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Tesis para la V Asamblea

Nacional de la Consulta
Popular "Zilda Xavier"
Resumen

El Contexto Internacional ............................................... ............... 5

Balance del debate estratégico .............................. ...................... 19

Balance político ........................... ................................................ 42

Momento actual .................................................. ...................... 55

La táctica ...................... .................................................. .............. 65

Balance y Compromisos Organizativos .............................. ........ 82

¿Cuál es el salto de calidad que queremos dar en el feminismo de la


Consulta Popular en la V Asamblea Nacional "Zilda Xavier" ........ 96

Coloreando el Proyecto Popular para Brasil: el debate de la ...


diversidad sexual y de género hacia la V Asamblea Zilda Xavier de la
Consulta Popular .................................... .............................. 105

Síntesis del Seminario Nacional de Cuestión Urbana ............ ... 118

Carta de Guararema - Seminario Nacional de Cuestión Racial..123


En el proceso de construcción de la V Asamblea Nacional "Zilda
Xavier" innovamos nuestro método de formulación, y aprobamos,
en el momento privilegiado de la VI Plenaria Nacional "Fernando
Martínez Heredia", este documento preparatorio que expresa las
concepciones que pretendemos discutir y deliberar en nuestra
instancia máxima. Aquí reunimos ideas que surgieron en nuestros
Cuadernos de Debates, en los cuatro seminarios nacionales y en la
Plenaria Nacional. Son, por lo tanto, las propuestas que
presentamos a la V Asamblea Nacional "Zilda Xavier".

Secretaría Operativa Nacional Septiembre de 2017


I
El Contexto Internacional

Caracterización de la actual crisis capitalista

1. La actual crisis económica internacional se desencadenó a partir de 2008 y la Consulta


Popular la ha caracterizado como una crisis capitalista de naturaleza profunda y prolongada en la
que se combinan la crisis financiera con la crisis de superproducción. En otras palabras, podemos
caracterizarla como una crisis del patrón de acumulación capitalista. Inicialmente la crisis impactó
más fuertemente las economías centrales del capitalismo, pero a partir de 2012, las economías
periféricas empiezan a sentir sus efectos de forma más intensa, cuando la crisis alcanza a China y
hay una caída abrupta de los precios de los commodities agrícolas, minerales y energéticas en el
mercado internacional, entre otros factores. A pesar de no alcanzar las diversas economías de
manera uniforme, la crisis persiste y no da señales de recuperación a corto plazo, manteniéndose,
alrededor del mundo, bajas tasas de crecimiento económico.

Las disputas por salidas capitalistas ante la crisis

2. Frente a ello, hay un evidente proceso de reordenamiento de la geopolítica mundial, con


disputas políticas en torno a las salidas de la crisis y retomada de altas tasas de ganancias. En este
sentido, asistimos a una segunda ofensiva neoliberal, basada principalmente en tres aspectos:
políticas económicas ancladas en el "libre mercado" y en la promoción y protección de inversión
externas directas, además de la garantía de la propiedad intelectual de las grandes corporaciones
multinacionales; retirada de derechos sociales de las clases trabajadoras; apropiación y explotación
intensa de recursos naturales, principalmente minerales y energéticos. Sin embargo, también
aparecen en esta disputa propuestas políticas que pueden ser caracterizadas como proteccionistas
de derecha, que cuestionan parcelas de las políticas económicas neoliberales "ortodoxas", tales
como el rompimiento con TLC, sumadas a discursos nacionalistas de carácter xenófobo, racista y
machista.

Caracterización geopolítica actual

3. Estamos ante un nuevo momento de la política internacional que se deriva de dos


elementos: la crisis económica y financiera y el surgimiento de nuevos polos de poder en el sistema
internacional, que traen desafíos para el mantenimiento de la hegemonía de Estados Unidos. El
ascenso de China, el reposicionamiento de Rusia y el fortalecimiento de potencias regionales como
India, Sudáfrica y Turquía apuntan que caminamos hacia un orden internacional multipolar, que
normalmente genera mayores conflictos y tensiones que órdenes uni o bipolares.

4. El imperialismo americano, que se consolidó desde el final de la Segunda Guerra Mundial,


se basó en la búsqueda del dominio sobre los Estados dependientes y sus aliados a través del
control económico, en detrimento del control directo de territorios, como hicieron otros imperios.
Para ello, las organizaciones financieras internacionales creadas en Bretton Woods (FMI y el Banco
Mundial) desempeñaron un papel fundamental junto con una estrategia de internacionalización
productiva basada en las empresas transnacionales y en la construcción de las llamadas cadenas
globales de valor, que tenían como meta la búsqueda del aumento de la tasa de beneficio vía
reducción del costo de la mano de obra, además del acceso y control de los recursos naturales en
otros territorios. Esto no excluyó la existencia de una estrategia militar y el elevado gasto en esa
área. Los Estados Unidos todavía son la mayor potencia militar, siendo dueño del 40% del poderío
militar existente, superior a los ocho países siguientes sumados. Además del efecto que la
superioridad militar le confiere, se suma el uso de la OTAN como forma de garantizar el apoyo de
los Estados europeos frente a los enemigos comunes (en la Guerra Fría, la URSS y los movimientos
de liberación nacional y, en los años 2000, terroristas). El imperialismo americano puede dividirse
en cuatro fases, no necesariamente marcadas por rupturas, sino por tendencias dominantes en su
táctica. Son ellas:
Fase 1- entre 1945-1975 - Comprende los llamados "años gloriosos" de la economía
estadounidense, pautada por las políticas keynesianas. En ese período, la disputa entre los Estados
Unidos y la URSS tuvo un importante significado para las formas de arreglos y orientaciones de la
política exterior de los Estados Unidos, especialmente en lo que se refiere a la intervención e
influencia sobre los movimientos de liberación nacional e independencia de África y Asia. En
América Latina predominaban gobiernos y políticas desarrollistas. La Revolución China de 1949
colocó a Asia más fuertemente en la disputa entre las dos grandes potencias. El centro de la táctica
de Estados Unidos fue la construcción de la tríada con Europa y Japón para mantener aliados en las
regiones estratégicas de combate a la URSS y China.
Fase 2: 1975-1990- En ese período, la quiebra del patrón oro dólar, la crisis económica y los choques
del petróleo llevan a la ruptura de los acuerdos de compromiso en Europa y Estados Unidos, dando
inicio al neoliberalismo; para intentar debilitar a la URSS, Estados Unidos decide acercarse a China
y Deng Xiao Ping inicia el proceso de desarrollo y apertura económica del gigante asiático.
Fase 3 - 1990-2008 - la derrota de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría llevaron a Estados
Unidos a la posición de potencia hegemónica. Con ello, el Consenso de Washington y los acuerdos
de libre comercio, como el TLCAN, se convirtieron en las formas de garantizar la implantación del
neoliberalismo en los Estados periféricos. En ese período, se fortaleció la idea de excepcionalidad
nacional de Estados Unidos, que defiende que esa nación tiene una misión civilizatoria en el mundo.
La inversión en nuevas tecnologías militares fue elevada y, ante la ausencia del peligro comunista
que orientaba la política exterior de los Estados Unidos en el período de la Guerra Fría, fue necesario
construir un nuevo enemigo, que pasó a ser el terrorismo, la inmigración y las religiones
occidentales, en particular, el islam. En ese punto, el 11 de septiembre de 2001 cumplió un papel
importante para justificar las nuevas guerras y garantizar la cohesión política entre Estados Unidos
y la Unión Europea. Además, Estados Unidos ha tratado de expandir la OTAN, incluidos los Estados
del este europeo que habían sido parte de la URSS, además de aumentar los gastos y la presencia
de bases militares en Asia (Japón y Corea del Sur).
Fase 4 - 2008-2017 - con la eclosión de la crisis financiera internacional, China logró alcanzar un
nuevo nivel en la economía mundial, convirtiéndose en el principal tenedor de los títulos del tesoro
estadounidense. El Estado ruso, bajo el gobierno de Vladimir Putin, retoma el nacionalismo y pasa
a preocuparse más por su contorno geográfico, que está bajo control de la OTAN y de Estados
Unidos. El acercamiento entre China y Rusia tiene un fuerte impacto para Estados Unidos y Europa.
Y la Unión Europea, bajo el impacto de la crisis, muestra más sus debilidades en cuanto proyecto y
desenmascara el papel de TROIKA y del Estado alemán. Con ello, y dada la duración de la crisis
financiera, cada día resulta más evidente que hay conflictos en el interior de la tríada,
especialmente en la Unión Europea, con la salida de Gran Bretaña (BREXIT) y con la victoria de
Donald Trump en las elecciones Estados Unidos en 2016.

5. El neoliberalismo pasa actualmente por dos crisis. La primera es económica y financiera, oriunda
de una crisis de superproducción y especulación financiera e inmobiliaria, proveniente del alto
grado de endeudamiento de los Estados y de las familias en las formaciones sociales imperialistas.
Esta crisis es profunda y prolongada y no se sabe aún su duración. Por su parte, en los últimos años,
ha producido una crisis política y social que está en la base de los nuevos nacionalismos autoritarios.
El matrimonio entre la democracia representativa limitada por la competencia electoral y el
neoliberalismo parece haberse agotado. Esto se deriva tanto del debilitamiento del sindicalismo y
de los partidos de izquierda que el neoliberalismo logró realizar, como de la adopción de terceras
vías por parte de partidos socialdemócratas como el Partido Laborista en Gran Bretaña y el Partido
Demócrata en Estados Unidos. El abandono de la defensa del empleo, la flexibilización laboral
frente a las políticas de privatización y el fin del Estado de bienestar social, hicieron que la clase
trabajadora que sufrió con los efectos del neoliberalismo y de la internacionalización productiva se
haya convertido en la base del nacionalismo autoritario. Este nuevo nacionalismo coloca a los
inmigrantes y China como los demonios a ser combatidos, en provecho del capital financiero.

6. Estamos en un momento de una contraofensiva neoliberal. Las salidas señaladas por los
diferentes gobiernos no ponen en jaque el papel del capital financiero, la internacionalización
productiva y la privatización de los bienes y servicios públicos. Además, está claro que el principal
objetivo es la disminución de las políticas sociales y la retirada de los derechos de los trabajadores.
El neoliberalismo puede dividirse en tres fases (que no son necesariamente excluyentes y abruptas):
la primera, entre 1970 y 1990, es el momento de implantación y de fuerte ofensiva contra los
trabajadores; la segunda, de los años 1990 hasta 2008, está marcada por las "terceras vías", que
ejercieron un papel importante, con gobiernos que aplicaron políticas contradictorias para su
tradición política partidista y para su base social; la tercera va de 2008 hasta el momento actual, en
que hay una contraofensiva, pautada no sólo en el intento de garantizar acuerdos de libre comercio
y privatizaciones de los servicios públicos, sino mantener la propiedad intelectual de las inversiones
externas; lo que tiene un fuerte impacto sobre las soberanías nacionales y sobre los derechos
sociales, laborales y ambientales.

7. El nuevo papel del Estado chino en la política internacional pasa por el aumento significativo
del crecimiento económico del país, que está basado tanto en una política de alcance de un alto
nivel de ciencia, tecnología y educación, como en el aumento de las inversiones externas en
infraestructura y en la construcción de una gran malla de transportes - la nueva ruta de la seda.
Además, el Estado chino ha buscado invertir más en su capacidad militar, especialmente en las
fuerzas navales, lo que está ligado al creciente conflicto en los mares del sur y norte de China. A
pesar de eso, y de saber que nunca hubo en la historia la consolidación de una potencia sin
conflictos armados, no podemos decir que China sea imperialista, dado que el Estado no tiene una
práctica política intervencionista sobre otros Estados y no utiliza bases militares para mantener sus
inversiones.

8. Las relaciones entre Estados Unidos y China son siamesas, pautadas por la complementariedad,
la dependencia y los conflictos. Desde 2008 ha habido un aumento de los intercambios entre los
países, las inversiones externas directas son muy altas y se centran en la construcción de joint
ventures y de cadenas productivas. China es la principal poseedora de los títulos del tesoro
estadounidense. Esta situación hace que un conflicto directo entre los dos Estados no sea una
opción fácil y próxima.

9. La agrupación BRICS, que reúne a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, fue muy importante
para traer un nuevo equilibrio de poder internacional, y cumplió un papel destacado en la crítica
al sistema Bretton Woods. La creación del Banco de Desarrollo y del Acuerdo de Convergencia será
fundamental para la existencia de una alternativa de financiación y de práctica política en las
relaciones internacionales. A pesar del aparente cambio de perfil y énfasis que la política exterior
brasileña parece estar dando al bloque tras el impeachment de la presidenta Dilma, esa debe ser
una coalición fundamental para las relaciones internacionales de los próximos años. Los BRICS
poseen arsenales militares y nucleares importantes, véase el destaque de la intervención rusa en la
guerra de Siria y el aumento del conflicto en el Mar del Sur de China. Además, el aumento de las
inversiones extranjeras chinas ha traído una nueva dinámica a la economía política internacional,
que impacta directamente en las economías periféricas.

10. La defensa del Mercosur, de la Unasur y de la CELAC es fundamental para la construcción de


la integración regional de América del Sur, que es la base de un proyecto de resistencia al
imperialismo y de existencia de la cooperación y solidaridad entre los pueblos de Nuestra
América. La ofensiva contra Brasil era pieza clave de la estrategia imperialista contra los gobiernos
progresistas de la región. Además de atacar la política exterior pautada por la integración regional
y los BRICS, el interés imperialista en el pre-sal fue determinante. Pero, curiosamente, el volumen
mayor de inversiones externas desde el impeachment no viene de EEUU, pero tiene origen chino.
Esto sucede porque la expectativa era que Hillary Clinton fuera elegida en Estados Unidos y Brasil
se tornara subordinado y dependiente económicamente, pero la elección de Trump desató ese
escenario.

11. Estas economías han sido fuertemente golpeadas por la crisis económica en los últimos
períodos, lo que impacta directamente en la capacidad de disputa geopolítica. Además, los BRICS
perdieron su fuerza de polo contrahegemónico, aunque la implementación del Banco de Desarrollo
está caminando. Cabe destacar que la disputa entre EEUU x China / Rusia no se trata de una disputa
interimperialista. Aunque el Estado chino ha hecho inversiones económicas de gran tamaño en
diversas regiones del mundo, entre ellas América Latina, su política exterior no se ha caracterizado
por una práctica intervencionista sobre las demás naciones.

La ofensiva capitalista y neoliberal en América Latina

12. La ofensiva neoliberal en América Latina en la década de 1990 generó impactos directos en
las condiciones de vida de las clases trabajadoras. Frente a un empeoramiento en ese cuadro,
asistimos a un proceso de resistencia y movilizaciones populares en todo el continente, que
contribuyeron con la elección de un conjunto de gobiernos de izquierda y de centroizquierda (a
partir de 1998 hasta aproximadamente 2014), lo que se ha convenido llamar "gobiernos
progresistas". Estos gobiernos se eligieron bajo banderas antineoliberales y, en diferentes medidas,
aplicaron políticas de carácter neodesarrollista, colocando a los Estados como inductores del
crecimiento económico y distribuidores de renta (a través de políticas económicas y sociales),
aunque no rompían completamente con muchas de las "amarras "Neoliberales acuñados en la
década anterior. Además, los "gobiernos progresistas" entraron en conflictos, directamente
directos, con la política exterior de Estados Unidos para América Latina. En este sentido, creados
diversos organismos de integración regional, como la UNASUR, la CELAC y el ALBA, que buscaban
proyectos de soberanía y cooperación sin la presencia de los Estados Unidos. Sin embargo, varios
otros gobiernos de América Latina siguieron alineados y sirvientes al imperialismo estadounidense.
En síntesis, se caracterizaba la existencia de proyectos en disputa en la región, que por un
determinado período fueron capaces de colocar a EEUU en la defensiva.

13. A partir de la crisis económica internacional, la correlación de fuerzas empieza a alterarse en


la región y afecta a los gobiernos neodesarrollistas, principalmente a partir de 2012. De esta
forma, las crisis económicas de cada país también adquieren aspectos de crisis sociales y políticas,
que llevan a pérdidas electorales a gobiernos de derecha y también a los nuevos tipos de Golpes de
Estados, como los que asistimos en Honduras (2009), Paraguay (2012) y Brasil (2016). Estos
procesos alteran la correlación de fuerzas en la región, con el realineamiento de una porción mayor
de gobiernos con el imperialismo. Se abre la segunda ofensiva neoliberal, lo que coloca al
continente nuevamente en una posición defensiva. Sin embargo, los gobiernos del ALBA,
especialmente Venezuela, Bolivia y Ecuador -que a diferencia de los demás gobiernos progresistas,
tuvieron procesos constituyentes y masivas manifestaciones populares sumadas a victorias
electorales- mantienen a gobiernos de izquierda con políticas económicas y sociales de carácter
distributivas, a pesar de todas las dificultades impuestas por la crisis económica internacional, y por
la creciente pérdida de apoyo regional.

14. En especial, Venezuela ha sufrido crecientes ataques internacionales, que pasan por aspectos
político-ideológicos, con la actuación de varios gobiernos, principalmente el de EEUU, además de
la actuación conjunta de las grandes empresas de comunicación del mundo, pero también por
aspectos económicos, ataques especulativos contra la economía venezolana, 13 sumados a boicots
y bloqueos de empresas multinacionales y de bancos, buscando desestabilizar el país. Desde la
elección de Chávez en 1998, Venezuela ha vivido diversos episodios de ataques internacionales. Sin
embargo, después de la muerte de Hugo Chávez en 2013 y de la elección de Nicolás Maduro como
presidente, hubo un cambio cualitativo y cuantitativo de los ataques. En el período reciente, desde
abril de 2017, parcelas de la oposición han recurrido a manifestaciones de carácter fascista, que
practican la violencia y el odio contra la población, llevando a más de 100 muertos en el país, todo
ello articulado con una masiva ofensiva política y mediática a nivel internacional. El gobierno
bolivariano convocó a su pueblo a realizar una nueva Asamblea Nacional Constituyente para
alcanzar la paz, profundizar la democracia y la participación popular y discutir los rumbos de la
economía y los cambios necesarios en el modelo rentista petrolero del que aún depende el país.
Las elecciones de los 545 diputados constituyentes el 30 de julio de 2017, con más de 8 millones de
votos, es, con vistas a las votaciones del chavismo en los últimos 20 años, un número histórico. Sin
embargo, el proceso se produjo sin la participación de la oposición, que se negó a responder a los
innumerables llamados diálogo del gobierno y de las instituciones del Estado venezolano.

