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Nacional de la Consulta
Popular "Zilda Xavier"
Resumen
5. El neoliberalismo pasa actualmente por dos crisis. La primera es económica y financiera, oriunda
de una crisis de superproducción y especulación financiera e inmobiliaria, proveniente del alto
grado de endeudamiento de los Estados y de las familias en las formaciones sociales imperialistas.
Esta crisis es profunda y prolongada y no se sabe aún su duración. Por su parte, en los últimos años,
ha producido una crisis política y social que está en la base de los nuevos nacionalismos autoritarios.
El matrimonio entre la democracia representativa limitada por la competencia electoral y el
neoliberalismo parece haberse agotado. Esto se deriva tanto del debilitamiento del sindicalismo y
de los partidos de izquierda que el neoliberalismo logró realizar, como de la adopción de terceras
vías por parte de partidos socialdemócratas como el Partido Laborista en Gran Bretaña y el Partido
Demócrata en Estados Unidos. El abandono de la defensa del empleo, la flexibilización laboral
frente a las políticas de privatización y el fin del Estado de bienestar social, hicieron que la clase
trabajadora que sufrió con los efectos del neoliberalismo y de la internacionalización productiva se
haya convertido en la base del nacionalismo autoritario. Este nuevo nacionalismo coloca a los
inmigrantes y China como los demonios a ser combatidos, en provecho del capital financiero.
6. Estamos en un momento de una contraofensiva neoliberal. Las salidas señaladas por los
diferentes gobiernos no ponen en jaque el papel del capital financiero, la internacionalización
productiva y la privatización de los bienes y servicios públicos. Además, está claro que el principal
objetivo es la disminución de las políticas sociales y la retirada de los derechos de los trabajadores.
El neoliberalismo puede dividirse en tres fases (que no son necesariamente excluyentes y abruptas):
la primera, entre 1970 y 1990, es el momento de implantación y de fuerte ofensiva contra los
trabajadores; la segunda, de los años 1990 hasta 2008, está marcada por las "terceras vías", que
ejercieron un papel importante, con gobiernos que aplicaron políticas contradictorias para su
tradición política partidista y para su base social; la tercera va de 2008 hasta el momento actual, en
que hay una contraofensiva, pautada no sólo en el intento de garantizar acuerdos de libre comercio
y privatizaciones de los servicios públicos, sino mantener la propiedad intelectual de las inversiones
externas; lo que tiene un fuerte impacto sobre las soberanías nacionales y sobre los derechos
sociales, laborales y ambientales.
7. El nuevo papel del Estado chino en la política internacional pasa por el aumento significativo
del crecimiento económico del país, que está basado tanto en una política de alcance de un alto
nivel de ciencia, tecnología y educación, como en el aumento de las inversiones externas en
infraestructura y en la construcción de una gran malla de transportes - la nueva ruta de la seda.
Además, el Estado chino ha buscado invertir más en su capacidad militar, especialmente en las
fuerzas navales, lo que está ligado al creciente conflicto en los mares del sur y norte de China. A
pesar de eso, y de saber que nunca hubo en la historia la consolidación de una potencia sin
conflictos armados, no podemos decir que China sea imperialista, dado que el Estado no tiene una
práctica política intervencionista sobre otros Estados y no utiliza bases militares para mantener sus
inversiones.
8. Las relaciones entre Estados Unidos y China son siamesas, pautadas por la complementariedad,
la dependencia y los conflictos. Desde 2008 ha habido un aumento de los intercambios entre los
países, las inversiones externas directas son muy altas y se centran en la construcción de joint
ventures y de cadenas productivas. China es la principal poseedora de los títulos del tesoro
estadounidense. Esta situación hace que un conflicto directo entre los dos Estados no sea una
opción fácil y próxima.
9. La agrupación BRICS, que reúne a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, fue muy importante
para traer un nuevo equilibrio de poder internacional, y cumplió un papel destacado en la crítica
al sistema Bretton Woods. La creación del Banco de Desarrollo y del Acuerdo de Convergencia será
fundamental para la existencia de una alternativa de financiación y de práctica política en las
relaciones internacionales. A pesar del aparente cambio de perfil y énfasis que la política exterior
brasileña parece estar dando al bloque tras el impeachment de la presidenta Dilma, esa debe ser
una coalición fundamental para las relaciones internacionales de los próximos años. Los BRICS
poseen arsenales militares y nucleares importantes, véase el destaque de la intervención rusa en la
guerra de Siria y el aumento del conflicto en el Mar del Sur de China. Además, el aumento de las
inversiones extranjeras chinas ha traído una nueva dinámica a la economía política internacional,
que impacta directamente en las economías periféricas.
11. Estas economías han sido fuertemente golpeadas por la crisis económica en los últimos
períodos, lo que impacta directamente en la capacidad de disputa geopolítica. Además, los BRICS
perdieron su fuerza de polo contrahegemónico, aunque la implementación del Banco de Desarrollo
está caminando. Cabe destacar que la disputa entre EEUU x China / Rusia no se trata de una disputa
interimperialista. Aunque el Estado chino ha hecho inversiones económicas de gran tamaño en
diversas regiones del mundo, entre ellas América Latina, su política exterior no se ha caracterizado
por una práctica intervencionista sobre las demás naciones.
12. La ofensiva neoliberal en América Latina en la década de 1990 generó impactos directos en
las condiciones de vida de las clases trabajadoras. Frente a un empeoramiento en ese cuadro,
asistimos a un proceso de resistencia y movilizaciones populares en todo el continente, que
contribuyeron con la elección de un conjunto de gobiernos de izquierda y de centroizquierda (a
partir de 1998 hasta aproximadamente 2014), lo que se ha convenido llamar "gobiernos
progresistas". Estos gobiernos se eligieron bajo banderas antineoliberales y, en diferentes medidas,
aplicaron políticas de carácter neodesarrollista, colocando a los Estados como inductores del
crecimiento económico y distribuidores de renta (a través de políticas económicas y sociales),
aunque no rompían completamente con muchas de las "amarras "Neoliberales acuñados en la
década anterior. Además, los "gobiernos progresistas" entraron en conflictos, directamente
directos, con la política exterior de Estados Unidos para América Latina. En este sentido, creados
diversos organismos de integración regional, como la UNASUR, la CELAC y el ALBA, que buscaban
proyectos de soberanía y cooperación sin la presencia de los Estados Unidos. Sin embargo, varios
otros gobiernos de América Latina siguieron alineados y sirvientes al imperialismo estadounidense.
En síntesis, se caracterizaba la existencia de proyectos en disputa en la región, que por un
determinado período fueron capaces de colocar a EEUU en la defensiva.
14. En especial, Venezuela ha sufrido crecientes ataques internacionales, que pasan por aspectos
político-ideológicos, con la actuación de varios gobiernos, principalmente el de EEUU, además de
la actuación conjunta de las grandes empresas de comunicación del mundo, pero también por
aspectos económicos, ataques especulativos contra la economía venezolana, 13 sumados a boicots
y bloqueos de empresas multinacionales y de bancos, buscando desestabilizar el país. Desde la
elección de Chávez en 1998, Venezuela ha vivido diversos episodios de ataques internacionales. Sin
embargo, después de la muerte de Hugo Chávez en 2013 y de la elección de Nicolás Maduro como
presidente, hubo un cambio cualitativo y cuantitativo de los ataques. En el período reciente, desde
abril de 2017, parcelas de la oposición han recurrido a manifestaciones de carácter fascista, que
practican la violencia y el odio contra la población, llevando a más de 100 muertos en el país, todo
ello articulado con una masiva ofensiva política y mediática a nivel internacional. El gobierno
bolivariano convocó a su pueblo a realizar una nueva Asamblea Nacional Constituyente para
alcanzar la paz, profundizar la democracia y la participación popular y discutir los rumbos de la
economía y los cambios necesarios en el modelo rentista petrolero del que aún depende el país.
Las elecciones de los 545 diputados constituyentes el 30 de julio de 2017, con más de 8 millones de
votos, es, con vistas a las votaciones del chavismo en los últimos 20 años, un número histórico. Sin
embargo, el proceso se produjo sin la participación de la oposición, que se negó a responder a los
innumerables llamados diálogo del gobierno y de las instituciones del Estado venezolano.
Los límites de los gobiernos progresistas y los desafíos determinados por la ausencia de una
retaguardia estratégica para los procesos revolucionarios
15. Esta alteración de la correlación de fuerzas trae a la luz los cuestionamientos acerca de los
límites de los avances que estos gobiernos obtuvieron y su relación con la ausencia de una
retaguardia estratégica a nivel internacional. Es importante comprender lo que queremos decir
con retaguardia estratégica. Podemos ejemplificar que las revoluciones triunfantes del siglo XX
contaron con la retaguardia 14 de la URSS de forma decisiva; a su vez, la Revolución rusa se dio en
el seno de la profunda división causada por la Primera Guerra Mundial. Con el fin de la URSS, la
estrategia revolucionaria de la conquista del poder del Estado enfrenta un inmenso desafío y los
gobiernos progresistas de América Latina se enfrentaron a ese límite histórico. Incluso aquellos que
lograron elevar el nivel de conciencia de las masas, profundizar su organización y avanzar en
reformas democráticas y populares, tales como los gobiernos del ALBA, enfrentan un cuadro
extremadamente difícil para controlar efectivamente el Estado y transformarlo. 16. Es importante
destacar que la ausencia de una retaguardia estratégica dificulta, pero no inviabiliza
necesariamente la toma del poder del Estado en la actual coyuntura. Lo que queremos decir con
esta afirmación es que más que conquistar el poder del Estado, hay que mantenerlo, y es en ese
aspecto que es fundamental la existencia de una retaguardia económica, política y militar. Por lo
tanto, debemos ser conscientes de que el actual contexto plantea para los revolucionarios desafíos
nuevos y crecientes, como asistimos en Venezuela.
La importancia de la integración, del internacionalismo y de la solidaridad con todos los pueblos
del mundo
17. Los ataques a los organismos de integración. En el caso de América Latina, hemos tenido
diversos avances en la integración continental en los últimos quince años, tanto en el aspecto
institucional-de integración entre gobiernos-, como en el aspecto de la integración entre
organizaciones políticas y populares. Con la conformación del campo de gobiernos progresistas,
vimos avanzar importantes iniciativas, como la Unasur, la CELAC y el ALBA, además de la ampliación
y fortalecimiento del Mercosur. Estas iniciativas tuvieron mucho más énfasis en la integración
económica e institucional / diplomática, y se limitaron en el sentido de avanzar en la construcción
de espacios de organización de la resistencia de los pueblos latinoamericanos. Con las recientes
pérdidas electorales y los golpes en varios países de la región, esos organismos, con excepción del
ALBA, han sido dejados en el olvido ante un fortalecimiento de la OEA, que es comandada desde
Washington. En especial el Mercosur ha sido blanco de ataque de los frentes golpistas, que se han
articulado recientemente para imponer la suspensión de Venezuela del bloque. La burguesía
interna brasileña, una de las principales beneficiarias del Mercosur dadas las exportaciones e
inversiones relacionadas con los Estados miembros y su dependencia y fragilidad política, no tiene
interés en apoyar un proceso que tenga mayor institucionalización, y de carácter anti- imperialista
y popular.
18. Las raíces de la integración de los Movimientos Populares en las Américas están en la lucha
popular antineoliberal contra los Acuerdos de Libre Comercio, a partir de la cual construimos
importantes iniciativas en el período reciente. Desde finales de los años 1990, construimos
campañas y articulaciones continentales, que en un determinado período se concentraron en las
"Asambleas de Movimientos Sociales" de las diversas ediciones del Foro Social Mundial (FSM). Este
espacio fue paulatinamente perdiendo el sentido, siendo que después del entierro del ALCA en
2005, en Mar del Plata, ya no logró construir banderas de lucha a nivel continental que fueran
capaces de unificar sectores tan diversos como los que se reunieron alrededor de la lucha contra el
ALCA.
22. La Asamblea Internacional de los Movimientos y Organizaciones de los Pueblos parte de esta
acumulación de los últimos diez años de diálogos, intercambios y construcción conjunta, que
culminará en la realización de la Asamblea Internacional de los Pueblos, en marzo de 2018. La
Asamblea se realizará en Caracas, en la República Bolivariana de Venezuela, también como forma
de homenaje y solidaridad a la lucha y la resistencia antiimperialista del bravo pueblo de Bolívar.
Más que un evento, la Asamblea será un espacio de celebración de esta articulación, que ya está
en curso, de encuentro y unidad entre los diversos movimientos y organizaciones que están en
lucha antiimperialista, anticapitalista y antipatriarcal, en todo el mundo.
23. El principio del internacionalismo. En nuestra III Asamblea Nacional, en 2007, elegimos el
internacionalismo como uno de los principios políticos de nuestra organización, y afirmamos que
"nuestros militantes y nuestra organización deben siempre practicar acciones de cooperación y
solidaridad con organizaciones que luchan por la misma causa en cualquier parte del mundo El
internacionalismo nos hace comprender que sólo habrá igualdad para los trabajadores y entre las
naciones cuando se supere el sistema de explotación en todos los países del mundo ". El
imperialismo es el enemigo principal de la humanidad, afirmamos en aquella ocasión, y desde
entonces reforzamos y actualizamos esta comprensión, como podemos ver en diversas
conclusiones de Plenarias, Asambleas y reuniones de la Dirección Nacional. 24. Reafirmamos
nuestro compromiso con la construcción de un Proyecto Popular para Brasil, y también para
América Latina y para el mundo, de carácter esencialmente antiimperialista, anticapitalista y
antipatriarcal, hacia la integración entre los pueblos del mundo, con respecto a la integración
soberanía y autodeterminación.
