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Religión and the Political
Edited by
Montserrat Herrero
O
Georg Olms Verlag
Hüdesheim • Zürich • New York
2012
The pubücation of this volume was supported by the
Institute for Culture and Society of the Universidad de Navarra
§ > Universidad
de Navarra
Institute for Culture and Society
consumada a criacáo do estado de Israel e apenas depois da a "solucáo final" Realismo político y crítica de las religiones seculares en
nazi praticamente quase o ter feito desaparecer da Europa. Raymond Aron
"Para o ano que vem em Jerusalém". Jerónimo Molina
Tal vez, de todos los escritores políticos cuya hora hemos visto pasar corresponde su realismo en materia de política internacional, emparentado
hace apenas unas décadas, victoriosos o derrotados, únicamente interesan a con el de H . J. Morgenthau , y a un cierto numantinismo liberal , no se
5 6
la jerarquía de las importancias quienes han estado tocados por la imaginación compadece ni de su beligerante actitud espiritual ni de la verdadera
del desastre. La expresión, utilizada por Thomas Paine y recogida por Michael proyección polémica de su pensamiento sobre la trama política de su
Oakeshott , me da pie para formular plásticamente uno de los aspectos que
2 tiempo.
mejor caracteriza al realismo político, actitud intelectual que nunca se Una parte de la bibliografía sobre Aron ha caído, tal vez
termina de abarcar, tal vez por la inercia de los lugares comunes de la involuntariamente, en esa visión adaptativa, no problemática y, a la postre,
tradición política (historia como tragedia, permanencia de la naturaleza deformadora, presumiendo ocasionalmente una comunidad espiritual con el
humana, peligrosidad del hombre, etc.): el realismo político es la imaginación del movimiento liberal internacional que únicamente puede recibirse con graves
desastre. En palabras de Julien Freund, pensar políticamente es ponerse en lo reparos. El sociólogo francés no sólo aceptaba como una evidencia empírica
peor siempre. La virtud de mi epigrama es que permite reunir a los diferentes la convergencia sociológica de los dos grandes sistemas ideológicos de su
linajes históricos del realismo político sin violentar la significación de cada tiempo , sino que incluso se consideraba un keynesiano suigeneris en materia
7
autor en sus circunstancias históricas concretas: desde Tucídides, Kautilya y económica. "Soy un keynesiano que a veces siente nostalgia del liberalismo",
Han Feizi hasta los neomaquiavelistas, decisionistas, political realists y decía en llopium des intellectuelfi. Muy poco tiene pues que ver el liberalismo
maquiavelianos del siglo XX . 3 político de Aron, cuyos referentes son Alexis Tocqueville entre los clásicos y
Uno de los escritores políticos del siglo pasado mejor dotado para Elie Halévy, el historiador francés del socialismo, entre sus contemporáneos,
imaginar el desorden, no obstante su acrecido prestigio académico en los con el liberismo economicista del Rustrían Economics , radicalmente 9
impolítico. Le separa de esta corriente su incapacidad para representarse la Passerin o Ea política de la fe y la política del escepticismo, de M. Oakeshott. La
autonomía y legitimidad de lo político en la historia. Al menos en este punto actitud avizor de Aron será una cualidad constante desde los primeros
mucho más cerca estaría Aron de un liberal autoritario como Cari Schmitt estudios publicados en los años 30 hasta su último gran panfleto político de
que de Friedrich A. Hayek. Baste un ejemplo para confirmarlo: Aron nunca los años 70: PlaidoyerpourlEurope decadente^.