Los límites de los gobiernos progresistas y los desafíos determinados por la ausencia de una
retaguardia estratégica para los procesos revolucionarios

15. Esta alteración de la correlación de fuerzas trae a la luz los cuestionamientos acerca de los
límites de los avances que estos gobiernos obtuvieron y su relación con la ausencia de una
retaguardia estratégica a nivel internacional. Es importante comprender lo que queremos decir
con retaguardia estratégica. Podemos ejemplificar que las revoluciones triunfantes del siglo XX
contaron con la retaguardia 14 de la URSS de forma decisiva; a su vez, la Revolución rusa se dio en
el seno de la profunda división causada por la Primera Guerra Mundial. Con el fin de la URSS, la
estrategia revolucionaria de la conquista del poder del Estado enfrenta un inmenso desafío y los
gobiernos progresistas de América Latina se enfrentaron a ese límite histórico. Incluso aquellos que
lograron elevar el nivel de conciencia de las masas, profundizar su organización y avanzar en
reformas democráticas y populares, tales como los gobiernos del ALBA, enfrentan un cuadro
extremadamente difícil para controlar efectivamente el Estado y transformarlo. 16. Es importante
destacar que la ausencia de una retaguardia estratégica dificulta, pero no inviabiliza
necesariamente la toma del poder del Estado en la actual coyuntura. Lo que queremos decir con
esta afirmación es que más que conquistar el poder del Estado, hay que mantenerlo, y es en ese
aspecto que es fundamental la existencia de una retaguardia económica, política y militar. Por lo
tanto, debemos ser conscientes de que el actual contexto plantea para los revolucionarios desafíos
nuevos y crecientes, como asistimos en Venezuela.
La importancia de la integración, del internacionalismo y de la solidaridad con todos los pueblos
del mundo

17. Los ataques a los organismos de integración. En el caso de América Latina, hemos tenido
diversos avances en la integración continental en los últimos quince años, tanto en el aspecto
institucional-de integración entre gobiernos-, como en el aspecto de la integración entre
organizaciones políticas y populares. Con la conformación del campo de gobiernos progresistas,
vimos avanzar importantes iniciativas, como la Unasur, la CELAC y el ALBA, además de la ampliación
y fortalecimiento del Mercosur. Estas iniciativas tuvieron mucho más énfasis en la integración
económica e institucional / diplomática, y se limitaron en el sentido de avanzar en la construcción
de espacios de organización de la resistencia de los pueblos latinoamericanos. Con las recientes
pérdidas electorales y los golpes en varios países de la región, esos organismos, con excepción del
ALBA, han sido dejados en el olvido ante un fortalecimiento de la OEA, que es comandada desde
Washington. En especial el Mercosur ha sido blanco de ataque de los frentes golpistas, que se han
articulado recientemente para imponer la suspensión de Venezuela del bloque. La burguesía
interna brasileña, una de las principales beneficiarias del Mercosur dadas las exportaciones e
inversiones relacionadas con los Estados miembros y su dependencia y fragilidad política, no tiene
interés en apoyar un proceso que tenga mayor institucionalización, y de carácter anti- imperialista
y popular.

18. Las raíces de la integración de los Movimientos Populares en las Américas están en la lucha
popular antineoliberal contra los Acuerdos de Libre Comercio, a partir de la cual construimos
importantes iniciativas en el período reciente. Desde finales de los años 1990, construimos
campañas y articulaciones continentales, que en un determinado período se concentraron en las
"Asambleas de Movimientos Sociales" de las diversas ediciones del Foro Social Mundial (FSM). Este
espacio fue paulatinamente perdiendo el sentido, siendo que después del entierro del ALCA en
2005, en Mar del Plata, ya no logró construir banderas de lucha a nivel continental que fueran
capaces de unificar sectores tan diversos como los que se reunieron alrededor de la lucha contra el
ALCA.

19. El nacimiento de un Proyecto de Integración Popular y antiimperialista para Nuestramérica.


Una amplia parte de los Movimientos Populares de la región siguió articulándose en lo que en 2009
pasaría a ser conocida como "Articulación de los Movimientos Sociales del ALBA". El ALBA (Alianza
Bolivariana de las Américas) había sido propuesta por Chávez y Fidel en 2004, con el fin de promover
una integración y cooperación entre gobiernos, que estuvieran en marcos opuestos a las
propuestas neoliberales de libre comercio. Sin embargo, el ALBA también se fue constituyendo
como un Proyecto de Integración de los Pueblos del continente americano, de carácter
antiimperialista y antineoliberal. Desde entonces se ha ampliado el debate más allá de la
integración entre gobiernos, y los Movimientos Populares de la región comenzaron a articularse
para impulsar ese proyecto.

20. La Articulación internacionalista en el continente americano ALBA Movimientos cuenta con


la participación de 23 países y más de 300 Movimientos Populares de todo el continente, ya realizó
dos asambleas continentales y avanza cada día en la sistematización de un Proyecto Político que
articule luchas internacionales y también construye una estructura orgánica propia, que pase por
articulación, formación política y comunicación popular a nivel continental, sumados a la
articulación de capítulos / articulación nacionales que reúnan a las diversas organizaciones que
comparten el mismo proyecto de integración. Este es nuestro espacio prioritario de articulación en
el continente americano.
21. La articulación internacionalista en otras regiones del mundo. En otros continentes y regiones
tenemos articulaciones recientes que parten sobre todo de la iniciativa de las relaciones
internacionales del MST, que ha reunido en los últimos años, en las Conferencias "Dilemas de la
Humanidad" y en los Cursos de Formación de la ENFF, movimientos populares y políticos,
principalmente del continente africano, del mundo árabe y de la región sur y sudeste de Asia.
Algunas organizaciones de cada una de esas regiones se han empeñado en construir procesos de
articulación regional, en marcos similares a los que construimos en ALBA Movimientos.

22. La Asamblea Internacional de los Movimientos y Organizaciones de los Pueblos parte de esta
acumulación de los últimos diez años de diálogos, intercambios y construcción conjunta, que
culminará en la realización de la Asamblea Internacional de los Pueblos, en marzo de 2018. La
Asamblea se realizará en Caracas, en la República Bolivariana de Venezuela, también como forma
de homenaje y solidaridad a la lucha y la resistencia antiimperialista del bravo pueblo de Bolívar.
Más que un evento, la Asamblea será un espacio de celebración de esta articulación, que ya está
en curso, de encuentro y unidad entre los diversos movimientos y organizaciones que están en
lucha antiimperialista, anticapitalista y antipatriarcal, en todo el mundo.

23. El principio del internacionalismo. En nuestra III Asamblea Nacional, en 2007, elegimos el
internacionalismo como uno de los principios políticos de nuestra organización, y afirmamos que
"nuestros militantes y nuestra organización deben siempre practicar acciones de cooperación y
solidaridad con organizaciones que luchan por la misma causa en cualquier parte del mundo El
internacionalismo nos hace comprender que sólo habrá igualdad para los trabajadores y entre las
naciones cuando se supere el sistema de explotación en todos los países del mundo ". El
imperialismo es el enemigo principal de la humanidad, afirmamos en aquella ocasión, y desde
entonces reforzamos y actualizamos esta comprensión, como podemos ver en diversas
conclusiones de Plenarias, Asambleas y reuniones de la Dirección Nacional. 24. Reafirmamos
nuestro compromiso con la construcción de un Proyecto Popular para Brasil, y también para
América Latina y para el mundo, de carácter esencialmente antiimperialista, anticapitalista y
antipatriarcal, hacia la integración entre los pueblos del mundo, con respecto a la integración
soberanía y autodeterminación.
II

Balance del debate estratégico

El cauce histórico revolucionario de América Latina y la reanudación de la estrategia


centrada en el poder

25. La victoria de la revolución cubana reafirmó, demostró y comprobó la necesidad de la


conquista del poder del Estado, como centro de una estrategia revolucionaria. Su impulso y
ejemplo retomó el camino estratégico inaugurado por la Revolución Rusa, que venía siendo
abandonado desde el famoso XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1956,
que, sustituyendo las orientaciones trazadas en el marco de la Internacional Comunista, define la
concepción de "vía pacífica para el socialismo ". Tal concepción, desarrollada para corresponder a
las necesidades geopolíticas de la URSS en el marco de la llamada "guerra fría", se convirtió en la
nueva línea de los partidos que integraban el Movimiento Comunista Internacional, incurriendo, en
la práctica, en concepciones que retiraban del centro de la estrategia a la la cuestión de la conquista
del poder del Estado. Por otra parte, el ejemplo cubano posibilitó que se rompiera la parálisis
existente en el seno del Movimiento Comunista Internacional y retomó el principio de que "el deber
del revolucionario es hacer la revolución" suplantado en aquellos años por el principio "el deber del
revolucionario es defender a la Unión Soviética".

26. Una nueva generación entró en lucha, revitalizando el pensamiento revolucionario. Aunque
el eje diferenciador fue la vía armada, esas nuevas luchas representaron la reanudación de la
iniciativa, de la capacidad de construirse en la acción y la definición del poder como cuestión
central de la estrategia. Esta idea, formulada en julio de 1967, cuando se realiza en La Habana la
Primera Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), proseguirá hasta
finales de la década de los 90, consolidando una concepción estratégica que identifica al
imperialismo como el enemigo principal, las clases y fracciones que potencialmente lo apoyan, los
sujetos revolucionarios y las alianzas necesarias, la combinación de formas de lucha y el carácter
del programa. Tal concepción estará presente en el triunfo revolucionario sandinista en 1979, en
los procesos revolucionarios de El Salvador, Granada, Guatemala y Colombia, influyendo
decisivamente en las definiciones programáticas de las principales organizaciones de izquierda de
nuestro continente.

La estrategia definida por el 5º Encuentro Nacional del Partido de los Trabajadores

27. La concepción estratégica centrada en la conquista del poder del Estado, que identifica las
victorias electorales en los aparatos administrativos como un paso importante para la
acumulación de fuerzas, también influenciará al PT, que, en su 5º Encuentro Nacional, adopta las
concepciones que quedaron conocidas como "Programa Democrático Popular". La Resolución
afirma: "(...) En la lucha por el socialismo, es necesario distinguir dos momentos estratégicos que,
a pesar de su estrecha relación de continuidad, son de naturaleza diferente. El primero se refiere a
la toma del poder político. El segundo se refiere a la construcción de la sociedad socialista sobre las
condiciones materiales, políticas, etc. Y más adelante: “en las condiciones de Brasil, un gobierno
capaz de realizar las tareas democráticas y populares, de carácter anti-imperialista, antilatifundista
y antimonopolio -tareas no efectivizadas por la burguesía- tiene un doble significado: en primer
lugar , es un gobierno de fuerzas sociales en choque con el capitalismo y el orden burgués, por lo
tanto, un gobierno hegemonizado por el proletariado, y que sólo podrá viabilizarse con una ruptura
revolucionaria; en segundo lugar, la realización de las tareas que se propone exige la adopción
concomitante de medidas de carácter socialista en sectores esenciales de la economía y el
enfrentamiento de la resistencia capitalista. Por estas condiciones, un gobierno de esa naturaleza
no representa la formulación de una nueva teoría de las etapas, imaginando una etapa democrática
popular, y, lo que es más grave, creando ilusiones, en amplios sectores, en la posibilidad de una
nueva fase del capitalismo, fase democrática y popular”. Como se ve, la conquista electoral del
gobierno federal no es confundida con la "conquista del poder de Estado", cuya viabilización exigirá
una "ruptura revolucionaria". En resumen, las definiciones estratégicas consideraban que la victoria
del PT en el gobierno federal se daría en un contexto de "radicalización de la lucha de clases". La
conquista de prefecturas, sillas en el parlamento y gobiernos estatales integraría un proceso de
acumulación de fuerzas.

La Definición Estratégica de la 3ª Asamblea Nacional "Apolonio de Carvalho"

28. En 2007, conmemorando nuestros 10 años de existencia, realizamos la 3ª Asamblea Nacional


de la Consulta Popular "Apolonio de Carvalho", en Belo Horizonte, Minas Gerais. Fue el momento
principal de un largo y continuo proceso nacional de debates que iniciamos en 2005. La
comprensión, asimilación y esfuerzo formulador en torno a una estrategia centrada en la conquista
del poder del Estado son elementos constitutivos de nuestra organización. Desde nuestra 3ª
Asamblea Nacional, cuando definimos nuestro "Programa Estratégico", nos inspiramos en el
conjunto de formulaciones de un documento histórico que conserva extrema actualidad: "La Crisis
Actual del Imperialismo y los Procesos Revolucionarios en América Latina y el Caribe", firmado por
el comandante de la Revolución Cubana Manuel Piñero Losada, cuya intervención en la Conferencia
Teórica Internacional de La Habana, en 1982, sistematiza la elaboración acumulada por las
organizaciones integrantes del cauce histórico revolucionario en nuestro continente.

29. Nuestra definición estratégica rescata la acumulación teórica del "Cauce Histórico
Revolucionario Latinoamericano". Tal construcción estratégica, cuyo objetivo central es posibilitar
una transición al socialismo, reconociendo el carácter nacional, democrático y popular, alianzas
necesarias y posibles, diferentes caminos utilizados, tiene su núcleo en los siguientes parágrafos:
(...) "Para los marxistas-leninistas el problema central de la revolución es la toma del poder. Esto
significa propiciar las condiciones materiales y subjetivas que permitan avanzar
ininterrumpidamente el proceso hacia la etapa socialista. La primera y más importante de estas
condiciones es la destrucción del aparato estatal burgués y su suplantación por un Estado
revolucionario basado en la hegemonía del proletariado en estrecha alianza con las demás clases y
sectores populares. Esta ruptura histórica es insustituible en toda revolución verdadera. (...) "No
todos los componentes del Estado burgués pueden ser destruidos al mismo tiempo, ni con iguales
métodos, pero el núcleo del aparato del Estado, su fuerza represiva, es la clave para conseguir el
dominio sobre el resto del cuerpo estatal, por lo que su destrucción es la prioridad indispensable y
definitoria del triunfo de cualquier revolución. El aparato represivo es, en última instancia, aquello
que garantiza a la burguesía la conservación del poder, como se hace evidente en las situaciones
de crisis." No es difícil reconocer una nítida identidad tanto con la formulación que rescatamos en
nuestra 3ª Asamblea Nacional, cuanto con las adoptadas en el 5º Encuentro Nacional del PT.
Una profunda alteración en la correlación de fuerzas en todo el mundo impacta las
estrategias revolucionarias

30. El fin de la URSS y de las demás experiencias de transición socialista del este europeo alteran
la correlación de fuerzas en los planos militar, político, económico e ideológico, inaugurando un
período de defensiva estratégica para la clase articulada en nuestro continente, a lo largo de la
década de los años 90. La defensiva, especialmente en el terreno ideológico, producirá un enorme
impacto en la mayoría de las organizaciones de izquierda. Estos impactos, sumados a una
correlación de fuerzas desfavorables y un armazón de blindaje económico y jurídico, implicaron
cambios programáticos en la gran mayoría de las organizaciones de izquierda, como señalamos en
el texto "Sobre el Instrumento Político" (2005). Después de enumerar las características
coyunturales que emergieron con la nueva correlación de fuerzas, el texto rescata algunos
elementos de sus reflejos en el debate y construcción estratégica del PT, que merecen ser
recordados:

a) la indefinición programática que caracterizó las resoluciones congresales, utilizando definiciones


amplias y ambiguas para contemplar la diversidad política e ideológica en sus filas. El uso intensivo
de la "definición socialista", como una referencia meramente ideológica, sin ninguna definición de
contenido político, estratégico y táctico, sirvió sólo para calmar las corrientes consideradas
izquierdistas, sin ningún efecto práctico en las deliberaciones políticas. En cada congreso o
encuentro nacional las corrientes de izquierda se consolaban con las derrotas, reafirmando: "pero
el programa del PT continúa siendo socialista". Mientras tanto, el pensamiento que dice no hay
alternativa sino la salida capitalista, en que el mercado, y no el Estado, es que corregirá las
inclemencias y las disfunciones del capitalismo, penetró profundamente en la generación militante
que controla la dirección política del PT y de la CUT;

b) el vaciamiento del papel de los núcleos partidarios, como instrumentos orgánicos de


deliberación, aprobado en el Encuentro Nacional de 1987, debilitó la influencia de la militancia de
base, fortaleciendo los liderazgos que se construyeron en el proceso electoral. En vez de
mantenerse organizados en núcleos del partido, los militantes se articulan en mandatos
parlamentarios o tendencias internas. Los núcleos, como instancia partidaria, eran un mecanismo
diferenciador, que asegura la democracia partidaria;

c) durante la lucha contra la dictadura, la izquierda brasileña centró su programa en torno a las
libertades democráticas. Esta cuestión que era correcta y adecuada para aquel momento histórico,
contribuyó para oscurecer la crítica al carácter de clase de la democracia como instrumento de
dominación burguesa. Las ideas que identificaban a nuestra controlada democracia burguesa como
un bien universal proliferaron sin ningún significativo enfrentamiento ideológico. Los cursos de
formación del PT (mientras existieron), identificaban al Estado como una especie de entidad neutra,
desprovista del contenido de clase;

d) Los límites del proyecto "socialdemócrata" en el momento actual. La historia nos muestra que el
reformismo sólo avanzó en determinadas condiciones, es decir, cuando existe crecimiento de la
economía capitalista, cuando existen posibilidades de ampliar el mercado interno, cuando existe
una situación internacional favorable. La inexistencia de tales factores determinó que las ideas
"socialdemócratas", al llegar a los gobiernos locales o nacionales, se limitaran a reproducir el
modelo neoliberal, impotentes para esbozar cualquier alternativa con mínima credibilidad.
Los desafíos planteados por el final de una retaguardia estratégica decisiva en las
revoluciones triunfantes del siglo XX

31. La URSS y los países del este europeo también representaban una decisiva "retaguardia
estratégica", que se mostró nítida en episodios como la llamada "Crisis de los Misiles", en octubre
de 1962, y en el apoyo económico y militar tanto a los procesos de liberación nacional en África
y Asia, como a la Revolución Sandinista, a partir de 1979. La ausencia de esa "retaguardia
estratégica" representada geopolítica y militarmente por la URSS y su campo de países, no altera la
corrección del objetivo estratégico centrado en la conquista del poder de Estado, pero, al
proporcionar una correlación de fuerzas internacionales desfavorables, obliga a los revolucionarios
a controlar el ritmo de sus avances en cada país, construyendo articulaciones y alianzas con bloques
que enfrenta la potencia hegemónica. La correlación de fuerzas internacionales, que siempre ha
sido un elemento central para posibilitar la conquista revolucionaria del Estado, gana enorme
relevancia. Se amplía, mucho, el desafío revolucionario.

32. Impactos económicos, políticos, militares e ideológicos. Sin adentrarse en los cambios del
proceso productivo que determinaron reestructuraciones del trabajo e impactaron a las
organizaciones sindicales, la ofensiva neoliberal causó gigantescas alteraciones que cobraron un
precio alto para las fuerzas populares. Como ya afirmábamos en nuestros documentos, el rápido
desmantelamiento de los Estados nacionales con las aceleradas privatizaciones, tanto en las áreas
estratégicas de la economía, como en la prestación de servicios públicos, profundizó la dependencia
económica externa. La dependencia fue cristalizada por instrumentos jurídicos que blindaron tal
situación. El Estado vaciado perdió la capacidad de generar empleos y de interferir en los rumbos
económicos. Cualquier decisión de un Estado nacional solamente subsiste cuando es avalada por el
sistema financiero nacional e internacional, que contribuyó a determinar que el horizonte de la
política como 'arte de lo posible' se rebaje todavía más.

La "ventana histórica" para la lucha contra la ofensiva neoliberal y la elección de


gobiernos progresistas en nuestro continente

33. La "ventana histórica" que se abre hacia las fuerzas progresistas y de izquierda a partir de la
impopularidad generada por los gobiernos de la ofensiva neoliberal de la década de los 90
planteó un nuevo y complejo desafío incluso para las organizaciones políticas que se mantuvieron
firmes en la "estrategia centrada en la conquista del poder de Estado". La ausencia de la
retaguardia estratégica, que estaba representada por la URSS y demás países del este europeo que
experimentaron experiencias de transición al socialismo, generó una correlación de fuerzas en el
escenario mundial limitante de para los avances revolucionarios. El ejemplo más emblemático de
esta dificultad es el momento en que Chávez derrota el golpe de abril de 2002. A pesar de contar
con el apoyo de amplias masas movilizadas y parte sustancial de los sectores militares con mayor
capacidad de combate, había un nítido limitador geopolítico para aprovechar la situación y avanzar
más allá de la derrota institucional de los golpistas, conquistando el conjunto de los aparatos del
Estado. Por lo tanto, la cuestión de la conquista del Estado no se planteó en el plano inmediato,
ante la ausencia de una "retaguardia" en el plano internacional, manteniéndose como consecución
estratégica en construir ahora las condiciones y acúmulos para hacerla posible en otro momento.

