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La ética y la religión guardan una relación, muy estrecha. La ética es un conjunto de normas,
que la sociedad se encarga de transmitir de generación en generación. La religión es la relación
entre el hombre y Dios. Es un contacto íntimo de la persona con un Ser infinito, del cual procede
y que le sirve de guía personal, para una conducta correcta en la vida cotidiana, plena de virtudes
y valores humanos.
Hacer las cosas con ética es hacerlas de acuerdo con las normas morales, que rigen la conducta
humana. Es parte de la filosofía que trata de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y las
obligaciones del hombre. La ética es reflexión y argumentación sobre el hecho moral, es decir,
sobre lo que está bien o mal, a pesar de que algunas sociedades, continuamente inventan conceptos
que pareciendo correctos, ocultan unas intenciones perversas, que van en contra de la ley de Dios,
de la moral natural y del bien común. Aunque las raíces etimológicas de ética y moral, sean las
mismas, no son lo mismo. La ética son el conjunto de normas, que nos vienen del interior y la
moral, las que nos vienen del exterior. Desde Aristóteles hay escritas cientos de miles de páginas
sobre ética.
La ética en la vida diaria, hace falta incluirla en la escuela, en la educación, en la honradez
ciudadana, etc. La ética tiene que ser la bandera de la libertad del ciudadano del siglo XXI. Es lo
que los padres, con su ejemplo deben enseñar a sus hijos, cónyuges y amigos. La ética se tiene
que demostrar en el buen carácter de las personas, en su comportamiento, actuación y proceder.
La ética es la ciencia de la integridad, la conciencia deontológica profesional, como el Juramento
de Hipócrates de los médicos, etc.
La ética y la estética mantienen una estrecha relación, por más que casi siempre permanezca
velada. La estética es el fruto de una elección moral. Lo hermoso es mejor que lo feo. La cortesía
es mejor que la rudeza. Alguien que saluda amablemente, tiene más probabilidades de ser buena
persona, que alguien que adrede, que empuja cuando pasa. Algunas personas que no tienen en
cuenta el comportarse con ética, creen la práctica de las virtudes y valores humanos como la
caridad, la sinceridad, la bondad o la honradez, no son necesarios para convivir. Aunque cada vez
hay más personas, en determinados grupos sociales, que aprecian los modales y las buenas normas
de educación y comportamiento.
La ética de los testimonios: Dar testimonio de lo maravilloso que es la familia, del amor entre
un hombre y una mujer, del don de la vida, expresado en los hijos dentro del matrimonio, de la
misión de los padres para educar a sus hijos, del trabajo y la práctica de las virtudes y valores
humanos. Los padres tienen que tener la valentía de contar los testimonios, sobre las cosas buenas
que hacen y lo que hay que luchar y sacrificarse para conseguirlas, sobre todo, cuando tienen el
único fin, de incitar a los demás, para que les imiten y las realicen. Son muy distintos los que
ofrecen testimonios, sobre cosas malas realizadas, que muchas veces, solamente les sirven para
presumir de los hechos y tener su minuto de fama.
La ética en la sociedad, ejerciéndola al: No copiar en los exámenes escolares. No adelantándose
en las filas de espera. No aprovechándose de los descuidos de otros. No usufructuando
injustamente de la libertad que otros nos dan. No tomando ventaja de los débiles, indefensos o
con discapacidad física, emocional o de conocimiento. No abusando del poder concedido o
conseguido. No lucrándose en perjuicio de terceros, con del poder de los monopolios,
asociaciones gremiales o sindicales. Siendo caritativos y generosos con las necesidades del
prójimo. Cuidando el medio ambiente. Manteniendo las normas de circulación. Pagando todos
los impuestos que correspondan. Etc.
La ética en la familia y su influencia en el papel educador, para la construcción de la identidad
personal, de la madurez, de la responsabilidad, de la conducta y del núcleo básico de su ética,
carácter, modo de ser y de relacionarse con otras personas, de forma ética. La familia tiene que
ser una isla ética dentro de la sociedad, sin que a sus componentes les importe lo que dirán y quién
lo dirá. Manteniendo la ética con los padres y familiares necesitados, que aunque sea
desagradable, les debemos respeto y ayuda. La ética en la familia debe mantenerse y respetarse,
aunque haya leyes injustas, que permitan el matrimonio entre personas del mismo sexo y otra
clase de uniones aberrantes.
La ética en las finanzas. Decidir lo que es una inversión ética o pecaminosa, no es siempre una
opción entre blanco y negro, puede parecer gris. Es muy difícil de conseguir la capacidad, para
determinar cuáles son los fondos éticos de inversiones y hasta dónde y cuándo lo son. Pero un
inversionista bien formado y con un claro concepto de la ética, puede ir haciendo el camino, que
aunque no esté exento de dificultades, promete ser una tendencia que seguirá ganando fuerza. Las
inversiones éticas crecen fuertemente, intentando sacar beneficios de la virtud, aunque no sean
los mejores beneficios por su dinero, comparándolos con los beneficios que tienen algunas
empresas faltas de conciencia, pero si son los mejores dividendos éticos. Está perfectamente
demostrado, que los principios éticos introducidos en los negocios, siempre los hacen
beneficiosos. Invertir en ética, es muy rentable.
