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Religión and the Political

Edited by Montserrat Herrero

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Religión and the Political
Edited by
Montserrat Herrero

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Georg Olms Verlag
Hüdesheim • Zürich • New York
2012
The pubücation of this volume was supported by the
Institute for Culture and Society of the Universidad de Navarra

§ > Universidad
de Navarra
Institute for Culture and Society

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© Georg Olms Verlag A G , Hüdesheim 2012


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248 Religión and the Political

consumada a criacáo do estado de Israel e apenas depois da a "solucáo final" Realismo político y crítica de las religiones seculares en
nazi praticamente quase o ter feito desaparecer da Europa. Raymond Aron
"Para o ano que vem em Jerusalém". Jerónimo Molina

"[En 1944] propuse denominar religiones seculares a las doctrinas que


han ocupado el lugar de la fe en el alma de nuestros contemporáneos y
que sitúan aquí abajo, en un futuro lejano y bajo la forma de un orden social
por construir, la salvación de la humanidad".
(R. Aron, "Existe-t-il un mystére nazi?" Commentaire, II, 7, 1979)

La memoria de Raymond Aron, catedrático de sociología y escritor


político, autor de relativo éxito en Europa y los Estados Unidos durante los
años 50, 60 o 70 y fino polemista, perdura en su obra, vinculada sin embargo
a una época y una constelación ideológicas ya transpuestas.
En la medida en que las estructuras políticas de la Guerra fría se
desrealizan poco a poco como sistema total de las relaciones internacionales,
pasan también a un segundo plano los conceptos, doctrinas y patrones de
referencias culturales vigentes desde el final de la I I Guerra mundial hasta la
caída del Imperio soviético. Este tipo de procesos depurativos tiene un
efecto saludable sobre la inteligencia de lo político, es decir, sobre la
representación de lo político como una dimensión de la naturaleza humana,
como expresión y modulación de lo humano hic et nunc. También sobre la
inteligencia política o formas de mentalización de la actividad política, pues
ayuda a reubicar a los autores políticos y sus filosofías y opiniones
particulares en una jerarquía de las importancias objetivas de la cultura. La
certeza de que la Fortuna pasa, en la historia, de una ciudad a otra,
constituye una afirmación que tampoco ahorra sus efectos sobre la obra y la
fama de quienes, por razones tan diversas como el inconformismo, la
seducción de una idea fuerte, el patriotismo, la nostalgia o la venalidad,
pusieron su minerva al servicio de una causa política. Así, quien disfrutó de
los honores y el reconocimiento del partido triunfante o de la potencia
hegemónica está tan expuesto como su mentor político a la usura del
tiempo, que todo lo muda. Lo que no quiere decir, por otro lado, que quien
recorrió, de fracaso en fracaso, lo que Giuseppe Ferrari llamó la voie de la
250 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 251

doukur , merezca necesariamente una atención que en su época no se le


1 y anticomunista, del adepto, en el siglo de los totalitarismos, a lo que
dispensó. denominó el liberalismo esencial de la tradición europea. Me parece, por esta
razón, que reducir su contribución política e intelectual en la historia
I contemporánea de las ideas al "anticomunismo sistemático" , con el que se 4

Tal vez, de todos los escritores políticos cuya hora hemos visto pasar corresponde su realismo en materia de política internacional, emparentado
hace apenas unas décadas, victoriosos o derrotados, únicamente interesan a con el de H . J. Morgenthau , y a un cierto numantinismo liberal , no se
5 6

la jerarquía de las importancias quienes han estado tocados por la imaginación compadece ni de su beligerante actitud espiritual ni de la verdadera
del desastre. La expresión, utilizada por Thomas Paine y recogida por Michael proyección polémica de su pensamiento sobre la trama política de su
Oakeshott , me da pie para formular plásticamente uno de los aspectos que
2 tiempo.
mejor caracteriza al realismo político, actitud intelectual que nunca se Una parte de la bibliografía sobre Aron ha caído, tal vez
termina de abarcar, tal vez por la inercia de los lugares comunes de la involuntariamente, en esa visión adaptativa, no problemática y, a la postre,
tradición política (historia como tragedia, permanencia de la naturaleza deformadora, presumiendo ocasionalmente una comunidad espiritual con el
humana, peligrosidad del hombre, etc.): el realismo político es la imaginación del movimiento liberal internacional que únicamente puede recibirse con graves
desastre. En palabras de Julien Freund, pensar políticamente es ponerse en lo reparos. El sociólogo francés no sólo aceptaba como una evidencia empírica
peor siempre. La virtud de mi epigrama es que permite reunir a los diferentes la convergencia sociológica de los dos grandes sistemas ideológicos de su
linajes históricos del realismo político sin violentar la significación de cada tiempo , sino que incluso se consideraba un keynesiano suigeneris en materia
7

autor en sus circunstancias históricas concretas: desde Tucídides, Kautilya y económica. "Soy un keynesiano que a veces siente nostalgia del liberalismo",
Han Feizi hasta los neomaquiavelistas, decisionistas, political realists y decía en llopium des intellectuelfi. Muy poco tiene pues que ver el liberalismo
maquiavelianos del siglo XX . 3 político de Aron, cuyos referentes son Alexis Tocqueville entre los clásicos y
Uno de los escritores políticos del siglo pasado mejor dotado para Elie Halévy, el historiador francés del socialismo, entre sus contemporáneos,
imaginar el desorden, no obstante su acrecido prestigio académico en los con el liberismo economicista del Rustrían Economics , radicalmente 9

círculos de la Sociología y la Ciencia política y las sucesivas ediciones de


muchos de sus libros, lo que constituye un dato objetivo de su general 4lixpresión que aparece en el prefacio de Polémiques. Gallimard, París 1955, p. 9.
aceptación y el consenso en torno a su obra, es precisamente Raymond 5No obstante las críticas de Aron al autor alemán afincado en los Estados Unidos, a
quien llamó "cruzado del realismo". R. Aron, Paix etguerre entre les nations. Calmann-Lévy, París
Aron, cuya biografía rodea el halo legendario del pensador a contracorriente
2004, pp. 586-587.
6 No era Aron hombre de un solo libro, es decir, partidario de una visión
1 Véase G . Ferrari, Histoire de la raison d'Etat. Michel Lévy Fréres, París 1860 (edición reduccionista y simplificadora de la realidad, caso de los numantinos de la idea liberal,
moderna: Kimé, París 1992). defensores de una explicación por la economía: L . von Mises, F. A. Hayek y Murray N . Rothbard,
2 M. Oakeshott, La política de la fe y la política del escepticismo. Fondo de Cultura o, más bien, de algunos de sus adeptos.
Económica, México 1998. 7 Parece negarlo en Mémoires. 50 ans de reflexiónpolitique. Julliard, París 1983, pp. 403-408.
3 Ha dedicado buenas páginas a la cuestión L . R. Oro Tapia, "Visión de la naturaleza FJn realidad rectifica, pues reconoce que en los años 60 había sido demasiado optimista sobre las
humana desde el realismo político", en Co-herenáa, n° 13, 2010, pp. 133-150. De especial posibilidades de una liberalización del régimen soviético y, así mismo, sobre las consecuencias
interés, también de éste último: " E n torno a la noción del realismo político", en Revista del crecimiento económico.
Enfoques, n° 10, 2009, pp. 15-46. E n Alessandro Campi, "Aron y la tradición del realismo 8 Hachette, París 2002, p. 10. Sobre su supuesto neoliberalismo: A. Muñoz-Alonso,
político", en J . M" Lassalle (Ed.), Raymond Aron: un liberal resistente. F A E S , Madrid 2005, pp. 84- "Mi descubrimiento personal de Raymond Aron", en J . M" Lassalle (Ed.), Raymond Aron: un
88, están repertoriadas la mayoría de las notas convencionalmente aceptadas del realismo liberal resistente, pp. 305-318.
político. Intenta superar el casuismo en las definiciones del realismo político desde los 9 Sobre los dos liberalismos, el político y el económico, que en realidad son doctrinas
presupuestos del Political Science Ashley J. Tellis, Introdu^tone al realismo político. Marco Editóte, diferentes y, en muchos aspectos, contradictorias: J . Molina, "Le primat du politique. E l
Roma 2005. Aspiró también a ello, años antes, Hans J . Morgenthau, Ea lucha por el poder y la realismo político de Raymond Aron", en Sociología (Oporto), n" 16, 2006, pp. 206-212. A los
pa%. Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1963, espec. 1" parte. autores del Joumal des Economístes de París, ya en la época de Frédéric Bastiat, mediado el siglo
252 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 253