34. En esta difícil correlación de fuerzas, heredando el desmonte de estructuras de desarrollo,


blindaje jurídico y el aprisionamiento económico de los años de ofensiva neoliberal, las
organizaciones políticas de izquierda en nuestro continente se concentraron tácticamente en
conquistas electorales de administraciones públicas y cargos legislativos, en las que consiguieron,
en varios casos, obtener gobiernos que implementaron políticas públicas fundamentales para los
sectores populares. Con procesos históricos y correlaciones de fuerza diferenciadas, las victorias
electorales de la izquierda se produjeron en el rastro de los impactos sociales del neoliberalismo.
Las expectativas de los electores eran claras e impusieron inmediatas mejoras sociales, pero las
condiciones para proporcionarlas eran muy restringidas. Dejando de contar con las herramientas
económicas que habían asegurado el ciclo desarrollista en décadas anteriores, restó apostar por la
expansión de los mercados internos de masa para asegurar el crecimiento económico, viabilizando,
donde fue posible, alianzas con fracciones de la burguesía. Además, buscaron fortalecer al Estado
como inductor de este proceso, apostando por políticas sociales que proporcionaron mecanismos
de distribución de la renta.

35. Al contrario de lo que preveían las resoluciones del PT en la década de los 80, la victoria de
Lula no ocurrió en un proceso de "alza de la lucha de clases." Si consideramos los índices de
número de huelgas, dados por el DIEESE como un indicativo de la capacidad de lucha y organización
del movimiento, el PT llega al gobierno federal en 2002, en el auge del descenso de la lucha de
masas. Su táctica había sido gradualmente centrada en la lucha electoral. La desorganización de los
espacios orgánicos colectivos y la secundarización del trabajo de base, producto de la transición del
partido a una máquina electoral, transformaron las resoluciones estratégicas del 5º Encuentro
Nacional en un mero registro histórico.

36. Una estrategia no es un texto decorativo que consta en resoluciones congresuales. Sólo puede
ser considerada como tal cuando efectivamente pauta y determina todas las acciones tácticas de
una organización. En las famosas resoluciones del 5º Encuentro Nacional del PT, la conquista
electoral del gobierno federal sólo podría darse en un contexto de "alza de la lucha de clases", así
como la lucha por las reformas previstas en el "programa democrático popular" radicalizaría el
proceso político, posibilitando la comprensión de la necesidad de la conquista del poder del Estado.
Sin embargo, en 2002, ante circunstancias completamente distintas, ya no se percibía ninguna
presencia de esos objetivos estratégicos, que apenas durante algunos años de finales de la década
de los 80 habían logrado convertirse en mayoritarios en las instancias del PT. Entre los principales
dirigentes, que determinaron los rumbos del gobierno, pesaba la ilusión de que con la "nueva
situación mundial" la burguesía se acomodaría y ya no buscaría una salida no institucional para la
pérdida parcial de uno de los aparatos del Estado. Era posible seguir ganando indefinidamente
espacios administrativos.

Balance de las experiencias de los gobiernos progresistas y anti neoliberales

37. Son los impactos económicos de la crisis mundial, que nos alcanzan desde finales de 2008,
que generan las condiciones objetivas para el cierre de la "ventana "histórica" de los gobiernos
progresistas y de izquierda. Se ha vuelto cada vez más claro que esta contraofensiva forma parte
de una estrategia articulada por el imperialismo estadounidense, que busca de todas las maneras
retomar sus posiciones en el continente, actuando en la imposición de derrotas a los gobiernos
progresistas. Estos gobiernos, en los últimos 15 años, buscaron responder a las aspiraciones de
construcción de Estados Naciones con mayor grado de soberanía política a partir de proyectos
antineoliberales. Desde marzo de 2015, cuando realizamos nuestra V Plenaria Nacional "Florestan
Fernandes", ese escenario fue identificado por nuestra organización: "(...) El imperialismo busca
violentamente reanudar sus posiciones en el continente. "Derribar al gobierno bolivariano de
Venezuela, alejar a los BRICS, acabar con los gobiernos progresistas, neutralizar la influencia de
Cuba y atender a los intereses de las corporaciones estadounidenses.", ... "América Latina es hoy
blanco de los Estados Unidos. El imperialismo en la región no tuvo éxito, y ejemplo de ello es la
actual crisis que vive México, considerado por algunos analistas como un Estado fallido, tanto en
términos de gobierno y de economía. Hasta hace poco, México era el principal ejemplo para los
países de América Latina de cómo ser neoliberal y aliado de Estados Unidos podría ser bueno para
el propio país. Hoy en ese país ocurren muchas movilizaciones populares de reacción a los efectos
nocivos de ese proceso."," (...) Al mismo tiempo, se pueden ver las debilidades del campo
progresista en América Latina. El impulso de crecimiento ofrecido por el colapso del neoliberalismo
se ha agotado, abriendo espacio para la crisis. Es decir, no ocurrieron tantos cambios en la
hegemonía interna de cada uno de los países de América Latina, sino que se produjo un brote de
crecimiento impulsado por el fracaso del neoliberalismo. En otras palabras, tuvimos más fortuna
que virtud. Los países que han vivido los gobiernos progresistas ya llegan a su cuarta elección,
ofreciendo la posibilidad de comparación entre lo que estos gobiernos fueron capaces de ofrecer a
la población y el período anterior, así como la comparación entre la expectativa creada y lo de
hecho realizado. (...) Esto aumenta la exigencia para que esas experiencias evolucionen hacia otras
más avanzadas y contribuye al agotamiento del ciclo neodesarrollista vivenciado en Brasil, ya que
la coyuntura internacional no será más favorable. Brasil es un área central de expansión del capital,
con mercado consumidor y fuentes de energía estratégicas. En ese escenario de disputa
internacional cada día más intenso, los gobiernos latinoamericanos serán cada día más disputados,
sea electoralmente, sea por golpes.

38. Considerando tanto los desafíos planteados por la ausencia de una "retaguardia estratégica",
como los límites institucionales de cada país ante una situación económica cada vez más
desfavorable, el criterio para proceder a un balance de cada experiencia de gobierno progresista
en nuestro continente no puede ser simplemente su capacidad de reelección o victorias
electorales. El más adecuado es recurrir a las cuestiones formuladas por Lenin para medir la
corrección de una táctica: "a) ¿cómo elevamos el nivel de conciencia política de las masas? ¿Cuándo
nuestras experiencias parlamentarias sirvieron para educar a la clase, politizar al pueblo? b)
¿cuánto contribuimos para fomentar la organización autónoma del pueblo? c) ¿cuánto esta táctica
nos ha acercado a nuestros objetivos estratégicos?

39. Es en este contexto que las derrotas electorales en cada uno de nuestros países, por más
impactantes que sean, conformando una correlación de fuerzas cada vez más desfavorable en el
plano continental, poseen diferencias fundamentales que no permiten, en todos los países, que
se hable de derrota estratégica, como sí es posible en el caso brasileño. Incluso perdiendo
elecciones, el saldo en el ámbito de la organización popular, el nivel de conciencia de las masas y la
comprensión de un proyecto político posibilita una acumulación decisiva, capaz de enfrentar el
nuevo período de ofensiva neoliberal con mejores recursos y potencialidades.

Nuestra derrota estratégica

40. Estamos ante una "derrota estratégica", cuando las victorias tácticas del enemigo plantean la
concreta posibilidad de destruir nuestra capacidad de acción, que es su gran objetivo estratégico.
Es decir, la posibilidad de destruirnos pasa a ser una realidad posible e inmediata para el enemigo,
empujándonos hacia una situación defensiva. La destrucción puede ser física, como en diversas
situaciones represivas que han diezmado a las organizaciones populares, o moral, cuando
destruyen o sacuden fuertemente nuestro mayor patrimonio. O combinar ambas posibilidades.
Una derrota política genera desánimo, pulverización y explicaciones simplistas. Crecen los análisis
que identifican estar ante una profunda derrota política, que crecientemente viene siendo definida
como una derrota estratégica. En general se identifica una "derrota estratégica" a partir de su
impacto en la correlación de fuerzas y probables efectos duraderos. Pero en nuestro caso, la
consumación del cerco político con el golpe y la limitada capacidad de resistencia establecen para
el enemigo una enorme posibilidad de destruirnos. Este elemento es lo que determina el concepto.
Es evidente que una derrota estratégica es la derrota de una determinada estrategia que, en el caso
brasileño, fue consciente o inconscientemente formulada, aplicada y pautó tanto las directrices de
gobierno como los principales movimientos políticos de las últimas dos décadas.

41. En este necesario proceso de balance, es decisivo encontrar correctamente el error


estratégico. Se generaliza, incluso entre nosotros, la simplificación de que el "error" se debe a la
aplicación de una "estrategia de conciliación de clases". A pesar de ser un término de fácil
comprensión, conceptualmente dice poco y no identifica el problema. Adoptarla como la
autocrítica estratégica de este período histórico podrá llevar a posiciones "principistas" de
rechazo a alianzas con fracciones de clase, además de no impedir que se vaya por la repetición
del camino derrotado, en la medida en que no permite comprender dónde residió el problema
central. Es posible prever que un análisis en profundidad que se haga en el futuro tendrá mayor
capacidad de identificar que, desde el punto de vista de los intereses de clase, el frente
neodesarrollista que se conformó en el gobierno de los últimos 13 años fue efectivamente dirigido
por la burguesía interna, a través de una representación petista. ¿Pero el error consistió en
proponer y consumar esa alianza política? Claro que no. Alianzas con clases y fracciones de clase
burguesa exigen la construcción de fuerza propia del proletariado y sus aliados fundamentales y,
principalmente, claridad en los objetivos estratégicos. Asegurados esos presupuestos, lo que
determina la amplitud de las alianzas es centralmente la fuerza del enemigo. Siempre consciente
de que tales alianzas son temporales, inestables y permanentemente sujetas a la traición. Incluso
cuando se benefician económicamente, esas fracciones siempre intentarán recuperar las
rebanadas del aparato de Estado que perdieron, además de unirse al resto de la clase burguesa
cuando perciben el avance de las fuerzas populares.

42. Como vimos y apuntamos a lo largo de nuestra historia, la dirección política conferida por el
"Ciclo PT" en los últimos 13 años de gobierno no traducía una estrategia de conquista del poder,
incluso porque tal concepto, presente en resoluciones petistas en la década de 80, desapareció
gradualmente del horizonte de formulaciones de esa organización a partir de 1994. El conjunto de
críticas contenidas en la expresión “estrategia de conciliación de clases”, refleja, desde el punto de
vista del acumulado del pensamiento revolucionario, el abandono de la perspectiva del poder
político, subtituyendo el objetivo de la conquista del conjunto de aparatos que conforman el Estado
por la administración gubernamental posible en los límites institucionales. Es importante dejar claro
que la conquista electoral de gobiernos y aparatos administrativos es un elemento esencial, cuando
sea posible, para la realización de una estrategia de conquista del poder del Estado. La cuestión es
cuando el objetivo estratégico se agota en este límite. El abandono de la perspectiva de conquista
del poder del Estado posibilitó nutrir la esperanza de que la victoria electoral en el Gobierno Federal
era, efectivamente, la conquista del "poder". Que, incluso las reformas estructurales podrían
realizarse por la vía institucional, siempre que se aseguren las sillas parlamentarias necesarias. Y, lo
que es más grave, que la clase dominante aceptaría pasivamente ese camino.

43. Guardando las debidas proporciones de cualquier comparación histórica, constatamos una
cuestión de fondo similar entre la actual derrota y el "error estratégico" cometido por la dirección
del PCB en el golpe de 1964. En ambos casos el problema no consiste en la construcción de
alianzas con sectores o fracciones burguesas, sino en asumir una relación de subordinación de los
intereses de la clase obrera a la dirección burguesa. El elemento diferencial decisivo es que la
dirección del PT abandonó la estrategia de conquista del poder del Estado. Por cierto que el
problema no recae siempre en la ausencia de una definición estratégica centrada en la conquista
del poder. Este supuesto fundamental de la lucha revolucionaria estuvo presente a lo largo del
"ciclo PCB", al menos como orientador reiterado en todas sus principales resoluciones y no fue
suficiente para impedir los errores de la derrota política de 1964.
44. Una estrategia política centrada en la conquista del poder del Estado es presupuesto esencial
para un proyecto revolucionario, pero obviamente su existencia no exime a ninguna organización
de cometer errores de carácter estratégico. Las experiencias históricas nos enseñan que la
estrategia de conquista del poder deberá sostenerse en un análisis de clases objetivo y,
especialmente, comprender los cambios que ocurren en el proceso de desarrollo del capitalismo,
externa e internamente, y que obligan su permanente ajuste. Y principalmente contar con una
dirección política hábil, capaz de identificar las oportunidades, dotada de osadía y legitimidad. Por
lo tanto, los errores en la conducción política, la incapacidad de comprender los cambios
determinados en cada escenario y la capacidad del enemigo en innovar frustra y derrotan incluso a
los que no se alejan de una correcta orientación estratégica. Por lo tanto, una estrategia orientada
a la conquista del poder político del Estado, aunque haya sido un requisito obligatorio de las
revoluciones triunfantes del siglo XX, es un supuesto válido que aisladamente no asegura la
ocurrencia de otros errores de carácter estratégico. No basta ni siquiera que haya la emergencia de
las masas en la vida política para que esto aisladamente posibilite una revolución en la estructura
del Estado. Será necesaria una conjunción de factores y oportunidades tanto en el escenario
internacional como nacional. Esta emergencia puede eventualmente producir una situación
revolucionaria, que se desdobla o no en una revolución política o incluso en la acumulación de
fuerzas que se preservan para momentos más propicios.

¿Cómo se materializó el abandono de la estrategia de conquista del poder?

Elementos para evaluar el error estratégico

45. Mantener una estrategia centrada en la conquista del "Poder del Estado", cuando no se
plantea esta posibilidad inmediata, implica el arte de descubrir las potencialidades existentes
para hacer apuestas que permitan "hacer posible mañana lo que en el presente parece
imposible". El abandono de la perspectiva de conquista del poder del Estado es el error estratégico
cometido por los dirigentes petistas que influenciaron los rumbos del gobierno. La no centralidad
de la conquista del poder de Estado fue determinante para la derrota que presenciamos. El
significado de esto es la ausencia de una estrategia de superación, limitándose a meramente
administrar el Poder Ejecutivo. No se desarrolló ninguna estrategia para superar los límites políticos
y económicos heredados. Aunque no tuviera la fuerza institucional necesaria para hacer reformas
estructurales, era necesario trazar un camino, eligiendo los enfrentamientos que podrían ser
construidos. Venezuela, Bolivia y Ecuador, en procesos y correlaciones de fuerza distintas, fueron
experiencias que demostraron que concesiones económicas inicialmente realizadas al capital
financiero e industrial posibilitan posteriormente exitosas conquistas de asambleas constituyentes,
que promovieron decisivos avances en el sistema político. Un solo aliento se produjo en junio de
2013. Ante la fuerza de las manifestaciones ocurridas en aquel mes, la presidenta Dilma presentó
la propuesta de una Constituyente Exclusiva del Sistema Político. La propuesta, recuperada por los
movimientos populares, no fue sostenida por el gobierno, aunque influenció los primeros
pronunciamientos de la presidenta tras su reelección.

Vacíos de las experiencias petistas

46. Lo que llamamos vacíos son elementos determinantes para que una experiencia con tanto
potencial llegase a los impasses y límites actuales, convirtiendo lo que podría ser sólo una derrota
política en una derrota estratégica.

47. El primer y principal vacío político cometido por los gobiernos que presidieron el "frente
neodesarrollista" fue el rechazo en organizar las masas, en invertir en las organizaciones
populares y sindicales. A diferencia de otras experiencias latinoamericanas, especialmente la de
Venezuela, en todas las situaciones en que se abrieron perspectivas de fortalecer los movimientos
sociales y la organización popular los gobiernos de Lula y de Dilma se rehusaron a financiar cualquier
enfrentamiento con las clases dominantes. Ejemplo de ello fue el emblemático conflicto entre José
Graziano da Silva y Frei Betto en la coordinación del Programa "Hambre Cero". Mientras el primero
defendía el modelo que acabó predominando, la propuesta de Frei Betto apuntaba a la organización
popular de base. La elección fue por lo que no generaba conflictos. El resultado es que hoy tenemos
una juventud beneficiada por programas de enseñanza como el ProUni que ni siquiera apoya otros
programas como el Bolsa Familia o el Más Médicos y viceversa. Esto fue decisivo para que incluso
las masas que fueron socialmente beneficiadas en la última década no perciban el papel del
gobierno, abriendo flancos para la disputa ideológica de la derecha y dejando de contar con una
base social movilizable.

48. El segundo “vacío” fue aceptar la lógica de las donaciones empresariales. Es cierto que gran
parte del avance electoral obtenido desde mediados de la década del 90 no sería posible sin este
expediente. Ciertamente el ritmo de crecimiento en las elecciones sería otro, así como los desafíos.
Sin embargo, al asumirla, con la ingenuidad de que no acarrearía criminalización selectiva por lo
que todos los demás hacen, el PT pagó no sólo el precio de caer en la "fosa común" de los partidos
de la clase dominante, sino que posibilitó que un imaginario de decepción fuera potenciado por la
campaña mediática.

49. El tercer “vacío” se materializó en el descuido de desarrollar políticas capaces de atraer a su


base social a los sectores medios. Las medidas sociales y políticas de los gobiernos petistas no se
volvían para disputar esa significativa e influyente parte de la población, dejando de construir
elementos que posibilitar la alianza con el conjunto de los sectores populares. A lo largo de los
últimos 12 años, estos sectores asistieron a la mejora de las condiciones de vida de los más pobres
y a la gran acumulación de riqueza de los más ricos. Profundamente influenciados ideológicamente
por el conservadurismo, alimentaron una insatisfacción difusa que posibilitó su manipulación por
las fuerzas de derecha.

50. El cuarto vacío fue no hacer la lucha ideológica en la sociedad, no politizar las conquistas
económicas y sociales, demostrando que éstas integraban un proyecto político y no eran
resultado solamente del mérito individual.

