamiento de los tópicos co-
blicado originalmente en 1992. Los artículos de tema múnmente aceptados recorren la obra íntegra del
económico (caps. 2do., Sto. y 6to.) sobre los ciclos profesor Domínguez Ortiz. Congratulémonos
de importación de plata americana en España du- pues por disponer de estas dos obras suyas dedi-
rante el siglo XVII debieron formar una sección pro- cadas "tangencialmente" a la Hispanoamérica co-
pia. Los artículos sobre mercaderes sevillanos que lonial y al descuidado siglo XVII en particular.

272 Revista Andina


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1983a Andalucía ayer y hoy. Barcelona: Plane- original en alemán, aún sin edición en español) de
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de las obras de la Clase Filosófico-histórica de la
1983b [ 1960] Política y hacienda de Felipe IV. Academia de Ciencias de Heidelberg (Schriften
2da. ed. Madrid. der Philosophisch-historischen Klasse der
Heidelberger Akademie de Wissenschaften). Se
1979 "Los caminos de la plata americana", trata de un ensayo sobre el sincretismo de la reli-
Boletín de la Academia Nacional de la gión andina y del cristianismo en la vida de la
Histori'a (Caracas), vol. 62, no. 248, población andina, basado principalmente en es-
oct.-dic., pp. 811-825 . tudios de la autora en la cordillera de Apolobamba,
en Bolivia, que muestra las estrategias de la po-
1971 Los judeoconversos en España y Amé- blación netamente indígena, pero formada por ca-
rica Madrid: Istmo. tequistas, en la aceptación y la práctica de ambas

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religiones, aparentemente opuestas en muchos fican aún los elementos originales de varias reli-
aspectos. giones ("cristianopaganismo, paganocristia-
lna Rosing ha vivido cinco años en la región nismo", "no es el evangelio el que debe acomodar-
de los Andes y participado en casi 300 rituales, se a la cultura, sino la cultura al evangelio",
que documentó en protocolos, grabaciones y fo- Jolicoeur 1996). Contrariamente a1esos concep-
tografías. Para garantizar una mayor objetividad tos son los de la "teología indígena" (Gorski l 996
ella realizó sus estudios en compañía de un mes- y Estermann 1999 entre otros), que integran reli-
tizo y voluntario de la Iglesia católica. gión, creencias, costumbres, cosmología andina y
La autora describe cómo el estudio encaja en otros factores determinantes de la sociedad andina.
diferentes contextos científicos: La mayoría de los estudios existentes se ela-
1. El contexto del sincretismo dentro de las boraron a nivel de la identidad del sistema (reli-
ciencias religiosas gioso), mientras que existen muy pocos estudios
El término sincretismo, que significa la mez- a nivel de los individuos (Brun, Marzal , Orta),
cla o el encuentro de diferentes tradiciones reli- criticados por la autora, que enfatiza su trabajo en
giosas, es usado tanto como término de desprecio los catequistas indígenas (quechua) de la región
("decadencia religiosa", "pérdida de identidad") kallawaya en Bolivia, del sur del Perú y del Alti-
como término descriptivo dentro de las ciencias plano y el lago Titicaca (aymara). Importa recal-
religiosas. Entre varias definiciones destacan las car la relación del estudio a esos ámbitos regiona-
