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CARRERA: Abogacía
El mandato puede ser conferido y aceptado expresa o tácitamente. Si una persona sabe
que alguien está haciendo algo en su interés, y no lo impide, pudiendo hacerlo, se entiende
que ha conferido tácitamente mandato. La ejecución del mandato implica su aceptación
aun sin mediar declaración expresa sobre ella.
El mandato puede ser oneroso o gratuito, sin embargo en el artículo 1322 ccyc dispone
que se presuma oneroso y a falta de acuerdo sobre la retribución la remuneración es la
que establecen las disposiciones legales o reglamentarias aplicables, o el uso y, a falta de
ambos debe ser determinada por el juez. No obstante las partes en virtud de la autonomía
de la voluntad podrían pactar la gratuidad.
El mando puede ser bilateral o unilateral, según sea oneroso o gratuito. En el primer caso,
nacerán obligaciones reciprocas entre las partes: el mandatario deberá cumplir el encargo
y el mandante pagar la retribución. En el segundo caso es decir, si se pactó la gratuidad, el
mandato será unilateral porque solamente generara obligaciones para el mandatario.
En principio el mandato es un contrato no formal, ya que no existe forma alguna para que
puede producir sus efectos propios incluso puede aceptarse en forma expresa o tácita.
Artículo 1319, 2da parte.
FORMA expresa o tácita. El expreso puede darse por escrito (instrumento público- Privado o
verbalmente). El tácito resultara de hechos positivos del mandante, o de su inacción o
silencio, no impidiendo, pudiendo hacerlo, los actos que sabe que está haciendo en su
nombre. Por excepción se exige escritura pública
ARTICULO 358.-Principio. Fuentes. Los actos jurídicos entre vivos pueden ser celebrados
por medio de representante, excepto en los casos en que la ley exige que sean otorgados
por el titular del derecho.
El mandato es un contrato, y como tal un acto jurídico bilateral, que crea relaciones
obligaciones entre mandante y mandatario, en virtud del cual se encarga a otro la
realización de un acto jurídico. Es por ello que el mandato se focaliza en el análisis de las
obligaciones entre las partes.
CAPACIDAD DE LAS PARTES: El mandante debe ser capaz de ejercicio y hábil para contratar
con relación al acto que encarga al mandatario. Según el artículo 364 CCyCN el
representando debe tener capacidad para otorgar el acto al momento del apoderamiento.
a) cumplir los actos comprendidos en el mandato, conforme a las instrucciones dadas por
el mandante y a la naturaleza del negocio que constituye su objeto, con el cuidado que
pondría en los asuntos propios o, en su caso, el exigido por las reglas de su profesión, o por
los usos del lugar de ejecución;
d) mantener en reserva toda información que adquiera con motivo del mandato que, por su
naturaleza o circunstancias, no está destinada a ser divulgada;
e) dar aviso al mandante de todo valor que haya recibido en razón del mandato, y ponerlo
a disposición de aquél;
b) indemnizar al mandatario los daños que sufra como consecuencia de la ejecución del
mandato, no imputables al propio mandatario;
EFECTOS DE LA REPRESENTACION
a) por el transcurso del plazo por el que fue otorgado, o por el cumplimiento de la condición
resolutoria pactada;
La renuncia produce sus efectos desde que se ha exteriorizado y sin necesidad de que sea
aceptada por el mandante; por lo tanto, el mandatario no puede reasumir los poderes que
ha renunciado.
Artículo 380.
b) por la muerte del representante o del representado; sin embargo subsiste en caso
de muerte del representado siempre que haya sido conferido para actos especialmente
determinados y en razón de un interés legítimo que puede ser solamente del
representante, de un tercero o común a representante y representado, o a
representante y un tercero, o a representado y tercero;
c) por la revocación efectuada por el representado; sin embargo, un poder puede ser
conferido de modo irrevocable, siempre que lo sea para actos especialmente
determinados, limitado por un plazo cierto, y en razón de un interés legítimo que puede
ser solamente del representante, o de un tercero, o común a representante y
representado, o a representante y un tercero, o a representado y tercero; se extingue
llegado el transcurso del plazo fijado y puede revocarse si media justa causa;
ARTÍCULO 1331. Revocación. La revocación sin justa causa del mandato otorgado por
tiempo o asunto determinado obliga al mandante a indemnizar los daños causados; si el
mandato fue dado por plazo indeterminado, el mandante debe dar aviso adecuado a las
circunstancias o, en su defecto, indemnizar los daños que cause su omisión.
ARTÍCULO 1332. Renuncia. La renuncia intempestiva y sin causa justificada del mandatario
obliga a indemnizar los daños que cause al mandante.
Este artículo prevé para la figura particular del mandato la regla general contenida para las
obligaciones en el art. 944 ccyc. Esta regla estaba prevista de modo similar en el art. 1978
cc, que determinaba que la renuncia del mandatario, en tiempo indebido, de modo
repentino y sin causa justa o suficiente, lo obligaba a resarcir al mandante los daños y
perjuicios ocasionados.
Ante este supuesto, la norma indica que los herederos, representantes o asistentes que
tengan conocimiento del mandato deben comunicar la situación de inmediato al mandante
y adoptar en interés de este las medidas pertinentes o conservatorias para proteger los
intereses del mandante bajo pena de incurrir en responsabilidad civil. La obligación de
comunicar de inmediato al mandante de la situación de fallecimiento se basa en el
perjuicio que el abandono de la gestión podría acarrear al mandante.
Si, por el contrario, fuere el mandante quien fallece o se torna incapaz, deberá el
mandatario ejecutar los actos de conservación urgentes hasta tanto reciba instrucciones
expresas de los herederos o representantes de aquel.
Si el mandatario se vuelve incapaz opera la extinción, pues estará impedido de actuar por
sí en la gestión del negocio del mandante.