51. Cuando hablamos de los cuatro vacíos de los gobiernos petistas, que traducen la derrota
estratégica, estamos diciendo que la consumación del golpe nos lleva a una situación de baja
acumulación para enfrentar el período de ofensiva neoliberal que proporcionó el cerco político.
La negativa a apostar en la organización de masas, la ausencia de una estrategia de superación del
blindaje jurídico, económico y político del neoliberalismo, involucrarse en la promiscuidad de las
donaciones empresariales, la incapacidad de desarrollar políticas capaces de atraer a su base social
a los sectores medios y no las políticas de política económica y social puestas en práctica son los
cuatro vacíos principales, coherentes con la estrategia que abandonó la perspectiva de conquista
de poder y que determinan que el saldo final de esta "ventana histórica", tanto en relación a la
organización popular, a la conciencia de las masas como a la comprensión de un proyecto político,
sea muy bajo, configurando una derrota estratégica del "Ciclo PT" tan grave como la vivenciada en
1964.
Los desafíos tácticos en mantener una estrategia revolucionaria

52. Insistir en la estrategia de ruptura revolucionaria en la conquista del Estado impone un gran
desafío y un limitador en estas circunstancias históricas. La cuestión del poder no se plantea, salvo
en cómo construir ahora las condiciones para hacerla posible en otro momento. La línea política de
quien pretende persistir en este camino revolucionario pasa a consistir en el arte de descubrir las
potencialidades existentes para hacer apuestas que permitan "hacer posible mañana lo que en el
presente parece imposible". Esto se convierte en una grave limitación. Todas las actividades que
podamos desarrollar parecerán minúsculas ante las posibilidades de la "política real". Las tareas
cotidianas, por más importantes, aparecen como actividades áridas, que exigen mucho más la
terquedad y la persistencia que grandes talentos de un joven revolucionario. Mantener los cuadros
y militantes sólo con convicciones ideológicas, en tales momentos, es un complejo y paciente
desafío, en el que muchas veces tenemos la impresión de estar en un bote agujereado, retirando
el agua con un balde. Este fue el proceso que moldeó nuestra existencia y nos sigue forjando. Es
preciso tener claro que el actual momento en que enfrentamos una "derrota estratégica" nos
exigirá mucho más convicción y esfuerzos.

53. Ante una profunda derrota hay dos trampas que suelen aparecer como soluciones milagrosas:
ignorar la gravedad del problema, buscando contornearlo sin enfrentar sus causas; o lanzarse
apresuradamente a la primera novedad que se aparenta como la iniciativa obvia. En la historia de
las fuerzas de izquierda, tanto revolucionarias como reformistas, derrotas profundas acarrearon
innumerables veces soluciones fáciles, sea por la mera sustitución de formas de lucha, por giros
políticos que no logran identificar la naturaleza de los errores o, lo que suele ser el más común, por
la creación de nuevas formas organizativas, que no rompen con métodos, principios y valores del
pasado que buscan superar.

54. Debemos huir de la trampa de responder a la crisis resultante de la derrota alimentando la


pulverización con respuestas que se limitan al terreno organizativo. Nuestra militancia absorbió
la enseñanza leninista de que la organización está subordinada a la política. Esto no significa que
no tenga influencia independiente en la política. Pero ella está, como debe ser, subordinada a las
necesidades concretas de cada día, asumiendo el formato determinado por la realidad. Como nos
enseñó Carlos Marighella: "nuestro concepto de organización no es estático, ni dogmático, pues no
existe -según enseña la teoría marxista-leninista- ninguna organización abstracta. La organización
está siempre al servicio de una determinada línea política y tiene que sufrir los reflejos del avance
o de los reveses de la línea política".

55. Munidos de la comprensión de que la reorganización de la izquierda es mucho más la


apropiación de una estrategia y un método que rescatan lo mejor de la acumulación de las
experiencias revolucionarias del siglo XX que cualquier invención, por más creativa que sea, de
una herramienta organizativa, debemos estar preparados para muchos enfrentamientos
ideológicos. Habrá muchos conflictos, tensiones y disputa. No seremos capaces de avanzar en esa
tarea sin retomar la más profunda unidad política e ideológica con el campo político compuesto
por los movimientos populares que nos conformaron.

56. Nuestros análisis en los últimos meses, años atrás, vienen reiterando que ingresamos en un
período largo de crisis capitalista, que nos exigirá aglutinar polos de vanguardia en torno a un
proyecto político, método de acción y valores, en el cual la cuestión de la herramienta
organizativa es consecuencia y no elemento catalizador. Es cierto que la derrota política que
vivimos acelera la maduración de una nueva dirección, pero la vivencia de esta construcción
desvinculada de las grandes luchas sociales ha causado más pulverización que potencial de
responder a los desafíos centrales de la lucha de clases. El ejemplo principal es la construcción del
PSOL, más de una vez definido como "un PT construido en el descenso". Una experiencia que,
cuanto más avanza electoralmente, más se acerca a los mismos dilemas enfrentados por el PT.

57. Incorporamos en nuestra formulación que la construcción de una vanguardia es siempre un


proceso. Que no pasa ni por la autoproclamación, ni por estar dotado de los mejores análisis.
También aprendemos, en nuestros innumerables intentos de construcción de articulaciones
amplias, que la fragmentación de las fuerzas populares y de izquierda no se resuelve con soluciones
administrativas. Hay que experimentar muchas experiencias conjuntas para generar una base
común de confianza capaz de impedir que se rompa la unidad en el primer embate importante.
Munidos de estas concepciones, comprendemos la construcción de una herramienta política de
carácter estratégico como el resultado de una acumulación en el movimiento revolucionario y no
la forma de catalizar y dar inicio a un proceso.

58. La reorganización de la izquierda, en torno a una estrategia centrada en la conquista del


poder, debe saber combinar lo mejor que acumulamos con lo nuevo que va emergiendo. Hay una
percepción generalizada de que será necesario construir una nueva identidad política, que se
diferencie en la acción y en la coherencia del viejo ciclo que se encierra. Muchos elementos
presentes en nuestros debates y conceptos formulados en nuestros primeros años ganan
actualidad y deben ser retomados. Estamos viviendo un momento en que varios militantes, de
distintas corrientes de izquierda, maduran su comprensión de que son necesarios cambios
profundos en la práctica, en los valores y en las concepciones ideológicas y estratégicas. Al mismo
tiempo, contamos con una valerosa generación, presente en la organización sindical de la clase
trabajadora, que permaneció integrada y con disposición de lucha, que padece con los ataques de
la nueva ofensiva neoliberal y busca un instrumento unitario capaz de ofrecer una dirección política.
Tanto el PT, como el PCdoB, involucrados en la construcción del Frente Brasil Popular, poseen
sólidos lazos orgánicos con decisivos líderes de la clase obrera. Combinar lo "nuevo" y lo "viejo"
configura el principal desafío organizativo del momento actual.

59. No avanzar implica un inevitable retroceso. Estamos ante un desafío diferente de lo que
enfrentamos en el pasado, que nos exigirá respuestas teóricas y prácticas. Una estrategia de
conquista del poder, evidentemente, exigirá mayor habilidad para ser reinventada en la actual
situación histórica. Ante una crisis que nos sacude a todos, profundamente, lo más importante es
la fidelidad: en un punto, aunque sea en sólo uno, es preciso no ceder. La estrategia de la conquista
del poder, presente en todas las experiencias revolucionarias de transición al socialismo, es este
punto decisivo. Es en torno a él que el proceso de reorganización de la izquierda debe producirse
para cumplir su objetivo histórico. Por más insuperable que tal idea parezca en los momentos de
defensiva, no podemos desprendernos de su fuerza. Son grandes los riesgos que enfrentaremos,
pero lo peor de ellos es perder la energía para proseguir.
III
Balance Político

60. El balance colectivo debe ayudarnos a pisar en suelo firme y mirar hacia adelante. Por eso,
debemos tener en cuenta nuestras resoluciones, nuestras posiciones. También debemos tener en
cuenta lo que hemos hecho a partir de nuestras resoluciones, o sea, lo que convertimos en acción.
Necesitamos identificar fragilidades y límites, pero también reafirmar las posiciones correctas.

61. El balance se concentra en cuestiones nacionales y generales. No se trata de un balance


sectorizado, regional o estadualizado. Para la elaboración del balance, debemos partir de dos ejes:
en primer lugar, criterios generales que no son específicos de la Consulta Popular, sino que son
parte del acumulado histórico: 1) si nuestra política ha permitido ampliar el nivel de organización
del pueblo; 2) si nuestra política ha ayudado a traer conquistas reales; 3) se elevó el nivel de
conciencia de las masas; 4) si esa política nos acercó a nuestra estrategia. En segundo lugar, tener
en cuenta criterios propios de nuestra organización: 1) construir fuerza propia del Proyecto
Popular; 2) ampliar fuerza social de la CP; 3) ampliar y profundizar la unidad de la izquierda; 4)
poner al Proyecto Popular en la disputa política.

62. Un balance político es condición necesaria para hacer el balance organizativo. En este sentido,
nuestros objetivos son: a) Evaluar cuánto nuestro movimiento táctico acumularon para nuestra
estrategia; b) Rescatar la evolución de la caracterización que hicimos de los gobiernos liderados por
el Partido de los Trabajadores (PT), así como las relaciones políticas que establecimos con el
conjunto del campo democrático y popular (más amplio que el Campo Político del Proyecto
Popular); c) Caracterizar el papel de Consulta Popular en el campo político del Proyecto Popular.

63. Un balance político no es un ejercicio intelectual abstracto, sino el análisis concreto de los
movimientos tácticos que buscan acumular para la construcción de una estrategia. Dividiremos
nuestro balance en tres partes. La primera hace una breve reflexión sobre la estrategia de Consulta
Popular en el ciclo político petista; la segunda parte realiza algunas observaciones sobre el análisis
de la realidad brasileña y la táctica de la Consulta Popular entre 1997-2017; y la tercera muestra los
desafíos que se desprenden de este balance político. Es importante señalar que este proceso de
construcción atravesó tres momentos distintos de la historia de Brasil: la ofensiva neoliberal de los
años 1990, la elección de Lula y posteriormente de la Dilma y el golpe de 2016.

El proceso de formación política de Consulta Popular.

64. Nacimos en el contexto de crisis de la izquierda revolucionaria, marcada por la caída del Muro
y del este europeo y la ofensiva neoliberal de los años 1990. Diversos factores contribuyeron a
poner en crisis al conjunto de la izquierda. Entre ellos destacamos: la debacle de las experiencias
de transición socialista en el este europeo, cristalizada simbólicamente en lo que se conoce como
la “caída del muro de Berlín” (1989); la derrota electoral de Lula (1989); la derrota de los sandinistas
en Nicaragua (1990); el fin de la URSS (1991); la ofensiva neoliberal y el proceso de reestructuración
productiva, que ha generado desempleo y debilitamiento de la lucha sindical. Una crisis ideológica
sin precedentes gana fuerza con el fin de la experiencia de transición al socialismo en la URSS. Todo
ello conlleva impactos en la teoría, los valores y la práctica de las fuerzas de izquierda en todo el
mundo. El individualismo y la creciente falta de vínculo con las masas generaron una grave crisis
política y de valores en el seno de la izquierda Brasileña.

65. Un elemento diferenciador en el surgimiento de Consulta Popular fue nuestro énfasis en la


cuestión nacional. Nuestra formulación, inspirada en las experiencias revolucionarias
latinoamericanas -como Cuba, Nicaragua y El Salvador-, parten de la caracterización de que en los
países dependientes la lucha por la soberanía nacional o la liberación nacional tiende a ganar
centralidad, posibilitando el desarrollo de una conciencia política nacional popular como elemento
impulsor e indisociable de la lucha por el socialismo y la lucha anti-imperialista. Esta formulación
ha sido vista con desconfianza por de los sectores de la izquierda brasileña. Muchos, en un ejercicio
de lógica formal, hicieron de ello una supuesta incompatibilidad con el internacionalismo.

66. La crisis ideológica y política creó un escenario favorable a la negación del marxismo mediante
un fortalecimiento del economicismo, sea en su variante reformista, sea en su variante “radical”
e izquierdista. Nuestro esfuerzo estuvo orientado por el marxismo, combinando el pensamiento
crítico sobre nuestra formación como pueblo y nación y las prácticas políticas derivadas. En Brasil,
muchos militantes y corrientes políticas con referenciales teóricos marxistas e influencia leninista
en lo que se refiere a la vía de construcción del socialismo, han virado hacia concepciones
eurocomunistas, que niegan las estrategias de ruptura con el orden burgués, dando centralidad a
estrategias gradualistas por dentro del orden y excluyendo la cuestión de la conquista
revolucionaria del poder. Otros se adhirieron a la tradición laborista y desarrollista latinoamericana
o al modelo socialdemócrata europeo, en busca de un pacto entre trabajadores y burguesía que
garantice el bienestar social en los límites del capitalismo. Este proceso avanzó a tal punto que
sectores de la izquierda, centro-izquierda y el llamado centro democrático van a adherirse al
neoliberalismo, en diferentes temporalidades y niveles de contenido.

67. En el proceso brasileño, nuestro origen encuentra su impulso en los movimientos populares,
en especial el MST que emergió como el más importante entre ellos. En el momento en que el PT
se alejaba del contenido revolucionario de la estrategia democrático-popular, Consulta Popular
surgía ponderando el compromiso con la Revolución Brasileña en el horizonte y reafirmando la
estrategia democrática y popular como elemento fundamental del acervo histórico revolucionario
latinoamericano. Diversos militantes y movimientos populares de la izquierda social, descontentos
con la gradual adaptación a un pensamiento de corto plazo, limitado a la definición de candidaturas
y disputas electorales, reclamaron retomar el debate estratégico y la construcción de un Proyecto
Popular para Brasil.

68. Nuestra construcción está objetivamente determinada por la especificidad de origen de los
movimientos populares. Esta es una originalidad que nos acerca a nuestro acervo histórico
latinoamericano. Tenemos como legado de los movimientos sus virtudes, pero también sus
fragilidades. Comprender con profundidad esta especificidad implica un desafío permanente de
extraer las potencialidades y superar los límites. Tenemos enormes desafíos a la hora de hacer la
revolución y ganar las amplias mayorías es uno de los principales. Para la organización política, no
es suficiente organizar y concientizar a la clase obrera; es necesario que las ideas y prácticas
revolucionarias de las fuerzas sociales organizadas en su conjunto, opuestas a las ideas y las
conductas de las clases dominantes, se incorporen a la cultura de la sociedad. Garantizar que esto
suceda es la función principal del instrumento político. Nuestro modelo orgánico comprende que
entre nosotros y las masas están los movimientos populares y frentes de acción, que ejercen un
papel protagonista y decisivo.
69. En una situación de ofensiva neoliberal, partiendo de la elaboración colectiva de "La opción
brasileña" (1998), esbozamos un diagnóstico de la sociedad y de los proyectos en disputa. Se trató
de un esfuerzo de actualización de la interpretación del Brasil contemporáneo y de comprensión
del capitalismo dependiente en el país para que pudiéramos reafirmar la necesidad de un Proyecto
Popular que acumulara fuerzas para la construcción del socialismo. Un proyecto nacional en
permanente construcción, que dialogue con el nivel de conciencia del pueblo y resolver sus
problemas fundamentales. Nuestro énfasis en la defensa del desarrollo nacional como parte del
Proyecto Popular fue dogmáticamente acusado por muchos como una filiación a la tradición
nacional desarrollista.

70. La Marcha Popular por Brasil en 1999 fue un ejercicio práctico de diálogo con el pueblo sobre
muchos de los contenidos de "La Opción Brasileña". Nuestra intención era construir un ejemplo
pedagógico, lanzando con énfasis la propuesta de un Proyecto Popular para Brasil. Quienes
movilizaron, se pusieron la remera de la Consulta Popular en el trayecto entre Río de Janeiro y
Brasilia, realizando cientos de debates a lo largo del camino. En la llegada, nos reunimos en nuestra
1ª Asamblea Nacional, génesis formal de nuestra construcción política, donde afirmamos
solemnemente nuestros compromisos y objetivos: "¡Somos la Consulta Popular!"

71. Nuestra construcción está orientada hacia esfuerzos de unidad, tratando a la misma como un
principio político y no únicamente como un desafío de la izquierda. Buscamos, en la práctica, la
crítica a los partidos de izquierda que se transforman en pequeñas sectas, pretendiendo encajar la
realidad en sus manuales. Nos construimos aglutinando a luchadores populares que buscaban
retomar las enseñanzas revolucionarias acumuladas por la clase obrera y que rechazaban un
pensamiento eurocéntrico y formalista, en el que la humanidad está condenada a ser, como mucho,
coadyuvante de su propia historia. La construcción de un Proyecto Popular para Brasil fue siempre
central en nuestra historia: defender que el pueblo brasileño debe construir un proyecto que
organice el uso de su capacidad creativa y productiva, con el fin de alcanzar un futuro deseado; un
proyecto Popular que es la fuerza social organizada del pueblo luchando para ejecutar su programa
político de cambios estructurales en la sociedad.

72. A finales de los años '90 y principios de los años 2000, la Consulta Popular tiene una
participación importante junto a los movimientos populares en la lucha de resistencia al
neoliberalismo, promoviendo en la sociedad el debate para condicionar el pago de la deuda
externa a la realización de una auditoría, prevista por la Constitución. El debate culminó en la
realización del Plebiscito de la Deuda Externa, entre 2 y 7 de septiembre de 2000. Enfrentamos
también, en las calles, los procesos de privatizaciones y toda la legislación neoliberal que marcó los
gobiernos de Fernando Henrique Cardoso.

73. Entre los años 2000 y 2002 afirmamos en Consulta Popular, con más énfasis, el concepto de
"crisis de destino" con respecto a un proyecto nacional, así como la interpretación de
"construcción nacional interrumpida", fundamentando la necesidad de "refundar a la izquierda
para refundar Brasil ".

74. En lo que se puede considerar una reafirmación de nuestras prácticas, orientamos la lucha
entre 2003 y 2005, en torno a una consigna antiimperialista, que incorporó la Campaña Contra el
ALCA y contra la entrega de la base de Alcántara a los Estados Unidos. Incorporamos métodos
propios, aunque unitarios, como la realización de plebiscitos populares y cursos masivos para miles
de militantes, al lado de la realización de Cursos Realidad Brasileña - CRBs.
75. Firmes en torno a nuestros compromisos - la soberanía, la solidaridad, desarrollo,
sostenibilidad, democracia, valores y principios de práctica militante, marcaron ese período en
que, como una "gasolinera", buscamos abastecer la lucha y la militancia social con ideas, prácticas
y dedicación al proceso revolucionario, contribuyendo en la importante victoria que fue derrotar,
en ese entonces, al proyecto de integración continental del imperialismo para el continente,
obligándolo a priorizar la línea de la bilateralización de las relaciones comerciales.

Gobiernos Lula I y II y Dilma I y II

76. Ante la victoria electoral del PT en 2002, la caracterización hecha del gobierno ha pasado por
muchas discusiones. Dos concepciones principales se presentaron: la que lo definía como un
gobierno en disputa, apuntando a la existencia dentro de él, de sectores populares cohabitando
con sectores neoliberales; y la que, basada en la similitud de las medidas económicas adoptadas
por el anterior gobierno de FHC, tendían a un rechazo del recién electo presidente. Este debate
tuvo importancia, ya sea en la visión que apuntaba a la innecesidad de la herramienta que
construíamos, ya sea en otra, que se reafirmaba en una oposición al PT.

77. En 2005 hemos dado un paso importante para madurar nuestra posición, reafirmándonos en
la decisión de dar un paso adelante en la construcción de la Consulta Popular, reconociéndonos
como un instrumento político en nuestra II Asamblea Nacional, en Goiânía.

78. Este proceso tuvo seguimiento y fue profundizado con los debates en torno a la definición del
Programa Estratégico (2005-2007), concretado en la III Asamblea Nacional (2007), cuando
definimos algunos conceptos centrales para la revolución, como el carácter del proceso
revolucionario, los conceptos de Estado y poder y la centralidad de la lucha por la conquista del
Estado; el sujeto de la transformación; el imperialismo y la cuestión nacional, así como la naturaleza
del Instrumento Político necesario. Con una mayor claridad de los retos nuevos, el esfuerzo fue el
de reafirmar los pasos dados y avanzar en la construcción de la organización. Esto exigió mayor
profesionalismo en la nuestra construcción, así como en la realización de procesos formativas
nacionales y también en avanzar en la ampliación de la organización. El tema de la unidad cambió
hacia una nueva comprensión: la unidad depende de la capacidad de articular y aplicar las líneas
correctas. La resolución de construir el instrumento Político y los debates estratégicos no apartó a
la Consulta Popular de la construcción pedagógica junto a los movimientos populares. Podemos
citar como ejemplo al plebiscito "La Vale es Nuestra", realizado en septiembre de 2007. De meros
constructores de articulaciones unitarias, debíamos pasar a ser capaces de traducir en luchas
concretas nuestras políticas. En ese contexto el tema de la fuerza propia emerge con gran
centralidad.