impolítico. Le separa de esta corriente su incapacidad para representarse la Passerin o Ea política de la fe y la política del escepticismo, de M. Oakeshott. La
autonomía y legitimidad de lo político en la historia. Al menos en este punto actitud avizor de Aron será una cualidad constante desde los primeros
mucho más cerca estaría Aron de un liberal autoritario como Cari Schmitt estudios publicados en los años 30 hasta su último gran panfleto político de
que de Friedrich A. Hayek. Baste un ejemplo para confirmarlo: Aron nunca los años 70: PlaidoyerpourlEurope decadente^.
se tomó en serio la profecía hayekiana del Camino de servidumbre: afirmar que Inicialmente dirigidos contra el nacionalsocialismo, sus escritos
toda forma de planificación o regulación económica conduce al socialismo le polémicos se ocuparán más tarde del marxismo-leninismo, del estalinismo y
parecía un fatalismo que tenía algo de marxista - Se suele pasar por alto en
10 de otras derivaciones ideológicas del marxismo, más o menos efímeras, así el
este punto que los argumentos del famoso libro, utilizados por Winston tercermundismo o ciertas corrientes pacifistas como las representadas por
Churchill en la campaña electoral de 1945 contra la "Gestapo Johan Galtung, "arribada posible si no única del modo de pensar leninista" . 17

intervencionista" de su rival, el laborista Clement Attlee, produjeron en


Inglaterra un efecto cómico . 11 III
Las apariencias y las primeras impresiones, in politicis particularmente,
II siempre resultan equívocas. Más allá del apego de Aron a una concepción
La defensa de los ideales poKticos occidentales (pluralismo atlantista de la política internacional de Europa y a la versión democrática
ideológico, multipartidismo, libertades concretas, representación del régimen liberal, aspectos que ciertamente carecen de interés en
democrática) no puede separarse de lo mejor del pensamiento aroniano, constelaciones políticas diferentes a la suya, de sus páginas trasmina una
aunque ello suponga ahora dejar en un segundo plano su ensayística sobre la concepción parcial, pero sin duda correcta o veraz, de la realidad total de lo
filosofía de la historia o la sociología alemana, incluso algunos de los libros político. Creo que no se ha resaltado hasta ahora que la doctrina
en los que más esperanzas científicas había depositado al redactarlos (Paix et trascendental aroniana de la política aparece aquí y allá en sus escritos
guerre entre les nations o Penser la guerre, Clausemt^ ) y que, sin embargo, le
2 polémicos, en los que, supuesta la perfecta adecuación del particularismo del
dejaron personalmente insatisfecho. Un lugar destacado merecería, en género (pamphlel) y los objetivos inmediatos del autor , se encuentran 18

cualquier caso, su tratado Démocratie et totalitarisme^, pequeño clásico pensamientos y reflexiones, a veces incluso aforismos (sobre el poder, la
contemporáneo del pensamiento político, parangonable con E l hombre, decisión, los medios y los fines políticos, la naturaleza del pensar político,
animal político^, de Javier Conde, Ea noáón del Estado , de Alessandro 15 etc.), que perfilan una figura de lo que Freund llamaba "el eterno político"
(l'eternelpolitique) y el propio Aron "una significación eterna" (une signification
X I X , les mortificaba que sus contradictores les llamaran libéraux y no, como preferían,
éternelle) de las doctrinas y filosofías políticas . 19

économistes.
, 0 R. Aron, Essai sur les libertes. Calmann-Lévy, París 1991, pp. 118 y ss. Véanse 1 6 Robert Laffont, París 1977.
también las críticas de Aron a la concepción negativa de la libertad (ausencia de coacción), al 1 7 R. Aron, Plaidoyer pour l'Europe decadente, p. 268.
desconocimiento de la libertad interior del hombre y, así mismo, al desprecio por la política 1 8 Aron, editorialista y columnista asiduo, fue un maestro de los géneros políticos
exterior en la obra de Hayek: R. Aron, "La définition libérale de la liberté", recogido en P. polémicos. Sin embargo, me parece que su extraordinaria facilidad literaria, trasladada a los
Manent, Le libéraux. Gallimard, París 2001. géneros propiamente académicos, termina lastrando una parte de su obra, cuyo mensaje y
11 R. Aron, Polimiques, p. 223. tesis, en ocasiones, se diluyen en unos textos abundosos de información y demasiado
'2 Gallimard, París 1976. reiterativos. "Me obsesionaba tanto la realidad que no le he dado a mis libros más teóricos la
1 3Gallimard, París 1965. Las meditaciones sobre el acceso a lo político recogidas en amplitud y las dimensiones que, en su caso, deberían haber alcanzado si yo no me hubiese
los primeros capítulos de esta obra constituyen una magnífica introducción no dentista a la dejado llevar por el camino de la facilidad, es decir, el del periodismo. R. Aron, Le spectateur
Ciencia política. engagé. Julliard, París 1992, p. 313.
1 4 Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Madrid 1957 (nueva edición: 1 9 J . Freund, "L'eternel politique", Paysans, n° 120, 1976 y otros lugares. R. Aron, "De
Encuentro, Madrid 2011). la vérité historique des philosophies politiques", en Etudes politiques. Gallimard, París 1972, p.
1 5Ariel, Barcelona 2001. 55.
254 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 255

