Sunteți pe pagina 1din 7

Enfoque comunicativo en la enseñanza del Inglés en Secundaria

1. Introducción

El diseño y desarrollo del currículo son elementos centrales en la acción


docente. El currículo podría definirse como el documento escrito que diseña el ámbito
y estructuración del programa educativo para una escuela y que se compone de una
serie de supuestos de partida, competencias básicas, objetivos, contenidos,
metodología y criterios de evaluación de cada una de las enseñanzas reguladas por Ia
L.O.E. Existen varias fuentes en las que se fundamenta el currículo educativo pero la
más relevante en la práctica educativa es la pedagógica, principalmente porque
promueve la funcionalidad de lo aprendido, sumergiendo a los alumnos en situaciones
comunicativas reales en las que puedan aplicar lo asimilado.

Nosotros, como profesores, debemos programar lo que vamos a llevar a cabo a


lo largo del curso académico en lo que respecta a la práctica docente. Esta
programación es un instrumento esencial de control, ayuda y referencia en caso de
duda. A pesar de que los elementos centrales del currículo se basan en la legislación
vigente, nuestra programación debe ser lo más abierta y flexible que sea posible.
Nuestro objetivo principal es conseguir que los alumnos sean capaces de entender y
usar el Inglés, tanto precisa como fluidamente, para que puedan comunicarse en
situaciones reales donde se requiera su uso.

Hoy en día, es crucial ser capaces de comunicarnos en Inglés. Es una


herramienta indispensable para el avance social (nuevas relaciones con personas de
otros países), profesional (mejores oportunidades de trabajo, no sólo a nivel local o
nacional sino en el amplio marco de la Unión Europea), y cultural (a través de la
experiencia enriquecedora de aprender sobre distintas costumbres y modos de vida)
de los estudiantes. El hecho de que España pertenezca a la Unión Europea ha
favorecido el uso del Inglés como un medio global de comunicación así como un
instrumento fundamental para las relaciones internacionales. Esto requiere, por parte
de los ciudadanos de nuestro país, una educación lingüística lo suficientemente buena
como para ser capaces de participar activamente en nuestra sociedad actual.

Además, el Marco Común Europeo define niveles de capacidad que permiten


medir el progreso de los alumnos en cada etapa de aprendizaje así como a lo largo de
sus vidas. Esto facilitará el reconocimiento mutuo de calificaciones ganadas en los
diferentes contextos de aprendizaje, y por consiguiente, ayudará la movilidad en
Europa. Las Nuevas Tecnologías, por otro lado, también juegan hoy un papel
importante en el proceso de enseñanza-aprendizaje ya que la Consejería de
Educación de la Junta de Andalucía ha designado varios centros públicos de esta
región como centros TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) que
engloban el uso de ordenadores e Internet en la práctica docente.

 
A continuación, nos centraremos en uno de los aspectos del currículo, la
metodología, incluyendo el tipo de actividades que se deberían proponer y los
recursos didácticos que utilizaríamos. Finalmente, trataremos los elementos
esenciales de una unidad didáctica así como las fases de su elaboración, esto es, la
aplicación de nuestra metodología en el aula.

2. Método comunicativo o ecléctico

En lo que respecta a nuestra metodología como docentes de educación


secundaria, vamos a intentar responder al problema de “¿cómo enseñar?”, lo que se
configura como uno de los elementos básicos en Ia toma de decisiones de cualquier
profesor o equipo de profesores a la hora de abordar Ia enseñanza. Qué perspectiva
se adopta a Ia hora de enseñar, cómo se concibe desde ella el trabajo de los
alumnos, qué papel jugamos nosotros como profesores a lo Iargo del proceso, qué
actividades se plantean para el aprendizaje de los alumnos, o qué recursos
metodológicos y materiales se utilizan durante Ia enseñanza, son algunos de los
aspectos esenciales que componen este tipo de decisiones y que intentaremos
analizar a través de las Iíneas que siguen, en lo relativo a todos los aspectos que
trabajaremos en la asignatura de Inglés.