que enfatizan la creación de algo nuevo, sin la les, porque los fenómenos de sincretismo en los
pérdida de tradiciones y tomando en cuenta el Andes pueden variar mucho de un sitio al otro.
proceso (selección, reconciliación) y la relación En el segundo capítulo del libro, "Servidor
con la dimensión política. del dios cristiano y de los dioses andinos", se
2. El contexto de la teología de misión analiza la historia del catequismo y se describen
Partiendo de la idea de que el cristianismo es las experiencias de la autora con los catequistas
una religión universal e independiente de diferen- en las regiones mencionadas.
tes culturas y que tiene que superar religiones Con la reforma del catolicismo desde los años
alternativas y "equivocadas", la misión cristiana 70 se reforzó la formación de catequistas indíge-
necesariamente ha de ser "anti-sincrética"; hoy nas, que segúri Orta era una reacción a las frustra-
día se acepta otro paradigma que implica térmi- ciones de actividades misionarias de los religiosos
nos como inculturación, indigenización y contex- extranjeros. Los primeros catequistas indígenas
tualización. Eso significa que la religión cristiana solían condenar los rituales andinos, por lo cual
debería insertarse en otras culturas convenciendo eran confundidos a menudo con representantes
a su población del evangelio pero aceptando su de sectas protestantes, quienes también los
manera de interpretación y práctica. Ese concep- damnificaron. Luego cambiaron sus estrategias
to obviamente provoca discusiones acerca de los hacia una "nueva evangelización y teología de
límites de aceptación de elementos nuevos (aje- inculturación".
nos) tanto en el cristianismo como en los diferen- En la región kallawaya los catequistas indíge-
tes contextos culturales. nas representan a la Iglesia católica en los pueblos
3. El contexto regional latinoamericano, en y son nominados o por la Iglesia o por la pobla-
especial la región de los Andes ción. Reciben una formación completa (escribir,
En la región de los Andes el cristianismo se leer, salud, actividades agropecuarias, teología,
confrontó con una religión autóctona, llena de dio- etc.), lo que motiva a la mayoría de los catequis-
ses y rituales y los misioneros trataron en forma tas a participar y ocupar este cargo por un par de
muy agresiva de imponer la nueva religión y hacer años, a pesar de que no reciben remuneración.
desaparecer las tradiciones originales ("extirpa- Otros motivos para asumir esta ocupación son el
ción de idolatrías"). Un sinfín de estudios comen- estatus especial adquirido en el pueblo, en rela-
tan este encuentro de las dos religiones con inter- ción a la dependencia de los pobladores hacia el
pretaciones que van desde que la misión había catequista en asuntos como, por ejemplo, el bau-
sido un fracaso hasta que se había logrado una tizo , y el tratamiento especial y privilegios por
combinación armónica, una síntesis religiosa. Va- parte de otros representantes de la Iglesia. Un
rios autores (y catequistas) propagaron una ver- motivo para no dejar esa tarea también se encuen-
dadera síntesis (o mejor dicho, adaptación del cris- tra en el miedo -de ser castigado por Dios. por
tianismo) en vez del sincretismo, donde se identi- abandonarla, criterio que se deriva de la creencia