En la inteligencia de la actividad efímera de cada día, que filósofos e historiadores políticos de todas las épocas: Tucídides,
inexorablemente está abocada a congelar el momento en su futilidad, la Maquiavelo, Tocqueville, Weber y Pareto fundamentalmente . 24

circunstancia en su contingencia irrepetible, hay tal vez más conciencia de las Aunque Aron no cultivara expresamente el antiguo género, abundan
regularidades (regolaritá), de la esencia (essence) o del criterio (Begriff) de lo en algunos pasajes de su obra, servata distantia, unas como máximas y
político que en los tratados convencionales de la Ciencia política sentencias políticas que no sería difícil extraer y convertir, coleccionadas, en
institucionalizada. Ya lo apuntaba Aron con la melancolía del historiador: la la amena lectura de un príncipe o líder político. En Polémiques, junto a
grandeza de Maquiavelo, a quien nunca le interesó fundar una "ciencia de la L'Homme contre les Iyrans, algunos capítulos de Les guerres en chaine , la primera 25

política", sino contener el desorden y liberar a su patria de la ocupación parte de Démocratie et totalitarisme y la compilación postuma Machiavel et les
extranjera, está en la "claridad del misterio" de sus meditaciones sobre los tyrannies modernes, se encuentra a mi juicio una de las facetas más interesantes
sucesos perentorios o accidentales y sobre las decisiones concretas . 20 de Aron como escritor metapolítico o develador de lo político desde una
Aron escribió muchísimo para revistas y periódicos: La France Libre, perspectiva trascendental, seguramente no buscada conscientemente. Se
Combat, Fígaro, L'Express. Una parte de su producción para el foro está pueden entresacar así de sus páginas afirmaciones apodícticas sobre el
afortunadamente coleccionada en libros como De l'armistice á l'insurrection primado de lo político, la imposibilidad de elegir incondicionadamente los
nationale, L'homme contre les tyrans, L'áge des empires et l'avenir de la France, medios de la acción política, la condición oligárquica de todo régimen y la
publicados entre 1944 y 1945 y presentados nuevamente, muerto ya el autor, accidentalidad de las formas de gobierno, la corrupción inexorable de toda
en el sólido tomo de Chroniques de guerre. Fa France Libre 1939-1945 . A la 21 potencia política, etc. La red lanzada sobre la política circunstancial atrapa,
misma categoría pertenecen diversos artículos publicados entre 1949 y 1953 ocasionalmente, piezas que no se esperaba cobrar. La relectura de esas
y agrupados en Polémiques, de 1955. Desde luego, estos escritos no pueden páginas equivale también a seguir el camino de la conversión de Aron a la
reclamar hoy, ni en el plano del combate ideológico ni en el de la "política realista" a partir del choque con la historia en los meses que
26

historiografía política, la relevancia y repercusión que pudieron alcanzar precedieron a la liquidación de la República de Weimar, de la que fue un
durante los años de la Guerra fría en el contexto de un Occidente observador aventajado en Colonia y Berlín de 1930 a 1933 . La amenaza 27

políticamente desorientado, "inconsciente de su superioridad" y,, en 22 existencial que para Occidente suponía el estalinismo le hizo perseverar, ya
términos que Aron también aceptaría, falto de fe en sí mismo. Con todo, hay después de la II Guerra mundial, en un maquiavelismo moderado . 28

algo más en ellos y tal vez el mismo autor no los valoró suficientemente al
juzgarlos en los últimos años de su vida; esta es al menos la impresión que
dejan sus memorias. Leídos atentamente, se descubre en ellos una preciosa 2 4E l constante diálogo con Marx no es relevante en este punto. Aún así, como señala
contribución a la sagesse política, una inteligencia abierta a las contingencias Jean-Claude Casanova: "Raymond Aron dedicó tanto tiempo al estudio de Marx y del
históricas y en implícito diálogo intemporal (dialogue intemporet) ' con grandes 27
marxismo porque el marxismo servía de fundamento a una religión secular, el comunismo, y
de ideología al Imperio soviético". J.-C. Casanova, "Préface", en R. Aron, IJ¡ marxisme de Marx.
Éditions de Fallois, París 2002, p. 13.
Gallimard, París 1951.
2 5

2 6R. Aron, "Réflexions de politique réaliste (1932)", en Machiavel et les tyrannies


modernes.
2 7Véanse, agrupados a criterio del editor, los artículos y notas publicados por Aron
2 0 R. Aron, "Les antinomies de la politique", en Machiavel et les tyrannies modernes. sobre la situación alemana: Joachim Stark (Ed.), Raymond Aron: Über Deutsch/and und den
Éditions de Fallois, París 1995, p. 402. Nationalso^jalismus. Fríihe politische Schriften 1930-1939. Leske u. Budrich, Opladen 1993.
2 1 Gallimard, París 1990. También Matthias Oppermann, Raymond Aron und Deutschland: Die Verteidigung der Ereiheit und
2 2 R. Aron, Plaidoyerpour fEurope decadente, II. das Prohlem des Totalitañsmus. Jan Thorbecke Verlag, Ostfildern 2008.
2 3 Sobre este diálogo: R. Aron, "De la vérité historique des philosophies politiques", en 2 8He desarrollado esta opinión en mi estudio "Raymond Aron ante el maquiavelismo
Etudespolitiques, passim. político", en Revista Internacional de Sociología, n" 50, 2008, pp. 9-33.
256 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 257

IV Desde la perspectiva de la Wertfreiheit de Weber el saber político de


La mentalización maquiaveliana de la realidad política, coherente con Aron persigue la sublimación de las pasiones , pues la voluntad de 35

la moderación maquiavelista en el obrar , excluye probablemente una teoría


29
comprensión del acontecer político no obliga a suspender el juicio. A fin de
general de la política, suponiendo que ésta fuese posible al margen de la cuentas, el liberalismo, el atlantismo, el Affekt anticomunista o la adhesión a
estrecha finalidad pedagógica y los presupuestos epistemológicos de un la V República no tienen más importancia, desde una perspectiva global
tratado de politología. Por eso no hay en Aron una teoría general, sino más respetuosa con las jerarquías del pensamiento político, que la afición de
bien un punto de vista que él mismo caracteriza de formas diversas: el afán cualquier pensador político del pasado a una causa legitimista, a un partido
de "despoetizar los regímenes" y traducir la "poesía ideológica a la prosa de
30
popular o una dictadura pro tempore. "Maquiavelo es más que sus objetivos
la realidad" ; el gusto por reducir la política a un "todo inteligible" . Con
31 32
inmediatos y más que los medios directa o indirectamente aconsejados para
estos apuntamientos, no obstante los esfuerzos del profesor norteamericano alcanzarlos", se dice en un estudio sobre la verdad parcial (véritéparticulieré) de
A. J. Tellis y otros politólogos, se alcanzaría la máxima formalización las filosofías políticas . 36

