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12 DECISION DE SEPARARSE

La decisión de separarse y llevarlo a cabo provoca un profundo impacto en la familia y en cada


uno de sus miembros. El fin de la vida matrimonial causa angustia por la pérdida de seguridad
que significa y por la vulnerabilidad que desencadena. Un divorcio separa a los adultos y
modifica la estructura familiar. Se pierde inicialmente la sensación de refugio y contención, ya
que lo que sucede en su interior provoca confusión, angustia, inseguridad y desprotección (De
la Cruz y Gonzáles, 2001). Algunas personas como consecuencia del divorcio, se enfrentan con
sentimientos devastadores que pueden dar lugar al enojo descontrolado, el cual consume la
mayor parte de su energía y desencadena comportamientos peligrosos. Cuando una pareja se
separa, puede hacerlo de muchas maneras; algunas de ellas preservan a los hijos de los
conflictos conyugales y otros los involucran colocándolos en el centro de la batalla,
desconociendo sus necesidades, desprotegiéndolos y generándoles serios trastornos
emocionales.

Aunque en principio el matrimonio constituye un esfuerzo conjunto de dos individuos, la


institución del matrimonio es en sí misma una construcción social que resulta de la
intersección de coacciones estructurales e interacciónales. De tal suerte, el divorcio puede ser
explicado tanto por factores individuales como por factores estructurales. Entre los factores
estructurales (demográficos y económicos) que han sido citados como de riesgo para producir
el divorcio en Estados Unidos se encuentran: casarse siendo adolescente, ser pobre, estar
desempleado, tener un bajo nivel de escolaridad, vivir con su futura pareja o con otro
compañero sexual antes del matrimonio, tener hijos antes del matrimonio, tener hijos de
uniones previas, casarse con alguien de diferente raza, ser el segundo o posterior matrimonio,
vivir en un hogar en donde alguno de los padres estuvo previamente divorciado (Amato,
2010).

1 RIBEIRO-FERREIRA, Manuel. El divorcio en Nuevo León: tendencias actuales. Pap. poblac [online]. 2014, vol.20,
n.80 [citado 2017-11-12], pp.193-215. Disponible en:
<http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-74252014000200007&lng=es&nrm=iso

Relación de la pareja parental (as) después del divorcio o separación

El divorcio, más allá de su definición jurídica, ha de ser entendido como un proceso de


transición en la vida familiar, determinado por una secuencia de experiencias potencialmente
estresantes, que comienzan ese llama divorcio a la disolución del matrimonio, por sentencia
judicial, en virtud de ciertas causales ocurridas con posterioridad a la celebración del mismo.
Fuera de las causales que para el efecto de divorcio determina la ley, ninguna otra es
susceptible de producirlo. Antes de la separación física y que continúan después de ella. Esa
crisis familiar está caracterizada por un conflicto y desequilibrio que, cuando se aplaca, es
reconocible por cambios en los miembros de la familia, en las dinámicas y en los roles. Los
efectos negativos de la ruptura aumentan cuando los problemas entre las parejas son mayores
antes del divorcio, situación que se prolonga hasta después de la separación (Kline et al.,1991.
Citados por Vega, 2003). Partiendo de ese supuesto, el estudio de Vega (2005) mostró que los
padres divorciados no comprendían el porqué de las demandas de libertad y autonomía de sus
ex esposas durante sus años de matrimonio y se consideraban incapaces de poner límite a lo
que experimentaban como manipulación y materialismo de ellas. Consideraban a la madre de
sus hijos (as) la causa de las situaciones favorables o desfavorables que experimentaban en su
vida cotidiana, siendo ella percibida como una figura omnipresente e insoslayable,
íntimamente ligada a su quehacer como padre y como hombre. Aunque también se
observaron visos de cambio hacia una valoración de su papel como proveedores afectivos,
prevalece la creencia de que la madre es quién está capacitada a plenitud para ejercer esa
función.