79. Hacia el 2009, la "construcción de fuerza propia de la Consulta Popular" comienza a ser
recurrente en los debates y aparece en documentos de la organización. Algunos factores
generales colaboraron para cambiar ese cuadro y fundamentar la discusión de "fuerza propia".
Entre ellos están: 1) La respuesta a la crisis 2008; 2) El papel internacional de Brasil y de América
Latina; 3) Proyecto del pre-sal; 4) Las mejores condiciones de lucha y de la vida del pueblo; 5) La
elección de la Dilma en 2010.

80. Se suma a estos factores generales un factor específico que fue lo que podríamos caracterizar
como una mayor madurez política del conjunto de la militancia para romper con simplismos
políticos. Por ejemplo, a primera vista el análisis de la crisis mundial en 2007/2008 apuntaba a un
impacto abrupto y un empeoramiento inmediato en las condiciones de vida de los trabajadores.
Así como la mayoría de las fuerzas de izquierda, evaluamos en nuestra 2ª Plenaria Nacional “Aurora
María Nacimiento Furtado" que el impacto que alcanzaría inmediatamente en nuestro continente,
debería inaugurar un nuevo período histórico, abriendo posibilidades de cambio en la correlación
de fuerzas. Este enfoque se ha reformulado en una caracterización de crisis prolongada y profunda,
que implica nuevas complejidades; el aumento de la explotación, el nuevo papel del Estado y
dominio del capital financiero. En nuestra 3ª Plenaria Nacional "Juan Cándido", realizamos una
autocrítica de la lectura previamente señalada: "A pesar de que hemos acertado en el análisis
general de la crisis cuando afirmamos en nuestra III Plenaria Nacional: "No estamos frente a una
crisis del modelo neoliberal o de una mera crisis financiera, sino que estamos antes una crisis global,
prolongada, con características depresivas y recesivas (...)”, no conseguimos hacer el análisis más
específico de Brasil dentro de ese escenario. No interpretamos correctamente la capacidad de la
economía brasileña para superar los impactos de la crisis internacional capitalismo”. La
caracterización del gobierno aún era genérica y poco precisa, produciendo un comportamiento
pendular de crítica hacia las medidas contrarias al pueblo y de apoyo hacia las medidas favorables;
más centradas en la crítica y más tímida con relación a las medidas acertadas del gobierno.

81. En la IV Asamblea en 2011 esa madurez política adquiere la forma de la "entrada en la


política". Fue una asamblea dedicada a la táctica, marcada por el texto "El nombre del juego es
política" y por una importante contribución a la estrategia del proyecto popular que es el feminismo
popular como nuestro sexto compromiso. Fue el primer momento de esta dimensión, en la que la
táctica no se resumía a agrupar lo que proyectaban las organizaciones que integran nuestro campo.
El debate fue el más centrado de nuestra historia y contribuyó a construir la táctica de la
organización en armonía con nuestra estrategia, principios, método y alcance político.

82. En ese tiempo, el proyecto de lo que llamamos neo desarrollismo alcanza su momento de
auge. En ese contexto en el que nos cabe actuar en defensa de las medidas importantes y
combatir las políticas contradictorias y antipopulares, especialmente en la cuestión de la energía,
de la política económica, entre otros. Esta actuación política ganó contornos más claros en
términos de elaboración en la Plenaria “Soledad Barrett” con la formulación de la existencia de un
"Frente neo desarrollista". Esa formación contribuyó a una caracterización más precisa y
consistente de los gobiernos petistas. La política que se desprendió, fue la de actuar en las
contradicciones del neo desarrollismo que, a pesar de no romper con el neoliberalismo, posibilitaba
condiciones más favorables para acumular fuerza propia para el proyecto popular y mejorar la
presencia de nuestra política en sectores estratégicos. Las contradicciones del neo desarrollismo
nos permitieron analizar el aumento del número de huelgas desde 2012; identificar contradicciones
entre el PT y el gobierno y entre nuestro campo y el gobierno en las políticas agraria, de energía,
económica, etc. La laguna de esta elaboración estuvo relacionada con la subestimación de la
disputa interburguesa: el rentismo versus desarrollismo. De modo que tuvimos límites en
comprender la ofensiva del gobierno en 2012 sobre los bancos y el sector financiero. Hemos tenido
esa comprensión a posteriori y no logramos explorar esa contradicción. Identificar al imperialismo
y al neoliberalismo como enemigos principales y actuar en contradicción del neodesarrollismo,
reafirmando que ese no es nuestro proyecto, pero que es más favorable que el neoliberalismo para
actuar en las contradicciones y acumular fuerza propia para nuestro proyecto, ha conferido un
mayor equilibrio entre la autopreservación de la organización y la coherencia política en las tácticas
adoptadas. Esta concepción fundamentó la intencionalidad de nacionalización del Levante Popular
de la Juventud. Avanzamos también en la comunicación, con el Brasil de Fato estadual / regional.
Avanzamos en organización sindical. Y nos encontramos mejor posicionados en las movilizaciones
de junio de 2013.
83. El contenido de los Cursos de Realidad Brasileña, enriquecidos con las formulaciones
estratégicas de la 3a. Asamblea Nacional en 2007, hicieron que la Consulta Popular se apropiara
de forma rígida y creativa marxismo. Pasamos a tener una estrategia y hacer más compleja nuestro
análisis, identificando las clases y fracciones de las clases y cómo se comportan en la coyuntura, por
ejemplo, el papel de la burguesía interna.

84. En 2013, al mismo tiempo que se reanuda la lucha en la calle, los límites del neo desarrollismo
y las contradicciones del bloque liderado por el PT, resultaron en un impasse en las movilizaciones
de junio. A partir de situación de respuestas tímidas de la izquierda, que vivía una gran
fragmentación; la derecha comienza a disputar las calles - en las acciones, palabras, en las
narrativas, y en la apropiación de símbolos nacionales-.

85. La salida de la Constituyente para la Reforma Política fue una actuación en la política de
manera efectiva. Ha tenido impacto en el proceso electoral y en la disputa de las vanguardias.
Buscaba sintetizar la "fuerza explosiva" de junio como un “cúmulo organizativo" de la
manifestación de julio de 2013. Fue un período muy intenso de la lucha en la calle y de
articulaciones. En primer lugar quedamos atrapados en la encalladura: de la legalidad del mandato
de la presidenta Dilma y contra su política económica; y posteriormente, con la búsqueda de
comprender la ingeniería del golpe (judicial - los medios de comunicación - burguesía) y construir
la respuesta política de lucha por la democracia y la narrativa del golpe. En 2015 y 2016, ante el
golpe y la ofensiva conversadora, se impone la necesidad de construcción de la unidad en la
izquierda para resistir.

86. Visto en retrospectiva histórica, fue extremadamente acertado de nuestra parte, la inversión
principal de nuestras energías en la construcción del Plebiscito Popular por la Constituyente
Exclusiva y Soberana del Sistema Político en 2015. No sólo por haber lanzado en los estados y
municipios la base unitaria sobre la cual se busca construir el Frente Brasil Popular, sino también
por haber ofrecido al segundo mandato de la presidenta Dilma una alternativa posible y correcta,
en lugar de su trágica opción por el "ajuste fiscal". Elegida en una disputa reñida en la segunda
vuelta, con un discurso claramente desarrollista, Dilma asumió un ajuste fiscal recesivo, desde los
primeros meses, causando la inmediata frustración de parte expresiva de su electorado y la
desconfianza creciente de la clase obrera. La ofensiva conservadora avanzó rápidamente,
imprimiendo una declarada lógica de "desangramiento".

87. La Consulta Popular ha sobrevivido a un largo período de descenso, fragmentación y


dispersión. Mientras asistimos a rachas sin fin, defecciones y crisis en las organizaciones, nos fuimos
constituyendo y cohesionando como parte de un campo común. Consolidamos una columna de
cuadros y expandimos nuestra actuación. El programa estratégico garantizó aciertos políticos,
desde la percepción del fin de un ciclo de la izquierda y del PT; de la necesidad de refundar la
izquierda; a la quiebra de la democracia representativa y los límites de la acción institucional. La
actual coyuntura reafirma la necesidad de superar la crisis de pensamiento, de práctica y de valores
prevaleciente en la izquierda brasileña. Fue en contra de esa hegemonía que forjamos una columna
de militantes del proyecto popular, no sin pérdidas en el camino y algún recambio.

88. La Consulta Popular siempre actuó en los momentos decisivos de la lucha política, de forma
unificada con el campo político del Proyecto Popular que le dio origen y es parte esencial y
constitutiva de su existencia. Aunque muchos militantes de los movimientos populares del campo
del proyecto popular no componen orgánicamente la CP, en los momentos importantes de la lucha
política en Brasil hubo una actuación conjunta del campo, sea en los plebiscitos, en la construcción
de frentes unitarios, en la lucha en defensa de los intereses del pueblo, etc.
89. La Consulta Popular debe profundizar e intensificar los debates sobre las formulaciones
estratégicas que se han acumulado en esa trayectoria de 20 años. Además, también necesita
avanzar en algunas elaboraciones que son componentes importantes de la estrategia, como las
experiencias acumuladas en lo que denominamos de acumulado histórico revolucionario
latinoamericano, tales como: la vía de la revolución; la combinación entre lucha social, institucional
e ideológica; el papel de las masas populares en la revolución; la transición socialista; entre otras.
IV
Momento Actual
Antecedentes del golpe

90. Los trece años del gobierno de coalición liderado por el PT fueron marcados por la
formación de lo que denominamos como frente neo desarrollista, una unión frágil y temporaria
de intereses antagónicos de diversas clases y fuerzas de clase, bajo hegemonía de los intereses del
gran capital nacional, que conseguía mantener de los intereses del capital financiero y, al mismo
tiempo, abrir espacio para conquistas de importantes de los sectores populares. Lo que unificaba
intereses tan dispares hacia el interior del propio gobierno era un programa basado en el
crecimiento económico con distribución de renta. De hecho, aun siendo en forma desigual, todas
las fracciones de clase tuvieron ganancia durante el neo desarrollismo.

91. Fueron gobiernos que propiciaron la acumulación de fuerzas para la clase trabajadores y
los sectores populares. En esos gobiernos, la clase trabajadora obtuvo conquistas materiales
modestas, pero importantes. La política económica propició un crecimiento económico mayor,
redujo drásticamente el desempleo y fortaleció el sector capitalista del Estado y privado nacional.
La política permitió na moderada distribución de renta, mayor acceso a servicios públicos y
equipamientos básicos para en los sectores más desplazados –luz, agua, salud pública, techo y
otros-. Promovió también medidas de democratización del acceso la educación universitaria y
formación técnica para la baja clase media y fortaleció la agricultura familiar. La política externa de
los gobiernos petistas dio una retaguardia económica, política y diplomática a los gobiernos de
izquierda en América Latina. La política de reconocimiento de los derechos de las mujeres, de la
población negra e indígena, y de las minorías sexuales, aunque tímida, representó un contraste
significativo con la situación de las décadas anteriores. Más allá de esto, el hecho que los gobiernos
del PT reconociera el derecho a reivindicación de las clases populares creo condiciones más
propicias para su organización y para sus luchas. En resumen, el movimiento trabajador y popular
acumulo fuerza.

92. La principal fragilidad de los gobiernos de izquierda en nuestro país se deben menos a la
política de alianzas en sí que al abandono de la perspectiva de construcción de un poder propio
del pueblo brasilero. En otras palabras, no estaba ubicada en el horizonte del neo desarrollismo la
creación de la fuerza social necesaria para profundizar en medidas que colocarían al gobierno en
ruptura con los intereses de la burguesía dependiente y del imperialismo. De esta forma, el PT
acabo subordinando los intereses de la clase trabajadora al gran capital en el interior de la alianza.
Tal subordinación, se expresaba en el acomodo del frente neo desarrollista al priorizar una política
de alianzas con los partidos de centro y con la gran burguesía interna. En la perspectiva de la clase
trabajadora, las alianzas subordinadas al interior del frente neo desarrollista significaron el
creciente alejamiento de la lucha por el poder del Estado.

93. Los gobiernos del PT aceptaron la dominación del capital financiero, la política de
intereses elevados, la apertura comercial y el desregulamiento del mercado de trabajo, que
habían sido legados de los gobiernos de Fernando Henrique Cardoso. Trataron, sin embargo, de
moderar los efectos negativos de esos pilares del modelo capitalista neoliberal bajo el crecimiento
económico con el fortalecimiento del BNDES y de los bancos públicos y sus políticas ambiciosas de
financiamiento de las grandes empresas nacionales, con el fortalecimiento de Petrobras, con la
política de contenido local para estimular la producción interna. También tomaron algunas medidas
apuntando a la formalización del mercado de trabajo. En resumen, fueron medidas tomadas que,
ahora están siendo minadas o revocadas por el gobierno golpista de Michel Temer, que representa
la victoria del gran capital internacional y de la fracción de la burguesía brasilera integrada.

94. El impacto de la crisis económica en Brasil, principalmente a partir de 2013, combinado a


una ausencia de un proyecto autónomo de la clase trabajadora en la disputa política nacional,
abrieron la posibilidad de ruptura del pacto nacional, y abrieron la posibilidad de ruptura del pacto
neodesarrollista hacia la derecha del espectro político.

95. El reposicionamiento de la burguesía en dirección a la restauración del programa


neoliberal ortodoxo retoma aspectos estructurales de la inserción de esa clase en la división
internacional del trabajo y del patrón actual de dependencia en relación al capital imperialista.
La intersección entre capital industrial y financiero en el sector productivo abre más posibilidades
para el movimiento pendular de la burguesía entre periodos de desarrollo y nuevas vueltas para
profundización de la dependencia. O sea, cuando los salarios crecen más que la productividad, la
tasa media de ganancias del sector productivo se torna insatisfactoria, haciendo que la burguesía
aporte sus inversiones en la esfera financiera, donde las elevadas tasas de interés, proporciona
mayor ganancia monetaria.

96. El actual período de la lucha de clases en Brasil vuelve a presentar, así, contradicciones
clásicas de la burguesía dependiente. No posee un proyecto autónomo de nación, desarrollándose
en los estrechos límites de la dependencia externa y del imperialismo, no obstante busca ampliar
su área de influencia dentro de la división internacional del trabajo. A las fuerzas populares
permanece el desafío de construir un amplio bloque de fuerzas progresistas que haga viable ampliar
la fuerza de un proyecto autónomo de la clase obrera, capaz de imponer derrotas al neoliberalismo,
de incidir en las contradicciones de nuestros enemigos, bajo la hegemonía de un Proyecto Popular
para Brasil.

97. Es eso lo que explica la semejanza entre la conjunción de fuerzas económicas, políticas y
sociales que impusieron el golpe de 2016 con las fuerzas que sostuvieron el golpe militar en 1964.
El golpe actual es determinado nuevamente por los intereses estratégicos del Estado
estadounidense, que se expresan en la hegemonía del capital financiero y de las corporaciones
transnacionales. Su principal soporte en Brasil sigue siendo la burguesía asociada y dependiente
que, como una clase minoritaria, amplía su fuerza social en el conservadurismo de la alta clase
media, apropiándose de forma oportunista del tema de la corrupción. Los grandes medios operaron
en el plano ideológico movilizando la alta clase media en torno al tema de la corrupción. Este
movimiento culminó en el golpe, que tuvo como protagonista la burocracia de Estado expresada
en sectores del judicial y de la policía federal. Actuando de forma selectiva, el objetivo de esa
"cruzada" contra la corrupción es el PT y el movimiento popular. Criminalizar y debilitar a la
izquierda es fundamental para el avance del programa neoliberal.

98. El avance del programa neoliberal, el creciente alejamiento de los sectores medios en
relación al gobierno Dilma y a las fuerzas populares, la fragorosa derrota electoral en las elecciones
municipales, así como el crecimiento del conservadurismo, del 58 el odio y el preconcepto en las
instituciones y centros periféricos de poder en Brasil son indicadores de que las fuerzas
democráticas y populares perdieron espacio e influencia en la sociedad.

99. La aprobación del impeachment de la presidenta Dilma consuma la victoria de la ruptura


golpista de nuevo tipo, que sustituye a los golpes militares, proporcionando un gobierno
ilegítimo, que sepulta las bases del pacto de la "Nueva República", establecido jurídicamente en
la Constitución de 1988. Abre las condiciones para una rápida e intensa ofensiva neoliberal. Por su
parte, la única respuesta que podría contener el golpe -la entrada en escena de la clase trabajadora
organizada, paralizando la producción- no se ha viabilizado hasta el momento.
100. Con la consumación del golpe, incluso en una previsible correlación de fuerzas
desfavorable y enfrentando una poderosa ofensiva, seguiremos en nuestra conocida encrucijada
histórica. Nación o no nación. Un país sólo para el 20% de la población no puede convivir con las
conquistas democráticas, viviendo la recurrencia de golpes en nuestra historia. Sin embargo, la
memoria colectiva de los 13 años de políticas sociales de los gobiernos neodesarrollistas y la
acumulación de la capacidad de lucha adquirida por la clase trabajadora son enormes potenciales
capaces de generar alternativas de resistencia muy superiores a las que tuvimos contra la ofensiva
neoliberal de los años 90.

101. La izquierda brasileña tiene nuevamente el desafío de pensar un proyecto para el país
que sea antagónico al desmonte de derechos y a la intensificación de la barbarie llevada adelante
por los enemigos del pueblo. Tal tarea exige una caracterización precisa de los reales intereses que
dan el ritmo y contenido de las medidas implementadas por el gobierno golpista.

Los efectos del golpe

102. La vuelta del neoliberalismo en Brasil es parte de una contraofensiva del imperialismo
estadounidense en nuestro continente. Los impactos de la crisis capitalista en América Latina
reflejan la necesidad de retomar las tasas de beneficio del capital financiero internacional y de las
transnacionales. Tal retomada tiene en el desmonte de las empresas locales, en la privatización del
patrimonio estatal y en las reformas neoliberales el centro de su estrategia. No es ocasional, por lo
tanto, el uso de las delaciones de la operación Lava Jato en Nicaragua, El Salvador, Ecuador, Bolivia,
Venezuela, República Dominicana y Perú.

103. América Latina y Brasil son centrales en las estrategias de ruta de salida hacia la crisis de
la perspectiva de la burguesía, pues la dimensión financiera dominante, además de determinar
la tasa de ganancia de los proyectos industriales, necesita emprender una ofensiva sobre los
bienes de la naturaleza. En ese sentido es central el control de la energía, que proporciona un salto
de productividad del trabajo; la ofensiva sobre los bienes naturales, como petróleo, mineral, agua,
tierra, biodiversidad, lo que proporciona un beneficio extraordinario; la apropiación de la plusvalía
social recaudada por el Estado (lo que arroja disputas por gobiernos y se traduce concretamente
en una ofensiva sobre los gobiernos progresistas de América Latina), privatización de las estatales,
la ofensiva sobre los derechos conquistados históricamente por la clase trabajadora; que se ha
convertido en una de las principales causas de la crisis económica mundial. la escalada de la
violencia, el racismo, la intolerancia, el narcotráfico, las drogas y la economía ilegal; la
concentración de renta y de tierras, la ofensiva ideológica, al imponer una derrota ideológica de la
izquierda.

