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El hechicero y su magia

Es el capítulo 9 de la obra “Antropología estructural” de Claude Lévi- Strauss. Quien fue


un antropólogo y etnólogo francés, murió en 2009 a los 100 años.

Lévi- Strauss, basándose en los trabajos del fisiólogo americano, Walter Bradford Cannon (teoría de
la biopsicología de la emoción1), comienza hablando de los mecanismos psicofisiológicos sobre
ciertos casos de muerte a causa de conjuros o sortilegio (rito mediante el cual se adivina el futuro
de alguien y se puede modificar por medio de brebajes, remedios mágicos, formular y acciones de
hechicería).

La muerte ocurre porque primero hay una muerte social (la sociedad sabe que ya no hay nada
que hacer cuando uno ha sido embrujado). Entonces el individuo es aislado socialmente,
simbólicamente, políticamente, económicamente. El sujeto muere físicamente después de su
muerte social.

Lévi- Strauss también hace una exposición, basándose en Cannon, sobre las relaciones fisiológicas
del miedo y el sistema nervioso simpático (Se encarga de la inervación [Acción del sistema nervioso
sobre los demás órganos del cuerpo.] de los músculos lisos, el músculo cardíaco y las glándulas de
todo el organismo). El miedo se acompaña del SNS resultando útil para una adaptación a una
situación nueva del “individuo”, pero si este no se “adapta” puede provocar una disminución del
volumen sanguíneo causando daños irreversibles en los órganos de la circulación. Si se le suma que
estos “individuos” rechazan bebidas y alimentos precipita estos daños. Incluso la muerte.

Después Lévi- Strauss expresa que no hay razones, para dudar de la eficiencia de ciertas prácticas
mágicas. Reconoce que la eficacia de la magia implica la creencia en ella y que esta se presenta en
tres aspectos complementarios: 1) la creencia del hechicero en sus técnicas 2) la creencia del
enfermo, en el poder del hechicero y por último 3) la confianza y las exigencias de la opinión
colectiva. El autor dice que la situación mágica es un fenómeno de consenso2. El autor no pretende
representar la muerte mediante los trastornos homeostáticos que plantea Cannon.

En el texto surge la pregunta: (pág. 162) ¿Cuál es la parte de credulidad y cual la de crítica de la
actitud del grupo, respecto de aquéllos en los que reconoce poderes excepcionales, a los que otorga
privilegios correspondientes, pero de los cuales exige asimismo satisfacciones adecuadas?

Para intentar responder esta pregunta el autor expone y examina tres casos:

El primero: nos remota al año de 1938, con una pequeña banda de indios Nambikwara de Brasil.
Nos menciona su vestimenta y de su alimentación poder sobrevivir. Menciona que, como la mayoría
de las bandas, tenían un jefe civil y un hechicero (robusto, de unos cuarenta y cinco años, muy
alegre). Habla sobre el caso del hechicero transportado por el trueno. Desaparece el hechicero.
Luego lo encuentran, supuestamente, según el hechicero un rayo lo había trasladado o
“secuestrado”.

1
trata de explicar cómo las emociones se producen en el ser humano, así como desentrañar su significado.
2
Acuerdo o conformidad en algo de todas las personas que pertenecen a una colectividad.
Es importante aclarar que los grupos estaban conformados por sujetos de distintos orígenes
(subgrupos). Por eso el que tuvieran un jefe civil y un jefe religioso (cada uno pertenecía a un origen
diferente). Cada grupo conservaba su dialecto.

En el texto Lévi- Strauss da dos posibles explicaciones. La primera (contada por los del grupo del jefe
civil) que el hechicero abusando de las atribuciones que le dio el jefe civil había querido volver con
sus compatriotas con el fin de atacar a sus asociados (los del grupo del jefe civil). Así justificando su
ausencia.
La segunda explicación, se basa en los escépticos (los que no creían en su hechicero). Decían que
todo era un teatro y que el hechicero no había volado en las alas del trueno.
Estas explicaciones mas “lógicas” por así decirlo, pertenecen al dominio de la experiencia. La
explicación sobre que el hechicero tenía relación con las fuerzas sobrenaturales, pertenecía al
dominio de la conjetura.
Estas explicaciones son incompatibles, pero podemos admitir que una u otra puede ser cierta.