14 Vega Robles, Isabel, Factores psicosociales de los padres divorciados que influyen en el pago de la
pensión alimentaria para sus hijos (as). Cuadernos Inter.c.a.mbio sobre Centroamérica y el Caribe [en
linea] 2006, [Fecha de consulta: 12 de noviembre de 2017] Disponible
en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=476948766003> ISSN 1659-0139

-“La mayor parte del divorcio implica una ruptura con las metas familiares originales que se
pretendían al contraer matrimonio donde se preveía felicidad, un hogar gratificante y una
familia, todas esas brillantes promesas del matrimonio se desmoronan. El divorcio establece
circunstancias tan desorganizadoras para el individuo, casi todo lo que había sido considerado
como estable debe ser ahora reorganizado”

2 (Montalvo & Magaña, 1997,


p.16).http://repository.ucc.edu.co/bitstream/ucc/326/1/Efectos%20del%20divorcio%20de%20l
os%20padres%20en%20el%20rendimiento%20acad%C3%A9mico%20de%20sus%20hijos.pdf

“La mayor parte del divorcio implica una ruptura con las metas familiares originales que se
pretendían al contraer matrimonio donde se preveía felicidad, un hogar gratificante y una
familia, todas esas brillantes promesas del matrimonio se desmoronan. El divorcio establece
circunstancias tan desorganizadoras para el individuo, casi todo lo que había sido considerado
como estable debe ser ahora reorganizado” (Montalvo & Magaña, 1997,
p.16).http://repository.ucc.edu.co/bitstream/ucc/326/1/Efectos%20del%20divorcio%20de%20l
os%20padres%20en%20el%20rendimiento%20acad%C3%A9mico%20de%20sus%20hijos.pdf

Valdés, Esquivel y Artiles (2007) sostienen que dentro del modelo de crisis el divorcio se
aborda de tres maneras: primeramente se tiene en cuenta que es la alternativa más factible
considerada por uno o ambos miembros de una pareja para resolver una situación de crisis y
disfuncionalidad en su relación; en segundo lugar, se conceptualiza el divorcio como una
decisión que si bien pretende resolver una crisis, marca el inicio de otra, caracterizada por las
dificultades relacionales y los cambios que se ocasionan en la vida de todos los integrantes de
la familia; por último, los efectos del divorcio están mediados por factores que incluyen el
sistema de creencias dominante en el contexto cultural, las características socioeconómicas
que rodean a la familia y las estrategias idiosincrásicas que utilizan los integrantes de la pareja
para manejar la separación.

percepciones de mujeres divorciadas acerca del divorcio Ángel Alberto Valdés


Cuervo; Gabriela Basulto Moreno; Elisa Choza Concha; Enseñanza e
Investigación en Psicología 2009 14 (1)
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29214102 3
La separación de una pareja genera en su entorno la sensación de desorientación, donde las
personas que se encuentran en su ambiente no llegan a identificar cómo se debe actuar frente
a esta situación; al momento en que los esposos oficializan su ruptura marital rompen con el
núcleo familiar, culminan con la unión que generaba protección a ellos y a sus hijos (Perez,
Montserrat, Valls y Aramburu 2008).

4
http://repository.ucc.edu.co/bitstream/ucc/326/1/Efectos%20del%20divorcio%20de%20los%2
0padres%20en%20el%20rendimiento%20acad%C3%A9mico%20de%20sus%20hijos.pdf

Estudios recientes indican que la madurez que parecen presentar los hijos de divorciados
puede estar ocultando una inversión de roles o parentificación, instrumental (tareas del hogar,
cuidado de sus hermanos) o bien emocional (actuar como consejero o confidente o incluso
prestar apoyo emocional al progenitor necesitado).

5--- http://masterforense.com/pdf/2002/2002art16.pdf

Aparecen sentimientos en los menores de edad después de que sus padres se divorcian creen
que son culpables de la separación, todos estos sentimientos, que frecuentemente surgen en
los niños, pueden derivar en comportamientos inadecuados, siendo los más comunes la
aparición de conductas inapropiadas, que pueden tener un carácter regresivo, es decir, que el
niño adopte hábitos anteriores que había superado (enuresis, chuparse el dedo); como
manierismos, tics, tartamudeo o una maduración impropia de su edad, mostrándose
excesivamente cooperativos, educados, autodisciplina dos y auto controlados. Otra conducta
habitual es que agresividad o conductas disruptivas. También se ha detectado que la
separación de los progenitores es la causa más común de suicidio o tentativa de suicidio de
jóvenes menores de edad, refiriendo sentimientos de rechazo o pérdida de interés de sus
padres hacia ellos (Lester & Abe, 1993; McCall & Land, 1994; Woderski & Harris, 1987 Citado
por Seijo, Fariña, Novo. 2002).