104. La actual crisis económica refleja la hegemonía del capital financiero. El monto apropiado
financieramente en la economía brasileña queda expresado cuando datos del Bacen muestran que,
en el acumulado en el año 2017, los intereses nominales sumaron R$ 206,6 mil millones en 2017,
en comparación con R$ 173,3 mil millones en el primer semestre de 2016. En doce meses, los
intereses nominales alcanzaron R$ 440,3 mil millones (6,89% del PIB), elevándose 0,14 pp del PIB
en relación al valor registrado en mayo.

105. La crisis económica es la base de la crisis política brasileña. Brasil, desde 2008, comenzó a
sufrir las consecuencias de la crisis mundial, que apareció con más fuerza en 2012, 2013,
agudizandose en 2014. Hace seis nuestra economía no crece. Este grado de la crisis económica es
la base de la crisis política brasileña, no es la corrupción, no es la Lava Jato, no es la pelea de los
partidos.

106. Las consecuencias de tal ofensiva en Brasil se expresan en el proceso de desmonte del
Estado brasileño y en la profundización de las desigualdades sociales. El carácter antipopular y
antinacional de esta segunda ofensiva neoliberal no tiene precedentes en la historia de la república
brasileña. Una ofensiva que busca recuperar las tasas de ganancias de los capitalistas en un
contexto de crisis económica profunda y prolongada.

107. La reciente aprobación de la reforma laboral (así como la propuesta de reforma de la


seguridad social), la política de restricción de los gastos sociales por 20 años, los recortes en
políticas sociales como el Programa Bolsa Familia, la Farmacia Popular y las políticas educativas
profundizan la desigualdad social, haciendo que la cuestión del hambre y de la miseria vuelva a ser
una llaga nacional. Ya son visibles en las grandes ciudades los signos de agravamiento de la
violencia, del hambre y de la indigencia. El país camina hacia una crisis social de consecuencias
imprevisibles.

108. Al mismo tiempo, los mecanismos estatales que históricamente indujeron el crecimiento
de la economía se están destruyendo a través de un fuerte blindaje neoliberal. La apertura del
pre-sal para el capital extranjero, el desmonte y privatización de activos de Petrobras, así como el
debilitamiento del BNDES como banco de fomento del desarrollo nacional contribuyen a la
desnacionalización de la economía brasileña, consolidando la hegemonía del capital financiero.

109. Así como en la primera ofensiva neoliberal de la década de los 90, podemos prever que
la nueva ofensiva neoliberal buscará aprovecharse de su correlación de fuerzas parlamentarias
para vaciar, aún más, los estrechos márgenes de poder que pueden ser disputados
electoralmente. La Enmienda Constitucional nº 95 (techo de los gastos) es un paso en este sentido.
Aceleran la venta de activos de Petrobras, reduciendo su papel como inductora de un proceso de
desarrollo. Obligan al Banco Nacional de Desarrollo Económico (BNDES) a devolver R$ 100 mil
millones que habían sido repasados por el gobierno federal en los últimos años. Y, probablemente,
retomar en los próximos meses el proyecto de "autonomía del Banco Central". Si cumplen esos
objetivos, los márgenes de poder que se pondrán en disputa en las elecciones presidenciales de
2018 serán mínimas. El Estado, aún más vaciado, no tendrá más capacidad de generar empleos y
de interferir en los rumbos económicos. Sus limitadas decisiones sólo podrán subsistir cuando sean
avaladas por el sistema financiero nacional e internacional. En caso de éxito en tales medidas,
estaremos obligados a promover adecuaciones programáticas profundas.

110. Nunca fue tan actual la clásica afirmación de Caio Prado Júnior según la cual Brasil vive
una crisis de destino que inviabiliza a nuestro país completarse como nación soberana. Esta crisis
de destino se renueva permanentemente en el proceso de la lucha de clases, en la medida en que
fuerzas antinacionales y antipopulares bloquean el desarrollo nacional, organizando la sociedad
para atender los intereses de las oligarquías financieras locales y del imperialismo. El golpe de
Estado ocurrido en 2016 actualiza esta crisis y reafirma la necesidad de que el pueblo brasileño
controle los destinos de la nación.

Golpe y defensiva estratégica

111. El golpe de 2016 fue la expresión, a la vez, tanto del avance de las fuerzas neoliberales,
como de la regresión de las fuerzas populares en su tarea de construcción de la hegemonía
política y moral en la sociedad. En consecuencia se trata no de una derrota meramente táctica,
sino de una derrota estratégica, que encierra un ciclo en la izquierda brasileña. Derrota estratégica
porque los enemigos del pueblo lograron disminuir considerablemente nuestras capacidades
organizativas y avanzaron en su campaña de cerco y aniquilamiento sobre la izquierda brasileña. La
consecuencia de esta derrota es que las fuerzas democráticas y populares perdieron espacio en la
sociedad. La conquista de la hegemonía quedó más lejos en el horizonte de la izquierda. La ausencia
de la perspectiva del poder es el factor explicativo central de la disminución de la capacidad
organizativa y de la pérdida de referencia de un proyecto de izquierda en la sociedad.

Potencial de la lucha de masas.

112. No hay elementos que nos autoricen a hablar de reflujo del movimiento de masas. Los
efectos de la derrota política oscurecen esa percepción. Si identificamos que la clase trabajadora
venía ampliando su capacidad de lucha desde 2004, retomando el nivel de número de huelgas
compatible con el final de la década de los 80, todavía es temprano para considerar que todo este
proceso desapareció con la consumación del golpe. La formidable huelga general de 28 de abril de
2017 y las dificultades para reproducirla el 30 de junio revelan mucho más la dificultad en
comprender las luchas propuestas que una incapacidad de luchar. Pero, por ahora, permanecen
sólo como elementos potenciales, en la medida en que ni siquiera las bases de los sectores
organizados del movimiento obrero se vieron en la representación del gobierno de Dilma hasta el
punto de movilizarse para defenderlo.
V
La táctica
La táctica en un momento de defensiva estratégica.

113. La experiencia de las Revoluciones Populares trae enseñanzas que nos ayudan a
comprender el actual estado de la lucha de clases en la sociedad brasileña y a ajustar la
formulación táctica de las fuerzas populares. Cuando las fuerzas enemigas alteran la correlación a
su favor y siguen ganando terreno, se abre a los enemigos del pueblo la posibilidad de la ofensiva
conocida como "campaña de cerco y aniquilamiento". En una situación como esa, el desafío de las
fuerzas populares es el de preparar la defensiva estratégica. Se trata inicialmente de reconocer
que, ante el cerco enemigo, es tarea inmediata garantizar la defensa y la preservación de las
fuerzas. Es fundamental rechazar cualquier pasividad ante la lucha de clases, o sea, hay que evitar
una actitud de defensa pasiva ante el enemigo. El cerco debe ser combatido con la defensa activa,
es decir, con el arte de hacer fracasar la campaña de aniquilamiento, con la adopción de una
táctica capaz de acumular fuerzas, contraatacar y pasar a la ofensiva. En ese sentido, si la
subestimación de las fuerzas enemigas lleva a la derrota ya la pérdida de base de apoyo por parte
de la izquierda, la sobreestimación del enemigo lleva al acomodamiento ya la falta de iniciativa de
las fuerzas revolucionarias.

114. La ofensiva neoliberal en curso es antinacional, antidemocrática y antipopular. Por eso,


la espina dorsal de la defensa activa que tenemos que construir es la defensa de la democracia,
de la soberanía nacional y de los derechos del pueblo. El aspecto defensivo y de resistencia de esa
táctica se expresa en la lucha por el mantenimiento de los derechos conquistados por las
generaciones anteriores, así como de las conquistas de los últimos 13 años de gobierno de Lula y
Dilma. Su carácter activo, además, exige la construcción de la unidad de las fuerzas democráticas,
populares y antineoliberales para la reanudación de la lucha de masas, en la formulación de una
nueva estrategia que tenga como centro la construcción de un Proyecto Popular para Brasil. Lo
que nos permite transitar de la actual correlación de fuerzas desfavorables para la reanudación de
la ofensiva es la defensa del restablecimiento de la democracia y del desarrollo con soberanía
nacional.

115. En un momento en que las conquistas económicas están bloqueadas por el golpe, los
movimientos populares corren serios riesgos de disminución de su base social. Por eso, acumular
fuerzas en la perspectiva de viabilizar la necesaria defensiva estratégica significa un retorno radical
a las bases populares (vinculación con las masas), para retomar nuestra capacidad de organización
de la clase obrera.

116. Esta caracterización contiene elementos importantes tanto para apreciar la gravedad de
la actual situación política brasileña, como para definir nuestros próximos pasos. Es necesario
tener en cuenta que, a corto plazo, el programa de las fuerzas golpistas tiene como horizonte no
sólo la restauración neoliberal en el campo de la política y la economía, o el avance del
conservadurismo en el plano de la cultura y de la vida social. Las fuerzas populares no pueden
subestimar el hecho de que el cerco de los enemigos está a nivel avanzado y que, por lo tanto, el
avance hacia una situación de aniquilamiento es una posibilidad concreta. Por aniquilamiento se
entiende el aislamiento y pérdida de la capacidad organizativa, fuerte criminalización de la lucha
social y el estrechamiento considerable de los márgenes de lucha democrática dentro de las
instituciones burguesas. Las propuestas meramente defensivas, economicistas, electorales,
oportunistas y desconectadas de un proyecto estratégico pueden favorecer el aniquilamiento de la
izquierda brasileña, imponiendo una derrota a largo plazo.

Salida estratégica para la crisis brasilera.

117. La meta síntesis de la Constituyente fue construida en el sentido de enraizar un debate de


proyecto de país y organizarlo en torno a una estrategia de poder de la clase obrera. Ante la ruptura
del acuerdo institucional, con el golpe, la Constituyente asume otro contenido, que es el de la
necesidad de un nuevo reordenamiento institucional para el proyecto popular. El momento es de
acumular fuerzas en esa dirección.

118. El entendimiento de que una asamblea popular constituyente es condición para un


gobierno popular en el caso de la elección de Lula es un tema que pocas organizaciones están
tratando y que la Consulta Popular se propone a difundir.

Dar un papel estratégico para el Frente Brasil Popular

119. Estamos ante una ofensiva del enemigo, que tiene un carácter estratégico, ya que se
plantean como posibilidades, en el plano inmediato, la destrucción y desmoralización de nuestros
liderazgos y organizaciones. Este escenario nos impone la necesidad de avanzar en la unidad de
las fuerzas democráticas y populares. La construcción de la unidad es la mayor enseñanza que las
experiencias históricas de la clase obrera nos apuntan ante una ofensiva de naturaleza estratégica
del enemigo. Construir un "Frente" uniendo el conjunto de las fuerzas democráticas y populares es
una antigua aspiración de la Consulta Popular, que está presente desde nuestro surgimiento y
aparece en las Resoluciones de nuestra 2ª Plenaria Nacional "Aurora Maria Nascimento Furtado".
Ahora, el momento de defensa estratégica exigió y posibilitó un avance acelerado de esta
construcción, en el enfrentamiento al golpe.

120. Construido en la resistencia al golpe, es en el Frente Brasil Popular que reside el mejor
potencial para la construcción de la herramienta unitaria necesaria para alterar la correlación de
fuerzas, romper la campaña de cerco y aniquilamiento y pasar a la ofensiva, colocando un proyecto
de poder de la clase trabajadora en el interior de la disputa de rumbos de la sociedad brasileña. Un
proyecto a medio y largo plazo que democratice el Estado brasileño, fortalezca nuestra soberanía
nacional, resuelva los problemas fundamentales de la clase trabajadora por la vía de las reformas
estructurales y construya las condiciones para iniciar un proceso de transición socialista en Brasil.
Para ello es necesario enfrentar el desafío de la elaboración teórica y de estudio de la realidad
brasileña, retomar la construcción de fuerza social en el seno del pueblo en torno a un proyecto
de nación.

121. El Frente Brasil Popular representa la construcción de una herramienta de potencial


estratégico para la unidad de las fuerzas democráticas y populares. Los conflictos en el siglo XX
nos muestran el destino de las políticas centristas en un período de crisis profunda. Y sabemos que
cuando las grandes masas no ven alternativas políticas en la izquierda -que podrían corresponder
a sus efectivos intereses materiales- consolidan su frustración de que no hay una salida,
convirtiéndose en víctimas potenciales de respuestas simplistas de la derecha. Esto requiere una
izquierda osada, que combine su radicalidad con la capacidad de mostrar la viabilidad de su
programa. Por lo tanto, contribuir a la reorganización de la izquierda nos exige simultáneamente
comprender la gran frustración con las herramientas políticas que se construyeron y fueron
marcadas por la derrota y la consiguiente necesidad de distinguirse de ellas, con la capacidad de
construir a partir de militantes, cuadros y activistas formados en esa misma experiencia, pero
dispuestos a enfrentar cambios profundos de concepciones, métodos, valores y prioridades
organizativas.

122. Es hora de construir el Frente Brasil Popular como una herramienta estratégica de la
unidad de las fuerzas populares, capaz de presentar un proyecto de país y de ofrecer una
organización militante que renueve la disposición de lucha de miles de luchadores
profundamente abatidos en este momento. Nuestro papel en el Frente Brasil Popular, además de
construirlo en la base, no permitiendo que se convierta en una articulación meramente de cúpula,
es politizarla. Pautas de debate esenciales. Sin enfrentar el actual sistema político, no se abrirá
ninguna posibilidad de pautar las cuestiones estructurales en la salud, la vivienda, la educación, el
campo o cualquier otro tema de interés de los trabajadores. No podemos retroceder de la lucha
por una Constituyente. Sabiendo preservar la unidad, debemos frenar el debate de convencimiento
de la necesidad de una Constituyente con todos los que se disponen a construir el Frente. Esto
requerirá una permanente habilidad de nuestra militancia.

123. Para cumplir ese rol estratégico, el Frente Brasil Popular deberá posibilitar el ingreso de
militantes individuales, que no integren necesariamente ninguna de las organizaciones
preexistentes. Es necesario superar el método de resoluciones sólo por consenso, avanzar en el
análisis político y en la construcción de un programa conjunto. Y, principalmente, debemos actuar
para no permitir que el Frente Brasil Popular permanezca en una lógica defensiva, incapaz de
ofrecer una respuesta política inmediata a los millones de insatisfechos con el actual sistema
político, perdiendo una oportunidad histórica única y permitiendo que las crecientes
insatisfacciones sigan capitalizadas por las fuerzas de derecha.

124. En esa construcción unitaria, no podemos limitarnos sólo a las direcciones y


representaciones de los partidos y organizaciones sociales que ya poseen legítimos y preciosos
acúmulos y formulaciones. El Frente Brasil Popular debe ser capaz de involucrar a todos los
militantes y activistas que se disponga a esta construcción, no sólo abriendo espacio para
escucharlos, sino para que interfieran y decidan los rumbos a ser tomados.

125. La construcción de la unidad política es tarea de enorme complejidad. Incluso cuando


enfrentamos el conjunto de fuerzas económicas y sociales del golpe cohesivas y definidas en sus
objetivos estratégicos, aun así las fuerzas que componen el Frente Brasil Popular no pudieron
relevar o enfrentar las divergencias tácticas. Gastamos indispensables energías en debates como el
inviable plebiscito para anticipar las elecciones, presión diferenciadas que contribuyeron para
trabar y retrasar la Carta a los brasileros de la presidenta Dilma, el apoyo a Rodrigo Maia en la
elección de la presidencia de la Cámara de Diputados, para no hablar de motivaciones replicadas
en proyectos personales y oportunismo que conformaron el "Frente Pueblo sin miedo".
Constantemente lidiamos con el temor de corrientes petistas en ver el "Frente" sustituyendo al PT.
Además, las elecciones de 2018 serán un momento complejo. Por lo tanto, son grandes los desafíos
a ser enfrentados.

126. Una cosa es cierta, al apostar nuestras energías en la construcción de las bases del Frente
Brasil Popular, debemos rescatar nuestro método de construcción, la mística,el funcionamiento
colectivo, la valorización del trabajo de base, el desestímulo al protagonismo de individuos y
grupos, la osadía en la acción y actuación hacia fuera. Aprendemos, en nuestra trayectoria, que
más importante que traer representaciones políticas y sociales hacia dentro de la organización es
lograr atraerlas a la construcción de un proyecto político común. Las experiencias históricas nos
enseñan que la unidad política y estratégica de la vanguardia puede asumir diversos formatos.
127. Aparecieron detalles, como la metodología de trabajo de base impulsada en plebiscitos
populares, su capacidad de aglutinar fuerzas y sectores amplios, la reinvindicación de la bandera
y símbolos nacionales, de lecturas y análisis antiimperialistas, la importancia de un proyecto de
Brasil, conformar una relación entre nuestra militancia y otros sectores de la izquierda,
especialmente de la CUT y del PT, que posibilitar avances en el proceso de enraizamiento del
Frente Brasil Popular. Es importante comprender el significado de esta cuestión, pues el proceso
de reorganización de la izquierda y nuestra interferencia en él ya comenzaron, en la diferenciación
cotidiana de la práctica y de la acción política, imprimiendo un método de funcionamiento que
representa hoy el mayor legado de nuestro campo político.

128. En la perspectiva de fortalecimiento del Frente Brasil Popular, el Plan Popular de


Emergencia puede cumplir un papel fundamental. El plan de emergencia deberá ser un
instrumento para contribuir en la cohesión de la vanguardia brasileña en torno a una salida de
emergencia para la crisis. Al mismo tiempo es un importante acúmulo programático para ser
debatido con las bases sociales en la ciudad y en el campo.

129. Resistir a las reformas neoliberales. En este momento, cabe a los luchadores y luchadoras
del pueblo priorizar banderas de lucha que puedan construir fuerza junto a la clase trabajadora y
que tengan el potencial de desestabilizar las fuerzas golpistas. Resistir a las reformas neoliberales
en curso es el primer paso para acumular fuerzas para salir de la defensiva, derribar al gobierno
golpista y construir un gran movimiento de masas en defensa de las Directas Ya.

Las elecciones de 2018 y la lucha contra la inhabilitación de la candidatura de Lula

130. La importancia de las elecciones de 2018 para enfrentar el golpe. No podemos descartar
que las fuerzas golpistas intenten posponer las elecciones. Sin embargo, el desgaste internacional
que acarrearía ese aplazamiento, hace más probable el escenario de su mantenimiento. En ese
sentido, las elecciones presidenciales configuran un momento decisivo para enfrentar y derrotar el
golpe. Mantener la unidad de las fuerzas democráticas y populares en torno a una candidatura que
unifique el Frente Brasil Popular es esencial.