se tomó en serio la profecía hayekiana del Camino de servidumbre: afirmar que Inicialmente dirigidos contra el nacionalsocialismo, sus escritos
toda forma de planificación o regulación económica conduce al socialismo le polémicos se ocuparán más tarde del marxismo-leninismo, del estalinismo y
parecía un fatalismo que tenía algo de marxista - Se suele pasar por alto en
10 de otras derivaciones ideológicas del marxismo, más o menos efímeras, así el
este punto que los argumentos del famoso libro, utilizados por Winston tercermundismo o ciertas corrientes pacifistas como las representadas por
Churchill en la campaña electoral de 1945 contra la "Gestapo Johan Galtung, "arribada posible si no única del modo de pensar leninista" . 17
cualquier caso, su tratado Démocratie et totalitarisme^, pequeño clásico pensamientos y reflexiones, a veces incluso aforismos (sobre el poder, la
contemporáneo del pensamiento político, parangonable con E l hombre, decisión, los medios y los fines políticos, la naturaleza del pensar político,
animal político^, de Javier Conde, Ea noáón del Estado , de Alessandro 15 etc.), que perfilan una figura de lo que Freund llamaba "el eterno político"
(l'eternelpolitique) y el propio Aron "una significación eterna" (une signification
X I X , les mortificaba que sus contradictores les llamaran libéraux y no, como preferían,
éternelle) de las doctrinas y filosofías políticas . 19
économistes.
, 0 R. Aron, Essai sur les libertes. Calmann-Lévy, París 1991, pp. 118 y ss. Véanse 1 6 Robert Laffont, París 1977.
también las críticas de Aron a la concepción negativa de la libertad (ausencia de coacción), al 1 7 R. Aron, Plaidoyer pour l'Europe decadente, p. 268.
desconocimiento de la libertad interior del hombre y, así mismo, al desprecio por la política 1 8 Aron, editorialista y columnista asiduo, fue un maestro de los géneros políticos
exterior en la obra de Hayek: R. Aron, "La définition libérale de la liberté", recogido en P. polémicos. Sin embargo, me parece que su extraordinaria facilidad literaria, trasladada a los
Manent, Le libéraux. Gallimard, París 2001. géneros propiamente académicos, termina lastrando una parte de su obra, cuyo mensaje y
11 R. Aron, Polimiques, p. 223. tesis, en ocasiones, se diluyen en unos textos abundosos de información y demasiado
'2 Gallimard, París 1976. reiterativos. "Me obsesionaba tanto la realidad que no le he dado a mis libros más teóricos la
1 3Gallimard, París 1965. Las meditaciones sobre el acceso a lo político recogidas en amplitud y las dimensiones que, en su caso, deberían haber alcanzado si yo no me hubiese
los primeros capítulos de esta obra constituyen una magnífica introducción no dentista a la dejado llevar por el camino de la facilidad, es decir, el del periodismo. R. Aron, Le spectateur
Ciencia política. engagé. Julliard, París 1992, p. 313.
1 4 Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Madrid 1957 (nueva edición: 1 9 J . Freund, "L'eternel politique", Paysans, n° 120, 1976 y otros lugares. R. Aron, "De
Encuentro, Madrid 2011). la vérité historique des philosophies politiques", en Etudes politiques. Gallimard, París 1972, p.
1 5Ariel, Barcelona 2001. 55.