274 Revista Andina


andina de que los dioses se vengarán en caso de tante de Jesús, amar al prójimo sin intereses pro-
desobediencia o incumplimiento de sus deberes. pios y aun al enemigo, parece a la población andina
La vocación de servir a Dios (o los dioses) está como un peligro para el orden cósmico y social, y
evocada por el dios del rayo (Santiago) o los dio- además algo absurdo e irracional.
ses andinos ("tatitokuna", entre ellos Illapa, tam- En el tercer capítulo "Rodear, cifrar y otras
bién dios del relámpago). estrategias de camuflajes paganos" se describen
Sacrificios comunales y dentro de las familias diferentes estrategias para tratar las contradiccio-
son algo muy común en casi todos los pueblos de nes entre el cristianismo y la religión andina. Son
la región, toman lugar en el "cabildo" o "ch'an" recursos creados por el lado andino, mientras el
con el fin de asegurar una buena cosecha, salvar la catolicismo persiste en la estrategia de la incultu-
comunidad de desastres naturales y a la familia de ración, un concepto unilateral y jerárquico.
malestar. Los que habían abandonado esa práctica Los rituales andinos se ponen, para evitar la
de sacrificio por la contradicción con el dogma de contradicción, en un contexto de interpretación
la religión católica volvieron a practicar esos ri- adecuado, así se ven los rituales "blancos" (para
tuales después de haber "sufrido el enojo de los garantizar salud, fertilidad, bienestar, etc.), con-
dioses", por ejemplo mediante enfermedades o la tradictorios con el primer mandamiento, justifi-
muerte de un miembro de la familia. cados como limpios e "inocentes" en compara-
Un valor fundamental que ha mantenido su ción con los rituales "negros" (actos simbólicos
importancia hasta hoy día y ayuda a explicar esas para provocar al enemigo). "Fumando cigarrillos,
prácticas (religiosas) es la reciprocidad que fun- masticando coca no puede ser tan malo, porque
ciona entre personas tanto como entre el hombre tampoco se trata de brujería."
y los dioses. Los dioses disponen del poder sobre Otra estrategia es la interpretación de las res-
todo lo que tiene relevancia para el hombre: clima, ponsabilidades del Dios cristiano y de los dioses
felicidad, protección, etc ., pero no lo otorgan en andinos: mientras el primero tiene responsabili-
vano, sino en intercambio a deferencias y sacrifi- dad por la bendición en general , la merced (no
cios. Si los hombres fallan en complacer a sus siempre necesitada en el mundo andino, como
dioses, ellos mandan señales: el aborto de una hemos visto más arriba), para aspectos más abs-
oveja, no prende el fuego en el hogar, etc. No se tractos, los dioses andinos como la Pachamama
trata de "ser" culpable, sino de "tener" culpa, lo (algo concreto, siempre en contacto con las per-
que lleva a pensar en una compensación, hacer sonas) se encargan de las cosechas, del clima, et-
"pago" a la tierra. Prudentemente se realizan los cétera. Esa diferenciación garantiza que no surjan
pagos y sacrificios en forma preventiva, para no conflictos entre los dioses, sino, quizás, en las
correr el riesgo de sufrir un daño o desastre. Ob- cabezas de las personas.
viamente ganan esos rituales en importancia mien- Antes de empezar un ritual los participantes
tras más opresión y amenazas existan . Basta de- preguntan (retóricamente) por la licencia de los
cir que todos los intentos de impedir las prácticas dioses: "licenciakicheqmanta". La respuesta (dada
de esos rituales, como por ejemplo durante la re- también por los participantes) es: "Cabildon-
forma agraria en Bolivia, no tuvieron éxito a me- chispaq licencianmanta" (con licencia del cabildo)
diano y largo plazo. o "Diospaq licencianmanta" (con licencia de Dios),
¿Pero entonces son estas prácticas de la reli- raras veces con licencia del diablo. Existen enton-
gión andina y la doctrina de la religión católica ces dos respuestas comunes, la primera normal-
compatibles? La respuesta es no. mente se da cuando el pueblo se encuentra a cierta
Por ejemplo, el primer mandamiento: el cris- distancia a la Iglesia católica principal; la segunda
tianismo exige que un solo Dios se adore, mien- con presencia directa de la Iglesia. De esa manera
tras la religión andina adora varios dioses, como la los sacrificios a la Pachamama se realizan con el
Pachamama, los dioses de las montañas, el dios permiso (y la buena vista) del Dios cristiano, sin
de las lluvias, etc. correr riesgo de enojar a nadie.
El Dios cristiano actúa con el principio de la La autora describe un ejemplo ·para rodear el
merced, los dioses andinos según el principio de dogma católico y cifrar los rituales de sacrificio.
la reciprocidad. La palabra merced ni existe en los En un ritual se ofrendó a doce santos católicos
idiomas quechua y aymara. Merced sin merecerlo (San Pedro y Santa Bárbara entre otros), acto que
("gratuidad") estaría en contra de los principios el sacerdote interpretó como ejemplo positivo de
de la reciprocidad. El mandamiento más impor- inculturación; interrogados, los participantes con-