Aunque el enfoque metodológico más apropiado es el enfoque comunicativo,


cuya primera versión apareció en los años sesenta, esto no significa que sólo
confiemos en este método para la práctica en el aula. De hecho, este enfoque es
también denominado ecléctico, ya que utiliza ideas y recursos de otros muchos
métodos. Rivers es quien principalmente propone este enfoque ecléctico. Según él,
éste permite a los profesores de lengua extranjera "absorber las mejores técnicas de
todo lo conocido sobre el lenguaje"(p. 55). Esto es importante y necesario ya que los
profesores "que se enfrentan a la tarea diaria de ayudar a los estudiantes a aprender
un nuevo idioma no pueden permitirse el lujo de una completa dedicación a cada uno
de los nuevos métodos o enfoques que entren en boga." (1981, p. 54). Tendremos en
cuenta principalmente los aspectos del método audio-lingüístico y del modelo basado
en el aprendizaje mediante tareas para nuestra práctica en el aula.

Uno de los objetivos más importantes es hacer que los estudiantes aumenten
su nivel de competencia comunicativa, por lo que es esencial que ellos se enfrenten a
la entrada comprensible de datos e información, contenidos un paso más allá de su
nivel de competencia. Nosotros, como profesores, debemos enseñar inglés desde
contextos reales de comunicación y con fines comunicativos, haciendo que nuestros
alumnos comprendan cómo el idioma sirve como fuente para construir e intercambiar
significados, y la importancia de comunicarse en la lengua extranjera, esto es, la
aplicación, función, y relevancia de este aprendizaje en su vida cotidiana. Esto hará el
aprendizaje del inglés mucho más motivador. También se deberá hacer una prueba
inicial los primeros días del año escolar para saber cuál es el nivel real de nuestros
alumnos. Debemos tener en cuenta el conocimiento anterior de los estudiantes, ya que
es esencial para el desarrollo exitoso de nuevas ideas.

Los estudiantes desempeñarán un papel activo en todo el proceso, para que


más tarde puedan construir su propio conocimiento. Con este método activo de
enseñanza los profesores esperamos que los estudiantes desarrollen un aprendizaje
autónomo mediante el descubrimiento, que aprendan a aprender. En las actividades

 
grupales es necesario intercambiar los papeles o las funciones entre los estudiantes y
fomentar su participación activa en las diferentes situaciones comunicativas que se
propongan. Los grupos también variarán para evitar la monotonía y para proporcionar
mayor interacción entre sus miembros. El aprendizaje cooperativo, basado en la
negociación de significados entre los alumnos, será otro de los aspectos didácticos
que se tendrán en cuenta para favorecer la comunicación.

Las cuatro destrezas (hablar, escuchar, leer y escribir) se presentarán y


trabajarán de forma integrada, intentando emular procesos reales de comunicación,
aunque las habilidades productivas (hablar y escribir) tendrán prioridad ya que son los
aspectos en los que los estudiantes tienen mayor dificultad. Además, la Junta de
Andalucía ha presentado un “Plan de Fomento a la Lectura”, en el que propone
dedicar el mayor tiempo posible a esta destreza en cada una de las asignaturas.
Promoveremos el uso de estrategias comunicativas, para compensar la falta de
conocimientos en el idioma extranjero y desarrollar la autonomía de los alumnos, que
también harán uso de esas estrategias aprendidas en su lengua materna. Estas
estrategias están presentes a lo largo de las unidades didácticas de una forma tanto
implícita como explícita.