254 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 255
En la inteligencia de la actividad efímera de cada día, que filósofos e historiadores políticos de todas las épocas: Tucídides,
inexorablemente está abocada a congelar el momento en su futilidad, la Maquiavelo, Tocqueville, Weber y Pareto fundamentalmente . 24
circunstancia en su contingencia irrepetible, hay tal vez más conciencia de las Aunque Aron no cultivara expresamente el antiguo género, abundan
regularidades (regolaritá), de la esencia (essence) o del criterio (Begriff) de lo en algunos pasajes de su obra, servata distantia, unas como máximas y
político que en los tratados convencionales de la Ciencia política sentencias políticas que no sería difícil extraer y convertir, coleccionadas, en
institucionalizada. Ya lo apuntaba Aron con la melancolía del historiador: la la amena lectura de un príncipe o líder político. En Polémiques, junto a
grandeza de Maquiavelo, a quien nunca le interesó fundar una "ciencia de la L'Homme contre les Iyrans, algunos capítulos de Les guerres en chaine , la primera 25
política", sino contener el desorden y liberar a su patria de la ocupación parte de Démocratie et totalitarisme y la compilación postuma Machiavel et les
extranjera, está en la "claridad del misterio" de sus meditaciones sobre los tyrannies modernes, se encuentra a mi juicio una de las facetas más interesantes
sucesos perentorios o accidentales y sobre las decisiones concretas . 20 de Aron como escritor metapolítico o develador de lo político desde una
Aron escribió muchísimo para revistas y periódicos: La France Libre, perspectiva trascendental, seguramente no buscada conscientemente. Se
Combat, Fígaro, L'Express. Una parte de su producción para el foro está pueden entresacar así de sus páginas afirmaciones apodícticas sobre el
afortunadamente coleccionada en libros como De l'armistice á l'insurrection primado de lo político, la imposibilidad de elegir incondicionadamente los
nationale, L'homme contre les tyrans, L'áge des empires et l'avenir de la France, medios de la acción política, la condición oligárquica de todo régimen y la
publicados entre 1944 y 1945 y presentados nuevamente, muerto ya el autor, accidentalidad de las formas de gobierno, la corrupción inexorable de toda
en el sólido tomo de Chroniques de guerre. Fa France Libre 1939-1945 . A la 21 potencia política, etc. La red lanzada sobre la política circunstancial atrapa,
misma categoría pertenecen diversos artículos publicados entre 1949 y 1953 ocasionalmente, piezas que no se esperaba cobrar. La relectura de esas
y agrupados en Polémiques, de 1955. Desde luego, estos escritos no pueden páginas equivale también a seguir el camino de la conversión de Aron a la
reclamar hoy, ni en el plano del combate ideológico ni en el de la "política realista" a partir del choque con la historia en los meses que
26
historiografía política, la relevancia y repercusión que pudieron alcanzar precedieron a la liquidación de la República de Weimar, de la que fue un
durante los años de la Guerra fría en el contexto de un Occidente observador aventajado en Colonia y Berlín de 1930 a 1933 . La amenaza 27
políticamente desorientado, "inconsciente de su superioridad" y,, en 22 existencial que para Occidente suponía el estalinismo le hizo perseverar, ya
términos que Aron también aceptaría, falto de fe en sí mismo. Con todo, hay después de la II Guerra mundial, en un maquiavelismo moderado . 28
algo más en ellos y tal vez el mismo autor no los valoró suficientemente al
juzgarlos en los últimos años de su vida; esta es al menos la impresión que
dejan sus memorias. Leídos atentamente, se descubre en ellos una preciosa 2 4E l constante diálogo con Marx no es relevante en este punto. Aún así, como señala
contribución a la sagesse política, una inteligencia abierta a las contingencias Jean-Claude Casanova: "Raymond Aron dedicó tanto tiempo al estudio de Marx y del
históricas y en implícito diálogo intemporal (dialogue intemporet) ' con grandes 27
marxismo porque el marxismo servía de fundamento a una religión secular, el comunismo, y
de ideología al Imperio soviético". J.-C. Casanova, "Préface", en R. Aron, IJ¡ marxisme de Marx.
Éditions de Fallois, París 2002, p. 13.
Gallimard, París 1951.
2 5
maquiavelismo, con diversos intercambios entre junio de 1939 y julio de Ya en la época de la Guerra fría, Aron incorporará a su arsenal de
1943 . En cierto modo, las meditaciones de Aron sobre el maquiavelismo
37 conceptos políticos una noción fuerte de ideología como religión de
no pueden separarse del esfuerzo por superar una decepción política: la de intelectuales (religión d'intellectuels) , en la que quedaban absorbidas las
41
autor en los años 20. Un socialismo superado por las antinomias de la totalitario que el marxismo-leninismo, en su viaje de vuelta desde la Unión
historia política. Una expresión de las mismas se encuentra siempre en el Soviética, había instilado en la civilización europea.