N2 35, julio 2002 275


testaron que era una adoración de los dioses del con la tierra, el ganado y el clima. Términos como
rayo: sus nombres se derivaron del día (con el "pecado", "culpa", "merced", etc. ni siquiera tie-
respectivo nombre de un santo cristiano) en que nen traducción en ay mara o quechua, todo ello en
cayó el rayo. contraste con el catolicismo, cuyas ideas y térmi-
De igual manera se practica el padrenuestro, nos quedan en la abstracción. \
también con satisfacción de la Iglesia católica, mu- El libro termina con citas de poemas que re-
chas veces para reforzar rituales andinos y a menu- únen y funden símbolos cristianos (el Espíritu
do en una versión deformada. Hasta es usado en Santo , el Padre, el Hijo, etc.) y andinos (diferen-
rituales "negros", donde muchos actos se realizan tes dioses de montañas, fuentes sagradas, etc.),
al revés: las hojas de coca se ponen al revés, con la por ejemplo: Muchaykusqayki, virgen María,
mano izquierda, etc. Una curandera que participó Atichamán, lugarniyoqkuna, Pachamama ... ("Te
en las entrevistas de la autora recomendó recitar en beso, virgen María, Atichamán santo, dueño de
esas ocasiones también el padrenuestro al revés. lugares santos, Madre Tierra ... ").
La garantía final de excluir cualquier contradic- Esta publicación es un aporte importante e
ción entre las religiones es la "fórmula hermética": interesante en el análisis y debate acerca del
"¿Como el Dios (cristiano) puede enojarse, cuan- sincretismo de dos religiones tan diferentes y en
do adoramos lo que él ha creado (la Pachamama, muchos aspectos opuestas. Demuestra que las
las montañas, el sol , etc.)?" La Pachamama es el aspiraciones de la Iglesia católica de "misionar"
inicio de toda vida (no la merced de Dios) y el fin (o inculturar) la región andina no fallaron, pero
de la vida (y no el cielo o el infierno). "Dios ha tampoco tuvieron éxito (como alude ya el provo-
creado la tierra, pero la Pachamama hace crecer los cativo título). Sus ideas y símbolos cristianos fue-
cultivos y nos ayuda a sobrevivir." ron absorbidos, adaptados e incorporados en el
Todos estos ejemplos demuestran cómo una rico y flexible mundo de las tradiciones y visiones
religión sin institución ni escritura se defiende andinas sin alterarlas en el fondo. Las estrategias
contra una religión tan poderosa como la católica. usadas, que Ina Rosing detalla en el libro, ayudan
Son estas las estrategias que protegen la tradición a aclarar al lector cómo funciona ese "fenómeno".
andina, y más aún los rituales de sacrificio, el En vez de crear un conflicto, la población andina
pago a la tierra y los diferentes dioses, quienes a aprovecha ciertos aspectos de la "nueva" religión
su vez protegen la vida de las familias campesi- y a la vez satisface a los representantes de la
nas. Los desastres significan un déficit a cargo del Iglesia católica. Obviamente esto funcionará mien-
hombre, y ese déficit se salda con un sacrificio. tras no surja una fuerza mayor que amenace seria-
Mientras otras religiones o sistemas no pongan mente las bases de la religión andina, hecho que
en riesgo el principio de reciprocidad, la religión no se podrá excluir en el futuro .
andina sobrevivirá. La amenaza más grande yac-
tual , según Ina Rosing, es el sistema capitalista, Thomas Steeb
que aleja a los pobladores de sus chacras, de su Deutscher Entwicklungsdienst
comunidad y de las tradiciones, dando más y más thomassteeb@yahoo.com
importancia a optimizar sus ganancias, a veces
lejos del lugar de sus antepasados.
Resumiendo este análisis se puede concluir WACHTEL, Nathan. La foi du souvenir. Laby-
que del encuentro de ambas religiones ha resulta- rinthes marranes. París: Seuil, 2001. 503 pág. ,
do un sincretismo de elementos, pero no del sis- 29 ilus.
tema de creencias en el mundo andino. También
términos como "doble fidelidad" y "mera yuxta- Nathan Wachtel ha dedicado una gran parte
posición" no reflejan la realidad. Más bien se tra- de su producción intelectual a la historia de po-
ta de un proceso unilateral de interpretación de blaciones del nuevo mundo. Ahora con La Foi du
símbolos cristianos. Sin embargo, la flexibilidad, souvenir: Labyrinthes marranes (París: Seuil
la ausencia de una escritura y la ausencia de la idea 2001 ), libro que él presenta como la tercera parte
de herejía ayudan a la religión andina a asimilar o de una trilogía' "cuyo hilo conductor [es] una
interpretar elementos de afuera. Factor impor-
tante para la persistencia de las tradiciones andinas
es la relación estrecha con las condiciones econó- Junto con La vision des vaincus ( 1971) y Le
micas de las familias, su religión forma una unidad rewur des ancetres (1990).