En el segundo caso: nos habla de las observaciones hechas por etnógrafa M. C. Stevenson hacia los
zuñi de Nuevo México. El caso de una chica de 12 años que había sufrido una crisis nerviosa después
de que un muchacho le había tomado las manos. A este lo acusaron de brujería.

Al principio él lo negó. Pero al ver que este crimen lo era penado con muerte, decidió cambiar de
táctica y explico cómo se inició en la brujería y que había recibido de sus maestros dos productos:
el de volver locas a las muchachas y el de curarlas. Los jueces le exigen una prueba de eso. Entonces
él dice que la prueba es una pluma que van a encontrar en una pared de una casa. Encontró la pluma
y tuvo que explicar como esta funcionaba. Pero al ultimo llorando dijo que había perdido sus
poderes y pues decidieron ponerlo en libertad.

El muchacho acusado de brujería se transforma, a través de sus propias alegaciones, de una


amenaza a la seguridad del grupo, en garante (garantía) de la coherencia mental del grupo. (paso
de ser un peligro para el grupo por practicar brujería, a una garantía de coherencia porque aporta
al grupo una satisfacción en la verdad más que en la justicia que lo hubiera ejecutado).

El tercer caso: trata de un fragmento de una autobiografía de un indígena de Vancouver, Canadá,


recogida por Franz Boas. Caso de un indígena que quería desenmascarar a los hechiceros (porque
él no creía en sus poderes) convirtiéndose en uno. Descubre que los hechiceros son impostores. El
aprende el arte de fingir desmayo, simulación de crisis nerviosas, técnicas para producir vomito. El
también aprende un método en el cual muestra a sus pacientes el “cuerpo patológico” prueba
visible de su enfermedad (gusano ensangrentado). Los chamanes vecinos le piden que revele su
secreto, por que sus pueblos los avergonzaban porque ya no creían en ellos sino en Quesalid. “el
carácter engañoso, del que tanto se había burlado en un comienzo, parece ahora haber olvidado
completamente”. Pues Quesalid tiene un cambio de actitud. El cree verdaderamente que hay
hechiceros verdaderos, no sólo farsantes.
La sociedad comienza a creer en su poder, es esa creencia la que le da el poder de curar. Allí lo
comienzan a tomar como un hechicero. Entonces él dice como que su sistema es menos tramposo
por decirlo de alguna manera.

Lévi- Strauss dice que la psicología del chaman no es simple, sino, que es compleja. Una vez más,
encontramos una experiencia triple: la del hechicero, la del enfermo y la del público
participante. Estos elementos conforman el “Complejo chamanístico” que se organizan en torno a
dos polos: la experiencia íntima del chamán, por un lado, y el consensus colectivo, por otro. Porque
las experiencias del enfermo mismo son el aspecto menos importante del sistema.

Por lo demás, el mismo hechicero no carece de técnicas positivas y experimentales que pueden en
parte explicar su éxito. Por otra parte, abundan en ese tipo de sociedades con escasa seguridad las
enfermedades que hoy llamamos psicosomáticas. Es claro que los chamanes curan al menos algunos
de los casos que atienden; sin ese relativo éxito terapéutico no se hubieran consolidado las prácticas
mágicas. Pero con todo no es eso lo esencial: El hechicero del tercer caso curaba a sus
enfermos porque era un gran hechicero y no a la inversa. Eso nos remite al polo colectivo del sistema
chamánico. Sus rivales se hundieron por la actitud colectiva y no tanto por el cómputo relativo de
éxitos y fracasos. El problema fundamental planteado es pues el de la relación entre determinados
individuos y determinadas exigencias del grupo social en el que actúan

Lévi-Strauss pone ahora en relación la curación chamánica y el trabajo del psicoanálisis. Pues
introduce el concepto de “abreacción”. Que es un concepto del psicoanálisis. Refiere al hecho en el
que el paciente revive una problemática o trauma pasado para encontrarle solución. El
hechicero abreacciona. Es un abreactor profesional. Ya que este puede inducir simbólicamente en
el “enfermo” una abreacción de su propio trastorno. Pero el publico o colectivo, en cierta medida,
participa en la abreacción.