momento supremo de la decisión: denunciar es fácil, pero no decidir. Los Si después de agotar su crítica del maquiavelismo Aron sacó en claro
opinadores y demás intelectuales vinculados literariamente con una causa, a la necesidad de reivindicar, para todas las ocasiones, un vigilante
diferencia del hombre comprometido en la acción, arrastrado tantas veces maquiavelismo moderado , una vez examinado el fenómeno
43
por ella, no se juegan nada, o muy poco, cuando denuncian una realidad de contemporáneo de las religiones seculares el sociólogo francés reconoció la
la que reniegan. Es la frustración del joven idealista que después de meditada conveniencia de que los regímenes demoliberales estuvieran animados por
llega a convertirse en regla de prudencia: Joseph Paganon, un subsecretario los valores de una sana religión civil , capaz de galvanizar el espíritu
44
del Ministerio de Asuntos Exteriores a principios de los años 30, después de público. Ya en su comunicación ante la Sociedad Francesa de Filosofía de
escuchar las buenas razones de Aron sobre algún asunto del día se dirigió a junio de 1939 sobre "États démocratiques et États totalitaires" había
él con esta pregunta: ¿ Y entonces qué haría usted en mi lugar? . La misma moral
9 defendido que siendo indiscutibles los éxitos técnicos de los Estados
sacará más tarde a propósito de De Gaulle y la independencia de Argelia: totalitarios en el orden político, económico y militar, "las democracias no
más allá de las motivaciones favorables y adversas, más allá de toda pueden limitarse a invocar los valores que sus enemigos desprecian, sino que
argumentación racional, lo cierto es que alguien tenía que cortar el nudo deben ser también capaces de las virtudes cuyo monopolio reivindican los
gordiano y tomar la decisión de abandonar la colonia. regímenes totalitarios" . Las democracias, que pueden ser pacíficas, mas
45
La derrota militar de Francia y el profundo abatimiento moral nunca pacifistas , no pueden renunciar a la adhesión de sus ciudadanos,
46
consecuencia del armisticio, quintaesencia de su experiencia bélica y del creando en ellos "idéntico ardor, menos agresivo y tal vez más constante y
exilio familiar en Londres, representaron la vía del dolor en la biografía de menos voluble" . 47
Aron. Contrapartida de la tribulación política será su liberación de todos los Finalmente, en conexión con esta última idea, que sin duda trae ecos
prejuicios de la izquierda, consumada e irreversible en 1945 . Así, hacia el 40 de la unité de sentiment de Maurice Barres , cabe mencionar que una vez
48
final de la I I Guerra mundial, intelectualmente transformado, el elaborada la crítica de la difusa ideología izquierdista y su influjo en la
maquiavelismo cede la vez en sus preocupaciones más inmediatas a la
religión secular (religión séculiéré), expresión que tenía ya un importante 4 1 R. Aron, L'opium des inte/lectue/s, p. 289.
R. Aron, Plaidoyer pour l'Europe decadente, p. 17.
recorrido político y académico desde finales del siglo XIX, y que le sirvió 4 2
Internacional Obrera (SFJO). R. Aron, "Bataille de propagandes", en Machiavel et las tyrannies modernes, pp. 359-360.
