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Art. 957. Definición.

Contrato es el acto jurídico mediante el cual dos o más


partes manifiestan su consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o
extinguir relaciones jurídicas patrimoniales.

I. Relación con el Código Civil. Fuentes del nuevo texto

El Código Civil definía el contrato en el art. 1137. Si bien el nuevo texto es más
preciso que el del código sustituido, la noción de contrato no varía, por lo que la
doctrina y jurisprudencia nacida al amparo del texto anterior siguen siendo de
utilidad.

La definición legal reproduce el inc. 1º del art. 899 del Proyecto de 1998.

II. Comentario

1. Noción de contrato

El nuevo Código Civil y Comercial consagra legislativamente la noción de con-


trato que la doctrina y la jurisprudencia habían consensuado en su labor inter-
pretativa y de aplicación del Código de Vélez. De modo que contrato es todo
acto jurídico bilateral y patrimonial.

Bajo ese concepto entran en la noción de contrato los actos jurídicos que crean
relaciones jurídicas, pero también los que las modifican (la novación), las
transmiten (la cesión), las regulan (el contrato de arbitraje) o las extinguen, co-
mo la transacción o el distracto.

1.1. Contrato y derecho real

Es contrato tanto el que crea obligaciones como el que sirve de título a la crea-
ción o constitución de derechos reales. El art. 2185 del Cód. Civ. y Com. con-
firma esta idea al disponer que "Los derechos reales de garantía sólo pueden
ser constituidos por contrato...".
1.2. Contrato y derecho de familia

Tradicionalmente en el derecho de familia el ámbito de la autonomía de la vo-


luntad era mucho más reducido que en el derecho patrimonial. Sin embargo, se
advierte que en el Código Civil y Comercial hay una apertura hacia la contrac-
tualización de las relaciones entre los cónyuges y convivientes. Ello se aprecia
en la eliminación de la prohibición de contratos entre cónyuges, la posibilidad
de optar por un régimen de bienes alternativo (arts. 505 y ss.), y de celebrar
"pactos de convivencia" (arts. 513 y ss.)

2. Contrato y acto jurídico

El contrato es un acto jurídico; es más, es el modelo prototípico del acto jurídico


patrimonial. Por lo tanto le son aplicables las disposiciones de los títulos IV y V
del Libro I (arts. 257 a 400) y las reglas establecidas en este Título deben ser
interpretadas y aplicadas en armonía con las previsiones sobre acto jurídico.

2.1. El contrato como instrumento de la vida económica

La institución jurídica del contrato —e l contrato acto jurídico— es el un reflejo


de la institución jurídica de la propiedad privada. Es entonces el vehículo de la
circulación de la riqueza (Messineo), y como tal instrumento capital para el fun-
cionamiento de la economía de mercado (Cueto Rúa).

Por ello las interpretaciones del contrato deberán tener en cuenta la finalidad
económica perseguida por las partes al celebrarlo, como lo resolvía el Código
de Comercio y lo consagra ahora el art. 1065, inc. c) del Cód. Civ. y Com.

3. Contrato y convención jurídica: patrimonialidad de la relación jurídica

Explicaba Spota que la convención jurídica es contrato cuando se desenvuelve


en el campo patrimonial, por lo que cuando ello sucede "...resulta correcto ase-
verar que los términos convención jurídica y contrato son intercambiables". De
allí que se sostenga que el acuerdo de partes por el que se decide someter una
controversia patrimonial a la decisión de árbitros, es un contrato, pues produce
sus efectos en ese ámbito. Y así lo resuelve el Código Civil y Comercial al re-
gular el arbitraje como contrato típico.
4. Patrimonialidad de la relación jurídica e interés no patrimonial

Cuando el Código trata del objeto del contrato, establece que debe ser lícito,
posible, determinado o determinable, susceptible de valoración económica y
corresponder a un interés de las partes aunque éste no sea patrimonial (art.
1003). Esta última frase permite calificar como contrato el caso de quien tiene
interés en estudiar una lengua muerta y paga por ello a un profesor; ese acto
jurídico es un contrato aun cuando el interés en aprender latín o sánscrito no
pueda ser objetivamente estimado en dinero (Lorenzetti).

5. El consentimiento

La definición del art. 957 pone el acento en el consentimiento, que ha de estar


dirigido a crear, modificar, reglar, transmitir o extinguir derechos.

La doctrina señala que cuando se habla del consentimiento de los contratantes


se está aludiendo de manera relativamente promiscua de tres cosas:

— La voluntad interna de cada uno de los contratantes;

— La declaración de esa voluntad;

— Y lo que puede llamarse la zona de coincidencia entre las voluntades decla-


radas, que constituye entonces la declaración de voluntad común o intención
común , que propiamente constituye el consentimiento contractual .

6. Otros requisitos del contrato

Sin embargo la noción de contrato no estaría plenamente descripta, si no se


atiende a aspectos atinentes al consentimiento en sí mismo y a otros elemen-
tos.

Por empezar, el consentimiento requiere la capacidad de las partes; en este


sentido, la capacidad es un presupuesto de la validez de contrato. El Código
regula la capacidad en general en el Libro I (a partir del art. 22) y las inhabilida-
des para contratar a partir del art. 1009.

Y el consentimiento ha de exteriorizarse a través de una manifestación de vo-


luntad, que por regla general puede tener lugar oralmente, por escrito, por sig-
nos inequívocos o por la ejecución de un hecho material (art. 262), excepcio-
nalmente por el silencio (art. 263) y que en determinados casos estará sujeta a
alguna forma establecida por la ley o por las partes (arts. 284 y ss. y 1015 y
ss.). Pero la doctrina argentina en general no considera a la forma como un
elemento del contrato.

Amén de ello se consideran elementos del contrato al objeto (art. 1003) y la


causa (art. 1012), los que deben a su vez reunir ciertos requisitos; el objeto de-
be ser lícito, posible, determinado o determinable, susceptible de valoración
económica y corresponder a un interés de las partes aunque éste no sea patri-
monial. Mientras que la causa debe existir y ser lícita (v. art. 1014). Al objeto y
la causa del contrato se aplican las disposiciones más generales sobre el obje-
to y la causa de los actos jurídicos (arts. 279 a 282).

Con la mención de la causa se supera la disputa doctrinaria sobre si ella consti-


tuye o no un elemento de los actos jurídicos en general y del contrato en parti-
cular. Como veremos en su momento se adopta la noción sincrética de causa,
esto es la que comprende la causa tipificadora u objetiva y la causa motivo o
subjetiva.

III. Jurisprudencia

Por contrato se entiende el acto jurídico bilateral y patrimonial en el cual están


en presencia dos partes, que formulan una declaración de voluntad común en
directa atinencia a relaciones patrimoniales y que se traduce en crear, conser-
var, modificar, transmitir o extinguir obligaciones (CSN, 31/7/1973, ED, 49-486).

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