276 Revista Andina


historia subterránea de las Américas, entre me- sobrepasar las paradojas de sus afiliaciones anta-
moria y olvido", el autor nos lleva por los dédalos gónicas (Corman 1998). Sin embargo, es precisa-
de una investigación poco fácil , en pos de una mente el reconocimiento de estas paradojas lo que
información por siglos oculta y censurada, tras corresponde, en la opinión de Wachtel , a la inven-
las huellas de las poblaciones marranas dispersas ción de una cierta modernidad.
y perseguidas, y para quienes la fe y la memoria ¿Cuál fue la atracción del Nuevo Mundo para
se unen como garantes de su identidad. los nuevos conversos de España y Portugal? Sen-
Sin embargo, el autor-cuya dedicatoria del li- cillamente se trata de una combinación de repeti-
bro es nada menos que una lista de parientes perse- das y seguidas persecuciones, de un lado y de
guidos y muertos en manos de los nazis- logra de otro, de las oportunidades que se abrían afuera
golpe restarle carga emotiva a su estudio cuando (Alcalá ed. 1995). Los judíos portugueses y es-
presenta en la introducción de la obra un acerca- pañoles, quienes en el siglo XV habían escogido la
miento de dos eventos históricos "sin vínculos en conversión como manera de evitar el exilio, se
el espacio y bastante distantes en el tiempo": la encontraban en el XVI siendo el blanco de reno-
persecución de los judíos ibéricos en los siglos XVI vadas persecuciones. La fuga era por entonces
y XVII, de un lado, y la de los judíos alemanes y inevitable. Por accidentes históricos , la represión
europeos en general en los siglos XIX y XX. Este doméstica a los conversos fue mucho más repen-
planteamiento, si bien no es en sí original, hace tina y brutal en Portugal que en España. Además,
memoria de escritos anteriores del autor, quien nos en España a los neocristianos se les daba la posi-
había ya presentado una "historia al revés" de los bilidad de integrarse en la sociedad cristiana do-
Uru-Chipayas ( 1990). Wachtel es, creo, único en minante, mientras esta oportunidad les fue dene-
lograr encajar la historia en un recuadro estructural, gada a los portugueses. Todo eso explica que la
sin que la operación tenga el aspecto forzado y mayor parte de los marranos en el Nuevo Mundo
artificial de muchos otros intentos menos exitosos. -no solamente en Brasil sino también en México
Para el autor los marranos -término despecti- y en Perú- fueran portugueses.
vo2aplicado a aquellos cristianos de ascendencia Los judíos portugueses, después de una con-
judía, criptojudíos o neoconversos- llegan a cum- versión masiva en 1497 y luego de una conviven-
plir un papel de mediadores, pues su éxodo les cia relativamente tranquila de dos generaciones
lleva a unir el Mediterráneo al Atlántico y al Pací- con los viejos cristianos, se encontraron a media-
fico, y a ocupar en el ámbito del negocio y del dos del XVI frente a una Inquisición determinada
comercio todos los niveles de la escala social en a revelar y erradicar las prácticas judaizantes que
las nuevas colonias y el resto del mundo conoci- muchos conversos todavía ejercían bajo sus nue-
do .3 Por estar entre dos culturas, la antigua (que vas identidades cristianas. De allá una masiva
tuvieron que repudiar) y la nueva (que tuvieron emigración hacia, en un primer momento, España
que abrazar), y por la atracción y la repulsión que y luego hacia Europa del Norte y las colonias
esta ambigüedad marginal conlleva, la identidad ibéricas. Tan fuerte fue el éxodo de los judíos
marrana nace de una crítica tanto a su ámbito como portugueses que en muchos de sus países de des-
a sí misma. Así el marrano cuestiona su propia tino "portugués" pasó a ser sinónimo de "judío"
asimilación y los valores de su cultura de adop- (p. 27).
ción, pero también toda forma de pertenencia co- La suerte de los marranos en América fue, al
munitaria, de identidad claramente definida y vi- principio, exitosa. Se trataba por lo general de una
sible. El marrano personifica el ser individual con- población educada, acostumbrada a ganarse la vida
tradictorio y fracturado , incapaz de resolver y de y que, además, formaba parte de una red (la na-
ción) étnica y religiosa que alimentaba sus activi-
dades profesionales. Encontraron en el Nuevo
2 La palabra significa "puerco" y no se sabe si este Mundo mercados nuevos y espacios donde desa-
epíteto le fue atribuido a los neoconversos por rrollar sus operaciones mercantiles (el comercio
parte de los viejos judíos o por los católicos. Sin de esclavos entre Cartagena, Lima y Potosí es
embargo, no deja de evocar la poca estima que se uno de los ejemplos mejor conocidos). La llegada
tenía hacia los conversos, y de sugerir la práctica de la Inquisición a las Américas -a México ,
de hacer comer carne de chancho en público a Cartagena de Indias y, en 1569, a Lima junto con
los sospechosos de ser criptojudíos.
3 Véase también Caro Baraja 1996 [1970]. 4 Carcelén 2002.