El idioma Inglés será el principal vehículo de comunicación en el aula. Sin


embargo, la lengua materna (en nuestro caso, el español) también puede utilizarse en
algunas ocasiones, como por ejemplo, cuando explicamos algunos puntos
gramaticales que son nuevos para los estudiantes. En cualquier caso, los alumnos
serán también recompensados por cualquier intento de utilizar el inglés
espontáneamente en clase. Nosotros, como profesores, somos la fuente más
importante de inglés de la que los estudiantes disponen, y también su modelo a la hora
de hablar este idioma. El profesor puede también empezar la clase en inglés y usar la
lengua materna al final para resumir, por ejemplo. Para que los estudiantes tengan la
confianza suficiente para intentar hablar entre sí en inglés, primero necesitan
confianza dentro de la atmósfera de la clase. Los profesores tenemos que recordar
que no estamos entrenando a los alumnos para que lleguen a ser hablantes
monolingües de Inglés, sino mezcladores efectivos de ambos códigos, es decir,
usuarios bilingües. El tratamiento de los errores se someterá a criterios de fluidez, ya
que son parte del proceso natural de aprendizaje a través de la creación de un
interlenguaje y no interfieren con la eficacia comunicativa. Así, los estudiantes serán
alentados a aceptarlos no sólo como algo normal, sino también útil y necesario. De
hecho, son una característica sistemática que refleja la competencia transitoria. Sin
embargo, ya que debemos corregir errores para evitar la fosilización, promoveremos
su auto-corrección o su corrección por parte de los demás compañeros.

Es un hecho que los estudiantes que están aprendiendo una lengua extranjera
buscan su uso instrumental, quieren saber lo que significa esa canción que tanto les
gusta, o de lo que trata ese sitio Web que encontraron navegando por Internet o,
incluso, lo que significa el mensaje de la camiseta que llevan puesta, por lo que los
profesores debemos desempeñar principalmente la función de orientación, junto con la
de control.

3. Actividades

El objetivo principal de algunas de las actividades es mostrar a los estudiantes


cómo aprender, cómo revisar los contenidos, cómo comprobar su progreso y,
finalmente, cómo desarrollar estrategias apropiadas para utilizar el inglés de manera
eficaz. Otras actividades fomentan las habilidades comunicativas implícitamente,
ayudando a los estudiantes a comprender cómo pueden convertirse en buenos

 
alumnos de la lengua extranjera, en este caso el inglés. Se presenta primero el uso
funcional del inglés en situaciones comunicativas reales y contextualizadas con fines
específicos y luego se espera que los estudiantes induzcan las reglas gramaticales
subyacentes a cada actividad. Las actividades propuestas para enseñar los contenidos
especificados en las unidades didácticas serán auténticas (o, al menos, realistas),
interesantes, variadas y graduadas según los distintos niveles de dificultad.

Las actividades empleadas se pueden dividir primero en tipos productivos o


receptivos, y en segundo lugar, cada una de las anteriores puede ser oral o escrita.
Generalmente la unidad comienza con una actividad productiva oral (warm up o lluvia
de ideas) para comprobar el conocimiento previo de los estudiantes acerca de los
principales aspectos funcionales, léxicos o gramaticales de la unidad. Otras
actividades incluyen una comprensión lectora o auditiva o aquellas en las que los
estudiantes están expuestos a nuevos contenidos, en forma de rellenar huecos,
reescribir, poner el verbo en la forma correcta, completar oraciones o formar oraciones
con las palabras que se les dan, seguidas por tareas más comunicativas que incluyen
juegos, crucigramas, rompecabezas, diálogos, o descripciones. Las actividades
deberán planificarse con diferentes niveles de complejidad y dificultad para hacer
frente a la variedad de niveles en el aula. De esta forma, se satisfarán las necesidades
individuales y el trabajo del profesor será más fácil, ya que esto le permitirá trabajar
con el mismo material pero asistiendo al mismo tiempo las necesidades específicas
del alumnado. Asimismo, la tarea final puede ser oral, escrita o una combinación de
ambas.