6 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11231067007

Para la mayoría de los niños, el divorcio de sus padres representa un cambio dramático en su
vida, siendo el más evidente la pérdida del padre en su vida diaria (Ahrons & Tanner, 2003).

Sin embargo, los datos aportados por los estudios apoyan, en general, la hipótesis de la
congruencia. La ruptura matrimonial aumenta las interacciones negativas entre hermanos
(mayor hostilidad y coerción), que se van desentendiendo mutuamente, llegando a producirse
una pérdida de afecto y de apoyo. No obstante, cuando uno de los hermanos es una
adolescente se produce un mayor afecto y apoyo (Conger y Conger, 1996) 7
http://masterforense.com/pdf/2002/2002art16.pdf

Los resultados de los estudios indican que, en general, los divorciados asignan a sus hijos
adolescentes más tareas y les obligan a asumir más responsabilidades que los padres de
hogares intactos. No obstante, son las hijas que viven en hogares monoparentales con una
elevada conflictividad entre sus padres las que presentan una mayor parentificación emocional
con uno u otro progenitor (Hetherington, 1999) 8
http://masterforense.com/pdf/2002/2002art16.pdf
EL DIVORCIO COMO CRISIS

El divorcio como crisis. Pittman (1990) propone que una crisis se produce cuando una tensión
(una fuerza que tiende a distorsionar) afecta al sistema familiar, exigiendo un cambio en su
repertorio usual, y permitiendo, además, la entrada de influencias externas de una forma
incontrolada. Este autor describe cuatro categorías de crisis: 1. Desgracias inesperadas. Son
sucesos imprevisibles, cuyas causas suelen ser extrínsecas a la familia (fallecimientos,
accidentes, etc.). Su resolución puede suponer un esfuerzo común para adaptarse a la
situación, o puede implicar el riesgo de una búsqueda de culpables que genere mecanismos de
ataque y defensa. 2. Crisis de desarrollo. Son universales y previsibles. Forman parte de la
evolución normal de cada familia (matrimonio, nacimientos de hijos, etc.). Una superación
adecuada facilita el crecimiento, aunque los problemas pueden aparecer cuando una parte de
la familia intenta impedirla o provocarla antes de tiempo. 3. Crisis estructurales. Son
recurrentes y se insertan en las propias pautas intrínsecas de una familia (psicosis,
alcoholismo, etc.). Suelen manifestarse en un solo miembro, aunque afectan directamente a
todos los demás, de forma que dificultan cualquier posible proceso de cambio. 4. Crisis de
desvalimiento. Ocurren en familias en las que los propios recursos se han agotado o son
ineficaces, de tal forma que dependen de instancias externas para uno o varios aspectos de su
supervivencia (familias que dependen de los recursos sociales, incapacidades crónicas, etc.).

9 BOLAÑOS, I. (1998). Conflicto familiar y ruptura matrimonial. Aspectos psicolegales. En


Marrero, J.L. (Comp.) Psicología Jurídica de la familia, Madrid: Fundación Universidad Empresa,
Retos jurídicos en las Ciencias Sociales. https://www.ucm.es/data/cont/media/www/pag-
41342/rupturas.pdf

EXPERIENCIAS NEGATIVAS

Las experiencias negativas más comúnmente asociadas al divorcio son la soledad y los
problemas económicos. Rodrigo y Palacios (1998) apuntan que los principales conflictos que
dificultan la adaptación posterior a una separación son la división de bienes, el mantenimiento
económico (pensión alimenticia de los hijos o de la pareja) y la custodia de los hijos. Para las
mujeres, los problemas pueden ser mayores ya que en ellas se acumulan diversas transiciones
vitales, como el cambio de estado civil y de estatus, los trámites para la pensión que deben
recibir del marido y la nueva relación con el ex cónyuge. Al respecto, Cuevas (1995) señala que
las madres divorciadas tienen que enfrentar una ma yor cantidad de tareas relacionadas con la
crianza, el trabajo y el hogar, además de tener que lidiar con sentimientos negativos asociados
a ellas mismas y con los retos de la crianza de los hijos.