II
26. Una nueva generación entró en lucha, revitalizando el pensamiento revolucionario. Aunque
el eje diferenciador fue la vía armada, esas nuevas luchas representaron la reanudación de la
iniciativa, de la capacidad de construirse en la acción y la definición del poder como cuestión
central de la estrategia. Esta idea, formulada en julio de 1967, cuando se realiza en La Habana la
Primera Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), proseguirá hasta
finales de la década de los 90, consolidando una concepción estratégica que identifica al
imperialismo como el enemigo principal, las clases y fracciones que potencialmente lo apoyan, los
sujetos revolucionarios y las alianzas necesarias, la combinación de formas de lucha y el carácter
del programa. Tal concepción estará presente en el triunfo revolucionario sandinista en 1979, en
los procesos revolucionarios de El Salvador, Granada, Guatemala y Colombia, influyendo
decisivamente en las definiciones programáticas de las principales organizaciones de izquierda de
nuestro continente.
27. La concepción estratégica centrada en la conquista del poder del Estado, que identifica las
victorias electorales en los aparatos administrativos como un paso importante para la
acumulación de fuerzas, también influenciará al PT, que, en su 5º Encuentro Nacional, adopta las
concepciones que quedaron conocidas como "Programa Democrático Popular". La Resolución
afirma: "(...) En la lucha por el socialismo, es necesario distinguir dos momentos estratégicos que,
a pesar de su estrecha relación de continuidad, son de naturaleza diferente. El primero se refiere a
la toma del poder político. El segundo se refiere a la construcción de la sociedad socialista sobre las
condiciones materiales, políticas, etc. Y más adelante: “en las condiciones de Brasil, un gobierno
capaz de realizar las tareas democráticas y populares, de carácter anti-imperialista, antilatifundista
y antimonopolio -tareas no efectivizadas por la burguesía- tiene un doble significado: en primer
lugar , es un gobierno de fuerzas sociales en choque con el capitalismo y el orden burgués, por lo
tanto, un gobierno hegemonizado por el proletariado, y que sólo podrá viabilizarse con una ruptura
revolucionaria; en segundo lugar, la realización de las tareas que se propone exige la adopción
concomitante de medidas de carácter socialista en sectores esenciales de la economía y el
enfrentamiento de la resistencia capitalista. Por estas condiciones, un gobierno de esa naturaleza
no representa la formulación de una nueva teoría de las etapas, imaginando una etapa democrática
popular, y, lo que es más grave, creando ilusiones, en amplios sectores, en la posibilidad de una
nueva fase del capitalismo, fase democrática y popular”. Como se ve, la conquista electoral del
gobierno federal no es confundida con la "conquista del poder de Estado", cuya viabilización exigirá
una "ruptura revolucionaria". En resumen, las definiciones estratégicas consideraban que la victoria
del PT en el gobierno federal se daría en un contexto de "radicalización de la lucha de clases". La
conquista de prefecturas, sillas en el parlamento y gobiernos estatales integraría un proceso de
acumulación de fuerzas.
29. Nuestra definición estratégica rescata la acumulación teórica del "Cauce Histórico
Revolucionario Latinoamericano". Tal construcción estratégica, cuyo objetivo central es posibilitar
una transición al socialismo, reconociendo el carácter nacional, democrático y popular, alianzas
necesarias y posibles, diferentes caminos utilizados, tiene su núcleo en los siguientes parágrafos:
(...) "Para los marxistas-leninistas el problema central de la revolución es la toma del poder. Esto
significa propiciar las condiciones materiales y subjetivas que permitan avanzar
ininterrumpidamente el proceso hacia la etapa socialista. La primera y más importante de estas
condiciones es la destrucción del aparato estatal burgués y su suplantación por un Estado
revolucionario basado en la hegemonía del proletariado en estrecha alianza con las demás clases y
sectores populares. Esta ruptura histórica es insustituible en toda revolución verdadera. (...) "No
todos los componentes del Estado burgués pueden ser destruidos al mismo tiempo, ni con iguales
métodos, pero el núcleo del aparato del Estado, su fuerza represiva, es la clave para conseguir el
dominio sobre el resto del cuerpo estatal, por lo que su destrucción es la prioridad indispensable y
definitoria del triunfo de cualquier revolución. El aparato represivo es, en última instancia, aquello
que garantiza a la burguesía la conservación del poder, como se hace evidente en las situaciones
de crisis." No es difícil reconocer una nítida identidad tanto con la formulación que rescatamos en
nuestra 3ª Asamblea Nacional, cuanto con las adoptadas en el 5º Encuentro Nacional del PT.
Una profunda alteración en la correlación de fuerzas en todo el mundo impacta las
estrategias revolucionarias
30. El fin de la URSS y de las demás experiencias de transición socialista del este europeo alteran
la correlación de fuerzas en los planos militar, político, económico e ideológico, inaugurando un
período de defensiva estratégica para la clase articulada en nuestro continente, a lo largo de la
década de los años 90. La defensiva, especialmente en el terreno ideológico, producirá un enorme
impacto en la mayoría de las organizaciones de izquierda. Estos impactos, sumados a una
correlación de fuerzas desfavorables y un armazón de blindaje económico y jurídico, implicaron
cambios programáticos en la gran mayoría de las organizaciones de izquierda, como señalamos en
el texto "Sobre el Instrumento Político" (2005). Después de enumerar las características
coyunturales que emergieron con la nueva correlación de fuerzas, el texto rescata algunos
elementos de sus reflejos en el debate y construcción estratégica del PT, que merecen ser
recordados:
c) durante la lucha contra la dictadura, la izquierda brasileña centró su programa en torno a las
libertades democráticas. Esta cuestión que era correcta y adecuada para aquel momento histórico,
contribuyó para oscurecer la crítica al carácter de clase de la democracia como instrumento de
dominación burguesa. Las ideas que identificaban a nuestra controlada democracia burguesa como
un bien universal proliferaron sin ningún significativo enfrentamiento ideológico. Los cursos de
formación del PT (mientras existieron), identificaban al Estado como una especie de entidad neutra,
desprovista del contenido de clase;
d) Los límites del proyecto "socialdemócrata" en el momento actual. La historia nos muestra que el
reformismo sólo avanzó en determinadas condiciones, es decir, cuando existe crecimiento de la
economía capitalista, cuando existen posibilidades de ampliar el mercado interno, cuando existe
una situación internacional favorable. La inexistencia de tales factores determinó que las ideas
"socialdemócratas", al llegar a los gobiernos locales o nacionales, se limitaran a reproducir el
modelo neoliberal, impotentes para esbozar cualquier alternativa con mínima credibilidad.
Los desafíos planteados por el final de una retaguardia estratégica decisiva en las
revoluciones triunfantes del siglo XX
31. La URSS y los países del este europeo también representaban una decisiva "retaguardia
estratégica", que se mostró nítida en episodios como la llamada "Crisis de los Misiles", en octubre
de 1962, y en el apoyo económico y militar tanto a los procesos de liberación nacional en África
y Asia, como a la Revolución Sandinista, a partir de 1979. La ausencia de esa "retaguardia
estratégica" representada geopolítica y militarmente por la URSS y su campo de países, no altera la
corrección del objetivo estratégico centrado en la conquista del poder de Estado, pero, al
proporcionar una correlación de fuerzas internacionales desfavorables, obliga a los revolucionarios
a controlar el ritmo de sus avances en cada país, construyendo articulaciones y alianzas con bloques
que enfrenta la potencia hegemónica. La correlación de fuerzas internacionales, que siempre ha
sido un elemento central para posibilitar la conquista revolucionaria del Estado, gana enorme
relevancia. Se amplía, mucho, el desafío revolucionario.
32. Impactos económicos, políticos, militares e ideológicos. Sin adentrarse en los cambios del
proceso productivo que determinaron reestructuraciones del trabajo e impactaron a las
organizaciones sindicales, la ofensiva neoliberal causó gigantescas alteraciones que cobraron un
precio alto para las fuerzas populares. Como ya afirmábamos en nuestros documentos, el rápido
desmantelamiento de los Estados nacionales con las aceleradas privatizaciones, tanto en las áreas
estratégicas de la economía, como en la prestación de servicios públicos, profundizó la dependencia
económica externa. La dependencia fue cristalizada por instrumentos jurídicos que blindaron tal
situación. El Estado vaciado perdió la capacidad de generar empleos y de interferir en los rumbos
económicos. Cualquier decisión de un Estado nacional solamente subsiste cuando es avalada por el
sistema financiero nacional e internacional, que contribuyó a determinar que el horizonte de la
política como 'arte de lo posible' se rebaje todavía más.
33. La "ventana histórica" que se abre hacia las fuerzas progresistas y de izquierda a partir de la
impopularidad generada por los gobiernos de la ofensiva neoliberal de la década de los 90
planteó un nuevo y complejo desafío incluso para las organizaciones políticas que se mantuvieron
firmes en la "estrategia centrada en la conquista del poder de Estado". La ausencia de la
retaguardia estratégica, que estaba representada por la URSS y demás países del este europeo que
experimentaron experiencias de transición al socialismo, generó una correlación de fuerzas en el
escenario mundial limitante de para los avances revolucionarios. El ejemplo más emblemático de
esta dificultad es el momento en que Chávez derrota el golpe de abril de 2002. A pesar de contar
con el apoyo de amplias masas movilizadas y parte sustancial de los sectores militares con mayor
capacidad de combate, había un nítido limitador geopolítico para aprovechar la situación y avanzar
más allá de la derrota institucional de los golpistas, conquistando el conjunto de los aparatos del
Estado. Por lo tanto, la cuestión de la conquista del Estado no se planteó en el plano inmediato,
ante la ausencia de una "retaguardia" en el plano internacional, manteniéndose como consecución
estratégica en construir ahora las condiciones y acúmulos para hacerla posible en otro momento.
35. Al contrario de lo que preveían las resoluciones del PT en la década de los 80, la victoria de
Lula no ocurrió en un proceso de "alza de la lucha de clases." Si consideramos los índices de
número de huelgas, dados por el DIEESE como un indicativo de la capacidad de lucha y organización
del movimiento, el PT llega al gobierno federal en 2002, en el auge del descenso de la lucha de
masas. Su táctica había sido gradualmente centrada en la lucha electoral. La desorganización de los
espacios orgánicos colectivos y la secundarización del trabajo de base, producto de la transición del
partido a una máquina electoral, transformaron las resoluciones estratégicas del 5º Encuentro
Nacional en un mero registro histórico.
36. Una estrategia no es un texto decorativo que consta en resoluciones congresuales. Sólo puede
ser considerada como tal cuando efectivamente pauta y determina todas las acciones tácticas de
una organización. En las famosas resoluciones del 5º Encuentro Nacional del PT, la conquista
electoral del gobierno federal sólo podría darse en un contexto de "alza de la lucha de clases", así
como la lucha por las reformas previstas en el "programa democrático popular" radicalizaría el
proceso político, posibilitando la comprensión de la necesidad de la conquista del poder del Estado.
Sin embargo, en 2002, ante circunstancias completamente distintas, ya no se percibía ninguna
presencia de esos objetivos estratégicos, que apenas durante algunos años de finales de la década
de los 80 habían logrado convertirse en mayoritarios en las instancias del PT. Entre los principales
dirigentes, que determinaron los rumbos del gobierno, pesaba la ilusión de que con la "nueva
situación mundial" la burguesía se acomodaría y ya no buscaría una salida no institucional para la
pérdida parcial de uno de los aparatos del Estado. Era posible seguir ganando indefinidamente
espacios administrativos.
