el Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo".
ORE- DIÓCESIS DE CHILPANCINGO-CHILAPA
MOS.
Hacemos un momento de silencio para ofrecer a Jesús Sacramen-
tado todas nuestras intenciones.
OREMOS
Sacerdote: Padre clementísimo, concédenos practicar la misericordia
con alegría para que tu pueblo experimente tu ternura y compasión. Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
BENDICIÓN
PROCESIÓN DEL SANTÍSIMO (canto)
ALABANZAS AL SANTÍSIMO
RESERVA (Canto)
PARA REFLEXIONAR
Jesús, nos enseña y ayuda progresivamente a:
Vivir como El: El " sígueme " indica el camino de configuración
con el Maestro, implica aprender de Jesús todo y asumir su estilo de
vida, hacer un continuo proceso de configuración con El. Asumimos su
propio estilo de entrega, de servicio y de comunión con el Padre. Asu-
mimos sus sentimientos, sus actitudes y nos asemejamos en todo a
Jesús de tal forma que nos convertimos cada día en sus imágenes vi-
vas. Jesús quiere que nosotros seamos signos permanentes de su pre-
sencia y de su amor.
Esa es la condición para que podamos ser testigos suyos. El, como
el más comprensivo de los amigos, sabe ayudarnos para que asuma-
mos su vida nueva y la vivamos en nosotros.
Unirnos en El: Porque el seguimiento de Jesús se hace en Igle-
sia. La fe se vive compartiéndola y proyectándola. Por ello, es en Jesús
en quien nos conocemos a nosotros mismos y conocemos mejor a
nuestros hermanos. Es en Él en quien podemos amarnos, integrarnos y
proyectarnos misioneramente. Todos estamos llamados a unirnos en
Jesús, con su amor, para ser uno y para que el mundo crea ( Jn 17,
21 ).
"Ir" con El, en su nombre y con su poder. Se trata de " ir " ( Mt
28, 19 ) como enviados suyos. El nos acompaña y nosotros a El, somos
sus colaboradores y ayudantes. Ser misionero implica dar los pasos
que el Señor quiera, en la dirección que quiera, con las personas que El
quiera, hasta donde El quiera, para lo que El quiera. Por otra parte, Je-
sús espera que nosotros vayamos en su nombre, a mostrarlo a El y a
llevar lo suyo a nuestros hermanos.
Dar la vida con El y como El: Hemos sido enviados a evangeli-
zar, a hacer discípulos ( Mt 28, 19) para Jesús. Él no busca ser servido,
sino servir y dar la vida en rescate por todos (Mt 20, 28). Cada día,
aprendemos a dar la vida sirviendo a los demás en cumplimiento de
nuestra misión. El ideal y la meta es la de ayudar a Jesús para que su
Reino crezca en nosotros y en el mundo.
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Catedral y Parroquia de
“La Asunción de María”
HORA SANTA
OBRAS DE MISERICORDIA ESPIRITUALES
ENSEÑAR AL QUE NO SABE
“En virtud del mandato misionero, la Iglesia se interesa por los que no co-
nocen el Evangelio, porque quiere que todos se salven y experimenten el
amor del Señor. Ella «tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios,
corazón palpitante del Evangelio», y de proclamarla por todo el mundo,
hasta que llegue a toda mujer, hombre, anciano, joven y niño”.
(Papa Francisco)
Chilpancingo Gro. A 20 de Octubre 2016
Guía: Queridos hermanos sean bienvenidos a esta Hora bendita de
adoración. Enseñar al que no sabe es la primera obra espiritual, sin duda
es la invitación que el Señor nos hace de enseñar el bien. Pidamos a Jesús
nos conceda la gracia de ser portadores de su misericordia y que en este
mes misionero vayamos a enseñar y anunciar la alegría del Evangelio.
Nos ponemos de rodillas (Canto)
Exposición del Santísimo
Estación Menor
Sacerdote: En los cielos y en la tierra sea por siempre alabado.
Todos: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado
Silencio meditativo
Sacerdote: Señor Jesús, creemos que estás vivo y resucitado, presente
en el Santísimo Sacramento. Hoy delante de ti, queremos presentarte
nuestra intención de enseñar el bien a todos los que nos rodean, no sólo
de palabra sino de testimonio.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria, Canto.
Sacerdote: En los cielos y en la tierra sea por siempre alabado.
Todos: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado
Silencio meditativo
Sacerdote: Jesús Resucitado, confiamos en ti. Tú nos haz enseñando a
ser misericordiosos como el Padre. Haz que nosotros podamos reconocer
siempre el bien, lo que nos hace ser mejores y con humildad enseñemos a
los que no saben reconocer el bien lo que nos trae felicidad.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria, canto.
Sacerdote: En los cielos y en la tierra sea por siempre alabado.