131. Luchar contra la inhabilitación de Lula. Las fuerzas políticas y económicas que patrocinaron
el golpe no pueden soportar el riesgo de que una candidatura Lula salga victoriosa en 2018.
Enfrentando un escenario que tiende a agravarse, imponiendo aceleradamente medidas que
elevan la tensión social, saben que aun enfrentando enormes dificultades electorales, asumiendo
un gobierno aún más blindado por el neoliberalismo, Lula representa un peligro inaceptable. El
golpe necesita inhabilitar a Lula. A pesar de haber utilizado todo el arsenal mediático en una
ofensiva implacable durante los últimos años, Lula emerge liderando las intenciones de voto,
saliendo victorioso en tres hipótesis en una eventual segunda vuelta. Es muy riesgoso para una
conjunción de fuerzas que consiguió dar el golpe y no aceptará "morir en la playa". Esta es una
lucha contra una medida estratégica de las fuerzas golpistas. Muchos vacilan o temen enfrentar
esta lucha por creer que implicará necesariamente en el apoyo político a la candidatura del petista.
No entienden que su significado, en este momento, trasciende mucho la mera opción electoral. El
golpe no puede correr el riesgo de enfrentar una candidatura con apoyo popular, como la de Lula,
en 2018. Necesita inhabilitarlo a cualquier costo. Es de fundamental importancia entender la
naturaleza de esta tarea. El eslabón más fuerte de las fuerzas golpistas fue construido en la unión
del monopolio de los grandes medios, sectores de la Policía Federal, Ministerio Público y del Poder
Judicial, que se expresa en la operación Lava Jato. Es ese centro que cuenta aún, debido al supuesto
combate a la corrupción, con relativo apoyo en el seno de las masas. Es éste, también, el comité
político encargado de las funciones de aislamiento y aniquilamiento de los sectores progresistas.
En ese sentido, para proseguir profundizando las medidas de carácter antipopular las fuerzas
reaccionarias necesitan eliminar de la escena política el principal liderazgo del actual ciclo de la
izquierda que aún cuenta con apoyo popular.

132. No se trata, pues, de creer que la permanencia de Lula como posible candidato podrá
resolver por sí solo los problemas del pueblo. Pero el liderazgo popular de Lula es la principal
contradicción actual en la prosecución de la estrategia golpista. Su reciente condena en primera
instancia representa el avance del estado de excepción, en la medida en que debilita el derecho a
la presunción de la inocencia, el amplio derecho de defensa y el debido proceso legal.

133. La realización de elecciones directas y la elección de un gobierno democrático-popular


son fundamentales para la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente para refundar
el Estado brasileño. Este proceso requiere un fuerte movimiento de masas que, vía proceso
constituyente, construya una institucionalidad adecuada para el avance del Proyecto Popular para
Brasil.

Dar concreción al Proyecto Popular para el Brasil.

134. Dar concreción al Proyecto Popular para Brasil, construyendo una propuesta de país que
vaya más allá de un programa, a través del "Proyecto Brasil", involucrando al Frente Brasil
Popular. El objetivo es unificar intelectuales orgánicos, estudios e investigaciones sobre la realidad
brasileña con las formulaciones teóricas y las elaboraciones programáticas de los movimientos
populares para proporcionar las bases para la construcción de un proyecto popular para nuestro
país. Tal proceso debe involucrar al Frente Brasil Popular, militantes y activistas que reflejen las
aspiraciones populares para, así, tener un instrumento que contribuya al trabajo de base,
construcción de fuerza social y la conquista de corazones y mentes.

135. Es necesario construir un método y acciones concretas que involucren a los participantes
en la construcción de un programa, de un proyecto. Además de enriquecer los debates, el método
adecuado puede empoderar a los luchadores en la construcción. En el caso de las caravanas del
Frente Brasil Popular, se lanza resueltamente en este proceso implica construir materiales
didácticos, como cartillas, videos, estimular debates, además de acciones que cumplan el papel
pedagógico para militancia y para las masas, a ejemplo de las caravanas del Frente Brasil Popular.

La cohesion de nuestro campo político del Proyecto Popular

136. La cohesión del campo político del proyecto popular es fundamental para la
reorganización de la izquierda y para la propia existencia de la Consulta Popular. Es necesario
dedicar mayor empeño para cohesionar nuestro campo. La cohesión del campo ocurrirá en la lucha
concreta y conjunta en los estados. Donde aún no existe, pensar la creación de espacios de unidad
del campo en los estados para una acción articulada, especialmente en el interior del Frente Brasil
Popular.

Construir el Movimiento de Trabajadoras y trabajadores por Derechos (MTD/Motu) como


herramienta de lucha en las periferias de los grandes centros urbanos.

137. Construir fuerza social del Proyecto Popular en las periferias de los grandes centros
urbanos de Brasil a través de la construcción de una herramienta que organice a los trabajadores
y trabajadoras a partir de su lugar de vivienda. Contribuir con la nacionalización del Movimiento
de las Trabajadoras y los Trabajadores por los Derechos (MTD), fortaleciendo y / o impulsando su
construcción en todos los estados donde existe Consulta Popular, especialmente en ciudades
estratégicas, que correspondan a los criterios de densidad poblacional, económico y político. Reunir
a los militantes que desarrollen ese trabajo en las periferias de las ciudades para que las iniciativas
puedan articularse y fortalecerse mutuamente.

La unidad del Feminismo Popular}

138. Fortalecer la organicidad del feminismo popular a través de la creación de un espacio que
combine la articulación de nuestro campo político y la autoconstrucción, siendo esa nuestra
identidad hacia fuera. Cohesionar nuestro campo a partir de acciones concretas, como la
realización de encuentros de mujeres del proyecto popular, iniciativas de formación, luchas, etc.
Todas las experiencias de la Consulta Popular de trabajo con mujeres deberán ser, paulatinamente,
aglutinadas en ese espacio común. Relacionarnos con la MMM como un espacio de articulación y,
a medida que ese proceso de construcción propia se va fortaleciendo, actuamos en su interior con
identidad propia de campo político a través de esa herramienta. Se percibe un avance de nuestra
concepción de feminismo popular, además de las banderas clásicas feministas y de la organización.
Es una decisión radical y valiente poner al feminismo en la estrategia. Tenemos una experiencia
organizativa rica en el feminismo de nuestro campo. Colocamos así, el feminismo en movimiento,
enraizando.

Fortalecimiento del trabajo junto al movimiento obrero y sindical.

139. Construir el Proyecto Popular en el movimiento obrero y sindical, contribuyendo a su


unidad y actuación como clase trabajadora. La consumación del golpe en Brasil y la consecuente
condición de defensiva estratégica de las fuerzas populares reafirman la actualidad y la fuerza de
nuestras formulaciones. En ese sentido, debemos seguir el esfuerzo de inserción en el medio
obrero, dando cada vez más prioridad a esa construcción. Nuestra inserción sindical, aunque
pequeña, es sólida y encuentra mucho espacio para trabajar. Tenemos que combinar los diversos
procesos de articulación protagonizados por nuestro campo político con la construcción de fuerza
propia incorporando lo acumulado de la lucha popular, como ejemplo pedagógico, el espíritu de
constructor, la centralidad del trabajo de base, las tres puntas de formación, organización y lucha,
reafirmando la decisión que tomamos de no reproducir la lógica predominante de la disputa sindical
a través de corrientes y de disputas fraticidas. Para ello, es imprescindible retomar la organicidad
del sector, con objetivos claros, planificación y metas. Nuestra inserción junto al sujeto estratégico
debe avanzar, aumentando nuestra influencia en el movimiento obrero, sindical y en las periferias,
que ejercen en ese momento un papel decisivo en la lucha política. Nuestra mayor inserción y
actuación del último período nos han abierto innumerables posibilidades. Muchos militantes están
interesados en organizarse. Sin embargo, no ha sido fácil "caber" en nuestra organización. Es
necesario ajustar nuestra organicidad para que podamos absorber esa militancia, adecuando, por
ejemplo, la forma de participación de los dirigentes de los movimientos de nuestro campo. También
el desplazamiento de militantes para contribuir en la expansión de la organización debe ser previsto
en nuestro plan.

140. Construir fuerza social en el medio sindical a través de la juventud. La caracterización del
neodesarrollismo nos posibilitó identificar mejor sus contradicciones y los campos y posibilidades
de lucha que se abrirían, en especial en el mundo del trabajo, con el aumento del número de
huelgas con ganancias reales, y entre la juventud urbana, con el aumento de la población urbana,
la concentración de jóvenes de la clase obrera en las universidades y nuevas posibilidades de
organización también de la juventud en las periferias. Este análisis contribuyó a la nacionalización
del Levante Popular de la Juventud como movimiento nacional de juventud autónoma y de masas.
El acierto en el análisis y el empeño en la construcción posibilitó un rápido crecimiento del
movimiento tanto desde el punto de vista de su fuerza social como de su influencia en la sociedad.
Tenemos el desafío de transformar el éxito de esa construcción del Levante Popular de la Juventud
en éxito en la inserción sindical, en el trabajo junto al movimiento obrero y en el movimiento
popular urbano, especialmente en el MTD.

Contribuir para la unidad del Movimiento Negro

141. Contribuir a fortalecer iniciativas que den unidad al movimiento negro brasileño y
contribuyan a su integración en la construcción de un proyecto nacional y soberano para el país.
Incorporar en nuestras formulaciones la dimensión estructural del racismo para la formación del
capitalismo en Brasil y concretarla en nuestra acción política y en la de las herramientas que
construimos. Consolidar una línea de actuación en el trabajo con la negritud en nuestros frentes,
potenciando la construcción de un sector nacional y de sectores estatales.

Construir la fuerza del proyecto popular en la lucha LGBT

142. Avanzar en la formulación de la Consulta Popular sobre la imbricación entre el


capitalismo, el racismo y patriarcado en la realidad brasileña. Consolidar una línea de actuación
en el trabajo con la diversidad sexual y de género en nuestros frentes, potenciando la construcción
del sector nacional y de los sectores estaduales. Cohesionar el debate de la diversidad sexual y de
género en nuestro campo político, a partir de un proceso colectivo de profundización de esa pauta
con los movimientos populares, especialmente con el MST, MAB, MPA, Levante Popular de la
Juventud. Construir espacios de formación en conjunto con nuestro campo político e intencionalizar
nuestra actuación en el Frente Brasil Popular llevando el debate de la diversidad sexual y de género.
Profundizar el diálogo con organizaciones y movimientos populares LGBT.

Reforzar la lucha ideológica en la sociedad y el sistema Brasil de Fato de comunicación.

143. La comunicación es estratégica para el enfrentamiento al golpe y para la lucha ideológica


necesaria en ese momento. En ese sentido, tanto la denuncia y el enfrentamiento al monopolio de
los medios de comunicación, uno de los pilares del golpe, como el desarrollo de instrumentos de
comunicación popular son fundamentales y decisivos para dar concreción al Proyecto Popular. En
esa dirección, la prioridad de la Consulta Popular es la expansión de la experiencia de los de Brasil
de Fato para todos los estados y ampliar donde ya existe. Además, fortalecer la iniciativa de la Red
Popular de Radios, ampliar el trabajo con redes sociales y otras iniciativas de comunicación, a
ejemplo del CPMidias y de la Editora Expresión Popular. Desarrollar instrumentos propios de la
Consulta Popular de comunicación, además de estimular en los estados experiencias de elaboración
editorial y acción en las redes, como es el caso Expresión Sergipana. Unificar en el sitio de la
organización la divulgación de las luchas e informaciones que ocurren en los estados. Fortalecer la
presencia y construcción del Foro Nacional por la Democratización de la Comunicación (FNDC),
ampliando la lucha contra el monopolio de los medios en Brasil.

Construir la plataforma Obrera y Campesina de Energía.

144. Es fundamental apostar fuerzas en la construcción de las propuestas de la Plataforma


obrera y campesina de energía. En el momento en que la política de contenido local, que exigía
que parte de los insumos comprados por Petrobras fueran construidos en territorio brasileño para
fortalecimiento de la industria nacional y generación de empleos, está siendo destruida por el
gobierno golpista de Michel Temer, la unidad construida por la Plataforma Obrera y Campesina es
fundamental. Después del descubrimiento del pre-sal brasileño, se abrió una posibilidad enorme
de generación de riquezas y de las condiciones para una mejor distribución de la renta en el país.
Es necesario defender el fortalecimiento y la ampliación de las exigencias de contenido local en las
contrataciones de Petrobras y demás empresas del ramo y lucharemos hasta las últimas
consecuencias en defensa de la generación de empleos al pueblo brasileño en defensa del petróleo
de Petrobras y Brasil, así como para construir unidad en torno a un modelo energético sustentable,
que corresponda a un Proyecto Popular para Brasil.

Construir el Plan Campesino como un proyecto de vida de calidad.

145. El Plan Campesino defiende la soberanía alimentaria, energética, genética e hídrica. Es


una propuesta del Movimiento de los Pequeños Agricultores - MPA, que fue construida a partir
de muchos debates y estudios sobre la realidad del campo brasileño. Además de afirmar el
campesinado como sujeto político, presenta un conjunto de acciones económicas, políticas y
culturales que reflejan concretamente los objetivos del movimiento: producción de alimentos
sanos y vida de calidad en el campo. Representa un salto de calidad en la formulación del
campesinado y una alternativa concreta para la organización popular.

Avanzar en la Reforma Agraria Popular

146. La Reforma Agraria Popular es el norte de la construcción de un nuevo modelo agrícola


para el campo brasileño, yendo más allá de un proceso de democratización de la tierra y
proponiendo como estrategia el establecimiento de un sistema agrícola en contraposición al
agronegocio. Y propone como alternativa un modelo de producción basado en una matriz de
producción agroecológica, para la producción de alimentos saludables y respeto a la biodiversidad,
sin el uso de agrotóxicos, volcado a la agroindustrialización del campo y el desarrollo del país.

Construir y fortalecer la Consulta Popular

147. Ante los desafíos planteados por la crisis brasileña, el fortalecimiento político
organizativo de la Consulta Popular es una tarea fundamental dentro de un contexto de derrota
estratégica de las fuerzas democráticas y populares. La profundización de la crisis refuerza el
compromiso de la Consulta Popular para dar un salto de calidad en la V Asamblea Zilda Xavier.
Construir y fortalecer la Consulta Popular también es acumular fuerzas para viabilizar la defensiva
estratégica necesaria en este momento. Necesitamos ampliar nuestra capacidad organizativa.
Necesitamos ser un polo atractivo para la izquierda brasileña. Fortalecer relaciones de confianza,
estimulando el trabajo conjunto, con tareas construidas colectivamente.

148. Más que nunca, se hace necesaria la práctica del internacionalismo, construyendo
acciones de solidaridad, frente a la intensificación de la ofensiva internacional de carácter
imperialista. Las acciones de solidaridad deben pautar la denuncia de los diversos intentos de
injerencia de EEUU sobre los asuntos internos de Venezuela; denunciar los intentos de gobiernos
latinoamericanos, entre ellos el gobierno ilegítimo golpista de Temer, de aislar a Venezuela en el
contexto de los mecanismos de integración regional; el reconocimiento del gobierno
democráticamente elegido de Nicolás Maduro; el respaldo a la Asamblea Nacional Constituyente,
y el derecho soberano del pueblo venezolano de decidir los rumbos del país y elegir las salidas para
las crisis que vive.
VI

Balance y compromisos organizativos


149. Toda agrupación humana se define a partir de lo que se propone. Esto moldea a los seres
humanos de forma diferente. Si definimos que nos agrupamos para tomar el poder, la forma
organizativa se define a partir de lo que entendemos sobre poder político. La primera concepción
de partido está en el "Manifiesto Comunista". Partido político es el movimiento de la clase. La clase
en movimiento en sí y para sí, conforme se organiza, crea una vanguardia, que pasa a mover la clase
en el sentido político. Es la manera como una rueda más pequeña mueve ruedas más grandes. El
partido, no es, por lo tanto, ni la rueda más pequeña, ni la rueda mayor, es la capacidad de la rueda
más pequeña para mover la rueda mayor. Por eso, con Lenin entendemos que no hay principios
estáticos en materia de organización.

150. Fueron 20 años en una coyuntura extremadamente difícil tras la mayor derrota de la clase
trabajadora con el fin de la Unión Soviética y de las demás experiencias de transición al socialismo
del este europeo. La Consulta Popular sobrevivió a un largo período de descenso, fragmentación y
dispersión de las fuerzas de izquierda. Mientras asistíamos a rachas sin fin, defecciones y crisis en
las organizaciones, nos fuimos constituyendo y cohesionando como parte de un campo, el Campo
del Proyecto Popular. Siempre reafirmando la necesidad de superar la crisis de pensamiento, de
práctica y de valores prevalecientes en la izquierda brasileña. Fue en contra de la hegemonía del
Ciclo PT que forjamos una columna de militantes del proyecto popular, no sin pérdidas por el
camino y alguna rotatividad.

151. En nuestra trayectoria dedicamos un intenso empeño en la construcción de la unidad,


dejando marcas y prácticas que incluso caracterizan nuestra militancia, constantemente
empeñada en la construcción de iniciativas unitarias. No es exagerado afirmar que construir la
unidad de las fuerzas de izquierda se ha convertido incluso en nuestra marca característica. Este
proceso -los ritmos, condicionamientos y concesiones- fue presionado por las conquistas
electorales y la experiencia de los gobiernos neodesarrollistas encabezados por el PT. En el año
2002 atravesamos una fase difícil con la victoria de Lula, cuestionando profundamente nuestro
sentido y existencia, superando esa crisis sólo en nuestra segunda Asamblea Nacional, con un salto
de calidad que inauguró una nueva herramienta política, prosiguiendo con otro formato y dotado
de definiciones políticas e ideológicas que aseguraron nuestra permanencia.

152. Siempre velamos por la cohesión del campo político que nos dio origen. La Consulta Popular
fue una iniciativa originalmente construida por el MST, MAB y MPA, que, junto a otros
movimientos, conforman lo que solemos llamar "campo del proyecto popular". Nuestro
surgimiento es bastante peculiar en la construcción de organizaciones de izquierda. A diferencia de
la construcción "clásica", en que una herramienta política se estructura, asume un programa y pasa
a actuar y construir herramientas sociales, nacemos en el proceso inverso. Esta marca "fundante"
nos proporciona dos características positivas. Una de ellas es la herencia organizativa de los
movimientos sociales, que fueron construidos en el enfrentamiento con aparatos burocratizados y
distanciados del trabajo de masas. La otra es que ese origen nos ha hecho parte inseparable de este
campo político, que nos trasciende como organización y simultáneamente nos asegura la
intervención política y social. Desde una perspectiva histórica, este campo del proyecto popular
siempre actuó de forma unitaria en los grandes momentos políticos, correspondiendo a la misma
estrategia política. Él actuó de forma cohesiva en todos los plebiscitos, en las articulaciones y en los
posicionamientos políticos en los momentos decisivos. Siempre fue el campo político que actuó
junto y así somos percibidos por el resto de las fuerzas de izquierda. La Consulta Popular cumplió
el papel de polo, volcada hacia el análisis político e ideológico, y como espacio de formulación
estratégica y táctica, además de haber sido responsable por la construcción de herramientas de
organización de masas en sectores donde hasta entonces nuestro campo político no tenía
presencia. Y eso es de gran importancia para nuestros desafíos organizativos. Por eso, uno de los
grandes pasos de nuestra 5ª Asamblea es el refuerzo en la construcción de la cohesión de nuestro
campo. Tarea compleja y difícil. Comprender el papel de la Consulta Popular en el interior del
campo y avanzar junto con el "campo político". Actuar de forma combinada y cohesiva dentro del
Frente Brasil Popular y juntos transformar una herramienta con la pluralidad del Frente en
herramienta del proyecto popular.

153. La aprobación del programa estratégico en nuestra 3ª Asamblea Nacional "Apolonio de


Carvalho", desde su preparación, y en su posterior aplicación, proporcionó la formación de un
cuerpo militante que comenzó a dar contornos claros a la organización, sin la cual, no hay
revolución. La comprensión, asimilación y esfuerzo formulador en torno a una estrategia centrada
en la conquista del poder de Estado pasa a ser la brújula y elemento constitutivo de nuestra
organización. Desde entonces, construimos una columna de militantes que cumple un papel cada
vez más importante en la lucha política, dotada de unidad ideológica, comprensión estratégica y
que viene demostrando capacidad de iniciativa política en diversos momentos decisivos. Es cierto
que no conseguimos asegurar que muchos de los principales cuadros políticos de los movimientos
populares que integran el campo del proyecto popular, principalmente en el ámbito de los estados,
se coloqyen prioritariamente en la construcción de nuestro instrumento político. A pesar de eso,
partiendo de una base de jóvenes militantes, y de la referencia y experiencia de los movimientos,
aumentamos lentamente, pero incesantemente, nuestra inserción en la clase trabajadora y nuestra
capacidad de incidencia en la lucha política.