37. Son los impactos económicos de la crisis mundial, que nos alcanzan desde finales de 2008,
que generan las condiciones objetivas para el cierre de la "ventana "histórica" de los gobiernos
progresistas y de izquierda. Se ha vuelto cada vez más claro que esta contraofensiva forma parte
de una estrategia articulada por el imperialismo estadounidense, que busca de todas las maneras
retomar sus posiciones en el continente, actuando en la imposición de derrotas a los gobiernos
progresistas. Estos gobiernos, en los últimos 15 años, buscaron responder a las aspiraciones de
construcción de Estados Naciones con mayor grado de soberanía política a partir de proyectos
antineoliberales. Desde marzo de 2015, cuando realizamos nuestra V Plenaria Nacional "Florestan
Fernandes", ese escenario fue identificado por nuestra organización: "(...) El imperialismo busca
violentamente reanudar sus posiciones en el continente. "Derribar al gobierno bolivariano de
Venezuela, alejar a los BRICS, acabar con los gobiernos progresistas, neutralizar la influencia de
Cuba y atender a los intereses de las corporaciones estadounidenses.", ... "América Latina es hoy
blanco de los Estados Unidos. El imperialismo en la región no tuvo éxito, y ejemplo de ello es la
actual crisis que vive México, considerado por algunos analistas como un Estado fallido, tanto en
términos de gobierno y de economía. Hasta hace poco, México era el principal ejemplo para los
países de América Latina de cómo ser neoliberal y aliado de Estados Unidos podría ser bueno para
el propio país. Hoy en ese país ocurren muchas movilizaciones populares de reacción a los efectos
nocivos de ese proceso."," (...) Al mismo tiempo, se pueden ver las debilidades del campo
progresista en América Latina. El impulso de crecimiento ofrecido por el colapso del neoliberalismo
se ha agotado, abriendo espacio para la crisis. Es decir, no ocurrieron tantos cambios en la
hegemonía interna de cada uno de los países de América Latina, sino que se produjo un brote de
crecimiento impulsado por el fracaso del neoliberalismo. En otras palabras, tuvimos más fortuna
que virtud. Los países que han vivido los gobiernos progresistas ya llegan a su cuarta elección,
ofreciendo la posibilidad de comparación entre lo que estos gobiernos fueron capaces de ofrecer a
la población y el período anterior, así como la comparación entre la expectativa creada y lo de
hecho realizado. (...) Esto aumenta la exigencia para que esas experiencias evolucionen hacia otras
más avanzadas y contribuye al agotamiento del ciclo neodesarrollista vivenciado en Brasil, ya que
la coyuntura internacional no será más favorable. Brasil es un área central de expansión del capital,
con mercado consumidor y fuentes de energía estratégicas. En ese escenario de disputa
internacional cada día más intenso, los gobiernos latinoamericanos serán cada día más disputados,
sea electoralmente, sea por golpes.
38. Considerando tanto los desafíos planteados por la ausencia de una "retaguardia estratégica",
como los límites institucionales de cada país ante una situación económica cada vez más
desfavorable, el criterio para proceder a un balance de cada experiencia de gobierno progresista
en nuestro continente no puede ser simplemente su capacidad de reelección o victorias
electorales. El más adecuado es recurrir a las cuestiones formuladas por Lenin para medir la
corrección de una táctica: "a) ¿cómo elevamos el nivel de conciencia política de las masas? ¿Cuándo
nuestras experiencias parlamentarias sirvieron para educar a la clase, politizar al pueblo? b)
¿cuánto contribuimos para fomentar la organización autónoma del pueblo? c) ¿cuánto esta táctica
nos ha acercado a nuestros objetivos estratégicos?
39. Es en este contexto que las derrotas electorales en cada uno de nuestros países, por más
impactantes que sean, conformando una correlación de fuerzas cada vez más desfavorable en el
plano continental, poseen diferencias fundamentales que no permiten, en todos los países, que
se hable de derrota estratégica, como sí es posible en el caso brasileño. Incluso perdiendo
elecciones, el saldo en el ámbito de la organización popular, el nivel de conciencia de las masas y la
comprensión de un proyecto político posibilita una acumulación decisiva, capaz de enfrentar el
nuevo período de ofensiva neoliberal con mejores recursos y potencialidades.
40. Estamos ante una "derrota estratégica", cuando las victorias tácticas del enemigo plantean la
concreta posibilidad de destruir nuestra capacidad de acción, que es su gran objetivo estratégico.
Es decir, la posibilidad de destruirnos pasa a ser una realidad posible e inmediata para el enemigo,
empujándonos hacia una situación defensiva. La destrucción puede ser física, como en diversas
situaciones represivas que han diezmado a las organizaciones populares, o moral, cuando
destruyen o sacuden fuertemente nuestro mayor patrimonio. O combinar ambas posibilidades.
Una derrota política genera desánimo, pulverización y explicaciones simplistas. Crecen los análisis
que identifican estar ante una profunda derrota política, que crecientemente viene siendo definida
como una derrota estratégica. En general se identifica una "derrota estratégica" a partir de su
impacto en la correlación de fuerzas y probables efectos duraderos. Pero en nuestro caso, la
consumación del cerco político con el golpe y la limitada capacidad de resistencia establecen para
el enemigo una enorme posibilidad de destruirnos. Este elemento es lo que determina el concepto.
Es evidente que una derrota estratégica es la derrota de una determinada estrategia que, en el caso
brasileño, fue consciente o inconscientemente formulada, aplicada y pautó tanto las directrices de
gobierno como los principales movimientos políticos de las últimas dos décadas.
42. Como vimos y apuntamos a lo largo de nuestra historia, la dirección política conferida por el
"Ciclo PT" en los últimos 13 años de gobierno no traducía una estrategia de conquista del poder,
incluso porque tal concepto, presente en resoluciones petistas en la década de 80, desapareció
gradualmente del horizonte de formulaciones de esa organización a partir de 1994. El conjunto de
críticas contenidas en la expresión “estrategia de conciliación de clases”, refleja, desde el punto de
vista del acumulado del pensamiento revolucionario, el abandono de la perspectiva del poder
político, subtituyendo el objetivo de la conquista del conjunto de aparatos que conforman el Estado
por la administración gubernamental posible en los límites institucionales. Es importante dejar claro
que la conquista electoral de gobiernos y aparatos administrativos es un elemento esencial, cuando
sea posible, para la realización de una estrategia de conquista del poder del Estado. La cuestión es
cuando el objetivo estratégico se agota en este límite. El abandono de la perspectiva de conquista
del poder del Estado posibilitó nutrir la esperanza de que la victoria electoral en el Gobierno Federal
era, efectivamente, la conquista del "poder". Que, incluso las reformas estructurales podrían
realizarse por la vía institucional, siempre que se aseguren las sillas parlamentarias necesarias. Y, lo
que es más grave, que la clase dominante aceptaría pasivamente ese camino.
43. Guardando las debidas proporciones de cualquier comparación histórica, constatamos una
cuestión de fondo similar entre la actual derrota y el "error estratégico" cometido por la dirección
del PCB en el golpe de 1964. En ambos casos el problema no consiste en la construcción de
alianzas con sectores o fracciones burguesas, sino en asumir una relación de subordinación de los
intereses de la clase obrera a la dirección burguesa. El elemento diferencial decisivo es que la
dirección del PT abandonó la estrategia de conquista del poder del Estado. Por cierto que el
problema no recae siempre en la ausencia de una definición estratégica centrada en la conquista
del poder. Este supuesto fundamental de la lucha revolucionaria estuvo presente a lo largo del
"ciclo PCB", al menos como orientador reiterado en todas sus principales resoluciones y no fue
suficiente para impedir los errores de la derrota política de 1964.
44. Una estrategia política centrada en la conquista del poder del Estado es presupuesto esencial
para un proyecto revolucionario, pero obviamente su existencia no exime a ninguna organización
de cometer errores de carácter estratégico. Las experiencias históricas nos enseñan que la
estrategia de conquista del poder deberá sostenerse en un análisis de clases objetivo y,
especialmente, comprender los cambios que ocurren en el proceso de desarrollo del capitalismo,
externa e internamente, y que obligan su permanente ajuste. Y principalmente contar con una
dirección política hábil, capaz de identificar las oportunidades, dotada de osadía y legitimidad. Por
lo tanto, los errores en la conducción política, la incapacidad de comprender los cambios
determinados en cada escenario y la capacidad del enemigo en innovar frustra y derrotan incluso a
los que no se alejan de una correcta orientación estratégica. Por lo tanto, una estrategia orientada
a la conquista del poder político del Estado, aunque haya sido un requisito obligatorio de las
revoluciones triunfantes del siglo XX, es un supuesto válido que aisladamente no asegura la
ocurrencia de otros errores de carácter estratégico. No basta ni siquiera que haya la emergencia de
las masas en la vida política para que esto aisladamente posibilite una revolución en la estructura
del Estado. Será necesaria una conjunción de factores y oportunidades tanto en el escenario
internacional como nacional. Esta emergencia puede eventualmente producir una situación
revolucionaria, que se desdobla o no en una revolución política o incluso en la acumulación de
fuerzas que se preservan para momentos más propicios.
45. Mantener una estrategia centrada en la conquista del "Poder del Estado", cuando no se
plantea esta posibilidad inmediata, implica el arte de descubrir las potencialidades existentes
para hacer apuestas que permitan "hacer posible mañana lo que en el presente parece
imposible". El abandono de la perspectiva de conquista del poder del Estado es el error estratégico
cometido por los dirigentes petistas que influenciaron los rumbos del gobierno. La no centralidad
de la conquista del poder de Estado fue determinante para la derrota que presenciamos. El
significado de esto es la ausencia de una estrategia de superación, limitándose a meramente
administrar el Poder Ejecutivo. No se desarrolló ninguna estrategia para superar los límites políticos
y económicos heredados. Aunque no tuviera la fuerza institucional necesaria para hacer reformas
estructurales, era necesario trazar un camino, eligiendo los enfrentamientos que podrían ser
construidos. Venezuela, Bolivia y Ecuador, en procesos y correlaciones de fuerza distintas, fueron
experiencias que demostraron que concesiones económicas inicialmente realizadas al capital
financiero e industrial posibilitan posteriormente exitosas conquistas de asambleas constituyentes,
que promovieron decisivos avances en el sistema político. Un solo aliento se produjo en junio de
2013. Ante la fuerza de las manifestaciones ocurridas en aquel mes, la presidenta Dilma presentó
la propuesta de una Constituyente Exclusiva del Sistema Político. La propuesta, recuperada por los
movimientos populares, no fue sostenida por el gobierno, aunque influenció los primeros
pronunciamientos de la presidenta tras su reelección.
46. Lo que llamamos vacíos son elementos determinantes para que una experiencia con tanto
potencial llegase a los impasses y límites actuales, convirtiendo lo que podría ser sólo una derrota
política en una derrota estratégica.
47. El primer y principal vacío político cometido por los gobiernos que presidieron el "frente
neodesarrollista" fue el rechazo en organizar las masas, en invertir en las organizaciones
populares y sindicales. A diferencia de otras experiencias latinoamericanas, especialmente la de
Venezuela, en todas las situaciones en que se abrieron perspectivas de fortalecer los movimientos
sociales y la organización popular los gobiernos de Lula y de Dilma se rehusaron a financiar cualquier
enfrentamiento con las clases dominantes. Ejemplo de ello fue el emblemático conflicto entre José
Graziano da Silva y Frei Betto en la coordinación del Programa "Hambre Cero". Mientras el primero
defendía el modelo que acabó predominando, la propuesta de Frei Betto apuntaba a la organización
popular de base. La elección fue por lo que no generaba conflictos. El resultado es que hoy tenemos
una juventud beneficiada por programas de enseñanza como el ProUni que ni siquiera apoya otros
programas como el Bolsa Familia o el Más Médicos y viceversa. Esto fue decisivo para que incluso
las masas que fueron socialmente beneficiadas en la última década no perciban el papel del
gobierno, abriendo flancos para la disputa ideológica de la derecha y dejando de contar con una
base social movilizable.
48. El segundo “vacío” fue aceptar la lógica de las donaciones empresariales. Es cierto que gran
parte del avance electoral obtenido desde mediados de la década del 90 no sería posible sin este
expediente. Ciertamente el ritmo de crecimiento en las elecciones sería otro, así como los desafíos.
Sin embargo, al asumirla, con la ingenuidad de que no acarrearía criminalización selectiva por lo
que todos los demás hacen, el PT pagó no sólo el precio de caer en la "fosa común" de los partidos
de la clase dominante, sino que posibilitó que un imaginario de decepción fuera potenciado por la
campaña mediática.
50. El cuarto vacío fue no hacer la lucha ideológica en la sociedad, no politizar las conquistas
económicas y sociales, demostrando que éstas integraban un proyecto político y no eran
resultado solamente del mérito individual.
51. Cuando hablamos de los cuatro vacíos de los gobiernos petistas, que traducen la derrota
estratégica, estamos diciendo que la consumación del golpe nos lleva a una situación de baja
acumulación para enfrentar el período de ofensiva neoliberal que proporcionó el cerco político.
La negativa a apostar en la organización de masas, la ausencia de una estrategia de superación del
blindaje jurídico, económico y político del neoliberalismo, involucrarse en la promiscuidad de las
donaciones empresariales, la incapacidad de desarrollar políticas capaces de atraer a su base social
a los sectores medios y no las políticas de política económica y social puestas en práctica son los
cuatro vacíos principales, coherentes con la estrategia que abandonó la perspectiva de conquista
de poder y que determinan que el saldo final de esta "ventana histórica", tanto en relación a la
organización popular, a la conciencia de las masas como a la comprensión de un proyecto político,
sea muy bajo, configurando una derrota estratégica del "Ciclo PT" tan grave como la vivenciada en
1964.