Todas estas actividades deben ser comunicativas, y esto significa que deberían
reunir tres características principales: brecha en la información (cuando una persona
en un intercambio comunicativo sabe algo que la otra desconoce), elección (de qué
decir y cómo decirlo) y feedback (cuando el orador se da cuenta de si su propósito se
ha logrado, basándose en la información que recibe de su oyente). Ordenar imágenes
para contar una historia es un ejemplo de tarea de resolución de problemas usada
como una técnica comunicativa, que además incluye los tres elementos fundamentales
de comunicación.

4. Materiales y recursos

Por lo general, un recurso didáctico se puede definir como algo que apoya el
proceso de enseñanza-aprendizaje. Puede ser una herramienta, una persona, un
lugar o un objeto que afectan el proceso de comunicación en el aula, así como la
actitud de los estudiantes. Los materiales y recursos empleados tienen que ser
significativos, es decir, tienen que interrelacionarse con otros elementos curriculares
como los objetivos, la metodología, las competencias básicas o los contenidos. Los
recursos impresos o grabados son a menudo auténticos o adaptados de los originales.
Asimismo, deben estar secuenciados desde lo familiar hacia lo complejo a fin de
facilitar el aprendizaje de nuestros alumnos y proporcionar condiciones más realistas
de uso del idioma. Se espera con esto que aumente la eficacia, motivación e interés
por parte de nuestros alumnos.

Las características generales de estos recursos didácticos son las siguientes:


simplifican la labor del profesor ya que proporcionan una ayuda física, también facilitan
el trabajo en grupo a los estudiantes, permiten a los profesores asistir los distintos
ritmos de aprendizaje, y ofrecen la posibilidad de ser controlados por los estudiantes.
Estos recursos también tienen algunos objetivos que cumplir: conseguir el contacto de
los estudiantes con la realidad, motivarlos, y ayudar a la comprensión de conceptos y

 
hechos. El uso de las unidades didácticas implica el uso de variados y numerosos
recursos, que pueden clasificarse de acuerdo con la siguiente taxonomía:

(A)Recursos humanos: profesores, departamentos didácticos, departamentos


psicopedagógicos, etc.

(B) recursos audiovisuales: materiales publicados: uso de las lecturas adaptadas


(graded readers); otros materiales impresos: los preparados por el profesor y
fotocopiados para los estudiantes (textos adaptados de Internet, selecciones de las
actividades de diferentes fuentes buscando recursos auténticos); o medios
audiovisuales: recursos visuales fijos (pizarras, carteles, ya sea hechos por los
estudiantes o proporcionados por los editores, fotografías...), recursos visuales
proyectados (retroproyector, diapositivas…), recursos fijos y movibles: equipo de
televisión con lector de VCR o reproductor de DVD, lector de CDs , CDs interactivos,
grabaciones, equipos informáticos y disco duro: vamos a trabajar la competencia
digital y de procesamiento de la información de los alumnos para establecer blogs,
escribir correos electrónicos, utilizar con frecuencia Internet así como diferentes
programas para ayudar a los alumnos en su proceso de aprendizaje.

(C) recursos situacionales: aulas (como lugares que posibilitan una comunicación
significativa del idioma), laboratorio de idiomas, inmobiliario, o sala de ordenadores.

Para seleccionar los materiales y recursos adecuados, se deben seguir varios


criterios, previamente establecidos en el proyecto curricular de centro. Algunas de
estas pautas son el hecho de que las decisiones relativas a esta selección deben ser
compartidas por los profesores del Departamento de inglés, y que estos materiales
han sido elegidos según el contexto de la escuela. A la hora de elegir los materiales y
recursos, también se tiene que prestar atención a las instalaciones del colegio, así
como a la posibilidad de mejorarlas si es necesario. Por esta razón, se suelen
considerar aspectos como la accesibilidad, el coste, y la influencia medioambiental o la
seguridad.

