Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
ferencia que incluye a las mujeres exclu- gación absoluta” como señalaba Julieta
yéndolas, entonces el camino a seguir es Kirkwood, o sólo es posible como femi-
el de la deserción de la diferencia y de la nismo anudado en la filosofía política.
clase sexual, porque esa diferencia no es La singularidad sólo puede convertirse
sino una posición, un nudo más de la en irreductible elemento enfrentador, en
máquina patriarcal de gobierno que nos la inmanencia de los poderes filosófico
incorpora borrándonos. políticos. Las potencias que resisten a
dichos poderes no tienen otra apoyatura
16. En la convicción de que la consigna que los ángulos mismos de las máquinas
“a mayor reconocimiento, mayor igual- que las mortifican, como si la agencia
dad”, reproduce, sin alterarlo, el orden potenciadora co-incidiera con el agente
patriarcal de la moderna filosofía políti- de mortificación; y el agente de morti-
ca, el feminismo de la interrupción mar- ficación se convirtiera en paciente de la
cará sus distancias respecto de la política potencia que lo resiste, disponiéndose
presencialista de la agregación afirmati- ambos en un umbral de espectral indis-
va de mujeres en el espacio público. Al tinción. Situándose en esta tensión, nos
mismo tiempo el feminismo de la inte- propone Alejandra Castillo, sin abalan-
rrupción marcará su distancia también zarse a y sin tampoco huir de la igualdad
con la deserción de la diferencia sexual universal masculina, es posible montar
y la huida a la tierra prometida de las y montarse en la tensión de un juego
mujeres en el tenor de Monique Wittig. complejo entre lo excluido y lo inclui-
Porque no se escapa de la filosofía polí- do, lo particular y lo universal, lo agen-
tica en la obstinada escritura de la “otra te y lo paciente, en la zona fronteriza e
222 historia” o de las “otras hablas”, ni en la intermedia, como si adentro y como si
convicción de ejercer una política de la afuera, en movimientos que irán desde
diferencia más allá de los poderes y tec- los márgenes hacia el centro y viceversa.
nologías filosófico políticos. Es la propia Y en ese vaivén intentar la re-invención,
Filosofía política la que se designa como no de la mujer, no de la diferencia, sino
exterior a sí misma, en estos casos. No es de la no-filosofía-política en la que ten-
posible el discurso feminista en la “ne- ga lugar otro modo de acontecer y de
Nudos Feministas. Política, filosofía y democracia / Willy Thayer
de las corrientes feministas que perfila, las posiciones, sin juicio de los juicios,
aunque en el cruce de ellas con la filoso- y así, sin pertenecerle a nudo filosófico
fía política. En ese choque o tensión, el político alguno, y sin fundar tampoco
contrapelo abre un verdadero estado de un lugar de saber trascendente, vuelve
excepción, es decir, una excepción que visible el verosímil de los lugares que
no se deja estar bajo ninguna regla, bajo perturba. Si es muy cierto que con tal
ninguna intención, aunque se crispe en desanudamiento poco o nada puede ha-
el contagio de muchas, sin optar ni en- cerse u obrarse, no es menos cierto que
fermarse con ninguna, sin fundar una tal desanudamiento hace algo con noso-
nueva, sin discriminar ni huir de algu- tros o nosotras, introduce un virus, una
na, manteniéndose en la inmanencia de vacilación que desobra los feminismos y
esa tensión. De este modo, en medio de filosofías políticas eficientes, activando
las posiciones y posicionamientos, respi- una multiplicidad y una metamorfosis
rando en ese “entre medio”, el contrape- en devenir de las singularidades.
lo desata una legibilidad sin posición de
226