Los desafíos tácticos en mantener una estrategia revolucionaria
52. Insistir en la estrategia de ruptura revolucionaria en la conquista del Estado impone un gran
desafío y un limitador en estas circunstancias históricas. La cuestión del poder no se plantea, salvo
en cómo construir ahora las condiciones para hacerla posible en otro momento. La línea política de
quien pretende persistir en este camino revolucionario pasa a consistir en el arte de descubrir las
potencialidades existentes para hacer apuestas que permitan "hacer posible mañana lo que en el
presente parece imposible". Esto se convierte en una grave limitación. Todas las actividades que
podamos desarrollar parecerán minúsculas ante las posibilidades de la "política real". Las tareas
cotidianas, por más importantes, aparecen como actividades áridas, que exigen mucho más la
terquedad y la persistencia que grandes talentos de un joven revolucionario. Mantener los cuadros
y militantes sólo con convicciones ideológicas, en tales momentos, es un complejo y paciente
desafío, en el que muchas veces tenemos la impresión de estar en un bote agujereado, retirando
el agua con un balde. Este fue el proceso que moldeó nuestra existencia y nos sigue forjando. Es
preciso tener claro que el actual momento en que enfrentamos una "derrota estratégica" nos
exigirá mucho más convicción y esfuerzos.
53. Ante una profunda derrota hay dos trampas que suelen aparecer como soluciones milagrosas:
ignorar la gravedad del problema, buscando contornearlo sin enfrentar sus causas; o lanzarse
apresuradamente a la primera novedad que se aparenta como la iniciativa obvia. En la historia de
las fuerzas de izquierda, tanto revolucionarias como reformistas, derrotas profundas acarrearon
innumerables veces soluciones fáciles, sea por la mera sustitución de formas de lucha, por giros
políticos que no logran identificar la naturaleza de los errores o, lo que suele ser el más común, por
la creación de nuevas formas organizativas, que no rompen con métodos, principios y valores del
pasado que buscan superar.
56. Nuestros análisis en los últimos meses, años atrás, vienen reiterando que ingresamos en un
período largo de crisis capitalista, que nos exigirá aglutinar polos de vanguardia en torno a un
proyecto político, método de acción y valores, en el cual la cuestión de la herramienta
organizativa es consecuencia y no elemento catalizador. Es cierto que la derrota política que
vivimos acelera la maduración de una nueva dirección, pero la vivencia de esta construcción
desvinculada de las grandes luchas sociales ha causado más pulverización que potencial de
responder a los desafíos centrales de la lucha de clases. El ejemplo principal es la construcción del
PSOL, más de una vez definido como "un PT construido en el descenso". Una experiencia que,
cuanto más avanza electoralmente, más se acerca a los mismos dilemas enfrentados por el PT.
59. No avanzar implica un inevitable retroceso. Estamos ante un desafío diferente de lo que
enfrentamos en el pasado, que nos exigirá respuestas teóricas y prácticas. Una estrategia de
conquista del poder, evidentemente, exigirá mayor habilidad para ser reinventada en la actual
situación histórica. Ante una crisis que nos sacude a todos, profundamente, lo más importante es
la fidelidad: en un punto, aunque sea en sólo uno, es preciso no ceder. La estrategia de la conquista
del poder, presente en todas las experiencias revolucionarias de transición al socialismo, es este
punto decisivo. Es en torno a él que el proceso de reorganización de la izquierda debe producirse
para cumplir su objetivo histórico. Por más insuperable que tal idea parezca en los momentos de
defensiva, no podemos desprendernos de su fuerza. Son grandes los riesgos que enfrentaremos,
pero lo peor de ellos es perder la energía para proseguir.
III
Balance Político
60. El balance colectivo debe ayudarnos a pisar en suelo firme y mirar hacia adelante. Por eso,
debemos tener en cuenta nuestras resoluciones, nuestras posiciones. También debemos tener en
cuenta lo que hemos hecho a partir de nuestras resoluciones, o sea, lo que convertimos en acción.
Necesitamos identificar fragilidades y límites, pero también reafirmar las posiciones correctas.
62. Un balance político es condición necesaria para hacer el balance organizativo. En este sentido,
nuestros objetivos son: a) Evaluar cuánto nuestro movimiento táctico acumularon para nuestra
estrategia; b) Rescatar la evolución de la caracterización que hicimos de los gobiernos liderados por
el Partido de los Trabajadores (PT), así como las relaciones políticas que establecimos con el
conjunto del campo democrático y popular (más amplio que el Campo Político del Proyecto
Popular); c) Caracterizar el papel de Consulta Popular en el campo político del Proyecto Popular.
63. Un balance político no es un ejercicio intelectual abstracto, sino el análisis concreto de los
movimientos tácticos que buscan acumular para la construcción de una estrategia. Dividiremos
nuestro balance en tres partes. La primera hace una breve reflexión sobre la estrategia de Consulta
Popular en el ciclo político petista; la segunda parte realiza algunas observaciones sobre el análisis
de la realidad brasileña y la táctica de la Consulta Popular entre 1997-2017; y la tercera muestra los
desafíos que se desprenden de este balance político. Es importante señalar que este proceso de
construcción atravesó tres momentos distintos de la historia de Brasil: la ofensiva neoliberal de los
años 1990, la elección de Lula y posteriormente de la Dilma y el golpe de 2016.
64. Nacimos en el contexto de crisis de la izquierda revolucionaria, marcada por la caída del Muro
y del este europeo y la ofensiva neoliberal de los años 1990. Diversos factores contribuyeron a
poner en crisis al conjunto de la izquierda. Entre ellos destacamos: la debacle de las experiencias
de transición socialista en el este europeo, cristalizada simbólicamente en lo que se conoce como
la “caída del muro de Berlín” (1989); la derrota electoral de Lula (1989); la derrota de los sandinistas
en Nicaragua (1990); el fin de la URSS (1991); la ofensiva neoliberal y el proceso de reestructuración
productiva, que ha generado desempleo y debilitamiento de la lucha sindical. Una crisis ideológica
sin precedentes gana fuerza con el fin de la experiencia de transición al socialismo en la URSS. Todo
ello conlleva impactos en la teoría, los valores y la práctica de las fuerzas de izquierda en todo el
mundo. El individualismo y la creciente falta de vínculo con las masas generaron una grave crisis
política y de valores en el seno de la izquierda Brasileña.
66. La crisis ideológica y política creó un escenario favorable a la negación del marxismo mediante
un fortalecimiento del economicismo, sea en su variante reformista, sea en su variante “radical”
e izquierdista. Nuestro esfuerzo estuvo orientado por el marxismo, combinando el pensamiento
crítico sobre nuestra formación como pueblo y nación y las prácticas políticas derivadas. En Brasil,
muchos militantes y corrientes políticas con referenciales teóricos marxistas e influencia leninista
en lo que se refiere a la vía de construcción del socialismo, han virado hacia concepciones
eurocomunistas, que niegan las estrategias de ruptura con el orden burgués, dando centralidad a
estrategias gradualistas por dentro del orden y excluyendo la cuestión de la conquista
revolucionaria del poder. Otros se adhirieron a la tradición laborista y desarrollista latinoamericana
o al modelo socialdemócrata europeo, en busca de un pacto entre trabajadores y burguesía que
garantice el bienestar social en los límites del capitalismo. Este proceso avanzó a tal punto que
sectores de la izquierda, centro-izquierda y el llamado centro democrático van a adherirse al
neoliberalismo, en diferentes temporalidades y niveles de contenido.
67. En el proceso brasileño, nuestro origen encuentra su impulso en los movimientos populares,
en especial el MST que emergió como el más importante entre ellos. En el momento en que el PT
se alejaba del contenido revolucionario de la estrategia democrático-popular, Consulta Popular
surgía ponderando el compromiso con la Revolución Brasileña en el horizonte y reafirmando la
estrategia democrática y popular como elemento fundamental del acervo histórico revolucionario
latinoamericano. Diversos militantes y movimientos populares de la izquierda social, descontentos
con la gradual adaptación a un pensamiento de corto plazo, limitado a la definición de candidaturas
y disputas electorales, reclamaron retomar el debate estratégico y la construcción de un Proyecto
Popular para Brasil.
68. Nuestra construcción está objetivamente determinada por la especificidad de origen de los
movimientos populares. Esta es una originalidad que nos acerca a nuestro acervo histórico
latinoamericano. Tenemos como legado de los movimientos sus virtudes, pero también sus
fragilidades. Comprender con profundidad esta especificidad implica un desafío permanente de
extraer las potencialidades y superar los límites. Tenemos enormes desafíos a la hora de hacer la
revolución y ganar las amplias mayorías es uno de los principales. Para la organización política, no
es suficiente organizar y concientizar a la clase obrera; es necesario que las ideas y prácticas
revolucionarias de las fuerzas sociales organizadas en su conjunto, opuestas a las ideas y las
conductas de las clases dominantes, se incorporen a la cultura de la sociedad. Garantizar que esto
suceda es la función principal del instrumento político. Nuestro modelo orgánico comprende que
entre nosotros y las masas están los movimientos populares y frentes de acción, que ejercen un
papel protagonista y decisivo.
69. En una situación de ofensiva neoliberal, partiendo de la elaboración colectiva de "La opción
brasileña" (1998), esbozamos un diagnóstico de la sociedad y de los proyectos en disputa. Se trató
de un esfuerzo de actualización de la interpretación del Brasil contemporáneo y de comprensión
del capitalismo dependiente en el país para que pudiéramos reafirmar la necesidad de un Proyecto
Popular que acumulara fuerzas para la construcción del socialismo. Un proyecto nacional en
permanente construcción, que dialogue con el nivel de conciencia del pueblo y resolver sus
problemas fundamentales. Nuestro énfasis en la defensa del desarrollo nacional como parte del
Proyecto Popular fue dogmáticamente acusado por muchos como una filiación a la tradición
nacional desarrollista.
70. La Marcha Popular por Brasil en 1999 fue un ejercicio práctico de diálogo con el pueblo sobre
muchos de los contenidos de "La Opción Brasileña". Nuestra intención era construir un ejemplo
pedagógico, lanzando con énfasis la propuesta de un Proyecto Popular para Brasil. Quienes
movilizaron, se pusieron la remera de la Consulta Popular en el trayecto entre Río de Janeiro y
Brasilia, realizando cientos de debates a lo largo del camino. En la llegada, nos reunimos en nuestra
1ª Asamblea Nacional, génesis formal de nuestra construcción política, donde afirmamos
solemnemente nuestros compromisos y objetivos: "¡Somos la Consulta Popular!"
71. Nuestra construcción está orientada hacia esfuerzos de unidad, tratando a la misma como un
principio político y no únicamente como un desafío de la izquierda. Buscamos, en la práctica, la
crítica a los partidos de izquierda que se transforman en pequeñas sectas, pretendiendo encajar la
realidad en sus manuales. Nos construimos aglutinando a luchadores populares que buscaban
retomar las enseñanzas revolucionarias acumuladas por la clase obrera y que rechazaban un
pensamiento eurocéntrico y formalista, en el que la humanidad está condenada a ser, como mucho,
coadyuvante de su propia historia. La construcción de un Proyecto Popular para Brasil fue siempre
central en nuestra historia: defender que el pueblo brasileño debe construir un proyecto que
organice el uso de su capacidad creativa y productiva, con el fin de alcanzar un futuro deseado; un
proyecto Popular que es la fuerza social organizada del pueblo luchando para ejecutar su programa
político de cambios estructurales en la sociedad.
72. A finales de los años '90 y principios de los años 2000, la Consulta Popular tiene una
participación importante junto a los movimientos populares en la lucha de resistencia al
neoliberalismo, promoviendo en la sociedad el debate para condicionar el pago de la deuda
externa a la realización de una auditoría, prevista por la Constitución. El debate culminó en la
realización del Plebiscito de la Deuda Externa, entre 2 y 7 de septiembre de 2000. Enfrentamos
también, en las calles, los procesos de privatizaciones y toda la legislación neoliberal que marcó los
gobiernos de Fernando Henrique Cardoso.
73. Entre los años 2000 y 2002 afirmamos en Consulta Popular, con más énfasis, el concepto de
"crisis de destino" con respecto a un proyecto nacional, así como la interpretación de
"construcción nacional interrumpida", fundamentando la necesidad de "refundar a la izquierda
para refundar Brasil ".
74. En lo que se puede considerar una reafirmación de nuestras prácticas, orientamos la lucha
entre 2003 y 2005, en torno a una consigna antiimperialista, que incorporó la Campaña Contra el
ALCA y contra la entrega de la base de Alcántara a los Estados Unidos. Incorporamos métodos
propios, aunque unitarios, como la realización de plebiscitos populares y cursos masivos para miles
de militantes, al lado de la realización de Cursos Realidad Brasileña - CRBs.
75. Firmes en torno a nuestros compromisos - la soberanía, la solidaridad, desarrollo,
sostenibilidad, democracia, valores y principios de práctica militante, marcaron ese período en
que, como una "gasolinera", buscamos abastecer la lucha y la militancia social con ideas, prácticas
y dedicación al proceso revolucionario, contribuyendo en la importante victoria que fue derrotar,
en ese entonces, al proyecto de integración continental del imperialismo para el continente,
obligándolo a priorizar la línea de la bilateralización de las relaciones comerciales.
76. Ante la victoria electoral del PT en 2002, la caracterización hecha del gobierno ha pasado por
muchas discusiones. Dos concepciones principales se presentaron: la que lo definía como un
gobierno en disputa, apuntando a la existencia dentro de él, de sectores populares cohabitando
con sectores neoliberales; y la que, basada en la similitud de las medidas económicas adoptadas
por el anterior gobierno de FHC, tendían a un rechazo del recién electo presidente. Este debate
tuvo importancia, ya sea en la visión que apuntaba a la innecesidad de la herramienta que
construíamos, ya sea en otra, que se reafirmaba en una oposición al PT.