5. Unidad didáctica

Las unidades didácticas pueden definirse como la interrelación de elementos


en el proceso de enseñanza-aprendizaje con una coherencia metodológica y en un
período de tiempo determinado, con dos fases diferenciadas: diseño y aplicación.

Los elementos esenciales de cualquier unidad didáctica son: título o tema que
se va a tratar; las competencias básicas; los objetivos didácticos, que obedecen a los
de etapa y curso, en términos de capacidades; los contenidos de la unidad, divididos
en cuatro bloques (escuchar, hablar y conversar; leer y escribir; conciencia lingüística;
aspectos socioculturales y conciencia intercultural), en función del proyecto curricular y
características de los alumnos a los que se dirige; contenidos relacionados con la
educación en valores así como los relacionados con otras asignaturas del currículo,
fomentando de este modo la interdisciplinariedad; posibles y previsibles dificultades de
aprendizaje que deben ser resueltas a lo largo de la unidad; propuesta de actividades,
recursos y materiales, distribuidos temporalmente por sesiones, de forma flexible y
reformulable; criterios, instrumentos y momentos de evaluación (inicial, del proceso y
final); así como el tratamiento de la diversidad en el aula mediante actividades de
refuerzo o ampliación.

Asimismo, las fases de elaboración de una Unidad Didáctica se podrían


sintetizar de la siguiente manera:

 
- fase de iniciación: dirigida a contextualizar la unidad, a organizar el contenido que se
va a desarrollar, a motivar a los alumnos y propiciar situaciones en las que estos
expresen sus ideas previas.

- fase de introducción de la nueva información: Se trata con esta fase de orientar y


dirigir el conocimiento del alumno, aportando nuevas ideas, ampliando o extrapolando
las ideas que ya traía éste, o matizando y cuestionando sus conocimientos iniciales
mediante situaciones de conflicto cognitivo.

- fase de aplicación: dedicada a desarrollar las nuevas ideas introducidas, a


profundizar sobre ellas o a resolver problemas.

- fase de revisión o de conclusiones: es utilizada para revisar Io aprendido o resumir el


contenido de la lección.

6. Conclusión

Hoy en día, el enfoque en el aprendizaje y enseñanza de una segunda lengua


es lo bastante amplio y flexible como para atender a las necesidades educativas de
una gran variedad y diversidad de estudiantes en las aulas. Los alumnos son bastante
heterogéneos en lo que respecta tanto a su competencia como a su motivación. Es
difícil abarcar distintos niveles y ritmos de aprendizaje, pero todo se consigue con
paciencia y recursos que nos permitan adaptar e integrar, en la medida de lo posible,
los intereses de los alumnos, los contenidos didácticos que propone la ley así como la
ratio de los estudiantes y la atmósfera de la clase.

Aunque los profesores preparamos una programación del curso académico


antes de iniciar el mismo, su eficacia se evaluará al final del año escolar con respecto
a la concretización de los objetivos, la adecuada selección de contenidos y su
secuenciación, la practicidad del sistema de evaluación así como el enfoque
metodológico o la disponibilidad de los recursos. Una vez hemos testado todos estos
aspectos, nos podremos dar cuenta realmente del éxito o fracaso de nuestra
programación, incluyendo la forma en que hemos puesto en práctica todos los
elementos del currículo a través del método comunicativo en la práctica docente diaria.

7. Bibliografía

LOE 2/2006, 3 de Mayo de 2006

Real Decreto 1631/2006, 29 de Diciembre de 2006

Decreto 231/2007, 31 de Julio de 2007

La Orden del 10 de Agosto de 2007

LEA 17/2007, 10 de Diciembre de 2007

Orden del 25 de Julio de 2008

Rivers, W.M. (1981). Teaching Foreign-Language Skills. The University of Chicago


Press

Canale, M. and Swain, M.(1980). Theoretical bases of communicative approaches to


L2 teaching and testing. Applied Linguistics 1, 1-47

 

S-ar putea să vă placă și