La higiene bucal es la clave para la prevención y mantenimiento de la salud de
dientes, encía y lengua; por lo que la eliminación de placa bacteriana en estas partes de la boca es el principal objetivo de las diversas técnicas existentes, hilo dental, detección de placa y cepillado.
IMPORTANCIA DEL CEPILLADO: Precisamente, el cepillado de
los dientes tiene por objetivo evitar que las bacterias maduren y se desarrollen en el tiempo, evitando así la aparición de enfermedades. Cepillar los dientes con una buena técnica después de cada comida es esencial para mantener la salud bucal.
LA HIGIENE BUCAL SE INICIA DESDE EL NACIMIENTO:
1) Cuando el niño(a) no tenga dientes, la mamá o responsable del niño(a) debe limpiar suavemente la encía con una tela o gasa húmeda una vez al día, preferentemente durante el baño. 2) Desde que aparece el primer diente del niño(a), la mamá o responsable del niño(a) debe limpiar suavemente con una gasa o tela húmeda o con un cepillo dental suave.
3) En los niños de 1 a 3 años (solo y con la ayuda y supervisión de un adulto) el
aseo bucal se debe realizar después de cada alimento con cepillo pequeño de cerdas suaves y humedecidas. Esta actividad se puede realizar con o sin pasta dental y bajo la supervisión de un adulto.
4) A partir de los 4 años (solo y con la ayuda y supervisión de un adulto) el cepillado
dental se debe realizar diariamente después de cada comida; el cepillo dental debe tener cabeza pequeña y cerdas delgadas con puntas redondeadas. La cabeza pequeña permite llegar más fácilmente a todas las zonas de la boca. Se debe cambiar el cepillo cuando las cerdas se doblen o se gasten ya que en esas condiciones no limpia en forma adecuada y puede dañar la encía. COMO DEBEMOS LAVARNOS LOS DIENTES:
TIPS PARA UN BUEN CEPILLADO DE DIENTES:
1. Cepilla tus dientes al menos dos veces al día, en la mañana y en la noche.
Recuerda que cepillar los dientes antes de ir a la cama es una de las acciones más importantes para gozar de una vida saludable. Si lo haces todas las noches evitarás padecer muchas infecciones y problemas de salud. 2. Utiliza un cepillo dental suave, que de preferencia tenga una forma redondeada en las puntas de las cerdas y que la cabeza sea lo suficientemente pequeña como para alcanzar todas las zonas de los dientes y boca. 3. Reemplaza tu cepillo cada 3 o 4 meses. 4. Coloca el cepillo en un ángulo de 45 grados, exactamente donde los dientes se encuentran con las encías. Ejerce presión con firmeza y gentilmente mueve el cepillo de arriba a abajo realizando movimientos circulares. No frotes mucho. Un cepillado con mucha fuerza puede separar las encías de los dientes y esto podría rayar su esmalte. 5. Cepilla toda la superficie de los dientes, lengua y mejillas. Pon especial atención al frente de los dientes y a toda la superficie de las muelas.