77. En 2005 hemos dado un paso importante para madurar nuestra posición, reafirmándonos en
la decisión de dar un paso adelante en la construcción de la Consulta Popular, reconociéndonos
como un instrumento político en nuestra II Asamblea Nacional, en Goiânía.
78. Este proceso tuvo seguimiento y fue profundizado con los debates en torno a la definición del
Programa Estratégico (2005-2007), concretado en la III Asamblea Nacional (2007), cuando
definimos algunos conceptos centrales para la revolución, como el carácter del proceso
revolucionario, los conceptos de Estado y poder y la centralidad de la lucha por la conquista del
Estado; el sujeto de la transformación; el imperialismo y la cuestión nacional, así como la naturaleza
del Instrumento Político necesario. Con una mayor claridad de los retos nuevos, el esfuerzo fue el
de reafirmar los pasos dados y avanzar en la construcción de la organización. Esto exigió mayor
profesionalismo en la nuestra construcción, así como en la realización de procesos formativas
nacionales y también en avanzar en la ampliación de la organización. El tema de la unidad cambió
hacia una nueva comprensión: la unidad depende de la capacidad de articular y aplicar las líneas
correctas. La resolución de construir el instrumento Político y los debates estratégicos no apartó a
la Consulta Popular de la construcción pedagógica junto a los movimientos populares. Podemos
citar como ejemplo al plebiscito "La Vale es Nuestra", realizado en septiembre de 2007. De meros
constructores de articulaciones unitarias, debíamos pasar a ser capaces de traducir en luchas
concretas nuestras políticas. En ese contexto el tema de la fuerza propia emerge con gran
centralidad.
79. Hacia el 2009, la "construcción de fuerza propia de la Consulta Popular" comienza a ser
recurrente en los debates y aparece en documentos de la organización. Algunos factores
generales colaboraron para cambiar ese cuadro y fundamentar la discusión de "fuerza propia".
Entre ellos están: 1) La respuesta a la crisis 2008; 2) El papel internacional de Brasil y de América
Latina; 3) Proyecto del pre-sal; 4) Las mejores condiciones de lucha y de la vida del pueblo; 5) La
elección de la Dilma en 2010.
80. Se suma a estos factores generales un factor específico que fue lo que podríamos caracterizar
como una mayor madurez política del conjunto de la militancia para romper con simplismos
políticos. Por ejemplo, a primera vista el análisis de la crisis mundial en 2007/2008 apuntaba a un
impacto abrupto y un empeoramiento inmediato en las condiciones de vida de los trabajadores.
Así como la mayoría de las fuerzas de izquierda, evaluamos en nuestra 2ª Plenaria Nacional “Aurora
María Nacimiento Furtado" que el impacto que alcanzaría inmediatamente en nuestro continente,
debería inaugurar un nuevo período histórico, abriendo posibilidades de cambio en la correlación
de fuerzas. Este enfoque se ha reformulado en una caracterización de crisis prolongada y profunda,
que implica nuevas complejidades; el aumento de la explotación, el nuevo papel del Estado y
dominio del capital financiero. En nuestra 3ª Plenaria Nacional "Juan Cándido", realizamos una
autocrítica de la lectura previamente señalada: "A pesar de que hemos acertado en el análisis
general de la crisis cuando afirmamos en nuestra III Plenaria Nacional: "No estamos frente a una
crisis del modelo neoliberal o de una mera crisis financiera, sino que estamos antes una crisis global,
prolongada, con características depresivas y recesivas (...)”, no conseguimos hacer el análisis más
específico de Brasil dentro de ese escenario. No interpretamos correctamente la capacidad de la
economía brasileña para superar los impactos de la crisis internacional capitalismo”. La
caracterización del gobierno aún era genérica y poco precisa, produciendo un comportamiento
pendular de crítica hacia las medidas contrarias al pueblo y de apoyo hacia las medidas favorables;
más centradas en la crítica y más tímida con relación a las medidas acertadas del gobierno.
82. En ese tiempo, el proyecto de lo que llamamos neo desarrollismo alcanza su momento de
auge. En ese contexto en el que nos cabe actuar en defensa de las medidas importantes y
combatir las políticas contradictorias y antipopulares, especialmente en la cuestión de la energía,
de la política económica, entre otros. Esta actuación política ganó contornos más claros en
términos de elaboración en la Plenaria “Soledad Barrett” con la formulación de la existencia de un
"Frente neo desarrollista". Esa formación contribuyó a una caracterización más precisa y
consistente de los gobiernos petistas. La política que se desprendió, fue la de actuar en las
contradicciones del neo desarrollismo que, a pesar de no romper con el neoliberalismo, posibilitaba
condiciones más favorables para acumular fuerza propia para el proyecto popular y mejorar la
presencia de nuestra política en sectores estratégicos. Las contradicciones del neo desarrollismo
nos permitieron analizar el aumento del número de huelgas desde 2012; identificar contradicciones
entre el PT y el gobierno y entre nuestro campo y el gobierno en las políticas agraria, de energía,
económica, etc. La laguna de esta elaboración estuvo relacionada con la subestimación de la
disputa interburguesa: el rentismo versus desarrollismo. De modo que tuvimos límites en
comprender la ofensiva del gobierno en 2012 sobre los bancos y el sector financiero. Hemos tenido
esa comprensión a posteriori y no logramos explorar esa contradicción. Identificar al imperialismo
y al neoliberalismo como enemigos principales y actuar en contradicción del neodesarrollismo,
reafirmando que ese no es nuestro proyecto, pero que es más favorable que el neoliberalismo para
actuar en las contradicciones y acumular fuerza propia para nuestro proyecto, ha conferido un
mayor equilibrio entre la autopreservación de la organización y la coherencia política en las tácticas
adoptadas. Esta concepción fundamentó la intencionalidad de nacionalización del Levante Popular
de la Juventud. Avanzamos también en la comunicación, con el Brasil de Fato estadual / regional.
Avanzamos en organización sindical. Y nos encontramos mejor posicionados en las movilizaciones
de junio de 2013.
83. El contenido de los Cursos de Realidad Brasileña, enriquecidos con las formulaciones
estratégicas de la 3a. Asamblea Nacional en 2007, hicieron que la Consulta Popular se apropiara
de forma rígida y creativa marxismo. Pasamos a tener una estrategia y hacer más compleja nuestro
análisis, identificando las clases y fracciones de las clases y cómo se comportan en la coyuntura, por
ejemplo, el papel de la burguesía interna.
84. En 2013, al mismo tiempo que se reanuda la lucha en la calle, los límites del neo desarrollismo
y las contradicciones del bloque liderado por el PT, resultaron en un impasse en las movilizaciones
de junio. A partir de situación de respuestas tímidas de la izquierda, que vivía una gran
fragmentación; la derecha comienza a disputar las calles - en las acciones, palabras, en las
narrativas, y en la apropiación de símbolos nacionales-.
85. La salida de la Constituyente para la Reforma Política fue una actuación en la política de
manera efectiva. Ha tenido impacto en el proceso electoral y en la disputa de las vanguardias.
Buscaba sintetizar la "fuerza explosiva" de junio como un “cúmulo organizativo" de la
manifestación de julio de 2013. Fue un período muy intenso de la lucha en la calle y de
articulaciones. En primer lugar quedamos atrapados en la encalladura: de la legalidad del mandato
de la presidenta Dilma y contra su política económica; y posteriormente, con la búsqueda de
comprender la ingeniería del golpe (judicial - los medios de comunicación - burguesía) y construir
la respuesta política de lucha por la democracia y la narrativa del golpe. En 2015 y 2016, ante el
golpe y la ofensiva conversadora, se impone la necesidad de construcción de la unidad en la
izquierda para resistir.
86. Visto en retrospectiva histórica, fue extremadamente acertado de nuestra parte, la inversión
principal de nuestras energías en la construcción del Plebiscito Popular por la Constituyente
Exclusiva y Soberana del Sistema Político en 2015. No sólo por haber lanzado en los estados y
municipios la base unitaria sobre la cual se busca construir el Frente Brasil Popular, sino también
por haber ofrecido al segundo mandato de la presidenta Dilma una alternativa posible y correcta,
en lugar de su trágica opción por el "ajuste fiscal". Elegida en una disputa reñida en la segunda
vuelta, con un discurso claramente desarrollista, Dilma asumió un ajuste fiscal recesivo, desde los
primeros meses, causando la inmediata frustración de parte expresiva de su electorado y la
desconfianza creciente de la clase obrera. La ofensiva conservadora avanzó rápidamente,
imprimiendo una declarada lógica de "desangramiento".
88. La Consulta Popular siempre actuó en los momentos decisivos de la lucha política, de forma
unificada con el campo político del Proyecto Popular que le dio origen y es parte esencial y
constitutiva de su existencia. Aunque muchos militantes de los movimientos populares del campo
del proyecto popular no componen orgánicamente la CP, en los momentos importantes de la lucha
política en Brasil hubo una actuación conjunta del campo, sea en los plebiscitos, en la construcción
de frentes unitarios, en la lucha en defensa de los intereses del pueblo, etc.
89. La Consulta Popular debe profundizar e intensificar los debates sobre las formulaciones
estratégicas que se han acumulado en esa trayectoria de 20 años. Además, también necesita
avanzar en algunas elaboraciones que son componentes importantes de la estrategia, como las
experiencias acumuladas en lo que denominamos de acumulado histórico revolucionario
latinoamericano, tales como: la vía de la revolución; la combinación entre lucha social, institucional
e ideológica; el papel de las masas populares en la revolución; la transición socialista; entre otras.
IV
Momento Actual
Antecedentes del golpe
90. Los trece años del gobierno de coalición liderado por el PT fueron marcados por la
formación de lo que denominamos como frente neo desarrollista, una unión frágil y temporaria
de intereses antagónicos de diversas clases y fuerzas de clase, bajo hegemonía de los intereses del
gran capital nacional, que conseguía mantener de los intereses del capital financiero y, al mismo
tiempo, abrir espacio para conquistas de importantes de los sectores populares. Lo que unificaba
intereses tan dispares hacia el interior del propio gobierno era un programa basado en el
crecimiento económico con distribución de renta. De hecho, aun siendo en forma desigual, todas
las fracciones de clase tuvieron ganancia durante el neo desarrollismo.
91. Fueron gobiernos que propiciaron la acumulación de fuerzas para la clase trabajadores y
los sectores populares. En esos gobiernos, la clase trabajadora obtuvo conquistas materiales
modestas, pero importantes. La política económica propició un crecimiento económico mayor,
redujo drásticamente el desempleo y fortaleció el sector capitalista del Estado y privado nacional.
La política permitió na moderada distribución de renta, mayor acceso a servicios públicos y
equipamientos básicos para en los sectores más desplazados –luz, agua, salud pública, techo y
otros-. Promovió también medidas de democratización del acceso la educación universitaria y
formación técnica para la baja clase media y fortaleció la agricultura familiar. La política externa de
los gobiernos petistas dio una retaguardia económica, política y diplomática a los gobiernos de
izquierda en América Latina. La política de reconocimiento de los derechos de las mujeres, de la
población negra e indígena, y de las minorías sexuales, aunque tímida, representó un contraste
significativo con la situación de las décadas anteriores. Más allá de esto, el hecho que los gobiernos
del PT reconociera el derecho a reivindicación de las clases populares creo condiciones más
propicias para su organización y para sus luchas. En resumen, el movimiento trabajador y popular
acumulo fuerza.
92. La principal fragilidad de los gobiernos de izquierda en nuestro país se deben menos a la
política de alianzas en sí que al abandono de la perspectiva de construcción de un poder propio
del pueblo brasilero. En otras palabras, no estaba ubicada en el horizonte del neo desarrollismo la
creación de la fuerza social necesaria para profundizar en medidas que colocarían al gobierno en
ruptura con los intereses de la burguesía dependiente y del imperialismo. De esta forma, el PT
acabo subordinando los intereses de la clase trabajadora al gran capital en el interior de la alianza.
Tal subordinación, se expresaba en el acomodo del frente neo desarrollista al priorizar una política
de alianzas con los partidos de centro y con la gran burguesía interna. En la perspectiva de la clase
trabajadora, las alianzas subordinadas al interior del frente neo desarrollista significaron el
creciente alejamiento de la lucha por el poder del Estado.
93. Los gobiernos del PT aceptaron la dominación del capital financiero, la política de
intereses elevados, la apertura comercial y el desregulamiento del mercado de trabajo, que
habían sido legados de los gobiernos de Fernando Henrique Cardoso. Trataron, sin embargo, de
moderar los efectos negativos de esos pilares del modelo capitalista neoliberal bajo el crecimiento
económico con el fortalecimiento del BNDES y de los bancos públicos y sus políticas ambiciosas de
financiamiento de las grandes empresas nacionales, con el fortalecimiento de Petrobras, con la
política de contenido local para estimular la producción interna. También tomaron algunas medidas
apuntando a la formalización del mercado de trabajo. En resumen, fueron medidas tomadas que,
ahora están siendo minadas o revocadas por el gobierno golpista de Michel Temer, que representa
la victoria del gran capital internacional y de la fracción de la burguesía brasilera integrada.