científica que para el realismo político cabe esperar. El de Tellis


precisamente constituye uno de los modelos mejor terminados de la manía V
científica de someter a un esquema explicativo positivista la acción política. El pensamiento de Aron, en cualquiera de sus expresiones literarias,
En su libro introductorio al realismo político, que trae un elocuente constituye una respuesta condicionada por el rampante espíritu totalitario.
subtítulo: La larga marcha hacia una teoría científica (The Long March to Scientiftc En función de las circunstancias y de su propia maduración personal e
Theory), Tellis postula la transformación del realismo político en una teoría intelectual, el gran enemigo de la civilización europea, incubado sin embargo
científica de la política y, consecuentemente, el abandono de lo que en su seno, fue analizado por Aron con un criterio realista a partir de tres
denomina "empirismo ingenuo de la tradición política". Que la política se grandes categorías, que se suceden en el tiempo pero que resultan
convierta en una verdadera disciplina académica, dice, depende de ello. Pues complementarias en una valoración final de su obra: maquiavelismo, religión
"el realismo político como ciencia no ha alcanzado todavía el nivel de la secular e ideología, como "religión de intelectuales". En la integración de
Economía política de los primeros años 60" . Aron, como Tucídides, 33 estos tres aspectos del pensamiento y la acción política en el siglo XX se nos
estudiado por Tellis, se mueve en otro plano . 34 ofrece una visión compacta del pensamiento del spectateur engagé.
Inicialmente, el autor, joven entonces, abordó el estudio de los
regímenes totalitarios fascista y nacionalsocialista, definidos como formas
E l fluido campo semántico del maquiavelismo político necesitaría de una tarea
2 9
modernas de la tiranía, a partir de la noción de maquiavelismo (machiavélisme).
sistemática de deslinde conceptual entre maquiavelismo en sentido estricto y maquiavelianismo
(término utilizado muy a conciencia por Freund); entre maquiavélico y maquiavelista (en el Las lecturas de Maquiavelo y Pareto, ejemplos canónicos para muchos
sentido de James Burnham); etc. "Nadie se reconoce maquiavélico, algunos se confiesas intelectuales del preceptor de tiranos, tuvieron sobre él un efecto paradójico,
maquiavelianos o maquiavelistas", decía Aron en 1969 con motivo del V centenario del
pues le descubrieron que un maquiavelismo de la peor especie alienta
nacimiento de Maquiavelo: "Machiavel et Marx", en Machiavel et les tyrannies modemes, p. 265.
Cfr. J . Molina, "Julien Freund, del realismo político al maquiavelianismo", en Anales de Facultad también en las sutilezas del moralismo político. Esta impresión, además de la
de Ciencias Sociales de la Universidad Católica de La Plata, 2004. J . Burnham, Los maquiavelistas. certeza de que el bien no triunfa espontáneamente, constituyen los
Emecé, Buenos Aires 1945. argumentos de su querella con Jacques Maritain a propósito del
R. Aron, Introduction a la philosophiepolitique. Démocratie et révolution. Le Livre de Poche,
3 0

París 1997, p. 55.


R. Aron, Mémoires, p. 320.
3 1 cualquier caso, muy interesante para contrastar ese paralelismo: R. Aron, "Tucídides y el relato
R. Aron, Dix-huit lefons sur la socie'té industrie/le. Gallimard, París 1970, p. 67.
3 2 histórico", en Dimensiones de la conciencia histórica. Fondo de Cultura Económica, México 1983.
Véase A. J . Tellis, Introduzione al realismo político, p. 121.
3 3 3 5R. Aron, Dix-huit lecons sur la soáété industrielle, p. 29.
3 4Aunque el sobrenombre tiene algo de la banalidad hiperbólica del lenguaje 3 6R. Aron, "De la vérité historique des philosophies politiques", en Etudespolitiques, p.
periodístico, a Aron se le ha considerado con buenas razones un "Tucídides del siglo XX". E n 49.
258 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 259

maquiavelismo, con diversos intercambios entre junio de 1939 y julio de Ya en la época de la Guerra fría, Aron incorporará a su arsenal de
1943 . En cierto modo, las meditaciones de Aron sobre el maquiavelismo
37 conceptos políticos una noción fuerte de ideología como religión de
no pueden separarse del esfuerzo por superar una decepción política: la de intelectuales (religión d'intellectuels) , en la que quedaban absorbidas las
41

su vago socialismo pacifista , ideología oficial de los intelectuales de la I I I


38 referencias al maquiavelismo y a las religiones seculares y que utilizó para
República y, en particular, forma mentís de los círculos frecuentados por el analizar lo que a veces llamó sinistrismo (sinistrismé) , es decir, el espíritu
42

autor en los años 20. Un socialismo superado por las antinomias de la totalitario que el marxismo-leninismo, en su viaje de vuelta desde la Unión
historia política. Una expresión de las mismas se encuentra siempre en el Soviética, había instilado en la civilización europea.
momento supremo de la decisión: denunciar es fácil, pero no decidir. Los Si después de agotar su crítica del maquiavelismo Aron sacó en claro
opinadores y demás intelectuales vinculados literariamente con una causa, a la necesidad de reivindicar, para todas las ocasiones, un vigilante
diferencia del hombre comprometido en la acción, arrastrado tantas veces maquiavelismo moderado , una vez examinado el fenómeno
43

por ella, no se juegan nada, o muy poco, cuando denuncian una realidad de contemporáneo de las religiones seculares el sociólogo francés reconoció la
la que reniegan. Es la frustración del joven idealista que después de meditada conveniencia de que los regímenes demoliberales estuvieran animados por
llega a convertirse en regla de prudencia: Joseph Paganon, un subsecretario los valores de una sana religión civil , capaz de galvanizar el espíritu
44

del Ministerio de Asuntos Exteriores a principios de los años 30, después de público. Ya en su comunicación ante la Sociedad Francesa de Filosofía de
escuchar las buenas razones de Aron sobre algún asunto del día se dirigió a junio de 1939 sobre "États démocratiques et États totalitaires" había
él con esta pregunta: ¿ Y entonces qué haría usted en mi lugar? . La misma moral
9 defendido que siendo indiscutibles los éxitos técnicos de los Estados
sacará más tarde a propósito de De Gaulle y la independencia de Argelia: totalitarios en el orden político, económico y militar, "las democracias no
más allá de las motivaciones favorables y adversas, más allá de toda pueden limitarse a invocar los valores que sus enemigos desprecian, sino que
argumentación racional, lo cierto es que alguien tenía que cortar el nudo deben ser también capaces de las virtudes cuyo monopolio reivindican los
gordiano y tomar la decisión de abandonar la colonia. regímenes totalitarios" . Las democracias, que pueden ser pacíficas, mas
45

La derrota militar de Francia y el profundo abatimiento moral nunca pacifistas , no pueden renunciar a la adhesión de sus ciudadanos,
46

consecuencia del armisticio, quintaesencia de su experiencia bélica y del creando en ellos "idéntico ardor, menos agresivo y tal vez más constante y
exilio familiar en Londres, representaron la vía del dolor en la biografía de menos voluble" . 47

Aron. Contrapartida de la tribulación política será su liberación de todos los Finalmente, en conexión con esta última idea, que sin duda trae ecos
prejuicios de la izquierda, consumada e irreversible en 1945 . Así, hacia el 40 de la unité de sentiment de Maurice Barres , cabe mencionar que una vez
48

final de la I I Guerra mundial, intelectualmente transformado, el elaborada la crítica de la difusa ideología izquierdista y su influjo en la
maquiavelismo cede la vez en sus preocupaciones más inmediatas a la
religión secular (religión séculiéré), expresión que tenía ya un importante 4 1 R. Aron, L'opium des inte/lectue/s, p. 289.
R. Aron, Plaidoyer pour l'Europe decadente, p. 17.
recorrido político y académico desde finales del siglo XIX, y que le sirvió 4 2

4 3 Cfr. la argumentación contraria de Rémy Freymond, quien lo considera una actitud


para diseccionar el totalitarismo superviviente en 1945: el estalinismo. pasajera determinada por la lucha de propagandas durante la guerra, en "Présentation", en R.
Aron, Machiavelisme et tyrannies modernes, pp. 51, 53, 90-92.
4 4 Aron no utiliza esta terminología, que yo adopto con el sentido que le da Emilio
R. Aron, Machiavel et les tyrannies modernes, pp. 189-191, 423-435. Cfr. J . Maritain,
3 7 Gentile al contraponer re/igione avile y religione della política. Véase E . Gentilc, IJ/ religioní della
Principios de una política humanista. José M* Cajica, Puebla 1945. Un resumen de su diálogo en J . política. Fra démocratie e totalitarismi. Laterza, Roma-Bari 2001, pp. 208-209.
Molina, "Raymond Aron ante el maquiavelismo político", loe. cit., pp. 22-25. R. Aron, Machiavel et les tyrannies modernes, p. 174.
4 5