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el virrey Toledo 4- obligó a los marranos a otra criptojudíos.
fuga, esta vez interna, a otro enmascaramiento La segunda pregunta está vinculada a ésta. Si
más profundo de su identidad: pues ni el éxodo ni bien sabemos que muchos de los procesos del
la conversión eran, por entonces, una opción. Santo Oficio contra judíos en Lima no tuvieron
Dos preguntas siempre me han cautivado acer- fundamentos y que sólo un porcentaje ínfimo
ca de los marranos americanos. La primera es ¿de resultó en penas de muerte (Carcelén 2002), esto
veras hubo tantos criptojudíos que emigraron a no significa que no hubo una importante población
las Américas? Y la segunda es ¿no fueron los in- marrana en el Perú. Existen muchas evidencias de
formes sobre las prácticas judaizantes un invento prácticas criptojudaicas -memoria sin cono-
del Santo Oficio? cimiento-que se mantuvieron en algunas familias
A la primera pregunta no se puede dar una siglos después de la conversión forzada y de la
respuesta sencilla. Hoy en día existen opiniones diáspora: restricciones alimentarias y ayunos ,
de algunos grupos de que la velas de los días viernes, ropa limpia de los
sábados, ritos funerarios particulares, etc. Wachtel
mayor parte de los hispanos o latinos re- presenta en la parte central de su libro estudios de
sidentes en las Américas son descendien- caso de varios individuos acusados de
tes directos de los marranos o cripto- criptojudaismo por los Santos Oficios americanos.
judíos. Esto es consecuencia de que el Si bien algunos de los cargos se revelan fabricados ,
Nuevo Mundo haya sido originalmente hay referencias innegables a prácticas de fe (ayuno,
explorado y colonizado por marranos que velas y libaciones) hasta en la cárcel mientras el
salieron de España para escapar de la per- acusado esperaba su castigo (pp. 170-171 ). Otras
secución de la Iglesia católica. Los millo- prácticas evocan, para el etnohistoriador, tácti cas
nes de marranos en América Latina son empleadas por las poblaciones andinas con-
literalmente un "gigante dormido" listos frontadas, ellas también, con la imposición de una
para renacer a su verdadera herencia den- nueva religión: caso por ejemplo de Duarte Roi z
tro de las tribus de Jsrael.5 Ulho a de Bahía, Brasil, quien habría tenido en su
casa un altar a Santa Teresa, en realidad un retrato
Sin adoptar una opinión tan injustificada- de su hija Teresa, quemada por el Santo Oficio (p.
mente desmesurada, me parece muy probable, sin 322).
embargo, que la población de marranos -por el Quisiera notar, para concluir, que el libro de
mero hecho de tener que encubrir más y más su Wachtel sale en un momento en el que la identidad
verdadera identidad- era bastante más importan- marrana está empezando a ser usada como un a
te de lo que se podría anticipar. Además, dado suerte de código para referirse a una forma de
que los conversos ibéricos , más que los viejos representación de la universalidad que contrasta
cristianos, tenían poderosas motivaciones (ver con y se opone a las identidades fuertes de la
supra) para dejar su tierra y explorar las posibili- mundialización uniforme. Las identidades inciertas
dades de las nuevas colonias, resulta verosímil o "marranas" y la comunidad de los hombres sin
que el porcentaje de neocristianos y criptojudíos comunidad6 -o por lo menos de comunidad sin
dentro de los emigrantes al Nuevo Mundo en la banderas ni templos- pueden verse como un
primera mitad del siglo XVI fuese muy superior contrapunto posible a la ciudadanía banal y
al porcentaje de descendientes de judíos en los opresiva de la globalización hegemónica. De hecho,
países ibéricos en la misma época. Más aún, se el libro de Wachtel , al rastrear las raíces tenues de
sabe que familias marranas en España y Portugal, un grupo cuya memoria vacilante ampara una fe
para protegerse de las pesquisas de la Inquisi- enmascarada, atestigua la creación o la invención
ción, solían entregar uno de sus hijos a la Iglesia. política y cultural de una identidad crítica que
Así, es concebible que un número importante de enfrenta las fuerzas de la historia.
los religiosos que vinieron a evangelizar las Amé-
ricas en los primeros tiempos de la Conquista y
de Colonia temprana fueran ellos mismos hijos de

5 International Federation of Messianic Jews, 6 Corman 1998 . La idea es anticipada por


2002, www.ifmj .org Nietzsche.

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N2 35, julio 2002 279

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