96. El actual período de la lucha de clases en Brasil vuelve a presentar, así, contradicciones
clásicas de la burguesía dependiente. No posee un proyecto autónomo de nación, desarrollándose
en los estrechos límites de la dependencia externa y del imperialismo, no obstante busca ampliar
su área de influencia dentro de la división internacional del trabajo. A las fuerzas populares
permanece el desafío de construir un amplio bloque de fuerzas progresistas que haga viable ampliar
la fuerza de un proyecto autónomo de la clase obrera, capaz de imponer derrotas al neoliberalismo,
de incidir en las contradicciones de nuestros enemigos, bajo la hegemonía de un Proyecto Popular
para Brasil.
97. Es eso lo que explica la semejanza entre la conjunción de fuerzas económicas, políticas y
sociales que impusieron el golpe de 2016 con las fuerzas que sostuvieron el golpe militar en 1964.
El golpe actual es determinado nuevamente por los intereses estratégicos del Estado
estadounidense, que se expresan en la hegemonía del capital financiero y de las corporaciones
transnacionales. Su principal soporte en Brasil sigue siendo la burguesía asociada y dependiente
que, como una clase minoritaria, amplía su fuerza social en el conservadurismo de la alta clase
media, apropiándose de forma oportunista del tema de la corrupción. Los grandes medios operaron
en el plano ideológico movilizando la alta clase media en torno al tema de la corrupción. Este
movimiento culminó en el golpe, que tuvo como protagonista la burocracia de Estado expresada
en sectores del judicial y de la policía federal. Actuando de forma selectiva, el objetivo de esa
"cruzada" contra la corrupción es el PT y el movimiento popular. Criminalizar y debilitar a la
izquierda es fundamental para el avance del programa neoliberal.
98. El avance del programa neoliberal, el creciente alejamiento de los sectores medios en
relación al gobierno Dilma y a las fuerzas populares, la fragorosa derrota electoral en las elecciones
municipales, así como el crecimiento del conservadurismo, del 58 el odio y el preconcepto en las
instituciones y centros periféricos de poder en Brasil son indicadores de que las fuerzas
democráticas y populares perdieron espacio e influencia en la sociedad.
101. La izquierda brasileña tiene nuevamente el desafío de pensar un proyecto para el país
que sea antagónico al desmonte de derechos y a la intensificación de la barbarie llevada adelante
por los enemigos del pueblo. Tal tarea exige una caracterización precisa de los reales intereses que
dan el ritmo y contenido de las medidas implementadas por el gobierno golpista.
102. La vuelta del neoliberalismo en Brasil es parte de una contraofensiva del imperialismo
estadounidense en nuestro continente. Los impactos de la crisis capitalista en América Latina
reflejan la necesidad de retomar las tasas de beneficio del capital financiero internacional y de las
transnacionales. Tal retomada tiene en el desmonte de las empresas locales, en la privatización del
patrimonio estatal y en las reformas neoliberales el centro de su estrategia. No es ocasional, por lo
tanto, el uso de las delaciones de la operación Lava Jato en Nicaragua, El Salvador, Ecuador, Bolivia,
Venezuela, República Dominicana y Perú.
103. América Latina y Brasil son centrales en las estrategias de ruta de salida hacia la crisis de
la perspectiva de la burguesía, pues la dimensión financiera dominante, además de determinar
la tasa de ganancia de los proyectos industriales, necesita emprender una ofensiva sobre los
bienes de la naturaleza. En ese sentido es central el control de la energía, que proporciona un salto
de productividad del trabajo; la ofensiva sobre los bienes naturales, como petróleo, mineral, agua,
tierra, biodiversidad, lo que proporciona un beneficio extraordinario; la apropiación de la plusvalía
social recaudada por el Estado (lo que arroja disputas por gobiernos y se traduce concretamente
en una ofensiva sobre los gobiernos progresistas de América Latina), privatización de las estatales,
la ofensiva sobre los derechos conquistados históricamente por la clase trabajadora; que se ha
convertido en una de las principales causas de la crisis económica mundial. la escalada de la
violencia, el racismo, la intolerancia, el narcotráfico, las drogas y la economía ilegal; la
concentración de renta y de tierras, la ofensiva ideológica, al imponer una derrota ideológica de la
izquierda.
104. La actual crisis económica refleja la hegemonía del capital financiero. El monto apropiado
financieramente en la economía brasileña queda expresado cuando datos del Bacen muestran que,
en el acumulado en el año 2017, los intereses nominales sumaron R$ 206,6 mil millones en 2017,
en comparación con R$ 173,3 mil millones en el primer semestre de 2016. En doce meses, los
intereses nominales alcanzaron R$ 440,3 mil millones (6,89% del PIB), elevándose 0,14 pp del PIB
en relación al valor registrado en mayo.
105. La crisis económica es la base de la crisis política brasileña. Brasil, desde 2008, comenzó a
sufrir las consecuencias de la crisis mundial, que apareció con más fuerza en 2012, 2013,
agudizandose en 2014. Hace seis nuestra economía no crece. Este grado de la crisis económica es
la base de la crisis política brasileña, no es la corrupción, no es la Lava Jato, no es la pelea de los
partidos.
106. Las consecuencias de tal ofensiva en Brasil se expresan en el proceso de desmonte del
Estado brasileño y en la profundización de las desigualdades sociales. El carácter antipopular y
antinacional de esta segunda ofensiva neoliberal no tiene precedentes en la historia de la república
brasileña. Una ofensiva que busca recuperar las tasas de ganancias de los capitalistas en un
contexto de crisis económica profunda y prolongada.
108. Al mismo tiempo, los mecanismos estatales que históricamente indujeron el crecimiento
de la economía se están destruyendo a través de un fuerte blindaje neoliberal. La apertura del
pre-sal para el capital extranjero, el desmonte y privatización de activos de Petrobras, así como el
debilitamiento del BNDES como banco de fomento del desarrollo nacional contribuyen a la
desnacionalización de la economía brasileña, consolidando la hegemonía del capital financiero.
109. Así como en la primera ofensiva neoliberal de la década de los 90, podemos prever que
la nueva ofensiva neoliberal buscará aprovecharse de su correlación de fuerzas parlamentarias
para vaciar, aún más, los estrechos márgenes de poder que pueden ser disputados
electoralmente. La Enmienda Constitucional nº 95 (techo de los gastos) es un paso en este sentido.
Aceleran la venta de activos de Petrobras, reduciendo su papel como inductora de un proceso de
desarrollo. Obligan al Banco Nacional de Desarrollo Económico (BNDES) a devolver R$ 100 mil
millones que habían sido repasados por el gobierno federal en los últimos años. Y, probablemente,
retomar en los próximos meses el proyecto de "autonomía del Banco Central". Si cumplen esos
objetivos, los márgenes de poder que se pondrán en disputa en las elecciones presidenciales de
2018 serán mínimas. El Estado, aún más vaciado, no tendrá más capacidad de generar empleos y
de interferir en los rumbos económicos. Sus limitadas decisiones sólo podrán subsistir cuando sean
avaladas por el sistema financiero nacional e internacional. En caso de éxito en tales medidas,
estaremos obligados a promover adecuaciones programáticas profundas.
110. Nunca fue tan actual la clásica afirmación de Caio Prado Júnior según la cual Brasil vive
una crisis de destino que inviabiliza a nuestro país completarse como nación soberana. Esta crisis
de destino se renueva permanentemente en el proceso de la lucha de clases, en la medida en que
fuerzas antinacionales y antipopulares bloquean el desarrollo nacional, organizando la sociedad
para atender los intereses de las oligarquías financieras locales y del imperialismo. El golpe de
Estado ocurrido en 2016 actualiza esta crisis y reafirma la necesidad de que el pueblo brasileño
controle los destinos de la nación.
111. El golpe de 2016 fue la expresión, a la vez, tanto del avance de las fuerzas neoliberales,
como de la regresión de las fuerzas populares en su tarea de construcción de la hegemonía
política y moral en la sociedad. En consecuencia se trata no de una derrota meramente táctica,
sino de una derrota estratégica, que encierra un ciclo en la izquierda brasileña. Derrota estratégica
porque los enemigos del pueblo lograron disminuir considerablemente nuestras capacidades
organizativas y avanzaron en su campaña de cerco y aniquilamiento sobre la izquierda brasileña. La
consecuencia de esta derrota es que las fuerzas democráticas y populares perdieron espacio en la
sociedad. La conquista de la hegemonía quedó más lejos en el horizonte de la izquierda. La ausencia
de la perspectiva del poder es el factor explicativo central de la disminución de la capacidad
organizativa y de la pérdida de referencia de un proyecto de izquierda en la sociedad.
112. No hay elementos que nos autoricen a hablar de reflujo del movimiento de masas. Los
efectos de la derrota política oscurecen esa percepción. Si identificamos que la clase trabajadora
venía ampliando su capacidad de lucha desde 2004, retomando el nivel de número de huelgas
compatible con el final de la década de los 80, todavía es temprano para considerar que todo este
proceso desapareció con la consumación del golpe. La formidable huelga general de 28 de abril de
2017 y las dificultades para reproducirla el 30 de junio revelan mucho más la dificultad en
comprender las luchas propuestas que una incapacidad de luchar. Pero, por ahora, permanecen
sólo como elementos potenciales, en la medida en que ni siquiera las bases de los sectores
organizados del movimiento obrero se vieron en la representación del gobierno de Dilma hasta el
punto de movilizarse para defenderlo.
V
La táctica
La táctica en un momento de defensiva estratégica.
113. La experiencia de las Revoluciones Populares trae enseñanzas que nos ayudan a
comprender el actual estado de la lucha de clases en la sociedad brasileña y a ajustar la
formulación táctica de las fuerzas populares. Cuando las fuerzas enemigas alteran la correlación a
su favor y siguen ganando terreno, se abre a los enemigos del pueblo la posibilidad de la ofensiva
conocida como "campaña de cerco y aniquilamiento". En una situación como esa, el desafío de las
fuerzas populares es el de preparar la defensiva estratégica. Se trata inicialmente de reconocer
que, ante el cerco enemigo, es tarea inmediata garantizar la defensa y la preservación de las
fuerzas. Es fundamental rechazar cualquier pasividad ante la lucha de clases, o sea, hay que evitar
una actitud de defensa pasiva ante el enemigo. El cerco debe ser combatido con la defensa activa,
es decir, con el arte de hacer fracasar la campaña de aniquilamiento, con la adopción de una
táctica capaz de acumular fuerzas, contraatacar y pasar a la ofensiva. En ese sentido, si la
subestimación de las fuerzas enemigas lleva a la derrota ya la pérdida de base de apoyo por parte
de la izquierda, la sobreestimación del enemigo lleva al acomodamiento ya la falta de iniciativa de
las fuerzas revolucionarias.
115. En un momento en que las conquistas económicas están bloqueadas por el golpe, los
movimientos populares corren serios riesgos de disminución de su base social. Por eso, acumular
fuerzas en la perspectiva de viabilizar la necesaria defensiva estratégica significa un retorno radical
a las bases populares (vinculación con las masas), para retomar nuestra capacidad de organización
de la clase obrera.
116. Esta caracterización contiene elementos importantes tanto para apreciar la gravedad de
la actual situación política brasileña, como para definir nuestros próximos pasos. Es necesario
tener en cuenta que, a corto plazo, el programa de las fuerzas golpistas tiene como horizonte no
sólo la restauración neoliberal en el campo de la política y la economía, o el avance del
conservadurismo en el plano de la cultura y de la vida social. Las fuerzas populares no pueden
subestimar el hecho de que el cerco de los enemigos está a nivel avanzado y que, por lo tanto, el
avance hacia una situación de aniquilamiento es una posibilidad concreta. Por aniquilamiento se
entiende el aislamiento y pérdida de la capacidad organizativa, fuerte criminalización de la lucha
social y el estrechamiento considerable de los márgenes de lucha democrática dentro de las
instituciones burguesas. Las propuestas meramente defensivas, economicistas, electorales,
oportunistas y desconectadas de un proyecto estratégico pueden favorecer el aniquilamiento de la
izquierda brasileña, imponiendo una derrota a largo plazo.
119. Estamos ante una ofensiva del enemigo, que tiene un carácter estratégico, ya que se
plantean como posibilidades, en el plano inmediato, la destrucción y desmoralización de nuestros
liderazgos y organizaciones. Este escenario nos impone la necesidad de avanzar en la unidad de
las fuerzas democráticas y populares. La construcción de la unidad es la mayor enseñanza que las
experiencias históricas de la clase obrera nos apuntan ante una ofensiva de naturaleza estratégica
del enemigo. Construir un "Frente" uniendo el conjunto de las fuerzas democráticas y populares es
una antigua aspiración de la Consulta Popular, que está presente desde nuestro surgimiento y
aparece en las Resoluciones de nuestra 2ª Plenaria Nacional "Aurora Maria Nascimento Furtado".
Ahora, el momento de defensa estratégica exigió y posibilitó un avance acelerado de esta
construcción, en el enfrentamiento al golpe.
