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Durante la mañana de hoy ha tenido lugar una reunión del Pleno del
Consejo de la Policía, presidida por el Director General, y durante la que se han
debatido tres grandes cuestiones, con arreglo al Orden del Día previamente
comunicado. El desarrollo de la misma y la postura mantenida por los Vocales
de la Confederación Española de Policía ( ) ha sido el siguiente:
El primer punto del Orden del Día fue la discusión sobre el borrador de
Real Decreto por el que se establecerá el Régimen Electoral en el Cuerpo
Nacional de Policía para la designación de representantes en el Consejo de la
Policía.
El nuevo borrador sobre las ODAC establece que una de sus funciones
será la conservación de los efectos o pruebas intervenidas. En este
sentido, pedimos un esfuerzo presupuestario para instalar en cada
ODAC un armario blindado en el que almacenar, con seguridad para
los policías y los propios ciudadanos que acuden a denunciar, esos
efectos que luego serán trasladados al juzgado.
se mostró partidaria –es más, nos parece una idea muy buena que
se venía reclamando desde hace lustros- la puesta en marcha de un sistema
de condecoraciones que premiara la dedicación de los policías su trabajo
durante muchos años. Pero evidentemente, si hubiera que votar ese texto, la
se pronunciaría en contra por la negativa de la Unidad de Coordinación, no
ya a incluir alegaciones de cualquier sindicato, sino por volver a manifestar su
desprecio a los sindicatos y por ende, al Consejo de Policía.
Ruegos y Preguntas
El Director General nos contestó diciendo que se van a retirar las plazas más
polémicas y citó expresamente Galicia, Asturias, Castilla y León y otras más
que se discuten el 23.09.2010, durante una reunión específica en la División de
Personal a la que asistiremos y en la que, no quepa duda alguna, reiteraremos
los mismos argumentos ante esta polémica. Trataremos, en resumen, de que
los derechos de los policías que intentan acceder a estas plantillas no sean
pisoteados por funcionarios recién jurados.
Bien, cuál no fue nuestra sorpresa cuando el Director General nos exigió, como
cuestión previa a cualquier ulterior acción, la presentación de una denuncia
formal y en detalle. Parecía más interesado en agravar el problema que en
resolverlo. Y en esa senda no van a encontrarnos. Este planteamiento, por el
que no vamos pasar porque tenemos en muy alta estima el trabajo de los
profesionales de toda la Comisaría General de Información y de sus estructuras
periféricas, es otra prueba más del talante del Director General.
Afortunadamente, el DAO mostró otro tono, mucho más profesional, en esta
materia.