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Entre 1914 y el comienzo de la Guerra Civil aparece el Novecentismo o Generación del 14.
José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Ramón Pérez de Ayala o Eugenio D´Ors son
intelectuales liberales que pretenden la modernización de la sociedad y el acercamiento a
Europa. Sus características son: intelectualismo, europeismo, presencia en la vida cultural y
política, ideal universalista y cosmopolita, esteticismo, y una preocupación formal.
La creación artística deberá procurar desdramatizar su reflexión, y esto lo consigue
mediante una elegante prosa contenida y el recurso del humor. Ramón Gómez de la Serna
escribe Greguerías, Ortega y Gasset, escribe La deshumanización del arte (1925), España
invertebrada (1921) y La rebelión de las masas (1930).
En el terreno de la novela, los novecentistas fusionan lo narrativo y lo ensayístico. Destacan
la novela intelectual de Ramón Pérez de Ayala (Belarmino y Apolonio, 1921) y la novela
lírica, de Gabriel Miró (Nuestro padre San Daniel).
En poesía, se inicia el camino hacia una poesía pura, desprovista de anécdota y de
sentimentalismo y centrada en la perfección formal. La gran figura es Juan Ramón Jiménez,
quien plantea su poesía como una búsqueda de belleza y de eternidad. Sus etapas son:
Etapa sensitiva (hasta 1915): con Arias tristes (1903) y La soledad sonora (1911).
Etapa intelectual (19161936). Se abre con Diario de un poeta recién casado (1916) y se
cierra con La estación total.
Etapa suficiente (19361958). Destaca Dios deseado y deseante (19481949).
LAS VANGUARDIAS LITERARIAS DEL SIGLO XX
La reacción vanguardista es mucho más radical y violenta que la del Novecentismo.
El Vanguardismo estuvo formado por varios movimientos, cuyo objetivo común fue el
deseo de crear un arte radicalmente nuevo y que rompiese con el Realismo.
FUTURISMO: Su máximo representante es Marinetti.
DADAISMO: Tristan Tzara fue el promotor y principal exponente del movimiento.
EL SURREALISMO construye una concepción del arte y de la vida.
El Creacionismo y el Ultraísmo son dos movimientos vanguardistas netamente españoles.
Su proceso evolutivo lo podemos situar entre 1918 y 1923. Se caracterizarán por el rechazo
de lo sentimental, de lo trágico, de lo subjetivo y de lo íntimo. De
Huidobro surge el Creacionismo lo que deja patente que la obra literaria es totalmente
autónoma del mundo. También destacan Juan Larrea y Gerardo Diego. El
máximo representante del ultraísmo es Guillermo de Torre. Se caracteriza por imágenes y
metáforas chocantes e ilógicas, donde destacan el mundo del cine, del deporte, etc.