120. Construido en la resistencia al golpe, es en el Frente Brasil Popular que reside el mejor
potencial para la construcción de la herramienta unitaria necesaria para alterar la correlación de
fuerzas, romper la campaña de cerco y aniquilamiento y pasar a la ofensiva, colocando un proyecto
de poder de la clase trabajadora en el interior de la disputa de rumbos de la sociedad brasileña. Un
proyecto a medio y largo plazo que democratice el Estado brasileño, fortalezca nuestra soberanía
nacional, resuelva los problemas fundamentales de la clase trabajadora por la vía de las reformas
estructurales y construya las condiciones para iniciar un proceso de transición socialista en Brasil.
Para ello es necesario enfrentar el desafío de la elaboración teórica y de estudio de la realidad
brasileña, retomar la construcción de fuerza social en el seno del pueblo en torno a un proyecto
de nación.
122. Es hora de construir el Frente Brasil Popular como una herramienta estratégica de la
unidad de las fuerzas populares, capaz de presentar un proyecto de país y de ofrecer una
organización militante que renueve la disposición de lucha de miles de luchadores
profundamente abatidos en este momento. Nuestro papel en el Frente Brasil Popular, además de
construirlo en la base, no permitiendo que se convierta en una articulación meramente de cúpula,
es politizarla. Pautas de debate esenciales. Sin enfrentar el actual sistema político, no se abrirá
ninguna posibilidad de pautar las cuestiones estructurales en la salud, la vivienda, la educación, el
campo o cualquier otro tema de interés de los trabajadores. No podemos retroceder de la lucha
por una Constituyente. Sabiendo preservar la unidad, debemos frenar el debate de convencimiento
de la necesidad de una Constituyente con todos los que se disponen a construir el Frente. Esto
requerirá una permanente habilidad de nuestra militancia.
123. Para cumplir ese rol estratégico, el Frente Brasil Popular deberá posibilitar el ingreso de
militantes individuales, que no integren necesariamente ninguna de las organizaciones
preexistentes. Es necesario superar el método de resoluciones sólo por consenso, avanzar en el
análisis político y en la construcción de un programa conjunto. Y, principalmente, debemos actuar
para no permitir que el Frente Brasil Popular permanezca en una lógica defensiva, incapaz de
ofrecer una respuesta política inmediata a los millones de insatisfechos con el actual sistema
político, perdiendo una oportunidad histórica única y permitiendo que las crecientes
insatisfacciones sigan capitalizadas por las fuerzas de derecha.
126. Una cosa es cierta, al apostar nuestras energías en la construcción de las bases del Frente
Brasil Popular, debemos rescatar nuestro método de construcción, la mística,el funcionamiento
colectivo, la valorización del trabajo de base, el desestímulo al protagonismo de individuos y
grupos, la osadía en la acción y actuación hacia fuera. Aprendemos, en nuestra trayectoria, que
más importante que traer representaciones políticas y sociales hacia dentro de la organización es
lograr atraerlas a la construcción de un proyecto político común. Las experiencias históricas nos
enseñan que la unidad política y estratégica de la vanguardia puede asumir diversos formatos.
127. Aparecieron detalles, como la metodología de trabajo de base impulsada en plebiscitos
populares, su capacidad de aglutinar fuerzas y sectores amplios, la reinvindicación de la bandera
y símbolos nacionales, de lecturas y análisis antiimperialistas, la importancia de un proyecto de
Brasil, conformar una relación entre nuestra militancia y otros sectores de la izquierda,
especialmente de la CUT y del PT, que posibilitar avances en el proceso de enraizamiento del
Frente Brasil Popular. Es importante comprender el significado de esta cuestión, pues el proceso
de reorganización de la izquierda y nuestra interferencia en él ya comenzaron, en la diferenciación
cotidiana de la práctica y de la acción política, imprimiendo un método de funcionamiento que
representa hoy el mayor legado de nuestro campo político.
129. Resistir a las reformas neoliberales. En este momento, cabe a los luchadores y luchadoras
del pueblo priorizar banderas de lucha que puedan construir fuerza junto a la clase trabajadora y
que tengan el potencial de desestabilizar las fuerzas golpistas. Resistir a las reformas neoliberales
en curso es el primer paso para acumular fuerzas para salir de la defensiva, derribar al gobierno
golpista y construir un gran movimiento de masas en defensa de las Directas Ya.
130. La importancia de las elecciones de 2018 para enfrentar el golpe. No podemos descartar
que las fuerzas golpistas intenten posponer las elecciones. Sin embargo, el desgaste internacional
que acarrearía ese aplazamiento, hace más probable el escenario de su mantenimiento. En ese
sentido, las elecciones presidenciales configuran un momento decisivo para enfrentar y derrotar el
golpe. Mantener la unidad de las fuerzas democráticas y populares en torno a una candidatura que
unifique el Frente Brasil Popular es esencial.
131. Luchar contra la inhabilitación de Lula. Las fuerzas políticas y económicas que patrocinaron
el golpe no pueden soportar el riesgo de que una candidatura Lula salga victoriosa en 2018.
Enfrentando un escenario que tiende a agravarse, imponiendo aceleradamente medidas que
elevan la tensión social, saben que aun enfrentando enormes dificultades electorales, asumiendo
un gobierno aún más blindado por el neoliberalismo, Lula representa un peligro inaceptable. El
golpe necesita inhabilitar a Lula. A pesar de haber utilizado todo el arsenal mediático en una
ofensiva implacable durante los últimos años, Lula emerge liderando las intenciones de voto,
saliendo victorioso en tres hipótesis en una eventual segunda vuelta. Es muy riesgoso para una
conjunción de fuerzas que consiguió dar el golpe y no aceptará "morir en la playa". Esta es una
lucha contra una medida estratégica de las fuerzas golpistas. Muchos vacilan o temen enfrentar
esta lucha por creer que implicará necesariamente en el apoyo político a la candidatura del petista.
No entienden que su significado, en este momento, trasciende mucho la mera opción electoral. El
golpe no puede correr el riesgo de enfrentar una candidatura con apoyo popular, como la de Lula,
en 2018. Necesita inhabilitarlo a cualquier costo. Es de fundamental importancia entender la
naturaleza de esta tarea. El eslabón más fuerte de las fuerzas golpistas fue construido en la unión
del monopolio de los grandes medios, sectores de la Policía Federal, Ministerio Público y del Poder
Judicial, que se expresa en la operación Lava Jato. Es ese centro que cuenta aún, debido al supuesto
combate a la corrupción, con relativo apoyo en el seno de las masas. Es éste, también, el comité
político encargado de las funciones de aislamiento y aniquilamiento de los sectores progresistas.
En ese sentido, para proseguir profundizando las medidas de carácter antipopular las fuerzas
reaccionarias necesitan eliminar de la escena política el principal liderazgo del actual ciclo de la
izquierda que aún cuenta con apoyo popular.
132. No se trata, pues, de creer que la permanencia de Lula como posible candidato podrá
resolver por sí solo los problemas del pueblo. Pero el liderazgo popular de Lula es la principal
contradicción actual en la prosecución de la estrategia golpista. Su reciente condena en primera
instancia representa el avance del estado de excepción, en la medida en que debilita el derecho a
la presunción de la inocencia, el amplio derecho de defensa y el debido proceso legal.
134. Dar concreción al Proyecto Popular para Brasil, construyendo una propuesta de país que
vaya más allá de un programa, a través del "Proyecto Brasil", involucrando al Frente Brasil
Popular. El objetivo es unificar intelectuales orgánicos, estudios e investigaciones sobre la realidad
brasileña con las formulaciones teóricas y las elaboraciones programáticas de los movimientos
populares para proporcionar las bases para la construcción de un proyecto popular para nuestro
país. Tal proceso debe involucrar al Frente Brasil Popular, militantes y activistas que reflejen las
aspiraciones populares para, así, tener un instrumento que contribuya al trabajo de base,
construcción de fuerza social y la conquista de corazones y mentes.
135. Es necesario construir un método y acciones concretas que involucren a los participantes
en la construcción de un programa, de un proyecto. Además de enriquecer los debates, el método
adecuado puede empoderar a los luchadores en la construcción. En el caso de las caravanas del
Frente Brasil Popular, se lanza resueltamente en este proceso implica construir materiales
didácticos, como cartillas, videos, estimular debates, además de acciones que cumplan el papel
pedagógico para militancia y para las masas, a ejemplo de las caravanas del Frente Brasil Popular.
136. La cohesión del campo político del proyecto popular es fundamental para la
reorganización de la izquierda y para la propia existencia de la Consulta Popular. Es necesario
dedicar mayor empeño para cohesionar nuestro campo. La cohesión del campo ocurrirá en la lucha
concreta y conjunta en los estados. Donde aún no existe, pensar la creación de espacios de unidad
del campo en los estados para una acción articulada, especialmente en el interior del Frente Brasil
Popular.
137. Construir fuerza social del Proyecto Popular en las periferias de los grandes centros
urbanos de Brasil a través de la construcción de una herramienta que organice a los trabajadores
y trabajadoras a partir de su lugar de vivienda. Contribuir con la nacionalización del Movimiento
de las Trabajadoras y los Trabajadores por los Derechos (MTD), fortaleciendo y / o impulsando su
construcción en todos los estados donde existe Consulta Popular, especialmente en ciudades
estratégicas, que correspondan a los criterios de densidad poblacional, económico y político. Reunir
a los militantes que desarrollen ese trabajo en las periferias de las ciudades para que las iniciativas
puedan articularse y fortalecerse mutuamente.
138. Fortalecer la organicidad del feminismo popular a través de la creación de un espacio que
combine la articulación de nuestro campo político y la autoconstrucción, siendo esa nuestra
identidad hacia fuera. Cohesionar nuestro campo a partir de acciones concretas, como la
realización de encuentros de mujeres del proyecto popular, iniciativas de formación, luchas, etc.
Todas las experiencias de la Consulta Popular de trabajo con mujeres deberán ser, paulatinamente,
aglutinadas en ese espacio común. Relacionarnos con la MMM como un espacio de articulación y,
a medida que ese proceso de construcción propia se va fortaleciendo, actuamos en su interior con
identidad propia de campo político a través de esa herramienta. Se percibe un avance de nuestra
concepción de feminismo popular, además de las banderas clásicas feministas y de la organización.
Es una decisión radical y valiente poner al feminismo en la estrategia. Tenemos una experiencia
organizativa rica en el feminismo de nuestro campo. Colocamos así, el feminismo en movimiento,
enraizando.
140. Construir fuerza social en el medio sindical a través de la juventud. La caracterización del
neodesarrollismo nos posibilitó identificar mejor sus contradicciones y los campos y posibilidades
de lucha que se abrirían, en especial en el mundo del trabajo, con el aumento del número de
huelgas con ganancias reales, y entre la juventud urbana, con el aumento de la población urbana,
la concentración de jóvenes de la clase obrera en las universidades y nuevas posibilidades de
organización también de la juventud en las periferias. Este análisis contribuyó a la nacionalización
del Levante Popular de la Juventud como movimiento nacional de juventud autónoma y de masas.
El acierto en el análisis y el empeño en la construcción posibilitó un rápido crecimiento del
movimiento tanto desde el punto de vista de su fuerza social como de su influencia en la sociedad.
Tenemos el desafío de transformar el éxito de esa construcción del Levante Popular de la Juventud
en éxito en la inserción sindical, en el trabajo junto al movimiento obrero y en el movimiento
popular urbano, especialmente en el MTD.
141. Contribuir a fortalecer iniciativas que den unidad al movimiento negro brasileño y
contribuyan a su integración en la construcción de un proyecto nacional y soberano para el país.
Incorporar en nuestras formulaciones la dimensión estructural del racismo para la formación del
capitalismo en Brasil y concretarla en nuestra acción política y en la de las herramientas que
construimos. Consolidar una línea de actuación en el trabajo con la negritud en nuestros frentes,
potenciando la construcción de un sector nacional y de sectores estatales.
147. Ante los desafíos planteados por la crisis brasileña, el fortalecimiento político
organizativo de la Consulta Popular es una tarea fundamental dentro de un contexto de derrota
estratégica de las fuerzas democráticas y populares. La profundización de la crisis refuerza el
compromiso de la Consulta Popular para dar un salto de calidad en la V Asamblea Zilda Xavier.
Construir y fortalecer la Consulta Popular también es acumular fuerzas para viabilizar la defensiva
estratégica necesaria en este momento. Necesitamos ampliar nuestra capacidad organizativa.
Necesitamos ser un polo atractivo para la izquierda brasileña. Fortalecer relaciones de confianza,
estimulando el trabajo conjunto, con tareas construidas colectivamente.
148. Más que nunca, se hace necesaria la práctica del internacionalismo, construyendo
acciones de solidaridad, frente a la intensificación de la ofensiva internacional de carácter
imperialista. Las acciones de solidaridad deben pautar la denuncia de los diversos intentos de
injerencia de EEUU sobre los asuntos internos de Venezuela; denunciar los intentos de gobiernos
latinoamericanos, entre ellos el gobierno ilegítimo golpista de Temer, de aislar a Venezuela en el
contexto de los mecanismos de integración regional; el reconocimiento del gobierno
democráticamente elegido de Nicolás Maduro; el respaldo a la Asamblea Nacional Constituyente,
y el derecho soberano del pueblo venezolano de decidir los rumbos del país y elegir las salidas para
las crisis que vive.