154. Produjo resultados la combinación de acierto en la definición de la táctica, en la línea


política, y un cuerpo de militantes dedicados a la construcción de una organización volcada hacia
afuera. La Consulta Popular está presente en 18 estados brasileños, de forma heterogénea, pero
con unidad ideológica, disciplina militante, con militantes dotados de un programa estratégico y
táctico, buena formación política, con inserción en decenas de movimientos y organizaciones.
Militantes que ejercitan valores y prácticas socialistas y humanistas que serán fundamentales en
ese momento de reorganización de la izquierda. Somos la primera generación con la tarea histórica
de retomar el pensamiento y la organización revolucionaria tras el fin de la URSS y otras
experiencias de transición al socialismo. Nuestras generaciones ya no cuentan con un claro
horizonte socialista, con un movimiento comunista internacional que cumplía el papel de verdadero
ejército de la revolución mundial, con una situación en que optar por la lucha revolucionaria era un
camino casi sin retorno. Hoy, nuestro desafío es de otro tipo. Estamos asaltados por profundas
dudas ideológicas, cotidianamente propagadas, enfrentamos un enorme ámbito de teorías
revisionistas que sostienen la inviabilidad de las rupturas revolucionarias y contamos, más que
nunca, con el convencimiento y disposición de los que enfrentan todas esas dificultades. Esto exige
de los cuadros una generosidad y paciencia que no tuvieron la misma importancia en otros
momentos históricos. Es fundamental leer, conocer y estudiar otras experiencias organizativas,
incluso para conocer sus insuficiencias y las desviaciones que generaron. Pero tenemos que tener
la claridad de que no existen modelos. Que nuestro camino debe respetar nuestro proceso histórico
y la naturaleza específica de los desafíos que enfrentamos para reconstruir un pensamiento y una
organización revolucionaria.
155. Construimos una organización que valora el papel del militante constructor, verdadero
pedagogo popular, preocupado por mantener la unidad y reconociendo las iniciativas que surgen
del movimiento popular. Pretendemos mantenernos fieles a las resoluciones de nuestra 3ª
Asamblea, que ganan cada vez más actualidad: “Son características y tareas de ese nuevo
instrumento: establecer una línea política de estrategia y táctica de articulación de los diversos
movimientos, con respeto a la autonomía de esos movimientos, sin cooptación, sin control, sin
“aparatear”, pero al mismo tiempo creando una unidad política que establezca las prioridades en
las acciones conjuntas (en la alineación del debate estratégico, en la garantía del método, en la
formación, cuidado y control de los cuadros, en la disciplina partidista, en el sentimiento de
pertenencia, en el estímulo de la autoestima). Nacidos como consecuencia de la situación
producida por la experiencia petista, fuimos capaces, a la vez, de reconocer los signos históricos del
agotamiento de su papel, de su ciclo como herramienta revolucionaria y de formular la crítica a las
organizaciones cerradas, "supuestamente detentoras de la verdad revelada que un día será
finalmente descubierta por los trabajadores”. Apostamos a la acumulación y en vez de seguir el
esperado camino de concentrar energías en un proyecto organizativo que buscase sólo la
visibilidad, invertimos en un paciente y silencioso trabajo de construcción de las bases necesarias
para una organización de naturaleza revolucionaria. Hoy, la Consulta Popular es menos conocida
que agrupaciones menores con mucho menos influencia social, pero las concepciones que
propagamos trascienden en mucho nuestras filas militantes. Esto queda nítido cuando rescatamos
las grandes campañas unitarias en las que tuvimos el papel de principales impulsores: ALCA, Vale
do Rio Doce, Constituyente, así como en nuestra influencia en la construcción de actos unitarios y
en el Frente Brasil Popular.

156. Entre 2005 y 2007, discutimos qué tipo de instrumento político debería ser la CP, en un
período rico de formulación estratégica. Nos alineamos al pensamiento revolucionario
latinoamericano, reafirmando un programa estratégico que partió de una lectura de la formación
social y económica del pueblo brasileño, y afirmaba la centralidad de la construcción del proceso
revolucionario. Para ello enfrentamos cuatro decisivos debates: en cuanto al sujeto, al carácter de
la revolución, a la centralidad del poder y del Estado, y a la importancia del instrumento político.
Era importante para convertirnos en una organización política tener estrategia, unidad de acción y
centralismo democrático. Teníamos muchas cuestiones: ¿cómo hacer ese proceso trayendo
militantes que venían de otras tradiciones? ¿Cómo asumir elementos de naturaleza partidista? Este
paso fue dado en 2007, en nuestra III Asamblea Nacional "Apolonio de Carvalho", en la que nos
volvimos sólidos desde el punto de vista ideológico, y fuimos dando las respuestas que cada tiempo
histórico exigía.

157. En nuestra III Asamblea Nacional "Apolonio de Carvalho", dejamos de definirnos como un
movimiento político y pasamos a caracterizarnos como una organización de naturaleza partidista.
En el contenido, esto implicaba asumir el "centralismo democrático", la "unidad de acción" y la
"disciplina consciente", tres de los principales elementos que conforman el concepto de una
"organización leninista". Una cuestión necesaria y que era fácilmente comprendida por el conjunto
de la militancia. Sin embargo, como nos enseña Fidel Castro y la Revolución Cubana, un partido
revolucionario se construye y no se autoproclama. Con la decisión de proclamar como partido
político asumimos costos en las relaciones con los dirigentes y militantes de nuestro "campo
político", que persisten hasta el día de hoy. El partido es un proceso en construcción. Querer ser de
naturaleza partidaria no significa proclamarse. Al autoproclamarnos partido, aunque habíamos
acertado en el contenido y en la orientación de retomar los núcleos, perdimos una perspectiva
pedagógica, que pudiera involucrar, con tiempo necesario, luchadores y luchadoras del pueblo que
no quisieron acompañarnos en aquel momento. Muchos no siguieron en la construcción de la
organización, a pesar de seguir con nosotros en la lucha. El resultado de este embate definió el
curso del debate que desarrollamos y impactó en nuestras resoluciones. Percibimos que nuestro
desafío era, ante todo, didáctico. Convencer a los sectores más conscientes de la necesidad de
construir un instrumento orgánico de vanguardia es un proceso y no un momento político.
Construimos en nuestra militancia la conciencia de que somos sólo una parte de ese proceso de
construcción de la vanguardia. Desarrollamos la concepción de que lo importante es construir las
acciones y no sólo transformarlas en momentos de propaganda de una organización.

158. ¿Cómo asumir los conceptos leninistas de organización, ingresar en esta nueva fase, sin ser
absorbidos por el poder de atracción de los "modelos estalinistas"? Este fue un desafío teórico
que se plantea para nuestra organización a partir de 2007, cuando nos dedicamos a estudiar y
comprender en profundidad los pasos que habíamos dado en nuestra III Asamblea. Si reivindicamos
un cauce histórico construido a partir de organizaciones que hicieron la crítica radical al
pensamiento y forma de funcionamiento dogmático y estrecho que habían convertido a los partidos
comunistas en aparatos burocráticos, impotentes para las tareas revolucionarias, tenemos que ser
coherentes en nuestro diseño organizativo. Carlos Marighella es el símbolo principal de las
contribuciones de este cauce histórico en nuestro país. Él nos legó su lección sobre las divergencias
en el seno de la organización revolucionaria y los medios para afrontarlas. Rompiendo con la
tradición del período estalinista, que se convirtió en dogma y credo para amplios sectores de los
militantes de izquierda en nuestro país, el Comandante de la ALN rescató del marxismo y de las
contribuciones de Lenin enseñanzas que fueron abandonadas. A través de sus enseñanzas,
comprendemos que lo que nuestra trayectoria de construcción ya demostraba era un elemento
positivo en la medida en que "nuestro concepto de organización no es estático, ni dogmático, pues
no existe -según enseña la teoría marxista- leninista- ninguna organización abstracta. La
organización está siempre al servicio de una determinada línea política y tiene que sufrir los reflejos
del avance o de los reveses de la línea política".

159. En la IV Asamblea avanzamos en nuestra comprensión del cauce revolucionario


latinoamericano, debatiendo nuestra identidad marighellista, que equilibra nuestra comprensión
del instrumento político incorporando las concepciones leninistas comprobadas, como la unidad de
acción y el centralismo democrático, y comprendiendo que se presentaron en formatos distintos,
a lo largo de la historia, muchos más determinados por las necesidades concretas de cada proceso
que por algún modelo previamente definido. Asimilamos que la Revolución Cubana, en 1959,
retoma la tradición de la conquista del poder de Estado, rescatando lo mejor del cauce
revolucionario inaugurado con la Revolución Rusa en 1917. Que retoma la política como el arte de
construir una correlación de fuerzas, social, política y militar que permita transformar lo que se
aparenta imposible en este momento en algo posible en el futuro. Y, comprendemos que el
contenido de nuestro Programa Estratégico, aprobado en nuestra 3ª Asamblea Nacional “Apolonio
de Carvalho” en 2007, reafirma nuestra tradición política del cauce histórico latinoamericano.

160. La cohesión entre la Consulta Popular y los movimientos que integran el campo del Proyecto
Popular es una necesidad estratégica. Una de nuestras tareas principales hoy es contribuir a la
cohesión de nuestro campo, lo que nos plantea el desafío de la construcción de una dirección
cohesiva y la preocupación por acompañar y fortalecer las iniciativas que se construyen en cada
uno de los movimientos. Es necesario, sin embargo, reconocer que el campo político compuesto
por movimientos populares -que necesariamente necesitan ser amplios- es muy heterogéneo, tiene
en su interior diferentes concepciones ideológicas, además de contar también con elementos del
economicismo, del izquierdismo y del movimientismo. Saber enfrentar el debate ideológico y
preservar nuestra unidad es un constante desafío. Los movimientos necesitan del debate
ideológico, sobre la estrategia y la táctica. La Consulta Popular es el espacio que ha acumulado
experiencia y disposición para posibilitar la discusión fraterna y constructiva.
161. Reconocemos también nuestras debilidades organizativas. Crecimos poco y a pesar de haber
entrado muchos militantes en la organización, otros tantos no permanecieron. Esto viene
ocurriendo en toda la izquierda y está agravado en este momento tan difícil de la historia. Tenemos
gran heterogeneidad organizativa entre los estados. Nuestra Escuela de Formación aún no llegó al
conjunto de los militantes, y tuvo aún menor capacidad de llegar al conjunto del campo político,
sea por iniciativas propias de la organización, sea por iniciativa de los movimientos. Necesitamos
profundizar debates que hemos secundarizado, como la lucha electoral y la disputa del poder
institucional en general. En la cuestión electoral, nos hemos posicionado cada dos años de forma
amateur. Algunas veces con orientación insuficiente y retardataria. El conjunto del campo tiene
comprensión que hay que avanzar en la actuación electoral, sea en el ámbito municipal y estatal,
sea nacional. Aunque, después de 2007, con la 3ª Asamblea, hayamos dado pasos organizativos
significativos, avanzando en la construcción y el funcionamiento regular de núcleos y instancias
directivas, nuestro límite organizativo sigue siendo nuestra mayor laguna.

162. Con el golpe de 2016, hay un nuevo momento político en el país, que confirma nuestras
definiciones estratégicas. Es necesario desafiarnos a fortalecer nuestra organicidad que, desde el
trípode, siempre ha sido nuestro eslabón más frágil. Nacemos de la necesidad de una organización
política con tareas específicas a cumplir, que siguen actuales y necesarias, reforzadas aún más por
la coyuntura reciente del golpe, por la reapertura del debate estratégico y la reorganización de la
izquierda. Para mejor contribuir con nuestro campo político y con la reorganización de la izquierda
brasileña, es fundamental la profesionalización de nuestra organización. Construimos una columna
de militantes que cumple un papel importante en los estados y nacionalmente, en lo que se refiere
a la consolidación y ampliación de las alianzas en el campo democrático y popular, más allá del
campo político, demostrando capacidad de iniciativa política en diversos momentos importantes y
decisivos. A partir de esa acumulación es que tenemos condiciones de avanzar y contribuir con el
conjunto de nuestro campo político. Sufrimos una derrota profunda y nuestra tarea es recolocar la
revolución en el orden del día como perspectiva para la humanidad. El debate estratégico se
plantea en la coyuntura. Los caminos para la refundación de la izquierda están abiertos.
Reafirmamos la necesidad de constitución de frentes políticos, el principio de la vanguardia
compartida y la búsqueda por la unidad como camino necesario para la derrota del imperialismo,
enemigo de la liberación nacional y de la humanidad. Este proceso debe involucrar la construcción
de una nueva hegemonía en la vanguardia, la militancia y la sociedad. Se necesitan iniciativas en los
tres frentes. Somos parte del nuevo ciclo. Nuestra actuación en el Frente Brasil Popular presupone
disputar su contenido y su forma, para hacerla una herramienta con sentido estratégico, de diálogo
con las masas, y con capacidad de incorporar a los nuevos actores de la lucha política y económica.
Uno de los elementos a considerar en la reorganización de la izquierda es la crisis de referencia de
un amplio conjunto de militantes, huérfanos de una organización con horizonte socialista. Lo que
hemos construido hasta aquí nos ha colocado en una situación de mayor responsabilidad. Por otro
lado, nuestra organización está muy por debajo de lo que queremos y de la herramienta que Brasil
necesita. Las herramientas políticas son construcciones a largo plazo. La reorganización de la
izquierda no se dará en el corto plazo, no tendremos el establecimiento repentino de una nueva
organización hegemónica a la izquierda que instaure un nuevo ciclo. La coyuntura pide algo nuevo,
que apunta claramente a una construcción estratégica. En ese sentido, es necesario fortalecer la
Consulta Popular, para refundar la izquierda y el Brasil.
163. Construir fuerza propia para fortalecer el campo con mayor inserción del proyecto popular
en el interior de la clase obrera, como apuntan nuestras resoluciones de la última Asamblea y
plenarias. Como lo hicimos al asumir la nacionalización del Levante Popular de la Juventud, entre
otras iniciativas que, en conjunto, construyen las condiciones para la revolución brasileña. Pero
todavía es insuficiente. Nuestro campo no tiene el tamaño que necesita tener. Cuanto más bien
organizados, más contribuiremos al fortalecimiento del campo del proyecto popular. Nuestra gran
heterogeneidad en los estados no contribuye al avance del campo. Desde los núcleos es necesario
que la acción sea organizada en un plano que debe ser monitoreado y cumplido. Esta es la acción
que hace la organización. Reconocemos que los movimientos populares que conforman nuestro
campo poseen una valiosa estructura de cuadros y capacidad de actuación política. Esta naturaleza
contribuye a que la Consulta Popular pueda dedicarse a la construcción de fuerza propia en la
sociedad. Más que tomar decisiones, necesitamos avanzar en nuestra capacidad de garantizar que
suceda, preservando nuestra unidad política, ideológica y la construcción de base real.

Desafíos y compromisos organizativos para el próximo período

164. Profesionalizar la Consulta Popular, dotando a la organización de (1) un plan para la


construcción nacional y estatal con prioridades y objetivos. Profesional es especializar tareas.
(2) Método de dirección. Necesitamos un conjunto mayor de dirigentes de nuestro campo más
precisos. Con la ampliación de los militantes liberados, dedicados a la construcción de la
organización nacional y en cada estado. (3) Mayor seguimiento de los estados y núcleos, lo que
busca disminuir la heterogeneidad organizativa entre los estados (con fortalecimiento de las
direcciones, elaboración de planes de construcción, etc.). (4) Elección de prioridades y metas
organizativas desde las estructuras básicas de la Consulta Popular. (5) Levantar las razones de la
transitoriedad de la militancia y orientar a la organización en medidas que superen el desafío. (6)
Debatir el papel de los sectores, tamaño, estructura, forma de funcionamiento, y diferenciar el
sector y la autoorganización.

165. Crecimiento cuantitativo y cualitativo de la organización. (1) Ponernos el desafío de duplicar


nuestro tamaño en tres años. (2) Avanzar en la inserción en sectores y ciudades estratégicas. (3)
Avanzar en el nucleamiento de militantes de sectores estratégicos. (4) Expandirnos a los estados
donde no estamos. (5) Perfeccionar y calificar un método nacional de nucleamiento, que contribuya
a una política de reclutamiento continuado. (6) Revisar cómo los dirigentes de los movimientos del
campo participan en la estructura organizativa. (7) Proporcionar intercambio de experiencia y
sistematización sobre funcionamiento de los núcleos. (8) Producir una nueva cartilla sobre los
núcleos. (9) Colocarnos como referencia para una militancia huérfana de un instrumento político
dedicado a la revolución, con centralidad en la lucha. (10) Vacunarnos contra el reformismo,
comprendiendo sus límites para el proceso revolucionario.

166. Avanzar en la elaboración y operacionalización de una política de finanzas, que incluya


iniciativas desde los núcleos. Superar la visión amateur de la cuestión. Ser profesionales,
desarrollando más acciones que resuelvan nuestros desafíos. Las finanzas implican una relación
política y dedicación constante. Esta limitación exige una actuación más firme de la dirección, y de
cada uno de los núcleos, a través de la incorporación de la percepción de que esa tarea es de
extrema importancia para el proceso revolucionario. Una vez incorporada la preocupación, ella
necesita traducirse en acciones concretas, organizadas y monitoreadas a través del establecimiento
de metas. Pensar en emprendimientos que generen divisas, colectivos de profesionales que puedan
también ser alternativa de trabajo para militantes, la calificación de cuadros dedicados al
levantamiento de recursos y la sustentación material de la organización.
167. Calificar la Dirección Nacional y la Secretaría Operativa. (1) Es necesario fortalecer nuestro
núcleo dirigente. Necesitamos construir un instrumento fuerte y cohesivo con confianza política y
núcleos dirigentes en los estados. (2) Tener un conjunto mayor de integrantes de la DN y de la
secretaría liberados. (3) Desarrollar el método de dirección, teniendo en vista el conjunto del campo
político, contribuyendo a superar deficiencias en los estados resultantes de la fragilidad de las
instancias. (4) Reforzar la práctica sistemática de la crítica y autocrítica en los núcleos y direcciones
como herramienta que nos permite evaluar para avanzar más; desarrollando el organismo
colectivo.

168. Profesionalizar, expandir y diversificar la Escuela de formación de la Consulta Popular. (1)


Asegurar que tiene la regularidad y el carácter nacional y una puntería perfecta, método y
contenido. (2) Producir la cartilla de la escuela de formación. (4) Reforzar el cultivo de la mística y
la apropiación y estudio de los principios y valores de una práctica militante socialista y humanista.
(5) Consolidar nuestro cauce histórico revolucionario latinoamericano (6) Avanzar en el estudio y
comprensión del marxismo. Calificar nuestra comprensión del marxismo como ciencia de la
sociedad y de la historia, para enfrentar los complejos desafíos que tienden a ser colocados en este
próximo período. Munidos de esta calificación, seremos capaces de extraer las lecciones teórico-
históricas de nuestras experiencias y enfrentar toda la gama de teorías posmodernistas y
revisionistas que resurge constantemente, exigiéndonos un firme posicionamiento.

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