La ética en los negocios. Actualmente hay grandes y rentables negocios, que no son éticos,
aunque las leyes les amparen, no les persigan o les ignoren, como la droga, el aborto, el sexo, la
pornografía, la prostitución, la pederastia, la guerra, la violencia, las armas, el terrorismo, los
vicios humanos y un largo etc.
La ética y el ahorro. Hay Iglesias de diferentes denominaciones, universidades, organizaciones,
fundaciones y fondos de pensiones, que, a través de sus inversiones, buscan mantener el valor
adquisitivo de sus ahorros, buscando cada vez más y mejores formas de ligar su dinero a principios
éticos, religiosos y socialmente responsables. Aunque algunas veces, tengan que sacrificar
márgenes de rentabilidad, al evitar los mejores rendimientos financieros, del dinero proveniente
del pecado. Otra de las ventajas que añaden, es mejorar su imagen ante la opinión pública,
Evitando invertir en los fondos financieros, que violan los principios morales de tiene cada Iglesia,
o que promocionan prácticas contra la familia, lo que acentúa la presión hacia determinadas
empresas, por medio de las inversiones de sus fieles.
La ética en la inversión, en el voto y en el consumo inteligente. Aunque en algunos casos, las
decisiones éticas sean menos rentables, son piezas claves, no sólo de la economía mundial, sino
de la democracia. El ciudadano de a pie, influye con su voto, pero mucho más con sus inversiones
y consumos éticos e inteligentes, por eso las corporaciones y los políticos, tienen miedo a los
consumidores y a los votantes éticos, bien informados. Es cierto que hay algunos consumos, que
no se pueden evitar, porque sus productores tienen tal cantidad de productos en el mercado, que
ya no se puede, vivir, viajar, curarse, comer o vestir sin ser sus clientes.
La ética en la caridad deben mantenerla, incluso las fundaciones que bajo el caparazón de la
caridad, llevan objetivos y filosofías de actuación malévolas, dirigidas contra las familias,
Iglesias, naciones y condiciones medioambientales, incluyendo las organizaciones filantrópicas,
que se nutren de los beneficios adquiridos por empresas faltas de ética. Estas organizaciones no
se deben librar de la presión del público, éticamente bien formado.
La ética en la ecología. No hay que olvidar que la naturaleza, animales, vegetales y minerales,
están al servicio del hombre, para usarlos sin abusar. El hombre, no está al servicio de la
naturaleza. Por eso muchas organizaciones medioambientalistas carentes de ética, se preocupan
mucho más de favorecer a la naturaleza, que al hombre.
La ética en las opiniones. No siempre hay que respetar las opiniones de otros, ni mucho menos
aceptarlas. Fingir estar de acuerdo con ellas, no rebatirlas o callarse puede significar aceptarlas,
pues el calla, otorga. Hay que procurar estar bien formado e informado, y dejar muy claras las
cosas, cuando atañan a la moral, a las buenas costumbres o estén faltas de ética.
La ética en la vida humana. Por muchas leyes injustas que sean emitidas por los hombres, las
cuales permitan, alienten y no castiguen el crimen del aborto, la eutanasia, el consumo de drogas
y otras muchas actitudes contrarias a la moral, no deben cumplirse esas leyes inmorales y se debe
luchar, para que desaparezcan.
La ética en la imagen personal, que siempre esté de acuerdo con la estética, la moral, las buenas
costumbres, la decencia, el pudor y la honestidad.
La ética en la sexualidad, aunque estén promocionados y permitidos los abortos, preservativos
y anticonceptivos, las relaciones prematrimoniales, las relaciones promiscuas, las relaciones
homosexuales, etc.
La ética en los fines y medios para conseguirlos. El fin jamás justifica los medios, si éstos son
desproporcionados o faltos de ética. Por muy bueno que sea el fin, éste antepone la intención, a
la finalidad.
La ética en la economía, cuando esta regula el aspecto de la vida del ser humano: Sus problemas
económicos, su alimentación, su vivienda, su salud, su jubilación, su educación, su trabajo, su
salario, sus ahorros, sus préstamos, su subsistencia, etc. Incluyendo los préstamos con intereses
usureros, a países que no los necesitan.
La ética en el consumo responsable, enseñada por los padres, profesores, empresas y medios de
comunicación, educando a los niños en la forma de gastar, no derrochar, utilizar bien, ahorrar y
economizar solidaria, consciente y correctamente, haciéndoles entender que la felicidad, está más
en compartir que en poseer, en ser que, en tener, en dar que en recibir y en la austeridad que en el
despilfarro. Poniendo énfasis en la ética en la alimentación, para prevenir el que vaya en contra
de la salud al engordar o adelgazar excesivamente, hasta enfermarse.
Puesto que el proceso formativo de una persona se inicia en el hogar y busca integrar al hombre
con el mundo exterior. Los buenos modales, las buenas relaciones y valores sociales tienen su
origen en el ambiente familiar. El correcto manejo dado a estos valores permite unas relaciones
interpersonales armoniosas, seguridad personal, deseo de superación y espíritu emprendedor.
El hogar es la primera escuela de socialización, es decir, la vida familiar brinda unos elementos
que son complementados en la escuela, por eso este binomio, influyen decisivamente en la
formación integral de la persona. En ambos ambientes se pretende ofrecer las condiciones,
elementos y herramientas necesarias para que el ser humano se desenvuelva en los distintos
campos de la vida.
CONCLUSION