4 7
ideologías [...] para emocionar los corazones sin petrificar los espíritus" . 50 precedido en los Estados Unidos por la actitud escapista ante la realidad
Tesis que ciertamente merecería un estudio monográfico, pues de entrada política de la New Lefft - 1
contradice las opiniones comunicadas por el autor en otros pasajes de su Los ensayos y notas de Aron sobre las religiones seculares, en
obra sobre el apaciguamiento y convergencia de las pasiones ideológicas. Un cambio, nunca se han recogido y presentado sistemáticamente en un único
hito decisivo que marcaría la tendencia del "completo agotamiento de las volumen, permaneciendo dispersos. Tampoco han sido, hasta donde sé,
ideologías" (complet épuisement des ideólogies) es que tal proceso estuviera objeto de una monografía sistemática . En su importante libro sobre las
58
aconteciendo precisamente en Alemania, "la patria de Marx y de Hitler" . El 51 "religiones de la política" , Emilio Gentile ofrece algunas referencias
59
"apaciguamiento de los conflictos ideológicos" sería no obstante un proceso sumarias de la noción en Aron, necesariamente incompletas en el contexto
en curso en todas las sociedades occidentales . 52 de una investigación más amplia. Mayor atención le dedican Luciano
Cavalli y Luciano Pellicani en sendos estudios sobre el totalitarismo y la
60 61
Los escritos de Aron sobre el maquiavelismo están recogidos en no aspiran a ser otra cosa que una primera exploración del concepto de
Machiavel et les tyrannies modernes. La crítica tout court a la ideología como religión secular en Raymond Aron, incidiendo en su cualidad instrumental
religión sustitutiva aparece desarrollada en Uopium des intellectuels, pero para el estudio de los regímenes políticos totalitarios y también, por
también, de una forma más sutil, en Les désillusions du progres '. En este último51
contraste, de los que no lo son, pues también estos precisan de un ideario.
libro, un denso estudio sobre la dialéctica de los tres grandes principios de la Las referencias del sociólogo francés a la religión secular se remontan
modernidad (igualdad, personalidad e universalidad) operada en la sociedad a una conferencia dictada en 1935 en el Centro de Documentación Social,
industrial, Aron diagnosticó con gran precisión una de las salidas posibles de del que Aron era secretario: "Une révolution antiprolétarienne. Idéologie et
los intelectuales de la izquierda ante el fracaso de su "clericalismo secular" 54 réalité du national-socialisme" . Apuntaba entonces la existencia de una "fe
63
sur le nouvel age idéologique", en Klaus von Beyme (Ed.), Theory and Politics. Theorie und Politik. colaboración de Simonetta Freschi. E . Dutartre, Fonds Raymond Aron. Inventaire. Bibliothéque
Festschrift zum 70. Geburtstag für Cari Joachim Friedrich. La Haya, Martinus Nijhoff 1971. Nationale de France, París 2007.
5 0 R. Aron, "La ideología, base esencial de la acción", en R. Aron et alii, Las ideologías y <http://raymond-aron.ehess.fr/docannexe.php?id=193> (última actualización en
sus aplicaciones contemporáneas. Instituto de Estudios Políticos, Madrid 1962, p. 284. marzo de 2011).
5 1 R. Aron, Polémiques, pp. 230-231. No parece del todo casual que Gonzalo Fernández 5 9E . Gentile, Le religioni della política, pp. 92-93.
de la Mora, diplomático con destino en Alemania a finales de los años 40, descubriera también 6 0"II contributo di Aron alio studio del totalitarismo", en Alessandro Campi (Ed.),
en los movimientos de opinión de aquel país (particularmente en la renuncia de la Pensare la política. Saggi su Raymond Aron. Ideazione Editrice, Roma 2005.
socialdemocracia al marxismo) la anticipación de la desideologi^ación de la política o, en cierto 6 1"Aron e la Gnosi rivoluzionaria", en Alessandro Campi (Ed.), Pensare la política. Saggi
modo, su desacrali^aáón. Cfr. G . Fernández de la Mora, E l crepúsculo de las ideologías. Rialp, su Raymond Aron.
Madrid 1956. J . Molina, "Le primat du politique. E l realismo político de Raymond Aron", loe. cit.;
6 2
5 2 R. Aron, Polémiques, p. 245. "Raymond Aron ante el maquiavelismo político", loe. cit. y "Raymond Aron: política y régimen
5 3 Gallimard, París 1969. industrial en la sociedad industrial", en P. Sánchez Garrido (Dir.), Historia del Análisis político.
5 4 Expresión que aparece en R. Aron, L'opium des intellectuels, p. 293. Tecnos, Madrid 2011, pp. 619-629.
5 5 R. Aron, Les désillusions dupmgres, p. X V I I I . <í3 R. Aron, Machiavel et les tyrannies modernes, pp. 299-320.