10 Valdés Cuervo, Ángel Alberto, Basulto Moreno, Gabriela, Choza Concha, Elisa, Percepciones de mujeres
divorciadas acerca del divorcio. Enseñanza e Investigación en Psicología [en linea] 2009, 14 (Enero-Junio) : [Fecha de
consulta: 12 de noviembre de 2017] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29214102

EL IMPACTO PSICOLÓGICO DE LA SEPARACIÓN O EL DIVORCIO EN LOS HIJOS

La provisión de estabilidad afectiva y emocional que requiere el desarrollo infantil puede verse
seriamente amenazada por la separación o el divorcio de los padres, especialmente cuando el
apego aún no está suficientemente afianzado (7). Es conocido, al respecto, que la mayor
proporción de ellos tiene una media de edad de seis años o menos en el momento de la
ruptura, de cuyo conjunto una gran parte muestra más desajustes psicológicos a lo largo de su
vida que los que pertenecen a familias intactas, si bien tales desajustes no siempre alcanzan
niveles clínicos (8, 9, 10).

En este campo, Hetherington, Bidges e Insabella (11) señalan como relevantes una serie de
características en el comportamiento del niño tras el cambio de la composición de la «familia»,
los efectos negativos de la ausencia de la figura paterna junto a la típica situación de la
custodia de la madre, el incremento del estrés econó- mico en el grupo con las subsiguientes
consecuencias en el trato al hijo, los problemas que derivan del cambio que supone pasar de
tener dos padres a tener uno solo y lo negativo que trae consigo la existencia de tensión
interparental en el hijo. Wallerstein y cols. (12, 13) han considerado que el sexo del niño
determina diferencias en el desajuste tras un divorcio o separación, evidenciando que los
chicos varones parecen tener mayores dificultades para superar la crisis, tanto en la intensidad
de sentimientos negativos como en su duración, presentando más problemas escolares y más
irritabilidad que las niñas.

11 Vallejo Orellana, Reyes, Sánchez-Barranco Vallejo, Fernando, Sánchez-Barranco Vallejo, Pablo,


Separación o divorcio: Trastornos psicológicos en los padres y los hijos. Revista de la Asociación
Española de Neuropsiquiatría [en linea] 2004, (Octubre-Diciembre) : [Fecha de consulta: 12 de noviembre
de 2017] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=265019658006> ISSN 0211-5735

13 SAP GARDNER

Características del SAP Gardner (1987) define el SAP de la siguiente manera: Es un trastorno
que surge principalmente en el contexto de las disputas por la guarda y custodia de los niños.
Su primera manifestación es una campaña de difamación contra uno de los padres por parte
del hijo, que no tiene justificación. El fenómeno resulta de la combinación del sistemático
adoctrinamiento (lavado de cerebro) de uno de los padres y de las propias contribuciones del
niño dirigidas a la denigración del progenitor objeto de esta campaña (Gardner, 1987, P-12).

Según este concepto, es un proceso por el cual un progenitor transforma la conciencia de sus
hijos mediante diferentes estrategias, con el objeto de impedir, obstaculizar o destruir el
vínculo con el otro progenitor. Se lleva al hijo a odiar y rechazar a un padre que lo quiere y al
cual necesita. El término sólo es aplicable cuando el progenitor objeto de la hostilidad no ha
mostrado ningún comportamiento que pudiera justificar la campaña de difamación que lo
victimiza.

12 de la Cruz, Ana Cristina, Divorcio destructivo: cuando uno de los padres aleja activamente al otro de la
vida de sus hijos. Diversitas: Perspectivas en Psicología [en linea] 2008, 4 (Sin mes) : [Fecha de consulta:
12 de noviembre de 2017] Disponible en:<http://w.redalyc.org/articulo.oa?id=67940112> ISSN 1794-9998

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