Aron había militado durante algunos meses de 1926 en la Sección Francesa de la


3 8 R. Aron, "Démocratie et enthousiasme", en Chronicpies de guerre, pp. 653-654.
4 6

Internacional Obrera (SFJO). R. Aron, "Bataille de propagandes", en Machiavel et las tyrannies modernes, pp. 359-360.
4 7

R. Aron, Mémoires, p. 59.


y ) Expresamente mencionado por el autor en "Démocratie et enthousiasme", en
4 8

R. Aron, Mémoires, p. 153.


1 0 Chromques de guerre, p. 656.
260 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 261

Europa occidental de la postguerra , Aron definió un "buen uso de las


49 "contestación" en Occidente tuvo como modelo el mayo francés del 68 , 56

ideologías [...] para emocionar los corazones sin petrificar los espíritus" . 50 precedido en los Estados Unidos por la actitud escapista ante la realidad
Tesis que ciertamente merecería un estudio monográfico, pues de entrada política de la New Lefft - 1

contradice las opiniones comunicadas por el autor en otros pasajes de su Los ensayos y notas de Aron sobre las religiones seculares, en
obra sobre el apaciguamiento y convergencia de las pasiones ideológicas. Un cambio, nunca se han recogido y presentado sistemáticamente en un único
hito decisivo que marcaría la tendencia del "completo agotamiento de las volumen, permaneciendo dispersos. Tampoco han sido, hasta donde sé,
ideologías" (complet épuisement des ideólogies) es que tal proceso estuviera objeto de una monografía sistemática . En su importante libro sobre las
58

aconteciendo precisamente en Alemania, "la patria de Marx y de Hitler" . El 51 "religiones de la política" , Emilio Gentile ofrece algunas referencias
59

"apaciguamiento de los conflictos ideológicos" sería no obstante un proceso sumarias de la noción en Aron, necesariamente incompletas en el contexto
en curso en todas las sociedades occidentales . 52 de una investigación más amplia. Mayor atención le dedican Luciano
Cavalli y Luciano Pellicani en sendos estudios sobre el totalitarismo y la
60 61

VI gnosis. Así pues, estas páginas mías, complementarias de otras anteriores , 62

Los escritos de Aron sobre el maquiavelismo están recogidos en no aspiran a ser otra cosa que una primera exploración del concepto de
Machiavel et les tyrannies modernes. La crítica tout court a la ideología como religión secular en Raymond Aron, incidiendo en su cualidad instrumental
religión sustitutiva aparece desarrollada en Uopium des intellectuels, pero para el estudio de los regímenes políticos totalitarios y también, por
también, de una forma más sutil, en Les désillusions du progres '. En este último51
contraste, de los que no lo son, pues también estos precisan de un ideario.
libro, un denso estudio sobre la dialéctica de los tres grandes principios de la Las referencias del sociólogo francés a la religión secular se remontan
modernidad (igualdad, personalidad e universalidad) operada en la sociedad a una conferencia dictada en 1935 en el Centro de Documentación Social,
industrial, Aron diagnosticó con gran precisión una de las salidas posibles de del que Aron era secretario: "Une révolution antiprolétarienne. Idéologie et
los intelectuales de la izquierda ante el fracaso de su "clericalismo secular" 54 réalité du national-socialisme" . Apuntaba entonces la existencia de una "fe
63

la "contestación" (contestarían), una agitación estéril de los espíritus


considerada el resultado de una "contradicción entre la aspiración al
5 6 R. Aron, L/J révolution introuvable. Réflexions sur les événements de mai. Fayard, París 1968.
absoluto y el rechazo de lo trascendente" . El gran espectáculo de la
55
5 7 Tal es el contenido del famoso y equívoco libro de D . Bell, E l fin de las ideologías.
Tecnos, Madrid 1964. La tesis del libro de Bell, que tanta gente cita en España sin haberlo
leído, no es la que parece sugerir el título, la desideologi^ación, sino lo contrario: la convergencia de
diversas ideologías en una especie variante de la socialdemocracia europea.
4 9L a referencia básica es nuevamente Uopium des intellectuels. Cfr. R. Aron, "Remarques Cfr. la bibliografía sobre Aron establecida por Elisabeth Dutartre con la
5 8

sur le nouvel age idéologique", en Klaus von Beyme (Ed.), Theory and Politics. Theorie und Politik. colaboración de Simonetta Freschi. E . Dutartre, Fonds Raymond Aron. Inventaire. Bibliothéque
Festschrift zum 70. Geburtstag für Cari Joachim Friedrich. La Haya, Martinus Nijhoff 1971. Nationale de France, París 2007.
5 0 R. Aron, "La ideología, base esencial de la acción", en R. Aron et alii, Las ideologías y <http://raymond-aron.ehess.fr/docannexe.php?id=193> (última actualización en
sus aplicaciones contemporáneas. Instituto de Estudios Políticos, Madrid 1962, p. 284. marzo de 2011).
5 1 R. Aron, Polémiques, pp. 230-231. No parece del todo casual que Gonzalo Fernández 5 9E . Gentile, Le religioni della política, pp. 92-93.
de la Mora, diplomático con destino en Alemania a finales de los años 40, descubriera también 6 0"II contributo di Aron alio studio del totalitarismo", en Alessandro Campi (Ed.),
en los movimientos de opinión de aquel país (particularmente en la renuncia de la Pensare la política. Saggi su Raymond Aron. Ideazione Editrice, Roma 2005.
socialdemocracia al marxismo) la anticipación de la desideologi^ación de la política o, en cierto 6 1"Aron e la Gnosi rivoluzionaria", en Alessandro Campi (Ed.), Pensare la política. Saggi
modo, su desacrali^aáón. Cfr. G . Fernández de la Mora, E l crepúsculo de las ideologías. Rialp, su Raymond Aron.
Madrid 1956. J . Molina, "Le primat du politique. E l realismo político de Raymond Aron", loe. cit.;
6 2