Todos: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado
Silencio meditativo
Sacerdote: Señor Jesús te amamos. Concédenos la gracia de ser verda-
deros portadores de tu misericordia haz que en el mundo, la Iglesia por me-
dio de las obras de misericordia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resuci-
tado y glorioso.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria, Canto.
OFRECIMIENTO DE LA ESTACIÓN
TODOS: En este tabernáculo sagrado. Donde estás mi buen Jesús por
mí escondido, mi corazón te adora muy rendido y mi fe te contempla anona-
dado. Esta estación recibe con agrado, como ofrenda de mi pueblo agradeci-
do, por el inmenso amor con que has querido quedar por nuestro bien, sa-
cramentado. Remedia nuestros males y aflicciones, da a tu Iglesia: paz y
consuelo; al Papa, fortaleza y bendiciones y extiende la fe santa en este
suelo para que unidos por tu amor los corazones, vayamos a gozar en el
cielo.
Guía: En este momento podemos sentarnos y contemplar a Jesús.
( Dejamos 5 min de silencio)
Guía: Nos disponemos a escuchar la Palabra de Dios. Nos ponemos de
pie.
LITURGIA DE LA PALABRA
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Mt. 5,7)
R. Aleluya, aleluya
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
R. Aleluya
EVANGELIO (Mt. 28, 16-20 )
Del santo Evangelio según san Mateo
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Je-
sús les había indicado. Y al verlo le adoraron; algunos sin embargo duda-
ron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: Me ha sido dado todo poder en
el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las gentes, bauti-
zándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado. Y he aquí que yo
estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
Palabra de Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXIÓN DEL SACERDOTE
Guía: Para nuestra reflexión personal contestamos las siguientes pre-
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guntas: ¿Cómo puedo vivir esta obra de misericordia y con quienes? ¿Cómo
me dejo enseñar por Jesús? ¿Realmente vivo mi ser misionero, enseñando a
las gentes la Buena Nueva?¿A qué me invita el Señor? (Dejamos 5 min de
silencio) CANTO
ORACIÓN
TODOS: Señor, tu eres el verdadero maestro, nos dice tu evangelio que
tú enseñabas con autoridad. Primero fuiste discípulo de tu Padre, viendo lo
que El hacía y decía. También supiste aprender de tus padres en Nazaret y
de todas las cosas que pasaban en la vida.
Después quisiste dar a los de-
más todo lo que sabías y tenías, y te pusiste en camino para llegar a todos y
enseñarles, especialmente a los más sencillos y pobres. Fuiste Maestro sien-
do siervo, poniendo todo al servicio de los demás. Esa fue tu verdadera sabi-
duría: “Amaos unos a otros como yo os he amado.
Tú nos invitas a ser tus
discípulos, a que aprendamos en la vida como lo hiciste tú. Has puesto en
nuestras manos muchas experiencias buenas para educarnos ayúdanos a
aprovecharlas para formarnos como personas, que lleguemos a “saber mu-
cho, para servir más y mejor a los demás”, nos gustaría que tú, el Maestro,
nos enseñaras a estudiar para los demás, especialmente para los más po-
bres. No permitas que seamos ciegos e ignorantes, que no sepamos mirar el
mundo y sus sufrimientos, danos un corazón de misericordia para que sepa-
mos enseñar a los que nos saben, luchar juntos para construir un mundo
más fraterno y justo. Amén.
PRECES COMUNITARIAS
Sacerdote: Oremos a Jesús resucitado, rostro de la misericordia del
Padre para la humanidad entera. Después de cada petición diremos: Por tu
gran misericordia, escúchanos Señor.
1.- Señor, maestro y guía, Tú que enseñaste, con tu testimonio y palabra, el
valor de la vida, ilumina a nuestros pastores, para que con su sabiduría, y
experiencia nos guíen, por el camino de la verdad y la luz. Concédeles el
entusiasmo necesario, para continuar con su labor formadora, en la Iglesia.
OREMOS
2.- Señor te pedimos por todos los y las catequistas de nuestra Diócesis para
que sepan compartirles la fe, Comunicar la esperanza, animar y alentar la
caridad y sembrar en los corazones la voluntad de caminar siempre Contigo.
OREMOS
3.- Por los pobres de espíritu, por los misericordiosos, los pacíficos, los per-
seguidos, los limpios de corazón para que con su ejemplo nos enseñen a ver
a Dios. OREMOS
4.- Pedimos por los padres de familia, primeros educadores de sus hijos, pa-
ra que les enseñen el camino del amor y fomenten siempre los valores cris-
tianos. OREMOS.
5.- Señor, te pedimos por todos los maestros. Haz que encuentren en Ti la
fuerza de comenzar cada día con entusiasmo renovado la labor emprendida.
OREMOS.
6.- Por todos nosotros, para que sepamos transmitir nuestros pocos u mu-
chos conocimientos a los que los requieran. Pero siempre por amor a ti y de
cara a la recompensa eterna del cielo: "Venid benditos de mi Padre, heredad