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Año - 2018
PRESENTACIÓN
2) Objetivos Específicos.
3) Objetivo Generales.
Determinar si la separación convencional y divorcio ulterior en sede municipal y
notarial es una medida positiva para facilitar el trámite y agilizar el tiempo que
actualmente toma a una pareja divorciarse en Perú.
Deberán haber estado casados al menos dos años y que no se tengan hijos
menores.
Sin embargo, se exigirá estar casado cuatro años cuando hayan hijos menores.
En este caso se debe haber determinado la pensión de alimentos, la tenencia
de los hijos, régimen de visitas ya sea a través de una conciliación extrajudicial
o por sentencia firme a través del Poder Judicial.
En el caso de existir bienes sujetos a la Sociedad de Gananciales, es decir,
bienes comprados durante el matrimonio, será necesario hacer la Liquidación
del Régimen Patrimonial o su sustitución.
Los cónyuges podrán otorgar poder por escritura pública en el que especificarán
sus facultades específicas para su representación en el procedimiento no
contencioso de separación convencional y divorcio ulterior.
Deberán haber estado casados al menos dos años y que no se tengan hijos
menores.
Sin embargo, se exigirá estar casado cuatro años cuando hayan hijos menores.
En este caso se debe haber determinado la pensión de alimentos, la tenencia
de los hijos, régimen de visitas ya sea a través de una conciliación extrajudicial
o por sentencia firme a través del Poder Judicial.
En el caso de existir bienes sujetos a la Sociedad de Gananciales, es decir,
bienes comprados durante el matrimonio, será necesario hacer la Liquidación
del Régimen Patrimonial o su sustitución.
Los cónyuges podrán otorgar poder por escritura pública en el que especificarán
sus facultades específicas para su representación en el procedimiento no
contencioso de separación convencional y divorcio ulterior.
6) El tema del divorcio tiene una perenne actualidad, pero no falta periódicamente
quien nuevamente invoque los viejos sofismas a su favor, obligando a que se repitan
también las mismas objeciones y la cuestión adquiere entonces especial interés. Si
el tema carece de novedad y originalidad se debe sobre todo a que con otras o con
las mismas palabras se repiten conocidos argumentos contra la indisolubilidad
matrimonial, pués desde hace ya considerable tiempo no se han inventado nuevos
argumentos, y consecuentemente, se repiten las razones en contra.
Pero hay sin duda entre estas últimas, una que aunque no nueva, adquiere cada
día mayor elocuencia y fuerza: los frutos del divorcio. En donde se ha implantado
no ha remediado ninguno de los males que trataba de curar, pero eso sí, ha
introducido la disolución de las costumbres en los hogares precisamente más
necesitados de fortaleza y santidad y ha creado un peligroso estado para la
nacionalidad, que no deben pasar desapercibidos.
Estos resultados en el orden práctico, no son sino la necesaria consecuencia
de erróneas doctrinas sobre el matrimonio y el divorcio.
En cuanto al concepto de matrimonio, el divorcio se funda en la anacrónica teoría
del matrimonio-contrato que en el estado actual de la doctrina jurídica está en
completo desprestigio, no sólo en cuánto al matrimonio religioso, sino aún al
matrimonio civil. Tal tesis corresponde a la época en que todo acto jurídico que se
quería respetado y respetable, era considerado como un contrato.
Esto es lo que se ha llamado el fetichismo del contrato, en el cual la voluntad
individual, omnímoda, arbitraria, egoísta y anárquica imperaba libremente
sobre los sentimientos altruistas, dando la espalda a los intereses de la colectividad
y tratando de ignorar los derechos de los demás, límite necesario de los
propios derechos.
Todos estos conceptos han sido superados hace ya bastante tiempo. El interés
social predominando sobre el individual es la gran conquista del derecho
moderno. Instituciones como la propiedad y el contrato son removidas desde
sus cimientos para que sean medios que sirvan al hombre dentro de los límites
que el interés social reclama. El matrimonio contrato corresponde a esta tendencia
individualista del derecho y a una etapa vencida.