5 2 R. Aron, Polémiques, p. 245. "Raymond Aron ante el maquiavelismo político", loe. cit. y "Raymond Aron: política y régimen
5 3 Gallimard, París 1969. industrial en la sociedad industrial", en P. Sánchez Garrido (Dir.), Historia del Análisis político.
5 4 Expresión que aparece en R. Aron, L'opium des intellectuels, p. 293. Tecnos, Madrid 2011, pp. 619-629.
5 5 R. Aron, Les désillusions dupmgres, p. X V I I I . <í3 R. Aron, Machiavel et les tyrannies modernes, pp. 299-320.
262 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 263

colectiva de naturaleza religiosa" que servía de poderoso estímulo a las primeros en catar el parentesco entre el socialismo y el cristianismo
masas nacionalsocialistas. En 1981 volvía por última vez sobre el asunto en primitivo.
unas notas para los Mélanges ofrecidos a Eric Voegelin: "Remarques sur la Le Bon ya se había referido al socialismo como "la religión nueva"
gnose léniniste" . Casi cincuenta años de producción intelectual que
64 {religión nouvelle) en Psychologie des Joules, en cuyas páginas las sectas políticas y
alcanzaron su climax en julio y agosto de 1944, con la publicación en La las sectas religiosas comparten la misma categoría ("muchedumbres
France libre (números 45 y 46) de sus dos famosos estudios sobre "L'avenir homogéneas") en su taxonomía de las muchedumbres . Un año antes, en 68

des religions séculiéres" . En ellos, no obstante las matizaciones posteriores,


65 Lois psychologiques de l'évolution des peuple/' , criticando las limitaciones del
9

dejó dicho lo esencial . 66 análisis elaborado por Hippolyte Taine sobre la Revolución francesa,
precisaba que no son pocos los acontecimientos históricos que no se
VII comprenden bien si no se tiene en cuenta la forma religiosa que adopta la
En el contexto de la historia de los conceptos políticos y politizados, convicción de la muchedumbre. Lo cual no dejaba de ser una opinión
el problema de las religiones seculares, tal y como se planteó a partir del bastante extendida en la época. Del prólogo a la primera edición de su
Interbellum,tienecomo presupuesto ineludible la idea de una religión civil o Psychologie du socialisme (1898) es este pasaje:
política que se remonta a Rousseau y Condorcet, aunque será más tarde, a "Como las religiones, cuya marcha tiende cada vez más a imitar, el socialismo se
finales del siglo XIX cuando se generalice la analogía entre el socialismo y la propaga [...] gracias a sus promesas de regeneración, gracias a la esperanza que hace
brillar ante todos los deshetedados de la vida [, llegando] a constituir una creencia de
idea de una religión política.
forma religiosa mucho más que una doctrina" ". 7

No es posible abarcar aquí un movimiento de ideas que como el


relativo a las religiones políticas ha producido ya una literatura oceánica en El socialismo, cuyo secreto y energía residen en la adopción de una
distintos campos científicos: ciencia política, filosofía política, sociología de forma religiosa, se aprovechó de la debilidad de las religiones tradicionales,
las religiones, teología, etc., y también una disciplina académica dedicada presupuesto el carácter imperativo del "sentimiento religioso", en opinión de
expresamente al estudio comparado de las dictaduras a partir del concepto Le Bon uno de los instintos configuradores de la naturaleza del hombre . 71

de "religión política" como heuristic tooF. Incluso una revista especializada, En última instancia, dirá en su Psychologie des temps nouveaux, "los hombres de
Fotalitarian Movements and Political Religions, fundada en el año 2000 y una época renuncian a los dioses que antes adoraban sólo para adorar otros
rebautizada Politics, Religión & Ideology en 2011. En todo caso, cómo no dioses" . Puntualiza no obstante que las creencias políticas que han
72

referirse, siquiera limitadamente, a algunos de los autores que se pueden sustituido a las creencias religiosas son religiones de un nuevo tipo (religions
considerar clásicos: Gustave Le Bon y Vilfredo Pareto. Ellos fueron de los nouvelles) '. 11

La impresión general en la época era, en efecto, que del mismo modo


6 4R. Aron, The Philosophy of Order, Essays on History, Consciousness and Politics, presented que "el paganismo gastado fue reemplazado por el cristianismo, [este,] a su
to Eric Voegelin, Klett-Cotta, Stuttgart 1981. Recogido en Machiavel et les tyrannies modernes, pp.
405-420.
6 5R. Aron, Chroniques de guerre, pp. 925-948.
6 6Pueden citarse además: "L'ére des tyrannies d'Élie Halévy", en Revue de Métaphisique 6 8G. Le Bon, Psychologie desfoules. Félix Alean, París 1895.
et de morale, febrero de 1939, recogido en Machiavel et les tyrannies modemer, "Le romanticisme de G. Le Bon, Lois psychologiques de l'évolution des peuples. Félix Alean, París 1894.
la violence", "Naissance des tyrannies", "Burocratie et fanatisme", "La stratégie totabtaire et 711G . Le Bon, Psicología del socialismo. Jorro, Madrid 1921, p. X I V .
l'avenir des démocraties", "Démocratie et enthousiasme" y "Bataille de propagandes", 7 1 G. Le Bon, Psicología del socialismo, cap. III ("Evolución del socialismo hacia una
publicados en Ea France Eibre y recogidos en Chroniques de Guerre; "Fidelité des apostats", forma religiosa".)
"Séduction du totalitarisme", recogidos en Polémiques; "Existe-t-il un mystére nazi?", en 7 2 G. Le Bon, Psychologie des temps nouveaux. Flammarion, París 1920, p. 15. Otras
Commentaire, I I , n° 7, 1979. referencias de interés en G . Le Bon, Les opinions et les coyences. Cénese. F.volution. Flammarion,
H . Maier (Ed.), Totalitarismus undpolitische Religionen. Kon^epte der Diktaturvergleichs. 3 t.
6 7 París 1911.
F. Schóningh, Paderborn 1996, 1997 y 2003. 7 S G . Le Bon, Psychologie des temps nouveaux, p. 14.
264 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 265

vez, tiende a ser sustituido por la fe socialista" . Por eso, según Pareto,
74 los pequeños dioses como el arte social, la higiene social, la medicina social y tantas
"muy pronto sería difícil encontrar a alguien que no se considere otras cosas que, gracias al epíteto social, participan de la esencia divina" . 79

socialista" , quedando quienes no pertenezcan a la religión socialista o


75
En esos años todavía no se había producido la "intensificación de la
democrática "en condiciones parecidas a las de los Gentiles que asistían a la organización política" que aceleró la "formación de ídolos" y la
invasión de la religión cristiana" . En el fondo, apuntará Aron casi un siglo
76
"transferencia de cualidades sólo atribuibles a lo divino a manifestaciones
después, la comparación entre el socialismo del debutante siglo XX y el humanas finitas" . Llama la atención, de todas formas, que contando desde
80

cristianismo del Bajo Imperio era una idea que se imponía por sí misma . Se 77
el fracaso de la Revolución de 1848 y, sobre todo, del de la Comuna de París
suele decir, reconocía Pareto en su Tratado de sociología, en 1871, la politización del socialismo antiguo ("utópico") fuera culminada
"que el socialismo es una religión [...,] proposición [que] se corresponde con los por el "socialismo científico" (marxismo) y por la socialdemocracia justo en
hechos, en el sentido de que los sentimientos que se manifestaban antiguamente en el el momento en el que tantos observadores y sociólogos denunciaron la
culto de la diosa Roma o la Diosa Annona, y lo manifestado ahora en la fe en el
condición pseudorreligiosa del socialismo . En la metamorfosis de lo
81
Socialismo, en el Progreso, en la Democracia, etc., constituyen fenómenos
parecidos" .
78
sagrado, para utilizar una expresión de Mircea Eliade, en el declive de la fe e
incluso en la banalización de la religión se barruntan contemporáneamente
El sentimiento religioso es según Pareto un "residuo" que encuentra "las posibilidades peligrosas a las que se halla expuesta una cultura terrenal
manifestaciones diversas ("derivaciones") a lo largo de la historia. Merece la privada de su sustancia religiosa" . Tales posibilidades no llegaron a ponerse
82

pena reproducir completo el siguiente párrafo del sociólogo italiano: de manifiesto para el socialismo intersecular, ni siquiera para el marxismo-
" E l término socialismo ha representado y representa todavía algo grande, poderoso, leninismo triunfante en la Revolución rusa . Esto únicamente sucedió con
83

benefactor; y alrededor de ese núcleo se disponen una infinidad de sensaciones


los regímenes totalitarios de derecha, particularmente con el
agradables, esperanzas y sueños. Así como las antiguas divinidades se sucedían, se
desdoblaban o competían entre si, en la actualidad, más allá de la divinidad del nacionalsocialismo. Se inaugura con esta ideología la exploración del
socialismo encontramos la de las reformas sociales o las leyes sociales; sin que falten totalitarismo según el esquema de la religión política o secular. Fue en la
atroz experiencia alemana, la de la Gran guerra y la de una postguerra con
un Estado políticamente capitodisminuido , en donde mejor se reconoció la
84