VI
150. Fueron 20 años en una coyuntura extremadamente difícil tras la mayor derrota de la clase
trabajadora con el fin de la Unión Soviética y de las demás experiencias de transición al socialismo
del este europeo. La Consulta Popular sobrevivió a un largo período de descenso, fragmentación y
dispersión de las fuerzas de izquierda. Mientras asistíamos a rachas sin fin, defecciones y crisis en
las organizaciones, nos fuimos constituyendo y cohesionando como parte de un campo, el Campo
del Proyecto Popular. Siempre reafirmando la necesidad de superar la crisis de pensamiento, de
práctica y de valores prevalecientes en la izquierda brasileña. Fue en contra de la hegemonía del
Ciclo PT que forjamos una columna de militantes del proyecto popular, no sin pérdidas por el
camino y alguna rotatividad.
152. Siempre velamos por la cohesión del campo político que nos dio origen. La Consulta Popular
fue una iniciativa originalmente construida por el MST, MAB y MPA, que, junto a otros
movimientos, conforman lo que solemos llamar "campo del proyecto popular". Nuestro
surgimiento es bastante peculiar en la construcción de organizaciones de izquierda. A diferencia de
la construcción "clásica", en que una herramienta política se estructura, asume un programa y pasa
a actuar y construir herramientas sociales, nacemos en el proceso inverso. Esta marca "fundante"
nos proporciona dos características positivas. Una de ellas es la herencia organizativa de los
movimientos sociales, que fueron construidos en el enfrentamiento con aparatos burocratizados y
distanciados del trabajo de masas. La otra es que ese origen nos ha hecho parte inseparable de este
campo político, que nos trasciende como organización y simultáneamente nos asegura la
intervención política y social. Desde una perspectiva histórica, este campo del proyecto popular
siempre actuó de forma unitaria en los grandes momentos políticos, correspondiendo a la misma
estrategia política. Él actuó de forma cohesiva en todos los plebiscitos, en las articulaciones y en los
posicionamientos políticos en los momentos decisivos. Siempre fue el campo político que actuó
junto y así somos percibidos por el resto de las fuerzas de izquierda. La Consulta Popular cumplió
el papel de polo, volcada hacia el análisis político e ideológico, y como espacio de formulación
estratégica y táctica, además de haber sido responsable por la construcción de herramientas de
organización de masas en sectores donde hasta entonces nuestro campo político no tenía
presencia. Y eso es de gran importancia para nuestros desafíos organizativos. Por eso, uno de los
grandes pasos de nuestra 5ª Asamblea es el refuerzo en la construcción de la cohesión de nuestro
campo. Tarea compleja y difícil. Comprender el papel de la Consulta Popular en el interior del
campo y avanzar junto con el "campo político". Actuar de forma combinada y cohesiva dentro del
Frente Brasil Popular y juntos transformar una herramienta con la pluralidad del Frente en
herramienta del proyecto popular.
156. Entre 2005 y 2007, discutimos qué tipo de instrumento político debería ser la CP, en un
período rico de formulación estratégica. Nos alineamos al pensamiento revolucionario
latinoamericano, reafirmando un programa estratégico que partió de una lectura de la formación
social y económica del pueblo brasileño, y afirmaba la centralidad de la construcción del proceso
revolucionario. Para ello enfrentamos cuatro decisivos debates: en cuanto al sujeto, al carácter de
la revolución, a la centralidad del poder y del Estado, y a la importancia del instrumento político.
Era importante para convertirnos en una organización política tener estrategia, unidad de acción y
centralismo democrático. Teníamos muchas cuestiones: ¿cómo hacer ese proceso trayendo
militantes que venían de otras tradiciones? ¿Cómo asumir elementos de naturaleza partidista? Este
paso fue dado en 2007, en nuestra III Asamblea Nacional "Apolonio de Carvalho", en la que nos
volvimos sólidos desde el punto de vista ideológico, y fuimos dando las respuestas que cada tiempo
histórico exigía.
157. En nuestra III Asamblea Nacional "Apolonio de Carvalho", dejamos de definirnos como un
movimiento político y pasamos a caracterizarnos como una organización de naturaleza partidista.
En el contenido, esto implicaba asumir el "centralismo democrático", la "unidad de acción" y la
"disciplina consciente", tres de los principales elementos que conforman el concepto de una
"organización leninista". Una cuestión necesaria y que era fácilmente comprendida por el conjunto
de la militancia. Sin embargo, como nos enseña Fidel Castro y la Revolución Cubana, un partido
revolucionario se construye y no se autoproclama. Con la decisión de proclamar como partido
político asumimos costos en las relaciones con los dirigentes y militantes de nuestro "campo
político", que persisten hasta el día de hoy. El partido es un proceso en construcción. Querer ser de
naturaleza partidaria no significa proclamarse. Al autoproclamarnos partido, aunque habíamos
acertado en el contenido y en la orientación de retomar los núcleos, perdimos una perspectiva
pedagógica, que pudiera involucrar, con tiempo necesario, luchadores y luchadoras del pueblo que
no quisieron acompañarnos en aquel momento. Muchos no siguieron en la construcción de la
organización, a pesar de seguir con nosotros en la lucha. El resultado de este embate definió el
curso del debate que desarrollamos y impactó en nuestras resoluciones. Percibimos que nuestro
desafío era, ante todo, didáctico. Convencer a los sectores más conscientes de la necesidad de
construir un instrumento orgánico de vanguardia es un proceso y no un momento político.
Construimos en nuestra militancia la conciencia de que somos sólo una parte de ese proceso de
construcción de la vanguardia. Desarrollamos la concepción de que lo importante es construir las
acciones y no sólo transformarlas en momentos de propaganda de una organización.
158. ¿Cómo asumir los conceptos leninistas de organización, ingresar en esta nueva fase, sin ser
absorbidos por el poder de atracción de los "modelos estalinistas"? Este fue un desafío teórico
que se plantea para nuestra organización a partir de 2007, cuando nos dedicamos a estudiar y
comprender en profundidad los pasos que habíamos dado en nuestra III Asamblea. Si reivindicamos
un cauce histórico construido a partir de organizaciones que hicieron la crítica radical al
pensamiento y forma de funcionamiento dogmático y estrecho que habían convertido a los partidos
comunistas en aparatos burocráticos, impotentes para las tareas revolucionarias, tenemos que ser
coherentes en nuestro diseño organizativo. Carlos Marighella es el símbolo principal de las
contribuciones de este cauce histórico en nuestro país. Él nos legó su lección sobre las divergencias
en el seno de la organización revolucionaria y los medios para afrontarlas. Rompiendo con la
tradición del período estalinista, que se convirtió en dogma y credo para amplios sectores de los
militantes de izquierda en nuestro país, el Comandante de la ALN rescató del marxismo y de las
contribuciones de Lenin enseñanzas que fueron abandonadas. A través de sus enseñanzas,
comprendemos que lo que nuestra trayectoria de construcción ya demostraba era un elemento
positivo en la medida en que "nuestro concepto de organización no es estático, ni dogmático, pues
no existe -según enseña la teoría marxista- leninista- ninguna organización abstracta. La
organización está siempre al servicio de una determinada línea política y tiene que sufrir los reflejos
del avance o de los reveses de la línea política".
160. La cohesión entre la Consulta Popular y los movimientos que integran el campo del Proyecto
Popular es una necesidad estratégica. Una de nuestras tareas principales hoy es contribuir a la
cohesión de nuestro campo, lo que nos plantea el desafío de la construcción de una dirección
cohesiva y la preocupación por acompañar y fortalecer las iniciativas que se construyen en cada
uno de los movimientos. Es necesario, sin embargo, reconocer que el campo político compuesto
por movimientos populares -que necesariamente necesitan ser amplios- es muy heterogéneo, tiene
en su interior diferentes concepciones ideológicas, además de contar también con elementos del
economicismo, del izquierdismo y del movimientismo. Saber enfrentar el debate ideológico y
preservar nuestra unidad es un constante desafío. Los movimientos necesitan del debate
ideológico, sobre la estrategia y la táctica. La Consulta Popular es el espacio que ha acumulado
experiencia y disposición para posibilitar la discusión fraterna y constructiva.
161. Reconocemos también nuestras debilidades organizativas. Crecimos poco y a pesar de haber
entrado muchos militantes en la organización, otros tantos no permanecieron. Esto viene
ocurriendo en toda la izquierda y está agravado en este momento tan difícil de la historia. Tenemos
gran heterogeneidad organizativa entre los estados. Nuestra Escuela de Formación aún no llegó al
conjunto de los militantes, y tuvo aún menor capacidad de llegar al conjunto del campo político,
sea por iniciativas propias de la organización, sea por iniciativa de los movimientos. Necesitamos
profundizar debates que hemos secundarizado, como la lucha electoral y la disputa del poder
institucional en general. En la cuestión electoral, nos hemos posicionado cada dos años de forma
amateur. Algunas veces con orientación insuficiente y retardataria. El conjunto del campo tiene
comprensión que hay que avanzar en la actuación electoral, sea en el ámbito municipal y estatal,
sea nacional. Aunque, después de 2007, con la 3ª Asamblea, hayamos dado pasos organizativos
significativos, avanzando en la construcción y el funcionamiento regular de núcleos y instancias
directivas, nuestro límite organizativo sigue siendo nuestra mayor laguna.
162. Con el golpe de 2016, hay un nuevo momento político en el país, que confirma nuestras
definiciones estratégicas. Es necesario desafiarnos a fortalecer nuestra organicidad que, desde el
trípode, siempre ha sido nuestro eslabón más frágil. Nacemos de la necesidad de una organización
política con tareas específicas a cumplir, que siguen actuales y necesarias, reforzadas aún más por
la coyuntura reciente del golpe, por la reapertura del debate estratégico y la reorganización de la
izquierda. Para mejor contribuir con nuestro campo político y con la reorganización de la izquierda
brasileña, es fundamental la profesionalización de nuestra organización. Construimos una columna
de militantes que cumple un papel importante en los estados y nacionalmente, en lo que se refiere
a la consolidación y ampliación de las alianzas en el campo democrático y popular, más allá del
campo político, demostrando capacidad de iniciativa política en diversos momentos importantes y
decisivos. A partir de esa acumulación es que tenemos condiciones de avanzar y contribuir con el
conjunto de nuestro campo político. Sufrimos una derrota profunda y nuestra tarea es recolocar la
revolución en el orden del día como perspectiva para la humanidad. El debate estratégico se
plantea en la coyuntura. Los caminos para la refundación de la izquierda están abiertos.
Reafirmamos la necesidad de constitución de frentes políticos, el principio de la vanguardia
compartida y la búsqueda por la unidad como camino necesario para la derrota del imperialismo,
enemigo de la liberación nacional y de la humanidad. Este proceso debe involucrar la construcción
de una nueva hegemonía en la vanguardia, la militancia y la sociedad. Se necesitan iniciativas en los
tres frentes. Somos parte del nuevo ciclo. Nuestra actuación en el Frente Brasil Popular presupone
disputar su contenido y su forma, para hacerla una herramienta con sentido estratégico, de diálogo
con las masas, y con capacidad de incorporar a los nuevos actores de la lucha política y económica.
Uno de los elementos a considerar en la reorganización de la izquierda es la crisis de referencia de
un amplio conjunto de militantes, huérfanos de una organización con horizonte socialista. Lo que
hemos construido hasta aquí nos ha colocado en una situación de mayor responsabilidad. Por otro
lado, nuestra organización está muy por debajo de lo que queremos y de la herramienta que Brasil
necesita. Las herramientas políticas son construcciones a largo plazo. La reorganización de la
izquierda no se dará en el corto plazo, no tendremos el establecimiento repentino de una nueva
organización hegemónica a la izquierda que instaure un nuevo ciclo. La coyuntura pide algo nuevo,
que apunta claramente a una construcción estratégica. En ese sentido, es necesario fortalecer la
Consulta Popular, para refundar la izquierda y el Brasil.
163. Construir fuerza propia para fortalecer el campo con mayor inserción del proyecto popular
en el interior de la clase obrera, como apuntan nuestras resoluciones de la última Asamblea y
plenarias. Como lo hicimos al asumir la nacionalización del Levante Popular de la Juventud, entre
otras iniciativas que, en conjunto, construyen las condiciones para la revolución brasileña. Pero
todavía es insuficiente. Nuestro campo no tiene el tamaño que necesita tener. Cuanto más bien
organizados, más contribuiremos al fortalecimiento del campo del proyecto popular. Nuestra gran
heterogeneidad en los estados no contribuye al avance del campo. Desde los núcleos es necesario
que la acción sea organizada en un plano que debe ser monitoreado y cumplido. Esta es la acción
que hace la organización. Reconocemos que los movimientos populares que conforman nuestro
campo poseen una valiosa estructura de cuadros y capacidad de actuación política. Esta naturaleza
contribuye a que la Consulta Popular pueda dedicarse a la construcción de fuerza propia en la
sociedad. Más que tomar decisiones, necesitamos avanzar en nuestra capacidad de garantizar que
suceda, preservando nuestra unidad política, ideológica y la construcción de base real.