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Universidad Central del Ecuador

Facultad de Ciencias Agrícolas


Ingeniería Agronómica

Alumnos: Fuertes Lizeth; Sevillano Daniel Asignatura: Cultivos Tropicales

Curso: Quinto “B” Fecha: 2018/05/23

Respuestas fisiológicas de (Citrullus lanatus) desarrollado en diversas épocas del año


injertado en tres patrones, en la zona de Salitre provincia de Guayas
Introducción
Las primeras células aparecieron en la Tierra hace ya aproximadamente 3500 millones de años,
hace 1500 millones de años, las células eucariotas, daban un visaje a la evolución de un
organismo, para adaptarse al medio donde se desarrollaba, que cambia drásticamente con el
pasar de los años.

Las células eucariotas vegetales, comenzaron a especializarse, y a adquirir funciones


determinadas, llegando así a una complejidad estructural y de configuración, que cambian
constantemente, en dependencia de la adaptación al medio de estas células, es así que los
cambios morfológicos de las plantas del trópico, ha permitido un cambio para mejorar el
transporte de O2 hacia las raíces, y permitiendo que se produzcan adaptaciones metabólicas,
que permiten un crecimiento en condiciones anaeróbicas (López, 2009).

Al día de hoy existen factores bióticos tales como plagas y enfermedades, así como también
factores agroclimáticos que intervienen en el desarrollo y crecimiento efectivo del cultivo, de
tal manera que los pequeños y grandes productores han optado por realizar procesos de
injertación para la solución a estos problemas, mejorando la disposición de la planta sometida
a estrés generando respuestas fisiológicas de adaptación o prologando la producción por planta,
etc (Cortéz, 2012)

En el Ecuador es poco común la producción y realización injerto de hortalizas, pero alrededor


de Latinoamérica, en el momento en que se dio a conocer la técnica de injertación en patrones
seleccionados los productores sacaron provecho de este beneficio, debido a que facilitaría la
aclimatación de plantas de sandía en condiciones ambientales poco favorables para su
desarrollo (Crawford, 2017)

De esta forma la presente investigación pretende poner en consideración el empleo de esta


técnica de injertación en el cultivo de sandía para que pequeños y grandes productores se
beneficien de los privilegios tanto agronómicos como económicos que brinda la producción de
plantas injertadas
Hipótesis
Ho: El patrón (Benincasa hispida), no mejora la inducción de respuestas fisiológicas a
inundaciones del frutal (Citrullus lanatus).

Hi: El patrón (Benincasa hispida), es el mejor induciendo respuestas fisiológicas a


inundaciones del frutal (Citrullus lanatus).

Objetivos:
Determinar la respuesta fisiológica en plantas injertadas de (Citrullus lanatus), a través del
porcentaje de aceptación de cada patrón en la zona de Salitre.

- Evaluar el mejor patrón de injertación para sandía (Citrullus lanatus), en cuanto a


respuestas fisiológicas desarrolladas en diversas épocas del año
- Determinar las respuestas fisiológicas en plantas injertadas de (Citrullus lanatus)
después de establecer el mejor patrón
- Analizar el porcentaje de aceptación de los patrones en (Citrullus lanatus) durante
varias épocas del año.
-
Materiales y métodos
La presente investigación se llevó a cabo en la finca montubia San Francisco en un lote de
media hectárea ubicada en el cantón Salitre de la provincia de Guayas a 42 km de Guayaquil,
la misma que presenta un clima cálido-húmedo, su temperatura promedio oscila entre de 20°C
y 35°C, según la prefectura del Guayas está asentada a 5 m.s.n.m. con una precipitación anual
de 1500 mm, la cual hace de este territorio propicio para la producción de sandía.

Se utilizó como material de siembra la sandía híbrida “Royal Charleston” injertada en tres
diferentes patrones Benincasa hispida, Cucurbita maxima y Lagenaria siceraria (UNEP,
2006; López, 2007) utilizando la técnica de aproximación. Además se utilizaron plantas de
sandía sin injertar como testigo para compararla con los tratamientos de injerto.

Para lo mencionado anteriormente, se llevó a cabo la siembra de (Citrullus lanatus) en


bandejas de siembra de 128 cavidades, a los cinco días de su emergencia se procedió a
sembrar el portainjerto en bandejas de siembra de 200 cavidades.