262 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 263
colectiva de naturaleza religiosa" que servía de poderoso estímulo a las primeros en catar el parentesco entre el socialismo y el cristianismo
masas nacionalsocialistas. En 1981 volvía por última vez sobre el asunto en primitivo.
unas notas para los Mélanges ofrecidos a Eric Voegelin: "Remarques sur la Le Bon ya se había referido al socialismo como "la religión nueva"
gnose léniniste" . Casi cincuenta años de producción intelectual que
64 {religión nouvelle) en Psychologie des Joules, en cuyas páginas las sectas políticas y
alcanzaron su climax en julio y agosto de 1944, con la publicación en La las sectas religiosas comparten la misma categoría ("muchedumbres
France libre (números 45 y 46) de sus dos famosos estudios sobre "L'avenir homogéneas") en su taxonomía de las muchedumbres . Un año antes, en 68
dejó dicho lo esencial . 66 análisis elaborado por Hippolyte Taine sobre la Revolución francesa,
precisaba que no son pocos los acontecimientos históricos que no se
VII comprenden bien si no se tiene en cuenta la forma religiosa que adopta la
En el contexto de la historia de los conceptos políticos y politizados, convicción de la muchedumbre. Lo cual no dejaba de ser una opinión
el problema de las religiones seculares, tal y como se planteó a partir del bastante extendida en la época. Del prólogo a la primera edición de su
Interbellum,tienecomo presupuesto ineludible la idea de una religión civil o Psychologie du socialisme (1898) es este pasaje:
política que se remonta a Rousseau y Condorcet, aunque será más tarde, a "Como las religiones, cuya marcha tiende cada vez más a imitar, el socialismo se
finales del siglo XIX cuando se generalice la analogía entre el socialismo y la propaga [...] gracias a sus promesas de regeneración, gracias a la esperanza que hace
brillar ante todos los deshetedados de la vida [, llegando] a constituir una creencia de
idea de una religión política.
forma religiosa mucho más que una doctrina" ". 7
de "religión política" como heuristic tooF. Incluso una revista especializada, En última instancia, dirá en su Psychologie des temps nouveaux, "los hombres de
Fotalitarian Movements and Political Religions, fundada en el año 2000 y una época renuncian a los dioses que antes adoraban sólo para adorar otros
rebautizada Politics, Religión & Ideology en 2011. En todo caso, cómo no dioses" . Puntualiza no obstante que las creencias políticas que han
72
referirse, siquiera limitadamente, a algunos de los autores que se pueden sustituido a las creencias religiosas son religiones de un nuevo tipo (religions
considerar clásicos: Gustave Le Bon y Vilfredo Pareto. Ellos fueron de los nouvelles) '. 11
vez, tiende a ser sustituido por la fe socialista" . Por eso, según Pareto,
74 los pequeños dioses como el arte social, la higiene social, la medicina social y tantas
"muy pronto sería difícil encontrar a alguien que no se considere otras cosas que, gracias al epíteto social, participan de la esencia divina" . 79
cristianismo del Bajo Imperio era una idea que se imponía por sí misma . Se 77
el fracaso de la Revolución de 1848 y, sobre todo, del de la Comuna de París
suele decir, reconocía Pareto en su Tratado de sociología, en 1871, la politización del socialismo antiguo ("utópico") fuera culminada
"que el socialismo es una religión [...,] proposición [que] se corresponde con los por el "socialismo científico" (marxismo) y por la socialdemocracia justo en
hechos, en el sentido de que los sentimientos que se manifestaban antiguamente en el el momento en el que tantos observadores y sociólogos denunciaron la
culto de la diosa Roma o la Diosa Annona, y lo manifestado ahora en la fe en el
condición pseudorreligiosa del socialismo . En la metamorfosis de lo
81
Socialismo, en el Progreso, en la Democracia, etc., constituyen fenómenos
parecidos" .