Lévi habla de punto de vista. Es la relación entre pensamiento normal y pensamiento patológico. El
pensamiento normal busca el sentido de las cosas. El pensamiento patológico rebosa
interpretaciones y resonancias afectivas con las que sobrecarga la realidad. En terminología
lingüística, puede decirse que el pensamiento normal padece un déficit de significado, mientras que
el pensamiento patológico dispone de un abundante significante. Estos pensamientos no se oponen
sino que se complementan.

La enfermedad es un problema que el pensamiento normal no entiende. El psicópata es invitado


por el grupo a investirse de una riqueza afectiva que en sí misma no tiene aplicación. Se trata de
elaborar y remodelar un sistema de oposiciones, una estructura, que integra todos los elementos
de la situación total. El enfermo por ser enfermo y el chamán por ser psicópata, esto es, por tener
ambos experiencias no integrables de otra manera, pueden hacer entrever al grupo las
«iluminaciones» de un universo de efusiones simbólicas. Es esta experiencia lo que realmente
cuenta.

No se trata por tanto de buscar científicamente las causas objetivas de estados confusos. se trata
más bien de organizar tales estados extraños en un sistema, en una totalidad. El enfermo representa
la alienación, la pasividad, lo que para el pensamiento normal es lo informulable. El hechicero es la
actividad, el desbordamiento de sí mismo, lo que es la afectividad nutricia de los símbolos. La
curación conecta estos polos opuestos manifestando así la coherencia del universo psíquico y, por
tanto, del universo social.

En la cura chamanística el hechicero habla y realiza la abreacción para el enfermo, el enfermo solo
guarda silencio, mientras que en el psicoanálisis es el enfermo el que habla y realiza la abreacción
contra en psicoanalista. Aunque aparentemente, en psicoanálisis, sólo se da la abreacción del
enfermo, se ha de tener en cuenta que el propio psicoanalista, para serlo, ha debido someterse al
análisis. La diferencia fundamental entre psicoanalistas y chamanes está en el papel del grupo o
público, en la curación. El psicoanálisis readapta al enfermo al grupo, mediante soluciones
introducidas; la magia readapta al grupo a problemas ya definidos en el enfermo.

Puede decirse que las curaciones psicoanalíticas son conversiones por que únicamente el enfermo
puede ser curado. Y existe el peligro de que el tratamiento se reduzca a la reorganización del
universo del paciente en función de interpretaciones psicoanalíticas. El punto final del psicoanálisis
sería entonces el punto de partida de la curación mágica.

El hombre solicita del pensamiento mágico un nuevo sistema de referencia, ya que el universo no
significa lo bastante y el pensamiento dispone siempre de un exceso de significaciones.

Aplicándolo a la realidad nacional podríamos hablar de las iglesias evangélicas donde el pastor
cumple la misma función del shamán es decir, donde el pastor es el que revive el trauma y es él
mismo el que da la solución al enfermo. Lévi-Strauss habla del espectáculo del shamán (Lévi-
Strauss, 1995: 207) ya que este revive intensamente la situación original que produjo el trastorno
del paciente. Así como ocurre en el caso de estas iglesias donde el pastor, designado por la
comunidad de creyentes, tiene la capacidad de solucionar el problema de los individuos; es decir
que maneja un lenguaje social que es parte de este grupo.

Creencias se pueden representar hablando del sistema de pensamiento. La realidad va a mostrar


aspectos coyunturales que no pueden ser explicados.
Chaman como psicópata  se maneja con otros símbolos que no tranza con el sistema jurídico
normal universal propio del este.

CHAMAN  acervo de significación  poner en estructura aquello que el pensamiento no puede


explicar.

HECHICERO / ENFERMO  son opuestos antagónicos, dos polos de un mismo Mito.


La cura es abreacción. El chamán que abre acciona (revivir el momento original que causo la
patología). El chamán hace abreacción por el sujeto  reactuando el momento en que fue
convocado para ser chaman y con eso desencadenar la cura.

Relación entre psicoanálisis y chamanismo el psicoanálisis equilibra el sujeto en el grupo, lo


mágico reinserta al grupo problemas que son individuales. Soluciones medicadas  el
pensamiento mítico dando las mismas soluciones.
En ese sentido Lévi-Strauss se plantea las enfermedades como de carácter social donde éstas no
son puramente biológicas sino que tienen que ver con el elemento psíquico.

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