Finalmente el injerto con la técnica de aproximación se realizó cuando el patrón presentó la


primera hoja verdadera, enseguida se eliminó el brote del patrón dejando solamente los
cotiledones, posteriormente se produjo un corte diagonal de 1 cm en dirección vertical hacia
abajo hasta la mitad del tallo, iniciando por debajo de los cotiledones.

Por otro lado en (Citrullus lanatus) se realizó un corte diagonal de 1 cm de la misma forma
que en el patrón a diferencia de que este corte fue en dirección de abajo hacia arriba, iniciando
por debajo de los cotiledones.

El patrón y (Citrullus lanatus) se enlazaron con una pinza o cinta de injertar, posteriormente
se plantaron en vasos de poliestireno de 7.5 cm de diámetro, tratando de no cubrir la zona de
incisión del injerto. Las plantas se conservaron en invernadero con una temperatura de 25 a 30
°C y humedad relativa de 80 a 90%. Pasados 15 días del injerto, la plántula mostró la tercera
hoja desarrollada, por lo tanto se cortó el tallo de (Citrullus lanatus) 0.5 cm por debajo del
injerto y la parte superior del patrón. A continuación, las plantas se sometieron a un estado
ligero de sombreado durante dos días para impedir que se marchiten y se procedió a ventilar
la planta injertada paulatinamente para aclimatarla y trasplantarla a los 7 días.

El manejo del cultivo se trató de llevar a cabo del mismo modo que las prácticas agrícolas
habituales de un productor de la región, implementado también aplicaciones preventivas y de
control químico de enfermedades, insectos y nemátodos

Para la preparación del terreno a campo abierto se realizó un paso doble de rastra, dejando el
suelo bien mullido, se elaboraron camas cubiertas de plástico negro para mantener la
humedad y evitar plagas y enfermedades con una densidad de siembra de 2m x 2m, así mismo
se implementó un sistema de riego por goteo para también por este modo fertilizar el cultivo,
finalmente las plántulas se trasplantaron cuando tenían 15 cm de altura y cuatro hojas
verdaderas.

El diseño experimental se dio en bloques completos al azar con cuatro tratamientos,


incluyendo el testigo sin injertar, con cuatro repeticiones, en una superficie de 20 m2por
repetición. El área experimental fue de 2500 m2. Las variables a evaluar fueron las respuestas
fisiológicas de injertos de (Citrullus lanatus) en diferentes épocas del año, porcentaje de
aceptación de cada patrón determinando el mejor portainjerto contra estrés, sobrevivencia de
las plantas y la precocidad de plantas injertadas.

Bibliografía
 Cortéz, M. d. (2012). INJERTACIÓN DE SANDIA, MELON Y PEPINO TÉCNICA PARA
REDUCIR DAÑOS DE PLAGAS Y ENFERMEDADES DEL SUELO. (MAG, Ed.) San Andres,
La Libertad, Honduras: Escuela Nacional de Agricultura "Roberto Quiñonez". Recuperado el
20 de mayo de 2018, de http://ena.edu.sv/wp-content/uploads/2016/07/INJERTOS-DE-
SAND%C3%8DA.pdf

 Crawford, H. (2017). Manual de manejo agronómico para cultivo de sandía Citrullus lanatus
(Thunb.) Matsum. et Nakai. (Vol. 2). (P. Abarca, Ed.) Snatiago de Chile, Chile: Instituto de
Desarrollo Agropecuario - Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Recuperado el 20 de
mayo de 2018, de http://www.inia.cl/wp-
content/uploads/ManualesdeProduccion/02%20Manual%20Sandia.pdf

 Lopez, O. R. (2009). Fisiología y ecología de comunidades arbóreas en hábitats


inundables. Acta Biológica Panamensis, 1, 68-86.
 UNEP. 2006. Montreal Protocol on Substances that Deplete the Ozone Layer. Report of the
Methyl Bromide Technical Options Committee. United Nations Environment Programme
(UNEP). 453 p.
 López, J. 2007. La Práctica del Injerto en Hortalizas. Manual de Producción. Editorial UniSon.
Universidad de Sonora. Hermosillo, Sonora. México. 48 p

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