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a) Las rentas que provengan del capital, del trabajo y de la aplicación conjunta de ambos
factores, entendiéndose como tales aquellas que provengan de una fuente durable y
susceptible de generar ingresos periódicos.
d) Las rentas imputadas, incluyendo las de goce o disfrute, establecidas por esta Ley. Están
incluidas dentro de las rentas previstas en el inciso a), las siguientes:
1) Las regalías.
Tipos de rentas: renta producto, renta flujo de riqueza, consumo más incremento patrimonial
03-Renta de producto:
Esta es la más sencilla de las teorías que pretenden explicar los supuestos de afectación al pago
del Impuesto a la Renta.
Bajo esta teoría se determina que la renta es un producto, el cual debe ser periódico y provenir
de una fuente durable en el tiempo y ser susceptible de generar ingresos periódicos.
En tal sentido, afirmamos que se trata de un producto porque el mismo es distinto y a la vez se
puede separar de la fuente que lo produce, ello puede darse en el caso de una máquina, una
nave de carga, un ómnibus interprovincial, una parcela agrícola, entre otros.
También se puede mencionar que la fuente debe quedar en condiciones de seguir produciendo
mayor riqueza.
04-Flujo de riqueza:
Según esta teoría se considera renta todo aumento de la riqueza que proviene de operaciones
con terceros. En este tipo de afectaciones se encontrarían las rentas obtenidas por Ganancias
por realización de bienes de capital Ingreso por actividades accidentales, Ingresos eventuales,
Ingresos a título gratuito.
En la legislación de la Ley del Impuesto a la Renta no hay un artículo específico que regule esta
teoría, ello a diferencia de la Teoría renta – producto que se ha descrito anteriormente y que si
tiene un referente normativo.
Para la aplicación de esta teoría se requieren analizar básicamente dos rubros en donde se
analiza si una persona cuenta o no con capacidad de pago o ingresos. Aquí se debe analizar las
variaciones patrimoniales y los consumos realizados.
2- GANANCIA DE CAPITAL
El artículo 2º del TUO de la Ley del Impuesto a la Renta-Decreto Supremo N° 179- 2004-EF,
modificado por la Ley N° 29492, (LIR en adelante) dispone que constituye Ganancia de Capital
cualquier ingreso que provenga de la enajenación De Bienes de Capital. Se entiende por bienes
de capital a aquellos que no están destinados a ser comercializados en el ámbito de un giro de
negocio o de empresa.
Uno de los supuestos que genera Ganancia de Capital está constituido por la enajenación de
Bienes Inmuebles, adquiridos a partir del 01.01.2004, efectuada por personas naturales que no
realizan actividad empresarial.
Al respecto, el literal j) del artículo 24º del TUO de la LIR, dispone que las ganancias de capital
generan Rentas de Segunda Categoría. En concordancia con ello, cabe referir que las rentas de
segunda categoría se someten a una alícuota del 6.25% sobre la renta neta, la misma que se
obtiene deduciendo de la renta bruta el 20%. Ello equivale a afirmar que resulta aplicable una
tasa efectiva del 5% sobre la renta bruta.
La ley del impuesto a la renta peruana ha recogido la teoría del flujo de riqueza en su
integridad para el caso de las personas jurídicas, pues ha incluido como renta gravable de las
empresas, además de la que califican como renta de producto a las ganancias del capital
realizadas, los ingresos eventuales y los ingresos a titulo gratuito provenientes de terceros.
La primera, que el párrafo segundo del artículo 11.4 de la Ley del Impuesto sobre
Sociedades señala que se considerarán operaciones a plazos o con precio aplazado43,
aquellas cuya contraprestación sea exigible44, total o parcialmente, mediante pagos
sucesivos o mediante un solo pago, siempre que el período transcurrido entre el
devengo y el vencimiento del último o único plazo sea superior al año.
La segunda, que esta regla de imputación es optativa, en el sentido de que la entidad
podrá optar por el criterio de la exigibilidad a la hora de imputar las rentas derivadas
de operaciones a plazos o con precio aplazado, pero también podrá imputar las rentas
cuando se produzcan de conformidad con el principio del devengo.
La tercera, que el criterio de la exigibilidad establecido supone una modificación con
respecto a la imputación de las rentas obtenidas en las operaciones a plazos o con
precio aplazado de la legislación anterior. Pues el artículo 19.4 del Texto Refundido de
la Ley del Impuesto sobre Sociedades establecía la imputación de las rentas cuando se
produjeran los cobros o pagos, es decir, siguiendo el criterio de caja45.