7 4G . Le Bon, Incertidumbres de nuestros días. Aguilar, Madrid 1926, p. 195. vinculación de las religiones seculares con el fenómeno del totalitarismo
7 5V. Pareto, Ijes systémes socialistes. 2 ed. Marcel Giard, París 1926, t. I, p. 73. Maurice
a político. Lo percibieron con suma claridad Eric Voegelin en has religiones
Duverger, tal vez convencido de que ese momento había llegado en los años 70, recordaba que
todo el mundo se decía entonces socialista: "Tout le monde se dit socialiste aujourd'hui". M.
Duverger, Lettre ouverte aux socialistes. Albin Michel, París 1976, p. 7. E n realidad, Duverger no 7 9 V. Pareto, Traite de sociologie, §1079.
percibe que el socialismo había negado a perder desde finales de los años 50 una significación 8 0 A. Müller-Armack, E l siglo sin Dios. Fondo de Cultura Económica, México 1968, p.
precisa para que estas palabras y, en términos generales su pamphlet en forma de carta abierta, 63.
tuvieran algún sentido al margen de un ajuste de cuentas con la izquierda francesa después de 8 1 Curiosamente, también un fracaso político, cuando menos relativo: el de la
la derrota de Francois Mitterrand en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 1974. contracultura de los años 50 y 60, está en la raíz de las transformaciones de la izquierda
Para la crítica de R. Aron a Duverger: Plaidoyer pour l'Europe decadente, cap. 5. Si algo ponía de occidental, o bien reubicada en el pragmatismo por su renuncia al marxismo y a la lucha de
manifiesto este libro de Duverger es que los "intelectócratas" de la izquierda francesa habían clases (así el SPD en 1959 y otros partidos socialistas europeos unos años después), o bien
abjurado del sovietismo, pasándose a un sucedáneo político: la táctica de la "unidad de la enrocada en la utopía milenarista. Para esto, nuevamente, D . Bell, E l fin de las ideologías, passim.
izquierda". R. Aron, Mémoires, p. 983. También el eurocomunismo fue en su momento la
8 2A. Müller-Armack, E l siglo sin Dios, p. 164.
táctica de los renegados del estalinismo.
8 1E n el caso del leninismo por la ceguera voluntaria de los socialistas occidentales y la
V. Pareto, Traite de sociologie. Reproducción fotográfica de la traducción francesa de
7 6
censura impuesta por estos sobre las informaciones que llegaban de la Rusia soviética. C. Jelen,
1917-1919. Otto Zeller, Osnabrück 1965, §1775. E'aveuglement. Les socialistes et la naissance du mythe soviétique. Flammarion, París 1984.
R. Aron, "Remarques sur la gnose léniniste", en Machiavel et les tyrannies modernes, p.
7 7
8 4Aspiración de las potencias vencedoras, particularmente de Francia, era hacer de
405. Alemania un Túnez europeo. G . Maschke, "Amigo y enemigo. Kautilya y Alamos de
V . Pareto, Traite de sociologie, §1073.
7 8
Barrientos, anticipadores del criterio schmittiano", en Empresas políticas, n° 4, 2004.
266 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 267

políticas (1938) y Romano Guardini en E l mesianismo en el mito, la revelación j la


85
herencia de libertad y tolerancia. Es así como el maquiavelismo,
política (1946) por citar dos obras importantes, una inmediatamente anterior
86
configurador de una doctrina de los medios políticos , franquea el paso al 90

a la I I Guerra mundial y otra inmediatamente posterior. examen de la religión política, cuya dimensión esencial es la de los fines de la
política.
VIII
En un ambiente en el que no resultaba en absoluto novedoso el IX
empleo de los términos religiones políticas o seculares, Aron utilizó el Una de las claves del éxito del nacionalsocialismo es el "fervor
maquiavelismo como la clave fundamental para el estudio sobre el religioso" de la juventud, correspondido por una nueva concepción de la
totalitarismo de los años 30, la década en la que tiene lugar, por primera vez vida; otra, la estimulación de las masas en general con una "fe colectiva de
en la historia, según la expresión de E. Halévy, una "organización del naturaleza religiosa". El hitlerismo, "celoso de la religión de Dios" , 91

entusiasmo" a escala masiva, un fenómeno espiritual total que acaso apunta chocaba así con la Iglesia católica, aunque como recordaba Hermann
hacia el vacío o silencio de Dios. El maquiavelismo y las religiones seculares Rauschning, la táctica Hitler era "no complicarse con la estúpida propaganda
son un aspecto singular del "mal fundamental de la época", tal vez la del ateísmo" y superponerse al cristianismo, "conservando lo que pueda
pretensión de universalidad de las ideologías, pensadas conservarse y reformar lo demás" . Un aspecto esencial del totalitarismo,
92

contemporáneamente como religiones de salvación. Captar en tales aparte de su capacidad para racionalizar la administración de las cosas, es su
fenómenos la expresión de ese "mal fundamental" y penetrar con ellos el capacidad para explotar lo irracional de las masas, sumamente vulnerables.
arcano político deltiempohistórico son las actitudes que hacen grande a un La tiranía totalitaria ha sabido aprovecharse de la "disponibilidad de las
pensador realista . 87
masas" cuyo presupuesto, más allá del resentimiento o la rebeldía contra el
En su comunicación "États démocratiques et États totalitaires", al privilegio, es la degradación de la creencia religiosa . 93

sostener que las democracias debían aspirar también a las virtudes de las que Aunque el nacionalsocialismo fue la "caricatura de una religión de
los totalitarismos hacían alarde, recalcaba que la retórica pacifista salvación" (religión du salut), su pretensión de desempeñar el papel del
únicamente podía confirmar a los dirigentes de esos regímenes en un catolicismo en la sociedad medieval no podía despreciarse . De su 94

prejuicio sobre la efectiva decadencia de las democracias . Aconseja, por un


88
combinación de fuerza y fe debían sacar los regímenes democráticos la
lado, copiar aquello que los regímenes totalitarios, que no eran "el mal lección correcta, pues, dirá en abril de 1941, "en el futuro hay sitio para las
absoluto", estaban haciendo bien (políticas natalistas, política social, lucha democracias regeneradas, militantes, viriles, que creen en sí mismas y en su
contra el paro, etc.), por el otro, reconstituir las élites democráticas con misión" . Aron fue uno de los primeros en destacar la paradójica
95