78
sagrado, para utilizar una expresión de Mircea Eliade, en el declive de la fe e
incluso en la banalización de la religión se barruntan contemporáneamente
El sentimiento religioso es según Pareto un "residuo" que encuentra "las posibilidades peligrosas a las que se halla expuesta una cultura terrenal
manifestaciones diversas ("derivaciones") a lo largo de la historia. Merece la privada de su sustancia religiosa" . Tales posibilidades no llegaron a ponerse
82
pena reproducir completo el siguiente párrafo del sociólogo italiano: de manifiesto para el socialismo intersecular, ni siquiera para el marxismo-
" E l término socialismo ha representado y representa todavía algo grande, poderoso, leninismo triunfante en la Revolución rusa . Esto únicamente sucedió con
83
7 4G . Le Bon, Incertidumbres de nuestros días. Aguilar, Madrid 1926, p. 195. vinculación de las religiones seculares con el fenómeno del totalitarismo
7 5V. Pareto, Ijes systémes socialistes. 2 ed. Marcel Giard, París 1926, t. I, p. 73. Maurice
a político. Lo percibieron con suma claridad Eric Voegelin en has religiones
Duverger, tal vez convencido de que ese momento había llegado en los años 70, recordaba que
todo el mundo se decía entonces socialista: "Tout le monde se dit socialiste aujourd'hui". M.
Duverger, Lettre ouverte aux socialistes. Albin Michel, París 1976, p. 7. E n realidad, Duverger no 7 9 V. Pareto, Traite de sociologie, §1079.
percibe que el socialismo había negado a perder desde finales de los años 50 una significación 8 0 A. Müller-Armack, E l siglo sin Dios. Fondo de Cultura Económica, México 1968, p.
precisa para que estas palabras y, en términos generales su pamphlet en forma de carta abierta, 63.
tuvieran algún sentido al margen de un ajuste de cuentas con la izquierda francesa después de 8 1 Curiosamente, también un fracaso político, cuando menos relativo: el de la
la derrota de Francois Mitterrand en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 1974. contracultura de los años 50 y 60, está en la raíz de las transformaciones de la izquierda
Para la crítica de R. Aron a Duverger: Plaidoyer pour l'Europe decadente, cap. 5. Si algo ponía de occidental, o bien reubicada en el pragmatismo por su renuncia al marxismo y a la lucha de
manifiesto este libro de Duverger es que los "intelectócratas" de la izquierda francesa habían clases (así el SPD en 1959 y otros partidos socialistas europeos unos años después), o bien
abjurado del sovietismo, pasándose a un sucedáneo político: la táctica de la "unidad de la enrocada en la utopía milenarista. Para esto, nuevamente, D . Bell, E l fin de las ideologías, passim.
izquierda". R. Aron, Mémoires, p. 983. También el eurocomunismo fue en su momento la
8 2A. Müller-Armack, E l siglo sin Dios, p. 164.
táctica de los renegados del estalinismo.
8 1E n el caso del leninismo por la ceguera voluntaria de los socialistas occidentales y la
V. Pareto, Traite de sociologie. Reproducción fotográfica de la traducción francesa de
7 6
censura impuesta por estos sobre las informaciones que llegaban de la Rusia soviética. C. Jelen,
1917-1919. Otto Zeller, Osnabrück 1965, §1775. E'aveuglement. Les socialistes et la naissance du mythe soviétique. Flammarion, París 1984.
R. Aron, "Remarques sur la gnose léniniste", en Machiavel et les tyrannies modernes, p.
7 7
8 4Aspiración de las potencias vencedoras, particularmente de Francia, era hacer de
405. Alemania un Túnez europeo. G . Maschke, "Amigo y enemigo. Kautilya y Alamos de
V . Pareto, Traite de sociologie, §1073.
7 8
Barrientos, anticipadores del criterio schmittiano", en Empresas políticas, n° 4, 2004.
266 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 267
a la I I Guerra mundial y otra inmediatamente posterior. examen de la religión política, cuya dimensión esencial es la de los fines de la
política.