Y la cuarta, que, en el caso del endoso, descuento o cobro anticipado, no se estará al
criterio de exigibilidad, sino que se imputarán las rentas al momento en el que se
cobre, en virtud del tercer párrafo del art. 11.4 de la Ley del Impuesto sobre
Sociedades.
El artículo 11.13 de la ley del Impuesto sobre Sociedades recoge la imputación de los ingresos
por “quitas y esperas”, estableciendo que “el ingreso correspondiente al registro contable de
quitas y esperas consecuencia de la aplicación de la Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal, se
imputará en la base imponible del deudor a medida que proceda registrar con posterioridad
gastos financieros derivados de la misma deuda y hasta el límite del citado ingreso”. ¿Cuáles
son los ingresos por quitas y esperas a los que se refiere este artículo?
Pues, en los supuestos en que exista una modificación sustancial de la deuda, la imputación del
ingreso derivado de la quita o espera se hará de la siguiente manera:
1. Cuando el ingreso sea inferior al importe total de los gastos financieros: la imputación se
llevará a cabo a medida que se vayan registrando los gastos financieros derivados de la misma
deuda y hasta el límite del citado ingreso.
Así, por ejemplo, si el importe del ingreso por la quita o espera es de 1.000 u.m. y los gastos
financieros o intereses son de 1.200 u.m, el ingreso se irá imputando de conformidad con la
imputación de las primeras 1.000 u.m. de intereses.
Imputación de rentas:
En ciertos casos las leyes tributarias establecen la obligación de incluir en la base imponible de
un impuesto (el IRPF o el IS) determinadas cantidades, acudiendo a la ficción de entender
“producida” una renta que en realidad no ha sido obtenida por el contribuyente.
Por ejemplo, la imputación de rentas inmobiliarias en el IRPF: la ley del impuesto obliga a
imputar como renta del período impositivo un 2% del valor catastral de un inmueble que se
encuentre a disposición de sus titulares y no esté afecto a una actividad económica, ni
produzca rendimientos de otro modo (por arrendamiento o cesión), siempre que no se trate de
la vivienda habitual o de suelo no edificado (artículo 85 LIRPF). Y si el valor catastral ha sido
actualizado después del 1 de enero de 1994, el porcentaje se rebaja al 1,1%.
Aunque tales inmuebles no están produciendo renta alguna, se considera que hay implícita una
mayor capacidad económica en quien es propietario de una segunda vivienda que en quien no
lo es, razón por la cual se le atribuye esa renta en cada período impositivo.
En la Ley del Impuesto sobre Sociedades existen otros supuestos de imputación de rentas,
además del régimen de transparencia fiscal internacional (artículo 100 LIS): el de los socios
residentes de las Agrupaciones de Interés Económico españolas (AIE) o europeas (AEIE), según
los artículos 43 y 44 LIS; y el de la Uniones Temporales de Empresas (UTE), artículos 45 y 46 LIS.
Según el criterio de lo devengado, basta con la obligación del pago de la renta para que se
entienda generado el ingreso y se produzca la obligación tributaria. Por ejemplo, basta que en
el contrato de alquiler se haya pactado un monto mensual por concepto de merced conductiva,
para que cada mes exista la obligación de pagar el impuesto correspondiente.
Pregunta 20-
Así que los cónyuges que opten por declarar y pagar el Impuesto como sociedad conyugal por
las rentas comunes producidas por los bienes propios y/o comunes, aplicarán las reglas
siguientes:
Pregunta 22
a) Las personas naturales de nacionalidad peruana que tengan domicilio en el país, de acuerdo
con las normas de derecho común.
b) Las personas naturales extranjeras que hayan residido o permanecido en el país más de
ciento ochenta y tres (183) días calendario durante un periodo cualquiera de doce (12) meses.
Pregunta 17
Para efectos del Impuesto a la Renta, las personas naturales, con excepción de las
comprendidas en el inciso c) de este artículo, perderán su condición de domiciliadas cuando
adquieran la residencia en otro país y hayan salido del Perú, lo que deberá acreditarse de
acuerdo con las reglas que para el efecto señale el reglamento.
Pregunta 18
Pregunta 19
En el supuesto que no pueda acreditarse la condición de residente en otro país, las personas
naturales, exceptuando las mencionadas en el inciso c) de este artículo, mantendrán su
condición de domiciliadas en tanto no permanezcan ausentes del país más de ciento ochenta y
tres (183) días calendario dentro de un periodo cualquiera de doce (12) meses.
Pregunta 23
Pregunta 24