dirigentes convencidos de su misión: ni cínicos ni laxos . No menos 89


combinación de burocracia y fanatismo en la Alemania nacionalsocialista,
importante le parecía ya entonces reconstruir un "mínimo de fe" (mínimum de
fot) o voluntad común. Por tanto, no sólo tiene importancia la reflexión 9 0"La teoría de los medios me parece la parte más característica del maquiavelismo".
sobre los medios, a la que los intelectuales debían aportar su contribución, R. Aron, "La comparaison de Machiavel et Pareto", en Machiavel et les tyrannies modemes, p. 100.
sino también la presentación de un ideal político atractivo, compatible con la 9 1 R. Aron, "Un révolution antiprolétarienne. Idéologie et réalité du national-
socialisme", en Machiavel et les tyrannies modernes, pp. 308 y 312.
9 2H . Rauschning, Hitler me dijo... Confidencias del Führer sobre sus planes de dominio del
Les Editions du Cerf, París 1994.
8 5
mundo. Atlas, Madrid 1946, pp. 58 y 62.
«•Rialp, Madrid 1947. R. Aron, "Naissance des tyrannies", Chroniques de guerre, pp. 510-511.
9 3

R. Aron, "De la vérité historique des philosophies politiques", en Etudespolitiques, p.


8 7

42. 9 4 R. Aron, "L'ére des tyrannies d'Elie Halévy", en Machiavel et les tyrannies modemes, p.
8 8 R. Aron, Machiavel et les tyrannies modernes, pp. 184-185. 344.
8 9 R. Aron, Machiavel et les tyrannies modemes, p. 187. 9 5 R. Aron, "Le romanticisme de la violence", en Chroniques de guerre, p. 439.
268 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 269

siendo aquella la vía por la que éste progresaba. Se diría que "la burocracia Aron, que en esas páginas formuló la tesis de la desacralización de la
crea su propia religión" , que muerde sobre todo en espíritus mediocres. En
96 política (déclin des dogmes) , reconocía el carácter terrible de las religiones
W2

suma, este repertorio de creencias, como religión política, no resulta tan seculares, pues están en el secreto de las pasiones del hombre. Sin embargo,
contradictorio como parece, pues "expresa la revuelta contra un destino que hay contra ellas dos graves reparos: el primero, que como "religiones de
no se entiende y el encauzamiento de fervores sin objeto" . Hasta 1944 el 97 salvación colectiva, no ofrecen a los individuos ni el consuelo ni las
autor utiliza el término "religiones políticas", reservado casi exclusivamente esperanzas de las religiones personales"; el segundo, que semejantes
al totalitarismo nacionalsocialista; a partir de ese momento dará carta de imitaciones de la religión "están corroídas desde su origen por una secreta
naturaleza a las "religiones seculares", en las que también quedará incluido el increencia: la realidad terrestre que se propone a los fieles como meta ideal
socialismo. Años después, por cierto, dudará de la oportunidad de su no satisface duraderamente los espíritus" . 103

terminología, creyendo preferible la expresión "fe secular pararracional" (fot


séculiere pararationnellé) "para no chocar a aquellos de mis amigos a quienes les
incomoda la confusión de géneros, la asimilación de la ideología o de un
mito social con las religiones de salvación" . 98

Las religiones seculares, escribirá Aron en 1944, son verdaderos


sustitutos de la fe que aspiran a salvar a la humanidad en este mundo: son las
doctrinas que ocupan en el alma de los individuos el lugar de una fe que se
ha desvanecido, situando aquí abajo, en un futuro lejano y bajo la forma de
un orden social por construir, la salvación de la humanidad - Su sentido 99

únicamente se percibe con claridad en el contexto del maquiavelismo, del


que son una de sus formas más despiadadas: pseudorreligiones de salvación,
cualquier medio está justificado para ellas en la búsqueda de la sociedad sin
tacha y del hombre nuevo. Como los dogmas antiguos, las religiones
seculares ofrecen una interpretación global del mundo, la anticipación de
grandes catástrofes y la promesa de una vida comunitaria restaurada en el
futuro . A pesar de sus vislumbres milenaristas y soteriológicas, no puede
100

decirse que desentonen en un mundo hiperracionalizado, sino todo lo


contrario. Hay no obstante diferencias entre el nacionalsocialismo, que
alcanzó cotas increíbles de irracionalismo, y el socialismo, que "de todas las
religiones seculares ha sido y sigue siendo la más racionalista" . 101

R. Aron, "Burocratie et fanatisme", en Chroniques de guerre, p. 457.


R. Aron, "Burocratie et fanatisme", en Chroniques de guerre, p. 459.
R. Aron, Plaidoyer pour l'Europe decadente, p. 134.
R. Aron, "L'avenir des religions séculiéres", en Chroniques de guerre, p. 926.
' R. Aron, "L'avenir des religions séculiéres", en Chroniques de guerre, p. 927. 1 0 2 "L'avenir des religions séculiéres", en Chroniques de guerre, pp. 939-942.
1 R. Aron, "L'avenir des religions séculiéres", en Chroniques de guerre, p. 930. 1 0 3 "L'avenir des religions séculiéres", en Chroniques de guerre, p. 947.
In the liberal world, the states claim to be neutral about religi-
ons but, at the same time, they grant them the right to a public
presence. This book poses the question how the varied public
manifestations of religión, including their argumentative abili-
ty, can be pacifkally integrated into social and political life. The
comebackof extreme ideologies, which refer—justly orillicitly
— to their religious basis as protagonists in the public arena,
makes us aware once again of the fact that religious tolerance
must not go so far as to foster the suppression of public or-
den it has its limit where limitless freedom is used to destroy
freedom for the sake of ideologies which are hostile to human
dignity.
The first part of the book deals with the question in terms
which are conceptually open and which relate religión and po-
litics with human action and history. The second part analyses
how political thought has conceived the relationship between
religión and politics by referring to certain milestones of philo-
sophical-political thought.

Die Staaten der liberalen Welt behaupten, sich neutral gegen-


über Religionen zu verhalten, ráumen ihnen jedoch zugleich
das Recht auf óffentliche Prásenz ein. Dieses Buch fragt, wie die
mannigfaltigen óffentlichen Erscheinungsformen von Religión,
einschlieRlich ihres kritischen Potenzials, friedlich in das soziale
und politische Leben integriert werden konnen. Die Rückkehr
extremer Ideologien, die sich auf der Bühne der Óffentlichkeit
- mit Recht oder zu Unrecht - auf ihre religióse Herkunft beru-
fen, macht uns erneut bewusst, dass religióse Toleranz nicht so
weit gehen darf, dass sie zur Unterdrückung der óffentlichen
Ordnung führt: die Toleranz hat ihre Grenze, wo grenzenlose
Freiheit dazu benutzt wird, die Freiheit um der Ideologien wil-
len zu zerstóren, die die Menschenwürde ablehnen.
Der erste Teil des Buches behandelt diese Frage mit Hilfe ei-
ner offenen BegrifTlichkeit, die Religión und Politik mit dem
menschlichen Handeln und mit der Geschichte verknüpfen. Der
zweite Teil analysiert, wie das politische Denken die Beziehung
zwischen Religión und Politik verstanden hat, und nimmt Bezug
auf einige Meilensteine des philosophisch-politischen Denkens.

978-3-487-147437

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