VIII
En un ambiente en el que no resultaba en absoluto novedoso el IX
empleo de los términos religiones políticas o seculares, Aron utilizó el Una de las claves del éxito del nacionalsocialismo es el "fervor
maquiavelismo como la clave fundamental para el estudio sobre el religioso" de la juventud, correspondido por una nueva concepción de la
totalitarismo de los años 30, la década en la que tiene lugar, por primera vez vida; otra, la estimulación de las masas en general con una "fe colectiva de
en la historia, según la expresión de E. Halévy, una "organización del naturaleza religiosa". El hitlerismo, "celoso de la religión de Dios" , 91
entusiasmo" a escala masiva, un fenómeno espiritual total que acaso apunta chocaba así con la Iglesia católica, aunque como recordaba Hermann
hacia el vacío o silencio de Dios. El maquiavelismo y las religiones seculares Rauschning, la táctica Hitler era "no complicarse con la estúpida propaganda
son un aspecto singular del "mal fundamental de la época", tal vez la del ateísmo" y superponerse al cristianismo, "conservando lo que pueda
pretensión de universalidad de las ideologías, pensadas conservarse y reformar lo demás" . Un aspecto esencial del totalitarismo,
92
contemporáneamente como religiones de salvación. Captar en tales aparte de su capacidad para racionalizar la administración de las cosas, es su
fenómenos la expresión de ese "mal fundamental" y penetrar con ellos el capacidad para explotar lo irracional de las masas, sumamente vulnerables.
arcano político deltiempohistórico son las actitudes que hacen grande a un La tiranía totalitaria ha sabido aprovecharse de la "disponibilidad de las
pensador realista . 87
masas" cuyo presupuesto, más allá del resentimiento o la rebeldía contra el
En su comunicación "États démocratiques et États totalitaires", al privilegio, es la degradación de la creencia religiosa . 93
sostener que las democracias debían aspirar también a las virtudes de las que Aunque el nacionalsocialismo fue la "caricatura de una religión de
los totalitarismos hacían alarde, recalcaba que la retórica pacifista salvación" (religión du salut), su pretensión de desempeñar el papel del
únicamente podía confirmar a los dirigentes de esos regímenes en un catolicismo en la sociedad medieval no podía despreciarse . De su 94
42. 9 4 R. Aron, "L'ére des tyrannies d'Elie Halévy", en Machiavel et les tyrannies modemes, p.
8 8 R. Aron, Machiavel et les tyrannies modernes, pp. 184-185. 344.
8 9 R. Aron, Machiavel et les tyrannies modemes, p. 187. 9 5 R. Aron, "Le romanticisme de la violence", en Chroniques de guerre, p. 439.
268 Religión and the Political Realismo político y crítica de las religiones seculares en Raymond Aron 269
siendo aquella la vía por la que éste progresaba. Se diría que "la burocracia Aron, que en esas páginas formuló la tesis de la desacralización de la
crea su propia religión" , que muerde sobre todo en espíritus mediocres. En
96 política (déclin des dogmes) , reconocía el carácter terrible de las religiones
W2
suma, este repertorio de creencias, como religión política, no resulta tan seculares, pues están en el secreto de las pasiones del hombre. Sin embargo,
contradictorio como parece, pues "expresa la revuelta contra un destino que hay contra ellas dos graves reparos: el primero, que como "religiones de
no se entiende y el encauzamiento de fervores sin objeto" . Hasta 1944 el 97 salvación colectiva, no ofrecen a los individuos ni el consuelo ni las
autor utiliza el término "religiones políticas", reservado casi exclusivamente esperanzas de las religiones personales"; el segundo, que semejantes
al totalitarismo nacionalsocialista; a partir de ese momento dará carta de imitaciones de la religión "están corroídas desde su origen por una secreta
naturaleza a las "religiones seculares", en las que también quedará incluido el increencia: la realidad terrestre que se propone a los fieles como meta ideal
socialismo. Años después, por cierto, dudará de la oportunidad de su no satisface duraderamente los espíritus" . 103
978-3-487-147437